N. Godoy
N. Godoy
N. Godoy
1
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
DIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PENAL
2
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
DIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PENAL
AVAL DE LA TUTORA:
iii
3
INFORME DE ACTIVIDADES CON LA TUTORA
mes Noviembre 2012 Enero 2013 Febrero Marzo 2013 Abril 2013 Mayo 2013 Junio 2013
actividad 2013
Entrevistar Tutora X X
Inscribir Proyecto X X
Revisar la Matriz de X X X X
Variables
Construir Capítulo II X
Seleccionar y diseñar X
instrumento
iv
4
mes Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
actividad 2013 2013 2013 2013 2013 2013
Analizar la información X X
recabada
Construir Capitulo IV X X
Análisis de Resultados
Construir Capitulo V X
Conclusiones y
Recomendaciones
Encuadernar Trabajo de X
Grado
Inscribir Trabajo de Grado X
__________________________
_________________________
Tutora Autora
Abg. Miriam González Abg. Nancy Godoy
López
C.I. 7.084.886 C.I.
11.273.379
5
INDICE
Introducción ……………………………………………………………… 08
Capítulo I …………………………………………………………………. 10
El Problema ………………………………………………………………. 10
Capítulo II …………………………………………………………………. 22
Procedimiento ………………………………………………………………. 40
Capítulo IV …………………………………………………………………. 42
vi
6
Análisis de la Información ………………………………………………….. 42
Capítulo V …………………………………………………………………... 50
Referencias ………………………………………………………………….. 55
vii
7
RESUMEN
La flagrancia en los delitos de género viene determinada por la percepción que se tiene
de los elementos que hacen deducir, prima facie, la relación de causalidad entre el delito y el
supuesto autor, causalidad que deberá demostrarse y/o desvirtuarse en el proceso y así lo
determinó la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. En el presente trabajo de
grado se proponen sugerencias a los órganos involucrados en el trámite de la flagrancia en los
delitos de Violencia Psicológica, tomando en consideración que del análisis de datos obtenidos
en los Tribunales de Violencia contra la Mujer en función de control, audiencias y medidas del
estado Carabobo, se puede observar que en quince (15) procedimientos por flagrancia se imputó
solamente el delito de violencia psicológica durante el año 2012, lo que representa un 22%, por
lo que los cincuenta y tres (53) restantes le fueron imputados otros delitos. Al finalizar la
investigación se concluye que los administradores de justicia deben evaluar cada caso en
concreto, para poder determinar si verdaderamente existen suficientes elementos de convicción
para decretar y calificar la detención en flagrancia por el delito de violencia psicológica.
Palabras Claves:
Flagrancia, violencia psicológica, género, delitos, elementos de convicción.
SUMMARY
The flagrante in gender crimes can be determined by the perception of the elements that
makes deduce, “prima facie”, the causality relationship between crime and the supposed author,
this causality must be proof and/or rebutted in the process, this was determinate by the
Constitutional Chamber of the Supreme Court. This special work research presents suggestions
to the relevant actors on the flagrante procedures of Psychological Crimes, regarding the data
obtain from the Violence against Women Courts in Carabobo, it can be noted that only fifteen
procedures in flagrante procedure were taken for the crime Psychological Violence during the
year 2012, which represents a 22% of the total, but in only 53 procedures where charges
psychological violence with another kind of crimes. At the end of the research it concludes that
justice administrators must evaluated each cases as individual in order to determinate if exists
enough elements to legally qualify the flagrante crime in the case of Psychological Violence.
Key words:
Flagrante, psychological violence, gender, crime, evidence. viii
8
INTRODUCCION
9
en el estado Carabobo, consultas con jueces, juezas, fiscales, fiscalas, expertos
especializados en el área, que permitieron obtener una visión clara del problema
planteado.
10
CAPITULO I
EL PROBLEMA
11
La definición de flagrancia la establecía el artículo 184 del Código de
Enjuiciamiento Criminal de 1962, hoy derogado, en los siguientes términos:
12
judicial escrito de allanamiento, cuando se trata de impedir
su perpetración (artículo 210 del Código Orgánico Procesal
Penal, publicado en la Gaceta Oficial Nº 3.558
Extraordinario del 14 de noviembre de 2001).
Ahora bien, existen delitos cuya ejecución se caracterizan
por la simulación de situaciones, por lo oculto de las
intenciones, por lo subrepticio de la actividad, y en estos
casos la situación de flagrancia sólo se conoce mediante
indicios que despiertan sospechas en el aprehensor del
supuesto delincuente.
Si la sola sospecha permite aprehender al perseguido,
como lo previene el artículo 248 del Código Orgánico
Procesal Penal, y considerar la aprehensión de dicho
sospechoso como legítima a pesar que no se le vio cometer
el delito, con mayor razón la sola sospecha de que se está
perpetrando un delito, califica de flagrante a la situación.
No debe causar confusión el que tal detención resulte
errada, ya que no se cometía delito alguno. Ello originará
responsabilidades en el aprehensor si causare daños al
aprehendido, como producto de una actividad injustificable
por quien calificó la flagrancia.
También es necesario que la Sala apunte, que a pesar que
el artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal no lo
contemple, el aprehensor -como prueba de la flagrancia-
podrá requisar las armas e instrumentos con los cuales
aparezca que se ha cometido el delito o que fueren
conducentes a su esclarecimiento, tal como lo contemplaba
el artículo 185 del derogado Código de Enjuiciamiento
Criminal, el cual era una sabia norma, ya que en muchos
casos la sóla aprehensión de una persona no basta, si no
puede vincularse a ésta con el delito que se dice se estaba
cometiendo o acababa de cometerse; o si no puede
justificarse la detención de quien se encontraba cerca del
lugar de los hechos, si no se presentan las armas,
instrumentos u objetos que de alguna manera hicieron
presumir con fundamento al aprehensor, que el detenido es
el delincuente.
De acuerdo a la diversidad de los delitos, la sospecha de
que se está cometiendo y la necesidad de probar tal hecho,
obliga a quien presume la flagrancia a recabar las pruebas
que consiga en el lugar de los hechos, o a instar a las
autoridades competentes a llevar a los registros e
inspecciones contempladas en los artículos 202 y siguientes
del Código Orgánico Procesal Penal.
2. Es también delito flagrante aquel que “acaba de
cometerse”. En este caso, la ley no especifica qué significa
que un delito “acabe de cometerse”. Es decir, no se
determina si se refiere a un segundo, un minuto o más. En
13
tal sentido, debe entenderse como un momento
inmediatamente posterior a aquel en que se llevó a cabo el
delito. Es decir, el delito se cometió, y de seguidas se
percibió alguna situación que permitió hacer una relación
inmediata entre el delito cometido y la persona que lo
ejecutó. Sólo a manera de ejemplo, podría pensarse en un
caso donde una persona oye un disparo, se asoma por la
ventana, y observa a un individuo con el revólver en la
mano al lado de un cadáver.
3. Una tercera situación o momento en que se considerará,
según la ley, un delito como flagrante, es cuando el
sospechoso se vea perseguido por la autoridad policial, por
la víctima o por el clamor público. En este sentido, lo que
verifica la flagrancia es que acaecido el delito, el
sospechoso huya, y tal huída da lugar a una persecución,
objetivamente percibida, por parte de la autoridad policial,
por la víctima o por el grupo de personas que se
encontraban en el lugar de los hechos, o que se unieron a
los perseguidores. Tal situación puede implicar una
percepción indirecta de lo sucedido por parte de aquél que
aprehende al sospechoso, o puede ser el resultado de la
percepción directa de los hechos, lo que originó la
persecución del sospechoso.
4. Una última situación o circunstancia para considerar que
el delito es flagrante, se produce cuando se sorprenda a una
persona a poco de haberse cometido el hecho, en el mismo
lugar o cerca del lugar donde ocurrió, con armas,
instrumentos u otros objetos que de alguna manera hagan
presumir, con fundamento, que él es el autor. En este caso,
la determinación de la flagrancia no está relacionada con el
momento inmediato posterior a la realización del delito, es
decir, la flagrancia no se determina porque el delito “acabe
de cometerse”, como sucede en la situación descrita en el
punto 2. Esta situación no se refiere a una inmediatez en el
tiempo entre el delito y la verificación del sospechoso, sino
que puede que el delito no se haya acabado de cometer, en
términos literales, pero que por las circunstancias que
rodean al sospechoso, el cual se encuentra en el lugar o
cerca del lugar donde se verificó el delito, y, esencialmente,
por las armas, instrumentos u otros objetos materiales que
visiblemente posee, es que el aprehensor puede establecer
una relación perfecta entre el sospechoso y el delito
cometido…”
14
Asimismo, en relación con lo anterior, en sentencia de la misma Sala de fecha 15
de mayo de 2001 en consideración de lo que establece el Código Orgánico Procesal
Penal como definición de delito flagrante, se estableció lo siguiente:
15
persona apunta a otra con un arma y se apodere de sus
bienes…”
16
únicamente del dicho de la mujer víctima, se debe deducir
también, como hemos venido diciendo, del cúmulo
probatorio que es de fácil obtención; pues, al ser los delitos
de género en su mayoría una subespecie de los delitos
contra las personas, la identificación del agresor y la
vinculación de éste con el delito deriva de las pruebas que,
por lo general, se hallan en la humanidad de la mujer
víctima y en la del victimario, o están en su entorno
inmediato…
…En definitiva, la flagrancia en los delitos de género viene
determinada por la percepción que se tiene de los elementos
que hacen deducir, prima facie, la relación de causalidad
entre el delito y el supuesto autor, causalidad que deberá
demostrarse y/o desvirtuarse en el proceso. Como
consecuencia jurídica directa acarrea la detención in
fraganti, esto es, sin orden de inicio de investigación y sin
orden judicial, ello para asegurar la tutela del objeto
jurídico protegido; esto es, de integridad física de la mujer
víctima…”
Todo este nuevo concepto dentro de los delitos de violencia de genero, genera en
la población general y académica lo importante que resultaría limitar y especificar
17
cuando una situación de violencia de genero debe tomarse como flagrante, la misma
Sala Constitucional señala que no todo delito de genero debe ser considerado flagrante;
sin embargo, en la práctica observamos que los encargados de verificar éstas
condiciones, llámese Ministerio Público, órganos auxiliares y/o Poder Judicial, se han
dado a la tarea de recibir toda denuncia de violencia de genero y tramitarla como
flagrancia.
18
y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar…”.
19
violencia, quedan reguladas en los tipos genéricos establecidos, correspondiendo a los
jueces y juezas, determinar la entidad de la sanción según las circunstancias que
concurran.…”.
20
Objetivos de la Investigación.
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
Justificación de la Investigación.
Se pudo verificar de las estadísticas llevadas por los novísimos Tribunales con
Competencia en Violencia de Genero, que diariamente se reciben un promedio de ocho
procedimientos en Flagrancia. Sin embargo, no todas las denuncias deberían ser
procesadas como Flagrancia, ya que los órganos receptores deben evaluar en qué
condiciones y cual es el entorno en que se pudo desarrollar la presunta comisión del
delito, muy en especial los delitos de Violencia Psicológica.
21
Además de ser un tema novedoso a nivel mundial, ya que Venezuela es el primer
país que crea un sistema que vele por los derechos de las mujeres víctimas de violencia
de género, es de suma importancia evaluar los casos, las soluciones y resultados
presentados hasta la presente fecha, para mejorar la actividad desplegada por éstos.
Uno de los temas de mayor interés dentro de los abogados en ejercicio y los
diferentes órganos que intervienen en este proceso penal especialísimo, es delimitar la
aplicación del concepto de Flagrancia para el delito de Violencia Psicológica, debido al
uso de un grupo de mujeres que ha tratado de aprovecharse de su condición femenina
para chantajear y hasta de manera vengativa, hacer que sus parejas accedan a sus
caprichos, mayormente económicos, apoderándose de los bienes obtenidos en la
comunidad conyugal o simplemente con el objetivo de que pasen unos días detenidos en
señal de darles “una lección”.
22
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación.
23
la aprehensión de dicho sospechoso como legítima a pesar que no se le vio
cometer el delito, con mayor razón la sola sospecha de que se está
perpetrando un delito, califica de flagrante a la situación.
No debe causar confusión el que tal detención resulte errada, ya que
no se cometía delito alguno. Ello originará responsabilidades en el
aprehensor si causare daños al aprehendido, como producto de una
actividad injustificable por quien calificó la flagrancia.
También es necesario que la Sala apunte, que a pesar que el artículo
248 del Código Orgánico Procesal Penal no lo contemple, el aprehensor
-como prueba de la flagrancia- podrá requisar las armas e instrumentos
con los cuales aparezca que se ha cometido el delito o que fueren
conducentes a su esclarecimiento, tal como lo contemplaba el artículo 185
del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal, el cual era una sabia
norma, ya que en muchos casos la sóla aprehensión de una persona no
basta, si no puede vincularse a ésta con el delito que se dice se estaba
cometiendo o acababa de cometerse; o si no puede justificarse la
detención de quien se encontraba cerca del lugar de los hechos, si no se
presentan las armas, instrumentos u objetos que de alguna manera
hicieron presumir con fundamento al aprehensor, que el detenido es el
delincuente.
De acuerdo a la diversidad de los delitos, la sospecha de que se está
cometiendo y la necesidad de probar tal hecho, obliga a quien presume la
flagrancia a recabar las pruebas que consiga en el lugar de los hechos, o a
instar a las autoridades competentes a llevar a los registros e inspecciones
contempladas en los artículos 202 y siguientes del Código Orgánico
Procesal Penal.
2. Es también delito flagrante aquel que “acaba de cometerse”. En este
caso, la ley no especifica qué significa que un delito “acabe de
cometerse”. Es decir, no se determina si se refiere a un segundo, un
minuto o más. En tal sentido, debe entenderse como un momento
inmediatamente posterior a aquel en que se llevó a cabo el delito. Es decir,
el delito se cometió, y de seguidas se percibió alguna situación que
permitió hacer una relación inmediata entre el delito cometido y la
persona que lo ejecutó. Sólo a manera de ejemplo, podría pensarse en un
caso donde una persona oye un disparo, se asoma por la ventana, y
observa a un individuo con el revólver en la mano al lado de un cadáver.
3. Una tercera situación o momento en que se considerará, según la ley, un
delito como flagrante, es cuando el sospechoso se vea perseguido por la
autoridad policial, por la víctima o por el clamor público. En este sentido,
lo que verifica la flagrancia es que acaecido el delito, el sospechoso huya,
y tal huída da lugar a una persecución, objetivamente percibida, por parte
de la autoridad policial, por la víctima o por el grupo de personas que se
encontraban en el lugar de los hechos, o que se unieron a los
perseguidores. Tal situación puede implicar una percepción indirecta de lo
sucedido por parte de aquél que aprehende al sospechoso, o puede ser el
resultado de la percepción directa de los hechos, lo que originó la
persecución del sospechoso.
4. Una última situación o circunstancia para considerar que el delito es
flagrante, se produce cuando se sorprenda a una persona a poco de
haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o cerca del lugar donde
ocurrió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna manera
hagan presumir, con fundamento, que él es el autor. En este caso, la
determinación de la flagrancia no está relacionada con el momento
inmediato posterior a la realización del delito, es decir, la flagrancia no se
determina porque el delito “acabe de cometerse”, como sucede en la
situación descrita en el punto 2. Esta situación no se refiere a una
inmediatez en el tiempo entre el delito y la verificación del sospechoso,
24
sino que puede que el delito no se haya acabado de cometer, en términos
literales, pero que por las circunstancias que rodean al sospechoso, el cual
se encuentra en el lugar o cerca del lugar donde se verificó el delito, y,
esencialmente, por las armas, instrumentos u otros objetos materiales que
visiblemente posee, es que el aprehensor puede establecer una relación
perfecta entre el sospechoso y el delito cometido…”
25
“…Es menester recordar que el hecho flagrante, en cualquiera de las
variantes de flagrancia aceptadas por nuestro legislador, debe ser de
naturaleza tal que, por sí solo, debe aportar los elementos suficientes para
considerarla acreditada la comisión de un hecho punible y para estimar
que la persona del aprehendido es su autor. Justamente por eso el hecho
flagrante equivale de suyo a una fase probatoria, a un sumario” (Pérez, S.
2.002:57)
Asimismo, esta destacada jurista chile indica que en Alemania se admite también
la posibilidad de efectuar la detención en flagrancia cuando se ha sorprendido al autor
poco después de la ejecución del hecho delictivo. En el parágrafo 116 del proyecto de
StPO, actual 127, contenía la expresión “aut frischer Tat oder unmittelbar nachher” –
en flagrancia o inmediatamente después-. Para concordar este parágrafo con el 104
StPO, relativo al registro domiciliario, se suprimió la referencia al “tiempo
inmediatamente posterior” a la realización del hecho, si bien se dijo expresamente que
esta supresión era solo un cambio de redacción, y no un cambio en el pretendido
contenido del precepto (2001, p. 149).
26
Continuando con el estudio de los antecedentes del problema planteado,
encontramos en nuestro recorrido que en materia legislativa en Código Orgánico
Procesal Penal, como ordenamiento procesal avanzado y moderno, solo acoge la
flagrancia real, la cuasi flagrancia y la flagrancia presunta a posteriori, pero no recoge
para nada la flagrancia a priori, tal como lo señala Pérez Sarmiento.
Por otro lado, la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia (2007). En relación a la Aprehensión en flagrancia, dispone en el
artículo 93, sobre la Definición y forma de proceder, indicando:
“…Se tendrá como flagrante todo delito previsto en esta Ley que se esté
cometiendo o el que acaba de cometerse. También se tendrá como
flagrante aquél por el cual el agresor sea perseguido por la autoridad
policial, por la mujer agredida, por un particular o por el clamor público,
o cuando se produzcan solicitudes de ayuda a servicios especializados de
atención a la violencia contra las mujeres, realizadas a través de llamadas
telefónicas, correos electrónicos o fax, que permitan establecer su
comisión de manera inequívoca, o en el que se sorprenda a poco de
haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o cerca del lugar donde se
cometió, con armas, instrumentos u objetos que de alguna manera hagan
presumir con fundamento que él es el autor. En estos casos, toda autoridad
deberá y cualquier particular podrá, aprehender al agresor. Cuando la
aprehensión la realizare un particular, deberá entregarlo inmediatamente
a la autoridad más cercana, quien en todo caso lo pondrá a disposición
del Ministerio Público dentro de un lapso que no excederá de doce horas a
partir del momento de la aprehensión. Se entenderá que el hecho se acaba
de cometer cuando la víctima u otra persona que haya tenido
conocimiento del hecho, acuda dentro de las veinticuatro horas siguientes
a la comisión del hecho punible al órgano receptor y exponga los hechos
de violencia relacionados con esta Ley. En este supuesto, conocida la
comisión del hecho punible el órgano receptor o la autoridad que tenga
conocimiento, deberá dirigirse en un lapso que no debe exceder de las
doce horas, hasta el lugar donde ocurrieron los hechos, recabará los
elementos que acreditan su comisión y verificados los supuestos a que se
refiere el presente artículo, procederá a la aprehensión del presunto
agresor, quien será puesto a la disposición del Ministerio Público, según el
27
párrafo anterior. El Ministerio Público, en un término que no excederá de
las cuarenta y ocho horas contadas a partir de la aprehensión del presunto
agresor, lo deberá presentar ante el Tribunal de Violencia Contra la Mujer
en Funciones de Control, Audiencia y Medidas, el cual, en audiencia con
las partes y la víctima, si ésta estuviere presente, resolverá si mantiene la
privación de libertad o la sustituye por otra menos gravosa. La decisión
deberá ser debidamente fundada y observará los supuestos de procedencia
para la privación de libertad contenidos en el Código Orgánico Procesal
Penal, ajustados a la naturaleza de los delitos contenidos en la presente
Ley, según el hecho de que se trate y atendiendo a los objetivos de
protección de las víctimas, sin menoscabo de los derechos del presunto
agresor…”
28
de lucha o sangre en el cuerpo del señalado, o si existe reincidencia, etcétera. Lo
importante es que se recaben con diligencia las pruebas necesarias a fin de que la
medida de protección a favor de la mujer víctima no pierda eficacia".
29
Para diferenciar el delito de violencia psicológica de otros delitos de lesiones, e
incluso del delito de amenazas, debe tenerse en cuenta la habitualidad de la conducta y
la gravedad de la lesión producida en la víctima, por ello para entender consumado el
delito de violencia psicológica, el sujeto activo debe haber realizado conductas,
ejercidas habitualmente que hayan ocasionado en la víctima un daño emocional
(psicológico), una disminución de la autoestima o perturbado su sano desarrollo.
Bases Teóricas.
Por otro lado, Cabanellas define el termino flagrante como: “…Lo que se está
ejecutando o haciendo en el momento actual. Se aplica sobre todo a los hechos
punibles en el que el autor es sorprendido antes de huir, ocultarse o desaparecer…”
30
Ahora bien, Pérez Sarmiento (2002, p. 268) establece una diferencia entre la
flagrancia y la constatación súbita del delito, señalando que esta ultima tiene un carácter
eminentemente objetivo, es decir, es la constatación de un hecho del que se desconocen
los autores y cuya delictuosidad final debe ser comprobada, en tanto que la flagrancia es
eminentemente subjetiva, ya que se trata de sorprender a sujetos determinados en la
comisión de un hecho con evidentes caracteres del delito.
Por otro lado, la posteriori según este mismo autor, consiste “…en la detención
de una persona con instrumentos o cajas provenientes del delito, tiempo después de
probar cesado la persecución o sin que éste haya existido…”. Esta es una figura muy
cuestionada por cuanto lo único que se considera flagrante es la posesión de objetos y
no la participación del aprehendido.
31
inmediatamente después de haber cometido el delito, como producto de una
persecución, interrumpida de las autoridades o del público, que no le hayan perdido de
vista. (p. 273)
Hasta ahora los conceptos que hemos estudiado y analizado no encuadran con
los presupuestos expuestos por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en la sentencia que se pretende analizar, ni con el concepto aprobado por la Asamblea
32
Nacional en la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia. Sin embargo, escudriñando en el mudo cibernauta nos encontramos que en
México, en fecha 21 de octubre de 1998 fue publicado una reforma del Código de
Procedimientos Penales, donde indica el Artículo 116 como sigue:
33
Vista los diferentes tipos de flagrancias y opiniones de juristas nacionales e
internacionales, podemos deducir que la flagrancia establecida en el artículo 93 de la
Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual
fue objeto de interpretación por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en la sentencia 272 centro de estudio del presente trabajo, se reconoce como una
flagrancia equiparada, diferenciada de esta manera de los demás tipos de flagrancia
aceptados por la doctrina, como son la flagrancia real, la cuasi flagrancia y la flagrancia
presunta.
Según Ana Martos, psicóloga, autora del libro ""¡No puedo más! Las mil caras
del maltrato psicológico", la violencia psicológica no es una forma de conducta, sino un
conjunto heterogéneo de comportamientos, en todos los cuales se produce una forma de
agresión psicológica.
Explica Martos que en todos los casos, es una conducta que causa un perjuicio a
la víctima, que puede ser intencionada o no intencionada. Es decir, el agresor puede
tener conciencia de que está haciendo daño a su víctima o no tenerla. Eso es desde el
punto de vista psicológico. Desde el punto de vista jurídico, tiene que existir la
intención del agresor de dañar a su víctima.
Hay que tomar en cuenta, según Martos, que la violencia física produce un
traumatismo, una lesión u otro daño y lo produce inmediatamente; en cambio, la
violencia psicológica, vaya o no acompañada de violencia física, actúa en el tiempo. Es
un daño que se va acentuando y consolidando en el tiempo. Cuanto más tiempo persista,
mayor y más sólido será el daño.
34
Además indica la Psicóloga, que no se puede hablar de maltrato psicológico
mientras no se mantenga durante un plazo de tiempo. Un insulto puntual, un desdén,
una palabra o una mirada ofensivas, comprometedoras o culpabilizadoras son un ataque
psicológico, pero no lo que entendemos por maltrato psicológico.
Para que el maltrato psicológico se produzca, es preciso, por tanto, tiempo, para
que el verdugo asedie, maltrate o manipule a su víctima y llegue a producirle la lesión
psicológica. Esa lesión, sea cual sea su manifestación, es debida al desgaste. La
violencia, el maltrato, el acoso, la manipulación producen un desgaste en la víctima que
la deja incapacitada para defenderse.
35
36
Conceptualización y operacionalización de variables.
¿Cuál es el
Flagrante: Lo que se está concepto de
ejecutando o haciendo en el flagrancia aceptado
momento actual. Delito. por la doctrina
Hecho delictivo que se Venezolana?
Descomponer el concepto de Observación documental.
descubre en el momento Derecho Procesal ¿Cuál ha sido el
Flagrancia. Concepto de Flagrancia. Lectura evaluativa.
mismo de su realización; y Penal trato jurisprudencial
Técnica del resumen.
cuya comisión en público, al respecto?
ante diversos testigos, facilita ¿Cuáles son los
la prueba y permite abreviar el tipos de Flagrancia
procedimiento. establecidos en la
legislación
Venezolana?
Identificar los elementos que Observación documental.
determinan la Flagrancia. Elementos que determinan la Flagrancia según
Flagrancia. LOSDMVLV: Se tendrá Derecho Procesal Lectura evaluativa. ¿Qué elementos
como flagrante todo delito Penal identifican a la
previsto en esta Ley que se Técnica del resumen. Flagrancia dentro de
esté cometiendo o el que la doctrina
37
Objetivos Específicos Variable Definición conceptual Dimensión Indicador Item
38
Objetivos Específicos Variable Definición conceptual Dimensión Indicador Item
39
Objetivos Específicos Variable Definición conceptual Dimensión Indicador Item
40
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
Nivel o modalidad.
Unidad de investigación.
41
Población y muestra.
Al tomar como base los objetivos del presente trabajo, el cual es documental y
de campo aplicado en la rama del derecho penal, se utilizó las entrevistas, la
observación directa e indirecta como técnicas para la recolección de la información, lo
que contribuyó a la obtención de resultados que permitió el planteamiento de las
conclusiones y recomendaciones.
Procedimiento.
42
- Recolección de la información: Este proceso se cumplió mediante la
elaboración del instrumento de conceptualización y operacionalización de
variables, revisión por expertos y elaboración de la versión final. Asimismo,
la información obtenida se sistematizó y ordenó para poder procesarlas según
las diversas fuentes utilizadas.
43
CAPITULO IV
ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
44
cultura simbólica del sujeto y el contexto social, por lo que el análisis ha de ser
comprehensivo e integrador, pero sin afán reduccionista…”
45
46
47
48
49
Del análisis de datos obtenidos en los Tribunales de Violencia contra la Mujer en
función de control, audiencias y medidas del estado Carabobo, se puede observar que en
quince (15) procedimientos por flagrancia se imputó solamente el delito de violencia
psicológica durante el año 2012, lo que representa un 22%, por lo que los cincuenta y
tres (53) restantes le fueron imputados otros delitos además del de violencia psicológica,
como son los delitos de violencia física, acoso u hostigamiento, amenaza y actos
lascivos, lo que representa un 78%.
50
15
53
Total: 68
Por otro lado, se entrevistaron a quince (15) jueces y juezas de primera instancia
con competencia en delitos de violencia contra la mujer de distintos estados y Distrito
Capital, quienes manifestaron en relación al tema planteado que efectivamente se puede
calificar el delito de violencia psicológica en flagrancia. Un 13% de los entrevistados
opinaron que debían tener la prueba psicológica que indicara la afectación sufrida por la
victima, lo que representa 2 jueces o juezas. El resto discreparon, manifestando que la
presentación de la evaluación psicológica es requisito indispensable, que el dicho de la
víctima, evaluado conforme a las reglas de la jurisprudencia y doctrina aceptadas en el
derecho penal venezolano y otros elementos referenciales seria suficiente para la
calificación en flagrancia.
51
psicológica cuando no está acompañado de otro hecho punible contemplado en la ley
especial debe ser evaluado minuciosamente y no ser tomado a la ligera, ya que por ser
un delito de peligro se presta a manipulación por parte de la víctima; sin embargo, un
representante de la Dirección de Defensa de los derechos de la Mujer del Ministerio
Público a nivel nacional, confirmó la información suministrada añadiendo que cada caso
debe ser evaluado y no se puede descartar la posibilidad de ordenar la detención de un
ciudadano cuando ha cometido presuntamente el delito de violencia psicológica en
contra de una mujer, tomando en consideración que si existen dudas al respecto la
evaluación psicológica servirá de apoyo para la presentación de los elementos de
convicción en la audiencia de presentación y su evaluación por parte de la jurisdicción.
52
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones.
“…Se tendrá como flagrante todo delito previsto en esta Ley que se esté
cometiendo o el que acaba de cometerse. También se tendrá como flagrante
aquél por el cual el agresor sea perseguido por la autoridad policial, por la
mujer agredida, por un particular o por el clamor público, o cuando se
produzcan solicitudes de ayuda a servicios especializados de atención a la
violencia contra las mujeres, realizadas a través de llamadas telefónicas,
correos electrónicos o fax, que permitan establecer su comisión de manera
inequívoca, o en el que se sorprenda a poco de haberse cometido el hecho,
en el mismo lugar o cerca del lugar donde se cometió, con armas,
instrumentos u objetos que de alguna manera hagan presumir con
fundamento que él es el autor.
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víctima, si ésta estuviere presente, resolverá si mantiene la privación de
libertad o la sustituye por otra menos gravosa.
Ahora bien del citado texto legal y del análisis realizado por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia se evidencia que dicho regla se aplica
sin distinción a todo el catalogo de delitos que establece la ley especial, donde se
incluye el de violencia psicológica (artículo 39), por lo que no existe prohibición legal o
constitucional alguna que no permita su calificación en flagrancia, ni pone límites
especiales para su aplicación.
En el artículo antes transcrito, el verbo rector del tipo penal es “atentar”, lo que
según el diccionario es “…Ejecutar [una cosa] con infracción de lo dispuesto. (…)
54
Intentar un delito...”; por lo que al definir el verbo rector del tipo penal nos damos
cuenta que es intentar la comisión de un delito. Lo que según la doctrina venezolana es
considerado un delito de peligro. Estos se definen como los que sin ocasionar lesiones
materiales, crean una situación de peligro, una probabilidad –no simplemente
posibilidad- de que se produzca un daño, según Grisanti. Indica el autor que se
establecer la distinción entre los dos vocablos anteriores, que no son sinónimos, por
cierto. La probabilidad está más cerca de la actualización, de la efectiva realización, que
la posibilidad.
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Apuntala la autora, que “…no se puede hablar de maltrato psicológico mientras
no se mantenga durante un plazo de tiempo. Un insulto puntual, un desdén, una
palabra o una mirada ofensivas, comprometedoras o culpabilizadoras son un ataque
psicológico, pero no lo que entendemos por maltrato psicológico…”
En la “Guía de Daño Psíquico del Ministerio Público del Perú”, establecen que
la violencia presupone una relación desigual de poder entre sujetos sociales y requiere
para configurarse del ejercicio de dicho poder fuera de la razón y la justicia. En esa
misma línea, advierten que la violencia es un ejercicio de poder a través de la fuerza e
implica un arriba y un abajo, reales o simbólicos.
Por último, indican que la violencia daña de diferentes formas a las personas,
varía en grado e intensidad, llegando en algunos casos a configurar un trauma. Ello
depende de múltiples factores biológicos, psicológicos y sociales no sólo de la víctima
sino del agresor y principalmente de la relación entre ambos.
Recomendaciones.
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El Ministerio Público no puede pretender que en los casos de violencia
psicológica se establezcan reglas matemáticas, cuando estamos tratando delitos que no
siempre se consuman de la misma manera, por lo que negar a las mujeres la protección
a la integridad psíquica y mental, la cual es protegida por nuestra carta magna, pudiera
devenir en denegación de justicia y hasta en violencia institucional, novedoso delito
estipulado en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia.
Los administradores de justicia deben evaluar cada caso en concreto, para poder
determinar si verdaderamente existen suficientes elementos de convicción para decretar
y calificar la detención en flagrancia por el delito de violencia psicológica. Por ser un
delito de peligro no es necesario que se tenga a la disposición de la jueza o juez un
informe psicológico que indique la afectación de la víctima, ya que deben ser analizados
otros elementos, como el dicho de la víctima, u otros referenciales traídos por el órgano
receptor de denuncia u órganos de investigación auxiliares del caso a evaluar.
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mínima actividad probatoria.” (La mínima actividad probatoria en el
proceso penal. Autor citado. Pag. 182. Editorial. Bosh)…”
58
REFERENCIAS
Referencias Bibliográficas.
59
Pérez sarmiento. E. (2002) Comentarios al Código Orgánico Procesal Penal. Vadell
Hermanos Editores. Caracas, Venezuela.
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No. 38.647 del 19 de marzo de 2007.
reimpresa en dos oportunidades por error material del ente emisor y publicadas tales
correcciones mediante Gacetas Oficiales de la República Bolivariana de Venezuela Nos.
38.770 del 23 de abril de 2007 y 17 de septiembre de 2007.
Referencias Electrónicas.
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Martos, A. ¡No puedo más! Las mil caras del maltrato
psicológico.http://-mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_558.shtml
Sentencia No. 2580, Expediente No. 00-2866. Sala Constitucional. Magistrado Ponente:
Jesús Eduardo Cabrera Romero. Tribunal Supremo de Justicia. Caracas, 11 de
Diciembre 2001.
Sentencia No. 717, Expediente No. 01-0017. Sala Constitucional. Magistrado Ponente:
Antonio García García. Tribunal Supremo de Justicia. Caracas, 15 e Mayo de 2001.
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