Tipos de argumentos según su contenido
En primer lugar, veremos las clases de argumentos clasificados según el tipo de
contenido en el que se basan. Esta distinciones permiten comprender mejor su
naturaleza y el modo en el que se usan.
1. Argumentos basados en valores
Son argumentos que se fundamentan en resaltar los valores éticos que tiene una
opción, sean buenos o malos. Este tipo de argumento es útil si el tema del que se
está hablando es fundamentalmente filosófico y moral, es decir, si se habla acerca
de lo que debe hacerse y qué acciones deben ser priorizadas.
Sin embargo, no sirven para describir la realidad objetiva, y en caso de ser utilizados
para esto se puede caer en un tipo de falacia lógica llamado argumento ad
consecuentiam.
2. Argumentos basados en descripciones
Una descripción general es una manera de reunir varios argumentos en uno para
defender una idea. Por ejemplo, para argumentar a favor de la posición de que las
aves son dinosaurios, se puede hablar sobre las plumas encontradas en muchos
fósiles de terópodos, acerca de las semejanzas anatómicas que muchos de ellos
tenían con los pájaros actuales, etc.
3. Argumentos basados en datos
Son una clase de argumentos basados en porciones de información muy concretas
y específicas, normalmente extraídas de investigaciones científicas o de bases de
datos. Sirven para reforzar argumentos, ofreciéndoles apoyo empírico.
4. Argumentos basados en la autoridad
En este tipo de argumento se señala la posición que defiende una autoridad en el
tema señalando que tiene más valor que otras. En muchos casos, puede derivar en
una falacia lógica: a fin de cuentas, el hecho de que una idea sea defendida por un
especialista no hace que sea verdadera.
Sin embargo, resulta un argumento consistente cuando lo que se trata de
contrarrestar una falacia de autoridad. Por ejemplo, si alguien defiende la idea de
que la Tierra es plana porque lo ha dicho un vecino que lee mucho, se puede replicar
que los verdaderos especialistas sobre el tema defienden que es más bien esférica,
implicando esto que es necesario aportar muchas pruebas para refutar esta idea ya
que ambas posiciones no se encuentran en igualdad de condiciones.
5. Argumentos basados en definiciones
Estos tipos de argumentos no se basan en el funcionamiento del mundo, sino en el
uso que se hace de los conceptos y las definiciones. Sin embargo, en muchas
ocasiones estos argumentos no resultan eficaces, porque el significado de las
palabras puede cambiar dependiendo del momento y el contexto en el que hayan
sido utilizadas.
6. Argumentos basados en experimentos
En este caso, el argumento se apoya en una experiencia realizada en el mismo
lugar en el que se dialoga y que sirve para apoyar la idea defendida por uno mismo.
Además, es muy útil para convencer, ya que incluye una parte "espectacular" que
queda expresada más allá de las palabras, es decir, en hechos.
7. Argumentos basados en experimentos mentales
Este tipo de argumento es una mezcla entre los dos anteriores, ya que se apoya en
una experiencia en la que ha de participar el interlocutor pero no se realiza en el
mundo real. Se trata de imaginar una situación que va progresando hasta un punto
en el que la única conclusión razonable es que se cumpla la idea que defendemos.
Por ejemplo, si alguien dice que jamás podría ser amigo de un extranjero, es
relativamente fácil hacerle ver lo contrario a través de este tipo de argumentación.
Tipos de argumentos según el modo en el que se usan
Si antes hemos clasificado los tipos de argumentos según su contenido, ahora
veremos de qué manera pueden ser utilizados para mostrar relaciones entre ideas
8. Indicación de la falacia
Son tipos de argumentos en los que se señala por qué el razonamiento que ha
usado alguien no es válido, al fundamentarse en una falacia. Es decir, se analiza el
discurso del otro y se resaltan las partes que en sí mismas resulten infundadas y
engañosas.
9. Argumentos de comparación
En esta clase de argumentos se comparan dos ideas entre sí, para mostrar de qué
manera una de ellas es mejor que la otra. Son eficaces para ofrecer valoraciones
globales sobra líneas argumentales.
10. Argumentos de interpelación
En estos argumentos se realizan una serie de preguntas al interlocutor para
demostrar en tiempo real hasta qué punto está equivocado en un tema. Es un
ejercicio que recuerda al diálogo socrático, ya que llevan al oponente a caer en una
trampa que está dentro de su propio discurso, entrando en contradicciones.
Introducción
A la hora de elaborar un texto argumentativo es muy importante tener en cuenta qué
argumentos vamos a utilizar en la tesis a tratar. En textos argumentativos con una
tesis suele ser frecuente elaborar argumentos a favor y en contra, pero junto con los
argumentos a favor y en contra también hay que tener en cuenta otros argumentos
que ayudan y refuerzan la tesis y que, por supuesto, enriquecen enormemente el
texto.
En este artículo tengo la intención de enseñaros cómo incorporar cinco tipos de
argumentos independientemente de los argumentos a favor y en contra que
desarrollemos a lo largo de la argumentación.
Conclusión
La argumentación es una variedad discursiva con la cual se pretende defender una
opinión y persuadir de ella a un receptor mediante pruebas y razonamientos, que
están en relación con diferentes: la lógica (leyes del razonamiento humano), la
dialéctica (procedimientos que se ponen en juego para probar o refutar algo) y la
retórica (uso de recursos lingüísticos con el fin de persuadir movilizando resortes no
racionales, como son los afectos, las emociones, las sugestiones ... ).
Es importante que aprendamos a tener la capacidad necesaria para poder
argumentar y defender nuestras ideas sin tener que recurrir a las falacias
argumentativas, razón por la cual es necesario que conozcáis los tipos de
argumentos más utilizados, de manera que podréis entender mejor los procesos y
su funcionamiento para buscar la máxima eficiencia a la hora de argumentar.