El Evangelio y La Reconciliación Con Dios

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EL EVANGELIO: UN LLAMADO A LA RECONCILIACIÓN

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio
de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”
2 Cor.5:20

La doctrina de la reconciliación nos conduce hacia la realidad de nuestro alejamiento


de Dios y en el método divino que nos restaura a su favor. Debemos partir con la idea
de que la relación con Dios y el sujeto humano ha sido alterada. Hay una enemistad
y un enfrentamiento. Dios se ha alejado del hombre y el hombre de Dios.
¿Cuál es la causa del alejamiento? La respuesta es una sola: el pecado. Nuestras
rebeliones son el motivo por el cual Dios se ha aleja de nosotros. Dios es Santo y no
puede tolerar la mentira, la falsedad y cualquier manifestación pecaminosa; y el
hombre por su parte, debido a su corrupción radical, inclina sus preferencias a las
cosas que Dios detesta (evidencia de una rebelión y enemistad en contra de Dios).
(Is.59:2) “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro
Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
La reconciliación nos revela el método por el cual Dios remueve este alejamiento.
El motivo de la reconciliación es restaurar una relación rota. Dios le ha dado
instrucciones claras al hombre, y el por su parte, se ha rebelado en contra de los
mandamientos de Dios (el hombre ha ofendido a Dios)
La enemistad surge debido a que Dios se aleja del hombre al no corresponder a sus
demandas divinas y por la corrupción de su corazón. En ese sentido, el pecado
siempre debe ser visto como la principal causa del alejamiento de Dios.
¿Y los resultados? El alejamiento de Dios trae consigo quitarle al hombre el favor
divino al considerarlo como enemigo.
“La reconciliación es una obra de la gracia de Dios; El envío a su hijo Jesucristo para
reconciliarse con los hombres”…
Que significa el término reconciliación:
Katalasso: Lit. Cambiar. De ahí que surge el sentido de cambiar de enemistad a
amistad.
Con respecto a la relación entre Dios y el hombre, las escrituras demuestran que una
de las primeras cosas que Dios es la reconciliación, ejerciendo su gracia hacia el
hombre pecador en base a la muerte de Cristo en sacrificio bajo el juicio debido al
pecado. 2 Cor.5:21
En base a esta verdad, ahora a los hombres separados espiritualmente de Dios, se les
invita a reconciliarse con Él; esto es, a aceptar la provisión que Dios ha dado, por la
cual sus pecados pueden ser remitidos y ser justificados por la fe en Cristo.
Esta doctrina pone el énfasis no en el hecho de que nosotros estamos enemistados
con Dios, sino todo lo contrario: Dios está enemistado con nosotros. Y este
alejamiento o enemistad surge por nuestro pecado (el pecado hace que la Santidad
Dios reaccione en el alejamiento de nosotros). Dios se ha alejado de nosotros debido
al pecado…
Esto lo vemos desde el comienzo de los tiempos. En Gen.3 vemos que el desobedecer
el precepto de no comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal trajo
consigo la separación de Dios con el hombre por causa del pecado. La relación de
Dios con el hombre desde aquel entonces sufrió gran daño.
Dios se ha alejado de nosotros debido al pecado; y esto incluye el hecho de ser
considerados como enemigos de Dios al distanciarnos de Él.
Este distanciamiento se observa en la continua infracción de sus mandamientos
provocado por la ausencia de vida espiritual (implicancias del alejamiento de Dios
es la muerte espiritual) Al estar todos los hombres muertos espiritualmente producto
del pecado (separados de Dios) se produce una enemistad inherente o natural ya
que Dios se ha alejado del hombre y el hombre de Dios.
Solo una aclaración:
No es que Dios sea el causante de la enemistad; sino todo lo contrario, el pecado ha
conducido el alejamiento de Dios, y como consecuencia todo hombre es considerado
como un ofensor de Dios. (No olvidar que el alejamiento de Dios es la respuesta
inmediata de su Santidad).
Una de las evidencias que surgen de este distanciamiento entre Dios y el hombre se
puede apreciar en la hostilidad y enemistad que surge en las mentes de los hombres
malvados:
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido,
ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su
corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la
lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.”
(Efesios.4:17-19)

“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en


vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado”.
(Col.1:21)

En estos pasajes el apóstol contrasta la vida antigua con la nueva vida en Cristo. La
causa de la enemistad surge por un corazón endurecido (muerto/separado de Dios)
y por el simple hecho de que son considerados como ajenos a la vida de Dios. No hay
una comunicación real con su Hacedor (no hay una relación con Dios/Dios se ha
alejado de ellos producto del pecado).
Tal vez más de alguno dirá ¿Acaso Dios hizo algo al hombre para que tenga que
reconciliarse con él? Y la respuesta sería, desde luego que no. Pero debemos insistir
en esto, el alejamiento de Dios se debe al pecado del hombre y no por otro motivo
(Este entendimiento pone el debido énfasis en la salvación por gracia). El hombre es
el transgresor y no Dios.
Las implicancias que surgen de esta verdad espiritual: Negativamente,
 Todos los hombres han pecado y están destituidos de la gloria de Dios.
 Todos merecen el castigo eterno como la justa retribución de una vida entera
de rebelión.
 Dios es Santo y no tolera la maldad. Habacuc.1:13 “Muy limpio eres de ojos
para ver el mal, ni puedes ver el agravio”.
Por lo tanto, positivamente,
 La reconciliación es un don de Dios para hombres que han pecado, es un
regalo inmerecido para aquellos que eran objetos detestables ante sus ojos.
Job 25:5-6 Rom.5:8-11
 En último términos, la reconciliación adquiere su verdadero significado en el
hecho de que Dios por medio de Cristo ha quitado la causa del alejamiento
entre un Dios tres veces Santo y pecadores dignos de lástima.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y
nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2
Cor.5:18-19)
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.”
Rom.5:8

El énfasis en este pasaje es claro: Primeramente, Dios toma la iniciativa con el


problema de la enemistad. Dios ha pasado por alto los pecados de los hombres, en el
sentido de no aplicar la justa y debida retribución en el presente; por el contrario,
Dios ha revelado su amor para con los pecadores al enviar a morir a su hijo para que
Él pueda reconciliarse con el hombre. Aquí se encuentra el verdadero sentido del
pasaje: “Él es el ofendido, Él es el provee el medio para reconciliarse con nosotros
(esto no ocurre ni ocurrirá jamás en esta tierra). No podría buscar un ejemplo en la
vida cotidiana porque no lo hay. El amor de Dios no es comparable con nada de este
mundo ¡Que la reconciliación de Dios nos ayude a entender la gracia divina!

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su


Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo,
por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”
(Rom.5:10-11)

Como Dios se reconcilia con el hombre:

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Cor.5:21 (énfasis en la sustitución y
satisfacción de Cristo).

El llamado a los hombres es a no permanecer más alejados de Dios, sino mas bien
reconozcan el favor de Dios y la anhelen la paz ofrecida por Cristo que ha quitado las
enemistades: él ha resuelto el problema del pecado. En su cuerpo recibió el castigo
que nosotros merecíamos y nos ha dado gratuitamente la justificación por la fe.
Reciban la gracia de Dios y gocen esta paz con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.

Dios se ha acerca a los hombres por medio de Cristo y les ofrece de su favor y paz a
todos los que vienen por medio de Cristo. Hay una relación al quitarse por completo
la causa del alejamiento. Y esta gracia es permanente y no transitoria.

La reconciliación debe ser entendida entonces como la provisión de Dios dada


gratuitamente a los hombres en base de los méritos de Cristo y no de nosotros…

“Dios ha quitado la ofensa y la causa de la ofensa, y así hemos recibido la


reconciliación” …

Una pregunta para terminar: ¿Estas reconciliado con Dios?

Este es el llamado del evangelio: Crean que por medio de Cristo


pueden ser reconciliados con Dios ya que Él ha removido las
enemistades en su cuerpo…

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