LA ÉTICA EN LA FUNCIÓN PUBLICA
INTRODUCCIÓN
La función pública es sumamente importante en la sociedad, tan importante que en
ocasiones parece absorber todas las energías de los individuos simplificando la vida a la
responsabilidad pública, el siguiente documento académico pretende presentar la postura de
diferentes autores en el estudio de la ética en el ámbito de la función pública. Para dar
respuesta a las preguntas ¿la ética está presente en el accionar de la función pública? y ¿los
funcionarios públicos tienen el perfil para asumir con sentido de pertenencia sus labores
institucionales?
Una de las principales preocupaciones de la ciudadanía en relación con la administración
pública, es que no se ven representados con tranquilidad y confianza por quienes ejercen
cargos públicos, algunos con responsabilidad de manejo de recursos públicos, otros que
cumplen funciones de servidores públicos (gobernantes, concejales, y congresistas) y otros
que cumplen labores misionales de servicio a la comunidad.
La desconfianza institucional es muy elevada en la percepción del ciudadano, porque no
creen en la honestidad, ética y transparencia del funcionario público en el Perú. A pesar que
le han otorgado un poder bien sea por voto popular o por la legalidad en sus nombramientos
y que están obligados a cumplir La función pública. La desconfianza es tal que cuando se
habla de corrupción e inoperancia lo relacionan específicamente con el funcionario público.
Sin embargo el Estado en aras de propender por la transparencia administrativa continua
implementando programas, mecanismos, estrategias que orienten el desempeño
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transparente de los funcionarios públicos y que le permita al ciudadano participar en la
toma de decisiones y evaluar si los servicios que le prestan las entidades gubernamentales
son efectivamente los más eficientes. Así los diferente autores plantean que en la función
pública se ha perdido la ética y se han creado antivalores que se promueven por quienes
ejercen los cargos de dirección y quienes tienen funciones en la administración pública; a
través de la mirada de los autores se plasma la necesidad de replantear nuevamente la
educación en valores, difundir la ética, consolidar una cultura de la transparencia y
promover el juego limpio en lo público, re inducir (capacitar) y entregar herramientas con
tecnología de punta a los funcionarios para que ejerzan con eficiencia la aplicación de los
diferentes códigos ,normas, procesos y procedimientos establecidos para lograr un alto
estándar de prestación de servicio a los ciudadanos y un adecuado manejo del presupuesto
público, siempre con miras a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no propender
por el interés personal de algunos funcionarios, de igual manera es importante decir que
actualmente en este país prima la cultura de la corrupción, el individualismo y el egoísmo,
se evidencia claramente con los escándalos por corrupción , malversación de fondos ,
desviación de presupuestos que diariamente son denunciados y publicados por ciudadanos
debido a las malas prácticas de la función pública.
Efectivamente, en las últimas décadas se puede palpar el descalabro social al que se ha
visto abocado el país debido a la corrupción en el sector público, aunque siempre ha
existido, pero no se denunciaba, por falta de compromiso ciudadano por una parte y porque
la comunidad no tenía información precisa, puesto que las mismas entidades la controlaban
de acuerdo a sus intereses; ahora todo se denuncia públicamente y el mismo Estado abrió
las puertas a la ciudadanía con mayor información sobre la gestión pública con programas
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como gobierno en línea donde publica en sus páginas web sus servicios y sus mecanismos
de contratación, ahora también los organismos de control deben mostrar resultados porque
la ciudadanía ya está atenta haciéndoles control social. Con todo esto, el individuo está en
capacidad de ser un veedor de la función pública y quien la ejerza debe propender por
realizarla con ética y transparencia, de allí la importancia, que pretende resaltar la posición
de los diferente autores frente a la relevancia que tiene la ética aplicada a la función
pública y mostrar que si los funcionarios cumplen el perfil para aplicar normas y
procedimientos necesarios para el desarrollo de un servicio al público, eficaz, eficiente y
efectivo. ¿La ética está presente en el accionar de la función pública? En el umbral del siglo
XXI, la política y la economía mundiales se encuentran en profunda crisis. Las noticias
alarmantes en lo social, político y económico se multiplican.
Hans Küng critica radicalmente esta evolución y muestra lo necesaria que es una
orientación ética común para la política y la economía mundiales, que comprometa a todas
las partes y que persiga un mundo más pacífico, más justo y humano. No se trata de recetas
fáciles, sino de impulsos concretos: la aplicación del Proyecto para una ética mundial a la
realidad política y económica (Küng, 1999)". El planteamiento de Kung sobre la necesidad
de una orientación de ética para la política es una deuda social que tienen los estados del
mundo con sus ciudadanos; porque han sido inferiores a las exigencias sociales a pesar dela
implementación de mecanismos para la modernización de la gestión pública. Como ha
pasado en Colombia que a través de su constitución de 1991 se protege los derechos
sociales, económicos, culturales y colectivos de los ciudadanos, siempre bajos principios
finisticos de moral y ética; pero todo esto se ha quedado en la teoría aprobada socialmente
pero sin ejecutarse en el plano de la función pública. A pesar que una de las prioridades del
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Estado es facilitar el control social a la gestión pública, es mucho más alto el porcentaje de
inmoralidad pública, que las acciones aisladas de uno pocos funcionarios revestidos de
honestidad y transparencia.
Según Adela Cortina 2, (2001). La ética como fil ámbitos de la vida social, siendo
preceptos que determinan la dirección del ser humano hacia un objetivo, y le permite
desarrollarse en su entorno. Por tanto, las normas a las que hace referencia la ética permiten
que el individuo este en la capacidad de realizar una reflexión crítica de los diferentes
aspectos de su entorno, actividad y propósito en la vida, de esta manera, interactuando con
la sociedad, siendo capaz de discernir entre las acciones que dan beneficio en cada uno de
los ámbitos y a actuando de forma tal que las decisiones que tome, tengan un impacto
positivo en su desarrollo como actor de la función pública.
De igual manera el aplicar la ética le permite ser más crítico respecto a lo que pasa en el
entorno social teniendo en cuenta que lleva consigo elementos que los ciudadanos
comparten, sea cual sea su creencia religiosa, su relación familiar, su profesión, su oficio;
elementos comunes que ayudan a la sociedad a vivir en armonía conforme a principios de
justicia, libertad, igualdad y solidaridad a fin de hacer más satisfactoria la convivencia
humana, sabiendo que en todos estos tipos de interacción hay valores importantes en juego;
reglas y normas para proteger estos valores; deberes implícitos en las funciones y
posiciones sociales que pueden fomentar estos valores, promover estas reglas y virtudes
humanas o capacidad que permite actuar en consecuencia.
De acuerdo a lo anterior se podría decir que la ética es aplicable en todas las áreas en las
que puede funcionar el ser humano pues constituye uno de los valores más importantes
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permitiendo que el individuo logre discernir sobre las actitudes morales que debe tener
frente a los diferentes escenarios siendo de vital relevancia en el desarrollo y aplicación de
la función pública. La ética referida al ámbito de lo público, tiene una trascendencia
fundamental en el ámbito político.
Así lo subraya U valle (2007: 91). Al señalar “… la implicación ética en la política,
concierne al hecho de que se entiende como una vía que permite conseguir arreglos y
negociaciones para dirimir controversias, conflictos y contradicciones”.
El comentario anterior de Adela Cortina plantea la ética como filosofía moral basada en
tres tareas; indagar sobre la moral, fundamentar la moral y la aplicación de principios;
llevando estas tareas a la función pública en el Perú, es indudable que la moralidad en los
funcionarios no sale bien librada: porque se encuentra cuestionada, se ha perdido la
confianza institucional, la moralidad pública se quedó en el discurso demagógico de los
líderes políticos, que después llegan a los cargos de poder administrativo y en ocasiones se
pierde eso que llama Cortina es su documento fundamentación moralista y aplicación de
principios morales a la Gestión Pública.
Según Naessens, (2010). La ética pública es la disciplina que estudia y analiza el perfil, la
formación y el comportamiento responsable y comprometido de las personas que se ocupan
de los asuntos públicos.
Desde este punto se visualiza la importancia de la ética designada a la función pública
mostrándola como eje principal de servicio sabiendo que las actividades que ejecutan los
servidores públicos están directamente encaminadas a la satisfacción de las necesidades del
ciudadano. Analizando profundamente este concepto de ética pública expuesto por
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Naaessens en el artículo anterior, se podría inferir que el perfil de un funcionario público
debe estar sustentado en principios morales arraigados como prendas de garantía en los
ciudadanos; seres humanos que en su esencia nacieron para servir con un comportamiento
transparente que llene expectativas y solucione necesidades que demanda la comunidad.
Así como lo manifiesta Bautista, (2008). Uno de los reclamos de toda sociedad es la
atención que ésta debe recibir de su gobierno.
Dicha atención se manifiesta a través de la satisfacción de las demandas de la comunidad
política así como de una mayor expectativa en el nivel de vida de los ciudadanos. Sin
embargo, ni los gobiernos ni sus administraciones públicas logran cumplir de forma óptima
estas exigencias. De acuerdo con los autores la finalidad de la ética en la función pública es
la entrega de servicios de alta calidad al ciudadano, es importante resaltar que en en el
´Perú quien ejerce la función pública no tiene claras las normas que debe aplicar al
servicio;, se hace necesario educar al funcionario público y establecer como una obligación
la aplicación del código de ética, ya que este es un medio de control que permite elevar los
estándares de calidad en la prestación de los servicios a la comunidad .
Cada ser humano a lo largo de su vida tiene actividades tanto en lo privado como en lo
público, situaciones que requiere que algunos individuos tomen decisiones que afectan a
otros, en este sentido, se puede visualizar la función de un gobierno que tiene la
responsabilidad de dirigir personas e instituciones asegurando una adecuada coordinación
de esfuerzos para garantizar la excelencia, orientados a crear un sistema de protección,
productividad y equidad para que el orden institucional no sólo sea perdurable, sino que
tenga la capacidad de realizar las actividades de forma eficiente y eficaz.
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En el documento Ética de las Organizaciones Guillen refiere en unos de sus análisis sobre
el término de ética precisamente de la voz griega “ethos”, que significa uso o costumbre.
Aquí se utilizara indistintamente como sinónimo de moral, algo perteneciente al carácter de
la persona. El bien en sentido ético, es aquello que contribuye a la perfección de la persona
como tal, al desarrollo de su dimensión propiamente humana.
Se habla lo que no es la ética en la organizaciones, se dice que lo ético en las
organizaciones no es un sinónimo de contar con un código de ética o de buen gobierno,
tampoco es identificable con actuaciones como la de pagar salarios más altos que los demás
etc. La racionalidad ética juzga acerca de lo que conviene hacer o no hacer, para la
contribución al propio bien y al de la organización. La ética, en su dimensión social,
coincide con la sociología en su objeto material. Y la ética y la legalidad son dimensiones
distintas, aunque en este caso existe entre ellas una relación muy especial.
La ética y teología moral, los dos campos del saber analizan el comportamiento humano,
sin embargo, la ética o filosofía moral tiene como fuentes básicas de conocimiento la
experiencia y la razón, mientras que el estudio del comportamiento desde la teología, en el
caso de las religiones rebeladas, cuentan con una tercera fuente de conocimiento que es la
fe. La ética en las organizaciones constituye un ética aplicada al ámbito organizativo, y
hace referencia a la calidad humana a la excelencia de las persona de sus acciones, en el
marco de su trabajo en las organizaciones.
En la medida en que el agente que actúa digno de confianza hacia dentro y hacia afuera
dela organización, se reduce el riesgo de oportunismo y, con este, los costes de control en
las transacciones que se producen.
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Al final, la confianza basada en la calidad humana real de los agentes. La estructuración de
la sociedad, tiene como base la construcción de la ética social vista desde la experiencia de
las personas y culturas con quien interacciona a través de la vida; es ahí donde los
individuos primero socializan y posteriormente institucionalizan y pasan a la sociedad con
su percepción individual de valores y antivalores, de ahí que las políticas institucionales de
gestión de la ética deben incluir la construcción de una cultura ética respetada por todos los
niveles de tal manera que la consolidación de los valores sea aplicable.
Se hace evidente que hay dualidad de servidores públicos, están aquellos que tienen
vocación de servicio siendo honestos y manejando su actividad pública con dignidad y
compromiso generando valor a las entidades. Sin embargo, también hay funcionarios que
ejercen una función pública sin valor pues carecen de formación, pasión y respeto por la
función pública y es aquí donde se evalúan las causas e impactos en las diferentes entidades
públicas a fin de consolidar y aplicar una cultura integral que permita el desarrollo de la
función pública de forma estructurada y ética en concordancia con los fines del estado
peruano. Guillen, P. M. Ética en las Organizaciones. Construyendo Confianza. Pearson,
España (2006).
Por esto, la naturaleza de la ética no es de tipo jurídico, aunque la ética sí orienta la
construcción de normas y leyes al influir en la definición de los fines y sentidos de éstas; su
naturaleza es de orden ideológico, ya que se sitúa en el dominio de los deseos, los
sentimientos y las emociones, en cuanto se origina como elemento de juicio y de guía a
partir de la opción por el mundo que queremos vivir, y por tanto se halla localizada en el
fuero interno de las personas y en los imaginarios compartidos (costumbres, ideales, formas
de ver la vida) de las colectividades.
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Por eso, si el individuo actúa contra un criterio moral, esto le produce culpa, vergüenza o
remordimiento; por tanto, caracterizará esa acción como inmoral o equivocada, y se sentirá
mal consigo mismo. De igual forma, si otro obra mal, sentiremos indignación o disgusto
hacia esa persona. Y al contrario: si las acciones del individuo son coherentes con sus
principios y valores éticos, se sentirá satisfecho y honrado consigo mismo, y las
actuaciones éticas de otros le producirán complacencia y agrado. (Pérez Teodoro, Abril
2006).
Estos conceptos de las distinciones básicas del Modelo de Gestión Ética ratifica que más
que establecer normas, lineamientos, funciones y parámetros para la ética y la moralidad
pública, es el ser humano en su esencia como tal que define en que línea de proceder escoge
la transparencia, la honestidad y el servicio eficiente o la corrupción, el interés personal o la
deshonestidad, puede haber herramientas y mecanismos, pero la razón de ser en la función
pública está definida por el ser humano con sus legados familiares de moralidad y ética, que
si son aplicados a la función pública el resultado es un excelente y transparente funcionario;
pero si no lo son estaremos ante un funcionario corrupto y deshonesto.
Según Bautista 2 (2010 P.61). Es ingenuo pensar que por el hecho de contar con un
conjunto de leyes en esta materia se elimina la corrupción y las prácticas basadas en
antivalores. Si bien en Perú se ha creado el código de ética, la rendición de cuentas el
control interno, a fin de minimizar la corrupción y fortalecer a los funcionarios públicos en
valores éticos, esto no ha sido suficiente para cambiar la cultura de individualismo y
corrupción que existe en las diferentes entidades públicas.
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Peru es un país altamente contaminado por la corrupción administrativa especialmente en el
ejercicio de la función pública no hay duda que se ha expandido significativamente como
problema y que alcanza ya niveles 19 preocupantes en términos absolutos y en términos
relativos frente a naciones en estudios similares de desarrollo.
El país reconoce las inmensas dificultades que se presentan al enfrentar el reto tan
trascendental de moralizar la administración pública en sus diferentes niveles siendo la
opinión pública la más convencida de que este objetivo no se puede seguir postergando en
el tiempo sin que el país pague costos económicos, sociales y políticos inaceptables.
Vale la pena señalar que los gobernantes han entendido que es difícil encontrar un objetivo
que suscite tanto apoyo popular como el de moralizar la administración pública y castigar la
corrupción.
Pese a ello es imposible desconocer las acciones que se adelantan por algunos sectores
públicos frente a la recuperación de las posiciones éticas que van más allá de cálculos de
costos y beneficios, pese a toda la dificultad que se tiene para regular la corrupción
teniendo en cuenta que la política está estrechamente ligada con la función pública , sus
argumentaciones o resistencia se ha visto más arraigada que en otras épocas, lo que ha dado
pie para hablar de que los escándalos no revelan una crisis moral sino más bien la elevación
de los patrones de moralidad y clara necesidad vista desde la sociedad de tener una función
pública estructurada desde los valores que propenda por la transparencia.
De esta manera tanto las experiencias locales como internacionales van conduciendo a un
concepto de carencia de ética que no se limita a la burocracia y a las sociedades en
desarrollo sino que es utilizado con un alcance universal y como un fenómeno básico para
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entender el desempeño y la consistencia de un país, por lo tanto la corrupción se ha hecho
profusa y está a punto de ser incontrolable, el subdesarrollo o del desarrollo, del capitalismo
o del socialismo, de la pobreza o de la riqueza depende la capacidad que tenga la sociedad
de volver a la ética como principio fundamental de la función pública.
CONCLUSIONES
La ética en la administración pública vista a través de los estudios realizados por los
diferentes actores claramente es la solución para que la gestión se dé orientada hacia los
intereses colectivos y no se mire el interés privado, no se podrá obtener sin formar a los
servidores públicos en sólidos criterios de conducta ética, por lo tanto, el comportamiento
correcto de éstos es una condición necesaria para lograr un mejor nivel de vida y un
adecuado desarrollo de los ciudadanos con un país competente para el mundo. Los
conflictos del individuo se plantean una y otra vez, y la opción de obrar bien o mal se
presenta permanentemente.
El ejercicio del poder público está presente siempre cuando se adjudica la licitación,
cuando se elige un funcionario, cuando se ejecuta el presupuesto público pero es decisión
del funcionario que se esté acorde con el código de ética la realización de esta función o
simplemente simulen una legalidad que no existe.
La función pública implica servicio a la ciudadanía, y destaco que se mantiene la confianza
en la administración y sus instituciones al elevar la calidad de la administración pública
mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e íntegra de los funcionarios en la gestión
de los asuntos públicos ojala alguno de los funcionarios lo haga pues si algún día se quiere
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ser un país desarrollado y con altos estándares de calidad en la prestación de servicios se
debe dejar de pensar en el propio bienestar y empezar a pensar en el bien colectivo.
Hay que dejar de hacer normas, códigos y documentos que no se ponen en práctica y
encontrar mecanismos que permitan realizar un adecuado control para que quien este fuera
de ética y la trasparecía reciba el castigo.
Es necesario hacer hincapié, que los ciudadanos están cansados de la corrupción, que se
vulneren sus derechos, tanto que la gran mayoría de los 2 individuos piensa que los
servidores públicos solo sirven para robar desvirtuándose completamente la actividad real
por la cual existe la función pública.
REFERENCIAS
Avezuela (2013), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
[OCDE] (1998
Bautista,O.(2008). Introducción a la Ética Pública. Dilemata portal de éticas aplicadas.En:
http://www.dilemata.net/index.php/secciones/etica-publica-y-buengobierno/25-introducci-
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Bautista,O.(2008). Los indicadores de buen gobierno en méxico y el trabajo legislativo.
Reporte CESOP Número 37.En: http://eprints.ucm.es/11418/2/cdiputados-viabilidad.pdf 19
de Mayo de 2015..
Cortina, A. (2001). “Ética. El ámbito de la filosofía práctica.” Madrid, España: Akal
Ediciones.
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Guillen,(2006) P. 238 Ética en las organizaciones, Construyendo confianza, Pearson,
España,
Küng, H. (1999). Ética mundial para la economía y la política. En:
http://www.casadellibro.com/libro-una-etica-mundial-para-la-economia-y-
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Naessens, H. (2010).Etica pública y transparencia. Santiago de Compostela, Spain.
Universidad de Santiago de Compostela, Centro Interdisciplinario de Estudios
Americanistas Gumersindo Busto.
En: halshs.archivesouvertes.fr/halshs00531532/document 15 de Mayo de 2015.
Pérez, T. (2006).Programa de Redición cuentas del Estado Colombino, Modelo de Gestión
Ética cap.1.
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