Topologia I
Topologia I
Topologia I
FRANCISCO J. LÓPEZ
1. I NTRODUCCI ÓN
2.1. La Topologı́a Euclidiana o usual. La topologı́a más relevante para el análisis y la geometrı́a
es la topologı́a Euclidiana o usual de Rn . Para su correcta descripción necesitamos fijar las sigu-
ientes notaciones.
A lo largo de este curso k · k2 denotará la norma usual en Rn , esto es:
v
u n
k( x1 , . . . , xn )k2 := t ∑ x2j .
u
j =1
Proposición 2.3. (Rn , τu ) es un espacio topológico, en lo que sigue referido como el espacio topológico
euclidiano n-dimensional.
(i)c ∅, X ∈ F .
(ii)c Si F1 , F2 ∈ F =⇒ F1 ∪ F2 ∈ F .
(iii)c Si { Fλ , λ ∈ Λ} ⊆ F =⇒ ∩λ∈Λ Fλ ∈ F .
De hecho, una familia F ⊆ P ( X ) satisfaciendo formalmente las propiedades (i)c , (ii)c y (iii)c de-
fine, tras paso al complementario, una única topologı́a τ en X con familia de cerrados F . En otras
palabras, es posible introducir una topologı́a describiendo sus cerrados en vez de sus abiertos.
Veamos algunos ejemplos:
No es posible hacer una descripción explı́cita de los cerrados para las topologı́as de Sorgenfrey y
euclidiana más allá de la propia definición. No obstante, y en especial para la topologı́a euclid-
iana, ofreceremos algunas caracterizaciones más operativas (ver el ejercicio 18 de la relación de
problemas de este tema).
En general, la familia de abiertos de una topologı́a suele ser vasta y difı́cil de manejar, por lo
que es interesante plantearse si ésta se puede describir de una forma más simple. Esto es posible,
por ejemplo, si podemos encontrar subfamilias de abiertos más sencillos (que llamaremos bases
de la topologı́a) con la capacidad de poder regenerar mediante operaciones conjuntı́sticas básicas
todos los abiertos del espacio. Este es el objeto de la siguiente definición.
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Definición 4.1 (Base de topologı́a). Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Una familia B ⊆ τ se dice
ser una base de la topologı́a τ si
∀O ∈ τ, ∃{ Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi .
Dem: Supongamos que B es base de τ, y sean O ∈ τ y x ∈ O. Por ser B una base de τ, existe
{ Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi . Como x ∈ O, debe existir i0 ∈ I tal que x ∈ Bi0 , y or tanto
basta con elegir B := Bi0 .
Recı́procamente, si suponemos que para todo O ∈ τ y x ∈ O existe Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ O,
uno deduce que O = ∪ x∈O Bx , y por tanto B es base de τ de acuerdo con la Definición 4.1.
Dem: Definamos
τ (B) := {O ⊆ X : ∃ { Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi }.
Probemos que τ (B) es una topologı́a.
Obviamente ∅ ∈ τ (B) (el vacı́o es la unión de una familia vacı́a de elementos de B ). La
propiedad (a) nos dice que X ∈ τ (B), por lo que (i)a en Definición 2.1 es cierto.
Sean O1 = ∪i∈ I1 Bi y O2 = ∪i∈ I2 Bi ∈ τ (B), donde { Bi : i ∈ Ij } ⊆ B , j = 1, 2, y veamos
que O1 ∩ O2 ∈ τ (B). En efecto, sea x ∈ O1 ∩ O2 , y tomemos indices i1 ∈ I1 e i2 ∈ I2 tales que
x ∈ Bi1 ∩ Bi2 . Por (b), existe Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ Bi1 ∩ Bi2 ⊆ O1 ∩ O2 . Esto prueba que
O1 ∩ O2 = ∪ x∈O1 ∩O2 Bx ∈ τ (B), probando (ii)a en Definición 2.1.
Finalmente, si Oλ = ∪i∈ Iλ Bi con { Bi : i ∈ Iλ } ⊆ B , λ ∈ Λ, se deduce que ∪λ∈Λ Oλ =
∪i∈∪λ∈Λ Iλ Bi ∈ B , y en consecuencia (iii)a en Definición 2.1. Esto concluye la prueba de que τ (B)
es una topologı́a.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 5
El principal interés de este teorema es que es una herramienta muy útil para la construcción de
espacios topológicos, bastará con presentar una familia básica satisfaciendo las propiedades (a) y
(b) anteriores.
La construcción del (hiper)plano de Moore ilustrará este comentario.
Llamemos Rn+ := {( x, y) ∈ Rn−1 × R ≡ Rn : y ≥ 0}, y denotemos por
B M := { B2 ( x, y), e ⊆ Rn+ : y > 0, e ∈]0, y[} ∪ { B2 ( x, y), y ∪ {( x, 0)} ⊆ Rn+ : y > 0}.
La familia B M satisface las propiedades (a) y (b) en el Teorema 4.3, e induce por tanto una única
topologı́a τM ≡ τ (B M ) en Rn+ conocida como la topologı́a de Moore. El par (Rn+ , τM ) es conocido
como el (hiper)plano de Moore igualmente.
τ1 ⊆ τ2 ⇐⇒ ∀ B1 ∈ B1 y x ∈ B1 , ∃ B2 ∈ B2 tal que x ∈ B2 ⊆ B1 .
5. S ISTEMA DE ENTORNOS
Es fundamental comprender que los entornos determinan la topologı́a, esto es, caracterizan a
los abiertos.
Proposición 5.2. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea O ⊂ X un subconjunto no vacı́o. Entonces,
O ∈ τ ⇐⇒ O ∈ U x ∀ x ∈ O.
5.1. Propiedades de los entornos. Las propiedades básicas de los entornos, o de forma más gen-
eral del sistema global de entornos {U x } x∈X en ( X, τ ), son las siguientes:
(i) x ∈ U, ∀U ∈ U x .
(ii) Si U1 , U2 ∈ U x =⇒ U1 ∩ U2 ∈ U x .
(iii) Si U ∈ U x y U ⊆ V =⇒ V ∈ U x .
(iv) ∀ U ∈ U x , W := {y ∈ U : U ∈ Uy } ∈ U x .
La demostración de estas propiedades es trivial excepto la de (iv). Para probar (iv), tomemos
U ∈ U x y consideremos cualquier abierto O ∈ τ con x ∈ O ⊆ U; tal abierto existe por la definición
de entorno. A continuación observemos que U ∈ Uy para todo y ∈ O por esta misma definición,
y por tanto O ⊆ W, de donde por (iii) inferimos que W ∈ U x .
Hausdorff introdujo el concepto de espacio topológico a partir de entornos, usando estas propiedades
como axiomas fundamentales. Para ser más precisos, introduzcamos la siguiente definición.
Definición 5.3 (Sistema global de entornos). Dado un conjunto X no vacı́o, un sistema global de
entornos en X es una familia U = {U x } x∈X , donde ∅ 6= U x ⊆ P ( X ) para todo x ∈ X, satisfaciendo
las siguientes propiedades:
(i)s x ∈ U, ∀U ∈ U x .
(ii)s Si U1 , U2 ∈ U x =⇒ U1 ∩ U2 ∈ U x .
(iii)s Si U ∈ U x y U ⊆ V =⇒ V ∈ U x .
(iv)s ∀ U ∈ U x , W := {y ∈ U : U ∈ Uy } ∈ U x .
Un espacio topológico en el sentido de Hausdorff es un par ( X, U = {U x } x∈X ), donde U es un sistema
global de entornos en X.
El siguiente teorema nos enseña que la noción de espacio topológico en sentido Hausdorff
conecta con la nuestra original (ver Definición 2.1) de forma natural.
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Dem: Definimos
(5.1) τ U := {O ⊆ X : O ∈ U x ∀ x ∈ O}.
Comprobemos los axiomas (i)a , (ii)a , y (iii)a en la Definición 2.1.
Para comprobar Definición 2.1-(i)a , tomemos cualquier x ∈ X y cualquier U ∈ U x 6= ∅. Como
U ⊆ X, (iii)s implica que X ∈ U x para todo x ∈ X, esto es, X ∈ τ U . Por argumentos lógicos ∅ ∈
τU .
Para comprobar Definición 2.1-(ii)a , tomemos O1 O2 ∈ τ U . Por definición, O j ∈ U x para todo
x ∈ O j , j = 1, 2, de donde por (ii)s inferimos que O1 ∩ O2 ∈ U x para todo x ∈ O1 ∩ O2 y por tanto
O1 ∩ O2 ∈ τ U .
Por último, tomemos una familia {Oλ : λ ∈ Λ} ⊆ τ U . Como Oλ0 ∈ U x para todo x ∈ Oλ0
y Oλ0 ⊆ ∪λ∈Λ Oλ para todo λ0 ∈ Λ, item (iii)s garantiza que ∪λ∈Λ Oλ ∈ U x para todo x ∈ Oλ0
y para todo λ0 ∈ Λ. En otras palabras, ∪λ∈Λ Oλ ∈ U x para todo x ∈ ∪λ∈Λ Oλ y ∪λ∈Λ Oλ ∈ τ U ,
probando Definición 2.1-(iii)a . Esto concluye la prueba de que τ U es una topologı́a en X.
U
Para concluir, comprobemos que U xτ = U x para todo x ∈ X.
U
En efecto, fijemos x ∈ X y tomemos U ∈ U xτ . Por definición de entorno para τ U , existe O ⊆ τ U
tal que x ∈ O ⊆ U. La definición de los abiertos de τ U implica que O ∈ U x , de donde por (iii)s
U
deducimos que U ∈ U x . Esto demuestra que U xτ ⊆ U x .
Para la otra inclusión, tomemos ahora U ∈ U x . Por la propiedad (iv)s , W := {y ∈ U : U ∈
Uy } ∈ U x , y en consecuencia W ∈ Uy para todo y ∈ W ya que W no depende del punto y ∈ U
considerado para el que U ∈ Uy . Por nuestra definición de τ U , W ∈ τ U , y como x ∈ W ⊆ U,
U
U ∈ U xτ como querı́amos demostrar.
Para probar la otra inclusión, tomemos ahora O ∈ τ U . Por la definición de τ U dada en (5.1),
τ τ
O ∈ U Xτ para todo x ∈ O, de donde por nuestra definición de entorno (ver Definición 5.1) existe
Ox ∈ τ tal que x ∈ Ox ⊆ O para todo x ∈ O. Como O = ∪ x∈O Ox y ∪ x∈O Ox ∈ τ por ser τ una
topologı́a, deducimos que O ∈ τ. Por tanto τ U ⊆ τ, lo que concluye la prueba.
τ
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 9
Es fácil comprobar que (Rn , τu ), (Rn+ , τM ) y (R, τS ) son espacios T2 , al igual que ( X, τd ) para
cualquier conjunto X. El espacio ( X, τt ) no es T2 siempre que ] X ≥ 2, y lo mismo ocurre con
( X, τCF ) y ( X, τCN ) cuando X no es finito. La topologı́a de Sierpinsky no es T2 .
Una de las propiedades fundamentales de los espacios T2 se enuncia en la siguiente proposición:
Proposición 5.7. si ( X, τ ) es T2 entonces { x } es cerrado para todo x ∈ τ.
5.2. Bases de entornos. Al igual que ocurrı́a con los abiertos de una topologı́a en relación con el
concepto de base, es interesante poder describir los entornos utilizando una familia más reducida
de estos. La siguiente definición recoge esta idea:
Definición 5.8 (Base de entornos). Sea ( X, τ ) un espacio topológico y x ∈ X un punto arbitrario.
Denotemos por U x el sistema de entornos de x en ( X, τ ).
Una familia β x ⊆ U x se dice que es una base de entornos de x en ( X, τ ) si
∀U ∈ U x , ∃ V ∈ β x tal que V ⊆ U.
Una base global de entornos en ( X, τ ) es una colección β = { β x } x∈X donde β x es base de entornos
de x en ( X, τ ) para todo x ∈ X.
• ( X, τt ), x ∈ X, β x = { X }.
• ( X, τd ), x ∈ X, β x = {{ x }}.
• (Rn , τu ), x ∈ Rn , β x = { B2 ( x, e) : e > 0}.
• (R, τS ), x ∈ R, β x = {[ x, x + e[ : e > 0}.
Las propiedades de las bases globales de entornos en ( X, τ ), heredadas de las correspondientes
del sistema global de entornos, son las siguientes:
(i)b x ∈ V, ∀V ∈ β x .
(ii)b Si V1 , V2 ∈ β x =⇒ ∃V3 ∈ β x : V3 ⊆ V1 ∩ V2 .
(iii)b ∀ V ∈ β x , ∃V0 ∈ β x tal que ∀y ∈ V0 ∃Vy ∈ β y con Vy ⊆ V.
Al igual a como se hizo en el caso de entornos, uno puede regenerar una topologı́a a partir de una
base global de entornos. El procedimiento esquematizado es el siguiente:
Dado un conjunto X no vacı́o, se define una base global de entornos en X como una familia β =
{ β x } x∈X , donde ∅ 6= β x ⊆ P ( X ) para todo x ∈ X, satisfaciendo las propiedades (i)b , (ii)b y (iii)b
10 F.J. LÓPEZ
anteriores. Si β = { β x } x∈X es una base global de entornos, no es difı́cil probar que la familia U =
{U x } x∈X , donde para cada x ∈ X
U x := {U ⊂ X : ∃V ∈ β x tal que V ⊆ U },
es un sistema global de entornos en X de acuerdo con la Definición 5.3. Siguiendo el Teorema 5.4,
U determina una única topolgı́a en X que denotaremos τ β ; para ser más preciso, τ β := τ U , ver el
Teorema 5.4. Se deja como ejercicio el completar los detalles de esta construcción.
La siguiente proposición es conocida como el criterio de Hausdorff de comparación de topologı́as.
j
Proposición 5.9. Sean ( X, τj ) y β j = { β x } x∈X un espacio topológico y una base global de entornos suya,
respectivamente, j = 1, 2. Se tiene que
τ1 ⊆ τ2 ⇐⇒ ∀ x ∈ X, ∀V1 ∈ β1x , ∃V2 ∈ β2x tal queV2 ⊆ V1 .
j
Corolario 5.10. Dados ( X, τj ) y β j = { β x } x∈X , j = 1, 2, como en la Proposición 5.9.
Se tiene que τ1 = τ2 si y sólo si se satisfacen las siguientes dos condiciones:
Por último, es interesente destacar que el axioma T2 tiene una fácil reescritura en términos
de bases de entornos. En efecto, si { β x } x∈X es una base global de entornos de ( X, τ ), es fácil
comprobar que ( X, τ ) es T2 si y sólo si
∀ x1 , x2 ∈ X x 6= y, ∃V1 ∈ β x1 , V2 ∈ β x2 / V1 ∩ V2 = ∅.
El procedimiento por el que una topologı́a se induce sobre subconjuntos es muy natural, y rep-
resenta una de las herramientas más útiles para la construcción de nuevos espacios topológicos.
Proposición 6.1. Si ( X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto no vacı́o, la familia
τA . = {O ∩ A : O ∈ τ }
es una topologı́a en A.
Dem: Para probar que ( A, τA ) satisface (i)a en la Definición 2.1, simplemente observerse que ∅ =
∅ ∩ A, A = X ∩ A ∈ τA .
La propiedad (ii)a en la Definición 2.1 se sigue de observar que (O1 ∩ A) ∩ (O2 ∩ A) = (O1 ∩
O2 ) ∩ A ∈ τA , para cualesquiera O1 ,O2 ∈ τ.
para la propiedad (iii)a en la Definición 2.1 téngase en cuenta que ∪λ∈Λ (Oλ ∩ A) =
Por último,
∪λ∈Λ Oλ ∩ A ∈ τA , para cualquiera familia {Oλ : λ ∈ Λ} ⊆ τ.
Las propiedades (a) y (b) anteriores tienen su conveniente versión para cerrados:
12 F.J. LÓPEZ
(a)’ Si F ∈ F y F ⊂ A entonces F ⊂ F A .
(b)’ A ∈ F ⇐⇒ F A ⊆ F , y en este caso F A = F ∩ P ( A).
B A := { B ∩ A : B ∈ B}
U aA = {U ∩ A : U ∈ U a }.
• X, τ = τd , A ⊆ X =⇒ τA = τd .
• X, τ = τt , A ⊆ X =⇒ τA = τt .
• X, τ = τCF , A ⊆ X =⇒ τA = τCF .
• X, τ = τCN , A ⊆ X =⇒ τA = τCN .
• (Rn+ , τM ) semiespacio de Moore, A = {( x, 0) : x ∈ R} eje de abcisas, τA = τd topologı́a
discreta.
• (R, τu ), A = [ a, b[, a < b. Si c ∈] a, b[=⇒ [ a, c[, ]c, b[⊆ (τu ) A .
• (R2 , τu ), A = {( x, y) : y ≥ 0} =⇒ B2 (( x, 0), e) ∩ A ∈ (τu ) A . Igualmente B2 (( x, y), e) ∈
(τu ) A siempre que 0 < e ≤ y.
En las secciones anteriores nos hemos preocupado de dar herramientas para la construcción de
nuevos espacios topológicos: bases de topologı́a, bases y sistemas globales de entornos, topologı́as
inducidas... Una de las fuentes más provechosa de nuevos ejemplos proviene del análisis, más
precisamente, de la teorı́a de espacios métricos. Explicamos con más detalle este procedimiento.
Comenzaremos recordando la noción de espacio métrico, y repasaremos también algunas es-
tructuras geométrico-analı́ticas vinculadas a este concepto.
Definición 7.1. Un espacio métrico es un par ( X, d), donde X es un conjunto y d : X × X → R es
una distancia, esto es, una aplicación satisfaciendo las siguientes propiedades:
(i) d( x, y) = 0 ⇐⇒ x = y.
(ii) d( x, y) = d(y, x ) ∀ x, y ∈ X.
(iii) d( x, y) ≤ d( x, z) + d(z, y) ∀ x, y, z ∈ X (desigualdad triangular).
Por último, ascendiendo en la riqueza de la estructura, recordaremos también que todo espacio
vectorial euclidiano es normado de forma canónica, y por tanto métrico:
Definición 7.3. Sea (V, h·, ·i) un espacio vectorial métrico euclidiano, esto es, un espacio espa-
cio vectorial real (con operaciones suma y producto por escalares + y ·) y una métrica euclidiana
h·, ·i : V × V → R.
La aplicación k · k : V → R dada por
q
k · k : V → R, ·kvk := + hv, vi
es una norma, que referiremos como la norma inducida por la métrica euclidiana h·, ·i. Por tanto
la aplicación q
d : V × V → R, d(u, v) = + hv − u, v − ui
es una distancia, que llamaremos la distancia inducida por la métrica euclidiana h·, ·i.
La desigualdad de Cauchy-Schwarz
|hu, vi| ≤ kukkvk,
p (V, h·, ·i), es la clave para probar
que se satisface en cualquier espacio vectorial métrico euclidiano
que la desigualdad de Minkowski es válida para k · k = + h·, ·i, y por tanto, que k · k es una
norma en V.
14 F.J. LÓPEZ
(Rn , d
• Distancia del máximo: ∞ ), d ∞ ( x1 , . . . , x n ), ( y1 , . . . , y n ) = max{|yi − xi |, i =
1, . . . , n}. Esta distancia es la asociada a la norma del máximo
k · k∞ : Rn → R, k( x1 , . . . , xn )k∞ = max{| xi | : i = 1, . . . , n}.
• Distancia modular o del taxi: (Rn , d1 ), d1 ( x1 , . . . , xn ), (y1 , . . . , yn ) = ∑in=1 |yi − xi |. Esta
7.1. La topologı́a asociada a una distancia. Existe una conexión natural entre los espacios métricos
y los espacios topológicos. A continuación vamos a explicar con detalle como asociar una topologı́a
a una distancia en un conjunto. Esta idea es fundamental porque la mayorı́a de los espacios
topológicos relevantes en Análisis y Geometrı́a obedecen a esta construcción.
Para desarrollar este programa, necesitamos introducir el concepto de bola en un espacio
métrico.
Definición 7.4. Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos un punto x ∈ X y un número real
e > 0. Por definición, llamamos
• bola abierta de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto B( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) < e},
• bola cerrada de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto B( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) ≤ e} y
• esfera de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto S( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) = e}.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 15
Proposición 7.5. Dado un espacio métrico ( X, d), la familia B[d] := { B( x, e) : x ∈ X, e > 0} es base
de una única topologı́a en X, que por sencillez denotaremos τ [d].
Además, la topologı́a τ [d] es T2 o Hausdorff.
Definición 7.6. Dado un espacio métrico ( X, d), la topologı́a τ [d] construida en la Proposición 7.5
es conocida como la topologı́a de la distancia en X asociada a ( X, d).
Dos distancias d1 y d2 en X se dicen equivalentes si τ [d1 ] = τ [d2 ].
Una topologı́a τ en X se dice metrizable si existe una distancia d en X de forma que τ = τ [d].
Proposición 7.7. Sea ( X, d) un espacio métrico. Entonces
O ∈ τ [d] ⇐⇒ ∀ p ∈ O, ∃e > 0 : B( p, e) ⊆ O.
Dem: =⇒) Sea O ∈ τ [d] y p ∈ O. Por definición de τ [d], existe una bola abierta B(q, δ), δ > 0, tal
que p ∈ B(q, δ) ⊆ O. Por tanto, para todo e ∈]0, δ − d( p, q)[ tenemos que B( p, e) ⊆ B(q, δ) ⊆ O.
⇐=) Por nuestras hipóteisis para cada p ∈ O existe una bola B( p, e p ) ⊆ O, de donde O =
∪ p∈O B( p, e p ) ∈ τ [d].
• El ejemplo más relevante es la topologı́a usual τu , que por definición se corresponde con
τ [d2 ] y por tanto es metrizable.
• La topologı́a discreta también es metrizable. En efecto, dado un conjunto X arbitrario,
la topologı́a τ [dt ] asociada a la distancia trivial dt es la topologı́a discreta τd en X. Para
comprobarlo, obsérvese que B( x, e) = { x } para todo e ∈]0, 1[ y x ∈ X, y por tanto los
puntos de X son abiertos en τ [dt ], esto es, τ [dt ] = τd .
j
Dem: Por definición de τ [d j ], la familia β x := { Bj ( x, e) : e > 0} es base de entornos de x en
( X, τ [d j ]) para todo x ∈ X, j = 1, 2. La proposición se sigue del criterio de Hausdorff dado en la
Proposición 5.9.
En Rn todas las distancias provenientes de una norma son equivalentes. No obstante, para
nuestros propósitos será suficiente con la siguiente:
Proposición 7.9. Sean d1 y d2 dos distancias en un conjunto X, y supongamos que existe k > 1 tal que
1
k d2 ≤ d1 ≤ kd2 . Entonces d1 y d2 son equivalentes y su topologı́a asociada es la topologı́a usual τu .
Como consecuencia, las distancias d1 , d2 y d∞ en Rn son equivalentes.
su complementario. La frontera topológica se asociará a los puntos que separan el interior del
exterior del subconjunto.
Haremos un recorrido muy detallado de todos estos conceptos, cruciales para el desarrollo
posterior del curso.
En lo que sigue, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ un subconjunto de X.
La unión de los conjuntos A0 y Ais( A) contiene todos los puntos del espacio ı́ntimamente
próximos a A en sentido topológico. Este conjunto jugará un papel relevante en lo que sigue y
merece un estudio pormenorizado.
Definición 8.4. Llamaremos al conjunto A := A0 ∪ Ais( A) = A ∪ A0 la clausura, adherencia o cierre
topológico de A en ( X, τ ). A los puntos de A les llamaremos puntos adherentes a A en ( X, τ ), o
también puntos de la clausura o del cierre de A en ( X, τ ).
• ( X, τd ), A ⊂ X: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τCF ), A ⊂ X finito: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τCN ), A ⊂ X numerable: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τt ), A ⊂ X con ] A > 1: A0 = X, Ais( A) = ∅, A = A.
• (R, τu ), A =]0, 1], A0 = [0, 1], Ais( A) = ∅, A = [0, 1].
• (R, τS ), A =]0, 1], A0 = [0, 1[, Ais( A) = {1}, A = [0, 1].
• ( X, τ ) metrizable (τ = τ [d], d distancia en X), A = { xn : n ∈ N} sucesión convergente
con x0 = limn→∞ xn , A = A ∪ { x0 }.
Nuestro objetivo es dar una interpretación topológica más operativa del conjunto A. Con esta
meta probaremos la siguiente
Proposición 8.5. Si O ∈ τ y O ⊆ X − A entonces O ∩ A0 = ∅.
18 F.J. LÓPEZ
Dem: Por la Proposición 5.2, O es entorno de todos sus puntos, esto es, O ∈ U x para todo x ∈ O.
La identidad O ∩ A = ∅ implica en particular que (O − { x }) ∩ A = ∅, y por tanto que x ∈ / A0
para todo x ∈ O.
La siguiente proposición nos presenta una caracterización útil de los puntos adherentes de A
en ( X, τ ).
Proposición 8.6. x ∈ A ⇐⇒ U ∩ A 6= ∅ ∀U ∈ U x .
El siguiente teorema identifica la adherencia o cierre de un conjunto con el más pequeño cer-
rado que lo contiene.
Teorema 8.7. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) A ∈ F , esto es, A es un subconjunto cerrado de ( X, τ ).
(b) Si F ⊆ X es un subconjunto cerrado de ( X, τ ) tal que A ⊆ F, entonces A ⊆ F.
En particular,
(8.1) A := ∩ A⊆F∈F F,
Dem: Probemos (a). Para ello, hemos de justificar que X − A ∈ τ. En efecto, sea x ∈ X − A un
punto arbitrario. Por la Proposición 8.6, existe Ux ∈ U x tal que Ux ∩ A = ∅. Sea O ∈ τ un abierto
tal que x ∈ O ⊆ U, y observemos que igualmente O ∩ A = ∅. De la Proposición 8.5 inferimos que
O ∩ A0 = ∅, y en consecuencia, O ∩ ( A ∪ A0 ) = O ∩ A = ∅, esto es, O ⊆ X − A. Como O ∈ U x
(de hecho O es entorno de todos sus puntos), la propiedad (iii) de los sistemas de entornos nos
garantiza que X − A ∈ U x igualmente. Como x ∈ X − A es un punto arbitrario, concluimos que
X − A es entornos de todos sus puntos. Por la Proposición 5.2 X − A ∈ τ, lo que prueba (a).
Demostremos (b). Sea F ⊆ X es un subconjunto cerrado de ( X, τ ) conteniendo a A. Obvia-
mente A ∩ ( X − F ) = ∅, y como X − F ∈ τ la Proposición 8.5 nos garantiza que ( X − F ) ∩ A0 = ∅,
o lo que es lo mismo, A0 ⊆ F. Como por hipótesis A ⊆ F, A = A ∪ A0 ⊆ F, probando (b).
Por último, para comprobar que A := ∩ A⊆ F∈F F téngase en cuenta que ∩ A⊆F∈F F ⊆ A por (a)
ya que A ⊆ A ∈ F , y que A ⊆ ∩ A⊆F∈F F por (b).
Dem: =⇒) Si O ∈ τ − {∅} entonces O ∈ U x for all x ∈ O (ver Proposición 5.2). Como por
hipótesis x ∈ A = X para todo x ∈ X, la Proposición 8.6 implica que O ∩ A 6= ∅.
⇐=) Tomemos x ∈ X y U ∈ U x arbitrarios. Por la definición de entorno existe O ∈ τ tal que
x ∈ O ⊆ U, y por nuestras hipótesis O ∩ A 6= ∅. En consecuencia, U ∩ A 6= ∅, y como U ∈ U x
es arbitrario x ∈ A; téngase en cuenta la Proposición 8.6. As ser x un punto arbitrario de X con-
cluimos que A = X.
Dem: La prueba de que Q = R y R − Q = R se sigue del siguiente resultado de análisis real, que
enunciaremos sin demostración:
”‘Si a < b entonces ] a, b[∩Q y ] a, b[∩(R − Q) son conjuntos no vacios.”’
(i) ∅ = ∅, X = X.
(ii) A ⊂ A para todo A ⊆ X.
(iii) A ⊆ B =⇒ A ⊆ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(iv) A ∪ B = A ∪ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(v) A ∩ B ⊆ A ∩ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(vi) A = A para todo A ⊆ X.
A A
(vii) Si B ⊆ A ⊆ X, B = B ∩ A, donde B representa la clausura de B en ( A, τA ).
Dem: (i) y (vi) se siguen del Corolario 8.8 y del hecho de que ∅ y X son cerrados.
(ii) es trivial (ver la Definición 8.4).
(iii) es consecuencia sencilla, por ejemplo, de la equación (8.1).
Probemos (iv) por doble inclusión. Como A y B son subconjuntos cerrados (ver Teorema 8.7-
(a)), lo mismo ocurre para el conjunto A ∪ B. De las inclusiones A ⊆ A y B ⊆ B se sigue que
A ∪ B ⊆ A ∪ B, y por el Teorema 8.7-(b) que A ∪ B ⊆ A ∪ B. Para la otra inclusión, tengamos en
cuenta que A ∪ B es un cerrado que contiene tanto a A como a B, y por tanto a sus cierres (ver de
nuevo el Teorema 8.7-(b)). De aquı́ que A ∪ B ⊆ A ∪ B.
Para probar (v), tengamos en cuenta que A ∩ B es un cerrado que contiene a A ∩ B (téngase en
cuenta que A ⊆ A y B ⊆ B). Por el Teorema 8.7-(b) deducimos que A ∩ B ⊆ A ∩ B.
Para acabar probemos (vii). Recordemos que la familia de cerrados en ( A, τA ) responde a la
fórmula F A = { F ∩ A : F ∈ F }. Por tanto
{ F 0 ∈ F A : B ⊆ F 0 } = { F ∩ A : B ⊆ F },
de donde por la ecuación (8.1) deducimos que B A = B ∩ A.
20 F.J. LÓPEZ
8.2. Interior. Otro de los conceptos fundamentales que vamos a tratar es el de interior de un sub-
conjunto en un espacio topológico, que como aclararemos más adelante se corresponderá con el
más grande abierto del espacio contenido en el mismo.
Al igual que en el apartado anterior, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto.
Comenzaremos definiendo la noción de punto interior.
Definición 8.14. Un punto x ∈ A se dice interior a A en ( X, τ ) si existe U ∈ U x tal que U ⊂ A, o
equivalentememte, si A ∈ U x . Denotaremos por A◦ al conjunto de todos los puntos interiores a
A en ( X, τ ) (obviamente contenido en A), y referiremos al conjunto A◦ como el interior topológico
de A en ( X, τ ).
El siguiente teorema caracteriza el interior de un conjunto como el más grande abierto con-
tenido en el conjunto.
Teorema 8.15. El interior de un conjunto obedece a la siguiente fórmula:
A◦ = ∪τ3O⊆ A O.
En particular:
• A◦ es abierto.
• Si O ∈ τ y O ⊆ A =⇒ O ⊆ A◦ .
Corolario 8.16. A ∈ τ ⇐⇒ A = A◦ .
Dem: Item (i) es trivial bien porque ∅ y X son abiertos (ver Corolario 8.16) o simplemente de la
Definición 8.14. Item (ii) es trivial por definición. Análogamente, (iii) se sigue del Teorema 8.15.
Probemos (iv) por doble inclusión. De las inclusiones A ∩ B ⊆ A y A ∩ B ⊆ B se deduce que
( A ∩ B)◦ ⊆ A◦ y ( A ∩ B)◦ ⊆ B◦ sin más que usar (iii), y por tanto ( A ∩ B)◦ ⊆ A◦ ∩ B◦ . Para la otra
inclusión, téngase en cuenta que A◦ ∩ B◦ es un abierto al ser intersección de abiertos (ver Teorema
8.15) y que A◦ ∩ B◦ ⊆ A ∩ B (usar que A◦ ⊆ A y B◦ ⊆ B), para concluir que A◦ ∩ B◦ ⊆ ( A ∩ B)◦
por (iii).
Finalmente, para demostrar (vi) tengamos en cuenta que B◦ ∩ A es un abierto de τA contenido
en B, y por tanto B◦ ∩ A ⊆ B◦ A por el Teorema 8.15.
8.3. Frontera topológica. Para concluir esta sección definiremos el concepto de frontera topológica,
que intuitivamente representa los puntos que no pertenecen ni al interior ni al exterior del con-
junto. Como arriba, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto suyo.
Definición 8.20. Un punto x ∈ X se dice punto frontera del conjunto A en ( X, τ ) si
U ∩ A, U − A 6= ∅ ∀U ∈ U x .
La frontera topológica de A, normalmente denotada por Fr( A), es el conjunto formado por todos
los puntos frontera de A.
Dem: Item (i) es trivial por definición. Item (ii) se sigue de que Fr( A) = A ∩ X − A es intersección
de dos cerrados. Items (iii) y (iv) son triviales por definición.
Para probar item (v), tengamos en cuenta que X = A∪( ˙ X − A) = A∪( ˙ X − A)◦ = A∪˙ Ae ,
donde hemos usado la Proposición 8.18. Usando item (iii), concluimos que X = A◦ ∪˙ Fr( A)∪˙ Ae .
Por último probemos (vi). Sea x ∈ Fr( A ∪ B) = A ∪ B − ( A ∪ B)◦ = ( A ∪ B) − ( A ∪ B)◦ . Si
x ∈ A, como x ∈ / A◦ ⊆ ( A ∪ B)◦ concluimos que x ∈ A − A◦ = Fr( A). En el caso de que x ∈ B
razonamos de igual manera para probar que x ∈ Fr( B). En consecuencia x ∈ Fr( A) ∪ Fr( B), lo
que acaba la prueba.
8.4. Operaciones topológicas y bases de entornos. Los conceptos de punto de acumulación, ais-
lado, adherente, interior y frontera admiten una re-escritura simple en términos de bases de en-
tornos, lo que en general supone una simplificación importante a la hora del cálculo.
Sea ( X, τ ) será un espacio topológico, A ⊆ X un subconjunto, x ∈ X un punto y β x ⊆ U x una
base de entornos de x en ( X, τ ).
Dejaremos como ejercicio la comprobación de los siguientes enunciados:
• x ∈ A0 ⇐⇒ (V − { x }) ∩ A 6= ∅ ∀V ∈ β x .
• x ∈ Ais( A) ⇐⇒ ∃V ∈ β x tal que V ∩ A = { x }.
• x ∈ A ⇐⇒ V ∩ A 6= ∅ ∀V ∈ β x .
• x ∈ A◦ ⇐⇒ ∃V ∈ β x tal que V ⊆ A.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 23
• x ∈ Fr( A) ⇐⇒ V ∩ A, V − A 6= ∅ ∀V ∈ β x .
9. A XIOMAS DE N UMERABILIDAD
Los espacios más simples son aquellos que la topologı́a admite una descripción en términos
de una cantidad numerable de objetos. En este ambiente muchos conceptos topológicos admiten
una reformulación más sencilla. Comenzemos por fijar algunas notaciones.
Definición 9.1. Sea ( X, τ ) un espacio topológico.
• Se dice que ( X, τ ) satisface el I Axioma de Numerabilidad (de forma simplificada, I-AN) si y
solo si todo punto x ∈ X admite una base de entornos β x numerable en ( X, τ ).
• Se dice que ( X, τ ) satisface el II Axioma de Numerabilidad (de forma simplificada, II-AN) si
y solo si existe una base B de τ numerable.
Una de las propiedades del lı́mite de una sucesión en un espacio métrico es su unicidad. Ese
resultado no es cierto con generalidad en la categorı́a de espacio topológicos, pero sı́ en ambiente
T2 .
Teorema 9.5. Sea ( X, τ ) un espacio topológico T2 , y consideremos una sucesión { xn }n∈N convergente en
( X, τ ). Entonces { xn }n∈N tiene un único lı́mite en ( X, τ ).
Dem: Razonemos por reducción al absurdo y supongamos que { xn }n∈N tiene dos lı́mites y1 e y2
en ( X, τ ), y1 6= y2 . Como ( X, τ ) es T2 , existen dos entornos U1 ∈ Uy1 y U2 ∈ Uy2 tales que
U1 ∩ U2 = ∅.
Como { xn }n∈N → y j en ( X, τ ), podemos encontrar Nj ∈ N tal que xn ∈ Uj para todo n ≥ Nj ,
j = 1, 2. Por tanto, para cualquier n ≥ max{ N1 , N2 } se tendrá que xn ∈ U1 ∩ U2 , lo que es una
contradicción.
Dem: =⇒) Para probar esta implicación, previamente necesitaremos probar la existencia de una
base de entornos numerable de x en ( X, τ ), llamémosla β0x = {Un : n ∈ N}, con la propiedad de
que Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N. En efecto, como ( X, τ ) es I-AN existe una base de entornos nu-
merable β x de x en ( X, τ ). Si escribimos β x = {Vn , n ∈ N}, basta con definir Un := ∩nj=1 Vn ∈ U x 1
τ
para cada n ∈ N. Como Vn ⊆ Un para todo n, no es difı́cil comprobar que β0x = {Un : n ∈ N}
es una base de entornos de x en ( X, τ ). La condición Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N se satisface
trivialmente.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 25
0 , r ∈]0, p [}∪
B := { B p (r ) : p = ( p1 , . . . , pn ) ∈ H+ n
0
∪{ B p ( pn ) ∪ {( p1 , . . . , pn−1 , 0))} : p = ( p1 , . . . , pn ) ∈ H+ }.
Probar que existe una única topologı́a τM en H+ con base B (topologı́a de Moore).
(16) Determinar los abiertos de la topologı́a en X con sub-base S en cada uno de los siguientes
casos:
• X = R, S = {( a, +∞) : a ∈ R},
• X = R, S = {( a, +∞) : a ∈ R} ∪ {(−∞, b) : b ∈ R},
• X = R2 , S = {rectas de R2 }.
(17) Estudiar si los siguientes subconjuntos de R2 son abiertos, cerrados o ninguna de las dos
cosas:
(i) {( x, y) : xy = 0}.
(ii) Q × R.
(iii) (0, 1) × (0, 1) ∪ {(0, 0)}.
(iv) {( x, y) : | x | = 1}.
(18) Se considera el subconjunto de la recta real A = [0, 1[∪]1, 3[∪{5} con la topologı́a inducida
por la topologı́a usual de R.
(i) Razonar si los conjuntos {5} y ]1, 3[ son abiertos o cerrados en ( A, (τu )| A ).
(ii) Calcular la adherencia de [0, 1[ en dicha topologı́a.
(iii) Comprobar si [0, 1/2] es entorno de 0 en la topologı́a anterior.
(19) Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos en X la topologı́a τ [d] de la métrica. Probar
que:
(i) Si A ⊂ X, x ∈ A sı́ y sólo sı́ ∃ { xn }n∈N ⊂ A tal que { xn }n∈N → x.
(ii) ∀ x ∈ X y A ⊂ X, dist( x, A) = 0 sı́ y sólo sı́ x ∈ A.
(iii) Si x ∈ X y e > 0, B( x, e) ⊂ B( x, e), y la igualdad en general no es cierta.
(20) Sea (V, k k) un espacio normado, y consideremos en V la topologı́a asociada a la distancia
d( x, y) = ky − x k. Consideremos x ∈ X y e > 0. Demostrar que:
(i) B( x, e) = B( x, e).
(ii) B( x, e)◦ = B( x, e).
(iii) Fr( B( x, e)) = {y ∈ V : d( x, y) = e}.
(21) Probar que en un espacio topológico Hausdorff los conjuntos formados por un único punto
son cerrados, y lo mismo para los conjuntos con una cantidad finita de puntos. Probar que
todo espacio métrico es Hausdorff.
(22) Sea ( X, τ ) un espacio topológico, sea B una base de τ y sea x ∈ X. Probar que para cada x ∈
X, el conjunto β x = { B ∈ B : x ∈ B} es una base de entornos de x.
(23) Probar que las bolas cerradas de radio positivo centradas en un punto son una base de en-
tornos de cada punto en la topologı́a de un espacio métrico.
(24) Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Se dice que A ⊂ X es denso en ( X, τ ) si A = X. ¿Para qué
espacios topológicos el único subconjunto denso es el total?
(25) Se define B = {] x − 1/n, x + 1/n[∪]n, +∞[ : x ∈ R, n ∈ N}. Probar que B es base de una
topologı́a en R. Calcular el interior y la adherencia de los conjuntos [2, +∞[ y ] − ∞, 2].
(26) En R2 se considera la familia B = {{ p} ∪ A p (r ) : p ∈ R2 , r > 0}, donde A p (r ) es un disco
abierto de centro p y radio r del que se han quitado un número finito de radios (segmentos con
punto inicial p y final en la circunferencia borde). Demostrar que B es base de una topologı́a
τ en R2 (plano agrietado). Comparar el plano agrietado con el plano usual.
Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA II: APLICACIONES ENTRE ESPACIOS TOPOLÓGICOS
FRANCISCO J. LÓPEZ
1. I NTRODUCCI ÓN
Las aplicaciones continuas son las transformaciones naturales entre espacios topológicos. Hablando
sin excesivo rigor, una aplicación entre dos espacios topológicos es continua si preserva la idea de
proximidad topológica, esto es, si lleva puntos próximos del primer espacio a puntos próximos
en el segundo evitando rupturas (o discontinuidades). El concepto de continuidad es fundamen-
tal en el desarrollo de la Topologı́a, y tiene repercusiones importantes en otros ámbitos como la
teorı́a de espacios métricos y el Análisis Matemático.
Las aplicaciones continuas biyectivas con inversa continua son fundamentales para la teorı́a.
Son conocidas con el nombre de homeomorfismos y materializan la idea de equivalencia topológica
entre espacios. Dos espacios homeomorfos son indistinguibles desde el punto de vista de la
topologı́a. A nivel intuitivo, dos objetos son homeomorfos si uno se obtiene del otro tras una
deformación no traumática, esto es, sin rupturas ni apertura de agujeros. De hecho, el objeto
fundamental de la topologı́a es la clasificación de espacios topológicos, o en otras palabras, el
establecer criterios para determinar si dos espacios son homeomorfos o no.
La motivación del concepto de aplicación continua es sencilla a partir de los conocimientos que
posee el alumno tanto provenientes de la teorı́a de espacios métricos como del Análisis.
Recordemos que dados dos espacios métricos ( X j , d j ), j = 1, 2, y una aplicación f : X1 → X2 ,
se dice que f es continua en x0 ∈ X1 si y sólo si
τ [d ] τ [ d1 ]
∀U2 ∈ U f (x2 ) , ∃U1 ∈ U x0 : U1 ⊆ f −1 (U2 ),
0
o equivalentemente,
τ [d ] τ [ d1 ]
(1.3) ∀U2 ∈ U f (x2 ) , f −1 (U2 ) ∈ U x0 .
0
La ventaja del enunciado de continuidad de f en x0 dado en la expresión (1.3) es que nos libera
de cualquier referencia a la distancia y permite su generalización a espacios topológicos.
2 F.J. LÓPEZ
f ( x0 ) en ( X2 , τ2 ).
(II) f es continua en x0 ⇐⇒ f −1 (O) ∈ U x01 ∀O ∈ τ2 con f ( x0 ) ∈ O.
τ
(a) f es continua.
(b) f −1 (O) ∈ τ1 ∀O ∈ τ2 .
(c) f −1 ( F ) ∈ F1 ∀ F ∈ F2 , donde F j es el conjunto de cerrados en ( X j , τj ), j = 1, 2.
(d) f ( A ) ⊆ f ( A ) ∀ A ⊆ X1 .
(e) f − 1 ( B ◦ ) ⊆ f − 1 ( B ) ◦ ∀ B ⊆ X2 .
Esto prueba que f −1 (O) es un entorno de todos sus puntos en ( X, τ1 ), y por tanto, es un abierto
de τ1 .
(b)=⇒(a). Sea x ∈ X1 un punto arbitrario, y sea O ∈ τ2 un abierto con x ∈ O. Por hipótesis,
f −1 (O) ∈ τ1 , y por tanto f −1 (O) es entorno de todos sus puntos en ( X1 , τ1 ). En particular,
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 3
f −1 (O) ∈ U x 1 . Esto prueba que f es continua en x (ver Proposición 2.2), y como x es arbitrario
τ
globalmente continua.
(b)=⇒(c). Tomemos F ∈ F2 y escribamos F = X2 − O donde O ∈ τ2 . Por hipótesis f −1 (O) ∈
τ1 , de donde f −1 ( F ) = f −1 ( X2 − O) = X1 − f −1 (O) ∈ F1 .
(c)=⇒(b). Tomemos O ∈ τ2 y escribamos O = X2 − F donde F ∈ F2 . Por hipótesis f −1 ( F ) ∈
F1 , de donde f −1 (O) = f −1 ( X2 − F ) = X1 − f −1 ( F ) ∈ τ1 .
(c)=⇒(d). Tomemos cualquier A ⊆ X1 , consideremos f ( A) ∈ F2 y observemos que por
hipótesis f −1 ( f ( A)) ∈ F1 . Como A ⊆ f −1 ( f ( A)) ∈ F1 deducimos que A ⊆ f −1 ( f ( A))
(recordemos que el cierre de un conjunto es el menor cerrado que lo contiene), y por tanto que
f ( A ) ⊆ f ( A ).
(d)=⇒(c). Consideremos F ∈ F2 y llamemos A = f −1 ( F ). Por hipótesis f ( A) ⊆ f ( A), esto es,
f ( f −1 ( F )) ⊆ f ( f −1 ( F )) ⊆ F. Esto demuestra que f −1 ( F ) ⊆ f −1 ( F ), y como la inclusión contraria
siempre es cierta, que f −1 ( F ) = f −1 ( F ). Como consecuencia f −1 ( F ) ∈ F1 .
(b)=⇒(e). Tomemos B ⊆ X2 un subconjunto arbitrario. Como B◦ ∈ τ2 , por hipótesis f −1 ( B◦ ) ∈
τ1 . De la inclusión f −1 ( B◦ ) ⊆−1 ( B) deducimos pues que f −1 ( B◦ ) ⊆ f −1 ( B)◦ (recordemos que el
interior de un conjunto es el mayor abierto contenido en el conjunto).
(e)=⇒(b). Tomemos O ∈ τ2 . Como O◦ = O, de nuestras hipótesis f −1 (O) = f −1 (O◦ ) ⊆
f −1 (O)◦ ,
y como la inclusión contraria siempre se da f −1 (O) = f −1 (O)◦ , esto es, f −1 (O) es
abierto.
Es conocido que la continuidad admite una caracterización natural por sucesiones en el con-
texto de topologı́as metrizables. Vamos a extender este resultado a su contexto topológico natural,
esto es, el de espacios que satisfagan el I Axioma de Numerabilidad.
Teorema 3.1. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación, y asumamos que ( X1 , τ1 ) es I-AN. Entonces,
f es continua en x ∈ X1 ⇐⇒ ∀ { xn }n∈N ⊆ X1 , { xn }n∈N → x, { f ( xn )}n∈N → f ( x ).
Dem: =⇒) (Para la prueba de esta implicación la hipótesis I-AN es prescindible) Supongamos
que f es continua en x y tomemos { xn }n∈N ⊆ X1 convergiendo a x ∈ X1 . Consideremos
{ f ( xn )}n∈N ⊆ X2 y un entorno U ∈ U fτ(2x) . Por la continuidad de f en x tenemos que f −1 (U ) ∈
U xτ1 , de donde por ser { xn }n∈N → x inferemos la existencia de N ∈ N tal que xn ∈ f −1 (U ) para
todo n ≥ N. En particular f ( xn ) ∈ U para todo n ≥ N, lo que prueba que { f ( xn )}n∈N → f ( x ).
⇐=) Para probar esta implicación, consideremos una base de entornos numerable de x en
( X1 , τ1 ), llamémosla β0x = {Un : n ∈ N}, con la propiedad de que Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N.
La existencia de tal base de entornos en ambiente I-AN se demostró en el tema anterior.
Razonemos por reducción al absurdo, y supongamos que f no es continua en x. Por tanto, ha
de existir un entorno U ∈ U fτ(2x) tal que f −1 (U ) ∈
/ U x 1 . En particular, Un * f −1 (U ) para todo n (de
τ
otra forma f −1 (U ) serı́a entorno de x), y podemos encontrar xn ∈ Un − f −1 (U ) para cada número
τ
natural n. La sucesión { xn }n∈N ası́ construida converge a x en ( X1 , τ1 ). En efecto, si V ∈ U x 1 es
un entorno de x cualquiera, al ser β x base de entornos de x en ( X1 , τ1 ) podemos encontrar N ∈ N
0
Las funciones continuas tienen una gran importancia no sólo para la Topologı́a, sino también
para el Análisis y Geometrı́a. Recordemos que una función no es sino una aplicación con codo-
minio el conjunto de los números reales, o más generalmente, el espacio euclidiano Rn , n ≥ 1. Las
funciones admiten un álgebra elemental, es decir, puede ser sumadas, multiplicadas, divididas,...
y es natural preguntarse el comportamiento de la continuidad respecto de estas operaciones al-
gebraicas elementales.
Comenzaremos con el siguiente
Dem: La prueba de este resultado es trivial utilizando el Teorema 3.1. No obstante, ofrecemos una
prueba directa a partir del concepto original de continuidad en espacios métricos.
Fijemos un punto ( x, y) ∈ R2 y probemos que + es continua en ( x, y) para cualquier ( x, y) ∈
R2 . Para ello tomemos e > 0 y observemos que k x 0 + y0 − ( x + y)k2 < e para todo ( x 0 , y0 ) ∈
B2 (( x, y), e/2).
De igual manera, para probar que · es continua en ( x, y) ∈ R2 basta con tomar e > 0 ar-
bitario, elegir δ > 0 tal que δ(| x | + |y| + δ) < e, y observar que k x 0 · y0 − x · yk2 < e para todo
( x 0 , y0 ) ∈ B2 (( x, y), δ).
Para probar que −1 es continua en x para cualquier x ∈ R − {0}, tomemos e > 0 arbitrario,
δ
elijamos δ > 0 tal que | x(δ−| x |)|
< e, y observemos que |1/x − 1/x 0 | < e cuando | x − x 0 | < δ.
Unas de las aplicaciones más interesantes para la topologı́a son las que respetan los abier-
tos (cerrados), esto es, llevan abiertos en abiertos (cerrados en cerrados). Estas propiedades
topológicas tienen muchas implicaciones en el campo del análisis complejo y de la geometrı́a
en general.
Definición 5.1. Una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) se dice abierta si y solo si
f (O) ∈ τ2 ∀O ∈ τ1 .
τ
(d)=⇒ (a) Supongamos que O ∈ τ1 . Esto es equivalente a decir que O ∈ U x 1 para todo x ∈ O.
Por hipótesis, f (O) ∈ U fτ(2x) para todo f ( x ) ∈ f (O), de donde f (O) ∈ τ2 .
Dem: La prueba de este resultada se basa en la escritura local de las submersiones como conse-
cuencia del teorema de la función implı́cita. Omitiremos los detalles.
Los resultados (i), (ii) y (iii) son consecuencia sencilla de este resultado general ya que todas las
aplicaciones involucradas son submersiones. En cualquier caso ofreceremos una prueba ad-hoc
para cada uno de ellos.
Para probar (i), recordemos que B = { B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) : ( x1 , . . . , xn ) ∈ Rn , e > 0} es una
base de τu y tengamos en cuenta Proposici ón 5.2-(b). Tomemos B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) ∈ B arbitrario,
y observemos que pσ B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) = B∞ (( xσ(1) , . . . , xσ(k) ), e) ∈ τu , de donde pσ es abierta.
Para probar (ii), tengamos en cuenta que la familia B = {] a, b[ : 0 < b − a ≤ 2π } es una
base de τu y utilicemos de nuevo Proposición 5.2-(b). Fijemos [ a, b[∈ B , y observemos que
p(] a, b[) = arg−1 (] a, b[) para una conveniente rama del argumento
arg : S1 − {p( a)} →] a, a + 2π [.
Como arg : (S1 − {p( a)}, τu ) → (] a, a + 2π [, τu ) es una función continua, inferimos que p(] a, b[) ∈
τu , y por tanto, que p es abierta.
Por último demostremos (iii). Ahora tendremos en cuenta que B = { B2 (q, e) : q ∈ Rn+1 −
{0}, e > 0} es una base de τu en Rn+1 − {0} y de nuevo la Proposición 5.2-(b). Si tomamos
q
B2 (q, e) ∈ B , se tiene que n( B2 (q, e)) = B2 kqk , keqk ∩ Sn , que es abierto en la topologı́a usual de
Sn .
Dem: (a) =⇒ (b) Consideremos A ⊆ X1 . Como A es cerrado, por hipótesis deducimos que f ( A)
es cerrado. Pero al ser A ⊆ A tenemos que f ( A) ⊆ f ( A), de donde f ( A) ⊆ f ( A) = f ( A).
(b) =⇒ (a) Sea F ⊆ X1 cerrado. Por hipótesis, f ( F ) ⊆ f ( F ) = f ( F ). Como la inclusión contraria
siempre es cierta f ( F ) = f ( F ) y f ( F ) es cerrado.
Para acabar, comentaremos una condición suficiente para que una aplicación continua sea cer-
rada, en el contexto de espacios métricos.
Teorema 5.6. Consideremos ( X j , d j ), j = 1, 2, dos espacios métricos, donde ( X1 , d1 ) tiene la siguiente
propiedad: ”Toda sucesión acotada en ( X1 , d1 ) admite una parcial convergente”.
Supongamos que f : ( X1 , τ [d1 ]) → ( X2 , τ [d2 ]) es una aplicación continua satisfaciendo que f −1 ( A)
es acotado en ( X1 , d1 ) para todo A ⊆ X2 acotado en ( X2 , d2 ).
Entonces f es una aplicación cerrada.
Dem: Las topologı́as ( X, τu ) e (Y, τu ) son metrizables (son las asociadas a la distancia euclidiana
restringida a X e Y, respectivamente). Además, por ser X cerrado en (Rn , τu ), el Teorema de
Bolzano-Weierstrass nos dice que toda sucesión acotada en X admite una parcial convergente.
Podemos por tanto aplicar el Teorema 5.6 para concluir que f es cerrada.
Como aplicación directa de este corolario, las siguientes aplicaciones son cerradas:
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 9
• k · k2 : (Rn , τu ) → (R, τu ).
• Cualquier función polinómica P : (Rn , τu ) → (R, τu ).
Concluiremos esta sección con la siguiente proposición.
Proposición 5.8. Consideremos apliciones f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) y g : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ). Los sigu-
ientes enunciados son ciertos:
(a) Si f y g son abiertas (resp., cerradas) =⇒ g ◦ f es abierta (resp., cerrada).
(b) Si g ◦ f es abierta (resp., cerrada) y f es sobreyectiva y continua =⇒ g es abierta (resp., cerrada).
(c) Si g ◦ f es abierta (resp., cerrada) y g es inyectiva y continua =⇒ f es abierta (resp., cerrada).
6. H OMEOMORFISMOS
Dem: (a) ⇐⇒ (b) Los homeomorfismos son las aplicaciones biyectivas, continuas y abiertas entre
espacios, esto es, para las que τ2 = f (τ1 ). La equivalencia es pues trivial.
(b) ⇐⇒ (c) Los abiertos de una topologı́a se generan a partir de los abiertos de cualquiera de
sus bases (todo abierto es unión de abiertos básicos). La equivalencia se sigue del hecho de que la
operación imagen directa por una aplicación respeta la unión.
(b) ⇐⇒ (d) Los abiertos de una topologı́a se caracterizan por la propiedad de ser entornos de
todos sus puntos. La equivalencia es pues trivial.
(c) ⇐⇒ (d) Los entornos de un punto en un espacio topológico se generan a partir de los en-
tornos básicos de una base de entornos del punto cualquiera (son los subconjuntos que contienen
en su interior un entorno básico). La equivalencia se sigue del hecho de que la operación imagen
directa por una aplicación respeta la inclusión.
Uno de los objetivos de este curso, si no el fundamental, será el presentar algunos invariantes
topológicos. Comentaremos algunos ejemplos sencillos:
• La propiedad ”ser Hausdorff o T2 ” es un invariante topológico (trivial por la Proposición
6.3-(d)).
• La propiedad ”toda función continua valuada sobre (R, τu ) admite un máximo” es un invari-
ante topológico.
La principal utilidad de los invariantes topológicos es la de establecer que dos espacios no son
homeomorfos. Veamos algunos ejemplos que aclaren esta idea.
• (Rn , τCF ) y (Rn , τu ) no son homeomorfos: el primero no es T2 y el segundo sı́. De he-
cho, ( X, τCF ), donde X es infinito, no es homeomorfo a ningún espacio metrizable por la
misma razón.
• ([0, 1], τu ) no es homeomorfo a (]0, 1[, τu ): en el primer caso cualquier función continua
f : ([0, 1], τu ) → (R, τu ) admite máximo, pero no en el segundo (considerar f : (]0, 1[, τu ) →
(R, τu ), f ( x ) = x).
6.1. Homeomorfismos notables. Vamos a presenar algunos de los homeomorfismos básicos más
relevantes, en algún caso con interesante trasfondo geométrico. Las topologı́as subyacentes en los
siguientes ejemplos serán siempre las correspondientes topologı́as euclidianas inducidas.
6.1.1. Intervalos de la recta real. Todos los intervalos abiertos de la recta real son homeomorfos
entre si. En efecto, téngase en cuenta que:
• f : ]0, 1[→] a, b[, f (t) = a + (b − a)t, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] a, b[→]0, 1[,
f −1 (s) = b−1 a (s − a).
• f : ]0, 1[→] a, +∞[, f (t) = 1−t t + a, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] a, +∞[→]0, 1[,
f −1 (s) = s+s−1−a a .
• f : ]0, 1[→] − ∞, a[, f (t) = t−t 1 + a, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] − ∞, a[→
]0, 1[, f −1 (s) = s−s−1−a a .
• f : ]0, +∞[→ R, f (t) = log( x ), es un homeomorfismo con inverso f −1 : R →]0, +∞[,
f −1 ( s ) = e s .
Análogamente, es posible probar que
• [0, 1] es homeomorfo a [ a, b] para todo a < b.
• Los intervalos [ a, b[, [ a, +∞[, ] − ∞, a] y a ]c, d] son homeomorfos a [0, 1[ para cuales quiera
a < b, c < d.
6.1.2. Conjuntos de estructura anular. Para cada subconjunto J ⊆ [0, +∞[, denotemos por AnJ :=
{ x ∈ Rn : k x k2 ∈ J } ⊆ Rn , n ≥ 2. Se tiene que
AnJ ∼
= Sn−1 × J = {( x, z) ∈ Rn × R ≡ Rn+1 : k x k2 = 1 y z ∈ J }.
p
En efecto, obsérvese que la aplicación f : AnJ → Sn−1 × J, f ( p) = ( k pk , k pk2 ), y su inversa
2
f −1 : Sn−1 × J → AnJ , f −1 (q, r ) = rq, son continuas (usando el Teorema 3.1 es un ejercicio sen-
cillo).
Si h : J1 → J2 es un homeomorfismo, es fácil comprobar (por ejemplo, usando de nuevo el Teo-
rema 3.1) que la aplicación F : Sn−1 × J1 → Sn−1 × J2 , F ( p, r ) = ( p, h(r )), es un homeomorfismo
también. Este hecho tiene algunas consecuencias sencillas:
• An]a,b[ ∼
= An]0,+∞[ = R2 − {(0, 0)}, 0 ≤ a < b.
12 F.J. LÓPEZ
x1 xn x1 xn
σ ( x 1 , . . . , x n +1 ) = ( ,..., , 0) ≡ ( ,..., ) ∈ Rn .
1 − x n +1 1 − x n +1 1 − x n +1 1 − x n +1
El procedimiento geométrico inverso nos dice que para cada y = (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn ,
1
σ −1 ( y 1 , . . . , y n ) = (2y1 , . . . , 2yn , kyk22 − 1).
1 + kyk22
Obviamente ambas aplicaciones σ y σ−1 son continuas (fácil comprobación por sucesiones, Teo-
rema 3.1), por lo que σ es un homeomorfismo.
Sn−1 × R := {( x, z) ∈ Rn × R ≡ Rn+1 : k x k2 = 1}
son homeomorfos de forma natural. El homeomorfismo clásico entre estos dos objetos viene dado
por la llamada proyección de Mercator.
La proyección de Mercator µ : Sn − { N, S} → Sn−1 × R obedece a la siguiente construcción
geométrica:
Para cada punto p = ( x, xn+1 ) ∈ Sn − { N, S}, consideramos la semirecta R p con punto inicial
el origen 0 y orientada según el vector ~p. Por definición µ( p) = R p ∩ Sn−1 × R. Analı́ticamente,
R p = {λ( x, xn+1 ) : λ ≥ 0}, de donde µ( p) es el punto de L p para el valor λ = k x1k , esto es,
2
x x n +1
µ( x, xn+1 ) = ( , ) ∈ Sn−1 × R.
k x k2 k x k2
El procedimiento geométrico inverso nos dice que para cada y ∈ Sn−1 × R,
y
µ −1 ( y ) = ∈ Sn − { N, S}.
k y k2
Como en el caso anterior, µ es un homeomorfismo.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 13
Dem: Como trivialmente ∪O1 ×O2 ∈τ1 ×τ2 O1 × O2 = X1 × X2 , lo único que resta demostra es que
dados O1 × O2 , O10 × O20 ∈ τ1 × τ2 y un punto ( x1 , x2 ) ∈ (O1 × O2 ) ∩ (O10 × O20 ), existe O100 × O200 ∈
τ1 × τ2 tal que ( x1 , x2 ) ∈ O100 × O200 ⊆ (O1 × O2 ) ∩ (O10 × O20 ). Basta con elegir O100 × O200 =
(O1 ∩ O10 ) × (O2 ∩ O20 ) ∈ τ1 × τ2 .
A la hora de trabajar con más comodidad con la topologı́a producto, es conveniente tener en
cuenta la siguiente:
Dem: Probemos (i). Como A1◦ × A2◦ ∈ τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ) y A1◦ × A2◦ ⊆ A1 × A2 , por definición
de interior A1◦ × A2◦ ⊆ ( A1 × A2 )◦ . Para la otra inclusión, tomemos ( x1 , x2 ) ∈ ( A1 × A2 )◦ . Esto
τ (τ ×τ )
quiere decir que existe U ∈ U( x ,x1 ) 2 tal que U ⊆ A1 × A2 . Sabemos existe O ∈ τ (τ1 × τ2 ) tal
1 2
que ( x1 , x2 ) ∈ O ⊆ U, de donde al ser τ1 × τ2 base de tau(τ1 × τ2 ) deducimos que existe O j ∈ τj ,
j = 1, 2, tal que ( x1 , x2 ) ∈ O1 × O2 ⊆ O ⊆ U ⊆ A1 × A2 . En particular x j ∈ O j ∈ A j , de donde
x j ∈ A◦j , j = 1, 2 y ( x1 , x2 ) ∈ A1◦ × A2◦ . Esto prueba que ( A1 × A2 )◦ ⊆ A1◦ × A2◦ .
Demostremos (ii). Consideremos un punto ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 , y consideremos la base de
τ
entornos U x11 × U xτ22 de ( x1 , x2 ) en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )). Tenemos que
( x1 , x2 ) ∈ A1 × A2 ⇐⇒ ∀ U1 × U2 ∈ U xτ11 × U xτ22 , (U1 × U2 ) ∩ ( A1 × A2 ) 6= ∅ ⇐⇒
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 15
τ
⇐⇒ ∀Uj ∈ U x jj , Uj ∩ A j 6= ∅, j = 1, 2 ⇐⇒ x j ∈ A j , j = 1, 2 ⇐⇒ ( x1 , x2 ) ∈ A1 × A2 .
La topologı́a producto satisface una propiedad universal que la caracteriza. Para explicar los
detalles, necesitamos presentar las aplicaciones proyección.
Definición 7.5. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos y ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) el espacio
topológico producto. Las aplicaciones proyección (o simplemente proyecciones) p j , j = 1, 2, vienen
dadas por las siguientes expresiones:
p j : X1 × X2 → X j , p j ( x1 , x2 ) = x j , j = 1, 2.
Teorema 7.6. Dados ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) espacios topológicos y el producto topológico ( X1 × X2 , τ (τ1 ×
τ2 )), se tiene que:
(a) p j : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es continua y abierta, j = 1, 2.
(b) Si ( X, τ ) es un espacio topológico y f : ( X, τ ) → ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) una aplicación, entonces
f es continua ⇐⇒ p j ◦ f es continua, j = 1, 2.
(c) Si τ es una topologı́a en X1 × X2 tal que p j : ( X1 × X2 , τ ) → ( X j , τj ) es continua, j = 1, 2, entonces
τ (τ1 × τ2 ) ⊆ τ.
Dem: Probemos (a). Para comprobar que p1 es continua, considérese O1 ∈ τ1 y obsérvese que
p1−1 (O1 ) = O1 × X2 ∈ τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ). Para ver que p1 es abierta, considérese un abierto
básico O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 y obsérvese que p1 (O1 × O2 ) = O1 ∈ τ1 . Análogamente se razonarı́a
con p2 .
Demostremos ahora (b). La implicación =⇒) es trivial ya que la composición de aplicaciones
continuas es una aplicación continua.
Probemos ⇐=). Dado un abierto básico O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 , f −1 (O1 × O2 ) = f −1 (p1−1 (O1 ) ∩
p2 (O2 )) = f −1 (p1−1 (O1 )) ∩ f −1 (p2−1 (O2 )) = (p1 ◦ f )−1 (O1 ) ∩ (p2 ◦ f )−1 (O2 ). Como (p j ◦
−1
f )−1 (O j ) ∈ τj por la continuidad de p j ◦ f , j = 1, 2, deducimos (p1 ◦ f )−1 (O1 ) ∩ (p2 ◦ f )−1 (O2 ) ∈
τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ) y por tanto f es continua.
Por último comprobemos (c), que simplemente expresa que la topologı́a producto es la menos
fina haciendo continuas a las proyecciones. Para probarlo, supongamos que τ es una topologı́a
16 F.J. LÓPEZ
Dem: Definamos
Fj : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → (Yj , τj0 ), Fj ( x1 , x2 ) = f j ( x j ),
y observemos que Fj es continua si y solo si f j es continua, j = 1, 2. En efecto, tomemos O1 ∈ τ10
y observemos que F1−1 (O1 ) = f 1−1 (O1 ) × X2 . Esto prueba que F1−1 (O1 ) ∈ τ (τ1 × τ2 ) si y solo si
f 1−1 (O1 ) ∈ τ1 , de donde la continuidad de F1 es equivalente a la de f 1 (analogamente se razona
con F2 y f 2 ). Por otra parte f 1 × f 2 = ( F1 , F2 ), de donde por el Corolario 7.7 la continuidad de
f 1 × f 2 es equivalente a la de Fj , j = 1, 2, esto es, a la de f j , j = 1, 2.
Para comprobar el correspondiente resultado para aplicaciones abiertas, téngase en cuenta que
dado O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 , se tiene que
( f 1 × f 2 )(O1 × O2 ) = f 1 (O1 ) × f 2(O2 ) ∈ τ (τ10 × τ20 ) ⇐⇒ f j (O j ) ∈ τj0 , j = 1, 2;
téngase en cuenta que las proyecciones son abiertas y la definición de la topologı́a producto.
Para la segunda parte del Corolario, obsérvese que el producto de aplicaciones biyectivas es
una aplicación biyectiva y ( f 1 × f 2 )−1 = f 1−1 × f 2−1 , y téngase en cuenta lo ya probado.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 17
La construcción del producto topológico se extiende al caso de una cantidad finita de espacios
(e incluso de una infinita, aunque ese caso no lo trataremos aquı́).
Nota 7.9. Dados ( X j , τj ), j = 1, . . . , n, n ≥ 2, una familia finita de espacios topológicos, por un
procedimiento inductivo estandar podemos definir ∏nj=1 X j , τ (∏nj=1 τj ) como
n −1 n −1
( ∏ X j ) × Xn , τ (τ ( ∏ τj ) × τn ) .
j =1 j =1
Todos los enunciados probados para el caso n = 2 admiten una traslación natural y análoga al
caso general del producto de n espacios. Dejamos los detalles al alumno.
Una de las construcciones más interesantes en Topologı́a es la que permite inducir la estructura
de espacio topológico sobre el cociente de un espacio topológico por una relación de equivalen-
cia. En ocasiones, es común identificar puntos de un espacio o realizar operaciones de pegado
en el mismo para generar un objeto nuevo. Sirva como ejemplo intuitivo el caso de una cinta de
papel, que tras pegar o identificar puntos simétricos de dos de sus bordes paralelos u opuestos
proporciona un cilindro. La misma operación de pegado pero realizando previamente un bu-
cle en la cinta genera una cinta de Möbius. El propio cilindro puede ser sometido a este tipo de
procedimientos, si se dobla convenientemente e identifican los cı́rculos opuestos obtenemos un
neumático (toro topológico). Son muchas las posibilidades que se nos ocurren para este tipo de
operaciones de pegado, por lo que podemos afirma sin temor a equivocarnos que estamos ante
una herramienta crucial para la construcción de un gran número de espacios topológicos.
Para una mayor flexibilidad a la hora de presentar estas ideas, es apropiado introducir el con-
cepto de topologı́a final para una aplicación e identificación topológica.
Teorema 8.1. Sean ( X, τ ) un espacio topológico, Y un conjunto y f : X → Y una aplicación sobreyectiva.
Llamemos τ [ f ] := {O ⊆ Y : f −1 (O) ∈ τ } ⊆ P ( X ). Entonces
(a) τ [ f ] es una topologı́a en Y.
(b) τ [ f ] es la más fina topologı́a en Y haciendo a f continua.
(c) Dado un espacio topológico ( Z, τ 0 ) y una aplicación h : : Y → Z,
h : (Y, τ [ f ]) → ( Z, τ 0 ) es continua ⇐⇒ h ◦ f : ( X, τ ) → ( Z, τ 0 ) es continua.
téngase en cuenta la definición de τ [ f ]. Pero este último enunciado es equivalente a decir que
h ◦ f : ( X, τ ) → ( Z, τ 0 ) es continua.
Definición 8.7. Sean X e Y dos conjuntos, y sea f : X → Y una aplicación sobreyectiva. Denotare-
mos por R f a la relación binaria de equivalencia en X dada por:
xR f y ⇐⇒ f ( x ) = f (y).
Dem: Demostremos (a). Veamos pues que τ 0 = τ [ f ]. Como f es continua, el Teorema 8.1-(b) nos
da que τ 0 ⊆ τ [ f ]. Para la otra inclusión tomemos O ∈ τ [ f ], esto es, O ⊆ Y con f −1 (O) ∈ τ. Como
f es abierta, f ( f −1 (O)) ∈ τ 0 , y por la sobreyectividad O = f ( f −1 (O)) ∈ τ 0 . Esto prueba que
τ 0 = τ [ f ].
Probemos (b). en este caso veamos que F 0 = F [ f ], donde F 0 y F [ f ] son las familias de cer-
rados en (Y, τ 0 ) y (Y, τ [ f ]), respectivamente; ver Corolario 8.4. Como f es continua, el Corolario
8.4-(b) nos da que F 0 ⊆ F [ f ]. Para la otra inclusión tomemos F ∈ F [ f ], esto es, F ⊆ Y con
f −1 ( F ) ∈ F , donde F es la familia de cerrados en ( X, τ ). Como f es cerrada, f ( f −1 ( F )) ∈ F 0 , y
por la sobreyectividad F = f ( f −1 ( F )) ∈ F 0 . Esto prueba que F 0 = F [ f ].
Por último, demostremos (c). Como arriba veamos pues que τ 0 = τ [ f ]. Como f es continua, el
Teorema 8.1-(b) nos da que τ 0 ⊆ τ [ f ]. Para probar la otra inclusión, tomemos O ∈ τ [ f ], esto es,
O ⊆ Y con f −1 (O) ∈ τ. Como g es continua, g−1 ( f −1 (O)) = ( f ◦ g)−1 (O) ∈ τ 0 , de donde al ser
f ◦ g = IdY deducimos que O ∈ τ 0 . Esto prueba que τ 0 = τ [ f ].
Dem: En ambos casos f es una aplicación cerrada como consecuencia del Teorema 5.6 y del Coro-
lario 5.7, respectivamente. Téngase en cuenta el Toerema 8.9-(b).
Para acabar la parte teórica del tema, comentemos algunas propiedades básicas de las identifi-
caciones.
Proposición 8.11. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) Si f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) y f 2 : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ) son identificaciones entonces f 2 ◦ f 1 : ( X1 , τ1 ) →
( X3 , τ3 ) es una identificación.
(b) Si f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es una identificación y f 2 : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ) una aplicación continua
tal que f 2 ◦ f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X3 , τ3 ) es identificación, entonces f 2 es una identificación.
(c) Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es una aplicación inyectiva,
f es una identificación ⇐⇒ f es un homeomorfismo.
8.1. Ejemplos notables de espacios identificación. En este apartado presentaremos algunos ejem-
plos significativos de espacios identificación.
Si observamos, lo que hacemos es identificar todos los puntos de A con un sólo punto en el co-
ciente. El espacio cociente ( X/ ∼ A , τ/ ∼ A ) es usualmente denotado por ( X/A, τ/A), y referido
como el cociente de ( X, τ ) por el subconjunto A ⊆ X.
Es fácil ver que si A es cerrado en ( X, τ ) entonces la proyección al cociente π : ( X, τ ) →
( X/A, τ/A) es cerrada. En efecto, para todo subconjunto cerrado F ⊆ X se tiene que
F si F ∩ A = ∅
π −1 (π ( F )) =
F ∪ A si F ∩ A 6= ∅
es un subconjunto cerrado de ( X, τ ), lo que demuestra que π ( F ) es cerrado en ( X/A, τ/A); ver
el Corolario 8.4.
Analogamente, si A es abierto en ( X, τ ) entonces π es abierta.
La anterior construcción nos permite interpretar el espacio cociente ([0, 2π ]/A, τu /A) para
A = {0, 2π } como la circunferencia (S1 , τu ). En efecto, consideremos q := p|[0,2π ] : ([0, 2π ], τu ) →
(S1 , τu ), y observemos que q es continua y sobreyectiva. Como consecuencia del Corolario 8.10,
q es además cerrada. El Teorema 8.9-(b) nos garantiza que q es una identificación, y por tanto
(S1 , τu ) es igualmente homeomorfo al cociente ([0, 2π ]/Rq , τu /Rq ), donde en este caso
tRq s ⇐⇒ |s − t| ∈ {0, 2π } ⇐⇒ t ∼ A s.
Por tanto Rq =∼ A y se obtiene lo deseado.
Como en el caso anterior, esta construcción nos permite interpretar el espacio cociente ([0, 2π ]n /R, τu /R)
para la relación de equivalencia
xRy ⇐⇒ | x j − y j | ∈ {0, 2π }, j = 1, . . . , n,
como el toro (Tn , τu ).
En efecto, si ahora consideramos Q := P|[0,2π ]n : ([0, 2π ]2 , τu ) → (Tn , τu ), obviamente Q es
continua y sobreyectiva. Como consecuencia del Corolario 8.10, Q es además cerrada. El Teorema
8.9-(b) nos garantiza que Q es una identificación, y por tanto (Tn , τu ) es igualmente homeomorfo
al cociente ([0, 2π ]n /RQ , τu /RQ ), donde en este caso
( x1 , . . . , xn ) RQ (y1 , . . . , yn ) ⇐⇒ Q( x1 , . . . , xn ) = Q(y1 , . . . , yn ) ⇐⇒ | x j − y j | ∈ {0, 2π }, j = 1, . . . , n.
22 F.J. LÓPEZ
8.2. La cinta de Möbius y la botella de Klein. Presentemos dos superficies clásicas muy impor-
tantes en el estudio de la orientabilidad topológica.
Comenzaremos con la cinta de Möbius. En el cilindro C = S1 × R se considera la relación de
equivalencia pRq ⇐⇒ p = ±q. El espacio topológico cociente (C/R, τu /R) es conocido como la
cinta de Möbius infinita.
Análogamente el espacio cociente ((S1 × [−1, 1])/R, τu /R) para la relación de equivalencia
pRq ⇐⇒ p = ±q es conocido como la cinta de Möbius finita.
De forma similar, el cociente (T1 /R, τu /R) por la relación de equivalencia pRq ⇐⇒ p = ±q es
conocido como la la botella de Klein.
8.2.1. El Espacio Proyectivo. En este apartado vamos a presentar tres modelos equivalentes del es-
pacio proyectivo n-dimensinal, uno de los espacios con mayor relevancia tanto para la topologı́a
como para la geometrı́a.
En la esfera n-dimensional Sn , n ≥ 2, consideramos la relación de equivalencia:
pR0 q ⇐⇒ p = ±q,
esto es, dos puntos están relacionados por R0 si son iguales o antı́podas.
Definición 8.12. El espacio topológico cociente (Sn /R0 , τu /R0 ) es conocido como espacio proyec-
tivo n-dimensional. En lo que sigue, el cociente Sn /R0 será denotado por RPn .
Denotaremos por π0 : (Sn , τu ) → (RPn , τu /R0 ), π0 ( p) := [ p]0 ≡ { p, − p}, a la correspondiente
proyección al cociente.
Proposición 8.13. El espacio proyectivo (RPn , τu /R0 ) es un espacio T2 .
Dem: Dados dos puntos [ p]0 , [q]0 ∈ RPn , [ p]0 6= [q]0 , es fácil encontrar abiertos euclidianos O p y
Oq suficientemente pequeños tales que
p ∈ O p , q ∈ Oq , y O p ∩ Oq = O p ∩ (−O p ) = O p ∩ (−Oq ) = ∅,
donde para cada O ⊆ Sn el conjunto −O representa el conjunto de los puntos antı́podas de O en
Sn . Si tomamos U = π0 (O p ) y V = π0 (Oq ), es claro que U, V ∈ τu /R0 ; basta tener en cuenta
que π0−1 (U ) = O p ∪ (−O p ) ∈ τu y π0−1 (V ) = Oq ∪ (−Oq ) ∈ τu . Como [ p]0 ∈ U, [q]0 ∈ V y
U ∩ V = ∅, los conjuntos U y V son abiertos disjuntos en (RPn , τu /R0 ) separando [ p]0 y [q]0 .
Presentemos otro modelo del espacio proyectivo RPn . Consideremos en Rn∗ +1 = Rn+1 − {0}
la siguiente relación de equivalencia
xR1 y ⇐⇒ ∃λ ∈ R − {0} tal que y = λx,
y denotemos por π1 : (Rn∗ +1 , τu )
→ (R∗n+1 /R1 , τu /R1 ), π1 ( x ) := [ x ]1 ≡ {λx : λ 6= 0} la corre-
spondiente proyección al cociente.
Proposición 8.14. Los espacios (RPn , τu /R0 ) y (Rn∗ +1 /R1 , τu /R1 ) son homeomorfos.
están bien definidas. Además, bi ◦ n b ◦ bi = IdRPn , esto es, son biyectivas y una es la
b = IdRn+1 /R y n
∗ 1
inversa de la otra.
Como π0 ◦ bi = i ◦ π1 es continua por ser composición de continuas, el Corolario 8.6 nos dice
que bi es continua. Análogamente, π1 ◦ n b = n ◦ π0 es continua y por tanto n b es continua. Esto
prueba que n b y i son homeomorfismos, y por tanto la proposición.
b
Por último, presentaremos un tercer modelo del espacio proyectivo RPn . Consideremos en
n
B := B2n (0, 1) = { x ∈ Rn : k x k ≤ 1} la siguiente relación de equivalencia
x1 = x2 y k x1 k2 < 1
x1 R2 x2 ⇐⇒
x1 = ± x2 y k x1 k2 = 1
n n { x } si k x k2 < 1
y denotemos por π2 : (B , τu ) → (B /R2 , τu /R2 ), π2 ( x ) := [ x ]2 ≡ la
{ x, − x } si k x k2 = 1
correspondiente proyección al cociente.
n
Proposición 8.15. Los espacios (RPn , τu /R0 ) y (B /R2 , τu /R2 ) son homeomorfos.
n
Dem: Consideremos la aplicación continua f 0 : (B , τu ) → (Sn , τu ), f 0 ( x ) = ( x, +
p
1 − k x k2 ), y
notemos que
n
f := π0 ◦ f 0 : (B , τu ) → (RPn , τu /R0 )
es continua y sobreyectiva.
Comprobemos que f es cerrada.
Para ello, llamemos Sn+ al subconjunto cerrado de (Sn , τu ) dado por la expresión
q q
⇐⇒ ( x1 , + 1 − k x1 k2 ) = ±( x2 , + 1 − k x2 k2 ) ⇐⇒ x1 R2 x2 ,
(iii) S1 × R = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = 1}.
(iv) S1 × (0, +∞).
(v) S1 × ( a, b), a < b.
(vi) {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 + 1}.
(vii) {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 + 1, a < z < b}.
(16) Probar que el cono {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 , z > 0} es homeomorfo al cilindro S1 × R.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 25
Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA III (PRIMERA PARTE): CONEXIÓN
FRANCISCO J. LÓPEZ
La conexión es uno de los invariantes topológicos más importantes. A nivel intuitivo, un ob-
jeto es conexo si consta de un sólo ”trozo”, y disconexo si está compuesto de varias componentes
o trozos independientes. No obstante, esta formulación tan simple requiere de una elaboración
formal muy cuidadosa, como vamos a ver a continuación.
Definición 1.1. Un espacio topológico ( X, τ ) se dice conexo si y sólo si (def)
A, B 6= ∅ ∅
A ∩ B 6=
∀ A, B ⊆ X tales que A ∪ B = X se tiene que ó
A∩B = ∅ B ∩ A 6= ∅
Uno de los objetivos de este tema será demostrar la conexión de algunos espacios topológicos
relevantes. Para ello el siguiente criterio resultará de gran utilidad.
Proposición 1.5. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y supongamos existe una familia { Fλ : λ ∈ Λ} de
subconjuntos de X satisfaciendo:
• ∪λ∈Λ Fλ = X y F λ ∩ F µ 6= ∅ para cualesquiera λ, µ ∈ Λ.
• Fλ es conexo en ( X, τ ) para todo λ ∈ Λ.
Entonces ( X, τ ) es conexo.
(b) Para cualesquiera x, y ∈ X, existe un subconjunto conexo A x,y en ( X, τ ) tal que { x, y} ⊆ A x,y .
(c) Existe una familia { An : n ∈ N} de subconjuntos conexos en ( X, τ ) satisfaciendo An ∩ An+1 6= ∅
∀n ∈ N y ∪n∈N An = X.
Una de las aplicaciones más interesantes de la Proposición 1.5 nos la proporciona el siguiente
teorema.
Teorema 1.7. Dados dos espacios topológicos ( X j , τj ), j = 1, 2,
( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es conexo ⇐⇒ ( X j , τj ) es conexo, j = 1, 2.
El siguiente resultado se mostrará útil para probar la conexión de algunos espacios topológicos.
Teorema 1.9. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y supongamos existe un subconjunto D ⊆ X denso y
conexo en ( X, τ ). Entonces ( X, τ ) es conexo.
La siguiente proposición nos dice que todo subconjunto conexo de ( X, τ ) está contenido en
una componente conexa.
Proposición 1.12. Si ( X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto conexo no vacı́o de ( X, τ ),
existe una única componente conexa C A de ( X, τ ) tal que A ⊆ C A .
Las propiedades básicas de las componentes conexas de un espacio está recogidas en el sigu-
iente:
Teorema 1.14. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y denotemos por C la familia de todas sus componentes
conexas. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) La familia C de las componentes conexas de ( X, τ ) determina una partición de X, esto es,
• X = ∪C∈C C.
• si C1 , C2 ∈ C satisfacen C1 ∩ C2 6= ∅ =⇒ C1 = C2 .
En particular, si A1 , A2 son conexos en ( X, τ ) tales que A1 ∩ A2 6= ∅, entonces C A1 = C A2 .
(b) Toda componente C ∈ C es un subconjunto cerrado de ( X, τ ).
(c) Si A ⊆ X es un subconjunto no vacı́o, conexo, abierto y cerrado en ( X, τ ) entonces A ∈ C .
(d) Si C constan de un número finito de elementos, entonces toda componente C ∈ C es abierta y cerrada.
(e) Si {Oλ : λ ∈ Λ} es una partición de X por abiertos conexos no vacı́os en ( X, τ ), entonces C =
{O λ : λ ∈ Λ } .
(f) Si {Cλ , : λ ∈ Λ} es una familia de componentes conexas de ( X, τ ) y A := X − ∪λ Cλ es conexo,
cerrado por ser el complementario del abierto ∪λ6=µ Oλ . De aquı́ deducimos que Oµ es un sub-
conjunto no vacı́o, conexo, abierto y cerrado en ( X, τ ), luego una componente conexa por (c).
Como esto ocurre para todo µ ∈ Λ y {Oλ : λ ∈ Λ} es una partición de X, concluimos que
C = {Oλ : λ ∈ Λ}.
6 F.J. LÓPEZ
Un espacio topológico ( X, τ ) se dice totalmente disconexo si sus componentes conexas son con-
juntos unitarios, esto es, los únicos subconjuntos conexos de ( X, τ ) son los puntos.
Veamos algunos ejemplos sencillos de cálculo de componentes conexas.
• La topologı́a discreta ( X, τd ) es totalmente disconexa. Para comprobarlo, observemos que
{ x } es abierto, cerrado y conexo en ( X, τ ), luego una componente conexa en ( X, τ ), para
todo x ∈ X. Téngase en cuenta el Teorema 1.14-(c).
• El conjunto H2 = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 − 1}, dotado de la topologı́a euclidiana,
consta de dos componentes conexas: C+ = {( x, y, z) ∈ H2 : z > 0} y C− = {( x, y, z) ∈
H2 : z < 0}. En efecto, obsérvese que |z| ≥ 1 para todo ( x, y, z) ∈ H2 , y en consecuencia
H2 = C+ ∪ C− siendo la unión disjunta. Por otra parte, C+ y C− son abiertos en H2 ya
que C+ = H2 ∩ {z > 0} y C− = H2 ∩ {z < 0}, y por último C+ y C− son conexos en H2 ya
que la proyección ( x, y, z) 7→ ( x, y) los hace homeomorfos a (R2 , τu ). Teniendo en cuenta
por ejemplo Teorema 1.14-(e), hemos acabado.
El siguiente teorema es fundamental, porque nos dice que las componentes conexas se preser-
van por homeomorfismos. En particular, el cardinal del conjunto de componentes conexas es un
invariante topológico.
Teorema 1.15. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación continua, y sea A ⊆ X1 un subconjunto
conexo de ( X1 , τ1 ). Entonces f (C A ) ⊆ C f ( A) .
Si adicionalmente f es un homeomorfismo, f (C A ) = C f ( A) . En particular, si C j es la partición en
componentes conexas de ( X j , τj ), j = 1, 2, la aplicación
C1 → C2 , C 7 → f ( C ),
es biyectiva.
Dem: Como Cx1 × Cx2 es conexo en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) (producto de conexos, ver el Teorem 1.7)
y ( x1 , x2 ) ∈ Cx1 × Cx2 , deducimos que Cx1 × Cx2 ⊆ C( x1 ,x2 ) . Por otra parte, como la proyección
p j : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es una aplicación continua, el Teorema 1.15 nos garantiza
que p j (C( x1 ,x2 ) ) es un conexo conteniendo a x j , y por tanto que p j (C( x1 ,x2 ) ) ⊆ Cx j , j = 1, 2. De aquı́
inferimos que C( x1 ,x2 ) ⊆ Cx1 × Cx2 , y por tanto C( x1 ,x2 ) = Cx1 × Cx2 .
Nos proponemos a continuación caracterizar los conexos de la recta real. Como veremos más
adelante, este resultado tiene importantes implicaciones, por ejemplo, la descripción de un gran
número de espacios conexos de naturaleza euclidiana.
Dem: =⇒ Supongamos que A no es un intervalo, esto es, existe t0 ∈ A tal que O1 := A∩] − ∞, t0 [6=
∅ y O2 := A∩]t0 , +∞[6= ∅. Los conjuntos O1 y O2 son abiertos disjuntos en ( A, τu ) ≡ ( A, (τu ) A )
y satisfacen A = O1 ∪ O2 , lo que contradice que A es conexo por el Toerema 1.2.
⇐= Si A = [ a, a] = { a} es un intervalo trivial, la conexión de ( A, (τu ) A ) es trivial.
Supongamos pues que A es un intervalo no trivial. Razonemos por reducción al absurdo, y
admitamos que A no es conexo. Por tanto existen abiertos O1 , O2 ∈ ((τu ) A disjuntos, no vacı́os
y tal que A = O1 ∪ O2 . Fijemos a1 ∈ O1 y a2 ∈ O2 , y salvo intercambiar ı́ndices supongamos sin
pérdida de generalidad que a1 < a2 . A continuación llamemos
B = {t ∈ O2 : t > a1 } y β := inf B.
Observese que β ∈ R está bien definido ya que B 6= ∅ (a2 ∈ B) y a1 es cota inferior de B. Además,
de la definición de β y del hecho de que A es un intervalo, es fácil deducir que
β ∈ [ a1 , a2 ] ⊆ A = O1 ∪ O2 .
Se presenta una clara disyuntiva: β ∈ O1 ó β ∈ O2 . La contradicción vendrá de que ninguna de
esas posibilidades puede ocurrir.
En efecto, supongamos primero que β ∈ O1 . En este caso claramente β < a2 , y por tanto [ β, a2 ]
es un intervalo no trivial contenido en A (ya que A es un intervalo!!). Como O1 es un abierto en
A, existe e > 0 tal que ] β − e, β + e[∩ A ⊆ O1 , y por tanto, ] β − e, β + e[∩[ β, a2 ] = [ β, β + e[⊆ O1
(téngase en cuenta que a2 ∈/ O1 y β < a2 implican que β + e ≤ a2 ). Pero al ser B ⊆ O2 , O1 ∩ O2 = ∅
y [ β, β + e[∈ O1 , inferimos que β = inf B ≥ β + e > β, una contradicción.
Supongamos ahora que β ∈ O2 . En este caso claramente a1 < β, y por tanto [ a1 , β] es un inter-
valo no trivial contenido en A (ya que A es un intervalo!!). Como O2 es un abierto en A, existe
e > 0 tal que ] β − e, β + e[∩ A ⊆ O2 , y por tanto, ] β − e, β + e[∩[ a1 , β] =] β − e, β] ⊆ O2 (téngase
en cuenta que a1 ∈ / O2 y a1 < β implican que a1 ≤ β − e). Por la definición de B deducimos que
] β − e, β] ⊆ B, y por tanto β = inf B ≤ β − e < β, una contradicción.
Esto prueba el teorema.
Dem: Un subconjunto conexo en (Q, τu ) lo es en (R, τu ), y por tanto ha de ser un intervalo. Por
la densidad de los irracionales en (R, τu ), los únicos intervalos que constan de puntos racionales
son los triviales [r, r ] = {r }, r ∈ Q. De aquı́ el resultado.
Análogamente se razona con R − Q.
Este resultado tendrá múltiples consecuencias. Comentemos para empezar dos de ellas:
Corolario 2.3. Si ( X, τ ) es un espacio conexo y f : ( X, τ ) → (R, τu ) una aplicación continua, entonces
f ( X ) es un intervalo de la recta real.
Equivalentemente, si x1 , x2 ∈ X y f ( x1 ) ≤ c ≤ f ( x2 ) entonces existe y ∈ X tal que f (y) = c.
Dem: Por el Teorema 1.3 el conjunto f ( X ) es conexo en (R, τu ), luego un intervalo por el Teorema
2.1.
Corolario 2.4. Si f : ([0, 1], τu ) → ([0, 1], τu ) es continua entonces existe t0 ∈ [0, 1] tal que f (t0 ) = t0 .
Dem: La función h : ([0, 1], τu ) → (R, τu ), h(t) = t − f (t), es continua y satisface h(0) ≤ 0 ≤ h(1).
Por el Corolario 2.3 existe t0 ∈ [0, 1] tal que h(t0 ) = 0, esto es, f (t0 ) = t0 .
2.1.1. Los espacios euclidianos. El espacio (Rn , τun ) es conexo para todo n ∈ N. En efecto, probémoslo
por inducción. Si n = 1 el resultado se sigue del Teorema 2.1. Admitamos que (Rn , τun ) es conexo
para algún n ∈ N. Como (Rn+1 , τun+1 ) ≡ (Rn × R, τ (τun × τu1 )), el Teorema 1.7 garantiza que
(Rn+1 , τ n+1 ) es conexo y cierra la inducción.
2.2. Espacios arcoconexos. La mayorı́a de los espacios interesantes para la geometrı́a, como las
variedades diferenciables, satisfacen una condición de conexión más exigente, conocida como
conexión por arcos. Comentemos los detalles.
Definición 2.6. Un arco en un espacio topológico ( X, τ ) es una aplicación continua
α : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ).
La conexión por arcos es una condición más fuerte que la conexión topológica.
Teorema 2.8. Si ( X, τ ) es arconconexo entonces ( X, τ ) es conexo.
Dem: Llamemos Y := {( x, sin(1/x )) : x ∈]0, +∞[}. Como (Y, τu ) es homeomorfo a (]0, +∞[, τu )
(la aplicación proyección ( x, sin(1/x )) 7→ x nos proporciona un homeomorfismo), y ]0, +∞[ es
conexo en R, τu ) por ser un intervalo, inferimos que (Y, τu ) es conexo. Por otra parte, el hecho de
que Y ⊆ X ⊆ Y y el Teorema 1.9 implican que X es conexo en (R2 , τu ).
Resta pues probar que ( X, τu ) no es arcoconexo. Para ello consideremos un arco cualquiera
α : [0, 1] → X con α(0) = 0, y llamemos A = {t ∈ [0, 1] : α(t) = 0}.
Nuestro objetivo es probar que A = [0, 1]. Como A 6= ∅ (0 ∈ A) y A = α−1 ({(0, 0)}) es cer-
rado en ([0, 1], τu ) (imagen inversa por la aplicación continua α del conjunto cerrado {(0, 0)}), es
suficiente con probar que A es abierto en ([0, 1], τu ).
Sea t0 ∈ A y consideremos cualquier número real e ∈]0, 1/2[. Por la geometrı́a de la gráfica Y,
el conjunto B2 ((0, 0), e) ∩ X consta de una colección numerable de arcos abiertos {γn : n ∈ N} en
Y disjuntos dos a dos, (esto es, trozos de la gráfica Y homeomorfos a intervalos abiertos y disjun-
tos dos a dos), además del punto (0, 0). Cada uno de los arcos γn es obviamente un subconjunto
abierto y cerrado de ( B2 ((0, 0), e) ∩ X, τu ), y por tanto una componente conexa de ( B2 ((0, 0), e) ∩
10 F.J. LÓPEZ
Sin embargo, bajo algunas condiciones especiales el recı́proco al Teorema 2.8 sı́ será cierto. Para
explicar los detalles, necesitamos introducir la siguiente notación.
Dados dos arcos α,β en ( X, τ ) tales que α(1) = β(0), el producto β ∗ α : [0, 1] → X obedece a la
fórmula
α(2t) si t ∈ [0, 21 ]
( β ∗ α)(t) =
β(2t − 1) si t ∈ [ 12 , 1]
La aplicación β ∗ α está definida a trozos y de forma continua sobre los cerrados [0, 12 ] y [ 21 , 1]
de [0, 1]. Además, el valor de β ∗ α en el punto intersección t = 21 de ambos cerrados está bien
definido (ambas expresiones coinciden por ser α(1) = β(0)), por lo que β ∗ α : ([0, 1], τu ) → ( X, τ )
es continua.
Dado un arco α : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ), se define α : : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ), α(t) = α(1 − t). Es fácil
ver que α es continua y por tanto un arco, y además α(0) = α(1), α(1) = α(0).
Proposición 2.10. Todo abierto conexo no vacı́o de (Rn , τu ) es arcoconexo.
(14) Sea A ⊂ Rn un subconjunto conexo, y sea f : A → R una función continua. Se definen los
subconjuntos de A × R ⊂ Rn+1 (dotado con la topologı́a inducida por Rn+1 ) dados por:
G + ( f ) = {( x, t) ∈ A × R | t > f ( x )} y G − ( f ) = {( x, t) ∈ A × R | t < f ( x )}.
Probar que G + ( f ) y G − ( f ) son abiertos conexos.
(15) Probar que el complementario de un conjunto numerable en Rn n ≥ 2, es conexo. Concluir
que lo mismo ocurre en la esfera Sn , n ≥ 2.
(16) Probar que el complementario de un subespacio afı́n en Rn , n ≥ 2, es conexo sı́ y sólo sı́ éste
tiene dimensión menor o igual que n − 2.
Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA III (SEGUNDA PARTE): COMPACIDAD
FRANCISCO J. LÓPEZ
Hay muchos espacios a los que se asocia una idea básica de infinitud o divergencia, esto es,
donde es posible precisar arcos, sucesiones o más generalmente subconjuntos que no se acumu-
lan en ninguna parte y que, por tanto, no admiten puntos lı́mite. Baste pensar, por ejemplo, en los
espacios euclidianos, donde la idea de un ”infinito ideal” hacia donde divergen los subconjuntos
no acotados es bastante intuitiva. Sin embargo, en esta sección nos vamos a preocupar justo por la
idea topológica opuesta, la idea de ”finitud topológica” o de ”necesaria acumulación” para cua-
lesquiera subconjuntos del espacio nos conducirá de forma natural a la noción de compacidad.
Como en el caso de la conexión topológica, la formulación abstracta de este concepto requiere de
cierta elaboración, y sólo en ambientes de naturaleza euclidiana será fácil materializarla gracias
al Teorema de Heine-Borel.
Definición 1.1. Dado un espacio topológico ( X, τ ), una familia Σ ⊆ P ( X ) se dice un recubrimiento
por abiertos de ( X, τ ) si Σ ⊆ τ y X = ∪O∈Σ O.
Si Σ es un recubrimiento por abiertos de ( X, τ ) y Σ∗ ⊆ Σ es un recubrimiento por abiertos
de ( X, τ ), entonces se dice que Σ∗ es un subrecubrimiento obtenido de Σ. Se habla también de
subrecubrimiento finito cuando Σ∗ contiene una cantidad finita de abiertos.
Definición 1.2. Un espacio topológico ( X, τ ) se dice compacto si cualquier recubrimiento por
abiertos Σ de ( X, τ ) admite un subrecubrimiento finito, esto es, existe Σ∗ ⊆ Σ finito tal que
X = ∪O∈Σ∗ O.
Proposición 1.3. Sean ( X, τ ) un espacio topológico, B ⊆ τ una base de τ, y F la familia de cerrados en
( X, τ ). Son equivalentes:
(a) ( X, τ ) es compacto.
(b) Para toda familia ∆ ⊆ F satisfaciendo ∩ F∈∆ F = ∅, existe { F1 , . . . , Fn } ⊆ ∆ tal que ∩nj=1 Fj = ∅.
(c) Todo recubrimiento Σ ⊆ B por abiertos básicos de ( X, τ ) admite un subrecubrimiento finito.
Dem: (a) ⇐⇒ (b) Familias ∆ ⊆ F satisfaciendo ∩ F∈∆ F = ∅ están conectadas uno a uno con
recubrimientos por abiertos Σ de ( X, τ ) por las correspondencias canónicas:
∆ = { Fλ : λ ∈ Λ} ←→ Σ = {Oλ = X − Fλ : λ ∈ Λ}.
Σ = {Oλ : λ ∈ Λ} ←→ ∆ = { Fλ = X − Oλ : λ ∈ Λ}.
Con este lenguaje, la existencia de { F1 , . . . , Fn } ⊆ ∆ tal que ∩nj=1 Fj = ∅ es equivalente a la de un
subrecubrimiento finito Σ∗ = {O j = X − Fj : j = 1, . . . , n} ⊆ Σ.
(a) =⇒ (c) Trivial.
(c) =⇒ (a) Sea Σ un recubrimiento por abiertos de ( X, τ ). Como ∪O∈Σ O = X, para cada x ∈ X
existe Ox ∈ Σ tal que x ∈ Ox . Como B es una base de τ, para cada x ∈ X podemos encontrar
Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ Ox . La familia Σ0 := { Bx : x ∈ X } ⊆ B es un recubrimiento por
abiertos básicos de ( X, τ ). Por nuestras hipótesis, existen x1 , . . . , xn ∈ X tal que X = ∪nj=1 Bx j , y
por tanto X = ∪nj=1 Ox j . Esto prueba que Σ∗ := {Ox j : j = 1, . . . , n} ⊆ Σ es un subrecubrimiento
2 F.J. LÓPEZ
Quizá el ejemplo más relevante de espacio compacto sea el que mostramos a continuación.
Teorema 1.6. Para todo a, b ∈ R, a ≤ b, el intervalo [ a, b] es un subconjunto compacto de (R, τu ).
Dem: Sea Σ una familia de abiertos en (R, τu ) tal que [ a, b] ⊆ ∪O∈Σ O, y veamos que podemos
encontrar un subrecubrimiento finito Σ0 ⊆ Σ del intervalo [ a, b].
Para comenzar, observemos que Σ es también un recubrimiento por abiertos euclidianos de
[ a, t] para todo t ∈ [ a, b].
Llamemos A = {t ∈ [ a, b] : ∃ Σt ⊆ Σ subrecubrimiento finito de [ a, t]}. Obviamente a ∈ A 6=
∅, y si t ∈ A entonces [ a, t] ⊆ A, esto es, A es un intervalo con punto inicial a.
Probemos que A es abierto y cerrado en ([ a, b], τu ).
COMPACIDAD 3
Uno de los hechos más relevantes en topologı́a es que la compacidad es un invariante topológico.
Este resultado es consecuencia del siguiente:
Teorema 1.7. Sea ( X, τ ) un espacio compacto, y sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación continua.
Entonces f ( X1 ) es un subconjunto compacto de ( X2 , τ2 ).
Hay una relación importante entre la compacidad y los subconjuntos cerrados en un espacio
topológico. El siguiente teorema da algunas claves.
Teorema 1.10. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea A ⊆ X un subconjunto. Los siguientes enunciados
son ciertos.
(a) Si ( X, τ ) es compacto y A es cerrado en ( X, τ ), entonces A es compacto en ( X, τ ).
(b) Si ( X, τ ) es T2 y A es compacto en ( X, τ ), entonces A es cerrado en ( X, τ ).
Corolario 1.11. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sean A, B ⊆ X subconjuntos. Los siguientes enunci-
ados son ciertos.
(a) Si A es compacto y B cerrado en ( X, τ ), entonces A ∩ B es compacto en ( X, τ ).
(b) Si ( X, τ ) es T2 y A, B son compactos en ( X, τ ), entonces A ∩ B es compacto en ( X, τ ).
Dem: Téngase en cuenta el Teorema 1.10 y obsérvese que en cualquier caso A ∩ B es un subcon-
junto cerrado en el compacto ( A, τA ).
En general es falso que la intersección de compactos sea compacta. Sirva el siguiente caso como
contraejemplo.
Consideremos un conjunto X infinito y dos puntos x1 , x2 ∈ X, x1 6= x2 . Definamos la topologı́a
τ := { X, ∅} ∪ P ( X − { x1 , x2 }).
Los subcojuntos A1 = X − { x2 } y A2 = X − { x1 } son compactos en ( X, τ ) ya que el único abierto
en ( A j , τA j ) conteniendo al punto x j es el total A j , j = 1, 2. Sin embargo, la topologı́a τA1 ∩ A2 es la
discreta en A1 ∩ A2 = X − { x1 , x2 }, por tanto no compacta ya que X − { x1 , x2 } es infinito.
Corolario 1.12. Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos el espacio topológico asociado ( X, τ [d]).
Si A ⊆ X es compacto en ( X, τ [d]) entonces A es cerrado en ( X, τ [d]) y acotado en ( X, d).
Dem: El subconjunto A es cerrado como consecuencia del Teorema 1.10-(b); téngase en cuenta que
la topologı́a asociada a la distancia τ [d] es T2 .
Para comprobar que A es acotado, fijemos p0 ∈ X y consideremos el recubrimiento por abiertos
Σ := { B( p0 , n) : n ∈ N} de A en ( X, τ [d]). Como A es compacto, Σ admite un subrecubrimiento
finito, esto es, existe N ∈ N tal que A ⊆ N. Esto prueba que A es acotado.
ny y
⊆ ∪kh=1 ∪ j=h1 Uj h × V yh ⊆ X1 × X2 .
y
Esto prueba que Σ0 := {Uj h × V yh ; j = 1, . . . , nyh , h = 1, . . . , k} ⊆ Σ es un subrecubrimiento
finito de X1 × X2 obtenido de Σ, y por tanto, la compacidad de ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )).
Ahora estamos en condiciones de poder probar el teorema principal de este tema, que caracteriza
a los subconjuntos compactos del espacio euclidiano como aquellos que son cerrados y acotados.
Teorema 1.15 (Heine-Borel). Dado A ⊆ Rn ,
A es compacto en (Rn , τu ) ⇐⇒ A es cerrado en Rn , τu ) y acotado en (Rn , d2 ).
Dem: =⇒) Consecuencia directa del Corolario 1.12; téngase en cuenta que τu = τ [d2 ].
⇐=) Como A es acotado, existe un intervalo I = [− M, M], M > 0, tal que A ⊆ I n ≡ I × . n. . × I.
Del Teorema 1.6 inferimos que I es compacto en (R, τu ), y del Teorema 1.13 (ver el Corolario 1.14)
que I n es compacto en (Rn , τu ). Como A es cerrado en ( I n , (τu ) I n ) compacto, el Teorema 1.10
nos garantiza que A es compacto en ( I n , (τu ) I n ), o equivlentemente en (Rn , τu ), concluyendo la
prueba.
Este teorema tiene muchas consecuencias interesantes. Comentaremos sólo alguna de ellas:
• Sn es un subconjunto compacto de (Rn+1 , τu ), n ≥ 1 (es cerrado y acotado).
• Tn = S1 × . n. . ×S1 es un subconjunto compacto de (R2n , τu ), n ≥ 2 (es cerrado y acotado,
o bien producto de compactos).
• El espacio proyectivo RPn dotado de su topologı́a euclidiana estandar es compacto (co-
ciente de Sn , que es compacto).
Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es