Santiago

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EL GLORIOSO APÓSTOL SEÑOR SANTIAGO Y LA IMAGEN CAÍDA DEL TRIUNFO DE LA

CATEDRAL
La Historia más famosa del Glorioso Mártir y Apóstol “Ya'akov hijo de Zebedeo”, en América, es
sin lugar a dudas su “milagrosa aparición” durante el Cerco al Cusco dirigido por Manco Inca
en 1536. Tan famosa, que de ella, se hicieron muchas versiones desde simples referencias a
tramas muy elaboradas, las que se volvían cada vez más complejas cuantos más años pasaban
del momento en que se produjo el “milagro”.
Luego de que Manco Inca se convenciera de la ambición española y de las falsas promesas. Y
después de ser testigo de múltiples abusos cometidos contra su pueblo; Manco decidió
escaparse y rebelarse, para ello reunió a sus generales con los cuales bebió la Chicha Sagrada e
hizo la siguiente promesa:
“Yo estoy determinado de no dejar cristiano a vida en toda la tierra, y para esto quiero primero
poner cerco en el Cuzco; quien de vosotros pensare servirme en esto ha de poner sobre tal
caso la vida; beba por estos vasos y no con otra condición…” (MANCO INCA 1536)
Las crónicas más antiguas escritas por testigos y participes del “Cerco del Cusco de 1536”, no
mencionan los “milagros” y de echo la referencia a los “Indios auxiliares” (Chachapoyas y
Cañaris) o las tropas aliadas afines a los españoles que también participaron en la “defensa del
Cusco” son escasas. Las Crónicas hispanas (la Relación del Sitio del Cuzco –Anónimo- y la
Crónica de Pedro Pizarro) tratan de enaltecer a los españoles presentándolos como mártires -
en el inicio del cerco- y luego como héroes tras la toma de Sacsayhuaman, sin mencionar o
dando poca importancia al apoyo recibido por sus aliados nativos.
En abril de 1540, Carlos V mediante Cédula Real nombro al Cusco como:
“LA MÁS PRINCIPAL Y PRIMER VOTO DE TODAS LAS OTRAS CIUDADES Y VILLAS QUE
HUBIERE EN TODA ESA DICHA PROVINCIA DE LA NUEVA CASTILLA”
Luego de ser otorgada, esta cédula era pregonada cada 24 DE JULIO VÍSPERA DE SANTIAGO
APÓSTOL PATRÓN DE ESPAÑA.
“la dicha cédula y provisión se pregona cada año en la plaza pública de esta ciudad el día 24 de
julio al salir de las vísperas del Apóstol Santiago, con trompetas y atabales en presencia de la
justicia y regimiento, en concurso de todo el pueblo desde que se instituyó el paseo del
estandarte real” (Esquivel y Navia, 1742)
La “Historia” de los milagros en el Cerco del Cuzco de 1536, no tiene origen en aquel momento.
Todas las evidencias sugerirían una construcción posterior a los hechos. Las primeras
referencias aparecen en la década de 1550 y su origen se encuentra entre los dominicos del
Cuzco (la primera orden religiosa llegada al Cusco y de la cual fueron los Dos primeros Obispos
del Cusco) y fueron justamente dos cronistas estrechamente relacionados a ellos, Juan de
Betanzos y Pedro Cieza de León, quienes brindaron las primeras versiones de los milagros de
1536.
Por aquellos años, 2 incas de Vilcabamba aceptaron ser bautizados y tomaron como nombre:
Diego; que es una variante en español del nombre propio Ya'akov (Diego, deriva de una
incorrecta separación del nombre Santiago. Sant Yago o Sant Iago → Sant Tiago → Tiago o
Tyago → Diago → Diego).
Sayri Túpac (Hijo de Manco Inca y Segundo Inca de Vilcabamba) luego de aceptar salir de
Vilcabamba y renunciar a su reclamo del Imperio Inca, se convirtió al catolicismo y aceptó el
bautismo, llamándose Diego. Por lo cual recibió el título de encomendado de Yucay a donde
traslado su residencia. Y donde tiempo después se levantó el Templo de Santiago Apóstol
(Cuando Paullo Inca acepto el Bautismo y Tomo el Nombre de Cristóbal, levanto la Capilla en
Honor a San Cristóbal en su Palacio de Qolqanpata).
Titu Cusi Yupanqui (Tercer Inca de Vilcabamba, hijo de Manco Inca y medio hermano Sayri
Túpac) luego de firmar el Tratado de Acobamba, aceptó el catolicismo y recibió el bautismo
con el nombre de Diego de Castro. Titu en su adolescencia, fue testigo del Cerco del Cusco y así
lo narra en su famosa “Instrucción del Inca Don Diego de Castro Titu Cusi Yupanqui al
Licenciado don Lope García de Castro” donde no hace mayor referencia al “milagro del
Triunfo” y no solo eso sino que acepta el bautizo Tomando el Nombre de Diego.
¿HUBIERAN ACEPTADO LOS PRIMEROS INCAS CATOLICOS TOMAR EL NOMBRE DE DIEGO
(derivado de Santiago), SI LAS APARICIONES DEL “TRIUNFO” HUBIERAN SIDO REALES?
La respuesta es lógica, y da pie a otra pregunta más ingenua aún:
¿POR QUÉ LOS INCAS DE LA COLONIA TOMARON COMO PATRÓN A SANTIAGO? Veían en Él al
protector de los españoles en el cerco del Cusco ó es que acaso ellos guardaban el recuerdo de
sus Primeros Incas Católicos. Fácil NO???
En 1559 se fundan las Reducciones o Parroquias de Indios originales, las cuales se
incrementan durante la Visita del Virrey Toledo (1571-1572) llegando a ser 8. Entre ellas una
dedicada al "Señor Santiago" que es como aparece mencionada en los libros del Cabildo del
Cusco.
La imagen procesional que represento a la parroquia del "Señor Santiago" en la procesión del
Corpus Christi, por lo menos durante el primer siglo, fue la forma iconográfica del “SANTIAGO
PEREGRINO” y es así como sale representado en la famosa “Serie de Corpus Christi” mandado
a elaborar por Manuel de Mollinedo, Obispo del Cusco entre 1673 y 1699.
Es esta imagen del Santiago Peregrino, de pie y sosteniendo la espada en la mano (su
instrumento de martirio), la que daría al poco tiempo una famosa analogía recogida muy
temprano en la “INSTRUCCIÓN CONTRA LOS RITOS DE LOS INDIOS”, INCLUIDA EN EL
CONFESIONARIO PARA CURAS DE INDIOS (1585) DEL TERCER CONCILIO LIMENSE, donde se
señalaba que “los serranos particularmente adoran al rayo llamándolo Santiago”.
Bernabé Cobo en su crónica con respecto al Trueno dice: “imaginaron que era un hombre que
estaba en el cielo formado de estrellas con una maza en la mano izquierda y una honda en la
derecha, vestido de lucidas ropas, las cuales daban aquel resplandor del relámpago cuando se
revolvía para tirar y que el estallido de ella causaba los truenos, los cuales daba cuando quería
que cayese el agua”.
Las principales representaciones del “Trueno”: Chuqui Illa, Illapa y Cacha eran antropomorfas,
aunque también podía ser como una culebra de 2 cabezas (Según Sarmiento). ¿Quién es este
Wiracocha con la Illapa en su mano?, se preguntaban los indios, según Garcilaso.
Con el tiempo esta relación se volvía más conocida al punto que el doctor Juan Espinoza
Medrano, arcediano de la Catedral del Cuzco, compuso la “Oración Panegyrica en la Festividad
del Glorioso Apóstol Santiago Patrón de las Españas”, en la que abiertamente hace la relación
Santiago-Illapa y la recita en la propia Catedral del Cusco en 1660.
Las celebraciones al Apóstol Santiago en el Cusco se mantuvieron por separado, mientras los
españoles celebraban en la Catedral del Cusco (donde aún existe la Capilla de Santiago
MataIndios e incluso una imagen procesional, actualmente ubicada en el Templo del Triunfo) y
los Ayllus Reales de la Parroquia de Santiago a donde concurrían principalmente los pueblos
de Chocco y Cacchona.
Hasta que en 1658 se dio un suceso tan insólito que fue registrado en los “ANALES DEL
CUSCO” Y QUE A LA LETRA DICE:
1658:
El paseo del estandarte real de 24 de Julio fue á la parroquia de Santiago, con el Alférez
propietario D. Pablo Castilla, y el Alférez Inca D. Gil Upa Pilco, de los nobles de la parroquia.
EN 1707 otro curioso hecho sucedió luego del temblor sucedido aquel año:
1707; El Sábado 17 de Setiembre, á las doce horas de la noche hubo en esta ciudad, un
terremoto formidable, que duró casi por el espacio de una avemaría… con mayor fuerza en el
pueblo de Capi, de la provincia de Chilques (actual Paruro), donde el temblor del 17 causó tal
estrago que se cayeron noventa casas, así como la mayor parte de las iglesias se rajaron… Por
estos mismos días y por ocasión de la presente calamidad, llegaron varios hechiceros al pueblo
de Capi y á toda esa doctrina, y aún se cree que han sido ellos los que han provocado la ira de
Dios, pues había muchos que practicaban todo género de supersticiones, llegando hasta la
idolatría… fueron traídos a la cárcel eclesiástica 4 indios:, 2 mestizas y una parda, esclava de D.
Manuel Santoyo… todos ellos; que cada conjunción de la luna iba á una estancia de la
repartición del ayllo Callancacha, donde había una capilla con la imagen de Nuestra Señora de
la Ascención del Señor, v allí concurría con otros; que ofrecían medios reales, porción de coca y
cantaritos de chicha, y llamaban al demonio con el nombre de Santiago; y entonces se aparecía
una fantasma como de una vara de estatura… Ponían luego sobre paja menuda, que llaman
huallahicho, dos cantaritos de chicha, coca, y cierta clase de piedras, que dicen mulla (MULLU -
Spondylus sp.), y mascando la coca, invocaban y decían:
— Ven, Santiago Apuhuayna; ven, Santiago. Huayna, quiere decir mozo y, Apu señor. A estas
voces descendía el fantasma con grande resplandor, y á veces con relámpagos. El fantasma les
respondía: — Yo os ampararé con tal que no os confeséis, ni oigáis misa, ni recéis, sino que solo
os dediquéis á mi culto; y diciendo esto desapareció. » Esta es la declaración de Pedro Guaman,
en que convienen los otros reos, confesando haber hecho esto muchas veces. (ANALES DEL
CUSCO 1707).
Los “Tarpuntaes” (Sacerdotes Incas) según Cristóbal de Molina (el Cusqueño) en el mes de
Julio realizaban un ritual el cual describe:
“Al mes de JULIO llamaban murupas tarpuquilla, y en este mes hacían las fiestas del yahuaira, y
en ella pedían al Hacedor que todas las comidas acudiesen y produjesen bien en aquel año, y
que fuese prospero… los sacerdotes del Hacedor quemaban por la manada un carnero blanco,
y maíz, y coca y plumas de pájaros decolores de mullo, que es concha de la mar, como dicho
esta, rogando al Hacedor diese buen año, pues de nada había criado todas las cosas y dándoles
ser, tuviese por bien dedalles buen año. Y asimismo, a los sacerdotes del Sol, llamados
tarpuntaes, y a los sacerdotes del Trueno, les daban deste sacrificio para que lo hiciese como
ellos, rogando al Sol calentase para que se criasen las comidas y al trueno llamado CHUQUI
YLLAPA que enviase sus aguas con que se criase y no enviase granizo, los cuales sacrificios
acabados se iban los labradores a sus labranzas”
Es fácil colegir que fueron los propios TARPUNTAES quienes impulsaron la relación entre el
ILLAPA (rayo-trueno-Chuqui Illapa) y el Santo Guerrero con la Espada en la Mano (análogo al
hondero inca) en cuya iconografía algo fue aún más importante. LA CONCHA DEL PEREGRINO
(Pecten jacobaeus) muy parecido a MULLU INCA (Spondylus sp.) EL CUAL ERA LA PRINCIPAL
OFRENDA A LOS APUS, AUN EN LA ACTUALIDAD.
El punto cumbre de la devoción al "Santiago MataIndios de la Catedral" fue el año de 1664,
cuando se levanta el momento del TRIUNFO y donde se colocaron grabadas en piedra dos
leyendas con la narración del “milagro de 1536”. Años después el obispo Serrada ordena la
construcción del Sagrario de la Catedral y desmantela el “monumento del Triunfo”, colocando
en su lugar en la Urna Central de la Fachada del Templo una imagen ecuestre del Apóstol
Santiago, como recuerdo del “suceso de 1536”, esta imagen (el Santiago MataIndios)
permaneció en su lugar hasta que luego del terremoto de 1950 cayó al piso y no fue devuelto a
su lugar de homenaje.
Mientras que en la Parroquia de Indios, el cambio de la imagen procesional del Patrón Santiago
del Antiguo Barrio Inca de Chaquillchaka, de la iconografía de “Santiago Peregrino” por la
“Representación Ecuestre” es tardía y no habría sido hasta inicios del siglo XVIII por lo menos,
cuando ya estaba interiorizada la analogía “SANTIAGO-ILLAPA”, sin que esto significara que la
imagen ecuestre evocara al “Santiago MataIndios” cuya celebración estaba restringida a la
Basílica Catedral y la Iglesia del Triunfo. Y prueba de ello es que la festividad del Patrón
Santiago hasta mediados del siglo pasado era una de las festividades de mayor pompa en la
ciudad donde las Comunidades de Chocco-Cacchona asistían en pleno, dejando en la tradición
oral una curiosa historia relacionada al caballo de Santiago, que más adelante contare.
Investigación etnográfica, recopilación de mitos, edición y publicación por Puccaponcho
Paucarruna Cusco 2016 / D.L. 822 - LEY SOBRE EL DERECHO DE AUTOR copyright © -2016.
PUCCAPONCHO PAUCARRUNA 2016.
Dedicado al Illapa Santiago, Patrón de los Ayllus Reales de Chocco-Cacchona.
La Escuela Taller Cusco tiene su sede en el Distrito de Santiago, razón por la cual tuvo el honor de ser
designada como “mayordomo” del Patrón Santiago Apóstol en la fiesta del Corpus Christi de 2010. Esta
fue una magnífica para hacer un registro videográfico de la fiesta, en la que además, su gran protagonista
fue el equipo de la ET Cusco, con todos sus alumnos y alumnas.
La mayordomía fue entregada por la Sociedad de Beneficencia Pública a la ET Cusco en 2009 y la festividad
se inició el 2 de junio de 2010 con la bajada del Patrón hacia la catedral. El 3 de junio fue el día central, con
el recorrido de los patrones alrededor de la Plaza de Armas de la ciudad, el 10 de junio fue la Octava de
Corpus y el 11 de junio el retorno de los santos a sus respectivas parroquias.
El patrón Santiago viene a representar a la Illapa que corresponde a las creencias andinas, así mismo
encontramos en la figura de Santa Bárbara la representación de la Illapa femenina, es así que, todo
elemento tiene su complemento y su opuesto, su yana , su huayque, su pañay. El cronista Guamán Poma
de Ayala nos narra en sus textos que se hacían sacrificios a la Illapa en la misma fecha que se veneraba al
Patrón Santiago, posiblemente por ello se de esta relación. Cuando el patrón Santiago ayuda a los
españoles en el Sunturwasi y es derrotado Manco Inca en 1536, la imagen debió ser rechazada por los
indígenas, pero sucedió todo lo contrario porque Santiago vino a representar al dios rayo o Apu Illapa y
como es lógico fue venerado por los naturales, dentro del contexto andino la Illapa despierta cuando el Qoa
bate con su cola el Hanan Pacha Ñan y hace que la lluvia caiga, después de que cae la lluvia y tiene
contacto con la Pachamama, esta empieza a germinar las semillas y por ende este hecho representa a la
fecundación por ello Pachamama es la que da la vida.
Santiago mata moros fue convertido en un símbolo de una iglesia militante, porque el culto católico tenia
que pelear o morir. Para poder sobrevivir se convirtió en un clero castrense. Concluyendo puedo afirmar
que el apóstol Santiago, conocido como Santiago Mata Moros viene a ser el Símbolo de la Reconquista
cristina, esto en Europa, puesto que ya, cuando su imagen llega a América se convierte en Símbolo de la
Conquista como Santiago el que mata a los indios.
Santiago Matamoros:
transformación del apóstol
de la violencia
La tradición de Santiago Apóstol o Santiago Mataindios es
revisada en un nuevo libro por Luis Millones

Juan Carlos Fangacio21.02.2017 / 08:20 am

La anécdota está en la Biblia (Lucas 9, 51-56): cuando Jesús


quiso entrar en una aldea de los samaritanos, fue rechazado por
los pobladores. Consternados por el mal recibimiento, dos de
sus discípulos, los hermanos Santiago el Mayor y Juan, le
propusieron: “Señor, ¿hacemos caer fuego del cielo para que los
devore?”.

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Es a partir de este episodio que Santiago y Juan fueron
bautizados como los “hijos del trueno” y es probable que allí
comenzara la fama del primero como espíritu belicoso, un
guerrero que algunos siglos después se convertiría en el símbolo
de la lucha cristiana contra los musulmanes: Santiago Apóstol
se reencarnaría en Santiago Matamoros, el terror a caballo del
islam y una de las representaciones católicas más poderosas
hasta la actualidad.

Ese paso de lo religioso a lo bélico se vio reforzado por toda una


historia de combates, alianzas y traiciones de tinte militar que,
paradójicamente, hoy vuelve a adquirir una dramática
notoriedad con el surgimiento del Estado Islámico en Europa y
la creciente respuesta discriminatoria contra el mundo árabe.
¿Es más fuerte la cruz que la espada?

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Luces El Comercio (@Luces_ECpe) 20 de febrero de 2017

CONQUISTA DE AMÉRICA
El libro del antropólogo e historiador Luis Millones y de la
educadora Renata Mayer, “Santiago Apóstol combate a los
moros en el Perú”, ahonda en cómo ese mito llegó a las
Américas y se expandió como un vendaval, con características
particulares en cada país. La labor evangelizadora de los
españoles –que traían por lo menos un sacerdote en cada viaje–
estuvo muy ligada al uso de la violencia, en lo que se llamó
extirpación de idolatrías.

Cronistas como el Inca Garcilaso o Guamán Poma lo han dejado


por escrito. El español Martín de Murúa, en su obra "Historia
general del Piru", lo describe así: “Dicen que andando en el
mayor conflicto de la pelea paresció uno de un cavallo blanco en
favor de los españoles y haciendo un los yndios gran matanza y
que todos huyan dél y muchos españoles tuvieron por cierto que
era Mancio Sierra, conquistador principal del Cusco y que
después averiguando el caso hallaron que Mancio Sierra no
había pelado allí sino en otra parte y no avia otro que tubiese
cavallo blanco sino él y ansí se entiende aver sido el Apóstol
Santiago singular Patrón y defensor de España el que allí
aparescio por lo qual la ciudad del Cusco le tiene por abogado”.

En “La imagen transgredida”, el antropólogo Ramón Mujica


retoma la alegoría del trueno para explicar por qué los indios
identificaron a Santiago Matamoros como el símbolo ibérico de
la Conquista. Pero esa andinización del personaje transfiguró a
Santiago Matamoros en Santiago Mataindios, otra figura
icónica, nombrado incluso patrón de América.

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Uruguayhttps://t.co/66bkvlFCpK pic.twitter.com/5KSw14m9z
Z— Luces El Comercio (@Luces_ECpe) 20 de febrero de 2017

EL CASO DE COLÁN
Pero el libro de Millones y Mayer no se centra en la tradición
andina de Santiago Matamoros/Mataindios, sino en su versión
del distrito de Colán (Piura), donde desde hace muchos años se
celebra la festividad denominada El Caballito de Santiago. Esta,
entre el 24 y el 28 de julio (el 25 es su día central), reúne a
cientos de pobladores y visitantes en un culto de bailes,
vestuarios y máscaras que representan al apóstol en una muy
peculiar forma.

“El Santiago de Colán no tiene ninguna relación con el Santiago


Mataindios de la serranía, que está más ligado al ganado. Son
cosas distintas –explica Millones–. En los Andes, como sucede
en muchas partes del Perú, la población sobrepasa la imagen
católica y adora una imagen de características más indígenas”.
En Colán, en cambio, la figura de Santiago Apóstol luce muy
española, en parte debido a su condición de primer puerto que
tuvo la provincia de Paita para los conquistadores.

Es tan propia la festividad que los colareños lo llaman Felipe


Santiago: algunos dicen que ese es su verdadero nombre; otros,
que Santiago es el apóstol y Felipe, su caballo. No hay versión
confirmada alguna.

Pero ¿es realmente la imagen una apología de la violencia? Hace


unos años, en Santiago de Compostela se retiró la figura de
Santiago Matamoros de una catedral para no incitar agresiones.
“Yo entiendo que la situación política mundial siente la
presencia musulmana como una agresión –opina Millones–.
Pero no sé si retirando imágenes o cualquier gesto estético
realmente se contribuya a la buena voluntad entre los pueblos”.

Más allá de cualquier polémica, la imaginería está. Y el peso de


la historia y de la fe es su más fuerte aliado.

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Ya faltan pocos días para el inicio de #FAELima2017. Te


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febrero de 2017

DE ESPAÑA A COLÁN: UNA TRADICIÓN QUE SE ADAPTA

“Santiago Apóstol combate a los moros en el Perú” ofrece una


particular representación de Santiago Matamoros en el distrito
de Colán, provincia de Paita. Para Luis Millones, quien ha
estudiado por años esta zona del Perú, la imagen tan española
que desprende —y que la diferencia del Santiago Mataindios de
otros pueblos andinos— responde al fuerte vínculo histórico que
se ha mantenido con España a lo largo de los años.

“Todas las tradiciones españolas llegaban siempre al puerto de


Paita, antes de que se instaurara el del Callao como primer
puerto, y luego caminaban hacia Lima”, explica el autor. Por
eso, en la festividad El Caballito de Santiago desfilan incluso
banderas españolas, algo que no se observa en otras localidades
del país.
El libro, además, profundiza en el patrón migrante de este
pueblo costero, que por su cercanía al mar muestra dinámicas
muy diferenciadas de comportamiento: desde su comercio con
la sal, el algodón y la pesca artesanal —actualmente en severa
crisis— hasta los mitos sobre ballenas varadas y barcos
fantasmas.

Además de lo dicho, Millones hace hincapié en que el culto a las


imágenes en la cultura popular y religiosa peruana es una
realidad concreta, muy distanciada de la condición metafórica
que suele plantear la Iglesia Católica.

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