Destinados para Ejercer Dominio A.L Gill

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Dr. A.L.

Gill es un apóstol para las


Naciones, autor y editor de libros más
vendidos con más 20 millones siendo
impresos alrededor. Su primer libro, Las
promesas de Dios para Todas tus
Necesidades ha vendido más de 20
millones de ejemplares en sus distintas
ediciones.
Su enseñanza y materiales de formación
con libros, manuales, audios y vídeos
están en gran demanda y sus manuales
están disponibles en más de veinte
idiomas. Su escuela internacional, diez
horas de curso en video titulado Vida y
Sanidad Sobrenatural a través de los dones del Espíritu Santo, está
disponible en casi 70 idiomas. Más 300,000 creyentes han sido
entrenados en más de 15,000 centros de formación en cerca de 150
Naciones.
Los viajes de Ministerio de Dr. Gill le han llevado a más de 90
naciones, estableciendo iglesias, Centros de Formación del Reino y
predicando a multitudes de cientos de miles. A través de su
ministerio apostólico, es conocido como un " padre espiritual " a
los ministerios y las iglesias alrededor del mundo.
Dr. A.L. es conocido por su ministerio de milagros y por su
predicación y enseñanza práctica y transformadora de la palabra de
Dios. Su enseñanza, a través de manuales, videos y audio cursos
están centrada en Jesús, basado en la palabra, llena de fe y
enseñada en el poder del Espíritu Santo y en el amor y la
compasión de Jesús.
El Dr. Gill tiene una Maestría y un doctorado en teología y otro
honorario en Sociedad y Derechos Humanos. Su predicación y
enseñanza de la palabra es continuamente confirmada con muchas
señales notables, prodigios y milagros de sanidad. Él se ha
desempeñado en el personal de liderazgo de dos de las iglesias más
grandes en América y ha servido con los Osteens cuando fue el
Director fundador del Centro de Formación Bíblica en la iglesia
Lakewood en Houston, Texas.
Destinado Para
ejercer Dominio
By A.L. Gill

traducido por

Armando Valdez Lara

www.gillministries.com
Epígrafe de Dr. Gary L. Greenwald
Desde la ilustración de apertura en Capítulo Uno La
Guerra Invisible hasta la escritura de cierre en La Iglesia
Triunfante, este increíble libro explota con enseñanzas de las
escrituras y cuentas verdaderas de primera mano de la guerra
espiritual en la vida cotidiana.
A.L. y Joyce Gill han viajado a lo largo de Naciones
equipando a creyentes y transformándolos de ser tímidos
espirituales a llegar a ser guerreros ungidos de Dios. Mientras
que Frank Peretti, en su libro This Present Darkness (Las
Tinieblas Presentes) elevó nuestro interés en nuestras batallas
espirituales con las fuerzas tenebrosas de Satanás, A.L. Gill
nos lleva a la capacitación de la vida real y a encuentros
victoriosos contra el enemigo.
Personalmente recomiendo altamente el libro
Destinado para ejercer Dominio debido a mi estrecha
amistad con A.L. y Joyce Gill. He observado su ministerio
sobrenatural en varias ocasiones donde ocurrieron poderosos
milagros, sanidades y "hechos extraños de Dios". Mientras
que algunos ministerios "superdotados" tienden a ser "espiri-
tualmente escalofriantes", los Gills siempre son amorosos,
humorísticos, con los pies sobre la tierra y sinceramente
cuidan de la gente. El grito de su corazón es preparar a cada
creyente, grandes y pequeños, para victorias espirituales en su
vida cotidiana.
Tu fe aumentará al leer estas páginas ungidas y
audazmente declararás ¡Yo soy más que vencedor y estoy
Destinado para ejercer Dominio!
Pastor, Eagle’s Nest Ministries
Santa Anna, California
Sumario Poético por Dr. T.L Osborn
El libro Destinado para ejercer Dominio, proporciona
una iluminación y conocimiento bíblico frescos para los
creyentes porque les da razón para creer y confiar. El libro le
ayudará a los lectores en la aplicación práctica de su fe. Yo
creo que A.L. Gill ha hecho una gran contribución a la iglesia
a través de este libro y pensé que sería agradable resumir la
esencia del contenido en un poema como el siguiente*:

DESTINADO para ejercer DOMINIO


El sueño de Dios para la humanidad es total y completo.
Somos creados a Su imagen y nunca para la derrota.
Pero Lucifer, nuestro enemigo fue envenenado por vanidad;
Celoso de la gloria de Dios, fue condenado a la derrota.
La batalla fue invisible; Satanás fue echado abajo.
Así llegó a la creación de Dios y sembró su semilla de la duda.
En lugar de vida, la muerte era nuestro lote;
Esa era la paga de nuestro pecado.
Pero Jesús vino y pagó el precio
para que nuestra nueva vida comenzara.
Ahora somos una nueva creación;
Nuestros derechos han sido restaurados.
¡Cuidado, Satanás! ¡Aquí venimos!
Nosotros estamos fortalecidos por la palabra de Dios.
La sangre de Jesús cubre todo. Vivimos y nos movemos en Él.
Hablamos Su Palabra. Utilizamos su nombre.
Su presencia nos hace ganar.
When God formed us in His image,
His species to repeat
Cuando Dios nos formó a Su imagen, Sus especies repetimos,
¡Fuimos destinados para ejercer dominio
y nunca para la derrota!
Contenido

Capítulo Uno La Guerra Invisible x

Capítulo Dos La Rebelión Eterna xx

Capítulo Tres ¡Y Entonces Vino Jesucristo! xx

Capítulo Cuatro De la Cruz al Trono xx

Capítulo Cinco La Autoridad Restaurada xx

Capítulo Seis ¡Cuidado Satanás que Aquí Viene la Iglesia! xx

Capítulo Siete Hay Poder en la Sangre xx

Capítulo Ocho La Palabra de Dios, Viva y Poderosa xxx

Capítulo Nueve Sólo Habla la Palabra xxx

Capítulo Diez El Nombre Sobre Todo Nombre xxx

Capítulo Once Jesús, La Autoridad de Su Nombre xxx

Capítulo Doce La Iglesia Triunfante xxx


Capítulo Uno
La Guerra Invisible
Era una noche de invierno perfecta en el sur de
California cuando estacionamos nuestro vehículo delante de
la casa grande en Anaheim Hills. El sol se ponía cuando
apagaba el motor, perfilando la casa al final de una calle sin
salida.
"Es nuestra nueva casa; la acabamos de comprar," les
dije a mis padres, que estaban sentados en el asiento trasero
del coche. Ellos sabían llegado unas horas antes desde
Houston y esta era la primera vez que veían la casa.
A nuestra derecha, podíamos ver una vista panorámica
impresionante que incluía el valle y las montañas cubiertas de
nieve en la distancia. Las luces de las casas y los coches abajo
brillaban como diamantes y rubíes.
Habíamos estado hablando sobre los acontecimientos
de meses anteriores. Mi esposa, Joyce, y yo les estábamos
diciendo a mi mamá y mi papá cómo Dios nos había guiado
para comprar esta casa y cómo Dios había confirmado de
muchas maneras para que no tuviéramos ninguna duda.
La transacción había cerrado en pocos días y ahora la
casa era legalmente nuestra. Sin embargo, una familia estaba
viviendo allí y se negaban a moverse. Se habían trasladado a
la casa seis meses antes en alquiler con opción a comprar.
Después de hacer su primer pago mensual, fueron engañados
en la creencia de que Dios les había dado la casa. Puesto que
"era de ellos" habían negado hacer más pagos al propietario
anterior y se negaban a salirse.

~7~
Cuando firmé el contrato para la compra de la casa, yo
había asumido que este asunto ya se había arreglado mucho
antes de completar la transacción. El dueño anterior estaba
muy frustrado con el lento movimiento de avisos legales y el
procedimiento de desalojo. Ahora que la transacción se había
cerrado esto vino a ser mi problema. Yo estaba buscando el
mejor método para obligar a la gente que saliera de mi casa.
El tiempo era corto porque Joyce y yo íbamos a salir en un
viaje misionero a Hong Kong y a las Filipinas en dos
semanas; era importante movernos y que los niños fueran a su
nueva escuela antes que saliéramos de viaje.
Mi primera opción era simplemente explicar la
situación a la familia, diciéndoles que la casa había sido
vendida, y que teníamos que movernos el siguiente fin de
semana. Mi segunda opción era contratar a un abogado. Sabía
que si ellos persistían en su decisión de quedarse en la casa,
tomaría más de tres meses de un procedimiento desagradable
para que salieran legalmente.
Nos dimos cuenta que cuando El Señor revela una
nueva dimensión de la verdad, pronto tendremos la
oportunidad de demostrarlo en nuestras vidas. Mientras
estábamos en el proceso de compra de la casa, Dios había
empezado a enseñarnos acerca de la autoridad que tenemos
en Cristo Jesús.
El Señor dijo que esta era una batalla en el mundo
espiritual y que no le dijéramos una palabra a la gente; nos
recordó que no tenemos lucha contra carne y sangre, sino
contra principados, contra poderes, contra los gobernantes
de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en los lugares celestiales (Efesios 6:12). Nuestra
guerra no era con aquellas personas sino con la fuerza

~8~
demoníaca que los engañaba y nos estaban obstaculizando de
disfrutar de lo que era legítimamente nuestro.
Este enfoque no me parecía lógico, yo quería tomar
acción inmediata, pero Dios habló a mi espíritu y yo sabía
que debía esperar.
Mientras que los cuatro de nosotros estábamos
sentados en el coche frente a la casa aquella noche de
invierno, mientras hablábamos respecto a las habitaciones y
la situación con que nos enfrentábamos con los inquilinos, me
di cuenta de que la luz del porche estaba encendida.
De repente, Dios me dio el nombre del espíritu de
engaño que estaba causando los problemas. Yo exclamé:
"¡Alabado sea Dios! Satanás ¡te ato en nombre de Jesús!
Espíritus de engaño, los ato y rompo su tarea en esta casa y
todo lo que estén intentado hacer para impedirnos tomar
posesión".
Al instante, estaba en medio de una batalla en el
Reino espiritual sobre la casa. Me encontré hablando rápida-
mente con autoridad a los espíritus demoníacos. El momento
en que comencé a hablar con el espíritu del engaño, la luz del
porche frontal comenzó a encenderse y apagarse. Al principio,
pensé que un niño estaba moviendo el interruptor de la luz, y
entonces me di cuenta de que sería imposible para cualquier
persona moverlo tan rápido. Era una manifestación de la
guerra espiritual que se estaba llevando a cabo sobre la casa.
«Todos los espíritus de engaño, ¡les mando que se
vayan en nombre de Jesús!»
Joyce y mis padres se unieron en la guerra espiritual.
Empezamos a declararles las Escrituras a los malos inmundos.
“Y ellos le vencieron por la sangre del Cordero y por
la palabra de su testimonio...
“Y estas señales seguirán a aquellos que creen: En
Mi nombre echarán fuera demonios…

~9~
“Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo,…” (Apocalipsis 12:11,
Marcos 16:17, Lucas 10:19)
Todo este tiempo la luz del porche frontal continuaba
parpadeando violentamente. Nosotros comenzamos a reírnos
de las travesuras de Satanás con el gozo que llega con verlo
derrotado. Continuamos declarando la palabra de Dios, para
tomar dominio sobre los espíritus demoníacos y ordenarles
que se fueran. Después de varios minutos, sentimos una
liberación en nuestros espíritus y comenzamos a agradecerle a
Dios por la victoria. La luz dejó de parpadear en ese instante.
Nuestra fe, confianza y audacia espiritual crecieron
cuando vimos la realidad de esta experiencia confirmada por
los siguientes eventos de la semana.
¡La batalla había sido ganada! El día siguiente, la
gente empezó a buscar otra casa. Encontraron otro lugar y
cuando llegamos con nuestros muebles el siguiente el sábado,
la casa estaba vacía, barrido y limpia, lista para nosotros y
para nuestros muebles. No les habíamos dicho ni una sola
palabra a quienes estuvieron en la casa.
La batalla había sido ganada, no con las armas de la
carne, no por recursos legales sino con armas espirituales que
son poderosas en Dios para echar abajo fortalezas (2
Corintios 10:4).
Comenzamos a darnos cuenta de que gran parte de
nuestras vidas habíamos estado luchando contra el enemigo
equivocado. Habíamos estado luchando contra otras personas,
aquello a lo cual Pablo se refiere como "carne y sangre."
Habíamos estado usando armas humanas, carnales. Nos
pusimos a pensar sobre nuestras vidas, de la forma en que
tratando de ganar las batallas de la vida, una y otra vez
fuimos derrotados, frustrados e incluso impulsados hasta el
punto de agotamiento físico.

~ 10 ~
Ahora, cuando confrontamos batallas vienen contra
nosotros, pensamos de regreso a aquella hermosa noche de
invierno cuando estábamos frente a nuestra nueva casa en
California y vimos a Satanás derrotado por las armas espiri-
tuales poderosas en Dios que se nos han dado. Luego
recordamos la alegría y el gozo de ver a Satanás derrotado
porque habíamos entrado en la realidad de la palabra de Dios.
Nos damos cuenta una vez más, que las armas de nuestra
guerra no son carnales sino poderosas en Dios para echar
abajo fortalezas (2 Corintios 10:4).
Si los seres espirituales invisibles son nuestros verda-
deros enemigos; si es en el Reino del espíritu, y no en el reino
de la carne, donde la verdadera batalla debe ser ganada,
entonces debemos escudriñar las escrituras diligentemente
para descubrir quiénes son nuestros verdaderos enemigos.
¿Quiénes son los enemigos que se describe en Efesios
como principados, poderes, gobernadores de las tinieblas de este
siglo y huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales?
(Efesios 6:12)
¿Por qué están esos enemigos tan decididos a
destruirnos? ¿Qué están intentando lograr? ¿Cómo
funcionan? ¿Cómo comenzó todo esto?
Pedro nos advierte, Sed sobrios, y velad; porque
vuestro adversario el diablo anda sobre como león rugiente,
buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Si el diablo es
nuestro verdadero enemigo, entonces estos seres espirituales
con los que estamos lidiando deben estar trabajando con él.
¿Por qué es que los seres humanos terrenales, estamos
en un conflicto con algo o alguien que no podemos ver?
Empecé a buscar las respuestas a estas preguntas
difíciles en las escrituras y Dios me reveló algunas verdades

~ 11 ~
fascinantes y excitantes acerca de nuestra parte en la guerra
entre Dios y Satanás.
Dios comenzó a llevarme a través de las páginas de la
historia eterna, yo sabía que nunca hubo un tiempo que Dios
no existiera. Cuando Dios creó el vasto universo también creó
seres espirituales llamados Ángeles que llevarían a cabo sus
instrucciones para mantener el universo moviéndose en
perfecta armonía con su voluntad.
El apóstol Pablo escribió, porque en Él [Cristo]
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él. Y él es antes que todas las cosas,
y todas las cosas en él subsisten. (Colosenses 1:16,17).
Estos seres espirituales o Ángeles, se organizaron con
funciones definidas y una cadena de mando definida. Fueron
identificados como arcángeles, querubines, serafines, princi-
pados, poderes, tronos y dominios. Sobre todo este grupo
angelical, Dios había colocado un magnífico ser para gober-
nar en Su nombre. Fue llamado la "estrella de la mañana" y su
nombre era Lucifer.
Por todas partes en el universo, millones de ángeles
estaban ocupados con alegría llevando a cabo sus responsabi-
lidades. El punto focal de la creación entera fue el trono de
Dios donde los ángeles se reunieron para alabarlo y adorarlo.
La belleza del salón del trono fue más allá de la
descripción e incluso más allá de nuestra imaginación. Lo
espumoso de millones de colores y de joyas preciosas debe
haber reflejado en la inmensa luz que irradiaba de la gloria de
la presencia de Dios. Había un zumbido de gozo de la
actividad cuando los ángeles rodeando el trono, yendo y
viniendo en numerosas tareas.

~ 12 ~
La atmósfera estaba electrificada con el poder de la
presencia de Dios. Incluso los ángeles no podían permanecer
sobre sus pies, pero con alegría cedían alabanza y adoración.
La gloria de la luz del amor de Dios que impregnaba el cielo
era emocionante más allá de la descripción.
Los sonidos de la hermosa música gloriosa se
mezclaban con miles de voces en ondas de alabanza y
adoración al Señor. Exclamaciones de "Santo, Santo" y
"Digno es el Cordero" mezcladas con "Aleluyas" gozosos en
perfecta armonía de la orquesta celestial.
As a person’s eyes, dancing with the excitement of
this marvelous scene, gradually adjusted to the glorious light
streaming from the throne of God, they would begin to
distinguish other objects that surrounded the presence of God.
A los ojos de una persona danzando con la emoción
de esta maravillosa escena, poco a poco ajustados a la luz
gloriosa desde el trono de Dios, se empiezan a distinguir
objetos que rodeaban la presencia de Dios.
En el lugar de honor más alto estaba Lucifer, el más
hermoso de la creación de Dios. Sus alas cubrieron, o
eclipsaron el trono de Dios, como los querubines de oro en el
tabernáculo terrenal que cubrían el propiciatorio en el lugar
Santísimo. Él es descrito en Ezequiel Tú eras el sello de la
perfección –el patrón de la perfección, dando el toque final a
todo lo que constituye la plenitud - lleno de sabiduría, y de
acabada hermosura. Tú, querubín grande, protector que
cubres con poderosas alas (Ezequiel 28:12,14a literalmente
traducida de la versión Amplificada)
A Lucifer se le fue confiado como guardia o protector
del trono de Dios. Incluso su nombre era descriptivo de la luz
gloriosa de la presencia de Dios que se reflejaba a través de
su belleza. Fue conocido como la "estrella de la mañana"

~ 13 ~
porque su brillo no estaba oculto, ni aún por la intensa luz que
irradia de Dios.
Su voz podía oírse por encima de los otros ángeles, a
la vez que los lideraba en alabanza y adoración a Dios. Los
grandes sonidos de su garganta sonaban como panderos,
tambores y panderetas, instrumentos de cuerda, pipas y
flautas (Ezequiel 28: 13, Isaías 14:11).
Su función en este lugar de máximo honor y autoridad,
era recibir órdenes directamente de Dios y luego dirigirlas a
la creación angelical de Dios directa. Sus instrucciones se
transmitían a través de la cadena de mando a los querubines,
serafines, criaturas vivientes, tronos, dominios, principados,
autoridades y potestades. Millones de Ángeles se movían en
perfecta armonía con la voluntad de Dios.
Entonces, de repente, un día inolvidable y lamentable,
por primera vez, la belleza y la armonía de los cielos se hizo
añicos. Comenzó con un pensamiento en la mente de Lucifer.
Por una fracción de segundo, sus pensamientos pasaron de
Dios a Lucifer mismo quien se dio cuenta de su propia
belleza y de su propia importancia. Dios dijo Se enalteció tu
corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor (Ezequiel 28:17a).
En lugar de rechazar aquel pensamiento, en lugar de
echar abajo esa imaginación se exaltó a sí mismo contra el
conocimiento de Dios y lucifer permitió que el pensamiento
continuara. En el oro brillante y transparente del salón del
trono del cielo, él permitió que sus ojos continuaran
contemplar la propia belleza reflejada. Lucifer se encontró
experimentando una emoción totalmente nueva — el orgullo.
Él volteó su cabeza y su cuerpo hacia el espejo celestial para
darse otra mirada, "es cierto," pensó, "Yo soy la criatura más
hermosa en todo el universo."

~ 14 ~
Su hermosa voz, que segundos antes se elevaba en
alabanza y adoración a Dios, ahora se había apagado y estaba
en silencio. Sus pensamientos saltaban a la posición de
importancia: ¿Por qué debería seguir dirigir alabando y
adorando a Dios? ¿No era mejor mantener esa alabanza y
adoración para sí mismo?
Sus pensamientos lo inundaban a la vez que miraba su
bella imagen. "¿Por qué debo compartir esta gloria con
Dios?" La rebelión saltó en su corazón. "Yo exaltaré mi trono
por encima de Dios. Subiré. Sí, seré como Dios el altísimo
(Isaías 14:13,14). Sin duda, yo puedo atraer a los ángeles
para que me sigan; ellos siempre siguen mis instrucciones sin
lugar a dudas."
Lucifer había cometido alta traición en los atrios del
cielo, se había rebelado contra el Todopoderoso del universo,
el Dios que lo creó y le confió al lugar del honor más alto.
Lucifer hizo un grave error de cálculo. Él no fue capaz
de engañar a todos los ángeles de Dios. Hubo disensión en las
filas angelicales. Los ángeles bajo el mando de Gabriel y
Miguel seguían a Dios con fidelidad inquebrantable.
Sin embargo, un tercio de los principados, poderes,
tronos y dominios fueron engañados y siguieron en su
rebelión a su líder Lucifer. La palabra de Dios revela, Su cola
arrastró la tercera parte de las estrellas (ángeles) del cielo y
las arrojó sobre la tierra (Apocalipsis 12:4a).
The apostle John wrote about when Satan and his
angels were cast out of heaven.
El apóstol Juan escribió acerca de cuando Satanás y
sus ángeles fueron lanzados fuera del cielo. Entonces hubo
una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra
el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, pero no
prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue

~ 15 ~
lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se
llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue
arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: «Ahora ha
venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la
autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador
de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. (Apocalipsis 12:7-10)
Satanás fue arrojado fuera del cielo debido al pecado
de rebelión. “Así ha dicho Jehová, el Señor: A causa de tu
intenso trato comercial, te llenaste de iniquidad y pecaste,
por lo cual yo te eché del monte de Dios y te arrojé de entre
las piedras del fuego, querubín protector (Ezequiel
28:12b,16).”.
Tal vez, sólo aquellos que han sentido el dolor de ser
rechazados y traicionados por su amigo más cercano pueden
comenzar a entender cómo Dios debe haberse sentido en
aquel momento. Él había amado a Lucifer y le había confiado
con grandes responsabilidades en el cielo. Su amor perfecto
había fluido hacia ellos en una medida admirable a través de
las edades de la eternidad cuando Lucifer y los ángeles
estaban delante de Dios y habían cantado canciones de
alabanza y adoración.
Cómo debe haberle dolido a Dios ver que los que
amaba tan entrañablemente, le daban la espalda en forma de
rebelión. Su perfecto amor deseaba perdonar, pero su justicia
perfecta no podía coexistir con la rebelión y el pecado.
Debería realizarse Su justicia perfecta. Lucifer y sus ángeles
rebeldes debían ser expulsados del cielo.

~ 16 ~
Capítulo Dos
La Eterna Rebelión
Todo el universo era bello y perfecto. No había lugar
de juicio ni castigo para Lucifer y sus seguidores. Antes de
este tiempo, no había habido necesidad.
Cuando Dios buscó el vasto universo por un lugar, su
atención fue atraída a un planeta insignificante en un pequeño
sistema solar en el cual Satanás y sus fuerzas demoníacas les
esperaría el juicio final. Dios con gran dolor prepararía un
lago ardiente de fuego como un lugar de confinamiento para
ellos por toda la eternidad. Sin embargo, en primer lugar Dios
probaría Su justicia perfecta y el juicio de Satanás y sus
demonios para toda la creación en la tierra. Fue en este
planeta que Satanás iba a ser totalmente derrotado.
Al mandato de Dios, sus ángeles fieles, dirigidos por
el Arcángel Miguel, libraron la guerra contra Satanás y sus
rebeldes seguidores quienes no eran ninguna oposición para
las huestes angelicales de Dios y fueron echados del cielo a la
tierra.
Todo sucedió tan rápido. Momentos antes, estas dos
fuerzas de oposición habían sido amigos cercanos y
compañeros adoradores alrededor del trono de Dios.
Ahora, era como que nunca se habían conocido. Sus
nombres celestiales fueron quitados. Lucifer, el querubín
ungido, el ángel más alto, se había convertido en Satanás el
acusador. Su carácter había cambiado totalmente. Su amor
había cambiado inmediatamente al odio, su fidelidad cambió
a la rebelión. Sus voces de alabanza ahora estaban profiriendo
maldiciones, sus rostros radiantes fueron substituidos por vil
oscuridad.
~ 17 ~
Cuando Satanás y sus seguidores demoníacos llegaron
a la tierra estaban en plena rabia con la ira y la humillación de
su derrota. Lo último que querían ver era cualquier cosa que
les recordara de Dios. Y sin embargo, se encontraron en un
planeta que Dios había creado.
La Biblia comienza con estas palabras, en el principio
Dios creó los cielos y la tierra (Génesis 1:1). Cuando Dios
creó la tierra no la creó vacía y nula. Él la creó para ser
habitada. Isaías revela el propósito de Dios en la creación de
la tierra cuando escribió, porque así dice el Señor, que creó
los cielos, que es Dios, que formó la tierra y la hizo, que la
estableció, que no la creó en vano (vacía), que la formó para
ser habitada (Isaías 45:lSa).
Pudo haber montañas, valles, lagos, árboles verdes,
prados cubiertos de flores y todo tipo de criaturas viviendo en
perfecta armonía.
Lucifer se había convertido en Satanás, el destructor.
Su rostro estaba lavado con ira y un odio ardiente. Como se
describe en el libro de Juan, el diablo había llegado como un
ladrón a robar, a matar y destruir (Juan 10:l0a).
En Génesis 1:2a leemos: la tierra estaba sin forma y
vacía; y la oscuridad estaba sobre la faz de las profundidades.
En algún momento después de que fue creada para ser
habitada, la tierra se había convertido sin forma y vacía. Tal
vez la destrucción que causó la tierra fuera así fue causada
por un juicio de Dios sobre la tierra debido a la rebelión de
Satanás.
La destrucción podría haber sido causada por las
rabietas estremecedoras de Satanás haciendo estragos con la
belleza de la tierra. Tal vez, esa fue la destrucción descrita
por Jeremías, Miré a la tierra, y vi que estaba desordenada y
vacía; a los cielos, y no había luz en ellos. Miré a los montes,

~ 18 ~
y vi que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían
ido (Jeremías 4:23-25).
Ahora demolida, arruinada y vacía, la tierra era un
hogar conveniente para aquel que sólo vino a matar, robar y
destruir. Todo lo que tocaba de Satanás era destruido.
En la mente retorcida del diablo, él pudo haber
pensado que podría contra atacar y de alguna manera
conseguir vengarse del Creador mediante la destrucción de Su
creación. El odio de Satanás hacia Dios había alterado su
juicio, su orgullo le había hecho querer ser el gobernante
preeminente. Ahora, el único mundo que Satanás tenía para
gobernar estaba vacío y nulo.
La Biblia no es clara con respecto a la secuencia
exacta de estos acontecimientos. Sin embargo, sabemos que
fue en esta tierra que Lucifer y sus ángeles fueron echados
después de su rebelión en el cielo. Lucifer, el ungido de Dios
llegó a ser conocido como Satanás o "el diablo" y sus ángeles,
después de la caída se conocían como demonios.
En lugar del glorioso sonido de alabanza y música,
había desesperación y silencio. En lugar de la luz gloriosa de
la presencia de Dios, Satanás y sus ángeles caídos ahora
estaban en total oscuridad. ¿Era esto el final? ¿Satanás
atrapado en desolación y la oscuridad por toda la eternidad?
Dios tenía un plan. La derrota de Satanás aún no
estaba completa. La Biblia no dice, pero posiblemente habían
pasado eones de tiempo con Satanás y sus seguidores
atrapados en total oscuridad y silencio. De repente, se oyó un
sonido. Puede haber sonado como el viento poderoso que se
describe en el libro de Hechos. Era el espíritu de Dios
moviéndose sobre la faz de las aguas.

~ 19 ~
El pánico pudo haber cautivado el corazón de Satanás
y sus seguidores. "¡No! ¡No podía ser! Seguramente Dios no
viene a este planeta!" Sin embargo, aquí estaba Dios.
La voz de Dios resonó por todo el universo, ¡Hágase
la luz! (Génesis 1:3) e inmediatamente apareció la luz.
¿Qué estaba sucediendo? Debe haber habido gran
confusión en las filas de Satanás, sus corazones deben haber
estado latiendo en miedo, cuando al día siguiente oyeron la
voz de Dios una vez más y entonces otra vez y otra vez… día
tras día.
¡Todo lo que Satanás había destruido estaba siendo
recreado! Apareció tierra firme y luego una hermosa
vegetación y árboles, aves y peces, junto con el ganado y
todas las especies de animales hermosos. Antes de que
Satanás supiera lo que estaba sucediendo, él estaba rodeado
de una hermosa tierra recreada.
Cuán humillante debe haber sido para Satanás que
Dios llegara a la tierra y demostrara otra vez Su poder
creativo. Su enojo crecía más fuerte cada día, quizá gritando
"Dios déjame en paz."
El quinto día la recreación estaba completa. Tal vez
Satanás pensaba que Dios le dejaría sólo junto con la tierra.
Después de todo, Dios tenía todo un universo que atender.
¿Por qué tomaría tanto interés en un planeta tan
insignificante?
Luego, en el sexto día se oyó la voz de Dios decir,
¡hagamos al hombre a nuestra imagen (Génesis 1:26a)! Dios
se arrodilló hasta el suelo y comenzó a formar una figura con
sus manos, creándolo del polvo de la tierra.
Curiosamente mirando sobre el hombro de Dios,
Satanás veía cómo Dios formaba y moldeaba aquella cosa
que se llamaba hombre. ¿Qué era esta cosa nueva? ¿Cómo se

~ 20 ~
vería? De repente en shock de horror, Satanás se echó para
atrás exclamando: "¡No! ¡No! ¡No puede ser! ¡Esta criatura se
parece a Dios!" ¿Dios hizo una creación que se parecía a Sí
mismo para vivir en el planeta tierra? ¡Qué horrible! Satanás
no podía creer sus ojos.
¿Y ahora qué estaba haciendo Dios?
Tal vez Dios recogió esta forma inerte, sin vida y lo
sostuvo delante de Él, quizá se miraba como un reflejo de un
espejo. Dios puso sus brazos alrededor de la nueva creación,
lo sostuvo cerca de su propio cuerpo, ojo a ojo, nariz a nariz y
boca a boca. Luego Dios sopló en su nariz el aliento de vida;
y el hombre se convirtió en un ser viviente (Génesis 2:7).
Adán nació a la vida con el mismo aliento y la vida de Dios
dentro.
Un pánico desesperado se apoderó del corazón de
Satanás. ¡Esta nueva criatura se veía como Dios! ¡Caminaba
como Dios! ¡Él hablaba como Dios, actuaba como Dios en
todos los sentidos! ¡Él fue hecho a imagen de Dios!
Pronto, Dios puso a Adán a dormir, tomó una de sus
costillas y formó otra de estas criaturas a su imagen, una
mujer. Entonces Dios los bendijo, y Dios les dijo: «Fructi-
ficad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla (Génesis
1:28a)".
Satanás se estremeció de horror. Los seres humanos
debían multiplicarse y llenar la tierra. Él podía visualizar toda
la tierra llena de estas criaturas de Dios. Que gran insulto, qué
humillación; ¡en todas partes que él y sus seguidores
demoniacos vieran iban a ver las imágenes de Dios!
Entonces Dios habló sus primeras palabras sobre la
humanidad, palabras que revelaron su propósito creativo para
sus seres recién creados: tengan potestad (señorío) (Génesis
1:26b). Dios habló a sus nuevas creaciones y dijo que todo en

~ 21 ~
la tierra les pertenecía, que debían someter la tierra y tener
dominio sobre todo ser vivo que se moviera sobre la tierra.
“¡No! ¡No! ¡No!” jadeó Satanás. Dios haciendo
estaba literalmente de hombres y mujeres los gobernantes de
este mundo. ¡Dios les estaba dando su reino en la tierra! Él
estaba dándoles todo a ellos y debían tener dominio sobre
todas las obras de las manos de Dios en este planeta.
La realización de lo que esto significaba para Satanás
lo aturdió. Si Adán y Eva iban a tener dominio sobre todo lo
que se arrastra sobre la tierra, también lo incluía a él. Incluso
sobre todos los espíritus demoníacos. El hombre y la mujer
debían tener dominio sobre su reino en la tierra, ¡incluso
sobre él!
¡Qué humillación para Satanás! Todo lo escrito en
Isaías 14 describiendo lo que Satanás había querido hacer en
su rebelión, se le había dado a la humanidad. Satanás había
declarado: Subiré al cielo y ahora la humanidad había sido
creada para vivir y reinar con Dios para siempre. En el libro
de Apocalipsis, Juan reveló serán sacerdotes de Dios y de
Cristo y reinarán con él (Apocalipsis 20:6b).
Satanás había declarado en su rebelión, Yo exaltaré mi
trono sobre las estrellas (los Ángeles) de Dios. Pablo escribió,
"¿no sabéis que juzgaremos Ángeles (I Corintios 6:3a)?
Satanás se jactaba, también me sentaré en el Monte de
la congregación en los lados más alejados del norte. Pablo
escribió que Dios nos resucitó y nos hizo sentar juntos en los
lugares celestiales en Cristo Jesús (Efesios 2:6).
Satanás había dicho: subiré sobre las alturas de las
nubes.
La Palabra declara El Señor mismo, con voz de mando,
con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero.

~ 22 ~
Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor (1 Tesalonicenses 4:16-17)
En sus palabras finales de la rebelión, Satanás había
declarado, seré semejante al Altísimo. Sin embargo, el horror
de Satanás cuando Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza (Génesis 1:26a).
Todo el odio que Satanás tenía contra Dios fue
dirigido ahora hacia estos seres humanos de Dios. Satanás
estaba temblando de temor y rabia intensa. Era obvio que
Adán y Eva eran sus enemigos. Satanás debe encontrar una
manera de robar el dominio de ellos. ¡Deben ser destruidos!
En el séptimo día Dios descansó; Su obra fue
completa. Fue perfecta. No había nada más que añadir. Dios
tomó el día para disfrutar de la belleza de las obras de sus
manos.
El amor de Dios para Adán y Eva era más evidente
cada día, creó un hermoso jardín donde debían vivir y todas
las noches venía y hablaba y compartía con ellos.
La gran inteligencia y la sabiduría de Adán fueron
demostradas cuando le dio nombres a todos los animales en la
tierra. Él utilizó su dominio cuando amorosamente dirigió los
asuntos de la tierra en su totalidad. Todos los animales vivían
en perfecta armonía uno con el otro, era un paraíso de belleza,
amor y armonía.
Dios no había creado a Adán como un robot sin mente.
Él le había dado libre volición. Adán servía voluntariamente y
con alegría y compartía con Dios. Él era fiel en sus deberes
administrativos sobre toda la tierra. Eva estaba amorosamente
a su lado, apoyando y ayudando a sus responsabilidades.

~ 23 ~
Juntos, tendieron el jardín lleno de hermosos árboles,
cargados de fruta de elección que era deliciosa para comer.
Dios le había dado a Adán y Eva la libertad de
elección, les dijo que podían comer de todos los árboles del
jardín, más no de uno determinado; éste era el árbol del
conocimiento del bien y del mal. Dios les advirtió que no
comieran la fruta de ese árbol, porque morirían si lo hacían.
La mente diabólica de Satanás ya había estado
trabajando en varios planes para destruir a Adán y Eva. Su
odio hacia ellos crecía más fuerte cada día. Cuando Satanás
escuchó que Dios les digo sobre el árbol del conocimiento del
bien y del mal, sus ojos se ampliaron. "¡Eso es todo!"
Exclamó. "¡Engaño! ¡Yo les engañaré con desobedecer a
Dios con ese árbol!"
Satanás pensaba que si él les podría engañar en
ejercitar su voluntad contra Dios, entonces podría engañarlos
a unirse con lo que él deseara hacer y se unirían a su eterna
rebelión contra Dios. Si él podría engañarlos en esto,
entonces podría destruirlos.
Satanás había sido capaz de engañar a un tercio de los
Ángeles en el cielo. Era un maestro en el engaño y Adán y
Eva tenían libre elección. ¡La decisión será de ellos! "Voy a
citar lo que dijo Dios," pensó, "pero cambiaré lo suficiente
como para hacer dudar de la razonabilidad de lo que Dios dijo
acerca de ese árbol."
Su plan estaba empezando a tomar forma. Satanás
haría su engaño convincente. Él ensayaba una y otra vez
exactamente cómo haría su enfoque, exactamente cómo diría
cada palabra de mentira. Él debía engañar a Adán, debía
convencerlo para ponerlo en contra de Dios. Era la única
manera que podría robarle a Adán de su autoridad y dominio
sobre la tierra. Luego de eso el Reino de Satanás sería

~ 24 ~
restaurado, de nuevo se convertiría en el dios de este mundo y
toda la humanidad estaría a su merced.
Como los gobernantes de este mundo, Adán y Eva
tenían conocimiento de todo lo que era bueno. ¿Qué necesi-
dad tenían de conocer del mal?
Satanás quería entrar en el jardín del Edén y comenzar
su plan de engaño, pero ahora no tenía facultades para ir a
cualquier parte o hacer cualquier cosa en esta tierra. Dios le
había dado esta autoridad y señorío a Adán. Si Adán
reconocía a Satanás como enemigo de Dios y ejercía su
dominio entonces Satanás tendría que huir.
Por lo tanto, Satanás se disfrazó como uno de los seres
que pertenecían en el jardín. En aquel lamentable día todas
las fuerzas de Satanás vieron con odiosa anticipación como
Satanás entraba en el jardín del Edén en forma de serpiente.
La estrategia de Satanás fue exactamente como tenía
previsto. Adán no pudo ejercer su dominio. El engaño tan
cuidadosamente planeado de Satanás funcionó porque Eva
tomó la fruta y se la comió y luego le dio a Adán que estaba
con ella, y él también comió del fruto prohibido (Génesis 3:6).
Adán fue engañado deliberadamente, él desobedeció a
Dios y se entregó a Satanás su autoridad y dominio sobre la
tierra. ¡Se le robó! ¡Toda la humanidad había sido robada!
Satanás era una vez más el dios de este mundo.
Satanás y sus fuerzas demoníacas bailaban de alegría
porque Adán y Eva fueron derrotados, su comunión con Dios
se rompió a través del pecado y ahora eran esclavos de
Satanás y sus fuerzas demoníacas.
Cómo debe haberle encantado a Satanás ver a Adán y
Eva, los ex gobernantes de esta tierra, ocultos en la vergüenza
detrás de un arbusto cuando aquella noche Dios vino a tener
comunión con ellos. Ahora, en vez de caminar con valentía en

~ 25 ~
su autoridad de dominio dada por Dios, estaban encogidos de
miedo, culpa y condenación.
Aunque todo estaba tan desesperado en ese momento,
Dios todavía tenía un plan. Satanás había ganado la batalla
pero la guerra no había terminado. Dios tenía un plan de
redención para la humanidad.
Dios le habló directamente a Satanás, que estaba
todavía en el cuerpo de la serpiente, diciendo: Pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón
(Génesis 3:15).
Satanás no sabía que cuando Dios habló de la semilla
de la mujer, Él se estaba refiriendo al nacimiento de Jesús
encarnado. El Hijo de Dios iba a venir a este planeta, nacido
de mujer e iba a magullar la cabeza de Satanás bajo Su pie.
La batalla que Satanás pensaba que había ganado
apenas estaba empezando. Dios tenía un plan para su derrota.
En vez de ir a reportar su informe de victoria a las
fuerzas demoníacas con alegría, Satanás fue subyugado
mientras reflexionaba sobre la palabra que Dios le había
dicho. ¿Quién era esa simiente de la mujer que Dios habló?
¿Cuál era el plan de Dios para derrotarlo?
La eterna rebelión continuaría. Satanás fue incapaz de
dañar directamente a Dios, así que dirigiría toda su atención y
todo odio hacia la humanidad.
Como el número de habitantes del mundo incremen-
taba, los gobernantes de la oscuridad del mundo se asignarían
a cada nación y organización. Principados y poderes se
asignarían a oprimir a la humanidad y cuando se encontrara
una rendija se incurriría a poseer a los hombres, las mujeres y
los niños dondequiera y siempre que fuera posible.

~ 26 ~
Su trabajo consistía en poner a la gente en régimen de
servidumbre, hacer todo lo posible para destruirlos y destruir
su capacidad para comunicarse con Dios.
Satanás estaba determinado que la semilla de la mujer
nunca llegaría a magullarle la cabeza.

~ 27 ~
Capítulo Tres
¡Y Entonces Vino Jesucristo!
Satanás pensaba en el tiempo cuando el conflicto
había comenzado. ¡Todo había cambiado tan rápidamente!
¡Él había deseado ser como el Dios Altísimo! Él había
querido exaltarse por encima del trono de Dios, su deseo era
ser el dios supremo de todo el universo.
Un pequeño planeta en el universo parecía tan
insignificante en comparación con el deseo original de la
rebeldía de gobernar todo el universo, pero por lo menos
ahora era de su propiedad. La tierra le pertenecía. Ahora él
era un dios, su orgullo se enaltecía cuando repetía su nuevo
título adquirido, "¡Dios de este mundo, príncipe de la potestad
del aire, gobernante de las tinieblas de este siglo!"
Eso era cierto; todos los reinos de este mundo le
pertenecían porque Adán le había entregado la autoridad dada
por Dios sobre la tierra.
Por cerca de cuatro mil años, Satanás disfrutaba de su
posición y títulos adquiridos, disfrutaba de ver a hombres y
mujeres en enfermedad, dolor, tristeza y pobreza. La gente
estaba viviendo y muriendo en la desesperación sin esperanza
alguna. Algunos andaban por las calles mendigando, su
cuerpo lisiado, sucio y agarrado con dolor. Muchos estaban
ciegos, sordos y mudos. Los rostros que habían sido creados a
imagen de Dios ahora estaban desfigurados y partes de
cuerpos estaban siendo corroídos con la lepra.
Satanás había sostenido la humanidad bajo su control
durante miles de años y este era el resultado. En lugar de
hombres y mujeres caminando erguidos con audacia y
confianza ahora eran obligados por Satanás y eran subyu-
~ 28 ~
gados con enfermedades que los incapacitaban. Las fuerzas
demoníacas habían hecho su trabajo.
Incluso los líderes espirituales de la época habían sido
engañados y robados por Satanás. Todo lo que tenían que
ofrecer a la humanidad era una religión impotente y vacía. Se
habían vuelto líderes espiritualmente ciegos de los ciegos.
La raza humana había sido creada a imagen de Dios,
pero ahora por causa del pecado, por todos lados vivían en
desesperación sin esperanza y en esclavitud demoníaca.
¡Dios todavía tenía un plan! Su amor por la
humanidad nunca había cesado. Él recordaba aquel hermoso
día cuando había creado a Adán del polvo de la tierra.
Recordaba cómo había tomado amorosamente aquel cuerpo
en sus brazos y lo abrazó y sopló en él Su propio aliento de
vida.
Dios recordaba los tiempos maravillosos de
compañerismo cuando llegaba en el fresco de la noche con
Adán y Eva. Como su Padre celestial amoroso, Dios anhelaba
mantenerlos otra vez en sus brazos y darles Su respirar. Le
afligía ver a sus hijos, que amaba tan entrañablemente,
viviendo en la desesperación. Dios no había olvidado la
promesa a Adán y Eva cuando le dijo a Satanás que la
simiente de la mujer lo subyugaría de la cabeza.
El apóstol Pablo escribió acerca de Dios llevando a
cabo esta promesa. Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo
la Ley, 5 para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de
que recibiéramos la adopción de hijos. (Gálatas4:4,5).
Satanás había invadido el dominio del hombre en la
forma y el disfraz de una serpiente. Ahora cuando llegó la
plenitud del tiempo, Dios iba a invadir el dominio de Satanás
como un hombre en la forma de un bebé. El primer Adán

~ 29 ~
había perdido su dominio por un tiempo; el último Adán lo
recuperaría por la eternidad.
Aún cuando la raza humana había llegado a ser tan
desafortunada en la esclavitud bajo el dominio de Satanás,
por el pecado, la enfermedad, la pobreza y la muerte, Dios
aún amaba a hombres, mujeres y niños tanto así que envió a
Su único Hijo a comprar su liberación.
En la quietud de la noche, en las colinas cerca de
Belén, un ángel se apareció a un grupo de pastores con un
mensaje de gran gozo. Que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David un Salvador, que es Cristo el Señor (Lucas 2:11).
Los Ángeles que habían venido del cielo para anun-
ciar este maravilloso evento no podían contener su alegría.
Mientras los pastores observaban, los ángeles entonaban
alabanza a Dios, cantando en armonía Gloria a Dios en las
alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres (Lucas 2:14).
¡El plan de Dios se estaba cumpliendo! El último
Adán había llegado al planeta tierra, Él era el mismo hijo de
Dios. Había llegado para que la raza humana pudiera ser libre
de la esclavitud de Satanás y del dominio de sus fuerzas.
La semilla prometida de la mujer había llegado y
como el ángel había instruido a María, ¡su nombre era Jesús!
Él había venido para dar vida, el hijo de Dios había venido a
destruir las obras del diablo. Hombres, mujeres y niños iban a
ser libres de las enfermedades de Satanás, las dolencias, la
pobreza y la muerte. Para la humanidad que estaba en
sufrimiento y falleciendo, estas en realidad eran buenas
nuevas de gran gozo (Lucas 2:l0b).
Jesús fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de
una virgen, Él nació sin la naturaleza pecaminosa, que fue la
maldición que había sido puesta sobre la humanidad. Él fue

~ 30 ~
hombre total y completamente como el hombre había sido
creado para ser, y así también total y completamente Dios
aunque su Deidad no había disminuido.
El hijo de Dios fue calificado para pagar la penalidad
por los pecados de la raza humana. Debido a que no tenía
pecado no llevaba esa penalidad en su vida. El apóstol Pablo
escribió: porque la paga del pecado es muerte pero la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro
(Romanos 6:23). Jesús, el Hijo de Dios, iba a morir
voluntariamente en la Cruz para pagar la penalidad por el
pecado.
Satanás nunca pudo entender este amor; en su estado
depravado no podía recordar qué era el amor. Satanás y sus
seguidores vivían sólo para sí mismos, no podían concebir
que nadie dejara las maravillas del cielo para convertirse en el
sacrificio por la humanidad tan pobre, miserable y derrotada.
El anuncio de las buenas nuevas del anfitrión de los
ángeles a los pastores fuera de Belén llevó pánico desespe-
rado a Satanás. "¡El plan de Dios debe ser detenido! ¡Este
bebé debe ser asesinado!" Satanás exclamó a sus aliados.
"¿Cómo podemos nosotros hacerlo?"
El rey Herodes era la respuesta. Satanás le planto la
idea en la mente de matar a todos los bebés menores de dos
años en el área de Belén. Seguramente esto incluía el Hijo de
Dios.
El primer ataque contra Jesús falló porque un ángel le
advirtió a José y María en un sueño que escaparan a Egipto
con el niño Jesús. Durante treinta años Satanás esperó la
oportunidad de atacar, la conmoción en las orillas del río
Jordán debe haberle alarmado. Alguien llamado Juan Bautista
predicaba y hablaba sobre el "Reino de Dios."

~ 31 ~
"Esta tierra es mi reino," protestó Satanás a sus
fuerzas demoníacas cuando se reunieron al lado del río de
Jordania para descubrir lo que estaba sucediendo.
Mientras miraban, aquel llamado Jesús fue bautizado
por Juan. Cuando salió del agua, el Espíritu Santo de Dios
descendió como Paloma sobre Él y de repente, la voz de Dios
el Padre rompió el silencio exclamando, Este es mi Hijo
amado, en quien me complazco (Mateo 3:17).
Satanás debe haber hervido de cólera al sonido de la
voz de Dios.
El ministerio terrenal de Jesús apenas había comen-
zado. Pero fue llevado de inmediato por el Espíritu Santo al
desierto donde estuvo sin comer durante cuarenta días.
Satanás había estado esperando el momento adecuado.
Sin duda, este era el momento de su ataque, Jesús estaría muy
débil después de pasar sin comer para tanto tiempo. Satanás
recurrió al arma que había usado tan eficazmente a través de
las edades: el engaño. Él había sido capaz de engañar a
millones de Ángeles y al primer Adán con el deseo de comida.
¿Por qué no funcionaría con el último Adán?
Comenzó su ataque, si eres el hijo de Dios, comanda
que estas piedras se convierten en pan (Mateo 4:3). Jesús fue
tentado, pero en lugar de escuchar a la decepción de Satanás,
el hijo de Dios citó las escrituras diciendo Está escrito, que
no sólo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que
procede de la boca de Dios (Mateo 4:4b).
Satanás no se rindió fácilmente y tenía otro plan: le
mostraría a Jesús que Él podría demostrarle a todo el mundo
que era el hijo de Dios y Satanás le mostraría a Jesús cómo
lograr sus metas.
Por lo tanto llevó a Jesús hasta el punto más alto en
Jerusalén, un punto donde todo el mundo podría verlo, y tentó

~ 32 ~
a Jesús diciéndole que se tirara desde el pináculo del templo y
le aseguraba a Jesús que no sufrirá daño porque los ángeles se
lo levantarían y toda la gente mirando desde Jerusalén y sus
alrededores, sabría que Jesús era Dios.
De nuevo, Jesús lo resistió citando la Palabra, no
tentarás al Señor tu Dios (Mateo 4:7b).
Entonces el Diablo llevó a Jesús a lo alto de una mon-
taña y le mostro todos los reinos de este mundo y le dijo a
Jesús A ti te daré todo el poder de estos reinos y la gloria de
ellos, porque a mí me ha sido entregada [por Adán] y a quien
quiero la doy. Si tú, postrado, me adoras, todos serán tuyos
(Lucas 4:6b, 7).
Qué paradójico que Satanás estaba ofreciéndole a
Jesús los reinos del mundo. Después de todo, al principio
Jesús había creado el mundo, y Dios le había cedido a Adán
la autoridad sobre este planeta. Sin embargo, cuando Adán
pecó, él voluntariamente se rindió y lo entregó a Satanás. Así
que Satanás ahora tenía ese derecho, él tenía control de los
reinos de este mundo.
Qué tan engañado estaba Satanás, él sabía que Jesús
había venido para recuperar ese dominio de la raza humana.
Ahora le ofrecía lo mismo a Jesús. Si Jesús sólo se inclinaba
y adoraba a Satanás podría tener el dominio de nuevo, le
devolvería la autoridad sobre todos los reinos de este mundo.
Jesús podría evitar el dolor y la agonía de la Cruz, podría
restaurar la autoridad y el dominio del mundo a la humanidad.
¡Jesús podría volver al cielo y dejarlo solo!
Satanás había concebido otro de sus planes de engaño,
le estaba diciendo a Jesús: "Hagamos un trato, ¡te voy a dar lo
que quieras! Todo lo que necesito es que me dejen solo.”
Pero Jesús sabía que solo había una forma de tratar
con el Diablo. Primero lo resistió y le dijo, “¡Vete de mí

~ 33 ~
Satanás!” Luego Jesús le habló la Palabra de Dios porque
escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y sólo a él servirás.”
(Mateo 4:10)
Jesús fue tentado en todos los puntos, incluso como
hombre, pero sin pecado. Él resistió a Satanás con la
autoridad de la Palabra de Dios y Satanás tuvo que retirarse.
Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea. Él
había derrotado a Satanás en su juego de engaño y ahora
estaba listo para comenzar su ministerio de poner a los
hombres en libertad del dominio de Satanás.
Durante treinta años, Jesús había visto a los niños al
lado de los caminos, mendigando en la pobreza; Él había
hablado a hombres y mujeres rotos con desánimo y desespe-
ración. Había visto los enfermos, los ciegos y los hematomas
con las heridas de este mundo. Había visto a hombres,
mujeres y niños mantenidos en esclavitud, como cautivos de
Satanás.
En el borde de la ciudad, Jesús había visto a un
hombre poseído por miles de demonios, corriendo totalmente
desnudo por las tumbas, había oído a los leprosos en su
advertencia, "¡Inmundo! ¡Inmundo!" y Él había sentido su
desolación.
Durante treinta años el Hijo de Dios había estado
rodeado por lo desagradable de las reglas de Satanás, debe
haber anhelado el momento que comenzara su Ministerio.
Durante los cuarenta días que Jesús ayunaba en el desierto,
sus pensamientos de amor y compasión deben haber sido
dirigidos a la humanidad agonizante.
¡Ahora era el momento! Él había sido facultado con el
Espíritu de Dios cuando fue bautizado en el río Jordán. Jesús
había ganado la victoria sobre las mentiras, los engaños y las

~ 34 ~
tentaciones de Satanás. Durante años Él había esperado, pero
ahora su ministerio estaba por empezar.
Jesús regresó a su ciudad de Nazaret y entró en la
sinagoga donde había pasado tiempo como niño y cuando
joven, Él abrió el rollo del libro de Isaías y comenzó a leer: El
Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar
a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los
cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los
oprimidos y a predicar el año agradable del Señor (Lucas
4:18,19).
El día había llegado. Él era libre de decirle a la gente
las buenas noticias. Ahora es tiempo de compartir la noticia
emocionante con sus amigos más queridos y leyó la profecía
que Isaías había escrito sobre Él hacía cientos de años.
La gente no podía creer sus ojos y oídos, lo miraban
en desconcierto. Se preguntaban de las palabras que oían, esto
no podía ser cierto porque después de todo, este era hijo de
José y lo habían conocido toda su vida. ¿Cómo podrían Jesús
ser el enviado para liberar a los cautivos?
Murmullos enojados comenzaron a llenar la sinagoga,
el hijo del carpintero estaba diciendo que Él era el Mesías.
Eso era blasfemia, debe ser asesinado antes que difunda ese
mal.
El mensaje tan necesitado por la gente había sido
rechazado.
Satanás, aún lamiendo sus heridas del reciente intento
fallido que Jesús mismo se destruyera saltando desde el
pináculo del templo, entró en la escena y puso el pensamiento
en la mente de la gente enfadada de Nazaret para que llevaran
a Jesús al borde del acantilado por la ciudad y lo lanzaran de
cabeza abajo.

~ 35 ~
Jesús escapó de la multitud en Nazaret y viajó a la
ciudad de Capernaúm. De nuevo entró en la sinagoga el día
sábado y enseñó a la gente y se asombraban de Su enseñanza,
porque Su palabra era con autoridad (Lucas 4:32).
En Capernaúm, algunos seguidores rebeldes de
Satanás estaban viviendo dentro de un hombre. Al parecer era
un hombre religioso ya que había llegado a la sinagoga, pero
estaba poseído por espíritus inmundos y lujuriosos. Cuando
Jesús enseñaba los demonios ya no podían soportarlo. Empe-
zaron a clamar a gran voz diciendo: ¡Déjanos! ¿Qué tienes
con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruir-
nos? Yo sé quién eres: ¡el Santo de Dios! (Lucas 4:34)
Ellos sabían quién era Jesús, porque en la eternidad
pasada, antes de que sus rebeldes cayeran del cielo habían
unido sus voces en alabanza a los ángeles alrededor del trono
de Dios. Ellos también sabían por qué había venido Jesús.
Gritaban, ¿Veniste a destruirnos?
Jesús había venido para ese propósito, Él iba a destruir
las obras del diablo, reprendía a los demonios inmundos y los
echaba fuera del hombre. Los demonios salieron y el hombre
fue liberado instantáneamente.
Toda la gente estaba admirada y comenzaron a decirse
uno al otro ¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y poder
manda a los espíritus impuros, y salen? (Lucas 4:36b)
Satanás había gobernado durante cuatro mil años este
mundo con autoridad y poder pero ahora había aquí un
hombre, Jesús, hablando con autoridad y poder ¡y los
seguidores demoniacos de Satanás tenían que obedecer!
Cuando Jesús salió de la sinagoga, fue directamente a
casa de Simón Pedro donde la suegra de Pedro estaba
enferma con una fiebre muy alta. Ante el asombro absoluto
de los que escuchaban, Jesús le habló directamente a la fiebre

~ 36 ~
con autoridad y energía. Reprendió a la fiebre, la suegra de
Pedro fue sanada instantáneamente y comenzó a servirles a
Jesús y a los otros huéspedes.
¡Esto fue sólo el principio! Por los próximos tres años,
a donde quiera que Jesús iba, la gente era liberada de las
fuerzas demoníacas y era sanada de todo tipo de enferme-
dades. ¡Las obras de Satanás estaban siendo destruidas! Los
cojos caminaban y los ciegos veían. Los leprosos eran limpia-
dos y sanados, los demonios eran echados fuera y los muertos
eran resucitados. Los discípulos de Jesús y quienes fueron
testigos de los milagros se asombraban en Su autoridad.
Cada vez que alguien era sanado o liberado, Satanás
temblaba de pánico y de humillación. Gente estaba siendo
soltada y liberada del control demoníaco y de su poder. Su
reino estaba siendo destruido, se derrumbaba ante sus ojos.
La ira y su odio por Jesús crecían más fuertes cada día.
"¡Jesús debe ser detenido! Pero ¿cómo?”
La gente amaba a Jesús, por primera vez estaban
oyendo palabras de aliento y de vida. Por primera vez había
esperanza, había vida en lugar de muerte, salud en lugar de
enfermedad, libertad en lugar de esclavitud. Verdaderamente,
Él era el Rey de Reyes y Señor de señores. Él era el Hijo de
Dios. ¡Su reino estaba siendo establecido en la tierra!
La noticia se esparció rápidamente cuando Lázaro
había sido levantado de los muertos después de estar en el
sepulcro por cuatro días.
Jesús estaba en Su camino a Jerusalén para la fiesta de
la Pascua cuando la gente corrió a las calles y lo colocaron en
un asno, pusieron sus abrigos en los caminos delante de Él
para hacer una bienvenida real. La multitud comenzó a alabar
a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
diciendo: “¡Bienaventurado el Rey que viene en nombre del

~ 37 ~
Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas (Lucas 19:37b,
38)."
¡Satanás no podía más! Jesús debe ser detenido a toda
costa. Durante años, él había estado trabajando en planes para
matar a Jesús. “¡Este mundo me pertenece! ¡Este es mi reino!
¡Yo lo tomé de Adán y es mío!" murmuraba a sí mismo.
Ahora, hombres y mujeres estaban exaltando a Jesús
como Rey. Aunque estaban todavía bajo el dominio de
Satanás estaban adorando a alguien más.
Satanás encontró la apertura que necesitaba, él había
engañado a Judas y puso un horrible pensamiento en su
mente: Judas traicionaría al Hijo de Dios.
A través de los siglos Dios siempre tuvo un plan de
redención. Después de que Adán y Eva pecaron, Dios
proveyó sacrificios de animales como expiación, apuntando
hacia delante a la obra redentora de Jesús en la Cruz. Satanás
engañó a la humanidad a hacer estos sacrificios de una forma
vacía de religión.
Mientras que Moisés estaba en las montañas
recibiendo los mandamientos de Dios, escrito por la mano de
Dios, Satanás estaba en el valle de engañar a la gente a adorar
a un becerro de oro.
Dios había designado sacerdotes, ellos eran un grupo
especial, apartados para representar la humanidad a Dios y
Dios a la humanidad. A través del hermoso diseño simbólico
del tabernáculo, el templo y los sacrificios, Dios se había
revelado a sí mismo y Su plan redentor para la humanidad.
Inmediatamente, Satanás había comenzado un contra-
ataque de engaño y perversión. Satanás había engañado a los
líderes religiosos, los hombres que de acuerdo al plan de Dios,
debían ser los dirigentes espirituales de la nación.

~ 38 ~
El engaño fue progresivo. A través de los años, una
religión falsa asumió el plan maravilloso de Dios. Hombres y
mujeres, perdieron una vez más su relación con Dios. La
religión en lugar de revelar la libertad a través del plan de
Dios de la redención, colocaba a los hombres en una mayor
esclavitud bajo las leyes de los hombres.
Ahora, Satanás no encontraba ningún inconveniente
en engañar a los líderes religiosos en exigir la muerte de Jesús.
Fueron los líderes religiosos que condujeron a la multitud a
gritos a la crucifixión. En la calle se escucharon los gritos
"¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!"
Satanás se deleitó con placer diabólico. Hubo una
serie de terribles acontecimientos: las pruebas ilegales, los
latigazos, la corona de espinas, las palizas, la burla y la
escupidera. Todo ocurrió tan rápido, apenas se podría creer
que realmente estaba sucediéndole esto a Jesús.
Parecía que la esperanza había desaparecido. Los
sonidos de los clavos traspasándolo por las manos y los pies
del Hijo de Dios cuando estaba siendo clavado en la Cruz,
eran como dagas en los corazones de aquellos que lo
escucharon.
"¡Está sucediendo! ¡Realmente está sucediendo!"
Satanás gritaba con un deleite impuro que se escuchaba en
todo el mundo espiritual. "He engañado a los hombres y a las
mujeres otra vez. ¡Están crucificando a su Creador! ¡Yo los
tengo tan engañados que están matando a su única esperanza
de salvación!"
"El mundo es mío. Jesús, el Hijo de Dios, ha sido
derrotado y he utilizado Su creación hecha a Su semejanza
para que lo hagan!"

~ 39 ~
En unas horas ya todo iba a acabar. Los demonios se
unieron en la risa de Satanás mientras se preparaban para la
celebración de la muerte y la derrota total de Jesús.
Pero Satanás, el amo del engaño se había engañado a
sí mismo. Él pensaba que era responsable de la muerte de
Jesús, no se dio cuenta que Jesús, de su propio libre albedrío,
había dado su vida para redimir a la raza humana.
Jesús por su muerte ocasionaría la derrota de Satanás.
El plan maestro de Dios de la redención se llevaría a cabo.
Jesús sería el sacrificio final.
Ni siquiera una vez entró en la mente de Satanás que
era él quien estaba jugando en las manos del juicio de Dios.
Realmente estaba cooperando en el plan de Dios y con su
propia destrucción. Como había sido profetizado después de
la caída de Adán y Eva, Satanás había herido el talón de Jesús.
¡Él no se dio cuenta que Jesús estaba preparándose para
aplastarle la cabeza! Satanás no sabía que la profecía dada por
Dios en el jardín del Edén estaba a punto de cumplirse.
Dios había dicho: yo pondré enemistad entre ti y la
mujer y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá la cabeza,
y tú herirás su talón (Génesis 3:15).
Los soldados romanos, los discípulos y las personas
testigos de la crucifixión no sabían la tremenda batalla que
estaba sucediendo en el mundo espiritual.
Jesús tomó sobre sí el pecado de todas las personas,
pasado, presente y futuro. Se convirtió en pecado por
nosotros. El padre amoroso y celestial no podía ver con el
pecado y tuvo que alejarse de Su Hijo. Sintiendo el vacío
impresionante del Padre alejándose, Jesús gritaba: Dios mío,
Dios mío, ¿por qué has abandonado Me (Marcos 15:34b)?
Jesús, el Hijo de Dios, quien siempre había sido uno con el
Padre ahora estaba solo.

~ 40 ~
La pedantería de Satanás en ese momento fue
indescriptible, le parecía que todo terminaría cuando el Hijo
de Dios muriera en la cruz. Él esperaba que los ángeles se
vieran obligados a informar de una derrota vergonzosa y
horrible en la sala del trono del cielo.
Las fuerzas demoníacas ya estaban saltando en
anticipación de una victoria total cuando las palabras salieron
de los labios de Jesús: Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu (Lucas 23:46b).

~ 41 ~
Capítulo Cuatro
De la Cruz al Trono
¡Ya está terminado!
Satanás había estado tan decidido a matar a Jesús que
nunca se dio cuenta que la muerte de Jesús podía liberar a la
raza humana de la esclavitud. No entendía que la muerte de
Jesús redimiría a los hombres y a las mujeres de la esclavitud
del pecado.
Cuando Jesús murió, la pena por el pecado había sido
pagada. Jesús tomó sobre sí todos nuestros pecados, se había
convertido en nuestro sustituto. Ahora estos pecados debían
ser llevados al lugar de tormentos, a la oscuridad de las fosas
más profundas de la tierra. Aquí la justicia perfecta de Dios
finalmente estaría satisfecha (Salmos 88:1-7, Isaías 53:4-11).
Jesús parecía indefenso cuando descendió hacia aquel
lugar de tormentos, llevaba una carga terrible: los pecados de
todo el mundo.
El hombre rico, que había visto al mendigo Lázaro
descansando en el seno de Abraham estaba viendo. Los
espíritus encarcelados de hombres y mujeres injustos que
habían rechazado el mensaje revelado en los sacrificios
Levíticos. Ahora, el cordero de Dios, a quien habían
rechazado se acercaba a ellos.
En todas partes se oían gritos de angustia. Algunos se
unieron con el hombre rico, pidiendo una gota de agua para
refrescar sus lenguas contra el calor de las atormentadoras
llamas de fuego.
Ellos estaban separados por un gran abismo de
aquellos espíritus en el paraíso que habían creído a Dios,
junto con Abraham y los otros santos del Antiguo Testamento.
~ 42 ~
Cuán horrorizados debieron estar aquellos santos cuando
vieron al Hijo de Dios, cubierto con la inmundicia del pecado,
descendiendo a las regiones más oscuras del mundo.
Aquí al borde del Hades, Satanás había establecido su
cuartel general, él odiaba tanto a la humanidad que se
complacía en oír los gritos de tormento. Satanás no sabía que
le esperaba un lugar más grande de tormentos, ni que Dios
tenía preparado para él y sus demonios un lugar aún más
caliente y ardiente como el lago de fuego.
Satanás, cegado por su odio y su deseo de destruir al
Hijo de Dios, estaba totalmente inconsciente de lo que estaba
a punto de suceder.
En una colina triste fuera de la ciudad de Jerusalén, el
cuerpo de Jesús había sido asesinado colgando en la cruz.
Inmediatamente, todo el cielo se puso oscuro, la tierra
comenzó a temblar y rocas comenzaron a desmoronarse.
¿Qué agitación tan violenta en el mundo espiritual
estaba causando tal destrucción en la superficie de la tierra?
En el templo, el espeso velo que separaba el lugar
santísimo, fue rasgado de arriba a abajo. Durante cientos de
años, este velo había separado a los seres humanos de la
morada terrenal de Dios para que no pudieran entrar en la
presencia del Dios Santísimo.
Hasta aquel momento, sólo el sumo sacerdote podía
entrar al lugar Santísimo detrás del velo y sólo una vez al año
para tomar la sangre del cordero sacrificial y rociarla sobre el
propiciatorio. Ahora, este velo fue permanentemente rasgado,
la humanidad no estaba separada de Dios. A través de la
muerte del Hijo de Dios, hombres y mujeres tendrían acceso
continuo y directo a la presencia de Dios.
La confusión estaba por todas partes estaba en la tierra,
debajo de la tierra y en el mundo espiritual. ¿Qué sucedía?

~ 43 ~
¿Qué tremenda fuerza en el mundo invisible estaba causando
aquellos trastornos violentos y acontecimientos dramáticos en
la superficie de la tierra?
Cuando Él estuvo colgando sobre la Cruz, Jesús había
tomado sobre sí los pecados del mundo, se había convertido
en pecado por nosotros. El Padre, que era la perfecta justicia,
no podía considerar el pecado y tuvo que dar la espalda a su
propio hijo amado. La justicia perfecta de Dios estaría
satisfecha, la ira de Dios fue derramada sobre Jesús, quien por
su propia voluntad había tomado nuestros pecados y nuestro
castigo.
Ahora, Jesús, llevando esta carga de pecado se
acercaba al lugar de tormentos llamado Seol en el Antiguo
Testamento, o Hades en el Nuevo Testamento. Aquí, Satanás
estaba sosteniendo las almas cautivas de hombres injustos, de
aquellos a quienes había engañado en la tierra, los que habían
rechazado el mensaje de salvación a través de la sangre
derramada del Cordero.
Satanás estaba hirviendo con odio; pensaba que
finalmente había ganado. Él estaba encantado de ver la
intensa agonía y la aparente impotencia de Jesucristo, el Hijo
de Dios.
Jesús se había convertido en el Cordero sacrificial.
Ahora, como chivo expiatorio Levítico, Él estaba llevando
nuestros pecados a un lugar donde no serían recordados.
Satanás debe haber bailado de alegría mientras obser-
vaba a Jesús descendiendo al lugar donde había planeado el
eterno cautiverio y la destrucción de Jesús. Aquí, Satanás
reinaba como soberano de las tinieblas de la tierra, y ahora,
Jesús era su cautivo en las regiones oscuras.
Todos los ángeles que seguían a Satanás en su
rebelión deben haberse reunido para llevar a cabo este acto

~ 44 ~
final en la destrucción de Jesús. La voz se había esparcido a
través de las filas de los principados, poderes, gobernadores
de las tinieblas del mundo y a lo largo de toda la maldad
espiritual en lugares celestiales. Todos estaban disponibles
para participar en este acto final de odio y rebeldía.
Actuando bajo los comandos de la sede de la maldad
de Satanás, todos ellos habían dejado temporalmente sus
puestos de trabajo asignados sobre la faz de la tierra. Por
cuatro mil años ellos habían llevado a cabo instrucciones para
matar, robar y destruir. En todas partes, los seres humanos
estaban poseídos por demonios, atormentados y llenos de
enfermedades causadas por los espíritus demoníacos.
Pero ahora, el mundo podría esperar. La tarea era
demasiado importante como para dejar a unos cuantos
demonios. Jesús deben mantenerse cautivo y su cuerpo debe
mantenerse en el sepulcro.
Este evento era demasiado grande para que cualquier
espíritu demoníaco se perdiera de ello. La emoción del
momento era casi más de lo que se podía soportar. ¡Por fin
había sucedido! ¡El hijo de Dios iba a ser destruido!
Esto fue el evento que Isaías había profetizado, Por
medio de violencia y de juicio fue quitado; y su generación,
¿quién la contará? Porque fue arrancado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Se
dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en
su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su
boca (Isaías 53:8b,9)
Los pensamientos de Jesús en aquel entonces fueron
profetizados por David porque mi alma está hastiada de
males y mi vida cercana al seol. Soy contado entre los que
descienden al sepulcro; soy como un hombre sin fuerza,
abandonado entre los muertos, como los pasados a espada

~ 45 ~
que yacen en el sepulcro, de quienes no te acuerdas ya
y que fueron arrebatados de tu mano. Me has puesto en el
hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos. Sobre mí
reposa tu ira y me sumerges en todas tus olas (Salmos 88:3-
7).
En lo que parecía la hora más oscura de toda la
eternidad, Jesús entró al Reino de la oscuridad de Satanás, en
el centro mismo de Hades y las "puertas del infierno" fueron
cerradas de golpe detrás de Él.
¡Entonces sucedió! En este momento de angustia
indescriptible, Jesús alcanzó el fondo del hoyo más bajo en el
lugar de tormentos. Cayendo de rodillas, descargó todos los
pecados e iniquidades del mundo entero en ese abismo
horrible. El curso de toda la eternidad fue cambiado cuando
nuestros pecados fueron enterrados en lo más profundo de la
tierra para no ser recordado ya más.
Satanás y sus demonios deben haberse paralizado y
aturdidos con horror cuando vieron eso.
Unos momentos antes Jesús como un hombre que no
tiene ninguna fuerza, había sido condenado ante sus propios
ojos a la irremediable destrucción. Pero de repente, el poder
de Dios vino sobre Jesús y saltó sobre sus pies. Sus ojos eran
como llama de fuego cuando se dio vuelta y comenzó a
ascender de ese hoyo. Las "puertas del Hades" no podrían
contener al Hijo de Dios porque no podrían prevalecer contra
él. Las puertas se abrieron después de una explosión de fuerza
que sacudió toda la tierra. A la vez que salía victoriosamente
del Hades, Jesús arrebató las llaves de la muerte, del infierno
y del sepulcro de las manos de Satanás.
Satanás, en espantosa confusión ordenó su contra-
ataque. Todas las fuerzas demoníacas se dieron cita en esa
gran batalla. Las órdenes circularon hacia abajo a través de

~ 46 ~
los rangos de fila y del ejército. Gritos desesperados, se
escuchaban en todo el gran anfitrión de los principados,
poderes, gobernadores de las tinieblas y la maldad espiritual
en lugares celestiales: "¡Deténganlo! ¡Deténganlo!" Todos
ellos estaban viendo con horror como Jesús había atado a
Satanás. En esos tres días y tres noches, Satanás y sus fuerzas
sufrieron la mayor derrota y humillación de su existencia.
Siete semanas más tarde, en el día de Pentecostés,
Pedro predicó un poderoso sermón y llevó a tres mil personas
a la salvación. ¡Él sabía lo que había pasado para lograr la
resurrección! Él le dijo a la gente que por sus manos
malvadas habían crucificado a Jesús de Nazaret. Y Dios lo
levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era
imposible que fuera retenido por ella, (Hechos 2:24).
Pedro estaba mencionando a David cuando continuó
diciendo, Por lo cual mi corazón se alegró y se gozó mi
lengua, y aun mi carne descansará en esperanza, porque no
dejarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu Santo vea
corrupción. (Hechos 2:26,27)
Y continuó explicando, Dios levantaría al Cristo para
que se sentara en su trono, viéndolo antes, habló de la
resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el
Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios,
de lo cual todos nosotros somos testigos (Hechos 2:30b-32)
Satanás en su rebeldía y su ceguera había subestimado
el poder de Dios, él había ignorado las palabras de Jesús,
Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres
noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la
tierra tres días y tres noches (Mateo 12:40)
¡Jesús había superado a Satanás! De hecho, Jesús
había entrado en la casa del hombre fuerte, lo había atado y

~ 47 ~
luego echó a perder los bienes de Satanás y su casa, tal como
les había enseñado a sus discípulos que lo hicieran.
Pero cuando viene otro más fuerte que él y lo vence,
le quita todas las armas en que confiaba y reparte el botín
(Lucas 11:22).
El escritor del libro de Hebreos escribió, él también
participó de la muerte para traer a la nada y dejarlo sin
ningún efecto a aquel que tenía el imperio de la muerte, esto
es, al Diablo (Hebreos 2:14b traducción literal de versión
Amplificada)
Satanás había sido traído a la nada, él había quedado
impotente y de ningún efecto. Satanás, impotente, humillado
y deshonrado, tuvo que permanecer impotente mientras su
ejército era derrotado.
Jesús personalmente desarmó y echó a perder a todos
los principados y potestades. Esta fue la culminación de la
obra de Jesús en la tierra. Juan escribió, para este propósito
fue manifestado el hijo de Dios, para destruir las obras del
diablo (l Juan 3:8b).
En este momento en la historia del mundo, cuando un
ejército salía en guerra contra el ejército de otro país, el futuro
de ambas naciones estaba en juego.
El ejército conquistador entraría en las ciudades y
tomaba las riquezas de la otra nación, desarmaba a los
soldados derrotados, los llevaba con su rey, con la familia del
rey o ciudadanos prominentes y muchas veces con otras
personas y les quitaban la ropa. Luego los ataban en cadenas
y los hacían marchar en largas columnas detrás del general
conquistador.
En casa, la nación victoriosa prepararía una
celebración para el general que regresaba, construían arcos
adornados con flores a lo largo de una ruta de desfile especial.

~ 48 ~
Los ciudadanos se regocijarían en las calles, se reunían con el
ejército victorioso a la puerta y los conducían por la ciudad.
El enemigo derrotado desfilaba ante el rey y los ciudadanos
de la nación victoriosa en cadenas, desnudos y en desgracia.
Se les ponía en vergüenza, impotentes y humillados. Todos
en la nación vencida sabían que habían sido derrotados.
¡Jesús hizo esto a Satanás y sus seguidores! Pablo lo
describió de esta manera, después de haber desarmado
principados y poderes, hizo un espectáculo público, triun-
fando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15). "Desarmado"
significa quitar, despojar y quitarle de sus armas.
Hacía cuatro mil años, Satanás había engañado a
Adán y Eva, quienes voluntariamente habían entregado su
autoridad y dominio sobre la tierra. Satanás se había
convertido en el gobernador y conquistador y la humanidad
había sido despojada, desnuda y humillada.
Ahora, Jesús había derrotado a Satanás y todas las
fuerzas demoníacas y junto con sus seguidores fueron
despojados, fueron desnudados y humillados. Satanás perdió
su autoridad y dominio sobre la humanidad y sobre la tierra.
Jesús le había arrebatado las llaves del Hades a
Satanás. En la isla de Patmos, Jesús le proclamó a Juan, Yo
soy el que vive. Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades
(Apocalipsis 1:18). Las llaves representan la autoridad y
fueron arrebatadas de Satanás.
Satanás y todos sus demonios, ahora derrotados y
humillados, ya no podrían seguir a Jesús en el lugar de muerte.
En el tercer día, el gran poder de Dios explotó y Jesús se
levantó victorioso de la tumba.

~ 49 ~
En una demostración de poder de Su fuerza, Jesús
había salido de la tumba y ahora, con las llaves en su mano,
había ascendido al cielo.
Pablo le dijo a los Efesios de este gran triunfo de
Jesús… «Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio
dones a los hombres.» Y eso de que «subió», ¿qué es, sino
que también había descendido primero a las partes más bajas
de la tierra? El que descendió es el mismo que también subió
por encima de todos los cielos para llenarlo todo (Efesios
4:8-10)
Los gritos de victoria hicieron eco a lo largo de los
pasillos del cielo cuando Jesús ascendió. Los ángeles habían
levantado sus voces en un crescendo abrumador de alabanza
y gozo.
David describió esta escena de esta forma ¡Alzad,
puertas, vuestras cabezas! ¡Alzaos vosotras, puertas
eternas, y entrará el Rey de gloria! ¿Quién es este Rey de
gloria? ¡Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en
batalla! ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas! ¡Alzaos vosotras,
puertas eternas, y entrará el Rey de gloria! ¿Quién es este
Rey de gloria? ¡Es Jehová de los ejércitos! ¡Él es el Rey de
gloria! (Salmos 24:7-10)
El Rey de Gloria había regresado al cielo. El Señor,
fuerte y poderoso, había regresado al cielo victorioso. Cuando
se acercó al trono, su voz debe haber aumentado por encima
de los gritos gozosos de los ángeles cuando sostenía sus
manos cicatrizadas hacia el Padre.
Me puedo imaginar al Padre cuando se puso de pie y
extendió sus brazos dándole a su Hijo la bienvenida con amor
y alegría irradiando de Su rostro.
"¡Tengo las llaves Padre, tengo las llaves! ¡Satanás
está derrotado y tengo las llaves!" La emoción de ese

~ 50 ~
momento era indescriptible y vá más allá de las emociones
que pueda sentir un ser humano. El Padre, que tres días antes
había dado la espalda a Su Hijo por los pecados del mundo
que Jesús había tomado sobre sí mismo, ahora con amor fue a
abrazar y a aceptar a su Hijo unigénito.
El hijo de Dios tomó Su propia sangre y la roció sobre
el propiciatorio. El sacrificio del cordero de Dios había sido
hecho, la perfecta justicia de Dios quedó satisfecha. La pena
del pecado había sido pagada.
La redención estaba completa.

~ 51 ~
Capítulo Cinco
La Autoridad Restaurada
Casi dos mil años han pasado desde aquel día triunfal
cuando Jesús ascendió al Padre.
Sin embargo, cuando miramos alrededor del mundo
hoy en día vemos millones de hombres, mujeres y niños que
nunca han escuchado el nombre de Jesús. Millones de
personas no saben que Jesús vino a ponerlos en libertad.
En mis frecuentes viajes a la India veo miles que
viven en desesperación sin esperanza. Ellos adoran dioses que
han creado con sus propias manos. El hambre, la miseria, la
enfermedad y la muerte son evidentes desde las montañas del
Himalaya en el norte hasta las playas tropicales y las ciudades
del estado de Kerala en el sur.
Una vez en la India vi el cuerpo de un joven colgado
de un árbol al lado de la carretera.; se había suicidado. La
apatía era tan grande en esa zona que nadie se preocupó como
para bajar su cuerpo.
En Centro y Sur América, en Asia y África, en todo el
mundo, he visto personas que viven y mueren en la misma
angustia y en una necesidad terrible.
Incluso en las ciudades ricas de América puedes
conducir a través de secciones de la ciudad y ves personas
que viven en el hambre, la pobreza y la desesperación, sólo
existiendo amontonados en viviendas y en las calles.
La corrupción existe en todo nuestro país, las calles de
nuestras ciudades son inseguras. Muchas de nuestras escuelas
están controladas por personas que enseñan humanismo ateo.
El culto a Satanás y actividades ocultas están llegando a ser

~ 52 ~
algo extenso, la inmoralidad se ha convertido en una forma
aceptada de vivir.
Las familias cristianas están siendo destruidas, los
jóvenes se rebelan y sus mentes están siendo destruidas por el
uso de drogas y el alcohol. El divorcio está rampante.
Nuestros hospitales están llenos de hombres, mujeres
y niños que están luchando desesperadamente para salvar sus
vidas. Incluso nuestra ciencia médica avanzada no ha podido
detener la terrible enfermedad del cáncer.
Si Satanás y sus fuerzas demoníacas fueron derrotadas
hace casi dos mil años, ¿por qué son capaces de continuar
destruyendo? ¿No tuvo ningún efecto la muerte de Jesús y la
derrota de Satanás? ¿Qué podemos hacer como cristianos
para proteger nuestros matrimonios, familias, escuelas,
comunidades, empresas y finanzas contra los ataques del
enemigo?
Cuando descubrimos las respuestas a estas impor-
tantes preguntas, estaremos animados y renovados en nuestra
determinación para detener los intentos de Satanás de
derrotarnos a nosotros y a nuestras familias.
Después de que Satanás y sus demonios fueron
expuestos ante el mundo espiritual en completa derrota, se
quedaron en el planeta tierra donde fueron enviados cuando
fueron expulsados del cielo después de su rebelión. Este
mundo ya no está bajo la autoridad de Satanás aunque todavía
sufre los efectos del pecado y la maldición.
Satanás, derrotado y humillado por Jesús, odia a los
seres humanos aún más. Por el amor de Dios por estas
criaturas especiales, Jesús había venido a la tierra como
hombre y había derrotado al diablo.
Al principio, en un ataque vicioso contra los nuevos
cristianos, Satanás trató de perseguirlos. Desde el libro de los

~ 53 ~
Hechos, sabemos que esto causó que los creyentes se
dispersaran y multiplicaran. Viajaron por todas partes
predicando el Evangelio, y como resultado miles de personas
oyeron el mensaje de la libertad de la esclavitud del pecado.
Satanás incluso perdió a su principal perseguidor, Saúl, quien
conoció al Señor en el camino de Damasco.
"No", Satanás debe haber pensado, "mi contraataque
debe ser menos evidente. Voy a probar el engaño una vez más,
siempre funciona con seres humanos. Y de alguna forma va a
funcionar otra vez, debo evitar que conozcan su posición en
Cristo Jesús. Ellos no deben entender cómo recuperar la
autoridad, no deben descubrir mi derrota."
Si los seres humanos pudieran ser engañados acerca
de su autoridad, Satanás podría utilizar sus dardos ardientes
de culpabilidad y condenación. Hombres y mujeres, en un
estado de confusión, creen la mentira de Satanás y creerán
que Dios pone la enfermedad y la pobreza en ellos para
castigarlos.
"Voy a poder llevar a cabo mis planes para destruir a
estas criaturas y que culpen a Dios," Satanás se relamía. " van
a estar desamparados si puedo evitarles que sepan que su
autoridad ha sido restaurada. Yo les engañaré de tal manera
que seguirán desesperados esperando que Dios haga algo para
ayudarles."
Satanás concentraba su atención en la creación de una
religión falsa, lo hizo tan similar al plan de Dios como pudo
para que le creyeran, pero era una religión sin poder ni
autoridad.
Pronto, la mayoría de la humanidad estaría cegada por
el engaño de Satanás. Poco a poco, hombres y mujeres
dejarían de caminar en la autoridad y el poder que Jesucristo
había recuperado para ellos. Sin una comprensión de esta

~ 54 ~
verdad, los hombres perderían la visión de ir al mundo y
predicar las buenas nuevas de salvación y de libertad a toda
criatura.
Satanás extendió sus planes para usar la intimidación.
Una vez que hombres y mujeres habían perdido el poder que
tenían en Jesús, Satanás puso miedo respecto a las manifesta-
ciones de su poder. Los cristianos incluso temían hablar de él
o de provocar su ira de cualquier forma. Hombres y mujeres
pronto prefirieron pensar en Satanás como un pequeño
personaje de dibujos animados con cuernos y cola, corriendo
en un traje rojo y llevando un tridente.
Nuevamente el hombre engañado estaba detenido en
la miseria, las enfermedades y dolencias.
El engaño de Satanás creció hasta el punto que
hombres y mujeres empezaron a culpar a Dios por su condi-
ción y gritaban, "¿Por qué permite Dios que me suceda esto?"
Satanás nunca ha olvidado, que a cualquier costo se le
debe evitar a hombres y mujeres que entiendan las buenas
nuevas de redención y el perdón por medio de Jesucristo.
Sin embargo, en medio de esta desesperanza, resuenan
las palabras de Jesús y conoceréis la verdad y la verdad os
hará libres (Juan 8:32).
En estos últimos días, Dios está revelando y
restaurando la verdadera posición de dominio y autoridad del
hombre. La buena noticia es que ya no estamos limitados al
reino de la oscuridad de Satanás. ¡Hemos sido liberados!
¡Somos libres! Ahora estamos en un nuevo reino — el reino
del Hijo de Dios, Jesús de Nazaret.
En Lucas, leemos que habíamos estado cautivos de
Satanás, y que Jesús vino a predicar liberación a los cautivos
(Lucas 4:18b).

~ 55 ~
El apóstol Pablo, escribió a los Colosenses que Dios
nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos trasladó al
Reino del hijo amado (Colosenses 1:13). Continuó diciendo,
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los
pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de
toda la creación (Colosenses 1:14, 15).
Jesús era el primogénito y los que aceptan la
redención y el perdón de Dios son quienes nacen de nuevo.
Jesús explicó esto a Nicodemo cuando le dijo, a menos que
alguien nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios (Juan
3:3b). Es por este nuevo nacimiento que nos trasladamos al
Reino de Su Hijo.
El momento en que ponemos nuestra fe en Jesús como
Salvador, el Espíritu Santo nos lleva y nos une con el cuerpo
de Cristo. Nos convertimos en hueso de Su hueso y carne de
Su carne.
Jesús es la cabeza del cuerpo, Él está en los cielos y
en el espíritu estamos sentados con él en lugares celestiales.
Todo lo que Cristo tiene es nuestro, porque estamos en Él,
compartimos Su justicia, Sus bendiciones y Sus riquezas.
Somos su cuerpo en la tierra aunque nuestra posición está con
Él en el cielo.
En su primera carta a los Corintios, Pablo escribió Así
como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero todos
los miembros es un cuerpo, siendo muchos, son un solo
cuerpo, así también es Cristo (1 Corintios 12:12). Pablo nos
describe como Sus manos, Sus brazos, Sus piernas y Sus pies.
No es una tragedia que Jesús sólo vivió en su cuerpo
humano por treinta y tres años. No es un desastre que su
ministerio público durara solamente cerca de tres y medio
años.

~ 56 ~
La verdad revelada en estos pasajes de las Escrituras
es que el cuerpo de Jesús todavía está vivo en la tierra hoy. Su
cuerpo es la iglesia que está compuesta por cada creyente en
Cristo Jesús. ¡Su Ministerio no ha terminado! Aún continúa
porque su cuerpo va por todo el mundo predicando las buenas
nuevas a toda criatura.
Como Su cuerpo podemos decir como Jesús dijo en
Nazaret, El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha
enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar
libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en
libertad a los oprimidos (Lucas 4:18)
Para la consternación de Satanás, el cuerpo de Jesús
ya no se limita a estar en un pueblo a la vez. Ahora su cuerpo
está en aldeas, ciudades y países del mundo, Él está predi-
cando redención para los pobres, sanar a los quebrantados de
corazón y la liberación a los cautivos. Su cuerpo es está
echando fuera los demonios de los oprimidos, poniendo las
manos sobre los enfermos y predicando libertad y la victoria a
los heridos y desanimados.
¡Somos su cuerpo! Él está en nosotros. Al llegar a un
lugar de necesidad, Jesús llega a ese lugar. Cuando predi-
camos el Evangelio, Jesús está hablando a través de nosotros.
Cuando echamos fuera un demonio, es Jesús en nosotros
haciendo el trabajo. Cuando ponemos nuestras manos sobre
los ciegos, los sordos y los cojos, son los brazos y las manos
de Jesús que todavía están alcanzándolos para sanarlos.
El diablo pensó que el ministerio de Jesús ya había
terminado cuando vio su cuerpo colgando en la cruz. En
cambio, hoy en día se enfrenta con un cuerpo aún mayor.
Somos ese cuerpo, los brazos, manos y pies de Jesús. Somos

~ 57 ~
un cuerpo que no se puede detener, que lleva el mensaje de
Jesús a todo el mundo.
En Efesios el apóstol Pablo puso una de sus oraciones
por el cuerpo de Cristo. El oró para que realmente conocieran
y experimentaran la extraordinaria grandeza de su poder
para con nosotros los que creemos, según la acción de su
fuerza poderosa. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo
de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, sino también en el venidero. Y sometió todas las cosas
debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que
todo lo llena en todo (Efesios 1:19-23).
En este pasaje Pablo dijo que la iglesia, la cual es Su
cuerpo es la plenitud de Jesús que llena todo en todos. Nos
hemos convertido en su "plenitud". Podemos preguntarnos, si
Su iglesia estamos llenando un vacío o estamos provocando
un vació en el Hijo de Dios ¿Qué causó ese vacío? ¿Cuándo
ocurrió?
Quizás podemos encontrar la respuesta a esta pregunta
viendo a Lucifer, "el querubín ungido que cubre" que fue
echado del cielo con sus ángeles. Ezequiel describe la función
original de Lucifer en el cielo como el que estaba justo al lado
del trono de Dios y cuyas alas cubrían el propiciatorio sobre
el arca del Pacto.
El propiciatorio era una foto, la imagen terrenal del
trono de Dios en el cielo, con ángeles a los lados del asiento
de misericordia que cubrían el trono con sus alas, tenían la
función de "cubrir" ese lugar en el cielo. Esta cobertura era
hecha por los ángeles de mayor rango, ellos fueron elegidos
por Dios para estar a Su lado.

~ 58 ~
Es interesante que así como existía una Trinidad en la
Deidad, parecía haber una trinidad en el liderazgo de los
ángeles. Las escrituras revelan que estos líderes son Miguel,
Gabriel y Lucifer.
Cada uno parecía tener un tercio de los ángeles bajo
su liderazgo. Cuando Lucifer se rebeló y fue echado del cielo,
Juan registró que su cola arrastró la tercera parte de las
estrellas (ángeles) del cielo y las arrojó sobre la
tierra (Apocalipsis 12:4a).
Juan escribió que el tercio de los ángeles que
siguieron a Lucifer en su rebelión fueron "sus" ángeles.
Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles
luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus
ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos
en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al
mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron
arrojados con él (Apocalipsis 12:7-9).
Juan escribió que Miguel tenía "sus ángeles" y Lucifer
los suyos. Puesto que los ángeles de Lucifer se componían de
un tercio de los ángeles del cielo, podemos suponer que
Miguel y Gabriel tenían un tercio bajo su mando.
Cada uno de los principales ángeles y aquellos bajo
sus órdenes tenía funciones diferentes y distintivas para llevar
a cabo. Miguel era el único llamado "Arcángel", por lo que
podemos suponer que él y los ángeles bajo su cargo existían
para ministrar al Padre. Estos ángeles se revela en las
Escrituras que fueron los ángeles guerreros que lucharon
contra "el dragón y sus ángeles."
Fue Miguel que llegó a ayudarle al ángel fue enviado
para ayudar a Daniel pero que estaba involucrado en una
batalla de veintiún días con el "Príncipe de Persia". Fue

~ 59 ~
Miguel quien "contendió contra el diablo" en una disputa
sobre el cuerpo de Moisés.
Gabriel siempre apareció como el ángel mensajero, él
fue enviado de la presencia de Dios para anunciar el naci-
miento de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret. Gabriel
reveló la obra del Espíritu Santo cuando le dijo a María, El
Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
va a nacer será llamado Hijo de Dios (Lucas 1:35). Por lo
tanto, parece que Gabriel y sus ángeles son los ángeles que
ministran al Espíritu Santo.
¿Podría ser que Lucifer tenía como función primaria
ministrar al hijo de Dios? Él proporcionaba "cobertura" de
alabanza y de adoración cuando dirigía a sus ángeles minis-
trando día y noche ante el trono con música hermosa y
canciones de adoración.
Cuando hubo la rebelión y Lucifer y sus ángeles
fueron expulsados del cielo, ¿cómo se iba a llenar ese vacío?
¿Le pidió el Padre a Miguel y Gabriel que reasignaran
algunos de sus ángeles para llenar este vacío para ministrar al
Hijo en alabanza y adoración delante del trono?
¿Podría ser que cuando Dios creó a los hombres y las
mujeres a su imagen lo hizo para ser adoradores de Él y estar
sentados juntos en lugares celestiales, para estar a Su lado
como Su "plenitud", para gobernar y reinar con Él a través de
la eternidad y que fueron creados para llenar el vacío dejado
por Lucifer y sus ángeles?
Los hombres y mujeres creados a imagen de Dios,
sólo pueden ser plenos y completos cuando el Creador una
vez más da su vida por ellos en el momento de la salvación.
Él llena el vacío en sus vidas y luego ellos deben cumplir su
parte al entregarse a sí mismos en alabanza y adoración.

~ 60 ~
Cuando alabamos y adoramos a Dios, no sólo estamos
cumpliendo la función que Lucifer y sus ángeles tenían sino
que estamos demostrando el hecho de que han sido
derrotados y no tienen lugar en el cielo. Cuando levantamos
nuestras manos al Hijo de Dios, estamos cumpliendo con
nuestra alabanza y adoración. Cuando bailamos delante de
Cristo, es como si nuestros pies están hiriendo la cabeza del
diablo, lo estamos pisoteando junto con todos sus demonios
bajo nuestros pies. Los demonios comienzan a huir cuando
comenzamos la alabanza y adoración a Dios. El enemigo es
derrotado cuando comenzamos a ministrarle a Cristo. La
alabanza es un arma poderosa que Dios nos ha dado para
liberar Su poder y derrotar al enemigo.
Rey Jehoshaphat se enfrentaba a una situación militar
aparentemente imposible cuando los ejércitos de muchas
naciones se habían unido en batalla contra los ejércitos de
Judá. Después de consultar con el pueblo, puso a algunos que,
vestidos de ornamentos sagrados, cantaran y alabaran a
Jehová mientras salía la gente armada, y que dijeran:
«Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para
siempre.» Cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza,
Jehová puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moab
y de los montes de Seir que venían contra Judá, y se mataron
los unos a los otros. (2 Crónicas 20:21,22)
Hoy en día, si queremos cumplir con nuestra función
ordenada y el propósito creativo, también debemos llegar a
ser adoradores de Dios. Cuando lo hacemos, estaremos
viviendo bajo dominio y poniendo a huir "los ejércitos de los
extranjeros". Pablo escribió que Jesús, la cabeza del cuerpo,
está asentado en el cielo, muy por encima del reino de
Satanás. También explica que la iglesia, Su cuerpo, aún está
en esta tierra. ¡Cristo es la cabeza! Él está en los cielos.

~ 61 ~
Somos su cuerpo, estamos a sus pies. ¡Todas las cosas están
ahora bajo nuestros pies! ¡Todo principado, poderes, fuerzas,
dominio, todas las fuerzas de Satanás están ahora bajo
nuestros pies!
En Génesis, Dios ha grabado la profecía de herirle la
cabeza de Satanás bajo los pies de Jesús. Pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta
te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talon (Génesis
3:15). Nosotros somos los pies de Jesús en la tierra.
El escritor del libro de Hebreos preguntaba, ¿Qué es
el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que
lo visites? (Hebreos 2:6b)
Lo hiciste un poco menor que los ángeles,
lo coronaste de gloria y de honra y lo pusiste sobre las obras
de tus manos.
Todo lo sujetaste bajo sus pies. En cuanto le sujetó
todas las cosas, nada dejó que no le sea sujeto, (Hebreos
2:7,8a)
Al principio Dios creó hombre y mujer y puso todas
las cosas en esta tierra en sujeción a ellos, debían gobernar
sobre esta tierra y todo lo que en ella existiera. Sin embargo,
perdieron este dominio y por cuatro mil años vivieron bajo el
dominio del gobierno de la oscuridad, un reino bajo el control
de Satanás.
El escritor del libro de Hebreos continúa diciendo,
aunque todavía no vemos que todas las cosas le sean
sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor
que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra a
causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia
de Dios experimentara la muerte por todos.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo para destruir por

~ 62 ~
medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto
es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la
muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre
(Hebreos 2:8b,9,14,15).
¡Jesús destruyó al diablo a través de su muerte! Jesús
trajo a la nada al diablo y lo dejó inservible. Jesús hizo al
diablo un gran «cero», ¡Su autoridad y dominio fueron
destruidos!
Pablo les dijo a los creyentes en Roma, y el Dios de
paz aplastará muy pronto a Satanás bajo sus pies (Romanos
16:20a). Ahora, como el cuerpo y los pies de Jesús, estamos
para demostrar la derrota de Satanás, le estamos hiriendo la
cabeza bajo nuestros pies. Ya no debemos vivir bajo el
dominio de Satanás. Nosotros no estamos en su reino de
oscuridad donde mantuvo a los hombres durante miles de
años como pobres cautivos, decepcionados y castigados por
poderes demoníacos.
Los primeros setenta seguidores que Jesús envió a
ministrar acaban de regresar llenos de gozo diciendo: "Señor,
aun los demonios están sujetos a nosotros en tu nombre."
Jesús dijo, “Yo veía a Satanás caer del cielo como un
rayo. Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y
sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. (Lucas
10:17b,18,19).”
Jesús tomó esta oportunidad para explicarles que les
había dado poder y autoridad para pisar la serpiente antigua,
el diablo y todos sus poderes demoníacos. Cuando estaban
deleitándose en su nueva autoridad sobre los subordinados,
los demonios, Jesús les dijo que ya no necesitaban temer al
gobernante, ¡Satanás mismo! Jesús había venido para poner-
los en libertad y para restaurar su autoridad. Satanás estaría
bajo sus pies mientras continuaran ejerciendo esa autoridad.

~ 63 ~
Jesús estaba fascinado porque aquella importante
verdad se les reveló a sus discípulos, y nos permite compartir
su oración de regocijo ofrecido al Padre en este momento. En
aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo:
«Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y las has
revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. (Lucas
10:21a)."
Jesús se regocijó que el Padre había revelado esta
verdad a sus seguidores, unos bebés en el mundo espiritual
quienes habían recibido el conocimiento de revelación.
¡Estaban empezando a caminar en su nueva autoridad en el
reino espiritual!
Así como el Padre, por su Espíritu Santo, Jesús está
revelando la verdad de nuestra autoridad, yo creo que Jesús se
está regocijando una vez más. ¡Él murió para liberarnos! ¡Él
murió para recuperar la autoridad de nosotros sobre Satanás!
Hemos sido liberados de la potestad de las tinieblas y
colocados en el Reino de Dios, estamos sentados con Cristo
en lugares celestiales. Estamos en él, compartimos Su reinado.
Ahora estamos reinando y gobernando con Cristo y compar-
timos Su autoridad y dominio.
Muchos cristianos se regocijan en este conocimiento
de revelación y están despertando a esta gran verdad.
Finalmente ellos saben quiénes son en Cristo Jesús y que ya
no necesitan vivir en derrota. En cambio, están poniendo a
Satanás y a sus demonios bajo sus pies, demostrando que este
es un enemigo derrotado. Con confianza y con audacia, hay
cristianos que se están levantando de la pobreza, la
enfermedad y la desesperación. Con la cabeza bien en alto
están empezando a caminar en su nueva autoridad y dominio.

~ 64 ~
Capítulo Seis
¡Cuidado Satanás que
Aquí Viene la Iglesia!

Sandy era un supervisor en un gran planta procesadora


de alimentos en California. Ella había sido maestra de escuela
dominical durante muchos años en una iglesia denomina-
cional en su ciudad natal, pero sabía poco respecto a un Jesús
que quería ser parte de su vida diaria.
Una tarde asistió a una reunión donde escuchó que
Jesús era más que una figura histórica y le pidió que reinara
en su vida como su Salvador. Tras esa decisión comenzó a
buscar un estudio bíblico donde pudiera encontrar compañe-
rismo cristiano y crecer en su nueva fe.
Sandy oyó acerca de una noche de compañerismo los
martes que se reunían en nuestra casa, y la semana siguiente
llegó a la reunión. Ella experimentó la presencia de Dios en
una nueva y mayor dimensión cuando cantábamos canciones
de alabanza y de adoración al Señor. A veces, la atmósfera de
la habitación estaba súper cargada con la presencia y el poder
de Jesús. Sandy se sorprendió cuando El Señor confirmaba Su
palabra y demostraba su presencia con varias sanidades.
La semana siguiente ella trajo algunas de sus amigas
para la reunión y una de ellas aceptó a Jesucristo como su
Salvador y la otra recibió sanidad milagrosa en la espalda. La
noticia comenzó a propagarse y semana tras semana otros
llegaban a nuestra casa. La emoción y la expectativa crecie-
ron cuando muchos conocían a Jesús como su Salvador,
Señor y Sanador.

~ 65 ~
Muy pronto Sandy y los demás comenzaron a orar por
los compañeros de trabajo en la planta. Milagros comenzaron
a ocurrir mientras personas trabajaban en las líneas de
montaje y en las oficinas. Muchos encontraron a Jesús como
su Salvador durante los períodos de almuerzo y de descanso.
Un emocionante renacimiento barrió a través de la empresa y
parecía que todo el mundo estaba hablando de Jesús. Dios
confirmó Su palabra diariamente con señales y milagros.
Había habido un clan de brujas funcionando por
muchos años en aquella planta. La bruja jefe, Evelyn, también
era una empleada. Muchas personas, curiosas por lo sobre-
natural, habían sido engañadas y habían llegado a estar
involucradas en el ocultismo a través de las enseñanzas de
ella porque había dicho que había brujas buenas y malas, y
por supuesto, ella era una bruja buena.
Los cristianos habían caído presa de enfermedades,
dolencias y accidentes a causa de maldiciones y encanta-
mientos de la bruja. Si alguien, cristiano o no, no contaba con
su favor o se interponía en la promoción de uno de los del
clan de brujos, pronto sufrían tragedia en sus vidas. El poder
del mal de este clan era evidente en toda la organización.
Los cristianos que el clan de brujos había encontrado
antes parecían débiles y desamparados y generalmente caían
presa de la brujería. Pero ahora, un nuevo poder se estaba
sintiendo en la planta. Muchas personas estaban llegando a
Jesús y se sanaban. Las brujas nunca antes encontrado
cristianos con poder y autoridad, sabían que el diablo tenía
poder, pero nunca habían experimentado el poder de Dios.
Pronto Evelyn descubrió que la fuente de esa energía
se centraba los martes por la noche en nuestra casa, alrededor
de las reuniones, y decidió que había que hacer algo para
detenerlos. El clan de brujas cambió su reunión para el martes

~ 66 ~
por la noche con el objeto de echar una maldición sobre
nosotros y la comunidad.
Nosotros no sabíamos que las brujas se estaban
reuniendo ahora en la misma noche. Continuamos orando por
la salvación de muchos de ellos por nombre y activamente
atábamos cualquier esfuerzo para perturbar la vida de los
cristianos en la planta.
Un martes por la noche cuando estábamos teniendo un
tiempo maravilloso adorando y alabando al Señor, nuestra
atención se centró en Jesucristo, Su bondad y Sus bendiciones.
De repente, una nube oscura vino soplando hacia la
habitación, era una tremenda ola de maldad. En el espíritu,
varios de nosotros vimos que una ola venía después de otra
contra nuestro grupo. Varios se inquietaron por lo que vieron
y el sentimiento de aquella terrible masa. Una sensación de
miedo, incluso pánico, comenzaba a llenar la habitación
cuando todo el mundo dejó de cantar y aturdidos se sentaban
en silencio.
Yo salté y apuntando mi dedo a la nube oscura le grité,
"¡No! Satanás, ¡yo te ato en nombre de Jesús! ¡Espíritu de
temor, sales de esta casa ahora mismo! No interrumpirás este
encuentro. Yo tomo dominio sobre tí. ¡Rompo esta maldición
y te mando que te alejes en el nombre de Jesús!"
Las olas se detuvieron En el momento en que me paré
y dije "¡No!" Mientras yo continuaba tomando autoridad y
dominio sobre las olas del mal, estas comenzaron a retroceder
de la sala tan rápido como habían llegado; en su prisa se
fueron acumulando una encima de otra.
Joyce se había puesto de pié conmigo y cuando dejé
de hablar, ella comenzó a hacerlo con la misma autoridad.
Ella habló exactamente lo que el Espíritu Santo decía: “¡Yo te
mando, en el nombre de Jesús, que regreses y te aferres a

~ 67 ~
quienes te enviaron!” Inmediatamente las oleadas de terror se
movían rápidamente en el sentido contrario. El miedo se
había ido y nuestro grupo comenzó a alabar al Señor por la
victoria.
Fue entonces que alguien nos contó acerca de la
reunión de las brujas esa noche y nos dimos cuenta de lo que
había sucedido. Habíamos visto una manifestación de la
batalla que estaba llevando lugar en el mundo espiritual, era
una manifestación de la autoridad que como cristianos
tenemos sobre las fuerzas de Satanás.
Los creyentes en aquella planta regresaron con un
testimonio aún más audaz del poder de Jesucristo para
cambiar vidas y muchos otros conocieron a Jesús como su
Salvador. Varias semanas después, Sandy estaba trabajando
junto a la bruja principal en la planta y ésta le preguntó
casualmente, "Evelyn, aún siguen ustedes reuniéndose martes
por la noche?"
Evelyn volteó la cara y con una frustración evidente
respondió: "No... Bueno, ah... Algo... ¡Algo no funcionó la
última vez que nos reunimos! Ya dejamos de reunimos."
¡Esa la autoridad que tenemos en el nombre de Jesús!
Lo que sucedió en la confrontación con la bruja, cuando la
nube de mal fue enviada de regreso, les había asustado tanto
que decidieron romper el clan de brujas.
¿Qué sucedió en el mundo espiritual esa noche?
Cuando exclamé, "Te ato Satanás," ¿por qué las fuerzas
demoníacas tenían que obedecerme? ¿Cómo podría yo
romper esa gran maldición que había sido enviada contra
nosotros con simplemente decir palabras? ¿Cuál fue la fuente
de esta autoridad?

~ 68 ~
Mateo relató una conversación que él y otros
discípulos tuvieron con Jesús quien les preguntó, ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Ellos dijeron: "algunos dicen que Juan el Bautista,
algunos Elías y otros Jeremías o uno de los profetas (Mateo
16:13, 14)."
Hoy día muchos líderes religiosos dicen que "Jesús
fue un buen maestro", o que "fue un gran líder religioso".
Muchos no se dan cuenta de quién realmente es Jesús y lo que
ha hecho por ellos a través de Su muerte y resurrección. No
entienden que Jesús vino a destruir las obras del diablo, no
saben la gran victoria que logró cuando descendió a la región
oscura del Reino de Satanás y estropeó principados y
potestades.
Otros no se dan cuenta que El es el Cristo de la
resurrección; aquel que Satanás y sus fuerzas no pudieron
mantener en el sepulcro.
En primer lugar, Jesús preguntó, ¿quién dicen los
hombres que soy yo, el hijo del hombre? Entonces, llevó
pregunta más allá de las respuestas vacías de una religión sin
poder e hizo su pregunta personal cuando dijo, pero ¿quién
dicen ustedes que soy Yo?
Es la respuesta a esa pregunta la que nos traslada de la
potestad de las tinieblas al Reino de Dios, es lo nos hace
libres del dominio de Satanás. ¡Comenzamos a liberarnos
cuando comenzamos a darnos cuenta de quién es Jesús en su
totalidad y quienes somos ahora en Él! Somos uno en Cristo,
somos hueso de su hueso y carne de su carne. Somos su
cuerpo, Jesús está vivo en la tierra hoy en día en nosotros.
Simón Pedro respondió y dijo: "tú eres el Mesías, el
hijo del Dios viviente (Mateo 16:16)."

~ 69 ~
Pedro entendió lo que el Hijo del Dios Vivo le había
revelado, él supo que estaba hablando con un Dios vivo. Dios
no estaba muerto entonces y todavía está vivo hoy. Jesús en
su resurrección conquistó el pecado, el Hades, la muerte, a
Satanás y a sus fuerzas demoníacas.
A la vez que he viajado en las naciones del mundo y
he visto a los dioses de muchas religiones, me he dado cuenta
que todos estos dioses tienen algo en común: todos están
muertos. ¡Pero nuestro Dios está vivo!
Respondió Jesús y le dijo: "Bienaventurado eres,
Simón Bar Jonás, porque carne y sangre no te ha revelado
esto, sino mi Padre que está en los cielos (Mateo 16:17)."
Igual que en aquel entonces el Padre deseaba revelar a
su hijo Jesús, hoy día desea hacer lo mismo con el mundo.
Jesús continuó diciendo, y también te digo que tú eres
Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia (Mateo 16:18a).
El nombre de Pedro significa "una pequeña piedra", pero
Jesús habló de "la roca" en la que su iglesia debía ser
construida. Esa roca fue la revelación de Cristo, el Hijo del
Dios viviente.
¿Cuál era aquello nuevo de lo que Jesús estaba
hablando? ¿Que era una iglesia? La vida espiritual en ese día
se centraba alrededor de la sinagoga y del templo de Jerusalén.
Pero ahora, Jesús había dicho algo nuevo, algo que iba a
construir. ¿Cómo iba a construirla? ¿Cuál era el propósito?
Dios reveló en el nuevo testamento que la iglesia era
constituida por cada hombre, mujer y niño que recibía el
mensaje de salvación a través de Jesucristo. Era su cuerpo en
esta tierra. Pablo escribió a los Efesios que Dios le dio para
ser cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, que es su
cuerpo, la plenitud de aquel que llena todo en todo (Efesios
1:22b, 23).

~ 70 ~
Jesús describió esta poderosa iglesia cuando dijo, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo
16:18b).
Las puertas del Hades se refieren a los gobiernos de
Satanás. Durante el período del Antiguo Testamento, gran
parte de negocios legales de empresa y administración se
hacían a las puertas de la ciudad. Un ejemplo de esto es
cuando Daniel se sentó a la puerta del rey Nabucadonosor
como gobernante sobre toda la provincia de Babilonia
(Daniel 2:48. 49).
Jesús dijo que edificaría Su cuerpo en la tierra, tan
fuerte, tan lleno de autoridad, dominio y poder que las puertas
del infierno, el Consejo y el gobierno de Satanás, no podrían
detenerlo.
Durante años, cuando yo cantaba la canción que decía,
"Cuida el fuerte porque ya regreso," yo me imaginaba
equivocadamente a los creyentes ansiosos encogidos y
escondidos detrás de las puertas. En mi imagen mental,
Satanás y sus fuerzas atacaban el cuerpo de Cristo desde el
exterior tanto como los indios atacarían los fuertes de la
frontera en los primeros días de los Estados Unidos.
Yo sabía que la situación mundial estaba cada vez
peor y peor, parecía que sólo quedaban unos pocos cristianos
verdaderos. Parecía que estábamos perdiendo la batalla y el
diablo estaba ganando, me sentí abrumado por las fuerzas del
mal que estaban asumiendo el control el mundo. Pensé que si
los pocos fieles podrían sostenerse un poco más, justo antes
de que fueran totalmente derrotados, justo antes de que
Satanás hiciera su ataque final contra nuestra pequeña
fortaleza, Jesús regresaría por su iglesia y nos rescataría.
Sin embargo, Jesús declaró a sus discípulos que Él
construiría una iglesia que las puertas del Hades no podrían

~ 71 ~
prevalecer contra ella. Un día me di cuenta de que nosotros
no debemos acobardarnos y estar ansiosos. ¡No estamos a la
defensiva sino que estamos en la ofensa! ¡Somos quienes
tenemos que estar atacando!
¡Satanás y sus fuerzas demoníacas deben estar
escondidos detrás de las puertas! Las puertas no nos atacan
sino que nosotros las atacamos. Las puertas del infierno, el
gobierno de Satanás, no pueden hacer nada contra el ataque
del ejército de Dios.
La iglesia está “vivita y coleando;” Se le ha dado
autoridad sobre toda fuerza del enemigo. Hoy en día, un
ejército de creyentes llamado por el nombre de Jesús, está
invadiendo las puertas del enemigo. Este ejército avanza con
fuerza el Reino de Dios por todo el mundo, se está moviendo
y Satanás y sus fuerzas andan huyendo.
No estamos en ninguna desventaja al tratar con
Satanás. ¡Él es un enemigo derrotado! Es su fortaleza la que
está siendo atacada y Jesús dijo que sus puertas no podrían
prevalecer contra nosotros.
Cuando Dios creó al hombre en un cuerpo similar al
de Él y sopló en él aliento de vida, lo primero que dijo fue
que tenga dominio. Esa era la primera responsabilidad del
hombre en esta tierra.
Cuando Jesús mencionó su nuevo cuerpo, lo primero
que dijo acerca de la iglesia fue, y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella (Mateo 16:18). La primera respon-
sabilidad que Jesús le dio a la iglesia fue asaltar las puertas
del Hades, a la vez que se mueve en la autoridad recién
restaurada y el dominio.
Cuando Jesús le habló a Pedro y a los otros discípulos
de la nueva iglesia, dijo y te daré las llaves del Reino de los
cielos y lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y lo

~ 72 ~
que desates en la tierra será desatado en los cielos (Mateo
16:19).
Satanás tenía las llaves del reino del mundo cuando
tentó a Jesús en el desierto. Otra vez lo llevó el diablo a un
monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la
gloria de ellos, y le dijo Todo esto te daré, si postrado me
adoras. (Mateo 4:8b,9)
Satanás había puesto las llaves delante de Jesús,
porque sabía que Jesús había venido para tomarlas de regreso
y las estaba usando en su intento de engañarlo.
Jesús sabía que el designio del Padre para la
restauración de esas llaves a la humanidad tenía que ser
ganado por un hombre que viviera perfectamente en esta
tierra y luego diera su vida voluntariamente como sacrificio
por el pecado.
Estas fueron las llaves que Jesús despojó de manos de
Satanás a las puertas del infierno, las mismas que Jesús tenía
en sus manos cuando subió al Padre y marchó triunfalmente
hasta el trono de Dios.
En el libro de Apocalipsis vemos a Jesús en ese
momento de triunfo cuando gozosamente declaró a los
anfitriones del cielo, Yo soy el que vive y estaba muerto y he
aquí, yo estoy vivo para siempre. Amén. Y tengo las llaves del
Hades y de la muerte (Apocalipsis 1:18).
Las llaves representan la autoridad y el dominio que
Dios le dio a Adán cuando lo puso en esta tierra, la misma
autoridad que le entregó a Satanás. Con esas llaves en sus
manos, Satanás se había convertido en el dios de este mundo,
el gobernante de las tinieblas de esta tierra. Ahora, Satanás ha
sido despojado de su autoridad, desarmado de su poder y
puesto en vergüenza en su derrota.

~ 73 ~
Jesús les anunció a sus discípulos que daría estas
llaves de nuevo a Su cuerpo en esta tierra, cuando derrotó a
Satanás tomó las llaves y se las dio a la humanidad. Ahora,
una vez más, las mujeres y los hombres redimidos son
verdaderamente como Dios los creó para ser, otra vez tienen
dominio sobre los reinos de este mundo.
¡Hoy en día, Satanás no tiene las llaves! ¡Jesús no
tiene las llaves! La iglesia de Jesucristo tenemos las llaves y
con estas llaves de autoridad y dominio en nuestras manos,
las puertas del infierno no prevalecerán contra nosotros.
Durante años yo clamaba "Señor, ¿por qué permites
que Satanás me haga esto a mí? ¿Por qué estás dejando que
Satanás destruya mi salud, mis finanzas, mi familia? Por qué
dejas que Satanás destruya nuestras iglesias, nuestras escuelas,
nuestras ciudades, nuestra nación? Señor, ¿por qué no me
puedes ayudar? ¿Por qué no detienes este horrible ataque del
diablo?"
Si yo hubiera dejado de llorar un tiempo y me hubiera
detenido a escuchar lo que Dios estaba diciendo, yo hubiera
podido escucharlo decir: "¡Nada! ¡No voy a hacer nada acerca
de las obras del diablo! ¡Jesús ya lo ha hecho porque Su
trabajo terminó hace casi dos mil años!
"Me costó la muerte de mi hijo en la Cruz para
redimirlos y restablecerles la autoridad. Les he dado las llaves
de autoridad sobre el poder del enemigo. Depende de ustedes
usar esas llaves para demostrar la derrota de Satanás."
¿Qué puede hacerle Satanás a los cristianos hoy día?
¿Qué puede hacerle a nuestra salud, familias, finanzas,
iglesias, escuelas, ciudades y hasta nuestro país? ¡Sólo lo que
nosotros le permitimos que haga!
Sólo perdemos hoy porque somos ignorantes de estos
hechos, o porque hemos sido tomados por el engaño de

~ 74 ~
Satanás, quien nos ha engañado durante años a pensar que él
tiene más poder que nosotros. Él es un mentiroso, un ladrón y
es el maestro del engaño.
En la actualidad está surgiendo un ejército de hombres
y mujeres que han descubierto quienes son en Jesús, han
descubierto la buena noticia de su autoridad restaurada y el
dominio en sus vidas. Ellos han determinado en su corazón
que Satanás ya no va a llevar destrucción a sus vidas, ellos
han tomado estas maravillosas llaves en sus manos y están
demostrándole al mundo que Satanás ya ha sido derrotado.
Son más que vencedores por medio de Jesucristo.
Jesús dijo que con estas llaves de autoridad, cualquier
cosa que es atada en la tierra, será atada en los cielos.
Cuando nos encontramos contra aquella nube del mal
en nuestra sala aquel martes por la noche, nos movimos en la
autoridad sobre el diablo. Por eso Satanás tuvo que
obedecernos, es por eso que la maldición fue rota. Es por ello
que la oscura nube de miedo salió inmediatamente de la
habitación y un clan de Brujas y adoradores de Satanás se
disolvió. Nosotros habíamos descubierto nuestra autoridad y
habíamos demostrado el hecho de que Satanás es un enemigo
derrotado.
Jesús dijo, Pero si yo por el Espíritu de Dios echo
fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios, pues ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata?
Entonces podrá saquear su casa (Mateo 12:28,29)
La palabra que Jesús usó en Mateo cuando dice que
atemos el hombre fuerte significa: sujetar o atar con cadenas,
como un animal es encadenado a una estaca para mantenerlo
restringido. Satanás sólo puede ir hasta cierta distancia y no

~ 75 ~
más lejos, él puede ser atado, se puede hacer inoperante y
restringido en su obra. Su poder puede ser detenido.
Cuando atamos al hombre fuerte somos capaces de
recuperar el botín de su casa. Somos capaces de ejercer
dominio y autoridad de echar fuera a los principados, poderes,
gobernantes de las tinieblas de este mundo y la maldad
espiritual en altos celestiales. Somos capaces de ser como los
héroes de la fe que se describe en el libro de hebreos que
mediante la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia,
alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron
fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas
de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga
ejércitos extranjeros. (Hebreos 11:33, 34).
Cuando nos fijamos en los reinos del mundo hoy en
día, vemos los países comunistas que habían mantenido
millones de personas en cautiverio que ahora están abiertos al
Evangelio. Vemos países donde el Islam ha estado en control
durante siglos y sin embargo hay un hambre en los corazones
de las personas por conocer a Jesús. Vemos a China donde el
comunismo todavía tiene millones de personas en cautiverio y
aún la iglesia se multiplica rápidamente.
La palabra de Dios dice que Jesús va a edificar su
iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Los creyentes están formando un ejército spiritual en
la actualidad que sabe que no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12).
Ellos han descubierto que las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas (2 Corintios 10:4)

~ 76 ~
Estos creyentes ahora despiertos están comenzando a
utilizar su autoridad espiritual, están atando al enemigo y
están invadiendo las puertas del infierno. Ellos no tienen
miedo del poder de Satanás.
Cuando China cayó al comunismo, los misioneros
fueron expulsados del país, Pastores fueron asesinados, las
Biblias y otros libros cristianos fueron quemados. Miles de
cristianos fueron encarcelados, torturados y hasta asesinados
por su fe. Hubo niños que fueron quitados de sus padres y los
crecieron adoctrinados por un gobierno impío. El pueblo de
China estuvo en cautiverio a un régimen de servidumbre al
materialismo ateo.
Cuando comenzó esa persecución, un estimado cien
mil creyentes se difundieron en todo el país.
Seguramente, el evangelio de Jesucristo había sido
detenido, la llama debe haber oscilado y apagado por aquel
tiempo. Satanás debe haber ganado la batalla para acabar con
el nombre de Jesús mientras tuviera tal control total de China.
Pero cuando la cortina se abrió para permitir el
comercio con el mundo occidental, los reportes comenzaron a
venir de creyentes chinos, y hemos aprendido que el número
de cristianos en China ha crecido de aproximadamente cien
mil antes de la persecución comunista a cerca de cincuenta
millones hoy en día.
A través de esta abertura en la cortina sabemos que la
iglesia subterránea se reúne en casas por toda la tierra. Miles
de Biblias están vertiendo a través de China y el renacimiento
está barriendo la nación, hay informes de sanidades milagro-
sas y hasta historias de muertos que han vuelto a la vida.
Las puertas del infierno no han podido prevalecer
contra el cuerpo de Cristo en China, ni aún con el control
total que se ejerce por el gobierno comunista.

~ 77 ~
En mayo de 1988, Joyce y yo estábamos llevando a
cabo reuniones en Helsinki, Finlandia, a poca distancia de la
frontera rusa. El Presidente Reagan y el Secretario de Estado
estaban en Helsinki al mismo tiempo e iban a salir al día
siguiente hacia Moscú para una cumbre que dio lugar a un
cambio importante en las relaciones Este-Oeste.
Al comenzar la reunión aquella noche, Joyce y yo nos
sentimos impresionados para entrar en guerra espiritual
contra las fuerzas de la oscuridad que habían mantenido el
pueblo de la Unión Soviética cautivo durante tantos años.
Sentimos una urgencia en nuestros espíritus para liberar el
poder de Dios en la próxima reunión cumbre, particularmente
teníamos una carga por los rusos-judíos porque les negaban
permiso para salir de Rusia y también para que a los
cristianos se les diera libertad para adorar.
Brevemente les enseñé a los creyentes y líderes
cristianos en la reunión respecto a nuestra autoridad de
conquistadores en el nombre de Jesús y les recordé que las
puertas del infierno no pueden prevalecer contra la iglesia que
tiene una revelación de la restauración de su autoridad y
dominio.
Yo le pedí a los asistentes que levantaran sus manos
hacia la dirección donde estaba Rusia y entonces me sentí
impresionado de darle el micrófono a Joyce. Ella comenzó a
hablar con valentía y gran autoridad a las fuerzas de la oscuri-
dad dentro del mundo comunista. Guiada por el Espíritu
Santo le comandó a los dirigentes comunistas que dejaran al
pueblo judío salir de esa tierra y comandó que se les
permitiera a los cristianos a adorar en libertad.
Geográfica y espiritualmente esa noche estábamos a
las puertas del enemigo cuando estábamos en Helsinki. La
guerra fue intensa. Sabíamos en el espíritu que estábamos

~ 78 ~
"poniendo a huir ejércitos de extranjeros." En pocos minutos,
sabíamos que había llegado el rompimiento. Más tarde, Joyce
compartió conmigo que mientras hablaba en el poder del
Espíritu Santo había visto algo como "relámpagos" estallando
en la Unión Soviética.
Ciertamente no fuimos los únicos que fuimos dirigi-
dos por el Espíritu Santo a entrar en guerra en aquel momento
porque personas en todo el mundo deben haber sido dirigidos
a pedir por aquella histórica reunión cumbre. Nuestro grupo
se había unido en la fe con cientos o quizá miles de creyentes
que conocían su autoridad en el nombre de Jesús y habían
entrado en guerra espiritual victoriosa.
Durante la reunión cumbre se le dió prioridad a las
zonas que habíamos orado y como resultado, un importante
éxodo de judíos soviéticos comenzó porque ahora se les
permitía salir de Rusia. Muchos comenzaron su camino a
Israel en cumplimiento con profecía bíblica.
Las paredes del comunismo comenzaron a desmoro-
narse. Ante el asombro del mundo el muro de Berlín fue
derribado, la fortaleza del partido comunista en la Unión
Soviética se derrumbó casi de la noche a la mañana. Una
puerta sin precedentes para predicar el Evangelio fue abierta.
El Evangelio podría ser predicado abiertamente, incluso en la
televisión nacional, y cientos de miles de valiosas personas
recibieron a Jesús como su Salvador.
Uno por uno, las Naciones que habían sido cautivas
por los comunistas durante muchos años, declararon su
independencia y una vez más sus puertas fueron abiertas para
el Evangelio de Jesucristo.
Casi alarmante para el mundo cristiano, nosotros
hemos visto una poderosa demostración del hecho de que "las
puertas del Hades no prevalecerán” contra una iglesia que ha

~ 79 ~
descubierto su dominio poderoso y vencedor en el nombre de
Jesús.
Satanás ha podido encerrar y aprisionar a millones de
personas en esta tierra porque los creyentes lo han dejado
hacerlo. El cuerpo de Cristo ha sido engañado por Satanás en
el pensamiento de son una minoría impotente, la iglesia ha
perdido su poder y se ha olvidado o descuidado en su
autoridad.
Pero nuestra generación de creyentes está despertando
a la conciencia de nuestro dominio restaurado. Una vez más,
las palabras de despedida de Jesús están sonando en nuestros
espíritus cuando dijo: ID por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15b).
Ninguna cortina, pared o puerta puede detener a los
creyentes que saben quiénes son en Cristo Jesús. El Evangelio
puede y debe llevarse a toda criatura en la tierra hoy. En la
historia de la iglesia, este es el momento más emocionante
para estar vivo. Porque esta es una generación que se
cumplirá la gran comisión e irá a todo el mundo llevando el
Evangelio a toda criatura.
Hay más gente viva sobre la faz de la tierra hoy en día
que los que hayan vivido y muerto a lo largo de todas las
edades de la historia del mundo. Con las herramientas moder-
nas de comunicación y transporte, armado con la autoridad y
la comisión de Jesucristo, podemos y seremos una parte de
los creyentes que alcanzará el mundo con el Evangelio.
Los cristianos descubriendo por primera vez su
autoridad y dominio en el Reino espiritual, están rompiendo
las cadenas de la enfermedad, las dolencias y la pobreza.
Durante años sus pensamientos habían estado tan involu-
crados con sus propios problemas y limitaciones que habían
perdido la visión de alcanzar el mundo para Jesús.

~ 80 ~
La iglesia ha sido como un gigante dormido pero está
despertando, en sus manos están las llaves de los reinos del
mundo. La iglesia utiliza estas llaves de autoridad para abrir
las puertas de la prisión de los cautivos.
¡Las puertas del hades no prevalecerán!

~ 81 ~
Capítulo Siete
Hay Poder en la Sangre
Fue un frio invierno fin de año cuando se oía el clic de
la navaja del cuchillo sobre el chasquear del fuego en la
chimenea. "Voy a matarte," gruñó una voz demoníaca de las
profundidades del ser de Bill, sus penetrantes ojos azules se
fijaron en mí como los de un gato salvaje listo para atacar.
Bill había sido un baterista de una famosa banda de
rock ácido en el Sur de California antes de que él y su madre
recibieran a Cristo Jesús como su Salvador y comenzara a
asistir a una iglesia local. Bill había resignado de la banda de
rock cuando aceptó a Cristo.
Voces demoníacas le hablaban a Bill de día y de
noche durante muchos años y él y su madre habían visto
mesas moverse y objetos flotando en varias habitaciones de
su casa. Incluso después de que Bill había aceptado a Jesús en
su vida continuaba oyendo voces malignas. A veces estas
voces le hablaban a él y otras veces hablaban entre ellas
respecto a Bill. Las manifestaciones demoníacas continuaron
en su casa.
Bill era un joven brillante quien además de sus habili-
dades musicales fue dotado en diseño mecánico. Pero los
demonios le mentían continuamente, le decían que su creati-
vidad y habilidades musicales le llegaban a través de ellos.
La madre de Bill había ido a pedir ayuda a su pastor,
pero él creía que los cristianos no pueden ser molestados por
los demonios. Debido a esta creencia, se negó a orar con ellos.
Ella llamó a varios otros líderes cristianos, pero nadie les
ofreció ayuda. Bill continuó empeorando y ella también
andaba con miedo y tormento.
~ 82 ~
En sus primeros años en la escuela primaria, Bill
había estado en una tremenda pelea con un compañero de
clase y había ganado. Aquel joven “derrotado” creció y se
convirtió en líder de la temida pandilla Chicano que contro-
laba el barrio de Bill. En consecuencia, Bill se había conver-
tido en el enemigo de la cuadrilla completa y se podía locali-
zar fácilmente porque su pelo era rubio claro, ojos azules y
piel clara.
Un día cuando iba en su bicicleta de la escuela a su
casa, algunos pandilleros deliberadamente le echaron el coche
encima y lo derribaron. Los ataques empeoraron. Otro día
cuando una furgoneta pasaba donde estaba Bill, le pusieron
una escopeta por la ventana y la explosión le pegó a Bill en la
rodilla. La pared frontal de su casa estaba pintada con
agujeros de bala.
Bill había diseñado y construido un arma especial, era
corta y la llevaba en su mochila. Fue diseñada de tal manera,
que podría sacarla de su mochila, apuntar y disparar con una
mano a la vez que continuaba manejando su bicicleta.
Él vivía diariamente temiendo por su vida. La pandilla
estaba tratando de matarlo. Los demonios lo atormentaban a
él y su familia, parecía que no había ninguna esperanza –no
forma de escapar de aquella situación tan desesperada.
Bill asistió a una escuela cristiana cercana y fue
compañero y amigo de nuestro hijo John. Él entraba y salía de
nuestra casa durante varios años. Pensábamos que lo
conocíamos, pero no sabíamos de estas cosas que estaban
sucediendo en su vida. Tal vez temía que si nos decía lo
rechazaríamos, al igual que su pastor y otros cristianos lo
habían hecho. Nunca mencionó el miedo, el tormento ni la
desesperación que sentía.

~ 83 ~
Entonces unos días antes de Año Nuevo, Bill despertó
y encontró una nota de amenaza de muerte en su almohada.
Él era un "hombre marcado". La pandilla había decidido
matarlo en la medianoche de víspera de año nuevo. (los
homicidios no eran inusuales en este barrio en el lado este de
Los Ángeles.)
Cuando encontró la nota en su almohada diciendo
almohada que iba a morir, los demonios dentro de Bill
estaban de acuerdo: él iba a morir. Los demonios y Bill
decidieron que tomarían el arma y empezarían a acechar a la
pandilla en víspera de año nuevo. Él iba a matar a uno por
uno antes que ellos lo mataran. Su plan era matar a tantos
como fuera posible antes de morir a la medianoche.
Nuestra familia había estado de vacaciones en la
montaña antes de Navidad. Justo antes de año nuevo yo iba a
hacer un viaje a Los Angeles para una reunión de negocios.
Inmediatamente después de la reunión regresaría a las
montañas por el resto de nuestras vacaciones.
John no sabía de la situación inmediata de Bill, pero
se sintió impresionado de ir conmigo a Los Ángeles con el
propósito de llevar a Bill con nosotros.
Satanás había hecho sus planes, pero Dios tenía el
Suyo ya en movimiento. John sintió cierta urgencia cuando
hablaba con Bill y no se iba quedar con un "no" por respuesta
e insistió hasta que finalmente lo convenció que se fuera con
nosotros y pasáramos juntos el resto de las vacaciones.
Nosotros no teníamos ni idea que en esos días era cuando la
pandilla y los demonios habían planeado matar a Bill.
Durante las dos horas de camino hacia las montañas,
comencé a compartir con Bill muchos de los milagros que yo
había visto de Dios. En cambio él comenzó a decirme acerca
de algunos de los ataques contra su vida.

~ 84 ~
Esa noche, mientras estábamos sentados en la sala de
familia, el don de discernimiento de espíritus comenzó a
operar y dije "Bill, Dios me ha revelado algunas cosas sobre
tu vida y los problemas en que te encuentras."
Cuando Bill me dijo que continuara le hablé por
revelación. Le dije acerca de los demonios atormentadores, en
cómo ellos le habían estado mintiendo y que aún estaban
tratando de matarlo. Entonces compartí con él las buenas
nuevas que Jesús quería liberarlo.
Inmediatamente sus ojos se achicaron y su voz cambió.
Una voz increíblemente maléfica comenzó a salir de él. El
Bill que conocíamos casi desapareció a la vez que sus expre-
siones faciales cambiaron y hasta su forma de expresarse.
Comenzamos a obedecer las instrucciones del Señor
de resistir al diablo y él huirá de vosotros (Santiago 4:7b).
Atamos a Satanás, y luego cuando Dios nos revelaba
comenzamos a comandar a los espíritus demoníacos que se
fueran.
Los demonios decían a través de Bill con una voz
distinta "tenemos que sacar a Bill de esta casa."
"¡Tú tienes que salir de aquí, pero Bill se va a
quedar!" Respondí con firmeza.
Bill trató de salir por la puerta pero John saltó delante
de él para impedírselo. Él sabía que pondría en peligro la vida
de Bill si salía a aquella noche fría y se perdiera en el bosque
detrás de nuestra casa. Bill se sentó y continuamos coman-
dándole a los demonios que se fueran.
De repente Bill metió su mano en el bolsillo de sus
pantalones y sacó una navaja. Él me miró y sus ojos
parpadeaban con odio a la vez que navaja de cinco pulgadas
brillaba. "¡Voy a matarte!", exclamó, cuando se levantó de un
salto y comenzó venir hacia mí.

~ 85 ~
Yo estaba sentado en una silla de esas que se inclinan
hacia atrás que tienen sólo dos patas en el piso. Mis manos
estaban detrás de mi cuello y en lo natural yo estaba
totalmente desprotegido, pero me no sentía miedo. Sin
cambiar mi posición como para defenderme, le respondí con
total confianza, "¡Tú no me tocas! ¡Yo estoy cubierto con la
sangre de Jesús!"
Cuando dije eso Bill ya venía a medio camino de
donde yo estaba con la navaja dirigida a mi pecho. De repente
se detuvo y comenzó a hacerse hacia atrás a la vez que ponía
a un lado la navaja. Él hizo una mueca y con cierta dificultad,
dijo "Lo sé. ¡Lo sé! Usted se cubre con esa cosa pegajosa".
Sin pausa, exclamó, "Eso está sobre todo su ser, está
sobre ella" dijo, mirando a Joyce. Y mirando a John dijo "Eso
está sobre él". "¡Esa cosa pegajosa está sobre todas las
paredes, la chimenea, en todas partes! Incluso está sobre todo
el perro". En ese momento ya casi gruñendo de asco.
Nosotros sabíamos lo que el demonio lo que quería
decir pero no lo diría. Todo en nuestra casa estaba cubierto
con la maravillosa y preciosa sangre de Jesús. Antes de
comenzar a ministrar a Bill, habíamos reconocido por fe que
la sangre de Jesús nos cubría, a nuestra familia y a todos
nuestros bienes. Ahora, sabíamos que habíamos descubierto
el área de mayor debilidad en este enemigo.
Repetimos una y otra vez esas poderosas palabras:
"La sangre de Jesús, la sangre de Jesús". Les recordamos a los
demonios que fue la sangre derramada de Jesús en la cruz que
había redimido a Bill de su poder.
Les recordamos que Satanás había sido derrotado hace
casi dos mil años y que todo demonio había sido derrotado
personalmente por la sangre derramada de Jesús y que Su
sangre nunca había perdido su poder.

~ 86 ~
Continuamos tomando autoridad sobre los demonios y
les comandamos que se fueran. Algunos demonios argumen-
taban y decían que no tenían que salir, pero con confianza les
dijimos que se fueran en el nombre de Jesús.
Un par de horas habían pasado desde que habíamos
comenzado ministrar a Bill. Todo lo que quedaba del fuego
de la chimenea era un chisporroteo ocasional de alguna brasa.
A medida que continuábamos, nos preguntábamos por qué
tomaba tanto tiempo. Sin embargo, nunca cuestionamos el
hecho de que según la palabra de Dios él iba a ser completa-
mente libre.
A través del don espiritual de la palabra de conoci-
miento El Señor nos daba, el nombre exacto de muchos
demonios gobernantes que había estado atormentando a Bill.
Uno por uno, les ordenamos que salieran.
Justo cuando sentimos liberación en nuestro espíritu,
Bill comenzó a dar vueltas alrededor en el taburete alto donde
estaba sentado. A la vez que daba vueltas decía "Me voy. Me
voy. Yo me voy." Después de tres vueltas, Bill nos miró y
una preciosa sonrisa de liberación se mostraba en su rostro.
Miré mi reloj y era medianoche… habíamos comenzado un
Nuevo Año. Ese había sido el momento exacto que los
demonios le habían dicho a Bill que iba a morir.
Bill parpadeó como si despertaba de un sueño. "Sr.
Gill," me dijo, "¿Qué está pasando?" Yo lo miré a sus ojos
claros y le dije, "Bill, ¡has sido liberado por la sangre de
Jesús!" De repente se dio cuenta que el miedo y el tormento
se habían ido, ¡que no iba a morir! Ya no escuchaba las voces.
Se sentía más vivo y tan tranquilo como nunca recordaba
haberse sentido en su vida.
Bill durmió muy bien el resto de la noche y despertó a
la mañana siguiente en total paz. Todo el mundo se veía

~ 87 ~
hermoso para él, sentía la emoción de la esperanza y el
significado para su vida. Bill había sido liberado a través del
poder de la sangre de Cristo y por la autoridad que está
disponible para cada creyente.
Joyce y yo tuvimos un gran aprecio por la protección
de la sangre de Jesús sobre nuestras vidas, nuestra familia y
nuestros bienes. Ciertamente, Satanás había sido vencido por
la sangre del Cordero.
Cuando miramos en la palabra de Dios leemos, y ellos
(los discípulos de Jesús) le vencieron (a Satanás) por la
sangre del cordero y por la palabra de su testimonio
(Apocalipsis 12:lla).
¿Por qué se llama la sangre de Jesús “la sangre del
Cordero”? ¿Por qué la sangre que fluía por las venas de Jesús
tiene un poderoso efecto sobre los espíritus de Satanás y los
demonios hoy día?
Cuando Juan el Bautista vió a Jesús acercarse al
Jordán, exclamó: ¡He aquí! El cordero de Dios que quita el
pecado del mundo (Juan 1:29b). Juan estaba hablando por
inspiración del Espíritu Santo, él sabía que el Mesías sería el
sacrificio final y sabía que Jesús era el hijo de Dios, nuestro
sacrificio.
Jesús fue el cumplimiento de los sacrificios que
habían sido ofrecidos para los millares de años según la ley
del Antiguo Testamento como Dios había mandado los
sacerdotes sacrificaban corderos inocentes, sin mancha o
defecto, para expiar los pecados del pueblo en el templo en
Jerusalén. Una vez al año, el sumo sacerdote llevaría la
sangre de un cordero sacrificial en el velo del templo, en el
lugar Santísimo. Esta era la morada terrenal de Dios y era la
contraparte terrenal a la sala del trono del cielo. El sacerdote
rociaba la sangre sobre el propiciatorio.

~ 88 ~
En el libro de Hebreos se nos da un cuadro
maravilloso de los sacrificios del Antiguo Testamento y su
cumplimiento de una vez por todas por el sacrificio de
Jesucristo en la Cruz.
Pero en la segunda parte (el lugar Santísimo) sólo
entra el sumo sacerdote una vez al año, llevando la sangre
que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del
pueblo.
Pero estando ya presente Cristo, Sumo sacerdote de
los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta
creación
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros,
sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el
Lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
… ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante
el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que
sirváis al Dios vivo?
…diciendo: «Ésta es la sangre del pacto que Dios os
ha mandado»
…roció también con la sangre el Tabernáculo y todos
los vasos del ministerio.
Y según la Ley, casi todo es purificado con sangre; y
sin derramamiento de sangre no hay remisión.
…pero ahora, en la consumación de los tiempos, se
presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo
para quitar de en medio el pecado. (Hebreos 9:7,11-26).
El tabernáculo y el templo, la obra y el ministerio del
sacerdote, los artículos de los muebles y los sacrificios eran
tipos, ejemplos, imágenes visuales, de la persona y obra de
nuestro verdadero sumo sacerdote, Jesucristo. No sólo eso

~ 89 ~
sino que se convirtió en el cordero sacrificial y derramó su
propia sangre para la remisión de nuestros pecados.
Después de la muerte de Jesús en la cruz y su
descenso a las regiones oscuras del Reino de Satanás, no sólo
lo derrotó a él y a todos sus seguidores demoniacos, sino que
también subió muy por encima de ellos, al mismo salón del
trono de Dios, donde Jesús depositó su propia sangre y por
ella compró nuestra redención.
A través del pecado, Satanás había tenido éxito
separando los hombres y mujeres de Dios. La raza humana se
había convertido en esclavos del diablo por el pecado y la
desobediencia.
Ahora, a través de su muerte, Jesús habían redimido a
la humanidad del mercado de esclavos de Satanás y del
pecado. Por medio de su expiación, hombres y mujeres
podrían ser unidos de nuevo con Dios.
Dios en perfecta justicia no podría aceptar hombres y
mujeres en su condición pecaminosa. Alguien tenía que
cumplir la pena de la ley. El apóstol Pablo escribió, porque la
paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:23).
En él tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7).
Pablo también escribió, Pero Dios muestra su amor
para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros. Con mucha más razón, habiendo sido ya
justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira
(Romanos 5:8,9).
Jesús, el hijo de Dios sin pecado, derramó su sangre
como el sacrificio para pagar la penalidad por los pecados de
la humanidad.

~ 90 ~
Ahora podemos llegar audazmente al salón del trono
de Dios. La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado y
como sacerdotes también podemos entrar al lugar Santísimo.
El agarre de Satanás sobre nosotros ha sido roto. Él ha
sido superado por la sangre del cordero. Hombres y mujeres
pueden ahora ser libres de aquel dominio, han sido
restaurados a su lugar original de autoridad por la sangre de
Jesús.
Toda obra de Satanás para destruir a la humanidad,
para separarlos de Dios, mantenerlos en esclavitud sin
esperanza al pecado y la muerte, ha sido completamente
superado por una cosa: la sangre de Jesús.
Cuando por la fe entendemos el poder de la sangre
derramada de Jesús, sabemos por qué los poderes de Satanás
y los demonios son derrotados e incapaces de tocarnos.
Estamos realmente cubiertos y protegidos cuando por fe
reconocemos "la sangre de Jesús" en nuestras vidas.
A través de la sangre derramada de Jesús tenemos
redención, el perdón y la autoridad. ¡Podemos caminar en
Victoria! Continuamente podemos demostrar la verdad, -y le
vencieron (a Satanás) por la sangre del cordero (Apocalipsis
12:lla).

~ 91 ~
Capítulo Ocho
¡La Palabra de Dios
Viva y Poderosa!
Las cortinas de la eternidad han sido rotas y nos
encontramos mirando sobre el hombro del apóstol Juan. La
intensa soledad de su destierro en la isla de Patmos
repentinamente había sido rota por una visión celestial.
Satanás y sus fuerzas demoníacas han derramado su
destrucción de odio en la tierra por mucho tiempo. El rey de
Reyes y el Señor de señores está preparando su regreso
victorioso a la tierra.
Una vez más, se nos dice de una terrible batalla en el
mundo espiritual que se librará en el futuro. Es la confron-
tación de "tiempo final" entre Jesús y todas las fuerzas del
mal.
Juan escribió, Entonces vi el cielo abierto, y había un
caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como
llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía
escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba
vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La
Palabra de Dios (Apocalipsis 19:11-13).
Imagina el Hijo de Dios, Sus ojos parpadeando con
fuego, sentado en un caballo blanco con miles de creyentes
montados en caballos blancos detrás de Él. Este es el
momento del juicio final de Satanás y sus seguidores.
Anteriormente en el libro de Apocalipsis, Juan reveló
que nosotros superaríamos a Satanás por la sangre del
Cordero y por la palabra de nuestro testimonio.

~ 92 ~
Ahora, a través de la visión de Juan podemos mirar
hacia el futuro y ver el Hijo de Dios que viene para el juicio
final de Satanás. En este momento, las fuerzas del mal serán
totalmente superadas. Jesús derrota a Satanás en esta batalla
final en la misma forma que nosotros debemos derrotarlo en
las batallas cotidianas de la vida. Jesús está vestido con una
ropa recortada en sangre y está utilizando la Palabra de Dios
como su única arma.
Años antes, cuando el apóstol Juan escribió el libro de
Juan, comenzó ese evangelio con una descripción de la
palabra. En el principio era el verbo, la palabra estaba con
Dios y el verbo era Dios. Y lo hizo aún más claro cuando él
indicó, y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros
(Juan 1:1, 14a).
En el último libro de la Biblia, Juan, otra vez reveló
esta verdad acerca de Jesús, su nombre es La Palabra de Dios.
Continuando con este relato, se nos dice, y los
ejércitos en el cielo, vestidos de fino lino, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda para herir con ella
a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el
lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY
DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (Apocalipsis 19:14-16).
El arma poderosa que el hijo de Dios ha optado por
utilizar en esta importantísima batalla final del eterno
conflicto es la espada del Espíritu. Es la palabra de Dios,
viniendo de su boca. La espada no está en las manos de Jesús
sino que viene de su boca. Hablando la palabra de Dios herirá
a las Naciones y los gobernará; Él demostrará su autoridad
como Rey de reyes y Señor de señores.

~ 93 ~
Es difícil para nosotros imaginar una espada saliendo
de la boca de una persona porque siempre lo hemos visto en
la mano de alguien. Hace años, en la escuela dominical,
estudié la armadura de un soldado cristiano. Una imagen
grande de este soldado colgaba en los anuncios en la parte
delantera del aula. Por supuesto, la foto era de un joven,
fuerte y guapo, con toda la armadura en su lugar. El escudo
brillante tenía una cruz carmesí brillante en el centro y la gran
espada estaba en su mano derecha lista para el ataque. Incluso
como adulto yo continué imaginando a un soldado cristiano
de esa manera.
Durante los días del avivamiento llamado Jesus
People Movement, yo vivía en el sur de California. Siempre
sabías cuándo conocías a alguien de este grupo porque
llevaban las Biblias más grandes que pudieran encontrar.
Muchos de ellos llevaban Biblia pesadas de la familia.
Cuando le pregunté a un joven por qué necesitaba una Biblia
tan grande, contestó, "¡Es mi espada, hombre!" Él conocía el
poder de Satanás ¡y sabía que necesitaba una gran espada!
Esa era la forma en que yo me imaginaba mi espada.
Era la Biblia, es la Palabra de Dios. Siempre debe estar a mi
lado, o en mi mano. Sin embargo, encontré que eso no era
suficiente. Para ser más que conquistador la espada tiene que
salir de mi boca.
Cuando Juan describió el clímax de la batalla final de
los tiempos, escribió que la bestia y el falso profeta fueron
lanzados al lago de fuego. Entonces, para que no tuviéramos
ninguna duda sobre lo que realmente vio, dijo, y los demás
fueron muertos con la espada que procedía de la boca de
Aquel que estaba sentado en el caballo (Apocalipsis 19:21a).
Satanás no tiene ningún problema cuando la espada
del espíritu está abandonada, recolectando polvo en un

~ 94 ~
estante. Él se consterna cuando nos ve a estudiar la Biblia y la
llevamos en nuestras manos. Sin embargo, no es derrotado
hasta que hablamos la Palabra de Dios, cuando la declaramos
es cuando la Palabra se convierte en viva y potente.
Nuestras batallas deben ser ganadas por la Palabra de
Dios y tiene que salir de nuestras bocas, de acuerdo a la
voluntad del victorioso Señor Jesús hasta que regrese a esta
tierra.
Satanás conoce el poder de la palabra hablada. En
Apocalipsis, Juan escribió una descripción de las actividades
de Satanás. Porque el acusador de nuestros hermanos, que
los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido
derribado (Apocalipsis 12:l0b). Las palabras de la boca de
Satanás, tanto día como de noche, son acusaciones contra
nosotros y nuestros hermanos y él es conocido como el
acusador de los hermanos.
Inmediatamente, Juan vio que no íbamos a ser
derrotados por las palabras de la boca de Satanás. ¡Se nos
describe como vencedores! Juan sabía el resultado cuando
escribió, y le superaron por la sangre del Cordero y por la
palabra de su testimonio (Apocalipsis 12:lla).
¿Es este pasaje en Apocalipsis simbólico o es posible
que podamos superar y derrotar a Satanás declarando palabras
de nuestra boca? ¿Pueden las palabras llegar a ser armas de
nuestra guerra en el espíritu?
La Biblia dice que las armas de nuestra guerra son
poderosas por Dios para tirar abajo fortalezas. ¿Pueden las
palabras ser armas poderosas?
¿Es posible que al descubrir las palabras correctas y
comenzar a pronunciarlas, dejas de perder y empiezas a ganar
en las batallas de la vida? Si la respuesta es sí, entonces

~ 95 ~
podemos derrotar a Satanás utilizando sólo palabras; ya es
tiempo que descubrir cuáles son estas palabras.
Las "palabras correctas" fueron identificadas por Juan
cuando él escribió, y le superaron por la sangre del cordero y
por la palabra de su testimonio. Juan dice que vencemos a
Satanás por la Palabra de Dios, el "Logos" en nuestro
testimonio.
Cuando pienso en las luchas que he atravesado en mi
vida, recuerdo la frustración de lo que parecía un ciclo
interminable de derrota. En mi desesperación, yo buscaba por
simpatía y consuelo de los demás; pero entre más hablaba de
las derrotas más me deprimía.
Entre más discutía mis problemas, todo parecía
empeorar. Yo fui vencido por mi situación. A menudo he
hablado de mis preocupaciones por la economía y de la
desesperanza del futuro del mundo. Continuamente, hablaba
de mis problemas en el pago de mis facturas. En el invierno,
les decía a amigos que probablemente iba a caer por la gripe.
Hablaba de qué tan cansado y débil y cuán agotado me sentía.
En cuanto más hablaba del más, todo se ponía peor.
Entonces, un día, me di cuenta que mi testimonio
estaba lleno de mis propias palabras negativas, había
comprendido el verdadero significado de las palabras, y ellos
le vencieron por la sangre del cordero y por la palabra de su
testimonio. Mi arma contra mis situaciones, problemas
financieros, la gripe de invierno, las condiciones en el mundo
y, en última instancia, contra Satanás sería el "Logos", la
"palabra" en mi testimonio.
En vez de hablar sobre lo que no podía hacer, empecé
a decir: "puedo hacer todas las cosas en Cristo que me
fortalece (Filipenses 4:13)."

~ 96 ~
En vez de decir no podía pagar mis cuentas, comencé
a citar, "Mi Dios suplirá todas mis necesidades según sus
riquezas en gloria por Cristo Jesús (Filipenses 4:19).
En lugar de confesar siempre que me daba la gripe,
comencé a decir, "No mal [me] sobrevendrá, ni plaga vendrá
cerca de [mi] vivienda (Salmos 91:10)."
En lugar de hablar qué tan mal estaba el mundo,
empecé a declarar, ¡Porque lo que es nacido de Dios vence al
mundo (1 Juan 5:4a) y yo soy nacido de Dios!
Cuando comencé a reemplazar mis propias palabras
negativas con las palabras de Dios en mi testimonio, me di
cuenta de que aunque la situación seguía sin cambios, yo ya
no estaba deprimido. Mientras continuaba hablando la palabra
de Dios, mi propia imagen comenzó a cambiar; comencé a
verme como un vencedor, como una persona que podía hacer
todas las cosas. Me comencé a verme con todas mis necesi-
dades suplidas, como alguien caminando en buena salud en
lugar de enfermedades. Aunque los problemas persistían, mi
actitud mental hacia ellos comenzó a cambiar.
Poco a poco, sucedió algo aún más sorprendente. ¡Ya
no tuve la gripe varias veces en invierno! ¡Ya tenía dinero
para pagar mis cuentas! Tenía favor y éxito en mi trabajo.
Dios me podía usar en las vidas de quienes me rodean.
Fue durante este tiempo que empecé a entender que
mi batalla no había sido con las situaciones o con personas.
Mis luchas no eran con carne y sangre, sino contra Satanás y
sus fuerzas demoníacas.
Cuando hablé la palabra de Dios en vez de hablar de
los problemas, sabía que algo poderoso estaba pasando en el
mundo espiritual. Literalmente, fui superando a Satanás y sus
fuerzas con la palabra de mi testimonio. La situación

~ 97 ~
comenzó a cambiar en el mundo natural a la vez que la
victoria fue ganada en el mundo espiritual,.
Es importante entender el poder de la palabra de Dios
para nosotros. ¿Qué tan fuertes son las palabras que salen de
tu boca? Si pudiéramos hablar las mismas palabras, ¿tendría
los mismos resultados de gran alcance como cuando fueron
pronunciadas por Dios?
Para comenzar a entender el poder de la palabra de
Dios, pasemos nuestro pensamiento a la creación de nuestro
universo. Esta creación es el ejemplo más poderoso de la
fuerza que conocemos. ¿Cuáles fueron los materiales de
construcción que utilizó Dios? ¿Cuál fue la fuente de
alimentación? ¿Qué poderosa energía se requiere para crear
planetas, estrellas, galaxias y sistemas solares?
El escritor del libro de Hebreos relata, Por la fe
comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
(Hebreos 11:3).
El universo entró en existencia cuando Dios habló. En
el primer capítulo de Génesis leemos que Dios creó por
hablar palabras de Su boca. Moisés escribió: entonces dijo
Dios:... entonces Dios dijo... y Dios..., siete veces leemos las
palabras, entonces Dios dijo... Esas palabras fueron el método
de creación.
¿Qué sucedió cuando Dios dijo: Hágase la luz?
¿Hasta dónde viajó su voz? A la vez que la voz de Dios
recorrió trillones de millas del universo, ¿llegó gradualmente
a ser más y más débil hasta que se arrastró en la nada?
Pedro escribió, la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre (1 Pedro 1:23b).

~ 98 ~
Isaías escribió, no volverá a mí vacía, sino que hará lo
que yo quiero y será prosperada en aquello para la cual la
envié (Isaías 55:11b).
Job describe la voz de Dios como relámpagos, viaja a
la velocidad de la luz, hacia al norte, al sur, al este y al oeste,
aproximadamente a ciento ochenta y seis mil millas por
segundo.
Existen sistemas solares, galaxias y planetas que aún
están saliendo a la existencia en todas direcciones debido a
las palabras de la boca de Dios. El universo se expande 744
mil millas por segundo por el poder de la palabra hablada de
Dios.
Ningún telescopio diseñado por el hombre será capaz
de descubrir el final del universo, las palabras habladas por
Dios todavía son tan fuertes y rápidas hoy como lo fueron el
primer momento en que salieron. Son las palabras de Dios y
están vivas y son poderosos.
Me gusta mucho la descripción de la voz de Dios que
Job ha dado, Por eso también se estremece mi corazón
y salta de su sitio. Oíd atentamente el fragor de su voz,
el estruendo que sale de su boca. Por debajo de todos los
cielos lo dirige, y su luz alcanza los confines de la tierra.
Después de ella suena un bramido: truena él con voz
majestuosa. Se oye el trueno, y no lo detiene. Truena Dios
maravillosamente con su voz. Hace grandes cosas, que
nosotros no entendemos. (Job 37:1-5)
Jesús estaba parado ante de la tumba de Lázaro y
habló tres palabras, ¡Lázaro, ven fuera! Si Jesús no hubiera
llamado el nombre "Lázaro" toda tumba se hubiera vaciado.
Jesús dijo: "¡Lázaro, ven fuera!" y Lázaro lo hizo; había
poder de resurrección en lo que Jesús habló

~ 99 ~
No completamos grandes cosas por la cantidad de
palabras que hablamos sino que suceden cuando hablamos la
Palabra de Dios en la fe por el poder del Espíritu Santo.
Es mejor guardar silencio hasta que nuestra fe haya
crecido un lugar en el que con toda confianza podemos hablar
la palabra de Dios con respecto a la situación que
enfrentamos. Si queremos experimentar la autoridad y el
poder de esa palabra en nuestras vidas, no podemos hablar
palabras negativas de incredulidad. Debemos dejar de hablar
de nuestras dudas. Si nos vamos a sobreponer a Satanás y
caminar en victoria, podemos hacerlo sólo al hablar en fe.
La fe viene por leer, meditar y escuchar la Palabra de
Dios. Nuestra fe empieza a crecer al meditar y visualizar los
resultados grandes de la verdad de Dios en nuestra situación.
Cuando empezamos a hablar la palabra de Dios con audacia y
confianza es entonces que las proezas van a suceder.
Cuando los hijos de Israel llegaron a la tierra
prometida, el Señor abrió el río Jordán y lograron cruzar en
tierra seca. Sin embargo, justo después de que habían
experimentado aquel milagro tuvieron que enfrentar la ciudad
fortificada de Jericó. Esta ciudad custodiaba la entrada a la
tierra y tenía un ejército muy fuerte, las paredes eran altas y
anchas, y las enormes puertas estaban cerradas. El pueblo de
Dios se enfrentaba con su primera batalla en su nueva tierra.
Dios milagrosamente había separado el río Jordán,
pero en esta ocasión le dio instrucciones extrañas a Josué.
Josué debía formar una procesión de los siete sacerdotes que
iban a sonar los cuernos de carnero, seguidos por los
sacerdotes llevando el arca de la alianza con los hombres de
guerra marchando hasta atrás. Durante seis días iban a
marchar una vez alrededor de la ciudad y luego en el séptimo
día por siete veces.

~ 100 ~
Dios también dijo que en el séptimo día, después que
hubieran rodeado la ciudad siete veces, cuando el cuerno de
carnero dé un toque prolongado, tan pronto oigáis el sonido
de la bocina, todo el pueblo gritará con fuerza, y el muro de
la ciudad caerá. Entonces la asaltará el pueblo, cada uno
derecho hacia delante (Josué 6:5).
Dios dió otro comando fuerte y definitivo acerca de
aquella marcha que iba a durar por siete días. Vosotros no
gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra
boca hasta el día que yo os diga: “Gritad”. Entonces
gritaréis (Josué 6:10b)
Me pregunto lo que los sacerdotes y los soldados
pensaban mientras marchaban alrededor de la ciudad.
Cuarenta años antes los espías habían llevado un
reporte de la fuerza de aquella tierra y del tamaño de los
hombres. La tierra que recorrimos y exploramos es tierra
que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en
medio de ella es gente de gran estatura. También vimos allí
gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros
éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les
parecíamos a ellos (Números 13:32-33)
Los israelitas marcharon completamente alrededor de
los muros Durante seis días, quizá los estudiaron cuidadosa-
mente buscando un lugar débil. En cambio, vieron cuán altos
y fuertes eran por todos lados.
¿Te has preguntado por qué se les ordenó que no
hablaran? Probablemente, debido a que eran humanos como
tú y yo, habrían comenzado a debatir los malos reportes que
habían recibido sobre la fuerza de aquella tierra.
Quizá se preguntaban "Me pregunto qué tan altos eran
aquellos hombres realmente; ¿Somos para ellos realmente
como saltamontes?"

~ 101 ~
"¿Qué quisieron decir nuestros espías hace años,
cuando dijeron que esta tierra devora a sus habitantes?"
Tal vez habrían empezado a hablar de lo imposible
que sería tomar la ciudad. "¡Miren el tamaño de las paredes.
No tenemos nada que nos ayude a escalarlas! No he visto ni
una grieta por ningún lado."
"No estamos preparados para enfrentar un ejército de
este tamaño".
"Yo pensé que Dios dijo que iba a darnos esta tierra.
¿Por qué debemos luchar para poseerla?"
Pero no hubo ninguna conversación negativa porque
Dios les había ordenado que no gritaran, que no hicieran
ningún ruido y no dijeran palabra alguna. Por siete largos días,
el único sonido que se oiría era la marcha de miles de pies en
la arena y las trompetas de los siete sacerdotes dando
alabanza a Dios.
Por último, en la séptima vuelta alrededor de la ciudad
en el séptimo día, Josué gritó, Griten; porque el Señor os ha
dado la ciudad.
Tú ya sabes al final de la historia. Con aquel tremendo
grito las paredes se cayeron y la ciudad fue derrotada.
Parece ser tan fácil cuando leemos acerca de un
milagro. Pero, ¿te has preguntado lo que los hijos de Israel
podrían haber estado pensando durante los siete días que
esperaban para que Dios trabajara?
¿Tiene sentido alguna de estas instrucciones? ¿Por
seis días nada parecía cambiar? ¿Comenzaron las paredes a
desmoronarse?
En el séptimo día, cuando comenzaron a marchar
temprano en la mañana para poder marchar alrededor de la
gran ciudad siete veces, ¿había algo diferente al primer día?

~ 102 ~
En la tarde, cuando habían marchado seis veces
alrededor de las paredes y sus pies les ardían y sus cuerpos
estaban cansados, ¿había algo diferente?
¿Iban a funcionar las instrucciones de Dios?
Debe haber parecido que habían tratado la forma de
Dios por un largo tiempo. Hubiera sido fácil dudar y quejarse.
Sin embargo, la sincronización de Dios era perfecta y la
obediencia a Su Palabra trajo victoria.
La batalla había sido ganada en el espíritu y no en la
carne a través de la obediencia a Dios. El curso obvio de
acción habría sido utilizar sus armas naturales. Sin embargo,
Dios deseaba que su pueblo supiera quien era el verdadero
enemigo, Dios quería que ellos reconocieran donde realmente
estaba ocurriendo la guerra. Dios deseaba que su pueblo
aprendiera a usar las armas espirituales para derribar las
fortalezas del enemigo.
Pablo escribió acerca de esto: aunque andamos en la
carne, no militamos según la carne, 4 porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para
la destrucción de fortalezas, (2 Corintios 10:3,4).
Isaías escribió, “Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos»,
dice Jehová. «Como son más altos los cielos que la tierra, así
son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis
pensamientos, más que vuestros pensamientos. »Porque como
desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,
sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da
semilla al que siembra y pan al que come, así será mi
palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo
cual la envié (Isaías 55:8-11).

~ 103 ~
No necesitamos entender los pensamientos de Dios,
no somos capaces de conocerlos. Nuestra parte es creer que
cuando se habla Su Palabra no regresará a Él vacía sino que
cumplirá lo que le place a Dios. La Palabra prosperará en lo
que se le fue enviado a hacer.
Enviamos la Palabra hablando, y cuando hablamos la
palabra de Dios no puede volver vacía. Debe lograr las cosas
que fue enviada para llevar a cabo. Las situaciones, las
tentaciones y las pruebas en nuestras vidas cambiarán al
dirigirnos a ellas con la Palabra de Dios.
Cuando Satanás intenta robarnos de nuestras finanzas,
no debemos hablar como en el pasado acerca de lo malo de la
economía y que no podemos pagar nuestras facturas. Al
contrario, hablamos la palabra de Dios. Mi Dios suplirá todas
[mis] necesidades según sus riquezas en gloria por Cristo
Jesús.
Cuando la enfermedad y dolencias vienen contra
nosotros, hablamos lo que dice Su Palabra. Yo soy el Señor tu
Dios que te sana. Por mis llagas has sido sanado. Quitaré la
enfermedad y dolencias de en medio de ti.
Ya no vamos a hablar sobre las diversas enfermedades
y sobre lo terrible que nos sentimos sino que en cambio
hablaremos la palabra de Dios.
Salomón escribió, Hay hombres cuyas palabras son
como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es
medicina (Proverbios 12:18). Cuando hablamos palabras de
salud, esas palabras sueltan salud en nuestros cuerpos y en los
que nos rodean.
Salomón también escribió: la muerte y la vida están
en el poder de la lengua, y aquellos que la aman comerán su
fruto (Proverbios 18:21). Cuando hablamos palabras de
enfermedad y muerte, éstas liberan el poder de la enfermedad

~ 104 ~
y la muerte en nuestras vidas. Cuando hablamos palabras de
vida de la palabra de Dios, tenemos el poder de esa vida.
Moriremos o viviremos de acuerdo cuando elegimos o no
hablar la Palabra escrita de Dios.
Pablo escribió, Pero de la justicia que es por la fe,
dice así,
Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos:
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees
en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás
salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con
la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:6a,8,10).
Cuando meditamos en la Palabra la recibimos en
nuestros corazones. Sin embargo, el poder de la Palabra no se
libera hasta que empezamos a decirla.
David sabía que los ángeles se movían en acción por
medio de él cuando comenzaba a hablar la Palabra de Dios
cuando escribió, ¡Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra obedeciendo
a la voz de su precepto! (Salmos 103:20). Luego él escribió,
Dios envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina
(Salmos 107:20)
Dios nos creó a Su imagen para ser igual a Sí mismo.
Dios es un creador y crea al hablar. Nosotros también somos
creadores y creamos al hablar palabras de nuestra boca.
Creamos el mal al hablar duda e incredulidad, o creamos algo
bueno hablando la Palabra de Dios en fe. Al hacerlo tenemos
los mismos resultados de gran alcance como si Dios el
Creador estuviera diciendo lo mismo.
Cuando absorbes la Palabra de Dios en tu espíritu y
sales y hablas de tu boca con fe y por el poder del Espíritu
Santo, vas a dominar reinos como Josué y los hijos de Israel

~ 105 ~
lo hicieron, vas a derribar a los gobernantes de la oscuridad
sobre las ciudades de este mundo y sobre Naciones, vas a
restaurar el Reino de Dios donde quiera que vayas.
Vas a sostener tu cabeza en alto y vas a salir con
valentía, porque cuando vayas, la Palabra de Dios estará
contigo como una espada doble filo saliendo de tu boca y
dominarás. La espada echará abajo fortalezas, traerá a nada
las obras del diablo y demostrará su derrota.

~ 106 ~
Capitulo Nueve
Solamente Habla la Palabra
Grandes multitudes se habían reunido en una hermosa
colina en el borde norte del mar de Galilea para oír las ense-
ñanzas de Jesús. La gente había oído hablar de los milagros
que Jesús había hecho pero estaban aún más maravillados
cuando le oyeron enseñar. Él no hablaba como líderes religio-
sos sino al contrario, Jesús enseñaba con autoridad y poder.
Durante años, la gente había escuchado un mensaje de
culpabilidad y condenación. Se mantuvieron en cautiverio por
aquello que se había convertido en una religión vacía pero
ahora había venido Jesús y sus palabras eran de vida y
esperanza. Él decía que Dios el Padre, les amaba; les enseñó
cómo podrían ser bendecidos. Jesús les habló de buenas
noticias: podrían ser libres de la esclavitud, el tormento y la
opresión del diablo.
Un centurión había sido colocado en Galilea con su
regimiento para mantener la paz en esa zona. Aunque él era
un poderoso líder militar romano, era sensible hacia las cosas
de Dios y amaba la nación de Israel. También leemos en el
séptimo capítulo de Lucas había construido la sinagoga en
Capernaum.
Este centurión Romano era responsable ante su
gobierno por todo lo que sucediera en Galilea y cuando se
enteró de aquella gran reunión debe haber enviado algunos de
sus soldados para descubrir lo que estaba sucediendo. El
informe que Jesús enseñaba con autoridad puede haberle
alarmado al principio, pero cuando escuchó el mensaje de
Jesús de amor, esperanza y bendición, quizá puso a un lado su

~ 107 ~
preocupación. Los informes comenzaron a llegarle respecto a
las curaciones que Jesús hacía.
Este centurión tenía un siervo que estaba paralizado y
estaba siendo atormentado por demonios hasta la muerte y
cuando escuchó acerca de los milagros que hizo Jesús,
comenzó a preguntarse si podría sanar a su siervo. Entonces
le llegaron noticias de que Jesús venía hacia Capernaúm, y el
centurión envió a los ancianos de la ciudad para pedirle que
viniese y sanase a su siervo. Jesús comenzó a dirigirse hacia
la casa del centurión.
Aunque el centurión era respetado por el pueblo judío
en Capernaúm sabía que muchos líderes religiosos considera-
ban a los romanos como perros indignos. Jesús no lo conocía
a él y su casa era considerada "impura" por los judíos. ¿Por
qué iría Jesús a su casa?
De repente la respuesta llegó, él sabía cómo su criado
iba a ser sanado e iría a buscar a Jesús. Cuando llegó a Jesús
dijo, “Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico,
gravemente atormentado.”
Jesús le dijo: —Yo iré y lo sanaré.
Respondió el centurión y dijo: —Señor, no soy digno
de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi
criado sanará,
Pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo
soldados bajo mis órdenes, y digo a éste: “Ve”, y va; y al
otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo
seguían: —De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado
tanta fe.
Entonces Jesús dijo al centurión: —Vete, y como
creíste te sea hecho. Y su criado quedó sano en aquella
misma hora (Mateo 8:6-10,13).

~ 108 ~
Este centurión, un hombre militar, entendía la
autoridad. Él estaba bajo autoridad y también tenía soldados
bajo su autoridad. Aun cuando obedecía órdenes de Roma,
controlaba a los hombres bajo su mando por las órdenes que
le daban. Debido a que entendía la autoridad en el Reino
natural, pudo entender la autoridad en el reino espiritual.
Porque entendía la autoridad espiritual, podría decir, Sólo dí
la palabra y mi siervo será sanado (RV).
Hablando la palabra de Dios podemos liberar palabras
de sanidad y de liberación. Podemos hablar palabras de
bendición, prosperidad y paz en relaciones familiares.
La fe de este soldado romano animó a que Jesús dijera,
¡no he encontrado tanta fe, ni aún en Israel!
Observa que el centurión dijo, Sólo dí la palabra. Con
qué frecuencia después de hablar la palabra de Dios, la gente
continúa hablando del problema. Muy a menudo dicen, "Yo
sé que Dios puede sanar, pero muchas personas están
muriendo de esta enfermedad hoy en día".
"Yo sé que Dios quiere que yo prospere, pero la
economía está tan mala, es muy difícil de salir adelante en
estos días".
"Yo sé que Dios quiere que yo viva en paz, pero mi
marido (o esposa) solo quiere discutir todo el tiempo".
"Yo sé que Dios quiere bendecir mi negocio, pero la
competencia hace que sea imposible que siga creciendo".
Si vamos a caminar en autoridad y entenderlo,
debemos aprender a hablar sólo la Palabra como lo hizo el
centurión. Ya no debemos hablar del problema sino continua-
mente declarar la palabra de Dios.
Como con el centurión, aquellos que andan en la
verdadera autoridad son personas que tienen amor y compa-
sión por los demás, han aprendido a dar y bendecir a otros.

~ 109 ~
Aquellos que realmente entienden la autoridad no son
orgullosos ni arrogantes. En cambio, son humildes y conside-
ran las necesidades de los demás sobre sí mismos, también
entienden autoridad porque están bajo autoridad.
Sólo podemos entender y vivir en autoridad cuando
aceptamos la autoridad y el señorío de Dios sobre cada área
de nuestras vidas. Nosotros como Jesús, amaremos a la gente,
pero odiaremos al diablo y sus poderes demoníacos.
Humildemente pero con confianza, nos daremos cuenta que
lo que trae la victoria no es nuestras palabras sino la autoridad
de hablar las palabras de Dios.
Jesús venció a Satanás en el desierto al principio de su
ministerio diciendo, escrito está. En cada tentación, Jesús
respondió con la palabra de Dios y Satanás fue vencido por la
Palabra en el testimonio de Jesús.
Jesús echó fuera demonios y sanó a los enfermos a
través de la palabra. Mateo escribió, Al caer la noche le
llevaron muchos endemoniados, y con la palabra echó fuera
a los demonios y sanó a todos los enfermos (Mateo 8:16)
En Lucas leemos, y se admiraban de su doctrina,
porque su palabra tenía autoridad. Cuando Jesús enseñaba
lo hacía con autoridad y poder.
Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un
espíritu de demonio impuro, el cual exclamó a gran voz,
diciendo:
—¡Déjanos! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús
nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo sé quién eres:
el Santo de Dios.
Jesús lo reprendió, diciendo: — ¡Cállate y sal de él!
Entonces el demonio, derribándolo en medio de ellos,
salió de él sin hacerle daño alguno.

~ 110 ~
Todos estaban maravillados, y se decían unos a otros:
¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y poder manda a los
espíritus impuros, y salen? (Lucas 4:32-36)
La palabra que Jesús enseñó había asombrado y
sorprendido a aquellos que lo escuchaban porque era con
autoridad y poder. Incluso los espíritus demoníacos tenían
que obedecer.
Un día, cuando Jesús estaba a orillas del mar de
Galilea, reunió a una gran multitud y entrando en un barco
comenzó a enseñar la parábola del sembrador y la semilla.
Marcos capítulo cuatro nos da este relato de la parábola del
sembrador.
He aquí que el sembrador fue a sembrar.
Y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al
camino, y vinieron las aves del cielo y se la comieron.
Jesús pasó a describir que la semilla que cayó en
terreno pedregoso, la que cayó entre espinos, y que cayó en
buena tierra, dieron fruto, surgió e incrementó. Cuando Jesús
estaba explicando la parábola a sus discípulos, les dijo que el
sembrador siembra la palabra. La semilla de la que Jesús
estaba hablando era la Palabra de Dios.
Él continuó diciendo, Los de junto al camino son
aquellos en quienes se siembra la palabra, pero después que
la oyen viene Satanás y quita la palabra que se sembró en sus
corazones.
Las aves de los cielos es una ilustración de cómo
Satanás viene inmediatamente a robar la Palabra de Dios
después que se ha sembrado en los corazones. Satanás quiere
robar a los creyentes de muchas cosas, pero su objetivo
principal es robar la semilla de la palabra porque conoce el
poder que hay en la palabra.

~ 111 ~
Jesús continuó, De igual modo, los que fueron
sembrados en pedregales son los que, al oír la palabra, al
momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí y no
se mantienen firmes; por eso, cuando viene la tribulación o la
persecución por causa de la palabra, tropiezan.
¿Han escuchado alguna vez la expresión "después de
la subida viene la bajada"? Durante años pensábamos que era
cierto porque parecía que después de una gran conferencia
donde aprendíamos nuevas cosas del Señor, nos llegaba un
tiempo horrible en los próximos días o incluso semanas.
No entendíamos lo que estaba sucediendo en el
mundo espiritual para poder contrarrestarlo. Pensábamos que
la vida en el espíritu estaba formada por montañas y valles,
que sumisamente debíamos aceptar las tribulaciones y las
persecuciones como algo con que Dios trataba nuestras vidas
porque Él quería que aprendiéramos algo.
Finalmente nos dimos cuenta de lo que Jesús quiere
decir en esta parábola. Jesús dijo que después que la Palabra
es sembrada, Satanás vendría a robarla. La palabra puede
sembrarse en una buena conferencia, seminario, sermón, clase,
o en nuestro estudio bíblico personal. Luego, cuando lleguen
las tribulaciones y persecuciones, no deberíamos tropezar ni
"ofendernos.
El objetivo principal de Satanás es robar la Palabra
que se siembra antes de que tenga tiempo para echar raíces.
Los "valles" que debíamos aceptar como de Dios eran
las tribulaciones y persecuciones que llegaran "por amor a la
Palabra." Era Satanás quien estaba trayendo adversidades
contra nosotros como una estrategia para robarnos.
Hace aproximadamente dos mil años, Jesús les
advirtió a los discípulos respecto a esto. Él sabía que Satanás
vendría a robar la palabra e inmediatamente algunos se

~ 112 ~
ofenderían y entonces Satanás podría robar la semilla de la
palabra.
La estrategia de Satanás para robarnos de una verdad
revelada recientemente sigue siendo traer aflicción y
persecución "por la palabra." ¿Que sucedió inmediatamente
después de que Jesús enseñó a sus discípulos la parábola del
sembrador y las semillas en el cuarto capítulo de Marcos?
Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: “Pasemos
al otro lado.”
Una vez despedida la multitud, se lo llevaron tal como
estaba en la barca. También había otras barcas.
Pero se levantó una gran tempestad de viento que
echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo
despertaron y le dijeron: “¡Maestro!, ¿no tienes cuidado que
perecemos?”
Él, levantándose, reprendió al viento y dijo al mar:
“¡Calla, enmudece!” Entonces cesó el viento y sobrevino
una gran calma.
Y les dijo: “¿Por qué estáis así amedrentados?
¿Cómo no tenéis fe?”
Entonces sintieron un gran temor, y se decían el uno
al otro: “¿Quién es éste, que aun el viento y el mar lo
obedecen?”
Jesús había estado enseñando todo el día, Él había
sido sembrar la semilla de la Palabra, y como les había dicho
en la parábola, Satanás había venido inmediatamente para
robar la palabra. La tribulación y la persecución llegaron en la
forma de una gran tormenta con viento y las olas pegándole al
barco.
Esto fue una oportunidad para que los discípulos
actuaran sobre lo que Jesús les había estado enseñando, pero

~ 113 ~
al contrario, tropezaron y se ofendieron. Ellos ansiosamente
despertaron Jesús y temerosamente le dijeron, Maestro, ¿No
te preocupa que estemos pereciendo? Se habían ofendido tal
como Jesús les había advertido que no lo hicieran.
Cuando Jesús despertó no se unió a los discípulos en
su desesperada lucha por rescatar la nave, no tomó un remo
para ayudar a mantener la proa contra el viento. Jesús se puso
de pie en el barco siendo sacudido, en medio de la tormenta y
comenzó a hablar. Él comenzó a hablarle al viento y al mar,
le habló palabras de su boca y dijo: Paz, calma. El viento
cesó y allí hubo una gran calma.
En la quietud después de esa gran turbulencia, Jesús
se dirigió a los discípulos y les preguntó, ¿Por qué son tan
miedosos? ¿Cómo es que no tienen fe?
No debería ser ninguna sorpresa para nosotros que
cada vez que Dios nos revela una nueva verdad de su palabra
lleguen pruebas en la misma área. Inmediatamente tenemos la
oportunidad de probar esta verdad y hacerla realidad en
nuestras vidas o a llegar a ofendernos.
La prueba vino contra mi cuerpo cuando Dios me
reveló la verdad de cómo podía caminar en salud divina. Yo
nunca antes había experimentado tantos síntomas, yo me
ponía de pié, doblado del dolor y Satanás me susurraba,
"Cáncer." Un miedo terrible intentaba entrar en mi mente. Yo
podría ponerme de pie o correr al doctor en miedo; pero
entonces yo me mantuve de pie y comenzaba a recitar las
Escrituras y después de un período de tiempo las aflicciones
me dejaron.
Cuando descubrí la verdad de cómo todas las
bendiciones de Abraham ahora me pertenecían y cómo debía
caminar en prosperidad y provisión divinas, inmediatamente
hubo tormentas que vinieron contra mis finanzas. Perdí mi

~ 114 ~
trabajo, pasé tres meses sin trabajo y entonces tomé un
trabajo con la mitad lo que ganaba antes. Fue durante este
tiempo que Dios nos movió a la casa grande en Anaheim
Hills, vinieron las pruebas y las persecuciones pero Dios nos
dio su provisión y prosperidad.
En cada área de nuestras vidas, cuando la verdad de la
palabra de Dios era sembrada en nuestros corazones y se
revelaba como respuesta a nuestras necesidades, encontrába-
mos a Satanás trayendo tormentas en un intento de hacernos
resentidos y dejar de creer la palabra de Dios.
Santiago lo puso de esta manera, Hermanos míos,
gozaos profundamente cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para
que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
(Santiago 1:2-4).
Tal vez sería fácil decir, "Traté la Palabra de Dios, yo
la creí. Simplemente no funcionó para mí."
A menudo cuando estamos afuera en el mar de la vida,
las tormentas que nos llegan son tan grandes que parece que
estamos a punto de hundirnos, entonces sería fácil decir como
lo hicieron los discípulos "Maestro ¿no te importa que
estamos muriendo?"
Exclamamos: "Señor, tú prometiste en tu palabra que
satisfarías todas nuestras necesidades según tus riquezas en
gloria en Cristo Jesús, pero estoy enfermo, no puedo pagar
mis facturas. ¿No te importa?"
El momento en que nos ofendemos, Satanás es capaz
de robar la semilla de nuestros corazones. Ya sea que
perdamos la Palabra de Dios o nos ponemos firmes en las
tormentas de la vida y comenzamos a demostrar Su Palabra
para que la semilla pueda madurar y llevar fruto.

~ 115 ~
A las tormentas de la enfermedad debemos hablarle la
Palabra de Dios respecto a sanidad. A las tormentas de las
finanzas debemos hablar provisión y bendición. A las
tormentas de la opresión, debemos hablar palabras de
liberación. A las tormentas de la duda, debemos hablar
palabras de fe.
Juan escribió, Os escribo a vosotros, padres,
porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a
vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.
Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al
Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis
conocido al que es desde el principio. Os he escrito a
vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios
permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno (1 Juan
2:13,14).
A los jóvenes que Juan escribió eran hombres que
habían vencido al maligno, no eran perdedores; ellos fueron
ganadores. Fueron vencedores y Juan escribió la razón de su
éxito: fue porque la palabra de Dios "permaneció" en ellos.
Ellos no se ofendieron cuando Satanás llegó inmedia-
tamente a robar la semilla de la palabra. Hablaron la palabra
de Dios, Su palabra había quedado en ellos y superaron el
maligno.
La casa de mis padres está rodeada de enormes robles
imponentes, sus gigantescas ramas y el follaje proporcionan
sombra densa para la casa y el patio. Estos Robles no siempre
eran los árboles gigantes que son ahora. Yo me crié en esa
casa y recuerdo cuando eran árboles pequeños. Antes de ese
tiempo, cada árbol había comenzado como una pequeña
semilla, una bellota, tirada en el suelo. Estoy seguro de que
hubo un tiempo cuando alguien miraba la tierra y pudo haber
dicho, "no hay ninguna encina". Sin embargo, la semilla

~ 116 ~
seguía en el suelo y llegó la lluvia y el sol y las semillas
comenzaron a germinar y crecer.
A través de los años, los robles han pasado por
muchas temporadas: Las lluvias de primavera, el calor del
verano, los vientos de otoño y los inviernos largos y fríos que
han contribuido al crecimiento de los árboles. Con los años,
han sobrevivido, aún cuando ha habido huracanes que han
barrido por la zona. Estas tormentas han hecho que las raíces
de los árboles vayan más profundas en el suelo. Hoy están de
pié, gigantes vencedores de las tormentas de la vida.
Así es cuando hablamos la palabra de Dios. A veces
no vemos señales inmediatas de vida o cambios en nuestra
situación, sabemos que las tormentas se ven como los intentos
de Satanás queriendo robar la palabra de nuestros corazones.
Sin embargo, cuando permitimos que la semilla permanezca y
crezca en un ambiente de fe, nuestras raíces descienden más
profundo en el suelo del amor de Dios.
David escribió acerca de un árbol en el primer salmo,
describiendo a una persona que se deleita en la palabra de
Dios. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que
hace prosperará (Salmos 1:3)
Si nuestras vidas van a ser como un árbol y dar fruto
con hojas que no se marchitan, debemos permitir que las
verdades de Dios permanezcan en nuestros corazones.
Debemos determinar que no vamos a permitir que Satanás
robe la semilla de la palabra de nuestras vidas, que a pesar de
las tormentas de la adversidad, vamos a seguir meditando en
las escrituras día y noche y hablar esas palabras.
El escritor de Hebreos declara, La palabra de Dios es
viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos:
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los

~ 117 ~
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón (Hebreos 4:12).
¡La palabra de Dios es viva y es poderosa! No
deberíamos ser intimidados por el poder del diablo, tenemos
el poder de la Palabra viva de Dios y el poder que suelta
cuando la hablamos.
Muchas veces después de haber recibido, hablado y
meditado en la palabra con respecto a situaciones en nuestra
vida, miramos a nuestro alrededor y vemos las pruebas pero
no vemos ningún cambio.
Entonces Satanás trae pensamientos a nuestra mente
tales como "No funcionó. Nada ha sucedido." "Necesitas un
abogado para defenderte” o "Vas a necesitar cirugía". A
través de la economía actual él puede decir, "vas a ser forzado
a declarar bancarrota." Tú podrías escuchar "Vas a pasar por
el divorcio y tu matrimonio va a terminar".
Nosotros podríamos ser tentados a responder, "Traté
de creer la palabra de Dios, he intentado creer y hablar de Sus
promesas pero nada ha sucedido".
Eso no es la verdad. El escritor del libro de Hebreos
nos dice que la palabra de Dios es viva y poderosa - la
Palabra de Dios es la verdad. Si a pesar de las tormentas de la
vida seguimos creyendo, meditando y hablando la palabra de
Dios en el poder del Espíritu Santo, entonces vamos a ver la
palabra de Dios saliendo a calmar la tormenta.
Marcos escribió acerca de un incidente con una
higuera. Al considerar este evento podemos aprender mucho
acerca de la autoridad de hablar la palabra de Dios (Marcos
11:12-14.20-23).
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo
hambre. Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a

~ 118 ~
ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella,
nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
Entonces Jesús dijo a la higuera: “¡Nunca jamás
coma nadie fruto de ti!” Y lo oyeron sus discípulos.
Los discípulos oyeron a Jesús hablándole a una
higuera con autoridad, tal y como la tuvo en el mar de Galilea
cuando estaba en el barco. Jesús le habló a la higuera y luego
siguieron su camino, ahora en la mañana, al pasar, vieron
que la higuera se había secado desde las raíces.
Todo cambió en un instante cuando Jesús le habló a la
tormenta, lo hizo con la higuera pero en este caso los
discípulos no vieron ningún cambio hasta el día siguiente. Si
algunos de nosotros hubiéramos hecho eso, quizá al ver la
higuera miraríamos las hojas aún verdes y hubiéramos dicho,
"Bueno, creo que no funcionó".
Jesús no esperó ver un cambio, Él le habló a la
higuera y sabía lo que iba a suceder. No podemos medir el
éxito de la palabra de Dios por lo que vemos en lo natural.
Cuando oramos por alguien y maldecimos el cáncer, habla-
mos la Palabra de Dios en la fe. La palabra ha logrado hacer
lo que fue enviada a hacer y el cuerpo humano debe comen-
zar a ajustarse a la Palabra que fue enviada al cuerpo.
Entonces Jesús respondió y les dijo, "Tener fe en
Dios." Debemos tener fe de hablar la Palabra, incluso si no
hay algún cambio, debemos continuar creyendo y después
podríamos regresar para ver los resultados. Debemos tener la
fe que continúe creyendo hasta que la Palabra se manifieste.
Jesús continuó, De cierto os digo que cualquiera que
diga a este monte: “Quítate y arrójate en el mar”, y no duda
en su corazón, sino que cree que será hecho lo que dice, lo
que diga le será hecho. La palabra clave es "decir" porque
no basta sólo con creerlo en nuestro corazón sino ¡Hay que

~ 119 ~
decirlo! Debemos ser como Jesús con la espada de doble filo
que salía de su boca.
Jesús le habló al mar, le habló a la higuera e instruyó a
sus discípulos que le hablaran a la montaña!
En nuestra vida, tenemos montañas de circunstancias,
problemas y situaciones. ¿Qué nos diría Jesús que les dijéra-
mos a estas montañas?
Debemos hablar la palabra de Dios para que pueda
salir como una espada de dos filos de nuestra boca: Quítate y
arrójate en el mar
Debemos tener la clase de fe que viene por el oír la
Palabra de Dios. El apóstol Pablo escribió, así entonces fe
viene por el oír y el oír por la palabra de Dios (Romanos
10:17).
La palabra griega original traducida "palabra" en este
verso no es la palabra general "Logos" sino es "rhema" que
significa "palabra" que Dios nos ha hablado por su Espíritu
Santo. Es su promesa para nosotros personalmente con
respecto a la situación en que nos encontremos.
Es importante que antes de comenzar a "confesar" la
palabra general "Logos" de Dios tomemos tiempo para
escuchar a Dios y oír el "rhema" específico dirigida a a
nuestra situación personal. Este es el "rhema" que dará a
conocer nuestra fe.
Muchos cristianos han sido heridos en su fe porque
han tratado de "confesar" una escritura para satisfacer sus
propios deseos sin tomar el tiempo necesario para escuchar
primero a Dios y recibir Su palabra en respuesta a su
necesidad.
Es importante tomar tiempo para leer, estudiar y
meditar respecto a lo que el "Logos" general promete con
respecto a nuestra necesidad. Entonces, debemos escuchar al

~ 120 ~
Espíritu Santo y pedirle que nos dé su "palabra" personal para
nuestra necesidad. A la vez que hacemos esto, Dios suelta un
“rhema” específico a nuestro ser y en ese momento la fe
viene a la existencia.
Entonces vamos a decir, "¡Sí! Esto es la promesa de
Dios para mí!" Luego vamos a empezar a hablar o "declarar"
la palabra a través de la fe que ha llegado viva a nuestros
espíritus.
Debemos tener la clase de fe que no cree la palabra
sino que también habla la palabra. La fe que nace en notros
grita: "¡No, diablo! Ninguna plaga vendrá cerca de nuestra
casa. Estos síntomas deben irse de mí."
¿Qué diremos cuando Satanás ataque nuestras finan-
zas? Diremos "Nuestro Dios suplirá todas nuestras necesida-
des, no según la medida de nuestras necesidades, conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús".
El diablo dice, "Vas a fracasar, eres un fracasado."
Nuestra respuesta debe ser, "Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece"; o "Soy más que vencedor por medio de
aquel que me amó y se entregó por mí".
Recuerda que Jesús le habló a la higuera y todo
parecía igual. Debemos hablar la palabra de Dios en la fe que
nos llevó y siendo fortalecidos por el Espíritu Santo y
entonces inmediata o progresivamente tendremos lo que
decimos.
Isaías aclaró que cuando continuamos creyendo y
hablando lo que Dios ha hablado a través de Su Palabra, lo
lograremos ver sin falta que la palabra se ha efectuado en
nuestras vidas. Él escribió, Porque como desciende de los
cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la
tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que
siembra y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de

~ 121 ~
mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo
quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié.
(Isaías 55:10-11)
Lo enviamos al hablar la palabra que Dios nos ha
revelado, esa Palabra no puede fallar o volver vacía sino que
siempre prosperará a la vez que logra su propósito en nuestras
vidas.

~ 122 ~
Capítulo Diez
El Nombre Sobre Todo Nombre
"¡Voy a matarte!" gritó el ladrón a la vez que dirigía
su arma hacia Johnny Rutledge.
Era una noche de verano y Johnny se había detenido
en un semáforo en camino a casa, dos jóvenes llegaron
corriendo al coche. Uno utilizaba una muleta y rápidamente
abrió la puerta y se subió al coche, murmurando respecto a
tener un dolor horrible. Ellos ya estaban en el coche cuando le
pidieron a Johnny que los llevara a su casa a pocas cuadras y
la carretera principal y ¡Johnny supo que estaba en una
situación delicada!
Cuando él detuvo el coche los dos hombres saltaron.
De repente uno de ellos volteó hacia Johnny éste estaba frente
al cañón de un revólver. "¡Sálgase del coche!" le gritó el
hombre y le estaba exigiendo su dinero y cuando descubrie-
ron que sólo había unos cuantos dólares, los ojos del pistolero
brillaban y gruñó diciendo "¡Eso no es suficiente! ¡Por esa
pequeña cantidad voy a matarte!"
Johnny aún estaba mirando la pistola cuando oyó las
palabras: "Ahora vas a morir" Rápidamente el otro hombre se
puso a un lado fuera del camino.
De repente Johnny comenzó a decir "¡En el nombre de
Jesús, no puedes dispararme!" La confianza se apoderó de
éste porque estas las palabras venían con mayor osadía y
autoridad así que empezó a repetir "¡En el nombre de Jesús!
¡En nombre de Jesús! ¡En nombre de Jesús!"
"¡Espera un minuto! ¡Déjame que lo revise y te lo
‘tuenas’!” dijo el segundo ladrón revisándole los bolsillos a
Johnny y encontrando monedas, un cuchillo y el reloj.
~ 123 ~
“¡Hazte a un lado para que le dispare!” gritaba en
hombre con el revólver.
“No, no. Espera, revisemos su carro.”
Johnny continuó repitiendo "¡En nombre de Jesús, no
me puedes disparar!"
Luego, viendo dentro del carro, el hombre encontró la
Biblia de Johnny y saltó hacia atrás alterado: "¡Oye! ¡Este
tipo es real, es un hombre de Jesús! No podemos dispararle a
un hombre Jesús".
Cuando el pistolero le dijo que agarrara el auto y se
fuera Johnny aún repetía, "En el nombre de Jesús".
Johnny se alejó de donde fácilmente podría haber sido
el sitio de su muerte y estaba completamente ileso. Luego
presentó un informe policíaco y los hombres pronto fueron
puestos bajo custodia, la policía había llevado a Johnny a
unas pocas casas de donde estaban. La intención de aquellos
ladrones era evidente: que Johnny nunca se iría vivo de allí.
¿Qué poder fue soltado cuando Johnny dijo "En
nombre de Jesús?" ¿Cómo fue que el hecho de haber dicho
estas simples palabras convirtiera una tragedia en triunfo?
En primer lugar, debemos entender que nuestros
enemigos espirituales temen el nombre de Jesús. Moisés dijo,
Entonces verán todos los pueblos de la tierra que el nombre
de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán (Deuteronomio
28:10)
Luego debemos darnos cuenta de que llamar al
nombre "Jesús" trae salvación. Pablo escribió, ya que todo
aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo (Romanos
10:13). Johnny llamó el nombre del Señor Jesús y fue salvado
de la muerte.
Cuando una persona clama el nombre del Señor la
Biblia dice que "será guardado," no dice "podría ser". En

~ 124 ~
primer lugar él es salvo del pecado, luego puede guardarse
del peligro, de enfermedad, de la opresión y de la pobreza. Al
invocar el nombre del Señor él puede guardarse de los planes
de Satanás de matar, robar y destruir.
¿Cuál es el nombre del Señor? ¿Qué nombre debemos
usar?
El ángel del Señor apareció a María y le dijo, tú
concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y llamarás su
nombre Jesús (Lucas 1:31). El nombre "Jesús" significa
"Salvador", o "Dios sálvanos." Cuando en fe decimos "Jesús"
lo estamos reconociendo como Aquel que nos puede salvar.,
hemos pronunciado una oración que libera el poder de Dios.
Ya hemos dicho, "Dios sálvanos!"
Después que Pedro sanó al hombre cojo se le preguntó,
¿Con qué potestad o en qué nombre habéis hecho vosotros
esto?
Pedro respondió, sea notorio a todos vosotros y a todo
el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret,
a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los
muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Y después continuó, Y en ningún otro hay salvación,
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos (Hechos 4:7,10,12).
Pablo estuvo de acuerdo cuando escribió, Por eso
Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un
nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en
la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses
2:9-11).
La iglesia perdió gran parte de su autoridad cuando
dejó de usar el nombre de Jesús. Algunos líderes religiosos

~ 125 ~
comenzaron a pensar que sería más aceptable y menos ofen-
sivo para el mundo si decíamos Jesús, "El Maestro, el Profeta,
el Profesor," o "El hombre de arriba".
Por más de cuarenta años mi madre enseñó una
pequeña escuela dominical de niños de una iglesia no
denominacional donde éramos miembros. Un día, el pastor y
el Superintendente llegaron y le dijeron "no uses el nombre
de Jesús cuando enseñas a los niños porque les confundirás
sus mentes. Sólo habla de Dios y del amor. No utilices nunca
el nombre de Jesús."
Hace años cuando Joyce y yo estábamos ministrando
en las islas Filipinas, asistimos a la primera conferencia
ecuménica asiática. Había sido formada por el Presidente
Marcos e incluía líderes máximos de las religiones del este de
Asia y "los mejores líderes cristianos" de Filipinas. La
reunión estaba siendo televisada en Asia y solamente Joyce y
yo éramos los únicos americanos.
Habíamos llegado a este encuentro con un conocido
evangelista Filipino que estaba asistiendo a la Conferencia
con la esperanza de renovar una amistad con el hombre que
ahora era Secretario Ejecutivo de Presidente Marcos.
También era Secretario de Servicio Civil y el hombre
más poderoso en Filipinas junto con el Presidente. Mi amigo
lo había conocido por varios años antes y estábamos orando
que Dios nos daría una abertura para que el evangelista
pudiera hablar con él.
Cuando estacionamos el jeep en la ciudad donde se
celebraba la reunión, fuimos honrados como americanos y
fuimos invitados a casa del alcalde para ir a comer juntos.
Entramos en su casa, vimos a un hombre sentado solo en la
mesa y era el Secretario Ejecutivo. Cuando se volvió para ver

~ 126 ~
quien había venido reconoció inmediatamente al evangelista
y a los americanos y nos invitó a sentarnos con él.
Después de que él y el evangelista habían intercam-
biado saludos se volvió a Joyce y yo y nos empezó a hablar
acerca de Jesús, le dijimos del amor que teníamos para la
gente de las Filipinas. Le contamos acerca de las reuniones
donde cientos habían recibido a Jesús como su Salvador.
Describimos los milagros que habían sucedido la noche ante-
rior, estábamos entusiasmados con un Jesús que todavía
estaba vivo y haciendo las mismas obras hoy como lo hizo
hacía dos mil años. Sabíamos que Jesús seguía siendo la
respuesta a cada necesidad en la vida de la gente de las
Filipinas.
Obviamente se sintió conmovido y comenzó a com-
partir con nosotros cómo años antes había enseñado escuela
dominical en su iglesia. Nos dijo que al mismo tiempo la
iglesia había sido una parte importante de su vida, pero más
tarde su interés había disminuido cuando se involucró en
otras cosas diciéndonos: "Sentí que había aprendido todo lo
que tenían que enseñarme".
Cuando nos pusimos de pié para irnos de la mesa
hacia la conferencia donde él iba a hablar como representante
del Presidente Marcos me tomó de la mano y me dijo: "el
hecho que ustedes están aquí me ha dado inspiración para
decir lo que voy a decir a los líderes religiosos en esta
conferencia."
Fuimos a la Conferencia y cada uno de los líderes
religiosos y sus grupos tomaron la plataforma, hicieron cantos,
quemaron incienso y sonaron las campanas en adoración de
sus dioses. Joyce y yo habían sentado silenciosamente atando
el poder de Satanás y los espíritus religiosos.

~ 127 ~
Cuando los líderes religiosos "Cristianos" de las
Filipinas llegaron al frente ni mencionaron el nombre de
Jesús. Joyce y yo sentimos tal dolor dentro en nuestro espíritu
que clamamos en silencio "Padre, ¿ni siquiera el nombre de
Jesús va a ser mencionado?"
Continuamos orando cuando el alcalde y el
gobernador saludaban a la gente, aún después que todos los
líderes religiosos habían hablado y se leyó una oración.
Cuando se presentó el Secretario Ejecutivo nos pusimos de
pié en ovación con todo el pueblo quien introdujo al
evangelista, a Joyce y mí en el Congreso, y luego con los ojos
del mundo del Oriente medio viéndonos por la televisión, él
comenzó a hablar.
Después de unas palabras de introducción acerca de la
unidad dijo, "me di cuenta cuando los líderes religiosos
vinieron a unirse en la lectura de la oración que habían dejado
algo fuera de las oraciones. ¿Notó alguien que fue eso?"
preguntó mientras nos miraba directamente.
Para la admiración de los líderes religiosos indicó
"Dejaron fuera las palabras 'en el nombre de Jesús'."
Y continuó, "Ahora, yo supongo que esta oración fue
preparada por un Comité y que estas palabras fueron dejadas
a un lado en aras de la unidad, pero como cristianos nunca
debemos hacer eso. Debemos acordar estar en desacuerdo,
pero en nuestro desacuerdo trabajar juntos por la unidad del
propósito y la comprensión.
"Nosotros como cristianos nunca debemos negar el
nombre de Jesús; es Él quien es el centro de nuestro propósito,
vida y mensaje al mundo."
¡Qué alegría sentimos cuando escuchamos el nombre
de Jesús siendo exaltado en aquella conferencia tan impor-
tante por la persona más importante! Aún con la alegría que

~ 128 ~
sentíamos, no teníamos idea de la magnitud de lo que El
Señor estaba haciendo.
En aquel momento había preocupación en muchos
países extranjeros que los misioneros eran agentes de la
Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos. Esa
mañana, justo después de que nos habíamos a la Conferencia,
el Presidente Marcos había emitido un edicto que todos los
misioneros extranjeros debían abandonar las Filipinas dentro
de treinta días. En el tiempo que estuvimos allí, Filipinas
estuvo bajo la ley marcial y un edicto era una ley inmediata.
Cuando llegamos a Manila aquella noche, encontra-
mos a misioneros y otros trabajadores cristianos reunidos bajo
mucha tensión en el hotel. Ellos habían pasado la mayor parte
del día orando por una intervención divina.
Nosotros no supimos lo que había ocurrido por
muchos meses pero aquel decreto nunca fue mencionado de
nuevo porque se permitió que los misioneros se quedaran.
Al año siguiente cuando estábamos hablando a uno de
los misioneros de Manila le mencionamos sobre aquella
reunión. Ella se rió y sacudió la cabeza, "¡Ustedes ni siquiera
saben lo que pasó!”
"El Secretario Ejecutivo fue probablemente la única
persona que podría haber cambiado ese edicto. Dios lo puso
en el corazón de evangelista para asistir a esa reunión y
llevarlos con él. La mayoría de la gente filipina ama a los
americanos, Dios los usó para levantar el nombre de Jesús y
eso cambió el curso de una nación."
Jesús le ha dado a todo creyente el derecho legal de
utilizar Su nombre.
En los Estados Unidos, podemos escribir palabras y
colocar números en un pedazo de papel, llamado un cheque.
Cuando firmamos nuestro nombre para que sea cambiado le

~ 129 ~
damos a la persona el derecho legal para ir a nuestro banco y
demandar la cantidad de dinero que hemos escrito. Escribien-
do nuestro nombre en el cheque, nos hemos dado autoridad
legal para retirar los fondos de nuestra cuenta.
En una ocasión, cuando yo era el Vice Presidente
Ejecutivo de una organización, el Presidente estaba fuera de
la ciudad gran parte del tiempo viajando. Estábamos en medio
de las negociaciones sobre una propiedad valiosa, había otras
personas tratando de comprarla al mismo tiempo, y sabíamos
que cuando llegara el momento de firmar los papeles la
persona vendiendo la propiedad no iba a esperar.
El Presidente de la organización llenó un documento
legal llamado "Poder Legal" que me dio el derecho a firmar
su nombre en su ausencia, con el cual mi firma sería un
vínculo legal tanto como la firma de él. Ese poder tiene la
misma autoridad legal como si el presidente mismo hubiera
firmado.
Jesús nos ha dado Su nombre o un “Poder Legal” para
usar Su nombre y cuando lo utilizamos tiene el mismo efecto
como si Jesús mismo estuviera las cosas.
¿Si Jesús fuera a pedir algo al Padre, se lo daría?
Cuando le pedimos al Padre en nombre de Jesús, ¿nos dará lo
que le pidamos?
Si Jesús pusiera las manos sobre los enfermos hoy, ¿se
recuperarían? Jesús dijo que sí si se hiciera en Su nombre
(Marcos 16:17, 18). Tendría el mismo efecto como si Jesús
mismo estuviera haciéndolo.
Mateo nos dijo acerca de nuestro “Poder Legal”.
Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es
dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discí-
pulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que

~ 130 ~
guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» (Mateo
28:18,20)
Todo poder, toda autoridad, le fue dada a Jesús en el
cielo y en la tierra. Debemos ir, enseñar y bautizar en ese
mismo poder "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.”
Lucas describe cómo se sentían los discípulos cuando
experimentaron ese poder por primera vez. Luego los setenta
volvieron con gozo, diciendo: «Señor, aun los demonios están
sujetos a nosotros en tu nombre (Lucas 10:17). "
Los discípulos habían salido a ministrar y habían
utilizado el nombre de Jesús, estaban tan emocionados
cuando regresaron que apenas podían esperar para decírselo a
Jesús. "¡Señor, los demonios están sujetos a nosotros a través
de tu nombre! Fue como si Tú mismo estabas allí.
Jesús respondió, Yo veía a Satanás caer del cielo
como un rayo.
Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no
os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los
cielos.” (Lucas 10:18,19)
Nada va a hacernos daño, el diablo y los demonios
están sujetos a nosotros a través del nombre de Jesús.
Paul nos instruyó, y hagas lo que hagas, de palabra o
de obra, hazlo todo en nombre del Señor Jesús (Colosenses
3:17a).
Todo lo que hacemos en palabra o acción debemos
hacerlo en nombre de Jesús, desde el momento que nos
levantamos en la mañana hasta que nos vamos a la cama por
la noche. Qué responsabilidad pone esto en nosotros.

~ 131 ~
¿Qué pasaría en tu día si vivieras realmente bajo estas
instrucciones?
¿Qué si Jesús se levantara contigo en la mañana y
mientras ibas por tu día manejaras todos tus quehaceres como
si Jesús estuviera allí contigo? ¿Serían diferentes las cosas en
tu vida?
Ese es el plan de Dios para todo creyente. La gente se
maravillaría cuando actuáramos como si Jesús estuviera con
nosotros cada momento. Ellos se preguntarían, "¿Con qué
autoridad hacen estas cosas?"
La vida normal del creyente en su vida cotidiana sería
una forma de testificarle al mundo y a través de eso el mundo
conocería el nombre de Jesús.
Pablo escribió, Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo
semejante a los hombres.
Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz.
Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y
le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre (Filipenses 2:5-11).
El nombre de Jesús está sobre todo nombre, sobre
circunstancias que pueden venir en tu contra, mayor que un
dolor de cabeza, mayor que el nombre de una gripe, mayor
que el nombre de cualquier cáncer.

~ 132 ~
Cuando mencionas el nombre de Jesús todavía se
abren los ojos de los ciegos, los sordos y los mudos aún oyen
y hablan. Los cojos caminan, aquellos con enfermedades del
corazón y cáncer son sanados.
También es importante que nos demos cuenta de la
autoridad que tenemos cuando le pedimos a Dios por
cualquier necesidad en nuestras vidas en el nombre de Jesús.
El escritor del libro de Hebreos dice, por lo tanto, acerqué-
monos confiadamente al trono de la gracia, que podamos
obtener misericordia y encontrar gracia para ayuda en
tiempo de necesidad (Hebreos 4:16).
Jesús le estaba hablando a sus discípulos cuando dijo
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que
yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo
voy al Padre.
Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré,
para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré. (Juan 14:12-
14).
A menudo oímos a personas decir, "cualquiera cosa -
que pidamos en Su nombre...," y reclaman esto como la
promesa Dios de satisfacer sus propios deseos egocentristas.
Es importante entender el contexto y el significado de este
versículo. Las cosas que pedimos en nombre de Jesús no son
para satisfacer nuestros propios deseos egoístas, debemos
pedir las cosas para que el Padre sea glorificado en El Hijo.
Las cosas que pidamos en nombre de Jesús son
principalmente para equiparnos para hacer la obra de Jesús.
Jesús pasó su tiempo predicando, enseñando y destruyendo
las obras del diablo, trajo esperanza a los desesperanzados,
sanó a los enfermos y echó fuera demonios.

~ 133 ~
Jesús dijo que podríamos hacer estas obras en la
autoridad de Su nombre, nos prometió que podríamos tener
todo lo que necesitábamos simplemente al pedirlo. Jesús
también dijo, y haréis (a quien crea) mayores obras que estas
porque Yo voy a mi Padre.
Cuando pensamos en las obras maravillosas de Jesús,
es difícil para nuestras mentes entender cómo podríamos
hacer "obras mayores".
Estas "obras mayores" son posibles porque Dios ha
fortalecido a los creyentes con el mismo poder del Espíritu
Santo que estaba en Jesús. Dios también ha restaurado a los
creyentes la autoridad en esta tierra.
Una lucha legal de autoridad tuvo lugar Cuando Jesús
ministraba en la tierra. Jesús, un hombre sin pecado, como el
"último Adán" podía funcionar legalmente en autoridad de la
misma forma que Adán había sido creado. Satanás también
tenía autoridad porque Adán y Eva cuando pecaron se lo
habían entregado.
Cuando Jesús ministraba tomaba lugar una gran
batalla sobre la cuestión de quién tenía el derecho a la
«autoridad» en esta tierra. Por el resultado es obvio que la
autoridad de Jesús como el "último Adán" había sustituido la
de Satanás. Como hombre, Jesús operaba en la autoridad
original primaria que se le había dado a la humanidad inme-
diatamente después de que fueron creados. Satanás estaba
operando en una autoridad secundaria de Adán y Eva.
Hoy en día, nuestra autoridad como creyentes es
legalmente indiscutible, se basa en la obra terminada de Jesús.
Él nos redimió del dominio de Satanás por su sangre preciosa,
echó a las profundidades de la tierra los pecados que nos hizo
perder nuestra autoridad. Jesús arrebató las llaves de la autori-
dad del diablo cuando se levantó triunfante de la tumba. Él

~ 134 ~
echó a perder poderes y principados (desarmados, despojados
y atados) y los puso en vergüenza, Jesús los despojó de toda
autoridad legal sobre la tierra.
La autoridad legal ha sido restaurada para cada
creyente. Es a los creyentes a quien se les ha dado "las llaves
del Reino". Todo dominio debe hacerse en Su nombre puesto
que la autoridad de los creyentes se basa en la obra terminada
de Jesús.
Ya no es un concurso legal sobre el dominio, lo único
que Satanás puede hacer es engañar a los creyentes a que
piensen que no tienen poder ni autoridad. Él puede tratar de
evitar que los creyentes descubran la restaurada autoridad
dada por Dios, trata de llevar la derrota a través de la
tentación, la acusación, la culpabilidad y la condenación. Sin
embargo, todo lo que el diablo puede hacer para derrotar a los
creyentes es que ellos se lo permitan.
Los creyentes con una revelación de su autoridad
restaurada, no sólo pueden hacer "las obras de Jesús", sino
incluso "mayores obras" que Él hizo. Una vez más hombres y
mujeres han sido restaurados a su posición original de
autoridad en esta tierra. Una vez más Dios está diciendo:
"¡Señoreen!" Los creyentes tienen ahora la autoridad para atar
a Satanás y desatar a los cautivos.
Jesús dijo que era para la ventaja de los discípulos que
Él se fuera. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo
me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a
vosotros; pero si me voy, os lo enviaré (Juan 16:7)
Cuando Jesús fue con Su Padre había derrotado
totalmente al diablo y todos los poderes demoníacos, El
Espíritu Santo vino para darles poder a los creyentes. Antes
de irse Jesús dijo: porque Juan ciertamente bautizó con agua,

~ 135 ~
pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro
de no muchos días.
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén,
en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra
(Hechos 1:5,8).
Cuando Jesús ascendió a Su padre hizo posible que
continuáramos Sus obras de una manera aún mayor en la
tierra. Ahora sus obras no iban a estar limitadas a una sola
persona, un grupo de personas, un pueblo, una ciudad o una
nación a la vez. A través de los creyentes de una manera
simultánea las obras ahora podrían tomar lugar en cada
pueblo, ciudad y nación del mundo.
El poder de estas obras debe manifestarse a través del
poder del Espíritu Santo y la autoridad en el nombre de Jesús.
El dinero y la provisión para hacer estas obras mayores deben
ser proporcionados cuando los creyentes pedimos usando el
nombre de Jesús.
Hace muchos años, cuando estábamos ministrando en
Hong Kong, estábamos en la reunión especial de un Año
Nuevo Chino en una escuela secundaria cristiana.
Una de los estudiantes había estado sufriendo de una
condición en una de sus piernas que se le hinchaba casi el
doble del tamaño normal. La estudiante había estado en el
hospital pero cuando supo de la reunión, llegó en muletas
para pedir oración. Su pierna hinchada estaba envuelta con
una venda elástica.
Cuando yo me incliné a tocarle la pierna dije
osadamente, "Jesús, tócala."
Fue como si alguien hubiera puesto un alfiler en un
globo inflado, hubo un sonido como de “puff” a la vez que el
vendaje elástico cayó libremente de su tobillo. Ella había sido

~ 136 ~
instante y totalmente sanada por el poder y la autoridad del
nombre de Jesús.
Sus muletas cayeron al suelo y ella comenzó a correr
y gritar "¡Estoy sana! ¡Yo estoy sanada!"
El entusiasmo entre los estudiantes fue electrizante
cuando vieron por sí mismos una demostración del poder del
nombre de Jesús, un poder que nunca olvidarán.
La iglesia debe ir por todo el mundo predicando el
Evangelio a toda criatura, equipada con la disposición, el
poder y la autoridad del nombre de Jesús.
Cada ciudad, estado y nación pueden quitársele al
diablo cuando todo creyente comienza a avanzar con fuerza el
Reino de Dios en el hogar, en el trabajo y por todo el mundo.

~ 137 ~
Capítulo Once
Jesús,
La Autoridad de Su Nombre
Durante varios años yo fui gerente general de la
mayor cadena de librerías Cristianas en los Estados Unidos.
Yo volaría a menudo a cierta ciudad para visitar las tiendas y
pasar tiempo de entrenamiento y darles dirección a los
gerentes de tienda y su personal.
Durante estas visitas yo evaluaba la operación de la
tienda, les daba instrucciones en áreas que sentía que debía
cambiarse y también dedicaba tiempo para conocer a los
directivos y sus familias.
A menudo los gerentes me llevaban al aeropuerto
cuando ya estaba listo para salir, hablábamos de muchas
cosas mientras yo estaba en la ciudad. Sin embargo, justo
antes de abordar el avión, yo resumía y destacaba las
instrucciones más importantes que yo deseaba que recordaran.
Nunca había tiempo de conversar sin sentido.
En el último capítulo de Marcos, encontramos a Jesús
preparándose para salir de esta tierra, sus últimos momentos
con sus discípulos y dándoles instrucciones finales. ¿Qué
palabras importantes les dejó resonando en sus oídos?
Y él les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que cree y es bautizado será
salvo; pero el que no cree será condenado (Marcos 16:15-
16). "
Muchos cristianos están tan cómodos con las hermo-
sas iglesias y amplios programas que parece que han olvidado
estas últimas palabras importantes de Jesús, han perdido su
visión para alcanzar el mundo con el Evangelio.
~ 138 ~
He estado en muchos lugares del mundo donde la
gente vive en total esclavitud a religiones vacías, el pecado, la
adoración de demonios, enfermedad, pobreza y muerte. Ellos
nunca han oído el nombre de Jesús de Nazaret y están
gritando en desesperación sin esperanza. “¿Hay alguien a
quien le importa?"
¿Ha olvidado la iglesia su responsabilidad? ¿Ha perdi-
do la iglesia su comprensión de su poder y autoridad y al
contrario está desalentada y ha abandonado la obra?
Jesús continuó con estas palabras importantes, Estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpien-
tes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán
(Marcos 16:17-18)
Durante años hemos esperado por estas señales en
nuestras vidas y ministerio para sentirnos preparados para
salir. Pero Marcos escribió que estas señales nos seguirían, no
que nos iban a preceder. En primer lugar el cuerpo de Cristo,
la iglesia, debe obedecer a Dios e ir por todo el mundo y
predicar el Evangelio, y entonces seguirán las señales. Estas
no pueden seguirnos si no vamos a ninguna parte y si no
estamos predicando el Evangelio.
Hoy día, muchos estudiantes, hombres y mujeres
trabajadores y amas de casa se están dando cuenta que este
comando es para todos los creyentes. Ellos se están dando
cuenta de que estas señales no son sólo para ministros o
misioneros sino para todos los que creen. Estos están cami-
nando en la fe en sus hogares, vecindarios, escuelas o empre-
sas, y los milagros les siguen. Ellos están tomando sus
vacaciones para ir a lugares donde pueden decirle a la gente

~ 139 ~
acerca de Jesús, y cuando se van es cuando las señales los
siguen.
Cuando los traductores estaban tratando de aclarar
este paso, le pusieron puntuación después de "los que creen".
Este pasaje se lee correctamente como está "aquellos que
creen en mi nombre." Muchos creyentes no conocen el poder
de creer en el nombre de Jesús. Cuando creemos en su
nombre, usaremos su nombre en el poder del Espíritu Santo y
entonces seguirán las señales.
La primera señal que seguirá a la predicación del
Evangelio es echar fuera demonios, esto fue una parte normal
diaria del ministerio de Jesús. Hoy en día, muchas personas
están siendo asediadas por espíritus demoníacos como en los
días de Jesús. Echar fuera demonios no requiere de alguien
con un "ministerio especial." Esta señal es para todo aquel
que cree en el nombre de Jesús.
Jesús dijo: en mi nombre ellos (creyentes) echarán
fuera demonios. Observa que no les pedimos que salgan, ni
les imploramos que salgan. Los expulsamos utilizando el
nombre de Jesús.
Un amigo llamado Stan tenía diecisiete años cuando
me vino a pedir ayuda cuando yo era asistente administrativo
del pastor de una de las iglesias más grandes en California. El
padre de Stan era un médico cristiano respetado que poseía
una clínica en su ciudad natal en la parte centro-oeste de los
Estados Unidos pero Stan se había ido del hogar en rebelión.
Debido a su rebelión se había metido en drogas, sexo
ilícito y perversión, él había aprendido que invitando a los
espíritus que entraran en su cuerpo podría controlar a la gente,
y muchas veces usó este poder en niñas adolescentes para
satisfacer sus propios deseos lujuriosos.

~ 140 ~
Stan invitaba más demonios que entraran en él para
obtener más poder, hasta que un día se dio cuenta ya no
estaba en control sino que los demonios lo controlaban a él.
Cuando le conocí por primera vez él estaba totalmente
bajo esclavitud total a los poderes del demonio. La voz de
este adolescente era el profundo, grave como la voz de un
anciano. Stan era atormentado y estaba desesperado.
Después que él me contó su historia yo lo miré y el
espíritu de Dios me dio sabiduría. Yo supe que Stan quería
deshacerse de los demonios que lo estaban controlando, pero
todavía quería mantener los demonios que le dieron el poder
de controlar a otros. Yo tenía que conseguir su atención y
sólo había una respuesta a su problema, así que me empujé
hacia atrás de mi escritorio, me puse de pie y dije: "Stan, lo
siento mucho pero simplemente no puedo ayudarte."
Se sentó en un silencio absoluto y se puso todo pálido.
Después de una pausa larga continué "...A menos que
estés dispuesto a comprometer tu vida cien por ciento a Jesús
como Señor de su vida."
Allí se sentó y me miró fijamente durante varios
minutos, él sabía que no tenía otra opción. Finalmente,
suspiró y respondió: "¡Muy bien!" y entonces me senté.
Stan empezó a confesarle sus pecados a Dios, y a la
vez que lo hacía recibía el perdón y la limpieza. Renunció a
su rebelión contra sus padres y su implicación con las drogas,
al sexo ilícito, a lo oculto y a los espíritus demoníacos que
había invitado en su cuerpo.
Yo entonces dije: "¡Satanás, yo te ato en nombre de
Jesús!" Luego mandé a los espíritus demoníacos que salieran
en nombre de Jesús y estos empezaron a gritar y Stan empezó
a sacudirse y mover sus brazos violentamente. Les comandé a
los demonios que dejaran de manifestarse de esa forma, que

~ 141 ~
se quedaran en silencio y que salieran, y luego empecé a
citarles la palabra de Dios.
Ellos lo han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que
menospreciaron sus vidas hasta la muerte (Apocalipsis
12:1la).
Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. (Lucas
10:19).
Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios (Marcos 16:17a).
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios,29 pues ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata?
Entonces podrá saquear su casa. (Mateo 12:28,29).
Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido,
porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el
mundo (1 Juan 4:4).
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros (Santiago 4:7).
Stan y yo estábamos protegidos por la sangre de Jesús.
Yo vencí a Satanás y sus demonios por la palabra de Dios y
en nombre de Jesús les mandé a los espíritus demoníacos que
salieran.
Uno por uno, como el Señor me dirigía yo le ordenaba
a los espíritus atormentadores, de rebelión, abuso de drogas y
del ocultismo que salieran. Continué diciendo con autoridad.
"¡Espíritus de control les comando que salgan! ¡Espíritus de
lujuria y perversión salgan en el nombre de Jesús."
Stan fue liberado totalmente en unos cuantos minutos.

~ 142 ~
Las primeras palabras que salieron de su boca eran
completamente normales y sonaba como un muchacho de
diecisiete años una vez más. Los espíritus atormentadores se
habían ido y comenzó a crecer en su vida cristiana cuando
pasaba tiempo en la Palabra, comunión con otros cristianos y
asistiendo a la iglesia. Su vida cambió completamente. Stan
llamó a sus padres, que habían estado orando por él y ellos
volaron a California para reunirse de nuevo como familia.
Jesús mencionó una serie de señales que seguirían a
los que creen en su nombre. Terminó la lista con estas
importantes palabras, pondrán manos sobre los enfermos y se
recuperan. Las últimas palabras que Jesús habló en esta tierra
revelan su constante compasión por los enfermos. A
dondequiera que Jesús iba, durante tres años, sanó a los
enfermos, a aquellos que eran oprimidos del diablo.
Marcos nos dice acerca de estos momentos finales. Y
el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el
cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudán-
dolos el Señor y confirmando la palabra con las señales que
la acompañaban. Amén (Marcos 16:19,20).
Los discípulos predicaron el Evangelio en obediencia
y El Señor trabajó con ellos y a través de ellos por el poder
del Espíritu Santo. Exactamente como Jesús había prometido
“las señales los siguieron."
¿Cuál fue el propósito de las señales? ¿Eran para
atraer a una multitud y para entretener? ¿Fueron un respaldo a
la vida y ministerio de los discípulos? ¿Cuál fue el propósito
de las señales sobrenaturales que seguirían a cada creyente?
Jesús dijo que eran con el propósito de "confirmar la palabra."
En uno de mis viajes a la India, El Señor me guió con
un equipo de hombres para ir a una zona de playa en la costa

~ 143 ~
oeste de la India del sur. El sol se estaba poniendo cuando
llegamos y preparamos un amplificador y una luz bajo las
hermosas palmeras a la orilla de la playa. No había ninguna
iglesia en esta área hindú y sólo un porcentaje muy pequeño
de la gente había oído hablar de Jesús.
Las banderas comunistas volaban en los postes y se
podían ver los símbolos del partido comunista de la hoz y el
martillo pintados en las paredes y cercas o incluso incrustados
con mosaicos en el pavimento de la calle. La gente había
escuchado las mentiras y promesas vacías de estos impíos
ateos que los habían explotado. Habían oído acerca de Lenin
y Stalin y otros líderes comunistas pero nunca habían oído
hablar de Jesús de Nazaret ni de Su amor.
Cuando algunos de nuestro equipo comenzaron a
cantar, los niños llegaron a escuchar. Muy pronto cientos se
reunieron a la vez que uno de los miembros del equipo les
contaba historias Bíblicas. Luego los adultos empezaron a
venir. Muy pronto a tanta distancia como podía ver en la
oscuridad de la noche, pude ver un mar de rostros viéndonos.
Cientos se habían reunido y estaban sentados en la arena bajo
las palmeras.
Comencé a orar "Señor, ¿qué puedo predicarles que
puedan entender?" Yo podia decir, "La Biblia dice..."
Pero ellos podían responder “¿Qué es Biblia?”
Yo podría responder “Es la Palabra de Dios.”
"Pero ¿qué Dios?" podrían responder, porque los
hindúes tenían miles de dioses.
Cuando me puse de pie para predicar, simplemente les
dije el Evangelio. Les dije que Jesús era el hijo de Dios y que
los amaba y que había muerto por ellos. Les dije cómo podían
recibir la vida eterna al aceptar su perdón y recibir a Jesús
como su Salvador personal.

~ 144 ~
Yo sabía que esta era la primera vez que muchos de
ellos habían oído hablar de Jesús, el hijo de Dios. ¿Por qué
debería creerme? Yo sabía que Dios había prometido que si
los creyentes salían a predicar, que Él confirmaría Su palabra
con señales; por lo tanto yo esperaba que Dios sanara a un
número de ellos para confirmar que era cierto lo que les había
enseñado.
Yo sabía que Dios estaba hablando. De repente, me oí
a mí mismo hablando con denuedo que Dios iba a demos-
trarles a ellos que era Su palabra y porque les había dicho la
verdad. Mientras continuaba, hablando con denuedo y auto-
ridad les dije "Dios va a sanarlos a todos ustedes". Esto estre-
meció mi mente natural porque pensé "Oh, no, Señor, quizá
estás diciendo ‘algunos’ de ellos." Sin embargo, up sabía que
Dios estaba hablando a través de mí por su Espíritu Santo.
Nuestro equipo, varios creyentes, un vendedor y un
mecánico llamados al ministerio nos pusimos de pié y
empezamos a poner nuestras manos sobre los enfermos.
Éramos creyentes ordinarios que habían obedecido a Dios y
que "habían salido" como Jesús lo había ordenado. Cuando
pusimos nuestras manos sobre los enfermos simplemente
decíamos "¡Sea sanado en el nombre de Jesús!"
Muchos sanaron de asma, problemas de espalda y
dolor en sus cuerpos, un joven que había nacido sordo y
mudo fue sanado al instante y bajo nuestra dirección decía en
su lengua materna "Alabado sea el Señor, alabado sea el
Señor". Por cientos llegaban a pedir oración y como está
escrito no hubo ni una sola persona que no fuera sanada
instantáneamente. Dios confirmó Su Palabra sanándolos a
todos.
Cuando todos los que recibieron oración fueron
sanados por el poder de Dios les expliqué cuidadosamente

~ 145 ~
que fue el poder de Jesús que los habían sanado. Rápidamente
les repetí el mensaje del Evangelio. Una vez más, les dije
quién era Jesús, aclaré que había un Dios y que Jesús era Su
hijo unigénito.
Yo sabía que tenían miles de ídolos demoníacos y que
estarían dispuestos a aceptar a Jesús como un Dios más. Así
que hice claro que Jesús dijo que Él era el único camino, que
nadie podría entrar en una relación con Dios Padre excepto a
través de él. Les dije que para recibir a Jesús como su
Salvador, tenían que renunciar a destruir a todos sus ídolos y
aceptarlo como el único medio de salvación.
Entonces les pedí a todos que se pusieran de pie si les
gustaría invitar a Jesús a entrar en su corazón. Yo pensé que
podría haber unos cuantos que tomarían esa decisión, pero
para mi sorpresa, todos se pusieron de pie. Yo me dije
"Deben haberme mal entendido, tal vez el joven interpretando
no ha sido claro." Así que les pedí a todos que se sentaran.
Nuevamente presenté el Evangelio tan claro como
pude, me quise asegurar que entendían todas las implica-
ciones de su decisión porque todas sus vidas estaban centra-
das en el culto Hindú y con la idolatría. Otra vez pregunté
"Ahora, ¿hay alguien que desee abandonar todos los otros
dioses e invitar a Jesucristo a entrar en tu vida?" … Todos se
pusieron de pie.
Otra vez pensé que me habían mal entendido. Les pedí
que se sentaran y presenté el evangelio la tercera vez
haciéndolo más difícil. Me aseguré que sabían que para hacer
este compromiso, tenían que renunciar a todos sus ídolos y
que no nunca podría volver al templo hindú.
Les pedí que se pusieran de pie solo aquellos que
tomaran la decisión de seguir a Jesús y a Él solamente como
su único Señor y Salvador. ¡Una vez más todos se pusieron de

~ 146 ~
pie! Hicieron la oración del pecador y en un instante toda la
gente de aquel pueblo pasó del Reino de las tinieblas al reino
de Dios y su Hijo amado.
Nos habíamos ido a lo último del mundo a predicar el
Evangelio y lo habíamos hecho en obediencia al mandato de
Jesús. Habíamos obedecido a Dios y pusimos las manos sobre
los enfermos, habíamos creído en la autoridad y el poder del
nombre de Jesús. Dios confirmó Su palabra a estas preciosas
personas con prodigios y señales de sanidad. Como resultado,
experimentamos los mismos resultados de gran poder como
los discípulos en los días tempranos de la iglesia.
Inmediatamente después de que Jesús había dado las
últimas instrucciones a sus creyentes, fue recibido arriba en
el cielo y se sentó a la diestra de Dios (Marcos 16:19b). El
libro de Hechos nos dice, ahora cuando él habló estas cosas,
mientras miraban, fue llevado hacia arriba y una nube lo
recibió fuera de su vista (Hechos 1:9).
Jesús se había ido pero sus obras debían continuar, Su
cuerpo en la tierra se compone ahora de cada creyente. Somos
sus piernas y sus pies, sus brazos y sus manos; somos su
cuerpo. Se nos llama la iglesia y las puertas del infierno no
pueden prevalecer contra nosotros.
Cuando Jesús mencionó por primera vez la iglesia a
sus discípulos les dijo que las puertas del Hades no prevale-
cerán contra ella. Él instruyó a los discípulos que fueran a
ministrar en su nombre y que esperaran para el poder del
Espíritu Santo cayera sobre ellos.
La iglesia recibió el poder del Espíritu Santo en el día
de Pentecostés. Ahora Pedro, quien menos de dos meses antes
había negado a Jesús, osadamente estaba predicando el Evan-
gelio de Jesús con poderosos resultados.

~ 147 ~
Luego vino un temor a toda alma, y muchas
maravillas y señales se hicieron a través de los apóstoles.
Y el Señor añadió a la iglesia todos los días los que
fueron salvos (Hechos 2:48, 4 7b).
El libro de Hechos es la historia de estas cosas en
existencia, de los inicios de la iglesia y es un libro de historia
sin paralelo en la lectura y lleno de emoción.
El poder del Espíritu Santo cayó y cuando la gente
escuchó y vió las cosas maravillosas que sucedían, en un solo
día aproximadamente tres mil personas se convirtieron en
creyentes en Jesucristo.
De ese emocionante principio vamos a la historia de
dos de los discípulos, Pedro y Juan que iban caminando al
templo (Hechos 3:1-16). Ellos vieron a un mendigo tendido al
lado de la puerta del templo, sabemos que habían pasado
antes porque la Biblia dice que había nacido lisiado y lo
llevaban a la puerta del templo todos los días. Como de
costumbre, el mendigo pidió dinero a Pedro y Juan, pero esta
vez Pedro lo miró fijamente y le exigió, ¡Míranos!
Entonces Pedro dijo: "plata y oro no tengo, pero lo
que tengo te doy: en nombre de Jesucristo de Nazaret,
levántate y anda."
Pedro y Juan no tenían dinero ese día, pero lo que
tenían era mucho más valioso: ¡Tenían el nombre de Jesús! Y
sabían la autoridad y el poder que es soltado en su nombre.
Pedro le tendió la mano al mendigo y lo levantó
tomándolo de la mano derecha. Inmediatamente, los pies y
los tobillos se fortalecieron. Así que, saltando para levantarse,
se puso de pié y caminó entrando al templo con ellos -
caminando, saltando y alabando a Dios. Él no podía contener
su emoción.

~ 148 ~
El pueblo en el templo conocía al mendigo, pasaban
junto a él semana tras semana y año tras año. Ellos estaban
asombraron al verlo caminar y saltar. Inmediatamente se
reunieron en multitud.
Después de que Jesús dejó esta tierra esta es la prime-
ra historia que tenemos de personas caminando en el poder y
la autoridad del nombre de Jesús.
Pedro comenzó a enseñar. Israelitas, ¿por qué os
admiráis de esto? ¿O por qué ponéis los ojos en nosotros,
como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho andar
a éste? Les dijo que era Jesús quien estaba siendo glorificado
Y Su nombre, por la fe en Su Nombre, ha hecho a este
hombre fuerte.
Una multitud aún más grande se reunió y Pedro les
predicó diciéndoles acerca de Jesús. Más cinco mil habían
creído y aceptado a Jesús como su Salvador en éste encuentro
como resultado de un milagro maravilloso.
Los líderes religiosos en el templo no estaban conten-
tos respecto a esta sanidad o los eventos que siguieron,
estaban tan molestos que agarraron a dos de los discípulos
hasta al día siguiente en que pudieran convocar a una
audiencia (Hechos 4:7-30).
Durante la audiencia la primera pregunta de los líderes
religiosos fue ¿Con qué potestad o en qué nombre habéis
hecho vosotros esto?
Pedro estaba listo lleno del Espíritu Santo, les dijo:
“Gobernantes del pueblo y ancianos de Israel:
Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio
hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido
sanado, 10 sea notorio a todos vosotros y a todo el pueblo de
Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien

~ 149 ~
vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos,
por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Tampoco hay salvación en ningún otro, pues no hay
ningún otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que
podamos ser salvos.
¿Qué podrían decir los líderes religiosos? Ellos veían
la valentía de Pedro y Juan, y sabían que habían sido
discípulos de Jesús, pudieron ver al mendigo parado allí
completamente sanado. Había habido un gran milagro y no
podían negarlo.
Los líderes religiosos querían castigar a los discípulos
pero tampoco podían. De cierto, señal evidente ha sido hecha
por ellos, notoria a todos los que viven en Jerusalén, y no lo
podemos negar.
En cambio, se comprometieron. Sin embargo, para
que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para
que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este
nombre. Entonces los llamaron y les ordenaron que en
ninguna manera hablaran ni enseñaran en el nombre de
Jesús. Ellos conocían la fuente de autoridad y de poder de
Pedro y de Juan y sabían que era el nombre de Jesús.
Pedro y Juan no se comprometerían sino que se
pusieron más confiados y oraron con los otros creyentes, Y
ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que
con toda valentía hablen tu palabra, mientras extiendes tu
mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios
mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
Los creyentes de la iglesia primitiva habían descu-
bierto por sí mismos que las palabras de Jesús eran verda-
deras. Cuando predicaban en nombre de Jesús, Dios confir-
maba Su Palabra con milagros y señales sobrenaturales.

~ 150 ~
Como resultado, muchos respondieron al mensaje de
salvación y se convirtieron en parte del cuerpo de Cristo.
Por la mano de los apóstoles se hacían muchas
señales y prodigios en el pueblo. Estaban todos unánimes en
el pórtico de Salomón.
Los que creían en el Señor aumentaban más, gran
número de hombres y de mujeres
Aun de las ciudades vecinas muchos venían a
Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus
impuros; y todos eran sanados.
Otra vez los líderes religiosos se llenaron de indigna-
ción y lanzaron a los discípulos en la prisión. En esta ocasión
un ángel abrió las puertas de la prisión y les Id, y puestos en
pie en el Templo, anunciad al pueblo todas las palabras de
esta vida. (Hechos 5:12-40). Incluso hoy en día este es el
mensaje de Dios a los creyentes. Debemos ir, ponernos firmes
y hablar.
Debemos ir a nuestro "Jerusalén, Judea y Samaria."
Debemos comenzar en nuestras casas, barrios, oficinas y
escuelas; debemos ir a nuestras ciudades, Estados y Naciones,
a todas partes del mundo más lejanas. Y cuando lleguemos
debemos pararnos en la autoridad del nombre de Jesús.
Cuando vamos y nos ponemos firmes también debe-
mos hablar. Al igual que Pedro y Juan, debemos hablar y
decir las palabras de vida en Jesús. Cuando obedezcamos
Dios confirmará su palabra como en el libro de Hechos y
entonces todos los días añadirá a la iglesia aquellos que deben
ser salvos.
De nuevo los líderes religiosos sostuvieron una
audiencia a los apóstoles diciéndoles ¿No os mandamos
estrictamente que no enseñarais en ese nombre? Pero ahora
habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar

~ 151 ~
sobre nosotros la sangre de ese hombre.” De nuevo Pedro y
los apóstoles respondieron y les enseñaron acerca de Jesús.
Esta vez, los líderes religiosos querían matarlos, pero
temiéndole a la gente sólo los golpearon. De nuevo les
mandaron que no hablaran en nombre de Jesús.
Incluso hoy en día, aquellos que han sido engañados
por las falsas religiones de Satanás están diciendo, "Es
correcto que enseñen y prediquen todo lo que quieras, con tan
sólo que no mencionen el nombre de Jesús."
Los creyentes de los primeros días de la iglesia
obedecieron a Jesús, utilizaban la autoridad de Su nombre y
el mundo entero fue sacudido y grandes cantidades fueron
salvos. La autoridad del nombre de Jesús no era sólo para los
apóstoles porque como dijo Jesús, es para todos los que creen.
Nos preguntamos por qué la iglesia es débil hoy día;
por qué vemos tan pocos milagros; por qué muy pocos llegan
a ser salvos. ¿Podría ser que la iglesia ha olvidado el manda-
miento de Jesús de ir a todo el mundo y en su nombre echar
fuera demonios y sanar a los enfermos?
¿Podría ser que a la vez que Dios está restaurando la
verdad de nuestra autoridad y dominio a la iglesia, la iglesia
de nuestros días será como la iglesia del libro de Hechos?
Llegar a ser una iglesia que las puertas del infierno no podrán
prevalecer contra ella.
Felipe era un laico en los primeros días de la iglesia,
conocido por su honestidad e integridad y estaba lleno del
Espíritu Santo. Leemos de él que estaba entre los elegidos
para servir como diáconos y ayudar con algunas funciones
rutinarias de la iglesia (Hechos 6:1 -6).
Los apóstoles habían estado predicando el evangelio
en Jerusalén y Judea, pero Felipe recordó la orden de Jesús

~ 152 ~
que también debían ser testigos en Samaria y hasta el final de
la tierra.
Samaria no era un lugar favorito para un judío porque
odiaban a los samaritanos. Sin embargo, el prejuicio ya no
tenía lugar en la vida de Felipe quien como un simple laico
obedeció la orden de Jesús. Se nos dice que Felipe fue a la
ciudad de Samaria y predicó a Cristo, y las multitudes en un
acuerdo prestaron atención a lo dicho por Felipe, oyendo y
viendo los milagros que él hizo.
¿Por qué deberían creer a Felipe? ¿Por qué estos
samaritanos debían escuchar y dar atención a un judío
despreciado? Porque estaban oyendo y viendo los milagros
que hacía. Los espíritus inmundos, clamando a gran voz,
salían de muchos que estaban poseídos; y muchos paralíticos
y cojos eran sanados.
Así que hubo gran gozo en aquella ciudad.
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el
evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres (Hechos 8:4-8,12).
Felipe era un laico ordinario que obedeció a Dios y
predicó en nombre de Jesús, Dios confirmaba su palabra con
milagros, prodigios y grandes señales, y como resultado llegó
un gran avivamiento a aquella ciudad.
Durante mucho tiempo, la iglesia ha pensado en sí
misma como demasiado sofisticada para señales y milagros.
Sin embargo, el mundo tiene hambre de lo sobrenatural y
miles están recurriendo a las ciencias ocultas. Hoy más que
nunca necesitamos milagros sobrenaturales para demostrar
que el mensaje de Dios de salvación por medio de Jesucristo
es verdadero.
A la vez que la iglesia está recuperando el conoci-
miento de la autoridad y el poder del nombre de Jesús,

~ 153 ~
señales y prodigios le siguen al confirmar la predicación de la
palabra de Dios. Con la autoridad del nombre de Jesús la
iglesia será restaurada en los días por venir como lo fue en el
libro de Hechos y vamos a ver multitudes respondiendo al
Evangelio.
Saulo, un líder religioso, estaba persiguiendo a los
discípulos del Señor. La historia está registrada en el libro de
Hechos. Una luz le apareció a Saúl y se encontró con Jesús en
el camino de Damasco. Entonces, El Señor le apareció a
Ananías en visión y le dijo que fuera con Saúl y que pusiera
manos sobre él, pero Ananías respondió, y he aquí él tiene
autoridad de los sumos sacerdotes para encarcelar a todos
los que invocan tu nombre. Ananías necesitaba más
tranquilidad y El Señor le dijo que Saulo era un vaso
escogido Mío para llevar Mi nombre ante Gentiles, Reyes y
los hijos de Israel. Porque Yo le mostraré cuantas cosas debe
sufrir por causa de Mi nombre (Hechos 9:10-1 6).
Saulo se convirtió en Pablo, en un gran misionero que
fue elegido por Dios para ser testigo en lugares remotos de la
tierra. Pablo fue el nombre elegido para él, no fue para ser el
nombre de una religión ni tampoco nombre de una denomina-
ción; lo principal debía ser el nombre de Jesús. Pablo sacudió
a las Naciones del mundo con este Nombre.
A la llegada de Pablo en Efeso pasó tres meses ense-
ñando en la sinagoga y dos años enseñando en una escuela
bíblica, Así continuó por espacio de dos años, de manera que
todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la
palabra del Señor Jesús. Y hacía Dios milagros extraordi-
narios por mano de Pablo, de tal manera que hasta los
pañuelos o delantales que habían tocado su cuerpo eran
llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos,
y los espíritus malos salían. También leemos que y tuvieron

~ 154 ~
temor todos ellos, y era glorificado el nombre del Señor Jesús.
(Hechos 19:8-12, 17)
Toda Asia Menor fue alcanzada con el evangelio
porque el nombre de Jesús fue magnificado y glorificado.
Hoy en día está surgiendo un ejército de hombres y
mujeres que no tienen vergüenza de llevar el nombre de Jesús.
Cuando van con la autoridad de ese nombre, la Palabra de
Dios crece poderosamente y las puertas del infierno no
pueden prevalecer contra ellos. Ellos son la iglesia triunfante
que conocen la autoridad y el poder del nombre de Jesús.

~ 155 ~
Capítulo Doce
La Iglesia Triunfante
Avivado por los vientos de verano seco, enérgico, el
fuego estaba rugiendo por la ladera sur de California. Cientos
de bomberos intentaban desesperadamente evitar aquel infier-
no salvaje de destrucción. Un rancho cristiano para niños
emocionalmente afectados estaba en su camino. En aquel
entonces Joyce y yo estábamos muy involucrados con ese
ministerio.
Joyce había ido a la tintorería en un centro comercial
cercano y cuando salió pudo ver el fuego en la colina que
amenazaba el rancho y las casas en el cañón. Joyce, sabiendo
su autoridad y su dominio dados por Dios, se detuvo en
medio del estacionamiento, se olvidó de la gente a su alrede-
dor. Ella puso a un lado la ropa que llevaba junto con su
cartera y las llaves del coche en una mano y con la otra mano
apuntó en dirección al fuego por encima de la ladera.
Actuando con una osada confianza tomó autoridad sobre el
fuego diciendo: "¡Fuego, te comando, en nombre de Jesús que
dejes de arder!”
El diario local de la mañana siguiente titulaba "Fuego
en Anaheim Hills repentina y misteriosamente deja de arder."
Cuando Joyce estaba haciendo sus actividades cotidia-
nas, en un momento de extremo peligro, ella había usado su
autoridad dada por Dios para evitar una tragedia.
En otra ocasión, estábamos ministrando con Charles y
Frances Hunter en unas reuniones en San Diego. Después de
la reunión estábamos en su habitación hablando animada-
mente sobre los milagros que acabábamos de ver.

~ 156 ~
Aquella semana había estado lloviendo fuertemente y
varios aludes de lodo destruían casas en el área. Las noticias
de la noche estaban en la televisión y Joyce oyó "Nuevas
tormentas lluviosas se dirigen hacia San Diego".
Joyce intentaba captar la atención de los demás en la
habitación, pero estábamos tan ocupados hablando de la
maravillosa presencia de Dios en la reunión anterior que no la
escuchábamos. Luego dijo "San Diego está en peligro de otra
tormenta, necesitamos orar." Dos veces más intentó llamar
nuestra atención.
De repente, Joyce señaló con su mano en la dirección
de la tormenta y entonces captó nuestra atención cuando nos
enteramos de la autoridad en su voz y nos pusimos de
acuerdo con ella. "Tormenta en nombre de Jesús te mando
que des vuelta y sigas otro camino. ¡No tocas esta zona!"
A la mañana siguiente los titulares del periódico de
San Diego decían: "De repente la tormenta se dirige hacia el
norte y no llegará a San Diego".
Varios años más tarde, cuando estábamos viviendo en
Texas, un pozo de petróleo mexicano estalló en el Golfo de
México y una enorme mancha de petróleo se dirigía hacia las
playas de Texas. Todos los días los periódicos publicaban
reportajes acerca de la destrucción que se avecinaba a los
peces y la fauna a lo largo de la costa. Las zonas de playa y
hoteles serían devastadas, se perderían millones de dólares
por la pesca y las industrias turísticas. Durante días leíamos y
oíamos malas noticias.
El gobernador del estado de Texas había volado sobre
millas de mar ennegrecido que estaba destinado a llegar a
nuestras playas a la semana siguiente y declaró a cientos de
millas de nuestras playas de Texas como un área de desastre.

~ 157 ~
El siguiente domingo por la mañana yo estaba
enseñando una clase Bíblica para adultos en el Auditorio de
iglesia de Lakewood en Houston, cuando de repente la fe se
levantó dentro de mí para tomar autoridad y dominio sobre
aquella mancha de aceite.
¿Por qué deberíamos nosotros, como cristianos dejar
que eso sucediera a nuestras playas? ¿No nos había Dios
dominio sobre la tierra? ¿Acaso no debíamos someter y tener
dominio sobre todo en esta tierra?
Yo hablé con la clase sobre la situación y sobre
nuestra autoridad como creyentes. Les pedí a todos que
estuvieran de acuerdo conmigo en la fe. Toda la clase se puso
de pié, volteamos y apuntamos en la dirección del Golfo de
México.
Yo comencé a hablar con la mancha de aceite y le
declaré audazmente, "¡No mancha de aceite, no vas a hacer
eso a nuestras playas! ¡En nombre de Jesús, te mando que te
detengas!" Me detuve por un momento, buscando en mi
espíritu las palabras adecuadas para continuar y dije "¡Te
mando que te disipes y te vayas hacia fuera al mar!"
De nuevo leímos los resultados de nuestras oraciones
en los encabezados de los periódicos de aquella semana.
Primero los artículos informaron que la mancha de petróleo
parecía perder sentido, después de unos días un reportero de
noticias utiliza las palabras exactas que El Señor me había
dado: "Mancha de aceite mexicano inesperadamente 'se
disipa'," Luego continuó diciendo que la mancha de petróleo
por alguna razón inexplicable se fue rompiendo y yéndose
hacia fuera del mar.
Lo primero que Dios dijo acerca de Adán y Eva
cuando los creó fue "Señoreen y tengan dominio." Los
hombres y mujeres fueron creados para gobernar sobre esta

~ 158 ~
tierra pero después del engaño de Satanás perdieron ese
dominio. El hijo de Dios sufrió la agonía de la cruz, luego
luchó y ganó la batalla más grande de toda la eternidad para
restaurar el dominio a los hombres y a las mujeres.
Dios no nos dirigió a Joyce o a mí para que le
pidiéramos que detuviera el fuego, la tormenta o la mancha
de aceite. Tampoco oramos, "Por favor Dios, si es tu voluntad,
detén esta destrucción."
Dios creó a la gente para caminar en autoridad y
dominio absolutos sobre la tierra. Él dijo: he aquí, te doy la
autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y sobre toda
fuerza del enemigo, y nada os dañará (Lucas 10:19). Dios no
reservó ninguna autoridad en esta tierra para sí mismo sino
que dijo que todo había sido dado a Su nueva creación. Para
que Dios viniera a esta tierra y ejerciera autoridad y dominio,
Él tendría que quitarle la autoridad a Su pueblo.
Jesús pudo cambiar el agua en vino, alimentar la cinco
mil, maldecir la higuera, calmar el mar, sanar a los enfermos,
echar fuera demonios y resucitar a los muertos. Él caminaba
en la autoridad cuando estuvo viviendo en esta tierra.
Quizá pudieras estar pensando, "Jesús era el hijo de
Dios, por supuesto y podría hacer cualquier cosa porque Él
era Dios."
Juan describió algo interesante que dijo Jesús, los
muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan
vivirán. Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también
ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y, además, le dio
autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del hombre
(Juan 5:25-27).
Como el hijo de Dios, Jesús podía impartir vida eterna
a los muertos espiritualmente. Pero observa que dice el Padre

~ 159 ~
le había dado "la autoridad", no porque era el "Hijo de Dios",
sino porque era el "Hijo del hombre".
Cuando Jesús caminaba en la autoridad y dominio
sobre la tierra, cuando calmó el mar, sanó a los enfermos y
echó fuera demonios no lo hizo como el hijo de Dios sino
como el hijo del hombre. Porque eran los hombres y mujeres,
no Dios, quienes debían caminar con autoridad y dominio
sobre esta tierra y todo lo que hay en ella.
Si Jesús hubiera ejercido autoridad como el Hijo de
Dios en la tierra hubiera estado violando Su plan y propósito
para la humanidad.
Mucha gente todavía piensa de sí mismos como
cristianos pobres, débiles, cuya única esperanza en esta vida
es la intervención de Dios por ellos. Pero no se dan cuenta de
quiénes son, o el poder que tienen y se mantienen rogando a
Dios que les ayude.
"Por favor Dios," ellos oran, "detén todas estas cosas
terribles que el diablo está intentando hacerme." No se dan
cuenta de que Dios ya les ha dado todo lo necesario para
ganar.
Nuestra vida va a revolucionar cuando empecemos a
darnos cuenta de quiénes somos en Cristo Jesús, a entender
que hemos sido creados a imagen de Dios, un poco menos
que Dios y por último a caminar como Dios con absoluta
autoridad y dominio sobre la tierra. Ya no seremos perde-
dores, seremos ganadores.
¡Los hombres y mujeres no fueron creados para la
derrota! Fuimos creados para andar todos los días de nuestras
vidas en victoria total. Pablo escribió, pero gracias a Dios,
que nos da la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo (1
Corintios 15:57).

~ 160 ~
Sí, la raza humana está en guerra, pero ahora podemos
saber quién es el enemigo real, podemos saber cuáles son
nuestras armas espirituales y que estas armas son poderosas
por Dios para tirar fortalezas. Podemos caminar en Victoria.
A la vez que Dios está restaurando esta verdad para el
cuerpo de Cristo hoy, Él quiere que tomemos este mundo de
las manos del diablo. Para ello, tenemos que empezar donde
vivimos, debemos caminar en autoridad y dominio en
nuestros hogares, vecindarios, escuelas y oficinas. Cuando
hacemos esto, nos estamos preparando para más victorias.
Las lecciones de Dios respecto a autoridad a menudo
empiezan con pequeñas pruebas en nuestras vidas. Hace
varios años, tuvimos una secadora de gas, y a menudo no la
válvula no funcionaba. Joyce me pedía que prepara la
secadora varias veces al mes, yo tomaba el panel inferior de
la secadora y abría el grifo de la válvula hasta que la secadora
comenzaba a trabajar. Esto se convirtió en una frustración
para nosotros.
Un día, yo entré en la habitación de la lavandería y
poniendo mis manos en la secadora dije, "Te comando que
funciones en nombre de Jesús". Al instante, escuché que la
válvula se abría y el gas funcionaba. Muy pronto, cada vez
que Joyce me pedía que preparara la secadora yo repetía el
proceso anterior.
Esto había ocurrido durante varias semanas y se había
convertido en parte de la rutina de nuestro hogar. Una noche,
yo estaba sentado en la sala hablando con un amigo que era
un decano en una Universidad. Estábamos bien involucrados
con nuestra conversación cuando Joyce gritó, "A.L., la
secadora no funciona."
Sin parar la conversación, me levanté y caminé hacia
la lavandería. Mi amigo me siguió. Yo aún iba pensando en

~ 161 ~
nuestra conversación. Cuando entramos en la lavandería, dejé
la conversación solo para decir, "En nombre de Jesús,
¡funciona!" y como de costumbre la secadora funcionó y me
volví para regresar a la habitación.
Cuando reanudé la conversación me di cuenta que mi
amigo ya no estaba conmigo y dí vuelta sólo para verlo
todavía de pie al lado de la secadora, mirando con asombro.
"A.L., ¿es esto algo habitual por aquí?" preguntó vacilante.
La gente ha fracasado tanto de caminar en la autoridad
dada por Dios que lo que debería ser el comportamiento
normal cristiano ya parece anormal. Lo sobrenatural debería
ser la rutina normal diaria entre más cristianos caminen en su
autoridad y dominio sobre esta tierra.
No debemos tratar siempre con nuestros aparatos de
esa manera. ¡Deberíamos estar creyéndole a Dios por una
nueva secadora! Sin embargo, Dios usó este simple ejemplo
para enseñarme más acerca de autoridad.
Jesús no anduvo por todos lados convirtiendo el agua
en vino o caminando sobre el agua como un truco de salón
para divertir a sus amigos. Jesús dijo, De cierto, de cierto os
digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que
ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, también lo
hace el Hijo igualmente (Juan 5:19).
Para caminar en autoridad, nuestro diario caminar con
nuestro Padre celestial debe ser tal manera que no somos
dirigidos por nuestros propios deseos sino por lo que vemos
hacer al Padre. Cuando sabemos cómo caminar en autoridad,
nuestra fe y la fe de los demás ya no va a ser obstaculizada.
Vamos a aprender a caminar en obediencia, a crecer en la fe y
a experimentar grandes señales y prodigios en nuestra vida
cotidiana.

~ 162 ~
Estamos en guerra. Tenemos un enemigo que ha
venido a robar, y si es posible, para destruirnos. Pedro
advirtió, sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo anda sobre como león rugiente, buscando a quien
devorar. Al cual Resistid firmes en la fe (1 Pedro 5:8, 9).
Si no sabes usar nuestra autoridad espiritual, el diablo
puede devorarnos, robarnos e incluso destruirnos. Yo estoy
convencido de que no vamos a dejar que esto suceda porque
ahora sabemos quiénes somos en Cristo Jesús. Sabemos que
es el verdadero enemigo. y que nuestra verdadera batalla es
con un enemigo que ya ha sido derrotado. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes (Efesios 6:12)
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni
potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro
(Romanos 8:37-39)
Hace muchos años escuchábamos una cinta de casete,
"El poder del nombre de Jesús". El siguiente fin de semana yo
iba manejando por la autopista por la noche. Joyce iba a mi
lado en el asiento delantero e iba casi dormida, pero su mente
estaba alerta respecto a las enseñanzas que habíamos recibido
respecto al poder del nombre de Jesús.
Yo iba directamente detrás de otro vehículo viajando a
velocidad en la autopista, de repente, vi un coche de policía
con luces rojas intermitentes a gran velocidad en el cruce
enfrente de nosotros. El coche de policía iba en un curso

~ 163 ~
directo a golpear el coche delante de mí. A la velocidad que
todos viajábamos, parecía imposible evitar un terrible
accidente. Yo sabía que no podía detenerme a tiempo y
nuestro coche se podría apilar sobre los demás.
Cuando golpee los frenos, ví algo muy extraño que
sucedió en la carretera justo delante de nosotros. El coche de
policía súbitamente iba paralelo a nosotros, siguiendo en la
misma dirección que el coche de adelante. La patrulla no
golpeó el otro vehículo, no hubo ningún chillido de
neumáticos y no había no tiempo para girar. En un instante
iba en otra dirección, viajando a la misma velocidad en el
carril auxiliar de la carretera al lado del coche por delante. Yo
apenas podía creer lo que veía.
Eso fue lo que vi. Lo que realmente sucedió fue en el
reino espiritual, Joyce había abierto los ojos justo a tiempo
para ver la patrulla llegando a la intersección y había
reaccionado instantáneamente apuntando su dedo hacia el
coche de policía y gritando, "¡Jesús!"
Cuando Joyce vió el peligro que se acercaba, ella
estuvo alerta, sobria y vigilante y el adversario había
fracasado otra vez en sus planes de matarnos y devorarnos.
Un día nuestra hija Kathryn estuvo implicada en un
accidente que había dañado mucho uno de nuestros coches. El
accidente no había sido culpa de ella, pero repetía los detalles
con nosotros y pidiéndonos qué podría haber hecho para
haber evitarlo. Por último, Joyce respondió: "Kathryn, real-
mente siento que hiciste mal una cosa, yo creo que si hubieras
declarado el nombre de Jesús en la fe, el accidente podría
haberse evitado".
Varios meses más tarde, Kathryn estaba detenida en
un semáforo y repentinamente un automóvil venía a gran
velocidad directo hacia ella. Esta vez ella recordó la autoridad

~ 164 ~
del nombre de Jesús y señalando hacia el coche gritó,
"¡Jesús!" Ella sabía que fuerte es el nombre de Jehová; a ella
corre el justo y se siente seguro (Proverbios 18:10).
Al instante, el coche que se acercaba le pegó al divisor
de concreto de la carretera y salió disparado en el aire. Voló
por encima del coche de Kathryn, golpeando un poste de luz
al lado de la carretera y se estrelló a pulgadas del carro de
Kathryn.
Desde su carro ella escuchaba que la gente gritaba
admirada “¿Viste eso? ¡No puedo creerlo! ¡Ese carro salió
volado encima del otro sin golpearlo!”
Kathryn había experimentado su autoridad y dominio
espiritual, ella había estado alerta y los planes de Satanás para
su vida habían fracasado. Ella había probado las palabras del
Profeta Joel cuando dijo, y vendrá a pasar que todo aquel que
invocare el nombre del Señor será salvo (Joel 2:82).
El diablo anda alrededor como león rugiente buscando
a quien devorar. Sin embargo, cuando conocemos nuestra
autoridad espiritual no tenemos que temer. Todo lo que
Satanás o sus demonios pueden hacer es intentar asustarnos
pero nosotros podemos resistirle firmemente en la fe porque
estamos cubiertos con la sangre de Jesús. Conocemos el
poder de hablar la palabra de Dios y tenemos la autoridad del
nombre de Jesús. Satanás es un enemigo derrotado.
Dios podrá usarnos para cambiar el mundo cuando
comenzamos a conocer la autoridad que Dios nos ha dado y
caminamos en victoria en nuestra vida personal. Podemos
vivir en autoridad y fuerza y entonces podremos avanzar con
denuedo en el Reino de Dios.
Hace muchos años, Joyce y yo estábamos en un
pequeño pueblo en el norte de Canadá y cuando orábamos
con la familia del pastor Dios nos llevó a entrar en batalla

~ 165 ~
espiritual sobre la ciudad. Dios nos llevó a una confrontación
con el "gobernador de las tinieblas".
A través de la oración atamos al diablo, comenzamos
a tomar autoridad sobre las fortalezas que controlaban esa
zona del país. Le pedimos al Señor que nos revelara el nom-
bre del hombre fuerte. Joyce oró en voz alta, "Señor, si remo-
viéramos esta niebla, algo blanco como una nube sobre la
ciudad, entonces yo podré ver que estás intentando mostrar."
El pastor dijo: "¡Qué extraño! Casi todo evangelista
que viene a esta zona dice que hay un manto blanco sobre la
ciudad y que se siente una esclavitud terrible en esta área. Es
como que si nadie puede o quiere ser salvo."
Sentí una impresión del Espíritu Santo y pregunté
«Nube blanca... ¿Quién o qué es esa nube blanca?"
Pensando por un momento el pastor respondió: "hace
muchos años, ‘Nube Blanca’ fue el jefe indio de la tribu
indígena al otro lado del lago." Él continuó explicando que el
lado Este del lago ha sido asentamiento importante de indios
durante muchos años. Sin embargo, cuando el ferrocarril fue
puesto en el lado Oeste del lago, una ciudad nueva se
convirtió la ciudad principal en esa zona y eso enojó mucho a
los indios.
Dios comenzó a darme una visión cuando me puse a
orar. En el espíritu, vi haciendo una danza de guerra. Luego
los vi haciendo un fetiche para poner una maldición en la
nueva ciudad., pude ver al jefe guiando la tribu por el puente
del lago y poniendo este fetiche debajo del puente donde no
pudiera ser descubierto.
Aquella nube blanca, o neblina, que muchos habían
visto en el espíritu era la maldición que había sido puesta por
el jefe Nube Blanca hacía muchos años.

~ 166 ~
Nos ocupamos en el espíritu, rompimos la maldición
sobre la ciudad y sentimos libertad en nuestros espíritus
porque sabíamos que la batalla había sido ganada.
Después de unos minutos alguien tocó a la puerta y
eran unas personas que habían venido a casa del pastor
"porque querían se salvas." Muchas personas quienes él y su
esposa habían sido orando y asistiéndoles por un período de
años comenzaron a aceptar a Jesús como su Salvador
personal ese día.
Yo hablé con el pastor varias semanas más tarde y me
dijo como Josué lo hizo en el séptimo día en Jericó, grita,
porque El Señor ha dado la ciudad (Josué 6:1 6b).
Jesús dijo, Desde los días de Juan el Bautista hasta
ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo
arrebatan (Mateo 11:12).
Dondequiera que veamos por las ciudades podemos
ver que "el Reino de los cielos" ha sufrido violencia por parte
de las fuerzas de Satanás que ha puesto "fortalezas".
Sin embargo, a la vez que la iglesia de Jesucristo está
recibiendo una revelación fresca de la autoridad y dominio
que Dios le ha dado, se convierten violentos en guerra
espiritual. Con su nueva autoridad en el nombre de Jesús, los
creyentes están derrumbando audazmente fortalezas y están
arrebatándole con fuerza las ciudades al diablo. Ellos están
empujando con fuerza el Reino de Dios alrededor del mundo.
En mi primer viaje a la nación de Malasia, Dios me
llevó a una ciudad que había sido una fortaleza del diablo por
muchos años. Varios años antes de ese tiempo, Dios había
instruido a un joven pastor y su esposa a que se trasladaran a
esa ciudad para comenzar una iglesia. Todos decían que hacer
esto era imposible.

~ 167 ~
Esta ciudad era una fortaleza de la delincuencia, las
borracheras, el hinduismo, el budismo y el espiritismo.
Cientos de personas llenaban el templo hindú y el budista en
esa ciudad debido a las manifestaciones demoníacas sobre-
naturales que ocurrían con frecuencia cuando adoraban ídolos.
Un hechicero fuerte tenía control completo de la ciudad.
El pastor sabía que Dios le había enviado allí y no iba
a renunciar a su ministerio aunque parecía tener muy poco
fruto. Un día, leyó algunos libros que revolucionaron su vida,
descubrió su autoridad espiritual y se dispuso quitarle la
ciudad al diablo. Empezó atando a los gobernantes de la
oscuridad sobre aquella ciudad y comenzó a enseñar a su
iglesia a caminar en victoria espiritual.
El brujo que controlaba esa ciudad era temido por
todos. Cuando él era un niño, se había criado en una familia
acomodada de la India en el sur de Malasia y deseaba un
deseo extremado por tener poder. Cuando tenía doce años,
aplastó un dios hindú de su familia porque rehusaba servir a
un dios que no pudiera darle el poder que deseaba tener.
Esta persona se involucró en karate y artes marciales
porque sabía que a menudo estas "Artes" eran las manifes-
taciones de poderes demoníacos que entraban en los cuerpos
de aquellos que la practicaban. Pronto, se unió a una pandilla
callejera y a la edad de veintiuno era líder de la pandilla más
temida en esta gran ciudad.
Su búsqueda por el poder continuó cuando él estudió
bajo varios "maestros" del hinduismo, budismo y de
espiritismo, lo cual lo llevó a las fortalezas de espiritismo y el
ocultismo en Tailandia e Indonesia. En Indonesia, se le
prometió que el diablo le daría un gran poder si durante
noventa días, se sentaba sin moverse en una gran jarra de
agua con limón.

~ 168 ~
Su deseo de poder era tan enorme que se sentó en esa
jarra por 90 días en una cueva oscura. Su "maestro" le daba
un bocado de arroz y agua dos veces al día. El diablo se le
apareció al final de los noventa días.
Cuando el diablo llegó, le dio un cuchillo de oro y el
poder de volar. También le dio un traje negro que cuando se
lo ponía podía "volar" y levitar sobre espíritus demoníacos.
También podía "volar" a la cima de grandes árboles, se podía
en el extremo de las hojas tropicales grandes y los demonios
lo mantenían sobre las hojas sin que éstas se doblaran.
Mientras estuviera usando el traje negro, él podía volar entre
un árbol y el otro.
Tal era el poder del brujo que controlaba la ciudad que
toda la gente le temía por sus poderes sobrenaturales.
En muchas ocasiones bajo trance se metía una caña de
bambú de diecinueve pies a través de sus mandíbulas y la
lengua y así conducía una procesión de cientos de personas
por las calles mientras miles lo miraban con un miedo
impresionante. Cuando le sacaban la vara no había heridas en
el área de su cuerpo.
Muchas personas le daban dinero para que él hiciera
brujería por ellos y controlaba el crimen organizado, poseía
casas de prostitución y tenía un poder indiscutible sobre toda
la zona.
Un día intentó poner una maldición en una hermosa
joven de la iglesia que iba caminando por la calle porque ese
era su método de obtener prostitutas. ¡Pero su maldición no
funcionó! ¡El médico descubrió la existencia de un poder más
grande que el de él! Luego, en su búsqueda de este poder,
llegó a hablar con el pastor y ese día él aceptó a Jesús como
su Salvador. A través de la liberación, él fue completamente

~ 169 ~
liberado de cada poder de demonios y el cuchillo y el traje
negro desaparecieron inmediatamente.
Como resultado, el ex-hechicero cambió su nombre a
Eliseo porque quería una doble porción de bendición de Dios
Cuando yo conocí a Eliseo sólo tenía un año de edad
en el Señor y debido a que había conocido el poder de
Satanás y su reino, ahora él sabía cuán mayor era su poder en
Jesucristo. Juntos con la gente en la iglesia, él y el pastor le
arrebataron activamente la ciudad al diablo.
En sólo un año, el templo budista fue cerrado porque
los sacerdotes habían perdido su poder, el templo hindú
también fue cerrado y desmantelado. Cuando el control fue
roto por el Espíritu de Dios, la gente perdió interés en sus
religiones. El espíritu de la brujería se había roto sobre la
ciudad, se cerraron cinco de ocho bares de la ciudad donde
había prevalecido el crimen y las borracheras. Una nueva
prosperidad llegó a la ciudad y la iglesia creció rápidamente.
Los creyentes habían sometido por la fe a un reino de
Satanás, ellos pusieron a escapar los ejércitos de los extran-
jeros, actuaron con valentía como Dios los había creado para
actuar cuando dijo: "Señoreen." Una vez más demostraron
que hombres y mujeres no fueron hechos para la derrota sino
que fueron creados para caminar en dominio sobre la tierra.
Nuestros viajes de ministerio a menudo nos llevan a
las naciones de Asia donde la idolatría es prevalente. Hace
algunos años, yo estaba ministrando en una ciudad que se
había convertido en una importante atracción turística debido
a la idolatría. La semana siguiente se llevaría a cabo el día del
festival más grande del año, iba a haber un desfile de un
ídolo enorme por las calles mientras que miles de personas se
incorporaban en el desfile o se postraban en culto pagano a
aquel ídolo a lo largo de la ruta del desfile. El ídolo estaba

~ 170 ~
hecho de plexiglás, ya que era de varios pisos de altura y
hubiera sido demasiado pesado para moverse si se hubiera
hecho de madera o de piedra.
A la vez que el pastor de la iglesia local me decía
sobre los eventos que se programaron para la semana
siguiente, ambos sentimos que, como creyentes en Cristo
Jesús, no debíamos sentarnos y que el diablo recibiera tanto
honor y atención en esa ciudad. Entonces supimos que
teníamos poder sobre el diablo en aquella situación.
Fuimos instruidos por el Espíritu Santo a entrar en
guerra respecto al festival que estaba programado el siguiente
el sábado. Confiadamente echamos abajo las fortalezas de las
fuerzas de la oscuridad sobre la ciudad, declaramos que en
nombre de Jesús el desfile no iba a tener lugar. La guerra fue
intensa, pero continuamos seguros de obediencia a la vez que
fuimos dirigidos por el Espíritu Santo.
Nos detuvimos cuando supimos que la batalla había
sido ganada en el espíritu., sentíamos en nuestros espíritus
que alguna catástrofe iba a suceder que iba a detener el
desfile. Nosotros confiábamos que el desfile iba a ser
cancelado antes que terminara la semana.
El siguiente fin de semana, yo estaba ministrando en
otra ciudad y cuando desperté el domingo por la mañana, me
sentí impresionado a comprar un periódico para saber lo que
había sucedido que detuviera el desfile. Tomé el periódico y
los encabezados hablaban de la terrible tragedia que había
ocurrido en la ciudad donde habíamos tomado autoridad
sobre las fuerzas de Satanás.
El desfile había sido cancelado cuando miles de pere-
grinos se reunieron para llegar a la ruta del desfile y un
soporte cedió provocando que varios cientos de personas
fueran aplastados a muerte.

~ 171 ~
Un par de años más tarde me reuní de nuevo con el
pastor de la iglesia en aquella ciudad, me dijo que él y
algunos miembros de la iglesia habían continuado derribando
fortalezas del ídolo demoníaco sobre su ciudad. Dios les
había dado instrucciones específicas con respecto a atar
ciertos espíritus. En obediencia a Dios, él y algunos otros
líderes cristianos en su iglesia continuaron en la guerra contra
aquel ídolo.
Pronto oyeron que los brazos del ídolo habían comen-
zado a agrietarse. Siguieron en la batalla, los brazos se vinie-
ron abajo y se hizo pedazos. Cuando el gran ídolo continuaba
desintegrándose, la zona alrededor del templo donde estaba
fue cerrada en un intento de evitar que la gente viera que su
ídolo literalmente se estaba cayendo en pedazos.
Dios le dijo al pastor en la misma ciudad que atara el
espíritu de la víbora y como resultado de su obediencia, las
víboras que vivían en un agujero que eran objeto de culto por
muchos años se fueron de aquel templo pagano. El sacerdote
había plantado varios tipos de plantas y árboles en un intento
inútil de atraerlas de nuevo.
Debido a una revelación dada por Dios de autoridad y
dominio, los creyentes en esa ciudad arrebataron la ciudad del
diablo. Ellos están avanzando el Reino de Dios por la fuerza y
muchos reciben a Jesús de Nazaret como su Salvador en la
ciudad que en otra ocasión era un baluarte de idolatría
demoníaca.
El regreso de Jesús a esta tierra está muy pronto a
suceder y Jesús no está volviendo por una novia débil y
derrotada. Él va a volver por una iglesia que ha prevalecido
contra las puertas del infierno.
El escritor del libro de Hebreos revela que Jesús
todavía está sentado a la diestra del Padre, esperando algo sea

~ 172 ~
cumplido en la tierra antes de regresar por su novia. Leemos,
pero este hombre, después de que Él había ofrecido un
sacrificio por los pecados para siempre, se ha sentado a la
diestra de Dios. Allí estará hasta que sus enemigos sean
puestos por estrado de Sus piés (Hebreos 10:13).
Mientras que Jesús está a la espera, Él está interce-
diendo por nosotros. El libro de Hebreos registra, Por eso
puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos
(Hebreos 7:25).
En este momento Jesús continúa sentado y esperando
hasta que su iglesia en esta tierra, descubramos nuestra
autoridad restaurada y nos levantemos; y como resultado que
por la fuerza hagamos Sus enemigos -el diablo y todo espíritu
demoníaco — sean el estrado de Sus pies en la tierra. Jesús
está esperando hasta que, como su iglesia, usemos nuestro
dominio dado por Dios que fue comprado por sangre, que
pongamos a Satanás bajo nuestros pies y demostremos que el
diablo y todo espíritu demoníaco es un enemigo derrotado.
La obra de Jesús ha concluido en esta tierra, ahora Él
está esperando que completemos nuestro trabajo, está
esperando que cumplamos la función para la que nos creó en
esta tierra cuando dijo, "¡Señoreen!"
Muchos se preguntan, "¿Cuándo volverá Jesús?"
Jesús dijo, este evangelio del reino será predicado en
todo el mundo como testimonio a todas las Naciones y
entonces vendrá el fin (Mateo 24:14).
Armada con la verdad restaurada de nuestra autoridad
espiritual, la iglesia está saliendo en mayor número para
arrebatar las ciudades y las Naciones de este mundo de las
manos del diablo.

~ 173 ~
La iglesia están llegando a ser como los héroes de la
fe, quienes por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia,
alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron
fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas
de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga
ejércitos extranjeros (Hebreos 11:33-34).
Como los Santos del Altísimo, estamos destinados
para el dominio desde el momento en que fuimos creados a
imagen de Dios.
La Palabra declara, y que el reino, el dominio y la
majestad de los reinos debajo de todo el cielo sean dados al
pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno,
y todos los dominios lo servirán y obedecerán (Daniel 7:27a).
Dios está llamando a cada uno de nosotros para que
nos comprometamos a formar parte de ese ejército poderoso
de Dios que pondrán a huir a los ejércitos de los extranjeros.
Dios está esperando con expectación que nosotros derribemos
las fortalezas de Satanás en nuestras vidas, nuestras familias,
nuestras ciudades y las Naciones del mundo.
Jesús está esperando hasta que, como los grandes
héroes de la fe, sometamos a los reinos del maligno en este
mundo, Él está esperando, orando y confiando que vamos a
descubrir quiénes somos

¡Destinados para ejercer Dominio!

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