Illuminati o Olho Da Pirâmide
Illuminati o Olho Da Pirâmide
Illuminati o Olho Da Pirâmide
com
1975
¡Illuminatus! Parte I
El Ojo en la Pirámide
Fue el año en que finalmente hicieron inmanente el Eskatón. El primero de Abril las
potencias mundiales se acercaron más que nunca a un conflicto nuclear, debido a una
oscura isla llamada Fernando Poo. Al poco tiempo los asuntos internacionales de la guerra
fría retomaron su nivel normal y algunos ingeniosos se refirieron al suceso como
la peor broma de mal gusto en la historia. Sucede que me enteré de todos los detalles de
lo acontecido pero no tengo idea de cómo referirlos de manera tal que tengan sentido para
el grueso de los lectores. Por ejemplo, no estoy seguro siquiera de quién soy, y mi
problema con esta cuestión es que me hace reflexionar si creerán lo que digo. Peor aún,
soy conciente de una ardilla - en el Central Park, justo sobre la 68 street, en la ciudad de
New York - que está saltando de un árbol a otro -, y creo que esto sucede la noche del
23 de Abril (¿o es la mañana del 24?), pero encajar a la ardilla con Fernando Poo está
mas allá de mis poderes actuales. Les ruego tolerancia. No hay nada que pueda hacer
para facilitarnos las cosas, ustedes deberán aceptar ser guiados por una voz sin cuerpo, y
yo deberé aceptar la compulsión de hablar, incluso siendo dolorosamente conciente de
que hablo para una audiencia invisible y tal vez inexistente. Los sabios han considerado a
la Tierra como una tragedia, una farsa e incluso como el truco de un ilusionista; pero todos,
si son verdaderos sabios y no intelectuales parlanchines, reconocerán que es una especie
de escenario en donde interpretamos un rol que muchos de nosotros hacemos sin haber
estudiado y ensayado antes de que se abra el telón. Tal vez es excesivo si les pido que la
veamos como un circo, un carnaval ambulante que vaga alrededor del Sol en
una temporada récord de mil millones de años produciendo nuevos monstruos y
milagros, engaños y contratiempos malditos, maravillas y meteduras de pata, pero que
nunca es tan entretenido como para impedir que la audiencia se vaya marchando, uno
a uno, hacia sus moradas para pasar un invierno largo y aburrido durmiendo bajo el
polvo. Entonces digamos, aunque sea por un momento, que he encontrado una
identidad como maestro de ceremonias; pero como esa corona no ajusta bien en mi
cabeza (si es que tengo cabeza), debo advertirles que la troupe es pequeña para un
universo de este tamaño, y muchos debemos doblar o triplicar nuestras apariciones,
así que volverán a verme en otros disfraces. De hecho, muchas cosas pasarán.
Por ejemplo, ahora no estoy para bromas o de buen humor. Estoy furioso. Estoy en Nairobi
- Kenia - y mi nombre es, si ustedes me disculpan, Nkrumah Fubar. Mi piel es negra (¿eso
los incomoda? a mi no) y estoy, como muchos de ustedes, a medio camino entre el
tribalismo y la tecnología. Para ser franco, como chamán kikuyu moderadamente ajustado
a la vida citadina, todavía creo en la brujería - no he enloquecido lo suficiente como para
negar mis propios sentidos - . Es 3 de Abril y Fernando Poo ha arruinado mi sueño durante
varias noches consecutivas, así que espero que me disculpen si admito que mi tarea
actual está lejos de ser edificante y no es otra que la de construir muñecos de los
dirigentes de América, Rusia y China. Adivinaron:
voy a clavar agujas en sus cabezas todos los días durante un mes; si ellos no me dejan d rmir, yo no los dejaré dormir.
Esto es justicia, en cierto sentido.
En efecto el presidente de los Estados Unidos tuvo migrañas severas esa semana,
pero los regentes ateos de Moscú y Pekín fueron menos susceptibles a la magia. No
reportaron ni una molestia. Pero, aguarden, hay otro protagonista en nuestro circo y es
uno de los más inteligentes y decentes del grupo; su nombre es impronunciable, pero
pueden llamarlo Howard y nació delfín. Él se encuentra nadando entre las ruinas de la
Atlántida, el tiempo corre y ya es 10 de Abril; no estoy seguro de qué es lo que Howard
ve, pero le preocupa y decide contárselo a Hagbard Celine. Hagbard Celine no es alguien
que yo conozca. No importa; miren las olas correr y alégrense de que todavía no
haya demasiada contaminación. Miren la manera en que el Sol dorado ilumina cada ola
con un destello que explota en chispas con la rompiente; y observen, observen el oleaje;
así es sencillo dejar pasar cinco horas en un solo segundo y encontrarnos en tierra, entre
los árboles y las hojas caídas, como una brisa poética antes del horror. ¿Dónde estamos?
Hace cinco horas, en el mismo instante en que Howard hace piruetas en la Atlántida,
Sasparilla Godzilla, una turista de Simcoe - Ontario - (que tuvo la desgracia de nacer
humana) hace un clavado frontal en seco y queda inconciente en el suelo. Es afuera del
Museo de Antropología del parque de Chapultepec, México D. F., y los otros turistas están
bastante sorprendidos debido al colapso de la pobre dama. Más tarde ella culpó al calor.
Mucho menos sofisticada en materias de importancia que Nkrumah Fubar, no se molestó
en contarle a nadie, ni recordar ella misma qué era lo que provocó su desmayo. En
Simcoe, los vecinos siempre dijeron que Harry Godzilla tenía una esposa sensata, y en
Canadá (o los EEUU) es sensato ocultar ciertas verdades. No, en este punto mejor no las
llamo verdades. Dejemos en claro que ella vio, o imaginó ver, una especie de sonrisa
burlona y siniestra cruzando el rostro de la gigantesca estatua de Tlaloc, el dios de la
lluvia. Nadie de Simcoe había visto algo semejante anteriormente; De hecho, muchas
cosas pasarán.
Y si ustedes creen que el caso de la pobre dama es inusual, deberían examinar los
registros psiquiátricos de instituciones públicas y privadas del resto del mes. Los reportes
de ansiedades inusitadas y manías religiosas entre los pacientes esquizofrénicos de
hospitales psiquiátricos ascendieron hasta el cielo. Hombres y mujeres corrientes
abandonaron las calles alegando ojos vigilantes, seres encapuchados atravesando
habitaciones cerradas, figuras coronadas dando órdenes ininteligibles y voces que
clamaban ser Dios o el Diablo; un verdadero aquelarre, por cierto. Pero el veredicto cuerdo
fue atribuir todo esto a las secuelas de la tragedia de Fernando Poo.
“Bomba y homicidio” me dice la voz eléctrica y de eunuco en el tubo. Duermo desnu do (perdón por eso) y
me voy poniendo los calzoncillos y los pantalones mientras copio la
dirección. 68 Street Oeste, cerca del Consejo para las Relaciones
Exteriores. “Voy” digo y cuelgo.
“¿Qué pasa?” murmura Rebecca desde la cama. Ella también duerme desnuda y ello
me trae memorias placenteras de hace un par de horas atrás. Supongo que algunos
de ustedes se sorprenderán si les cuento que estoy pasando los sesenta años y ella
sólo tiene veinticinco. El hecho de que estemos casados no mejora nada, lo sé.
Éste no es un mal cuerpo para mi edad, y ver a Rebecca con las sábanas corridas a un
costado me recuerda lo bueno que es. A esta altura ya no recuerdo haber sido el maestro
de ceremonias, o los ecos que retengo se confunden con el sueño. Beso su cuello, casi sin
darme cuenta, porque ella es mi mujer y yo su marido (e inspector del Escuadrón de
Homicidios del Norte, para ser exactos), y cualquier noción de haber sido un extraño
en este cuerpo se desvanece en el aire junto con mis sueños. En el aire limpio.
Barney Muldoon, un viejo amigo con el look y los manierismos de un policía de las
películas de Hollywood, apareció entre las sombras. Un tipo duro y nada tonto - como a
él le gustaba simular - razón por la cual era jefe del Escuadrón de Explosivos.
“Eso parece. Nadie murió. El llamado se derivó a ti porque un maniquí del decimoctavo
se quemó y el primer patrullero en llegar aquí pensó que era un cuerpo humano”.
“No en este caso” dijo Muldoon. “Él ha desaparecido hace tres días”
“Un irlandés de tu tamaño no puede ser más sutil que un elefante,” dijo
Saúl cansinamente “Deja de sugerir. ¿Qué es lo que tienes?”.
“La oficina que recibió el ataque era de una revista llamada Confrontación,” explicó
Muldoon obviamente alegre de compartir la miseria. “Es de centro izquierda, así que
esto probablemente sea un trabajo de radicales de derecha y no de izquierdistas. Lo
interesante es que no hemos podido encontrar al editor - Joseph Malik - en su casa, y
cuando llamamos a uno de los editores asociados, ¿Qué piensas que nos dijo?: que
Malik desapareció hace tres días. Su casero lo confirmó. Él intentó dar con Malik,
porque hay un reglamento de prohibición de mascotas allí y los otros inquilinos se han
estado quejando por sus perros. Por lo tanto, si un hombre desaparece y una bomba
estalla en su oficina, creo que el asunto eventualmente debería atraer la
atención del Departamento de Homicidios, ¿no crees?”.
“La tienda de mascotas,” explicó el policía señalando al otro lado del vestíbulo,
“escudriñé el daño y vi que tenían una de las mejores colecciones de peces tropicales
exóticos de la ciudad de New York. Incluso Criadores Bucales egipcios”. Notó l as presiones en las caras de los
detectives y añadió quedamente “Si no coleccio n n
peces no lo comprenderán. Pero, créanme, un Criador Bucal egipcio es
bastante difícil de conseguir en estos días, y están todos muertos allí dentro”.
“Si, verá, mantienen a sus crías en la boca varios días después del
nacimiento y nunca, nunca se las tragan. Eso es lo genial de coleccionar
peces: uno puede apreciar las maravillas de la naturaleza”.
“Creo que es importante, Barney” dijo rápidamente, apenas saludando a Saúl con un
gesto. “Muy importante. La encontré entre los escombros, y se había abierto con la
explosión, así que miré en su interior”.
“Es el conjunto de informes más raros que he visto. Más raro que un obispo con tetas”.
Esta va a ser una noche larga, pensó Saúl de repente, con un sentimiento abrumador.
Una noche larga y un caso difícil.
“No tienen idea,” repitió el patrullero “de lo que vale un Criador Bucal egipcio”.
“Es duro para todas las razas, hombre o pez.” dijo Muldoon en uno de sus
raros intentos por emular la forma de hablar de Saúl. Se dirigieron a la
cafetería dejando atrás al patrullero, que se veía vagamente angustiado.
Su nombre es James Patrick Hennessy y hace tres años que está en la Fuerza. No
vuelve a aparecer en esta historia en absoluto. Tiene un hijo retardado de cinco años a
quien ama desconsoladamente; ustedes ven miles de caras como la suya en la calle
todos los días, y nunca imaginan lo bien que sobrelleva su tragedia… y George Dorn,
quien una vez quiso dispararle, todavía está gritando… pero Barney y Saúl están en la
cafetería. Miren alrededor. La transición del vestíbulo gótico a éste salón de colores
plásticos laminados brillantes y funcionales es, podría decirse, muy loca. No le presten
atención al olor; aquí estamos más cerca de la tienda de mascotas.
Saúl se quitó el sombrero y pasó una mano por su cabello gris, pensativamente,
mientras Muldoon inspeccionaba los dos primeros informes de un vistazo. Luego
se puso los lentes y comenzó a leerlos detenidamente, en su propia manera
metódica y pensativa. Sostengan sus sombreros. Esto es lo que decían:
23/7
J. M.:
La primera referencia que encontré está en Violencia, de Jacques Ellul (Seabury Press, New
York, 1969). Él dice (páginas 18-19) que los Iluminados fueron fundados por Joachim de Floris
en el siglo XI y originalmente enseñaban una antigua doctrina cristiana de pobreza e igualdad,
pero luego bajo el liderazgo de Fra Dolcino en el siglo XV se volvieron violentos, robándole a
los ricos y anunciando el inminente reinado del Espíritu. “En 1507”, concluye, “fueron
derrotados por „las fuerzas del orden‟ - esto es, un ejército comandado por el obispo de
Vercueil”. No menciona ningún movimiento Iluminista en los siglos posteriores o en épocas más
recientes. Tendré más material hoy.
Pat
P. S.: Encontré algo más sobre Joachim de Floris en los archivos del National Review. William
Buckley y sus seguidores piensan que Joachim
es responsable del liberalismo, socialismo y comunismo modernos. Lo condenaron, en el
sentido teológico de la palabra. Cometió la herejía,
dijeron, de “hacer inmanente el Eskatón cristiano”. ¿Quieres que busque en un tratado técnico
de tomismo? Creo que significa algo así como acercar el fin del mundo.
23/7
J. M.:
Mi segunda fuente fue de más ayuda: Akron Daraul, Historia de las Sociedades Secretas (Citadel Press, New York, 1961).
Daraul también sigue el rastro de los Illuminati hasta el siglo XI, pero no hasta Joachim de
Floris. Él ve su origen en la secta islámica de los Ismaelitas, también conocida como la Orden
de los Asesinos. Fueron vencidos en el siglo XIII, pero más tarde volvieron a aparecer con una
filosofía menos violenta y eventualmente se convirtieron en la secta Ismaelita actual liderada
por el Aga Kahn. De cualquier manera, durante el siglo XVI en Afganistán, los Iluminados
(Roshinaya) utilizaron las tácticas originales de la Orden de los Asesinos. Fueron
derrotados gracias a una alianza entre mongoles y persas (páginas 220-223). Pero “los albores
del siglo XVII vieron la fundación de los Iluminados españoles, los Alumbrados, condenados por
un edicto de la Santa Inquisición en 1623. En 1654, los iluministas Guerinets atrajeron la
atención pública en Francia”. Y finalmente - la parte que más te interesa - los Illuminati bávaros,
fundados el primero de Mayo de 1776 en Ingolstadt, Baviera, por Adam Weishaupt, un ex-
jesuita. “Los documentos existentes muestran muchos puntos de semejanza entre los
iluministas germanos y los de medio oriente, puntos difíciles de ubicar en el terreno de la mera
coincidencia” (página 225). Los Illuminati de Weishaupt fueron suprimidos por el gobierno
bávaro en 1785; Daraul también menciona a los Illuminati de París en 1880, pero sugiere que
sólo fueron una moda pasajera. No acepta la noción de que
Esto empieza a verse grande. ¿Por qué le ocultamos los detalles a George?
Pat
Saúl y Muldoon intercambiaron miradas. “Veamos que dice el siguiente” dijo Saúl.
Leyeron juntos:
24/7
J. M.:
La Encyclopedia Britannica tiene muy poco sobre el tema (Edición de 1966, volumen 11, de
“Halicar a Impala”, página 1094):
La confabulación fue atractiva para hombres de letras como Gohete y Herder, y para los
duques reinantes de Gotha y Weimar…
El movimiento sufrió una discrepancia intestina y finalmente fue prohibido por un edicto del
gobierno bávaro en 1785.
Pat
Saúl hizo una pausa. “Te hago una apuesta, Barney” dijo reposadamente. “El Joseph
Malik que desapareció es el J. M. para quien fueron escritos estos memos”.
“Seguro,” replicó Muldoon con tono burlón “y estos Illuminati todavía andan por aquí y
lo raptaron. Honestamente, Saúl,” completó, “aprecio la forma en que tu mente se
adelanta a los hechos. Pero no puedes ir tan lejos empezando desde la nada”.
“No estamos empezando desde la nada.” dijo Saúl suavemente, “aquí tenemos lo
necesario para empezar, Uno:” levantó un dedo, “una bomba estalla en un edificio. Dos:” -
otro dedo - “un ejecutivo importante desapareció tres días antes del ataque. Aquí hay dos
inferencias: Alguien lo secuestró, o él supo lo que se venía y se esfumó. Ahora, mira los
informes. Punto Tres:” - levantó otro dedo - “un trabajo estándar de referencia, la
Encyclopedia Britannica, parece estar equivocado en lo referente al nacimiento de los
Illuminati. Dice que fue en Alemania, siglo XVIII, pero los otros reportes los rastrean
hasta, veamos, España en el siglo XVII, Francia mismo siglo, en el siglo XI en Italia y a
medio mundo de distancia, en Afganistán. Así que tenemos otra deducción: Si la
Britannica está equivocada sobre su comienzo, puede estar equivocada sobre su final.
Ahora une los puntos con las inferencias”.
“Tal vez no estoy yendo bastante rápido,” dijo Saúl “una organización que, como mínimo,
existió un par de siglos y mantuvo sus secretos bien escondidos la mayor parte de ese
tiempo, en la actualidad podría ser muy fuerte”. Guardó silencio y cerró sus ojos para
concentrarse. Luego de un momento miró al otro hombre en forma inquisitiva.
Muldoon también había estado pensando. “He visto al hombre en la Luna,” dijo, “he visto a
los estudiantes irrumpir en las oficinas de administración y cagar en los cestos de
basura. Incluso he visto monjas en minifaldas. Pero que una conspiración internacional haya existido
por más de ochocientos años es como abrir la puerta de tu casa y
encontrarte con James Bond y el Presidente de los EEUU a los tiros con
Fu Manchú y los cinco hermanos Marx originales”.
“Bien, tendremos que hacer algo o quitarnos del paso, como decía mi santa madre”.
Fue el año en que finalmente hicieron inmanente el Eskatón. El primero de Abril las
potencias mundiales se acercaron más que nunca a un conflicto nuclear, debido a una
oscura isla llamada Fernando Poo. Pero mientras todos los ojos se volvieron hacia el
edificio de la ONU con desconfianza y con esperanza apremiante, en Las Vegas vivía un
sujeto único conocido como Carmel. Su casa estaba en Date Street y tenía una vista
magnífica del desierto, algo que él valoraba. Le gustaba pasar largas horas mirando los
cactus del yermo, aunque no sabía por qué. Si ustedes le hubieran dicho que
simbólicamente estaba dándole la espalda a la humanidad, él no habría comprendido,
aunque tampoco se habría ofendido; el comentario le habría sido irrelevante. Si hubieran
añadido que él mismo parecía una criatura del desierto como el Monstruo de Gila o la
serpiente de Cascabel, se habría aburrido de ustedes, clasificándolos como tontos. Para
Carmel la mayoría del mundo era gente estúpida que hacía preguntas sin sentido y que se
preocupaba por asuntos intrascendentes; sólo unos pocos - como él - habían descubierto
lo que era realmente importante - el dinero - y lo perseguían sin distracciones, escrúpulos o
trivialidades. Sus momentos favoritos eran aquellos como esa noche del primero de Abril,
en que se sentaba a contar el fajo del mes, mirando ocasionalmente el paisaje chato y
arenoso en su ventana apenas iluminado por las luces
de la ciudad detrás de él. En este desierto físico y emocional experime ntó la felicidad, o lo más cercano a la felicidad
que pudo encontrar. Sus chicas había ganado 46.000
dólares durante Marzo, de los cuales él tomaba 23.000; luego de pagar el diez por ciento a
la Hermandad para que le dejaran operar sin el estorbo de los soldados de Nariz de
Banana Maldonado, le quedaban 20.700 dólares de beneficio libre de impuestos. El
Pequeño Carmel, - por su altura de un metro cincuenta y ocho - con su cara de comadreja
triste, sonreía de oreja a oreja mientras completaba sus cálculos; su emoción era tan
inexpresable, en términos normales, como la de un necrófilo entrando en la morgue. Había
probado cada combinación sexual posible con sus chicas; pero ninguna le había dejado
con una cara de satisfacción como aquella del primero de mes.
Pero aguarden: Saquen el Atlas y busquen África. Recorran visualmente hacia abajo la
costa occidental del continente hasta llegar a Guinea Ecuatorial. Deténganse en la curva
donde el océano Atlántico se transforma en el Golfo de Biafra. Notarán una cadena de
islitas; luego, observarán que una de ellas es Fernando Poo. Allí, en la ciudad capital de
Santa Isabel, a principio de los „70s el capitán Ernesto Tequila y Mota leyó y releyó
cuidadosamente Golpe de Estado: Manual Práctico de Edgard Luttwak y plácidamente
puso manos a la obra en la fórmula para lograr un golpe de estado perfecto en Santa
Isabel. Armó su agenda, hizo sus primeros seguidores entre otros oficiales, formó un grupo
y comenzó el lento proceso de arreglar las cosas de manera tal que los oficiales
leales a Guinea Ecuatorial estuvieran asignados al menos durante cuarenta y ocho horas
en algún punto alejado de la capital cuando ocurriera el golpe. Hizo el boceto de la
primera proclama que su nuevo gobierno emitiría. Tomó los mejores eslóganes de los
grupos más poderosos de izquierda y derecha y los incrustó firmemente en un
contexto de conservadurismo liberal insípido. Esto encajaba excelentemente con las
prescripciones de Luttwak, dándole a todo el mundo en la isla una pequeña esperanza
de que sus propios intereses y creencias serían respetados por el nuevo régimen. Y,
luego de tres años de planeamiento, golpeó: los oficiales principales del viejo régimen
fueron puestos bajo arresto domiciliario rápidamente y sin derramamiento de sangre;
las tropas ocuparon las estaciones radiales y las oficinas de los diarios. La proclama
inofensivamente fascista-conservadora-liberal-comunista de la Nueva República del
Pueblo de Fernando Poo salió al mundo a través de la radio de Santa Isabel. Ernesto
Tequila y Mota consiguió lo que ambicionaba - ascender de capitán a generalísimo de
un solo paso-. Ahora, al fin, comenzó a preguntarse cómo hace uno para gobernar un
país. Probablemente tendría que leer un nuevo libro y esperaba que hubiese uno tan
bueno como el tratado de Luttwak sobre cómo tomar un país. Esto fue el 14 de Marzo.
El 15 de Marzo, el mero nombre de Fernando Poo era desconocido para todos los
miembros de la Casa de los Representativos de EEUU, para cada senador, cada oficial
del Gabinete y para todos los jefes de personal de la Junta menos uno. De hecho, la primera reacción del
Presidente al leer el informe de la CIA que aterrizó en su escritorio
esa tarde, fue preguntar a su secretario “¿Adonde carajo está Fernando Poo?”
Saúl se quitó los lentes y los limpió con un pañuelo, conciente de su edad y
repentinamente más cansado que nunca. “Te pregunto, Barney,” comenzó.
Saúl volvió a encender su pipa. “Algo más. Tendremos noticias del FBI”
“Seguro, si”
“A veces uno debe seguir sus corazonadas. Éste va a ser un caso difícil ¿Concuerdas?”
24/7
J. M.:
Esta es una carta publicada en Playboy hace unos años (“The Payboy Advisor”, Playboy, Abril
de 1969, páginas 62-64):
Playboy, por supuesto, desprecia la idea como ridícula y relata la historia aceptada de la
Encyclopedia Britannica, explicando que los Illuminati desaparecieron en 1785.
Pat
“Peter Jackson está aquí afuera. Él es el editor asociado con quién hablé
por teléfono. Acaba de contarme algo sobre su última reunión con
Joseph Malik, el editor, antes de su desaparición”.
Peter Jackson era un hombre negro - verdaderamente negro, no oscuro o moreno - Vestía
un chaleco a pesar del clima primaveral. También era, obviamente, muy desconfiado con
la policía. Saúl lo notó de entrada y comenzó a pensar cómo hacer para solucionarlo - y al
mismo tiempo observó un incremento en la suavidad del rostro de Muldoon, indicando que
él también lo había notado y estaba tomando sus precauciones.
“Siéntate,” dijo Saúl cordialmente “y cuéntanos lo que le has relatado al otro oficial”.
Con la gente nerviosa conviene dejar el rol de policía y tratar de sonar como cualquier
otra persona - alguien que, naturalmente, hace muchas preguntas -. Saúl comenzó a
deslizarse dentro de la personalidad de su propio médico familiar, cosa que solía hacer
cada tanto. Hasta se obligaba a sentir el estetoscopio colgando de su cuello.
“Bien,” comenzó Jackson con acento de Harvard, “tal vez esto no sea
importante. Tal vez solo sea una coincidencia”.
“Cualquier persona habría abandonado este asunto, excepto un chiflado,” dijo Jackson,
“por eso realmente me sorprendió cuando Joe me contó en qué iba a involucrar a la
revista”. Hizo una pausa y estudió los rostros impasibles de ambos detectives;
encontrando poco allí, continuó reluctante “fue el viernes pasado. Joe me dijo que tenía
una pista que le interesaba y que iba a poner a un escritor del staff en ella. Quería reabrir
la investigación de los asesinatos de Martin Luther King y de los hermanos Kennedy”.
Saúl, cuidadosamente, evitó mirar a Muldoon y corrió su sombrero para cubrir los
informes sobre la mesa. “Discúlpenme un momento”, dijo amablemente y dejó la
cafetería.
“Oh, carajo”
Rebecca suspiró “me alegra que tuvimos acción esta noche. Si no estaría furiosa”.
“¿Sabes que voy a hacer?” Rebecca bajó la voz. “Voy a quitarme el camisón, tiraré las
“Te amo” dijo él, sorprendido (como siempre) por la simpleza de esa verdad para
un hombre de su edad. Si esto sigue no podré abandonar esta caseta, pensó.
“Escucha,” añadió apurado, “cambiemos de tema antes de que comience a utilizar
los recursos viciosos de un muchacho adolescente. ¿Qué es lo que sabes sobre
los Illuminati?” Rebecca se había graduado en antropología con estudios en
psicología antes de que la droga la capturara y la arrojara al abismo del que él la
había rescatado; su erudición a veces lo dejaba atónito.
“¿Cómo?”
“Ah, esa es la base de la farsa. Algunos historiadores derechistas piensan que los
Illuminati todavía existen, verás, así que éstos estudiantes abrieron una facción
en el campus de Berkeley y comenzaron a lanzar impresos sobre todo tipo de
hechos extraños, así la gente que quisiera creer en las conspiraciones
tendría evidencia de reseña. Eso es todo. Humor de estudiantes”.
Eso espero, pensó Saúl. “¿Qué hay sobre la secta islámica de los Ismaelitas?”
“Tiene veintitrés divisiones, pero el Aga Kahn es el líder de todas ellas. Fue fundada
alrededor de - eh… - 1090 D.C., creo, y originalmente fue perseguida, pero ahora forma
“¿Algo más?”
“Éste es un caso espinoso,” dijo Saúl, “y ahora que puedo salir de la cabina telefónica
sin escandalizar al policía del hall, voy a volver al trabajo. No digas nada
que me provoque otra erección. Por favor”
“Adiós”
Saúl colgó frunciendo el ceño. La intuición de Goodman, lo llamaban los otros detectives.
No es intuición; es una forma de pensar mas allá y entre medio de los hechos, una forma
de sentir totalidades, de ver que debe haber relación entre el hecho número uno y el
hecho número dos incluso cuando dicha relación no es visible aún. Lo
e
sé, p nsó. Los Illuminati existen, a pesar de que esos chicos de Berkeley estén brom ando.
Volvió a la cafetería reflexionando. “Nada es verdad, todo es permisible. Con una doctrina
como esa la gente sería capaz de…” se estremeció. Imágenes de Buchenwald y
Belsen, de judíos que podrían haber sido él mismo…
Peter Jackson levantó la mirada cuando Saúl retornó a la cafetería. Una cara negra,
inteligente, curiosa. Muldoon estaba tan impasible como los rostros del Monte
Rushmore. “Mad Dog, en Texas, es el pueblo donde Malik creía que estos…
asesinos… tendrían sus cuarteles,” dijo Muldoon “allí fue enviado el escritor del staff”.
1 Es un juego de palabras en inglés utilizando la expresión ‘fuck’ (joder, coger, o también arruinar,
estropear), por lo tanto las siglas FUCKUP podrían t raducirse como ‘JODERLA’ o ‘CAGARLA’ o
‘MARAÑA’ (nota del traductor).
La inminencia de una III Guerra Mundial es probable y, considerando los avances del armamento
químico-bacteriológico en conjunción con las vibraciones enfermas del hexagrama 23, la liberación
de una plaga o gas nervioso - o ambos - es tan probable como la hecatombe termonuclear.
Hay cierta esperanza de evitar este patrón emergente, mediante prontas acciones de
Sin culpables.”
bacteriológica.
“¿Qué carajo es este proyecto Puerta del Desierto?” preguntó el presidente luego de
analizar el presupuesto. “Guerra de gérmenes” explicó un asistente solícitamente.
“Comenzaron trabajando en algo llamado Ántrax Delta hasta desarrollar lo que llaman
Ántrax Mu y…” Su voz quedó sepultada bajo el ruido de las trituradoras de papel en el
cuarto de al lado. El presidente reconoció el sonido característico de los “Limpiadores
de Fosas Sépticas” trabajando duro. “No importa,” dijo, “esas cosas me ponen
nervioso”. Garabateó un rápido “OK” en el ítem y pasó a “Niños Desamparados”, lo
cual lo hizo sentir mejor. “Aquí,” dijo, “esto es algo que podemos recortar”.
Olvidó todo acerca de la Puerta del Desierto, hasta la crisis de Fernando Poo.
“Supongan, sólo supongan,” le preguntó a la Junta de Jefes, el 29 de Marzo, “que los
amenazo con un zafarrancho termonuclear y ellos ni parpadean.
¿Tenemos algo que los pueda asustar aún más?”
“Bien, está el Ántrax-Lepra-Mu… es peor que cualquier otra forma de ántrax. Más
mortal que la peste bubónica, el ántrax y la lepra juntos. De hecho,” el general que estaba hablando sonrió lúgubr
mente con la idea, “nuestra evaluación sugiere que
„provoca una muerte tan rápida que la desmoralización psicológica de los sobrevivientes
- si es que los hay - sería peor que en un intercambio termonuclear con
un máximo de lluvia radiactiva”.
“Mi Dios,” dijo el presidente, “mi Dios. No usaremos eso al descubierto. Mi discurso sólo
hablará de la Bomba, pero dejaremos que se filtre a los muchachos del Kremlin para que
sepan que también tenemos el truco del ántrax en la nevera. Santo Dios, sólo
esperen, y los tendremos de rodillas”. Se puso de pié decidido, fir me, con la imagen
que siempre proyectaba en la televisión. “Voy a ver a los escritores de mi discurso ya
“Un aumento para el Dr. Charles Mocenigo” dijo el presidente desde el hall.
“No digas tano,” le espetó el presidente “¿Cuántas veces debo decírtelo? No uses tano,
mioshe o cualquier otra de esas palabras nunca más”. Habló con cierta aspereza por
temor de que algún día las grabaciones secretas que guardaba de todas las transacciones
llevadas a cabo en la Sala Oval se hicieran públicas. Hacía tiempo se había jurado que si
ese día llegaba, las cintas no estarían repletas de - “expeditamente borrado” - o -
“intervención suprimida” -. Estaba desecho, pero así y todo habló con autoridad. Era,
efectivamente, la mejor caracterización del macho dominante del mundo en su tiempo.
Tenía 55 años, era duro, inteligente, era libre de las ambigüedades éticas que confundían
a los intelectuales y hacía mucho tiempo había determinado que el mundo es un lugar de
mierda en el cual sólo los más astutos y atrevidos pueden sobrevivir. También era lo más
amable posible, para una persona con esa filosofía ultra-Darwiniana; amaba a los niños y a
los perros genuinamente, a menos que se encontraran en un sitio a bombardear en
nombre del Interés Nacional. Todavía tenía un poco de sentido del humor, a pesar de la
carga de su oficio casi todopoderoso; era impotente con su esposa desde hacía diez años
a la fecha, y generalmente conseguía el orgasmo en la boca de alguna prostituta
habilidosa en un minuto y medio. Tomaba anfetaminas para mantener el ritmo de su
jornada agotadora de veinte horas diarias, con el resultado de que su visión del mundo
estaba un tanto inclinada en dirección a la paranoia, entonces tomaba tranquilizantes para
evitar la preocupación excesiva, con el resultado de que sus distracciones a veces
bordearan la esquizofrenia; pero la mayor parte del tiempo su perspicacia innata le hacía aferrarse a la realidad.
Resumiendo, era bastante par cid a los mandatarios de Rusia y
China.
En el Central Park, la ardilla despertó nuevamente con el sonido del bocinazo de un auto
que pasaba. Gesticulando, furiosa, saltó a otro árbol e inmediatamente volvió a dormir.
En el restaurante Brickford, de la calle 72, un hombre joven llamado August Personage
2[2] “Wop” en el original, término slang (jerga popular) en inglés. Forma despectiva de llamar a los italianos.
Más adelante se utiliza el término “kike” (que traduje como moishe) refer ido a los judíos.
salió de una cabina telefónica luego de hacer una llamada obscena a una mujer de
Brooklyn; detrás suyo dejó una de sus calcomanías: “ÉSTA CABINA TELEFÓNICA
ESTÁ RESERVADA PARA CLARK KENT”. En Chicago, una hora antes en el reloj, pero
al mismo instante en que se cerraba la puerta de la caseta, un grupo de rock llamado Clark
Kent y sus Superhombres hacían un revival de “Rock Around the
Clock”: su líder, un hombre negro y alto, doctorado en antropología, había sido
conocido como El Hajj Starkerlee Mohammed durante su época de militancia unos
pocos años atrás, pero su certificado de nacimiento decía que era Robert Pearson. Estaba
observando a la audiencia y notó que el barbudo joven blanco, Simon, estaba - como de
costumbre - con una chica negra, fetiche que Pearson-Mohammed-Kent podía comprender
por psicología inversa, ya que él prefería a las chicas blancas. Simon no estaba metido en
la música esta vez; estaba conversando profundadamente con la chica, y dibujaba el
diagrama de una pirámide en la mesa para explicar lo que quería decir. “El Punto de la
Corona…” Pearson escuchó que decía Simon por encima de la música.
Escuchando Rock Around the Clock hace diez años, George Dorn decidió que se iba a
dejar el pelo largo, iba a fumar hierba e iba a ser músico. Tuvo éxito en dos de estas
ambiciones. La estatua de Tlaloc, en el Museo Antropología, México D. F., observaba
insondablemente hacia arriba, hacia las estrellas… y esas mismas estrellas brillaban
sobre el Caribe, donde un delfín llamado Howard jugaba en las olas.
“Hijo de puta” dijo despacio como una plegaria. Y comenzó a sonreír, no con una mueca
omnipotente como había esperado, pero sí con un gesto diferente, inesperado y, por ende,
mejor: omnisciencia. Esa expresión aparece en todas las fotos del siguiente día y medio,
antes de su propia muerte, una sonrisa burlona que dice claramente algo
que nadie se atrevió a leer: Yo sé algo que ustedes no saben. Esa sonrisa sólo se apagó
el domingo a la mañana cuando Jack Ruby enterró dos balas en el cuerpo fanático y frágil
de Lee, y su secreto se fue junto a él a la tumba. Pero otra parte del secreto ya había
abandonado Dallas en un jet de TWA hacia Los Ángeles, viajando detrás del traje de
negocios, el cabello gris y los ojos moderadamente sardónicos de un pequeño
Esto es serio, pensaba Peter Jackson; Joe Malik no sufría de alucinación paranoica. Las
expresiones despreocupadas de Muldoon y Goodman no lo engañaban en absoluto.
Hacía mucho que había aprendido el arte negro de sobrevivir en un mundo blanco, que
no es el arte de leer lo que hay en los rostros, si no lo que hay detrás. Los policías
estaban preocupados y nerviosos, como cazadores tras las huellas de un animal grande
y peligroso. Joe tenía razón con respecto al complot de asesinatos, y su desaparición y
la bomba eran parte de eso. Esto significaba que George Dorn también estaba en
peligro, y Peter le tenía cariño, a pesar de que fuera un crío esnob en cierto sentido y en
otro aspecto un besa -culos del asunto racial como casi todos los jóvenes radicales
blancos. Mad Dog, Texas, pensó Peter: suena como un mal lugar
para meterse en problemas.
Pero, ¿Por qué está gritando George Dorn mientras Saúl Goodman lee los informes?
Sosténganse para otro salto, y este es impactante. Saúl ya no es un ser humano; es un
cerdo. Todos los policías son cerdos. Todo lo que han creído probablemente es mentira. El
mundo es un lugar oscuro, siniestro, misterioso y aterrorizante. ¿Pueden digerir
rápidamente todo eso? Entonces, entren en la mente de George Dorn por segunda vez,
cinco horas después de la explosión en la Confrontación (cuatro horas, en el reloj),
péguenle una pitada al porro, una calada profunda, y retengan el aliento (“One o‟clock…
two o‟clock… three o‟clock… ROCK!”) Están desparramados en la cama
barata de un hotel andrajoso y una luz exterior de neón dibuja formas rosadas y azules en la habitación.
Exhalen lentamente, sientan la subida de la hierba y miren si el
empapelado ya luce más brillante. Hace calor, calor seco de Texas, se corren
el pelo largo de la frente y hojean la libreta de notas, George Dorn, porque leer
lo que han escrito últimamente los ayuda a entender en que se están metiendo.
Mientras el neón tiñe la página de rosa y azul, leen lo siguiente:
23 de Abril
Golpearon la puerta.
El Miedo se apoderó de George. Cada vez que estaba fumado, hasta el detalle más
pequeño fuera de lugar en su mundo atraía al Miedo, irresistible, incontrolable.
Contuvo la respiración, no para retener el humo en sus pulmones, si no porque el
terror había paralizado los músculos de su pecho. Soltó el cuadernito de notas donde
escribía sus pensamientos diariamente y agarró su pene, gesto habitual en momentos
de pánico. La mano que sostenía el porro se movió automáticamente hacia la copia
ahuecada de No puede suceder aquí, de Sinclair Lewis que yacía a su lado en la
cama y arrojó el centímetro y medio de papel retorcido y marihuana en la bolsita llena
de granitos verdes que había allí dentro. Instantáneamente se abrió un agujero
ardiente en la bolsa, y la hierba que estaba cerca de la brasa comenzó a humear.
“No toques eso,” dijo el hombre, “vendrá un oficial para juntarlo como evidencia. Fui
suave con esa llave de karate. De otra forma pasarías la noche con una fractura
compuesta del brazo izquierdo en la enfermería de la Cárcel del Condado de Mad Dog
y ningún doctor conservador tendría ganas de salir de su casa para tratarte”.
“Ah, crees tener cojones4[4]”. El aliento del gordo apestaba a bourbon y cigarros
baratos. “Cojones de conejo. Te he dado un susto mortal, chico, tú lo sabes, yo lo sé y
así y todo encuentras el ánimo para hablarme de órdenes judiciales. Después querrás ver
a la Unión Americana de Derechos Civiles”. Se quitó la chaqueta gris brillante de su traje
que debió ser nuevo cuando Heartbreak Hotel era número uno en el Hit Parade. Una
estrella plateada de cinco puntas decoraba el bolsillo de su camisa rosa y una 45
automática se clavaba en la cintura de su pantalón, apretujada contra la grasa de su
panza. “Ésta es toda la ley que necesito cuando trato con los de tu tipo en Mad Dog. Ten
cuidado conmigo, hijo, o no tendrás nada que agarrarte cuando te atrape otro cerdo, como
te gusta llamarnos en tus articulillos. Algo que no sucederá durante los próximos cuarenta
años, mientras te pudrirás y envejecerás en nuestra prisión estatal”. Parecía
inmensamente satisfecho con su propio estilo de oratoria, como un
personaje de Faulkner.
“Mierda y cebollas, chico, tienes un montón de esa hierba asesina como para llamarlo
simple posesión. Yo lo llamo posesión con intención de venta. Y las leyes de este estado
son severas, justas, y son nuestras leyes. Sabemos lo que esa planta puede hacer.
Recordamos a las tropas de Álamo y Santa Ana perdiendo todos sus miedos gracias a
Rosa María, como la llamaban en aquellos días. Ponte de pié. Y tampoco pidas hablar
con un abogado”.
El Sheriff Cartwright palmeó su muslo “Oh, pero lo fue. Fue telepatía. ¿Qué es lo que
te hace pensar que no fue telepatía lo que me trajo aquí?”. Rió, agarró con puño de
hierro el brazo de George y lo empujó por la puerta del cuarto del hotel. George sintió
un terror abismal, como si el infierno se abriera debajo de él y el Sheriff Jim Cartwright
fuera a empujarlo con un tridente hacia el azufre burbujeante. Y debo admitir que ese era
más o menos el caso; hay momentos en la historia en que las visiones de los locos y
de los drogadictos son una mejor guía a la realidad que el sentido común
y la interpretación de los datos existentes en la - así llamada - mente
normal. Éste es uno de esos períodos, por si no lo habían notado.
(“Sigue saliendo con esos vagos de Passaic y terminarás en la cárcel” solía decir la
madre de George. “Recuerda mis palabras, George”. Y, en otro momento, en
Columbia, tarde, luego de una reunión, Mark Rudd dijo sobriamente “muchos de
nosotros vamos a pasar algún tiempo en las cárceles del Hombre antes de que la
tormenta de mierda termine” y George y los demás asintieron tristemente pero
con valentía. La marihuana que había estado fumando fue cultivada en Cuernavaca
por un granjero llamado Arturo Jesús María Ybarra y Méndez quien la vendió a granel
a un joven Yanqui llamado Jim Riley, hijo de un oficial de policía de Dayton, Ohio, que
la pasó de contrabando por Mad Dog pagándole el soborno adecuado al Sheriff Jim
Cartwright. Después, fue revendida a una dealer de Times Square llamada Rosetta la
Fumona, y una tal Srta. Walsh del departamento de investigación de Confrontación
compró trescientos gramos para sí, vendiéndole luego ciento cincuenta gramos a
George, quien la llevó nuevamente a Mad Dog sin sospechar que virtualmente estaba
o
GeneralcompletandGe rgeun Washingtoncírculo.La semillaensufamosaoriginalcartaera aparteSir JohndelaSinclair,ceparecomendadaenlaqueescribe:porel
“encuentro que, para todos los propósitos, la hierba india es muy superior a la variedad
neocelandesa previamente cultivada aquí”. En New York, Rebecca Goodman,
decidiendo que Saúl no volvería esa noche a casa, se puso una bata y comenzó a
revisar su biblioteca. Finalmente seleccionó un libro de mitología babilónica y
comenzó a leer: “Antes de todos los dioses estaba Mummu, el Espíritu del Caos Puro…”
En Chicago, Simon y Mary Lou Servix están sentados desnudos en la cama, las
piernas cruzadas en posición del loto. “No” está diciendo Simon “No te muevas,
nena; espera a que tu cuerpo te mueva” Clark Kent y sus Superhombres repiten: “We‟re
gonna rock around the clock tonight… We‟re gonna ROCK ROCK ROCK till the broad
day light”)
“¿Es por eso que estás aquí? Dios mío. No encierran a los asesinos junto
a los cabezas-de-porro, ¿No?”
“Estoy aquí de vacaciones” dijo el hombre con sorna “En realidad estoy aquí por seguridad,
hasta que me den órdenes. Entonces viene el „adiós‟ a quien sea: Presidentes, líderes de
derechos civiles, enemigos del pueblo. Algún día seré famoso. Voy a escribir un libro sobre
mi mismo algún día, As. Por supuesto, no soy bueno escribiendo. Mira, tal vez podamos
hacer un trato. Haré que el Sheriff Jim te traiga algo de papel si tú escribes sobre mi vida.
Te tendrán aquí para siempre, ¿sabes? Vendré a visitarte entre los asesinatos, tú
escribirás el libro, y el Sheriff Jim lo mantendrá a salvo hasta mi
retiro. Entonces lo publicarás y harás un montón de dinero, y estarás realmente cómodo en la cárcel. O podrás cont
atar un abogado que te saque”.
“¿Dónde dormirás?” dijo George. Todavía estaba asustado, pero también estaba
soñoliento, y comenzaba a pensar que todo aquello eran puros disparates, lo cual tuvo un
efecto calmante para sus nervios. Pero lo mejor era no dormirse en la celda mientras ese
tipo estuviera despierto. No creía realmente en toda esa cháchara de los asesinatos, pero
era prudente asumir que cualquiera que conoces en prisión es homosexual.
George abrió la boca, pero su compañero habló antes “Este comunista pelilargo y rarito no
quiere bajarse los pantalones cuando yo le digo ¿No se supone que debes asegurar que
yo sea feliz aquí?” La voz se tornó un gemido “Hazlo hacer lo que le diga”
“Usted tiene que protegerme,” dijo George “debe sacarme de esta celda”.
El guardia-dios rió. “Bien, podrás decir que tenemos una prisión muy educativa aquí.
Viniendo de New York probablemente pienses que estamos muy atrasados. Pero no lo
estamos. Aquí no hay brutalidad policial. Ahora, si interfiero entre tú y Harry Coin deberé
utilizar la fuerza para mantenerlo alejado de tu tierno culito. Sé que tu gente cree que la
policía debe ser abolida. Bien, en esta situación me derogo a mi mismo. Es más,
sé que tu gente cree en la libertad sexual, y yo también. Así que Harry Coin tendrá su
libertad sexual sin ningún tipo de interferencia o brutalidad de mi parte”. Su voz todavía
sonaba distante y desinteresada como en un sueño.
El guardia sacó su pistola. “Ahora, hijo, te bajas los pantalones y te inclinas. Harry
Coin, aquí, te va a romper el culo, no hay otra salida, y yo voy a observar para ver cómo
dejas que lo haga correctamente. De otra forma no estarás aquí cuarenta años. Mueres
ahora. Te meto un balazo y digo que te resististe a la autoridad. Convéncete.
Realmente te mataré si no haces lo que él dice. Realmente lo haré. Tú eres totalmente
dispensable y él no. Él es un hombre muy importante, y mi trabajo es mantenerlo feliz”.
“Atrapé a este marica mugriento de George Dorn tratando de cometer una violación
homosexual a Harry” dijo el guardia “Tuve que sacar mi pistola para detenerlo”
“Dorn,” dijo el Sheriff, “has intentado actos anti-naturales en mi cárcel, actos prohibidos
por la Santa Biblia y por las leyes de este Estado. Eso no me gusta. Ni un
poco. Ven aquí. Quiero tener una charlita contigo. Vamos a conversar un rato a la sala
de interrogatorios”.
Abrió la puerta de la celda e indicó con un gesto a que le precediera. Giró hacia los dos
policías que le acompañaban “Quédense aquí y arreglen ese otro asuntito” Había un
“Eres una mala influencia para mis prisioneros” dijo. “Me encargaré de que te ocurra
algún tipo de accidente. No quiero verte corrompiendo a los presidiarios de mi cárcel -
la mía o cualquier otra - durante cuarenta años”.
“Quiero averiguar un par de cosas” dijo el Sheriff “Quiero saber todo lo que puedas
decirme sobre ciertos asuntos. Así que a partir de éste momento prepárate a
decirme toda la verdad. Si lo haces, tal vez las cosas te irán mejor, más adelante”
“Si, Sheriff,” afirmó George. Cartwright bizqueó. Realmente parece un cerdo, pensó
George. Todos ellos ¿Por qué todos engordan y tienen esos ojos pequeñitos?
“Bien, entonces:” dijo el Sheriff “¿Cuál era tu propósito para venir hasta
aquí desde New York?”
“Está usando palabras cargadas. Es una revista libertaria de izquierda, para ser exactos”
“Mi pistola también esta cargada, chico. Así que háblame con claridad.
Bien, dime sobre qué viniste a escribir”.
“Seguro. Usted estará tan interesado como yo, si realmente le interesan la Ley y el
Orden. Hay rumores circulando a lo largo del país, desde hace más de una década, de
que los grandes asesinatos políticos en América - Malcom X, los hermanos Kennedy,
Edgard Evers, M. L. King, Nixon y hasta incluso George Lincoln - son obra de una
misma organización derechista, conspirativa y violenta, y que dicha organización tiene
su base aquí, en Mad Dog. Vine a ver qué podía indagar sobre ése grupo”.
“Lo que imaginaba” dijo el Sheriff. “Eres una pobre y pequeña escoria afligida. Vienes
aquí con tu pelito largo y esperas obtener, como tú dices, información sobre una
organización de derecha. Has tenido suerte de no encontrarte con ninguno de
nuestros verdaderos grupos de derecha como los Relámpagos de Dios, por ejemplo.
Te hubieran torturado hasta la muerte por tu parloteo, chico. Eres tonto realmente. OK,
no seguiré derrochando mi tiempo contigo. Vamos, te llevaré de vuelta a tu celda.
Deberás acostumbrarte a ver la Luna entre los barrotes”.
Volvieron por el mismo camino. El Sheriff abrió la puerta del corredor en donde
se encontraba el calabozo de George, y gritó “Ven a buscarlo, Charley”
El guardia de George, de cara pálida y labios finos, lo tomó del brazo. La puerta se cerró
con un rumor metálico dejando atrás al Sheriff. Charley llevó a George hasta su celda y
lo empujó adentro sin decir una palabra. Ahora, al menos, se sentía tridimensional y no como un
fantasma de la marihuana.
Harry Coin no estaba allí. El calabozo estaba vacío. George notó una sombra con el rabillo
del ojo. Algo en la celda contigua. Giró: su corazón se detuvo. Había un hombre colgando
desde un caño del cielorraso. George se acercó y miró a través de los barrotes. El cuerpo
se balanceaba suavemente. Estaba atado al caño con un cinturón de cuero anudado
alrededor del cuello. La cara, de mirada fija, era la de Harry Coin. George bajó la vista.
Algo salía de la parte media de Harry Coin y colgaba hasta el suelo. No fue
suicidio. Lo habían destripado, y alguien había puesto el balde para la mierda debajo
de su cuerpo para que sus intestinos ensangrentados cayeran allí.
Hay chicas y chicos suecos, noruegos, daneses, italianos, franceses, griegos e incluso
estadounidenses. George y Hagbard se mueven entre la multitud intentando estimar
su número ¿200.000? ¿300.000? ¿500.000? Hay símbolos de la paz colgando en
cada cuello, cuerpos desnudos pintados, cuerpos desnudos sin pintar, cabellos largos
y enmarañados de chicas y chicos sin distinción y, sobre todo, un ritmo hipnótico sin
fin. “El Woodstock de Europa” dice Hagbard, secamente. “La última Walpurgisnacht
final y la última etapa cumplida del Erotión de Adam Weishaupt”.
“Es la Liga de las Naciones,” dice George “la Liga de las Naciones de la gente
joven” Hagbard no lo está escuchando. “Allá,” apunta, “en el noroeste está el
Rihn, donde se suponía que die Lorelei se sentaba a cantar sus canciones
mortuorias. Va a haber música más mortífera esta noche en el Danubio”.
(Pero eso pasaba en el futuro, siete días después. Ahora, George yace inconciente en la
cárcel del Condado de Mad Dog. Así comenzó esa fase de la operación - como Hagbard
Celine gustaba en llamar a esa etapa, en honor a un químico suizo llamado Hoffman,
quien, treinta años antes, subido a su bicicleta, pedaleó por caminos campestres hacia
nuevas dimensiones - .)
(“Lo estoy logrando” gimió Mary Lou “No es lo que esperaba. Es distinto y mejor
que el sexo”. Simon sonrió mansamente “Es sexo, nena” dijo “Lo que tuviste antes
no era sexo. Ahora podemos comenzar a movernos… pero despacio…
suavemente… como por el camino del Tao…” Todos volverán, nunca murieron -
el lunático deliraba sorprendiendo al enfermero - Espera. Sólo espera. Lo verás.)
Saúl gruñó. “Olvida a los ladrones” dijo “Seremos colgados por traición
cuando todo esto termine. Si no nos convertimos en héroes nacionales”.
“Dos agentes especiales del FBI están viniendo para ayudarnos” dijo rígidamente.
“No. Tengo cinco bellezas más, y alguna lo será - ¡Aquí está!” La puerta
se abrió suavemente.
El cuarto había sido usado para trabajar y comer, y estaba lo suficientemente desordenado
como para no dejar lugar a dudas de que Malik era soltero. Saúl corrió una máquina de
escribir de la mesa, apoyó la caja de los informes y notó algo raro. La pared estaba
completamente cubierta de retratos de George Washington. Examinándolos de
cerca, vio que cada uno tenía una etiqueta. Una mitad decía “G. W.” y la otra “A. W.”
Extraño - pero todo el caso tenía matices que olían a pescado podrido,
como aquellos Criadores Bucales egipcios muertos.
Muldoon volvió al living y dijo “No hay perros. No hay ningún puto perro
en todo el departamento”
“Seguramente debió amar a esos animales si los llevó consigo a su escondite” meditó
Saúl. El busca polos de su inconciente saltaba nuevamente. “Miremos en la cocina”
sugirió suavemente.
“Me di cuenta”
“Ni platos para los perros. Y no hay bolsas vacías de alimento para perros en la basura”.
“No lo sé” dijo Saúl, pensativo “No le importaba que los vecinos escucharan a los perros.
Tal vez no tenía nada mejor que hacer que pelear con su casero y con los otros inquilinos
por un asunto como la prohibición de mascotas. Así que no escondía nada hasta que
desapareció. Y no solamente se llevó a sus perros, si no que además escondió
toda evidencia de que hubieran estado aquí. Incluso sabiendo que todos
sus vecinos hablarían sobre ellos”.
“Tal vez los alimentaba con carne humana” sugirió Muldoon con voz fantasmagórica.
“Señor, no sé. Busca alrededor cualquier cosa de interés. Voy a leer esos
informes sobre los Illuminati” Saúl volvió al living y comenzó:
26/7
J. M.:
A veces encuentras cosas en los lugares menos pensados. Lo siguiente es de una revista para
chicas („La Conspiración‟ por Sandra Glass, Teenset, Marzo de 1969, páginas 34-40):
Simon comenzó a contarme sobre los Illuminati. Su historia pesadillezca comienza en 1090 D.
C. en Medio Oriente, cuando Hassan i Sabbah fundó la secta Ismaelita, o Hashishismo - así
llamado por su uso del hachís, una droga terrible derivada de la planta de cáñamo, mejor
conocida como marihuana, la hierba asesina -. El culto
aterrorizó al mundo musulmán hasta que los mongoles de Gengis Kahn llevaron la ley y el orden al lugar.
Acorralados en su escondite de la
montaña, los Hashishins drogadictos no fueron rivales para los sobrios guerreros mongoles, su
fortaleza fue destruida y sus bailarinas fueron embarcadas hacia Mongolia para ser
rehabilitadas. Los líderes del culto huyeron a occidente…
“Los Illuminati surgieron en Baviera en 1776” me contó Simon, “Adam Weishaupt, un estudiante
de lo Oculto, asimiló las enseñanzas de Hassan i Sabbah y cultivó cáñamo en su patio. El 2 de
Febrero de 1776 Weishaupt alcanzó la iluminación. Oficialmente, fundó “Los Antiguos Videntes
Iluminados de Baviera” el 1 de Mayo de 1776. Su eslogan era „Ewige Blumenkraft‟…
Atrajeron muchos miembros ilustres como Goethe y Beethoven. Beethoven había puesto un
póster de „Ewige Blumenkraft‟ en la tapa del piano en el cual compuso sus nueve sinfonías”.
Cuanto más profundizo, más loco se ve el cuadro. ¿Cuándo vamos a contarle todo esto a
George?
Pat
26/7
J. M.:
La Sociedad John Birch ha estudiado el tema y tienen su propia teoría. La primera fuente que
encontré es el panfleto “CRE: Conspiración para dominar al mundo” escrito por Gary Allen,
editor asociado de la revista de los Birchers Opinión Americana. La tesis de Allen es que Cecil
Rhodes creó en 1888 una sociedad secreta para instaurar el dominio inglés del mundo. Esta
sociedad actuaba a través de la Universidad de Oxford, las Becas Rhodes y - aguanta la
respiración - el Consejo de Relaciones Exteriores, una fundación sin fines de lucro para el
estudio de Asuntos Internacionales, cuyo cuartel general se encuentra aquí mismo, en la calle
68 de New York. Siete de nuestros
últimos nueve Secretarios de Estado fueron reclutados del CRE, señala Allen, lo mismo que
otra docena de lideres políticos, incluyendo a
Richard Nixon. Sugiere, aunque no afirma directamente, que William Buckley Jr. (un viejo
enemigo de los Birchers) es otra herramienta del CRE; y supone que los fondos bancarios de
los Morgan y los Rothschild financian al conjunto.
¿Cómo se liga esto a los Illuminati? El Sr. Allen sólo deja caer pistas, vinculando a Rhodes con
John Ruskin, y a Ruskin con internacionalistas anteriores, para terminar declarando que “el
creador, a nivel profano, de este tipo de sociedad secreta” fue Adam Weishaupt, a quien llama “el monstruo que fundó la Orden
de los
Illuminati el 1 de Mayo de 1776”
Pat.
27/7
J. M.:
Esto viene de un pequeño diario de izquierda de Chicago (The Roger SPARK, Chicago, Julio
de 1969, volumen 2 núm.9: “Daley vinculado a los Illuminati”, no figura el nombre del autor):
Ningún historiador sabe qué pasó con Adam Weishaupt luego de su exilio de Baviera en 1785,
y los escritos en los diarios de “Washington” luego de aquella fecha, comienzan a referir
frecuentemente al cultivo de cáñamo en Mount Vernon.
La posibilidad de que Adam Weishaupt haya asesinado a George Washington y haya tomado
su lugar como nuestro primer presidente durante dos mandatos, ha sido confirmada… Los
colores principales de la bandera estadounidense, excluyendo el parche azul del rincón, son
rojo y blanco: los mismos colores oficiales de los Hashishims. Tanto la bandera como la
pirámide de los Illuminati tienen trece divisiones
horizontales: el trece es, por supuesto, el código tradicional para la marihuana… todavía es
usado con ese sentido por los Hell‟s Angels, entre otros.
El otro partido mayoritario por aquel entonces, el Demócrata Republicano, fue fundado por
Thomas Jefferson [y] hay motivos para aceptar el testimonio del reverendo Jebediah Morse, de
Charleston, quien acusó a Jefferson de ser un agente Illuminati. Por lo tanto, incluso a inicios
de nuestro gobierno, ambos partidos eran una tapadera de los Illuminati…
Esta historia repite luego aquel mismo suceso que refiere Teenset, donde el Alcalde Daley
utiliza la frase “Ewige Blumenkraft” durante su diatriba incoherente contra Abe Ribicoff.
Pat.
27/7
J. M.:
local). El programa ofrece retratos contemporáneos a nuestro primer presidente, en algunos de los cuales no
parece ser el mismo hombre.
Éste es un comunicado de prensa enviado por NEC el 24 de Abril de 1969. Algunos de los
retratos pueden encontrarse en la Encyclopedia Britannica, y la semejanza con los retratos de
Weishaupt es innegable.
Pat
Saúl miró los retratos de Washington en la pared. Por primera vez notó la extraña
media-sonrisa en el más famoso de todos ellos, el retrato hecho por Gilbert Stuart que
aparece en el billete de un dólar. “Como por las garras de alguna bestia enorme”,
citó para sí mismo, pensando en los perros desaparecidos de Malik.
Saúl recordó súbitamente que el Congresal Koch dijo algo sobre la plantación de cáñamo
de Washington en un discurso de hace años, cuando la marihuana era ilegal en todos
lados, ¿Qué fue? Si: era sobre las anotaciones del General en su diario - éstas
mostraban que él separaba a las plantas de cáñamo hembras de los machos antes de
la fertilización. Esto era botánicamente innecesario si las estaba cultivando para hacer
sogas, pero es una práctica estándar en el cultivo de cáñamo para la
marihuana, señaló Koch.
“Iluminación” era una de las palabras que los hippies usaban siempre para describir la
experiencia que uno obtiene en el grado mayor de la hierba. E incluso, si uno se pone
a pensar, el término más común, “encenderse”, tiene el mismo significado que
“iluminación”. ¿No era eso lo que se suponía que significaba la corona de luz alrededor
de la cabeza de Jesús en el arte católico? Y Goethe - si es que realmente era parte de
esto - podría haber hecho referencia a esa experiencia en sus últimas palabras en su
lecho de muerte: “¡Más luz!”.
“Bien, tu tenías un halo alrededor, o algo así. Un gran halo azul. Entonces vi que estaba
también alrededor mío y que tenía un montón de puntitos azules que bailaban como en
remolinos en su interior. Y después ni siquiera eso. Sólo luz. Pura luz blanca”.
“¿A un pez?”
“Eres el cerebro más grande del mundo, o el hijo de puta más loco, Sr.
Simon Moon. En serio. Pero esa luz… Dios mío, nunca olvidaré esa luz”.
Mientras abandonaba Dallas, aquella tarde tan discutida del 22 de Noviembre de 1963, el
hombre que usaba el nombre “Frank Sullivan” elude a McCord y a Barker en el aeropuerto,
pero ningún presagio del Watergate le oscurece la mente… (Volviendo a Grassy Knoll, la
película de Howard Hunt está siendo editada, y aparecerá mas tarde en
los expedientes del fiscal del distrito de New Orleáns Jim “el Gigante Verde y
Alegre” Garrison: aunque Garrison estaba años luz de la auténtica verdad…)
“Si. Uno de esos científicos que trabajan en ese lugar en el desierto, del
que se supone que debemos fingir que no sabemos nada. Un chiflado”.
“No” dije “sólo quería un polvo normal. Pero luego no me dejaba ir. Siguió allí parloteando”
bostecé mirando los bellos muebles alrededor. Me las había arreglado para
conseguir todo en tonos rosados y lavandas, y sería realmente hermoso si esa basura no
estuviera sentada en el sofá con cara de rata muerta de hambre. Siempre quise cosas
bonitas y creo que pude haber sido una especie de artista o diseñadora si mi suerte no
hubiera sido siempre fatal. Cristo ¿Quién le dijo a Carmel que una polera azul combina con
un saco marrón? Si no fuera por las mujeres, en mi opinión más honesta, todos los
hombres andarían así. Eso es lo que pienso. Insensibles. Son un montón de cavernícolas
Ni Anda en Tales6[6] , o como quiera que se llamen. “El tipo tenía muchas cosas en la
cabeza” dije, antes de que Carmel comenzara a preguntarme sobre otras cosas. “Está
en contra de los fluoruros en el agua potable, de la Iglesia Católica y de los maricas,
piensa que la nueva pastilla anticonceptiva es tan mala como la antigua y que yo
debería usar un diafragma en lugar de tomarla. Cristo, él cree tener una opinión sobre
cada cosa bajo el sol, y tuve que escucharlas todas. Ése tipo de cliente”.
Me quité el vestido, lo colgué en el closet (era uno verde y bonito con brillos, y con la
novedad de que mis pezones asoman por unos agujeritos, lo cual es un grano en el culo,
porque todo el tiempo están refregándose contra algo y se me ponen duros, pero eso
calienta mucho a los tipos, y, como siempre digo, ése es el nombre del juego; en esta
ciudad hija de puta y con esta suerte fatal la única forma de hacer dinero es salir y vender
lo tuyo, chica) y tomé rápidamente mi bata, antes de que el viejo adicto a la mamada
decidiera que era el momento de su Francesa semanal. “Aunque tiene una casa muy
bonita”, dije para distraer a la basura. “No le obligan a vivir en la base porque es muy
importante para todas esas reglas y regulaciones. Linda de ver. Paredes de madera roja y
decorados naranja oscuro, ¿sabes? Bonita. Aunque él la odia. Actúa como si estuviera
embrujada por el Conde Frankenstein o uno de esos. Saltaba y caminaba de un lado a
otro, como buscando algo. Algo que le arrancaría la cabeza de un solo mordisco si lo
encontraba”. Decidí dejar la bata un poco abierta. O bien Carmel estaba caliente, o estaba
buscando otra cosa, y otra cosa significa que piensa que te estás quedando con algo de
dinero. Él y su puto cinturón. Por supuesto, con eso a veces me siento rara y pienso que
eso debe ser lo que los hombres sienten cuando acaban, el orgasmo, pero no vale lo que
duele, créanme. Me pregunto si es verdad que algunas mujeres lo consiguen en el polvo.
¿Realmente lo logran? No lo creo. Nunca conocí a nadie en el negocio que
lo consiguiera con un hombre, solamente con “Rosa Palma” y sus cinco hermanas, a veces; y si ninguna de n sotras lo
consigue: ¿Cómo puede hacerlo una buena „chica de
su casa‟?
6[6] Confusión de la palabra “Neandertales”. Meander Thralls en el original (n. del trad.)
“¿Qué quieres decir con „bichos‟?” pregunté. Era mejor que hablar de dinero.
“El tipo,” dijo con sonrisa de sabelotodo “es importante, dijiste. Así que su casa tiene
bichos. Él probablemente los quite, pero el FBI vuelve a poner otros nuevos. Apuesto a
que estaba muy callado cuando lo hacía contigo, ¿verdad?”. Yo asentí, recordando.
“Mira, él no puede soportar la idea de imaginarse a los Fedes escuchando a
escondidas al otro extremo del cable. Como Mal - un tipo que conozco del Sindicato -.
Teme tanto a los bichos, que no habla de negocios salvo susurrando en el baño de su
cuarto de hotel con todos los grifos abiertos al máximo. Por alguna razón científica el
sonido del agua corriente jode más a los micrófonos que la música fuerte de la radio”.
“Bichos” dije repentinamente. “Eso es”. El otro tipo de bichos. Estaba recordando a
Charley desvariando sobre la fluorización: “Ahora nos consideran maniáticos, por culpa
de unos derechistas chiflados que hace quince o veinte años dijeron que la fluorización
era un complot comunista para envenenarnos. Ahora cualquier persona que critica la
fluorización es considerada tan trastornada como los Relámpagos de Dios. Buen
Señor, si alguien quisiera matarnos sin disparar ni un solo tiro, yo soy la persona
indicada para hacerlo”. Se contuvo, escondió algo que casi se traslució en s u cara y
terminó como si su mente cojeara “…puedo señalar una docena de cosas en cualquier
libro de química que son mucho más efectivas que el fluoruro”. Pero él no estaba
pensando en productos químicos, estaba pensando en esos bichitos, microbios es la
palabra, y eso es en lo que él trabajaba. Pude sentir ese flash que siempre me llega
cuando leo algo en un cliente, como si tiene más dinero del que paga, o que
sorprendió a su esposa abierta de piernas con el lechero y hace esto para quedar a
mano, o que es marica y quiere demostrarse a sí mismo que no es del todo marica.
“Mi Dios” dije “leí sobre esos bichitos microbios en el Enquirer; si ellos llegan a
tener un accidente allí afuera, todo este pueblo la palma y el Estado con él, y Dios
sabe cuantos otros Estados. ¡Jesús!, ¡ya sé por qué se lavaba tanto las manos!”
“¿Armas biológicas?” dijo Carmel, pensando rápido. “Dios, apuesto a que este pueblo está
infestado de espías rusos tratando de averiguar qué es lo que sucede allí afuera. Y tengo
una pista directa para ellos. Pero ¿Cómo carajo haces para encontrar a un espía ruso o
chino para pasarles el dato? No puedes poner un aviso en el diario. Carajo. Tal vez si voy
a la universidad y hablo con alguno de esos estudiantes comunistas…”
“Un carajo no puedo. La Estatua de la Libertad solamente es otra puta, y tomaré de ella
todo lo que pueda. No seas tonta”. Metió la ma no en el bolsillo de su chaqueta y sacó una
barra de caramelo, como hacía siempre que estaba entusiasmado. “Apuesto a que alguien
de la Mafia lo sabe. Ellos lo saben todo. Jesús, debe haber alguna forma de
La emisión televisiva Presidencial fue transmitida al mundo a las 10:30 PM (Este) del
31 de Marzo. Les fue advertido a rusos y chinos que tenían veinticuatro horas para
abandonar Fernando Poo antes de que comenzaran a llover misiles nucleares desde el
cielo de Santa Isabel: “Esto es en serio” dijo el Jefe Ejecutivo “¡y América no eludirá su
responsabilidad con el pueblo amante de la libertad de Fernando Poo!” La transmisión
concluyó a las 11 PM (Este) y a los dos minutos los intentos de la gente para conseguir
boletos de trenes, aviones y autobuses a Canadá, virtualmente sobrecargaron todas las
líneas telefónicas del país.
“No lo sé. Tenemos veinticuatro horas para averiguarlo, o…” el funcionario citó un
viejo proverbio ruso que dice, aproximadamente, que cuando el excremento de un
oso polar interfiere con la correa del ventilador, toda la maquinaria se recalienta.
“Supongan que anunciamos que nuestras tropas se están yendo,” sugirió otro
funcionario, “no sabrán que mentimos si luego no encuentran tropas nuestras allí”
“No, ellos nunca creen nada de lo que decimos. Quieren ver”. Dijo el
Premier, pensativo. “Bien, debemos infiltrar algunas tropas subrepticiamente
y luego retirarlas con mucha fanfarria y publicidad. Eso es”.
“Temo que el problema no termina ahí” dijo lúgubremente otro funcionario “Nuestra
Inteligencia indica que hay tropas chinas. A menos que Pekín retroceda,
quedaríamos atrapados en el medio del bombardeo, y…” citó un proverbio sobre
un hombre en un cruce donde chocan dos camiones de estiércol.
“Mierda” dijo el Premier “¿Qué carajo están haciendo los chinos en Fernando Poo?”
Estaba desecho, pero así y todo habló con autoridad. Era, efectivamente, la mejor
caracterización del macho dominante del mundo en su tiempo. Tenía 55 años, era duro,
inteligente, era libre de las ambigüedades éticas que confundían a los intelectuales y hacía
mucho tiempo había determinado que el mundo es un lugar de mierda en el cual sólo los
más astutos y atrevidos pueden sobrevivir. También era lo más amable posible, para una
persona con esa filosofía ultra-Darwiniana; amaba a los niños y a los perros genuinamente,
a menos que se encontraran en un sitio a bombardear en nombre del Interés Nacional.
Todavía tenía un poco de sentido del humor, a pesar de la carga de su oficio casi
todopoderoso; era impotente con su esposa desde hacía diez años a la fecha, y
generalmente conseguía el orgasmo en la boca de alguna prostituta habilidosa en un
minuto y medio. Tomaba anfetaminas para mantener el ritmo de su jornada agotadora de
veinte horas diarias, con el resultado de que su visión del mundo estaba un tanto inclinada
en dirección a la paranoia, entonces tomaba tranquilizantes para evitar la preocupación
excesiva, con el resultado de que sus distracciones a veces bordearan la esquizofrenia;
pero la mayor parte del tiempo su perspicacia innata le hacía aferrarse a la realidad.
Resumiendo, era bastante parecido a los mandatarios de EEUU y China.
¿Qué hay de la opción tres? Los Illuminati podrían no ser una línea continua desde el
primer seguidor que reclutó el viejo Hassan i Sabbah hasta la persona que metió una
bomba en Confrontación. Tal vez desaparecieron o permanecieron inactivos durante
un período, como el Ku Kux Klan entre 1872 y 1915; en ocho siglos pudieron haber
atravesado muchas rupturas y resurrecciones más de una vez; y con vínculos de algún
tipo, incluso tenues, pudieron haber llegado desde el siglo XI al siglo XX, desde medio
Oriente a Europa y desde Europa a América. La insatisfacción de Saúl con las
explicaciones oficiales de los recientes asesinatos, la imposibilidad de ver un sentido
racional a la política exterior de los EEUU y el hecho de que incluso los historiadores
que desconfían vehementemente de las “teorías conspirativas” reconozcan el rol
primordial de las logias Masónicas en la Revolución Francesa, son razones de peso
para rechazar la opción tres. Además, los Masones fueron el primer grupo en ser
infiltrado por Weishaupt, de acuerdo al menos a dos de los informes.
La teoría, esencialmente, era que los Illuminati reclutaban gente de varios “frentes”, los
introducían en algún tipo de experiencia iluminadora a través de la marihuana (o algún
extracto especial de marihuana) y los convertían en fanáticos dispuestos a usar cualquier
medio necesario para “iluminar” al resto del mundo. Su objetivo, obviamente, es nada
menos que la transformación de la humanidad misma, como sugiere el film 2007 , o el
Y había otras posibilidades: los Relicarios, por ejemplo, una rama del
movimiento Masónico, eran generalmente de derecha, tenían sus propios
secretos y ritos ocultos, y usaban accesorios arábicos que bien podrían derivar
de Hassan i Sabbah o de los Roshinaya afganos. ¿Quién puede decir qué
complots secretos se habrán incubado en las convenciones Relicarias?
No, ése era su busca polos intuitivo del lóbulo derecho trabajando nuevamente; ahora Saúl estaba
ocupado con el intelectual lento del lóbulo izquierdo.
La clave del misterio estaba en obtener una definición más clara de los propósitos de los
Illuminati. Identificando el cambio que ellos estaban intentando realizar - en el hombre y en
la sociedad - sería capaz de suponer, por lo menos aproximadamente, quienes eran.
De acuerdo a los Birchers, su objetivo era el dominio inglés del mundo y eran becarios
Rhodes. Esa idea obviamente encajaba con la de Saúl sobre una conspiración mundial
de los Relicarios ¿Entonces qué? Los illuminati italianos de Fra Dolcino querían redistribuir
la riqueza. Pero los Banqueros Internacionales mencionados en la carta de Playboy
probablemente desearan preservar sus riquezas. Weishaupt era un “librepensador”, de
acuerdo a la Britannica, lo mismo que Washington y Jefferson, pero Sabbah y Joachim de
Florencia eran evidentemente místicos herejes de las tradiciones
“Pero no tenemos tropas allí” dijo un asistente “los rusos las tienen”
Estaba desecho, pero así y todo habló con autoridad. Era, efectivamente, la mejor
caracterización del macho dominante del mundo en su tiempo. Tenía 55 años, era duro,
inteligente, era libre de las ambigüedades éticas que confundían a los intelectuales y
hacía mucho tiempo había determinado que el mundo es un lugar de mierda en el cual
sólo los más astutos y atrevidos pueden sobrevivir. También era lo más amable posible,
para una persona con esa filosofía ultra-Darwiniana; amaba a los niños y a los perros
genuinamente, a menos que se encontraran en un sitio a bombardear en nombre del
Interés Nacional. Todavía tenía un poco de sentido del humor, a pesar de la carga de su
oficio casi todopoderoso; era impotente con su esposa desde hacía diez años a la fecha, y
generalmente conseguía el orgasmo en la boca de alguna prostituta habilidosa en un
minuto y medio. Tomaba anfetaminas para mantener el ritmo de su jornada agotadora de
veinte horas diarias, con el resultado de que su visión del mundo estaba un tanto inclinada
en dirección a la paranoia, entonces tomaba tranquilizantes para evitar la preocupación
excesiva, con el resultado de que sus distracciones a veces bordearan la esquizofrenia;
pero la mayor parte del tiempo su perspicacia innata le hacía aferrarse a la realidad.
Resumiendo, era bastante parecido a los mandatarios de EEUU y Rusia.
(“Y no solamente es un pecado ante Dios,” gritó el Sr. Mocenigo “también contraes
gérmenes”. Es a comienzos de la primavera de 1950, en Mulberry Street, y el joven
Charles Monicego levanta unos ojos aterrorizados. “Mira, mira,” continúa furiosamente
el Sr. Mocenigo “no le creas a tu padre. Mira lo que dice el diccionario. Mira, mira la página. Aquí, mira
„Masturbación: auto- polución‟ ¿Sabes qué significa auto-polución?
¿Sabes lo que duran esos gérmenes?” Otra primavera, la de 1955, Charles
Mocenigo, un genio introvertido, pálido y flaco, se anota para su primer semestre
en el MIT, y al llegar al recuadro de la planilla donde dice “Religión”, escribió con
esmeradas mayúsculas: ATEO. Había leído a Kinsey, a Hirschfeld y casi todos los
tratados sexológicos biológicamente orientados de su tiempo - ignorando
sistemáticamente a los sicoanalíticos o poco científicos - y el único remanente
visible de su terror adolescente, es el hábito de lavarse las manos frecuentemente
cuando se encuentra bajo presión, con lo que ganó el sobrenombre de “Jaboncito”)
“Los Yanquis,” dijo W ásperamente, “han recabado información de que los rusos o los
chinos, o ambos, están detrás de ese cerdo de Tequila y Mota. Por supuesto, y
aunque fuera cierto, eso le importa un carajo al gobierno de Su Majestad; ¿Qué nos
importa si una islita de ese tamaño se vuelve Roja? Pero ya conoces a los Yanquis,
00005; ya están dispuestos a atacar auque todavía no lo hayan anunciado”.
“¿Mi misión” preguntó 00005, tornando las líneas crueles de su boca en la sonrisa más
atractiva “es llegar a Fernando Poo, descubrir la verdadera política de este tipo Tequila
y Mota, y, si es Rojo, desbancarlo antes de que los Yanquis vuelen el mundo en pedazos?”
“Ése es el trabajo. No podemos tener una maldita guerra nuclear justo cuando el balance
de los pagos se está enderezando y el Mercado Común finalmente está comenzando a
funcionar. Así que ve directamente allí. Naturalmente, si eres capturado, el gobierno de Su
Majestad se desentenderá de cualquiera de tus acciones”.
“Siempre parece ser así” dijo irónicamente 00005 “desearía que alguna
vez me dieras una misión en la que el maldito Gobierno de Su Majestad
pueda apoyarme en una situación difícil”
Por supuesto, 00005 estaba siendo meramente sarcástico; como un sujeto leal, él hubiera
seguido las órdenes bajo cualquier circunstancia, incluso si éstas requerían su muerte y la
de cada alma de Fernando Poo. Se levantó con su estilo característicamente elegante y
fue hasta su oficina, donde comenzó los preparativos para la misión Fernando Poo. Su
primer paso fue buscar en su agenda personal de viajero mundial algún bar en Santa
Isabel que sirviera lo más cercano a un Martini aceptable, y algún restaurante que
preparara una Langosta Neuburg decente. Para su horror, no había tal bar ni tal
restaurante. Santa Isabel carecía de esos refinamientos sociales.
Pero se alegró al instante cuando supo que Fernando Poo estaría poblado por hordas
de mujeres de piel morena o color café, ya que ése tipo de féminas eran el Santo Grial
para él. Además había establecido su propia teoría sobre Fernando Poo: estaba
convencido de que los BUGGERS7[7], - Blowhard‟s Unreformed Gangsters, Goons,
and Espionage Renegades - (los Gangsters, Insurrectos, Matones y Renegados del
Espionaje de Blowhard) una conspiración internacional de criminales y agentes dobles
liderados por el infame y misterioso Eric “el Rojo” Blowhard, estaban detrás de todo
esto. 00005 nunca había oído hablar de los Illuminati.
A pesar de su cabello oscuro peinado hacia atrás, de sus ojos penetrantes, de su rostro
cruel y atractivo, de la condición atlética de su cuerpo y de su capacidad para penetrar a
cualquier número de mujeres y de defenestrar a cualquier número de hombres en el
transcurso de una tarea, 00005 no era el ideal de agente de Inteligencia. Creció leyendo
las novelas de Ian Fleming y un día, a los veintiún años, se miró en el espejo, decidió
que era todo lo que un héroe de Ian Fleming debía ser, y se puso en campaña para entrar en el juego del espionaje.
Luego de catorce años de excava iones burocráticas
finalmente llegó a uno de los servicios de inteligencia, pero era más del tipo de
organización escuálida e inepta en la que Harry Palmer había desperdiciado sus días, que
un salón de Bondage. De cualquier manera, 00005 hizo todo lo posible para renovar y
darle glamour al lugar, y, tal vez porque Dios cuida a los tontos, siempre se las arregló
para no morir en ninguna de las misiones cada vez más bizarras que le asignaban. Al
principio le concedían misiones raras que nadie tomaba en serio, - estaban basadas en
7[7] Otro juego de palabras en inglés. La sigla forma la palabra Buggers que puede traducirse como sodomitas,
o en lenguaje vulgar, bufarras. Blowhard, el nombre de su líder, también es una broma y
podría traducirse como “pedante”, o “fanfarrón”.
rumores locos que igualmente debían ser comprobados, por si acaso fueran ciertos -
pero luego se dieron cuenta de que la esquizofrenia peculiar de 00005 encajaba bien
con ciertos problemas reales, así como el tipo de esquizofrénico más retraído es ideal
como agente “latente” porque puede olvidar fácilmente lo que convencionalmente es
considerado como su propio yo. Por supuesto, nadie tomaba seriamente a los
BUGGERS, y a sus espaldas, la obsesión de 00005 con esta organización era blanco
del humor interdepartamental.
“A pesar de que fue hermoso,” dijo Mary Lou “también me dio miedo”.
“Si eso era real” dijo Mary Lou firmemente, “todo lo demás en mi
vida ha sido una alucinación”.
Y la Nave Espacial Tierra, ese circo glorioso y sangriento, continuó su larga órbita en
espiral de cuatro mil millones de años alrededor del Sol; debo admitir que la ingeniería era
tan exquisita que ninguno de los pasajeros sintió movimiento alguno. La mayoría de
aquellos que estaban en el lado oscuro de la nave dormían y viajaban a mundos de
libertad y fantasía. Los que estaban en el lado iluminado se movían alrededor de las tareas
asignadas a ellos por sus gobernantes, o estaban inactivos en espera de la próxima orden
desde arriba. En Las Vegas, el Dr. Charles Mocenigo despertó de otra pesadilla y fue al
baño a lavarse las manos. Pensó en la cita que tendría a la noche con Sherri Brandi y
afortunadamente no sospechó que ese sería su último contacto con una mujer.
Todavía buscando calmarse, fue a la ventana y miró las estrellas - siendo un especialista
sin interés mas allá de su propio campo, imaginó estar viéndolas desde un punto fijo, en
vez de un punto en movimiento. En Nueva Delhi, a bordo del vuelo nocturno de TWA Hong
Kong-Honolulu-Los Ángeles, R. Buckminster Fuller, una de las pocas personas que estaba
al tanto de estar viviendo en una nave espacial, miró sus tres relojes que mostraban la
hora local (5:30 PM), la de su destino, Honolulu (2:30 AM de la madrugada siguiente), y la
hora en su hogar en Carbondale, Illinois (3:30 AM de la madrugada previa). Al mediodía,
en París, los peatones fueron asaltados por hordas de jóvenes distribuyendo panfletos que
describían vistosamente el Festival de Rock y la Celebración del Amor Cósmico más
grande del mundo, a celebrarse a orillas del lago Totenkopf, cerca de Ingolstadt a fin de
mes. En Sunderland, Inglaterra, un joven psiquiatra dejó su almuerzo y voló hasta la
guardia para escuchar el extraño parloteo de un paciente que había estado en silencio
durante más de una década: “Llegará en Walpurgisnacht. Ahí es cuando Su poder es
más fuerte. Ahí es cuando Lo verán. Exactamente a medianoche”. En medio del Atlántico,
Howard el delfín, nadando junto a sus amigos bajo el sol de la media mañana, se encontró
con algunos tiburones y tuvo una pelea feroz. En la ciudad de New York, mientras el alba
trepaba por la ventana, Saúl Goodman refregó sus ojos cansados y leyó un informe sobre
Carlomagno y la Corte de los Iluminados; Rebecca Goodman, mientras tanto, leyó cómo
los celosos sacerdotes de Bel-Marduk traicionaron a Babilonia a la entrada del ejército
invasor de Ciro, porque su joven rey, Belshazzar, había adoptado el culto de amor de la
diosa
Ishtar. Simon Moon estaba escuchando a los pájaros que comenzaban a cantar, esperando los primeros
rayos color canela del alba, mientras Mary Lou Servix dormía a
su lado; su mente estaba activa, pensando sobre pirámides, yoga sexual, dioses
de la lluvia y geometrías de la quinta dimensión, pero sobre todo, en el Festival de
Rock de Ingolstadt preguntándose si todo ocurriría como predijo Hagbard Celine.
la noticia de la cuidadora. En este país del Hombre Blanco, soy lo más bajo de lo bajo,
subyugada por no ser blanca y subyugada nuevamente por no ser hombre. Soy la
personificación de todo lo rechazado y despreciado - la mujer, la raza, la tribu, la tierra - y
de todo lo que no tiene un lugar en este mundo tecnológico del Hombre Blanco. Soy el
árbol que ha sido derribado para construir una fábrica que envenena el aire. Soy el río
lleno de aguas servidas. Soy el Cuerpo que el Alma desdeña. Soy lo más bajo de lo bajo,
el barro debajo de sus pies. Y a pesar de todo eso, John Dillinger me escogió para
ser su esposa. Él se sumergió adentro mío, a verdadera profundidad. Yo era su esposa, no
en el sentido en que sus Hombres Sabios, Iglesias y Gobiernos conocen el matrimonio, si
no que estábamos verdaderamente casados. Como el árbol está casado con la tierra, la
montaña con el cielo, el sol con la luna. Yo sostenía su cabeza contra mi pecho, acariciaba
su cabello como si fuera hierba fresca y lo llamaba “Johnnie”. Él era más que un hombre.
Él estaba loco y no lo estaba, no como puede volverse loco un hombre cuando se va de su
tribu y vive entre extraños hostiles y sufre maltrato y desprecio. Él no estaba loco como
otros hombres blancos lo están, porque nunca tuvieron una tribu. Él estaba loco como dios
debe estarlo. Y ahora me dicen que está
muerto. “¿Y bien?” preguntó la guardiana finalmente “¿No vas a decir nada? Ustedes los
indios ¿No son humanos?”. Tenía un brillo realmente malvado en la mirada, como
los ojos de una víbora de cascabel. Quiere veme llorar. Se queda allí esperando,
observándome entre los barrotes. “¿Es que no tienes ningún sentimiento en absoluto?
¿Eres una especie de animal?”. No digo nada. Mantengo inmóvil mi rostro. Ningún
blanco verá jamás las lágrimas de una Menominee. En el Biograph Theatre, Molly
Moon se retiró disgustada mientras los cazadores de „recuerdos‟ empapaban sus
pañuelos en la sangre. Le doy la espalda a la guardiana y miro las estrellas a través de
los barrotes de la ventana, y el espacio que las separa se ve más grande que nunca. Más
grande y vacío. En mi interior hay un espacio como ése, grande y vacío, que nunca volverá
a llenarse. Cuando un árbol es arrancado de raíz, la tierra debe sentir lo mismo. La tierra
debe gritar en silencio, como yo grité en silencio.) Pero ella comprendió el significado
sacramental de los pañuelos empapados de sangre; y Simon también.
Simon, de hecho, tuvo lo que solamente puede ser llamado una educación peculiar.
Hombre, cuando tus padres son anarquistas, el sistema de escuelas públicas de Chicago
no va a hacerle bien a tu cabeza en absoluto. Imagínenme en un aula de 1965, con la cara
de Moby Dick de Eisenhower en una pared, la mirada de capitán Ahab de Nixon en la otra,
y en medio, parada frente al inevitable Trapo Americano, la Srta. Doris Day o su
hermana mayor, diciéndole a la clase que llevaran a casa un panfleto en el cual se explicaba a los pa res por qué era
importante que fueran a votar.
“Bien, este panfleto les explicará por qué deben hacerlo” me responde con una verdadera
y auténtica sonrisa de sol y maizal de Kansas de Doris Day. Es comienzo de
trimestre, y no ha escuchado de mí por parte de la profesora del semestre anterior.
Es como una tormenta de truenos. Toda la luz del sol se va. Nunca la prepararon para esto
en la escuela de donde salen éstas réplicas de Doris Day. La sabiduría de los Padres está
siendo cuestionada. Ella abre su boca y la cierra, la abre y la cierra, y finalmente toma una
gran bocanada de aire que provoca una erección en todos los chicos del salón (estábamos
en la cúspide de la pubertad) al observar cómo sus pechos subían y bajaban nuevamente.
O sea, todos estaban rezando (excepto yo, que soy ateo, por supuesto) para que no los
hicieran ponerse de pié; si eso no funcionaba, empujarían sus pitos hacia abajo con sus
libros de geografía. “Esto es lo maravilloso de éste país” dice ella
finalmente, “incluso la gente con opiniones como esa pueden decir lo que
quieran sin ir a la cárcel”.
“Usted debe estar loca” digo. “Mi papá ha entrado y salido tantas veces de la cárcel
que van a poner una puerta giratoria especial sólo para él; y mi mamá también. Usted
debería salir con panfletos subversivos en este pueblo, y ver qué es lo que pasa”.
Luego, después de clases por supuesto, una pandilla de patriotas con ventaja de siete
a uno me caga a palos y me hace besar su tótem rojo, blanco y azul. No es mejor en
casa. Mamá es anarco-pacifista, Tolstoi y todo eso, y quiere hacerme jurar que no
pelearé. Papá es del Wobbly, y quiere asegurarse de que yo lastime al menos a
alguno de ellos tanto como me lastimaron a mí. Luego de gritarme durante media hora,
se gritan entre ellos durante otras dos. Que Bakunin dijo esto, Kropotkin dijo aquello,
que Gandhi dijo lo otro, que Martin Luther King es el redentor de América, que Martin
Luther King es un tarado que vende a su gente una utopía opiácea y toda esa
cháchara. Vayan al Wobbly Hall o a la Librería Solidaria y seguirán escuchando el
mismo debate, doblado, redoblado, y a paladas.
Así que naturalmente comienzo a rondar por Wall Street y a fumar porros, y
rápidamente me convierto en el miembro vivo más joven de lo que llamaban
Generación Beat. Lo cual no mejora mi relación con las autoridades escolares, pero es
un alivio ante todo ese patriotismo y anarquismo. Para cuando tengo diecisiete le
disparan a Kennedy y el país parece rajarse por sus costuras, y ya no somos beatniks,
somos hippies, y lo que hay que hacer es ir a Mississippi. ¿Fueron alguna vez a
Mississippi? Ya saben lo que dijo el Dr. Johnson sobre Escocia “Lo mejor que pueden
decir sobre ella es que Dios la creó con algún propósito, pero lo mismo puede decirse
del Infierno”. Borren Mississippi; de cualquier manera no es parte de esta historia. La
próxima parada fue Antioch, en el viejo y querido Yellow Springs, donde me
especialicé en matemáticas, por razones que adivinarán pronto. Allí el cáñamo crece
salvaje en acres y acres de la hermosa reserva natural al lado de la universidad. Puedes ir
de noche, juntar hembras de la especie del cáñamo como para una semana y dormir bajo
las estrellas junto a una hembra de tu propia especie, luego despertar a la mañana con
pájaros, conejos y todo el escenario perdido de la América de Thomas Wolfe, una
piedra, una hoja, una puerta secreta y todo eso, para luego ir a clases sintiéndote
realmente bien y listo para la educación. Una vez desperté con una araña caminando por
mi cara y pensé “así que estás caminando por mi cara” y me la quité
gentilmente “éste también es tu mundo”. En la ciudad la habría matado. Lo
que quiero decir es que Antioch tiene tanto movimiento como una roca, pero
esa vida no es un preparativo para volver a Chicago y a la Guerra Química.
No es que yo fuera impermeable a eso antes del ‟68, pero realmente pude
ver los signos; no dejen que nadie les diga que eso es polución, hermanos y
hermanas. Es Guerra Química. Nos matarán a todos para hacer dinero.
Una noche fumé y fui a casa, para ver como sería la relación con mamá y papá en ese
estado. Fue lo mismo, pero diferente. Tolstoi saliendo de la boca de ella, Bakunin de la de
él. Y, repentinamente, todo era raro y súper-freaky, como Goddard filmando una escena de
Kafka: Dos rusos muertos debatiendo entre ellos, mucho después de fallecer y haber sido
enterrados, hablando a través de las bocas de dos irlandeses radicales de Chicago. Los
radicales jóvenes del tipo lobular-frontal de la ciudad estaban en su primer revival del
surrealismo, yo había leído algo de su material e hizo click.
“Ambos están equivocados” dije. “La Libertad no vendrá a través del Amor, ni a través de
la Fuerza. Vendrá a través de la Imaginación”. Le puse todas las mayúsculas y estaba tan
fumado que ellos se conectaron y también las escucharon. Quedaron con la boca abierta,
y me sentí como William Blake diciéndole a Tom Paine cómo eran las cosas. Como un
Caballero Mágico revoleando mi cayado y dispersando la sombra de Maya.
Papá fue el primero en recuperarse. “Imaginación” dijo, con su cara arrugándose en esa
sonrisa que siempre volvía locos a los policías cuando lo arrestaban. “Eso es lo que
obtenemos al enviar a un buen chico de clase trabajadora a una universidad de gente rica. En us mentes las palabras y
los libros se mezclan con la realidad. Cuando
estuviste en esa cárcel en Mississippi imaginaste atravesar las paredes ¿No es así?
¿Cuántas veces en una hora imaginaste que atravesabas esas paredes? Puedo
adivinarlo. La primera vez que me arrestaron, durante la huelga del GE en el treinta y
tres, caminé a través de esas paredes un millón de veces. Pero cada vez que abría
mis ojos, las paredes y los barrotes todavía estaban allí. ¿Qué fue lo que me sacó
finalmente? ¿Qué fue lo que te sacó de Biloxi finalmente? Organización. Si quieres
grandes palabras para hablar con los intelectuales, ésa es una gran palabra, hijo, con
tantas sílabas como imaginación, pero con mucho más realismo”.
Esto es lo que mejor recuerdo de él, ése discurso y el extraño azul claro de sus ojos. Murió
ese año, y descubrí que había más sobre la Imaginación de lo que yo sabía, por lo tanto, él
no murió. Todavía anda por aquí, en algún lugar en el fondo de mi cráneo discutiendo
conmigo, y esa es la verdad. También es verdad que está muerto, realmente muerto, y que
una parte de mí se fue con él. No era cool amar a tu padre en aquellos
días, así que no supe que lo amaba hasta que cerraron el cajón y me escuché
sollozar, y ese vacío vuelve otra vez, cada vez que escucho “Joe Hill”:
Ambas líneas son ciertas, y el duelo nunca termina. No asesinaron a papá de una manera
limpia como a Joe Hill, pero fueron enterrándolo año tras año, consumiendo sus fuegos
(y él era de Aries, un verdadero signo de fuego) con su policía, sus Juzgados, sus
cárceles, sus impuestos, sus corporaciones, sus jaulas para el espíritu y sus
cementerios para el alma, su liberalismo de plástico y su marxismo asesino,
incluso quedo en deuda con Lenin por haberme dado las palabras para expresar
cómo me sentí cuando papá se fue. “Revolucionarios,” dijo “están muertos si están
desocupados”. La Convención Democrática del ‟68 estaba llegando, y yo sabía
que mi propia cesantía iba a ser más corta que la de papá, porque estaba
preparado para combatirlos en las calles. Durante la primavera mamá estuvo
ocupada en el centro de Mujeres por la Paz, y yo estaba ocupado conspirando
junto a los surrealistas y los Yippies. Entonces conocí a Mao Tsu-Hsi.
“Los anarquistas cerebrales son tan estreñidos como los marxistas,” estaba diciendo; a
esta altura ya reconocerán el estilo “¿Quién habla del hipotálamo, de las glándulas, de
las células del organismo? ¿Quién ve al organismo? Lo cubrimos de ropa para ocultar su
simieza. No nos habremos liberado del servilismo hasta que la gente tire sus ropas al
closet en la primavera y no vuelva a sacarlas hasta el invierno. No seremos seres
humanos, en el sentido en que los monos son monos y los perros son perros, hasta que
podamos coger adonde y cuando queramos, como cualquier otro mamífero. Coger en las
calles no es sólo una táctica para volar cabezas. Es recuperar nuestros propios cuerpos. Si
no, seguiremos siendo robots que poseen la sabiduría de la línea recta, pero no la
comprensión de la curva orgánica”. Y así por un largo rato. Creo que habría encontrado
unas pocas buenas justificaciones para la violación y el asesinato, si me ponía a ello.
“Un paso más allá de la anarquía,” dijo alguien cínicamente. “Caos Real”
“¿Por qué no?” pregunté “¿Quién tiene un trabajo normal aquí?” ninguno de ellos lo
tenía, por supuesto; yo mismo vendía droga. “¿Trabajarían en una ocupación normal
para algo que se llamase a sí mismo sindicato anarquista? ¿Operarían el motor de un
torno ocho putas horas al día porque el sindicato les dice que el pueblo necesita lo que
ese torno produce? Si así fuese, el pueblo se convertiría en el nuevo tirano”.
“¡Al carajo con las máquinas!” dijo el poeta Kevin McCool, entusiasmado
“¡Volvamos a las cavernas!” Él estaba tan fumado como yo.
El rostro oriental se inclinó: ella llevaba una extraña banda para el cabello con la
imagen de una manzana dorada dentro de un pentágono. Sus ojos negros me
recordaron de alguna manera a los ojos azules de mi padre. “Lo que quieres es
una Organización de la Imaginación, ¿No?” preguntó educadamente.
Ustedes saben lo oscuros que son los bares. El Friendly Stranger era más lóbrego que
la mayoría. Tuve que salir. Blake hablaba con el Arcángel Gabriel cada mañana al
desayuno, pero yo todavía no era así de profundo.
“Hey, ¿Adónde vas, Simon?” preguntó alguien. La srta. Mao no dijo nada, y no me volví
para observar su rostro singular y pensativo - hubiese sido mucho mejor si hubiera sido
siniestra e inescrutable -. Pero cuando salí por Lincoln y tomé por Fullerton,
escuché pasos detrás de mí. Me volví y el Padre Pederastia tocó mi brazo gentilmente.
“Yo le dije que viniera a escucharte,” dijo “ella daría una señal si pensaba que
estabas preparado. Por lo visto la señal fue más dramática de lo que yo esperaba.
¿Una conversación sobre el pasado con alguna carga emocional fuerte para ti?”
“Podrías decirle así”. Lo miré a la luz de las marquesinas del Biograph y recordé l a historia
de mamá sobre la gente empapando sus pañuelos en la sangre de Dillinger, y escuché el
comienzo de un viejo himno religioso en mi cabeza: ESTÁS LAVADO estás lavado ESTÁS
LAVADO en la SANGRE del Cordero. Y recordé que los loquitos pensábamos que el
Padre colgaba con nosotros con la esperanza de hacernos volver a la Sagrada Iglesia
Católica Apostólica Romana, como papá solía llamarla cuando estaba borracho y
amargado. Era obvio que para cualquier cosa que el Padre estuviera reclutando gente, no
tenía nada que ver con ese oficio teológico en particular.
“De alguna manera,” dije lentamente “he calificado para una pequeña demostración de
lo que sea que tú y ella estén vendiendo. Pero no califico para nada más hasta hacer
la movida correcta”. Él asintió levemente y continuó observándome.
Bien, yo era joven e ignorante de cualquier cosa fuera de los diez mil millones de libros
que había engullido, culposamente inseguro de mis vuelos imaginativos lejos del
realismo de mi padre, y era, por supuesto, un drogón, pero finalmente comprendí por
qué él me observaba de esa forma, era (en parte) puro Zen, y no había nada que yo
pudiera hacer, concientemente o por volición, que lo satisficiese, debía hacer aquello que
yo no podía no hacer, o sea ser Simon Moon. Lo cual me llevó a cuestionar, en ese
momento y allí mismo, sin ningún tiempo de considerarlo o racionalizarlo, que carajo era
ser Simon Moon o, más precisamente, en qué consistía SimonMoonizar, y pareció ser una
cuestión de vagar por cuarto tras cuarto de mi cerebro buscando al dueño y no
encontrándolo por ningún lado, mi frente comenzó a sudar, se estaba tornando
desesperante porque me estaba quedando sin cuartos, y el Padre continuaba
observándome.
“No hay nadie en casa” dije finalmente, seguro de que no era una
respuesta suficientemente buena.
Esto fue el comienzo de la parte más larga y peculiar de mi educación (la de Simon), y
adonde no podremos seguirlo. Ahora está dormido, y es un maestro más que un aprendiz,
mientras Mary Lou Servix despierta a su lado e intenta discernir si lo que ocurrió la noche
anterior fue por el porro o fue algo realmente escalofriante. Howard juega en el Atlántico;
Buckminster Fuller, volando sobre el Pacífico, cruza la línea horaria internacional y vuelve
al 23 de Abril; amanece en Las Vegas y Mocenigo, olvidando las pesadillas y ansiedades
nocturnas, mira alegremente la producción de las primeras colonias vivas de Ántrax-Lepra-
Pi, que harán de éste un día memorable en muchas otras formas de las que él espera; y
George Dorn, en algún lugar afuera de éste sistema temporal, está escribiendo en su
diario. Sin embargo, cada palabra parece surgir mágicamente por sí misma, como si
ninguna voluntad de su parte fuera necesaria para su producción. Leyó las palabras que su
lápiz había garabateado, pero parecían comunicaciones de otra inteligencia. Continuaban
donde las había dejado en su cuarto
… el universo es un adentro sin afuera. El sonido hecho por un ojo que se abre. De hecho, ni siquiera sé si
hay un universo. Mejor dicho, hay muchos multiversos, cada uno con sus propias dimensiones, tiempos,
espacios, leyes y excentricidades. Vagamos en medio y entremedio de estos multiversos, tratando de
convencer a otros y a nosotros mismos de que caminamos juntos en un único universo compartido. El
hecho de negar éste axioma lleva a la llamada esquizofrenia.
Si, eso es: la piel de cada hombre es su propio multiverso privado, así como se supone que la
casa de cada hombre es su castillo. Pero todos los multiversos están tratando de emerger para
crear un universo verdadero como el que solamente habíamos imaginado previamente. Tal vez
será espiritual, como el Zen o la telepatía, o tal vez será físico, como una gran orgía, pero tiene
que suceder: la creación de un universo y un gran ojo abriéndose para
verse a sí mismo al fin. ¡Aum Shiva!
No, estoy escribiendo con absoluta claridad por primera vez en mi vida.
Estaban al pié de la horca “…cada uno con sus propias dimensiones, tiempos, espacios,
leyes y excentricidades” pensaba George locamente. Sí: si el universo es un gran ojo
mirándose a si mismo, entonces la telepatía no es un milagro, porque cada uno que pueda
abrir sus propios ojos plenamente podrá ver a través de los ojos de los demás.
(Por un instante, George vio a través de los ojos de John Ehrlichman mientras Dick
Nixon decía obscenamente “Puede decir que no recuerdo. Puede decir que no puedo
El monje subió los escalones de la horca a su lado. Trece, estaba pensando George,
siempre hay trece escalones en los cadalsos… y siempre acabas en tus jeans cuando se
te rompe el cuello. Tiene que ver con la presión sobre la médula espinal transmitida a
través de la glándula prostática. Burroughs lo llamaba el Truco de la Muerte-Orgasmo.
Y en la cumbre Un Ojo Enorme - una esfera de fuego frío y demoníaco color rubí - sin
compasión, piedad o desdén, lo observó, mirando hacia, dentro y a través de él.
“¿La China Roja?” suspira Maldonado incrédulamente “Debes haber estado leyendo
el Readers‟ Digest. Conseguimos toda nuestra heroína de gobiernos amistosos como el de Laos.
De otra forma la CIA nos agarraría del culo”. Esforzándose para que su voz
se escuche por encima el ruido del agua corriente, Carmel pregunta abatido
“¿Entonces no sabes como puedo contactarme con un espía comunista?”
Bernard Barker, antiguo sirviente tanto de Batista como de Castro, se pone los guantes
afuera del Watergate; en un flash de la memoria, ve el Grassy Knoll, a Oswald, a Harry
Coin, y más atrás en el tiempo, a Castro negociando con Nariz de Banana Maldonado.
“Es nuestro deber, nuestro deber sagrado defender a Fernando Poo” estaba diciendo
Atlanta Hope a una multitud alentadora en Cincinnati ese mismo día. “¿O esperaremos a
que los Rojos ateos lleguen aquí a Cincinnati?” La multitud comenzó a gritar su
disgusto contra dicha espera - habían estado esperando el arribo de los Rojos
ateos desde 1945, y ahora estaban convencidos de que los sucios cobardes
nunca vendrían y que había que ir a buscarlos a su propio territorio -, pero un
grupo de estudiantes sucios, pelilargos y con el aspecto estrafalario de la
Universidad de Antioch, comenzó un cántico “No Quiero Morir por Fernando
Poo”. La multitud rabió: por fin algunos rojitos verdaderos para combatir… al
rato, siete ambulancias y treinta autos de la policía corrían a la escena…
(Pero hace sólo cinco años atrás, Atlanta tenía un mensaje diferente. Cuando fundaron Los
Relámpagos de Dios como una rama de la Liberación Femenina, compartían el eslogan
“No Más Sexismo” y sus objetivos principales eran las librerías pa ra adultos, los
programas de educación sexual, las revistas para hombres y las películas extranjeras. Fue
luego de conocer a Jim “el Sonriente” Treponema, de los Caballeros de la Cristiandad
Unida en la Fe9[2], cuando Atlanta descubrió que tanto la supremacía masculina, como los
orgasmos, eran parte de la Conspiración Comunista Internacional. Ese fue realmente el
punto en que los Relámpagos de Dios y la ortodoxia de la
Liberación Femenina se separaron totalmente, porque la facción ortodoxa sostenía que la supremacía
masculina y los orgasmos eran parte de la Conspiración Kapitalista
Internacional)
Mientras Atlanta arengaba a la guerra, el Presidente de los Estados Unidos decía a los
reporteros “Fernando Poo no se convertirá en otro Laos o en otra Costa Rica”.
9[2] Otra broma de los autores. El nombre original en inglés de la Orden es Knights of Christianity United in
Faith, cuyas iniciales forman la sigla KCUF, lo cual es FUCK al revés.
Mientras tanto, la pieza más oscura, aunque e n apariencia la más trivial de todo el rompecabezas, aparecía en un
departamento d tiendas en Houston. Era un letrero, y
decía:
NO FUMAR. NO ESCUPIR.
EL E. D.
NO FUMAR.
EL E. D.
(Lo extraño es que el Encargado del Departamento no tenía nada que ver con el letrero)
Yacía en el piso de su celda en la cárcel del Condado de Mad Dog. Una primera ojeada
frenética e involuntaria le dijo que Harry Coin se había esfumado completamente del
calabozo contiguo. El balde para la mierda había sido puesto nuevamente en su rincón y
Pensó que intentaban quebrarlo con Tácticas de Terror, - algo que comenzaba
a verse fácil - y que encubrían las evidencias a medida que avanzaban.
Como un marica comunista pelilargo. Oh, mierda y jugo de pasas, se dijo amargamente,
córtala ya. Supiste durante años que no eras un héroe. No pases una lija sobre esa herida
en particular, justo ahora. No eres un héroe, pero eres un cobarde terco, testarudo
y decidido. Y eso es lo que te mantuvo vivo anteriormente en tareas como ésta.
Muéstrales a esos campesinos mamones cuan terco, testarudo y decidido puedes ser.
El mensaje no debía caer cerca de la cárcel, así que George comenzó a buscar
algún objeto con peso. Luego de cinco minutos se decidió por un trozo del relleno
del colchón de la litera. Atarlo apretadamente le llevó diecisiete minutos más.
Jesucristo en muletas, pensé frenétic amente, sea lo que sea que esté pasando, van a encontrarme con una acabada
en los p ntalones.
Una llave chocó de repente contra la puerta de la celda. Mirando hacia arriba, vi a una
mujer joven con un sobretodo y una ametralladora, probando desesperadamente una
llave tras otra en la cerradura.
Desde algún otro lado del edificio llegó una cuarta explosión.
Porque esa capilla no era algo que cualquier hombre cuerdo esperaría encontrar en la
cárcel del Condado de Mad Dog. Estaba enteramente decorada en rojo y blanco - los
colores de Hassan i Sabbah y los Asesinos de Alamut, recordé incrédulo -, y estaba
adornada con extraños símbolos arábicos y eslóganes en alemán: “Heute die Welt,
Morgens das Sonnensystem” “Ewige Blumenkraft und Ewige Schlangekraft!”
“Gestern Hanf, Heute Hanf, Immer Hanf”.
Y el altar era una pirámide con trece divisiones con un ojo rojo-rubí en la cúspide.
Éste símbolo, recordé con una confusión creciente, era el Gran Sello de
los Estados Unidos.
Un Cadillac negro nos esperaba. “¡Todos están afuera!” gritó el chofer. Era
un hombre viejo, de más de sesenta, pero de aspecto duro e inteligente.
“Ahí va una de buen tamaño” gritó la mujer del sobretodo y arrojó otra
bomba plástica hacia la cárcel.
“La Ley de los Cincos,” otro pasajero rió por lo bajo amargamente “les viene
bien a esos bastardos comunistas. Un poco de su propia medicina”.
“¿Qué carajo está pasando?” pregunté “¿Quiénes son ustedes? ¿Qué les hace pensar
que el Sheriff Cartwright y sus policías son comunistas? ¿Adonde me llevan?”
(En una limusina Bentley, Federico “Nariz de Banana” Maldonado fumaba un cigarro y se
relajaba mientras su chofer lo llevaba a la mansión de Robert Putney Drake en Blue Point,
Long Island. Detrás de sus ojos, casi en el olvido, Charlie “El Bicho” Workman, Mendy
Weiss y Jimmy la Fiera escuchaban sobriamente, el 23 de Octubre de 1935, mientras
Nariz de Banana les decía: “No le den oportunidades al Holandés. Masacren al hijo de
puta”. Los tres sujetos asintieron, impasibles; masacrar a alguien es desagradable, pero se
paga bien. En un golpe ordinario se puede ser preciso e incluso artístico, porque, después
de todo, lo único que importa es que el homenajeado en cuestión esté definitivamente
muerto al final. Masacrar, en el lenguaje de la profesión, no deja lugar para gustos o
delicadezas personales: lo importante es que haya mucho plomo, y que la víctima deje un
cadáver espectacularmente sangriento para los tabloides, como una notificación de que la
Hermandad se encuentra tensa y de mal humor, y que es mejor que todo el mundo cuide
su culo. A pesar de que no era obligatorio en un trabajo de masacre, era considerado un
signo de verdadero entusiasmo si el invitado de honor se llevaba consigo a un par de
transeúntes, para que todo el mundo comprendiera exactamente cuan nerviosa se sentía
la Hermandad. El Holandés se llevó a dos de ésos transeúntes. Y en un mundo diferente,
que todavía es éste mundo, Albert “El Profesor” Stern abre el periódico matutino del 23 de
Julio de 1934 y lee EL FBI BALEA A DILLINGER y piensa, melancólico Si yo pudiera
matar a alguien así
de importante, mi nombre nunca sería olvidado. Yendo más atrás, atrás en el tiempo, el 7 de Febrero de 1932, Vi
cent “Perro Loco” Coll mira a través de la puerta de una
cabina telefónica y ve un rostro familiar cruzando la calle desde la farmacia con una
ametralladora en la mano. “Maldito Holandés terco” grita, pero nadie lo escucha, porque la
Thompson ya estaba rociando sistemáticamente la cabina de arriba abajo, de derecha a
izquierda, de izquierda a derecha y de arriba abajo nuevamente para asegurarse … pero
giren el cuadro para el otro lado y esto es lo que emerge: el 10 de Noviembre de 1948, el
“Mejor Periódico del Mundo”, el Chicago Tribune, anuncia como presidente electo de los
Estados Unidos de América a Thomas Dewey, un hombre que, no solamente no fue electo,
si no que tampoco estaría vivo si Nariz de Banana Maldonado no hubiera dado esas
instrucciones específicas en lo concerniente al
Holandés a Charlie el Bicho, Mendy Weiss y Jimmy la Fiera)
Condujeron hasta el amanecer. El auto paró en un camino junto a una playa de arenas
blancas. Palmeras altas y delgadas se erguían negras contra un cielo turquesa. Esto
debe ser el Golfo de México, pensé. Pueden encadenarme y arrojarme al golfo, a
cientos de millas de Mad Dog, sin implicar al Sheriff Cartwright. No, ellos atacaron la
cárcel del Sheriff Jim. ¿O eso fue una alucinación? Iba a tener que mantener más de
un ojo en la realidad. Era un nuevo día e iba a tener que ver y mantener los objetos
sólidos y bien definidos a la luz del sol.
Estaba tieso, adolorido y cansado por toda una noche de viaje. El único descanso
que tuve fueron unas cabezadas intermitentes en las que ojos ciclópeos de rubí me
miraban y despertaba aterrorizado. Mavis, la mujer de la ametralladora, me abrazó
varias veces cuando gritaba. Susurraba consolándome, y una vez, sus labios
suaves, frescos y dulces, rozaron mi oreja.
A la vera de la playa, Mavis me indicó que bajara del auto. El sol estaba tan caliente
como la sotana de un obispo que finalizaba su sermón sobre la malevolencia de la
pornografía. Ella bajó detrás de mí y cerró la puerta con un golpe.
“¿Qué es lo que esperaremos?” pregunté. En ese momento, el conductor encendió el motor. El auto giró
en una amplia vuelta en U. En un minuto, desaparecía por una curva
de la carretera del Golfo. Quedamos solos, bajo el sol ascendente y
sobre el asfalto cubierto de arena.
Mavis me indicó que bajara con ella hasta la playa. Un poco más adelante,
pero alejada del agua, había una cabañita pintada de blanco. Un pájaro
carpintero descendió en su techo cansinamente, como si hubiera hecho más
vuelos que Yossarian, y no intentó alzarse nuevamente.
“No seas tarado, George. Echamos abajo la cárcel de ése bastardo comunista”
“¿No conoces a tu Trotsky? „Peor es mejor‟ Escorias como Cartwright están tratando
de desacreditar a los EEUU y hacerlo pasto para una avanzada de la izquierda”
“Un radical no es otra cosa que un liberal bocazas. Y un radical militante no es otra cosa
que un liberal bocazas con la ropa del Che. Las bolas. Nosotros somos los verdaderos
radicales, George. Hacemos cosas, como lo de anoche. Exceptuando a los de
Weathermen y Morituri, lo único que han hecho tus militantes radicales es recortar
cuidadosamente el diagrama de un cóctel molotov publicado en The New York Review, pegarlo en la
puerta del baño y masturbarse mirándolo. Sin ofender”. El pájaro
carpintero giró su cabeza y nos observó con sospecha, como un viejo paranoico.
“Yo creo que el gobierno que mejor gobierna, es el que gobierna menos. O,
preferiblemente, que no gobierna para nada. Y creo en el laissez faire del sistema
económico capitalista”.
“¿Quién?”
“Hagbard Celine”
“¿Quién es Juan Pérez?” dijo Mavis. Debí haberlo imaginado, pensé, una
adicta al “adivina”. Ella continuó “me llevaría todo un libro responder a
esa pregunta. Ya conocerás a Hagbard. Por ahora, te bastará saber que
es el hombre que nos pidió que te rescatásemos”.
“Sí que me gustas. Esa mancha en tu pantalón me trae caliente desde Mad Dog.
También la excitación del ataque. Tengo que liberar algunas tensiones. Preferiría guardarme para un
hombre que cuadre completamente con mis criterios y mi sistema de
valores. Pero me calentaría muchísimo esperándolo. Sin lamentos y sin
culpas, entonces. Tú estás bien. Servirás”.
“¿Qué tiene que ver tu patético círculo de relaciones con el precio del oro? Dudo que
hayas conocido alguna vez a una creyente del verdadero laissez faire del sistema
capitalista. Dicha mujer no sería atrapada por tu círculo de liberales-izquierdistas”. Me
tomó de la mano y me condujo adentro de la cabaña. Se sacó el sobretodo y lo extendió
cuidadosamente en el piso. Vestía un suéter negro y jean azul, ambos ajustados. Se quitó
el suéter. No llevaba sostén, y sus pechos eran cónicos, en punta, del tamaño de dos
manzanas. En medio de ellos tenía una especie de mancha de nacimiento rojiza.
“Tu tipo de mujer capitalista es una Nixonette del ‟72, y cree en esa economía
tonta, mezcla de socialismo corporativo y fascismo bastardo con que Frank
Roosevelt bendijo a los EEUU”. Desabrochó el ancho cinturón negro, abrió la
cremallera de sus jeans y se los quitó. Sentí que la erección abultaba mis
pantalones. “Las mujeres Libertarias cogen bien porque saben lo que quieren, y
lo que quieren les gusta mucho”. Al sacarse los jeans reveló una bombacha
hecha de un extraño material sintético dorado de aspecto metálico.
¿Cómo puedo ver y mantener los objetos sólidos y bien definidos a la luz
del sol, cuando pasa esto? “¿Realmente quieres coger ahora, en esta
playa pública y a plena luz del día?” El pájaro carpintero comenzó a
trabajar encima de nuestras cabezas, golpeando como un baterista de
rock, y recordé súbitamente algo de la escuela secundaria:
“George: eres demasiado serio ¿No sabes jugar? ¿Nunca pensaste que tal vez la vida es
un juego? No hay diferencias entre la vida y un juego ¿Sabes? Cuando te entretienes - por
ejemplo - con un juguete, no existe ganar y perder. La vida es un juguete, George, yo soy
un juguete. Piensa en mí como una muñeca. En vez de clavarme agujas, puedes clavarme
tu cosa. Soy una muñeca mágica, como una muñeca vudú. Una muñeca es una obra de
arte. El arte es magia. Haces una imagen de lo que quieres poseer, para poder disfrutarlo.
Haces un modelo, para tenerlo bajo control ¿Comprendes? ¿No quieres poseerme?
Puedes hacerlo, pero sólo por un momento”.
“Siempre hablo así cuando estoy caliente. En esos momentos estoy más abierta a las
vibraciones del espacio exterior. ¿Son reales los unicornios, George? ¿Quién creó a los
unicornios? ¿Un pensamiento sobre unicornios es un pensamiento real? ¿Qué
diferencia hay entre eso y la imagen mental de mi concha - la cual la cual aún
no has visto - que tienes ahora en tu cabeza? El hecho de que tú pienses en
cogerme y yo piense en cogerte, ¿Significa que vamos a coger? ¿Nos
sorprenderá el universo? La sabiduría es aburrida, la locura es diversión ¿Qué
significa para ti un caballo con un solo cuerno que sobresale de su cabeza?”
No era una mancha de nacimiento. Sentí como un baldazo de agua helada en la ingle.
Lo señalé. “¿Qué significa para ti un ojo rojo adentro de un triángulo rojo y blanco?”
“Tonterías. Eres un hombre sano. Pero ahora quiero darte algo sin que tú me
des nada” Se agachó frente a mí sobre su abrigo, con las rodillas bien
separadas, abrió mi bragueta, buscó con dedos rápidos, y sacó mi pene afuera.
Deslizó la boca a su alrededor. Era mi fantasía carcelaria volviéndose realidad.
“¿Qué haces?”
Retiró sus labios de mi pene, miré hacia abajo y vi que la cabeza estaba
brillante con saliva y que se hinchaba en latidos visibles.
Cuando acabé, no sentí que saliera mucha leche de mi pene; había salido mucha cuando
me toqueteé en la cárcel. Noté con placer que no la escupió. Sonrió y se la tragó.
De repente, Mavis estiró las piernas y se recostó sobre su espalda “¡George! no puedo dar
sin recibir. Por favor, rápido, mientras todavía la tengas dura, ven aquí y métemela”.
“No” dije “No me gustan las chicas que primero te sopapean, y al siguiente minuto están calientes conti o. No cuadran
con mis criterios y mi sistema de valores. Creo que
están locas” Cuidadosa y deliberadamente guardé a mi amigo
nuevamente en el pantalón y me alejé de ella. De cualquier manera mi
amigo estaba cansado, como el pájaro de la rima.
“No eres tan tarado después de todo, cabrón” dijo, con los dientes apretados. Su mano se
movía rápidamente entre sus piernas. En un momento, arqueó la espalda, cerró los ojos
fuertemente y emitió un gritito como el de un pichón de gaviota en su primer vuelo,
un sonido extrañamente virginal.
Un sonido zumbante llegó a través del agua. Luego de unos minutos, distinguí una
pequeña lancha negra a motor que venía hacia nosotros. Observamos en silencio mientras
la proa encallaba en la playa blanca. Mavis me llamó con un gesto y la seguí a través los
médanos hasta la orilla. Había un hombre de polera negra sentado en la popa del bote.
Mavis subió a la proa y giró hacia mí, mirándome inquisitivamente. El pájaro
carpintero sintió malas vibraciones y se alzó en vuelo con un aleteo y un
graznido como una advertencia de Perdición.
¿En que carajo me he metido, y por qué estoy tan loco como para
continuar? Traté de ver que era aquello de donde había salido el bote, pero
el sol brillaba sobre el metal dorado encegueciéndome, y no pude distinguir
ninguna forma. Miré nuevamente hacia la lancha y vi que había un objeto
circular y dorado pintado en la proa, y que también había un banderín negro
en la popa, con el mismo objeto en el centro. Señalé el emblema.
“¿Qué es eso?”
La gente que escoge una manzana dorada por símbolo no puede ser del todo
mala. Salté dentro del bote y el piloto utilizó un remo para empujarnos. Zumbamos
sobre las tranquilas aguas del Golfo hacia el objeto dorado en el horizonte.
Todavía enceguecía reflejando el sol, pero ahora podía distinguir una silueta baja
con una pequeña torre en el centro, como una caja de cerillas sobre un palo de
escoba. Luego me di cuenta de que había calculado mal las distancias. El barco, o
lo que fuese, estaba mucho más lejos de lo que creí al principio.
La torre de mando medía aproximadamente tres pisos de alto. A medida que nos
acercábamos a un costado, vi a un hombre en la torre que nos saludaba con la mano.
Mavis devolvió el saludo. Yo saludé con poco entusiasmo, suponiendo de alguna manera
que eso era lo que debía hacer. Todavía estaba pensando en el tatuaje masónico.
“Tú vas por ahí” dijo “Te veo luego, tal vez”.
Nos dimos la mano; su apretón era como el de King Kong “Bienvenido a bordo del Lief
Erikson , llamado así en honor al primer europeo en llegar a América desde el Atlántico, que me
perdonen mis ancestros italianos. Afortunadamente, también tengo antepasados
vikingos. Mi madre es noruega. Como verás, el cabello rubio, los ojos azules y la
piel clara son todos recesivos. Mi padre siciliano arrolló a los genes de mi madre”.
“Es mi creación, fue construido de acuerdo a mis diseños en un fiordo noruego. Esto es lo
que la mente libre puede hacer. Soy el Leonardo del siglo XX, excepto que no soy gay. Lo
intenté, por supuesto, pero me interesan más las mujeres. El mundo nunca ha oído hablar
de Hagbard Celine. Porque el mundo es estúpido y Celine es inteligente. El submarino es
invisible al radar y al sonar. Es superior a lo mejor que tanto americanos
como rusos puedan tener, incluso en sus tableros de diseño. Puede ir a cualquier
profundidad en cualquier océano. Hemos auscultado la Falla Atlántica, el Abismo de
Mindanao y otras pocas cavidades más en el fondo del océano que nadie había
percibido o nombrado antes. El Lief Erikson tiene capacidad para hacer frente a los
más grandes, feroces e inteligentes monstruos de las profundidades, de los cuales
hemos encontrado más que suficientes. Incluso lo arriesgaría a combatir con el
mismísimo Leviatán, aunque estoy contento de haberlo visto solamente desde lejos”.
“Estoy hablando de la aventura, George. Estoy hablando de ver cosas y estar con
gente que realmente liberará tu mente - no de reemplazar el liberalismo por marxismo
para escandalizar a tus padres -. Estoy hablando de salir del plano manoseado en el
que vives, y emprender un viaje con Hagbard hacia el universo trascendental. ¿Sabías
que en la Atlántida sumergida hay una estructura piramidal construida por antiguos
sacerdotes, cubierta por una sustancia cerámica que resistió treinta mil años de
sepulcro oceánico y que todavía es limpia y blanca como el marfil pulido - excepto por
un mosaico rojo gigantesco con un ojo en la cúspide?”
“Me es difícil creer que la Atlántida haya existido” dije. “De hecho” - sacudí mi cabeza
furiosamente - “me está obligando a que la acepte como algo real. La cuestión es que
simplemente no creo que la Atlántida haya existido. Esto es pura mierda”.
“La Atlántida es nuestra próxima parada, amigo. ¿Confías en la evidencia de tus propios
sentidos? Eso espero, porque verás la Atlántida y su pirámide, como te dije. Esos
bastardos, los Illuminati, están tratando de obtener oro saqueando un templo atlante para
continuar con sus conspiraciones. Y Hagbard frustrará su robo, robándolo antes que ellos.
Porque combato a los Illuminati cada vez que tengo la oportunidad. Y porque soy un
arqueólogo amateur. ¿Te unirás a nosotros? Eres libre de irte ahora si lo deseas. Te dejaré
en la costa e incluso te daré dinero para que regreses a New York”.
Meneé la cabeza “Soy escritor. Escribo ar tículos en revistas para vivir. Aunque el
noventa por ciento de lo que Ud. dice sean mentiras, patrañas o incluso la puesta en
escena más elaborada desde Nixon, ésta es la mejor historia con la que me
he cruzado. Un loco con un gigantesco submarino dorado, cuyos seguidores
incluyen guerrilleras hermosas que destruyen cárceles y sacan prisioneros.
No, no me voy. Usted es un pez muy grande como para dejarlo escapar”.
Hagbard Celine palmeó mi hombro “Buen muchacho. Tienes coraje e iniciativa. Confías
solamente en lo que evidencian tus ojos, y no en lo que otros te dicen. Tenía razón
contigo. Ven, bajemos a mi camarote”. Tocó un botón, entramos al ascensor dorado y
bajamos rápidamente, hasta un pasaje abovedado de unos dos metros y medio de altura,
cerrado por un portal de rejas plateadas. Celine presionó un mando y ambas puertas, la
del ascensor y la exterior, se deslizaron. Entramos a una sala alfombrada, al fondo de la
cual había una bella mujer negra sentada debajo de un emblema complejo compuesto por
anclas, conchas marinas, mascarones de proa vikingos, leones, sogas, pulpos,
relámpagos y, ocupando la posición central, una manzana dorada.
Celine me condujo a través de un largo corredor “Descubrirás que éste submarino está
decorado opulentamente. No tengo la necesidad de vivir en ambientes ascéticos como
esos masoquistas llamados oficiales navales. Nada de simplicidad espartana para mí.
Esto es más como un trasatlántico, o como un formidable hotel europeo de la era
eduardiana. Espera a ver mi suite. Tu camarote también te agradará. Para
autocomplacerme, construí esta cosa a gran escala. Nada de arquitectos navales
quisquillosos ni contadores parsimoniosos en mis negocios. Yo creo que debes gastar
dinero para hacer dinero, y que debes gastar el dinero que hiciste para
disfrutar del dinero. Además, debo vivir en esta maldita cosa”.
“¿Y cuales son precisamente sus negocios, Sr. Celine?” pregunté “¿O
debo llamarlo Capitán Celine?”
“Ciertamente no debes. Nada de esa mierda de jerarquías de mando para mí. Soy
Hagbard Celine, el Hombre Libre, pero el „Señor‟ convencional está bien. Aunque
prefiero que me llames por mi primer nombre. Que rayos, llámame como quieras. Y si
no me gusta, te rompo la nariz. De haber más narices sangrantes, habría menos
guerras. Lo mío es el contrabando, mayormente. Con una pizca de piratería, lo
suficiente como para mantenernos. Pero solamente en perjuicio de los Illuminati y sus
crédulos comunistas. Nuestra meta es demostrar que ningún estado tiene derecho a
regular el comercio en forma alguna. Eso va en contra de los hombres libres. Toda mi
tripulación es voluntaria. Contamos con marineros liberados que han estado en navíos
de América, Rusia y China. Excelentes muchachos. Los gobiernos del mundo nunca
nos atraparán, porque los hombres libres siempre son más astutos que los esclavos, y
cualquier hombre que trabaja para un gobierno es un esclavo”.
Celine retrocedió como si yo le hubiera hecho oler algo podrido. “¿Objetivistas?”, pronunció
la palabra como si le hubiese acusado de ser un pedófilo. “Somos anarquistas y proscritos,
carajo. ¿No has comprendido? No tenemos nada que ver con la derecha, la izquierda o
cualquier otra estúpida categoría política. Si trabajas dentro del sistema, te decantas por
una u otra de las facciones ya implícitas en ese sistema desde un principio. Hablas como
un siervo medieval, preguntándole al primer agnóstico si adora a Dios o al Diablo. Estamos
fuera de las categorías del sistema. Nunca comprenderás nuestro juego si sigues
pensando con esa imaginería del mundo bidimensional de derecha e izquierda, bien y mal
y arriba y abajo. Si necesitas etiquetarnos en un grupo, somos políticamente No-
Euclidianos. Pero ni siquiera eso es cierto. Húndanme si alguien en este tubo
concuerda con algún otro sobre cualquier cosa, excepto por aquello que el tipo con
cuernos le dijo al viejo en las nubes: Non serviam”.
Abrió una puerta de roble y entré a una sala de estar decorada bellamente con teca y
palisandro escandinavos, tapizada con colores brillantes y sólidos. No había exagerado
con respecto a la escala: uno podría haber estacionado un autobús Greyhound en medio
de la alfombra y aún así el cuarto no hubiera parecido abarrotado. En la pared, sobre un
sofá anaranjado, colgaba un óleo enorme en un marco dorado y trabajado de,
fácilmente, treinta centímetros de ancho en todos los lados. La pintura era esencialmente
una caricatura. Mostraba a un hombre en túnica, con barba y cabellos largos y blancos,
parado en la cima de una montaña, mirando estupefacto hacia una pared
de roca negra. Sobre su cabeza, una mano feroz trazaba letras de fuego
con el índice sobre la piedra. Las palabras que escribía eran:
Mientras comenzaba a reír, sentí a través de las plantas de mis pies que
un motor titánico empezaba a latir.
En Mad Dog, Jim Cartwright hablaba por teléfono con un dispositivo codificador
para evadir escuchas “Dejamos que la gente de Celine se llevara a Dorn de
acuerdo al plan, y, Harry Coin está, eh, ya no está entre nosotros”
“Bien” dijo Atlanta Hope “Los Cuatro están yendo a Ingolstadt. Todo va OK”. Colgó
y volvió a llamar, esta vez a Western Union, “Quiero enviar un telegrama común,
con las mismas palabras, a veintitrés direcciones diferentes” dijo secamente. “El
mensaje es: „Publiquen el anuncio mañana en los diarios‟ firma „Atlanta Hope‟”.
Luego dictó las veintitrés direcciones, todas ubicadas en importantes ciudades de
los EEUU, de cada uno de los cuarteles generales de Los Relámpagos de Dios. (Al
día siguiente, 25 de Abril, los periódicos de dichas ciudades publicaron un texto
oscuro en la columna de avisos personales; decía: “En agradecimiento a San Judá
por los favores recibidos. A. W.” La trama, por consiguiente, se condensó).
Luego me recosté y pensé en Harry Coin. Alguna vez imaginé que podría lograrlo con
él: había algo tan repulsivo, tan cruel, tan salvaje y tan sicopático en él… pero, por
supuesto, no funcionó. Lo mismo que con cualquier otro hombre. Nada. “Golpéame” le
grité. “Muérdeme, lastímame. Haz algo”. Él hizo de todo, como el peor sádico del
mundo, pero fue lo mismo que si hubiese sido el profesor de inglés de Antioch más
gentil y poético. Nada. Nada, nada, nada.
… con quien casi lo logro fue con aquel extraño banquero de Boston, Drake. Qué escena.
Yo había ido a su oficina buscando contribuciones para los Relámpagos de Dios. Era un
viejo pájaro carroñero de cabello blanco, entre los sesenta y pico y los setenta: típico de
nuestros miembros más ricos, pensé. Comencé con el parloteo usual: comunismo,
sexismo, obscenidad, pero todo el tiempo sus ojos fueron fríos y duros como los de una
víbora. Finalmente me di cuenta de que él no creía una palabra de todo aquello, así que
comencé a detenerme, entonces sacó su chequera, escribió en ella y me la alcanzó para
que yo pudiera ver la suma. Veinte mil dólares. No supe qué decir, y
comencé algo sobre cómo todos los verdaderos americanos iban a apreciar éste gran
gesto etc., y él dijo “Patrañas. No eres rica, pero eres famosa. Quiero sumarte a mi
colección. ¿Trato hecho?” El bastardo más frío que he conocido, incluso Harry Coin era
humano en comparación, y aunque sus ojos eran de un azul claro, eran tan atemorizantes
que no podía creerlo, un verdadero loco de manera perfectamente cuerda, ni siquiera un
psicópata, si no algo para lo que aún no tienen un nombre; todo esto me hizo clic, la
humillación de prostituirme, la ferocidad predatoria de su rostro, más los veinte mil. Asentí.
Me llevó a una suite privada fuera de su oficina, tocó un botón y las luces se atenuaron,
otro botón y descendió una pantalla de proyector, un tercer botón y estábamos viendo una
película pornográfica. No se acercó a mí, sólo me miraba y yo intentaba excitarme
preguntándome si la actriz realmente lo sentía o lo fingía, luego comenzó otro film, esta
vez eran cuatro en diferentes cambios y combinaciones sexuales, él me llevó al sofá, cada
vez que abría mis ojos podía ver la película a sus espaldas, y era lo mismo, lo mismo,
luego metió su cosa adentro mío, nada, nada, nada, seguí mirando a los actores tratando
de sentir algo, y entonces, mientras él acababa, susurró en mi oído “Heute die Welt,
Morgens das Sonnensystem”. Esa fue la única vez que casi lo logro. El profundo terror
de que ése maniático supiera…
Mas tarde traté de indagar sobre él, pero ningún superior de la Orden dijo una palabra, y
los de rango inferior no sabían nada. Aunque finalmente lo averigüé: él era muy grande en el Sindicato, tal
vez el jefe. Así es como descubrí que el viejo rumor era verdad, el
Sindicato también estaba siendo manejado por la Orden, como todo lo demás…
Pero aquel viejo frío y siniestro no volvió a decir nada más. Esperé mientras nos
vestíamos, mientras me daba el cheque y mientras me acompañaba hasta la puerta, pero
hasta su rostro parecía negar haberlo dicho, o saber lo que aquello significaba. Cuando me
abrió la puerta, puso un brazo en mis hombros y habló como para que su secretaria
pudiera oírlo “Espero que su trabajo apresure la llegada del día en que América retorne
a la pureza” Aunque no había burla en sus ojos y su voz sonaba completamente sincera,
me había leído hasta el tuétano, sabía que yo estaba fingiendo, y adivinó que solamente
el terror podía destrabar mis reflejos: tal vez incluso sabía que yo ya había probado con el
sadismo físico y que no había funcionado. Afuera en Wall Street, entre la multitud, vi un
hombre con una máscara de gas - todavía eran raras aquel año - y sentí que el mundo
entero estaba moviéndose a una velocidad que yo no podía comprender, y que la Orden
no estaba diciéndome ni un poco de todo lo que yo necesitaba saber.
A menos que los Cinco realmente tengan los poderes que afirman tener; pero no
soy tan crédula como para tragarme ese bulo. Es un poco de hipnotismo y algo de
vieja y llana prestidigitación, pero nada de eso es verdaderamente sobrenatural.
Nadie ha vuelto a venderme un cuento de hadas desde que mi tío me penetró
cuando yo tenía doce años, con su cháchara de que eso iba a parar la sangre. Si
mis padres me hubieran dicho la verdad sobre la menstruación con antelación…
Suficiente de eso. Hay trabajo qué hacer. Toco un timbre en mi escritorio y mi secretario, el
Sr. Mortimer, entra en el cuarto. Como supuse, eran pasadas las nueve y él había estado
ahí afuera en el área de recepción arreglándose y preocupándose por mi
mal humor durante Dios sabe cuanto tiempo, mientras yo soñaba despierta. Estudié mi libreta de reportes
mientras él esperaba aprensivo. Finalmente, lo miré y dije “Siéntate”.
Se hundió en la silla de dictado, poniendo su cabeza justo debajo de la punta
del relámpago de la pared - un efecto que siempre disfruté - y abrió su libreta.
“Llama a Zev Hirsch en New York” dije, mirando su lápiz volar para no rezagarse con mis
palabras. “El Frente de Liberación de los Fetichistas del Pié está haciendo una
manifestación. Dile que los hagan pedazos. No estaré satisfecha hasta que una docena
de esos pervertidos terminen en el hospital y no me importa cuanta de nuestra gente sea
arrestada por hacerlo. El fondo para fianzas está disponible, si es que lo necesitan. Si
Zev tiene alguna objeción, yo hablaré con él, de lo contrario encárgate tú. Luego,
“Desde el oeste llegan los cascos atronadores del gran caballo, Onán”
Hagbard rió “¡El llanero solitario cabalga otra vez!”
“Hay muchos tipos de frigidez” dijo Hagbard. “Concuerda, créeme. Ella se unió a la
Liberación Femenina a la misma edad que George se unió a Weathermen, y ambos se
abrieron a los pocos meses. Y te sorprenderías de lo similares que fueron sus madres,
o cuanto los irritó el éxito de sus hermanos mayores en sus respectivas carreras”.
En Chateau Thierry, en 1918, Robert Putney Drake miró los cuerpos muertos
alrededor, supo que él era el último hombre vivo del pelotón y escuchó que los
alemanes comenzaban a avanzar. Sintió una humedad fría en los muslos antes
de darse cuenta de que estaba orinándose en los pantalones; un proyectil
explotó cerca de él y sollozó “O Dios, por favor, Jesús. No dejes que me maten.
Tengo miedo de morir. Por favor, Jesús, Jesús, Jesús…”
El Sabio Púrpura maldijo y se puso tremendamente furioso y gritó a viva voz: Que
una maldición caiga sobre los Illuminati de Baviera; que su semilla no eche raíz.
Que sus manos tiemblen, sus ojos se nublen y que sus espinazos se
curven, si, mucho, como la joroba de los caracoles; que los orificios
vaginales de sus mujeres se obstruyan con paños Brillo.
Y diciendo esto, y haciendo muecas y gimiendo, el Sabio Púrpura dejó el mundo de hombres y
mujeres y se retiró al desierto, desesperado y quejoso.
Pero el Alto Capellán rió, y dijo a los fieles Erisianos: Nuestro hermano se atormenta a
sí mismo sin causa, porque incluso los malignos Illuminati son peones inconcientes del
Divino Plan de Nuestra Señora.
Hay una ruta que va derecho hacia el este desde Dayton, Ohio, hasta New Lebanon y
Brookville; a un costado de esa ruta hay una pequeña granja en la que vive un hombre
excelente llamado James V. Riley, sargento de la fuerza policial de Dayton. Más allá de
que todavía lamenta la muerte de su esposa hace dos años, en el ‟67, y de que se
preocupa por su hijo, quien parece tener algún negocio turbio que implica viajes
“¿Es usted el mismo James Riley que estaba en la Fuerza de Mooresville, Indiana,
cuando Dillinger fue arrestado por primera vez, en 1924?” comenzó el reportero.
“Si, y él era un sujeto joven y astuto. No concuerdo con esa gente que ha escrito libros
sobre él diciendo que la larga sentencia que obtuvo por entonces fue lo que lo amargó y lo
volvió malo. Él obtuvo ésa sentencia porque fue arrogante con el juez. Ni un signo de
arrepentimiento o remordimiento, sólo chistes y una sonrisa de sabelotodo en la boca.
Una manzana podrida desde el comienzo. Y siempre a mil. Apurado para llegar Dios
sabe adonde. A veces la gente solía bromear diciendo que había dos Dillingers, de lo
rápido que era. Con prisa hasta para su propio funeral. Nunca hay sentencias demasiado
largas para sujetos como esos, si quiere mi opinión. Hay que aplacarlos un poco”.
“¡Santo Cielo! ¿Usted espera que yo recuerde eso después de tantos años?”
El reportero secó su frente con un pañuelo - parecía estar muy nervioso - . “Mire
sargento, algunos psicólogos dicen que realmente nunca olvidamos nada; todo está
guardado en algún lugar adentro de nuestro cerebro. Ahora, trate de imaginar a John Dillinger tal como lo
recuerda, con la sonrisa de sabelotodo que usted dijo; ¿Puede
enfocar esa imagen? ¿De qué lado le falta un diente?”
“¿Por qué debería yo hablar con alguno de ellos, con las cosas terribles
que dicen de la iglesia?”
El reportero se lanzó “Todos los libros sobre Dillinger dicen que la víctima de ese
primer intento de robo, el tendero B. F. Morgan, pidió ayuda haciendo la
señal masónica de angustia ¿La conoce?”.
El Servicio de Ingresos Internos sabe lo siguiente sobre Robert Putney Drake: durante el pasado año fiscal, r
caudó $ 23.000.005 en intereses y bonos de varias
corporaciones de defensa, $ 17.000.523 de los tres bancos que controla, y $ 5.807.400 de
participaciones en bienes raíces. Lo que no saben es que también guardó (en Suiza) más
de $ 100.000.000 de la prostitución, un monto igual de la heroína y las apuestas y
$ 2.500.000 de la pornografía. Por otro lado, tampoco saben sobre ciertos gastos en
negocios legítimos que él no se molestó en declarar, los cuales incluyen más de $
5.000.000 en sobornos para varios legisladores, jueces y oficiales de la policía de los 50
estados, en orden de mantener las leyes que hacen que los vicios del hombre sean tan
rentables para él, y $ 50.000 a los Caballeros de la Cristiandad Unida en la Fe, como un
esfuerzo final para evitar la legalización total de la pornografía y el colapso
“En parte es chino” dijo Saúl pensativo. “El esquema básico - dos comas
que se complementan, una apuntando hacia arriba y la otra hacia abajo -,
significa la igualdad de los opuestos”.
“Muy interesante” dijo Muldoon “¿Y eso explica lo que Joseph Malik
sabía sobre el asesinato de los Kennedys y sobre este grupo Illuminati, y
por qué hicieron volar su oficina? ¿O adónde está?”
“Bueno, no” dijo Saúl “pero es bueno encontrar algo que pueda reconocer
en este caso. Ojala también supiera lo que significa el pentágono…”
28/7
J. M.:
El siguiente gráfico apareció en el East Village Other el 11 de Junio de 1969, con el título
“Estructura actual de la conspiración de los Illuminati Bávaros y la Ley de los Cincos”
Pat
“Esto tiene que ser un engaño de esos malditos hippies, o yippies” dijo
Muldoon luego de una larga pausa. Pero sonó inseguro.
“Parte de esto lo es” dijo Saúl reflexivamente, guardando ciertos pensamientos para sí
mismo “Típica psicología hippie: una mezcla de verdad y fantasía para volar los
fusibles del orden establecido. La sección de los Ancianos de Zion es sólo una parodia
deaestalaideologíaalturami nrabízi. meSi realmenthabríadejadohubieraentraruna.Contribuyoconspiraciónbastantejudía paracon lamanejarschuleel” mundo
“Pero esta parte es casi viable” dijo Saúl, señalando la Esfera del Desenlace10[1] “el
Aga Khan es el líder de la secta islámica Ismaelita, y la secta fue fundada por Hassan i
Sabbah, „el viejo de la montaña‟ que lideró a los hashishims en el siglo XI. Se cree que
(El Agente indio de la Reserva Menominee en Wisconsin sabe que desde que Billie
Freschette retornó allí, hasta su muerte en 1968, recibió misteriosos cheques mensuales
desde Suiza. Él cree conocer la explicación; a pesar de las historias que lo desmienten,
Billie ayudó a traicionar a Dillinger y aquel era su pago. Él está convencido. Y tambien
está equivocado).
vueltas alrededor del árbol) George Dorn mira el rostro de un cadáver: es su propia cara.
“En Wyoming, luego de una clase de educación sexual en una escuela secundaria, la
maestra fue violada por diecisiete chicos. Luego declaró que nunca volvería a enseñar
sexo en las escuelas”. Asegurándose de estar solo en la sal a de Meditación del edificio de
la ONU, el hombre conocido como Frank Sullivan mueve rápidamente el podio
negro a un costado y desciende por la escalera secreta hasta el túnel. Va pensando,
extrañado, en que nadie repara que la forma del salón es la misma de la pirámide trunca
en los billetes de un dólar, ni en lo que ello significa. “En Wilmette, Illinois,
un niño de ocho años volvió a casa luego de una clase de entrenamiento
sensitivo e intentó tener relaciones con su hermanita de cuatro años”
Simon dejó los pentágonos y comenzó a garabatear pirámides.
eso a ti?”
“¿Tenemos una alianza con ellos?” preguntó Simon.
“Los JAMs no pueden hacerlo solos. Si, tenemos una alianza que durará mientras
beneficie a ambas partes. John - el Sr. Sullivan - en persona la autorizó”.
“El LDD” el Padre Pederastia se permitió sonreír “A los miembros nuevos les dicen que es
por „Legión de la Discordia Dinámica‟. Luego su líder, el canalla más loco y lindo
que hay, llamado Celine, a menudo les dice que realmente es por „Loquitos Dementes
“Conduce a las mismas metas que el nuestro - más o menos - pero por un sendero
algo más salvaje e impreciso”.
“De derecha” dijo el sacerdote “Todos los sistemas absurdistas son de derecha.
Bueno, casi todos. Ellos no invocan a tu-ya-sabes-Quién bajo ninguna
circunstancia. Ellos se confían a Discordia… ¿Recuerdas tus mitos romanos?”
“Lo suficiente como para saber que Discordia es el equivalente latino de Eris. ¿Entonces
son una parte del Frente de Liberación Erisiana?” Simon comenzó a desear haber estado
drogado; estas conversaciones conspirativas siempre tenían más sentido cuando estaba
algo fumado. Se preguntó cómo hacía la gente como el Presidente de los EEUU o el
Director del Consejo para aguantar semejantes juegos intrincados sin estar fumados.
¿O tomaban suficientes tranquilizantes como para producir el mismo efecto?
“No” dijo el sacerdote secamente. “Nunca cometas ese error. El FLE es un grupo mucho
más, mmh, esotérico que el LDD. Celine está del lado activista, como nosotros. Algunas de
sus jugarretas hacen que los Morituri y los Relámpagos de Dios se vean como monjes
trapistas en comparación. No, el FLE nunca entrará en el viaje del Sr. Celine”.
“Dije,” suspiró el Padre Pederastia, “que nunca estaremos seguros de quién está de nuestro lado.
Incertidumbre es el nombre del juego”.
28/7
J. M.:
Pon a prueba tu credulidad sobre el origen del símbolo del ojo en la pirámide con este
fragmento de Platos Voladores en la Biblia de Virginia Brasington (Saucerian Books, 1963,
página 43):
El Congreso Continental había encargado el diseño de un sello para los Estados Unidos de
América a Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y John
Adams… ninguno de los bocetos que crearon ni los que les habían enviado eran apropiados…
Más tarde esa noche, luego de haber trabajado todo el día en el proyecto, Jefferson salió al
fresco aire nocturno del jardín para despejar su mente. A los pocos minutos entró corriendo a la
sala gritando lleno de júbilo: “¡Lo tengo! ¡lo tengo!” En efecto, llevaba unos planos en las
manos. Los planos mostraban el Gran Sello tal cual lo conocemos hoy en día.
Cuando pasó la excitación, los tres fueron al jardín para encontrarse con el extraño, pero éste
se había ido. Por lo tanto, ¡ni los Padres
Fundadores sabían quien diseñó realmente el gran sello de los Estados Unidos!
Pat
29/7
J. M.:
Lo último que encontré sobre el ojo y la pirámide fue en un periódico underground de San
Francisco (Planet, San Francisco, Julio de 1969, Vol. 1, Núm. 4) donde se sugiere como
símbolo del partido político de
Timothy Leary cuando se postuló como gobernador para California:
El emblema era el diseño tentativo del partido para los prendedores de la campaña. Un
bromista propuso que cada partidario recortara el círculo del dorso del billete y enviara el resto
del dólar al gobernador Leary para que empapelara su oficina con ellos. Luego, cada uno debía
pegar el emblema en su puerta de calle para expresar su membresía al partido.
Ambas traducciones son incorrectas, por supuesto. Annuit Coeptis significa “Él bendice
nuestro comienzo” y Novus Ordo Seclorum
significa “nuevo orden de las eras” Bueno, Ok, la erudición nunca fue el punto fuerte de los
hippies. Pero - ¿Tim Leary un Illuminatus?
Y eso de pegar el Ojo en la puerta… - no puedo evitar pensar en los judíos marcando sus
entradas con sangre de cordero para que el Ángel de la Muerte evitara sus casas.
Pat.
3/8
J. M.:
Finalmente encontré el libro básico sobre los Illuminati: Pruebas de una Conspiración de John
Robison (Club de Libros Cristianos de América, Hawthorn, California, 1961; originalmente
publicado en 1801)
Robison era un masón inglés que descubrió a través de experiencias personales que las logias masónicas francesas - como el Gran
Oriente -
eran tapaderas de los Illuminati y que ellos fueron los mayores instigadores de la revolución
francesa. El libro es muy explícito sobre la forma en que Weishaupt trabajaba: cada logia
masónica infiltrada tenía varios niveles, como cualquier logia masónica ordinaria, pero a medida
que los candidatos avanzaban a través de los distintos grados les revelaban un poco más sobre
los verdaderos propósitos del movimiento. Los que estaban en lo más bajo simplemente creían
ser masones; los de los niveles medios sabían que estaban comprometidos en un gran
proyecto para cambiar al mundo, pero la naturaleza exacta del cambio les era explicada de
acuerdo a lo que sus líderes consideraban que estaban preparados para saber. Sólo los que
aún jadeando detrás del secreto, más contentos están cuanto menos ven.
Pat
Al pie de página había una nota en lápiz, garabateada con decidida mano masculina.
Decía: “Al principio fue la Palabra, y fue escrita por un babuino”.
5/8
J. M.:
La supervivencia de los Illuminati bávaros a través del siglo XIX y su entrada al siglo XX es el
tema de Revolución Mundial de Nesta Webster (Constable & Company, Londres, 1921) La
Sra. Webster sigue a Robison
bastante de cerca desde los días tempranos del movimiento hasta la revolución francesa, pero
luego se desvía y señala que los Illuminati
nunca intentaron crear una sociedad utópica anarco-comunista: esa era solamente otra de sus
máscaras. Su propósito real era una dictadura mundial, así que prontamente formaron una
alianza secreta con el gobierno prusiano. Los subsecuentes movimientos socialistas,
anarquistas y comunistas eran meros señuelos, argumenta ella, detrás de los cuales el Alto
Mando Alemán y los Illuminati complotaban para derrocar a otros gobiernos, así Alemania
podría subyugarlos (el libro fue escrito luego de que Inglaterra luchara contra Alemania en la
Primera Guerra Mundial). No veo la manera de reconciliar esto con la tesis de los Birchers, que
decía que los Illuminati eran una conspiración de los Becarios Rhodes para establecer el
dominio inglés
del mundo. Obviamente - como afirma Robison - los Illuminati dicen cosas diferentes a distintas
personas para meterlos en la intriga. Y
sobre sus vínculos con el comunismo moderno, aquí hay algunos pasajes de las páginas 234-
45:
Pero ahora que la (primera) Internacional había muerto, la reorganización se volvió necesaria
para las sociedades secretas, y es en ésta crisis que encontramos a esta “secta formidable”
surgiendo a la vida nuevamente - Los Illuminati Originales de Weishaupt… Lo que
definitivamente sabemos, es que la sociedad fue re-fundada en Dresden en 1880… Notamos
que fue modelada concientemente sobre su predecesora del siglo dieciocho gracias al hecho
de que su jefe, un tal Leopold Engel, fue el autor de un largo panegírico sobre Weishaupt y su
Orden titulado Geschichte des Illuminaten Ordens (publicado en 1906)…
…en Londres, una logia homónima… continuaba el rito de Memphis - fundada, según dicen,
por Cagliostro sobre modelos egipcios - e iniciaba adeptos a la francmasonería iluminista…
¿Fue una mera coincidencia que en Julio de 1889 un Congreso Socialista Internacional
decidiera que el 1 de Mayo, misma fecha en que Weishaupt fundó los Illuminati, fuera elegido
para la manifestación anual del Laborismo Internacional?
Pat
6/8
J. M.:
Todavía hay una versión más sobre el origen de los Illuminati, la del cabalista Eliphas Levi
(Historia de la Magia, de Eliphas Levi, Borden Publishing Company, Los Ángeles, 1963,
página 65). Él dice que hubo dos Zoroastros: uno verdadero que enseñaba magia blanca de la
“mano diestra” y uno falso que enseñaba magia negra de la “mano siniestra”.
Al falso Zoroastro deben atribuirse los cultos del fuego material y esa doctrina impía del
dualismo divino, la cual produjo en un período posterior la monstruosa Gnosis de Manes y los
principios falsos de la masonería espuria. Ese Zoroastro en cuestión fue el padre de la magia
materialista que condujo a la masacre de los Magos y llevó su
Levi no aclara esa última oración; de cualquier manera, es interesante que Nesta Webster (ver
memo 13) también haya trazado a los Illuminati hasta los Caballeros Templarios, donde Daraul
y la mayoría de las fuentes restantes los ubicaban en oriente con los Hashishims. ¿Me está
poniendo paranoica todo este asunto? Comienzo a tener la impresión de
que la evidencia no sólo fue escondida en libros oscuros, si no que también fue desordenada a
propósito para desalentar a los investigadores…
Pat
“La Orden de De Molay es una sociedad masónica para niños” comentó Saúl
amablemente, “no sé lo que son los Atus de Tahuti, pero suena a algo egipcio. Taro,
usualmente deletreado t- a-r-o-t, es el mazo de cartas que usan las adivinas gitanas - y la
palabra „gitano‟ quiere decir „de Egipto‟. Tora es la Ley en hebreo. Seguimos
volviendo a algo que tiene raíces en el misticismo judío y la magia egipcia…”
“Los Caballeros Templarios fueron expulsados de la Iglesia,” dijo Barney “por tratar de
combinar ideas cristianas y musulmanas. El año pasado, mi hermano - el jesuita -
explicó en una una charla que muchas ideas modernas son viejas herejías recocidas de la
edad media. Tuve que asistir por educación. Recuerdo que dijo algo más sobre los
Templarios. Fueron culpados de cometer lo que él llamó „actos sexuales contra
natura‟. En otras palabras, eran maricas. ¿Te diste cuenta de que todos estos grupos
relacionados a los Illuminati están formados solamente por hombres? Tal vez el gran
secreto que están escondiendo tan fanáticamente, es que son un vasto complot
homosexual mundial. Escuché que alguna gente del negocio del espectáculo se queja
de lo que llaman la „Interna homo‟, una organización homosexual que trata de
conseguir los mejores trabajos para otras mariquitas ¿Cómo suena eso?”.
“Suena factible” dijo Saúl irónicamente “Pero también suena factible decir que los
Illuminati son una conspiración judía, una conspiración católica, una conspiración
masónica, una conspiración comunista, una conspiración bancaria, y supongo que
eventualmente encontraremos evidencia que sugiera que son una confabulación
interplanetaria dirigida desde Marte o Venus. ¿No lo ves Barney? Cualquiera sea su
intención, ellos continúan creando máscaras, y todos esos grupos son chivos
expiatorios que serán culpados de ser los „verdaderos‟ Illuminati”. Meneó la cabeza
con espanto. “Son lo suficientemente listos como para saber que no pueden seguir
operando indefinidamente sin que alguien descubra algo fortuitamente, así que
teniendo esto en cuenta, arreglaron las cosas para que cualquier intruso se haga ideas
erróneas de todo tipo sobre su verdadera identidad”.
“Son perros” dijo Muldoon. “Perros inteligentes y parlantes de la estrella del perro,
Sirio. Vinieron aquí y se comieron a Malik. Como se comieron a ese tipo en
Kansas, salvo que esa vez no pudieron terminar el trabajo” retrocedió hasta el
memo 8 y leyó: “…con su garganta despedazada como por las garras de alguna
bestia enorme. No hubo reportes de animales desaparecidos en ninguno de los
zoológicos locales”. Sonrió “Dios, casi estoy dispuesto a creerlo”.
“Ése es el pentagrama, no el pentágono” Barney encendió un cigarrillo y añadió realmente nos está sacando d quicio,
¿No?”
NO
NO NOS MOVERÁN
Para Joseph Malik el comienzo había sido varios años atrás, en medio del gas
lacrimógeno, cánticos, garrotazos, y obscenidades provocadas por la inminente
postulación para presidente de un hombre llamado Hubert Horatio Humphrey. Comenzó
Estaba sentado junto a los Pastores Involucrados, debajo de la cruz que habían erigido.
Estaba pensando amargamente que deberían haber erigido una lápida en su lugar. Y ésta
debía decir: Aquí yace el Nuevo Pacto. Aquí yace la creencia de que todo lo malvado está
en el otro bando, entre los retrógrados y el Ku Kux Klan. Aquí yacen veinte años de
esperanzas, sueños, sudor y sangre de Joseph Wendall Malik. Aquí yace el Liberalismo
americano, golpeado hasta la muerte por los heroicos oficiales de la paz de Chicago.
“Ahí vienen” dijo súbitamente una voz cercana a él. Inmediatamente, los
Pastores Involucrados comenzaron a cantar “No nos moverán”.
“Si que nos moverán” dijo tranquilamente una voz sardónica y seca. “Cuando arrojen el
gas lacrimógeno nos moverán” Joe reconoció al que hablaba: era el novelista William
Burroughs con su usual cara de póker, declamando sin enojo, desdén, indignación,
esperanza, fe o cualquier otra emoción comprensible. Pero él estaba allí sentado,
haciendo su propia protesta contra Hubert Horatio Humphrey, poniendo el cuerpo
frente a la policía de Chicago, por razones que Joe no podía comprender.
¿Cómo puede tener coraje un hombre sin fe y sin creencias? se preguntó Joe. Burroughs
no creía en nada, y sin embargo allí estaba, tan terco como Lutero. Joe siempre había
tenido fe en algo - en el catolicismo romano hacía mucho tiempo, luego en el trostkismo en
la universidad, y durante casi dos décadas en el liberalismo convencional (el “Centro Vital”
de Arthur Schlesinger), y ahora, con la muerte de éste último, intentaba recuperar
desesperadamente la fe en medio de una multitud variopinta de yippies drogones
obsesionados con la astrología, maoístas negros, pacifistas duros de la vieja guardia y
chicos arrogantes y dogmáticos del ESD llegados a Chicago para protestar contra una
elección falseada, y para ser golpeados y maltratados inexplicablemente por ello.
La bondad natural del hombre… Joe nunca había creído plenamente en eso desde
que Buchenwald fue revelado al mundo en 1944 cuando él tenía diecisiete años.
“Salve Discordia” dijo una voz entre los pastores - un joven barbudo
llamado Simon, quien había estado discutiendo a favor del anarquismo
con unos maoístas del ESD temprano en la tarde.
Y esa fue la última frase que Joe Malik recordó con claridad, porque de allí en adelante
todo fue gas, garrotazos, gritos y sangre. En ese momento no pudo adivinar que
escuchar esa frase fue la cosa más importante que le sucedió allí en el Lincoln Park.
(Harry Coin enrosca su largo cuerpo en un nudo de tensión, descansando sobre sus
codos y apuntando cuidadosamente el rifle Remington mientras la caravana de autos
pasa por la Biblioteca subiendo hacia el paso triple. Podía ver a Bernard Barker de la
CIA en el Grassy Knoll. Le habían prometido más trabajos si éste salía bien; para él
sería el fin de los crímenes insignificantes y el comienzo del dinero en grande. En
cierta manera sentía lástima: Kennedy le parecía un muchacho joven y apuesto - a
Harry le hubiera gustado hacer un trío con él y con el bombón de su esposa -, pero el
dinero manda y los sentimientos son para los tontos. Quitó el seguro ignorando el
súbito ladrido de un perro y apuntó, cuando tres tiros resonaron desde el Grassy Knoll.
Aquella fue la última convención que mantuvieron los Estudiantes por una Sociedad
Democrática, y desde el comienzo Joe se percató de que la facción Laborista-Progresista tenía to as las cartas para
ganar. Fue lo mismo que con el partido
Demócrata - y hubiera sido igualmente sangriento si los muchachos de la LP
hubieran tenido su propia fuerza policial para “negociar” con los disidentes
conocidos como RYM-I y RYM-II. Sin ese factor, la violencia latente
permaneció en lo puramente verbal, pero cuando todo terminó otra parte de
Joe Malik había muerto y su fe en la bondad natural del hombre se había
erosionado aún más. Buscando a la deriva algo que no estuviese del todo
corrompido, concurrió al viejo Wobbly Hall de la calle North Halsted.
Joe no sabía nada sobre el anarquismo, excepto que unos cuantos anarquistas famosos -
Parsons y Spies, de la revuelta del Haymarket de Chicago en 1888, Sacco y Vanzetti en
Massachussets, y el poeta laureado del propio Wobbly, Joe Hill - habían sido ejecutados
por asesinatos que ellos, aparentemente, no habían cometido. Más allá de eso, sabía que
los anarquistas querían abolir el gobierno - una proposición tan evidentemente absurda
que Joe nunca se molestó en leer ninguno de sus polémicos trabajos teóricos -. Ahora, sin
embargo, comiendo la carne agusanada de su desilusión creciente con cualquier
aproximación convencional a la política, comenzó a escuchar a los „Wobblies‟ y a otros
anarquistas con intensa curiosidad. Después de todo, las palabras de su personaje de
ficción favorito eran: “Cuando has eliminado todas las posibilidades, lo que queda,
aunque improbable, debe ser cierto”.
En un discurso que Joe siguió con dificultad, Simon declaró que la “revolución cultural” era
más importante que la revolución política; que Bugs Bunny debía ser adoptado como el
símbolo de los anarquistas de todas partes; que el descubrimiento del LSD por Hoffman en
1943 era una manifestación de la intervención directa de Dios en los asuntos humanos;
que la postulación del cerdo Pigasus para Presidente de los EEUU por parte de los yippies
había sido el acto político más “trascendentalmente lúcido” del siglo XX; que las “orgías
masivas de porro y sexo en cada esquina” eran el próximo paso práctico para liberar al
mundo de la tiranía. También urgió al estudio en profundidad del Tarot, “para combatir al
verdadero enemigo con sus propias armas” sea lo que fuera que aquello significase.
Estaba lanzándose a una perorata sobre el significado místico del número 23, (señalando
que 2 más 3 es igual a 5, el pentagrama dentro del cual puede invocarse al Diablo “como
por ejemplo en un pentáculo o en el edificio del Pentágono en Washington”, mientras que 2
dividido 3 es igual a 0,666 “el Número de la Bestia, según el chifladísimo Apocalipsis de
San Juan, el Cabeza-de-Hongo”, que el 23 mismo
estaba esotéricamente presente “debido a su notable ausencia exotérica” en la serie de números representados en la
dirección del Wobbly H ll, que era No th Halsted 2422, y
que las fechas de los asesinatos de John F. Kennedy y Lee Harvey Oswald, 22
y 24 de Noviembre también tenían otro notable 23 ausente en medio) cuando
finalmente le hicieron callar y la conversación retornó a un nivel más mundano.
Un poco por capricho y otro tanto por desesperación, Joe decidió llevar a
cabo uno de sus actos de fe crónicos y convencerse, al menos por un rato,
de que había algún tipo de sentido en los desvaríos de Simon. Sabía que su
escepticismo, igualmente crónico, se impondría prontamente.
“Está en todos lados,” fue la respuesta instantánea “Yo sólo comencé a arañar la
superficie. Todos los grandes anarquistas murieron el 23 de uno u otro mes -
Sacco y Vanzetti el 23 de Agosto, Bonny Parker y Clyde Barrow el 23 de Mayo,
Dutch el 23 de Octubre - Vince Coll tenía 23 años cuando lo mataron en la calle 23
- y a pesar de que John Dillinger murió el 22 de Julio si buscas, como hice yo, en el
libro de Toland Los Días de Dillinger, encontrarás que tampoco escapó a la ley
del 23, porque otras 23 personas murieron esa noche a causa de una ola de calor.
„El calor de Nova se esparce‟ ¿Comprendes? El mundo comenzó el 23 de Octubre
del 4004 A. C., de acuerdo al Obispo Usher, la revolución húngara comenzó un 23
de Octubre, también, Harpo Marx nació el 23 de Noviembre, y…”
Había más, mucho más, y Joe escuchó todo pacientemente, decidido a continuar con
su experimento de esquizofrenia aplicada al menos durante esa tarde. Se retiraron a
un restaurante cercano, el Seminary en la calle Fullerton, y luego de unas cervezas
Simon comenzó a divagar sobre el significado místico de la letra W - vigésima tercera
del alfabeto - y su presencia en las palabras “woman” (mujer) y “womb” (út ero), así
como en la forma de los pechos femeninos y en la forma de las piernas abiertas de
una mujer durante el coito. También había encontrado cierto significado místico en la
W de Washington, pero fue extrañamente evasivo al respecto.
“Verás,” Simon explicaba mientras el restaurante comenzaba a cerrar “la clave para la
liberación es la magia. El anarquismo permanece atado a la política, y permanecerá
muerto como otras políticas a menos que se libere de la „realidad‟ definida de la sociedad
capitalista y cree su propia realidad. Un cerdo de presidente. Ácido en el suministro de
agua. Coger en las calles. Hacer que lo totalmente imposible se vuelva eternamente
posible. La realidad es termoplástica, no termoestática, sabes: me refiero a que es mucho
más reprogramable de lo que la gente cree. El ardid del maleficio, el pecado original, el
positivismo lógico, y todos esos mitos de restricción y opresión, están basados en una
realidad termoestática. Por Dios, hombre, hay límites, por supuesto - nadie está tan loco
como para negar eso - pero los límites no están ni un poco cerca de ser tan rígidos como
nos han enseñado a creer. Más cercano a la verdad es
e
Perodecir hemosqueno pasadoexisten delos unalímitr sstricciónprácticosa yotrala
una verdadera entropía negativa para sacudir los cimientos. Esto no son puras patrañas. Soy graduado en matemáticas”.
“Todo es cierto. Ejemplo, un terreno pertenece a sus terratenientes por la magia. La gente
venera las actas notariales de las oficinas gubernamentales y no se atreven a moverse a
un cuadrado de tierra porque una de esas actas dice que pertenece a otro. Es
un viaje mental, una especie de magia, y necesitas la magia opuesta para deshacer la
maldición. Necesitas elementos chocantes para romper y desorganizar la cadena de
comandos del cerebro, los „grilletes forjados en la mente‟ sobre los que Blake escribió.
Lo chocante son los elementos impredecibles, o sea: lo errático, lo erótico y lo Erístico.
Lo dijo Tim Leary „la gente tiene que salir de sus mentes para poder ingresar en sus
sentidos‟. No pueden sentir, tocar y oler la verdadera tierra mientras esos grilletes les
dicen que pertenece a otra persona. Si no quieres llamarlo magia, llámalo contra-
condicionamiento pero el principio es el mismo. Hay que salir del viaje en que la
sociedad nos ha metido y comenzar nuestro propio viaje. Revivir viejas realidades que
se creían muertas. Crear nuevas realidades. Astrología, demonios, sacar la poesía
de las páginas y convertirla en actos de tu vida diaria. Surrealismo, ¿Comprendes?
Antonin Artaud y André Breton lo resumieron en el Primer Manifiesto Surrealista: “
la transformación total de la mente, y todo aquello que se le asemeje”. Ellos
sabían todo sobre la Logia Iluminada fundada en Munich en 1923 que controlaba a
Wall Street, a Hitler y a Stalin a través de la brujería. Debemos meternos en la
brujería nosotros mismos para deshacer el hechizo que ellos arrojaron en la mente
de todo el mundo. ¡Salve Discordia! ¿Me comprendes?”
Cuando finalmente se separaron y Joe rumbeó para su hotel, el embrujo terminó. Estuve
escuchando a un colgado cabeza-de-ácido toda la noche, pensó Joe mientras el taxi se
dirigía al Loop, y casi llego a creerle. Si continúo con este pequeño experimento,
terminaré creyéndole. Y así es como siempre comienza la locura: uno halla que
la realidad es insoportable y comienza a inventar una alternativa fantasiosa. Con
un esfuerzo de voluntad, se obligó a volver a su estructura habitual; no importa
cuán cruel fuera la realidad, Joe Malik la iba a enfrentar y no iba a seguir a los
yippies y a los Loquitos en su paseo por la Tierra del Cu-cú de las Nubes.
Luego de vagar una hora perdidos en la antigua vecindad de Hitler, Clark Kent y sus
Superhombres finalmente encontraron la Ludwigstrasse y salieron de Munich. “Son unos
60 kilómetros, y estaremos en Ingolstadt” dijo Kent -Mohammad-Pearson. “Al fin” gruñó
uno de los Superhombres. Entonces, un pequeño Volkswagen los superó, pasando
a centímetros del autobús VW como un niño que corre adelantándose a su madre. Kent lo miró perplejo.
“¿Vieron al tipo que iba al volante? Lo vi una vez, y nunca lo olvidé,
porque actuaba muy raro. Fue en la ciudad de México. Es raro volver a
verlo, a medio mundo de distancia y muchísimos años después”.
“Alcancémoslo” comentó otro Superhombre, “Entre los AMA, Los Trashers y
otros grupos pesados seremos sepultados vivos. Asegurémonos de que al
menos él sepa que estuvimos en Ingolstadt para este recital”.
12[3] “23 Skidoo”: Partir apresuradamente, “salir volando” (Nota del traductor).
“Escucha” le dijo “¿Tienes que volar hoy de regreso a New York? ¿Sería posible que
te quedaras una noche más? Hay algo que me gustaría que vieras. Es tiempo de que
comencemos a llegar a la gente de tu generación, en práctica, y no sólo en teoría. ¿Te
apuntas?”.
“Dios está muerto: somos absolutamente libres” entonó el párroco más rítmicamente.
“Haz lo que quieras, ésa es toda la ley”, repitió Joe junto al resto de la congregación.
El párroco, - que era el único que no se había quitado toda la ropa antes del
comienzo de la ceremonia - un hombre de rostro rubicundo de mediana
edad, vestía un cuello sacerdotal católico, y parte de la incomodidad de Joe
derivaba del hecho en que se parecía mucho a los sacerdotes que había
conocido en su infancia, y que cuando Simon los presentó, el cura había
dicho su nombre, “Padre Pederastia”, pronunciándolo con una inflexión muy
afeminada y mirando a Joe directamente a los ojos de manera insinuante.
ocasión del mismo Lake Shore Drive y, sin dudas, de las agencias de publicidad
locales de la avenida Michigan. Eran once en total incluyendo a Joe, y, sumando al
Padre Pederastia, eran doce ¿Adónde estaba el decimotercero tradicional?
Simon y una chica muy guapa, sin prestar atención a su desnudez, se levantaron y
dejaron el grupo, caminando hacia la puerta que Joe había asumido como la del
dormitorio. Se detuvieron para tomar unas tizas de una mesa en la cual inciensos de
hachís y sándalo ardían en un incensario en forma de cabeza de macho cabrío, y
luego se acuclillaron para dibujar un gran pentágono en la alfombra rojo-sangre. Un
triángulo fue añadido a cada uno de los lados de la figura, formando una estrella - ese
tipo de estrella especial, supo Joe, conocida como pentagrama, símbolo de los
hombres-lobo y de los demonios también -. Comenzó a recordar un trillado poema de
las películas de Lon Chaney Jr., que súbitamente dejó de sonar kitsch:
Joe sintió que un gusto extraño a cenizas, acre, crecía en su boca, y que una
frialdad trepaba por sus manos y los dedos de sus pies. También el aire pareció
tornarse súbitamente espeso, desagradable, y asquerosamente húmedo.
“¡I-O, E-O, Evoe, HE!” Joe se escucho decir junto a los otros. ¿Era la imaginación
o sus voces habían cambiado sutilmente a una forma bestial y ronca?
La congregación se levantó y se dirigió a la puerta. Joe notó que cada persona que
entraba en el pentagrama se quedaba allí un instante juntando fuerzas antes de acercarse
a la entrada. Cuando fue su turno, se dio cuenta por qué. El relieve en la puerta, que desde
lejos parecía simplemente obsceno y fantasmal, era más desagradable de cerca.
No era fácil convencerse a uno mismo de que esos ojos no eran más que un truco
Esa - cosa - era el Guardián que debía ser aplacado antes de poder
entrar a la próxima habitación.
Se acercó torpemente al altar, notando cómo los otros formaban un pentágono alrededor
de él y de la mujer desnuda. Ella tenía un cuerpo hermoso, pechos grandes y pezones
pequeños, pero él todavía estaba muy nervioso como para estar excitado físicamente.
El Padre Pederastia le alcanzó la Hostia. “La robé de la Iglesia,” susurró “puedes estar
seguro de que está plenamente consagrada y en toda su potencia ¿Sabes qué hacer?”
De inmediato ella gimió suavemente, como si el mero toque fuera más erótico que
cualquier otro contacto fugaz. Sus piernas se abrieron voluptuosamente y la Hostia
crujió mientras se hundía suavemente en su rojizo vello púbico. El efecto fue poderoso;
todo su cuerpo se estremeció a medida que la Hostia era metida más profundamente en
su vagina obviamente húmeda. Joe empujó el resto hacia adentro con los
dedos, y ella comenzó a respirar con un ritmo ronco en staccato.
Joe Malik se arrodilló para completar el rito. Se sintió algo tonto y depravado;
nunca antes había tenido sexo oral, o cualquier otro tipo de sexo, delante de una
audiencia. Ni siquiera estaba excitado eróticamente. Simplemente continuó para
ver si realmente había algún tipo de magia implicada en aquella locura repugnante.
Tan pronto su lengua la tocó, ella comenzó a jadear y él supo que el primer orgasmo le
llegaría rápidamente. Finalmente, su pene comenzó a hincharse; lamió la Hostia
cuidadosamente. Dentro de sus sienes un tambor pareció batir huecamente; lo notó
apenas ella acabó. Sus sentidos dieron vueltas, y continuó lamiendo, solamente conciente
de que de ella emanaba más flujo que de ninguna otra mujer que él hubiera conocido. Le
puso el pulgar en el ano y el dedo medio en la vagina, manteniendo la lengua en la zona
del clítoris, de arriba abajo - ésta era la técnica que los ocultistas llamaban el Rito de Shiva
(irreverentemente recordó que los swingers la llamaban el Hombre-Orquesta) -. Sintió una
cualidad eléctrica inusual en su vello púbico, y fue conciente de que la pesadez y tensión
de su pene eran más poderosas de lo que nunca había sentido en la vida, pero todo fue
ahogado por el tambor en su cabeza, y el sabor,
olor y calor de la concha… ella era Ishtar, Afrodita, Venus; la experiencia era tan intensa que comenzó a apreciar una
verdade a dimensión r ligiosa en todo aquello. ¿No
habían dicho algunos antropólogos del siglo XIX que la adoración del coño fue la
primera religión? Él ni siquiera conocía a esta mujer, pero sentía una emoción más
allá del amor: verdadera reverencia. Alucinante, hubiera dicho Simon.
Nunca supo cuantas veces acabó la chica; él acabó sin siquiera tocarse
el pene ni una sola vez, cuando la Hostia finalmente se disolvió.
“Yogge Sothothe Neblod Zin” comenzó a cantar el cura. “Por Astaroth, por Pan
Pangenitor, por el Signo Amarillo, por las ofrendas que he hecho y los poderes
que he adquirido, por Aquel que No Puede Ser Nombrado, por Rabban y por
Asathoth, por Samma-El, por Amón y Ra, ¡Vente, vente, Lucifer, lux fiat!
Joe no vio nada: lo sintió - fue como el gas pimienta, cegándolo y atontándolo al
mismo tiempo.
“¡No vengas en esa forma!” gritó el sacerdote “Por Jesu Elohim y los
poderes que Tú temes, yo te ordeno: ¡No vengas en esa forma! ¡ Yod He
Vau He - no vengas en esa forma!”.
“Tu lengua está atada, hasta que yo la suelte” dijo el cura a la chica - pero la distracción de
su atención tuvo su costo; Joe sintió como Aquello crecía en potencia nuevamente, a
juzgar por sus propias y súbitas boqueadas involuntarias.
“¡No vengas en esa forma!” gritó el sacerdote. “Por la Cruz de Oro y por la Rosa
de Rubí, por el Hijo de María, te ordeno y te mando: ¡No vengas en esa forma!
¡Por tu maestro Choronzon! ¡Por Pangenitor y Pánfago! ¡No vengas en esa forma!”
La Voz fue la experiencia más chocante de la noche para Joe. Era pringosa,
lisonjera, obscenamente humilde, pero contenía una fuerza secreta,
revelando que el poder que el sacerdote tenía sobre Aquello, como fuera
que lo hubiese obtenido, era momentáneo, que ambos lo sabían, y que el
dominio de ése poder era algo que Aquello quería recuperar.
“No vengas tampoco en esa forma” dijo el cura, mas severo y confiado “Sabes
plenamente que con ése tono y ésa manera pretendes asustar, y no me gustan esas
bromas. Ven en la forma que habitualmente usas para tus actividades mundanas en la actualidad, o te
expulsaré nuevamente a ese reino que no te gusta recordar. Te ordeno, te
ordeno, te ordeno” Ahora no había nada afeminado en el Padre.
La sala volvió a ser una sala - una sala extraña, medieval y oriental - pero
simplemente una sala. La figura que estaba de pie allí entre ellos no
tenía en absoluto el aspecto de un demonio.
“OK” dijo con un agradable acento americano “no tenemos que ponernos sensibles y
hostiles entre nosotros, ni hacer tanto teatro ¿No? Solamente dime por que clase de
transacción o negocio me has arrastrado hasta aquí, y estoy seguro de que podremos
trabajar en los detalles de manera civilizada, como hombres de negocios y con las
cartas sobre la mesa, sin resentimientos y para mutua satisfacción”.
(“¿Los Kennedys? ¿Martin Luther King? Todavía eres fantásticamente ingenuo George.
Esto se remonta mucho más atrás”. Hagbard se relajaba con un poco de hachís Alamut
Negro luego de la batalla en la Atlántida. “Mira las fotos de Woodrow Wilson en sus
últimos meses: aspecto demacrado y la mirada perdida: en efecto, síntomas de un
veneno indetectable de acción lenta. Se lo dieron en Versailles. O mira a
Lincoln. ¿Quién se opuso al plan de reverdecimiento? Stanton el banquero
¿Quién ordenó que fueran cerradas todas las rutas de salida de Washington
menos una? Stanton el banquero. Y Booth escapó por esa ruta. ¿Quién
hechó mano al diario de Booth luego? Stanton el banquero. Y ¿Quién lo
devolvió a los Archivos con diecisiete páginas menos? Stanton el banquero.
George, tienes mucho que aprender sobre la historia verdadera…”)
Abandona la columna del mes próximo. Pagaré gran incentivo para pronta respuesta de estas
cuestiones. Primero, rastrear todos los movimientos del Reverendo Billy Graham la semana
pasada y averiguar si pudo haber ido a Chicago subrepticiamente. Segundo, envíame una lista
de libros fiables sobre Satanismo y Brujería en el mundo moderno. No le digas a nadie más de
la revista sobre esto. Escríbeme al nombre de Jerry Mallory, Hotel Benefit, Providence, Rhode
Island. P. D. averigua dónde se encuentra el cuartel general de la Sociedad John Dillinger
Murió
Esos chicos del ESD deben haberle dado ácido, decidió Helmer. Pero
bien, él todavía era el jefe, y pagaba buenos incentivos cuando era
complacido. Helmer tomó el teléfono.
(Howard, el delfín, cantaba una canción muy satírica sobre los tiburones
mientras nadaba al encuentro del Lief Erikson en Peos.)
La mayor parte del tiempo James Oso Caminante no sentía mucho aprecio por los cara-
pálidas, pero se había zampado seis botones de peyote antes de la llegada de éste
tal profesor Mallory y se sentía benevolente e indulgente. Después de todo, el Jefe del
Camino una vez había dicho, en el muy sagrado festival del peyote de mediados de
verano, que aquella línea sobre perdonar a los que cometieron delitos contra
nosotros, tenía un significado especial para los indios. Solamente cuando
perdonemos a los blancos, dijo, nuestros corazones serán totalmente puros, y
cuando nuestros corazones se purifiquen, la Maldición se romperá - los blancos
dejarán de invadirnos, volverán a Europa y se fastidiarán entre ellos en vez de
perseguirnos a nosotros -. James trató de perdonar al profesor por ser blanco y
halló que el peyote hacía más fácil el perdón, como era habitual.
“Ya lo sé” dijo el profesor “estoy buscando cualquier fotografía que haya dejado”
“Si, ella fue su concubina, virtualmente su esposa legítima, por mucho tiempo y…”
“No continúe. Ha llegado años tarde. Los reporteros compraron todo lo
que ella tenía donde incluso apareciera la nuca de Dillinger, hace mucho,
antes de venir aquí a la reserva para morir”.
“Por supuesto. Las mujeres mayores siempre hablan sobre sus hombres muertos. Y
siempre dicen lo mismo: nunca hubo un hombre mejor que él. Excepto cuando dicen
que nunca hubo un hombre peor. Aunque eso lo dicen sólo cuando están borrachas”.
“¿Alguna vez dijo algo sobre la actitud de John con respecto a los masones?”
¿Por qué la gente no cambia de color? Todos los problemas del mundo vienen del
hecho de que usualmente no cambiamos de color. Como es habitual, el peyote le
había revelado una gran Verdad. Si blancos, negros e indios cambiaran de color
todo el tiempo, no habría odio en el mundo, porque nadie sabría a quien odiar.
“Le pregunté si alguna vez ella dijo algo sobre la actitud de John con
respecto a los masones”.
“Ah. Ah si. Es curioso que pregunte eso” Ahora el hombre tenía un halo alrededor de la
cabeza, y James se preguntó que significaría eso. Cada vez que tomaba peyote a solas solían ocurrir
cosas como esta, y terminaba deseando que hubiera un Jefe de Camino o
algún otro chamán por allí que le explicase aquellos signos adecuadamente. ¿Qué era de
los masones? Ah, si “Billie decía que los masones eran las únicas personas a quienes
Dillinger realmente odiaba. Él decía que ellos lo metieron en prisión por primera vez, y que
eran dueños de todos los bancos, así que él igualaba l os tantos robándoles”.
Nota encontrada por una azafata en el asiento dejado por un tal Sr. “John
Mason”, luego del vuelo de Madison, Wisconsin, a la ciudad de México el 29
de Junio de 1969: una semana después de la última convención del ESD:
“Sólo robamos a los bancos lo que los bancos robaron a la gente” - Dillinger,
cárcel de Crown Point, 1934. Podría haber salido de cualquier texto anarquista.
Lucifer - portador de la luz.
La “Iluminación” de Weishaupt y el “Alumbramiento” de Voltaire: siendo
del latín “lux”, luz.
En la cristiandad son todos 3s (Trinidad etc.), en el budismo, 4s. En el
iluminismo 5s ¿Una progresión?
Enseñanza Hopi: todo hombre tiene 4 almas ahora, pero en el futuro tendrán 5.
Encontrar un antropólogo para más datos sobre esto.
¿Quién decidió que el edificio del Pentágono tuviese esa forma?
“Kick out the Jams”??? Chequear.
“Adam” el primer hombre; “Weis” saber; “haupt” jefe o líder. “El primer
hombre en ser líder de los que saben”
Iok-Sotot en los manuscritos Pnakóticos. ¿Podría ser Yog-Sothoth?
D. E. A. T. H. (muerte) Don‟t Ever Antagonize The Horn (nunca
antagonizar con el cuerno) ¿Lo sabe Pynchon?
Que Simon explique el Signo Amarillo y los cánticos Aklo. Podría
necesitar protección. C. dice que el tipo neofóbico nos supera a razón de
1000 contra 1. Si es así, todo está perdido.
Lo que me asombra de todo esto es el tiempo que ha estado allí al descubierto. No
sólo en Lovecraft, Joyce, Melville, etc. o en las caricaturas de Bugs Bunny, si no en
trabajos letrados que intentan explicarlo. Por ejemplo, cualquiera que quiera meterse
en problemas puede descubrir que el “secreto” de los Misterios de Eleusis eran las
palabras susurradas al oído del novato luego de ing erir el hongo mágico: “¡Osiris es
un Dios negro!” Cinco palabras (¡Por supuesto!) que ningún historiador, arqueólogo,
antropólogo o folklorista pudo comprender. O aquellos que las comprendieron no se
molestaron en admitirlo. ¿Puedo confiar en C.? Por lo tanto ¿Puedo confiar en Simon?
Ese asunto de Tlaloc me ha convencido, de una u otra manera.
(“Al diablo con el tiburón y sus parientes / lucharé hasta el infierno al ver sus dientes”)
“Todo concuerda” dijo Joe con una extraña calma “Llovió a mares cuando
desenterraron a Tlaloc. La ciudad de México ha tenido lluvias inusuales y fuera de
estación desde entonces. El diente faltante era a la derecha, y al cadáver en el teatro
Biograph le faltaba un diente a la izquierda. Billy Graham no pudo haber ido a Chicago
por ningún medio normal, así que o fue la mejor puesta en escena del
mundo del espectáculo y la cirugía facial, o presencié un milagro
genuino. Y todo el resto, la Ley de los Cincos y todo eso. Me doy. Ya no
reclamaré membresía en el gremio de la intelectualidad liberal. Me has
mostrado un ejemplo horrible de misticismo espeluznante”.
“Sí” dijo Joe “Estoy listo para probar con ácido. De lo único que me
arrepiento es de tener una sola cabeza que perder para mi Shivadarshana”
“Extraño” dijo Joe “pero me he sentido extraño toda esta última semana y media”.
“Pasa” dijo John Dillinger “y cuéntame de que manera un tarado con cabeza de huevo
como tú va a ayudarnos a cagar a palos a esos chupa vergas Illuminati hijos de puta”.
(“Llenan sus libros con palabras obscenas, declarando que eso es realismo” Jim el
Sonriente gritó a la asamblea del KCUF “Ésa no es mi idea del realismo. No conozco a
nadie que hable con ese lenguaje de alcantarilla al que ellos llaman realismo. Y describen
toda perversión posible, actos contra-natura tan atroces que no voy a ensuciar
los oídos de esta audiencia mencionando siquiera sus nombres clínicos. Algunos de ellos
incluso glorifican a criminales y anarquistas. Me gustaría ver que alguno de estos sujetos
venga, me mire a los ojos y me diga „no lo hice por el dinero. Honestamente estaba
tratando de contar una historia buena y sincera que enseñe a la gente algo valioso‟. No
pueden decirlo. La mentira se les atragantaría en la garganta. ¿Quién puede
dudar desde dónde les llegan las órdenes? ¿Qué persona en esta audiencia no sabe qué
grupo está detrás de este desbordamiento de cloacas, obscenidades e inmundicias?”)
“Por supuesto. Yo quería que los bastardos lo supieran - él y otros masones, rosacruces e
Illuminati de alto rango de todo el país -.” El viejo rió ásperamente; excepto por sus ojos
inconfundibles que todavía poseían esa extraña mezcla de ironía e intensidad que Joe
había visto en fotos de los „30s, era imposible distinguirlo de cualquier otro viejo afincado
en California para disfrutar sus últimos años bajo el sol. “Durante el primer trabajo bancario
que hice, en Daleville, Indiana, usé la frase que siempre repetí: „Recuéstense en el piso y
mantengan la calma‟. Hoover no pudo haberlo dejado pasar. Ése era el lema de los JAMs,
tomado de Diógenes el Cínico. Él sabía que ningún ladrón de bancos ordinario citaría a un
oscuro filósofo griego. La razón por la que la repetía en cada asalto era para refregársela y
hacerle saber que me estaba mofando de él”.
“Pierpont fue quien me inició. Por entonces él pertenecía a los J AMs desde
hacía años. Yo era sólo un crío, ya sabes - estaba al comienzo de mis
veintitantos - y había hecho un solo trabajo, un verdadero desastre. No pude
comprender por qué me dieron una sentencia tan dura, luego de que el
Fiscal de Distrito prometiera clemencia si yo me declaraba culpable, y
estaba muy resentido. Pero el viejo Harry Pierpont vio mi potencial”.
“Al principio pensé que sólo era un marica de la cárcel, porque empezó a
seguirme a todos lados, haciéndome todo tipo de preguntas personales. Pero él
era lo que yo anhelaba convertirme - un exitoso ladrón de bancos -, así que le
seguí el juego. A decir verdad, yo estaba tan caliente que no me hubiera
importado si era marica. No tienen ni idea de lo caliente que se pone un
hombre en prisión. Es por eso que Cara de Bebé Nelson y un montón de otros
tipos prefirieron morir antes de tener que volver a la Casa Grande. Diablos, si
no han estado allí no lo comprenderán. No saben lo que es estar caliente”.
“Un par de días después trajo el tema nuevamente a colación. Esa vez fue directo al
grano, mostrándome el Cao Sagrado y todo lo demás. Me dejó sin aliento” La voz del
viejo se fue apagando mientras se hundía en recuerdos silenciosos.
“No soy muy intelectual. La Acción es mi terreno. Deja que Simon te cuente esa parte”.
Simon estaba ansioso por saltar en la brecha. “El libro básico que confirma nuestra
tradición” dijo, “es Las Siete Tablillas de la Creación, y data de 2500 A. C.
aproximadamente, la época de Sargón. Éste describe cómo Tiamat y Apsu, los primeros
dioses, coexistían en Mummu, el caos primordial. Von Juntz, en su Unausprechlichen
Kulten, cuenta cómo se originaron los Justificados Ancestros de Mummu cuando fueron
escritas las Siete Tablillas. Verás, bajo el reinado de Sargón la deidad principal
era Marduk. Quiero decir, eso era lo que los altos sacerdotes le decían al pueblo -
en privado, por supuesto, adoraban a Iok-Sotot, el cual devino en el Yog-Sothoth
del Necronomicon -. Pero tal vez voy muy rápido. Volviendo a la religión oficial de
Marduk, ésta estaba basada en la usura. Los sacerdotes monopolizaban todos los
medios de intercambio, y podían extraer intereses haciendo préstamos. También
monopolizaban las tierras, y extraían tributo de ellas rentándolas. Era el comienzo
de lo que hoy llamamos jocosamente civilización, que siempre se basó en rentas e
intereses. La vieja estafa babilónica”.
“La historia oficial era que Mummu había muerto, asesinado en una guerra entre los
dioses. Cuando se formó el primer grupo anarquista, se llamaron a sí mismos los
Justificados Ancestros de Mummu. Al igual que Lao Tsé y los taoístas en China,
querían librarse de la usura, el monopolio y otras mierdas de la civilización y retornar a
un estilo de vida natural. Asi que tomaron a un dios supuestamente muerto, Mummu, y
afirmaron que todavía estaba vivo y que en realidad era más fuerte que todos los otros
dioses. Tenían un buen argumento „Mira a tu alrededor‟ decían „¿Qué ves? Caos, ¿no
es cierto? Por lo tanto el dios del Caos es el más poderoso, y todavía está vivo‟”.
“Nos han pateado el culo mil veces, por supuesto. No éramos rivales para los Illuminati por aquellos días.
Por ejemplo, ni siquiera teníamos idea de cómo realizaban sus
„milagros‟. Nos patearon el culo nuevamente en Grecia, cuando los JAMs volvieron a
reagruparse como parte del movimiento Cínico. En el momento en que todo estaba
ocurriendo nuevamente en Roma - usura, monopolio y toda la batería de trucos - se
declaró una tregua. Los JAMs nos volvimos parte de los Illuminati, manteniendo nuestro
nombre propio, pero bajo las órdenes de los Cinco. Pensamos que los humanizaríamos,
como los anarquistas que se quedaron en el ESD luego de lo del año pasado. Y así fue
hasta 1888, cuando Cecil Rhodes fundó el Círculo de Iniciados y sucedió la gran ruptura.
Entonces, en cada reunión, un grupo de chicos de la facción de
Rhodes llevaba pancartas que decían „Kick out the JAMs!‟13[4]. Ahí fue la separación.
Ellos no confiaban en nosotros - o quizás tenían miedo a ser humanizados -.”
“Usted estuvo detrás de los grandes robos bancarios sin resolver de los ultimos años…”
“Gracias” dijo Dillinger modestamente. “Actualmente los Illuminati poseen las compañías
que lanzan la mayor parte del rock al mercado. Comenzamos con Laughing Buddha Jesus
Phallus para contraatacar. Ignoramos ese frente hasta que ellos sacaron a los MC5 con el
disco “Kick Out The Jams” sólo para mofarse de nosotros con recuerdos viejos y amargos.
Así que nosotros aparecimos con nuestros propios lanzamientos, y lo próximo que supe es
que estaba haciendo gran cantidad de dinero con ello. También brindamos información a
través de terceros partidos, como la Cruzada Cristiana en Tulsa, Oklahoma, para
desenmascarar algo de lo que los Illuminati están haciendo en el terreno del rock. ¿Has
visto las publicaciones de la Cruzada Cristiana - „Ritmo, Revueltas y Revolución‟, y
„Comunismo, Hipnotismo y los Beatles‟ - y otras?”
“Si” dijo Joe ausentemente “Pensé que era literatura para locos. Es difícil
ver todo el cuadro” añadió.
“Lo lamento” dijo Dillinger. “Por el momento sólo eres un soldado de nuestro ejército.
Todavía no estás autorizado a ese tipo de información. Solamente te diré esto: sus
[4]
13 En inglés: “Kick out the JAMs”: “Desháganse de los aprietos” aunque en este caso “Echen a los JAMs”
iniciales son H. C. - así que nunca confíes en nadie con esas iniciales, no
importa donde o cómo lo conozcas”.
“Leí dos versiones de eso” dijo Joe. “La mayoría de las fuentes afirman que
usted armó una pistola falsa con madera balsa y la tiñó con el betún de sus
zapatos. El libro de Toland dice que Ud. inventó esa historia para encubrir al
hombre que realmente arregló el escape - un juez federal al cual usted sobornó
para que le pasara de contrabando un arma verdadera -. ¿Cuál es cierta?”.
“Ninguna” dijo Dillinger “La prisión de Crown Point era conocida como „La Cárcel a
Prueba de Fugas‟ antes de que yo me escapara de allí, y créeme, merecía ése
nombre. ¿Quieres saber cómo lo hice? Caminé a través de las paredes. Escucha…”.
El 17 de Julio de 1933 el sol golpeaba el pueblo de Daleville como una lluvia de fuego.
“El espíritu de Mummu es más fuerte que la tecnología Illuminati” había dicho Pierpont
“Recuérdalo. Tenemos a la Segunda Ley de la Termodinámica de nuestro lado. El Caos se
incrementa regularmente en todo el universo. Toda „ley y orden‟ es un accidente
temporal”.
Pero tengo que cruzar esa puerta yo solo. El Secreto de los Cinco
depende de eso. Esta vez es mi turno de ser el chivo.
Pierpont, Van Meter y los otros todavía estaban en la prisión de Michigan. Estaba
todo en sus manos - siendo el primero en salir bajo palabra, debía obtener el
dinero para financiar la fuga que pondría a los otros en libertad -. Entonces,
habiendo superado la prueba, le enseñarían los “milagros” de los JAMs.
Esto le ayudó un poco, pero todavía quería salir volando de allí. Quería conducir
derecho hasta la granja de su padre en Mooresville, encontrar un trabajo y
aprender las todas las cosas correctas nuevamente: besarle el culo a un jefe, mirar
al oficial de libertad condicional a los ojos y ser como todos los demás.
Demonios, eso mismo es lo que un John Dillinger más joven pensó en 1924 -
exceptuando que no sabía nada sobre los Illuminati o los JAMs por entonces - pero
intentó liberarse, a su manera, cuando asaltó a aquel tendero. Y, ¿A que
condujo todo aquello? A nueve años de miseria, monotonía y a casi
volverse loco de calentura en una celda apestosa.
Cruzó la puerta e hizo algo que luego los cajeros del banco recordarían y contarían a
la policía. Acomodó su sombrero de paja en el ángulo más pulcro y elegante, y sonrió.
“Oh, Dios” sollozó una cajera “no dispare. Por favor, no dispare”.
“No te preocupes, cariño” dijo John Dillinger tranquilamente “No quiero
lastimar a nadie. Sólo abre la caja”.
“Esa tarde” dijo el viejo “me encontré con Calvin Coolidge en el bosque cercano
a la granja de mi padre en Mooresville. Le di el botín - veinte mil dólares - que
fue a parar al tesoro del JAM. Él me dio veinte toneladas en vales de cáñamo”.
“Bien, por supuesto, yo sabía que no era Calvin Coolidge verdaderamente. Pero esa fue la
forma en la que eligió aparecer. Quién o qué era él realmente, todavía no lo sabía”
“Satán,” dijo Simon simplemente, “es solamente otra de las máscaras que utiliza. Detrás de
la máscara hay un hombre, y, detrás del hombre, otra máscara. Todo es una cuestión de
multiuniversos emergentes ¿recuerdas? No busques una Realidad Última. No existe”.
“Ah. Continúa”.
“La energía es siempre triangular, no cúbica. Bucky Fuller escribió algo sobre esto,
dicho sea de paso: él fue el primer no-Illuminati en descubrirlo independientemente. La
transformación energética básica que nos concierne es una que Fuller no ha
descubierto aún, aunque dijo que la está investigando, y es aquella que ata a la Mente
al continuum material-energético. La pirámide es la clave. Tomas a un hombre en
posición de loto y trazas líneas desde su glándula pineal - el Tercer Ojo, como le
llaman los budistas - hasta ambas rodillas, y de una rodilla a la otra, y lo que obtienes
es…” Simon hizo un boceto rápidamente en su libreta y se la pasó a Joe.
OJO PINEAL (cerrado) HOMBRE MEDITANDO/ OJO PINEAL (abierto) CAMPO DE ENERGÍA
“Cuando el Ojo Pineal se abre - luego de conquistar el miedo: o sea, luego de tu primer
Mal Viaje - puedes controlar el campo energético completamente” continuó Simon. “Un
Illuminatus irlandés del siglo XIX, Scotus Regina, lo puso en palabras muy simples -
cinco palabras, por su puesto - cuando dijo Omnia quia sunt, lumina sunt: “Todas las
cosas que existen son luz” Einstein también lo puso en cinco símbolos cuando escribió
e=mc². La verdadera transformación no requiere de reactores atómicos y todos esos
chirimbolos una vez que aprendes cómo controlar los vectores mentales, pero siempre provoca un
terrible flash luminoso, como John puede contarte”.
“Carajo, casi me deja ciego, y me sentó de culo aquella vez en el bosque” agregó Dillinger
“Pero me encantó conocer el truco. Nunca más tendría miedo a ser arrestado luego de
eso, porque siempre podría salir de cualquier cárcel en la que me metieran. Por eso los
fedes decidieron matarme, ¿sabes? Para ellos era molesto encontrarse conmigo libre,
dando vueltas por allí, un par de días después de haberme encerrado. Conoces todo el
trasfondo del timo del Teatro Biograph - mataron a tres tipos en Chicago, sin darles opción
a rendirse, porque pensaron que yo era uno de ellos -. Bien, esos tres eran buscados en
New York por robo a mano armada, así que nadie criticó mucho a la
policía por ese error. Pero luego en el Lago Geneva, Wisconsin, dispararon a tres hombres
de negocios, y uno de ellos murió, y los héroes de Hoover recibieron todo tipo
de mierda desde los periódicos. Por lo tanto, supe que hasta allí llegaba; no podría
entregarme y escapar unos días más tarde. Teníamos que mostrarles un cadáver” de
repente el viejo se veía triste. “Había una posibilidad en la que odiábamos pensar…Pero
afortunadamente no llegamos a eso. El truco que finalmente preparamos fue perfecto”.
“Incluso cuando trabajas en campos sociales” añadió Simon. “Hemos estudiado culturas
que no estaban bajo dominio de los Illuminati, y también seguían el modelo de cinco
etapas de Weishaupt: Verwirrung, Zweitrach, Unordnung,
Beamtenherrschaft y
Grummet. Estas son: caos, discordia, confusión, burocracia y desenlace. En
éste momento América se encuentra en medio de la cuarta y quinta etapa. O
puedes decir que la vieja generación está mayormente en Beamtenherrschaft
y que la nueva generación está entrando en Grummet rápidamente”.
Joe tomó otro trago de su bebida y sacudió la cabeza “¿Por qué dejan tantas cosas al
descubierto? Quiero decir, no solamente las cosas verdaderamente chocantes, como
lo que ustedes me contaron sobre las caricaturas de Bugs Bunny, si no poniendo la
pirámide en el billete de un dólar, donde todo el mundo lo ve casi todos los días”.
http://slide .com /reade r/full/tril a-illum ina tus-pa rte-i /
5/ 2018 T ril a Illum ina tus, parte I.pdf - slide .com
“Carajo” dijo Simon “Mira lo que hizo Beethoven cuando Weishaupt lo iluminó. Fue derecho
a su casa y escribió la Quinta Sinfonía. Sabes cómo comienza: ta-ta-ta-TÁN. La clave
morse de V - 5, en números romanos -. Al descubierto, como dices. Les divierte muchísimo
confirmar la baja opinión que tienen del resto de la humanidad, poniendo cosas como esa
al descubierto y observando cómo la mayoría del mundo las ignora. Por
supuesto, si alguien lo descubre, lo reclutan de inmediato. Mira el Génesis: „lux fiat‟ -
directamente en la primera página -. Lo hacen todo el tiempo. El edificio del Pentágono.
„23 Skidoo‟. La letra de la canción „Lucy en el Cielo con Diamantes‟ ¿Cuan obvios pueden
ser? Melville fue uno de los más escandalosos del grupo; la primera frase de Moby Dick te
dice que fue un discípulo de Hassan i Sabbah, pero no encontrarás ni a un solo erudito
sobre Melville que haya seguido esa pista - a pesar de que Ahab es el anagrama truncado
de Sabbah -. Incluso te dice, una y otra vez, directa e indirectamente, que Moby Dick y
Leviatán son la misma criatura, y que a menudo, Moby Dick ha sido vista al mismo tiempo
en dos partes diferentes del mundo, pero ni un lector en un millón tiene idea de qué está
hablando. Hay un capítulo completo sobre la blancura y por qué el blanco es más aterrador
que el negro; todos los críticos pasaron de largo ese punto”.
“Si” dijo Dillinger “en este momento, el Lief Erikson está apostado mar adentro cerca de
California; Hagbard está vendiendo algo de hachís a los estudiantes de Berkeley. Tiene a
una chica negra, nueva en su tripulación, quien interpreta el rol de Lucy extremadamente
bien. Le diremos que la envíe a tierra firme para el Rito. Sugiero que ustedes dos vayan a
la Logia Norton en Frisco, yo arreglaré para que la encuentren allí”.
“No me gusta tratar con Hagbard” dijo Simon “es un derechista chiflado,
lo mismo que su pandilla”.
“Él es uno de los mejores aliados que tenemos contra los Illuminati” dijo Dillinger, “además,
quiero canjear algunos vales de cáñamo por sus vales de lino. Por el momento la patota de
Mad Dog no acepta otra cosa que vales de lino - piensan que Nixon realmente noqueará el
mercado del cáñamo -. Y ya sabes lo que hacen con los bonos de la Reserva Federal.
Cada vez que consiguen uno, lo queman. Reprobación instantánea,
la llaman”.
“Pueril” pronunció Simon “llevaría décadas socavar a los Fedes de esa manera”.
“Bien” dijo Dillinger “ése es el tipo de gente con la que tenemos que
tratar. Los JAMs no pueden hacerlo solos, lo sabes”.
“¿Si?”
Dillinger bajó la voz. “Recuéstate en el piso y mantén la calma”, dijo, y su vieja sonrisa
impúdica brilló malévolamente.
Joe se quedó allí mirando al bandido burlón y le pareció que el tiempo se congelaba: un
momento que permanecería para siempre en su mente, como otra etapa de la iluminación.
La hermana Cecilia, allá en la escuela Resurrección, le habló desde el abismo de su
memoria: “¡Párate en el rincón, Joseph Malik!” También recordó la tiza que desmenuzó
entre los dedos, las ganas de orinar y al padre Volpe entrando en el aula, con su voz
atronadora “¿Adónde está? ¿Adónde está el niño que osó discrepar con la buena
Hermana que Dios ha enviado para instruirlo?” Los otros niños fueron llevados fuera del
aula, a la iglesia que estaba cruzando la calle para rezar por su alma, mientras
el sacerdote le sermoneaba: “¿Sabes lo ardiente que es el infierno? ¿Y sabes cuan
ardiente es la peor parte del infierno? Allí es adonde envían a la gente que tuvo la buena
fortuna de nacer en la iglesia y se rebela contra ella, descarriados por el Orgullo del Intelecto”.
Cinco años después, aquellas dos caras volverían: el cura furioso y dogmático que
reclamaba obediencia, y el bandido sardónico que reforzaba el cinismo, y Joe
comprendió que algún día tendría que matar a Hagbard Celine. Pero deberían pasar
muchos años, debía suceder el incidente de Fernando Poo, y Joe debía planear el
estallido de la bomba en su propia revista junto a Tobias Knight antes de saber que él, en
efecto, debía matar a Celine, y a sangre fría, de ser necesario…
El 31 de Marzo de aquel año tan fructífero para todos los planes Illuminati,
mientras el presidente de los EEUU salía al aire para amenazar con “un
zafarrancho termonuclear”, una joven dama llamada Concepción Galore yacía
desnuda en una cama del Hotel Durrutti en Santa Isabel y decía “Es un Lloigor”.
El cuarto era la suite de lujo del Hotel Durrutti, lo cual significa que estaba decorada con
abominables fornituras hispano-moriscas, las sábanas eran cambiadas diariamente
(hacia una suite menos lujosa), las cucarachas eran pocas y las instal aciones sanitarias a veces funcionaban.
Concepción contempló el mural en la p red opuest que
representaba una corrida de toros, Manolete giraba haciendo una Verónica
elegante frente a un toro no muy bien dibujado, y dijo, pensativa: “Ah, un
Lloigor e s un dios de los negros. Los nativos. Un dios muy malo”.
Chips miró la estatua nuevamente y dijo, más para si mismo que para la
chica campesina “se parece vagamente a Tlaloc, de México, cruzado con
uno de esos Cthulhu polinesios, los tikis”.
“La gente de Sabiduría Estelar está muy interesada en estas estatuas” dijo Concepción
sólo por entablar conversación, porque era obvio que Chips no iba a estar preparado
para penetrarla nuevamente, al menos no durante otra media hora.
“Una iglesia. En la calle Tequila y Mota. La que solía llamarse calle Lumumba, y que era la
calle Franco cuando yo niña. Una iglesia rara”. La chica frunció el ceño pensando
en ello. “Cuando trabajé en la oficina telegráfica siempre veía sus telegramas. Todos en
código. Y nunca dirigidos a otras iglesias. Siempre a bancos de Europa, Norteamérica y
Sudamérica”.
“¿No digas?” dijo Chips, que ya no estaba aburrido, pero trataba de sonar casual;
su número en código en el Servicio de Inteligencia Británica, por supuesto, era
00005. “¿Por qué están interesados en estas estatuas?” Estaba pensando que las
estatuas, apropiadamente ahuecadas, podían transportar heroína; ya estaba
seguro que aquella Sabiduría Estelar era una tapadera de los BUGGERS.
(En 1933, en Harvard, el profesor Tochus enseñaba psicología a la clase “…el niño se
siente asustado e inferior, de acuerdo a Adler, porque es, de hecho, físicamente más
pequeño y débil que un adulto. Por lo tanto, sabe que no tiene opción de rebelarse
exitosamente, pero de cualquier manera sueña con ello. Éste es el origen del Complejo de
Edipo en el sistema de Adler: no el sexo, si no el poder mismo. La clase verá la influencia
de Nietzsche…” Robert Putney Drake, mirando alrededor en el aula, estaba seguro de que
los estudiantes no verían la influencia de nada. Y Tochus mismo tampoco la veía. El
cerebro del niño, pensaba Drake - y era la piedra basal de su propio sistema sicológico -
no era lavado por el sentimentalismo, la religión, la ética o cualquier otra mierda. El niño ve
claramente que en cada relación hay una parte dominante y una sumisa. Y el niño, en su
egoísmo casi impecable, determina volverse la parte dominante. Así de simple. Excepto,
claro, que el lavado de cerebro tenía efecto eventualmente en la mayoría de los casos, y
durante los años universitarios la mayoría de ellos estaban listos para volverse robots y
aceptar el rol sumiso. El profesor Tochus siguió hablando monótonamente. Y Drake,
sereno en su carencia de súper-ego, continuó soñando sobre cómo podría hacer para
acaparar el papel dominante… En New York, Arthur Flegenheimer, el gemelo psíquico de
Drake, se paró delante de diecisiete figuras encapuchadas, una con una máscara de
macho cabrío, y repitió “Siempre ocultaré, siempre disimularé, nunca revelaré, ningúna arte
o artes, parte o partes…”)
Aguanta allí, Sr. Wabbit, dice el joven barbado con sonrisa saturnina.
Algunos viajados se ven a si mismo como robots. Otros ven a sus
guías como robots. Mantén esa perspectiva. ¿Es una alucinación, o
es el reconocimiento de algo que usualmente no percibimos?
Espera, dice Joe. Una parte tuya es como de robot. Pero otra parte
está viva, como algo que crece, un árbol o una planta…
El joven continúa sonriendo, la cara sobre su cuerpo fluyendo hacia el mandala pintado en
el cielorraso. ¿Bien? pregunta, ¿No crees que sería una buena criptografía poética?:
una parte de mí es mecánica, como un robot, y otra parte es orgánica, como un rosal.
Y Joe ve la cara del padre Volpe, y escucha la voz gritand o sobre la sumisión…
En la base del SAC esperan la orden presidencial para despegar hacia Fernando Poo,
Atlanta Hope dirige una manifestación en Atlanta, Georgia, protestando contra la calma
cobarde de la administración por no haber amenazado con un bombardeo a Moscú y
Pekín simultáneo al de Santa Isabel, el premier de Rusia relee su discurso
nerviosamente mientras las cámaras de TV son emplazadas en su oficina (“y, en
solidaridad socialista con el pueblo amante de la libertad de Fernando Poo”), el
presidente del partido Comunista Chino, habiendo encontrado poco aval en los
pensamientos de Mao, arroja los palillos del I Ching y mira con tristeza el hexagrama
23, y el 99 por ciento de la gente del mundo espera que sus líderes les digan que
hacer; pero en la misma Santa Isabel, a tres puertas cerradas de la suite donde
duerme Concepción, Fission Chips le dice furiosamente al radio trasmisor:
“¡Carajo, maldición!” Chips mira el equipo de onda corta. Aquello precipitaba las cosas.
Tendría que proceder solo y mostrarles a esos agentes de sillón de Londres, en especial a
aquel engreído W, cuán poco sabían sobre el verdadero problema en Fernando Poo y el
mundo. Volvió al dormitorio hecho una furia. Me vestiré, pensó furioso, tomaré las bombas
de humo, la Luger y el rayo láser, iré hasta esa iglesia de Sabiduría Estelar y veré qué
puedo averiguar. Pero cuando abrió la puerta del dormitorio se detuvo momentáneamente
aturdido. Concepción todavía yacía en la cama, pero ya no estaba durmiendo. Su garganta
había sido cortada limpiamente y una curiosa daga con el
Diez minutos después, la señal de OK llegó desde la Casa Blanca, y una flota de
bombarderos SAC despegó hacia Santa Isabel con bombas de hidrógeno, y
Fission Chips, completamente vestido, se dirigió hacia la Iglesia Sabiduría Estelar,
donde no encontró a los BUGGERS, si no algo en un plano enteramente diferente.
Jesucristo en Bicicleta
Muchos de aquellos que sabían que la verdadera fe de Mahoma estaba contenida dentro
de las enseñanzas Ismaelitas fueron enviados al mundo para buscar posiciones en los
gobiernos de Oriente Cercano y Europa. Ya que Alá se complacía en decretar estas tareas
para ellos, obedecían servicialmente; muchos servían a aquellos gobiernos toda su
vida. Algunos, sin embargo, luego de cinco, diez e incluso veinte años de fidelidad a un
shah, califa o rey, recibían, a través de canales subrepticios, un parche que llevaba el
símbolo . Esa noche, el sirviente atacaría y desaparecería como humo; y el amo sería
encontrado a la mañana siguiente con la garganta cortada, y la emblemática Daga de la
Llama de los Ismaelitas a su lado. Otros eran escogidos para servir de otra manera,
manteniendo el palacio del mismo Hassan i Sabbah en Alamut. Éstos eran especialmente
afortunados, porque tenían el privilegio de visitar más a menudo el Jardín de las Delicias
que otros, en donde el Señor Hassan en persona, por medio de sus químicos mágicos, los
transportaba al paraíso estando todavía en sus cuerpos mortales.
Un día, en el año 470 (conocido como 1092 D. C. por los perros cristianos
incircuncisos), recibieron otra prueba de los poderes del Viejo, cuando fueron reunidos
“Éste ingenuo” declaró el Señor Hassan “ha desobedecido una orden - crimen
imperdonable para nuestra Orden Sagrada -. Os muestro su cabeza para
recordaros el destino de los traidores en éste mundo. Es más; os instruiré sobre
el destino de los traidores en el otro mundo”. Diciendo esto, el buen y sabio
Señor Hassan se levantó de su trono, caminó con su característico paso
tambaleante y se acercó a la cabeza. “Te lo ordeno:” dijo “habla”.
La boca se abrió, y la cabeza profirió un grito tal, que todos los fieles
cubrieron sus oídos y desviaron la vista, y muchos murmuraron plegarias.
“¡Habla, perro!” repitió el sabio Señor Hassan. “Tus lloriqueos no nos interesan.
¡Habla!”
“Las llamas” gimió la cabeza “llamas terribles. Alá, las llamas…” balbució como
un alma en extrema agonía. “Perdón” rogó “perdonadme, O poderoso Señor”.
“No hay perdón para los traidores” dijo Hassan, el que todo-lo-sabe.
“¡Vuelve al infierno!”. Y la cabeza enmudeció inmediatamente. Todos se
inclinaron y rezaron a Hassan y a Alá por igual; de todos los milagros que
habían visto, éste era ciertamente el más formidable y terrible.
El Señor Hassan los despidió diciendo “No olvidéis esta lección. Guardadla en vuestros corazones como guar áis el
nombre de vuestros padr s”.
Jesucristo iba en bicicleta. Esa fue la primera advertencia de que no debí haber tomado
ácido antes de venir a Balbo y Michigan para ver la acción. Pero realmente me pareció
correcto en otro nivel: me pareció la única forma de relacionar todo este ejemplo de
“Hay unos pocos informes más” dijo Saúl a Muldoon. “Echémosles un vistazo y
luego llamamos al Cuartel para ver si Danny encontró a esta tal Pat que los escribió”
6/8
J. M.:
Esta es la versión más extraña de la historia de los Illuminati que he encontrado hasta el
momento. Es de una publicación escrita, editada y publicada por alguien llamado Philip
Campbell Argyle-Stuart, quien sostiene que los conflictos del mundo se deben a una vieja
guerra entre el pueblo semita “Khazar” y el pueblo nórdico “Faustiano”. Ésta es la esencia de su
pensamiento:
Una cosa más necesita ser mencionada. La Sra. Helena Petrovna Blavatski (1831-1891),
fundadora de la Teosofía… fue tan hipócrita como demoníaca, una verdadera bruja de gran
poder maligno aliada a los Illuminati, a los masones del Gran Oriente, a los anarquistas rusos, a
los ingleses que teorizaban sobre Israel, a los proto-sionistas, a los asesinos árabes y a los
thugs indios.
Fuente: El Boletín del Enero Alto Coeficiente Intelectual, Vol. IV, Nº 1, por Philip
1970. Publicado Springs, Campbell Argyle-Stuart, Colorado
Colorado.
Pat.
“Espera a estar un tiempo más en este ejército del Hombre” dijo el negro,
vehementemente. “Entonces verdaderamente apreciarás la aplicación
de esa palabra, chico. Oh, sí que la apreciarás, man”.
“No es sólo aplicable al ejército” dijo Hagbard, pensativo “Es el mundo entero”.
6/8
J. M.:
Creo haber encontrado una pista de cómo encajan Zoroastro, los platillos voladores y todo este
material lunático en el rompecabezas Illuminati. Presta atención, jefe:
El partido Nazi fue fundado como apéndice político de la Sociedad Thule, rama extremista de la
Logia de los Iluminados de Berlín. Esta logia, a su vez, fue creada por rosacruces - altos
francmasones -, y su preocupación era el duelo por la muerte del sistema feudal. Los masones
de aquella época, al igual que el Partido Federal de la América pos-revolucionaria, trabajaban
diligentemente para prevenir la “anarquía” y preservar los viejos valores creando el Cristianismo
Socialista. De hecho las conspiraciones de Aarón Burr, las cuales serían de origen masónico
según alega el profesor Hofstadter, fueron un prototipo americano para las intrigas germanas
del siglo posterior. A su socialismo científico externo, estos masones, sumaron conceptos
postulaba que ciertos seres celestiales, directa o indirectamente, habían dado a la humanidad
sus grandes ideas y retornarían a la Tierra cuando nuestra raza hubiera alcanzado el progreso
requerido -. La Iluminación era una característica del Pentecostalismo, el cual fue perseguido
por el cristianismo ortodoxo durante siglos, y que logró entrar en la francmasonería a través de
un complejo proceso histórico
imposible de explicar sin mayores digresiones. Basta decir que los Nazis, siendo “Iluminados”, se sintieron inspirados divinamente, y por
lo tanto, justificados para reescribir las reglas del bien y del mal adaptándolas a sus propósitos.
(De acuerdo a la teoría Nazi) antes de que la actual Luna fuera capturada por la Tierra, estos
seres celestiales habrían vivido en las regiones de mayor altitud: en Perú, México, Cóndor
(Etiopía), el Himalaya, Atlántida y Mu, formando la Confederación Uraniana. Esto fue tomado
muy seriamente, y la Inteligencia Británica lo combatió con la fantasía de Tolkien “El
Silmarillion”, la base de sus famosos libros
sobre “Hobbits”…
Tanto J. Edgard Hoover, como el congresal Otto Passman son altos dirigentes masones, y
ambos, significativamente, lo reflejan en su filosofía y actitud maniquea. El peligro principal en
el pensamiento masónico, más allá del “derecho divino a gobernar”, es - por supuesto
Ahora estaban usando Gas Pimienta, y vi a un fotógrafo disparar una toma mientras un policía lo estaba
rociando (¡Heisenberg cabalga de nuevo! ¡Desde el oeste llegan los
cascos atronadores del gran caballo, el Fenómeno del Porro! Con la excepción de que yo
estaba de ácido; si hubiera estado fumado hubiera sido realmente, verdaderamente, un
Fenómeno del Porro). Luego escuché que el fotógrafo había recibido un premio por aquella
foto. En ése momento no parecía estar a punto de recibir un premio. Parecía como si le
hubieran arrancado la piel y le estuvieran tocando los nervios vivos con un torno de
dentista. “Cristo” le dije a Hagbard, “mira al pobre bastardo. Espero salir de esto con sólo
uno o dos ataques más de gas lacrimógeno. No quiero nada de Pimienta”. Pero el ácido es
plácido, ya saben, y un minuto después me encontraba en los juicios de Joyce
nuevamente, y pensando en un drama llamado “Su Pimienta y mis Lamentos”.
Hice una primera línea florida, en honor al Padre Pederastia: “Qué dúo impresentable,
para completar los lamentos de esta hora”.
“Bism‟allah” dijo Hagbard. “Nuestro Karma está constituido por nuestras acciones, no
por nuestras plegarias. Estás en el escenario, así que toma la acción como venga”.
“Oh, córtala con tu rollo de Hombre Santo y deja de leerme la mente” protesté, “no
tienes que impresionarme”. Pero me fui por otra tangente, lo que era algo así: si el
escenario era el circo del Alcalde Daley, entonces el Alcalde Daley era el maestro
de ceremonias. Si como es abajo es arriba, como indicó herméticamente Hermes,
entonces este decorado es el decorado mayor. El Sr. Microcosmos se encuentra
con el Sr. Macrocosmos. “¡Hola Mic! “¡Hola Mac!”. Conclusión: El Alcalde Daley, en
pequeña medida, es lo que Krishna es en mayor medida. QED.
Fue entonces que unos chicos del ESD que habían sido fumigados con
gas lacrimógeno vinieron corriendo a nuestro encuentro, y Hagbard se
ocupó de entregarles pañuelos húmedos. Los necesitaban: estaban casi
ciegos, como Joyce descuartizando a su Adán en esperanzas sabias. No
fui de mucha ayuda, ya que estaba ocupado llorando por mi cuenta.
“Mala suerte para él” dijo cortante, repartiendo pañuelos, “él no lo sabe”.
Repentinamente pensé:
Hubert el Jorobado tosió, carraspeó y escupió en las calles por las que caminó Lincoln.
Hubo un ruido en la multitud, como si un tren subterráneo abriera todas sus puertas
chupando el aire, y vi venir a la policía cruzando la calle para despejar el parque.
“No seas tan jodidamente paternalista” objeté, mirando por una esquina
del tiempo y cayendo en la cuenta de que aquella era la noche e n la que
me rociarían Pimienta. “Es Marx puro: la ideología de la clase dominante
se transforma en la ideología de toda la sociedad”.
“No sólo la ideología. La Realidad”. Bajó su pañuelo “esto era un parque público
hasta que ellos cambiaron su definición. Ahora, las armas han cambiado la
Realidad. Ya no es un parque público. Hay más que un solo tipo de magia”.
“Como las Actas de Propiedad” dije huecamente. “Un día la tierra pertenecía a la gente.
Al día siguiente le pertenecía a los terratenientes”.
“Y como las Actas de Narcóticos” añadió “Cien mil adictos inofensivos se volvieron
criminales de la noche a la mañana por un Acta del Congreso. Y realmente se
volvieron criminales cuando los papeles fueron firmados. Las armas lo demuestran.
Camina cerca de una de esas armas llevando un porro y rehúsate a parar cuando ellos
te lo dicen. Su Imaginación se transforma en tu Realidad en un segundo”.
Finalmente obtuve mi respuesta para Papá, cuando un policía saltó desde la oscuridad
gritando algo sobre los putos maricones comunistas hijos de puta y me roció como tenía
que suceder (lo supe mientras me derrumbaba adolorido) en ése escenario.
7/8
J. M.:
Aquí hay más información sobre cómo encajan Blavatski, la teosofía y el lema debajo de la gran
pirámide del Sello de los EEUU al cuadro de los Illuminati (o cómo no encajan. ¡Se vuelve más
confuso cuanto más avanzo!) Éste es un artículo en defensa de Madame Blavatski, luego de
que Truman Capote repitiera los cargos de la Sociedad John Birch, quienes decían que Sirhan
Sirhan se inspiró en los trabajos de Blavatski para asesinar a Robert Kennedy: “Sirhan
Blavatski Capote” por Ted Zatlyn, Los Ángeles Free Press, 26 de Julio, 1968:
Los Birchers que atacan a Madame Blavatski, a pesar de ser pocos en número y de estar tan
locos como siempre, han encontrado un nuevo hogar en esta atmósfera de sospecha y
violencia. Truman Capote los toma con seriedad…
¿Sabrá el Sr. Capote que los Illuminati (de acuerdo a la sagrada doctrina de Birch) nacieron en
el Jardín del Edén cuando Eva lo hizo con la serpiente y dio a luz a Caín? ¿Que todos los
descendientes de Caín, el hombre-serpiente, pertenecen a un grupo súper- secreto
El anti-Illuminati John Steinbacher escribió en su libro inédito, Novus Ordo Seclorum (El
Nuevo Orden de las Eras): “Hoy en América, gente con distintos talentos está coqueteando con
el desastre al asociarse con las fuerzas malignas de siempre… la doctrina de Madame
Blavatski era extraordinariamente similar a la de Adam Weishaupt…”
El autor también da su versión de la versión de los Birchers sobre qué es lo que los Illuminati
están tratando de lograr:
No puedo creer ni entender esto, pero al menos explica cómo tanto nazis como comunistas
pueden ser falanges de los Illuminati. ¿O no lo explica?
Pat.
La noche estaba cayendo en la reserva Mohawk, pero Hagbard pudo ver a Sam Tres
Flechas asentir vigorosamente en la oscuridad de la pequeña cabaña. Nuevamente
sintió que los indios americanos eran la gente más cabeza dura del mundo. Sus
tutores le habían dado una educación cosmopolita, en el sentido amplio de la palabra,
y frecuentemente no encontraba trabas para comunicarse con personas de cualquier
cultura, pero por momentos los indios lo desconcertaban. Podían ser la sociedad más
simple o la más sofisticada del planeta, aunque tal vez fueran ambas, y la simpleza y
la sofisticación extremas son idénticas.
Sam Tres Flechas dejó la pipa y levantó sus ojos oscuros hacia los de Hagbard. “¿Quieres decir que la
justicia no es algo conocido, como un perro que ladra en la
noche? ¿Es como un sonido inesperado en el bosque, que sólo puede ser
identificado cuidadosamente luego de ser estudiado en profundidad?”.
“La propiedad y la justicia son agua” dijo finalmente. “Ningún hombre puede
retenerla mucho tiempo. Pasé muchos años en Juzgados, y he visto cómo cambia
la propiedad y la justicia cuando un hombre habla, cambian como cambia la oruga
a mariposa. ¿Me comprenden? Pensé en tener la victoria en mis manos, luego el
juez habló y se me escapó. Como agua que corre entre los dedos”.
El Tío John Pluma asintió “Yo comprendo. Quieres decir que perderemos
nuevamente. Estamos acostumbrados a perder. Desde que George
Washington nos prometió estas tierras „mientras existan las montañas y el
pasto sea verde‟, para luego romper su promesa y robar parte de ellas diez
años más tarde - ¡Diez años, amigo! -, siempre hemos perdido. Tenemos
sólo una hectárea de los cientos que nos habían prometido por entonces”.
“Podríamos no perder” dijo Hagbard “Les prometo, al menos, que el BAI sabrá que e sta vez le dimos batalla. Aprendo
más trucos y me vuelvo ás tramposo cada vez que voy a
una corte. Ahora soy más pillo y tramposo. Pero tengo menos confianza
en mí mismo de la que tenía cuando tomé mi primer caso. Ya no
comprendo por qué estoy luchando. Tengo una palabra para ello - el
Principio SNEBJ, le llamo -, pero no comprendo muy bien qué es”.
Hubo otra pausa. Hagbard escuchó un traqueteo en la tapa del cesto de basura detrás de
la cabaña: era el mapache al que el Tío John Pluma llamaba el Viejo Abuelo, que había
venido a robar la cena para esta noche. La propiedad es un robo, ciertamente, en el
mundo del Viejo Abuelo, pensó Hagbard.
“Yo también estoy desconcertado” dijo finalmente Sam Tres Flechas. “Trabajé hace
mucho en la ciudad de New York, en la construcción, como muchos hombres de la
nación Mohawk. Descubrí que los blancos a menudo eran como nosotros, y que yo no
podía odiarlos a todos. Pero no conocen ni aman a la tierra. Usualmente no hablan desde
el corazón. No actúan desde el corazón. Son más como los actores de las películas.
Interpretan roles. Y sus líderes no son como nuestros líderes. No son elegidos por sus
virtudes, si no por su habilidad de interpretar un rol. Los blancos me lo han dicho en
palabras simples. No confían en sus líderes y aún así los siguen. Cuando nosotros no
confiamos en un líder, está acabado. Entonces, por lo tanto, los líderes de los blancos
tienen más poder. Es malo obedecer a un hombre porque si. Pero lo peor es lo que dije
sobre el corazón. Sus líderes lo han perdido, y han perdido la compasión. Hablan desde
otro lado. Actúan desde otro lado, pero ¿de dónde? Como tú, yo tampoco lo sé. Creo que
es una especie de locura”. Miró a Hagbard y añadió amablemente “Algunos son
diferentes”.
Aquel fue un largo parlamento para él y revolvió algo en el Tío John Pluma. “Yo estuve en
el ejército” dijo. “Fuimos a combatir a un hombre blanco malo, o eso es lo que los blancos
nos dijeron. Tuvimos reuniones llamadas orientación y educación. Eran películas. Nos
mostraba las cosas terribles que éste hombre blanco malo hacía en su país. Cuando el film
terminó, todos estaban enojados y con deseos de pelear. Menos yo. Yo sólo estaba allí
porque la armada me pagaba más de lo que un indio podía ganar en cualquier otro trabajo.
Así que yo no estaba enojado, si no sorprendido. No había nada que hiciera aquel líder
blanco que no hubieran hecho antes los líderes blancos de nuestro país. Nos hablaron de
un lugar llamado Lídice. Era parecido a Wounded Knee. Nos contaron de familias que
viajaron miles de millas para ser destruidas. Era parecido al Viaje de las Lágrimas. Nos
contaron cómo éste hombre dominaba su nación, y que nadie podía atreverse a
desobedecerle. Era muy parecido a la manera en que los blancos trabajan en las
corporaciones de la ciudad de New York, como describió Sam. Le pregunté a otro soldado
sobre esto, un negro. Era más fácil hablar con él que con un blanco corriente. Le pregunté
qué pensaba de la orientación y educación. Dijo que eran una mierda ¡Y estaba hablando
desde el corazón! Lo pensé un rato largo, y supe que él estaba en lo correcto. Orientación
y educación eran una mierda. Cuando los hombres del
BAI vienen aquí a hablar, es lo mismo. Mierda. Pero déjame decirte esto: la Nación Mohawk está
perdiendo su alma. El alma no es como la respiración, la sangre o los
huesos, y puede ser arrebatada de maneras que ningún hombre puede comprender. Mi
abuelo tenía más alma que yo, y los jóvenes de hoy tienen menos alma que yo. Pero tengo
el alma suficiente para hablar con el Viejo Abuelo, que ahora es un mapache. Él piensa
como mapache y está preocupado por la nación mapache, más de lo que yo me preocupo
por la nación Mohawk. Él piensa que la nación mapache morirá pronto, junto a todas las
naciones de los animales libres y salvajes. Esto es algo terrible, y me asusta. Cuando las
naciones de los animales mueran, la tierra también morirá. Ésa es una vieja enseñanza
sobre la cual no tengo dudas. Veo que ya está pasando. Si roban más de nuestras tierras
para construir esa represa, más de nuestra alma morirá ¡y morirá más del
alma de los animales! ¡La tierra morirá y las estrellas ya no brillarán! ¡La mismísima
Gran Madre podría morir!” el viejo lloraba sin pudor “¡Y eso será porque
los hombres no hablan palabras, si no, hablan mierda!”
Hagbard se puso pálido debajo de su piel olivácea. “Vendrá a esta corte” dijo
pausadamente “y le dirá eso al juez, exactamente las mismas palabras”.
8/8
J. M.:
Recordarás que en el gráfico sobre la conspiración Illuminati publicado por el East Village
Other (memo # 9) se listaba al “Vehm Sagrado” como una cubierta Illuminati. Finalmente
descubrí qué es el Vehm Sagrado (o, mejor dicho, que era). Mi fuente es Historia de la Magia
de Eliphas Levi, páginas 199-200.
Eran una especie de policía secreta que tenía derecho sobre la vida y la muerte. El misterio
que rodeaba sus juicios y la rapidez de sus ejecuciones, ayudaron a impresionar la imaginación
de las gentes
bárbaras. El Vehm Sagrado adquirió proporciones gigantescas; los hombres se estremecían al
describir la aparición de personas
enmascaradas, llamamientos clavados a las puertas de los nobles en plena guardia nocturna
durante las orgías, jefes de los bandoleros encontrados muertos con una terrible daga
cruciforme clavada en el pecho con un fragmento de la sentencia del Vehm Sagrado atada al
mango. El tribunal utilizaba los procedimientos más fantásticos: el culpable era citado a alguna
encrucijada de caminos poco conocida, era llevado ante la asamblea por un hombre vestido de
negro, quien le vendaba los ojos y lo guiaba en silencio. Esto siempre ocurría a alguna hora
indeterminada de la noche, pero el juicio no se dictaba hasta la medianoche. El criminal era
llevado hasta una enorme cripta subterránea, donde era interrogado por una voz. Luego le
quitaban la
venda, la cripta se iluminaba en toda su profundidad y altura, y aparecían los Jueces Libres
enmascarados y vistiendo túnicas negras.
El Código de la Corte Véhmica fue descubierto en los antiguos archivos de Westfalia y fue
impreso en el Reichstheater de Muller, bajo el siguiente título: “Código y Estatutos del Sagrado
Tribunal Secreto de
Cortes y Jueces Libres de Westfalia, establecido en el año 772 por el Emperador Carlomagno y
revisado en 1404 por el Rey Roberto, quien hizo
los cambios y adiciones requeridos para la administración de la justicia en los tribunales de los
iluminados, luego de investigarlos con toda su autoridad”.
Una nota en la primera página prohibía la lectura del libro a cualquier persona profana, so pena
de muerte. La palabra “iluminados” dada a los asociados del Tribunal Secreto revela
completamente su misión: ellos debían buscar en las sombras a aquellos que adoraban a
la oscuridad; contrarrestaban misteriosamente a aquellos que conspiraban en contra de la sociedad a favor del
misterio; pero ellos
mismos eran soldados secretos de la luz, arrojando luz diurna sobre los complots criminales, y
esto era lo que significaba la esplendorosa iluminación repentina del Tribunal cuando
pronunciaban la sentencia.
Así que ahora tenemos que añadir a Carlomagno a la lista de los Illuminati - junto a Zoroastro,
Joachim de Floris, Jefferson, Washington, Aaron Burr, Hitler, Marx y Madame Blavatski -. Todo
esto: ¿Podría ser una farsa?
Pat.
9/8
J. M.:
Mi último informe pudo haber sido muy apresurado al hablar en pasado sobre el Vehm
Sagrado. Descubrí que Daraul piensa que todavía puede existir (Historia de las Sociedades
Secretas, pág. 211):
Estas Cortes terribles nunca fueron abolidas formalmente. Fueron reformadas por varios
monarcas, e incluso se llegó a decir que
existían en el siglo XIX aunque de manera mucho más subterránea. Las bestias nazis y las
organizaciones de resistencia que combatían la ocupación comunista en Alemania Oriental
afirmaban continuar la tradición de “la Caballería y el Vehm Sagrado”. Tal vez todavía existan.
Pat.
SR. KHARIS: Su señoría, propongo que este último discurso sea vedado de los registros
como irrelevante e inmaterial. Aquí estamos tratando una cuestión práctica: la necesidad
de esta represa por parte de la gente New York, y las supersticiones del señor Pluma están
completamente fuera de lugar.
SR. CELINE: Su señoría, la gente de New York ha sobrevivido mucho tiempo sin una
represa en ése lugar en particular. Y pueden sobrevivir mucho más sin ella. ¿Puede
sobrevivir alguna cosa, vale la pena que lo haga, si nuestras palabras se vuelven, como
dice el Sr. Pluma, excrementos? ¿Puede sobrevivir lo que razonablemente llamamos
Justicia Americana, si las palabras de nuestro primer presidente, el honor sagrado de
George Washington, es destruido, si su promesa de que los Mohawks podrían quedarse
con esas tierras „mientras existan las montañas y el pasto sea verde‟, se
transforma en excremento?
SR. CELINE: Estoy hablando desde el corazón - ¿Lo hace usted? ¿O está
departiendo el excremento que le fue ordenado decir por sus superiores?
SR. CELINE: Me estoy controlando. De otra forma, hablaría con tanta franqueza
como mi cliente, y diría que la mayoría de las peroratas aquí expuestas son
llanamente mierda vieja. ¿Por qué debo decir excremento, si no disfraza ni un
poco lo que estamos haciendo? Es mierda. Sencillamente mierda.
calabaza podrida.
SR. CELINE: Ustedes incluso tienen armas. Tienen hombres con armas y palos,
llamados alguaciles, que me golpearán si no me callo. Entonces: ¿Cómo se diferencian
de cualquier otra pandilla de bandidos, excepto por el uso del lenguaje que oculta lo que
están haciendo? La única diferencia es que los bandidos son más honestos. Ésa es la
única diferencia. La única diferencia.
SR. CELINE: Están robando algo que no les pertenece ¿Por qué no
pueden hablar en serio por un momento? ¿Por qué…?
JUEZ IMMHOTHEP: Solamente sujételo, alguacil. No utilice fuerza innecesaria. Sr. Celine,
me veo tentado a perdonarlo considerando que obviamente usted está muy involucrado
emocionalmente con sus clientes. Sin embargo, dicha misericordia de mi parte alentaría a
otros abogados a creer que podrán seguir su ejemplo. No tengo alternativa. Lo encuentro
culpable de menosprecio hacia la corte. La sentencia tendrá lugar cuando el tribunal vuelva
de un receso de quince minutos. Usted hablará entonces,
pero sólo de manera mitigante para alivianar el grado de su sentencia. No escucharé nuevamente que
llame „pandilla de bandidos‟ al gobierno de los Estados Unidos. Eso es
todo.
MR. CELINE: Ustedes roban tierras, y no quiere que los llame bandidos.
Les ordenan a hombres armados que nos sujeten, y no quiere que los
llame matones. Ustedes no actúan desde el corazón; ¿Desde donde
carajo actúan? ¿Qué es, en nombre de Dios, lo que los motiva?
9/8
J. M.:
Me gustaría que pudieras explicarme los cómo se relaciona tu interés por Illuminati.
números 5 y 23 con éste proyecto
Esto es todo lo que pude desenterrar hasta ahora sobre el misterio de los números, espero que
lo encuentres iluminador. Es de un libro de paradojas matemáticas y lógicas: Cómo Torturar
Tu Mente, editado por Ralph L. Woods, Funk and Wagnalls, New York, 1969, página 128.
2 y 3 son 5.
El maldito libro, dicho sea de paso, no provee las soluciones a las paradojas. Pude percibir el
error en ésta, pero me llevó horas (y un dolor de cabeza) poder expresarlo en palabras. Espero
que te ayude. De cualquier manera, para mí, fue un alivio del material verdaderamente
Pat.
4 de Abril
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN:
El último reporte era el más viejo del lote y ya estaba poniéndose amarillo
en los márgenes:
La información y los libros que ha solicitado han sido adjuntados de manera completa. En caso
de que se encuentre apurado, he aquí un sumario rápido:
1- Billy Graham estaba en Australia la semana pasada, haciendo apariciones públicas. No hay
manera de que haya ido a Chicago.
diosa llamada Dana o Tana (cuyo origen se remonta probablemente a la Edad de Piedra).
3- La Sociedad John Dillinger Murió por Ti tiene su cuartel en Mad Dog, Texas, pero fue fundada en
Austin hace varios años. Es una especie de broma seria, afiliada a los Iluminados Bávaros, otro
grupo bizarro del campus de Berkeley, en la Universidad de California. Los Illuminati simulan
ser una camarilla de conspiradores que manejan el mundo detrás de escena. Si usted
sospecha que algunos de estos grupos está implicado en algo siniestro, probablemente haya
Ud. caído en uno de sus chascos.
W. H.
“Así que todo esto ya estaba vinculado a Mad Dog desde hace varios años” dijo Saúl
pensativamente. “Y Malik ya estaba utilizando una identidad alternativa, ya que obviamente la carta
le fue enviada a él. También he comenzado a sospechar, mientras
leíamos éste material, que los Illuminati tienen su propio estilo de sentido del humor”.
“La gente se viene preguntando eso desde hace trescientos años” dijo Saúl, ausente.
“¿Eh?”.
“No todos somos genios” dijo Barney “Sube de un escalón a la vez ¿Si?”
“En primer lugar, los Illuminati o bien quieren publicidad o no la quieren. Si controlan todo y
quieren publicidad, habría más avisos de ellos que de la Coca-Cola y aparecerían
en la TV más a menudo que Lucille Ball. Por otro lado, si controlan todo y no quieren publicidad, ninguna
de estas revistas y libros habría sobrevivido - habrían desaparecido
de las librerías, de las tiendas de revistas y de los depósitos de los
editores -. Y ésta investigadora, Pat, nunca los habría encontrado”.
“En segundo lugar, si quieres reclutar gente para una conspiración, además de el
idealismo y otros motivos nobles que puedes explotar en ellos, siempre puedes explotar la
esperanza. Puedes exagerar el tamaño y el poder de la conspiración, porque mucha gente
querrá unirse al bando ganador. Por lo tanto, todas las aseveraciones sobre la
verdadera fuerza de los Illuminati deben ser consideradas, a fortiori, tan sospechosas
como las encuestas a los votantes lanzadas por los candidatos antes de las elecciones”.
“Pero el pulpillón es muy activo y tiene muchos recursos. Si controlara el planeta, podría
elegir entre operar abiertamente o en secreto, pero como todavía no ha alcanzado esa
omnipotencia, debe escoger ser lo más anónimo posible. Por lo tanto, muchos de sus
tentáculos estarían tanteando en el área de las publicaciones y de la comunicación. Quiere
saber si alguien lo está investigando o está listo para publicar alguna
investigación ya concluida. Al encontrar a dicha persona tiene dos opciones: matarla o neutralizarla. Al
asesinato se recurre en caso de emergencia, pero en lo posible debe ser
evitado: nunca se sabe si esa persona escondió copias extras de sus
documentos en varios lugares insospechados para ser develados en
caso de muerte. La neutralización casi siempre es mejor”.
Saúl hizo una pausa para reencender su pipa, y Muldoon pensó. El aspecto más irreal de las
historias de Doyle es la admiración que siente Watson en momentos como éste. Yo
solamente estoy irritado, porque me hace sentir como un tarado que no puede ver
nada de esto por mí mismo. “Continúa” dijo bruscamente, guardando sus
deducciones para cuando Saúl terminara.
“Ahora, las fuentes que esta Pat ha desenterrado, mayormente llevan a dos
conclusiones: los Illuminati ya no existen, o que son virtualmente idénticos al
comunismo ruso. Rechazo la primera, porque tanto Malik como Pat han
desaparecido, y dos edificios, uno aquí en New York y otro en Mad Dog, han
sufrido atentados palpablemente vinculados a la investigación sobre los Illuminati.
Ya has aceptado eso, pero el paso siguiente es igual de obvio. Si los Illuminati
tratan de distorsionar la información, ninguna publicidad debe ser evitada, por lo
tanto debemos considerar la idea de que los Illuminati estén orientados hacia el
comunismo tan escépticamente como observamos la idea de que no existen”.
Muldoon sonrió. Por una vez no tengo que hacer de Watson, pensó. “Brillante”
dijo. “Nunca dejas de sorprenderme, Saúl. Mira esto y dime como encaja en el
conjunto” Le alcanzó un papel “Lo encontré en un libro en la mesa de luz de Malik”.
Pres. Garfield, asesinado por Charles Guiteau, un católico. Pres. McKinley, ídem, por León
Czolgosz, católico. Pres. Theodore Roosevelt, intento de asesinato por John Shrank, católico.
Pres. Franklin Roosevelt, intento de asesinato por Giuseppe Zangara, católico. Pres. Harry
Truman, intento de asesinato por Griselio Torresola y Oscar Collazo, ambos católicos. Pres.
Woodrow Wilson, muerte misteriosa mientras era atendido por una enfermera católica. Pres.
Warren Harding, otra muerte misteriosa (se rumorea suicidio) también atendido por una
enfermera católica. Pres. John Kennedy, asesinato explicado inadecuadamente. Jefe de la CIA
por entonces: John McCone, católico. Ayudó a escribir el refutable y contradictorio informe
Warren.
Cuando Saúl levantó la vista, Barney dijo complacido “lo encontré en un libro, como te dije.
El libro era La Responsabilidad Romana en el Asesinato de Abraham Lincoln del
General Thomas M. Harris. Harris remarca que tanto John Wilkes Booth, como la familia
Suratt y todos los demás conspiradores eran católicos, y argumenta que actuaban
bajo órdenes de los Jesuitas”. Barney hizo una pausa para disfrutar de la expresión de
Saúl y continuó “se me ocurrió que, usando tu principio de que la mayoría de los informes
están repletos de pistas falsas, deberíamos cuestionar la idea de que los Illuminati
utilizaran a los Masones como tapadera para juntar reclutas. Probablemente necesitaran
alguna organización similar, una que existiese a lo ancho de todo el mundo,
que tuviese ritos y secretos misteriosos, órdenes internas en las cuales fuesen reclutados
solo unos pocos elegidos y una estructura autoritaria y piramidal que exigiese a todo el
mundo el cumplimiento de las órdenes de arriba sin importar que las
comprendiesen o no. Una organización de ese tipo es la Iglesia Católica Romana”.
Saúl recogió su pipa del suelo. No recordaba haberla dejado caer. “Es mi
turno de deci r „brillante‟” murmuró finalmente. “¿Vas a dejar de ir a misa
los Domingos? ¿Realmente lo crees?”.
Muldoon rió. “Después de veinte años” dijo “finalmente lo logré. Me adelanté a ti. Saúl,
estuviste cara a cara con la verdad, ojo a ojo, nariz a nariz, boca a boca, pero estabas tan
cerca que tus ojos bizquearon y viste todo al revés. No, no es la iglesia católica. Hiciste
una buena observación al decir que eran anti-católicos, así como anti-judíos y racistas.
Pero están dentro de la iglesia católica y siempre han estado. De hecho, los esfuerzos de
la iglesia para arrancarlos de raíz le han dado a la Santa Madre de Roma una reputación
muy desafortunada de paranoia e histeria. Sus agentes hacen un esfuerzo especial para
ingresar al sacerdocio, en orden de obtener objetos sagrados para sus propios ritos
bizarros. También intentan llegar a lo más alto de la iglesia como les sea posible, para
destruirla desde adentro. Muchas veces han reclutado y corrompido a los feligreses, a
órdenes enteras del clero, incluso provincias enteras. Probablemente llegaron a Weishaupt
cuando todavía era jesuita - se infiltraron en esa orden varias veces en la historia y aún
más entre los dominicanos. Si eran descubiertos en actos criminales se aseguraban de
que fuera el catolicismo y no su verdadera fe lo que sería publicitado, como en esta lista de
asesinos. Su Dios es llamado el Portador de la Luz, y ese sea probablemente el origen de
la palabra „iluminación‟. Malik preguntó sobre ellos hace mucho y éste W. H. le dijo,
correctamente, que ellos todavía existen. Estoy hablando de los Satanistas, por supuesto”.
“Por supuesto,” repitió Saúl suavemente “por supuesto. El pentágono que continúa
apareciendo es el centro del pentagrama en donde se invoca al Diablo. El fascismo es
su única faceta política. Básicamente son una teología - o una anti-teología, supongo -.
Pero entonces, ¿Qué infiernos - literalmente, Infiernos - es lo que buscan?”
“No me preguntes,” Barney encogió los hombros, “puedo seguir a mi hermano cuando
habla sobre la historia del satanismo, pero no cuando intenta explicar sus motivaciones.
Utiliza términos técnicos de teología sobre „hacer inmanente el Eskatón‟ pero lo único
que puedo comprender es que tiene algo que ver con ocasionar el fin del mundo”.
“Todo el mundo está loco,” explicó pacientemente Saúl, “si no comprendes sus
motivos”. Acomodó su corbata. “Imagina que llegas en un plato volador desde Marte -
o desde Vulcano, como lo hicieron los Illuminati de acuerdo a una de nuestras fuentes
supuestamente creíbles -. Me ves levantándome a la mañana, y me ves
enroscándome esta prenda alrededor del cuello sin ningún motivo claro, a pesar del
calor ¿Qué explicación formularías? Que soy un fetichista, o un loco, en otras
palabras. La mayor parte del comportamiento humano es de ese tipo, no orientado
hacia la supervivencia, si no hacia un sistema de símbolos en los que la gente cree.
Pelo largo, pelo corto, pescado los Sábados, nada de cerdo, levantarse cuando el juez
entra en la sala - todos símbolos, símbolos, símbolos -. Seguramente los Illuminati
están locos, desde nuestro punto de vista. Desde su punto de vista, nosotros somos
los locos. Si pudiésemos averiguar en qué creen y que significan sus símbolos para
ellos, comprenderíamos por qué quieren matar a la mayoría de la humanidad. Barney,
llama a tu hermano. Sácalo de la cama. Quiero averiguar más sobre el satanismo”.
(“¡Qué Diablos!” gritó el presidente el 27 de Marzo. “¿Una guerra nuclear por un lugar insignificante como
Fernando Poo? Ustedes deben estar locos. El pueblo americano está
cansado de que nuestro ejército sea la policía del mundo. Dejen que Guinea Ecuatorial
pesque en sus propias aguas revueltas, o lo que sea que signifique esa expresión”.
“Aguarde” le dijo el Director de la CIA “déjeme mostrarle estas fotos aéreas…”)
átomo, cada gen, cada célula”. Lo traeremos de vuelta piensa Liddy ferozmente así
tengamos que asesinar a todo el gobierno suizo. Ese hombre no permanecerá libre .
A su lado, Bernard Barker se cambia nerviosamente, y en un tiempo perpendicular un
futuro presidente metamorfosea a los Plomeros en Limpiadores de Fosas Sépticas: pero
ahora, adentro del Watergate, los micrófonos de los Illuminati no son percibidos por
aquellos que estaban plantado bichos de los CREEP, a pesar de que ambos fueron
subsecuentemente descubiertos por los técnicos que estaban instalando bichos de los
BUGGERS. “Es la misma Inteligencia, haciendo diseños infinitos y
significativos” continúa el Dr. Leary entusiasmado.
“Hubo muchos acercamientos al Gnosticismo,” continuó la voz al momento “todos centrados en la gnosis
- la experiencia directa de Dios - que es diferente del mero
conocimiento sobre Dios. La búsqueda de la gnosis, o iluminación como se la ha llamado
varias veces, tomó muchas formas extrañas, algunas de ellas probablemente similares a
los yogas orientales y otras usando las mismas drogas que han redescubierto los rebeldes
modernos que están en contra del lento sendero de la religión ortodoxa. Naturalmente, con
esa variedad de senderos hacia la gnosis, distintos pilotos han aterrizado en distintas
pistas, aunque cada uno insistiese en haber descubierto la verdadera Nueva Jerusalén. De
cualquier manera, los místicos están un tanto mal de la cabeza,” el cura añadió
cínicamente, “es por eso que la iglesia los encierra en hospitales psiquiátricos a los que
eufemísticamente llaman monasterios. Pero me fui por las
ramas”.
“Si. Ahí es donde el Maniqueísmo entra en el cuadro” dijo el Padre Muldoon “los
maniqueos culparon con los mismos cargos a la iglesia ortodoxa. De acuerdo a su
forma de ver las cosas, el Dios del cristianismo y del judaísmo ortodoxo era el
Diablo. El dios al cual contactaban a través de sus ritos peculiares era el dios
verdadero. Por supuesto, ésta es la enseñanza de los satanistas de hoy”.
“¿La energía atómica? Nada en absoluto… al menos, nada que yo pueda ver…”
“Los maniqueos rechazan el universo físico” dijo el cura lentamente. “Dicen que el dios
verdadero, su dios, nunca se rebajaría a mezclarse con la materia. Llaman panurgo al
Dios creador del mundo, nuestro Dios Jehová, lo cual hace referencia a una fuerza ciega,
estúpida y torpe, más que a un verdadero ser inteligente. El reino en donde habita su dios
es puramente espiritual y de luz. Por lo tanto, es llamado el portador de la luz y nuestro
universo siempre es llamado el reino de la oscuridad. Pero ellos no conocían la energía
atómica por aquellos días, ¿No es así?” La última oración comenzó como una
“Eso es lo que yo estoy preguntando” dijo Saúl. “La energía atómica libera grandes
cantidades de luz, ¿No es cierto? Y seguramente haría inmanente el Eskatón si
una gran cantidad de poder atómico fuera liberado de golpe ¿No es así?”
“¡Fernando Poo!” exclamó el sacerdote “¿Esto está conectado con Fernando Poo?”
“Comienzo a pensar que sí” dijo Saúl. “También estoy comenzando a pensar
en que nos hemos quedado en un solo lugar durante mucho tiempo, y usando
un teléfono casi ciertamente intervenido. Mejor nos vamos. Gracias, Padre”.
“De nada, a pesar de que no sé en que están metidos” dijo el cura. “Si piensan
que los satanistas controlan el gobierno de los Estados Unidos, algunos
sacerdotes estarán de acuerdo con ustedes, especialmente los hermanos
Berrigan, aunque no veo cómo puede ser un asunto policial ¿El departamento
de Policía de New York tiene ahora una oficina de Asuntos Sagrados?”
“No le hagas caso,” dijo Barney por lo bajo “es muy cínico con respecto
al dogma, como la mayoría de los clérigos de hoy en día”.
“Escuché eso” dijo el cura. “Podré ser cínico, pero no creo que el satanismo sea un asunto
de risa. Y la teoría de tu amigo es muy viable, a su manera. Después de todo, el motivo de
los satanistas para infiltrarse en la iglesia, en los viejos tiempos, era el de desgraciar a la
institución en su papel de representante de Dios en la tierra. Ahora, que el gobierno de los
Estados Unidos haga lo mismo, bueno… puede ser una broma o una paradoja de mi parte,
pero también es la manera en que trabajan sus mentes. Soy un cínico profesional - como
todo teólogo debe serlo en estos días, si no quiere parecer un completo idiota ante las
mentes escépticas de los jóvenes -, pero soy ortodoxo, o totalmente reaccionario, en lo
que respecta a la Inquisición. He leído a todos los historiadores racionalistas, por
supuesto, y es verdad que hubo un elemento de histeria
en la iglesia por aquel entonces, pero aún así, el satanismo no es menos dañino que
el cáncer y la plaga. Es totalmente hostil hacia la vida humana, y de hecho, hacia toda
Saúl pensó en las frases crípticas y elusivas de Eliphas L evi: “la monstruosa
Gnosis de Manes… los cultos del fuego material…” Y, hace diez años, los
hippies reunidos en el pentágono, poniendo flores en los rifles de la Policía
Militar, cantando “Sal, demonio, sal”… Hiroshima… la Luz Blanca del Vacío…
“Espere” dijo Saúl “¿No son solamente ideas sobre el asesinato? ¿Para
los satanistas, asesinar es una experiencia mística?”.
“Si” dijo Saúl, ausente “y estoy comenzando a compartir su temor…” Una canción que
odiaba golpeaba adentro de su cráneo: Wenn das Judenblut vom Messer spritz…
Luego de una larga pausa, Muldoon dijo “No podemos confiar en nadie.
Apenas podemos confiar en nosotros mismos”.
Antes de que Saúl le contestara, sonó el teléfono. Era Danny Pricefixer desde la Jefatura
“Malas noticias. Había una sola chica en la Confrontación llamada Pat. Patricia Walsh,
para ser exactos, y ella…”
“¿Qué van a hacer ahora? El FBI está que trina exigiendo saber a donde
están ustedes dos, y el Comisionado se las está viendo negras”.
El joven, Ben Volpe, traga saliva “Mire, Sr. Maldonado, hay algo que debo decirle.
Sé cómo se pone la… Hermandad… cuando alguien hace cagadas y las oculta”.
“Tú no la cagaste” dice Nariz de Banana, desconcertado “De hecho tuviste una
suerte sorprendente. Freirán a ese tarado de Oswald por esto. Llegó en el
momento justo. Fue una verdadera Fortuna… ¡Jesús, María y José!” Nariz de
Banana se endereza en su asiento cuando se da cuenta “¿Quieres decir… quieres
decir… que fue Oswald quien lo hizo en realidad? ¿Disparó antes que tú?”.
“No, no” Volpe se siente miserable. “Déjeme explicarlo lo más claramente posible. Yo
estoy aquí en lo alto del edificio de Registros del Condado de Dallas, como lo
planeamos, ¿Si? La caravana de autos dobla por Elm y se dirige al paso subterráneo.
Uso la mira amplificadora, moviendo el arma para mirar a los alrededores, sólo para
confirmar que tengo detectados a todos los Fedes. Cuando miro hacia la Biblioteca de
la Escuela, veo aquel rifle. Ese era Oswald, supongo. Luego compruebo el Grassy
Knoll y, maldición, hay otro tipo con un rifle. Me enfrié, no podía comprender. Mientras
estoy en ese estado, como un zombi, ladra un perro y entonces el tipo del Grassy
Knoll, calmada y tranquilamente, como si estuviera practicando tiro al blanco, dispara
tres veces hacia el auto. Eso es todo” concluye Volpe miserablemente. “No puedo
aceptar el dinero. La… Hermandad… me freirá el culo si descubre la verdad”.
Volpe tragó saliva nuevamente, y dijo “Hay algo más que debo decirle. Bajé al Grassy
Knoll, luego de que los policías corrieron hasta la Biblioteca. Pensé que podría
encontrar al tipo que hizo los disparos dando vueltas por allí y ver cómo era, para decirles
a ustedes. Pero se había ido. Aunque esto es lo sombrío: me encontré con otro
(“También les están enseñando perversiones” Jim el Sonriente estaba llega ndo a
su clímax. “Enseñan homosexualidad y lesbianismo en nuestras escuelas, y lo
estamos pagando con nuestros impuestos. Bien ¿Eso es, o no es comunismo?”)
“Todas nuestras comidas son educativas, hoy en día” le dijo la conejita al oído.
“Creemos que el cliente debe comprender plenamente qué es lo que tiene en la punta del
tenedor y cómo llegó allí, antes de dar el primer mordisco”.
“Buen Dios” dijo Saúl, poniéndose de pié. Aquello no era el Club Playboy,
era uno de esos antros de lunáticos y sádicos. Tambaleó hasta la puerta.
“No hay salida” dijo suavemente un hombre desde otra mesa mientras él pasaba.
“Una droga” dijo Saúl torpemente, “me han drogado”. Por supuesto, eso era - algo similar a
la mezcalina o al LSD - y estaban guiando sus alucinaciones proveyéndole los estímulos
adecuados. Incluso tal vez estaban simulando algunas de las alucinaciones. Pero ¿Cómo
fue que cayó en sus manos? Lo último que recordaba era haber estado en el
departamento de Joe Malik junto a Barney Muldoon… No, hubo una voz que dijo “Ahora,
Hermana Victoria” mientras salían por la puerta de calle a Riverside Drive…
“Ningún hombre debería casarse con una mujer treinta años menor que
él” dijo apenadamente el maître. ¿Cómo sabían eso? ¿Habían
investigado toda su vida? ¿Cuánto hacía que lo retenían?
“Me voy de aquí” gritó, empujando a un lado al maître y precipitándose hacia la puerta.
Unas manos intentaron atraparlo, pero fallaron (se dio cuenta de que no fue intento
verdadero: estaban dejándolo llegar a la puerta) Al atravesar la puerta comprendió
por qué: no estaba en la calle, si no en otro cuarto. Éste era el próximo calvario.
“Hijos de puta” les gritó Saúl. Seguían trabajando en sus sentimientos por
Rebecca. Bien, eso no les llevaría a ningún lado: tenía amplias razones
para confiar en la fidelidad de ella, especialmente por su devoción sexual.
“Hijos de puta” gritó Saúl. “Es falsa. Esa no es Rebecca - es una actriz maquillada.
Olvidaron el lunar en su cadera”. Podían drogar sus sentidos, pero no su mente.
Una nueva foto de deslizó en la pantalla: Era Adolf Hitler en uniforme nazi, y Rebecca,
desnuda, dándole la espalda y recibiendo su pene en el recto. Su cara revelaba dolor y
placer - y se veía el lunar en su cadera -. Otra falsificación - Rebecca nació años después de la muerte de
Hitler. Pero ellos no pudieron producir el lunar en los treinta
segundos posteriores a su reclamo, lo cual significaba que conocían su
cuerpo, íntimamente… y también sabían lo escéptica y rápida que era su
mente, y estaban preparados para administrarle una serie de sacudidas
hasta que algo superara su capacidad de duda.
“No creo que un hombre que murió hace treinta años pueda estar cogiendo con
cualquier mujer en la actualidad” dijo Saúl secamente. “Sus trucos son vulgares”.
Apareció una nueva foto - y esta vez, sin dudas, era Rebecca -. Pero era Rebecca hace
tres años, cuando él la conoció. Estaba sentada a la mesa en un departamento barato del
East Village, con el look demacrado y lastimoso con el que la recordaba de aquellos días;
estaba preparando una jeringa para inyectarse en el brazo. Era algo real, pero lo terrorífico
eran sus implicaciones: ellos venían vigilándolo desde hacía mucho tiempo. Tal vez - era
difícil fechar la foto precisamente, aunque reconocía el departamento -
sabían que se enamoraría de ella antes de que él mismo lo supiese. No; lo más probable
es que algún amigo de ella de esa época tomara esa foto, y ellos de alguna manera la
encontraron cuando se interesaron en él. Sus recursos deben ser fantásticos.
Fue seguida rápidamente por otra foto: Rebecca, con el aspecto actual,
sentada en la cocina - con las cortinas nuevas color café que habían puesto
la semana pasada - nuevamente inyectándose el brazo con una jeringa.
La respuesta no fue verbal: la foto de Rebecca con el gigante negro volvió a la pantalla,
seguida por un acercamiento de su cara, los ojos cerrados y la boca abierta recibiendo el
pene. El foco era perfecto, el trabajo de un artista con la cámara, y no pudo ver ningún
signo de maquillaje que pudiera ayudar a otra mujer a pasar por Rebecca. Mantuvo en la
memoria la falta del lunar en su cadera, pero, perversamente, su mente tanteó la otra
posibilidad - el maquillaje puede cambiar una cara, y también puede esconder un lunar…
ellos querían que él usara su escepticismo para poder destruirlo gradualmente, y
en el proceso, minar toda su psiquis… otro mensaje apareció en la pantalla:
La respuesta fue brutal: una serie completa de diapositivas, tal vez quince o veinte en total,
pasaron por la pantalla en una sucesión tan rápida que no pudo examinarlas
cuidadosamente, aunque el personaje principal era Rebecca, siempre Rebecca, Rebecca
con el gigante negro en distintas posiciones sexuales, Rebecca con otra mujer, Rebecca
con Spiro Agnew, Rebecca con un niño de siete años, Rebecca, Rebecca en un
crescendo de perversión y anormalidad, Rebecca con un perro San
Bernardo - y una onda sinusoide color menta, parte del efecto de la droga
que aún trabajaba en él, cruzando toda la escena…
“Los verdaderos sádicos tienen estilo” Saúl carraspeó luchando para controlar su voz.
“Ustedes son tan malignos y amenazantes como una película mala de clase B”.
Hubo un zumbido mecánico y comenzó una película. Era Rebecca teniendo sexo con el
San Bernardo, con muchos acercamientos, y sus expresiones eran las que él conocía.
¿Puede una actriz retratar el estilo individual de respuesta sexual de otra mujer? Si - de ser
necesario, esta gente usaría la hipnosis para obtener el efecto perfecto.
Saúl tenía una reproducción de la famosa estatua en su casa (lo cual sería la
fuente de la alucinación), pero a pesar de eso, se sentía extrañamente perturbado.
Sus palabras puntuales parecían contener un significado más profundo que la
mera referencia casual al atentado en Confrontación… algo anterior… algo de
toda su vida… y explicaba por qué había comprado la estatua en primer lugar.
Estoy a punto de tener una de esas famosas revelaciones de las que siempre hablan
los hippies, pensó. Pero la sirena se rompió en pentágonos rojos, naranjas, amarillos…
Aquellos dibujos que hice el otro día, pensó Saúl… pero la pantalla le preguntó:
… Y súbitamente comprendió por primera vez lo que significaban las palabras “un
pensamiento real”; lo que Hegel quería decir al definir a la Idea Absoluta como el
pensamiento puro pensando en el pensamiento puro; lo que quería decir el Obispo
Berkeley al negar la realidad del mundo físico, en aparente contradicción con toda
experiencia humana y sentido común; lo que todo detective esperaba encontrar
secretamente, a pesar de que se encontraba al descubierto; la razón por la
que se convirtió en detective; el por qué del universo; el por qué de todo; y
luego lo olvidó; tuvo un rápido atisbo de ello nuevamente - tenía algo que
ver con el ojo en la cúspide de la pirámide; y lo perdió nuevamente entre
visiones de unicornios, caballos, zebras y barras, barras, barras.
Rió para no llorar. Habían tocado la duda más profunda con respecto a su trabajo -
su carrera, la labor de toda una vida - precisamente en el mismo instante en que la
droga lo guiaba allí, con todas esas malditas caras acusadoras. Era como si
pudieran leer su mente y ver sus alucinaciones. No; era sólo una coincidencia
afortunada, porque entre todos sus trucos, estadísticamente era probable que uno
ocurriera en tándem con la experiencia apropiada de la droga.
Saúl rió nuevamente, más abierta e histéricamente; y supo, con más claridad que
antes, que había lágrimas escondidas detrás de la risa. La prisión no reforma a nadie;
he desperdiciado mi vida; le ofrezco a la sociedad una ilusión de seguridad, pero no un
servicio verdadero. Peor aún, lo supe durante años y me mentí a mi mismo. El
sentimiento de fracaso total y de amargura absoluta que bañaba a Saúl en ese
momento no era producido, si no magnificado por la droga. Había estado en él durante
mucho, mucho tiempo, pero siempre lo hacía a un lado, lo borraba de su atención
concentrándose en alguna otra cosa; la droga simplemente le permitía (lo obligaba a)
mirar honestamente a la emoción durante unos pocos instantes dolorosos.
El cuarto era pequeño, pero estaba decorado como el burdel más caro del mundo.
Sobre la cabecera de la cama había una ilustración de Alicia, con un hongo que decía
“Cómeme”. Y recostada en la cama, ya sin su disfraz de Playboy, rosada y bellamente
desnuda con sus piernas abiertas anticipadamente, estaba la conejita rubia. “Buenas
noches” dijo hablando velozmente y clavando los ojos en su mirada. “Soy su Conejita
Virgen. Todos los hombres desean una Conejita Virgen para comerla en Pascua y
celebrar el milagro de la Resurrección. ¿Comprende el milagro de la Resurrección, señor?
¿Sabe que nada es verdad, que todo es permisible y que el hombre que se atreve
a romper el condicionamiento robótico de la sociedad y comete adulterio, muere en el
momento del orgasmo junto a su ramera y resucita a una nueva vida? ¿Le enseñaron eso
en la schule? ¿O solamente lo llenaron de mierda monogámica yiddish?”. La mayoría de
los hipnotistas hablan lentamente, pero ella estaba obteniendo el mismo efecto hablando
rápido. “Ibas a comer un animal muerto lo cual es desagradable, a pesar de que esta loca
sociedad lo acepte como normal, en cambio, ahora vas a comerte una mujer deseable (y
luego a cogerla) lo cual es normal, a pesar de que esta loca sociedad piense que es
desagradable. Eres un Illuminati, Saúl, aunque no lo sepas. Esta noche aprenderás.
Encontrarás tu verdadero ser, el que eras antes de que tus padres te concibieran. Y no
estoy hablando de reencarnación. Estoy hablando de algo mucho más maravilloso”.
Los ojos de la chica se iban abriendo a medida que él hablaba, pero no estaba
sorprendida por su reticencia - estaba realmente alarmada y apenada por él, o
era una gran actriz -. “Que mal” dijo tristemente “has rechazado el Paraíso, así
que deberás recorrer el duro sendero a través de los muros del Infierno”.
Saúl escuchó un movimiento detrás de él, pero antes de poder girar sintió un pinchazo en
el cuello: una aguja, otra droga. Mientras deducía que debían haberle dado una droga
psicodélica más fuerte para vigorizar el efecto, sintió que la conciencia se le escapaba.
Era un somnífero o un veneno.
El camión arrancó con una sacudida: vamos a ver al mago, al maravilloso mago de tos.
¿Qué fue lo que me dijo Hagbard cuando nos conocimos, sobre líneas rectas, tribunales y
esa mierda? No podía recordarlo, mi mente vagaba, Joseph K. abriendo un libro de
leyes y encontrando ilustraciones eróticas (Kafka sabía adonde estaba), de Sade llevando
un recuento matemático preciso en el burdel de cuantas veces había azotado a
las putas y cuantas veces ellas lo habían azotado a él, los nazis contando cada trocito
de oro en los cadáveres de Auschwitz, los eruditos de Sheakespeare debatiendo sobre
esa línea en Macbeth (¿eran las bancas o los bancos del tiempo?), el prisionero debe
acercarse a la banca, puedes guardarlo en el banco, amigo, en el banco… LOS
CERDOS COMEN MIERDA, LOS CERDOS COMEN MIERDA… y Pound, que escribió
“el puto banco”, rechazaba a Freud, pero a pesar de eso él tenía un indicio del
verdadero secreto… cómo un homosexual domina ominosamente a otro…
“Ya hemos salido” le dije, fastidiado. “Éste es el aire ordinario actual de Chicago.
Cortesía de Bienes Públicos Edison y Aceros E. U. en Gary”.
Y ella se avergonzaba
(En 1923, Adolf Hitler se irguió frente a un altar piramidal y repitió las palabras del
hombre con cabeza de macho cabrío: “Der Zwek heiligte die Mittel”. James Joyce, en
París, garabateó en crayón las palabras que su secretario, Samuel Beckett, más tarde
mecanografiaría: “El hombre Pre-austérico persigue a la mujer Pan-histérica”. En Brooklin,
New York, Howard Phillips Lovecraft estaba retornando de una fiesta en la que Hart Crane
se había comportado de manera perfectamente atroz - lo cual confirma el prejuicio del Sr.
Lovecraft contra los homosexuales - cuando encuentra una carta en su buzón y la lee
distraídamente: “Sería mejor que algunos de los secretos revelados en sus historias
recientes permanecieran fuera de la luz de la edición. Créame, le hablo como amigo, pero
hay algunos que prefieren que dichos conocimientos seudo olvidados permanezcan en la
oscuridad actual, y ellos son enemigos formidables para cualquier
hombre. Recuerde lo que le sucedió a Ambrose Bierce…” Y, en Boston, Robert Putney
Drake grita: “Mentiras, mentiras, mentiras. Todo es mentira. Nadie dice la verdad.
Nadie dice lo que piensa…” su voz se va perdiendo.
“Tal vez sí puedo. Tal vez estoy más de acuerdo con usted de lo que usted cree” El
doctor mira por encima de su libreta y encuentra los ojos de Drake. “¿Usted está
seguro de no estar simplemente presuponiendo que yo voy a reaccionar de la
misma forma que el resto de la gente a la que intentó contarle todo esto?”.
Drake mira el cielorraso y habla abstractamente: “Usted debió estudiar medicina, antes
de especializarse. ¿Conoce algún caso en el que los gérmenes se hayan dado por
vencidos y se hayan retirado porque el hombre al que estaban destruyendo tenía un
carácter noble o sentimientos dulces? ¿El bacilo de la tuberculosis abandonó los
pulmones de John Keats porque tenía dentro suyo cientos de grandes poemas todavía sin
escribir? Usted debe haber leído algo de historia, y aunque nunca haya estado en la
línea de fuego como yo: ¿Recuerda alguna batalla que refute el aforismo de Napoleón que
dice que Dios siempre está del lado del que posee los cañones más grandes y los mejores
estrategas? Éste bolche, en Rusia, Lenin, ordenó que todas las escuelas enseñaran
ajedrez ¿Sabe por qué? Él decía que el ajedrez provee una lección que todos los
revolucionarios deben aprender: que si usted no moviliza sus fuerzas correctamente,
pierde. No importa cuan alta sea su moralidad, no importa cuan majestuosa sea su meta:
luche sin piedad y use cada gramo de su inteligencia o perderá. Mi padre comprende eso.
La gente que maneja el mundo lo comprende. Un general que no lo entiende, vuelve a
teniente segundo o algo peor. Vi cómo destruían a un pelotón entero,
exterminado como un hormiguero bajo una bota. No porque fueran inmorales,
degenerados o porque no creyeran en Jesús. Fue porque en ese lugar y ese día los
alemanes tenían un poder de fuego superior. Esa es la ley, la única ley
verdadera del universo, y todo lo que la contradiga - todo lo que enseñan en
escuelas e iglesias - es mentira” dice apáticamente. “Sólo una mentira”.
“Si usted realmente cree eso,” pregunta el doctor, “¿Por qué todavía
sufre de pesadillas e insomnio?”.
“Usualmente soy más pulcro,” le dije tranquilamente, “pero cuando te arrestan en éste
pueblo terminas un tanto estropeado”.
Eso no cayó nada bien. “Un tipo listo” dijo gentilmente “Aquí nos agradan los tipos listos”.
Consultó mis cargos “Lindos antecedentes para una sola noche, Moon. Revuelta, acción
violenta en turba, ataque a un oficial, resistencia al arresto y disturbios contra la
paz. Lindo”.
“Te conozco” dijo de repente. “Eres el hijo de Tim Moon. Bien, bien, bien.
Un anarquista de segunda generación. Supongo que te encerraremos tan
a menudo como lo encerramos a él”.
“Supongo,” dije “al menos hasta la Revolución. Luego, nosotros no vamos a encerrarlos a
ustedes. Vamos a establecer bellos campos en lugares como Wisconsin y los enviaremos
allí para que aprendan libremente algún oficio útil. Creemos que los policías y los políticos
pueden ser rehabilitados. Pero si no quiere ir a los campos y aprender oficios productivos,
no tiene por qué hacerlo. Podrá vivir de la Asistencia Social”.
“Bien, bien, bien” dijo “Igual que tu viejo. Supongo que si miro para otro
lado cuando los muchachos te lleven allá atrás para trabajar un poco
sobre ti, seguirás haciendo los mismos chistecitos”.
“Temo que si” sonreí “¡Es el carácter nacional de los irlandeses, ya sabe!
Vemos el lado divertido de las cosas”.
“Bien,” dijo pensativo (estaba terriblemente encariñado con esa palabra) “esp
ero que le encuentres el lado divertido a lo que te espera. Serás procesado por
el Juez Bushman. Desearás haberte caído sobre una motosierra. Saluda a tu
padre de mi parte. Dile que Jim O‟Malley le manda saludos”.
Un oficial me llevó para tomar mis huellas digitales. El tipo era una computadora:
“Mano derecha”. Le di mi mano derecha. “Mano izquierda”. Le di mi mano izquierda.
“Siga al oficial”. Seguí al oficial y me tomaron la foto. Pasamos por un par de salas y
en una sección solitaria el policía me golpeó repentinamente en la parte baja de la
espalda con su porra, en el punto exacto (conocía bien su oficio) como para darme
problemas de hígado durante un mes. Gruñí, pero me negué a decir cualquier otra
cosa que me hubiera asegurado otra golpiza. “Marica panza amarilla” me dijo.
El Juez Bushman (le dimos AUM dos año s más tarde, pero esa es otra historia que está por llegar) me miró con su
famoso ce de King Kong. “Éstas son las reglas” dijo.
“Esto es una causa procesal. Puede hacer un alegato o quedarse callado. Si hace el
alegato, tiene derecho a cambiarlo durante el juicio. Cuando propongo una fianza, usted
puede salir pagando el diez por ciento al alguacil. Solamente efectivo, nada de cheques. Si
usted no posee efectivo, va a la cárcel inmediatamente. Su gente tiene maniatada a la
ciudad, y los garantistas están demasiado ocupados como para cubrir todas las cortes, y
de pura mala suerte, usted ha aterrizado en una corte que ellos no están cubriendo”. Giró
hacia el alguacil. “Lista de cargos” dijo. Leyó el registro de mi carrera criminal urdida por el
oficial de arresto. “Cinco delitos en una sola noche. Eres una mala hierba, ¿Eh Moon? El
juicio será el quince de Septiembre. La fianza será de diez mil dólares.
¿Tienes mil dólares?”.
“No” le dije, preguntándome cuantas veces habría dicho ese discurso aquella noche.
SR. KHARIS: ¿El Sr. Celine sugiere seriamente que el Gobierno de los
Estados Unidos necesita un guardián?
SR. CELINE: Simplemente estoy ofreciendo una salida para su cliente. Cualquier
individuo particular con semejante prontuario de asesinatos y robos incesantes sería
feliz alegando demencia. ¿Insiste que su cliente estaba en posesión de sus
facultades mentales en Wounded Knee? ¿En Hiroshima? ¿En Dresden?
“¿Qué?”
“Esposa por concubinato” continuó Hagbard. “El matrimonio homosexual no está permitido
en Illinois. Pero la homosexualidad per se no es un crimen en este estado, así
que no haga olas, su señoría. Déjeme pagar y llevarlo a casa”.
“Éste auto está repleto de drogas” dijo, gozoso “mañana tengo que hacer
una entrega grande a un dealer en Evanston, en el campus del noroeste”.
“Estoy metido en cada negocio ilegal que existe. Cada vez que el gobierno
declara que algo es verboten, dos grupos se mueven al servicio del
mercado negro: la Mafia y el LDD. Esto es por Los Dealers Delicados”.
Rió. “Un punto para Moon. De veras, soy el peor enemigo del gobierno, y la mejor
protección para la persona común. La Mafia no tiene ética, ya sabes. Si no fuera
por mi grupo y por nuestros años y años de experiencia, todas las cosas que hay
en el mercado negro, desde las drogas hasta las pieles canadienses, serían de
bajísima calidad y poco fiables. Impedimos que el consumidor malgaste su dinero.
La mitad de la droga que vendes probablemente haya pasado por mis agentes
antes de llegar a ti. La mejor mitad”.
“¿Qué fue todo ese asunto homosexual? ¿Estabas jodiendo al viejo Bushman?”
“Jubela: ¿Te ha dicho la Palabra?” preguntó el hombre con cabeza de macho cabrío.
“Un fanático” dijo la cabeza de macho cabrío. “Es mejor que esté muerto”.
Saúl Goodman trató de moverse. No pudo contraer ni un solo músculo: la última droga
había sido un narcótico poderoso. ¿O había sido un veneno? Trataba de convencerse
de que la razón por la cual se hallaba paralizado y dentro de un ataúd, era porque
intentaban quebrar su razón. Pero se preguntaba si los muertos no pensarían lo
mismo mientras intentaban escapar del cuerpo antes de que se pudriera.
“Si, Maestro”.
“Si, Maestro”.
“Si, Maestro”.
Howard encontró al Lief Erikson y cantó “Oh, por fin, por fin, por fin/ Una vez más me
encontraré con Celine”. El bruñido Bentley de Maldonado avanzó por el sendero
hacia la casa del “Financista-filántropo más conocido de América”, Robert
Putney Drake. (Luís marchó hacia la Viuda Roja manteniendo su dignidad. Un viejo
con una extraña túnica se abrió paso entre la multitud para llegar al frente, temblando
de exaltación. La cuchilla se elevó: la muchedumbre aguantó la respiración. El viejo
intentaba mirar a Luís a los ojos, pero el rey no podía enfocarlos. La cuchilla cayó: el
gentío exhaló. Mientras la cabeza rodaba hasta la canasta, el viejo levantó los ojos
extasiado y gritó “¡Jacques de Molay, estás vengado!”) El profesor Glynn daba lectura
en su clase de historia medieval (Dean Deane estaba distribuyendo la Declaración
Fresa en el mismo campus al mismo tiempo) y dijo “El verdadero crimen de los
Templarios, de cualquier manera, fue asociarse a los Hashishim”. George Dorn,
apenas escuchando, se preguntaba si debía unirse a Mark Rudd y a los otros que
deseaban cerrar Columbia completamente.
Estaba en una cama y sus ropas habían desaparecido. No había dudas sobre lo que
vestía: una bata de hospital. Y el cuarto - que podía atisbar con el sol de frente - tenía
el aspecto moderno, penitenciario y sombrío de un típico hospital americano.
No escuchó la puerta, pero un hombre trigueño de mediana edad con delantal de médico
entró en la habitación. Llevaba una tablilla con sujetapapeles; varias lapiceras asomaban
del bolsillo de su delantal; sonrió benignamente. Sus gafas negras de gruesos marcos de
nácar y su corte de cabello militar lo señalaban como un típico hombre optimista y activo
de su generación, sin los recuerdos de la Gran Depresión y de la II Guerra Mundial que
provocaba ansiedad a los coetáneos de Saúl, ni las pesadillas nucleares que
provocaban rabia y alienación en la juventud. Obviamente debería considerarse
liberal, pero debería votar como un conservador la mayoría de las veces.
Muldoon, pensó Saúl. Aquí vamos - otro paseo por su idea kitsch de El
Corazón de las Tinieblas.
“Mi nombre es Goodman” dijo brevemente. “Soy tan irlandés como Moishe Dayan”.
“Oh, ¿Todavía estamos jugando ese jueguito, eh?” el hombre habló amablemente.
“¿Todavía es detective?”
“Vete a la mierda” dijo Saúl, ya sin ánimos de defenderse con ingenio e ironía. Cavó
en su hostilidad e hizo una trinchera de antipatía y brevedad malhumorada.
El hombre acercó una silla y se sentó. “En realidad,” dijo “esos síntomas remanentes no
nos preocupan demasiado. Usted se encontraba en un estado mucho peor cuando lo
trajeron, hace seis meses. Dudo que lo recuerde. El electroshock borró piadosamente una
gran parte del pasado cercano, lo cual es muy útil en casos como el suyo. ¿Sabe que
usted atacaba físicamente a la gente en la calle, y que intentó atacar a
enfermeras y camilleros durante su primer mes aquí? Su paranoia era
muy aguda en ese momento Sr. Muldoon”.
“Cállate, imbecil” dijo Saúl. Cerró los ojos y volteó hacia el otro lado.
“Esto es una mejora” dijo Saúl. “Una combinación muy intrigante de realidad y
fantasía, mucho mejor que los esfuerzos anteriores de tu grupo. Déjame escuchar el
resto”.
“Usted piensa que es sarcástico” dijo el hombre tranquilamente. “De hecho, detrás de eso,
su recuperación marcha muy bien. Usted verdaderamente quiere recordar, a pesar
de su lucha por mantener éste mito de Goodman. Muy bien: ud. tiene sesenta años y
es oficial de la policía de Trenton, New Jersey. Nunca ascendió a detective, y esa es la
gran aflicción de su vida. Su esposa se llama Molly y tiene tres hijos - Roger, Kerry y
Gregory de veintiocho, veinticinco y veintitrés años. Hace algunos años comenzó un juego
con su esposa; al principio ella pensó que era inofensivo, pero descubrió, para su
desventura, que no lo era. El juego consistía en que usted simulaba ser un detective y,
tarde a la noche, le contaba sobre los casos importantes en los que trabajaba.
Gradualmente fue construyendo el caso más importante de todos - la resolución de los
asesinatos de la década pasada en América -. Eran el trabajo de un grupo llamado
Illuminati, integrado por jerarcas nazis sobrevivientes que nunca fueron capturados. Usted
comenzó a hablar más y más de su líder - Martin Borman, por supuesto - e
insistía en tener una pista de su paradero. Para cuando su esposa se dio cuenta de que el
juego se había vuelto realidad para usted, ya era tarde. Usted ya sospechaba que sus
vecinos eran agentes Illuminati, y su odio por el nazismo lo llevó a creer que era un
judío que había adoptado un nombre irlandés para evitar el antisemitismo americano.
Éste engaño en particular provocó en usted un sentimiento agudo de culpa, la cual nos
costó mucho tiempo comprender. Finalmente descubrimos que era la proyección de la
culpa que usted sentía por el hecho de ser policía. Pero, tal vez a esta altura, le sería
de gran ayuda para la lucha por su auto-reconocimiento (y para abortar su lucha igual
y opuesta por el escapismo) si le leo parte de un reporte de su caso, redactado por
uno de nuestros psiquiatras más jóvenes ¿Desea escucharlo?”.
“La raíz de los problemas del paciente” comenzó a leer “puede encontrarse en el trauma
provocado por una escena primitiva reconstruida a través del narco-análisis. A los tres años de edad
descubrió a sus padres en el acto de fellatio y fue encerrado en su
habitación acusado de „espiar‟. Esto le dejó un terror permanente a ser encerrado y piedad
hacia cualquier prisionero. Desafortunadamente, este factor de su personalidad, el cual
podría haber sublimado sin problemas convirtiéndose en un trabajador social, se agravó
por culpa de hostilidades edípicas irresueltas y por una reacción formativa inclinada a favor
de „espiar‟, lo cual lo condujo a ser policía. El criminal se convirtió en un símbolo paternal,
y era encerrado como venganza por haberlo encerrado a él; al mismo tiempo, el criminal
era una proyección del ego, que recibía una gratificación masoquista al identificarse con el
prisionero. El deseo homosexual, profundamente arraigado, por el pene del padre
(presente en todos los policías) fue impugnado negando
al padre, lo cual logró rechazando a los ancestros paternos, borrando toda traza de
catolicismo irlandés en la memoria de su ego, sustituyéndolos por la cultura judía, que
“Es mi libreta,” dijo Saúl “no sé como la consiguieron, pero eso no prueba
ninguna maldita cosa, excepto que dibujo en mi tiempo libre”.
“Un trabajo amateur” dijo Saúl “cualquiera puede pegar una etiqueta en una libreta”.
“¿El unicornio significa algo para usted?” Saúl percibió la trampa y no dijo
nada, esperó. “¿Tiene idea usted de la copiosa literatura sicoanalítica
que relaciona al unicornio con el pene del padre? Dígame, por lo tanto:
¿Por qué decidió dibujar unicornios?”.
“Muy bien. Usted habría sido un buen detective, si su - enfermedad - no lo hubiera alejado
del ascenso. Tiene una mente rápida y escéptica. Déjeme intentar otro enfoque - tácticas
que yo no estaría utilizando si no estuviera convencido de que usted está en camino a la
recuperación -; un verdadero sicótico caería en la catatonía luego de un ataque tan directo
a sus ilusiones. Pero, dígame: su esposa mencionó que precisamente antes de agudizar
su - problema -, usted gastó mucho dinero, más de lo que permite un sueldo de oficial, en
una reproducción de la sirena de Copenhagen. ¿Por qué?”.
“Maldición,” exclamó Saúl “no fue tanto dinero” Pero reconoció que su enojo estaba
fuera de lugar, y vio que el otro hombre también lo había notado. Estaba evitando la
cuestión de la sirena… y su relación con el unicornio. Debe haber una relación entre
el hecho número uno y el hecho número dos… “La Sirena,” dijo, llegando allí antes
que el enemigo “es un símbolo maternal, ¿No es así? Su parte inferior no es humana,
porque el niño no se atreve a pensar en esa parte de su madre. ¿Es así en la jerga?”.
En ese momento algo hizo clic: el hechizo estaba roto. Cada detalle en la
libreta de Saúl, cada característica física que Peter Jackson había
descrito estaban allí. “No eres un doctor” gritó “No sé cual es tu juego,
pero estoy seguro de saber quién eres ¡Tú eres Joseph Malik!”.
La cama era de dos plazas, con el respaldo de palisandro tallado con motivos de conchas
de mar venecianas. Las patas no tocaban el suelo, todo el conjunto estaba suspendido de
una viga enorme y redondeada, lo cual permitía que la cama se balancease cuando la
nave se movía, y que el soñador mantuviera su nivel. Al lado de la cama había un pequeño
escritorio. George se dirigió a él, abrió un cajón y encontró papel de diferentes tamaños y
media docena de lápices de distintos colores. Tomó la libreta y un lápiz verde, subió a la
cama, se enrolló en la cabecera y comenzó a escribir.
24 de Abril
Es difícil ir más allá de las creencias aceptadas de nuestro propio tiempo. El primer hombre
en tener pensamientos nuevos avanza a tientas. Las ideas nuevas necesitan estar dando
vueltas un tiempo antes de que alguien las publicite con fuerza. En su forma original son
como mutaciones pequeñas e imperceptibles que podrían transformarse eventualmente en
una nueva especie. Es por eso que la fertilización cultural cruzada es tan importante.
Aumenta el caldo genético de la imaginación. Los árabes, por ejemplo, tenían una pieza del
rompecabezas. Los francos tenían otra. Entonces, cuando los Caballeros Templarios
conocieron a los hashishim, algo nuevo nació.
La raza humana siempre ha vivido más o menos feliz en el reino de los ciegos. Pero
ahora hay un elefante entre nosotros. Un elefante de un solo ojo.
George dejó el lápiz y leyó las palabras verdes frunciendo el entrecejo. Sus pensamientos
todavía parecían venir desde afuera de su mente ¿Qué era todo ese asunto
sobre los Caballeros Templarios? Nunca había sentido ni el más mínimo interés por ese
período histórico desde el primer año en la universidad, cuando el viejo Morrison Glynn
le puso una D por su informe sobre las cruzadas. Se suponía que iba a ser un simple
informe investigativo para que cada uno pudiera demostrar su comprensión del estilo con
notas al pie de página, pero George había elegido denunciar a las cruzadas como un brote
temprano de imperialismo racista occidental. Incluso había encontrado el texto de una
carta de Sinan, el tercer lider de los hashishim, en la cual exoneraba a Ricardo
Corazón de León de cualquier complicidad en el asesinato de Conrado de Montferret,
rey de Jerusalén. George sintió que el episodio demostraba la buena voluntad esencial
de los árabes ¿Cómo iba a saber que Morrison Glynn era un católico conservador
acérrimo? Glynn afirmó, entre otras críticas dispépticas, que la carta enviada desde el
castillo Messiac era una falsificación ¿Por qué los hashishim volvían a su mente? ¿Tenía
algo que ver con el extraño sueño del templo que tuvo en la cárcel de Mad Dog?
El motor del submarino vibraba agradablemente a través del piso, la viga y la cama. Hasta
ahora el viaje le hacía recordar a su primer vuelo en un 747 - una oleada de poder,
seguida por un movimiento tan suave que era imposible decir qué tan
rápido o cuán lejos estaban yendo -.
Sus labios, color de uvas maduras, se separaron en una sonrisa “Modelé para ello.
Pero nada de acertijos, solamente una pregunta ordinaria. Hagbard quiere saber si
necesitas cualquier cosa. Cualquier cosa menos yo. Tengo trabajo que hacer”.
George encogió los hombros. “Me ganaste con la pregunta. Me gustaría reunirme
con Hagbard para saber más sobre él, el submarino y nuestro destino”.
“Correcto. Hagbard te necesitará en la sala de control, más tarde. Mientras tanto fuma
un poco de esto, si quieres. Ayuda a pasar el tiempo”. Sostenía una caja de cigarrillos
dorada. George la tomó, rozando con sus dedos la negra piel aterciopelada de ella. Lo
recorrió una oleada de deseo. Abrió la caja. En su interior había unos
tubitos blancos delgados, cada uno estampado con una K dorada. Sacó
uno y lo sostuvo debajo de su nariz. Un olor agradable, terrestre.
“Oh, si. Posee cientos de miles de toneladas de lino. Bueno, mira George, si
necesitas algo, simplemente presiona el botón de marfil en tu escritorio. Alguien
vendrá. Te llamaremos más tarde”. Giró lánguidamente y se fue por el corredor
iluminado por tubos fluorescentes. La mirada de George se clavó en su increíble
culo hasta que subió los escalones estrechos y alfombrados, perdiéndose de vista.
El porro estaba por la mitad. Lo apagó aplastándolo. Con tanta hierba fluyendo por allí
como tabaco, ese era un lujo que podía darse. Iba a prender otro. No era un colocón,
¡Era un viaje! Un cohete a Saturno a toda velocidad. Y una vuelta igualmente rápida.
Un poco más tarde, atravesó otra puerta que daba a un balcón que era la
reproducción de la proa de una nave vikinga. Arriba, abajo, al frente y a
los costados todo era azul-verde océano. Parecían estar en un globo de
vidrio proyectado hacia el mar. Un dragón verde y rojo, de cuello largo,
ojos dorados y cresta puntiaguda, se elevaba sobre George y Hagbard.
“Mi enfoque es caprichoso, más que funcional” dijo Hagbard. “Si no fuera tan
inteligente, me traería muchos problemas”. Palmeó la figura del dragón con
una mano poblada de vellos negros. George pensó: un vikingo neandertal.
“Te llamé por el intercomunicador” dijo Hagbard, con un aire absurdo de inocencia.
“¿Piensas que no puedo distinguir entre una voz en mi cabeza y una voz en mis oídos?”
Hagbard rugió en una carcajada, tan fuerte que hizo que George se sintiera un
tanto inseguro. “No cuando has tenido tu primer probada de la Kallisti Oro, man”.
“En su lugar, yo pongo al océano en la televisión” dijo Hagbard. Señaló al globo que
rodeaba la proa vikinga. “Lo que ves es simplemente televisión a color, con algunas
adaptaciones y modificaciones. Estamos dentro de la pantalla. Las cámaras están
sobre toda la superficie del submarino y no utilizan luz ordinaria, por supuesto. Si lo
hicieran, no podríamos ver nada. El submarino ilumina el mar que nos rodea con un
radar láser infrarrojo al cual nuestras cámaras de TV son sensibles. Las radiaciones
son de un tipo más predispuesto a ser conducido por el hidrógeno del agua que por
cualquier otro elemento. El resultado es que podemos ver el fondo del océano casi tan
claramente como si estuviéramos observando la tierra firme desde un aeroplano”.
“Los Illuminati están planeando saquear una de las má s grandes obras de arte
de la historia de la humanidad: el Templo de Tethys. Sucede que es un templo
de oro sólido, y tienen la intención de derretirlo y vender el oro para financiar
una serie de asesinatos en los EEUU. Intento llegar antes que ellos”.
La referencia a los asesinatos le recordó a George que había ido a Mad Dog, Texas,
siguiendo una corazonada de Joe Malik para encontrar una pista sobre una conspiración
asesina. Si Joe supiera que esa pista lo estaba llevando 20000 leguas debajo del mar y
eones atrás en el tiempo, ¿Lo creería? George lo dudaba. Malik era uno de esos
izquierdistas “científicos” tercos. Aunque últimamente había estado actuando y
“Los Illuminati. La verdadera fuerza detrás del comunismo y del fascismo. Aunque
seas conciente de ello o no, también controlan el gobierno de los Estados Unidos”.
“Te dije que las metáforas espaciales son inadecuadas para discutir de
política hoy en día” interrumpió Hagbard.
“¿Y?”
“La pasaste. No nos creíste - eso era obvio -, pero mantuviste tus ojos y oídos abiertos, y
estabas dispuesto a escuchar. Si hubieras sido derechista, habríamos utilizado nuestra
cháchara pro-comunista. La idea es averiguar si el nuevo tripulante escucha, escucha
realmente, o solamente cierra su mente ante la primera idea verdaderamente chocante”.
“Su control sobre Washington todavía es precario. Pudieron socializar la economía. Pero si ahora muestran las manos
y se vuelven completame te totalitarios, habrá una
revolución. Los del centro se levantarán junto a los derechistas y a los
izquierdistas liberales, y los Illuminati no son lo suficientemente poderosos
como para resistir ese tipo de revolución masiva. Pero pueden dominar a través
del fraude, y con el fraude eventualmente adquieren acceso a las herramientas
que necesitan para finalizar el trabajo de asesinar a la Constitución”.
“Las marionetas del Kremlin no tienen ni idea de que trabajan para la misma gente
que las marionetas de la Casa Blanca. Los Illuminati controlan todo tipo de
organizaciones y gobiernos nacionales sin que ninguno de ellos sea conciente de
que los otros también están siendo controlados. Incluso los Morituri - y los
restantes grupos desprendidos de los ESD Weathermen, porque los Weathermen
parecían muy cautos - están bajo el control de los Illuminati. Creen que están
trabajando para derrocar al gobierno, pero en realidad lo fortalecen. Las Panteras
Negras también han sido infiltradas. Todo ha sido infiltrado. Al ritmo actual, dentro
de unos pocos años, los Illuminati tendrán al pueblo americano bajo una vigilancia
más estricta que la de Hitler con los alemanes. Y lo mejor es que la mayoría de los
americanos estarán tan asustados por los incidentes terroristas provocados por los
Illuminati, que rogarán ser controlados, como un masoquista ruega ser azotado”.
“No. Son el resultado de la colisión entre el Iluminismo del siglo XVIII y el misticismo
alemán. El nombre correcto de la organización es „los Antiguos Videntes Iluminados
de Baviera‟. De acuerdo a sus propias tradiciones, fueron fundados o resucitados el
primero de Mayo de 1776 por un hombre llamado Adam Weishaupt. Weishaupt fue jesuita
y masón degradado. Él predicaba que las religiones y los gobiernos nacionales debían ser
depuestos, que el mundo debía ser regido por una elite de científicos materialistas y ateos,
y que el poder debía ser resguardado para devolverlo a las masas, que eventualmente se
gobernarían a sí mismas cuando la iluminación se volviera
universal. Pero eso era solamente la „Doctrina Externa‟ de Weishaupt. También había una
„Doctrina Interna‟ que decía que el poder era un fin en sí mismo, y que Weishaupt y
sus seguidores más cercanos usarían los nuevos conocimientos desarrollados
por científicos e ingenieros para apoderarse del mundo. Allá por 1776 el
dominio de la iglesia y de los señores feudales era total, un capitalismo que iba
obteniendo de a poco un trozo cada vez más grande del pastel. Weishaupt
declaró que esos grupos eran obsoletos, y que era momento de que una elite
monopólica con conocimientos científicos y tecnológicos tomara el poder. En
vez de producir eventualmente una sociedad democrática, como prometía la
„Doctrina Externa‟, los Antiguos Videntes Iluminados de Baviera pondrían un
yugo dictatorial sobre la humanidad, que duraría para siempre”.
“Bien, es bastante lógico que alguien de esa época pensara así” dijo
George. “Y ¿Quién mejor que un jesuita y masón degradado?”.
“Aceptas que lo que digo es relativamente posible” dijo Hagbard. “Es una buena señal”.
“No, una señal de que eres el tipo de persona que estoy buscando. Bien, luego de reclutar
un núcleo sólido de masones y librepensadores, y de establecer contactos internacionales,
los Illuminati permitieron que el gobierno bávaro pensara que los habían suprimido.
Subsecuentemente, lanzaron su primera revolución experimental en Francia. Embobaron a
la clase media, cuyos verdaderos intereses residían en el laissez
faire del libre emprendimiento, con el slogan de Weishaupt „Libertad, Igualdad y Fratenidad‟. La trampa,
por supuesto, era que donde la igualdad y la fraternidad
gobiernan, no hay libertad. Luego de la carrera de Napoleón, cuyo ascenso y caída
fue el resultado de las manipulaciones de los Illuminati, comenzaron a plantar las
semillas del socialismo Europeo, provocando las revoluciones de 1848, el
marxismo y finalmente el dominio sobre Rusia: un sexto de la superficie seca de la
Tierra. Por supuesto, tuvieron que idear una guerra mundial para hacer posible la
Revolución Rusa, pero para 1917 ya eran muy hábiles en esa materia. La Segunda
Guerra Mundial fue un trabajo mucho más astuto y les dio muchas ganancias”.
“Eso explica” dijo George “por qué el Marxismo-Leninismo ortodoxo, a pesar de sus
ideales, siempre termina siendo una mierda. Y por qué siempre traiciona a la gente
que lo implementa. Y explica la inclinación inevitable de América hacia el totalitarismo”.
“Acabas de atar doscientos años de historia mundial en una teoría que me hace senti r
que yo mismo habría ideado, si la aceptara” dijo George. “Pero admito que me atrae.
En parte intuitivamente - siento que eres una persona esencialmente cuerda y no
paranoica - En parte porque la versión ortodoxa de la historia que me enseñaron en la
escuela nunca me convenció, y sé cómo la gente puede retorcer la historia para
acomodarla a sus creencias, por lo tanto, asumo que la historia que aprendí está
retocada. Y en parte por la verdadera locura de la idea. Si algo aprendí en los pasados
años, es que cuanto más loca es una idea, más suele acercarse a la verdad. Así y
todo, habiendo expuesto estas razones para creerte, me gustaría ver más pruebas”.
Hagbard asintió. “Bien. Pruebas. Que así sea. Antes, una pregunta.
Suponiendo que tu jefe, Joe Malik, andaba detrás de una pista - y que el
lugar al que te envió tenía algo que ver con los asesinatos y que eso te
conduciría a los Illuminati -: ¿Qué crees que le sucedió a Joe Malik?”.
“No pienses”. Repentinamente, Hagbard sacó un teléfono que estaba detrás del
pasamano del balcón. “Podemos ingresar al sistema telefónico a través del cable
atlántico desde aquí. Marca el código de área de New York y llama a cualquier
persona que te pueda dar información actualizada sobre Joe Malik y la revista
Confrontación. No me digas a quién estás llamando. De otra forma, podrías pensar
que tengo a alguien en la nave haciéndose pasar por la persona a la que llamas”.
Escondiendo el teléfono para que Hagbard no pudiera verlo, George marcó un número.
Después de esperar treinta segundos y de numerosos clics y otros sonidos extraños,
George escuchó que el teléfono llamaba. Al rato, una voz dijo “Hola”.
“Oh, Cristo” dijo George “Mira, estoy en un lugar en el que no puedo fiarme de los
teléfonos. Tengo que asegurarme que estoy hablando contigo. Así que quiero
que te identifiques sin tener que decirte quién creo que eres ¿Comprendes?”.
“Volaron en pedazos la oficina con una bomba, hoy a la mañana. Y Joe desapareció”.
“¿Lo mataron?”
“Creo que no. No hubo víctimas en el atentado ¿Qué hay de ti? ¿Estás bien?”.
“Estoy en medio de una historia increíble, Peter. Tan increíble que no voy a
contarte nada. No hasta que esté de vuelta. Si es que todavía existe la revista”.
“¿Quién?”
“Quien sea. Todavía tienes una tarea por hacer. Y si tiene algo que ver con lo que estabas
haciendo en Mad Dog, Texas, estás en problemas. Se supone que los reporteros
no deben andar dando vueltas por allí cuando han cometido un atentado
contra la revista de su jefe”.
“Un amigo adinerado, eso creo. Es un magnate del lino, o algo así. Luego
te d iré más sobre él. Ahora debo colgar, Peter. Gracias por la charla”.
Hagbard sacudió la cabeza. “Todo lo que sé es que la olla estaba hirviendo. Tu editor,
Joe Malik, andaba detrás de los Illuminati. Por eso te envió a Mad Dog. Tan pronto
como apareciste allí te arrestaron y metieron una bomba en la oficina de Malik ¿Qué
piensas?”.
George rió. “Suena como un chiste. Es difícil creer que una organización
con un nombre tan absurdo haya podido construir algo tan serio como
éste submarino, o que trabaje en una misión tan seria como la de frustrar
los planes de los Antiguos Videntes Iluminados de Baviera”.
Hagbard sacudió la cabeza. “¿Qué hay de serio en un submarino amarillo? Salió de una
canción de rock. Y todo el mundo sabe que la gente que se preocupa por los Illuminati
Bávaros está chiflada ¿Te unirás a la Legión a tu manera?”.
Hagbard palmeó su espalda. “Ah, eres de nuestra clase, si. Bien. Vuelve
por donde viniste, gira a la derecha y entra en la puerta dorada”.
“No hay hombres honestos en este viaje. Acostúmbrate a eso”. Los labios
de Hagbard formaron una sonrisa maliciosa. “Estás aquí para gozar”.
(“Todas las perversiones” gritó Jim el Sonriente. “Hombres teniendo sexo con
hombres. Mujeres teniendo sexo con mujeres. Degradación obscena de
imágenes religiosas para propósitos desviados. Incluso hombres y mujeres
teniendo sexo con animales. Porque, amigos, lo único que todavía no hicieron
es copular con frutas y vegetales, aunque creo que eso es lo próximo
¡Degenerados divirtiéndose con una manz ana!” La audiencia rió con el chiste.)
“Debes correr muy rápido para alcanzar al sol. Eso debes hacer, cuando estás
perdido” dijo la vieja, estirando las últimas palabras como si fueran los versos de una
melodía infantil… el bosque era increíblemente espeso y oscuro, y Barney Muldoon
tambaleó detrás de ella… “Está oscureciendo más y más” dijo ella oscuramente “pero
siempre está oscuro cuando estás perdido”… “¿Por qué debemos alcanzar al sol?”
preguntó Barney, perplejo. “Necesitamos más luz” cacareó la vieja con regocijo.
“Siempre necesitas más luz cuando estás perdido”…
“Así es”.
George lo hizo sin dudar. En muchas iniciaciones rituales era requerida la desnudez total o
parcial; sintió una punzada de ansiedad. Confiaba en estas personas porque todavía no le
habían hecho nada malo. Pero no tenía idea con que tipo de locos se había
metido, o a que tipo de tortura ritual o sangrienta lo inducirían. Dichos
miedos también eran parte de la iniciación ritual.
Stella sonrió y levantó las cejas cuando George se bajó los shorts. Él comprendió
el significado de esa sonrisa, y sintió como corría un torrente de sangre caliente
hacia su pene, que en un instante engrosó su tamaño. El hecho de estar desnudo
y con un principio de erección en frente de una mujer hermosa y deseable que
gozaba del espectáculo, lo puso aún más erecto y duro.
“Tienes una buena herramienta. Linda, gorda y rosada”. Stella se acercó y tocó
la parte inferior de su verga, en el punto donde se une al escroto. Él sintió que
las bolas se le subían. Entonces, con el dedo medio, ella recorrió su miembro a
lo largo hasta rozar la parte posterior del glande. El pene de George se puso
totalmente tieso, como elogiando la destreza manual de la chica.
“Un macho que responde sexualmente” dijo Stella. “Bien, bien, bien. Ahora estás listo para entrar en la
habitación contigua. Por esa puerta verde, por favor”.
Desnudo, erecto y apenado por dejar a Stella detrás, George cruzó la puerta.
Esta gente es adinerada, y tiene muy buen humor como para desconfiar de
ellos, pensó. Le gustaban, y uno debe seguir sus sentimientos.
Pero cuando escuchó el portazo detrás de él, la ansiedad retornó aún más fuerte que
antes.
En el centro del cuarto había una pirámide con diecisiete escalones de mármol rojo y
blanco, alternadamente. La habitación era grande, con cinco paredes que se juntaban en
lo alto, formando un arco gótico a nueve metros del suelo pentagonal. A diferencia de la
pirámide de la cárcel de Mad Dog, ésta no exponía un ojo ciclópeo mirándolo desde la
cima. En su lugar había una enorme manzana dorada, una esfera de oro de la altura
de un hombre, con un tallo de treinta centímetros de largo y una hoja del tamaño de la
oreja de un elefante. Al costado tenía grabada en letras griegas la palabra KALLISTI.
Los muros del cuarto estaban ocultos por formidables cortinas doradas que parecían
robadas del teatro Cinerama, y el piso estaba cubierto por una opulenta alfombra
áurea en la cual se hundían profundamente los pies descalzos de George.
Las luces se apagaron. La manzana dorada brillaba en la oscuridad como una luna llena.
La palabra KALLISTI se recortaba en afiladas líneas negras.
En verdad esto es una ceremonia del Club del Alce, pensó George. Había un perfume
filtrándose por sus fosas nasales. Un olor inconfundible. Esta gente usaba inciensos caros.
Es costosa esta religión, logia o lo que quiera que sea. Pero cuando eres un magnate del
lino, puedes permitirte lo mejor. ¿Lino, eh? Es difícil imaginar cómo un hombre puede
hacer tanto dinero en el negocio del lino ¿Acaparaste el mercado o qué? Capitales
compartidos, eso tenía más sentido que el lino. Creo que estoy sintiendo los
“Si”.
Sintió una correntada en el abdomen. Stella Maris, desnuda y reluciente, surgió detrás de
la pirámide. El brillo suave de la manzana dorada iluminaba los ricos matices marrones y
negros de su cuerpo. George sintió que la sangre corría nuevamente hacia su
miembro. Esta parte iba a estar OK. Stella caminó hacia él con pasos largos y
majestuosos, brazaletes dorados centelleaban y tintineaban en sus muñecas. George
sintió hambre, sed y una presión como si estuvieran inflando lentamente un
globo en sus intestinos. Su verga se irguió, latido a latido. Los músculos de sus
nalgas y muslos se contrajeron, se relajaron y se contrajeron nuevamente.
Stella se acercó deslizándose y bailó en círculos a su alrededor, rozando con una mano su
cintura desnuda. Él se adelantó, extendiendo las manos para tocarla. Y ella se alejó
bailando en puntas de pie, girando, con los brazos sobre la cabeza y contoneando los
pechos pesados y cónicos de negros pezones. Por primera vez, George
comprendió por qué algunos hombres adoraban las tetas grandes.
Sus ojos se movieron hasta las nalgas redondeadas y las sombras musculares de los
muslos y pantorrillas de la chica. Caminó torpemente hacia ella. Stella se detuvo de
repente formando un arco con las piernas levemente separadas que culminaba en su
abundante mata de vello púbico, meneando suavemente las caderas con un movimiento
circular. Su herramienta lo jalaba como si fuese de hierro y ella estuviese magnetizada;
miró hacia abajo y vio que una reluciente perla de fluido, brillante y dorada a la luz de la
manzana, había aparecido en la punta. Polifemo estaba deseoso de entrar a la cueva.
Ella sonrió y se alejó un poco de él. “Intenta imaginar que ésta no soy yo, Stella Maris, la
hija más joven de Discordia. Soy simplemente el recipiente de la Diosa. Su sacerdotisa.
Piensa en la Diosa. Piensa en ella entrando y actuando a través de mí. Ahora yo soy Ella”.
Mientras decía esto, meneaba a Polifemo suave pero insistentemente. Ya estaba feroz
como un potro, pero parecía aún más inflamado, si tal
“En un segundo acabaré en tu mano” gimió George. La detuvo tomándola por su delgada
muñeca. “Tengo que cogerte, quien quiera que seas, mujer o diosa. Por favor”.
Ella se alejó nuevamente, con las palmas de sus manos vueltas hacia él, sosteniendo los
brazos en un gesto receptivo y de aceptación. Pero dijo “Sube los escalones. Sube hasta
la manzana”. Con los pies volando sobre la gruesa alfombra, St ella
corrió y desapareció detrás de la pirámide.
George subió los diecisiete escalones, con su viejo amigo hinchado y tieso. La
cima de la pirámide era amplia y plana, y se paró encarando a la manzana.
Extendió una mano para tocarla, esperando metal frío, y se sorprendió al sentir
que la textura brillante era cálida al tacto, como la de un cuerpo humano. A unos
centímetros por debajo del nivel de su cintura, en el costado de la manzana, vio
una abertura elíptica y oscura, y una sospecha siniestra se formó en su mente.
“Así es, George” dijo la voz atronadora que presidía su iniciación. “Ahora debes
plantar tu semilla en la manzana. Hazlo, George. Entrégate a la Diosa”.
Mierda, pensó George. ¡Qué idea más estúpida! Excitar a un tipo de esta forma y luego
esperar que le eche un polvo a un maldito ídolo dorado. Tuvo bastantes ganas de darle
la espalda a la manzana, sentarse en el escalón superior de la pirámide y masturbarse para demostrarles lo que
pensaba d ellos.
“¿Te hemos decepcionado, George? Está rico adentro de la manzana. Vamos, métela.
Apúrate”.
Soy tan ingenuo, pensó George. Pero un agujero es un agujero. Todo es fricción. Se
acercó a la manzana y cautelosamente colocó la punta de la verga en la abertura elíptica,
en parte esperando ser succionado por una fuerza mecánica y en parte temiendo que se
la cortaran con una guillotina en miniatura. Pero no había nada allí dentro. Su miembro ni
siquiera tocó los bordes del agujero. Se acercó un poco más, metiéndola hasta la mitad.
Nada. Entonces, algo tibio, húmedo y peludo se apretó contra la punta de su pene. Sintió
que, lo que sea que fuera, cedía mientras él empujaba hacia delante. Empujó un poco
más, aquello empujó hacia él, y penetró. ¡Es una concha, por todos los
Enloqueció. Sacó su pene de la manzana y casi cayó de espaldas por la escalera. Bajó corriendo los diecisiete
escalones y miró ha ia atrás. El muerto todavía colgaba, desde
una trampilla en el cielorraso, directamente sobre la poma. El falo ya no
estaba erecto. El cuerpo rotaba lentamente. Una carcajada enorme, muy
parecida a la de Hagbard Celine, retumbó en el salón.
La figura colgante se desvaneció sin hacer ningún sonido. No había ninguna trampilla en el
cielorraso. En algún lado, una orquesta colosal comenzó a tocar Pompa y Circunstancia.
Stella volvió desde atrás de la pirámide, esta vez vestida de pies a cabeza con una simple
túnica blanca. Traía una cubeta plateada con una toalla caliente que despedía vapor. Dejó
la cubeta en el suelo, se arrodilló y envolvió el pene relajado de
“Si, pero ¡Guau!” George miró la pirámide. La manzana dorada brillaba alegremente.
“Levántate” dijo “Me haces sonrojar”.
“Me alegra que te haya gustado” dijo George, con sus emociones
disparadas gradualmente colindando con la furia “¿Cuál era la idea de la
broma del final? ¿Alejarme permanentemente del sexo?”.
“Si tienes alguna queja, dulce hombre, llévasela a Hagabard Celine, Epískopo de la
capilla del Lief Erikson” dijo Stella. Giró y comenzó a caminar hacia la pirámide. “Él te
“Es morbosa” dijo George. “Y también lo es poner a una mujer adentro de la manzana
para que yo no pueda tener ningún tipo de sexo personal con ella, para que la utilice
como un receptáculo, como…, como un objeto. Lo volviste algo pornográfico.
Pornografía sádica”.
“Y ahora sabes - hasta en tus huesos - un poco más sobre la vida que antes, ¿Corr ecto?”
“Si”.
“De nada”.
Hagbard le indicó a George que se acercara al borde del balcón con forma de barco.
Señaló hacia abajo. Lejos, debajo de ellos en el paisaje azul verdoso en el que parecían
estar volando, George pudo ver tierras pasajeras, colinas, lechos sinuosos - y de repente,
edificaciones en ruinas. Pirámides que se elevaban tan altas como las colinas.
“Esta es una de las grandes ciudades portuarias” dijo Hagbard. “Los navíos de las
Américas cargaban y descargaban sus mercancías en este puerto, hace diez mil años”.
“¿Hace cuanto?”.
“Hace diez mil años” respondió Hagbard. “Ésta fue una de las última s ciudades en desaparecer. Por puesto, para ese
entonces su civilización ya staba en decadencia. Pero
ahora tenemos un problema. Los Illuminati ya están aquí”.
“¿Qué es ese pez? ¿Cómo es que nada a la par nuestra?” preguntó George.
“Es un delfín, no es un pez, es un mamífero. Y ellos pueden nadar mucho más rápido
que la velocidad de navegación de los submarinos. A pesar de eso, nosotros podemos
seguirlos. Los delfines poseen una película alrededor del cuerpo que les permite deslizarse
a través del agua sin provocar turbulencias. Aprendí de ellos cómo hacerlo, y
lo apliqué al submarino. Podemos atravesar el Atlántico en menos de un día”.
Una voz habló desde el panel de control “Mejor hazte invisible. Entrarás
al alcance de sus detectores dentro de las próximas diez millas”.
Hagbard apuñaló el aire con la mano, disgustado. “Mierda, eres tan superior”.
“Con Howard”.
La voz dijo “Nunca había visto máquinas como esas. Parecen cangrejos. Ya han cavado en el templo”.
“Cuando los Illuminati hacen algo por su cuenta, lo hacen con excelencia”
dijo Hagbard.
“Soy yo. Aquí afuera. Hola, Sr. Humano” dijo la voz “Soy Howard”.
Incrédulo, pero al tanto de lo que estaba sucediendo, George giró lentamente la cabeza.
El delfín parecía estar mirándolo.
“Howard nada cerca de la proa del submarino, que es donde recogemos su voz. Mi
computadora traduce del delfín al inglés. Un micrófono aquí en la sala de control envía
nuestras voces a la computadora, que las traduce al delfín y transmite
los sonidos equivalentes a través del agua hacia él”.
“Cantan mucho” dijo Hagbard “También recitan e improvisan poesía. Una gran parte
de su cultura es poesía. Poéticos y atléticos - por supuesto, ambas cosas están muy
emparentadas -. Se dedican mayormente a nadar, cazar y a comunicarse entre ellos”.
“Épica” dijo Hagbard “La épica los enloquece. Tienen cuarenta mil años de historia
relatada en poemas épicos. No tienen libros ni escritura - ¿Cómo sostener un lápiz con
sus aletas? -. Tienen todo memorizado. Por eso aman la poesía. Sus poemas son
maravillosos, pero debes pasarte años estudiando su lenguaje antes de
comprenderlos. Nuestra computadora traduce una mala versión de sus trabajos.
Es lo mejor que puede hacer. Cuando tenga tiempo añadiré algunos programas
que puedan traducir realmente la poesía de un lenguaje a otro. Cuando el Corpus
Delfín sea traducido a idiomas humanos, hará que nuestra cultura avance varios
siglos. Será como si descubriésemos las obras que toda una raza de
Shakespeares ha estado escribiendo desde hace cuarenta milenios”.
“Por otro lado” dijo Howard “tu raza podría desmoralizarse con el choque cultural”.
“Inventaron el psicoanálisis hace miles de años, como una forma de pasar el tiempo
durante las largas migraciones. Poseen cerebros y sistemas simbólicos altamente complejos. Pero sus
mentes difieren de las nuestras en forma significativa. Por decirlo
de alguna manera, ellos están en una sola pieza. Carecen de la diferenciación estructural
entre súper ego, ego e id. No tienen represión. Ellos aceptan y son concientes de sus
deseos más primitivos. Sus acciones están guiadas por la conciencia, y no por una
disciplina adquirida de los padres. Entre ellos no hay psicosis ni neurosis. Para ellos el
psicoanálisis es más un ejercicio autobiográfico poético-imaginativo, que un arte curativo.
No sufren de dificultades mentales que requieran curación”.
“Eso no es del todo cierto” dijo Howard. “Hace aproximadamente veinte mil años existió
una escuela de pensamiento que sentía envidia de los humanos. Se llamaban „los
Pecadores Originales‟, porque eran como los ancestros de la raza hu mana quienes,
de acuerdo a algunas de sus leyendas, envidiaban a los dioses y sufrían por ello. Ellos
decían que los humanos eran superiores, porque podían hacer muchas más cosas que
los delfines. Pero desesperaron, y la mayoría terminó suicidándose. Fueron los únicos
neuróticos en la larga historia de los delfines. La mayoría de nuestros filósofos
sostienen que vivimos la belleza de cada uno de nuestros días como ningún ser humano
puede hacerlo. Nuestra cultura es lo que ustedes llamarían un mero comentario sobre
nuestro medio ambiente natural, mientras que la cultura humana está en
guerra con la naturaleza. Si existe una raza afligida, es la suya. Pueden
hacer muchas cosas, y las cosas que pueden hacer, deben hacerlas. Y
hablando de guerra, el enemigo está allá adelante”.
A la distancia, George distinguió lo que parecía una gran ciudad que se erguía sobre
unas colinas alrededor de una profunda depresión, que debió ser un puerto cuando la
Atlántida estaba en la superficie. Las edificaciones llegaban hasta donde el ojo
alcanzaba a ver. La mayoría eran bajas, pero aquí y allá había torres cuadradas que
sobresalían. El submarino se dirigía hacia el centro del antiguo muelle. George miraba los
edificios; ahora podía verlos mejor. Eran angulares, de apariencia muy moderna y, al igual
que la otra ciudad sobre la que habían navegado, poseían un estilo que mezclaba las
arquitecturas griega, egipcia y maya. No había pirámides. La mayoría de las estructuras
estaban rotas en la cúspide, y muchas otras eran un montón de escombros. Así y todo era
notorio que una ciudad, sumergida a miles de pies en el fondo del océano por efectos de lo
que debió ser un terremoto gigantesco, estuviera tan bien preservada. Las edificaciones
debieron ser increíblemente resistentes. Si New York atravesara una catástrofe semejante,
no quedaría nada de sus rascacielos de vidrio y aleación.
Había una sola pirámide. Era mucho más pequeña que las torres que la rodeaban.
Tenía un débil brillo amarillento. A pesar de su escasa estatura, parecía dominar el
horizonte del puerto, como un poderoso capitán enano y rechoncho en medio de
un círculo formado por guerreros altos y delgados. Había movimiento en su base.
“Esta es la ciudad de Peos, en la región de Poseida” dijo Hagbard “y fue esplendorosa en la Atlántida
durante mil años luego de la Estrella Dragón. Me recuerda a Bizancio,
que fue una ciudad poderosa durante mil años luego de la caída de Roma. Y esa
pirámide es el Templo de Tethys, la diosa del Océano. Fueron los navegantes
quienes hicieron grande a Peos. Tengo un rincón en mi corazón para esa gente”.
Mientras hablaba, las arañas dejaron de hacer lo que estaban haciendo alrededor de la
pirámide. Entonces, una de ellas se elevó desde el fondo del océano, seguida por otra y
otra más. Rápidamente se formaron en V y avanzaron hacia el submarino como un par de
brazos extendidos para atraparlo. Ganaban velocidad a medida que se acercaban.
“Nos detectaron” gruñó Hagbard “Se supone que no podían hacerlo. Pero lo han hecho.
Nunca es bueno subestimar a los Illuminati. Bien, George. Sostente el
culo. Estamos en una batalla”.
Súbitamente recordó el pinchazo de la aguja, y todos aquellos años perdidos. Saúl la había
salvado de aquello, pero ahora había desaparecido, y voces extrañas en el teléfono le
hablaban de sexo en la misma forma que los adictos hablaban de la droga. “En el
principio de todas las cosas estaba Mummu, el espíritu puro del Caos. Al principio fue la Palabra, y fue
escrita por un babuino”. Rebecca Goodman, de veinticinco años,
comenzó a llorar. Está muerto, pensó, y todos estos años también han sido en
vano. Aprendiendo a amar. Aprendiendo que el sexo era algo más que otro tipo de
droga. Aprendiendo que la ternura era algo más que una palabra en el diccionario:
como dijo D. H. Lawrence, no es un embellecimiento del sexo, si no el centro
mismo del acto. Aprendiendo lo que el pobre tipo del teléfono nunca podría
adivinar, al igual que la mayor parte de la gente de este país de locos. Para luego
perderlo, perderlo por culpa de una bala perdida disparada a ciegas por ahí.
Una vez que la sala del trono quedó desierta, y los creyentes se habían retirado
maravillados y con fe redoblada, Hassan se arrodilló y separó las dos mitades de la
bandeja que sostenía la cabeza de Ibn Azif. “Tus gritos fueron muy convincentes”
comentó, levantando la trampilla debajo del plato; Ibn Azif salió, satisfecho por su
propia performance. Su cuello era grueso, taurino, sólido y estaba indemne.
- Lord Omar Khayaam Ravenhurst, “El Evangelio según Fred”, El Honesto Libro de la
Verdad
Fuera de ese pequeño - muy pequeño - círculo de amigos, otra gente que llegó a intimar
con der Führer nunca pudo adivinar lo que había en su mente. Por ejemplo Hermann
Rauschning, gobernador de Danzig, fue un nazi devoto hasta que comenzó a percibir
algunas pistas de la dirección adonde conducían las fantasías de Hitler. Luego de
escapar a Francia, Rauschning escribió un libro advirtiendo lo peligroso que era su ex líder. Se llamaba
La Voz de la Destrucción, y era muy elocuente, aunque los pasajes
más interesantes no fueron comprendidos por el mismo Rauschning, ni por la mayoría
de sus lectores. “Aquel que ve al Nacional Socialismo solamente como un movimiento
político, no lo conoce” le dijo Hitler a Rauschning, y está en el libro, pero Rauschning y
sus lectores continuaron viendo al Nacional Socialismo como un movimiento político,
peligroso y particularmente vil, pero nada más. “La creación todavía no está completa”
dijo Hitler; y Rauschning nuevamente lo registró, pero no lo comprendió. “El planeta
sufrirá una convulsión que ustedes, los no iniciados, no podrán comprender” advirtió
der Führer en otra ocasión; en otro momento remarcó que el nazismo no solo era algo
más que un movimiento político, si no que era “más que una nueva religión”;
Rauschning lo escribió en el libro, pero no entendió nada. Incluso registró el testimonio
del médico de Hitler, quien decía que el ridículo hombrecillo asesino a menudo
Están volviendo - Hitler, Goering, Streicher - todos ellos. Y los poderes detrás
suyo, algo con un aspecto que usted no podría ni imaginar.
Todavía no existe una interpretación racional que satisfaga a todos los participantes y
observadores de los eventos de Agosto de 1968 en Chicago. Esto sugiere la necesidad de
modelos libres de valores, inspirados por el análisis estructural de la Teoría del Juego y
del Comportamiento Económico de von Neumann y Morgenstern, la cual nos permitirá
expresar funcionalmente lo que realmente ocurrió, sin teñir nuestro análisis con
preferencias o prejuicios morales. El modelo que emplearemos es el de dos equipos: una
carrera de autos que sube y una carrera de bicicletas que baja, cruzándose
accidentalmente en la misma colina. La estatua de Picasso en el Centro Cívico será la “Largada” para los autos
ascendentes, y la “Llegada” para las bicicletas des endentes.
Poncio Pilato, disfrazado de Sirhan Sirhan, dispara el tiro del comienzo
descalificando a Robert F. Kennedy, por quién Marilyn Monroe se suicidó,
según los tabloides menos confiables y los periódicos amarillistas.
La primer caída de Jesús puede ser considerada como un “punto”, y Simon opera
el inflador en sus ruedas, pero la amenaza de echar LSD en el suministro de agua
constituye una “falta” y por lo tanto su equipo debe retroceder tres cuadras, llevados
por el gas Pimienta, las porras y por las ametralladoras de los mafiosos de Capone,
liberados desde otra franja temporal en el mismo multiverso. Más que Einstein, fue Willard
Gibbs quién creó el cosmos moderno y su concepto de realidad contingente o estadística,
cuando la fertilización cruzada con la Segunda Ley de la Termodinámica de Shannon y
Weiner condujo a la definición de la información como el recíproco negativo de la
probabilidad, haciendo que la golpiza que recibió Jesús por parte de la Policía de Chicago
sea solamente otra de esas cosas que pasan en éste tipo de salto cuántico.
“No puede ser” dice Joe Malik, casi llorando. “Es una locura. Los edificios
no estarían en pie. Los aviones no volarían. Las represas colapsarían.
Los colegios de ingeniería serían asilos para lunáticos”.
“¿No lo son?” pregunta Simon. “¿Has leído los últimos datos sobre
catástrofes ecológicas? Debes enfrentarlo, Joe. Dios es una mujer loca”.
(Sir Charles James Napier, barbudo, pelilargo y de sesenta y tantos años, General del
Ejercito de Su Majestad en la India, conoció a un bribón de lo más simpático en Enero de 1843 inmediatamente
escribió a sus amigos de Inglaterra obre esta persona
notable, a quien describió como valiente, astuto, fabulosamente rico y totalmente
inescrupuloso. Desde que este singular personaje fue considerado un Dios por sus
seguidores, que eran más de tres millones, comenzó a cobrar veinte rupias por permitirles
besar sus manos, pidió - y obtuvo - favores sexuales de las esposas e hijas de los
Verdaderos Creyentes y demostró su divinidad cometiendo descarada y abiertamente
todos los pecados por los cuales cualquier mortal se marchitaría de vergüenza de sólo
conocerlos. También demostró que podía pelear como diez tigres en la Batalla de Miani,
donde ayudó a los británicos a combatir a las tribus rebeldes Baluchi. De todo un poco,
concluyó el General Napier, un ser humano de lo más inusual: Hasan Alí Shah
Mahallat, cuadragésimo Imán o Dios viviente de la secta Ismaelita del Islam,
descendiente directo de Hassan i Sabbah y primer Aga Khan.)
Querido Joe:
Estoy de vuelta en Checago, el desmán fabuloso de Richard el Jorobado, chiquero del mundo,
etc., donde la polución cae como un trueno cruzando el lago desde Gary, etc., y donde el Padre
Weishaupt llegó hasta La Ley de los Cincos, y Hagbard y John no están muy
interesados en especulaciones adicionales. El fenómeno 23/17 es un
descubrimiento enteramente mío, exceptuando a William Burroughs, que notó
el 23 pero no llegó a ninguna conclusión sobre el tema.
Estoy escribiendo sobre un banco del Grant Park, cerca del lugar adonde me
echaron gas Pimienta hace tres años. Lindo simbolismo.
Vino una mujer de las Madres Contra la Polio. Le di unas monedas. Qué bajón, justo cuando
estaba intentando poner mis pensamientos en orden. Cuando vengas, podré
decirte más; esta carta será obviamente un tanto somera.
“Si quieres conocer el alcance de su control,” le dijo Simon a Joe (esta vez hablando, no
por escrito; iban en el auto por San Francisco luego de dejar a Dillinger) “saca un billete
de un dólar de tu billetera y míralo. Vamos - hazlo ahora. Quiero mostrarte algo”. Joe sacó
su billetera y buscó. (Un año después, en la ciudad a la que Simon llama Checago
en honor a las simultáneas invasiones de Agosto de 1968, la convención de
los KCUF está tomando su primer descanso para merendar luego del duro
discurso de apertura de Jim el Sonriente. Simon roza a un acomodador,
grita “Hey, maldito marica, quita tus manos de mi culo” y durante el tumulto
consecuente, Joe mete AUM en el ponche sin problemas).
“¿Qué yo estoy provocando disturbios?, fue ese marica con sus manotas en mi culo”.
(“Bien, no sé qué libro en particular, cariño. Alguno que diga cómo trabajan los
comunistas. Ya sabes, que diga cómo puede hacer un ciudadano patriota para
descubrir un nido de espías comunistas en su barrio. Ese tipo de cosas” explicó
Carmel.)
Un enjambre de hombres con camisas azules y cascos blancos de plástico se precipita
por la calle 43 y la Plaza de la ONU, pasando por la inscripción que dice “Tornemos
nuestras espadas en arados, nuestras lanzas en herramientas y dejemos de pensar en
la guerra”. Revoleando pesadas cruces de madera y profiriendo gritos de guerra
rabiosos, estos hombres irrumpen en la multitud como una ola destruyendo un castillo
de arena. George los ve venir y su corazón pega un salto.
“Y cuando giras el billete, lo primero que ves es la pirámide Illuminati. Verás que dice mil
setecientos setenta y seis, aunque nuestro gobierno fue fundado en mil setecientos
ochenta y ocho. Supuestamente, el mil setecientos setenta y seis está allí porque fue
cuando se firmó la Declaración de Independencia. La verdadera razón es que mil
setecientos setenta y seis es el año en que Weishaupt revivió a los Illuminati. Y ¿Por
qué crees que la pirámide tiene setenta y dos segmentos en trece escalones?”
preguntó Simon en mil novecientos sesenta y nueve… “¡Confundido, mis polainas!
Cuando un tipo me toca el culo, comprendo exactamente lo que quiere” grita Simon en mil
novecientos setenta… George codea a Peter Jackson “los Relámpagos de Dios”, dice.
Los cascos plásticos brillaban al sol mientras se abrían paso en las escalinatas
llevando una bandera que rezaba en letras rojas sobre fondo blanco: “AMÉRICA:
ÁMALA O TE APLASTAREMOS”… “Cristo” dice Peter Jackson “mira cómo la
policía hace acto de desaparición”… Dillinger se sienta con las piernas cruzadas en
una cámara pentagonal debajo del Salón de Meditación de la ONU.
Adopta la posición del loto con una facilidad que parecería inusual en un
norteamericano de sesenta y tantos, si hubiera alguien para atestiguarlo.
Carmel baja los escalones de la Biblioteca Pública de Las Vegas con una copia de
Maestros del Engaño de J. Edgar Hoover bajo el brazo, con una sonrisa anticipada en el
rostro, y Simon es expulsado del Sheraton-Chicago gritando “¡Maricas! ¡Ustedes son un montón de
maricas!”.
“Y aquí hay otra de sus bromas” añade Simon. “¿Ves la Estrella de David
sobre la cabeza del águila? La pusieron allí solamente para que algunos
derechistas chiflados la vieran y pudieran afirmar que era la prueba de
que los Ancianos de Sión controlan el Tesoro y la Reserva Federal”.
gritan palabras obscenas a sus enemigos de cascos plásticos. Los ojos de Zev recorren la
muchedumbre. Capta la mirada de un policía de rostro enrojecido con una trenza dorada
en la gorra. Zev lo mira interrogativamente. Un minuto después el capitán hace un gesto
leve con la mano izquierda. Inmediatamente, la línea policial se desvanece como derretida
por el brillante sol primaveral sobre la Plaza. El batallón de los Relámpagos de
Dios cae sobre sus víctimas, angustiadas, indignadas y estupefactas. Zev Hirsch ríe.
Esto es mucho más divertido que en sus viejos tiempos en la Liga de Defensa Judía.
Todos los sirvientes están borrachos. Y la lluvia continúa.
En una cafetería de Jerusalén, dos viejos canosos vestidos de negro toman café.
Intentan ocultar sus emociones de la gente que los rodea, pero sus ojos están locos de
excitación. Están mirando un periódico yiddish, leyendo un enorme aviso de cuarto de
página sobre el festival de rock más grande de todos los tiempos, que tendrá lugar cerca
de Ingolstadt, Baviera - con bandas y gente de todas las nacionalidades, que será
conocido como el Woodstock de Europa -. En la misma página, los ojos acuosos de
ambos viejos releen por quinta vez un aviso en yiddish en la columna de mensajes
personales “En agradecimiento a San Judá por los favores recibidos. A. W.”.
Uno de los viejos señala la página con un dedo tembloroso. “Está
llegando”, dice en alemán.
El otro asiente con una sonrisa beatífica en su pálido rostro. “Jawohl. Llegará
muy pronto. Der Tag. Debemos ir a Bavaria, pronto. ¡Ewige Blumenkraft!”.
Carlo puso el arma entre nosotros, sobre la mesa. “Así es, George” dijo. “¿Eres
un revolucionario o solamente juegas a serlo? ¿Puedes tomar el arma?”
Me limpié los ojos. El Passaic fluía debajo de mí, una quieta corriente de basura
que bajaba desde las cataratas Paterson hacia Newark y el océano Atlántico. Mi
mente era como la basura, despreciable y cobarde… los Relámpagos de Dios se
entusiasmaron golpeando a cada persona que llevase el prendedor de NO QUIERO
MORIR POR FERNANDO POO. La sangre baila en el aire en frágiles burbujas rojas
frente al edificio con forma de lápida de la ONU… la respiración de Dillinger
disminuye. Contempla el ojo de rubí en lo alto de la pirámide de trece escalones
oculta en el edificio de las Naciones Unidas, y piensa en pentágonos.
“Soy un Relámpago de Dios” dijo Carlo. “No es broma, nene, voy a hacer todo el
show”. Su mirada intensa quemó mis ojos, mientras sacaba una navaja del bolsillo. “Puto comunista” gritó
repentinamente, levantándose tan rápido que la silla cayó detrás
de él. “No saldrás ileso esta vez. Te cortaré las bolas y las enviaré a tu casa
como souvenir”. Tiró una puñalada, desviándola en el último momento. “Te
haré saltar, marica pelilargo. Me pregunto si tienes bolas. Bien, lo averiguaré”.
Se acercó haciendo movimientos serpentinos en el aire con el cuchillo.
“No sabes nada, nene. Tal vez soy del FBI o de la CIA. Tal vez esto solo es una excusa
para hacerte tomar el arma y poder matarte alegando defensa propia. La vida no es
meras demostraciones y actuaciones, George. Hay veces en que va en serio”. Finteó
nuevamente con el cuchillo y yo tambaleé torpemente hacia atrás. “Tomarás el arma o
te cortaré las bolas y le diré al grupo que no sirves para una mierda y
que no podemos usarte”.
Eso era muy cierto. Un nervio muy profundo fue tocado por la injusticia de su
habilidad para ver adentro mío más de lo que yo me atrevía a mirar; y terminé
tomando el arma de la mesa, gritando “¡Maldito sádico estalinista hijo de puta!”.
“Mira el águila” dice Simon. “Mírala bien de cerca. No son ramas de olivo lo
que hay en su garra izquierda, nene. Es nuestra vieja amiga María Juana.
Realmente nunca antes habías mirado un billete de un dólar ¿No es así?”.
“Lo supe por su acento” dijo el otro, sagazmente. “Soy Clem Cotex, de Little Rock”.
Estrecharon sus manos. “Mucho gusto en conocerlo”.
“Qué mal lo de ese chico que echaron” dijo Joe, bajando la voz. “A mí me
pareció que el acomodador realmente lo estaba - ya sabe - tocando”.
Cotex pareció sorprendido por un momento, pero luego sacudió la cabeza, dubitativo.
“Hoy en día no se puede estar seguro de nada, especialmente en las grandes ciudades.
¿Realmente usted cree que un asistente de Andy Frain pueda ser - maricón?”.
“Como usted dijo, hoy en día en las grandes ciudades…” Joe se encogió de hombros.
“Solo digo lo que a mí me pareció. Por supuesto, tal vez no lo era. Tal vez solo era un
ladrón de poca monta que intentaba meter mano al bolsillo del chico. Eso también
sucede a menudo en estos días”. Involuntariamente, Cotex llevó su mano hacia atrás
para comprobar si tenía su propia billetera y Joe continuó tranquilamente “pero no
descartaría lo otro, para nada. Si se para a pensar: ¿Qué tipo de hombre
querría ser asistente durante un mitin del KCUF? Usted debe haber
observado la cantidad de homosexuales que hay en nuestra organización”.
Cotex lo interrumpió “Maldita sea, señor, tiene razón. Ahora caigo - cuando
Jim el Sonriente estaba exponiendo esas fotos obscenas para demostrar
cómo se han degenerado algunas revistas, algunos hombres aquí se
estremecieron. No solo lo desaprobaron - si no que realmente se sintieron
asqueados ¿Qué tipo de hombre halla desagradable a una mujer desnuda”.
Vamos, chico, vamos, pensó Joe. El AUM está funcionando. Rápidamente, descarriló la conversación “Otra cosa que
me molesta. ¿Por qué unca desafiamos la teoría de la
Tierra esférica?”.
“¿Eh?”
“Mire,” dijo Joe “si todos esos científicos, comunistas y liberales lo están metiendo a la
fuerza todo el tiempo en nuestras escuelas, debe haber gato encerrado ¿Alguna vez se
detuvo a pensar que no hay manera - en absoluto - de encajar una Tierra esférica con la
historia del Diluvio, o con el milagro de Josué, o con Jesús viendo todos los reinos de la
Tierra desde el pináculo del Templo? Y le pregunto, de hombre a hombre: ¿Ha visto
usted la curvatura de la Tierra en alguno de sus viajes? En todos los lugares donde he
Joe sacó una moneda de su bolsillo y la levantó “Esto proyecta una sombra circular,
pero es plana, no esférica”.
Cotex miró el vacío un largo rato, mientras Joe esperaba con excitación
reprimida. “¿Sabe una cosa? Todos los milagros bíblicos, nuestros propios
viajes y la sombra de la Tierra sobre la Luna, tendrían sentido si la Tierra
tuviese forma de zanahoria, y los continentes estuviesen en el extremo plano”.
Alabado sea el Dios de Simon, Bugs Bunny, pensó Joe triunfante. Está
sucediendo - no es solamente crédulo - es creativo.
Seguí al policía - al cerdo, me corrijo - afuera de la cafetería. Yo estaba tan excitado que
me parecía un Viaje. El azul de su uniforme, los letreros de neón e incluso el verde
de los postes de luz, se veían súper brillantes. Era la adrenalina. Mi
boca estaba seca - deshidratación -. Todos los síntomas clásicos de lo
que Skinner llama el síndrome de activación. Dejé que el policía - el
cerdo - se adelantara media cuadra y busqué el revolver en mi bolsillo.
“Carajo ¿Por qué debemos huir de ellos?” dijo George, tambaleando hacia atrás.
Ahora, que Hagbard dijo “Sostente el culo. Estamos en una batalla” estoy congelado,
como me quedé congelado aquella vez en aquel dique sobre el Passaic.
Y Mavis: “Lo único que han hecho tus militantes radicales es recortar
cuidadosamente el diagrama de un cóctel molotov publicado en The New
York Review, pegarlo en la puerta del baño y masturbarse mirándolo”.
Howard cantó:
Saqué el arma del bolsillo - allí parado, mirando el Passaic debajo - y la puse en mi
frente. Si no tenía el coraje para asesinar, Dios sabe que estaba lo suficientemente
desesperado como para suicidarme cien veces. Y nada más tenía que hacerlo una sola
vez. Una sola vez y el olvido. Quito el seguro. (¿Más actuación, George? ¿O realmente
vas a hacerlo?) Lo haré, carajo, malditos sean todos. Jalo el gatillo y, junto a la
explosión, caigo en la oscuridad.
(El AUM era un producto que los científicos del FLE - Frente de Liberación
Erisiana - compartían con los JAMs. Un extracto de cáñamo mejorado con
RNA, la molécula “erudita”, mas los ingredientes del famoso “Frisco Speedball”
- heroína, cocaína y LSD. El efecto era que la heroína calmaba la ansiedad, el
RNA estimulaba la creatividad, la hierba y el ácido abrían la mente al placer y la
cocaína estaba allí para completar la Ley de los Cincos. En delicado equilibrio
no provocaba alucinaciones, ni la sensación de estar drogado - solo un súbito
arrebato de lo que Hagbard gustaba en llamar “credulidad constructiva”)
Fue uno de esos súbitos cambios de movimiento que ocurren en una multitud.
En vez de oponer resistencia, la muchedumbre entre George, Peter y los cascos
blancos estaba cediendo. Un hombre delgado y de mirada angustiada chocó
pesadamente contra George. Se oyó un golpe terrible y el hombre cayó al suelo.
George vio la oscura cruz de madera antes de ver al hombre que la empuñaba. En el
extremo del brazo de la cruz había sangre y cabellos. El hombre de los Relámpagos de
Dios era oscuro, corpulento y musculoso, con una sombra azul en sus mejillas. Tenía
aspecto de italiano o latino - de hecho, era muy parecido a Carlo -. Sus ojos eran
grandes, su boca estaba abierta y respiraba vigorosamente. La expresión no era de
(Bajo el sol del mediodía, dos días antes, Carmel corre a bordo de
su jeep alejándose de Las Vegas)
“¿A quién voy a encontrar en la Logia Norton?” pregunta Joe “¿Al juez
Crater? ¿A Amelia Earhart? Nada me sorprendería ahora”.
“Eso siempre sucede luego de una buena y sucia Misa Negra con hierba mezclada en el
incienso” dice Simon. “¿Qué tipo de cosas te suceden? ¿Te pasa incluso despierto?”.
“No, solo en mis sueños” Joe hace una pausa, pensativo. “Solo sé que son reales porque
son sueños muy vívidos. Uno de ellos tiene que ver con una marcha pro-censura en el
hotel Sheraton-Chicago, creo que dentro de un año. Otro parece más lejano en el futuro
- dentro de cinco o seis años -, donde interpreto a un doctor, por alguna razón. Y un
tercer grupo de imágenes parece el escenario de una película de Frankenstein, con la
diferencia de que todos los extras son hippies y parece haber un festival de rock”.
“¿Te molesta?”
“Un poco. Solía despertar con el futuro por delante, y no por detrás y por
delante al mismo tiempo”.
“Te acostumbrarás. Estás comenzando a conectarte con lo que el viejo Weishaupt llamaba
„die Morgensheutegesternwelt‟ - el mundo del mañana-hoy-ayer -. De ahí sacó Goethe
su idea para Fausto, al igual que se inspiró en el slogan „Ewige Blumenkraft‟ de
Weishaupt para su „Ewige Weibliche‟. Te diré algo,” sugirió Simon “prueba usar tres
relojes pulsera, como hace Bucky Fuller - uno con la hora actual, otro con la hora de tu
destino y el tercero con una hora arbitraria, como la del Meridiano de Greenwich o la de tu
pueblo natal -. Te ayudará a acostumbrarte a la relatividad. Mientras tanto, nunca
chifles mientras estás meando. Y también podrías repetirte a ti mismo, cuando estás
desorientado, la sentencia de Fuller: „Yo parezco ser un verbo‟”.
Continuaron en silencio por un rato, y Joe reflexionó sobre ser un verbo. Diablos,
pensó, ya tengo suficientes problemas para entender a qué se refiere Fuller cuando
dice que Dios es un verbo. Simon lo dejó meditar, y comenzó a tararear nuevamente:
“Ramsés Segundo está muerto, mi amor/ Camina por los campos donde moran los
BENDITOOOS…” Joe cayó en la cuenta de que estaba comenzando a dormirse… y todos
los rostros en la mesa de meriendas lo miraban estupefactos. “No, en serio” dijo.
“Los antropólogos son muy tímidos para expresarlo abiertamente en
público, pero arrinconen a uno de ellos en privado y pregúntenle”.
Cuando Burroughs me contó aquello, flipé, porque ese año yo tenía 23 años y
vivía en la calle Clark. Además, inmediatamente vi la aplicación de la Ley de los
Cincos: 2 + 3 = 5, y Clark tiene 5 letras.
Estaba meditando sobre eso, cuando noté el naufragio en el Canto 23 de Pound. Es el único
naufragio mencionado en las 800 páginas del poema, a pesar de todos los viajes náuticos allí
descritos. El Canto 23 también contiene la línea “con el sol en una copa dorada” el cual, dijo
Yeats, inspiró su propio verso “las doradas manzanas del sol, las plateadas
manzanas de la luna”.
“Lo llamamos Simulacro de Incendio bávaro” Simon explicó a Joe. (Fue en otro
momento; iba manejando otro Volkswagen. En efecto, era 23 de Abril e iban al
encuentro de Tobías Knight en el edificio de la ONU) “Fue obra de un funcionario
Joe salió asombrado, mientras Simon corrió al auto detrás de ellos, golpeó la ventanilla
y gritó “¡Simulacro de Incendio bávaro! ¡Salgan del auto!” Movió las manos en forma
vigorosa pero ambigua, y corrió al siguiente coche. Joe vio que el primer sujeto miraba
dubitativo a su acompañante, para luego abrir la puerta y bajar obedientemente,
siguiendo la indicación urgente y sombría de Simon.
Mientras trotaba, Joe ocasionalmente agregaba su propia voz para persuadir a los
conductores más vacilantes; gradualmente todos los autos se vaciaron y la gente formó
una fila ordenada hasta la Avenida Lexington. Entonces, Simon corrió nuevamente
hacia el frente de la línea gritando “¡Síganme! ¡Completen el círculo! ¡Mantengan la
fila!”. Lo siguieron obedientemente, haciendo un gran círculo para
regresar a sus autos, entrando por el lado opuesto del que habían salido.
Simon y Joe volvieron al VW, el semáforo cambió y arrancaron.
“¿Ves?” preguntó Simon. “Usa palabras con las que han sido condicionados desde la
infancia - „simulacro de incendio‟, „mantengan la fila‟ y otras por el estilo - y no mires
atrás para ver si obedecen. Te seguirán. Esa es la manera en que los Illuminati se
aseguraron de que la Solución Final no fuera interrumpida. Winifred, un tipo con un
título de peso, puso „Evaluación: Dudosa‟ al final de cada informe… y hubo seis
millones de muertos. Chistoso ¿No?”.
Y Joe recordó una cita del librito Nunca chifles mientras estás meando, de Hagbard
Celine (editado en forma independiente, y distribuido solamente entre miembros de los
JAMs y de la Legión de la Discordia Dinámica): “El acto de obediencia individual es la
piedra angular del poder en una sociedad autoritaria, y también su debilidad”.
estigmas anti-americanos. Pero luego, aproximadamente un mes antes de su muerte, todo eso había cambi d .
Comenzó a quejarse de sus jefes casi tanto como del gobi no
- sonando casi como un comunista, por momentos -; cuando algún otro maldecía a los
vagos de Asistencia Social, Stan comentaba pensativo “Bien, nosotros somos los que
impedimos que consigan trabajo, amigos, ¿Qué otra cosa pueden hacer excepto recurrir a
la Asistencia Social? ¿Robar?”. Incluso, una vez, mientras algunos de los otros tipos se
divertían haciéndole señas obscenas, ruidos y otras galanuras a una chica de dieciocho
años que pasaba por allí, él dijo: “Hey ¿Saben una cosa? eso tal vez la avergüence y la
atemorice…”. Peor aún, comenzó a dejarse el pelo sospechosamente largo, y su esposa le
contó a sus amigos que ya casi no miraba televisión, y que en lugar de eso se sentaba en
su silla casi todas las noches a leer libros. La policía descubrió que
eso era cierto y que su pequeña biblioteca - reunida en menos de un mes - era notable, e
incluía obras sobre astronomía, sociología, misticismo oriental, El Origen de las
YA NO HAY ENEMIGOS
La policía intentó descifrarlo, pero luego descubrieron que Oedipuski había renunciado a
los Relámpagos de Dios - no sin antes darles a sus compañeros un sermón sobre la
tolerancia - la noche anterior a su muerte. Eso cerró el caso definitivamente.
Homicidios no investigaba los asesinatos claramente conectados a los Relámpagos de
Dios desde que el Escuadrón Rojo tenía su propio arreglo personal con dicha
organización burguesa. “Pobre hijo de puta” dijo un detective, mirando las fotografías
de Oedipuski, y cerrando el archivo para siempre. Nadie lo reabrió, ni rastreó el cambio
del muerto hasta el día en que concurrió al mitin del KCUF un mes atrás en el
Sheraton-Chicago, donde el ponche había sido condimentado con AUM.)
En el acto de la concepción, el padre contribuye con 23 cromosomas y la madre con otros 23.
En el I Ching, el hexagrama 23 tiene connotaciones de “hundimiento” y “ruptura”, sombras
de los infortunados Capitanes Clark…
Otra mujer se acercó, en colecta para las Madres Contra la Atrofia Muscular. Le di unas monedas.
¿Dónde estaba? Ah, si: James Joyce tenía cinco letras tanto en su nombre como en su apellido, así
que valía la pena estudiarlo. Retrato de un Artista tiene cinco capítulos, todos muy buenos, pero
Ulises tiene 18, un inconveniente, hasta que recordé que 5 + 18 = 23. ¿Y que hay de Finnegans
Wake? Desgraciadamente tiene 17 capítulos, y me atranqué durante un tiempo.
Probé desde otro ángulo, y me pregunté si Frank Sullivan, el pobre infeliz al que
balearon en lugar de John en el teatro Biograph aquella noche, pudo haber
sobrevivido hasta después de medianoche, muriendo el 23 de julio en vez del 22,
como usualmente se afirma. Busqué en el libro de Toland, Los Días de Dillinger.
Pobre Frank, es triste decirlo, murió antes de la medianoche, pero Toland incluyó
un detalle interesante, que te conté aquella noche en el bar del Seminary:
23 personas murieron debido a una ola de calor aquel día en Chicago. Y agregó algo más: 17
personas habían muerto por la misma causa el día anterior ¿Por qué mencionó eso? Estoy
seguro de que él no lo sabía - pero allí estaban nuevamente el 17 y el 23. ¿Sucederá algo
importante en el año 2317? No puedo saberlo, por supuesto (no puedes navegar con tanta
precisión en el Morgensheutegesternwelt) así que busqué en 1723 y descubrí manzanas
doradas. Fue el año en que nacieron Adam Smith y Adam Weishaupt (Smith publicó La
Riqueza de las Naciones el mismo año en que Weishaupt revivió a los Illuminati: 1776).
Bien, 2 + 3 = 5 encaja con la Ley de los Cincos, pero 1 + 7 = 8 no encaja con nada. ¿Adónde me
dejaba todo eso? Ocho, reflexioné, es el número de letras en Kallisti, volviendo las manzanas
doradas, y también 8 es 2³, maldición. Naturalmente, no me sorprendió cuando los 8 acusados en el
Juicio por Conspiración, arrestados luego de nuestro carnaval de la semana de la Convención de
Chicago, fueron juzgados en el 23er piso del Edificio Federal en medio de una ráfaga de
sincronicidades - había un Hoffman entre los acusados y un Hoffman juez; la pirámide
Illuminati o el Gran Sello de los EEUU estaba en la entrada del edificio; proliferaban los
nombres de cinco letras: Abbie, Davis, Foran, Scale, Jerry Rubin (doble) y el punto clave: Clark
(Ramsey, no Capitán) quien fue torpedeado y hundido por el juez antes de poder testificar.
Me interesé por Dutch Schultz porque murió un 23 de Octubre. Ese hombre era un manojo
de sincronicidades: él ordenó el asesinato de Vincent “Mad Dog” Coll (recuerda Mad Dog,
Texas); Coll fue asesinado en la calle 23, cuando tenía 23 años de edad; y Charlie
Workman, el supuesto asesino de Schultz, cumplió una condena de 23 años en prisión por
eso (a pesar de los rumores de que Mendy Weiss - dos nombres de cinco letras
nuevamente - fue quien cometió realmente el asesinato) ¿Dónde entra el 17? Schultz fue
sentenciado a prisión por primera vez cuando tenía 17 años.
“Bien, no esperábamos que leyeras cada libro que debes reseñar” dice Peter
apaciguándolo, “siempre y cuando puedas escribir algo entretenido sobre ellos”.
“No podemos permitirnos adoptar esa actitud” dijo Joe severamente. “La única
esperanza para la Izquierda, en este momento, es la coalición política. No podemos
excluir a nadie que quiera unírsenos”.
“No tengo nada personal en contra de los maricas,” comenzó Peter (“Gays” dijo Joe
pacientemente). “No tengo nada personal en contra de los gays,” continuó Peter
“aunque sean una molestia en las manifestaciones. Solamente sirven de excusa para
que los Relámpagos de Dios digan que somos un manojo de putos. Pero, OK, hay que
ser realista, son muchos y agrandan nuestras filas, y todo eso; pero ¡Jesús, Joe! Esos
enfermitos de los pies son una espinita adentro de una espina. Son microscópicos”.
Una mujer de las Madres Contra la Psoriais se acercó con otra urna de colecta.
También le di unas monedas. Las agrupaciones de Madres van a despojar a
Moon hasta de su barba si siguen así.
¿Dónde estaba? Quiero añadir, en relación al asesinato de Dutch Shultz, que Marty Krompier,
quien manejaba el contrabando en Harlem, también fue baleado el 23 de Octubre de 1935. La
policía le preguntó si había alguna conexión con el fallecimiento del flemático Flegenheimer, y
él les respondió: “debe ser una de sus coincidencias”. Me pregunto cómo habrá enfatizado
aquello: “una de sus coincidencias” o “una de sus coincidencias” ¿Cuánto sabía Krompier?
El televisor a color del pub Three Lions del Hotel Tudor, en la 42 Street y la Segunda
Avenida, muestra el retroceso de los hombres de casco blanco con cruces de madera ante
el avance de los hombres de casco azul con porras. La cámara de la CBS hace un
George dijo “Creo que ése es el tipo al que vimos cómo golpeaban. Dios
mío, espero que no esté muerto”.
Joe Malik dijo “Si está muerto logrará que la gente reclame que se haga
algo contra los Relámpagos de Dios”.
Carlo me miró estupefacto cuando entré hecho una furia al cuarto, todavía empapado del
Passaic, y tiré el arma a sus pies, gritando: “¡Malditos hijos de puta! ¡No pueden
hacer ni una bomba que no les explote en las manos, y cuando compran un arma, la
muy hija de puta es defectuosa y no dispara! ¡No me expulsarán - renuncio! Malditos
hijos de puta…
“Deja eso para más tarde” dijo Joe, consciente de su creciente facilidad para
usar el lenguaje propio de Simon. “Esta cosa de mañana-hoy-ayer se me
está metiendo bajo la piel. Está sucediendo más y más a menudo…”
Simon suspiró. “Quieres palabras con qué clasificarlo. No lo aceptarás hasta que le
cuelgues una etiqueta, como a un traje nuevo. OK. Y tu juego de palabras favorito es el lenguaje de la c encia ¡Bien,
entonces! Mañana iremos a la Biblioteca P incipal y podrás
mirar la publicación científica inglesa Nature del verano de mil novecientos sesenta y seis.
Allí hay un artículo del físico F. R. Stannard sobre lo que él llama el Universo Faustiano.
Revela por qué el comportamiento de los mesones-K no tiene explicación si adoptamos un
sentido unidireccional del tiempo, pero sí la tiene dentro de un esquema donde nuestro
universo se superpone a otro universo en el cual el tiempo corre en dirección opuesta. Lo
llama el Universo Faustiano, pero apuesto a que no tenía idea de que Goethe escribió
Fausto luego de experimentar ese universo directamente, como te ha estado sucediendo
últimamente. Incidentalmente, Stannard señala que en el terreno de la física todo es
simétrico, excepto nuestro actual concepto del tiempo unidireccional.
Una vez que aceptas el tiempo bidireccional, obtienes un universo completamente
simétrico. Eso se ajusta a la demanda de simplicidad de los occamitas. Stannard te dará
un montón de palabras, man. Mientras tanto, confórmate con lo que escribió Abdul
Alhazred en el Necronomicon: „Pasado, presente, futuro: todos son uno en Yog-
Sothoth‟. O con lo que Weishaupt escribió en Konigen, Kirchen und Dummheit: „No
hay más que un Ojo y es todos los ojos; una Mente y es todas las mentes; un tiempo y
es Ahora‟ ¿Captas?” Joe asiente vacilante, escuchando levemente la musica:
El aullido de la sirena llegó hasta los oídos inconscientes del profesor Belz. La
consciencia está presente en todo cuerpo vivo, incluso en aquellos aparentemente
inconscientes. La inconsciencia no es la ausencia de la consciencia, si no su
inmovilidad temporal. No es un estado similar a la muerte. No se parece en nada a
la muerte. Una vez que se alcanza la interconexión necesariamente compleja de
las células cerebrales, las relaciones de energía substancial se reestablecen. Éstas
pueden existir independientemente de la base material que las sustenta.
En el pub Three Lions, George le preguntó a Peter: “¿Qué había en esa pistola de agua?”
“Ácido sulfúrico”.
“El ácido es solamente la primera etapa” dijo Simon. “Al igual que la materia es la
primera etapa de la vida y la consciencia. El ácido te hace despegar. Pero una vez
que estás allí afuera y cumples la misión, abandonas esa etapa y viajas ingrávido.
Lo cual significa ser libre de la materia. El ácido disuelve las barreras que impiden
que las relaciones energéticas del cerebro se desarrollen al máximo posible de su
complejidad. En la Logia Norton te enseñaremos cómo pilotear la segunda etapa”.
Howard cantó:
La tribu delfín es valiente y fiera
Nuestro hogar, el océano, y una canción nuestra bandera
Velocidad y potencia son nuestras armas
Ningún enemigo soportará nuestra carga
Ahora los delfines estaban lejos, fuera de la vista. George descubrió que no tenía miedo.
Todo el asunto era como estar viendo una película de ciencia-ficción. Había mucho
ilusionismo implícito en el submarino de Hagbard. Si hubiera sido capaz de comprender,
en sus glándulas y nervios, que estaba dentro de una vulnerable nave de metal a miles de
pies por debajo de la superficie del Atlántico, soportando una presión tan enorme que una
mínima falla podría rajar el casco dejando entrar al agua con una violencia que los
aplastaría, entonces tendría miedo. Si hubiera sido capaz de entender que aquellos
globitos distantes de patas ondulantes eran sumergibles operados por gente que intentaba
destruir la embarcación en la que él se encontraba, estaría atemorizado. De hecho, si no
hubiese podido ver lo que ocurría, si solamente hubiera sentido, oído y le hubieran contado
lo que estaba sucediendo, como en un vuelo regular de pasajeros, estaría despavorido.
Desde allí la milenaria ciudad de Peos se veía como una maqueta.
Y a pesar de aceptar intelectualmente la afirmación de Hagbard de que se hallaban sobre el continente perdido d
Atlántida, n lo profundo de sí no creía en la Atlántid . Como
resultado, no creía en el resto de lo que acontecía.
Hagbard sacudió la cabeza. “Desearía poder comunicarme con ellos. Desearía poder
darles la opción de rendirse. Pero no me escucharían. Además, sus naves tienen un
sistema de comunicación al que no tengo acceso”. Giró hacia George. “Para
comunicarse utilizan una especie de telepatía aislada. La misma con que informaron al
“El mar es más cruel que la tierra firme,” dijo Hagbard, “a veces”.
“En el mar hay más justicia que en tierra firme” dijo Howard. “No hay
odio. Solamente hay muerte siempre y cuando sea necesaria. Ellos han
sido tus enemigos desde hace veinte mil años”.
“Yo no soy tan viejo” dijo Hagbard. “Y tengo muy pocos enemigos”.
George vio cómo los globos de rayas blancas y rojas se acercaban a ellos a
través del agua turquesa. Ahora se veían más grandes. Lo que fuera que los
propulsaba no era visible. Hagbard extendió un dedo oscuro, lo apoyó en un
botón blanco del pasamano, y luego presionó decididamente.
Hubo un resplandor, atenuado levemente por el agua, en la superficie de cada uno de los
globos. Era como mirar fuegos artificiales a través de vidrios de colores. Al instante, los
globos se desmenuzaron como pelotas de ping-pong aplastadas por mazos invisibles.
Unos objetos grandes y brillantes cayeron desde una de las naves arácnidas más
cercanas. Desaparecieron entre las calles de la ciudad que ahora George sabía
real. Los edificios en el área cercana a la explosión de los sumergibles Illuminati se
veían más arruinados que antes. El fondo del océano estaba revuelto y cubierto
por grandes nubes marrones. Allí habían caído las naves destruidas. George
buscó el templo de Tethys con la mirada. Estaba en pie, intacto, allá a lo lejos.
“¿Viste esas estatuas que cayeron de la nave líder?” preguntó Hagbard. “Las
recuperaré”. Tocó el interruptor del pasamano. “Preparen operación de rescate”.
Imprevistamente, comenzó a sonar una alarma y una luz roja iluminó el interior de la
burbuja. “Nos atacan de nuevo” dijo Hagbard. Oh, no, pensó George. Justo cuando
comenzaba a creer que todo esto es cierto. No podré soportarlo. Aquí está Dorn,
repitiendo su mundialmente famoso acto de cobardía… Hagbard señaló la pantalla. Una
esfera blanca flotaba como una luna sumergida sobre una distante
cadena de montañas. Sobre su pálida superficie había un emblema rojo,
un ojo resplandeciente adentro de un triángulo.
“Denme visibilidad de los misiles” dijo Hagbard por el intercomunicador. Entre la esfera
blanca y el Lief Ericson aparecieron cuatro luces naranjas en dirección a ellos.
George deseaba cerrar los ojos, pero no quería mostrarse atemorizado frente a Hagbard.
Se preguntó cómo sería morir en el fondo del océano Atlántico. Probablemente sería como
estar debajo de un pilón. El agua los golpearía, los tragaría, y no sería agua común
- sería como acero líquido, cada corriente golpearía con la fuerza de un camión de
diez toneladas, aplastaría cada célula individualmente, reduciendo su cuerpo a un
trozo de trapo protoplásmico. Recordó haber leído un artículo sobre la desaparición de
un submarino atómico llamado Thresher en los „60s, y que el New York Times
especulaba que la muerte bajo presión extrema del agua sería sumamente dolorosa,
pero breve. Cada nervio implosionando por separado. Cada tramo de la columna
vertebral aplastado. El cerebro exprimido, destrozado, sangrando bajo la dura presión
del agua. La forma humana sería indudablemente irreconocible en cuestión de
minutos. George pensó en cada insecto que había aplastado, y los insectos le hicieron
pensar en las naves arácnidas. Eso es lo que le hicimos a ellos. Y los defino como
enemigos solo porque así los definió Hagbard. Carlo tenía razón. No puedo matar.
Hagbard dudó ¿No fue así? Si, pero lo hizo. Cualquier hombre que pueda provocar
la muerte de otros hombres de esa manera, es un monstruo. No, no un monstruo,
solamente muy humano. Pero no mi tipo de humano. Mierda, George, él es tu tipo de humano, de
acuerdo. Eres un cobarde. La cobardía no nos hace más conscientes.
“Si estás arriesgando algo” dijo George, tratando de controlar el temblor de su voz.
“Esos misiles nos destruirán si los delfines no los detienen”.
En ese instante hubo cuatro detonaciones cegadoras en el lugar donde habían estado las
luces naranjas. George se aferró al pasamano, intuyendo que la onda expansiva de estas
explosiones sería peor que la provocada por la destrucción de las naves arácnidas. La
onda llegó. Había estado preparándose para recibirla, pero al no saber cuando sucedería,
igualmente lo tomó por sorpresa. Todo se sacudió violentamente. Sintió que volvía el
estómago, como si el submarino se hubiera elevado abruptamente. George se sujetó al
pasamano con ambos brazos, agarrándolo como si fuera la única cosa sólida a su
alrededor. “¡Oh, Dios, vamos a morir!” gritó.
“Interceptaron los misiles,” dijo Hagbard “eso nos da la oportunidad de
luchar. Equipo Láser, apunten al Zwack. Fuego a voluntad”.
“Rayo Láser disparado, Hagbard” anunció una voz. Hubo una pausa
“creo que le dimos”.
“¿Qué otra ilusión?” preguntó George. “Cuando estás muerto, estás muerto ¿No es así?”.
“La energía no puede ser creada ni destruida” dijo Hagbard. “La muerte
misma es una ilusión”.
Esta gente estaba hablando como algunos estudiantes de Zen y místicos del ácido que
George había conocido. Si pudiera sentir de esa manera, pensó, no sería tan cobarde.
Howard y Hagbard deben ser iluminados. Debo convertirme en un iluminado. Ya no
soporto vivir así. No sé cómo conseguirlo, pero el ácido no fue la respuesta. George ya
había probado con ácido y, a pesar de haber sido una experiencia notable, le dejó muy
pocos residuos en términos de cambios de actitud o de comportamiento. Por supuesto, si
“Si nunca puedes saber si lo que estás haciendo es bueno o malo,” dijo George “¿No
eres propenso a ser un personaje similar a Hamlet?”. Ahora se sentía mucho mejor y
menos atemorizado, a pesar de que probablemente el enemigo todavía estuviera allí
afuera intentando matarlos. Tal vez se estaba contagiando del darshan de Hagbard.
“¿Qué hay de malo en ser como Hamlet?” dijo Hagbard. “De cualquier manera, la
respuesta es no, porque comienzas a dudar solamente cuando crees que hay cosas tales
como bueno y malo, y que tu accionar será de una manera u otra, pero sin saber cual es. Esa era la
esencia de Hamlet, si recuerdas la obra. Era su consciencia la que lo hacía
indeciso”.
“¿Así que él tendría que haber asesinado a un montón de gente en el primer acto?”.
En ese momento Howard reapareció afuera de la burbuja. “El Zwack está emprendiendo la
retirada. Tu rayo láser agujereó su coraza externa, provocando una fuga en las celdas de
almacenamiento de combustible y poniéndole una presión excesiva a su sistema de
resistencia. Se vieron forzados a ascender y ahora van hacia el sur, en dirección al
Lo que más confundía a Joe, después de su iluminación, era el pene de John Dillinger.
Sabía que los rumores sobre el Instituto Smithsoniano eran ciertos: a pesar de que
cualquier curioso que llamase obtuviese una negativa categórica por parte de los
funcionarios del instituto, algunas personas con altas posiciones gubernamentales
podían, por medio de un generoso desembolso, acceder a la reliquia guardada en un
legendario frasco, y a sus legendarias 23 pulgadas (58,4 cm.). Pero, si
John estaba vivo, no era el suyo; y si no era el suyo: ¿De quién era?
“¿Y quién carajo era Frank Sullivan para tener una herramienta como esa?”
Pero Simon solamente respondió “No lo sé. Solamente era un tipo parecido a John”.
La Atlántida también fastidiaba a Joe, luego de verla la primera vez que Hagbard lo
llevó a dar una vuelta en el Lief Erikson. Era muy precisa, muy verosímil, muy
buena para ser cierta, en especial las ruinas de ciudades como Peos, con su
arquitectura que obviamente combinaba elementos egipcios y mayas.
“Has estado leyendo a Bucky Fuller” fue la respuesta fría de Hagbard. “¿O era Korzybski?”.
“No importa a quién haya estado leyendo” dijo Joe frontalmente. “Mi pensamiento e s que
nunca he visto la Atlántida, al igual que nunca he visto a Marilyn Monroe. Vi imágenes en
movimiento que, tú me dijiste, eran la recepción televisiva de lo que captaban las cámaras
en el exterior del submarino. Y vi imágenes en movimiento que, Hollywood aseguraba,
eran de una mujer verdadera, a pesar de que se pareciera más a un diseño de Petty, o de
Vargas. En el caso de Marilyn Monroe es razonable creer lo que decían: no creo que
hayan construido un robot tan bueno todavía. Pero Atlántida… conozco expertos en
efectos especiales que podrían construir maquetas de ciudades
como esas y poner dinosaurios a caminar por sus calles. Y a tus cámaras enfocándola”.
“El engaño es tu arte” dijo Joe, sin vueltas. “Eres el Beethoven, el Rockefeller, el Miguel
Ángel del ardid. El Shakespeare del truco gitano, la moneda de dos caras, y el conejo en el
sombrero. Las pastillitas para el hígado son para Crater lo que las mentiras
son para ti. Habitas en un mundo de puertas ocultas, paneles corredizos y sogas
hindúes ¿Sospecho de ti? Desde que te conocí, sospecho de todo el mundo”.
“Me alegra oír eso” Hagbard sonrió. “Vas bien en tu camino a la paranoia. Toma esta
tarjeta y guárdala en tu billetera. Cuando la comprendas, estarás listo para tu próxima
promoción. Solo recuerda: no es real hasta que te hace reír. Ese es el único test
infalible para las ideas que se te presentan”. Y le dio a Joe una tarjeta que decía:
YA NO HAY AMIGOS
Burroughs, incidentalmente, a pesar de haber descubierto la ley de sincronicidad del 23, no era
consciente de su correlación con el 17. Esto lo hace más interesante, ya que fechó la invasión
de la horda de Nova a la Tierra (en Expreso Nova) el 17 de Septiembre de 1899. Cuando le
pregunté por qué había escogido esa fecha, dijo que salió de la nada.
Carajo. Me interrumpió otra mujer, haciendo una colecta para las Madres Contra la Hernia.
Solamente le di una moneda.
Se oyó un clic. George giró. Durante todo el tiempo que estuvo en la sala de control junto a
Hagbard nunca había volteado hacia la puerta por la que había entrado. Se sorprendió al
ver que ésta parecía una abertura en el aire - en el agua, mejor dicho. Ambos lados de la
entrada eran del color turquesa del agua, con un horizonte oscuro, lo cual era, en realidad,
el fondo del océano. Entonces, en el centro de la puerta misma,
tiempo atrás hasta esa mañana y revivir la demanda de sexo por parte
de Mavis, ¡Esta vez respondería! Ahora la deseaba desesperadamente.
Bien, pero ¿Por qué le había dicho que no era tan tarado? ¿Por qué admiró su negativa a
tener sexo? Si la hubiera cogido sin desearlo, solamente porque ella se lo pedía, habría
sido simple y llanamente un tarado. Aunque podría haberla clavado por el solo hecho de
que estaba buena, sin importarle si ella lo admiraba o despreciaba. Pero ese era su juego
- el juego de Mavis y de Hagbard -, diciendo hago lo que hago y me importa una
mierda lo que pienses. A George le preocupaba lo que otra gente pensara, así que no
coger con Mavis al menos fue algo honesto, aunque comenzaba a ver cierto mérito en
esa actitud discordiana (o que él suponía discordiana) súper autosuficiente.
Súbitamente, se formuló una pregunta. ¿Cómo sabía que había sido Stella? Podría
haber sido Mavis quien estaba adentro de aquella manzana dorada. U otra mujer
desconocida. Estaba bastante seguro de que era una mujer, a menos que fuese
una cabra, una vaca o una oveja. Lo cual, a pesar del retorcido sentido del humor
de Hagbard, no era muy probable. Pero, si fue una mujer, ¿Por qué visualizar a
Stella, a Mavis u a otra mujer como ellas? Posiblemente fuera una prostituta
etrusca, vieja y enferma, a quien Hagbard guardaba para propósitos religiosos.
Alguna sibila. Una bruja italiana. Tal vez la propia madre de Hagbard, una podrida
vieja siciliana sin dientes, con un chal negro y tres tipos distintos de enfermedades
venéreas. No, era el padre de Hagbard quien era siciliano. Su madre era noruega.
“¿Quiénes?”.
“Los atlantes”.
“Ah,” asintió Hagbard. “La mayor parte de su cuerpo estaba cubierto de pelo. Como los
monos. Al menos, los altos atlantes. Hacia la época del Ojo del Mal - la catástrofe que
destruyó la Alta Atlántida -, ocurrió una mutación. Los atlantes posteriores, al igual que
los modernos humanos, no poseían pelaje. Los que tienen ancestros alto-atlantes
tienden a ser hirsutos”. George no pudo evitar mirar la mano que Hagbard tenía
apoyada en la baranda. Estaba cubierta de profuso vello negro.
La figura larga y aerodinámica realizó una pirueta a su derecha. “¿Qué pasa, Hagbard?”.
“Que tu gente mantenga un ojo por aquí. Tenemos trabajo en tierra firm e. Y, Howard:
mientras viva, estaré en deuda con tu pueblo por los cuatro que murieron para salvarme
la vida”.
“¿Tú y el Lief Erikson no nos han salvado de los distintos tipos de muerte que la
gente de las costas nos tenían reservadas?” dijo Howard. “Vigilaremos la Atlántida
por ti. Y los mares en general. Hasta luego y saludos, Hagbard y amigos”.
“Es una lástima que no tengamos más tiempo para recorrer la Atlántida” dijo
Hagbard. “Hay muchas otras ciudades para ver. Aunque, por supuesto, ninguna de
ellas se ace rca al esplendor de las ciudades anteriores al suceso del Ojo del Mal”.
“Básicamente, dos. Una que duró hasta el Ojo, y otra posterior. Antes del Ojo, este
continente estaba habitado aproximadamente por un millón de seres humanos.
Técnicamente eran más avanzados que nosotros. Conocían la energía atómica, los viajes
espaciales, la ciencia genética y muchas cosas más. Su civilización fue herida de muerte
en los días del Ojo del Mal. Un tercio murió - casi la mitad de la población humana del
planeta en aquellos tiempos -. Luego del Ojo algo les impidió recuperarse. Las ciudades
que quedaron relativamente en pie después de la catástrofe fueron destruidas por
desastres posteriores. Los atlantes se vieron reducidos al salvajismo en el transcurso de
una sola generación. Parte del continente se hundió bajo el mar, dando comienzo al proceso qu terminó cuando toda
Atlántida estuvo sumergida, como ahora”.
“No” dijo Hagbard, con una expresión curiosa. “Fue provocado por el hombre. La
Alta Atlántida fue destruida por un tipo de guerra. Probablemente una guerra civil,
ya que no había otra potencia en el planeta que pudiera competir con ellos”.
“Lo hubo” dijo Mavis. “Y todavía existen. Aunque no son algo que puedas visualizar.
No son una nación conquistadora. Y nosotros somos los descendientes de los vencidos”.
“Se dijo de ellos que incluso podían controlar el curso de los cometas” dijo Hagbard.
Señaló nuevamente.
“No lo digas” dijo Mavis con una mirada de advertencia, y George recordó el
tatuaje entre sus pechos. Miró nuevamente hacia abajo. Ahora estaban sobre la
pirámide, y pudo ver que se aproximaban al lado que había estado oculto. Vio lo
que a medias temía y esperaba ver: el dibujo de un ojo siniestro color rojo-sangre.
“La Pirámide del Ojo” dijo Hagbard. “Se erguía en el centro de la capital de la Alta
Atlántida. Fue construida en los últimos días de esa civilización por los fundadores de la
primera religión del mundo. Desde aquí no se aprecia el tamaño, pero es cinco veces más
grande que la Gran Pirámide de Keops, que es una copia de esta. Está hecha de una
sustancia cerámica imperecedera, resistente incluso al sedimento oceánico. Como si los
constructores supieran que pasaría veinte mil años de sepulcro submarino. Y, tal vez -
dependiendo de quienes hayan sido - lo sabían. O, simplemente, en aquellos días hacían
buenas construcciones. Peos, como has visto, fue una ciudad bastante duradera, y fue
construida luego de la caída de la Alta Atlántida por la segunda civilización que te
mencioné. Esa segunda civilización alcanzó un nivel un tanto más adelantado que el de los
griegos y los romanos, pero nada como sus predecesores. Parece que una fuerza maléfica
estaba empecinada en destruirla también, y fue destruida hace unos diez mil años. De esa
época tenemos la evidencia de estas ruinas. Pero de la Alta Atlántida solo tenemos
registros y leyendas recolectadas por civilizaciones posteriores y, por supuesto, por el
Corpus Poético de los delfines. Éste es el único artefacto, esta pirámide. Pero su
existencia y durabilidad demuestran que muchísimo tiempo antes de los egipcios existió una raza de hombres cuya
tecnología era mucho más avanzada que la que pos emos
hoy. Tan avanzada, que la civilización que la precedió tardó veinte mil
años en desaparecer por completo. Los hombres que destruyeron la Alta
Atlántida hicieron sus mejores esfuerzos para hacerla desaparecer. Pero
no lo lograron. La Pirámide del Ojo, por ejemplo, es indestructible.
Aunque también es probable que no hayan querido destruirla”.
“En otras palabras,” dijo George “me están diciendo que la gente que destruyó
la Atlántida todavía existe. ¿Todavía tienen el poder que tenían por entonces?”.
Hagbard respondió “Te mentí porque la mente humana solo puede aceptar una pequ eña
parte de la verdad a la vez. Además, la iniciación al discordianismo tiene etapas. La
respuesta a la otra pregunta es complicada. Pero intentaré hacerla simple. Hay cinco
razones. Primero: existen organizaciones como los discordianos que son casi tan
poderosas y poseen casi los mismos conocimientos que los Illuminati, por lo tanto, son
capaces de frustrar sus planes. Segundo: los Illuminati son un grupo muy pequeño
como para gozar de la fertilización cruzada creativa necesaria para hacer progresos de
cualquier tipo, y han sido incapaces de superar el nivel tecnológico que alcanzaron
hace treinta mil años. Como los Mandarines en China. Tercero: las acciones Illuminati
están maniatadas por creencias supersticiosas, las mismas que los apartaron de los
otros atlantes. Como dije, son la primera religión del mundo. Cuarto: los Illuminati son
muy sofisticados, despiadados y decadentes como para querer dominar el mundo - les
divierte jugar con el mundo -. Quinto: los Illuminati dominan el mundo, y todo lo que
sucede, sucede porque ellos lo permiten”.
El submarino describió un gran arco mientras hablaban, y ahora, la Pirámide del Ojo
a
Debajo,habíaquedadoGeorgelejospudodetrásverlasderuinasellos. Elde
ojo,variasqueciudadesapuntabapequeñashaciaelaleste,bordeya deno acer ntiladosvisible. insondables que
caían hasta profundidades más oscuras - y que sin duda, fueron la costa de la Atlántida en otros tiempos -.
Hagbard dijo “Tengo un trabajo para ti, George. Te va a gustar, y vas a querer hacerlo,
pero te va a hacer cagar de miedo. Hablaremos de eso cuando lleguemos a la base de
Chesapeake. Ahora vamos al depósito a echarle una mirada a nuestras adquisiciones”.
Tocó un interruptor. “FUCKUP, sácate los dedos del culo y maneja un rato esta cosa”.
“Veré las estatuas después” dijo Mavis. “Ahora tengo otras cosas que hacer”.
George bajó siguiendo a Hagbard por escaleras alfombradas, atravesando halls con
paneles brillantes de roble pulido. Al final llegaron a un enorme habitáculo aparentemente
pavimentado con losas de mármol. Un grupo de hombres y mujeres vestidos con remeras
náuticas a rayas horizontales, similares a la de Hagbard, estaban apiñados alrededor de
cuatro estatuas altas en el centro del salón. Cuando Hagbard entró
dejaron de hablar y se abrieron para darle una visión clara de las esculturas. El piso
estaba cubierto por charcos de agua y las estatuas goteaban.
“No las sequen” dijo Hagbard. “Cada molécula es preciosa como está. Cuanto
menos las toquemos, mejor”. Se aproximó a la más cercana y la observó un rato
largo. “¿Qué dices de algo como esto? Está más allá de lo exquisito. ¿Puedes
imaginar lo que era su arte antes del desastre? Y pensar que el Círculo Intacto
destruyó todas sus huellas, excepto esa pirámide tosca y estúpida”.
Las esculturas eran distintas a las obras de cualquier otra cultura que George conociera, lo
cual era de esperar, después de todo. Eran realistas y fantásticas al mismo tiempo, y
abstractamente intelectuales. Tenían similitudes con el arte egipcio, maya, griego clásico,
chino y gótico, combinado con un leve aspecto sorprendentemente moderno. Algunas de
las características de las estatuas eran totalmente únicas, cualidades sin duda perdidas
por las civilizaciones posteriores a la Atlántida, pero que podían hallarse igualmente en el
mundo del arte conocido, preservadas y enfatizadas por otras culturas. George cayó en la
cuenta de que ese era el arte de Ur; observar las estatuas era como escuchar una frase en
el primer lenguaje hablado de la humanidad.
“A veces, Joshua,” dijo la mujer oriental que había hablado antes “pero
no todo el tiempo. Ahora lo que prefiero es eso”. Señaló otra estatua.
Hagbard rió. “Crees que eso es sexo oral lindo y sano, Tsu-Hsi. Pero el niño en brazos de
la mujer es el Hijo Sin Padre, el Auto-Engendrado, y la pareja en la base representa al
Círculo Intacto de Gruad. Generalmente es una serpiente que se muerde la cola, pero en
algunas de las representaciones más antiguas, la lujuria estéril está simbolizada por una
pareja teniendo sexo oral. La No Amada Madre tiene su pie sobre la cabeza del hombre,
indicando su conquista sobre la lujuria. La escultura es producto del culto más infecto de la
Atlántida. Ellos dieron origen al sacrificio humano. Primero practicaban la castración, pero
luego comenzaron a matar hombres en vez de simplemente cortarles las bolas. Después,
cuando las mujeres fueron dominadas, el sacrificio era una virgen que
entregaban supuestamente a Los No Amados, mientras todavía era pura”.
“Ese halo alrededor de la cabeza del niño parece el símbolo de la paz” dijo George.
“No pueden haber sido tan viciosos si produjeron esta estatua” dijo
tercamente la mujer oriental.
“¿Puedes deducir toda la Inquisición Española mirando una pintura del pesebre de Belén?”
dijo Hagbard. “No seas ingenua, Mao”. Giró hacia George. “El valor de cualquiera de estas
estatuas está más allá de todo cálculo. Pero no todo el mundo lo sabe. Te enviaré con
alguien que sí sabe - Robert Putney Drake -. Uno de los más grandes connoisseurs de
arte en el mundo, y líder de la sucursal estadounidense del sindicato mundial del crimen.
Vas a visitarlo con un regalo de mi parte - estas cuatro estatuas -. Los Illuminati planeaban
comprar su apoyo con el oro del Templo de Tethys.
Yo llegaré primero”.
“Si solamente necesitaban cuatro estatuas, ¿Por qué trataban de
levantar todo el templo?” preguntó George.
Hagbard negó con la cabeza. “Deben estar ansiosos de que las ruinas atlantes
tardías sean descubiertas. Eso no revelará su presencia. Aunque sospecho que
tienen un verdadero problema con la Pirámide del Ojo. No pueden destruirla, y
aunque pudieran, no lo harían. No obstante, es una revelación irrefutable de la
existencia de una súper-civilización en el pasado”.
El fiscal estatal Milo A. Flanagan estaba observando el gris azulado del Lago Michigan
con un binocular poderoso desde la terraza del alto condominio de Lake Shore Drive
donde vivía. Era 24 de Abril y el Proyecto Tethys debería haber finalizado. Flanagan
esperaba ver, de un momento a otro, lo que parecería simplemente otro carguero de
Great Lakes dirigiéndose a los muelles del Río Chicago. Con la diferencia de que éste
transportaría un templo atlante desmantelado en su bodega. El navío sería reconocible
gracias a un triángulo rojo pintado en la chimenea.
Luego de ser inspeccionado por Flanagan (cuyo nombre en la Orden era Hermano
Beghard) y reportado a la Logia de Vigilancia - centro de comando norteamericano -, el
templo desguasado sería llevado río arriba hasta Saint Louis donde, previo arreglo con
el presidente de los EEUU, sería transportado en camiones hacia Fort Knox bajo la
escolta del Ejército estadounidense. El presidente no sabía con quién estaba haciendo
negocios. La CIA le había informado que los artefactos provenían del Movimiento
Nacionalista de Livonia, ahora detrás de la Cortina de Hierro, y que los contenedores
albergaban tesoros artísticos livonianos. Algunos altos oficiales de la CIA conocían la
verdadera naturaleza de la organización a la cual los EEUU estaban ayudando, ya que
varios eran miembros de ella. El Sindicato, por supuesto, (sin ningún tipo de disimulo)
guardaba tres cuartos de su oro en los depósitos gubernamentales de Fort Knox por
aquellos días. “¿Qué mejor lugar?” preguntó Robert Putney Drake una vez.
“Llegó un mensaje del centro de comunicaciones del CRE en New York” d ijo
Waterhouse “Desde Ingolstadt anuncian que el Proyecto Tethys ha sido abortado”.
Flanagan bajó su binocular y giró para mirar a Waterhouse. El rostro lozano del
funcionario estatal, con cejas tupidas y castañas, era perspicaz y distinguido, el tipo de
cara por la que votaba la gente, especialmente en Chicago. Ese rostro una vez perteneció
a un chico que se juntaba con los Hamburgers del ghetto irlandés del lado sur de Chicago
para reventarle los sesos a los negros con adoquines solo por diversión. Un rostro que
provenía de esos comienzos primitivos, para terminar sabiendo sobre templos milenarios
sumergidos, naves arácnidas y conspiraciones internacionales. Estaba estampado
indeleblemente con las líneas de los ancestros de Milo A. Flanagan, los
antepasados de los galos, britanos, escoceses, pictos, galeses e irlandeses. En los
tiempos en que el Templo de Tethys se estaba hundiendo, fueron conducidos por
órdenes de Agharti hacia los antiguos y espesos bosques que estaban donde
ahora está el desierto de Mongolia Exterior. Pero Flanagan solo era un Illuminati
del Cuarto Grado, y no había sido instruido plenamente en esa historia. A pesar de
no demostrar emoción, había llamas blanco-azuladas de locura homicida ardiendo
en lo profundo de sus ojos. Waterhouse era una de las pocas personas en Chicago
que podía soportar en pie la mirada funesta de Flanagan.
“Fueron atacados por delfines y por un submarino invisible. Las naves arácnidas fueron
destrozadas. El Zwack contraatacó pero fue dañado por un rayo láser y forzado a huir”.
Flanagan miró a Waterhouse fría y pensativamente. “Debe haber una fuga, Otto. Hay
más JAMs activos en esta ciudad que en ninguna otra parte del país en este momento.
Dillinger fue visto dos veces la semana pasada. ¡Por Gruad, cómo me gustaría ser
quien realmente lo atrape de una vez por todas! ¿Qué diría entonces el fantasma de
Hoover, eh Otto?” Flanagan sonrió con una de sus raras y genuinas sonrisas que
dejaban al descubierto sus prominentes dientes caninos. “Sabemos que hay un centro
de culto de los JAMs en algún lugar del lado norte. Alguien ha estado robando hostias
de la iglesia de mi hermano desde hace diez años - incluso cuando yo tenía treinta
hombres apostados allí -. Y mi hermano dice que ha habido más casos de posesión
demoníaca en su parroquia durante los últimos diez años que los que hubo en toda la
historia de Chicago. Uno de nuestros sensitivos ha reportado emanaciones de la Vieja
en éste área, al menos una vez por mes en el transcurso del año pasado. Ya es
tiempo de que los encontremos. Pueden estar leyendo nuestras mentes, Otto. Esa
debe ser la fuga ¿Por qué no la hemos reparado?”.
Waterhouse dijo “Tal vez tienes enemigos en el círculo más alto. Tal vez
alguien no quiere que lo logremos”.
Ocho pisos más abajo, en un departamento usado regularmente para misas negras, un
hippie de la calle North Clark llamado Skip Lynch abrió los ojos y miró a Simon Moon y
al Padre Pederastia. “Se está acabando el tiempo. Debemos acabar con Flanagan,
pronto”.
“Nunca sería demasiado pronto para mí” dijo el Padre Pederastia. “Si papi no lo hubiera
preferido de manera tan escandalosa, ahora él sería cura y yo fiscal del estado”.
Luego su mente hizo un salto: cinco lados en los bordes de los dibujos de
los shoggoths… siempre cinco lados, en todos los dibujos de
shoggoths… y tanto “squid” como “skunk” tienen cinco letras…
Levantó las manos, miró los cinco dedos en cada una y comenzó a reír. Súbitamente, todo
era claro: el Signo de los Cuernos, hecho por los dos primeros dedos levantados en
V sosteniendo los otros tres contra la palma: el dos, el tres y su unión en el cinco.
Padre, Hijo y Diablo Santo… la Dualidad del bien y el mal, la Trinidad de la Cabeza de
Mientras funcionaban las cámaras de gas, otros aspectos de la vida en los campos
también contribuían a la Solución Final. En Auschwitz, por ejemplo, muchos murieron
por los golpes y otras formas de violencia, pero la falta general de elementos sanitarios
y precauciones higiénicas consiguieron los resultados más memorables. Primero fue la
fiebre aftosa, luego la fiebre tifoidea y el tifus abdominal. La tuberculosis, por supuesto,
era violenta, y la diarrea - particularmente divertida para ciertos oficiales - incurable,
degradante y asesina acarreó a la muerte a muchos prisioneros. Tampoco se hizo
ningún esfuerzo para evitar que las ubicuitas ratas de campo atacaran a los que
estaban muy enfermos como para moverse o defenderse. Nunca presenciado por los
médicos del siglo veinte, el noma también apareció y fue reconocido solamente gracias
a libros antiguos: es una complicación de la malnutrición que carcome las mejillas,
practicando un agujero a través del cual se pueden ver las muelas. “Vernichtung”, dijo
un sobreviviente luego, “es la palabra más terrible en cualquier lenguaje”.
George Dorn tenía miedo. Era un sentimiento al que estaba acostumbrado, tan habitual
que, a decir verdad, ya no parecía impedirle cometer locuras. Además Hagbard le había
dado un talismán de protección, asegurándole que era 100 por ciento infalible. George
lo sacó de su bolsillo y le echó una mirada curiosa y sin esperanzas. Era una tarjeta dorada con extraños
jeroglíficos:
Probablemente era otra de las bromas de Hagbard, pensó George. Tal vez en etrusco
quería decir “Patéenle el culo a este idiota”. La negativa de Hagbard a traducirlo le
sugirió que era pura ironía celiniana, aunque se mostró muy sobrio - casi
religioso - con respecto a los símbolos.
Una cosa era segura: George todavía estaba asustado, pero el miedo ya no era
paralizante. Si hubiera sido así de indiferente al miedo hace algunos años, pensó, habría
un policía menos en New York. Aunque probablemente yo tampoco estaría aquí. No, eso
tampoco es correcto. Le hubiera dicho a Carlo que se vaya a la mierda. No hubiera
dejado que el miedo a ser llamado cobarde me detuviese. George tuvo miedo
cuando fue a Mad Dog, cuando Harry Coin intentó violarlo, cuando Harry Coin fue
asesinado, cuando escapó de la cárcel de Mad Dog, cuando vio su propia muerte
durante el orgasmo y cuando las naves arácnidas de los Illuminati atacaron al Lief
Erikson. Tener miedo estaba comenzando a parecer una condición normal en él.
Y ahora iba a conocer al hombre que manejaba el crimen organizado de los EEUU.
Prácticamente no sabía nada sobre el Sindicato y la Mafia, y descreía de lo poco que
sabía, considerándolo como probables mitos. Hagbard le había dado poca información
adicional mientras se preparaba para el vuelo. Pero una cosa de la cual George estaba
absolutamente seguro era que iba a estar desprotegido entre hombres que asesinaban
seres humanos con la misma facilidad que un ama de casa mata una mosca. Y se
suponía que iba a negociar con ellos. Hasta ese momento, el Sindicato había estado
trabajando para los Illuminati. Y debían pasarse al lado de los Discordianos porque
George así lo decía. Con la ayuda de cuatro estatuas cuyo precio desconocía. Y ¿Qué
dirían Robert Putney Drake y Federico Maldonado cuando escucharan que esas
estatuas habían sido desenterradas del fondo del lecho oceánico entre las ruinas de la
Atlántida? Probablemente expresarán su escepticismo con sus pistolas, y George
terminaría en el mismo lugar de donde provenían las esculturas.
“¿Por qué yo?” George interrogó a Hagbard, más temprano ese mismo día.
“¿Por qué yo?” repitió Hagbard sonriendo. “La pregunta formulada por el soldado
mientras las balas enemigas silban a su alrededor, por el inofensivo dueño de casa
mientras un homicida maniático entra por la puerta de su cocina cuchillo en mano,
por la mujer que dio a luz un bebé muerto, por el profeta que tuvo una revelación de
la palabra de Dios, por el artista que sabe que su última pintura es la obra de un
genio. ¿Por qué tú? Porque estás aquí, imbécil. Porque algo debe sucederte ¿OK?”.
“¿Qué?” George sintió que la sangre le subía al rostro y pensó que iba a desmayarse.
“Ah, si” dijo Hagbard con indiferencia. “Joe Malik estaba tras la pista correcta
cuando te envió a Mad Dog, ¿Sabes?”.
Un viaje de dos horas llevó al camión hasta las afueras de Blue Point, Long Island, y a la
entrada de una finca. Dos hombres fuertemente equipados y con sobretodos verdes
registraron a George y al conductor, apuntaron un instrumento con forma de campana
hacia el camión, estudiaron sus lecturas, y les indicaron la entrada. El camión subió por un
camino angosto de asfalto serpenteante a través de bosques que comenzaban a mostrar
el brillo verde del principio de la primavera. Formas sombrías merodeaban entre los
árboles. De repente el camino salió de la espesura hacia una pradera. De allí en adelante
había una larga subida suave hasta la cima de una colina coronada por casas. Desde el
límite del macizo, George pudo ver cuatro grandes mansiones de aspecto confortable,
cada una de tres pisos de altura. Estaban pintadas con colores pasteles
cálidos y formaban un semicírculo en la cresta de la colina. La hierba de la pradera
había sido segada bien corta y a mitad del camino en la subida se transformaba en un
césped bellamente trabajado. La foresta servía de biombo entre las casas y la ruta, la
pradera hacía imposible que alguien surgido de los bosques pudiera acercarse a las
casas sin ser visto, y las mansiones mismas estaban emplazadas como una fortaleza.
El transporte de Gold & Appel siguió el sendero pasando entre medio de dos
casas, donde una sección de la ruta podía ser elevada hidráulicamente para formar
un paredón. El conductor frenó al gesto de uno de los dos hombres con uniforme
caqui que se acercaban. Ahora George podía ver que la fortaleza del Sindicato
consistía en ocho residencias separadas que formaban un octógono alrededor de
un parque. Cada casa tenía su propio jardín enrejado, y pudo observar con
sorpresa que en varios frentes había juegos para niños. En el centro del
conglomerado había un alto mástil blanco con una bandera de los EEUU.
Un hombre rubio y delgado - de unos sesenta o tal vez setenta años bien
llevados - bajó por los escalones de la casa a la que George se acercaba.
Tenía una nariz respingona que terminaba en una punta afilada, barbilla
fuerte y hendida, y fríos ojos azules. Apretaba la mano vigorosamente.
“Hola. Soy Drake. Los otros están adentro. Vamos. Ah, ¿Te importa si nos adelantamos y
vamos descargando tu camión?”. Le echó a George una mirada penetrante, como de
pájaro. George cayó en la cuenta, con un sentimiento abrumador, de que Drake le estaba
diciendo que tomarían las estatuas sin importar cual fuera el trato. ¿Por qué se
molestarían, entonces, en cambiar de bando en esta guerra subterránea? Pero asintió en
conformidad.
“Eres joven, ¿No es así?” dijo Drake mientras entraban en la casa. “Pero hoy en día es así.
Los niños hacen el trabajo de los hombres”. El interior de la casa era bello pero no
increíble, como podía esperarse. Las alfombras eran gruesas, la ebanistería pesada,
oscura y pulida, y los muebles probablemente fueran antigüedades genuinas. George no
veía como podían combinar las estatuas atlantes con la decoración. En lo alto de las
escaleras que daban al segundo piso había un retrato de una mujer ligeramente parecida a
la Reina Elizabeth II. Llevaba un vestido blanco y diamantes en el cuello y las
muñecas. La acompañaban dos niñitos rubios, de aspecto frágil y trajes de
marinero con corbatas de satén, mirando solemnemente desde la pintura.
Entraron a un estudio amplio, con machimbrado de caoba y roble, libros forrados en piel y
muebles tapizados en cuero rojo y verde. Theodore Roosevelt habría amado esta
habitación, pensó George. En la pared detrás del escritorio había una pintura que retrataba
a un hombre barbado, con ropas isabelinas. Sostenía una esfera en la mano y
miraba subrepticiamente a una especie de mensajero que señalaba
hacia el mar. En el fondo había barcos navegando en la distancia.
“Don Federico Maldonado, un hombre que merece el mayor de los respetos” dijo
Drake “y Richard Jung, mi principal consejero”. George estrechó la mano con ambos.
No podía comprender por qué Maldonado era conocido como “Nariz de Banana”; su
protuberancia era de las grandes, pero no se asemejaba a un plátano. Era más
parecida a una berenjena. El sobrenombre debería ser una muestra del escaso sentido
del humor de los sicilianos. Los dos hombres tomaron asiento en un sofá de cuero
rojo. George y Drake se hundieron en dos sillones, enfrentándolos.
¿Era un tipo de contraseña? George estaba persuadido de una cosa: con esta gente,
su supervivencia dependía de aferrarse absolutamente a la verdad y a la sinceridad,
así que dijo muy sinceramente: “No lo sé, ¿Quiénes son sus músicos favoritos?”.
Jung le sonrió sin decir palabra hasta que George, con el corazón
corriendo adentro de su pecho como un hamster tratando de salir de la
ruedita, buscó en su portafolio y sacó un rollo de pergamino.
“Este es el convenio básico propuesto por la gente a la que represento” dijo. Se lo dio
a Drake. Percibió que Maldonado lo miraba fija e inexpresivamente, de manera por
demás inquietante. Sus ojos parecían de vidrio. Su rostro era una máscara de cera.
George concluyó que era un muñeco de cera del Papa Pablo VI que habían robado
del museo de Madame Tussaud, enfundado en un traje de negocios y traído a la vida
para servir de líder de la Mafia. Siempre pensó que había algo brujo en los sicilianos.
Los ojos de Saúl, furiosos y triunfantes se clavaron en los míos, y yo desvié la mirada
culposamente. Déjeme explicarle, dije desesperado. Realmente estoy tratando de
ayudarlo. Su mente es una bomba.
“Lo que Weishaupt descubrió aquella noche del dos de Febrero de mil setecientos
setenta y seis,” explicó Hagbard a Joe Malik en 1973, un claro día otoñal en Miami, en
la misma época en que el Capitán Tequila y Mota estaba leyendo el libro sobre golpes
de estado de Luttwak y haciendo sus primeros movimientos entre la camarilla de
oficiales que después tomarían Fernando Poo, “fue básicamente una relación
matemática simple. Tan simple, en efecto, que la mayoría de los administradores y
burócratas nunca la han notado. Como un casero no nota a la termita hasta que es
demasiado tarde… Mira, toma este papel y hazlo tú mismo ¿Cuántas
permutaciones hay en un sistema de cuatro elementos?”.
“¿Ves? Uno siempre se encuentra con saltos de ese tamaño cuando maneja
permutaciones y combinaciones. Pero, como dije, los administradores no están al tanto de
eso. Korzybski señaló, a principios de la década del treinta, que nadie debería supervisar
directamente a más de cuatro subordinados, porque las posibles veinticuatro coaliciones
que pueden crearse dentro una política burocrática normal son suficientes para anular
cualquier cerebro. Cuando esto salta a ciento veinte, el administrador está
perdido. Ese, en esencia, es el aspecto sociológico de la misteriosa Ley de los Cincos. Los Illuminati
siempre tienen cinco líderes en cada nación, y los cinco Illuminati Primi
los supervisan, pero cada uno maneja su show de manera más o menos independiente de
los otros cuatro, unidos solo por su compromiso en común con la Meta de Gruad”. Hagbard
hizo una pausa para reencender el cigarro italiano largo y negro.
“Siempre comienza con un sinsentido” explica Simon a Joe en otra franja temporal, entre
Los Angeles y San Francisco en 1969. “Weishaupt descubrió la Ley de los Cincos mientras
estaba colocado, mirando el dibujo de uno de esos shoggoths que viste en Arkham.
Imaginó que el shoggoth era un conejo, y dijo „du haxen Hase‟, lo cual se mantuvo como
una broma interna entre los agentes Illuminati de Hollywood. Está en todas las caricaturas
de Bugs Bunny „¡Tú, pícaro conejo!‟ 14[1]. Pero fuera de esa mezcla esquizoide de
alucinación y logomanía, Weishaupt vio tanto el significado místico de los Cincos, como su
aplicación pragmática como estatuto del espionaje internacional, usando permutaciones y
combinaciones que te explicaré cuando tengamos lápiz y papel. Esa misma mezcla de
revelación y farsa siempre está presente en el lenguaje del supraconsciente, de cualquier
manera que lo contactes, ya sea a través de la
magia, la religión, las drogas, el yoga o por una nova cerebral espontánea. Tal vez el elemento de farsa o
sin sentido provenga de una contaminación desde el inconsciente,
no lo sé. Pero siempre está. Es por eso que la gente seria nunca
descubre nada verdaderamente importante”.
“¿Qué? No dije nada sobre la Mafia. ¿Estás nuevamente en otra franja temporal?”.
“No, no solamente la Mafia” dijo Hagbard. “El Sindicato es mucho más grande que la
Mafia”. El salón retorna a foco: es un restaurante. Un restaurante de comida marítima.
En la avenida Biscayne, de cara a la bahía. En Miami. En 1973. Las paredes están
decoradas con motivos submarinos, incluyendo un pulpo enorme. Indudablemente,
Hagbard había elegido aquel lugar de encuentro nada más porque le gustaba la
decoración. El loco bastardo cree ser el Capitán Nemo. Encima tenemos que negociar
con él. Como dice John: los JAMs no pueden hacerlo solos. Hagbard, sonriendo,
pareció notar la vuelta de Joe al tiempo presente. “Estás llegando a la etapa crítica” dijo,
cambiando de tema. “Ahora solamente tienes dos estados mentales: colocado con drogas
y colocado sin drogas. Está muy bien. Pero como estaba diciendo, el Sindicato es más que
la Mafia. La Mafia fue el único Sindicato hasta el veintitrés de Octubre de mil novecientos
treinta y cinco. Pero entonces mataron al Holandés, y un joven estudiante de psicología,
quien también resultó ser un psicópata con el poder conductor de Genghis Khan, fue
asignado para hacer un ensayo sobre cómo las últimas palabras del Holandés ilustraban
las similitudes entre el daño somático y la esquizofrenia. El Holandés tenía una bala en las
tripas cuando fue entrevistado por la policía y registraron cada palabra
que dijo aunque en la superficie fueran puros disparates. El estudiante escribió el ensayo
que su profesor esperaba y obtuvo una A, por supuesto, pero también escribió otra
interpretación de las palabras del Holandés para sus propios propósitos. Puso copias en
varias cajas fuertes - provenía de una de las más antiguas familias de banqueros de New
England, y por entonces, incluso soportaba la presión familiar para dejar la psicología y
dedicarse a los negocios bancarios -. Su nombre era (Robert Putney Drake visitó Zurich en
1935. Habló personalmente con Carl Jung sobre los arquetipos del inconsciente colectivo,
el I Ching y las leyes de la sincronicidad. Habló con gente que había conocido a James
Joyce antes de que el genio borracho irlandés se mudara a París, y aprendió mucho sobre
los discursos beodos de Joyce, en los cuales afirmaba ser un profeta. Leyó los fragmentos
publicados de Finnegan‟s Wake, y volvió a mantener nuevas charlas con Jung. Luego
conoció a Hermann Hesse, Paul Klee y a otros miembros de la Hermandad Oriental,
uniéndose a ellos en un ritual de mezcalina. Por esos tiempos le llegó una carta de su
padre preguntándole cuándo iba a dejar de perder el tiempo para volver a la Escuela de
Negocios en Harvard. Él respondió que volvería a fines de semestre, pero no para estudiar
administración de empresas. Un gran psicólogo estaba naciendo, y Harvard podría haber
sufrido un escándalo similar al que Timothy Leary protagonizara treinta años después.
Pero Drake tenía poder conductor).
La ilusión de ser un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer puede ser curada de una
sola manera. Me echarían de la Asociación Americana de Psicoanalistas si conocieran mis
métodos. En efecto, ya tuve un encontronazo con ellos cuando uno de mis pacientes
superó su complejo de Edipo cogiéndose realmente a su madre, convenciéndose de que,
como dirían los semánticos, ella era solamente una vieja, y no la mujer que recordaba de
la infancia. De cualquier manera, el mundo está volviéndose majareta como habrás
observado, mi pobre niña, y debemos tomar medidas heroicas para salvar lo que quede
de cordura en cualquier paciente que atendamos. (Ahora el psiquiatra estaba desnudo.
“Probablemente todo esté confuso en tu cabeza” continué, furioso porque nuestro plan se
estaba desmoronando, y porque necesitaba su confianza y ahora no había forma de
ganármela. “Hemos estado desintoxicándote y deshipnotizándote, pero no puedes darte
cuenta adónde te dejaron los Illuminati y adónde te rescatamos y comenzamos a revertir el
tratamiento. Vas derecho a una explosión sicótica dentro de las próximas veinticuatro
horas, y estamos usando las únicas técnicas que pueden frenar el proceso”.
“¿Por qué escucho todo dos veces?” preguntó Saúl, vacilando entre el
escepticismo desconfiado y la sensación de que Malik ya no estaba
jugando e intentaba ayudarlo urgentemente.
“Lo que te dieron fue un derivado del MDA - con altos niveles de mezcalina y
metedrina -. Provoca un efecto de eco por setenta y dos horas, mínimo. Escuchas
lo que estoy por decir antes de que lo diga y luego cuando lo digo. Se pasará en
unos pocos minutos, pero volverá aproximadamente cada media hora, hasta
mañana. El final de la cadena es la psicosis, a menos que podamos detenerla”.
“Se está apaciguando” dijo Saúl cuidadosamente. “Cada vez hay menos eco. Todavía
no sé si confiar en ti ¿Por qué intentabas convertirme en Barney Muldoon?”.
“Porque la explosión psíquica es en la franja temporal de Saúl Goodman,
no en la de Barney Muldoon”.
reunión hippie normal, aunque atípicamente limpia, y que no había ninguna parafernalia
siniestra como en el aquelarre de Lake Shore Drive. Al mismo tiempo, escucha al extraño
en la cama preguntándole: “¿Por qué intentabas convertirme en Barney Muldoon?”. Por
Dios, ahora sucede cuando estoy despierto al igual que cuando estoy durmiendo.
Simultáneamente, oye la alarma y grita “¡Los Illuminati nos atacan!”.
Hoy han salido todas las mujeres del estilo de Helen Hokinson. Recién vino
otra por las Madres Contra la Caspa. Le di una sola moneda.
Volviendo al tema, 1923 fue un año interesante para el ocultismo. No solamente porque Hitler
se unió a los Illuminati e intentó un golpe de estado en Munich, si no que, hojeando los libros de
Charles Fort, encontré varios hechos sugerentes. El 17 de Marzo - que no solamente encaja en
nuestra correlación con el 23, si no que además es el aniversario de la derrota de la rebelión de
Kronstadt, el día en que volaron la estatua de Lord Nelson en Dublín en 1966, y por supuesto,
el día sagrado de San Patricio - un hombre desnudo fue visto corriendo misteriosamente cerca
de las propiedades de Lord Caernarvon en Inglaterra. Apareció varias veces durante los días
siguientes, pero nunca pudieron atraparlo. Mientras tanto, el mismo Lord Caernarvon moría en
Egipto - algunos dicen que fue víctima de la maldición de Tutankamón, cuya tumba había
saqueado (el arqueólogo es un ladrón de tumbas con credenciales) -. Fort también recoge dos
casos en mayo del mismo año de un fenómeno sincrónico que había rastreado a través de los
siglos: una erupción volcánica coincidente al descubrimiento de una nueva estrella. En
Septiembre, los Mumiai causaron pánico en India - los Mumiai son demonios invisibles que
atrapan a las personas a plena luz del día -. Durante el año hubo reportes de carbón explosivo
en Inglaterra; algunos intentaron explicar aquello diciendo que los mineros, resentidos (fue una
época de problemas laborales), habían puesto dinamita en el carbón, pero la policía no lo pudo
demostrar. El carbón continuó explotando. En el verano, pilotos franceses comenzaron a tener
extraños accidentes cada vez que sobrevolaban Alemania y se sugirió que los alemanes
estaban haciendo pruebas con una máquina de rayos invisibles. Considerando los tres últimos
fenómenos juntos - demonios invisibles en India, carbón explosivo en Inglaterra y rayos
invisibles sobre Alemania - supongo que alguien estaba probando algo…
Aquí también aceptamos a Bugs Bunny como un ejemplo de Mummu, pero tenemos
muy poco en común con los SSS, los Satánicos, Surrealistas y Sádicos, el grupo que
comenzó con tu iluminación en Chicago. En realidad lo único que compartimos con
ellos es el uso del sistema postal anarquista Tristero para evadir a los inspectores
postales del gobierno, y un arreglo financiero a través del cual aceptamos sus
bonos CDM - bonos Conmemorativos del Divino Marqués - y ellos aceptan
nuestros bonos de cáñamo y los bonos de lino de la Legión de la Discordia
Dinámica. Cualquier cosa para evitar las notas de la Reserva Federal, ya sabes.
Pasará un rato hasta que el ácido comience a actuar, así que continuaré hablando de
esta forma, sobre cosas más o menos triviales - o cuatriviales, o incluso pentiviales -
hasta ver que estás listo para asuntos más serios. Simon está preparando la
ceremonia en la capilla junto a Stella, una mujer que realmente te gustará.
Te preguntarás por qué nos llamamos Logia Norton. El nombre fue elegido por mi
predecesor, Malaclypse el Más Joven, antes de dejarnos para unirse al grupo más
esotérico conocido como FLE - Frente de Liberación Erisiana -. Son la rama occidental de
los Hung Mung Tong Cong y todos sus esfuerzos están concentrados en un proyecto anti-
Illuminati a gran escala, conocido como Operación Jode-mentes. Pero esa es otra
historia, muy complicada. Uno de los últimos escritos de Malaclypse, antes de partir al
Silencio, era un párrafo corto que decía: “Todo el mundo comprende al Ratón Mickey.
Pocos comprenden a Hermann Hesse. Casi nadie comprende a Albert
Einstein. Y nadie comprende al Emperador Norton”. Creo que Malaclypse
ya estaba metido en la mística Jode-mentes cuando escribió eso.
Joshua Norton, Emperador de los Estados Unidos y Protector de México. San Francisco
está orgulloso de él. Vivió en el siglo pasado y llegó a ser emperador auto-proclamándose
como tal. Por alguna misteriosa razón, a los diarios les causó gracia y decidieron
publicar sus proclamas. Cuando comenzó a imprimir su propio dinero, los bancos
siguieron la broma, aceptándolo a la par de la moneda de los EEUU. Una noche, los
Vigilantes se pusieron de malas y con ganas de linchar a alguien, y decidieron ir al Barrio
Chino a matar algunos asiáticos, pero el Emperador Norton los detuvo simplemente
parándose en medio de la calle con los ojos cerrados recitando el Padre Nuestro
¿Comienzas a comprender un poco al Emperador Norton, Sr. Conejo?
Bien, piensa un poco en esto, amigo: hubo dos anarquistas, cuerdos y racionales, que
vivieron en la misma época que el Emperador, pero en Massachussets: William Green y
Lysander Spooner. Ellos también se dieron cuenta de la importancia de tener dos monedas
en competencia en lugar de un solo dinero Estatal uniforme, e intentaron que sus ideas
fueran aceptadas a través de argumentos lógicos, demostraciones empíricas y recursos
legales. No lograron nada. El gobierno violó sus propias leyes para encontrar la manera de
suprimir al Banco Mutual de Green y al Banco de la Gente de Spooner. Eso fue porque
ellos eran obviamente cuerdos, y sus dineros representaban una amenaza verdadera al
monopolio de los Illuminati. Pero el Emperador Norton estaba tan loco que la gente se reía
de él, pero permitían la circulación de su moneda. Piensa en eso.
Comenzarás a comprender por qué Bugs Bunny es nuestro símbolo y por qué nuestro
dinero tiene el nombre ridículo de bonos de cáñamo. Hagbard Celine y sus
Al menos por ahora, probablemente podrás comprender solo esto: su falacia más grande
es la Ilusión Anerística. Ellos realmente creen en la ley y el orden. Y ya que todo el
mundo en esta loca guerra milenaria tiene su propia teoría sobre los objetivos de los
Illuminati, voy a contarte la mía. Yo creo que son todos científicos que quieren establecer
un gobierno mundial científico. Los Jacobinos probablemente estaban siguiendo
instrucciones precisas de los Illuminati cuando saquearon las iglesias de París y
proclamaron el inicio de la Era de la Razón. ¿Conoces la historia del viejo que estaba en la
multitud cuando llevaron a Luís XVI a la guillotina y gritó, mientras caía la cabeza del rey,
“Jacqes De Molay, estás vengado”? Todos los símbolos que De Molay introdujo a la
masonería son instrumentos científicos - la regla T, el triángulo de los arquitectos, e incluso
esa pirámide que tantas especulaciones bizarras ha causado -. Si
cuentas al ojo como parte del diseño, la pirámide tiene 73 divisiones, no 72 ¿Qué significa
el 73? Simple: multiplícalo por cinco, en concordancia con la funfwissenschaft
de Weishaupt, la ciencia de los cincos, y obtendrás 365, los días del año. La
maldita cosa es una especie de computadora astronómica, como Stonehenge.
Las pirámides egipcias están de cara al Este, donde sale el sol. La gran
pirámide maya tiene exactamente 365 divisiones, y tambien encara al Este. Lo
que están haciendo es adorar el “orden” que encontraron en la naturaleza, sin
darse cuenta de que ellos pusieron el orden allí con su instrumental.
Por eso odian a la humanidad ordinaria - porque somos muy desordenados -. Durante
miles de años han intentado reestablecer el estilo de ley y orden de la alta civilización
atlante - el Cuerpo Político, como a ellos les gusta llamarle -. Un robot gigante, eso es
a lo que equivale su Cuerpo Político ¿sabes? Un lugar para cada cosa y cada cosa en
su lugar. Un lugar para cada uno y cada uno en su lugar. Mira al Pentágono - ¡Mira al
Ejército, por Dios! -. Así es como quieren que sea el planeta. Eficiente, mecánico,
ordenado - muy ordenado - e inhumano. Esa es la esencia de la Ilusión Anerística:
imaginar que has encontrado el Orden para comenzar a manipular las cosas
caprichosas, excéntricas y caóticas, y formarlas en pelotones o falanges que se
adecuen a lo que tu concepto del Orden supone que deban ser. Por supuesto, las
cosas más caprichosas, excéntricas y caóticas que existen, son las demás personas -
y es por eso que están tan obsesionados tratando de controlarnos -.
¿Por qué miras de esa manera? ¿Estoy cambiando de colores, creciendo de tamaño o
algo? Bien: el ácido está comenzando a trabajar. Ahora podemos ir realmente al grano.
Antes que nada, la mayor parte de lo que te he estado diciendo es pura mierda. Los
Illuminati no tienen una historia milenaria; tampoco los JAMs. Ellos inventaron su gran
herencia y tradición - Jacqes De Molay, Carlomagno y todo eso - en 1776, recogiendo todo
tipo de historias fuera de contexto para hacerlo parecer creíble. Nosotros hicimos lo
mismo. Te preguntarás por qué los copiamos, incluso engañando a nuestros propios
reclutas. Bien, parte de la iluminación - y nosotros también tenemos que ser iluminados
para combatirlos - consiste en aprender a desconfiar de todo. Por eso Hagbard tiene esa
pintura en su camarote que dice “Piensa por tu cuenta, tarado”, y por eso Hassan i
Sabbah dijo “Nada es real”. Incluso debes aprender a dudar de nosotros, y de todo lo que
te decimos. No hay hombres honestos en este viaje. De hecho, tal vez esta parte es
¿Te sientes paranoico? Bien: la iluminación está al otro extremo del terror absoluto. Y
el único terror realmente absoluto es el horror de percatarte de que no puedes creer en
nada de lo que te han enseñado. Debes darte cuenta plenamente que eres “un extraño
atemorizado en un mundo que no es tuyo” como dijo Houseman.
Los Illuminati son fanáticos de la estructura. De ahí su obsesión por los símbolos
geométricos y arquitectónicos, especialmente la pirámide y el pentágono. (Los
Relámpagos de Dios, como toda herejía autoritaria judeocristiana, también adoptaron
esta mística rectilínea típicamente occidental, por lo cual, incluso sus miembros judíos,
como Zev Hirsch, aceptaron el primer símbolo sugerido por Atlanta Hope, el más
euclidiano entre todos los símbolos religiosos: la Cruz.) Los Discordianos hicieron su
propia crítica sardónica al basamento legal y científico de la ley y el orden, usando una
pirámide de 17 escalones, - siendo el 17 un número virtualmente sin propiedades
geométricas, aritméticas o místicas interesantes, excepto en Java, donde fue base de una
escala musical particularmente extraña - rematada con la Manzana de la Discordia,
símbolo de lo irracional, lo asimétrico, y de la espontaneidad totalmente desordenada del
reino vegetal de la evolución creativa. El Frente de Liberación Erisiana (FLE) no tiene
símbolo, y cuando un recluta nuevo pregunta, le responden que su símbolo no puede ser
representado, ya que se trata de un círculo cuya circunferencia está en todas partes y su
centro en ninguna. Ellos son el grupo más volado de todos, y solamente los discordianos
más avanzados pueden comenzar a comprender sus galimatías.
Sin embargo, los JAMs tenían un símbolo más comprensible, y de la misma manera que
Harry Pierpont se lo mostró a John Dillinger durante su estadía en la prisión de
Michigan, el Dr. Ignotius se lo mostró a Joe en medio de su primer viaje de ácido.
“Bien” el Dr. Ignotius “al menos eres original. Nueve de nuestros diez miembros nuevos lo
confundieron con el yin-yang chino, o con el signo atrológico de Cáncer. Es similar a
ambos - y también al símbolo de la empresa tranviaria Northern Pacific y al del Concilio de
Información y Educación Sexual de los Estados Unidos, lo cual eventualmente llevará a
que se produzcan algunos documentos interesantes en el cuartel
general de los Birchers, estoy seguro, demostrando que los educadores sexuales manejan
el sistema ferroviario, que los astrólogos controlan a los educadores sexuales o
algo por el estilo. No, esto es diferente. Este es el Cao Sagrado, símbolo
de Mummu, Dios del Caos”.
“Esto es lo que debes comprender, Oh Buda recién nacido: ninguno de los respecti vos
lados es real o está completo. Cada uno es una abstracción, una falacia. La naturaleza
es una red sin costura, en la cual ambos lados están en guerra perpetua (lo cual es
otro nombre para la paz perpetua). La ecuación siempre se equilibra. Acrecienta una
de las partes, y la otra aumentará por su cuenta. Todo homosexual es un heterosexual
latente, y cada policía autoritario es una máscara sobre la libido anárquica. No hay
Vernichtung, no hay Solución Final, no hay un caldero de oro al final del arco iris, y tú
no eres Saúl Goodman, cuando estás perdido”.
Escucha: el caos que experimentas bajo el LSD no es una ilusión. El mundo ordenado
que imaginas experimentar bajo la dieta artificial y venenosa que los Illuminati han
forzado a ingerir a todas las naciones civilizadas es la verdadera ilusión. No estoy
diciendo lo que estás escuchando. El único fnord bueno, es el fnord muerto. Nunc a chifles mientras estás meando. Una
oscura, pero altamente significativa contribución
la sociología y a la epistemología ocurrió gracias al ensayo “Realidad
Retroactiva” de Malignowski, impreso en el Wieczny Kwiat Wtadza,
publicación de la Psociedad Ortosiquiátrica Polaca, en otoño de 1959.
“Todas las afirmaciones son en parte ciertas, en parte falsas, en parte sin
sentido, en parte ciertas y falsas, en parte ciertas y sin sentido, en parte falsas
y sin sentido, y en parte verdaderas, falsas y sin sentido ¿Me sigues?”.
El autor, el Dr. Malignowski, fue asistido por tres estudiantes graduados llamados
Korzybski -1, Korzybski - 2 y Korzybski - 3 (siameses triples hijos de un matemático, de
ahí que fueron indexados en vez de bautizados). Malignowski y sus estudiantes
entrevistaron a 1700 parejas casadas interrogando separadamente al marido y a la
esposa con 100 preguntas sobre su primer encuentro, primera experiencia sexual,
casamiento, luna de miel, soporte económico durante el primer año de casados, y temas
similares que debieran haber dejado impresiones permanentes en la memoria. Ninguna
pareja de las 1700 dieron exactamente la misma respuesta a las 100 preguntas, y el
puntaje más alto lo logró una pareja que respondió 43 preguntas de la misma manera.
Jung recibió el pergamino de manos de Drake y lo estudió. “¿No hay que firmarlo
con sangre? ¿Y que carajo es este símbolo yin-yang con un pentágono y una
manzana? Eres un puto farsante”. Sus labios se apretaron contra los dientes.
“¿A qué se refiere?” dijo George a través de una garganta que se cerraba rápidamente.
“Me refiero a que no eres un maldito Illuminati” dijo Jung. “¿Quién carajo eres?”.
Maldonado asintió con una sonrisa que le devolvía la vida a su rostro. “Yo sé quién es. Es
de la gente de la Vieja Strega. La Sibila de las sibilas. Salve Discordia, chico ¿No es
así?”.
“O Salve Eris” dijo George con un leve sentimiento de alivio.
Drake frunció las cejas. “Bien, parece que estamos en una encrucijada de
propósitos. Hemos sido contactados por cartas, por teléfono y a través de un
mensajero por gente que ha dejado bien en claro que sabe sobre nuestros
negocios con los Illuminati. Ahora, para aclarar mis conocimientos - tal vez
Don Federico sepa más -, hay una sola organización en el mundo que sabe
todo sobre los AVIB, y son los AVIB mismos”. George notó que mentía.
Drake suspiró “¡Oh, Don Federico! Usted y sus ideas obsoletas de seguridad. Si mi casa
no fuese segura, ya estaríamos muertos. Y si los AVIB son tan buenos como dicen ser, el
viejo truco de la canilla abierta no sería obstáculo para ellos. Llevemos esta discusión
como hombres civilizados, por amor de Dios, y no acurrucados en mi bañera”.
“Yo todavía no entiendo” dijo Richard Jung. “No sé quién es este tipo, o
quién lo envió”.
“Mira, chinito,” dijo Maldonado “¿Sabes quienes son los Antiguos Videntes Iluminados
de Baviera, no? Bien, cada organización tiene su oposición ¿No? Los Illuminati
también. Una oposición que es similar a ellos, religiosa, mágica y todas esas cosas
escalofriantes. No están interesados simplemente en volverse ricos, el cual es nuestro
caballeroso objetivo en la vida. Juegan juegos sobrenaturales ¿Capisce?”.
Jung parecía escéptico. “Puedes estar describiendo al Partido
Comunista, la CIA o al Vaticano”.
“Son superficiales,” dijo Maldonado con desdén “y principiantes al lado de los AVIB.
Porque los Illuminati bávaros, no son bávaros ¿Comprendes? Eso es solamente una
manifestación y un nombre nuevo para su orden. Tanto los Illuminati como sus
oponentes, a quienes este tipo representa, vienen desde mucho antes de Moscú,
Washington o Roma. Se requiere un poco de imaginación para entender esto, chinito”.
“Si los Illuminati son el yang,” dijo George en ayuda “nosotros somos el
yin. La única solución es una Revolución Yin ¿Captas?”.
Robert Putney Drake dijo “Si, pero ¿No le gustaría, Don Federico? ¿No se hartó de los
otros? Yo si. Ahora sé de donde vienes, George. Tu gente ha dado pasos agigantados en las recientes
décadas. No me sorprende que sean capaces de tentarnos. Nos costaría la
vida traicionar a los Illuminati - y eso que supuestamente somos los
hombres mejor protegidos de los EEUU -. Pero comprendo que nos ofreces
estatuas de la Atlántida. En este momento deben estar desembaladas ¿Y
dices que hay más de donde vinieron? ¿No es así, George?”.
Hagbard no había dicho nada sobre eso, pero George estaba muy preocupado
por su propia supervivencia como para objetar. “Si” dijo “hay más”.
Drake dijo “Arriesgaremos nuestras vidas trabajando con ustedes dependiendo de lo que
encontremos al examinar los objets d‟art que nos ofreces. Don Federico, que es un
experto altamente clasificado en antigüedades, particularmente en aquellas antigüedades
que se han mantenido fuera del alcance de la vista del conocimiento arqueológico
convencional, tasará el valor de lo que nos trajiste. Como siciliano ampliamente versado en
su herencia, Don Federico está familiarizado con los objetos atlantes. Los sicilianos son
casi el único pueblo vivo con conocimientos sobre la Atlántida. Es poco sabido, pero los
sicilianos son una de las civilizaciones más viejas sobre la faz de la Tierra. Con
todo respeto por los chinos” Drake inclinó la cabeza formalmente hacia Jung.
“Me considero americano” dijo Jung. “Aunque mi familia sabe un par de
cosas sorprendentes sobre el Tibet”.
“No hay duda” dijo Drake “y, aconsejarás, como es debido. Pero la herencia
siciliana se remonta a miles de años antes de Roma, al igual que su
conocimiento sobre la Atlántida. Hubo un par de hallazgos en las costas del
norte de África, algunas cosas encontradas por buceadores. Suficientes para
establecer una tradición. Si hubiera un museo de arte atlante, Don Federico es
una de las pocas personas en el mundo que calificaría como curador”.
“En otras palabras,” dijo Maldonado con una sonrisa fantasmal “te conviene
que esas estatuas sean auténticas, chico. Porque sabré si no lo son”.
“Lo son,” dijo George “yo mismo vi cómo las levantaban del fondo del océano”.
Una hora más tarde, Maldonado, con ayuda de una escalera, había recorrido cada una de
las cuatro estatuas de la cabeza a los pies con esmero fanático, y había preguntado a
Drake asintió. “Lo supuse. Vale más que todo el oro de todos los galeones españoles
que existan”.
“Si no me han dado una droga alucinógena,” dijo Richard Jung “entiendo que todos
ustedes están diciendo que estas estatuas vienen de la Atlántida. Interpretaré como
que quieren decir que son de oro sólido, y eso significa que hay mucho oro aquí”.
“El valor del material no es ni una milésima parte del valor de las formas” dijo Drake.
“No veo cual es el valor del arte atlante,” dijo Jung, “si ninguna autoridad
prestigiosa del mundo cree en la Atlántida”.
Maldonado sonrió. “Hay unas pocas personas que saben que la Atlántida
existió, y que hay cosa tal como el arte atlante. Y, créeme Richard, esos pocos
tienen dinero suficiente como para hacerte bajar hasta el fondo del océano.
Cualquiera de estas estatuas puede comprar un país de tamaño mediano”.
Drake aplaudió con aire de autoridad. “Estoy satisfecho si Don Federico está
satisfecho. Por éstas y por cuatro más como ellas - o por su equivalente, si
no existen otras -, mi mano se une a la mano del movimiento Discordiano.
Volvamos arriba y firmemos los papeles - con pluma y tinta. Y luego,
George, nos gustaría que fueras nuestro invitado a la cena”.
George no sabía si tenía la autoridad para prometer cuatro estatuas más, y estaba
seguro que la sinceridad total era el único acercamiento seguro a estos hombres.
Mientras subían las escaleras le dijo a Drake, que iba delante de él “No estoy
autorizado a prometer nada más por el hombre que me envió. Y no creo que tenga
más de ellas en este momento, a menos que posea una colección personal. Sé
que estas cuatro estatuas son las únicas que rescató en ese viaje”.
Drake dejó escapar un pedito, algo que a George le pareció increíble, tratándose del
líder de todo el crimen organizado de los Estados Unidos. “Disculpen,” dijo “el esfuerzo
de subir estas escaleras es mucho para mí. Me encantaría poner un ascensor, pero eso restaría
seguridad. Uno de estos días mi corazón va a tirar la toalla de tanto subir y bajar
estas escaleras”. El pedo olía moderadamente mal, y George se alegró cuando salieron de
su zona de influencia. Estaba sorprendido de que un hombre de la importancia de Drake
admitiera que se había pedorreado. Tal vez aquella sinceridad era uno de los factores de
su éxito. George dudaba que Maldonado confesara si dejara escapar una flatulencia. El
Don era muy taimado. No era del tipo latino de piel oscura, su epidermis era fina y blanca
como el papel, como un aristócrata toscano de linaje atenuado.
“Comprende:” dijo Drake, “no hay manera de que las organizaciones que
Don Federico y yo representamos queden comprometidas por cualquier
cosa que firmemos. Con esto solamente accedemos a utilizar nuestra
influencia con nuestros estimados colegas y esperar que ellos nos
garanticen el favor de su cooperación en este emprendimiento mutuo”.
“Yo no podría haberlo dicho mejor” dijo Maldonado. “Y, por supuesto,
juramos promover vuestros propósitos por nuestras vidas y nuestro honor”.
La cena fueron filetes Diane, servidos a los cuatro hombres en una mesa
larga, en un comedor decorado con pinturas enormes y antiguas. Fueron
atendidos por un grupo de hermosas jovencitas, y George se preguntaba
adónde tendrían a sus esposas y amantes los líderes del crimen. Tal vez
en alguna especie de harén. Había algo arábico en todo aquel escenario.
Durante el transcurso de la cena, una rubia, con una larga túnica blanca
que dejaba uno de sus pechos al desnudo, tocó el arpa y cantó. Durante
el café hubo conversación; cuatro chicas se sentaron brevemente con
ellos y los entretuvieron con chistes y anécdotas graciosas.
Con el brandy vino Tarantella Serpentina. Era una mujer extraordinariamente alta,
al menos de 1 metro 89 de altura, de cabello largo y dorado, recogido en un
peinado alto, y llovido por detrás hasta debajo de los hombros. Llevaba brazaletes
de oro en las muñecas y los tobillos, vestía solamente unos velos diáfanos
envueltos alrededor de su cuerpo esbelto. George podía ver sus pezones rosados
y el vello oscuro de la entrepierna. Cuando entró a grandes zancadas, Nariz de
Banana Maldonado se limpió la boca con un pañuelo y comenzó a aplaudir con
júbilo. Robert Putney Drake sonrió con orgullo y Richard Jung tragó con dificultad.
George simplemente la contempló. “La estrella de nuestro pequeño retiro rural:” dijo
Drake a modo de introducción, “me complace presentarles a la Señorita Tarantella
Serpentina”. El aplauso de Maldonado continuó, y George se pregunto si debía unírsele.
Una música oriental con toque rockero inundó el salón. El equipo de reproducción de
sonido era excelente, casi perfecto. Tarantella Serpentina comenzó a bailar. Era un tipo de
baile extraño e híbrido, una mezcla de danza del vientre, go-go y ballet moderno. George
se relamió los labios, y sintió que su cara se entibiaba y su pene se hinchaba a medida que
la observaba. El baile de Tarantella Serpentina era aún más sensual que el
La cama era enorme, con cuatro postes y un dosel dorado. Ya desnudo, George
se deslizó entre las sábanas frescas y confortables, y sujetando la frazada
alrededor del cuello, se acostó boca arriba, cerró los ojos y suspiró. Esa misma
mañana había estado en una playa del Golfo de México viendo a Mavis desnuda
masturbándose. Había cogido con una manzana. Estuvo en la Atlántida. Y ahora
descansaba sobre un colchón mullido en el hogar del jefe de todo el crimen
organizado de América. Temía que al abrir los ojos se encontrara nuevamente en
la prisión de Mad Dog. Sacudió la cabeza. No había nada que temer.
Escuchó que la puerta del dormitorio se abría. No había nada que temer.
Para comprobarlo, mantuvo los ojos cerrados. Escuchó rechinar una
tabla. ¿Tablas rechinantes en este lugar? Claro - para advertir al
durmiente de que alguien lo acechaba. Abrió los ojos.
George cerró los ojos nuevamente. “Cariño,” dijo “eres hermosa. Realmente hermosa.
Ponte cómoda”.
Ella encendió un velador. Llevaba un corpiño dorado y una falda corta que hacía juego.
Sus pechos eran deliciosamente pequeños, pensó George, a pesar de que suponía que los de una chica
de casi un metro noventa de estatura debían ser abundantes. Pero
Tarantella tenía la contextura física de una modelo de Vogue. A George le gustaba.
Siempre tuvo debilidad por las mujeres altas, delgadas y algo hombrunas.
“No es que yo prefiera o no” dijo George. “Dudo que pueda hacer otra cosa que no sea
dormir. He tenido un día muy agotador”. Me masturbé una vez, pensó, me la chuparon, y
cogí con una manzana. Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a
nuestros deudores. Además de haber estado aterrorizado el 90 por ciento del día.
“Mi nombre es conocido en los altos círculos,” dijo Tarantella “por lo que puedo hacer con
hombres cuyos días son todos agotadores. Presidentes, reyes, líderes del Sindicato -
lógicamente -, estrellas de rock, magnates del petróleo y otra gente así. Mi especialidad es
hacerlos acabar. Una y otra y otra y otra vez. Diez veces, hasta incluso veinte veces, y no
importa cuán viejo sea o cuán cansado esté. Me pagan mucho. Esta noche Bobby
pagó por mis servicios, y estoy para servirte a ti. Lo cual me agrada, porque la mayor
parte de mis clientes son viejos, pero tu eres lindo, joven y tienes un cuerpo firme”.
Apartó las sábanas de las manos de George - él había olvidado que todavía
estaba sosteniéndolas alrededor del cuello - y acarició sus hombros desnudos.
Media hora después, él gozaba un segundo orgasmo, y de un tercero, media hora después del segundo.
La segunda vez George fue arriba, y la tercera Tarantella se
recostó boca abajo y él se la dio desde atrás. Había algo en la atmósfera que
Tarantella creaba que era crucial para lo que ella llamaba su “especialidad”. A
pesar de que había alardeado sobre su habilidad para hacer acabar repetidamente
a los hombres, en el momento de la acción, ella le hizo sentir que aquello
realmente no importaba. Era divertida, juguetona y despreocupada. Él no se sintió
obligado a estar excitado, a acabar. Los hombres serían un desafío para
Tarantella, pero le dejó en claro a George que ella no sería un desafío para él.
Durmieron un rato, y cuando él despertó, ella lo estaba masturbando. Sus dedos eran
muy habilidosos, y parecían encontrar expeditivamente las partes más sensibles de su
pene - con especial atención al área debajo de la punta del glande -. Abrió los ojos con
asombro cuando acabó y vio, luego de unos segundos, una pequeña gota de semen,
pálida y perlada, en la cima de su verga. Una verdadera maravilla.
Iba a ser un viaje. Su ego se fue a algún otro lugar, era todo cuerpo,
dejando que las cosas sucedieran. Aquello cogía con Tarantella, aquello
acababa - y, a juzgar por los sonidos que ella hacía, y la humedad en la que
su pene estaba sumergido, ella también estaba acabando -.
George cerró los ojos y apretó los labios mientras sentía la llegada de
otro orgasmo. A la distancia, escucho a Tarantella decir “mi grandeza
reside en la vida que puedo generar en los pitos fláccidos”.
En cambio allí estaba Mavis, con un guardapolvo médico, parada al pié de la cama,
mirándolo con sus grandes ojos brillantes. El oscuro dormitorio de Drake se había transformado en una
habitación de hospital, súbita y brillantemente iluminada.
“¿Cómo llegaste hasta aquí?” espetó él. “Quiero decir - ¿Cómo llegué aquí?”
“Tú has ganado” lo contradijo Mavis. “Has atravesado la pérdida del ego, y ahor a
estás comenzando a descubrir quién eres realmente, pobre viejo Saúl”.
“Hay dos tipos de pérdida del ego,” continuó Mavis “y los Illuminati son expertos en ambas.
Una es la esquizofrenia, la otra es la iluminación. Ellos te dejaron en la primera,
nosotros te cambiamos a la segunda. Tenías una bomba de tiempo en la cabeza,
nosotros la desactivamos”.
Saúl se sentó, tieso, con lágrimas en los ojos. “He asesinado hombres. Los he enviado a la
silla eléctrica. Diecisiete veces. Diecisiete suicidios. Los salvajes que cortan dedos u
orejas en sacrificio a sus dioses son más sensatos. Nosotros cortamos egos enteros,
pensando que ellos están separados de nosotros. Dios, Dios, Dios”. Estalló en llantos.
“Si, si” Mavis lo arrulló al oído. “Debemos aprender a abandonar nuestros sacrificios, no
nuestros placeres. Nos han enseñado a abandonar todo, excepto nuestros sacrificios, y
eso es lo que debemos abandonar. Debemos sacrificar nuestros sacrificios”.
“¡Cara Gris, el que odia la vida!” chilló Saúl “¡Bastardo hijo de puta! Osiris,
Quetzalcoatl, lo conozco bajo todos sus alias ¡Cara Gris, Cara Gris, Cara Gris! Conozco sus guerras y sus
prisiones, la cantidad de jovencitos que ha jodido por el culo, los
Georges Dorns que ha intentado convertir en asesinos como yo. Y le he
servido toda mi vida ¡He sacrificado hombres sobre su pirámide sangrienta!”.
NADA. ¿Lo roías, Woden, mientras pastoreabas aquellas ovejas voladoras con los
aullidos serpenteantes de Wagner? Hassan caminó por este valle de lunáticos, y tuvo
que despertar por sí mismo. 23 de Agosto de 1966; antes de conocer a los SSS, a los
Discordianos, a los JAMs o a los Illuminati: drogado y beatífico, Simon Moon
curioseaba en una tienda de Descuento al Consumidor en la calle North Clark,
“Si, gracias” Simon habla claramente, pronunciando bien las palabras, tratando de
ocultar su estado. Dios en piyamas y pantuflas, piensa en un trance casi iluminado,
estoy más colocado de lo que creía, o ese letrero contiene la idea absoluta de cómo se
maneja el mundo.
HARAPOS. Salve Ghoulumbia, sus monádicos han huido, dejándola con su período
sangriento. “Lo más gracioso de todo,” dijo Saúl, sonriendo mientras algunas lágrimas
aún caían de sus ojos, “es que no estoy avergonzado. Hace dos días hubiera preferido
morir antes que alguien me viera llorar - especialmente una mujer”.
“Eso es - ¿No?” Saúl sollozó. “Ese es el truco de ellos. No puedo verte sin
ver a una mujer. No puedo ver a ese editor, Jackson, sin ver a un negro. No
puedo ver a nadie sin ver la etiqueta adherida y su clasificación”.
“Oh, Dios, Dios mío” gimió Saúl, comenzando a llorar profusamente otra vez. “„Un
harapo, un hueso y un mechón de pelo‟. Oh, Dios mío ¡Y tú estuviste con ellos!” gritó súbitamente l vantando la
cabeza “Tu eres una ex Illuminatus - por eso eres tan
importante en los planes de Hagbard ¡Por eso tienes ese tatuaje!”.
“Yo era una de los cinco que manejaban los EEUU” asintió Mavis. “Una
de Los de Adentro, como los llama Robert Welch. Luego fui
reemplazada por Atlanta Hope, la líder de los Relámpagos de Dios”.
“¡Lo tengo, lo tengo!” dijo Saúl, riendo “antes lo vi de varias maneras, pero no de la manera
correcta. Él está dentro del Pentágono. Por eso es que lo construyeron con esa forma,
para que él no pudiera escapar. Los Aztecas, los Nazis, y ahora nosotros…”
“Si” dijo Mavis, sombría “Por eso es que treinta mil americanos
desaparecen cada año, sin dejar huellas, y sus casos terminan
archivados y sin resolver. Él debe ser alimentado”.
“Un hombre, casi desnudo, en harapos” citó Saúl. “Ambrose Bierce lo sabía”.
“Reales” dijo Mavis. “Todos reales. Son los causantes de los malos viajes de ácido y de
la esquizofrenia. Contactas psíquicamente con ellos cuando la pared del ego se
derrumba. Allí es donde los Illuminati te estaban enviando cuando irrumpimos en su
Club Playboy falso, e hicimos cortocircuito en el proceso”.
La prensa le dio una prominente atención mundial a Fernando Poo solamente una vez
antes del famoso Incidente. Esto sucedió a comienzo de los 70s (mientras el Capitán
Tequila y Mota recién comenzaba a estudiar el arte del Golpe de Estado y a trazar sus
planes) y fue ocasionado por las afirmaciones escandalosas del antropólogo J. N. Marsh,
de la Universidad de Miskatonic, quien aseguraba que unos artefactos que había
encontrado en Fernando Poo demostraban la existencia del continente perdido de
Atlántida. A pesar de que antes el profesor Marsh tuviera una reputación impecable de
cautela académica y rigor científico, su último libro publicado, Atlántida y sus Dioses, fue
recibido con burlas y mofa por parte de sus colegas profesionales, especialmente luego de
que sus teorías fueran recogidas y exageradas por la prensa. De hecho, muchos de los
amigos del anciano culpan a esa campaña de ridiculización por su desaparición unos
meses más tarde, y sospechan que el suyo fue el suicidio de un buscador de la
El rápido deterioro de Marsh, durante los pocos meses entre el rechazo unánime del
libro en el mundo letrado y su repentina desaparición, provocó un gran dolor a sus
colegas de Miskatonic. Muchos reconocieron que había adquirido algunas de sus ideas del
Dr. Henry Armitage, quien, se decía, se había vuelto un tanto chiflado luego de
muchos años dedicados a descifrar la metafísica obscena del Necronomicon.
Poco tiempo después de su desaparición, una bibliotecaria, la Señorita Horus,
mencionó durante un té en la facultad que Marsh había pasado gran parte del mes
anterior con aquel volumen, y un profesor católico dijo medio en broma que
Miskatonic debería librarse de los escándalos de una vez por todas donándole
“aquel libro maldito” (puso un énfasis deliberado en la frase) a Harvard.
El engaño habitual: ficción presentada como hecho. El engaño aquí descrito se opone a
lo siguiente: hechos presentados como ficción.
Todo comenzó con La-Bas de Huysman, transforma al satanista en héroe.
En 1880, Machen entra al círculo de Huysman en París.
“Dols” y “letras Aklo” en las subsecuentes “ficciones” de Machen.
Durante la misma época: tanto Bierce como Chambers mencionan el Lago de Hali y
C
arcosa. Supuesta coincidencia.
rowley recluta su círculo oculto después de 1900.
Bierce desaparece en 1913.
Lovecraft introduce a los Halt, dols, Aklo y a Cthulhu luego de 1923.
Lovecraft muere inesperadamente en 1937.
Seabrook analiza a Crowley, Machen y a otros en su libro “Brujería”, 1940.
“Suicidio” de Seabrook, 1942.
Énfasis: Bierce describe el Complejo de Edipo en “La muerte de Halpin Frazer”, ANTES
que Freud, y la relatividad en “Un habitante de Carcosa” ANTES que Einstein. Lovecraft
describió ambiguamente a Azathoth como “El Dios Ciego e Idiota”, “El Sultán
Demoníaco” y “El Caos Nuclear” aproximadamente en 1930: quince años antes
de Hiroshima.
El detective pasó toda una tarde en la biblioteca de Miskatonic hojeando las obras de
Ambrose Bierce, J. K. Huysmans, Arthur Machen, Robert W. Chambers y H. P. Lovecraft.
Descubrió que todos repetían ciertas palabras claves; hablaban de continentes o ciudades
perdidas; describían seres sobrehumanos que intentaban abusar o violentar a
la humanidad de ciertas maneras no especificadas; sugerían que existía un culto, o un
grupo de cultos de humanos que servían a esos seres; y hacían referencia a ciertos libros
(generalmente sin dar sus títulos: Lovecraft era la excepción) que revelaban los secretos
de tales entes. Gracias a una pequeña investigación adicional, descubrió que los círculos
ocultistas y satanistas de París de la década de 1880 habían influido tanto en las ficciones
de Huysmans y Machen, como en la carrera del célebre Aleister Crowley, y que Seabrook
(que conocía Crowley) sabía más de lo que insinuaba en su libro Brujería, publicado dos
años antes de su suicidio. Luego, el investigador hizo una tabla
El detective releyó, esta vez sin hojear, las historias en las cuales estos escritores
mencionaban específicamente las drogas, de acuerdo a las notas de Marsh. Ahora tenía
una hipótesis: el viejo se había involucrado en un culto que utilizaba drogas, al igual que
aquellos autores se aterrorizó con sus alucinaciones, y finalmente terminó con su
vida para escapar de los fantasmas que los vapores narcóticos de su propio cerebro habían creado. Era
una buena teoría para empezar, y comenzó a interrogar a todos los
amigos de campus del viejo Marsh, guiando el tema, de a poco e indirectamente, hacia
la marihuana y el LSD. Parecía no avanzar y empezaba a perder la convicción, pero
tuvo un golpe de suerte: gracias a un comentario de otro profesor de antropología, se
enteró de la obsesión de Marsh en años recientes por el amanita muscaria, hongo
alucinógeno utilizado en las religiones ancestrales del medio oriente.
hachís, la droga que usaron los Assassins en la edad media, y está ese
psiquiatra de New York, Puharich, que afirma que verdaderamente induce a
la telepatía. Mucho de esto es puro disparate, por supuesto, pero
ciertamente el amanita es la droga psicotrópica más fuerte del mundo. Si
los chicos se volcaran a él, el LSD sería insignificante en comparación”.
La nota decía:
El 25 de Abril, casi toda New York estaba hablando sobre el acontecimiento increíble
que había ocurrido poco antes del amanecer en la mansión de Long Island del filántropo
más conocido de la nación, Robert Putney Drake. Sin embargo, Danny Pricefixer, del
Escuadrón de Explosivos, era casi ajeno a aquel suceso extraño mientras conducía a
través del tránsito pesado de una punta a la otra de Manhattan, entrevistando a cada
uno de los testigos que pudiesen haber hablado con Joseph Malik la semana antes del
atentado a Confrontación. Los resultados fueron unánimemente desalentadores: más
allá del comentario de que Malik se había vuelto progresivamente muy reservado,
ninguno de los entrevistados proveyó información útil. Un smog asesino se había
asentado nuevamente en la ciudad por séptimo día consecutivo, y Danny, que no era
fumador, era consciente del silbido en su pecho, lo cual no mejoraba su
estado de ánimo.
Hans Stefan Santesson señala la similitud básica entre los rituales de investidura
mayas y egipcios, como indicó el Coronel Churchward en sus libros, exhaustivos
pero mal encaminados, sobre el continente perdido de Mu. Como hemos
demostrado, la obsesión de Churchward con el Pacífico, basada en las pistas que
obtuvo en un templo asiático sobre nuestros ancestros desaparecidos, lo llevó a
atribuir a Mu gran parte de la historia real de la verdadera Atlántida. Pero este
fragmento de Comprendiendo a Mu de Santesson (Paperback Library, New York,
1970, página 117), necesita solamente una pequeña corrección:
nuestros días, como afirman algunos ocultistas, aparecerían ante los ojos de un
norteamericano ordinario como King Kong, o tal vez como Drácula o el Hombre Lobo.
Las palabras del profesor Marsh volvieron a él: “si estos seres hubieran
sobrevivido hasta nuestros días, como afirman algunos ocultistas…”.
Mientras caminaba hacia su auto pasó por un puesto de periódicos y vio que los
encabezados de las ediciones tardías todavía referían al desastre en la mansión Drake. De
cualquier manera, no tenían nada que ver con su problema, así que los ignoró.
Sherri Brandi continuó con su canturreo mental, manteniendo el ritmo del movimiento de su
boca… cincuenta y tres rinocerontes grandotes, cincuenta y cuatro rinocerontes
grandotes, cincuenta y cinco - las uñas de Carmel se clavaron en sus hombros
súbitamente, y un borbotón salado y caliente bañó su lengua. Gracias al Señor, pensó, al
fin el bastardo acabó. Su mandíbula estaba cansada, tenía el cuello endurecido y le dolían
las rodillas, pero al menos aquel hijo de puta iba a estar de buen humor ahora y
no la iba a golpear por no tener mucha información sobre Charlie y sus bichos.
Se puso de pié, estirando los músculos de las piernas y del cuello para
aliviar los calambres, y revisó su vestido para ver si algo de la acabada de
Carmel lo había manchado. A la mayoría de los hombres les gustaba verla
desnuda mientras ella les practicaba una chupada, pero no al maldito de
Carmel; él siempre insistía en que ella llevara su mejor vestido. Se percató
de que a él le encantaba ensuciarla; pero, bueno, no era tan malo como
otros chulos, y todos debemos obtener nuestra ganancia de algún modo.
Carmel se desparramó en el sillón, con los ojos todavía cerrados. Sherri trajo la toalla
que había estado entibiando sobre el radiador y completó la transacción, secándole y
besándole gentilmente su horrible aparato antes de devolverlo dentro de los calzones y
“¿Así que fuiste tan cautelosa que no obtuviste nada de él?” interrumpió
Carmel, acusador.
“Oh, no; él está ido” respondió ella, insegura. “Quiero decir, realmente loco. Debe
tratarse de algo… eh, importante… para que quieras hacer tratos con él…” Volvió a
enfocarse. “Algo que sé, es que cree que se va a otros planetas cuando sueña. Un
planeta llamado Atlántida ¿Sabes cuál es?”.
Carmel frunció el entrecejo. Esto se iba a poner complicado: primero, encontrar un
comunista; luego, descubrir la forma de obtener información de Charlie evitando al FBI, la
CIA y a todos los otros agentes gubernamentales; y ahora, tenía que averiguar cómo
relacionarse con un maniático… Levantó los ojos y vio que Sherri estaba desenfocada
nuevamente, con la mirada en el vacío. Maldita drogona, pensó, pero luego observó que
la chica comenzaba a deslizarse del banquillo hasta caer inconciente en el suelo.
“¡Puedo ver los fnords!” gritó Barney Muldoon, levantando la vista del
Miami Herald con una sonrisa feliz.
Joe Malik sonrió satisfecho. Aquél había sido un día febril - Hagbard había librado una
batalla en Atlántida y George Dorn había sido iniciado -, pero ahora, al fin, tenía la
sensación de que su grupo estaba ganando. Dos mentes que habían sido puestas en un
viaje mortal por los Illuminati fueron rescatadas exitosamente. Ahora, si todo funcionaba bien entre
George y Robert Putney Drake…
El intercomunicador zumbó y Joe respondió desde la otra punta del salón sin levantarse:
“Malik”.
“Excelente” dijo Hagbard distraídamente. “Mavis reporta que Saúl también está
progresando, y que vio los fnords en el New York Times. Trae a Muldoon a mi
camarote. Hemos localizado ese otro problema - las vibraciones enfermizas que
“Modifica y reescribe” dijo Hagbard. “Algunos iremos a Ingolstadt, y otros a Las Vegas.
Es el viejo ataque a dos frentes de los Illuminati - un ataque doble desde diferentes
direcciones. Muevan el culo, chicos. Están haciendo inmanente el Eskatón”.
Otra interrupción. Esta vez eran las Madres Contra el Muzak. Ya que me pareció la
causa más justa del día, le di $ 1 a la mujer. Creo que si podemos acabar con el
Muzak, muchas de nuestras enfermedades también desaparecerían, porque
probablemente son síntomas de stress provocados por esa polución sonora.
Bien, se está haciendo tarde y debo concluir con esto. Un mes antes de nuestro
experimento en el KCUF - o sea, el 23 de Septiembre de 1970 -, Timothy Leary
burló a cinco agentes federales en el aeropuerto O‟Hare, aquí en Chicago. Había
jurado disparar antes que volver a prisión, y llevaba un arma en el bolsillo. Ninguno
de ellos lo reconoció… y, ah, si, había un policía llamado Timothy O‟Leary en el
cuarto de hospital donde murió Dutch Schultz el 23 de Octubre de 1935.
He guardado lo mejor para el final. Aldous Huxley, la primer gran figura literaria iluminada por Leary,
murió el mismo día que John F. Kennedy. El último ensayo que escribió giraba en torno a la frase de
Shakespeare: “El tiempo debe tener un límite” - la cual ya había usado previamente como título de
una novela sobre la vida después de la muerte. “La vida es una ilusión,” escribió,
“pero una ilusión que debemos tomar con seriedad”. Dos años después, Laura, la viuda de
Huxley, conoció al médium Keith Milton Rhinehart. Como la viuda cuenta en su libro Este
Momento Atemporal, le pidió a Rhinehart que contactase con Aldous, y el
médium le contestó que Aldous deseaba transmitir la “clásica evidencia de
supervivencia del alma”, es decir, un mensaje que no pudiera ser explicado
“simplemente” como telepatía, o como algo que Rhinehart leía en la mente de
Laura. Debía ser algo que solamente pudiera venir de la mente de Huxley.
Rhinehart recibió el mensaje: eran instrucciones para que ella fuera a la casa, a un cuarto que
el médium no conocía y que tomara un libro en particular, que no le era familiar. Laura debía
leer cierta línea de cierta página. Aldous había leído aquél libro, pero ella ni siquiera lo había
(Supongo que has leído a Suetonio y sabrás que J. César murió gracias a las
23 puñaladas que le dieron Brutus & Co.)
Un abrazo, Joe. Ya vendrán peores ataques a tu razón. Pronto verás los fnords.
Salve Eris.