La Reina Del Cielo en El Reino de La DV Betania
La Reina Del Cielo en El Reino de La DV Betania
La Reina Del Cielo en El Reino de La DV Betania
Luisa Piccarreta
La Pequeña Hija de la Divina Voluntad.
El alma que siga fielmente los pasos que nuestra Madre Celestial
nos da en estos escritos, alcanzará la más alta santidad. Ella quiere
darnos las riquesas que adornaron su vida e hicieron de ella el
seno, la maternidad de la vida divina.
En sus manos ponemos esta meditación, para que cada palabra,
cada enseñanza, sea una vida, una luz que transforme nuestras
vidas en otros Jesús.
+ + + +
5
Indice
Pag.
Maternal Llamada de la Reina del Cielo _________________ 9
Oración a la Reina del Cielo __________________________ 13
Día 1 ______________________________________ 15
Día 2 ______________________________________ 19
Día 3 ______________________________________ 23
Día 4 ______________________________________ 27
Día 5 ______________________________________ 31
Día 6 ______________________________________ 35
Día 7 ______________________________________ 39
Día 8 ______________________________________ 45
Día 9 ______________________________________ 49
Día 10 _____________________________________ 53
Día 11 _____________________________________ 57
Día 12 _____________________________________ 61
Día 13 _____________________________________ 67
Día 14 _____________________________________ 71
Día 15 _____________________________________ 75
Día 16 _____________________________________ 79
Día 17 _____________________________________ 83
Día 18 _____________________________________ 87
Día 19 _____________________________________ 91
Día 20 _____________________________________ 97
Día 21 _____________________________________ 103
Día 22 _____________________________________ 107
Día 23 _____________________________________ 113
Día 24 _____________________________________ 119
Día 25 _____________________________________ 123
Día 26 _____________________________________ 129
Día 27 _____________________________________ 135
Día 28 _____________________________________ 141
Día 29 _____________________________________ 147
Día 30 _____________________________________ 151
Día 31 _____________________________________ 155
7
Entrega de la voluntad humana a la
reina del cielo __________________________________ 163
Apéndice ______________________________________ 167
Apéndice ______________________________________ 173
Apéndice ______________________________________ 179
Apéndice ______________________________________ 185
Apéndice ______________________________________ 191
Apéndice ______________________________________ 199
8
Maternal llamada de la reina del cielo.
Maternal
Llamada de la
Reina del Cielo
Hija queridísima, siento la necesidad irresistible de bajar del cielo
para hacerte mis visitas maternas; si tú me aseguras tu amor filial,
tu fidelidad, yo me quedaré siempre contigo en tu alma, para serte
maestra, modelo, ejemplo y Madre tiernísima.
9
Maternal llamada de la reina del cielo.
10
Maternal llamada de la reina del cielo.
+ + + +
11
Oración a la reina del cielo
« Ave María »
13
*Propósito del mes:*
+ + + +
14
Primer Día
1º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
EL PRIMER PASO DE LA DIVINA VOLUNTAD EN LA INMACULADA
CONCEPCIÓN DE NUESTRA MADRE CELESTIAL.
15
Primer Día
¡Oh, cuánto anhelo tener una hija que quiera vivir sólo y únicamente
de Voluntad Divina! Dime, hija mía, ¿me complacerás? ¿Pondrás
tu corazón, tu voluntad, todo tu ser entre mis manos maternas,
para que te prepare, te disponga, te fortifique, te vacíe de todo y así
pueda llenarte totalmente de la luz de la Divina Voluntad y formar
en ti su vida divina? Por eso, apoya tu cabeza sobre mi Corazón
de Madre y escúchame con atención, para que mis sublimes
lecciones hagan que te decidas a nunca hacer tu Voluntad, sino
siempre y sólo la Voluntad de Dios.
16
Primer Día.
17
Primer Día
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
18
Segundo Día.
2º Día
EL SEGUNDO PASO DE LA DIVINA
VOLUNTAD EN LA REINA DEL CIELO.
LA PRIMERA SONRISA DE LA SACROSANTA TRINIDAD
POR LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
19
Segundo Día
Corazón, sino que dentro de este Corazón mío tengo una fibra
materna que me hace amar más que una madre a mi hija. Quiero
hacerte escuchar el gran prodigio que obró el Fiat Supremo en mí,
para que tú, imitándome, puedas darme el gran honor de ser mi
hija reina. ¡Cómo anhela mi corazón ahogado de amor, tener a mi
alrededor, este noble ejército de almas reinas!
20
Segundo Día.
21
Segundo Día
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
22
Tercer Día.
3º Día
EL TERCER PASO DE LA DIVINA
VOLUNTAD EN LA REINA DEL CIELO.
LA SONRISA DE TODA LA CREACIÓN
POR LA CONCEPCIÓN DE LA NIÑA CELESTIAL.
El alma a la Virgen:
Madre mía, esta pequeña hija tuya, extasiada por tus lecciones
celestiales, siente la extrema necesidad de venir cada día a
sentarse sobre tus rodillas maternas para escucharte y poner en
su corazón tus enseñanzas maternas. Tu amor, el dulce encanto de
tu voz, el sentirme estrechada a tu Corazón entre tus brazos me
infunde valor y confianza y la seguridad de que tú, Madre mía,
me concederás la inmensa gracia de hacerme comprender el gran
mal que puede hacer mi voluntad, para hacerme vivir de Voluntad
Divina.
23
Tercer Día
24
Tercer Día.
El alma:
25
Tercer Día
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
26
Cuarto Día.
4º Día
EL CUARTO PASO DE LA DIVINA VOLUNTAD
EN LA REINA DEL CIELO: LA PRUEBA.
Aquí estoy una vez más, sobre las rodillas maternas de mi querida
Madre Celestial. Mi corazón late fuertemente; estoy delirando de
amor por el deseo de escuchar tus hermosas lecciones, por eso,
dame la mano y tómame entre tus brazos. En tus brazos paso
momentos de paraíso, me siento feliz. ¡Oh, cuánto anhelo escuchar
tu voz! Una nueva vida penetra en mi corazón! Así pues, háblame
y yo te prometo que pondré en práctica tus santas enseñanzas.
Hija mía, ¡si tú supieras cuánto anhelo tenerte entre mis brazos
apoyada sobre mi Corazón materno, para hacerte escuchar los
misterios celestiales del Fiat Divino! Si tú tanto suspiras por
escucharme, son mis suspiros que hacen eco en tu corazón, es tu
27
Cuarto Día
Ahora bien, debes saber, hija mía, que el Fiat Divino me dio a
conocer la creación del hombre inocente y santo. También para
28
Cuarto Día.
29
Cuarto Día
*El alma*
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
30
Quinto Día.
5º Día
EL QUINTO PASO DE LA DIVINA
VOLUNTAD EN LA REINA DEL CIELO.
EL TRIUNFO EN LA PRUEBA.
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Quinto Día
¡Oh, qué bien pude comprender la ofensa tan grave que se le hace
a Dios y los males que llueven sobre la criatura a causa de la
voluntad humana! ¡Me dio mucho miedo y horror de hacer mi
voluntad! Y justamente temía, porque también Adán fue creado
inocente por Dios, sin embargo haciendo su voluntad, ¿en cuántos
males no precipitó él y todas las generaciones humanas?
Por eso, yo, tu Madre, aterrorizada, pero sobre todo por amor hacia
mi Creador, juré jamás hacer mi voluntad; y para poder estar más
segura y confirmar mayormente mi sacrificio a quien tantos mares
de gracias y privilegios me había dado, tomé mi voluntad humana
y la até a los pies del trono divino, como un incesante homenaje
de amor y de sacrificio, jurando que no me serviría jamás ni por
32
Quinto Día.
Es tan grande este sacrificio que Dios mismo no puede pedirle más
a la criatura, como tampoco la criatura puede llegar a encontrar
como poder sacrificarse más por su Creador.
Y ahora, una palabra a ti, hija mía: ¡Si tú supieras cómo suspiro
por verte vivir sin tu voluntad! Tú sabes que soy tu Madre y como
Madre quiero ver feliz a mi hija; pero, ¿cómo puedes ser feliz si
no te decides a vivir sin tu voluntad como yo? Si lo haces, yo te
daré todo, me pondré a tu disposición, seré toda tuya, con tal de
llegar a obtener el gran bien, la alegría, la felicidad de tener una
hija que viva totalmente de Voluntad Divina.
33
Quinto Día
*El alma*
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
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Sexto Día.
6º Día
EL SEXTO PASO DE LA DIVINA VOLUNTAD
EN LA REINA DEL CIELO:
DESPUÉS DEL TRIUNFO EN
LA PRUEBA, LA TOMA DE POSESIÓN.
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Sexto Día
36
Sexto Día.
37
Sexto Día
*El alma*
*Propósito:*
Hoy, para honrarme, recitarás por tres veces tres « Gloria al Padre
», para darle gracias a la Santísima Trinidad por haber establecido
en mí el Reino de la Divina Voluntad, dándome la posesión de
todo; y haciendo tuyas las palabras del Ser Supremo, en cada «
Gloria al Padre » me dirás: « ¡Toda bella, toda pura y toda santa
es mi Madre! »
*Jaculatoria:*
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Séptimo Día.
7º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
TOMA EL CETRO DE DOMINIO Y ES CONSTITUIDA
SECRETARIA DE LA SACROSANTA TRINIDAD.
Madre mía, estoy aquí postrada a tus pies, siento que no puedo
vivir sin ti, y aunque hoy vienes a mí con la gloria del cetro de
dominio y con tu corona de Reina, sigues siendo siempre mi
Madre, y aunque temblando, me arrojo confiada a tus brazos para
que me sanes las heridas que la maldad de mi voluntad humana le
ha hecho a mi pobre alma.
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Séptimo Día
40
Séptimo Día.
« ¡Toda bella, toda pura, toda santa es nuestra pequeña hija! Sus
palabras son cadenas que nos atan, sus miradas dardos que nos
hieren, sus latidos flechas que traspasándonos nos hacen delirar
de amor! »
41
Séptimo Día
Por eso, escúchame, hazme feliz, dime que jamás le volverás a dar
vida a tu voluntad y yo te llenaré totalmente de Voluntad Divina.
42
Séptimo Día.
*El alma*
¡Madre Santa, ayúdame! ¿No ves cuánto soy débil? Tus hermosas
lecciones me conmueven hasta las lágrimas y lloro mi gran
desventura de haber caído tantas veces en un laberinto por haber
hecho mi voluntad y haberme apartado de la Voluntad de mi
Creador. Te suplico que me seas Madre, ¡no me dejes a merced de
mí misma! Une con tu potencia mi voluntad humana a la Divina
Voluntad; enciérrame en tu Corazón materno en donde estaré
segura de nunca más volver a hacer mi voluntad.
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
43
Octavo Día.
8º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
RECIBE DE SU CREADOR LA ORDEN DE PONER A SALVO LA
SUERTE DEL GÉNERO HUMANO.
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Octavo Día
Yo no sabía hacer otra cosa que estar siempre sobre las rodillas
de mi Padre Celestial; todavía estaba muy pequeña, aún no nacía,
pero la Divina Voluntad, de la cual yo poseía su vida, hacía que
fueran posibles las visitas que yo le hacía a mi Creador; todas las
puertas y todos los caminos estaban totalmente abiertos para mí y
yo no tenía miedo o temor alguno de ellos.
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Octavo Día.
Y sin saber entonces que yo iba a ser la Madre del Verbo Divino,
ya sentía en mí una doble maternidad: maternidad por Dios, para
defender sus justos derechos, y maternidad por las criaturas, para
ponerlas a todas a salvo.
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Octavo Día
*El alma*
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
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Noveno Día.
9º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
ES CONSTITUIDA POR DIOS PACIFICADORA CELESTIAL:
VÍNCULO DE PAZ ENTRE EL CREADOR Y LA CRIATURA.
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Noveno Día
50
Noveno Día.
51
Noveno Día
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
« Reina de la Paz, haz que la Divina Voluntad me dé el beso de
la paz. »
+ + + +
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Décimo Día.
10º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD:
ALBA QUE NACE PARA HACER HUIR LA NOCHE DE LA
VOLUNTAD HUMANA; SU GLORIOSO NACIMIENTO.
« Madre mía, tú que eres el alba precursora del Fiat Divino sobre la
tierra, ¡oh, haz que huya la tenebrosa noche de la voluntad humana
de mi alma y del mundo entero! ¡Ah, sí, que tu nacimiento sea
53
Décimo Día
54
Décimo Día.
El alma:
55
Décimo Día
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Undécimo Día
11º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
DURANTE LOS TRES PRIMEROS AÑOS DE SU VIDA FORMA UNA
ESPLENDOROSÍSIMA AURORA PARA HACER SURGIR EN NUESTROS
CORAZONES EL SUSPIRADO DÍA DE LA LUZ Y DE LA GRACIA.
Y los ángeles, puesto que mis deseos eran órdenes para ellos, me
tomaron sobre sus alas y me condujeron a los brazos amorosos de
mi Padre Celestial. ¡Oh, con cuánto amor me esperaba! Yo venía
del exilio y los pequeños intervalos de separación que llegaba a
haber entre nosotros eran motivos de nuevos incendios de amor,
eran nuevos dones que preparaban para darme; y yo también
inventaba nuevos modos de pedir piedad y misericordia para mis
hijos, los cuales viviendo en el exilio estaban bajo el azote de
la divina justicia; y deshaciéndome de amor completamente, le
decía:
58
Undécimo Día
59
Décimo Día
El alma:
Madre Celestial, al ver que apenas recién nacida me das lecciones
tan santas, yo me siento extasiada y puedo comprender que me
amas tanto que por causa mía no podías ser del todo feliz. Madre
Santa, tú que tanto me amas, haz que penetren en mi corazón la
potencia, el amor y las alegrías que te inundan, para que llena de
ellas mi voluntad no encuentre un lugar para vivir en mí y ceda
libremente su lugar al dominio de la Divina Voluntad.
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Duodécimo Día
12º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
SALE DE SU CUNA, DA SUS PRIMEROS PASOS Y CON SUS ACTOS
INFANTILES LLAMA A DIOS A QUE VENGA SOBRE LA TIERRA Y LLAMA A
TODAS LAS CRIATURAS A QUE VIVAN EN LA DIVINA VOLUNTAD.
Una vez más estoy aquí junto a ti, mi querida niña, en la casa
de Nazaret; quiero ser espectador de tu infancia, quiero darte la
mano mientras das tus primeros pasos y hablas con tu madre Santa
Ana y con tu padre San Joaquín. Veo que siendo aún pequeñita,
apenas dejaste de ser niña de pecho y ya empezabas a caminar,
le ayudabas a Santa Ana en los pequeños quehaceres. Madrecita
mía, ¡cuánto te quiero y qué especial eres para mí! Dame tus
lecciones para que te siga durante tu infancia y aprenda de ti a
vivir en el Reino de la Divina Voluntad también en las pequeñas
acciones humanas de cada día.
El Ser Supremo gozaba al ver que yo, sin temor alguno, antes bien,
con sumo amor, me llenaba de sus bienes, y no me sorprendía que
me hicieran tomar todo lo que quería, porque, yo ra su hija y una
era la Voluntad que nos animaba: lo que ellos querían lo quería
también yo.
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Duodécimo Día
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Duodécimo Día
El alma:
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Duodécimo Día
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Décimo Tercer Día
13º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
SALE DE LA CASA PATERNA Y SE VA A VIVIR AL TEMPLO,
DANDO EJEMPLO DE TRIUNFO TOTAL EN EL SACRIFICIO.
Hija mía, ánimo, no temas, soy toda tuya; hoy te estaba esperando
para que mi heroísmo y mi triunfo en el sacrificio te infundan
fuerza y valor, a fin de que pueda verte triunfar en tus penas y con
el heroísmo de soportarlas todas con amor y sólo para cumplir la
Divina Voluntad.
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Décimo Tercer Día
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Décimo Tercer Día
¿Te das cuenta, querida hija mía, de que es lo que significa vivir
de Voluntad Divina? Su luz, su santidad y su potencia convierten
en naturaleza propia todas las virtudes, ella no se rebaja a reinar
en un alma de naturaleza rebelde. ¡No, no! La Divina Voluntad es
santidad y quiere que la naturaleza humana esté ordenada y sea
santa para poder reinar en ella.
El alma:
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Décimo Tercer Día
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Décimo Cuarto Día
14º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO
DE LA DIVINA VOLUNTAD LLEGA AL TEMPLO.
SU MORADA EN EL TEMPLO. SE CONVIERTE
EN MODELO DE LAS ALMAS CONSAGRADAS A DIOS.
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Décimo Cuarto Día
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Décimo Cuarto Día
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Décimo Cuarto Día
El alma:
Propósito:
Hoy, para honrarme, me darás todos tus actos como prenda de tu
amor hacia mí y diciéndome cada vez: « ¡Te amo, Madre mía! »
yo los depositaré en la Divina Voluntad.
Jaculatoria:
+ + + +
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Decimoquinto Día
15º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
SU VIDA EN EL TEMPLO.
Reina y Madre mía, aquí está tu hija a tu lado, para seguir tus
pasos cuando entres al templo. ¡Oh, cómo quisiera que tomaras mi
pequeña alma, que la encerraras en el templo vivo de la Voluntad
de Dios y me aislaras de todos, menos de mi Jesús y de tu dulce
compañía!
Queridísima hija mía, que susurro tan dulce es para mí oírte decir
que quieres que te encierre en el templo vivo de la Voluntad de
Dios y que no quieres otra compañía que la de Jesús y la mía.
¡Ah! Querida hija mía, tú haces que surja en mi Corazón materno
el gozo de ser verdadera Madre y si verdaderamente me dejas
ser tu Madre, yo estoy segura de que serás feliz y mi gozo será
también tuyo, pues tener una hija feliz es la gloria y la felicidad
más grande de un corazón materno.
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Decimoquinto Día
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Decimoquinto Día
El alma:
¡Oh Madre Santa, qué bellas son tus lecciones! ¡Con qué dulzura
penetran en mi corazón! Ah, te suplico que extiendas en mí el
mar del Fiat Divino; sumérgeme en él, y haz que yo no vea ni
conozca otra cosa que no sea la Divina Voluntad, de manera
que navegando siempre en ella, pueda conocer sus secretos, sus
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Decimoquinto Día
alegrías y su felicidad.
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Decimosexto Día
16º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
CONTINÚA SU VIDA EN EL TEMPLO Y FORMA EL NUEVO DÍA QUE HARÁ
SALIR SOBRE LA TIERRA EL RESPLANDECIENTE SOL DEL VERBO ETERNO.
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Decimosexto Día
Hija mía, tú debes saber que fue la voluntad humana la que cerró
el cielo y por eso no le era posible entrar en aquellas regiones
celestiales, ni tener una relación familiar con su Creador; es más,
la voluntad humana había alejado a la criatura de su Creador.
En cuanto el hombre se apartó de la Voluntad Divina se volvió
miedoso, tímido, perdió el dominio sobre sí mismo y sobre toda
la creación; todos los elementos, estando bajo el dominio del Fiat
Divino, quedaron superiores a él y hasta le podían hacer mal; el
hombre tenía miedo de todo. ¿Te parece poco, hija mía, que quien
había sido creado rey, dominador de todo, llegara a tener miedo
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Decimosexto Día
El alma:
Soberana Madre mía, ¡qué dulces son tus lecciones! ¡Oh, cómo
me hacen comprender el gran mal que puede causar mi voluntad
humana! ¡Cuántas veces también yo me he sentido llena de temor
y timidez y como alejada de mi Creador! ¡Ah, era mi voluntad
humana que reinaba en mí y no la Divina! Por eso yo sentía sus
tristes efectos. Así que, si tú me amas como hija tuya, toma mi
corazón entre tus manos y quítame todo temor y timidez, los
cuales me impiden volar hacia mi Creador y en su lugar pon ese
Fiat Divino que tú tanto amas y que tanto quieres que reine en mi
alma.
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Decimosexto Día
Propósito:
Para honrarme este día, pondrás en mis manos todas las molestias
que sientas, los temores, la desconfianza, para que te lo convierta
todo en Voluntad de Dios; y me dirás tres veces: « Madre mía,
confianza mía, haz que reine en mi alma la Voluntad Divina.»
Jaculatoria:
« Madre mía, confianza mía, forma el día de la Divina Voluntad
en el alma mía. »
+ + + +
82
Decimoséptimo Día
17º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD SALE DEL TEMPLO.
DESPOSORIOS CON SAN JOSÉ. ESPEJO DIVINO EN EL QUE LLAMA A QUE SE
MIREN TODOS LOS QUE SON LLAMADOS AL ESTADO CONYUGAL.
Estas son las armas que hacen morir a la voluntad humana, que
vencen mi Corazón materno y que me hacen usar todas mis artes
amorosas de Madre para que tú, hija mía, vivas en mi Reino;
será para ti una dulce muerte que te dará la verdadera vida y para
mí la más bella de las victorias que obtendré en el Reino de la
Divina Voluntad. Por eso, ánimo, hija mía, ten confianza en mí.
La desconfianza es de viles y de quienes no están verdaderamente
decididos a obtener victoria, por eso, éstos están siempre sin
armas y sin armas no se puede vencer y se es siempre inconstante
y vacilante en el bien.
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Decimoséptimo Día
Cuando supe que debía salir del templo, no se lo hice saber a nadie,
esperando que Dios mismo moviera las circunstancias externas
para hacerme cumplir su admirable Voluntad, como de hecho
sucedió. Los superiores del templo me llamaron y me dijeron que
era su voluntad, como también costumbre de aquellos tiempos,
que me preparara al matrimonio y yo acepté. Milagrosamente la
elección, entre tantos, cayó sobre San José y así se celebraron las
85
Decimoséptimo Día
nupcias y salí del templo. Por eso, hija de mi Corazón, te ruego que
sobre todas las cosas sólo a la Divina Voluntad le des importancia,
si quieres que los designios de Dios se cumplan sobre ti.
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
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Decimoctavo Día
18º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
EN LA CASA DE NAZARET, EL CIELO Y LA TIERRA ESTÁN POR
DARSE EL BESO DE LA PAZ. LA HORA DIVINA ESTÁ CERCA
Soberana Madre mía, aquí estoy de regreso para seguir tus pasos.
Tu amor me ata y cual potente imán me tiene fija y sumamente
atenta a escuchar tus bellísimas lecciones; pero esto no me basta;
si me amas como hija, enciérrame dentro del Reino de la Divina
Voluntad, donde viviste y vives, cierra la puerta, de manera que
aunque llegue a quererlo nunca más pueda volver a salir de él.
De este modo tanto tú como yo viviremos en común y las dos
seremos felices.
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Decimoctavo Día
88
Decimoctavo Día
89
Decimoctavo Día
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
90
Decimonoveno Día
19º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD. LAS
PUERTAS DEL CIELO SE ABREN, EL SOL DEL VERBO ETERNO SE
PONE A LA VIGÍA Y ENVÍA A SU ÁNGEL PARA ANUNCIARLE A LA
VIRGEN QUE LA HORA DE DIOS HA LLEGADO.
Madre Santa, aquí estoy de nuevo sobre tus rodillas maternas, soy
tu hija y como hija tuya quiero que me des de comer en la boca
tu dulcísima palabra, la cual me da el bálsamo para curarme las
heridas de mi miserable voluntad humana. Madre mía, háblame,
que tus potentes palabras penetren en mi corazón y formen una
nueva creación, para formar el germen de la Divina Voluntad en
mi alma.
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Decimonoveno Día
92
Decimonoveno Día
« ¡No temas, Reina nuestra! ¡Tú has hallado gracia ante Dios!
¡Has vencido a tu Creador! Por eso para darle cumplimiento a la
victoria pronuncia tu Fiat. »
93
Decimonoveno Día
94
Decimonoveno Día
El alma:
Propósito:
+ + + +
95
Vigésimo Día
20º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
LA VIRGEN: CIELO CUBIERTO DE ESTRELLAS; EN ESTE CIELO EL
SOL DIVINO YA RESPLANDECE CON SUS RAYOS LUMINOSÍSIMOS
LLENANDO CIELOS Y TIERRA. JESÚS EN EL SENO DE SU MADRE.
98
Vigésimo Día
99
Vigésimo Día
El alma:
Propósito:
Para honrarme este día, le agradecerás al Señor por tres veces, a
nombre de todos, el haberse encarnado y hecho prisionero en mi
seno, dándome el gran honor de haberme elegido como Madre
suya.
100
Vigésimo Día
Jaculatoria:
+ + + +
101
Vigésimo Primer Día
21º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
EL NACIMIENTO DEL SOL DIVINO. LA PLENITUD DEL MEDIODÍA.
EL VERBO ETERNO ENTRE NOSOTROS.
103
Vigésimo Primer Día
Por eso, haz a un lado todo por ahora y escúchame, quiero narrarte
lo que hizo el pequeño Rey Jesús en mi seno materno y cómo a tu
Madre no se le escapó ni siquiera un respiro de su pequeño Jesús.
104
Vigésimo Primer Día
Hija mía, escucha a tu Madre, ¿te das cuenta del gran mal que es
hacer tu voluntad? No solamente le preparas la noche a tu Jesús
y a ti misma, sino que formas mares de amarguras, de infelicidad
y de miserias, en las que quedas tan enredada que no sabes cómo
salir. Por eso, está atenta, hazme feliz diciéndome: «Quiero hacer
siempre la Divina Voluntad.»
105
Vigésimo Primer Día
Hija mía, para quien vive de Voluntad Divina todo es luz, todo
es claro y todo se convierte en luz. En esta luz yo esperaba,
extasiada, estrechar entre mis brazos a mi pequeño Jesús y apenas
salió de mi seno yo escuché sus primeros gemidos amorosos y el
ángel del Señor me lo entregó poniéndolo entre mis brazos y yo
me lo estreché fuertemente a mi Corazón y le di mi primer beso y
el pequeño Jesús me dio el suyo.
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
106
Vigésimo Segundo Día
22º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
HA NACIDO EL PEQUEÑO REY JESÚS. LOS ÁNGELES LO SEÑALAN Y
LLAMAN A LOS PASTORES A ADORARLO. CIELOS Y TIERRA EXULTAN DE
ALEGRÍA Y EL SOL DEL VERBO ETERNO, HACIENDO SU CURSO DISIPA LA
NOCHE DEL PECADO Y DA PRINCIPIO AL PLENO DÍA DE LA GRACIA. SU
MORADA EN BELÉN.
107
Vigésimo Segundo Día
Querida hija mía, oh, cómo suspiro tenerte entre mis brazos, para
tener la gran satisfacción de poder decirle a nuestro pequeño
niñito Rey: « No llores hijito mío, mira, aquí con nosotros está mi
pequeña hija que quiere reconocerte como Rey y darte el dominio
de su alma, para hacer que extiendas el Reino de tu Divina
Voluntad en ella. »
Tú debes saber que era media noche cuando el pequeño Rey, recién
nacido, salió de mi seno materno, pero la noche se transformó en
día. El, que era dueño de la luz, disipó la noche de la voluntad
humana, la noche del pecado, la noche de todos los males y como
señal de lo que hacía en las almas con su habitual Fiat omnipotente,
la medianoche se transformó en un día resplandeciente y todas las
cosas creadas corrían para elevar sus himnos de alabanza a su
Creador encarnado en aquella pequeña humanidad.
El sol corría para darle sus primeros besos de amor al niñito Jesús
y calentarlo con su calor; el viento dominante purificaba con sus
olas el aire del establo y con su dulce susurro le decía: te amo; los
cielos se conmovieron desde sus cimientos; la tierra exultaba y
se estremecía hasta en sus abismos; el mar hacía alboroto con sus
olas altísimas; en fin, todas las cosas creadas reconocieron que su
Creador estaba ya en medio de ellas y todos a cual más elevaban
sus himnos de alabanza hacia él.
Los ángeles mismos formando luz en los aires, con una voz llena
de melodía que todos podían escuchar, cantaban:
108
Vigésimo Segundo Día
109
Vigésimo Segundo Día
Hija mía, ahora unas palabras para ti. Tú debes saber que toda mi
alegría era tener en mi regazo a mi querido Hijo Jesús, pero la
Divina Voluntad me dio a entender que lo pusiera en el pesebre a
disposición de todos, para que quien quisiera pudiera acariciarlo,
besarlo y tomarlo entre sus brazos como si fuera suyo. El era el
pequeño Rey de todos, así que todos tenían el derecho de sentirse
amados por él y de sentirlo suyo; y yo, para darle cumplimiento
a la Voluntad Suprema, me privé de mis inocentes sonrisas y
comencé a ejercer con las obras y sacrificios mi oficio de Madre
de dar a Jesús a todos.
El alma:
110
Vigésimo Segundo Día
Propósito:
Para honrarme este día, vendrás por tres veces a visitar al niño
Jesús y besándole sus pequeñas manitas le ofrecerás cinco actos
de amor para honrar sus lágrimas y consolarlo.
Jaculatoria:
+ + + +
111
Vigésimo Tercer Día
23º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD. SUENA LA
PRIMERA HORA DEL DOLOR. UNA ESTRELLA CON SU MUDA VOZ LLAMA
A LOS MAGOS A ADORAR A JESÚS. UN PROFETA SE HACE REVELADOR DE
LOS DOLORES DE LA REINA SOBERANA.
113
Vigésimo Tercer Día
Querida hija mía, tú debes saber que al octavo día de haber nacido
el niño celestial a la luz del sol, el Fiat Divino sonó la hora del
dolor mandándonos circuncidar a nuestro Hijito. Era un corte
dolorosísimo al que tenía que someterse el pequeño Jesús, pues
la ley de aquellos tiempos imponía que todos los primogénitos
se sometieran a este doloroso corte. Se le puede llamar ley del
pecado, pero mi Hijo era inocente y su ley era la ley del amor; sin
embargo, como vino a encontrar no al hombre rey sino al hombre
degradado, quiso degradarse y someterse a la ley, para hacerse
hermano suyo y elevarlo.
114
Vigésimo Tercer Día
Este corte fue la imagen del cruel corte que el hombre le hizo
a su alma haciendo su voluntad; mi querido Hijo quiso ser
circuncidado para sanar este duro corte hecho por las voluntades
humanas, para sanar con su sangre las heridas hechas por tantos
pecados que el veneno de la voluntad humana ha producido en
las criaturas. De manera que cada acto de voluntad humana es
un corte que se hace y una llaga que se abre; y el niño celestial
preparaba con su dolorosa circuncisión el remedio para todas las
heridas producidas por la voluntad humana.
115
Vigésimo Tercer Día
116
Vigésimo Tercer Día
El alma:
Propósito:
Para honrarme este día, vendrás a mis brazos, para que derrame
en ti la sangre que el niño celestial derramó por primera vez,
para sanarte las heridas que te ha hecho tu voluntad humana; me
ofrecerás también tres actos de amor para mitigar el dolor atroz
que le causó la herida al niño Jesús.
Jaculatoria:
+ + + +
117
Vigésimo Cuarto Día
24º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD. UN IMPÍO
TIRANO. EL PEQUEÑO REY JESÚS ES CONDUCIDO POR SU MADRE Y
SAN JOSÉ A UNA TIERRA EXTRANJERA, A DONDE VAN COMO POBRES
EXILIADOS. EL REGRESO A NAZARET.
Madre Santa, quiero unir mis penas a las tuyas para confortarte y
para calmarle el llanto al niño celestial. Ah, Madre mía, no me lo
niegues, revélame el secreto: ¿qué hay de funesto para mi querido
niño?
119
Vigésimo Cuarto Día
120
Vigésimo Cuarto Día
121
Vigésimo Cuarto Día
Por eso, está atenta, escucha a tu Madre, que para hacer que
nunca vuelvas a hacer tu voluntad haría cualquier sacrificio y
daría también la vida, para poder darte el gran bien de que vivas
siempre en el seno de la Divina Voluntad.
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
122
Vigésimo Quinto Día
25º Día
La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad.
Nazaret: símbolo y realidad del Reino del Fiat Divino; la
vida oculta. La depositaria, fuente y canal perenne.
El alma a su Reina:
123
Vigésimo Quinto Día
Oh, cómo te esperaba, hija mía, para darte mis lecciones sobre el
Reino que el Fiat Supremo extendía cada día más en mí.
124
Vigésimo Quinto Día
¡Oh, qué felices éramos! ¡Todo era paz, unión suma y nos sentíamos
honrados de obedecernos el uno al otro! ¡Hasta mi querido Hijo,
a cual más, quería ser mandado en los pequeños quehaceres tanto
por mí como por el querido San José! ¡Oh, qué bonito era verlo
ayudar a su padre putativo en los trabajos manuales, verlo tomar
sus alimentos! ¡Cuántos actos de gracia hacía correr en aquellos
actos a beneficio de todas las criaturas!
125
Vigésimo Quinto Día
126
Vigésimo Quinto Día
El alma:
Propósito:
+ + + +
127
Vigésimo Sexto Día
26º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
LA HORA DEL DOLOR SE APROXIMA; DOLOROSA SEPARACIÓN.
JESÚS EN SU VIDA PÚBLICA Y APOSTÓLICA.
129
Vigésimo Sexto Día
130
Vigésimo Sexto Día
Cuando mi Hijo decía que era el Hijo de Dios, el Verbo del Padre,
aquél que había venido a salvarlos, lo tomaban a mal, tanto que
con sus miradas furibundas parecía que se lo querían comer vivo.
Mi amado Hijo al verse rechazado por los grandes, por los doctos,
no se detuvo; ¡no podía detenerse! Su amor corría porque quería
almas; se rodeó entonces de pobres, de afligidos, de enfermos, de
cojos, de ciegos, de mudos y de otras pobres criaturas oprimidas
por tantos males; todos imágenes de los males producidos por la
131
Vigésimo Sexto Día
Hija mía, bien se puede decir que fueron los pobres pastores los
que habiendo ido a visitarlo lo recibieron cuando nació, y ahora,
son los pobres también quienes lo siguen durante los últimos años
de su vida sobre la tierra hasta su muerte, Porque los pobres, los
ignorantes, son más sencillos, menos apegados a sus juicios y
por lo tanto los más favorecidos, los más bendecidos y los hijos
predilectos de mi amado Hijo. Tanto es así que escogió a unos
pobres pescadores para que fueran los apóstoles y las columnas
de la nueva Iglesia.
El alma:
132
Vigésimo Sexto Día
Propósito:
Para honrarme en este día, me darás todas tus penas para hacerme
compañía en mi soledad y en cada pena pondrás un te amo para
mí y para tu Jesús, para reparar por quienes no quieren escuchar
las enseñanzas de Jesús.
Jaculatoria:
+ + + +
133
Vigésimo Séptimo Día
27º Día
LA REINA DE LOS DOLORES EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
SUENA LA HORA DEL DOLOR; LA PASIÓN, EL DEICIDIO. LLANTO DE
TODA LA NATURALEZA.
135
Vigésimo Séptimo Día
136
Vigésimo Séptimo Día
¡Hija mía, qué cosa tan terrible para mi Corazón traspasado! Sin
embargo, tuve que decirlo, porque en nosotros no existían las
penas forzadas, todas eran voluntarias. Entonces, él me bendijo y
yo lo bendije a él, y mirándonos con esa mirada que no sabe cómo
separarse del objeto amado, mi querido Hijo, mi dulce Vida, partió
y yo, tu Madre Dolorosa, lo dejé; pero con los ojos del alma no lo
perdí nunca de vista. Lo seguí en el huerto en su tremenda agonía,
¡oh, cómo me sangró el Corazón al verlo abandonado por todos,
hasta por sus fieles y amados apóstoles!
Hija mía, el verse abandonado por las personas que uno más
quiere es uno de lo dolores más grandes para un corazón humano,
especialmente en los momentos más difíciles de la vida, en
particular para mi Hijo que los había tanto amado y beneficiado
y que estaba en acto de dar la vida por quienes ya lo habían
abandonado en las horas extremas de su vida, más aún, habían
huido. ¡Qué dolor, qué dolor! Y yo, viéndolo agonizar y sudar
sangre agonizaba junto con él y lo sostenía entre mis brazos
maternos. Yo era inseparable de mi Hijo; sus penas se reflejaban
en mi Corazón deshecho de dolor y de amor y yo las sentía más
que si fueran mías.
137
Vigésimo Séptimo Día
« ¡Crucifícalo, Crucifícalo! »
138
Vigésimo Séptimo Día
Fue tanto nuestro amor que, para poner al seguro a esta voluntad
humana, la llenamos de nuestras penas hasta ahogarla y encerrarla
en los mares inmensos de mis dolores y de los de mi amado Hijo.
Hija mía, este día de dolores para tu Madre es todo para ti; por
eso, para corresponderme, pon en mis manos tu voluntad, para
que la encierre en las llagas sangrantes de Jesús, como la más
bella victoria de su pasión y muerte y triunfo de mis intensos
dolores.
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
« Las llagas de Jesús y los dolores de mi Madre me den la gracia
de hacer resucitar mi voluntad en la Voluntad de Dios. »
+ + + +
139
Vigésimo Octavo Día
28º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
EL LIMBO. LA ESPERA. LA VICTORIA SOBRE LA MUERTE.
LA RESURRECCIÓN.
141
Vigésimo Octavo Día
142
Vigésimo Octavo Día
Con este acto triunfal, ponía el sello de que él era Dios y Hombre;
con su Resurrección no solamente confirmaba su doctrina, los
143
Vigésimo Octavo Día
Así pues, querida hija mía, si tu vida y tus penas tendrán como
centro de vida la Divina Voluntad, puedes estar segura de que mi
dulce Jesús se servirá de ti y de tus penas para darle ayuda, luz y
gracia a todo el universo. Por eso, ánimo, ten valor, la Voluntad
Divina sabe hacer cosas grandes en donde ella reina y en todas las
circunstancias de tu vida tenme como ejemplo a mí y a tu dulce
Jesús y camina siempre adelante.
144
Vigésimo Octavo Día
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
145
Vigésimo Noveno Día
Vigésimo Noveno Día
29º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
LA HORA DEL TRIUNFO, APARICIÓN DE JESÚS. LOS FUGITIVOS SE
ESTRECHAN A LA VIRGEN CUAL ARCA DE SALVACIÓN Y DE PERDÓN. LA
ASCENSIÓN DE JESÚS AL CIELO.
Madre admirable, aquí estoy una vez más sobre tu regazo materno,
para unirme junto contigo a la fiesta y triunfo de la Resurrección
de nuestro amado Jesús. ¡Qué bella te ves hoy, toda amabilidad,
toda dulzura, toda alegría; me parece verte como resucitada junto
con Jesús! ¡Oh, Madre Santa, en medio de tanta alegría y triunfo,
no te olvides de tu hija; más aún, deposita en mi alma el germen
de la Resurrección de Jesús, para que en virtud de ella resucite
plenamente en la Divina Voluntad y viva siempre unida a ti y a
mi dulce Jesús.
147
Vigésimo Noveno Día
148
Vigésimo Noveno Día
149
Vigésimo Noveno Día
Y ahora una palabrita para ti, queridísima hija mía; todo lo que has
admirado y escuchado no ha sido más que la obra de la potencia
de la Divina Voluntad operante en mí y en mi Hijo. Es por eso que
tanto anhelo encerrar en ti la vida de la Divina Voluntad. Ella es
vida operante porque todas las criaturas la tienen, pero la mayor
parte la tienen sofocada y para hacerse servir por ella; y mientras
podría obrar prodigios de santidad, de gracia y obras dignas de su
potencia, las criaturas la obligan a estarse con las manos cruzadas,
sin poder desenvolver su poder. Por eso, está atenta y haz que el
cielo de la Divina Voluntad se extienda en ti y que con su potencia
haga todo lo que quiera y como quiera.
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
« Madre mía, con tu poder triunfa en mi alma y haz que
permanezca en la Voluntad de Dios. »
+ + + +
150
Trigésimo Día
30º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
LA MAESTRA DE LOS APÓSTOLES,
SEDE DEL CENTRO DE LA IGLESIA NACIENTE,
BARCA DE REFUGIO. LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO.
152
Trigésimo Día
153
Trigésimo Día
El alma:
Propósito:
Jaculatoria:
+ + + +
154
Trigésimo Primer Día
31º Día
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
SU ASUNCIÓN DE LA TIERRA AL CIELO, FELIZ INGRESO.
CIELOS Y TIERRA FESTEJAN A SU RECIÉN LLEGADA REINA.
155
Trigésimo Primer Día
156
Trigésimo Primer Día
Escucha hija mía, hoy es el último día del mes consagrado a mí;
yo te ha hablado con tanto amor de lo que obró la Divina Voluntad
en mí, del gran bien que sabe hacer y de lo que significa dejarse
dominar por ella. Te he hablado también de los graves males de
la voluntad humana.
Así que, ahora que estoy por partir, acepta mi testamento; que tu
alma sea el papel en el que yo escriba con la pluma de oro de la
Divina Voluntad y la tinta de mi ardiente amor que me consuma,
el testimonio de la dote que te hago.
157
Trigésimo Primer Día
El alma:
La Reina de amor:
158
Trigésimo Primer Día
Hija mía, ¿quieres saber quién es esa santa criatura a quien todo
el cielo festeja y queda extasiado contemplándola? Soy yo, que
jamás hice mi voluntad.
159
Trigésimo Primer Día
Y ahora, bendita hija mía, tú debes saber que esta fue la primera
fiesta que se le hizo en el cielo a la Divina Voluntad, que tantos
prodigios había obrado en su criatura.
El alma:
¡Madre de amor, Soberana Emperatriz, ah, desde el cielo en
donde gloriosamente reinas dirige una piadosa mirada sobra la
tierra y ten piedad de mí! ¡Oh, que necesidad tan grande siento
de ti, querida Madre mía! Siento que sin ti me falta la vida. Todo
vacila sin ti; por eso, no me dejes a la mitad de mi camino y
continúa guiándome hasta que todas las cosas no se conviertan
para mí en Voluntad de Dios y así forme en mi vida su vida y su
Reino.
Propósito:
160
Trigésimo Primer Día
Jaculatoria:
+ + + +
161
Entrega de la Voluntad Humana a la Reina del Cielo
Entrega de la Voluntad
Humana a la Reina del Cielo
Dulcísima Madre mía, heme aquí postrada ante tu trono: soy tu
hija, la más pequeña; quiero ofrecerte todo mi amor filial y cual
hija tuya, quiero reunir todos los sacrificios, las invocaciones, las
promesas que tantas veces he hecho de nunca más volver hacer mi
voluntad y formando con ellos una corona, quiero ponerla en tu
regazo materno como prueba de mi amor y de mi agradecimiento
hacia ti que eres mi Madre.
Pero esto no me basta; quiero que la tomes entre tus manos como
señal de que aceptas mi regalo y que al contacto de tus dedos
maternos me la conviertas en tantos soles, al menos por cuantas
veces he querido hacer la Divina Voluntad en cada uno de mis
pequeños actos.
Ah, sí, Madre y Reina mía, esta hija tuya quiere ofrecerte un
homenaje de luz y de soles radiantes; sé que tú ya posees tantos
de estos soles pero no son los soles de esta hija tuya, por eso
quiero darte los míos para decirte que te amo y para hacer que tú
me ames.
163
Entrega de la Voluntad Humana a la Reina del Cielo
Amén.
+ + + +
164
Entrega de la Voluntad Humana a la Reina del Cielo
+ + + +
165
Apéndice 1
Apéndice 1
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
EN EL ÍMPETU DE SU AMOR, MARÍA SANTÍSIMA,
SINTIÉNDOSE MADRE DE JESÚS, VA EN BUSCA DE
CORAZONES QUE SANTIFICAR. LA VISITACIÓN A SANTA
ISABEL Y LA SANTIFICACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA.
167
Apéndice 1
168
Apéndice 1
Sí, hija mía, fue tan grande mi amor por todos los hombres y
especialmente por ti, que yo sentí la extrema necesidad de darles
a todos a mi amado Jesús, para que todos pudieran poseerlo y
amarlo. El derecho de Madre que el Fiat Divino me dio, me
enriqueció de una potencia tal, que yo podía multiplicar a mi
Jesús tantas veces por cuantas criaturas habrían querido recibirlo.
Este era el más grande milagro que yo podía realizar: tener listo a
Jesús para dárselo a quien lo deseara. ¡Qué feliz me sentía!
Hija mía, cómo quisiera que cuando tú también te acercaras a la
gente o cuando fueras de visita, fueras siempre la portadora de
Jesús, capaz de darlo a conocer y deseosa de hacerlo amar.
169
Apéndice 1
¿Quién podría decirte el bien que les hizo mi visita a Santa Isabel,
a Juan y a toda su casa? Todos quedaron santificados, llenos de
alegría, sintieron un gozo insólito, comprendieron cosas inauditas
y especialmente Juan recibió todas las gracias que le eran
necesarias para prepararse a ser el precursor de mi Hijo.
Queridísima hija mía, la Divina Voluntad hace cosas grandes e
inauditas donde sea que ella reine; si yo obré tantos prodigios, fue
porque ella tenía su puesto real en mí. Si tú también dejas que la
Divina Voluntad reine en tu alma, también tú te convertirás en la
portadora de Jesús a las criaturas y sentirás también la necesidad
irresistible de darlo a las criaturas.
*El alma*
170
Apéndice 1
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
171
Apéndice 2
Apéndice 2
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
SUENA LA PRIMERA HORA DE DOLOR. EL HEROÍSMO DE
SOMETER AL INFANTE DIVINO AL DURO CORTE DE LA
CIRCUNCISIÓN.
173
Apéndice 2
Tú debes saber que ya habían pasado ocho días desde el día en que
nació el Infante Divino. Todo era fiesta y felicidad; la creación,
poniéndose de fiesta, festejaba al Creador niño. Pero el deber
interrumpió nuestras alegrías, porque en aquellos tiempos había
una ley que mandaba que todos los hijos primogénitos debían ser
sometidos al duro corte de la circuncisión; mi Corazón de Madre
sangraba por el dolor de tener que someter a mi querido Hijo, mi
Vida, mi Creador, a un dolor tan acerbo.
¡Qué hora de dolor y de terrible aflicción para los tres! Fue tanto
el dolor que, más que un mar, envolvió a todas las criaturas para
darles la primera prenda, la vida misma de mi Hijo para ponerlas
a salvo.
174
Apéndice 2
Bendita hija mía, tú debes saber que este corte encierra profundos
misterios: fue el sello que imprimió en la pequeña humanidad
del niño celestial su hermandad con toda la familia humana; y
la sangre que derramó fue el primer desembolso que hizo ante la
divina justicia para rescatar a todas las generaciones humanas.
Hija mía, ¡qué ejemplo dio el niño celestial! El, que es el autor
de la ley, obedece a la ley. Teniendo apenas ocho días de nacido
ya siente el deber de obedecer y se somete al duro corte de la
circuncisión; corte imborrable, como imborrable es la unión que
vino a hacer con la humanidad degradada. Esto hace ver que la
santidad está en el cumplimiento de los propios deberes y en la
observancia de la ley, en el cumplimiento de la Divina Voluntad:
santidad sin deber no existe.
175
Apéndice 2
Hija mía, no hubo obra o pena que él haya sufrido con la cual
no haya tratado de reordenar de nuevo la Divina Voluntad en las
criaturas. Por eso debes tener en cuenta muy seriamente que bajo
cualquier circunstancia, incluso dolorosa y humillante, debes
hacer en todo la Divina Voluntad, porque es la materia prima en
la que se esconde la Divina Voluntad para obrar en las criaturas y
hacer que adquieran su vida practicante en ellas.
176
Apéndice 2
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
177
Apéndice 3
Apéndice 3
La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad deja Belén.
El Fiat Divino la llama al heroísmo del sacrificio de ofrecer al
niño Jesús por la salvación del género humano. La Purificación.
179
Apéndice 3
180
Apéndice 3
Así pues, era la primera vez que San José y yo salíamos juntos
con mi pequeño Jesús. Toda la creación reconoció en él a su
Creador y todos se sintieron honrados de tenerlo en medio de
ellos y poniéndose de fiesta, nos acompañaron durante el camino.
Llegando al Templo, nos postramos y adoramos a la Majestad
Suprema, y luego lo pusimos en los brazos del sacerdote, que
era Simeón, quien lo ofreció al Padre Eterno, ofreciéndolo por
la salvación de todos; y mientras lo ofrecía, inspirado por Dios,
reconoció al Verbo Divino y exultando por el inmenso gozo adoró
y le dio las gracias a mi querido niño; después del ofrecimiento,
tomó la actitud de profeta y predijo todos mis dolores.
181
Apéndice 3
Hija mía, tu debes saber que, por la luz de la Divina Voluntad que
en mí reinaba, yo ya conocía todos los dolores que habría tenido
que sufrir y hasta más de los que me profetizó el Santo Profeta;
es más, puedo decir que me profetizó los dolores que habría
tenido que sufrir externamente, pero de los dolores internos, los
cuales me iban a traspasar mucho más y de las penas internas
que pasaron entre mi Hijo y yo no me dijo ni una sola palabra;
sin embargo, en aquel acto tan solemne del ofrecimiento de mi
Hijo, al oír que me los repetía, me sentí de tal modo traspasada,
que me sangró el Corazón y se abrieron nuevas venas de dolor y
profundos desgarros en mi alma.
182
Apéndice 3
*Propósito:*
+ + + +
183
Apéndice 4
Apéndice 4
La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad.
Una nueva estrella con su dulce resplandor llama a los
Magos a adorar a Jesús. La Epifanía.
Aquí estoy una vez más sobre tu regazo materno, Madre Santa. El
dulce niño que estrechas entre tus brazos y tu belleza encantadora
me encadenan de tal modo que no puedo alejarme de ti; pero hoy tu
aspecto es aún más bello. Me parece que el dolor de la circuncisión
te ha hecho más bella; tu dulce mirada mira a lo lejos, para ver si
llegan algunas personas que tú amas, porque sientes un ardiente
deseo de dar a conocer a Jesús. Yo no me separaré de tu regazo
materno, para que también yo escuche tus hermosas lecciones,
para que pueda conocer y amar a Jesús siempre más.
185
Apéndice 4
Hija mía, ¡qué bello es hacer el bien, sufrir en paz por amor a quien
nos creó! Esto ata la Divinidad a la criatura y Dios le da tanto, que
llega hasta ahogarla de gracias y amor. Este amor y estas gracias
no pueden estar ociosas, quieren correr, darse a todos, para dar
a conocer a quien tanto les ha dado. Es por eso que yo sentía la
necesidad de dar a conocer a mi Hijo.
186
Apéndice 4
Pero, ¡ay de mí! Yo que lo tengo entre mis brazos, espero en vano
que estas estrellas me traigan a las criaturas para poder ponerlo
en sus corazones y mi maternidad queda limitada, obstaculizada;
y mientras soy Madre de Jesús, se me impide el ejercer mi oficio
de Madre de todos, porque no están a mi alrededor, no buscan a
Jesús; las estrellas se esconden y ellos se quedan en las Jerusalenes
del mundo, sin Jesús.
187
Apéndice 4
Y yo, tu Madre, quise ser el primer Apóstol: los instruí, les narré
la historia de mi Hijo, su ardiente amor, les recomendé que lo
dieran a conocer a todos, y tomando mi primer lugar de Madre y
Reina de todos los Apóstoles, los bendije, hice que los bendijera
mi querido niño y felices, con las lágrimas en los ojos, partieron
188
Apéndice 4
Y ahora unas palabras para ti, hija mía; si quieres que te sea
verdaderamente Madre, déjame poner a Jesús en tu corazón;
así lo harás feliz con tu amor, lo alimentarás con el alimento de
su Voluntad, porque él no toma otro alimento, lo vestirás con
la santidad de sus obras y yo vendré a tu corazón y volveré a
hacer crecer junto contigo a mi querido Hijo y ejerceré con él y
contigo mi oficio de Madre; así sentiré las alegrías más puras de
mi fecundidad materna.
Tú debes saber que lo que no comienza con Jesús, que está dentro
del corazón, aunque sean las obras más hermosas externamente,
nunca me podrán gustar, porque están vacías de la vida de mi
querido hijo.
189
Apéndice 4
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
190
Apéndice 5
Apéndice 5
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
VISITA AL TEMPLO. MARÍA MODELO DE ORACIÓN. JESÚS
PERDIDO EN EL TEMPLO. GOZOS Y DOLORES.
191
Apéndice 5
192
Apéndice 5
193
Apéndice 5
Querida hija mía, si Jesús era mi Hijo, él era también mi Dios; por
eso mi dolor fue totalmente en orden divino, es decir, tan potente
que superaba todos los demás dolores posibles, unidos en uno
solo.
194
Apéndice 5
Y ahora unas palabras para ti, queridísima hija mía. En este misterio
mi Hijo quiso darnos, tanto a mí como a ti, una enseñanza sublime.
¿Crees tú que él ignoraba todo lo que yo estaba sufriendo? Todo lo
contrario, porque mis lágrimas, la búsqueda que hacía, mi crudo
e intenso dolor repercutían en su Corazón. Sin embargo, durante
aquellas horas tan penosas, el sacrificaba a la Divina Voluntad a
su propia Madre, a quien él tanto amaba, para mostrarme cómo
también yo un día iba a tener que sacrificar su vida misma a la
Voluntad de Dios.
195
Apéndice 5
196
Apéndice 5
*El alma*
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
197
Apéndice 6
Apéndice 6
LA REINA DEL CIELO EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD
SOBRE LA TIERRA REINA DE LAS FAMILIAS, REINA DE LOS
MILAGROS. VÍNCULO MATRIMONIAL ENTRE EL FIAT DIVINO
Y LA CRIATURA. LAS BODAS DE CANÁ.
200
Apéndice 6
Y él me respondió:
« No ha llegado mi hora de hacer milagros. »
201
Apéndice 6
202
Apéndice 6
*El alma*
*Propósito:*
*Jaculatoria:*
+ + + +
203
204
205
206
207