1 Guia Relacion de Ayuda
1 Guia Relacion de Ayuda
1 Guia Relacion de Ayuda
“RELACIÓN DE AYUDA”
ASIGNATURA:
DIRIGIDO A:
Alumnos de Carrera Técnico Nivel Superior de Enfermería
REQUISITOS:
Sin requisitos.
La salud mental es un concepto en construcción en nuestros días. Sin embargo, es un elemento inherente a la
realidad humana, en tanto la persona se conecta con otros individuos en la vida en comunidad. En este
sentido, las personas estamos, inevitablemente, ligadas entre sí y destinadas a interactuar, por lo que a través
de los siglos se ha buscado la forma de mejorar la comunicación y la comprensión entre nosotros, marcando
una evolución constante en el pensamiento y en la filosofía de las relaciones interpersonales.
En este contexto nacen las teorías psicológicas con distintos enfoques y aplicaciones, siempre con el objetivo
de explicar fenómenos de la mente y poder intervenir en ellos. Una de esas teorías la planteó la enfermera
Joyce Travelbee, el año 1969, bajo el nombre de Intervención en Enfermería Psiquiátrica que fundamenta la
relación de ayuda como un proceso de “relación de persona a persona”.
El objetivo de la presente guía es adquirir herramientas para realizar la escucha activa y conocer el manejo
verbal de un paciente con inestabilidad mental. Para esto basaremos la intervención en la teoría de relación
persona a persona.
Desde situaciones cotidianas como ir a comprar pan hasta momentos complejos de la vida como escuchar los
problemas de un amigo implican interacción y ofrecen la oportunidad de poner en práctica habilidades
sociales. Sin embargo, el principal foco de la intervención profesional es la ayuda a un paciente que manifieste
tácita o explícitamente un problema. Para estos efectos es necesario retirar el prejuicio de que esta
intervención se realiza únicamente en servicios de psiquiatría, ya que la circunstancia puede darse en
cualquier nivel de la atención de salud y no sólo con el paciente a nuestro cargo, sino también con los
familiares del mismo.
El principal elemento a trabajar en la sesión es la escucha activa, debido a que es uno de los elementos
centrales y a la vez, básicos para establecer una relación de ayuda que sea efectiva. Esta intervención puede
ser realizada de manera muy simple y breve:
en la urgencia al atender a una madre que está angustiada por la salud de su hijo;
en un servicio médico-quirúrgico a un paciente ansioso antes de someterse a una cirugía electiva;
a un paciente en cuidados paliativos a quien se le ha diagnosticado cáncer terminal;
a una madre adolescente que asiste a control de niño sano con su hijo de dos meses y que se
angustia al no saber cómo cuidar a su hijo.
Estos son sólo algunos ejemplos. Las aplicaciones de esta teoría son múltiples y con buenos resultados.
Por lo tanto, la relación de ayuda es una herramienta útil, en el contexto de la atención de salud, para el
manejo de personas con inestabilidad mental, dándole al profesional de salud un sello distintivo y esencial en
el compromiso de la atención holística del paciente.
Proporcionar cuidados de enfermería específicos, en pacientes con patologías complejas, de acuerdo a las
diversas especialidades médicas, según normativas institucionales.
Definición:
La relación de ayuda es: “Un proceso interpersonal mediante el cual la enfermera profesional ayuda a una
persona, familia o comunidad con el objetivo de promover la salud mental, prevenir o afrontar la experiencia
de la enfermedad y el sufrimiento mental y si es necesario contribuye a descubrir un sentido en esas
experiencias” (Travelbee, 1979).
Se extiende el proceso y es posible adaptarlo a las necesidades de otros actores en la atención de salud.
Se refiere a un proceso interpersonal en la medida en que, tanto paciente como agente de salud, dan
significado a sus experiencias durante el proceso; es necesario saber que en el proceso ambos aprenden del
otro y se contribuye a la salud mental.
El objetivo de la relación de ayuda es acompañar en el proceso de sufrimiento y superarlo, para darle sentido
a la experiencia; acompañar en el proceso de toma de conciencia de los problemas y las fortalezas de la
persona y mostrar conductas de vida saludables.
Por lo tanto, es muy importante señalar que el técnico nivel superior de enfermería (TSEN) debe tener
especial cuidado en las expectativas que se tienen al ayudar a un paciente, ya que resulta fácil frustrarse si el
paciente no responde como esperamos. La respuesta está en tener en mente el concepto de acompañar al
paciente. Está demostrado que el simple hecho de acompañar en el sufrimiento es suficientemente
terapéutico, sin necesidad de hacer profundas intervenciones.
Características:
1.- Es una relación planificada, deliberada y consciente entre una persona que necesita ayuda y otra que está
capacitada para otorgarla.
2.- Es un proceso que evoluciona en etapas o fases dinámicas, o sea, que no van ordenadas. Estas etapas
son:
Fase previa a la interacción: es donde el profesional reconoce sus propios sentimientos, emociones,
miedos, expectativas y se consideran los objetivos a conseguir con el paciente.
Fase de orientación: es donde se exploran los hechos que traen al paciente a consultar.
Fase de identidades emergentes: se identifican claramente los problemas, por lo que se le ayuda a
leer con mayor finura los eventos, se determina cuánto puede hacer la persona para solucionar su
problema, se identifican personas que la puedan apoyar, se analizan soluciones alternativas al
problema. Lo central en la interacción, más allá de solucionar un problema o no, es que el paciente
sienta la experiencia de haber sido acogido, escuchado y aceptado.
Fase de término: cerrar el proceso y hacer un resumen con lo conversado, se debe ser claro en el
cierre del proceso para evitar dependencias.
3.- Es un proceso que provoca cambios en ambos actores de la relación: el ayudado recibe la experiencia
antes mencionada y el que ayuda aumenta su capacidad de comprometerse en relaciones de ayuda, observar
su propia conducta y sus experiencias. Aprende de las experiencias del otro, a escuchar y a confiar en la vida
del otro.
1. Aptitud para amar: significa poder amar, amarse y trascenderse. Se resume en lograr conocerse a sí
mismo, aceptarse y promover la autoestima. No se puede ayudar a otro si no se puede ayudar a uno mismo
(amarse). Trascenderse es ayudar al otro de manera desinteresada. Amar es la capacidad de desear
profundamente el bien al otro, aunque esa persona no nos guste.
2. Capacidad para enfrentar la realidad: es la capacidad de enfrentar la realidad tal como es y no como
quisiéramos que fuera. Implica saber hasta dónde podemos intervenir en las otras personas, percibir la
realidad sin necesidad de distorsionarla o acomodarla a nuestra conveniencia; capacidad para enfrentarse al
dolor, conflictos y pedir ayuda cuando sea necesario. Enfrentar la crisis es mejor que evitarlas, negarlas o
deformarlas. Se agrega la capacidad de reírse de uno mismo.
3. Descubrir un propósito o sentido a la vida: si las crisis se enfrentan como oportunidades de aprendizaje
se pueden responder preguntas como ¿quién soy? ¿Por qué vivo? ¿Por qué estoy dispuesto a vivir? ¿Adónde
va mi vida? Si es posible acercarse a las respuestas, mejora la salud mental, esto es: amarse para amar a
otros; percibirse de forma realista en el mundo y lograr enfrentar los problemas entendiendo que estamos
expuestos a ellos. Además de darle el sentido a la vida.
Son necesarias tres disposiciones de la persona que ayuda para fomentar la relación terapéutica:
1. Compromiso emocional: es la capacidad de interesarse por otra persona sin que ese interés nos
inhabilite para ayudarlo. No ocurre con todos los pacientes y no es necesario obligarse a hacerlo. Es
importante el autoconocimiento. No comprometerse emocionalmente es un peligro ya que caemos en
la desconexión emocional con los pacientes.
2. Aceptación y actitud no juzgadora: para aceptar a un paciente se debe tener conciencia de las
situaciones que nos provocan rabia, resentimiento y molestia, y entender que nuestra intervención
tiene el objetivo de aliviar el sufrimiento del paciente. Además es recomendable enjuiciar la situación
en sí misma, no al paciente.
1. Ayudar a la persona a enfrentarse con los problemas presentes. No buscar causas del pasado.
2. Ayudar a la persona a conceptualizar sus problemas: delimitarlos y enfocarse, identificando cómo afecta
ese problema a la persona.
3. Ayudar a la persona a percibir su participación en sus experiencias: la persona no es una víctima de la
situación, es parte activa del problema y de la solución.
4. Ayudar a la persona a enfrentar en forma realista los problemas emergentes, ocuparse de los problemas,
no de suposiciones.
5. Ayudar a la persona a buscar soluciones alternativas.
6. Ayudar a la persona a ensayar nuevas formas de comportamiento: una cosa es encontrar una solución y
otra distinta es encontrar la forma práctica de enfrentarlo.
1.- Verbalización: que la persona hable sus problemas. Por sí misma es una técnica que libera tensión y
angustia. Es necesario que la persona diga todo lo que le pasa y en este punto es muy importante que quien
ofrece la ayuda sea capaz de controlar la emisión de juicios o prejuicios. Se debe estimular a la persona a
hablar haciéndole preguntas cortas y de carácter abierto, por ejemplo ¿qué sucedió en ese momento?;
cuénteme ¿qué sintió cuando ocurrió eso?; ¿qué significa para ud. “me dio lata”?
2.- Aclaración: se utiliza cuando el entrevistador no comprende una situación y es importante aclararla
inmediatamente antes de continuar, al hacer esto el paciente tiene la sensación de que la persona está
poniendo atención y tiene el deseo de entenderlo. Además es útil para que el mismo paciente se aclare en lo
que está contando, ya que a veces, en períodos de angustia, las personas podemos hablar de manera
confusa. Por lo tanto, al aclarar no sólo el entrevistador puede comprender mejor el problema sino también el
paciente. Por ejemplo: ¿a qué se refiere con..?; no logro entender lo que me quiere decir ¿podría explicármelo
nuevamente?
3.- Enfocar: muchas veces los pacientes en contextos de angustia y crisis confunden los temas y los
superponen al verbalizarlos, este fenómeno se denomina disgregación: saltan de un tema a otro. Es
importante enfocar al paciente para darle sentido a la comunicación. Se hace necesario interrumpir al paciente
e indagar en la razón de su disgregación y ordenarlo.
4.- Ayudar a identificar causa-efecto en su conducta: esto se logra posicionando la participación del
paciente en términos temporo-espaciales en su relato. Por ejemplo: ¿qué hizo ud. antes que su pololo le dijera
que no quería seguir la relación?; ¿qué hizo ud. durante la conversación?; ¿qué hizo ud. después que
terminaran de hablar? De esta manera el paciente logra ver cómo su conducta impactó o impacta en el
desarrollo de su problema.
5.- Escucha activa: es una de las capacidades más importantes en una relación de ayuda y, así mismo, es
difícil de desarrollar ya que exige un amplio autoconocimiento y una constante observación de uno mismo al
mismo tiempo que se interviene en el paciente. Es un “darse cuenta” de lo que hago y cómo lo hago. Se
materializa en la postura corporal hacia el paciente, contacto ocular, escuchar lo que el paciente dice sin
poner nuestra opinión enfrente, seguir la conversación con frases y expresiones como: “continúe…” “mmm”,
asentir con la cabeza, acercarse al paciente, inclinarse levemente hacia el paciente, dar a conocer al paciente
que lo entiende. Cuando la persona se siente escuchada se siente tomada en serio, siente que puede confiar,
se abre y se desahoga, y con ello disminuye mucho su angustia o ansiedad.
Al finalizar la entrevista se debe cerrar el proceso con el paciente; es aceptable realizar un resumen con los
temas acordados y/o despedirse. Es clave dejar de manifiesto que la interacción ha terminado y no compartir
datos para verse en el futuro ya que esto favorecería una relación dependiente.
Bibliografía
RIVERA, M.S. Teoría de la relación persona-persona de Joyce Travelbee como sustento de la enseñanza de
la Enfermería. Horizonte de enfermería. 14. 2003. 95-111.
Docente: Gonzalo Olguín
Taller N°1
Se sugiere que dos estudiantes asuman el rol de El docente debe dar la historia a los alumnos y unos
técnicos de enfermería que realizan el control sano, minutos para que preparen su personaje.
sentados tras una mesa enfrentados al paciente,
quien es personificado por otro alumno. A través del rol playing, los estudiantes aplican las
técnicas objetivo.
Situación: La paciente es una madre de 24 años con
su hijo de dos años. Durante la entrevista acerca de Deben realizar la entrevista al paciente, quien
los hábitos del niño la madre irrumpe en llanto y responde a las preguntas del equipo y es guiado por
comienza a relatar cómo su pareja no la ayuda en los el docente para exponer la problemática.
cuidados del menor, y que se siente ataviada entre
sus estudios y el cuidado del niño.
Situación: La esposa del paciente comienza a llorar Los alumnos que personifican a los TENS dramatizan
fuera del reanimador, está sola. Los alumnos de su rol en función a la respuesta que da la paciente.
TSEN se acercan para hablarle y contenerla
emocionalmente. Uno de los TENS dos horas antes
recibió la noticia de la muerte de su mascota.
N° Indicadores C MC NC