Diplomado de Urgencias Cardiovasculares Medichi PDF
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ERRNVPHGLFRVRUJ
MÓDULO 1
SÍNDROME CORONARIO AGUDO CON ELEVACIÓN DEL SEGMENTO
ST Año 2014
Responsables del Módulo: Dr. Juan Ramón Soto Silva - Dr. Fernando Florenzano
Duración del Módulo: Lunes 02 de junio hasta el Domingo 15 de junio de 2014
Introducción
En octubre del año 2012 se publicó la Tercera Definición Universal de Infarto del
Miocardio.1 Esto implica que han existido dos definiciones previas; la primera de
ellas data de hace 13 años atrás (año 2000). Desde el punto de vista de la
anatomía patológica un infarto cardíaco se define como la muerte de células
miocárdicas como consecuencia de una isquemia prolongada, entendiéndose por
prolongada 20 minutos o más. El infarto del miocardio tarda alrededor de seis
semanas en cicatrizar completamente a contar de su primera manifestación clínica
y/o de otra naturaleza (electrocardiográfica y/o elevación de marcadores séricos
de necrosis miocárdica).1
TABLA 1
Definición de Infarto Agudo del Miocardio
Elevación y/o caída de un marcador de necrosis miocárdica + al menos 1 de los
siguientes:
Síntomas de isquemia miocárdica (p.e., angina de pecho)
Cambios ECG de isquemia aguda (ST/T) o un BCRI haz de His nuevo
Ondas Q patológicas en el ECG
Imágenes (pérdida de miocardio viable o alteraciones de la motilidad segmentaria)
Detección de trombo intracoronario en la coronariografía o autopsia
(El
marcador
de
necrosis
debe
ser,
idealmente,
una
troponina;
en
su
defecto,
CK-MB.
ECG:
electrocardiograma.
BCRI:
bloqueo
completo
de
rama
izquierda)
TABLA 2
Otras situaciones que se clasifican como IAM
(ECG:
electrocardiograma.
IAM:
infarto
agudo
del
miocardio.
PCI:
intervención
coronaria
percutánea.
VMN:
valor
máximo
normal).
La definición que comentamos permite clasificar los IAM en 5 grupos,1 lo cual tiene
importancia conceptual. Estos grupos son:
Esta condición, denominada infarto agudo del miocardio (IAM) con elevación del
segmento ST, es la manifestación más grave de la cardiopatía coronaria con la
excepción de la muerte súbita de origen coronario.
SCA
GRAVEDAD
FIGURA
1
扯潫獭敤楣潳牧
La gran mayoría de las veces se produce debido a una trombosis coronaria aguda
sobre la base de enfermedad coronaria ateroesclerótica (IAM tipo 1). El trombo
ocluye completamente el lumen del vaso, lo que se suele manifestar
electrocardiográficamente por elevación del segmento ST en las derivaciones
electrocardiográficas contiguas que corresponden a la pared afectada del
ventrículo izquierdo.2
FIGURA
2
Progresión de la ateroesclerosis humana
(De: Libby P. Circulation 2001; 104:365)
Las células musculares lisas de la placa son importantes puesto que son
responsables de la producción de gran parte de la matriz extracelular de dicha
placa contribuyendo así a su progresiva degradación y favoreciendo su ruptura.
Entonces, sobreviene la trombosis sobre la placa que se ha accidentado: si el
trombo es totalmente
FIGURA
3
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA 4
Introducción
Debido a que la ateroesclerosis coronaria tiene un rol patogénico fundamental en
la mayoría de los casos de SCA, los factores de riesgo cardiovascular causantes
de ateroesclerosis son, en general, similares a los que se relacionan con los SCA.5
La figura 5 muestra algunos de los factores de riesgo que se relacionan con las
enfermedades cardiovasculares
FIGURA 5
1. Dislipidemia
2. Tabaquismo
3. Hipertensión Arterial Sistémica
4. Diabetes Mellitus e Insulinorresistencia
5. Historia Familiar
6. Bajo Peso al Nacer6
7. Sedentarismo
8. Obesidad
9. Pobreza y Marginalidad
10. Estrés Emocional
11. Uso de Drogas Ilícitas
12. Apnea Obstructiva del Sueño
13. Niveles Elevados de Fibrinógeno Plasmático
14. Alteración de la Función Fibrinolítica (PAI –1; t –PA; Dímero D)
15. Marcadores Inflamatorios Elevados (PCR; ICAM – 1; IL – 6)
1. Dislipidemia
2. Tabaquismo
La cesación de este hábito representa la intervención aislada más
importante en cardiología preventiva. Se ha demostrado que, comparado
con quienes no fuman, los fumadores de 20 o más cigarrillos al día tienen
un riesgo de desarrollar enfermedad coronaria 2 – 3 veces mayor. Los
efectos son dosis dependiente, observándose un aumento del riesgo aun
fumando tan poco como 1 – 4 cigarrillos/día.5
El tabaquismo actúa sinérgicamente con los anticonceptivos hormonales,
poniendo a las mujeres en edad fértil que fuman, en un riesgo
particularmente alto.5
Además del riego de enfermedad coronaria, el consumo de cigarrillos
aumenta significativamente el riesgo de muerte súbita de origen cardíaco,
de aneurismas aórticos, de enfermedad vascular periférica sintomática y de
ataque cerebro vascular isquémico
Para dejar de fumar es vital la educación del paciente y su familia,
idealmente mediante la intervención de un equipo multidisciplinario como se
expuso arriba. De ser necesario, puede ser de ayuda el uso de métodos de
reemplazo de la nicotina, en la forma de parches de aplicación cutánea o de
chicles. En ciertos casos, puede ser útil la prescripción del medicamento
bupropión o vareniclina, siempre que no existan contraindicaciones.
3. Hipertensión arterial sistémica (HTA)
HTA es frecuentemente un factor de riesgo silente. En parte por esto, se
estima que solo un 20 – 25% de los hipertensos reciben terapia efectiva.
HTA se correlaciona en forma clara con un mayor riesgo de accidente
vascular encefálico (AVE) e infarto del miocardio (IM). Actualmente se sabe
que no sólo la HTA diastólica es importante, sino que aún más lo es la HTA
sistólica, incluso cuando se presenta en forma aislada como suele
observarse en personas de edad avanzada. Esto se ha hecho evidente en
estudios clínicos que han mostrado beneficio en reducir el riesgo de AVE e
IM al tratar la HTA sistólica aislada en ancianos. De gran importancia es
también la presión de pulso, es decir, la diferencia entre presión arterial
sistólica y diastólica: cuanto mayor es esta, tanto mayor es el riesgo de
eventos cardiovasculares adversos. Las primeras medidas para normalizar
las cifras de presión arterial deben ser no farmacológicas: bajar de peso,
actividad física, reducir la ingesta de sodio y disminuir el consumo de
扯潫獭敤楣潳牧
alcohol. Sin embargo, con frecuencia estas indicaciones generales no
bastan para alcanzar el control de las cifras tensionales, debiendo
agregarse fármacos. En la mayoría de los hipertensos, el objetivo es lograr
cifras de presión arterial <140/90 mmHg; sin embargo, en algunos
subgrupos la meta es aún menor, <130/80 mmHg en hipertensos diabéticos
e hipertensos con nefropatía y
proteinuria5.
Algunos pacientes presentan, días o semanas antes del IAM, angina de pecho de
reciente comienzo y pequeños esfuerzos o bien angina de pecho en reposo, es
decir, manifestaciones de angina inestable que preceden la presentación del IAM y
que constituyen síntomas prodrómicos. Frecuentemente estos síntomas son
relativamente leves de modo que el paciente no consulta por ellos.2,8
El dolor del IAM con elevación del segmento ST es, la mayoría de las veces,
intenso y prolongado durando más de 30 minutos y frecuentemente varias horas.
Su ubicación es característicamente retroesternal y su cualidad es opresiva. Se
puede irradiar hacia la zona cubital de ambos brazos, hombros, cuello, mandíbula,
región interescapular y epigastrio.2,8 Este cuadro se puede asociar a síntomas
neurovegetativos tales como diaforesis, náuseas y vómitos.2,8
Existen sin embargo, algunas presentaciones atípicas que son más frecuentes en
ciertos subgrupos de pacientes como diabéticos, ancianos y mujeres. Estas
presentaciones atípicas pueden dividirse ampliamente en 2 categorías: 1. Las
referentes a la localización del dolor y 2. las que dicen relación con el tipo de
síntoma. En cuanto a la localización, lo atípico consiste en que el dolor se ubique
en algunas de las zonas de irradiación características pero en ausencia del dolor
retroesternal o torácico. En relación al tipo de síntoma, existen pacientes que
pueden no tener dolor sino solo disnea o una sensación de fatiga / debilidad o
palpitaciones. Por último, existen pacientes que pueden tener un IAM con
elevación de ST silente, sin ningún síntoma significativo y que suelen ser
detectados por un electrocardiograma de rutina que muestra ondas Q patológicas.
Esta última forma de expresión es más frecuente en diabéticos.
Las mujeres, con mayor frecuencia que los varones, pueden presentarse con
disnea, diaforesis, náuseas y vómitos o dolor en brazos y hombros en ausencia de
dolor torácico propiamente tal, lo que dificulta el diagnóstico y requiere un alto
índice de sospecha clínica.2,8
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA
6
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA
7
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA 8
e) Temperatura corporal
La con cierta frecuencia, los pacientes con un infarto agudo del miocardio
extenso, presentan algún grado de fiebre como consecuencia de la liberación
de mediadores inflamatorios desde el tejido necrótico. La fiebre suele
presentarse dentro de la primeras 24 o 48 horas y se resuelve
espontáneamente durante el cuarto o quinto día de la evolución.9,10
f) Frecuencia Respiratoria
En pacientes sin insuficiencia cardíaca, esta se observa levemente elevada como
consecuencia del dolor y ansiedad. En pacientes con insuficiencia cardíaca, la
frecuencia respiratoria se correlaciona con la gravedad de la disfunción ventricular.
Por otro lado, pacientes evolucionando con edema pulmonar agudo pueden tener
frecuencias respiratorias que rebasen los 40 ciclos por minuto.2
扯潫獭敤楣潳牧
a) Yugulares
En general son normales. La excepción la constituye el infarto agudo que
compromete el ventrículo derecho, situación en que estos vasos suelen
observarse distendidos por disfunción de esta cámara o insuficiencia
tricuspídea secundaria a isquemia de los músculos papilares respectivos o a
dilatación ventricular derecha con subsecuente tracción de los velos
tricuspídeos por los músculos papilares y dilatación del anillo valvular.2,8,9,10
b) Carótidas
Su palpación y auscultación es útil: la presencia de soplos apoya la presencia
de enfermedad ateroesclerótica.
Asimismo, si su amplitud está reducida, sugiere un bajo volumen sistólico
expulsivo, como se observa en presencia de ciertas complicaciones mecánicas
del IAM o en el shock cardiogénico ya establecido.2,8,9
c) Tórax
Crepitaciones pulmonares son auscultables en pacientes que evolucionan con
disfunción sistólica del ventrículo izquierdo o que presentan una disminución de
la distensibilidad ventricular izquierda en el curso de un SCA. Sibilancias
difusas pueden ser audibles también en pacientes con disfunción sistólica
importante del ventrículo izquierdo. En 1967, Killip ideó un esquema de
clasificación pronóstica basado en la presencia e intensidad de las
crepitaciones pulmonares detectables durante un infarto agudo del miocardio.
Esta clasificación se detalla a continuación:2
FIGURA
9
扯潫獭敤楣潳牧
Los fundamentos de proceder con la mayor celeridad posible a reperfundir el
miocardio son:
FIGURA
10
扯潫獭敤楣潳牧
Electrocardiograma
que
ilustra
un
IAM
de
pared
inferior
con
elevación
del
segmento
ST
particularmente
notoria
en
D3
y
aVF.
FIGURA
11
Electrocardiograma
que
muestra
un
IAM
asociado
a
elevación
del
segmento
ST
en
las
derivaciones
precordiales,
especialmente
evidente
en
V2,
V3,
V4
y
V5.
Nótese
que
en
estas
mismas
derivaciones
ya
se
ha
constituido
una
onda
Q.
扯潫獭敤楣潳牧
Figura
12.
ECG
de
un
IAM
de
pared
anterior.
Nótese
la
acentuada
elevación
de
ST
en
V2,
V3,
V4,
V5
y
V6,
como
también
en
D1
y
aVL.
Se
observan
algunos
extrasístoles
ventriculares
aislados
sobre
un
ritmo
de
base
que
es
sinusal.
Este
tipo
de
trazado
suele
observarse
cuando
ocurre
una
oclusión
aguda
del
segmento
proximal
de
la
arteria
descendente
anterior.
扯潫獭敤楣潳牧
Figura
13.
ECG
similar
al
de
la
figura
…..
observándose
una
acentuada
elevación
de
ST
en
las
derivaciones
precordiales
(V2
–
V6)
y
en
D1
y
aVL.
La
depresión
de
ST
en
derivaciones
correspondientes
a
la
pared
inferior
se
denominan
cambios
de
ST
recíprocos.
En
este
caso
no
se
observan
extrasístoles
ventriculares.
Figura
14.
Este
ECG
ilustra
otro
caso
de
infarto
de
pared
anterior,
pero
en
este
caso,
la
elevación
de
ST
es
más
circunscrita
ya
que
no
hay
elevación
de
ST
en
V5
y
V6.
Este
tipo
de
IAM
se
denomina
anteroseptoapical.
扯潫獭敤楣潳牧
Figura
15.
Este
ECG
ilustra
un
IAM
de
pared
lateral
predominantemente,
puesto
que
la
elevación
del
segmento
ST
es
notoria
en
derivaciones
que
exploran
la
pared
lateral
del
ventrículo
izquierdo
como
son
V5,
V6,
D1
y
aVL.
El
importante
supradesnivel
evidente
en
V4
sugiere
que,
además
de
la
pared
lateral,
hay
compromiso
apical.
Figura
16.
ECG
que
muestra
un
IAM
de
pared
inferior.
Es
notable
en
este
trazado
la
elevación
de
ST
en
derivaciones
que
exploran
la
pared
inferior
como
son
D2,
D3
y
aVF.
La
profunda
depresión
de
ST
en
V1
y
V2
pudiera
representar
la
imagen
especular
de
una
elevación
de
ST
en
la
pared
ínfero
–
lateral
(posterior)
del
ventrículo
izquierdo.
La
elevación
de
ST
podría
demostrarse
si
se
obtiene
un
ECG
que
incluya
derivaciones
adicionales
(V7,
V8
y
V9).
扯潫獭敤楣潳牧
Las condiciones que se pueden prestar a confusión con el IAM con elevación del
segmento ST son:14
1. En alrededor del 90% de los varones jóvenes existe cierto grado de
elevación de ST, particularmente en las derivaciones precordiales y
especialmente en V2. Este tipo de elevación de ST es cóncavo y
扯潫獭敤楣潳牧
dada su alta frecuencia en varones es un hallazgo normal, no una
variante normal. Algunos autores lo denominan patrón masculino
(Figura 17).
FIGURA
17
Trazados
electrocardiográficos
que
ilustran
elevaciones
de
ST
normales
y
variantes
normales.
El
trazado
1
muestra
el
patrón
electrocardiográfico
normal
que
se
observa
en
cerca
del
90%
de
varones
jóvenes
y
sanos,
con
elevación
ST
en
las
derivaciones
扯潫獭敤楣潳牧
precordiales,
especialmente
en
V2
y
V3
siendo
la
elevación
cóncava.
El
trazado
2
muestra
el
patrón
característico
de
la
repolarización
precoz,
con
elevación
ST
cóncava,
más
acentuada
en
V4
donde
se
observa
una
escotadura
en
el
punto
J
y
ondas
T
relativamente
altas.
El
trazado
3
ejemplifica
otro
tipo
de
variante
normal,
más
difícil
de
catalogar
como
normal
ya
que
la
fase
terminal
de
las
ondas
T
es
negativa;
este
tipo
de
trazado
es
más
infrecuente
en
Chile,
siendo
más
común
en
población
afroamericana
en
los
EE.UU.
Los
autores
recomendamos
precaución
en
nuestro
medio
con
este
último
tipo
de
trazado
debiendo
considerarse
inicialmente
como
anormal.
FIGURA
18
En
esta
figura
se
presentan
7
trazados
electrocardiográficos
distintos.
De
cada
trazado
se
muestran
las
derivaciones
V1,
V2,
V3
y
D2.
El
trazado
1
corresponde
a
un
paciente
con
hipertrofia
del
ventrículo
izquierdo.
El
trazado
2
proviene
de
un
paciente
con
un
bloqueo
completo
de
la
rama
izquierda
del
haz
de
His.
El
trazado
3
fue
obtenido
de
un
paciente
con
pericarditis
aguda.
Este
tipo
de
trazado
es
notable
por
ser
el
único
que
presenta
elevación
de
ST
en
las
derivaciones
precordiales
y
en
D2
adicionalmente
de
haber
depresión
del
segmento
PR.
El
trazado
4
evidencia
una
elevación
de
ST
debida
a
hiperkalemia;
una
clave
a
esta
posibilidad
está
dada
por
la
onda
T
alta,
de
base
estrecha
y
acuminada
en
V3.
El
trazado
5
corresponde
a
un
paciente
con
un
IAM
genuino,
anteroseptal.
El
trazado
6
proviene
de
un
paciente
con
un
IAM
anteroseptal
genuino
y
un
bloqueo
de
rama
derecha
asociado.
El
trazado
7
pertenece
a
un
paciente
con
síndrome
de
Brugada.
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA
19
Esta
figura
muestra
2
trazados
electrocardiográficos
visualizándose
las
derivaciones
precordiales
de
cada
uno
de
ellos.
El
trazado
1
corresponde
a
un
paciente
que
ha
sufrido
una
embolía
pulmonar
masiva.
El
trazado
2
corresponde
a
un
paciente
que
presenta
elevación
de
ST
muy
importante
inmediatamente
después
de
una
cardioversión
eléctrica.
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA
20
Bloqueo
completo
de
rama
izquierda
del
haz
de
His
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA
21
11. Hipertrofia ventricular izquierda. Cuando existe esta condición, por ejemplo
en un paciente con hipertensión arterial grave y de larga evolución, junto con las
ondas R prominentes en V5, V6, aVL y D1, existen ondas S profundas en V1 y
V2; cuanto más profundas las ondas S, más elevado se aprecia el ST en estas
últimas derivaciones. Ayudan a diferenciar el hecho que el supradesnivel suele
ser cóncavo en el caso de la hipertrofia y la presencia de otros signos de
hipertrofia ventricular izquierda (Figura 18).
Además, en el curso del IAM, el ECG nos permite detectar trastornos nuevos de
la conducción eléctrica cardíaca o arritmias. Algunos de estos signos
electrocardiográficos tienen gran importancia en el manejo terapéutico de estos
pacientes. Nos ocuparemos de esto más adelante dentro de este capítulo.
¿Cómo es que el análisis cuidadoso del ECG nos puede orientar respecto a
cuál es el vaso culpable? En los párrafos que siguen procuraremos dar
respuesta a esta pregunta.
En esta clase de IAM el vaso culpable puede ser la arteria coronaria derecha
(en el 80% de los casos) o bien la arteria circunfleja. Si la elevación del
segmento ST es más acentuada en D3 que en D2 y además hay una depresión
de ST en aVL (y a veces en D1) >1 mm, lo más probable es que el vaso
responsable sea la coronaria derecha y no la circunfleja. Si
adicionalmente coexiste una elevación de ST significativa en V1, es sugerente
que la obstrucción de la coronaria derecha es en su segmento proximal y, haya
asociado, compromiso de infarto del ventrículo derecho. En esta última
situación, como se mencionó antes, es apropiado obtener el trazado con
derivaciones electrocardiográficas adicionales, V3R y V4R. Si en estas últimas
derivaciones apreciamos un supradesnivel significativo de ST, se confirma que
además de un IAM de pared inferior del ventrículo izquierdo, estamos en
presencia de necrosis del ventrículo derecho lo cual tiene implicancias
terapéuticas específicas. En cambio, cuando el vaso culpable es la arteria
circunfleja la elevación de ST en D3 no es mayor que en D2 y el segmento ST
en aVL es isoeléctrico o puede estar elevado. Si en presencia de elevación de
ST en D2, D3 y aVF existe además un infradesnivel significativo de ST en V1 y
V2 esto también es indicativo de que el vaso responsable es la circunfleja,
tratándose posiblemente de un infarto ínfero – lateral15 (Figuras 16 y 22).
扯潫獭敤楣潳牧
扯潫獭敤楣潳牧
Ante esta situación, las guías de práctica clínica internacionales indican que
si el BCRI es nuevo, debe asumirse que el paciente está cursando con un
IAM con elevación de ST y, en consecuencia, proceder a la apertura
urgente del vaso en forma farmacológica (trombolisis) o mecánica
(angioplastía primaria). Esta recomendación proviene de la experiencia de
mega ensayos clínicos que sugieren que pacientes presentándose en un
servicio de urgencia con dolor torácico sugerente de un SCA y un BCRI en
sus electrocardiogramas, obtienen un beneficio de sobrevida si son
sometidos a trombolisis lo más precozmente posible.3,4
TABLA
3
Criterios de Sgarbossa para el Diagnóstico de IAM con Elevación de ST (en presencia de un BCRI)
Por otra parte, en 2011, fueron publicados 2 estudios que sugieren que en
pacientes con síntomas sugerentes de un SCA y un BCRI presumiblemente
nuevo la mayoría no tienen un infarto agudo del miocardio con arteria
ocluida que exija la apertura inmediata del vaso culpable. Ambos reportes
permiten pensar que las actuales guías de práctica clínica podrían tener
que ser revisadas a este respecto.
TABLA
4
Causas No Isquémicas de Daño Miocárdico con Elevación de Troponina
Miocarditis
Contusión
cardíaca
Shock
de
un
desfibrilador
automático
interno
Miocarditis
Fármacos
cardiotóxicos
(antraciclinas,
trastuzumab)
Insuficiencia
cardíaca
Miocardiopatía
por
estrés
(Takotsubo)
Embolía
pulmonar
grave
Hipertensión
pulmonar
grave
Sepsis
Pacientes
críticos
(UTI)
Insuficiencia
renal
Ataque
cerebro
vascular
/
Hemorragia
subaracnoídea
Enfermedades
infiltrativas:
amiloidosis,
sarcoidosis
Ejercicio
físico
extenuante
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
FIGURA
23
a) Trastornos Esofágicos
El reflujo gastroesofágico, como también el espasmo esofágico difuso,
pueden dar origen a síntomas que simulan el dolor cardíaco de tipo
isquémico. La manifestación clásica del dolor esofágico es la pirosis,
síntoma que es influenciado por cambios de la postura y por la ingestión de
alimentos. La pirosis puede asociarse a disfagia.
Por otra parte, el espasmo esofágico puede causar una molestia
retroesternal constante o un intenso dolor espasmódico durante o después
de la deglución. Una dificultad significativa para distinguir el dolor coronario
del esofágico, es que ambos pueden ser aliviados por el uso de nitritos, por
ejemplo, nitroglicerina sublingual. Sin embargo, ayuda a establecer la
distinción que el dolor esofágico suele responder favorablemente a la
ingestión de leche y antiácidos.
扯潫獭敤楣潳牧
b) Cólico Biliar
La colecistitis aguda y afecciones hepatobiliares relacionadas, pueden dar
origen a síntomas que simulan isquemia miocárdica. Por ello, debe siempre
considerarse en pacientes con dolor torácico atípico, especialmente en
aquellos que son diabéticos. El dolor es constante, suele durar 2 o 4 horas
y es más intenso en el hipocondrio derecho, pero también puede ser
percibido en el epigastrio o precordio. La ecotomografía abdominal es de
gran valor para aclarar el diagnóstico.
c) Costocondritis
En esta condición existe dolor en las uniones costocondrales, que puede
simular angina de pecho. Si durante el examen físico, al palpar estas
uniones, el paciente refiere que el dolor que lo ha llevado a consultar se
reproduce, ello es altamente sugerente de que la causa de los síntomas es
este y no un origen isquémico. El examen físico debe incluir, rutinariamente,
la palpación de la pared torácica.
d) Radiculitis Cervical; Bursitis, Tendinitis Hombro Izquierdo
La compresión de una raíz nerviosa cervical, en enfermedades
degenerativas de la columna cervical, puede causar un dolor en el hombro
y extremidad superior que puede confundirse con isquemia miocárdica. El
dolor puede ser permanente o generarse solo al mover el cuello, del mismo
modo que un dolor parecido a la angina de pecho puede ser causado al
mover el hombro afectado por bursitis, tendinitis, artrosis o artritis.
e) Pericarditis Aguda
Este tipo de dolor, puede a veces, confundirse con dolor de origen
isquémico. Ayudan a discriminar, que en la pericarditis aguda el dolor tiende
a ser permanente, suele aumentar con la inspiración y la tos y modificarse
con los cambios de posición corporales. Así, es típico que el dolor aumente
en decúbito supino y disminuya al sentarse inclinado hacia delante (postura
en “plegaria mahometana”). El dolor puede irradiarse al borde superior del
músculo trapezio izquierdo. No es aliviado por el uso de nitritos, sino más
bien por anti - inflamatorios no esteroidales. Además, cuando el dolor es de
origen pericárdico, suele verse en personas más jóvenes que las afectadas
por un SCA, pudiendo ser audibles frotes pericárdicos. Por último, la
pericarditis aguda se acompaña de ciertos cambios electrocardiográficos
característicos tales como elevación difusa del segmento ST y, en
ocasiones, depresión del segmento PR.
f) Disección Aórtica
Figura entre los diagnósticos diferenciales del infarto agudo del miocardio.
Se caracteriza por un dolor muy intenso que alcanza su acmé muy rápido,
casi de inmediato; esto último, puede ser un elemento útil de diferenciación.
Frecuentemente se irradia a la región dorsal y va migrando hacia caudal en
扯潫獭敤楣潳牧
la medida que la disección progresa. Pueden hacerse evidentes asimetrías
de pulsos; si la disección progresa hacia proximal (es decir, hacia el
corazón) se puede producir un IAM por oclusión del óstium de una arteria
coronaria, más frecuentemente la coronaria derecha, o puede auscultarse
un soplo de insuficiencia aórtica por compromiso del anillo valvular aórtico
con dilatación de la raíz aórtica. Adicionalmente, puede haber ruptura hacia
la cavidad pleural izquierda o hacia el saco pericárdico, produciéndose un
taponamiento cardíaco (Figura 24).
FIGURA 24
TABLA
5
TERAPIA
ANTITROMBÓTICA
ADYUVANTE
A
LA
REPERFUSIÓN
POR
ANGIOPLASTIA
1ª
Antiagregante
Plaquetaria
Ácido
acetilsalicílico
• Dosis
de
carga
250
–
300
mg
• Dosis
de
mantención
100
mg/día
(indefinido)
Bloqueadores
Receptor
P2Y12
Dosis
de
carga
• Clopidogrel
600
mg
lo
antes
posible
o
en
el
momento
de
ICP
• Ticagrelor
180
mg
lo
antes
posible
o
en
el
momento
de
ICP
Dosis
de
Mantención
si
se
ha
implantado
un
stent
• Clopidogrel
75
mg/día
por
1
año
• Ticagrelor
90
mg
cada
12
horas
por
1
año
Terapia
Anticoagulante
• Heparina
no
Fraccionada
70
–
100
U/kg
para
alcanzar
ACT
terapéutico
ICP:
intervención
coronaria
percutánea.
ACT:
tiempo
de
coagulación
activado.
(Tabla
adaptada
de
la
referencia
nº
6)
扯潫獭敤楣潳牧
TABLA
6
TERAPIA
ANTITROMBÓTICA
ADYUVANTE
A
LA
REPERFUSIÓN
POR
TROMBOLISIS
Terapia
Antiagregante
Plaquetaria
Ácido
acetilsalicílico
• Dosis
de
carga
250
–
300
mg
• Dosis
de
mantención
100
mg/día
(indefinido)
Bloqueadores
Receptor
P2Y12
• Clopidogrel
Edad
≤ 75
años:
dosis
de
carga
de
300
mg
Mantención:
75
mg/día
por
14
días
pudiendo
extenderse
a
1
año
Edad
>75
años:
sin
dosis
de
carga;
solo
75
mg
Mantención:
75
mg/día
por
14
días
pudiendo
extenderse
a
1
año
Terapia
Anticoagulante
• Heparina
no
Fraccionada
Bolo
IV
de
60
U/kg,
máximo
4.000
U
Mantención:
infusión
inicial
a
12
U/kg/hora
(máx
1.000
U/h)
por
48
horas
(TTPA:
1,5
–
2
veces
valor
basal)
• Enoxaparina
Si
<75
años,
1
mg/kg
SC
cada
12
horas
(máx
100
mg
por
las
primeras
2
dosis)
Si
≥ 75
años,
0,75
mg/kg
SC
cada
12
horas
(máx
75
mg
por
las
primeras
2
dosis)
Sin
importar
la
edad,
si
clearance
creatinina
<30
mL/min,
1
mg/kg
SC
cada
24
horas
Duración:
mientras
dure
la
hospitalización
o
hasta
cumplir
8
días
o
hasta
revascularización
• Fondaparinux
Dosis
inicial
2,5
mg
IV;
al
día
siguiente:
2,5
mg
SC/día
Duración:
mientras
dure
la
hospitalización
o
hasta
cumplir
8
días
o
hasta
revascularización
Contraindicado
si
clearance
creatinina
<30
mL/min
Cuando
se
utiliza
estreptoquinasa
como
trombolítico
NO
se
emplea,
en
general,
anticoagulantes.
TTPA:
tiempo
parcial
de
tromboplastina
activado
SC:
Subcutáneo
(Tabla
adaptada
de
la
referencia
nº
6)
扯潫獭敤楣潳牧
FIGURA 25
Una vez que se ha controlado el dolor anginoso propio del infarto, la morfina y
la nitroglicerina pueden ser discontinuadas. El aporte de oxígeno puede ser
mantenido si es necesario de acuerdo a la condición clínica del paciente y las
mediciones obtenidas a través de la oximetría de pulso. Por otra parte, los
beta – bloqueadores deben ser mantenidos salvo la presencia de alguna
contraindicación. Si se han utilizado dosis endovenosas de propranolol, se
puede efectuar el paso a dosis orales del mismo medicamento con cuidado
partiendo, por ejemplo, con 5 mg y observando la respuesta. Las dosis se van
titulando en forma progresiva hasta llegar habitualmente a una dosis de
mantención de 20 mg 3 veces al día.
Reperfusión Miocárdica
Tabla
8
Puntaje TIMI de Riesgo Dinámico para IM con elevación de ST
TROMBOLISIS
TABLA 9
TABLA 10
Hay que mencionar, eso sí, que un 36,3% de los pacientes del grupo
Tenecteplase requirió una angiografía coronaria de emergencia debido a un
fracaso de la trombolisis, es decir, tuvieron que pasar a la otra rama del
estudio debido a una causa superior (cross over). Asimismo, hubo más
hemorragias intracraneanas en el grupo asignado al trombolítico (1,0% versus
扯潫獭敤楣潳牧
0,2%, p = 0,04); sin embargo, al advertirse esto por el comité de dirección del
estudio, se realizó una enmienda al protocolo del ensayo que consistió en que
los pacientes de 75 años o más comenzaron a recibir la mitad de la dosis de
fibrinolítico. Una vez hecha esta modificación, la diferencia entre ambos
brazos en cuanto a hemorragias intracraneanas dejó de ser estadísticamente
significativa (0,5% versus 0,3%, p = 0,45).
TABLA
12
Dosis
de
Tenecteplase
(de
acuerdo
al
peso
corporal)
30
mg
si
peso
corporal
<60
Kg.
35
mg
si
peso
corporal
60
–
69,9
Kg.
40
mg
si
peso
corporal
70
–
79,
9
Kg.
45
mg
si
peso
corporal
80
–
89,9
Kg.
50
mg
si
peso
corporal
≥90
Kg.
Tenecteplase
puede
usarse
como
un
único
bolo
endovenoso
administrado
en
5
a
10
segundos
Angioplastia Primaria
Hoy día es práctica habitual que pacientes que han experimentado un IAM con
elevación de ST y que han sido sometidos a trombolisis exitosa teniendo
posteriormente una evolución sin incidentes, sean evaluados de todas formas
con una coronariografía electiva para definir con precisión la anatomía
coronaria y efectuar una eventual angioplastia o angioplastias en lesiones
ateroescleróticas residuales en la arteria responsable del infarto índice o en
otros vasos coronarios. En estos casos, evidentemente, la angioplastia o
angioplastias realizadas no son primarias.
Lesión de Reperfusión
Frente al paciente que ha tenido un infarto agudo del miocardio con elevación del
segmento ST, pero que no ha recibido terapia de reperfusión alguna (ni trombolisis
ni angioplastía primaria), es necesario considerar los motivos por los cuales los
pacientes no reciben un tratamiento de reperfusión.
Una de las causas más importantes es que el enfermo consulte tardíamente, es
decir, más allá de las 12 horas del inicio de los síntomas.
Otro motivo, puede ser que el paciente experimente una reperfusión espontánea.
Aun otra, es que los médicos tengan la percepción de una marcada fragilidad del
enfermo candidato al tratamiento de reperfusión, aunque no existan
contraindicaciones objetivas absolutas.
FIGURA 26
Otros fármacos
Una de las clases de fármacos más útiles son los β - bloqueadores dado que
reducen el consumo miocárdico de oxígeno y, por sus propiedades antiarrítmicas,
disminuyen la incidencia de muerte súbita.
Ácido acetilsalicílico
Clopidogrel o ticagrelor
Β – Bloqueador
Inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (p.ej.: enalapril).
Particularmente si la función ventricular quedó reducida.
Espironalactona (en pacientes con infartos extensos y disfunción ventricular
o riesgo elevado de remodelar adversamente)
Estatina (p.ej., atorvastatina o rosuvastatina)
FIGURA
27
Imagen
de
resonancia
magnética
cardíaca
que
ilustra
el
caso
excepcional
de
un
paciente
que
sufrió
un
IAM
limitado
solo
al
ventrículo
derecho;
el
ECG
muestra
elevación
de
ST
en
derivaciones
de
pared
inferior
y
en
V1,
V2,
V3
RV:
ventrículo
derecho.
LV:
ventrículo
izquierdo.
Las
cabezas
de
flecha
indican
dónde
ocurrió
el
IAM
en
la
pared
del
ventrículo
derecho.
(Reproducido
de:
Finn
AV,
Antman
EM.
N
Engl
J
Med
2003;349:1636)
Cuadro Clínico
Electrocardiograma
Tratamiento
TABLA
13
Tratamiento del IAM de la Pared inferior del VI con Extensión a VD
Cardioversión de taquiarritmias
Apoyo inotrópico Dobutamina
Si disfunción VI, ↓ post carga VD Balón contrapulsación intraórtico
Nitroprusiato / Hidralazina
Reperfusión precoz Angioplastia coronaria 1ª
Trombolisis sistémica
Si en shock cardiogénico Inhalación de óxido nítrico
Soporte mecánico de VD
Septostomía auricular percutánea
Taquicardia Ventricular
La presencia de 3 o más extrasístoles ventriculares consecutivos con ciclos R
– R ≤600 milisegundos (es decir, con una frecuencia de ≥100 latidos por
minuto) se denomina taquicardia ventricular.
Fibrilación Ventricular
Bradicardia Sinusal
Es más frecuente que se presente en los IAM de pared inferior, pero también
puede hacerse presente en los IAM de pared anterior; esta última
circunstancia comporta un mal pronóstico, no por el bloqueo AV de 3º grado,
sino por la extensa necrosis de tejido miocárdico asociada.
扯潫獭敤楣潳牧
TABLA 14
Clase
†
Indicaciones de Inserción de Marcapasos Transitorio en el IAM
I
Asistolia
Bradicardia sintomática [incluye BS y BAV 2º grado Mobitz I con hipotension]
Bloqueo de rama bilateral [BRI alternando con BRD o BRD alternando con HBIA o HBIP]
Bloqueo bifascicular nuevo o de edad indeterminada [BRD + HBIA o HBIP o BRI] y PR largo
Bloqueos Intraventriculares
Los pacientes que tienen un mayor riesgo de hacer esta complicación son los
añosos, hipertensos y que han tenido un IAM extenso.
TABLA 15
TABLA
16
Patrones Hemodinámicos de Situaciones Clínicas Frecuentes
AD: aurícula derecha; VD: ventrículo derecho; AP: arteria pulmonar; PCP: presión de capilar
2
pulmonar; IC: índice cardíaco expresado en L/minuto/m . IAM: infarto agudo del miocardio.
Del total de los pacientes que se presentan con un IAM con elevación de ST,
aproximadamente un 5 – 8 % desarrollarán un shock cardiogénico.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
1
MÓDULO 2
Introducción
En el módulo anterior hemos revisado con relativa profundidad los
aspectos referentes al síndrome coronario agudo con elevación del segmento
ST (SCA con elevación ST), refiriéndonos a sus síntomas, signos en el examen
físico y factores de riesgo. En consecuencia, en el módulo actual no será
necesario volver a abordar aquellos tópicos sino que nos centraremos en la
definición, características fisiopatológicas, clasificación clínica (formas de
presentación), estratificación de riesgo y tratamiento de los síndromes
coronarios agudos sin elevación del segmento ST (SCA sin elevación ST).
2
Angina Inestable
(Sin ↑ de marcadores séricos de necrosis)
SCA sin ↑ ST
IAM sin ↑ ST
(Con ↑ de marcadores séricos de necrosis)
FIGURA 1
Epidemiología
Ha existido un cambio en la epidemiología de los SCA, y desde un
predominio de infartos con supradesnivel de ST hace algunas décadas atrás,
actualmente, de acuerdo a datos estadísticos norteamericanos, si
consideramos el total de los ingresos hospitalarios por un SCA, la mayoría
corresponden a SCA sin elevación ST (1.24 millones hospitalizaciones/año por
SCA sin elevación ST versus 0.33 millones de hospitalizaciones/año por SCA
con elevación ST). En parte, este cambio de incidencia puede deberse a una
mayor disponibilidad de biomarcadores hoy en día (Figura 2)
3
FIGURA 2
*Primary and secondary diagnoses. †About 0.57 million NSTEMI and 0.67 million UA.
Heart Disease and Stroke Statistics – 2007 Update. (Adaptado de: Circulation 2007;
115:69–171).
4
erosión. Como vemos, esto es similar a lo que ocurre en el SCA con elevación
de ST con la diferencia, notable, de que en el caso de los SCA sin elevación ST
la trombosis coronaria que resulta como consecuencia del accidente de placa
(ruptura o erosión) no oblitera completamente la luz del vaso coronario.
Algunas variaciones sobre el mismo tema incluyen: trombosis coronaria que
ocluye totalmente el lumen de la arteria pero existe algún grado, aunque
insuficiente, de circulación colateral; o bien esta oclusión es de muy corta
duración, por acción eficiente de los mecanismos trombolíticos endógenos; o
bien el mecanismo es el tromboembolismo hacia la microcirculación distal
desde un trombo intracoronario. Esta última situación probablemente da
cuenta de la elevación de los marcadores de necrosis que se hace evidente en
muchos de estos pacientes.
5
alteraciones electrocardiográficas de isquemia miocárdica como depresión del
segmento ST o inversión de las ondas T, incluso con biomarcadores positivos.
6
coronario puede ocurrir en vasos sin o con lesiones ateroescleróticas. Si bien
no es lo habitual, los episodios de este tipo de angina se pueden asociar a
taquicardia ventricular o a bloqueo aurículo ventricular de alto grado,
habiéndose reportado también casos de muerte súbita. Asimismo, si el
espasmo es muy prolongado (lo que no es lo usual) el cuadro puede culminar
en un infarto agudo del miocardio.
7
Tabla 1
Muerte o IM
CLASE DEFINICIÓN
a 1 año
Angina intensa de reciente comienzo o
Clase I 7.3%
acelerada; no en reposo
Angina de reposo en el último mes; no en
Clase II 10.3%
últimas 48 horas
Clase III Angina de reposo en las últimas 48 horas 10.8%
Circunstancias
Clínicas
En presencia de condiciones extracardíacas
A. Angina 2ª 14.1%
que agravan la isquemia
B. Angina 1ª En ausencia de condiciones extracardíacas 8.5%
C. Angina post- Dentro de las 1as dos semanas después de
18.5%
infarto un IAM
Intensidad de
Tratamiento
1. En ausencia de tratamiento para angina
de pecho estable
2. Durante tratamiento para angina de
pecho estable
3. Pese a terapia farmacológica máxima
Cambios ECG
Sin cambios transitorios de ST – T durante
el dolor
Con cambios transitorios de ST – T durante
el dolor
8
Esta clasificación, además de ayudar a ordenar los conceptos, tiene valor
pronóstico, contribuyendo a estratificar el riesgo. Siguiendo esta clasificación,
cuando hay angina en reposo (clase II o III) el riesgo de una evolución adversa
es mayor que cuando la angina es solo de reciente comienzo o acelerada (clase
I). En cuanto a la circunstancia clínica, la angina inestable post – IAM tiene
muy alto riesgo, mayor que la angina inestable secundaria y esta última, a su
vez, tiene más riesgo que la angina inestable primaria. Si prestamos atención
ahora a la intensidad del tratamiento, obviamente tiene mayor riesgo la angina
inestable que se presenta pese a un tratamiento médico anti - isquémico
intensivo que aquella que sobreviene en ausencia de toda terapia. Por último,
la clasificación también incluye las características del electrocardiograma de
reposo en forma dicotómica (normal versus anormal).
La intensidad de la angina, es decir, si se presenta ante esfuerzos leves,
moderados, mínimos o incluso en reposo, ha sido sistematizada mediante una
clasificación propuesta por la Sociedad Cardiovascular Canadiense, la que se
presenta en la tabla 2
Tabla 2
Clase Descripción
Actividad física habitual no causa angina; esta aparece ante ejercicio físico
I
extenuante, rápido o prolongado
Limitación leve a la actividad física habitual. Angina se presenta al caminar
II
rápido o subir escaleras rápidamente
Angina se presenta al caminar <2 cuadras o subir 1 piso de escaleras a paso
III
normal y bajo condiciones normales
Cualquier actividad física causa malestar torácico o angina; angina de pecho
IV
puede estar presente en reposo
Siempre desde un punto de vista clínico, ante un paciente con dolor torácico y
mediante la información provista por la historia, el examen físico, el ECG de
reposo y los marcadores séricos de necrosis miocárdica, el médico puede
asignar a los pacientes a una de las cuatro categorías siguientes:
9
4. Síndrome coronario agudo (SCA) definitivo (es decir, claro o categórico.
Traducción del inglés “definite”).
Los pacientes con un SCA posible son aquellos que han experimentado
un episodio reciente de malestar torácico en reposo, no completamente típico
de isquemia miocárdica, que están sin dolor al momento de ser evaluados
inicialmente, tienen un ECG normal o sin cambios respecto a un trazado previo
y cuyos marcadores séricos de necrosis miocárdica iniciales son negativos.
Ante este tipo de pacientes es apropiada la observación adicional en el mismo
servicio de urgencia o, mejor aún, en un recinto especializado como puede
serlo una unidad de dolor torácico. De acuerdo a la disponibilidad de camas,
estos pacientes pueden ser también hospitalizados para completar su
observación y estudio.
Los pacientes con un SCA definitivo son aquellos que han experimentado
un episodio reciente de malestar torácico isquémico típico. También se incluyen
en esta categoría los pacientes que presentan un patrón acelerado de una
angina de pecho estable previa, especialmente si el episodio ha ocurrido en
reposo. Este tipo de enfermos aunque estén evolucionando con un SCA
definitivo, pueden categorizarse aún más en 2 subgrupos:
10
Es un estudio interesante que plantea atractivas perspectivas futuras
para el manejo de este tipo de pacientes. Sin embargo, se requieren más
estudios que confirmen estos hallazgos y que la TnTas se haga más
ampliamente disponible antes de adoptar en forma generalizada la conducta
propuesta por estos investigadores.
Estratificación de Riesgo
Los pacientes que se presentan con un SCA sin elevación ST constituyen
un grupo heterogéneo en cuanto a su riesgo de mortalidad cardiovascular y de
eventos isquémicos recurrentes no fatales. Por esto, métodos que permitan
una estratificación de riesgo lo más precisa posible tienen una gran utilidad.
Específicamente, ayudan a tomar decisiones clínicas relevantes tales como:
1. Determinar el lugar de la hospitalización dentro del hospital si esta es
considerada necesaria (por ejemplo, unidad de intensivo coronario o
intermedio coronario o seguimiento ambulatorio).
2. Determinar la factibilidad y seguridad de proceder a realizar una prueba
de provocación de isquemia (por ejemplo, test de esfuerzo).
3. Determinar la necesidad de utilizar algunas terapias farmacológicas más
complejas y costosas como bloqueadores del receptor GP IIb/IIIa (es decir,
fármacos tales como tirofibán o eptifibatide).
4. Determinar la necesidad de proceder a una arteriografía coronaria y
cuándo efectuarla.
11
Tabla 3
Puntaje de Riesgo TIMI para Angina Inestable e IAM sin ↑ ST
CV: cardiovascular
ASA: ácido acetilsalicílico
ECG: electrocardiograma
FIGURA 3
Figura 3: Gráfico que ilustra cómo cuantos más puntos se acumulan del puntaje TIMI aumenta
la incidencia de eventos adversos. Así, cuando hay solo 0 o 1 punto, el riesgo de eventos
adversos es de <5%; en cambio, si hay 6 o 7 puntos el riesgo se eleva >40%.
(De Antman E. JAMA 2000; 284:835)
12
Puede resultar curioso y aparentemente paradójico que el uso previo de ácido
acetilsalicílico haya probado ser, en este score al menos, un indicador de
mayor riesgo. Algunos expertos han adelantado la hipótesis que esta aparente
contradicción pudiera haberse dado debido a la existencia de sujetos con
resistencia a este medicamento. El score es simple y puede utilizarse
manualmente pero, además, está disponible en el sitio de Internet
www.timi.org.
El puntaje GRACE (global registry of acute coronary events) es un
método de puntuación para estratificar riesgo (tabla 4) que ha adquirido
creciente popularidad entre los clínicos, siendo su base de evidencia más
amplia que la del TIMI score. Es aplicable para los cuadros clínicos que nos
ocupan en este módulo pero también para el SCA con elevación ST. Adolece de
la desventaja relativa de una mayor complejidad al incorporar un mayor
número de variables. Esta herramienta de estimación de riesgo está disponible
en www.outcomes-umassmed.org/grace
Tabla 4
13
FIGURA 4
14
FIGURA 5
Por otra parte, en el contexto de los SCA sin elevación ST, la depresión del
segmento ST (figura 6)
FIGURA 6
15
electrocardiográfico de riesgo alto en angina inestable e IM sin elevación de ST. El paciente que
ilustra este trazado tiene una lesión severa en el tronco de la coronaria izquierda.
FIGURA 7
16
FIGURA 8
17
Sin embargo, el riesgo de sucesos cardiovasculares como muerte de
origen cardíaco o la recurrencia de nuevos episodios isquémicos cardíacos no
fatales, en los meses siguientes al evento índice, es mayor en pacientes que
han tenido un SCA sin elevación ST que en pacientes que han tenido un IAM
con elevación de ST. Esto puede explicarse porque en el primer grupo (SCA sin
elevación ST) existe per se una mayor posibilidad de recurrencia de eventos
isquémicos dado que en estos con más frecuencia pueden persistir regiones del
miocardio afectadas de isquemia residual. En contraste, en pacientes que han
tenido un IAM con elevación ST, más a menudo el evento se “ha completado”
sin dejar otros territorios del ventrículo izquierdo con isquemia residual,
habiendo entonces menos riesgo relativo de tener otros cuadros coronarios
agudos en el futuro. Además, los pacientes que han tenido un SCA sin
elevación ST suelen ser de mayor edad, tener enfermedad coronaria más
extensa y más enfermedades asociadas tales como diabetes mellitus o
insuficiencia renal que su contraparte que ha experimentado un IAM con
elevación ST.
Medidas Generales
Son similares a las que han sido descritas en el módulo 1 para el IAM
con elevación de ST.
18
casos de congestión pulmonar y, a través de una reducción de la precarga
ventricular izquierda, puede contribuir a disminuir el grado de isquemia.
Nitritos
Tienen una gran utilidad para el alivio del dolor de origen isquémico
actuando a través de 2 mecanismos: 1. Vasodilatación coronaria y 2.
Disminución del consumo de oxígeno del miocardio (reducen el estrés parietal
del ventrículo izquierdo al reducir la precarga y postcarga de este).
Inicialmente se utilizan por vía sublingual (comprimidos de 0.6 mg.)
dados cada 5 minutos hasta por 3 dosis o hasta que se haya producido alivio
de los síntomas. Si esto no ha ocurrido, se suele continuar con una infusión
continua de nitroglicerina endovenosa (utilizando idealmente una bomba de
infusión continua) partiendo con una dosis inicial de 5 a 10 µg/min. Los
incrementos de dosis se pueden efectuar cada 5 minutos a razón de 5 - 10
µg/min cada vez hasta lograr un control de los síntomas o hasta que aparezca
hipotensión (presión arterial sistólica <100 mmHg). Rara vez es necesario
superar una dosis de 200 µg/min. para obtener el alivio de los síntomas
isquémicos.
Información derivada del ensayo clínico ISIS – 4 sugiere que los nitritos
no conceden un beneficio en la sobrevida de los pacientes, siendo sí muy útiles
en el tratamiento sintomático inicial por las razones ya expuestas. Por esto,
cuando se considere apropiado, pueden ser retirados del esquema terapéutico
gradualmente.
Beta – Bloqueadores
Se ha demostrado su beneficio para prevenir que sobrevenga isquemia
recurrente o un infarto/reinfarto. En pacientes evolucionando con un infarto
agudo del miocardio, sea sin o con elevación del segmento ST, reducen el
riesgo de fibrilación ventricular y, por ende, de muerte súbita.
19
En pacientes sin manifestaciones de insuficiencia cardíaca, sin gasto
cardíaco bajo ni con alteraciones significativas de la conducción aurículo –
ventricular, tales como PR >240 milisegundos, bloqueo AV de 2º o 3er grado,
recomendamos iniciar un β - bloqueador oral en dosis bajas dentro de las
primeras 24 horas del ingreso. En esta etapa inicial, conviene seleccionar un β
- bloqueador de vida media más bien corta tal como es propranolol en dosis de
10 – 20 mg cada 8 horas evaluando la tolerancia. El antecedente de
enfermedades bronquiales obstructivas (asma o enfermedad pulmonar
obstructiva crónica) constituyen contraindicaciones solo relativas que deben
ser evaluadas cuidadosamente, caso a caso, para evitar privar
injustificadamente a los pacientes del beneficio potencial de estos
medicamentos; en estos casos, probablemente es preferible seleccionar algún
β - bloqueador β 1 selectivo como atenolol, bisoprolol o metoprolol (cabe
recordar que propranolol no es selectivo).
20
FIGURA 9
21
reducir el consumo de oxígeno miocárdico dados sus efectos reductores sobre
la frecuencia cardíaca y la contractilidad.
FIGURA 10
Tratamiento Antitrombótico
Terapia Antitrombótica
Terapia Anticoagulante
(por ej. Heparina o Acenocumarrol)
22
A continuación, analizaremos en detalle los fármacos antiagregantes
plaquetarios y anticoagulantes útiles en el tratamiento de los SCA sin elevación
ST.
1) Ácido Acetilsalicílico
23
definitivamente aclaradas, pero pueden ir desde razones genéticas hasta mala
adherencia al tratamiento. Tampoco está claro si es útil el monitoreo rutinario
de la agregación plaquetaria durante el curso de la terapia ni qué conducta
tomar si se detecta resistencia; una opción podría ser un incremento de la
dosis. Sin embargo, serán necesarios estudios clínicos futuros para dilucidar
estas interrogantes.
24
FIGURA 11
Figura 11: Muestra cómo la adición de clopidogrel reduce la incidencia del punto de término
compuesto por muerte cardiovascular, infarto cardíaco recurrente y accidente vascular cerebral
durante los primeros 12 meses de seguimiento.
(De ensayo clínico CURE. N Engl J Med 2001; 345: 494).
25
pacientes con SCA sin elevación de ST sin contraindicaciones para ello.
Asimismo, se considera óptimo mantener la antiagregación dual por hasta 1
año luego del evento índice. Para obtener un efecto terapéutico más precoz, se
utiliza una dosis de carga de clopidogrel, que en general, es de 300 mg por
una vez, continuando en los días siguientes con una dosis de mantención de 75
mg/día. En pacientes que van a ir a una intervención coronaria percutánea se
recomienda una dosis de carga más elevada, de 600 mg antes del
procedimiento.
26
en forma pronta su acción, una vez suspendido. Ticagrelor debe iniciarse con
una dosis de carga de 180 mg, siendo la dosis de mantención de 90 mg dos
veces al día. En el estudio PLATO, ticagrelor más ácido acetilsalicílico tuvo
menos eventos isquémicos al cabo de 12 meses de observación, que los SCA
tratados con la asociación clopidogrel más ácido acetilsalicílico, sin un aumento
significativo de los eventos de sangrado graves (figura 12). Algunos clínicos
están utilizando ticagrelor en los SCA de mayor riesgo durante el primer mes
después del evento, y luego continúan con clopidogrel como terapia de
mantención hasta completar un año.
FIGURA 12
Figura 12: Muestra cómo la utilización de ticagrelor en lugar de clopidogrel logra una
disminución significativa en la incidencia acumulada de muerte de causa cardíaca, infarto del
miocardio y accidente vascular cerebral. (Del ensayo clínico PLATO. N Engl J Med 2009; 361:
1045).
27
plaquetaria. El mecanismo descrito interfiere la vía final común del proceso de
la agregación plaquetaria, es decir, el que es inducido por todos los estímulos:
trombina, tromboxano A2, colágeno, ADP y serotonina.
Existen 3 fármacos de este tipo:
a. Abciximab (un anticuerpo monoclonal).
b. Eptifibatide.
c. Tirofibán.
No todos los pacientes con un SCA sin elevación ST deben ser tratados
con estos agentes. Se reservan, más bien, para pacientes cuya estratificación
de riesgo los ubica en un nivel alto. Es en este subgrupo donde estos
medicamentos han demostrado su mayor beneficio y utilidad. Así, podría ser
apropiado usarlos en pacientes con un SCA sin elevación de ST cuyo
electrocardiograma muestra depresión del segmento ST, en aquellos que
presentan elevación de marcadores de necrosis miocárdica y en quienes son
diabéticos. La racionalidad tras estas recomendaciones está en que estos
subgrupos, de riesgo alto, suelen presentar una carga trombótica mayor en la
coronariografía, teniendo en consecuencia un mayor grado de embolización de
material aterotrombótico hacia la microcirculación.
Dado que son pacientes de riesgo alto los que tienen indicación de estos
medicamentos, la mayoría son sometidos a coronariografía precoz.
28
En suma, la decisión de utilizar estos fármacos como parte del
tratamiento antitrombótico en los SCA sin elevación de ST no es simple puesto
que debe sopesarse cuidadosamente la relación beneficio/riesgo.
B. Tratamiento Anticoagulante
1) Heparina no Fraccionada
29
- Trombocitopenia inducida por heparina (más probable cuanto más se
prolonga el tratamiento). Esto implica efectuar, en forma rutinaria, recuentos
de plaquetas especialmente en tratamientos prolongados.
30
3) Fondaparinux
31
FIGURA 13
Figura 13. Gráfico que muestra la ausencia de diferencia entre fondaparinux y enoxaparina en
cuanto al punto de término compuesto de muerte, infarto del miocardio e isquemia refractaria
(panel A). Asimismo, se observa que fondaparinux se asoció a significativamente menos
sangrados graves.
(De ensayo clínico OASIS – 5. N Engl J Med 2006; 354: 1464).
32
En síntesis, fondaparinux parece ser un anticoagulante efectivo en el
contexto de los SCA sin elevación ST y estaría indicado particularmente en
pacientes que tienen un riesgo de hemorragia elevado.
4) Warfarina (cumarínicos)
FIGURA 14
Figura 14. Gráfica que muestra que la sobrevida libre de eventos, después de un SCA, es
significativamente mejor con el uso de warfarina + ácido acetilsalicílico o con warfarina aislada
que con ácido acetilsalicílico solo. No hubo diferencias significativas entre los grupos de
warfarina + AAS y warfarina exclusiva. (N Engl J Med 2002; 347: 969).
33
La desventaja fue que en el grupo tratado con el antiagregante y el
anticoagulante hubo una incidencia significativamente mayor de hemorragias
graves (0.62% versus 0.17%; p = 0.001). La racionalidad de esta conducta
está en los beneficios que cabría esperar si prolongamos la anticoagulación que
se efectúa en el hospital con heparina no fraccionada o heparina de bajo peso
molecular más allá del período intrahospitalario.
Por otra parte, en pacientes con un SCA sin elevación ST que no han
recibido un stent y tienen una indicación clara de anticoagulación a largo plazo
como lo es una fibrilación auricular permanente o una indicación más débil
como puede ser una disfunción sistólica grave del ventrículo izquierdo, la
asociación ácido acetilsalicílico y warfarina es claramente preferible a utilizar el
primero combinado a clopidogrel.
34
rivaroxabán hubo una incidencia significativamente mayor de eventos
hemorrágicos graves, aunque la frecuencia de sangrados fatales fue similar en
ambos brazos de tratamiento (figura 15).
FIGURA 15
Figura 15. El gráfico muestra una reducción significativa del punto de término compuesto por
muerte cardiovascular, infarto del miocardio y ACV en el grupo de pacientes asignados a
rivaroxabán versus placebo (N Engl J Med 2012; 366: 9-19).
35
Revascularización Coronaria
Los pacientes de muy alto riesgo, tales como aquellos evolucionando con
angina refractaria, arritmias ventriculares malignas, o inestabilidad
hemodinámica franca no fueron incluidos en los estudios antes mencionados,
por el temor de restar a los pacientes una intevervención estabilizadora que
mejorara su sobrevida. Aunque no existan estudios que lo demuestren, existe
el consenso de expertos que este tipo de pacientes deben ser derivados de
inmediato a un laboratorio de hemodinamia.
36
En los pacientes de algo menor riesgo que los recientemente descritos,
una intervención precoz potencialmente puede prevenir eventos recurrentes;
sin embargo, un pre tratamiento con terapia antitrombótica intensiva puede
disminuir la carga trombótica, y puede preparar mejor al paciente que va a
ser intervenido. Es así como recientemente se han publicado varios ensayos
clínicos en los que se compara una estrategia muy precoz versus una con un
ligero retardo en el momento del estudio invasivo. La información global que
se puede extraer de estos estudios es que aquellos pacientes con SCA sin
supradesnivel de ST con índice de GRACE de 140 o más, podrían beneficiarse
de un estudio precoz (dentro de las primeras 24 horas del ingreso).
1. Wright RS, Anderson JL, Adams CD, et al. 2011 ACCF/AHA focused
update incorporated into the ACC/AHA 2007 guidelines for the
management of patients with unstable angina/non – ST – elevation
myocardial infarction: a report of the American College of Cardiology
Foundation/American Heart Association Task Force on practice
guidelines developed in collaboration with the American Academy of
Family Physicians, Society for Cardiovascular Angiography and
Interventions, and the Society of Thoracic Surgeons. J Am Coll Cardiol
2011; 57: e215 – e367.
2. Marturano MP, Gurfinkel EP: Síndromes coronarios agudos sin ST
elevado. En Cardiología, 2ª Edición, Vol. 2, p. 843 – 866 (Mautner B.
Ed.). Buenos Aires: Mediterráneo, 2010.
3. Cannon CP, Braunwald E: Unstable angina and non – ST elevation
myocardial infarction. In Braunwald’s Heart Disease: a Textbook of
Cardiovascular Medicine, 9th Edition, p.1178 – 1209 (Bonow RO, Mann
DL, Zipes DP, Libby P). Philadelphia: Elsevier – Saunders, 2012.
4. Aragam KG, Tamhane UU, Kline-Rogers E, et al. Does simplicity
compromise accuracy in ACS risk prediction? A retrospective analysis of
the TIMI and GRACE risk scores. PLoS One 2009; 4: e7947.
5. Eggers KM, Kempf T, Venge P, et al. Improving long – term risk
prediction in patients with acute chest pain: the Global Registry of Acute
Coronary Events (GRACE) risk score is enhanced by selected non
necrosis biomarkers. Am Heart J 2010; 160: 88 – 94.
6. Cohn JN, Ziesche S, Smith R, et al. Effect of the calcium antagonist
felodipine as supplementary vasodilator therapy in patients with chronic
heart failure treated with enalapril: V – HeFT III. Vasodilator – Heart
Failure Trial (V – HeFT) Study Group. Circulation 1997; 96: 856 – 63.
7. Yusuf S, Zhao F, Mehta SR, et al. Effects of clopidogrel in addition to
aspirin in patients with acute coronary syndromes without ST – segment
elevation. N Engl J Med 2001; 345: 494 – 502.
37
8. Wallentin L, Becker RC, Budaj A, et al. (PLATO Investigators). Ticagrelor
versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes. N Engl J
Med 2009; 361: 1045 – 57.
9. Eikelboom JW, Anand SS, Malmberg K, et al. Unfractionated heparin and
low – molecular – weight heparin in acute coronary syndrome without
ST elevation. Lancet 2000; 355: 1936 – 42.
10.Yusuf S, Mehta SR, Chrolavicius S, et al. Comparison of fondaparinux
and enoxaparin in acute coronary syndromes. N Engl J Med 2006; 354:
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11.Hurlen M, Abdelnoor M, Smith P, et al. Warfarin, aspirin, or both after
myocardial infarction. N Engl J Med 2002; 347: 969 – 74.
12.Van ES RF, Jonker JJ, Verheugt FW et al. Aspirin and coumadin after
acute coronary syndromes (the ASPECT – 2 study): a randomised
controlled trial. Lancet 2002; 360: 109 – 13.
13.Mega JL, Braunwald E, Wiviott SD, et al. Rivaroxaban in patients with a
recent acute coronary syndrome. N Engl J Med 2012; 366: 9 – 19.
14.O’Donoghue M, Boden WE, Braunwald E, et al. Early invasive versus
conservative treatment strategies in women and men with unstable
angina and non – ST - segment elevation myocardial infarction: a meta-
analysis. JAMA 2008; 300: 71 – 80.
15.Mehta SR, Granger CB, Boden WE, et al. Early versus delayed invasive
intervention in acute coronary syndromes. N Engl J Med 2009; 360:
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16.Cannon CP, Braunwald E, McCabe CH, et al. Intensive versus moderate
lipid lowering with statins after acute coronary syndromes. N Engl J Med
2004; 350: 1495.
17.Anderson JL, Adams CD, Antman EM, et al. 2012 ACCF/AHA Focused
update incorporated into the ACCF/AHA 2007 guidelines for the
management of patients with unstable angina / non – ST – elevation
myocardial infarction. J Am Coll Cardiol 2013; 61(23): e179 – e347.
18.Bandstein N, Ljung R, Johansson M, Holzmann MJ. Undetectable high
sensitivity cardiac troponin T level in the emergency department and
risk of myocardial infarction. J Am Coll Cardiol 2014 (online first).
38
ERRNVPHGLFRVRUJ
1
MÓDULO 3
URGENCIAS CARDIOVASCULARES
INTRODUCCIÓN
1.- DEFINICIÓN
2
de la condición cardíaca y del pronóstico a largo plazo, efecto que es aditivo con
hospitalizaciones recurrentes.
Los pacientes con Insuficiencia cardíaca aguda se sabe tienen miocitos viables pero con
mala contractilidad, estos son potencialmente recuperables puesto que no han perdido
la integridad de la membrana celular y la mitocondria, exhibiendo una reserva
contráctil y metabolismo de la glucosa conservados. Así, la recuperación parcial o
completa de la función puede ocurrir con terapia apropiada. Por ejemplo, La
revascularización miocárdica, y los beta bloqueadores han demostrado mejorar o
restaurar la contractilidad en pacientes en quienes se identifica miocardio viable
disfuncional. Esto se ha estudiado ampliamente en la etiología isquémica, pero también
tiene su aplicabilidad en pacientes con miocardiopatías primarias. En estas condiciones,
3
es posible que las deficiencias metabólicas, excesiva estimulación simpática y factores
hemodinámicos puedan reducir la contractilidad sin afectar la supervivencia a corto
plazo del miocito.
4
permeabilidad capilar, lo que contribuye a aumentar el edema y la congestión
pulmonar, así como un aumento de la rigidez vascular que genera aumento de la post
carga. Todos elementos que participan de la patogenia y fisiopatología de la
insuficiencia cardíaca aguda.
En Chile el Registro Nacional de Insuficiencia Cardíaca (4) encontró que las etiologías
más importantes en la generación de Insuficiencia Cardíaca Aguda/ descompensada
fueron:
Figura 1
5
Tabla 1.
Los estudios han mostrado que dos de tres pacientes tienen antecedentes de falla
cardíaca previa, las etiologías predominantes son la coronaria o la hipertensiva. Una
Función sistólica conservada se ha encontrado en cifras de cercanas al 50% con
historia de hipertensión y menos frecuentemente con enfermedad coronaria
presentándose más frecuentemente en pacientes mujeres mayores. La presencia de
co-morbilidades es muy alta, en el ADHERE el 30% tenían insuficiencia renal y el 44%
diabetes. La mortalidad hospitalaria fue del 4% y del 7% en cada uno de los registros
con una alta frecuencia de re hospitalizaciones. De estos datos surge que los pacientes
con síndrome de Insuficiencia Cardíaca Aguda (SICA) tienen un perfil clínico definido
que facilita planear la atención y la utilización de recursos.
Rehospitalizaciones y mortalidad al alta: Se acerca al 30% a los 90 días del alta, que
en pacientes añosos puede ser aún más alta. Es importante destacar que al menos la
mitad de las hospitalizaciones no tienen relación con la insuficiencia cardíaca.
6
Tabla 2
A. Baja de la presión arterial sistólica < a 115 mmHg , factor muy bien individualizado
en el Registro de Estados Unidos (ADHERE) , también el estudio OPTIMIZE-HF
encontró una alta correlación entre los registros de baja presión arterial y la
mortalidad, por el contrario no hay evidencia de riesgo incluso en niveles muy altos de
presión arterial > 180 mm Hg.
7
C. Hiponatremia: Un 25% de los pacientes ingresados con IC tiene hiponatremia
leve,por dilución o hipervolémica, (< 135 mmol/litro), independiente de su fracción de
eyección. Los pacientes dados de alta con hiponatremia tienen un riesgo
significativamente alto de mortalidad y rehospitalización después del alta.
F. La duración del QRS > 120 msec.: Entre 30% y 40% de los pacientes ingresados
con ICA y una fracción de eyección reducida tienen un QRS prolongado, definido como
de duración ≥120. El QRS prolongado es un marcador de disincronía LV y es un
predictor independiente de aumento de la morbilidad y mortalidad
a) De reciente comienzo
b) Progresión de insuficiencia cardíaca crónica
c) Insuficiencia cardíaca avanzada (refractaria al tratamiento).
8
En la insuficiencia cardiaca aguda tipo b) en la que existe una insuficiencia
cardiaca ya conocida debe identificarse la causa descompensante.
9
5.2 Otra forma de clasificación de la insuficiencia cardíaca aguda es la
postulada por Stevenson:
Esta es una evaluación sencilla y rápida, que tiene valor pronóstico y que además
permite orientar el tratamiento. Los pacientes son catalogados como húmedos o secos
dependiendo de la presencia o ausencia de congestión. Los signos que sugieren la
presencia de congestión son la ortopnea, el aumento de la presión venosa yugular, S3,
edema, ascitis, crepitaciones y reflujo hepato-yugular.
Esto da como resultado las cuatro categorías del perfil hemodinámico de pacietes :A,
caliente y seco. B, caliente y húmedo. L frío y seco.C frío y húmedo.
10
5.3 Otra clasificación es desde una aproximación clínica, la IC aguda se
puede clasificar en tres grupos según los valores de Presión Arteria Sistólica
al ingreso:
Evaluación del síndrome de insuficiencia cardíaca aguda: Incluye una detallada historia
clínica, examen físico, datos de laboratorio/ imágenes y realización de pruebas
complementarias en casos necesarios. Historia Se debe investigar el antecedente de
diversas patologías o condiciones potencialmente causantes de enfermedad cardíaca:
Hipertensión arterial Diabetes, Enfermedad coronaria, Valvulopatías, Enfermedad
vascular periférica, Tabaquismo Fiebre reumática, Drogas anti-cancerosas,
Radioterapia mediastínica, Alcohol, Drogas ilícitas, Síndrome de apnea del sueño, VIH.
También la presencia de antecedentes familiares de ciertas enfermedades que pueden
tener expresión genética: miocardiopatías, muerte súbita, miopatías esqueléticas.
6- Cuadro Clínico
6.1 Síntomas
La disnea, fatiga y el edema de tobillo son los síntomas más comúnmente relatados
por los pacientes, la disnea suele ser la razón principal para buscar atención médica.
En el registro de Estados Unidos la disnea fue el síntoma presente en el 89% de los
pacientes, mientras que la fatiga fue la causa de hospitalización en sólo el 31% de los
pacientes. la disnea a veces puede ser difícil de interpretar, particularmente en el
anciano, obesos y mujer. Debe indagarse la forma de presentación, relación con el
esfuerzo y durante la noche. Considerar la posibilidad de una causa no cardíaca (ej.
Enfermedad pulmonar). La fatiga, cuyo origen es complejo, relacionado a bajo débito,
puede ser más fácilmente confundida con falta de condición física y es más difícil
cuantificar. Por otro lado, el edema tiene también causas extracardíacas, más
frecuentemente que los otros síntomas. La evaluación del grado de congestión y la
volemia es de vital importancia en el manejo de la ICA. Si bien la congestión es la
forma mas frecuente de presentación de la ICA, no siempre se acompaña de aumento
de la volemia. En la fisiopatología de la ICA se encuentra activado el sistema RAA, así
como el simpático, los que aumentan la post y pre carga del ventrículo izquierdo,
redistribuyendo / desplazando la volemia hacia el torax, sin que necesariamente esta
este aumentada. Desde ese punto de vista, en los pacientes con síntomas congestivos
sin aumento significativo de la volemia, se debería preferir la terapia vasodilatadora,
sobre la depletiva.
11
6.2 Examen Físico:
Examen del cuello: Es muy importante puesto que la evaluación del pulso yugular
permite tener una estimación de la presión venosa, lo que generalmente refleja una
presión de llenado VI elevada.
12
indicando presencia de derrame pleural secundario a IC. La auscultación de crépitos
inspiratorios se encuentran en la mayoría de pacientes con ICA, y sugieren presión
elevada del VI y transudación de líquido a los alveolos. Es importante reconocer que
las crepitaciones pueden estar ausentes en pacientes ingresados con IC de larga data a
pesar de una alta presión diastólica del VI.
Hemograma completo
Nitrógeno Ureico
Creatinina
Pruebas hepáticas
Glicemia
Sodio y Potasio
* Péptidos natriuréticos
Electrolitos Plasmaticos:
BUN – CREATININA:
13
insuficiencia cardíaca, indica que la probabilidad de IC como causa de los síntomas, es
muy baja. En cuanto a la relación costo efectividad, una prueba con resultados
normales podría descartar la necesidad de pruebas diagnósticas adicionales. Estos
péptidos tienen importancia pronóstica y pueden contribuir a la monitorización del
tratamiento. En pacientes hospitalizados la disminución significativa de su valor previo
al alta determinan una menor incidencia de rehospitalización. Cuando se considera el
uso de péptidos natriuréticos como herramientas diagnósticas, es preciso recordar que
sus valores deben ser interpretados de acuerdo a la técnica del laboratorio empleada.
Otras condiciones que pueden contribuir a elevar los péptidos natriuréticos son la
isquemia aguda/crónica, la hipertensión, la embolia pulmonar, la insuficiencia renal.
Un ECG normal sugiere que el diagnóstico de IC debe ser revisado (el valor predictivo
negativo para disfunción ventricular es mayor a 90%). Se deben buscar evidencias de
infarto al miocardio previo, ondas Q especialmente de la pared anterior; signos
electrocardiográficos de hipertrofia ventricular izquierda y dilatación de la aurícula, que
se relacionan con disfunción sistólica, o también disfunción diastólica aislada. Los
trastornos de conducción, especialmente bloqueo de rama izquierda se asocian a daño
estructural del miocardio y asincronía. El ECG en estos pacientes también es crucial
para detectar arritmias.
Ecocardiograma Doppler
Todo paciente con sospecha de IC debe tener un ecocardiograma Doppler, puesto que
no solo nos permite evaluar al corazón desde un punto de vista anatómico sino
también desde el punto de vista funcional. A su vez, permite evaluar la función
sistólica, la función valvular, las presiones y la presencia de derrame pericardico.
También se puede interrogar la función diastólica con el llenado ventricular y las
velocidades tisulares. Otro elemento de radical importancia en pacientes con ICA es
que con el ecocardiograma mediante las mediciones de la dilatación de las supra-
hepáticas, y la dilatación de la vena cava inferior, podemos inferir las presiones de
llenado intracavitario, elemento fundamental en la evaluación de volemia.
14
- Velocidades máximas y reflujos.
- Parámetros de función diastólica.
- Estimación de Presión de Arteria Pulmonar.
• Diámetros del Ventrículo Izquierdo.
• Cálculo de Fracción de Eyección V. I.
• Análisis de la motilidad segmentaria.
• Tamaño de la Aurícula Izquierda.
• Dimensiones de Cavidades Derechas.
• Dimensiones de Aorta torácica.
• Dimensión de Vena Cava Inferior y supra hepáticas.
Desde el punto invasivo el uso del catéter de arteria pulmonar nos permite la medición
de las presiones de las cavidades derechas y de enclavamiento (PCP), así como del
gasto cardiaco y las resistencias vasculares. Esta indicado en condiciones en las
cuales la clínica, el laboratorio y el ecocardiograma no sean concluyentes.
Biopsia endomiocárdica
15
marcapasos-desfibriladores, implantes cocleares implantes reciente de stent)
16
8.3.- Morfina o análogos: la utilización de morfina intravenosa (IV) o subcutánea
(SC) puede considerarse en los casos de IC aguda que presentan marcada inquietud,
ansiedad, disnea importante o dolor precordial. Tienen propiedades vasodilatadores,
sobre todo del territorio venoso, disminuye el estimulo simpático y disminuye la
ansiedad. Debe administrarse con cuidado, con monitorización estricta de los
parámetros respiratorios, dado que puede deprimir en centro respiratorio y nauseas,
así como precipitar la necesidad de VMI. No debería ser usada en paciente con
marcado compromiso de conciencia, hipotensión y alteración severa del patrón
respiratorio. La dosis inicial de Morfina es de 1 mg. a 3 mg; IV o SC, y puede repetirse.
8.4.-. Diuréticos intravenosos: los diuréticos del asa son drogas ampliamente
empleadas en el tratamiento de la IC descompensada. En una proporción alta de
pacientes generan un rápido alivio sintomático, al reducir las manifestaciones de
congestión y se consideran un estándar de cuidado en los pacientes con edema
pulmonar agudo y evidentes signos de hipervolemia, sobre todo congestión pulmonar.
La dosis óptima y la vía de administración de furosemida, la cual tiene un efecto
vasodilatador inicial y posterior natriuresis, permanece aún no aclarada. En un estudio
reciente, se compararon dos estrategias: dosis altas de furosemida (2,5 veces la dosis
habitual) y dosis habituales (dosis de mantención crónica), administradas en bolos
endovenosos cada 12 horas o en infusión continua respectivamente, no encontrándose
diferencias significativas en la evolución de los pacientes. Hubo sí una tendencia al
deterioro de la función renal en el grupo en el que se emplearon dosis altas. En los
últimos años han abundado las publicaciones que señalan los efectos perjudiciales de
los diuréticos. Se destaca su capacidad para generar hipovolemia, mayor actividad
neurohumoral por activación del sistema renina - angiotensina y del sistema
simpático. Asimismo, se ha demostrado que los diuréticos pueden inducir hipertrofia de
la nefrona distal y deterioro de la función renal, como así también hipokalemia e
hipomagnesemia. El uso de dosis altas de diuréticos de asa endovenosos durante la
hospitalización se ha relacionado con una peor evolución intrahospitalaria y alejada. Si
bien es claro que un tratamiento más intenso se aplica en los pacientes más
comprometidos o graves, pareciera que el efecto perjudicial de dosis altas de diuréticos
es independiente de las condiciones basales del paciente. Parte del resultado deletéreo
se puede atribuir al efecto sobre la función renal. En los casos de resistencia a
diuréticos, persistencia de síntomas congestivos a pesar del ajuste de la terapia, podría
ser efectiva la asociación con tiazidas (hidroclorotiazida 25 o 50 mg/día y/o
espironolactona (25-50 mg/día), reduciendo los efectos adversos que generan las dosis
altas de furosemida.
Deben emplearse diuréticos del asa endovenosos en todo paciente internado por IC
aguda con síntomas atribuibles a congestión y sobrecarga de volumen. Su uso debe
ser juicioso, por el tiempo y dosis suficientes para el control de los signos congestivos
e hipervolemia para así evitar hipovolemia y el resto de los efectos colaterales ya
mencionados. Durante el tratamiento deben controlarse adecuadamente la presión
arterial sistólica, los electrolitos plasmáticos y los parámetros de función renal, como
creatinina sérica y nitrógeno ureico en sangre. La utilización de diuréticos endovenosos
en infusión continua no es superior al empleo de bolos. Se recomienda una primera
dosis de 40 mg endovenosa en bolo como estrategia inicial. La estrategia posterior,
bolos o infusión continua, dependerá de la respuesta inicial y de las preferencias del
equipo tratante.
17
8.5.-. Vasodilatadores:
18
8.6.- Inotrópicos:
Milrinona: inhibidor de la fosfodiesterasa III que genera aumento del AMP ciclico.
Tiene efecto inotrópico y vasodilatador periférico. Aumenta el gasto cardíaco, genera
vasodilatación pulmonar y disminución de la presión capilar pulmonar (PCP). Dado que
no estimula receptores beta, puede usarse en forma concomitante con β B. Se
administra en bolo IV seguido de infusión continua. Los principales efectos adversos
son la hipotensión generada por el bolo, por lo cual muchos grupos lo han de dejado
de usar, y el efecto proarrítmico. Debe utilizarse con cautela en pacientes coronarios,
en los cuales se ha observado aumento de la mortalidad.
19
Levosimendán: es inotrópico, a través de la sensibilización del calcio en su unión con
la troponina C, vasodilatador periférico y pulmonar a través de la apertura de canales
del potasio ATP-asa sensibles. La infusión genera aumento del gasto cardíaco y del
volumen sistólico, vasodilatación periférica y pulmonar y reducción de la PCP . Se
recomienda administrarlo en infusión continua. Sus efectos hemodinámicos pueden
perdurar alrededor de diez días. Sus principales efectos adversos son hipotensión y
proarritmia. Dado que no compite con los β B, puede administrarse
concomitantemente con ellos.
Algunos VAD se utilizan a corto plazo, usualmente en pacientes que han sufrido un
infarto cardíaco, mientras que otros VAD son utilizados a largo plazo (desde varios
meses y hasta de por vida) en pacientes que padecen de insuficiencia cardíaca.
20
resistencia vascular pulmonar es elevada, es necesario utilizar asistencia también para
el ventrículo derecho.
Los dispositivos VAD implantados de corta a largo plazo están pensados para mantener
al paciente con vida y asegurar una buena calidad de vida mientras se espera un
trasplante de corazón (puente a trasplante). Otros dispositivos permiten ser utilizados
en forma permanente (terapia de destino) y en algunas ocasiones se utilizan sólo para
apoyar al corazón mientras se recupera de alguna otra enfermedad (puente a
recuperación). En los últimos años, los VAD han mejorado significativamente en
términos de la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes que reciben
el tratamiento.
21
22
23
1
MÓDULO 4
La aorta es el conducto principal a través del cual se transporta el gasto cardiaco hacia
el lecho arterial sistémico. Se divide, en el diafragma, en los segmentos torácico y
abdominal. La aorta torácica también puede subdividirse en las porciones ascendente,
arco y descendente. La aorta ascendente nace en la base del ventrículo izquierdo y
tiene un trayecto hacia arriba y a la derecha (mediastino anterior). La porción inicial de
la aorta ascendente se llama raíz y comprende desde el plano valvular, los senos de
valsalva, y la unión sinotubular (NOTA: Deben conocer morfología y dimensiones).
Del arco aórtico nacen los vasos braquiocefálicos (tronco braquiocefálico, carótida
izquierda y subclavia izquierda). La aorta torácica descendente es una estructura
mediastínica posterior con sujecciones a la parrilla torácica y comprende el segmento
entre la arteria subclavia izquierda y el diafragma. La aorta abdominal se extiende
desde el hiato diafragmático hasta su bifurcación en las arterias ilíacas comunes y se
divide en los segmentos supra e infrarrenal (ver figura 1a y 1b con las dimensiones
normales de la aorta).
2
Fig. 1a Dimensiones de la aorta
La pared de la aorta, al igual que las demás arterias, está compuesta por tres capas:
íntima, media y adventicia. Su resistencia se debe fundamentalmente a las capas
laminares elásticas de la media y secundariamente a las fibras de músculo liso,
colágeno y sustancias de cohesión. Con la edad, las fibras elásticas de la capa media
degeneran, proceso potenciado por:
3
• condiciones genéticas (Marfan, Ehlers-Danlos, aorta bicúspide (figura 16) (VER
VIDEO 28), anuloectasia aórtica, síndromes de Noonan y Turner),
• hipertensión crónica y/o
• inflamación (todas, enfermedades que predisponen al crecimiento
aneurismático de la aorta y/o a síndrome aórtico agudo, especialmente
disección).
NOTA: Hay dos conceptos distintos que deben estar muy claros y no ser confundidos:
aneurisma y disección aórtica. El primero implica un aumento de tamaño del vaso o
expansión patológica, mientras que el segundo, se refiere a un proceso por el cual la
corriente sanguínea penetra en el interior de la pared aórtica, a través de un desgarro
de la íntima, separa sus capas, reforzándose esta acción con cada contracción
cardiaca, y no implica necesariamente dilatación aortica. La disección aórtica puede
aparecer si en un segmento previamente aneurismático. A su vez, el proceso de
disección puede conducir a la formación de un aneurisma si la falsa luz continua
expandiéndose. El término aneurisma disecante (LAENNEC, 1819, fue el primero en
usar el término, pensando si en disección aórtica aguda) no debe utilizarse, ya que
lleva a confusión entre las dos entidades antes mencionadas (una aneurisma es una
dilatación arterial que tiene una pared con las tres capas normales, y cuyo diámetro
transversal es más de 1,5 veces superior al calibre esperado del vaso. Un
pseudoaneurisma = aneurisma falso se define patológicamente como una dilatación de
una cavidad o un vaso cuya pared solo tiene un espesor parcial).
II.- INTRODUCCIÓN
Este capítulo versa sobre el Síndrome Aórtico Agudo (SAA), concepto propuesto por
O'Gara en 1995, una de las urgencias cardiovasculares, más dramáticas y graves,
donde el oportuno = precoz y adecuado diagnóstico, así como el descarte de sus
diagnósticos diferenciales, es muy importante, ya que conlleva una conducta
terapéutica compleja, altamente especializada y resolutiva. La sospecha clínica, "el
pensar en esta posibilidad diagnóstica", el adecuado, oportuno y racional uso de las
imágenes para el diagnóstico (Ecocardiografía, TAC, Resonancia), la cirugía precoz
(cuando esta indicada), y la terapia endovascular, son los pilares del buen quehacer
médico en esta patología.
Este capítulo tiene por objeto, entregarles nociones sobre la patogenia, la presentación
clínica, las herramientas diagnosticas, familiarizarlos con las imágenes, y darles a
conocer los avances terapéuticos en SAA.
4
III.- DEFINICIÓN
El SAA es un término moderno que incluye tres entidades, (ver figura 2) con
mecanismos fisiopatológicos precipitantes distintos, pero que pueden coexistir e
imbricarse, que dan una clínica relativamente similar, y que tienen un mismo
tratamiento.
Fig. 2
5
Estas son:
1.- De acuerdo con la descripción clásica, la disección aortica aguda (DA), requiere una
rotura de la intima de la aorta, habitualmente precedida de degeneración o necrosis
quística de la capa media. En la disección, la sangre pasa a través de la rotura inicial =
puerta de entrada y separa la intima de la media, o incluso de la adventicia, creando
así una membrana = flap (VER VIDEO 18, 19, 20) que separa el lumen verdadero del
lumen falso (ver figura 3) (VER VIDEO 11, 12, 13, 14, 15). Este flap generalmente es
móvil con la sístole, cuando aumenta el flujo y la presión en el lumen verdadero,
comprimiendo el lumen falso. La mayor parte de las roturas iniciales = desgarros
primarios, miden 1cm., o más de longitud. La propagación de la disección puede
producirse de forma anterógrada o retrograda con respecto a la rotura inicial; puede
haber una o múltiples comunicaciones entre ambos lúmenes = tears = puertas de
entradas o salidas = reentrada al lumen verdadero (ver figura 4 y 20); puede alguno
de los lúmenes trombosarse parcial o totalmente (figuras 5, 21, 22, 23, 24); puede ser
uno de los lúmenes de alto o bajo flujo (VER VIDEO 5, 6, 7, 8, 9 Y 10). La rotura y/o la
propagación de la disección puede afectar a ramas arteriales varias (arterias
viscerales, renales, etc.), y puede dar a lugar a complicaciones varias, como síndromes
de mala perfusión, isquemia, infarto (VER VIDEO 23) (se compromete una arteria
coronaria, generalmente la derecha), y déficit neurológicos, si compromete la irrigación
medular.
6
Fig. 3 Lumen verdadero y lumen falso
7
Fig. 5 Dos lúmenes
Otras complicaciones pueden ser por compresión de estructuras vecinas, o por rotura
de la adventicia lo que puede llevar a shock, a hemotórax (ruptura a nivel de aorta
descendente), hemopericardio con taponamiento cardiaco (afecta la reflexión del
pericardio en la raíz aórtica) o insuficiencia de la válvula aórtica (VER VIDEO 19), por
varios mecanismos posibles (ver tabla).
2.- El hematoma intramural (HI) (VER VIDEO 21, 22), (descrito por Krukenberg en
1920) puede ser considerado muchas veces (pero no necesariamente) como un
precursor de la disección; se origina en la rotura de los "vasavasorum" de la capa
media aórtica (= vasos que irrigan la misma pared aórtica), dando lugar a una
hemorragia e infarto localizados en la media, que puede provocar una rotura
secundaria, y llevar a una clásica disección. Una úlcera aórtica penetrante (VER VIDEO
8
17), también puede erosionarse hasta la media y causal una hemorragia allí,
transformándose en HI.
Los HI, ubicados en la aorta ascendente, tienen mayor riesgo de progresión y muerte,
también a mayor grosor de la lesión, mayor riesgo de muerte.
Aunque las manifestaciones clínicas del HI se parecen a las de la DA, el proceso tiende
a ser más segmentario y circunscrito, el dolor en general es anterior o dorsal, rara vez
irradiado al cuello y cabeza o piernas.
Los HI muy proximales, al igual que las DA y UAP proximales, también pueden causar
roturas aórticas con taponamiento pericárdico.
9
Fig. 6 Ulcera penetrante aórtica
10
La rotura de la aorta se da generalmente en las UAP que se ubican en la aorta
descendente, en pacientes de mayor edad y con factores de riesgo cardiovascular.
Pueden ser asintomáticas o dar dolor localizado, hasta que se complican, dando clínica
más florida. Las UAP pueden ser múltiples y el determinar, cual de ellas es la causar de
la clínica, puede ser difícil.
La UAP aguda, suele ser un hallazgo casual, que debe tratarse mediante tratamiento
endovascular cuando es grande, presenta signos de complicación o aumenta de
tamaño en los controles evolutivos.
Otra definición del SAA, es la del European Task Force, que según la fisiopatología
clasifica en 5 las entidades:
El SAA se define como el cuadro clínico que lleva menos de dos semanas de evolución
desde el episodio de dolor atribuible como evento iniciador (la base de esta definición
es que la mortalidad más importante se observa en estas dos primeras semanas).
11
IV.- EPIDEMIOLOGÍA
Las disecciones pueden propagarse a todas las ramas arteriales que se originan de la
aorta (intercostales, espinales, vasos del cuello, mesentérica superior, renales, iliacas,
femorales, etc.).
12
V.- CLASIFICACIÓN
La disecciones localizadas, que solo afectan al cayado, son muy raras, y para efectos
prácticos, de conducta terapéutica, se consideran tipo B (discutible).
13
2.- De Bakey; antigua clasificación, utilizada solo para las disecciones clásicas, que las
divide en I, II y III, según la ubicación del flap, actualmente en desuso (ver figura 8).
14
Fig. 8 Clasificación de DeBakey
15
por ejemplo; pequeños HI (aquí no ve flap, tampoco tear o falso lumen), o pequeños
desgarros intímales, sin hematomas o flap, que parecen úlceras.
El TAC y la RM, no son tan operador dependiente, y visualizan toda la aorta y sus
ramas, en cambio el ETE, depende mucho de la experiencia del operador, por lo que
pequeñas lesiones, especialmente HI podrían no ser detectados. El ETE, también tiene
el problema de no poder visualizar la aorta ascendente distal, ya que el bronquio
principal izquierdo impide la visión de este segmento de la aorta desde el esófago (esta
es la llamada zona ciega) (ver figura 10).
16
Fig. 10 Punto Ciego en ETE
17
VII.- FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo más importantes fuera del Marfan y del Ehlers Danlos, son la
hipertensión arterial (HTA) y la mayor edad (especialmente para HI y UAP). La Aorta
Bicúspide, también es un factor de riesgo, especialmente para la DA clásica. Los
pacientes con aorta bicúspide tienen nueve veces más riesgo de sufrir una disección de
aorta que las personas con válvula aórtica tricúspide.
Factores de riesgo de la DA
Válvula aórtica bicúspide (12% de los casos) Coartación de la
Congénitas aorta
Igual que sucede con otros procesos cardiovasculares, se observa una sorprendente
variación circadiana y estacional en la incidencia de SAA, (especialmente en DA), que
es más elevada entre las 6:00 de la mañana y el mediodía (especialmente entre las
8:00 y 9:00 de la mañana) y es más frecuente en los meses invernales.
18
La mortalidad de una DA, tipo A no reparada es del 20%, a las primeras 24 horas, (1%
por hora desde el momento del diagnostico), del 30% a las 48 horas y del 40%-62% a
la primera semana, y del 50% - 68% al mes, lo que determina que la DA tipo A, es
una gran emergencia quirúrgica. Los datos del IRAD (International Registry of Aortic
Dissection), muestran que la mortalidad de la DA tipo A, no reparada es del 58%
versus el 11% de la tipo B al primer mes.
NOTA: Los ancianos con DA de tipo A, suelen presentar un dolor torácico menos típico,
menos signos clínicos, y una mayor frecuencia de hipotensión, AVE, y muerte.
IX.- COMPLICACIONES
• Taponamiento (12%)
• Isquemia de miembros (8%)
• Isquemia mesentérica (8%)
• Isquemia miocárdica (8%)
• Edema agudo de pulmón (6%)
• AVE (2%)
19
Causas de muerte:
NOTA: Múltiples otros síntomas y signos pueden presentarse, los cuales dependerán de
la ubicación del SAA en la aorta, y de las complicaciones (disnea, sudoración,
palpitaciones, tos, fiebre, taquicardia, hipotensión, hipertensión, déficit de perfusión,
etc.).
20
Presentación clínica de la DA Aguda
Descripción y/o causa
Síntomas de presentación
Tórax, espalda, abdominal, flanco Inicio intenso,
Dolor abrupto
Rotura
Shock hipovolémico
Oclusión de la arteria renal o isquemia renal
Crisis hipertensiva Respuesta hiperadrenérgica frente al dolor
XI.- ANTECEDENTES
Es frecuente la hipertensión (hasta en un 70%-80%), que suele ser por HTA de base
previa, la cual se exacerba por el dolor, y eventualmente por isquemia renal, por
oclusión de una arteria renal por la disección. Muchas veces la HTA se manifiesta como
crisis HTA. Esta hipertensión ayuda a propagar la disección y aumenta el riesgo de
rotura. La hipertensión también sugiere la presencia de complicaciones. Una de las
metas terapéuticas, iniciales, es lograr controlar la HTA, para tratar de evitar la
propagación de la disección y/o rotura.
21
Otros hallazgos al examen físico son:
Dados los hallazgos, el diagnosticar una disección clásica es más fácil (flap, tear,
lúmenes), y toma menos tiempo, el HI, por ser una lesión, en general más pequeña, y
difícil de detectar, tarda más y ocasionalmente requiere más pruebas diagnosticas, la
úlcera penetrante los mismo.
22
XIV.- ELECTROCARDIOGRAMA
23
Fig. 11a Radiografía de Tórax que muestra un mediastino anterior ensanchado,
u n
botón aórtico prominente, y un crecimiento ventricular izquierdo
24
XVI.- IMÁGENES
25
Fig. 13 TAC: Hematoma Intramural
26
Fig. 14 Hematoma Intramural
27
Fig. 15 Hematoma Intramural
28
Fig. 16 Válvula aórtica bicúspide con reflujo severo
29
Fig. 17 Resonancia Magnética: Disección aórtica en eje longitudinal – gran flap
30
Fig. 18 Ulcera penetrante visualizada en eco transesofágico
31
Fig. 19 Hematoma intramural por resonancia
32
Fig. 20 Tear=sitio de entrada en aorta ascendente
33
Fig. 21 Gran falso lumen trombosado, pequeño lumen verdadero
34
Fig. 22 Lumen falso pequeño y trombosado, gran lumen verdadero
35
Fig. 23 Sitio de entrada
36
Fig. 24 Sitio de entrada
37
Fig. 25 Hematoma intramural, desde la unión sinotubular
38
desgarros intímales, la falsa luz y si esta trombosada o no, los flujos diferenciales entre
falsa luz y verdadera, el derrame pericárdico, el derrame pleural, la extravasación de
sangre que sugiere rotura, y la afectación de las ramas arteriales. El HI se aprecia
como un engrosamiento anular o en semiluna de la pared de la aorta, zona con mayor
densidad (60-70 unidades Hounsfield), que se ve en las imágenes iniciales que se
adquieren antes e inyectar el contraste. NOTA: Esto es muy importante para evitar no
ver un HI.
Los TAC modernos, helicoidales, de 64 cortes o más, sincronizados con el ECG, dan
menos artefactos en la raíz aórtica y aorta ascendente, y tienen mayor sensibilidad y
especificidad.
La precisión diagnostica del ETE, es de: sensibilidad 92%, especificidad 82–95%, valor
predictivo positivo 79-86% y valor predictivo negativo 97%.
39
RECOMENDACIÓN: ¿Qué técnica utilizar?
XVII.- LABORATORIO
XVIII.- TRATAMIENTO
41
Fig. 27 Hematoma intramural de la aorta ascendente en resonancia
42
Fig. 28 Hematoma intramural en resonancia
43
Fig. 29 Raíz y aorta ascendente dilatadas por gran hematoma intramural - resonancia
44
recibir oxigeno, e idealmente tener medición de saturometría.
En los SAA tipo B, no complicados, habitualmente a partir del tercer día los pacientes
pueden comenzar con terapia antihipertensiva oral, de preferencia con
betabloqueadores. Otros vasodilatadores directos, como la hidralazina deben evitarse,
ya que aumentan el stress de la pared aórtica, y tienen menor eficacia como
hipotensores. Debe vigilarse cercanamente la función renal, el hematocrito y el
potasio. Si aparece oliguria, o aumenta la creatinina debe pensarse en compromiso de
arterias renales.
Una vez estabilizado y sedado se sugiere colocación de sonda Foley para monitoreo de
la diuresis.
45
CIRUGÍA: El objetivo de la cirugía en corregir o prevenir la rotura de la aorta, resolver
en lo posible el falso lumen, corregir las complicaciones secundarias a mala perfusión,
corregir la insuficiencia aórtica severa, y resolver el taponamiento pericárdico.
El drenaje pericárdico puede ser un arma de doble filo, ya que el paciente al aumentar
su gasto cardiaco puede elevar la presión arterial, con el agrandamiento de la fuga por
la rotura, por lo que junto con drenar el líquido pericárdico debe resolverse la rotura
que lo causa. El taponamiento pericárdico es un riesgo importante cuando se induce la
anestesia, ya que los anestésicos reducen la precarga, lo que puede acentuar el shock
y taponamiento e incluso llevar a una disociación electromecánica.
En los casos de disección tipo B (figura 30), tratados endovascularmente (VER VIDEO
2, 3, 4, 16), en algunas ocasiones debe fenestrarse el flap para descomprimir la
presión en el falso lumen y así mejorar la perfusión de los vasos nativos que están
comprimidos por él.
46
XIX.- MANEJO EN EL LARGO PLAZO
Una vez operados, los pacientes deben permanecer en la UTI, bajo monitorización
médico-quirúrgica estricta, ya que pueden aparecer complicaciones diversas, como
daño neurológico, insuficiencia renal, insuficiencia hepática isquémica, trastorno de
coagulación, etc. También pueden redisecarse y aparecer nuevos compromisos
arteriales.
Una vez dado el alta hospitalaria en paciente debe ser controlado regularmente,
idealmente con algún método de imágenes, se debe estar atento a las redisecciones, a
las trombosis de los lúmenes residuales, y a la formación de aneurismas, ya que el
sustrato del SAA, que es una aorta enferma persiste. Alrededor de un 30% de los
pacientes, presentan alguna nueva complicación a los 5 años, por lo que puedan
requerir una intervención. La sobrevida a 10 años de pacientes que dejan el hospital,
varía entre el 30% y 88%, en los diferentes estudios, sin grandes diferencias si el
evento inicial fue un SAA tipo A o B.
PUNTOS CLAVES
BIBLIOGRAFÍA
49
ERRNVPHGLFRVRUJ
1
MÓDULO 5
TROMBOEMBOLISMO PULMONAR
Introducción
En algunos reportes se señala que a pesar de las nuevas técnicas de diagnostico por
imágenes, como el angio TAC pulmonar, sólo se confirma el TEP en el 20% a 30%
de los casos que se envían a estudio por sospecha clínica. Es necesario señalar
que estas técnicas se basan en la demostración del defecto de llene del árbol
vascular pulmonar, tienen una limitada resolución espacial, y, además, dependen
del tiempo transcurrido entre el evento clínico y su aplicación, puesto que el
organismo posee actividad fibrinolítica natural que puede lisar espontáneamente el
trombo de la circulación pulmonar. Es por estas consideraciones que no es
infrecuente el hallazgo del fenómeno tromboembólico realizado en el estudio
anátomo - patológico post mortem, y lo que es peor, no ha existido sospecha
clínica previa a la muerte del paciente. Estudios como el ICOPER, registro
internacional de TEP, señalan una mortalidad cercana al 10% a pesar del adecuado
diagnostico y terapia anticoagulante.
2
mortales. Tanto el tratamiento inicial como la anticoagulación a largo plazo que se
requiere para la prevención secundaria deben estar justificados en cada paciente, de
acuerdo con una estrategia diagnóstica adecuadamente validada en cada centro.
Cabe señalar al respecto que en los últimos años con la mejoría de la medicina
ambulatoria y el aumento de las expectativas de vida de la población, son cada día
más los pacientes de mayor edad, con múltiples patologías concomitantes, que
requieren procedimientos quirúrgicos oncológicos, no oncológicos, ortopédicos, y/o
hospitalizaciones medicas. Todo lo cual aumenta el riesgo de TEP por un lado, y
por otro, determina un mayor riesgo de deterioro de la función renal asociado al uso
de medios de contraste yodados.
EPIDEMIOLOGIA
Como fue expresado en la introducción, el TEP y la TVP son expresiones clínicas del
mismo fenómeno, el tromboembolismo venoso (TEV), y por lo tanto, comparten los
mismos factores de riesgo.
Aunque el TEP puede ocurrir en pacientes sin ningún factor predisponerte o de riesgo
identificable (TEP idiopático), frecuentemente es posible identificar uno o más de los
mismos (TEP secundario). La proporción de pacientes con TEP idiopático es de 20% en
el Registro de Tromboembolismo Pulmonar Cooperativo Internacional (ICOPER). En la
actualidad se considera que la ETE venosa es el resultado de la interacción entre
factores de riesgo relacionados con el paciente y factores de riesgo relacionados con el
contexto clínico. Los factores predisponentes relacionados con el paciente suelen ser
permanentes, mientras que los factores de riesgo relacionados con el contexto clínico
son más frecuentemente temporales (tabla 1).
3
Tabla 1
4
Historia natural
Generalmente, el TEP ocurre 3 a 7 días después del inicio de la TVP y puede ser mortal
en el transcurso en las primeras horas luego del comienzo de los síntomas, siendo el
diagnóstico clínico no sospechado en la mayoría de los casos fatales. En un 5-10% de
los casos el TEP se presenta con shock o hipotensión, y hasta en un 50% de los casos
con disfunción ventricular derecha o daño miocárdico sin compromiso hemodinámico,
lo que marca un peor pronóstico. La evolución del TEP es la resolución del defecto de
perfusión en la mayoría de los pacientes. La mayoría de las muertes (>90%) se
producen en pacientes no tratados, debido a un TEP no diagnosticado. El Registro
Internacional de TEP estima la mortalidad alrededor del 10% en pacientes tratados.
Por otra parte, la evolución a hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, no es tan
infrecuente como se pensaba inicialmente, siendo entre un 0,5% a 5% de los TEP
tratados.
Fisiopatología
En los pacientes con TEP y falla del VD se produce una activación neurohumoral, entre
ellos el sistema simpático. La estimulación inotrópica y cronotrópica dada por la
actividad simpatica, así como el mecanismo de Frank-Starling ayudan a restablecer el
5
flujo pulmonar, el llenado ventricular izquierdo y el gasto cardiaco. Estos mecanismos
compensatorios, junto con la vasoconstricción sistémica, intentan mantener la presión
arterial sistémica, evitando que la reducción de la presión aórtica pueda reducir la
perfusión coronaria, generar isquemia y de esa manera contribuir a la disfunción del
VD. La combinación potencialmente deletérea de aumento de la demanda miocárdica
de oxígeno del VD y reducción del gradiente de perfusión coronaria del VD contribuyen
a la isquemia y a la disfunción ventricular, iniciando un círculo vicioso que lleva a falla
del VD. Debe tenerse en cuenta que un VD, de pared fina y no acondicionado, no es
capaz de generar presiones pulmonares medias que excedan los 40 mm Hg. Si bien el
compromiso hemodinámico es inicial, algunos pacientes evolucionan con deterioro
clínico en las primeras 24 - 48 horas, como consecuencia de embolia recurrente y
deterioro progresivo de la función VD, más comunes en el TEP no diagnosticado o no
adecuadamente tratado.
La gravedad del TEP en términos de riesgo de mortalidad precoz esta más relacionado
con la disfunción del VD y el compromiso hemodinámico, que con la carga anatómica
o la forma de distribución de los émbolos intra-pulmonares. Por esta razón en la
actualidad la Sociedad Europea de Cardiología en su Guía del 2009, propone
reemplazar términos que crean confusión, como «masivo», «submasivo» y «no
masivo», por el nivel estimado de riesgo de muerte precoz relacionado con el TEP.
6
1.- Los clínicos, de evaluación inmediata, al lado de la cama del paciente.
2.- Los marcadores daño miocárdico (Troponinas) y los que dan cuenta de la disfunción
del VD, entre estos últimos están los imagenológicos, (Ecocardiograma – AngioTAC
pulmonar)
3.- Los pépticos natriureticos y/o elevación de las presiones de llenado del VD.
Tabla 2
El tromboembolismo de alto riesgo, que tiene una mortalidad a corto plazo mayor al
15%, es una urgencia que pone en peligro la vida del paciente, requiere un proceso
diagnóstico RAPIDO y una estrategia terapéutica eficaz y oportuna.
Diagnóstico
7
probabilidad de TEP sea lo suficientemente baja para no administrar un tratamiento
específico para TEP, con un riesgo aceptablemente bajo a pesar de la sospecha clínica.
Estos términos no pretenden indicar con certeza absoluta la presencia o ausencia de
émbolos en el lecho arterial pulmonar.
Presentación clínica
En el 90% de los casos, se sospecha un TEP por la presencia de síntomas clínicos como
disnea, dolor torácico y síncope, solos o en combinación. En diversas series, la disnea,
la taquipnea o el dolor torácico se presentaron en más del 90% de los pacientes con
TEP. El síncope es raro, pero es una presentación relevante del TEP, ya que puede ser
indicio de un severo compromiso hemodinámico. En los casos más graves, puede
haber shock e hipotensión arterial. El dolor torácico pleurítico, combinado o no con
disnea, es una de las presentaciones más frecuentes de TEP, y es causado por la
irritación pleural debida a infarto pulmonar. La disnea aislada de comienzo rápido
asociada a dolor torácico retroesternal parecido a angina, en ausencia de congestión
pulmonar, en otras ocasiones, el comienzo de la disnea puede ser progresivo durante
semanas. El empeoramiento de la disnea en pacientes con insuficiencia cardiaca o
enfermedad pulmonar preexistentes, puede ser el único síntoma que sugiera TEP.
Siempre es necesario valorar la presencia de factores de riesgo de tromboembolismo
venoso para estratificar la probabilidad de TEP, la cual aumenta con un mayor número
de factores predisponentes. Sin embargo, en aproximadamente un 20% a 30% de los
casos, el TEP tiene lugar en ausencia de factor riesgo (TEP idiopático o no provocado).
Los signos y los síntomas clínicos individuales no son de gran ayuda, porque no son
sensibles ni específicos (tabla 3 y 4).
8
Tabla 3
9
Tabla 4
Exámenes Complementarios
El TEP se asocia con frecuencia a hipoxemia, pero hasta un 20% de los pacientes con
TEP tienen una presión arterial de oxígeno (PaO2) y un gradiente de oxígeno alveolar-
arterial [D(A-a)O2] normal, por lo que la Gasometria en la actualidad no es utilizada
como elemento de orientación diagnostica.
Los signos en el Electrocardiograma (ECG) de sobrecarga del VD, como las ondas T
negativas en las derivaciones V1-V4, el S1Q3T3 clásico (es decir, una onda S profunda
en la derivación D1 y una onda Q prominente y onda T negativa en la derivación D3) y
bloqueo completo o incompleto de rama derecha pueden ser de ayuda, especialmente
cuando están presentes, sin embargo son poco frecuentes. No obstante, su presencia
está asociada a formas más graves de TEP. En resumen, los signos clínicos, síntomas y
pruebas de laboratorio habituales no permiten excluir o confirmar la presencia de TEP
agudo, pero aumentan el índice de sospecha clínica.
b) El 90% de los pacientes tienen una probabilidad clínica baja o moderada (no alta), y
10
c) Para un resultado idéntico de la Cintigrafía pulmonar de ventilación-perfusión
(Cintigrafía V/Q), la prevalencia de TEP varía considerablemente de acuerdo a la
probabilidad clínica asignada.
Criterios Puntos
Probabilidad %
Sospecha TVP 3.0 Score Riesgo
TEP Pacientes
Diagnóstico alternativo
3.0 <2 3,60% 40% Bajo
poco probable
Frec Cardiaca ≥ 100 1.5 2–6 20.5% 53% Medio
Inmovilización o Cirugía 4
1.5 >6 66.7% 7% Alto
semanas previas
TVP – TEP previo 1.5
Hemoptisis 1.0
Enf. Oncológica en
1.0
terapia o 6 meses previo
Ann Intern Med 2001;135:98-107
11
Tabla 6
Dímero-D
12
análisis cuantitativos mediante ELISA tienen una sensibilidad > 95% y una
especificidad en torno al 40%, con un VPN cercano al 95% - 98%, por lo cual se puede
utilizarse para excluir el TEP en pacientes con probabilidad baja o moderada. En
urgencias, un ELISA negativo puede excluir el TEP sin hacer pruebas posteriores en
aproximadamente el 30% de los pacientes.
En el 90% de los pacientes, el TEP se origina a partir de una TVP de las extremidades
inferiores. La Ecografía Doppler de compresión venosa de las extremidades inferiores
(Eco-D) ha sustituido en gran medida a la flebografía para el diagnóstico de la TVP. La
Eco-D tiene una sensibilidad por encima del 90% para la TVP proximal y una
especificidad de alrededor del 95%. La Eco-D muestra TVP en el 30-50% de los
pacientes con TEP, y el hallazgo de TVP proximal en pacientes con sospecha de TEP es
suficiente para establecer un tratamiento anticoagulante sin pruebas adicionales. La
Eco-D puede limitarse a un examen simple de cuatro puntos (la ingle y la fosa
poplítea), siendo el único criterio diagnóstico validado para la TVP la incompleta
compresibilidad de la vena, que indica la presencia de un coágulo, mientras que los
criterios de flujo no son del todo confiables. El rendimiento diagnóstico de la Eco-D
cuando se sospecha TEP se puede mejorar realizando una ultrasonografía completa,
que incluya las venas distales. En un estudio reciente, la proporción de pacientes con
TEP en los que se pudo detectar TVP aumentó de un 22% a un 43% cuando se
utilizaba una Eco-D completa. La probabilidad de obtener una Eco-D positiva proximal
cuando se sospecha TEP es más alta en pacientes con signos y síntomas en las
extremidades que en los pacientes asintomáticos. En el estudio PIOPED II, la
combinación de venografía por TAC Angio aumentó la sensibilidad para el TEP del 83 al
90% y tuvo una especificidad similar (alrededor del 95%).
Cintigrafía de ventilación-perfusión
13
con estudios de ventilación. En el caso de TEP, se espera que la ventilación sea normal
en los segmentos hipoperfundidos. Los resultados de la Cintigrafía pulmonar se
clasifican normalmente de acuerdo con criterios establecidos en el estudio clínico
PIOPED en cuatro categorías:
Con una Cintigrafía de perfusión normal, la tasa de evento TE es baja (0,8%) por lo
cual no se justificaría la Anticoagulación. Por otro lado con al menos un defecto de
perfusión segmentaria y ventilación focal normal, el VPP fue del 88%, este es prueba
suficiente de la presencia de TEP para establecer terapia anticoagulante en la mayoría
de los pacientes. Cuanto más estrictos son los criterios del PIOPED para establecer un
patrón de alta probabilidad (dos o más defectos de perfusión segmentarios), mayor es
el VPP para TEP, y este resultado se acepta normalmente como confirmación de TEP.
Un análisis realizado a partir del estudio PIOPED II confirma que la Cintigrafía V/Q de
alta probabilidad es válida para el diagnóstico de TEP y que la Cintigrafía de perfusión
normal es válida para descartarlo. Sin embargo la alta frecuencia de Cintigrafía de
probabilidad intermedia no diagnóstica ha dado pie a numerosas críticas, porque indica
la necesidad de realizar pruebas diagnósticas adicionales. Las estrategias propuestas
para evitar este problema son la utilización de tablas de probabilidad clínica y la
adquisición de datos en modo tomográfico.
14
Tabla 7. Probabilidad Clínica PIOPED
Tomografía Computada
clínica intermedia o alta, pero mucho más bajo (58%) en pacientes con una
probabilidad de TEP previa a la prueba baja. Más recientemente en otro estudio, todos
los pacientes clasificados como TEP probable por el score de Wells y aquellos con
prueba positiva para el dímero-D se sometieron a TCMD de tórax. El riesgo
tromboembólico a los 3 meses en los 1.505 pacientes que no recibieron tratamiento
debido a que tenían una TC negativa fue bajo (1,1%). En base a esto las recientes
guías Europeas indican que una TCMD negativa es un criterio apropiado para excluir el
TEP en pacientes con una probabilidad clínica no alta de TEP. Por otro lado la
dilatación del VD en una relación VD/VI mayor de 1,5/1 en un elemento de disfunción
del ventrículo derecho, con implicancias pronosticas.
15
Figura 2- AngioTAC Pulmonar
16
Figura 3. AngioTAC Pulmonar
Sigue aún siendo controvertido si los pacientes con una TCMD negativa y una alta
probabilidad clínica de TEP deben someterse además a una Eco-D, Cintigrafía V/Q o
angiografía pulmonar.
Angiografía pulmonar
17
series con un total de 5.696 pacientes, la mortalidad por angiografía pulmonar fue del
0,2%.
Ecocardiografía
18
Figura 5 Angiografia Digital
Figura 6. Ecocardiograma
19
La dilatación del VD se encuentra en al menos un 25% de los pacientes con TEP y su
detección, ya sea por ecocardiografía o por TC, es útil para la estratificación del riesgo
de mortalidad. Los criterios ecocardiográficos utilizados para el diagnóstico de TEP se
basan en la velocidad del flujo de la insuficiencia tricuspídea y las dimensiones del VD.
Puesto que la sensibilidad descrita se encuentra en torno al 60-70%, un resultado
negativo no puede excluir la existencia de TEP. Por otra parte, los signos de
sobrecarga o disfunción del VD también pueden deberse a enfermedad cardiaca o
respiratoria concomitante, en ausencia de TEP agudo.
Estrategias diagnósticas
La sospecha de TEP de alto riesgo y la de no alto riesgo son dos situaciones distintas
que deben diferenciarse porque las estrategias diagnósticas son diferentes. En general,
aun con una estrategia clínica adecuada, en los pacientes en que se sospecha la
enfermedad, la prevalencia de TEP es baja (un 10- 35% en las grandes series
recientes). La angiografía pulmonar, el criterio estándar definitivo, es invasiva, costosa
y, a veces, difícil de interpretar. Por lo tanto, se debe escoger exámenes diagnósticos
no invasivos, y ya se han evaluado diversas combinaciones de pruebas clínicas, como
la determinación plasmática de dímero-D, la Eco-D de las extremidades inferiores, la
Cintigrafía de ventilación-perfusión y, más recientemente, la TCMD (AngioTAC), para
evitar la necesidad de realizar una angiografía pulmonar. Estas estrategias se han
aplicado a pacientes que se presentaban en urgencias con sospecha de TEP, durante el
ingreso hospitalario o en ambas situaciones. Debe tenerse en cuenta que el enfoque en
caso de sospecha de TEP puede variar de acuerdo con la disponibilidad local de las
pruebas en los contextos clínicos específicos. En las figuras 7 y 8 se presentan los
algoritmos diagnósticos más directos para los casos de sospecha de TEP.
El TEP de alto riesgo es una situación que pone en riesgo inminente la vida del
paciente. Los pacientes que se presentan con shock e hipotensión tienen un problema
clínico en la cual la probabilidad clínica suele ser elevada, el diagnóstico diferencial
incluye el shock cardiogénico, la disfunción valvular aguda, el taponamiento cardíaco y
la disección aórtica. La mortalidad de este grupo es 15 % o mayor, por consiguiente la
exploración inicial más útil en esta situación es la ecocardiografía, que normalmente
20
mostrará signos indirectos de hipertensión pulmonar aguda y sobrecarga del VD si el
TEP agudo es la causa de las consecuencias hemodinámicas. A veces se puede
encontrar los trombos del corazón derecho en tránsito en la ecocardiografía
transtorácica y la transesofágica puede permitir la visualización directa de un trombo
en la arteria pulmonar. Sin embargo, en un paciente altamente inestable, o si no se
puede realizar otras pruebas, el diagnóstico de TEP puede aceptarse basándose
únicamente en hallazgos ecocardiográficos indirectos compatibles (fig. 7). Si el
paciente se ha estabilizado con tratamiento de apoyo, se debe intentar un diagnóstico
definitivo. Debido a la carga trombótica en la circulación pulmonar, el Angio-TAC suele
ser capaz de confirmar el diagnóstico. Se debe evitar la angiografía pulmonar
convencional debido a que conlleva un alto riesgo de mortalidad en pacientes
inestables y aumenta el riesgo de hemorragias por trombolisis.
21
Figura 8. Estrategias Diagnosticas en alta probabilidad pre test
22
este tipo de pacientes es bajo. Por lo tanto, sigue siendo controvertida la necesidad de
realizar exámenes adicionales, y la naturaleza de esos exámenes en estos pacientes.
EVALUACIÓN PRONÓSTICA
Hipotensión y shock
Ecocardiografía
Se ha descrito que al menos un 25% de los pacientes con TEP tienen hallazgos
ecocardiográficos que indican disfunción del VD. El riesgo de mortalidad por TEP es
más del doble los pacientes con signos ecográficos de disfunción del VD. En este tipo
de pacientes, la disfunción ventricular derecha presentó una sensibilidad del 56%-61%
y estuvo relacionada con el aumento absoluto en la mortalidad precoz por TEP de un
4%-5%. Es importante señalar que los pacientes con hallazgos ecocardiográficos
normales tuvieron una mortalidad intrahospitalaria por TEP < 1% en la mayoría de las
series estudiadas. Desafortunadamente, los criterios de disfunción ventricular derecha
difieren entre los estudios publicados e incluyen dilatación del VD, hipokinesia,
aumento de la relación en el diámetro de VD/VI y aumento de la velocidad del flujo en
la insuficiencia tricúspide. Además de la disfunción ventricular derecha, la
ecocardiografía también puede identificar 2 marcadores específicos, y cada uno de
ellos indica un riesgo 2 veces mayor en la mortalidad por TEP: cortocircuito derecho-
23
izquierdo a través de un foramen oval persistente y presencia de trombos en el las
cavidades derechas.
Tomografía computarizada
El Angio-TAC con contraste sincronizada con ECG, usada para la angiografía pulmonar,
permite la evaluación de la relación entre la dimensión de los ventrículos derecho e
izquierdo, pero no proporciona una información directa sobre la función del VD. Se
encontró un cociente VD/VI > 1 en el 58% de los 120 pacientes inicialmente estables,
que ha confirmado la presencia de TEP, y que tuvo un VPP del 10% en cuanto a la
mortalidad a los 30 días por TEP. La combinación de un cociente VD/VI > 1 y un índice
de obstrucción vascular derivada del Angio-TAC > 40%, aumentó el VPP de la
mortalidad a los 3 meses debida a TEP al 18,8%.
Cuando se tiene en cuenta otros estudios con poblaciones de pacientes más pequeñas,
la mayoría de ellos indican que el Angio-TAC contribuye a la estratificación del riesgo
de los pacientes con TEP confirmado. Su principal valor parece ser la identificación de
los pacientes de bajo riesgo basada en la ausencia de dilatación del VD. Otros índices
derivados del Angio-TAC, como la forma del septum interventricular o las dimensiones
de la arteria pulmonar, no han demostrado ninguna relevancia pronóstica, mientras
que la evidencia sobre un índice más complejo de obstrucción vascular derivado de TC
no es concluyente.
La disfunción ventricular derecha está asociada a una distensión del VD que produce
una liberación del péptido natriurético cerebral o tipo B (BNP). Cada vez hay más
evidencia de que en el TEP agudo la concentración de BNP o del dominio N-terminal del
proBNP (NT-proBNP) refleja la gravedad de la disfunción ventricular derecha y el
deterioro hemodinámico. Estudios recientes indican que el BNP o el NT-proBNP como
marcadores de disfunción ventricular derecha proporcionan una información pronóstica
adicional a la que se obtiene de la ecocardiografía. Aunque las concentraciones
elevadas de BNP o de NT-proBNP están relacionadas con un peor resultado clínico, su
VPP es bajo (12-26%). Otros marcadores de disfunción del VD como la distensión de
la vena yugular, cuando no está causada por un taponamiento cardiaco o por tumores
mediastínicos, puede ser un signo fiable de disfunción ventricular derecha en pacientes
con TEP. Otros signos clínicos, como el soplo de insuficiencia tricuspídea y el galope del
VD, son más subjetivos y, por lo tanto, más confusos. Los signos de sobrecarga del VD
de nueva aparición en el ECG, como la inversión de las ondas T en las derivaciones V1-
V4, el patrón QR en la derivación V1, el patrón clásico S1Q3T3 y el bloqueo completo o
incompleto de rama derecha, suelen tener poca sensibilidad. La cateterización derecha
permite la evaluación directa de las presiones de llenado del VD y del gasto cardiaco,
pero no se recomienda su uso sistemático para la estratificación del riesgo en el TEP
agudo.
24
Marcadores de daño miocárdico
Troponinas cardiacas
25
Marcadores de riesgo adicionales
TRATAMIENTO
26
cortocircuito que se produce cuando la presión auricular derecha excede la presión
auricular izquierda. La hipoxemia suele revertirse con oxígeno nasal y raramente es
necesaria la ventilación mecánica.
Anticoagulación inicial
Los objetivos del tratamiento anticoagulante inicial del TEP son la prevención de la
muerte y de episodios recurrentes con una tasa aceptable de complicaciones
hemorrágicas. La anticoagulación rápida sólo se consigue con anticoagulantes
parenterales, como la heparina no fraccionada intravenosa, y en la última década con
las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) o el fondaparinux subcutáneo. En el
último tiempo se han validado terapias orales
Las heparinas de bajo peso molecular deben administrarse con cuidado en pacientes
con insuficiencia renal y se ajustará la dosis de acuerdo con la concentración de anti-
Xa. La heparina no fraccionada intravenosa será la opción preferida para la
anticoagulación inicial en los pacientes con daño renal grave (aclaración de creatinina
< 30 ml/min), ya que no se elimina por los riñones, y en los que presentan un alto
riesgo de hemorragias, porque su efecto anticoagulante se puede revertir con rapidez.
Para todos los otros casos de TEP agudo, de no alto riesgo, la heparina no fraccionada
puede reemplazarse por heparinas de bajo peso molecular subcutáneamente a dosis
27
ajustadas por el peso corporal sin necesidad de monitorización. Diversos estudios
clínicos han comparado la eficacia y la seguridad de las heparinas de bajo peso
molecular administradas subcutáneamente con las de la heparina no fraccionada. Los
principales estudios, con un total de 1.951 pacientes con TEP sintomático de no alto
riesgo o con TEP asintomático asociado a TVP sintomática, se incluyeron en un
metaanálisis. Al final del tratamiento en estudio (5-14 días), las heparinas de bajo
peso molecular fueron por lo menos tan eficaces como la heparina no fraccionada en
cuanto a la tasa de tromboembolismo venoso recurrente y por lo menos igual de
seguras en cuanto a las hemorragias mayores. La mortalidad por cualquier causa fue
similar en los dos grupos. La tabla 10 enumera las heparinas de bajo peso molecular
aprobadas actualmente para el tratamiento del TEP. En ocasiones, se usan en el TEP
otras heparinas de bajo peso molecular, aprobadas para el tratamiento de la TVP. Las
heparinas de bajo peso molecular no se recomendarán en el caso del TEP de alto
riesgo con inestabilidad hemodinámica, ya que este tipo de pacientes han sido
excluidos de los estudios con distribución aleatoria que evalúan la eficacia y la
seguridad de estos fármacos en el TEP.
28
Tabla 9. Contraindicaciones de Trombolisis en TEP
Contraindicaciones absolutas*
Accidente cerebrovascular hemorrágico o de causa desconocida
Accidente cerebrovascular isquémico en los 6 meses precedentes
Lesión en el sistema nervioso central o neoplasmas
Traumatismo mayor, cirugía o traumatismo craneal recientes (en las 3 semanas
previas)
Hemorragia intestinal en el último mes
Hemorragia conocida
Contraindicaciones relativas
Ataque isquémico transitorio en los 6 meses precedentes
Tratamiento anticoagulante oral
Durante la gestación o la semana posterior al parto
Punciones que no se pueden comprimir
Reanimación traumática
Hipertensión (presión arterial sistólica > 180 mmHg) resistente al
tratamiento
Enfermedad hepática avanzada
Endocarditis infecciosa
Úlcera péptica activa
29
Tabla 10. Heparinas aprobadas en la Terapia Tromboembolismo Pulmonar
Fondaparinux
peso corporal < 50 kg 5 mg cada 24 hr subcutánea
peso corporal 50-100 kg 7,5 mg cada 24 hrs subcutánea
peso corporal > 100 kg 10 mg cada 24 hr subcutánea
30
Anticoagulación oral
Trombolisis
Los estudios con distribución aleatoria han demostrado de forma consistente que el
tratamiento trombolítico resuelve rápidamente la obstrucción tromboembólica y tiene
efectos beneficiosos en los parámetros hemodinámicos. En un estudio clínico antiguo
de pequeño tamaño, se observó un aumento del 80% en el índice cardiaco y una
reducción del 40% en la presión arterial pulmonar después de 72 h de tratamiento con
estreptoquinasa. En el estudio clínico Plasminogen Activator Italian Multicenter Study
2, la angiografía seriada revelo que 100 mg del activador recombinante de
31
plasminógeno tisular (rtPA) redujo en un 12% la obstrucción vascular al final de las 2
horas del periodo de infusión, mientras que no se observaron cambios en los pacientes
que recibieron heparina. El efecto del rtPA estuvo asociado a una reducción del 30% en
la presión arterial pulmonar media y un aumento del 15% en el índice cardiaco. Uno de
los estudios clínicos de mayor tamaño sobre trombolisis ha demostrado una reducción
significativa en el área telediastólica media del VD en la ecocardiografía 3 horas
después del tratamiento con rtPA. En cuanto a la comparación de los diferentes
fármacos trombolíticos, el estudio Urokinase-Streptokinase Pulmonary Embolism Trial
(USPET) ha documentado una eficacia equivalente entre la uroquinasa y la
estreptoquinasa infundidas durante un periodo de 12-24 horas. En estudios clínicos
con asignación aleatoria, la infusión de 100 mg de rtPA durante 2 horas produjo una
mejoría angiográfica y hemodinámica más rápida que la uroquinasa infundida durante
12 o 24 h a una velocidad de 4.400 UI/kg/h, aunque los resultados no fueron
diferentes al final de la infusión de la uroquinasa. De manera parecida, la infusión de
rtPA durante 2 h parece que fue superior a la infusión de estreptoquinasa durante 12 h
(a 100.000 UI/h), pero no se observaron diferencias cuando la misma dosis de
estreptoquinasa se administró durante 24 horas. Además, dos estudios clínicos que
compararon el régimen de 100 mg de rtPA durante 2 h con una infusión corta (15 min)
de 0,6 mg/kg de rtPA describieron una tendencia no significativa hacia una mejoría
ligeramente más rápida y unas tasas hemorrágicas levemente superiores en el
régimen de 2 horas. La infusión local directa de rtPA a través de catéter en la arteria
pulmonar (a dosis reducida) no tuvo ninguna ventaja sobre la trombolisis intravenosa
sistémica. En general, este enfoque debe evitarse, ya que también conlleva un
aumento del riesgo de hemorragias en el lugar de la punción. Los regímenes
trombolíticos aprobados de estreptoquinasa, uroquinasa y rtPA se muestran en la tabla
8. La infusión de heparina no debe ser administrada simultáneamente con
estreptoquinasa o uroquinasa, pero sí durante la administración de rtPA. El mayor
beneficio se observa cuando el tratamiento se inicia en las primeras 48 horas desde el
inicio de los síntomas, pero la trombolisis puede seguir siendo útil en pacientes que
han tenido síntomas durante 6-14 días. Aunque son de comienzo rápido, los beneficios
hemodinámicos de la trombolisis sobre la heparina parecen estar confinados a los
primeros días. Una semana después del tratamiento, los cambios en la gravedad de la
obstrucción vascular y la reversión de la disfunción ventricular derecha ya no son
diferentes entre los pacientes tratados con trombolisis y los pacientes tratados con
heparina.
32
puede aplicarse en pacientes seleccionados con un TEP de riesgo intermedio y después
de una consideración cuidadosa de los factores que aumentan el riesgo de
hemorragias. Por último, la trombolísis no debe utilizarse en pacientes con TEP de bajo
riesgo.
Las técnicas percutáneas para abrir el tronco pulmonar parcialmente ocluido o las
arterias pulmonares mayores puede salvar la vida en algunas situaciones críticas de
TEP de alto riesgo. Aunque la evidencia disponible se limita a algunos casos clínicos o
series, este tipo de procedimiento puede realizarse como una alternativa a la
trombolisis cuando haya contraindicaciones absolutas, como tratamiento coadyuvante
cuando la trombolisis ha fallado para mejorar el estado hemodinámico, o como una
alternativa a la cirugía cuando no se pueda realizar un bypass cardiopulmonar de
forma inmediata. El catéter de succión para embolectomía de Greenfield se introdujo
en 1969 y sigue siendo el único dispositivo aprobado por la FDA (Food and Drug
33
Administration). La mejoría hemodinámica puede ser drástica después de una
fragmentación correcta del trombo. Es esencial que el procedimiento se concluya en
cuanto se produzca la mejoría hemodinámica, independientemente del resultado
angiográfico. Se puede producir una mejoría sustancial en el flujo sanguíneo pulmonar
a partir de un cambio angiográfico modesto. Las complicaciones de los procedimientos
percutáneos incluyen el daño local en el lugar de la punción, normalmente la vena
femoral, la perforación de las estructuras cardiacas, el taponamiento y las reacciones
al medio de contraste yodado. El flujo iliaco y de la vena cava puede valorarse
angiográficamente, aunque la obstrucción por un trombo permanente raramente es un
problema.
Estrategias terapéuticas
Los pacientes con TEP que se presentan con shock o hipotensión tienen un riesgo
elevado de muerte intrahospitalaria, especialmente durante las primeras horas
después del ingreso. En estos pacientes, la anticoagulación inicial de primera elección
debe ser la heparina no fraccionada intravenosa, ya que las heparinas de bajo peso
molecular y el fondaparinux no se han evaluado en el contexto de la hipotensión y el
shock.
Los datos de cinco estudios clínicos que incluyeron a pacientes con TEP de alto riesgo
indican una reducción significativa de la mortalidad o de la recurrencia de TEP después
de la trombolisis. Por lo tanto, la trombolisis debe efectuarse en pacientes con TEP de
alto riesgo a menos que haya contraindicaciones absolutas para su uso.
En la mayoría de los casos de TEP agudo de no alto riesgo sin disfunción renal grave,
el tratamiento de elección son las heparinas de bajo peso molecular o el fondaparinux,
administrados por vía subcutánea, con dosis ajustadas por el peso corporal sin
monitorización.
Los datos procedentes de seis estudios clínicos revelan que no se producen beneficios
clínicos con el tratamiento trombolítico en este grupo. El TEP de riesgo intermedio
34
define a los pacientes que parecen hemodinámicamente estables durante el ingreso
pero presentan evidencia de disfunción ventricular derecha y/o daño miocárdico. Un
estudio clínico reciente ha distribuido aleatoriamente a 256 pacientes con TEP de
riesgo intermedio y sin contraindicaciones relativas a la trombolisis a recibir un
tratamiento de heparina frente a rtPA. El objetivo principal del estudio, una variable
combinada de mortalidad intrahospitalaria o deterioro clínico que precise aumento del
tratamiento, se redujo significativamente en el grupo que recibió trombolisis
comparado con el grupo que recibió heparina. La diferencia se debía a una necesidad
más frecuente de trombolisis secundaria (de urgencia) en el grupo de heparina durante
el ingreso hospitalario, mientras que la mortalidad total no se vio afectada por la
trombolisis. Por lo tanto, parece ser que el cociente riesgo/beneficio de la trombolisis
puede ser favorable en pacientes seleccionados con TEP de riesgo intermedio,
especialmente en los que no haya riesgo hemorrágico elevado (tabla 14). Se ha
iniciado un gran estudio europeo multinacional que va a intentar resolver la
controversia que todavía existe en relación con el tratamiento más adecuado en este
grupo de pacientes.
El tratamiento anticoagulante a largo plazo de los pacientes con TEP está dirigido a
prevenir los episodios tromboembólicos venosos recurrentes, tanto mortales como no
mortales. En la gran mayoría de los pacientes se usan los antagonistas de la vitamina
K, mientras que las heparinas de bajo peso molecular puede ser una alternativa eficaz
y segura en los pacientes con cáncer.
35
3.- La reducción de la duración del tratamiento a 4 o 6 semanas se asoció a un
aumento de la tasa de recurrencias comparada con la duración convencional de 3-6
meses.
Los estudios clínicos que han evaluado diferentes duraciones del tratamiento
anticoagulante pueden dividirse en tres categorías de acuerdo con la duración del
tratamiento comparado:
36
que la tasa de recurrencias después de la interrupción del tratamiento era de
aproximadamente un 2,5% por año después de un TEP asociado con factores de riesgo
reversibles, comparada con un 4,5% por año después de un TEP idiopático (no
provocado). Hallazgos similares se han encontrado en estudios de pacientes con TVP.
Los factores de riesgo de tromboembolismo venoso reversibles incluyen cirugía,
traumatismos, enfermedad médica, tratamiento con estrógenos y gestación. Para los
pacientes con TEP secundario a factores de riesgo transitorios (reversibles), se prefiere
la administración de antagonistas de la vitamina K durante 3 meses antes que un
tratamiento de menor duración.
Por otra parte, una prueba negativa para dímero-D, un mes después de retirar los
antagonistas de la vitamina K parece ser un factor protector contra la recurrencia de
tromboembolismo venoso (riesgo relativo = 0,4).
Entre los portadores de trombofilia molecular, los pacientes con anticoagulante lúpico,
aquellos con déficit confirmado de proteína C o S y los pacientes homocigotos para el
factor V Leiden para la mutación del gen de protrombina pueden ser candidatos a
recibir tratamiento anticoagulante indefinido después de un primer episodio de
tromboembolismo venoso no provocado. La evidencia disponible no es del todo clara
sobre el beneficio clínico del tratamiento anticoagulante prolongado en el caso de los
portadores heterocigotos del factor V Leiden o de la mutación del gen de protrombina.
Además del riesgo de recurrencias, al establecer la duración del tratamiento se debe
considerar el riesgo de hemorragias.
37
d) Enfermedad renal o hepática crónica;
e) Tratamiento antiplaquetario concomitante (hay que evitarlo siempre que sea
posible);
f) Otras enfermedades agudas o crónicas importantes;
g) Control anticoagulante deficiente, y h) monitorización subóptima del tratamiento
anticoagulante.
Este tipo de manejo no debe generalizarse, sino que debe reservarse para casos
seleccionados. No se conoce la eficacia de las diferentes duraciones del tratamiento
anticoagulante crónico para prevenir el desarrollo de hipertensión pulmonar
tromboembólica crónica. El tratamiento necesario para el manejo a largo plazo del TEP
sería una anticoagulación oral sin necesidad de monitorización ni ajuste de dosis.
Filtros venosos
Los filtros de la vena cava inferior (VCI) permanentes pueden proporcionar una
protección para toda la vida contra el TEP; no obstante, se asocian a complicaciones y
secuelas tardías, como episodios recurrentes de TVP y el desarrollo del síndrome
postrombótico. Las complicaciones de los filtros permanentes son comunes, aunque
raramente mortales. Las complicaciones precoces, como la trombosis en el lugar de la
inserción, ocurren en un 10% de los pacientes. Las complicaciones tardías son mucho
más frecuentes e incluyen la TVP recurrente en aproximadamente un 20% de los
pacientes, y la oclusión de la vena cava afecta aproximadamente a un 22% de los
pacientes a los 5 años y a un 33% a los 9 años, independientemente del uso y la
duración de la anticoagulación. Otros filtros de la VCI están diseñados para ser
retirados después de que finalice su periodo de uso. Se recomienda que los
dispositivos recuperables se retiren en las 2 semanas que siguen a su implantación.
Sin embargo, los datos disponibles indican que los dispositivos temporales se dejan a
menudo in situ por periodos más largos, con una tasa de complicaciones de hasta un
10%, incluidas la migración y trombosis del dispositivo. Es difícil de determinar la
relación riesgo/beneficio de los filtros de la VCI porque en la mayoría de las series el
38
seguimiento ha sido incompleto y las recurrencias descritas no requirieron pruebas
objetivas para TEP. En el único estudio con distribución aleatoria hasta la fecha, se
trató a 400 pacientes con TVP (con o sin TEP) con un anticoagulante (heparina no
fraccionada frente a heparinas de bajo peso molecular más un anticoagulante oral)
solo o con un anticoagulante combinado con la inserción del filtro de la vena cava.
Durante los primeros 12 días, la tasa de TEP fue del 1,1% con el filtro colocado frente
al 4,8% con el anticoagulante solo (p = 0,03). Sin embargo, durante el seguimiento de
2 años, la diferencia dejó de ser significativa. Aunque no hubo diferencias en la
mortalidad total a los 12 días (el 2,5% en cada grupo), 4 de las 5 muertes en el grupo
que no llevaba filtro se debieron a TEP, frente a ninguna de las 5 muertes en el grupo
que llevaba filtro. En conjunto, ese estudio, actualmente con datos disponibles de un
seguimiento de 8 años, muestra un riesgo reducido de TEP recurrente a costa de un
aumento del riesgo de TVP recidivante sin efectos generales en la supervivencia de los
pacientes que se sometieron a inserción permanente de filtro en la VCI.
Bibliografía
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pulmonary embolism: increasing the models utility with the SimpliRED D-
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symptomatic pulmonary embolism. N Engl J Med 2012; 366:1287-1297.
39
ERRNVPHGLFRVRUJ
MÓDULO 6
I. Introducción
La Hipertensión arterial sistémica (HTA) es una condición médica frecuente, que afecta
a más de mil millones de personas en todo el mundo y un factor de riesgo establecido
para enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y renal.
Las emergencias hipertensivas (EH) se dan cuando diversas formas de presión arterial
(PA) elevada se asocian a lesiones agudas de órganos blanco. Estas situaciones son
poco frecuentes, pero pueden poner en peligro la vida del paciente. En estos casos, el
tratamiento de la hipertensión debe ser rápido. Sin embargo, hay que tener
cuidado, ya que reducciones extremadamente agresivas de la presión arterial pueden
generar una perfusión insuficiente del cerebro y un infarto cerebral o una lesión del
miocardio o de los riñones.
TABLA N° 1
EMERGENCIAS HIPERTENSIVAS
Encefalopatía hipertensiva
Insuficiencia ventricular izquierda hipertensiva
Hipertensión con infarto de miocardio
Hipertensión con angina inestable
Hipertensión con disección de aorta
Hipertensión grave relacionada con hemorragia subaracnoidea o accidente
vascular cerebral
Crisis asociada a Feocromocitoma
Uso de drogas de abuso como anfetaminas, LSD, cocaína o «éxtasis»
Hipertensión perioperatoria
Preeclampsia o eclampsia
TABLA N° 2
URGENCIAS HIPERTENSIVAS
• Angina estable
• Insuficiencia cardiaca sin edema pulmonar
• Cefalea intensa
• Epistaxis
• Ansiedad severa
TABLA N° 3
RIESGO VITAL Sí No
DAÑO ORGANOS Sí No
III. Epidemiología
La HTA rara vez produce síntomas en las primeras etapas de su evolución y en muchos
casos no se diag-nostica. Los casos que se diagnostican, a veces no tienen acceso al
tratamiento y es posible que no puedan controlar con éxito su enfermedad en el largo
plazo.
La detección temprana, el tratamiento apropiado y el control de la HTA producen
impor-tantes beneficios sanitarios y económicos. El tratamiento de sus complicaciones
incluye intervenciones costosas como la cirugía de revascularización miocárdica, la
endarte-rectomía carotídea o la diálisis, que consumen los presupuestos
gubernamentales e individuales.
Las iniciativas para disminuir la ingesta de sal pueden contribuir de manera importante
a preve-nir y controlar la HTA. Sin embargo, los programas verticales focalizados
solamente en el control de la hipertensión no son costo-efectivos.
Cabe destacar, que a contar del año 2006, la “Hipertensión Arterial Primaria o esencial
en personas de 15 años y más” está incorporada en el AUGE y su Guía Clínica
actualizada (2010) se encuentra disponible en el portal del MINSAL.
En uno de los pocos estudios prospectivos conducidos hasta la fecha, Saguner et al.,
siguieron a 89 pacientes hipertensos por un promedio de 1.6 años; evidenciaron que
los factores de riesgo más correlacionados con crisis hipertensivas fueron: sexo
femenino, obesidad, Cardiopatía coronaria y falta de adherencia a los medicamentos.
IV. Fisiopatología.
Figura 4
Fisiopatología de la Emergencia Hipertensiva. El abrupto incremento de la resistencia
vascular sistémica relacionada a factores humorales vasoconstrictores que aumentan la presión
arterial, iniciaría el daño del órgano blanco; a su vez, se desencadenaría una secuencia circular
de fenómenos fisiopatológicos, resultando en mayor daño del órgano blanco. El daño endotelial,
el aumento de factores vasoconstrictores locales, la pérdida de la autorregulación del flujo
sanguíneo y otros más, formarían parte de los eventos fisiopatológicos que explicarían el daño
de órganos blanco en la emergencia hipertensiva. (Adaptado de “Hypertensive Emergencies”,
Phillip D. Levy, MD, MPH, FACEP).
El daño endotelial y la necrosis fibrinoide de las arteriolas que resultan del severo
ascenso de la presión arterial, determinarían isquemia y liberación de mediadores
vasoactivos que perpetuarían el daño. La activación del sistema renina-angiotensina
generaría mayor vasoconstricción y producción de interleukina-6. Adicionalmente, se
generarían especies reactivas de oxígeno que podrían incrementar la vasoconstricción
de los vasos sanguíneos, la hipertrofia cardiaca, el aumento de reabsorción de sal por
el riñón y la disminución de la tasa de filtración glomerular y aumentarían la actividad
simpática eferente desde el Sistema nervioso central. La depleción de volumen que
resulta de la natriuresis, estimularía la liberación de sustancias vasoconstrictoras desde
el riñón. Así, la conjunción de muchos de estos mecanismos resultarían en
hipoperfusión, isquemia y disfunción del órgano blanco presentes en la emergencia
hipertensiva.
V. Cuadro clínico.
En el STAT Registry, los síntomas más frecuentes fueron: disnea (29%), dolor torácico
(26%), cefalea (23%), alteración de conciencia (20%) y mareos (17%). En pacientes
con emergencias hipertensivas asociadas a alteraciones del fondo de ojo, la presencia
de hemólisis microangiopática puede alcanzar hasta un 27%.
La toma de la presión arterial debe ser efectuada en ambos brazos y con un manguito
de presión arterial adecuado a su tamaño. La medición de la presión arterial con un
manguito pequeño en relación al tamaño del brazo, por ejemplo en obesos, puede
elevar artificialmente su lectura. La historia clínica de un paciente con crisis
hipertensiva debe precisar si el paciente era hipertenso previamente; si ingería una
dieta baja en sodio; si usaba fármacos antihipertensivos y cuáles; qué dosis de
antihipertensivos; cuán óptimo era el control de la presión arterial; si acaso suspendió
abruptamente sus fármacos antihipertensivos; que nivel de adherencia al tratamiento
tiene; si usó drogas que puedan relacionarse a crisis hipertensivas (cocaína,
anfetaminas); y si usa medicamentos del tipo inhibidores de la monoaminooxidasa.
Además, debe explorarse con detalle si existen antecedentes de insuficiencia renal
previa o si el paciente está en diálisis.
- Hemograma completo
- TAC cerebral, que debería hacerse siempre, en presencia de síntomas y/o signos
neurológicos (Tabla N° 4).
Tabla N° 4
Cardiovascular
Fondo de ojo
Electrocardiograma
Radiografía de tórax
Ecocardiograma transtorácico
TAC de cerebro
AngioTAC toraco-abdominal
VII. Estrategia terapéutica
Figura N°5
IR en estenosis
CAPTOPRIL 12.5-25 mg 15–60 min 1.9 horas de arterias
renales
Broncoespasmo,
LABETALOL 200-400 mg 20-120 min 2.5-8 horas inotropismo (-),
bloqueo AV
Depleción de
FUROSEMIDA 20-40 mg 1-2 horas 0.5-1.1 horas
volumen
Cefalea, rubor,
AMLODIPINA 5-10 mg 1-6 horas 30-50 horas edema
periférico
Tabla N°6
Iniciar 0,25-0,5
NITROPRUSIATO <1
µg/kg/min hasta 1- 1-10 min Aumento PIC,
DE SODIO min
2 µg/kg/min. Intoxicación por cianuro
Para su uso debe evitarse la degradación que puede producir la luz. No debería ser
usado en mujeres embarazadas. En la actualidad, se sugiere no utilizarlo en pacientes
con encefalopatía hipertensiva o que cursan con un accidente cerebrovascular, toda
vez que existiría evidencia de que el Nitroprusiato puede aumentar la presión
intracraneana. En pacientes con Cardiopatía isquémica, se ha demostrado que produce
robo de la circulación coronaria, lo que incrementa la mortalidad de los pacientes con
infarto agudo del miocardio.
IX. Conclusión
Actualmente se cuenta con una variada gama de fármacos que permiten un control
óptimo de la presión arterial en ambos escenarios clínicos.
X. Bibliografía
TAQUIARRITMIAS SUPRAVENTRICULARES
3
Fase 3: repolarización rápida final. Se genera por inactivación de canal de Ca++
dependiente de tiempo y activación de corrientes de K+ repolarizadoras.
4
Existen fundamentalmente dos tipos de potencial de acción:
5
Figura 4 Potenciales de acción de distintas estructuras cardíacas
Durante gran parte del potencial de acción, la fibra no es excitable cualquiera sea la
intensidad de la estimulación recibida. A esto se denomina fase de refractariedad.
3.- Conducción: Se refiere a la conducción del impulso eléctrico célula a célula, desde
fibras depolarizadas a fibras polarizadas por zonas de baja resistencia. El corazón se
comporta como un sincicio debido a uniones intercelulares especializadas, los discos
intercalares. La velocidad de conducción depende de la amplitud y velocidad de
ascenso del potencial de acción (corrientes de Na+ y Ca++), del potencial de reposo y
de la refractariedad.
6
1. Anomalías en la formación del impulso.
Automatismo anormal
Se debe a una disminución o pérdida del potencial de reposo diastólico , así como a la
presencia de una pendiente de despolarización que al alcanzar el umbral dará origen a
un potencial de acción.
Hay dos circunstancias en las que aparece actividad de marcapasos ectópicos (en
aurículas, seno coronario, venas pulmonares, válvulas AV, unión AV y sistema His-
Purkinje):
7
1.2 Actividad Gatillada
Pospotenciales precoces
Son los que se producen en la fase 2 o rama descendente de la fase 3 del potencial de
acción, es decir, antes de la repolarización completa y se deben al aumento de las
corrientes de entrada de Na+ o Ca++ o a la reducción de las corrientes de salida de
K+ que prolongan el potencial de acción. Son favorecidas por bradicardia y pausas.
Las arritmias por este mecanismo se observan con prolongación del QT (torsión de
puntas), hipokalemia, hipoxia, hipercapnia.
Pospotenciales tardíos
Las arritmias por intoxicación digitálica, la taquicardia ventricular del tracto de salida
del ventrículo derecho, las arritmias por isquemia-reperfusión, las taquicardias de las
venas pulmonares, la fibrilación auricular se generan por este mecanismo.
8
La onda de activación, generada por un impulso eléctrico, persiste el tiempo
suficiente para que el tejido miocárdico adyacente supere el periodo refractario y sea
nuevamente excitable, excitándose y formando el circuito de reentrada.
Corresponden a este grupo las taquicardias por reentrada sinusal, reentrada AV, las
taquicardias por reentrada intranodal, el flutter auricular típico, las taquicardias por
reentrada rama-rama, las taquicardias ventriculares monomorfas post infarto.
Las acciones de estos fármacos son complejas y dependen de muchos factores; del
tipo de tejido, del ritmo cardíaco, del potencial de membrana, etc.
Fármacos clase I
Clase IA: Reducen la V máx (índice del ascenso de la fase 0 del potencial de acción) y
prolongan la duración del potencial de acción. Quinidina, procainamida, disopiramida.
Clase IC: Reducen la V max y sobre todo enlentecen la conducción, con leve
prolongación de la refractariedad. Flecainida, propafenona y moricizina
Flecainida: Tiene un gran efecto bloqueador del canal rápido de Na+ y en altas
concentraciones inhibe el canal lento de calcio. Acorta la duración del potencial de
acción en la fibra de Purkinje y en el miocardio. Aumenta la refractariedad de las vías
accesorias. Disminuye la fracción de eyección de ventrículo izquierdo y no se debe usar
en pacientes con disfunción ventricular e insuficiencia cardíaca.
10
La dosis de inicio es de 50 mg cada 12 hrs, aumentando 50 mg cada 12 hrs en 3 a 4
días no sobrepasando la dosis de 400 mg /día. Se debe monitorizar el ancho del QRS.
La proarritmia es uno de sus efectos secundarios más importantes. Se debe usar con
cautela en pacientes con trastornos de la conducción intraventricular. Puede exacerbar
la disfunción del nódulo sinusal y aumentar los umbrales de estimulación en pacientes
con marcapasos. Puede producir confusión e irritabilidad.
Fármacos Clase II
Los beta bloqueadores ejercen una acción competitiva inhibiendo la acción de las
catecolaminas en los receptores beta. Además tienen efecto inótropo negativo.
Usando como ejemplo el propanolol la dosis iv comienza desde 0,25 a 0,5 mg llegando
a 1 mg lo que puede repetirse cada 5 minutos hasta lograr el efecto deseado. Por via
oral la dosis es desde 40 a 160 mg /dia dividida en 4 dosis. Los efectos colaterales
incluyen hipotensión, bradicardia e insuficiencia cardíaca. Otros efectos son la
obstrucción bronquial, empeoramiento de la claudicación intermitente, fenómeno de
Raynaud, depresión mental, fatigabilidad e impotencia. La suspensión brusca puede
dar lugar al fenómeno de “up regulation” de los receptores favoreciendo la taquicardia
y arritmias.
11
El efecto antiarrítmico de la desmetilamiodarona, su metabolito activo, es más potente
y el retraso en alcanzar concentraciones adecuadas explicaría la acción tardía de la
amiodarona. Entre los efectos hemodinámicos la amiodarona es un vasodilatador
coronario y periférico. Al administrarse iv disminuye la frecuencia cardíaca, la
resistencia vascular sistémica, la contractilidad ventricular por lo que en esta forma
debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia cardíaca.
No existe una dosificación óptima para todos los pacientes. En forma iv puede usarse
en bolos de 150 mg en 10-15 min, seguido por 1mg/min por 6 hrs. y luego 0,5
mg/min en las restantes 18 hrs; o dosis de 2,5-10 mg/kg/día. El uso iv se puede
continuar por 2 a 3 semanas en forma segura. Usando la via oral se pueden usar dosis
de carga de 800 a 2000 mg/dia en dos a tres veces por unos 3-4 días, luego 800-1600
por 1-2 semanas, luego dosis de mantención de 300 a 100 mg según la necesidad de
cada paciente para disminuir al mínimo la incidencia de efectos colaterales. Los efectos
colaterales se pueden presentar hasta en el 75% en 5 años. La toxicidad pulmonar es
la más importante y puede aparecer precozmente o en forma alejada. Se recomienda
realizar radiografía de tórax y pruebas de función pulmonar seriadas. Con dosis de
mantención menores de 300 mg la toxicidad pulmonar es infrecuente. Puede haber
alteración de enzimas hepáticas, disfunción neurológica; ataxia, temblor,
fotosensibilidad, coloración azulada de la piel, alteraciones gastrointestinales, hiper o
hipotiroidismo, depósitos corneales. En general se recomienda la dosis más baja
posible que mantenga la eficacia y suprima los efectos adversos.
La dosis oral es entre 80 a 160 mg cada 12 hrs. que se puede ir aumentando cada 2 a
3 días.. La proarritmia es el efecto adverso más importante, incluyendo torsión de
puntas, con incidencia de hasta 4% por lo que no se debe asociar a otros fármacos que
prolonguen el QT.
Fármacos Clase IV
Verapamilo, diltiazem.
Verapamilo: es el prototipo de los fármacos que bloquean el canal lento del calcio I
Ca –L en el miocardio y el diltiazem actúa de manera similar. El verapamilo reduce la
fase de meseta del potencial de acción y prolonga el potencial de acción completo de la
fibra de Purkinje. Suprime la actividad gatillada, tanto posdepolarizaciones precoces
como tardías, disminuye la actividad eléctrica del nódulo sinusal y el nodo AV y
prolonga el tiempo de conducción y los periodos refractarios del nodo AV. Como
interviene con el mecanismo excitación-contracción inhibe la contracción de la
musculatura lisa y causa importante vasodilatación en el territorio coronario y
periférico. En altas dosis tiene efecto depresor miocárdico, por lo que no debería
usarse en pacientes con disfunción ventricular izquierda y usarse con precaución en
12
pacientes que estén usando beta bloqueadores. El isoproterenol, el calcio o la atropina
pueden ser necesarios para contrarrestar algunos de sus efectos colaterales.
Adenosina
Se debe usar en un bolo iv rápido de 6 o 12 mg, idealmente por una vena central.
Puede haber enlentecimiento sinusal transitorio y bloqueo del nodo AV. Los efectos
colaterales más frecuentes son los sofocos, la disnea y la opresión torácica. Puede
producir bradicardia o paro sinusal o bloqueo AV transitorios y en un 12-15% inducción
de fibrilación auricular lo que es relevante en pacientes con preexcitación.
Digoxina
Actúa a través del sistema nervioso autónomo, aumentando el tono vagal central y
periférico. Esto se traduce en disminución de la descarga del nódulo sinusal, acortando
la refractariedad auricular y prolongando la refractariedad del nodo AV. El efecto
máximo iv se observa entre 1,5 a 3 horas. Tras la dosis oral el efecto peak ocurre a
las 4 a 6 hrs. La dosis iv es de 0,4 a 1,2 mg iv. y la oral entre 0,125 a 0,25 mg día.
13
Módulo 7
TAQUICARDIAS SUPRAVENTRICULARES
Cardióloga - Electrofisióloga
Epidemiología
Definición
14
Figura 7 Esquema propuesto de clasificación de las taquiarritmias. En la parte baja las
arritmias que se engloban en el concepto de taquicardias supraventriculares. AV:
auriculoventricular; TC: tiempo de conducción
Presentación Clínica
15
enfermedad cerebrovascular. Puede haber dolor precordial, disnea o signos de
insuficiencia cardíaca si se presenta en pacientes con disfunción ventricular izquierda.
El dolor precordial muchas veces es inespecífico y no indica necesariamente
enfermedad coronaria. Puede haber poliuria secundaria a liberación de péptido
natriurético auricular por aumento de la presión de la aurícula derecha en pacientes
con TRNAV. Si la taquicardia es persistente por semanas o meses puede generar
taquicardiomiopatía, especialmente la PJRT (Taquicardia persistente reciprocante de la
unión, mediada por una vía accesoria con conducción retrógrada decremental).
Exámenes diagnósticos
Loop ECG: otorga mayor sensibilidad para detectar episodios menos frecuentes ya que
permite monitorizar por un tiempo más prolongado; 1 a 4 semanas.
Loop implantable: podría estar indicado en pacientes con episodios aislados pero mal
tolerados hemodinámicamente.
Diagnóstico diferencial
16
Figura 8 Diagnóstico diferencial de la taquicardia con QRS angosto. _AV indica
auriculoventricular, TIN, taquicardia por reentrada intranodal; AVRT, taquicardia por
reentrada auriculoventricular; MAT, taquicardia auricular multifocal; PJRT, taquicardia
persistente reciprocante de la unión
Si hay una onda P presente en el segmento ST y separada del QRS por más de 70 ms
lo más probable es que sea una TRAV.
En taquicardias con RP más largo que el PR (RP largo) el diagnóstico más frecuente es
el de TRNAV atípica, luego la forma permanente de la taquicardia por reentrada AV
(PJRT) o la taquicardia auricular.
TAQUICARDIAS DE LA UNION AV
Características Electrocardiográficas
18
Figura 10
Para apreciar estos cambios es necesario contar con el ECG basal para comparar.
En las TRNAV atípicas la onda P está retrasada y se presenta con un RP largo (RP
mayor que PR). La onda P es negativa en derivaciones inferiores e isoeléctricas en D1.
19
Ocasionalmente la TRNAV puede degenerar en Fibrilación auricular y muchas veces el
paciente es capaz de diferenciar entre palpitaciones regulares e irregulares.
Mecanismo
20
Figura 12 Región del nodo AV que muestra presencia de dos vías de conducción
En este circuito participa el nodo AV que cuenta con dos vías o conexiones intranodales
(doble vía nodal); una vía de conducción lenta con un periodo refractario corto y una
vía de conducción rápida con un periodo refractario más largo. Existe además
participación en la parte superior del circuito de reentrada de tejido auricular perinodal.
21
Figura 13 Nodo AV. A izquierda presencia de vía nodal única. A derecha doble vía
nodal
La variedad típica es la más frecuente. Durante ritmo sinusal el impulso viaja por
ambas vías pero llega más rápido al Haz de His por la vía rápida. Un extrasístole
auricular producido en la ventana de tiempo en que la vía rápida está refractaria, se va
a conducir sólo por la vía lenta, ya que tiene un periodo refractario más corto, lo que
se traduce en un intervalo PR más largo. Si mientras baja el impulso por la vía lenta se
recupera la excitabilidad de la vía rápida en sentido inverso entonces el impulso
activará a la aurícula produciendo un latido llamado “eco”. Si este mecanismo se
mantiene de manera repetitiva bajando el impulso por la vía lenta y subiendo por la
rápida se generará la taquicardia.
22
Figura 14 Mecanismo de la TRNAV. En A conducción normal del estímulo por vía
rápida (β) y lenta (α). En B el estímulo baja por la vía lenta al encontrar refractaria la
vía rápida y vuelve a la aurícula generando una contracción auriuclar (eco). En C se
perpetúa el mecanismo de B generando la taquicardia.
Las vías accesorias típicas son vías extra nodales que conectan el miocardio de la
aurícula y el ventrículo a través de las válvulas auriculoventriculares tricuspídea y
mitral y se deben a anomalías del desarrollo embriológico de los anillos valvulares. La
localización más frecuente es la pared libre del ventrículo izquierdo (60%), seguida de
23
la localización posteroseptal (25%) y luego de pared libre de ventrículo derecho
(15%).
Tanto la dirección del vector inicial del QRS (vector de la onda delta) como la
morfología del QRS pueden orientar acerca de la localización de la vía accesoria. Se
han descrito varios algoritmos para localización de la vía accesoria pero estos son
difíciles de recordar y con limitaciones de sensibilidad y especificidad.
Las propiedades de conducción de las vías accesorias, que por regla general conducen”
todo o nada” determinan sus manifestaciones clínicas.
1. Conducción anterógrada
2. Conducción retrógrada
En los pacientes portadores de una vía accesoria con preexcitación son más frecuentes
la fibrilación y el flutter auricular, ocurriendo hasta en un 25%. Esto determina que al
producirse la arritmia la conducción se realice en forma predominante o exclusiva por
la vía accesoria, no teniendo el “freno” fisiológico del nodo AV. Esto
determina respuestas ventriculares muy rápidas lo que puede degenerar en fibrilación
ventricular y muerte súbita. El principal determinante de esta situación es la velocidad
de conducción anterógrada de la vía, y así, las vías con periodo refractario anterógrado
menor a 250 ms son consideradas “malignas” ya que pueden presentar una fibrilación
auricular que degenere en fibrilación ventricular. Se han identificado otros factores de
alto riesgo de muerte súbita: presencia de múltiples vías, historia de taquicardias
sintomática, enfermedad de Ebstein y presencia de la forma familiar de WPW. El riesgo
de padecer un episodio de muerte súbita se estima en 0,155 por paciente/año con una
frecuencia de 0,25 a 14% según se trate de población asintomática o pacientes de alto
riesgo.
26
Figura 19 Taquicardia ortodrómica por Haz paraespecífico. Las flechas indican la inda
P retrógrada ubicada a más de 70 ms del QRS
27
4. Vías accesorias atípicas.
Preexcitación asintomática
28
Figura 21 Algoritmo para el manejo de la preexcitación asintomática
Heart Rhythm, Vol 9, No 6, June 2012
S PE R R I : I nte rv alo p re e x citado m ás c ort o, S VT:
Taquicardia supraventricular
29
Manejo Agudo de las TPSV
Los fármacos de vida media más larga como bloqueadores del calcio o beta
bloqueadores (verapamilo, diltiazem o metoprolol) también son agentes útiles,
especialmente si se presentan con extrasistolía auricular o ventricular. El verapamilo
se administra en dosis de 5 mg iv lento, repitiendo la dosis tras 5 minutos si no
responde. No se debe usar en pacientes con disfunción de ventrículo izquierdo
sospechada o conocida. Se debe tener precaución en pacientes con tratamiento con
beta bloqueadores. Puede producir hipotensión que revierte con la administración
de gluconato de calcio. El diltiazem i.v. también ha mostrado ser de utilidad en la
reversión de taquicardia intranodal y taquicardia ortodrómica por una vía accesoria.
Los fármacos clase 1C también son eficaces en convertir estas taquicardias pero dados
los buenos resultados con la adenosina y bloqueadores del calcio no se utilizan.
31
Figura 23 Fármacos para el tratamiento agudo de la TPSV
Los mismos fármacos utilizados para el tratamiento agudo son los que se pueden
utilizar vía oral en tratamientos crónicos, tanto para pacientes con TRNAV como TRAV
ortodrómicas.
33
Primera línea: Bloqueadores del calcio no dihidropiridinicos, beta bloqueadores y
digoxina. Estos fármacos han mostrado disminuir la frecuencia y duración de los
episodios. El verapamilo ha mostrado tasas de éxito (reducción o eliminación de crisis)
de hasta 73%.
34
Figura 25 Algoritmo para el manejo a largo plazo de la TPSV
El EEF es una técnica invasiva que se basa en el registro y análisis de las señales
eléctricas intracardíacas espontáneas (electrogramas intracavitarios) y las producidas
por la estimulación cardíaca desde diferentes zonas del corazón. Permite evaluar la
función del sistema específico de conducción, inducir las taquicardias, identificar su
mecanismo y realizar la eliminación del sustrato de la arritmia mediante la ablación
con radiofrecuencia.
35
Figura 26 Ablación de arritmias por catéter de radiofrecuencia
36
Figura 27 Recomendaciones de terapia a largo plazo para pacientes con TRNAV
38
Figura 28 Ablación de TRNAV
Las indicaciones para la ablación dependen del juicio clínico y las preferencias del
paciente. Los factores que contribuyen a la decisión terapéutica son la frecuencia y
duración de la taquicardia, la tolerancia de los síntomas, la efectividad y tolerancia de
los fármacos antiarrítmicos, considerar la necesidad de terapia para toda la vida, y la
presencia de cardiopatía concomitante.
Hoy en día la ablación con catéter, considerando sus buenos resultados y baja tasa
de complicaciones se ha transformado en la terapia preferida, desplazando a la
terapia farmacológica crónica.
39
Ablación con radiofrecuencia de vías accesorias
La ablación con radiofrecuencia puede eliminar la conducción por la vía accesoria con
un éxito que varía entre 90 a 97% según la localización de la vía. Si la localización de
la vía es parahisiana o medio septal hay riesgo de bloqueo AV lo que debe considerarse
al realizar la ablación.
40
Figura 30 Tratmiento con radiofrecuencia de WPW. Obsérvese desaparición de la
prexcitación durante la aplicación de radiofrecuencia (flecha)
En las taquicardias con participación de una vía oculta, la eficacia y los riesgos son
similares que para los pacientes con preexcitación. Al no haber riesgo de muerte súbita
las indicaciones son las mismas que para pacientes con TRNAV.
41
TAQUICARDIAS SUPRAVENTRICULARES DEPENDIENTES
DE LA AURICULA
Cardióloga - Electrofisióloga
Presentación Clínica
Las TA dan cuenta del 10 a 15% de los pacientes adultos referidos para ablación por
TPSV y del 10 a 23% de las TPSV en niños con corazón normal, siendo mayor la
frecuencia en niños con cardiopatías. La prevalencia fluctúa entre 0,34 a 0,43%. A
menudo se asocian a cardiopatías. Tiene dos formas de presentación;
42
una paroxística que es la más frecuente, hasta en 75% de los pacientes, con una
evolución benigna, y una forma incesante, en el 25% de los casos, que puede
dar origen a una taquicardiomiopatía.
ECG
Las TA se presentan con una frecuencia cardíaca que fluctúa entre 100 a 250 lpm. Se
caracterizan por la presencia de ondas P bien definidas, con una morfología, amplitud y
eje eléctrico distinto a la P sinusal, dependiendo de su origen y propagación en la
aurícula, separadas unas de otras por un intervalo isoeléctrico.
43
Figura 3 Localización del origen de la taquicardia auricular según morfología de la
onda P en el ECG. Algoritmo de Tang et al
La conducción a los ventrículos puede ser 1:1 o tener grados variables de bloqueo AV;
2:1, 3:1, siendo el más frecuente el 2:1. El intervalo PR es inferior al intervalo RP
(taquicardia con RP largo).
44
Figura 4 Taquicardia auricular focal que muestra un intervalo RP largo. La onda P en
la TA generalmente se presenta en la última parte del ciclo de la taquicardia (flechas),
pero puede aparecer antes, dependiendo de la velocidad y el estado de la conducción
del nodo AV. A indica la taquicardia auricular, AV, auriculoventricular
45
Figura 5 Taquicardia auricular conducida con aberrancia de rama derecha
TA FOCALES
Mecanismo
TA automática
46
forma paroxística, es sensible a estímulos adrenérgicos y en la mayoría de estos
pacientes no existe cardiopatía estructural asociada.
En este tipo de taquicardia los digitálicos, la adenosina, los bloqueadores del calcio y
los fármacos clase IA y IB tienen poco efecto. Los beta bloqueadores pueden
lentificarla pero no la suprimen. Los fármacos IC y la amiodarona, en cambio, sí
pueden controlar la taquicardia.
TA gatillada
TA por reentrada
47
Figura 6 Taquicardia auricular con bloqueo AV 2:1 en intoxicación digitálica. Las
flechas muestran las ondas P
TRATAMIENTO
La eficacia de los antiarrítmicos no está bien definida, pero tanto la forma paroxística
como la incesante son difíciles de tratar.
48
Figura 7 Recomendacione s para el tratamiento de las TA focales AT: taquicardia
auricular; DC: corrinete directa; MAT: Taquicardia auricular multifocal
Tratamiento Agudo
La terapia usual involucra beta bloqueadores o calcio antagonistas los que producen
bloqueo AV y controlan la frecuencia cardiaca. Para la supresión de la arritmia los
fármacos IA y IC son útiles en pacientes sin cardiopatía y la amiodarona iv en los
pacientes con disfunción ventricular.
49
Tratamiento crónico
Class I
P a cientes con ta quica rdia a uricula r que s ea n refra cta rios o intolera ntes a los
fármacos antiarrítmicos o que no desean terapia crónica con drogas.
Class II
T a quica rdia a uricula r a s ocia da con fibrila ción a uricula r pa rox ís tica cua ndo la
taquicardia es resistente a las drogas o el paciente es intolerante a drogas o no desea
tratamiento a largo plazo
Class III
P a cientes con a rritm ia a uricula r que res ponden a la tera pia con droga s , bien
toleradas, y es la alternativa preferida por el paciente
TA MULTIFOCAL
Se caracteriza por ser una taquicardia irregular con la presencia de 3 o más ondas P de
diferente morfología y frecuencia. El ritmo siempre es irregular, los intervalos P-P, PR y
RR son variables. Se confunde con fibrilación auricular, pero la frecuencia no es muy
rápida.
50
Figura 8 Taquicardia Auricular multifocal
La terapia debe estar dirigida a la corrección del problema de base, corregir la hipoxia,
la hipercapnia, compensación de la insuficiencia cardíaca y corregir los factores
precipitantes.
Rara vez responden a antiarrítmicos pero los bloqueadores del calcio pueden tener un
rol. La terapia crónica incluye los bloqueadores del calcio como el verapamilo, pero se
debe usar con precaución ya que puede agravar la hipoxemia por vasodilatación en un
territorio pulmonar hipoventilado. El magnesio iv se ha mencionado como ayudante en
el tratamiento. La taquicardia no responde a la cardioversión eléctrica, ni a otros
fármacos ni a la ablación.
En casos aislados, de difícil control, se puede optar por ablación del nodo AV e
implante de un marcapaso definitivo para controlar la frecuencia cardiaca, mejorar los
síntomas y evitar la taquicardiomiopatia.
Definición
Mecanismo
FL A común
Las ondas F se presentan en DII, III y AVF como una onda negativa de pendiente lenta
que va seguida de una pendiente de ascenso rápido con una positividad de amplitud
reducida. En V1 las ondas F son positivas y en V6 negativas.
52
El FL A no común
53
Figura 11 Flutter no común. Aunque las ondas son negativas en pared inferior no
existe el resalte positivo final y la onda del flutter es positiva en V6. La relación AV es
variable.
54
Tabla 1 Tipos electrofisiológicos del Flutter auricular
55
Figura 12 Mecanismo y patrón electrocardiográfico de fluter típico antihoarrio
(izquierda) y flúter típico horario (o inverso) (derecha). Las imágenes muestran las
aurículas en proyección oblicua anterior izquierda para mostrar la posición de la vena
cava inferior (VCI), seno coronario (SC), fosa oval (FO), y la cresta terminal (CT)
Flutter Atípico
56
Fibrilo-flutter
Figura 13 Fibrillo-flutter.
Presentación clínica
Los pacientes se presentan en agudo con síntomas como palpitaciones, disnea, fatiga o
dolor torácico. También se puede presentar como empeoramiento de una insuficiencia
cardíaca o enfermedad pulmonar, o fatigabilidad durante el ejercicio. En el 60% de los
pacientes el FL A ocurre secundario a un proceso agudo; descompensación de
57
enfermedad respiratoria, post operatorio de cirugía cardíaca o pulmonar o durante un
infarto agudo de miocardio y generalmente, una vez resuelto el problema agudo, no se
requiere terapia a largo plazo.
Tratamiento agudo
58
de los casos, se procede al control de la frecuencia con bloqueadores del nodo AV. En
general el control de frecuencia es más difícil de lograr en pacientes con FL que FA.
Control de frecuencia
59
Figura 16 La cardioversión de un flutter auricular por estimulación rápida en un
paciente portador de un marcapasos (modo AAI). La estimulación rápida (picos)
cambia totalmente el patrón del flutter típico en el ECG y cuando se interrumpe el
ritmo, convierte y requiere estimulación por el marcapaosos
Cardioversión
Cardioversión farmacológica
Los fármacos que se han utilizado para cardioversión son los siguientes:
Ibutilide: Es uno de los fármacos clase III más recientes (aún no disponible en
nuestro país). Muestra la mayor eficacia para conversión del FL A; de 38 a 70%, en
aproximadamente 30 min y con una incidencia de Torsión de puntas de 1,2 a 1,7%.No
se debe usar en pacientes con QT largo, enfermedad del nódulo sinusal o cardiopatía
severa.
Clase 1C iv: No han mostrado eficacia. Flecainida con tasa de conversión de 18%.
Propafenona hasta 40%.
Sotalol iv: Fármaco clase III con efecto beta boqueador. Ha mostrado tasas de
conversión entre 19 hasta 40%, similar a placebo.
Dofetilide: Otro de los fármacos clase III más recientes. También ha mostrado ser
efectivo, con riesgo de torsión de puntas.
Cardioversión externa
60
Cardioversión con sobre-estimulación auricular
Esta técnica muestra una tasa de éxito de conversión sobre 80%. Es útil en pacientes
post operados de cirugía cardíaca ya que cuentan con cables para estimulación. La
estimulación rápida auricular, comenzando con una frecuencia 40 a 50 latidos por
sobre la frecuencia del flutter, convierte el FLA, sin requerir sedación ni preparación
especial. A través del esófago también se puede realizar sobreestimulación con
conversión de la arritmia. Esta técnica es más incómoda e incluso dolorosa y requiere
sedación. La cardioversión puede ser facilitada con el uso de antiarritmicos como
ibutilide o propafenona que permitirían mayor tasa de éxito.
Tratamiento Crónico
Para la mantención de ritmo sinusal a largo plazo se han intentado varias terapias
farmacológicas.
Figura 17 Recomendaciones para el manejo a largo plazo del flutter auricular AF:
Fibrilación auricular, AV: Auriculoventriculatr, CTI: itsmo cavo tricuspideo
61
Anticoagulación
Clase I
Class II
Class III
Los pacientes con arritmia auricular que responde a la terapia con drogas, bien
tolerado, y es la alternativa preferida por el paciente.
62
de cada 5 ACV a esta arritmia, aumenta dos veces el riesgo de demencia, tres veces el
de insuficiencia cardíaca y dos veces el de mortalidad. La FA da cuenta de un
incremento de 66% de los ingresos hospitalarios.
Definición
63
Figura 18 Fibilación auricular. Arriba con frecuencia ventricular rápida. Abajo con
frecuencia ventricular lenta
64
Clasificación Clínica
• FA diagnosticada por primera vez: paciente que se presenta por primera vez
con FA, independiente de la duración o gravedad de los síntomas.
• FA paroxística: Es autolimitada; 50 a 70 % convierte a ritmo sinusal en 24 a 48
hrs.
• FA persistente: Un episodio de FA dura más de 7 días o se requiere de
cardioversión farmacológica o eléctrica para recuperar ritmo sinusal.
• FA persistente de larga duración: Es la que ha durado más de un año cuando se
decide adoptar una estrategia de control de ritmo.
• FA permanente: Aquella refractaria a cardioversión o de larga duración en que
se decide no intentar control del ritmo.
Mecanismo de la FA
66
precoz.
Manifestaciones clínicas
Manejo Agudo
Digoxina:
67
controla la frecuencia cardíaca de reposo y su principal indicación es la FA en pacientes
con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo. Se ha asociado con mayor duración de
los episodios paroxísticos de FA.
Beta bloqueadores:
Amiodarona.
68
Otros métodos para control de frecuencia cardíaca
Implante de marcapasos
69
Tabla 2 Etiología y factores predisponentes de FA
70
El tratamiento de la enfermedad "causal" para prevenir o retrasar el remodelado
miocárdico asociado a hipertensión, insuficiencia cardiaca o inflamación (p. ej., tras
cirugía cardiaca), puede impedir el desarrollo de una nueva FA (prevención primaria)
o, una vez establecida, su tasa de recurrencia o progresión hacia FA permanente
(prevención secundaria). Los tratamientos con inhibidores de la enzima convertidora
de la angiotensina (IECA), antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-
II), antagonistas de la aldosterona, estatinas y ácidos grasos poliinsaturados omega-3
(PUFA) pueden ser efectivos en algunos pacientes para la prevención de la FA.
El score CHADS2 es el índice de riesgo más simple y más ampliamente usado y está
basado en un sistema de puntos en el cual dos puntos son asignados si hay historia de
ACV o Crisis isquémica transitoria (CIT) y un punto por cada variable: edad mayor a 75
años, HTA, Diabetes Mellitus o Insuficiencia cardíaca reciente (33). Esta es una forma
simple, rápida y fácil de valoración del riesgo embólico. Así se ha establecido el
CHADS2 0 como riesgo bajo, el >2 como riesgo elevado y 1-2 riesgo intermedio.
Tabla 3 Escala CHADS2 y tasa de accidente Cerebrovascular. Gage BF, Waterman AD,
Shannon W, et al. Validation of clinical classification schemes for predicting stroke.
Results from the National Registry of Atrial Fibrillation. JAMA 2001;285:2864-70
71
Recomendaciones de terapia antitrombótica según CHADS 2 (Guías Norteamericanas)
El enfoque de las guías europeas es considerar que incluso los pacientes catalogados
de riesgo moderado (CHADS2 de 1) podrían obtener un beneficio significativo del
tratamiento anticoagulante, sobre la aspirina, con tasas bajas de hemorragias
mayores, por lo que se sub-estratificó este grupo agregando otros factores de riesgo
de ACV. Estos factores también se expresan como un acrónimo CHA2DS2-VASc. En
este esquema se asignan 2 puntos a una historia de ACV o CIT o edad mayor a 75
años y se asigna un punto a cada una de las siguientes condiciones: edad de 65 a 74
años, HTA, Diabetes Mellitus, Insuficiencia Cardíaca reciente, enfermedad vascular
(infarto miocardio, placa aórtica compleja y enfermedad arterial periférica) y sexo
femenino.
72
Tabla 4 Escala CHA2DS2-VASc. Lip GY, Nieuwlaat R, Pisters R, et al. Refining clinical
risk stratification for predicting stroke and thromboembolism in atrial fibrillation using a
novel risk factor-based approach: the Euro Heart Survey on atrial fibrillation.
Chest2010;137:263-72
La aspirina ofrece sólo protección moderada frente a los eventos isquémicos, habiendo
numerosas publicaciones al respecto. Un meta análisis de 5 estudios mostró una
reducción de riesgo de sólo 19%. Sin duda la terapia más importante para prevención
primaria o secundaria del accidente cerebrovascular (ACV) es la anticoagulación con
antagonistas de la vitamina k. Existen 5 grandes estudios clínicos aleatorizados
publicados entre 1989 y 1992 que han evaluado la eficacia de los antagonistas de la
vitamina K especialmente para la prevención primaria de TE en pacientes con FA no
valvular. En un meta-análisis la reducción de riesgo de ACV total llegó a 64%; cuando
se evaluaron sólo los ACV isquémicos la reducción de riesgo llegó a 67%. Esto fue
similar para prevención primaria y secundaria. La mortalidad por cualquier causa se
redujo en 26%.
En los últimos años han aparecido nuevos fármacos anticoagulantes, los inhibidores
directos de la trombina (Dabigatran) y los inhibidores del factor X activado
73
(rivaroxaban, apixaban, edoxaban).
El estudio RELY demostró que la dosis de 110 mg dos veces al día de dabigatran no fue
inferior a warfarina para la prevención de ACV o embolía sistémica en 18.000 pacientes
con riesgo embólico moderado (CHADS2 de 2,1) y tuvo tasas menores de hemorragias
mayores, mientras que la dosis de 150 mg dos veces al día se asoció a tasas menores
de ACV o embolia sistémica con tasas similares de hemorragia.
El estudio ROCKET AF, doble ciego, en 14264 pacientes con FA no valvular con riesgo
embólico alto (CHADS2 de 3,4) mostró que el rivaroxaban en una dosis de 20 mg, era
no inferior a warfarina para la prevención de ACV o embolía sistémica, sin diferencias
en el sangrado mayor aunque el sangrado intracraneal y fatal fueron menores en el
grupo de rivaroxaban.
74
Tabla 5 Características clínicas del sistema de puntuación de sangrado HAS-BLED The
Euro Heart Survey. Chest 2010
75
izquierda, descartar presencia de contraste espontáneo o trombos en aurícula y/o
orejuela, evaluar función ventricular izquierda global y segmentaria, presencia de
valvulopatías o miocardiopatías.
Cardioversión farmacológica
La digoxina, los beta bloqueadores y los bloqueadores del calcio no son efectivos.
Antiarrítmicos clase 1A
• Quinidina: Bloquea los canales de Na+ y K+, bloquea los receptores alfa
adrenérgicos y además posee acción vagolítica. Presentan una tasa de 50% de
mantención de ritmo sinusal al año pero con una tasa mayor de mortalidad por
proarritmia ya que prolongan el intervalo QT y producen torsión de puntas en 2
a 8% de los pacientes. Actualmente su uso se ha discontinuado.
• Procainamida: Tiene efecto bloqueador de los canales de Na+. Deprime la
contractilidad, la conducción y el automatismo de marcapasos secundarios. Su
76
disponibilidad es limitada existiendo sólo en algunos centros de mayor
especialización.
Antiarrítmicos Clase 1C
77
Tabla 6 Fármacos y dosis para la cardioversión farmacológica de la FA (de reciente
comienzo)
78
Figura 22 Droga a elección para mantención de ritmo sinusal
Los fármacos antiarrítmicos se enumeran por orden alfabético dentro de cada grupode
tratamiento. ARA-II: antagonista del receptor de la angiotensina II; EC: enfermedad
coronaria; HT: hipertensión; HVI: hipertrofia ventricular izquierda; ICC: insuficiencia
cardiaca congestiva; IECA: inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina;
inestable: descompensación cardiaca dentro de las 4 semanas previas; NYHA: clase
funcionalde la New York Heart Association.
Métodos no farmacológicos
Marcapasos
Cirugía de Maze
Para aislar las venas pulmonares se utilizan las técnicas de "cortar y suturar", que se
79
extienden hasta el anillo mitral, las orejuelas izquierda y derecha y el seno coronario.
Se las conoce como "procedimiento laberinto" o Maze en referencia al paso ramificado
y complejo a través del cual el impulso del nodo sinoauricular encuentra el camino
hacia el nodo auriculoventricular.
Tabla 8
Indicaciones:
Tabla 9
PREVENCION PRIMARIA DE LA FA
La inflamación ha mostrado ser clave en algunas formas de FA. Las estatinas han
mostrado evidencia en disminución de la FA en la población general pero donde su rol
es claro es en la prevención de FA post operatoria.
Los beta bloqueadores estarían recomendados en los pacientes con disfunción VI, para
prevención primaria o secundaria de FA. Tienen especial indicación en prevención de
FA post operatoria.
Además los ácidos grasos omega 3 han mostrado disminuir el remodelado eléctrico
auricular y atenuar los cambios estructurales de la aurícula, pero aún no han mostrado
evidencia clínica suficiente como para recomendarlos rutinariamente.
Tabla 10
82
ERRNVPHGLFRVRUJ
Módulo 8
INTRODUCCIÓN
Cada vez que nos enfrentados a una taquicardia de complejo ancho, tenemos
cuatro posibilidades diagnósticas:
1. El paciente tiene una Taquicardia Supraventricular conducida con Bloqueo
de Rama Preexistente.
Figura 1
Figura 2
3. El paciente tiene una Taquicardia Supraventricular Preexcitada.
Figura 3
Figura 4
Taquicardia Ventricular
Epidemiología
Figura 4
Figura 5
Figura 6
Figura 7
Factores de Riesgo
Clasificación
Los cambios del automatismo se relacionan con los cambios de la fase 4 del
potencial de acción, que en células normales del miocardio es plana (no se
despolariza en forma espontánea). Al cambiar la pendiente de la fase 4 es
posible que el umbral se alcance antes que en las células que comandan el
ritmo y por tanto que se genere un frente de activación que se propague desde
el sitio que generó este cambio de automatismo. El automatismo es una
propiedad normal en las fibras de Purkinje y puede ser exacerbado por la
presencia de catecolaminas. El automatismo desde las células dañadas en el
miocardio y en las fibras de Purkinje, se ha sugerido como mecanismo de
algunas taquicardias ventriculares catecolamina-sensibles. Estos ritmos no
pueden iniciarse ni terminarse con estimulación programada, técnica habitual
para la inducción de arritmias por reentrada.
Figura 9
2. Según Duración
Figura 12
Figura 13
Si el episodio es mayor a 30 segundos de duración o requiere intervención (por
ejemplo cardioversión eléctrica) debido al compromiso hemodinámico que
genera, hablamos de taquicardia ventricular sostenida (Figura 4).
3. Según Morfología
Figura 14
Figura 15
4. Según Comportamiento Clínico
Figura 17
Figura 18
Esto se debe a que la presencia de una cicatriz de infarto previo, rodeada de
zonas de isquemia y/o tejido sano, es el territorio ideal para que pueda
establecerse una reentrada que, como mencionamos previamente, es el
mecanismo más frecuente de las taquicardias ventriculares.
Figura 19
Figura 22
Algunos trabajos han descrito que este mecanismo es responsable del 30-40%
de los episodios de taquicardia ventricular monomorfa sostenida en la
miocardiopatía dilatada no isquémica (MCD), pero esta afirmación puede ser
una sobrestimación. En este tipo de taquicardia ventricular monomorfa, el
circuito habitualmente baja por la rama derecha, pasando a la rama izquierda
en forma retrógrada a través del miocardio dilatado y cerrando el circuito a
nivel del His.
Figura 23
La miocardiopatía hipertrófica,
Figura 25
Figura 26
Esta entidad fue conocida durante mucho tiempo como Displasia Arritmogénica
del Ventrículo Derecho. Se trata de una enfermedad genética autosómica
dominante, en la que se produce reemplazo de miocardio por grasa y fibrosis,
llevando a fallas localizadas en el músculo, que se manifiestan por disquinesia
local.
Figura 27
Figura 28
5. Síndrome de Brugada
Este síndrome fue descrito en 1992 por los hermanos Brugada, que asociaron
la aparición de episodios de síncope y muerte súbita en individuos jóvenes y
sin evidencias de cardiopatía estructural, con un patrón característico del
electrocardiograma de superficie, que mostraba bloqueo incompleto de rama
derecha y supradesnivel cóncavo del ST en las precordiales derechas,
fundamentalmente V1 y V2.
Figura 30
6. Síndrome de QT largo
Este síndrome se describió como una condición familiar en la década del 50,
cuando se asoció sordera con intervalo QT prolongado y Taquicardia
Ventricular, con transmisión autosómica recesiva. Pocos años después se
describió una condición autosómica dominante de QT prolongado y arritmia
ventricular, pero sin sordera. Actualmente se conocen al menos 12 genes
diferentes que pueden causar QT prolongado, siendo los 3 primeros los más
frecuentes en la práctica clínica. En el QT largo 1 y 2 se alteran las corrientes
repolarizantes rápidas y lentas de potasio. El QT largo tipo 3 se debe a
persistencia de la corriente depolarizante de sodio. Todas estas alteraciones
llevan a una prolongación del potencial de acción y por tanto del intervalo QT
en el electrocardiograma de superficie.
Figura 32
La primera descripción de este cuadro data del año 1978 en que se reportó un
grupo de 4 niños en que las catecolaminas inducían síncope y taquicardias
ventriculares. Lo habitual es encontrar un corazón normal, un
electrocardiograma normal y arritmias ventriculares polimorfas en relación a
un aumento de catecolaminas por stress físico o emocional. Se demostró que
estos individuos tienden a tener frecuencias cardíacas más bajas, la edad
promedio al primer síncope es de 8 años. Los episodios de arritmia aparecen
frente a taquicardia sinusal de 120-130 por minuto, inicialmente con una
extrasístole aislada, cada vez más frecuente hasta una ráfaga de taquicardia
ventricular polimorfa.
Figura 34
En general existe una historia familiar importante de muerte súbita, lo que
apoya un defecto genético como base de esta entidad, afirmación actualmente
demostrada.
Figura 36
Figura 37
el episodio de fibrilación auricular es conducido con aberrancia o hay
preexitación.
Figura 38
Los latidos de fusión son complejos intermedios, que no son tan anchos como
la taquicardia ni tan angostos como un latido sinusal normal, reflejando
activación del miocardio desde 2 puntos diferentes (en parte desde el His
Purkinje y en parte desde el miocardio ventricular). Este tipo de latidos es muy
común de observar en registros de pacientes con marcapaso, en que podemos
observar latidos de estimulación completa, los normales del paciente y algunos
de duración intermedia que corresponden a fusión entre el ritmo
supraventricular y la estimulación que entrega el dispositivo. Las capturas
corresponden a latidos adelantados en el ritmo registrado, con morfología
angosta similar a la normal y que corresponden a un latido supraventricular
que logro ser conducido hasta el ventrículo y por tanto ser registrado entre los
complejos de la taquicardia. El único hallazgo categórico para el diagnóstico de
taquicardia ventricular frente a un registro electrocardiográfico es la presencia
de disociación aurículoventricular. Esto significa que la frecuencia ventricular es
mayor que la auricular y por tanto los ritmos están disociados, lo que es
diagnóstico de un ritmo ventricular. A pesar de que este hallazgo es
patognomónico en el diagnóstico es difícil de encontrar y, además, muchos
pacientes tienen períodos de conducción retrógrada desde el ventrículo hacia
las aurículas, provocando, en forma temporal, relación 1x1 entre los
ventrículos y la aurícula, haciendo más difícil el diagnóstico por este método.
Tal como se mencionó previamente, la presencia de complejos tipo bloqueo de
rama derecha o izquierda en una taquicardia ventricular, ayudan a identificar el
origen de esta. Dentro de estos patrones, existen algunos hallazgos que
sugieren con mayor fuerza un origen ventricular. Si los complejos tienen una
duración mayor a 140ms o los complejos son todos positivos o negativos en las
precordiales, apoya el origen ventricular de este ritmo, siendo más fuerte para
ventricular el que sean negativos (las arritmias preexcitadas por una vía
accesoria lateral izquierda tienen complejos positivos en todas las
precordiales). Cuando el ritmo tiene un patrón tipo bloqueo de rama derecha y
la onda R es monofásica en V1 o la R es mayor que la R1 o en V6 se observa
una marcada onda S o complejos QS.
Figura 42
En el caso de ritmos con patrón bloqueo de rama izquierda que presenten eje a
la derecha o una onda R mayor a 40ms en V1 o una onda Q en V6 también
apoyan el origen ventricular del ritmo analizado.
Figura 43
En opinión del autor, uno de los algoritmos más fáciles de aplicar y recordar
para diferenciar un ritmo ventricular de uno supraventricular con aberrancia es
el de Brugada. En este algoritmo se utilizan 4 preguntas consecutivas, cada
una de ellas hace diagnóstico si la respuesta es afirmativa y, por tanto, no es
necesario seguir con las siguientes. De esta forma no se suman puntos y si se
logra un criterio positivo se considera que el ritmo es ventricular, con las
consecuentes implicancias terapéuticas de este diagnóstico. Este algoritmo
demostró un 99% de sensibilidad y un 97% de especificidad en el diagnóstico
de taquicardia ventricular.
La primera pregunta es si existe ausencia de RS en los complejos de las
derivaciones precordiales, lo que implica que los complejos sean
completamente positivos o negativos o de tipo QR. Si nuestro registro muestra
estos hallazgos el diagnóstico es taquicardia ventricular, si no los muestra, lo
que implica la presencia de al menos un complejo en las precordiales con R
inicial y luego S, seguiremos a la siguiente pregunta.
Figura 44
Figura 46
Figura 47
Figura 50
1
BRADIARRITMIAS
Presentación Clínica
2
Fisiología normal del sistema de conducción
3
Cuando se excluyen causas reversibles, el implante de marcapasos
permanente constituye el tratamiento definitivo y su indicación estará
dada más por la severidad de la bradicardia que por su etiología.
Diagnóstico de las BA
ECG
Holter de ritmo
Clase I
Pacientes con síncope inexplicado, pre-síncope o mareos cuya causa no
es evidente.
Clase II b
Pacientes con episodios de respiración superficial episódica, dolor de
pecho o fatiga con otra causa identificada en quienes los síntomas
persisten a pesar de haber corregido esta causa.
Clase III
Pacientes con síncope, pre-síncope, o mareos en quienes se ha
identificado otra causa.
Loop ECG
4
dispositivos es capturar el momento eléctrico crítico, cuando el paciente
detecta sus primeros síntomas (palpitaciones, mareos, frecuencia
cardíaca acelerada u otros síntomas) y activa el sistema. Esta activación
retiene desde 30 segundos antes hasta varios minutos de grabación en
tiempo real, de un registro electrocardiográfico digitalizado, el que
puede ser trasmitido a través de una señal audible a una estación
telefónica, donde es analizado. Si no existe una unidad de recepción
telefónica, el análisis del monitor se hace en forma directa a través de
un demodulador conectado a un electrocardiógrafo. La duración de los
períodos de monitoreo es flexible pudiendo ser de semanas a más de un
mes.
Loop implantable
5
Holter de ritmo a izquierda y Loop implantable a derecha
Test de atropina
6
Disfunción o Enfermedad del Nódulo Sinusal
La enfermedad del nódulo sinusal (ENS) fue descrita por primera vez en
1968. Existe disfunción del nódulo sinusal cuando hay una alteración en
su automatismo o en la conducción del estímulo a las aurículas. Define
una condición crónica con aparición recurrente de una amplia variedad
de arritmias supraventriculares (principalmente fibrilación, flutter o
taquicardia auricular) combinadas con síncope o pre-síncope debidos a
episodios de BSA de tercer grado o paro sinusal. Asociado a esto, en un
tercio de los pacientes se desarrollan trastornos de conducción AV e
intraventricular con el transcurso del tiempo.
Etiología
7
Causas extrínsecas Causas intrínsecas
* Fibrosis degenerativa
Agentes farmacológicos *
idiopática
Tos
Defecación, micción
8
Clínica
Diagnóstico
Hallazgos ECG
Bradicardia sinusal
9
Figura 3. Bradicardia sinusal
10
Bloqueo sinoauricular y paro sinusal
11
Figura 5. Disfunción de Nodo Sinusal. Pausa Sinusal
12
Tipo 2: Interrupción intermitente en la conducción SA registrada en el
ECG por pérdida de complejos P-QRS. El intervalo P-P que incluye el
complejo perdido es el doble del P-P normal.
13
Figura 8. Bloqueo sinoauricular
Paro sinusal
14
Figura 9. Pausa Sinusal y Paro sinusal
Etiología
Manejo
Incompetencia cronotrópica
15
las demandas metabólicas. A menudo pasa inadvertida en la práctica
clínica, lo que puede deberse en parte a la falta de criterios diagnósticos
universalmente aceptados. El criterio utilizado por la mayoría de los
médicos y de los estudios es no alcanzar el 80% de la frecuencia
cardiaca máxima esperada (220 menos la edad) en el ejercicio máximo
de una prueba de esfuerzo.
Clase I
Pacientes sintomáticos en quienes se sospecha disfunción sinusal por los
síntomas pero la relación causal entre la arritmia y la sintomatología no
ha sido bien establecida.
Clase II
Pacientes con disfunción sinusal documentada en quienes la evaluación
de la conducción AV y ventrículo-auricular o la susceptibilidad de
desarrollar arritmias pueden ayudar en la modalidad del marcapasos.
Pacientes con BA documentadas por ECG para determinar si son por
enfermedad intrínseca, disfunción del sistema nervioso autónomo o
efecto de fármacos.
Pacientes sintomáticos con BA para evaluar si estas están producidas
por otras arritmias.
Clase III
Pacientes en quienes se ha establecido la asociación entre síntomas y
bradiarritmia documentada y en los que la elección del tratamiento no
cambiará por el EEF.
16
Pacientes asintomáticos con bradicardia sinusal o pausas observadas
sólo durante el sueño, incluida la apnea del sueño.
Manejo
17
Tabla 2. Clase de recomendación de Indicaciones de Marcapasos
JACC Vol. 31, no. 5 April 1998, 1175-1209
18
Clase 1
Clase II a
Clase II b
Clase III
19
Bloqueo aurículo-ventricular (AV)
20
Bloqueo AV de segundo grado
21
Figura 12. BAV segundo grado tipo Wenckebach
Bloqueo AV avanzado
22
Figura 14. BAV 2 x 1
23
Bloqueo AV de tercer grado (Bloqueo AV completo)
Figura 17. BAV completo y escape nodal arriba y BAV completo y escape ventricular
abajo
24
Figura 18. BAV completo con distintos ritmos auriculares
Desde arriba a abajo: ritmo sinusal, taquicardia auricular, flutter auricular, fibrilación
auricular y ritmo idioventricular)
25
Tipo de BAV Conducción Intervalo Intervalo Intervalo Relación P
AV P-P PR RR QRS
26
Obsérvese que el intervalo P-P cuando media un QRS es menor que el P-P en el
intervalo sin QRS
27
Figura 21. BAV completo en fibrilación auricular y flutter auricular
28
del mismo con el haz de His puede deberse a falta de comunicación
entre el miocardio auricular y el sistema de conducción (suprahisiano),
interrupción del fascículo de His (intra e infrahisiano), o alteraciones
anatómicas que ocasionan desunión entre los distintos segmentos del
sistema de conducción (ventrículo único).
Bloqueo AV adquirido
29
Etiología del BAV
Otras causas:
1) BAV agudo
2) Fibrosis y calcificación del sistema eléctrico
3) Causas cardíacas: infarto miocardio, angina Prinzmetal, endocaditis
infecciosa principalmente aórtica y miocarditis.
4) Sobredosis de drogas: digital, antidepresivos tricíclicos,
antiarrítmicos.
5) Alteraciones electrolíticas: hiperkalemia
6) BAV crónico recurrente
7) Enfermedad cardíaca: Enfermedad de Lenegre (proceso esclerótico
que involucra el sistema de conducción, hereditario y que se observa en
jóvenes), enfermedad de Lev (proceso fibrótico en adultos mayores que
involucra el anillo fibroso asociado con calcificación de válvulas aórtica y
mitral) enfermedad coronaria, miocardiopatía, estenosis aórtica, BAV
quirúrgico, BAV congénito, Chagas.
8) Enfermedades del tejido conectivo: sarcoidosis, esclerodermia,
amiloidosis, Lupus sistémico.
9) Trastornos hormonales: mixedema
30
• Efecto de drogas: Digoxina ,Beta-bloqueadores, bloqueadores de
canales de calcio, antiarrítmicos
• Cardiopatía isquémica: IAM, enfermedad coronaria crónica
• Fibrosis idiopática del sistema de conducción : Enfermedad de
Lenègre y Enfermedad de Lev
• Cardiopatía congénita: BAVC congénito, CIA tipo Ostium primum
,Transposición de grandes vasos, Lupus eritematoso sistémico en la
madre
• Enfermedad valvular cálcica
• Cardiomiopatías
• Enfermedad Infiltrativa: Amiloidosis, Sarcoidosis, Hemocromatosis
• Enfermedades Infecciosas e inflamatorias: Endocarditis ,
Miocarditis , Enfermedad de Chagas, Enfermedad de Lyme , Fiebre
reumática, tuberculosis
• Enfermedades del Colágeno: esclerodermia, artritis reumatoide ,
sindrome de Reiter , lupus eritematoso sistémico, espondilitis
anquilosante, polimiositis
• Metabolicas. Hiperkalemia, Hipermagnesemia
• Endocrinas: Enfermedad de Addison
• Trauma
• Cirugía Cardiaca
• Radiación
• Trauma por catéter
• Ablación por catéter
• Tumores: Mesotelioma, Enfermedad de Hodgkin , Melanoma,
Rabdomiosarcoma
• Neuralmente mediado: sindrome del seno Carotideo ,Sincope
Vasovagal
• Trastornos Neuromiopáticos: Distrofia Muscular Miotónic a, Distrofia
muscular lentamente progresiva ligada a cromosoma x.
31
EEF en pacientes con BAV adquirido
Clase I
Pacientes sintomáticos en quienes se sospecha que el bloqueo de His-
purkinje sea la causa de los síntomas pero no se ha establecido.
Pacientes con BAV de segundo o tercer grado tratados con marcapasos
que persisten sintomáticos, para descartar otra arritmia.
Clase II
Pacientes con BAV de segundo o tercer grado en quienes el
conocimiento del lugar de bloqueo o su mecanismo u otra intervención
pueda ayudar al tratamiento.
Pacientes con extrasístoles de la unión AV con conducción oculta en que
se cree que son la causa de BAV de segundo o tercer grado (pseudo
BAV)
Clase III
Pacientes sintomáticos en quienes los síntomas se correlacionan con los
hallazgos electrocardiográficos
Pacientes asintomáticos con BAV transitorio asociado con
enlentecimiento sinusal (Wenckebach nocturno)
1) Intervalo AH
2) Periodo refractario anterógrado del nodo AV
3) Periodo refractario retrógrado del nodo AV
4) Bloqueo AV tipo Wenckebach
5) Intervalo HV
6) Periodo refractario del sistema His Purkinje
7) Bloqueo intra o infrahisiano. Estrés farmacológico con procainamida
del sistema His - purkinje
Clase I
32
asociado con bradicardia, síntomas o arritmias ventriculares que
se presumen debidas al BAV. Nivel de evidencia C.
2. El marcapasos definitivo está indicado en BAV de tercer grado y
BAV de segundo grado avanzado a cualquier nivel anatómico
asociado con arritmias u otras condiciones médicas que requieran
terapia con fármacos que resultan en bradicardia sintomática.
Nivel de evidencia C.
33
8. El marcapasos definitivo está indicado en BAV de segundo grado
con bradicardia sintomática independiente del tipo o sitio de
bloqueo. Nivel de evidencia B.
Clase II a
Clase II b
34
espera que el BAV recurra después del retiro de la droga. Nivel de
evidencia B.
Clase III
35
Tabla 6. Indicación de marcapasos en pacientes con bradicardia
36
o trastorno de conducción depende de la localización del infarto. La
arteria coronaria derecha suple al nódulo sinusal en 60% de los
pacientes y la arteria circunfleja en el resto. En 90% la arteria coronaria
derecha irriga el nodo AV y His proximal. La porción terminal del His y el
tronco de la rama izquierda y rama derecha son irrigadas por
perforantes septales de la arteria descendente anterior.
37
Figura 22. BAV completo en primer día de Infarto miocárdico Inferior. Registros
inferiores muestran segundo día y quinto día de evolución
38
ERRNVPHGLFRVRUJ
1
Módulo 10
SÍNCOPE
Dr José Luis Vukasovic
Md. PhD, Profesor Asociado
U. de Chile
Definición:
• Trastornos con pérdida parcial o completa del conocimiento pero sin hipoperfusión
cerebral global
– Epilepsia
– Ataque isquémico transitorio vertebrobasilar
– Trastornos metabólicos que incluyen hipoglucemia, hipoxia,
2
hiperventilación con hipocapnia
– Intoxicación
El síncope típico es breve, sin embargo, puede ser más prolongado y durar incluso
varios minutos. En estos casos, el diagnóstico diferencial con otras causas de pérdida del
conocimiento se hace más difícil.
La recuperación del síncope es habitualmente casi inmediata en cuanto a orientación y
comportamiento adecuados. La amnesia retrógrada, puede presentarse principalmente
en sujetos de edad avanzada.
El término pre sincopal se usa para indicar síntomas y signos que tienen lugar antes de
la pérdida del conocimiento y es sinónimo de aviso o prodromo.
El factor común a todos los mecanismos del síncope es una caída de la presión arterial
sistémica, con una reducción global del flujo sanguíneo cerebral. Se ha demostrado que
una disminución de la presión sistólica de 60 mmHg o por debajo por un periodo de 6-8 s
resulta en una pérdida del conocimiento. La presión arterial sistémica está determinada
por el gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica total, y una caída en cualquiera de
estos dos factores puede causar síncope, en la mayoría de los casos hay una
participación combinada aún cuando las participaciones relativas pueden
variar considerablemente.
Los estudios realizados sobre el tema han mostrado que entre un 15 y un 35% de la
población ha tenido al menos un episodio sincopal en su vida Existen dos periodos de
edad en los cuales se concentra la aparición de estos eventos, el primero está entre los
15 y los 20 años, con predominio en mujeres, que corresponde fundamentalmente a
síncopes de origen reflejo y el segundo peak ocurre a partir de los 60 años, siendo su
etiología cardiogénica y por hipotensión ortostática.
3
Los reportes son consistentes en que aproximadamente un 1% de todos los pacientes
atendidos en un servicio de urgencias corresponde a pérdidas de conciencia. También se
ha evidenciado que aproximadamente un tercera parte de los síncopes se repiten,
estando el pronóstico determinado por la etiología del cuadro sincopal. Sin embargo,
independiente de su etiología la presencia de episodios sincopales recurrentes puede
causar un grave deterioro de la calidad de vida de estos pacientes.
1.1 Vasovagal:
– Mediado por angustia emocional, miedo, dolor, instrumentación, fobia a la sangre
– Mediado por estrés ortostático
1.2 Situacional:
– Tos, estornudos
– Estimulación gastrointestinal (tragar, defecar, dolor visceral)
– Micción (posmiccional)
– Tras ejercicio
– Posprandial
– Otros (p. ej., risa, tocar instrumentos de viento, levantar pesas)
4
Bradicardia:
– Disfunción del nodo sinusal (incluido el síndrome de bradicardia/taquicardia)
– Enfermedad del sistema de conducción auriculoventricular
– Disfunción de un dispositivo implantable
Taquicardia:
– Supraventricular
– Ventricular (idiopática, secundaria a cardiopatía estructural o a canalopatía)
Bradicardia y taquiarritmias inducidas por fármacos
El síncope del seno carotídeo se desencadena por una manipulación mecánica de los
senos carotídeos y se diagnostica por un masaje del seno carotídeo
Existe una multiplicidad de teorías que han tratado de explicar la etiología del síncope
vaso vagal, sin embargo, hasta la fecha no existe una causa única que explique el
mecanismo exacto que desencadena éste tipo de síncope. Debido a ello, a continuación
se discutirán exclusivamente aquellas teorías con una mayor evidencia experimental.
5
Teoría Ventricular:
Esta teoría sugiere que éste tipo de síncope se inicia con la presencia de una
disminución en el gasto cardíaco o presión arterial, la cual es detectada por baro
receptores que responden en forma refleja aumentando el tono simpático. Este aumento
en la actividad simpática genera una vigorosa contracción ventricular, en una cámara que
se encuentra con escaso volumen. Esta situación produce la estimulación de fibras
vagales aferentes localizadas en el ventrículo y que se dirigen a los centros
vasomotores medulares del sistema nervioso central, determinando el inicio del reflejo
conocido como Bezold Jarish. Este reflejo tiene como una respuesta una inhibición del
tono simpático con activación del tono parasimpático, lo que da como último resultado
una poderosa vasodilatación y bradicardia.
Disfunción de Baroreflejos:
Algunos autores han propuesto que los sujetos susceptibles a presentar un síncope reflejo
tendrían un volumen sanguineo disminuido y que de ésta manera se explicaría la utilidad
del tratamiento con dietas ricas en sal y el uso de fludrocortisona. Sin embargo parece
ser que en el síncope reflejo lo más crítico sería la redistribución del volumen sanguíneo
y no el volumen sanguíneo total
Neurohumoral:
6
Alteración en la regulación del flujo cerebral:
Existe evidencia en etapa aún preliminar que ha sugerido que en algunos casos de
síncope reflejo podría estar involucrado una anormalidad funcional o estructural en la
regulación del flujo cerebral.
Cuadro clínico:
Diagnóstico:
El fundamento del tilt test se basa en que al adquirir la posición de pie, se produce un
desplazamiento de sangre desde el tórax hacia el sistema de capacitancia venosa del
abdomen y extremidades inferiores. Este proceso requiere de una respuesta de
vasoconstricción compensatoria del lecho vascular esplácnico, renal y músculo-cutáneo
para mantener una presión arterial media adecuada. El principal responsable de que
7
estas modificaciones hemodinámicas transcurran en forma gradual y asintomática es el
sistema nervioso autónomo. Cualquier alteración en el control de la magnitud o velocidad
de estos cambios determinará sintomatología y eventualmente síncope.
Existe evidencia consistente que el mejor estrés ortostatico se obtiene con ángulos de
inclinación entre 60 y 80 grados, siendo el más frecuente a 70°. Ángulos menores
resultan en una significativa disminución en la sensibilidad del procedimiento.
8
nitroglicerina que consiste en efectuar un tilt test pasivo por 20 min. posterior a lo cual se
aplican 400ug de nitroglicerina sublingual. Las respuestas preliminares con éste protocolo
han mostrado en un total de 304 pacientes una sensibilidad de 69% con una
especificidad de un 94%
En base a la evidencia actual se ha postulado que los protocolos acortados con una
fase pasiva de 20 minutos seguidos de al menos 15 - 20 minutos de estrés farmacológico
con Isoprotenerol o nitroglicerina son una alternativa valida a utilizar en el test de estrés
ortostático en pesquisa de sincopes vaso vagales. Sin embargo muchos centros de
estudios autonómicos continúan utilizando los protocolos tradicionales de 45 minutos
pasivos con el fundamento que de ésta manera es posible reproducir la sintomatología
buscada de una manera más fisiológica.
FIG1
9
FIG2
10
Resultados del Tilt test:
Es importante precisar que un tilt test positivo para pre- síncope o síncope constituye
diagnostico en todos aquellos pacientes en los cuales una enfermedad cardiaca
estructural haya sido excluida.
Tipo 1 mixto: La frecuencia cardíaca cae al momento del síncope pero a valores
superiores a 40 LPM, o bien con frecuencia < a 40 LPM pero de < a 10 segundos o
con periodos de asistolía < 3 segundos.
11
FIG3
12
FIG4
13
FIG5
Síncope vaso-vagal reflejo. Brignole, M.; Menozzi, C.; Del Rosso, A.; Costa, S.; Gaglioli,
G.; Bottoni, N.; Bartoli, P.; Sutton, R. New classification of haemodynamics of vasovagal
syncope: beyond the VASIS classification. Europace. 2001; 2: 66-76.
Tratamiento
14
mostrar los efectos beneficiosos de las maniobras de contrapresión y observar la
respuesta de la presión arterial y la frecuencia cardiaca a dichas maniobras. En ésta
patología la mayoría de los fármacos han mostrado ser poco efectivos, sin embargo, en
algunos pacientes con episodios muy recurrentes y resistentes a otras medidas la
administración de midodrina o fludrocortisona puede ser útil.
FIG6
15
16
2.- Síncope debido a Hipotensión ortostática
17
El síncope ortostático puede ser neurogénico y no neurogénico: FIG7
Síncope ortostático
Neurogénico No neurogénico
Hemorragias
Diarreas
Primario Secundario Enfermedad de
Addison
Falla autonómica Pura Diabetes mellitus Pooling venoso
Atrofia multiple sistémica Alcohol
Drogas
Amiloidosis
Enfermedad de
Parkinson
18
Tratamiento
La educación de naturaleza de la patología como los cambios en los hábitos de vida son
fundamentales. Debe realizarse una ingesta suficiente de agua y sal, de 2-3 l de fluidos
por día y 10 g de NaCl.
Dormir con la cabecera de la cama elevada, mantiene una distribución más favorable de
los fluidos corporales. La acumulación venosa gravitacional puede tratarse con vendajes
abdominales o medias compresivas. Se deben enseñar maniobras compresivas como
cruzar las piernas y agacharse.
El agonista alfa midodrina es útil en pacientes con disfunción crónica del sistema nervioso
Autonómico, la midodrina aumenta la presión arterial, tanto en supino como en posición
vertical y mejora los síntomas de la hipotensión (5-20 mg, tres veces al día) . La
fludrocortisona (0,1-0,3 mg una vez al día) es un mineralocorticoide que estimula la
retención renal de sodio y expande el volumen de fluido, a dosis bajas sensibiliza los
receptores adrenérgicos, también ha demostrado ser efectiva en el manejo de éste tipo de
pacientes.
Las arritmias son las causas más frecuentes de síncope cardiaco están resultan en
deterioro hemodinámico por caída del gasto cardiaco y del flujo sanguíneo cerebral.
Cuando la arritmia es la causa primaria de síncope ésta debe tratarse de acuerdo a su
tipo específico
19
FIG8
Los bloqueos de alto grado que se producen a nivel del nodo auriculo ventricular (BAV) ya
sea de grado II (bloqueo Mobitz II y el BAV completo están relacionados con la aparición
de síncope.
FIG9
20
Siempre debe descartarse la presencia de fármacos que puedan estar participando
directamente en la generación de bradicardia (betabloqueadores, digitalicos, amiodarona,
flecainida, propafenona, diltiazem)
En los pacientes en que el síncope sea secundario a una bradiarritmia primaria, como una
disfunción sinusal o bloqueo AV avanzado documentado, el tratamiento de elección es la
implantación de un marcapasos. Se debe considerar la estimulación biventricular
(Resincronizador) en pacientes con indicación de estimulación debido a bloqueo auriculo
ventricular completo y Fracción de Eyección del Venticulo Izquierdo deprimida,
insuficiencia cardiaca y QRS ancho.
Taquicardia:
– Supraventricular
Sincope puede ser secundarios a arritmias supraventriculares del tipo: taquicardia
paroxística por reentrada, intranodal, reentrada AV, aleteo auricular o fibrilación auricular
FIG10
21
Ejemplo de taquicardia supra ventricular por re entrada
Anormalidades en los canales iónicos cardíacos pueden causar síncope y muerte súbita
por arritmias ventriculares en ausencia de cardiopatía estructural.
Los canalopatias más frecuentes son el síndrome de QT largo, el síndrome de Brugada,
el síndrome de Qt corto y la Taquicardia Ventricular polimórfica catecolaminergica. El
diagnóstico de las dos condiciones se basa en una cuidadosa historia familiar y el análisis
del ECG. El estudio familiar es importante aún cuando también ocurren casos
esporádicos.
22
FIG11
23
FIG12
24
FIG13
25
FIG14
26
Es imprescindible establecer el diagnóstico a fin de corregir la anormalidad subyacente,
siendo el ecocardiograma el examen de elección para identificar estas etiologías.
Miocardiopatía no isquémica:
Tratamiento:
Deben recibir un desfibrilador todos Los pacientes con miocardiopatía isquémica o
dilatada y FEVI deprimida que varía desde < 30% < 40% y clase funcional NYHA ≥ II
Sin embargo, además de arritmias ventriculares existen otros mecanismos que pueden
causar síncope en miocardiopatía hipertrófica, incluyendo arritmias supraventriculares,
obstrucciones del tracto de salida del ventrículo izquierdo, cuadros de disminución de la
presión arterial en respuesta al ejercicio intenso y síncope neuro cardiogenico.
27
La presencia o ausencia de otros factores de riesgo de muerte súbita, como antecedentes
familiares de muerte súbita, taquicardia ventricular no sostenida o hipertrofia marcada
ayudan a determinar el riesgo en pacientes con miocardiopatía hipertrófica. Se han
identificado mutaciones genéticas específicas que se asocian con alto riesgo de muerte
súbita. Sin embargo, el uso de genotipo para determinar el riesgo de muerte súbita no
está aún completamente validado. Estudios observacionales han demostrado que el
tratamiento con Desfibrilador es efectivo en pacientes con miocardiopatía hipertrófica de
alto riesgo de muerte súbita.
28
Registros electrocardiográficos prolongados .
29
2. Para evaluar la contribución de bradicardia en pacientes con sospecha de
sincopes reflejos que se presentan frecuentemente con traumatismos y cuyo
estrés ortostatico no es diagnóstico
FIG15
Pruebas electrofisiológicas
En la evaluación de síncope son un método útil para evaluar la función de nodo sinusal y
la conducción del nodo AV. También tiene un rol en identificar la presencia de
taquiarritmias ventriculares con riesgo de muerte.
30
En pacientes con cardiopatía de base en asociación con disfunción ventricular izquierda y
un ECG anormal como consecuencia de enfermedad coronaria el rendimiento de un
estudio electrofisiológico es muy alto.
FIG16
31
Prueba de esfuerzo:
32
FIG17
Estudios neurovasculares.
Eco-Doppler carotideo: No hay estudios que indiquen que sea útil en pacientes con
síncope. El TIA relacionado con una arteria carótida no causa pérdida transitoria del
conocimiento.
33
El TIA del sistema vertebro basilar puede causar pérdida del conocimiento, pero siempre
hay signos focales, del tipo debilidad en las piernas, paso vacilante y ataxia de las
piernas, parálisis oculomotora y disfunción orofaríngea. En general la mayoría de los TIA
producen un déficit focal sin pérdida del conocimiento.
FIG18
34
EVALUACION INICIAL DEL CUADRO SINCOPAL:
Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas, el episodio tiene una alta
probabilidad de ser un síncope. Si la respuesta a una o más de estas preguntas es
negativa, hay que excluir otras formas de pérdida del conocimiento antes de
proceder al examen del síncope.
35
Características importantes de la historia Clínica:
36
Características Clínicas que indican el diagnóstico en la evaluación inicial
– Ausencia de cardiopatía
– Historia prolongada de síncope
– Desencadenado post visión, sonido u olor desagradable, o tras un dolor
– Estar de pie durante mucho tiempo o en lugares congestionados y mal ventilados
– Se acompañan de náuseas y vómitos
– En ocasiones se presentan durante una comida o inmediatamente después
– Se pueden presentar con la presión contra el seno carotídeo o al girar la cabeza (como
cuando hay tumores, durante el afeitado, al llevar collares apretados)
– Se pueden presentar después de un esfuerzo
– Se presenta de pie
– Puede tener relación temporal con el inicio de una medicación que produce hipotensión
o con cambios en su dosis
– Se puede desencadenar al estar de pie durante mucho tiempo, especialmente en
lugares congestionados y mal ventilados
– Se observa en presencia de neuropatía autónoma o parkinsonismo
– Se puede desencadenar después de un esfuerzo
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• Patrón de bloqueo de rama derecha con elevación ST en las derivaciones V1-V3
(síndrome de Brugada)
• Ondas T negativas en derivaciones precordiales derechas, ondas épsilon y potenciales
tardíos ventriculares compatibles con miocardiopatía arritmogénica ventricular derecha
• Ondas Q compatibles con infarto de miocardio
Comorbilidades importantes
– Anemia grave
– Desequilibrios electrolíticos
38
REFERENCIAS
• Guidelines for the diagnosis and management of syncope (version 2009).The Task
Force for the Diagnosis and Management of Syncope of the European Society of
Cardiology (ESC). Available on line at www.escardio.org/guidelines.
• Fitzpatrick, A.P., Theodorakis, G., Vardas, P., and Sutton, R. Methodology of head up
tilt testing in patients with unexplained syncope. J. Am. Coll. Cardiol. 17:125-30, 1991.
• Grubb, B.P., Temesy-Armos, P., Hahn, H., and Elliot, L.Utility of upright tilt table testing
in the evaluation and management of syncope of unknown origin. Am. J. Med. 90: 6-
10, 1991.
39