Colli, A.-El Motivo Rítmico en La Musica Latinoamericana
Colli, A.-El Motivo Rítmico en La Musica Latinoamericana
Colli, A.-El Motivo Rítmico en La Musica Latinoamericana
3, 4 y 5 de octubre de 2018
Facultad de Bellas Artes/UNLP
EL MOTIVO RÍTMICO EN LA MUSICA LATINOAMERICANA
Autor: Aníbal E. Colli-UNLP-FBA-Música Popular
El motivo rítmico
Ahora bien, la pregunta es: ¿cómo organiza su discurso la frase rítmico-melódica? Al igual
que el motivo en el campo de las alturas, las líneas se despliegan en base a motivos rítmicos, es
decir estructuras de ataques y duraciones que presentan cierto tipo de recurrencia a medida que
avanza el discurso, que varían, se transforman, se desarrollan y tambien dialogan con otros
motivos rítmicos complementarios. Para esto nos centraremos en el motivo rítmico en cuanto a sus
intervalos entre ataques, independientemente de sus acentos, duraciones reales y ubicación
métrica.
Analicemos entonces dos ejemplos para observar como funcionan estos motivos rítmicos. El
primero de ellos corresponde a la melodía cantada de la estrofa inicial de Maricón de Aca Seca. En
un contexto rítmico de chacarera, se presentan frases de duración asimétrica y que no se
encuadran en los esquemas habituales de la especie.
Si observamos la rítmica de la melodía, notaremos que todas las frases, salvo la última,
terminan en corchea-negra y que antes de estos dos ataques se presentan una, o tres, o cuatro o
seis corcheas. Pero la ubicación métrica de ese final de negra-corchea va variando. Sólo al final
aparece un ataque más en el motivo, relacionado con el final de acentuación aguda del texto, con
efecto conclusivo por ser a tierra y sorprendente a la vez por ser diferente a todos los demás. Pero
las frases anteriores pueden referirse a un único esquema variado, que es el encargado de lograr
cohesión y continuidad con un funcionamiento alternativo al de antecedente y consecuente de la
chacarera tradicional.
Observemos entonces, como varía y se reubica el motivo que termina en corchea-negra con
una o más corcheas antes:
A partir de este análisis podemos considerar al motivo ritmico como recurso didáctico para
la enseñanza. Tomaremos las distintas transformaciones planteadas como punto de partida para la
práctica de ejercicios creativos de improvisación y composición de líneas rítmicas en diversos
géneros.
En primer lugar, para identificar un motivo fácilmente sin depender de la escritura lo
definiremos con una serie de números referidos a la cantidad de subdivisones que existen entre
sus ataques. Así, por ejemplo, un motivo de tres semicorcheas y dos corcheas en 4/4 se cifrará
como 11212. Tengamos en cuenta que no sabemos qué intervalo de ataque habrá entre el último
ataque del motivo y lo que lo suceda (una repetición, otro motivo, etc.), lo que sí podemos afirmar
es que ese intervalo no puede ser menor a la duración máxima que presente el motivo porque si no
se sentirá parte de él (salvo que otros aspectos- alturas, timbre, articulación, etc - generen una
separación muy clara). Por lo tanto en el motivo de tres semicorcheas, dos corcheas el número final
será 2 o mayor.
Motivo 11212:
El siguiente paso consiste en entrenar, sobre un motivo dado, todas sus reubicaciones
métricas. Supongamos que nuestro motivo es 11212 y estamos en un contexto de 4/4 con base de
candombe. Partiremos de la ubicación métrica que queramos o nos suene más natural y luego la
iremos desplazando de a una subdivisión. Si esto nos cuesta mucho, podemos intentar un camino
más progresivo: primero desplazarlo de a un pulso (avanzando o retroceder una negra) luego, de a
mitades de pulso (una corchea) y finalmente de a una subdivisión (avanzando una semicorchea).
Lo importante es poder cantar y tocar la nueva ubicación del motivo, mientras se marca el pulso o
la clave, entendiendo y asimilando la musicalidad que propone en esa ubicación (no sentir el
motivo “corrido” sino sentirla en “ése” lugar). Como cada contexto rítmico - el candombe en este
caso - presenta una trama de acentos posibles y más habituales, las distintas ubicaciones del
motivo nos generarán resultados más imbricados o más atravesados con su acompañamiento. A
veces la frase puede sonar muy cruzada y esto se puede atemperar tratando de acentuar los
ataques que mejor interactuán con los acentos de la base (por ejemplo los que puedan coincidir
con la clave, o los acentos del chico o el repique en el caso del candombe).
Reubicaciones por subdivisión del motivo 11212
etc...
Otro entrenamiento posible consiste en experimentar con las diferentes acentuaciones de
un motivo. Es útil relacionar el ataque acentuado con una onomatopeya en particular. Por ejemplo,
el motivo 11212, acentuado en las corcheas sería tititá-titá, y acentuado en el primer y cuarto
ataque, tátiti-táti.
TI TI TÁ TI TÁ TÁ TI TI TÁ TI TI TÁ TI TÁ TI
Conclusiones
Bibliografía:
Ribeiro, Bianca (2017) “A rítmica de Gramani em uma perspectiva africanista”, UDESC, Santa
Catarina, Brasil.
Colli, A. (2014) “El contrapunto rítmico en la música popular: aportes para una sistematización” .
Ponencia presentada en las 2° Jornadas sobre Música Popular-Tradición e innovación,
encrucijadas didácticas, Universidad Nacional de La Plata, diciembre de 2014.