Un Ángel Caído Es Una Criatura de Esencia Angelical Que Por Haberse Rebelado Contra Dios Ya No Puede Regresar Al Cielo

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Un ángel caído es una criatura de esencia angelical que por haberse

rebelado contra Dios ya no puede regresar al cielo. El término "ángel caído"


no aparece en la Biblia, pero se utiliza para referirse a aquellos ángeles que
han pecado.

Lucifer, o Satanás, es el ángel caído más conocido, aunque en la mitología


judeo-cristiana existen varios tipos de ángeles caídos en adición a Satanás.

La caída de Santanás

Del pasaje de Ezekiel 28:12-18 en la Biblia, se interpreta que Satanás fue un


querubín creado por Dios que, a pesar de haber sido perfecto y hermoso, se
llenó de maldad y fue expulsado del cielo.
Según se interpreta el Apocalipsis 12:3-4, Satanás se rebeló contra Dios y se
llevó a un tercio de los ángeles con él.

Dios mandó al arcángel Miguel a pelear contra Satanás y sus ángeles.


Cuando Satanás perdió la batalla, él y sus ángeles "cayeron" y no pudieron
regresar al cielo. A estos ángeles y a Satanás se les llama demonios.

Los Grigori o los "hijos de Dios"

Cuando el término "ángeles caídos" se utiliza en plural, muchas veces se


refiere a un mito del judaísmo que aparece en el libro de Enoc y que
reaparece en Génesis 6:1-4. El mito de los "Vigilantes", o "Grigori" en
griego, se identifica como el mismo que presenta el Génesis cuando les
llama "los hijos de Dios" a los seres celestiales que se aparearon los las
mujeres de la tierra. Estos ángeles estaban encargados de velar por los
humanos, pero fueron vencidos por la lujuria. Según el libro de Enoc, tenían
un jefe, llamado Shemihaza, que les dijo:

"Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único


responsable de un gran pecado". Pero ellos le respondieron: "Hagamos
todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no
retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente". Entonces todos
juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos con los otros,
bajo anatema.

(Libro de Enoc, 6, 3-5)

En Génesis, la historia cuenta que: "Cuando los hombres comenzaron a


multiplicarse por toda la faz de la tierra, y les nacieron hijas, sucedió que
los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas.
Entonces tomaron mujeres para sí, las que escogieron de entre ellas."

Estos ángeles no pudieron regresar al cielo por haberse mezclado con la


humanidad y haberla corrompido. Según interpretaciones del Libro de
Enoc, los Grigori fueron 3, 200 o 200,000. Algunas interpretaciones
distinguen entre los Grigori y los ángeles caídos, que son identificados como
sus hermanos.

Satán y los Grigori

El capítulo 29 del Segundo Libro de Enoc menciona que "uno de la orden de


los arcángeles concibió un pensamiento imposible, poner su trono más alto
que las nubes encima de la tierra, para tener un rango igual que el del
Señor". Este ángel fue expulsado del cielo.

En uno de los manuscritos aparece una inscripción añadida que identifica a


este ángel como "Satanail", o Satanás. Por esto a veces los teólogos
concluyen que Santanás fue el jefe de los Grigori y el que los instigó a pecar
contra Dios. Sin embargo, otros teólogos creen que Satanás y Shemihaza
son dos ángeles caídos distintos.

Consecuencias de la caída de los ángeles

Los ángeles caídos procrearon con las mujeres unos gigantes llamados
Nefilim o Nephilim, que luego habitaron Canaán.

Los ángeles también corrompieron a los hombres, enseñándoles cosas que


provocaron discordia entre los humanos. El ángel caído Azazel les enseñó
los secretos de la guerra.

Esto causó la ira de Dios.

Según Enoc 10, 11-14, Dios mandó al arcángel Gabriel a eliminar a los
Nefilim y hacerlos entrar "en una guerra de destrucción". Al arcángel
Miguel le pidió que les diera el siguiente mensaje:

"...ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con


mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza, ¡que sus hijos
perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos!" También le pidió al
arcángel Miguel que los encadenara durante setenta generaciones.
Después de la destrucción de los Nefilim, Dios causó el Diluvio Universal
para destruir a los humanos corruptos. Los Nefilim habían contaminado la
descendencia de Adán con el pecado de los ángeles caídos.

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