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Quintanilla. CCNN Vs CCHH

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CIENCIAS NATURALES vs.

CIENCIAS HUMANAS

Pablo Quintanilla

Ciencias Naturales

-Describen el mundo como un entramado de cadenas causales donde cada evento


está causalmente relacionado con otros. A es causa de B si (i) cada vez que ocurre
A, ocurre B, y (ii) A y B son lógicamente independientes.
-El modelo de la cobertura legal: Toda relación causal está gobernada por una
regularidad de la naturaleza. La descripción lingüística de esa regularidad es una ley
natural.
-Presuponen o el determinismo: ningún evento es producto del azar, el
encadenamiento causal es inexorable, o el probabilismo: las regularidades causales
tienen distintos grados de probabilidad.
-Al explicar un evento dado están en condiciones de predecir su curso futuro, de
manera determinista o con cierto grado de probabilidad.
- Explicar un evento dado es encontrar las regularidades físicas que gobiernan las
relaciones causales en que ese evento está inmerso. Esas regularidades son
descritas mediante leyes. Explicar aquí, implica subsumir un evento en una
regularidad física descrita nomológicamente.
-Pretenden describir una realidad constituida por eventos y relaciones causales
independientes de la descripción.
-Pretenden explicar hechos externos, públicos y objetivos.

Ciencias humanas

-Describen a los agentes como iniciando una cadena causal. En ese sentido, los
agentes son, por así decirlo, "primeros motores" o “causas incausadas” y mueven
"ex nihilo".
-No requiere (necesariamente) de leyes comprehensivas.
-Los agentes son descritos como poseyendo un punto de vista "subjetivo",
constituido por estados mentales y consciencia de muchos de ellos.
-Los agentes son descritos como poseyendo voluntad y libertad (autonomía) de
actuar según su punto de vista subjetivo. La subjetividad que atribuimos a los
agentes es esencial en nuestra explicación de sus acciones.
-En la descripción del agente se asume que sus estados mentales son las causas de
sus acciones, pero estos no son causas en el mismo sentido en que lo son los
eventos naturales, porque los estados mentales no son lógicamente independientes
de las acciones que pretenden explicar. En otras palabras, solo se entienden las
acciones del agente a la luz de ciertos estados mentales atribuidos, los cuales a su
vez se entienden a la luz de las acciones que pretenden explicar.
-La tradición hermenéutica en general (Schleiermacher, Dilthey) sostiene que las
ciencias humanas no pretenden explicar sino comprender. La hermenéutica

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intencionalista sostiene que lo que se comprende es las verdaderas intenciones de
los agentes, donde esto se entiende como un proceso mediante el cual se transporta
las vivencias internas de un sujeto (o un texto, o una sociedad, etc.) a un intérprete.
Este es el modelo de la transposición acuñado originalmente por Locke.
-Otros modelos hermenéuticos (Gadamer, Davidson) sostienen que la comprensión
no es una transposición sino la creación de un espacio compartido entre intérprete y
agente.

EL PROBLEMA DE LA ELECCIÓN DE TEORÍAS

Virtudes epistémicas que permiten determinar cuándo una teoría (en las
ciencias naturales o humanas) es más explicativa que otra

Hay muchas virtudes epistémicas compartidas que se emplean en las ciencias para
la elección objetiva de teorías, las que podríamos agrupar en cuatro clases:

En primer lugar, las que tienen que ver con la predicción exitosa y sistemática del
curso de la naturaleza, preservando o mejorando el éxito observacional de otras
teorías, y produciendo nuevas y originales hipótesis explicativas. Considérese, por
ejemplo, la posibilidad de predecir (en líneas generales), el comportamiento de los
pacientes, sus capacidades de reacción y recuperación, etc. En este ámbito
sospecho que el éxito terapéutico es fundamental en el psicoanálisis como criterio
de elección y conmensuración entre teorías. [Eficiencia terapéutica: el éxito medido
desde el punto de vista del terapeuta (y el paciente). Por ejemplo: la remisión de los
síntomas, la desaparición de defensas, la mejora de la capacidad de introspección,
etc. Eficacia terapéutica: el uso de mediciones independientes al punto de vista del
terapeuta y el paciente para determinar el éxito terapéutico].

En segundo lugar, el apoyo interteórico, es decir, la posibilidad de integrarse con


otras teorías previamente aceptadas y que ya han demostrado ser exitosas, como
las neurociencias, las ciencias cognitivas, la psiquiatría y psicología experimental,
etc.

En tercer lugar, la compatibilidad con creencias epistemológicas bien fundadas.

En cuarto lugar, la consistencia interna, la simplicidad ontológica y la economía


explicativa. Es decir, siempre es preferible una teoría coherente a una plagada de
contradicciones, una que no tenga que postular toda suerte de entidades misteriosas
e innecesarias y, finalmente, una que explique lo más con lo menos.

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