La Tabla de Esmeralda Milton PDF
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La tabla habría estado escrita sobre un trozo de esmeralda, cristal o roca verde y provendría de un
documento que no se sabe dónde está con un alfabeto desconocido pero similar a la antigua
escritura fenicia de hace unos 1.200 o 36.000 años.
A pesar de esto, el contenido de la Tabla Esmeralda se mantuvo a través del paso del tiempo e
influyó en diversas aristas del conocimiento.
II- Lo que está abajo es similar a lo que está arriba. A través de esto, las maravillas de la obra del
Uno se procuran y perfeccionan.
La frase “como arriba es abajo” es la máxima guía de los seguidores del Hermetismo y tiene como
premisa que lo que suceda en cualquier nivel de la realidad, ya sea física, emocional o mental, ocurre
también en los demás niveles.
“Dentro de cada uno está el otro, de manera que si entiendes uno, puedes llegar a entender el otro”,
esto se interpreta como la relación entre el macrocosmo (el Universo) y el microcosmo (el ser
humano).
Estas palabras capturan la escencia de la alquimia que explica que el cielo es un espejo de la Tierra
y que todas las cosas se corresponden entre ellas. Además, la alquimia fue una doctrina seguida por
figuras como Robert Boyle, el padre de la química, Isaac Newton, entre otros.
III- Además, como todas las cosas fueron creadas por el Uno, así todas las cosas fueron creadas a
imagen del Uno.
Al igual que las doctrinas abrahámicas Judaísmo, Cristianismo e Islam, sugiere la creencia en un
único dios y quienes creen que la Tabla fue creada antes del Antiguo Testamento explican que la
raíz de las doctrinas de esas tres religiones está en los principios del Hermetismo revelados en el
texto.
Por otro lado, algunas versiones argumentan que el autor de la Tabla Esmeralda fue un
contemporáneo de Abraham y cabe destacar que tanto el judaísmo como el cristianismo y el Islam
comparten esta creencia.
IV- Su padre es el Sol y su madre la Luna. El viento lo llevó en su vientre. Su nodriza es la Tierra, la
madre de toda perfección”.
VII -Separa la tierra del fuego, lo sutil de lo burdo, pero sé prudente, modesto y sabio cuando lo
hagas.
VIII- Eso sube de la Tierra al Cielo, y, luego, nuevamente desciende a la Tierra y combina los
poderes de lo que está arriba y lo que está abajo. Así ganarás gloria en el mundo entero, pues y la
oscuridad ahuyentarás todas las sombras y la ceguera.
IX- Por su fortaleza arrebata la gloria de toda otra fortaleza y poder. Porque es capaz de penetrar
y dominar todo lo sutil y todo lo crudo y duro.
XII- Por esto soy llamado Hermes Trismegisto, porque poseo las tres partes de la sabiduría y
filosofía de todo el Universo.
Según explican algunos, Hermes, que significa tres veces grande, sería el autor de varias obras
alquímicas, ocultistas y teológicas helenas. El italiano Marsilio Ficino opinó que el autor de la tabla
fue el mejor filósofo, el mejor sacerdote y el mejor rey. Sin embargo, él explica que esto se debe a
que posee tres partes de la sabiduría: alquimia, astrología y teúrgia.
Esta teoría parte de una obra llamada “El libro del secreto de la creación” que está escrito en árabe
y latín y que el alquimista musulmán ar-Rāzī pensaba que había sido escrito durante el reino del
califa al-Maʾmūn (813-833). También, ha sido atribuida al místico pagano del siglo I Apolonio de
Tiana.
Por otra parte, algunos místicos judíos piensan que la escribió Seth, un hijo de Adán, que Noé las
subió al arca y, cuando terminó el diluvio, las escondió en una cueva cerca de Hebrón pero, otra de
las versiones explican que en realidad un hijo de Abraham llamado Hermes se las dio a su hermana
Miriam, quien las puso en El arca de la Alianza, donde permanecen hasta hoy en día.
Al parecer esta tabla fue escrita con la intención de aclarar los misterios más ocultos de la vida y de
la creación sin embargo ha dejado igual o más interrogantes a los que investigan y siguen esta
doctrina.
Aunque es muy conocida, la tabla fue vista por muy pocos, una de sus primeras apariciones fue
entre 500-799 d.C., escrita en árabe por Balinas que explicó que encontró las tablas en las manos
de un anciano que estaba sentado en un trono de oro en una bóveda bajo una estatua de Hermes
en Turquía.
A pesar de todos estos interrogantes, cabe destacar que el físico y matemático Isaac Newton y el
teólogo Doctor de la Iglesia San Alberto Magno O.P. tradujeron la Tabla Esmeralda y la integraron a
su cuerpo de trabajo.