El Peso Del Alma

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�Es cierto que el alma humana pesa 21 gramos?

En 1901 un experimento de un cient�fico americano demostr� supuestamente que todos


perdemos 21 gramos en el momento exacto de nuestra muerte.
Lunes 11 febrero 2013 Guardar
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H�ctor Fuentes
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El alma, el elemento espiritual e inmortal que, seg�n muchas religiones, forma al
cuerpo humano y con �l construye la esencia del hombre, ha sido concebida desde el
principio de los tiempos como una entidad et�rea y vol�til, parecida a una
corriente de aire o una respiraci�n.

La gran mayor�a de estas religiones asegura que la conciencia o alma del ser humano
trasciende a la vida en s�, perviviendo m�s all� de la muerte f�sica del cuerpo.
Por esto, fueron muchas las personas a lo largo de la historia que intentaron
demostrar emp�ricamente la existencia del alma. De �stos, el m�s recordado fue el
f�sico estadounidense Duncan MacDougall, quien a principios del siglo pasado
postul� que el alma ten�a que tener una masa o sustancia medible. Su argumento fue
el siguiente:

�Partiendo del supuesto de que si las funciones ps�quicas contin�an existiendo como
una individualidad o personalidad separada despu�s de la muerte del cerebro y del
cuerpo, entonces tal personalidad s�lo puede existir como un cuerpo ocupante de
espacio. Y como se trata de un �cuerpo separado�, diferente del �ter continuo e
ingr�vido, debe tener peso, igual que el resto de la materia. Esa sustancia,
obviamente, se desprende del cuerpo en el momento de la muerte, y por lo tanto la
p�rdida de peso debe ser medible�.

Alma Humana
Foto: Blogs
El experimento

Para comprobar su teor�a, el f�sico hizo el siguiente experimento: se traslad� a un


hogar de ancianos, donde pudo experimentar sobre seis personas moribundas,
pes�ndolas antes de su muerte en una cama que en realidad era una balanza
industrial; cuatro de estos pacientes ten�an tuberculosis, otro diabetes y el
�ltimo sufr�a una enfermedad sin determinar.

Las notas de uno de los experimentos, escritas por el propio MacDougall en el asilo
de ancianos, dieron cuenta del siguiente resultado:

�El paciente fue perdiendo peso poco a poco a un ritmo de 28,35 gramos por hora
debido a la evaporaci�n de la humedad a trav�s de la respiraci�n y la evaporaci�n
del sudor. Durante las tres horas y cuarenta minutos que dur� el proceso mantuve el
final del astil de la balanza un poco por encima del punto de equilibrio y cerca de
la barra limitante superior para que la prueba fuera m�s concluyente en caso de que
se produjera la muerte. Transcurridas tres horas con cuarenta minutos, el paciente
expir� y, de golpe y coincidiendo con la muerte, el final de astil baj� y golpe� de
forma audible la barra limitante inferior y permaneci� all� sin rebotar. La p�rdida
de peso se estableci� en 21,26 gramos�.

En un estudio posterior Macdougall tambi�n pes� a 15 perros moribundos en balanzas,


descubriendo que su muerte no implicaba ninguna p�rdida de peso. Por ello concluy�
que los animales no ten�an alma.

Revuelo mundial

Las conclusiones de los experimentos de Mac Dougall, que comenzaron en 1901, fueron
publicados seis a�os m�s tarde en la revista �American Medicine� y en el diario New
York Times bajo el t�tulo: �El alma: hip�tesis relativa a la sustancia del alma
junto a una evidencia experimental de la existencia de dicha sustancia�. El estudio
caus� de inmediato bastante revuelo y desde entonces se origin� el mito de que el
peso del alma correspond�a a 21 gramos.
El experimento de Mac Dougall, como era previsible, fue duramente atacado por la
comunidad cient�fica, que critic� su falta de exactitud y rigurosidad. El f�sico
Augustus P. Clarke, por ejemplo, se�al� que en el momento de la muerte se produc�a
un repentino incremento de la temperatura corporal debido a que los pulmones
dejaban de enfriar la sangre. Entonces, el consecuente incremento de la sudoraci�n
podr�a explicar f�cilmente los 21 gramos perdidos. Clarke tambi�n agreg� que los
perros carec�an de gl�ndulas sudor�paras y por eso su peso no sufr�a ning�n cambio
s�bito al morir.

En 2005, el doctor Francis Crick (Premio Nobel 1962), asegur� que los 21 gramos que
hab�a percibido MacDougall en sus experimentos era una p�rdida del proceso f�sico
del cuerpo, exactamente del cerebro y no del alma. Seg�n �l, la actividad neuronal
produc�a un campo el�ctrico que hace que el cuerpo pese m�s. Entonces, al detenerse
esta actividad neuronal (al morir) desaparece y por tanto el peso tambi�n (este
argumento, sin embargo, no explic� por qu� los perros, que tambi�n tienen actividad
neuronal, no perdieron peso al morir).

Otros f�sicos tambi�n rebatieron a MacDougall asegurando que para que una masa de
21 gramos se transforme en energ�a y salga del cuerpo, cient�ficamente, debe
producir un haz de luz. Lo curioso es que el mismo Mac Dougall, quien en otro
experimento intent� ver el alma mediante una m�quina de rayos X, asegur� que hab�a
visto un halo de luz en 12 personas moribundas.

Independiente de las discusiones cient�ficas, el supuesto peso de 21 gramos del


alma humana se ha transformado ya en una suerte de mito popular. Para los
esc�pticos, en tanto, el argumento es simple: si no existe ninguna evidencia
cient�fica de la existencia del alma, �qu� sentido tiene hablar de su peso?

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