Modelo No Te Madures Biche
Modelo No Te Madures Biche
Modelo No Te Madures Biche
De acuerdo con los datos oficiales del DANE (Estimados poblacionales disponibles en el portal
www.dane.gov.co), en el Departamento del Huila habitan más de 370.000 personas entre los 12 y los
28 años, lo que representa que casi 1 de cada 3 huilenses es adolescente o joven. Si bien el dato no
es noticia, tampoco se puede negar que históricamente esta gran masa de la población haya estado
a la sombra de los adultos cuando de programas y estrategias se trata. Los programas dirigidos a los 8
adolescentes y jóvenes se han caracterizado por, al menos, tres lógicas:
En una medida con muy pocos precedentes, en el Departamento del Huila se logró una alianza
verdaderamente estratégica entre las Secretarias de Salud, Educación y Gobierno reconociendo la
complejidad de las problemáticas que aquejan a los Adolescentes y Jóvenes del Huila por lo que
unieron fuerzas para constituir lo que hoy se conoce como No Te Madures Biche…Jóvenes para la
Vida; un programa que pretende la construcción de modelos de convivencia y bienestar desde y para
los adolescentes y jóvenes, con una perspectiva totalmente participativa y de largo plazo. Las
problemáticas que motivaron el ejercicio fueron
1- Suicidio
2- Intento de Suicidio
3- Embarazo Precoz
4- Violencia Escolar
5- Consumo de Sustancias Psicoactivas
6- Conductas de Ilegalidad
Estas problemáticas, en el marco del Programa pasaron a llamarse Eventos Críticos, acudiendo a la
acepción clásica de Crisis como momento de decisión y, por tanto, de oportunidad. Se ha querido
entender que cada una de estas situaciones pueden convertirse en oportunidades de crecimiento
que, excepto en el caso del suicidio, le deben permitir al implicado un punto de quiebre para crecer
y formarse. La Crisis, así concebida, obliga a reconocer el asunto como negativo pero con matices
positivos sobre los cuales se construye. La manera para reducir el impacto negativo de un evento es
reconocerlo en toda su extensión para plantear alternativas de solución desde la base. Los Eventos
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Críticos, por tanto, son síntomas que obligan a un examen riguroso que permita identificar su origen,
su trayectoria pero también su solución en el futuro.
Ante tal reto, surgió la necesidad de definir un modelo conceptual y estratégico que, además de estar
soportado por un suficiente cuerpo de evidencia empírica, garantizara fidelidad a los principios de
participación, proactividad, secuencialidad e impacto que se pretenden. En la búsqueda exhaustiva
se llegó al modelo Precede-Proceed, planteado por Green y Kreuter (1991) desde los años 1970 pero
que ha venido en evolución, justamente por la gran cantidad de aplicaciones que ha tenido en el
mundo, aunque en Colombia son prácticamente desconocidas sus bondades. El modelo cuenta, en
términos generales, con dos fases bien diferenciadas donde la primera es un levantamiento de
información de manera participativa acudiendo a las estrategias de la Investigación-Acción-
Participación. El producto de esta fase es un diagnóstico de cinco niveles (Social, Epidemiológico, de
Entorno, de Educación/Organización y Político/Administrativo). Pero más allá del diagnóstico, está la
apropiación que hacen las comunidades de sus propios eventos críticos, con lo cual se promueve de
manera temprana la implementación de las acciones futuras, favoreciendo verdaderos impactos
duraderos. La segunda fase inicia con la implementación de las estrategias que han sido propuestas
en la primera fase y la evaluación permanente en términos de proceso, impacto y resultado.
En el año 2017, la Gobernación del Huila solicitó a la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la
Universidad Surcolombiana la operación del Programa, que gracias a los aprendizajes de años de
trabajo del Grupo de Investigación en Psicología Positiva, implementó la primera fase, producto de la
cual se presenta este documento que representa la construcción colectiva de lo que los Adolescentes
y Jóvenes del Departamento del Huila han formulado como su manera de entender el Bienestar y la
Convivencia en el marco de los seis Eventos Críticos. Para su formulación se utilizaron técnicas de
trabajo grupal, prospectiva, cartografía social y una gran cuota de sentido de la responsabilidad de
todos y cada uno de estos líderes que en el futuro cercano guiarán los destinos que quienes somos
afortunados por disfrutar de estas tierras llenas de motivos de orgullo por llamarnos opitas.
A este documento lo acompaña una Guía Metodológica que es la traducción de lo que los
Adolescentes y Jóvenes y demás actores participantes en el Programa han considerado como la
manera de llegar a esos futuros deseables (futuribles) que ellos han formulado como parte de los
ejercicios vivenciales de la primera fase de No Te Madures Biche…Jóvenes para la Vida.
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MARCO CONCEPTUAL
Adolescencia y Juventud
El Departamento del Huila cuenta con la presencia de aproximadamente 370.000 adolescentes y
jóvenes (de 12 a 28 años), población que hoy en día resulta motivo de gran interés y preocupación
por parte de los adultos, y de ellas y ellos mismos, debido a su incremento cuantitativo, y por otro
lado, debido a una mayor conciencia de las capacidades, las potencialidades, las necesidades y las
dificultades que tienen y las que deberán enfrentar en el futuro próximo.
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La adolescencia y juventud son conceptos socialmente construidos a partir de una serie de cambios
biológicos, sociales, culturales y relacionales, que el ser humano vivencia durante su periodo
evolutivo y que son comprendidos como la fase intermedia o de transición entre la infancia y la etapa
adulta; “El intersticio entre estos dos estadios es lo que se suele concebir como el campo de estudio y
conceptualización de la adolescencia y juventud, con delimitaciones en ambas no del todo claras, que
en muchos aspectos se superponen” (Dávila León, 2004). Está etapa también se conoce como una
fase de aprendizaje prolongado en el tiempo que permite adquirir los conocimientos suficientes para
afrontar la edad adulta.
Tal como lo refieren Perinat e Iñigo (2003) la adolescencia se reconoce como el resultado de la
revolución industrial gracias a las transformaciones socioeconómicas, sociofamiliares y de
percepciones frente a la niñez y la posición de los infantes en la familia, puesto que se dictaminaron
leyes de protección al no adulto, lo que favoreció el grado de dependencia de los jóvenes respecto
a la estructura de poder de los adultos y su distinción como grupo social diferenciado.
Por otro lado, tal como lo refieren Pérez y Santiago (2002), la Juventud comprende el periodo que va
aproximadamente de los 15 a los 29 años de edad, es una categoría sociológica que coincide con la
etapa post-puberal de la adolescencia, ligada a los procesos de interacción social, de definición de la
identidad, a la toma de responsabilidades, a la concientización de sí mismo en relación al mundo; es
por ello que la condición de juventud no es uniforme y varía de acuerdo a cada grupo social. Sin
embargo, retomando a Lozano Urbieta (2003), se podría hablar de que existen cuatro tendencias muy
marcadas frente a la percepción de lo que significa e implica la juventud y de quienes se encuentran
dentro de esta fase vital “frecuentemente desde el mundo de los adultos y casi siempre desde la
perspectiva institucional” (p 13).
La primera tendencia va asociada a la concepción de juventud como una etapa desprovista de valor
real por su carácter transitorio, donde aún no se culmina la sensatez de la etapa adulta.
La segunda tendencia, apunta a que la juventud es una época de inversiones, donde no existe
ganancia alguna. Es decir, los jóvenes resultan ser una carga para la sociedad y especialmente para la
población adulta, puesto que en ellos recae la responsabilidad de aportar los recursos.
La tercera forma de concebir a los jóvenes se encuentra hendida en dos posiciones. La primera, los
cataloga como peligrosos y la segunda posición los sitúa en el plano de lo frágil y puro.
Por último encontramos la tendencia de homogenizar la juventud, desconociendo así los elementos
individuales, sociales y culturales que permiten vivenciar la juventud de una manera en particular,
trayendo como consecuencia el pensar que la juventud inicia y finaliza en un determinado periodo
para todas las personas y que todas y todos los jóvenes presentan las mismas necesidades.
No obstante, es necesario mencionar que estas tendencias frente a la población adolescente juvenil
con el paso del tiempo se han ido modificando, brindado así un mayor reconocimiento de sus
capacidades y de su relevancia a nivel social y política. Ahora bien, teniendo en cuenta que vivimos
en un mundo de múltiples cambios y transformaciones que moldean el quehacer, el estar y el
asumirse de todos dentro de los diferentes grupos sociales, es responsabilidad de todos, contribuir
a que dichos cambios se propicien en espacios de sana convivencia, desde el reconocimiento del
otro, donde se fomente el bienestar y estilos de vida amigables con la sociedad y con el entorno.
Bienestar
No han sido pocos los intentos por conceptualizar el Bienestar. En los últimos años han tomado
fuerza, al menos, tres perspectivas que se plantean aquí. De entrada, el Bienestar ha de ser entendido
como el desarrollo del verdadero potencial de sí mismo (Ryff & Keyes, 1995),que se manifiesta a
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través actitudes y comportamientos tendientes a mejorar la calidad de vida del individuo y que le
permitan un estado óptimo de salud, de autorreconocimiento, facilitando el establecimiento de
relaciones positivas con otros, permitiendo así la construcción de redes de apoyo que resulten
efectivas y satisfactorias; donde el individuo se sienta autónomo del entorno –aunque conectado con
él; que atribuya sentido y propósito a la vida (Bilbao Ramírez, 2008). El Bienestar es aquel proceso
activo dirigido a mejorar el estilo de vida en todas sus dimensiones (Donatelle, Snow & Wilcox, 1999,
p.7), donde la felicidad no es la motivación principal, pero si el resultado de una vida bien vivida.
Las tres perspectivas que actualmente hacen carrera en la definición del bienestar son:
Bienestar Subjetivo: esta perspectiva también conocida como “el bienestar hedónico” hace
referencia al grado de satisfacción que desarrollan los individuos en relación al transcurrir de sus
vidas, según las dinámicas y experiencias vivenciadas; se destaca por la marcada influencia del
componente emocional/afectivo-individual, es decir, que si la persona presenta frecuentemente
experiencias emocionales placenteras, es más probable que perciba su vida como deseable y
positiva; de ser lo contrario, hará una valoración negativa de su existir. El objetivo último del individuo
es la obtención de placer y felicidad, minimizar las experiencias negativas y vivenciar constantemente
experiencias positivas.
Existen seis dimensiones que caracterizan el bienestar psicológico (Ryff & Keyes, 1995):
Autoaceptación (sentirse bien consigo mismo, reconociendo incluso sus limitaciones); Relaciones
positivas con otras personas (relaciones sociales estables, donde el individuo se sienta seguro y
reconocido como igual); Autonomía (sostener su propia individualidad en contextos sociales diversos,
sin que la presión social limite su independencia y autoridad personal); Dominio del entorno
(capacidad de elegir y crear ambientes favorables para su crecimiento personal); Propósito de vida
(metas y objetivos que brindan sentido a la existencia) y finalmente el Crecimiento personal (Interés
por desarrollar potencialidades, crecer como persona y llevar al máximo las propias capacidades).
Bienestar Social: esta perspectiva de bienestar permite al individuo realizar una valoración consciente
y consecuente frente a las acciones realizadas en determinadas circunstancias y su funcionamiento
en la sociedad. Relaciona elementos sociales y culturales que influyen en la construcción del
individuo en relación con los otros y con el mundo. Consta de 5 dimensiones (Blanco & Díaz, 2005;
Keyes,1998):
- Integración social: cuando existe un nivel óptimo de bienestar social, las personas se sienten 14
parte de una sociedad, cultivando así el sentimiento de pertenencia, afianzando los vínculos
sociales.
- Aceptación social: capacidad de aceptar los aspectos positivos y negativos de nuestra vida y
manifestar confianza, aceptación y actitudes positivas hacia los otros.
- Contribución social: sentimiento de utilidad dentro de la sociedad, reconociéndose así mismo
como un miembro de vital importancia en el grupo.
- Actualización social: comprender que la sociedad y el mundo están en constante cambio, que
se movilizan a partir de unos objetivos enfocados al progreso y al cambio social.
- Coherencia Social: interés y preocupación por lo que ocurre en el mundo; sensación de que
se es capaz de comprender lo que está ocurriendo a su alrededor
Con esta definición multideterminada del Bienestar, es claro que propender por el bienestar de los
Adolescentes y Jóvenes requiere de un enfoque complejo e integral, que va desde lo íntimo y personal
a lo público y social. Es un enfoque que invita al trabajo mancomunado que requiere de esfuerzos
multisectoriales y con el compromiso que trascienda en el tiempo.
Convivencia
La Real Academia de la Lengua Española define la Convivencia como la Acción de convivir y a este
verbo como Vivir en compañía de otro u otros. El término ha cobrado gran relevancia en la época y
contexto actuales en diferentes ámbitos y, prácticamente cualquier discurso social acude al término
de manera obligada. La Convivencia se convierte en la fuente de casi cualquier plan de gobierno y
está fuertemente relacionada con el concepto de bienestar, principalmente en su dimensión Social.
Ahora bien, quienes se concentran en el concepto, hacen una extensa clasificación pero todos los
tipos siempre están relacionados con el hecho de que los hombres son seres sociales y se debe hacer
lo que esté al alcance para fomentar un buen vivir con el otro. Una de las acepciones más citadas, por
ejemplo, es la que refiere la convivencia pacífica como “la capacidad de vivir juntos respetando y
consensuando las normas básicas. Es la cualidad que posee el conjunto de relaciones cotidianas entre
los miembros de una sociedad cuando se han armonizado los intereses individuales con los colectivos,
y por tanto, cuando los conflictos se desenvuelven de manera constructiva” (Ministerio del Interior y
de Justicia).
Podría suponerse de manera ligera que convivir es algo innato por la naturaleza social del hombre
pero esto no es necesariamente cierto, toda vez que influyen tantas fuerzas tanto individuales como
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intersubjetivas que al final, convivir es algo que se debe aprender. Es un proceso de construcción
continua, asociado a múltiples valores (respeto, tolerancia, entre otros), aprendizajes y a una
constante interacción social. Vale hacer mención que lograr la convivencia no es algo sencillo, pues
implica adaptarse a los demás, al entorno, ser flexible y prever múltiples alternativas para resolver
situaciones conflictivas. La convivencia también requiere el establecimiento de unas normas
comunes, donde no pone el acento sólo en el respeto y tolerancia de lo particular, distinto u opuesto
del otro, sino también en lo que une, en lo que se converge: un espacio, una regulación social del
tiempo, unas responsabilidades, el uso de determinados recursos, etc. Todo ello exige acordar y
convenir reglas del juego aceptadas y cumplidas por todos (Giménez, 2007).
De igual forma, la convivencia permite a los seres humanos hacer valer su humanidad, porque una
sociedad civil es deseable si sus miembros promueven y gestionan valores y propician líneas de
cooperación, reconocimiento, aceptación, y acogida entre las personas.
“La calidad de la salud sólo mejorará cuando los propios interesados participen en la
planificación, aplicación y toma de decisiones acerca de su propia salud”
Halfdan T. Mahler ,1985
La educación para la salud y el bienestar es un elemento fundamental para propiciar una adecuada
calidad de vida. Tal como lo refiere Roque (2002), el objeto de la educación para la salud es brindar
la información suficiente para evitar enfermedades o complicaciones que afectan la calidad de vida
y el bienestar de los individuos; de igual manera, busca la modificación de los comportamientos, en
un sentido positivo tanto a nivel individual como comunitario, dependiendo del tipo de intervención
que se lleve a cabo. Asimismo, Riquelme Pérez (2012) refiere que la finalidad de la Educación para la
Salud no es tanto que se lleven a cabo comportamientos definidos y prescritos por el experto, sino
facilitar que las personas movilicen sus propios recursos y desarrollen capacidades que les permitan
tomar decisiones conscientes y autónomas sobre su propia salud, tal como lo es la adquisición de
hábitos promotores de la salud que de cierta forma puedan ser aprehendidos dentro de su
cotidianidad y que permitan así, el desarrollo de un estado de completo bienestar físico, psíquico y
social y no únicamente la ausencia de enfermedad o incapacidad (OMS, 1948), siendo esto lo que
conocemos y entendemos por Salud.
Ante la necesidad de mejorar la calidad de vida y el bienestar de los individuos y las comunidades,
han surgido diversas propuestas para incentivar y promover estos componentes. Sin embargo, es
necesario mencionar que el concepto y quehacer de la Educación para la Salud ha pasado por
diferentes enfoques, asociados a la época y al contexto en el que se ha desarrollado, siendo esto una
constante desde sus comienzos hasta la actualidad. Se distinguen dos grandes etapas o periodos en
la evolución del concepto y contenido de la Educación para la Salud (Salleras, 1990), que transcurren
paralelamente con los cambios sociopolíticos y con la evolución de la nosología y de los factores de
riesgo, obedeciendo cada una de ellas a planteamientos epistemológicos que las conforman, en los
que subyacen determinadas concepciones acerca de la educación, del aprendizaje, del hombre, la
salud y el bienestar.
El primer periodo, también conocido como el periodo Clásico, inicia a principios del siglo XX y llega
hasta mediados de la década de los años sesenta; dio lugar a la formación de dos enfoques de
Educación para la salud, fundamentados en el paradigma positivista con base en teorías
psicosociológicas de la modificación de comportamientos, y parte de dos enfoques teóricos del
aprendizaje: una es el conductismo (condicionamiento clásico y el condicionamiento operante) y el
aprendizaje vicario de Bandura. Y la otra del cognitivismo que otorga preponderancia a los procesos
internos elaborados por el individuo, en relación con el medio externo.
El primer enfoque es conocido como informativo prescriptivo que se caracteriza por ser la forma
tradicional de orientar actividades educativas, donde los únicos que poseen el conocimiento
suficiente para mejorar la salud y el bienestar de los individuos, son los profesionales de la salud,
asumiendo entonces, los individuos (no profesionales en el campo de la salud) un rol pasivo,
dispuestos a aceptar y cumplir con precisión sus indicaciones. El segundo enfoque de este primer
periodo, surge a partir de la preocupación de la medicina por la conducta y el impacto que está genera
en la salud. Este enfoque de Educación para la salud se reconoce por desarrollar una serie de
intervenciones enfocadas a generar cambios en la conducta y en el estilo de vida.
Tal como lo refieren Valadez, Villaseñor y Alfaro (2004), estos enfoques mencionados anteriormente,
parten de la idea de que el proceso de salud-enfermedad es un fenómeno biológico-individual,
desconociendo el impacto que tienen las condiciones sociales sobre la salud y el bienestar.
Asumiendo que las características sociodemográficas y estructurales no ejercen influencia directa
sobre el comportamiento. De igual forma, contiene de manera explícita una concepción de la
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educación como un proceso autoritario y vertical, es decir, seguir una instrucción sin discusión alguna,
tal como las autoridades en salud lo dictaminen.
Modelo de Creencias en Salud: El modelo de creencias en salud (MCS), tal como lo menciona Viveros
y Herrera (2013), es quizás el único de los prototipos que surgió especialmente para explicar las
conductas asociadas a la salud, a partir de los esfuerzos realizados en la década de 1950 orientados a
detectar las variables pertinentes para generar estrategias de educación para la salud. El MCS se basa
en teorías clásicas del aprendizaje, en particular, en la Conductista, la cual sostiene que cualquier
tipo de comportamiento se reduce a relaciones de estímulo-respuesta y se justifica por sus
consecuencias inmediatas; y en la cognitiva, que entiende el comportamiento, como el resultado de
procesos mentales, en que el individuo otorga cierto valor a las consecuencias de su acción y sopesa
la probabilidad de que ésta produzca el deseado resultado. Aunque los defensores de ambas teorías
consideran que el reforzamiento es un importante factor condicionante del comportamiento, los
teóricos cognitivos lo sitúan influenciando las expectativas, o hipótesis, en lugar del comportamiento
en sí (Soto, Lacoste Marín, Papenfuss, & Gutiérrez León. 1997).
Los componentes del modelo incluyen la percepción de los siguientes elementos: susceptibilidad,
severidad, beneficios percibidos, costos o barreras y claves para la acción (Moreno, E; Gil Roales.,
2003 retomando a Rosenstock, 1974).
Los elementos anteriormente mencionados son los elementos fundamentales para llevar a cabo un
proceso de Educación para la salud, desde el MCS.
Modelo Transteórico: El modelo transteórico (MT) del cambio del comportamiento en salud, se
consolidó durante los años 19990 como una de las propuestas más innovadoras en el área de
promoción de la salud y prevención de la enfermedad, por las posibilidades que ofrece para planear
y ejecutar intervenciones a partir de las características específicas de las poblaciones o grupos a
quienes están dirigidas las acciones (Cabrera; 2000). El modelo cuenta con la premisa básica de que
el cambio comportamental es un proceso y que este se ve influenciado por el nivel de motivación y
la intención de cambio.
Modelo KAP- Modelo de Comunicación Persuasiva: El modelo KAP (del inglés, Knowledge, Attitudes,
Practices), parte del supuesto de que las actitudes condicionan los comportamientos. Según este
modelo, basta con brindar a los individuos, grupos y colectividades una información veraz y
comprensible con el objeto de cambiar los conocimientos, lo cual iría acompañado del cambio de
actitud, y a su vez seguiría el cambio de algún hábito y la adopción de uno nuevo (concepción causal
de la actitud) . Sin embargo se sobreestima la capacidad real de los medios de comunicación y no se
toma en cuenta que la actitud es sólo uno más de los factores que determinan el comportamiento
(De Paz Lugo, P. 2015). Lamentablemente, pese a la amplia evidencia de la insuficiencia de este
modelo para generar cambios efectivos y perdurables en la conducta relacionada con la salud, es el
modelo que se sigue utilizando en la mayoría de programas de educación para la salud y el bienestar.
El segundo periodo de los modelos de Educación para la salud y el bienestar, surge a partir de la
necesidad de reconocer la influencia de los factores ambientales y de desigualdad económica
respecto a las condiciones de salud de los diferentes grupos sociales, admitiendo así, que las
afectaciones y la recuperación o mejora no sólo atañen al individuo y su comportamiento, sino
también a factores externos. Tal como lo refiere Preiswerk (1994), está nueva perspectiva de
Educación para la Salud contempla la participación activa de los individuos y las comunidades,
eliminando la noción de que el proceso educativo en salud se limita a la transmisión de un saber; el
proceso educativo ha de situarse en el desarrollo de la conciencia, en el marco de su propio
descubrimiento respecto a su contexto, colocándolo en el espacio de las prácticas de las personas en
relación con las distintas esferas en que se desenvuelve su vida.
Algunos de los modelos que surgen a partir del contexto anteriormente señalado son los siguientes:
Teoría Ecológica de Bronfenbrenner: El postulado básico de Bronfenbrenner es que los ambientes
naturales son los que ejercen principal influencia en la conducta humana (Linares, Vilariño, Villas,
Álvarez-Dardet & López, 2002). Desde esta perspectiva ecológica, el ambiente es visto como un
conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, donde cada uno de estos
niveles contiene al otro. Bronfenbrenner (1987) denomina los niveles como:
Esta postura, de igual forma señala que el desarrollo humano se da dentro de una interacción Bio-
ecológica, donde es comprendido como un fenómeno de continuidad y cambio de las características
bio-psicológicas de los seres humanos, tanto de los grupos como de los individuos. El elemento crítico
de este modelo es la experiencia que incluye no sólo las propiedades objetivas sino también las que
son subjetivamente experimentadas por las personas que viven en ese ambiente (Bronfenbrenner &
Ceci, 1994).
El modelo Precede – Proceed es un modelo de educación para la salud que reúne los aportes de
diferentes disciplinas, tales como la epidemiología, las ciencias de la educación, las ciencias sociales,
las ciencias conductuales y la administración en salud. De igual forma, permite el abordaje de las
actividades de educación para la salud desde una perspectiva de aprendizaje; facilita la inclusión de
las variables culturales y respeta la influencia que éstas ejercen sobre el individuo y su conducta;
defiende la inserción de acciones transformadoras a nivel individual, social y cultural (García, Owen,
y Flórez-Alarcón, 2014).
Este modelo de educación para la salud, requiere una planificación “hacia atrás”, es decir que se
trabaja desde el planteamiento de un objetivo final para producir objetivos y subobjetivos que si se
cumplen, culminará en la consecución de dicho objetivo establecido inicialmente. El objetivo es
mejorar la calidad de vida según lo definido por la comunidad. Por supuesto, una comunidad puede
tener múltiples problemas que inciden en la calidad de vida, por lo que, a menudo, el planificador del
programa debe comenzar por "preidentificar" un problema de salud que se cree que tiene un impacto
sustancial en la calidad de vida en la comunidad (Crosby & Noar, 2011).
Como resulta evidente, el modelo Precede-Proceed ha resultado el más idóneo para los propósitos
trazados en el marco de No Te Madures Biche…Jóvenes para la Vida, pues abarca tanto la
complejidad como el mecanismo para la promulgación de un modelo de Bienestar y Convivencia
desde la perspectiva de los Adolescentes y Jóvenes en el departamento del Huila.
METODOLOGIA
Para la construcción del Modelo para el fomento del Bienestar y la Convivencia de los Adolescentes
y Jóvenes del Departamento del Huila se acudió a técnicas de Investigación-Acción-Participación (IAP)
con actores de cada uno de los 37 municipios del departamento del Huila. Para cada tipo de actores
se definieron guiones que permitieron identificar sus versiones sobre cada uno de los eventos críticos
y construir desde su perspectiva la visión de lo que es y será la vida de los protagonistas del presente
y el futuro del Departamento.
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Los actores que participaron en la Fase 1 (Precede) del Programa No Te Madures Biche…Jóvenes para
la Vida fueron:
- Estado actual percibido: interpretación de los actores sobre la situación actual de cada
uno de los seis eventos críticos en su municipio desde una perspectiva absolutamente
individual. Se pretendió identificar la severidad que los adolescentes atribuyen a lo
que las autoridades consideran problemáticas de los Adolescentes y Jóvenes.
- Futuros deseables: a los que se les denominó Futuribles y se constituyen los puntos de
llegada y sobre los cuales se evaluará el programa al cabo de diez años. El plazo fue
definido teniendo en cuenta, por un lado, los ciclos vitales de los protagonistas y, por
otro, los ritmos típicos para esperar cambios comportamentales y epidemiológicos de
los eventos críticos.
- Factores que mantienen el fenómeno actual: con el fin de identificar los reforzadores
de los eventos críticos. La identificación y comprensión de estos factores por parte de
los actores resulta fundamental para la vinculación activa en las alternativas de
solución.
- Barreras percibidas para el cambio del fenómeno: que permite la identificación de los
factores amenazantes para el logro de los futuribles y, por tanto, se convierten en
prioridades en el plan estratégico (Guía Metodológica)
- Jóvenes de la zona urbana: Se organizaron jornadas vivenciales similares a las realizadas con 25
los adolescentes de la zona urbana (aproximadamente 20 jóvenes por cada municipio),
siguiendo una metodología equivalente y buscando identificar los mismos factores.
- Adolescentes y Jóvenes de la zona rural: con el fin de integrar a la población de la zona rural,
se organizaron grupos de aproximadamente 20 adolescentes y jóvenes habitantes de las zonas
rurales de cada municipio, en donde se replicó la metodología y el guion propuesta para las
otras jornadas vivenciales.
Producto de estas jornadas se obtuvieron insumos para los componentes Social, Epidemiológico,
Comportamental/Ambiental, Educacional/Organizacional y Político/Administrativo del modelo.
- Autoridades del Municipio: Con reuniones y presentaciones en las que se convocaron a las
diversas autoridades del municipio se logró, además de identificar la capacidad instalada y
potencial relacionada con programas, proyectos, estrategias y actividades para Adolescentes
y Jóvenes, un compromiso para la articulación de todas las acciones en la fase posterior del
Programa. Acudieron a estas reuniones el alcalde, su gabinete, autoridades educativas,
autoridades militares y policiales, autoridades eclesiásticas, representantes de organismos no
gubernamentales, entre otros. Estas acciones alimentaron principalmente el componente
Político/Administrativo. Se pretendió en estas acciones hacer un levantamiento de los
siguientes elementos:
- Revisar el plan de gobierno para identificar los planes que involucren a Adolescentes y
Jóvenes.
Al final, se elaboró el documento Inventario de Capacidad Instalada, que se anexó al informe final de
la fase 2017.
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- Docentes: Se realizaron jornadas vivenciales con docentes de las instituciones educativas del
municipio con quienes se buscó centrar la atención principalmente en el evento de la violencia
escolar. Para esto, se definieron los siguientes pasos en la jornada que convocó,
aproximadamente a 15 de ellos en cada municipio:
- Compromisos de los líderes comunitarios en los planes estratégicos que formulen los
Adolescentes y Jóvenes en las fases subsiguientes del Programa.
El material producido en cada jornada o actividad fue registrado por parte de los psicólogos
responsables de cada municipio en una plataforma web diseñada para el programa. Dicho material
fue revisado en cuanto a su calidad y pertinencia por los psicólogos coordinadores zonales, para ser
finalmente descargado en una hoja de Microsoft Excel que fue, posteriormente, importada desde el
software Atlas.Ti mediante el cual se procedió a realizar el análisis final por parte del Director
Científico con el apoyo de la Psicóloga practicante.
MODELO
Se formula el Modelo para el fomento del Bienestar y la Convivencia de los Adolescentes y jóvenes
del Departamento del Huila a partir de los ejercicios reflexivos y propositivos diseñados a través de
jornadas vivenciales con Adolescentes, Jóvenes, Padres de Familia, Docentes, Líderes y
representantes de la comunidad, reconociendo la multifactorialidad de los fenómenos en cuestión.
Se presenta, para cada evento, la definición que se estableció para ser manejada en el marco de No
Te Madures Biche, una síntesis de las percepciones sobre el estado actual que se alimenta además 28
con la síntesis de los ejercicios de cartografía social, el estado deseable o futuribles, los factores
predisponentes, los facilitadores y de mantenimiento. Igualmente, las barreras percibidas para el
estado deseable y las oportunidades que brinda el contexto para el cumplimiento de los propósitos
relacionados con el evento. En algunos de los eventos se incluyen los elementos adicionales que
proporcionaron algunos de los actores en el proceso.
Definición para el Programa: es el acto por el cual una persona termina con su vida de manera
voluntaria, es decir, hubo una decisión de autoeliminarse; no fue accidental. Aunque intervienen
muchos factores, es conveniente indicar que los problemas económicos, familiares o amorosos no son
las causas, como solía pensarse. Prácticamente, todas las personas en el mundo han tenido este tipo
de problemas. Las estrategias más exitosas para prevenir el suicidio son las que enseñan a las
personas a entender que siempre existen varias alternativas para resolver las situaciones de conflicto.
El suicidio es uno de los eventos críticos que preocupa por su aumento en los diferentes municipios
del departamento del Huila. Las causas tendrían relación con poca resolución de conflictos, poca
autoridad y formación en la familia, falta de afectividad en los hogares, influencia que ejercen otras
personas, , desempleo, falta de un proyecto de vida, demasiado tiempo libre. Poco involucramiento
familiar, problemáticas familiares, académicas, personales. Discusiones, separaciones y maltratos;
Problemas amorosos, infidelidades, fin de una relación y el consumo de drogas.
Los lugares no son específicos ya que se presentan en cualquier parte de los municipios, tanto en
espacios abandonados o en otros casos en lugares visibles que les permite ser encontrados
rápidamente. (Hogar, Colegio, fincas, montañas, instituciones educativas, polideportivo, hogares,
veredas, en fiestas, lugares alejados del municipio.
Estado deseable del fenómeno (futuribles):
Para la población joven y adolescente del Huila, los siguientes son los futuros soñados en relación con
el suicidio, en un horizonte temporal de diez años:
Padres de familia involucrados y con habilidades para el dialogo y acompañamiento a sus hijos 29
Estrategias pedagógicas motivantes para los estudiantes, que les permitan desarrollar la creatividad
y docentes con altas capacidades para la asesoría y acompañamiento a sus estudiantes en momentos
de tensión
Factores predisponentes:
Acoso escolar
Problemas sentimentales
Falta de escenarios de encuentro para el dialogo abierto sobre las problemáticas qie afrontan los
adolescentes y jóvenes
Factores facilitadores:
La soledad
Factores de mantenimiento:
Falta de espacios para el diálogo abierto sobre los problemas de los adolescentes y jóvenes que
generen la confianza para consultar y tratar de resolver
Definición para el Programa: cualquier acción realizada con la intención de dar fin a su propia
existencia, sin lograrlo, es un Intento de Suicidio. Las personas que intentan suicidarse con frecuencia
están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar, pues
consideran que la propia muerte es la única salida. Personas que han tenido intentos manifiestan que
sentían que no tenían con quien contar y que su muerte sería lo mejor para su familia, dándose cuenta
después de que esto no era así. La búsqueda de ayuda a tiempo, apoyado por la familia y amigos
reduce el riesgo de volver a intentarlo.
Referente al Intento de suicidio se manifiesta que se presenta tanto en sectores populares hasta
sectores reconocidos socialmente. Entre las posibles causas que enuncian los participantes de la
cartografía social son malas decisiones, problemas académicos, crisis económicas, deudas, falta de
vínculos afectivos que en algunos casos provoca estos actos para llamar la atención, baja autoestima, 31
por falta de orientación y dialogo en las familias, falta de autoridad en los hogares, poca capacidad
de tratamiento de conflictos en casos de decepciones sentimentales y manejo de las emociones.
De acuerdo con los adolescentes, el fenómeno es más común de los que aparece en las estadísticas
pues resulta común escuchar a compañeros mencionar su deseo por quitarse la vida
Para los adolescentes y jóvenes del departamento, los siguientes son los futuros posibles, o futuribles,
en relación con el evento del intento de suicidio, en un plazo de diez años:
Espacios especialmente diseñados para el adecuado uso del tiempo libren y el fomento de la
creatividad
Padres de familia involucrados, con plena conciencia de la importancia del diálogo, la confianza y la
comprensión de las problemáticas que enfrentas cotidianamente los hijos.
Docentes preocupados por modificar sus estrategias pedagógicas hacia unas más creativas y
motivantes
Factores predisponentes:
Factores facilitadores:
Familias sin espacios para el diálogo abierto sobre los problemas cotidianos
Padres sin las competencias apropiadas para ejercer una influencia positiva en sus hijos
El consumismo alimentado por los medios masivos de comunicación que generan una ilusión de
poder en tanto se tengan ciertos elementos que no siempre están al alcance de los jóvenes
Exposición a factores de riesgo sin contar con las herramientas adecuadas para afrontar la presión
del grupo
Factores de mantenimiento:
Pasividad de los padres y las instituciones para implementar medidas radicales ante los eventos
Efecto inmediato de atención y condescendencia por parte de la familia y la sociedad a quien hace el
intento
Definición para el Programa: Toda sustancia, de origen natural o sintético, que tiene un efecto directo
en el sistema nervioso central y que es capaz de reducir el malestar, modificar el estado de ánimo y
alterar las percepciones es lo que conocemos como Sustancia Psicoactiva.
Existen sustancias psicoactivas que son licitas, es decir, que no están penalizadas por la ley, tales
como: el alcohol, el cigarrillo y los medicamentos. El hecho de ser legales no les quita su efecto
peligroso para la salud. Otras, por su parte, son prohibidas, entre las cuales encontramos: la 33
marihuana, el basuco, la heroína, los ácidos, la cocaína, el éxtasis, entre otros.
El consumo de sustancias psicoactivas (legales e ilegales) trae consigo efectos adversos para la salud
y el bienestar de la persona, tanto físicos (deterioro del sistema respiratorio, problemas reproductivos,
deterioro bucal, daño sobre el sistema circulatorio y el sistema nervioso central, además de daños
graves en los principales órganos del cuerpo), psicológicos (alteración de los procesos psicológicos
básicos y superiores, alteración de la personalidad, entre otros), y sociales (rechazo y aislamiento
social).
Muchos consumidores informan que iniciaron por curiosidad o por la presión de su grupo y luego se
les hizo imposible dejarlo. Consideran que el peor momento fue cuando creyeron que podían
manejarlo, pero no fue así.
El consumo de SPA es una de las principales problemáticas que afecta a la población adolescente-
juvenil del departamento del Huila. Es el evento crítico ante el cual, líderes sociales, padres de familia,
docentes, adolescentes y jóvenes muestran mayor preocupación. Según lo refieren los actores
sociales que hicieron parte de las jornadas vivenciales, hoy en día el consumo se presenta en gran
medida y a más temprana edad. Se manifiesta tanto en niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.
Es un fenómeno que afecta a la comunidad en general, tanto a consumidores, como a sus allegados,
al igual que quienes no consumen, los cuales resultan convirtiéndose en consumidores pasivos, sin
ser conscientes de ello.
El consumo de SPA es el principal evento generador de conflicto en todos los municipios, y además
de la afectación de los jóvenes a su salud y proyectos de vida, genera un ambiente de inseguridad en
los barrios y veredas ya que algunos de los consumidores se vuelven agresivos o comienzan a realizar
conductas delictivas para conseguir la sustancia. Igualmente, los vendedores generan miedo en la
comunidad y en muchos de los casos no se denuncia. Cabe aclarar que no todos los consumidores
son adolescentes o jóvenes y que muchos de ellos no son de los municipios.
Las sustancias más consumidas son el cigarrillo, las bebidas alcohólicas y la marihuana. El consumo
de estas sustancias se genera inicialmente por influencia de la familia, la permisibilidad de los padres,
la curiosidad y la desinformación de las consecuencias y efectos para su salud, problemas familiares
y económicos y falta de comunicación-afectividad y diálogo en la familia.
En relación con el consumo de sustancias psicoactivas, en 10 años, los adolescentes y jóvenes del
departamento esperan lo siguiente: 34
Menos discriminación hacia los consumidores que han optado conscientemente por el uso de las
sustancias
Mayores oportunidades laborales para jóvenes servirán para reducir el riesgo de consumo por el
estrés que genera el desempleo y la falta de posibilidades económicas
Factores predisponentes:
Escaso involucramiento parental y acompañamiento familiar, razón por la cual los adolescentes y
jóvenes se sienten solos y buscan refugio en ciertas adicciones, creyendo que es una salida “fácil” de
sus problemas. De igual forma, esto incide en el bajo desempeño académico y como consecuencia, la
pérdida constante de años escolares.
Escasas medidas de control en lugares donde expenden licor, permitiendo así, el fácil acceso al
consumo, aun cuando no cumplen con la edad mínima para poder ingerir bebidas alcohólicas.
Demasiado tiempo libre y escasos espacios de libre y sano esparcimiento accesible para todos y todas.
Factores facilitadores:
Fácil accesibilidad a centros de expendio de sustancias psicoactivas y el bajo costo de las mismas.
Factores de mantenimiento:
Normalización y naturalización del consumo de ciertas sustancias psicoactivas, tal como lo son el
alcohol y el cigarrillo, las cuales tiene el aval de la industria Colombiana para su distribución.
Poco accionar de las autoridades para erradicar los expendios de drogas en los municipios.
Refuerzo del consumo por sus círculos de familiares y amigos, más cercanos.
El embarazo precoz es un fenómeno percibido por adolescentes y jóvenes como una de las
principales problemáticas que vivencian en la actualidad. Lo evidencian en casa, en la escuela, 36
colegios, barrios y municipios en general. Es un evento que se presenta independientemente del
nivel socioeconómico, estructura familiar, lugar de residencia, sector urbano o rural, entre otros.
Afectando el proyecto de vida, no sólo de la joven embarazada, sino también el de su pareja y del
ser humano próximo a nacer. Sobre todo en aquellos que aún no han alcanzado un grado elevado
de escolaridad, o aquellos que no cuentan con los recursos económicos suficientes para solventar
los costos que implica la existencia de un nuevo ser.
El embarazo en adolescentes y jóvenes se identifica tanto en la zona rural como urbana, tiene una
relación directa con falta de oportunidades académicas, laborales, y por desconocimiento.
Para poder disminuir el índice de adolescentes en embarazo, se necesita no sólo del trabajo de las
instituciones prestadoras del servicio de salud, sino que además la familia juega un papel protagónico
en ello. Ya que no hay un diálogo entre padres e hijos sobre sexualidad, que se evidencia en el inicio
temprano de las relaciones sexuales, el desconocimiento sobre los métodos de planificación y sobre
el cuidado de su propio cuerpo.
De manera que se encuentra como una propuesta común en los diferentes municipios, el promover
la pedagogización sobre los métodos anticonceptivos, la educación sexual. A partir de campañas por
parte de la secretaria de salud, educación, junto con las comisarias para la prevención del embarazo
precoz. Trabajar sobre el reforzamiento de los proyectos vida de los jóvenes y adolescentes.
En esa medida tanto las entidades Públicas junto con las comunidades, las familias, y los jóvenes de
manera articulada generen sensibilización sobre estos asuntos, y que esto permita también reforzar
los lazos familiares, la responsabilidad de sus propios cuerpos desde el respeto hacia sí mismos y los
demás.
Padres adecuadamente involucrados brindando espacios de diálogo abierto sobre los temas de
sexualidad y prevención de embarazos no deseados
Instituciones de salud totalmente involucradas en la prevención y atención del fenómeno
Se teme por un aumento del embarazo en menos de 14 años debido a la permisividad de padres y un
mayor acceso sin restricciones a la información sexual explícita por lo medio de comunicación, por lo
que debe hacerse educación temprana
Factores predisponentes:
El escaso acompañamiento familiar frente a una sexualidad responsable, puesto que aún la 37
sexualidad es un tema tabú en nuestra sociedad; esto trae como consecuencia, un limitado dialogo
frente a las inquietudes y situaciones que experimentan los adolescentes y jóvenes en su
cotidianidad.
Otro factor que exponen como predisponente del fenómeno, es el escaso involucramiento parental,
el cual, en muchas ocasiones se ve limitado por las extensas jornadas de trabajo de los padres de
familia y las múltiples demandas y responsabilidades que estos deben cumplir, generando como
consecuencia la sensación de “solitud” en el hogar y la pérdida del tiempo de calidad en familia. Por
otra parte, este escaso involucramiento también se puede presentar ante la presencia de padres
permisivos y/o negligentes que no establecen límites a los adolescentes y jóvenes, lo que conlleva a
asumir situaciones de riesgos, sin analizar la relación riesgo-beneficio de sus acciones.
Por otra parte, asocian este fenómeno al bajo nivel de escolaridad de los padres, siendo este un factor
que limita el accionar de madres y padres de familia ante las necesidades de sus hijos y la posibilidad
de aconsejarlos, brindarles herramientas informativas y acompañarlos en el proceso de maduración
y despertar sexual.
De igual forma, refieren que el embarazo precoz es el resultado de escaso conocimiento frente a los
métodos de planificación y el alto costo de dichos métodos.
También vinculan la presencia del fenómeno a una red de apoyo no establecida, es decir, tanto
padres, familiares cercanos como amigos, no brindan el soporte y el acompañamiento suficiente ante
situaciones que desbordan su capacidad de afrontamiento, como la adecuada toma de decisiones.
El maltrato intrafamiliar es otro factor que posibilita el embarazo precoz en adolescentes y jóvenes,
ya que ante el continuum de violencias en casa optan por formalizar relaciones de pareja a temprana
edad, con el fin de distanciarse de su grupo familiar.
La desigualdad social y el medio social hostil influyen en la presencia y aumento del embarazo precoz,
puesto que existe menor accesibilidad a servicios médicos y de planificación familiar, al igual que
mayor vulnerabilidad de relaciones sexuales sin consentimiento, sin protección y en algunas
ocasiones realizadas bajo el influjo del consumo de sustancias psicoactivas.
La presión social juega un papel importante al momento de tomar la decisión de tener relaciones
sexuales, existe un “código social” que impulsa a tener relaciones a temprana edad, para librarse del
peso y lo que representa en nuestra sociedad actual la virginidad.
Otro factor que trae consigo la presencia de este evento crítico, es la legitimación de la concepción
sobre la maternidad como fin único, ultimo y real de las mujeres: “a nosotras las niñas nos han criado 38
para ser madres y atender el hogar, cocinar para los jornaleros , hablo por mi caso” (adolescente del
municipio de Palestina). Ideal cimentado en el patriarcado y las lógicas machistas impuesta por los
hombres e interiorizado por las mujeres a través de un proceso de socialización diferenciado, donde
la mujer tiene como rol principal, estar al servicio de otros y procrear.
“Autos” poco fortalecidos, es decir, son adolescentes y jóvenes con baja autoestima, escaso auto-
concepto, baja auto-determinación, etc.
Considerar que un hijo puede ligar a una persona como su pareja o que esto obliga al otro a
permanecer a su lado.
Como se puede observar los adolescentes y jóvenes atribuyen en mayor proporción a agentes
externos la responsabilidad de la alta incidencia del fenómeno en el departamento (Locus de control
Externo).
Factores facilitadores:
Adopción de creencias populares frente al uso de determinados métodos de planificación, las cuales
refuerzan la idea que la sensación no es la misma y motivan a tener relaciones sexuales sin
protección.
Exposición a contenidos inadecuados en las MASS MEDIA sin la supervisión de adultos responsables.
Dejar a los adolescentes y jóvenes solos en sus hogares la mayoría del tiempo.
Reforzamiento de conductas inadecuadas por amigos y familiares cercanos.
Ambientes no supervisados, como lo son las discotecas, donde adolescentes y jóvenes abusan del
consumo de alcohol.
Escaso dialogo en casa y en las instituciones educativas sobre una sexualidad plena y responsable.
Escasos programas de prevención y promoción dirigidos a adolescentes y jóvenes tanto del casco
urbano como rural de los diferentes municipios del departamento del Huila. 39
Factores de mantenimiento:
Escasa intervención por parte de las instituciones del sector salud tanto para sensibilizar a los padres
de familia sobre la importancia del acompañamiento que deben hacer a sus hijos frente a la
sexualidad, como a los adolescentes y jóvenes para que asuman su sexualidad de forma responsable.
Considerar que el embarazo es una salida fácil, para construcción de una “familia estable”
Ausencias de oportunidades tanto educativas como laborales que guíen un proyecto de vida
alcanzable y estable.
Escasos espacios de sano esparcimiento de bajo costo, accesibles para todos y todas.
Dentro de las posibles causas que generan esas conductas esta la falta de oportunidades para la
población joven y las medidas arbitrarias de la institucionalidad, igualmente está relacionada con los
conflictos familiares, la falta de diálogo en el hogar para resolver dichos conflictos, reconociéndose
que es necesario una mayor sensibilización frente a ello y a las relaciones que los jóvenes establecen
entre sí mismos, planteándose en algunas, escuelas de formación como alternativa.
40
Otros insisten en cambio en medidas punitivas, castigos severos para quienes realicen esas
conductas. Se recomienda que se haga una evaluación sobre estas medidas con los jóvenes y la
comunidad en su conjunto. Ya que generalmente se presentan dificultades en las relaciones entre la
Policía y la comunidad o los jóvenes, y de fondo no se estaría dando una solución de raíz a las
problemáticas.
Se evidencia que se presenta tanto en la zona urbana como rural, destacándose lugares como
establecimiento donde se expide bebidas, discotecas, bares, parques, zonas rosas, pero se resalta
que son lugares en donde hay una mayor tendencia pero eso no quiere decir que en otros lugares no
se presente estas conductas.
Es importante resaltar que se identificó que en los barrios más vulnerables también se presentan
estas conductas, y de igual forma otros eventos como el consumo de alucinógenos. Esto permite
reconocer más las problemáticas sociales de estos sectores producto de las necesidades económicas
por las que atraviesan. Haciendo estas condiciones que se presente violencia intrafamiliar a falta de
maneras apropiadas de educar a los hijos, y la misma pobreza, y falta de oportunidades laborales, las
que generen estas conductas.
Reconocieron que es necesario promover campañas de convivencia, y del respeto por las diferencias.
Garantías de oportunidades laborales, y de educación para impulsar desde allí otras formas de
relacionamiento.
Espacios públicos diseñados de manera que propicien y motiven el uso creativo y saludable del
tiempo libre
Manejo positivo de las redes sociales para disuadir la comisión de conductas que atentan contra las
normas de convivencia
Medidas de control en las instituciones educativas para prevenir las conductas delictivas en las aulas
Docentes con estrategias pedagógicas motivantes para reducir el riesgo de abandono de los estudios
de los adolescentes
41
Campañas de concientización sobre el consumo de alcohol en menores
Factores predisponentes:
Vínculos afectivos débiles, tanto con padres como con amigos y familiares cercanos.
Solitud en el hogar.
Padres permisivos/negligentes que no prestan atención a las actividades que sus hijos realizan.
Violencia intrafamiliar, lo que conlleva a que los adolescentes y jóvenes se unan a grupos
delincuenciales para obtener recursos económicos para su sustento.
Factores facilitadores:
Factores de mantenimiento:
La violencia escolar es un fenómeno que cada día se presenta con mayor frecuencia en las
instituciones educativas del Departamento del Huila. Este evento crítico se evidencia dentro y fuera
de las aulas de clases, tanto en las instituciones oficiales como privadas, donde las victimas pueden
ser docentes y/o estudiantes. Es necesario hacer mención, que en la mayoría de los casos, los
agresores suelen ser hombres. Por otra parte, el acoso y la violencia escolar pueden ser efectuadas
por cualquier adolescente, joven o adulto independientemente del rol que ejerce dentro de la
institución; y sus manifestaciones trascienden desde lo verbal, hasta acciones de mayor severidad,
que atentan contra la integridad de los adolescentes y jóvenes de nuestro departamento.
Este evento crítico se presenta tanto en la zona urbana como la rural, trasciende las barreras de las
instituciones educativas a lugares públicos como parques. Entre los causantes se encuentran
involucrados jóvenes, profesores y padres de familia. Se expresa en agresiones verbales, físicas y
psicológicas.
Según los participantes en la cartografía social, sus causas principalmente son externas: Muchos de
los casos de las reacciones violentas son imitaciones de conductas adultas que son aprendidas en el
hogar u ambientes cercanos, cuando se presenta maltratado familiar e intolerancia. Igualmente por
falta de afecto en la familia, educación con valores y en el tratamiento de conflictos. Se suma factores
como recargas académicas y del trabajo. También enuncian la baja autoestima y conductas para
ganarse el respeto de los demás o para imponer exigencias.
Hay una preocupación porque no se reportan estos casos de violencia escolar ante las autoridades
competentes y es un evento crítico que tiene tendencia a aumentar en los municipios. Por ello la
43
comunidad participante propone generar campañas de orientación y educación que sean pensados
desde los mismos jóvenes para que tenga impacto en su misma población, relacionadas con temas
como aprovechamiento y uso del tiempo libre, Tolerancia, frustración, autoestima, proyecto de vida
y tratamiento de conflictos.
Padres vinculados con la institución educativa, ejerciendo un rol más activo que cierre las puertas a
la violencia escolar
Factores predisponentes:
Escaso acompañamiento e involucramiento parental, lo que implica que los adolescentes y jóvenes
no tiene una guía que apoye el proceso de crecimiento personal y académico.
Los padres de familia no establecen límites a sus hijos en el hogar, lo que facilita que transgredan la
norma en otros espacios.
Uso de estilos comunicativos agresivos tanto en estudiantes, como por parte de los docentes.
Escaso ejercicio de la autoridad dentro del aula, es decir, docentes permisivos ante el acoso en el
aula.
Pérdida del compromiso como formador por parte del docente, entendiendo el proceso de formación
más allá de la instrucción en matemáticas y demás asignaturas. El docente ha de ser un ejemplo y un
modelo a seguir, ellos han de educar en contexto, en la realidad situada de sus estudiantes. Que el
proceso pedagógico trascienda a la evaluación y que lo que se instruya en la lógica de enseñanza-
aprendizaje, sea de utilidad en la vida real.
Desigualdad social y discriminación son otros factores que contribuyen a la presencia del acoso 44
dentro del aula. Puesto que aquellos que poseen estilos de vida económicamente más estables, hacen
mofa de esto ante aquellos que no cuentan con los mismos recursos, siendo estos últimos victimas
de burla y rechazo. Lo mismo ocurre con personas que presentan algún tipo de discapacidad o que
hacen parte de grupos minoritarios.
“Autos” poco fortalecidos, y esta es una característica presente tanto en víctimas de acoso, como en
los victimarios. Es decir adolescentes y jóvenes que adoptan una posición pasiva ante las agresiones
porque no cuentan con la estima, la resiliencia y la capacidad de afrontamiento suficiente para
defender sus derechos. Como aquellos que hacen uso de la hostilidad como mecanismo de defensa,
ante las dificultades que vivencia en su cotidianidad y suelen realizar descargas emocionales (de
forma agresiva) hacia otros.
Factores facilitadores:
Permisividad en el aula y escasas medidas de control en las instituciones cuando se conocen casos de
acoso y violencia escolar.
La escasa denuncia de casos por parte de aquellos que son víctimas y observadores.
Factores de mantenimiento:
Naturalización y normalización del uso de apodos y agresiones verbales en el aula y fuera de ella.
Poco seguimiento a los casos de abuso, tanto para el agresor como para la victima por parte de las
instituciones educativas.
Aporte de los docentes a la Ruta de Desarrollo Humano Sostenible, Promoción del Bienestar y la 45
Convivencia desde el aula.
En las Jornadas vivenciales respectivas los docentes demostraron que reconocen y, en su mayoría,
dominan plenamente la ruta de atención integral para la violencia escolar contemplada en la Ley 1620
de 2013. Consideran que es adecuada y aplicable en la mayoría de los casos. No obstante, coinciden
en plantear que la vinculación de los padres debe ir mas allá de ser informados, pues son ellos los
responsables legales de sus hijos y, por ende, de sus actuaciones mientras sean menores de edad.
Ellos deberían participar solidariamente en la definición, aplicación y seguimiento de las medidas a
tomar. Por lo demás, los docentes celebran la expedición de los protocolos dado que proporcionan
elementos para actuar, lo cual antes no era posible y quedaban muchos casos impunes agravando la
dinámica de la violencia escolar.
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