El Sikuri en Las Instituciones Educativas
El Sikuri en Las Instituciones Educativas
El Sikuri en Las Instituciones Educativas
En el año 2003 el siku y el sikuri han sido declarados Patrimonio Cultural de la Nación; de esta
manera se ha reafirmado su carácter y funcionalidad como instrumento y expresión músico-
coreográfico.
Esta declaración ha significado un reconocimiento y gran aliciente para todos los ejecutantes
del siku e interpretes del sikuri sin distinción. Además ha permitido mitigar las controversias que
se suscitaron y se suscitan, sobre el devenir del siku, abriendo la posibilidad de reafirmar
propuestas y en otros casos de aperturarlos.
En ese sentido, somos de los que creemos y apostamos en las grandes posibilidades del siku
para ser utilizado en la alfabetización musical. Pues al ser su ejecución relativamente fácil,
permite interpretar melodías desde el primer contacto con el instrumento, logrando así el
conocimiento de la lectura musical. Asimismo, nos da la posibilidad de utilizarlo, por sus
características de ejecución dual y uso colectivo en su interpretación, para la practica de
valores y por último dado su carácter integrador, articulador e inclusivo; permite la practica de
una educación intercultural.
Por tales razones, el siku debe ser considerado como el instrumento emblemático de nuestra
cultura andina, además de convertirse ya, como un aporte a la cultura universal.
La educación nacional desde el año 2001 ha sido declarada en emergencia. En los últimos años
se han realizado tres evaluaciones, cuyos resultados nos indican que el problema aún persiste
pese al gran esfuerzo que realizan las instituciones públicas y privadas por revertir esta situación.
La primera evaluación ha sido aplicada a los educandos y fue realizada por organismos
internacionales y nacionales. La segunda evaluación fue aplicada a las docentes en servicio y la
tercera evaluación fue realizada por el Ministerio de Educación para los postulantes a los
Institutos Superiores Tecnológicos y Pedagógicos.
Las evaluaciones mencionadas muestran el bajo nivel alcanzado por nuestros niños y niñas,
docentes y postulantes a la carrera magisterial con respecto a las capacidades y habilidades
para la producción de textos, comprensión lectora y el pensamiento lógico. Además tenemos que
mencionar que la declaración en emergencia de nuestra educación, incluye también el
desinterés de parte de nuestros educandos, por el conocimiento y práctica de los valores.
La crisis de nuestra educación, lamentablemente y hay que reconocerlo ha sido casi una
constante durante las últimas tres décadas. Afirmación que se torna alarmante cuando el punto
de referencia es la educación impartida en las zonas rurales.
Para revertir esta situación, en nuestro país se han venido aplicando diversos planes, programas
y reformas educativas durante las últimas décadas; acciones que no han recibido el apoyo y la
continuidad necesaria por los gobiernos sucesivos.
Nuestra experiencia de labor pedagógica a nivel básico y superior en zonas rurales y urbano
marginales, nos permiten afirmar que los planes, programas y reformas educativas han sido
aplicadas sin considerar las diversas realidades culturales y educativas de nuestro país.
Asimismo consideramos que las propuestas vienen con el precedente de su exitosa aplicación
en realidades ajenas a la nuestra. Y en función del “éxito” que las preceden, se cree que su
aplicación en nuestro sistema educativo, dará los resultados “exitosos” obtenidos en su lugar de
origen. Debemos tener en cuenta este indicador; ya que puede ser una de las razones y/o
explicaciones del fracaso de las propuestas, así como también por que no es entendido ni
asumido por los docentes e indudablemente por que no se ve reflejada en el nivel de
conocimientos y actitudes de los alumnos.
Estas aseveraciones nos permiten concluir provisoriamente que nuestra educación esta basada
en principios que no toman en cuenta los elementos filosóficos propios de nuestra cultura. Si bien
es cierto que en los últimos años hay un esfuerzo por hacerlo, bastaría con revisar los planes de
estudio de los últimos veinte años de los institutos pedagógicos y de las facultades de educación
para establecer que el magisterio ha recibido y recibe aún una formación alienante y
colonizadora. En ese sentido, el docente ha sido formado con la idea que el pensamiento superior
y que rige la filosofía universal es la de occidente.
Por tales razones, consideramos necesario replantear las bases filosóficas de nuestra educación
y no asumir a la filosofía occidental como única y superior. “la filosofía occidental es desde el
punto de vista intercultural, una de las múltiples expresiones filosóficas existentes en la historia
(diacrónicamente) y en el espacio (sincrónicamente) pero de ninguna manera la única ni la
superior o canónica…”
De tal manera que se hace necesario insertar en nuestro sistema educativo los principios aún
vigentes de nuestra milenaria cultura andina, pues todo indica que “sólo un modelo de
interculturalidad no hegemónica y dialógica, puede ser capaz de frenar las pretenciones supra –
y super – culturales de una parte de la humanidad… lo que urge hoy en día es una
interculturalidad filosófica y una filosofía intercultural.. que sea el abogado de la
autodeterminación cultural de los pueblos… la filosofía andina no quiere participar en este diálogo
intercultural como “cosmovisión exótica” o “manifestación estética”, sino como expresión
profunda del humanun, encarnado en esta cultura particular..” (Esteman 1998).
Es alentador que en los últimos años: se haya reanudado un interés inusitado por el estudio y
la producción de textos sobre nuestra cultura andina, se ponga énfasis en la construcción y
consolidación de nuestra identidad y se reconozca y haga participar de manera más activa en la
vida política, cultural al hombre andino. Estas acciones han provocado la necesidad de insertar
los estudios referentes a la cultura andina, los cuales son cada vez más convincentes, en las
políticas educativas nacionales y regionales.
El genero musical sikuri a su llegada a la ciudad capital ha pasado por diversos procesos de
asimilación y apropiación. En una primera etapa llega con los mismos actores sociales del
género musical sikuri producto de las migraciones del campo a la ciudad que se realizan en la
década del 40 y 60 del siglo pasado. La segunda etapa se da cuando grupos sociales ajenos a
su contexto se apropian del género musical y lo asumen como parte suya. Manifestación que
se da en la década del 80. Podemos observar lo señalado en los conjuntos de sikuris
formados durante ese periodo, especialmente lo de las universidades. Estos conjuntos irradian
la practica del sikuri a los barrios populares y sindicatos a través de la proyección social
permanente que realizan. Si bien es cierto en un primer momento estos grupos asumen
posturas esencialistas de la cultura, van ha tener un segundo momento donde asumirán
posturas fundamentalistas referente a la practica del sikuri. En una tercera etapa el movimiento
de sikuri entre en una incertidumbre, proceso de cambios y búsqueda de nuevos espacios de
difusión. Finalmente podemos hablar de una cuarta etapa de toma decisiones y redefinición de
su organización, formas de trabajo y practicas artísticas.
Las dos primeras etapas señaladas han sido y están siendo estudiadas ampliamente, la tercera
y cuarta etapa aún no se analizan los cambios que en ellas se han generado. Consideramos
importante estudiar la tercera etapa, pues es en ella donde se va ha producir los cambios
generacionales en los diferentes conjuntos de sikuri. Hay que señalar que estos cambios tienen
una característica que es necesario destacar. Si hasta las dos primeras etapas estos cambios
generacionales se realizaba con jóvenes y adultos, en la tercera etapa los cambios
generacionales incluirá en gran mayoría a niños y adolescentes provenientes de colegios,
barrios populares y parroquias. Espacios donde el movimiento de sikuri ha encontrado una
cantera permanente de interpretes que paulatinamente se incorporan a conjuntos de amplia
trayectoria.
Al acercarse el movimiento de sikuri a las escuelas, barrios y parroquias e impulsar talleres
y/o conjunto de sikuri en estos espacios ha provocado una forma diferente de apreciar y asumir
al genero musical sikuri. Por ejemplo en la forma de cómo enseñar a los niños y jóvenes. Se
ha tenido que pensar en el uso de estrategias y metodología adecuada para su enseñanza.
Establecer que las canciones a interpretar sean las mas fáciles y no las más emblemáticas.
Los espacios de presentación ya nos sean solamente actividades de “carácter” si no de
espectáculo, recreación y por que no decirlo de toda índole. Asumir al sikuri como un medio
que permita complementar la formación de los niños adolescentes y no como un hecho
folklórico, donde lo importante es aprender a ejecutarlo tal como es.
Convencidos de que la ejecución del siku y la practica del sikuri son una valiosa herramienta
pedagógica. En la institución educativa Nuevo Amanecer ubicada en Huaycan – ATE Vitarte
conformamos el taller de Sikuri Illariq. En esta experiencia se esta desarrollando los siguientes
objetivos: a) Difundir la ejecución dual y colectiva del siku o zampoña. b) fomentar la practica
efectiva de valores. c) La práctica de actitudes interculturales y d) Iniciar la alfabetización
musical de los integrantes.
Para la difusión de la ejecución dual y colectiva del siku se proyecto algunos documentales
referentes al siku y sikuri. También se hizo entender que no eran los primeros ni los único en
ejecutar el siku si no que formarían parte de todo un movimiento cultural que ya existe en su
comunidad (grupos como Taki Oncoy, Hatun Llacta, etc.) asi como en diversos distritos de
Lima, regiones y partes del mundo.
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Para mayor detalle consultar revista del Centro de Folklore UNMSM: Folklore: cultura, arte y sociedad. Nº 01 pag. 188 - 192
practicar mas para seguir siendo admirados y respetados por lo que vienen realizando. La
socialización, se ha logrado que muchos integrantes del taller que en las clases cotidianas
mostraban un aislamiento, en otros casos una timidez por estar en grupo ahora se muestren
mas seguros y sociables, seguros y confiados en el trato con sus pares.
Finalmente queremos señalar que los nuevos interpretes del sikuri promovidos en las
instituciones educativas y barrios populares deben representar el nuevo amanecer del sikuri,
pues serán ellos los que proseguirán con su difusión, desarrollo y mantenimiento en todas
partes del mundo. Pero no basta con que el siku y el sikuri solo sean considerados desde una
perspectiva histórica y musical si no sea también tomados en cuenta para utilizarlos en la
formación del hombre del mañana, aspectos que consideramos, desde sus inicios, siempre ha
sido así.
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Tema compuesto por Omar Zilbert Salar en genero Polka. El arreglo en mención fue realizado por el Etnomusicólogo
Américo Valencia Chacón.