Investigar en Las Cocinas Tradicionales Colombianas
Investigar en Las Cocinas Tradicionales Colombianas
Investigar en Las Cocinas Tradicionales Colombianas
Hace muchos años tomé una decisión que cambió mi vida profesional:
renuncié a la arqueología, ciencia en la cual obtuve una Maestría con
Honores en la Escuela Nacional de Antropología e Historia -ENAH-,de
México, en 1994, para regresar a la etnografía eligiendo una área de
énfasis en la que, a mi modo de ver, es una de sus más bellas formas de
ejercicio: la que se hace desde las cocinas tradicionales, como práctica
de la que mis colegas denominan Antropología de la Alimentación,
pero que estoy pensando para mi ejercicio seguir denominando
Antropología de la Comida, a la manera de mi colega y amigo Ramiro
Delgado.
Las cocinas con las que crecimos, fueron las mismas con las que
crecieron nuestros padres y abuelos, en ellas nuestras parentelas
encontraron desde siempre los sabores del hogar, esos en los que
estaba comprometida toda la familia, tanto la consanguínea como la
política, para trascender el grupo familiar más cercano y llegar a
identificar grupos generacionales y regionales completos bajo el tema
de los mismos sabores.
Estas cocinas que hoy consideramos en riesgo son las que en medio de
su sencillez y sin mayores pretensiones se conservan las técnicas de
cocción básicas y ancestrales como el cocido, el hervido, el frito y el
asado, y se surten de los humildes chagras, huertos caseros, las
azoteas, y plazas de mercado campesinas, para obtener las materias
primas con las que se preparan sencilla y amorosamente las comidas
ricas en aromas y sabores que no se falsean con salsas y menjurjes
químicos.