Biodigestión Anaeróbica

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Biodigestión

Para lograr un correcto manejo de los residuos orgánicos, se han implantado diferentes tratamientos
que implican un reciclaje de materia orgánica, transformando está en un producto rentable en el
mercado. Con el alto costo de los fertilizantes hoy en día el reciclaje de materia orgánica ha ido
ganando cada vez más fuerza, buscando una alternativa no tradicional de fuente de energía, así
como su positividad en temas descontaminación y eliminación de residuos.
Dentro de las investigaciones científicas, el papel de los microbios sobre estos residuos orgánicos es
muy importante, podemos diferencias entonces dos procesos fundamentales para el tratamiento de
los residuos orgánicos: La digestión aeróbica y la digestión anaeróbica, y esta última es sobre la
cual se expondrá.

Digestión Anaeróbica
Es un proceso biológico degradativo en el cual parte de los materiales orgánicos de un sustrato o
residuo orgánico, ya sea animal y vegetal, son convertidos en biogás, una mezcla de dióxido de
carbono, metano y partes menores de otros compuestos, todo esto gracias a un conjunto de bacterias
que son sensibles o completamente inhibidas por el oxígeno u otros compuestos que lo contengan
como el agua oxigenada (H2O2). Utilizando este proceso de digestión anaeróbica es posible tratar
con una gran cantidad de residuos, estiércoles, efluentes de industria alimentaria y fermentativa, de
industrias papeleras, industrias químicas, subproductos, etc. En este proceso más del 90% de la
energía disponible por oxidación directa se transforma en metano, consumiéndose solo un 10% de
la energía del crecimiento de las bacterias, muy contrario al 50% consumido en la digestión
aeróbica.
En la digestión anaeróbica, los microorganismos metanogénicos (que producen metano)
desempeñan la función de enzimas respiratorias y, junto con las bacterias no metanogenicas,
constituyen una cadena alimentaria que guarda relación con las cadenas enzimáticas de células
aeróbicas. Así, los residuos orgánicos se transforman completamente en biogás que se diluye en el
aire. Sin embargo, el biogás generado suele estar contaminado con otros componentes, que pueden
complicar el manejo y aprovechamiento del gas.
Este proceso anaeróbico se clasifica como: Fermentación anaeróbica o respiración anaeróbica
dependiendo del tipo de aceptores de electrones.

I) Fermentación anaeróbica
En una fermentación anaeróbica, la materia orgánica es catabolizada en ausencia de un aceptor de
electrones externo mediante microorganismos anaeróbicos estrictos o facultativos a través de
reacciones de oxidación-reducción bajo condiciones de oscuridad. El producto generado durante el
proceso acepta los electrones liberados durante la descomposición de la materia orgánica. Por lo
tanto, la materia orgánica actúa como dador y aceptor de electrones. En la fermentación, el sustrato
es parcialmente oxidado y por lo tanto, solo una pequeña cantidad de la energía contenida en el
sustrato se conserva. La fermentación anaeróbica se puede aplicar para la recuperación de
biocombustibles (Hidrogeno, butanol, etc.) y productos bioquímicos (Nisina y ácido láctico)
Ejemplo de fermentación anaeróbica: La fermentación de glucosa en etanol (alcohol etílico). En
esta reacción, dos tercios del metano se producen mediante fermentación anaeróbica en el cual el
acetato actúa como dador y aceptor de electrones.
La producción de metano mediante esta vía se conoce como metalogénesis acetotrófica.

II) Respiración Anaeróbica


Es un proceso biológico de óxido-reducción de monosacáridos y otros compuestos en el que el
aceptor terminal de electrones es una molécula inorgánica distinta del oxígeno, y a veces más
raramente una molécula orgánica. Este proceso lo realizan exclusivamente un cierto grupo de
bacterias y para ello utilizan una cadena transportadora de electrones análoga a la de las
mitocondrias en la respiración aeróbica.
La respiración anaeróbica requiere aceptores de electrones externos para la disposición de los
electrones liberados durante la degradación de la materia orgánica. Algunos aceptores de electrones
en este caso pueden el CO2, SO42-, NO3-. En este proceso se produce mucha más energía que en la
fermentación anaeróbica.
Cuando el CO2 acepta los electrones liberados por la materia orgánica, se reduce a gas metano
(CH4). La producción de metano mediante esta vía se conoce como metalogénesis hidrogenotrófica
y es responsable de un tercio de la producción total de metano. Ciertos microorganismos
anaeróbicos también utilizan el CO2 como aceptor de electrones y reducen el hidrogeno a ácido
acético. La presencia de sulfato en un ambiente anaeróbico desvía parte de la materia orgánica hacia
la reducción de sulfato mediante un grupo especializado de bacterias anaeróbicas conocido como
bacterias reductoras de sulfato. La liberación de sulfuro de hidrógeno es característico en ambientes
anaeróbicos en los cuales el sulfato actúa como aceptor de electrones. Cuando el nitrato (NO3-)
actúa como aceptor de electrones, se reduce a gas nitrógeno. Este corresponde a un proceso
biológico muy utilizado para remover compuestos nitrogenados en aguas residuales. El grupo de
bacterias utilizadas en este proceso se conocen como bacterias reductoras de nitrato o
desnitrificadoras.

Biogás y bioabono
Los principales productos del proceso de digestión anaeróbica son biogás y bioabono (efluente
estabilizado). En el caso del biogás, la composición de este depende del material digerido y del
funcionamiento del proceso, sin embargo algunas características generales es que posee 55-70%
metano, 30-45% dióxido de carbono y un porcentaje menor de otros compuestos. Si el biogás
contiene un contenido de metano superior a un 45% ya se considera inflamable.

Contenido energético 6.0 – 6.5 kW h m-3


Equivalente de combustible 0.60 – 0.65 L petróleo/m3 biogás
Límite de explosión 6 – 12 % de biogás en el aire
Temperatura de ignición 650 – 750°C
Presión crítica 74 – 88 atm
Temperatura crítica -82.5°C
Densidad normal 1.2 kg m-3
Características generales Olor a huevo podrido (el olor del biogás
desulfurado es imperceptible)
Masa molar 16.043 kg kmol-1
Tabla de las características generales del biogás.
Fermentación metanogénica
La digestión anaeróbica es un proceso muy complejo tanto por el número de reacciones bioquímicas
que tienen lugar como por la cantidad de microorganismos involucrados en ellas. Muchas de estas
reacciones ocurren se forma simultánea.
Primeramente ocurre una hidrolización de partículas y moléculas complejas como proteínas,
carbohidratos y lípidos realizado por enzimas extracelulares producidas por microorganismos
acidogénicos o fermentativos. Como resultado de esto se producen compuestos solubles más
sencillos (aminoácidos, azucares y ácidos grasos de cadena larga) que serán metabolizados por las
bacterias acidogénicos dando lugar, principalmente, a ácidos grasos de cadena corta, alcoholes,
hidrogeno, dióxido de carbono y otros productos pormenores. Los ácidos grasos de cadena corta son
trasformados en ácido acético, hidrogeno y dióxido de carbono, mediante la acción de
microorganismos acidogénicos. Por último, los microorganismos metanogénicos producen metano a
partir de ácido acético, H2 y CO2.
La bioquímica y microbiología divide el proceso de descomposición anaeróbica de la materia
orgánica en cuatro etapas:

I) Hidrólisis
La materia orgánica polimérica no puede ser utilizada directamente por los microorganismos a
menos que se hidrolicen en compuestos solubles, que puedan atravesar la pared celular. La
hidrolisis es el primer paso necesario para la degradación anaeróbica de sustratos orgánicos
complejos. Por tanto, es el proceso de hidrolisis el que proporciona sustratos orgánicos para la
digestión anaeróbica. La hidrolisis de estas moléculas complejas es llevada a cabo por la acción de
enzimas extracelulares producidas por microrganismos hidrolíticos.
Esta etapa puede ser el proceso limitante de la velocidad del proceso sobre todo cuando se tratan
residuos con alto contenido de sólidos. Además, la hidrolisis depende de la temperatura del proceso,
del tiempo de retención hidráulico, de la composición bioquímica del sustrato (porcentaje de
lignina, carbohidratos, proteínas y grasas), del tamaño de partículas, el nivel de pH, concentración
de NH4+ y de la concentración de los productos de la hidrolisis misma.
Cualquier sustrato se compone de tres tipos básicos de macromoléculas: Hidratos de carbono,
proteínas y lípidos.
Las proteínas constituyen un sustrato muy importante en el proceso de digestión anaeróbica debido
a que además de ser fuentes de carbono y energía, los aminoácidos derivados de su hidrolisis tienen
un elevado valor nutricional. Las proteínas son hidrolizadas en péptidos y aminoácidos por la
acción de enzimas proteolíticas llamadas proteasas. Parte de estos aminoácidos son utilizados
directamente en la síntesis de nuevo material celular y el resto son degradados a ácidos volátiles,
dióxido de carbono, hidrogeno, amonio, sulfuro en posteriores etapas del procesos.
La degradación de los lípidos en ambientes anaeróbicos comienza con la ruptura de las grasas por la
acción de enzimas hidrolíticas denominadas lipasas produciendo ácidos grasos de cadena larga y
glicerol.
La velocidad de degradación de los materiales lignocelulósicos (compuestos principalmente por
lignina, celulosa y hemicelulosa) es tan lenta que suele ser la etapa limitante del proceso de
hidrolisis. Esto es debido a que la lignina es muy resistente a la degradación por parte de los
microorganismos anaeróbicos afectando también a la biodegradabilidad de la celulosa, de la
hemicelulosa y de otros hidratos de carbono. Los principales productos de la hidrólisis de la
Celulosa son celobiasa y glucosa, mientras que la hemicelulosa produce pentosas, hexosas y
ácidos urónicos. La tasa de hidrólisis, en general, aumenta con la temperatura. La tasa de hidrólisis
depende, también, del tamaño de las partículas, debido fundamentalmente a la disponibilidad de
superficie para la adsorción de las enzimas hidrolíticas. Los pretratamientos físico-químicos, cuyo
principal efecto es la reducción del tamaño de las partículas, producen un aumento en la tasa de
hidrólisis, y si esta fase es la limitante del proceso anaerobio, supone un beneficio para el proceso
general, produciendo menores tiempos de retención y tamaños de reactor menores.

II) Etapa fermentativa o acidogénica


Durante esta etapa tiene lugar la fermentación de las moléculas orgánicas solubles en
compuestos que puedan ser utilizados directamente por las bacterias metanogénicas (acético,
fórmico, H2) y compuestos orgánicos más reducidos (propiónico, butírico, valérico, láctico y
etanol principalmente) que tienen que ser oxidados por bacterias acetogénicas en la siguiente
etapa del proceso. La importancia de la presencia de este grupo de bacterias no sólo radica en
el hecho que produce el alimento para los grupos de bacterias que actúan posteriormente, si no
que, además eliminan cualquier traza del oxígeno disuelto del sistema.
Este grupo de microorganismos, se compone de bacterias facultativas y anaeróbicas obligadas,
colectivamente denominadas bacterias formadoras de ácidos.

III) Etapa acetogénica


Mientras que algunos productos de la fermentación pueden ser metabolizados directamente por
los organismos metanogénicos, como el H2 y ácido acético, otros productos como etanol, ácidos
grasos volátiles y algunos compuestos aromáticos, deben ser transformados en productos más
sencillos, como acetato (CH3COO-) e hidrógeno (H2), a través de las bacterias acetogénicas.
Representantes de los microorganismos acetogénicos son por ejemplo en mayor parte las bacterias
Syntrophomonas wolfei y Syntrophobacter wolini.

Un tipo especial de microorganismos acetogénicos, son los llamados homoacetogénicos.


Este tipo de bacterias son capaces de crecer heterotróficamente en presencia de azúcares
o compuestos monocarbonados (como mezcla H2/CO2) produciendo como único producto
acetato. Al contrario que las bacterias acetogénicas, éstas no producen hidrógeno como
resultado de su metabolismo, sino que lo consumen como sustrato. Según se ha estudiado, el
resultado neto del metabolismo homoacetogénico permite mantener bajas presiones parciales
de hidrógeno y, por tanto, permite la actividad de las bacterias acidogénicas y acetogénicas.
Los principales microorganismos homoacetogénicos que han sido aislados son las bacterias
Acetobacterium woodii y/o Clostridium aceticum.

A esta altura del proceso, la mayoría de las bacterias anaeróbicas habrán extraído todo el alimento
de la biomasa y, como resultado de su metabolismo, eliminan sus propios productos de desecho
de sus células. Estos productos, ácidos volátiles sencillos, son los que van a utilizar como
sustrato las bacterias metanogénicas en la etapa siguiente.

IV) Etapa metanogénica

En esta etapa, un amplio grupo de bacterias anaeróbicas estrictas, actúa sobre los productos
resultantes de las etapas anteriores. Los microorganismos metanogénicos pueden ser
considerados como los más importantes dentro del grupo de microorganismos anaerobios,
ya que son los responsables de la formación de metano y de la eliminación del medio de los
productos de los grupos anteriores, siendo, además, los que dan nombre al proceso general de
biometanización.
Los microorganismos metanogénicos completan el proceso de digestión anaeróbica mediante
la formación de metano a partir de sustratos monocarbonados o con dos átomos de carbono
unidos por un enlace covalente: acetato, H2/CO2, formato, metanol y algunas metilaminas.
Los organismos metanogénicos se clasifican dentro del dominio Archaea y tienen características
comunes que los diferencian del resto de procariotas.
Se pueden establecer dos grandes grupos de microorganismos, en función del sustrato principal
que metabolizan: microorganismos hidrogenotróficos, que consumen H2/CO2 y acido fórmico, y
acetoclásticos, que consumen acetato, metanol y algunos compuestos de tipo aminas.
Se ha demostrado que un 70% del metano producido en los reactores anaeróbicos se forma a
partir de la descarboxilación de ácido acético, a pesar de que, mientras todos los organismos
metanogénicos son capaces de utilizar el H2 como aceptor de electrones, sólo dos géneros
pueden utilizar acetato. Los dos géneros que tienen especies acetotróficas son Methanosarcina
y Methanothrix. El metano restante proviene de los sustratos ácido carbónico, ácido fórmico
y metanol. El más importante es el ácido carbónico, el cual es reducido por el hidrógeno, también
producido en la etapa anterior.

Microorganismos involucrados en cada fase de digestión anaeróbica

Las especies de microorganismos involucrados en el proceso varían dependiendo de los


materiales que serán degradados. Los alcoholes, ácidos grasos, y los enlaces aromáticos
pueden ser degradados por la respiración anaeróbica de los microorganismos.

Tipo de Nutriente Microorganismos involucrados


Nitrato Paracoccus denitrificans, Pseudomonas
stutzerii
Azufre Desulfuromonas acetoxidans, Pyrodictium
occultum
Sulfatos Desulfovibrio desulfuricans, Desulfonema
limicola
Carbonatos Acetobacterium woodi, Clostridium aceticum,
Methanobacterium thermoautotrophicum
Fumarato Escherichia coli, Wolinella succinogenes
Fe(III) Alteromonas putrefaciens
Tabla de los nutrientes según la bacteria que la utiliza

Los microorganismos utilizan los nutrientes como aceptores de electrones, por lo que pueden
denominarse bacterias reductoras de nitrato, reductoras de sulfato, etc.

Sin embargo otros microorganismos también compiten por el nitrato como aceptor de electrones,
por lo que el nitrato se reduce rápidamente a amonio y el nitrato como reductor juega un papel
secundario en los procesos de fermentación.
Los reductores de sulfato participan activamente en la degradación de compuestos con poco
oxígeno, tales como lactato y etanol.
En la primera y segunda fase de la degradación, participan bacterias de al menos 128 órdenes
de 58 especies y 18 géneros. Las especies que se presentan principalmente son Clostridium,
Ruminococcus, Eubacterium y Bacteroide.
En la tercera y cuarta fase de la degradación, se encuentran principalmente bacterias metanogénicas.
En la actualidad, se han identificado 81 especies, de 23 géneros, 10 familias y 4 órdenes.
Además, existen diversos microorganismos que pertenecen al sistema ecológico de un
biorreactor y que participan indirectamente en la degradación. Por ejemplo, Staphylococcus,
especie se desarrolla con frecuencia en los digestores, puede provocar riesgos para la salud del
personal que opera el digestor si no se toman las medidas sanitarias necesarias.
En las cuatro fases de la degradación, las especies Acetobacter y Eubakterium tienen una
participación similar en el proceso

Taxonomia Especies Descripcion Metabolismo


Acetobakterium A. woodii El género Acetobacter Reducen autotróficamente
A. paludosum comprenden un grupo de compuestos poliméricos,
bacilos Gram negativos, oligómeros, monómeros y
móviles que realizan una CO2, utilizando el hidrógeno
oxidación incompleta de como fuente de electrones.
alcoholes, produciendo una Estos microorganismos
acumulación de ácidos hacen posible la
orgánicos como productos descomposición de los
finales. ácidos grasos y compuestos
aromáticos.

Eubacterium E. rectale El género Eubacterium La mayoría de las Eubakteria


E. siraeum consiste sacarolíticas producen
E. plautii en un grupo de bacterias butirato como el principal
E. cylindroides anaeróbicas obligadas producto de su metabolismo.
E. brachy Gram – positivas. Muchas especies son
E. desmolans capaces de descomponer
E. callandrei sustratos complejos a través
E. limosum de mecanismos especiales.
Algunas especies se
desarrollan autotróficamente,
por lo tanto son capaces de
cumplir funciones específicas
en la descomposición
anaeróbica.

Bacterias que participan en la hidrolisis

Los microorganismos de muchos géneros son los responsables de la hidrólisis. Entre estos
destacan: Bacteroides, Lactobacillus, Propioni- bacterium, Sphingomonas, Sporobacterium,
Megasphaera, Bifidobacterium

Bacterias que participan de la acidogenesis

La mayoría de los microorganismos acidogénicos también participan de la hidrólisis. El género


Clostridium, Paenibacillus y Ruminococcus están presentes en todas las fases del proceso de
fermentación, pero son dominantes en la fase acidogénica.
El grupo Cytophaga-Flavobacterium-Bacteroides representa el segundo grupo más grande de
microorganismos durante las dos primeras fases de la descomposición. Sin embargo, en la fase
metanogénica representan menos del 5% del total de microorganismos. Esto indica que estos
grupos son los principales responsables de la degradación de compuestos monoméricos.
Bacterias que participan de la acetogenesis

Estas bacterias sólo pueden sobrevivir en simbiosis con el género que consume hidrógeno.
Todos los microorganismos acetogénicos tienen un período de regeneración de hasta 84 h.

Las bacterias acetogénicas reductoras de sulfato son capaces de degradar lactato y etanol,
pero no son capaces de degradar ácidos grasos y compuestos aromáticos

Bacterias que participan de la metanogenesis

La última fase de la descomposición anaeróbica se encuentra dominada por un grupo especial de


microorganismos, las Arqueas Metanogénicas. Estas se caracterizan a través del co-factor F420,
el cual actúa en presencia de hidrogenasas como transportador de H2. Este puede detectarse
por su auto fluorescencia en un microscopio óptico.
Las metanogénicas activas aparecen en la segunda fase de la fermentación, la fase de
acidogénica. Sin embargo, obviamente el número de Arqueas metanogénicas aumenta en
la fase metanogénica. Las principales especies están representadas por Methanobacterium,
Methanospirillum hungatii y Methanosarcina.

Especies metanotróficas

Las especies metanotróficas (especies que consumen metano) se encuentran presentes en


todas partes, pero no son deseables en una planta de producción de biogás. La mayoría de
estos son aeróbicos. Estos microorganismos utilizan el oxígeno para degradar el metano y
obtener su energía. Los productos metabólicos son el agua y el dióxido de carbono.
Los metanotróficos aeróbicos degradan aproximadamente el 17% de todo el metano en la
atmósfera. Además de estos, existe otro grupo de metanotróficos, que es capaz de consumir metano,
sin necesidad de oxígeno. Estos se encuentran en su mayoría en los sedimentos
marinos. Los microorganismos metanotróficos sintetizan sus lípidos a partir del metano.

Beneficios ambientales de la biodigestión anaeróbica


Al igual que el gas natural, el biogás tiene una amplia variedad de usos, pero al ser un derivado
de la biomasa, constituye una fuente de energía renovable. Existen diversos beneficios derivados
del proceso de conversión de residuos orgánicos en biogás.
La presión económica sobre los productos agrícolas convencionales se encuentra en continuo
aumento. Muchos agricultores se ven obligados a renunciar a su producción, principalmente
debido a que sus tierras no presentan rendimientos rentables. Sin embargo, en muchos países
la producción de biogás se encuentra subvencionada o presenta incentivos económicos (por
ejemplo, los proyectos MDL), proporcionando a los agricultores un ingreso adicional. Por lo tanto,
en el sector agrícola, la implementación de tecnologías de digestión anaeróbica puede permitir
obtener importantes beneficios económicos, ambientales y energéticos. Por otra parte, permite
una gestión mejorada de nutrientes, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a la
captura y uso de biogás
Cuando los residuos orgánicos se someten a una degradación aeróbica, se generan compuestos
de bajo poder energético como CO2 y H2O. Gran parte de la energía se pierde y se libera a la
atmósfera. Se estima que la pérdida de energía de un proceso aeróbico es aproximadamente
veinte veces superior al de un proceso anaeróbico.
En el caso de la degradación anaeróbica, se generan productos del metabolismo con alto
poder energético (por ejemplo, alcoholes, ácidos orgánicos y metano), los cuales sirven como
nutrientes de otros organismos (alcoholes, ácidos orgánicos), o bien son utilizados con fines
energéticos por la sociedad (biogás).
Otro beneficio ambiental importante de las plantas de biogás es la significativa reducción de la
presión sobre los rellenos sanitarios .De esta forma se reducen significativamente los costos de
la disposición de residuos orgánicos, e incluso se obtienen sub-productos con valor agregado
(bioabono). Además, el tratamiento anaeróbico de los residuos orgánicos contribuye a la
protección de las aguas subterráneas, reduciendo el riesgo de lixiviación de nitratos. Por otra
parte, la digestión anaeróbica elimina el problema de emisión de olores molestos, como por
ejemplo, el olor a amoniaco, producto de la acumulación de excretas y orina sin tratar.
La promoción e implantación de sistemas de producción de biogás colectivos -varias granjas-,
y de co-digestión -tratamiento conjunto de residuos orgánicos de diferentes orígenes en una
zona geográfica, usualmente agropecuarios e industriales- permite, además, la implantación
de sistemas de gestión integral de residuos orgánicos por zonas geográficas, con beneficios
sociales, económicos y ambientales.
La digestión anaerobia se puede llevar a cabo con uno o más residuos con las únicas premisas de
que sean líquidos, contengan material fermentable, y tengan una composición y concentración
relativamente estable. La co-digestión es una variante tecnológica que puede solucionar
problemas o carencias de un residuo, si son compensadas por las características de otro.

El metano es un gas que en la atmósfera terrestre contribuye al efecto invernadero. El contenido


de metano en la atmósfera se ha duplicado desde la última era de hielo a 1,7 ml m- 3 en la
actualidad. Este valor se ha mantenido constante en los últimos años. El metano contribuye un
20% al efecto invernadero antropogénico. Entre las fuentes de metano de origen humano, más
del 50% corresponde a la ganadería y hasta el 30% provienen a partir del cultivo de arroz.
Con el fin de poder comparar el efecto de los diferentes gases de efecto invernadero, a cada
uno se le asigna un factor que representa una medida de su efecto invernadero o potencial
de calentamiento global, en comparación con el CO2 que se utiliza como “gas de referencia”
(Tabla 2.2). El CO2 equivalente de gases de efecto invernadero se puede calcular multiplicando
el potencial de efecto invernadero en relación con la masa del gas respectivo. Indica la cantidad
de CO2 que produciría el mismo efecto invernadero en 100 años, es decir, el CH4 es un gas de
efecto invernadero más potente que el CO2 en un factor de 21.

Gas Potencial de calentamiento


CO2 1
CH4 21
N2O 310
SF4 23900
PFC 9200
HFC 11700
Tabla del potencial de calentamiento según el tipo de gas

Factores determinantes en el proceso metanogénico o de


producción de biogás
Es importante examinar algunos de los factores importantes que gobiernan el proceso
metanogénico. Los microorganismos, especialmente los metanogénicos, son altamente
susceptibles a los cambios en las condiciones ambientales. Muchos investigadores evalúan el
desempeño de un sistema anaeróbico en función de la tasa de producción de metano, porque
la metanogénesis se considera un paso limitante del proceso. Debido a esto, la biotecnología
anaeróbica requiere de un cuidadoso monitoreo de las condiciones ambientales. Algunas de
estas condiciones ambientales son: temperatura (mesofílica o termofílica), tipo de materias
primas, nutrientes y concentración de minerales traza, pH (generalmente cercano a la neutralidad),
toxicidad y condiciones redox óptimas.

Naturaleza y composición bioquímica de la materia orgánica (materia prima)


Las diversas materias primas que se pueden utilizar en la fermentación metanogénica, pueden
ser residuos orgánicos de origen vegetal, animal, agroindustrial, forestal, doméstico u otros

Tipo de materia orgánica Ejemplos


Residuos de origen animal Estiércol, orina, guano, camas, residuos de
mataderos (sangre y otros), residuos de pescados.
Residuos de origen vegetal Malezas, rastrojos de cosechas, pajas, forraje en
mal estado.
Residuos de origen humano Heces, basura, orina.
Residuos agroindustriales Salvado de arroz, orujos, cosetas, melazas,
residuos de semillas.
Residuos forestales Hojas, vástagos, ramas y cortezas.
Residuos de cultivos acuáticos Algas marinas, jacintos y malezas acuáticas.
Tabla de residuos orgánicos según de donde procedan

Las características bioquímicas que presenten estos residuos deben permitir el desarrollo y la
actividad microbiana del sistema anaeróbico. El proceso microbiológico no solo requiere de
fuentes de carbono y nitrógeno sino que también deben estar presentes en un cierto equilibrio
sales minerales (azufre, fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, molibdeno, zinc,
cobalto, selenio, tungsteno, níquel y otros menores).
Normalmente las sustancias orgánicas como los estiércoles y lodos cloacales presentan estos
elementos en proporciones adecuadas. Sin embargo en la digestión de ciertos desechos
industriales puede presentarse el caso de ser necesaria la adición de los compuestos enumerados
o bien un post tratamiento aeróbico.

Las sustancias con alto contenido de lignina no son directamente aprovechables y por lo tanto
deben someterse a tratamientos previos (cortado, macerado, compostaje) a fin de liberar
las sustancias factibles de ser transformadas de las incrustaciones de lignina. En el caso de
estiércoles animales, la degradación de cada uno de ellos dependerá fundamentalmente del tipo
de animal y la alimentación que hayan recibido los mismos.
Los valores tanto de producción como de rendimiento en gas de los estiércoles presentan
grandes diferencias. Esto es debido al sinnúmero de factores que pueden intervenir en el
proceso, que hacen difícil la comparación de resultados.
El contenido de agua de estas diversas materias primas varía entre 10 a 90% del peso fresco del
residuo, dependiendo de la edad y órgano del residuo, formas de obtención. Los componentes
orgánicos de estos residuos son variados y corresponden aproximadamente a un 50%
del peso fresco, en función del contenido de agua y de las cenizas.

Los principales grupos que se distinguen son carbohidratos (50% del total de la materia orgánica
seca), compuestos nitrogenados (20%), lignina (10 a 40%) y el resto fracciones como cera, resinas,
grasas. La composición promedio de la materia orgánica seca es: 48%C; 44%O; 7%H; 2%N.
Los minerales presentes como calcio, potasio, magnesio, fósforo, azufre y elementos
trazas son del orden de 1 a 10% del peso seco.
Tabla de composición bioquímica de residuos de origen animal o vegetal.
Tabla de composición molecular de los nutrientes de origen animal y vegetal

En términos generales, se pueden clasificar los sustratos en cuatro clases en función de su


apariencia física, nivel de dilución, grado de concentración y características cuantitativas, como
el porcentaje de sólidos totales (ST), sólidos volátiles (SV) y demanda química de oxígeno (DQO)
Característica Clase Tipo de sustrato Característica
Cuantitativa
Solido 1 Basura Doméstica > 20 % ST
Estiércol Sólido 40-70 % Fracción
Restos de Cosecha Estiércol Sólido
Orgánica
Lodo altamente 2 Heces Animales 100-150 g/l
contaminado, alta DQO 5%-10% ST
viscosidad 4%-8% SV
Fluidos con alto 3 Heces de animales de 3-17 g/l DQO
contenido de sólidos cría, levante diluido 1-2 g/l SS
suspendidos (SS) con agua de lavado
Aguas residuales de
mataderos
Fluidos muy 4  Aguas  5-18 g/l DQO
contaminados, residuales de  4-500 g/l
sólidos en  Agroindustrias DQO
suspensión Aguas Negras
Tabla de tipo de sustrato para la digestión anaeróbica

 Los sustratos de clase 1 pueden degradarse eficientemente en digestores tipo Batch o por
lotes.
 Los sustratos de la clase 2 son degradados de manera eficiente en digestores mezcla
completa
de operación continua.
 Los sustratos de clase 3 deben tratarse con digestores de alta eficiencia, como los de filtro
anaerobio, ya que presentan una dilución mayor y en consecuencia una DQO menor.
 Los sustratos de clase 4, debido a su alto contenido de DQO deben ser degradados
en digestores aerobios intensivos para mayor eficiencia.

La degradación o descomposición de la materia orgánica es compleja y difícil de tratar en detalle,


todos los problemas que se presentan. Simplificando esta situación, las fuentes carbonadas más
utilizadas por los microorganismos quimiotróficos son los glúcidos o carbohidratos y de éstos
compuestos orgánicos, principalmente las hexosas, las cuales son degradadas por diferentes
vías metabólicas. Los fragmentos que alimentan estos procesos cíclicos, por una parte, dan origen a
cadenas carbonadas que participan en la formación de nuevas células microbianas
y, al mismo tiempo, son usados en las oxidaciones y reducciones biológicas que están ligadas
a la síntesis de moléculas ricas en energía. Si estos procesos tienen lugar en un medio con
niveles de oxígeno ilimitado, corresponden a procesos de oxidación biológica o respiración
aeróbica con desprendimiento de CO2 y de energía equivalente a la mineralización total del
substrato orgánico utilizado por los microorganismos. Si por el contrario, el nivel de oxígeno en el
sistema es bajo, determinando condiciones anaeróbicas, corresponde a procesos de reducción
biológica o fermentaciones. En este caso, la liberación de energía y desprendimiento de CO2
son menores que la obtenida en la respiración aeróbica. Además según el tipo de fermentación
se desprenden otros gases como metano (CH4), hidrógeno, o producción de otros
compuestos como alcoholes, ácidos orgánicos, entre otros.
Compuesto Formula química Biogás producido Cantidad de Metano
orgánico (m3/kg) SV (m3/kg) ST
Carbohidratos C6H10O5 0,75 0,37
Lípidos C16H32O2 1,44 1,44
Proteínas C16H24O5N4 0,98 0,49
Tabla de producción composición teórica de biogás de diversos compuestos orgánicos.

Por lo tanto, dependiendo de la composición bioquímica de cada materia prima, se tendrá una
dinámica de producción de biogás

Gráfico de producción de biogás según el tipo de materia prima.

Tabla de producción de biogás según el tipo de residuo animal.


Tabla de producción de biogás según el tipo de residuo vegetal.

Relación carbono/nitrógeno de la materia prima

Prácticamente toda la materia orgánica es capaz de producir biogás al ser sometida a fermentación
anaeróbica. La calidad y la cantidad del biogás producido dependerán de la composición y la
naturaleza del residuo utilizado. Los niveles de nutrientes deben de estar por encima de la
concentración óptima para las metanobacterias, ya que ellas se inhiben severamente por falta
de nutrientes.
El carbono y el nitrógeno son las principales fuentes de alimentación de las bacterias
metanogénicas. El carbono constituye la fuente de energía y el nitrógeno es utilizado para la
formación de nuevas células. Estas bacterias consumen 30 veces más carbono que nitrógeno,
por lo que la relación óptima de estos dos elementos en la materia prima se considera en un
rango de 30:1 hasta 20:1.

La descomposición de materiales con alto contenido de carbono, superior a 35:1, ocurre más
lentamente, porque la multiplicación y desarrollo de bacterias es bajo, por la falta de nitrógeno,
pero el período de producción de biogás es más prolongado. En cambio, con una relación C/N
menor de 8:1 se inhibe la actividad bacteriana debido a la formación de un excesivo contenido
de amonio, el cual en grandes cantidades es tóxico e inhibe el proceso.

En términos generales, se considera que una relación C/N óptima que debe tener el material
“fresco o crudo” que se utilice para iniciar la digestión anaeróbica, es de 30 unidades de
carbono por una unidad de nitrógeno, es decir, C/N = 30/1. Por lo tanto, cuando no se tiene un
residuo con una relación C/N inicial apropiada, es necesario realizar mezclas de materias en las
proporciones adecuadas para obtener la relación C/N óptimas.
Sobre la base del contenido de carbono y de nitrógeno de cada una de las materias primas
se puede calcular la relación C/N de la mezcla aplicando la siguiente formula:

Desde el punto de vista práctico es aconsejable manejarse con medidas volumétricas y


determinar los parámetros: Densidad (D), Masa (M) y Volumen (V) a partir de la fórmula
D = M/V, expresando la masa en kilos o toneladas y el volumen en litros o metros cúbicos.

Tabla de valores aproximados de relación carbono/nitrógeno de residuos de tipo agrícola


Niveles de solidos totales y solidos volátiles

Toda la materia orgánica está compuesta de agua y una fracción sólida llamada sólidos totales
(ST). El porcentaje de sólidos totales contenidos en la mezcla con que se carga el digestor es un
factor importante a considerar para asegurar que el proceso se efectúe satisfactoriamente. La
movilidad de las bacterias metanogénicas dentro del sustrato se ve crecientemente limitada a
medida que se aumenta el contenido de sólidos y por lo tanto puede verse afectada la eficiencia
y producción de gas.

Experimentalmente se ha demostrado que una carga en digestores semi continuos no debe tener
más de un 8% a 12 % de sólidos totales para asegurar el buen funcionamiento del proceso, a
diferencia de los digestores discontinuos, que tienen entre un 40 a 60% de sólidos totales.
Para calcular el volumen de agua que se debe mezclar con la materia prima para dar la proporción
adecuada de sólidos totales, es necesario conocer el porcentaje de sólidos totales de la materia
prima fresca.

Tabla de contenido promedio de solidos totales de diversos residuos


Por ejemplo, en el caso del estiércol de bovino fresco, suponiendo que tiene un 20% de sólidos
totales y se quiere diluir esta carga a un 5% de sólidos totales, para saber cuánta agua se debe
agregar por kilo de excretas frescas, se realiza el siguiente cálculo:

Sólidos Volátiles (S.V.). Es aquella porción de sólidos totales que se libera de una muestra,
volatilizándose cuando se calienta durante dos horas a 600ºC.
Los SV contienen componentes orgánicos, los que teóricamente deben ser convertidos a
metano.

Temperatura
Los procesos anaeróbicos, al igual que muchos otros sistemas biológicos, son fuertemente
dependientes de la temperatura. La velocidad de reacción de los procesos biológicos depende
de la velocidad de crecimiento de los microorganismos involucrados que a su vez, dependen de
la temperatura. A medida que aumenta la temperatura, aumenta la velocidad de crecimiento de
los microorganismos y se acelera el proceso de digestión, dando lugar a mayores producciones
de biogás.
La temperatura de operación del digestor, es considerada uno de los principales parámetros
de diseño, debido a la gran influencia de este factor en la velocidad de digestión anaeróbica.
Las variaciones bruscas de temperatura en el digestor pueden gatillar la desestabilización del
proceso. Por ello, para garantizar una temperatura homogénea en el digestor, es imprescindible
un sistema adecuado de agitación y un controlador de temperatura.
Existen tres rangos de temperatura en los que pueden trabajar los microorganismos anaeróbicos:
psicrófilos (por debajo de 25°C), mesófilos (entre 25 y 45°C) y termófilos (entre 45 y 65°C), siendo
la velocidad máxima específica de crecimiento (μmax) mayor, conforme aumenta el rango de
temperatura. Dentro de cada rango de temperatura, existe un intervalo para el cual dicho parámetro
se hace máximo, determinando así la temperatura de trabajo óptima en cada uno de los rangos
posibles de operación.
Gráfico de la tasa de crecimiento de microorganismos psicrofílicos, mesofílicos y termofílicos.

Fermentación Mínimo Optimo Máximo Tiempo de


fermentación
Psycrophilica 4-10 °C 15-18°C 20-25°C Sobre 100 días
Mesophilica 15-20 °C 25-35°C 35-45°C 30-60 días
Thermophilica 25-45°C 50-60°C 75-80°C 10-15 días
Tabla de rangos de temperatura y tiempo de fermentación anaeróbica.

Hasta el momento, el rango psicrofílico ha sido poco estudiado y, en general, se plantea como
poco viable debido al gran tamaño del reactor necesario. Sin embargo, presenta menores
problemas de estabilidad que en los otros rangos de temperatura de operación.
El régimen mesofílico de operación es el más utilizado, a pesar de que en la actualidad se está
implementando cada vez más el rango termofílico, para conseguir una mayor velocidad del
proceso, lo que implica, a la vez, un aumento en la eliminación de organismos patógenos. Sin
embargo, el régimen termofílico suele ser más inestable a cualquier cambio de las condiciones
de operación y presenta además mayores problemas de inhibición del proceso por la mayor
toxicidad de determinados compuestos a elevadas temperaturas, como el nitrógeno amoniacal
o los ácidos grasos de cadena larga. Como regla general, la actividad biológica se duplica
cada incremento en 10°C dentro del rango de temperatura óptima. Para un óptimo
funcionamiento del digestor, se recomienda que el tratamiento anaeróbico se diseñe para que
opere con variaciones de temperatura que no excedan los 0.6 – 1.2 °C /día.
Gráfico de producción de biogás en función de la temperatura.

Una técnica interesante es la combinación de dos fases de digestión, una primera termofílica
de elevada carga orgánica y una segunda mesofílica con menor carga. Con este sistema se
aprovechan las ventajas del sistema termofílico, pero se reducen los problemas de inestabilidad.
La temperatura del proceso actúa también sobre aspectos físico-químicos del mismo. La
solubilidad de los gases generados desciende al aumentar la temperatura, favoreciéndose
la transferencia líquido-gas. Esto supone un efecto positivo para gases tales como NH3, H2 y
H2S, dada su toxicidad sobre el crecimiento de los microorganismos anaeróbicos. Una posible
desventaja de este fenómeno es que el descenso de la solubilidad del CO2 provocaría un
aumento del pH, lo que generaría, en lodos de elevada concentración de amonio, posibles
situaciones de inhibición por NH3.
Por otra parte, la solubilidad de la mayoría de las sales aumenta con la temperatura de manera
que la materia orgánica es más accesible para los microorganismos aumentando así la velocidad
del proceso. Sin embargo, si se trata de compuestos tóxicos, al aumentar su solubilidad con
la temperatura serán potencialmente más tóxicos, lo que puede explicar parcialmente la mayor
inhibición de determinados compuestos orgánicos en el rango termofílico, como los ácidos
grasos (AG) de cadena larga.
Además, la temperatura influye directamente en determinados equilibrios químicos, con gran
influencia sobre el proceso anaerobio, como los del amonio-amoníaco libre o ácidos grasos
volátiles (AGV) ionizados-no ionizados. En general, con la temperatura se favorecen las formas
no ionizadas, que resultan más tóxicas para los microorganismos (NH3 y AGV- no ionizados).
Por último, la viscosidad de sólidos y semisólidos disminuye al aumentar la temperatura lo que
implica menores necesidades de agitación.

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