Este documento analiza las tendencias de las telecomunicaciones y las redes convergentes en los próximos 20 años. Discuten cómo la convergencia tecnológica está integrando diferentes servicios y plataformas, y cómo esto está transformando la industria y los modelos de negocio. También examina los desafíos regulatorios que plantea la convergencia y la necesidad de una transición hacia las redes de nueva generación.
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Este documento analiza las tendencias de las telecomunicaciones y las redes convergentes en los próximos 20 años. Discuten cómo la convergencia tecnológica está integrando diferentes servicios y plataformas, y cómo esto está transformando la industria y los modelos de negocio. También examina los desafíos regulatorios que plantea la convergencia y la necesidad de una transición hacia las redes de nueva generación.
Este documento analiza las tendencias de las telecomunicaciones y las redes convergentes en los próximos 20 años. Discuten cómo la convergencia tecnológica está integrando diferentes servicios y plataformas, y cómo esto está transformando la industria y los modelos de negocio. También examina los desafíos regulatorios que plantea la convergencia y la necesidad de una transición hacia las redes de nueva generación.
Este documento analiza las tendencias de las telecomunicaciones y las redes convergentes en los próximos 20 años. Discuten cómo la convergencia tecnológica está integrando diferentes servicios y plataformas, y cómo esto está transformando la industria y los modelos de negocio. También examina los desafíos regulatorios que plantea la convergencia y la necesidad de una transición hacia las redes de nueva generación.
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Cuál es la tendencia de las telecomunicaciones con las redes
convergentes, hacer un análisis prospectivo a 20 años.
El carácter mundial de las plataformas de comunicaciones es una
clave que abrirá la puerta a una mayor integración de la economía mundial. Por ello, muchos autores consideran que el sector de comunicaciones es decisivo para el desarrollo global, que requiere un marco de política con objetivos bien definidos en temas sensibles y esenciales para el desarrollo, como la educación y la salud, y que haga posible que esas plataformas generen dinámicas de inversión y movimientos en diferentes mercados, así como competitividad en las regiones.
Con la liberalización, el mercado sufrió grandes cambios en muy corto
tiempo. Por ejemplo, el correo electrónico (email) se convirtió en herramienta de comunicación fundamental entre personas y empresas, y la red mundial (www) se volvió indispensable para el manejo de información de empresas y trabajadores.
Las innovaciones continuas en Tecnologías de Información y
Comunicaciones (TIC) han transformado las economías locales, regionales y nacionales en economías de red 1, debido a que los cambios y transformaciones que ocurren en los mercados, inducidos por las políticas, los negocios o la tecnología, influyen en las decisiones de los agentes del mercado en cualquier parte del mundo (Freeman y Louca, 2001). El entorno actual muestra una concentración de jugadores y de mercados, un mayor crecimiento y penetración de los servicios, y la necesidad de aumentar el acceso a Internet y a servicios de banda ancha, con avances importantes en la adopción de TIC, como fuente de crecimiento económico. Desde mediados de los ochenta, con un ritmo cada vez más acelerado, el sector de telecomunicaciones y, en general, el de servicios públicos por redes, experimenta cambios significativos en la estructura de prestación de servicios y en la organización de la industria. Empresas que eran consideradas monopolio natural son sustituidas por un mercado cada vez más competitivo y capaz de asignar de manera eficiente los recursos entre usuarios y empresarios. Estados que una vez eran operadores son sustituidos por Estados reguladores, que garantizan la universalización de los servicios y la protección de los usuarios y resuelven fallas de estos mercados. Al tiempo que la convergencia inducía estos cambios, los actores intentaban mantener su posición en el mercado, sobre todo en las industrias de TIC, donde las empresas líderes se esforzaban por mantenerla lanzando productos en forma prematura y frecuente 3. Ese es el caso de firmas como Intel, Hewlett-Packard y Motorola, que han sido líderes de su mercado por varias generaciones de productos utilizando la estrategia de comer su propio almuerzo (eat your own lunch), que consiste en lanzar productos que canibalizan a sus productos líderes. Un ejemplo es la introducción del procesador Intel 486, luego sustituido por el Pentium y después por el multiprocesador P6. Por otro lado, cuando el mercado está en crecimiento, se observan cambios de liderazgo producto de la entrada de nuevas empresas. Un ejemplo es el de AT&T, que era líder en producción de teléfonos fijos hasta la aparición de los teléfonos móviles; Motorola tomó ventaja en este nuevo segmento de mercado y AT&T perdió el liderazgo. Pero esta última recurrió a una estrategia de rápido desarrollo de productos, avances tecnológicos y recursos, superó a Motorola y recuperó el liderazgo (Nault y Vandenbosch, 2000, 304). A menudo se piensa que la convergencia es algo nuevo, pero la convergencia industrial y regulatoria ha sido continua en la historia de las telecomunicaciones. A nivel de plataformas, por ejemplo, la integración de voz y datos resultante de la digitalización y la convergencia fijo-móvil han sido graduales; la aparición de Internet y su masificación gracias al menor costo de los computadores y al aumento del ancho de banda han hecho posibles sistemas de entretenimiento y telecomunicación de tipo triple play y cuádruple play, teléfonos móviles que se conectan a Internet y contenidos que se pueden consultar en muy diversas terminales. Todo esto es resultado de la convergencia tecnológica, de servicios, de redes y de negocios. Si es un proceso de maduración, ¿por qué el interés en la convergencia? La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la define como la "evolución coordinada de redes que antes eran independientes hacia una uniformidad que permita el soporte común de servicios y aplicaciones" (UIT, 2004), es decir, como la tendencia a que una amplia gama de contenidos (audio, video, texto e imágenes) y servicios se distribuyan a través de distintas redes (fija, de banda ancha, infraestructura móvil, satélite, cable terrestre) a una variedad de dispositivos de consumo (PC, TV, teléfonos móviles) (OFCOM, 2008, 61). Pero la convergencia va más allá de las innovaciones tecnológicas. Está determinada por la combinación de tendencias tecnológicas, financieras y estratégicas que pueden ser independientes de las tecnologías subyacentes (Henten et al., 2003, 33). Hasta 1970 los grandes conglomerados concibieron la diversificación como parte de su estrategia, y extendieron sus actividades a una amplia gama de industrias entre las que no existían vínculos o que eran muy débiles para ampliar sus operaciones más allá de las telecomunicaciones. La convergencia pone a prueba los modelos de negocios tradicionales, genera competencia entre plataformas independientes y ejerce presión sobre los operadores tradicionales, cambia la conducta del consumidor y lo hace más activo en la demanda de servicios, y lleva a que los procesos de gestión de tecnología sean dinámicos. A su vez, estos cambios tecnológicos y de mercado ejercen presiones sobre los organismos de regulación para que se adapten al nuevo entorno.
En los países en desarrollo, la evolución de las TIC ha sido muy lenta,
con un desarrollo tardío de la infraestructura, deficientes políticas de servicio universal y poca fortaleza institucional (Henten et al., 2003, 33-34). El reto de estos países es aprovechar el potencial de Internet de nueva generación para estimular el desarrollo de redes nacionales que cubran las comunicaciones básicas y las necesidades de servicios avanzados de Internet, y generar valor en las redes. En síntesis, la convergencia es un elemento importante en la formulación de políticas para el sector, pues todos los cambios asociados, tecnológicos y de mercado, implican la reformulación de los temas cuyas características y normas estaban definidas por una regulación por servicios, para una regulación por mercados 15; donde será necesario un nivel de competencia más profundo, garantizar la equidad en el acceso y favorecer el clima de inversión.
Las NGN son claves en el desarrollo de la convergencia y son
indispensables para que las tecnologías y los actores puedan competir en igualdad de condiciones. Las redes tradicionales y las NGN hoy coexisten en la infraestructura de telecomunicaciones, pero esto no es eficiente porque no se aprovechan las economías de alcance de una red convergente única ni el ahorro que generan en sus diferentes niveles. Es necesaria entonces una transición que tendrá implicaciones para los operadores, debido a las grandes inversiones requeridas para actualizar las redes, de modo que esta migración podría ser por etapas según el tipo de redes que poseen. Por ejemplo, en el caso de los operadores de telefonía tradicional, la transición tendrá varias etapas, que dependerán del monto de la inversión de cada operador, el cual determinará el plazo de la transición. En la primera etapa se remplazarían gradualmente la infraestructura y las tecnologías tradicionales por NGN. Aquí el regulador puede cumplir un papel importante en la promoción del uso compartido de la infraestructura para que la transición no perjudique a los operadores que no puedan hacer grandes inversiones, e incluso se puede pensar en una infraestructura NGN única, en cuya construcción inviertan todos. La política debe garantizar la coordinación entre operadores actuales y entrantes, para evitar la exclusión artificial del mercado. En segundo lugar, debe garantizar el desarrollo de adaptadores mientras coexistan diferentes infraestructuras. En tercer lugar, debe contemplar medidas de protección al consumidor que preserven las condiciones actuales y le permitan aprovechar las facilidades de las nuevas tecnologías. En cuarto lugar, debe diseñar incentivos a la inversión e innovación ligados a la creación de mercados que hagan atractivas las inversiones de largo plazo 16. Por último, la política debe ser robusta y flexible para que evolucione y se adapte a las dinámicas futuras de la tecnología y del mercado. En suma, la regulación debe diseñarse con una visión prospectiva, es decir, debe ir un paso adelante, porque en este sector el avance tecnológico crea nuevas condiciones en todos los niveles, como la convergencia, y da lugar a nuevos paradigmas de regulación, como se mostró en las secciones anteriores. Un caso destacable es el de Inglaterra, que orientó sus políticas y regulaciones a la adecuación y migración de las redes tradicionales a las de nueva generación, proceso en el que ha avanzado significativamente con respecto a otros países17. En particular, es interesante que su regulación haga especial énfasis en la interconexión para facilitar esta migración (OFCOM, 2005).
Cuatro fusiones, la competencia en comunicaciones: Regulaciones, organismos antimonopolio y análisis de los dictámenes de consolidación empresarial en Argentina