Modelo No Te Madures Biche

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MODELO PARA EL FOMENTO DEL BIENESTAR Y LA CONVIVENCIA DE LOS

ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA


NO TE MADURES BICHE…JÓVENES PARA LA VIDA

CONTRATO INTERADMINISTRATIVO N° 879 DE 2017 ENTRE LA GOBERNACIÓN DEL HUILA, SECRETARÍA DE


SALUD, SECRETARIA DE EDUCACIÓN, SECRETARIA DE GOBIERNO-OFICINA DE ASUNTOS SOCIALES Y LA
UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA-FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
2

DEPARTAMENTO DEL HUILA

CARLOS JULIO GONZALEZ VILLA


Gobernador

LILIANA VASQUEZ SANDOVAL


Secretaria de Gobierno
YANID PAOLA MONTERO GARCIA
Secretaria de Salud
MARIA DEL CARMEN JIMENEZ
Secretaria de Educación
MARTHA JULIETA GALINDO POLANIA
Jefe de la Oficina para la Mujer, Infancia, Adolescencia y Asuntos Sociales
COMITÉ TECNICO

LUZ ELCY MANRIQUE


Supervisora de la Secretaría de Salud
HUMBERTO MONTEALEGRE
Supervisor de la Secretaría de Educación
CLAUDIA MOSQUERA
Delegada de la Secretaría de Gobierno 3
MARTHA JULIETA GALINDO POLANIA
Supervisora de la Oficina para la Mujer, Infancia, Adolescencia y Asuntos Sociales

FEDERICO BARRETO CORTES


Profesional de Apoyo
UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

PEDRO LEON REYES GASPAR


Rector
4

ANGELA MAGNOLIA RIOS GALLARDO


Vicerrectora de Investigación y Proyección Social

FABIO A. SALAZAR PIÑEROS


Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

JULIO ROBERTO JAIME SALAS


Jefe de Programa de Psicología

ANGELA MARIA MENDEZ VARGAS


Asesora de Prácticas de Psicología

DIANA MERCEDES ANDRADE OVIEDO


Directora Grupo de Investigación en Psicología Positiva

ANGELICA MARIA CAPERA TOVAR


Secretaria Académica Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

MIGUEL ANGEL GUTIERREZ ANTURI


Secretario Administrativo Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

MARIA CLEMENCIA RINCON CERQUERA


Secretaria Ejecutiva Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
EQUIPO PROFESIONAL Y TECNICO

FABIO A. SALAZAR PIÑEROS


Director Científico
DIANA MARCELA MARTINEZ MENESES
Psicóloga Coordinadora de la Zona Occidente y responsable del municipio La Argentina
GLORIA MYRELLA GUTIERREZ GIL
Psicóloga Coordinadora de la Zona Sur y responsable del municipio Palestina 5
MERCY YALILE TRUJILLO
Psicóloga Coordinadora de la Zona Centro y responsable del municipio Tarqui
JESUS ALBERTO MUÑOZ SILVA
Psicólogo Coordinador de la Zona Norte y responsable del municipio Villavieja
DIANA VICTORIA LOZANO HERNANDEZ
Psicóloga responsable de los municipios Neiva, Aipe y Rivera
LUIS ENRIQUE GONZALEZ ORTIGOSA
Psicólogo responsable de los municipios Baraya, Colombia y Tello
ELIANA MARCELA COLLAZOS VARGAS
Psicóloga responsable de los municipios Palermo, Santamaría y Teruel
MONICA LUCIA VARGAS BEDOYA
Psicóloga responsable de los municipios Algeciras, Gigante y Hobo
ROSA MARIA BURGOS LOSADA
Psicóloga responsable de los municipios Campoalegre, Íquira y Yaguará
HELEN MILENA BONILLA GUEVARA
Psicóloga responsable de los municipios Altamira, Timaná y Garzón
ALBA LUZ BRAND TRUJILLO
Psicóloga responsable de los municipios Nátaga, Paicol y Tesalia
DIANA GRACIELA LADINO TOVAR
Psicóloga responsable de los municipios Agrado, La Plata y Pital
ALICIA MARIA GIRALDO BERNAL
Psicóloga responsable de los municipios Acevedo, Guadalupe y Suaza
MYRIAM YANETH BARRETO ROJAS
Psicóloga responsable de los municipios Isnos, Saladoblanco y San Agustín
PAOLA ANDREA RUIZ HERNANDEZ
Psicóloga responsable de los municipios Elías, Oporapa y Pitalito
DAVID FELIPE BERNAL
Sociólogo
LEIDY TATIANA PADILLA GARCIA
Psicóloga Practicante Universidad Surcolombiana
LUIS ENRIQUE FLOREZ ALARCON PhD
Psicólogo, Asesor experto
OYDEN SILVA OSORIO
Asistente Administrativo
6
ANDRES CAMILO MORENO BETANCOURTH
Abogado
FABIAN ANDRES LEGUIZAMO POLANIA
Ingeniero
DANNA CAMILA GIRALDO CUELLAR
Comunicadora Social
HARLIX GOMEZ GARAVITO
Diseñador Gráfico
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................................... 8
MARCO CONCEPTUAL ........................................................................................................................................ 11
Adolescencia y Juventud ................................................................................................................................ 11
Bienestar ........................................................................................................................................................ 13
Bienestar Subjetivo: ................................................................................................................................... 13
Bienestar Psicológico: ................................................................................................................................. 13
Bienestar Social: ......................................................................................................................................... 14 7
Convivencia .................................................................................................................................................... 14
Modelos De Educación Para La Salud Y El Bienestar...................................................................................... 15
Modelo de Creencias en Salud ................................................................................................................... 17
Modelo Transteórico .................................................................................................................................. 18
Modelo KAP- Modelo de Comunicación Persuasiva: ................................................................................. 19
Teoría Ecológica de Bronfenbrenner .......................................................................................................... 20
Modelo Precede-Proceed ........................................................................................................................... 20
METODOLOGIA................................................................................................................................................... 24
MODELO ............................................................................................................................................................. 28
Evento Crítico 1: Suicidio ................................................................................................................................ 28
Evento Crítico 2: Intento de Suicidio .............................................................................................................. 30
Evento Crítico 3: Consumo de Sustancias psicoactivas .................................................................................. 33
Evento Crítico 4: Embarazo Precoz................................................................................................................. 35
Evento Crítico 5: Conductas de Ilegalidad ...................................................................................................... 39
Evento Crítico 6: Violencia Escolar ................................................................................................................. 42
REFERENCIAS ...................................................................................................................................................... 45
INTRODUCCIÓN

De acuerdo con los datos oficiales del DANE (Estimados poblacionales disponibles en el portal
www.dane.gov.co), en el Departamento del Huila habitan más de 370.000 personas entre los 12 y los
28 años, lo que representa que casi 1 de cada 3 huilenses es adolescente o joven. Si bien el dato no
es noticia, tampoco se puede negar que históricamente esta gran masa de la población haya estado
a la sombra de los adultos cuando de programas y estrategias se trata. Los programas dirigidos a los 8
adolescentes y jóvenes se han caracterizado por, al menos, tres lógicas:

a- Surgidas desde diagnósticos o modelos adultocéntricos. Las problemáticas se han catalogado


desde la perspectiva de lo que los adultos consideran problemático.
b- Actividades de corto plazo y, por ende, sin seguimiento en el tiempo
c- Un enfoque eliminativo más que constructivo. Al trabajar sobre problemáticas, el éxito se ha
centrado en tratar de reducir sus índices, descuidando la necesidad de construir sobre la base
de las potencialidades ya existentes. Este nuevo enfoque positivo invita a trascender el dato
epidemiológico para pasar a un modelo de fortalecimiento de cualidades humanas.

La población adolescente y joven es la más golpeada en cuanto a causas de morbilidad y mortalidad


violenta en el mundo. Desde el plano de la salud pública esto implica que la carga de enfermedad es
realmente alta, sin contar el gran impacto que tiene sobre la familia y la comunidad. Los sucesos que
se han considerado de alto impacto han atraído la atención de las autoridades, lo que es un buen
pretexto para implementar programas integrales, que aborden estrategias de prevención universal,
selectiva e indicada, que promuevan al educación para la salud y que le den la palabra a los mismos
implicados.

En una medida con muy pocos precedentes, en el Departamento del Huila se logró una alianza
verdaderamente estratégica entre las Secretarias de Salud, Educación y Gobierno reconociendo la
complejidad de las problemáticas que aquejan a los Adolescentes y Jóvenes del Huila por lo que
unieron fuerzas para constituir lo que hoy se conoce como No Te Madures Biche…Jóvenes para la
Vida; un programa que pretende la construcción de modelos de convivencia y bienestar desde y para
los adolescentes y jóvenes, con una perspectiva totalmente participativa y de largo plazo. Las
problemáticas que motivaron el ejercicio fueron

1- Suicidio
2- Intento de Suicidio
3- Embarazo Precoz
4- Violencia Escolar
5- Consumo de Sustancias Psicoactivas
6- Conductas de Ilegalidad

Estas problemáticas, en el marco del Programa pasaron a llamarse Eventos Críticos, acudiendo a la
acepción clásica de Crisis como momento de decisión y, por tanto, de oportunidad. Se ha querido
entender que cada una de estas situaciones pueden convertirse en oportunidades de crecimiento
que, excepto en el caso del suicidio, le deben permitir al implicado un punto de quiebre para crecer
y formarse. La Crisis, así concebida, obliga a reconocer el asunto como negativo pero con matices
positivos sobre los cuales se construye. La manera para reducir el impacto negativo de un evento es
reconocerlo en toda su extensión para plantear alternativas de solución desde la base. Los Eventos
9
Críticos, por tanto, son síntomas que obligan a un examen riguroso que permita identificar su origen,
su trayectoria pero también su solución en el futuro.

Ante tal reto, surgió la necesidad de definir un modelo conceptual y estratégico que, además de estar
soportado por un suficiente cuerpo de evidencia empírica, garantizara fidelidad a los principios de
participación, proactividad, secuencialidad e impacto que se pretenden. En la búsqueda exhaustiva
se llegó al modelo Precede-Proceed, planteado por Green y Kreuter (1991) desde los años 1970 pero
que ha venido en evolución, justamente por la gran cantidad de aplicaciones que ha tenido en el
mundo, aunque en Colombia son prácticamente desconocidas sus bondades. El modelo cuenta, en
términos generales, con dos fases bien diferenciadas donde la primera es un levantamiento de
información de manera participativa acudiendo a las estrategias de la Investigación-Acción-
Participación. El producto de esta fase es un diagnóstico de cinco niveles (Social, Epidemiológico, de
Entorno, de Educación/Organización y Político/Administrativo). Pero más allá del diagnóstico, está la
apropiación que hacen las comunidades de sus propios eventos críticos, con lo cual se promueve de
manera temprana la implementación de las acciones futuras, favoreciendo verdaderos impactos
duraderos. La segunda fase inicia con la implementación de las estrategias que han sido propuestas
en la primera fase y la evaluación permanente en términos de proceso, impacto y resultado.

En el año 2017, la Gobernación del Huila solicitó a la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la
Universidad Surcolombiana la operación del Programa, que gracias a los aprendizajes de años de
trabajo del Grupo de Investigación en Psicología Positiva, implementó la primera fase, producto de la
cual se presenta este documento que representa la construcción colectiva de lo que los Adolescentes
y Jóvenes del Departamento del Huila han formulado como su manera de entender el Bienestar y la
Convivencia en el marco de los seis Eventos Críticos. Para su formulación se utilizaron técnicas de
trabajo grupal, prospectiva, cartografía social y una gran cuota de sentido de la responsabilidad de
todos y cada uno de estos líderes que en el futuro cercano guiarán los destinos que quienes somos
afortunados por disfrutar de estas tierras llenas de motivos de orgullo por llamarnos opitas.

A este documento lo acompaña una Guía Metodológica que es la traducción de lo que los
Adolescentes y Jóvenes y demás actores participantes en el Programa han considerado como la
manera de llegar a esos futuros deseables (futuribles) que ellos han formulado como parte de los
ejercicios vivenciales de la primera fase de No Te Madures Biche…Jóvenes para la Vida.

10
MARCO CONCEPTUAL

Adolescencia y Juventud
El Departamento del Huila cuenta con la presencia de aproximadamente 370.000 adolescentes y
jóvenes (de 12 a 28 años), población que hoy en día resulta motivo de gran interés y preocupación
por parte de los adultos, y de ellas y ellos mismos, debido a su incremento cuantitativo, y por otro
lado, debido a una mayor conciencia de las capacidades, las potencialidades, las necesidades y las
dificultades que tienen y las que deberán enfrentar en el futuro próximo.
11
La adolescencia y juventud son conceptos socialmente construidos a partir de una serie de cambios
biológicos, sociales, culturales y relacionales, que el ser humano vivencia durante su periodo
evolutivo y que son comprendidos como la fase intermedia o de transición entre la infancia y la etapa
adulta; “El intersticio entre estos dos estadios es lo que se suele concebir como el campo de estudio y
conceptualización de la adolescencia y juventud, con delimitaciones en ambas no del todo claras, que
en muchos aspectos se superponen” (Dávila León, 2004). Está etapa también se conoce como una
fase de aprendizaje prolongado en el tiempo que permite adquirir los conocimientos suficientes para
afrontar la edad adulta.

Tal como lo refieren Perinat e Iñigo (2003) la adolescencia se reconoce como el resultado de la
revolución industrial gracias a las transformaciones socioeconómicas, sociofamiliares y de
percepciones frente a la niñez y la posición de los infantes en la familia, puesto que se dictaminaron
leyes de protección al no adulto, lo que favoreció el grado de dependencia de los jóvenes respecto
a la estructura de poder de los adultos y su distinción como grupo social diferenciado.

La adolescencia, conceptualmente se constituye como un campo de estudio de la psicología evolutiva,


bajo la influencia del psicólogo norteamericano Stanley Hall (Citado por Dávila León, 2004) quien la
define como una edad especialmente dramática y tormentosa en la que se producen innumerables
tensiones, con inestabilidad, entusiasmo y pasión, en la que el joven se encuentra dividido entre
tendencias opuestas.

En condiciones “normales” la adolescencia coincide con la presencia de la pubertad; sin embargo, si


no ocurre de forma simultánea el adolescente tiene que soportar ese desajuste como un estrés
añadido. Mientras que la pubertad es un hecho biológico, la adolescencia representa una etapa del
hombre insertado en una cultura, siendo este aspecto cultural el que determina gran parte de sus
manifestaciones y su propia duración (Massa & Álvarez, 2000). Es difícil establecer límites
cronológicos para este período; de acuerdo con los conceptos convencionalmente aceptados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia es la etapa que transcurre entre los 10 y 19
años, considerándose dos fases: la adolescencia temprana (10 a 14 años) y la adolescencia tardía (15
a 19 años).
La fase temprana de la adolescencia, se caracteriza por el crecimiento y desarrollo somático (físico y
sexual); la necesidad de adquirir su autonomía e independencia, además de presentarse en ocasiones
cambios bruscos de conducta y emotividad. De igual forma, existe una evolución del pensamiento
concreto al abstracto; manifestaciones y conductas sexuales orientadas a forjar la identidad sexual;
de igual forma, se desarrolla una actitud social reivindicativa, lo cual implica, pensar en términos
simbólicos, formular hipótesis, corregir falsos preceptos, considerar alternativas y llegar a
conclusiones propias (Pérez & Santiago, 2002). Por su parte, la adolescencia tardía es el periodo en el
cual, el crecimiento y desarrollo ha culminado; en esta fase, el adolescente ha de tomar decisiones
frente a su perfil ocupacional y educacional, logra un mayor control de impulso y asimismo se culmina 12
el proceso de maduración sexual y cerebral. Evidentemente, es un periodo de toma de decisiones
trascendentales, por lo que formar adecuadamente desde la niñez para llegar a este punto ha de
convertirse en una prioridad para las autoridades y agentes educativos.

Por otro lado, tal como lo refieren Pérez y Santiago (2002), la Juventud comprende el periodo que va
aproximadamente de los 15 a los 29 años de edad, es una categoría sociológica que coincide con la
etapa post-puberal de la adolescencia, ligada a los procesos de interacción social, de definición de la
identidad, a la toma de responsabilidades, a la concientización de sí mismo en relación al mundo; es
por ello que la condición de juventud no es uniforme y varía de acuerdo a cada grupo social. Sin
embargo, retomando a Lozano Urbieta (2003), se podría hablar de que existen cuatro tendencias muy
marcadas frente a la percepción de lo que significa e implica la juventud y de quienes se encuentran
dentro de esta fase vital “frecuentemente desde el mundo de los adultos y casi siempre desde la
perspectiva institucional” (p 13).

La primera tendencia va asociada a la concepción de juventud como una etapa desprovista de valor
real por su carácter transitorio, donde aún no se culmina la sensatez de la etapa adulta.

La segunda tendencia, apunta a que la juventud es una época de inversiones, donde no existe
ganancia alguna. Es decir, los jóvenes resultan ser una carga para la sociedad y especialmente para la
población adulta, puesto que en ellos recae la responsabilidad de aportar los recursos.

La tercera forma de concebir a los jóvenes se encuentra hendida en dos posiciones. La primera, los
cataloga como peligrosos y la segunda posición los sitúa en el plano de lo frágil y puro.

Por último encontramos la tendencia de homogenizar la juventud, desconociendo así los elementos
individuales, sociales y culturales que permiten vivenciar la juventud de una manera en particular,
trayendo como consecuencia el pensar que la juventud inicia y finaliza en un determinado periodo
para todas las personas y que todas y todos los jóvenes presentan las mismas necesidades.

No obstante, es necesario mencionar que estas tendencias frente a la población adolescente juvenil
con el paso del tiempo se han ido modificando, brindado así un mayor reconocimiento de sus
capacidades y de su relevancia a nivel social y política. Ahora bien, teniendo en cuenta que vivimos
en un mundo de múltiples cambios y transformaciones que moldean el quehacer, el estar y el
asumirse de todos dentro de los diferentes grupos sociales, es responsabilidad de todos, contribuir
a que dichos cambios se propicien en espacios de sana convivencia, desde el reconocimiento del
otro, donde se fomente el bienestar y estilos de vida amigables con la sociedad y con el entorno.

Bienestar
No han sido pocos los intentos por conceptualizar el Bienestar. En los últimos años han tomado
fuerza, al menos, tres perspectivas que se plantean aquí. De entrada, el Bienestar ha de ser entendido
como el desarrollo del verdadero potencial de sí mismo (Ryff & Keyes, 1995),que se manifiesta a
13
través actitudes y comportamientos tendientes a mejorar la calidad de vida del individuo y que le
permitan un estado óptimo de salud, de autorreconocimiento, facilitando el establecimiento de
relaciones positivas con otros, permitiendo así la construcción de redes de apoyo que resulten
efectivas y satisfactorias; donde el individuo se sienta autónomo del entorno –aunque conectado con
él; que atribuya sentido y propósito a la vida (Bilbao Ramírez, 2008). El Bienestar es aquel proceso
activo dirigido a mejorar el estilo de vida en todas sus dimensiones (Donatelle, Snow & Wilcox, 1999,
p.7), donde la felicidad no es la motivación principal, pero si el resultado de una vida bien vivida.

Las tres perspectivas que actualmente hacen carrera en la definición del bienestar son:

Bienestar Subjetivo: esta perspectiva también conocida como “el bienestar hedónico” hace
referencia al grado de satisfacción que desarrollan los individuos en relación al transcurrir de sus
vidas, según las dinámicas y experiencias vivenciadas; se destaca por la marcada influencia del
componente emocional/afectivo-individual, es decir, que si la persona presenta frecuentemente
experiencias emocionales placenteras, es más probable que perciba su vida como deseable y
positiva; de ser lo contrario, hará una valoración negativa de su existir. El objetivo último del individuo
es la obtención de placer y felicidad, minimizar las experiencias negativas y vivenciar constantemente
experiencias positivas.

Bienestar Psicológico: esta concepción de bienestar es relativamente reciente y centra su interés en


el desarrollo personal, en el estilo y la forma en que se afrontan los retos vitales, en el esfuerzo y el
afán de alcanzar las metas trazadas (Ryff & Keyes, 1995); enfatiza en la consecución de aquellos
valores que permiten a las personas sentirse vivas y auténticas. De igual forma, toma en consideración
la dimensión individual y social, el mundo físico y el mundo intersubjetivamente construido (Bienestar
eudaimónico).

Existen seis dimensiones que caracterizan el bienestar psicológico (Ryff & Keyes, 1995):
Autoaceptación (sentirse bien consigo mismo, reconociendo incluso sus limitaciones); Relaciones
positivas con otras personas (relaciones sociales estables, donde el individuo se sienta seguro y
reconocido como igual); Autonomía (sostener su propia individualidad en contextos sociales diversos,
sin que la presión social limite su independencia y autoridad personal); Dominio del entorno
(capacidad de elegir y crear ambientes favorables para su crecimiento personal); Propósito de vida
(metas y objetivos que brindan sentido a la existencia) y finalmente el Crecimiento personal (Interés
por desarrollar potencialidades, crecer como persona y llevar al máximo las propias capacidades).

Bienestar Social: esta perspectiva de bienestar permite al individuo realizar una valoración consciente
y consecuente frente a las acciones realizadas en determinadas circunstancias y su funcionamiento
en la sociedad. Relaciona elementos sociales y culturales que influyen en la construcción del
individuo en relación con los otros y con el mundo. Consta de 5 dimensiones (Blanco & Díaz, 2005;
Keyes,1998):

- Integración social: cuando existe un nivel óptimo de bienestar social, las personas se sienten 14
parte de una sociedad, cultivando así el sentimiento de pertenencia, afianzando los vínculos
sociales.
- Aceptación social: capacidad de aceptar los aspectos positivos y negativos de nuestra vida y
manifestar confianza, aceptación y actitudes positivas hacia los otros.
- Contribución social: sentimiento de utilidad dentro de la sociedad, reconociéndose así mismo
como un miembro de vital importancia en el grupo.
- Actualización social: comprender que la sociedad y el mundo están en constante cambio, que
se movilizan a partir de unos objetivos enfocados al progreso y al cambio social.
- Coherencia Social: interés y preocupación por lo que ocurre en el mundo; sensación de que
se es capaz de comprender lo que está ocurriendo a su alrededor

El bienestar social se asocia con varios indicadores de carácter cívico y de comportamientos


prosociales, donde se reafirma la idea que el bienestar no está desligado de los lazos que nos unen
a otras personas, ni del medio externo que nos rodea.}

Con esta definición multideterminada del Bienestar, es claro que propender por el bienestar de los
Adolescentes y Jóvenes requiere de un enfoque complejo e integral, que va desde lo íntimo y personal
a lo público y social. Es un enfoque que invita al trabajo mancomunado que requiere de esfuerzos
multisectoriales y con el compromiso que trascienda en el tiempo.

Convivencia
La Real Academia de la Lengua Española define la Convivencia como la Acción de convivir y a este
verbo como Vivir en compañía de otro u otros. El término ha cobrado gran relevancia en la época y
contexto actuales en diferentes ámbitos y, prácticamente cualquier discurso social acude al término
de manera obligada. La Convivencia se convierte en la fuente de casi cualquier plan de gobierno y
está fuertemente relacionada con el concepto de bienestar, principalmente en su dimensión Social.
Ahora bien, quienes se concentran en el concepto, hacen una extensa clasificación pero todos los
tipos siempre están relacionados con el hecho de que los hombres son seres sociales y se debe hacer
lo que esté al alcance para fomentar un buen vivir con el otro. Una de las acepciones más citadas, por
ejemplo, es la que refiere la convivencia pacífica como “la capacidad de vivir juntos respetando y
consensuando las normas básicas. Es la cualidad que posee el conjunto de relaciones cotidianas entre
los miembros de una sociedad cuando se han armonizado los intereses individuales con los colectivos,
y por tanto, cuando los conflictos se desenvuelven de manera constructiva” (Ministerio del Interior y
de Justicia).

Podría suponerse de manera ligera que convivir es algo innato por la naturaleza social del hombre
pero esto no es necesariamente cierto, toda vez que influyen tantas fuerzas tanto individuales como
15
intersubjetivas que al final, convivir es algo que se debe aprender. Es un proceso de construcción
continua, asociado a múltiples valores (respeto, tolerancia, entre otros), aprendizajes y a una
constante interacción social. Vale hacer mención que lograr la convivencia no es algo sencillo, pues
implica adaptarse a los demás, al entorno, ser flexible y prever múltiples alternativas para resolver
situaciones conflictivas. La convivencia también requiere el establecimiento de unas normas
comunes, donde no pone el acento sólo en el respeto y tolerancia de lo particular, distinto u opuesto
del otro, sino también en lo que une, en lo que se converge: un espacio, una regulación social del
tiempo, unas responsabilidades, el uso de determinados recursos, etc. Todo ello exige acordar y
convenir reglas del juego aceptadas y cumplidas por todos (Giménez, 2007).

De igual forma, la convivencia permite a los seres humanos hacer valer su humanidad, porque una
sociedad civil es deseable si sus miembros promueven y gestionan valores y propician líneas de
cooperación, reconocimiento, aceptación, y acogida entre las personas.

Modelos De Educación Para La Salud Y El Bienestar

“La calidad de la salud sólo mejorará cuando los propios interesados participen en la
planificación, aplicación y toma de decisiones acerca de su propia salud”
Halfdan T. Mahler ,1985

La educación para la salud y el bienestar es un elemento fundamental para propiciar una adecuada
calidad de vida. Tal como lo refiere Roque (2002), el objeto de la educación para la salud es brindar
la información suficiente para evitar enfermedades o complicaciones que afectan la calidad de vida
y el bienestar de los individuos; de igual manera, busca la modificación de los comportamientos, en
un sentido positivo tanto a nivel individual como comunitario, dependiendo del tipo de intervención
que se lleve a cabo. Asimismo, Riquelme Pérez (2012) refiere que la finalidad de la Educación para la
Salud no es tanto que se lleven a cabo comportamientos definidos y prescritos por el experto, sino
facilitar que las personas movilicen sus propios recursos y desarrollen capacidades que les permitan
tomar decisiones conscientes y autónomas sobre su propia salud, tal como lo es la adquisición de
hábitos promotores de la salud que de cierta forma puedan ser aprehendidos dentro de su
cotidianidad y que permitan así, el desarrollo de un estado de completo bienestar físico, psíquico y
social y no únicamente la ausencia de enfermedad o incapacidad (OMS, 1948), siendo esto lo que
conocemos y entendemos por Salud.

La educación juega un papel importante en el proceso de concienciación de la realidad y del entorno,


ampliando así, los conocimientos y las posibilidades de cambio. Sin embargo, para que la persona
aprenda se considera esencial un aprendizaje significativo, es decir, que la persona aprenda desde
16
sus experiencias y vivencias, reorganizado y modificando los conocimientos, según la información
adquirida y las experiencias propiciadas durante el proceso educativo. Para que el proceso de
Educación para la salud resulte significativo, es necesario que las personas sean conscientes de su
situación (conocerla y verbalizarla); profundicen en ella, lo que implica analizar las causas, aumentar
los conocimientos y reflexionar; y finalmente realizar acciones para el cambio (Riquelme Pérez,
2012).

Ante la necesidad de mejorar la calidad de vida y el bienestar de los individuos y las comunidades,
han surgido diversas propuestas para incentivar y promover estos componentes. Sin embargo, es
necesario mencionar que el concepto y quehacer de la Educación para la Salud ha pasado por
diferentes enfoques, asociados a la época y al contexto en el que se ha desarrollado, siendo esto una
constante desde sus comienzos hasta la actualidad. Se distinguen dos grandes etapas o periodos en
la evolución del concepto y contenido de la Educación para la Salud (Salleras, 1990), que transcurren
paralelamente con los cambios sociopolíticos y con la evolución de la nosología y de los factores de
riesgo, obedeciendo cada una de ellas a planteamientos epistemológicos que las conforman, en los
que subyacen determinadas concepciones acerca de la educación, del aprendizaje, del hombre, la
salud y el bienestar.

El primer periodo, también conocido como el periodo Clásico, inicia a principios del siglo XX y llega
hasta mediados de la década de los años sesenta; dio lugar a la formación de dos enfoques de
Educación para la salud, fundamentados en el paradigma positivista con base en teorías
psicosociológicas de la modificación de comportamientos, y parte de dos enfoques teóricos del
aprendizaje: una es el conductismo (condicionamiento clásico y el condicionamiento operante) y el
aprendizaje vicario de Bandura. Y la otra del cognitivismo que otorga preponderancia a los procesos
internos elaborados por el individuo, en relación con el medio externo.

El primer enfoque es conocido como informativo prescriptivo que se caracteriza por ser la forma
tradicional de orientar actividades educativas, donde los únicos que poseen el conocimiento
suficiente para mejorar la salud y el bienestar de los individuos, son los profesionales de la salud,
asumiendo entonces, los individuos (no profesionales en el campo de la salud) un rol pasivo,
dispuestos a aceptar y cumplir con precisión sus indicaciones. El segundo enfoque de este primer
periodo, surge a partir de la preocupación de la medicina por la conducta y el impacto que está genera
en la salud. Este enfoque de Educación para la salud se reconoce por desarrollar una serie de
intervenciones enfocadas a generar cambios en la conducta y en el estilo de vida.

Tal como lo refieren Valadez, Villaseñor y Alfaro (2004), estos enfoques mencionados anteriormente,
parten de la idea de que el proceso de salud-enfermedad es un fenómeno biológico-individual,
desconociendo el impacto que tienen las condiciones sociales sobre la salud y el bienestar.
Asumiendo que las características sociodemográficas y estructurales no ejercen influencia directa
sobre el comportamiento. De igual forma, contiene de manera explícita una concepción de la
17
educación como un proceso autoritario y vertical, es decir, seguir una instrucción sin discusión alguna,
tal como las autoridades en salud lo dictaminen.

Entre los modelos más representativos de este enfoque encontramos:

Modelo de Creencias en Salud: El modelo de creencias en salud (MCS), tal como lo menciona Viveros
y Herrera (2013), es quizás el único de los prototipos que surgió especialmente para explicar las
conductas asociadas a la salud, a partir de los esfuerzos realizados en la década de 1950 orientados a
detectar las variables pertinentes para generar estrategias de educación para la salud. El MCS se basa
en teorías clásicas del aprendizaje, en particular, en la Conductista, la cual sostiene que cualquier
tipo de comportamiento se reduce a relaciones de estímulo-respuesta y se justifica por sus
consecuencias inmediatas; y en la cognitiva, que entiende el comportamiento, como el resultado de
procesos mentales, en que el individuo otorga cierto valor a las consecuencias de su acción y sopesa
la probabilidad de que ésta produzca el deseado resultado. Aunque los defensores de ambas teorías
consideran que el reforzamiento es un importante factor condicionante del comportamiento, los
teóricos cognitivos lo sitúan influenciando las expectativas, o hipótesis, en lugar del comportamiento
en sí (Soto, Lacoste Marín, Papenfuss, & Gutiérrez León. 1997).

Este modelo centra su atención en dos aspectos: la percepción de amenaza y la valoración


conductual. Tal como lo refiere Rodríguez-Marín (2008) retomando a Rosenstock (1974), una persona
no llevará a cabo conductas de salud a menos que cuente con un mínimo de motivación hacia la salud
e información relevante sobre el tema; ha de percibirse como susceptible de enfermar y considerar
grave o amenazante la enfermedad; de esta forma, la persona considerará necesaria la intervención
y verá pocas limitaciones para llevar a cabo conductas saludables. La aceptación de esta hipótesis
implica que es la percepción individual la que determina el comportamiento dirigido al cambio, y no
el ambiente en el que vive y se desarrolla el individuo.

El grado de reconocimiento de dicha susceptibilidad a enfermar o vivenciar situaciones que pueden


llegar a afectar la salud, está ampliamente ligada al conjunto de creencias que el individuo ha
introyectado en su proceso histórico-vital. Las creencias en salud son características individuales que
perduran en el tiempo, moldean la conducta y son adquiridas en el proceso de socialización; por tal
razón, no son fijas y varían en cada individuo aun cuando estos presenten antecedentes similares
(Rosenstock, 1974).

Los componentes del modelo incluyen la percepción de los siguientes elementos: susceptibilidad,
severidad, beneficios percibidos, costos o barreras y claves para la acción (Moreno, E; Gil Roales.,
2003 retomando a Rosenstock, 1974).

- Percepción de susceptibilidad: dimensión que valora el grado de vulnerabilidad ante la


enfermedad; está puede ir desde la negación ante la posibilidad de contraer una enfermedad,
hasta el convencimiento de estar en peligro cierto de contraerla. 18
- Percepción de severidad: se refiere a las creencias sobre la gravedad de contraer una
determinada enfermedad o dejarla sin tratar una vez contraída y se trata de una dimensión
que contempla dos tipos de consecuencias de la pérdida de la salud, por un lado las
consecuencias médico-clínicas, y por otro lado las posibles consecuencias sociales.
- Percepción de Beneficio: está dimensión se encuentra relacionada a las creencias del individuo
respecto a la efectividad relativa que las diferentes conductas disponibles en su repertorio
puedan tener a la hora de enfrentarse con la enfermedad.
- Barreras Percibidas: está dimensión hace referencia a esas situaciones opuestas a la ejecución
de conductas hacia la salud, ya sea porque resultan desagradables, costosas o incluso
dolorosas para el individuo.
- Claves para la acción: estímulos imprescindibles para desencadenar el proceso de toma de
decisiones. En el ámbito de la salud, estas claves pueden ser internas (por ejemplo, síntomas
físicos o percepciones corporales) o externas (recomendaciones de los medios masivos de
comunicación, recordatorios de los servicios de salud, consejos de amigos, etc.). La intensidad
necesaria de una de estas claves para desencadenar la conducta puede variar de sujeto a
sujeto, e incluso en el mismo sujeto dependiendo de sus niveles de susceptibilidad y del grado
de severidad percibida.

Los elementos anteriormente mencionados son los elementos fundamentales para llevar a cabo un
proceso de Educación para la salud, desde el MCS.

Modelo Transteórico: El modelo transteórico (MT) del cambio del comportamiento en salud, se
consolidó durante los años 19990 como una de las propuestas más innovadoras en el área de
promoción de la salud y prevención de la enfermedad, por las posibilidades que ofrece para planear
y ejecutar intervenciones a partir de las características específicas de las poblaciones o grupos a
quienes están dirigidas las acciones (Cabrera; 2000). El modelo cuenta con la premisa básica de que
el cambio comportamental es un proceso y que este se ve influenciado por el nivel de motivación y
la intención de cambio.

El MT explica el cambio espontáneo o inducido del comportamiento de los individuos quienes se


ubican en una de cinco etapas. La ubicación en alguna de estas etapas y el cambio a la siguiente o a
la anterior está determinado por factores como los procesos de cambio, el balance decisorio, la
tentación y la autoeficacia (Prochaska, J. O., & Velicer, W. F., 1997). Las etapas que conducen a un
cambio conductual relacionado con la salud son:

- precontemplación, donde no existe conciencia de problema y no hay intención de cambiar, tal


situación puede ser el resultado de la falta de información acerca de las consecuencias de su
comportamiento;
- contemplación, donde el individuo considera la posibilidad de cambio en un futuro cercano;
- preparación; cuando el individuo toma la decisión de trazar planes de acción;
19
- acción; donde se trazan planes específicos para iniciar el cambio, está fase requiere gran
dedicación y disposición para evitar recaídas;
- mantenimiento; el individuo ya ha modificado su comportamiento, pero requiere prevenir
recaídas y consolidar las ganancias obtenidas durante la fase de acción (Toral & Slater, 2007).

Modelo KAP- Modelo de Comunicación Persuasiva: El modelo KAP (del inglés, Knowledge, Attitudes,
Practices), parte del supuesto de que las actitudes condicionan los comportamientos. Según este
modelo, basta con brindar a los individuos, grupos y colectividades una información veraz y
comprensible con el objeto de cambiar los conocimientos, lo cual iría acompañado del cambio de
actitud, y a su vez seguiría el cambio de algún hábito y la adopción de uno nuevo (concepción causal
de la actitud) . Sin embargo se sobreestima la capacidad real de los medios de comunicación y no se
toma en cuenta que la actitud es sólo uno más de los factores que determinan el comportamiento
(De Paz Lugo, P. 2015). Lamentablemente, pese a la amplia evidencia de la insuficiencia de este
modelo para generar cambios efectivos y perdurables en la conducta relacionada con la salud, es el
modelo que se sigue utilizando en la mayoría de programas de educación para la salud y el bienestar.

El segundo periodo de los modelos de Educación para la salud y el bienestar, surge a partir de la
necesidad de reconocer la influencia de los factores ambientales y de desigualdad económica
respecto a las condiciones de salud de los diferentes grupos sociales, admitiendo así, que las
afectaciones y la recuperación o mejora no sólo atañen al individuo y su comportamiento, sino
también a factores externos. Tal como lo refiere Preiswerk (1994), está nueva perspectiva de
Educación para la Salud contempla la participación activa de los individuos y las comunidades,
eliminando la noción de que el proceso educativo en salud se limita a la transmisión de un saber; el
proceso educativo ha de situarse en el desarrollo de la conciencia, en el marco de su propio
descubrimiento respecto a su contexto, colocándolo en el espacio de las prácticas de las personas en
relación con las distintas esferas en que se desenvuelve su vida.

Algunos de los modelos que surgen a partir del contexto anteriormente señalado son los siguientes:
Teoría Ecológica de Bronfenbrenner: El postulado básico de Bronfenbrenner es que los ambientes
naturales son los que ejercen principal influencia en la conducta humana (Linares, Vilariño, Villas,
Álvarez-Dardet & López, 2002). Desde esta perspectiva ecológica, el ambiente es visto como un
conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, donde cada uno de estos
niveles contiene al otro. Bronfenbrenner (1987) denomina los niveles como:

- Microsistema, que constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo;


- Mesosistema, nivel que comprende las interrelaciones de dos o más entornos donde la
persona actúa y participa activamente;
20
- Exosistema, nivel que está integrado por entornos o espacios donde el individuo no actúa
como sujeto activo; y
- Macrosistema, nivel que se configura con la cultura y subcultura en que se desenvuelve la
persona y su grupo social.

Esta postura, de igual forma señala que el desarrollo humano se da dentro de una interacción Bio-
ecológica, donde es comprendido como un fenómeno de continuidad y cambio de las características
bio-psicológicas de los seres humanos, tanto de los grupos como de los individuos. El elemento crítico
de este modelo es la experiencia que incluye no sólo las propiedades objetivas sino también las que
son subjetivamente experimentadas por las personas que viven en ese ambiente (Bronfenbrenner &
Ceci, 1994).

Modelo Precede-Proceed: El modelo Precede-Proceed, es un modelo participativo de planeación para


la educación en salud y para los programas de promoción de la salud. Se apoya en el principio de que
la mayoría de los cambios de comportamientos son voluntarios por naturaleza; dicho principio se
refleja en el sistemático proceso de planeación que intenta empoderar a los individuos con:
comprensión, motivación y habilidades para que participen activamente en la resolución de los
problemas de la comunidad con el fin de mejorar la calidad de vida (Barrera Sánchez; Herrera Amaya
y Ospina Díaz, 2014).

El modelo Precede – Proceed es un modelo de educación para la salud que reúne los aportes de
diferentes disciplinas, tales como la epidemiología, las ciencias de la educación, las ciencias sociales,
las ciencias conductuales y la administración en salud. De igual forma, permite el abordaje de las
actividades de educación para la salud desde una perspectiva de aprendizaje; facilita la inclusión de
las variables culturales y respeta la influencia que éstas ejercen sobre el individuo y su conducta;
defiende la inserción de acciones transformadoras a nivel individual, social y cultural (García, Owen,
y Flórez-Alarcón, 2014).

Este modelo de educación para la salud, requiere una planificación “hacia atrás”, es decir que se
trabaja desde el planteamiento de un objetivo final para producir objetivos y subobjetivos que si se
cumplen, culminará en la consecución de dicho objetivo establecido inicialmente. El objetivo es
mejorar la calidad de vida según lo definido por la comunidad. Por supuesto, una comunidad puede
tener múltiples problemas que inciden en la calidad de vida, por lo que, a menudo, el planificador del
programa debe comenzar por "preidentificar" un problema de salud que se cree que tiene un impacto
sustancial en la calidad de vida en la comunidad (Crosby & Noar, 2011).

El acrónimo Precede significa Predisposing, Reinforcing and Enabling Constructs in Educational


Diagnosis and Evaluation (predisponer, reforzar y establecer constructos de diagnóstico y evaluación
educativa y ambiental) (Padre et al., 2004) y es una herramienta que facilita la elaboración de un
amplio diagnóstico comunitario, ya que aborda múltiples determinantes de la salud y da paso a la
21
participación activa de la población. Está fase del modelo consta de cinco componentes:

1- Diagnóstico Social: la evaluación social y el análisis de la situación, identifica y evalúa áreas


potenciales para la acción de la salud. Al involucrar a la comunidad en este diagnóstico,
utilizando información "tanto objetiva como subjetiva" de múltiples fuentes se logra
identificar las prioridades de la población para mejorar sus vidas. Los autores sugieren que las
prioridades de los miembros de la comunidad son tan relevantes como las necesidades
médicas o de salud "reales" evaluadas en la siguiente fase. (Green y Kreuter, 2005, citado por
Porter ,2016). De igual manera, en este paso inicial se da a conocer el objetivo último del
proceso, es decir, lo que se espera conseguir con la implementación del modelo.

2- Diagnóstico Epidemiológico: identifica y prioriza problemas de salud y establece objetivos de


cambio. Esta fase se basa en gran medida en las tradiciones empíricas de las ciencias
biomédicas (Porter, 2016), pero también exige enfoques ecológicos para identificar barreras
estructurales a la salud mediante la evaluación de los determinantes físicos, sociales, políticos
y económicos de la salud que pueden contribuir a la presencia de la situación que afecta la
salud y calidad de vida de los individuos y las comunidades
3- Diagnóstico comportamental y ambiental: en este paso del proceso, se identifican los factores
ambientales y comportamentales que pueden estar relacionados con los problemas asociados
a la salud. El diagnóstico comportamental, consiste en el análisis sistémico de los
comportamientos relacionados con los problemas identificados en el paso 1 y 2. Por su parte,
el diagnóstico ambiental integra un análisis paralelo de los factores del ambiente físico y
social, que pueden estar asociados con los comportamientos identificados previamente o
vinculados a comportamientos que favorezcan el resultado deseado.
4- Diagnóstico Educacional y Organizacional: terminado el paso anterior, cada comportamiento
escogido, será blanco del diagnóstico educacional y organizacional. Este diagnóstico permitirá
identificar los factores que tienen que ser modificados para iniciar y mantener el proceso de
cambio comportamental. Los factores que influyen en los comportamientos individuales o
colectivos, incluidas las acciones organizativas relacionadas con el medio ambiente, según
Green & Kreuter (1991), pueden ser sintetizadas en tres categorías: factores predisponentes,
factores facilitadores y factores de refuerzo. Afirman que cualquier comportamiento puede
ser explicado en función de la influencia colectiva de estos tres factores sobre el
comportamiento de salud / enfermedad, o sea, de su influencia resulta la presencia o ausencia
así como el mantenimiento o cese del comportamiento.
5- Diagnóstico Político y Administrativo: permite la evaluación de los recursos disponibles para
llevar a cabo el programa de intervención, en particular, los recursos humanos, materiales y
financieros; asimismo, facilita identificar las barreras frente a la aplicación del programa y
analizar las políticas vigentes que necesitan ser cambiadas. Consiste en la determinación de
los recursos y metodologías necesarias y disponibles para desarrollar e implementar un
programa de promoción de la salud. Esta evaluación posibilita hacer el cronograma del plan 22
de acción, definir los recursos y responsabilidades así como el presupuesto. De esta forma
concluye la fase Precede para la planificación de un programa de promoción de la salud y el
bienestar y se da inicio a la fase de implementación y evaluación Proceed.
El acrónimo Proceed, por su parte, significa Policy, Regulatory and Organizational Constructs in
Educational and Environmental Development (Política y Constructos Reguladores y Organizativos en
Desarrollo Educativo y Ambiental) y supone la intervención y la evaluación del programa. Los
componentes respetivos son:
6- Implementación y Evaluación: aquí se lleva a cabo la ejecución del plan de acción del programa
de promoción para la salud, de acuerdo a los objetivos trazados inicialmente. Los elementos
que permitan un buen proceso de intervención son: la planificación eficaz, un financiamiento
adecuado y un equipo de profesionales calificados. En este paso también se incluye la
iniciación del proceso de evaluación, entendiendo está última, como el "subproceso" que se
ejecuta dentro del programa de promoción de la salud - no es simplemente una actividad que
se produce una vez que se termina el programa, sino que es un proceso permanente que
consta de tres partes: evaluación del proceso, valoración del impacto, y evaluación de
resultados.(Crosby & Noar, 2011).
7- Evaluación del proceso: Consiste en la descripción de las condiciones de inicio y desarrollo del
programa; las actividades desarrolladas y la reacción de los participantes. Esta información
sobre el proceso de funcionamiento del programa es el primer nivel de evaluación. La
supervisión de las actividades a partir de soportes de información sistemática es una forma
eficaz de recopilar datos válidos para su análisis. Implica un proceso de evaluación continua.
Los informes de ejecución son la forma ideal de mantener actualizado el análisis de situación
y de motivar la introducción de pequeñas correcciones en la planificación. Estos pueden ser,
por ejemplo, ajustes en las actividades y/o recursos materiales o reajustes culturales, para
que los productos/actividades se adecuen mejor a las necesidades de los individuos. Se
pueden evaluar las actividades, los métodos, la satisfacción de los participantes (población
objetivo y equipo), adecuación de los productos/actividades, etc. La evaluación del proceso
permite más precisión en la interpretación y, eventualmente, en la generalización de los
resultados (Brito, I; 2008).
8- Evaluación de Impacto: este paso permite identificar si los comportamientos identificados
como problemáticos con el programa de intervención fueron modificados. Igualmente
importante, la evaluación del impacto también puede mostrar qué, cómo y cuáles de las
estructuras ambientales que posibilitan la presencia y el mantenimiento de los eventos no
deseados cambiaron con éxito. El éxito sostenido en uno o ambos de estos frentes es
teóricamente un indicador de las eventuales disminuciones en el resultado o afección de la
situación a la que se dirigió inicialmente (es decir, el objetivo principal del programa de
intervención.(Crosby & Noar, 2011; Brito, 2008).
9- Evaluación de resultados: este nivel de evaluación cierra el círculo del planeamiento, es decir, 23
proporciona nuevos datos para la programación en salud. La evaluación de resultados se
refiere al análisis de los indicadores de salud y de calidad de vida, verificando las
modificaciones ocurridas en los comportamientos y condiciones ambientales y atribuibles al
programa. Por lo tanto, esta evaluación se realiza a medio o largo plazo, dependiendo del
impacto esperado del programa sobre la salud de la población objetivo (Crosby & Noar,.
(2011); Brito,. (2008).
Gráficamente, los autores presentan el modelo de la siguiente manera:

Como resulta evidente, el modelo Precede-Proceed ha resultado el más idóneo para los propósitos
trazados en el marco de No Te Madures Biche…Jóvenes para la Vida, pues abarca tanto la
complejidad como el mecanismo para la promulgación de un modelo de Bienestar y Convivencia
desde la perspectiva de los Adolescentes y Jóvenes en el departamento del Huila.
METODOLOGIA

Para la construcción del Modelo para el fomento del Bienestar y la Convivencia de los Adolescentes
y Jóvenes del Departamento del Huila se acudió a técnicas de Investigación-Acción-Participación (IAP)
con actores de cada uno de los 37 municipios del departamento del Huila. Para cada tipo de actores
se definieron guiones que permitieron identificar sus versiones sobre cada uno de los eventos críticos
y construir desde su perspectiva la visión de lo que es y será la vida de los protagonistas del presente
y el futuro del Departamento.
24
Los actores que participaron en la Fase 1 (Precede) del Programa No Te Madures Biche…Jóvenes para
la Vida fueron:

- Adolescentes de la zona urbana de los 37 municipios: Con el apoyo de los facilitadores


municipales, los psicólogos realizaron jornadas vivenciales con alrededor de 20 adolescentes
de la zona urbana de cada municipio. Se convocaron adolescentes con suficiente
conocimiento de las realidades dinámicas de su municipio en su extensión. Se hizo uso de
estrategias de grupos focales y se identificaron con ellos:

- Estado actual percibido: interpretación de los actores sobre la situación actual de cada
uno de los seis eventos críticos en su municipio desde una perspectiva absolutamente
individual. Se pretendió identificar la severidad que los adolescentes atribuyen a lo
que las autoridades consideran problemáticas de los Adolescentes y Jóvenes.

- Futuros deseables: a los que se les denominó Futuribles y se constituyen los puntos de
llegada y sobre los cuales se evaluará el programa al cabo de diez años. El plazo fue
definido teniendo en cuenta, por un lado, los ciclos vitales de los protagonistas y, por
otro, los ritmos típicos para esperar cambios comportamentales y epidemiológicos de
los eventos críticos.

- Factores que predisponen al fenómeno actual: con el fin de aportar a la comprensión


de las causas distales de los eventos críticos en la localidad.

- Factores que facilitan el fenómeno actual: con el fin de aportar a la comprensión de


las causas proximales de los eventos críticos.

- Factores que mantienen el fenómeno actual: con el fin de identificar los reforzadores
de los eventos críticos. La identificación y comprensión de estos factores por parte de
los actores resulta fundamental para la vinculación activa en las alternativas de
solución.
- Barreras percibidas para el cambio del fenómeno: que permite la identificación de los
factores amenazantes para el logro de los futuribles y, por tanto, se convierten en
prioridades en el plan estratégico (Guía Metodológica)

- Oportunidades institucionales y políticas para el logro del estado deseable: A la par


con las anteriores, las oportunidades que los adolescentes perciben han de ser
priorizadas para la formulación de planes estratégicos para el bienestar y la
convivencia.

- Jóvenes de la zona urbana: Se organizaron jornadas vivenciales similares a las realizadas con 25
los adolescentes de la zona urbana (aproximadamente 20 jóvenes por cada municipio),
siguiendo una metodología equivalente y buscando identificar los mismos factores.

- Adolescentes y Jóvenes de la zona rural: con el fin de integrar a la población de la zona rural,
se organizaron grupos de aproximadamente 20 adolescentes y jóvenes habitantes de las zonas
rurales de cada municipio, en donde se replicó la metodología y el guion propuesta para las
otras jornadas vivenciales.

Producto de estas jornadas se obtuvieron insumos para los componentes Social, Epidemiológico,
Comportamental/Ambiental, Educacional/Organizacional y Político/Administrativo del modelo.

- Autoridades del Municipio: Con reuniones y presentaciones en las que se convocaron a las
diversas autoridades del municipio se logró, además de identificar la capacidad instalada y
potencial relacionada con programas, proyectos, estrategias y actividades para Adolescentes
y Jóvenes, un compromiso para la articulación de todas las acciones en la fase posterior del
Programa. Acudieron a estas reuniones el alcalde, su gabinete, autoridades educativas,
autoridades militares y policiales, autoridades eclesiásticas, representantes de organismos no
gubernamentales, entre otros. Estas acciones alimentaron principalmente el componente
Político/Administrativo. Se pretendió en estas acciones hacer un levantamiento de los
siguientes elementos:

- Revisar el plan de gobierno para identificar los planes que involucren a Adolescentes y
Jóvenes.

- Hacer un inventario de planes, proyectos y programas que involucren a Adolescentes


y Jóvenes actuales y futuros (potenciales).

- Hacer un inventario de instituciones públicas y privadas con programas que involucren


Adolescentes y Jóvenes.
- Entrevistar a las autoridades de las instituciones quienes, a través de un acta, se
comprometieron a ejecutar las acciones en beneficio del bienestar y la convivencia de
Adolescentes y Jóvenes.

- Identificar programas o proyectos potenciales en el municipio que involucren a


Adolescentes y Jóvenes, diferentes a las propuestas de los entes gubernamentales.

Al final, se elaboró el documento Inventario de Capacidad Instalada, que se anexó al informe final de
la fase 2017.
26
- Docentes: Se realizaron jornadas vivenciales con docentes de las instituciones educativas del
municipio con quienes se buscó centrar la atención principalmente en el evento de la violencia
escolar. Para esto, se definieron los siguientes pasos en la jornada que convocó,
aproximadamente a 15 de ellos en cada municipio:

- Identificación de las posibles causas del fenómeno de la violencia escolar desde la


perspectiva del maestro.

- Identificación de las posibles alternativas de solución, resaltando la vinculación que


debe existir entre la escuela y la familia. En este punto resultó muy pertinente vincular
el concepto de Involucramiento parental, el cual fue abordado más directamente en
las jornadas con padres.

- Planteamiento de rutas de intervención de los casos de violencia escolar. A este


respecto, se pidió que estas rutas fueran las que los docentes consideraran que serían
las más efectivas para atacar el fenómeno, sin buscar necesariamente su coincidencia
con la Ruta formulada por la Ley 1620 de 2013. Como parte del ejercicio práctico, se
solicitó a los docentes plantear Rutas de desarrollo humano sostenible, promoción del
bienestar y la convivencia desde el aula, para ser luego comparadas y complementadas
con la ruta oficial.

- Padres de Familia: Se realizaron 3 jornadas vivenciales con grupos de aproximadamente 20


padres de familia en cada municipio con el fin de promover el involucramiento parental como
factor protector frente a los eventos críticos. En estas jornadas se discutió sobre el rol de la
familia en el origen, prevención y atención de las problemáticas psicosociales y la construcción
del plan de vida así como la gran relevancia de promover la comunicación abierta entre padres
e hijos como elementos cruciales del bienestar. Una cuarta jornada estuvo dedicada a la
consolidación de compromisos entre padres e hijos con actividades de comunicación y
reflexión donde cada uno de los participantes asumió responsabilidades y se fijó metas en
torno a la convivencia familiar.
- Líderes comunitarios: Se convocaron a aproximadamente 10 líderes comunitarios de los
municipios con el fin de hacer una sensibilización en torno a convertirse en facilitadores de
los proyectos que se implementen para los Adolescentes y Jóvenes, en lugar de ser barreras.
Se buscó que ellos entendieran que atender a la mirada de los Adolescentes y Jóvenes es
importante pues viven una realidad desde otra perspectiva, además de ser quienes van a
sucederlos en ese liderazgo comunitario. Por lo anterior, las jornadas con líderes fueron
espacios de reflexión especialmente sobre los eventos críticos, de cómo estos afectan a los
Adolescentes y Jóvenes y a su vez cómo afectan al resto de la comunidad. De estas jornadas
se obtuvo: 27

- Identificación de las posibles causas de los eventos críticos, en especial de las


conductas de ilegalidad por parte de Adolescentes y Jóvenes

- Rol de los líderes comunitarios en el origen y mantenimiento de las problemáticas


(Eventos críticos) que viven los Adolescentes y Jóvenes

- Compromisos de los líderes comunitarios en los planes estratégicos que formulen los
Adolescentes y Jóvenes en las fases subsiguientes del Programa.

- Representantes de la Comunidad: Se realizó una convocatoria a aproximadamente 20


representantes de la comunidad del municipio con el fin de realizar una jornada de Cartografía
Social, previa capacitación para la misma. Esta jornada buscó una apropiación del territorio
como espacio no sólo geográfico sino simbólico que propicia el desarrollo y mantenimiento
de los eventos críticos y también actúa como herramienta fundamental para la intervención
en contexto. El ejercicio enriqueció el componente ambiental, para complementar la
comprensión de la dinámica de los eventos críticos en cada localidad. La síntesis de los
ejercicios de cartografía social alimenta la comprensión del estado actual del evento

El material producido en cada jornada o actividad fue registrado por parte de los psicólogos
responsables de cada municipio en una plataforma web diseñada para el programa. Dicho material
fue revisado en cuanto a su calidad y pertinencia por los psicólogos coordinadores zonales, para ser
finalmente descargado en una hoja de Microsoft Excel que fue, posteriormente, importada desde el
software Atlas.Ti mediante el cual se procedió a realizar el análisis final por parte del Director
Científico con el apoyo de la Psicóloga practicante.
MODELO

Se formula el Modelo para el fomento del Bienestar y la Convivencia de los Adolescentes y jóvenes
del Departamento del Huila a partir de los ejercicios reflexivos y propositivos diseñados a través de
jornadas vivenciales con Adolescentes, Jóvenes, Padres de Familia, Docentes, Líderes y
representantes de la comunidad, reconociendo la multifactorialidad de los fenómenos en cuestión.

Se presenta, para cada evento, la definición que se estableció para ser manejada en el marco de No
Te Madures Biche, una síntesis de las percepciones sobre el estado actual que se alimenta además 28
con la síntesis de los ejercicios de cartografía social, el estado deseable o futuribles, los factores
predisponentes, los facilitadores y de mantenimiento. Igualmente, las barreras percibidas para el
estado deseable y las oportunidades que brinda el contexto para el cumplimiento de los propósitos
relacionados con el evento. En algunos de los eventos se incluyen los elementos adicionales que
proporcionaron algunos de los actores en el proceso.

Evento Crítico 1: Suicidio

Definición para el Programa: es el acto por el cual una persona termina con su vida de manera
voluntaria, es decir, hubo una decisión de autoeliminarse; no fue accidental. Aunque intervienen
muchos factores, es conveniente indicar que los problemas económicos, familiares o amorosos no son
las causas, como solía pensarse. Prácticamente, todas las personas en el mundo han tenido este tipo
de problemas. Las estrategias más exitosas para prevenir el suicidio son las que enseñan a las
personas a entender que siempre existen varias alternativas para resolver las situaciones de conflicto.

Estado actual del fenómeno:

El suicidio es uno de los eventos críticos que preocupa por su aumento en los diferentes municipios
del departamento del Huila. Las causas tendrían relación con poca resolución de conflictos, poca
autoridad y formación en la familia, falta de afectividad en los hogares, influencia que ejercen otras
personas, , desempleo, falta de un proyecto de vida, demasiado tiempo libre. Poco involucramiento
familiar, problemáticas familiares, académicas, personales. Discusiones, separaciones y maltratos;
Problemas amorosos, infidelidades, fin de una relación y el consumo de drogas.

Los lugares no son específicos ya que se presentan en cualquier parte de los municipios, tanto en
espacios abandonados o en otros casos en lugares visibles que les permite ser encontrados
rápidamente. (Hogar, Colegio, fincas, montañas, instituciones educativas, polideportivo, hogares,
veredas, en fiestas, lugares alejados del municipio.
Estado deseable del fenómeno (futuribles):

Para la población joven y adolescente del Huila, los siguientes son los futuros soñados en relación con
el suicidio, en un horizonte temporal de diez años:

Que se reduzca el número de suicidios a nivel cero

Espacios y estrategias para el uso creativo del tiempo libre

Reducir barreras de acceso a la educación terciaria

Padres de familia involucrados y con habilidades para el dialogo y acompañamiento a sus hijos 29

Instituciones educativas con programas de acompañamiento con la participación activa de padres de


familia

Estrategias pedagógicas motivantes para los estudiantes, que les permitan desarrollar la creatividad
y docentes con altas capacidades para la asesoría y acompañamiento a sus estudiantes en momentos
de tensión

Comunidades involucradas en las estrategias de prevención

Estrategias para favorecer la inclusión laboral de los jóvenes

Adolescentes y jóvenes con niveles adecuados de autoestima

Factores predisponentes:

Estilos de afrontamiento inadecuados y baja tolerancia a la frustración

Patrones desadaptativos de comunicación en el hogar

Violencia y maltrato en el entorno familiar

Carencia afectiva en la familia

Insuficientes o inexistentes redes de apoyo social

Estigma social frente al tema de la muerte y el suicidio que lleva a callar

Consumo de sustancias Psicoactivas por presión social de los pares

Acoso escolar

Problemas sentimentales

Bajo desempeño escolar


Dificultades económicas que generar estrés

Falta de escenarios de encuentro para el dialogo abierto sobre las problemáticas qie afrontan los
adolescentes y jóvenes

Factores facilitadores:

Falta de manejo de los factores de riesgo por parte de las autoridades

Falta de confianza y canales adecuados de comunicación en la familia 30

La soledad

Mal ejemplo por parte de la familia

Falta de proyecto de vida definido

Exposición temprana a factores de riesgo

Factores de mantenimiento:

Falta de espacios para el diálogo abierto sobre los problemas de los adolescentes y jóvenes que
generen la confianza para consultar y tratar de resolver

Bajo nivel educativo de los padres

Falta de estrategias de intervención de las instituciones con los padres de familia

Falta de oportunidades laborales

Baja oferta de recreación y aprovechamiento del tiempo libre

Falta de consistencia en la aplicación de normas pro parte de los padres

Evento Crítico 2: Intento de Suicidio

Definición para el Programa: cualquier acción realizada con la intención de dar fin a su propia
existencia, sin lograrlo, es un Intento de Suicidio. Las personas que intentan suicidarse con frecuencia
están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar, pues
consideran que la propia muerte es la única salida. Personas que han tenido intentos manifiestan que
sentían que no tenían con quien contar y que su muerte sería lo mejor para su familia, dándose cuenta
después de que esto no era así. La búsqueda de ayuda a tiempo, apoyado por la familia y amigos
reduce el riesgo de volver a intentarlo.

Estado actual del fenómeno:

Referente al Intento de suicidio se manifiesta que se presenta tanto en sectores populares hasta
sectores reconocidos socialmente. Entre las posibles causas que enuncian los participantes de la
cartografía social son malas decisiones, problemas académicos, crisis económicas, deudas, falta de
vínculos afectivos que en algunos casos provoca estos actos para llamar la atención, baja autoestima, 31
por falta de orientación y dialogo en las familias, falta de autoridad en los hogares, poca capacidad
de tratamiento de conflictos en casos de decepciones sentimentales y manejo de las emociones.

De acuerdo con los adolescentes, el fenómeno es más común de los que aparece en las estadísticas
pues resulta común escuchar a compañeros mencionar su deseo por quitarse la vida

Es necesario generar campañas de prevención y atención temprana cuando se identifican factores de


riesgo en los jóvenes referente a este evento, y para ello se debe fortalecer redes para mejorar la
comunicación entre los hogares y las diferentes instituciones en los que se ven involucrados (emisora,
iglesia, grupos deporticos, instituciones educativas, centros de salud y alcaldía). Igualmente trabajar
con los jóvenes temas relacionados con la autoestima, proyecto de vida y resolución de conflictos.

Estado deseable del fenómeno (futuribles):

Para los adolescentes y jóvenes del departamento, los siguientes son los futuros posibles, o futuribles,
en relación con el evento del intento de suicidio, en un plazo de diez años:

Reducción a cero de los intentos de suicidio en adolescentes y jóvenes

Espacios especialmente diseñados para el adecuado uso del tiempo libren y el fomento de la
creatividad

Padres de familia involucrados, con plena conciencia de la importancia del diálogo, la confianza y la
comprensión de las problemáticas que enfrentas cotidianamente los hijos.

Mayores oportunidades para el acceso a educación terciaria

Instituciones educativas empeñadas en forjar talentos entre sus estudiantes

Docentes preocupados por modificar sus estrategias pedagógicas hacia unas más creativas y
motivantes

Políticas que favorezcan el acceso al trabajo de los jóvenes


Comunidad vinculada a la solución de las problemáticas que aquejan a los jóvenes

Programas para el mejoramiento de la autoestima y los estilos de afrontamiento asertivos de los


adolescentes y jóvenes

Factores predisponentes:

Déficits comunicativos al interior de la familia

Pobreza y ausencia de oportunidades de desarrollo económico 32

Estilos de afrontamiento inadecuados y baja tolerancia a la frustración

Falta de estrategias disponibles para el uso adecuado del tiempo libre

Ausencia de proyectos de vida claramente definidos

Factores facilitadores:

Familias sin espacios para el diálogo abierto sobre los problemas cotidianos

Padres sin las competencias apropiadas para ejercer una influencia positiva en sus hijos

Situaciones conflictivas que atentan contra el proyecto de vida

El consumismo alimentado por los medios masivos de comunicación que generan una ilusión de
poder en tanto se tengan ciertos elementos que no siempre están al alcance de los jóvenes

Exposición a factores de riesgo sin contar con las herramientas adecuadas para afrontar la presión
del grupo

Factores de mantenimiento:

Pasividad de los padres y las instituciones para implementar medidas radicales ante los eventos

Normalización de la conducta o restarle importancia en algunos espacios

Efecto inmediato de atención y condescendencia por parte de la familia y la sociedad a quien hace el
intento

Baja oferta laboral, recreativa y deportiva en los municipios

Televisión y medios de comunicación que no cumplen con una labor educativa


Evento Crítico 3: Consumo de Sustancias psicoactivas

Definición para el Programa: Toda sustancia, de origen natural o sintético, que tiene un efecto directo
en el sistema nervioso central y que es capaz de reducir el malestar, modificar el estado de ánimo y
alterar las percepciones es lo que conocemos como Sustancia Psicoactiva.

Existen sustancias psicoactivas que son licitas, es decir, que no están penalizadas por la ley, tales
como: el alcohol, el cigarrillo y los medicamentos. El hecho de ser legales no les quita su efecto
peligroso para la salud. Otras, por su parte, son prohibidas, entre las cuales encontramos: la 33
marihuana, el basuco, la heroína, los ácidos, la cocaína, el éxtasis, entre otros.

El consumo de sustancias psicoactivas (legales e ilegales) trae consigo efectos adversos para la salud
y el bienestar de la persona, tanto físicos (deterioro del sistema respiratorio, problemas reproductivos,
deterioro bucal, daño sobre el sistema circulatorio y el sistema nervioso central, además de daños
graves en los principales órganos del cuerpo), psicológicos (alteración de los procesos psicológicos
básicos y superiores, alteración de la personalidad, entre otros), y sociales (rechazo y aislamiento
social).

Muchos consumidores informan que iniciaron por curiosidad o por la presión de su grupo y luego se
les hizo imposible dejarlo. Consideran que el peor momento fue cuando creyeron que podían
manejarlo, pero no fue así.

Estado actual del fenómeno:

El consumo de SPA es una de las principales problemáticas que afecta a la población adolescente-
juvenil del departamento del Huila. Es el evento crítico ante el cual, líderes sociales, padres de familia,
docentes, adolescentes y jóvenes muestran mayor preocupación. Según lo refieren los actores
sociales que hicieron parte de las jornadas vivenciales, hoy en día el consumo se presenta en gran
medida y a más temprana edad. Se manifiesta tanto en niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.
Es un fenómeno que afecta a la comunidad en general, tanto a consumidores, como a sus allegados,
al igual que quienes no consumen, los cuales resultan convirtiéndose en consumidores pasivos, sin
ser conscientes de ello.

El consumo de SPA es el principal evento generador de conflicto en todos los municipios, y además
de la afectación de los jóvenes a su salud y proyectos de vida, genera un ambiente de inseguridad en
los barrios y veredas ya que algunos de los consumidores se vuelven agresivos o comienzan a realizar
conductas delictivas para conseguir la sustancia. Igualmente, los vendedores generan miedo en la
comunidad y en muchos de los casos no se denuncia. Cabe aclarar que no todos los consumidores
son adolescentes o jóvenes y que muchos de ellos no son de los municipios.
Las sustancias más consumidas son el cigarrillo, las bebidas alcohólicas y la marihuana. El consumo
de estas sustancias se genera inicialmente por influencia de la familia, la permisibilidad de los padres,
la curiosidad y la desinformación de las consecuencias y efectos para su salud, problemas familiares
y económicos y falta de comunicación-afectividad y diálogo en la familia.

Estado deseable del fenómeno (futuribles):

En relación con el consumo de sustancias psicoactivas, en 10 años, los adolescentes y jóvenes del
departamento esperan lo siguiente: 34

Adolescentes y jóvenes sin uso abusivo de drogas

Mejoramiento de instalaciones deportivas y de recreación para disuadir a la juventud del consumo


de sustancias a través de actividades saludables

Jóvenes profesionales formándose en el departamento o en el exterior con proyectos de vida


definidos

Menos discriminación hacia los consumidores que han optado conscientemente por el uso de las
sustancias

Medidas más restrictivas sobre el consumo en lugares públicos

Mayores oportunidades laborales para jóvenes servirán para reducir el riesgo de consumo por el
estrés que genera el desempleo y la falta de posibilidades económicas

Factores predisponentes:

Red de apoyo débil.

Escaso involucramiento parental y acompañamiento familiar, razón por la cual los adolescentes y
jóvenes se sienten solos y buscan refugio en ciertas adicciones, creyendo que es una salida “fácil” de
sus problemas. De igual forma, esto incide en el bajo desempeño académico y como consecuencia, la
pérdida constante de años escolares.

Escasas medidas de control en lugares donde expenden licor, permitiendo así, el fácil acceso al
consumo, aun cuando no cumplen con la edad mínima para poder ingerir bebidas alcohólicas.

La presión social para experimentar los efectos de determinadas sustancias.

Finalización de relación amorosa, independientemente de la causa del rompimiento.

Padres o madres de familia consumidores.


Medio social hostil (ejemplo: zonas de expendiendo de drogas).

Desigualdad social y falta de oportunidades laborales y educativas.

Percepción de invulnerabilidad a la adicción; muchos adolescentes y jóvenes creen poder dominar el


uso, sin convertirlo en abuso de sustancias, creyendo poder evitar una futura adicción.

Demasiado tiempo libre y escasos espacios de libre y sano esparcimiento accesible para todos y todas.

Búsqueda de nuevas sensaciones.


35

Factores facilitadores:

Fácil accesibilidad a centros de expendio de sustancias psicoactivas y el bajo costo de las mismas.

Escasas medidas de control y vigilancia por parte de las autoridades.

Escaso establecimiento de límites, compromisos y responsabilidades por parte de los padres de


familia y las instituciones a los adolescentes y jóvenes, de tal manera que aprendan a medir las
consecuencias de sus acciones.

Falencias en habilidades para la vida.

Proyecto de vida no establecido.

Factores de mantenimiento:

Normalización y naturalización del consumo de ciertas sustancias psicoactivas, tal como lo son el
alcohol y el cigarrillo, las cuales tiene el aval de la industria Colombiana para su distribución.

Bajo costo de las sustancias psicoactivas y su fácil adquisición.

Las sustancias psicoactivas como cohesionadores sociales.

Poco accionar de las autoridades para erradicar los expendios de drogas en los municipios.

Refuerzo del consumo por sus círculos de familiares y amigos, más cercanos.

Evento Crítico 4: Embarazo Precoz


Definición para el Programa: es aquel embarazo que se produce en una etapa o periodo en el cual
tanto la madre como el padre no se encuentran preparados a nivel físico, emocional y económico para
asumir tal responsabilidad. En ocasiones un embarazo precoz puede alterar de forma significativa el
proyecto de vida de los involucrados. La falta de información adecuada pero muy especialmente las
dificultades de comunicación con padres y otras personas con experiencia y conocimiento suelen ser
los principales factores que llevan a embarazos precoces. También influye de manera decisiva la
comunicación abierta con la pareja (novio-novia) que permita establecer las prioridades en el plan de
vida.

Estado actual del fenómeno:

El embarazo precoz es un fenómeno percibido por adolescentes y jóvenes como una de las
principales problemáticas que vivencian en la actualidad. Lo evidencian en casa, en la escuela, 36
colegios, barrios y municipios en general. Es un evento que se presenta independientemente del
nivel socioeconómico, estructura familiar, lugar de residencia, sector urbano o rural, entre otros.
Afectando el proyecto de vida, no sólo de la joven embarazada, sino también el de su pareja y del
ser humano próximo a nacer. Sobre todo en aquellos que aún no han alcanzado un grado elevado
de escolaridad, o aquellos que no cuentan con los recursos económicos suficientes para solventar
los costos que implica la existencia de un nuevo ser.

El embarazo en adolescentes y jóvenes se identifica tanto en la zona rural como urbana, tiene una
relación directa con falta de oportunidades académicas, laborales, y por desconocimiento.

Para poder disminuir el índice de adolescentes en embarazo, se necesita no sólo del trabajo de las
instituciones prestadoras del servicio de salud, sino que además la familia juega un papel protagónico
en ello. Ya que no hay un diálogo entre padres e hijos sobre sexualidad, que se evidencia en el inicio
temprano de las relaciones sexuales, el desconocimiento sobre los métodos de planificación y sobre
el cuidado de su propio cuerpo.

De manera que se encuentra como una propuesta común en los diferentes municipios, el promover
la pedagogización sobre los métodos anticonceptivos, la educación sexual. A partir de campañas por
parte de la secretaria de salud, educación, junto con las comisarias para la prevención del embarazo
precoz. Trabajar sobre el reforzamiento de los proyectos vida de los jóvenes y adolescentes.

En esa medida tanto las entidades Públicas junto con las comunidades, las familias, y los jóvenes de
manera articulada generen sensibilización sobre estos asuntos, y que esto permita también reforzar
los lazos familiares, la responsabilidad de sus propios cuerpos desde el respeto hacia sí mismos y los
demás.

Estado deseable del fenómeno (futuribles):

Reducción significativa de los embarazos a temprana edad

Padres adecuadamente involucrados brindando espacios de diálogo abierto sobre los temas de
sexualidad y prevención de embarazos no deseados
Instituciones de salud totalmente involucradas en la prevención y atención del fenómeno

Se teme por un aumento del embarazo en menos de 14 años debido a la permisividad de padres y un
mayor acceso sin restricciones a la información sexual explícita por lo medio de comunicación, por lo
que debe hacerse educación temprana

Factores predisponentes:

El escaso acompañamiento familiar frente a una sexualidad responsable, puesto que aún la 37
sexualidad es un tema tabú en nuestra sociedad; esto trae como consecuencia, un limitado dialogo
frente a las inquietudes y situaciones que experimentan los adolescentes y jóvenes en su
cotidianidad.

Otro factor que exponen como predisponente del fenómeno, es el escaso involucramiento parental,
el cual, en muchas ocasiones se ve limitado por las extensas jornadas de trabajo de los padres de
familia y las múltiples demandas y responsabilidades que estos deben cumplir, generando como
consecuencia la sensación de “solitud” en el hogar y la pérdida del tiempo de calidad en familia. Por
otra parte, este escaso involucramiento también se puede presentar ante la presencia de padres
permisivos y/o negligentes que no establecen límites a los adolescentes y jóvenes, lo que conlleva a
asumir situaciones de riesgos, sin analizar la relación riesgo-beneficio de sus acciones.

Por otra parte, asocian este fenómeno al bajo nivel de escolaridad de los padres, siendo este un factor
que limita el accionar de madres y padres de familia ante las necesidades de sus hijos y la posibilidad
de aconsejarlos, brindarles herramientas informativas y acompañarlos en el proceso de maduración
y despertar sexual.

De igual forma, refieren que el embarazo precoz es el resultado de escaso conocimiento frente a los
métodos de planificación y el alto costo de dichos métodos.

También vinculan la presencia del fenómeno a una red de apoyo no establecida, es decir, tanto
padres, familiares cercanos como amigos, no brindan el soporte y el acompañamiento suficiente ante
situaciones que desbordan su capacidad de afrontamiento, como la adecuada toma de decisiones.

El maltrato intrafamiliar es otro factor que posibilita el embarazo precoz en adolescentes y jóvenes,
ya que ante el continuum de violencias en casa optan por formalizar relaciones de pareja a temprana
edad, con el fin de distanciarse de su grupo familiar.

La desigualdad social y el medio social hostil influyen en la presencia y aumento del embarazo precoz,
puesto que existe menor accesibilidad a servicios médicos y de planificación familiar, al igual que
mayor vulnerabilidad de relaciones sexuales sin consentimiento, sin protección y en algunas
ocasiones realizadas bajo el influjo del consumo de sustancias psicoactivas.
La presión social juega un papel importante al momento de tomar la decisión de tener relaciones
sexuales, existe un “código social” que impulsa a tener relaciones a temprana edad, para librarse del
peso y lo que representa en nuestra sociedad actual la virginidad.

La búsqueda de nuevas sensaciones enmarcada en un sesgo optimista no realista, lo que implica


cierta percepción de invulnerabilidad ante el riesgo de concepción al tener relaciones sexuales a
temprana edad y sin protección.

Otro factor que trae consigo la presencia de este evento crítico, es la legitimación de la concepción
sobre la maternidad como fin único, ultimo y real de las mujeres: “a nosotras las niñas nos han criado 38
para ser madres y atender el hogar, cocinar para los jornaleros , hablo por mi caso” (adolescente del
municipio de Palestina). Ideal cimentado en el patriarcado y las lógicas machistas impuesta por los
hombres e interiorizado por las mujeres a través de un proceso de socialización diferenciado, donde
la mujer tiene como rol principal, estar al servicio de otros y procrear.

“Autos” poco fortalecidos, es decir, son adolescentes y jóvenes con baja autoestima, escaso auto-
concepto, baja auto-determinación, etc.

Adolescentes y jóvenes irresponsables con su sexualidad.

Escaso establecimiento del proyecto de vida.

Considerar que un hijo puede ligar a una persona como su pareja o que esto obliga al otro a
permanecer a su lado.

Timidez frente a la consulta y compra de métodos de planificación, temor a ser juzgados o


reprochados moral y socialmente por iniciar su vida sexual (reproductiva).

Como se puede observar los adolescentes y jóvenes atribuyen en mayor proporción a agentes
externos la responsabilidad de la alta incidencia del fenómeno en el departamento (Locus de control
Externo).

Factores facilitadores:

Adopción de creencias populares frente al uso de determinados métodos de planificación, las cuales
refuerzan la idea que la sensación no es la misma y motivan a tener relaciones sexuales sin
protección.

Exposición a contenidos inadecuados en las MASS MEDIA sin la supervisión de adultos responsables.

Uso inadecuado del tiempo libre y de las redes sociales.

Dejar a los adolescentes y jóvenes solos en sus hogares la mayoría del tiempo.
Reforzamiento de conductas inadecuadas por amigos y familiares cercanos.

Ambientes no supervisados, como lo son las discotecas, donde adolescentes y jóvenes abusan del
consumo de alcohol.

Escaso dialogo en casa y en las instituciones educativas sobre una sexualidad plena y responsable.

Escaso acompañamiento familiar a los adolescentes y jóvenes.

Escasos programas de prevención y promoción dirigidos a adolescentes y jóvenes tanto del casco
urbano como rural de los diferentes municipios del departamento del Huila. 39

Factores de mantenimiento:

Escasa intervención por parte de las instituciones del sector salud tanto para sensibilizar a los padres
de familia sobre la importancia del acompañamiento que deben hacer a sus hijos frente a la
sexualidad, como a los adolescentes y jóvenes para que asuman su sexualidad de forma responsable.

Considerar que el embarazo es una salida fácil, para construcción de una “familia estable”

Falencias en toma de decisiones y en el análisis de la relación costo beneficio de sus acciones.

Ausencias de oportunidades tanto educativas como laborales que guíen un proyecto de vida
alcanzable y estable.

Escasos espacios de sano esparcimiento de bajo costo, accesibles para todos y todas.

Fomento precario en valores y habilidades para la vida.

Evento Crítico 5: Conductas de Ilegalidad


Definición para el Programa: son todas aquellas acciones que quebrantan la norma tanto social como
jurídica, donde se le da más relevancia al interés y gusto personal sobre el interés colectivo. Incluso
pueden llegar a afectar la integridad física y psicológica de otros. Jóvenes que han sido internados en
centros correccionales manifiestan que sus problemas empezaron cuando quisieron parecer más
maduros y valientes que sus amigos. La vinculación de la familia ha demostrado ser un medio eficaz
para fomentar el apego a la legalidad.

Estado actual del fenómeno:


Este es un fenómeno ante el cual los adolescentes y jóvenes refieren no tener mayor conocimiento,
pero logran percibir que va en aumento en el departamento del Huila. Las principales manifestaciones
del evento son hurtos y la formación de pandillas.

Dentro de las posibles causas que generan esas conductas esta la falta de oportunidades para la
población joven y las medidas arbitrarias de la institucionalidad, igualmente está relacionada con los
conflictos familiares, la falta de diálogo en el hogar para resolver dichos conflictos, reconociéndose
que es necesario una mayor sensibilización frente a ello y a las relaciones que los jóvenes establecen
entre sí mismos, planteándose en algunas, escuelas de formación como alternativa.
40
Otros insisten en cambio en medidas punitivas, castigos severos para quienes realicen esas
conductas. Se recomienda que se haga una evaluación sobre estas medidas con los jóvenes y la
comunidad en su conjunto. Ya que generalmente se presentan dificultades en las relaciones entre la
Policía y la comunidad o los jóvenes, y de fondo no se estaría dando una solución de raíz a las
problemáticas.

Se evidencia que se presenta tanto en la zona urbana como rural, destacándose lugares como
establecimiento donde se expide bebidas, discotecas, bares, parques, zonas rosas, pero se resalta
que son lugares en donde hay una mayor tendencia pero eso no quiere decir que en otros lugares no
se presente estas conductas.

Es importante resaltar que se identificó que en los barrios más vulnerables también se presentan
estas conductas, y de igual forma otros eventos como el consumo de alucinógenos. Esto permite
reconocer más las problemáticas sociales de estos sectores producto de las necesidades económicas
por las que atraviesan. Haciendo estas condiciones que se presente violencia intrafamiliar a falta de
maneras apropiadas de educar a los hijos, y la misma pobreza, y falta de oportunidades laborales, las
que generen estas conductas.

Reconocieron que es necesario promover campañas de convivencia, y del respeto por las diferencias.
Garantías de oportunidades laborales, y de educación para impulsar desde allí otras formas de
relacionamiento.

Estado deseable del fenómeno (futuribles):

Padres ejerciendo vigilancia y control de las actuaciones de sus hijos menores

Autoridades ejerciendo su labor de vigilancia de manera consistente

Instituciones fomentando las oportunidades laborales para jóvenes

Espacios públicos diseñados de manera que propicien y motiven el uso creativo y saludable del
tiempo libre
Manejo positivo de las redes sociales para disuadir la comisión de conductas que atentan contra las
normas de convivencia

Programas amplios y sostenidos de formación para el emprendimiento y apoyo a proyectos


productivos generados por jóvenes

Medidas de control en las instituciones educativas para prevenir las conductas delictivas en las aulas

Docentes con estrategias pedagógicas motivantes para reducir el riesgo de abandono de los estudios
de los adolescentes
41
Campañas de concientización sobre el consumo de alcohol en menores

Factores predisponentes:

Uso inadecuado del tiempo libre

Red de apoyo débil

Dificultades familiares y de carácter económico.

Vínculos afectivos débiles, tanto con padres como con amigos y familiares cercanos.

Escasa orientación en la construcción del proyecto de vida.

Solitud en el hogar.

Padres permisivos/negligentes que no prestan atención a las actividades que sus hijos realizan.

Violencia intrafamiliar, lo que conlleva a que los adolescentes y jóvenes se unan a grupos
delincuenciales para obtener recursos económicos para su sustento.

Escaso establecimiento de límites.

Medio social hostil

Presión social de sus pares.

Padres y familiares vinculados a “organizaciones” delincuenciales.

Búsqueda de nuevas sensaciones.

Factores facilitadores:

Escasas medidas de control por parte de las autoridades.


Desigualdad social

Consumo de sustancias psicoactivas

Factores de mantenimiento:

Considerar los actos de ilegalidad, como un estilo de vida, para subsistir.

Escaso control por parte de las autoridades


42
Escasas oportunidades laborales y educativas para aquellos que son de escasos recursos.

Distribución inequitativa de los recursos.

Evento Crítico 6: Violencia Escolar


Definición para el Programa: la violencia escolar, también conocida como Bullying es una
problemática que viene en aumento y cada vez cobra más víctimas. La violencia escolar suele incluir
conductas tales como: burlas, amenazas, intimidaciones, agresiones físicas y psicológicas, aislamiento
sistemático e insultos. En la Violencia Escolar suelen estar implicados 3 tipos de personas: el agresor
que suele ser una persona con historia de maltrato y descomposición familiar, la víctima que suele ser
alguien con dificultades para comunicar sus sentimientos y problemas, y los observadores que muchas
veces se convierten en las personas que ayudan a resolver el conflicto, siempre que tomen la decisión
de intervenir de manera conciliatoria y proactiva.

Estado actual del fenómeno:

La violencia escolar es un fenómeno que cada día se presenta con mayor frecuencia en las
instituciones educativas del Departamento del Huila. Este evento crítico se evidencia dentro y fuera
de las aulas de clases, tanto en las instituciones oficiales como privadas, donde las victimas pueden
ser docentes y/o estudiantes. Es necesario hacer mención, que en la mayoría de los casos, los
agresores suelen ser hombres. Por otra parte, el acoso y la violencia escolar pueden ser efectuadas
por cualquier adolescente, joven o adulto independientemente del rol que ejerce dentro de la
institución; y sus manifestaciones trascienden desde lo verbal, hasta acciones de mayor severidad,
que atentan contra la integridad de los adolescentes y jóvenes de nuestro departamento.

Este evento crítico se presenta tanto en la zona urbana como la rural, trasciende las barreras de las
instituciones educativas a lugares públicos como parques. Entre los causantes se encuentran
involucrados jóvenes, profesores y padres de familia. Se expresa en agresiones verbales, físicas y
psicológicas.
Según los participantes en la cartografía social, sus causas principalmente son externas: Muchos de
los casos de las reacciones violentas son imitaciones de conductas adultas que son aprendidas en el
hogar u ambientes cercanos, cuando se presenta maltratado familiar e intolerancia. Igualmente por
falta de afecto en la familia, educación con valores y en el tratamiento de conflictos. Se suma factores
como recargas académicas y del trabajo. También enuncian la baja autoestima y conductas para
ganarse el respeto de los demás o para imponer exigencias.

Hay una preocupación porque no se reportan estos casos de violencia escolar ante las autoridades
competentes y es un evento crítico que tiene tendencia a aumentar en los municipios. Por ello la
43
comunidad participante propone generar campañas de orientación y educación que sean pensados
desde los mismos jóvenes para que tenga impacto en su misma población, relacionadas con temas
como aprovechamiento y uso del tiempo libre, Tolerancia, frustración, autoestima, proyecto de vida
y tratamiento de conflictos.

Estado deseable del fenómeno (futuribles):

Reducir significativamente la frecuencia de casos por la implementación de programas de formación


para la tolerancia a la diferencia

Docentes comprometidos en la formación en valores a sus estudiantes

Padres vinculados con la institución educativa, ejerciendo un rol más activo que cierre las puertas a
la violencia escolar

Instituciones educativas comprometidas con la formación humana de sus estudiantes, centrada en


valores como respeto, solidaridad y tolerancia

Factores predisponentes:

Pérdida de valores tales como la tolerancia y el respeto.

Reproducción de conductas violentas evidenciadas en el hogar y en el entorno cercano donde los


adolescentes y jóvenes se desenvuelven; entre este tipo de conductas encontramos: violencia
intrafamiliar, riñas callejeras, presión social, influencia de sus amistades, entre otras.

Escaso acompañamiento e involucramiento parental, lo que implica que los adolescentes y jóvenes
no tiene una guía que apoye el proceso de crecimiento personal y académico.

Los padres de familia no establecen límites a sus hijos en el hogar, lo que facilita que transgredan la
norma en otros espacios.

Uso de estilos comunicativos agresivos tanto en estudiantes, como por parte de los docentes.
Escaso ejercicio de la autoridad dentro del aula, es decir, docentes permisivos ante el acoso en el
aula.

Pérdida del compromiso como formador por parte del docente, entendiendo el proceso de formación
más allá de la instrucción en matemáticas y demás asignaturas. El docente ha de ser un ejemplo y un
modelo a seguir, ellos han de educar en contexto, en la realidad situada de sus estudiantes. Que el
proceso pedagógico trascienda a la evaluación y que lo que se instruya en la lógica de enseñanza-
aprendizaje, sea de utilidad en la vida real.

Desigualdad social y discriminación son otros factores que contribuyen a la presencia del acoso 44
dentro del aula. Puesto que aquellos que poseen estilos de vida económicamente más estables, hacen
mofa de esto ante aquellos que no cuentan con los mismos recursos, siendo estos últimos victimas
de burla y rechazo. Lo mismo ocurre con personas que presentan algún tipo de discapacidad o que
hacen parte de grupos minoritarios.

“Autos” poco fortalecidos, y esta es una característica presente tanto en víctimas de acoso, como en
los victimarios. Es decir adolescentes y jóvenes que adoptan una posición pasiva ante las agresiones
porque no cuentan con la estima, la resiliencia y la capacidad de afrontamiento suficiente para
defender sus derechos. Como aquellos que hacen uso de la hostilidad como mecanismo de defensa,
ante las dificultades que vivencia en su cotidianidad y suelen realizar descargas emocionales (de
forma agresiva) hacia otros.

Factores facilitadores:

Permisividad en el aula y escasas medidas de control en las instituciones cuando se conocen casos de
acoso y violencia escolar.

La escasa denuncia de casos por parte de aquellos que son víctimas y observadores.

Momento de burlas y matoneo producto de influjo del consumo de SPA

Legitimación social de la discriminación y vulneración de sus derechos en mujeres y en personas con


cualquier tipo de discapacidad, por leve que esta sea.

Reforzamiento de conductas hostiles por familiares y amigos.

Creencias populares frente a la agresividad como forma de hacer valer su masculinidad.

Muestras de “debilidad” por algunos estudiantes frente a otros pares.

Factores de mantenimiento:
Naturalización y normalización del uso de apodos y agresiones verbales en el aula y fuera de ella.

Escaso accionar por directivos ante casos de abuso y violencia escolar.

Familias que modelan conductas hostiles en sus hijos.

Poco seguimiento a los casos de abuso, tanto para el agresor como para la victima por parte de las
instituciones educativas.

Aporte de los docentes a la Ruta de Desarrollo Humano Sostenible, Promoción del Bienestar y la 45
Convivencia desde el aula.

En las Jornadas vivenciales respectivas los docentes demostraron que reconocen y, en su mayoría,
dominan plenamente la ruta de atención integral para la violencia escolar contemplada en la Ley 1620
de 2013. Consideran que es adecuada y aplicable en la mayoría de los casos. No obstante, coinciden
en plantear que la vinculación de los padres debe ir mas allá de ser informados, pues son ellos los
responsables legales de sus hijos y, por ende, de sus actuaciones mientras sean menores de edad.
Ellos deberían participar solidariamente en la definición, aplicación y seguimiento de las medidas a
tomar. Por lo demás, los docentes celebran la expedición de los protocolos dado que proporcionan
elementos para actuar, lo cual antes no era posible y quedaban muchos casos impunes agravando la
dinámica de la violencia escolar.

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