La Felicidad en el Trabajo es el Reflejo de una Vida Familiar Feliz

Genaro Suárez Becerra

Desde siempre, el trabajo ha sido el sustento de las familias; en los últimos tiempos, el

trabajo ha cambiado mucho hacia la comodidad de los trabajadores; los Gobiernos a través de

leyes promueven el bienestar de la población económicamente activa, porque de esta manera

se obtienen mejores resultados para empleados y empleadores, así como para el desarrollo de

las sociedades; para el trabajador, el bienestar en el trabajo es clave, de igual forma en el

interior de las familias. En este ensayo se plantea la tesis de que la felicidad en el trabajo es el

reflejo de una vida familiar feliz. Iniciaremos definiendo la felicidad en general, luego se

tratará sobre la felicidad en el trabajo y los factores que influyen, se revisará el clima laboral

y la influencia personal, en adelante se explorará la felicidad familiar y sus factores, así como

la relación entre espiritualidad y felicidad laboral, se mostrará la relación entre valores y

felicidad en el trabajo y finalmente se concluirá con respecto a la tesis propuesta.

Felicidad puede ser un concepto relativo a cada ser humano, por esto es necesario

definirla de acuerdo a concepciones filosóficas para que sea transversal a las personas;

Aristóteles sostenía que la felicidad humana deviene de las actividades conforme a la virtud

más elevada, actos puros, perfecciones; un estado muy objetivo en base a verdades (Savater,

2002; Alesso, 2008). La felicidad se puede entender como un estado de la mente emocional y

racional en plenitud consciente, de valoración positiva, que se sostiene a través de las

dificultades, cuyo nivel más elevado es la espiritualidad; así, las empresas deben considerar

como objetivo principal la felicidad de sus trabajadores, para potencial sus cualidades

primigenias y contribuyan mejor al trabajo (Hernández & Serravalle, 2014). La felicidad

como un estado de la mente, se expresa a través de las emociones positivas, es decir que

hacen sentir bien a la persona y se basan en la ética personal, en verdades, en valores, en

principios del individuo; practicar el bien de forma sostenida, puede proveer de felicidad

constante para afrontar con éxito todo tipo de situaciones en la vida personal y laboral.

En el centro de trabajo, las fuentes de felicidad dependen de dos perspectivas: el

ambiente laboral, cuyas características que influyen en la felicidad son, a parte de un sueldo

adecuado, oportunidad de control, claridad del entorno, desarrollo de carrera, equidad; y los

pensamientos y sentimientos del individuo tanto a corto plazo, preocupación sobre la

relevancia personal y a largo plazo la satisfacción laboral (Warr, 2013). Para poder mejorar la

satisfacción laboral, los factores importantes son; funciones y tareas desafiantes con retos

agradables, recompensas justas, condiciones adecuadas de trabajo, equipo de trabajo efectivo,

personas adecuadas para los puestos; considerando que existen dos cosas que no podemos

cambiar: la vocación y las circunstancias, aceptándolas y valorándolas se puede alcanzar la

felicidad (Gamero, 2013). El trabajador complementa su mundo interno propio con el mundo

externo o entorno laboral, ahí se produce el balance de factores que conllevan finalmente a

moldear la felicidad, si encuentra satisfacción en la ejecución de las tareas propias a su labor

y se alinea a sus expectativas futuras, el trabajo representa una fuente de felicidad.

El clima laboral determina el comportamiento de los colaboradores, en ambientes

altamente motivadores, las organizaciones pueden lograr altos niveles de eficiencia, por esto

los encargados de la dirección deben considerar que los trabajadores son, por su naturaleza

humana, complejos y deben ser asimilados como los activos más importantes del negocio

(Quintero, Africano & Faría, 2008). Existen componentes y determinantes que son percibidos

por los trabajadores como el espacio físico, las características de la organización, el ambiente

social, las características personales y el comportamiento organizacional; este clima

resultante orienta a las personas a mostrar ciertos comportamientos, de ser positivos, se

retroalimenta el sentido de pertenencia y satisfacción personal laboral (Salazar, Guerrero,

Machado & Cañedo, 2009). Los colaboradores son influenciados por el clima laboral para
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adoptar cierto comportamiento positivo o negativo y también desde el individuo se proyecta

una influencia hacia el ambiente laboral, los estados de ánimo y sentimientos son parte de

estas influencias, por tanto, un clima laboral tendiente a propiciar la felicidad en sus

trabajadores de hecho logra sus efectos, de la misma forma desde el trabajador se puede

manifestar hacia la organización.

Desde el punto de vista psicológico, la felicidad se origina en las relaciones

interpersonales con otros, de ahí que la relación de pareja e hijos configuran redes íntimas

donde se produce un equilibrio emocional; si se satisfacen las necesidades básicas,

necesidades de apoyo social y necesidades de esparcimiento se obtiene bienestar y felicidad

(Pozos, Rivera, Reyes & López, 2013). En el seno familiar es donde se viven intensamente

los sentimientos, la satisfacción familiar o felicidad en familia se refleja en la percepción que

se experimenta cuando se afronta un problema, en tales momentos se recibe apoyo emocional

y colaboración para la toma de decisiones difíciles, es la suma de interacciones positivas en

familia (Jiménez & Moyano, 2008). Dentro de la familia, se establecen lazos de amor y

amistad entre sus miembros, la comunicación y la confianza juegan un rol fundamental para

lograr el equilibrio emocional que provoca bienestar; es necesario también la percepción de

apoyo sentimental constante, comprensión, ayuda mutua; para lograr la felicidad, estas

interacciones deben fundarse en principios y valores familiares.

Cualquier ser humano tiene una vida espiritual, independientemente de la fe o

religión, expresándose en la personalidad a través de motivaciones, conductas, intereses; en el

trabajo se asocia con valores positivos como la integridad, la responsabilidad, el compromiso,

dando lugar a altos niveles de desempeño y satisfacción laboral; los trabajadores tienen

propensión a tener un ambiente donde se estimule el crecimiento espiritual (Estenós, 2013).

Cuando un trabajador explora su espiritualidad obtiene una sensación de plenitud en lo

profesional, disfruta cuando realiza sus tareas, lo hace con entusiasmo y gozo, dándole la
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posibilidad de explorar nuevas metas personales muy sublimes como ser humano; esto

permite conciliar el trabajo del día a día con el trabajo interno o realización personal (Otero,

s.f.). Actualmente existe una tendencia a incorporar algunas charlas o talleres de exploración

espiritual para los trabajadores de empresas que consideran a sus colaboradores como

elementos clave del negocio; hacer una pausa en el trabajo y reflexionar conectándonos con

nuestro mundo interior hace que seamos más productivos; los trabajadores que enfatizan su

espiritualidad son más felices.

En el trabajo a veces se presentan agresiones de grupos contra una persona, de manera

sistemática, sin llegar necesariamente a la violencia física, sino más bien usando lenguaje

verbal y no verbal, haciendo que la persona agraviada se aísle; este acoso laboral es

denominado mobbing, este tipo de agresiones ponen en peligro la integridad física y mental

(Peña, 2018). Las relaciones interpersonales pueden romperse impactando negativamente el

clima laboral; el colaborador líder dentro de una organización, que no necesariamente es el

gerente o jefe, debe velar por la integridad física y psicológica de los trabajadores para evitar

todo tipo de violencia laboral; su estilo de liderazgo brota desde su bienestar interior y se ve

en la necesidad de contribuir con el equipo (Román, 2017). Un colaborador que lleva un

equilibrio entre su mundo interior y exterior, basado en bienestar y felicidad, siempre tendrá

la iniciativa de liderar dentro de un grupo de trabajadores, previniendo situaciones de acoso

laboral, inclusive erradicándolas en caso se haya incorporado en un ambiente de trabajo

donde ya existe acoso laboral.

La familia y el trabajo, son dos esferas interdependientes que no se pueden aislar para

evaluar el nivel de bienestar de los individuos, las personas consideran que son los dos

aspectos fundamentales que explican su satisfacción total, variables como la autoestima,

estilo de vida, tipo de pareja, entre otras son transversales a ambos dominios, influyendo

directamente (Sánchez & Quiroga, 1995). En otras investigaciones recientes se ha reconocido

que las percepciones subjetivas sobre la calidad de vida, el bienestar y la felicidad de los

trabajadores se hallan en la coherencia de la relación entre el ambiente familiar y laboral,

puesto que interactúan e influyen de manera recíproca, si la persona percibe bienestar

personal en su trabajo, hará lo propio en su hogar (Jiménez & Moyano, 2008). En los talleres

realizados por las empresas para fortalecer equipos, se realizan sesiones de introspección

donde los trabajadores deben reconocer sus motivaciones personales y propósitos en la vida,

casi todos coinciden en que su familia es la razón de ser, en tanto tengan una vida familiar

satisfactoria, en la misma proporción se reflejará laboralmente.

En distintos contextos culturales, la satisfacción con la vida y los atributos de

felicidad se asocian con los valores; para culturas individualistas, donde las personas tienen

mayor control sobre su vida y pregonan igualdad social, el nivel de felicidad está

determinado por factores psicológicos que permiten tener una red social y autoestima

positiva, buena salud mental y física (Barrientos, 2005). Los valores individuales aportan al

bienestar subjetivo o felicidad porque son creencias conectadas a las emociones y determinan

metas individuales que guían a las personas ordenando su conducta, según la evaluación del

entorno; actúan como tipos motivacionales dependiendo de la cultura y creencias particulares,

concretizar los valores individuales en la vida personal determina el grado de felicidad

(Bilbao, Techio & Páez, 2007). Los valores individuales son exclusivos para cada persona

dentro de una cultura, poner en práctica tales valores en cierto grado, corresponderá en

proporción el nivel de felicidad obtenida, porque son la voz de nuestra conciencia y estar en

sintonía con la misma nos permite alcanzar la paz interior o felicidad.

En conclusión, la felicidad que un colaborador tiene en el trabajo es el reflejo de la

felicidad en su ámbito familiar y son dos espacios interdependientes que se correlacionan e

interactúan entre sí, un trabajador que no encuentra motivación en el trabajo y es infeliz,

entonces tiene dificultades en su hogar. En la familia se origina la satisfacción personal, allí

se construyen lazos de amor, confianza, colaboración, respeto, ayuda mutua fundados en

principios y valores positivos, alcanzando un nivel de autorrealización sostenible para

afrontar todo tipo de situaciones en el trabajo, como por ejemplo influenciar positivamente

para lidiar con el acoso laboral. En el trabajo, el colaborador es influenciado por el clima

laboral, los líderes de la organización deben proveer un ambiente motivador y propicio para

que los trabajadores logren la satisfacción laboral, aun así, en circunstancias diversas, el

colaborador evoca su grado de felicidad familiar en el entorno laboral.

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