Vaciamiento Gastrico 22

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Introducción

El estómago es el segmento del tracto gastrointestinal en el que tienen inicio las principales
funciones de secreción y digestión del tubo digestivo; sin embargo, la función más crítica e
importante del estómago en la fisiología digestiva está dada por la actividad motora gástrica
(AMG).
La AMG normal es controlada por diversos estímulos extrínsecos e intrínsecos, y la principal
regulación extrínseca está dada por la inervación vagal; aunque la mayoría de los eferentes
vagales que llegan al estómago son excitatorios, algunas terminaciones nerviosas vagales
producen estímulos inhibitorios a través de neurotransmisores como el óxido nítrico y el
péptido intestinal vasoactivo (PIV). Los estímulos intrínsecos provienen del sistema nervioso
entérico y son importantes en la coordinación de la función motora gástrica con segmentos
más distales del tracto digestivo, especialmente en el periodo interdigestivo. Estas neuronas
mientéricas también se comunican con las diferentes células marcapasos del tracto digestivo
conocidas como las células de Cajal y que se localizan en la capa muscular circular del
estómago y el intestino proximal. La AMG tiene tres componentes fundamentales y aunque
cada uno de estos fenómenos tiene momentos y mecanismos independientes, solo se logra
un vaciamiento gástrico adecuado cuando existe una integración funcional de las tres
actividades.

De una forma simplificada, puede decirse que el


vaciamiento gástrico es determinado por las ondas
peristálticas antrales en oposición a la resistencia pilórica
al paso de la comida. En reposo, normalmente el plioro
permanece casi completamente cerrado por una
contracción tónica suave, cuya presión puede evaluarse
alrededor de 5 cm. de agua. Dado que en situación de
reposo, no existe gradiente de presión entre el estómago
y el duodeno, esta débil fuerza de cierre del esfínter
pilórico, suele ser suficiente para impedir el paso de
quimo al duodeno en ausencia de ondas peristálticas y,
de la misma forma, impedir el reflujo entero-gástrico. Por
lo tanto, el nivel de vaciamiento del estómago está
determinado fundamentalmente por el grado de actividad
de las ondas peristálticas antrales. En actividad, las
ondas peristálticas antrales tienen un ritmo característico
de alrededor de tres por minuto. Las ondas comienzan siendo intensas a nivel de la cisura
angularis y a medida que se aproxima al píloro, su fuerza y velocidad se incrementa de tal
modo que el antro se contrae como una unidad y, simultáneamente, el esfínter pilórico y la
porción proximal del duodeno se relajan. Al mismo tiempo, la onda peristáltica gástrica
determina un gradiente de presión positiva desde el estómago al duodeno. Con cada onda
peristáltica, una cantidad
variable de quimo, pasa al duodeno. Esta acción de bombeo de la parte antral del estómago
es la que ha sido en ocasiones denominada como la “bomba pilórica”.
Al final de cada ciclo, la onda peristáltica atraviesa el piloro, determinando su cierre, y el
vaciamiento gástrico termina para ese ciclo. El quimo evacuado hacia el duodeno, es
propagado distalmente mediante la contracción de éste, y se evita su reflujo hacia el interior
del estómago por el cierre pilórico. Realmente, la evacuación del contenido gástrico depende
de la compleja interacción de factores extrínsecos e intrínsecos que actúan tanto a nivel
fúndico como antro-pilórico-duodenal.

Objetivos
● Estudiar el funcionamiento del sistema digestivo a partir del control del vaciamiento
gástrico por la administración de alimentos de composición diferente.
● Determinar y comparar la distancia recorrida de cada una de las dietas administradas.
● Analizar el efecto del tipo de alimento consumido sobre la velocidad del vaciamiento
gástrico de la rata.

Fundamento
● Se emplearon diferentes dietas utilizando por separado los diversos macronutrientes
(carbohidratos, lípidos y proteínas) para observar cómo cada tipo de macronutriente
influye en el tiempo de vaciamiento gástrico.
● El carbón activado fungió como marcador o revelador para demostrar el avance del
alimento a través de los intestinos. El carbón activado es un material de origen vegetal,
que tiene una elevada superficie interna, lo que le permite absorber una gran cantidad
de compuesto.

Resultados
Para llevar a cabo una correcta evaluación del vaciamiento gástrico, se sometió al grupo de
ratas a un ayuno previo de 24 horas para asegurarnos de obtener solo los datos
correspondientes a las dietas suministradas, las cuales contenían sustratos energéticos
específicos y de distinta naturaleza, estas dietas estaban basadas en los siguientes sustratos:
carbohidratos, lípidos y proteínas.Todas ellas fueron mezcladas con una solución de carbón
activado para poder identificar el bolo/quimo alimenticio a través del tracto gastrointestinal.
Gráfica 1. Porcentaje de avance respecto a la dieta administrada. P< 0.50.

Se evaluó el avance del quimo alimenticio a través del intestino delgado de ratas. Esto se
realizó midiendo la longitud que avanzó el quimo contra el largo total del intestino delgado
obteniendo así el % de avance.
Los movimientos del intestino delgado, pueden ser clasificados en contracciones de mezclado
y contracciones de propulsión. Los movimientos peristálticos (de propulsión) empujan al
quimo a lo largo del intestino delgado y dicha actividad se ve aumentada por la llegada del
quimo al duodeno (causando distensión en esa porción del intestino) y por reflejo
gastroentérico, desencadenado por la distensión del estómago y conducido principalmente
por el plexo mientérico.
Además de las señales nerviosas que afectan al peristaltismo del intestino, existe un factor
endocrino que influye sobre el, el cual va depender de la naturaleza del quimo, por ejemplo
si presenta una naturaleza proteica se estimula la secreción de gastrina la cual a su vez
estimula la motilidad intestinal, por otra parte si presenta naturaleza lipídica se favorece la
secreción de la hormona CCK, a su vez si su naturaleza es rica en carbohidratos se
desencadena la producción de insulina.Sin embargo al ingerir una dieta alta en grasas se ve
estimulada la secreción de secretina, uno de los efectos de dicha hormona es detener la
motilidad intestinal y retener el quimo en el estómago, por ende la velocidad del vaciamiento
gástrico se ve disminuida.
En las dietas de origen proteico y lipídico, al realizar la estadística no hubo una diferencia
significativa entre dichas dietas, sin embargo con el gráfico podemos notar una ligera
tendencia de un mayor avance por parte de la dieta proteica, esto se puede deber por que en
la dieta con mayor contenido de grasas hay mayor secreción de secretina teniendo un mayor
efecto en la motilidad intestinal y por ende esta se vea disminuida.
Sin embargo nuestros resultados no fueron los esperados, ya que la dieta de almidón debía
tener un mayor avance que las otras dos, esto debido a que las enzimas presentes en las
mucosas desde el esófago donde también hay restos de saliva, al mismo tiempo que
podemos encontrar la α-amilasa que rompe los enlaces 1,4 de las cadenas largas del almidón,
al llegar al esfínter pilórico está lo suficientemente degradado para poderse llevar a cabo el
vaciamiento gástrico con una mayor velocidad, por lo que recorre mayor distancia en el tubo
digestivo.
Gráfica 2. Efecto de la administración intragástrica de diferentes tipos de alimento sobre el
peso relativo del estómago de rata. P> 0.5
En el caso de las dietas de proteínas y carbohidratos se esperaba que el mayor porcentaje
de vaciamiento gástrico correspondiera a la dieta de carbohidratos seguida de la dieta de
proteínas, esto debido a que el proceso de digestión de las proteínas se lleva a cabo en
distintos sitios, principalmente en estómago por acción de pepsina que va a ir degradando las
proteínas para la formación de péptidos más pequeños, y en el intestino delgado al igual que
las grasas. La tonicidad también juega un factor importante ya que los líquidos que iban a
tener un mayor vaciamiento gástrico eran los líquidos que fueran isotónicos y un menor
vaciamiento gástrico en los hipertónicos e hipotónicos. En la digestión de los carbohidratos
intervienen enzimas como la amilasa, que es secretada por el páncreas y las glándulas
salivales, pero en este experimento se depositó el alimento directamente en el estómago, por
lo que la amilasa salival no participó en la digestión de los carbohidratos y en el estómago no
hay ninguna enzima que participa en la degradación de los carbohidratos para que se
degraden tienen que pasar al intestino; en cambio las proteínas cuando están en el estómago
pueden ser degradadas por la pepsina y el ácido clorhídrico, finalmente por el tiempo de
adsorción de los carbohidratos único que se tenía era puro carbón activado, todos los
carbohidratos ya habían sido absorbidos por lo que su avance como se esperaba fue mayor,
sin en cambio las proteínas aún se estaban adsorbiendo mientras avanzaban por el intestino
por eso avanzaron menos. Por otro lado, los resultados obtenidos en el porcentaje de
almacenamiento en el estómago se explican por todo lo antes mencionado, se obtuvo que se
presentaba una mayor cantidad de almacenamiento en la dieta de lípidos, seguida por la de
proteínas y finalmente los carbohidratos, esto es debido a la velocidad de vaciamiento, el
tiempo de adsorción de cada uno de estos nutrientes y todos los factores antes mencionados.

Finalmente, como parte del estudio del vaciamiento gástrico, se llevó a cabo la medición del
pH en las zonas de yeyuno, duodenal e ileal del TGI. Para explicar esto es necesario hablar
previamente sobre los mecanismos de digestión de los diferentes tipos de dietas.
Gráfica 3. Efecto de las diferentes dietas en el pH del duodeno

Gráfico 4: Concentración de iones hidrógeno en el duodeno en la ingesta de alimentos


Gráfica 5. Efecto de las diferentes dietas en el pH del yeyuno

Gráfico 6: Concentración de iones Hidrógeno en el yeyuno en la ingesta de alimentos.


Gráfica 7. Efecto de las diferentes dietas en el pH del íleon

Gráfica 8: Concentración de iones hidrógeno en el íleon en la ingesta de alimentos.


Los carbohidratos se mezclan con la saliva (pH 6-7), que contiene a la enzima a-amilasa en
nuestro experimento esto no sucedió, la cual hidroliza el almidón, de tal forma que en el
momento de la deglución aproximadamente el 5% de todos los almidones ingeridos se
encuentra hidrolizado. Una vez que el bolo llega al estómago se ha hidrolizado entre el 30 y
40% de los almidones y en ese momento la actividad de la amilasa salival queda bloqueada
por el ácido de las secreciones gástricas (pH 1-3.5). Cuando el quimo es vaciado al duodeno
se mezcla con la secreción pancreática (pH 8-8.3), la cual contiene grandes cantidades de a-
amilasa, con función idéntica a la de la saliva pero varias veces más potente, de tal forma que
antes de abandonar el duodeno ya se han digerido prácticamente todos los carbohidratos.
Hay que recordar también que los carbohidratos promueven la secreción de GIP, y este a su
vez inhibe la secreción de ácido gástrico.
Por su parte, las grasas son digeridas en un 10% en el estómago a través de la lipasa lingual,
secretada por las glándulas linguales en la boca y deglutida con la saliva (pH 6-7). Sin
embargo, la digestión de todas las grasas tiene lugar esencialmente en el intestino delgado,
principalmente en el duodeno por la acción de la bilis (pH 7.8) y en menor cantidad por las
lipasas, fosfatasas y esterasas de la secreción pancreática (pH 8-8.3). Las grasas, como se
vio antes, favorecen la secreción de CKK y secretina, las cuales estimulan la liberación de
secreciones pancreáticas y biliares, y a su vez la secretina inhibe la secreción de ácido
gástrico.
Respecto a las proteínas, su digestión comienza hasta que llegan al estómago, ya que la
saliva no contiene enzimas que puedan llevar a cabo este proceso. En el estómago (pH 1-
3.5), la pepsina contribuye con el 10 al 20% del proceso de digestión de las proteínas,
mientras que la mayor parte de su digestión es debida a la acción de las enzimas de la
secreción pancreática (pH 8-8.3) a nivel del duodeno y yeyuno. Las principales enzimas
proteolíticas pancreáticas son la tripsina, quimotripsina, carboxipolipeptidasa y proelastasa.
En cuanto a las hormonas que se producen por la ingesta de proteínas, la gastrina estimula
la secreción de ácido gástrico.
Debido a esto al realizar las mediciones pertinentes en las distintas partes del sistema
gastrointestinal podemos notar que dependiendo de la dieta suministrada el pH en el
estómago puede llegar a variar, sin embargo al realizar el análisis estadístico las dietas no
presentaron diferencias significativas, solo en el gráfico se pueden notar que la dieta a base
de carbohidratos tiende a tener un pH menos ácido esto debido a su mecanismo de digestión
anteriormente explicado, al ir avanzando y realizar las mediciones en el intestino observamos
que los valores de pH se acercan más a la neutralidad ya que en la primera parte de duodeno
se secreta bicarbonato de sodio para neutralizar los ácidos estomacales y por ello todas las
dietas no presentan diferencia significativa en todo el intestino.
Analizando los resultados de la gráfica 5, observamos que el pH en la zona del yeyuno fue
casi igual para el caso de las ratas administradas con almidón y con grasa de tocino, estas
dietas se caracterizan por inhibir la secreción de ácido gástrico. Para el caso de las ratas
administradas con carbohidratos se esperaba que el pH fuera el más bajo (más ácido), ya
que esta dieta estimula la secreción de ácidos gástricos, sin embargo, el resultado observado
fue el opuesto, ya que el pH fue ligeramente mayor.

En la zona duodenal, como lo muestra la gráfica 3, el pH aumentó en todos los casos, esto
fue debido a que aquí es donde se mezcla el quimo con las secreciones pancreáticas y
biliares, según sea el caso, las cuales se encargan, entre otras cosas, de neutralizar el pH
del quimo.
Finalmente, en la gráfica 7 se muestran los resultados de las mediciones de pH en la zona
ileal, los cuales fueron más alcalinos en comparación con los obtenidos en la zona duodenal.
Lo anterior se debe a que, después de haber pasado por el duodeno, el quimo sigue siendo
propulsado y mezclado con secreciones del intestino delgado (pH 8.5-8), por lo cual es lógico
que el pH haya aumentado en el caso de los 3 grupos de ratas.
En las gráficas 4, 6 y 8 se pude observar que la acidez esta determinada por su concentración
en iones H+, esta es indirectamente proporcional al pH, entre más concentración de iones
hidrogeno, menor será su pH.

Conclusiones

 El porcentaje del vaciamiento gástrico se ve mediado por la naturaleza de los


alimentos ingeridos, así como por el pH y cantidad de alimento ingerido.
 La dieta influye directamente sobre el vaciamiento gástrico ya que depende del tipo
de alimento ingerido.
 El vaciamiento gástrico (inversamente proporcional al peso relativo de estómago de
las ratas) es mayor para la dieta de albúmina, disminuye con la dieta de grasa de
tocino, y es menor en el caso de la dieta de almidón.

 El porcentaje de avance del quimo a través del intestino delgado es mayor para la
dieta de proteína, menor para la dieta de almidón, y aún más bajo para lípidos.

 En la zona duodenal, el pH del quimo se hace más alcalino en el caso de las 3 dietas,
debido a la neutralización por medio de las secreciones pancreáticas y/o biliares.

Referencias

1. Sistema Digestivo: Anatomía (2019) Disponible en:


https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/98/Sistema%20digestivo.pdf1
358605970 [Consultado 27/05/19].
2. Guyton y Hall. (2011). Tratado de Fisiología Médica. Duodécima edición.
España: Ed. Elsevier. Pp. 757, 758, 765-769, 775, 789-792.

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