0% encontró este documento útil (0 votos)
56 vistas6 páginas

Petrologia Metamorfismo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 6

UNIVERSIDAD NACIONAL MICAELA BASTIDAS DE

APURÍMAC

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA DE MINAS


MATERIA
Petrologia
TRABAJO

MANUAL DE PETROLOGIA SEDIMENTARIA

PRESENTADO A:
ING. CREIDER PANOV TUNQUE SUYO

POR:
MEZA TTITO, Wildert David

Haquira agosto del 2019


Metamorfismo: un proceso que produce cambios en la mineralogía y/o la textura de una roca
en estado sólido. El proceso se debe sobre todo al reajuste de la roca a condiciones físicas
diferentes a las reinantes cuando la roca se formó y que también son diferentes a las
condiciones físicas imperantes en la superficie de la Tierra y durante la diagénesis. El proceso
puede coexistir con fusión parcial y puede también implicar cambios en la composición
química global de la roca.

Tipos de metamorfismo

1. Atendiendo a la variación de la composición química entre la roca antes de


metamorfizarse (el protolito) y la roca metamórfica resultante.
 Metamorfismo isoquímico: Si la composición química global se mantiene
aproximadamente constante (a excepción de los elementos volátiles, como
H2O y CO2).
 Metamorfismo aloquímico o metasomatismo: Si la composición química
global cambia significativamente, tanto por aporte como por pérdida de
determinados elementos.

2. Atendiendo al factor principal responsable del cambio.

 Metamorfismo térmico, donde el factor principal es la temperatura.


 Metamorfismo dinámico, donde el factor principal es la presión dirigida o
esfuerzo desviatorio.
 Metamorfismo dinamotérmico, donde temperatura y presión dirigida son
ambos factores importantes.
3. Atendiendo al proceso causante del metamorfismo.
 Metamorfismo regional, que incluye el metamorfismo orogénico y el de
enterramiento.
 Metamorfismo de contacto.
 Metamorfismo hidrotermal (incluye el metamorfismo de fondo oceánico.
 Metamorfismo cataclástico.
 Metamorfismo de choque.

Clasificación de las rocas metamórficas.

Los criterios principales que se usan para dar nombres a las rocas metamórficas son la
composición mineralógica modal, la textura y la composición química del protolito. Además,
existen una serie de nombre especiales muy arraigados que también se usan en petrología
metamórfica.

Hay muchos modos de clasificar convenientemente las rocas metamórficas, por ejemplo, se
pueden agrupar en amplios tipos litológicos; otros criterios están basados en la textura (donde
intervienen las condiciones de presión y temperatura) y la mineralogía, clases químicas, grado
de metamorfismo o en el concepto de facies metamórficas. Un método sencillo y práctico
consiste en tomar en cuenta el tipo de metamorfismo que originó a las rocas y dividirlas en dos
grupos principales según su textura, esto es en foliada y no foliada. A esta ordenación, además,
se le puede añadir un tercer grupo de textura: la cataclástica.
Rocas metamórficas foliadas

Son rocas sometidas a calor y presión diferencial durante el metamorfismo que se caracterizan
por presentar alineación paralela de minerales, lo cual da a la roca una apariencia de capas o
bandas. El tamaño y la forma de los granos minerales en estos casos determinan el tipo de
foliación, que puede ir desde fina hasta tosca.

Rocas metamórficas no foliadas

Son rocas en donde los granos minerales no muestran una orientación preferencial distinguible,
en lugar de esto, presentan un mosaico de minerales un tanto equidimensionales que son el
resultado del metamorfismo de contacto o regional en rocas donde no hay presencia de
minerales laminados o alargados.

Rocas metamórficas cataclásticas

Son rocas deformadas por grandes presiones y/o esfuerzos que originan plegamiento,
fallamiento, flujo o granulación, producto de un metamorfismo dinámico. Las etapas iniciales de
la deformación son expresadas por la granulación del mineral ya que el movimiento intenso
continuado, bajo la acción de un esfuerzo, origina el desgaste progresivo de los granos del
mineral y de las partículas de la roca.

Las clasificaciones de este tipo de rocas se basan en:

la composición química y mineralógica de la misma.

El origen de la roca original o protolito (ígneo o sedimentario).

Sus características texturales, estructurales y de fábrica.

En cuanto al criterio composicional, se pueden diferenciar grandes grupos tales como rocas de
composición máfica y ultramáfica (procedentes de rocas ígneas máficas como grabros y
ultramáficas como peridotitas), pelítica (rocas sedimentarias detríticas arcillosas)
y gneísica (rocas ígneas ácidas como granitos y riolitas, y sedimentarias de tipo areniscas
arcósicas), carbonáticas (calizas y dolomías) y calcosilicatadas (carbonatadas impuras con cierta
proporción de componente arcilloso y margas).

En cuanto al origen de la roca original, se subdividen en rocas ortoderivadas, esto es,


originalmente ígneas, y paraderivadas, esto es, originalmente sedimentarias.

TEXTURAS DE ROCAS METAMORFICAS

Las texturas principales que pueden encontrarse en las rocas metamórficas son cuatro, que se
describen a continuación.

• Textura granoblástica. Los cristales forman un mosaico de granos más o menos


equidimensionales. Los contactos entre granos tienden a formar 120º en puntos donde
se juntan tres de ellos (denominados puntos triples). Esto se debe a que esta disposición
morfológica en más estable, ya que se minimiza la superficie total de contactos entre
granos y por ende la energía de superficie, por comparación con otras disposiciones que
implican contactos al azar. Esta textura es común en rocas monominerálicas como
cuarcitas y mármoles, así como en rocas de grado metamórfico muy alto como
granulitas.

• Textura lepidoblástica. Está definida por minerales tabulares (en general filosilicatos,
normalmente micas y cloritas) orientados paralelamente según su hábito planar. El
hecho de que esta textura presente orientación preferente de sus componentes
minerales supone que las rocas con esta textura presentan fábrica planar (o plano-
lineal), lo que confiere a la roca una anisotropía estructural (foliación) según la cual
tiende a exfoliarse. Estas rocas presentan, por tanto, comportamientos mecánicos
contrastados según las direcciones perpendicular y paralela a la superficie de foliación.
Esta textura es la típica de metapelitas (pizarras, micacitas, esquistos y gneises pelíticos).

• Textura nematoblástica. Está definida por minerales prismáticos o aciculares (e.g.,


inosilicatos, normalmente anfíboles) orientados paralelamente según su hábito
elongado en una dirección. Las rocas con esta textura presentarán fábrica lineal (o
plano-lineal), lo que igualmente les confiere una anisotropía estructural (lineación)
según la cual las rocas tienden a escindirse. Esta textura es típica de anfibolitas y algunos
gneises y mármoles anfibólicos.

• Textura porfidoblástica. Está definida por la presencia de blastos de tamaño de grano


mayor (i.e., porfidoblastos) que el resto de los minerales que forman la matriz en la que
se engloban. La matriz por su parte puede tener cualquiera de las texturas anteriores
(grano-, lepido- o nematoblástica), o una combinación de ellas. Cualquier tipo de roca
metamórfica puede tener textura porfidoblástica, y los porfidoblastos pueden ser de
cualquier mineral que la forme.

ESTRUCTURAS, MICROESTRUCTURAS, Y FÁBRICA

Las estructuras encontradas en las rocas metamórficas dependen de si ésta ha sufrido o


no deformación, y del tipo de estructuras de las rocas originales, ígneas o sedimentarias.

En el caso de no haber sufrido deformación (como sería el caso típico de las rocas de
metamorfismo de contacto), no suele existir orientación preferencial de los blastos
minerales. La fábica sería por lo tanto generalmente isótropa. En estos casos, se
encuentran estructuras bandeadas, que pueden ser relictas de estructuras
sedimentarias antiguas (como superficies de estratificación), o desarrolladas durante el
propio proceso metamórfico, estructuras masivas y estructuras nodulosas.

En el caso de que las rocas hayan sufrido deformación contemporánea con el


metamorfismo (rocas de metamorfismo regional), todos o parte de los blastos minerales
presentan orientaciones morfológicas (fábrica) y/o cristalográficas (fábrica
cristalográfica) preferentes. Las estructuras y las fábricas encontradas son en parte
equivalentes. La estructura más común es la bandeada que, además, presentará
orientación preferente de los minerales paralelamente al bandeado.
Tanto en las rocas no deformadas como en las deformadas (aunque especialmente en
estas últimas) se pueden encontrar características estructurales penetrativas en
grandes volúmenes de rocas, independientemente de su estructura básica. Se dice que
una característica es penetrativa cuando se encuentra homogéneamente distribuida por
toda la roca a una escala determinada, lo cual supone que se repite en el espacio de
manera constante. Normalmente, la escala es pequeña, esto es microscópica o de
muestra de mano. En las rocas metamórficas las estructuras penetrativas son
la foliación y la lineación, caracterizadas por la existencia de cualquier superficie o línea,
respectivamente, presente en la roca de forma penetrativa. Estas estructuras imprimen
la facilidad de rotura a favor de las mismas. En las rocas metamórficas deformadas, tanto
las foliaciones como las lineaciones son el resultado de la deformación sufrida ante la
acción de esfuerzos dirigidos (i.e., esfuerzos no hidroestáticos).

ROCAS METAMÓRFICAS COMUNES

A partir de los criterios de tipo y grado de metamorfismo, texturas, estructuras y


fábricas, y composición de la roca original, se pueden clasificar las rocas metamórficas.
Las más comunes son las que siguen.

Pizarra y filita. Rocas pelíticas de grano muy fino a fino. Está compuestas esencialmente
de filosilicatos (micas blancas, clorita,...) y cuarzo (si es muy abundante puede
denominarse entonces cuarzofilita); los feldespatos (albita y feldespato potásico)
también suelen estar presentes. Este tipo de roca presentan foliación por orientación
preferente de los minerales planares (filosilicatos), y son fácilmente fisibles.

Esquisto. Roca pelítica de grano medio a grueso y con foliación marcada (en este caso
de denomina esquistosidad). Los granos minerales pueden distinguirse a simple vista
(en contra de las filitas y pizarras). Los componentes más abundantes son moscovita,
biotita, plagioclasas sódicas, clorita, granates, polimorfos del silicato de aluminio
(andalucita, silimanita, distena), etc. A veces pueden tener altas concentraciones de
grafito, por lo que toman un color oscuro (al igual que las pizarras y filitas).

Gneiss. Rocas cuarzofeldespática de grano grueso a medio, con foliación menos


marcada que en los esquistos debido a la menor proporción de filosilicatos
(esencialmente moscovita y/o biotita). Para definir una roca como gneiss debe contener
más de un 20 % de feldespatos. Su origen es diverso, pudiendo derivar tanto de rocas
ígneas (ortogneisses) como sedimentarias (paragneisses); algunos gneisses se producen
en condiciones de alto grado por fusión parcial de esquistos u otros gneises,
denominándose gneises migmatíticos.

Anfibolita. Roca compuestas esencialmente por anfíboles (en general hornblenda) y


plagioclasa de composición variable. La esquistosidad no suele estar muy desarrollada,
aunque los prismas de anfíbol suelen estar orientados linealmente (lo cual
genera lineación). Proceden en su mayoría de rocas ígneas básicas (ortoanfibolitas) y
margas (paraanfibolita).

Serpentinita. Roca compuesta esencialmente por minerales del grupo de la serpentina


(antigorita, crisoltilo, lizardita...), con proporciones variadas de clorita, talco, y
carbonatos (calcita, magnesita). Son rocas generalmente masivas, aunque pueden
presentar cierto bandeado composicional. Proceden de rocas ultrabásicas, constituidas
esencialmente por olivino y piroxenos, hidratadas durante el proceso metamórfico.
Estas rocas son conocidas comercialmente como mármoles verdes, aunque en sentido
estricto no son mármoles.

Estos tipos descritos pueden proceder una misma roca, difiriendo en cuanto al grado
metamórfico sufrido. Así por ejemplo, una pelita (o metapelita) de grado muy bajo se
denomina en general filita o pizarra, en grado bajo sería una micacita o un esquisto, en
grado medio un esquisto y en grado alto un esquisto o un gneis pelítico; una roca máfica
sería un esquisto verde en grado bajo (esquisto con abundante clorita y albita) o una
anfibolita en grado medio.

Las rocas metamórficas foliadas (e.g., esquistos, gneises) no han sido especialmente
utilizadas como material de construcción debido a la fuerte anisotropía que presentan
en cuanto a sus características mecánicas, que suponen una fácil exfoliación y rotura
paralelamente a la superficie de foliación y/o lineación.

CONCLUSIONES

 El metamorfismo implica el cambio estructural, textural y mineralógico de las rocas,


causado básicamente por cambios de temperatura y presión (factores del
metamorfismo) en las que no cambia su composición química

 Los principales cambios que ocurren en las rocas se deben a la modificación de sus
cristales, lo que significa macroscópicamente un cambio textural y estructural!

 Es importante entender el concepto de grado metamórfico, pues es determinante para


diferenciar las distintas facies metamórficas y los diferentes tipos de metamorfismo así,
a una baja temperatura y alta presión se formará una roca diferente a la que se forma a
una alta temperatura y baja presión.

 las clases de rocas metamórficas se diferencian por su textura y las principales son las
foliadas y las no foliadas. a partir de allí, podemos encontrar diferentes subclases, cada
una con sus características propias.

 las rocas metamórficas tienen todo tipo de aplicaciones en la industria, que van desde
el sector de la construcción (grafito) hasta el de la joyería (granate).

 El Perú cuenta con importantes yacimientos de rocas metamórficas como el granito,


granate, talco, pizarras, entre otras.

También podría gustarte