CONSULTORIA
CONSULTORIA
CONSULTORIA
HIDALGUENSE
Consultoría Empresarial
Elaborado por:
Enero 2006
Esta obra es propiedad intelectual de su autor y los derechos de publicación han sido transferidos a la
Universidad Tecnológica de la Huasteca Hidalguense. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier
medio sin el permiso del propietario de los derechos del Copyright.
MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 2
Firmas
Elaboró Revisó
Director de la Carrera
ÍNDICE
CONTENIDO PAGINA
I. ÍNDICE 3
II. INTRODUCCIÓN DE LA ASIGNATURA 4
III. UNIDADES TEMÁTICAS
5
UNIDAD I. NATURALEZA DE LA CONSULTORÍA
5
1.1. La Consultoría y el consultor
10
1.2. Modelos de Consultoría
14
1.3. La relación Cliente-consultor
19
UNIDAD II. EL PROCESO DE LA CONSULTORÍA
19
2.1. Fases del proceso de consultoría
2.2. Diseño de herramientas para el ejercicio de la
23
consultoría
35
2.3. Habilidades para la consultoría
2.4. Aplicación y/o terminación de la intervención de
37
consultoría
UNIDAD III. DIRECCIÓN DE UNA EMPRESA DE
41
CONSULTORÍA
41
3.1. La consultoría en los diferentes campos de aplicación
3.2. Estrategia de la organización y comercialización de los
49
servicios de consultoría
59
3.3. costos y honorarios
3.4. Administración, control operacional y financiero del
68
proyecto asignado.
85
UNIDAD IV. DIAGNOSTICO EMPRESARIAL
85
4.1. Proceso de organización del diagnóstico
89
4.2. Proceso de toma de información
90
4.3. Análisis de la información
97
4.4. Informe del diagnóstico
INTRODUCCION
Hoy en día son muchas las organizaciones que solicitan algún tipo de servicio de
consultoría, ya que es prestada por personas capaces, expertas y con amplia experiencia
en el área al que se enfocan. Algunas compañías de consultoría enriquecen sus servicios
consultivos ofreciendo programas de capacitación, estudio de mercado y viabilidad,
asesoría técnicas y otros servicios más.
¿Qué es la consultoría?
1
Milan Kubr, La Consultoría de empresas: guía para la profesión, Limusa, 1994, Pág. 3.
Cinco razones amplias o genéricas que motivan a los clientes cuando recurren a
consultores, independientemente de las diferencias del campo técnico de intervención y
del método concreto utilizado:
¾ Alcanzar los fines y objetivos de la empresa u organización
¾ Resolver los problemas empresariales
¾ Descubrir y evaluar nuevas oportunidades
¾ Mejorar el aprendizaje
¾ Poner en práctica los cambios
Sean cual sean las razones específicos o variadas que las empresas tengan para recurrir
a la consultoría, se deben tener presentes las características de la misma.
La independencia técnica implica que el consultor está en condiciones de dar una opinión
técnica y de proporcionar asesoramiento independientemente de lo que cree, pretende o
desea escuchar el cliente. Incluso si su colaboración es muy estrecha, el consultor puede
sacar y presentar sus propias conclusiones y recomendaciones.
Los clientes recurren a los consultores para que les presten ayuda durante un periodo
limitado, en esferas en las que carecen de conocimientos técnicos o cuando necesitan
temporalmente un personal profesional adicional. Los consultores no sólo aportan el
tiempo y los conocimientos necesarios y consagran el cien por ciento de su atención al
problema de que se trata, sino que dejarán la organización una vez que haya quedado
completada su tarea.
Un profesional que se dedica a la consultoría como medio de vida tiene que cobrar unos
honorarios por todo el trabajo que realiza por cuenta de sus clientes. Las empresas de
consultoría venden servicios profesionales y los clientes los compran. Además de ser
organizaciones de servicios profesionales, las empresas de consultoría son también
simplemente empresas.
El director de una empresa no vería razón alguna para emplear un consultor si éste no
pudiera aportar algo que falta en aquella. En general, los consultores se emplean por una
o más de las siguientes razones:
Los miembros de una organización pueden estar demasiado influidos por su propia
experiencia o participación y tradiciones o hábitos establecidos para aclarar el verdadero
carácter de un problema y proponer soluciones factibles. El consultor, en cambio, puede
gracias a su independencia, ser imparcial en situaciones en que ninguna persona que
trabaja en la organización podría serlo.
Se da el caso de que una organización recurra a consultores con el fin de que sus
dirigentes puedan justificar una decisión remitiéndose a la recomendación del consultor.
En otras palabras, un dirigente puede saber exactamente lo que desea y cual será su
decisión, pero prefiere pedir un informe al consultor para fundamentar su posición. Esta
forma de actuar no deja de ser lógica, pero, por principio y en su propio beneficio, los
consultores profesionales deben cuidar de no aceptar tareas en las cuales sus
recomendaciones podrían emplearse con fines de política interna de la organización.
La función del consultor se complica aun más en el sentido de que sus principales
deberes de asesoramiento residen en aumentar los conocimientos del director y de otras
personas que contribuyen a la dirección de la empresa al mismo tiempo que se espera de
él que aporte soluciones prácticas factibles a todo un conjunto de problemas concretos,
por ejemplo, en las esferas de la financiación, ventas, producción y compras.
El consultor debe comprender así mismo que los clientes no son necesariamente los
mejores y más calificados directores disponibles. Por ese motivo, en lugar de adoptar un
aire profesional e insistir en sus conocimientos técnicos para influir en sus clientes, el
consultor debe utilizar un estilo más sencillo.
Sin duda, la falta de datos es el principal obstáculo para realizar una tarea de consultoría
con una pequeña empresa. Normalmente la única fuente de información es el director, el
cual suele estar "demasiado ocupado para ser entrevistado". El consultor tendrá que dar
pruebas de ingeniosidad, perseverancia y tenacidad para obtener la información
requerida.
La buena salud, la tenacidad y la resistencia son las principales cualidades que deben
tener los consultores. Los directores de empresas pequeñas tienen poco respeto por el
horario normal de trabajo y, una vez superados los temores iniciales, aprenden con
rapidez a pedir ayuda cuándo y cómo les parece bien.
El tiempo puede ser una cuestión crítica. El consultor suele estar sometido a una gran
presión puesto que con frecuencia su asistencia sólo se solicita cuando ha estallado una
crisis y el director no puede resolver personalmente el problema. Al dosificar de manera
juiciosa las funciones de "experto asesor" e "impulsor del proceso" se espera que el
consultor haga lo necesario para prestar asistencia al director. Al final de cuentas, debe
recordarse que el trabajo del consultor consiste en asesorar y no en dirigir.
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
Características de la consultoría
Existe una gama sumamente amplia de enfoques, técnicas, métodos, modos y estilos de
consultoría. Esta diversidad es una de las características más interesantes de la
consultoría de empresas, ya que incluso empresarios con problemas muy específicos
pueden encontrar un consultor que se adapte a su organización y situación particular.
Sólo por mencionar algunos la gestión empresarial, cuyo enfoque intenta ser más
práctico, más cercano a una realidad empresarial que está en continuo cambio. La gestión
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 11
Este enfoque analiza la empresa como un sistema, del cual hace un análisis
sistematizado de una realidad compleja, divide a la empresa en subsistemas
empresariales: el comercial, el de operaciones, el financiero, el directivo y el de recursos
humanos, éste último da una importancia fundamental a las personas en la gestión de
empresas y hace hincapié en cómo una adecuada dirección de los recursos humanos
repercutirá en los resultados globales de la empresa; incluye aquellos temas de la gestión
que están cobrando fuerza como la gestión de la calidad, a los recursos, a las habilidades
y al medio ambiente.
Un método eficaz de consultoría indica cómo abordar dos dimensiones esenciales del
cambio en las empresas u organizaciones:
¾ Una dimensión técnica, vinculada con la naturaleza de la gestión o problema de la
empresa y la forma en que este problema se puede analizar y resolver.
¾ Una dimensión humana, es decir, la relación entre el consultor y el empresario y la
forma en que el personal reacciona a los cambios y puede ayudar a planificarlos y
aplicarlos.
Este aspecto tiene múltiples facetas. El consultor y el empresario tienen que delimitar sus
respectivas funciones, asegurándose de que sean complementarias, se apoyen
mutuamente y sean plenamente entendidas por ambas partes. El consultor procurará
obtener la colaboración del empresario en todas las etapas de su tarea, con el fin de que
Límites de la consultoría
Modelos de Consultoría
¾ Modelo de Compra de Información o de Conocimiento Experto
¾ Modelo de Doctor/ Paciente
¾ Modelo de Proceso
Características:
1. El Cliente ha determinado ya: Cual es su problema, que clase de ayuda necesita y a
quién dirigirse para conseguir ayuda. Ejemplos puros son la contratación de: Un
Programador para diseñar un programa informático. Un Abogado para una
consulta legal. Un Arquitecto para diseñar un edificio
2. El mensaje de un Cliente al Consultor es: “Aquí está mi problema. Tráeme una solución
y dime cuánto cuesta”
3. El cliente no se Involucra.
Características:
¾ El cliente esta consciente de que tiene un problema, (síntoma), pero no sabe
exactamente que es, que lo causa, ni como resolverlo.
¾ El Consultor, no el Cliente, realiza un Diagnostico y recomienda la clase de
información o experiencia que resolverá el problema.
¾ Desde un punto de vista del Cliente, el Consultor tiene la libertad de actuar, como
un Doctor (Médico), o como un Consultor de Proceso, la decisión es del Consultor.
¿Cuál es el mejor Modelo? El Cliente se vuelve muy dependiente del Consultor
hasta que una prescripción sea recomendada.
¾ El Consultor acepta la responsabilidad de prescribir una solución, el Cliente paga
por la prescripción.
3. Modelo de Proceso.
Características:
¾ El Consultor tiene la libertad de establecer la estructura de la relación con el
Cliente. El Cliente posee el problema y continua poseyéndolo a lo largo del
proceso de consultoría. El proceso es realizado conjuntamente entre el Consultor y
el Cliente; es decir, la responsabilidad es compartida. Es importante que el
Consultor comunique claramente la expectativa de que no adquirirá la
responsabilidad total de resolver el problema, sino que asistirá al cliente en
proceso de solución. El Cliente “aprende”, el proceso de consultoría y puede
aplicarlo por su cuenta después de que éste termina su trabajo. El Consultor debe
ser un experto o muy hábil en relaciones humanas; en particular en los procesos
de establecer y mantener una relación de asesoría o apoyo. El modelo de proceso
es un esquema de intervención, y el Diagnóstico no puede estar separado de esta.
I.2.5 Resultado del Aprendizaje: el alumno podrá identificar las características de cada
uno de los estilos de la consultoría.
I.2.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.2.7 Documentos: --
La realidad es mucho más compleja. El consultor sigue siendo una persona ajena a la
organización, alguien de quien se espera que obtenga un resultado válido en la
organización cliente sin formar parte de su sistema administrativo y humano.
Independientemente de su competencia y calidad técnicas, el asesoramiento del consultor
puede o no ser entendido y aceptado por el cliente. El rechazo puede adoptar múltiples
formas.
de otro tipo que influyen en su relación, así como los errores que se han de evitar en la
realización conjunta de una tarea. Deben estar dispuestos a hacer un esfuerzo especial
para establecer y mantener una relación que posibilite la intervención eficaz de un
profesional independiente. No hay otra solución.
Conviene determinar cómo llevará a cabo el cometido ambas partes, qué funciones
desempeñará el consultor y cuáles desempeñará el cliente. ¿Se establecerán
compromisos mutuos? ¿Qué hará cada uno, cómo y cuándo? ¿Desea el cliente obtener
una solución del consultor o prefiere llegar a su propia solución con ayuda del consultor?
¿Está dispuesto el cliente a participar intensamente en toda la tarea de consultoría?
¿Existen sectores específicos de que deba ocuparse directamente el consultor sin tratar
de que participe el cliente? ¿Y viceversa? Éstas y otras preguntas similares aclararán la
idea que tienen de la consultoría de empresas el cliente y el consultor y las funciones que
pueden desempeñar con eficacia los consultores. Las respuestas definirán la estrategia
que se ha de aplicar para que la tarea tenga éxito desde los puntos de vista del cliente y
el consultor.
En la relación Cliente - Consultor cada uno tiene su aportación, pero la más importante es
la sinergia que logran en el trabajo conjunto en:
¾ Análisis
¾ Decisiones
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Relación Cliente-Consultor
Consultor Cliente
Proceso / Metodología
Análisis
Decisiones
Soluciones
Realidad
9 Conocimientos 9 Problemática
9 Habilidades 9 Experiencia
9 Experiencia 9 Actitudes
9 Actitudes
+
Toma
Compromiso - Éxito de la Investigación
de
Informa- decisio-
ción nes a
Toma confi- fondo
de dencial
Expec- decisio-
tativas nes
perso-
Aplica-
nales
ción de
Informa-
solucio-
ción no
nes
Acuer- escrita
0 dos
Informa- básicos
ción
Contac- escrita
to
0 Confianza +
Relación de colaboración
Dilemas de la consultoría
Factor de autoridad. El hecho de que el consultor entable la relación con una persona con
autoridad es fundamental para la realización de la consultoría, sin embargo, en el seno de
Conflicto en los roles. Los roles y responsabilidades del cliente y el consultor al no ser
definidos claramente, pueden generar falsas expectativas que desembocarán en la
frustración, gasto de energías y carencia de resultados satisfactorios.
Motivación del cliente. El consultor debe estar consciente de la gama de motivaciones que
puede tener el empresario para solicitar la consultoría, tales como:
¾ Justificar una acción o solución.
¾ Eludir la responsabilidad de una acción final.
¾ Expresar insatisfacción por medios legítimos.
I.3.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.3.7 Documentos: --
Para asegurar o decir que una intervención o proceso consultivo ha sido exitoso y que se
podrá seguir fomentando la idea de continuar realizando cambios creadores, se finaliza
mínimo con tres aprendizajes:
Fuentes de información
Todo diagnóstico atinado se basa en el rápido acopio de información que revela el tipo y
el grado de ayuda que el consultor puede prestar al cliente. Esa información ha de ser
selectiva.
Los datos del diagnóstico suelen ser de índole global. Como ya se ha mencionado, al
consultor sólo le interesan los detalles si son indicativos de algunos problemas
importantes y si le ayudan a elucidar los problemas para los que se ha recurrido a él.
Los registros e informes internos del cliente proporcionarán información sobre sus
recursos, objetivos, planes y rendimientos, con inclusión de:
La observación de las actividades y las entrevistas con empleados esenciales son vitales
para reunir información. Las visitas de los locales del cliente, para ver al personal en
acción y escuchar sus opiniones, preocupaciones y sugerencias, dan un conocimiento
directo de cómo funciona la organización en la práctica, cómo vive, el ritmo que se impone
y las relaciones entre sus trabajadores.
Los contactos con otras organizaciones asociadas con el cliente los puede establecer el
consultor o el propio cliente.
Otros métodos
Por ejemplo, algunas organizaciones han recurrido a las reuniones de trabajo para la
identificación de los problemas, que se pueden organizar como parte de un programa de
perfeccionamiento del personal de dirección orientado hacia la solución de problemas, o
utilizarse directamente como técnica para identificar los problemas que ha de abordar la
organización.
Esta tarea se puede organizar en un grupo, o como un sistema de grupos. Los grupos
iniciales pueden ser heterogéneos (de diversos niveles y funciones de dirección), con el
fin de examinar un problema desde diversos ángulos. A la inversa, pueden ser grupos
técnicamente homogéneos, funcionales o departamentales que examinen en principio un
problema desde sus ángulos técnicos específicos (financiero, organizativo, de producción,
de dotación de personal, etc.), seguidos de reuniones de trabajo en las que participen
representantes de los grupos, quienes comparan y armonizan las diferentes opiniones y
establecen una definición del problema que es aprobada por todos los grupos.
II.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
II.1.7 Documentos: --
Actividad de aprendizaje No. 5:
AC. Diseño de una propuesta de prestación de servicios de consultoría
II.1.4.1 Instrucciones: después de integrarse en equipos, cada uno de ellos deberá
diseñar una propuesta de servicios de consultoría y ser entregada y autorizada por su
empresa cliente.
II.1.5 Resultado del Aprendizaje: Que el alumno sepa aplicar los preparativos de la
consultoría.
II.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
II.1.7 Documentos: --
Los hechos son los materiales de construcción de cualquier trabajo de consultoría. Los
consultores profesionales necesitan disponer de un considerable número de hechos para
tener una visión clara de la situación, llegar a una definición precisa del problema y ajustar
sus propuestas a la realidad. Los hechos son igualmente necesarios para tareas
relacionadas con problemas de creación, en que el consultor está tratando de crear algo
totalmente nuevo con una gran dosis de imaginación y pensamiento creativo. El acopio de
los hechos puede ser la fase más aburrida y penosa del trabajo del consultor, pero no hay
manera de evitarla.
Con todo, la determinación de los hechos y de sus fuentes no debe ser excesivamente
restrictiva. De lo contrario, se podrían excluir hechos que aportan una información
importante sobre las causas, los efectos a las relaciones, y esos hechos se encuentran a
menudo en lugares inesperados. Al comienzo de la tarea, el consultor puede tender su
red en muchos lugares, rechazando algunos datos después de un examen preliminar,
pero añadiendo otros, etc.
Al definir el alcance de los datos, el consultor de empresa tiene presente que el «objetivo
no es la investigación». El objetivo del diagnóstico es impulsar la adopción de medidas
con respecto a un problema. Medidas que mejoren el funcionamiento de la organización.
Los hechos que se han de recopilar e investigar tienen que determinarse en estrecha
colaboración con el cliente, en especial con los miembros de la organización cliente que
saben qué registros se llevan, su grado de fiabilidad y qué datos habrá que buscar en
otras fuentes. Esto incluye la definición del contenido de los datos, su grado de precisión,
el período de tiempo y la extensión que abarcan, así como los criterios de clasificación y
tabulación, tal como se ha descrito con anterioridad.
La recopilación de datos puede ser un proceso lento y en los casos difíciles se debe
aplicar cierta lógica, por ejemplo, asegurándose de que cada paso (la obtención de datos
sobre la comercialización y las ventas) proporcione información para el paso siguiente
(datos sobre la producción), etc. Esto debe quedar reflejado en un plan de trabajo que se
acordará con el cliente.
Es posible que el cliente no comprenda por qué insiste el consultor en descubrir ciertas
clases de información. Esto sucede a menudo si, en opinión del cliente, la tarea se debe
circunscribir a un sector técnico limitado y el consultor no debe intervenir en otras esferas.
El consultor tiene que explicar por qué desea obtener ciertos datos sobre
acontecimientos, situaciones y problemas que pueden guardar cierta relación con el
problema del que se ocupa. De esa manera el cliente comprenderá las relaciones a que
no ha prestado atención y el consultor dará una nueva prueba de su enfoque
metodológico.
Todo consultor experimentado sabe qué tipos aparentemente idénticos de datos pueden
tener un significado o contenido diferente en distintas organizaciones ejemplo, el «trabajo
en marcha» se puede definir de muy diversas maneras: puede o no incluir ciertas
partidas, y su valor financiero se determina por diversos métodos La definición de las
categorías de empleados (técnicos, directivos de categoría intermedia, personal
administrativo, trabajadores de producción y otros trabajadores, etc.) está también sujeta
a múltiples variaciones. En empresas antiguas con tradiciones establecidas la definición
4. Grado de detalle
Él grado de detalle de los hechos requeridos será en general superior al que se necesita
con respecto a los datos utilizados en los estudios preliminares de diagnóstico. Mientras
que un diagnóstico general se basa en cifras globales, por ejemplo, el tiempo total de
utilización de las máquinas en el trabajo productivo, el cambio descansa en datos más
detallados, por ejemplo, el tiempo de maquinado de cada operación, o el tiempo dedicado
al trabajo productivo por ciertos tipos de máquinas, o en ciertos talleres. Se puede
necesitar información sobre determinadas personas y sus actitudes con respecto al
problema de que se trate, tanto más detallados sean los datos, más tiempo se requerirá
para obtenerlos.
5. Período
Los períodos han de ser comparables: los meses o las semanas tienen que incluir el
mismo número de días laborables, etc. Obviamente la elección del período ha de tener en
cuenta la disponibilidad de registros sobre el pasado y de los cambios que el cliente
pueda haber introducido en los procedimientos de registro.
3. Aspectos abarcados
Por último, el trabajo preparatorio de la recopilación de los datos incluye decisiones sobre
su organización y tabulación que se adoptan teniendo en cuenta el uso final al que se
destinan. Entre las agrupaciones más características figuran las siguientes:
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Para disponer los hechos en una forma comprensible, el consultor planifica cómo
tabularlos. Las descripciones se pueden indicar bajo determinados encabezamientos en
una hoja separada o en una tarjeta con respecto a cada encabezamiento, verbigracia,
responsabilidades de cada director. Las respuestas a un cuestionario se pueden tabular
en un «cuestionario resumido», es decir, un cuestionario que utiliza la misma forma que
se distribuirá a los encuestados. Los procedimientos y los procesos se pueden
representar por medio de una cadena de símbolos, como los símbolos de actividad
utilizados por los analistas de sistemas o en los estudios del trabajo. Las formas se
representan mejor por medio de dibujos. Las cifras se suelen indicar en cuadros.
Todas estas fuentes pueden ser internas (de la organización de que se trate) o externas
(publicaciones oficiales, informes estadísticos, opiniones de personas ajenas a la
organización).
Los registros son hechos almacenados de tal forma que se pueden leer o transcribir.
Incluyen documentos (archivos, informes, publicaciones), archivos de computadoras,
películas, microfilms, cintas, dibujos, fotografías; gráficos, etc.). Los datos de los registros
se obtienen por medio de su recuperación y estudio.
Los acontecimientos y condiciones son los actos y las actividades, y las circunstancias
que los rodean, que se pueden observar. De ahí que los hechos de este tipo se obtengan
por medio de la observación y registrando los resultados de las observaciones.
Los recuerdos son toda la información almacenada en lamente de las personas que
trabajan en la organización del cliente, están asociadas con ella o simplemente pueden
proporcionar información útil al consultor (por ejemplo, a efectos de comparación). Esta
enciclopedia de conocimientos abarca hechos ya probados, experiencias, opiniones,
creencias, impresiones, prejuicios e intuiciones. La mente almacena todos estos datos en
forma de palabras, números y cuadros que el consultor no puede ver, pero puede obtener
de otras personas por medio de entrevistas, cuestionarios, informes especiales, etc.
Un consultor hábil evitará tener que recurrir a formas indirectas y lentas de acopio de
información si la misma información se puede obtener de manera directa y sencilla. En
muchos casos esto implica el hecho de ir a preguntar a la gente. En las empresas
industriales y otras organizaciones los trabajadores de todos los niveles poseen una masa
increíble de conocimientos acerca de su organización y casi todo el mundo tiene las
mismas ideas acerca de las mejoras necesarias y posibles. Sin embargo, no divulgan esa
información si no se les pregunta.
* Observación
Entre la información que el consultor suele obtener por medio de la observación cabe
mencionar la siguiente:
¾ trazado de la fábrica, los almacenes y las oficinas;
¾ flujo de las operaciones, los materiales y los trabajadores; .métodos de trabajo;
¾ ritmo y disciplina del trabajo;
¾ condiciones de trabajo (ruido, iluminación, temperatura, ventilación, orden y
limpieza);
¾ actitudes y comportamiento de los directivos superiores e intermedios, los
supervisores, los especialistas del personal y los trabajadores;
¾ relaciones interpersonales y entre grupos.
Dado que la mayor parte de las personas se sienten incómodas cuando se las observa, el
consultor debe poner especial cuidado en procurar que se sientan tranquilas antes de
empezar a observar sus actividades. En la medida de lo posible, se deben comportar
normalmente durante la observación y no intentar lograr un desempeño mejor o más
rápido, o peor y más lento, que el habitual. Si sucede algo desacostumbrado, la
observación se debe descartar y repetir cuando las condiciones vuelvan a ser normales.
Informes especiales
* Cuestionarios
* Entrevistas
Una de las ventajas de formular preguntas durante una entrevista con respecto al empleo
de cuestionarios es que cada respuesta se puede poner a prueba y ampliar. Las
preguntas se complementan y apoyan recíprocamente, se confirman, se corrigen o
contradicen respuestas anteriores conducen asimismo a hechos conexos, que a menudo
revelan relaciones, influencias y limitaciones inesperadas. La entrevista es adaptable. Si
una sucesión de preguntas no consigue obtener los resultados requeridos, se probará con
otra. Las respuestas del entrevistado pueden servir de orientación a este respecto. El
consultor aprende no sólo de las respuestas directas que recibe, sino también de las
deducciones, observaciones, digresiones, opiniones, anécdotas, actitudes y gestos que
las acompañan, a condición de que esté en guardia y atento. Como todos sabemos, los
mensajes no verbales pueden estar cargados de significado.
Al planificar las entrevistas, el consultor determina qué datos desea obtener, de quién,
cuándo, dónde y cómo.
Qué datos. Al fijar los datos que necesita, el consultor tiene en cuenta los conocimientos
que puede esperar tenga el entrevistado, por ejemplo, es poco probable que un director
de producción conozca con exactitud las condiciones de crédito que se conceden a los
clientes; asimismo, es probable que un director de ventas de distrito no esté informado
acerca del mantenimiento planificado de las máquinas.
A quién se debe entrevistar. Como es obvio, los entrevistados deben estar relacionados
con las actividades objeto de estudio. Por ejemplo. Con respecto a los procedimientos de
facturación, el encargado de las facturas será la mejor fuente de información. Para
obtener la plena cooperación y evitar que se ofenda a alguien, sin embargo, el consultor
debe hablar primero con el director responsable y dejar que éste designe a los
informadores. Más tarde podrá entrar en contacto con otras personas para complementar
o confirmar la información. Durante las entrevistas iniciales puede preguntar quién
dispondrá de una información de apoyo.
Dónde reunirse. Para elegir un lugar de reunión conviene tener presente lo siguiente:
¾ proximidad a la actividad objeto de estudio;
¾ comodidad del entrevistado;
¾ evitación del ruido y de las interrupciones.
En general una persona está más relajada y es más comunicativa en su propio entorno.
Por otro lado, tiene allí toda la información a mano.
Cómo actuar. Aunque la realización de una entrevista varía según los caracteres del
entrevistado y del consultor, su relación y las circunstancias en las que se reúnen, suelen
ser aplicables las pautas siguientes:
1) Antes de la entrevista. El consultor prepara las preguntas que son probables revelen
los datos requeridos. La lista servirá simplemente de orientación y de verificación de
que la entrevista abarca todas las esferas necesarias y no impedirá la investigación de
temas conexos. El consultor se informa asimismo del empleo del entrevistado y de su
personalidad. Al fijar una cita, comunica al entrevistado el propósito de la entrevista.
Los datos no se pueden utilizar sin un análisis cuyo objetivo va más allá de la
investigación y evaluación. Una descripción correcta de la realidad, es decir, de las
condiciones y los acontecimientos y sus causas, es por tanto sólo un aspecto del análisis.
El otro aspecto, más importante, es el de determinar qué se puede hacer, si el cliente
tiene la capacidad potencial para hacerlo y cómo orientar todo el proceso del cambio.
Por consiguiente, "no existen límites claros entre análisis y síntesis. La síntesis, en el
sentido de formar un todo a partir de partes, sacar conclusiones del análisis de los hechos
y elaborar propuestas de acción, comienza en algún momento durante el análisis de los
hechos. Así pues, el análisis de los hechos se transforma gradualmente en una síntesis.
En la práctica, para un consultor experimentado, el análisis y la síntesis son las dos caras
de una misma moneda y los aplica simultáneamente.
Sin embargo, el consultor tiene que evitar las trampas que los datos y su experiencia le
pueden tender, tales como la tentación de extraer consecuencias precipitadas de hechos
superficialmente analizados y de partir de ideas fijas antes de examinar los hechos a
fondo. En otras palabras, no es posible emplear la deducción donde la inducción se
aplica, y viceversa. En el trabajo práctico de consultoría, por tanto, los dos métodos se
combinan y complementan recíprocamente como sucede con el análisis y la síntesis.
comprobación de que se han aplicado criterios uniformes al reunir los datos. Las
verificaciones cruzadas ayudan en algunos casos: por ejemplo, si la información se
obtuvo en una entrevista, se podrá verificar con entrevistas posteriores. En otros casos no
existe ninguna posibilidad de verificación cruzada y son la experiencia y el criterio del
consultor, junto con el asesoramiento recabado del personal del cliente, los que ayudan a
depurar los datos antes de utilizarlos en actividades analíticas.
11. Clasificación
Los principales criterios de clasificación empleados por los consultores son los siguientes:
¾ tiempo;
¾ lugar (unidad o dependencia);
¾ responsabilidad;
¾ estructura;
¾ factores determinantes.
Los datos que se han preparado y organizado por medio de clasificaciones se analizan
para determinar relaciones: proporciones y tendencias. Según la índole del problema y el
objetivo de la misión de consultoría, para analizar los datos se utilizan diversas técnicas;
El empleo de técnicas estadísticas es común (promedios, dispersión, distribución de la
frecuencia, correlación y regresión), y se utilizan con frecuencia otras técnicas, entre ellas
el uso de modelos matemáticos y técnicas gráficas.
El principal objetivo consiste en determinar si existe una relación específica entre diversos
factores y acontecimientos descritos por los datos y, en caso afirmativo, examinar su
naturaleza. De ser posible, la relación se cuantifica y define como función (en el sentido
matemático de la palabra), en la que una o más variables dependientes están en una
relación concreta con una o más variables independientes. El propósito es descubrir y
definir relaciones que sean sustanciales y no sólo accidentales.
Una forma común de expresar y medir las relaciones son las razones, que pueden
analizar si los insumos de una actividad generan productos proporcionados, examinar si
los recursos y los compromisos están adecuadamente equilibrados o expresar la
estructura interna de un factor o recurso particular.
Este análisis tiene por objetivo descubrir las relaciones causales entre las condiciones y
los acontecimientos. Proporciona un medio para planificar los cambios y las mejoras. Si
las causas que han provocado ciertas situaciones, resultados o problemas son conocidas,
las medidas se podrán concentrar en esas causas y tratar de cambiarlas (si se pueden
cambiar, por supuesto).
Ahora bien, ¿cómo descubre el consultor que existe una relación causal? Recuérdese que
en la mayoría de los casos iniciará la investigación con una o más hipótesis en cuanto a la
causa o causas de un problema. Como ha estudiado y practicado la dirección de
empresas, y se ha encontrado probablemente en alguna situación análoga antes,
enfocará el análisis causal con ciertos conocimientos teóricos y experiencia. Tiene una
idea acerca de las posibles causas principales, y para confirmarla necesita tener una
opinión global y sintética del proceso o sistema total que está examinando y del contexto
global de la organización. Es raro que un consultor afronte situaciones en que se puedan
descubrir relaciones causales inusitadas. Con todo, esto también sucede; por ejemplo, un
consultor de un país industrial que trabaja en una economía en desarrollo puede descubrir
relaciones causales entre ciertos factores culturales y el rendimiento económico de una
organización que no había encontrado en sus estudios y trabajos anteriores.
Causa básica o primordial. Supóngase que el consultor establece que la reducción de las
ventas y de los beneficios es la causa del mal estado de ánimo del personal. ¿Cuál es en
este caso la causa de los malos resultados de la empresa? El consultor descubre que es
la pérdida de un importante mercado extranjero, pero ¿por qué se ha perdido ese
mercado? Se perdió debido a un grave error en la política de determinación de los
precios. ¿Por qué se cometió ese error? y la investigación continúa...
II.2.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
II.2.7 Documentos: --
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
Área de habilidades 1
Actividad:
Evaluación del consultor de sus motivaciones personales y su relación con el cliente.
Algunas habilidades y comprensión que se necesitan para este aspecto del cambio son:
¾ Entender y trabajar en términos de una filosofía y una ética del cambio,
¾ Determinar las posibles unidades del cambio:
A) Que parece ser necesario
B) Que es posible
¾ Determinar el tamaño, carácter y la formación estructural del grupo de
participantes.
¾ Determinar las barreras, la resistencia y el grado de disposición hacia el cambio.
¾ Determinar los recursos disponibles para superar las barreras y la resistencia.
¾ Saber como determinar su propio papel estratégico y sus habilidades bajo
determinadas situaciones.
Área de habilidades 2
Actividad:
Ayudar al cliente en el proceso de diagnóstico y a que esté consciente de la necesidad del
cambio.
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 36
Algunas habilidades y comprensión necesarios para este aspecto del cambio son:
¾ Determinar el nivel de sensibilidad de los participantes hacia la necesidad del
cambio.
¾ Determinar los métodos que los participantes creen que deben utilizarse en el
cambio.
¾ Crear conciencia de la necesidad de considerar el cambio y el diagnóstico, por
medio de la demostración, de la investigación, etc.
¾ Aumentar el nivel de aspiraciones del cliente, y que estas sean realistas.
¾ Crear un sentimiento de responsabilidad para que haya una participación activa en
el cambio.
Área de habilidades 3
Actividad:
Conjuntamente el consultor y el cliente diagnostican la situación, el comportamiento, la
comprensión, el sentimiento o el desempeño a modificar.
Área de habilidades 4
Actividad:
Decidir acerca de un problema, incluir otros en esta decisión y planear e implantar la
acción.
Área de habilidad 5
Actividad:
Asegurar la continuidad, la amplitud, el mantenimiento y la transferencia.
Las habilidades y la comprensión que se necesitan son:
¾ Crear en muchas personas la percepción de responsabilidad por la participación.
¾ Desarrollar el grado de apoyo general indicado en el cambio.
¾ Desarrollar el que otros aprecien el trabajo de los participantes que necesitan
apoyo.
II.3.5 Resultado del Aprendizaje: comprensión de las habilidades que debe poner en
práctica el consultor en cada una de las fases de la intervención.
II.3.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
II.3.7 Documentos: --
Preparativos
Actividad 1: Realizar primera entrevista
Descripción
¾ Llevar a cabo la primera entrevista, durante la cual el consultor deberá recapitular
con el empresario: los objetivos que busca del servicio, los principales problemas y
necesidades que expone; el compromiso y disposición que tiene para llevar a cabo
los cambios.
¾ También recopilará la información inicial para tener una visión general de la
situación de la empresa, y será la base para plantear las hipótesis de la
consultoría; ya que el empresario expondrá los problemas, que a su juicio, son
objeto de la intervención, algunos aspectos de administración, mercado,
producción, recursos humanos, así como el estado de los registros contables.
¾ Se recaba la información financiera de la empresa
¾ Se solicitará al empresario la información adicional que se considere necesaria y
que esté en posibilidad de proporcionar:
• Organigrama
• Relación de empleados
• Relación de principales clientes
• Relación de principales proveedores
• Manuales
¾ Para dar seguimiento a las actividades en la empresa, en cada visita se anotará la
actividad llevada a cabo una bitácora, y si fue una reunión especial de toma de
acuerdos, se levantará una minuta.
Diagnóstico
Descripción
1. Después de la primera visita, se concertarán otras en las que se recomienda
iniciar con un recorrido general donde se amplíe la visión de la empresa. En dicho
recorrido no se detendrá el consultor en los detalles, ni hará entrevistas al
personal.
2. Posterior al recorrido general, se entrevistará al empresario para profundizar sobre
algunas cuestiones que considere pertinentes.
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 40
I.1.5 Resultado del Aprendizaje: que el alumno sea capaz de diseñar un plan de
intervención para la consultoría.
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
interacción entre esas funciones y en los problemas que entrañan más de una
función:
¾ su interdisciplinariedad: el consultor debe poder examinar los problemas de la
empresa desde diversos ángulos; comúnmente, un problema de estrategia de la
empresa puede tener dimensiones tecnológicas, económicas, financieras,
jurídicas, psicosociológicas, motivacionales, políticas y de otra índole.
de actividad no puede pasarse por alto y esas cuestiones se examinarán a medida que
surjan a lo largo del tema.
Evaluación financiera
Esta guía no es el lugar apropiado para asentar los principios básicos de contabilidad o de
análisis financiero. Damos por supuesto que un consultor profesional ya ha dominado
algunas de las técnicas financieras fundamentales. Puede ser oportuno, sin embargo,
proporcionar cierto asesoramiento en cuanto a la forma en que debe instruir a aquellos de
sus clientes que no poseen todavía esos conocimientos técnicos.
Estados financieros
Por supuesto, el cliente debe estar familiarizado con los componentes básicos de un
informe financiero. La comprensión de un balance es importante. Algunos capacitadores y
consultores, sin embargo, dan una importancia indebida al balance de situación e ignoran
en gran medida la cuenta de resultados.
Análisis de relaciones
Un punto de partida útil consiste en clasificar la orientación del cliente con respecto al
mercado. Cabe clasificar las empresas en tres categorías: orientadas hacia el producto,
orientadas hacia la producción y orientadas hacia el mercado. En una empresa orientada
hacia el producto, se hace hincapié en el propio producto, mientras que en una empresa
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 46
Actividades de comercialización
Diferentes empresas tienen diferentes ideas acerca de qué actividades forman parte de la
función de comercialización y cuáles no. Casi todas las empresas consideran que la
venta, la publicidad, la promoción, el trato con los distribuidores y los estudios de mercado
incumben al director comercial, pero no suele estar tan claro a quién incumbe la
responsabilidad del desarrollo de nuevos productos, el diseño de los embalajes o el
transporte y almacenamiento de los productos acabados (su distribución física).
Cuando los consultores comenzaron a ocuparse del aspecto «del personal» de las
organizaciones empresariales, la mayor parte de ellos solían limitar sus intervenciones a
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Primeramente, los sujetos de la dirección del personal -Ias personas que trabajan en
organizaciones- se han transformado en muchos sentidos. Los trabajadores suelen tener
hoy un nivel más elevado de instrucción y preparación para el trabajo, están más
conscientes de sus derechos, mejor informados y más interesados en muchas cuestiones
que solían ser del dominio exclusivo de los políticos o los funcionarios públicos. Sus
sistemas de valores se han modificado; sus aspiraciones con respecto al empleo ya la
vida han aumentado. Las relaciones humanas dentro de las organizaciones son ahora
bastante complejas, diversificadas y difíciles de manejar. Estos cambios reflejan no sólo
modificaciones tecnológicas, sino también algunas tendencias importantes de cambios
sociales, como la democratización de la vida política y social en cada vez más países o la
aparición de nuevas organizaciones sociales y de grupos de presión (por ejemplo, los
ecologistas o los consumidores).
En tercer lugar, han surgido muchos nuevos enfoques del «elemento humano» en las
organizaciones. Empieza a considerarse al personal como el recurso más valioso de una
organización y de esa premisa fundamental se extraen varias conclusiones con respecto a
la forma de tratar a los trabajadores y de motivarlos para que mejoren su rendimiento, la
función de la dirección, la inversión en actividades de capacitación y desarrollo o la
elección de sistemas de perfeccionamiento del personal. Esto se ha vinculado con los
avances en la psicología o la sociología aplicada al funcionamiento de las organizaciones
ya las relaciones entre los individuos y grupos dentro de las organizaciones. Han surgido
numerosas teorías y conceptos sobre el «desarrollo de la organización» que empiezan a
aplicarse al análisis de los problemas humanos en las organizaciones ya métodos que es
probable aumenten la eficacia individual y de los grupos en el logro de las metas de la
organización.
Estos nuevos métodos y enfoques han dado origen al concepto global de «gestión y
desarrollo de recursos humanos», como distinto del concepto más estrecho de
«administración o gestión del personal». Sin embargo, la comprensión de las aspiraciones
y los motivos humanos y de los procesos interpersonales ha aumentado
considerablemente y un número creciente de especialistas en cuestiones de personal, así
como de directores generales, hacen uso de eSte conocimiento en su trabajo.
En cuarto lugar, se ha ido reconociendo que la dirección del personal está más vinculada
con la cultura y cargada de valores que otras esferas de la dirección. Tanto los
administradores de personal como los consultores de empresas son ahora más
cautelosos y más selectivos al transferir las prácticas de personal de un medio ambiente a
otro, cuando se ocupan de personas de diferentes grupos étnicos o antecedentes
sociales, culturales, religiosos o educativos.
Por esa razón, después de un período de interés moderado e incluso decreciente por
estas cuestiones, nos encontramos viviendo en una región en que el papel del director de
personal se ha revalorizado y promovido, se formulan nuevas demandas y se establecen
nuevos métodos. Esto crea muchas nuevas posibilidades para los consultores en
administración y desarrollo de los recursos humanos (la expresión utilizada en el presente
tema).
III.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
III.1.7 Documentos: --
ADMINISTRACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 50
Una empresa de consultoría sólo puede existir y prosperar si obtiene clientes y los
mantiene. De esto trata la comercialización: definir su producto y mercado, hallar clientes,
determinar sus necesidades, venderles los servicios de consultoría, prestar el servicio a
satisfacción de los clientes y asegurarse de que una vez que se han conseguido buenos
clientes no se pierden.
Los consultores de empresas, como otros profesionales, tienen que comercializar sus
servicios por dos razones principales:
¾ si no lo hacen en un medio ambiente competitivo, no obtienen la parte del mercado
que podrían y deberían obtener y están renunciando de esa manera a su posición
en favor de sus competidores;
¾ independientemente de la competencia, la comercialización es necesaria para
poner al consultor idóneo en contacto con el cliente que lo necesita; el cliente
puede no conocer su empresa, carece de una comprensión de los servicios de
consultoría o es simplemente tímido.
¿Qué se va a comercializar?
Existen tres principales motivos para ello. En primer lugar, los servicios de consultoría
siempre se proporcionan en el marco de la cultura empresarial, administrativa y
profesional de un país y organización particular. Esta cultura incluye, entre otras cosas,
ciertas tradiciones y normas relativas al comportamiento de los profesionales en la
La práctica de consultoría entraña una interacción directa con el cliente. Incluso los
sistemas y conjuntos normalizados tendrán que adaptarse a la situación del cliente e
instalarse en el medio ambiente específico de su organización; Al comercializar sus
servicios, un consultor individual comercializa también su capacidad personal para
cooperar con el cliente en la realización de la tarea. Este es un objetivo importante de los
primeros contactos y reuniones exploratorias con el cliente y del estudio preliminar de los
problemas del cliente. El cliente debe estar convencido de que puede «comprar> la
personalidad, actitudes, hábitos y métodos de trabajo del consultor, además de los
conocimientos técnicos requeridos para abordar el problema planteado. El consultor, a su
vez, busca una información análoga sobre el cliente y el personal con el que debe estar
directamente relacionado con el cometido.
Dudas acerca de la competencia e integridad del consultor. Es común que los clientes
sientan dudas acerca de la capacidad de una persona del exterior para resolver
problemas intrincados con los que se viene afrontando la dirección sin hallar ninguna
solución. Algunos clientes consideran, además, que un consultor no se esforzará la
bastante para buscar una solución que es probable sólo se encuentre después de trabajar
durante mucho tiempo, sino que simplemente tratará de colocar alguna de sus soluciones
estándar. Algunas organizaciones piensan que los consultores indagan con exceso y
reúnen demasiada información que podría de algún modo utilizarse de forma abusiva en
el futuro.
Temor de /legar a depender de un consultor. Algunas veces se oye decir que es fácil
contratar a un consultor, pero difícil librarse de él. Se afirma que los consultores
estructuran y organizan los cometidos de una manera que conduce inevitablemente a
nuevos contratos. Esto puede crear una dependencia permanente de una empresa
consultora.
Temor de unos honorarios excesivos del consultor. Este temor está bastante generalizado
en las organizaciones que experimentan dificultades financieras y en empresas pequeñas.
Los propietarios y los directores o gerentes a veces ignoran cómo se calculan y justifican
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 53
los honorarios y con qué beneficios se pueden comparar. Creen que el empleo de un
consultor es un lujo que queda fuera de su alcance.
Algunas técnicas apuntan a las relaciones públicas ya la creación de imagen (por ejemplo,
la publicidad), pero el lector observará que otras técnicas tienen por objeto despertar el
interés de los clientes proporcionando otro servicio técnico útil (por ejemplo, información o
capacitación). Esto es muy importante. Coloca a la comercialización de los servicios de
consultoría en un contexto auténtica mente profesional y contribuye a que la organización
consultiva no sólo mejore su imagen a los ojos de los clientes, sino que amplíe y aumente
también su propia competencia técnica.
La comunicación verbal es una de las formas más antiguas y más eficientes que tiene una
empresa profesional para darse a conocer a nuevos clientes. Los propietarios y directores
de empresas suelen compartir información acerca de profesionales como los abogados,
contables, ingenieros y consultores de empresas intercambian información favorable y
negativa, de tal modo que sólo una empresa que haya prestado un servicio impecable a
un cliente puede esperar obtener una buena referencia. Un gerente que busque un
consultor a menudo solicitará consejo a alguno de sus colegas antes de recurrir a
cualquier otra fuente de información.
Algunos consultores no dejan al azar que un cliente satisfecho los recomiende a sus
colegas. Examinan sus necesidades y políticas de promoción con sus clientes y les piden
que:
¾ les indiquen qué otras empresas de los círculos empresariales pueden estar
interesadas en unos servicios análogos;
¾ autoricen que se dé su nombre como referencia a otros clientes potenciales;
Esto requiere una excelente comprensión mutua entre el consultor y el cliente. El cliente
no debe sentirse avergonzado de tener que pagar a un consultor para abordar un
problema que debería haber resuelto por sí mismo. Al contrario, debe estar orgulloso de
que la cooperación con un profesional destacado lo haya ayudado a descubrir nuevas
oportunidades ya considerar sus problemas desde una perspectiva más amplia. El
consultor debe mostrar a su cliente que su interés por él va más allá de un solo contrato, y
la mejor manera de conseguirlo es informar a los clientes anteriores de las últimas
investigaciones y avances en su sector o área de problemas, indicándoles los nuevos
servicios que el consultor puede prestar, teniendo con ellos una comida de negocios de
cuando en cuando y en general manteniendo una comunicación frecuente. Al cliente le
encantará en ese caso hablar de «su» consultor y recomendarlo sin la menor vacilación.
Los clientes satisfechos se convierten gratuitamente en los mejores propagandistas del
consultor.
Publicaciones profesionales
Documentos y panfletos sueltos. Los clientes actuales y potenciales aprecian mucho que
un consultor de empresas comparta con ellos algunos de sus conocimientos teóricos y
prácticos por medio de documentos técnicos y de información, guías, informes,
resúmenes, folletos, listas de verificación y otros materiales de información. Estos
documentos pueden tratar de un tema relativamente limitado y especializado, pero deben
tener un interés directo para el lector. Por consiguiente, es necesario elegir un tema que
interese a los directores de empresa, aportando sugerencias y directrices puestas a
prueba por la experiencia.
El aspecto formal de las oficinas, la recepción y las salas de reunión en las que se recibe
a los visitantes son igualmente importantes. Las empresas de consultorías eficaces
desean mostrar a los clientes que poseen un equipo de oficina moderno, unos muebles
elegantes pero sobrios y una administración interna eficiente. Un lujo excesivo puede
impresionar a ciertos clientes, pero desalentará a la mayor parte de ellos. El cliente llegará
rápidamente a la conclusión de que se le va a hacer pagar por la belleza y el confort de
sus instalaciones. Los propietarios y los directores o gerentes de pequeñas empresas se
sienten incómodos en oficinas muy diferentes de sus propios ambientes de trabajo.
Nombre y emblema
saber quién desempeña el papel principal en la empresa. Si un consultor tiene éxito como
autor o conferenciante, a los clientes potenciales les resulta fácil asociarlo con un órgano
profesional del mismo nombre. Por otro lado, puede haber cierta confusión. A veces es
difícil mantener una distinción clara entre la actividad profesional y privada que se
desempeña con el mismo nombre.
Contactos en frío
Los contactos en frío son visitas, cartas o llamadas telefónicas en las que un consultor se
dirige a un cliente potencial y trata de venderle sus servicios. Se ha dicho y escrito mucho
acerca de estos contactos. La comunidad profesional los considera como la técnica de
comercialización menos eficaz y algunos consultores no recurren nunca a ellos. Con todo,
siguen siendo útiles y es posible que las empresas de consultoría recién establecidas no
puedan evitarlos.
Las visitas en frío (no anunciadas), son menos adecuadas. Los directores de empresa
toman a mal que un desconocido venga a molestarlos por razones desconocidas. Sin
embargo, existen culturas en las que esto es aceptable.
El envío de cartas en frío es una técnica mejor. Su objetivo no es colocar un servicio, sino
presentar el consultor al cliente potencial y preparar el terreno para un nuevo contacto,
que se producirá en un plazo, de dos a tres semanas.
Las llamadas telefónicas en frío tienen por objeto obtener una cita con el cliente. Pueden
servir también para responder a preguntas inmediatas que el cliente desee hacer antes de
decidirse a recibir o a visitar al consultor.
Un orden normal de los contactos en frío sería el siguiente: i) una carta, ii) una llamada
telefónica como complemento de la carta y en la que se pida una cita, y iii) una cita con el
cliente. El paso a esta tercera etapa no garantiza la obtención de una nueva misión, pero
la posibilidad de ello ha aumentado.
El hecho de que un consultor haya sido recomendado o pueda utilizar referencias que es
probable influyan en la actitud del cliente potencial crea una atmósfera favorable para
negociar la asignación de una tarea. El cliente virtual puede haber sido puesto muy al
tanto por sus amigos y colegas y la negociación puede pasar rápidamente de las
consideraciones generales a cuestiones concretas. El consultor debe descubrir cuánta
información posee ya el cliente, evitar repetir lo evidente y proporcionar, en cambio, la
información que el nuevo cliente necesita.
En una situación tal, el cliente no sólo se ha identificado, sino que probablemente tiene
una opinión bastante precisa de la que quiere que se haga. Sus propios servicios
técnicos, o un consultor externo, habrán realizado una investigación preliminar y
elaborado una descripción global (mandato) del proyecto.
Si el consultor decide competir para ese proyecto, debe elaborar un plan táctico para salir
vencedor. Por ejemplo, puede considerarse plenamente competente para el cometido
desde el punto de vista técnico, pero no ser conocido por el cliente. La pregunta es: ¿Qué
debe hacer a corto plazo para llegar a ser conocido por un nuevo e importante cliente
virtual? ¿Pueden ayudarlo los anteriores clientes? ¿Debe organizar visitas de estudio a
los antiguos clientes para conocer al personal técnico esencial del cliente potencial? ¿Qué
más se puede hacer?
Por otro lado, es muy útil considerar la ejecución del cometido como un conjunto de
actividades durante las cuales el consultor prosigue su esfuerzo de comercialización,
entre otras maneras como sigue:
¾ estando alerta a cualquier indicio de insatisfacción o aprensión del cliente con
respecto al método adoptado, los progresos conseguidos, los gastos efectuados o
el comportamiento de su equipo;
¾ manteniendo al cliente plenamente informado de los progresos de la tarea y
examinando con él todos los problemas y dificultades potenciales lo antes posible;
¾ manteniéndose atento para captar otras oportunidades de trabajo (más allá del
alcance del contrato en marcha) y mencionándoselas al cliente de una forma
apropiada;
¾ considerando el cometido actual como una referencia necesaria para la futura
comercialización (esto dependerá de la calidad técnica del trabajo realizado, de la
integridad del consultor y de la relación establecida con el cliente y su personal).
Una vez más hemos de referirnos a la importancia de las nuevas asignaciones de trabajo
con un mismo cliente y de las recomendaciones sólidas al planificar el futuro y al
comercializar los servicios profesionales.
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 59
Estrategia de 10 puntos
comercialización
Total 10 puntos
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
Costos y honorarios
Servicios facturables
En resumen, la práctica imperante consiste en cobrar a los clientes por todos los servicios
proporcionados con arreglo a un contrato específico, con excepción de los servicios que
resulta imposible o poco práctico cobrar de forma directa.
En lo que se refiere a los estudios de diagnóstico, se mencionó que los estudios breves
necesarios para preparar una propuesta de contrato son realizados gratuitamente por
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 61
Los honorarios reales no son el resultado de una simple operación aritmética con arreglo
a la cual el ingreso total que se ha de ganar se distribuye entre los días que se proyecta
durará la tarea. Algunos otros factores han de tomarse en consideración.
Honorarios cobrados por los competidores. Como en otras esferas, el consultor debe
averiguar cómo calculan los competidores sus honorarios, qué política de fijación de
precios siguen y qué piensan los clientes acerca de esos honorarios.
Honorarios aplicados a diferentes segmentos del mercado. Es posible que sea necesario
aplicar honorarios diferentes a segmentos distintos del mercado al que se presta
servicios. Normalmente, a las pequeñas empresas y organizaciones sociales no lucrativas
se les pueden cobrar honorarios menores que los de las empresas multinacionales o
nacionales importantes. Algunos consultores aplican esta política, mientras que otros la
consideran inapropiada.
Honorarios determinados por los clientes. Los organismos públicos u otros clientes
pueden haber establecido un nivel máximo de honorarios, que no están autorizados a
superar al contratar a un consultor.
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 62
Correlación de los honorarios con la imagen del consultor. El nivel de los honorarios
cobrados y la técnica para fijarlos utilizada son un elemento de la imagen profesional del
consultor.
Los consultores de empresas utilizan diversos métodos para fijar sus honorarios. Esto
refleja las diferencias entre los trabajos que realizan y las diversas opiniones sobre las
formas adecuadas de remunerar los servicios profesionales.
Los honorarios por unidad de tiempo suscitan objeciones. Se factura al cliente por el
tiempo trabajado y no por el trabajo realizado. Por consiguiente, ha de tener confianza en
la integridad y competencia profesionales del consultor. De otro modo, tiene que controlar
los progresos de la tarea asignada de manera suficientemente pormenorizada para
convencerse de que no va a pagar por el tiempo empleado, sino también por un producto
que se ha convenido en el contrato.
Las ventajas para el cliente son evidentes. Sabe cuánto le va a costar toda la tarea.
Puede también conocer el tiempo que se va a dedicar al proyecto y, en consecuencia, las
tarifas diarias utilizadas para calcular el costo. Por último, puede retener el pago, o el
último plazo de éste, si el trabajo no ha quedado completado de conformidad con el
contrato.
Sucede a veces que un consultor que ha accedido primero a realizar un trabajo por un
precio fijo necesita más tiempo para completarlo y prefiere hacerlo gratuitamente, en lugar
de solicitar un pago adicional no previsto en el contrato.
¾ para proteger al cliente, se fija una suma global como un límite superior que no
debe superarse; dentro de ese límite, los honorarios efectivos se pagan sobre una
base temporal;
¾ para proteger al consultor, se incluye una disposición en el contrato que se
aplicará sólo si se dan acontecimientos o condiciones no previstos;
¾ es posible recurrir a una licitación y pedir a los consultores que justifiquen sus
honorarios de manera pormenorizada; el cliente puede en ese caso analizar
diversas ofertas y examinarlas con los consultores antes de elegir a uno de ellos.
En la práctica, la mayor parte de los consultores de empresas (al igual que los peritos
contables) siguen rechazando los honorarios en función de los resultados. Algunos
consultores utilizan este método de pago si consideran que pueden asumir el riesgo que
entraña, que el cliente obtendrá un beneficio económico sustancioso que será mensurable
y que el pago aleatorio es la expresión más correcta de la contribución del consultor a la
mejora de la empresa del cliente.
En los acuerdos sobre anticipos, los honorarios del consultor se calculan sobre la base del
número de días de trabajo en un período dado (digamos cuatro días al mes) y los
honorarios diarios normales del consultor.
consultor quiere ocultarle que percibirá un beneficio injustificable. Los clientes no esperan
que los consultores proporcionen un servicio de alta calidad por un precio reducido.
Muchos clientes son incluso precavidos con los consultores baratos. Con todo, la
consultoría es costosa y los clientes tienen derecho a saber por qué lo es.
Cuándo y cómo comunicar los honorarios al cliente es una cuestión de táctica y de tacto.
Algunos clientes formulan de modo directo la pregunta en su primera reunión con el
consultor. Se les debe dar una respuesta igualmente directa. Otros hacen observaciones
en las que manifiestan sus temores o muestran ignorancia acerca de los honorarios de los
consultores y de su justificación. En el momento oportuno el consultor debe decirle al
cliente cuáles son sus honorarios normales y cuál es su forma de cobro por el trabajo
realizado. Si el cliente solicita más información, el consultor debe explicarle la estructura
de los honorarios.
El primer paso para calcular el costo de un cometido es el cálculo del tiempo (en días de
trabajo en la mayor parte de los casos) necesario para realizarlo. Este cálculo se basa en
un plan de la misión asignada y en las estimaciones del tiempo necesario para cada tarea
concreta. Unas estimaciones seguras del tiempo sólo se pueden hacer si el plan del
trabajo asignado es lo suficientemente preciso y detallado.
Hay casos en que es difícil evaluar con precisión el tiempo, por no decir imposible. Dos
tipos de situación son particularmente comunes.
El segundo caso concierne a las tareas asignadas en que las fases iniciales se pueden
planificar con suficiente precisión, pero las fases sucesivas sólo se pueden prever de
modo aproximado.
El tiempo total requerido para llevar a cabo un trabajo y el costo de este tiempo deben
establecerse incluso si se aplica un método de determinación de los honorarios distintos
de la tasa por unidad de tiempo. En ese caso, en lugar de transmitir esta información al
cliente, el consultor la utilizará como una información interna de gestión para decidir con
qué clase y magnitud de honorarios podrá trabajar.
Otros gastos
Los gastos distintos de los costos directos de mano de obra se pueden incluir en los
honorarios (como gastos generales) o cobrarse de forma directa al cliente. Conviene dejar
esto claramente establecido con el cliente, quien debe saber con exactitud qué tipos de
gastos tendrá que rembolsar.
Gastos «facturables» o «reembolsables» son los gastos de viaje y las dietas de los
consultores asignados a la realización de las tareas, y los servicios especiales que
contraten (por ejemplo, ensayos, utilización de computadoras, compra de equipo especial,
dibujos, reproducción de documentos, comunicaciones a larga distancia y entrega de
documentos).
Los gastos definidos como «facturables» no son parte de los honorarios del consultor,
sino una partida adicional separada en el presupuesto total del cometido asignado y en
las facturas presentadas al cliente.
Plan de pago
Al cliente y al consultor les interesa no sólo la cuantía de los honorarios que se han de
pagar, sino también cómo se van a efectuar los pagos. Muchos clientes están interesados
en diferir el pago. Los consultores, al contrario, desean ser pagados lo antes posible una
vez terminada la tarea o parte de ella, y si pueden obtener un anticipo antes de comenzar
el trabajo no se opondrán a ello.
El acuerdo más común consiste en que el consultor pase una factura al cliente
periódicamente (por regla general todos los meses o semanas) por el trabajo realizado en
el período anterior. La última factura es pagadera dentro de un número de días convenido
después de la terminación del cometido. Los pagos se han de realizar en un período
convenido, por regla general, a los treinta días de presentación de la factura.
uno durante la realización del cometido, y un 30 por 100 un mes después de haber
recibido el cliente el informe final y la factura.
¾ El cliente puede preferir pagar la misma proporción de los honorarios totales a
intervalos regulares, incluso si los progresos reales de la tarea no son totalmente
regulares.
¾ Algunas veces el plan de pagos puede ser tan importante para el cliente que será
necesario replantear el cometido para ajustar el ritmo del trabajo a la situación
financiera del cliente. Por ejemplo, el cliente puede preferir extender el cometido a
lo largo de un período más largo, o el consultor puede considerar la conveniencia
de aceptar un plan de pagos que difiera del plan de trabajo efectivo del contrato,
pero que facilite la realización de los pagos al cliente.
Al fijar sus honorarios, el consultor debe descubrir si el plan de pagos tiene importancia
para el cliente y si se han de aplicar determinadas restricciones particulares. No obstante,
en el trabajo de consultoría no es habitual estimular el pronto pago ofreciendo a los
clientes descuentos si pagan al contado.
¿En qué circunstancias puede acceder un consultor a negociar sus honorarios con un
cliente que quiere que el trabajo se realice por un precio inferior? Es prácticamente
imposible concebir una norma universal. Según las culturas sociales y empresariales, los
honorarios profesionales nunca se discuten. En algunas regiones, todo se considera como
negociable y la cultura nacional puede imponer al consultor y al cliente la obligación de
pasar a través de un ritual de negociación antes de concertar un contrato. Puede existir
incluso la costumbre de convenir un precio ligeramente inferior que el solicitado. El
consultor debe estar al tanto de esto y, de ser necesario, incorporar en su primer precio
demandado un «margen para negociación». De ese modo, el precio convenido después
de la negociación será el correcto y considerado como tal por ambas partes.
Las empresas profesionales facturan a los clientes y cobran sus honorarios como las
demás empresas. Las facturas se deben emitir tan pronto como se dispone de los
registros del trabajo realizado y de los gastos efectuados. Esto pone de relieve la
importancia del funcionamiento seguro y sin problemas de la administración.
Las facturas deben ser tan detalladas como sea necesario para evitar cualquier error o
pregunta inútil del cliente. El cliente debe saber exactamente lo que se le está cobrando y
por qué. Debe poder remitirse al contrato (o a las condiciones adjuntas a éste), si se
quiere que no conciba ninguna duda. No debe encontrar ningún cargo no previsto en una
factura, por ejemplo, ningún cargo por un servicio o unos suministros que considerara se
debían proporcionar con los honorarios convenidos. En el cuadro se indica la información
que normalmente ha de figurar en una factura.
Período de cobro
Obviamente, los pagos recibidos con retraso suponen una carga adicional para el
consultor. Son pocos los consultores que se pueden permitir conceder un crédito sin
interés a sus clientes. A un cliente en demora se le debe primero dirigir un recordatorio
cortés, por ejemplo remitiéndole una copia de la factura con una indicación de que quizá
se ha perdido el original. Si el consultor cree que puede haber un problema, sería
prudente contactar al cliente personalmente y averiguar la causa de la falta de pago. Esto
se puede llevar a cabo durante la visita de un supervisor, si la misión asignada de
consultoría sigue en marcha.
Si un cliente sigue sin pagar, quizá haya que retirar al equipo de consultoría. En este
caso, se dirá claramente al cliente qué medidas intenta adoptar el consultor para cobrar
sus honorarios.
Presentar o no contra el cliente una demanda ante los tribunales es una decisión delicada.
El procedimiento puede resultar largo y costoso y su resultado es incierto. En muchos
casos es más prudente no acudir a los tribunales y tratar de encontrar una solución de
transacción.
Cuentas incobrables
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
III.4.3. Desarrollo.
En tercer lugar, es importante que el jefe del equipo y los miembros del equipo se lleven
bien entre sí. Los consultores no siempre están más de acuerdo en asuntos de
preferencia individual que cualquier otro tipo de personas.
necesario decidir quién ha de esperar. El consultor puede tener que elegir entre dos o
más clientes, y asignar al que se ha de atender primero (dando por supuesto que los
demás clientes pueden esperar y accederán a hacerlo). O bien, se programa un cometido
importante para empezarlo dentro de, digamos, dos meses, pero el jefe del equipo
designado está disponible ahora. ¿Estará de acuerdo el cliente en adelantar el comienzo
del trabajo? ¿Debe asignarse el jefe a otra tarea? ¿Se lo debe mantener en espera?
¿Cuándo está esto justificado y cuándo no lo está? ¿Qué hará el cliente si tiene que
esperar?
Con frecuencia sucede que un cometido en realización debería haber concluido, pero
exige más tiempo del previsto originariamente, por lo que existe un peligro de retraso en
el inicio del servicio prometido a otro cliente. Como no conviene interrumpir un trabajo casi
terminado, la empresa consultiva tendrá que encontrar una solución de compromiso con
uno o ambos clientes, por ejemplo, iniciar el nuevo trabajo gradualmente a medida que
vayan quedando libres los miembros del equipo. Estas y otras situaciones análogas
exigen una cuidadosa atención y una negociación que requiere tacto con los clientes
interesados.
Por último, la programación de un cometido completo y del trabajo individual debe seguir
una regla de oro: no dejar nunca a ningún consultor desocupado. Si no se pueden evitar
los tiempos de espera entre cometidos, el consultor debe tener otras actividades que
requieren su atención (como se ha mencionado en el capítulo precedente). La empresa
consultiva debe disponer de una reserva de trabajos para esta situación y alentar a los
consultores individuales a que formulen sus propias sugerencias para utilizar de modo
productivo el tiempo que no pueden dedicar a los clientes.
El plan general del cometido abarca todo el período que éste dura. Presenta las
principales actividades del equipo encargado del trabajo en relación con un calendario (en
semanas o días). Especifica las fechas de comienzo y terminación de esas actividades, el
volumen de trabajo (semanas/hombre o días/hombre) en cada período del calendario e
indica el momento en que se han de presentar informes (provisionales y final) o en que se
ha de efectuar un control de la marcha del cometido.
En un plan general del cometido bien calculado se prevé la aparición de algún imprevisto
y tendrá que modificarse sólo si acontecimientos importantes perturban la marcha normal
del trabajo. Un plan puede presentarse por medio de un diagrama de barras, un cuadro en
el que se den valores numéricos, un diagrama de red (para cometidos largos y complejos)
o una combinación de éstos.
Es útil incorporar las aportaciones y actividades del cliente en el plan del cometido, de
forma que sea posible efectuar un control separado de las aportaciones del cliente y del
consultor. El plan está a disposición de la organización consultiva y del cliente para el
control del cometido.
Preparación de un cometido
Oficial de enlace. Es habitual que el cliente designe a uno o más miembros de su personal
para que mantengan un enlace estrecho y constante con los consultores.
Oficinas disponibles
Un equipo consultor no debe tener que ir a la caza de oficinas cuando tenga que empezar
su trabajo. Los consultores no necesitan disponer de las mejores oficinas, pero no serán
muy respetados por el personal del cliente si sólo disponen de una pequeña mesa en un
rincón de un espacio de uso general. Sin un espacio para oficina adecuado, los
consultores no pueden evitar perder parte de su valioso tiempo. Por otro lado, los
consultores encargados del cometido tienen necesidad de aislamiento para las
entrevistas, las discusiones con los oficiales de enlace, reuniones con el supervisor, el
estudio de documentos y la redacción de informes. Por regla general, las salas de
reuniones no suelen ser adecuadas como oficinas de consultores.
Cuadro. Lista de los aspectos que se han de tener en cuenta en las sesiones de
información
A. Entregar 1. El informe sobre el diagnóstico preliminar del problema y la propuesta hecha al
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 72
cliente
2. Las notas confidenciales internas sobre el cliente
3. Los documentos de trabajo que ha prestado el cliente
4. La información publicada y otro material impreso
B. Transmitir y 1. El mandato y el contrato
examinar 2. La fuente de presentación al cliente
3. La experiencia que tienen los consultores del cliente
4. La estructura, personalidades, estilo general de gestión, centros manifiestos
de poder e influencia de la organización cliente
5. Necesidades y deseos del cliente, reales e imaginarios
6. Actitudes probables del personal
7. Fundamento de los resultados previstos del cometido
8. Estrategia y plan del cometido asignado
9. Experiencia del cliente en las técnicas que los consultores tienen intención de
utilizar
10. Hechos esenciales de la actividad del cliente
11. Procedimientos de producción; jerga especializada y términos particulares del
sector de actividad y de la localidad
12. Contactos establecidos con los sindicatos y otros órganos
13. Trabajo anterior en el sector (para el mismo cliente, para los competidores,
etc.)
C. Informar 1. Los compromisos contraídos con el cliente respecto de diversos servicios de la
sobre dependencia de consultoría (capacitación, contratación, diseño,
computadorización, etc.)
2. Disposiciones relativas a la facturación y al pago de los honorarios
3. Disposiciones relativas a la fecha, hora y lugar del comienzo
4. Disposiciones relativas al espacio de oficina disponible, el enlace con el
personal, el apoyo administrativo y de otro tipo
5. Disposiciones relativas al alojamiento ya los viajes y lugar de reunión de los
consultores antes de trasladarse a la organización cliente
Muchas de las cuestiones que se han de plantear en una verificación final con el cliente
están enumeradas en la lista del cuadro anterior. Las precauciones restantes que se han
de tomar dependen del tiempo que ha transcurrido desde que se acordó el contrato y de
cuáles fueron las actividades antes de concertar el cometido. Se debe verificar:
¾ que las opiniones y necesidades del cliente siguen correspondiendo a las
condiciones del contrato, tal como se ha mencionado más arriba;
¾ que se haya explicado adecuadamente la índole y el propósito del cometido a todo
el personal directivo y demás empleados a quienes pueda afectar de algún modo.
La realización del cometido contratado durante los primeros días tiene una importancia
esencial. El cliente ya se ha reunido con miembros de categoría superior de la empresa
consultiva, pero es posible que se reúna con el equipo ejecutor por primera vez. Los
miembros del equipo que no conoce el cliente se presentan a sus directores y a los
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 73
demás empleados que proceda. Estas presentaciones deben incluir a todos los
empleados que podrían sentirse menoscabados si se los dejara de lado. Al final, los
consultores deben indagar con tacto si hay alguna otra persona con la que deberían
verse. Durante las presentaciones los consultores detectarán si la información transmitida
por el cliente a su personal era completa y se había entendido. El equipo debe poner
sumo cuidado en recordar los nombres.
Después de las introducciones, el equipo debe disponer de tiempo para tener una
conversación en privado e intercambiar impresiones. Los miembros del equipo deben
volver a verificar el plan general del cometido. Si no existe todavía un plan a corto plazo,
deben elaborarlo con respecto a la semana o a las dos semanas siguientes. Se establece
la fecha de la próxima visita del supervisor y en el intervalo se entrega al equipo ejecutor
una copia de su propio programa.
El supervisor debe pasar cierto tiempo conjuntamente con el consultor ejecutor y con el
cliente para evaluar la evolución de la relación entre ellos y, por separado, para descubrir
qué opina cada uno del otro y de los avances del proyecto. El supervisor examina también
los progresos realizados en relación con las políticas y los intereses más amplios de la
organización cliente y de la organización consultiva.
Con los consultores encargados del cometido, el supervisor debe verificar en parte o en
su totalidad si:
¾ se están manteniendo contactos frecuentes y satisfactorios con el personal del
cliente;
¾ los progresos del cometido se ajustan al calendario y están bajo control; .el diario
del cometido está en regla;
¾ los consultores ejecutores no están sometidos a presión por ninguna forma de
hostigamiento por parte del cliente;
¾ en su afán por conseguir un pronto equilibrio entre los beneficios financieros y los
honorarios, los miembros del equipo encargado del cometido no intentan obtener
un rendimiento rápido con algún plan potencialmente peligroso;
¾ se están aprovechando las oportunidades para presentar informes provisionales
útiles al cliente;
¾ los consultores ejecutores están animados y su entusiasmo es constante.
¾ está satisfecho con los progresos generales del cometido, la contribución hecha
por el equipo encargado de realizarlo y las relaciones que se han establecido entre
los consultores y los miembros del personal del cliente;
¾ ha cumplido todas las obligaciones y hecho todas las aportaciones convenidas con
respecto al cometido.
Para que el control sea eficiente, la organización cliente ha de disponer, por su parte, de
su propio procedimiento para examinar los progresos de las tareas por realizar. Se deben
estudiar los informes provisionales previstos que han presentado los consultores, se han
de recabar las opiniones de los empleados que colaboran con los consultores y se han de
examinar los métodos de trabajo y el comportamiento de los consultores. Cualquier
problema que surja ha de someterse al supervisor.
Hay períodos, en particular durante las primeras etapas de un cometido, en que el trabajo
no muestra resultados tangibles. El supervisor puede observar señales de preocupación,
impaciencia, pérdida de interés o simplemente «miedo». Entre los síntomas que se han
de vigilar cabe mencionar los siguientes:
¾ personas «demasiado ocupadas» para pasar tiempo con los consultores;
¾ actitudes defensivas o reservadas y resistencia a hablar;
¾ observaciones como las siguientes: «su consultor nos está quitando mucho
tiempo»; «¿cuándo vamos a ver algunos resultados?» o «su personal nos está
costando mucho dinero».
De sus reuniones con los consultores encargados del cometido, el supervisor podría
deducir que la tarea se esta retrazando. De ser así, se han de adoptar medidas a corto
plazo.
La empresa consultiva, por otro lado, tiene un interés análogo. Si el contrato estipula el
pago de una suma global, tanto los consultores encargados de la tarea como el supervisor
responsable deben vigilar muy meticulosamente sÍ los progresos conseguidos
corresponden en realidad al tiempo ya los demás recursos empleados. Sucede a veces
que se dedica demasiado tiempo a la determinación de los hechos y el diagnostico y los
consultores tienen luego que completar el cometido sometidos a una extrema presión, o
no pueden acabarlo dentro del plazo y con el presupuesto convenidos.
Exige un control estricto de los costos acumulados y su comparación con los progresos
realmente conseguidos en la realización de las tareas. Si esta relación se ignora y se
espera que el cliente pague unos honorarios sin decir nada, incluso si el consultor dedica
al cometido más tiempo del previsto, se puede producir un conflicto importante y el
proyecto puede terminarse gradualmente en una atmósfera poco agradable.
La empresa consultiva controla los presupuestos de las misiones asignadas por más de
una razón. Quiere saber qué cometidos son rentables y cuáles no, para adoptar medidas
correctivas con respecto a su cartera de servicios, el diseño de las consultorías y su
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 75
Cliente Industria
Dirección Teléfono
Contacto principal
Facturado a:
Tipo de cometido:
Estudio preliminar Realización de tareas Seguimiento
Funciones de ejecución
Estos registros son la fuente de datos para facturar a los clientes y para obtener gran
parte de la información de control que requiere la dirección.
La organización puede tener una escala uniforme de asignaciones para gastos y las
normas relativas a su aplicación que abarcarán un conjunto de condiciones que se
suponen normales.
La empresa debe conservar los recibos correspondientes a todos los gastos cuyo
reembolso se exigirá a los clientes. Si un gasto es importante, una buena práctica
consistirá en proporcionar al cliente una copia del recibo. Por último, algunos recibos son
necesarios para solicitar deducciones a efectos fiscales o se deben conservar por si se
produce una inspección de Hacienda.
Si un gasto no se puede probar con un recibo, será útil o incluso necesario establecer un
bono interno u otro documento para probar que el gasto se efectuó y se autorizó, y
asegurarse de que será debidamente registrado en los libros.
Este informe, llamado «resumen del cometido» por algunos consultores, se prepara al
final de los cometidos realizados y es un elemento de información muy útil que hace
innecesario leer los informes detallados del cliente para buscar un hecho concreto
relacionado con un proyecto anterior. Además, en él se formulan observaciones sobre
posibilidades de nuevos trabajos con el cliente.
La extrapolación de las tendencias anteriores es una técnica útil para preparar un plan de
trabajo operativo. Sin embargo, no es recomendable la extrapolación mecánica. Un
análisis de las tendencias económicas y de los aspectos positivos y negativos actuales de
la empresa consultiva ayuda a determinar un crecimiento y otras metas que no sean el
objeto de una simple extrapolación ni sueños poco realistas.
Presupuesto operativo
Estructura de gastos
Los servicios de consultoría de empresas suelen ser de gran densidad de mano de obra y
los sueldos del personal profesional son, por consiguiente, la partida única de gastos más
importante de cualquier organización. La parte que representan en la estructura total de
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 80
Otros gastos (agrupados en las partidas 3 a 12 en el cuadro anterior incluyen una amplia
gama de diferentes partidas vinculadas con el funcionamiento de una dependencia
consultiva de características, alcance y nivel de actividad determinados. Por regla general,
los consultores incluyen en este grupo los costos que no están directamente relacionados
con un cometido de un cliente particular; o, si lo están, que no resultaría práctico ni
eficiente incluirlos. Por ejemplo, los gastos de producción se pueden considerar como un
gasto general o como un gasto directo que se ha de facturar a un cliente particular. El
trabajo de reproducción de rutina (verbigracia, la reproducción de los informes de los
consultores en un número dado de ejemplares) se considera como un gasto general. La
reproducción de informes especiales voluminosos, o de un gran número de ejemplares
adicionales solicitados por el cliente, se debe cargar al cliente como «gastos facturables».
Con los gastos de teléfono y otros gastos se ha de adoptar una decisión análoga.
Los gastos facturados a los clientes (gastos facturables) no son considerados a menudo
por los consultores como parte de sus ingresos comerciales, incluso si los gastos pasan a
través de sus cuentas. Por tanto, los gastos facturables figuran por separado (partida 17)
en el presupuesto operativo.
Beneficios
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 81
Los beneficios brutos son el excedente en relación con los honorarios obtenidos durante
el período del presupuesto. Proporcionan:
¾ una participación en los beneficios o una prima pagada a los propietarios, socios o
demás empleados de la empresa consultiva;
¾ el establecimiento de reservas de seguridad; .el aumento del capital de
explotación; .la financiación de los gastos de capital;
¾ el pago de un impuesto sobre los beneficios.
Utilización de la comparación
La comparación de los resultados obtenidos con las metas proyectadas puede ser
reveladora, con la condición de que las metas se basen en un análisis y una planificación
a fondo y no en meras conjeturas. Los principales documentos a que se refiere esta
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 82
La comparación del propio rendimiento con el de otros consultores puede ser muy
instructiva. Esta se puede llevar a cabo de diversas formas:
¾ Los consultores que son colegas pueden intercambiar y comparar datos
oficiosamente, porque quieren aprender de los demás.
¾ Puede haber un plan oficial de comparación entre empresas, del que se encargará
una asociación de consultores u otro organismo. Con arreglo a ese plan, se
acopian, tabulan y distribuyen a las organizaciones consultivas participantes
ciertos datos esenciales con carácter regular, sin revelar la identidad de las
organizaciones.
¾ El rendimiento conseguido por una organización consultiva concreta se puede
comparar con datos considerados como normas sectoriales. Esas normas
sectoriales reflejarían «una práctica correcta», es decir, la experiencia de las
organizaciones consultivas cuya dirección se considera competente y cuyo
rendimiento se considera adecuado. En este caso, asimismo, esas normas pueden
ser establecidas por una asociación en beneficio de sus miembros. En nuestro
manual se hace referencia a varias relaciones obtenidas de organizaciones
consultivas y sus asociaciones. Esas relaciones o ratios operativas pueden ser
consideradas como una forma de norma.
La lista de los controles que figura a continuación se puede utilizar como guía para
establecer una enumeración que se ajuste a cualquier organización consultiva. En
realidad, el objetivo de la mayor parte de estos controles ya se ha explicado al lector.
¾ Carta de trabajo futura (reservas)
¾ Número de visitas al cliente (reuniones, estudios) en relación con el número de
cometidos negociados
¾ Utilización efectiva y proyectada del tiempo total
¾ Días acumulados efectivos en los que se obtienen honorarios frente a días
planificados de obtención de honorarios
¾ Honorarios efectivos y honorarios presupuestados
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 83
Controles anuales
Todas las relaciones no se prestan a análisis y medidas a corto plazo y, por consiguiente,
no todas tienen que presentarse cada mes. Una reducción de la reserva de trabajo exige
medidas inmediatas y, por este motivo, se necesitan datos mensuales. La estructura del
personal no puede cambiar a causa de medidas a corto plazo y, en consecuencia, puede
bastar un análisis de la información pertinente una o dos veces al año.
Un examen o verificación del rendimiento anual permitirá analizar los datos recopilados
mensualmente, más ciertos datos adicionales, tales como:
¾ el índice de crecimiento de la empresa;
¾ la rentabilidad (beneficios brutos y/o netos en comparación con los ingresos
totales);
¾ beneficios por consultor empleado (por asociado, etc.);
¾ honorarios no cobrables (deudas sin pagar) como parte de los ingresos totales;
¾ volumen de trabajo vendido por consultor contratado en los servicios de
comercialización;
¾ relaciones que indican la estructura del personal de consultoría (diversas
categorías);
¾ número de consultores en comparación con el número de funcionarios
administrativos y de apoyo;
¾ estructura de gastos y costos (magnitud relativa de las diversas partidas de
gastos).
A menudo resulta útil analizar otras relaciones financieras que se pueden calcular a partir
de los estados financieros anuales. Sin embargo, antes de optar por hacerlo, es necesario
considerar si tienen tanta importancia en la consultoría como en la industria
manufacturera y otros sectores.
organización, sino también a otros consultores, señalando qué se debe mejorar y de qué
modo se puede ayudar a los consultores individuales a conseguir-esas mejoras.
Teneduría de libros y contabilidad
Como cualquier otra empresa, una organización consultiva necesita llevar unos libros y
una contabilidad para controlar el aspecto financiero y aportar la información requerida por
la ley.
Entre los criterios esenciales que se han de tomar en consideración cabe mencionar los
siguientes:
¾ ¿Cuál es la estructura de los ingresos de la empresa?
¾ ¿Cuál es la estructura de los gastos de la empresa?
¾ ¿Cuáles son los recursos materiales y financieros de la empresa?
¾ ¿Cómo se financia la empresa?
¾ ¿Cuáles son los problemas actuales o potenciales con respecto al dinero efectivo
ya la liquidez?
¾ ¿Qué información es esencial para una buena administración financiera y con qué
frecuencia se debe proporcionar?
¾ ¿Qué registros e informes son legalmente obligatorios?
Una organización consultiva más bien pequeña puede contentarse con un sistema de un
solo asiento, utilizando un libro sencillo de caja, aunque la mayor parte de las empresas
consultivas prefieren un sistema de contabilidad por partida doble. Todo consultor, con
independencia de la forma jurídica de su empresa y del sistema de contabilidad elegido,
debe separar las cuentas de su empresa de sus cuentas privadas. Esta norma básica de
administración financiera es recomendada en general por los consultores a sus clientes
de pequeñas empresas y los consultores harán bien en seguir el mismo principio en sus
propios negocios.
Será preciso llevar las cuentas a partir de las cuales se preparan los informes financieros
obligatorios. Las cuentas necesarias para controlar los gastos importantes (verbigracia,
los sueldos del personal administrativo y de apoyo) deben llevarse por separado en
muchos casos. Por otro lado, las partidas de gastos insignificantes no requieren cuentas
separadas y varias de esas partidas pueden agruparse en una cuenta. Es aconsejable
buscar la coherencia entre la preparación del presupuesto y la contabilidad para facilitar la
elaboración y el control de los presupuestos.
Estados financieros
Incluso si esto no se exige por ley, toda dependencia consultiva, incluido el consultor
independiente, debe preparar informes financieros por la menos. una vez al año, para su
autoevaluación y para mantener el control de la salud financiera de la empresa. Esta es
una actividad bastante sencilla, sumamente útil e instructiva.
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
El proceso de Diagnostico
Exploración. (Diagnóstico preliminar)
El objetivo del diagnóstico preliminar del problema no consiste en proponer medidas para
resolverlo, sino en definir y planificar una misión o proyecto de consultoría que produzca
ese efecto. El diagnóstico preliminar limita su alcance a una reunión y análisis rápidos de
información esencial que, según experiencia y el buen juicio del consultor, se necesita
para entender el problema correctamente, encuadrarlo en el marco más amplio de las
actividades, los logros y otros problemas gerenciales y de dirección existentes o
potenciales del cliente y evaluar de manera realista las posibilidades de ayudar al cliente.
La amplitud de este diagnóstico preliminar depende mucho de la índole del problema. Los
problemas muy concretos y más bien técnicos no suelen requerir un estudio global de
toda la organización del cliente. Por otro lado, un consultor experimentado sabe que debe
evitar la trampa de aceptar una definición estrecha del cliente de un problema técnico sin
examinar él mismo las restricciones y tendencias que pueden imposibilitar la solución de
ese problema, o que pueden mostrar que el problema es mucho más o mucho menos
grave de lo que el cliente supone. Por consiguiente, incluso si el problema reside en una
única esfera funcional, o guarda relación con aplicación de algunas técnicas específicas,
El problema
Se puede pedir a un consultor que contribuya a rectificar una situación que se está
deteriorando, a mejorar una situación existente (aunque no se puede describir como
situación en deterioro) o a crear una situación totalmente nueva (descubrir y aprovechar
nuevas oportunidades). En consecuencia, existen tres categorías fundamentales de
problemas:
¾ De corrección,
¾ De progresión, y
¾ De creación.
Con todo, esas tres categorías tienen una característica común: en los tres casos existe
una diferencia entre lo que está (o estará) realmente sucediendo y lo que debería (o
podría) estar sucediendo. Esta diferencia define el problema del que se supone ha de
ocuparse el consultor.
Causas del problema
El objetivo fundamental del diagnóstico es determinar las fuerzas y los factores que
ocasionan el problema. Esta actividad comenzará con algún conocimiento preliminar o
algunas hipótesis acerca de cuales podrían ser esas causas. Eso ayudará a establecer
hipótesis sobre las causas posibles. Conviene establecer el mayor número de hipótesis
posibles, sin lanzarse, no obstante, a una especulación superficial. Se debe aplicar un
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Universidad Tecnológica de la Huasteca Hidalguense. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier
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MANUAL DE CONSULTORÍA EMPRESARIAL 88
método científico riguroso. Por ejemplo, la dificultad para hallar datos en apoyo de una
hipótesis no significa que se deba descartar ésta. Con el tiempo, el consultor debe poder
determinar la causa o causas reales entre los numerosos factores que están de alguna
forma relacionados con el problema.
Contrato
Objetivo: Poner en práctica cada una de las estrategias y tácticas que se establecieron
en la planeación.
Evaluación
Objetivo: Medir, comparar contra los planes, programas y objetivos y decidir qué hacer si
hay desviaciones, o se encuentran nuevos problemas.
La evaluación
Esto debe hacerse continuamente durante todo el proceso.
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --
Descripción de la evidencia.
Este documento se elabora antes del diagnóstico con el fin de describir el plan de trabajo
para la búsqueda de la información, de acuerdo con el criterio de desempeño
correspondiente debe reunir los siguientes requisitos:
¾ La descripción de la información a recopilar durante el proceso de búsqueda en la
etapa de diagnóstico.
¾ Las fuentes directas de información a emplear, entendiéndose por fuente directa
aquella en donde se genera la información directamente (entrevistas, encuestas,
cuestionarios, etc.).
IV.2.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
IV.2.7 Documentos: --
Para abordar este tema se iniciará con los conceptos de modelo de referencia y modelo
del consultante.
Modelo de referencia. El modelo de referencia es el estado que se toma como base para
mejorar los indicadores de la organización en estudio, de forma que esta pueda alcanzar
este estado estándar. Es la situación ideal o deseable de una organización contra la que
se comparará la organización estudiada para que, con base en las diferencias
encontradas, se presente un diagnóstico.
Descripción
¾ Después de la primera visita, se concertarán otras en las que se recomienda
iniciar con un recorrido general donde se amplíe la visión de la empresa. En dicho
recorrido no se detendrá el consultor en los detalles, ni hará entrevistas al
personal.
Informe
Descripción
Propuesta de mejoras
Descripción
En esta etapa se analizará con detalle la viabilidad de cada mejora con al menos dos
soluciones alternativas cada una.
1. Hacer una descripción de cada mejora seleccionada.
2. Definir los objetivos que se pretenden cumplir. Mencionar las ventajas y
desventajas de cada alternativa.
3. Hacer la investigación de alternativas, para las cuales se estimarán sus costos;
ventajas y desventajas; tiempo de instalación; y los resultados esperados.
4. Concertar cita con el empresario para llevar a cabo la presentación de la
propuesta de mejoras; también es posible que en las visitas y conforme se
tengan las alternativas para cada mejora se discuta con el empresario y se
tomen decisiones.
Descripción:
Descripción
La implantación de mejoras tiene como objetivo describir en forma sencilla los pasos para
llevar a cabo los cambios, mejoras o la instalación, adquisición de algún bien o servicio
dirigidos a hacer más eficiente la gestión de la empresa. Su elaboración se realizará en
dos momentos.
1. El primero durante la investigación de alternativas, en vista de que se tienen
presentes los pasos o etapas que implican y parte de la información requerida
para llevar a cabo la mejora.
2. La segundo durante la implantación, que es cuando se llevan a cabo los pasos
definitivos que fueron necesarios, así que la guía contendrá la descripción rápida,
clara y precisa de cada una, ella se convertirá en un documento de consulta para
el empresario y el personal de la empresa, por lo que lo más valioso será que ellos
hayan participado en su elaboración.
IV.3.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
IV.3.7 Documentos: --
Descripción
¾ Elaborar el informe de consultoría final, donde se establecen los beneficios
logrados
¾ Presentar y entregar al empresario el informe, explicando el análisis de impactos.
¾ Solicitar al empresario que conteste las encuestas de satisfacción final
¾ Elaborar la carta de liberación de compromisos
¾ Entregar toda la información confidencial registrada
I.1.6 Bibliografía: La consultoría de empresas. Milan Kubr. Ed. Limusa. 2da. Edición.
I.1.7 Documentos: --