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Unidad 12: Para entendernos

APELLIDOS: …………………………………………………… NOMBRE: ………………………

FECHA: ………………………………… CURSO: …………………………

El paraíso era un autobús


Él trabajó durante toda su vida en una ferretería del centro. A las ocho y media de la mañana llegaba
a la parada del autobús y tomaba el primero, que no tardaba más de diez minutos. Ella trabajó
también durante toda su vida en una mercería. Solía coger el autobús tres paradas después de la de él
y se bajaba una antes. Debían salir a horas diferentes, pues por las tardes nunca coincidían.
Jamás se hablaron. Si había asientos libres, se sentaban de manera que cada uno pudiera ver al otro
(…) y sintiendo cada uno de ellos la cercana presencia del otro.
Cogían las vacaciones el mismo mes, agosto, de manera que los primeros días de septiembre se
miraban con más intensidad que el resto del año. (…) Ninguno de ellos llegó a saber jamás cómo era
la vida del otro: si estaba casado, si tenía hijos, si era feliz.
A lo largo de todos aquellos años se fueron lanzando mensajes no verbales sobre los que se podía
especular ampliamente. Ella, por ejemplo, cogió la costumbre de llevar en el bolso una novela que a
veces leía o fingía leer. A él le pareció eso un síntoma de sensibilidad al que respondió comprándose
todos los días el periódico. Lo llevaba abierto por las páginas de internacional, como para sugerir que
era un hombre informado y preocupado por los problemas del mundo. Si alguna vez, por la razón
que fuera, ella faltaba a esa cita no acordada, él perdía el interés por todo y abandonaba el periódico
en un asiento del autobús sin haberlo leído.
Así, durante una temporada en que ella estuvo enferma, él adelgazó varios kilos y descuidó su aseo
personal hasta que le llamaron la atención en la ferretería: alguien que trabajaba con el público tenía
la obligación de afeitarse a diario.
Cuando al fin regresó, los dos parecían unos resucitados: ella, porque había sido operada a vida o
muerte de una perforación intestinal de la que no se había quejado para no faltar a la cita; él, porque
había enfermado de amor y melancolía. Pero, a los pocos días de volver a verse, ambos ganaron peso
y comenzaron a asearse para el otro con el cuidado de antes.
Por aquellas fechas, él ascendió a encargado de la ferretería y se compró una agenda. Entonces, se
sentaba tan cerca como podía de ella, la abría, y con un bolígrafo hacía complicadas anotaciones que
sugerían muchos compromisos. Además, comenzó a llevar corbata, lo que obligó a ella, que siempre
había ido muy arreglada, a cuidar más los complementos de sus vestidos. En aquella época ya no
eran jóvenes, pero ella comenzó a ponerse unos pendientes muy grandes y algo llamativos que a él le
volvían loco de deseo. La pasión, en lugar de disminuir con los años, crecía alimentada por el
silencio y la falta de datos que cada uno tenía sobre el otro.
Pasaron otoños, primaveras, inviernos. A veces llovía y el viento aplastaba las gotas de lluvia contra
los cristales del autobús, difuminando el paisaje urbano. Entonces, él imaginaba que el autobús era la
casa de los dos.(…) E imaginaba una vida feliz: ellos vivían en el autobús, que no paraba de dar
vueltas alrededor de la ciudad, y la lluvia o la niebla los protegía de las miradas de los de afuera. No
había navidades, ni veranos, ni semanas santas. Todo el tiempo llovía y ellos viajaban solos,
eternamente, sin hablarse, sin saber nada de sí mismos. Abrazados.
Así fueron haciéndose mayores, envejeciendo sin dejar de mirarse. Y cuanto más mayores eran, más
se amaban; y cuanto más se amaban más dificultades tenían para acercarse el uno al otro.
Y un día a él le dijeron que tenía que jubilarse y no lo entendió, pero de todas formas le hicieron los
papeles y le rogaron que no volviera por la ferretería. Durante algún tiempo, siguió tomando el
autobús a la hora de siempre, hasta que llegó al punto de no poder justificar frente a su mujer esas
raras salidas.
De todos modos, a los pocos meses también ella se jubiló y el autobús dejó de ser su casa.

Evaluación unidad 12 Para entendernos Lengua castellana y Literatura 1.º ESO
Unidad 12: Para entendernos

Ambos fueron languideciéndose por separado. El murió a los tres años de jubilarse y ella murió unos
meses después. Casualmente fueron enterrados en dos nichos contiguos, donde seguramente cada
uno siente la cercanía del otro y sueñan que el paraíso es un autobús sin paradas.
JUAN JOSÉ MILLÁS: www.barcelonareview.com

1. Completa la tabla con los acontecimientos más importantes que tienen lugar en
cada parte del relato. ¿Es un relato coherente? ¿Por qué?
Planteamiento Nudo Desenlace

2. ¿Qué comportamientos indican que los protagonistas sienten pasión el uno por el
otro?
3. ¿Qué significado de la palabra «alimentar» aparece en el enunciado: «La pasión
crecía (…) alimentada por el silencio»? ¿Qué relación existe entre ambos?
1. tr. Dar alimento a un ser vivo.
2. tr. Mantener, fomentar o satisfacer un deseo, un sentimiento o una idea.
4. Señala los conectores que aparecen en el cuento. ¿Cuál es su finalidad? ¿Qué
propiedad aportan al texto? ¿Hay otros elementos que contribuyan a este fin?

5. Escribe un breve diálogo entre los dos protagonistas. ¿Qué registro predomina en
él? Explica por qué es adecuado.
6. Explica el uso de las mayúsculas o minúsculas de las palabras subrayadas.

a) Dña. Emilia Pardo Bazán


b) Ella es la profesora de Matemáticas.
c) El secretario de mi madre es musulmán.
d) El uno de enero se celebra el día de Año Nuevo.

7. Analiza las siguientes oraciones siguiendo el modelo. Después escribe otras


diferentes que correspondan a la misma definición.
Él trabajó durante toda su vida en una ferretería. > Oración intransitiva, activa, simple y
enunciativa. Corría todos los días por el parque.
a) ¿Cuántos kilómetros has recorrido en bici?
b) Este polideportivo fue inaugurado ayer por la alcaldesa del pueblo.
c) ¡Ojalá haya preparado la comida ya!
d) Recoge todos los exámenes de tus compañeros.
8. Señala el sujeto, el predicado y los complementos verbales de las oraciones de la
actividad anterior.
9. Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas.

Una vez solo es la vida.


Apúrala con calma, con hambre, enajenado,
distante a la idiotez, altivo si es preciso,
abraza la penumbra, no huyas la tristeza,
sé fiel a la lujuria, no temas la renuncia.
Apúrala en silencio,
jamás con abandono.
Que nunca sea el recuerdo de un nunca pudo ser.
ANTONIO LUCAS: Los desengaños, Visor

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Unidad 12: Para entendernos

a) ¿Cuál es el tema del texto?


b) ¿A qué género literario pertenece? ¿Por qué?
c) ¿Qué modalidad enunciativa predomina? ¿Qué pretende el autor?

10. Escribe un texto con finalidad literaria en el que se ofrezca un consejo. Puede ser
un cuento breve, un poema o una escena teatral.

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