TEORIA DE LA PRUEBA Nacas
TEORIA DE LA PRUEBA Nacas
TEORIA DE LA PRUEBA Nacas
LACORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”
CHIMBOTE
2019
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DEDICATORIA
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ÍNDICE
DEDICATORIA………………………………………..………………….Pág.02
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………….......Pág.04
II. OBJETIVOS………………………………………………………………Pág.05
III. MARCO REFERENCIAL…………....................................................Pág.06
PROBATORIA……………..……..………………………………………Pág.07
8.- FINALIDAD……………..……..…………………………………..…Pág.09
ORAL………………………………………………………………...……Pág.09
ACTOS DE PRUEBA……………..………………………………..….…Pág.16
IV. CONCLUSIONES…………………………………………...……..…….Pàg.35
V. BIBLIOGRAFÍA………………………………………….…………...…..Pág.36
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INTRODUCCIÓN
La Teoría General de la Prueba como parte del Derecho Procesal, trata sobre el conjunto de
reglas positivas y principios reguladores de las pruebas procesales en su producción, fijación,
características, procedimientos y evaluación, ha sido considerado como una de las áreas más
importantes del Derecho, pues es precisamente a través de la aplicación de la misma como los
funcionarios judiciales soportan sus decisiones. En efecto, el funcionario judicial sólo decide
justamente los negocios procesales cuando la convicción y la certeza provienen de pruebas
correctamente valoradas.
Históricamente en occidente, se han evidenciado las diferentes posiciones sobre el concepto
de verdad. Por ejemplo, la verdad como la coincidencia del conocimiento con su objeto, según
Kant; la verdad como la unión del conocimiento, el pensamiento y la realidad, según los
epistemólogos, entre otros. Sin embargo, se ha llegado a la conclusión de que filosóficamente
la verdad es una sola, aunque tenga varias concepciones o medios de acceder a ella, y se
reconoce cuando se comprueba la total ausencia de contradicción.
Esta concepción tiene gran importancia en nuestra legislación, pues el fin de la justicia es la
equidad y a ella se llega a través de la verdad, ya que es esta la que debe dirigir toda concepción
lógica y racional del juez.
De tal modo el juez para desempeñar su función de administrar justicia debe tratar de llegar a
la verdad, lo cual se logra por medio de las pruebas, pues toda decisión judicial debe fundarse
en las pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso, dado que aplicar el derecho
correctamente consiste en comprobar si se ha producido el supuesto de hecho de la norma y
extraer la consecuencia jurídica prevista en ella, entonces la justificación de las decisiones
judiciales parece tener como condición necesaria la verdad de los enunciados que la
fundamentan, puede verse entonces la prueba como el instrumento para tatar de averiguar esa
verdad.
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OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES:
Estudiar y comprender las normas del derecho probatorio como parte integral del derecho
procesal, toda vez que se trate de actos procesales regulados en los diversos estatutos
procedimentales. los sistemas valoración de la prueba, así como sus principios generales, con
el propósito de dotarnos de los conocimientos necesarios para aplicarlos en los diferentes
procedimientos cualquiera que fuere la jurisdicción en que se lleven a cabo.
OBJETIVOS GENERALES:
• Conocer los distintos principios del derecho probatorio, toda vez que ellos
mantienen su propia identidad, pero se integran en las diversas actuaciones
procesales.
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MARCO REFERENCIAL
1.- NOCIONES GENERALES.
La prueba nos permite demostrar la verdad y con ello el Juez puede emitir una sentencia más
justa. Es así que CAFFERATA NORES refiere que “son las pruebas, no los jueces, los que
condenan”, por lo que con las pruebas se evitan los abusos en los fallos judiciales.
En ese sentido, “la sentencia que ha de versar sobre la verdad de los hechos de la acusación,
tiene por base la prueba. De tal modo que “mientras en juicio de acusación pondera la seriedad
y, por lo tanto, el fundamento, lo que hace más formal las sospechas los indicios que recaen
sobre la conducta del acusado, la presunción de inocencia obliga a considerarlo no culpable,
en tanto, por medio de las pruebas practicadas en el juicio oral no se llegue a forjar una
convicción de culpabilidad”. (Público, 2018)
Para el maestro peruano MIXÁN MÁSS la prueba debe ser conceptuada integralmente, es
decir, como una actividad finalista, con resultado y consecuencia jurídicas, que le son
inherentes; y que procesalmente, “la prueba consiste en una actividad cognoscitiva metódica,
selectiva, jurídicamente regulada, legítima y conducida por el funcionario con potestad para
descubrir la verdad concreta sobre la imputación o, en su caso, descubrir la falsedad o el error
al respecto, que permita un ejercicio correcto y legítimo de la potestad jurisdiccional penal”.
En tal sentido, para VELEZ MARICONDE la prueba es “todo elemento que se introduzca
legalmente en el proceso y sea susceptible de producir en el ánimo de los sujetos procesales un
conocimiento cierto o probable acerca de los extremos fácticos imputación delictiva”.
En consecuencia, como enseña ORTELLS RAMOS, la prueba es una actividad procesal de las
partes, dirigida por el Juzgador con fin de la formación de su convicción psicológica sobre los
datos fundamentales de hecho probados, la misma que debe estar sometida a una ordenación,
que supone establecer limitaciones y condicionamientos, y también la posibilidad de
valoraciones positivas o negativas sobre la eficacia jurídica de la actividad realizada, sin que
importen solamente unos efectos de mero hecho de haber contribuido a la formación de la
convicción”.
El Código Procesal Penal, por primera vez establece en el título preliminar que “carecen de
efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación al contenido esencial
de los derechos fundamentales de la persona” (Artículo VIII del Título Preliminar inciso 2 del
código procesal penal), lo que nos permite apreciar que existe una protección de los derechos
fundamentales en el ámbito probatorio.
(Público, 2018)
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3.-PRINCIPIOS QUE RIGEN LA ACTIVIDAD PROBATORIA.
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g.- Actuación de prueba de oficio como caso excepcional. - La actividad probatoria
la realiza el Fiscal y las partes que participan en el proceso penal.
El Juez evalúa las pruebas para decidir y se admite por excepción, las pruebas de oficio,
es decir, las ordenadas por el Juez. Esta facultad de ordenar pruebas de oficio tiene
como fin el esclarecer los hechos delictivos. Algunos autores consideran que es un
rezago del sistema procesal penal anterior.
(Público, 2018)
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b. Las leyes naturales
Son aquellas leyes que, por la rigurosidad de su método, se encuentran debidamente
acreditadas por la ciencia: la ley de la gravedad, la ley de la velocidad de la luz, etc.
c. La norma jurídica interna vigente
Son aquellas que deben ser conocidas por las autoridades judiciales en razón del
ejercicio de sus funciones, y por lo tanto, no deben ser objeto de prueba.
d. La cosa juzgada
Un hecho que ha sido judicialmente resuelto y que se encuentra en estado de cosa
juzgada no amerita ser probado.
e. Lo imposible
Lo imposible es aquello que no se puede probar por su inexistencia, por contravenir
alguna regla de la experiencia o porque existe alguna prohibición legal.
f. Lo notorio
Los hechos notorios son aquellos que por su saber colectivo, directo o indirecto, no
merecen cuestionamiento sobre su veracidad. No todos los hechos son notorios sino
aquellos que originan un conocimiento general y permanente y dotados de cierto
interés también general (un siniestro, terremoto, huelga de grandes proporciones,
un personaje importante en la vida jurídica o política o artística, etc.).
8.- FINALIDAD.
La finalidad de prueba radica en que permite formar la “convicción” del tribunal acerca de la
existencia o no del hecho punible y de la participación de su autor. Por ello, la prueba exige la
intervención de un órgano jurisdiccional imparcial e institucionalmente dotado de
independencia. Desde el punto de vista de la elaboración de una teoría del caso y la litigación
estratégica, podemos entender que la finalidad de la prueba es lograr la convicción del juez
acerca de la validez o, -por decirlo mejor, verdad de las afirmaciones que sobre los hechos hace
cada parte, esto es, importa en la medida que, en función de la prueba, el Juez asume como
cierta nuestra teoría del caso. (Público, 2018)
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10.- TIPOS DE PRUEBA.
LA PRUEBA ANTICIPADA.
a.- Concepto.
Consiste en la actuación de la prueba con anterioridad al juicio oral por la imposibilidad
justificada de su realización en dicho estadío procedimental, con la finalidad de asegurar su
valoración con las demás pruebas. Los presupuestos de la prueba anticipada lo constituyen la
irrepetibilidad y la previsibilidad del medio probatorio. El primero es más importante y
comprende los actos que por su naturaleza son reproducibles en el juicio pero no repetibles por
la existencia de determinadas circunstancias de riesgo, es la irrepetibilidad material
(posibilidad de muerte o incapacidad física o intelectual del testigo). El nuevo código procesal
penal regula su trámite en los artículos 242 a 246.
b.- Características.
1.- La imposibilidad o dificultad de actuación de la prueba en el juicio oral. Lo que decide la
práctica de la prueba anticipada es precisamente, la imposibilidad o los riesgos que existen
para que la prueba se realice en el juicio. Por consiguiente, la necesidad de anticipar la prueba
debe ser plenamente justificada.
5. La intervención de las partes. Los demás sujetos procesales deben ser notificados por el
órgano jurisdiccional para intervenir en la diligencia y ejercer los derechos que establece la ley
procesal.
c.- Supuestos de prueba anticipada. - El art. 242.1 del código procesal penal establece los
casos de la práctica de la prueba anticipada.
1. En el caso de testigos y peritos, cuando requieran ser examinados con urgencia ante
la existencia de un motivo fundado en enfermedad u otro grave impedimento; o por
haber sido expuestos a la violencia, amenaza, ofertas o promesa de dinero u otra
utilidad para que no declaren o lo hagan falsamente. Se considera además la
posibilidad del debate pericial.
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2. El careo bajo los mimos supuestos señalados anteriormente.
3. Los reconocimientos, inspecciones o reconstrucciones, que por su naturaleza y
características deben ser considerados actos definitivos e irreproducibles, y no
sea posible postergar su realización hasta el juicio oral.
2. Se deberá precisar la prueba a actuar, los hechos que son su objeto y las razones de su
importancia para la decisión judicial, es decir, la trascendencia para la sentencia. Se debe de
indicar el nombre de las personas a intervenir en la diligencia.
3. Se deberá señalar los sujetos procesales constituidos y su domicilio procesal.
7. En ambos casos, el juez resolverá en 2 días. En casos urgentes, el plazo podrá abreviarse,
incluso, a pedido del fiscal podrá actuarse la diligencia de inmediato, sin traslado alguno.
8. La resolución que disponga la prueba anticipada indicará el objeto de prueba, las personas
interesadas, la fecha de la audiencia -salvo los casos de urgencia- la que no podrá ser antes del
décimo día de la citación. Se cita a todos los sujetos procesales.
9. Si se trata de la actuación de varias pruebas se realizarán en una sola audiencia, salvo que
sea manifiestamente imposible.
10. La audiencia se realiza en acto público, con presencia obligatoria del fiscal y del defensor
del imputado. Si este no concurre, se designará defensor de oficio, empero se podrá aplazar la
audiencia dentro del quinto día siguiente.
11. Las pruebas se practican con las formalidades del juicio oral.
12. Se realiza la prueba en la misma audiencia, pero puede continuar al día siguiente hábil.
13. El acta, los objetos y documentos agregados serán remitidos al fiscal para su evaluación y
empleo. Las partes pueden conocer del mismo y obtener copia.
14. Las resoluciones judiciales que ordena la prueba anticipada que la deniega, que dispone su
aplazamiento o su realización de urgencia, pueden ser impugnadas (art. 246).
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LA PRUEBA PRECONSTITUIDA.
La llamada prueba preconstituida aparece al igual que la prueba anticipada como otra
institución procesal por la cual se exceptúa la práctica de la prueba en el juicio oral porque ésta
es irreproducible, dada la existencia de circunstancias especiales de su obtención y siendo a la
necesidad propia de la investigación preliminar, pero con observancia a los principios de
inmediación y contradicción.
LA PRUEBA PROHIBIDA.
La prueba para que sea válidamente incorporada y valorada en el proceso penal debe ser lícita,
obtenida de acuerdo con la Constitución y las leyes y merecedora del valor que la autoridad
jurisdiccional le asigne y de allí que bajo el marco del rigor constitucional, se repute de válida
en cualquier ordenamiento jurídico, ya que partimos de la idea básica que la finalidad del
proceso penal, conformada por búsqueda de la verdad, no es un fin absoluto, sino que posee
un límite: el respeto de los derechos fundamentales de la persona. (Almanza Altamirano, 2017)
Además, el artículo 157 establece que “no pueden ser utilizados, aún con el consentimiento del
interesado, métodos o técnicas idóneas para influir sobre su libertad de autodeterminación o
para alterar la capacidad de recordar o valorar los hechos”. Están prohibidos entonces los
maltratos, el narcoanálisis o suero de la verdad, la hipnosis, el detector de mentiras.
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En el mismo sentido, se prescribe que el juez “no podrá utilizar, directa o indirectamente las
fuentes o medios de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos
fundamentales de la persona” (Art. 159). Sin embargo, tal como se encuentra redactado el
NCPP, nos crea dos grandes interrogantes ¿Cuándo estamos frente a la vulneración del
contenido esencial de los derechos fundamentales?, y ¿Existe alguna excepción a la valoración
de la prueba ilícitamente obtenida? En cuanto a la primera interrogante, el término, contenido
esencial de los derechos fundamentales es un concepto impreciso, que no puede establecerse
de modo general, de manera tal que debe ser determinado en relación a cada derecho
fundamental.
La regla general en materia de prueba prohibida es su exclusión monto de la prueba directa (ej.
cuando una confesión se obtiene mediante torturas) como de la prueba derivada (ej. cuando
producto de una intervención telefónica se logra incautar droga), la primera a través de la regla
de exclusión y en el segundo caso, por medio de la teoría del fruto del árbol envenenado.
Dicha regla se configuró con el fin de desincentivar la obtención prueba en contravención con
la cuarta y quinta enmienda de la Bill of Rights (protección en relación a las pesquisas y
aprehensiones poco razonables y el derecho de la no autoincriminación).Además, una prueba
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obtenida ilegalmente y utilizada dentro de un proceso judicial para sustentar una sentencia de
culpabilidad, resulta lesivo al principio del debido proceso.
Sin embargo esta regla, de carácter absoluto en un inicio, fue perdiendo fuerza y fue objeto de
fuertes cuestionamientos en torno al favorecimiento de la impunidad de los delitos, al
considerarse que entorpece la acción de la justicia cuando se declara inadmisible algunas
pruebas que son determinantes en la responsabilidad de los agentes y la misma jurisprudencia
norteamericana se encargó de instaurar las llamadas excepciones a las reglas de exclusión. A
continuación, nos referiremos a las más importantes. Para el caso de la prueba directa:
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domicilio y al ingresar, pensando salvar a una persona, encuentra a unos sujetos
consumiendo drogas con menores de edad.
Admite la posibilidad de valorar prueba ilícita que pueda ser utilizada a favor del
imputado. Esta es la única excepción expresa a las reglas de exclusión que se
encuentra regulada en el NCPP, en el artículo VIII.3. “La inobservancia de
cualquier regla de garantía constitucional establecida a favor del procesado no
podrá hacerse valer en su perjuicio”.
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completo. Estas excepciones a las reglas de exclusión a las cuales hemos hecho
referencia, constituyen una opción política por parte de los Tribunales de Justicia -
cuyo fundamento es la eficiencia del sistema penal, evitar la impunidad - las cuales
se van adecuando y desarrollando conforme va evolucionado los criterios sociales.
Siempre deben ser tomadas como excepciones, sin olvidar que la noción de prueba,
se encuentra íntimamente relacionado con el derecho fundamental de la presunción
de inocencia.
(Almanza Altamirano, 2017)
Siguiendo a ORTELLS RAMOS para tratar de las diferencias entre actos de investigación y
actos de prueba, podemos afirmar lo siguiente:
En definitiva, se trata pues de dos clases de actos de naturaleza fiscal y judicial para alcanzar
el debido esclarecimiento de los hechos; ambos realizados en dos momentos distintos, cuyo
grado de convicción son separados. Esto significa que, por regla general, los actos de
investigación no puedan tener eficacia jurídica de actos de prueba salvo que aquellas no puedan
ser reproducidas en el juicio oral. La prueba entonces ha de practicarse en el juicio oral bajo
los principios de oralidad, inmediación, contradicción e igualdad, principalmente.
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Entonces, conforme a la nueva legislación vigente, los actos de investigación preliminar son
aquellos practicados por la Fiscalía o por la Policía o ésta por orden de aquellas, que tienen por
finalidad investigar la existencia de elementos fácticos sobre un hecho denunciado como delito
y de la persona denunciada o imputada del mismo, donde si bien puede resultar que dicha
investigación es satisfactoria y hasta suficiente en sus objetivos para aquellos, sólo van a
posibilitar continuar con la investigación preparatoria por el mismo fiscal. Tanto la preliminar
como la preparatoria son investigaciones con características propias: son formales, útiles para
la toma de decisiones sobre medidas cautelares, ampliación por otros delitos u a otras personas,
para que las partes torne: conocimiento de lo que sucede en la investigación, las diligencias
son taxativas, pues solo se practican las que se encuentran reguladas ley, son de naturaleza
reservada, lo que exige de los sujetos procesales a guardar la reserva de lo que acontece en la
diligencia, etc. (Almanza Altamirano, 2017)
En cambio, los actos de prueba se materializan en el juicio en la que los argumentos de
imputación que significa la acusación fiscal van a ser sometidos a la contra-argumentación de
la defensa, pero además, todos los elementos de prueba se van a actuar para la respectiva
valoración por el órgano jurisdiccional y la expedición de la sentencia.
12.- MEDIOS DE PRUEBA EN PARTICULAR. -
1.- LA CONFESIÓN JUDICIAL
Una de las instituciones que mayor relevancia en el proceso penal en los últimos años lo
constituye la Confesión. Esta se produce durante la fase de investigación (preliminar o
preparatoria) y de juzgamiento, incluso en los mecanismos de culminación anticipada del
proceso (terminación anticipada y conformidad). La confesión en el proceso penal es el acto
procesal por el cual el imputado presta una declaración personal, ante la autoridad judicial, sea
en la investigación o en el juzgamiento, de manera libre, consciente, espontánea y verosímil
sobre su participación como autor o cómplice, en el hecho delictivo que se investiga. Como
quiera que se trata de una manifestación voluntaria del imputado de dar a conocer al Juez que
cometió un delito sin que se exija mayor riguridad es necesaria su posterior verificación con
otros medios de prueba. Sin embargo, se acepta también la retractación de la confesión, es
decir, volver a declarar para negar lo confesado anteriormente, ello hace que no se estime como
medio de prueba. (Tumi, 2017)
El nuevo código procesal penal lo regula expresamente en los artículos 160 y 161 resaltándose
la presencia de dos formas de confesión: 1) la confesión en el sentido de aceptación de cargos,
es decir, consiste “en la admisión de los cargos o imputación formulada en su contra” (art.
160); y 2) la confesión sincera, cuando “adicionalmente, es sincera y espontánea, salvo los
supuestos de flagrancia y de irrelevancia de la admisión de cargos en atención a los elementos
probatorios incorporados en el proceso…” (art. 161).
La confesión exige determinados presupuestos a fin de ser considerados en la valoración de la
prueba referidos al sujeto, objeto o contenido y a la forma. En tal sentido, el art. 160 establece
que la confesión tendrá valor probatorio cuando:
a. Esté debidamente corroborada por otro u otros elementos de convicción.
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b. Sea prestada libremente y en estado normal de las facultades psíquicas.
c. Sea prestada ante el Juez o el Fiscal en presencia de su abogado.
Conforme a lo dispuesto en el art. 161 de la ley procesal, el legislador ha querido privilegiar a
la confesión sincera, es decir, aquella se practica de manera voluntaria, ante la autoridad fiscal
o judicial, con muestra de arrepentimiento y con la posibilidad de alcanzar una indulgencia del
juzgador permitiendo la disminución de la sanción penal, pues en estos casos, “el Juez,
especificando los motivos que la hacen necesaria, podrá disminuir prudencialmente la pena
hasta en una tercera parte por debajo del mínimo legal”.
3.1 Características
De lo expuesto en la ley y de los alcances que da la doctrina podemos señalar las
siguientes características:
b. Se presta ante la autoridad judicial competente, es decir, ante el Juez en la etapa del
juzgamiento o ante el fiscal en fase de investigación, en presencia de su abogado
defensor. La declaración sobre la realización de un delito ante la autoridad policial, sin
contar con la presencia del fiscal y del defensor del imputado, no constituye en sentido
estrictamente jurídico procesal, una confesión.
c. La confesión puede prestarse en cualquier momento del proceso penal, incluso hasta
antes de leerse la sentencia, pero dei anotarse, que la prontitud y espontaneidad de la
confesión puede significar la posibilidad de reducción de la sanción penal por del
juzgador. También es posible la confesión del delito con ocasión de aceptarse la
conclusión anticipada del proceso, en cuyo caso, el acusado podrá confesar ante el
órgano jurisdiccional la comisión del delito y aceptar los términos de la acusación
fiscal.
d. La confesión debe ser declarada por el imputado de manera 111 es decir, por decisión
personal exclusiva, sin ninguna forma coacción o promesa. La declaración recibida
bajo algún tipo amenaza, presión tortura o promesa no constituye confesión puede ser
considerada como medio probatorio (art. 2° inc. de la Constitución).
e. Debe ser consciente, que va ligada a la libertad de declara: Ello significa que el
imputado debe darse cuenta del reconocimiento de su autoría o participación en el
delito; debe tener capacidad de reflexión sobre su actuar, sobre los móviles y
consecuencias. De allí que se exija que se preste “en estado no de las facultades
psíquicas (art. 160.2.c).
f. La confesión debe ser espontánea, es decir, expresada con naturalidad, con iniciativa
propia del imputado; en la forma común de expresarse y sin mediar alguna forma de
motivación, salvo la de declarar el delito incurrido de manera personal. La
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espontaneidad debe presidir la declaración; debe permitirse al procesado manifestar
cuanto tenga por conveniente para explicar los hechos incriminados.
g. Además, debe exigirse no sólo que se admita su autoría o participación, sino también
proporcionar la motivación, los detalles del mismo, o la forma en que se realizó el
delito, antes, durante y después de su perpetración.
i. La confesión debe ser corroborada con otros medios probatorios. En este sentido, la
sola autoinculpación sin existir prueba que lo reafirme, resulta insuficiente para
sustentar una sentencia condenatoria.
(Zegarra, 2018)
1.2. Confesión sincera y espontanea. -
La doctrina y la legislación comparada reconoce en la confesión como una institución procesal
que permite premiar al imputado por confesar su delito, no sólo porque reconduce y centra la
investigación en la verificación de los datos que proporciona, sino porque además, significa
una actitud de arrepentimiento del imputado por el delito cometido, que debe ser apreciado por
el juzgador. A diferencia de la legislación procesal anterior que posibilitaba la reducción a
límites inferiores al mínimo conminado en la ley penal, el nuevo código pone un límite a la
reducción de la pena por confesión sincera, la misma que puede ser “hasta en una tercera parte
por debajo del mínimo legal” (art. 161). En tal sentido, si el extremo mínimo de la pena para
el delito es de seis años y se produjera la confesión sincera, el juez podrá reducir la sanción
hasta dos años de dicha pena quedando en cuatro. Sin embargo, hay que precisar que la
reducción de pena por confesión no se debe producir si el imputado fue intervenido en flagrante
delito o existe suficiencia probatoria, pues tales circunstancias hacen: irrelevante la confesión.
(Tumi, 2017)
1.3. La retractación de la confesión
El imputado puede confesar ser autor o partícipe de un delito siguiendo todas las formalidades
de la ley, pero también puede, posteriormente, retractarse de su dicho y expresar en su posterior
declaración que es inocente o que tuvo distinta participación en el hecho punible.
Corresponderá al Juez valorar el sentido de tales declaraciones a la luz de las pruebas existentes
en el proceso penal, aunque desde ya es demostrativo de un elemento propio de la personalidad
del imputado. Confesión o no, su declaración debe ser objeto de comprobación en el proceso,
principalmente en la fase de actuación de pruebas, es decir, en el juicio oral.
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2.- PRUEBA TESTIMONIAL
La prueba testimonial constituye uno de los medios probatorios de suma importancia y de
mayor empleo en el proceso penal. La naturaleza del delito o las circunstancias en que ocurrió,
muchas que no permiten encontrar suficientes elementos probatorios, por lo que acude
generalmente a la búsqueda de elementos indiciarios por el procesado, si se encuentra presente
en el proceso, empero, si fuera así, la declaración de las personas que presenciaron los hechos
de las víctimas del delito, resultan de trascendental importancia de su contenido, igualmente,
se podrán obtener los elementos de prueba que se requieren en el proceso para alcanzar sus
objetivos. (Zegarra, 2018)
En la actualidad, la prueba testimonial constituye una de las pruebas de mayor recurrencia en
el proceso y, por cierto, la base probatoria que puede decidir un caso penal. Para RAMOS
MÉNDEZ uno de los momentos típicos de la investigación en el proceso penal es recurrir a las
declaraciones de las personas que en una u otra forma puedan tener conocimiento de los hechos
o puedan aportar datos de utilidad para la instrucción de la causa.
La prueba testimonial significa la puesta en conocimiento ante la autoridad fiscal o
jurisdiccional de los hechos o circunstancias relacionadas con el delito, o la información que
guarde relación con el presunto autor, o con los medios utilizados o los efectos del delito.
La declaración del testigo debe recibirse con cautela y bajo criterios relativos al objeto de
prueba y de quien lo propone; debe ser verificada y analizada; se exige que sea fidedigna, con
coherencia, objetiva y con ausencia de subjetividad. Debe recibirse lo más pronto posible a fin
de evitar el olvido de los detalles o circunstancias del delito por parte del testigo.
(Tumi, 2017)
2.1. El testimonio
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El testigo es pues la persona que se encuentra presente al momento del delito, que puede
conocer de otros elementos de prueba o ser fuente de prueba, pero que adquiere singular
importancia cuando ante la autoridad judicial expresa lo que ha visto, oído o percibido
del mismo. Por ello su declaración debe ser objetiva y concreta, no admitiéndose que
exprese opiniones o conceptos que de manera personal tenga respecto de los hechos
que relata, salvo que se trate de un testigo técnico (art. 166.3). En cuanto a la valoración
del testimonio, la misma ley procesal establece la posibilidad de verificar la idoneidad
física o psíquica del testigo, en cuyo caso se realizarán las indagaciones necesarias e
incluso, la realización de las pericias que correspondan, facultándose al juez a decidirla
de oficio (art. 162.2). (Tumi, 2017)
2.2. Características del testimonio
a. Es una declaración de conocimiento realizado por persona física con capacidad legal.
b. Constituye una declaración verbal prestada ante el fiscal o juez competente sobre lo
que conoce de la comisión del delito o de las circunstancias que rodean al mismo La
ley señala que declaración “versa sobre lo percibido en relación con los objeto de
prueba” (art. 166.1). La oralidad es la regla en el procedimiento penal.
c. No debe mediar forma alguna de coacción en la declaración testimonial. El
testimonio debe ser libre de promesas o amenazas.
d. El testigo no puede ser obligado a declarar sobre hechos sobre los cuales podría surgir
su responsabilidad penal, alcanzando tal derecho cuando su declaración pueda
incriminar a su cónyuge o parientes cercanos (art. 163.2). Se trata de un derecho del
testigo en virtud del cual se puede abstener de declarar.
e. La declaración testimonial debe producirse con las formalidades que exige la ley
procesal.
f. Puede ser ofrecida por las partes o actuarse de oficio, conforme al avance de la
investigación judicial y lo dispuesto por la ley procesal.
g. El testimonio puede ser espontáneo o provocado. Es espontáneo cuando se presta
ante la autoridad sin previo pliego de preguntas y en donde el testigo expresa en sus
propios términos -y de la manera que es más cómoda- su conocimiento sobre los
hechos. Corresponderá a la autoridad judicial la formulación de las preguntas
pertinentes una vez terminada la exposición del testigo, tratando de resaltar los aspectos
que por el nerviosismo o la brevedad de la declaración no dijo o no precisó el
deponente. Será el testimonio provocado, si la autoridad judicial inicia el examen del
testigo conforme a un interrogatorio que previamente ha elaborado.
h. El testimonio puede ser de cargo o de descargo, según sean ofrecidos por las partes
dentro del proceso penal.
i. El testigo colabora con la justicia, es un tercero dentro de un proceso, no puede
presentar recursos ni participar en el proceso activamente. No existe prohibición
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expresa de la ley respecto a que pueda ser acompañado por su abogado (sólo
presencial), si temiera ser involucrado en la causa penal.
j. El testimonio del sordo, mudo y sordomudo se realizará formulando las preguntas
por escrito; si saben escribir, contestarán de la misma forma, salvo que el sordo pueda
contestar oralmente. En todo caso, el Juez puede disponer la presencia de intérprete o
de persona hábil en el entendimiento con los testigos que tengan tales limitaciones.
k. El testimonio debe recibirse por separado; la autoridad judicial debe procurar que no
exista comunicación entre los testigos (art. 170.3).
l. El testigo puede ser interrogado por los abogados que intervienen en la diligencia.
m. La nueva ley procesal, a diferencia del código antiguo, permite el careo entre testigos
(art. 182.2°), lo que es necesario, pues existe la posibilidad de que los testigos de un
mismo hecho declaren de manera contradictoria o diferente.
Es del caso señalar que el fiscal o el juzgador para efecto de recibir la declaración
testifical debe de examinar con especial atención las características de la persona que
declara y las circunstancias que concurrieron en el hecho a fin de fijar su credibilidad
y valorar en su momento el contenido de su testimonio
2.3 Clases de testigos
En doctrina se admite la siguiente clasificación de testigos:
a) Testigos directos o presenciales. - Son aquellos que tienen una percepción directa
sobre el delito y que se manifiesta a través de la vista principalmente, o de los demás
sentidos; así por ejemplo el testigo que escuchó el diálogo entre el imputado y la
víctima, o los gritos de dolor del agraviado o el ruido de los instrumentos empleados
en el delito o percibió un olor a quemado en lugar próximo a la escena del crimen, etc.
b) Testigos indirectos o de referencia, también se les llama testigos de oídas, que son
aquellos que expresan conocimiento del hecho por datos suministrados por otras
personas o información captadas de medios de comunicación social, de los comentarios
de la gente, de la películas, etc. Es el llamado testigo referencial que se encuentra
regulado expresamente por la Ley. En efecto, el art. 166.2 establece que en estos casos,
el testigo “debe señalar el momento, lugar, las personas y medios por los cuales lo
obtuvo”, incluso se podrá actuar de oficio en el caso de las personas indicadas por el
testigo de referencia como fuente de conocimiento; si ello no se produce, no podrá
utilizarse dicho testimonio.
c) Testigos de conducta, que son aquellos que acuden ante la autoridad judicial,
generalmente a pedido del imputado, a fin de aportar elementos de juicio sobre la
honorabilidad o buena conducta del imputado.
d) Testigos instrumentales, que son aquellos que acuden al despacho judicial para dar
fe de algún documento o del contenido del mismo o de la firma que allí aparece.
2.4 Obligación de testimoniar
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En principio, todas las personas nacionales o extranjeras, citadas por la autoridad
judicial como testigos, tienen la obligación de concurrir a la sede judicial, salvo
excepciones legales, a prestar su declaración y responder con verdad a las preguntas
que se le hagan (art. 163.1).
La nueva ley establece que tratándose de testigo policía, militar o miembro de los
sistemas de inteligencia del Estado, no pueden ser obligados a revelar el nombre de su
informante. Lo que parece lógico en la línea del trabajo que realizan en sus
investigaciones, empero, la prohibición no es absoluta, pues pueden mencionar sus
nombres y ser llamados a declarar. De allí que en el párrafo siguiente del art. 163.3 se
precisa que si los informantes no son interrogados como testigos, las informaciones
dadas por ellos no podrán ser recibidas ni utilizadas. Ello confirma la necesidad de
respetar el principio de legalidad de la prueba y además, exige la verificación del
testimonio indirecto. En consecuencia, las partes, pero principalmente el fiscal, deben
de cuidar bien de ofrecer tales pruebas si antes no han confirmado la declaración de
tales personas informantes.
Conforme al ordenamiento procesal, la autoridad fiscal o jurisdiccional debe citar como
testigos:
a. A las personas ofrecidas por las partes o las que considere el Fiscal durante la fase
de investigación, y por el juez penal en fase de juicio oral, aceptadas en fase intermedia.
b. A las personas que el imputado considere necesarias para su defensa o las que
especialmente ofrezca para demostrar su probidad y buena conducta.
El número de testigos podrá ser limitado por el Juez según su criterio (art. 155.2). En
tal sentido, por ejemplo, deberá considerar la reiteración del testimonio formulado por
otros testigos o la coincidencia de lo ya expuesto por otros respecto de un mismo hecho;
o los testimonios de vecinos o compañeros de trabajo, que tiene por objeto poner de
relieve su buena conducta.
El testigo deberá ser citado por la autoridad fiscal o jurisdiccional, fijándose día y hora
para la declaración; si no se presenta. se le hará comparecer compulsivamente por la
fuerza pública (art 164.3). Si bien la ley no lo dice expresamente, tratándose de una
sola citación, ésta debe hacer mención al apercibimiento de conducción de grado o
fuerza. También es posible que el testigo se presente espontáneamente (art. 164.2), lo
que significará que se levante el ara correspondiente, decidiendo la autoridad fiscal o
judicial la recepción de su declaración.
Puede afirmarse que el testigo tiene las siguientes obligaciones en el proceso penal:
a. Obligación de comparecer, cada vez que sea citada por la a dad judicial.
b. Obligación de identificarse con el documento de identidad respectivo.
c. Obligación de prestar juramento o promesa de honor.
pág. 23
d. Obligación de decir la verdad, caso contrario incurrirá en delito sancionado por la
ley penal (art. 409° C.P.).
2.5 No obligatoriedad del testimonio: La nueva ley también establece que personas que
no están obligadas a prestar declaración testimonial por razones de parentesco y secreto
profesional o de Estado. Se trata de la declaración testimonial facultativa, donde por
condiciones personales o circunstancias especiales, testigo se puede abstener de prestar
testimonio. Podemos señalar los siguientes supuestos: (art. 165).
a. Por razón de parentesco. –
Se sustenta en la existencia de relaciones y vínculos familiares, de armonía y concordia
en el hogar que exige no obligar a los parientes del inculpado a declarar como testigos.
La ley establece que podrán abstenerse a rendir testimonio: el cónyuge del imputado,
los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad y aquel
que tuviera relación de convivencia con él. Tal abstención se extiende a los parientes
por adopción y respecto de los cónyuges y convivientes aún cuando haya cesado el
vínculo conyugal o convivencial (art. 165.1). La misma norma señala que las personas
mencionadas serán advertidos, antes de la diligencia, del derecho que les asiste para
rehusar a prestar testimonio, en todo o en parte. En estos casos, primero debe
establecerse el grado de parentesco entre el testigo y el inculpado con la documentación
respectiva; y luego la autoridad judicial le debe de advertir que no está obligada a
prestar testimonio, que pueden rehusar a declarar, en todo o en parte. El testigo decidirá
si se somete al examen o presta testimonio sólo respecto de algunos aspectos o contesta
algunas de las preguntas que le formulen.
b. Por razón de secreto profesional o de Estado. –
La razón radica en uno de los fundamentos de la profesión o culto religioso, el secreto
de lo que conoce en el ejercicio de sus funciones; el deber de reserva que ha observar
respecto de lo que se le confiere a una persona dentro del ámbito de su función
profesional o culto religioso. En tal sentido, no estará obligado el abogado del imputado
respecto a los hechos que le hubieren sido confiados por aquel en calidad de defensor;
el médico respecto de lo que le hubiera confiado su paciente quien a su vez es imputado
de un delito; el sacerdote sobre lo que le hubiere escuchado en confesión del imputado.
Debe recordarse que la Constitución de 1993 establece como derecho fundamental, la
reserva sobre las convicciones políticas, filosóficas, religiosas o de cualquiera otra
índole, así como a guardar el secreto profesional (art. 2° inc. 18) e inclusive el Código
Penal prevé sanción privativa de la libertad y multa a quien revelare información sujeta
a secreto profesional (art. 165°).
Conforme a la nueva ley procesal (art. 165.2), deberán abstenerse de declarar, con las
precisiones legales pertinentes: los vinculados por el secreto profesional: los abogados,
ministros de culto religioso, notarios, médicos y personal sanitario, periodistas y otros
profesionales dispensados por ley expresa; sin embargo, con excepción de los
sacerdotes, los profesionales podrán declarar cuando sean liberadas por el interesado
de guardar secreto. La ley también comprende a los funcionarios y servidores públicos
pág. 24
que conocen de un secreto de Estado, es decir, de una información considerada como
secreta o reservada. En estos casos deberá hacer conocer de ello a la autoridad judicial
que los cite, en casos, el fiscal o juez deberá pedir información al Ministro del sector a
fin de verificar si la información requerida se encuentra de los alcances de la reserva de
esta ley; si no lo estuviera continuará la diligencia; caso contrario, deberá abstenerse de
declarar.
Para este último caso, la ley establece que si el juez lo considera imprescindible, a
pedido de las partes o de oficio, podrá citar a declarar a los funcionarios públicos que
correspondan e incluso que inicialmente fue citado, a fin de que responda a las
interrogantes judiciales (art. 165.3). La razón de esta excepción es bastante obvia, se
busca proteger al Estado mismo a través de cierta información clasificada como
reservada o secreta y que compete de manera exclusiva a los funcionarios del más alto
nivel. En todos los casos, estas personas serán advertidas del que les asiste para rehusar
la declaración, sea en todo o en parte.
3. EL CAREO
El careo se hace necesario cuando en el proceso penal dos o más sean imputados o testigos,
deponen sobre hechos que son materia investigación judicial y surgen contradicciones
sobre su contenido originando discordancia o confusión, ya que se desconoce a quien
corresponde el dicho sobre la verdad. Conforme a lo dispuesto por lo Procesal penal, se
realizará el careo cuando entre lo declarado por el imputado y lo dicho por otro imputado,
testigo o agraviado, surjan contradicciones importantes (art. 182.1). El careo consiste
entonces en poner frente a frente a los sujetos que intervienen en el proceso penal para
poder esclarecer, mediante el; Debate, las controversias que han surgido de sus propias
declaraciones expresadas ante la autoridad judicial. Se busca reconstruir los hechos que
constituyen el objeto del proceso o de una parte de él a partir de las propias discrepancias
que existen en las declaraciones judiciales.
La legislación anterior posibilitaba una confusión entre los términos careo y confrontación;
sin embargo, el Nuevo Código establece determinaciones distinciones. El presupuesto
necesario para el careo es que existan contradicciones importantes entre 2 sujetos (entre
imputados, imputado testigo, imputado/ agraviado, entre agraviados, entre testigos), tal
como reza el artículo 182; sin embargo el presupuesto exigible para la confrontación es
que, existan declaraciones contradictorias de un mismo sujeto en etapas distintas del
proceso (artículo 378.8: “Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al
perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el
juicio”).
(Tumi, 2017)
3.1. Naturaleza Jurídica
La doctrina no ha sido uniforme respecto a la naturaleza jurídica del careo. Se puede
apreciar una tendencia orientada a considerarla como un medio subsidiario o
complementario de prueba, y también, como un medio de prueba. Se sostiene que no
pág. 25
se trata de un medio de prueba, sino de un expediente para la valoración de una prueba.;
que es un “medio complementario y negativo de comprobación al que se recurre para
despejar una situación de incertidumbre provocada por manifestaciones discordes”.
También se afirma que el careo constituye una diligencia judicial esencialmente
subsidiaria que se realiza cuando se constatan contradicciones, divergencias o
desacuerdos en las declaraciones judiciales prestadas por los inculpados o entre ellos y
los testigos, y resulta necesaria para el debido esclarecimiento de tales declaraciones.
En tal sentido, no se le considera como un medio de prueba, sino un instrumento para
constatar declaraciones vertidas en el proceso o factor valorativo de la declaración
testimonial.
De otro lado, se ha sostenido que se trata de un medio de prueba, ya que a través de
dicha diligencia, el Juez puede llegar a obtener la verdad de los hechos, pues no se trata
de una simple declaración ratificatoria de discrepancias sino de la oportunidad en
manos del Juez para “exigir que den razón de sus afirmaciones, y luego establecer,
dentro de su función eminentemente prudente y sicológica, quién es la persona que
encara con mayor precisión, dando detalles, precisando conceptos, aclarando ideas y
probando sus afirmaciones, y sobre todo empleando un tono convincente o dubitativo
frente a su confrontado”.
3.2. Características del careo
a. El objeto principal del careo es poder despejar la incertidumbre creada ante las
declaraciones vertidas por los imputados y testigos en el proceso penal. En tal sentido,
la discrepancia y el esclarecimiento constituyen el objeto principal de la
confrontación25.
b. Se posibilita el careo entre testigos, a diferencia de la ley anterior.
c. No procede el careo entre el imputado y la víctima menor de catorce años de edad,
salvo que quien lo represente o su abogado defensor lo solicite expresamente (art.
182.3).
d. En la diligencia el juez les preguntará a las partes si confirman o modifican su
declaración anterior y las invitará, si fuera necesario, a referirse recíprocamente a sus
versiones (art. 183.1). Es decir, a que se expresen directamente, entre sí, sobre lo que
ellos sostienen.
e. Seguidamente las partes interrogaran a las personas sometidas a careo sobre los
puntos materia de contradicción y que determinaron la procedencia de la diligencia. En
tal sentido, fijados los puntos controvertidos, sólo se formularán preguntas que guarden
relación con lo dicho, salvo que del mismo careo surja la necesidad de repreguntas
sobre temas conexos.
f. La autoridad judicial valorará el careo conjuntamente con las demás pruebas
actuadas, en especial, con las referidas anteriormente por ellos. De tal manera que si se
acredita la falsedad del testimonio, éste carecerá de valor probatorio.
pág. 26
g. Debe afirmarse la importancia de los principios de inmediación y contradicción
expuestos en la diligencia de careo.
4. LA PRUEBA PERICIAL
4.1. Concepto
La especialización y el adelanto del conocimiento científico, hace Vital este medio
probatorio en la dinámica del proceso penal.
FLoRIÁN la define como “el medio de prueba que se emplea para transmitir y aportar
al proceso nociones técnicas y objetos de prueba, para cuya determinación y
adquisición se requieren conocimientos especiales y capacidad técnica. En tal sentido,
la procedencia de la prueba pericial se encuentra regulada en el artículo 172 del Código:
“La pericia procederá siempre que, para la explicación y mejor comprensión de algún
hecho, se requiera conocimiento especializado de naturaleza científica, técnica, artística
o de experiencia calificada”. Asimismo, el Código establece la posibilidad de ordenar
una “pericia cultural” en el supuesto del artículo 15 del Código Penal -error de
comprensión culturalmente condicionado- la cual tendrá como objeto las pautas
culturales del imputado. (Art. 172.2)
Las reglas que se establecen para la prueba pericial y la prueba testimonial son distintas,
el legislador se pone en el supuesto de la persona que declare sobre hechos o
circunstancias que conoció espontáneamente, aunque utilice para informar aptitudes
especiales, el conocido como “testigo técnico” - ejemplo un policía, experto en
balística, que fue testigo presencial de un asalto a mano armada- y establece que regirán
las reglas de la prueba testimonial.
4.2. El perito
El perito, a diferencia del testigo, no es llamado a declarar sobre hechos que conoce por
su propia experiencia, sino que es llamado por el conocimiento específico que posee;
prevalece fundamentalmente el elemento técnico. El perito es un órgano de prueba que
nace desde el proceso penal mismo, mientras que el testigo existe con independencia
de el
El artículo 173.1, dispone que el nombramiento del perito será realizado durante la
etapa de investigación Preparatoria, por el Juez competente y en los casos de prueba
anticipada los peritos pueden ser nombrados por el Juez o el Fiscal; asimismo, establece
el siguiente orden de prelación: se escogerá a los especialistas donde los hubiere y entre
estos, a quienes se hallen sirviendo al Estado, los que colaboraran con el sistema de
justicia penal gratuitamente, y de no existir este tipo de profesionales, se tomara en
cuenta a los designados o inscritos, según las normas de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
La norma procesal -a diferencia de la legislación anterior- esta-e que solo se nombrara
a un perito, sin embargo, se podrá elegir dos o más peritos cuando resulten
imprescindibles por la considerable complejidad del asunto o cuando se requiera el
pág. 27
concurso de distintos conocimientos en diferentes disciplinas y para ello se tendrá en
consideración la propuesta o sugerencia de las partes (Art. 173.1). En el texto se
establece que la labor pericial se encomendará; sin necesidad de designación expresa,
al Laboratorio de Criminalística de a Policía Nacional del Perú, a la Dirección de
Policía Contra la Corrupción y al Instituto de Medicina Legal, así como a los
organismos Estado que desarrollan labor científica o técnica, los que prestaran SL1
auxilio gratuitamente.
El perito designado tiene la obligación de ejercer el cargo, salvo que este incurso en
alguna causal de impedimento -incisos 1) y 2) del artículo 165, que regula las causales
de abstención de declarar por parte de los testigos-, debiendo ejercer sus funciones con
objetividad independencia, para lo cual prestara juramento, siendo esa la oportunidad
para mencionar si le asiste algún impedimento. El perito, en virtud de la función que le
toca desempeñar, tiene acceso al expediente -técnicamente hablando a la carpeta fiscal-
y a las demás evidencias a fin del logro de su cometido, debiendo guardar reserva, bajo
responsabilidad (Art. 176).
Según el artículo 174, la disposición (fiscal) o resolución (judicial) de nombramiento
del perito, precisará: a) el punto o problema sobre el que incidirá la pericia, b) El plazo
para la entrega del informe pericial, para lo cual se escuchara a los peritos y las partes.
Una vez producido el nombramiento de los peritos oficiales, los sujetos procesales
pueden nombrar, por su cuenta, los peritos que estimen necesarios, en ese caso
estaremos ante los llamados peritos de parte quienes se encuentran facultados a
presenciar las operaciones periciales del perito oficial, hacer las observaciones y dejar
las constancias que su técnica les aconseje.
4.3. El informe pericial
El informe pericial es el resultado del trabajo realizado por el perito, que contiene, la
opinión del perito, la explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de
los principios científicos o técnicos en que se basa. En nuestra nueva legislación la
presentación del informe pericial reviste un carácter formal. El artículo 178, prescribe,
el contenido del informe pericial en los siguientes términos: a) El nombre, apellido,
domicilio y Documento Nacional de Identidad del perito, así como el número de su
registro profesional en caso de colegiación obligatoria; b) La descripción de la situación
o estado de hechos, sea persona o cosa, sobre los que se hizo el peritaje; c) La
exposición detallada de lo que se ha comprobado en relación al encargo; d) La
motivación o fundamentación del examen técnico; e) La indicación de los criterios
científicos o técnicos, médicos y reglas de los que se sirvieron para hacer el examen; f)
Las conclusiones. g) La fecha, sello y firma. Asimismo, menciona que el informe
pericial no puede contener juicios respecto a la responsabilidad o no responsabilidad
penal del imputado en relación con el hecho delictuoso materia del proceso ya que no
es función del perito dicha determinación sino ilustrar al juzgador respecto de un tema
en particular, por el cual ha sido nombrado.
pág. 28
¿Qué sucede en el caso de discrepancia entre peritos? En el caso que existan varios
peritos oficiales y estos discrepan, cada uno presentará su respectivo informe pericial,
y en el supuesto que el perito de parte discrepe con las conclusiones del informe pericial
oficial, pues: presentar su propio informe, que se ajustará a las prescripciones del
artículo 178, en este caso se debe poner en conocimiento del perito oficial a efectos que
se pronuncie.
44. Examen pericial
La prueba pericial debe ser incorporada al proceso penal mediante la declaración de
los peritos en Juicio Oral; el examen a los peritos debe estar orientado a la explicación
de las conclusiones a las cuales se han arribado.
Según el artículo 378.5 el examen del perito se iniciará con la exposición breve del
contenido y conclusiones del informe pericial, de ser necesario el Juez, ordenara su
lectura, seguidamente se le exhibirá el informe y se le consultará si corresponde al que
ha emitido, si ha sufrido alguna alteración y si es su firma la que aparece al final del
dictamen. A continuación, se le pedirá explique las operaciones periciales que han
realizado, y será interrogado por las partes en el orden que establezca el juez,
comenzando por quien propuso la prueba y luego los restantes.
De existir informes periciales oficiales discrepantes se promover. inclusive de oficio,
en el curso del acto del juicio oral un debate y de existir discrepancia entre un informe
pericial oficial y uno de parte, el debate pericial es obligatorio.
5. LA PRUEBA DOCUMENTAL
5.1. Concepto
Para CARNELUTTI el documento constituye una prueba histórica, esto es, un hecho
representativo de otro hecho. Agrega, “si el testigo es una persona, que nana una
experiencia, el documento puede ser definido como una cosa, por la cual una
experiencia es representada; aquí el objeto de investigación debe ser la diferencia entre
la representación personal y la representación real”.
El documento es toda aquel medio que contiene con el carácter de permanente una
representación actual, pasada o futura, del pensamiento o conocimiento o de una aptitud
artística o de un acto o de un estado afectivo o de un suceso o estado de la naturaleza,
de la sociedad o de los valores económicos, financieros, etc., cuya significación es
identificable, entendible de inmediato y de manera inequívoca por el sujeto
cognoscente.
El documento no sólo se identifica con algún acto escrito, sino comprende a todas
aquellas manifestaciones de hechos, como las llamadas instrumentales, (cinta
magnetofónica, vídeo, disquetes, slides. las fotografías, caricaturas, planos,
representaciones pictóricas, pentagramas, estampillas, cartas, fax, telegrama, códigos
de comunicación, fórmulas, etc.). En materia civil se establece que documento es todo
escrito u objeto que sirve para acreditar un hecho (art. 233°).
pág. 29
5.2. El documento como objeto y medio de prueba
El documento puede ser considerado como objeto de prueba pues para su incorporación
al proceso y valoración posterior requieren de previa observación, identificación y
análisis. Debe de existir una relación directa o indirecta entre en hecho que se investiga
con el documento que se pretende considerar dentro del proceso. Por ejemplo, carta
extorsionadora, el dibujo de la escena de crimen, en el delito de secuestro o robo; la
carta del imputado o del testigo, etc. De tal maneta que, el documento como objeto de
prueba nos permite identificar los hechos que se relacionan con la imputación misma y
que es el centro de la investigación.
El documento como medio de prueba aparece cuando su contenido se apoya en
declaraciones o en informes de personas dentro del proceso judicial; son aquellos
documentos que forman parte del proceso y que por sí mismos merecen valor en tanto
se relacionen con el sujeto a investigación: declaración del imputado, testimonial,
pericia etc. En tal sentido, el documento como medio de prueba se relaciona
necesariamente con el órgano de prueba. El artículo 184 de la nuestro procesal establece
que “se podrá incorporar al proceso todo documento que pueda servir como medio de
prueba. Quien lo tenga en su está obligado a presentarlo, exhibirlo o permitir su
conocimiento.
Como se puede apreciar, el documento tiene naturaleza representativa, pero además,
tiene la singularidad de ser un medio de comunicación pues la relación entre el sujeto
cognoscente y la prueba se manifiesta a través del contenido del documento; también
tiene naturaleza permanente pues su existencia es por tiempo indeterminado, en tanto
el documento no sufra algún deterioro, adulteración o desaparezca. También tiene
carácter objetivo dado que existe real e independientemente de la persona de su autor.
De lo que se afirma, también podemos sostener que el documento tiene la finalidad de
preservar de la forma fidedigna y fiel aquello que representa. Y dentro de dicha
finalidad genérica, se establecen dos finalidades específicas: la finalidad ad probatio-
nem, cuando el documento es hecho con la finalidad de demostrar posteriormente la
autenticidad de lo representado. La finalidad ad substan-ciam, cuando por mandato
legal, la documentación escrita del acto jurídico es indispensable para la existencia de
éste; de tal manera que el documento es considerado elemento constitutivo del acto
jurídico y también el medio que sirve para probarlo.
6.- EL RECONOCIMIENTO
Eugenio Florián conceptúa el reconocimiento, en general, como el acto por el cual se
comprueba en el proceso la identidad de una persona o cosa, con lo que se adquiere un
conocimiento sobre ellas80. Además, creemos, el reconocimiento permite certificar la
veracidad en la declaración de quien dice haber visto a la persona o cosa.
En esta parte también seguimos a los italianos. Prueba de esto es la clasificación de los
reconocimientos en: reconocimiento de personas, cosas y otros. Son susceptibles de ser
reconocidos: a) personas –el imputado o personas distintas a él (189º. 1 y 3)–. b) Voces,
pág. 30
sonidos y cuanto pueda ser percibido por los sentidos (190º.1). c) Cosas, las que serán
exhibidas del mismo modo que los documentos (191º. 1). Para acercarse de un modo
más seguro a la verdad, el reconocimiento se realiza siguiendo unas formalidades. En
este acto deberán estar presentes el Fiscal y el abogado defensor del imputado (salvo lo
dispuesto en el num. 2 del art. 189°). Es un acto presencial, por eso es inadmisible que
se haga privadamente, de lo cual se dé luego cuenta a la autoridad81. El nuevo Código
establece el modo de practicar esta diligencia en los artículos 189° y ss. Quien deba
reconocer, previamente describirá a la persona aludida. Luego se colocará a ésta junto
con otras de aspecto exterior semejante. Se dirá si se encuentra o no entre ellas el sujeto
a reconocer, de ser positiva su respuesta, se indicará cuál de ellos es (189º. 2).
Al reconocimiento importa que quien va a reconocer no sepa quién es la otra, caso
contrario no se debe practicar esta diligencia de reconocimiento, sino una
identificación. Durante la investigación preparatoria deberá estar presente, en este acto,
el abogado defensor del imputado. De no estarlo, el Juez de la investigación
preparatoria podrá presenciarla; en este caso se la considerará un acto de prueba
anticipada (189º. 3). Cuando varias personas deban reconocer a una sola (no
necesariamente al imputado), cada reconocimiento se practicará por separado, sin que
se comuniquen entre sí. Cuando sea una persona la que deba reconocer a varias, se
efectuará en un solo acto, de ser posible (189º. 4).
Si lo que se reconoce no son personas, sino voces, sonidos o cuanto pueda ser percibido
por los sentidos y cosas, se procederá, en lo aplicable, análogamente al reconocimiento
de personas. Antes de proceder al reconocimiento, se invitará a la persona que deba
reconocerlo a que lo describa (190º. 1 y 191º. 2).
7.- PRUEBAS ESPECIALES.
7.1. Levantamiento del cadáver
Este levantamiento comprende el minucioso y documentado estudio del cadáver en el
lugar donde acaeció la muerte. Se realiza cuando se sospeche que una muerte fue
causada por hecho punible (art. 195º). Entonces el Fiscal procederá al levantamiento
del cadáver, en lo posible, con intervención de peritos (médico legista y personal
policial de criminalística). No obstante, el Fiscal puede delegar la realización de la
diligencia en su adjunto, en la Policía o en el Juez de Paz.
Por razones de índole geográfica podrá prescindirse de la participación de personal
policial especializado (195°.2). La identificación del cadáver tendrá lugar mediante la
descripción externa, la documentación que se le encontrare, las huellas recabadas o por
cualquier otro medio, antes de la inhumación o luego de la exhumación (195°. 3). El
acta de levantamiento del cadáver debe ser elaborada cuidadosamente, esto ayudará en
gran medida la labor del médico que practique la necropsia correspondiente.
(Zegarra, 2018)
pág. 31
7.2. Necropsia, examen de vísceras y materias sospechosas, y embalsamamiento del
cadáver.
Luego de realizado el levantamiento del cadáver, los peritos practicarán la necropsia,
también llamada pericia anatómica, para establecer la causa de la muerte, examen al
que no se pueden oponer los familiares. Sin embargo, no será exigible la necropsia
cuando la muerte sea producto de desastre natural o de accidente en medio de
transporte, salvo el cadáver de quien conducía el medio de transporte, en este caso es
obligatorio (196°. 2).
Se debe concluir si la muerte fue natural, criminal, accidental o si se trató de un suicidio.
La necropsia determinará, además, y en todo caso, las causas de la muerte. El Fiscal
decidirá si él o su adjunto deban presenciar la necropsia, a la que pueden asistir los
abogados de los demás sujetos procesales, incluso acreditar peritos de parte (196°. 3).
El artículo 196º del NCPP se deja orientar por las disposiciones del C. de PP. al respecto
(arts. 87º y ss.); sin embargo, no lo sigue fielmente, tenemos una versión asaz distinta
de esta prueba. Cuando la sospecha sea de envenenamiento, el perito examinará las
vísceras y las materias sospechosas que se encuentren en el cadáver o en otra parte y
remitirá, cuidadosamente, al laboratorio especializado correspondiente (198°. 1).
El fin de estos exámenes es descubrir si realmente la causa de la muerte fue
envenenamiento, de ser el caso, qué sustancia se utilizó para tal efecto y si se trató de
un acto suicida, accidental o criminal. El Fiscal puede disponer el embalsamamiento
del cadáver a fin de mantenerlo bien conservado y así poder realizarle eventuales
nuevas pericias (197°). Otra novedad de este Código es que la autorización para la
incineración del cadáver sólo la dará el Juez después de expedida sentencia firme
(197°). El dictamen pericial del médico legista sobre el cadáver es conocido como
protocolo de necropsia. Este protocolo contiene los datos del cadáver, todos los
exámenes practicados sobre él (descripción externa y examen interno), las conclusiones
generales a las que se llega y la causa de la muerte.
(Zegarra, 2018)
7. 3. Examen de lesiones y agresiones sexuales
Las lesiones corporales también las deberá analizar el perito, quien determinará cómo
se las provocaron, el arma o instrumento que las haya ocasionado, si dejaron o no
deformaciones y señales permanentes en el rostro y, en general, toda información que
se requiera para adecuarlo al tipo penal (en la gravedad de la lesión).
En el examen médico en caso de agresión sexual, sólo se permite la presencia del
médico encargado de realizarlo y, eventualmente, de un profesional auxiliar, salvo que
la víctima consienta la presencia de otras personas (art. 199º). Para determinar lesiones
de estos tipos se recurre a la búsqueda en la víctima de restos de piel entre sus uñas,
huellas de sangrado, cardenales en las piernas, etc. También se practica la pericia
biológica, análisis de fluidos y secreciones del cuerpo como sangre, orina, semen,
pág. 32
moco, entre otros. Hay una exploración física en la víctima y un examen especializado
en el laboratorio.
En la víctima deben realizarse todas las observaciones posibles, que no sólo involucran
los genitales, sino todo el cuerpo. Se busca con ello encontrar signos que confirmen el
delito sexual y muestras de objetos (semen, vello púbico, restos de piel, etc.) que sirvan
de pista para identificar al agresor. Las muestras obtenidas se remiten al laboratorio
para su análisis. Éstas pueden consistir en saliva, semen, cabellos, entre otros. Es
frecuente encontrar en el vello de la propia víctima restos de semen del agresor, así
como en su ropa y demás objetos de la escena del delito.
13.- LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA
1. CONCEPTO BÁSICO
La actividad probatoria encuentra su momento culminante cuando se procede judicialmente a
la valoración de la prueba. Se espera alcanzar la verdad sobre los hechos mediante la prueba y
ésta tiene como función específica darle el incentivo vigoroso de la verdad dado que, la
sentencia que es el fin característico del proceso se hace realidad cuando las pruebas se dirigen
a asegurar la verdad. En tal sentido, todo el procedimiento probatorio debe obedecer a criterios
judiciales fundamentales de legitimidad, orden procedimental, pertinencia y contradicción. El
objeto del proceso debe quedar plenamente satisfecho para que se cumpla la excelsa función
jurisdiccional: juzgar. (Tumi, 2017)
La valoración de la prueba es definida como la operación intelectual -que realiza el juez de
juzgamiento- destinada a establecer eficacia creando convicciones de los medios de prueba
recibidos en el decurso del debate. La valoración de la prueba determina el grado de
conocimiento que posee el Juzgador.
La prueba aportada en el debate contradictorio, tendrá como norte, a efectos de destruir
válidamente la presunción de inocencia, lograr una convicción del juzgador sobre la
culpabilidad del imputado que solo la certeza en torno a la imputación es presupuesto básico a
emitir una sentencia condenatoria. Cuando la percepción de haber alcanzado la verdad es firme,
se dice que hay certeza, que podría ser definida como la firme convicción de estar en posesión
de la verdad. Como es sabido la prueba, no sólo puede generar certeza en torno a la tesis
acusatoria, también existen otros grados de conocimiento, como la duda - que se aprecia como
un equilibrio u oscilación porque el intelecto es llevado hacía el sí y luego hacía el no, sin
poder quedarse en ninguno de los dos extremos- y la probabilidad -se produce cuando
coexisten elementos positivos y negativos, con el detalle que los positivos son superiores-.
2. SISTEMAS DE VALORACIÓN DE LA PRUEBA
La historia y el derecho comparado reconocen hasta tres sistemas de valoración de la prueba:
a) sistema de la prueba legal o tasada; b) sistema de la íntima convicción; y c) sistema de la
sana critica racional o libre convicción. Nuestro legislador ha introducido este último sistema
pues expresamente señala que “en la valoración de la prueba el Juez deberá observar las reglas
de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia, y expondrá los resultados obtenidos y
los criterios adoptados” (art. 158.1).
pág. 33
En consecuencia, como enseña VELEZ MARICONDE se deja al juzgador en libertad para
admitir toda prueba que estime útil al esclarecimiento de la verdad, y para apreciarla conforme
a las reglas de la lógica, de la psicología y de la experiencia común. Agrega el maestro
argentino que “éstas reglas de la sana crítica racional, del “correcto entendimiento humano” -
contingentes y variables con relación a la experiencia del tiempo y del lugar, pero estables y
permanentes en cuanto a los principios lógicos en que debe apoyarse la sentencia- son las
únicas que gobiernan el juicio del magistrado.
De allí que se afirme que la libre valoración de la prueba supone que los distintos elementos
de prueba pueden ser libremente ponderados por el tribunal de instancia, a quien corresponde,
en consecuencia, valorar su significado y trascendencia en orden a la fundamentación del fallo
contenido en la sentencia. Pero garantías procesales que de alguna forma pueda entenderse de
cargo y de la que se pueda deducir, por tanto, la culpabilidad del procesado.
Hay entonces dos aspectos importantes que hacen de este sistema de valoración de la prueba
la de mayor aceptación en sistemas como el nuestro: a) la libertad de convencimiento judicial
sobre la prueba, en atención al razonamiento lógico; y b) la exigencia de expresar cuáles son
tales razones judiciales en la motivación de la resolución. CAFFERATA NORES enseña que
la autoridad judicial llegará a conclusiones sobre la prueba en plena libertad de apreciación
pero observando normas de la lógica, de la psicología y de la experiencia, con obligación de
expresar las razones de tal convencimiento y los elementos de prueba en que lo sustenta,
exigiéndose dos aspectos importantes: la descripción del elemento probatorio y su valoración
crítica, a fin de fundar la conclusión que en él se apoya para que dicha ponderación pueda
llevar a desvirtuar la presunción de inocencia, es precisa una mínima actividad probatoria
producida con las:
REGLAS A OBSERVAR EN LA VALORACION DE LA PRUEBA.-
La aplicación de las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia en la
valoración de la prueba a las que hace referencia el artículo 158 del Código, en concordancia
con el artículo 393-, dependerá del caso concreto que se aborde. Como ya lo hemos anotado
precedentemente las máximas de la experiencia se originan de la observación repetida de casos
particulares y que generan una apreciación constante y aceptada para casos posteriores, por su
parte las reglas de la lógica, conformada por principios tales como “principio de no
contradicción” y el “principio de la razón suficiente” y la ciencia -en tanto sean pertinentes-
deberán ser tomadas en cuenta por el juzgador, para formar su convicción.
CRITERIOS PARTICULARES DE VALORACIÓN
La regla básica en cuanto a la valoración de la prueba, es la crítica racional (art. 393), ahora
bien el Código, recogiendo la jurisprudencia, ha establecido reglas valorativas que en cierta
medida se han necesarias. Cabe anotar que estos criterios reglados deben ser la excepción a
efectos de no llegar al sistema tasado de valoración.
(Tumi, 2017)
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CONCLUSIONES
1) La prueba es la concreción en el proceso de los hechos que en él se debaten que
permite al juez formular la proposición.
2) Como fuente, la prueba tiene al hecho propiamente dicho y, las personas y cosas
anteriores al proceso que registraron el hecho.
4) La prueba tiene como medios a los caminos o instrumentos que se utilizan para
conducir al proceso la reconstrucción de los hechos acontecidos en “la pequeña
historia” que es pertinente al proceso que se ventila.
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BIBLIOGRAFÍA
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