Chasqui 138

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138

agosto-noviembre 2018

Migraciones contemporáneas
y racismo en América Latina

Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina


EDITORA
Gissela DÁVILA COBO

COORDINADOR EDITORIAL
Gabriel GIANNONE

CONSEJO DE REDACCIÓN
Amparo CADAVID
UNIMINUTO, Colombia
Fernando CASADO
Instituto de Altos Estudios Nacionales, Ecuador
Ana María DURÁN
Universidad del Azuay, Ecuador
Eduardo GUTIÉRREZ
Pontificia Universidad Javeriana de Colombia
Eliana del Rosario HERRERA HUÉRFANO
UNIMINUTO, Colombia
Octavio ISLAS
Universidad de los Hemisferios, Ecuador
Daniel Fernando LÓPEZ JIMÉNEZ
Universidad de los Hemisferios, Ecuador
Efendy MALDONADO
UNISINOS, Brasil
Claudio Andrés MALDONADO RIVERA
Universidad Católica de Temuco, Chile
Fernando ORTIZ
Universidad de Cuenca, Ecuador
Abel SUING
Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador
Nancy Graciela ULLOA ERAZO
Pontificia Universidad Católica del Ecuador (Sede Ibarra)
Rosa VALLEJO CASTRO
CIESPAL, Ecuador
Jair VEGA
Universidad del Norte, Colombia
José VILLAMARÍN CARRASCAL
Universidad Central del Ecuador
Jenny YAGUACHE,
Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador

EDITORES ASOCIADOS
Norteamérica
Jesús GALINDO
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
Centroamérica
Hilda SALADRIGAS,
Universidad de La Habana, Cuba

2 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018


Área Andina
Karina HERRERA MILLER,
Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia
Cono Sur
Lorena Mónica ANTEZANA BARRIOS
Universidad de Chile
Brasil
Denis PORTO RENÓ,
Universidade Estadual Paulista, Brasil

CONSEJO CIENTÍFICO INTERNACIONAL


Rosa María ALFARO
CALANDRIA, Perú
Luis Ramiro BELTRÁN (+)
Enrique BUSTAMANTE
Universidad Complutense de Madrid, España
Mauro CERBINO
FLACSO, Ecuador
Eliseo COLÓN
Universidad de Puerto Rico
Miquel DE MORAGAS
Universidad Autónoma de Barcelona, España
José Manuel DE PABLOS
Universidad de La Laguna, España
Carlos DEL VALLE ROJAS,
Universidad de La Frontera, Chile
Juan DÍAZ BORDENAVE, (+)
Heidi FIGUEROA SARRIERA
Universidad de Puerto Rico
Raúl FUENTES
ITESO, México
Valerio FUENZALIDA
Pontificia Universidad Católica de Chile
Raúl GARCÉS
Universidad de La Habana, Cuba
Juan GARGUREVICH
Pontificia Universidad Católica del Perú
Bruce GIRARD
Comunica.org
Alfonso GUMUCIO
Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia
Antonio HOHLFELDT
PUCRS. Porto Alegre, Brasil
Gabriel KAPLÚN
Universidad de la República, Uruguay

CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018 3


Margarida María KROHLING KUNSCH
USP. Brasil
Margarita LEDO ANDIÓN
USC. España
José Carlos LOZANO RENDÓN
Universidad Internacional de Texas A&M. EE.UU.
José MARQUES DE MELO, (+)

Amparo María MARROQUÍN PARDUCCI


Universidad Centroamericana, El Salvador
Jesús MARTÍN-BARBERO
Universidad Nacional de Colombia
Guillermo MASTRINI
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina
María Cristina MATA
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
Armand MATTELART
Universié Paris 8, Francia
Toby MILLER
Cardiff University, Reino Unido
Walter NEIRA
Universidad de Lima, Perú
Neyla PARDO
Universidad Nacional de Colombia
Antonio PASQUALI
Universidad Central de Venezuela
Cicilia KROHLING PERUZZO
Universidade Metodista de São Paulo, Brasil
María Teresa QUIROZ
Universidad de Lima, Perú
Isabel RAMOS
FLACSO, Ecuador
Rossana REGUILLO
ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, México
Germán REY
Pontificia Universidad Javeriana, Colombia
Hernán REYES
CIESPAL, Ecuador
Omar RINCÓN
CEPER - Universidad de Los Andes, Colombia
Hilda SALADRIGAS
Universidad de La Habana, Cuba
César Ricardo SIQUEIRA BOLAÑO
Universidade Federal de Sergipe, Brasil
Muniz SODRÉ
Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil

4 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018


Guillermo SUNKEL
CEPAL-Naciones Unidas, Chile
Erick TORRICO
Universidad Andina Simón Bolívar, Bolivia
Gaëtan TREMBLAY
Universitè du Quèbec, Canadá

CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018 5


CHASQUI, Revista Latinoamericana de Comunicación es una publicación académica pionera en
el escenario de debate del campo comunicológico latinoamericano. Ha sido creada en el año
1972 y, desde entonces, es editada por CIESPAL, con sede en Quito, Ecuador.
Se publica de forma cuatrimestral, tanto en formato impreso como digital. Su modalidad
expositiva es el artículo o ensayo científico. Los textos se inscriben en una perspectiva de
investigación y están elaborados en base a una rigurosidad académica, crítica y de propuesta
teórica sólida.
Para la selección de sus artículos Chasqui realiza un arbitraje por medio de pares académicos
bajo el sistema doble ciego, por el que se garantiza el anonimato de autores y evaluadores. Para
llevar adelante el proceso contamos con una extensa nómina de especialistas en diversas áreas
de la comunicación y las ciencias sociales.
Chasqui se encuentra indexada en las siguientes bases de datos y catálogos:

CIESPAL
Centro Internacional de Estudios Superiores
de Comunicación para América Latina
Av. Diego de Almagro N32-133 y Andrade Marín • Quito, Ecuador
Teléfonos: (593 2) 254 8011/ Ext. 231
www.ciespal.org
www.revistachasqui.org
[email protected]
ISSN: 1390-1079
e-ISSN: 1390-924X
Coordinadora Monográfico Chasqui 138
María Emilia Tijoux

Suscripciones: [email protected]

Corrección de textos
Noemí Mitter, Rosimeire Barboza Da Silva
Maquetación
Arturo Castañeda Vera

Las ilustraciones utilizadas en este número se basan en escenas de la vida del Pueblo Mapuche.

Los textos publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores.


Reconocimiento-SinObraDerivada
CC BY-ND
Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuan-
do la obra no se modifique y se transmita en su totalidad, reconociendo su autoría.

6 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018


9 EDITORIAL
9 Pensar y ccxxxxx
Gissela DÁVILA COBO

11 TRIBUNA
13 Los mares esquizofrénicos y la transnación caribeña
Carole BOYCE-DAVIES

29 MONOGRÁFICO. Migraciones contemporáneas y racismo en América Latina


31 Introducción: La migración y el valor de las Ciencias Sociales
María Emilia TIJOUX & Gabriel GIANNONE

35 Direitos humanos e migrações: o exercício da solidariedade


e empatia como perspectiva de um estado cidadão
Luana NASCIMENTO PERIN & Vera Lucia SPACIL RADDATZ

53 Inmigración, instituciones locales y conflictos socio-espaciales:


El caso de la Población Lo Hermida en Peñalolén
Pedro PALMA & Javier RUIZ-TAGLE
75 Tácticas y estrategias de evasión del racismo cotidiano
de trabajadores ‘negros’ en Santiago de Chile
Cristian Alexis CABELLO Valenzuela & Simón PALOMINOS

95 Educación y trabajo. Construcciones representacionales acerca


de migrantes africanos en Buenos Aires. Un abordaje cuantitativo
Gisele KLEIDERMACHER

113 Retórica mediática y migración. Las representaciones


de la migración en las narrativas post 9/11 del New York Times
Gerardo VILLALOBOS ROMO

131 A saga e o sofrimento do outro senegalês: a construção do racismo


em representações midiáticas da migração
Liliane DUTRA BRIGNOL & Nathália DREY COSTA

1 49 Medios digitales y esfera pública: la conversación política


sobre migración en el sitio Cubadebate
Elisa Beatriz RAMÍREZ HERNÁNDEZ & Ângela Cristina SALGUEIRO MARQUES

171 Cine migratorio ecuatoriano: Archivo y memoria de la migración


en dos películas ecuatorianas
María Teresa GALARZA NEIRA

187 Estigmatización social mapuche en Bio Bio, chile. La realidad


construida por los informativos de TV
Fernando FUENTE-ALBA CARIOLA & Darío CAÑETE PACHECO

CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018 7


07 La migración europea al Ecuador (1935-1955). La visión diplomática
2
de la llegada de colectivos problemáticos: los judíos
Emiliano GIL-BLANCO & Antonio J. CANELA-RUANO

225 ENSAYO
227 Prácticas culturales y comunicacionales en el encierro.
La cárcel y sus sentidos en disputa
María Silvia CHIPONI & Mauricio Carlos MANCHADO

247 Apropiación tecnológica por comunicadores mapuche.


Reflexiones desde la praxis comunicacional
Claudio MALDONADO RIVERA

267 Infancia en el cine: notas para una relación entre máquinas visuales
e identidad
Claudia Alejandra CALQUIN DONOSO & Irene Verónica MAGAÑA

287 Uma experiência de educomunicação inovadora: as histórias


em quadrinhos sobre nanotecnologia produzidas no Brasil
Josemari QUEVEDO & Eloisa BELING LOOSE

313 Produção de sentidos e estratégia: interfaces entre a comunicação


organizacional e o noticiário de negócios
Victor Marcio LAUS REIS GOMES, Renata ANDREONI & Ceci DA COSTA DIEHL

327 INFORME
29 Mídias sociais e produção de subjetividades: subversões
3
de pessoas não-binárias através do Twitter
Mariana SOMAVIRA, Tainan Pauli TOMAZETTI & Nísia MARTINS DO ROSÁRIO

49 Regulación de la prensa en Santiago de Cuba: periódico


3
Sierra Maestra y emisora CMKC
Rosalí TRUJILLO OLIVARES

365 Política de comunicación en los planes de gobierno del Partido


de los Trabajadores (PT) entre 1989-2014
Ivonete DA SILVA LOPES

81
3 Lutas simbólicas no campo jornalístico argentino: um estudo
bourdieusiano da lei de meios
Pedro Henrique DE OLIVEIRA COUTINHO & André Filipe REID DOS SANTOS
97 Modelo institucional en medios estatales argentinos.
3
El caso del Sistema Nacional de Medios Públicos (2003-2009)
Alejandro LINARES

419 RESEÑAS

8 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018


Editorial:

Pensar y conocer en movimiento


Gabriel GIANNONE
Coordinador Editorial

Presentamos aquí un número de Chasqui cuyo tema principal refiere a Jóvenes


y Cultura Digital. Esta revista es resultado de un esfuerzo colaborativo y un
proceso de intermediación académica. En los 105 artículos llegados a este
Monográfico, de variados sitios de Iberoamérica, y los más de 400 textos totales
recibidos durante 2017, está la huella de cientos de investigadores y revisores
externos, así como del trabajo editorial y su difícil tarea de selección y curado de
las letras finales. Una gota más en la lluvia de un particular momento histórico,
de un determinado −al decir de una de las autoras− ensamblaje sociotécnico:
lectura atenta, tecnología, técnica y cultura.
Precisamente sobre este encuentro entre tecnología e historia se trabaja
aquí. Este monográfico asume el estudio de una experiencia epocal de cambios
en las tecnologías de comunicación, y por consiguiente, en las relaciones
sociales. Estas modificaciones atañen a la experiencia de los jóvenes de forma
clara, pero no homogénea.
Sin dudas existe una generación que ha sido influenciada en su vitalidad por
un entorno que profundizó el uso intensivo de las tecnologías para la interacción
y la expresividad. Esto se ha producido en el marco de una reconfiguración del
capitalismo que, de acuerdo a Ricaurte, tiene como fundamento

[...] la captura de las subjetividades a través de una economía de la atención, que


desarrolla mecanismos simbólicos y técnicos para que los sujetos dejen huellas
digitales de cada acción que realizan en el entorno digital o, en su defecto, que sus
vidas se encuentren asociadas a los rastros digitales que producen (2018, p. 16).

Consideramos que los artículos de esta colección aportan al asombro por


las nuevas relaciones imbricadas en el desarrollo de las tecnologías, pero no se
acercan necesariamente a un insoslayable carácter explicativo, por sí mismo y
en sentido literal, de este desarrollo sobre la realidad social.
Es necesario caminar lento, sentir la brisa en el dorso e intentar flotar
aferrados al pensamiento en las aguas rápidas de la novedad. La confianza en
el valor de juicios eficaces frente a las novísimas tecnologías es hermana de
la ansiedad cognitiva frente al futuro y de la melancolía frente a los saberes
frágiles. El búho de Minerva abre sus alas en el ocaso, pero esa es la prueba de
que lo hará también en las noches siguientes.

CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018 9


La propuesta es asumir el cambio, el movimiento, y trabajar intelectualmente
desde esa condición. Podremos así ver los rastros del pasado en el presente, y
pensar el futuro en su historia. Se hace necesario aquí, tal como mencionaba
Héctor Schmucler, pensar la técnica en su ideología:

[...] cuando la ideología de la técnica proclama su identificación con la realidad


afirma el hecho de que esa realidad es, a su vez, una construcción derivada de la
visión del mundo del pensar tecnológico. Cualquier posibilidad crítica, entonces,
no debería apuntar al hecho real de la materialidad maquínica, sino a la concep-
ción del vivir al que esa materialidad sirve. (Schmucler, 1997, p. 48)

El número comienza, en su sección Tribuna, con un ensayo de la investi-


gadora ecuatoriana Paola Ricaurte Quijano, quien presenta algunas líneas
de análisis para la temática trabajada en adelante. Luego, diez artículos de la
sección Monográfico mencionada antes, antecedida por una introducción de
los coordinadores editoriales de ese dossier, los profesores de la Universidad
Técnica Particular de Loja, Andrea Velásquez Benavides, Claudio Rodríguez
Hidalgo y Abel Suing. A su comprometido y exhaustivo trabajo debemos esta
colección, desde la definición de la temática, la lectura de los textos originales y
la selección del cuerpo final.
Más adelante, nuestras secciones Ensayo e Informe, donde se receptan
artículos de temática amplia, referidos a la comunicación social. Allí encontramos
textos sobre prácticas audiovisuales, género, periodismo y política. Más tarde,
se presenta un grupo de reseñas de publicaciones académicas. Invitamos así a
recorrer las páginas que siguen.

Referencias bibliográficas
Ricaurte, P. (2018). Jóvenes y cultura digital: abordajes críticos desde América
Latina. Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación. (137) p. 13-28.
Schmucler, H. (1997). Memoria de la comunicación. Buenos Aires: Biblios.

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Tribuna
Los mares esquizofrénicos
y la transnación caribeña
Schizophrenic seas and the Caribbean trans-nation

Os mares esquizofrênicos e a transnação caribenha


Carole BOYCE DAVIES
Africana Studies and English, Cornell University, Estados Unidos /
[email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Tribuna, pp. 13-27)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL

13
BOYCE DAVIES

Resumen
Dos conceptos presentes en el título orientan este escrito: “mares esquizofré-
nicos” y “transnación”. El primer término es de Wilson Harris y aparece en su
clásica colección de ensayos The Womb of Space. “Transnación” es un intento
de Bill Ashcroft por discutir el excesivo alcance de lo poscolonial. En este artí-
culo propongo reunir estos conceptos como mutuamente constitutivos. Si bien
se mueven en direcciones diferentes, permiten una serie de regresos a fronte-
ras inestables, paisajes marítimos y terrestres redefinidos dada la naturaleza de
la inestabilidad insular y los efectos del cambio ambiental, creando una trans-
nación caribeña que también, de acuerdo a mi lectura, redefine el espacio del
Caribe.
Palabras clave: marealéctica; paso medio; Guyana; identidad; desterritorializa-
ción; diáspora.

Abstract
Two concepts which appear titularly, orient this paper – “Schizophrenic Seas”
and the “Trans-Nation.” “The Schizophrenic Sea” is Wilson Harris’s term which
appears in his classic collection of essays, The Womb of Space. The “trans-na-
tion” is Bill Aschroft’s attempt to revise the over-reaching framing of the
post-colonial. For this paper, I propose to bring these two concepts together,
as constitutive of each other. They move in different directions, but allow for a
series of returns to unsettled boundaries, redefined sea-scapes and land-scapes
definitely given the nature of island instability and the effects of environmen-
tal turns, creating a Caribbean-trans nation that also in my reading redefines
Caribbean space.
Keywords: tidalectics; middle passage; Guiana; identity; deterritorialization;
diaspora.

Resumo
Dois conceitos que aparecem com o título orientam este trabalho - “Mares
Esquizofrênicos” e “ Transnação”. O primeiro é um termo de Wilson Harris
que aparece em sua clássica coleção de ensaios The Womb of Space. A “trans-
nação” é a tentativa de Bill Aschroft de revisar o enquadramento exagerado do
pós-colonial. Para este trabalho, proponho trazer esses dois conceitos juntos,
como constitutivos um do outro. Eles se movem em direções diferentes, mas
permitem uma série de retornos a fronteiras instáveis, paisagens marítimas e
terrestres redefinidas dada a natureza da instabilidade insular e os efeitos da
mudança ambiental, criando uma transnação caribenha que também de acordo
com minha leitura redefine o espaço do Caribe.
Palavras-chave: marelética; passo médio; Guiana; identidade; desterritoriali-
zação; diáspora.

14 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA


LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

pero el océano seguía pasando hojas en blanco


en busca de la Historia
Derek Walcott, “El mar es Historia”

Dos conceptos presentes en el título orientan este escrito1: mares esquizofréni-


cos y transnación. El primer término es de Wilson Harris2 y aparece en su clásica
colección de ensayos The Womb of Space (1983). Transnación es un intento de
Bill Ashcroft por discutir el excesivo alcance de lo poscolonial.
Harris, con algo característico en su estilo narrativo, no nos provee de una
definición sobre los mares esquizofrénicos, ni se preocupa por su significado;
sino que crea una serie de sugerentes encuadres para su posterior utilización
en un contexto mayor, el de la imaginación transcultural y el vínculo entre las
Américas. Cuando la expresión “esquizofrénica alta mar” aparece es en refe-
rencia a Pym de Edgar Allan Poe3, haciendo hincapié en la actuación del mar
como un lugar de reconstitución de identidades, a veces de forma peligrosa.
Esto nos permite leer otros viajes transoceánicos, como el paso medio4, es
decir, una esquizofrénica alta mar que redefinió las identidades africanas en el
Nuevo Mundo. En este artículo propongo reunir estos conceptos como mutua-
mente constitutivos. Los mares esquizofrénicos, teóricamente mayores que el
Atlántico, nos permiten incorporar el significado de los pasos a través del Mar
Caribe u otros “cuerpos de agua”5 que también reconstituyen identidades. Es
revelador que Guyana, de donde proviene Harris, signifique “tierra de aguas” en
el idioma nativo6.
Así es cómo el topógrafo que fue Wilson Harris en su juventud compren-
día una Guyana que le proveyó del lenguaje de metáforas acuáticas al que luego
recurriría:

Vista desde el espacio exterior la región llamada Guyanas es receptora de vastos


sistemas fluviales en un área comparable al tamaño de Europa Occidental. Guyana
es una palabra amerindia que significa ‘tierra de muchas aguas’: ríos interiores,
litorales, afluentes y las inesperadas líneas rectas de la irrigación costera. Los

1 Este trabajo fue originalmente presentado en la Conferencia Callaloo de 2013 “The Trans-Atlantic, the
Diaspora, and Africa”, Oxford University, 27-30 de noviembre, 2013. Para esta edición, fue traducido desde el
inglés por Gabriel Giannone.
2 Wilson Harris, novelista y teórico de Guyana (1921-2018) falleció en Londres, en marzo de 2018.
3 [Refiere al libro La narración de Arthur Gordon Pym, única novela de su autor Edgar Allan Poe, publicada en
1838] Nota del Editor (N.E.).
4 [Paso Medio −Middle Passage− es el nombre que se da, en inglés, al viaje en barco en el que se forzaba
a hombres y mujeres africanos esclavizados a dirigirse al “Nuevo Mundo”. Este era un tramo del sistema de
comercio triangular esclavista que vinculaba Europa, África y América] N.E.
5 Aunque Michelle Cliff (1946-2016) titula su colección de ensayos como Cuerpos de Agua (1990), el capítulo
llamado de la misma forma no está relacionado con el Caribe.
6 Es preciso revisar la maravillosa introducción del editor A.J.M. Bundy (1999) a Selected Essays of Wilson
Harris; en especial su sección “Guyana: geomythos and theatre of memory” (p. 17-29).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 15


BOYCE DAVIES

complejos sistemas fluviales, originados en las montañas escarpadas y de cima


plana del interior, descienden por violentas caídas (cataratas, cascadas) hacia la
sabana antes de inclinarse con gracia en un cinturón litoral contra el Atlántico.
(Bundy, 1999, p. 18)

Quizás cabe aquí una distinción necesaria: mientras que Derek Walcott7 había
usado ya la noción de lo esquizoide8, el marco era el de las “Indias Occidentales”9
esquizofrénicamente colonizadas, afín a los discursos sobre la hibridez y el mes-
tizaje, o el mulataje, más a tono por lo tanto con las ideas sobre patologías de la
negritud o conflictos de identidad, dualidades de la mezcla racial, pero también
de las pertenencias y articulaciones culturales en varios sentidos. Así es como
Walcott describe esta condición:

En esa simple infancia esquizofrénica uno podía llevar dos vidas: la interior de
la poesía, y la vida exterior de la acción y el dialecto. Incluso, los escritores de mi
generación eran asimiladores naturales. Conocíamos la literatura de los imperios
−griego, romano, británico− a través de sus clásicos más importantes, y tanto la
jerga callejera como el habla de la escuela escondían la euforia de ese descubri-
miento. (1970, p. 4)

Pero ese era el Derek Walcott de 1970, lleno de contradicciones, y que cap-
taba el absurdo de las “condiciones nerviosas” colonizadas. Y así, más adelante,
profundiza: “la mentalidad de las Indias Occidentales, históricamente resacosa,
exhausta, prefiere su venganza en la nostalgia, para apretar sus párpados en el
sueño esquizofrénico de un Edén que existió antes de su exilio” (1970, p. 20).
Su propuesta posterior de un Caribe espacio-temporal, como en “El mar es
Historia”10, usado más arriba como epígrafe, lo pone cerca del uso que da Harris
al concepto en términos de la geografía del mar como cauce y depósito de las
historias caribeñas. En este marco, la esquizofrenia se transfiere a la naturaleza,
en particular al mar con sus movimientos contradictorios. Tal como el mar his-
tórico-económico de Benítez-Rojo, presentado mucho después, Walcott ofrece
un mar socio-histórico. Benítez-Rojo (1998), como sabemos, se interesaba por
una geografía del Caribe dispuesta a repeticiones, con una atención particular
sobre los “pueblos del mar” y su reproducción social y cultural a través de la per-
formance y el ritmo, dos conceptos que lo guían de forma constante.
Los mares esquizofrénicos, tal como los presenta Harris, captan la natu-
raleza de la intersección entre el Atlántico y el Caribe como sitio de múltiples

7 [Derek Walcott (1930-2017) fue un importante poeta y dramaturgo caribeño, nacido en la antigua colonia
británica de la isla de Santa Lucía. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1992] N.E.
8 Ver su ensayo La voz del crepúsculo [What the Twilight Says] en Walcott, 1970.
9 Hago una distintición de uso en todo mi trabajo, utilizando “Indias Occidentales” entre comillas para el
Caribe anglófono colonizado.
10 [La versión del poema The Sea is History de Derek Walcott, que aquí usamos, es la traducida por Rafael
Vargas para la revista mexicana Vuelta, dirigida por Octavio Paz (N°123, febrero de 1987)] N.E.

16 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA


LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

corrientes y movimientos, desde vientos huracanados hasta epistemologías del


paso medio11, y expresan la agitación de los océanos −como se los podría defi-
nir− y las formas en que esos movimientos y esos viajes impactan en cómo se
identifica lo transnacional.
Entonces, si pretendemos una definición de la transnación caribeña, es
claro que ella debe su estatus al Mar Caribe tanto como al Atlántico como punto
originario. Harris es de nuevo teóricamente útil para pensar en la transnación,
ya que describe un puente mítico precolombino que recorre las Américas y que
provee, en sus palabras, una sincronía inconsciente en el seno del espacio cul-
tural. De aquí, la relación de este autor con las literaturas y las culturas ameri-
canas. En esta lógica, la transnación caribeña también se mueve a través de las
Américas.
Bill Ashcroft entrega una de las definiciones de transnación, de la siguiente
manera:

Si pensamos la ‘transnación’ superando las fronteras geográficas, políticas, ad-


ministrativas e incluso imaginarias del Estado, tanto al interior como por fuera
de los límites de la nación, la encontramos como un espacio donde los límites se
dislocan, en el que las filiaciones nacionales y culturales se ven suplantadas, en el
que las dualidades entre centro y periferia, entre el ser nacional y extranjero, se
disuelven. (2010, p. 73)12

Habiendo criticado inicialmente la definición de lo poscolonial en The


Empire Writes Back13 por ser demasiado abarcadora, encuentro en su “transna-
ción” una categoría más usable que le/nos permite superar la postcolonia −en
palabras de Achille Mbembe (2001). Aunque todavía utiliza una noción limitada
de diáspora, que define como “ausencia y pérdida”, también sugiere que esta

[...] gira en torno a una crítica de la nación, y a una proyección utópica más allá
de la tiranía de la identidad nacional. [La trans-nación, a diferencia de la post-co-
lonia,] aun así reconoce que la gente vive en naciones y que cuando se mueve lo
hace por dentro y por fuera de las naciones, a veces sin privilegios y sin esperanza.
(Ashcroft, 2009, p. 13)

11 [El concepto de Epistemología del Paso Medio −Middle Passage Epistemology− fue propuesto por Annette
Henry (2006), quien estudió una cosmovisión que permitía estructurar un origen colectivo de la negritud
americana en el proceso de la esclavitud. Se recomienda también ver una crítica a este concepto en el trabajo
de Michelle M. Wright (2015); allí la autora alerta de manera rigurosa contra una visión lineal de la negritud
en EE.UU.] N.E.
12 Ver también Ashcroft (2009).
13 Ashcroft, Griffiths & Tiffin (2002). Mi crítica aparece en: Boyce-Davies, 1994; en el capítulo 4 “From Post-Co-
loniality to Uprising Textualities”. Ver en especial la sección titulada ‘On Posting and Postpoining: Post-Colo-
niality or the Re-Male-ing of Current Discourses’.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 17


BOYCE DAVIES

Ashcroft dice incluso que la “transnación no solo es diáspora, sino el afuera


del Estado que comienza dentro de la nación: el potencial de todos los sujetos
para vivir más allá de las fronteras metafóricas del Estado-nación” (2009, p.
17). Aunque la transnación aun gire en torno a la lógica de la nación, como lo
“post-colonial” incorpora lo “colonial”, para mí esta es una categoría amplia-
mente superior porque trabaja de forma lateral a través del prefijo “trans” en
lugar de “post” o “después”.
Podemos definir aquí una transnación caribeña, ya que esta también es una
categoría utópica: ya asume a la “nación caribeña”, siempre aplazada política-
mente, pero en la que sin embargo viven los pueblos del Caribe, especialmente
en su aspecto cultural. Aquí, el “mar cultural sin fronteras” de Benítez-Rojo
(1998, p. 250) nos entrega algo de ese léxico. La transnación también puede reco-
nocerse como una versión más contemporánea de la “nación caribeña” que ima-
ginaron los nacionalistas en la pre-independencia como una manera de integrar
el Caribe. Pero al mismo tiempo es un concepto de mayor alcance, suficiente-
mente amplio como para incorporar a la diáspora.
Una conceptualización previa sobre el transnacionalismo del Caribe en la
literatura de ciencias sociales proporciona un matiz adicional mientras damos
forma a una definición sobre la transnación. Goulbourne (2002) tenía el argu-
mento de que este debía desenvolverse para identificar un “transnacionalismo
popular” que involucre a grupos de gente común comprometidos en experien-
cias transnacionales, guiados por la migración, mientras crean y sostienen vín-
culos a través de los Estados-nación. El transnacionalismo económico ha soca-
vado la soberanía de los Estados, ya que las actividades económicas, bancarias,
mercantiles y sus estructuras relacionadas, exigen una serie de acciones que
pueden entrar en conflicto directo con, o por el contrario realzar, los intereses
locales. A nivel político, los desarrollos que requieren “integración regional”
producen acuerdos como el CARICOM, que transcienden las decisiones de los
Estados-nación individuales, pero a veces pueden también promoverlas. Estos
exigen una serie de acciones y de actividades tales como la libertad de circula-
ción por sobre las fronteras de los países (Goulbourne, 2002, p. 6-7).
Entonces, llegamos hasta la transnación caribeña: una categoría discursiva
económica y popular −digamos, social y cultural−, pero también un ensamblaje
de personas, resultado de la llegada desde diversos lugares del mundo, sazona-
das en el Caribe, pero que ahora ocupan espacios dentro y fuera de los límites
oficiales de los Estados-nación caribeños.
Mi deliberado regreso a Wilson Harris para hablar sobre este concepto
puede explicitarse desde algunas razones. La más obvia es geográfica: “Guyana,
tierra de aguas”. Pero es algo intelectual también porque, conceptualmente, la
teorización sobre lo post-colonial tendió a tomar el lugar de los argumentos y las
contribuciones intelectuales de teóricos como Harris, que estudiaban la expe-
riencia caribeña en un contexto global, por lo que ella ofrece. Entonces, después
de definir una situación post-colonial, parece que esto fuera un paso necesa-

18 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA


LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

rio para hablar sobre lo que ocurrió en la estela de lo colonial. Para académicos
como Sylvia Wynter, los debates entre el indigenismo y el criollismo caribeño se
resituaron en otros encuadres que privilegiaron significados teóricos europeos,
especialmente aquellos surgidos de las plantaciones. Una especie de debate
decolonial interrumpido que los académicos latinoamericanos de la coloniali-
dad del poder como Kelvin Santiago, Aníbal Quijano, Walter Mignolo y Junot
Díaz han popularizado desde entonces14.
En tercer lugar, dada la fuerte asociación de Paul Gilroy (1993) con la teoriza-
ción del “Atlántico Negro”, considero útil comenzar por su omisión −quizás− más
elemental: el texto madre15, como lo he llamado. En un ensayo anterior sobre su
Against Race, subtitulado “o la Política de la Autoetnografía”, consideré crucial
hacer referencia al soslayado texto de su madre, Beryl Gilroy, no tanto por la per-
sona sino por la ausencia simbólica del significado de toda su historia. Nacida en
Guyana, como Wilson Harris, y heredera tanto de los legados amerindios como
africanos, la suya fue una vida de rico compromiso con lo que esto significaba,
pero también con la manera en cómo se tradujo en diáspora. Específicamente,
sobre esta supresión del texto madre, escribí:

La madre ausente nos dice algo en este caso, como en el de la mayoría de los intelec-
tuales británicos negros: se debe localizar a Beryl Gilroy dentro de una generación
de pensadores creativos del Caribe, que trabajaron fuera del espacio de Londres
desde 1950 en adelante, pero que también se comprometieron con, o provenían de,
Guyana (Andrew Salkey, Sylvia Wynter, Jan Carew, los Huntley de la editorial Bo-
gle-L’overture Publications, Walter Rodney, John La Rose, la editorial New Beacon
Books, Claudia Jones, Ricky Cambridge y las generaciones siguientes). La supre-
sión de Beryl Gilroy es por lo tanto la supresión o la ignorancia simultánea de todo
un espectro de academia, creatividad y activismo caribeños. (Boyce-Davies, 2002)

De aquí proviene mi deliberada recuperación del texto de Wilson Harris


sobre el Caribe, como uno de los que comenzó el proceso de “replanteo del
Atlántico Negro”, para incluir −y no para excluir− al Caribe. Además, él fue/es
uno de los primeros teóricos sobre el Caribe, un académico y escritor nacido en
Guyana, país sudamericano/caribeño que es también un sitio donde el mito y la
historia de los pueblos africanos e indígenas chocan, colaboran o difieren con
las mitologías derivadas de Europa; pero también donde la transnación caribeña
se mueve deliberadamente desde las islas hasta el componente sudamericano
del continente. Harris buscaba lecturas alternativas de los eventos: una asime-

14 Ver, por ejemplo, las discusiones iniciales sobre este tema desde una conferencia organizada por Kelvin
Santiago y el “Coloniality Working Group” en la Universidad de Binghamton; algo de ello fue publicado en la
revista Centennial Review, editada por Greg Thomas (Boyce-Davies & Jardine, 2003); y más recientemente, por
Mignolo y Escobar, 2013; y Mignolo, 2007.
15 [La autora hace un juego de palabras en mother text: esto es, tanto “el texto de la/su madre” como “el
texto madre”, el texto original, fundamental] N.E.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 19


BOYCE DAVIES

tría, que no solo se percibe desde la relación más simétrica entre Norteamérica
y Europa, sino que da cuenta de la asimetría ocasionada una vez que América
Latina y el Caribe se sitúan en el marco analítico.
Harris refiere también a cualidades de enmascaramiento en el lugar donde
el puente desciende desde el Caribe hacia Sudamérica. Tal como Toni Morrison
en Playing in the Dark observa −y es buen conocedor− una serie de estructuras
míticas subyacentes al Nuevo Mundo en las literaturas americanas −definidas
ampliamente para este propósito− que deben ser exploradas y a las cuales debe
asignarse un sentido. El significado de las mitologías del nuevo mundo, en espe-
cial las provenientes de los pueblos indígenas, es lo que él llama hermandades
de carnaval:

Las ambigüedades y ambivalencias del carnaval emergen en las artes, que requie-
ren del desenredo de perspectivas y diálogos obstruidos entre las culturas, para
que el misterio de la libertad pueda nacer y renacer, y otra vez nacer y renacer,
dentro de la espantosa clausura o circunstancia que amenaza consumirlo todo.
(Bundy, 1999, p. 126)

Wilson Harris desea ante todo un “carnaval transcultural”, que funcione


imaginativamente, sin un cierre prematuro. Por lo tanto, existen cuatro carac-
terísticas que parecen marcar su indagación original: el mar esquizofrénico, la
idea de espacio caribeño/americano, el carnaval transcultural y el cimiento en
las mitologías indígenas.
Para tener una lectura más contemporánea sobre Guyana como lugar limi-
nal entre el Caribe y América Latina, como es Brasil, un regreso reciente a esa
tierra como fuente de mito y raza en las Américas es el libro de Shona Jackson
(2012): Creole Indigeneity. Between Myth and Nation in the Caribbean que busca
promover la propuesta de Sylvia Wynter por una actualización del marco para
comprender cómo las estructuras humanas contemporáneas nos disponen
hacia un siempre-ya interpelado repertorio de posiciones identitarias. Para lle-
varlo a cabo, Jackson examina la forma en que los africanos e indígenas insti-
tuyen su pertenencia en el paisaje caribeño dentro de estructuras ya creadas
por mitologías aborígenes. Por eso su concepto de “pertenencia metafísica”, que
subraya mientras se entrelazan la indigenidad con la nacionalidad criolla/post-
colonial. Por una parte, entonces, está el desplazamiento de los pueblos nativos
que condujo al trazado del mapa colonial, y que luego preparó el camino para la
creación de nuevas nacionalidades. Para la autora, ambos procesos coexisten en
una relación que define la modernidad del Caribe. El entrelazamiento/liminali-
dad de la indigenidad y la criollización es, por lo tanto, el lugar donde pone su
propio énfasis.
Vemos en este proceso una re-mitologización contemporánea del Caribe
que usa un marco de referencia más antiguo. Volviendo a Wynter y a los debates

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LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

entre indigenidad y criollización que aparecen en sus artículos de 197216, inten-


temos reelaborar y actualizar una discusión no cerrada sobre estas dos posibi-
lidades teóricas. Limitando el análisis a Guyana, el mismo espacio sobre el que
teorizó Wilson Harris, podemos afirmar que su localización en Sudamérica −ya
que limita tanto con América Latina como con el Caribe francófono, y es uno de
los sitios donde los amerindios aún sostienen una presencia activa− la convierte
en un rico espacio para el trabajo político e intelectual, tal como podemos notar
con Walter Rodney en el análisis político e histórico y Harris en literatura/teoría
literaria.
Al haber muy pocas referencias al Caribe −y una esporádica mención a C.L.R.
James− lo que desaparece del enfoque de Gilroy es precisamente el Caribe,
América Central y Sudamérica. Paul Gilroy es obviamente consciente de ello; en
su introducción menciona: “Hay también varias omisiones obvias. No he dicho
prácticamente nada sobre la vida, teorías y actividades políticas de Franz Fanon
y C.L.R. James, los dos pensadores más famosos del Atlántico Negro”17 (Gilroy,
1993, p. xi).
La tendencia analítica de privilegiar el Atlántico, o mejor dicho el Atlántico
anglo-europeo, efectivamente la rama norteamericana de la diáspora, ha per-
mitido establecer a los académicos africanos como Gikandi, Zeleza y Echeruo
sólidas respuestas a esta formación de la modernidad y a la supresión de África
de su Atlántico Negro18. Olúfémi Táíwò (2009) tiene un hermoso ensayo que des-
cribe cómo la idea de modernidad fue desconectada de África y reconectada
solo a Europa: “África and her Challenge to Modernity”, donde argumenta que
las relaciones entre África y la modernidad han sido arduas debido al impacto
del colonialismo. Y un trabajo como el de François Verges (2003) “Writing on
Water: Peripheries, Flows, Capital, and Struggles in the Indian Ocean”, que des-
cribe correctamente las maneras en que el Océano Índico también está incluido
en el discurso trasnacional con ecos de mar esquizofrénico.
Otra perspectiva útil es la afirmación de Benítez-Rojo sobre un Caribe que
parió el discurso del Atlántico, desde una especie de violación geográfica por
parte de Europa que condujo a la acumulación capitalista occidental que luego
impulsó la Revolución Industrial (1998, p. 20):

16 Ver Boyce-Davies, 2015, que discute esos ensayos tempranos.


17 Ver la breve pero precisa reseña de Natasha Barnes (1996) sobre el libro de Gilroy.
Mientras que a Gilroy debe al menos darse crédito por devolver el “Atlántico” al léxico académico, y quizás
incluso por dejar espacio con sus varias omisiones a una generación completa de académicos para ocupar
el lugar, si nos movemos fuera de los conceptos propios de Gilroy, ha habido un enérgico grupo de estudios
antes y luego de él dedicados a la naturaleza de las historias, economías y culturas del “atlántico negro”.
Aunque lo que ha afectado a muchos es la obvia desaparición de tanto, en un marco que fue pensado para
dar cuenta de esta unidad de estudio mayor, y una suposición de que el Atlántico es solo el Atlántico Norte
y que allí la modernidad cobra realidad.
18 El texto de Paul Zeleza (2005) es un buen representante en esta área.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 21


BOYCE DAVIES

En fin, ¿cómo dejar establecido que el Caribe es un mar histórico-económico prin-


cipal y, además, un meta-archipiélago cultural sin centro y sin límites, un caos
dentro del cual hay una isla que se repite incesantemente −cada copia distinta−
fundiendo y refundiendo materiales etnológicos como lo hace una nube con el
vapor del agua? (Benítez-Rojo, 1998, p. 24)

La transnación caribeña y la desterritorialización del espacio

y entonces cada roca se escindió y fue su propia nación


Derek Walcott, “El mar es Historia”

Los mayores teóricos del Caribe han privilegiado a los océanos y los mares, sin
limitar sus metáforas acuáticas al simple anclaje teórico atlanticista de uso re-
ciente. El poema de Walcott “El Mar es Historia” es una de esas reivindicaciones
teóricas/creativas, que unen el movimiento de los inquietantes mares a la histo-
ria del Caribe: “Luego vinieron los hombres, ojos pesados como anclas, que se
hundieron sin tumba”. El pasaje “cada roca se escindió y fue su propia nación”
es un registro sucinto del Caribe post-independiente y de la fragmentación en
Estados-nación/islas que aún subsiste, o la repetición que visualiza Benítez-
Rojo en un meta-archipiélago:

El Caribe es el reino natural e impredecible de las corrientes marinas, de las ondas,


de los pliegues y repliegues, de la fluidez y las sinuosidades. Es, a fin de cuentas,
una cultura de meta-archipiélago: un caos que retorna, un detour sin propósito,
un continuo fluir de paradojas; es una máquina feed-back de procesos asimétricos,
como es el mar, el viento y las nubes, la Vía Láctea, la novela uncanny, la cadena bio-
lógica, la música malaya, el teorema de Gódel y la matemática fractal. (1998, p. 26)

Édouard Glissant lo ha llamado “archipielagización de la deportación de afri-


canos como una realidad, pero una muy valiosa” (2011, p. 7). Y esto, en su opi-
nión, es lo que nos da “multiplicidad”.

[Esta] multiplicidad proviene de aquellos lugares, de cierto modo secretos, de cier-


to modo desconocidos, que destituyen en sí mismos lo que ha sido creado en el
mundo, el paso del mundo, y que resuenan como desconocidos para los que habi-
tan las grandes masas de tierra continental de poder y fuerza. (Glissant, 2011, p. 10)

J. Michael Dash (2001), en su ensayo “Libre sous la mer. Submarine Identities


in the Work of Kamau Brathwaite and Édouard Glissant”, pone a estos autores a
conversar alrededor de la construcción de un discurso de archipiélago, aunque
sus enfoques varíen. El hecho de que Brathwaite (Mackey, 1991) reflexionara que

22 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA


LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

“la unidad es submarina”, será recuperado otra vez con alguna diferencia por
Glissant (1997) en su Poetics of Relation.
Quizás Dash fue demasiado propenso a construir a Glissant como el
meta-teórico y a Kamau como el escritor, y pareció describir de esa forma una
posición demasiado rígida en Brathwaite. Pero lo hizo sin el beneficio de la
marealéctica19 que es, como los mares esquizofrénicos, otro marco que espera
un replanteo completo al pensar a través de la transnación caribeña, no tanto
como archipiélagos fragmentados sino en términos de movimiento.
De acuerdo a Elaine Savory,

[...] la marealéctica puede ser expresada −o como lo diría Brathwaite, xpresada−


como la forma en que las ideas fluyen juntas y se separan como las crestas de las
olas en una playa de coral. Se entrelazan, se transforman, se separan, retroceden
y avanzan otra vez. Esta imagen es más adecuada para las tradiciones intelectuales
del Caribe que aquellos modelos oposicionales euro-americanos, como la dialécti-
ca, sobre la cual la marealéctica es un obvio juego de palabras. (Savory, 1994, p. 754)

Así, más allá del concepto de Kamau Brathwaite que define al mar como
un espacio de permanente circulación, está la fórmula asociada que Ngũgĩ wa
Thiong’o llama globaléctica, y que describe su método para leer y pensar global-
mente, enfrentando todo texto desde cualquier tiempo o lugar, el que sea mejor
al rendir su máximo para ser humano. Esto es, leer un texto con los ojos del
mundo, ver el mundo con los ojos del texto (Thiong’o, 2012, p. 60).
La marealéctica es una categoría discursiva que en términos de Torres-
Saillant “promete dar cuenta de lo asombroso, del trauma y el equilibrio, de la
esperanza y la catástrofe en el archipiélago” (2006, p. 241). Vemos de este modo
una continuidad quizás con las identidades eclipsadas de Wilson Harris, que sin
embargo se mueven más allá de la fragmentación.
Mientras que, de forma similar, Benítez Rojo (1998) en La isla que se repite
describe el movimiento del mar como fundamental para definir la identidad
caribeña, su énfasis sobre el ritmo y la performance suele a veces ocultar el
dolor de estos movimientos. Desde la literatura, Edwidge Danticat responde con
“Children of the Sea” (1995), en una réplica creativa al Benítez-Rojo teórico, cap-
tando la separación, el dolor, la pérdida y la inminente fatalidad para quienes
optan por el mar como un escape precario.

19 [El concepto de marealéctica [tidalectics] surge de un juego de palabras propuesto por el poeta e histo-
riador de Barbados Kamau Brathwaite, en él se reúnen mareas [tides] y dialéctica [dialectics]. Brathwaite (1983)
la define como un rasgo que emerge del “movimiento del agua hacia atrás y adelante como una especie de
movimiento cíclico, en lugar de lineal”. Ver también el texto de Beatríz Llenín-Figueroa, Imagined Islands: A
Caribbean Tidalectics: “se debe enfatizar que el movimiento de las mareas no es exactamente cíclico. Lo que
hace fascinante a este concepto es que, aunque el océano parece comprometido en una repetición infinita
del mismo movimiento una y otra vez, la marea no es, de hecho, nunca exactamente la misma, ni se retrae o
retorna al mismo lugar de ‘origen’” (2012. p. 7)] N.E.

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BOYCE DAVIES

El transnacionalismo y la diáspora se han vuelto conceptos engañosos;


el primero originalmente refería al movimiento de capital entre las naciones,
pero hoy también considera una serie de movimientos que incluyen la cultura y
ciertas prácticas socio-económicas y políticas; el segundo observaba tanto a las
comunidades como a los lugares recreados luego de la migración −voluntaria,
forzada, inducida− así como a una comunidad imaginada de mayor alcance con
orígenes emocionales e históricos en otra parte20. Los procesos migratorios glo-
bales han creado nuevas identidades mientras sus actores luchan por aferrarse
a las antiguas.
Los estudios sobre migraciones revelan que ninguno de estos flujos humanos
que crean diásporas son accidentales, sino que todos se relacionan con fuerzas
de mayor tamaño, como la esclavitud, que creó el tráfico inicial transatlántico,
transpacífico y sobre el Océano Índico, y que también creó las condiciones para
la expansión capitalista de Europa y Norteamérica, el colonialismo, el neocolo-
nialismo y el subdesarrollo. Las leyes de inmigración, en la práctica, generan el
ir y venir de flujos transnacionales de trabajo y migración. Pero también vemos
los vínculos intelectuales, culturales y políticos y un deseo humano básico por
el movimiento, pero también por establecer contacto.
El libro Radical Moves de Lara Putnam (2013), por ejemplo, registra proce-
sos migratorios globales constantes a través del siglo XX que crean nuevas iden-
tidades e historias paralelas. Estas identidades −sexuales, religiosas, étnicas,
de clase, de género− operan tectónicamente. La definición de Putnam de una
esfera migratoria circun-caribeña aventaja a la definición de Knight y Palmer en
su visión regional de “El Caribe” principalmente como una región geográfica, y
por lo tanto profundiza una definición más amplia sobre esta zona (Knight &
Palmer, 1989; Knight, 2012). Lo que Putnam define como la “esfera migratoria
circun-caribeña” refiere a los destinos y regresos de las migraciones, dentro y
alrededor del Caribe, de isla en isla, de isla a sitios continentales y los espacios
residenciales que se comenzaron a crear en lugares como Harlem.
La transnación caribeña es también una comunidad imaginada, política-
mente avanzada, que incorpora el deseo pre-independentista y la reivindicación
por una única nación, así como las migraciones actuales propiamente dichas
que dieron lugar a las comunidades caribeñas: insular, continental y diaspórica.
Es relevante en este punto la definición de Goulbourne de la transnación como
sostenida fuera de las fronteras, económicamente y por medio de la migración.
De forma similar, la definición que ya presentamos de Aschroft indica “un espa-
cio donde los límites se dislocan, en el que las filiaciones nacionales y culturales
se ven suplantadas, en el que las dualidades entre centro y periferia, entre el ser
nacional y extranjero, se disuelven” (2010, p. 73).
La lógica de la desterritorialización supone una espacialidad diferente por
fuera de las geografías y soberanías estatales instituidas; donde estas últimas

20 Ver mi artículo con Monica Jardine (Boyce-Davies & Jardine, 2010).

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LOS MARES ESQUIZOFRÉNICOS Y LA TRANSNACIÓN CARIBEÑA

están ya perturbadas por el imperialismo norteamericano y el tráfico de drogas.


Este concepto debe tener una versión acuática que se aplique aquí si hablamos
sobre mares. Para Deleuze y Guattari (2004), la desterritorialización refiere a
moverse más allá de los límites, hacia un espacio donde todas las formas son
informes y todos los significados carencen de sentido... en beneficio de una
materia uniforme, de flujos desterritorializados.
Por consiguiente, los mares esquizofrénicos y la transnación caribeña se
constituyen de forma mutua, como un grupo de trans-nacionalidades imagina-
das que perviven marealécticamente21. Si bien se mueven en direcciones diferen-
tes, permiten una serie de regresos a fronteras inestables, paisajes marítimos y
terrestres redefinidos por la naturaleza de la inestabilidad insular y los efectos
del cambio ambiental, creando una transnación que también, de acuerdo a mi
lectura, redefine el espacio del Caribe.22
Los artistas, escritores, cantantes, viven ya en la transnación caribeña,
articulada al nivel de la imaginación pero también, en términos de Harris, por
medio de la “inconclusa génesis de la imaginación” y el deseo.

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21 Ver también Torres Saillant, 2001, que termina con una discusión sobre la posicionalidad de la marealéctica
en el Caribe.
22 Este es el argumento de mi reciente libro (Boyce-Davies, 2013). Los escapes, como el ferrocarril subte-
rráneo, funcionan en ambas direcciones, dependiendo del contexto, historia, medioambiente, política.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 25


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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / TRIBUNA 27


Monográfico
Introducción:

La migración y el valor de las


Ciencias Sociales
Coordinadora Monográfico 138

María Emilia TIJOUX


Universidad de Chile / metijoux @gmail.com

Gabriel GIANNONE
CIESPAL, Ecuador / [email protected]

El número que hoy presentamos ha buscado referir a distintas aristas del fenó-
meno migratorio protagonizado por personas que empujadas por la pobreza, las
persecuciones o los desastres naturales atraviesan fronteras buscando trabajo.
Un viaje no planificado debido a la urgencia de supervivencia, muestra el su-
frimiento que la persona inicia como emigrante al estar obligada a partir de su
país de origen y que termina −en un país o en varios− como inmigrante, cuando
llega a una sociedad que la sitúa en la diferencia. En este marco, sus derechos
humanos se ven cuestionados, pues al quedar únicamente sujetos al mundo del
trabajo, deben demostrar constantemente ser “buenos trabajadores” y con ello
la posibilidad de su aceptación, una situación muy dura que da cuenta de la xe-
nofobia y del racismo que dañan, no solamente a los inmigrantes, sino también
a las democracias.
¿Cuáles son las principales responsabilidades que tienen las ciencias socia-
les en esta producción? ¿Qué hacen los medios de comunicación respecto a
la construcción de la xenofobia y del racismo? ¿Cómo cambiar la percepción
que nuestras sociedades tienen sobre los hombres, mujeres y niños que inten-
tan cambiar sus vidas en nuestros países? Estas eran algunas de las preguntas
con las que invitábamos a participar considerando tanto las características de
las migraciones latinoamericanas como los entramados históricos, sociales,
culturales que han hecho posible al racismo que hoy se despliega contra los
inmigrantes.
Aunque hoy todos compartimos desigualdades y discriminaciones, hay
personas que se presentan al mundo marcadas por un origen que la nación
desprecia, tal como ocurre con quien proviene de pueblos indígenas o con el
inmigrante empobrecido. Ambos son negados por el Estado en tanto cuerpos
de excepción que representan a pueblos sometidos a partir de la nación que
defiende y preserva propiedades morales y conservación de la fuerza de una
soberanía nacional. La vida moral de la nación, es decir lo que se arma desde las

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 31


HERRERA HUÉRFANO, VEGA CASANOVA

condiciones simbólicas de su reproducción, se busca proteger de los elementos


susceptibles de corromper sus valores y la política que subyace en esta eterna
búsqueda por preservar dicha moral, deviene potente, cuando después de con-
quistar, se coloniza.
Al interior de la nación, algunos parecen ser aptos a la ciudadanía y otros
no, una alteridad que se transmite de generación en generación a partir de dis-
cursos y prácticas racistas, inscritas en una lógica de transmisión que identi-
fica nacionalmente a unos excluyendo a otros. Lo nacional será el adentro. Lo
indígena o lo inmigrante, el afuera. Se construye de este modo un par superior/
inferior propuesto por la antropología racista que opera en lo biológico, a con-
tracorriente de lo que ha sido declarado como lo no existente: la “raza”, una pala-
bra sin sustento científico que ha seguido funcionando para aplastar. El “otro” se
construye negativamente desde el “nosotros” que supone ser mejores, capaces,
expertos, bellos, buenos, más plenos de razón.
Entendemos entonces que las migraciones no pueden ser examinadas
como un fenómeno escindido de los estados y de los intereses económicos. La
expulsión de trabajadores de sus países debido a diversas crisis daña a quienes
empujados por situaciones desesperadas, tratan de buscar mejores horizontes
para sus existencias. Al llegar como inmigrantes a otro país se convierten en sos-
pechosos. La xenofobia que horada a los nacionales construye al racismo. Así,
allá como acá, en el país de origen y en el país de destino, las migraciones están
protagonizadas por individuos que viven la exclusión social o están al límite de
experimentarla. Dadas en momentos de regulaciones internacionales de los
mercados y del mercado de la mano de obra, son varias las dimensiones a consi-
derar: “raza”, clase, nación y género, son categorías de análisis indispensables a
pensarse conjuntamente para examinar las situaciones que viven los inmigran-
tes, principalmente en el campo del trabajo.
Actualmente la llegada de inmigrantes afrodescendientes hace visible un
proceso de racialización que opera globalmente en la producción y reproducción
de la diferencia racial y la estratificación social, e individualmente en las subje-
tividades de los inmigrantes. El carácter social dado a la “raza”, consigue que las
categorías raciales se transformen en el tiempo y surjan para explicar caracte-
rísticas personales, intelectuales o morales de una persona. El cuerpo “negro”,
opuesto al “blanco”, muestra retazos de historia esclava y de una propuesta polí-
tica del desarrollo planteado mirando a Europa. Este racismo y su violencia tie-
nen efectos negativos en los inmigrantes. Podrán ser objeto de burla, de malos
tratos observables en las calles, barrios y lugares de trabajo. Pero también podrán
afectar la mirada que tienen sobre sí mismos pudiendo llegar al auto-desprecio,
la vergüenza y el temor a ser expulsados, detenidos o despedidos del trabajo.
También podrán modificar su modo de ser, cuidando lo que puede o no mostrar
para ser aceptado. La xenofobia y el racismo manifestados históricamente regre-
san con los inmigrantes para invitarnos a redescubrir la historia colonial que ha
negado la existencia de negros en la historia de los países.

32 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


INTRODUCCIÓN

En estos últimos años los inmigrantes han sido responsabilizados de afectar


el mercado laboral, los servicios públicos, las relaciones vecinales e incluso las
matrimoniales, éstas últimas como consecuencia de una sexualización racia-
lizada que los exhibe en escenarios exotizantes, semi-desnudos en las publi-
cidades y ridiculizados en programas de pésimo humor que los convierte en
objetos de burla y desprecio. La mirada se detiene en las formas de sus cuerpos,
en su color, acento, forma de vestir, de hablar y de reír, atando su nacionalidad
a características culturales y haciendo primar su origen, género y pobreza, al
mismo tiempo que se les busca como mano de obra sumisa y disponible.
Estos trabajadores laboran para alimentar a sus familias, educar a sus
hijos, sostener a los suyos en sus países de origen y, por sobre todo sobrevivir.
Independientemente de su formación, trabajan como recolectores de basura
o en la construcción, de jornaleros, cargadores, vendedores ambulantes, repo-
nedores de supermercado; como trabajadores en el mundo rural, viviendo en
condiciones inhumanas. Los vemos limpiar nuestras calles, plazas, malls, o cui-
dando a nuestros viejos. Dan clases de baile y atienden en cafés con piernas y en
sectores más pudientes son contratados/as como chicos y chicas “scort” o gar-
zones que “deleitan la vista”, entre otros oficios. Pero interesa su irregularidad,
menos costosa y no sujeta a Ley.
En la frontera, un lugar que da curso a diversas formas de desplazamien-
tos, tanto de inmigrantes que buscan permanecer como de trabajadores que se
trasladan para ser explotados con pagas de miseria, es necesario detenerse para
observar, estudiar y comprender. La entrada irregular, repleta de peligros llevan
al despojo de bienes, de dignidad y de derechos que los llenan de miedo hacién-
dolos propensos al sometimiento y a una callada obediencia. Después, viene la
vida semi-clandestina, habitarán hacinados en viviendas precarias y en barrios
tildados con el nombre de sus países; sus hijos llegarán a escuelas que gracias a
ellos han sobrevivido, pero siempre tratando de resistir y soportando humilla-
ciones. Se produce así un “sufrimiento social” que va más allá de lo que le pasa a
una persona particular pues implica sufrimiento de toda una comunidad estig-
matizada por su inmigración.
El autoritarismo, permanentemente presente en la sociedad y en el Estado,
articula desde el siglo XVI, relaciones que marcan, impregnan y condicionan la
vida. Esta colonialidad forjada en el Estado y en la vida privada ha permanecido
y hoy adquiere otras formas, para expresarse con mucha evidencia en el trato
a inmigrantes convertidos en sujetos racializados y sexualizados que se inten-
tan re-humanizar. Podemos intentar sin embargo ponernos de acuerdo y trazar
alguna ruta reversa para desarmar lo que se aprendió como verdad y buscar una
salida. Comenzar por entregar la palabra a este “otro”, cuya voz parece haberse
apagado por la fuerza colonial que parece una coraza dura de romper. Los esta-
dos naciones y sus guerras por lo demás, siempre favorecen a unos pocos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 33


Direitos Humanos e Migrações:
o exercício da solidariedade
e empatia como perspectiva
de um Estado cidadão
Human Rights and Migrations: the exercise of solidarity
and empathy as a perspective of a citizen state

Derechos Humanos y Migraciones: el ejercicio de la solidaridad


y la empatía como perspectiva de un Estado ciudadano


Luana NASCIMENTO PERIN
Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil /
[email protected]

Vera Lucia SPACIL RADDATZ


Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil /
[email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 35-51)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 23-04-2018 / Aprobado: 28-07-2018

35
NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

Resumo
Este texto faz um recorte da dissertação de Mestrado em Direitos Humanos e
discute as relações entre os direitos humanos e as migrações atuais. A pesquisa,
de caráter qualitativo, realiza-se por meio do método hipotético-dedutivo, e
reflete sobre o modo como o direito à solidariedade e empatia podem ser con-
siderados essenciais para a efetividade dos direitos humanos em relação às
migrações. A hipótese é de que a partir de um Estado Cidadão efetiva-se a soli-
dariedade e a empatia na sociedade e criam-se condições para que se estabe-
leça o respeito mútuo entre os cidadãos. Defende-se o direito de migrar como
um direito natural e originário, abraçando a interculturalidade e o contato dos
povos, denunciando a criminalização do ser.
Palavras-chave: cidadania; pesquisa qualitativa; política; respeito; globaliza-
ção; mobilidade.

Abstract
This text makes a cut of the master’s dissertation on Human Rights and discusses
the relations between human rights and current migrations. The research, of a
qualitative character, is carried out through the hypothetical-deductive method,
and reflects on how the right to solidarity and empathy can be considered essen-
tial for the effectiveness of human rights in relation to migrations. The hypoth-
esis is that from an effective citizen state the solidarity and empathy in society
are created and conditions are established to establish mutual respect among
the citizens. It defends the right to migrate as a natural and originating right,
embracing the interculturality and the contact of the peoples, denouncing the
criminalization of the being.
Keywords: citizenship; qualitative research; politics; respect; globalization;
mobility.

Resumen
Este texto hace un recorte de la disertación de Maestría en Derechos Humanos
y discute las relaciones entre los derechos humanos y las migraciones actuales.
La investigación, de carácter cualitativo, se lleva a cabo a través del método hipo-
tético-deductivo, y reflexiona sobre cómo el derecho a la solidaridad y la empa-
tía puede ser considerado esencial para la efectividad de los derechos humanos
en relación a las migraciones. La hipótesis es que desde un estado ciudadano
efectivo se crea solidaridad y empatía en la sociedad y se establecen condiciones
para instaurar el respeto mutuo entre los ciudadanos. Defiende el derecho a mi-
grar como un derecho natural y originario, abrazando la interculturalidad y el
contacto de los pueblos, denunciando la criminalización del ser.
Palabras clave: ciudadanía; investigación cualitativa; política; respeto; globali-
zación; movilidad.

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DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

1. Considerações Iniciais

As fronteiras e barreiras construídas por todos os cantos do planeta, e, principal-


mente na Europa, onde o temor em receber imigrantes parece ser maior, como
se fosse um ataque terrorista, fazem com que os barcos com centenas de refu-
giados e migrantes fiquem à deriva, em busca de um porto para ancorar. Nesta
busca incessante por um lugar onde possa haver esperança, com o coração par-
tido por ter de abandonar seu lar e sua família em busca de melhores condições
para sobreviver ou de um sonho, muitos perdem a vida e ficam sem colocar os
pés no solo tão esperado. E as razões para tanto são sempre desumanas, seja pela
falta de água ou comida, pelo mar violento, o sol escaldante ou o frio insuportá-
vel, ou ainda, o pior de tudo, serem impedidos de ingressarem à terra firme, e,
portanto obrigados a regressarem ao barco para retornarem na hora certa em
que é permitida a entrada de estrangeiros. Quando ingressam, são colocados em
grandes campos de refugiados, similares a campos de concentração.
Na atualidade, uma parte dos indivíduos, os “eus”, a partir da globalização,
querem apenas o seu bem estar, ter um bom emprego, alimentação, residência
e um ótimo salário. Esses signos garantem-lhes uma certa tranquilidade e tam-
bém proteção, mas produz a inserção no individualismo capitalista que os levam
a desprezar e não observar o mundo a sua volta, que se constitui de diferentes:
“os outros” (o pobre, o imigrante, o refugiado, o asilado, o preso), ou seja, aqueles
que estão fora dos padrões ocidentais, aqueles que necessitam de atenção e, até
mesmo, uma oportunidade na vida, que estão às margens da sociedade e preci-
sam ser integrados como parte do todo, precisam fazer parte da sociedade e ter
voz ativa como cidadãos, pois afinal, eles também são.
Há de se perceber que a ideia de um cosmopolitismo está muito mais acen-
tuada do que se pensa. Primeiramente, acreditava-se que cosmopolita era
aquele indivíduo que possuía condições financeiras de viajar e se locomover
pelo mundo, como turista, pois possuía condições financeiras para tanto, mas
hoje, a ideia de cosmopolitismo, ultrapassa esta concepção, pois se refere ao
cidadão que quer ter a liberdade de ir e vir e poder escolher se quer permanecer
em determinado local ou não, ou seja, cosmopolita também pode ser um imi-
grante, que busca em outros países melhores condições de vida.
Portanto, considerando que a imigração não é fato novo, pois desde os pri-
mórdios os seres humanos locomovem-se de um lugar para outro em busca de
sobrevivência, mas que, principalmente, neste século, não havendo mais terras
a serem habitadas, e as que ainda existem, são impossibilitadas de permanência
humana, pelas circunstâncias naturais, os indivíduos necessitam saber viver em
comunidade e respeitar as diferenças e necessidades dos outros, pergunta-se:
“De que modo o direito à solidariedade e a empatia podem ser considerados
essenciais para a efetividade dos direitos humanos em relação às migrações?”
Como hipótese, resposta sutil e preliminar ao problema, compreende-se que
somente a partir da criação de um Estado Cidadão efetiva-se a solidariedade e a

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NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

empatia entre os “eus” e os “outros”. Este Estado Cidadão, se bem consolidado,


concretiza de fato um direito humano, caracterizado pelo respeito mútuo entre
os cidadãos, independentemente de sua origem, cor, identidade, etnia, religião,
e, principalmente, reconhecendo que o mundo é multicultural, que não há uma
única cultura, considerada padrão, que cada lugar, que cada ser, possui sua
cultura.
Para compreender a ideia da necessidade de um Estado Cidadão, que atenda
às expectativas de todos os cidadãos que habitam seu território, busca-se discu-
tir o conceito de direitos humanos, migrações, cidadania, estabelecendo uma
relação com as leis de proteção, e consequentemente, de exclusão do imigrante,
tanto internacionais quanto brasileiras. Na sequência apresentam-se os dados
oficiais acerca da mobilidade humana na atualidade, a ideia de um direito cos-
mopolita, onde os indivíduos tem a liberdade de ir e vir e o direito de permane-
cer ou não em determinado lugar conforme suas escolhas. E, por enfrenta-se a
ideia de um Estado Cidadão, que tem como finalidade tornar os seres humanos
mais empáticos e solidários por meio de uma educação de qualidade.
Para a realização da pesquisa, utilizou-se do método de caráter qualitativo.
Coletou-se dados em fontes bibliográficas disponíveis em meios físicos e na
rede de computadores. Silveira e Córdova (2009, p. 31) afirmam que “A pesquisa
qualitativa não se preocupa com representatividade numérica, mas, sim, com
o aprofundamento da compreensão de um grupo social, de uma organização,
etc.”. Igualmente, Minayo (2001, p. 21-22) afirma que esta forma, trabalha com
o cosmo de “significados, motivos, aspirações, crenças, valores e atitudes, o que
corresponde a um espaço mais profundo das relações, dos processos e dos fenô-
menos que não podem ser reduzidos à operacionalização de variáveis”.

2. Direitos Humanos e a perspectiva do Estado Cidadão

Nas óticas de Bobbio, Matteucci e Pasquini (1998, p. 355), os direitos humanos


são englobados pelos direitos civis, que representam a personalidade do indiví-
duo (liberdade de religião, reunião, pensamento e econômica) “através da qual
é garantida a ele uma esfera de arbítrio e de liceidade, desde que seu compor-
tamento não viole o direito dos outros”, os quais “obrigam o Estado a uma ati-
tude de não impedimento, a uma abstenção”; os políticos, que estão conectados
à construção do “Estado democrático representativo e implicam uma liberdade
ativa, uma participação dos cidadãos na determinação dos objetivos políticos do
Estado”, em que os cidadãos tem a direitos eleitorais e a livre associação a par-
tidos; e, por fim, os direitos sociais, ou seja, o direito à assistência, à saúde, à
liberdade da miséria e do medo, ao trabalho e do estudo, implicando assim, um
“comportamento ativo por parte do Estado” (Bobbio et al., 1998, p. 355). Estes
três tipos de direitos só conseguirão real efetivação, se agirem solidariamente,
contudo, muitos indivíduos ainda vivem em constante ameaça, que normal-

38 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

mente “podem vir do Estado, como no passado, mas podem vir também da so-
ciedade de massa, com seus conformismos, ou da sociedade industrial, com sua
desumanização” (Bobbio et al., 1998, p. 355).
Douzinas (2009, p. 19) salienta que, a partir da concepção de direitos huma-
nos pelo mundo globalizado, há a união da “Esquerda e a Direita, o púlpito e o
Estado, o ministro e o rebelde”, o que representa a diversidade e o pluralismo na
constituição da cidadania. Desse ponto de vista, “os direitos humanos se tornam
o princípio de libertação da opressão e da dominação” (Douzinas, 2009, p. 19),
visto que estes direitos não reconhecem somente os privilegiados, os brancos,
os abastados financeiramente, mas, também, reconhece o negro, a mulher, o
pobre, o imigrante, as minorias, como sujeitos que possuem direitos e devem ser
respeitados e tratados como iguais, mesmo nas diferenças, e, principalmente,
com dignidade.
Contudo, Boaventura de Sousa Santos (2013, p. 15), afirma que os direitos
humanos podem ser considerados uma hegemonia frágil, pois “convive com
uma realidade perturbadora”, em que grande parte da população mundial “não
é sujeito de direitos humanos. É objeto de discursos de direitos humanos”. Desta
maneira, o que esperar na recepção, por parte do Estado, aos refugiados, imigran-
tes e afins, se por vezes eles são apenas objetos de discursos de direitos humanos?
Como reconhecê-los como sujeitos de direitos e também de dignidade humana?
Fala-se então em uma educação em direitos humanos, pois a dignidade
humana dos sujeitos somente é alcançada por meio de acesso à informação e
educação de qualidade, eis que por meio desses dois elementos poderão se pre-
parar para exercer sua cidadania com a plenitude esperada.
A partir de uma visão de solidariedade e empatia, proposta neste estudo,
deve-se entender que em relação ao indivíduo, nos termos utilizados por
Moraes (2015, p. 27), “cidadão não é o que recebe e sim o que pode doar”. Pois de
acordo com esta premissa, pode-se ainda concluir que, se determinado sujeito
“se encontra em condição de somente receber, sem dúvida não dispõe de auto-
nomia para realizar as suas próprias escolhas, e um indivíduo sem capacidade
de escolha não é capaz de alcançar a plenitude como cidadão” (Moraes, 2015,
p. 27-28). Outrossim, afirma Lafer (1988, p. 151), que na concepção dos direitos
humanos, a cidadania não é vista apenas

[...] como um fato e um meio, mas sim como um princípio, pois a privação da ci-
dadania afeta substantivamente a condição humana, uma vez que o ser humano
privado de suas qualidades acidentais – o seu estatuto político – vê-se privado de
sua substância, vale dizer: tornado pura substância, perde a sua qualidade subs-
tancial, que é de ser tratado pelos outros como um semelhante.

Isto permite afirmar que o indivíduo somente alcançará a plenitude de


ser cidadão, ao reconhecer a necessidade do outro indivíduo, de ser solidário
e empático com este, pois ser cidadão não é somente receber, mas também

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 39


NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

doar-se a dor, ao sofrimento, aos problemas dos outros. Contudo, para Lucas
(2016, p. 113), a grande problemática de tornar os indivíduos de fato cidadãos, é
que quando da consolidação do Estado-nação, a acomodação jurídica da cida-
dania nacional “formatou praticamente todas as relações entre os indivíduos
e o poder político, tornando-se a mais importante referência geradora de per-
tença e de proteção dos direitos do homem por parte do Estado”. Esta cidadania
nacional “passou a representar a forma institucional de pertencer a uma deter-
minada comunidade e o limite de diferenciação em relação aos não nacionais”
(Lucas, 2016, p. 113).
A partir desta visão de que cada indivíduo pertence a um Estado-nação,
única e exclusivamente, provoca-se um distanciamento entre nacionais e não
nacionais, tornando os indivíduos cada vez menos cidadãos e mais egoístas.
Ignora-se, consequentemente, todo o ideário norteador do cidadão, sobrepu-
jando as igualdades e fomentando a diferenciação dos indivíduos como fator
negativo dentro do contexto social.
Por este motivo, defende a ideia de um Estado Cidadão, diferente de um
Estado-nação que se preocupa apenas em proteger suas fronteiras, seus cida-
dãos, seu capital de giro. O Estado Cidadão busca receber e proteger todas as
pessoas que buscam nele residir, com o propósito de reconhecer que todos
os seres humanos possuem direitos e são iguais independentemente de suas
origens. É um Estado, como poder, que disponibiliza acesso à educação, saúde,
saneamento básico, alimentação, etc., à população em geral, mas também
organizado para receber pessoas oriundas de outros países e realizar políti-
cas públicas para a integração, socialização, e humanização entre os “eus” e os
“outros”. Estado preocupado na efetivação da cidadania do povo que habita seu
território.
Abdala Junior (2002, p. 37) considera que diante da multiplicidade de frontei-
ras “torna-se necessário reconstruir a vida em sociedade e com um Estado que
promova o bem social, deixando-o capaz de desempenhar convenientemente
novos papéis”, o que se pode chamar de um Estado Cidadão, pois, ao reconhecer
o homem como sujeito de direitos, independentemente de sua nacionalidade,
é obrigação do Estado tutelar esses direitos e efetivá-los de forma a alcançar a
todos os presentes.

3. Migrações: cultura e política

Os direitos humanos, e o próprio Estado Cidadão, esbarram muitas vezes no obs-


táculo da questão cultural, aliás, o próprio preconceito em relação aos migran-
tes começa nas questões culturais. Como exemplo, pode-se citar uma pessoa
que usa burca, ou até mesmo barba, sendo oriunda de um país árabe, haverá
interpretação social de que esta mesma pessoa representará um perigo para a
segurança nacional, isto se olhada pelo aspecto da sua vestimenta. O imaginário

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DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

popular, alimentado pelo capital simbólico1, construiu a visão de que este sujeito
– o imigrante, por exemplo, que chega para conviver com os cidadãos locais –
representa uma ameaça ao Estado.
Considerando os preconceitos em relação à cultura, enfrentados pelos
migrantes, asilados, estrangeiros, refugiados e afins, se faz necessário reconhe-
cer a existência de uma multiculturalidade, desencadeada e presente durante
toda a história da humanidade. Neste aspecto, de acordo com Abdala Junior
(2002, p. 15), “todas as culturas são mescladas e originárias de contatos cultu-
rais que seguem toda a história do homem”. A presença desta multiculturali-
dade deve ser respeitada, ninguém se torna melhor que o outro por causa de sua
cultura, religião, cor, sexo, etnia, etc. O “eu”, provavelmente, nasceu por meio
desta mistura de culturas, pois raramente uma pessoa é, em toda sua linhagem
familiar, pertencente a uma única etnia.
Considerando a ideia do multiculturalismo, a Praça da Kantuta, é ponto de
referência dos bolivianos no Estado de São Paulo e aberta ao público em geral.
Esta praça, todos os domingos, das 11h às 19h, é ponto de encontro da população
boliviana residente em São Paulo, com o intuito de disseminar e cultuar suas tra-
dições, por meio de comidas típicas, artesanato, músicas com seus diferencia-
dos instrumentos musicais, danças e tradições simbólicas oriundas dos Andes.
O local é conhecido como um pedaço da Bolívia dentro do Brasil. De acordo com
a Secretaria Municipal de Direitos Humanos e Cidadania (São Paulo São, 2015),
cerca de duas mil pessoas visitam a praça a cada domingo, contudo, cerca de
noventa por cento dos visitantes são bolivianos, entre nativos e descendentes.
Mesmo ainda sendo baixa a visitação de outras etnias, espera-se, por parte da
Secretaria, estabelecer um maior vínculo com a população que reside em torno
da praça, a fim de promover a cidadania nas ruas. Semeia-se, em harmonia
com as ideias de Kant, o ideal de um Direito Cosmopolita, compreendido seja
como Direito Político, seja como Direito das Gentes. Traduzido em um Direito
Público da humanidade, “importa considerar os homens e os Estados, na sua
relação externa de influência recíproca, como cidadãos de um estado univer-
sal da humanidade” (Kant, 2008, p. 11). O autor despe seus pensamentos num
propósito de Paz contínua, visando a superfície terrestre como lugar comum a
todos, quando semeia o pensamento de que “ninguém tem mais direito do que o
outro a estar num determinado lugar desta Terra” (Kant, 2008, p. 20).
Aos olhos de Soraya Nour (2003) essa abordagem não permite o domínio e
a subjugação de estrangeiros a povos nativos, mas a real possibilidade do imi-
grante se relacionar com eles sem ser tratado como inimigo, sem ser coisificado
precocemente, sem ser levado a uma condição discriminatória. Nesta senda,
para a Agência das Nações Unidas para Refugiados (ACNUR, 2015), os migrantes
são aqueles indivíduos que:

1 Termo utilizado por Bourdieu para designar a dominação da alta sociedade como detentora única e
exclusivamente do poder.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 41


NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

[...] escolhem se deslocar não por causa de uma ameaça direta de perseguição ou
morte, mas, principalmente, para melhorar sua vida, buscando melhores opor-
tunidades de trabalho e educação ou procurando viver com parentes que moram
fora do país de origem.

Segundo Magno (2011, p. 186), refugiado “é um estrangeiro em situação de


risco, que deixou seu país por motivo de perseguição ou devido à situação local
de maciça e grave violação de direitos humanos”. Igualmente, “Em situação aná-
loga a do refugiado encontra-se o asilado, aquele estrangeiro que obtém o asilo
no país de acolhida, em virtude de perseguição causada por suas opiniões políti-
cas no país de origem” (Magno, 2011, p. 186).
Em entrevista realizada por Anelise Zanoni (2015) à pesquisadora Denise
Jardim, em relação às diferentes perspectivas de vidas dos imigrantes e refu-
giados, esta frisou que o ser imigrante possui uma ideia de retorno, mesmo que
“imaginada, diante de si. O refugiado raramente consegue uma reinserção no
local de origem, seja porque aquele lugar social não existe mais, ou porque há
enormes limitações ao ‘retorno’”. Afirma ainda, que, entre essas limitações, é “o
desejo de não reviver uma situação de violência ou complicações político ideoló-
gicas a serem enfrentadas” (Zanoni, 2015).
O grande problema enfrentado pelos refugiados, imigrantes, asilados, etc.
(desconhecidos), ao entrarem em contato com o novo país, o país de entrada, o
desconhecido, o país que eles buscam um meio de sobreviver e uma vida melhor,
é o preconceito em relação a sua origem geográfica, ou sua cultura, pois atual-
mente grande parte dos refugiados origina-se do Oriente Médio, dominado pelo
Estado Islâmico, que é visto como um perigo à sociedade ocidental. Contudo não
é dada a oportunidade destas pessoas se manifestarem, pessoas estas que sim-
plesmente querem viver em paz e possuírem melhores condições de vida, não
podem ser marcadas como terroristas sem haver razão para tal.
De acordo com o Relatório “Fatal Journeys”, ou, Viagens Letais/Fatais, organi-
zado pela International Organization For Migration − Organização Internacional
para as Migrações −OIM− (2017), desde 2014 foram registradas mais de 22.500
mortes e desaparecimentos de migrantes pela OIM em todo o mundo, sendo
que este número poderia ser muito maior, tendo em vista que muitos casos não
são fichados. Por este motivo, foi criado pela Equipe Argentina de Antropologia
Forense (EAAF)2, em 2010, o “Border Project” ou Projeto Fronteira, com o
intuito de “criar um mecanismo regional para trocar informações forenses

2 “O EAAF é uma organização científica não governamental, sem fins lucrativos, dedicada à aplicação de
ciências forenses à investigação de violações de direitos humanos e problemas. O EAAF foi fundado na Ar-
gentina em 1984, quando a democracia voltou ao país de depois oito anos de governo militar que resultaram
no desaparecimento forçado de milhares de pessoas, num contexto de violações massivas dos direitos hu-
manos. O EAAF começou seu trabalho para ajudar na busca, identificação e determinação da causa da morte
das pessoas que desapareceram, tentando fornecer uma resposta a milhares de famílias, bem como coletar
e analisar evidências para processos judiciais” (OIM, 2017, p. 99).

42 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

sobre migrantes e restos não identificados na América Central-México-Estados


Unidos da América” (OIM, 2017, p. 99, tradução própria). Visa ainda, “no direito
das famílias para o acesso à verdade sobre o destino final de seus entes queridos,
bem como, em alguns casos, justiça quando ocorreram irregularidades” (OIM,
2017, p. 103). Contudo, considerando que a base de dados de entrada e saída de
pessoas dos países da América ainda são deficientes, o projeto ainda é precário,
e, para aperfeiçoar-se, busca através das famílias e comunidades dos imigrantes,
criar uma central de dados, para assim, poder identificar, por exemplo, corpos
encontrados e não identificados até o momento.
É preciso se ter em mente que desde o princípio as pessoas migram de um
lugar para outro, dentro e fora do território da nação de origem em busca do
novo, da descoberta ou por necessidade, fugindo da guerra, de conflitos, da
fome ou de desastres naturais. Para Bauman (2017), provavelmente, os pri-
meiros seres humanos eram nômades, pois assim como os hominídeos, eram
coletores e caçadores. Os seus descendentes, que posteriormente constituíram
o Homo sapiens, prosseguiram sendo nômades ao longo da história. Segundo
o mesmo autor há cerca de 2 milhões e 1,5 milhões de anos, a espécie Homo
desassociou-se do bípede Australopithecus, dois milhões de anos mais velho que
àquele. Julga-se que as primeiras migrações estavam confinadas ao continente
africano, “enquanto se acredita que 100 mil anos atrás seus descendentes, que os
paleontologistas consideram já pertencentes à espécie do Homo sapiens, saíram
da África para o Oriente Médio e da lá se dispersaram por todos os continentes”
(Bauman, 2017, p. 40).
É necessário reconhecer, primeiramente, que as migrações não são um fato
novo, pois existem desde os primórdios e estão intrinsecamente ligadas ao coti-
diano e à atualidade. Não há como obrigar que os indivíduos fiquem sem se mover
se faz parte de sua história a locomoção em busca de melhores condições de vida.

4. Fluxo e mapa das migrações

Nesta perspectiva, com a globalização e abertura das fronteiras econômicas e


culturais, a história passa a reconhecer um novo ciclo das migrações, em que
os indivíduos, cidadãos cosmopolitas, movem-se constantemente em busca de
novas condições de vida. Contudo, junto com a globalização econômica, amplia-
ram-se as diferenças e as desigualdades sociais, ao mesmo tempo em que ficou
mais visível também a fragilidade de alguns povos de algumas regiões pobres
que, coincidentemente, vivem em constantes conflitos religiosos e políticos em
razão da disputa de poder pelo território. A guerra e o caos forçam a diáspora3

3 De acordo com Stuart Hall (2003, p. 33), “O conceito fechado de diáspora se apóia sobre uma concepção
binária de diferença. Está fundado sobre a construção de uma fronteira de exclusão e depende da construção
de um “Outro” e de uma oposição rígida entre o dentro e o fora”. Contudo, a ideia de diáspora surge desde os
tempos da Bíblia.

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NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

da atualidade, produzindo filas intermináveis de refugiados, oriundos princi-


palmente do Oriente Médio (Afeganistão e Síria).
A maioria das travessias realizadas por estes indivíduos são feitas de maneira
precária e colocam em risco suas vidas, eis que a principal rota utilizada pelos
imigrantes e refugiados é pelo Mar Mediterrâneo, com a finalidade de chegar à
Europa. De acordo com Wermuth e Senger (2017, p. 120) cerca de sessenta mil
imigrantes, contabilizados desde 1996, em todo o mundo, perderam suas vidas
ou desapareceram em percursos terrestres ou marítimos. Considerando que
somente no ano de 2016, entre janeiro e junho, aproximadamente três mil e qua-
trocentas pessoas morreram a caminho, principalmente, de países mais desen-
volvidos da Europa.

Figura 1.

Fonte: https://bit.ly/2RlKRc9

O mapa acima exposto (Figura 1), de criação de Max Galka4, foi feito para
demonstrar “os fluxos registrados pela Divisão de População das Nações Unidas
entre 2010 e 2015” (Piva, 2016). No mapa, os pontos vermelhos demonstram os
países que mais perderam cidadãos do que receberam, e, consequentemente, os
pontos azuis, são os países com saldo positivo, ou seja, mais receberam cidadãos,
do que perderam. De acordo com Piva (2016), “o resultado não é o número total,
mas o saldo de migrantes. Ou seja, se o país enviou 100 pessoas para o exterior,
mas recebeu 101 pessoas, o resultado é um positivo”. Contudo, em entrevista
realizada por Piva à professora da Unicamp e integrante do Observatório das
Migrações em São Paulo, Roberta Guimarães Peres, esta afirma que é necessário
ter cautela ao analisar apenas dados em relação ao saldo migratório, pois um
mapa pode muito bem mascarar processos migratórios, não permitindo que se

4 Max Galka é um empreendedor baseado no NYC. Aficionado por dados. https://bit.ly/29fQNP0.

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DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

analise de fato as políticas migratórias existentes em cada país, que selecionam,


de certa maneira, seus migrantes. São estes tipos de informações que os mapas,
dados e estatísticas não mostram: “Mais importante do que o volume de migran-
tes, são os impactos que a presença imigratória proporciona, seja nos espaços de
destino, de origem, ou ainda nas etapas intermediárias” (Piva, 2016).
Aliás, ao se pensar em fluxos migratórios na atualidade, logo vem à cabeça o
Continente Europeu ou, ainda, os Estados Unidos, contudo, como pode se veri-
ficar pelo mapa, também há polos de atração fora destes locais, a exemplo do
Brasil, Argentina e Chile, localizados da América do Sul, que atraem vizinhos,
países menos desenvolvidos economicamente. (Piva, 2016).
Consoante Max Galka (Piva, 2016), os espanhóis, mesmo sendo a Espanha
aparentemente um país relativamente rico, buscam países da América Latina
pela proximidade linguística e por haver maiores possibilidades de emprego,
tendo em vista que lá não há empregos disponíveis para todos.
Piva (2016) ainda ressalta, com base no mapa supracitado, que apesar de os
líderes europeus fazerem um grande alvoroço acerca dos imigrantes e refugia-
dos sírios, o continente não é nem de perto o maior receptor deles. Considerando
que a Turquia – mais asiática que europeia - possui um saldo de 1,5 milhão de
sírios em seu território. Na sequência, Líbano, Iraque, Jordânia e Egito também
foram os maiores receptores dos sírios. Em outro viés, em relação à Europa e
às Américas como um todo, a Suécia, sozinha, recebeu muito mais migrantes
sírios, foram 49,3 mil. “A Alemanha, um dos países mais receptivos a refugiados,
recebeu apenas 3,8 mil sírios nos últimos cinco anos” (Piva, 2016).
Em relação ao Brasil, tendo-se por base os dados fornecidos pelo mapa,
Piva (2016) salienta que, o país ainda não é considerado como a principal rota
migratória, mesmo que conhecido como um país diversificado, ficando atrás da
Venezuela e da Argentina. Uruguaios, paraguaios, bolivianos, peruanos e colom-
bianos ainda são alguns dos imigrantes vizinhos que chegam ao Brasil, mas, “o
país que mais manda gente para cá é o Japão (50 mil), seguido da Espanha (35
mil). Os fluxos para fora são clássicos: países europeus, América do Norte, China
e Austrália. Na América do Sul, Chile e Guiana Francesa recebem brasileiros”
(Piva, 2016).
Por outro lado, de acordo com dados da Polícia Federal, Velasco e Mantovani
(2016), acentuam que o número de imigrantes no Brasil, aumentou cerca de
160% em 10 anos. Apenas em 2015, 117.745 mil estrangeiros desembarcaram
no país, dentre estes, 14.535 mil eram haitianos, 8.407 mil bolivianos, 7.653 mil
colombianos, 6.147 mil argentinos, 5.798 mil chineses, 4.861 mil portugueses, 4.841
mil paraguaios e 4.747 mil norte-americanos, consoante os mapas abaixo:

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NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

Figura 2.

Fonte: https://glo.bo/28TmhrV.

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DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

Afirma Albuquerque Júnior (2012, p. 21), que os preconceitos gerados em


relação aos imigrantes, refugiados, asilados, etc., são advindos de discursos
nacionalistas, sendo possível até hoje visualizar “a animosidade existente entre
brasileiros e argentinos ou entre mexicanos e norte-americanos”, o que é fomen-
tado, também, pela mídia, como por exemplo, em partidas de futebol entre
Brasil e Argentina; Estados Unidos e México.
Bauman (2017) destaca em um dos capítulos do livro, “Estranhos à nossa
porta”, as preocupações do pesquisador Michel Agier, o qual sugere que a atual
política migratória tem como finalidade dividir o mundo em duas categorias, de
um lado o mundo limpo, visível e saudável, diga-se, os “eus”, do “outro”, o mundo
dos “remanescentes”, os outros, os invisíveis. Nessa lógica, esses campos não
serão utilizados tão somente para se manter os refugiados vulneráveis vivos,
mas também servirá para reunir e observar qualquer povo indesejável.
Comumente fala-se em fazer políticas de inclusão voltadas para os imigran-
tes, mas, a aceitação e inclusão do outro deve estar direcionada também para a
população receptora, pois consoante preceitua Lopes (2009, p. 75) é a própria
sociedade “que tem que se desvestir dos preconceitos que cultiva em relação aos
imigrantes, é ela que tem que se abrir para o diálogo, que conceder aos estran-
geiros as mesmas oportunidades que concederia a um nacional”. Desta forma,
“Se a sociedade receptora cumprisse com sua parte, certamente estimularia
os estrangeiros a cumprir com a parte que também lhes corresponde no pro-
cesso de integração, assumindo por sua vez uma postura ativa e comprometida”
(Lopes, 2009, p. 75).

5. A terra prometida

A partir desta concepção, em que a própria sociedade estaria preparada para a


recepção dos imigrantes, sendo empática e solidária com estes, há de se afirmar
que a população somente conseguirá este avanço se o próprio Estado garantir con-
dições para tanto, como acesso à educação de qualidade a todos, bem estar, edu-
cação, saneamento, etc. Por este motivo, sustenta-se a necessidade de um Estado
Cidadão, que compromete-se, para além dos cidadãos nativos, oferecer políticas
públicas aos cidadãos que procuram em seu território estabelecer-se/viver.
Nesta senda, os indivíduos como um todo (cidadãos do mundo) sentindo-se
empoderados, manifestando-se ativamente na política, cobrando respaldo dos
governantes, eleitos pelo próprio povo, pode-se falar em um Estado Cidadão.
Assim, este Estado, bem organizado, que tem como ideal a efetivação dos direitos
humanos, voltado para os interesses dos indivíduos que nele vivem, preocupado
com o bem estar de todos, independentemente de suas origens, pode, por meio
de consulta popular verificar os interesses dos indivíduos residentes em seu país,
bem como, oferecer a seus cidadãos uma educação de qualidade, que visa não
ensinar apenas física, matemática, e como se dar bem na vida, mas também a

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NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

ser solidários, empáticos e principalmente, humanos, preparados, desta forma,


para conviver, respeitar e receber os demais cidadãos de todos os lugares do
mundo. Esta educação poderia ser feita por meio de manifestações artísticas
por exemplo, músicas, cinema, literatura, etc.

6. Considerações Finais

Quando se fala em direito à solidariedade e empatia, direitos humanos e res-


peito às diferenças, parece muito complexo e utópico para o contexto atual que
a humanidade vive. Pois com a globalização, os sujeitos tornaram-se egoístas,
solitários e preocupados apenas com seu bem estar. Não que a globalização não
tenha trazido pontos positivos, pois se vislumbrada pela perspectiva estatal,
estimulou a abertura da economia e do mercado financeiro, as trocas culturais,
o consumo e as facilidades no trânsito internacional. Contudo, a globalização
gerou comportamentos equivocados quanto ao aspecto do bem estar coletivo,
à distribuição das riquezas e às necessidades dos cidadãos. Na verdade, tornou
mais visível as diferenças entre os diferentes, o que é constantemente potencia-
lizado pela mídia, á medida em que a propriedade dos meios de comunicação
está restrita a grupos economicamente fortes e não representativos da plura-
lidade da sociedade. Quem tem condições de adquirir os produtos fornecidos
pelo mercado, compra, quem não tem, não adquire, ou adquire e acaba por
endividar-se.
A tão esperada quebra de fronteiras, prometida pela globalização, se deu
apenas em relação ao mercado financeiro, pois para os cidadãos, as fronteiras
fecharam-se ainda mais. A fiscalização nas entradas e saídas dos países tornou-
-se e está ficando cada vez mais rigorosa e, consequentemente, são ampliadas as
exigências aos sujeitos que queiram circular em territórios que não sejam o seu,
numa tentativa de precaução a entrada de migrantes.
Assim, considerando que nos últimos anos o mundo tem vivido intensos
fluxos migratórios, ocorridos principalmente por causa de desastres naturais
e conflitos étnicos, políticos e religiosos, defende-se um mundo intercultural,
onde vivem cidadãos cosmopolitas, que possuam o direito de ir e vir, bem como
de estabelecer-se em país que não seja o seu de origem, e que, sejam tratados
com solidariedade, empatia e respeito pelos demais cidadãos, para que compre-
endam suas escolhas.
Mas para que todas estas questões almejadas pelos imigrantes, refugiados,
asilados, dentre outros, sejam alcançadas e efetivadas, faz-se necessário a con-
solidação de um Estado Cidadão, proposto neste estudo como sendo um ponto
de partida para o acolhimento de todos aqueles cidadãos que queiram viver em
determinado país, no presente caso, o Brasil. Por este motivo, o Estado Cidadão
deve ser composto por cidadãos democraticamente ativos, que exerçam de fato
sua cidadania, interferindo no que for preciso para o bom funcionamento do

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DIREITOS HUMANOS E MIGRAÇÕES: O EXERCÍCIO DA SOLIDARIEDADE E EMPATIA...

país, opinando e participando, com senso crítico, nas escolhas a serem tomadas
para o bem estar de todos, e, consequentemente, quem daria este apoio, esta
educação, seria o próprio Estado, pois sem uma boa educação, sem um mínimo
necessário para os cidadãos nativos, como acolher, solidariamente e empatica-
mente, os cidadãos não nativos?
Como dito, a sociedade receptora dos imigrantes e refugiados - “os outros” -
ainda muito enraizada ao passado colonialista, é preconceituosa e egoísta, acre-
ditando que estes representam uma ameaça para a ordem existente, pois por se
tratarem de refugiados podem ser terroristas ou estão em busca de roubar seus
empregos e bem estar, o que na verdade não passa de um temor gerado pelas
políticas de Estado e difundidas pela mídia. Desta forma, os próprios receptores
devem ser alvos de políticas de inclusão, em que possa haver uma comunicação
entre receptor e recepcionado, permitindo que se construa uma ponte cultural,
(Lopes, 2009) que estabeleça a comunicação com o passado e as perspectivas do
futuro. Contudo, não basta construir a ponte e passar por ela, pois isto garante
somente que se reconheça o outro, sendo necessário mais que isto, é necessá-
rio conectar pessoas e culturas que respeitem inclusive suas próprias variáveis.
(Lopes, 2009).
Parece utópico querer construir esta ponte, mas para que ela seja mantida
em pé, precisa haver condições, além do diálogo e políticas de inclusão para os
receptores, pois isto depende também da aceitação dos recepcionados e que eles
se sintam realmente à vontade no local de destino. Assim, o Estado deve oferecer
condições de uma educação básica de qualidade, com vistas a educar seus cida-
dãos humanisticamente, fornecer-lhes um bem estar social, para que assim, os
cidadãos do mundo (imigrantes, refugiados, asilados, etc.) ao chegarem sejam
bem recebidos, bem como, possam usufruir de políticas públicas que atendam
também as suas necessidades, um bem estar social para todos que no país pro-
curam um lugar melhor para se sobre(viver).
Para fechar o ciclo da pesquisa, é necessário dizer que o desafio para os
direitos humanos e para o Estado, pode ser grande, mas não é impossível, pois,
mesmo que existam sujeitos no mundo que sejam egoístas, ainda há muito mais
seres humanos. Assim, possibilitando que os indivíduos vivam em conjunto,
troquem culturas, etnias, religiões, dentre tantas outras experiências que pos-
sam ser vivenciadas em pequenos ou até mesmo grandes centros de encontros,
por meio de representações artísticas, pode-se sim compreender os motivos
que levam milhares de pessoas todos os anos a saírem de seus lares em busca
de melhores condições de vida, ou seja, o simples ato de colocar-se no lugar do
outro. Deixar livres aqueles cidadãos que querem contar suas histórias e poder
ouvir atentamente o que eles têm a contar é uma atitude que não tem preço, pois
há muito a se aprender, quanto a ser empático e solidário. Normalmente, as pes-
soas só precisam desabafar, contar suas angústias, tristezas, e acima de tudo,
suas esperanças para um futuro melhor. No Estado Cidadão sempre haverá
espaço para ouvi-las.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 49


NASCIMENTO PERIN, SPACIL RADDATZ

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Inmigración, instituciones
locales y conflictos
socio-espaciales:
El caso de la Población
Lo Hermida en Peñalolén
Immigration, local institutions and socio-spatial conflicts:
The case of the Lo Hermida district in Peñalolén

Imigração, instituições locais e conflitos socioespaciais:


o caso do bairro Lo Hermida em Peñalolén


Pedro PALMA
Pontificia Universidad Católica de Chile / [email protected]

Javier RUIZ-TAGLE
Pontificia Universidad Católica de Chile / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 53-74)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 26-03-2018 / Aprobado: 28-07-2018

53
PALMA, RUIZ-TAGLE

Resumen
La localización de inmigrantes en Santiago se ha extendido desde espacios cen-
trales y peri-centrales hacia la periferia relegada y estigmatizada, generando
nuevas disputas y márgenes territoriales, debido a ambivalentes discursos insti-
tucionales de inclusión/exclusión y la competencia por escasos beneficios públi-
cos. Bajo la modalidad del ‘nuevo racismo’, espacios tradicionales de exclusión
muestran nuevos matices de marginalidad, como es la Población Lo Hermida en
Peñalolén. A partir de un estudio de caso, se analiza la acción e inacción de ins-
tituciones locales en la construcción de conflictos socio-espaciales entre inmi-
grantes y población nativa. Se observan problemas de relegación en beneficios,
acceso excluyente a la vivienda, y trabajo informal, lo cual denota una hiper-pre-
carización de la inmigración y una geografía racializada del conflicto.
Palabras clave: geografía institucional; racismo; marginalidad; Chile; periferia.

Abstract
The location of immigrants in Santiago has spread from central and peri-central
areas towards the neglected and stigmatized periphery, generating new dispu-
tes and territorial margins due to ambivalent institutional discourses of inclu-
sion / exclusion and competition for scarce public benefits. Under the modality
of ‘new racism’, traditional spaces of exclusion show new nuances of margina-
lity, such as the Lo Hermida district in Peñalolén. Based on a case study, we
analize the action and inaction of there is an analysis of the action and inaction
of local institutions in the construction of socio-spatial conflicts between immi-
grants and the native population. We observe problems of relegation in benefits,
exclusionary access to housing and informal labor, which denotes a hyper-pre-
carization of immigration and a racialized geography of the conflict.
Keywords: institutional geography; racism; marginality; Chile; periphery.

Resumo
A localização dos imigrantes em Santiago se estendeu dos espaços centrais e
peri-centrais para a periferia relegada e estigmatizada, gerando novas disputas
e margens territoriais, devido a discursos institucionais ambivalentes de inclu-
são / exclusão e competição por escassos benefícios públicos. Sob a modalidade
de “novo racismo”, os espaços tradicionais de exclusão mostram novas nuances
de marginalidade, como o bairro Lo Hermida em Peñalolén. Com base em um
estudo de caso, analisa-se a ação e a inação de instituições locais na construção
de conflitos socioespaciais entre imigrantes e a população nativa. Há problemas
de rebaixamento em benefícios, acesso exclusivo a moradia e trabalho informal,
o que denota uma hiper-precarização da imigração e uma geografia racializada
do conflito.
Palavras-chave: geografia institucional; racismo marginalidade; Chile; periferia.

54 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

1. Introducción

Los recientes cambios en los flujos migratorios han re-direccionado muchos in-
migrantes hacia países como Chile, donde el número ha subido a más del doble
desde 2002. El tema ha copado la agenda de los medios de comunicación y de la
academia en la última década. A nivel macro, el Estado ha incluido a los inmi-
grantes en distintos servicios, generando competencia con la población nativa.
A nivel local, los inmigrantes modifican los usos cotidianos del espacio público
(Imilán, Márquez, & Stefoni, 2015). Las instituciones trabajan para dar una ima-
gen inclusiva hacia organizaciones internacionales, lo que muchas veces de-
riva en clientelismo político (Veredas, 2003), generando resentimiento entre la
población nativa. Y al mismo tiempo, aparecen xenofobias y racializaciones, a
través de discursos que conectan los problemas sociales con la llegada de inmi-
grantes (Saavedra, 2008) recayendo en un denigración lateral (Wacquant, 2007).
Hay varios estudios sobre inmigrantes en áreas centrales de Santiago (Imilán
et al., 2015; Márquez, 2014; Stefoni, 2003; Torres & Hidalgo, 2009), pero poco o
nada sobre sectores periféricos. En estos espacios, surgidos a partir de tomas de
terreno, erradicaciones, y políticas masivas de vivienda social, los inmigrantes
viven una realidad muy distinta a las áreas centrales. Se crean barreras materia-
les y simbólicas por los escasos recursos locales, y arriba una ‘ideología racista’
(Bonilla-Silva, 2010), con discursos discriminatorios y xenófobos, desde la opi-
nión pública.
La discriminación se da más fuertemente entre clases populares, pero las
relaciones entre inmigrantes y población nativa no se dan en el vacío, y los con-
flictos no surgen de manera natural. En barrios marginales, estas relaciones
están mediadas por un entramado de instituciones que manejan buena parte
de las posibilidades materiales y simbólicas de sus residentes. Así, este artí-
culo pretende analizar la influencia de instituciones locales en Lo Hermida,
en la construcción de conflictos socio-espaciales entre migrantes y población
nativa. De esta manera, el documento se desarrolla en cuatro partes. Primero,
se presentan las bases teóricas de la relación entre clase y raza, la perspectiva
de la ‘Geografía Institucional’, y el rol de las instituciones frente a la inmigra-
ción. Segundo, se describe la Población Lo Hermida y la metodología utilizada.
Tercero, se muestran distintos discursos, prácticas, e inacciones instituciona-
les, y expresiones de racismo en el espacio público y la vivienda. Finalmente, se
reflexiona sobre la multiculturalidad, normativas y prácticas institucionales, y
aspectos simbólicos de la nueva geografía de estos barrios.

2. Marco teórico

En Latinoamérica y en Chile, el racismo tiene sus raíces en el establecimiento


de los Estados-nación y en los esfuerzos pseudo-intelectuales de definir una

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 55


PALMA, RUIZ-TAGLE

identidad etno-racial para cada país (Correa, 2016), lo que muchos llaman ‘el
mito del mestizaje’ (Appelbaum, Macpherson, & Rosemblatt, 2003). Dentro de
la economía global actual, los inmigrantes se insertan como fuerza de trabajo
precarizado, lo cual sustituye la noción de raza, y direcciona el racismo hacia
los desplazamientos migratorios (Wallerstein & Balibar, 1991). Margulis (1999)
plantea la idea de ‘racialización de las relaciones de clase’, para ir más allá de
la construcción social de la raza, e incluir todas las manifestaciones discrimi-
natorias centradas en variables fenotípicas o de origen étnico-cultural. Ante
esto, Caggiano (2007) añade la idea contrapuesta, ‘enclasamiento de las rela-
ciones racializadas’, para entender cómo los diferentes estigmas que caen so-
bre la población no-blanca reproducen su posición subordinada, tanto en lo
social como en lo espacial. Así, la construcción del sujeto marginado incluye
discriminaciones sobre rasgos fenotípicos, ocupaciones precarizadas, y locali-
zaciones periféricas, lo que implica desventajas en distintos ámbitos.
Sayad (2010) señala que existe una estrecha conexión entre migración,
orden nacional y pensamiento del Estado y sus instituciones, afirmando que
este último es el principal responsable de construir ‘la inmigración’ como
problema. El Estado clasifica y regula constantemente −a través de normati-
vas y prácticas− a la población migrante, generando delimitaciones entre un
‘nosotros nacional’ y un ‘otro interno’, que concentra lo disruptivo y peligroso
(Brow, 1990; Wallerstein & Balibar, 1991). Las instituciones tienen un rol en la
producción de espacios de inmigración, permitiendo y prohibiendo acciones
pasadas y presentes, y transformándose en un mecanismo de control social y
de reproducción de desigualdades (Canelo, 2013). Para el análisis de la tríada
institución-inmigrantes-nativos, en espacios marginales, la perspectiva de la
‘Geografía Institucional’ resulta muy útil. Esta perspectiva permite entender
cómo una serie de instituciones inciden en la conformación del espacio social,
estando o no presentes en el territorio (Del Casino, Grimes, Hanna, & Jones,
2000). El foco se pone en los mecanismos utilizados para moldear el paisaje
geográfico a través de decisiones e intervenciones, generando patrones de
comportamiento (Philo & Parr, 2000).
El paradigma geográfico institucional no solo estudia estructuras organi-
zacionales-espaciales y necesidades formales. También investiga la cultura
de una institución o su ambiente institucional, lo que permite comprender la
continuidad y los cambios espacio-institucionales. Resulta importante enton-
ces, analizar el ambiente institucional en territorios donde confluyen meca-
nismos de control social, se reproducen desigualdades socioeconómicas y
etno-raciales, y se produce una confrontación entre la espacialidad producida
desde lugares de poder y aquella que los sujetos construyen en sus experien-
cias cotidianas (Harvey, 1996; Lefebvre, 2013). Uno de los principales recur-
sos para sustentar modelos de inclusión/exclusión desde las instituciones
son los discursos ligados a la gobernabilidad de la inmigración (Cano, Soffia,
& Martínez, 2009; Castles, 2004; Domenech, 2013), sustentados en modelos

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

de integración, y que erigen al inmigrante desde diversas perspectivas. Al


respecto, Ávalos (2012) y Brasil & Cabecinhas (2018) reconocen tres tipos de
discurso que imperan en los marcos institucionales de la inmigración, y que
operan como políticas de integración: 1) la asimilación, 2) la interculturalidad
y 3) la multiculturalidad. Cada uno de estos identifica y confiere característi-
cas específicas al inmigrante.
La idea de la asimilación nace a comienzos del siglo XX en Estados Unidos,
para describir las dificultades de integración de los inmigrantes de origen
mediterráneo y eslavo, respecto de los de origen anglosajón y protestante (Díaz,
2003). En el caso chileno, los discursos de asimilación se empiezan a practicar
desde el siglo XIX, con las políticas de atracción de inmigrantes ‘deseables’
provenientes de Europa. Este discurso apunta a que, para poder integrarse en
las sociedades de destino, los inmigrantes deben renunciar a sus característi-
cas distintivas en lo lingüístico, lo cultural y lo social para ‘confundirse’ con la
mayoría de la población. Las políticas que nacen de este modelo discursivo se
orientan a generar condiciones favorables para este proceso, como la insisten-
cia en el uso del idioma nativo, la supresión de símbolos y prácticas culturales,
etc. (Retortillo, Ovejero, Cruz, Lucas, & Arias, 2006).
El discurso de la interculturalidad se ubica dentro de la perspectiva del
pluralismo cultural, el cual busca asegurar el respeto entre los grupos de dife-
rentes culturas, y favorecer la convivencia e interacción entre los mismos. Una
de las aplicaciones son los proyectos de educación intercultural, orientados a
construir un nuevo tipo de cohesión social a partir de la generación de repre-
sentaciones colectivas y nuevas, que consideren la singularidad de los inmi-
grantes. Por último, la idea de la multiculturalidad constituye una apuesta
‘anti-asimilacionista’ que también se ubica en la perspectiva del pluralismo
cultural. Es un esquema de relaciones inter-étnicas que apoya la igualdad
social, junto con el derecho a la diferencia. Se afirma que la diversidad es bene-
ficiosa y necesaria, y que es compatible con la unidad nacional y la cohesión
social (Retortillo et al., 2006). En términos de política, Castles (2004) identi-
fica dos variantes. Primero, la idea del laissez-faire, donde se acepta la diferen-
cia, pero no hay apoyo del Estado para la justicia social y la supervivencia de
las culturas étnicas. Y segundo, la multiculturalidad como política estatal, que
no solo acepta la diferencia, sino que asegura derechos igualitarios para todos
los grupos étnicos, sean mayoría o minoría. La Tabla 1 muestra una síntesis de
las principales limitantes de cada tipo de discurso.

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PALMA, RUIZ-TAGLE

Tabla 1. Limitantes de cada tipo de discurso

Tipo de discurso Descripción


- Supuesto de que los Estados nacionales son culturalmente homogéneos.
- Con llegada de inmigrantes, los factores de diferenciación interna de un país
son invisibilizados.
- Evaluación unilateral de inmigrantes −basada en posiciones de poder.
- Se observa integración como proceso unidireccional.
Asimilación
- Invisibiliza a población inmigrante.
- Solo afecta a grupo que llega, no al resto de la sociedad.
- Impone cultura dominante, a veces de manera violenta.
- Posee sesgo de mejoramiento de pautas culturales.
- Énfasis en lo cultural oscurece acceso igualitario.
- Refiere a conflicto y negociación, tiene intencionalidad política.
Interculturalidad - Trasciende de lo educativo hacia lo político.
- Incorpora diálogo entre grupos en espacios de poder igualitarios (Walsh, 2010).
- Distinción entre derechos reclamables y no-reclamables.
- Establece formas de acción legítima para demandarlos.
Multiculturalidad - Medio para controlar conflictividad social, multiculturalismo neoliberal (Žižek,
1997).
- Lleva a segmentación de la sociedad, grandes diferencias económicas y de poder.

Fuente: Elaboración propia.

Estos modelos han sido tomados y transformados en discursos de promo-


ción política por parte del Estado y sus instituciones, los cuales buscan confinar
el accionar de los inmigrantes sobre parámetros de legalidad e ilegalidad. Tal
relación y sus impactos ya han sido analizados en diversos estudios (Domenech,
2013; Sassen, 2013). Sin embargo, no indagan sobre los efectos en la creación de
conflictos entre inmigrantes y población nativa. Es más, no logran identificar
otras formas de accionar que tienen las instituciones en la alineación de geogra-
fías particulares que albergan conflictos preexistentes. Para avanzar en aquello,
consideramos también la perspectiva foucaultiana sobre el concepto de ‘dispo-
sitivo’, la cual se enlaza con el trabajo de la geografía institucional y su búsqueda
de comprender el ambiente en el cual se producen y reproducen no solo los dis-
cursos, sino también, los tratos y prácticas.
Según Michel Foucault el dispositivo es una red;

Un conjunto decididamente heterogéneo, que comprende discursos, instituciones,


instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas adminis-
trativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas,
en resumen, los elementos del dispositivo pertenecen tanto a lo dicho como a lo
no-dicho. El dispositivo es la red que puede establecerse entre estos elementos.
(Foucault, 1999, p. 127-162)

Partiendo de los supuestos anteriores, un dispositivo no se reduce exclusi-


vamente a prácticas discursivas. Según Agamben (2011), los dispositivos tam-

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

bién refieren a prácticas no-discursivas y la relación, asociación, interrelación


o articulación entre éstas resulta un requisito excluyente. Para Foucault, los
discursos se hacen prácticas por la captura o pasaje de los individuos, a lo largo
de su vida. Los dispositivos constituyen a los sujetos, inscribiendo un modo y
una forma de ser. Esto incluye un conjunto de prácticas, instituciones y saberes,
para controlar a los individuos (García, 2011).
Bajo esta premisa se inscribe la presente pesquisa, que busca comprender
los dispositivos o mecanismos utilizados por las instituciones locales en el con-
trol de territorios específicos y que van más allá de los imaginarios construidos
por los discursos reconocidos como tal. Se evidencian así, los ajustes y arreglos
institucionales que emergen, y las fronteras que se inscriben en un escenario
de marginalidad histórica, inundada por un influjo reciente de inmigración
precarizada.

3. Contexto y metodología

Lo Hermida, es una ‘población emblemática’ del Movimiento de Pobladores chi-


leno de los 50’-70’, ubicada en la periferia sur-oriente de Santiago, separada por
barreras físicas y naturales, y con casi 60 mil habitantes en un área de 268 hec-
táreas (ver Figura 1).

Figura 1. Población Lo Hermida

Fuente: Elaboración propia, desde Google Earth

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En 1967, el Gobierno de Frei-Montalva expropió un terreno para construir


viviendas sociales a través de la Operación Sitio (OS). Desde ahí se van estable-
ciendo diferentes sectores a partir de: OS (Sectores 1 y 2) y tomas de terreno
(Sectores 3 y 4) durante el Gobierno de Allende; erradicaciones de campamentos
durante la Dictadura de Pinochet; y viviendas sociales masivas en los gobiernos
de la Concertación −además de un condominio cerrado de clase media-alta. La
Figura 2 resume lo anterior.

Figura 2. Desarrollo histórico

Fuente: Elaboración propia.

Desde sus inicios, la población sufrió problemas de propiedad y condiciones


físicas de la vivienda, hacinamiento, precariedad en el acceso a servicios y equi-
pamientos, desnutrición, alcoholismo, depresión, entre otros (Schkolnik, 1986).
A pesar de algunos avances materiales desde los 90’, esta área sigue sufriendo
un creciente estigma territorial, asociado a su identidad política de izquierda,
y las ‘patologías sociales’ existentes, como embarazo adolescente, violencia
intra-familiar, drogadicción, etc. (Mansilla, 2011). La mencionada identidad se
sustenta a través de organizaciones auto gestionadas y nuevos movimientos que
buscan solución habitacional −por el tema del allegamiento−, como es el caso
del Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL).
A partir de los 80’ cambia la manera de intervención y reorganización del
espacio que generan los municipios. Se crean nuevos establecimientos edu-
cacionales, de salud, sociales y de seguridad. A este reordenamiento de las
geografías locales, Peck (1995) lo denomina ‘relleno institucional’, el cual surge
de un proceso de interacción con las nuevas tendencias regulatorias a nivel

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

nacional −descentralización y municipalización. Este relleno se observa como


una forma de control social, ya que proviene de un proceso histórico acentuado
de desigualdad geográfica, acompañando de estrategias de participación social
y clientelismo político (Auyero, 2002; Escoffier, 2015).
En este contexto se inserta la inmigración; en un comienzo invisibilizada
−90’s y 2000’s−, pero ahora más reconocida. Tanto Peñalolén como Lo Hermida
durante la última década reciben gran cantidad de inmigrantes, pero no es
hasta los últimos tres años que aparecen más afro-descendientes. El Municipio
de Peñalolén en la actualidad, tiene claras aspiraciones de inclusión migrante,
lo cual se analiza más adelante.
La investigación involucró nueve meses de trabajo de campo. Corresponde a
un estudio de caso que incorporó métodos mixtos, en la Población Lo Hermida.
En lo cuantitativo, se caracterizó, a través de procesamientos geo estadísticos, el
influjo migratorio en sus diversas escalas, entregando un panorama general de la
localización, el perfil sociodemográfico y ocupacional, utilizando bases de visas
y permanencias entregadas por el Departamento de Extranjería y Migración. Y
en lo cualitativo, se desarrollaron diez entrevistas a instituciones locales, cinco
entrevistas a residentes nativos −chilenos históricos o actuales− y cinco a inmi-
grantes (ver Tabla 2), acompañado de observación no-participante en espacios
públicos y espacios de atención institucional (espacios ‘de competencia’).

Tabla 2. Actores institucionales, nativos y migrantes

Número de
Grupo Entrevistados
entrevistados
Concejal 1

Gerencia de Desarrollo Económico (OMIL


1
- feria laboral)

Municipalidad Gerencia de Vivienda Social 1


Instituciones Locales
Gerencia de Comunidad y Familia (Unidad
2
de Inclusión y No Discriminación)

Dirección de Desarrollo Comunitario 2


Corporación Municipal (Dirección de
Corporación 3
Educación y Salud)
Organizada Juntas de Vecinos N° 17 y 19 3
Sociedad civil nativa
No Organizada Vecinos 2
Sociedad civil
No Organizada Migrantes 5
migrante
TOTAL 20

Fuente: Elaboración propia.

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PALMA, RUIZ-TAGLE

El muestreo corresponde a uno “de casos políticamente importantes”, el cual


se relaciona con “la identificación de los actores principales, es decir, los que
intervienen directa o indirectamente, pero de modo significativo, en la toma de
decisiones involucradas en los procesos sociales” (Sandoval, 1996, p. 124). Esta
estrategia permite comprender la visión que tienen los actores de interés res-
pecto a la migración, lo cual es fundamental para conocer el rumbo que segui-
rán los procesos en cuestión.
Tomando en cuenta que el contexto de análisis es comprender el ambiente
institucional, en el cual se involucra la sociedad civil y las instituciones dispues-
tas o no en los territorios, ambos fueron los principales grupos de referencia a
la hora de seleccionar a los entrevistados, quienes se dividieron en conjuntos
que pudieran asegurar cierta representatividad. A su vez, a través del método
de ‘bola de nieve’, los entrevistados fueron entregando información relevante de
quiénes podían ser las personas más indicadas para ser consultadas.
De esta manera, se pudo estudiar lo que surge alrededor de la inmigración en
términos de discursos, tratos y prácticas institucionales, y las transformaciones
materiales y simbólicas entre los residentes, incluyendo conflictos.

4. Resultados

4.1 Precarización y espacios de competencia


Los inmigrantes de la Población Lo Hermida son en su mayoría mujeres, en edad
laboral, con educación primaria y secundaria, y con ocupaciones de trabajado-
res no calificados y obreros, tal como lo evidencia la Figura 3.

Figura 3. Evolución categoría socio ocupacional y migrantes en Lo Hermida

Fuente: Elaboración propia.

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

En términos de nacionalidad, predominaron los peruanos, bolivianos y


ecuatorianos entre 2002 y 2012, luego colombianos, dominicanos y venezolanos
hacia el 2014, y haitianos desde 2016. La aceptación de las precarias condiciones
de trabajo en las que se insertan depende de su estatus migratorio, manejo del
idioma, conocimiento de la legislación, afiliación sindical, y pertenencia a gru-
pos que han sido estigmatizados. El trabajo se convierte en el primer elemento
de competencia entre inmigrantes y nacionales, tal cual lo relata un profesional
de la Oficina Municipal de Intermediación Laboral (OMIL): “Sí, tuvimos malos
comentarios, yo no lo podía creer… decían: ‘¿cómo le dan pega a los extranjeros y
a nosotros no?’, y una cantidad de tonteras”.
Los inmigrantes se concentran en los Sectores 2, 3 y 4 de Lo Hermida, donde
hay terrenos más grandes que los construidos desde 1990. Sin embargo, desde
2014 se empiezan a ocupar zonas de vivienda social más reciente, como es la Villa
El Parral, reconocida como la más compleja de Lo Hermida. Esta dispersión se
debe a los aumentos en los valores de arriendo −U$ 280 por dormitorio en terre-
nos grandes, versus U$ 90 en viviendas sociales−, la exclusión de arriendos en
los Sectores 1 y 2 debido a una abierta discriminación por parte de propietarios
chilenos, y al desconocimiento de nuevos inmigrantes acerca de los estigmas del
territorio. La habitabilidad de los inmigrantes, marcada por el hacinamiento, la
tugurización, la explotación con los arriendos y la construcción informal, forma
parte crucial de su precariedad. A su vez, esta situación es una fuente de ingre-
sos para los chilenos, lo que abre espacio para situaciones conflictivas.
La visibilidad de los inmigrantes en el espacio social de Lo Hermida se
adquiere a partir de la apropiación y utilización del espacio urbano. Se les
observa en las ferias libres de Grecia y Lo Ovalle, en comercios ambulantes −
cocinerías− y en comercios establecidos, como peluquerías, barberías y ciberca-
fés ubicados en El Valle, El Litoral, Grecia, Caracas, y Santa María.

4.2 Discursos institucionales


La (re)producción de discursos y prácticas de racialización por parte de las
instituciones locales moldean las relaciones socio-espaciales, abriendo paso
a competencias y conflictos entre nativos e inmigrantes. En los últimos años,
han proliferado en Chile los discursos de inclusión y exclusión de inmigrantes,
promovidos por los medios de comunicación. Nadie ha quedado ajeno al debate.
En Lo Hermida hemos reconocido tres tipos de discursos: asimilacionista, mul-
ticulturalista, y de normalización, negación y promoción. Pese a que se podría
encasillar a los entrevistados en dichos discursos (residentes asimilacionistas,
dirigentes y funcionarios municipales multiculturalistas, y funcionarios y au-
toridades normalizadores), lo más cierto es que hay un tránsito por diferentes
discursividades, incluso de manera contradictoria.
El discurso de la asimilación, bajo una lógica nacionalista, es la forma más
extendida, y emerge cuando se siente una amenaza hacia los patrones cultu-
rales. A este discurso se ciñen la sociedad civil no-organizada y algunos inmi-

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PALMA, RUIZ-TAGLE

grantes. Aquí el problema lo cargan los inmigrantes históricos −principalmente


peruanos− y los inmigrantes afrodescendientes −colombianos o dominicanos−,
supuestamente de clase baja, que viven en piezas subdivididas al interior del
Sector 4. Un chileno del Sector 4 describe la asimilación: “En un principio había
harto peruano, pero ahora como que no [...] yo creo que ahora el peruano casi
como que se chilenizó”.
La asimilación también se practica desde políticas de diálogo y educación
intercultural. Esto lo ilustra un nativo del Sector 3, reaccionando ante las prácti-
cas de las escuelas locales: “En el curso de mi nieto [en la escuela], que hay perua-
nos y que hay una niña haitiana… una morenita que es bien bonita… la vi vestida
de ‘chinita’ de cueca… también se han vestido de mapuche”.
Los migrantes históricos −peruanos, bolivianos y ecuatorianos− desarrollan
un discurso que enfatiza la semejanza de sus prácticas con las de los nativos,
usando conceptos como ‘andinos’, con el fin de buscar un paraguas geográfico
común y de no caer en estereotipos sujetos a estigmas, estableciendo diferen-
cias con los haitianos, dominicanos, etc. Así lo esboza un peruano del Sector 3:

Vivimos hace 10 años en la población […] somos de la región andina […] tú sabes, nos
conecta la cordillera… aparte tenemos las mismas mañas […] Los haitianos son distintos
[…] ellos son como más morenitos, más negritos, se nota… nosotros somos más andinos.

La asimilación categoriza unilateralmente, juzgándose las mismas acciones


de manera distinta dependiendo de la nacionalidad. Un nativo del Sector 4 lo
ilustra así:

[…] ponen cuatro piezas abajo, cuatro acá y cuatro arriba, entonces ahí viven... y a veces
comparten un baño y los olores […] creo que ponían música todo el día, toda la noche,
en la semana… igual acá entre los vecinos, existe el protocolo de que… no sé po’, si vai’
a poner música fuerte, [que] sea viernes y sábado… pero ya a cierta hora se baja, y el
domingo bajamos.

A partir de esto, se extraen tres elementos asimilacionistas. Primero, las


diferencias culturales de los inmigrantes son disfuncionales para el sano desa-
rrollo de la sociedad. Segundo, si se quiere mantener una buena convivencia,
es necesario que los inmigrantes modifiquen su cultura. Y tercero, la adopción
de pautas culturales nacionales, permitirá que los inmigrantes abandonen los
vicios y malas costumbres.
Al discurso de la multiculturalidad adhieren autoridades y funcionarios
municipales, y algunos dirigentes sociales. Se reconocen las prácticas cultura-
les de los inmigrantes, agregando un matiz latinoamericanista, al cual debería
sumarse la población nativa. Los que emiten este discurso tienen un mayor
capital cultural y una cercanía directa con grupos de inmigrantes organizados.
Así lo relata un Concejal independiente, representante de la Nueva Mayoría:

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

Yo trabajo harto con todo lo que es cultura con etnia […] En mi caso particular me ha
tocado conocer mucha gente, u otros países latinoamericanos […] Yo hago este festival
acá y hacemos intercambio cultural […] Pero también hay chilenos que valoran mucho
la migración porque además provoca un enriquecimiento cultural.

A pesar de la histórica construcción de otredad, existe un vuelco en todas


las escalas hacia la adhesión al discurso multicultural. Esto se debe, entre otras
cosas, a una promoción superficial de la inclusión como mecanismo de atrac-
ción de nuevos adherentes. Un Funcionario del Departamento de Inclusión y No
Discriminación del municipio declara lo siguiente:

[…] la municipalidad, por su forma de trabajar, está libre de discriminación, y tiene una
mirada para trabajar con población migrante… nosotros estamos pronto a recibir el
‘Sello’, por parte de Extranjería [Dirección de Extranjería y Migración]… dentro de las
próximas semanas, la alcaldesa va a recibir el ‘Sello Migrante’.

Si bien el discurso multicultural se presenta como antónimo al discurso asi-


milacionista, también mantiene al inmigrante relegado a una posición precaria
o incluso subordinada. Así lo presenta un dirigente nativo del Sector 4: “Estas
ferias que hacen para ir a comer y acercarse al inmigrante son buenas, nada que
decir… pero realmente, no solucionan mucho”.

Figura 4. Propagandas de eventos multiculturales

Fuente: Redes sociales de la Municipalidad de Peñalolén.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 65


PALMA, RUIZ-TAGLE

El discurso multicultural se transforma en una política simbólica dirigida a


mantener el estatus quo del inmigrante. Se reduce a programas educativos para
difundir la inclusión solo desde el relato, o la organización de ferias y fiestas
multiculturales, tal como evidencia la Figura 4.
Según Žižek (1997) y Bonilla-Silva, este multiculturalismo es una forma de
racismo negada. El multiculturalista mantiene distancia hacia el otro desde el
privilegio. Y esto calza con los intereses de la institución local: promover espa-
cios inclusivos, pero de inacción.
Y el último discurso es el de normalización, negación y promoción, es emi-
tido solamente por instituciones locales, y apunta al trato y las prácticas que
tiene cada funcionario de la institución, primero frente a la inmigración, y
segundo, hacia los conflictos territoriales.

Figura 5. Alcaldesa de Peñalolén, recibiendo el ‘Sello Migrante’ de parte de la Dirección de


Extranjería y Migración

Fuente: Redes sociales, Municipalidad de Peñalolén.

Los funcionarios muestran extrañeza, y luego vuelcan los argumentos hacia


la normalidad y tranquilidad de la población. Así lo describe un funcionario del
Departamento de Inclusión y No Discriminación del municipio:

¡Por el número de migrantes que tenemos aún no nos ha tocado mediar intercultural-
mente… no hemos tenido grandes problemas como en otras partes… donde una familia
colombiana que goza la vida de otra manera […] se instalan en la vereda y pum! Bulla…
y nosotros justo al lado, los chilenos, que somos más recatados, somos más piola,
más pa´ adentro, le molesta lo que está pasando al lado… Pero no hemos tenido aún
esas situaciones… Nunca… y además, nosotros tenemos el trabajo comunitario que se

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

hace en Peñalolén… está bien ramificado […] al ser pocos migrantes, nos hemos dado
el tiempo de pensar, tirar líneas… porque si tuviéramos esa demanda, estaríamos en la
emergencia constante, la intermediación constante, las problemáticas de hacinamiento
constante de acá para allá.

Este discurso señala que en la convivencia cotidiana se produce y expresa


el racismo, pero no se generan acciones de reconocimiento, porque se entiende
como un resultado natural de la interacción regular. Entonces, lo que hay es
inacción, lo que legitima las injusticias. Pero al mismo tiempo, hay una promo-
ción institucional asociada a la inclusión, y pertinencia del trabajo desarrollado.
Esto se transforma en un eslogan de campaña, que adquiere legitimidad desde
instituciones externas (ver entrega 'Sello Migrante', Figura 5).

4.3 Tratos y prácticas institucionales


La ‘derivación institucional’ es uno de los principales dispositivos utilizados por
el gobierno local. Conocida popularmente como ‘peloteo’, refiere a la desviación
de usuarios de una oficina a otra, para encontrar orientación, formalización,
servicios sociales, etc. Esta práctica denota una fuerte desconexión entre dife-
rentes direcciones y oficinas. El ‘peloteo’ funciona de tres formas. Primero, se
deriva al ‘usuario’ hacia instancias donde efectivamente pueda encontrar una
solución; a los inmigrantes se les dirige a la legalización, o se evade la atención
por ser ‘extranjero’. Un funcionario municipal de la primera línea de atención
del municipio relata esto: “Mira aquí hay gente que no le interesa atender a una
persona negra, por eso… por ser negra… así que lo ‘pelotea’ no más… se zafa rápi-
damente del ‘cacho’”.
Se atiende solo a quienes presentan la documentación solicitada, lo que para
inmigrantes implica visa o permanencia al día. Es aquí cuando comienzan a ope-
rar criterios personales de los funcionarios. Entre inmigrantes, solo se atiende a
los más vulnerables, lo que plantea un dilema, ya que este grupo presenta mayo-
res niveles de ilegalidad. Una inmigrante peruana del Sector 4 lo retrata así:

Me acerqué una vez a la municipalidad para inscribirme en lo del subsidio… y la señorita


que me atendió me dijo: ‹usted no tiene… tiene menos posibilidades’, me dijo… ¿por
qué? [le dije]… ‘porque usted no es una mujer con hijos, no es una persona separada…
no tiene usted la necesidad, tiene un goce de sueldo… por lo tanto, puede arrendar […]
bueno, si quiere la inscribo, pero es una pérdida de tiempo’.

En ese contexto, surgen sentimientos de apoyo entre los nativos, pero a la


vez de rechazo hacia los inmigrantes, generándose competencia. Un chileno del
Sector 4 lo describe: “Estamos a favor de la integración… pero el municipio debe
atendernos primero a nosotros”.
En los establecimientos educacionales prima la integración del niño inmi-
grante, independiente de la legalidad. Sin embargo, se pide acreditar el nivel de

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PALMA, RUIZ-TAGLE

escolaridad, lo cual pasa por instituciones centrales. La directora de la escuela


básica municipal Santa María de Peñalolén reconoce esta situación:

Si no tienen los documentos, tienen que gestionar los documentos... Que esos se los
mandan de donde ellos vienen… se los mandan acá, tienen que legalizarlos acá […] La
segunda gestión… nosotros les pasamos todos los papeles para que vayan a ‘la provin-
cial’ [Departamento Provincial de Educación] […] y con el certificado de estudio −que
pasa por el Ministerio de Educación−, nosotros podemos ingresar al niño.

En segundo lugar, aparecen prácticas reactivas de emergencia, cuando los


problemas escalan más allá de la ‘primera línea’ de atención municipal, y sobre
todo cuando atrae la atención de los medios de comunicación. Aquí aparecen
muchas improvisaciones, como lo describe la misma directora de escuela: “Nos
llegaron dos niñas haitianas, y eso sí que ha sido problema… porque no hablan
español […] ellas vienen de oyentes… ocupamos el Google… todo lo que es traduc-
tor… les pasamos dos ‘tablet’, para que pudieran comunicarse con nosotros”.
Dentro de la emergencia aparece una tercera práctica, la ‘mediación institu-
cional’, para conflictos entre nativos e inmigrantes. Esta no está exenta de tra-
tos racistas, como lo evidencia una funcionaria municipal del Centro de Salud
Familiar (CESFAM):

Te diré la verdad […] la mediación no sirve de mucho, si la cultura que tienen los ex-
tranjeros es distinta no más […] a pesar de aquello, yo he visto cómo funcionarios se
ríen de los haitianos… les gritan, les tiran ‘chuchadas’… total no entienden.

Lo que llamamos ‘espacios de competencia’, resultan de la escasez de ser-


vicios sociales para los nativos, debido al uso desregulado que los inmigrantes
estarían haciendo. Muchos chilenos señalan que los inmigrantes están obte-
niendo mayores beneficios en servicios con cupos limitados, y critican que
realmente no los necesitan. Espacios como la ‘primera línea’, están sujetos al
criterio de los funcionarios, muchas veces modificando el protocolo cuando se
acercan inmigrantes. Una funcionaria de este espacio lo describe:

Cuando es haitiano y no ‘cachamos’ nada de lo que dice… lo mandamos a ‘inclusión’


[Departamento de Inclusión y No Discriminación] para que se hagan cargo… pero
cuando son peruanos, sí hemos visto racismo […] hay funcionarios que les piden más
papeles que los indicados.

En establecimientos de salud y de educación, hay un sentimiento de escasez


entre los nativos, quienes ven al inmigrante como amenaza, y exigen prioridad en
la atención. Aquí, los funcionarios públicos tienen actitudes racistas más explíci-
tas que en la ‘primera línea’ −por estar insertos en Lo Hermida−, como señala un
funcionario del CESFAM: “Aquí sí hay comentarios entre los funcionarios… como

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INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

por ejemplo que: ‘las peruanas vienen a puro tener guaguas... quedan embaraza-
das y les sale todo gratis’”.
Las ferias laborales, establecidas por el municipio en barrios vulnerables,
son también una arena de batalla. Se destacan en estas ferias la relación entre
raza y rendimiento en actividades laborales de esfuerzo físico. También se aso-
cia a inmigrantes afro-descendientes a labores de mala reputación, como el nar-
cotráfico para los hombres, y la prostitución para las mujeres. En el último caso
el cuerpo es subyugado a la fantasía sexual. Entonces no solo se ejerce una rela-
ción laboral racializada, sino que además se sexualiza. Según Lugones (2008) en
Vargas & Pujal (2013) predomina una “colonialidad del trabajo, es decir, la divi-
sión y organización de las formas y lógicas laborales, surgen a partir de estrati-
ficaciones y construcciones que, son de género y raza”, (p. 1260) Así lo describe
un colombiano del Sector 4:

Se supone que, como que uno es más trabajólico… o es como más bueno pa’ la pega,
en comparación a muchos chilenos […] entonces, hay gente como que se pica y que lo
llaman acá y de repente te dicen: ‘¿por qué estás sentado?, ¿por qué no trabajas como
perro?, si ustedes están acostumbrados a trabajar así’… y que las mujeres, ‘que todas
son prostitutas’… de hecho, les dicen ‘las culombianas’.

En el espacio público, se observa tanto la creación de fronteras internas


como la relegación de inmigrantes. En Lo Hermida es común observar grupos
de inmigrantes reunidos en torno a barberías, cocinerías, etc. Esos lugares se
estigmatizan como espacios de inseguridad, erigiéndose nuevas barreras. Un
nativo del Sector 4 lo describe:

Yo ya no paso por ahí […] antes eran los ‘pasteros’, ahora siempre hay cabros tomando,
fumándose un ‘cuete’ […] son puros colombianos, tienen ‘jarana’ todos los días […]
hemos llamado a los ‘pacos’, pero ni se aparecen […] y cuando pasan, no les dicen na’.

Los Sectores 3 y 4 son las áreas con mayor cantidad de residencias de inmi-
grantes, no solo por el mayor tamaño de los terrenos, sino por la forma que
ha tomado el micro-mercado de vivienda en arriendo. En unos sectores son
excluidos, y en otros sectores son aceptados en condiciones de alto hacina-
miento y baja calidad constructiva. En los Sectores 1 y 2, no permiten arrien-
dos a inmigrantes por las supuestas prácticas ‘indecorosas’, tal como reconoce
un nativo del Sector 2: “Acá no queremos migrantes […] son muy complicados,
dejan todo sucio cuando se van… los peruanos aparecen en patota y te destruyen
la casa”.
En las ventanas de las casas se observan avisos como ‘arriendo solo para pare-
jas, sin niños’, ‘arriendo solo para familia colombiana’, ‘arriendo a persona sola
extranjera’. Esto genera concentraciones de inmigrantes de cierto origen en algu-
nas áreas. En estas áreas el municipio ha mediado entre nativos e inmigrantes, y

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 69


PALMA, RUIZ-TAGLE

además son espacios reconocidos como ‘Zonas Rojas’, donde las intervenciones
son fragmentadas, coercitivas, o simplemente hay abandono.

4.4 Racismo intramuros


La híper-precariedad (Lewis, Dwyer, Hodkinson, & Waite, 2015) de los inmi-
grantes en Lo Hermida está marcada por las malas condiciones de vivienda −
exclusión, explotación de rentas, hacinamiento y calidad constructiva−, la pre-
cariedad de su inserción laboral, y los malos tratos recibidos en los ‘espacios de
competencia’. Sobre el tema de la vivienda, el municipio asume que los proble-
mas son los mismos para nativos e inmigrantes, y por lo tanto estos últimos de-
ben cumplir con los mismos requisitos. La inclusión de inmigrantes en comités
de vivienda organizados por el municipio es muy baja. A pesar de que son gru-
pos pequeños, también se transforman en ‘espacios de competencia’. Como lo
describe una funcionaria municipal: “Cuando se entregaron las casas, alguien
de algunas de las otras señoras que recibía comentó: ‘¿cómo es posible que alguien
de Colombia esté recibiendo una casa, y hay tantos chilenos necesitados?’”. Este
resentimiento se traslada a la relación con los arrendadores, como lo declara un
haitiano del Sector 4:

‘Te voy a arrendar una pieza’, me dijo… así mismo… él me arrendó una pieza, yo duré
como cinco meses ahí en la casa… entonces comenzó a hacerme cosas malas […] yo te-
nía mis zapatos, todo… mi ropa, mucha ropa tenía yo… él la cogió y la vendió en la feria.

El racismo intramuros de los nativos se basa en tres elementos. Primero,


asumen que al inmigrante ‘se le da todo gratis’, y que los nativos están en peor
posición, y con eso suben los arriendos de manera arbitraria, o cobran cuo-
tas extras de ingreso. Así lo declara un arrendador nativo del Sector 4: “Yo les
cobro lo justo… aparte, tienen ‘caleta’ de plata […] ahora la ‘muni’ les da hasta
casa”.
Segundo, dado que el inmigrante está mejor que en su país, podría soportar
malas condiciones de vivienda. Además, su precariedad sería pasajera, y la ile-
galidad quitaría el piso para reclamar derechos. Así lo describe un funcionario
del Departamento de Vivienda del municipio: “Mira, los extranjeros tienen ese
problema, pero hay que entender que ellos no quieren quedarse acá, vienen a
trabajar para luego irse […] claro, por eso soportan esas condiciones”.
Y tercero, nuevamente surge como tema la corporalidad migrante. Al ser
negro pueden soportar de mejor manera las inclemencias de la vivienda. Así lo
deja entrever un nativo del sector 3; “Pero estos vivían casi en la selva allá, así que
aguantan […] aquí al menos tienen un techo, están mucho mejor”.
Respecto al racismo intramuros y el tema del mercado racista y excluyente de
la vivienda, se observa la inoperatividad de la institución local, lo cual se traduce
en mantener la relegación del migrante a nivel social reproduciendo categorías
y fomentando así la creación de una nueva marginalidad: una marginalidad de

70 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


INMIGRACIÓN, INSTITUCIONES LOCALES Y CONFLICTOS SOCIO-ESPACIALES: ...

color. Pero además participa explícitamente en los conflictos que descansan en


lo espacial sin ser atendidos, así lo destaca un nativo del Sector 4:

Hay dos familias que viven en una casa y que tienen problemas porque donde viven,
ellos arriendan. En la casa de adelante viven y en la casa de atrás viven unos locos, una
familia que son bien turbios ¿’cachay’? Los locos son adictos, de partida les cobran har-
to y les están pidiendo plata constantemente ¿’cachay’? Y ellos están como bastante
indefensos […] y había una chica que vive un poco más arriba, que estaba buscando
solución, y fue a la oficina migrante… no pasó ni una ‘weá’… pero por lo menos ella
estaba movilizándose ¿cachay?

5. Conclusiones

Lo Hermida es una ‘población emblemática’, con una fuerte identidad política,


que se inserta bajo una administración municipal que busca la participación y
la inclusión. Sin embargo, se ha ido produciendo y reproduciendo un espacio de
precariedad y de conflictos. Utilizando el fenómeno migratorio como eslogan
político, las instituciones públicas participan en la reproducción del ‘nuevo ra-
cismo’, en la creación de espacios de competencia y en la instauración de fronte-
ras físicas y simbólicas. La competencia en Lo Hermida comenzó originalmente
entre los mismos nativos, debido a la precaria seguridad social. Hoy en día se
suma a la población inmigrante, que es racializada y sexualizada. La focalización
de recursos induce a la competencia por los insuficientes beneficios públicos,
desencadenando situaciones de racismo explícito.
Frente a las migraciones recientes, la respuesta institucional ha planteado
tres caminos. Primero, reproducir las categorías de legalidad, con el fin de
dar solución a la inmigración, lo cual se traduce en ‘derivación institucional’.
Segundo, crear programas de multiculturalidad insertos en temáticas de salud,
trabajo, y educación, buscando sensibilizar el tema a través de la participación.
Y tercero, promover a la institución como ente no-discriminador. Pero estas
medidas no dan respuesta a los conflictos. De hecho, son acciones marginales
desde la política del diálogo, mientras la institución se mantiene como un gran
productor de incertidumbre.
La ilustración de un ‘racismo sin racistas’, se resumen en las palabras de los
funcionarios públicos: “obtener el ‘Sello Migrante’ como efecto comunicacional”.
Sin embargo, la agenda de este ‘sello’ busca que el inmigrante legalice su condi-
ción, se incorpore a la burocracia de consultas ciudadanas, se vincule a la cuota
de servicios, y pueda exponer ‘su cultura’ en  alguna feria gastronómica y de
baile. No hay cambios estructurales en la institucionalidad, sino sólo unas pocas
capacitaciones a funcionarios, quienes continúan cerrando sus puertas cuando
los inmigrantes sobrepasan los lugares de atención. La institucionalidad local
es muy ineficaz en resolver las problemáticas que surgen y que se convierten

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 71


PALMA, RUIZ-TAGLE

posteriormente en conflictos. Se han ido construyendo máquinas burocráticas


que categorizan, incurren en malas prácticas y sostienen relaciones de poder
envueltas en clase y raza.
El ambiente institucional competitivo en Lo Hermida se convierte tanto para
el inmigrante como para el nativo en un territorio de la espera, entendiendo este
último como un dispositivo de control social sobre los pobres −nativos e inmi-
grantes− (Auyero, 2013). El territorio de la espera evoca una sensación de encie-
rro. Un espacio producido que materializa y constriñe, durante un transcurso
de tiempo incierto e indefinido, el campo de acción de los individuos.

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74 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


Tácticas y estrategias de evasión
del racismo cotidiano
de trabajadores ‘negros’
en Santiago de Chile
Tactics and strategies to evade everyday racism by ‘black’ workers
in Santiago de Chile

Tácticas y estratégias de evasão do racismo cotidiano


dos trabalhadores ‘negros’ em Santiago do Chile


Cristian Alexis CABELLO VALENZUELA
Universidad de Chile / [email protected]

Simón PALOMINOS
Universidad de Chile / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 75-94)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 21-04-2018 / Aprobado: 28-07-2018

75
CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

Resumen
El presente artículo tiene como objetivo describir y analizar las prácticas de uso
táctico y/o estratégico que los inmigrantes latinoamericanos ‘negros’ movilizan
en distintos espacios de interacción en la sociedad chilena. Para ello, desarrolla
una discusión conceptual respecto de la noción de prácticas y especialmente de
las tácticas y estrategias según las propuestas de De Certeau. Posteriormente,
elabora un análisis de las formas de resistir y de crear espacios transnacionales
para diversas prácticas declaradas por personas inmigrantes afrolatinoameri-
canas. Finalmente, concluye con la idea de que a pesar que muchos inmigran-
tes “negros” viven situaciones de deshumanización permanente en Chile (acoso,
estigmatización, violencia directa, explotación laboral), logran crear modos de
desenvolverse que facilitan su desplazamiento en una sociedad racista y sexista.
Palabras clave: inmigración; sexualidad; espacio transnacional; cuerpo.

Abstract
The objective of this article is to describe and analyze the practices of tactical
and / or strategic use that “black” Latin American immigrants mobilize in differ-
ent spaces of interaction in Chilean society. To do so, it discusses the concept of
social practices and especially of tactics and strategies, following the proposals
of De Certeau. Secondly, it analyzes the practices of resistance and the creation
of transnational spaces that Afro Latin American immigrants develop. Finally,
it concludes with the idea that although many “black” immigrants permanently
live de-humanization situations in Chile (harassment, stigmatization, violence
or exploitation), they manage to elaborate ways to facilitate their settlement in a
racist and sexist society.
Keywords: immigration; sexuality; transnational space; body.

Resumo
O presente artigo tem como objetivo descrever e analisar as práticas de uso
tático e/ou estratégico que os imigrantes latino-americanos ‘negros’ mobili-
zam em diferentes espaços de interação na sociedade chilena. Para isso, em
primeiro lugar se desenvolve uma discussão respeito do conceito de práticas e
especialmente das tácticas e estratégias segundo as propostas de De Certeau.
Posteriormente, elabora-se uma análise das formas de resistir e de criar espa-
ços transnacionais para diversas práticas declaradas por pessoas imigrantes
afro latino-americanas. Finalmente, conclui-se com a ideia de que apesar de que
muitos imigrantes “negros” vivem situações de desumanização permanente em
Chile (assédio, estigmatização, violência direta, explotação trabalhista), conse-
guem criar modos de desenvolver-se que facilitam seu desplaçamento em uma
sociedade racista e sexista.
Palavras-chave: imigração; sexualidade; espaço transnacional; corpo.

76 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

1. Introducción1

La inmigración afrodescendiente en Chile −proveniente principalmente de


Perú, Ecuador, Colombia, Haití y República Dominicana− ha alcanzado un in-
cremento significativo en los últimos años. Se trata de una inmigración reciente,
caracterizada por la precarización laboral y una falta de reconocimiento de sus
derechos (Thayer, Córdova & Ávalos, 2013).
A modo de ejemplo, al año 2016 y durante los nueve años precedentes, el
incremento de la migración colombiana fue de un 394% (DEM, 2016). La diás-
pora de estos trabajadores latinoamericanos se caracteriza por estar consti-
tuida por personas que deciden separarse de sus familias para encontrar mejo-
res condiciones laborales, y que en muchos casos declaran esperar regresar a
sus países de origen cuando mejore su situación económica (DEM, 2017; Abrego,
2014). Como consecuencia de este flujo migratorio reciente sur-sur, durante la
última década en Chile la presencia de inmigrantes afrolatinoamericanos se
ha hecho común en mercados, restaurantes, plazas, consultorios, liceos públi-
cos, servicios higiénicos, transporte, entre otros espacios donde se desarrollan
las interacciones cotidianas entre chilenos e inmigrantes. Es a partir de esta
inmigración reciente y de los primeros encuentros cara a cara entre chilenos
e inmigrantes de piel “negra” desde donde se desprende esta investigación, que
aborda las tácticas y estrategias de inmigrantes en un país que promete mejoras
en su calidad de vida al mismo tiempo que les expone a situaciones de racismo
y sexismo.
En efecto, el estudio de los procesos migratorios contemporáneos en Chile
ha permitido identificar situaciones de violencia dirigidas contra las comu-
nidades inmigrantes por parte de la población local (Thayer, 2014). Estas vio-
lencias tienen su origen en la construcción de jerarquías sociales sobre la base
de la interseccionalidad de procesos de racialización y sexualización inscritos
como estigmas en el cuerpo de las comunidades extranjeras en Chile (Tijoux &
Palominos, 2015).
El presente artículo es resultado de una investigación empírica centrada en
estudiar los encuentros cotidianos entre personas chilenas e inmigrantes de piel
negra y los procesos de objetivación de sus relaciones inter-subjetivas entre los
años 2013 y 2016, momento en que la inmigración “negra” era un fenómeno emer-
gente y poco estudiado en el país. Las investigaciones de las ciencias sociales en la
materia se concentraban en la inmigración peruana, que arribó desde la segunda
mitad de la década de la década de 1990 a Chile (Stefoni, 2011; Tijoux, 2013), la
que ya se encuentra consolidada y ha abierto puentes y redes de comunicación
con la nueva inmigración caribeña. No es sino a través de la diversificación de

1 El presente artículo es parte del resultado del proyecto Fondecyt Regular N°1130203 “Inmigrantes ‘negros’
en Chile: prácticas cotidianas de racialización/sexualización” (2013-2015), Universidad de Chile; dirigido por
María Emilia Tijoux.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 77


CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

los flujos migratorios y su apertura a personas provenientes de América Central


y el Caribe que se ha hecho común la presencia de personas de piel negra en la
vida cotidiana de la sociedad chilena, la que con anterioridad ha invisibilizado la
presencia de personas afrodescendientes a lo largo de su historia.
En su incorporación a la vida social chilena, las comunidades inmigrantes
desarrollan diversas prácticas y significaciones, las que se extienden en un
amplio espectro que abarca desde la evasión o resistencia frente a las relaciones
de poder, a la reproducción de las mismas. En este sentido, es posible observar
prácticas específicas llevadas a cabo por las personas inmigrantes al momento
de enfrentarse a las situaciones de racialización y sexualización que se dan en
las interacciones cotidianas, las que son objeto del presente estudio.
A partir de la aproximación conceptual al estudio de las prácticas cotidia-
nas, que reside en las propuestas de Michel de Certeau, se analizan las tácticas
y estrategias de las comunidades de inmigrantes como formas de acción en con-
textos de desigualdad y conflicto social, en escenarios sociales de interacción
entre chilenos e inmigrantes negros. Durante el desarrollo del artículo nos pre-
guntamos: ¿cuáles son las maneras de actuar de los trabajadores inmigrantes
“negros” que enfrentan situaciones cotidianas de violencia racial? Y ¿cómo el
trabajador “negro” inventa mecanismos de escape a encuentros racistas y sexis-
tas con chilenos/as?

2. Marco Teórico

2.1 Tácticas y estrategias en la vida cotidiana


El concepto de prácticas sociales ha tenido un extenso desarrollo en las cien-
cias sociales y las humanidades, particularmente en la sociología. En Durkheim
(2004), por ejemplo, las prácticas sociales han sido conceptualizadas como for-
mas de hacer que a su vez constituyen formas de ser. Por otra parte, para Marx
y Engels (1974) las actividades humanas −en especial el trabajo− constituyen el
fundamento de la vida social, produciendo modos de vida tanto material como
simbólicamente, entendiendo la praxis como el punto de encuentro entre re-
laciones sociales y la experiencia. Sobre la base de estos postulados Lefebvre
(1972) dirá que es en el espacio cotidiano que los sujetos llevan a cabo prácticas
que construyen, reproducen y cuestionan las relaciones sociales de domina-
ción. Con posterioridad, los planteamientos de Bourdieu (2007) también con-
siderarán las prácticas como el espacio en que se encuentran subjetividades y
estructuras sociales. Para el investigador, las prácticas sociales responden a de-
terminados habitus, esquemas estructurados y estructurantes de pensamiento,
acción y sentimiento, que permiten aprehender y actuar en el mundo, depen-
den de las posiciones que ocupan los agentes en el espacio social, y contribuyen
a la hegemonía de los grupos sociales en posiciones de poder a partir de proce-
sos de violencia simbólica.

78 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

De Certeau pondrá su atención en las diversas maneras de hacer posibles


de identificar en un conjunto de prácticas sociales que dan forma a las culturas
populares. Verá en las prácticas cotidianas formas de actualizar, de manera sutil
y creativa, las normas sociales y las relaciones de poder. Para De Certeau “lo coti-
diano se inventa con mil maneras de ‘cazar furtivamente’” (De Certeau, 2000,
p. xli-xlii). En efecto, su trabajo consiste en identificar combinatorias operati-
vas que muestran las maneras de hacer cotidianas, visibilizando una “poiética
oculta” (p. xliii) apoyada en una ratio popular que reúne formas de pensar y de
hacer. Finalmente, estas formas de desplazamiento furtivo, de acecho, de astu-
cias, suponen una potencialidad de conflicto que exige un análisis polemológico
de la cultura (p. xlviii) mediante el cual se reconozcan dinámicas de combate y
juego entre el fuerte y el débil que identifiquen en el ingenio del sujeto débil una
“politización de las prácticas cotidianas”.
La principal propuesta de su obra para resolver la pregunta por los tipos de
operaciones en las prácticas es la diferenciación entre los conceptos de estra-
tegias y tácticas. Ambas refieren a dispositivos específicos de producción de
modos de empleo, de estilos de acción. Conviene asimismo, reconocer en estos
términos el recurso a una metáfora militar, que permitiría la permanencia del
análisis polemológico y recordaría permanentemente que incluso con una pos-
tura optimista debe tenerse en cuenta la inserción de estas prácticas en relacio-
nes de poder2.
Para De Certeau, las estrategias operarían bajo el supuesto de la propiedad
o la apropiación, que posibilitaría la capitalización de determinadas prácticas y
su movilización. Al mismo tiempo, privilegiaría la construcción de lugares pro-
pios desde los cuales se desarrollan estas prácticas. Se trataría de espacios de
poder (sobre la base de la capacidad de apropiar y posibilitar la acción), que se
apoyan en lugares teóricos de saber (generan discursos y sistemas totalizadores)
y articulan lugares físicos (en que tienen lugar las prácticas).
Por otra parte, la táctica es

[…] la acción calculada que determina la ausencia de un lugar propio. Por tanto
ninguna delimitación de la exterioridad le proporciona una condición de auto-
nomía. La táctica no tiene más lugar que el del otro. Además, debe actuar con el
terreno que le impone y organiza la ley de una fuerza extraña […] Aprovecha las
‘ocasiones’ y depende de ellas, sin base donde acumular los beneficios, aumentar
lo propio y prever las salidas […] Este no lugar le permite, sin duda, la movilidad,
pero con una docilidad respecto a los azares del tiempo, para tomar al vuelo las
posibilidades que ofrece el instante. (De Certeau, 2000, p. 43)

2 De Certeau mencionará que es necesario “(...) reconocer ‘acciones’ (en el sentido militar del término)
que tienen su formalidad y su inventividad propias y que organizan en sordina el trabajo de hormiga del
consumo”(De Certeau, 2000, p. 36).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 79


CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

La táctica por tanto, no depende de un espacio propio donde se acumule


algún tipo de capital, sino que se articula en el tiempo de manera contingente.
Son maneras en que los débiles sortean episodios cotidianos de dominación,
tácticas que se confunden con azares y donde el “otro” débil sale victorioso
o, por lo menos, sobrevive a estos episodios de hostigamiento. La táctica res-
ponde a las transformaciones de manera flexible allí donde la estructura falla.
A pesar que De Certeau le considera como un cálculo, éste no necesariamente
obedece a formas sistemáticas y racionalizadas de acción. Lejos de articularse
en discurso, es únicamente decisión y acto. En cierta medida, es el recurso del
desposeído, del que no tiene nada propio más que su propio hacer: “En suma,
la táctica es un arte del débil” (p. l).

2.2 Estrategias transnacionales de inmigrantes


Cada vez que decimos que hay apropiación, hay estrategia. De ahí que la in-
corporación al discurso de “lo chileno” en el caso de las personas inmigran-
tes −migrar a una economía “pujante”, regularizar la situación migratoria,
defender un espacio jurídico y civilizatorio de igualdad, trabajar bajo el mo-
delo de explotación local para ahorrar y enviar remesas, etc.− pueda ser inter-
pretado como un actuar estratégico que excede el carácter contingente de las
tácticas, pero que también contiene estas formas de actuar en escenarios de
desigualdad.
La apropiación de espacios territoriales en la sociedad de llegada en la que
se recrean pautas culturales del lugar de origen puede considerarse como parte
de una estrategia migratoria transnacional (Márquez, 2014). Esto es particu-
larmente claro en el caso de la apropiación de espacios barriales y laborales
en Santiago. Sectores de comida, cibercafés, peluquerías y centros comercia-
les ubicados alrededor de la Plaza de Armas de Santiago conforman “enclaves
transnacionales” porque es en estos espacios donde los inmigrantes mantienen
contacto permanente con sus comunidades de origen: el lugar de origen y el de
destino “no son dos instancias espacial y temporalmente independientes, sino
conectadas a partir de las prácticas que los propios migrantes despliegan coti-
dianamente” (Stefoni, 2013).
La estrategia migratoria transnacional se caracteriza por la apropiación
cultural de espacios de interacción y reproducción de formas de vida caribeña,
espacios “intersticiales” (Bhabha, 2013) donde conviven las minorías raciales
de forma más expresiva. La dimensión estratégica requiere de la dominación
nacional, es decir reproduce un discurso nacional donde el inmigrante es consi-
derado como un sujeto de segunda categoría. Por otra parte, cuando estas estra-
tegias inmigrantes resultan desprovistas de su espacio, de la valoración de su
capital, o se devela el carácter ideológico del discurso jurídico igualitario nacio-
nal (chileno), las personas inmigrantes se ven enfrentadas a discursos y prácti-
cas racializadas y sexualizadas de violencia que exigen respuestas tácticas.

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TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

2.3 Racialización y sexualización de los cuerpos


Desde una perspectiva interaccionista simbólica (Goffman, 2001), en los en-
cuentros de la vida cotidiana los cuerpos, sus formas, gestos y movimientos son
importantes índices de estructuras sociales y mentales. Observar las relacio-
nes cotidianas y sus expresiones comunicativas es la base para comprender la
conformación de sentidos comunes sobre el otro, el extranjero. Las frases que
intercambian las personas durante estos primeros encuentros demuestran que
“el lenguaje es capaz de transformarse en depósito objetivo de vastas acumu-
laciones de significado, que pueden preservar a través del tiempo” (Berger &
Luckmann, 2001, p. 56).
La sociología de la comunicación de enfoque pragmático estudia las accio-
nes presentes que se dan en la realidad común, donde surgen las significaciones
sobre la realidad social. La vida cotidiana está llena de objetivaciones de la subje-
tividad a través de signos gesticulatorios, verbales o corporales que se dan en las
relaciones entre hombres y mujeres. “La vida cotidiana es, sobre todo, vida en el
lenguaje, que comparto con mis semejantes” (Berger & Luckmann, 2001, p. 55).
En el caminar por la ciudad y en la rutinas cotidianas se escenifican (des)
encuentros en que sobresalen las diferencias raciales a través del lenguaje
social. La corporalidad de la mujer negra y el hombre negro son objetos de diver-
sas significaciones por parte de una sociedad que reactualiza prejuicios raciales
colonialistas y euro-occidentales que asocian al cuerpo negro como “un cuerpo
para el sexo, más cerca de la animalidad que de la razón, objeto de uso y abuso
para el placer de otros”. Estos prejuicios constituyen sentidos comunes compar-
tidos que son la base del imaginario racista de una sociedad patriarcal (Lozano
en Gómez, 2015).
La sexualización racializada es parte del proceso de diferenciación y sepa-
ración entre chilenos e inmigrantes, a partir de percepciones y significaciones
sobre la “raza negra” que ensalzan la afectuosidad caribeña, la erótica corporal
y adulación a la potencia sexual de estos cuerpos racializados y sexualizados
(Pavez, 2014; Beilliard, 2016). La vestimenta, la música que escuchan, la forma
de moverse, el volumen de la voz son parte de los procesos de sexualización que
caracterizan a la inmigración caribeña en Chile (Gissi & Ghio, 2017).
En estudios recientes del Departamento de Migraciones del Gobierno de
Chile la comunidad inmigrante colombiana es asociada en el “imaginario nacio-
nal con el fenómeno del narcotráfico y, particularmente las mujeres colom-
bianas, suelen verse afectadas por un proceso de sexualización, asociándose
incluso con la prostitución” (Gissi & Ghio, 2017).
Frente a la imaginación nacional chilena, el cuerpo racializado y sexualizado
no logra desvincularse de este estigma mediante su performatividad: “la per-
sona que lo ejecuta no es la apropiada” o “la performance es fallida” como mala
ejecución de un oficio “artístico” de lo social (Taylor, 2015, p. 194). Hay, por tanto,
en la performance corporal “negra” una transgresión a las normas sociales de
los chilenos que se enfrenta con el “rechazo a personas con actitudes sociales y

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CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

conductas sexuales discrepantes con la norma impuesta, consideradas peligro-


sas por el resto” (Prats, 2001, p. 22).
Los sociedades blancas promueven los discursos racistas de la promiscui-
dad y la hipersexualidad de los inmigrantes “negros”, discursos vinculados a
los miedos de una “clase media” preocupada por una sobre-reproducción de la
sexualidad (Sheller, 2012, p. 240). Sin embargo, el estudio de las tácticas per-
mite reconocer la creatividad de sujetos marginalizados que deben reinventar
prácticas corporales y pautas de conductas ante una sexualización racializada
permanente.
No obstante, no existe orden social que sea total: las normas sociales que le
dan forma nunca se reproducen a la perfección, por lo que siempre se encuen-
tran abiertas las posibilidades de resistencia. Poniendo énfasis en la corporali-
dad, para Butler (2002) esta posibilidad se realiza a través de la performatividad,
en tanto que las prácticas “inadecuadas” a la norma constituyen el principio de
su subversión; mientras que para De Certeau (2000) las prácticas no dominan-
tes, de carácter táctico, permiten elaborar resistencias en el espacio cotidiano.
La noción de prácticas tiene un importante vínculo con el concepto de perfor-
matividad (Butler, 2002; Taylor, 2015), el que al enfatizar la producción de subje-
tividades mediante la inscripción en el cuerpo de categorías (en este caso, racia-
les y sexuales), deviene una importante herramienta para la comprensión de los
nexos entre las estructuras normativas con las prácticas sociales, y la eventual
subversión de las primeras.

3. Metodología

El presente artículo revisa las significaciones sociales de las relaciones cotidia-


nas entre chilenos e inmigrantes en la Región Metropolitana, a través de sus in-
teracciones “cara a cara” en el transporte, el espacio público o espacios labora-
les. Para Berger y Luckmann la “experiencia más importante que tengo de los
otros se produce en la situación ‘cara a cara’” (2001, p. 46), correspondientes a
escenas y momentos de comunicación inter-subjetiva donde se objetiviza un
sentido común sobre el otro. Son estos encuentros cotidianos entre chilenos e
inmigrantes −desde la experiencia subjetiva de estos últimos− los que son objeto
de estudio. Siguiendo a estos autores, las interacciones cara a cara están gene-
ralmente pautadas por una normativa social ímplicita y también son flexibles a
cambios.
En el marco del proyecto Fondecyt Regular N°1130203 “Inmigrantes ‘negros’
en Chile: prácticas cotidianas de racialización/sexualización”, se realizó durante
dos años más de 50 entrevistas a trabajadores inmigrantes y chilenos, respecto
de sus interacciones en sus lugares de trabajo. El equipo de investigación buscó
los espacios laborales con mayor presencia de inmigrantes afrolatinoamerica-
nos. Posteriormente a la etapa de observación etnográfica se invitó a personas

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seleccionadas a participar del estudio, formalizando la colaboración a través de


consentimientos informados que detallaban el problema de investigación, los
objetivos y la metodología del estudio. Este proceso de observaciones, encuen-
tros realizados y contactos con trabajadores “negros” de la capital de Santiago
fueron realizados fuera y dentro de sus espacios laborales, para conversar sobre
sus experiencias cotidianas en Chile.
Los trabajadores que participaron en el estudio residían en la Región
Metropolitana, donde se concentra el mayor número de inmigrantes (junto con
la Región de Antofagasta). Se localizó a inmigrantes que se autoidentificaran
como “negra/o” o afrolatinoamericano/a. Específicamente se entrevistaron a
colombianos, haitianos, domicanos, ecuatorianos y peruanos afrodescendien-
tes −de ambos sexos− que interactuaran cotidianamente con chilenos y chile-
nas. Las entrevistas permitieron acceder a las trayectorias de vida de estos inmi-
grantes, centrándose en reconocer las cualidades de la interacción social entre
chilenos e inmigrantes de piel “negra”.
La muestra estuvo predefinida por cuatro escenarios o espacios de trabajo
de inmigrantes “negros/as” en Chile que cumplieran dos características: ser
un espacio de acceso público donde tenga lugar interacción entre inmigrantes
“negros/as” y chilenos/as, y sitios de protagonismo, comercialización y expo-
sición de los cuerpos de inmigrantes “negros/as”. A partir de estos criterios se
definieron los siguientes terrenos: a) ferias y mercados de abasto, b) peluque-
rías, locales de manicure, pedicure y/o masajes; c) cafés “con piernas”3; y d) ins-
tituciones y servicios públicos.
Las entrevistas estuvieron a cargo de un equipo de entrevistadores/as chi-
lenos/as y de otras nacionalidades con población afro-latinoamericana, ya que
consideramos las diferencias que genera en la investigación con inmigrantes el
uso de investigadores que hablan la misma lengua y que han vivido situaciones
de exclusión racial y sexista.

4. Discusión

4.1 Análisis de tácticas de evasión frente al racismo y el sexismo


En primer lugar, en los discursos de las personas participantes del estudio es
posible apreciar que frente a situaciones de violencia cotidiana racializada y se-
xualizada existen diversas respuestas posibles. Observamos micro-conflictos
cotidianos que permiten definir algunas operaciones tácticas sobre cómo el in-
migrante enfrenta situaciones de racismo y sexismo cotidiano. Las tácticas de
las personas entrevistadas para actuar frente a la violencia abarcan desde el re-
conocimiento de la agresión hasta ignorar un acto violento.

3 Cafeterías y restaurantes atendidos por mujeres con vestuario que expone y resalta sus cuerpos, sexua-
lizándolos.

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CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

Cuando alguien te discrimina en la calle, no lo agarres a garabatos, ignóralo, haz de


cuenta que no te han dicho nada, haz de cuenta que no te han mirado. (C4. Domini-
cano, vendedor)

Al principio fue intimidante para mí sentir que había hombres que se te acercaban
y yo no entendía lo que me decían porque en ese entonces no entendía los modis-
mos chilenos […] Recuerdo haber golpeado a alguien en algún momento porque me
acuerdo que venía detrás mío y molestándome, diciéndome que cuánto cobraba. (M.
Ecuatoriana, tarotista)

En el metro siempre hay personas que por lo menos te miran, te discriminan, tomando
una micro, siempre aparece alguien que se quiere alejar de ti, porque eres morenito,
pero son cosas que son pasajeras, yo no miro. (C. Haitiano, cargador)

No entender hablas y gestos corporales cotidianos de hostigamiento racial


y sexual explica reacciones tácticas de estupefacción por parte de inmigrantes
frente a las pautas de conducta nacionales. Se trata de las primeras interaccio-
nes cruzadas por el uso de modismos locales. Los inmigrantes deben navegar a
través de una lengua distinta, ya que −a pesar de hablar español− hay apropia-
ciones chilenas del español cargadas de violencia: “Me dijeron negro culiao, o
me han gritado en la calle y eso es raro” (Beilliard, 2016). Durante los primeros
meses de llegada las violencias que reciben por parte de los chilenos generan
confusión y aumentan la sensación de extranjeridad. Dejar al otro callado, sin
habla y con temor es parte del efecto de poder de la dominación racial producida
desde un nosotros “nacional”.
La mirada y la palabra son en primera instancia los principales mecanismos
a través de los cuales se manifiesta la violencia, de acuerdo a las percepciones
de las personas entrevistadas. Además de las reacciones violentas o de estupe-
facción, podemos observar que frente a la construcción de una norma chilena
de pretendida blanquitud, las personas inmigrantes reaccionan con tácticas
que responden de manera específica a situaciones de violencia derivadas de las
estructuras simbólicas de la chilenidad, específicamente dirigidas hacia la con-
dición laboral y las características del mercado del trabajo. En este sentido, la
respuesta táctica es de carácter activo, reafirmando una identidad extranjera
que reivindica atributos positivos de la persona inmigrante −como la disposi-
ción al trabajo, el lenguaje y la responsabilidad− frente al discurso agresivo, car-
gado de ofensas sexuales, de las personas chilenas.

‘Sí’ me dijo, ‘¿qué vas a venir tú a decirnos, peruana culiada?’ me dijo. ‘No te contaré…
porque yo soy educada, tú no eres, yo sí’, le dije. (S. Peruana, asesora doméstica)

4 Las iniciales utilizadas responden a nombres ficticios, usados para resguardar el anonimato del/a entre-
vistado/a.

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TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

El inmigrante es constantemente objeto de burla en situaciones de interac-


ción cotidiana con chilenos. Asimismo, es posible identificar otra respuesta
táctica a la violencia cotidiana: el humor. La simpatía y la risa son formas de
responder comúnmente usadas por los inmigrantes entrevistados. El humor
desvía situaciones de conflicto, resignificando la violencia.

Eso es lo que me han dicho: enfrentar las cosas con el humor, tranquila, con alegría. Ah
no, ‘que estoy aburrida, que estoy chata’, todas esas frases no las decimos nosotros.
(M. Dominicana, guardia de seguridad)

Me dicen la del ‘poto parao’ en la pizzería [se ríe]. (D. Ecuatoriana, manipuladora de
alimentos)

La risa permite a las personas inmigrantes negras lidiar con la violencia


mediante “un acto de disrupción espontánea” (Taylor, 2015, p. 199). Sin embargo,
no deja de ser una acción de desvío y un modo de moverse con tacto en la ciudad.
En este sentido, el humor también puede ser visto como una manifestación de
una incorporación de la categoría racializada y sexualizada en la subjetividad de
la persona inmigrante, resolviendo emocionalmente, mediante la risa, la cons-
trucción de una identidad subordinada sexualmente. Hay jefes/as y compañeros
de trabajo chilenos que usan tocar frente a otros el cuerpo de mujeres trabajado-
ras negras. Porque el cuerpo de los negros es muy visible para la mirada chilena.
Frente a estas situaciones de acoso cotidiano un movimiento táctico es reírse.
Cuando no queda opción y cuando no hay poder para contrarrestar el inmi-
grante se ve obligado a usar tácticamente su alegría. Saber “tener tacto” pasa a
ser un modo de desviar el conflicto. Así, se produce una complicidad con la risa
que impone la población chilena, que responde a una táctica cómica en concor-
dancia con un supuesto capital de simpatía moral de los afrocaribeños. La risa,
entonces, es un dispositivo complejo que “no es amenazante porque es cómico
y subversivo en formas que permiten un distanciamiento crítico en lugar de un
desafío revolucionario. Es un ataque lateral, no frontal” (Taylor, 2015, p. 199).
Las y los inmigrantes en ocasiones terminan evitando las risas de los chile-
nos. La humorada desde la población chilena también es percibida como vio-
lencia normativa, en tanto se exige a todo inmigrante que asuma con alegría su
exclusión social o laboral. ¿Acaso el inmigrante “negro” debe estar siempre son-
riendo de acorde a su estereotipo caribeño?
La astucia cotidiana caracteriza a los inmigrantes que buscan pasar despa-
percibidos en la ciudad para evitar, por ejemplo, el acoso cotidiano y las bromas
en el paradero del transporte público. El auto propio o el furgón del trabajo sir-
ven como dispositivos tácticos de movilización que otorgan mayor seguridad en
el desplazamiento del inmigrante en la Región Metropolitana. Esto conduce al/
la inmigrante a restrigir sus movimientos solo por espacios conocidos y marca-
dos racialmente.

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CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

− Ahora como todos nosotros andamos en auto, entonces menos tiempo para ellos
[los chilenos] para vernos, agarrarnos pal hueveo5. Cuando voy al trabajo voy en el
furgón del trabajo. Yo ocupo el furgón del trabajo en la semana, el fin de semana yo
ocupo mi auto.
Entrevistadora: − Ya ¿y eso te acomoda más que andar en transporte público?
Entrevistado: − Mucho más, mucho mejor. (A. Haitiano, reponedor de supermercado
y músico).

Manejar el propio automóvil para evitar el hostigamiento de los chilenos


constituye una táctica para evadir la burla. Constituye parte de esos pequeños
placeres o victorias en un contexto de conflictividad racial. Una táctica de esca-
moteo, un modo de “pasar piola”6, no notarse, para generar menos escenas vio-
lentas. Es una coerción cotidiana dirigida a que el inmigrante oculte y disimule
lo mejor posible su diferencia. En el “temor a la excentricidad” (Prats, 2001, p.
22) se expresan las consecuencias del racismo cotidiano contra inmigrantes
afrocaribeños, obligándoles a ser invisibles. Un proceso similar de astucias tác-
ticas dentro de los marcos permitidos por lo nacional ocurre en el uso cotidiano
del uniforme y las modificaciones del vestuario −que se analizarán más ade-
lante, por su importancia en la articulación de tácticas y estrategias.
Para concluir esta identificación de tácticas, es posible sintetizar nuestros
hallazgos indicando el carácter diverso de las mismas, el que responde a los dis-
tintos escenarios en los que tiene lugar la violencia racializada y sexualizada. Sin
embargo, todas comparten la característica de tratarse de formas contingentes
en el tiempo para desenvolverse en un espacio que no es el propio. Al mismo
tiempo, se trata de tácticas cuyo carácter es complejo, pues si bien en ocasiones
permiten eludir la violencia mediante la normalización (del vestuario) u oculta-
miento (en los desplazamientos territoriales), también rozan la naturalización
de la subordinación (como en el humor).

4.2 Análisis de estrategias: endogamia y mercado transnacional


A diferencia de las tácticas, las estrategias responden a la movilización y cálculo
sobre la base de un espacio propio o apropiado. En este sentido, resulta de in-
terés dar cuenta del recurso de redes de capital social que permiten planificar
una trayectoria migratoria sur-sur, dando una plataforma operativa a las moti-
vaciones que originan la migración y posteriormente a los procesos de instala-
ción en Chile, tales como encontrar domicilio o empleo. Estas redes incluyen a
la familia, otras personas inmigrantes, e incluso chilenas y chilenos, adoptando

5 Término chileno que significa fastidiar y molestar a alguien de forma vulgar.


6 El “pasar piola” tiene relación con el aprendizaje táctico de conceptos que los inmigrantes mismos nos
expresaron en las entrevistas para explicar un habitus chileno. El “pasar piola” es asociado a un modo de ser
chileno (más apagado), pasar desapercibido, ser invisible socialmente, que es lo opuesto a la simpatía y la
alegría que funcionan como máscaras blancas del inmigrante afrocaribeño.

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TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

el término local del “pituto”7. En tanto disponibilidad de capitales sociales, las


redes permiten la construcción de estrategias que orientan la acción de las per-
sonas inmigrantes, sin perjuicio de que estas acciones son susceptibles de ser
modificadas de manera táctica al encontrarse frente a la violencia racializada y
sexualizada. Son los familiares o redes de compatriotas nacionales, en muchos
casos, los que comparten cupos laborales en espacio de comercio, construción
o servicios.

Conocí algunos dominicanos y me puse en contacto con ellos y por medio de un do-
minicano conseguí ese trabajo, pero por lo menos después salí de ahí y por vía de otro
dominicano conseguí el trabajo de donde estoy hoy y por lo menos me siento bien en
esta dimensión que estoy desempeñando. (C. Dominicano, vendedor)

Una de las estrategias de relevancia tiene relación con la construcción de


espacios transnacionales, tanto a nivel laboral como doméstico, en los que se
reproducen pautas culturales de los países de origen, estableciendo un nexo
simbólico con ellos (Márquez, 2014). Uno de los elementos de mayor impor-
tancia tiene relación justamente con el acto de reapropiación que caracteriza
la construcción del espacio transnacional y que permite caracterizarlo como
estrategia. En este caso particular, el espacio transnacional sería significado
como un espacio de distensión, alegría y entretención, una forma de activación
de los espacios, que sería claramente distintivo frente al espacio laboral discipli-
nado de la población chilena. La peluquería caribeña es el espacio de comercio
transnacional predilecto donde se reúnen principalmente comunidades inmi-
grantes que capitalizan su oficio y una cosmética afrolatinoamericana.

Es como chispa, es diferente cuando una dominicana, una colombiana o una ecuato-
riana o lo que sea, salen riéndose, sonriéndose el día entero pasan por el local de aquí.
Tú pasas por acá y sientes bulla extranjera. Sin embargo tú pasas por cualquier local
de aquí, silenciosos, calladas, y los otros, ellos mismos escuchaban sus noticias, ellos
mismos tienen su música. (J. Dominicano, peluquero)

Frente a formas de violencia simbólica racializada y sexualizada, las muje-


res inmigrantes recurren estratégicamente a la construcción discursiva de
la “buena trabajadora”, que se asocia a un discurso global sobre los migrantes
que les caracteriza como trabajadores abnegados y personas que tienen como
principal objetivo ayudar a sus familias. Como respuesta a los procesos de estig-
matización sexualizada de las mujeres y las retóricas de la prostitución de las
mujeres negras (Tijoux & Palominos, 2015), que las asocia a territorios de la ile-
galidad y falta de moral, la mujer inmigrante entrevistada opta por construir su

7 El chilenismo “pituto” refiere al uso de redes de capital social para la obtención de beneficios en distintos
ámbitos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 87


CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

identidad a través de una diferencia forzada, que produce una distinción entre
“buenas” y “malas” inmigrantes.

Me da rabia, impotencia que te cataloguen igual que a otras si tú sabes que no eres de
ese mundo, tú vienes a trabajar tu vida, trabajando el día a día por tu familia, por tus
hijos. (L. Dominicana, asesora doméstica)

Como es posible observar, las estrategias descritas responden a procesos


de apropiación y construcción de espacios en los cuales es posible identificar,
por ejemplo, la conformación y circulación en un territorio transnacional que
entrega la sensación de pertenencia a una comunidad diferenciada de la chi-
lena. En este sentido, las peluquerías y otros comercios de embellecimiento
bajo una cosmética “negra” (barberías, pintado de uñas o venta de extensiones
de cabello) se caracterizan como espacios comerciales transnacionales, que
cobijan a la población inmigrante y que movilizan el capital incorporado en la
experiencia de los inmigrantes afrocaribeños en Chile. Sin embargo, estas estra-
tegias adquieren mayor sentido cuando se analizan a partir de su vínculo con las
tácticas, análisis que desarrollaremos en el siguiente apartado

5. Resultados. Relación de fuerzas entre


la estrategia y la táctica en la acción

Como hemos argumentado en la discusión conceptual, establecer una oposi-


ción entre tácticas y estrategias limita la interpretación de los fenómenos es-
tudiados. Es fundamental ver procesos de institucionalización de tácticas en
estrategias, de disolución de estrategias frente a nuevos escenarios que exigen
una respuesta táctica y ver cómo las estrategias contienen conjuntos de tácticas.
A continuación examinaremos algunos casos en los que es posible apreciar ese
vínculo indisociable y dinámico.
Un caso ejemplar es la instrumentalización y movilización de una negritud
sexualizada. A modo de ejemplo, si bien los primeros empleos de las personas
inmigrantes se obtienen mediante ajustes tácticos al llegar al país, una vez ins-
taladas desarrollan la táctica de modificar su vestuario como forma de invisi-
bilización frente a la mirada de la población chilena. Las normas del vestir son
parte de regulaciones sociales nacionales, por lo que los inmigrantes reconocen
un modo de vestir chileno que se diferencia del vestuario caribeño. Las perso-
nas inmigrantes recurren a vestimenta de colores apagados, en concordancia
con los códigos de vestimenta locales, lo que les permitiría mimetizarse en los
espacios públicos y recibir un mejor trato en lo cotidiano, aunque esto suponga
una menor comodidad de la persona inmigrante.
Aprender a usar la parka, el gorro, botas y no zapatillas para enfrentar el frío
es parte de las soluciones cotidianas por vivir en el sur. Al mismo tiempo esto

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TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

supone el ejercicio cotidiano de cubrir el cuerpo, práctica que resulta extraña


para los caribeños acostumbrados a usar poca ropa.

En mi país uno se puede poner un short, pues [República] Dominicana es tropical: hace
mucho calor, hace mucho sol todo el día. Pero acá me da mucho miedo ponérmelo.
Lo uso más para estar en la casa. Porque uno se lo pone y le dicen una grosería y se
siente mal […] Acá en invierno es más oscuro, allá son colores más vivos […] Me siento
como media extraña. Esa parka que le llaman acá. Me siento extraña. (J. Dominicana,
vendedora)

Cuando voy a la pega voy con uniforme y regreso con uniforme, porque [anteriormen-
te] yo iba a la pega y allá me vestía pero comenzaron a molestarme. No, voy con mi
uniforme y regreso con mi uniforme. (D. Ecuatoriana, cocinera)

Saber tener tacto para circular por la ciudad significa aprender a poner en
práctica un modo estratégico de vestir para desplazarse por las calles de la capi-
tal de Chile. La modulación del modo de vestir va asociada a un modo táctico de
actuar en el escenario público. La sociedad nacional estratégicamente uniforma
las pautas corporales, y frente a ello las mujeres inmigrantes modulan táctica-
mente su feminidad caribeña para no ser vistas. La violencia sexual, el hostiga-
miento y las ofensas afectan de modo regular a las mujeres “negras” inmigrantes
y obligan a ajustar performativamente los códigos del cuerpo. Sentirse fuera de
lugar o extraña en relación con el cuerpo (“como si no fuera yo”) evidencia que
a pesar que la persona inmigrante decida apropiarse de normas corporales del
vestir chileno, estas estrategias no logran solucionar el problema de la exclu-
sión cotidiana porque ahondan la situación de extrañamiento del extranjero.
Para Taylor, las diferencias raciales y los usos del vestuario escenifican “el deseo
étnicamente marcado (sin embargo fugaz) de ‘pasar’ y trascender los efectos de
la discriminación racial y social” (2015, p. 198). Enfatizar un estilo particular de
norma del cuerpo, valorizando la cosmética caribeña, constituye una táctica
para evitar situaciones de discriminación y, de este modo, ser valorado por una
apariencia racializada bajo cánones chilenos. El uso de extensiones, el andar
con tacos altos, los rellenos en los pantalones, el uso de pelucas, la demarcación
de formas en el cabello, el jeans colombiano, la manicure caribeña en las uñas, el
uso de colores fosforescentes que resaltan un color de piel son algunas de esas
marcas raciales que se confunden como marcas de moda.
Sin embargo, esta táctica de la cosmética racializada del cuerpo no es una
forma de liberación, sino una forma de vigilancia moral sobre los cuerpos. Si
bien el corte de pelo o las pautas de vestir caribeñas suelen ser atractivas y aso-
ciadas a un valor positivo, también demarcan una diferencia racial encarnada
en el cuerpo y sus adornos culturales (Sheller, 2012), los que en ocasiones deben
ser tácticamente silenciados. La distinción que genera el uso de un vestuario
por parte de los inmigrantes negros tiene como consecuencia que en la coti-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 89


CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

dianeidad los términos de significación de la “raza” se transformen. La “raza


se transforma en un accesorio de moda” (Franklin, en Haraway 2004, p. 294),
produciéndose una indistinción entre ropa y piel donde se trata “al color de la
piel como una gama de colores de moda” (Haraway, 2004, p. 294). En la medida
que estas pautas cosméticas son comercializadas en peluquerías y otros estable-
cimientos en el territorio chileno, asistimos a una estrategia de mercado de la
inmigración con la moda caribeña que se vuelve objeto de fetiche para la mirada
blanca-mestiza chilena.
En este sentido, una vez instaladas las personas inmigrantes en Chile, existe
una organización estratégica de una economía donde en muchos casos se
registra una trayectoria laboral asociada al comercio de la cosmética corporal
racializada. Los trabajadores se vinculan a espacios como peluquerías, barbe-
rías y negocios de manicure, configurándose una estrategia que seduce y atrae
al cuerpo chileno en manos del cuerpo inmigrante para una reconstrucción de
su cuerpo bajo estándares de la cosmética tropical. A través del valor de la cos-
mética negra se organiza una mercantilización de unas formas de vestir y usar
accesorios o intervenir con marcas y signos racializados el cuerpo chileno. Si
bien son aún economías marginales, estos espacios laborales organizan estra-
tegias transnacionales, ya que los inmigrantes tienen un lugar apropiado desde
donde inscribir su diferencia racial.

− Cuéntame ¿cómo es el trabajo tuyo?


− Como le dije anteriormente, mayormente lo que corto es chileno, peruano, boliviano,
tengo cortes de colombianos pero son ya clientes que tengo exclusivos porque no
me gusta cortar mucho a colombianos. Son muy incómodos para cortar realmente.
[…] mientras que las demás personas, lo que es el chileno, el mismo dominicano, los
bolivianos, los peruanos aceptan el corte, si les falta algo ellos lo piden pero luego de
que uno les dice ‘ya, listo’, o sea uno ya terminó con su trabajo. […] En las peluquerías
chilenas anteriormente no desvellaban con navaja, mientras que el dominicano des-
vella la persona con la navaja, le hace el Mickey8, la definición como le dicen acá, por eso
les gusta mucho el tema de los vellos. […] Mayormente vienen cuando son personas de
20 años, de 10 a 20 años. Buscan un corte de 10 a 25 años. Buscan un corte de persona
famosa. (P. Dominicano, peluquero)

El ejemplo de la movilización de la negritud y la sexualización racializada


de la población chilena, permite observar la dinámica entre táctica y estrate-
gia en tanto modalidades de la acción en un mismo proceso. En efecto, si bien
la planificación del viaje a Chile es parte de una estrategia migratoria, la bús-
queda de empleo es de un carácter fundamentalmente táctico. Tal es el caso de
las ocupaciones en que se moviliza el cuerpo y la configuración de cosméticas

8 Corte de cabello masculino que con navaja remarca las patillas y bordes del cabello. Es un estilo caribeño,
utilizado por futbolistas y cantantes de reggaetón.

90 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS DE EVASIÓN DEL RACISMO COTIDIANO DE TRABAJADORES ‘NEGROS’ EN SANTIAGO DE CHILE

“negras” a partir de la sexualización racializada chilena (inmigrantes “negros”


consiguen trabajos como trabajadoras de café “con piernas”, bailarines de caba-
ret o peluqueros y peluqueras). No obstante, el desarrollo posterior de dicha tác-
tica instrumentaliza la negritud por parte de las y los inmigrantes en función
de la obtención de ventajas frente a la población chilena. Hay una significación
del otro a través de prácticas que se mueven entre valorar la cultura de origen
y exotizar la corporalidad caribeña. Es interesante cómo podría observarse un
desplazamiento desde la estética a una configuración ética en un proceso de
subjetivación de normas mediante la movilización del cuerpo. Estamos frente a
lo que Bourdieu definiría como: “maneras permanentes de mantener el cuerpo
y de comportarse, que son como la realización o, mejor dicho, la naturalización
de una ética” (2010, p. 39).

6. Conclusiones

A nivel conceptual la primera conclusión que podemos extraer consiste en que


es necesario reconocer la complejidad en el estudio de estrategias y tácticas.
Esta complejidad se expresa en dos niveles: en primer lugar, resulta difícil es-
tablecer una distinción unívoca entre tácticas y estrategias, especialmente en
lo referente al carácter relativamente contingente de las tácticas frente al ca-
rácter relativamente institucionalizado de las estrategias. No poseen fronteras
delimitadas y tampoco es posible decir que pertenecen a un tipo específico de
sujeto. El carácter planificado, mediante la apropiación de espacios que movi-
lizan capitales incorporados con objetivos (económicos, políticos o culturales)
específicos, permite identificar con relativa claridad prácticas que responden
a estrategias, distintas a las respuestas a situaciones específicas y contingentes
que podrían considerarse de tipo táctico. La segunda complejidad es la consi-
deración de estrategias y especialmente las tácticas como formas de evadir las
relaciones de poder. Si bien en algunos casos efectivamente las tácticas logran
anular momentos experienciales de violencia, es necesario considerar en qué
medida estas tácticas pueden ser contestadas por la identidad chilena raciali-
zante/sexualizante mediante la construcción de nuevas violencias tales como la
exotización y la segregación espacial.
El análisis de las entrevistas deja entrever que existen prácticas de enfrenta-
miento, conflicto y hostigamiento racializado contra las personas inmigrantes
“negras” a Chile en sus espacios laborales e, incluso, en sus desplazamientos
cotidianos. Frente a la reproducción inmediata del racismo, son los mismos
inmigrantes quienes inventan modos de resistir, responder e incluso negociar
el conflicto racial. Por tanto, si bien observamos prácticas sociales de sujetos
dominados, esto “no quiere decir pasivos o dóciles” (De Certeau, 2000, p. xlii).
La investigación de la vida cotidiana de las y los trabajadores inmigrantes
permitió reconocer que algunas tácticas comerciales de una cosmética raciali-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 91


CABELLO VALENZUELA, PALOMINOS

zada se hacen cada vez más comunes en las trayectorias migratorias. Sin perjui-
cio del éxito de las tácticas y las estrategias, persiste un escenario de mixofobia9
tanto en chilenos como en inmigrantes, de temor a mezclarse con el otro, y que
tendría “el punto culminante en la endogamia o tendencia a relacionarse sólo
con los del mismo grupo” (Prats, 2001, p. 23).
Sin perjuicio de las tácticas y las estrategias desarrolladas por las personas
inmigrantes frente al espacio normativo, difícilmente lograrán integrarse sin
conflictos en la sociedad chilena. Por lo mismo, los resultados de la investiga-
ción reconocen las situaciones de abuso y violencia cotidiana que normalizan
inmigrantes afrodescendientes. El sufrimiento, la incomprensión y el aisla-
miento social dificultan las relaciones interculturales.
Como observa Segato (2014), el cuerpo pasa a ser una extensión del territorio
soberano, por lo que el cuerpo es también un lugar donde inscribir la domina-
ción colonial a través de la violencia sexual y racial. El lenguaje social chileno
es racista y sexista en encuentros cotidianos con inmigrantes “negros”, repro-
duciendo las regulaciones sociales sobre los cuerpos, por ejemplo, al instalar
formas cotidianas de vestir, códigos de habla y movimientos que sólo congelan
y traban las relaciones entre las comunidades nacionales. El uniformar modos
de actuar hace que la “raza” adquiera la forma de un discurso normativo sobre
el cuerpo.
Por medio de las tácticas de evasión y estrategias de negociación estudia-
das en el presente documento, las personas inmigrantes intentan sobrevivir al
racismo imperante en la sociedad chilena. Si bien el nexo de las prácticas con
las normas es inevitable, sólo el análisis de mediano plazo puede dar cuenta
de las transformaciones de los (des)equilibrios de poder que dan cuenta de la
dimensión política de las prácticas analizadas, abriendo la posibilidad de una
práctica social igualitaria y emancipadora entre hombres y mujeres chilenas e
inmigrantes.

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9 La mixofobia es, según Prats, el “miedo a no mezclarse con ellos, que tiene un origen combinado de carácter
biologicista y culturalista” (Prats, 2001, p. 23).

92 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


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Educación y trabajo.
Construcciones
representacionales
acerca de migrantes africanos
en Buenos Aires. Un abordaje
cuantitativo
Education and work. Representations on African migrants
in Buenos Aires. A quantitative approach

Educação e trabalho. Construções representacionais sobre


migrantes africanos em Buenos Aires. Uma abordagem quantitativa


Gisele KLEIDERMACHER
Universidad de Buenos Aires, Argentina / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 95-111)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 21-04-2018 / Aprobado: 28-09-2018

95
KLEIDERMACHER

Resumen
En el presente escrito abordamos la construcción de representaciones sociales
que la sociedad nativa produce respecto a la población de origen africano sub-
sahariano que habita en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A partir de la
aplicación de una estrategia de indagación cuantitativa, retomamos preguntas
de un cuestionario aplicadas a personas nacidas y residentes en la ciudad, re-
feridas a la educación y el trabajo para reconstruir las representaciones hacia
migrantes africanos. Entendemos que las mismas contienen elementos raciali-
zadores, cuyos orígenes se remontan a la construcción que tradicionalmente se
produjo respecto a la población de origen no-blanco-europeo en la Argentina.
Palabras clave: representaciones sociales; Buenos Aires; inserción laboral; ni-
vel educativo atribuido; racismo.

Abstract
In this paper we address the construction of social representations that the na-
tive society produces regarding the population of sub-Saharan African origin
that lives in the City of Buenos Aires. Based on the application of a quantitative
research, we recover inquiries from a questionnaire applied to people born
and resident in Buenos Aires, referring to education and work to reconstruct
representations towards African migrants. We understand that they contain
racializing elements, whose origins go back to the construction that tradition-
ally occurred with respect to the population of non-white-European origin in
Argentina.
Keywords: social representations; Buenos Aires; labor insertion; educational
attributed level; racism.

Resumo
Neste artigo, abordamos a construção de representações sociais que a sociedade
nativa produz em relação à população de origem subsaariana que vive na Cidade
Autônoma de Buenos Aires. Com base na aplicação de uma estratégia de pes-
quisa quantitativa, retornamos às perguntas de um questionário aplicado a pes-
soas nascidas e residentes na cidade, referindo-se à educação e ao trabalho para
reconstruir representações em relação aos migrantes africanos. Entendemos
que eles contêm elementos racializantes, cujas origens remontam à construção
que tradicionalmente ocorreu em relação à população de origem não branca-eu-
ropéia na Argentina.
Palavras chave: representações sociais; Buenos Aires; inserção laboral; nível
educacional atribuído; racismo.

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EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

1. Introducción1

El objetivo del presente escrito es el de analizar las representaciones sociales que


la población nacida y residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires −CABA−
construye respecto de la población de origen africano subsahariano.
Para ello, en el primer apartado desarrollamos brevemente las principa-
les corrientes migratorias de población de origen africano hacia la Argentina,
cuya presencia se remonta hacia la trata esclavista. De acuerdo a los estudios de
Marta Goldberg (1995) y George Reid Andrews (1989), durante la primera mitad
del siglo XIX la población negra de Buenos Aires representó el 30% de la pobla-
ción total, disminuyendo bruscamente hacia fines de dicho siglo debido a pro-
cesos de invisibilización que han sido profundamente analizados por Andrews
(1989), Goldberg (1995), Guzmán (2006), Geler (2010) y Frigerio (2006), entre
otros.
Posteriormente han arribado migrantes provenientes de las Islas de Cabo
Verde, entre fines del siglo XIX y mediados del XX, quienes llegaron a las costas
rioplatenses en busca de mejores condiciones de vida, asentándose principal-
mente en las localidades de Dock Sud, La Boca y Ensenada (Maffia, 1986; 2010a).
A partir de la década de 1990, podemos situar el último movimiento migra-
torio desde el continente africano hacia la Argentina, sus causas son principal-
mente económicas aunque se combina a temores de persecución política. En
este período llegaron al país inmigrantes de Senegal, Nigeria, Malí, Sierra Leona,
Liberia, Ghana y Congo (Maffia, 2010b; Zubrzycki, 2009; Morales, 2014; entre
otros), así como afrodescendientes provenientes de países latinoamericanos,
principalmente, Brasil, Colombia, República Dominicana y Haití.
La comunidad senegalesa es la más numerosa dentro de este colectivo migra-
torio proveniente de África Subsahariana, si bien se trata de una comunidad que
no supera las 5000 personas. Sin embargo es altamente visible por insertarse
laboralmente en la venta ambulante, en las principales arterias de las grandes
ciudades del país (Tedesco & Kleidermacher, 2017).

2. Consideraciones teóricas

El presente trabajo se enmarca en el estudio de las representaciones sociales,


entendidas como constructos cognitivos compartidos en la interacción social

1 El presente trabajo ha sido realizado con materiales construidos en el marco de dos equipos de inves-
tigación, constituidos en la Universidad de Buenos Aires. El primero, Proyecto UBACyT (20020100100040
https://bit.ly/2OSTXPn) “Diversidad etno-nacional y construcción de desigualdades en las instituciones escolar
y judicial. Un desafío teórico-metodológico en el abordaje de los casos del AMBA y la provincia de Mendo-
za”, programación científica 2011-2014, dirigido por el Dr. Néstor Cohen. Y, el segundo, Proyecto UBACyT
(20020110200210 https://bit.ly/2Ca6J5b) “Articulaciones entre clase, género, actividades domésticas y uso
del tiempo libre”, programación científica 2012-2014, dirigido por la Dra. Gabriela Gómez Rojas.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 97


KLEIDERMACHER

cotidiana que proveen a los individuos de un entendimiento de sentido común


de sus experiencias en el mundo.

Son un set de conceptos, afirmaciones y explicaciones que se originan en la vida


diaria en el curso de las comunicaciones interindividuales y cumplen, en nuestra
sociedad, la función de los mitos y sistemas de creencias en las sociedades tradi-
cionales; puede decirse también que son la versión contemporánea del sentido
común. (Moscovici, 1979, p. 45)

Denise Jodelet (1986) enfatiza en el carácter funcional de las representacio-


nes sociales, ya que se orientan hacia la práctica, y constituyen orientaciones
para la actuación. Además de esto, se remite al condicionamiento social de las
representaciones sociales y a la comunicación social como vehículo para su
formación.
Asimismo, las representaciones son expresiones ideológicas. Retomando la
concepción de habitus2 de Bourdieu (1988), pueden ser entendidas como el sis-
tema de esquemas de percepción y apreciación y como estructuras cognitivas y
evaluativas que se adquieren a través de la experiencia duradera de una posición
del mundo social. Se trata de aquellas disposiciones a actuar, percibir, valorar,
sentir y pensar de una cierta manera, que han sido interiorizadas por el indivi-
duo en el curso de su historia.
Estas disposiciones a su vez, se producen a partir de la tipificación y la cate-
gorización de “la realidad”. Una manera de simplificar la realidad es a partir de
la asignación de las cosas y las personas a grupos (ellos/nosotros), por sexo, edad,
etnia, religión, nacionalidad, etc., lo cual a su vez tiene consecuencias sobre los
juicios y los comportamientos desplegados hacia esos grupos y sus miembros
Berger y Luckmann (2011 [1966]).
Es importante subrayar que para los autores que tomamos de referencia,
estas tipificaciones tienen antecedentes históricos, atrás de los cuales hay
luchas por el poder de nominación y clasificación. Se debe entonces recordar
la historicidad del agente, ya que “lo social es producto de la historia colectiva”
(Bourdieu, 2011, p. 15-16).
Sin desconocer que otras clasificaciones también han sido centrales en
las relaciones de poder a lo largo de la historia, retomaremos el concepto de
racialización vinculado a la colonización; es decir, una particular marcación
constitutiva de los cuerpos que se deriva del sistema colonial europeo donde
determinados rasgos corporalizados fueron adquiriendo central significancia

2 Cabe aclarar, como nos previene Gutiérrez (1994) −estudiosa de la obra del autor−, que esta noción no
ha sido inventada por Bourdieu sino que pertenece desde hace tiempo al lenguaje de la filosofía clásica. Está
ligada a la forma del verbo latín habere y a la noción griega de hexis que tienen igual significación (portarse
bien o mal, estar en buena o mala condición). Bourdieu ha retomado ambos términos conservando el sen-
tido fundamental de condición, manera de ser, estado del cuerpo, disposición durable, pero integrando este
concepto a una teoría de las relaciones entre las estructuras subjetivas y objetivas.

98 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

en la constitución de ciertas diferencias y jerarquías entre los seres humanos


(Quijano, 2000; Wade, Urrea Giraldo & Viveros Vigoya, 2008; Restrepo, 2012).
También retomamos los aportes de Segato (2006; 2007) y Briones (2008), de
“formaciones nacionales de alteridad”, para entender las particularidades de los
procesos de configuración de la nación con respecto a cómo se articula la dife-
rencia y la jerarquía. Para Claudia Briones (2008), las “formaciones nacionales
de alteridad” no sólo producen categorías y criterios de identificación/clasifica-
ción y pertenencia, sino que −administrando jerarquizaciones socioculturales−
regulan condiciones de existencia diferenciales para los distintitos tipos inter-
nos que se reconocen como formando parte histórica o reciente de la sociedad,
tras haber sido adscriptos a las categorías de negros, indios, mestizos; es decir,
“otros” diferentes al modelo homogéneo de país.
En esta misma línea, el filósofo e historiador francés Pierre-André Taguieff
postula:

Cuando los hombres oprimen a sus semejantes, el opresor siempre encuentra,


en el carácter del dominado, la justificación de su opresión. Las alegaciones más
comunes contra el oprimido son su ignorancia y su depravación, así como su im-
potencia para elevarse desde la decadencia hasta la civilización y respetabilidad.
(Taguieff, 2002, p. 21)

Veremos en los sucesivos apartados el modo en que estos conceptos se arti-


culan con las representaciones que la población nativa residente en la CABA
construye en relación a los migrantes de origen africano.

3. Metodología

El presente escrito se desprende de una investigación de más amplio alcance


en el marco de dos equipos de investigación quienes, mediante una estrategia
cuantitativa, se propusieron indagar en torno a las representaciones sociales
hacia diversos grupos migratorios, género y movilidad social. El instrumento
utilizado fue un cuestionario compuesto por diversos módulos. En dicha en-
cuesta se incluyó un módulo diseñado específicamente para conocer las repre-
sentaciones que la población nativa construye acerca de los migrantes africanos
presentes en la ciudad de Buenos Aires.
La encuesta fue aplicada a una muestra de 401 casos, constituida por hom-
bres y mujeres de entre 25 y 65 años de edad, todos ellos nativos, residentes en
la CABA, en barrios con presencia de migrantes senegaleses y sin presencia de
ellos. Se trata de una muestra intencional no probabilística, construida en base
a la distribución de clase social en esa ciudad.
Se determinaron puntos muestra de diez casos por barrio, bajo el criterio
de unir barrios próximos en materia de clase social y también en cercanía geo-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 99


KLEIDERMACHER

gráfica, intentando respetar el peso de los mismos según su participación en la


distribución de nativos entre 25 y 65 años. Se parte la muestra en tres clases: de
servicios, intermedia y trabajadora3.
Estos datos han sido posteriormente analizados en función del nivel educa-
tivo, representación acerca de la migración, así como del barrio de residencia y
contacto con la población migrante africana subsahariana.
Para el presente escrito hemos seleccionado un bloque de preguntas dentro
del módulo de representaciones sociales construidas respecto a la presencia de
los migrantes del África Subsahariana. La realización de la generalización de los
migrantes de dicho espacio se debe a que, a partir de la aplicación de la prueba
piloto, constatamos el desconocimiento respecto a la procedencia del origen. Es
por ello que entenderemos que las representaciones de la población nativa se
construyen respecto a migrantes del África Subsahariana y no sólo en relación
a senegaleses −si bien, como indicáramos en el apartado anterior, se trata de la
nacionalidad mayoritaria y con la que se mantienen mayores contactos, entre
otras razones, por dedicarse al comercio ambulante.
El módulo cuenta con preguntas cerradas, esto es, pre-codificadas; para lo
cual se utilizó el material de unas entrevistas semi-estructuradas realizadas
previamente para el diseño de las categorías. Asimismo, se han incluido pregun-
tas abiertas, de las cuales se hizo un listado exhaustivo, a partir del cual se cerra-
ron categorías de respuestas. Este material ha sido luego analizado y se presenta
en tablas en las próximas páginas.

4. Resultados

Consideramos que las imágenes construidas respecto al nivel educativo y la in-


serción laboral de los migrantes son de gran importancia para el análisis de las
representaciones sociales. Las mismas, como ya hemos mencionado, se cons-
truyen y re-construyen en la práctica, en las interacciones cotidianas, de modo
tal que, las visiones que los nativos producen sobre aquellos “otros” tendrán con-
secuencias en las relaciones que se entablen y viceversa. De acuerdo a esta pre-
misa preguntamos a los encuestados “¿Cuál cree que es el nivel de instrucción
que tienen los migrantes de origen africano presentes en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires?”.

3 Para dicha investigación se tomó el modelo de clases sociales de John Goldthorpe, dicho esquema parte
de las categorías ocupacionales de la escala Hope-Goldthorpe de deseabilidad general dentro de un conjunto
de siete categorías de clase. Los conceptos que subyacen a la distribución de las ocupaciones en clases son
la situación de mercado y la de trabajo. Ver: Goldthorpe & McKnight (2004).

100 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

Cuadro N°1. Nivel educativo atribuido a los migrantes de origen africano. Nativos CABA (%).
¿Cuál cree que es su nivel educativo?

Nivel Educativo atribuido f %


Muy bajo 44 11
Bajo 166 41,4
Medio 126 31,4
Alto 7 1,7
Muy alto 1 0,2
No sabe 57 14,2
Total 401 100
Fuente: Elaboración propia en base a Proyectos UBACyT [citados en Nota al pie N°1].

Como se desprende del cuadro precedente, el 41,4% de los entrevistados con-


sidera que el nivel educativo de los migrantes africanos es bajo. Entre otros fac-
tores podemos atribuirlo a las dificultades que tienen para comunicarse debido,
fundamentalmente, al desconocimiento del idioma español, pero también a
la precariedad que se le imputa a los países africanos. Diversos investigadores
han abordado la construcción de visiones estereotipantes respecto de los estos
países, vinculados a la precariedad. En ese sentido, como explica Contreras
Granguillhome (1974, p. 25): “[…] cuando se hace alusión al continente africano,
frecuentemente se comete el error de aplicar calificativos que implican menos-
precio o la creencia de que allá todo es atrasado y salvaje”. Esto se debe a las ideas
creadas y difundidas por los intelectuales europeos desde la época más consis-
tente de su expansión colonial, cuando esos términos fueron acuñados y utili-
zados para justificar las acciones de los gobiernos imperialistas sobre África,
acciones que también eran calificadas como “humanitarias” o “civilizatorias”.
Respecto a la Argentina, retomamos los análisis de Pineau (2008), quien rea-
liza una crítica a los contenidos de la enseñanza de la historia concentrándose
en particular en las instituciones de educación superior, marcando la signifi-
cativa ausencia del tema África y los africanos. De acuerdo a los análisis de la
citada historiadora, los programas abordan, en primer lugar, la construcción de
una visión eurocéntrica de la historia en la Argentina, obviando la diversidad
de miradas respecto a la vida social y cultural. Señala enfáticamente la desaten-
ción, cuando no la omisión, de la presencia y de los aportes de poblaciones no
europeas, tanto indígenas, asiáticas, como africanas4.
Si adicionamos al porcentaje que atribuyó un bajo nivel educativo a los
migrantes africanos y aquellos que lo calificaron de muy bajo, obtenemos que
el 52,4% les adjudica un bajo nivel de instrucción; esto es, más de la mitad de
las respuestas, frente a un 31,4% que lo considera medio y tan solo el 1,7% alto y
0,2% muy alto.

4 Ver también: Maffia (2008).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 101


KLEIDERMACHER

Esta situación no sólo nos permite conocer cómo son vistos los migrantes
africanos sino que tiene consecuencias directas en la práctica, principalmente
en lo referente a la inserción laboral. Frente a la pregunta “¿En caso de poder
hacerlo, les daría usted trabajo?” Un 73,6% respondió que Sí, frente a un 18% que
No y un 8,4% que no respondió, como se desprende de la columna del total del
cuadro a continuación.

Cuadro N°2. Relación entre nivel educativo atribuido a los migrantes africanos y la
disponibilidad a otorgarles trabajo en caso de poder hacerlo (%)

Muy Alto/
Daría Trabajo Muy Bajo Bajo No Sabe Total
Alto/ Medio
Si 63,6 73,5 78,4 70,2 73,6
No 29,5 18,7 14,2 15,8 18,0
No sabe 6,8 7,8 7,4 14,0 8,4
100,0 100,0 100,0 100,0 100
Total
44 166 134 57 401
Fuente: Elaboración propia en base a proyectos UBACyT anteriormente citados.

Antes de comenzar a analizar el cuadro precedente, queremos aclarar que


hemos unido las categorías nivel de instrucción atribuido medio, alto y muy alto,
debido a que la base de respuestas era muy pequeña, y por lo tanto los porcen-
tajes presentaban cierto grado de inestabilidad. Realizada la advertencia, obser-
vamos que entre quienes han atribuido un nivel de instrucción más alto, esto es
muy alto/alto/medio, el 78,4% estarían dispuestos a darles trabajo, frente al 73%
de quienes les atribuyen un nivel de instrucción bajo y el 63,6% que les atribuye
un nivel de instrucción muy bajo.
Por el contrario, el porcentaje de quienes consideran que su nivel de ins-
trucción es medio/alto y muy alto disminuye entre quienes no le darían trabajo
a 14,2%, aumentando a 18,7% entre los que les adscriben un nivel bajo y 29,5%
entre quienes lo consideran muy bajo. Concluimos de este cuadro que aumenta
la predisposición a darles empleo a medida que aumenta el nivel de instrucción
atribuido a dichos migrantes, mientras que, correlativamente, disminuye dicha
predisposición a medida que disminuye el nivel de instrucción atribuido.
A continuación analizamos qué tipos de trabajo estarían dispuestos a otor-
gar quienes respondieron afirmativamente a la pregunta “En caso de poder
hacerlo, ¿estaría dispuesto a darles trabajo?”. Para ello listamos y agrupamos
las categorías de trabajos y las cruzamos nuevamente por el nivel educativo
atribuido a los migrantes de origen africano.

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EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

Cuadro N°3. Sector en el que daría trabajo según nivel educativo asignado a migrantes
africanos. Nativos CABA %

Medio/
Muy
Bajo Alto/ Muy No Sabe Total
Bajo
Alto
Según sus capacidades/ formación/ experiencia 28,6 37,2 30,1 37,5 33,9
Cualquiera 17,9 19,8 27,2 30 23,6
Manual/ simple/ básico/ construcción 35,7 24,8 19,4 5 21,2
Venta 7,1 7,4 4,9 5 6,2
No sabe 3,6 5 5,8 15 6,5
Otros 7,1 5,8 12,6 7,5 8,6
100 100 100 100 100
Total
28 121 103 40 292

Fuente: Elaboración propia en base a proyectos UBACyT anteriormente citados.

Antes de proceder a analizar el cuadro, queremos aclarar que las repuestas


forman parte de una pregunta abierta que indagaba por el tipo de trabajo que
estarían dispuestos a darles aquellos entrevistados que respondieron afirmati-
vamente ante la pregunta sobre la predisposición a darles trabajo, por ello, la
base no es de 401 casos sino de 292. En segundo lugar, hemos cerrado las res-
puestas en una mayor cantidad de categorías que luego decidimos unificarlas
debido a su proximidad conceptual, así como por la pequeña cantidad de casos
que contenían y hacen vulnerables las categorías. Es por ello que construcción
fue unificada con trabajos manuales y básicos, mientras que trabajos en idiomas
y artísticos fueron unificados con “otros”.
Ahora bien, en relación al cuadro que presentamos, se observa que la mayor
cantidad de frecuencias porcentuales se concentra entre aquellos que estarían
dispuestos a ofrecerles trabajo según sus capacidades/ formación/ experiencia;
es decir, de acuerdo a las representaciones que se han construido respecto a la
conjunción de su nivel de instrucción, a su experiencia laboral y a sus capacida-
des. Es por ello que, al cruzar esta categoría por la variable nivel de instrucción
atribuido a los migrantes de origen africano, la misma se modifica. Observamos
que aumenta de 28,6 a 37,2% a medida que el nivel de instrucción atribuido tam-
bién crece de muy bajo a bajo. No obstante, la misma disminuye de 37,2 a 30,1%
al aumentar el nivel de instrucción a la categoría unificada de medio/alto/muy
alto, ya que también son menos los encuestados que consideran que su nivel de
instrucción es medio, alto o muy alto. Los porcentajes vuelven a incrementarse
en aquellos que desconocen o no han podido responder cual es el nivel de ins-
trucción de los migrantes de origen africano. De esta forma, constatamos que
la elección de dicha categoría constituye una forma solapada de responder que
los trabajos a otorgar serían de baja calificación, ya que, si el trabajo depende de
su nivel de formación y dicho nivel es representado como bajo o muy bajo, los

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 103


KLEIDERMACHER

trabajos también lo serán. Se trataría de labores manuales, repetitivas y de baja


jerarquía, donde si bien no se menciona una inserción laboral concreta, se deja
entrever que será de poca calificación y bajo salario en consecuencia.
La segunda categoría seleccionada en mayoría porcentual es la que deno-
minamos cualquiera, es decir, cualquier tarea o trabajo, sin distinción. Sin
embargo, también la elección de dicha categoría está condicionada por el nivel
de instrucción que se les atribuye. Las personas que les atribuyen un nivel de
instrucción medio/alto/muy alto son quienes han seleccionado mayormente
esta categoría (30,1%), mientras que dicho porcentaje disminuye a medida que
también disminuye el nivel de instrucción atribuido. Concluimos entonces que
han sido quienes les atribuyen un nivel de instrucción superior los que estarían
mayormente dispuestos a ofrecerles cualquier tipo de trabajo, mientras que
aquellos que les atribuyen un nivel de instrucción bajo o muy bajo han seleccio-
nado en menor medida esta opción, al decrecer la confianza en su formación y
habilidades.
En tercer lugar el total de entrevistados ha seleccionado la opción de trabajos
manuales/básicos/simples/construcción, representando a los migrantes africa-
nos como personas que estarían sólo o mayormente capacitados para realizar
trabajos simples o de fuerza. Esto mismo se corrobora con el nivel de instruc-
ción que les asignaron. En este sentido, aquellos que les adjudican tener un nivel
de instrucción muy bajo son quienes mayormente han seleccionado este tipo de
trabajos (35,7%), mientras que quienes les atribuyen un nivel de instrucción bajo
lo hicieron en el 24,8% y 19,4% de quienes les adjudican un nivel de instrucción
medio/alto/muy alto lo han seleccionado.
Retornando al cuadro, quienes consideran que su nivel de instrucción es
medio/alto/muy alto han seleccionado con menor frecuencia la posibilidad de
darles trabajo en la venta (4,9%) frente a 7,4% entre quienes les adjudican un nivel
de instrucción menor y 7,7% un nivel de instrucción muy bajo. Relacionamos este
punto con el tipo de trabajo en el que se insertan mayoritariamente los migran-
tes de origen africano subsahariano, siendo este la venta ambulante, informal o
callejera. Es decir, el trabajo a ofrecerles se vincula con el que ya realizan, pero al
cual se representa como un trabajo que no requiere calificación ya que se desa-
rrolla de manera informal, razón por la cual su valorización disminuye.
Otras respuestas las habíamos agrupado en dos categorías: idiomas y artís-
ticos/eróticos, sin embargo, y debido al pequeño porcentaje de respuestas deci-
dimos unificarlas en la respuesta “otros”. No obstante, consideramos que en el
primer caso, la disposición a ofrecer dichos empleos se relaciona con su origen
−en el caso de los senegaleses, al haber sido una colonia francesa, muchos de
ellos manejan el idioma francés, lo mismo el inglés en el caso de los migran-
tes nigerianos. En el segundo caso, los trabajos de índole artístico o erótico se
vinculan con representaciones hipersexualizadas del cuerpo, relacionando
la piel negra con la lujuria, el cuerpo fornido y sexual. Estas representaciones
dan cuenta de estereotipos y prejuicios que giran en torno de la “sexualización

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EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

de la raza” y la “racialización del sexo” (Wade et al., 2008). Cuestiones que no


competen a este trabajo pero que cabe mencionar en tanto la asignación de una
“hiper-sexualidad” (Wamsley, 2005) como característica atribuida a los nuevos
migrantes africanos donde se sobredimensionan las diferencias −construidas−
respecto de la sociedad porteña (Morales & Kleidermacher, 2014). En el caso de
los trabajos artísticos, muchos de ellos se relacionaban con la danza y la música,
donde también suelen identificarse las virtudes de los hombres procedentes de
países africanos.

5. Discusión

Basándonos en el concepto de habitus, entendido como el sistema de esquemas


de percepción y apreciación adquiridos a través de la experiencia, podemos ob-
tener herramientas que contribuyan a analizar las representaciones que los na-
tivos han construido sobre los migrantes de origen africano. Es decir, las dispo-
siciones a actuar, a percibir, a valorar y a sentir, que han ido conformándose a lo
largo de la historia, −no sólo en Argentina. De allí la importancia para nosotros
de tomar en consideración esta dimensión.
Retomamos las representaciones acerca de la inserción laboral y nivel edu-
cativo porque entendemos, junto a diversos autores como Wieviorka (1992) y
Espelt (2009) que en la actualidad el racismo adopta una apariencia respetable,
utilizando las diferencias culturales “como una nueva esencia de la que no pode-
mos desprendernos y que nos separa inevitablemente del ‘otro’” (Esplet, 2009,
p. 94). Ante la imposibilidad legal y social de expresiones racistas, se buscan
eufemismos, se hace énfasis en los valores tradicionales, en la exageración de
las diferencias vinculadas a la posesión de saberes, en situaciones que aparen-
temente no tendrían relación con la “raza” pero que igualmente justifican las
diferencias.
De esta forma, el análisis de las representaciones acerca de los niveles educa-
tivos y las aptitudes para diversos trabajos, nos permiten analizar la tipificación
y la categorización que la población nativa realiza sobre los migrantes de origen
africano, que, siguiendo a Berger y Luckmann (2011) tiene consecuencias sobre
los juicios y los comportamientos desplegados hacia esos grupos y sus miem-
bros, regulando sus condiciones de existencia.
En relación al nivel educativo, hemos visto que son representados con un
nivel bajo y muy bajo, en consonancia con las visiones que se tienen sobre el con-
tinente africano, que han sido analizadas en diversas investigaciones (Pineau,
2008; Maffia & Lenchini, entre otras). Continente imaginado como un todo
homogéneo, vinculado a la pobreza, a la precariedad y al atraso.
Estas características son imputadas a los migrantes que provienen de dicho
espacio, así como también, al reproducir representaciones respecto de la pobla-
ción de origen africano traída al Rio de la Plata bajo la colonización española en

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 105


KLEIDERMACHER

condiciones de esclavitud. La falta de oportunidades, así como las condiciones


de vida impuestas, han creado condiciones diferenciales de vida que fueron jus-
tificadas por criterios raciales. Son estas mismas representaciones y justifica-
ciones las que tienen consecuencias en la vida diaria de los migrantes de origen
africano en la Ciudad de Buenos Aires.
En este sentido, Segato (2007) entiende que el racismo es la lectura del
aspecto físico de los pueblos en tanto que vencedores y vencidos, y la atribución
automática, prejuiciosa, de características intelectuales y morales que de forma
alguna son inherentes a esos cuerpos, de forma tal que el racismo es siempre un
producto de las relaciones que se dieron históricamente entre pueblos, con sus
respectivas marcas raciales.
Asimismo, estas características son las que se atribuyen a las dificultades
para insertarse laboralmente en el mercado formal, las que los identifican con
la baja calificación, con la falta de conocimientos, más propensos a realizar acti-
vidades manuales, básicas, o bien, a insertarse en la venta ambulante, ámbito
donde ya se desenvuelven.
Hemos señalado en el apartado anterior que una de las principales carac-
terísticas atribuidas a los migrantes africanos por parte de los nativos es la de
ser trabajadores, pero no aptos para cualquier tipo de trabajo, sino que mayori-
tariamente han sido representados en trabajos que agrupamos en la categoría
manuales, básicos, de poca calificación.
Concebimos que dicha representación se encuentra atravesada por la racia-
lización de las relaciones de clase, entendida como la marcación de los cuerpos
derivada del sistema colonial, y que perdura en la actualidad al ordenar jerár-
quicamente a la población a partir de determinados rasgos corporalizados que
fueron adquiriendo central significancia y perduran hasta nuestros días. Desde
esta perspectiva, Wallerstein y Balibar plantean que la cuestión está en saber
cómo la mayoría “de las exclusiones del pasado se transmiten a las del presente”
(1991, p. 23). Principalmente en base a la construcción −en el sentido de produc-
ción de la realidad− de un vínculo entre el pasado y el presente de un pueblo
homogéneo en cuanto a sus orígenes étnicos, fabricado a partir de un relato
nacional.
Vinculamos la elección de trabajos de índole “manual” o de baja jerarquía
con la conceptualización de Wallerstein (1988), quien lo atribuye a la “etnifica-
ción” de la fuerza de trabajo, esto es, una jerarquía de profesiones y remunera-
ciones según el nivel de aptitudes. Ofreciendo una base no meritocrática para
justificar la desigualdad. En el mismo sentido, Oliver Cox (2002[1949]) entiende
que el antagonismo racial es fundamentalmente un conflicto de clases y polí-
tico, donde el “explotador” capitalista hará uso de cualquier facilidad que le per-
mita mantener su mano de obra y otros recursos libremente explotables. Ideará
y utilizará el prejuicio racial cuando sea conveniente −ello no quiere decir que se

106 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

utilice de manera consciente y premeditada, sino que forma parte de la herencia


social.5
Dicha herencia social también puede ser entendida en términos de habitus
de Bourdieu (2012[1972]); es decir, una posición, correspondida por aficiones
producidas por los condicionamientos sociales asociados a la condición corres-
pondiente y, a través de estos habitus y de sus capacidades generativas, un con-
junto sistemático de bienes y de propiedades, unidos entre sí por una afinidad
de estilo. Justamente una de las funciones de la noción de habitus estriba en dar
cuenta de la unidad de estilo que une las prácticas y los bienes de un agente sin-
gular o de una clase de agentes, que intentarán por todos los medios mantener
dicha posición, una de las formas ha sido el establecimiento de las relaciones
raciales como forma de dominación propia del capitalismo.
Las relaciones raciales serían entonces relaciones de trabajo-capital-be-
neficios, donde el tipo de trabajo asignado y el salario estarían determinados
por razones económicas y políticas. Retomando las ideas de Cox, Bonacich
(2002[1972]) hace hincapié en el papel de cierto tipo de competencia económica
en el desarrollo del antagonismo étnico. La hipótesis central es que el antago-
nismo étnico germina inicialmente en un mercado laboral segmentado a lo largo
de fronteras étnicas.6 Para estar segmentado, un mercado laboral debe contener
al menos dos grupos de trabajadores cuyo precio de mano de obra por el mismo
trabajo sea diferente o lo fuese si desempeñasen el mismo trabajo.
Las diferencias de color parecen ser un factor en la composición o determi-
nación del precio inicial del trabajo, solamente en la medida en que los recursos
han estado históricamente relacionados con el color en todo el mundo. Bonacich
(2002[1972]) lo atribuye a que la pobreza entre las naciones no blancas ha sido
en parte consecuencia del imperialismo europeo, de forma tal que las fuerzas
económicas más amplias ayudan a determinar los recursos de los participantes.
El origen de dicha diferenciación es ubicado por Quijano (2000) durante la
colonización europea de América y posteriormente de Asia y África, momento
en que fueron considerados no solo superiores, sino naturalmente superiores
a los demás pueblos del mundo, entablando relaciones y clasificaciones en un
juego dicotómico: oriente-occidente, primitivo-civilizado, mágico-científico,
tradicional-moderno, en suma, Europa-no Europa. Esta es una de las conse-
cuencias de la colonización que perdura en las construcciones mentales y que
continúa operando en las clasificaciones que se realizan de la población.

5 Cox, al igual que Schaub (2003), plantea que, si tuviésemos que poner una fecha concreta al comienzo de
las relaciones raciales modernas, ésta sería 1493-1494. Momento en que las dos grandes naciones colonizadoras
de Europa asumieron oficialmente el desprecio total a los derechos humanos y la integridad física de los
pueblos no cristianos del mundo, los pueblos “de color” (2002[1949], p. 165)
6 La autora explica la elección de antagonismo étnico y no racial al considerar que el primero engloba
al segundo. Entiende que los dos términos se refieren a grupos definidos socialmente por compartir una
ascendencia común en la que la filiación es heredada o adscrita, posean características físicas o culturales, o
no las posean.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 107


KLEIDERMACHER

También es necesario considerar brevemente las representaciones cons-


truidas históricamente frente a la población de origen africano en la Argentina.
Tras la abolición de la esclavitud en el actual territorio argentino, los africanos
y sus descendientes continuaron manteniendo un estatus socioeconómico infe-
rior al resto de la población, asignados a los empleos de menor calificación y
remuneración, sólo pudieron encontrar resquicios para insertarse en la socie-
dad a partir del mestizaje y la negación de sus orígenes (Geler, 2010; Guzmán,
2006). Andrews (1989) ya observaba para el Buenos Aires de 1780-1850 que los
empleos menos deseables, degradantes y peor pagos eran reservados para los
afroargentinos, quienes siguieron desarrollando tareas serviles, manuales y de
baja reputación bajo las mismas argumentaciones: su falta de capacidad moral
e intelectual. Vemos aquí cómo las representaciones sociales jugaron un rol
central, ya que al prohibirles el acceso a recursos materiales, y de formación
en otras áreas, sus capacidades se ven limitadas, no debido a su configuración
genética hereditaria, como se argüía, sino debido a la falta de capitales −socia-
les, económicos, culturales y simbólicos, al decir de Bourdieu (1988; 2012).

6. Conclusiones

A lo largo del artículo nos propusimos analizar las representaciones que los na-
tivos residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires construyen acerca de
los migrantes africanos subsaharianos presentes también en la CABA. Para ello
desagregamos diversos factores que, entendemos, contribuyen a la producción
de determinadas representaciones sociales.
Concebimos que entre otros aspectos, el análisis de las representaciones
acerca del nivel educativo y las aptitudes laborales permiten deconstruir imagi-
narios que se encuentran permeados por una historia de racialización que pocas
veces se encuentra explicitada en los discursos. Por este motivo, consideramos
que la atribución de bajos niveles educativos así como la disposición a otorgar
trabajos manuales y de baja calificación, forma parte de un racismo latente pre-
sente en la población, que implica que por una parte el principio de igualdad es
un valor social fundamental, tanto ética como jurídicamente, pero persiste la
desigualdad, que es justificada con eufemismos para no referirse directamente
a factores biológicos y hereditarios.
En este contexto comienzan a utilizarse alusiones, procurando no refe-
rirse más a las razas, término que indica un fenómeno que ha quedado en la
historia, pero aún se alude a características que parecen ser propias de aque-
llos identificados como “otros” y ubicados en un escalafón inferior en la escala
jerárquica utilizada al realizar clasificaciones en la vida cotidiana. Se trata de lo
que Memmi (2010 [1994]) denomina “racismo en el sentido amplio”, en el cual el
acusador, ignorando o no las diferencias biológicas, se complace con la misma
actitud, en nombre de otras diferencias. Es decir, valorizarse y desvalorizar al

108 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


EDUCACIÓN Y TRABAJO.CONSTRUCCIONES REPRESENTACIONALES ACERCA DE MIGRANTES AFRICANOS...

otro, para desembocar en la justificación de las diferencias económicas y des-


igualdades sociales.
Concluimos entonces que la adscripción de bajos niveles educativos y capa-
cidades para realizar trabajos no calificados, con énfasis en tareas manuales y
con gran utilización del cuerpo pero no así del intelecto, perpetúa representa-
ciones racializadas cuyo origen se remonta a la colonización, que fue utilizado
también para justificar relaciones de esclavitud y posteriormente de domina-
ción durante la construcción de la nación Argentina. En la actualidad, estas
representaciones respecto a la población de origen africano subsahariano con-
tribuyen a la re-producción de un habitus que justifica las desigualdades y las
relaciones de dominación.

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 111


Retórica mediática y migración.
Las representaciones
de la migración en las narrativas
post 9/11 del New York Times
Media Rhetoric and Migration. Representations of migration
in Post 9/11 New York Times narratives

Retórica mediática e migração. As representações da migração


nas narrativas pós 9/11 do New York Times


Gerardo VILLALOBOS ROMO
University of Illinois Urbana-Champaign, Estados Unidos / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 113-130)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 23-04-2018 / Aprobado: 28-07-2018

113
VILLALOBOS ROMO

Resumen
Como una institución cultural, la prensa juega un papel fundamental documen-
tando y forjando la imagen pública sobre los migrantes. Este trabajo analiza dos
ejes temáticos en la narrativa post 9/11 del periódico New York Times sobre la
migración. La imagen que se creó durante el año posterior a los ataques terroris-
tas presenta por un lado al migrante mexicano como un terrorista en potencia
y por otro lado a la migración como un problema global. Es fundamental pro-
blematizar la retórica sobre la migración contemporánea insertándola en las
raíces ideológicas que definieron ese momento y en el marco histórico de la re-
lación México-Estados Unidos. La retórica mediática post 9/11 contribuyó al sur-
gimiento de una nueva agenda internacional al globalizar esta representación.
Palabras clave: ilegal; mexicanos; noticias; Estados Unidos; discurso; terrorismo.

Abstract
As a cultural institution, the press plays a fundamental role in documenting and
forging the public image of migrants. This paper analyzes two thematic axes in
the post 9/11 narrative of the New York Times on migration. The image that was
created during the year following the terrorist attacks presents on the one hand
the Mexican migrant as a potential terrorist and on the other hand migration as
a global problem. It is fundamental to problematize the rhetoric about contem-
porary migration by inserting it in the ideological roots that defined that mo-
ment and in the historical framework of the Mexico-United States relationship.
The media rhetoric post 9/11 contributed to the emergence of a new internatio-
nal agenda by globalizing this representation.
Keywords: illegal; Mexicans; news; United States; discourse; terrorism.

Resumo
Como instituição cultural, a imprensa desempenha um papel fundamental na
documentação e criação da imagem pública dos migrantes. Este artigo analisa
dois eixos temáticos na narrativa pós 9/11 do New York Times sobre migração.
A imagem que foi criada durante o ano seguinte aos ataques terroristas apre-
senta, por um lado, o migrante mexicano como potencial terrorista e, por outro
lado, a migração como um problema global. É fundamental problematizar a
retórica sobre a migração contemporânea, inserindo-a nas raízes ideológicas
que definiram aquele momento e no marco histórico da relação México-Estados
Unidos. A retórica da mídia pós 9/11 contribuiu para o surgimento de uma nova
agenda internacional ao globalizar essa representação.
Palavras-chave: ilegal; mexicanos; notícias; Estados Unidos; discurso; terrorismo.

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RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

1. Introducción

La migración ha cobrado relevancia mundial. En ese contexto, durante los úl-


timos quince años los grupos conservadores de Estados Unidos han utilizado
la conexión mexicano-migración-terrorismo como base para justificar su pro-
pia agenda. Los ataques terroristas en Nueva York en septiembre de 2001 ante-
cedieron a la retórica anti-inmigrante actual. Este trabajo centra su atención en
este evento como detonante de la imagen de la migración mexicana de este siglo.
Para ello, analiza dos ejes temáticos presentes en las noticias del New York Times
inmediatamente después de los ataques: la representación de los migrantes
mexicanos como potenciales terroristas y la globalización de la migración como
una amenaza internacional.
La ambivalencia estadounidense hacia la migración mexicana está asentada
en las narrativas históricas generadas en el contexto militar-imperialista de la
guerra de 1848. Esta guerra determinó de manera lapidaria la futura postura ideo-
lógica de Estados Unidos respecto a México que se mantiene hasta el presente. En
ambos casos, estos eventos, la guerra de 1848 y los ataques terroristas de 2001,
establecieron escenarios discursivos en donde los mexicanos fueron converti-
dos en una amenaza para la seguridad. Si la guerra de 1848 puso de manifiesto la
misión expansionista de Estados Unidos, los ataques terroristas de 2001 abrieron
las puertas al resurgimiento del nacionalismo estadounidense y sus acciones.
Hoy, dentro del sistema de conocimiento que se ha creado alrededor de la
migración, la administración de los Estados Unidos continúa esa tendencia dis-
cursiva histórica que criminaliza al migrante. La resurgencia del nacionalismo,
el endurecimiento de leyes migratorias, los discursos políticos condenando la
migración, los medios de comunicación y las redes sociales hospedando odio y
racismo contra los extranjeros, son efectos de una ola xenofóbica que se intensi-
fica y en la cual los medios de comunicación tienen un papel relevante.
Al analizar narrativas periodísticas, este trabajo quiere dar luz sobre las raí-
ces que avivaron y han colonizado el imaginario social sobre la migración. En
2001 la prensa fue la plataforma sobre la cual gobierno y sociedad civil vieron
reflejados sentimientos y deseos encontrados. Se pasó del sufrimiento al miedo,
del temor al enojo, y de la desesperanza a la venganza. La prensa ayudó a la sana-
ción de las heridas provocadas por la tragedia y fue catalizador de la guerra con-
tra el terrorismo y su globalización. Sin embargo, la prensa también legitimó la
guerra contra la migración.
Este análisis tiene también el objetivo de establecer la relación entre
gobierno, medios y migración. En esta relación, la etiqueta ‘migración ilegal’ se
ha convertido en un marco adecuado para la creación de narrativas nacionales
y globales que justifican políticas anti-inmigrantes. El argumento a lo largo de
este trabajo sostiene que el sistema de noticias, y específicamente el New York
Times, responde a realidades y demandas culturales locales, el cual fue articu-
lado con una creciente preocupación mundial sobre el potencial impacto del

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 115


VILLALOBOS ROMO

terrorismo en una desestabilización global. Las noticias facilitaron la difusión


de la objetivación-deshumanización del migrante y fortalecieron el rechazo a la
‘migración ilegal’ y el resurgimiento del nacionalismo. Por lo tanto, la imagen
negativa de la migración indocumentada funcionó como una narrativa global la
cual negó, y sigue negando, las causas estructurales que han propiciado la movi-
lización de trabajadores, principalmente las políticas neoliberales.
Analizar productos mediáticos responde a una necesidad vital de revalorar y
repensar el establecimiento de agendas políticas basadas en la construcción del
Otro como el enemigo. Las noticias sobre migración provocaron ansiedad social
y preocupación política. En ese estado de emergencia, dos actores tomaron el
liderazgo directo. Mientras el gobierno de Estados Unidos se comprometía a lan-
zar una guerra contra el terrorismo, los medios asumieron inicialmente el papel
de su portavoz. Esto dio origen, o por lo menos facilitó la inserción del discurso
anti-inmigrante a la esfera pública como tema central en donde la prensa reflejó
la postura del gobierno.

2. Marco Teórico

2.1 Contextualización histórica del imaginario estadounidense sobre México


Como en toda región geopolítica, la relación entre países se define no sólo por
su vecindad geográfica sino por la interacción cotidiana. Como resultado de la
guerra de 1848 entre México y Estados Unidos, fueron construidos e incorpora-
dos al imaginario social estereotipos que han sido perpetuados por ambos paí-
ses. Luther, Ringer y Clark observaron que el sistema ideológico-político post-
1848 de Estados Unidos diseminó imágenes históricas que menospreciaban a
los “mexicanos por ser mentalmente inferiores a los caucásicos y de naturaleza
criminal [que han continuado en] el siglo XX y con frecuencia han sido utiliza-
dos en representaciones de los medios masivos” (2012, p. 85). Esa construcción
racial degradante de la capacidad intelectual del mexicano abrió las puertas a
una relación asimétrica que persiste hasta nuestros días (Ngai, 2004; Almaguer,
1993; Gutiérrez, 1995). El racismo sistemático y, fundamentalmente, los discur-
sos en la esfera pública que siguieron convirtieron a la migración mexicana en
el ícono de la ‘ilegalidad’.
Johannsen (1985) y Lima (2007) llegaron a conclusiones similares. Las narra-
tivas de los medios estadounidenses han incorporado los estereotipos sobre
los mexicanos que fueron construidos y circulados por soldados, políticos y
periódicos estadounidenses durante la guerra de 1848. Las narrativas de guerra
fueron cruciales en la relación fracturada de la posguerra (Lima, 2007). Como
explican Haines y Rosenblum (1999), la interacción permanente con los Estados
Unidos que resultó de esta guerra fue esencial para la autodefinición de México.
La reproducción mediática es entonces clave para entender la normalización
discursiva de la imagen de México, como lo demuestra el artículo publicado en

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RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

julio de 1916 por el New York Times comparando el México de 1848 con el México
de 1916. Para ello, reproduce la carta del General William Jenkins respecto a
México. El encabezado “Sus [General William Jenkins] observaciones, com-
paradas con las de hoy, demuestran que los problemas y las dificultades inter-
nas de México en relación con los Estados Unidos no han cambiado” (p. SM10).
Después de setenta años se legitima la imagen que tenía Estados Unidos sobre
el país vecino. De acuerdo con el artículo, México continuaba siendo una tierra
caótica, y la ideología Anglosajona era considerada la solución a sus problemas.
La discusión pública, y el dilema del Congreso de los Estados Unidos, contin-
uaban girando en torno a si anexar todo el territorio mexicano contaminaría
la esencia del proyecto anglosajón o lograría establecer el imperio en la región.
Es importante recordar que desde su nacimiento como nación, Estados
Unidos creó un muro formado por países alrededor del territorio nacional
para protegerse de invasiones y ataques. Puerto Rico, Cuba, las islas del Caribe,
Hawaii, México, y Alaska fueron usados para este fin, lo que para algunos ha
resultado en una relación de dependencia colonialista con los Estados Unidos.
Otros mecanismos perpetúan este colonialismo, como lo señala Ngai (2004),
el Programa Bracero 1942-1964 por ejemplo, creó un colonialismo importado
a través de una coalición lucrativa entre las demandas del mercado laboral y
una ley de inmigración que beneficiaron al país. Una vez establecido este marco
económico-legal, la fuerza laboral mexicana podía ser importada, explotada, y
deportada. En este sentido, los migrantes mexicanos fueron considerados des-
echables. La terminación del Programa tuvo bases económicas pero también el
miedo a la usurpación mexicana del mercado laboral local, lo que generó una
política proteccionista que emerge durante las crisis económicas y que se ha
acentuado en el momento actual.
El hecho de que los mexicanos fueran considerados desechables y deporta-
bles, asociado a condiciones económicas desfavorables, incrementó la migra-
ción mexicana indocumentada. La porosidad de la frontera México-Estados
Unidos fue el motivo para la creación del Immigration Act of 1924, el cual insti-
tucionalizó la categoría ‘ilegal’ aprobada por el Congreso de los Estados Unidos,
estableciendo medidas restrictivas en la frontera sur. A partir de esta legisla-
ción, agencias gubernamentales y otras instituciones comenzaron a producir
conocimiento sobre el trabajador indocumentado, una práctica que Inda (2006)
define como gobernar al ‘ilegal’, y De Genova (2002) lo explica como la produc-
ción legal de la ‘ilegalidad’ del migrante.
Más recientemente, en 2004, Samuel Huntington en su artículo “The Hispanic
Challenge” puso de manifiesto el miedo latente a los mexicanos y su migración.
Los hispanos y particularmente los mexicanos, así como lo establece Huntington,
son una amenaza no sólo para la seguridad nacional sino para la identidad cultu-
ral. Afirma que el país perderá su esencia anglosajona por el avance indiscrimi-
nado de la migración. En el suroeste, Huntington argumenta, un gran número de
mexicanos inmigrantes son pobres, sin educación, sin habilidades, y las futuras

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 117


VILLALOBOS ROMO

generaciones heredarán ese perfil. Más allá de las estadísticas, lo que es esencial
al argumento de Huntington es que reproduce un siglo de tendencia xenofóbica
que le es inherente a los grupos conservadores de la nación.
Haciendo un recorrido histórico, el campo semántico alrededor del término
‘migración ilegal’ se ha expandido, incorporando nuevos atributos que le dan
nuevo significado a la frase. El mero acto de llamar ‘ilegal’ al mexicano que cru-
zaba de México a Estados Unidos, por no tener un documento que le permitía
circular entre los dos países, se fue convirtiendo en un concepto que describía
y sigue describiendo no el acto de no contar con un papel sino a la persona y sus
acciones. Con el tiempo, ‘ilegal’ ha significado criminal, abusador del sistema,
sin educación, incivilizado, procreador irresponsable de hijos, ladrón de traba-
jos y, más recientemente, violador y terrorista potencial.

2.2 El sistema de noticias


La noticia −otra variable en esta ecuación− es un producto mediático, y el sis-
tema de noticias una institución que contribuye a la construcción de la esfera
pública. El hecho de que la prensa escrita estadounidense haya sido histórica-
mente una de las principales fuentes de información internacional, y el único
medio masivo tradicional que ha cubierto el tema de la migración desde el si-
glo XIX, lleva a cuestionar cómo las prácticas sociales periodísticas (Van Dijk,
1996, p. 250) en un régimen de verdad, es decir aquel que desarrolla discursos
que pueden legislar en términos de qué es verdad o qué es falso, construye una
imagen del migrante indocumentado que ha sido usada tautológicamente para
consumo de la sociedad civil.
La noticia tiene un carácter pedagógico, tiene la capacidad de formar opi-
nión pública. Las noticias son textos que articulan elementos lingüísticos y
retóricos. Entre sus funciones (Boy-Barret & Rantanen, 1998; Van Dijk, 1996;
McChesney, 2004) se encuentra su carácter narrativo. Las representaciones de
la migración son narrativas factibles de ser analizadas como constructoras de
sentido cultural.
Sin embargo, hay otra dimensión que es relevante para este trabajo. La
prensa forma parte de los medios de comunicación masivos, es una industria
que como tal responde a intereses económicos y políticos. Hay una amplia
literatura crítica que identifica a los medios como un instrumento de grupos
dominantes. Tres corrientes de pensamiento explican esta relación. Los estu-
dios culturales ven a los medios como un sistema de representación (Hall, 2003;
Nightingale, 1996) que es producido por una cultura dominante utilizando cate-
gorías construidas como género, raza, etnicidad, entre otras. Segunda, la econo-
mía política considera que los medios son una industria hegemónica que trans-
mite e impone ideologías dominantes. Por lo tanto, los medios y las noticias
−como parte de ellos− son un componente esencial del sistema socioeconómico
dominante, neoliberal, capitalista (Schiller, 1980; 2000; Castells, 2000; Mosco
& Schiller, 2001; McChesney, 2004). Tercera, el análisis crítico del discurso

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RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

entiende al lenguaje como esencial a los medios y reconoce su lugar en las rela-
ciones sociales de poder. La naturaleza de las representaciones de los migrantes
mexicanos está sustentada en el control de las noticias para producir imágenes,
ideas, y textos en un contexto de relaciones de inequidad entre aquellos que tie-
nen control y/o acceso a los medios y aquellos que son marginados, como los
migrantes (Van Dijk, 1996; Fairclough, 1995).

2.3 Migración, conocimiento, y representación


El estudio de la migración ‘ilegal’ debe ser considerado un problema epistemo-
lógico, metodológico y político, como lo señala De Genova (2002). A diferencia
de la mayoría de los estudios que enfatizan las consecuencias de la migración,
De Genova considera necesario analizar los procesos sociopolíticos que dieron
origen a este fenómeno.
En este sentido, Foucault desarrolló las nociones de sistema de conoci-
miento y governmentality que ayudan a explicar que a lo largo del tiempo Estados
Unidos ha generado vasta información sobre la (in)migración a través de dife-
rentes fuentes. Estadísticas, leyes, y discursos por parte del gobierno; reportes
de investigación, ensayos y libros generados por el ámbito académico; debates
públicos, campañas publicitarias promovidas por los medios; artículos y otros
materiales utilizados por Organizaciones No Gubernamentales. Todo es parte
de y ha contribuido a crear este sistema de conocimiento sobre la migración.
Utilizando el concepto propuesto por Lauretta Conklin Frederking (2012), toda
la información que se genera sobre los migrantes es consistente con las nuevas
políticas migratorias globales; hoy en día los países utilizan los lentes del terro-
rismo para filtrar la migración.
El sistema de conocimiento y el sistema judicial han contribuido a la crea-
ción de diferentes mecanismos para controlar y administrar a la migración.
Por ejemplo, el requerimiento de visas en el extranjero, las green cards, el sis-
tema SEVIS, el sistema E-Verify, y la creación de oficinas especializadas como
la Immigration and Naturalization Services (INS) y el Department of Homeland
Security (DHS). De acuerdo con Inda (2006), ambas oficinas proveen datos y
estadísticas sobre raza, género, nacionalidad, edad, etc., pero además produ-
cen investigación sobre tópicos como salud, empleo, y seguridad social sobre
extranjeros y principalmente migrantes.
De esta forma, el ensamblaje de las esferas noticiosa, legal, política, acadé-
mica y económica forma la base sobre la cual los últimos quince años se sigue
legitimando la construcción mediática de la migración.

3. Metodología

Para este estudio se seleccionó al New York Times por su alcance nacional e in-
ternacional. Un factor fundamental para utilizar este periódico es que ha exis-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 119


VILLALOBOS ROMO

tido desde 1900 y por lo tanto sus archivos son una fuente importante de infor-
mación. Además, dada su longevidad, es una fuente para conocer la historia de
la relación México-Estados Unidos, y particularmente entender los procesos
migratorios entre ambos países, pero particularmente la migración indocu-
mentada hacia los Estados Unidos. Internacionalmente se considera como una
fuente importante y representativa de las noticias estadounidenses. De hecho,
es un referente para otros periódicos y medios de comunicación nacionales y
extranjeros.
Se seleccionaron 180 noticias en el periodo entre el 12 de septiembre de 2001
y el 12 septiembre de 2002. Las noticias fueron seleccionadas siguiendo dos cri-
terios: primero, su relevancia respecto al tema y su aparición en secciones de
noticias y/o reportajes; segundo, para su búsqueda se utilizaron como criterio
los términos illegal immigration y sus variantes: Mexican migration, Mexican
immigration, Illegal Mexicans, undocumented immigration, undocumented, undo-
cumented Mexicans. El material seleccionado fue obtenido a través de ProQuest.
Es importante anotar que en este trabajo se entrecomilla y se utilizan itálicas
para el término ‘ilegal’ con el fin de establecer el uso oficial y derogatorio que se
le da para referirse a los migrantes indocumentados; de otra forma, el término
indocumentado es utilizado en lugar de ‘ilegal’ como argumento para problema-
tizar el esencialismo resultado del nacionalismo-conservadurismo histórico de
los Estados Unidos. Igualmente, la traducción del inglés al español de las noti-
cias son responsabilidad del autor.
El estudio utiliza la propuesta de Anabela Carvalho (2008), basada en la
metodología del análisis del discurso. Carvalho propone la identificación de los
actores, el uso del lenguaje-retórica, las posiciones ideológicas, y la contextuali-
zación histórica para el análisis de discursos mediáticos.
Poca literatura en el campo de los estudios de los medios y el periodismo
han explorado específicamente los discursos periodísticos representando la
migración mexicana, ni la yuxtaposición de tres áreas: 1) el uso metonímico de
indocumentado, ‘ilegal’ y, más recientemente, potencial terrorista para definir
al mexicano; 2) la transformación del migrante mexicano como una estrategia
discursiva para justificar el nacionalismo; y 3) el uso del discurso derogatorio del
mexicano para avanzar agendas de grupos de poder.
Mientras algunos estudios en los Estados Unidos analizan frecuentemente la
retórica de los medios de comunicación para demostrar la discriminación racial
sobre los indocumentados mexicanos (Chavez, 2001; Santa Ana, 2002; Ono &
Sloop, 2002; Chavez, 2008), este trabajo analiza también el rol de los medios
como una tecnología de poder fabricando la imagen del indocumentado.
Analizando la prensa, la pregunta básica de investigación que surge es ¿cómo
las noticias representan a la migración indocumentada? Una observación pre-
liminar lleva a afirmar que, primero, los discursos mediáticos tienen mensajes e
intenciones que sobrepasan la noción tradicional de la prensa como mera infor-
mante de la realidad y se convierten en constructores de la realidad; segundo,

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RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

las representaciones de la migración en las noticias no son ni construcciones


incidentales ni información aislada sin conexión con intereses económicos y
políticos.

4. Resultados y discusión

4.1 El discurso del New York Times sobre la ‘migración ilegal’


Entre septiembre 2001 y septiembre 2002, la migración se convirtió en un tema
noticioso recurrente y políticamente importante. El New York Times publicó
una nota sobre el tema aproximadamente cada dos días. Los datos muestran
que las noticias generadas durante ese año se pueden categorizar en tres ejes
temáticos. El primero explica los efectos de los ataques terroristas, los conflic-
tos y las soluciones. El segundo eje incluyó historias personales calibradas por
los ataques; estas historias estuvieron predominantemente relacionadas con
ciudadanos estadounidenses; esto de alguna forma describe la tragedia de los
migrantes indocumentados que nuevamente fueron invisibles a la opinión pú-
blica. Mientras algunas de las historias de los migrantes detallaban dramas per-
sonales, todas ellas apuntaban a su condición de ‘ilegalidad’. Convenientemente,
aunque sin sorpresa, alineado con el incremento de los conflictos militares que
siguieron al ataque, el tercer eje expresaba interés en la migración, pero no de
Latinoamérica. A raíz de los ataques, el periódico centró su atención en los con-
flictos relacionados con la migración indocumentada en diferentes países alre-
dedor del mundo. El número de artículos relacionados con la migración en otros
países representó cerca de la tercera parte de las noticias publicadas ese año.
Considerando exclusivamente los dos últimos ejes temáticos que se relacio-
nan con la migración local y global, algunas preguntas deben ser formuladas.
¿Por qué el periódico sitúa la migración indocumentada como una amenaza
global? ¿Cómo la preocupación doméstica se mezcla ideológicamente con la
preocupación global? Y ¿por qué la migración continúa siendo una amenaza
nacional?

4.2 Exportando la noción de ‘ilegalidad’ globalmente


Desde el inicio, los ataques del 11 de septiembre convirtieron a la migración en
un problema mayor para el país. Los medios permitieron al mundo entrar a
la escena de la tragedia, material y simbólicamente. También dejaron saber al
mundo que la migración estaba ligada al terrorismo. En el New York Times, la
simbiosis fue reiterada al momento en que se incorporó a la narrativa los eventos
relacionados con terrorismo y migración alrededor del mundo. Esta reiteración
periodística fue un espacio donde las ideas de terrorismo global y migración in-
documentada intersectaron de forma alarmante; además, esta concatenación a
lo largo de la narrativa apunta a la justificación de una guerra global contra estos
dos enemigos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 121


VILLALOBOS ROMO

La presencia de migración indocumentada en otros países es usada para


argumentar discursivamente que la migración crea una agresión epistémica al
país. Las noticias del periodo analizado muestran que el periódico contribuyó
a presentar una visión de la migración como un problema extendido alrededor
del mundo. De hecho, se problematizó la idea de ‘ilegalidad’ señalando, paradó-
jicamente, cómo los efectos locales son amenazas globales. El problema con este
paralelismo es que ignora las particularidades históricas mundiales de la migra-
ción y el terrorismo. Al entrelazar narrativas sobre terrorismo con migración
indocumentada construye un marco que es utilizado para justificar una guerra
contra ambos, terrorismo y migración. Los ataque perpetrados el 9/11 son equi-
parados con acciones terroristas en otros países. Al simplemente ignorar los
contextos socio-históricos de cada país, el argumento sobre la globalización de
la guerra fue fácilmente construido.
La secuencia cronológica misma de las noticias del New York Times con-
struyó un argumento al que se le quiso dar un carácter lógico. En una síntesis
diacrónica de las noticias se puede identificar esta secuencia argumentativa
como sigue: el terrorismo en los Estados Unidos es similar al terrorismo en otros
países; algunas de las víctimas en el World Trade Center (WTC) son de países
que han luchado con grupos terroristas; inmigrantes ‘ilegales’ perpetraron los
ataques del 9/11; la migración ‘ilegal’ está causando problemas internacionales;
por lo tanto, endurecer las políticas migratorias es la solución.
No es difícil entender que el razonamiento surgió como una reacción a los
ataques, pero también ofreció la lógica política que llevó a los Estados Unidos y
el mundo a embarcarse en una guerra contra el terrorismo mientras se imple-
mentaban controles más estrictos a la migración. Lo que debe ser evidenciado
aquí es la construcción de un argumento basado en generalizaciones, extrapola-
ciones infundadas, y un cierto nacionalismo emocional.
El siguiente ejemplo sirve para ilustrar lo anterior. Once días después de
los ataques terroristas se publica el encabezado “Foreign Impact: Attack Took
Heavy Toll on Many Countries” (Sachs, 2001). Es claro en esta frase que se pasa
de una premisa inicial, los Estados Unidos como un caso particular, a una gene-
ralización del impacto a nivel mundial. A través del corpus de la noticia se cons-
truye un paralelismo implícito entre terrorismo en Estados Unidos y terrorismo
en Irlanda, Japón, Italia, Alemania y Gran Bretaña. El puente que conecta lo
doméstico y lo global son las muertes de ciudadanos de estos países en el World
Trade Center. La inclusión en este argumento de países específicos y la exclu-
sión de víctimas de otros países, como las decenas de trabajadores mexicanos
muertos y desaparecidos en el mismo lugar, sugiere la tendencia del periódico a
globalizar el terrorismo.
Los grupos que han promovido el terrorismo en Irlanda −Ejército Republicano
Irlandés−, Italia −Brigadas Rojas−, Japón −Aum Shinrikyo− y los otros países men-
cionados han actuado en respuesta a problemas nacionales; los ataques terroristas

122 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018


RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

han ocurrido históricamente dentro de las fronteras nacionales. Esto se identifica


como terrorismo doméstico.
A diferencia del terrorismo doméstico, los ataques del 11 de septiembre pro-
vinieron de una organización externa, extranjera y fundamentalista, Al-Qaeda;
por lo tanto, la razón de ser de los ataques no es un conflicto interno o nacio-
nal, sino un enfrentamiento ideológico entre naciones. Las circunstancias y los
motivos son diferentes, aunque los terribles efectos del terrorismo en cualquier
país deben ser condenados. La noticia construyó un argumento empático ape-
lando a la angustia emocional, lo que algunos definen como el pánico moral. La
nota cierra con una referencia a “otros países que han experimentado el terro-
rismo y la violencia política en casa [y los que] también han sido afectados por
el desastre [de los Estados Unidos]” (Sachs, 2001). La primera parte de la afirma-
ción invoca a Israel y su sufrimiento por el terrorismo en casa, mientras que la
segunda parte hace referencia a Colombia, sugiriendo que las víctimas colom-
bianas de los ataques terroristas eran ‘ilegales’.
Esta insinuación de los colombianos indocumentados no se da en el ámbito
del estatus legal de las víctimas colombianas, sino en asumir de facto que siendo
latinoamericanos son ‘ilegales’. Por un lado, se reproduce el patrón discursivo
que vincula a los latinoamericanos y los trabajadores migrantes con la ‘ilegali-
dad’. Lo que es más interesante, por otro lado, es que en la narración, ninguna de
las víctimas fatales de los otros países tiene la calidad de ser ‘ilegal’. Los países
mencionados son considerados países desarrollados a diferencia de Colombia.
Profundizando en el análisis, la estructura del encabezado ofrece más evi-
dencia sobre la valoración del evento. En primer lugar, no sólo existe un deter-
minismo geográfico (Norte vs Sur) sino también un determinismo sociológico
en el que una causa local (ataques) tiene efectos globales (extranjeros); segundo,
el determinismo lingüístico (adjetivo + sustantivo) es crítico para mejorar la
conexión discursiva (Impacto + Extranjero; Gran + Cobro; Muchos + Países); y
tercero, hay una clara intención de desvincular a las víctimas de cualquier rela-
ción con la ciudadanía de los Estados Unidos, todos los que se mencionan son
extranjeros.
Después de casi un año de informar sobre la migración como un conflicto
en todo el mundo, el New York Times pone su atención en la Unión Europea y su
discusión sobre las políticas migratorias de los países miembros. Influenciada
por una tendencia política de derecha, la cumbre europea discutió dos aspec-
tos críticos de la Unión: la globalización y la migración. Uno de los titulares del
New York Times resalta sólo uno de los temas: “European Summit Talks Open
Today; Focus is Immigration Control” (Erlanger, 2002). A pesar de que la crisis
económica y la inestabilidad de la Unión Europea fueron temas prioritarios que
se discutieron en la asamblea, el periódico subraya la migración y su control
como el punto central. Para un continente en el que la inmigración ha sido una
variable fundamental en su configuración, el control de la inmigración adquiere
un nuevo significado a nivel local e internacional. La noticia y la cumbre en sí

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 123


VILLALOBOS ROMO

misma sugieren la idea de que administrar la migración podría ayudar a esta-


bilizar la economía regional y también brindar protección contra los ataques
terroristas. De esta forma, se asume que el proteccionismo económico y de la
migración reconstituye las relaciones eurocéntricas que todavía dominan y
reproducen las desigualdades mundiales Norte-Sur.
Además de globalizar la guerra contra el terrorismo, crear una simbiosis
dialéctica entre el terrorismo y la ‘ilegalidad’ y presentar a los Estados Unidos
como una sinécdoque para el mundo, la narrativa periodística también despliega
la práctica discursiva de retratar lo que es anormal y ocultar lo que es normal.
Ésta es la lógica de la operación que es tan familiar en el discurso nacionalista de
Estados Unidos. La universalización del punto de vista particular de los Estados
Unidos niega la singularidad de las experiencias personales y locales, y demues-
tra el papel hegemónico continuo de ese país en Occidente.
Con estos dos ejemplos, el periódico implica a la migración como el principal
factor en la desestabilización del mundo. A principios de siglo, John Comaroff
(Bhabha & Comaroff, 2002) describió con precisión al inmigrante como un ícono
de la era neoliberal. La narrativa del New York Times, en este caso, describe al
inmigrante como una metonimia viviente de la ruptura del orden internacional.
Los inmigrantes se fortalecen y rompen con las fronteras y las políticas territo-
riales en un círculo infinito. El inmigrante es considerado, dice Comaroff, “la
bruja postmoderna” (p. 26) por la forma en que se lo representa y los atributos
que se le asignan. En ese sentido, el inmigrante en el New York Times es un ver-
dadero transgresor del orden mundial.
Con el fin de ofrecer un marco más amplio sobre el tema, es pertinente pre-
sentar algunos de los titulares analizados, los cuales son sintomáticos de cómo
había un interés por globalizar el problema de la migración:
• Los iraquíes acusados d ​​ e contrabandear inmigrantes de Oriente Medio a los
Estados Unidos
• Pekín está cerrando escuelas para migrantes
• Australia quiere más personas sin más inmigrantes
• Los solicitantes de asilo prendieron fuego en Gran Bretaña
• Miles de inmigrantes ilegales llegan al puerto siciliano
• Migrantes detenidos a lo largo de la costa turca
• Los migrantes norcoreanos arrastran a Estados Unidos a un desastre
diplomático
• Malasia deportando a trabajadores indonesios y filipinos
• Amnistía acusa a España de racismo contra inmigrantes,
Esta tendencia globalizadora del terrorismo y la migración encuentra expli-
cación en el terreno del nacionalismo. La territorialidad geográfica y simbólica y
la identidad cultural de la estabilidad del Estado-nación, auto-identificada como
un lugar de homogeneidad y equilibrio (Morley, 2000, p. 207), están en riesgo.
Por esa razón, la “bruja postmoderna” de Comaroff tiene su lugar en la narrativa
del New York Times. Los inmigrantes son representados como un flagelo inter-

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RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

nacional que afecta las esferas de la salud, la política, el sistema legal, la educa-
ción y la cultura. Las secuelas del 11 de septiembre proporcionaron un nuevo
significado a la migración ‘ilegal’ en el discurso periodístico, representada como
un problema para ser eliminado, controlado, asimilado o marginado. Yendo más
lejos, en este contexto de ‘ilegalidad’, el discurso terrorista se aplica implícita-
mente a los migrantes como una variable que los convierte en una amenaza para
la seguridad de la nación.
Aunque son dos problemas sociales diferentes, María Soledad Saux (2007) y
Elspeth Guild (2003) argumentan que la construcción de una asociación entre el
terrorismo y la inmigración captó la atención pública global; están colapsados​​
en el imaginario social a través de las narrativas de miedo, ansiedad y control
ineficaz del gobierno por parte de los medios. En otras palabras, la mercan-
tilización global de la migración indocumentada por parte de la prensa sigue
reproduciendo situaciones episódicas que podrían transmitir efectivamente un
sentimiento de inseguridad nacional y personal.
Este tipo de pánico moral que vincula al terrorismo y los migrantes podría
explicarse a través de la definición de Joseph Nye (2004) del “poder blando”
que apareció, irónicamente, en el New York Times. En contraste con el poder
duro, argumenta Nye, “el poder blando −la capacidad de cooptar en lugar de
mandar− descansa sobre los recursos intangibles: cultura, ideología, la capa-
cidad de usar las instituciones internacionales para determinar el marco de
debate” (2004, p. 33). Podemos argumentar entonces que el New York Times
como poder blando no es una institución política por definición, pero es parte
de una industria transnacional con influencia local e internacional, sostenida
por la estructura de la industria de los medios y los avances tecnológicos. A
través del periódico, las instituciones sociales tienen el potencial de influir en
las agendas políticas locales y globales, particularmente en materia de migra-
ción y terrorismo.

4.3 La ambivalencia ideológica doméstica


Un segundo eje temático se refiere a la migración mexicana en el contexto lo-
cal. Hay dos tendencias sociales en Estados Unidos con respecto a la migración.
Están entrelazadas, aunque cada una representa a la ‘ilegalidad’ de manera dif-
erente. Primero, las ambivalencias sobre los migrantes indocumentados entre
2001 y 2002 reflejan los estados de confusión, enojo y sanación por los que pasó
la población estadounidense. Segundo, la ‘ilegalidad’ funciona como una cate-
goría intercambiable; esta flexibilidad nos permite explorar algunos de los com-
ponentes de la teoría del ‘framing’ o representación de Entman (1993).
El siguiente ejemplo explica cómo funciona la representación. Encontramos
en el New York Times narraciones en las que la ‘ilegalidad’ está asociada con el
terrorismo, los trabajadores migrantes, los problemas globales y los conflictos
geopolíticos; más sutilmente, está alineado con las diferencias culturales en los
Estados Unidos representadas a través de categorías construidas como raza,

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VILLALOBOS ROMO

nacionalidad, religión y género. Estas categorías son utilizadas para describir la


‘ilegalidad’ como un problema, como la causa de lo sucedido, o como un juicio
moral que condena a la población indocumentada.
En octubre de 2001, el New York Times publicó la crónica de un panel en
el que participaron varios sindicatos discutiendo el tema de los trabajadores
indocumentados. Durante el debate surgieron cuestiones económicas, legales
y morales a favor y en contra de la práctica de contratar trabajadores indocu-
mentados, lo que refleja la ambivalencia histórica del país con respecto a los
inmigrantes. El evento fue reportado con el encabezado “Sindicatos recon-
sideran los vínculos con la mano de obra indocumentada” (Strugatch, 2001),
señalando la relación capitalista integrada en la explotación de los trabajadores
migrantes. Los sindicatos aceptan implícitamente que han estado contratando
trabajadores indocumentados, y también señalan que esta fuerza de trabajo
es ‘ilegal’, razón por la cual buscan encontrar soluciones a este problema. El
ámbito de la legalidad (sindicatos) colisiona con el ámbito de la ‘ilegalidad’
(trabajadores); en el contexto histórico que se vivía en ese momento, los sindi-
catos fijan su postura alineándose al patriotismo emergente del momento; los
sindicatos rompen relaciones laborales con los trabajadores indocumentados;
de esta forma, el trabajador indocumentado es considerado el problema, no los
sindicatos.
Una diferencia elocuente entre la conceptualización marxista de las con-
diciones laborales de la “clase obrera” y los trabajadores indocumentados en
Estados Unidos es que, como De Genova (2002) ha señalado consistentemente,
los trabajadores indocumentados viven en condiciones de marginación, segre-
gación, pobreza y desesperación de una manera que los hace vulnerables a la
explotación y la deportación. De hecho, la representación marxista de los tra-
bajadores en las fábricas como agentes del cambio revolucionario contrasta con
la vida de los trabajadores campesinos e indígenas asentados en los múltiples
espacios rurales y urbanos de la nación; la diferencia es, como las noticias lo
reflejan, que las condiciones legales de los trabajadores migrantes los mantie-
nen marginados en guetos, carentes de los beneficios sociales debido a las res-
tricciones jurídicas y sociales que se les imponen.
Un mes después de esta publicación, un artículo del New York Times des-
cribía la situación de la guerra contra el terrorismo como aquella en la que se
estaba haciendo un lento progreso para descubrir terroristas entre los inmi-
grantes ‘ilegales’. En un esfuerzo argumentativo descuidado, la noticia mezcla
la esfera del terrorismo con la esfera de la migración indocumentada. Este es el
momento en el que surge esta nueva narrativa asociando ambas esferas.
La razón de este progreso glacial, como se caracteriza en el artículo, es que
“los ataques terroristas han dejado al descubierto la antigua ambigüedad del
país sobre la cuestión de qué hacer con la inmigración ilegal. [...] Esfuerzos para
descubrir terroristas entre los extranjeros ilegales logran un progreso glacial,
dicen los críticos” (Sengupta & Drew, 2001). Hay dos supuestos en este artículo

126 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018


RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

que es importante enfatizar: la descuidada conexión semántica entre terrorista


y migración ‘ilegal’; se asume, entonces, que los terroristas se encuentran entre
los migrantes ‘ilegales’. Y por otro lado, el valor inherente asignado al trabajo de
los indocumentados.
Esa ambigüedad, en gran medida, ha servido como una estrategia perfecta
para administrar la inmigración. Por un lado, hay leyes migratorias más estric-
tas, y por otro lado hay una aplicación relajada y permisible que beneficia a las
economías de Estados Unidos y México. Esta estrategia no es reportada en el
sistema de noticias. Los medios dan prioridad visual a los trabajadores que vio-
lan las leyes de inmigración de Estados Unidos, pero niegan cualquier informa-
ción sobre la violación de la ley por parte de las empresas y la complacencia del
gobierno al ignorar la aplicación de la ley.
A lo largo de las noticias analizadas, la generalización y homogeneización
de los “migrantes ilegales” pretende representar neutralidad, sin referirse a un
grupo étnico-cultural específico. Sin embargo, la incorporación constante y
sutil de elementos simbólicos, como imágenes (agentes de patrulla fronteriza
y migrantes en la frontera con México), nombres (nombres latinoamericanos) o
ubicaciones geográficas (la metonímica Frontera Sur), identifica por inferencia
la conexión narrativa con un grupo específico: los mexicanos.
En otros casos, la ambigüedad está presente en la transformación dialéc-
tica que tiene la capacidad de transportar al lector de visualizar a los trabaja-
dores indocumentados como una mercancía a su humanización. En el primero,
son objetos discursivos que pueden utilizarse para cosechar mayores benefi-
cios políticos; para contrastar y reforzar la identidad nacional; para justificar
el control fronterizo, las detenciones injustificadas o la creación de políticas
de inmigración más hostiles. Es importante reconocer que existe también el
esfuerzo de las noticias por humanizar al migrante que también vivió la trage-
dia del 9/11.
La totalidad de las voces presentes en las noticias del New York Times se refie-
ren explícita o implícitamente a los trabajadores migrantes como una amenaza
permanente. Las voces predominantes de estos periódicos (gobiernos, ONG,
periodistas y otras voces oficiales) están en un diálogo constante. Claramente,
las voces de los inmigrantes han sido ignoradas. La narrativa de la guerra contra
el terrorismo requería un enemigo, y los ‘ilegales’ se convirtieron en el blanco
nacional.

5. Conclusiones

Las historias sobre la migración indocumentada mexicana reverberan a través


de los medios masivos de comunicación, particularmente en los sistemas de
noticias. Indiscutiblemente las noticias tienen un rol significativo al definir un
problema social. Éstas pueden tener un efecto sobre la forma como las audien-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 127


VILLALOBOS ROMO

cias crean sentido y evalúan la construcción de la realidad que les es presentada.


En el caso estudiado, el periódico New York Times ofreció una imagen de la mi-
gración indocumentada en el marco de los atentados terroristas de 2001 con la
capacidad de influir en la opinión pública y en la percepción sobre ella.
Lo que observamos en este caso es un patrón persistente e interpretativo de
información que enfatiza y al mismo tiempo excluye ideas y eventos posteriores
a los ataques terroristas para formar un contexto valorativo sobre la migración
indocumentada que resonó nacional e internacionalmente. La incorporación
episódica de eventos seleccionados van dando forma a una narrativa que privi-
legia el nacionalismo-patriotismo poniendo como ejes temáticos el terrorismo y
la ‘migración ilegal’ como la razón para embarcarse en una guerra global contra
el terrorismo.
Una vez que ese marco narrativo es establecido, la conjugación de las his-
torias con la retórica y argumentación noticiosa invita al lector a incorporarse
a la lectura, asumiendo que el lector cuenta con creencias pre-existentes que
complementan la amenaza de la migración indocumentada que es represen-
tada ya no como un transgresor de la ley sino además como un potencial terro-
rista. Las noticias logran resituar el problema de la migración como una ame-
naza global sugiriendo la respuesta potencial de solucionar el conflicto a través
de la guerra.
En el contexto actual, la presencia de migrantes latinoamericanos en
los Estados Unidos ha transformado significativamente la faz de la nación.
Preocupante en los últimos años ha sido la llegada masiva de niños no acom-
pañados y la confirmación de una crisis migratoria global. En 2018, la migración
se ha convertido en una de las principales tendencias noticiosas. Una nueva
valoración de las noticias arrojaría luz sobre la reproducción sistemática actual
del encuadre surgido a partir del 2001. La evidencia apunta hacia allá.
En los países en desarrollo, el deterioro de las condiciones socioeconómicas
está empujando a las familias a abandonar su país y migrar; en respuesta, los
gobiernos del mundo han endurecido las políticas de inmigración. En América
Latina, la combinación de una crisis económica endémica y profunda y la exac-
erbación de la violencia han desplazado a las personas más vulnerables.
Por otra parte, desde 2001 han surgido otros grupos terroristas y más ataques
se han perpetrado, lo mismo que se ha exacerbado las reacciones homofóbi-
cas contra los migrantes. La retórica social y política sigue encuadrando a los
migrantes como una amenaza.
Los medios de comunicación y particularmente el periodismo, siguen
siendo fundamentales en la vida de las personas. La tecnología interactiva
abre un nuevo espacio para que la audiencia genere y distribuya información.
Este capitalismo global, conectado e informado, sigue manteniendo el poder,
produciendo y controlando la producción de significado social. La pregunta es
¿cómo involucrarse en un debate crítico sobre el ejercicio de poder de la indu-
stria cultural sobre la forma en que representa a las minorías?

128 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018


RETÓRICA MEDIÁTICA Y MIGRACIÓN. LAS REPRESENTACIONES DE LA MIGRACIÓN...

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130 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018


A saga e o sofrimento do outro
senegalês: a construção
do racismo em representações
midiáticas da migração
Saga and suffering of the Senegalese other: building racism
into media representations of migration

La saga y el sufrimiento del otro senegalés: la construcción


del racismo en representaciones mediáticas de la migración


Liliane DUTRA BRIGNOL
Universidade Federal de Santa Maria, Brasil / [email protected]

Nathália DREY COSTA


Universidade Federal de Santa Maria, Brasil / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 131-147)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 23-03-2018 / Aprobado: 28-07-2018

131
DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

Resumo
O artigo investiga a representação midiática da migração senegalesa no Brasil,
situando a discussão na perspectiva de identidade, representação, diáspora
e racismo. Para isto, parte de mapeamento da cobertura da mídia sobre a pre-
sença migratória de senegaleses no Rio Grande do Sul, com análise de conteúdo
de 145 matérias em sites de oito jornais entre 2014 e 2015, para aprofundar a
análise em reportagem do jornal Zero Hora, representativa sobre a chegada de
novos fluxos migratórios ao país. Identificamos que, mesmo que se proponha a
mostrar de maneira humanizada a situação dos migrantes, a reportagem ainda
o faz a partir de referentes que reforçam a associação entre vitimismo e migra-
ção, indicando uma construção midiática que naturaliza as diferenças entre
nós, nacionais, e o outro, migrante negro.
Palavras-chave: representações; mídia; migrações; racismo.

Abstract
This article investigates the media representation of Senegalese migration to
Brazil, drawing on debates on identity, representation, diaspora, and racism. It
maps out media coverage on Senegalese migration in the state of Rio Grande do
Sul by analyzing the content of 145 news items on websites from eight news-
papers between 2014 and 2015. Later, this helps to analyze an article portray-
ing the arrival of new migration flows to the country from newspaper Zero
Hora. We have identified that, even though it is set to show migrants’ situation
in a humanized fashion, the newspaper article still reinforces the association
between victimhood and migration, thus pointing to a media construction that
naturalizes differences between us, nationals, and the other, the black migrant.
Keywords: representations; media; migrations; racism.

Resumen
El artículo investiga la representación mediática de la migración senegalesa en
Brasil, situando la discusión en la perspectiva de identidad, representación,
diáspora y racismo. Para ello, parte del mapeo de la cobertura de los medios so-
bre la presencia migratoria de senegaleses en Rio Grande do Sul, con análisis
de contenido de 145 temas en sitios de ocho diarios entre 2014 y 2015. El análi-
sis se profundiza con un reportaje del diario Zero Hora, representativo sobre la
llegada de nuevos flujos migratorios al país. Identificamos que, aunque se pro-
ponga mostrar de manera humanizada la situación de los migrantes, el repor-
taje lo hace a partir de referentes que refuerzan la asociación entre victimismo y
migración, indicando una construcción mediática que naturaliza las diferencias
entre nosotros, nacionales, y el, otro, migrante negro.
Palabras clave: representación; medios de comunicación; migraciones; racismo.

132 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

1. Introdução

Pensar sobre as migrações transnacionais implica em refletir também sobre as


representações produzidas, postas em circulação e consumidas sobre tal fenô-
meno através da mídia. A representação midiática pode ser entendida como
parte da experiência que construímos socialmente sobre os fluxos migratórios
contemporâneos, tanto para quem deixa seu país de nascimento quanto para
quem convive com a diferença colocada em contato de forma mais dinâmica por
tais deslocamentos.
A partir deste reconhecimento, o presente texto articula reflexões desenvol-
vidas durante o projeto de pesquisa “Comunicação em rede, diferença e inter-
culturalidade em redes sociais de migrantes senegaleses no Rio Grande do Sul”
(com apoio da Fapergs/RS)1. Neste artigo, o interesse volta-se para a representa-
ção midiática da migração de senegaleses no contexto brasileiro, especialmente
ao estado do Rio Grande do Sul (RS). Para esta abordagem, situamos nossa
compreensão de identidade e representação na perspectiva dos estudos cul-
turais. Como procedimentos metodológicos, desenvolvemos um mapeamento
da cobertura da mídia sobre a presença migratória de senegaleses no RS, com
a coleta e análise de conteúdo de matérias publicadas nos sites de oito jornais
nacionais e regionais, entre 2014 e 2015. Dentre a coleta de matérias jornalísti-
cas locais, destacamos a análise de uma reportagem publicada pelo jornal Zero
Hora, em junho de 2015, que acompanhou o cotidiano de migrantes haitianos e
senegaleses no estado do Acre, Norte do Brasil, durante um mês em que aguar-
davam transporte e regularização da sua situação no país.
Sobre a presença de senegaleses ao Brasil, entre os estados brasileiros que
mais recebem esses migrantes está o Rio Grande do Sul. A partir de 2015, foram
concedidas mais de 800 vagas de trabalho temporárias no estado a migran-
tes desta nacionalidade, segundo relatório do Observatório das Migrações
Internacionais (OBMigra), vinculado ao Ministério do Trabalho no Brasil.
Relatório do Conselho Nacional de Imigração (CNIg) informou que foram conce-
didas mais de 200 autorizações de trabalho temporário e permanente a senega-
leses no Brasil no primeiro trimestre de 2016, apenas em uma aproximação ofi-
cial à presença migratória que chegou a ser estimada em torno de 4 mil pessoas
por entidades da sociedade civil.
Os senegaleses estão presentes em municípios como Caxias do Sul2, Passo
Fundo, Marau, Erechim, Bento Gonçalves, Porto Alegre, entre outros. A chegada
foi intensificada desde 2010, período no qual cidades gaúchas passaram a fazer
parte do destino de migrantes transnacionais, atraídos, sobretudo, pela até

1 Aprovado no Edital 02/2014 – Pesquisador Gaúcho da Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado do


Rio Grande do Sul (Fapergs) e desenvolvido no Departamento de Ciências da Comunicação/ Programa de
Pós-graduação em Comunicação da Universidade Federal de Santa Maria (UFSM) – Santa Maria – RS.
2 O Centro de Acolhimento ao Migrante (CAM), sediado em Caxias do Sul (RS), registrou mais de 1900
migrantes atendidos pelo centro até 2014.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 133


DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

então crescente oferta de trabalho na indústria alimentícia, metal-mecânica e


na construção civil, cenário também em mudança desde o período mais recente,
com a redução de oferta de vagas no mercado de trabalho local, em função da
crise econômica vivida no país.
Diante da aproximação da temática ao contexto da migração senegalesa, a
pesquisa, em que se insere este artigo, nos exigiu refletir sobre a própria noção
da diáspora como metáfora para um sentido mais fluido e maleável de cultura
e de identidades (Hall, 2003), ou mesmo como uma ecologia social de identifi-
cações (Gilroy, 2012). Localizado na África Ocidental, colônia francesa até 1960,
o Senegal tem sua história marcada pela trajetória de deslocamento de sua
população, sobretudo rumo à França e a outros países da Europa, principal-
mente Espanha e Itália, depois aos Estados Unidos, países identificados como
sinônimo de progresso diante da lógica colonial. Desde o começo do século XXI,
com o endurecimento de políticas migratórias, vêm-se diversificando esses des-
tinos, sendo a América do Sul, principalmente Argentina (Kleidermacher, 2013;
Chevalier-Beaumel & Morales, 2012) e Brasil (Tedesco & Kleidermacher, 2017;
Heredia, 2015) os mais frequentes.
No contexto brasileiro, a presença migratória pode ser observada pela inser-
ção de senegaleses no mercado de trabalho formal e pela atuação no comércio
informal. Marcada pelo caráter laboral, a migração senegalesa ganha visibili-
dade também a partir da atuação de entidades de caráter político, religioso e
cultural, a exemplo de associações dos senegaleses de Porto Alegre, de Caxias do
Sul e de outros municípios gaúchos. Manifestações religiosas promovidas pelos
muçulmanos ligados à confraria Mouride, professada pela maioria dos sene-
galeses que aqui chegam, e atividades como festas, e mostras, ganham espaço
também na mídia local. Infelizmente, a dimensão do conflito, com situações
de racismo e xenofobia, dirigidas a um coletivo formado majoritariamente por
homens, jovens e negros, também fazem parte do cotidiano dos senegaleses e
integram a cobertura da mídia.
Diante deste cenário, interessa-nos refletir sobre as representações dos
migrantes senegaleses na mídia, a partir de um entendimento das construções
midiáticas enquanto práticas simbólicas com lógicas específicas que são, refle-
xivamente, constitutivas de modos de percepção da população local sobre a
migração, atuam nas próprias experiências migratórias e sinalizam um sentido
comum que vai sendo compartilhado sobre os coletivos migrantes.

2. Representação midiática e a construção


do discurso racializado das diferenças

Partimos de uma compreensão de representação enquanto dimensão que


conecta o sentido e a linguagem à cultura. Fundamentada em seu enfoque cons-
trutivista, a representação configura a própria produção de sentido pela lin-

134 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

guagem, um sentido que, em dinâmicos processos de intercâmbio e tradução,


nunca é direto ou transparente e não permanece intacto na passagem represen-
tacional (Hall, 2016).
Nesta perspectiva, as representações são pensadas pelo foco da identidade
e da diferença, enquanto uma construção que se dá por oposição. Partindo do
caráter relacional e flexível das identidades, sempre abertas e plurais, o con-
ceito de representação só pode ser entendido a partir da relação entre cultura
e significado. Segundo Hall (1997), a representação atua simbolicamente para
classificar o mundo e nossas relações no seu interior, de modo a incluir práticas
de significação e os sistemas simbólicos por meio dos quais os significados são
produzidos, posicionando-nos como sujeitos. O autor faz, portanto, pensar as
identidades sociais como construídas no interior da representação, através da
cultura, não fora delas.
Ao estudar as imagens do negro na cultura ocidental, sobretudo britânica,
por exemplo, Hall (2010, p. 423-424) destaca que as representações são utiliza-
das como ferramentas para marcar diferenças raciais e significar o outro racia-
lizado. O pesquisador destaca três componentes de encontro do Ocidente com
os povos negros, responsáveis por uma sucessão de representações baseadas na
marcação de diferença racial que leva, muitas vezes, à estereotipação como prá-
tica. O primeiro encontro começou com o contato no século XVI entre comer-
ciantes europeus e os reinos da África Ocidental, com efeitos em três séculos de
escravidão. O segundo momento trata-se da colonização da África, o controle
e a exploração dos territórios coloniais, seus mercados e matérias-primas. O
terceiro encontro é, justamente, a migração, a partir do século XX, do chamado
“terceiro mundo” rumo à Europa e América do Norte.
Na conformação desses discursos sociais construídos a partir da mediação
das culturas e das experiências de identidades, a mídia aparece como articu-
ladora central. Passa a ser fundamental, portanto, às dinâmicas de reconheci-
mento e legitimação de critérios com os quais os grupos sociais são percebidos
e percebem a si mesmos. Esta representação midiática é construída em um
cenário de centralidade dos meios de comunicação na conformação dos senti-
dos compartilhados socialmente, sendo parte essencial da mediação das nos-
sas experiências cotidianas (Silverstone, 2005). Assim, o espaço midiático se
insere nessa arena de sentidos, por meio da linguagem e por meio das repre-
sentações sociais em disputa. Sodré (1992) avalia que o caráter industrial dos
meios de comunicação contribui para o reforço de papeis e estereótipos presen-
tes na memória coletiva de uma sociedade tradicional. O autor expressa que as
representações sociais são fundamentais na questão do relacionamento com a
alteridade. A naturalização da cultura, base do pensamento racista para Sodré
(em consonância com Hall), é a problemática que segue reproduzindo represen-
tações racistas que rejeitam reformas em seu interior. Criam-se apenas repre-
sentações engessadas − ou, como sintetiza Fanon, “aquilo que se chama de alma
negra é frequentemente uma construção do branco” (Fanon, 2008, p. 30).

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DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

Ainda de acordo com Sodré (1992), o racismo é tanto um suposto saber ime-
diato sobre o outro (um sistema de representações) quanto uma relação social
concreta no interior de um território que se identifica enquanto nacional
(Sodré, 1992). Para o pesquisador, uma cultura que se atém demasiadamente
às representações feitas no espaço midiático, tende a manter a representação
do negro e do migrante (em alguns casos, também negro) como essencialmente
negativa. Naturalmente, o estereótipo serve à manutenção da ordem do social
e do simbólico, pois o processo de estereotipar algo está centralizado em espa-
ços onde ocorrem grandes desigualdades de poder (Hall, 2010). O estereótipo é,
simultaneamente, “um substituto e uma sombra” (Bhabha, 2003, p. 126), por-
tanto, se atém a poucos traços que são eternizados e que se agarram a aspec-
tos reducionistas da realidade, fixando limites e excluindo o que não se encaixa
nesse mecanismo (Hall, 2010).
O racismo é também um problema de representação e naturalização do dis-
curso racializado. Fanon ([1952] 2008) reivindica a necessidade de afirmação
de valores positivos em relação ao negro, focando na universalização desses
valores. Remeter à antiguidade africana e às civilizações que se construíram
no continente são ações válidas para situar o negro na história da humanidade,
porém, sem que essa localização o separe do restante da humanidade, o que
geraria mais brechas de diferenciação negativa entre brancos e negros. O
reforço e o valor da história e da identidade africanas estão nessa marcação
de culturas reconhecidas, colocando o negro em situação de igualdade, sem
a relação de superioridade e inferioridade de grupos perante outros (Fanon,
2008).
Assim, pensar nas representações a cerca da migração de senegaleses para
o Brasil exige inserir o debate em um contexto marcado pela naturalização e
pela construção de um discurso racializado das diferenças. Principalmente
porque no Brasil existe, historicamente, um “discurso da mestiçagem”
(Schwarcz, 2014), que condiciona as noções a respeito de negros e brancos no
país a de mestiços, miscigenados. Essa ideia de miscigenação produziu a carac-
terística de um racismo velado brasileiro, uma vez que ninguém seria (através
desta construção discursiva) totalmente branco ou preto. A produção da falsa
lógica de que não há racismo no Brasil, tem feito supor uma harmonia racial
brasileira. Porém, como pontua Schwarcz (2014), mesmo que o discurso da
identidade pressuponha igualdade de raças, trata-se de “uma retórica que não
encontra contrapartida fácil na valorização das populações mestiças e negras,
que continuam a ser [...] discriminadas nas esferas da justiça, do direito, do
trabalho e até do lazer” (Schwarcz, 2014, p. 28).
Portanto, se na identidade nacional costurada à identidade negra há dis-
criminação e ausência, é presumível o que esperar da representação da iden-
tidade negra não-nacional. É a partir destas compreensões que nos propomos
a voltar o olhar para as representações das migrações senegalesas na mídia
brasileira. Como lembra ElHajji,

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A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

[...] a presença, afirmação ou negociação de territórios existenciais e identitários


se dá, em grande parte, no novo lócus - por excelência - de luta pelo poder que é a
esfera midiática, [ficando evidente] a dramaticidade da questão da representação
midiática do outro nas relações intercomunitárias e, mais ainda, na relação das
comunidades especiais (étnicas no caso deste trabalho) com a sociedade em geral.
(ElHajji, 2011, p 6-8)

Como referido por Cogo e Brignol (2015), muitos estudos que focalizam
as representações sobre as migrações identificam uma tendência de crimi-
nalização sustentada pelo paradigma de defesa das fronteiras nacionais. Há
indicativos, nestas pesquisas, da ênfase em aspectos econômicos, relaciona-
dos a questões de segurança ou a políticas migratórias, que culpam ou viti-
mizam o migrante, abordando o tema de maneira redutora. Em parte, é o que
percebemos na cobertura sobre a migração senegalesa para o Brasil.

3. Migração Senegalesa Na Mídia

O mapeamento da mídia sobre a cobertura da migração senegalesa para o


Brasil foi realizado a partir da consulta semanal e da pesquisa no sistema de
busca dos sites analisados, pelo cruzamento das palavras-chave Senegal, sene-
galeses, africanos, migração e imigração, nos meses de março a dezembro de
2014 e 2015. Foram selecionados sites de jornais de circulação nacional: Folha
de São Paulo, Estadão e O Globo; sites de jornais com circulação no RS: Zero
Hora, e Correio do Povo; além de sites de jornais com circulação em cidades
gaúchas com destacada presença migrante: Pioneiro, de Caxias do Sul, Gazeta,
de Bento Gonçalves, e O Nacional, de Passo Fundo3.
Assumindo possível limite com a captura das matérias pelas ferramentas
de busca dos sites, foram localizadas 41 matérias jornalísticas relacionadas à
temática da migração senegalesa no Brasil em 2014, e 104 matérias jornalísti-
cas nos sites dos mesmos jornais em 2015. As matérias foram analisadas con-
forme as editorias em que foram publicadas, usos de imagens e recursos inte-
rativos, fontes acionadas para falar sobre o assunto, assim como por meio de
uma categorização temática criada a partir da leitura dos conteúdos, de modo
a agrupar sentidos comuns construídos midiaticamente. Nos dois períodos de
coleta, chegamos a onze categorias temáticas que indicam modos de repre-
sentação da migração senegalesa na mídia nacional e local. São elas: Saúde;
Discriminação/racismo; Polícia/violência contra migrantes; Polícia/crimes;
Economia/remessas; Chegada/cifras; Mercado de trabalho; Cidadania jurídica/
Políticas migratórias; Cotidiano; Mobilização social; e Integração.

3 Endereços eletrônicos: www.folha.uol.com.br, www.estadao.com.br, oglobo.globo.com/, gauchazh.clicrbs.


com.br/, www.correiodopovo.com.br, pioneiro.clicrbs.com.br/rs/, www.gazeta-rs.com.br, www.onacional.com.br.

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DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

Em 2014, conforme análise publicada em outro texto (Brignol, 2016), identi-


ficamos que a migração ainda era abordada majoritariamente pelo viés econô-
mico (trabalho, remessas) e das políticas migratórias (leis, cifras sobre a chegada
de novos migrantes), sobretudo nos jornais de circulação nacional. Pudemos
perceber a manutenção de uma cobertura de caráter discriminatório com a vin-
culação da presença migratória a questões de saúde pública (contaminação por
Ebola, por exemplo), e com casos de polícia. As matérias que discutiam a cidada-
nia migrante (direitos trabalhistas, acesso à justiça e saúde, políticas públicas)
apareceram relacionadas a uma questão de demanda social ou problemas a
serem resolvidos. Nos jornais locais de cidades com maior presença migratória,
identificou-se uma tendência à abordagem sob a perspectiva da integração, com
destaque a festas e manifestações culturais, assim como matérias que buscavam
enfatizar a contribuição do migrante, ainda que sob o enfoque mais econômico
do que social e/ou cultural.
Em 2015, a chegada de novos migrantes se mantém como a temática mais
recorrente, a exemplo da reportagem analisada neste artigo. O destaque é para
as estatísticas migratórias, com predomínio das cifras sobre as histórias dos
sujeitos envolvidos no fenômeno, de modo a configurar um sentido de medo
diante do crescimento da presença migratória, como já identificado na aná-
lise de Van Dijk (1997) sobre a cobertura do tema na imprensa europeia. Em
comparação com 2014, houve mais matérias que narram situações de con-
flito envolvendo migrantes, seja pela ação violenta da fiscalização do trabalho
informal, seja por denúncias de situação de racismo e agressões sofridas pelos
migrantes.
Embora a própria noção de integração precise ser problematizada, o con-
junto de matérias que identificamos a partir desta temática indica um sentido
de reconhecimento da presença migratória a partir de elementos valorados
como positivos. Aqui consideramos notícias ou reportagens que revelam aspec-
tos culturais, com ênfase em manifestações religiosas, assim como iniciativas da
sociedade civil que visam à interculturalidade. A presença crescente de maté-
rias com esse enfoque é sinalizadora de uma possível mudança na representação
midiática sobre a migração senegalesa. Entretanto, mesmo sob essa perspectiva,
ainda é pequeno o espaço de matérias que priorizem o protagonismo migrante
e que resguardem aos próprios sujeitos um lugar de fala sobre as experiências
vividas. Em alguns casos, como o que analisamos a seguir, mesmo que a matéria
se proponha a mostrar de maneira humanizada a situação dos que chegam ao
Brasil, ainda o faz a partir de referentes que tendem a naturalizar as diferenças
entre nós, nacionais, e o outro, migrante.

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A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

4. A saga e o sofrimento do outro senegalês:


análise de reportagem em ZH

A escolha da reportagem veiculada pelo jornal Zero Hora4, em 2015, se justifica


diante da quantidade de elementos para reflexões a respeito de representações
sobre a identidade senegalesa em diáspora no Brasil. A produção acompanha
durante um mês o cotidiano de senegaleses e haitianos que chegam à região
Norte do Brasil, no estado do Acre, em um abrigo gerido pelo governo estadual
para migrantes que aguardam regularização no país. A reportagem especial inti-
tulada Inferno na Terra Prometida5, produzida pelo repórter Carlos Rollsing e
pelo fotógrafo Mateus Bruxel, foi publicada em um momento de efervescentes
discussões sobre os fluxos migratórios contemporâneos Sul-Sul. A produção
midiática foi veiculada no exemplar impresso do jornal, porém, seu material
possui uma continuidade através de um hotsite do próprio jornal6, onde podem
ser encontrados a reportagem e os vídeos produzidos.
O primeiro parágrafo da reportagem traz a descrição do martírio enfrentado
pelos migrantes senegaleses e haitianos que chegam ao Brasil por meio de rotas
de coiotes7 na região Norte do país, como vemos no trecho a seguir:

Passadas 79 horas e quase 4 mil quilômetros de uma viagem desgastante e cheia de


imprevistos desde Rio Branco, capital do Acre, um grupo de 18 imigrantes final-
mente tinha São Paulo, a tão desejada e idealizada São Paulo, a seus pés, ao seu
redor, ao seu olhar.

O destaque para a jornada desgastante evidencia que o sonho de chegar a São


Paulo é forte o suficiente para suportá-la. Esse é o primeiro indício da constru-
ção de ideário de “saga” pela qual passam migrantes que decidem vir ao Brasil.
A matéria, como um todo, descreve o cotidiano de migrantes senegaleses e
haitianos na Chácara Aliança, abrigo alugado pelo governo acreano para uso des-
ses migrantes que chegam ao país. A reportagem especial é ambientada princi-
palmente no Acre, estado que na época recebia a maior parte de migrantes sene-
galeses no Brasil, servindo como uma “porta de entrada” para esses migrantes.
Nesse sentido, mais um elemento torna interessante a compreensão da repre-
sentação: a do território acreano enquanto “inóspito”. A região é bastante este-
reotipada na mídia, a exemplo do trecho escolhido para o final da reportagem:

4 Jornal fundado em 1964, passando para o conglomerado midiático do Grupo RBS no ano de 1970. Até 2015,
possuía uma estimativa de circulação diária de mais de 200 mil exemplares impressos. Atualmente, também
está disponível em formatos digitais online, com a versão para tablets e smartphones, além da veiculação diária
no portal de conteúdos Gaúcha ZH.
5 Endereço eletrônico: https://bit.ly/2zBnK6N.
6 Disponível, atualmente, apenas para assinantes: https://bit.ly/2InqjvI.
7 Termo que referencia agenciadores na migração irregular, que conduz migrantes por áreas de fronteira
mediante pagamento.

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DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

Quando deixaram o inóspito abrigo na Chácara Aliança, no Acre, avistaram uma


placa à esquerda, do lado interno do imóvel, que dizia: ‘Obrigado pela preferência’.
Mas não era preferência. Era apenas sobrevivência.

Os termos destacados reforçam a animosidade do ambiente e a necessidade


pela qual passam migrantes que chegam ao Brasil – diante do elemento textual
que reforça a sobrevivência em detrimento da escolha, salientando que, neste
caso, não existiria outra opção.
Para relacionar ao elemento de sobrevivência, salientado na reportagem,
recuperamos o termo diáspora como um conceito apropriado do povo judeu
para se pensar a experiência africana (Gilroy, 2012). Um elemento a ser consi-
derado a respeito do conceito de diáspora, como salienta Gilroy (2012) em seus
estudos sobre o Atlântico Negro, é a associação do termo ao pensamento judaico
moderno, carregado de noções de exílio, provações e dispersões. O termo é
“emprestado” pelo pensamento judeu diante da história do Êxodo, a partir de
noções bíblicas sobre dispersão global. A promessa de retorno à “terra prome-
tida” (referência utilizada no título da reportagem analisada, inclusive) carrega
noções basilares para se pensar o fenômeno migratório inspirado na necessi-
dade (de trabalho e renda). O mundo contemporâneo, nesse sentido, não abre
espaço apenas aos conflitos e enredos entre nações, mas, também, e forte-
mente, entre diásporas – deslocamentos e ressignificações a partir desses mes-
mos movimentos. A problemática desta noção é ater-se apenas aos conflitos da
dispersão forçada, oriunda de guerras, perseguições e escravidão. Conota fuga,
dispersão e sofrimento antes de mobilidade e deslocamento livre (Gilroy, 2007).
A necessidade – ou não – de retorno pode balizar o pensamento sobre diáspora
– sobre como a mesma representa fendas nos deslocamentos forçados na his-
tória da humanidade, ao mesmo tempo em que representa uma característica
inerente das formações sociais que é a própria mobilidade dos seres humanos, o
nomadismo ou mesmo o deslocamento entre territórios diferentes espalhados
pelo mundo por intenção e opção de vivência.
A concepção da migração como um calvário a ser ultrapassado pelo migrante
demonstra a aproximação com o sentido da migração apenas no universo do
sofrimento. Entender esse sentido representado pela mídia, e por outros espa-
ços culturais da contemporaneidade, não é ignorar problemas impostos aos
migrantes, ainda mais diante do atual contexto de endurecimento de frontei-
ras europeias e crise global, porém, é também entender que esta representação
pode estar definida dentro do estereótipo de sofrimento. Na narrativa da repor-
tagem, as descrições dos ambientes onde convivem senegaleses e haitianos
reforçam o caráter da desumanização a que estão submetidos migrantes em solo
brasileiro. Descrições de alimentos que nem mesmo os animais ousam comer,
de banheiros insalubres, de ambientes recheados de doenças e problemas intes-
tinais, de aproveitadores que roubam parcas economias pela ilusão que vendem
ao migrante ambientam o leitor na realidade de dor e sofrimento.

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A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

Para situar a chegada de migrantes ao Brasil a partir do ano de 2010, é utilizado


na reportagem o termo “explosão”. A perspectiva que pensa na migração como um
movimento ao estilo de uma “onda”, imenso, arrasador e sem limites, reforça a
discriminação e o estereótipo por definir esses fluxos como invasões descontrola-
das. Questões que envolvam problemas com a legalidade de documentos, suborno
por parte de coiotes, exploração, bem como rejeição do migrante à câmera foto-
gráfica reforçam o tema da ilegalidade e da situação de marginalização imposta a
migrantes. O elemento da ilegalidade é recorrente na representação da migração
principalmente em continente europeu (a exemplos de notícias sobre naufrágios
e mortes ocasionadas por tentativas de entrar “ilegalmente” no país escolhido) e,
agora, se coloca também na representação da migração para o Brasil.
Ainda em relação à situação de migrantes, existe em todo o texto uma con-
fusão entre os termos “refugiado” e “imigrante”. Pelo discurso, ambos parecem
sinônimos – parece que todo o migrante que chegou ao Brasil está na condição
de refugiado. Como a situação do visto é bastante complicada e demorada (assim
como toda a legislação do Estatuto do Estrangeiro, datado da década de 1980,
substituído apenas recentemente pela Lei das Migrações, em 2017), o migrante
senegalês costumava solicitar refúgio – um direito internacional concedido
a qualquer cidadão em qualquer país ou estado no mundo. As solicitações de
refúgio permitem portar um CPF e uma carteira de trabalho para residir no
Brasil, enquanto são feitas as análises dos pedidos por autoridades nacionais,
o que pode levar de dois a três anos, período que muitos senegaleses costumam
permanecer no país. Caso o refúgio seja concedido, o migrante recebe um visto
humanitário e pode residir no Brasil nessa condição (Redin & Minchola, 2015).
Com a nova Lei das Migrações, alguns aspectos referentes ao tratamento do imi-
grante no Brasil foram reformulados, porém, o veto presidencial prevê um ato
conjunto dos ministros da Justiça, Relações Exteriores e do Trabalho para defi-
nir condições, prazos e requisitos para a emissão de vistos no país.

Figura 1. Fotografia de Mateus Bruxel reproduz ambiente onde dormem e convivem migrantes
senegaleses e haitianos no Acre.

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DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

A representação do migrante como aquele que sonha com o ideal de uma


vida melhor em outra terra que não a sua está presente no imaginário desde o
princípio dos fluxos migratórios na sociedade moderna. Muito enfatizado pela
mídia, a migração de latinos em direção aos Estados Unidos é carregada do sen-
tido de “sonho”. Porém, o “sonho americano”, já consolidado no imaginário glo-
bal, se assemelha em que termos à realidade dos senegaleses no Brasil? O trecho
a seguir é significativo:

Depois de penarem por semanas, pulando de um ônibus a outro, cruzando diversas


fronteiras, sofrendo roubos e extorsões, passando por humilhações e sacrifícios no
precário abrigo acreano, eles haviam vencido. Enfim estavam na terra prometida,
onde, segundo lhes asseguram, teriam bom emprego, vida nova e prosperidade.
(trecho da reportagem Inferno na Terra Prometida, 2015).

Com o ideário calcado em nosso imaginário latino-americano, é fácil trans-


por a mesma situação para o caso dos cucarachas8 nos Estados Unidos. Assim,
cria-se também o “sonho brasileiro” para migrantes presentes nos recentes flu-
xos migratórios. Existiria, portanto, uma forma brasileira de receber migran-
tes com o objetivo de prosperar. Na reportagem, há um parágrafo que salienta
que muitos senegaleses, que arranjaram emprego no Sul e Sudeste brasileiros,
conseguem sustentar suas famílias e, para esses, “o sacrifício valeu a pena”.
Assim, o estranhamento em relação ao outro migrante não fica apenas restrito
ao campo do racismo explícito e da xenofobia visível. O estranhamento também
está localizado na construção de um discurso que tende apenas a vitimizar o
sujeito migrante, retirando a soberania do mesmo sobre sua própria vida. Em
toda a reportagem, o que se percebe é a ideia de uma saga vivida pelo migrante:
cinematograficamente falando, não faltam problemas, conflitos, esperas e frus-
trações de expectativas para rechear, através da descrição no texto, o imaginário
a respeito do sofrimento. O herói, após passar por todo o sofrimento, é digno
de vencer de fato. A esse elemento do imaginário coletivo, que se presume aos
migrantes, é que se desenha o ideário de “saga”.
Para pensar a questão da diferença, conforme salienta Hall (2010), é preciso
entendê-la enquanto ambivalente em sua essência. Essa característica ambiva-
lente da alteridade se descreve pelas diferentes maneiras de observar o outro e
de qualificá-lo diante da sociedade global, fazendo com que a diferença não se
expresse apenas pela alteridade, mas, também, através de uma hierarquia de
valores do que a sociedade considera como positivo ou negativo, como identifi-
camos nas comparações:

Haitianos são mais baixos e fortes. Senegaleses são mais altos e magros. Ambos
são vaidosos e gostam de se vestir bem, principalmente os haitianos, com mar-

8 Termo racista para se referir aos latinos que residem nos Estados Unidos.

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A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

cas famosas e camisas de Messi, Neymar, Cristiano Ronaldo e Michael Jordan. Os


dois países foram colonizados pela França e, hoje, oferecem dificuldades, miséria
e desemprego aos seus povos. Essencialmente, são negros. Mas os imigrantes do
Haiti e do Senegal que chegam ao Acre não se gostam, evitam o contato, preferem
a distância. A religião é o pilar dessa segregação. (trecho da reportagem Inferno
na Terra Prometida, 2015).

A confusão que os brasileiros fazem com as nacionalidades senegalesa e


haitiana provém de “semelhanças” que são tachadas a esses migrantes (“são
vaidosos; “colonizados pela França”; são negros”). Colocados na “mesma forma”,
esses migrantes causam estranhamento ao divergirem entre si. A matéria traz,
a partir de um olhar de fora que estranhou a relação conflituosa, uma descrição
também das diferenças entre as nacionalidades, ao ponto de essa diferença ser
um conflito. A principal diferença, percebida no discurso, é a questão religiosa
(no Haiti, vertentes evangélicas e a prática do vodu; no Senegal, o islamismo e
suas especificidades nas confrarias). A constituição física do migrante também
é salientada como elemento diferencial entre as nacionalidades – que, por sua
vez, paralelamente se assemelham em seu sofrimento no Brasil. Em determi-
nado trecho, está escrito: “Os dois povos sofreram violações”.
Trazer o elemento de conflito e disputa entre duas nacionalidades de migran-
tes no Brasil para o eixo das “violações” referenda a negatividade expressa no dis-
curso sobre os povos africanos (neste caso, sobre os haitianos que descendem
de escravos africanos trazidos à força para a América). A representação do con-
tinente africano atingiu um nível reducionista, alimentando o estereótipo, uma
vez que a “África atual é substituída por significantes icônicos de um passado
africano genérico” (Gilroy, 2012, p. 24), limitando a possibilidade de significados
ao continente atrelados. O conceito de África, como problematiza Hall (2003), é,
aos olhos do paradigma europeu, uma construção moderna, que simplificada-
mente se refere a “uma variedade de povos, tribos, culturas e línguas cujo princi-
pal ponto de origem comum situava-se no tráfico de escravos” (Hall, 2003, p. 31).
Estereotipar significa “reduzir a poucos traços essenciais e fixos na Natureza”
(Hall, 2010, p. 429) e, dessa forma, o discurso “racializado” condenou o negro a
ser representado por uma série de categorias binárias, a partir do entendimento
entre civilização branca e civilização negra. Aos negros, as ideias de selvageria
e de uma natureza “pacífica” em relação à dominação feita pela sociedade euro-
peia ocidental no período escravagista (Hall, 2010). É nesse sentido que a figura
do negro na mídia – e em demais espaços simbólicos da sociedade contemporâ-
nea – aparece a partir de elementos a ele atrelados que reforçam um sentido de
inferioridade pela diferença.
Ao mesmo tempo, se constroem discursos sofisticados, com retóricas que
simulam respeito às diferenças culturais. Sodré (1992) avalia que o discurso oci-
dental institucionalizado não concebe a diferença que não pela “diferença de
valor”, instituindo hierarquias explícitas e implícitas desse valor. Para o autor,

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 143


DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

o racismo, portanto, necessita dessa concepção de valor para possuir um para-


digma capaz de classificar as identidades humanas – e valorá-las de maneira
diferente. O racismo (ou neo-racismo, conforme aponta Sodré) contemporâneo,
se expõe também através da invisibilidade de negros e negras, excluindo as prá-
ticas cotidianas desses sujeitos na esfera midiática. No caso das fontes jornalís-
ticas para esta matéria, é perceptível que a citação do discurso de forma direta
só ocorre com duas fontes de migrantes senegaleses (dois migrantes senegaleses
que falam, especificamente, neste trecho que traz a diferença entre haitianos
e senegaleses no abrigo acreano). Há muito espaço para a observação do sofri-
mento, mas pouco espaço para a fala do sujeito migrante sobre a sua forma de
olhar para sua própria condição.
Assim, o discurso racializado é capaz de intervir na questão brasileira tam-
bém pela ideia de um outro que não eu, através da concepção nacionalista. Além
do migrante não ser o mesmo que eu, ele também é, conforme o discurso raciali-
zado, o outro inferior, pertencente a um continente estigmatizado, vitimizado e
primitivo, não emancipado e carente. Isto quando o discurso não beira a máxima
xenófoba ou racista e, ao invés de vitimizar o africano, o exclui completamente
por meio de ofensivas.

5. Considerações finais

Ao situar a análise no contexto de uma pesquisa maior, buscamos refletir sobre


sentidos construídos midiaticamente em torno das migrações contemporâ-
neas, sobretudo com relação à presença de migrantes do Senegal no cenário
brasileiro. Do mapeamento inicial, nos sites dos jornais de circulação nacional e
regional, identificamos as principais temáticas abordadas sobre este fenômeno,
ainda centradas na esfera econômica e política ou indicativas de situação de dis-
criminação e racismo sofridos pela população migrante.
Na reportagem de Zero Hora, representativa sobre a recepção de estrangei-
ros no país, identificamos uma representação do migrante que leva a associá-lo
como trabalhador incansável e incorruptível, louvado pelo sacrifício de viajar
longas horas, passar por incontáveis problemas (com o idioma, com coiotes,
com dinheiro, comida, habitação e racismo). Esse sujeito é digno de nosso res-
peito a partir dos sacrifícios que ultrapassa para residir no país em que, supos-
tamente, é aceito.
Boa parte da intenção em manifestar a “saga” do migrante até o destino dese-
jado, incluindo sonhos partidos e dificuldades superadas, está relacionada ao
que se espera que seja um migrante “ideal” nos fluxos migratórios contempo-
râneos. A caridade, a compaixão e o envolvimento com suas histórias sofridas
(relatadas através da voz do repórter que acompanha a saga) são sentimentos
produzidos no público que não representam, em sua totalidade, o entendi-
mento, a compreensão e a disposição à interculturalidade.

144 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


A SAGA E O SOFRIMENTO DO OUTRO SENEGALÊS: A CONSTRUÇÃO DO RACISMO EM REPRESENTAÇÕES...

Novas pesquisas são necessárias para compreendermos quais mudanças


podem estar ocorrendo na maneira de representar o migrante em solo brasi-
leiro. Teríamos, por exemplo, no racismo velado através do retrato do vitimismo
e do “incapacitismo” imposto ao migrante um problema contemporâneo à com-
preensão do outro e à ideia de alteridade? Nas rusgas do discurso, o migrante,
ainda que não apareça como mau sujeito (aquele que vem ao nosso país para
roubar nossos empregos; aquele que “suja” nossa pureza étnica; aquele que traz o
terrorismo e o fanatismo religiosos), tem sua capacidade de soberania reduzida
à empatia caridosa através de histórias de superação narradas na esfera midi-
ática. Neste processo, algumas características aparecem como inerentemente
associadas à condição migrante, indicando, nos termos do que propusemos dis-
cutir, um discurso racializado da diferença, que leva à valoração do outro como
inferior, digno de piedade, jamais protagonista de sua própria história.
É importante compreender, no entanto, que já se percebe, através da con-
tínua observação de publicações a respeito da migração senegalesa, um desen-
volvimento que não estanca apenas na representação estereotipada, aquela
cujo reforço é, se não explicitamente desfavorável, tendencioso à vitimização.
Em matérias que abordam temáticas ligadas à integração, com a promoção de
encontros culturais, celebrações religiosas, mobilizações sociais de denúncia
ao racismo, é possível perceber um movimento que vai avançando para além da
exotização do outro, presente na representação das identidades negras, como
bem aponta Hall, desde os primeiros encontros do mundo ocidental com os
povos africanos.
Aos poucos, com o conhecimento, a adaptação e a compreensão por parte da
mídia e da sociedade brasileiras sobre a migração senegalesa, o estranhamento
se dissipa, dando lugar a abordagens que valorizam exemplos mais positivos
sobre a cultura, os costumes, as contribuições dessa migração, demonstrando
um esforço de compreensão do outro migrante a partir de elementos que vão
além da oposição binária e naturalizada em relação ao brasileiro ou a outros
migrantes.
Com isso, não se determina que os problemas e as carências impostas aos
migrantes senegaleses não devam ser trabalhados pelo discurso midiático. A
mídia é também esfera de disputa de sentidos e de denúncia sobre condições de
exploração do migrante. O que se observa é a necessidade de criação de discur-
sos que abordem mais elementos sobre essas identidades em diáspora, abrindo
espaço para questões contextuais, históricas e cotidianas que possam contri-
buir para a interculturalidade.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 145


DUTRA BRIGNOL, DREY COSTA

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 147


Medios digitales y esfera pública:
la conversación política sobre
migración en el sitio Cubadebate
Digital media and public sphere: political conversation about
migration on Cubadebate site

Meios digitais e esfera pública: a conversação política sobre migração


no site Cubadebate


Elisa Beatriz RAMÍREZ HERNÁNDEZ
Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil / [email protected]

Ângela Cristina SALGUEIRO MARQUES


Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 149-170)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 29-12-2017 / Aprobado: 28-07-2018

149
RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

Resumen
Este artículo explora el potencial político de la conversación cívica online para la
constitución de esferas públicas alternativas en Cuba. Se articula el análisis de
los comentarios sobre migración en el sitio Cubadebate con un examen crítico
del ambiente y contexto social más amplio en que los mensajes circulan, con
el objetivo de identificar cómo los interlocutores definen problemas comunes,
explicitan las premisas morales que sustentan sus opiniones y establecen una
relación ética con la alteridad. Se evidenció así que la apropiación de cubanos de
espacios virtuales para conversaciones sobre problemas que les afectan, incluso
en medios del gobierno, contribuye a la reconfiguración de sus posibilidades de
actuación autónoma en el escenario de transformaciones del país.
Palabras clave: comunicación digital; Cuba; autonomía; espacios virtuales;
ciudadanía.

Abstract
This article explores political potentiality of online civic conversation for the
constitution of alternative public spheres in Cuba. The analysis of the com-
ments on migration in the Cubadebate site is articulated with a critical exam-
ination of the environment and the wider social context surrounding messages,
in order to identifying how the interlocutors define common problems, how
they explain moral premises supporting their opinions and how they establish
an ethical relationship with otherness. It became clear that the appropriation
of virtual spaces by Cubans for conversations about problems that affect them,
even in mainstream media, contributes to the reconfiguration of their possibili-
ties of autonomous action in the transformative scenario of the country.
Keywords: digital communication; Cuba; autonomy; virtual spaces; citizenship.

Resumo
Este artigo explora o potencial político da conversação cívica online para a
constituição de esferas públicas alternativas em Cuba. Articula-se a análise
de comentários sobre migração no site Cubadebate com um exame crítico do
ambiente e contexto social mais amplo em que circulam essas mensagens, com
o objetivo de identificar como os interlocutores definem problemas comuns,
explicitam as premissas que sustentam suas opiniões e estabelecem uma rela-
ção ética com a alteridade. Evidenciou-se assim que a apropriação dos cubanos
de espaços virtuais para conversações sobre problemas que lhes afetam, mesmo
em meios governistas, contribui para a reconfiguração de possibilidades de sua
atuação autônoma diante do cenário de transformações no país.
Palavras-chave: comunicação digital; Cuba; autonomia; espaços virtuais;
cidadania.

150 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

1. Introducción

En julio de 2007, el presidente cubano Raúl Castro (2007) motivó el debate crí-
tico ciudadano sobre cuestiones de relevancia nacional. Sin embargo, la forma-
ción de la opinión pública tiene aún un “espacio deficiente en las instituciones
del sistema político y un bajo nivel de expresión en los medios de comunicación”
(Valdés, 2009, p. 161). El sistema mediático hegemónico, dirigido por el Partido
Comunista de Cuba (PCC), se caracteriza por la falta de espacios que reflejen el
heterogéneo espectro político cubano y por la parcialidad en los análisis infor-
mativos (Marques & Herrera, 2016). Sin embargo, el control del Estado sobre las
instituciones comunicativas no ha impedido el surgimiento de diferentes tipos
de redes sociales y grupos que convergen en torno de demandas e intereses co-
munes (Armony, 2003, p. 20). Esos nuevos espacios se insertan en un contexto
de reformas impulsadas por el gobierno −a partir de 2010− bajo la etiqueta de
“actualización del modelo económico socialista”.
La emergencia de ambientes alternativos de comunicación online acompaña
un panorama de otras transformaciones recientes que han dinamizado un poco
la realidad cubana, como son: la apertura del sector de negocios privados, medi-
das sociales como la reforma migratoria (2013), la reaproximación diplomática
con el gobierno estadounidense durante el mandato del presidente Barack
Obama, las expectativas ante la sucesión política del actual presidente cubano
Raúl Castro (2018), entre otras. Aunque permanecen vigentes prácticas políticas
verticalizadas que limitan la autonomía de los sujetos para el debate político, lo
cierto es que la proliferación de escenarios de discusión y prácticas cotidianas
de conversación, incluso fuera del control estatal, tensionan el modelo ideoló-
gico hegemónico.
En este artículo abordamos las posibilidades de configuración de esferas
públicas alternativas en torno de las conversaciones e interacciones que pueden
nacer en el interior de los medios liderados por el gobierno. Con ese objetivo,
analizamos las conversaciones online sobre migración en el sitio gubernamen-
tal Cubadebate.cu y sus potencialidades dentro de un escenario de transfor-
maciones culturales en la sociedad cubana actual. La migración, en este caso,
constituye una realidad transversal al período revolucionario, visible a través
de varios éxodos migratorios posteriores a la Revolución (1959) y en las tensio-
nes históricas con los Estados Unidos por adoptar medidas que privilegian a los
cubanos y estimulan la emigración tanto ilegal como legalmente (Ley de Ajuste
Cubano, 1966). Mientras la legislación cubana ha definido históricamente un
tipo de emigración sin retorno, por considerarse ese un acto de traición a la
Patria, el pueblo cubano ha tenido que lidiar día a día con la pérdida y la frag-
mentación familiar provocadas por ese fenómeno. Este trabajo revela precisa-
mente cómo los relatos sobre la migración en el imaginario revolucionario, los
cambios generacionales y la expansión de las fronteras nacionales en el ámbito
digital desafían una cultura política cristalizada durante casi 60 años.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 151


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

2. Un breve diseño de la presencia de esferas públicas en Cuba

Una sistematización de las esferas públicas cubanas incluiría, según Herrera


(2016), la esfera política oficial, la esfera cultural/intelectual, la esfera oposicio-
nista, la esfera crítica alternativa oficialmente tolerada, y la esfera diaspórica
−integrada por los cubanos emigrados en el extranjero. La esfera política oficial
−arenas deliberativas formales− estaría compuesta por el P.C.C., los organismos
del Estado y del Gobierno. En segundo lugar, la esfera pública cultural/intelec-
tual abarca los espacios de reunión y publicaciones de las organizaciones socia-
les subordinadas al P.C.C., centros culturales, artísticos, académicos, y medios
estatales.
Por otro lado, se encuentra la esfera pública oposicionista, integrada por
organizaciones y colectivos que abogan por el cambio del sistema político en
Cuba, aunque sin una gran estructuración ni impacto social. El tercer punto del
mapa es lo que llamamos de esfera pública alternativa oficialmente tolerada, o
sea, espacios de debate con posicionamientos críticos, pero que al mismo tiempo
reconocen la legitimidad del sistema político socialista cubano. Algunas de las
publicaciones alternativas online que integran este grupo incorporan también
colaboraciones de cubanos de la diáspora, de forma que ambas llegan a interco-
nectarse en algunos aspectos.
Con respecto al reciente desarrollo de Internet en Cuba, observamos que
la multiplicidad de espacios comunicativos en red y sus interconexiones con la
realidad offline posibilitan el aumento de oportunidades de debate en la socie-
dad, debilitando en alguna medida las fronteras entre lo oficial, tolerado, crítico,
o subversivo. A pesar de que en Cuba se registra uno de los servicios de conexión
más caros y precarios del mundo, es posible identificar ya un acelerado crec-
imiento de usuarios1 que actúan en la configuración de nuevos espacios públicos
en red. Sin embargo, el avance de Internet en Cuba está marcado también por
el control casi absoluto de las telecomunicaciones por el gobierno, lo que reper-
cute en restricciones de navegación, pues son bloqueados muchos dominios de
páginas extranjeras, redes sociales o sitios considerados “subversivos” por las
autoridades de la Isla.
Hasta el momento, investigaciones más profundas sobre ambientes digitales
cubanos han abordado la actuación de medios alternativos como los blogs, sus
propuestas comunicativas y el impacto que han tenido en el sistema mediático
y político del país (Díaz, 2014; Rafuls, 2015). Los blogs llegaron a posicionarse
como herramientas efectivas de comunicación online en Cuba después de la
segunda mitad de los años 2000; sin embargo, el reciente auge de medios alter-
nativos online en diferentes formatos y el incremento del acceso popular a otros
espacios como redes sociales implican una reconfiguración constante del pan-
orama comunicativo online en la Isla (Herrera, Hernández & Corcho, 2017). Se

1 Usuarios de Internet en Cuba han aumentado recientemente de 27% (2014) a 40% (2016). (ONEI, 2017, p. 7)

152 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

puede decir, así, que el foco de los estudios se ha concentrado hasta ahora en
el ámbito de la producción de esos medios más que en la circulación y recep-
ción de esos contenidos en la web. Por otro lado, el avance de nuevos medios
en la sociedad cubana se enfrenta a obstáculos como: el no reconocimiento por
el gobierno cubano, lo que los desconecta con el resto de las arenas discursi-
vas y políticas del país estructuradas en torno al Partido-Estado; el no respaldo
legal en la legislación vigente; los problemas de financiamiento; las limitaciones
de acceso público al servicio de Internet, lo que dificulta de forma general la
visibilidad y el impacto de esos medios en la vida cotidiana de la mayoría de la
población. La circulación de los cubanos en espacios discursivos online es aún
un fenómeno incipiente en la Isla, que tensiona incluso a las autoridades guber-
namentales con respecto a las políticas de comunicación pública vigentes en
Cuba. Diferentemente de esos espacios, el sitio Cubadebate, por pertenecer al
engranaje mediático gubernamental, consigue transitar mejor entre las grandes
audiencias que llegan a ese espacio a través de medios tradicionales y de amplio
impacto nacional como la televisión y los diarios. Esa especie de autorización
oficial, sumada a las posibilidades de interacción y la política editorial adoptada
por el sitio, han permitido que se establezcan espacios de discusión en esta plata-
forma que resultarían alternativos con respecto al panorama mediático cubano.
El sitio Cubadebate, creado en 2003, se ha convertido en un punto de refe-
rencia nacional e internacional2, a pesar de tratarse solo de un portal en formato
de repositorio de noticias. La actualización de la plataforma para la Web 2.0 −en
2009− posibilitó una apropiación diferenciada de los lectores, a través de discu-
siones críticas que difícilmente son encontradas en otros ambientes mediáticos
tradicionales del poder político hegemónico en la Isla. Percibimos así que en
la conversación online generada en Cubadebate se aproximan experiencias de
la vida privada y narrativas públicas, intereses particulares y colectivos de los
interlocutores que se encuentran para intentar entender las implicaciones de
los acontecimientos que les afectan. En ese sentido, más allá del perfil editorial o
la naturaleza de los contenidos de un medio, nos referimos aquí a esferas públi-
cas alternativas como aquellos espacios discursivos posibilitados por determi-
nados actores mediáticos, incluso en el seno de estructuras hegemónicas, pero
que se constituyen también a partir de lógicas de apropiación de los interlocuto-
res que interactúan en esa plataforma.

3. Conversación online y definición de intereses colectivos

Las redes digitales permiten una estructura de conversación online que congrega
un público de públicos, actuando a partir de diferentes espacios y temporalidades.

2 El ranking de Alexa (http://goo.gl/Nfwjuy) coloca a Cubadebate en el quinto lugar de preferencia por los
cubanos y en el primero en correspondencia con las demás páginas del dominio punto cu.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 153


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

De manera general, son varios los autores que señalan la poca atención teórica
que se ha conferido a la conversación realizada en situaciones cotidianas y a los
modos como los ciudadanos constituyen sus contextos rutinarios de reflexión
y discusión sobre problemas públicos (Eliasoph, 1997; Mansbridge, 1999; Moy &
Gastil, 2006; Eveland, Morey & Hutchens, 2011).
Partimos del presupuesto de que el proceso de conversación online se forma
por la interconexión entre varios contextos comunicativos, los cuales reúnen
diferentes actores y sus modos de comunicación específicos; y de que la con-
versación política es una actividad que implica el enfrentamiento público de
perspectivas éticas y morales estructurantes de esos múltiples ambientes
(Altheman, Martino & Marques, 2016; Oliveira, Sarmento & Mendonça, 2014;
Mendonça & Amaral, 2016).
Desde nuestro punto de vista, el potencial político de los enunciados y de
los modos de enunciación proporcionados por el sitio Cubadebate no se encuen-
tra exclusivamente en los intentos individuales y personificados de cuestiona-
miento de situaciones percibidas como opresivas e injustas. Tal potencial tam-
poco se restringe al choque de perspectivas diferentes. Argumentamos a favor
de un potencial político de las conversaciones online que no deriva solo de las
posibilidades enunciativas ofrecidas por la plataforma de Cubadebate, por ejem-
plo, sino también de una comprensión de ese espacio como capaz de promover
formas de identificación de grupo en que semejantes puntos de vista y experien-
cias puedan encontrarse y tener más oportunidad de tematizar problemas y
alcanzar publicidad (Conroy, Feezell & Guerrero, 2012).
Por ese motivo, el enfoque analítico de las conversaciones puede ser más
interesante si procura revelar cómo los conflictos, disensos, formas de autoex-
presión y expresión colectiva son trabajados en la interacción (Eveland et al.,
2011). Existen conversaciones, por ejemplo, que se configuran como experimen-
taciones y disputas en torno de lenguajes, formas de enunciación, configuración
de mundos y formas de ser y existir que el orden vigente no alcanza y no com-
prende. Y, más allá de eso, tales experimentaciones pueden mostrar la manera
en que los sujetos crean performances en las redes sociales a partir de cómo
expresan y enuncian emociones, de modo que establecen lugares discursivos a
ser ocupados por sus interlocutores.
Mendonça y Amaral (2016) muestran que el potencial ético de las interac-
ciones comunicativas realizadas en las redes sociales digitales está ligado a las
imbricaciones entre agenciamientos subjetivos e intersubjetivos, en las formas
de compromiso personal y colectivo, en los modos de exposición a opiniones
contrarias y en las posibilidades de cuestionamiento de órdenes discursivas
preestablecidas o estancadas.
En ese sentido, como apuntan Oliveira, Sarmento y Mendonça (2014, p. 59),
el potencial ético y político de conversaciones realizadas online presenta una de
sus dimensiones cuando nos dedicamos a entender los caminos argumentati-
vos construidos en el encuentro comunicativo, más allá de identificar creencias,

154 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

valores y encuadramientos a partir de los cuales los usuarios exponen y nego-


cian sentidos. Ciertamente, la arquitectura discursiva de las interfaces tecnoló-
gicas es también responsable por el funcionamiento y estructura del debate; sin
embargo, es importante mencionar aquí que el involucrarse discursivamente
en las conversaciones no depende solo del diseño de herramientas tecnológicas
elaboradas para facilitar y promover el diálogo, o del acceso a ellas.
Para estudiar las conversaciones online, debemos tener en mente no solo sus
entrecruzamientos con las experiencias vividas offline, sino también las condi-
ciones contextuales e históricas en que esa comunicación se configura. Por eso,
de acuerdo con Witschge (2008), el abordaje metodológico de esas conversacio-
nes debe explorar tres ejes investigativos: un análisis de contenido de los men-
sajes e hilos de discusión dispuestos y almacenados en foros online; un análisis
crítico del ambiente social en el cual esos mensajes se producen y consumen; y
una evaluación del discurso social más amplio al cual se relacionan.
La inclusión de foros cívicos como el de Cubadebate en la agenda de investiga-
ción sobre interacciones comunicativas online necesita, por tanto, de una defi-
nición de política que no se atenga a los procedimientos y espacios formales de
resolución de problemas. En ese sentido, Graham (2008) destaca la importancia
de observar conversaciones que abarcan temas de la vida personal y colectiva de
lo cotidiano, en las cuales uno o más participantes, al conferir relevancia a un
tema que les merece atención y tratamiento público, tienden a hacer posible la
emergencia de una discusión política.
Tal constatación nos lleva a percibir la importancia asumida por un análisis
preciso de los contextos enunciativos de interacciones online ante cuestiones
morales de justicia. Asimismo, no se puede construir un análisis de esos inter-
cambios comunicativos sin tomar en consideración que gran parte de ellos está
marcada por la hostilidad, por la desvalorización de los interlocutores y sus
argumentos, por las asimetrías de status entre los participantes y, sobre todo,
por la no tematización de injusticias referentes al propio reconocimiento de los
participantes de la conversación como interlocutores moralmente dignos, como
“pares” (Marques & Martino, 2017).
Así, el recorrido metodológico que desarrollamos toma en cuenta que un
proceso de debate no se presenta de manera puntuzal, sino que se desdobla en
diferentes momentos en el ambiente de conversación online. Tomamos como
objeto de análisis cualitativo las discusiones en el sitio Cubadebate a partir de la
noticia publicada el 12 de enero de 2017 bajo el titular Barack Obama pone fin a
la política “pies secos, pies mojados”3, lo que generó un total de 279 comentarios.

3 Consultar en: https://goo.gl/L4yBzp . Todas las imágenes del artículo son print screen de partes de la con-
versación analizada. Destacamos que no se trata de diálogos continuos entre dos o más personas, sino que
comentarios y respuestas se entrecruzan y son dirigidos a varios interlocutores a lo largo de la conversación.
La diferencia en la sangría de algunas imágenes significa que son comentarios que responden al comentario
anterior, aunque en el sitio no aparezcan uno debajo del otro seguidamente.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 155


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

Procuramos observar, a partir de las conversaciones desencadenadas por la


referida noticia: a) cómo los interlocutores identificaban una serie de posibili-
dades de abordar el problema y comprender los principales matices de la cues-
tión; b) el modo como se dio la apropiación y contestación crítica de los puntos
de vista públicamente disponibles −explicitación de las premisas morales que
sustentan opiniones−; y c) cómo se configuró una dimensión ética y moral de
relación con la alteridad.
En las siguiente secciones mostraremos cómo cada una de esas categorías
puede colocar en evidencia situaciones en las cuales los participantes del foro
buscan definir e interpretar cuestiones ligadas al trabajo y la colectividad, con
el propósito de exteriorizar ejes de conflicto, identificar los puntos de divergen-
cia y encontrar una base común de referencias que permite establecer algunos
marcos de identificación para los diálogos subsiguientes.

3.1 En busca de la construcción de un problema colectivo: interfaces entre


público y privado
En el proceso de esta investigación fueron identificadas unas 28 conversaciones
relevantes sobre migración, que surgieron a partir de noticias publicadas en
Cubadebate entre finales de 2012 −anuncio de la reforma migratoria cubana−
y finales de 2017 −referente a las últimas medidas sobre migración adoptadas
por el gobierno cubano. Esas conversaciones representan, en total, alrededor de
4121 comentarios postados en el foro, que incluyen no solo el debate de cubanos
−de dentro y fuera de la Isla− sobre medidas y eventos migratorios, sino también
la participación de funcionarios de instituciones públicas relacionadas a esos
procesos. En este trabajo presentamos algunos resultados a partir del análisis
de una de las conversaciones más polémicas del foro, ya que se refiere tanto a las
relaciones bilaterales históricas entre ambos gobiernos, como a la estructura-
ción de proyectos de vida migratorios por los cubanos, fundamentalmente en
relación a la emigración ilegal o de alto riesgo.
Como parte de una política “amigable” con la Isla, el presidente Barack
Obama anunció una semana antes de finalizar su último mandato la eliminación
de la política conocida como “pies secos, pies mojados”, una medida adoptada en
1995 por el gobierno estadounidense y que Cuba denunciaba por ser un estímulo
a la emigración ilegal. Esa ley dictaba que los cubanos emigrantes interceptados
en el mar (pies mojados) serían retornados a su país de origen u otro próximo;
pero los que consiguieran llegar a tierra (pies secos) serían autorizados a recibir
ayuda y permanecer en territorio norteamericano.
Vimos que los espacios de la red destinados a la conversación son mayori-
tariamente utilizados para intercambiar opiniones, esclarecer entendimientos
sobre cuestiones de interés común y para reafirmar discursos y cuadros sim-
bólicos compartidos, responsables por la unión de grupos e individuos que se
sienten vinculados por determinadas afinidades (Doury & Marccocia, 2007). En
la web −y también fuera de ella−, los ciudadanos conversan al respecto de sus

156 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

intereses y necesidades, desarrollando así no solo lazos afectivos de empatía y


proximidad, sino también retomando y reformulando constantemente códigos
de identidad y unión.
En ese aspecto, los argumentos de los participantes se presentan como váli-
dos para una comunidad toda, los cubanos de dentro y fuera de la Isla, que a lo
largo de casi 60 años de migraciones habitan un espacio común en el imaginario
(trans)nacional. El sujeto colectivo de las enunciaciones −nosotros, los cubanos,
el cubano, el pueblo− conduce un discurso que evoca a la primera persona del
plural, aunque cada intervención sea también resultado de experiencias priva-
das. Ese proceso sugiere que existen formas por las cuales diversos individuos
se reconocen afectados por las consecuencias de la acción social y buscan defi-
nir y expresar sus intereses.
Una primera cuestión que emerge en la conversación es la división de grupos
entre los que concuerdan con la eliminación de la ley norteamericana, que lla-
mamos de la posición del Sí, y los que lamentan ese hecho, el No; siendo que exis-
ten también casos que apuestan por criterios más balanceados. Se observa que
“el cubano”, como sujeto colectivo, se desdobla en varios tipos tematizados por
los foristas: el emigrado, generalmente localizado en los Estados Unidos (E.U.A.);
el que ya estaba de camino a los E.U.A y será detenido al llegar a la frontera tras
la eliminación de la ley; el que reside en Cuba pero pensaba en la emigración
ilegal como proyecto futuro y quedó “sin salida”; el cubano que reside en la Isla
pero está ligado también a una parte de su familia en el extranjero. En ese sen-
tido, las justificaciones de los comentaristas sobre lo que puede ser considerado
correcto o no pasan por las experiencias individuales que anteceden al habla,
por cierta identificación con la realidad actual de Cuba y por sentimientos de
empatía ante situaciones de vulnerabilidad.
Algunos de los comentarios más polémicos son los que tematizan la figura
del emigrado o de quien desea emigrar. De un lado, los cubanos que residen en
los E.U.A. son clasificados a veces como bandidos que realizan ilegalidades para
evitar trabajar, así como otros que visitan Cuba solo para ostentar un nivel de
vida superior, aunque sea solo en apariencias. En esa línea de argumentación,
parece separarse moralmente del colectivo un tipo de cubano que busca en la
emigración “una vida más fácil” y no se compromete con los sacrificios econó-
micos que afectan al pueblo cubano.
Ante esa visión, aparece también la contra-argumentación de otros partici-
pantes del debate que defienden el derecho individual a la libre movilidad, reco-
nocen el esfuerzo de los emigrados al comenzar de cero en otro país y cuanto
trabajan para mejorar de status y poder ayudar con el envío de remesas a sus
familiares. Las remesas derivadas de la emigración y su impacto en la economía
nacional cubana es otra temática ampliamente discutida en el foro.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 157


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

Figura 1: Comentarios de la conversación analizada (I)

Vemos ahí no solamente intentos de definición y negociación de las reglas


de inclusión que rigen el debate, sino también un esfuerzo por establecer pistas
que pueden conducir a una comprensión mutua de la cuestión, a partir de los
puntos de vista y de las posiciones sustentadas por cada interlocutor.
Observamos que, además de las referencias al peligro de la emigración ilegal
y su relación con causas económicas, los foristas utilizan de forma recurrente la
frase “válvula de escape” como representación metafórica de la ley migratoria

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MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

que fue eliminada; mientras que la expresión “olla de presión” es utilizada para
ilustrar la tensión al interior de la sociedad cubana. Esa lógica reflexiva cons-
truye una representación de la migración como necesaria para evitar el desen-
cadenamiento de una crisis nacional. La imagen revela una preocupación por
las posibles consecuencias que el anuncio de Obama puede traer para Cuba, lo
que puede representar tanto un agravante de la incertidumbre ya existente, o
bien un estímulo para la resolución de los problemas internos que provocan el
amplio flujo migratorio. Se manifiesta también en el debate una tendencia a des-
mitificar que la hostil política estadounidense sea la principal causa de la emi-
gración, ya que son expuestas las condiciones internas que llevan a los cubanos
a emigrar a pesar del alto costo de esa decisión.

Figura 2: Comentarios de la conversación analizada (II)

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RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

A la vez que narrativas de cotidianidad identifican las causas de los proble-


mas, los foristas generalmente sugieren soluciones dirigidas tanto para el Estado
como para la actitud a ser tomada por los propios cubanos. El espacio micro se
articula fuertemente con la realidad macro social del país y se convierte en el
principal fundamento que sustenta los posicionamientos políticos en el foro.

Figura 3: Comentarios de la conversación analizada (III)

De modo general, podemos decir que ese tipo de contacto entre los comenta-
ristas se caracteriza por el reconocimiento de los demás sujetos en interacción
y por los intentos de modelaje de un campo común de referencias, además de
la búsqueda por comprender las diferentes dimensiones de una determinada
cuestión. En ese sentido, el reconocimiento de un problema de interés gene-
ral es una actividad que implica la identificación de actores, configuración de
acciones, evaluación de prejuicios y la posible reformulación de puntos de vista
(Marques, 2016).
Las conversaciones aquí analizadas revelaron la emergencia de una voz
colectiva que incorpora marcas de trayectorias privadas y al mismo tiempo de
la historia compartida por el pueblo cubano durante el período histórico de la

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MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

Revolución. La noticia sobre la política migratoria norteamericana que afecta


a los cubanos colocó en la escena pública cuestionamientos sobre la calidad de
vida de la población, la reconfiguración de expectativas en el proyecto de vida,
las relaciones entre cubanos en el espacio interno/externo de la Isla, las deficien-
cias económicas y limitaciones del sistema político implementado en Cuba, así
como las posibles soluciones que se construyen en ese encuentro comunicativo.

3.2 Apropiación y contestación crítica de los puntos de vista públicamente


disponibles: por una explicitación del cuadro moral que los sustenta
Cuando la conversación se abre para la discordancia, es posible ver cómo el flujo
discontinuo y disperso de las interacciones comunicativas cede espacio para la
toma de posiciones y para el inicio de una negociación de puntos de vista y argu-
mentos que deben ser justificados con razones públicamente defendibles antes
los otros (Kim & Kim, 2008). Percibimos que hubo una tendencia de los comen-
taristas a reivindicar el lugar del trabajador honesto que se sustenta económica-
mente solo de su bajo salario como profesional en Cuba, y que, como gran parte
de la población, ve en la emigración una posibilidad de mejorar su calidad de
vida. Si una parte de los foristas justifica la emigración en causas económicas, a
fin de deconstruir la imagen del emigrado como traidor a la Patria, otros van a
decir que esa dimensión material está fuertemente ligada a las propias políticas
económicas fallidas del gobierno.
Se visualiza así un núcleo de debate que problematiza el papel de los pro-
fesionales en la sociedad, fundamentalmente los médicos, ya que la política
migratoria cubana mantuvo siempre fuertes restricciones que pretendían evi-
tar la fuga de cerebros. Algunas opiniones condenan que la emigración anule el
esfuerzo del gobierno cubano por formar profesionales de calidad en un sistema
de acceso universal y gratuito. Por otro lado, se cuestiona ampliamente el efecto
de la “pirámide social invertida” que afecta la relación de correspondencia tra-
bajo-remuneración en Cuba; ya que individuos no vinculados a actividades pro-
fesionales en el sector estatal gozan de mayores ingresos económicos, derivados
incluso de acciones ilícitas.
Las referencias al trabajo honesto como dignificante, las narrativas sobre la
realidad económica del país, y la atención dada a la figura de los trabajadores
que contribuyen al desarrollo de la productividad nacional forman parte de un
discurso que se argumenta desde la cotidianidad y que es protagonizado por el
“cubano de a pie” −ciudadano común.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 161


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

Figura 4: Comentarios de la conversación analizada (IV)

Observamos así que las posibles contribuciones que la conversación coti-


diana informal puede ofrecer para la construcción del sujeto autónomo depen-
den intrínsecamente de su apertura al conflicto. Aparecen aquí dos elementos
fundamentales que sirven como ejes del debate: la relevancia del matiz econó-
mico y su conexión con posicionamientos políticos; y la relación de esa dimen-
sión con valores morales como el trabajo digno y la familia. Las narrativas cons-
truidas por los participantes del foro permiten comprender la razón por la cual
un problema individual debe ser considerado como una cuestión ligada a la falta
de reconocimiento que afecta a todos. La utilización del testimonio en situacio-
nes de conversación informal ofrece la oportunidad de percibir la situación a
partir de la perspectiva del otro, lo que puede influenciar cambios en los modos
de pensar y de comprender las historias individuales y colectivas (Black, 2008;
Young, 2000).
Consideramos que la construcción de esferas públicas alternativas en torno
de conversaciones cívicas implica la producción de un cuerpo individual −en el

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MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

sentido de su aparecer en el espacio público− y de un cuerpo colectivo −en el


sentido no de un conjunto de personas, movimiento social o grupos de protesta
y resistencia, sino en referencia a un conjunto de acciones y de capacidades de
enunciación− que deberá ser aprehendido y ofrecer nuevas posibilidades de
reconfiguración de experiencias por medio de agencia colectiva y de la bús-
queda por autonomía por medio de situaciones de enunciación.

3.3 Reflexión sobre valores y formas de relación con la alteridad


Un elemento importante que fundamentó los criterios expresados en la con-
versación analizada fue la perspectiva humanitaria que, de cierta forma, con-
stituye el punto de encuentro entre las posiciones del Sí y el No: la mayoría de
las opiniones que evalúan la decisión de Obama tiende a considerar como ele-
mento positivo que, en efecto, esa medida contribuye a reducir las muertes de
cubanos durante la travesía migratoria ilegal, al eliminar el principal estímulo
para los emigrantes ilegales en el país de destino. De esa forma, se construye un
punto común entre los interlocutores, aunque esa visión de preservación de la
vida humana como bien supremo se contrasta continuamente con un contexto
social más amplio en que no parece haber otras opciones de vida sino la salida
migratoria.

Figura 5: Comentarios de la conversación analizada (V)

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 163


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

Percibimos que, en ese ejercicio de reflexión, se establece una temporali-


dad relativa al período revolucionario y sus efectos a largo plazo, sean positivos
o negativos: las dificultades económicas acumuladas; el historial de fracasos
en políticas gubernamentales; la expectativa de distribución equitativa de la
riqueza social; así como la prevalencia de la vida humana por encima de todo,
según dicta la ideología socialista. Como si el triunfo de la Revolución se hubiese
convertido en un punto cero alrededor del cual se articulan los acontecimientos
que integran una memoria colectiva. La presencia de narrativas que evocan el
sacrificio de las familias y los emigrantes durante varias décadas revelan otros
rostros de la historia que habrá de contarse sobre este período histórico, a partir
de las articulaciones entre pasado, presente y futuro.
Las polémicas cuestiones analizadas en el fórum de comentarios de
Cubadebate se destacan todavía más por localizarse dentro de un espacio
mediático del gobierno cubano, ampliamente rotulado con el sello de la falta
de libertad de expresión. En ese sentido, las referencias a la censura en el foro
actúan como confirmación de la ausencia de pluralidad de voces reconocidas
en el espacio público y levantan un reclamo por transformaciones en el modelo
político del país de manera general.

Figura 6: Comentarios de la conversación analizada VI

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MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

Podemos considerar que en la medida en que los comentaristas concienti-


zan que están desafiando un orden de censura establecido, crece el estímulo
para participar en discusiones más profundas y comprometidas políticamente.
Ellos no solo exponen sus criterios, sino que reconocen abiertamente el carácter
crítico de los mismos y se dirigen directamente al censor. Así, el valor de ese
debate no radica solamente en la propia construcción comunicativa de las inte-
racciones, sino en la forma como se subvierte el sentido primario de las publica-
ciones del sitio, por la percepción que adquieren los lectores/comentaristas de
haber sobrevivido al click delete de un moderador.
En efecto, un aspecto controvertido en el análisis de esas discusiones vir-
tuales es la práctica de moderación por los editores del sitio que, en principio,
resaltan como principal criterio de rechazo aquellas opiniones irrespetuosas
o despectivas, así como ataques directos contra los líderes y fundamentos del
proyecto político revolucionario que sostiene el sistema cubano. A pesar de
existir determinados criterios que regulan la publicación de comentarios, Rosa
Miriam Elizalde (2018, entrevista)4, fundadora del medio, afirma: “podemos qui-
tar el debate del sitio, pero no de la realidad. Entonces, ¿adónde va la gente a
hablar? Al final, el tono editorial es la suma de todas las opiniones” (Elizalde,
2018, entrevista).
Según los editores del sito, una media del 85% de los comentarios enviados
por los lectores son aprobados para publicación (Concepción, 2018, entrevista)5.
Además, afirman que “la aprobación de los comentarios pasa por la subjetividad
del editor que está de guardia, a cargo de la moderación cada día” (Figueredo,
2018, entrevista)6. Por otra parte, José Raúl Concepción (2018, entrevista), sub-
director del sitio, subraya que se hace difícil acompañar en profundidad y par-
ticipar en el debate, debido a que la plataforma recibe un promedio de 500 a mil
comentarios diarios en los días de la semana y el equipo del medio es todavía
demasiado pequeño (siete periodistas/editores, incluyendo los directivos). De

4 Rosa Miriam Elizalde, fundadora de Cubadebate, en entrevista realizada para esta investigación, en marzo
de 2018, La Habana, Cuba.
5 José Raúl Concepción, subdirector de Cubadebate, en entrevista realizada para esta investigación, en
febrero de 2018, La Habana, Cuba.
6 Oscar Figueredo, periodista/editor de Cubadebate, en entrevista realizada para esta investigación, en
febrero de 2018, La Habana, Cuba.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 165


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

cualquier forma, consideramos que la práctica de moderación que determina


lo que se hace público o no en las conversaciones del sitio debe ser compren-
dida también a partir de lo que esa intervención representa para el discurso del
medio y para los interlocutores en relación con el contexto donde se desarro-
llan; así como las lógicas que separan ambos dominios de publicidad, lo que se
excluye y lo que se permite.
En esa perspectiva, tanto la presencia de moderadores como otros aspectos
que configuran ese espacio conversacional son responsables por la arquitec-
tura discursiva del debate. Al final, los ciudadanos constituyen sus prácticas en
los intersticios de los dispositivos y, cuando evidenciamos sus posibilidades y
limitaciones sobre las formas de conversación, percibimos cómo ellas pueden
influir en la explicitación de divergencias de opinión y en el encadenamiento
de demandas, cuestionamientos y réplicas. La posibilidad del anonimato en el
fórum puede estar relacionada, por otro lado, con la presencia de posiciona-
mientos críticos en las discusiones; mientras que la habilitación de la opción de
Responder a cada mensaje facilita también un modo de interacción de muchos
a muchos (many to many). Sin embargo, el hecho de que los primeros comentar-
ios suelan ganar más atención en el debate pudiera estar influenciando el curso
de las conversaciones. Así, muchas intervenciones son ignoradas no porque no
sean interesantes, sino porque los dispositivos técnicos a veces no permiten
retomar perspectivas expuestas anteriormente, por la falta de competencias de
los usuarios en el ambiente digital y, claro, también porque desafían la palabra
oficial del gobierno.

4. Consideraciones finales

En Cuba, la esfera pública se extiende más allá de los límites del Estado nacional,
sobre todo por la creciente participación de los cubanos que residen fuera de
la Isla en debates públicos que tienen lugar principalmente en Internet. Vimos
que la temática migratoria ha posibilitado la emergencia de núcleos de discu-
sión que tematizan valores, demandas, inquietudes y aspiraciones de los co-
mentaristas en el sitio. En ese panorama, el análisis de las dimensiones políticas
de las conversaciones online en Cubadebate −u otros foros cívicos del ambiente
virtual− puede ser correlacionado a nuevas experiencias de debate público en
un contexto mediático fuertemente atravesado por el control del gobierno. Las
conversaciones analizadas revelan el carácter polémico de los intereses de los
cubanos hoy y la dificultad que impone pensar el proyecto socialista cubano
apenas dentro de los marcos de la cultura política construida en las últimas seis
décadas.
La fuerza de los sentidos políticos anclados en la lógica migratoria de los
cubanos como forma de vida abre cuestionamientos sobre posibles solucio-
nes, escenarios u oportunidades de futuro para la Isla. La configuración de una

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MEDIOS DIGITALES Y ESFERA PÚBLICA: LA CONVERSACIÓN POLÍTICA SOBRE MIGRACIÓN EN EL SITIO CUBADEBATE

sociabilidad cada vez más transnacional, polémica y contradictoria pone en


juego la mantención del compromiso infranqueable entre el pueblo cubano de
hoy con su historia reciente. Las prácticas conversacionales en el espacio virtual
posibilitan, de esa forma, el desarrollo de lazos sociales y narrativas comparti-
das que actúan como catalizadores para la emergencia de un sujeto político en
pugna por su autonomía. Ese sujeto, como vimos, no ha de estar necesariamente
restringido a los límites de la masa homogénea que se suponía que debía estruc-
turarse alrededor del Estado-Partido socialista.
Entre las mediaciones que inciden en la configuración del espacio público en
Cuba se encuentran las limitaciones de las organizaciones de las sociedad para
canalizar y fomentar el debate; la imposibilidad de los medios de comunica-
ción masiva de articular un discurso crítico pero que al mismo tiempo dialogue
con el poder y de visibilizar espacios de debate social; así como la presencia de
mentalidades que rechazan el intercambio de ideas diversas y contradictorias.
Asimismo, la estructura institucional cubana controla los espacios de forma-
ción de la opinión y el sistema mediático en general, lo que dificulta que las opi-
niones alcancen sectores más amplios del público (Leyva & Somohano, 2008).
Chaguaceda (2010) caracteriza la actual esfera pública en Cuba como pre-
caria y fragmentada. La precariedad se evidencia por la propia constitución de
esa esfera, sus bases argumentativas y por las condiciones materiales −pues la
mayoría de los locales de encuentro son salas privadas con acceso limitado−;
mientras que la fragmentación indica una desconexión entre las diferentes are-
nas de discusión. El autor defiende la tesis de la “fragmentación inducida”, que
implica un alto nivel de autocensura. De ese modo, se obstaculiza el flujo entre
las diferentes esferas públicas (Marques & Herrera, 2016).
En ese sentido, debemos comprender que una gran participación de lectores
en los debates de Cubadebate no significa directamente un acceso de la amplia
mayoría de la población a ese espacio discursivo, una vez que el consumo de
Internet en Cuba es todavía muy limitado y se hace necesario un estudio en pro-
fundidad de los usos del servicio de conexión a la red. Consecuentemente, enten-
demos que la relevancia de las conversaciones del fórum está dada no por consti-
tuir una representación mayoritaria de la población, sino en la medida en que en
ese espacio se articulan opiniones construidas en el ámbito offline con los debates
que se generan en esa dimensión virtual de visibilidad ampliada. Esos procesos
complejos de sociabilidad permanecen atravesados también por otros condicio-
namientos institucionales y tecnológicos que definen la lógica del medio y que
revelan asimismo características del contexto mediático y político de Cuba hoy.
Constatamos que la conversación online, guiada por la empatía, por la afec-
tividad y por la narrativización de las experiencias vividas puede estimular un
debate político en el que los interlocutores son llamados a posicionarse ante los
otros, a formular argumentos convincentes y solicitar respuestas y justificacio-
nes de los demás al respecto de un problema que deja entonces de pertenecer al
paño de fondo de las cuestiones problemáticas latentes. Para Wojcieszak y Mutz

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 167


RAMÍREZ HERNÁNDEZ, SALGUEIRO MARQUES

(2009), tópicos políticos controvertidos pueden surgir en esas discusiones, ofre-


ciéndonos la oportunidad de acompañar la tematización de cuestiones ligadas
al ámbito político y al interés colectivo, al exponer a los participantes a perspec-
tivas diferentes (casual political talk on line).
No obstante, la proliferación y la diversidad de públicos y voces en el ciberes-
pacio pueden acarrear algunos problemas. Habermas (2006) destaca, por ejem-
plo, que la formación de una multitud de mini-espacios públicos especializados
en la web pudiera llevar a una fragmentación mayor de los públicos que, reuni-
dos en torno de un gran número de asuntos puntuales, permanecerían aislados
en “islas diferenciadas de comunicación” (Dahlgren, 2005, p. 152). Asimismo,
es correcto afirmar que las interacciones comunicativas en espacios dialógicos
de la red no siempre se apoyan sobre argumentos lógicamente válidos ni las
opiniones siempre se acompañan de las justificaciones necesarias (Kies, 2010;
Marques, 2016).
La tolerancia y el respeto ante los puntos de vista diferenciados −los cuales
solo se caracterizan por medio de la acción de colocarse en el lugar del otro−
son difícilmente alcanzados en las interacciones online, Cuando las discusiones
quedan atadas a los prejuicios, es común una incesante reafirmación de razones
y perspectivas individualizadas.
Tal vez sea ese uno de los caminos para que se exploren las dimensiones
políticas de las conversaciones entre cubanos de todas partes del mundo.
Consideramos que la migración, en ese contexto, instaura un orden de raciona-
lidad universal que se articula con la realidad de lo nacional en Cuba; lo cual se
articula fuertemente con la naturaleza de los flujos comunicativos contemporá-
neos que alcanza simultáneamente dimensiones de lo local y lo global a través
de múltiples formas de conexión mundial. Esa circulación −económica, afectiva,
comunicacional− impregna los contextos de la familia, los amigos, los sentidos
de lo inmediato y lo lejano al mismo tiempo, ya no delimitados claramente por
fronteras, sino interconectados por redes tecnológicas y narrativas compartidas.

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170 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


Cine migratorio ecuatoriano:
archivo y memoria
de la migración
en dos películas ecuatorianas
Ecuadorian migratory film: migration’s memory and archive
in two Ecuadorian films

Cine migratorio ecuatoriano: arquivo e memória da migração


em dois películas ecuatorianas


María Teresa GALARZA NEIRA
Universidad de Melbourne, Australia / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 171-186)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 24-03-2018 / Aprobado: 28-07-2018

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GALARZA NEIRA

Resumen
La obra cinematográfica, entendida en el doble rol de mecanismo configurador
de discursos y discurso fijado por la cámara, ofrece varias entradas para la inda-
gación de temas sociales. A partir de (re)presentaciones de procesos migratorios
Ecuador-Europa en dos largometrajes de ficción ecuatorianos producidos en la
primera década del siglo XX, este texto reflexiona en torno a las posibilidades
de diálogo intercultural que ofrece ese encuentro entre culturas, propiciado por
la migración. Para indagar acerca de la migración vista a través del cine, este
texto asume un horizonte teórico con diversas posturas provenientes, en gene-
ral, desde los estudios culturales.
Palabras clave: ficción; estudios culturales; movilidad humana; representa-
ción; interculturalidad.

Abstract
Film, understood as a mechanism that shapes discourses, as much as a dis-
course itself, fixed by the camera, offers a wide range of entries to inquire about
social issues. From the cinematographic (re)presentations of Ecuador-Europe
migratory, as processes proposed by two Ecuadorian fiction feature films pro-
duced in the first decade of the 20th century, this text reflects upon the possibil-
ities of intercultural dialogues, fostered by migration. To inquire into migration
seen through cinema, this reflection assumes cultural studies as its horizon of
understanding.
Keywords: fiction; cultural studies; human mobility; representation; intercul-
tural relations.

Resumo
O filme, entendido em um duplo papel de mecanismo que molda discursos e dis-
cursos estabelecidos pela câmera, oferece uma ampla gama de entradas para
inquirir sobre questões sociais. A partir das apresentações cinematográficas
de processos migratórios Equador-Europa propostos por dois filmes equato-
rianos de ficção produzidos na primeira década do século XX, este texto reflete
sobre os possíveis ou impossíveis diálogos interculturais, fomentados pelo pro-
cesso migratório. Para investigar a migração vista através do cinema, este texto
assume os estudos culturais como um referencial teórico.
Palabras-chave: ficção; estudos culturais; mobilidade humana; representação;
interculturalidade.

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1. Introducción

A diario vemos en las pantallas de cine los distintos colores y formas que cons-
tituyen el espectro cromático y mórfico de lo humano. A menudo, esas mismas
pantallas, a través de ciertas convenciones y prácticas de representación, tien-
den a establecer espacios, una suerte de jerarquía y modos de interacción entre
estos colores y formas.
El cine y, para efectos de esta reflexión, el de ficción, retrata versiones de la
realidad imaginadas por un alguien o por varios. Estas versiones encierran, a la
vez, acercamientos y distancias respecto del sinnúmero de referentes −temas,
imágenes, fenómenos sociales, situaciones políticas, personas y personajes−
inscritos en su origen.
La obra cinematográfica, como primer elemento de nuestro análisis, podría
ser entendida como un enorme archivo de citas (in)exactas, conjuradas medi-
ante transposiciones que consignan fragmentos del mundo y lo redefinen, con-
struyendo así una (re)presentación que constituye una nueva realidad destinada
a proyectarse en diversas pantallas. El sentido del término “(re)presentación”,
que se utiliza lo largo de este texto en alusión a la obra cinematográfica, es expli-
cado por Chiara Bottici −quien lo relaciona, en general, con las imágenes− de la
siguiente manera: son “(re)presentaciones porque pueden ser representaciones
de algo más, signos de cosas, pero también pueden ser simples presencias en sí
mismas”1 (Bottici, 2014, p. 61).
La cualidad de fijar a través de imágenes y sonidos un momento, una
sensación, una impresión −de otro modo eventualidades pasajeras− podría con-
stituir al cine en una especie de catálogo o registro de lo efímero, en que encuen-
tra cabida aquello incontenible por parte de otras formas de archivo. Esta malea-
bilidad permite a la cinematografía conquistar públicos, desarrollar fidelidades,
posicionar causas, afianzar patrones de comportamiento y, en cierto sentido,
establecer una norma, o tal vez, formas de representación normalizadas de los
sujetos y las prácticas, definiendo al tiempo las anormalidades que las exceden.
La noción de “norma” en este texto obedece a la definición que Michel
Foucault (2006) diera del término, en el marco de su curso en el Collège de
France entre 1977 y 1978, titulado “Seguridad, Territorio y Población”. Para
Foucault, la norma y la definición de lo anormal como aquello que no logra ins-
cribirse en ella, son el resultado del proceso de normalización disciplinaria de
las sociedades modernas. Foucault afirma:

La normalización disciplinaria consiste en plantear ante todo un modelo, un mode-


lo óptimo que se construye en función de determinado resultado, y la operación de
normalización disciplinaria pasa por intentar que la gente, los gestos y los actos se

1 Original en inglés, la traducción es de la autora de este artículo.

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ajusten a ese modelo; lo normal es, precisamente, lo que es capaz de adecuarse a esa
norma, y lo anormal, lo que es incapaz de hacerlo. (Foucault, 2006, p. 75)

A la luz de las nociones de norma y normalización que Foucault propone,


podríamos decir que en un contexto dado los procesos de definición de lo nor-
mal y lo anormal están determinados por esa capacidad de adecuación de los
sujetos y sus prácticas al modelo que constituye la norma. En este sentido, para
introducir el segundo elemento de nuestro análisis, alineado con los estudios
migratorios, pudiéramos pensar que los sujetos, cuando son vistos a través del
prisma de la ciudadanía, se constituyen como socialmente aceptables en la
medida de su adecuación a los valores, prácticas y principios que, de acuerdo
a un discurso casi siempre implícito y socialmente aceptado, caracterizan una
cierta noción de identidad configurada desde lo nacional y lo local.
Se ha reflexionado mucho con relación al hecho de que esa identidad −local,
regional, nacional− va acompañada de una noción de alteridad2, y la cercanía,
distancia y modos de relación entre una y otra tienen que ver con ciertas formas
de ordenamiento social que nacen del poder instituido. Tales formas de orde-
namiento tienden a inscribir, por un lado las situaciones, por otro los sujetos
mismos, en dicotómicas categorías de normalidad y anormalidad, identidad y
alteridad. Esta práctica, trasladada al discurso de lo local y lo nacional, se tra-
duce en la clasificación dicotómica entre ciudadanía y extranjería. La condición
de extranjero está inevitablemente establecida desde la perspectiva de lo local.
Para efectos de este análisis nos interesan la figura del extranjero inmigrante
y la dicotomía que, al seguir utilizando lo local y lo nacional como ejes, podría
establecerse entre esta figura y la del ciudadano. Cabe anotar que la dicotomía
ciudadano y migrante −arbitraria y selectiva, sin duda, pero útil para nuestro
análisis− es matizada por la categoría de residente, cuyo estatus administrativo
difiere, en general, de aquellos del inmigrante y del ciudadano. Sin embargo, por
esta vez, la residencia como espacio de agencia y resistencia y como categoría de
análisis socio-político y cultural no será materia de reflexión.
Esa construcción dicotómica entre lo normal y lo anormal, el ciudadano y el
inmigrante, conlleva la adjudicación de fenotipos, orígenes, ascendencias, carac-
terísticas principales e incluso oficios, a unos y otros, colaborando así a la con-
strucción de un imaginario social respecto de la ciudadanía y la inmigración. De
esta manera, la memoria colectiva de las sociedades va posicionando temas en
los discursos cinematográficos y, a su vez, se va nutriendo de éstos para reconfig-
urar sus propios discursos. El cine, entonces, constructor de discursos, al tiempo

2 Para Levinas “La alteridad, la heterogenidad radical de lo Otro, sólo es posible si lo Otro es otro con relación
a un término cuya esencia es permanecer en el punto de partida, servir de entrada a la relación, ser el Mismo
no relativamente, sino absolutamente. Un término sólo puede permanecer absolutamente en el punto de partida
de la relación en tanto que Yo.” (Levinas, 2002, p. 60). Enrique Dussel vuelve sobre este texto para argumentar
que Levinas, articulando su discurso todavía desde una visión eurocéntrica “nunca ha pensado que el Otro
pudiera ser un indio, un africano, un asiático” (Dussel, 1973, p. 113).

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que se constituye en un archivo de sucesos y posiciones respecto de ellos, forma


parte del proceso creador de realidades cada vez más verosímiles. De este modo,
siguiendo a Bottici, la obra cinematográfica sería una (re)presentación.
La obra cinematográfica, entendida en el doble rol de mecanismo configu-
rador de discursos y discurso fijado por la cámara3, es un texto creado para evi-
denciar un punto de vista −o varios− acerca de esas realidades a cuya imagen,
semejanza y diferencia ha sido hecho.
Como sugiere Christian Metz, el cine, constructo elaborado con sonidos e
imágenes que guardan semejanzas con las realidades representadas por sus
realizadores, ha constituido una decisiva estocada al reino de la verdad, y al
mismo tiempo un importante espaldarazo a la consolidación del imperio de la
verosimilitud (Metz, 1970). El cine muestra imágenes verosímiles que, de alguna
manera, van redefiniendo las nuevas realidades de sus propios públicos. En este
horizonte, cabe reflexionar acerca de qué dice un cine que asume a la migración
como temática preferente, un cine al que tentativamente hemos llamado cine
migratorio (Galarza, 2010) respecto de la configuración de esas relaciones posi-
bles entre ciudadanía y migración.
Por cine migratorio designamos al considerable corpus de películas que desde
Latinoamérica −especial, aunque no exclusivamente− reflexionan acerca de los
fenómenos migratorios −sobre todo de aquellos dirigidos del sur al norte global−,
explorando sus características e implicaciones. En una revisión más en detalle, se
podría plantear la comprensión de este “corpus” nutrido de películas con temá-
tica migratoria como un argumento a favor de nuestra propuesta de entender al
cine como archivo. A nivel regional, este archivo da cuenta de la más reciente y
masiva tradición migratoria latinoamericana, que ha determinado un posiciona-
miento social, político y cultural del tema migración, en el imaginario colectivo.
Así, el cine retrata imágenes de lo cotidiano, poniendo en evidencia las ten-
siones propias de los reductos espacio-temporales en los que se crea la obra
cinematográfica. Entonces, no sorprende que esa suerte de cine migratorio,
especialmente de ficción, producida en Ecuador en la primera década del siglo
XXI retrate los pormenores de los distintos procesos de movilidad humana que
suponen, para el individuo y el grupo, el desarraigo de un territorio y la reubica-
ción e intento de re-arraigo en otro diferente. Estas (re)presentaciones cinema-
tográficas confieren un rol importante al ámbito cultural en lo relativo al fenó-
meno migratorio.
La migración está caracterizada por encuentros y desencuentros de culturas
que, en virtud de desplazamientos y tránsitos más o menos voluntarios, llegan a
coexistir. En ciertos casos, a propósito de la coexistencia propia del entronque,
los sujetos que corresponden a las comunidades que se encuentran, ponen en
juego mecanismos de negociación, defensa y ataque.

3 En el sentido del discurso −fenómeno de existencia temporal− fijado por la escritura que plantea Paul
Ricoeur en “The model of the text: meaningful action considered as a text” (Ricouer, 2008).

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De diversos modos, la pantalla grande da cuenta de estos encuentros y des-


encuentros de culturas que no son ni universales, ni abstractas, ni están aisladas
y, que pese a su poderoso enraizamiento local −que de ninguna manera sugiere
una condición de aislamiento− se miran, se tocan y establecen mecanismos de
diálogo, ocasionalmente interrumpidos por largos monólogos que dan cuenta
de ilusiones ancestrales de unas ciertas supremacías culturales.
En el marco de los estudios latinoamericanos se ha generado una serie de
categorías para relativizar y complejizar los encuentros entre culturas y para
contribuir a la comprensión de los modos en los que estas dialogan. Categorías
de análisis como transculturación, heterogeneidad, hibridación, provenientes
de los estudios culturales, literarios y de la comunicación, procuran dar un
nombre a los múltiples procesos de convivencia y resistencia cultural que casi
siempre implican una lucha constante por el reconocimiento y la visibilización,
desarticulando cualquier pretensión de interpretar esos (des)encuentros como
eventos armónicos entre culturas inmóviles que permanecen inmutables luego
de juntarse.
El cine, con su capacidad de dar cuenta de procesos sociopolíticos y cultura-
les diversos, dinamiza el diálogo entre culturas y, consecuentemente, la adop-
ción y apropiación de prácticas culturales propias de unas, en otras. La pantalla
sirve de escenario para la representación constante de esas tensiones ocasiona-
das por fenómenos sociales varios, incluidos los migratorios.

2. La migración representada
en dos películas ecuatorianas de ficción

Para analizar las formas de archivo que propone la ficción cinematográfica res-
pecto de los procesos de interacción entre dos, tres, diez, más culturas que se
repelen e interpelan entre sí al coincidir en espacios y tiempos, gracias a las cir-
cunstancias generadas por los procesos migratorios, recurriré a dos películas
de directores ecuatorianos: Paella con Ají (Urbina, 2007) y Prometeo Deportado
(Mieles, 2010).
Paella con Ají, del año 2007, dirigida por Galo Urbina, relata la historia de
Don Juan Guamán, un ecuatoriano que decide migrar a España y lo consigue,
justo al inicio de la película y sin mayores complicaciones. El film se concentra
en explorar el proceso de integración del Don Juan quiteño y de otros migran-
tes ecuatorianos en la sociedad española. Las interacciones entre ciudadanos
españoles e inmigrantes latinoamericanos −algunos de los cuales cuentan con
estatus administrativo de residentes− sugieren una representación afirmativa
del proceso de integración de la migración ecuatoriana y latinoamericana en las
sociedades de destino, dando cuenta, a la vez, de complicaciones propias de un
diálogo cultural acelerado por procesos migratorios.

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Prometeo Deportado, del 2010, dirigida por Fernando Mieles, cuenta varias
historias paralelas de viajantes ecuatorianos, turistas algunos, migrantes, los
más −aunque muchos no reconocen sus intenciones migratorias durante buena
parte del filme. Los viajantes ecuatorianos convergen en uno de esos “no luga-
res” (Augé, 2000) en los que se evidencian las manifestaciones universales de la
cultura de la espera: los aeropuertos. Las versiones de un Ecuador plurinacional
e intercultural que se encuentran y enfrentan allí se hacen cada vez más eviden-
tes y reconocibles a lo largo del film.
En Prometeo Deportado y su proceso migratorio masivo, tal vez fallido, tal
vez más exitoso que cualquier otro, toda posibilidad de diálogo e interacción
con los miembros de la sociedad de destino es anulada por la postura omnipo-
tente de un europeo retratado en la cinta, que resistiendo y evitando la llegada
de los migrantes convierte en monólogo lo que debía ser un intercambio de
ideas. Siendo así, esos ecuatorianos diversos de la película de Mieles viajan con
sus culturas a cuestas, dejando que éstas, representadas por prácticas cultura-
les específicas, se fundan y confundan en ciertos momentos y se diferencien e
impongan, en otros.
Prometeo Deportado y Paella con Ají nos brindan la oportunidad de analizar
momentos de relación inter-cultural, a través de lo que podría ser leído como
un vasto archivo cinematográfico que incluye manifestaciones producidas e
intercambios ocurridos en el marco de procesos migratorios, que suponen
acercamientos y distanciamientos, diálogos, monólogos y mutis autoimpuestos,
evidenciados gracias a varios elementos que determinan el previsible conflicto
ocasionado por órdenes simbólicos que se superponen.

2.1. Diálogo a tres voces


Paella con Ají utiliza el arquetipo del viajero, convertido en forastero migrante
que llega a tierra extraña en busca de aventura. Tomando esta historia como
eje, el film da cuenta de una serie de conflictos que se producen entre ecuato-
rianos inmigrantes, latinoamericanos residentes en España y ciudadanos espa-
ñoles. Don Juan Guamán, el ecuatoriano recién llegado, consigue “pan, techo
y empleo” gracias a la eficaz acción de las bien establecidas redes migratorias
(Pedone, 2007), de origen latinoamericano, en el país ibérico.4
Guamán, un Don Juan, “soltero de profesión” como se autodefine el perso-
naje en un fragmento del diálogo propuesto en el film, trata de conquistar a la
latina Jacinta, residente en España y, al tiempo, a la española Andrea. Guamán
desempeña esta compleja tarea, propia de un Don Juan, sin descuidar coque-
teos ocasionales con las clientas del restaurante en el que Andrea, Jacinta y él
mismo trabajan juntos.

4 Claudia Pedone, en Estrategias migratorias y poder, tú siempre jalas a los tuyo, explica que “Las relaciones de
parentesco, amistad y vecindad, los lazos comunitarios previos y la preexistencia de redes sociales tanto en
la sociedad de origen como su consiguiente formación en la de llegada, son las que configuran estructuras
mayores: las redes migratorias” (p. 101).

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El Don Juan de Paella con Ají, como muchos personajes de los cines del
mundo, es, en sí mismo, una referencia del catálogo de esa enorme biblioteca de
personajes icónicos −aunque no siempre arquetípicos− que caracteriza al cine,
en este caso, es la versión moderna del mítico Don Juan conquistador, inmorta-
lizado por Tirso de Molina. El Don Juan Guamán de este filme se avoca a la tarea
de reivindicar lo que parece ser un cierto orgullo herido de hombre latinoameri-
cano que emprende la conquista de España, empezando el ataque por el corazón
de sus mujeres.
Jacinta habla a Guamán de su novio español, aburrido como él solo −sin esa
sal latina que ella busca en el ecuatoriano− pero quien posee otras cualidades:
“coche, pasta y piso”. Para Guamán, el coche es un punto a favor del contrin-
cante ¿pero la pasta?, ¿el piso? (que en el contexto español en el que se inscribe
la mayor parte del film haría referencia a “dinero” y “apartamento,” respectiva-
mente), para el recién llegado generan la reflexión descontextualizada de que la
pasta engorda y piso hay en todas partes, haciendo alusión a esa serie de equívo-
cos y malentendidos que desafían la comprensión lingüística y dan cierto toque
humorístico al film.
Los equívocos verbales son comunes en Paella con Ají. Éstos recuerdan
ciertas reflexiones acerca de la arbitrariedad del signo lingüístico, fenómeno
poderosamente evidenciado en los procesos de movilidad humana. El tránsito
y la reubicación más o menos voluntaria de los sujetos oriundos de una
comunidad, en otra distinta, suelen estar fuertemente influenciados por la
percepción de coincidencias lingüísticas entre ambas sociedades.
Paella con Ají sugiere sutiles descuidos e ingenuidades del inmigrante recién
llegado al concebir la travesía; la lengua es la misma, pero el habla cambia. Así,
los personajes que se juntan en el film, a propósito de los procesos migratorios,
representan distintas comunidades de habla enfrentadas, que constituyen
prueba plena de esa variabilidad lingüística.
Sugerido, y jamás agotado, el tema de la lengua y el habla y el rol de ambas en
los procesos migratorios, gracias al decisivo aporte de Paella con Ají, conviene
pasar a consideraciones más románticas. Una de las sub-tramas del film relata
la historia de amor entre Andy, un joven ecuatoriano residente en España, y
Sara, una joven española que pertenece a una pandilla oportunamente denomi-
nada “La Nación”. Sara, la española, no sale −ella lo afirma− con hombres que no
sean de su “Nación” y Andy, decidido a conquistarla, atravesará duras pruebas y
complejos rituales iniciáticos para ser aceptado miembro de esa “Nación” que le
permitirá acercarse a Sara.
“La Nación,” en la película −como en la realidad de la comunidad transna-
cional que inspira la inclusión de esta figura de las pandillas juveniles en “el
archivo” cinematográfico−, insinúa una metáfora acerca de esas fronteras sim-
bólicas, más difíciles de superar que la mayoría de líneas imaginarias estableci-
das para marcar los hasta aquí y desde allá. Andy, para ser aceptado, modifica su
atuendo y sus costumbres. Sara, junto con Andy, modifica sus propias dinámi-

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cas, llegando al punto de abandonar su “Nación” de la mano del joven, con la


promesa latente de viajar juntos, un día al “Lugar donde se juntan los polos”
(Cueva, 2002).
Los personajes de Paella con Ají representan, a su modo, los procesos de
transculturación que operan entre los miembros −sujetos u objetos− de cultu-
ras encontradas. La “transculturación,” categoría que el cubano Fernando Ortiz
creara para reemplazar el impropio término aculturación, al analizar el impacto
que el tabaco y el azúcar ejercen, aún hoy, en sociedades conquistadas y con-
quistadoras (Ortiz, 1987, p. 93), resulta útil para explicar ese diálogo a tres voces
−migrante recién llegado, residentes en España y españoles− que constituye la
trama del film ecuatoriano.
La “transculturación” sugiere el impacto que culturas enfrentadas ejercen
entre sí, asumiendo al encuentro intercultural como algo dinámico y vivo que
muestra formas de afectación mutua causadas por la co-incidencia.
La “transculturación” pone en evidencia que en todo encuentro de culturas
hay momentos de pérdidas, momentos de ganancias y momentos de reajustes.
Los equívocos lingüísticos, las diferencias semánticas dentro de una misma len-
gua, que obedecen a prácticas socioculturales enraizadas en las distintas comu-
nidades de habla, y la reacción de los personajes ante tales situaciones, tal como
muestra Paella con Ají, son claros ejemplos de estos gestos de intercambio y con-
vergencia que supone el proceso de transculturación.
El encuentro de culturas supone, también, que las prácticas culturales son
adoptadas y adaptadas por los representantes de las culturas enfrentadas, de
manera que la transculturación se constituye en mucho más que una síntesis
cultural, porque implica momentos de pérdida, ganancia e invención −de obje-
tos, prácticas, expresiones, etc.− respecto de las matrices culturales originarias.
Así, el objeto o sujeto transculturado trasciende la noción ampliamente
difundida en nuestro medio del mestizaje. Y es que ese mestizaje para Raúl
Bueno Chávez, leyendo a Antonio Cornejo Polar, constituye una suerte de “geno-
cidio blando” (Bueno Chávez, 2004, p. 22) que implica a la larga una especie de
extinción, y que no toma en cuenta el hecho de que además de cierto elemento
de imposición obligatoria, los sujetos eligen qué acoger, de qué apropiarse, qué
utilizar y reproducir, qué rechazar, de entre la inmensa gama de elementos dis-
ponibles en las diversas matrices culturales, y finalmente deciden cómo resig-
nificar lo elegido. La categoría de transculturación, por su parte, da cuenta de
estos procesos de elección incluidos en ciertos escenarios de imposición.
Ángel Rama lleva la categoría de transculturación de Ortiz hacia los estudios
literarios, (Rama, 2004), y propone la idea de una transculturación narrativa
en América Latina. La transculturación para Ortiz incluye procesos de parcial
aculturación −caracterizados por la pérdida de ciertos rasgos de las cultu-
ras originarias−, seguidos por momentos de adopción de rasgos propios de la
otra o de las otras matrices culturales involucradas, hasta llegar a un punto de
recomposición de los elementos remanentes de la cultura originaria y de los

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incorporados de fuera (Ortiz, 1987). Para Rama, tal forma de entender la trans-
culturación no evidencia en su real medida el rol que la selección y la invención
desempeñan en ese proceso de “plasticidad cultural” (Rama, 2004, p. 39) propio
del entronque de culturas. Siendo entonces la selección y la invención las que
permiten la configuración de nuevos modos, nuevos usos y nuevas prácticas.
La movilidad humana, en general y, particularmente, la migración, suponen
la posibilidad de (des)encuentro entre matrices culturales distintas, facilitando
los ejercicios de adopción, apropiación e innovación cultural, por parte de los
sujetos involucrados. Paella con Ají, primero, Prometeo Deportado, luego, (re)
presentan el fenómeno de la plasticidad cultural, propia de este modo particular
de entender los procesos de transculturación.

2.2. Diálogos y mutis


Con el estreno de Prometeo Deportado en el año 2010 se consolida una produc-
ción cinematográfica ecuatoriana que permite advertir en el cine de ficción pro-
ducido en el Ecuador durante la primera década del siglo XXI5, la constitución
paulatina de un archivo de imágenes que dan cuenta de temáticas sociopolíticas,
dentro de las cuáles −gracias a la historia nacional contemporánea− la migra-
ción se ha posicionado de modo especialmente notorio, a través de la trama y de
los personajes de cada historia.
La historia narrada por el film transcurre íntegramente en un aeropuerto.
El inicio de la película vaticina, un poco, el desarrollo de la historia: Una larga e
inmóvil fila de ecuatorianos espera presentar su pasaporte para ingresar a un
indefinido país europeo. Junto a la estática fila de ecuatorianos, se desplaza ágil-
mente y sin mayores contratiempos una amplia gama de variantes (genéricas,
etarias) de hombres y mujeres blancos con rasgos nórdicos, que franquea sin
problemas las fronteras del país de destino, simplemente presentando un pasa-
porte que claramente no es el ecuatoriano. Por su parte, los ecuatorianos que
llegan a la terminal aérea europea, cuya fila no avanza, pero crece, empiezan a
ser almacenados en una sala de espera del aeropuerto.
Resulta muy interesante que la locación elegida para el desarrollo de toda la
trama de esta película, cuya temática está atravesada por una reflexión migra-
toria sea justamente un “espacio del anonimato”, como diría Marc Augé. Estos
“espacios del anonimato” o “no lugares”, designados como tales para marcar su
oposición al concepto sociológico del lugar que, siguiendo una tradición etimo-
lógica, da cuenta de la localización espacio-temporal de las culturas, en térmi-
nos de Augé:

5 Entre otras: Fuera de juego (Dir. Víctor Arregui, 2002), Cara o cruz (Dir. Camilo Luzuriaga, 2003), Pasaje de
ida (Dir. Rogelio Gordón, 2004), Crónicas (Dir. Sebastián Cordero, 2004), Paella con Ají (Dir. Galo Urbina, 2007)
y Prometeo Deportado (Dir. Fernando Mieles, 2010).

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[...] son tanto las instalaciones necesarias para la circulación acelerada de personas
y bienes (vías rápidas, empalmes de rutas, aeropuertos) como los medios de trans-
porte mismos o los grandes centros comerciales, o también los campos de tránsito
prolongado donde se estacionan los refugiados del planeta. (Augé, 2000, p. 22)

Pero el aeropuerto en el que transcurre toda la historia no sólo está inci-


dentalmente habitado por ecuatorianos, sino que es eficientemente adminis-
trado por europeos. Los europeos que administran ese aeropuerto de película
son seres inmutables, inaudibles y omnipresentes. Su ritmo exacto y anguloso,
evidenciado en la precisión quirúrgica de cada movimiento, se opone drástica-
mente a los múltiples modelos de ecuatorianos que apenas sobreviven la con-
vivencia en la sala aeroportuaria, aguardando la improbable confirmación de
acceso al país de destino.
En cada momento de la película se adivina esa presencia europea, represen-
tada por personajes que constituyen figuras silentes y exactas. La sensación de
vigilancia es permanente, aun cuando se ve a los vigilantes en contadas ocasio-
nes a lo largo del film. Los vigilantes monitorean constantemente a los ecuato-
rianos a través de pantallas que reproducen imágenes captadas por múltiples
cámaras de seguridad implantadas dentro de la sala de espera. La irrupción
de los vigilantes en esa sala destinada a los ecuatorianos sólo se materializa
cuando a uno de los compatriotas se le ocurre liberar en el inodoro las tortugas
que llevaba de contrabando. El transgresor es capturado y vaciado −partiendo
del supuesto narrativo de que el europeo lo ve como poco más que un potencial
envase de quien sabe qué sustancias. Finalmente, el traficante de tortugas es
abandonado en una bolsa negra de basura, de la cual logra liberarse para empe-
zar a deambular por un gigantesco aeropuerto europeo, cuya señalética parece
estar escrita en un lenguaje incomprensible. El traficante de tortugas recorrerá
el aeropuerto sin encontrar la salida y al final hallará sólo a un grupo de migran-
tes latinoamericanos −su fenotipo sugiere que son tales− que operando como
trabajadores de la construcción, lejos del ojo público, construyen las bases y
cimientos de esa infraestructura aeroportuaria europea.
El aeropuerto, célebre reducto del panoptismo contemporáneo poblado de
cámaras, proyecta ante su casi fantasmagórico espectador −ese europeo indefi-
nible que nos propone el film−, imágenes múltiples de un Ecuador caracterizado
por diversos pisos climáticos, variadas matrices culturales, personajes históri-
cos, ritmos y comidas tradicionales. La diversidad ecuatoriana se encuentra (re)
presentada por variados personajes (probables aspirantes a migrantes), quienes
pululan por entre las sillas y pasillos, haciendo de las suyas en ese micro-cós-
mico Ecuador que se va conformando en la sala de espera.
El europeo no interactúa con el ecuatoriano, se limita a hacer lo que segura-
mente comanda algún manual de buenas prácticas aeroportuarias, ejecutando
sus actividades de control y observando la evolución de las especies. El europeo
de Prometeo Deportado calla durante todo el film, mientras el ecuatoriano no

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para de hablar, recurriendo, de rato en rato, a alguna de sus lenguas ancestra-


les, archivadas, como si nada, en ciertas escenas del film, para completar esa
barroca abundancia que caracteriza las secuencias climáticas de la película.
En oposición a “lo ecuatoriano”, el europeo propuesto por Prometeo Deportado
evoca esos conglomerados anónimos de soldados que, se dice, protegían el perí-
metro de los campos de concentración.
En Prometeo Deportado no hay diálogo posible con una cultura que se resiste
a tocar y a ser tocada, acercándose a las demás, con pinzas, unas veces, y con
bazucas, otras. La diversidad ecuatoriana, a través de sus múltiples represen-
tantes, interpela a una europea que pareciera homogénea, (re)presentándose a
sí misma, configurándose ante los ojos de ese otro que se niega a verla sino es en
pantallas.
El diálogo, en Prometeo Deportado, lo protagoniza esa diversidad ecuatori-
ana que se condensa poco a poco en un espacio, inicialmente amplio y, luego,
insuficiente. Este barroco archivo de formas de la ecuatorianidad se construye
a través de un nutrido catálogo de personajes que apelan a imaginarios localiza-
dos en todas las regiones del país. La diversidad sociocultural que es forzada a
cohabitar en la sala, aflora en el encierro y, con el tiempo, empieza a despojarse
del disfraz de turista. La relación temporal del encierro en la sala de espera está
curiosamente graficada por tres apariciones de esa tortuga que fuera liberada
por el traficante de tortugas, siendo apenas una criatura del tamaño de palma de
la mano. Cerca del final del filme una Galápagos, tortuga gigante oriunda de las
“islas encantadas” pasea su gigantesca presencia por el limitado espacio, dando
cuenta del paso del tiempo y mostrando una especie icónica del Ecuador.
En el escenario de la película, el hambre saca las verdades, y los cuyes, los
cangrejos y los caldos de manguera abandonan las maletas y se combinan en
una comilona generalizada que sugiere cierta reciprocidad andina. Todos son
un solo cuerpo, un solo país que vibra bajo el grito de “todo o nada”6 ante la pre-
gunta (auto–formulada) de si los dejarán abandonar el aeropuerto y entrar al
viejo continente.
Los ecuatorianos demuestran, más de una vez a lo largo de la película, el espí-
ritu de cuerpo de un país que se une bajo la consigna del “Sí se puede”7, archi-
vando, para la posteridad, la frase popularizada en Ecuador durante su primera
clasificación al Mundial de fútbol. Luego de este momento de unión resurgen las
distancias, esa población que pulula en la sala de espera empieza a desgranarse
en grupos: los que necesitan ayuda, los que ayudan a otros, los que se ayudan a sí
mismos, los que no ayudan a nadie y los que no (re)quieren ayuda.

6 “Ya estamos aquí y de aquí no nos saca es nadie. Pasamos todo o nada. Todo o nada” elocuente fragmento
del diálogo que el fantástico personaje del coyotero, traficante de personas o, mejor, exportador de mano de
obra, pronuncia en el film.
7 Frase utilizada por movimientos sociales de reivindicación de los derechos laborales de comunidades
latinas en Estados Unidos, que más de una vez se ha posicionado como eslogan nacional en el contexto
futbolístico latinoamericano.

182 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


CINE MIGRATORIO ECUATORIANO: ARCHIVO Y MEMORIA DE LA MIGRACIÓN...

Esta atomización da cuenta de las tensiones propias de una cultura –la ecua-
toriana– que es, a la vez, una fracción de otras (la andina, la latinoamericana) y
un conjunto complejo de varias culturas localmente enraizadas, cuyas prácticas
se han cocinado, por siglos, en tierras altas y bajas, adobadas por sal marina o
viento de páramo.
Prometeo Deportado, toma su nombre de un personaje arquetípico. En el
film, Prometeo es un mago ecuatoriano, indefinidamente confinado con otros
a ese no-lugar que sirve como improvisado centro de detención administrativa,
ante la presunta vulneración de procedimientos migratorios. La elección del
nombre es justificada al inicio y final de la película.
El Prometeo del film es el causante de la desgracia de los hombres; al inicio de
la película, sus pretensiones de escapista le incentivan a esconderse en el baúl
de mago que él, como buen “ilusionista, hipnotista y prestidigitador”,8 lleva en su
viaje. Es común asumir que las máquinas de rayos X que analizan el equipaje de
mano en las terminales aéreas estarán acostumbradas a encontrarse cortaúñas,
limas, una que otra pinza de cejas y ocasionales navajas, pero rara vez serán tes-
tigos de la radiografía de cuerpo entero de algún descomedido evasor de contro-
les migratorios.
El Prometeo, futuro deportado, es la gota que derrama el vaso para los ecua-
torianos que, en el film, pretenden pisar suelo europeo. Su falta de juicio deter-
mina la confiscación masiva de documentos de viaje, y el consecuente impedi-
mento de ingreso a ese continente que se yergue a una puerta de distancia.
La reflexión podría ir más allá; los migrantes se constituyen por mayoría de
votos en los otros, esa alteridad a la que hacíamos referencia en líneas anterio-
res, los no-ciudadanos, los anormales de un mundo contemporáneo establecido
en función de nacionalidades dadas por criterios de ius solis (derecho de suelo),
y ius sanguinis (derecho de sangre). Éstos son excluidos de múltiples formas de
las sociedades normalizadas de hoy en día. En el film, los ecuatorianos aspiran-
tes a migrantes, por virtud de la pluma del Escritor −otro personaje de la pelí-
cula− alcanzan el estatus de “seres imaginarios”. Los ecuatorianos, sin poder
embarcarse de regreso −sin querer hacerlo, a veces− están condenados a espe-
rar sin saber del todo porqué esperan, honrando la función originaria de la sala
en la que permanecen cautivos.
A medida que se los aglutina en la sala, desfilan exhibiendo atuendos y len-
guas más o menos originarios. Ese desfile es acompañado por una versión del
paisaje sonoro ecuatoriano que, en su (re)producción cinematográfica, podría
ser entendida como un archivo de sonidos que da cuenta de lo que entende-
mos por local, regional y nacional. Las bandas de pueblo −enclaustradas por
el pecado de poseer pasaporte ecuatoriano− inauguran la música y empieza el
baile a ritmo de marimba y charango.

8 Epítetos que el personaje repite varias veces durante el film a modo de presentación y reafirmación de
su identidad.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 183


GALARZA NEIRA

El punto más alto y armónico de ese polílogo que se establece entre la mul-
tiplicidad de culturas ecuatorianas citadas en la sala de espera, constituye una
experiencia intercultural que marca un clímax en la narrativa cinematográfica.
Este polílogo intercultural no incluye palabras, pues, ¿en qué lenguaje(s) pueden
comunicarse culturas diferentes en calidad de iguales?, ¿no es el caso que al ele-
gir un solo idioma para llevar adelante una conversación en una sociedad pluri-
nacional y pluri-lingüística se está estableciendo una relación jerárquica entre
la cultura-comunidad lingüística representada por ese idioma, y las demás? Tal
gesto probablemente reduciría la posibilidad de diálogo (o, en este caso polí-
logo) intercultural a lo que Catherine Walsh, leyendo a Aníbal Quijano, define
como un ejercicio discursivo multiculturalista, enunciado desde una posición de
poder (Walsh, 2002). Si, por el contrario, en lugar de elegir un idioma se hablara
en varios diferentes, difícilmente se concretaría un efectivo acto de habla que
además de asociación implique escucha y comprensión.
La solución que plantea el filme a esta paradoja es bastante creativa: propo-
ner un evento dialógico sin palabras, en el que la comunicación y hasta cierta
sincronía se vuelven evidentes a través de la fiesta, la música y el movimiento.
La diversidad ecuatoriana entra en ebullición a través del baile. En Prometeo
Deportado, todos y todas se combinan en un carnaval de risas y danzas, que
evoca una antigua práctica andina, subversiva y legendaria: Taky Unquy9, la
enfermedad del baile (Espinoza Soriano, 1987). El caos carnavalesco de una
fiesta que parece tener componentes rituales, trae un cosmos implícito: cuando
el baile acaba, se restablece un nuevo orden de cosas.
La puerta de salida de la sala de espera, que está siempre cerrada, representa
la entrada a una Europa inalcanzable. Los seres imaginarios de la sala son con-
finados a través de procedimientos de exclusión (De Sousa Santos, 2003), que
constituyen ejercicios de injusticia simbólica (Fraser, 1997). Las (re)presentacio-
nes de este confinamiento archivan para la posteridad las formas y modos en los
que las fronteras se cierran frente a ciertos sujetos.
El diálogo entre culturas diversas del Ecuador se enfrenta al mutis de esos
indefinidos europeos que callan en la cinta. Al final, y como habría prometido el
mito del Prometeo encadenado, el casi deportado Prometeo devuelve la libertad
a los ecuatorianos, mostrándoles la ruta que deben seguir, sin que la película dé
luces claras respecto de hacia dónde. Para ello, Prometeo acude a una estrategia
tan mágica y fabulosa como el mito del retorno de las Huacas; abriendo un por-
tal inesperado que presuntamente les conducirá fuera de la sala.
El diálogo entre la cultura europea y la ecuatoriana fracasa en Prometeo
Deportado, pero no fracasa el polílogo entre las múltiples culturas ecuatoria-
nas que se van tocando y retocando a lo largo del film. El europeo, revestido de

9 Desde la etno-historia Waldemar Espinoza Soriano plantea que el movimiento de Taky Unquy o Taki
Onqoy constituyó un proceso revolucionario que reivindicaba la creencia en las Huacas (Wacas), deidades
prehispánicas rebeladas contra el expansionismo de occidente (Espinoza Soriano, 1987).

184 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


CINE MIGRATORIO ECUATORIANO: ARCHIVO Y MEMORIA DE LA MIGRACIÓN...

poder, pero desprovisto de la capacidad de ejercerlo plenamente y establecer


algún orden en el desorden de ese país que florece en una sala de espera, se (re)
presenta al mundo, en Prometeo Deportado, como una imagen de autoridad vista
desde la perspectiva de la rebeldía.

3. Memoria como archivo

En Prometeo Deportado y Paella con Ají la ficción cinematográfica ecuatoriana


reflexiona en torno a los procesos migratorios Ecuador-Europa, desde visiones
diferentes y posiciones distintas. En Paella con Ají se establece un interesante
diálogo intercultural provocado por el proceso migratorio (re)presentado en la
película y situado en la sociedad de destino; el diálogo se establece entre sujetos
que representan las sociedades de origen y destino. La intersubjetividad de este
ejercicio dialógico y el establecimiento de afectos propios de la cercanía empie-
zan a diluir las fronteras mismas de “La Nación” metafórica que propone esta
película.
Mientras tanto, en Prometeo Deportado, el ejercicio de autoridad que dic-
tamina la imposibilidad de franquear fronteras impide el diálogo intercultural
entre las sociedades de origen y destino de los flujos migratorios. Pero los meca-
nismos mismos de ese impedimento generan las condiciones para el estableci-
miento de un polílogo intercultural entre las distintas versiones de la ecuadoria-
nidad, retratadas en el film.
No es gratuito que Prometeo Deportado brinde una visión fallida del proceso
migratorio; la idea del film nació cuando su realizador, Fernando Mieles, fue
deportado de Europa. Tampoco los es que Paella con Ají brinde una visión rel-
ativamente exitosa del proceso, cuando su realizador, Galo Urbina, llegó hace
tiempo a España como migrante, convirtiéndose en residente en el país por
años.
Entonces, este cine migratorio de realizadores ecuatorianos, que hemos ana-
lizado como un ejercicio de archivo que se fija a través de imágenes y sonidos −
temas que, como la migración, que circulan con potencia en el imaginario social
ecuatoriano dando cuenta de sus modos de representación− es también un ejer-
cicio de memoria personal que registra no sólo posturas sociales, si no también
da indicios de experiencias personales respecto del fenómeno migratorio. Estas
obras, en tanto que (re)presentaciones de la migración, pueden ser entendidas,
a un tiempo, como presentaciones de posibles experiencias migratorias y, en
ese caso, elementos constituyentes del imaginario social respecto del tema; y,
a la vez, como representaciones de los discursos que circulan socialmente en
torno a la migración y, en ese caso, como elementos constituidos por la sociedad
misma y sus imaginarios.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 185


GALARZA NEIRA

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186 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


Estigmatización social mapuche
en Bio Bio, Chile. La realidad
construida por los informativos
de TV
Social stigmatization against the mapuche in Bio Bio, Chile.
The reality built by the TV news programmes

Estigmatização social mapuche em Bio Bio, Chile.


A realidade construída pelo noticiário da TV


Fernando FUENTE-ALBA CARIOLA
Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile / [email protected]

Darío CAÑETE PACHECO


Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile /
[email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 187-205)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 05-04-2018 / Aprobado: 28-07-2018

187
FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

Resumen
Los medios de comunicación tienen un rol fundamental en la construcción so-
cial de la realidad y en la representación estereotipada de algunos sectores de
ella. Este artículo analiza el tratamiento informativo de los noticieros de tv del
Bío Bío respecto a los pueblos originarios y profundiza en el estigma social que
recae sobre los indígenas de la zona. Más de un 95 por ciento de las noticias rela-
cionadas con el pueblo mapuche tienen una connotación negativa, asociando al
comunero como una persona violenta, ajena al diálogo, que no respeta el estado
de derecho ni tampoco a sus instituciones.
Palabras clave: estigma; medios de comunicación; representación mediática;
pueblo originario.

Abstract
The media have a fundamental role in the social construction of reality and in
the stereotyped representation of some sectors of it. This article analyzes the in-
formative treatment of the Bío Bío’s TV newscasts regarding indigenous peoples
and deals with the social stigma that falls on the indigenous people of the area.
More than 95 percent of the news related to the Mapuche people have a negative
connotation, associating the comunero as a violent person, oblivious to the dia-
logue, who does not respect the rule of law or their institutions.
Keywords: Stigma; media; media representation; native people.

Resumo
A mídia tem um papel fundamental na construção social da realidade e na repre-
sentação estereotipada de alguns setores dela. Este artigo analisa o tratamento
informativo dos noticiários televisivos de Bío Bío sobre os povos indígenas e
aprofunda no estigma social que recai sobre os povos indígenas da região. Mais
de 95% das notícias relacionadas ao povo mapuche têm uma conotação negativa,
associando o comunero como uma pessoa violenta, indiferente ao diálogo, que
não respeita o Estado de Direito ou suas instituições.
Palavras-chave: estigma; meios de comunicação; representação de mídia; po-
vos nativos.

188 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

1. Introducción

Existen cifras disímiles respecto a la presencia de pueblos originarios en Chile,


mientras el último censo oficial del 2002 afirmaba que son poco más de 692 mil
los indígenas que viven en el pais1, la encuesta de caracterización socioeconó-
mica Casen, del año 20152, sostiene que son más de 1 millón 500 mil. De ellos,
un 83 por ciento son mapuche, concentrándose fuertemente en las regiones del
Bío Bío y Araucanía, zonas que son consideradas el centro del conflicto histórico
con el Estado de Chile durante las últimas décadas. La frontera sur del río Bío
Bío y toda la provincia de Arauco constituyen un fuerte asentamiento indígena
que ha permanecido en el lugar desde muchos siglos antes que el propio con-
quistador español. Son 500 años de convivencia histórica donde el río de dos
kilómetros de ancho no sólo separó geográficamente al conquistador del arau-
cano, sino también lo alejó cultural y socialmente del chileno españolizado.
La relación entre el chileno y el pueblo indígena es una relación compleja, mar-
cada por interpretaciones y representaciones sociales de un lado y otro. Mientras el
pueblo mapuche tiene una fuerte convicción del chileno −we ingka o wingka− como
un tipo blanco del cual hay que desconfiar, “desde la otra vereda hay quienes pien-
san que los pueblos indígenas son gente ‘antigua’, que vive en armonía con la natura-
leza, con culturas ancestrales inmutables, pero para otros esos pueblos representan
atraso, pobreza, conflicto y violencia” (Bello, 2012, p. 227).
¿Qué rol juegan los medios de comunicación, específicamente las televisoras
regionales, en la formación de dichos estereotipos? ¿Pueden estos medios cons-
truir estigmas sobre grupos específicos de nuestra sociedad? Las evaluaciones
positivas o negativas que las personas tienen de sí mismas o de los otros, surgen
generalmente en un contexto social marcado por una relación constante entre
lo chileno y lo indígena. Bajo este punto, parece relevante conocer el papel que
juegan los medios en la construcción de estigmas sociales relacionados a los
pueblos originarios. De ahí, que el objetivo principal del artículo sea determinar
el tratamiento informativo de los noticieros regionales de la región del Bío Bío
respecto a los pueblos originarios.
Con esta finalidad, y basado en la construcción de una identidad social de
Erving Goffman (2008), se describe el estigma que recae sobre el indígena de
la zona en los noticieros regionales y se establecen algunos objetivos específi-
cos: como qué tipo de noticias relacionadas con el mundo indígena son las más
difundidas por esas televisoras, qué tipo de connotación tienen −intención posi-
tiva o intención negativa−, cuántos minutos dedican los informativos al mundo
mapuche y qué porcentaje de ese tiempo contribuye a posicionar favorable o
negativamente la imagen construida sobre ese pueblo en la región del Bío Bío.
Dicha técnica se basó en un modelo de análisis de noticieros de TV desarrollado

1 Información disponible en https://bit.ly/2IQ8EM5.


2 Información disponible en https://bit.ly/2cZ2wl0.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 189


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

por Fernando de Haro (2014), y adaptado para este estudio, donde el análisis de
las noticias se realiza en base a indicadores que pueden ser de carácter mixto
−cuantitativo y cualitativo. En este caso, los indicadores aplicados del modelo
de Haro serán los relacionados con la naturaleza del noticiero, esto es: el indica-
dor de Volumen, el Indicador de Equilibrio y el indicador de Interpretatividad (De
Haro, 2014, p. 773).
Para resolver las interrogantes generales y específicas del estudio se ana-
lizó el contenido informativo de los noticieros centrales de los canales regiona-
les del Bío Bío durante tres meses, sumando 198 capítulos y 6 mil 594 minutos.
Clasificando la información de acuerdo a algunas variables que responden a los
indicadores del modelo, para luego mediante la triangulación (Patton, 2002),
lograr inferencias mixtas que describan el estigma social construido en torno a
los pueblos originarios por los noticieros regionales.

2. Marco teórico

2.1 La relación chileno Mapuche al sur del Bío Bío


En la región del Bío Bío, y pese a un mundo cada vez más globalizado que in-
fluye en el discurso mediático, existen dos grandes grupos pertenecientes a la
etnia mapuche que han logrado mantener su lengua, su cultura y su organiza-
ción social. Uno de ellos es el Lafkenche, ubicado en la zona de la provincia de
Arauco, y el otro es el Pehuenche, que habita la zona cordillerana de Alto Bío Bío.
En términos estimativos y de acuerdo a datos demográficos de la Corporación
Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), actualmente la población mapuche
presente en la región del Bío Bío asciende a 53 mil personas, 13 mil habitan en la
provincia del Bío Bío y otros 40 mil en la provincia de Arauco. Esto se traduce en
267 comunidades en la provincia de Arauco; 54 en Bío Bío; y 15 en la provincia de
Concepción, sumando un total de 336 comunidades indígenas.
Dichas comunidades no son grupos aislados, sino pueblos originarios que
están en una constante relación e intercambio cultural con el chileno. Habitan
las ciudades y también los campos y zonas cordilleranas. Es esta intercultura-
lidad la que presume la existencia de relaciones entre comunidades con cultu-
ras diferentes, bajo contextos históricos y políticos determinados. Así es como,
de forma natural, reconocemos la existencia de un “otro” al decir “mapuche”,
“aimará” o “chileno”. Sin embargo, el solo hecho de la existencia de una minoría
y una mayoría evidentes −indígena y no indígena− implica que una tenga opinio-
nes respecto de la otra (Snajder, 2015).
La vida en un país latinoamericano está cada día más marcada por un con-
texto multicultural, donde los grupos se relacionan influenciados por su histo-
ria e integración ancestral. Chile, en este sentido, tiene una historia compleja en
este tipo de relaciones que ha marcado su existencia. Un conflicto intercultural
no resuelto que, si bien ha pasado por muchas y distintas etapas, aún sigue bus-

190 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

cando encontrar salidas que beneficien a los actores involucrados: Estado, chile-
nos y pueblos originarios. “En términos generales, en Chile persisten represen-
taciones e imaginarios sociales que guían de manera abierta o subyacente una
parte importante de los discursos y prácticas interculturales, sobre todo en el
mundo rural” (Bello, 2012, p. 227).
Chile, al igual que otros países en América Latina como Argentina y Uruguay,
desde inicios de la era colonial ha negado las identidades indígenas, intentando
hacer prevalecer al ‘hombre blanco’ como principal agente de la identidad
nacional, minimizando la presencia indígena en el territorio. Es una realidad
poco reconocida por el pueblo chileno y por los diferentes gobiernos que han
administrado el país. Ello a pesar que en las regiones del Bío Bío y Araucanía la
resistencia que libró el pueblo mapuche contra los españoles por más de 500
años enalteció a los pueblos originarios, especialmente mapuche, al nivel de
atribuirles conceptos de fiereza, orgullo y dignidad. Sin embargo, esa imagen
no se plasmó por mucho tiempo en el imaginario colectivo y la discriminación
comenzó a mermar al indígena de la zona. “Una sociedad que es a la vez inva-
sora, usurpadora e impositiva: invade los espacios físicos y socioculturales de
cada pueblo originario” (Ruiz, 2008, p. 67).
La situación en Chile respecto de la relación colonizador-indígena no es muy
distinta a otras en América. El caso mexicano, por ejemplo, tiene algunos tintes
similares al chileno, ahí las culturas indias fueron estigmatizadas por los coloni-
zadores. El estigma fue el de la inferioridad absoluta y la imposibilidad de crear
un futuro propio.

A los ojos del colonizador nada había rescatable de las culturas indias: todo de-
bía ser sustituido. No hubo ningún esfuerzo sistemático por conocer y valorar el
patrimonio cultural de los pueblos indios, salvo empeños de estudio orientados a
facilitar la destrucción de ese patrimonio. (Bonfil Batalla, 2004, p. 125)

Tan sólo a partir de 2006 es que el tema indígena comienza a considerarse


dentro de la agenda nacional y de las políticas públicas chilenas. Sin embargo, se
trata de un reconocimiento fundamentalmente simbólico, puesto que no están
las condiciones para generar un verdadero cambio en la situación de los pueblos
originarios (Campos Muñoz, 2006). Es después de 2007 cuando aumenta pau-
latinamente la presencia de diversas organizaciones indígenas, principalmente
mapuche, en diversas actividades del Estado y del palacio de gobierno. Destaca
entonces la creación de una comisión especial de políticas públicas indígenas
en una triangulación con el Ministerio de Planificación, la Corporación de
Desarrollo Indígena, Conadi, y el programa Orígenes (Campos Muñoz, 2007),
iniciativa de apoyo a las comunidades que una vez finalizado termina con dece-
nas de millones de dólares no rendidos y funcionarios formalizados.
En la realidad, el programa Orígenes, financiado por el Banco Interamericano
de Desarrollo e impulsado por el gobierno Chileno, tenía la finalidad de lograr

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 191


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

una inclusión más democrática del mundo indígena, pero curiosamente no


involucró a ese pueblo en el diseño de las bases técnicas, ni tampoco en la elec-
ción de la consultora, ni menos en el diseño y la ejecución de la investigación que
formó parte del programa de Gobierno (Boccara & Bolados, 2008). Es decir, los
programas de gobierno implementados se pautaron por una agenda etnodesa-
rrollista que finalmente contribuye a invisiblizar los saberes, las competencias
y las formas organizativas locales.

Los indígenas siguen ocupando una posición de dominados con respecto de los
llamados expertos (antropólogos, epidemiólogos, sociólogos del ámbito universi-
tario, de las consultoras y de los servicios públicos) fuertemente dotados en capital
simbólico. El multiculturalismo de estado tiende así a reforzar la jerarquía social
y sigue pensando el indigenismo sin los indígenas, a menos que estos últimos se
incorporen, en posiciones dominadas, como nuevos etnoburócratas de estado o
médicos indígenas con credenciales. (Boccara & Bolados, 2008, p. 191)

Lamentablemente dichas políticas públicas destinadas al rescate del indí-


gena, pero sin el indígena, se replican en otros países américanos con consecuen-
cias bastante similares a lo ocurrido en Chile. Es el caso de Argentina y su pueblo
Rankülche, donde “el actual reconocimiento de los Rankülche reproduce patro-
nes de (in)visibilización análogos a los que en el pasado determinaron el desvane-
cimiento de esta identidad y, por ende, del grupo indígena” (Lazzari, 2007, p. 92).
La categoría de indígena, tanto a nivel latinoamericano como en Chile,
reviste entonces un cúmulo de brechas que no puede analizarse únicamente
desde una perspectiva de clase. La educación, deserción escolar, salud e ingre-
sos son predictores de una distancia abismal entre unos y otros (Antileo, 2015).
La evidencia empírica de diferentes estudios destinados a medir la pobreza en
Chile demuestra que, a pesar de los programas desarrollados por la Conadi, la
pertenencia a un pueblo indígena es un fuerte predictor de pobreza e indigen-
cia, lo que indica que los miembros de estos pueblos experimentan un acceso
diferencial a oportunidades económicas. De hecho, “en promedio, los hogares
indígenas en Chile ganan menos de la mitad del ingreso que los no indígenas y
65% de los hogares indígenas se encuentran en los dos quintiles más bajos de la
distribución del ingreso” (Agostini, Brown & Roman, 2010, p. 126).
A la brecha económica se suman diferencias en términos culturales y tam-
bién en términos de políticas públicas, pues la cuestión mapuche sigue siendo
entendida, dentro del marco de la actual ley indígena, como una problemática
de minorías étnicas. Esto ha llevado a que importantes dirigentes e intelectua-
les mapuche hayan planteado la necesidad de una reforma del Estado respecto
a la definición y conducción de la política indígena. En tanto, en los medios de
comunicación persiste la representación de un conflicto creciente, protagoni-
zado por el pueblo mapuche. Es así que para los sectores políticos más conserva-
dores −algunos de ellos dueños de medios de circulación nacional:

192 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

[...] las movilizaciones mapuches significarían una clara violación del derecho de
propiedad, y están acompañadas de una violencia cada vez más intensa, que ame-
naza tanto la seguridad física de trabajadores forestales y dueños de predios, como
la inversión en la zona. (Vergara & Foerster, 2017, p. 37-38)

2.2 El rol de los medios en la representación social


Existen numerosos estudios que se han preocupado en profundizar sobre la in-
fluencia social de los medios de comunicación y la fabricación de representacio-
nes estereotipadas de algunos sectores específicos (Gerbner, Gross, Morgan &
Signorielli, 1996; Dixon & Linz, 2000; Shanahan, 2004; Nahmad, 2007; Covert &
Dixon, 2008). Con diferentes matices, todos concuerdan en que los medios cons-
truyen representación a diario, su rol es tremendamente clave en la construc-
ción social de la realidad. “En la actualidad, gran parte de nuestro conocimiento
lo adquirimos a través de los medios de comunicación, de la misma manera que
formamos o reafirmamos nuestras creencias e imágenes del mundo” (Sobrados,
2011, p. 6).
Ya Gerbner, en los años 70 con su teoría del cultivo, establecía que los medios
pueden reforzar estereotipos presentes en el telespectador y “cultivarlos”
(Gerbner, 1993; 2002), creando ciertas actitudes en el público televidente, que
no siempre corresponden con el mundo real. “La mayor parte de lo que sabe-
mos o creemos saber, nunca lo hemos experimentado personalmente. Sabemos
las cosas en base a lo que escuchamos y las que contamos. Somos las historias
que contamos” (Gerbner, 2002, p. 7). La TV a través de sus noticieros no sólo
informa, quiéralo o no, construye realidades, historias y representaciones socia-
les en el televidente, cruzadas por la interacción social, cultura y educación de
cada individuo.
Respecto a cómo se construyen las agendas de medios. En particular qué es
lo que consideran noticia y qué es lo que no es noticia para los medios de comu-
nicación, cuáles son sus fuentes, quién o quiénes les comunican a ellos del acon-
tecimiento, lo destaca Carlos del Valle.

La noticia forma parte de un complejo proceso productivo, constituyéndose en una


construcción social de la realidad, se debe comprender, entonces, que las fuentes
cumplen un rol fundamental en el proceso productivo de la noticia, no sólo como
textos-fuente, sino particularmente como textos autónomos que, muchas veces,
además de generar y nutrir, sustituyen al insumo-acontecimiento o, si se quiere,
son el acontecimiento mismo como insumo. (Del Valle, 2005, p. 84)

El tema de la objetividad periodística, también es un problema a la hora de


construir noticias y emitirlas a la comunidad. Las horas de cierre y la premura
de la información muchas veces transforma el informar correctamente en una
repetición de comunicados o notas con muy pocas fuentes que garanticen la

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 193


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

objetividad de la información. Ya Gaye Tuchman hace 20 años lo consideraba:


“los periodistas deben ser capaces de invocar algún concepto de objetividad,
para procesar hechos de la realidad social” (Tuchman, 1999, p. 199). Según
Tuchman existen algunas estrategias básicas para lograr informar con objetivi-
dad las noticias: La presentación de las posibilidades en conflicto; la presenta-
ción de una evidencia sustentadora, el uso juicioso de las comillas −colocar en
boca de otras fuentes algo que tendería a objetivar− y finalmente estructurar la
noticia en una frase apropiada (Tuchman, 1999). Dicha objetividad adquiere un
rol trascendente en la información de aquellas noticias que se relacionan con el
pueblo mapuche.
Mariano Cebrián, en tanto, en 2003 se refería a la forma en cómo se desarro-
lla la televisión comercial, concretamente su programación generalista y, dentro
de ella, los informativos. Aludiendo a que existe una subversión de los valores de
la realidad y de los intereses y preocupaciones de los ciudadanos. “La televisión,
y los medios de comunicación en general, construyen la realidad pública según
lo que ellos consideran que son los intereses de los ciudadanos, pero no los pro-
blemas reales de éstos” (Cebrián, 2003, en Angulo, 2011, p. 55).
La televisión “crea y refleja imágenes, opiniones y creencias; busca sostener
las necesidades, ideologías y valores existentes en los públicos masivos, adqui-
riendo así el receptor su identidad gracias a la exposición a estos mensajes”
(Marañón & Muñiz, 2012, p. 80). De esta manera, la televisión se convierte en un
agente importante para la construcción de realidad, reforzando o creando reali-
dades estereotipadas. De hecho, “la fuerte influencia que tiene la televisión para
una gran parte de la población puede contribuir al proceso de la estereotipa-
ción, ya sea manteniendo los estereotipos del indígena socialmente aceptados o
transmitiendo nuevos estereotipos” (Muñiz, Marañón & Saldierna, 2014, p. 287).
En dicha representación de la realidad, la TV y sus noticieros corren con ven-
taja respecto a su credibilidad, si se le compara con otros formatos informativos
como la prensa escrita y la radio, lo que refuerza la importancia del presente
estudio. Según Verón (2001), el solo hecho que exista un conductor en cámara
o un periodista en un directo que mire a los ojos al receptor −a través de la
cámara− simetriza su relación con el destinatario, esto ocurre pues,

[...] el enunciador construye su credibilidad. La apuesta del contacto es la del acer-


camiento o del alejamiento, la de la confianza o la de la desconfianza. En el fondo,
lo esencial no es tanto lo que me dice o las imágenes que se muestran (que a me-
nudo recibo de manera distraída), lo esencial es que esté todas las tardes y que me
mire a los ojos. (Verón, 2001, p. 37)

2.3 De la representación al estigma social


El estigma creado por los griegos hace muchos siglos atrás hacia alusión a sig-
nos corporales que lucían algunas personas y que eran decidores de algo malo

194 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

o poco habitual del portador. Generalmente eran cicatrices o llagas productos


de cortes y quemaduras que buscaban comunicar respecto de aquel individuo
a quien se cruzase con él, generalmente anunciaban que el portador era un es-
clavo, un ladrón o un traidor. También podrían informar alguna enfermedad
o mal. Es decir, según los parámetros de la época, una persona a quien había
que evitar en lugares públicos y tratar de no comunicarse con él en términos
morales. Actualmente, si bien los signos corporales desaparecieron, la palabra
estigma sigue utilizándose en términos similares al original (Goffman, 2008).
Dicha palabra es utilizada frecuentemente para demarcar algún rasgo o atributo
que desacredita a una persona en un determinado ambiente social.
Ello lleva a que el estigmatizado, que “fácilmente pudo haber sido aceptado
en un intercambio social común y corriente, posee un rasgo que puede impo-
nerse por la fuerza a nuestra atención y que nos lleva a alejarnos de él cuando
lo encontramos” (Goffman, 2008, p. 17). Esto a pesar de las condiciones que esa
persona pudiese tener, pues en cierta manera esa “mancha” que recae sobre él,
anula automáticamente todos sus atributos.
¿Es el pueblo mapuche un pueblo estigmatizado? todo indica que sí. La
identidad chilena se consolidó durante cientos de años, minimizando las raíces
indígenas y privilegiando las raíces europeas del conquistador. “Aunque cultu-
ralmente el bravío mapuche que resistió la invasión española e incluso asesinó
al primer conquistador fuese reivindicado en ocasiones, socialmente se le estig-
matizó, discriminó y excluyó” (Waldman, 2004, p. 101). Esta discriminación tam-
bién se da en la formación escolar a través de los libros de historia que, según
cita Bengoa, se encargan de acrecentar la diferencia entre la civilización y la
‘barbarie’, cuestión que también se dio en gran parte de Latinoamérica con sus
respectivos pueblos originarios. Dicha repetición, dice Bengoa, fue formando
las sensibilidades comunes de la población criolla respecto a las poblaciones
indígenas. “El indio es flojo, no sabe trabajar, es borracho, no tiene aspiraciones
mayores […], esa concepción moral da permiso para explotar al indio, para qui-
tarle sus tierras, para hacerlo trabajar de sol a sol” (Bengoa, 2007, p. 195).
Dicha estigmatización del pueblo originario también alcanza a la prensa ofi-
cial que centra sus noticias en aspectos negativos y policiales, “criminalizando
sus luchas en defensa de sus derechos y especialmente por recuperar sus tie-
rras, sin embargo cuando son reprimidos, minimizan completamente la situa-
ción” (De la Fuente, 2008, p. 8). De hecho, “el discurso criollo, sustento de la iden-
tidad nacional, se construye ya no a partir de una visión positiva del guerrero
araucano, sino a partir de una visión del indígena como alguien flojo, borracho,
sensual, apegado a la naturaleza y carente de un sistema religioso estructurado”
(Waldman, 2004, p. 100).
Basados en ello, dice Goffman (2008, p. 14), se construye una teoría del
estigma, una ideología que explica su inferioridad respecto de “los normales”
y da cuenta del peligro que representa dicha persona. Valiéndonos de este
supuesto, se practican diversos tipos de discriminación, mediante la cual redu-

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FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

cimos sus posibilidades de vida. Desde esta perspectiva, el indígena desde que es
mapuche hereda diferentes estigmas e invisibiliza muchísimas de sus condicio-
nes. En consecuencia, es probable que cuando alguien esté frente a un mapuche,
lo tienda a encasillar en una categoría especifica, con particularidades claras,
pero también con estigmas. Dicha fusión construye lo que Goffman define como
“identidad social virtual”. Existiendo también una “identidad social real”, que
es aquella demostrable según la categoría de la persona y sus atributos reales.

3. Metodología

Este estudio se basa en la perpectiva epistemológica de la identidad social cons-


truida (Goffman, 2008). Desde esta mirada, la identidad social de una persona o
integrante de un grupo étnico determinado es encasillada por diferentes catego-
rías, invisibilizando sus cualidades y desacreditándola frente a la sociedad. En
dicha categorización, los medios de comunicación tienen un protagonismo in-
usitado, especialmente pues la sociedad que recibe la información, en este caso
el televidente, dada su escasa convivencia con el individuo y la ignorancia de sus
atributos reales, construye una identidad social virtual del pueblo mapuche ab-
solutamente denigrada.
Con esta finalidad general, se describe el estigma social que caracteriza al
mapuche en los noticieros regionales, se establece qué tipo de noticias relacio-
nadas con el mundo indígena son las más difundidas por las televisoras regiona-
les, qué tipo de connotación tienen, cuántos minutos dedican los noticieros al
mundo indígena respecto al otro sector de la población y qué porcentaje de ese
tiempo contribuye a posicionar favorable o negativamente la imagen que existe
sobre el pueblo originario en la región del Bío Bío.
Desde esta mirada, el estudio busca determinar el tratamiento informativo
de los noticieros regionales de esa región respecto al pueblo indígena; y para
ello, se adaptó un modelo analítico diseñado por De Haro (2014) para analizar
los noticieros de TV, que permitirá cuantificar y cualificar algunos datos impor-
tantes. La investigación incluyó el análisis de los noticieros centrales nocturnos
de los tres principales canales regionales de la región del Bío Bío: TVU, Canal 9
Bío-Bío y TVN Red Bío-Bío, durante los meses de agosto, septiembre y octubre
del 2017. En total fueron incluidos 198 informativos mediante un análisis del
contenido de 6 mil 534 minutos de emisión, sin considerar los cortes comercia-
les, correspondientes a 66 capítulos por canal, promediando una duración de
33 minutos por cada noticiero emitido. Dicho análisis se realizó dejando fuera
noviembre y diciembre, por la cercanía de las elecciones parlamentarias y pre-
sidenciales que podrian alterar los contenidos de la muestra.
Se consideraron las emisiones de lunes a viernes y se cruzaron los datos
aplicando y adaptando algunos indicadores del modelo metodológico de De
Haro (2014), como el indicador de Naturaleza, que comprende el indicador de

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ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

Volumen, el indicador de Equilibrio y el indicador de Interpretatividad. Estos


entregan información cualitativa y cuantitativa respecto a algunas cifras extraí-
das del muestreo de noticieros. Así el indicador de Volumen estuvo determinado
por el número de noticias y la cantidad y porcentaje de minutos respecto al total
del noticiero. El indicador de Equilibrio estuvo determinado por la temática de la
noticia acerca del pueblo indígena −cultural, policial, turismo, ciudadanía o cró-
nica− y la ubicación de ésta en un determinado bloque del noticiero. Por último,
el indicador de Interpretatividad determinó la intención positiva o negativa de la
noticia analizada, y si ella tuvo un posterior análisis con entrevista en plató o en
terreno respecto a la noticia en cuestión.
Para efectos metodológicos, hay que distinguir que fueron clasificadas como
noticias con connotación positiva todas aquellas que en su contenido tengan la
intención de difundir la lengua mapudungun, la educación en pueblos origina-
rios, las costumbres y riqueza cultural del pueblo indígena mapuche. Tanto en
aspectos territoriales, como de aquellos relacionados al desarrollo agrario, agro-
turismo y/o proyectos que vayan en directa relación con la difusión y respeto por
el pueblo indígena y sus tradiciones.
En tanto, son clasificadas como noticias con connotación negativa todas
aquellas que en su contenido tengan la intención de aludir a hechos vandálicos
y/o delictuales donde participen comuneros indígenas, comunidades mapuche
u otros pueblos originarios. Como también aquellas noticias que relacionen a
comuneros indígenas con atentados terroristas o incendios de propiedades pri-
vadas o vehículos.
Estas variables arrojaron datos estadísticos que posteriormente fueron ana-
lizados y comparados con la técnica de triangulación de datos (Sierra Bravo, 1997;
Patton, 2002), realizando inferencias y conclusiones en relación al tratamiento
informativo de los noticieros regionales respecto a los pueblos originarios.

Figura 1. Ejemplo de tabla para el mes de agosto

Minutos al aire Entrevista de Bloque del


N° de noticias Connotación Temática
de la noticia análisis noticiero
(INDICADOR (INDICADOR DE (INDICADOR
Agosto *Porcentaje (INDICADOR DE (INDICADOR
DE VOLUMEN) INTERPRETATI- DE
(INDICADOR DE INTERPRETATI- DE
VIDAD) EQUILIBRIO)
VOLUMEN) VIDAD EQUILIBRIO)

Canal 9
Bío-Bío
TV

TVU

TVN
Red
Bío-Bío

Fuente: Elaboración propia. Adaptación del Modelo de Haro (2014)

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 197


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

4. Resultados

Como resultado del análisis, un primer dato clave es el porcentaje promedio de


minutos dedicados a noticias que involucran a “pueblos originarios”. De hecho,
sólo un 2,8% del total de minutos de las noticias regionales está destinado a di-
cha temática. La mayor diferencia entre los noticieros observados se advierte en
el tiempo que le dedican a las noticias que tienen relación a los pueblos origina-
rios. Sumados los minutos de los 198 capítulos, Canal 9 Bío-Bío TV se alza como
el noticiero que destina más tiempo a esta temática, con 86.24 minutos exacta-
mente. Lo sigue TVU con 50.43 minutos y cierra la lista TVN Red Bío-Bío con sólo
46.54 minutos al aire.
Por otro lado, el porcentaje de minutos al aire de noticias relacionadas con
los pueblos originarios −calculado con el total de minutos emitidos (todas las
noticias) de los 198 capítulos− deja a TVN Red Bío-Bío como el canal con mayor
porcentaje de noticias sobre los pueblos originarios con un 3.4%, seguido de
TVU con un 3% y en el último lugar Canal 9 Bío-Bío TV con un 2,5%, respecto del
total de minutos al aire emitidos por cada informativo.
Ya en relación al número de noticias emitidas, Canal 9 Bío-Bío TV es la esta-
ción que emitió la mayor cantidad de noticias relacionadas a los pueblos origi-
narios (29), la diferencia es mínima comparada con TVU (23) y con TVN Red Bío-
Bío (20), considerando que el noticiero central de Canal 9 Bío-Bío TV se extiende
desde las 20.30 hasta las 21.30 horas, el dob le de minutos que los otros noticie-
ros analizados. Es decir, como promedio sale al aire una sola noticia relacionada
con los pueblos originarios cada ocho días de emisión del noticiero.
Desde esta perspectiva y tomando en cuenta el indicador de Volumen de Haro
aplicado a la noticia, la totalidad de los noticieros tienen bajo volumen en torno
a las noticias relacionadas con el pueblo mapuche y otros contenidos, especial-
mente si se toma en cuenta el minutaje destinado a noticias acerca de pueblos
originarios versus el resto de las noticias que no supera el tres por ciento como
promedio entre los noticieros analizados.

Figura 2. Tabla resumen meses de Agosto, Septiembre y Octubre

Minutos al Entrevista de
Agosto N° Connotación
aire análisis Bloque horario Temática
Sept. de noticias INTER
*% (INTERPRETA EQUILIBRIO EQUILIBRIO
Oct. (Total) (VOLUMEN) PRETATIVIDAD
(VOLUMEN) TIVIDAD)

Negativa
Canal 9 1° bloque 86%
86.24 (28) 97% 28 Policial
Bío-Bío 29 0 2° bloque 7%
*2.5% Positiva (1) 1 Turismo
TV 3° bloque 7%
3%

198 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

1° bloque 87%
50.43 Negativa
TVU 23 0 2° bloque 4.3 % 23 Policial
*3% (23) 100%
3° bloque 8.7%

Negativa
TVN 18 Policial
46.54 1° bloque 65% (18) 90%
Red 20 0 1 Turismo
*3.4% 2° bloque 35% Positiva (2)
Bío-Bío 1 Ciudadanía
10%

Fuente: Elaboración propia. Adaptación del modelo de Haro (2014)

Independiente de la cantidad de minutos, un dato importante que surge al


cruzar las variables en el trimestre estudiado, es la connotación de las noticias
emitidas respecto a los pueblos originarios: de las 72 noticias emitidas durante
los meses que duró la recolección de datos, sólo tres tienen una intención posi-
tiva. La investigación demuestra que los tres noticieros promediaron un 95,6 %
de noticias negativas respecto al pueblo mapuche. El caso de TVU, canal propie-
dad de la Universidad de Concepción, es particularmente grave, pues un 100 por
ciento de las noticias relacionadas a los pueblos originarios fueron negativas. En
tanto, Canal 9 Bío-Bío emitió noticias con un 97% de connotación negativa y un
3% positivas. Mientras que las noticias relacionadas a pueblos originarios emi-
tidas por TVN Red Bío-Bío, filial regional de la TV pública TVN, tuvieron un 90%
de intención negativa y un 10% positiva. En este último punto, destacan noticias
relacionadas al turismo rural y a fondos de apoyo para comunidades indígenas
por parte del gobierno.
Desde la perspectiva del modelo de Fernando de Haro, nos encontramos
frente a un noticiero de baja interpretatividad. Además de no existir discusión,
entrevistas o análisis de las noticias que permitan interpretar de mejor manera
aquellas informaciones relacionadas con el pueblo indígena, sobre el 95% de
ellas, en promedio, tienen una intención negativa respecto del mundo mapuche.

Figura 3. Tabla resumen de connotación de noticias relacionadas a pueblos originarios

Fuente:elaboración propia

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 199


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

La temática de las noticias es similar en los tres noticieros. La más recurrente


es la policial −aquellas noticias donde personas o comunidades indígenas se
vean envueltas en hechos de robos, asaltos, atentados terroristas y violencia.
Canal 9 Bío-Bío presentó 28 noticias en esta materia y 1 en relación al turismo,
TVU, en tanto, presentó las 23 noticias con relación a los pueblos originarios con
temática policial. En cambio, TVN Red Bío-Bío presentó 18 noticias con temática
policial, 1 de turismo y 1 de ciudadanía. Entre las temáticas más reiteradas en las
noticias emitidas se encuentran hechos de violencia en la provincia de Arauco
como quema de camiones, iglesias y galpones, detención y posterior juicio a
Héctor Llaitul (líder de la Coordinadora Arauco-Malleco), huelgas de hambre de
comuneros mapuche presos por delitos de atentados y disturbios en marchas de
apoyo por su liberación.
Respecto a la ubicación en los diferentes bloques del noticiero, la mayoría de
las noticias relacionadas a pueblos originarios, un promedio de un 79,3%, están
ubicadas en el primer bloque, el tradicionalmente con más impacto dentro de
las emisiones.
Desde la perspectiva del modelo de Haro, el noticiero tiene un bajo nivel
de equilibrio, la temática de las noticias es principalmente policial, más de un
95 por ciento de las relacionadas con el mundo de los pueblos originarios cabe
dentro de esta clasificación, asociadas a actos vandálicos, tomas de propiedades
privadas y juicios en contra de comuneros. El indicador tiende a bajar aún más
si se considera su ubicación mayoritaria en el primer bloque, versus las noticias
con intención positiva, que se ubican en el segundo y tercer bloque del noticiero,
estos últimos claramente con menos impacto en la población.

5. Conclusiones

La Ley 20.750 promulgada en mayo del 2014 y que regula la televisión en Chile,
define el rol del Consejo Nacional de Televisión, CNTV como ente encargado de
velar por el correcto funcionamiento de la televisión, garantizando “el respeto,
democracia, la paz, el pluralismo…la formación espiritual e intelectual de la ni-
ñez y la juventud, de los pueblos originarios, la dignidad humana y su expresión
en la igualdad de derechos y trato entre hombres y mujeres”. (Artículo 1, Inciso
4to. Ley. 20.750). Sin embargo, a la luz de los resultados de esta investigación, di-
cha regulación parece no cumplirse. El indígena estigmatizado es un hecho real
en Chile y los medios de comunicación regionales y sus noticieros contribuyen
aún más a dicha situación.
La estigmatización del pueblo mapuche no es nueva en Chile, al igual que en
gran parte de América se viene haciendo hace siglos, incluso en textos escolares
y libros de historia leídos por miles de jóvenes estudiantes, donde se habla del
incivilizado o del indio sometido a través del alcohol. Existen estereotipos claros
del ‘chileno’ y del ‘indio’, según los cuales, la sociedad chilena mira con despre-

200 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

cio al indio y le atribuye cualidades negativas −indolencia, alcoholismo, despre-


cio por la verdad, hosquedad, brutalidad y aun fealdad− que, en casos extremos,
lo descalifican como ser humano (Sznajder, 2015).
Lo que es particularmente grave, es que los medios de comunicación de
masas, y de una influencia determinante como la televisión, contribuyan con
sus noticieros centrales a dicha estigmatización, especialmente cuando se trata
de los medios de la propia región donde habitan los pueblos originarios. El hecho
que un 95,6% de las noticias acerca de pueblos originarios transmitidas por los
canales regionales tengan una intención negativa atenta contra la dignidad de
los pueblos indígenas. Más aún, cuando un 79,3% de las ellas están ubicadas en
los primeros bloques del noticiero, favoreciendo el impacto en el televidente.
Es decir nos encontramos frente a un noticiero de televisión con un bajo
índice de equilibrio en las noticias emitidas (De Haro, 2014) respecto a pueblos
originarios, gran parte de ellas son policiales y asocian al mapuche con actos
delictivos, quemas o actitudes de violencia para con el resto de los ciudadanos,
contribuyendo así a representarlo como una persona peligrosa, insurrecta y de
la cual hay que desconfiar. De las 72 noticias relacionadas a pueblos originarios
registradas por el barrido, tan sólo tres son positivas y aluden a proyectos de
turismo rural o fondos de cooperación para comunidades indígenas.
La triangulación de datos y los indicadores de equilibrio, interpretatividad y
volumen permiten visualizar elementos nítidos del tratamiento informativo en
el que coinciden los tres noticieros regionales: la estigmatización del “indígena
mapuche” como una persona violenta, conflictiva, no abierta al diálogo con las
autoridades del Estado y a todo aquel que no pertenezca a la etnia indígena. Se
le muestra como alguien que está en contra de la presencia de industrias en la
región del Bío Bío y que rechaza la forma de vivir “civilizada” del resto del país,
por lo tanto no respeta las leyes chilenas, ni tampoco a sus instituciones.
Dicho rechazo se muestra en base a actos terroristas, quemas de iglesias
católicas y evangélicas, tomas de carretera, quemas de maquinarias y camiones
forestales, destrucción de casas de veraneo o propiedades del “we ingka” con la
intención de causar miedo y paralizar las inversiones en las zonas donde habi-
tan. Es decir, una persona que rechaza la institucionalidad y desprecia aquello
que venga del Estado chileno.
Resulta inquietante analizar los resultados en términos cualitativos tomando
en cuenta que el pueblo indígena ha sido estigmatizado por siglos en otras esfe-
ras más allá de la informativa. La brecha económica, educacional y social entre el
chileno y el pueblo mapuche es gigantesca y seguirá aumentando si las políticas
públicas están enfocadas a una integración del indígena sin el indígena, es decir
programas del Estado que están dirigidos a que el mundo mapuche, mirado bajo
el prisma de una minoría, se deba necesariamente integrar al pueblo chileno y
no, como debiera ser, al cuidado y mantención de una sociedad indígena com-
pleja, con cultura, valores y tradiciones propias que se deben presevar y respe-
tar en una convivencia que enriquezca a ambas partes.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 201


FUENTE-ALBA CARIOLA, CAÑETE PACHECO

Por otro lado, es preocupante el bajo índice de interpretatividad de los noti-


cieros. Por un lado con una evidente connotación de las noticias emitidas por
los informativos regionales, pero también por la ausencia total durante los tres
meses estudiados de fuentes informativas expertas que expliquen, desde una
perspectiva global, el problema indígena al televidente; partiendo por ejemplo
por aclarar que el pueblo mapuche no es necesariamente rural y que muchos de
ellos, sino la mayoría, viven en las ciudades y buscan oportunidades como cual-
quier otro latinoamericano. Estas carencias sólo contribuyen a que la identidad
social del pueblo originario no sea conocida ni comprendida por la población
chilena que habita la región del Bío Bío, cayendo en una espiral de desinforma-
ción que afectará a las nuevas generaciones, tanto de indígenas como chilenos,
que habitan y habitarán el territorio.
Este tipo de tratamiento informativo evidentemente contribuye a aumentar
la distancia e incomprensión entre ambos sectores, dificulta la multiculturali-
dad y entrampa cualquier tipo de esfuerzo por la integración mutua. Asistimos
entonces a una invisivilización mediática del otro, del indio, de su cultura, de su
familia, de todos aquellos aspectos de la vida mapuche que son dignos de cono-
cer. Sólo se representan mediáticamente el insumiso, los símbolos de rayados
proyectados en planos detalles, las barricadas, tomas y quemas de propiedades
ocurridas al sur del Bío Bío. También aparece una vez al año la figura femenina,
en alguna foto con el presidente de turno o en las noticias de verano cuando se
celebra alguna feria rural. Esta segmentación arbitraria de información, resulta
relevante ante el papel que juegan los medios de comunicación en la construc-
ción de estereotipos y estigmas sociales, especialmente si se considera que
dichos medios están ubicados en uno de los centros geográficos del denominado
conflicto mapuche.

6. Discusión

Resultaría interesante contrastar este estudio con otras líneas teóricas cons-
truidas en relación a los medios regionales, encargados en el papel de poten-
ciar la cultura local y respaldar las noticias de la región donde se desarrollan,
especialmente porque al alero de los resultados vistos, se desecha un potencial
tratamiento informativo que transmita la riqueza cultural del mundo indígena y
los beneficios de la transculturalidad en la región del Bío Bío.
Así también, surge una línea de discusión importante frente a los canales
de cobertura nacional, que tienen sin duda un índice de impacto mayor en la
ciudadanía. ¿Qué están informando respecto al mundo indígena?, ¿cuáles son
los intereses que los mueven? Por otro lado, sería importante conocer el trata-
miento de la TV pública respecto al mundo indígena, no sólo en Chile sino tam-
bién en otros países de América Latina.

202 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE EN BIO BIO, CHILE.

La investigación no ha resuelto que los noticieros mientan, exageren o des-


virtúen la realidad de los hechos presentados, sólo expone que los tres noticie-
ros regionales exhiben un número infinitamente mayor de noticias con conno-
tación negativa respecto de noticias positivas acerca de los pueblos originarios y
que las noticias emitidas claramente podrían influir en construir un estigma de
dichos pueblos caracterizado por la violencia. Desde esta perspectiva este tra-
bajo contribuye a abrir nuevas líneas de investigación relacionadas a las percep-
ciones de la audiencia respecto a los pueblos originarios, cómo los perciben y si
efectivamente los medios de comunicación influyen en estigmas sociales cons-
truidos. Fácilmente es un estudio que se podría replicar en otras zonas del país
y especialmente en otros países de Latinoamérica, América del Norte o Europa
donde la discriminación racial es un hecho concreto.
Por otro lado, sería muy interesante iniciar futuras investigaciones en torno
a cómo las noticieros pueden construir estigmas en torno a grupos específicos,
especialmente minorías. Chile, por ejemplo, durante los últimos cinco años ha
tenido un aumento en torno a la inmigración. De hecho, según el informe de
coyuntura económica en América Latina y el Caribe, de la Cepal y la Organización
Internacional del Trabajo, publicado en mayo del 2017, la población de inmi-
grantes en Chile aumentó en un promedio de 4,9% por año, convirtiéndose en
el país de Latinoamérica donde esta más creció entre entre 2010 y 2015. De ahí
que se pueda discutir el tratamiento informativo que diferentes medios tienen
del inmigrante y cómo este relato medial influye en la percepción de los chilenos
que a diario cohabitan el territorio con estos grupos sociales.

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La migración europea al Ecuador
(1935-1955). La visión diplomática
de la llegada de colectivos
problemáticos: los judíos
The European migration to Ecuador (1935-1955). The diplomatic vision
of the arrival of problematic groups: the Jews

A migração europeia para o Equador (1935-1955). A visão diplomática


da chegada de grupos problemáticos: os judeus


Emiliano GIL-BLANCO
Universidad San Francisco de Quito, Ecuador / [email protected]

Antonio J. CANELA-RUANO
Universidad Pablo Olavide, España / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Monográfico, pp. 207-223)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 23-04-2018 / Aprobado: 28-07-2018

207
GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

Resumen
La llegada al poder del partido nacional socialista alemán en 1933 va a significar
el inicio de las persecuciones a colectivos no arios y de corrientes políticas dife-
rentes. La ubicación de la población judía alemana se produce a partir de 1935
con la colaboración de organismos y asociaciones humanitarias. Se buscará en
América Latina una solución y Ecuador fue uno de los países que va a acoger a
migrantes europeos. Intentamos describir en este trabajo la política migratoria
de los diferentes gobiernos de Ecuador con respecto a los judíos a través de las
acciones consulares en Europa.
Palabras clave: II Guerra Mundial; persecuciones; consulados; cancillería;
nazismo.

Abstract
The coming to power of the German National Socialist Party in 1933 will mean
the beginning of persecutions of non-Aryan collectives and different political
currents. The location of the German Jewish population occurs from 1935 with
the collaboration of humanitarian agencies and associations. A solution will be
sought in Latin America and Ecuador was one of the countries that will welcome
European migrants. We try to describe in this investigation the migration policy
of the different governments of Ecuador with respect to Jews through consular
actions in Europe.
Keywords: World War II; persecutions; consulates; chancellery; Nazism.

Resumo
A chegada ao poder do Partido Nacional-Socialista alemão em 1933 significará o
início das perseguições de coletivos não-arianos e de diferentes correntes polí-
ticas. A localização da população judia alemã ocorre a partir de 1935, com a cola-
boração de agências humanitárias e associações. Uma solução será procurada
na América Latina e o Equador foi um dos países que receberão os migrantes
europeus. Tentamos descrever neste trabalho a política de migração dos dife-
rentes governos do Equador em relação aos judeus por meio de ações consulares
na Europa.
Palavras-chave: Segunda Guerra Mundial; perseguições; consulados; chance-
laria; nazismo.

208 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

1. Introducción1

La persecución de la comunidad judía durante la II Guerra Mundial en Europa


generó una movilización masiva de familias judías hacia otros continentes. El
proceso migratorio no fue sencillo debido a su origen, a la situación prebélica
o bélica en Europa y a las políticas migratorias que establecieron los posibles
países receptores. Uno de los países de destino para los migrantes judíos fue
Ecuador, ya que este país, a inicios de la II Guerra Mundial, todavía concedió
visas abiertas a extranjeros. Al llegar a Ecuador, su adaptación al país fue muy
complicada. Sus primeras impresiones, ya que venían de países culturalmente
diferentes, dificultaron su adaptación y tuvieron que perseverar durante mu-
chos años para poder salir adelante.
Existe la idea generalizada de que los procesos migratorios y el genocidio de
judíos ocurridos durante la II Guerra Mundial fueron hechos aislados y origina-
dos por un solo país, Alemania y, más concretamente, ligados a un movimiento
político, el Nacional Socialista de Adolf Hitler entre 1933 y 1945. Esta visión no
hace más que invisibilizar los procesos de exclusión de judíos en toda Europa
e, incluso a nivel mundial, que se produjeron anteriormente al realizado por
los nazis. Se ha consolidado todo un entramado ideológico antisemita que ha
logrado impregnarse en el imaginario global. ¿El resultado fue su persecución,
humillación y asesinato sin piedad en la II Guerra Mundial? Nos olvidamos que
algunos países europeos colaboraron en su masacre y persecución, incluso tras
la desaparición de los nazis, como sucedió en la URSS.
Entendemos este proceso ligado a las teorías de supremacía racial nacional-
socialista alemana. Esta fue una de las más importantes razones de las persecu-
ciones a judíos, junto con la económica. Con la llegada al poder de Adolf Hitler
y del partido nazi, en abril de 1933, comenzó el boicot a la población judía en
torno a sus comercios y negocios y la promulgación de las leyes de Nüremberg
(1935), que les negaba por completo la posibilidad de supervivencia económica
y social (Johnson, 2002, p. 90). A esta situación se llegó por “el antisemitismo y
la creencia de que los judíos de alguna manera habían llegado demasiado lejos al
integrarse dentro de la sociedad alemana” (Wein, 2001, p. 137).
Las citadas leyes de Nüremberg consolidaron definitivamente la persecu-
ción de judíos y dieron lugar al inicio de los procesos migratorios (Johnson,
2002, p. 104). En ellas se hizo una definición de quien era judío y quien no, pro-
hibía las relaciones físicas, se les quitó el derecho de ciudadanía y otorgó a la
policía y a las autoridades poderosas armas para utilizar en la persecución de los
judíos. Además, consolidaron los procesos de persecución y violencia en otros
países europeos, es el caso de Austria, Checoslovaquia, Italia, Polonia, Rumanía,

1 El presente trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación La emigración de europeos a Ecuador
(1938-1955): influencia social, económica y cultural de una emigración forzada. Proyecto ID: 5622. Universidad San
Francisco de Quito. Dirigido por los autores del artículo.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 209


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

Lituania y de otros muchos países ocupados por Alemania. La denominada


noche de los cristales rotos o “Krystall Nacht” en Alemania, 9-10 de noviembre
de 1938, consolidó estos aberrantes, crueles y deshumanizantes procesos.
A partir de estos hechos, Europa comenzó a ser un lugar donde no podían
residir y fue necesario buscar otras ubicaciones más seguras. Ante el cariz
que fueron tomando los acontecimientos, varios organismos y asociaciones
buscaron posibles destinos para la comunidad judía alemana (Coello, 2013, p
66; Grubel, 2010, p. 19-21; Kreutel, 1997, p. 157-159)2. Sabemos que ya en 1935 se
miraba a América Latina como un posible lugar de asilo (Avni, 2008, p. 84).
En marzo de 1935, una comisión de la Sociedad de Naciones, con James G.
McDonald, Alto Comisionado de la Liga de las Naciones para Refugiados en
Alemania, y Samuel Guy Inman, historiador y experto en América Latina, reco-
rrieron las repúblicas latinoamericanas en busca de un nuevo hogar para unas
30.000 personas que habían huido de Alemania y no podían radicarse en otros
países europeos. Su informe revela una desproporción entre la potencialidad
de absorción, evaluada según la capacidad económica de cada país, y la dispo-
sición a ayudar. Mientras que, en los países más desarrollados, como Argentina
y Brasil, las posibilidades potenciales eran mayores, la disposición de sus presi-
dentes, ministros y funcionarios fue muy escasa; sin embargo, la predisposición
de países menos desarrollados del continente se invertía (Coello, 2013, p. 66).
El presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, consciente de la
situación por la que atravesaban los judíos en Alemania, convocó la Conferencia
de Evian (6-15 de julio de 1938) con el objetivo de discutir sobre el problema
de los refugiados judíos. Contó con la presencia de delegaciones de 33 países,
entre ellos la de Ecuador. Los resultados fueron muy pobres. Alemania se com-
prometió a reducir los trámites de salida de los judíos. Algunos países latinoa-
mericanos, como México, República Dominicana​y Venezuela, aceptaron reci-
bir una cierta cantidad de migrantes. La mayor parte de países asistentes a la
Conferencia se negó a facilitar la entrada de judíos. La República Dominicana
aceptó la llegada de 10.000 judíos, pero la complicada burocracia del país tan
sólo permitió la entrada de unos 1.200 que se ubicaron en la zona de Socúa.
Alemania utilizó los resultados de la Conferencia para justificar su política dis-
criminatoria contra los judíos (Krueter, 1997, p. 98-120).

2. Metodología

La presente investigación indaga en las políticas de relaciones exteriores del


gobierno de Ecuador sobre las migraciones del colectivo judío. Intentaremos

2 Como la Sociedad de Naciones, la Hebrew Christian Alliance Association, el American Jewish Joint Distri-
bution Committee, el Congreso Judío Mundial, el Comité de Salvamento de los Judíos Europeos, la Agencia
Judía, Hebrew Immigrant Aid Society (HIAS o HICEM Oficina principal en Europa) o el Comité pour l’étude de
l’agriculture, de l’industrie et de l’immigration en Équateur, entre otras.

210 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

con ella perfilar las diversas posturas que desarrollaron los presidentes de la
República, sus Cancilleres y sus representantes consulares en Europa ante la
debacle humanitaria. Concretamente, nos hemos centrado en la gestión desa-
rrollada durante el periodo de los cancilleres Carlos Manuel Larrea (1936-1938),
Luis Bossano Paredes (1938-1938), Julio Tobar Donoso (1938-1942) y de Francisco
Guarderas (1942-1944), durante las presidencias de Alberto Enríquez Gallo
(1937-1938), Manuel María Borrero y González (1938), Aurelio Mosquera Narváez
(1938-1939), Carlos Alberto Arroyo del Río (primer mandato, 1939), Andrés F.
Córdova Nieto (1939-1940), Julio Enrique Moreno Peñaherrera (1940) y Carlos
Alberto Arroyo del Río (segundo mandato, 1940-1944).
En posteriores trabajos, continuaremos investigando en la calidad de las
personas que arribaron al país, sus destinos y su evolución profesional. También
esperamos poder conocer con nuestro trabajo la influencia económica, social
y cultural que tuvieron en Ecuador. Sabemos de su importancia, tenemos una
aproximación de cómo llegaron, en qué trabajaron, cómo se organizaron, y, lo
más importante, su visión de un país desconocido para ellos en el momento de
su llegada.
Al ser una investigación de Historia Social, principalmente, vamos a utili-
zar fuentes documentales, hemerográficas y bibliográficas. Las documentales o
primarias están basadas en los archivos personales de los protagonistas y en los
públicos del Ecuador: Cancillería, Banco Central y del Ministerio de Economía
y Finanzas. No nos olvidamos de las fuentes periodísticas de la época agrupa-
das en la Biblioteca Aurelio Espinosa Polit y en la Biblioteca Manuel A. Muñoz
Borrero, ambas en Quito.
Aclarar, en lo que respecta a las fuentes documentales, que el archivo prin-
cipal en el que nos hemos basado ha sido el Archivo Histórico del Ministerio de
Relaciones Exteriores (A.H.M.R.E.) Alfredo Pareja Diazcanseco del Ecuador y,
concretamente, en el Fondo de Relaciones Exteriores. En este fondo está conte-
nida toda la documentación entre la Cancillería y los Consulados en el exterior,
así como los nombramientos de los funcionarios, las visas concedidas y denega-
das, etc. Se trata de las secciones D, Comunicaciones recibidas de Consulados
del Ecuador; E, Comunicaciones recibidas de los consulados del extran-
jero; G, Comunicaciones recibidas sección reservada; y O, Nombramientos,
principalmente.
En lo que respecta a las fuentes bibliográficas, comentar que su escasa pro-
ducción no quiere decir que no alcancen la importancia que requiere una inves-
tigación de esta magnitud. Partimos de las investigaciones sobre la migración
judía a Ecuador realizadas por Marie-Luise Krueter (1997), Ernesto Lehmann
(2005), Manuel Grubel (2010) y Daniel Kersffeld (2018). La primera de ellas se
centra en los primeros pasos de la emigración, hasta 1942, a Ecuador y su asen-
tamiento, para continuar mostrando los problemas de aculturación y adapta-
ción económica y social, de las comunidades y asociaciones judías creadas en
el país, y terminar hablando de la salida de judíos a partir de la década de 1950

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 211


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

hacia otros países más avanzados. El libro de Lehmann se basa en entrevistas


personales a los supervivientes y descendientes de los migrantes judíos, con
especial énfasis en la aculturación. Grubel aporta una investigación documen-
tada en profundidad que incide en los aspectos humano, histórico y filosófico de
la diáspora judía, en general, y su incidencia en Ecuador. Por último, Kersffeld
nos muestra las aportaciones a la ciencia, la cultura, la economía o lo social de
algunos de los más importantes personajes europeos que llegaron al Ecuador y
que se quedaron en el país o se marcharon a otros en función de sus necesida-
des. En uno de los capítulos de su libro trata de la política diplomática ecuato-
riana en Italia.
Hemos utilizado también otros trabajos generales que enlazan de una u otra
forma las migraciones judías en el Ecuador con otros aspectos de la economía y
de la sociedad. Es el caso del realizado por Rivadeneira (s/f) sobre las políticas
y acciones del Concejo de Quito con relación a la migración como competencia
de los comerciantes y trabajadores quiteños. Moscoso (2012) ha realizado una
buena síntesis de la migración alemana a Ecuador entre 1890 y 1950, en la que
dedica una buena parte a los judíos alemanes.
Más en detalle, y centradas en diversos protagonistas, hemos utilizado las
investigaciones de Zadoff (2015) y Coello (2013) sobre las actuaciones diplomá-
ticas del cónsul en Estocolmo Manuel A. Muñoz Borrero; o las de María Amalia
Viteri Burbano (2016) sobre las de su abuelo José I. Burbano, cónsul en Bremen
y en Texas, aún inéditas.
Para conocer cómo funcionaba el servicio consular en aquella época tan difí-
cil, hemos utilizado los informes del canciller Julio Tobar Donoso (1941) y los
comentarios del embajador Abelardo Posso tras la lectura que hizo de un primer
borrador de este trabajo. Constituye una investigación muy pormenorizada de
sus actuaciones, de su protagonismo en las negociaciones tras la guerra de lími-
tes con el Perú y de las relaciones exteriores del Ecuador con los países conten-
dientes en la II Guerra Mundial. Explica pormenorizadamente cuáles fueron las
directrices del departamento que él dirigió durante cuatro años, incidiendo en
aspectos no solo diplomáticos, sino también políticos y comerciales.
En América Latina, por otro lado, los inmigrantes judíos encontraron un
entorno diferente. Los estados buscaban un mejoramiento de la producción
agrícola para hacer progresar sus economías. Este hecho se va a reflejar en
las políticas migratorias de países como Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú,
Honduras, México y Brasil, mediante la oferta de tierras.
Para conocer las políticas de otros gobiernos latinoamericanos sobre este
tema, hemos utilizado los trabajos de Senkman (2003) para Argentina, Milgram
(2003) para Brasil, Wojak (2003) para Chile, Raicher (2003) para Uruguay,
Rodríguez (2012) para el Perú, Navia (2014) y Leal (2011) para Colombia y Gleizer
(2000) para México.
Argentina, como otros países de América Latina, fue receptora de migrantes
y su gran desarrollo producido a finales del siglo XIX estuvo motivado por esta

212 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

llegada masiva. En 1937 se estableció en el país un comité de ayuda para personas


que escaparon de Alemania, la Das Andere Deutschland −La Otra Alemania−,
que además de tener una bolsa de trabajo, brindaba asistencia médica y legal.
Durante la presidencia de Roberto M. Ortiz (1938-1942), la política migratoria
con respeto a las víctimas del nazismo se limitó, como también lo fueron las
actividades de los grupos filo-nazis argentinos.
En Brasil, hubo una conciencia anti-judía, no sólo entre los funcionarios
consulares, sino también compartida entre los intelectuales y la opinión pública
brasileña en general. La actitud del gobierno del “Estado Novo” de Getulio Vargas
(1937-1945) queda reflejada en el intercambio de correspondencia oficial entre el
canciller brasileño Oswaldo Aranha y su embajador en Berlín, Ciro de Freitas
Vale. En carta de 5 de enero de 1940, aquel decía:

[…] judíos de mala calidad continúan entrando en el Brasil en número creciente…


los funcionarios consulares se sienten incómodos, no sabiendo cómo actuar ante
los despachos de Itamaraty que autorizan la venida de judíos que no ofrecen condi-
ciones de idoneidad… la situación es tan seria que podrá crear, dentro de cincuenta
años, un grave problema para los dirigentes del país.

En Chile, a pesar de la importante colonia de alemanes que desde mediados


del siglo XIX existía en el país, y que profesaban una gran admiración por Hitler,
los refugiados judíos encontraron en el país una sociedad receptiva y una eco-
nomía que necesitaba de personas cualificadas. La mayoría de los inmigrantes
encontraron en él hospitalidad, buena voluntad, ayuda y poco antisemitismo.
El presidente Pedro Aguirre Cerda (1938-1941) mantuvo una política de puertas
abiertas a la migración, no sólo judía, sino también española.
Uruguay, cuya población desciende en su mayoría de migrantes europeos o
sirios, recibió entre 1933 y 1941 cerca de seis mil judíos provenientes de Alemania,
Austria, Hungría e Italia. Su perfil fue de profesionales cualificados de clase
media, empleados de banca, obreros especializados, industriales, comercian-
tes, ganaderos, profesores, investigadores, médicos, dentistas, abogados, etc.
En el Perú, el primer debate público sobre la limitación de la migración
judía al país se realizó con el proyecto de ley que intentaba establecer un con-
trol y registro de la comunidad de este origen (1939), presentado en la Cámara
de Diputados. A partir de 1940, la inmigración de judíos al Perú se hizo prácti-
camente imposible. Los diplomáticos peruanos en Europa que controlaban la
inmigración eran poco amistosos hacia los judíos por la propaganda de inspi-
ración nazi. Ponemos como ejemplo a los hermanos Ventura y Francisco García
Calderón, representantes del Perú ante el gobierno de Francia y la Liga de las
Naciones, y que tuvieron un papel protagónico en este contexto.
Colombia se opuso a la recepción de migrantes judíos de origen polaco y ale-
mán. Se calcula en más de 15.000 las solicitudes de visa que se relizaron en los
consulados de este país en Europa, y en 6.000 las concedidas, de acuerdo con las

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 213


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores (Navia, 2014; Leal, 2011, p. 112). A
pesar de la oposición que presentaron algunos miembros del gobierno, como la
del Canciller en 1939, López de Mesa.
Por último, en México gobernaba por aquellos años el presidente Lázaro
Cárdenas cuya benevolencia con los refugiados de otros países contrastaba con
su actitud hacia los refugiados judíos. México rechazó a 98 judíos que llegaron
en el barco Flandre (1939). Las solicitudes de visado se atenían a normas res-
trictivas, que se endurecieron durante la guerra e incluso se suspendieron en
1940 y se incrementaron las garantías de entrada a 10.000 dólares, de los cua-
les se debía depositar 10.000 de antemano, antes de tramitar el visado. Tras la
Conferencia Panamericana de La Habana (1940), se acordó la total prohibición
de admitir emigrantes europeos. Esta prohibición no impidió que pudieran
entrar algunos escritores e intelectuales antinazis avalados por destacados inte-
lectuales mexicanos.

3. Los procesos de migración a Ecuador

La política migratoria de apertura para la población perseguida de origen ju-


dío y europeo a partir de 1935 en países como Ecuador, Bolivia o Costa Rica fue
grande, pero no fue hasta 1938 en que comenzaron a llegar de manera masiva.
No fue el caso de Colombia o de Perú (Grubel, 2010, p. 93-107)3. Este retraso en
su salida de Alemania y de otros países se debió a que la comunidad judía nunca
se imaginó el alcance que iban a tener las persecuciones y, en otra perspectiva,
el hecho de un proceso migratorio a Latinoamérica generaba incertidumbre por
sus condiciones económicas.
El ejemplo de Ecuador fue el caso más destacado de apertura de migración
judía a partir de 1935. Un ejemplo de ello fue del ofrecimiento del gobierno ecua-
toriano al Comité pour l’étude de l’agriculture, de l’industrie et de l’immigra-
tion en Équateur, organización judía francesa, de entregar a judíos europeos no
menos de 485.000 hectáreas en diversas zonas del país para que se establecie-
ran en ellas (Avni, 2008, p. 84). Sin importar su raza, religión o nacionalidad,
en el acuerdo se establecía la exención de impuestos durante tres años, y trans-
porte gratis en tren hacia el interior del país. El presidente José María Velasco
Ibarra firmó el acuerdo y el programa se puso en marcha. El proyecto no pudo

3 “En la preguerra surgió un tráfico de visas, resultado de las prohibiciones que se establecieron en torno a
la inmigración. Los que llegaron a Colombia durante la década de los 20 y 30, ante el peligro que corrían sus
familiares en Europa, hicieron lo imposible por traerlos legalmente. Pero el gobierno colombiano los obligaba
a depositar en el Banco de la República la elevada suma de 1.000 pesos sólo para empezar las diligencias
legales −en otras palabras, unos 11.000 dólares de hoy día−, lo que hacía difícil y onerosa la traída de cualquier
pariente al país. El ministro de Relaciones Exteriores del presidente Eduardo Santos, Luis López de Mesa, quien
gozaba de una curiosa fama de “sabio”, fue el artífice de esta visión discriminatoria. Era claro que el gobierno
de Santos consideraba inconveniente la inmigración de judíos. Las absurdas teorías racistas de López de Mesa
lo llevaron a emitir una circular prohibiendo a las embajadas de Colombia que visaran judíos para venir al país.

214 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

llevarse a cabo porque la tierra asignada estuvo muy lejos de los centros urba-
nos y las condiciones climáticas eran extremas para los europeos. Fue un fra-
caso y el programa fue cerrado y abandonado por el gobierno y los pocos parti-
cipantes que acudieron a la llamada. Tras este resultado adverso, la American
Jewish Joint Distribution Committee planteó el proyecto para generar granjas
de pollos. Se establecieron sesenta familias para impulsar el proyecto (Krueter,
1997; Lehmann, 2005; Grubel, 2010). De nuevo, fracasó por la inexperiencia de
los participantes, en su mayoría profesionales o comerciantes.
A partir de 1937 comenzaron a llegar a Ecuador migrantes judíos de distintos
países europeos, como Alemania, Austria, Checoslovaquia e Italia, entre otros,
a través de puertos franceses, belgas, holandeses, españoles o ingleses, y con
visados de los consulados ecuatorianos en esos países y de Suiza, Alemania,
Portugal o Suecia. ¿Por qué escogieron Ecuador?
En el documental “An unknown country” de Eva Zelig (2011) y en las investi-
gaciones de Krueter (1997), Lehmann (2005) y Grubel (2010) puede apreciarse
el porqué a partir de los testimonios aportados por los judíos que llegaron al
país durante esta ola migratoria. Uno de los entrevistados menciona que fue un
país del que se sabía muy poco; sin embargo, obtener visa de cualquier país fue
extremadamente difícil y Ecuador tuvo las puertas abiertas para los emigran-
tes europeos. Otro asegura que el país llegó a ser su nuevo hogar y que no tuvo
ninguna intención de regresar a Europa debido a lo agradecido que estaba con
esta nación. Incluso la misma Cancillería difundió las ventajas del Ecuador en
la prensa extranjera, como lo hizo Arturo Borrero Bustamante, encargado de
negocios en la embajada de París, que publicó en 1938 un artículo en la revista
francesa de habla hispana “Mundo Latino” exponiendo en él la óptima climato-
logía y la concesión de tierras baldías de 200 ha. por migrante por el gobierno.4
Durante los primeros años, el Ecuador permitió la entrada de migrantes
europeos para incentivar el desarrollo del país. Se requería que tuvieran habi-
lidades y conocimientos en la agricultura, una de las bases de la economía del
país. Los migrantes judíos se establecieron en haciendas de la costa y, mayorita-
riamente, de la sierra, pero las autoridades pronto permitieron que se dedicaran
a la industria y el comercio. El perfil de estas personas fue el de profesionales
cualificados, principalmente abogados, arquitectos u hombres de negocios, con
muy poco capital para invertir. La Alemania nazi no permitía en general la salida
de divisas del país y, en realidad, este colectivo no tenía derecho a desarrollar su
profesión, ni a tener propiedades.
La evolución de la migración de judíos hacia el Ecuador tuvo un crecimiento
importante de 1938 a 1950. Entre 1933 y 1945 llegaron a Ecuador aproxima-
damente 2.700 judíos (Avni, 2008, p. 93; Moscoso, 2012, p. 154) y para 1952 se
habían registrado 5.200. Según investigaciones recientes, de estas personas úni-

4 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. C.19.17 Comunicaciones dirigidas por la legación del Ecuador
en Francia, 1937-1939. Mundo Latino, n° 1 (nov. 1938)

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 215


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

camente quedan actualmente unas 990 residiendo en el país (Gruebel, 2010, p.


23-29; Moscoso, 2012, p. 156).
Llegaron al Ecuador por el puerto de Salinas y, en un principio, se establecie-
ron en él. Dados los problemas de adaptación que tuvieron en el lugar, en cuanto
pudieron ahorrar un poco de dinero se mudaron a la sierra, principalmente a
Quito, Ambato, Cuenca o Riobamba.
Por otra parte, las ocupaciones propias de los judíos inmigrantes fueron con-
sideradas por algunos ecuatorianos de familias adineradas como “oficios meno-
res”, por lo que no hay muchos casos de matrimonios de judíos inmigrantes o de
sus descendientes con vástagos de familias que se decían “nobles” en esa socie-
dad provincial.

4. Política migratoria de Ecuador con los judíos.

El proceso de migración de judíos a Ecuador fue sumamente irregular. El go-


bierno cambió su postura de acogida libre de migrantes e impuso fuertes re-
gulaciones. La ola de antisemitismo también tuvo una fuerte presencia en
Ecuador durante los años más difíciles de la II Guerra Mundial. El país no dio
facilidades a los migrantes, más bien todo lo contrario. La gran inestabilidad po-
lítica de Ecuador durante el periodo estudiado tampoco permitió el desarrollo
de una política migratoria estable y continuista. Téngase en cuenta que entre
1930 y 1952 hubo en Ecuador 24 presidentes de república y 19 cancilleres. Esta
inestabilidad también estuvo agravada por el enfrentamiento con el Perú (1941-
1942), como puede verse en las continuas referencias que hizo el canciller Tobar
Donoso (1941) al conflicto de límites en su informe.
Cuando en 1937 asumió el poder como Jefe Suprema Alberto Enríquez Gallo,
su gobierno con marcado tinte nacionalista, tomó varias medidas para mejorar
la situación del país. Una de ellas fue el decreto de 18 de enero de 1938 por el que
se expulsó a los pocos judíos que en el Ecuador había en ese momento. En el
considerando del mismo pone como causa: “La necesidad de garantizar a todos
los ecuatorianos y extranjeros que se dedican a la agricultura y a la industria;
el fácil desarrollo de sus laboriosas actividades y evitar que extranjeros inde-
seables negocien esquivando las normas legales con grave detrimento para el
desenvolvimiento nacional” (Registro Oficial, 1938), concediéndoles un plazo de
treinta días para salir del país a aquellos que no se dediquen a la industria y a la
agricultura (El Telégrafo, 1938; Krueter, 1997, p. 100).
Entre 1938 y 1939, una parte de la sociedad ecuatoriana y particularmente
quiteña mostró su disconformidad ante la llegada de un colectivo que podía
hacerle competencia en sus negocios o trabajos. Organismos como el Concejo
Municipal de Quito o el Centro Católico de Obreros fueron las instituciones que
canalizaron estas inquietudes y las van a dirigir a las correspondientes institu-
ciones con el fin de limitar la llegada de personas extranjeras. Esta preocupa-

216 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO


LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

ción queda bien explícita en el siguiente escrito dirigido al concejal Luis M. de la


Torre el 5 de agosto de 1939, por el que la Cancillería responde a sus inquietudes:

Relativa a la difícil situación por la que se atraviesa en la actualidad el comercio de


la Capital, a consecuencia del ingreso de judíos quienes se dice se han apropiado
del comercio y casi todas las actividades. El Sr. Don Aurelio Mosquera Narváez,
Presidente Constitucional de la República, me encarga manifestar a usted que
en unión con el Sr. Ministro de Gobierno, ha venido estudiando y preocupándose
de manera preferente del problema de la Inmigración, y que para, reglamentar
eficientemente el ingreso de extranjeros al país. (Rivadeneira, s/f, pp. 5-6)

Así surge la Ley de Extranjería, Extradición y Naturalización, promulgada el


16 de febrero de 1938, que con sus posteriores reformas va a endurecer y contro-
lar la entrada de migrantes a Ecuador. Aunque cabe destacar que en ella se hicie-
ron algunas salvedades para que vinieran al país profesionales que destacaran
en la ciencia, el arte o la educación:

Art.5, literal e) Los hombres de ciencia o de arte contratado por el Estado u otras
Instituciones de Derecho Público, como técnicos o para investigaciones especiales
o para la enseñanza. Los técnicos contratados por Instituciones de Derecho Priva-
do o por empresas legalmente establecidas en el país, siempre que comprueben
ante la Cancillería su idoneidad y capacidad profesionales, y si a juicio del Minis-
terio de Gobierno, fuera necesario el ingreso al Ecuador. (Rivadeneira, s/f, p. 4) 5

Con Carlos Arroyo del Río como Presidente de la República (1940-1944) y


Julio Tobar Donoso como Canciller (1938-1942), Ecuador endureció y prohibió la
concesión de visas a judíos en Europa. Tobar Donoso llegó a decir en su informe
como Canciller de 1940-1941 que la generosidad ecuatoriana de acoger refugia-
dos no debe ampliarse al establecimiento de semitas, porque “…llegarían a for-
mar una minoría racial y religiosa, absolutamente inadmisible y constituir para
mañana un serio problema” (Tobar, 1941, p. 121).
Por otro lado, sí fue partidario de acoger otras migraciones europeas una
vez que terminase la II Guerra Mundial. En su Informe de 1939 propuso esta-
blecer un Instituto de Inmigración y Colonización para crear un programa de
migración acorde con las “necesidades” del país. Para un mayor control en la
concesión de visas y evitar que no hubiese duplicidades en las solicitudes de las
mismas, centralizó en el consulado ecuatoriano de Lisboa el control de las dene-
gadas y sus causas, que debían ser enviadas semanalmente a todos los consula-

5 Este proyecto de ley no sólo intentaba limitar la llegada de ciudadanos judíos por su origen, sino tam-
bién, ante las protestas de colectivos antes citados, por la competencia en el trabajo. “Artículo 15 …j) los que
pretendan ejercer trabajos u oficios que puedan producir menoscabo o competencia para los ecuatorianos,
sin dar resultado útil o beneficioso para el país”.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 217


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

dos del Ecuador en Europa y a todas las legaciones americanas radicadas en ese
continente (Tobar, 1941, p. 122).
En una circular reservada a los cónsules del Ecuador6, el canciller Tobar
Donoso les comunicó las condiciones para conceder visas a judíos, recogidas
en un nuevo reglamento de pasaportes. Este fue elaborado tras un infructuoso
intento de cambiar la ley de extranjería en la Asamblea (1940). En él se estable-
ció que sólo los cónsules de carrera podían conceder visas, quedando excluidos
los cónsules “ad honorem”. En siete puntos, la circular expresa la política de
Cancillería sobre el tema. En definitiva, se imponía:
1. Restricción de entrada a judíos, salvo a personas relevantes.
2. Textualmente, “Por el porvenir étnico, económico y moral de la Nación,
recomiendo a usted tomar las precauciones posibles y la máxima escrupulosi-
dad al visar el pasaporte de un extranjero que perteneciese a esa raza”7.
3. Se les exigía una solvencia económica y se estipula una fianza de $5.000 de
capital propio por familia8. En un primer momento, Ecuador impuso una fianza
o aval de entrada al país de $400, más 100% que costaba el pasaje y que debía ser
incluido en el pasaporte. El costo por emisión de pasaportes oscilaba entre $10 y
$48, aunque hubo cónsules que los emitieron gratuitamente a quienes no tenían
dinero (Coello, 2013, p. 72; Lehmann, 2005, pp. 126-127).
4. Para paliar el coste de la fianza, se permitía a los migrantes aportar maqui-
naria o herramienta por un valor de $2.000, y los $3.000 restantes hasta comple-
tar la fianza tenían que ser pagados siempre en dinero.
5. Se prohibía la concesión de visas de turismo a este colectivo.
Esta nueva directriz fue muy bien recibida por algunos cónsules9 (Londres,
Amberes, Berlín) y denostada por otros (Bremen, Hamburgo, Ginebra o
Marsella), estos últimos fueron los que más visas gestionaron. No tenemos en
cuenta a aquellos cónsules que fueron denunciados por entregar pasaportes

6 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. Q 2.1. Circulares reservadas y memorándums, 1939-1945.
7 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. Q.2.1 Circulares reservadas y memorándums, 1939-1945.
P. 3
8 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. Q.2.1 Circulares reservadas y memorándums, 1939-1945.
P. 3. Con la obligación de tener que aportar un capital propio, la Cancillería quería evitar la mediación de las
asociaciones protectoras de inmigrantes judíos que prestaban el capital para que pudieran salir de Europa y
luego lo recuperaban para emplearlo en otros migrantes. De esta manera, no quedaba ningún beneficio en
Ecuador.
9 Hay que aclarar, con respecto a la figura de los cónsules en los años treinta y cuarenta del siglo pasado,
tenía mucha mayor trascendencia de la que ahora tiene el llamado servicio consular. El cuerpo diplomático,
acreditado en las capitales de los países y con jurisdicción nacional, era muy escaso. Había pocos embajado-
res y muchas representaciones diplomáticas, no consulares, a nivel de legaciones, que no eran embajadas y
estaban a cargo de Ministros del servicio exterior, una categoría menor a la de Embajador. Los cónsules eran
personas importantes y en muchas ocasiones adineradas, que se quedaban muchos años en sus destinos. No
había personal profesional, en sentido estricto, por eso se permitían las diferencias acerca del cumplimiento
de instrucciones de la Cancillería, que se supone son ineludibles. Agradezco la gentileza del embajador Abe-
lardo Posso por sus aclaraciones sobre el funcionamiento de las embajadas y el proceso de selección de sus
miembros.

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LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

visados a cambio de dinero, como el de Berlín, Kopp, o el de Holanda, Utreras


(Lehmann, 2005, pp. 126-127).
Ecuador finalmente prohibió en 1941 la concesión de visados a judíos. Esta
decisión creó una nueva polémica a favor y en contra entre los cónsules destina-
dos en Europa. Hubo algunos que ofrecieron una clara oposición de facto ante la
nueva política de la Cancillería y lo dejaron por escrito; es el caso de Manuel A.
Muñoz Borrero en Estocolmo, José I. Burbano Rosales en Bremen, E. L. Cursach
en Hamburgo, Alejandro Gastelú Concha en Ginebra o Georges Bouffier y F.
Chaves en Marsella.
Destacamos aquí la actuación de José I. Burbano Rosales como cónsul en
Bremen entre 1937 y 1940. Comentar que actuó en contra de las órdenes reci-
bidas desde la Cancillería concediendo visados no sólo a familias judías, sino
que también las concedió a otros colectivos afectados por la guerra. Su postura
hizo que le trasladaran al consulado ecuatoriano en Houston (Texas) en 194010.
En comunicación a la Cancillería de 31 de agosto de 1938, el cónsul dejó constan-
cia de sus opiniones y de la situación de los judíos en Alemania. En ella decía lo
siguiente:

Es sabido que se han tomado las medidas más drásticas para conseguir hacerles
imposible la vida aquí a los que no han podido probar la pureza de su sangre aria;
no les queda otro camino que el de la expatriación; pero cuando se trata de los
recursos necesarios para un paso tan grave, resalta la inhumanidad de que hablo:
no se les permite sacar, sea cual fuere su fortuna, sino el equivalente a 50 marcos
por cada persona de la familia, más diez marcos mensuales, en lo sucesivo; por
el resto, no se les concede divisas, sino al tipo del 91,5%, es decir siempre que de
cada marco pierden 91,5; así pues, con 8,5 ctvos. por cada marco, poquísimos son
los que pueden reunir la cantidad de 200 dólares que exigen nuestro Reglamento
de Pasaportes. (Viteri, 2016)

Caso diferente es el de Manuel A. Muñoz Barrero, cónsul “ad honorem” de


Ecuador en Estocolmo en el momento de suceder los hechos que le hicieron
famoso. En 1941, Muñoz Borrero recibió instrucciones de Cancillería para ges-
tionar la entrada en el país de ochenta migrantes, en su mayoría judíos, que esta-
ban en Turquía. Consideró que si tenían visa necesitarían pasaportes y envío
los mismos en blanco al Consulado de Chile en Estambul, ya que este hacía las
labores de representación del Ecuador.
El cónsul chileno, Héctor Briones Luco, al no tener información de la ges-
tión, decidió consultar con la Cancillería de su país y, esta a su vez, se puso en
contacto con la ecuatoriana para pedir explicaciones. La Cancillería, dirigida
en ese momento por Julio Tobar Donoso, negó la existencia de la operación e

10 La información para elaborar la actuación del cónsul José I. Burbano Viteri en Bremen me ha sido facilitada
por su nieta Mª Amelia Viteri Burbano, profesora investigadora de la Universidad San Francisco de Quito.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 219


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

inició una investigación que terminó con el cese del cónsul. Los pasaportes fue-
ron devueltos y se pidió una investigación al gobierno sueco, que no se llegó a
realizar. Nadie se hizo cargo del consulado y menos de sus documentos. Muñoz
Borrero se quedó con todo los documentos y sellos en Suecia. Aquí comenzó su
labor humanitaria. Se le atribuye la entrega de más de 900 visados y pasaportes
a judíos polacos con los que muchos salvaron sus vidas (Zadoff, 2015, p. 327-330;
Coello, 2013, p. 74-77; Grubel, 2010, p. 115-117). El canciller ecuatoriano envió una
circular a todos los consulados en Europa y América indicando la ilegalidad de
todas las visas emitidas por el cónsul en Suecia.
Por otro lado, entre los cónsules que defendieron la posición de Cancillería
destacó la del cónsul en Londres, Alberto Puig Arosemena, que llegó a decir
sobre la llegada de judíos a Ecuador:

… si el progreso material que lleven los judíos al Ecuador vamos a trocar con el
advenimiento de las divisiones raciales y religiosas; con el relajamiento de la ética
administrativa y de la moral privada; con la absorción del comercio e industrias
nacionales; con la invasión de nuestras pequeñas ciudades y el abandono de nues-
tros extensos campos, prefiero que, por el momento, no salgamos de la modestia
de nuestra vida y que sigamos con el refrán pobres, pero honrados 11.

En otro momento, en el informe de su gestión en el consulado de 1939 se


vanaglorió de su actuación y de llegar a dirigir uno de los consulados que menos
visas concedió a judíos. En el mismo informe aparecen un total 52 tramitadas,
de las que tan sólo dos fueron concedidas a judíos. Así lo declara cuando dice:
“Creo, sin temor a equivocarme, que ninguna otra oficina consular ha sido más
cuidadosa ni escrupulosa en la selección de los emigrantes”12.

5. Conclusiones

El resultado de este proceso migratorio fue muy positivo para Ecuador, puesto
que este colectivo participó activamente en el desarrollo de sectores económi-
cos tan importantes, como la industria, la arquitectura, el comercio o la agricul-
tura, además de en la cultura y en la educación.
La irrupción del colectivo judío en Ecuador, como consecuencia de las per-
secuciones que se desarrollaron en Europa con las persecuciones nazis, generó
una irregular política de acogida por parte de los diferentes gobiernos. La falta,
en un primer momento, de un conocimiento profundo de las capacidades cultu-
rales, educacionales y profesionales de los judíos originó que decidieran desti-

11 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. D 19.62. Correspondencia de consulados en Europa, 1940.
Informe n° 33 (1940) de Inmigración y colonización del cónsul en Londres Alberto Puig Arosemena. P. 10.
12 A.H.M.R.E. Fondo de Relaciones Exteriores. Leg. D 19.62. Correspondencia de consulados en Europa, 1940.
Informe sobre las actividades de la oficina consular (1939). P. 4.

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LA MIGRACIÓN EUROPEA AL ECUADOR (1935-1955). LA VISIÓN DIPLOMÁTICA...

narlos como mano de obra agrícola en zonas a las que no estaban acostumbra-
dos por el clima, la altitud y otras circunstancias. He ahí el fracaso de muchas de
las iniciativas que tomó el gobierno.
En este sentido, destacamos el proyecto puesto en marcha por el presidente
Velasco Ibarra que acordó en 1935 con el Comité pour l’étude de l’agriculture, de
l’industrie et de l’immigration en Équateur distribuir entre los judíos 485.000
hectáreas en diversas zonas del país. Esta idea fracasó rotundamente por la
incapacidad para labores agrícolas de los judíos. Lo mismo sucedería con el
proyecto de crear granjas de pollos con la American Jewish Joint Distribution
Committee; aquí se establecieron sesenta familias que pronto se marcharon a
Quito para dedicarse a otros menesteres.
El poco éxito de este y otros programas para atraer inmigrantes europeos al
Ecuador se debió en mucho a la falta de planificación y, en este sentido, Velasco
Ibarra fue un ejemplo, pues sostenía que planificar era una tarea mediocre y que
la improvisación distingue a los estadistas.
El país no dio facilidades a los migrantes judíos, más bien todo lo contrario.
Salvo el citado Velasco Ibarra, los gobernantes ecuatorianos estuvieron muy
influenciados por actitudes anti-semitas más por una práctica simplista del
catolicismo que por razones de adhesión al fascismo, estas sí fueron evidentes
entre algunos importantes miembros del partido Conservador ecuatoriano.
En el plano social hubo oposición por grupos de poder que vieron en ellos una
fuerte competencia económica. Esta fue una de las causas por las que el Jefe
Supremo Alberto Enríquez Gallo decretó la expulsión de los judíos del Ecuador
el 18 de enero de 1938, a excepción de los que se dedicasen a la industria o a la
agricultura.
Posteriormente, el presidente Carlos Arroyo del Río y el canciller Julio Tobar
Donoso endurecieron y prohibieron la concesión de visas a judíos en Europa. La
postura antisemita del canciller hizo poner en marcha un nuevo reglamento de
concesión de pasaportes para extranjeros, ya que no consiguió aprobar una ley
de extranjería acorde con su ideología (1939). Entre las medidas que propuso en
1941, además de la restricción a la entrada de judíos, estaba la de exigir un gran
capital, $5.000 por familia, bien en dinero o en herramientas, o la concesión de
visas de turismo.
Estas medidas fueron recibidas de diferentes formas por los cónsules desti-
nados en Europa. A favor estuvieron los cónsules de Londres, Amberes, Berlín,
y en contra los de Bremen, Hamburgo, Ginebra o Marsella. Aun así, continuaron
tramitando visas hasta 1942. A pesar de la situación humanitaria de los judíos,
hubo quien gestionó pasaportes visados a cambio de dinero, como el de Berlín
o el de Holanda.
Tobar Donoso llegó a prohibir en 1941 la concesión de visados a judíos. Esta
decisión creó una nueva polémica entre los cónsules destinados en Europa.
Hubo algunos que, a pesar de la prohibición siguieron concediéndolas hasta que
dejaron sus puestos o terminó la contienda. Son los casos citados de Manuel A.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 221


GIL-BLANCO, J. CANELA-RUANO

Muñoz Borrero en Estocolmo, José I. Burbano Rosales en Bremen, E. L. Cursach


en Hamburgo, Alejandro Gastelú Concha en Ginebra o Georges Bouffier y F.
Chaves en Marsella. Los casos de los dos primeros son bastante conocidos por
los historiadores.
Hubo algunos cónsules que defendieron posturas antijudías y afines a la posi-
ción de Cancillería. Destacamos al cónsul en Londres, Alberto Puig Arosemena,
que llegó a defender y vanagloriarse de su actuación. Como también lo fue el de
Hamburgo.

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / MONOGRÁFICO 223


Ensayo
Prácticas culturales
y comunicacionales
en el encierro. La cárcel
y sus sentidos en disputa
Cultural and communicational practices in confinement.
The prison and its meanings under dispute

Práticas culturais e comunicacionais no confinamento.


A prisão e seus sentidos em disputa


María Silvia CHIPONI
Universidad Nacional de Rosario, Argentina / [email protected]

Mauricio Carlos MANCHADO


Universidad Nacional de Rosario / CONICET, Argentina /
[email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Ensayo, pp. 213-232)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 01-08-2017 / Aprobado: 22-06-2017

227
CHIPONI, MANCHADO

Resumen
La cárcel como agencia penal del Estado refuerza, consolida e intensifica, sobre
quienes la habitan sentidos sociales que ubican al detenido como lo sobrante, el
exceso y el defecto. Desde la perspectiva de los estudios culturales asumimos a
la comunicación como un campo de lucha material y simbólica donde se dispu-
tan los sentidos de aquello que nos rodea y constituye. De este modo, y a partir
de registrar la experiencia del taller de comunicación y periodismo realizado
en dos cárceles del sur de la provincia de Santa Fe (Argentina), indagaremos los
efectos subjetivos, institucionales y políticos que generan las prácticas comuni-
cacionales en la cotidianeidad del encierro.
Palabras clave: estudios culturales; identidad; disciplina; periodismo; autonomía.

Abstract
Prison as a penal agency of the State strengthens, consolidates and intensifies,
over those who inhabit it social meanings that place the detainee as surplus,
excess and defect. From the theoretical perspective of cultural studies, we
recognize communication as a field of material and symbolic fight where the
senses that constitute us are disputed. In that sense, registering the experience
of the workshop of communication and journalism in two prisons in the south
of the province of Santa Fe (Argentina), we will investigate the subjective, insti-
tutional and political effects generated by the communication practices of the
everyday life in confinement.
Keywords: cultural studies; identity; discipline; journalism; autonomy.

Resumo
A prisão como órgão penal do Estado reforça, consolida e intensifica, naque-
les que habitam os sentidos sociais que colocam o confinado como excedente,
excesso e defeito. A partir da perspectiva teórica dos estudos culturais, assu-
mimos a comunicação como um campo de luta material e simbólica, em que os
sentidos do que nos rodeia e nos constitui são discutidos. Desta forma, e após
registrar a experiência do laboratório de comunicação e jornalismo realizado
em duas prisões no sul da província de Santa Fé (Argentina), investigaremos os
efeitos subjetivos, institucionais e políticos gerados pelas práticas comunicacio-
nais no cotidiano do confinamento.
Palavras-chave: estudos culturais; identidade; disciplina; jornalismo; autonomia.

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PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

1. Introducción

A simple vista existe una coincidencia pocas veces asumida entre encierro y
comunicación: ambos acontecimientos remiten a procesos que tienden a ser
esencializados. El primero al promover un mecanismo que hace de un estado
transitivo −estar preso− una esencia subjetiva −ser preso. El segundo por ser
abordado todavía, en algunas ocasiones, sólo en su clave instrumental, telegrá-
fica, unidireccional. Por tanto, si ambas variables logran ser interpeladas en el
plexo de sus intersecciones los resultados pueden ser sugestivos, sobre todo si la
propuesta se dispone a pensar la relación cárcel-comunicación en el marco de
un conjunto de relaciones de fuerza que se definen como desiguales, móviles,
dinámicas y siempre en tensión.
En ese sentido, el presente artículo pretende indagar las prácticas cultura-
les y comunicacionales en contextos de encierro desde una perspectiva de los
estudios culturales, entendiendo a dichas prácticas “como lugar de intersección
de muchos efectos posibles, [como] lugares en los que puede esperarse que ocu-
rran diferentes cosas, en los que se produce la intersección de diferentes posibi-
lidades” (Grossberg, 2012, p. 45). Desde un enfoque cualitativo y recurriendo al
paradigma interpretativo (Vasilachis de Gialdino, 2006) las reflexiones se basa-
rán en observaciones participantes y análisis de documentos de las experien-
cias realizadas en las cárceles del sur de la provincia de Santa Fe, en el marco
del Colectivo de Talleristas en Contextos de Encierro “La Bemba del Sur”1, de
proyectos/programas de extensión de la Universidad Nacional de Rosario2 y,
más particularmente, en el taller de periodismo y comunicación que se realiza
en las Unidades Penitenciarias (UP) N°3 y N°6 de la ciudad de Rosario −Santa Fe,
Argentina.
Los estudios culturales proponen ocupar “el terreno medio […] para ope-
rar en el intersticio, [y ver] multiplicidades en lugar de una simple diferencia”
(Grossberg, 2012, p. 32), tácticas de develamiento de sentidos que movilizan lo
naturalizado, pre-fijado, conjugando diversos regímenes/niveles/dimensiones

1 La “Bemba del Sur” es un colectivo de talleristas en contextos de encierro que comenzó a funcionar como
tal en Enero de 2014 a partir de la confluencia, en un espacio común, de actores externos que venían realizando,
individualmente, prácticas culturales en tres cárceles del sur de la provincia de Santa Fe (Unidad Penitenciaria
[UP] N°3, 5, 11). Actualmente, los miembros del Colectivo realizan talleres culturales de comunicación y perio-
dismo, arte, mosaiquismo, teatro, filosofía y cine en tres (UP N°3, 6 y 11) de las cinco cárceles existentes en el
sur provincial (UP N°3, 5, 6, 11 y 16). Sumado a los talleres semanales, el Colectivo realizó Encuentros y Festivales
Culturales con la participación de una importante multiplicidad de artistas santafesinos −actores, payasos,
malabaristas, músicos, etc.
2 Los proyectos de extensión son “Cultura tras los muros. Derechos y prácticas culturales en la Unidad
Penitenciaria Nº3 de Rosario” (2014); “Trascender los muros. Producciones culturales y prácticas laborales
en Unidades Penitenciarias del sur de Santa Fe” (2015) y “Derechos culturales y educativos en el encierro.
Encuentros, territorios y prácticas artísticas en la Unidad Penitenciaria N°3 de Rosario” (2016), correspondientes
a las 7ma, 8va y 9na convocatorias de la Secretaria de Extensión de la Universidad Nacional de Rosario, a los que
debemos sumar el Programa de Extensión Integrando “Programa para la inserción a la educación superior de
personas privadas de su libertad en las cárceles del sur de la provincia de Santa Fe”, otorgado por la Secretaria
de Extensión (UNR) en el año 2016.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 229


CHIPONI, MANCHADO

materiales y subjetivas. Asumiendo a la comunicación como un campo de lucha


material y simbólica donde se disputan los sentidos de aquello que nos rodea y
constituye, pero también como una herramienta −técnica y política− de la que
los sujetos disponen para constituir sus trayectorias vitales en el encierro y más
allá de él, es que indagaremos sobre los efectos subjetivos que generan las prác-
ticas culturales y comunicacionales en la cotidianeidad del encierro, pero tam-
bién las resonancias institucionales y políticas que provocan en una institución
(in)completa, austera y paradójica como la prisión. Las prácticas comunicacio-
nales se nos presentan entonces como un “proceso social y como un campo de
batalla cultural” (Martín-Barbero, 2015, p. 16) donde los sentidos se entraman en
y con las prácticas culturales desarrolladas en el escenario prisional.
Las preguntas que surgen son aquellas que interrogan las alteridades, las
posibilidades motorizadas por el deseo de los sujetos y las coyunturas. Las res-
puestas serán abordadas en pleno diálogo con la experiencia de talleres cultura-
les que se realizan hace más de 6 años en dos cárceles del sur de la provincia de
Santa Fe −UP N°3 y N°6− y desde la perspectiva teórica de la configuración cul-
tural (Grimson, 2011) enmarcada en el contextualismo radical (Grossberg, 2012).

2. Desarrollo

2.1 Sobre el poder carcelario y las prácticas culturales


en contextos de encierro. Trascendiendo su carácter represivo
Si bien las cárceles modernas revisten características que podríamos definir
como ontológicas, y allí algunas definiciones formales como la de una estructura
supeditada a una tecnología de poder disciplinario que divide y clasifica tiem-
pos, espacios, rangos, gestos, palabras y acciones, o la intención de configurar
sujetos útiles en términos económicos y dóciles en términos políticos (Foucault,
2004a), ésta ontología exige una redefinición acorde a los tiempos que corren.
Aquellas características propias de un pujante capitalismo industrial ávido de
ejércitos de reserva, mano de obra barata, aleccionamiento moral de los traba-
jadores, eran propias de coyunturas donde cárcel y fábrica eran términos más
coaligados que en la actualidad. El siglo XXI exige algunos interrogantes sobre
ese vínculo, no porque haya desaparecido sino porque el diseño y aplicación de
políticas neo-liberales a nivel global y local han producido transformaciones
trascendentales en las estructuras económico-políticas posicionando cada vez
más a la cárcel como enclave para el depósito de sujetos supernumerarios, que
sobran, que no tienen destino, que son un exceso (Bauman, 2008).
Así, la cárcel en tanto agencia penal del Estado destinada a reproducir y
perpetrar las desigualdades sociales, políticas y económicas materializa, conso-
lida y potencia la selectividad del sistema penal sobre un sector de la población
que, en Latinoamérica, se caracteriza por la negritud (Segato, 2007) y que en
Argentina se particulariza y equipara a la juventud y la pobreza (Daroqui et al.,

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PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

2006). Por tanto, la prisión es una configuración témporo-espacial cuyas condi-


ciones materiales, vitales e interactivas se fundan en un fracasado objetivo reso-
cializador −desde su propio nacimiento3− que tuvo y tiene como contraparte el
ejercicio de vulneración de Derechos Humanos básicos para sus habitantes.
Basada en una lógica de la progresividad y de la perversidad, la cárcel se confi-
gura como espacio de castigo donde prevalece la premisa del daño por sobre la
del reparo (Davis, 2017), donde no sólo las degradantes condiciones materiales
hacen imposible evitar enfermedades, deterioro físico y psíquico, sino también
relaciones de poder definidas en un entramado de arbitrariedades e incertezas
cuyo carácter móvil resulta, muchas veces, difícil de descifrar.
Descripción de esa suerte de carácter ontológico de la prisión que se corres-
ponde con la prisión imaginada; imaginada por quienes a mediados del siglo XIX
pergeñaron modelos que oscilaban entre el aislamiento absoluto −Philadelphia−
o el aislamiento individual con trabajo conjunto −Auburn−; o por quienes cre-
yeron que los lineamientos penitenciarios de Bentham y su diseño panóptico
podrían importarse tout court a las realidades carcelarias latinoamericanas, con
sus consecuentes fracasos y continuas redefiniciones (Del Olmo, 2001; Caimari,
2004). Pero también imaginada por cientistas sociales que contribuyeron a la
idea de una cárcel fundada en su disciplina más estricta, en el ejercicio omnis-
ciente, omnipresente y constante del poder carcelario sobre los apresados,
un poder descripto como lineal, unilateral, sólo de dominadores a dominados
(Kalinsky, 2016).
Sin desatender la asimetría que se inscriben en esas relaciones de poder, nos
interesa afirmar que éstas son móviles, cambiantes, sinuosas, punto de partida
para comprender algunos aspectos de la prisión real, aquella que escapa de sus
designios formales y nos habilita una lectura del poder carcelario en clave pro-
ductiva (Foucault, 2008); aquella que se inscribe en los márgenes (Das & Poole,
2008), que define sobre su estructura rígida de formalidades −jerarquías, obe-
diencias, reglamentaciones, normativas, etc.− un conjunto de informalidades
cimentadas en reciprocidades entre los actores que componen la trama pri-
sional4. Estas, entendidas como las transacciones y acuerdos que trascienden

3 Nos referimos aquí al fracaso de los objetivos resocializadores de la cárcel en los términos descriptos por
Foucault (1985), cuando propone explicar la sobredeterminación funcional y el relleno u ocupación estratégica
de un dispositivo como la prisión, y sostiene que su objetivo primigenio era la resocialización o rehabilitación
del apresado pero sus efectos fueron los contrarios, generándose allí una redefinición de los objetivos iniciales
y convirtiendo a la prisión en una “fábrica de delincuentes” (Foucault, 1996b). Aquella afirmación foucaultiana
reconoce también que el éxito de la permanencia de la prisión fue haber logrado sostener retóricamente el
discurso de la resocialización mientras que, estratégicamente, ocupaba sus nuevos efectos para fortalecer y
consolidar a dicha agencia punitiva como administradora de los ilegalismos (Foucault, 2004a). En un mismo
sentido podríamos complejizar la tensión de los términos éxito / fracaso si reconocemos que la prisión sigue
siendo en la actualidad la forma de castigo predilecta en las sociedades contemporáneas y que más allá de
algunas alternativas propuestas desde el dispositivo jurídico (morigeraciones de la pena de prisión como la
probation, prisión domiciliaria, tobilleras electrónicas, etc.), “vivimos en una sociedad en la cual el único castigo
pensable sigue siendo la prisión, a pesar de lo desprestigiada que está”. (Caimari, 2005, p. 10).
4 Particularmente, nos interesa destacar al papel de los acuerdos y negociaciones entre los distintos acto-
res carcelarios −fundamentalmente entre guardias y presos−, que permiten pensar a la cárcel más allá de su

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 231


CHIPONI, MANCHADO

la configuración burocrática de la prisión, son condición de posibilidad tanto


de las arbitrariedades cuando esas reciprocidades son negativas, como habili-
tantes de movimientos interpeladores de esas formalidades cuando adquieren
carácter positivo (Míguez, 2007). Informalidades que asimismo configuran un
escenario donde el poder carcelario se torna no invisible pero sí intangible
(Crewe, 2007), donde la figura de los profesionales −psicólogos, trabajadores,
etc.− adquiere igual o más importancia que la de los guardias porque deciden
sobre las condiciones, tiempos y posibilidades de quienes transitan el encierro
y quieren dejar de hacerlo. Porque la cárcel actual se inscribe en una coyuntura
donde la incertidumbre se vuelve condición de ser, donde la cultura institucio-
nal está cimentada más que en la brutalidad del trato −que sigue existiendo por
doquier− en una trama cada vez más “suave, pero todavía más opaca e incierta”
(Crewe, 2007, p. 262).
Institución que lleva sobre sus hombros los históricos designios formales
de la resocialización pero que combina, con pretensiones securitarias, aque-
llos que ponen peso en transitar un encierro sin novedades, con escasez de
oportunidades tanto en el adentro como en el afuera −dicotomía espacial que
debemos trascender para comprender las continuidades entre ambas dimen-
siones−, cuya cotidianeidad se funda en la fragilidad de los acuerdos y las reci-
procidades. Fragilidad dada, entre otras cosas, por la continua fluctuación de
los actores carcelarios −cambios de Direcciones, traslados de profesionales y
presos, incorporación de actores externos, etc.− que se vuelve ya una condición
cuasi inherente de la prisión contemporánea en la provincia de Santa Fe, donde
la incerteza no sólo reviste a los presos sino a todos los que transitan aquella ins-
titución supuesta y erróneamente definida como estática e inmóvil. Una prisión
contemporánea santafesina que adquiere una significativa cantidad de rasgos
de una prisión post-disciplinaria como aquella que “al tiempo que respeta los
derechos, híper evalúa los riesgos, refuerza la comunicación securitaria, con-
trola la influencia del liderazgo, emula a los detenidos, controla su autonomía,
dosifica sus privilegios, fragmenta sus esperanzas y disuelve su solidaridad”
(Chantraine, 2012, p. 24).
Discutible sería en nuestras realidades carcelarias latinoamericanas la
afirmación del respeto a los Derechos, pero también es cierto que muchos de
ellos han ocupado un lugar en la escena carcelaria que no tenían hace algu-
nas décadas5. Sin embargo, y al compás de esa tenue aparición del lenguaje de

estructuración burocrática y/o normativa (Sykes, 2017).


5 Nos referimos, por ejemplo, a normativas internacionales como los “Principios Básicos para el Tratamiento
de los Reclusos” incluidos en la Constitución Nacional Argentina de 1994; o las “Reglas Mandela” o “Reglas
mínimas para el tratamiento de los reclusos”, elaboradas en 1955 y modificadas por última vez en el 2015. Sin
embargo, es importante señalar que, tal como lo indican los informes de organismos de Derechos Humanos,
muchas de esas normativas se convierten en letra muerta en lo que al funcionamiento cotidiano de la cárcel
refiere. En el informe Tortura en las cárceles. ¿Por qué no son efectivas las políticas de prevención de la violencia en
Argentina? realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales de Argentina (CELS) se señala, por ejemplo,
que tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como el Comité de Derechos Humanos de

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PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

los Derechos, el de la seguridad es proporcionalmente mayor y avasallante.


Correccionalismo, seguridad e incapacitación como términos ligados entre sí,
inclusive, en los albores de la prisión moderna en Argentina, donde las cárceles
panópticas se confundían con los pantanos (Caimari, 2004), y donde el encauza-
miento de las conductas y la lógica del aislamiento y la depositación se fundían −
como también lo hacen en la actualidad− en modelos de encierro que combinan
educación, trabajo y religión, con aislamiento, castigo e incapacitación; rasgos
de la cárcel moderna en Argentina que en distintos momentos históricos, servi-
cios penitenciarios y perfiles institucionales de las prisiones hacen prevalecer
uno u otro, nunca en sus estados “puros” sino más bien con mixturas (Sozzo,
2009).
La cárcel se mueve y muchas veces lo hace por cauces que no se correspon-
den con los imaginarios construidos en torno a ella. La cárcel es un dispositivo
configurador de múltiples vulneraciones a los Derechos Humanos, es atroz, per-
versa, inhumana o, más bien, demasiado humana, y por ello demasiado atroz;
pero es también una agencia fortalecedora y productora de sentidos sociales, y
allí es donde queremos inscribir una crítica desde la perspectiva de los estudios
culturales porque, a fin de cuentas, de lo que se trata es de una disputa por los
sentidos que se le asignan al mundo (Bourdieu, 2001). Sentidos que refuerzan las
construcciones esencialistas elaboradas sobre el sujeto calificado como delin-
cuente, otorgándole la cualificación de peligroso, anormal, asocial, inmoral,
bestia, provocador de los males sociales cuya sociedad exige ahora remendar.
La cárcel estará allí para defenderla y no hará más que responder a las moda-
lidades de clasificación que esta le impone a quienes transgreden la ley; o, para
ser más puntuales, a la selección que el sistema penal hace sobre quienes come-
ten un delito, reforzando dichos sentidos a través de la clasificación, califica-
ción y atributos que les asigna por pertenecer a la categoría de “indeseados”, de
ser los “vagos y mal entretenidos” (Gori, 1999) de antes y los anormales de hoy
(Foucault, 2001) que irrumpen en el orden social desvirtuando y amenazándolo:

Ustedes han puesto en nuestras manos a estos ladrones y asesinos porque los con-
sideraban bestias salvajes; nos han pedido que, del otro lado de los barrotes que a
ustedes los protegen, hiciéramos de ellos dóciles corderos; pero no hay ninguna
razón para que nosotros , guardias, […] no los consideremos también, por invita-
ción de ustedes, como bestias salvajes. Somos como ustedes. Somos ustedes. Y, por
lo tanto, en esta jaula donde nos han encerrado con ellos, reestablecemos entre
ellos y nosotros la relación de exclusión y poder que la gran prisión instaura entre
ellos y ustedes. (Foucault, 2012, p. 185)

Naciones Unidas “observaron con preocupación la violencia institucional penitenciaria que se manifiesta en
el elevado número de casos de tortura y maltratos contra las personas privadas de libertad en la Argentina”
y que “en los traslados, las requisas y la imposición de sanciones, particularmente de aislamiento, es cuando
se registran la mayor cantidad de denuncias por maltratos y torturas” (CELS, 2017, p. 14). De allí que resulte
importante siempre tensionar los discursos en torno a los Derechos y sus ejercicios concretos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 233


CHIPONI, MANCHADO

Aquel diálogo que Foucault (2012) mantenía con un guardia de la cárcel de


Attica −EE.UU.− no hace más que dar cuenta de la continuidad semántica entre
aquello que materialmente se delimita como adentro y afuera. Sentidos de
exclusión que durante el encierro serán reforzados con la impronta de una insti-
tución clasificadora, fundada no sólo en un régimen de progresividad positivista
sino también en nominaciones −cachivaches, hermanitos, refugiados, violines,
etc.− que le asignan atributos a los detenidos −muchas veces definidos por los
propios presos− sustentados en la lógica de la imposibilidad: quienes transitan
por la prisión no pueden ser más que lo que ya han sido, y la reafirmación de
ello será el círculo vicioso que provocará trayectorias vitales donde la cárcel se
presenta siempre como un horizonte posible.
Así, las prácticas culturales realizadas por el Colectivo La Bemba del Sur, son
diseñadas e implementadas desde una perspectiva colectiva dentro de un esce-
nario carcelario caracterizado por la violencia y la desubjetivación-subjetiviza-
ción del otro6. Espacios definidos por los lazos que los actores involucrados son
capaces de generar, produciendo así una territorialidad que conecta con lo vital
y lo posible, generando el auto-reconocimiento de los detenidos como sujetos de
derechos.
Se reconoce en sus ejercicios cotidianos la apertura de un espacio-tiempo
donde se despliega el deseo (Guattari, 2013), habilitando la emergencia de mani-
festaciones creativas y artísticas, potenciando la capacidad expresiva de cada
actor involucrado, y deviniendo posibilidad de otros modos subjetivos a través
de distintos soportes: revistas, audiovisuales, escritura, fotografía, artesanías,
entre otras. A pesar de la destrucción generada por la lógica punitiva es posible
la construcción de trayectorias vitales divergentes, casi como un axioma benja-
miniano resulta recurrente la afirmación según la cual desde las ruinas existen-
tes se podrán construir otras realidades o sentidos posibles (Benjamin, 1999),
recuperando el pasado y el presente oprimido, trascendiendo el recurrente
ejercicio de la extrema victimización del privado de libertad, y sosteniendo la
necesidad de implementar tácticas y estrategias que a pesar de lo incómodo de
la interrogación permiten responder a la pregunta de qué cárcel es posible en
determinados escenarios políticos.

6 A pesar de las condiciones expulsivas que definen a la prisión moderna en general y al Servicio Penitencia-
rio Santafesino en particular luego de la recuperación democrática en 1983 (Manchado, 2018), es importante
reconocer que esos lineamientos institucionales no son estáticos y que, en determinadas circunstancias,
dependen de definiciones, actores y actrices de la gestión política que, en ciertas coyunturas, pueden habilitar
dispositivos culturales como los implementados por el Colectivo La Bemba del Sur. De allí que es importante
contextualizar su conformación a partir de las gestiones políticas que, en Santa Fe, generan procesos de aper-
tura hacia los actores externos que buscaban intervenir en contextos de encierro. Tales mojones históricos
pueden ubicarse en el período 2003-2007 bajo la gestión del Dr. Fernando Rosúa en la Dirección General del
Servicio Penitenciario y, posteriormente, con el Dr. Mariano Buffarini (2007-2011), gestión donde se elaboró
el Documento Básico Hacía una política penitenciaria progresista en la provincia de Santa Fe donde uno de sus
lineamientos era abrir la prisión a los actores de la sociedad civil a los fines de volverla cada vez más porosa y
permeable (Manchado, 2015).

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PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

Es desde una coyuntura política en la que prevalece un lógica punitiva desde


el discurso político, mediático y social7 que leemos las prácticas culturales y
comunicacionales en el encierro, desde el enfoque de los estudios culturales y
desde una contextualidad radical donde “la identidad, importancia y efectos
de cualquier práctica o evento (incluyendo los culturales) se definen sólo por la
compleja serie de relaciones que le rodean, interpenetran o configuran, hacién-
dole ser lo que es” (Grossberg, 2012, p. 28) y donde para tal abordaje resulta
imprescindible una “comprensión crítica de una coyuntura, una coyuntura
histórico-social” (Hall en Grossberg, 2012, p. 28) e institucional. A partir de la
coyuntura carcelaria señalada describiremos las prácticas culturales y comu-
nicacionales en el encierro para centrarnos luego en dos experiencias realiza-
das en el año 2016, en el marco del taller de comunicación y periodismo de las
Unidades Penitenciarias N°3 y N°6 de la ciudad de Rosario.

2.2 Identidades interpeladas y autonomías potenciadas. El taller


de comunicación y periodismo en las UP N°3 y N°6 de Rosario

El pasado 19 de Junio, el diario La Capital de Rosario publicó en su versión digital


una nota titulada ‘Un ex convicto fue acribillado esta madrugada y murió en el Hos-
pital Clemente Álvarez’. Allí cuenta que un joven de 24 años fue asesinado de tres
balazos, y que ‘se trata de Fernando Gutiérrez, quien en febrero recuperó la liber-
tad luego de estar preso por robo’. La nota comienza diciendo que ‘un ex convicto
(Fernando Gutiérrez) murió hoy en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez
(HECA) tras ser acribillado a balazos esta madrugada en la zona sudoeste de la ciu-
dad’ y finaliza reforzando dicha afirmación: ‘Gutiérrez es un ex convicto, que por lo
que trascendió desde la Fiscalía había salido en libertad en febrero de este año por
una condena por robo.’ Quienes lo conocimos y transitamos la vida con él, como
coordinadores de talleres culturales en la Unidad Penitenciaria N°3 de Rosario8,
afirmamos que Fernando no era un ex-convicto y aprovechamos éstas líneas para
contarles todo lo que fue y será para nosotros. Pretendemos así ejercer una crítica
sobre ese dispositivo mediático que construye discursivamente una víctima (éste
tipo de víctima, la que pertenece a los sectores marginados, vulnerados, pobres)
como aquel que buscó y mereció su trágico destino. Pero estas líneas colectivas
también pretenden ser un ejercicio de memoria para que las muertes de jóvenes

7 Esta confluencia de actores políticos, mediáticos y gran parte de la ciudadanía con una fuerte demanda
en torno a la inseguridad, y la exigencia de medidas punitivas para su resolución, es definida como una etapa
de populismo punitivo. En Argentina hay dos períodos claramente delimitados al respecto, durante la campaña
presidencial de 1999 y tras el caso Axel Blumberg en 2004 (Sozzo, 2009).
8 Todas las cárceles ubicadas en territorio santafesino dependen del Servicio Penitenciario de la Provincia
de Santa Fe (SPS). La Unidad Penitenciaria N°3 de Rosario es una de las más antiguas del SPS, fue inaugurada
en 1894, cuenta con un total de 10 pabellones distribuidos en esquema radial y desde el año 2004 fue defi-
nida como cárcel de mediana seguridad. Establecimiento donde están detenidos solamente hombres y que
actualmente cuenta con una población de 260 presos.

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CHIPONI, MANCHADO

como Fernando no queden entrampadas en la compulsa de los sentidos hegemó-


nicos, ni en los olvidos intencionales de quienes asignan valor a la vida humana
de acuerdo al sector social que pertenecen. (Colectivo La Bemba del Sur, 2016)

Así comienza el escrito firmado por los integrantes del Colectivo de


Talleristas en Contexto de Encierro La Bemba del Sur a raíz de la muerte, más
precisamente de la representación realizada por el medio de comunicación grá-
fico más importante de la ciudad de Rosario, de Fernando Gutiérrez, un joven
que luego de transitar su segunda condena en la Unidad Penitenciaria N°3, y
recuperar su libertad ambulatoria, fue asesinado en su barrio. Lo que siguió a
la introducción referida fue la intención de desmontar, con la palabra de distin-
tos actores que lo conocieron participando de las prácticas culturales realiza-
das en dicho penal −radio, periodismo, comunicación, festivales−, los sentidos
construidos por aquel medio de comunicación que eran los mismos que la cárcel
había configurado durante su tránsito por el encierro.
Aquella recuperación estuvo sostenida en una concepción de identidad que
trascendiera su versión esencialista por una situacional, que pudiese recupe-
rar las vitalidades de Fernando, sus diferentes performances entendidas como
“la actividad total de un participante dado en una ocasión dada que sirve para
influir de algún modo sobre los otros participantes” (Goffman, 1997, p. 12), y en
ellas su carácter vincular, afectivo, relacional, subjetivo. De allí que aquel texto
culminase resaltando que Fernando no era un ex-convicto sino un periodista,
un coordinador de talleres culturales, un crítico, un intelectual, un joven que
quería disputarles sentidos a la cárcel y a la sociedad en su conjunto, a esos
sentidos que le decían que él no iba a poder ser otra cosa que un convicto, o un
ex-convicto como rezaban las líneas de La Capital.
Aquel escrito cristalizó el posicionamiento de dicho Colectivo, de quienes
realizan prácticas culturales y comunicacionales en contextos de encierro, y fue
punto de partida para discutir en el taller de comunicación y periodismo que
se realiza en la UP N°39 en torno a la identidad, con una pregunta fundada en el
“¿quiénes somos?”, “¿qué quieren que seamos?”, “¿qué podemos hacer con todo
eso, entre lo que somos, nos dicen y deseamos ser?” (Registro de campo, taller
de comunicación y periodismo, 2016). En ese intermezzo los participantes del
taller −tanto coordinadores como detenidos− trataron de inscribir una pregunta
que descolocara los cimientos simbólicos no sólo de los medios de comunica-
ción sino también de la prisión; esos discursos que establecen cortes, cesuras,
divisiones fundadas en un mecanismo racista clasificador de las figuras del mal
y del bien, de quienes deben estar libres y encerrados, de quien merecen vivir o
morir (Foucault, 1996a). Mecanismo que resulta indispensable para definir un

9 Taller de comunicación y periodismo que, tanto en la UP N°3 como en la UP N°6, se realiza como Curso de
Competencias Específicas Universitarias en Comunicación Social, herramienta de la Universidad Nacional de
Rosario (Ordenanza UNR N°652) que certifica las trayectorias de los asistentes en estudios de nivel superior,
titulado “Comunicación, derechos y prácticas culturales”.

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PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

chivo expiatorio, el mal de todos los males, como también para tranquilizar a ese
sector de la sociedad que festeja la muerte de un joven que no era un ex-convicto,
era Fernando, un gestor cultural no del encierro sino en el encierro, un joven
que como tantos otros configuran sus identidades en el encierro pero más allá
de él. Esa premisa comenzó a situarlos en la experiencia de discutir, en el marco
del taller, a qué se referían con la identidad, entendiendo que

[...] las identidades no se construyen a partir de un conjunto estable y objetivamen-


te definible de ‘rasgos culturales’ −afectos primordiales−, sino que son producidos
y se modifican en el marco de relaciones, de reacciones y de interacciones socia-
les −situaciones, un contexto, circunstancias− de donde emergen sentimientos
de pertenencia, ‘visiones del mundo’ identitarias o étnicas. (Candau, 2001, p. 24)

La pregunta que surgía entre los coordinadores del taller fue entonces ¿por
qué trabajar sobre identidad en la cárcel? O más precisamente ¿cómo trabajar
la identidad en una situación de encierro? La primera razón estuvo dada por la
intención de disputar los sentidos, cual si batalla discursiva (Foucault, 2006), a
una institución que asigna una identidad sostenida en el argumento de la recu-
peración o depositación, y donde su principal tarea termina siendo la tutela. Lo
que aquel discurso público de la prisión no aclara es que el tutelaje se conver-
tirá en dependencia, luego en arbitrariedades y en dicho tránsito una multipli-
cidad de procesos de homogeneizaciones semánticas que inculcarán sistemas
de restricción (Foucault, 2004b). Sobre estos, cada detenido deberá moverse de
acuerdo a las posiciones que ocupen en el campo específico de la prisión. Allí
es donde se definen los presupuestos sobre el hacer y el ser de cada sujeto, los
presupuestos de actor (Goffman, 2001), y en ellos un conjunto de respuestas que
deben adecuarse a las formas y situaciones interactivas de la prisión.
En ese campo de disputas los coordinadores del taller de comunicación y
periodismo propusieron trabajar sobre los trazos identitarios de quienes están
privados de su libertad pero también de ellos mismos. La fotografía sería el
dispositivo elegido para ello y canalizaría aquí, con la potencia de una imagen,
los recuerdos, los deseos, los vínculos, las historias personales, los pesares, las
diversas posiciones subjetivas que configuran identidades, en plural. De allí que
los trayectos a la cancha de Newell´s, el beso a una hija que no ve hace muchos
años, la espera en el Hospital Garrahan o la construcción de una casa, ponen en
escena a quien no es preso sino hincha apasionado del fútbol, de un equipo, con
sentido de pertenencia a cierta agrupación, a quien es padre y anhela volver a
cuidar físicamente de su hija, a quien es hermano luego de un acto de altruismo
y solidaridad como el de donar un órgano a una hermana, o a quien es construc-
tor de su propia casa, su hogar. Así, estos flujos identitarios se vuelven “recursos
simbólicos movilizados en detrimento de otros, provisoria o definitivamente
desechados” (Candau, 2001, p. 24). Se abandona el ser preso −hermanito, cachi-
vache, violín, etc.− con todas sus calificaciones y cualificaciones a cuestas para

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 237


CHIPONI, MANCHADO

multiplicarse en posiciones subjetivas difíciles de inmovilizar, esencializar,


imposibilitar:

Lo importante es poder contar otras cosas de nosotros porque la sociedad se hace


una imagen de quiénes somos. Yo también extraño a mi hija, o quisiera que mi vieja
no tenga que sufrir viniendo a verme, o que a mi hermana la dejen pasar sin hacerla
esperar una hora afuera a pesar de que está enferma, pero el que no conoce estas
realidades cree que acá somos como animales, violentos, que no tenemos nuestras
historias. (Sebastián. Registro, taller de comunicación, UP N°3)

Muchas veces ni siquiera con un compañero de pabellón o de celda uno puede con-
versar sobre cosas como lo que uno quiere, el amor, cuando uno era chico, porque te
tildan de tal cosa o de la otra, lo mismo pasa con los celadores que creen que cuando
salimos a los talleres venimos a perder el tiempo. En cambio yo pienso que acá se
pueden hablar de cosas que en otro lugar no podemos hablar, y recuperar historias
de cuando era chico, los lugares donde fui feliz, las cagadas que mandé, y todo eso,
son formas de mostrar que uno puede hacer otra cosa diferente a pesar de estar en la
cárcel. (Luciano. Registro, taller de comunicación, UP N°3)

Por tanto, las imágenes que conformaron la muestra final del taller de comu-
nicación y periodismo realizado en la UP N°3 fueron imaginadas y experimenta-
das en un espacio colectivo de trabajo, que por serlo, habilitó preguntas, mira-
das, palabras sobre aquellos lugares que los definen, identifican, interpelan,
singulares y comunes al mismo tiempo. De allí que el texto que acompañó aque-
lla muestra, denominada Lugares Comunes, en el marco del Festival de Cierre
de los Talleres 201610, indique que su intención fue comunicar y reflexionar en
torno al sentido, práctica y relación entre comunicación, derechos humanos y
prácticas culturales desde el contexto carcelario y que ante aquella institución
destructiva y degradante que es la cárcel lo que queda es, paradójicamente,
reconocer y habilitar posibilidades. Una muestra que, como lo indica el cierre
de aquel texto,

[...] construye lugares comunes que de tan comunes son diferentes, especiales,
singulares, colectivos. Lugares comunes que nos emocionan, nos afectan, nos vin-
culan, nos interrogan, nos detienen y nos impulsan. Lugares comunes que cons-
truyen identidad, nuestra identidad, la de sujetos de potencia, de posibilidad, de
humanidades compartidas en ese común que es, ante todo, la vida misma. (Texto
colectivo Lugares Comunes).

10 La muestra Lugares Comunes fue, en el 2017, ganadora de dos concursos públicos, uno en el Centro Cultural
Lumiére de Rosario y otro en el Centro Audiovisual de Rosario (CAR). A raíz de ello, fue expuesta en ambos
espacios durante los meses de Junio y Julio del 2017.

238 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

Reconocemos entonces que la muestra intentaba discutir los estigmas que


eran y serían asignados sobre esos sujetos tanto durante sus trayectorias en el
encierro como en las inminentes −y algunas no tanto− recuperaciones de las
libertades ambulatorias. Un estigma que los instala, por haber transitado la
experiencia de la prisión, en la condición de “desacreditables”, donde se pre-
senta una necesidad de “manejar la información que se posee acerca de su defi-
ciencia” (Goffman, 2006, p. 56) −en torno a las definiciones que se ejercen sobre
ellos en términos de “anormales” o “desviados”− en clave de encubrimiento. La
muestra Lugares Comunes, y las preguntas elaboradas durante el desarrollo de
los encuentros del taller sobre el eje del interrogante central ¿quiénes somos?,
apuntaban justamente a lo contrario: lejos de encubrir la pretensión era mos-
trar prácticas y discursos divergentes a los que suelen construirse sobre las
dinámicas cotidianas de la propia cárcel y quienes la habitan.
Configuración entonces de agenciamientos singulares y colectivos de deseo
que “constituyen el lugar donde se refugia todo lo que queda vivo en el socius
y desde donde todo puede volver a partir para construir otro mundo posible”
(Guattari, 2013, p. 109), lo que es decir también −o igualmente− otras identidades
y sentidos posibles.

2.3 Resistencias suburbanas o la configuración de territorios autónomos


En los talleres acontece la producción de una territorialidad que se define por
los lazos que los actores involucrados son capaces de generar; un espacio donde
lo sensible se pone en escena para habilitar el registro de la singularidad, del
propio cuerpo y el de los otros. Este territorio compartido es un escenario de
conflicto y de diferencia, algo constitutivo de la noción de “configuración cultu-
ral” (Grimson, 2011). Se trata de explorar fronteras porosas que se materializan
a través de distintos recursos expresivos que soportan haciendo surgir produc-
ciones concretas tales como una muestra fotográfica o un programa de radio.
Donde hay una frontera hay un límite que se desborda y se hace expresivo.
Donde hay una barrera-límite que imposibilita y delimita hay otro régimen de
significaciones que se despliega. En los territorios-talleres de comunicación los
efectos son concretos y se visibilizan encontrando la emergencia en los lugares
no previsibles de la enunciación. Cuando un sujeto en el encierro logra un regis-
tro autoperceptivo e interroga algo de lo naturalizado como identidad asignada
−pobre, villero, delincuente, etc.− hay una frontera que se mueve, una configu-
ración que se intercede provocando un corrimiento-descentramiento de ese
sujeto. Esas fronteras desdibujadas, desbordadas, múltiples, interrelacionadas,
interconectadas, potentes, enrejadas, limitadas, encerradas están zambullidas
en la nebulosa de lo complejo, en la ruptura de lo esencialista, en la coyuntura
que deviene en cada encuentro −o desencuentro. Ese movimiento es el que abre
la caja de herramientas identitarias para poner a disposición un conjunto de
clasificaciones que le permite, a esos sujetos, identificarse a sí mismos y con

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 239


CHIPONI, MANCHADO

otros (Grimson, 2011). Es en ese sentido que el vaciamiento de las posibilidades


se rellena con otras clasificaciones y esa homogeneización que los define como
peligrosos es puesta en cuestión al indagar las proyecciones y las potencias
identificatorias.
Ejercicio crítico promovido en el desarrollo del taller de comunicación y
periodismo realizado en la Unidad Penitenciaria N°611, cuya materialización
final fue un programa de radio cuyo nombre delimitaba ya un posicionamiento:
Resistencias Suburbanas ¿Qué es resistir? ¿Qué es ser suburbano? ¿Qué lugar
ocupa la cárcel en ese entramado de los suburbios? Interrogantes articulados
en un dispositivo radial que, como medio, habilitaba producciones de sentido
en una esfera dialógica inmediata, donde la/s urgencia/s del decir y el hacer
acontecen con potencialidades para el acto comunicativo y cultural, incluyendo
tanto a emisores como receptores, en un intento por trascender esas categorías
y poniendo el peso en el proceso del decir, el escuchar, dialogar, callar, crear,
resistir.
Se resiste interpelando a las construcciones identitarias producidas por
la cárcel tras el gesto de una fotografía, como también con la producción de
un programa de radio que propuso crear nuevos modos de nombrarse y pen-
sarse; primeras marcas de un proceso de autonomización que, en términos
de justicia cultural (Grimson, 2014), vislumbraban su cristalización en el pro-
grama Resistencias Suburbanas. Ejercicio de una práctica democrática, una
forma de construir la vida en común con otros entramados en un tejido social,
crear pequeñas esferas de espacio público −radio abierta−, en un contexto que
imprime lógicas antidemocráticas, que coarta desde los hábitos de funciona-
miento informal la posibilidad democrática: el ejercicio pleno de los derechos.
Radio abierta que inscribe el sentido de lo público en una institución pública
que, paradójicamente, se repliega en el ámbito privado, no sólo privando a quie-
nes la habitan de recursos materiales y simbólicos sino también reduciendo
todo a la esfera de lo individual, obturando expresiones colectivas.
Aquel programa de radio realizado a finales de diciembre de 2016 contó con
la participación de una serie de actores que fueron seleccionados y discutidos
previamente en relación a las temáticas abordadas en el espacio del taller, entre
ellas la identidad, y definidos por un común: trayectorias militantes en el marco
de organismos de Derechos Humanos donde la premisa de memoria, verdad y
justicia movilizó encuentros y luchas colectivas. Premisas no ajenas, y avasa-
lladas en las realidades −históricas y actuales− de la prisión y sus habitantes.
Norma Vermeulen y Juan Emilio Basso, pertenecientes a la Asociación Madres
de Plaza 25 de Mayo e HIJOS (Rosario), respectivamente, y Kurt Lutman, escritor
y militante social, fueron los invitados de aquella radio abierta que hizo confluir

11 La Unidad Penitenciaria N°6 de Rosario fue inaugurada como tal en Octubre de 2014, luego de que allí
funcionará la Alcaidía policial de la Unidad Regional II. Es un establecimiento con 11 pabellones destinados
sólo para hombres, de mediana seguridad, y que actualmente cuenta con una población de aproximadamente
500 presos.

240 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

una multiplicidad de actores −talleristas, presos, funcionarios, profesionales,


estudiantes, periodistas, etc.− que dieron cuenta del entramado, los recorridos,
y los intereses surgidos en el transcurso del taller. Reconocimiento de luchas
que fueron leídas en clave de otras luchas y resistencias que cotidianamente se
impulsan en cada esfera social, en cada instancia de la vida, en el encierro y más
allá de él.
Trascendiendo la lógica de la victimización y el discurso recurrente de que
allí se otorga voz a los que no la tienen, los integrantes del programa se propusie-
ron disputar la pasividad que supone ese discurso tan afín a la lógica tutelar de la
prisión, para instalar otro posible, el de un sujeto activo, comunicador, creativo,
no-dependiente, habilitador, promotor y sostenedor de un espacio simbólico
que trasciende y desborda las fronteras que limitan, coaccionan y naturalizan;
e instalando discursos que interpelan, desde un lenguaje de los Derechos, las
lógicas de individuación y descolectivización promovidas por la prisión:

No hay que perder la lucha en que los jóvenes tienen Derecho a resistir, a ser suburba-
nos como decíamos, a buscar una igualdad social. (Elías. Registro, programa Resistencia
Suburbana, UP N°6, 2017)

Yo creo que esto es un modelo generacional, empieza por Norma, sigue por Hijos, y lo
que quería destacar es que es importante mirar hacia las demás personas que es algo
que nos hace falta mucho, mirar un poco al pueblo, mirar los suburbios, no siempre el
centro que es el lugar que siempre está adornado, dejar de pensar en uno mismo y ser
todos unos, acá hay universitarios, de todas las edades −en referencia a autoridades,
docentes y graduados de la Universidad Nacional de Rosario invitados a participar de la
actividad−, y lo importante es que no bajemos los brazos y sigamos en la lucha, seguir
resistiendo contra los modelos perversos y dictadores que ofrece el sistema. (Mauricio.
Registro, programa Resistencia Suburbana, UP N°6, 2016)

Así, tanto el taller como su materialización (radio abierta) pueden ser pen-
sados como “una organización expresiva de investiduras socio-espacio tempo-
rales que transforman el espacio-tiempo extenso −la localización−, mediante
relaciones intensivas, en un espacio tiempo vivible” (Grossberg, 2012, p. 51).
Entonces, de lo que se trató fue de transformar el espacio y abrir a un tiempo
de lo vivible coyuntural, cuyos campos de posibilidades tienen la capacidad de
la itinerancia y del devenir constante. Un socio-espacio-tiempo que comienza
a ser soportable y planifica otra trayectoria que conecta con pequeños rasgos
de una condición humana que sobrevive anhelando afectarse por secuelas de
una práctica que potencia. Nuevo campo de posibles que surgen desplazando
las oposiciones binarias para expresar otras posibilidades de vida (Lazzarato,
2006). Cuando este proceso se pone en marcha se habilitan modos de pensar
trayectorias productivas o subjetividades diferenciales a los procesos de cas-
tigo. Nuevas formas de subjetividad que no reproducen alternativas preconce-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 241


CHIPONI, MANCHADO

bidas sino que se proponen interpelarlas en una maquina de violencia física y


simbólica como es la cárcel, anclada en prácticas sociales promotoras de una
pedagogía de la irresponsabilidad (Segato, 1996), del tutelaje, de las múltiples
dependencias obturantes. Esto, en pos de configurar otros sentidos posibles
por parte de quienes están privados de su libertad pero también del conjunto de
actores y actrices que componen la trama prisional. De allí que los procesos de
intervención en contextos de encierro −y particularmente los que analizamos
en éste trabajo−, reconocemos, se asumen no desde la lógica de la asistencia, la
reparación o la dignificación del otro, sino bajo la pretensión de generar espa-
cios de autonomía. Construcción de autonomías en el marco de una institución
fuertemente anclada en la infantilización del encerrado, donde la arbitrariedad
se torna clave para el funcionamiento de las prácticas penitenciarias y de los
múltiples ejercicios de la(s) violencia(s), donde las aniquilaciones (Foucault,
2012) simbólicas y materiales son constitutivas de las rutinas institucionales;
maquinarias de “ubuesca crueldad” (Daroqui, 2010, p. 98) que, sin embargo, pue-
den ser agrietadas tras interpelaciones directas o sutiles, creativas, insumisas
(Manchado, 2015) como las de instalar una pregunta que disloca las identidades
fijadas por la prisión:

Luchamos por una mejor vida, resistimos por nuestro derecho, resistir es no bajar los
brazos (Elías. Registro, programa Resistencia Suburbana, UP N°6, 2017)

Me pregunto ¿qué cárcel nos espera? Creo que con rigor, con látigo no se logra nada.
Porque yo fui chico y cuando fui chico mi mamá me pegó y dije ‘no vuelvo a mi casa’
porque me pegó un varillazo, al contario, me hice más duro. Entonces ¿se piensa en las
personas que están detenidas cuando se elaboran modificaciones penales? ¿piensan
en nosotros, los privados de la libertad a la hora de modificar? Esto un juez no me
lo dejo hablar cuando estuve frente a frente y hoy me siento libre para compartirlo.
(Hugo. Registro, programa Resistencia Suburbana, UP N°6, 2017)

Los procesos singulares de autopercepción, en tanto sujetos autónomos que


pueden constituirse como participantes de una lógica transversal que atraviesa
una cotidianeidad obturante/imposibilitante, y que habilita las múltiples mira-
das en pos de delinear una estrategia de resistencia, comienza a inscribir otros
sentidos en el marco de dinámicas sustentandas en procesos de autonomiza-
ción. Procesos materializados en discusiones, posicionamientos, toma de deci-
siones en torno al armado del programa, consensos, acuerdo y desacuerdos, que
en una institución fundada en la dependencia y el tutelaje (Segato, 1996) no son
efectos menores. Y donde podemos reconocer también, tras las declaraciones
referenciadas, un auto-reconocimiento como sujetos de y con Derechos ejerci-
tados en la realización de prácticas culturales y comunicacionales, en y a pesar
del encierro. Prácticas y discursos cuyas intenciones e intensidades estuvieron
ligadas a

242 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRÁCTICAS CULTURALES Y COMUNICACIONALES EN EL ENCIERRO. LA CÁRCEL Y SUS SENTIDOS EN DISPUTA

[...] desarmar el sentido común [y] trabajar en común para construir nuevos sen-
tidos El desarrollo cultural como generación de autonomía, libertades y poderes
colectivos se traduce en que no habrá una sociedad más democrática e igualitaria
sin asumir los desafíos de la justicia cultural. (Grimson, 2014, p. 14)

En ese sentido, el taller de comunicación y periodismo y sus resistencias


suburbanas configuraron un pliegue afectivo que puso en escena texturas de
vidas que en el encuentro con otros ensamblan, trazan líneas y conexiones; sen-
tidos que se tejieron en clave identitaria y de pertenencia.

3. A modo de conclusiones

Pensar el contexto carcelario en términos de distribución de potencialidades


habilita algo del orden del desplazamiento, entrama en un aquí y ahora propio
de la contextualidad coyuntural (Grossberg, 2012) las expresiones de otras
posibilidades de vida que se abren a partir de vivenciar procesos que no se
formalizan en el orden, control y seguridad, sino que inventan otro tiempo a partir
de la pregunta por el deseo. Promover prácticas autoperceptivas provoca a los
sujetos a reconocerse con capacidad de asumir herramientas que rompan con
ese orden natural en el que todo pareciera suceder sin ser interpelado.
Aquello se produce cuando quien está privado de su libertad instala pre-
guntas sobre por qué son cercenados también otros Derechos como el acceso
a la educación, la salud o la cultura cuando se resignifica la noción de resistir
en espacios de exclusión-inclusión como la prisión; allí donde resistir deja de
ser enfrentarse de forma directa con las autoridades y pasa a instalarse en la
superficie misma de los discursos, en tácticas sutiles de corrimiento a las clasi-
ficaciones y recorridos posibles en el entramado prisional, cuando la pretensión
es discutir las dicotomías entre adentro y afuera dando cuenta de las múltiples
continuidades y discontinuidades existentes entre los procesos de exclusión en
los sectores populares y los esquemas de aniquilación física y simbólica dispues-
tos por la cárcel. Por tanto, interrogar es poner en crisis un conjunto de senti-
dos construidos en torno a los actores y actrices que intervienen en contextos
de encierro −donde los propios guardias también reafirman representaciones
sobre sí mismos y las reproducen−, y producir a partir de ella “vínculos socie-
tales” (Barbero, 2015, p. 17) generados en y a partir de los procesos comunica-
cionales construidos con otros. Vínculos que se alejan de la lógica punitiva y se
acercan a la de la justicia cultural.
Procesos comunicacionales y subjetivos que posicionan y reposicionan a
los actores involucrados en el entramado de una institución que concibe a las
prácticas culturales como beneficios, como dádivas, dimensiones propias de
evaluaciones subjetivas basadas en la progresividad, el diagnóstico y el pronós-
tico. En esa complejidad los desafíos se enmarcan entre la desnaturalización,

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 243


CHIPONI, MANCHADO

el desentrañamiento de las posiciones subjetivas del detenido, el hacer de las


prácticas culturales en un contexto opresivo, imposibilitador y posibilitador a la
vez, en procesos de institucionalización que permiten continuar diagramando
intervenciones y habilitando articulaciones. Porque articular es hacer, desha-
cer y rehacer relaciones y contextos, es trazar y delinear conexiones. Si esas
relaciones han sido establecidas como efectos de poder, la lucha por cambiar el
contexto implica la lucha por planificar esas relaciones, desarticularlas y rearti-
cularlas. El ejercicio de las prácticas culturales es parte de esa estrategia desar-
ticuladora de materialidades y lógicas simbólicas que obturan las posibilidades
creativas de los sujetos encerrados, y por lo tanto la posibilidad pedagógica del
taller como acto ético-político. En fin, posibilidad de disputar sentidos desde la
producción de otros sentidos en perspectiva crítica.

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Apropiación tecnológica
por comunicadores mapuche.
Reflexiones desde la praxis
comunicacional
Technological appropriation by mapuche communicators.
Reflections from communicative practices

Apropriação tecnológica por comunicadores mapuche.


Reflexões a partir das práticas comunicativas sentidos em disputa


Claudio MALDONADO RIVERA
Universidad Católica de Temuco, Chile / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Ensayo, pp. 233-252)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 03-10-2017 / Aprobado: 06-12-2017

247
MALDONADO RIVERA

Resumen
El trabajo aborda los discursos de comunicadores mapuche en torno a sus prác-
ticas de “apropiación tecnológica”, las que desarrollan en el marco del conflicto
intercultural e interétnico chileno-mapuche. Los resultados que se socializan
han sido obtenidos a través de un Análisis Argumental aplicado a diez entrevis-
tas efectuadas a comunicadores y comunicadoras mapuche emplazados en la
región de La Araucanía, Chile. Los argumentos-pivotes identificados son pues-
tos en discusión con categorías teórico-conceptuales, ejercicio que posibilita
desarrollar un diálogo de saberes entre el conocimiento experiencial y teorías
procedentes de las ciencias sociales y humanas. El ejercicio analítico-interpre-
tativo concluye que las prácticas de apropiación tecnológica se intersectan con
temas identitarios, reivindicativos, comunicacionales e interculturales, además
de reconocer sus implicancias en el fortalecimiento del proyecto político e iden-
titario de reconstrucción del país Mapuche.
Palabras clave: conflicto intercultural; identidad; análisis argumental; saberes.

Abstract
This paper analyzes the practices of “technological appropriation” carried out
by mapuche communicators, in the context of the chilean-mapuche intercul-
tural and interethnic conflict. The results presented were obtained through an
Argument Analysis applied to a set of interviews with mapuche communicators
from La Araucanía region, Chile. The central-arguments identified dialogue
with theoretical categories, to develop a dialogue of knowledge between the
experiential and the theories of the social and human sciences. The work con-
cludes that the practices of technological appropriation are related to issues
such as identity, vindication, communication and interculturality, in addition to
recognizing their implications in the strengthening of the political and identity
project of reconstruction of the Mapuche country.
Keywords: intercultural conflict; identity; argument analysis; knowledge.

Resumo
Este artigo estuda as práticas de “apropriação tecnológica” provenientes de
comunicadores mapuche no contexto do conflito intercultural e interétnico
chileno-mapuche. Os resultados foram obtidos através de uma Análise de
Argumentos aplicada a dez entrevistas, feitas aos comunicadores mapuche que
vivem na Araucanía, Chile. Os argumentos fundamentais identificados dialo-
gam com categorias teórico-conceituais, um exercício que permite o diálogo do
conhecimento entre a experiência e as teorias das ciências sociais e humanas.
O trabalho conclui que as práticas de apropriação tecnológica estão relaciona-
das a questões de identidade, reivindicação, comunicação e interculturalidade.
Também reconhece suas implicações no fortalecimento do projeto político e
identitário de reconstrução do país Mapuche.
Palavras-chave: conflito intercultural; identidade; análise argumental; saberes.

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APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

1. Introducción1

El fenómeno tecnológico asociado a la e-comunicación demanda el diseño de


agendas que problematicen su impacto en la sociedad y la cultura. Sin embargo,
no son las tecnologías en sí las que deben determinar la investigación en esta
materia, sino los sentidos asociados al quehacer comunicacional mediado por
tecnologías de comunicación e información (Martín-Barbero, 2004; Marí, 2011;
Zallo, 2011). Promover un discurso que reivindique la tecnología como fenómeno
autónomo, desvinculado de sus condiciones socio-históricas de producción, es
respaldar ideologías tecnodeterministas que avalan la instrumentalización y
mercantilización de la comunicación. Mientras que al optar por perspectivas
de estudio centradas en las mediaciones que se materializan entre sujetos y
tecnologías, la investigación en estas materias aporta a la comprensión de los
aspectos comunicacionales, políticos y culturales que se intersectan en toda
instancia de mediación comunicacional, más aún cuando los contextos que se
problematizan develan complejidades histórico-estructurales dadas por rela-
ciones de poder, desigualdad, racialización, exclusión y desposesión.
Con la intención de aportar a la consolidación de una agenda investigativa en
los términos planteados por el segundo eje antes descrito, el presente trabajo se
centra en comprender los discursos que comunicadores mapuche socializan en
relación a procesos de apropiación tecnológica. Los resultados que acá se difun-
den, a modo de síntesis, se desprenden de un Análisis Argumental aplicado a
diez entrevistas semiestructuradas, las cuales han sido obtenidas en el marco
del proyecto Fondecyt de Iniciación n° 11140180, titulado “Apropiación tecno-
lógica, discurso y decolonialidad. La producción informativa digital mapuche
en el marco del conflicto entre Estado-nación chileno y pueblo mapuche en la
región de La Araucanía”.
Esta línea de estudio, centrada en los discursos de los agentes indígenas res-
pecto a su quehacer comunicacional mediado por tecnologías, viene a comple-
mentar un proceso de investigación que lo antecede, focalizado en el análisis
de los discursos informativos de los medios digitales mapuche que tematizan
aspectos vinculados al conflicto chileno-mapuche, tales como autonomía, políti-
cas de estado, territorio y protesta social. Como se ha expuesto en trabajos ante-
riores, los discursos informativos mapuche presentes en los escenarios online
son parte de las luchas reivindicativas que en el contexto del conflicto interét-
nico e intercultural chileno-mapuche se están desarrollando con la finalidad de
hacer frente a las actuales políticas colonialistas y anti-indigenistas promovi-
das por el estado-nación chileno desde el siglo XIX (Pinto, 2003), y que hoy se

1 El trabajo adscribe a los proyectos: Fondecyt de Iniciación n° 11140180 “Apropiación tecnológica, discurso y
decolonialidad: la producción informativa digital mapuche en el marco del conflicto estado-nación y pueblo mapuche
en la región de La Araucanía”; y al Proyecto Postdoctoral que se desarrolla en el Programa Avanzado de Cultura
Contemporánea de la Universidad Federal de Río de Janeiro, titulado “Identidad, conflicto y comunicación.
Voces desde el Wallmapu”.

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MALDONADO RIVERA

actualizan a través de políticas multiculturalistas que potencian la segregación


etno-racial y la folklorización de las matrices culturales indígenas. En efecto,
las estrategias de lucha asumidas por el pueblo mapuche en los escenarios
offline −protestas, marchas, recuperaciones territoriales, huelgas, denuncias a
estamentos internacionales de DDHH, etc.− son complementadas por procesos
informativos digitales a partir de los cuales se ponen en circulación narrativas
heterónomas que disputan las tramas de significación que los discursos etno-
céntricos han instalado en torno al mapuche como otredad negada (Maldonado,
2010; 2011; 2012a; 2012b; 2014; 2015a; 2015b; 2017a; 2017b; Maldonado & Del
Valle, 2011; 2013; Del Valle & Maldonado, 2016).
Por tanto, con la finalidad de complementar los estudios que se han efec-
tuado en torno a estas temáticas, se ha considerado relevante explorar los dis-
cursos de los propios comunicadores mapuche respecto a su quehacer comuni-
cacional. Específicamente, este trabajo se centra en comprender los argumentos
que los comunicadores esgrimen en relación a sus experiencias de apropiación
tecnológica, las cuales, como podrá constatar el lector, se intersectan con aspec-
tos identitarios, territoriales, interculturales y políticos que dan cuenta que la
comunicación mapuche dinamiza elementos que exigen superar todo reduccio-
nismo tecnodeterminista en torno al fenómeno en estudio.
Téngase en consideración que los trabajos desarrollados sobre comunica-
ción digital mapuche adscriben a una agenda de investigación que desde el año
1996 marca los estudios en comunicación y discurso en contextos intercultu-
rales chileno-mapuche en la academia del sur de Chile. Me refiero a la investi-
gación sobre el Discurso Público Mapuche (DPM), inaugurada por el Dr. Hugo
Carrasco de la Universidad de La Frontera, y cuyos aportes al estudio de la pro-
blemática han sido fundamentales. Nuestro trabajo, por tanto, indaga en aque-
llos aspectos que el DPM no alcanzó a problematizar, particularmente en lo que
respecta a la mediación tecnológica de carácter digital.

2. Apropiación social de las tecnologías

Habitamos en los marcos cada vez más difusos de una aldea global que se estruc-
tura, en gran medida, a partir flujos de información puestos en circulación
por tecnologías interconectadas a escala planetaria (Castells, 2009), lo cual ha
traído consigo mutaciones estructurales a nivel simbólico y material, las que
se expresan en el diseño de una hiperindustrialización cultural que expresa la
hegemonía total del capitalismo en la “producción del imaginario, la experiencia
y cualquier memoria posible” (Cuadra, 2008, p. 83). No obstante, la hegemonía
del fenómeno tecnológico se neutraliza por medio de un discurso tecnofílico,
tecnoutópico, tecnodesarrollista y tecnodeterminista que lo desacopla de toda
referencia a los intereses ideológicos y mercantiles que apuestan por la rentabi-
lización de capitales en el intrincado campo de la comunicación.

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APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

Estos discursos plantean que las tecnologías son artefactos autónomos,


cuyas potencialidades “técnicas” tributan al desarrollo social, desvirtuando las
particularidades de los contextos socio-históricos en los cuales estos artefactos
son introducidos, puesto que, como bien señala Mattelart (2002), esta discursi-
vidad promueve y consolida una idea de desarrollo basada en los principios de
la mercantilización capitalista, anulando los procesos sociales que se han visto
afectados por los proyectos de modernización mercantil y que apuestan por
otros modelos de desarrollo social. En el fondo de este modelo de desarrollo tec-
nodeterminista prima una racionalidad instrumental que torna a lo tecnológico
en dispositivo de dominación de la población y de reproducción del orden domi-
nante (Mattelart 2002), dando cuenta que la razón instrumental es siempre una
razón cuyo fin es la dominación de la realidad (Horkheimer, 1973).
Sin embargo, no todo es hegemonía “desde arriba” y tecnodeterminismo.
Diversos procesos sociales dan cuenta que el aparato tecnológico puede ser
revestido de sentidos alternativos, capaces de politizarlo y contextualizarlo en
función de proyectos reivindicativos que apuestan por la construcción de “otros
mundos posibles”.
Las movilizaciones altermundistas celebradas en Ginebra el año 1998 y
posteriormente en Seattle el año 1999, se han convertido en hitos que dieron
cuenta de procesos en que la organización social y política de la población
adquiere nuevos rumbos (Castells, 2015). Comienza a vislumbrarse un tra-
bajo organizacional basado en la configuración de redes y puesta en marcha
de narrativas que irrumpen con los relatos unívocos que desde los locus de
autoridad han regido el modo de comprensión del mundo que habitamos. En
este contexto, el uso y apropiación de las tecnologías de información y comu-
nicación ha sido fundamental en dicho proceso. Ejemplos hay varios: los usos
tecnológicos y comunicacionales efectuados por parte del Ejercito Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN); la influencia de estos aparatos en la moviliza-
ción de la Primavera Árabe; el protagonismo atribuido a las tecnologías por el
movimiento 15M en España, #YoSoy132 en México y la movilización estudiantil
−o revolución de los pingüinos− en Chile el 2011, por nombrar algunos casos
emblemáticos.
Sin lugar a dudas, estos ejemplos aluden a un re-modelamiento del ejerci-
cio político de la ciudadanía y de los movimientos sociales, los cuales asignan a
los sistemas de tecnomediación social valores específicos según sean las luchas
particulares que proliferan dentro de un modelo civilizatorio que, evidente-
mente, ha entrado en una crisis estructural. Al respecto, Zibechi (2007) plantea
que la comunicación ha pasado a constituirse en un campo de acción estratégico
para los nuevos movimientos sociales, los cuales actúan comunicacionalmente
para establecer vínculos organizacionales e, incluso, diseñar e implementar
procesos pedagógicos que coadyuven al fortalecimiento de las sociedades en
movimiento.

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MALDONADO RIVERA

Lo que estamos intentando desentrañar hasta hora es el hecho de que los


movimientos sociales al apropiarse y hacer uso de las tecnologías digitales están
ampliando los repertorios de acción para confrontar los mecanismos de control
e injusticia social/global presentes en la sociedad contemporánea, puesto que
reconocen en las tecnologías de información y comunicación la posibilidad de
poner en marcha una “comunicación política autónoma” (Puyosa, 2015) a través
de la cual poder introducir en la totalidad del discurso social sistemas “heteró-
nomos” que desbordan los causes impuestos por la hegemonía (Angenot, 1998).
La semiosis social asociada a las tecnologías de información y comunicación,
por tanto, se torna polisémica. Al momento de reivindicar las prácticas de apro-
piación tecnológica por parte de los agentes que desbordan y enfrentan la racio-
nalidad instrumental y el mito tecnodeterminista, el estudio de las tecnologías
se adscribe a un enfoque socio-crítico que posibilita entender los fenómenos
tecnocomunicativos de la era digital a partir de la valorización que la comuni-
dad otorga a los hiper-medios. La apropiación tecnológica generada por estos
grupos refiere a procesos de autogestión que responden a la necesidad de ins-
talar en el sistema hipermediático códigos políticos y culturales que tensionen
la semiosfera normalizada desde la institucionalidad hegemónica (Gravante,
2016). Es por ello que la apropiación no tan sólo se vincula con el acceso a los
recursos tecnológicos y a las redes de interconexión. Es de suma importancia
entender los procesos de apropiación tecnológica en estrecho vínculo con la
dimensión político-subjetiva de los agenciamientos colectivos. Quienes se apro-
pian de estos recursos no tan sólo buscan acceder a la tecnología. El propósito
fundamental es comunicar desde la diferencia −colonial, social, sexual, polí-
tica, etc.− expresando modos de conocer, representar y proyectar las relaciones
sociales y culturales a partir de racionalidades que desafían el sustrato colonial
y capitalista que estructura el orden nacional y global (Maldonado, 2013).
Este modo de entender la apropiación tecnológica contradice aquellas con-
cepciones negativas que desde la hegemonía nacional −estado− y global −capi-
tal− perfilan la apropiación “como una práctica en contra de la propiedad, como
la forma antagónica de socialización de bienes ajenos convertidos en recursos
accesibles para la comunidad” (Sierra & Gravante, 2012, p. 131). Confrontando
estas lecturas reduccionistas del fenómeno, lo que debe importar en los estu-
dios sobre procesos de apropiación tecnológica son los sentidos atribuidos por
la comunidad, lo cual puede reconocerse a partir de dos instancias:

Una primera en que las personas actúan sobre el objeto interesado en la apropia-
ción para modificarlo, adaptarlo y dotarlo de significación; y una segunda acción en
que las personas se identifican con esa significación que han creado y que tienden
a preservar. (Sierra & Gravante, 2012, p. 136)

En tales términos, se torna evidente que lo que permea esta concepción de


la apropiación tecnológica es la validación de las prácticas de los sujetos o, en

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APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

otros términos, las mediaciones que tornan a la comunicación un campo de dis-


puta. Porque lo que está en juego a través de estas prácticas comunicacionales
es la puesta en circulación de narrativas que buscan alterar los regímenes de
significación que han fijado las representaciones de los sujetos subalterniza-
dos. Además, siguiendo los planteamientos de Martín-Barbero (2004), se debe
entender que lo que comienza a despejarse no es el mero apogeo de la tecnici-
dad, sino las reconfiguraciones identitarias asociadas a éstas y la apertura de
nuevos terrenos de lucha por parte de los grupos populares, con la clara inten-
ción de “hacerse oír” (p. 187). En este sentido, la ya famosa pregunta de Spivak
(2003) en torno a si el subalterno puede hablar requiere de un desplazamiento
que no limite la respuesta a si el sujeto puede o no puede enunciar, pues de lo
que se trata es indagar en las condiciones y posibilidades que los enunciados
presentan para ser escuchados. Y ahí la cuestión de los usos tecnológicos se
torna central, pues las actuales tecnologías de comunicación digital poseen ras-
gos de especificidad que tributan a la generación de comunidades que buscan
configurar diálogos para la concreción de objetivos comunes. A diferencia de
los medios de comunicación analógicos, las actuales tecnologías de la comuni-
cación digital promueven redes de sociabilidad producto de las potencialidades
de la interactividad en red, facilitando la generación de multitudes interconec-
tadas (Scolari, 2008). Pero que, evidentemente, requieren de agentes que des-
plieguen un capital informacional que posibilite dichas formas de sociabilidad,
puesto que el acceso a estas nuevas tecnologías debe ir complementado por una
serie de otros factores, de modo que el uso de lo material se intersecte con los
repertorios simbólicos de la comunidad (Marí, 2011).

3. Marco de antecedentes

Teniendo en consideración los aspectos conceptuales que preceden a este apar-


tado, nos hemos propuesto estudiar el proceso de apropiación tecnológica que
comunicadores mapuche están efectuando en el contexto del conflicto interét-
nico e intercultural que desde hace ya siglos se presenta entre el Estado-nación
chileno y el pueblo mapuche, el cual requiere algunos lineamientos que contri-
buyan a situar al lector en la problemática que aquí se aborda.
Con los aires de independencia y la conformación del Estado-nación chi-
leno en el siglo XIX, se inicia un proceso de expansión geográfica, política y eco-
nómica que busca consolidar la soberanía político-territorial y el imaginario
de unidad nacional promovido por las élites criollas que dan inicio a la admi-
nistración de la emergente nación chilena. Empresa que, al ser encaminada
hacia el sur de esta larga franja territorial, obró a partir de una política de la
desposesión marcada por la violencia estatal y militar ejercida sobre el pueblo
mapuche (Nahuelpan, 2012), pueblo indígena que habitaba con plena autono-

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MALDONADO RIVERA

mía y soberanía en el Wallmapu2, incluso durante el período de conquista, al


fijarse los límites territoriales y políticos en instancias de negociación sosteni-
das con los representantes de la corona española en tiempos de resistencia a la
colonización imperial. Tanto el Wallmapu como los Parlamentos3 a través de los
cuales llegaron a acuerdos mapuche y españoles, fueron intervenidos y desle-
gitimados por el avance de la no-ética del despojo que operó sobre el territorio
mapuche, cuya devastación se ha expresado desde la denominada “Pacificación
de la Araucanía” en términos de usurpación territorial, violencia simbólica y
humana (Bengoa, 1996; Pinto, 2003).
Detallar en extenso los trazos de esta historia marcada por el conflicto, la
mortandad y los anhelos de liberación es una tarea que acá es imposible de
cometer. Sólo señalar que en la actualidad, la lucha del pueblo mapuche frente a
la persistencia del “colonialismo interno” ejercido por el Estado-nación chileno
se desarrolla a través de diversas acciones: procesos de recuperación territorial,
acusación a organismos internacionales por la vulneración de derechos fun-
damentales desde el Estado y el poder judicial sobre personas mapuche, pro-
testa social y huelgas de hambres, conformación de colectivos de resistencia y
lucha por la autonomía, como las asumidas por la Coordinadora Arauco Malleco
(CAM) y otros órganos de resistencia territorial y proyección autonómica cuya
teleología central es la reconstrucción de la nación mapuche (Tricot, 2013). Y es
en el marco estos procesos que deben ser entendidas las prácticas comunicati-
vas mapuche.
Respecto a esto último, y en perspectiva histórica, Gutiérrez (2014) hace
un recorrido para dar cuenta de la emergencia de los medios de comunicación
mapuche, los cuales siempre han estado vinculados a la proliferación de orga-
nizaciones políticas mapuche, relación que deja en evidencia el papel estraté-
gico que se asigna a la comunicación en instancias en que los pueblos indígenas
luchan por desmantelar la matriz colonial de poder que rige todo encuentro y
desencuentro cultural. El lector que se interese por adentrarse en los modos en
que la comunicación está siendo concebida y promovida por los pueblos indíge-
nas de Latinoamérica debe obligatoriamente consultar las Declaraciones de las
Cumbres de Comunicación Indígena del Abya Yala.4
A partir de la década se mapean las primeras experiencias de comunica-
ción informativa mapuche. El boletín El Araucano, emitido por la Federación

2 Wallmapu es la denominación en mapuzüngun −lengua mapuche− del territorio habitado por los ma-
puches. Actualmente, a pesar de ser territorio administrado por el Estado chileno, desde el mundo mapuche
sigue siendo denominado como Wallmapu.
3 Los Parlamentos fueron instancias políticas en las cuales se generaron acuerdos políticos, militares y
territoriales entre representantes de la corona española y del pueblo mapuche. En el año 1641 se desarrolló el
Parlamento de Quilín, instancia en la que se fijaron los límites territoriales y las acciones de desocupación de
ciudades situadas al interior de territorio soberano mapuche. Estas delimitaciones han sido históricamente
vulneradas por la política expansionista y modernizadora asumida por el Estado-nación chileno (Bengoa,
1996).
4 El sitio a consultar es http://www.cumbresdecomunicacionindigena.org/

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APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

Araucana en 1926; y el Heraldo Araucano, emitido nueve años más tarde por La
Sociedad Galvarino, podrían considerarse las primeras experiencias de comu-
nicación informativa mapuche. Posteriormente, en 1938, es publicado La Voz de
Arauco, a cargo del Centro de Estudiantes Nehuentuayñ. Esta revista dio cuenta
de la dimensión política que se desarrollaba al interior de las organizaciones
mapuche, además de servir como plataforma de difusión cultural (Gutiérrez,
2014).
Años después, durante el período de la dictadura militar en Chile, se reco-
noce la existencia de boletines como Aukantun y Pelquintun, ambos gestiona-
dos por grupos de estudiantes mapuche. También existe conocimiento del tra-
bajo informativo de agentes mapuches exiliados, como el Boletín Informativo
Mapuche (1978); Amuleañ (1979), generado desde Francia. Gutiérrez señala que
“ambos boletines se funden en 1982 en El Huerquen, pasando a ser el órgano ofi-
cial del Comité Exterior Mapuche” (2014, p. 44).
A inicios de los noventa se observa una proliferación de publicaciones
impresas, destacando la revista Liwen, el boletin Weichafe y, sobretodo, el perió-
dico Voz Mapuche Aukiñ, siendo este último la plataforma informativa oficial del
Consejo de Todas las Tierras −organismo político mapuche conformado en el
retorno a la democracia.
Posteriormente, producto de la consolidación del modelo neoliberal here-
dado por la dictadura en Chile, el movimiento mapuche radicaliza su acción
política, debiendo generar nuevos medios de difusión de sus ideas. Es así que a
finales de los noventa la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) −órgano de resis-
tencia territorial mapuche− crea Weftun, por medio del cual la CAM posiciona
sus planteamientos políticos de recuperación territorial y autonomía política.
Este medio, producto de los rasgos que adquiere el conflito chileno-mapuche
desde 1997 con los acontecimientos de Lumako (Tricot, 2009), experimenta la
persecución del Ministerio Público de Chile, viendo en desmedro la posibili-
dad de mantenerse activo en los canales de circulación informativa (Gutiérrez,
2014), aunque en la actualidad es posible identificarlo en el sitio web www.wef-
tun.org.
Ya en pleno siglo XXI el trabajo comunicacional mapuche se encamina a
la profesionalización, sin que por ello se distorsione el compromiso político
y el arraigo cultural. Una de las iniciativas fundacionales de esta nueva etapa,
iniciada en abril del año 2000, es el trabajo desarrollado por el Colectivo de
Comunicación Mapuche Mapuexpress, quienes se definen como:

un colectivo informativo que a través de la comunicación social y el activismo,


busca la defensa, promoción e incidencia en los derechos colectivos de los Pueblos,
principalmente del Pueblo Mapuche, como asimismo el respeto a los Derechos
Humanos, la defensa de la naturaleza y los territorios” (www.mapuexpres.org)

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MALDONADO RIVERA

Otro medio de relevancia es Azkintuwe, Periódico del País Mapuche. Puesto


en circulación en territorio argentino y chileno desde el año 2003, se constituye
como un espacio de información y opinión que emerge desde el reconocimiento
y validación del País Mapuche. Luego se comienza a editar en versión digital,
encontrándose actualmente solo en redes sociales, puesto que el dominio www.
akintuwe.org ya no se encuentra en funcionamiento. A estas experiencias de
medios digitales de información mapuche se suman el Periódico Mapuche
Werken.cl (www.werken.cl), el Mapuche Times (www.mapuchetimes.cl), y los
caso de la radio digital Aukinko (www.radioaukinko.cl) y del medio Werken
Kvrrvf (https://radiokurruf.wordpress.com/), entre otros.
Si bien la problemática comunicativa digital ha sido abordada en trabajos
anteriores (Godoy, 2003; Del Valle, 2003; Maldonado, 2010; 2011; 2012a; 2012b;
2014; 2015a; 2015b; 2017a; 2017b; Maldonado & Del Valle, 2011; 2013; Del Valle &
Maldonado, 2016), hasta el momento, el análisis de las propias narrativas de los
comunicadores mapuche no ha sido el centro de atención en lo que respecta a
experiencias de apropiación tecnológica, situación que adquiere completa rele-
vancia si se pretende comprender y relacionar las diversas variables involucra-
das en los procesos comunicativos y discursivos que colectivos mapuche están
efectuando a través de la apropiación de los dispositivos tecnomediáticos de la
era digital.
Es importante señalar, para generar un marco contextual del problema, que
la utilización de tecnologías comunicativas por parte de agrupaciones u organi-
zaciones mapuche se enmarca dentro del proceso de “etnogénesis” que comenzó
a tomar fuerza en Latinoamérica desde la década de los noventa del siglo XX
(Bengoa, 2000). Los movimientos indígenas de la región confrontaron las lógicas
asimilacionistas que la globalización capitalista ha promovido en el campo de la
cultura y las identidades, logrando situar en el espacio público discursos de rei-
vindicación, autorreconocimiento y autoafirmación identitaria, dando cuenta
de una diversidad que se asume desde la diferencia, proyectando y ampliando
los horizontes del debate polítco y cultural que hasta la fecha siguen anclados
en presupuestos multiculturalistas. Al respecto, Salazar (2016) establece que las
prácticas de comunicación indígena que se desarrollan en el contexto de la glo-
balización y el apogeo tecnológico se incorporan en este actual marco socio-his-
tórico como expresión de un tipo particular de activismo político, lo cual nos
lleva a asumir que estamos en presencia de un aparataje performativo que posi-
ciona al sujeto exteriorizado en el centro del debate público.
Es por ello que este trabajo se propone ofrecer aproximaciones analíticas
que permitan problematizar y comprender los procesos de apropiación tec-
nológica asociada a la producción de medios digitales mapuche, relevando las
experiencias de los mismos actores de la comunicación indígena. En efecto, las
claves conceptuales y analíticas que aquí se otorgan se sustentan en el apren-
dizaje generado en el diálogo y la escucha activa de los relatos otorgados por
comunicadores y comunicadoras mapuche vinculados a los medios Azkintuwe,

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APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

Werken.cl, Radio Digital Aukinko, Radio Wallon y Radio Werken Kvrvf; además de
considerar los discursos de comunicadores independientes y de audiovisualis-
tas dedicados a desarrollar anualmente el Festival de Cine Ficwallmapu.
El trabajo, entonces, emerge como construcción fundada en la experiencia, y
busca recoger los argumentos centrales que los comunicadores mapuche desa-
rrollan en torno al fenómeno de la apropiación tecnológica, dando cuenta que
éste se intersecta con otras dimensiones, de sumo complejas, como son la iden-
tidad, el territorio, la comunicación y la interculturalidad. Los resultados que
se presentan más adelante deben entenderse en clave de diálogo de saberes, de
modo que los argumentos que se identifican se ponen en relación directa con las
discusiones teóricas que al respecto circulan en el campo académico.

4. Aspectos metodológicos

Las entrevistas aplicadas a diez comunicadores mapuche emplazados en la


región de la Araucanía, Chile, fueron sometidas a un Análisis Argumental (AA).
El modelo de análisis argumental ha sido diseñado por Bonilla (2012), basándose
en el trabajo de Gilberto Giménez (1981). El AA comprende que en los discur-
sos se esquematizan argumentos que buscan intervenir el espacio social. Este
modelo de análisis asume que “toda argumentación pone en juego una deter-
minada estrategia retórico-discursiva, en la medida en que selecciona y ordena
determinadas operaciones lógico-semánticas en función de un objetivo muy
preciso” (Giménez, 1981, p. 128). En efecto, el primer paso del AA será identificar
“la construcción progresiva de ciertos objetos discursivos (tópicos, nociones,
temas) mediante una sucesión de determinaciones predicativas (argumentos)
encadenadas entre sí por medio de operaciones que remiten [...] a la lógica del
lenguaje natural” (Giménez, 1981, p. 142). El proceso de análisis consta de dos
niveles:
1. Nivel sintagmático: busca esquematizar la estructura argumentativa que
opera en el discurso. Para ello, se establecen tres etapas de trabajo:
a. Reconocimiento de argumentos: en esta fase se debe inventariar y or-
denar la serie de argumentos que figuran en el texto en función de los
objetos discursivos.
a. b) Explicitación de la gramática de los argumentos: “consiste en seleccio-
nar los argumentos-pivotes del discurso para explicitar y diagramar las
relaciones lógicas que los articula y enlaza” (Giménez, 1981, p. 146).
a. c) Identificación de las estrategias discursivas: refuerza la anterior al
seleccionar y ordenar “las operaciones lógicas y modales aplicadas a las
series de argumentos agrupadas en función de sus respectivos objetos
discursivos” (Giménez, 1981, p. 148).

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MALDONADO RIVERA

2. Nivel Paradigmático: refiere a la “identificación y explicitación de las


representaciones colectivas que subyacen de un modo generalmente implícito
en la argumentación” (Giménez, 1981, p. 149). Estas representaciones operan en
el discurso a modo de elementos axiomáticos que atribuyen el efecto de verosi-
militud al discurso.
La síntesis que acá se presenta simplifica las fases analíticas, y se centra en
presentar los argumentos-pivotes y relacionarlos, en un ejercicio interpretativo,
con categorías teóricas ad hoc a los tópicos que se desprenden de los discursos
esbozados por los comunicadores.
Los códigos que se anteponen a los enunciados de los entrevistados corres-
ponden a las iniciales de sus nombres y número de identificación, pues por
resolución del comité de ética que revisa los protocolos de investigación, se ha
solicitado resguardar los nombres de los entrevistados.

5. Resultados

5.1. Apropiación tecnológica, identidad y territorio


El primer argumento que se identifica en los discursos de los comunicadores
en torno al proceso de apropiación tecnológica (PAT) tiene directa relación
con lo que Arturo Escobar conceptualiza como “identidades-basada-en-lugar”
(Escobar, 2005). Este principio permite establecer que la apropiación tecnoló-
gica es parte de un diseño de estrategias localizadas para enfrentar el mundo
global y, por supuesto, el contexto nacional hegemónico. En tal sentido, el PAT
da cuenta que lo local se reafirma en el mundo global, complejizando los proce-
sos de interrelación a nivel de multiescalas. Las miradas globocéntricas tienden
a asumir la asimilación de las “identidades” y los “lugares” como parte de un pro-
ceso de desterritorilización perenne, en tanto marca distintiva de la era actual.
Y si bien el PAT puede considerarse un mecanismo de desterritorialización,
conlleva, irremediablemente, un proceso de reterritorialización, como parte de
una estrategia política a favor de la reivindicación de la cultura local y la nación
mapuche (Maldonado & Del Valle, 2013).

Yo asocio la identidad al territorio, yo asocio la identidad al Wallmapu, si tú vives en


Wallmapu, tú naces en Wallmapu, tú estableces tu vida en Wallmapu, eres mapuche,
esa es mi concepción de identidad nacional hoy día; es, digamos, territorial y cívica.
Eso me hace entrar en cuestión con los que son más culturalista en lo étnico, que van
a los apellidos, van a los fenotipos, a las vivencias del mapudungun, yo creo que no, yo
he planteado públicamente que todos los que viven al sur del Biobío son mapuches,
el tema es que no lo saben todavía. (Entrevista, P.C. 1)

Reconocer praxis fundadas en “identidades-basadas-en-lugar” permite


comprender que la revalorización de los sujetos y sus identidades va más allá de

258 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

la proliferación de multiplicidades particularistas. Lo que está en marcha es la


construcción de una política “desde abajo” que apuesta por de-colonizar las for-
mas de poder que imperan en el sistema mundo moderno/colonial. En efecto,
los argumentos centrales que se identifican en los discursos de los comunica-
dores mapuches posicionan conceptos como Wallmapu, País Mapuche, Nuestro
Territorio, Territorio Ancestral, Nación Mapuche, Comunidad, a través de los
cuales se dinamizan nuevas formas de configuración política e identitaria, las
que parten de la autoidentificación político-territorial y, a la vez, como un dis-
curso apelativo hacia la administración chilena en temas de interculturalidad,
plurinacionalidad y reconocimiento.

Somos un pueblo que estamos, que hemos estado acá y que nos quedamos acá en este
territorio; y cuando digo de ‘este territorio’, digo de este lado donde vivimos nosotros,
del Wallmapu y del Puelmapu. Estamos hablando de dos Estados, del Estado argentino
y del Estado chileno. Son Estados que han sido impuestos a partir de la invasión de
España a nuestro Wallmapu; y ahí estamos, ahí nos ubicamos y desde ahí luchamos.
Desde ahí nos ubicamos y desde ahí nos proyectamos en la idea de reconstruirnos
como sociedad en este contexto hoy día, y de reconstruirnos como país, como nación,
como Wallmapu decimos nosotros. (Entrevista, F.K. 4)

5.2. Apropiación tecnológica y producción de espacios híbridos


El segundo aspecto a considerar es que el PAT efectuado por comunicadores
mapuches conforma un territorio de lucha en que lo offline y lo online se tor-
nan complementarios. Recurriendo a los fundamentos de la Tecnopolítica,
encontramos como aspecto central de los nuevos agenciamientos colectivos el
diseño de espacios híbridos, en que las disposiciones de lucha no tan sólo que-
dan ancladas en confrontaciones discursivas de carácter digital. La red se ges-
tiona para conectar a las multitudes por medio de la convergencia de territorios
(Toret, 2013). Esto, por su parte, permite superar las visiones tecnocéntricas
que asumen que es en el espacio de las redes tecnológicas donde hoy se efec-
túan, casi exclusivamente, las luchas por la representación. La lógica de trabajo
en red promovida en términos de interacción social y diseño de alianzas entre
colectivos humanos no está determinada por su relación con las tecnologías
(Escobar, 1999; Marí, 2011). Las prácticas offline continúan generando redes de
acción desde los intereses que declaran los movimientos sociales (Rueda, 2008).
Es por ello que el proceso de virtualización del conflicto chileno-mapuche debe
comprenderse como un mecanismo de actualización del mismo (Maldonado &
Del Valle, 2013). En tal sentido, el PAT es una estrategia adicional a los procesos
de reivindicación que presenta la lucha mapuche.

Creo que las tecnologías son buenas, cuando le dan un buen uso, y creo que en ese
aspecto nosotros como mapuche tenemos que aprovechar estas tecnologías, lo mismo

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 259


MALDONADO RIVERA

las redes sociales, el mismo tema de los portales, las páginas web. Creo que es una bue-
na herramienta para poder mostrarnos al mundo, para poder mostrarnos a otras perso-
nas, otras culturas, entonces creo que hay que aprovecharlos a favor de nosotros y son
instancias que hay que agotar al máximo […] Nuestro propósito fue ese, mediante esta
plataforma poder informar y dar a conocer lo que se vive, qué lo que es ser mapuche,
cómo se plantea el mapuche, qué opina el mapuche […], no podemos quedarnos atrás,
no podemos restarnos… sino inteligentemente poder utilizarlas. (Entrevista, R.C. 3)

5.3. Apropiación tecnológica y autocomunicación


La era mediática ha estado marcada por la concentración desigual del campo
infocomunicacional, restringiendo la posibilidad a que formas de comunica-
ción alternativa, comunitarias, ciudadanas o de contrainformación accedan de
manera equitativa a los espacios de circulación y consumo de bienes simbólicos.
Si bien es evidente la inequidad existente en materias como distribución de
frecuencias, acceso a recursos tecnológicos y la inexiste voluntad para la con-
creción de políticas nacionales que promuevan y resguarden la democratización
de las informaciones en el marco de los derechos universales asociados a esta
materia (De Moraes, 2005), no podemos negar la creciente ola de manifestacio-
nes comunicativas que en la era digital se emplazan en las diversas plataformas
de interactividad que ofrece Internet. El actual ecosistema comunicacional en
red ha permitido que la noción de auto-comunicación propuesta por Castells
(2009) sea un acto concreto asociado a las praxis que los comunicadores mapu-
che están efectuando en el marco de la sociedad global de la información y en
el contexto mediático nacional. Su rol como agentes productivos de complejos
sistemas simbólicos ha favorecido que ingresen a los circuitos de hipermedia-
ción sistemas alternativos de significación, los que dan cuenta de procesos de
identificaicón cultural que remiten a la “existencia de conjuntos de valores y
creencias específicos en los que se reconocen determinados grupos humanos”
(Castells, 2009, p. 166). Las formas de autocomunicación mapuche a través del
PAT hacen de la comunicación un campo de disputa semiótica, en el cual se legi-
timan sistemas endoculturales y se contrarrestan los efectos generados por las
tecnologías de alterización del mapuche construidas en la trama interdiscur-
siva que sustenta el imaginario del Estado-nación chileno y otros dispositivos de
regulación étnica, territorial e identitaria:

Cuando creamos Azkintuwe, venía de la experiencia que habían desarrollado los chiqui-
llos con el colectivo Lientur, quienes tenían una página de contra información que se
dedicaba principalmente a difundir la situación producto del conflicto: tomas de tierra,
chiquillos que estuvieran presos y un poco mostrando el lado B de lo que se difundía
en los medios nacionales. Por ejemplo, si El Austral decía ‘Temuco sitiado’, el colectivo
Lientur hablaba de la victoria mapuche en esa marcha que fue emblemática cuando

260 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

pisan los cuatro puntos y todo eso… O si El Austral o TVN hablaban de los delincuentes,
nosotros hablábamos de nuestros Weichafes. (Entrevista, J.C. 2)

Los medios de comunicación de parte nuestra […] buscan bajar la barrera de informa-
ción, contarle a nuestra gente qué es lo que realmente pasa, o sea que no se queden
con el noticiario del Mega […] Que los mapuches terroristas hacen estragos y queman
gente y todo lo que sale en televisión; o sea, de tras de eso hay un trasfondo […] Enton-
ces los medios de comunicación que nosotros hoy día manejamos, al menos la radio
Werken, [informamos]: ‘pasa esto, pasa esto otro, no somos terroristas, no somos roba
tierras’, al contrario, es una recuperación, es una restitución, es nuestro, son nuestros
derechos los que se están exigiendo y se le está pidiendo al Estado que haga una re-
paración de un genocidio. (Entrevista, I.G. 5)

El PAT deviene en un tipo de comunicación autónoma que desborda los


discursos de lo “mismo” presentes en las agendas mediáticas nacionales. La
autocomunicación mapuche es la puesta en marcha del derecho a la comuni-
cación, cuyo propósito es contribuir al diseño de un nuevo marco de relaciones
interculturales, en el cual los sistemas heterónomos logren irrumpir el modelo
uni-versal impuesto por el discurso monotópico de la modernidad/colonialidad
(Maldonado, 2013; 2015).

5.4 Apropiación tecnológica e interculturalidad


Otra de las categorías que posicionan los discursos de los comunicadores mapu-
che en relación al PAT es la problemática intercultural. Pensada desde el campo
de la comunicación, los argumentos se desarrollan desde ángulos diversos, que
van desde la crítica al tratamiento etnocéntrico que efectúan los medios infor-
mativos chilenos al abordar la problemática indígena, los problemas que ello
acarrea en lo referente al los aspectos deotológicos que deben primar en temas
de diversidad cultural, hasta la necesidad de asegurar que en los procesos de
formación universitaria de los comunicadores sociales existan especializacio-
nes en materias de comunicaicón indígena y periodismo intercultural.

Hay pocos conflictos en Chile que hayan sido más mal tratado por la prensa que el
mapuche, […] hay un historial de un mal abordaje, un abordaje que colinda mucho con
el racismo, pero que estoy convencido que tiene mucho que ver con ignorancia y con
una pésima actitud intercultural. Es muy difícil que un periodista y los medios, además,
aborden seriamente el tema si carecen de actitudes interculturales […] Tú no puedes
reportear desde la mirada metropolitana o desde la mirada urbana occidental, tú tienes
que necesariamente prepararte, estudiar para conocer la otra cultura, y eso no suce-
de. O sea mi Universidad, la UFRO, no tenía ningún ramo sobre la temática mapuche,
te estoy hablando de la Universidad que está enclavada en el corazón del territorio
mapuche, no hay ningún ramo sobre protocolo mapuche, no hay ningún ramo sobre

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 261


MALDONADO RIVERA

historia mapuche; teníamos historia de Chile como todo el mundo, pero no teníamos
ningún ramo especializado en tema mapuche. (Entrevista, P.C. 1)

Adicionalmente se identifican argumentos que apuntan a que el trabajo


comunicacional mapuche adscrito a las luchas reivindicativas que desarrollan
diversos sectores del movimiento autonomista mapuche está contribuyendo a
la construcción de un relato intercultural que se posiciona como alternativa al
multiculturalismo que emerge desde las políticas estatales abocadas a la proble-
mática indígena. En tales términos, estos argumentos pueden ser categorizados
desde el concepto de interculturalidad crítica, comprendiendo que estamos en
presencia de proyectos políticos que avanzan en la redefinición de las estructu-
ras coloniales que sustentan las actuales dinámicas de conflicto cultural desde
el ejercicio de la interculturalidad funcional (Walsh, 2012). El PAT por tanto, es
un proyecto político que emerge “desde abajo” para mutar las condiciones de
desigualdad, racialización y exclusión que impone la matriz colonial de poder, a
la vez, se constituye en un campo de lucha en el cual la voz del mapuche emerge
no tan sólo para el diseño de un diálogo endógeno, sino también para apelar a la
sociedad mayoritaria, con el fin de dar a conocer formas-otras de ser y estar en
un mundo que se diseña a partir de muchos mundos:

Para mí es súper importante que el pueblo mapuche o los medios que están en línea
[…] den cuenta cómo se desarrolla este proceso [de reivindicación]; coloquen los an-
tecedentes de por qué están reclamando tierras, por qué hay conflictos ambientales,
por qué esto se mezcla con la cosmovisión. Yo creo que es muy importante, porque hay
un profundo desconocimiento desde la sociedad chilena, la institución del Estado, de
cómo funciona, cómo concibe el mundo el pueblo mapuche. Y para eso es fundamental
comunicarlo. Si bien el pueblo mapuche... algunos sectores son resistentes en comuni-
car esto por las distintas experiencias históricas que han tenido con la sociedad chilena,
creo que hay que hacer el esfuerzo de expresar tanto lo que está pasando como las
razones por las cuales se lleva adelante la lucha. (Entrevista, S.P. 9)

6. Conclusiones a modo de síntesis

En el contexto de las transformaciones que ha experimentado la lucha indígena


en Latinoamérica a partir de la década de los noventa del siglo XX, la centralidad
que ocupa la comunicación es un fenómeno incuestionable. El sometimiento al
silencio que ha regido el entramado histórico en este continente ha sido siempre
una tecnología a desmontar por los actores subalternizados. Las narrativas de la
diferencia se posicionan como fuentes de sentido que ofrecen formas-otras de
ser, sentir, pensar, habitar el o los mundos en los cuales nos emplazamos.
En el caso de los PAT efectuados por comunicadores mapuche, estos se
sitúan como un accionar estratégico en el contexto de disputa que emerge frente

262 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


APROPIACIÓN TECNOLÓGICA POR COMUNICADORES MAPUCHE.

al horizonte colonial y anti-indigenista que el Estado-nación chileno ha configu-


rado desde el siglo XIX hasta nuestros días (Pinto, 2003).
A modo de síntesis de los aspectos abordados a lo largo de este ensayo, pre-
sentamos los siguientes puntos:

• Si bien estamos en presencia de un intento por parte de las sociedades


hegemónicas de convencernos que el desarrollo tecnológico trae por sí
mismo el bienestar social, se debe considerar que aquello no es más que
un mito tecnodesarrollista basado en los principios mercantilistas del
tardocapitalismo.
• Los procesos de apropiación tecnológica generados por comunicadores
mapuche enfrentan la racionalidad instrumental y tecnodeterminista,
implementando racionalidades divergentes respecto al valor que se asigna
actualmente a la comunicación y al fenómeno tecnológico.
• El propósito fundamental de los procesos de apropiación tecnológica
efectuado por comunicadores mapuche es generar espacios que permitan
una comunicaicón autónoma que reivindique la diferencia, expresando
modos de conocer, representar y proyectar las relaciones sociales y
culturales a partir de subjetividades que desafían el orden de lo nacional-
colonial y lo global-imperial.
• Ante esto, es necesario entender que el PAT llevado a cabo por
comunicadores mapuche surge como parte del repertorio de las
estrategias reivindicativas del movimiento indígena mapuche autonomista,
operando como acción colectiva que complementa las prácticas offline
que se evidencian en el entramado social, político y cultural del conflicto
interétnico e intercultural chileno-mapuche.
• El PAT adscribe al derecho a la comunicación que proyectan los pueblos
indígenas a lo largo y ancho de Latinoamérica, asumido como principio
fundamental para la democratización de la comunicación y el diseño
de nuevas formas de relación intercultural, capaces de superar el
multiculturalismo segregacionista a través de la puesta en marcha
de renovadas estructuras políticas y convivenciales entre naciones
diferenciadas, pero no por ello negadas a la posibilidad de una convicencia
intercultural.

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266 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


Infancia en el cine: notas para
una relación entre máquinas
visuales e identidad
Childhood and Cinema: notes on a relationship
between visual machinery and identity

Infância no cinema: notas para uma relação


entre máquinas visuais e identidade


Claudia Alejandra CALQUIN DONOSO
Universidad Central de Chile / [email protected]

Irene Verónica MAGAÑA


Universidad Central de Chile / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Ensayo, pp. 253-271)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 11-04-2017 / Aprobado: 18-07-2018

267
CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

Resumen
El trabajo reflexiona sobre el rol de la máquina de cine en la construcción de la
identidad infantil. Junto con discutir algunas cuestiones conceptuales en torno
al lenguaje visual se ofrecen dos líneas de indagación por medio de las cuales se
intenta demostrar el carácter performativo de la imagen cinematográfica en la
producción de la infancia: el uso de la cámara de cine en la investigación psico-
lógica de la infancia y un análisis de algunos tropos de la infancia que emergen
en el cine chileno contemporáneo.
Palabras clave: cine; lenguaje visual; infancia; identidad.

Abstract
This paper reflects on the role of cinema machine in the construction of chil-
dren’s identity. Along with discussing some conceptual issues around visual
language, two lines of inquiry are offered through which we try to demonstrate
the performative nature of the cinematographic image in the production of
childhood: the use of the film camera in psychology research of childhood and
an analysis of some tropes of childhood that emerge in contemporary Chilean
cinema.
Keywords: cinema; visual language; childhood; identity.

Resumo
O trabalho reflete sobre o papel da máquina de cinema na construção da iden-
tidade das crianças. Juntamente com a discussão de algumas questões concei-
tuais em torno da linguagem visual, duas linhas de investigação são oferecidas,
através das quais tentamos demonstrar o caráter performativo da imagem
cinematográfica na produção da infância: o uso da câmera cinematográfica na
pesquisa psicologia da infância e uma análise de alguns tropos da infância que
emergem no cinema chileno contemporâneo.
Palavras-chave: cinema; linguagem visual; infância; identidade.

268 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

1. Introducción1

La infancia, su historia, sus definiciones y su lugar en la cultura no pueden ser


pensadas sin los dispositivos y tecnologías que han participado en su produc-
ción, entre los que destacan, en nuestra cultura actual (pos literaria), el cine. El
cine, que proporciona otra mirada y dice lo que solo se puede decir con él, aporta
aquello que sin ser traducido en palabras nos pone cara a cara con la infancia,
como dice Bazin (2004), con el tiempo interior de ella, ese tiempo otro, casi inal-
canzable, que siguiendo la idea “imagen-tiempo” de Deleuze y parafraseando a
Michaux, estaría “creado por otra combustión, por otro ritmo sanguíneo y respi-
ratorio, por otra velocidad de cicatrización” (en Dussel & Gutiérrez, 2006, p. 116).
Múltiples escrituras del gesto (Agamben, 2001) entraman a la infancia y ofrecen
un particular interés en torno a su identidad; pensando además que esta última
se ha transformado en un ámbito de discusión y teorización especialmente
privilegiado en las ciencias sociales y los estudios culturales, y donde su misma
producción es interrogada y pensada como resultado de procesos activos de
construcción social y cultural.
El cine en tanto elemento clave en la cultura contemporánea ha logrado mol-
dear los modos de percepción de las sociedades en tanto artefacto de produc-
ción de sentidos compartidos y/o elemento fundamental en las formas en que
se tematizan y se figuran narraciones identitarias. El cine tiene la capacidad de
ensamblar y desensamblar criterios y normas que promueven ciertos puntos
de vistas con los cuales los sujetos se narran a sí mismos y son narrados por los
otros.
La tesis que proponemos es que el cine, lejos de ser un medio por el cual se
muestran las identidades conformadas, es un aparato de producción semiótica
y un dispositivo de visibilización (Deleuze, 1984) que hace inteligible las inter-
secciones corporalizadas de la edad, el sexo y la raza entre otras categorías pri-
vilegiadas a través de las cuales se tematizan las identidades contemporáneas.
Para ello analizaremos las relaciones entre cine e infancia desde dos perspec-
tivas: por un lado, el uso de la cámara de cine en la psicología de la infancia y
por otro, la producción de la infancia en el cine de ficción y documental. Con
esto intentaremos mostrar de qué manera la infancia es una construcción social
atravesada por un ensamblaje de elementos tecnológicos, estéticos y científicos,
que, además, debe su emergencia e importancia en la cultura a la centralidad
que en ella adquieren los medios visuales, referidos por todos los que tratan de
hacer una ontología del cinematógrafo.

1 Trabajo realizado en el marco del proyecto Fondecyt N° 11160374 “Tecnologías de Gobierno de la primera
infancia y su cuidado: un análisis discursivo del Programa Chile Crece Contigo.”

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 269


CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

2. Cine y giro visual

Como parte del universo simbólico y lenguaje circulante en nuestra cultura


actual, el cine produce efectos extremadamente poderosos: nos expone a sus
representaciones bajo la categoría del entretenimiento, aspecto que sin duda
interroga por el placer en todo acto de “ver cine”. En tanto discurso, nos sitúa
en un entramado de relaciones históricas, económicas y sociales que producen,
autorizan y regulan tanto al sujeto como a las representaciones. Como arte y
como lenguaje (Martin, 2008), como ciencia y espectáculo (Shohat & Stam,
2002), el cine opera con las imágenes y las formas de las cosas, no con las cosas
mismas. Condición que es muy posible haga lo que hace que el cine sea cine −
es decir, único medio para decir aquello que solo se puede decir con el cine, y
no con otros artefactos o lenguajes. Cuando en el cine se realizan películas de
niños, este operar de las imágenes deviene particularmente espinoso, enreve-
sado, ya que necesariamente implica el decir de otro en otra parte, en otra rea-
lidad, el decir de nuestro otro esencial, despoblado de palabras y conceptos, en
un mundo en el que ya no estamos (Aidelman & Colell, 2007), un mundo donde
entonces no se encarna un personaje, sino más bien se lo conforma.
Como artefacto semiótico-material, el cine, lejos de ser una grabación de
hechos o un mero soporte técnico para la vehiculación de representaciones
anteriores, es una máquina de “recreación” (Aguilar, 2015) y de producción de un
standpoint (Hill Collins, 2004), en el que “los diversos componentes del lenguaje
audiovisual se agencian y se combinan a fin de fabricar un punto de vista, una
mirada que destaca o minimiza lo que muestra” (Aguilar, 2015, p. 30). Se trata,
por lo tanto, de un aparato que despliega un entramado de lenguajes diversos
−intertextualidad− con efectos performativos tanto de la percepción −impul-
sando unos modos de ver y escuchar y no otros− como los de la emoción y el
pensamiento −recepción. En opinión de Agamben (2011), además, “el elemento
esencial del cine es el gesto y no la imagen”. Es la capacidad del cine de captar
el gesto y no congelarlo en una imagen, como haría la pintura o la fotografía;
gesto que no es tampoco la escritura del movimiento, como etimológicamente
lo indica la raíz griega de la palabra cinematógrafo; solo el gesto, sin nada que
decir (Larrosa, 2006).
Para Déotte (2012), el cine sería lo que llama un aparato estético que marca
la singularidad de la modernidad tardía en términos de una sensibilidad epo-
cal que deviene tal gracias a cierta configuración alcanzada por los aparatos,
que son tales justamente pues permiten “una redefinición de la sensibilidad y
por lo mismo hacen época” (Déotte, 2012, p. 138). Los aparatos son la condición
misma de la emergencia de una comunidad −ser-en-común. El cine como apa-
rato habría transformado la percepción social y además, instaurado una comu-
nidad, la de las masas (Benjamín, 2010), pues “la pregunta por el arte conlleva la
del público” (Déotte, 2012, p. 15).

270 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

La relevancia que ha adquirido el cine y otros medios visuales en los análisis


sobre la subjetividad contemporánea, así como sobre las transformaciones de la
cultura, para García (2010) nos induce a hablar de un “giro icónico” o “giro pic-
toral” o “giro visual” o “giro imaginativo”, en clara referencia al modelo del giro
lingüístico en el pensamiento del siglo XX. Giro que, junto con enfatizar el rol
determinante de la imagen en nuestras sociedades, propondría al espacio icó-
nico como “núcleo de análisis privilegiado de las estructuras, ideologías, fobias
y ambiciones de nuestras culturas” (García, 2010, p. 718). Pese a la importan-
cia que las imágenes adquieren en nuestra cultura contemporánea, lo cierto es
que la soberanía del texto o la voluntad de textualizar el mundo han ocultado el
hecho de que la percepción permite conocer el mundo de una forma que puede
eludir la función del lenguaje hablado. Los trabajos de Didi-Huberman (2007),
Panofsky (2005) o Comolli (2012) son referencias sustanciales para puntuar
algunos desplazamientos metodológicos que han posibilitado este nuevo campo
de estudio, en que la imagen adquiere cierta autonomía respecto al texto y que
creemos es uno de los elementos que permiten situar al cine como “formador”
de una imagen y una identidad de la infancia.
Así, el giro visual pone énfasis en la importancia del análisis iconográfico,
que en definitiva hace del cine un lenguaje con sus propias reglas y característi-
cas. Se trataría de un rescate de los pioneros trabajos de Eisenstein (2006) acerca
de la importancia capital del montaje en el proceso de construcción fílmica −“la
cinematografía es en primer lugar y sobre todo montaje” (p. 33)−, pensado como
el mecanismo más apropiado para capturar la atención del espectador y activar
en él distintos estados emocionales. En palabras actuales, el montaje pondría en
juego lo que Jauss (1992) llama la estética de la recepción2.
La autonomía de la imagen en los análisis contemporáneos supone para
Didi-Huberman (2007) una intensa relación entre obra y recepción, entre film
y espectador. Comolli (2012) nos dice que la mirada cinematográfica siem-
pre documenta una realidad que está presente ante la cámara, pero al mismo
tiempo, la máquina cinematográfica nunca la reproduce “fielmente”, sino que
inevitablemente la modifica y la altera. Así la imagen fílmica es productiva, más
que representativa (Derrida, 2002) del suceso que pretende grabar; y el proceso
mismo, su productividad, es performativo pues crea lo que dice representar.
Función productiva que precisamente permite sostener la condición construc-
tiva del cine sobre la infancia, al crear un personaje, una trama, una estética que
hace realidad a un niño, en la conjunción de planos entre lo deseado, imaginado
y recordado sobre el universo infantil.

2 “En el triángulo formado por autor, obra y público, este último no constituye solo la parte pasiva, un
mero conjunto de reacciones, sino una fuerza histórica, creadora a su vez. La vida histórica de la obra literaria
es inconcebible sin el papel activo que desempeña su destinatario”. (Jauss, 1992, p. 145). Con esto Jauss deja
abierta la posibilidad de pensar a la lectora como construyéndose en la misma práctica social de la lectura.
La catarsis o la misma idea de conversión son figuraciones que suponen una construcción de la existencia a
partir de una práctica y una experiencia estética, esta vez de la lectura.

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CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

3. Identidad y representación

En el pensamiento social contemporáneo, es axioma que la infancia lejos de ser


una etapa del ciclo vital natural y universal, es por el contrario una construc-
ción sociocultural (Burman, 1998) o una invención (Aries, 1987). Cabe la pre-
gunta entonces de cómo indagar y pensar sobre la infancia y sus significados,
en tanto identidad construida socialmente, en un panorama teórico en el que el
uso y definición del concepto mismo de construcción revela intensos debates y
tensiones.
Stuart Hall (2003) en ¿Quién necesita una identidad? se propone delinear las
coordenadas teóricas a través de las cuales la identidad es incorporada como
una categoría a debatir en el pensamiento crítico contemporáneo. Las coorde-
nadas que ofrece son: el socio-construccionismo, puntualmente los trabajos de
Gergen (2007), quien plantea la identidad como una narración que se vuelve
inteligible dentro de las relaciones; la teoría del poder de Foucault, en que la
identidad puede ser pensada como sujeción (disciplina y biopolítica) y subje-
tivación (tecnologías del yo), y la teoría de la performatividad de Butler quien
retraduciendo el concepto de performatividad de Austin (1982) enfatiza que las
prácticas de significación lejos de ser actos fundacionales, están reguladas por
normas de inteligibilidad.
Con estos tres ejes, las identidades se construyen dentro del discurso y en
el juego de las relaciones de poder, y se producen mediante estrategias enun-
ciativas y prácticas discursivas en contextos históricos e institucionales espe-
cíficos (Hall, 2003) y que determinan los modos en cómo nos relacionamos con
nosotros mismos y con los otros (Sisto & Fardella, 2009). Con esto la pregunta
por la identidad se deslizaría de los marcos esencialistas de ¿qué es una identi-
dad? a uno de corte crítico y genealógico, en la que la identidad no es el punto
de partida, sino que el de llegada y en que las preguntas serían del tipo ¿cómo es
construida una identidad?, ¿por quién?, ¿bajo qué condiciones?, ¿con qué obje-
tivos? (Braidotti, 2009). En palabras de García Canclini (2008) las identidades
son un campo de narrativas en conflicto “que no tienen consistencia fuera de las
construcciones históricas en que han sido inventadas y de los procesos en que se
descomponen o se agotan” (p. 85).
Así la identidad nos conduce a lo que Hall (2010) llama el trabajo de la repre-
sentación −la ligazón entre las cosas, los conceptos y los signos− en tanto esta
conecta la producción del sentido al lenguaje y la cultura. Esto nos induce a
examinar cómo determinados cuerpos y edades son hablados, definidos, pen-
sados y estilizados; es decir, dotados de sentidos múltiples en un espacio sim-
bólico-estético compartido, pero también repleto de fracturas, contradicciones
y paradojas; por lo tanto la experiencia de la niñez no puede ser pensada fuera
de un sistema lingüístico e icónico, en definitiva, fuera de la cultura y del influjo
constructivo que ha tenido el cine en ella.

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INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

Si la identidad se produce en la representación y no fuera de ella, es claro que


la infancia es una construcción que se crea y se refuerza gracias a un sistema de
aparatos sociales y culturales, siendo el cine uno de los que proporciona mayo-
res modelos de identificación y proyección, armados en el proceso de construc-
ción del personaje, que lo hace realidad al mismo tiempo que lo transforma. Así
los films “están situados cerca del centro mismo de la producción de identidad”
(Shohat & Stam, 2002, p. 25) y pueden dar testimonio de vivencias y emociones.
El cine de este modo brinda la ocasión de pensar la identidad de manera amplia
y particular a la vez, en las formas sociales de cohesión y producción de signifi-
cados colectivamente compartidos.
Desde esta perspectiva es que el cruce entre identidad, infancia y cine se
dirige menos a analizar si ciertos discursos cinematográficos representan más
o menos acertadamente la identidad infantil, como sí a indagar en cómo el cine
produce una visibilidad performativa de lo que Foucault (2010) llama las posi-
ciones/sujeto en los diagramas del poder, proporcionando además a los discur-
sos sobre la infancia −entre los que destaca la misma psicología− un punto de
vista que no es meramente un efecto de un régimen lingüístico sino también
de un régimen visual y que en los apartados siguientes analizaremos con mayor
atención.

4. Máquinas de ver: cine y psicología de la infancia

Un lugar común es afirmar que el siglo XX es el siglo tanto del cine como de la
infancia, así ambas “invenciones” han marcado profundamente tanto las for-
mas culturales de la visualidad como de la identidad desde la centuria pasada
hasta la actual. Así, el pensamiento sobre lo visual ha sido uno de los más signi-
ficativos desarrollos producidos por el siglo XX, y se ha caracterizado por haber
impregnado con su particular sello a muchas de las perspectivas teóricas que
han alimentado a la reflexión social actual. En efecto, se han producido varias
maneras de entender el fenómeno de lo visual −aunque casi siempre ceñidas a
los distintos contextos tecnológicos, económicos, sociales y culturales que se
han ido sucediendo−, implicando una serie de ideas provocadas por y sobre este
tipo de pensamiento. Ideas que han ido marcando históricamente a varias prác-
ticas sociales y distintas disciplinas, entre otras, a las ciencias sociales. Como
muy bien lo destacan Mouesca y Orellana:

[…] el cine es el arte por antonomasia de este siglo; no nos podemos imaginar la
centuria sin la existencia del cinematógrafo. El cine es el siglo XX, porque todo lo
que ha ocurrido con este está en aquél, de modo explícito cuando sus aconteci-
mientos inspiran directamente sus contenidos, o cuando influye en su lenguaje, en
sus estilos narrativos, en la elección de los temas y en la mirada que se les dedica.
(1998, p. 8)

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 273


CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

Así, tanto las ciencias como los estudios sociales y culturales han deman-
dado cada vez más la posibilidad de disponer de imágenes, en tanto estas se
han posicionado como necesariamente objetivas y realistas, y por tanto capa-
ces de garantizar relatos verídicos y directos de hechos o situaciones a narrar.
De manera que el uso del cine se constituyó como fuente de investigación casi
contemporáneamente a su invención, y dándose como continuidad lógica a la
utilización de la fotografía como medio de registro (De las Heras, 2008). Si bien
estas pretensiones parecieron aseguradas originalmente por la fotografía, se
fueron ampliando y modificando con el transcurrir del siglo XX, resituando los
procesos perceptivos como fundamentales y previos a distintos discursos. Por
lo que produjeron distintos tratamientos según algunas de las líneas de inves-
tigación a implementar −formalistas, estructuralistas, historicistas y/u otras.
Estas, de acuerdo a cambios representacionales propios al contexto en que se
fueron produciendo, incluyeron y contuvieron opciones distintas, derivadas de
vertientes como las narrativas, las hermenéuticas, así como también de tecnolo-
gías de la nueva industria digital. Estas últimas, con su soporte tecnológico, han
sustentado estudios en una amplia gama de temas −tales como la persistencia
retiniana y el estudio del movimiento− que convirtieron a la imagen cinema-
tográfica en una de las mejores alternativas para el análisis de muchas de las
narraciones actuales.
Volviendo a la infancia, pensemos que el interés inicial de la antropología,
al usar la cámara de cine3 como tecnología para la producción de un saber cien-
tífico sobre el hombre, se entroncó con la emergencia de los primeros estudios
experimentales sobre el desarrollo infantil, fuertemente influenciados por el
evolucionismo y que dieron forma a la naciente psicología del desarrollo. Las
diversas relaciones entre cine y psicología son un ámbito aún poco explorado,
a pesar de que una mirada a la historia de la disciplina nos muestra que el cine,
así como también la fotografía, han sido claves a la hora de pensar en sus modos
de elaborar verdades.
Así podemos mencionar los pioneros trabajos cinematográficos de Arnold
Gesell (1934) y la invención del cinema-análisis, una tecnología por medio de la
cual se intentaba captar de forma objetiva y detallada el movimiento de los niños
y niñas. Décadas más tarde, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el cine
fue un instrumento privilegiado para captar y registrar los efectos de la guerra y
el abandono materno. Destacando los trabajos del matrimonio Robertson (1952;
1958) sobre niños y niñas abandonados en hospitales, los de Spitz (1952) sobre la
psicopatología infantil y el llamado síndrome del hospitalismo. En un contexto
distinto se pueden mencionar los trabajos de Piaget (1970), Skinner (1970) o el de

3 De acuerdo a Furnari y Sagues (2009) uno de los pioneros en el uso del cine en la antropología fue Robert
Flaherty, quien en 1916 realizó un primer trabajo sobre los esquimales. En 1922 estrena Nanook del Norte, película
filmada en compañía de su esposa durante 16 meses. Por su parte, Colombres (2005) habla de Félix Régnault,
un antropólogo francés que realizó un estudio comparado del comportamiento humano y filmó en Paris a
una mujer ualof que fabricaba una cerámica en la Exposición Etnográfica del África Occidental.

274 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

Watson y Rayner (1920), un registro pionero del experimento llevado a cabo con
un pequeño niño llamado Albert, entre otros. Así, pareciera que el impulso por
el estudio de la infancia que marcó la centuria pasada se vio acompañado por
el mismo entusiasmo por conocer y desplegar el potencial observacional de la
cámara de cine.
En estos trabajos el cine es al mismo tiempo un procedimiento experimen-
tal como un instrumento de enseñanza neutral con el que se logra superar la
insuficiencia de la observación directa y las anotaciones experimentales, para
desplegar el realismo y veracidad de la imagen. El uso del cine en la investiga-
ción psicológica estuvo atravesado por la larga tradición de la imagen como
mimesis; es decir, por la idea de que esta imagen es copia de la realidad en tanto
aparato tecnológico que permite ampliar las capacidades del ojo humano y por
tanto elaborar observaciones más minuciosas. Así, el supuesto de la utilización
de cámaras para el estudio de la infancia fue que el comportamiento de los niños
podía ser observado sin ejercer ninguna influencia derivada del propio efecto
de la observación (efecto que Gesell llamó “de reactividad”), la capacidad de rei-
teración y fijación del registro visual y “la posibilidad de conectar el instante
con su reiteración visual” (Ihde, 2004, p. 65) garantizaban conclusiones más
acertadas sobre la naturaleza del fenómeno bajo estudio; un realismo instru-
mental (Ihde, 2004) en el que se tomaban como reales las imágenes del registro
cinematográfico.
Desde nuestra perspectiva, estos experimentos desbordaron el uso de la
cámara como medio neutro de recolección de información; permitiendo que
este instrumento sirviera a la psicología para la formulación de representaciones
visuales del desarrollo infantil normal y anormal; y con ello la visibilidad de lo
que comienza a ser llamado una infancia científica (Curtis, 2011; Herman, 2001).
De modo puntual, el proyecto de Arnold Gesell −pionero de la psicología del
desarrollo− de una ciencia sobre el crecimiento infantil al estilo de las ciencias
naturales, estableció un régimen de verdad novedoso y basado en la dependen-
cia recíproca entre tecnologías de visualización −como el cinemanálisis y el
domo fotográfico− y la creación de conceptos y normas del desarrollo infantil
(Curtis, 2011). Así entre las décadas de 1920 y 1930 Arnold Gesell y Frances Ilg
comienzan un ambicioso proyecto de investigación en la Clínica de Desarrollo
Infantil de Yale, realizando diversos estudios cuyo resultado fue el Atlas del
Comportamiento Infantil, ilustrado por 3.200 fotogramas (Mendonça, 2010).
Lo que Gesell llamó la “disección de la conducta” y el cinemanálisis permi-
tieron el estudio minucioso y molecular del desarrollo a la vez que una imagen
de la infancia en movimiento, dinámica y en constante transformación y que
se hizo legible a través del concepto de crecimiento. Si pensamos con Deleuze
(1984) que el cine es imagen en movimiento, cuyo origen se lo debemos al estudio
del movimiento (Giedion, 1969), cabe hacerse preguntas que cuestionarían a la
misma idea de crecimiento como concepto clave en la teoría de Gesell, y como
resultado de una forma de visibilidad que el cine proporcionó.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 275


CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

De este modo el laboratorio construido como un domo fotográfico y la cámara


de cine devienen actantes (Haraway, 2004) y árbitros del desarrollo infantil
(Burman, 1998) por medio del cual Gesell intenta figurar cierto ritmo y continui-
dad del crecimiento mental de los niños y niñas yuxtaponiendo, comparando y
sintetizando en una única escala de medida a cientos de fotogramas de “niñas
que hacían las mismas tareas y que posibilitó pensar el desarrollo a través de des-
cripciones en función de la edad” (Burman, 1998, p. 29).
De este modo el instrumento cinematográfico que materializaba la teoría
del desarrollo era al mismo tiempo el que generaba los fenómenos que la teoría
debía explicar. (Rose, 2000). Didi-Huberman, cita a Bernard (1865) para pun-
tualizar que el método experimental no es la simple observación, sino que una
observación provocada, es decir es un arte de producir hechos y el arte de sacar
provecho de ellos.
Como apunta Rose (2000) el papel de los medios técnicos existentes para
materializar la teoría no fue secundario, sino determinante en el proceso de
construcción científica de la infancia. Las formas técnicas e instrumentales que
la psicología adoptó para demostrar y justificar las proposiciones teóricas llega-
ron a delimitar el propio espacio del pensamiento psicológico y a darle forma a
sus objetos e imaginarios.
Por otro lado, la creación de normas e hitos que marcaban el normal desa-
rrollo infantil por medio de la cámara fue también el punto de articulación del
espacio cerrado del laboratorio a la exterioridad de la sociedad de masas, en que
la divulgación de los hallazgos se pensó como un espectáculo asequible a las mul-
titudes a través de la exhibición de los films en los teatros locales. Es sintomático
que uno de los filmes más reconocidos y exhibidos de Gesell, Life Begins (1934),
fuera comentado en una crónica del periódico The Vasar Miscellany News bajo
el título “The Baby Day Show”, lanzando a los lectores una pregunta fundamen-
tal para la psicología del desarrollo: “Does learning depend on experience or
growth?”. Junto con ser uno de los primeros filmes en que el niño se erige como
objeto científico de representación fílmica, este gesto supone un claro ejemplo
de la tensión aún presente en la psicología entre las ficciones de la naturaleza y
la cultura.

5. Cine y colonialidad: entre la infancia y el salvajismo

Si desde la perspectiva socio-construccionista se intenta pensar a la infancia


como atravesada por significados sociales y culturales vemos que filmes como
The Kid, Los 400 golpes, Ladrón de bicicletas, Mama Roma, La infancia de Iván, El
tambor de hojalata, ET, Cuenta conmigo, This is England, Billy Elliot, Las tortugas
también vuelan, y otros, y en Chile, Un largo viaje, Cien niños esperando un tren,
El Gringuito, Machuca, Historias de Fútbol, Be Happy, Volantín Cortao, Este año
no hay cosecha, Actores secundarios, y muchos más, son registros privilegiados

276 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

de las múltiples condiciones desde las cuales la infancia se produce, reproduce


y de-construye en el espacio de la cultura y el espectáculo, y de cómo el cine es
capaz de esbozar relaciones de poder en las cuales la infancia se inscribe y es
resultado.
Podemos decir que el cine incorpora, por un lado, las tensiones ideológicas
y ansiedades sociales en torno a la niñez y por otro, crea imaginarios culturales
por medio de los cuales las sociedades de masas y pos literarias se identifican,
piensan, plantean y replantean las relaciones entre adultos y niños/as. El cine
se ha transformado de una u otra forma en una especie de conciencia histórica
y un baremo cultural respecto a las valoraciones, los modos de ser sujeto de
gobierno, la sensibilidad y las emociones que despliega la infancia, así como las
representaciones narrativas y estéticas del niño y la niña en tanto sujetos alteri-
zados y subalternos (Spivak, 2009).
De acuerdo a Pol Vandromme en el libro Los niños en la pantalla, si el cine
se interesa por la infancia “es porque ha nacido en el momento en que el tema
del niño estaba de moda, lo que demuestra que la pasión por la infancia es una
pasión moderna. El cine se ha servido de ella y la ha explotado” (1960, p. 17).
Algunas coordenadas de la tematización de la niñez en el cine podemos
encontrarlas en que el cine se ha entroncado con las preocupaciones de la psi-
cología de la infancia. Han existido condiciones epistemológicas para que, tanto
en el cine como en la psicología, la infancia sea narrada desde tópicos vinculan-
tes, planteando cierta subjetividad epocal desde la cual se interroga esta etapa
del ciclo vital. En este sentido, aquí cabe nuevamente pensar estas relaciones
desde la noción de aparato, propuesta por Déotte (2012), en tanto al parecer es
el cine el que ha posibilitado, entre otros actores, elaborar no sólo la visibilidad
del sujeto infantil, sino, además, cierta sensibilidad con la cual nos aproximamos
y hablamos de él.
Siguiendo a Burman (1998), la psicología de la infancia está marcada por una
tensión ontológica y epistemológica en su definición, que se bate en la dicotomía
naturaleza-cultura. Vemos que esta tensión es un motivo recurrente en el cine,
basta con nombrar tres películas: El pequeño salvaje (Francois Truffaut, 1969),
El señor de las moscas (Peter Brook, 1963) −con un remake producido en los años
‘90− y El enigma de Gaspar Hauser (Werner Herzog, 1974). En los tres filmes se
trata de infancia/salvajismo como tropos del otro infantil que se nutren mutua-
mente, formando un imaginario que se elabora en las fronteras del discurso
colonizador y el discurso adultocéntrico. Si tomamos el film de Truffaut, por
ejemplo, muestra los esfuerzos de un científico para asimilar a la sociedad a un
salvaje, supuestamente mudo y parcialmente sordo. Arrancarlo de su estado de
primitivismo es enseñarle un lenguaje verbal y entrenarlo en el comportamiento
social. El niño salvaje debe ser civilizado, de acuerdo con las nociones y modelos
de la Europa imperial del siglo XIX que mostraba, siguiendo a la misma Burman,
“la maleabilidad de una naturaleza humana, y la violencia de la sociedad coer-
citiva” (1998, p. 209), y también “el logro de la moderna sociedad occidental en

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 277


CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

relación con otras ‘culturas’ consideradas más próximas a la naturaleza” (1998,


p. 209). Pero sobre todo, el director ensaya mostrarnos el ideal ilustrado de la
potencialidad de la educación como valor central del pensamiento francés de la
época, y que muestra descarnadamente los límites de estas presunciones.
En ese sentido la mirada del niño como salvaje y el salvaje como niño, son
narrativas que enlazan la construcción singular del sujeto con las relaciones
de poder y la identidad. Podríamos afirmar que la infancia en estos trabajos es
discutida en los mismos términos en que se discute la naturaleza del sujeto alte-
rizado del orden colonial, así como también del orden sexual. Para el discurso
occidental los niños, los colonizados y las mujeres comparten una identidad que
los aproxima a la naturaleza, cuya exterioridad es el valor moderno de la domes-
ticación que los llevará a la cultura y la civilización como base del sujeto/ciuda-
dano. Infancia y nativo, en su proximidad con la naturaleza, se transforman en
objetos alterizados, blancos de la mirada científica, documental y espectacular
del cine. Según Shohat y Stam. (2002) un tropo colonialista clave es la “animali-
zación” del otro colonizado, en que todo rasgo animal del yo debe suprimirse. La
empresa moral y científica del Dr. Jean Itard sobre el pequeño salvaje, en el film
de Truffaut, nos lleva a la idea de Fanon (2001) de que el discurso colonizador
siempre recurre al bestiario.

La libidinosidad incontrolada de los colonizados, su carencia de vestiduras apropia-


das, el parecido de sus chozas de barro con un nido y sus guaridas les convierten en
bestias salvajes. Un zeugma colonial une a los “salvajes y a las fieras”, como criaturas
agrestes que van deambulando por “tierras vacías” (Shohat & Stam, 2002, p. 152).

Los tropos naturalistas y románticos del buen salvaje como de la infancia del
hombre muestran la particularidad de una creencia instalada tanto en el pensa-
miento filosófico como psicológico, de una infancia como una edad sin lenguaje.
Dejando abierta la puerta a la experiencia científica como posible sendero hacia
el conocimiento y el poder sobre la experiencia de la infancia (Agamben, 2011).

6. La infancia y la identidad nacional:


el caso del reciente cine chileno

Hasta ahora hemos señalado que el cine nos puede proporcionar las claves de
los modos en que la infancia se tematiza y narra en el discurso cultural. En este
último apartado queremos situar esta relación en algunas producciones fílmicas
chilenas como forma de captar y problematizar algunos tropos sobre la infancia
en narrativas producidas en torno a dos momentos de la historia nacional. Con
esto no pretendemos dar una visión de conjunto del llamado “reciente cine chi-
leno” (Navarro, 2015), sino enfocarnos en dos películas concretas que sirvan de
ejemplo de prácticas performativas de la infancia actual y que destacan por su

278 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

claridad y por sus lenguajes cinematográficos: el cine de ficción y el cine docu-


mental. Siguiendo algunas propuestas de los estudios culturales como la de
Bhabha (1994), acerca del desplazamiento metonímico que es posible elaborar
entre narrativa y nación, y la de Anderson (1993) y su idea de nación como comu-
nidad imaginada, podemos decir que el cine ha sido un elemento fundamental
en la elaboración de narrativas del proyecto nación, que ha cruzado la concep-
ción sociocultural y política de la infancia y viceversa, la representación fílmica
de la infancia promueve la visibilización de tensiones socio-políticas en torno a
la construcción de la memoria, la crítica social y sobre todo las relaciones entre
arte y política.
Así, la identidad nacional como artefacto cultural que evoca a cierta comuni-
dad imaginada (Anderson, 1993) y en la que es posible captar múltiples relatos
que dan la apariencia de unidad, densidad y sentido a un colectivo, sitúa a la
infancia como una posición sujeto y en modos de representación que permiten
figurar y personificar las tensiones presentes en nuestra sociedad. Si nos apro-
ximamos históricamente al cine chileno estas articulaciones entre infancia y
nación han variado sustancialmente en los últimos 50 años, pero a la vez han
sido un tema recurrente. Vemos que los grandes filmes chilenos han propuesto
a la infancia como un escenario estético y un territorio narrativo cruzado por
el conflicto de clase, especialmente en el espacio urbano. Las propuestas realis-
tas de Largo Viaje (Patricia Kaulen, 1967) o Valparaíso de mi amor (Aldo Francia,
1969) proponen a la infancia como sujeto liminal y nómade que transita entre
el Chile rural y su modernización en el caso del primero o en las calles de las
ciudades y sus contradicciones, en el segundo. Los niños son parte de la confor-
mación de la ciudad, muestran su miseria pero también su oscuridad, muestran
aquello que el ojo del poder intenta dejar invisible, a tal punto que en el film de
Francia no hay ninguna escena en que el mar de Valparaíso, como símbolo turís-
tico y marca del puerto, sea visible.
Desde la actualidad, si bien las infancias siguen posicionándose como voz
subalterna, estas se producen poniendo en juego las memorias nacionales como
crítica al modelo de modernización vinculado al proyecto neoliberal y su pro-
ducción de sentidos. Pareciera que esta crítica de la memoria (Richard, 2010) en
el cine de cambio de siglo se despliega a través de una relación particular del
acontecimiento y el pasado-futuro con el niño, en tanto figura que logra transi-
tar por esas temporalidades en conflicto. El caso de la película Machuca (Andrés
Wood, 2004) es un ejemplo emblemático de cómo el relato cinematográfico ela-
bora una concepción dualista del universo sociohistórico nacional. En el filme
se entrelazan la historia reciente de la nación y lo singular, pero de una forma
novedosa y compleja dentro de la cinematografía chilena, a tal punto que ha
generado desacuerdos importantes entre críticos y analistas acerca de la posi-
ción de sujeto que la película construye.
De acuerdo a Foster (2005) Machuca asume la forma de una conciencia
histórica y a la vez un espectador, un testigo múltiple; en sus palabras: “the

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CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

reduplication of the many witnesses within Chile of the horrendous effects of


the campaign against Allende” (p. 221), para este autor es la reduplicación de
la audiencia de la película que conoce de antemano la trayectoria narrativa del
film que permite un efecto de distanciamiento para enfocarse en los detalles de
lo que llama la inevitabilidad de la narración. Para Cortés y Berrios (2017), desde
una posición crítica, se trata de una estrategia de representación basada en un
giro subjetivo que “coloca en su centro a los sujetos y no a la época” (p. 145) con-
cluyendo que se trata de un film que habla de un periodo político sin política,
desde una mirada personal que transforma a la misma Unidad Popular (UP) en
un paréntesis dentro de la historia nacional.
Desde nuestro punto de vista, Machuca revela su complejidad si desplaza-
mos la mirada de la UP, en la que estos autores plantean su análisis, a la infancia
como sujeto fragmentado (Salinas, 2017). En ellas vemos que la historia nacional
se recrea y actualiza sólo por medio de la historia de los niños protagonistas, en
un movimiento similar a la narrativa cristiana en que la historia terrenal −en
este caso la de Machuca y sus partners− cruza sentidos con la historia sagrada de
la salvación y la caída del héroe representado en la figura del presidente Allende,
telón de fondo que permite la construcción del significado de las infancias olvi-
dadas y que quedaron fuera de la memoria hegemónica y fracturada entre ven-
cedores y vencidos. El golpe de Estado es el fin abrupto de la utopía, la pérdida
de la inocencia infantil y el mundo de la amistad. Machuca es el héroe traicio-
nado y derrotado, al igual que Allende, y que viene a sintetizar la caída del meta-
rrelato de la identidad nacional. Así Machuca “recoge tan solo su singularidad
de acontecimiento; como discurso fragmentado, se enfrenta a la matriz de una
fragmentación nacional presente en la sociedad” (Salinas, 2017, p. 176). Como
señala Yim (2017), este film superpone dos versiones de la infancia y su relación
con el pasado: como tiempo perdido −el de la inocencia− y como alegoría de la
historia nacional. La autora concluye que la infancia en Machuca no es origen ni
plenitud, sino contramemoria que desafía la noción inocente y melancólica del
pasado relatado como experiencia vivida.
Una de las escenas más significativa de la película es el viaje en bicicleta −
icono del cartel del film− desde la casa de Gonzalo −el muchacho adinerado− a
la chavola en la que habita Machuca. A través del movimiento de travelling de la
cámara, Wood nos invita a acompañar el viaje de los niños por los territorios de
la desigualdad nacional; pero lo más interesante de la escena es el abrupto cam-
bio de perspectiva, y por lo tanto de la posición/sujeto respecto a la narrativa
histórica, que nos lleva a los ojos de Gonzalo que mira atónito el horizonte del
Chile periférico invisible y traumático a la vez, situándonos a nosotras mismas
en el centro de la frontera interna de la Nación. El giro de la cámara, al igual
que en otro filme que mencionaremos, es fundamental para pensar en la agen-
cia que Wood proporciona al sujeto infantil respecto a la pregunta de quién está
autorizado para narrar la historia nacional. La genialidad de Machuca radica en
que la infancia abandona el lugar de objeto de representación, para indagar en

280 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

la posibilidad de desplazar a un lugar-otro múltiple −cada personaje infantil es


una posición/sujeto−, desafiante de las lógicas especulares y binarias de la dife-
rencia −el yo adulto y el otro infante− construida en el seno de la subalternidad.
En un segundo film de corte documental, Este año no hay cosecha (Fernando
Lavanderos & Gonzalo Vergara, 2000), hay un intento por introducirse en la
vida cotidiana de un grupo de niños de la calle, haciendo visible la marginalidad
urbana oculta en la ciudad neoliberal. El relato se inicia con la entrevista al pro-
tagonista, un niño de la calle, a quien se le pregunta: ¿cómo te llamas?, “Jesús”
responde, y a lo que agregan sus amigos, “Jesús del infierno”. Nuevamente el
relato sagrado cruza la identidad de la infancia marginal, callejera, nómade,
esta vez con la figura de Jesucristo y el vía crucis. Pero también este documental
elabora una estética de la resistencia (Wiess, 1996; Shohat & Stam, 2002) en que
el mismo cine, como obra de arte, entrega las coordenadas para descifrar los
efectos en los cuerpos infantiles del mercado en la actualidad neoliberal. Pero
en esa misma práctica de resistir también emerge la creación, y el film lo realiza
a través de la subversión del mítico relato de una infancia pobre sin agencia o
metáfora de la marginalidad, tan presente en el cine Latinoamericano (Dufays,
2016) por medio de un cambio de perspectiva −un giro visual al interior del film−
que ocurre cuando los niños toman el control de la cámara y por ende controlan
la imagen y el discurso,

[jugando] con las cuestiones del punto de vista y la autoridad analizando de qué
forma ese gesto (hacer el pase de la cámara, producir un giro en quién observa y
en quién hace la pregunta) tiene consecuencias a nivel de las relaciones de poder.
(Pinto, 2007)

Así esa agencia se vuelve desafiante. El gesto de los autores tiene como efecto
la incomodidad de los adultos que se ven enfrentados al ojo de la cámara infan-
til-callejera; frente a las peguntas que con un claro tono irónico-periodístico
Jesús les realiza en su periplo urbano, los adultos se repliegan, se incomodan, se
atemorizan y se intimidan, haciendo que el espectador sienta una extraña sim-
patía con este niño apertrechado por una máquina visual que lo vuelve una ver-
dadera máquina de guerra contra el orden, no sólo social sino que por sobre todo
adulto. En ese sentido el relato de Este año no hay cosecha, por un lado incor-
pora otros ejes de poder, como la edad y la generación −ausentes en las clásicas
películas sobre niños−, mostrando que la infancia pobre es una identidad com-
pleja −vacía y saturada a la vez− y que los efectos de su voz pueden ser incluso
altamente desestabilizantes. De ahí que la calle −siguiendo a la misma Dufays
(2016), quien retoma los planteamientos de Marc Augé− se configura como un
no-lugar, “un espacio en el que ninguna de las tres dimensiones del lugar antro-
pológico −identidad, relación, historia− se encuentra simbolizada (p. 187). La
identidad desterritorializada que plantea este documental muestra no sólo las
nuevas epistemologías que cuestionan la universalidad de un modelo liberal de

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 281


CALQUIN DONOSO, MAGAÑA

la infancia, que se basa en el silenciamiento de ciertas experiencias, prácticas y


subjetividades −como el robo, el sexo, las drogas, etc., tan presentes en el film−
que desafían el modelo de la inocencia, sino también un punto de visión menos
estrecho a través del cual la identidad se forjaría en virtud de su movilidad
(Donoso, 2012). Para Donoso (2012), el énfasis en las traslaciones espaciales de
los protagonistas son un prisma que obedece a un contexto sociopolítico con-
temporáneo que fuerza a los sujetos infantiles al desplazamiento por la ciudad,
como estrategia de sobrevivencia, reconstruyendo a la infancia como figura
liminal nómade, diaspórica, abierta e inestable, al igual que el ojo que la dibuja
y la recrea. Pero en el film también la calle es un punto relevante, pues tal como
lo planteó tempranamente Kracauer (1960) aquella reúne elementos comunes
con el cine que los transforman a ambos en metáforas por excelencia de la vida
moderna: el “flujo inaprensible, portador de temibles incertidumbres y de inci-
tantes atractivos” (p. 104). Así, la película nos confronta con una infancia que
deviene peligrosa en tanto mirada crítica de la sociedad, así como del signifi-
cado del cine en la sociedad actual y experiencia de alteridad.

7. Conclusiones

Hacer de nuestra sociedad un espacio de cuidado democrático de los niños y


niñas significa la necesidad de remitirse a trabajar en el espesor de la trama
cultural y comunicativa del cine. Su análisis nos permite una forma privile-
giada de asumir dicha tarea. Así, en este trabajo, hemos observado por medio
de los films que la infancia opera como un referente narrativo y estético que
nos muestra las dificultades para establecer sus propias definiciones y hacer
de esta un enunciado trascendental. La identidad infantil como residuo que
decanta de la convergencia entre discursos científicos históricamente situados,
imágenes estéticas, símbolos, ansiedades sociales, aparatos, entre otros, supo-
nen especialmente para la psicología un gesto de cuestionamiento respecto al
gran problema que muestra las relaciones de poder de nuestra sociedad: las
características y los límites de la infancia, con sus acepciones de lo normal y
anormal.
Asimismo, creemos que el cine, por ejemplo, el usado en la representación
de la formación pedagógica puede aportar a problematizar e interrogar distin-
tas distinciones y hacer de nuestra disciplina un campo que aporte a la cons-
trucción de la diversidad de modos de ser del infante y a la convicción de que
nuestras definiciones de la infancia se hacen y deshacen en forma repetida y
también creativamente. Finalmente el cine nos puede dar herramientas meto-
dológicas y conceptuales a la hora de definir de modo abstracto la infancia como
una construcción social, aportando así conocimientos situados que sin lugar a
dudas son fundamentales para las discusiones al interior, y en los pliegues de
nuestras disciplinas sociales.

282 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIIEMBRE 2018 / ENSAYO


INFANCIA EN EL CINE: NOTAS PARA UNA RELACIÓN ENTRE MÁQUINAS VISUALES E IDENTIDAD

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 285


Uma experiência
de educomunicação inovadora:
as histórias em quadrinhos
sobre nanotecnologia
produzidas no Brasil
An innovative communication experience: nanotechnology comics
produced in Brazil

Una experiencia de educomunicación innovadora: las historietas sobre


nanotecnología producidos en Brasil


Josemari QUEVEDO
Universidade Federal do Paraná, Brasil / [email protected]

Eloisa BELING LOOSE


Universidade Federal do Paraná, Brasil / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Ensayo, pp. 273-298)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 18-08-2017 / Aprobado: 10-05-2018

287
QUEVEDO, BELING LOOSE

Resumo
Este artigo examina o alcance da educomunicação como possibilidade de
esclarecimentos sobre a nanotecnologia por meio de histórias em quadrinhos
(HQs). Mesmo com os potenciais benefícios, a nanotecnologia é permeada de
incertezas sobre riscos e impactos ambientais e sociais, além de contemplar
ausência de um debate público sobre implicações e controvérsias. Diante
disto, discutimos aspectos de educomunicação potencializados pelas HQs a
fim de avaliar como assuntos complexos podem ser tratados para um público
mais amplo. Metodologicamente, aplica-se uma análise qualitativa, a partir
do método descritivo, para verificar como a nanotecnologia é trabalhada nos
materiais. Realiza-se uma interpretação sobre as abordagens adotadas nas HQs
e examinam-se seus potenciais para educar sobre os efeitos e as consequências
da nanotecnologia.
Palavras-chave: análise qualitativa; metodologia; educação; imagem; ciência.

Abstract
The paper examines the scope of educommunication as a possibility for
clarification on nanotechnology through comics. Nanotechnology is permeated
by uncertainties about environmental and social risks and impacts, as well as
the absence of a public debate on implications and controversies, even with
the potential benefits. Therefore, we discussed aspects of education by comics
in order to assess how complex issues can be addressed to a wider audience.
Methodologically, a qualitative analysis is applied from the descriptive method
to verify how nanotechnology is worked. An interpretation is made of the
approaches adopted in the comics and their potentials are examined to educate
on the effects and consequences of nanotechnology.
Keywords: qualitative analysis; methodology; education; Image; science.

Resumen
Este artículo examina el alcance de la educomunicación como una posibilidad
explicativa sobre la nanotecnología por medio de historietas. Incluso en sus
potenciales beneficios, la nanotecnología está impregnada de incertidumbre
sobre riesgos e impactos ambientales y sociales; además de presentar una
ausencia de debate público sobre implicaciones y controversias. Ante esto, dis-
cutimos aspectos de la educomunicación potenciados por los cómics a fin de
evaluar cómo ciertos asuntos complejos pueden ser abordados con un público
más amplio. Metodológicamente, se lleva a cabo un análisis cualitativo a par-
tir del método descriptivo para verificar cómo las historietas trabajan con la
nanotecnología. Se realiza una interpretación sobre los enfoques adoptados y se
examinan sus potenciales para educar sobre los efectos y las consecuencias de
la nanotecnología.
Palabras clave: análisis cualitativo; metodología; educación; imagen; ciencia.

288 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

1. Introdução

Este trabalho discute as potencialidades da educomunicação visando o fomento


do exercício da cidadania no âmbito da nanotecnologia, que é a área científica
e tecnológica voltada para as propriedades especiais dos materiais de tamanho
nanométrico. A nanotecnologia comumente é definida como a manipulação
de elementos ou materiais na escala entre 1 e 100 nanômetros1. A partir disto,
é possível produzir novos produtos e processos com potenciais científicos e
tecnológicos novos (Jordan, Kaiser & Moore, 2013). Várias iniciativas industriais
e governamentais foram lançadas visando o desenvolvimento da nanotecnolo-
gia no Brasil e no mundo, mas pesquisas sobre o conhecimento de cidadãos em
geral sobre o tema apontam lacunas de informação sobre o tema (Invernizzi,
Foladori & Quevedo, 2017; Quevedo, Ferreira & Invernizzi, 2016).
Compreende-se aqui a educomunicação como um espaço de interface entre
os campos da Comunicação e Educação, que pode auxiliar no entendimento e
manifestação dos sujeitos a respeito de assuntos complexos, como é o caso da
nanotecnologia. Já a inovação envolve “o entendimento, a observação do que
existe, a implementação, bem como a busca de estratégias para renovação, e
a capacidade para transformar e transformar-se” (Ribas, Silva & Festa, 2015,
p. 5482). Partimos assim do entendimento de que as histórias em quadrinhos
(HQs) sobre nanotecnologia publicadas a partir de uma iniciativa de instituição
de governo e universidade no Brasil contribuíram para um processo de educo-
municação, sendo esta experiência inovadora. Ao propor a discussão das HQs
sobre nanotecnologia pela perspectiva da educomunicação este artigo visa
ampliar práticas e permitir que outros temas, vistos como difíceis e de enten-
dimento limitado, possam ser explicados e disseminados para diferentes públi-
cos. O acesso à informação é visto como a primeira etapa para a reivindicação
das pessoas a respeito de seus direitos.
Para isso, analisam-se HQs que visam a conscientização sobre os riscos da
nanotecnologia, compatíveis com a proposta da educomunicação. Estas HQs
oferecem uma oportunidade para verificar como esta forma de comunica-
ção traz potencialidades educativas sobre os riscos e benefícios da manipula-
ção tecnológica em escala nanométrica. A Royal Society e a Royal Academy of
Engineering, instituições científicas britânicas, se posicionaram em 2004
sobre a nanotecnologia ao lançarem um relatório sobre os potenciais positivos e
negativos da nanotecnologia. Quanto aos riscos, o relatório destaca os possíveis
impactos adversos à saúde, meio ambiente e segurança e aborda as lacunas de
conhecimento sobre perigos, exposição e a ausência de medições precisas sobre
a nanotecnologia. O relatório aponta que há poucos estudos sobre os efeitos de

1 A definição mais usual da nanotecnologia é de que se trata do “desenho, caracterização, produção e apli-
cação de estruturas, dispositivos e sistemas pelo controle do formato e tamanho em uma escala nanométrica
entre 1 e 100 nanômetros” (RS & RAE, 2004, p. 5).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 289


QUEVEDO, BELING LOOSE

inalação de nanopartículas manufaturadas e que “evidências sugeriam que algu-


mas nanopartículas seriam mais tóxicas por unidade de massa que partículas
maiores” de um mesmo químico, por exemplo (RS & RAE, 2004, p. 9). Afinal,
as características das novas nanopartículas diferem substancialmente das de
maior massa e, por isso, devem ser tratadas com especial cautela.
Diante disto, o entendimento sobre nanotecnologia é considerado complexo,
sendo frequentemente enquadrado pelo viés de benefício que pode trazer, com
“enfoques que destacam o aumento da qualidade de produtos e serviços, e a pre-
venção e cura de doenças” (Leinonen & Kivisaari, 2010, p. 22). Porém, alertas
científicos atentam aos perigos da toxicidade das nanopartículas ultrafinas,
que podem causar doenças cardiovasculares e pulmonares ao se dissipar pelo
ambiente (OCDE, 2016) e/ou penetrar na pele (Schulz, 2009). Ademais, o cui-
dado com os riscos foram apontados na Iniciativa Nacional de Nanotecnologia
(NNI) dos Estados Unidos em 2000, uma política que influenciou diversos paí-
ses a terem iniciativas para desenvolvimento da nanotecnologia (Foss Hansen,
Maynard, Baun, Tickner, & Bowman, 2013). Logo, é fundamental fomentar o
conhecimento sobre esta plataforma tecnológica convergente, não apenas no
contexto brasileiro, mas em todos os países.
A política pública de nanotecnologia no Brasil está em andamento há pelo
menos 15 anos, com diversas ações de fomento à pesquisa e ao setor produtivo,
com destinação de recursos e financiamentos, e a comercialização de produ-
tos acabados (Invernizzi, Foladori & Quevedo, 2017; MCTI, 2011). No entanto, o
desenvolvimento da nanotecnologia no país só implementou as primeiras ações
de investigação de riscos na segunda década da política. Questões relacionadas
à potencialização de riscos inquietam especialistas e, nesse sentido, algumas
políticas da área em países da Europa e nos Estados Unidos incorporaram mais
cedo e decisivamente a avaliação das implicações éticas, legais e sociais − ELSI,
na sigla em inglês − e dos potenciais riscos para o meio ambiente, saúde e segu-
rança − EHS, na sigla em inglês − (Invernizzi & Foladori, 2013, p. 73).
Na Europa, as iniciativas oriundas da sociedade civil organizada reivindicam
a necessidade de uma abordagem precautória2 e mais participativa para os traba-
lhadores. Hoje, este é o grupo populacional mais exposto aos potenciais impac-
tos na saúde causados pelos nanomateriais, o que exige conscientizar possíveis
afetados ao longo da cadeia de fornecimento (incluindo a fase de tratamento de
resíduos) e medidas de proteção adequadas adotadas como prioridade. Além
disso, requer-se substituição de materiais potencialmente perigosos, uso de sis-
temas o mais fechados possível, outros controles de engenharia, uso de equipa-
mento de proteção adequada e projetados para contemplar as especificidades
dos nanomateriais (Azoulay, 2014). Desde o primeiro alerta mais explícito sobre

2 O princípio de precaução destaca que, se uma atividade representar algum tipo de ameaça de danos “ao
meio-ambiente ou à saúde humana, medidas de precaução devem ser tomadas, mesmo se algumas relações
de causa e efeito não estiverem estabelecidas cientificamente” (Kriebel, 2009, p. 129).

290 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

os nanoriscos com o relatório de 2004 supracitado, a preocupação com a con-


taminação na produção, transporte, armazenamento e tratamento de resíduos
cresceu. Assim, visa-se cada vez mais, pelo lado da precaução, verificar como o
consumidor e o trabalhador estariam expostos a nanopartículas residuais, que
poderiam contaminar a água, ser transportadas pelo ar e instalar-se nos alimen-
tos (RS & RAE, 2004).
A nanotecnologia concentrou ao longo da formulação de sua política no
Brasil, prioritariamente, decisores políticos e cientistas das ditas áreas duras
do conhecimento, como Física e Química e promoveu escasso conhecimento
público sobre o tema (Quevedo & Invernizzi, 2017). Por outro lado, algumas
iniciativas visando suprir esta lacuna de conhecimento público e social sobre
risco foram detectadas no Brasil, caso das HQs produzidas a partir do “Projeto
da série nanotecnologia em quadrinhos”, da Fundacentro3, e das duas HQs
produzidas pelos projetos “Nanotecnologias aplicadas aos alimentos e aos bio-
combustíveis: reconhecendo os elementos essenciais para o desenvolvimento
de indicadores de risco e de marcos regulatórios que resguardem a saúde e o
ambiente”, e “Nanocosméticos e o Direito à Informação: construindo os elemen-
tos e as condições para aproximar o desenvolvimento tecnocientífico na escala
nano da necessidade de informar o público consumidor”.4
Assim, este artigo emprega a pesquisa qualitativa para “descobrir e entender
a complexidade e a interação de elementos relacionados ao objeto de estudo”
(Gil, 2002, p. 42). Pelo método de descrição, trabalha-se com o detalhamento
de elementos essenciais para entendimento de uma realidade (Martins &
Theóphilo, 2016, p. 135-136). Por meio de observação sistemática das HQ’s são
apontadas características dos produtos analisados que são cotejadas com a dis-
cussão de literatura sobre educomunicação e nanotecnologia, de modo a proble-
matizar potencialidades geradas com estas experiências, que permitem a disse-
minação das complexas informações sobre nanotecnologia de forma facilitada.

2. Educomunicação fora da sala de aula

A educomunicação relaciona e coloca em tensão a Comunicação e a Educação.


Mesmo que sejam campos de conhecimento distintos, com epistemologias pró-
prias, na América Latina há uma ênfase nestes estudos de interface graças às
contribuições “de filósofos da educação como Célestin Freinet ou Paulo Freire,
ou da comunicação, como Jesús Martín-Barbero e Mário Kaplún” (Soares, 2000,

3 Essas HQs inicialmente foram produzidas com objetivo de conscientizar trabalhadores, mas hoje também
são distribuídas em escolas. A Fundacentro (Fundação Jorge Duprat Figueiredo, de Segurança e Medicina do
Trabalho) é uma instituição de pesquisa e estudos atinentes à segurança, higiene e medicina do trabalho, vin-
culada ao Ministério do Trabalho e Emprego (MTE) do Brasil. Detalhes disponíveis em https://bit.ly/2xwdwCm.
4 Os trabalhos contam com integrantes do grupo de pesquisa JusNano da Universidade do Vale dos Sinos,
que investiga os reflexos que as pesquisas nanotecnológicas provocam na sociedade sob a perspectiva do
Direito. Mais informações: http://jusnano.blogspot.com.br/.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 291


QUEVEDO, BELING LOOSE

p. 13). Citelli (2010) diz ser possível localizar o começo das preocupações com
a interface comunicação/educação nas primeiras décadas do século XX, ainda
que estas inquietações sejam de compreensões múltiplas.
Embora os discursos da Comunicação e da Educação pareçam bastantes dis-
tantes, ambos trabalham com elementos uns dos outros. Soares (2000) coloca
que o discurso educacional seria mais enquadrador (em razão da estrutura
curricular), autorizado, com poucos questionamentos, enquanto o comunica-
cional é um discurso aberto, que busca sempre o novo, de forma livre e menos
controlada. No entanto, sabe-se que a Educação só é possível de ser realizada
via comunicação (que significa colocar em relação, tornar comum), sendo uma
necessidade antropológica (Wolton, 2004), e a Comunicação, por sua vez, ao ser
acionada carrega consigo o potencial ou uma ação educativa. Assim, destaca-se
que “os campos da Comunicação e da Educação, simultaneamente e cada um a
seu modo, educam e comunicam” (Soares, 2011, p. 18).
A natureza da Comunicação pressupõe, desde o início, uma articulação com
a troca de conhecimentos, com a integração de culturas. O surgimento e a explo-
são de novas tecnologias de comunicação (desde o impresso até as redes digitais)
apenas amplificaram essa possibilidade. Dessa forma, pode-se compreender
que as tecnologias alteram as percepções e modos de ser/estar em sociedade,
mas as relações entre os campos educativos e comunicativos existem para além
desta perspectiva instrumental.
O conceito de educomunicação, muitas vezes associado a outros como
Educação Midiática, Media Education ou Media Literacy, não se restringe à ideia
de alfabetização midiática, educação para os meios ou leitura crítica da comu-
nicação, embora, muitas vezes, inclua estas questões. O conceito foi resseman-
tizado no final de 1999, a partir de um grupo de pesquisadores da Universidade
de São Paulo (USP) que percebeu um movimento na América Latina que lutava
pela gestão democrática dos recursos da informação e pelas relações comuni-
cativas adequadas à educação. Desde então, este grupo avançou nas pesquisas e
mostrou que, sendo mais do que uma metodologia, a educomunicação alcança
um patamar teórico e prático mais alargado, que engloba processos e produtos
interessados nas relações de comunicação nas práticas educativas de qualquer
ordem (formais, não formais ou informais). Dessa forma, compreende-se a edu-
comunicação aqui como uma proposta que vai além da utilização da comunica-
ção como ferramenta ou canal para transmitir os discursos educativos.
Soares (2000, p. 20) pontua essa abordagem: “Não se trata, pois, de educar
usando o instrumento da comunicação, mas que a própria comunicação se con-
verta no eixo vertebrador dos processos educativos: educar pela comunicação e
não para a comunicação”. Assim, observa-se a educomunicação de forma ampla,
como um campo de atuação e de intervenção social que engloba práticas dife-
rentes a favor de uma compreensão partilhada das complexas relações entre
uma sociedade fortemente articuladas com os meios de comunicação e os desa-
fios da aprendizagem. É possível identificar hoje uma série de estudos associa-

292 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

dos à educomunicação no meio escolar, seja de formação crítica de discentes


ou docentes. Contudo, a educomunicação pode extrapolar os espaços formal-
mente instituídos de ensino. Neste texto, aborda-se o conceito do ponto de vista
de instituições de ensino e de governo na promoção do acesso à informação e
problematização de uma área emergente, por meio das HQs sobre aspectos da
nanotecnologia.
Ribeiro (2012, p. 89) afirma que a educomunicação aplicada ao universo
organizacional engloba “ações que visem à formação crítica e a participação dos
indivíduos em temas de interesse básicos para o seu desenvolvimento humano
e social [que] devem ser ofertadas de maneira participativa”, de modo que haja
uma relação dialógica entre as instituições e seus públicos.
No caso específico do governo, este tem obrigações de publicizar suas ações
e políticas. Ribeiro (2012) aponta que as instituições estão cada vez mais atentas
à responsabilidade social, buscando ter propostas em consonância com os valo-
res desejáveis pela sociedade. A partir disso, a pesquisadora ressalta o enfoque
educomunicativo no contexto institucional:

Nesse cenário fica evidente o papel da comunicação e da educação nesse processo,


estabelecendo mecanismos que ajudem os indivíduos na tomada de consciência
dessa realidade, e as organizações no desempenho de suas atividades. Tais pro-
cessos comunicativos deverão ser também educativos, baseados no diálogo, na
participação, no engajamento e em consonância com a visão sistêmica das orga-
nizações. (Ribeiro, 2012, p. 84)

Logo, a educomunicação ultrapassa a sala de aula e tende a ser uma aborda-


gem estratégica não apenas para promover reflexão e conscientização, mas tam-
bém para incluir os cidadãos na articulação de seus direitos e deveres. A educo-
municação trabalha com a perspectiva crítica de leitura dos meios e a ideia de
participação, aspectos fundamentais para o exercício efetivo da cidadania.

3. Educomunicação e mediação sobre


os desafios da nanotecnologia

Tratar da mediação científica se torna necessário considerando o tema deste


texto. Dentre os enfoques da educomunicação, temos a questão da alfabetização
midiática, isto é, o desvelamento de como funcionam os processos e lógicas da
mídia na produção de seus conteúdos, de modo que os sujeitos possam entender
suas interpretações a partir das suas limitações e objetivos. Para Miranda (2007),
a alfabetização midiática é um dos requisitos a serem trabalhados na alfabetiza-
ção científica (ou seja, na preparação crítica dos cidadãos para a compreensão
e envolvimento com os temas científicos, como a nanotecnologia). Esta autora
(2015) defende ainda que a educomunicação pode contribuir para a formação

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 293


QUEVEDO, BELING LOOSE

de sujeitos críticos da informação científica, associando a divulgação científica


ao debate.
A comunicação científica com o intuito de traduzir e mediar informações
sobre complexidades a públicos considerados leigos é um desafio posto pela
nanotecnologia devido à sua definição tanto de nomenclatura, quanto pelo fato
de ser uma plataforma convergente que relaciona diferentes áreas científicas.
Lacour e Vinck (2011) avaliam que a definição de nanotecnologia como manipu-
lação de átomos ou moléculas que tenham uma das suas dimensões entre 1 e 100
nanômetros (nm) não seja atualizada para um escopo completo de definição de
todos os nanomateriais e das reações que podem produzir. Isto porque se infere
que elementos em dimensões nano apresentam níveis de toxicidade diferentes,
sendo necessária uma análise caso a caso e até mesmo de dimensões nano que
extrapolem o limite dos 100 nm. Os autores admitem que o padrão da escala
descomplica a definição da nanotecnologia. A justificativa para tanto é dimi-
nuir a complexidade do processo a fim de viabilizar a produção e circulação
dos produtos. Mas, no contexto social, a problemática sobre a escala imbricada
na nanotecnologia reflete em contornos relativos a efeitos práticos, impactos
e riscos atribuídos à tecnologia – nem sempre prioritários para os produtores
da mesma.
Outra preocupação está associada ao fato da nanotecnologia poder exacer-
bar, ao invés de suavizar, os problemas ecológicos. Os países do Hemisfério Sul
podem assumir desproporcionalmente nanoriscos fruto da falta de regulação
obrigatória específica, tornando-se centros de produção de nanoprodutos não
fabricados pelos trabalhadores do Norte, ou ainda se tornarem áreas de despejo
de nanoresíduos (Miller & Scrinis, 2010). Dessa forma, informar públicos inte-
ressados, mesmo que leigos, sobre a nanotecnologia e até mesmo ter a partici-
pação no processo de desenho da tecnologia ou, pelo menos, na circulação de
todas as informações sobre materiais e produtos é peça-chave para estimular
o entendimento sobre as complexidades nanotecnológicas. Segundo Leinonen
e Kivisaari (2010), isto passa por entender como o público leigo ou afetado é
tratado e envolvido em casos de controvérsias científicas e tecnológicas. Para
os autores, a não informação traz como desvantagem o confinamento da dis-
cussão e de informações em círculos de especialistas, concentrando o foco
das questões em aspectos técnicos, enquanto tais problemáticas deveriam ser
públicas e acessíveis para abarcarem problemáticas cotidianas e da vida prá-
tica. Avalia-se que haverá a chance de ocorrer a perda da confiança do público
sobre os efeitos positivos de novas tecnologias, como a nanotecnologia, se algo
não for alterado nesta configuração da decisão sobre a tecnologia (Leinonen &
Kivisaari, 2010).

294 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

4. Os quadrinhos como forma de educomunicação

A educomunicação não é vista aqui, como já dito, como ferramenta. É uma


abordagem que pode ser encontrada em diferentes práticas e produtos, visando
a reflexão e interação dos sujeitos com aquilo que está discutindo. As HQs ou
comics, no inglês, foram vistas com reserva no Brasil por autoridades do ensino
durante grande parte do século XX, mas contemporaneamente a visão sobre
estas foi modificada, sendo mencionada inclusive em políticas relacionadas à
educação básica (Ramos, 2015). A utilização de HQs foi reconhecida pelas Leis
de Diretrizes e Bases (LDB) e pelos Parâmetros Curriculares Nacionais do Brasil,
permitindo seu uso para fins didáticos. Além disso, o Exame Nacional do Ensino
Médio (Enem), aplicado desde 2009, vem avaliando a “capacidade interpretativa
das linguagens verbais e não-verbais dos estudantes, dando valor a uma alfabe-
tização imagética” integrada a já trabalhada educação textual (Lucas, Fernandes
& Rosa, 2013, p. 9).
Se em décadas anteriores as HQs poderiam representar um incentivo a uma
“leitura preguiçosa”, hoje elas e seus múltiplos formatos (gibis, cartoons, gra-
phic novels, HQtronicas, etc.) já são percebidas como um recurso atraente que
não apenas pode ser bem-vindo durante a infância, mas também atingem outras
faixas etárias.
Estudiosos da área como McCloud (1995) e Eisner (1999) descrevem as HQs
pelo seu caráter sequencial de contar histórias para entreter ou apresentar con-
teúdos de uma forma inovadora. Para Vergueiro (2004), ao conjugar palavras e
imagens para contar histórias, as HQs tornam-se eficientes por ampliar a com-
preensão de conceitos de uma forma que qualquer um dos códigos, isolada-
mente, teria dificuldade para conseguir.
Conforme Lucas et al. (2013, p. 10), “os recursos verbais e não verbais, o contí-
nuo ato elíptico e a possibilidade como sistema midiático comunicacional dão às
HQs potencialidades pedagógicas”, considerando que dentro do sistema educa-
cional tradicional há dificuldade de manter a concentração dos alunos. As elip-
ses surgem nos atos de preencher as lacunas da história que não constam nos
quadrinhos, o que instiga o leitor a fazer “um movimento imaginativo para for-
mular em sua mente as conexões necessárias para que a narrativa se complete”
(Lucas et al., 2013, p. 9), o que possibilita um contínuo exercício imaginativo de
desenvolvimento de habilidades.
Entende-se que as HQs possam ser dispositivos que permitam a atuação
da educomunicação dentro e fora das escolas, de modo a proporcionar conhe-
cimento sobre os direitos e responsabilidades sociais de cada cidadão e empo-
derá-lo para uma participação efetiva. Estudos na área de psicologia infantil,
conforme McGurk (2016) refere, demonstraram que as histórias podem levar a
discussões éticas sobre a ciência, promovendo questionamentos em uma com-
preensão mais ampla de conceitos científicos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 295


QUEVEDO, BELING LOOSE

5. Análise das HQs sobre nanotecnologia:


metodologia e reflexões educomunicativas

A análise realizada enquadra-se no paradigma qualitativo e interpretativo


(Coutinho, 2013), visando compreender e/ou interpretar os significados das
problemáticas e implicações visando questões sociais e educativas. Neste tra-
balho, adotamos a observação sistemática de modo a verificar como alguns
aspectos da nanotecnologia se revelam nas HQs, entendidas como mediações
da educomunicação.
O objeto de análise neste artigo são seis HQs produzidas a partir de ações
de uma agência governamental e uma universidade que têm entre os temas de
trabalho ou pesquisa os riscos envolvendo a nanotecnologia. Considerando o
quadro teórico, observaram-se a linguagem e recursos utilizados e o potencial
das HQs, a partir de uma abordagem de educomunicação, de modo a tratar das
complexidades, dos riscos e das implicações sociais e éticas da nanotecnologia.
O método descritivo é utilizado por consistir em um sistema de análise aberto.
É um tipo de registro e de verificação de dados que permite observar tônicas
sobre significados em determinados contextos, envolvendo diversos aspectos
de comportamentos e situações (Lessard-Hérbert, Goyette & Boutin, 1990).
Pelo método descritivo, portanto, delimitam-se esclarecimentos sobre a
nanotecnologia.
Tais esclarecimentos geram interpretações para enfoques tratados sob
uma perspectiva mais próxima da hermenêutica, como aponta Orozco Gómez
(1997), em que se coloca determinado conhecimento sobre certas bases – ou
seja, contextualmente o tratamento das explicações, problemáticas e implica-
ções da nanotecnologia. A interpretação se estabelece no “cercamento de dada
realidade” (Orozco Gómez, 1997, p. 33-34) e a conexão da educomunicação com
o que é posto pelas HQs se substancia na propagação de saberes a quem even-
tualmente não está informado sobre questões relacionados ao assunto. Ao con-
siderar o caráter pedagógico da educomunicação, salienta-se que a hermenêu-
tica enquanto paradigma é também uma base para “uma educação fundada no
diálogo, na compreensão da vida e na produção significativa do conhecimento
e oferece fundamentação para uma vivência democrática e um auto-esclareci-
mento pedagógico” (Bertineti, Brum & Oliveira, 2016, p. 4). Assim, foram mapea-
das as situações em que as HQs demonstraram potenciais de educomunicação, e
interpretou-se essas informações, que geraram abordagens para tematização de
tratamentos sobre as problemáticas e implicações da nanotecnologia.
Após uma leitura de todas as HQs, de uma amostra de 58 peças coletadas
das seis revistas HQs diferentes (quatro da Fundacentro e duas do Jusnano),
verificou-se nos quadrinhos sete abordagens interpretativas sobre a nanotec-
nologia que aparecem com mais recorrência e que revelam uma aproximação
com os propósitos da educomunicação. Estas peças foram reunidas em grupos
de abordagem a fim de ressaltar suas características e são: a) definição (o que é

296 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

nanotecnologia) – sete ocorrências; b) explicação e/ou problematização (apre-


sentação de questões relativas à nanotecnologia que são aprofundadas de forma
explicativa ou problematizada entre os personagens) – 14 ocorrências; c) exem-
plos (que revelam um enfoque didático para exemplificar) – oito ocorrências;
d) novas perspectivas (quando são apresentadas ideias incomuns ou inovado-
ras para abordar o tema como direito à informação) – 11 ocorrências; e) crítica
(quando fica explícita uma crítica ou reclamação) – quatro ocorrências; f) riscos
(riscos da nanotecnologia propriamente ditos) – sete ocorrências; e g) aspectos
ELSI (os aspectos que geram impactos sociais, legais e éticos) – sete ocorrências.
Apresentam-se neste artigo os exemplos mais significativos de cada abordagem
analisada.
As HQs analisadas da Fundacentro foram produzidas em parceria com
outras instituições, a partir de um projeto que previa a elaboração de roteiros
para criação de uma série de materiais formativos ilustrados, destinados aos
trabalhadores. As temáticas abordadas se referiam à nanotecnologia, sob o viés
da Saúde e Segurança do Trabalhador. Os materiais apresentam esclarecimen-
tos aos trabalhadores sobre o conceito de nanotecnologia, suas implicações no
universo do trabalho, os seus possíveis riscos à saúde e, por fim, estimulam o
debate e o posicionamento de sindicatos quanto aos impactos da nanotecnolo-
gia no espaço laboral, no meio ambiente e na sociedade em geral.
As HQs da Fundacentro tematizaram os impactos da tecnologia a partir
de ambientes de trabalho no ciclo de produção e descarte dos derivados da
nanotecnologia: no transporte de nanotecnológico (Pinto, 2008), na produção
industrial de nanocompósitos plásticos (Jensen, 2010), na indústria da cons-
trução (Vieira Filho, 2013) e no trabalho no campo para produção de alimentos
(Esteves, 2013). As HQs centram o roteiro em três personagens que trabalham na
Transportadora Nova Universo, o motorista, seu Antônio, o seu ajudante Gabriel
e a proprietária da empresa, a dona Sandra.
No grupo denominado “definição” verifica-se o recurso das imagens com
símbolos matemáticos para auxiliar na explicação do que é a nanotecnologia,
referindo-se ao tamanho da escala. Verificam-se as características da educo-
municação quando uma explicação do seu Antônio é apresentada, seguida da
demonstração matemática. O quadrinho utiliza um exemplo comparativo (do
tamanho do fio de cabelo) como forma de esclarecimento em paralelo (Figura
1). O recurso da educomunicação como vertebrador de um processo de esclare-
cimento por meio da matemática esclarece a definição da nanotecnologia pela
perspectiva do tamanho. Na Figura 2, esta mesma estratégia é empregada com
outra forma de definir o tema pelo viés do tamanho, mas pela complexificação
da manipulação em si dos átomos em nanoescala. Ambas as figuras, através de
uma perspectiva educativa pela comunicação, utilizam recursos visuais para
esclarecimento. A junção da palavra e da imagem nos quadrinhos amplia a com-
preensão conceitual e prática de uma definição sobre nanotecnologia.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 297


QUEVEDO, BELING LOOSE

Figura 1. Definição

Fonte: Jensen (2010).

Figura 2. Definição

Fonte: Vieira Filho (2013)

No grupo “explicação/problematização” nota-se o diálogo entre os três per-


sonagens, caracterizando um recurso de educomunicação que destaca as trocas
discursivas como meio para disseminar explicações e problemas implicados
pela nanotecnologia. Neste sentido, na Figura 3 percebe-se a problematização
sobre as questões da nanotecnologia, como as vantagens da tecnologia, o traba-
lho de conscientização do sindicato sobre os riscos e a informação aos traba-
lhadores sobre as incertezas que a falta de pesquisa em riscos EHS promovem.
Além disso, a Figura 3 fornece indicações do que é necessário fazer, ou seja, estu-
dar os efeitos dos nanomateriais através de um processo em que a educomuni-

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UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

cação é verificada na interação dos personagens. Como aponta Soares (2014), as


interações geram intervenções que fornecem compreensões postas em partilha
no levantamento de problematizações. Os balões de diálogo funcionam para que
as problematizações sejam feitas.

Figura 3. Problematização

Fonte: Pinto (2008).

Na Figura 4, a explicação é verificada como principal aspecto da educomuni-


cação, com a personagem indicando as diferenças do nanocimento em relação
ao cimento até então utilizado na indústria. Nesse sentido, a comunicação e a
educação agem de forma convergente e estabelecem elementos para a tomada
de consciência sobre a realidade e questões estruturais sistêmicas, como o
envolvimento da indústria nesse cenário, algo destacado por Ribeiro (2012) ao
mencionar o papel das organizações no desempenho de atividades. As ilustra-
ções e os balões de diálogo complementam as explicações.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 299


QUEVEDO, BELING LOOSE

Figura 4. Explicação

Fonte: Vieira Filho (2013)

Os exemplos utilizados no trecho seguinte comparam os riscos da nanotec-


nologia aos de tecnologias anteriores, que chegaram à sociedade através de pro-
dutos comercializados, apesar dos riscos EHS, caso das tintas com chumbo, dos
fortificantes com álcool, dos cigarros e da gordura trans. Nota-se que os perso-
nagens, através dos diálogos, destacam aspectos éticos (ELSI) envolvidos na libe-
ração destes produtos no mercado, mesmo que seus efeitos sejam prejudiciais à
saúde humana (Figura 4). Ao trazer a ética ao debate e apresentar um exemplo
contundente de problemas de produtos à saúde humana, novamente a comuni-
cação age como vertebradora de um processo educativo, proporcionando cons-
ciência e informação. O desenho dos cigarros contempla um ato elíptico indi-
cando o consumo excessivo desses produtos que são prejudiciais à saúde.

Figura 5. Exemplos

Fonte: Vieira Filho (2013).

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UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

Na Figura 6 interpreta-se a abordagem do exemplo como recurso da educo-


municação na determinação das formas de ação de nanopartículas, agindo por
um eixo estruturante típico do enfoque da educação, em que se estabelecem
quatro tipos diferentes de efeitos de nanoencapsulados. No entanto, a ancora-
gem pela perspectiva do discurso da comunicação permite a busca de algo novo,
em um processo de explicitação de uma situação de forma livre e mais didática,
como se verifica na ilustração dos tipos de liberação controlada dos efeitos dos
nanoencapsulados. As conexões que os quadrinhos fazem sobre os diferentes
tipos também são interativamente elucidadas no quadrinho.

Figura 6. Exemplo

Fonte: Esteves (2013)

Na sequência, verifica-se uma nova perspectiva para o tratamento da nano-


tecnologia e seus aspectos sociais, na medida em que demonstra que os tra-
balhadores nas empresas podem e devem contar com a Comissão Interna de
Prevenção de Acidentes (CIPA), que trata das questões relacionadas à segurança
do trabalhador no ambiente de trabalho para capacitação e proteção dos riscos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 301


QUEVEDO, BELING LOOSE

Através do aspecto relacional dos personagens, é possível entender como se


desenvolvem as questões dentro da empresa, demonstrando de forma crítica as
perspectivas do empresariado e dos trabalhadores sobre a Comissão Interna de
Prevenção de Acidentes (CIPA). Os desenhos e os balões de diálogos funcionam
em conjunção e enfatizam diferentes posicionamentos (Figura 7). Neste viés,
pela ativação dos deveres dos trabalhadores, esclarecem-se os direitos a partir
da linha educomunicativa.

Figura 7. Novas Perspectivas

Fonte: Jensen (2010).

Na Figura 8, verifica-se um enfoque não diretamente atrelado à nanotecno-


logia, relacionando o uso de seus produtos com a proteção do Código de Defesa
do Consumidor, para que quem compre saiba quando está adquirindo algo com
nanotecnologia. Nesta HQ de parceria da Fundacentro com o Jusnano, o enredo
traz o recurso do personagem-herói, o Super Ciência; o Mestre, um criador de
nanoprodutos; e o Servo, o assistente do Mestre. O Super Ciência entra na histó-
ria para frear os interesses do Mestre de produzir nanoprodutos sem segurança.
O direito à informação é explicitado pelo Super Ciência diante do poder
das empresas que podem vir a vender produtos que colocam o consumidor em
risco sem saber. Nesse sentido, torna-se uma abordagem que não apenas pro-
move reflexão e conscientização, mas também inclui os cidadãos na articulação
de seus direitos e deveres, como indica Ribeiro (2012). A ênfase do herói, um
enquadramento comum de HQs como plataforma de comunicação, reafirma o
caráter pedagógico.

302 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

Figura 8. Novas Perspectivas

Fonte: Engelmann (2015).

As HQs também evidenciaram enfoques críticos de forma direta sobre os


temas que tratam. No próximo trecho, o seu Antônio, de fato o personagem mais
crítico sobre nanotecnologia nesta história, demonstra um dos pontos consi-
derados mais importante sobre as questões EHS da nanotecnologia: a falta de
informação das pessoas sobre as implicações desta tecnologia. Ribeiro (2012)
destaca esse potencial quando trata da formação crítica e da participação dos
indivíduos em temas de interesse básico para o desenvolvimento humano e
social, que devem ser ofertadas de forma participativa. Nesse sentido, urge uma
relação dialógica com o público em relação a novos produtos de cunho tecnoló-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 303


QUEVEDO, BELING LOOSE

gico. A tematização de seriedade do assunto é trabalhada no rosto dos persona-


gens, no primeiro caso mais tenso na troca de olhar, no segundo quadrinho com
um ar de deboche no assovio (Figuras 9 e 10).

Figura 9. Crítica

Fonte: Vieira Filho (2013)

Na Figura 10, um professor de Química interrompe a conversa entre Antônio


e o auxiliar para dar detalhes sobre como a nanotecnologia vai se desenvolver
desde a estrutura dos elementos para fazer novos produtos. Após a explicação,
o auxiliar critica o ensino recebido durante as aulas de Química, já que isto não
foi abordado. Assim, é exposto um conhecimento limitado, em razão de sua rea-
lidade, e um conhecimento ampliado dado em razão da comunicação estabele-
cida com o professor.

Figura 10. Crítica

Fonte: Jensen (2010).

304 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

O grupo “riscos” foi identificado na HQ que trata da nanotecnologia aplicada


à agricultura no uso de agrotóxicos produzidos a partir desta tecnologia. Assim,
são demonstrados conflitos entre os agricultores locais, que produzem alimen-
tos orgânicos, e o doutor Jorge, dono da Agrotox. Ao saber sobre a carga dos
nanoprodutos trazida à cidade por seu Antônio, dona Sandra e Gabriel, a comu-
nidade foi interpelar Jorge sobre os efeitos do seu produto no meio ambiente.
Assim, verificam-se várias dúvidas que demonstram a possibilidade de impac-
tos na natureza e a questão da responsabilidade social. Essa questão é apontada
por Ribeiro (2012) como um dos elementos de atenção de instituições que bus-
cam na educomunicação uma abordagem no contexto institucional. O conheci-
mento e o empoderamento que muitas vezes as HQs promovem, como aponta
McGurk (2016), é verificado abaixo (Figura 11).

Figura 11. Riscos

Fonte: Esteves (2013)

Na Figura 12, a responsabilidade da indústria e de seus produtos, tanto


para a saúde humana quanto para o meio ambiente, é enfocada destacando a
interface da comunicação e da educação na disseminação desta abordagem. A

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QUEVEDO, BELING LOOSE

personagem questiona, com o auxílio de imagens ilustrativas esclarecedoras


que reforçam a situação, se a sua saúde está em risco. Os balões demonstram as
imbricações variáveis que estão em jogo e aqui não aparecem pormenorizadas.

Figura 12. Riscos

Fonte: Vieira Filho (2013)

O projeto da Fundacentro envolveu acadêmicos da Unisinos e um formato


muito semelhante foi elaborado pelo grupo de pesquisa desta universidade. Do
JusNano são examinadas duas HQs produzidas no projeto “Nanotecnologias
aplicadas aos alimentos” e “Biocombustíveis: reconhecendo os elementos essen-
ciais para o desenvolvimento de indicadores de risco e de marcos regulatórios
que resguardem a saúde e o ambiente”, iniciado em 2009.
A outra história apresenta o enredo de um empresário, o Alberto Costa, dono
da Alimentos & Cia, e de Raquel Lima, que trabalha em uma cooperativa agrí-
cola que é fornecedora da empresa de Alberto. Em uma palestra no II Congresso
sobre Nanotecnologia em que se trata das novas possibilidades de produtos com
a nanotecnologia, Alberto dorme e tem um pesadelo em que aparece Ed, uma
espécie de cientista futurista. Eles travam um diálogo no futuro sobre os proble-
mas que nanotecnologia vai causar. O futuro é de onde Ed é oriundo. O modelo
do personagem do cientista se aproxima muito dos anti-heróis.
O grupo “aspectos ELSI”, nesta HQ, é evidenciado com textos e imagens
sobre a passagem de tempo e traz o enfoque sobre os impactos sociais, econô-
micos e éticos que a nanotecnologia pode causar no futuro, se não for produzida
com precaução a partir da regulamentação dos nanomateriais e da rotulagem.
O anti-herói aqui faz um exercício retrospectivo em um passado remoto e do
que acontece em um presente em que as implicações, as normas de manuseio
e descarte não são consideradas. Assim, o personagem de um herói às avessas
entra em cena para esclarecer sobre impactos sociais, prejuízo às pessoas e para
evitar que isso aconteça. Sob a perspectiva da educomunicação, evidencia-se

306 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

seu discurso de cunho político, ético e pedagógico de proteção à sociedade civil,


além de um exercício da solidariedade em processos de relacionamento, como
pontua Soares (2014, p. 30). No ato da proteção, o herói expõe as consequências
ocultas do uso destes produtos. O ato elíptico é utilizado, e se abastece em recur-
sos verbais e não verbais para mostrar situações de tempo diferentes e situações
em paralelo indicadas nas ilustrações mostrando o transcorrer do tempo em
anos (Figura 13).

Figura 13. Aspectos ELSI

Fonte: Esteves (2014).

Na Figura 14, também na linha de um enfoque sócio-político da educomuni-


cação, é apresentada uma situação de aspectos ELSI sobre os impactos sociais
desta transformação no trabalho e sobre as consequências trazidas aos traba-
lhadores. A elipse, mais uma vez, é utilizada com um ponto de exclamação e o
desenho da face do personagem induz a uma emoção para construção de uma
situação preocupante.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 307


QUEVEDO, BELING LOOSE

Figura 14.

Fonte: Esteves (2013).

6. Considerações

Por meio da análise realizada, verificou-se como os preceitos da educomunica-


ção são facilmente articulados com as HQs observadas. Foram examinadas as
seis revistas de HQs, das quais foram selecionadas 58 peças para o corpus, que
foram observadas e descritas em razão de suas abordagens interpretativas.
Na fase da descrição e interpretação do corpus notou-se fortemente como
uma série de elementos da educomunicação estavam presentes para definir e
problematizar a nanotecnologia, utilizando-se principalmente dos recursos dos
quadrinhos na conjunção da imagem e da palavra, ampliando a compreensão e
permitindo um acesso expandido, para diferentes públicos, a respeito das pro-
blemáticas que envolvem a nanotecnologia. As feições dos personagens foram
utilizadas nas HQs para demonstrar posicionamentos e emoções no levanta-
mento de críticas e indagações a respeito do assunto. A participação e a opi-

308 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


UMA EXPERIÊNCIA DE EDUCOMUNICAÇÃO INOVADORA: AS HISTÓRIAS EM QUADRINHOS...

nião dos personagens foram valorizadas para abordar problemas que atingem a
todos, ressaltando a perspectiva horizontal e participatória que está intrínseca
aos preceitos educomunicativos.
As descrições permitiram esmiuçar uma série de recursos que educam
enquanto comunicam e comunicam enquanto educam, como assinala Soares
(2011). O aspecto de aprendizagem estava entrelaçado junto à uma comunica-
ção mais específica e viabilizada pelo formato de HQs. O material analisado
não apenas permitiu a comunicação de informações, como foi capaz de gerar
mais entendimento e a disseminação de informações a respeito da nanotecno-
logia, com enfoques diferenciados e para públicos em contextos institucionais
particulares.
Mais que uma ferramenta, a mediação da discussão da nanotecnologia, um
tema científico, de difícil apreensão e de pouca informação pública sobre sua
definição e as condições de sua produção, por meio dos quadrinhos, sinaliza
para uma potencialidade da educomunicação. A experiência relatada é posta
como inovadora, justamente por tratar por meio de HQs questões discutidas
apenas em nível acadêmico, embora sejam de interesse público. Para além disso,
como demonstrou-se, foram apresentadas definições, explicações/problemati-
zações, novas perspectivas, críticas, exemplos e tratamento de riscos e aspectos
ELSI relacionados à nanotecnologia.
As abordagens das HQs demonstraram perspectivas para além da dicotomia
benefícios versus riscos, abrindo um leque de novas reflexões sobre capacitação
e preocupação de trabalhadores, entendimentos sobre efeitos de nanoprodutos,
ausência de pesquisas sobre riscos e testes, entre outras problemáticas sociais,
políticas e economicamente relevantes para a sociedade, os cientistas e as pró-
prias empresas que já produzem com nanotecnologia.
A perspectiva da educomunicação presente nas HQs busca esclarecer sobre
o que é a nanotecnologia, as suas controvérsias quanto a riscos EHS e aspectos
ELSI, levantando questionamentos sobre as consequências disto para a socie-
dade, de forma atraente e emancipadora. Nota-se que no Brasil, até o momento,
esta é a primeira iniciativa pública e gratuita que se tem conhecimento que pro-
moveu um enfoque mais reflexivo sobre os impactos da nanotecnologia para o
público em geral, utilizando-se de uma linguagem descomplicada e inteligível a
qualquer pessoa. Isto é aferido visto que não foram encontradas iniciativas simi-
lares sobre nanotecnologia nas plataformas governamentais brasileiras.
Ainda assim, ressalta-se que o alcance das iniciativas analisadas é ainda
bastante restrito, com a circulação das HQs em congressos, algumas escolas e
sindicatos, e a disponibilização para download, sem uma campanha massiva de
divulgação do trabalho. Em que pese o fortalecimento da circulação do conheci-
mento através da educomunicação, ressalta-se que estratégias de disseminação
são necessárias para ampliar a discussão pública no cenário brasileiro sobre a
nanotecnologia e seus impactos.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 309


QUEVEDO, BELING LOOSE

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312 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


Produção de sentidos
e estratégia: interfaces entre
a comunicação organizacional
e o noticiário de negócios
Production of meanings and strategy: interfaces
between organizational communication and business news

Producción de sentido y estrategia: interfaces


entre comunicación organizacional y noticias sobre negocios


Victor Marcio LAUS REIS GOMES
Universidade Católica de Brasília, Brasil / [email protected]

Renata ANDREONI
Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Brasil /
[email protected]

Ceci DA COSTA DIEHL


Universidade Católica de Brasília, Brasil / [email protected]


Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 137, abril-julio 2018 (Sección Ensayo, pp. 299-312)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 01-05-2017 / Aprobado: 15-05-2018

313
LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

Resumo
Em uma reflexão teórica, este trabalho explora relações discursivas entre os
sentidos sobre estratégia organizacional produzidos em notícias de negócios
e em processos de comunicação organizacional. As noções de estratégia e de
decisão, discutidas à luz da Nova Teoria dos Sistemas de Niklas Luhmann, são
articuladas com as dimensões de conteúdo e de processo da estratégia. Este
quadro teórico fundamenta e indica que, em seus universos autorreferencia-
dos de sentidos, os sistemas organizacionais percebem as notícias de negócios
e se apropriam de termos e práticas que passam a fazer parte de seus processos
comunicacionais e, com isso, configuram suas estratégias organizacionais. De
outro lado, também em um sistema autorreferenciado, as notícias (re)produzem
sentido sobre termos e práticas adotados pelas organizações.
Palavras-chave: decisão; organização; estratégia; discurso; sistema.

Abstract
Based on a theoretical reflection, this work explores discursive relations
between organizational strategy meanings produced in business news and
in organizational communication processes. The concepts of strategy and
decision, discussed in light of Niklas Luhmann’s systems theory, are articulated
with the content and process dimensions of strategy. This theoretical
framework establishes and indicates that, in their self-referenced universe of
meanings, organizational systems perceive business news and appropriate
terms and practices that become part of their communicational processes, and
thereby shape their organizational strategies. On the other hand, also in a self-
referenced system, business news (re)produce meanings of terms and practices
adopted by organizations.
Keywords: decision; organization; strategy; discourse; system.

Resumen
En una reflexión teórica, este artículo explora las relaciones discursivas entre
los sentidos sobre estrategia organizacional producidos en noticias de negocios
y en procesos de comunicación corporativa. Las nociones de estrategia y de de-
cisión, discutidas a la luz de la Nueva Teoría de los Sistemas de Niklas Luhmann,
se articulan con las dimensiones de contenido y de proceso de la estrategia. Este
mapa teórico da fundamento e indica que, en sus universos autoreferenciados
de sentido, los sistemas organizacionales perciben las noticias de negocios y se
apropian de conceptos y prácticas que pasan a ser parte de sus procesos comu-
nicacionales y, con eso, configuran sus estrategias organizacionales. Por otro
lado, también en un sistema autoreferenciado, las noticias (re)producen sentido
sobre términos y prácticas adoptados por las organizaciones.
Palabras clave: decisión; organización; estrategia; discurso; sistema.

314 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRODUÇÃO DE SENTIDOS E ESTRATÉGIA: INTERFACES ENTRE A COMUNICAÇÃO ORGANIZACIONAL...

1. Introdução1

Embora considerada um objeto tradicional da Administração e da Economia, a


estratégia organizacional tem sido discutida por autores brasileiros vinculados
à área da Comunicação (Bueno, 2009; Bulgacov & Marchiori, 2010; 2011; Kunsch,
2009; Lima, 2014; 2015; Oliveira & Paula, 2008; Reis, Marchiori & Casali, 2010).
Esses trabalhos, baseados em perspectivas distintas, ressaltam a necessidade
de aproximação da comunicação à dimensão estratégica das organizações,
indicando como a comunicação pode tornar-se um ativo ou uma prática
estratégica nos ambientes organizacionais. O presente trabalho defende essa
aproximação. No entanto, discute a relação entre comunicação e estratégia sob
outra perspectiva. Com base em Gomes (2014; 2016), a estratégia organizacional
é compreendida como um conjunto heterogêneo de decisões, que se configu-
ram em uma rede/sistema de comunicação. Essa perspectiva indica a natureza
comunicacional da estratégia, que é permanentemente (re)construída nas dinâ-
micas de produção e de reconhecimento de sentidos.
Notícias e reportagens, publicidade e entretenimento constituem, para
Luhmann (2005a), áreas de programação do sistema dos meios de difusão.
Conforme o autor, a função social desses meios não é a atualização das infor-
mações, mas a constituição da memória através de sua operação. Esta reflexão
parte do pressuposto de que os sistemas organizacionais estabelecem relações
com essa memória e com o sistema dos meios de difusão. Nesse contexto teó-
rico, o objetivo deste artigo é explorar as relações entre esses sistemas discursi-
vos, especificamente no que diz respeito à produção de sentidos sobre a estraté-
gia organizacional em processos de comunicação organizacional e em notícias
de negócios.
São escassos os estudos que estabelecem alguma relação entre o conteúdo
noticioso das revistas de negócios e a comunicação organizacional. Entre eles,
podem ser destacadas as abordagens de Gomes (2009) e de Viana & Freitas
(2014), que discutem narrativas e discursos das revistas de negócios, como elas
constroem representações e imagens das organizações. Há, ainda, a proposta
de Mazza & Alvarez (2000), que defende o papel central das publicações de
negócios para a construção social das realidades organizacionais e das práticas
de gestão. Esse cenário indica uma oportunidade para a investigação proposta
neste artigo.
A seguir, as noções de estratégia organizacional e de decisão, discutidas à
luz da Nova Teoria dos Sistemas de Niklas Luhmann (2011), são articuladas com
as dimensões de conteúdo e de processo da estratégia. É explorado, ainda, no

1 Este artigo foi produzido no âmbito dos projetos “O noticiário de negócios e os discursos sobre a estra-
tégia em grandes empresas privadas do Distrito Federal”, financiado pela Fundação de Apoio à Pesquisa do
Distrito Federal (FAPDF), e “A comunicação organizacional e os discursos sobre a estratégia: um estudo em
textos institucionais de grandes empresas brasileiras e em notícias sobre negócios”, apoiado pelo CNPq.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 315


LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

âmbito dos estudos da estratégia como prática2, um modelo teórico que indica
os possíveis níveis de análise da estratégia. Esse modelo subsidia a discussão em
torno das possíveis relações entre os sentidos produzidos em notícias de negó-
cios e em processos de comunicação organizacional.

2. A perspectiva sistêmico-discursiva
e as noções de decisão e de estratégia

Um dos principais fundamentos da perspectiva sistêmico-discursiva é a com-


preensão dos sistemas sociais como unidades operacionalmente fechadas e
interativamente abertas, que têm a comunicação como sua operação essen-
cial. É através dela que a diferença entre sistema e ambiente é (re)produzida
continuamente. Seguindo um movimento reflexivo e recursivo, o sentido é
construído em uma rede de comunicações, que opera de forma circular, auto-
poiética3 e operacionalmente fechada (Gomes, 2014; 2016). O sistema observa o
entorno e constrói sentido, tendo por referência esse tecido autorreferenciado
de comunicações.
O fechamento operacional dos sistemas sociais tem, para Luhmann (1997),
a mesma natureza que o fechamento do sistema cognitivo. Conforme o autor
(1997, p. 52), “nós conhecemos o mundo externo apenas porque o acesso a ele
é bloqueado”. O conhecimento é uma construção própria do sistema cognitivo,
que não pode ser estruturada ou determinada pelo ambiente, apenas pertur-
bada. Assim, a compreensão é de que informações não são obtidas do entorno,
são construtos internos gerados a partir de acontecimentos observados no lado
externo. Para o autor, os sistemas sociais constroem o ambiente do qual se
diferenciam. As notícias sobre negócios, produzidas no âmbito do sistema dos
meios de difusão, podem, nesse contexto, ser compreendidas como elementos
a serem observados pelos sistemas organizacionais. Esses elementos, quando
selecionados, podem deflagrar apropriações ou construções de sentido pró-
prias desses sistemas.
No momento em que realizam processos de comunicação, é construída
uma diferença entre comunicação e meio (sistema e ambiente). A comunicação
é responsável pelo desenvolvimento de uma lógica própria de conexão com a
comunicação seguinte, formando uma rede que inventa sua própria memória,
se diferenciando dos sistemas sociais. A rede de sentidos dos sistemas orga-
nizacionais, no entanto, está acoplada a redes externas. Os sentidos, dessa

2 Para Whittington (2004), o estudo da estratégia como uma prática social desloca a compreensão do
fenômeno − de um enfoque sobre a performance e a vantagem competitiva das organizações para um nível
que considera a estratégia como um amplo campo de atividade social, que trata dos processos estratégicos
gerais da organização e das atividades envolvidas nos mesmos.
3 O adjetivo “autopoiética” é utilizado para designar uma estrutura (sistema) em que ocorre a autopoiese,
ou seja, a capacidade de autorreproduzir-se exclusivamente através de seus próprios elementos e operações
internas (Luhmann, 2011).

316 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRODUÇÃO DE SENTIDOS E ESTRATÉGIA: INTERFACES ENTRE A COMUNICAÇÃO ORGANIZACIONAL...

forma, circulam nas redes, e constituem o horizonte operativo dos sistemas


sociais, os quais, apesar de operacionalmente fechados, não estão isolados. A
linguagem possibilita acoplamentos estruturais4 com indivíduos e outros sis-
temas, permitindo que elementos externos sejam incorporados, mantendo, no
entanto, a autorreferencialidade na construção dos sentidos. Ou seja, o sistema
tem contato com o mundo externo, mas constrói sentidos segundo suas refe-
rências internas. Isso garante a identidade, mantendo a diferenciação sistema/
ambiente.
Nesse contexto, os discursos são compreendidos como efeitos de sentidos
construídos nos sistemas sociais e, também, como lances de linguagem ou
enunciados que, em jogos de linguagem5, materializam os sentidos que circu-
lam nos sistemas. Esses lances parecem estar submetidos a regras e acordos,
explícitos ou tácitos, que são intrínsecos à condição de fechamento dos sistemas
sociais. Além disso, os lances configuram um contexto social e, com isso, assu-
mem posições, expectativas e disputas.
Verón (1980; 1996; 2004), em sua teoria do discurso, propõe a relação de “pro-
dução” e de “reconhecimento” a partir de uma perspectiva não-linear. O autor
identifica uma defasagem entre essas dimensões, assim como entre as noções
de emissão e recepção da teoria da comunicação. No campo do reconhecimento
a construção de sentidos pode ser múltipla, mesmo que as regras de produção
permaneçam as mesmas. O sentido assumido não é linear, tão pouco unívoco,
o mesmo discurso pode assumir uma gama distinta de sentidos. São diferentes
visadas que se constituem nessa relação, desenvolvida sobre uma multiplici-
dade de efeitos possíveis.
Na perspectiva sistêmico-discursiva, a organização é compreendida como
um sistema social constituído em/por decisões e essas, por sua vez, como uma
forma de comunicação ou um discurso (Gomes, 2014; 2016; Luhmann, 2005b;
Sfez, 1990). Essa perspectiva indica que a noção de decisão é fundamental para a
compreensão da estratégia. Parece haver uma relação recursiva entre as noções
de estratégia e de decisão. Formada em/por decisões, a estratégia também pode
ser considerada produtora ou condição produtiva dessas decisões.
A decisão, como uma forma de comunicação, é constituída por duas
distinções entrelaçadas, envolvendo a comunicação de uma alternativa selecio-
nada e de alternativas rejeitadas. Assim, é possível dizer que o paradoxo está

4 O sistema, segundo Luhmann (2011), se relaciona com o meio circundante através do acoplamento es-
trutural. Em abordagens anteriores, a relação com o ambiente era pensada a partir de entradas e saídas.
5 A noção de jogos de linguagem é construída por Wittgenstein (1979) na obra “Investigações Filosóficas”.
O autor apresenta exemplos de situações de uso da linguagem, mas não propõe uma definição precisa de
jogo. Para ele, as imprecisões fazem parte do jogo e podem ser esclarecidas a partir da compreensão da
situação de uso dos conceitos, frases ou palavras. Assim, é possível dizer que não há apenas uma linguagem,
mas diferentes possibilidades de combinações, de contextos e de significados. Para Lyotard (2002), os jogos
de linguagem constituem a essência da dinâmica social e podem ser compreendidos como um conjunto de
enunciados. Esses enunciados ou lances, por sua vez, constituem vínculos sociais observáveis, ou seja, uma
forma de os participantes se posicionarem em relação aos outros ou ao contexto social.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 317


LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

presente na decisão, na forma de escolhas e de não-escolhas, revelando sua fra-


gilidade (Gomes, 2016). Para fazer frente a esta condição, uma decisão é, geral-
mente, conectada a outras decisões precedentes e subsequentes, constituindo
uma rede autopoiética de sentidos. Esta rede, na concepção aqui adotada, revela
a dimensão discursiva da decisão, bem como sua não linearidade. As decisões se
autorreforçam e trazem, em sua natureza, a transitoriedade e a instantaneidade
intrínsecas aos fenômenos comunicacionais. Da mesma forma, são frutos de
uma racionalidade múltipla, que combina razão, emoção e intuição, não consi-
derando apenas um cálculo objetivo e previsível.
Fundamentado em autores dos campos da administração e da comunicação,
este trabalho parte do pressuposto de que a estratégia é configurada em decisões
(Day, 1999; Ghemawat, 2000; Quinn, 2001; Pérez, 2008; Pérez & Massoni, 2009;
Gomes, 2014; 2016). São decisões que levam a atividades e que formam a estra-
tégia, em um plano, padrão, posição ou perspectiva da organização (Mintzberg,
2001). Essas decisões indicam, por exemplo, o negócio, os elementos de diferen-
ciação, os movimentos de crescimento, a seleção e a gestão de recursos, entre
outros aspectos que contribuem para a criação e sustentação de uma organi-
zação. Gomes (2014, p. 160) compreende a estratégia como sendo “constituída,
negociada e representada, através da processualidade da comunicação organi-
zacional, em um conjunto de decisões voltadas para a construção e manutenção
das fronteiras sistêmicas”. Importa reforçar que essa perspectiva não se refere,
exclusivamente, a estratégias de comunicação ou à comunicação estratégica.
Sua intenção é revelar o que há de comunicacional em todas as estratégias no
contexto das organizações, sejam elas estratégias de comunicação, de produ-
ção, de finanças, de recursos humanos, entre outras. Dessa forma, ao conside-
rar a configuração da estratégia em processos de comunicação organizacional,
chama a atenção para seus elementos comunicacionais como a identificação, a
mediação e a institucionalização.
A identificação, considerada um elemento processual da comunicação,
revela que as decisões, em permanente relação com o ambiente, (re)definem as
fronteiras sistêmicas e (re)constroem a identidade das organizações. Em pro-
cessos de identificação, uma organização define suas posições e sua distinção
em relação ao ambiente, selecionando sistemas com os quais estabelece inte-
rações ou acoplamentos, bem como práticas e acontecimentos que (re)configu-
ram o sentido de sua estratégia. Ao realizar as seleções que o diferenciam do
ambiente, o sistema organizacional, paradoxalmente, procura também legiti-
mar suas decisões em processos de institucionalização. Dessa forma, participa
de um universo autorreferenciado de sentidos, em torno de determinadas prá-
ticas que são compartilhadas por diversas organizações. Não há, no entanto,
mera transferência de sentidos. Essas práticas, que envolvem saberes, hábitos e
técnicas, são (re)apropriadas, ou seja, mediadas, em decisões que configuram as
estratégias organizacionais.

318 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRODUÇÃO DE SENTIDOS E ESTRATÉGIA: INTERFACES ENTRE A COMUNICAÇÃO ORGANIZACIONAL...

Tendo por referência esse contexto teórico, considera-se que a dimensão


discursiva da decisão indica uma possibilidade de leitura ou abordagem comu-
nicacional para a estratégia. Trata-se, portanto, de um ponto de partida para a
construção de nosso objeto de pesquisa, que pode ser assim sintetizado em: os
sentidos sobre a estratégia (re)construídos em processos de comunicação orga-
nizacional e em notícias sobre negócios.
Os discursos sobre a estratégia constituem um objeto de estudo já explorado
por autores ligados ao campo da administração, mais especificamente por um
grupo de pesquisadores vinculados à abordagem da estratégia como prática.
Entre eles, merecem destaque Hendry (2000), Palli, Vaara & Sorsa (2009) e Seidl
(2007). No Brasil, abordagens comunicacionais da estratégia, inspiradas nessa
vertente, foram propostas por pesquisadores vinculados ao campo da comuni-
cação organizacional, tais como Bulgacov & Marchiori (2010), Reis, Marchiori &
Casali (2010), Andreoni & Gomes (2012), Gomes (2014; 2016) e Lima (2014).
Partindo das noções de decisão e de estratégia, abordadas até o momento,
e da concepção da estratégia como prática social, a próxima seção discute
as dimensões de conteúdo, processo e prática da estratégia. Essas noções são
incorporadas como centrais para a presente reflexão.

3. Conteúdo, processo e prática da estratégia

Em uma concepção reconhecida no campo da administração, Boyne & Walker


(2004) delimitam o conteúdo da estratégia em dois níveis. O primeiro diz res-
peito à posição da organização em relação ao seu ambiente e o segundo, às
decisões em direção à posição desejada. Essa concepção pode ser associada ao
estudo clássico de Ansoff (1957), em que o autor relaciona produtos e mercados/
missões em uma matriz que indica opções/decisões estratégicas para as organi-
zações. Nesta reflexão, optou-se por, de forma mais abrangente, compreender
o conteúdo como a expressão das decisões estratégicas, que são representadas
nos planos e em outros documentos internos, nas falas dos indivíduos, assim
como em materiais de comunicação. Conforme Vizeu & Gonçalves (2010), o
conteúdo indica “o que fazer” e não o “como fazer”. A visão e a missão de uma
organização, por exemplo, podem ser considerados conteúdos estratégicos. Da
mesma forma, os mercados de atuação, o posicionamento competitivo e as esco-
lhas sobre o que deve ser comunicado em/sobre uma organização. Esses conteú-
dos, ou decisões propriamente ditas, podem ser lidos em variados textos, com o
objetivo de compreender as estratégias organizacionais.
O processo estratégico envolve as atividades, as interações, as rotinas, os
sujeitos e os recursos mobilizados para a formulação e implementação da estra-
tégia. Em parte, é possível associar o processo da estratégia com o processo
decisório, ou seja, como são tomadas as decisões. No entanto, ele inclui também
a operacionalização dessas decisões e remete aos resultados obtidos pela orga-

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 319


LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

nização. Perspectivas clássicas como as de Pettigrew (1977) e de Mintzberg &


Quinn (2001) indicam que os estudos sobre a estratégia precisam contemplar os
passos ou caminhos que levam a uma decisão estratégica, bem como seus esfor-
ços de implementação e resultados. Conforme esses autores, as estratégias são
formadas em uma dinâmica na qual, muitas vezes, devido aos contextos organi-
zacionais, não é possível separar planejamento e ação. As decisões são tomadas
em meio a turbulências, restrições e imprevisibilidades, configurando estra-
tégias nem sempre, formalmente, planejadas. Assim, formular e implementar
seriam duas faces de um mesmo processo, ou seja, da formação da estratégia.
Os estudos que compreendem a estratégia como uma prática social inves-
tigam aspectos como as ações, interações e negociações dos múltiplos atores
envolvidos no “fazer estratégia” (Jarzabkowsky, Balogun & Seidl, 2007). Para
esses autores, as práticas constituem as formas como os atores/praticantes apli-
cam os recursos comportamentais, cognitivos, discursivos, processuais e físicos
em interações envolvidas na formação das estratégias.

Figura 1. Níveis de análise da estratégia

Fonte: Whittington, Johnson e Melin (citado por Albino, Gonçalves,


Carrieri, & Muniz, 2010).

As dimensões de conteúdo, processo e prática são articuladas em um modelo


(Whittington et al. citado por Albino et al., 2010) que indica possíveis níveis de
análise da estratégia organizacional, bem como as relações entre esses níveis.
Conforme a Figura 1, as dimensões de conteúdo e processo podem ser conside-
radas em três diferentes níveis, sendo eles o campo institucional, as ações orga-
nizacionais e as atividades/práxis dos atores. As práticas estão presentes nos
três níveis e incluem desde o direcionamento de instituições públicas e privadas

320 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRODUÇÃO DE SENTIDOS E ESTRATÉGIA: INTERFACES ENTRE A COMUNICAÇÃO ORGANIZACIONAL...

até as técnicas utilizadas na formulação e implementação das estratégias. São,


no entanto, as relações entre esses níveis, representadas pelas setas V1, V2 e V3
que interessam à esta reflexão. Especificamente, as relações entre estratégias
institucionalizadas e estratégias organizacionais e entre processos institucio-
nalizados e processos organizacionais. Nesse contexto, as representações das
estratégias/decisões nas notícias sobre negócios e nos processos de comunica-
ção organizacional podem revelar possíveis relações entre esses níveis. Importa
ressaltar que, na perspectiva sistêmico-discursiva, essas relações são com-
preendidas como sistêmicas. No nível institucional é possível incluir interações
entre o sistema econômico e o dos meios de difusão. Os sistemas organizacio-
nais, em outro nível, estão acoplados a esses sistemas institucionais e interagem
com eles, (re)construindo sentidos. No nível micro, por sua vez, os indivíduos ou
praticantes constituem sistemas independentes, embora acoplados aos demais,
com (re)construções particulares dos sentidos em circulação. Nesse contexto de
acoplamentos, interações, perturbações e (re)construções de sentidos é que é
pensada a relação entre a comunicação organizacional, o noticiário de negócios
e a prática da estratégia.

4. A comunicação organizacional, o noticiário


de negócios e a prática da estratégia

Sob a perspectiva sistêmico-discursiva, o presente trabalho assume que a orga-


nização existe enquanto houver comunicação. Esta, por sua vez, é compreendida
como um processo social de circulação, multiplicação e disputa de sentidos,
configurada nos desvios entre produção e reconhecimento, formando uma rede
complexa de sentidos, em que uma comunicação é condição para existência da
outra. Essa rede de sentidos, continuamente (re)produzida no âmbito dos siste-
mas organizacionais e nas suas relações com o ambiente (formado por outros sis-
temas e por indivíduos), é configurada em desvios, dissensos e indeterminações.
Além disso, como sistemas constituídos por comunicação, as organizações pare-
cem ser constantemente observadas na/pela sociedade, o que pode deflagrar
processos de construção de sentidos, que fogem ao seu controle, mas que con-
tribuem, assim como os processos intencionais, para a configuração da organi-
zação em permanente relação/distinção com o ambiente externo (Gomes, 2014).
Baldissera (2009) defende que a comunicação organizacional envolve, além
dos processos formais e das falas autorizadas, uma dinâmica informal associada
a incertezas, tensões, disputas, perturbações, interdependência ecossistêmica
e processos recursivos. Nessa perspectiva, além de uma dimensão formal, auto-
rizada e planejada, que o autor denomina organização comunicada, há outras
duas dimensões, a comunicante e a falada, que fogem ao controle de eventuais
mecanismos de gestão. Nesses casos, ganham destaque os processos informais
que, muitas vezes, ocorrem sem que a organização tenha conhecimento.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 321


LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

Scroferneker & Amorim (2016), também, ressaltam a multidimensionali-


dade da comunicação organizacional. Conforme as autoras, a organização se (re)
constitui sobre diferentes perspectivas, entre a organização percebida, expe-
rienciada e vivida, como dimensões interdependentes. A compreensão sobre
essa pluralidade, em uma realidade complexa, é destacada pelas pesquisadoras
como uma necessidade de (re)pensar a comunicação organizacional.
A comunicação organizacional pode ser relacionada à prática da estraté-
gia, conforme já discutiram autores como Bulgacov & Marchiori (2010) e Reis,
Marchiori & Casali (2010), que chamam a atenção para aspectos como a mul-
tidimensionalidade e a imprevisibilidade das interações comunicativas e dos
processos de construção de sentidos envolvidos no fazer estratégia. Bulgacov
& Marchiori (2010), com base no trabalho desenvolvido por Jarzabkowski,
Balogun & Seidl, analisam as três dimensões da estratégia como prática: a prá-
xis, as práticas e os praticantes. A práxis envolve o trabalho realizado durante o
fazer estratégia, o fluxo de atividades e as interconexões entre os praticantes. As
práticas reúnem tanto questões tácitas e informais, quanto explícitas e formais.
Os praticantes são os atores que moldam a construção das práticas através de
suas características, das habilidades e dos recursos que eles empregam. O fazer
estratégia, portanto, envolve as conexões entre práxis, práticas e praticantes.
Nesse contexto, os discursos veiculados nas publicações de negócios pare-
cem ter um papel central para a construção social das realidades organizacio-
nais e para a prática da estratégia. Em um trabalho em que investigam a influên-
cia da mídia na produção e legitimação de teorias e práticas de gestão, Mazza &
Alvarez (2000) indicam a contribuição de notícias veiculadas na mídia de massa
para a seleção de determinados temas que são explorados em contextos orga-
nizacionais e também em contextos acadêmicos voltados para a pesquisa em
administração e negócios. Para os autores, o papel da imprensa de negócios vai
além da mera difusão de ideias pré-fabricadas e envolve a coprodução e legiti-
mação de práticas e teorias de gestão.
Assim, parece viável considerar as possíveis relações entre o conteúdo de
publicações de negócios e a prática da estratégia consubstanciada em proces-
sos de comunicação organizacional. As dinâmicas formais e informais, os pro-
cessos comunicativos relacionados ao fazer estratégia, as ações organizacionais
e a práxis dos atores envolvidos podem constituir espaços de investigação em
torno das relações entre os níveis institucional e organizacional. Os sentidos
parecem circular entre os noticiários e as organizações, sendo apropriados e (re)
construídos nas interações entre esses sistemas. Uma notícia sobre uma nova
prática estratégica, veiculada em uma revista de negócios, pode, por exemplo,
refletir na adoção de termos técnicos e até mesmo de rotinas, tecnologias e fer-
ramentas pelos praticantes da estratégia. Isso pode ser evidenciado, por exem-
plo, em textos institucionais, como perfis e relatórios anuais, produzidos pelas
organizações para falarem de suas estratégias. Essa apropriação, no entanto, na
perspectiva sistêmico-discursiva, não garante a reprodução dos sentidos. Cada

322 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


PRODUÇÃO DE SENTIDOS E ESTRATÉGIA: INTERFACES ENTRE A COMUNICAÇÃO ORGANIZACIONAL...

sistema irá (re)construir os sentidos de forma autorreferenciada, de acordo com


seu próprio contexto. Um mesmo termo ou prática pode assumir sentidos dife-
rentes em uma publicação, bem como em cada organização que tiver contato
com ela.
Com base nesses pressupostos, é desenhado um contexto de relações entre
sistemas organizacionais e meios de difusão, em que parece haver uma intensa
circulação de temas e uma (re)apropriação de sentidos de acordo com as parti-
cularidades de cada realidade sistêmica. Um tema como a governança corpora-
tiva, por exemplo, pode estar presente na pauta das publicações de negócios e
ser apropriado como prática estratégica de uma organização, com um sentido
não necessariamente equivalente ao construído nas notícias de negócios. Outros
exemplos incluem termos como inovação, empreendedorismo, liderança e ges-
tão de marcas. Frequentes em publicações que tratam de estratégias organiza-
cionais, podem ser relacionados a práticas distintas em diversas organizações.
Os contextos competitivos, os mercados consumidores, os recursos e as com-
petências das empresas, assim como seus históricos de atuação, constituem
dimensões que particularizam a produção de sentidos em torno desses termos.
Da mesma forma, em suas práticas, as organizações evidenciam temas que são
(re)apropriados em notícias de negócios. Essa circulação, e sua consequente (re)
produção de sentidos, parece contribuir para a saliência e legitimação de ter-
mos e práticas estratégicas. Em uma perspectiva sistêmica, as organizações, em
permanente interação com o ambiente, se constituem e sobrevivem em comu-
nicação. As fronteiras ou, em outras palavras, a distinção fundamental organi-
zação/ambiente, são (re)construídas em processos de identificação, de media-
ção e de institucionalização. Nesse contexto, os sentidos sobre a estratégia, que
circulam em notícias e nos processos de comunicação organizacional, podem
ser considerados no âmbito desses processos de (re)construção das fronteiras
sistêmicas.

5. Considerações

A perspectiva-sistêmico discursiva revela novas possibilidades de compreensão


da estratégia organizacional em um viés comunicacional. Entre elas, a refle-
xão sobre as perturbações/irritações (Luhman, 2005a, 2011) entre os sistemas
organizacionais e o sistema de difusão indica caminhos para pensar a relação
entre as estratégias das organizações e o conteúdo veiculado em publicações de
negócios. Esta abordagem pode contribuir para a aproximação entre a comuni-
cação e a prática da estratégia, atendendo, em parte, o chamado de autores como
Bueno (2009) e Kunsch (2009), que defendem uma maior inserção da comunica-
ção nos processos estratégicos.
Sob a perspectiva adotada, é possível chegar a um quadro que fundamenta
teoricamente e indica possíveis relações entre o conteúdo das publicações de

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO 323


LAUS REIS GOMES, ANDREONI, DA COSTA DIEHL

negócios e a prática da estratégia. Com isso, parece razoável afirmar que, em


seus universos autorreferenciados de sentidos, os sistemas organizacionais
percebem essas publicações e se apropriam de termos e práticas que passam
a fazer parte de seus processos comunicacionais e, com isso, configuram suas
estratégias organizacionais. De outro lado, também em um sistema autorrefe-
renciado, as notícias (re)produzem sentidos sobre termos e práticas adotados
pelas organizações.
As dimensões de conteúdo e processo da estratégia emergem como possíveis
categorias para a investigação da relação entre os níveis institucional e organi-
zacional. Mais especificamente, no presente trabalho, para a compreensão das
possíveis interfaces entre os discursos das notícias de negócios e aqueles produ-
zidos no âmbito dos processos de comunicação organizacional. Essas dimensões
constituem formas apriorísticas para a leitura dos sentidos sobre a estratégia.
A intenção, no entanto, não é restringir possibilidades, mas indicar possíveis
naturezas distintas desses sentidos. Além disso, a reflexão sobre conteúdo e
processo, pode contribuir para a ampliação da discussão em torno das relações
entre a comunicação e a estratégia no contexto organizacional. Assim, além de
assumir a relevância ontológica da comunicação para os sistemas organizacio-
nais, chamando a atenção para sua natureza estratégica, este trabalho enfatiza
que as relações entre esses sistemas e os sistemas institucionais, incluindo os
meios de difusão, constituem espaços de investigação sobre a circulação e a (re)
produção de sentidos.

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326 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / ENSAYO


Informe
Mídias sociais e produção
de subjetividades: subversões
de pessoas não-binárias através
do Twitter
Social media and production of subjectivities:
subversions of non-binary people through Twitter

Medios sociales y producción de subjetividades:


subversiones de personas no binarias a través de Twitter


Mariana SOMAVIRA
Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil /
[email protected]

Tainan Pauli TOMAZETTI


Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil / [email protected]

Nísia MARTINS DO ROSÁRIO


Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil / [email protected]


ChasquiChasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Informe, pp. 297-316)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 21-05-2017 / Aprobado: 02-07-2018

329
SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

Resumo
Neste artigo investigam-se os processos de criação de subjetividade, singulari-
zação e subversão engendrados quando da utilização, por parte de pessoas au-
todeclaradas não-binárias, da hashtag #whatgenderqueerlookslike no Twitter.
Através da articulação entre estudos sobre as mídias, estudos queer e teori-
zações de Deleuze e Guattari acerca da subjetividade, observa-se que houve
uma apropriação empoderadora da rede social por parte dos sujeitos não-bi-
nários, que puderam manifestar através da internet seus engendramentos ri-
zomáticos de subjetividade e singularização, bem como subversões, no âmbito
da performatividade, que provocam tensionamentos nos padrões sociais defi-
nidores da relação linear entre sexo/gênero/desejo.
Palavras-chave: subjetividade; singularização; sujeitos não-binários; subver-
são; Twitter.

Abstract
This article investigates the processes of creation of subjectivity, singulariza-
tion and subversion engendered by the use of non-binary self-declared people
of the hashtag #whatgenderqueerlookslike on Twitter. Through the articu-
lation between studies on the digital media, Queer Theory and Deleuze and
Guattari’s theorizations about subjectivity, it was observed that there was an
empowering appropriation of the social network by the non-binary subjects,
who could manifest through the internet their rhizomatic subjectivity and
singularization, as well as their subversions, within the performativity, that
provoke tensions in the social patterns that define the linear connection be-
tween sex, gender and desire.
Keywords: subjectivity; singularization; non-binary subjects; subversion;
Twitter.

Resumen
En este artículo se investigan los procesos de creación de subjetividad, sin-
gularización y subversión engendrados a partir de la utilización, por parte de
personas auto-declaradas no binarias, del hashtag #whatgenderqueerlooks-
like en Twitter. A través de la articulación entre estudios sobre los medios, la
Teoría Queer y teorizaciones de Deleuze y Guattari acerca de la subjetividad se
observa que hubo una apropiación empoderadora de la red social por parte de
los sujetos no binarios, que pudieron manifestar a través de Internet su gene-
ración rizomática de subjetividad y singularización, así como de subversiones,
en el ámbito de la performatividad, que provocan tensiones en los patrones so-
ciales definidores de la relación lineal entre sexo, género y deseo.
Palabras clave: subjetividad; singularización; sujetos no binarios; subversión;
Twitter.

330 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

1. Introdução

De acordo com o glossário do Gender Equity Resource Center1, “genderqueer”,


ou “não-binário” é:

[...] uma pessoa cuja identidade de gênero não pertence nem ao masculino nem
ao feminino, está entre as (ou além das) classificações de gênero, ou pertence a
alguma combinação de gêneros. Essa identidade é normalmente relacionada a uma
reação às construções sociais de gênero, aos estereótipos e ao sistema binário de
gênero. Alguns indivíduos não-binários se identificam como transgêneros, enquan-
to outros não2.

A hashtag #whatgenderqueerlookslike foi impulsionada em 2014 pelo site


estadunidense The Huffington Post3, que publicou em um de seus perfis no
Twitter (@huffpostqueer) o seguinte texto: “Identify as genderqueer? Want to
see more representations in media? Tweet a pic of yourself with #whatgender-
queerlookslike & we may share”4. Daí em diante, algumas pessoas passaram a
tuitar fotos (em geral selfies) fazendo referência ao que consideram ser alguém
não-binário. Tendo em vista a originalidade dessa campanha, a escolhemos
como objeto empírico, analisando alguns destes tweets.
Assim, este artigo visa compreender de que maneiras determinadas pes-
soas não-binárias engendram subjetividades e singularizações, e subvertem
a matriz cis-heteronormativa 5 compulsória vigente na sociedade, além de pro-
por, a partir de Gilles Deleuze e Félix Guattari, que a não-binaridade pode ser
considerada uma não-categoria.
Os procedimentos escolhidos para investigação caracterizam muito menos
um conjunto de métodos prontos e hierarquizados, mas um estudo movente e
fluido a partir do entrelaçamento do empírico com o teórico. Nesse sentido,
temos um referencial teórico-metodológico heterogêneo, constituído de algu-
mas considerações provenientes dos estudos queer (Butler, 2003; Preciado,
2011; Miskolci, 2009) e da subjetividade e singularização em termos da noção
de rizoma a partir de Deleuze, Guattari e Suely Rolnik.

1 Centro de pesquisa em gênero e sexualidade da University of California, Berkeley.


2 Tradução nossa do original. Disponível em https://bit.ly/2QHYbqW.
3 Criado em 2005 por Arianna Huffington e Kenneth Lerer, o The Huffington Post (também abreviado como
HuffPo) é um site de jornalismo cidadão que agrega blogues estadunidenses. Em 2011 foi vendido para a AOL,
tendo mais acessos que o New York Times.
4 “Se identifica como não-binário? Quer ver mais representações na mídia? Tuíte uma foto sua com a
hashtag #whatgenderqueerlookslike e nós poderemos compartilhar”.
5 O termo cis-heteronormatividade constitui uma ampliação da noção de heteronormatividade – aquela
em cujo núcleo normativo está a heterossexualidade, imposta através da matriz cultural vigente na sociedade.
A cisgeneridade concerne à identificação linear, por parte do sujeito, entre sua materialidade corporal (sexo
biológico) e sua expressão de gênero. (Ao contrário, nomeia-se transgênero aquele indivíduo que não segue
uma coerência linear entre sua expressão de gênero e seu sexo biológico). Assim, cis-heteronormatividade
se refere à imposição social do modelo cis/hetero.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 331


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

2. Teoria Queer: o elogio do esquisito

Os estudos queer emergem nos Estados Unidos em fins da década de 1980, a


partir da associação entre os Estudos Culturais norte-americanos e o pós-es-
truturalismo francês. Uma de suas motivações era a de encontrar uma pers-
pectiva alternativa da ordem social, até então compreendida pelas Ciências
Sociais como sinônimo de heterossexualidade. De acordo com Miskolci (2009,
p. 151), “os primeiros teóricos queer rejeitaram a lógica minorizante dos estu-
dos socioantropológicos em favor de uma teoria que questionasse os pressu-
postos normalizadores que marcavam a Sociologia canônica”.
A palavra queer era bastante usada nos Estados Unidos como uma forma
pejorativa de referir-se a pessoas que estavam fora das normas sociais de
gênero e comportamento sexual. Na tradução para o português, queer pode ser
entendido como “estranho”, “ridículo”, “esquisito”. Como evidencia Altmayer
(2016, p. 23), os/as teóricos/as queer assumem para si esse termo porque, justa-
mente, “uma das principais práticas de ação política queer é esvaziar o sentido
de termos pejorativos para que sejam ressignificados e tornados potência de
afirmação”. Além disso, a teoria se propunha a “destacar o compromisso em
desenvolver uma analítica da normalização que, naquele momento, era focada
na sexualidade” (Miskolci, 2009, p. 152). O objetivo era, então, assumir a noção
de queer enquanto uma nova maneira de pensar os sujeitos, para além das nor-
malizações binárias impostas culturalmente.
Nesse sentido, de acordo com Silva (2014), o que os estudos queer busca-
vam era subverter a política identitária assimilacionista – endossada princi-
palmente pelos movimentos gays e lésbicos, que visavam reivindicar direitos
igualitários no interior do modelo sociocultural preexistente. A perspectiva
queer, por outro lado, constitui-se na desconstrução das formas de saber/
poder (Foucault, 1993) sustentadas pela naturalização e normalização do pen-
samento binário e heterossexual. Como reforça Louro (2004), os estudos queer
irão representar uma teoria política da diferença, do anti-assimilacionismo e,
sobretudo, de uma forma de agir e pensar através da transgressão e pertur-
bação dos padrões sociais vigentes.
A autora aponta aqui um importante aspecto dos estudos queer: eles
expõem justamente o sujeito diferente que não busca aprovação, que não
deseja ser assimilado nem traduzido para o interior das normas vigentes. Esse
posicionamento possui um caráter epistemológico bastante inovador na pers-
pectiva da cultura, já que a tendência cultural dos/as sujeitos/as que estão à
margem costuma ser a de desejar pertencer, a de buscar ser assimilado/a e
levado/a para o interior das fronteiras do hegemônico. Ao contrário, como se
viu, as manifestações queer nem mesmo almejam ser aceitas pelo sistema nor-
mativo tradicional, pois este sistema é justamente aquilo que os/as classifica
e subjuga.

332 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

O esforço, aqui, está em compreender e preconizar manifestações flutuan-


tes, cambiáveis, para além das categorias identitárias estanques, propondo
uma subversão da noção de uma identidade fixa e estável. Na esteira desse
movimento conceitual, os estudos contemporâneos de gênero remetem com
grande frequência às teorizações de Judith Butler, sobretudo aquelas relativas
ao questionamento da oposição sexo/gênero e do sistema binário compulsório
vigente em nossa cultura. Butler foi uma das primeiras teóricas, assim como
Joan Scott (1995), Linda Nicholson (2000) e Dona Haraway (2004), a propor
uma inflexão substancial sobre as concepções feministas que lhe precederam:
trata-se da noção de que não só o gênero seria construído socialmente, mas
também o sexo biológico. Para Butler (2003, p. 25), “talvez o próprio construto
chamado ‘sexo’ seja tão culturalmente construído quanto o gênero; a rigor,
talvez o sexo sempre tenha sido o gênero, de tal forma que a distinção [entre
ambos] revela-se absolutamente nenhuma”. Suas considerações teóricas se
tornaram fundamentais para o que viria a ser aprofundado, depois, nos múl-
tiplos estudos queer.
Em sua argumentação, a autora parte da crítica à “metafísica da substân-
cia”, mecanismo que tem suas raízes nas concepções humanistas do sujeito e
que influenciou a teoria feminista. Para a autora, se o sexo é natural e o gênero
é construído socialmente, então também o gênero seria determinado previa-
mente, estando sujeito às normas culturais dominantes:

Quando a “cultura” relevante que “constrói” o gênero é compreendida nos termos


dessa lei ou conjunto de leis, tem-se a impressão de que o gênero é tão determinado
e tão fixo quanto na formulação de que a biologia é o destino. Nesse caso, não a
biologia, mas a cultura se torna o destino. (Butler, 2003, p. 26)

A autora desafia essa ordem compulsória defendendo que o gênero é, na


verdade, um artifício flutuante, um fenômeno relacional, inconstante e con-
textual. Assim sendo, não só se afasta da possibilidade determinista da confi-
guração do gênero como sugere que ele pode funcionar como um artifício cam-
biante e suscetível ao arbítrio individual. Tal como se impõe a metafísica da
substância, no entanto, o indivíduo está condicionado à passividade. Seu corpo
passa a ser instrumento para a manifestação de um “gênero inteligível” – con-
cebido como aquele gênero que “mantém relações de coerência e continuidade
entre sexo, gênero, prática sexual e desejo” (Butler, 2003, p. 38). Essa coerên-
cia deve obedecer aos padrões binários e da identidade heteronormativa que
prevalecem na matriz cultural vigente na sociedade. Assim, as identidades de
gênero “não-inteligíveis” – aquelas que abrigam descontinuidades e incoerên-
cias, materializadas na não-correlação entre sexo/gênero/desejo – são conti-
nuamente rechaçadas, proibidas. A autora mostra que a correlação entre sexo/
gênero/desejo pressupõe uma relação linear e causal entre tais categorias; isto
é, o indivíduo deve compulsoriamente adotar características de gênero que

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 333


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

sejam decorrentes do seu sexo biológico e, ainda, seu desejo sexual deve ser
orientado ao sexo oposto. O sujeito desviante, por sua vez, acaba sendo supri-
mido pelos regimes hegemônicos de poder masculinistas e heterossexistas.
Mas a proposta butleriana é a de desconstruir e dar novo sentido às cate-
gorias fundantes e lineares de sexo/gênero/desejo que limitam, segregam e
reprimem aqueles sujeitos cuja identidade não está em conformidade com o
padrão compulsório. Para tanto, ela propõe o exercício do que chama de “atos
corporais subversivos”, baseados em práticas parodísticas. Esses atos corres-
ponderiam à adoção, pelo sujeito, de elementos que ocasionariam a ruptura
com o padrão através da “ressignificação subversiva”. Sua intenção com isso é a
de estimular a criação de estratégias que subvertam justamente as “categorias
constitutivas que buscam manter o gênero em seu lugar, a posar como ilusões
fundadoras da identidade” (Butler, 2003, p. 60). São maneiras de, através do
corpo, mostrar ou produzir a própria significação cultural, resultando no apa-
recimento de corpos fluidos, dinâmicos e instáveis, dotados de uma multipli-
cidade de identidades de gênero e de sexualidades.
A filósofa pontua também que esses atos são performativos, introduzindo a
noção de performatividade aos estudos de gênero. A performatividade é fruto
da ação deliberada, por parte do sujeito, de produzir signos que evidenciem que
nem o sexo, nem o gênero nem a sexualidade provêm de uma essência natural
do ser. Logo, para a autora, a “verdade” interna do gênero é uma fabricação, e o
gênero verdadeiro é uma fantasia instituída e inscrita deliberadamente sobre
a superfície dos corpos. Vem daí seu entendimento de que os gêneros são um
efeito, uma expressão fabricada a partir do discurso hegemônico.
Butler (2016, p. 24, tradução nossa) esclarece, por outro lado, que a ideia de
performatividade reconhece a linguagem como sendo o dispositivo a partir do
qual os sujeitos são generificados, e essa generificação acontece previamente a
qualquer entendimento sobre “[...] como as normas de gênero agem sobre nós
e nos moldam, e previamente à nossa capacidade de escolher as formas como
poderíamos reproduzir essas normas”. Daí por que as escolhas que possamos
vir a ter no âmbito da performatividade acontecem posteriormente à ação
generificante da linguagem sobre nós – o que não significa que não temos capa-
cidade de agência no que diz respeito à aplicabilidade da performatividade em
nossas vidas, nem que o que a autora propôs tenha sido necessariamente uma
transgressão absoluta de todas as normas.
Por sua vez, Preciado (2011) argumenta que seria preciso promover uma
política das multidões queer em detrimento das ações centradas nas identida-
des. Partindo do termo sexopolítica como uma derivação da biopolítica de M.
Foucault, o/a autor/a coloca em evidência os discursos sobre o sexo e as norma-
lizações das identidades sexuais como fazendo parte dos agentes de controle
da vida contemporânea. Todavia, ele/ela não considera o corpo como sendo
totalmente passivo à ação do biopoder, antes o vê como potência de ação, capaz
de engendrar múltiplas significações – as multidões queer.

334 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

Trata-se de uma abordagem que propõe a desontologização do sujeito, de


maneira que “não existe diferença sexual, mas uma multidão de diferenças,
uma transversalidade de relações de poder, uma diversidade de potências de
vida” (Preciado, 2011, p. 18). Ao invés da identificação, ele/a preconiza a desi-
dentificação, ou a identificação estratégica, com vistas a ressignificar a abjeção
atribuída aos corpos não-conformes com as normalizações cis-hetero.
Assim, a partir de nossas observações, entendemos que ao postarem suas
fotos no Twitter (usando a hashtag aqui estudada), as pessoas não-binárias
engendram diferentes atos corporais subversivos através de formas de perfor-
matividade. Também é possível pensar que tais indivíduos subvertem as cate-
gorias fundantes de sexo/gênero ao transformarem seus corpos em potência
de ação, desidentificando-se das categorias pré-estabelecidas e evidenciando
potências performáticas de vida.

3. O papel da hashtag: do Huffington Post ao Twitter

As construções de subjetividade analisadas aqui passam necessariamente


pela experienciação da exposição midiática. Por isso, nos cabe também pen-
sar o papel das mídias envolvidas nesses processos: a iniciativa do Huffington
Post, ao promover e dar visibilidade à hashtag #whatgenderqueerlookslike, e o
Twitter, enquanto site de rede social que oportuniza a manifestação dos indi-
víduos em torno de pautas comuns a diversos grupos sociais.
Criado em 2005 nos Estados Unidos, o Huffington Post, além de disponi-
bilizar conteúdo próprio elaborado por jornalistas e colunistas, até janeiro
de 2018 também agregava conteúdo fornecido voluntariamente por autores
de blogs e outros sites. Através da curadoria de conteúdos advindos de fontes
diversas e reconhecidamente independentes, o HuffPo se coloca em sintonia
com as mídias sociais.
A edição estadunidense do portal possui a seção Communities, distribuída
nas subseções Black Voices, Latino Voices, Women, Queer Voices e Asian Voices6.
Esta característica, por si só, funciona como indício de que o veículo possui
uma linha editorial interessada na pluralidade.
A matriz estadunidense do HuffPost possui diversos perfis7 no Twitter,
acompanhando as seções desenvolvidas na página na web. O perfil no Twitter
voltado à população LGBT (@huffpostqueer) existe desde 2011. Foi a partir
desta perspectiva que o site teve papel central na divulgação da hashtag estu-
dada neste artigo, tendo contribuído para uma apropriação empoderadora da
mídia social por parte dos sujeitos não-binários. Num contexto em que quase
a totalidade da mídia hegemônica segue mantendo invisibilizadas as pessoas

6 http://www.huffingtonpost.com/ (Vozes negras, Vozes latinas, Mulheres, Vozes queer, Vozes asiáticas).
7 São eles @huffpostqueer, @huffpostwomen, @huffpostgreen, @huffpostblackvoices, entre outros.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 335


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

que se situam fora dos padrões (corpos abjetos, sujeitos ininteligíveis às nor-
mas binárias), há importância fundamental no fato de um veículo de comuni-
cação de grande alcance como o HuffPost atuar em prol desses sujeitos.
Com isso, o Huffington Post contribuiu também para difundir os concei-
tos dos estudos queer. Cabe ressaltar que uma das críticas a essas teorias é a
de que elas são demasiadamente academicistas, demasiadamente herméticas
e pouco acessíveis às pessoas que verdadeiramente precisariam de sua força
teórica para se empoderarem. O desafio, assim, é fazê-las “saírem dos muros
das universidades”, atingirem as ruas, as casas, os interiores. Uma alterna-
tiva que se delineia para isso é difundi-las pela via da mídia e das redes sociais
digitais.
O Twitter, por sua vez, compartilha das principais características das redes
sociais digitais elencadas por Recuero (2009): 1) A persistência da informação; 2)
Sua alta capacidade de replicabilidade (com alcance muitas vezes imensurável);
e 3) A emergência de audiências invisíveis e incontroláveis. Além disso, como
apontam Gonçalves e Silva (2014), redes sociais como o Twitter promovem uma
experiência intensa e abrangente com a informação e com a livre expressão, já
que permitem ao usuário se mostrar, se manifestar, produzir e compartilhar
informações de seu interesse, superando as lógicas tradicionais de consumo
de informação, próprias dos meios de comunicação de massa. Ademais, podem
atuar politicamente, criar óbices a comportamentos abusivos e exigir postura
ética de diferentes organizações e instituições sociais (Gonçalves & Silva, 2014,
p. 87).
O Twitter permite aos usuários expressarem-se e compartilharem infor-
mações de maneira independente. No caso em investigação, temos atores (as
pessoas autodeclaradas não-binárias) participando de maneira autônoma
e livre na rede social, a fim de repercutir determinados conteúdos que lhes
representam e lhes interessam enquanto sujeitos sociais.
Na visão de Recuero e Zago (2010) os usuários (atores) do Twitter utilizam
diversas estratégias para difundir as informações de seu interesse na rede
social. Essas estratégias funcionam de acordo com a percepção, por parte do/a
usuário/a, dos valores envolvidos nas trocas de informações e nas interações
realizadas por ele/ela na rede. Tais valores, por sua vez, são refletidos no capi-
tal social envolvido nesses processos. Recuero (2009) desenvolve um conceito
de capital social, a partir das teorizações de Coleman, Putnam e Bourdieu:

Consideraremos o capital social como um conjunto de recursos de determinado


grupo, que pode ser usufruído por todos os membros do grupo, ainda que indivi-
dualmente, e que está baseado na reciprocidade. Ele está embutido nas relações
sociais e é determinado pelo conteúdo delas. (Recuero, 2009, p. 50)

Ainda segundo a autora, há diversos tipos de capital social. Dentre eles,


destacam-se o capital conector (relacionado com a busca por interação entre

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MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

grupos mais distantes, heterogêneos, mais presente nas conexões entre os


grupos sociais) e o capital fortalecedor (relacionado com a proximidade em
grupos mais coesos e com laços fortes, como amigos e família). Tais relações
entre grupos podem ocorrer também no ciberespaço, por meio do uso de redes
sociais digitais. A autora salienta que

[...] a internet, muitas vezes, constitui-se em uma via alternativa para o envolvi-
mento em grupos sociais. A mediação pelo computador, assim, seria uma via de
construção do capital social, permitindo a indivíduos acesso a outras redes e gru-
pos. (Recuero, 2009, p. 52)

Dessa maneira, entender os tipos de capital social envolvidos nas inte-


rações entre os atores sociais na internet contribui para a compreensão dos
próprios usos que os indivíduos fazem das redes sociais digitais. Entendemos
que as/os usuárias/os da hashtag aqui estudada apropriam-se das ferramentas
da rede social (Twitter) participando de uma espécie de “campanha virtual”, a
fim de dar visibilidade a si mesmos enquanto pessoas não-binárias, mas tam-
bém a fim de evidenciar a causa queer – causa esta que lhes é comum. Nesse
contexto, o capital social conector emerge com grande evidência, já que as
interações ocorrem entre sujeitos que se identificam como pertencentes a um
grupo social comum: as comunidades queer, ou, de forma mais abrangente, a
heterogeneidade LGBTTIQ+8. Ademais, ainda que estes indivíduos não neces-
sariamente possuam laços fortes (isto é, ainda que não pertençam ao mesmo
círculo de amizades ou família), sua conexão na rede se dá a partir da relação
com o grupo social a que sentem pertencer.
As pautas de pessoas imbricadas à sigla LGBTTIQ+ estão frequentemente
relacionadas a movimentos sociais, envolvendo grupos que podem identificar-
-se com reivindicações e ações em comum. Assim, a apropriação das ferramen-
tas do Twitter pelas/os sujeitas/os não-binários reflete a busca pela sustenta-
ção da causa explicitada no apelo da hashtag. Considerando as fotografias e
textos produzidos pelas pessoas que se autodeclaram não-binárias, é possível
olhar para esses sujeitos a partir das significações que eles/as próprios/as
consideram pertinentes para sua constituição enquanto não-binários. Dessa
forma, o enfoque aqui recai deliberadamente sobre as subjetividades que
os indivíduos constroem sobre si, ao invés de nos fixarmos nas construções
socioculturais que lhe impõem subjetivações e normalizações.
O exame das postagens com a hashtag #whatgenderqueerlookslike nos per-
mitiu desenvolver um olhar sobre a multiplicidade e sobre processos comuni-
cacionais que envolvem a não-binaridade de gênero. Para tal, os elementos em

8 Lésbicas, Gays, Bissexuais, Travestis, Transexuais, Intersexuais, Queers e outrxs. Optamos pelo emprego
desta sigla na busca por alargar a noção das identidades expressas pela sigla “LGBT”, no intento de assinalar
uma multiplicidade de identificações, a partir de uma perspectiva mais concentrada nas diferenças do que
no paradigma identitário.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 337


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

investigação compõem-se dos tweets de pessoas autodeclaradas não-binárias.


Cada tweet possui imagem (fotografias, em sua maioria selfies) e texto verbal
(frases) que acompanham as postagens, algumas vezes contendo explicações
para as fotografias e sempre usando a hashtag #whatgenderqueerlookslike.
Elaboramos um conjunto de critérios9 para seleção do corpus e elencamos
aspectos para proceder a análise imagética e verbal, por meio de um conjunto
qualitativo de reflexões10. A partir daí, selecionamos três deles para discutir
aspectos da constituição do ser/estar não-binário.

4. Subjetividades outras, singularizações múltiplas

Partimos da noção de que no momento em que os sujeitos aqui estudados pos-


tam fotografias de si no Twitter usando uma hashtag que anuncia “como não-bi-
nários se parecem”, estão se auto-significando, ressignificando os códigos mo-
delizados de gênero, tomando para si – e criando – identidades outras que não
aquelas já assimiladas no interior do sistema binário hegemônico. E esse exer-
cício de se auto-significar é também um exercício de constituir suas próprias
subjetividades.
Assim, no intento de aprofundar a compreensão sobre a construção de sub-
jetividade, remetemos à contribuição de Félix Guattari e Gilles Deleuze. Seus
estudos a esse respeito estiveram focados em ampliar a concepção de subje-
tividade, a partir de um deslocamento epistemológico em relação ao estrutu-
ralismo e ao método cartesiano. Os autores empenharam-se em lançar bases
para novas concepções de sujeito e, neste processo, sugerem transformações
também para o conceito de subjetividade (Miranda e Soares, 2009). Guattari
aponta a necessidade de desenvolver uma concepção “mais transversalista
da subjetividade, que permita responder ao mesmo tempo a suas amarrações
territorializadas idiossincráticas [...] e a suas aberturas para sistemas de valor
[...], com implicações sociais e culturais” (1992, p. 13).
O autor mostra, também, que há múltiplos fatores que concorrem para a
produção de subjetividade nos indivíduos situados socialmente. Tais fatores
podem ser compreendidos como agenciamentos coletivos de enunciação, e
são definidos como possuindo componentes semiológicos significantes (que

9 Os critérios para a escolha dos tweets visam à elaboração de análises com maior profundidade à luz das
teorias. Alguns deles são: escolha de tweets com texto verbal e fotos que possibilitem visualizar mais detalhes
da pessoa, que possuam fatores de ineditismo, elementos de singularidade, que extrapolem as convenções
binárias de gênero ou os padrões cis-heteronormativos. Dentre os aspectos para análise do corpus estão a
observação da postura da pessoa na fotografia, expressão facial, acessórios, vestimenta; interpretação do
texto verbal e questões gerais direcionadoras da análise, tais como: há subversão dos padrões normativos
de comportamento de gênero/sexo/desejo? De que formas há construção de subjetividade? Em que termos
pode-se observar pluralidade, singularidade, multiplicidade, performatividade?
10 A hashtag teve aproximadamente 400 tweets de outubro de 2014 até outubro de 2016. Devido ao artigo
se propor a desenvolver uma análise qualitativa, não utilizamos ferramentas de quantificação de dados.

338 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

se evidenciam por meio de família, educação, meio ambiente, religião, arte,


esporte, mídia, cinema etc) e componentes a-significantes, que produzem
“significações e denotações que escapam então às axiomáticas propriamente
linguísticas” (Guattari, 1992, p. 14). Dessa forma, a subjetividade é um sistema
aberto, mutável, em constante movimento e em constante relação com os inú-
meros elementos presentes na realidade dos sujeitos – os agenciamentos.
Guattari e Rolnik (1999) evidenciam, contudo, que, a despeito do caráter
maleável implícito na própria dinâmica de formação das subjetividades, os
sujeitos estão constantemente submetidos a agenciamentos de enunciação
organizados de maneira a moldar suas subjetividades e comportamentos,
segundo os propósitos do capitalismo, da lógica de mercado e do consumo. A
relação dos indivíduos com os agenciamentos, nesse caso, é de submissão, alie-
nação e passividade.
No entanto, através do processo a que Guattari e Rolnik (1999) nomeiam
singularização, é possível emergirem também subjetividades atreladas a um
caráter emancipatório, que geram a livre criação e a expressão. Ao singulari-
zar-se, o sujeito foge às modelizações hegemônicas, reapropria-se da capaci-
dade de agência sobre sua subjetividade e subverte as normalizações. Isso per-
mite aos indivíduos um tipo de relacionamento com suas subjetividades que dá
a ver a criatividade, a multiplicidade, a heterogeneidade.
O processo de singularização possibilita que os sujeitos realizem movimen-
tos contínuos de desterritorialização, dando a ver relações mais abertas para a
pluralidade, para a inauguração do novo, para a criação e para a expressão das
diferenças. Compreendemos que os sujeitos não-binários aqui analisados, ao
publicarem suas fotos no Twitter, engendram processos de singularização e,
com isso, desencadeiam a produção de suas subjetividades em termos de para-
digmas eles próprios subversivos.
Nesse âmbito, a singularização enquanto categoria teórico-prática pode
encontrar ressonância nos estudos queer. Estes últimos, ao evidenciarem a
necessidade de os indivíduos considerados desviantes (sujeitos queer, não-bi-
nários, gays, lésbicas, travestis – todos corpos abjetos em uma ou outra medida)
sobrepujarem sua condição social marginalizada, estão criando ferramentas
para que tais sujeitos possam subverter a matriz cis-heteronormativa e, por-
tanto, singularizar-se, agindo ativamente sobre suas subjetividades, cons-
truindo significações próprias por meio da subversão das normalizações.
Exemplo disso é o que vemos na figura 1, no tweet de Beynika. Ilu11, assim
como as outras mais de 400 pessoas que usaram a mesma hashtag, se consi-
dera um sujeito não-binário. Beynika diz que é gostosa/o em qualquer gênero,
que as pessoas trans estão botando pra foder e ainda convida o/a leitor/a lidar
com isso. A postura altiva, provocativa (tanto no âmbito físico quanto no ver-

11 Utilizamos uma reformulação pronominal com o termo “ilu”, na tentativa de desviar do binarismo expresso
nos pronomes ele/ela da língua portuguesa.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 339


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

bal) sugere sua capacidade de se expressar da maneira como deseja, ainda que
esteja publicamente subvertendo várias normas: Beynika não só rompe com
os padrões de comportamento de sexo/gênero, mas também com normas da
linguagem formal. Na verdade, ilu provoca as/os receptoras/es a terem que
lidar com sua singularidade.

Figura 1. beynika (@beammeupstyles)

[#comonãobinárioseparece 1) sou gostosa/o em qualquer gênero 2) pessoas trans estão botando


pra foder 3) consegue lidar com isso?]

No tweet, vemos 3 fotos, cada uma contendo singularizações diferentes:


com maquiagem, sem maquiagem, com cabelo comprido, com cabelo curto.
É um corpo mutável, permeável, que parece estar em constante movimento,
colocando em deslocamento as modelizações hegemônicas, subvertendo as
normalizações.
Na foto maior, na qual Beynika usa uma regata cinza e azul e se apresenta
com cabelos curtos, vemos um indivíduo que, se traduzirmos a partir da lógica
binária de classificação dos corpos, se aproxima dos padrões estabelecidos
para o gênero masculino. Já nas outras duas fotos, em que ilu se mostra com
maquiagem e com cabelos compridos, vemos um indivíduo que se aproxima
das normas definidas para o gênero feminino. Essa pluralidade de sentidos
construídos para um mesmo sujeito é que nos oportuniza a verificação de ele-
mentos de singularidade que extrapolam as convenções cis-heteronormativas.
No texto verbal, Beynika menciona “trans people”, sugerindo considerar-
-se além de não-binária, também uma pessoa transexual. Ilu é em si mesmo/a
múltiplo/a, rizomático/a, pois deixa claro não possuir classificação fundante
de gênero/sexo; contrariamente, assume múltiplos comportamentos que evi-
denciam diferentes gêneros e sexos, sem que haja algum hierarquicamente
predominante, e sem que um dependa do outro. As relações entre suas diferen-

340 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

tes performatividades acontecem de maneira livre, incerta, não-enraizada.


Beynika estimula também que se questionem os agenciamentos coletivos de
enunciação que atuam negativamente em nossos processos de subjetivação,
podendo vir a moldar-nos segundo princípios excludentes, de intolerância,
que levem a preconceitos, que dificultem o exercício da alteridade.
Ademais, ao publicar fotos de si performando diversos gêneros e sexos,
expressa atos corporais subversivos. Ao fazê-lo, por sua vez, como mostra
Butler (2003) em sua conceituação de performatividade, Beynika escancara
que as classificações de gênero são fabricações sustentadas por meios discur-
sivos, e que, portanto, não há uma “verdade interna” do gênero. Ilu representa
a materialização destas proposições, através de suas infinitas possibilidades
de significação pelo corpo.
Penny Sterling (Figura 2) também considera-se não-binário/a. Diz que nem
todo mundo tem menos de 30 anos. Ilu é irônico/a, sarcástica/o – em todo o
universo de tweets com essa hashtag, a imensa maioria das pessoas aparenta
mesmo ter menos de 30 anos. Nesse sentido, Penny constrói linhas de fuga
ainda mais complexas: além de subverter os padrões de sexo/gênero, também
subverte uma certa padronização etária para esse tipo de manifestação: nem
só de jovens vive o queer.

Figura 2. Penny Sterling (@sterling_penny)

[Nem todo mundo tem menos de 30 #comonãobinárioseparece]

O ineditismo se configura aqui, principalmente, pelo movimento contra-


normativo que Penny constrói, isto é, ao colocar-se como sujeito não-binário
num ambiente ocupado majoritariamente por pessoas jovens, extrapola padro-
nizações dentro deste próprio sistema de significação da não-binaridade.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 341


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

Ilu não sugere necessitar aprovação, nem parece querer ser trazida/o para
o interior das normas vigentes. Ademais, Penny realiza performatividade de
várias maneiras. Sua roupa (uma camiseta colorida, aparentemente com dese-
nhos infantis) não tem as características-padrão daquilo que se considera
culturalmente como sendo um vestuário sóbrio, próprio de um sujeito adulto.
A camiseta infantil de Penny, essa pessoa adulta provavelmente considerada
fora dos padrões, surge como outro elemento de sua subversão.
Nesse processo, é possível entender que Penny engendra sua(s) própria(s)
subjetividade(s), já que assumidamente se coloca entre a não-binaridade, numa
rede de significações aberta, mutável, processual, em constante movimento.
De fato, para Guattari (1992), a subjetividade não é pré-definida nem estanque,
mas um processo que se define na articulação do sujeito com os elementos pre-
sentes no contexto sociocultural. Em decorrência da capacidade de produzir
subjetividade, Penny também se singulariza, porque se apropria da capaci-
dade de agência sobre si e sobre as relações que tem com os agenciamentos de
enunciação, fugindo às modelizações hegemônicas e permitindo movimentos
de desterritorialização.
Também, ao publicar sua foto na internet participando de um movimento
que visa dar visibilidade às pessoas não-binárias, ilu está agindo politica-
mente. Há uma reivindicação pela liberdade de existir enquanto sujeito des-
viante. Seu tweet é um exercício claro de liberdade, que reforça o capital social
conector com outros/as usuários/as ao redor da mesma causa, ainda que, entre
si, sejam bastante heterogêneos/as.

Figura 3. Minotária (@Kiwiipan)

[Essa fotografia de novo para #comonãobinárioseparece.#Braliseira #gênerofluído #pansexual]

342 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

Minotária diz “Essa foto de novo para #whatgenderqueerlookslike.


#Brasileiro/a, #gênerofluido, #panssexual”. Ilu é um/a das/os poucos/as a usar
no texto verbal alguma referência exclusivamente sobre sua sexualidade. Ao
se dizer panssexual e não-binário/a, salienta as cisões que podem ser provo-
cadas na linearidade compulsória das categorias de sexo/gênero/desejo, isto
é, nenhuma delas depende da outra. Dessa maneira, o tweet de Minotária pro-
voca, sobretudo, algumas rasuras na lógica daquela relação linear: seu sexo
biológico não define qual gênero deverá assumir, e estes muito menos definem
de que maneira ilu deverá expressar sua sexualidade.
Subjetividades desviantes como as de Beynika, Penny e Minotária (engen-
dradas através de singularizações e de performatividades) suscitam também
questionamentos sobre as próprias classificações identitárias de gênero. Se
é possível que as pessoas expressem suas diferenças em processos de singu-
larização e performatividade, é de se esperar que irrompam subjetividades
múltiplas não-normativas, subvertendo justamente as categorias binárias de
padrão cis-heterossexual hegemônicas. Assim, cabe questionar o próprio sta-
tus das categorias identitárias de sexo/gênero em nossa cultura.
Nesse sentido, então, é possível pensar que a subjetividade é construída
de maneira rizomática: não existe uma concepção de subjetividade acabada,
pré-estabelecida, imutável, nem existe uma estrutura específica principal
que imponha condições significantes a outras estruturas. E parece ser jus-
tamente esse o percurso delineado pela hashtag #whatgenderqueerlookslike:
através dela, uma multiplicidade de pessoas pôde afirmar a potencialidade da
performatividade, criando para si subjetividades também em movimento. Nos
termos definidos por Guattari, a subjetividade pode ser entendida como um
sistema pulsante capaz de eliminar normalizações e rotulações, funcionando
como “uma usina que produz incessantemente sensibilidades, pensamen-
tos, emoções, desejos, modos de ser, posturas políticas, relações de interação
social, entre outros” (Parpinelli & Fabiano, 2007, p. 2).
Ao mesmo tempo, ao colocarmos sob tensionamento a noção de não-
binaridade de gênero, nos deparamos com impasses teóricos que correspon-
dem ao nosso próprio processo de assimilação e significação social. Se uma
analítica queer pressupõe que os indivíduos desviantes (dentre eles os não-bi-
nários) não almejam adaptar-se nem pertencer ao sistema normativo de sexo/
gênero/desejo, então há aí uma construção conceitual que situa o sujeito queer
fora dos padrões vigentes no interior da cis-heteronormatividade. Há também,
portanto, uma negação explícita das classificações dos corpos em categorias
que os regulam segundo critérios de sexo/gênero/desejo12. Ora, se o que o indi-
víduo não-normativo busca é justamente negar as categorias que rotulam os

12 Como já mostramos, a analítica queer, como teoria política da diferença e a partir do paradigma pós-
estruturalista, sinaliza que as categorias que antes serviam à epistemologia moderna já não funcionam na
contemporaneidade – exatamente porque se fazem categorizar. Ademais, há uma busca por subverter o
assimilacionismo contido nas políticas identitárias.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 343


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

corpos, então situar-se dentro de uma categoria específica de gênero signifi-


caria contradizer a própria lógica do que é ser/estar não-binário, queer, fluido.
Será então que as pessoas aqui estudadas estão assumindo uma categoria
de gênero? Ao se reconhecerem como não-binárias, estariam elas se auto-in-
cluindo em mais um estrato da hierarquia classificatória de sexo/gênero?
Por certo, se a binaridade pressupõe a existência de categorias13, então o
seu oposto (a não-binaridade) também o faz? Se sim, então, temos aí outro
paradoxo.
Na tentativa de elucidar essas questões, buscamos compreender a lógica
binária sob a ótica de Deleuze e Guattari, partindo de dois de seus conceitos-
-chave, o rizoma e a raiz-árvore. Na botânica, o rizoma constitui-se de uma
configuração caótica, possuindo hastes que se espalham como redes, sem um
eixo principal – ao contrário da estrutura encontrada na raiz e na árvore. Nas
palavras dos autores, o rizoma

[...] não é feito de unidades, mas de dimensões, ou antes de direções movediças. Ele
não tem começo nem fim, mas sempre um meio pelo qual ele cresce e transborda.
Ele constitui multiplicidades lineares a n dimensões, sem sujeito nem objeto. [...] o
rizoma se refere a um mapa que deve ser produzido, construído, sempre desmon-
tável, conectável, reversível, modificável, com múltiplas entradas e saídas, com
suas linhas de fuga. (Deleuze & Guattari, 1995, p. 31)

Para os autores, o pensamento de tipo rizomático é o que, de fato, permite


a multiplicidade (a multiplicidade é, aliás, um dos princípios para a existência
do rizoma), já que seus pontos podem conectar-se uns aos outros indefinida-
mente e livremente.
Neste cenário de tweets, há um movimento próprio do rizoma, já que as
relações entre os elementos se dão na perspectiva da multiplicidade. Isso sig-
nifica que não há sexo, não há gênero, não há uma só forma de manifestar o
desejo; todas essas instâncias em Minotária, Penny e Beynika se interconec-
tam aleatoriamente. Ao autossignificarem-se, ilus também realizam um exer-
cício de singularização na medida em que buscam subverter os agenciamentos
coletivos de enunciação que podem vir a subjetivá-los/as. Assim, a realidade
tão naturalizada e “imutável” que formula nossos corpos, nossas vidas e nossas
sexualidades como masculinas ou femininas é rasurada, mesmo que minima-
mente, pelas potencialidades corpóreas, imagéticas e materiais de se provocar
outras relações com essa mesma realidade, relações essas mais abertas para a
pluralidade e para a expressão das diferenças para além de um pensamento
dicotômico.

13 Compreendemos aquilo que é relativo ao binarismo de sexo/gênero/desejo enquanto agenciamento que


produz categorias, uma vez que é este o princípio fundante, justamente, das categorias binárias de homem/
mulher, masculino/feminino, heterossexualidade/homossexualidade, cisgênero/transgênero.

344 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

A partir das ideias expostas, buscamos agora responder às perguntas evo-


cadas anteriormente. Como vimos, há um paradoxo fundamental em identi-
ficar-se enquanto alguém não-binário/a: pertencer a um rótulo identitário é
categorizar-se, ao mesmo tempo em que estar de acordo com a lógica queer
implica negar a binaridade e as identidades estanques de gênero/sexo/sexua-
lidade. Então estar em um lugar não-binária/o é recair em novas categorias
de gênero, justamente aquelas categorias que o próprio universo queer empe-
nha-se tanto em desconstruir? Defendemos que não. Ser/estar não-biná-
rio/a é justamente expressar o desmantelamento das categorias identitárias
essencialistas.
Justapondo, portanto, as reflexões sobre rizoma e subjetivação para enten-
der a não-binaridade de gênero, temos a seguinte conjectura: o sujeito não-biná-
rio está para o rizoma assim como o sujeito binário está para a raiz-árvore. Isso
quer dizer que o não-binário tem a potencialidade de expressar subjetivida-
des aleatórias, livres, múltiplas, em diversas direções. Em contrapartida, se o
sujeito binário é raiz-árvore, então ele é estruturalmente dicotômico. Logo, se o
“produto” da binaridade são as categorias fixas de sexo/gênero/desejo (mulher/
homem, feminino/masculino, heterossexual/homossexual, cisgênero/transgê-
nero), o “produto” –que na realidade é um processo– da não-binaridade são as
inflexões dessas mesmas categorias como fluídas, cambiantes, múltiplas, e, em
último caso, não-categorizáveis.
É precisamente essa a razão pela qual não buscamos considerar o não-bi-
nário como mais uma categoria ou como mais uma classificação de gênero. A
não-binaridade é, antes, uma não-categoria. Nas variáveis em que se encon-
tram esses sujeitos, tem-se toda a infinidade de características possíveis de
sexo, gênero e desejo. Nessas esferas poderíamos encontrar movimentos dos
mais plurais: diversos corpos de potencialidade cambiante performando inde-
finidamente, criando significações de si, singularizando-se e reconfigurando
sentidos para engendrar múltiplas subjetividades. Essas manifestações são,
então, processos, porque se articulam de forma movente.
Contudo, é evidente que nem sempre haverá movimento, nem sempre
haverá condições possíveis para que as pessoas não-binárias ajam subvertendo
padrões ou performando múltiplas singularizações. O que defendemos é que
a não-binaridade contribui para que seja possível chegar a performatividades
como essas no seio de nossa cultura ainda extremamente operada por marca-
dores pré-concebidos – ou como diria Butler (2003), pré-discursivos – de sexo/
gênero, nos quais cristalizam-se ideias, normas, padrões e estigmas. Em suma,
o indivíduo não-binário é expressão própria do rizoma por sua potencialidade
de performar variadas significações, sendo a não-binaridade a materialização
do processo que leva à não-categoria.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 345


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

5. Considerações finais

Na perspectiva da questão direcionadora apontada no início do artigo, de


forma sintética, percebemos que o uso da hashtag #whatgenderqueerlooks-
like no Twitter foi capaz de evidenciar um movimento contra-hegemônico e
rizomático que deu a ver o engendramento de subjetivações, singularizações e
subversões em relação à matriz cis-heteronormativa compulsória vigente em
nossa cultura.
Pensando em termos da subjetivação construída, não existe uma con-
cepção de subjetividade acabada, pré-estabelecida, imutável, nem existe uma
estrutura específica principal que imponha condições significantes a outras
estruturas. Parece ser justamente esse o percurso delineado pela hashtag:
criam-se significações para as não-binaridades de diferentes sujeitos/as em
constante movimento.
As pessoas não-binárias estudadas atuam de maneira ativa estabelecendo
uma multiplicidade de relações com os elementos presentes em sua realidade
(os agenciamentos de enunciação), produzindo subjetivação de maneira rizo-
mática, para além das relações dicotômicas, num sistema cambiante e em
constante atualização.
As/os sujeitas/os se apropriam dos componentes de suas subjetividades,
engendrando uma relação de criação e expressão próprias e, por isso, também
singularizam-se. Há expressão; há subversão dos elementos que exercem sub-
jetivação de maneira passiva; há criação de múltiplas relações e cisões entre
sexo/gênero/desejo, fazendo emergir a pluralidade, a multiplicidade de senti-
dos e a intradutibilidade.
Ademais, manifestando-se como não-binários/as na rede social, estas pes-
soas tensionam e subvertem os padrões socioculturais que definem a relação
causal entre sexo/gênero/desejo. Através de atos corporais subversivos e da
prática da performatividade (aparecer nas fotos performando gêneros cam-
biantes e mostrando a uma grande quantidade de espectadores através da
internet que isso é possível e que pessoas assumem essas características na
vida cotidiana), fica claro que não há uma verdade ontológica do gênero, de
modo que todas estas categorias não passam de ficções ideológico-discursivas.
Além disso, a ação de autossignificar-se como pessoa não-binária dá a ver, tam-
bém, a produção de sujeitos plurais, múltiplos, mostrando à sociedade norma-
tiva que existem outras formas de existir no mundo, através da reiteração de
um ethos que, como tal, deve ser respeitado.
Observamos, também, que o fato de a hashtag ter sido impulsionada por
um veículo de comunicação, mesmo que não tradicional (Huffington Post),
permite explicitar a importância de a mídia como um todo cumprir seu papel
de difundir informação de interesse social. É fundamental que haja interesse
da mídia em termos de exercer a polifonia. Já o Twitter permitiu que as pes-
soas se expusessem de forma independente, oportunizando as/os não-biná-

346 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MÍDIAS SOCIAIS E PRODUÇÃO DE SUBJETIVIDADES: SUBVERSÕES DE PESSOAS NÃO-BINÁRIAS...

rios/as a serem vistas/os e incentivando o capital social conector, de maneira


que outras/os também aderissem à hashtag. As mídias podem ser, então, uma
alternativa na busca para que os indivíduos à margem socialmente ganhem
visibilidade e voz. Como já dissemos, representatividade importa.
Sabemos que uma característica própria do indivíduo queer/não-binário é
a de agir através da performatividade. Cabe dizer, no entanto, que não há sem-
pre a necessidade/possibilidade de estar em movimento. Não se trata de afir-
mar que a não-binaridade pressuponha sempre a necessidade de performar ou
subverter, mas sim que ela dá condições para que o indivíduo, se assim quiser,
o faça. É essa a expressão da capacidade de agência sobre o próprio corpo e
sobre a própria subjetividade.
Em relação à defesa da noção de não-binário como não-categoria, observa-
mos também que, se por um lado é impossível escapar à dualidade linguística
binaridade/não-binaridade, por outro lado, não existe uma essência dual nas
singularidades da pessoa não-binária. O/a sujeita/o não-binária/o, devido a ser
múltipla/o e rizomática/o, não se encaixa no padrão raiz-árvore, caracterizado
pelo impedimento da pluralidade e da polifonia. Compreender a não-binari-
dade enquanto não-categoria pode sinalizar um avanço tanto no que concerne
a uma certa “resolução” do paradoxo gerado pela impossibilidade de fuga às
dualidades quanto no que diz respeito à própria superação das classificações
identitárias fixas e estáveis.
Por fim, pode-se ressaltar que, no limite, as ações de autossignificar-se, de
poder criar para si subjetivações, subversões contranormativas e singulariza-
ções para além das categorias identitárias são movimentos que carregam as
ferramentas necessárias para que possamos conceber novas formas – mais
plurais e livres – de significar a própria existência humana.

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 347


SOMAVIRA, TOMAZET TI, MARTINS DO ROSÁRIO

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348 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


Regulación de la prensa en
Santiago de Cuba:
periódico Sierra Maestra
y emisora CMKC
Regulation of the press in Santiago de Cuba:
Sierra Maestra´s newspaper and CMKC´s radio station

Regulamento da imprensa em Santiago de Cuba:


jornal Sierra Maestra e estação de rádio CMKC


Rosalí TRUJILLO OLIVARES
Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad, Cuba / [email protected]


ChasquiChasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Informe, pp. 317-332)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 03-07-2017 / Aprobado: 13-06-2018

349
TRUJILLO OLIVARES

Resumen
La presente investigación es una aproximación al sistema de regulación de la
prensa en Santiago de Cuba. A través del estudio se identifican las manifesta-
ciones de regulación en el proceso de producción periodística de dos Medios de
Comunicación de la provincia: El Periódico Sierra Maestra y la Emisora CMKC
Radio Revolución. Las conceptualizaciones sobre construcción de la realidad
y prácticas profesionales del periodismo sirven de guía teórica para este estu-
dio, además de las concepciones sobre el marco regulatorio de los medios. El
diseño metodológico identifica esta investigación como descriptiva y conver-
gente en lo cuantitativo-cualitativo. La Etnometodología es el método princi-
pal, apoyado por técnicas como la observación participante, la entrevista en
profundidad y análisis documental.
Palabras clave: periodismo; etnometodología; producción; radio; periódico.

Abstract
This research is an approach to the press regulation´s system in Santiago de
Cuba. Through this study the regulation´s manifestations are identified in the
journalistic production´s process of two Mass Media of the province: Sierra
Maestra Journal and the Radio station CMKC. The conceptualizations of rea-
lity and journalism professional practices serve as theoretical guide for this
study, besides of the conceptions on the regulatory mark of the mass media.
The methodological design identifies this investigation as descriptive and con-
vergent in the quantitative-qualitative. The Etnomethodology is the main me-
thod, supported by techniques as the participant observation, the deep inter-
view and documental analysis.
Keywords: Journalism; etnomethodology; production; radio; newspaper

Resumo
Nesta pesquisa é uma abordagem à regulação da imprensa em Santiago de
Cuba. Ao estudar as manifestações de regulação são identificados no processo
de produção jornalística de dois mídia na província: O Jornal Sierra Maestra e
estação de rádio CMKC. Conceituações de construção da realidade e na prática
profissional do jornalismo servir como um guia teórico para este estudo, além
das concepções do quadro regulamentar para a mídia. O desenho metodoló-
gico desta pesquisa identifica como descritiva e convergente quantitativa e
qualitativa. Etnometodologia é o método principal, apoiado, por técnicas como
a observação participante, entrevista e análise documental aprofundada.
Palavras-chave: jornalismo; etnometodologia; produção; rádio; jornal.

350 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

1. Introducción

¿Necesita el periodismo cubano de una regulación? o ¿Se beneficiará la labor


periodística en nuestros medios de prensa con una desregulación total? Estas
son cuestiones interesantes a las que muchos estudiosos del campo han dado
respuestas diversas1 y de las que se parte en esta investigación para analizar el
proceso de comunicación en los órganos periodísticos cubanos.
Los medios de comunicación masiva, en más de medio siglo de Revolución,
ocupan el lugar principal a la hora de mostrar el camino que transita la socie-
dad cubana. La labor informativa de la prensa ratifica la responsabilidad que
llevan sobre sí y su entrega con los preceptos de independencia, soberanía e
igualdad social que defiende la nación cubana.
Estos principios se amparan por normas y resoluciones cuya misión es
orientar, resguardar y preservar la razón de ser de su periodismo y los progre-
sos del sistema social cubano.
Todo análisis sobre la regulación en los medios que implique a la prensa
cubana, debe observar primeramente el Artículo 53 de la Constitución de la
República (2010, p. 64-65):

Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de


la sociedad socialista. Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por
el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión
masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de
propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador
y del interés de la sociedad.

Estas particularidades hacen de la prensa cubana un ejemplo diferente res-


pecto a su equivalente mundial: mientras en países capitalistas los medios res-
ponden a intereses, necesidades y opiniones del dueño, en Cuba la militancia
mediática se asume manifiesta y únicamente ligada a las masas, a los hombres
y mujeres trabajadores. En nuestro país la prensa, por concepto, responde al
pueblo; y es el brazo derecho del Partido Comunista de Cuba, organismo supe-
rior de nuestros medios de comunicación.
Cada institución mediática tiene entre sus propósitos elevar la educación y
la cultura del pueblo, respondiendo así a las necesidades de las organizaciones
políticas y de masas a las que corresponden y representan; no obstante el papel
que desempeña la prensa, en ocasiones falta profundidad en los trabajos que se
publican, son triunfalistas y no siempre satisfacen las necesidades e intereses
de la población.

1 Los trabajos de los periodistas y profesores Julio García Luis, Hugo Aznar y José Luis Exeni tienen como
tema principal la regulación de los medios de comunicación ofreciendo, además, su opinión sobre los aspectos
negativos y positivos de la misma. Estos criterios son referenciados a lo largo de este informe.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 351


TRUJILLO OLIVARES

Nuestros medios se encuentran en la actualidad ante la necesidad de actualizar su


desempeño de cara a nuevas realidades y exigencias […] Dicho de otro modo, la pro-
pia obra humana y material realizada en el país durante los últimos años implica
mayores demandas en contenidos y formas de la comunicación. (García, 2004, p. 7)

El público cubano exige mayor compromiso, honestidad y crítica responsa-


ble en los medios de difusión. Insta a los periodistas a realizar un trabajo que
denote preparación profesional, pero que además toque con inteligencia los
temas que interesen a la comunidad.
Al decir del estudioso del tema “Regulación y autorregulación de la prensa”,
Hugo Aznar, la libertad de acción de los periodistas y los medios representa
una conquista difícil y costosa de la humanidad. La expansión de la influencia
de los medios en nuestra cultura no ha consistido por tanto únicamente en un
avance tecnológico; también ha sido necesario un difícil proceso de emancipa-
ción de cualquier forma de control de la información, el conocimiento y la libre
expresión de personas y pueblos (Aznar, 1999, p. 4).
Mucho se ha hablado sobre el tema de la tan mencionada “libertad de expre-
sión” y los que la enarbolan, parecen olvidar que los periódicos, las radioemi-
soras y las televisoras capitalistas que se autoproclaman “libres” son empresas
cuya mercancía es la noticia y de las que sus dueños y socios deben obtener
algún beneficio económico.
Sin embargo la prensa cubana tiene otras características, no pertenecen a
una persona, sino que es guiada por el Partido Comunista de Cuba (PCC), ade-
más de contribuir con su trabajo a promover los mejores valores nacionales, el
cabal conocimiento de las leyes y el perfeccionamiento constante de nuestra
sociedad socialista.
La característica de este sistema ha sido que los órganos de prensa son de
propiedad estatal o social, coherente con las transformaciones estructurales
que han tenido lugar en la sociedad cubana y con el criterio de que la informa-
ción, en tanto bien público, no debe estar sujeta a intereses privados o prácti-
cas comerciales.
Los elementos del panorama mediático descrito anteriormente constitu-
yen las principales motivaciones de la presente investigación, que pretende
acercarse al periodismo cubano en el complejo escenario actual.
Es interés del presente estudio centrarse en las manifestaciones de la regu-
lación en el periódico Sierra Maestra, y los principales espacios informativos
de la Emisora CMKC Radio Revolución, así como su incidencia en las fases del
proceso de producción periodística. Estos medios constituyen punto de mira
debido a su importancia dentro de la preferencia pública en la provincia.
La novedad de la presente indagación radica en la intención de estudiar la
presencia del sistema de regulación de la prensa vigente en los medios infor-
mativos provinciales impreso y radial; es decir, la aplicación y explicación
puntual del comportamiento de las regulaciones en su interior. Ambos medios

352 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

responden a una misma instancia política, pero en el caso de la radio, se rige


también por las orientaciones del Instituto Cubano de Radio y Televisión
(ICRT), de ahí que el análisis de las particularidades que puedan existir entre
uno y otro medio ofrezca resultados interesantes para la investigación.
No existen estudios anteriores sobre la regulación de la prensa en la pro-
vincia, pero sirvieron de gran ayuda las tesis de licenciatura de Julio Batista
(2013): Por una prensa al Derecho y de Dayana Kindelán (2011): Las regulaciones
en la prensa audiovisual cubana, la tesis de maestría de Abel Somohano (2013):
Regulación comunicativa y aproximación mediática a actores políticos: notas
para un debate desde el contexto cubano; y otras investigaciones2 que valieron
como referencia para el presente informe.
Pero sin lugar a dudas son invaluables los aportes que al respecto arrojó
la tesis del Dr. Julio García Luis (2004): La regulación de la prensa en Cuba:
referentes morales y deontológicos, y el libro que publicara posteriormente
(2013): Revolución, socialismo, periodismo. La prensa y los periodistas cuba-
nos ante el siglo XXI. Los estudios efectuados por García Luis representan los
más amplios realizados hasta el momento sobre el sistema de regulación en la
prensa cubana.

2. Sistema de Regulación de la Prensa en Cuba

2.1 Regulación y Autorregulación


La regulación es un proceso que ha estado presente en casi todas las esferas en
la vida del ser humano, y su surgimiento se relaciona con el propio desarrollo
del hombre como ente social. La temática regulatoria designada a los medios
de comunicación, ya sea de forma interna o a través de mecanismos de con-
trol externo, ha sido tema recurrente en los análisis sobre el desempeño de la
prensa en la sociedad.
En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (2012), ‘regular’ aparece
como la acción de determinar las reglas o normas a que debe ajustarse alguien
o algo. “En el Periodismo, regular sería entonces la manera de determinar las
reglas o normas del ejercicio periodístico”. (Kindelán, 2011, p. 23)
Para los objetivos de esta exploración es imprescindible esclarecer qué es
regulación y autorregulación, y cuáles son las diferencias entre estos concep-
tos con los de censura y autocensura.
En sus investigaciones el profesor Julio García Luis conceptualiza estos
términos, explicando las particularidades de cada uno de ellos aplicados al
contexto de los medios cubanos de comunicación. Por tal motivo, este estu-
dio se apropiará de las nociones brindadas por el experto para definir dichos
procesos.

2 Los trabajo de diploma de Viviana Muñiz (2013) y Alejandro Rodríguez (2010).

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TRUJILLO OLIVARES

La autora concuerda con el planteamiento de García Luis (2013, p. 81)


cuando expresa que la regulación y sus agencias actúan sobre los contenidos
de manera principalmente indirecta, al influir en el contexto de la comuni-
cación, es decir, su entorno, sus condiciones, sus compromisos políticos, sus
marcos legales, económicos y de otro tipo; mientras que la autorregulación,
también como regla, actúa sobre los contenidos de forma directa, mediante
los instrumentos de funcionamiento interno de los medios, la planificación del
trabajo, las definiciones de las coberturas, los procesos de elaboración y edi-
ción de los mensajes, y la aplicación, en síntesis, de las normas concernientes
a la cultura profesional, todo ello impregnado por las convicciones morales,
políticas e ideológicas en sentido general de sus protagonistas.
Otro concepto muy parecido expone Somohano (2013) en su investigación
al tomar como ‘régimen de regulación comunicativa’ el orden funcional cons-
tituido por objetivos, disposiciones, y actividades de las instituciones y actores
políticos diversos conducentes a organizar y lograr desarrollos específicos con
relación a las condiciones de materialización, organización mediática, tecno-
logías y contenidos de la comunicación pública, es decir prensa, radio, cine,
televisión, nuevas tecnologías, etc.
Lo anterior permite señalar que la regulación es un sistema muy amplio,
influenciado por factores externos e internos, su manifestación externa
influye de manera indirecta ya que controla las condiciones en que se desarro-
lla el proceso comunicativo. Sin embargo la autorregulación −factor interno−
actúa básicamente en la conciencia del individuo, de forma directa en los
contenidos, no puede ser una acción forzada o impuesta, sino producto de los
valores aprehendidos y aprendidos por el sujeto en la sociedad en que convive.

2.2 Regulación vs Censura


Es importante, en cuanto a la prensa, distinguir conceptualmente regulación
y autorregulación de censura y autocensura. Se puede decir, en esencia, que
las primeras son ejercidas por los actores legítimos de la comunicación, de
acuerdo a sus atribuciones y como una función positiva de ajuste a las nece-
sidades sociales; la censura, por el contrario, es el ejercicio de una autoridad
externa −habitualmente gubernamental, política o militar− para coartar con
sentido negativo las funciones legítimas de la prensa. La autocensura, derivada
de ella, es la inhibición del periodista o ejecutivo en ejercer estas funciones por
temor a la sanción o represión, ya sea material o moral 3 (García, 2004, p. 45).
La solidez de estos planteamientos conduce a reflexionar en cuanto a que
erróneamente se asocian regulación y autorregulación con censura y autocen-
sura, esta relación es asumida en muchas ocasiones hasta por los periodistas

3 Hugo Aznar señala que la autorregulación de la comunicación no debe confundirse jamás con la autocen-
sura, y al respecto afirma que es obvio que para que pueda existir autorregulación se requiere una sociedad
democrática. En una tiranía no puede haber autorregulación, hay censura, autocensura, miedo (Aznar, 1998).
Ver también Aznar, 1999.

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REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

−como fue comprobado en el trabajo de campo− y, sin dudas, por gran parte
del público.
Es sugerente la forma en que el teórico español Hugo Aznar (1999) aborda
la temática anteriormente mencionada, planteando que la autocensura es una
limitación de la libertad profesional por miedo a los poderosos, se alimenta del
temor al poder económico, político o de cualquier otro tipo; del miedo a sufrir
las consecuencias de criticar, importunar o no acatar esos poderes, la autorre-
gulación, en cambio, nace y vive de la libertad.
Otra formulación en este sentido propone el profesor y periodista cubano
Roger Ricardo, quien refiere que si la censura cabalga sobre el poder coerci-
tivo de limitar o cercenar las acciones socialmente legitimadas del ejercicio
periodístico, la autocensura hunde sus raíces en la censura continua; es decir,
cuando los periodistas van descubriendo los derroteros por los cuales su tra-
bajo profesional se hace menos susceptible a la censura y con ello soslayar
aquellos asuntos que, a partir de ciertos criterios evaluativos externos, son
acuñados como polémicos, escabrosos, peligrosos, inoportunos, complicados,
inaceptables y, por tanto, no publicables.
Obviamente estos elementos llevan a determinar que la autocensura no
es lo mismo que la autorregulación, ya que en la primera la principal causa
reguladora es el temor a una represalia por parte de un ente externo, y en la
segunda priman los valores éticos y morales de los periodistas.
La autora de este informe coincide con el criterio precedente, y considera
que separar estos conceptos es importante puesto que así se esclarece cuán
equivocadas tienden a ser ciertas opiniones de los entrevistados que confun-
den ambos significados, y además, reflexiona en lo sustancial que es el hecho
de que en la regulación inciden factores internos del propio periodista, que son
inevitablemente necesarios e inseparables de la subjetividad de cada trabaja-
dor de los medios de comunicación.

2.3 Lo Principal… Equilibrio


Como bien apunta el investigador José Luis Exeni (2001, p. 14):

[...] regular el periodismo es un riesgo; no regularlo, un peligro. Temerosos del


riesgo, legisladores y periodistas optan por el peligro y deciden abstenerse. El re-
sultado es la ausencia, o incumplimiento, de normas, así, el periodismo se sujeta
únicamente a sus principios por lo que apuestan muchos investigadores y perio-
distas; la mejor ley, la más atractiva, es la que no existe. La apuesta segura es la
autorregulación, pero ésta, cuando logra abrirse paso, resulta insuficiente.

En su trabajo doctoral Julio García Luis (2004, p. 63) expresa que en una
conferencia en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, el
profesor español Enrique Bustamante recordaba, a fines de 2003, que la expe-
riencia demuestra que ningún sistema de autorregulación ha podido funcio-

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 355


TRUJILLO OLIVARES

nar, si no ha existido antes una buena regulación. La conclusión alcanzada por


este profesor posibilita la comprensión de que no debe existir superioridad de
un concepto sobre otro, sino más bien un equilibrio entre ambos.
Se considera atinado el planteamiento de García Luis (2013, p. 88), quien,
en sus muchos años de experiencia planteó además que ningún sistema de
regulación ha podido funcionar, si no ha existido simultáneamente una ade-
cuada autorregulación. Esta opinión es muy acertada puesto que es evidente
que ambos términos en el caso de los medios, se suponen, condicionan y
complementan.
Se debe tener en cuenta que muchos miembros del gremio periodístico
abogan no sólo por una adecuada aplicación de la regulación externa y la auto-
rregulación, sino por la implementación de una Ley de Prensa que apoye a los
periodistas a ejercer mejor su labor.

En los medios los periodistas se sienten desamparados en muchas ocasiones, pues


ni las orientaciones del Partido ni los Códigos de Ética protegen ni amparan desde
lo jurídico el papel de los medios y profesionales de la comunicación. Esto se resol-
vería con la existencia de una Ley de Prensa que respalde el ejercicio de los medios
y periodistas, y los sostenga ante las intromisiones innecesarias de las instancias
políticas, gubernamentales y administrativas. (Kindelán, 2011, p. 69)4

En su trabajo de diploma, Julio Batista (2013, p. 58) aborda ampliamente el


tema de regular la prensa a través de un marco jurídico y legal, para él, visto
de una manera más simple, el derecho se encargaría de establecer los límites
de actuación y las sanciones legales por su transgresión, proveyendo un marco
básico dentro del cual podrían moverse los profesionales. En tanto, la ética
proporcionaría el conjunto de valores que permitirían mantener el equilibrio
al interior de este sistema. En otras palabras, el poder jurídico normaría los
aspectos macros, mientras la autorregulación funcionaría como elemento de
control al interior de los medios.

Los profesionales de la comunicación y el periodismo en Cuba no están amparados


en el ejercicio de sus funciones por ningún instrumento legal que los respalde
en su trabajo, pero tienen sobre ellos los ojos de toda la sociedad, la cual espera
de nuestra prensa la más alta profesionalidad y apego a sus intereses clasistas.
(Batista, 2013, p. 63)

Se vuelve indispensable plantear que, exceptuando el artículo 53 de la


Constitución, en Cuba no existe un instrumento legal para el ejercicio del

4 Sobre esta temática fue de suma importancia el artículo de J.J. Faundes (2006) sobre los roles que deben
interpretar los periodistas y la influencia de su marco ético. Esto sirvió principalmente para establecer una
comparación con los elementos regulatorios de la prensa en otros países.

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periodismo. Otros elementos reguladores pueden considerarse los artículos


103, 210 y 291 del Código Penal, pero no cambian el hecho de que el periodismo
cubano carece de normativas que amparen y definan los derechos, responsa-
bilidades y funciones de la profesión.
Batista en su indagación expresa que el acceso a la información como dere-
cho ciudadano inalienable es pasado por alto, sin que quienes incurren en tal
delito sean increpados por un sistema jurídico que carece de normas para
enfrentarlos; pues aunque el artículo 345 del Código Penal podría ser invocado
en tales casos, este hace referencia a quienes impiden por cualquier forma −el
ejercicio del derecho de libertad de palabra o prensa.
Es innegable que existe la necesidad de lograr un equilibrio entre regu-
lación y autorregulación, para que una esfera regulatoria no prime ni se des-
borde sobre la otra, sin embargo en distintas investigaciones se ha compro-
bado que esto no ocurre necesariamente, y es por ello que cada vez más, los
trabajadores de los medios buscan refugio en la creación de una ley judicial
que proteja su labor.
Los criterios de los investigadores antes mencionados reflejan el sentir de
un amplio grupo del sector periodístico en el país. La realizadora de este tra-
bajo concuerda con sus opiniones y considera que con la creación de la Ley de
Prensa de Cuba muchos de los problemas del gremio serán corregidos, puesto
que dotaría a los periodistas de deberes y derechos legales en los que podrían
apoyarse para hacer valer su labor ante aquellos que deseen obstaculizar el
derecho del pueblo a la información.

2.4 Proceso de producción periodística


El conocimiento del modo de producción en los órganos de prensa permitirá
a esta investigación dilucidar de una manera más completa la incidencia de
las regulaciones en la forma de trabajo de los periodistas que allí laboran. La
noción a profundidad de las distintas dinámicas en el quehacer de los medios
informativos ofrecerá datos suficientes para particularizar, según sus carac-
terísticas individuales, la función que desempeñan.

2.5 Fuentes De Información


La primera etapa en el proceso de producción noticioso es la recogida de infor-
mación. Esta fase es una de las más estudiadas en las investigaciones teóricas
sobre comunicación, puesto que aborda la relación periodista-fuente.
En su última investigación, Kindelán (2011) defiende el hecho de que las
fuentes utilizadas por los periodistas guardan gran relación con el estable-
cimiento de una estrategia de fuentes por parte de la institución, validada
durante la práctica cotidiana y enriquecedora. Entre ellas se reconoce la inci-
dencia particular de las llamadas “fuentes institucionales”, los especialistas,
analistas, y las diversas variantes creadas a favor de la confiabilidad y res-
guardo hacia asuntos de gran interés editorial.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 357


TRUJILLO OLIVARES

Las fuentes oficiales se han convertido en las tradicionales a consultar por


los medios de prensa cubanos, puesto que estas en sí mismas son legitimado-
ras de la información, ellas determinan las parcelas de información que les
ofrecen a los periodistas y lo que estos están autorizados a publicar.

2.6 Selección, Jerarquización y Exclusión de la Información


Toda información que llega a las redacciones de los medios no es publicada
como noticia. A cada instante suceden acontecimientos y surgen canales nue-
vos de búsqueda, lo que repercute en la necesidad de hacer más profunda la
selección de hechos a la hora de perpetuarlos como noticia. Esto, por supuesto,
pensado desde la autenticidad y exclusividad que buscan todos los medios de
prensa.
Es evidente la propuesta de la estudiosa Ana María Lalinde (1992) en la que
plantea que la selección de la información es un momento “clave” de la cons-
trucción de la realidad periodística. Esto pudo ser constatado en las dinámicas
observadas durante el período de búsqueda periodística.
El proceso de determinar qué datos tienen mayor relevancia en una infor-
mación, es conocido como jerarquización, este es realizado por los periodis-
tas redactores en consonancia con los directivos de los medios, teniendo en
cuenta los valores de importancia informativa socialmente establecidos. En
este proceso desempeñan un rol importante sus criterios de noticiabilidad.

Los valores noticia resumen criterios que actúan relacionados, algunos se apli-
can de modo general a todo tipo de información y otros son propios de secciones
determinadas o áreas temáticas específicas. No remiten sólo a qué es más noticia
sino también a cómo se enfatizan aspectos del hecho atendiendo a los valores de
los que está investido. (Martini, 2000, p. 28)

Algunos autores concuerdan al mencionar la actualidad, inmediatez,


proximidad, interés humano, novedad, suspenso, rareza, conflicto y emoción
como los valores rectores5, otros, como Stella Martini, incluyen la imprevisi-
bilidad, la magnitud por la cantidad de personas o lugares involucrados y la
jerarquía de los personajes implicados.
Tan importante como la selección de información es también la exclusión
de la misma. Este último paso en el proceso de producción abarca todos aque-
llos temas que no copan el interés de la emisión.
Los tres pasos por los que debe avanzar todo hecho para convertirse en
noticia son esenciales en el proceso de producción periodística de cada institu-

5 Los estudios publicados por los investigadores Frankenberg y Lozano (2010) en la Revista Comunicación
y Sociedad reafirman lo destacado por Martini sobre las rutinas, valores y condicionantes en la producción
de la noticia. También fueron de apoyo algunos elementos ofrecidos por Rodrigo (1993) sobre el proceso de
construcción de la noticia en España, y de Chomsky y Herman (1990).

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REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

ción mediática. Una apropiada selección, jerarquización y exclusión del mate-


rial resultará en un producto informativo de interés y atracción al público.

3. Metodología

Durante esta etapa fueron observados los procedimientos para seleccionar, je-
rarquizar y discriminar las informaciones y el aparato interno y externo que
interactúa con los periodistas en el proceso productivo diario.
Tras reconocer la situación indicativa se determinó como tema de inves-
tigación “El sistema de regulación de la prensa y sus manifestaciones en el
proceso de producción periodística del periódico Sierra Maestra y la emisora
CMKC Radio Revolución”.
Se persigue como objetivo general “Identificar las manifestaciones del
sistema de regulación de la prensa en el proceso de producción periodística
actual en el periódico Sierra Maestra y los principales espacios informativos
de la Emisora CMKC”.
Para cumplimentar este propósito se busca de manera específica:
• Diagnosticar las principales características de la regulación externa y auto-
rregulación vigentes en dichos espacios.
• Determinar los aspectos regulatorios que influyen de forma negativa en la
producción periodística santiaguera.
• Determinar en qué fases del proceso de producción periodística inciden con
mayor fuerza las manifestaciones regulatorias.
Es un hecho comprobado en distintas investigaciones6 que la regulación es
un elemento necesario para el funcionamiento de la prensa en la sociedad, y
partiendo de esta idea se ha planteado la siguiente hipótesis:
• Las regulaciones existentes en el periódico Sierra Maestra y los principales
espacios informativos de la Emisora CMKC influyen directamente en las princi-
pales fases de los procesos de producción periodística, distorsionando las fun-
cionalidades y posibilidades de los mismos ante la información.
Métodos y Técnicas: En esta investigación confluyen métodos como la
Investigación- Acción, cuyo último objetivo es la transformación y mejora de
las vidas de los sujetos implicados, así como la etnometodología.

La Etnometodología es aquella que se propone estudiar la sociedad desde dentro


y toma el punto de vista del actor social, con fuentes en la Semiótica. Por estos
motivos, se le considera el método más apropiado para el acercamiento a las rela-
ciones de influencia de las regulaciones a la prensa manifestadas en el quehacer
periodístico de las unidades de análisis. (Kindelán, 2011, p. 10)

6 Véase tesis doctoral del periodista Julio García Luis (2004), y la tesis de licenciatura de Lisandra Kindelán
(2011).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 359


TRUJILLO OLIVARES

La técnica fundamental empleada para la implementación de la Etno-


metodología fue la observación participante. El objetivo principal de la misma
es compartir de una forma consciente y sistemática con las actividades de la
vida y, en ocasiones, con los intereses y afectos del grupo de personas y prácti-
cas que constituyeron el objeto de estudio.
La observación es una técnica de investigación esencial cuando una per-
sona o un grupo objeto de estudio tienen dificultades, o no desean manifes-
tarse en relación con ciertos hechos, bien porque eso pondría en peligro su
propio status dentro del grupo, o porque se sienten incómodos ante una per-
sona que les pregunta sobre determinadas conductas difíciles de explicar, esta
no precisa de una colaboración tan activa por parte de los sujetos para acer-
carse al estudio de los problemas.
En la presente búsqueda teórica se decidió realizar una observación parti-
cipante por el período de un mes −abril− para ambos medios. Esta determina-
ción respondió a los criterios de selección por períodos de observación, enten-
dida por Rodríguez, Gil y García (2004) como la manifestación que le permite
al investigador especificar los límites generales dentro de los que se sitúan
acontecimientos observados.
Otra de las técnicas empleadas en la presente investigación fue la entre-
vista en profundidad y semiestructurada. Las entrevistas en profundidad fue-
ron destinadas a las personas especializadas en el tópico de la regulación de la
prensa, a directivos de medios por el relevante papel que cumplen en la articu-
lación de las manifestaciones regulatorias y el proceso de producción periodís-
tica, y a funcionarios políticos. Las entrevistas semiestructuradas se realiza-
ron a reporteros, redactores, periodistas, entre otros sujetos de cada espacio.
La última técnica a la que se recurrió fue el análisis documental, puesto
que es partícipe indisoluble del objeto de estudio. Así se pudo constatar la exis-
tencia de textos que demuestran las características y presencia de las regula-
ciones en la prensa, además de las políticas editoriales e institucionales de los
medios analizados.

4. Resultados y discusión

La prensa cubana no siempre ha sabido avanzar al paso de las diferentes trans-


formaciones que acontecen. Estos son tiempos de cambios, de crítica, debate,
de análisis y reflexión. Llegó la hora de comenzar a que sea la regla, y no la ex-
cepción, un periodismo cada vez más comprometido y realista, que se aleje del
triunfalismo y de intentar tapar las deficiencias que son percibidas en el día a
día del país.
El análisis se realiza de forma independiente en cada institución mediática
estudiada, a partir de una breve caracterización de ambos medios: periódico
Sierra Maestra y emisora CMKC Radio Revolución.

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REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

Para obtener resultados que ofrecieran una representación general del


discernimiento sobre el asunto fueron entrevistados el 50% de los periodistas
de dichas instituciones mediáticas. En el rotativo, como redactores reporte-
ros de prensa, laboran 12 periodistas, de ellos fueron entrevistados 6 y en el
Departamento Informativo de la emisora laboran 22 periodistas, de los cuales
fueron entrevistados 11.
Las entrevistas contaban con un número de preguntas que variaban entre
8 y 16, según la persona que se fuera a entrevistar −directivo o reportero− y
giraban en torno a lo que entendían por regulación, autorregulación, las fases
del proceso de producción periodística, entre otras.
De manera general en el Periódico y la Emisora Provincial se percibe un
conocimiento acertado sobre lo que es regulación y las características que
posee, sin embargo existen particularidades: en el caso del periódico no fue
usual que relacionaran la regulación con la autorregulación; en cambio, en
la emisora varios de los periodistas dijeron ser profesionales principalmente
autorregulados.
Los planes temáticos se realizan de manera equilibrada, y se tienen en
cuenta no solo las necesidades y opiniones de los directivos tanto de las ins-
tancias internas como externas, sino también la de los periodistas. Aun así
todavía se expresa inconformidad, situación ambigua, puesto que algunos
periodistas se quejaron de que sus criterios no eran lo suficientemente oídos,
sin embargo las direcciones de los medios concuerdan en plantear que no
siempre colaboran con sus propuestas de temas para complementar los pla-
nes de trabajo.
Los periodistas del Sierra Maestra y CMKC Radio Revolución reconocen al
Partido y al ICRT como entidades superiores regulatorias. Estos datos mues-
tran desconocimiento, puesto que en las orientaciones del Buró Político para
la Eficacia Informativa se deja claro que el principal responsable de lo que
publica un medio es su director; se plantea además el papel del Partido con los
medios informativos: su labor es de guía y controlador de la calidad noticiosa y
del cumplimiento de la Eficacia Informativa.
De lo analizado lo más preocupante es que un número mayor al 50% del total
de los periodistas se sienta regulado por las fuentes de información, puesto
que las mismas se niegan a dar datos o limitan lo que debe ser publicado. Esta
situación es inaceptable pues está estipulado que la Sociedad cubana tiene
pleno derecho a la información, y los administrativos la obligación de develar
las informaciones que solicite la prensa, solo con la excepción de que sea una
información clasificada como secreto estatal.
El colectivo de trabajadores de ambos Medios de Comunicación posee cono-
cimiento medio acerca de los documentos que regulan la labor de la prensa.
Varios no saben los nombres de los mismos, se confunden a la hora de decir
si poseen apoyo legal o no, y un gran número manifestó que debería existir
mayor apropiación de dichos textos al interior del personal periodístico.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 361


TRUJILLO OLIVARES

El Periódico y la Emisora ofrecieron resultados diferentes a la hora de defi-


nir en cuál de las fases de producción noticiosa inciden más las regulaciones,
exclusión y selección respectivamente. Ante todo se debe tener en cuenta que
cada medio funciona de manera individual y por tanto los resultados no deben
ser iguales o similares.
La regulación interna es percibida por más del 50% total de los entrevis-
tados como la más incidente en la labor de los dos medios analizados. Esta
respuesta es contradictoria ya que son los mismos periodistas los que no
reconocen a las direcciones de su medio como principales entes reguladores.
Estos elementos nos permiten expresar que la crítica periodística se ha ido
incrementando en comparación con años anteriores, y existen temas de los
que antes ni se pensaba hablar pero que en estos momentos son tratados con
toda libertad.
En la actualidad los sujetos reguladores han promovido la apertura de la
crítica que se puede realizar en los Medios de Comunicación, además muchos
temas ya han dejado de ser tabú para formar parte habitual en las publicacio-
nes santiagueras.
También se reflejó una situación que se observa en varias instituciones
mediáticas, y es que al percibirse un diapasón más amplio a la hora de tratar
temas que antes no se podía, los periodistas se han quedado sin saber qué
hacer, y simplemente se autolimitan de tratar dichas cuestiones por costum-
bre, acomodamiento, falta de interés y preparación profesional.

5. Conclusiones

• La regulación externa se efectúa por aquellos organismos o entidades que


orientan el funcionamiento de la prensa. En Cuba la realiza el Partido a tra-
vés de los lineamientos que orientan la Eficacia Informativa en los Medios de
Comunicación.
• En CMKC Radio Revolución, otro ente regulador es el Instituto Cubano
de Radio y Televisión (ICRT), unidad encargada de rectorar la política de
programación.
• Los periodistas y directivos concuerdan en que la regulación es necesaria
para el correcto funcionamiento de la prensa. Perciben en el Partido y el ICRT
una guía positiva que los insta a realizar mejores trabajos.
• La incidencia negativa de la regulación externa que ejercen diversas fuentes
de información ha sido un elemento clave en los problemas encontrados en la
producción noticiosa de ambos medios, influyendo en la calidad y eficiencia del
periodismo que se realiza.
• La regulación interna se manifestó de manera más palpable en las dinámi-
cas del periódico Sierra Maestra, puesto que los periodistas la identifican como
la de mayor impacto en los modos y formas de trabajo.

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REGUL ACIÓN DE L A PRENSA EN SANTIAGO DE CUBA: PERIÓDICO SIERRA MAESTRA Y EMISORA CMKC

• El 50% de los periodistas de la Emisora CMKC Radio Revolución, reconocen


la autorregulación como un proceso intrínseco de la labor reporteril.
• El ejercicio de la crítica se ha incrementado en la CMKC y el Periódico Sierra
Maestra, pero aún es insuficiente la cantidad de trabajos con matiz crítico o de
opinión en ambos medios.
• Las regulaciones inciden de manera directa en las etapas de selección y ex-
clusión de la información. Estas fases se hayan estrechamente relacionadas en-
tre sí puesto que cada una debe su existencia a la otra. La regulación que más in-
fluye es la interna, a través de los filtros de revisión a los materiales informativos.
• Es unánime la decisión de que las regulaciones solo podrán funcionar correc-
tamente cuando exista un balance entre lo externo y lo interno. Afortunadamente
en el periódico y la emisora se trabaja con ese objetivo.

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364 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


Política de comunicación
en los planes de gobierno
del Partido de los Trabajadores
(PT) entre 1989-2014
Communication policy in the plans of the Workers’ Party (PT)
between 1989 and 2014

Política de comunicação nos planos de governo


do Partido dos Trabalhadores (PT) entre 1989-2014


Ivonete DA SILVA LOPES
Universidade Federal de Viçosa, Brasil / [email protected]


ChasquiChasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Informe, pp. 333-347)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 23-03-2017 / Aprobado: 08-05-2018

365
DA SILVA LOPES

Resumen
Este trabajo discute cómo el tema de la política de comunicación fue tratado
por el Partido de los Trabajadores (PT) en sus planes de gobierno a lo largo de
los años indicados. El recorte temporal comprende 25 años, entre 1989 y 2014,
periodo en el cual se disputaron siete elecciones para el ejecutivo federal y
se conquistaron cuatro mandatos, repartidos entre Luiz Inácio Lula da Silva
(2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016). El estudio revela incongruencias en-
tre las orientaciones del partido en este campo y las prácticas del gobierno, así
como la evidencia de que el compromiso del PT para regular la comunicación
fue desapareciendo en cada elección disputada.
Palabras clave: democratización; regulación; Brasil; medios de comunicación;
análisis de contenido.

Abstract
This paper discusses how the theme policy of communication had treated by
the Workers’ Party (PT) over the years in its government plans. The analysis
comprises 25 years, between 1989 and 2014. During this period were held se-
ven elections for the Brazilian president, and four terms were elected Luiz
Inácio Lula da Silva (2003-2010) and Dilma Rousseff (2011-2016). It is adopted as
a methodology a documental research and content analysis of the proposals
submitted by the PT candidates. The study reveals inconsistencies between
party orientations in this field and government practices, as well as evidence
that the PT’s commitment to regulate communication was fading with each
disputed election. The party itself has recently recognized that one of the mis-
conceptions committed during the four terms of office was not to have demo-
cratization of the media as one of the priority tasks.
Keywords: democratization; regulation; Brazil; media; content analysis.

Resumo
Este trabalho discute como o tema política de comunicação foi ao longo dos
anos tratado pelo Partido dos Trabalhadores (PT) nos seus planos de governo.
O recorte temporal compreende 25 anos, entre 1989 e 2014, período no qual
foram  disputadas sete eleições para o executivo federal e conquistados qua-
tro mandatos, divididos entre Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) e Dilma
Rousseff (2011-2016). Adota-se como procedimento metodológico a pesquisa
documental e análise de conteúdo das propostas apresentadas pelos candi-
datos petistas. O estudo revela  incongruências entre as orientações do par-
tido nesse campo e as práticas de governo, assim como evidencia que o enga-
jamento do PT  para regulamentar a comunicação foi desaparecendo a cada
eleição disputada.
Palavras-chave: democratização; regulamentação; Brasil; meios de comunica-
ção; análise de conteúdo.

366 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

1. Intoducción

El contexto político actual nos muestra cómo los medios hegemónicos ocupan
un espacio como actores políticos que influyen en los cambios de trayectoria
de la sociedad brasileña −comportamiento nada insólito. Tradicionalmente,
los grandes conglomerados mediáticos han estado comprometidos con las éli-
tes, y por los tanto se enfrentan a las transformaciones sociales. Aunque la in-
fluencia mediática en la trayectoria del país no pueda considerarse algo nuevo,
la conciencia sobre la necesidad de revisar el escenario de concentración de los
medios y de establecer políticas de comunicación democratizadoras se incor-
poró solo recientemente en los discursos de los ex-presidentes Luiz Inácio Lula
da Silva (2002-2010) y Dilma Rousseff (2010-2016).
Lula empezó a posicionarse sobre el tema después de finalizar sus dos man-
datos. En las declaraciones del expesidente, se han vuelto comunes las mencio-
nes a la necesidad de democratizar los medios, como demuestra su entrevista
concedida a la BBC:

No conseguimos avanzar en la democratización de los medios de comunicación de


masa. El Código de Telecomunicación es de 1962 […]. Son seis familias que detienen
casi el total del mercado de los medios de comunicación. En eso todavía se tiene
que avanzar mucho.1 (Schreiber, 2015)

Tras la reelección de Dilma Rousseff en 2014, el tema de la regulación de los


medios de comunicación ganó espacio en los pronunciamientos de la presidenta
y, luego, durante la crisis política que resultó en su destitución. De acuerdo con
lo divulgado por el portal Carta Maior, la presidenta,

[...] trató por primera vez, y con argumentos sustanciales, la necesidad de que
Brasil debata y eventualmente sancione un marco jurídico sobre los oligopolios
que dominan la producción, circulación y consumo de noticias. [Y más aún cues-
tionó:] ¿Por qué cualquier sector tiene regulaciones y los medios no las pueden
tener? (Pignotti, 2014)

Las tomas de posición, tanto de Lula como de Dilma, sobre la necesidad de


cambio en la infraestructura del sector mediático en el país fueron raras y apa-
recieron tardíamente, así como fueron escasas las acciones de los dos gober-
nantes para democratizar el sector. A pesar de la inercia de los gobiernos petis-
tas en el campo de la comunicación, las recientes crisis políticas generaron
una serie de cuestionamientos y denuncias sobre la parcialidad de los medios
hegemónicos, debido a su papel en el proceso que resultó en la destitución de
la presidenta, sustituida definitivamente por su vicepresidente, Michel Temer

1 Este y los demás textos originales en portugués fueron traducidos por la autora al español.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 367


DA SILVA LOPES

−PMDB−, en agosto de 2016. Tomando en cuenta este contexto, el artículo


busca contribuir al debate sobre las políticas de comunicación, presentando
un estudio sobre los planes de gobierno del PT entre 1989 y 2014. El análisis
comparativo permite discutir con mayor acuidad el compromiso del Partido
de los Trabajadores con la regulación y la democratización de la comunicación.

2. Metodología

El camino metodológico adoptado para la realización del trabajo comprende


un análisis de los documentos históricos del Partido de los Trabajadores (PT).
La base del análisis se dirigió a las propuestas o planes de gobierno, disponi-
bles en la página web de la Fundação Perseu Abramo2. También, se hicieron al-
gunas menciones a otros documentos históricos, como las resoluciones apro-
badas por los delegados del PT en los congresos nacionales del partido.
El recorte temporal del estudio comprende 25 años. Se inicia con la obser-
vación del plan de gobierno del PT de 1989 −que marca la primera elección
directa para presidente de la república, realizada después del periodo de la
dictadura civil-militar (1964-1985), que fue seguida de otras seis elecciones pre-
sidenciales: 1994, 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014. Las cuatro últimas resultaron
en la elección y reelección de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff,
respectivamente.
En primer lugar, se observó la estructura del documento “Plan de
Gobierno”, para identificar la prioridad del tema comunicación en esos docu-
mentos. En algunos de ellos, por ejemplo, la comunicación aparece como
tópico; es decir, estuvo entre las prioridades del gobierno. Luego, la búsqueda
de la palabra clave comunicación posibilitó constatar cómo esta apareció en las
propuestas de gobierno. Después de las dos etapas de lectura exploratoria de
esos documentos, se realizó un análisis de contenido para interpretar cómo
la comunicación y las políticas para el sector fueron tratadas por el PT en las
siete elecciones para el ejecutivo federal.

3. Comunicación y democratización de la comunicación

En Brasil, se acumulan décadas de lucha por políticas de comunicación que


democraticen el sector. El movimiento por la democratización de la comunica-
ción surgió ya durante el régimen militar. La misma sociedad que luchaba por
democratizar el país entendía que el proceso sería incompleto sin democrati-
zar la comunicación. Según Paulo Liedtke (2003), la reivindicación ganó fuerza
al final de la década de 1970, tras la campaña liderada por la Federação Nacional

2 Ver https://fpabramo.org.br/

368 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

dos Jornalistas −FENAJ−, que exigía cambios en la forma de distribución de


las concesiones de emisoras de radio y televisión. Años después, en 1984, fue
creado el Frente Nacional por Políticas Democráticas de Comunicação, reu-
niendo a periodistas, sindicalistas, parlamentarios y otros sectores de la socie-
dad. En 1991, el movimiento se institucionalizó con la implantación del Fórum
Nacional pela Democratização da Comunicação −FNDC. Desde el inicio del mo-
vimiento, el control social de los medios de comunicación y el fin del oligopolio
mediático hicieron parte de la pauta reivindicatoria.
La Constitución Federal de 1988 es un hito en el proceso de redemocratiza-
ción brasileña e, innegablemente, trajo avances en la democracia. Estableció
valores como la transparencia pública, la separación entre lo público y lo pri-
vado3, y creó mecanismos institucionales con vistas a garantizar la partici-
pación de la sociedad civil en decisiones sobre políticas públicas, por medio
de los consejos. El control social de las políticas públicas, o accountability, es
una forma de democratización de la gestión pública. Esa práctica viene siendo
adoptada en varios sectores, sobretodo en la salud y la educación.
Según Lima (2009), “se habla de control social de la educación o de control
social de la salud, sin que nadie tenga dudas de que se trata de un mecanismo
democrático de gestión que funciona normalmente en el Estado de derecho”.
El autor señala que el control social es aceptado por los medios de comunica-
ción cuando se refiere a algunos sectores, como la salud y la educación. Sin
embargo, cuando éste es discutido para aplicarse a la televisión y a la radio,
los argumentos son otros; pasando, la mayoría de las veces, a ser considerado
como censura. Uno de los problemas está en la ausencia de esa discusión en el
ámbito de la televisión brasileña, principalmente en las emisoras que compo-
nen el oligopolio del sector de la comunicación y que poseen mayor audiencia,
contribuyendo así a que la discusión permanezca desconocida para gran parte
de la sociedad.
Según Guilherme Canela, la campaña de los medios de comunicación con-
tra todo intento de regulación no siempre es explícita,

[la interdicción] puede darse simplemente por la no discusión del asunto, es de-
cir, por una definición de la agenda que ni siquiera pone en pauta la cuestión de
la comunicación. Definir la agenda es un gran instrumento de poder. (Canela,
2008, p. 146)

Debido a esa interdicción realizada por los empresarios de los medios −que
impide el debate público sobre la reglamentación y, probablemente, termina

3 Un ejemplo de separación entre lo público y lo privado relacionado a la comunicación está en el artículo


54. En dicho artículo consta que los políticos, a partir del momento en que asumen el cargo, no puede: “[...]
acordar o mantener contrato con persona moral de derecho público, [...] o empresa concesionaria de servicio
público” y ser “propietarios, controladores o directores de empresa que goce de favor decurrente de contrato
con persona moral de derecho público” (Brasil, 1988).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 369


DA SILVA LOPES

influenciando el retroceso de acciones gubernamentales que podrían alterar


el marco regulatorio−, se registra un reducido avance en este sector. En los 13
años de gobierno del PT, poco se hizo en términos de política de comunicación,
lo que frustró la expectativa de los movimientos sociales (Cabral & Cabral,
2008).
No existieron reformas para la adecuación de la legislación a las transforma-
ciones sociales, culturales y tecnológicas por las cuales pasó el país desde 1962,
año en que fue instituido el Código Brasileiro de Telecomunicações −CBT−, la
principal ley que todavía rige la radiodifusión. La mantención del parámetro
legal puede atribuirse al hecho de que las leyes existentes, de acuerdo a Bolaño
(2007, p. 7), formalizan un determinado consenso social “que retrata la posi-
ción relativa de los diferentes actores en la estructura hegemónica de la socie-
dad en un momento dado y cuya validez se prolonga en el tiempo de acuerdo
con la prolongación de aquella estructura”.
Esa situación se alimenta de la práctica gubernamental de superposición
de normas −vía decretos y órdenes presidenciales. Se observa que esa ha sido
la regla en lo tocante a la radiodifusión: la ausencia de una política de comuni-
cación, en el sentido definido por Beltrán (1976, p. 4): “un conjunto integrado,
explícito y duradero [… armonizado] en conjunto coherente de principios y
normas para guiar la conducta de las instituciones especializadas en el manejo
del proceso de comunicación en un país”. Otro aspecto tomado en cuenta por
el autor es la importancia del Estado para conducir el proceso de organización
del sector; en ese sentido, señala que en la elaboración de una política de comu-
nicación, se debe priorizar la participación de la sociedad civil.
Los atributos apuntados por Beltrán (1976) no están presentes en el escena-
rio brasileño de la comunicación. Las leyes en esta área no forman un cuerpo
claro, unificado y duradero. 4 Parte de la regulación ocurre por intermedio de
un orden jurídico, un instrumento frágil que puede ser revocado en cualquier
momento por tratarse de un acto administrativo establecido por la autoridad
pública de turno. No ocurre lo mismo con las leyes, que para entrar en vigor
deben ser aprobadas por el Congreso Nacional, así como cualquier otra alte-
ración −extinción, enmienda o revocación. En ese sentido, corrobora Geórgia
Moraes (2007, p. 263), que la política pública “presupone una estrategia de
acción, un marco de orientación de la autoridad pública y de su relación con la
sociedad, que objetive el interés público”.
Situación que lleva a inferir que, aunque la participación sea imprescin-
dible a la consolidación de la democracia y a la conquista de derechos socia-
les, los cambios −según señala Dênis de Moraes–, dependen de varias acciones
coordinadas y permanentes. Según el autor, “[…] no sirve de mucho disponer
de principios generales democráticos si no existe la determinación política de

4 La fragmentación normativa en esa área disminuyó al menos para la televisión de pago −la Ley no
12.485/2011 unificó las normas para sus diferentes modalidades.

370 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

hacer valer las normas, reglamentaciones y procedimientos que garantizan su


aplicación” (Moraes, 2011, p. 163).
El cuadro expuesto muestra la distancia entre la movilización y las con-
quistas, que en el caso específico del área de comunicación en Brasil, todavía
no han sido efectuadas. De ello no se debe derivar un escepticismo sobre la
fuerza de la participación, sino que se debe dejar de depositar en ella, úni-
camente, la capacidad de transformación. Además, el cuadro indica que la
participación y sus resultados también dependen de la “voluntad” política de
gobiernos o de qué tan democrático es un Estado.

3.1. Las propuestas del gobierno Lula Presidente


La presentación oficial de la propuesta o plan de gobierno pasó, recientemente,
a ser una exigencia de la Justicia Electoral para el registro de candidaturas a
los cargos de alcalde, gobernador y presidente de la república. La determina-
ción consta en el inciso IX de la Ley no 12.034 de 2009. Esa medida podría pa-
recer una simple exigencia formal de la Justicia Electoral, ya que el incum-
plimiento del plan de gobierno registrado no deriva en ninguna penalización
sobre el candidato electo. Sin embargo, como argumenta Silva (2010), al darse
visibilidad de las “propuestas a la prensa, y por ende a la opinión pública, […] la
Justicia Electoral propicia el nacimiento de discusiones y comparativos entre
las diversas plataformas”.
Además de posibilitar el comparativo entre las propuestas de diversos
candidatos, esos documentos constituyen un material para acompañar el
cumplimiento de las promesas hechas por los candidatos electos. Aunque no
exista castigo en caso de incumplimiento del plan, termina por generarse, tal
como afirma Rollo (citado en Silva, 2010): “una pena moral, a saber, contar con
una agenda a cumplir que, en caso de no alcanzarse, podrá generar críticas al
incumplidor, aclarando aspectos morales del incumplimiento”. Se agrega a los
argumentos de Silva y Rollo que los planes de gobierno posibilitan, además,
el acompañamiento de la serie histórica de temas incluidos como prioritarios
dentro de las directrices del gobierno, como es el caso en este texto.
Al analizar el tratamiento recibido por el tema comunicación en los siete
Planes de Gobierno del Partido de los Trabajadores que orientaron sus campa-
ñas entre 1989 y 2014, cabe destacar que aunque la obligatoriedad de la presen-
tación de las propuestas de gobierno en formato de documento sea reciente −a
partir del 2009−, el PT tradicionalmente ha publicado esos documentos −que
pueden ser encontrados de forma organizada en la página web de la Fundação
Perseu Abramo.
En 1989, con la primera elección directa después de 29 años, se iniciaba en
el país el proceso de redemocratización, momento en el cual el PT lanzó a Lula
como candidato a la presidencia de la República, con José Paulo Bisol −PSB-RS−
como vicepresidente. En aquel entonces, la memoria reciente de la dictadura
civil-militar, las desigualdades sociales presentes en el país, además del acenso

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 371


DA SILVA LOPES

de la lucha obrera contribuyeron a imprimir la necesidad de cambio en el título


del plan Brasil Urgente, Lula Presidente.5 Queda patente la preocupación por
la democratización6 de la sociedad −palabra que aparece 16 veces en el plan−,
haciendo referencia a la absoluta necesidad de que se democratice en el país el
acceso a la tierra, al Estado, al Poder Judicial, al aparato estatal, entre otros.
En cuanto a la comunicación, hay cuatro referencias a la expresión demo-
cratización de la comunicación. Se critica el oligopolio mediático y las dificulta-
des encontradas para construir directrices democráticas en la Constituyente
de 1988. Sugiere como medidas para democratizar el sector:

1. Unificación de todo el control de la política de comunicación social en un Consejo


de Comunicación Social independiente y autónomo, inclusive en cuanto al sistema
de concesiones de radio y televisión. El Consejo debe de ser integrado por trabaja-
dores del área (diarios, agencias de publicidad, radio y televisión) y Centrales Sindi-
cales, democráticamente electos. 2. Las radios y televisiones sólo podrán ser explo-
tadas por fundaciones o asociaciones civiles sin fines de lucro. 3. El gobierno de la
Unión adoptará las medidas administrativas, legislativas y judiciales para eliminar
el monopolio y el oligopolio del área de comunicación social. 4. Apoyo a la creación
de canales de comunicación propios de las organizaciones populares. (PT, 1989)

Las propuestas presentadas llevan a inferir la intención, en ese entonces,


de promover una profunda alteración en el sector, indicando que ésta podría
efectuarse con la redistribución de los otorgamientos de las empresas priva-
das a organizaciones de la sociedad civil y del propio Estado. Las acciones pue-
den ser consideradas como bastante osadas, especialmente en lo que se refiere
a la estructura. El énfasis está en el combate al oligopolio y en la implantación
de una gestión democrática del área por medio de un consejo de comunicación
que sería responsable de administrar la política de comunicación, además de
prever la estatización.
La campaña presidencial de 1994 marca la trayectoria del PT, por haber
sido la única, entre los pleitos electorales disputados hasta 2014, con una lista
pura. Lula tuvo como vicepresidente a Aloizio Mercadante, también del PT-São
Paulo. El programa de gobierno, titulado Uma revolução democrática no Brasil,
destaca la democratización de varios aspectos de la sociedad brasileña, de
modo que llega a 281 ocurrencias de la palabra democratizar y sus derivados.
Ésta es empleada para referirse a la democratización de las relaciones inter-
nacionales, culturales, del control social, las relaciones de trabajo, el Estado,
la propiedad, la vida económica, entre otras. En este diverso sentido de la vida
social, la palabra comunicación es mencionada 62 veces. Se nota la comunica-
ción asociada a las prácticas democráticas en el ámbito social.

5 Disponible en: https://bit.ly/2zttNtQ.


6 Se considera, para efecto de este análisis, la semántica y no la clase de palabra; por tanto puede ser el
verbo democratizar, el sustantivo democratización o el adjetivo democrático(a).

372 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

En el contexto de este artículo, la propuesta de gobierno contiene 17 citacio-


nes de la expresión democratización de la comunicación y otras cinco referen-
cias a la regulación o control social de los medios. En este programa, la comu-
nicación roza varios temas y, sin embargo, recibió tratamiento diferenciado
por ser un tópico −“Democratización de la Comunicación”− dentro del capítulo
II “Política, Ciudadanía y Participación Popular”. En comparación al primer
plan de gobierno, el tópico comunicación parece mejor estructurado. Presenta
el escenario del sector marcado por la concentración económica mediática,
el cruzamiento horizontal y vertical de la propiedad, apunta el desfase de la
legislación y critica el modelo de concesión pautado en el regateo electoral; evi-
dencia aun más la homogenización del contenido, la poca diversidad y la pro-
ducción centrada en el eje Rio de Janeiro–São Paulo. Es decir, indicaba en 1994
los problemas que aun hoy caracterizan la comunicación brasileña.
A diferencia del plan anterior, de 1989, éste no hace mención a la
redistribución de las concesiones para entidades sin fines de lucro y al propio
Estado. No sugiere la estatización, pero enfatiza que el gobierno deberá

[...] establecer nuevas relaciones entre Estado, sector privado y sociedad para es-
tructurar los sistemas de comunicación y definir el papel cultural, político y econó-
mico desempeñado por los medios de comunicación; crear condiciones favorables
para la competencia, […] y de ampliación del mercado. (PT, 1994)

Se explicita que la política de comunicación deberá buscar la democratiza-


ción para garantizar a los “ciudadanos el derecho de información y expresión,
ampliar espacios y medios públicos […], instituir formas de control social […],
perfeccionar los servicios estatales y regular la esfera privada, con tal de impe-
dir la existencia de oligopolios” (PT, 1994). Los cambios sugeridos alcanzan un
amplio espectro, desde la infraestructura, el control social sobre los medios y
el fortalecimiento de la comunicación pública.
Se agrega aún al plan la cuestión de la diversidad. Se presenta como pro-
puesta la adopción de la representación proporcional de los grupos étnicos en
todas las campañas y actividades de comunicación del gobierno y de entidades
que tengan inversión política o económica de la Unión; además de estimular la
diversidad, combatir la discriminación a gays y lesbianas; promover la inclu-
sión de personas con discapacidad. El plan presentaba una visión amplia de la
comunicación que pudiera contribuir a la construcción de una sociedad más
plural y con respeto a las diferencias.
En el programa de gobierno de 1998, el tema comunicación deja de ser
prioritario: es mencionado apenas una vez para enunciar que: “Los medios
de comunicación deben de ser instrumentos de educación, difusión de la cul-
tura, valoración del ser humano y al servicio de la paz social y de la vida civil
solidaria” (PT, 1998). El entendimiento de la comunicación queda reducido al
carácter instrumental de contribuir a la educación y a la cultura; además, no

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 373


DA SILVA LOPES

se hace ninguna mención a la regulación o a la necesidad de democratizar y


diversificar los contenidos −temas muy presentes en las propuestas presenta-
das en 1994.
El plan de 1998 es bastante emblemático porque hace una mención sutil a la
comunicación, considerando que tanto Lula como Brizola7, en sus respectivas
trayectorias políticas, recibieron tratamiento desfavorable de los medios hege-
mónicos, especialmente de las organizaciones Globo. Según el Observatório da
Impresa, la Rede Globo de Televisão dio apoyo a los militares y a sus aliados en
el intento de impedir que Leonel Brizola fuera electo gobernador del estado
de Rio de Janeiro, en 1982. El proceso se volvió conocido públicamente como
“Caso Proconsult”8. Respecto a Lula, en las elecciones de 1989 varios investiga-
dores señalaron la cobertura favorable al vencedor del pleito electoral, el can-
didato del PRN-AL −Partido da Reconstrução Nacional - Alagoas−, Fernando
Collor (Feres & Sassada, 2016).9
Debido a esas experiencias de los candidatos, se esperaban propuestas
más contundentes en 1998 para regular el sector. También, se puede plan-
tear la hipótesis de que la reducción del tema comunicación dentro del plan
de gobierno, así como su fragilidad, podría indicar un sutil “coqueteo” a los
empresarios del sector mediático, sugiriendo así que no habría cambios sus-
tanciales en esa materia −y, de esta forma, sus chances de vencer las elecciones
aumentarían.
En la campaña de 2002 −Lula presidente, vicepresidente José de Alencar -
Partido Liberal, Minas Gerais− el asunto comunicación recibió un tratamiento
ligeramente más amplio, comparado con la elección anterior, pero distante de
las dos primeras campañas. La palabra aparece seis veces en el plan, y demo-
cratización apenas una. Es importante destacar que, en términos generales,
comunicación viene asociada a la expansión de los servicios de telefonía (tele-
comunicaciones), en virtud de la privatización de estos servicios, ocurrida en

7 Leonel Brizola fue un importante cuadro de izquierda brasileño, uno de los fundadores del PDT (Partido
Democrático Trabalhista). Luchó en contra del golpe militar de 1964 y fue exiliado del país durante el periodo
de la dictadura civil-militar brasileña. Ocupó los cargos de gobernador del estado de Rio Grande do Sul (1959
a 1963) y dos veces el de gobernador del estado de Rio de Janeiro (1983 a 1987 y 1991 a 1994), entre otros.
Disputó las elecciones presidenciales de 1989.
8 El esquema de fraude debió funcionar en la etapa de conteo final de votos, cuando, en función de un
llamado “diferencial delta”, los programas instalados en las computadoras de la empresa Proconsult, contra-
tada por el Tribunal Regional Electoral de Rio de Janeiro para el servicio, restarían un determinado porcentaje
de votos dados a Brizola, transformándolos en votos nulos, o promoverían la transferencia de sufragios en
blanco para la cuenta del entonces gobernante, Moreira Franco. La falsificación del conteo fue descubierta
gracias al trabajo de la prensa, sobre todo a partir del esquema de conteo paralelo al del TRE-RJ, organizado
por la Radio Jornal do Brasil −cuya cobertura electoral concurrió y le dio ventaja sobre el aparato armado por
el conglomerado de medios hegemónicos en el estado, las Organizaciones Globo (Egypto, 2004).
9 En las elecciones de 1989, el día siguiente al debate entre los dos candidatos, el Jornal Nacional transmitió
una noticia que generó mucha polémica. “La Globo fue acusada de seleccionar los mejores momentos de
Collor y los peores de Lula, favoreciendo, así, al candidato del PRN. Fue acusada también de privilegiar las
intervenciones de Collor, ya que él recibió un minuto y medio más que Lula” (Memoria Globo). En las campañas
electorales de 1994, el candidato victorioso Fernando Henrique Cardoso (PSDB) recibió cobertura positiva de
los medios con relación a Lula, según Feres y Sassada (2016).

374 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

1998. Las metas del gobierno indicaban la preocupación de garantizar la uni-


versalidad de acceso a la comunicación móvil y telefonía fija. Comunicación
aparece también vinculada a cultura.

Este movimiento de democratización cultural de la sociedad brasileña sólo estará


completo si fuese acompañado de la democratización de los medios de comunica-
ción. Es fundamental garantizar la más irrestricta libertad de expresión. Los avances
tecnológicos por los cuales viene pasando el sector de las comunicaciones deberán
ser utilizados para colocar viejos y nuevos medios al servicio de la sociedad, permi-
tiendo que se expresen de la forma más libre y plural posible. Las comunicaciones
cumplirán también un importante papel al servicio de la educación, de la valoriza-
ción y difusión de la producción cultural del país y el mundo. (PT, 2002, p. 4)

Aunque el plan de gobierno aluda a la democratización de la comunicación,


no se observa ninguna especificación de qué se entiende o cómo se pretende
democratizar el sector. Se percibe también la incorporación del discurso de
los grandes medios sobre la importancia de garantizar la libertad de expresión
−argumento del que los conglomerados mediáticos se valen para blindar a la
sociedad de cualquier debate sobre la regulación y la implantación de meca-
nismos de control social sobre los medios.
Las propuestas para la reelección de 2006 no presentan divergencia en
relación con las metas de gobierno de la campaña anterior. En el texto, las refe-
rencias hechas a las palabras comunicación y democratización son las mismas:
seis y dos respectivamente. Con todo, cabe destacar un fragmento: “Se garan-
tizará la democratización de los medios de comunicación, permitiendo a todos
el más amplio acceso a la información, que debe ser entendida como un dere-
cho ciudadano” (PT, 2006, p. 13). El plan avanza en relación con el anterior, al
afirmar que se incentivará la creación de sistemas democráticos de comunica-
ción, “favoreciendo la democratización de la producción, de la circulación y del
acceso a los contenidos por la población; y fortalecer la radiodifusión pública
y comunitaria, la inclusión digital, las producciones regionales e independien-
tes y la competencia en el sector” (PT, 2006, p. 13).

3.2. Los planes del gobierno Dilma Presidenta


En un intento por conquistar el tercer mandato consecutivo, el PT, con la
candidatura de Dilma Rousseff y Michel Temer (PMDB) como vicepresidente,
desde el comienzo fue blanco de polémicas al entregar el primer programa
de gobierno en el Tribunal Superior Electoral (TSE) −plan que fue inmediata-
mente sustituido por una versión más “adecuada” a las exigencias, sobretodo
de los grandes medios. Señala Lima (2012, p. 319) que al hacer el documento pú-
blico, “los grandes medios pasaron a nombrarlo como ‘polémico’ y/o ‘radical’.
Pasadas pocas horas, el comando de campaña decidió alterar varios fragmen-
tos del programa que originalmente entregó al TSE”.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 375


DA SILVA LOPES

Según el Portal Vermelho (2010), “el documento correcto, aun según la ase-
soría, es el programa de la campaña, directrices provisorias que aún recibi-
rán las contribuciones de los partidos coligados”. Según el análisis del Portal,
fueron retirados de la segunda versión de las propuestas de gobierno deman-
das importantes para la izquierda, como la “reducción de la jornada laboral,
la no criminalización de los movimientos sociales, la tasación de grandes for-
tunas y la democratización de los medios de comunicación” (Portal Vermelho,
2010).
Primero cabe presentar el segmento retirado de la versión original, motivo
de polémica en los medios. De acuerdo con la propuesta, “la profundización
de la democracia brasileña pasa por una fuerte circulación de ideas, por el
libre acceso a los bienes culturales de toda la humanidad y por la posibilidad
de expresión de nuestra diversidad cultural, desde las manifestaciones popu-
lares a las de vanguardia”.10 Por tanto, habría necesidad de modificar el esce-
nario actual formado por un “único vehículo cultural y de información, con las
cadenas de radio y de televisión, en general, poco interesadas en la calidad, el
pluralismo, el debate democrático”. Preveía, entonces:

Medidas que promuevan la democratización de la comunicación social en el país,


en particular aquellas orientadas a combatir el monopolio de los medios electró-
nicos de información, cultura y entretenimiento. Para eso, se deben tomar en
cuenta las resoluciones aprobadas por la 1ª Confecom, promovida por iniciativa
del gobierno federal, y que prevén, entre otras medidas, el establecimiento de un
nuevo parámetro legal para las telecomunicaciones en el país; la reactivación del
Consejo Nacional de Comunicación Social; el fin de la propiedad cruzada; exigencia
de un porcentaje de producción regional, de acuerdo con la Constitución Federal;
prohibición del subarrendamiento de emisoras y horarios; y derecho de respuesta
colectivo (PT, 2010, cursivas del autor)

Lo que fue tomado como problemático por los medios y se convirtió, por
eso mismo, en blanco de críticas, no tiene nada de revolucionario. El programa
da cuenta del contexto de concentración caracterizado por la poca plurali-
dad de ideas −y de forma bastante legalista. Esto significa que, basado en la
Constitución Federal de 1988, fueron propuestos cambios en cuanto al com-
bate del monopolio y a la propiedad cruzada, a la reactivación del Consejo
Nacional de Comunicación Social y a la regionalización de la producción.
Sobre la Conferencia Nacional de Comunicación −Confecom−, realizada
en 2009, se trata de propuestas construidas democráticamente por la socie-
dad en conferencias municipales, estatales y después la nacional. Considerar
las demandas de la sociedad para implementar cambios en la comunicación
parece algo saludable. Bajo la perspectiva de los medios hegemónicos, exis-

10 Disponible en https://bit.ly/2NFWJrs.

376 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


POLÍTICA DE COMUNICACIÓN EN LOS PL ANES DE GOBIERNO DEL PARTIDO DE LOS TRABA JADORES (PT)...

ten palabras prohibidas que no pueden ser dichas por el aspirante al gobierno
federal, como: “regulación” o, de acuerdo al texto, “nuevo parámetro legal” y
aún “regionalización de la producción”. Es decir, no admiten salir de la situa-
ción confortable y privilegiada que disfrutan desde el origen de la comunica-
ción en Brasil.
En el plan oficial −2ª versión−, las acciones previstas para la comunicación
quedaran en el ámbito de una política cultural, como la implantación de cen-
tros culturales, salas de cine, museos, teatros, entre otros.

Estímulo al consumo y difusión de bienes culturales [y] red de equipamientos,


como centros culturales, museos, teatros [e] iniciativas que estimulen el debate
de ideas, con el fortalecimiento de las redes públicas de comunicación y el uso
intensivo de la blogosfera. (PT, 2010)

Los problemas enfrentados con las propuestas de gobierno en 2010, proba-


blemente influenciaron el modo de tratar el tema comunicación en la última
campaña electoral. Para la disputa de 2014 el tema prácticamente desapare-
ció. La única mención se dio en el sentido de manifestar que nada sería hecho
para contrariar los intereses empresariales: “Queremos construir igualmente
mecanismos que protejan todas las formas de comunicación −el internet, en
particular− asegurando la privacidad de la ciudadanía, de las empresas y de
los gobiernos” (PT, 2014).

4. Consideraciones finales

Se buscó en este texto reflexionar sobre el tratamiento diferenciado que el


tema comunicación recibió en las propuestas de gobierno del Partido de los
Trabajadores. Se observa que en 1989 y 1994 hubo referencias explícitas a la
regulación de los medios de comunicación y se apuntó a la necesidad de demo-
cratizarlos. No se hizo referencia al asunto en 1998, pero el tema regresó de
forma menos contundente en 2002 y 2006. Asímismo, las palabras regulación
y democratización de los medios desaparecieron de los planes de gobierno de
2010 y 2014.
Estos documentos revelan el abandono de una de las demandas históricas
de lucha del PT, la democratización de la comunicación. Evitar la confronta-
ción con los grandes conglomerados de comunicación fue la praxis de los cua-
tro mandatos de coalición bajo el liderazgo petista. Sin embargo, “sostener” los
medios hegemónicos no fue suficiente para garantizar la estabilidad política.
Las cinco redes privadas juntas recibieron, entre 2008 y 2014, R$7.3 millones
del gobierno federal. De ese monto, solo la Globo se quedó, en el periodo, con
R$3.9 millones, mientras la Empresa Brasil de Comunicación (EBC) obtuvo, en
el mismo periodo, un presupuesto de R$3.1 millones.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 377


DA SILVA LOPES

Los acontecimientos recientes ratifican que no hay democracia consoli-


dada sin la democratización de los medios de comunicación. El propio PT, en su
último congreso realizado en 2015, evaluó que el abandono de esta propuesta
política fue uno de los errores cometidos por los gobiernos petistas. “El prin-
cipal de estos equívocos fue no haber establecido como tareas prioritarias,
desde el principio, la reforma del sistema político y la democratización de los
medios de comunicación” (PT, 2015).
Es relevante destacar que las resoluciones aprobadas por los delegados
partidarios en los congresos del partido siguieron considerando el tema de la
democratización de la comunicación como medida necesaria para el país. De
todas maneras, esa preocupación no se manifestó en los planes de gobierno, ni
en las acciones de los gobernantes petistas.

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 379


Lutas simbólicas no campo
jornalístico argentino: um estudo
bourdieusiano da lei de meios
Symbolic struggles in the Argentinian journalistic field:
a bourdieusian study of the ley de medios

Luchas simbólicas en el campo periodístico argentino:


un estudio bourdieusiano de la ley de medios


Pedro Henrique DE OLIVEIRA COUTINHO
Faculdade de Direito de Vitória, Brasil / [email protected]

André Filipe REID DOS SANTOS


Faculdade de Direito de Vitória, Brasil / [email protected]


ChasquiChasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Informe pp. 349-364)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 11-05-2017 / Aprobado: 20-07-2018

381
DE OLIVEIRA COUTINHO, REID DOS SANTOS

Resumo
Este artigo visa compreender as relações sociais produzidas por diversos agen-
tes que resultaram na Lei de Meios na Argentina. Considera-se o confronto po-
lítico entre governo Kirchner e Grupo Clarín levando os atores a travar uma
luta para o reconhecimento de legitimidade, pelo poder de identificar o tema
da democratização das mídias. Será utilizado o método de análise bourdieu-
siano, compreendendo a formação e a transformação do campo jornalístico,
sua interface com os campos político e econômico e os capitais em disputa
entre esses três campos. A partir dos resultados obtidos, verifica-se que a Lei
de Meios é fruto de inúmeras relações concebidas entre os agentes no campo
político e no campo jornalístico, ambos sofrendo uma forte pressão do campo
econômico.
Palavras-chave: Grupo Clarín; Cristina Kirchner; Pierre Bourdieu; poder sim-
bólico; democratização.

Abstract
This article aims to clarify the social relations produced by several agents that
have resulted in the Ley de Medios in Argentina. It is considered the politi-
cal struggle between the Kirchner’s government and Clarin Group leading the
social actors to fight for recognition of legitimacy, the power to identify the
theme of democratization of media. It will be used the bourdieusian method,
comprising the formation and the transformation of the journalistic field and
it’s relations with the political and economic fields. From the results obtained,
it is possible to verify that the Ley de Medios is a product of several relations
conceived between the agents on political and journalistic field, both suffering
a strong pressure from the economic field.
Keywords: Clarín Group; Cristina Kirchner; Pierre Bourdieu; symbolic power;
democratization.

Resumen
Este artículo pretende comprender las relaciones sociales de diversos agen-
tes que resultaron en la Ley de Medios en Argentina. Se considera el enfrenta-
miento político entre la gestión Kirchner y el Grupo Clarín que llevó los actores
a una lucha por el reconocimiento de legitimidad por el poder de identificar el
tema de la democratización de los medios. Se utilizará el método bourdieu-
siano de análisis, comprendiendo la formación y la transformación del campo
periodístico y su relación con los campos político y económico y los capitales en
disputa. Con los resultados obtenidos, se verifica que la ley de medios es fruto
de innumerables relaciones concebidas entre los agentes en el campo político y
periodístico, ambos sufriendo una fuerte presión del campo económico.
Palabras clave: Grupo Clarín; Cristina Kirchner; Pierre Bourdieu; poder sim-
bólico; democratización.

382 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

1. Introdução

A Lei de Meios – Lei 26.522/2009 – foi sancionada e promulgada pela presi-


denta argentina Cristina Kirchner, no dia 10 de outubro de 2009. Não obstante
o caráter progressista dessa iniciativa, as políticas no sentido de regulamen-
tação das mídias apenas tiveram espaço na agenda do governo após seu en-
frentamento político com o Grupo Clarín – maior conglomerado midiático da
Argentina. Assim, a oportunidade para debater a questão da democratização
dos meios de comunicação ficou relegada aos embates entre governo e Clarín.
Enquanto o governo direcionou seus objetivos ao enquadramento do Grupo
Clarín como violador dos interesses democráticos que conspirava contra a
diversidade de ideias, o conglomerado midiático procurou atacar o governo
kirchnerista através das constantes exibições de escândalos de corrupção,
reforçando negativamente as ações do governo e acusando-o de atacar a liber-
dade de imprensa.
Todavia, as relações entre governo Kirchner e Clarín que antecederam este
profundo embate se caracterizavam não apenas por um trato harmonioso, mas
também de extrema cumplicidade. Enquanto o governo facilitava a concessão
de licenças, aumentando a força do Clarín, este realizava um jornalismo de
chapa branca, contribuindo, inclusive, para a eleição de Cristina Kirchner à
presidência no final do ano de 2007. Entretanto, após sucessivos problemas
sociais e econômicos, seguidos pela queda de popularidade da presidenta, o
Grupo Clarín retirou seu apoio editorial, culminando com o confronto político
de que trata este artigo.
Neste sentido, o presente trabalho tem por objetivo responder a seguinte
questão: de que maneira se pode identificar nas pressões (políticas e econômicas)
os encantamentos que criam os jogos simbólicos no campo jornalístico, usando
o caso da lei de meios na Argentina como exemplo avaliativo dessa realidade?
Para tanto, será fundamental realizar uma análise do contexto sócio-his-
tórico que culminou na Lei de Meios, utilizando-se para isso a teoria de Pierre
Bourdieu. Para o autor, a análise do processo histórico deveria necessaria-
mente passar por uma reflexão a respeito da descrição e elaboração do objeto,
quer dizer, o processo histórico deve ser encarado de forma a inserir indiví-
duo e sociedade dentro de uma estruturação relacional. Por isso, as noções de
campo, capital e habitus serão essenciais para compreender e inserir em uma
concepção histórica as relações de força travadas pelos diversos agentes den-
tro do campo de lutas.
Na primeira parte do artigo será feita uma análise do método bourdieu-
siano a ser aplicado, de modo a superar a falsa oposição entre indivíduo e
estrutura e inserindo a abordagem histórica em uma perspectiva relacional.
Para Bourdieu, a história se manifesta nas estruturas sociais, mas também se
exterioriza nos indivíduos, de modo que estes dois planos estão mutuamente
imbricados.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 383


DE OLIVEIRA COUTINHO, REID DOS SANTOS

Na segunda parte, a teoria de Pierre Bourdieu será fundamental para a aná-


lise do contexto sócio-histórico da promulgação da Lei de Meios na Argentina.
Desta forma, as posições políticas tomadas pelos atores sociais envolvidos vão
se dar através de uma lógica concorrencial tanto no interior do campo político,
como através das lutas travadas entre campo político e jornalístico.

2. Método de análise em Bourdieu

A condição prévia para todo o trabalho crítico e científico é a realização de uma


análise rigorosa de modo a reconstruir, na particularidade de cada momento
histórico, como determinadas categorias foram definidas para que não sejam
presumidas como universais invariáveis. Por isso, estas categorias devem ser
pensadas através de uma dimensão histórica, considerando não como catego-
rias universais, mas sim a partir de uma reflexão no sentido de qual contexto e
por qual motivo foram introduzidas de maneira a evitar o anacronismo, o uso
retrospectivo sem a devida precaução (Bourdieu, 2011, p. 23).
A consequência disso é que a aplicação de padrões e conceitos etnológicos às
nossas sociedades sem a devida preocupação com seus requisitos de validade
produz um efeito de “des-historização” (Bourdieu, 1989, p. 370). De acordo com
o autor, a discussão crítica do método histórico consiste em reconduzir o olhar
científico para a própria ciência, ou melhor, considerar as classificações como
objeto de análise, evitando a utilização destas categorias de forma irreflexiva.
Os historiadores, por exemplo, utilizam frequentemente dessas universali-
zações de categorias sem levar em conta que são construções históricas, que
passaram por diversas mudanças.
As mesmas palavras podem ser utilizadas por grupos diferentes, através de
meios diferentes e tendo sentidos diferentes. Todas as palavras, as definições,
e conceitos que usamos para refletir sobre a história são construídos a partir
do ponto de vista histórico, então essa reflexividade é fundamental. Essa é uma
das críticas que Bourdieu realiza ao citar inúmeras obras históricas que se uti-
lizam de conceitos como “capital cultural”, “modernização”, “bens simbólicos”
de forma isolada, sem se referir a todo um sistema de relações teóricas que
são conectadas (Bourdieu, 1989, p. 377). Portanto, a conceitualização e a cons-
trução do objeto, bem como a necessidade de se utilizar conceitos relacionais
evita a universalização de certas categorias de pensamento, de certos sistemas
de classificação, que certamente levariam a uma análise histórica obsoleta.
Diante disso, é essencial que os conceitos utilizados para pensar a história
(ou quaisquer outras ciências sociais) sejam tomados com pinças históricas
(Bourdieu, 1989, p. 390) de modo a garantir o domínio consciente das condi-
ções sociais de produção do discurso histórico sobre o mundo social por meio
da crítica histórica das formas de manifestação do pensamento, das concep-
ções. Só é possível conceber de forma integral as teorias políticas analisadas

384 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

reestruturando as teorias contemporâneas no campo de lutas em que foram


historicamente constituídas.
Para tanto, Bourdieu vai propor uma nova forma para se pensar a histó-
ria. Em primeiro lugar, é fundamental a superação da (falsa) oposição entre
indivíduo e estrutura (Bourdieu, 2011, p. 46). Essa é uma vertente essencial que
perpassa todo o pensamento do autor com relação à abordagem histórica. A
história deve ser analisada sempre a partir do indivíduo e da sociedade numa
composição relacional. Qualquer abordagem que reflita sobre a história par-
tindo meramente da reprodução das estruturas, ou, por outro lado, funda-
mentando-se a partir exclusivamente dos indivíduos, é uma abordagem falsa.
Para fugir dessa dicotomia entre indivíduo e estrutura, o acontecimento
e a longa duração, as vontades singulares e os determinismos estruturais,
Bourdieu vai propor duas formas de se analisar a expressão do processo his-
tórico já que toda ação histórica promove dois estados da história: a história
incorporada e a história reificada (Bourdieu, 2004, p. 82).
A história reificada é a história no seu estado objetivado, é a história feita
coisa, que se acumulou ao longo do tempo nos objetos, nas instituições, na
linguagem, nas teorias, no direito, nos costumes. Todos esses elementos são
resultado de um processo histórico que se manifesta nos objetos, já que a his-
tória neles se acumulou (Bourdieu, 2004, p. 82).
Por outro lado, a história incorporada é a história gravada no corpo dos
sujeitos. São os atores sociais interiorizando o processo histórico no qual
estão imersos e de que são produto. Essa história incorporada se torna o habi-
tus (Bourdieu, 2004, p. 82), que é um conceito fundamental para compreender
essa forma de manifestação do processo histórico.
O habitus dá a ideia de que os agentes possuem uma história e que essa
história é produto de uma história individual, de uma educação associada a
determinado meio e ao mesmo tempo produto de uma história coletiva em que
as formas de pensamento, estratégias e esquemas de percepção são o resul-
tado da corporificação das estruturas sociais (Bourdieu, 2011, p. 58).
Ao conceituar essas duas formas de manifestação da história, Bourdieu
ultrapassa a oposição entre indivíduo e estrutura, já que a história se exterio-
riza nas e pelas estruturas sociais na forma de uma história reificada (obje-
tivada), mas também se manifesta nos indivíduos, que trazem a história gra-
vada em seus corpos na forma de habitus. O que o autor quer mostrar é que
os dois planos em que a história se manifesta estão sempre inter-relacionados
(Bourdieu, 2004, p. 83).
Qualquer análise da história atribua a instituições ou entidades coletivas
(Estado, Igreja, Burguesia, Mídia) uma personalidade própria, isto é, com uma
condição de sujeitos históricos capazes de realizar seus próprios fins, é uma
história vazia de sentido. Isso porque essa forma de análise historiográfica
reduz os agentes ao papel de simples executores, de cúmplices de uma polí-
tica inscrita na essência dos aparelhos (Bourdieu, 2004, p. 77), deduzindo que

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 385


DE OLIVEIRA COUTINHO, REID DOS SANTOS

os indivíduos não possuem qualquer capacidade inventiva e que são inteira-


mente sujeitos às coações das estruturas sociais.
O propósito de uma instituição, de acordo com Bourdieu (2004, p. 81) não
está na vontade de um indivíduo ou grupo, mas sim na relação de forças con-
trárias ou complementares travadas no seu interior. Assim, para entender
uma instituição ou entidade coletiva numa perspectiva histórica a reconstru-
ção do campo de lutas em que está inserido é fundamental.
Dessa maneira, é um grande equívoco pensar a investigação da histó-
ria conferindo aos aparelhos uma essência inerente e atribuindo a estes e as
estruturas sociais o papel de definidores da história. Por outro lado, qualquer
abordagem historiográfica que confira aos indivíduos o protagonismo na con-
dução do processo histórico através de premeditações e pensamentos racio-
nais ignorando os condicionamentos sociais incorre no mesmo erro.
A inclinação para pensar a história como um encadeamento de fatos bem
delineados está na origem da ilusão teleológica que concede aos agentes indi-
viduais intenções e premeditações (Bourdieu, 2004, p. 80). Os indivíduos não
possuem plena consciência da lógica dos campos e de suas lutas. Entretanto,
as competições, os jogos e as relações de força vão existir dentro de um campo,
ainda que os agentes não tenham discernimento de todas essas categorias.
Essas relações de força e as lutas dentro do campo vão acontecer sem que
os indivíduos dominem de forma consciente todos estes mecanismos, o que
Bourdieu vai chamar de senso prático. Quer dizer, mesmo sem a inteira per-
cepção de todos esses mecanismos, os agentes jogam dentro do campo de
acordo com sua lógica por meio de um “feeling” causado pelo habitus, o que os
leva a desenvolver estratégias mesmo sem a consciência dos processos sociais
em curso.
Nessa perspectiva, é falha a abordagem histórica que tente encaixar essa
consciência nos agentes. A história se movimenta a partir das disputas nos
campos sociais e os sujeitos que se encontram nesta arena não possuem plena
consciência do jogo que está sendo jogado.
Bourdieu analisa criticamente as duas formas de abordagens históricas
que carecem de uma perspectiva relacional, incorrendo no erro de privilegiar
as estruturas e atribuir um protagonismo, uma essência aos aparelhos ou pen-
sando os indivíduos como agentes conscientes que planejam o processo histó-
rico de uma forma racional.
Para superar esta falsa dicotomia é crucial a inclusão de conceitos rela-
cionais como campo, habitus e capital para estender o poder de análise. Tais
noções permitem que sejam superados dois erros crassos que ocorrem nas
ciências sociais: o mecanicismo, que concebe a ação como um efeito automá-
tico das pressões efetuadas pelas causas externas; e o finalismo, que acredita
que o indivíduo age de maneira consciente, livre (Bourdieu, 2002, p. 70).
Uma sociedade não constitui uma lógica social única, formada por uma
cultura comum ou funções sistemáticas, mas sim um espaço de jogos relativa-

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LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

mente independentes. Cada um desses espaços equivale a um campo (político,


social, econômico, jornalístico), quer dizer, são dotados de uma composição
relacional de maneira a impor sua lógica a todos os agentes que nele ingres-
sam (Bourdieu, 2002, p. 67). São espaços de concorrência e de lutas no qual os
competidores combatem para impor o monopólio sobre a espécie específica do
capital referente ao campo.
Existem nos campos princípios de visão e de divisão de mundo que os
agentes compartilham. Desta forma, os indivíduos são expostos às condições
sociais definidas no campo, interiorizando a realidade externa e criando nos
sujeitos um conjunto de disposições duráveis e transferíveis, um sistema de
esquemas de percepção, de apreciação e de ação que permitem que os agentes
percebam e ajam num determinado universo social (Bourdieu, 2002, p. 68).
Bourdieu vai chamar isso de habitus. Os conceitos de habitus e de campo são
relacionais, daí a importância de que se realizar uma abordagem historiográ-
fica no sentido de reconstruir o espaço dos possíveis no interior do qual suas
concepções foram formadas, assim como o universo de determinações sociais
que possibilitam, ao mesmo tempo em que limitam uma determinada criação
(Bourdieu, 1989, p. 383). É importante deixar claro que o habitus não é uma
invariante antropológica, uma vez que “os ‘sujeitos’ sociais não são espíritos
instantâneos” (Bourdieu, 2011, p. 58). Isto é, o habitus é um operador de uma
racionalidade prática ligado a todo um sistema histórico de relações sociais.
Portanto, o habitus ultrapassa a órbita do indivíduo. É criador, inventivo,
mas nos limites das suas estruturas (Bourdieu, 2002, p. 69). Os agentes criam
estratégias – sem plena consciência de suas ações, vale lembrar – em razão da
sua posição no campo de forças o que possibilita a ascensão a posições mais
reconhecidas.
Nesse espaço de contínuas lutas e concorrência que é o campo, é importante
acentuar que os indivíduos não agem somente por vantagens econômicas, mas
sim pelo desejo de alcançar o prestígio e o reconhecimento dos outros compe-
tidores, ou seja, os sujeitos agem pela vontade de se diferenciar e de se posicio-
nar numa escala de poder (Bourdieu, 2002, p. 69). A posição de cada indivíduo
no campo, no espaço social, possui uma relação direta com o volume de capi-
tal específico que ele possui, já que a ocupação de uma posição mais elevada
possibilita ao sujeito um acúmulo do capital inerente ao campo, seja no campo
jurídico (juiz, promotor) seja no campo jornalístico (diretor de emissora, reda-
tor-chefe). Contudo, o capital reconhecido num campo pode ser desvalorizado
em outro. Nos negócios, por exemplo, o capital predominante é o econômico,
enquanto no campo cultural o que importa é um certo desinteresse no tocante
aos valores mercantis (Bourdieu, 2002, p. 67).
Os campos são, portanto, microcosmos que possuem leis próprias e que
são determinados por seu posicionamento no mundo social e pelos choques
e repulsões que sofrem de outros microcosmos (Bourdieu, 1997, p. 55). Não é
diferente quando falamos em campo jornalístico.

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DE OLIVEIRA COUTINHO, REID DOS SANTOS

Entretanto, apesar de possuir uma estrutura análoga aos demais campos,


o peso do comercial, a pressão exercida pelo campo econômico é muito maior
(Bourdieu, 1997, p. 104). Por deter uma estrutura homóloga a outros campos
como o literário e o artístico, o campo jornalístico apresenta uma lógica espe-
cífica, propriamente cultural, a qual é imposta aos jornalistas através de res-
trições e condicionantes que eles mesmos impõem uns aos outros, cuja estima
entre os agentes se firma em reputações de honorabilidade (Bourdieu, 1997,
p. 105). Todavia, o campo jornalístico, assim como o político e o econômico,
está perpetuamente sujeito ao arbítrio do mercado através, direta ou indire-
tamente, do índice de audiência. Deste modo, partindo da lógica específica de
um campo que tem como objetivo a produção de notícias, a concorrência pela
audiência se traduz em uma concorrência pela prioridade, ou seja, pelas notí-
cias mais novas, pelo furo jornalístico. Com isso, a competição pela prioridade
nas notícias faz com que o modus operandi da prática jornalística se paute na
velocidade, na precipitação e na constante renovação das informações veicula-
das (Bourdieu, 1997, p. 106-107). Esta intensa concorrência contribui para uma
vigilância recíproca e permanente sobre a prática dos concorrentes “a fim
de tirar proveito de seus fracassos, evitando seus erros [...], tentando tomar
emprestados os supostos instrumentos de seus êxitos” (Bourdieu, 1997, p. 108).
Nesse sentido, ao contrário do que prega a máxima neoliberal, a concorrência
não é automaticamente uma criadora de uma pluralidade e de originalidade,
mas sim um instrumento de uniformidade da oferta (Bourdieu, 1997, p. 108),
bastando para essa constatação uma simples comparação entre os conteúdos
das emissoras de rádio e de televisão com grande audiência.
Assim sendo, um campo jornalístico que fica cada vez mais subordinado
aos interesses da lógica de mercado tem uma propensão a afetar outros cam-
pos, como por exemplo, o campo político, que apesar de estar em constantes
lutas e relações de concorrência com o campo jornalístico, ambos possuem
em comum o fato de estarem estreitamente submetidos à influência do mer-
cado (Bourdieu, 1997, p. 114). Por isso, tanto a submissão dos dois campos pelo
campo econômico, como a influência do campo jornalístico no político faz com
que este se sujeite à pressão das exigências da maioria, muitas vezes passio-
nais e acríticas, contribuindo decisivamente para o enfraquecimento da auto-
nomia do campo político (Bourdieu, 1997, p. 116). O campo jornalístico produz,
portanto, uma visão particular do campo político, que se alicerça na estrutura
do campo jornalístico e nos interesses específicos dos jornalistas, permeados,
por sua vez, pelo campo econômico.
Neste sentido, é necessário que a Lei de Meios passe por uma análise de
modo a contextualizar tal fenômeno dentro de uma dimensão histórica, evi-
tando assim o uso de conceitos e categorias obsoletas. Para tanto, a teoria de
Pierre Bourdieu será fundamental para apreender, com o rigor necessário, o
entrelaçamento (não intencional) das múltiplas ações de grupos e indivíduos –

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LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

posicionando-os sempre nas relações próprias do campo de força no qual estão


inseridos– que culminaram com o fenômeno aqui analisado.
Isto porque o processo não é racional enquanto ele está sendo realizado,
quer dizer, os agentes não possuem plena consciência da lógica dos campos
e suas lutas. Contudo, é possível realizar uma racionalização do processo no
sentido de uma compreensão pretérita, compreendendo os capitais que foram
jogados dentro daquele contexto social.

3. Contexto sócio-histórico da promulgação da lei de meios

No dia 10 de outubro de 2009, a presidenta Cristina Fernández de Kirchner


sancionou e promulgou a Lei de Serviços de Comunicação Audiovisual nº
26.522, conhecida popularmente como Lei de Meios (Silva, 2015, p. 13). A base
argumentativa para a proposição de uma lei desta magnitude se escorava no
fato de que era necessário frear a continuidade de um mercado oligopolizado
dos meios de comunicação desconcentrando o poder midiático acumulado em
poucas mãos e promovendo uma comunicação aberta e plural como um cami-
nho para a construção e consolidação de cidadania (Busso & Jaimes, 2011, p.
3). Para isso, o direito à comunicação é alçado como um direito humano fun-
damental, não se limitando somente à liberdade de expressão e ao direito de
informação, mas também reconhecendo seu papel fundamental nos processos
de construção das sociedades realmente democráticas (2011, p. 7).
Outro argumento importante utilizado por aqueles favoráveis à lei de
meios foi que a promulgação da lei anterior, a Lei de Radiodifusão, outorgada
em 1980, surgiu em pleno regime militar, tendo, portanto, uma carga muito
vinculada ao que era a ditadura. Entretanto, uma das questões que foi mini-
mizada ou ocultada propositalmente foi a menção de que mais de 50% das leis
vigentes na Argentina foram sancionadas em períodos ditatoriais, ou seja,
uma campanha para anular as leis da ditadura deveria rediscutir quase que
integralmente o conjunto da legislação do país. O Estado, sendo na ditadura
ou na democracia, sempre teve um caráter capitalista e, portanto serviu da
mesma forma a tal regime social. A insistência em uma “lei da ditadura” oculta
esse caráter de classe do Estado (Henkel & Morcillo, 2013, p. 36).
Por outro lado, tal medida era vista pelos grandes conglomerados econô-
micos – sobretudo o Grupo Clarín – como um mecanismo de censura contra a
mídia independente, configurando uma nítida perseguição ideológica contra
um conglomerado econômico que era visto como inimigo pelo governo. Assim,
o Grupo Clarín passou a investir em um jornalismo dedicado a cobrir os escân-
dalos de corrupção do governo, relacionando sempre a temas mais sensíveis
como segurança, inflação e desemprego (Silva, 2015, p. 8).
Desta forma, a luta travada entre o governo de Cristina Kirchner e o Grupo
Clarín perpassa toda a questão em torno das medidas regulatórias para a

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democratização dos meios de comunicação. Do lado do governo foi construído


um papel de justiceiro, gerando a imprescindibilidade de promover políticas
públicas no sentido da democratização de vozes. Por outro lado, o Grupo Clarín
encarnou o papel de mártir perseguido por um governo autoritário, mas que
desafiaria o governo em prol da democracia e da liberdade de expressão (Silva,
2015, p. 9).
Para que uma tomada de posição política se torne compreensível, é
fundamental o conhecimento do universo das tomadas de posições propostas
em concorrência tanto no interior do campo político, como do resultado dos
embates entre campo político e jornalístico (Bourdieu, 2004, p. 172). O embate
entre governo e Clarín assume, nesta perspectiva, a forma de uma luta pelo
poder simbólico de fazer ver e fazer crer, ou seja, de dar a conhecer e fazer
reconhecer (Bourdieu, 2004, p. 174).
Em vista disso, a relação entre governo Kirchner e Clarín nem sempre fora
conflituosa, pelo contrário. O panorama político-institucional pelo qual se
passava a Argentina no momento em que Nestor Kirchner, marido e anteces-
sor de Cristina, chegou ao governo do país era de extrema fragilidade. Nesta
perspectiva, Kirchner acreditava que uma relação cordial com a grande mídia
seria de fundamental importância para o bom andamento do governo, sobre-
tudo no que se refere ao grupo Clarín, considerado um dos grupos mais pode-
rosos da Argentina (Mochkofsky, 2011, p. 158). Quanto ao Clarín, essa aproxi-
mação era vista com muita importância, já que havia um interesse direto em
temas centrais como a renegociação das dívidas adquiridas pelas empresas
durante a intensa crise econômica vivida no país (2011, p. 160). Em síntese, a
relação entre o governo Kirchner e o Grupo Clarín foi, nos primeiros anos, de
um grande companheirismo.
Há aqui uma clara demonstração da relação de luta e concorrência per-
manentes que travam os agentes do campo político com os do campo jorna-
lístico, estando este, de certa maneira, englobado no campo político, no qual
exerce efeitos poderosos (Bourdieu, 1997, p. 114). Assim, é possível perceber
que a interferência e o choque entre campos distintos também marcam sua
existência, já que “as representações e as práticas em um campo dependem do
contexto organizacional e do tipo particular de poder que o institui” (Girardi
Jr, 2007, p. 26). A partir de uma análise do campo e da sua dinâmica, pode-se
entender não apenas os constrangimentos, como também o encantamento que
cria esses jogos simbólicos (2007, p. 26).
Uma vez alcançada certa estabilidade na política nacional, o objetivo
do Grupo Clarín era de expandir seus negócios. Assim, a afinidade com o
kirchnerismo possibilitou a compra da Cablevisión pela Multicanal – empresa
de TV a cabo do Grupo Clarín. O conglomerado midiático passou a dispor de 47,
3% do negócio de TV a cabo do país, tornando-se a sétima operadora mundial
e a primeira na América Latina em número de assinantes (Mochkofsky, 2011,
p. 163). Em contrapartida, a política adotada pelo Clarín foi a de repercutir

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LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

boas notícias sobre o governo, exaltando a economia recuperada, a melhora da


infraestrutura do país e as qualidades políticas da candidata que mais tarde
sucederia Nestor Kirchner na presidência, sua esposa Cristina Kirchner (Silva,
2015, p. 17).
O objeto de disputa de ambos os campos jornalístico e político havia sido
alcançado: o grupo Clarín definiu sua posição no campo como maior detentor
dos capitais específicos com a conquista de considerável fatia do mercado e a
expansão de seus negócios, ao passo que o governo Kirchner garantiu a aprova-
ção popular e a permanência no cenário político nacional.
Nestor Kirchner saiu da presidência com 70% de aprovação pública, pas-
sando o comando para Cristina Kirchner, que chegou ao governo em dezembro
de 2007 com 45, 29% dos votos. Contudo, devido a sérios problemas herdados
da gestão anterior, já nos primeiros cinco meses de gestão a popularidade do
governo despencou de 56% em janeiro para 26% em maio, obtendo antipatia
especialmente das classes médias urbanas (Mochkofsky, 2011, p. 178).
Devido ao momento de turbulências financeiras em nível mundial, eram
necessárias medidas urgentes de modo a preservar o superávit dos gastos
fiscais, evitando assim uma recessão econômica (Montenegro, 2011, p. 30).
Naquele momento, em razão da grande diferença cambiária entre o peso
argentino e o dólar, a exportação de soja gerava grandes lucros aos produtores
que enriqueciam pelos altos preços do mercado internacional (Mochkofsky,
2011, p. 179). Neste cenário, o governo decretou no dia 11 de março de 2008 a
Resolução 125, que vinha com o objetivo de aumentar a arrecadação de impos-
tos, aumentando em 63, 4% o imposto sobre os grãos exportados (Silva, 2015,
p. 39). Com essas medidas, o governo esperava obter o apoio dos pequenos e
médios produtores rurais, porém, o conflito instaurado contra os grandes
produtores tomou contornos mais sérios, gerando consequências não (ou mal)
avaliadas pelo governo (Mochkofsky, 2011, p. 180).
Contrariados com o repentino aumento dos impostos sobre exportação de
grãos, diversos setores do campo ameaçaram parar com o abastecimento, blo-
quearam vias e portos e, em pouco tempo, conseguiram disseminar a ideia de
que a real intenção do governo era a de se apropriar dos lucros do campo para
financiar gastos políticos (Mochkofsky, 2011, p. 180). Com o passar dos dias o
protesto se expandiu para as classes urbanas médias e altas, que encheram as
ruas das principais cidades em favor do campo e com um profundo repúdio a
presidenta e acusações de corrupção e autoritarismo (2011, p. 180).
Na medida em que os protestos iam aumentando, o cenário de aliança entre
governo Kirchner e Clarín ia se desfazendo principalmente por dois motivos:
o primeiro se dá em razão de que o Clarín tinha interesses no setor agroindus-
trial; o segundo era a relação do jornal com o seu público: continuar apoiando
o governo enquanto a presidenta perde popularidade cada vez mais e ainda se
encontra num embate contra um amplo setor social não era um bom negócio
para o grupo (Mochkofsky, 2011, p. 184).

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Na teoria de Pierre Bourdieu (2004, p. 153), o espaço social é um espaço multi-


dimensional, ou seja, um conjunto aberto de campos relativamente autônomos
que se encontram subordinados quanto ao seu funcionamento e às suas trans-
formações de modo mais ou menos direto ao campo de produção econômica.
Bourdieu chama de “heteronomia” o processo pelo qual os campos, embora
possuam sua lógica específica, funcionem de acordo com uma lógica externa,
baseada nas conveniências do campo econômico (Miranda, 2005, p. 129).
Por isso, a decisão do governo de aumentar repentinamente os impostos
sobre os grãos implicou em uma perda de capital político, que é uma forma de
capital simbólico, quer dizer, um crédito lastreado na crença e no reconheci-
mento que os próprios agentes conferem a uma pessoa (Bourdieu, 2004, 187).
Toda essa volatilidade do capital político faz com que este seja dependente da
representação, da crença, tornando o político vulnerável às suspeitas e aos
escândalos (2004, p. 188). Por isso, a conservação deste capital deve se dar
mediante um trabalho permanente não só para ampliar o crédito como tam-
bém para evitar o descrédito (2004, p. 189). Dessa forma, a tomada de decisão
do governo sem qualquer consulta aos pequenos, grandes e médios produtores
contribuiu para o enquadramento do governo como antidemocrático (Henkel
& Morcillo, 2013, p. 36).
De forma igual ou maior, o campo jornalístico se encontra permanente-
mente sujeito ao arbítrio do mercado através do índice de audiência, capital
específico dentro desse campo (Bourdieu, 1997 p. 106). Por isso, a acumulação
do capital político por parte do representante fica sujeito ao enquadramento
realizado pelo campo jornalístico, submetendo o campo político à pressão das
exigências da maioria que, por sua vez, são constituídas como reivindicações
impulsionadas pela expressão que recebem na imprensa (Bourdieu, 1997, p. 114).
A importância de uma compreensão sócio-histórica se dá na medida em
que através dela é possível perceber que os efeitos gerados dentro dos campos
não são o produto de um plano orquestrado e nem uma soma de ações aleató-
rias (Bourdieu, 1989, p. 254). A concorrência na qual os agentes se encontram
realiza-se em um meio que lhe confere tendências gerais, ligadas às regras ins-
critas no próprio jogo. O habitus é nesse cenário a incorporação dos capitais
que estão em jogo, seja no campo político, seja no campo jornalístico, e que
conduz os agentes de cada campo a agirem da maneira como agem na busca
pelo capital simbólico.
Todo esse desgaste sofrido pela presidenta fez com que Magnetto – pro-
prietário de 82% das ações e diretor do Grupo Clarín – perdesse qualquer
esperança que poderia ter com o futuro dos Kirchner (Mochkofsky, 2011, p.
185). A situação piorou quando na madrugada de 17 de julho, o vice-presidente
Julio Cobos, em um ato inesperado contra o governo, desempatou a votação
no Congresso que teve por consequência a revogação da Resolução 125 (2011,
p. 186). Com a vitória da bancada ruralista, o governo Kirchner estava virtual-
mente derrotado.

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LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

Nesta conjuntura, o posicionamento do Grupo Clarín passou nitidamente a


ser contra o governo, sendo esta ação decisiva para o governo romper relações
com um grupo que considerava como traidor, levando esta batalha ao debate
público (Silva, 2015, p. 43). Kirchner já havia avisado a Magnetto de que estava
disposto a impulsionar uma nova lei de meios, o que atacaria diretamente o
império construído pelo Grupo (Mochkofsky, 2011, p. 189).
Contudo, a relação de anos de camaradagem com o governo conferiu ao
Clarín uma grande importância enquanto ator político. O campo jornalístico
se encontra, de certa forma, englobado pelo campo político, no qual exerce
efeitos significativos, estando ambos diretamente submetidos à influência do
mercado (Bourdieu, 1997, p. 114). Toda essa influência do campo jornalístico –
ele próprio sujeito a uma interferência constante da lógica comercial – sobre
um campo político, sempre tendente à fascinação pela demagogia, contribui
para o enfraquecimento da autonomia deste, estando mais sujeito, portanto,
às imposições externas, como as do campo econômico (Bourdieu, 1997, p. 116).
O cenário da luta entre o governo e o grupo Clarín demonstra, justamente,
a interação existente entre os campos político e jornalístico e o empenho de
forças dentro dos campos que objetiva a obtenção do capital específico em cada
um deles. A conveniência econômica fez com que o grupo Clarín atuasse de
modo a estabelecer relações amigáveis com o governo, que por sua vez, lograva
vantagens – como popularidade e aprovação pública - com a atuação do Clarín
na mídia. A mudança nessa conjuntura, contudo, fez com que o grupo Clarín,
visando a manutenção de sua posição de legitimidade e controle no campo,
retirasse seu apoio ao governo.
O campo define-se, deste modo, como um sistema de desvios de níveis dife-
rentes, isto é, os atos e discursos produzidos tanto pelas instituições como
pelos agentes somente adquirem sentido relacionalmente, por meio do jogo
das oposições e das distinções (Bourdieu, 2004, p. 179).
Nesse sentido, o conflito se constitui pelo poder de representação, por uma
luta pelo reconhecimento das formas de representação legítima (Girardi Jr, 2007,
p. 128). É a disputa entre o governo e o Grupo Clarín pelo poder de nomeação,
identificação, categorização do tema de democratização da mídia, uma batalha
para gerar quadros de representação, numa tentativa de trazer a força do senso
comum junto a determinados agentes e seus interesses (Girardi Jr, 2007, p. 128).
As lutas de representação são, portanto, a construção do mundo social através
de um jogo de adesão e rechaço, que gera toda uma discussão acerca do reconhe-
cimento da demanda, neste caso a democratização dos meios de comunicação.
O campo da política e o campo jornalístico constituem assim um multifa-
cetado jogo pela conquista de reconhecimento e legitimidade de suas ações
por meio do poder simbólico (Girardi Jr, 2007, p. 129). O poder simbólico é um
poder (econômico, político, cultural ou outro) que não se exerce no sentido de
uma coerção física, mas no plano do sentido; é um poder traz condições de se
fazer reconhecer, isto é, obter reconhecimento (Bourdieu, 2000, p. 61).

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Em 27 de agosto de 2009, o projeto da Lei de Meios começou a tramitar no


Congresso (Mochkofsky, 2011, p. 190). O posicionamento do governo era de que
a comunicação não pode ser encarada como um simples negócio comercial,
pois favoreceria o controle da informação nas mãos do poder econômico con-
centrado, impedindo assim uma comunicação verdadeiramente democrática
e pluralista (Busso & Jaimes, 2011, p. 2). O diploma legal continha dois artigos
que afetavam diretamente ao monopólio: o artigo 41, que versava sobre a “mul-
tiplicidade de licenças”, estabelecia certos limites à concentração de licenças
por parte de somente uma empresa; e o artigo 161, que fixava um prazo de um
ano para esta “desconcentração” (Mochkofsky, 2011, p. 191).
O Grupo Clarín mobilizou todos os recursos possíveis para se opor a lei,
afirmando que se tratava de uma “lei da mordaça”, que feria a liberdade de
imprensa e tinha como objetivo de dar a um governo autoritário o controle
absoluto sobre a informação (Mochkofsky, 2011, p. 191), enquanto o governo ata-
cava o Clarín através da imprensa e por retaliações concorrenciais. Todavia,
no dia 10 de outubro de 2009, a lei foi sancionada pelo Senado e promulgada
pela Presidenta, restando ao Clarín o caminho dos tribunais (2011, p. 191).
Poucos dias após a promulgação da lei, o Clarín logrou uma medida cau-
telar no sentido de reconhecer a inconstitucionalidade dos artigos 41 e 161,
os quais determinavam que suas licenças de rádio e televisão fossem reduzi-
das, além de fixar o prazo de um ano para o cumprimento dessas exigências
(Baranchuk & Rodríguez Usé, 2010, p. 22). Se tais medidas fossem aplicadas,
o Grupo Clarín deveria se desfazer de 90% das suas concessões em um prazo
máximo de um ano.
O campo jurídico, por ter um papel determinante na reprodução social,
possui uma autonomia menor se comparado a outros campos como o artístico
e o científico. Em razão desta baixa autonomia do campo jurídico, as mudan-
ças externas nele se retraduzem de forma mais direta, assim como os conflitos
internos travados nele são resolvidos mais diretamente pelas forças externas
(Bourdieu, 2004, p. 251). O campo jurídico é o mais próximo do campo político,
sendo fundamental para a caracterização deste último campo (Santos, 2012,
p. 88). Nas palavras de Pierre Bourdieu (1997, p. 21), a falta de autonomia de
um determinado campo se manifesta pelo fato de que os confrontos exterio-
res, especialmente os políticos, se manifestam nele diretamente. O acúmulo
do capital político adquirido através das lutas de representação travadas nos
campos social e político têm como objetivo, portanto, a aprovação da Lei de
Meios. Neste embate em que se confrontam visões de mundo antagonistas o
que está em jogo é o monopólio do poder da nomeação, da palavra oficial. O
veredito do juiz, que soluciona divergências a respeito de coisas ao declarar
que elas são verdade (Bourdieu, 2004, p. 236), passa a ser objeto de luta entre o
Grupo Clarín e governo.
A partir daí se desenrolou uma batalha judicial: apesar da decisão da Corte
Suprema Argentina no sentido de considerar a constitucionalidade de todos os

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LUTAS SIMBÓLICAS NO CAMPO JORNALÍSTICO ARGENTINO: UM ESTUDO BOURDIEUSIANO DA LEI DE MEIOS

artigos da lei de meios no ano de 2012, o Clarín interpôs cautelares e conseguiu


frear na justiça a aplicação total da lei. De acordo com Germán Banek, delegado
da AFSCA da província de Salta, na Argentina, a estratégia jurídica do Clarín
foi a de retardar ao máximo a aplicação da Lei até que viesse outro governo
(Germán Banek. Entrevista pessoal Nº 1. 22 de dezembro de 2015).
Logo após assumir o mandato, em 10 de dezembro de 2016, o presidente
argentino Mauricio Macri modificou toda a estrutura da Lei de Meios através
de decretos de urgência, transferindo para o executivo federal o controle das
decisões regulatórias sobre os meios de comunicação (Pasti, 2016).

4. Considerações finais

O surgimento da Lei de Meios na Argentina, analisada sob a perspectiva teó-


rica de Bourdieu, permite a compreensão de que os campos sociais existem em
articulação uns com os outros. Embora os campos jornalístico e político pos-
suam autonomia relativa e regras próprias de funcionamento, a existência das
lutas e seus desdobramentos dentro deles é consequência de uma interação
desenvolvida com o objetivo de obter os capitais específicos de cada campo.
Nesse sentido, a interação entre os campos jornalístico e político, especi-
ficamente, é imprescindível. A obtenção de legitimidade e aprovação pública
pelo governo depende, em grande medida, da imagem recebida pelos gover-
nados por meio, principalmente, dos veículos de comunicação. A conquista
da credibilidade, altos níveis de audiência e expansão de negócios pelo grupo
Clarín, por sua vez, depende de um cenário político que permita sua atuação
no campo sem maiores entraves.
É importante a análise para compreender também que, nessa estrutura
relacional entre campos, as ações empenhadas na luta pelo capital são resul-
tado do habitus incorporado pelos agentes dos campos em um processo histó-
rico, e não de um agir absolutamente racional. Todas as ações do governo e dos
dirigentes do grupo Clarín possuem relação com tentativas e resultados obti-
dos ao longo de um processo sócio histórico de lutas e conquistas por capitais.
A partir de uma compreensão sócio-histórica tanto dos atores envolvidos,
como das estruturas em que os capitais são jogados, é possível dizer que a Lei
de Meios é resultado de uma amálgama de relações entre agentes situados no
campo político e o campo jornalístico – pressionados, por sua vez, pelo campo
econômico.
O confronto político entre governo Kirchner e Grupo Clarín se desdobrou,
portanto, para o campo jurídico, no qual a luta é resolvida pela sentença de
uma autoridade, constituindo-se o jogo em torno do poder de impor a decisão
soberana do Estado, possuidor do monopólio de instituir o princípio global-
mente reconhecido de conhecimento do mundo social; em outras palavras,
detentor do monopólio da violência simbólica legítima.

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DE OLIVEIRA COUTINHO, REID DOS SANTOS

O poder simbólico dos porta-vozes e das instituições envolvidas neste pro-


cesso de reconhecimento e legitimação leva a acionar esses sinais carregados
de sentido e transformando-os em força mobilizadora para a ação. Os grupos
passam a se apresentar publicamente permeados por estes signos carregados
de autoridade: do lado do governo, a necessidade de democratizar a informa-
ção, combatendo firmemente a ganância dos empresários; do lado do Clarín,
críticas a um governo repleto de escândalos de corrupção e à censura contra a
mídia independente.

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396 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


Modelo institucional en medios
estatales argentinos.
El caso del Sistema Nacional
de Medios Públicos (2003-2009)
Institutional model in Argentine state media.
The case of the Sistema Nacional de Medios Públicos (2003-2009)

Modelo institucional na mídia estatal argentina.


O caso do Sistema Nacional de Medios Públicos (2003-2009)


Alejandro LINARES
Universidad de Buenos Aires /
Universidad Nacional de La Pampa, Argentina / [email protected]


ChasquiChasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
N.º 138, agosto-noviembre 2018 (Sección Informe, pp. 365-384)
ISSN 1390-1079 / e-ISSN 1390-924X
Ecuador: CIESPAL
Recibido: 07-04-2017 / Aprobado: 02-07-2018

397
LINARES

Resumen
El trabajo contrapone las características del funcionamiento institucional del
Sistema Nacional de Medios Públicos de Argentina en el periodo 2003-2009
con las definiciones surgidas en las últimas tres décadas desde los estudios la-
tinoamericanos sobre políticas de comunicación para la construcción de me-
dios públicos genuinos. A partir del análisis se constata la incidencia del Poder
Ejecutivo en la toma de decisiones sobre los medios estatales durante la etapa.
Se señala también que la institucionalidad inestable y el régimen jurídico di-
ficultaron la unificación de criterios de decisiones y de lógicas de funciona-
miento. Sin embargo, se conformaba progresivamente en la institución obser-
vada una base de lineamientos conceptuales con énfasis en el pluralismo, la
calidad, un relato público y federal, y la expansión del servicio.
Palabras clave: sector público; instituciones; políticas de comunicación; parti-
cipación; pluralismo.

Abstract
This text contrasts the characteristics of the institutional functioning of the
National Public Media System of Argentina in the period 2003-2009 with the
definitions that emerged in the last three decades from the Latin American
studies on communication policies for the construction of genuine public me-
dia. Based on the analysis, it verifies the interference of the Executive Power
in the decision making on the state media during the stage. It is also noted that
the unstable institutionality and the legal regime made it difficult to unify cri-
teria for decisions and operational logics. Nonetheless, it vas building progres-
sively a system of conceptual guidelines with an emphasis on pluralism, qual-
ity, a public and federal narrative, and the expansion of service.
Keywords: public sector; institutions; communication policies; participation;
pluralism.

Resumo
O trabalho contrasta as características do funcionamento institucional do
Sistema Nacional Público de Mídia da Argentina no período 2003-2009 com as
definições que emergiram nas últimas três décadas de estudos latino-ameri-
canos sobre políticas de comunicação para a construção de uma mídia pública
genuína. Com base na análise, confirma-se a incidência do Poder Executivo na
tomada de decisões na mídia estatal durante o estágio. Assinala-se também
que a instabilidade institucional e o regime jurídico dificultaram a unificação
dos critérios de decisão e a lógica operacional. No entanto, uma base de diretri-
zes conceituais com ênfase no pluralismo, qualidade, uma narrativa pública e
federal e a expansão do serviço foram progressivamente conformados na ins-
tituição observada.
Palavras-chave: setor público; instituições; políticas de comunicação; partici-
pação; pluralismo.

398 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

1. Introducción

Durante primera década del siglo XXI sobresalió la iniciativa de la mayoría de


los gobiernos latinoamericanos por recuperar o lograr el protagonismo de los
medios estatales en la escena mediática (Becerra, Arroyo, García Castillejo &
Santamaría, 2012). Sin embargo, estos proyectos recorrieron diferentes ca-
minos. Por ejemplo, los Estados miembros del Mercosur plasmaron modelos
institucionales que muestran particularidades concretas (Linares, 2016a). En
ese sentido, resulta relevante abordar el caso argentino en profundidad para
superar lecturas lineales, estáticas o totalizadoras.
A partir de esta evaluación inicial este trabajo se propone analizar el
modelo institucional desarrollado por el Sistema Nacional de Medios Públicos
−SNMP− en Argentina entre 2003 y 2009. Se trata de la institución estatal que
se encargó durante ese periodo de la administración de los medios de comuni-
cación del Estado nacional en ese país. A través de una metodología de investi-
gación cualitativa, este análisis busca describir las características del funcio-
namiento institucional evidenciadas en la práctica concreta y el modo en que
se vinculaban con la normativa específica. Se intenta reconocer la base con-
ceptual sobre la que trascurrió la actividad del organismo durante el periodo
analizado.
Este trabajo retoma la tradición de los estudios latinoamericanos críticos
sobre políticas de comunicación. Además, entiende que focalizar la atención
en los medios estatales nacionales contribuye a una reflexión sobre la especifi-
cidad de estas organizaciones, permite reconocer continuidades y/o rupturas
en la gestión de los mismos, ayuda a reconocer la coherencia o incoherencia
con el resto de las iniciativas para el espacio mediático y entrega pistas sobre
una concepción del Estado.

2. Marco teórico

En América Latina las primeras definiciones guía sobre los llamados servicios
públicos de radiodifusión las entregó el venezolano Pasquali (1991). A partir
de allí una vasta cantidad de autores se preocupó por trazar puntos clave a los
que se debe atender para dar forma a estos medios (Fuenzalida, 2001; Martín-
Barbero, Rey & Rincón, 2000; Mastrini, 2013). Desde estos aportes, este trabajo
plantea los siguientes 15 mandatos a cumplir en la base jurídica y en la práctica
comprobable para construir genuinos servicios audiovisuales públicos.
1. Presentación clara de sus mandatos por ley del Congreso.
2. Garantía de universalidad, continuidad y renovación tecnológica en el servicio.
3. Garantía de profesionalismo, alta calidad y diversidad interna en sus pro-
ducciones y trabajadores.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 399


LINARES

4. Garantía de amplio pluralismo político y diversidad cultural en los contenidos.


5. Balance en la diversidad de géneros mediáticos presentados, de audiencias
convocadas y de temas abordados.
6. Experimentación e innovación en la producción de contenidos.
7. Participación social en las decisiones y producciones vinculadas a este servicio.
8. Organización directiva colegiada sin mayorías partidarias desproporcionadas.
9. Mecanismos transparentes, claros y no discrecionales de nombramiento y
remoción de autoridades directivas.
10. Diferenciación clara entre dirección política y la gestión ejecutiva.
11. Abordaje crítico de las presiones mercantiles, partidarias o gubernamenta-
les en las decisiones del directorio.
12. Equidistancia editorial respecto a intereses gubernamentales, de otros po-
deres del Estado, políticos o económicos.
13. Financiamiento público garantizado, adecuado a los mandatos a cumplir y
estable en el tiempo.
14. Transparencia en la gestión y rendición pública de cuentas.
15. Interpelación a ciudadanos y no a consumidores.
Este trabajo contempla el término medios públicos −o servicios audiovisua-
les públicos− para referirse a su “deber ser y hacer”, así como para señalar las
experiencias efectivas que responden a las características reseñadas o que evi-
dencien una notoria y comprobable búsqueda de alcanzarlas. La preocupación
central en el análisis de dichos medios desde una perspectiva de la libertad
de expresión debe apuntar al modo en que asumen los diferentes mandatos
apuntados y al modo en que se insertan en un proyecto democratizador de las
comunicaciones. Por este motivo, en este trabajo se prefiere utilizar mayor-
mente la denominación medios estatales o del Estado, que reconoce a tales
medios por su propiedad o administración estatal.
Se observa entonces que no son sólo variables económicas, de contenidos y
audiencias las que se deben considerar en al abordaje de los medios públicos,
sino también de acceso, participación social y transparencia. Además, el logro
de estos objetivos requiere procesos con plazos extensos que deben trascen-
der los tiempos de la política partidaria.
En correspondencia con los 15 mandatos construidos para este trabajo, la
relatoría en libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos −CIDH− marcó para estos medios cuatro requisitos imprescindi-
bles para cumplir con su mandato público. En relación a la independencia, se
expresa que el cumplimiento del mandato de pluralidad y diversidad implica
operar libre de la presión de “injerencias arbitrarias del gobierno ni del sector
privado vinculado a la radiodifusión” (CIDH, 2010, p. 24).

400 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

Para alcanzar esta situación, la relatoría subraya la importancia de contar


con una autoridad independiente que supervise a estas emisoras, para lo cual
sugiere establecer mecanismos transparentes y no discrecionales de nom-
bramiento. En definitiva, el texto enfatiza que la ley debe dejar a resguardo la
independencia de la línea editorial e informativa y la expresión del pluralismo
social, político, geográfico, cultural, lingüístico, ético y religioso.
En sintonía con estos estándares, los Indicadores de desarrollo mediá-
tico presentados por la Organización de Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco, 2008) resaltan para las emisoras de servicio
público la importancia de contar con una legislación que garantice y defina sus
objetivos, de establecer un sistema de gobernabilidad independiente y trans-
parente, y de atender a la interacción de estos medios y el público.
Del mismo modo, en una publicación patrocinada por Unesco que revisa
los principios de los medios públicos, Becerra y Waisbord (2015) reconocen las
ocho características propias de estos medios más invocadas a nivel norma-
tivo. Estas refieren a: la cobertura de los servicios; la independencia editorial
y financiera; la autonomía de sus órganos de gobierno frente al poder político
y mercantil; la pluralidad de su contenido y la diversidad e imparcialidad de
su programación; el mandato de servicio público establecido por regulación;
la rendición de cuentas a la población y a órganos reguladores autónomos; la
producción de contenidos regida por el interés público y no por estándares
comerciales o expectativas partidarias; la provisión de contenidos ausentes o
de presencia débil.
Los autores afirman que “ninguno de los principios mencionados (ciuda-
danía, representatividad, “accountability”, imparcialidad, pluralismo) son
centrales a los criterios típicamente utilizados por los medios comerciales
como ganancia, productividad, o competencia por audiencias y anunciantes”
(Becerra & Waisbord, 2015, p. 15).
La búsqueda de independencia en las decisiones del directorio y en la activi-
dad informativa o de programación debe ser entendida como un objetivo razo-
nable, pero no puede confundirse con un pretendido funcionamiento aislado e
inmaculado. El concepto mismo de independencia ofrece poca productividad
para indicar un modo de desenvolvimiento deseable de la autoridad directiva
en las dinámicas concretas de la gestión. Por tal motivo, uno de los mandatos
enumerados prefiere plantear esta misión como el necesario abordaje crítico
de las presiones de diversa procedencia que debe realizar el directorio.
Dicho de otro modo, este esfuerzo por la autonomía no puede desconocer
que la actividad de estas instituciones se realiza en el mismo contexto social,
político y económico que deben representar diariamente los medios de comu-
nicación. Resulta difícil imaginar que las discusiones, imaginarios, valoracio-
nes, intereses y corrientes de pensamiento que recorren y tensionan las polí-
ticas públicas y la actividad de todos los organismos estatales no formen parte
también de las definiciones de la junta de gobierno de los medios públicos. Sin

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 401


LINARES

embargo, la constitución de directorios colegiados y plurales contribuye a la


generación de contrapesos, controles y consensos.
En ese sentido, la arquitectura institucional para la administración de
estos medios así como los mecanismos de designación de autoridades puede
favorecer mayores niveles de participación en la toma de decisiones. Esto pro-
picia, al mismo tiempo, mejores escenarios para el control, la transparencia y
la independencia. Las dinámicas para el nombramiento de directores “no pue-
den garantizar que un consejo de administración estará libre de la influencia
partidista, de presiones indebidas y convenientemente de naturaleza diversa.
Pero pueden ayudar a evitar algunas de sus trampas” (Buckley, Duer, Mendel
& Ó Siochrú, 2008, p. 200)1.
Siguiendo ese criterio y con particular atención en la experiencia latinoa-
mericana, Becerra et al. proponen que:

[...] las autoridades audiovisuales, al igual que los órganos de gestión y adminis-
tración de los medios públicos audiovisuales, han de ser el resultado de los más
amplios consensos, de tal forma que sus miembros debieran de ser elegidos por
los parlamentos de cada país de acuerdo a criterios de profesionalidad, indepen-
dencia, no remoción de sus cargos, mandatos más extensos que una legislatura y
renovaciones parciales de los mismos, como garantía de continuidad del ejercicio
de sus funciones de regulación y supervisión. (2012, p. 132)

En un intento por pensar en términos realistas la autonomía de estos


medios, Fuenzalida la reconocía como

[...] la capacidad real de actuar desde su autodefinición e interdependencia con la


sociedad (expresada en el directorio), en lugar de una actuación definida externa-
mente según su instrumentalidad a un gobierno, a un partido político, a una clase
social, a una iglesia, a grupos corporativos, etc. (Fuenzalida, 2015, p. 14)

En las discusiones en torno a los modelos de financiamiento de estos


medios y a las organizaciones institucionales más deseables debe darse parti-
cular atención a las tradiciones, herencias y a las situaciones concretas y espe-
cíficas presentadas por cada país. Al respecto, la organización especializada
en la defensa de la libertad de expresión, Artículo XIX, advierte:

Muchas cuestiones de interés en las emisoras de servicio público, notablemente el


nombramiento de la junta gobernante y la estructura de financiación, son esencial-
mente pragmáticas de naturaleza y dan lugar a diferentes planteamientos. Lo que

1 En el original en ingles: “The appointment process of the government board cannot guarantee that a
governing board will be free from partisan influence and undue pressures and suitably diverse in nature. But
it can help to avoid some of the pitfalls”.

402 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

mejor funcione en un país determinado dependerá de su historia, sus estructuras


políticas, el desarrollo de la sociedad civil, el entorno en su totalidad de los medios
de comunicación social, etcétera (“Una ley modelo...”, 2005, p. 4).

Una compilación realizada por Rincón (2001) abordaba en el inicio del siglo
XXI los desafíos institucionales y de programación que debían afrontar los
medios estatales latinoamericanos en un paisaje económico regional signado
por las consecuencias de políticas económicas de corte neoliberal. En efecto,
según Becerra y Mastrini (2009), el contexto de los mercados audiovisuales
en América Latina al término de la década del ’90 estaba marcado por la con-
centración en la propiedad y el dominio del modelo comercial. A esto suma-
ban la histórica y no revertida dependencia de los medios estatales del Poder
Ejecutivo de cada país.
Con este diagnóstico regional, el mandato de amplia diversidad y plu-
ralismo para los medios públicos debe abordarse desde la complejidad que
supone la gestión de estas experiencias en el marco de prácticas institucio-
nales heredadas y en contextos mediáticos específicos, construidos históri-
camente. La búsqueda de plasmar estos principios puede asumir diferentes
formas a partir de las evaluaciones que se realicen sobre el rol de estos medios
en escenarios audiovisuales concretos. La disyuntiva entre priorizar el plura-
lismo interno en las emisoras estatales o contribuir al pluralismo externo o de
sistema −incluso en desmedro del primero− ha sobrevolado la región latinoa-
mericana al menos desde el inicio de la segunda década del XXI, y Argentina no
fue la excepción (Linares, 2017).
Este debate es retomado por Mata, quien convoca a situarlo dentro de los
procesos de largo plazo que estructuraron la conformación del audiovisual
en Argentina y que generaron desigualdades en las posibilidades de acceso y
participación:

Hay que pensar de otro modo los medios públicos si honesta y seriamente se los
considera vectores de democratización: no como espacios de una ideal pero inexis-
tente convivencia armónica, sino como instituciones donde la sociedad pueda re-
conocer los conflictos que la constituyen y como instancias de reparación de las
desigualdades expresivas que impiden una participación equitativa de diferentes
actores en esos conflictos en términos discursivos. (Mata, 2016)

Al mismo tiempo, desde las misiones de medios públicos se presentan los


imperativos de interpelación a ciudadanos y de experimentación en la produc-
ción. Por tanto, la iniciativa en la programación de estos medios debe poner el
foco en generar una instancia de cuestionamiento a los patrones de consumo
más generalizados, o al menos debe tender hacia un horizonte de distinción
que interpele esos patrones de consumo estandarizados.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 403


LINARES

Estos planteos ofrecen elementos para reflexionar problemáticamente


sobre los desafiantes equilibrios que implica llevar a la práctica en un esce-
nario audiovisual concentrado y de dominancia comercial una búsqueda en
las programaciones que responda a las demandas de originalidad, diversidad
y pluralismo. En todo caso, los contextos mediáticos concretos de cada país
hacen necesario que los medios estatales planifiquen su actividad a partir
de un diagnóstico sobre el contexto comunicacional en su conjunto. De este
modo, se evita proyectar su tarea en forma aislada y se favorece la posibilidad
de ofrecer una propuesta diferencial y heterogénea respecto al resto de los
contenidos audiovisuales.
En América Latina en general, y particularmente en Argentina, el finan-
ciamiento de los medios estatales se concreta actualmente con recursos del
presupuesto nacional (Intervozes, 2009). Este mecanismo plantea interro-
gantes sobre su estabilidad y previsibilidad a largo plazo. El peligro siempre
latente es que un cambio del signo político en el Gobierno o de las condiciones
macroeconómicas nacionales puedan generar modificaciones en la política de
financiamiento.
Este mecanismo de sostenimiento económico diferencia a la experiencia
latinoamericana de la consolidada práctica durante la segunda mitad del siglo
XX en Europa occidental en esta dimensión. En muchos países europeos se
impuso en ese periodo el pago de un impuesto directo por parte de la población
para el mantenimiento de los medios públicos. Este instrumento ofrece mayo-
res márgenes de acción a las juntas directivas frente a presiones mercantiles
y/o interferencias partidarias o de Poderes del Estado.
Por otra parte, el mandato de autofinanciamiento que se extendió durante
años en la Televisión Nacional de Chile significó una excepción en la región
y ofreció resultados interesantes, pero descuidó la demanda de diversidad
(Fuenzalida, 2013). En efecto, la búsqueda de asegurar grandes audiencias
para lograr rentabilidad comercial puede llevar a una emisora estatal a desa-
tender obligaciones de diversidad temática y de géneros, de experimentación
artística y de interpelación a ciudadanos en lugar de consumidores.

3. Objeto de estudio, recorte temporal y modelo metodológico

Este trabajo analiza la institución encargada de administrar los medios del


Estado nacional entre 2003 y 2009 en Argentina: el SNMP. Para describirlo y
analizarlo en profundidad se incluye en el universo de estudio a LS82 Canal
7 y LRA1 Radio Nacional Buenos Aires. La inclusión de estos medios se debe a
que en estos casos particulares se reconocen manifestaciones concretas de las
características señaladas respecto al objeto de estudio. Esto es, el funciona-
miento del SNMP se plasma sobre un conjunto de medios de comunicación. Por
lo tanto, para lograr captar con mayor precisión las decisiones y movimientos

404 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

que se producen en ese funcionamiento es preciso observarlas en forma sis-


temática en casos sobre los que se materializan. La actividad de estos medios
informa sobre el modelo de administración planteado por la institución que
es objeto de estudio, pues en ellos se comprueba empíricamente un modo de
organizar el desenvolvimiento institucional.
El trabajo recorta su espacio temporal de análisis al periodo 2003-2009
dado que entiende a esta franja, junto a Becerra (2015), como la primera etapa
de la política de comunicación del kirchnerismo en Argentina, que se extiende
desde la asunción de Néstor Kirchner en mayo de 2003 hasta la sanción de la
Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual −en adelante, LSCA− en octubre
de 2009, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Esta norma
destinada a regular el sistema audiovisual argentino −aunque no su totali-
dad− incluyó un capítulo específico para algunos de los medios administrados
por el Estado nacional. Esto significó un hito insoslayable en tanto planteó un
nuevo ordenamiento institucional para ser cumplido, lo que implica el cierre
de una etapa regulatoria para los medios analizados y la inauguración de una
nueva. Por otra parte, el cambio normativo impulsado por el Poder Ejecutivo
estableció nuevos términos para la relación entre el mismo y los organismos
analizados.
Este trabajo tiene el objetivo de reconocer las particularidades del funcio-
namiento institucional del SNMP de Argentina en su relación con los medios
estatales a su cargo entre 2003 y 2009. En ese camino la indagación retoma y
pone en relación a las siguientes dimensiones:
a. la normativa específica para guiar el funcionamiento institucional;
b. los mecanismos de participación social en la administración de estos medios;
c. las dinámicas y lógicas efectivamente producidas para la toma de decisiones;
d. las formas de vinculación entre la dirección política y la conducción ejecuti-
va de los medios analizados.
De tal forma, entre los mandatos reseñados para la construcción de servi-
cios audiovisuales públicos se atiende particularmente aquellos que refieren
a: la presentación clara de sus mandatos por ley del Congreso; la diferencia-
ción clara entre dirección política y la gestión ejecutiva; la participación social
en las decisiones y producciones vinculadas a este servicio; la organización
directiva colegiada sin mayorías partidarias desproporcionadas; los mecanis-
mos transparentes, claros y no discrecionales de nombramiento y remoción
de autoridades directivas; la transparencia en la gestión y rendición pública
de cuentas; y al abordaje crítico de las presiones mercantiles, partidarias o
gubernamentales en las decisiones del directorio.
Para dar cuenta de las características del funcionamiento institucional del
SNMP y de su vinculación con las guías normativas de esa actividad se utiliza-
ron diferentes herramientas de recolección de datos en el marco de una estra-
tegia metodológica cualitativa. Para la reconstrucción del proceso analizado

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 405


LINARES

se emplearon en forma combinada los siguientes procedimientos: a) el análisis


de la normativa con incidencia en la institución abordada; b) nueve entrevis-
tas semi-estructuradas con protagonistas del proceso institucional analizado;
c) el relevo de documentación pública vinculada a la cuestión analizada; d) el
análisis de notas periodísticas especializadas en la materia. La metodología
incluyó también la triangulación en el análisis de los resultados ofrecidos por
estos mecanismos de construcción de la evidencia empírica.

4. El Sistema Nacional de Medios Públicos y su normativa

El SNMP fue creado por decreto en enero de 20012 con el mandato de adminis-
trar en forma centralizada Canal 7, Radio Nacional, el resto de las emisoras del
Servicio Oficial de Radiodifusión −SOR 3− y la agencia de noticias Télam. El esta-
tuto social incluido en el mismo decreto no proponía objetivos diferentes a los
indicados para el SOR en la legislación vigente en ese momento, la ley 22.2854:
a. proporcionar a los destinatarios del servicio la programación orgánica que
requiere el nivel cultural de la Nación;
b. difundir, en consecuencia, aquellas expresiones de elevada jerarquía estéti-
ca que satisfagan las necesidades culturales de la población;
c. asegurar el intercambio cultural entre las distintas regiones del país;
d. informar a la población acerca de los actos de gobierno;
e. Difundir la actividad nacional al exterior;
f. Contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la enseñanza primaria, me-
dia, técnica y superior y, asimismo, emitir programas especiales para discapaci-
tados (Ley 22.285, art. 35).

Ni en el cuerpo central del decreto ni en sus anexos se hacía mención alguna


a objetivos de cobertura territorial ni se dejaba de lado la subsidiariedad de
los medios estatales respecto al sistema mediático tal como lo planteaba la
ley 22.2855. El texto no incluyó la creación de instancias de participación de
la sociedad en la administración o control del ente. Allí tampoco se previó la
participación de los trabajadores de esos medios u otros representantes secto-
riales en su estructura institucional. De tal forma, la creación del SNMP rele-
gaba nuevamente la actividad de los medios estatales a un rol secundario en el
mapa mediático. Además, los mantenía bajo control directo del Ejecutivo sin

2 Decreto 94/01.
3 Contando a la cabecera Radio Nacional Buenos Aires, la red contaba con 40 emisoras.
4 La ley 22.285 fue creada en 1980 durante el último gobierno militar de facto de Argentina.
5 La ley 22.285 autorizaba al Estado a brindar servicios de radiodifusión sólo allí donde no lo hiciese la
actividad privada, en zonas de frontera o fomento.

406 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

contrapesos ni controles legislativos o sociales. Por último, se impulsaba una


perspectiva comercial desde su financiamiento6.
Con la llegada de un nuevo gobierno nacional en enero 2002, la presidencia
el SNMP pasó a depender de la Secretaría de Medios de Comunicación7 y el 20
de febrero de ese año se dispuso la intervención del organismo8, situación que
se prorrogó nueve meses después9. Ese mismo año se decidió la devolución de
la señal LS 82 a Canal 7 y la anulación definitiva del decreto 1.022 de 1995 que
impulsaba su privatización10.
Otra decisión de relevancia de ese gobierno fue terminar jurídicamente
con la subsidiariedad de los medios estatales en el sistema mediático: en 2002
se autorizó al Ejecutivo nacional a instalar repetidoras de Canal 7 en las pro-
vincias que determinase11. Esto se acompañó en 2003 con el permiso a las pro-
vincias argentina a contar con una señal de televisión abierta y una señal de
radio AM, mientras se autorizó a las municipalidades a operar una señal de
radio FM12.
Por sugerencia de la intervención, el mismo gobierno decidió en diciembre
de 2002 la separación de Télam del SNMP13. En el mismo decreto se estableció
que los tres integrantes del directorio de la entidad debían ser nombrados en
el futuro por el Ejecutivo Nacional a propuesta de la Secretaría de Medios por
dos años prorrogables indefinidamente. Esto es, todos los directores repre-
sentaban al Poder Ejecutivo y no se preveían mecanismos para la remoción o
ratificación de los mismos.
Con la asunción de Néstor Kirchner como presidente de la Nación en
mayo de 2003 el SNMP se mantuvo en la órbita de la Secretaría de Medios
de Comunicación, pero ésta pasó a depender de la Jefatura de Gabinete de
Ministros14 −hasta ese momento dependía directamente de Presidencia de la
Nación.
Los medios integrantes del SNMP funcionaban fundamentalmente con
recursos asignados por el presupuesto nacional y estaban autorizados a emitir
publicidad comercial15. Sin embargo, los ingresos por publicidades eran míni-

6 En el Anexo I del decreto 94/01 las “reglas de administración financiera” indicaban una regresión paulatina
del financiamiento estatal para el SNMP desde 2001. Se señalaba que desde 2004 la institución debía financiar
70 % de su actividad con ingresos generados por mecanismos comerciales.
7 Decreto 227/02.
8 Decreto 354/02.
9 Decreto 2375/02.
10 Decreto 702/02.
11 Decreto 2.368/02.
12 Decreto1.214/03.
13 Decreto 2.507/02.
14 Decretos 152/03 y 624/03.
15 Decreto 1656/92. Si bien no se trabaja el aspecto presupuestario en este trabajo por motivos de extensión,
los mecanismos de financiamiento de estos medios, y las dimensiones de los presupuestos, son parte funda-
mental de cualquier diseño institucional. De los modos de financiamiento se desprenden las posibilidades de
mayor autonomía en la gestión (tanto de presiones políticas como comerciales), la capacidad de proyecciones
a largo plazo y los horizontes en la capacidad de producción audiovisual.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 407


LINARES

mos y constituían alrededor del 5% del presupuesto total (entrevistas a Luis


Lázaro y Gustavo López).16

4.1 Funcionamiento institucional del SNMP (2003-2009)


En el periodo analizado el SNMP se mantuvo intervenido con seis sucesivos
decretos17 que prorrogaron esta situación desde 2003 hasta octubre de 2007.
Luego de una primera intervención de cuatro meses en 2003, Luis Ricardo
Palacio fue el interventor desde enero de 2004 hasta octubre de 2007. Ese año
asumieron como presidente y vicepresidente del directorio Gustavo López18 y
Juan José Ross respectivamente, ambos nombrados por el Ejecutivo. En ese
momento se normalizó el funcionamiento del SNMP sin que se produjeran mo-
dificaciones sustantivas en su estatuto social, más allá del cambio en la compo-
sición del directorio.
Menos de un año después y bajo la presidencia de Cristina Fernández de
Kirchner19 la dirección del organismo pasó a manos de Tristán Bauer20. En sep-
tiembre de 2008 se sumó el tercer director21. Por lo tanto, más de cinco años
después del inicio del primer gobierno kirchnerista se completó el directorio
del organismo.
Durante la presidencia de Néstor Kirchner la dirección de Canal 7 estuvo
inicialmente compartida por Ana de Skalon y Leonardo Bechini. En mayo de
2006 la dirección general del canal pasó a manos de Rosario Lufrano, quien
realizó sus tareas hasta julio de 2008. Convocada por el entonces jefe de
Gabinete, Alberto Fernández, Lufrano mantuvo el rol de conductora del noti-
ciero que desempeñaba hasta ese momento. De hecho, la periodista mantuvo
su sueldo como conductora y realizó sus actividades como directora ad hono-
rem. Si bien señaló que no tuvo injerencia durante este periodo en la gerencia
de noticias, por una restricción impuesta por la Oficina Anticorrupción, esta
situación expresa una superposición de roles incompatibles con un funciona-
miento institucional transparente.
La salida de Lufrano de la dirección respondió a la partida del mencionado
Jefe de Gabinete (entrevistas a Rosario Lufrano y Luis Lázaro)22. Esto es, se
debió a un condicionante externo a la vida del canal. Hasta el cierre del periodo
analizado la dirección ejecutiva fue ocupada por Martín Bonavetti, quien hasta
ese momento actuaba como gerente de programación.

16 Entrevistas personales realizadas en abril y enero de 2016 respectivamente.


17 Decretos 635/03, 45/04, 680/05, 1279/05, 458/06 y 1835/06. La intervención se extendió así por casi 6
años desde febrero de 2002 hasta octubre de 2007.
18 Decreto 1476 del 19 de octubre de 2007.
19 Cristina Fernández sucedió en la Presidencia de Argentina a Néstor Kirchner luego de ganar las elecciones
de octubre de 2009. Ambos pertenecían a la fuerza política Frente para la Victoria.
20 Decreto 1275/08.
21 Decreto 1506/08.
22 Entrevistas personales. Rosario Lufrano, octubre de 2015. Luis Lázaro, arriba citada.

408 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

Entre julio de 2003 y julio de 2007 la dirección de Radio Nacional estuvo


en manos de Adelina Moncalvillo, convocada también por Alberto Fernández
y hasta ese entonces periodista de la emisora. Moncalvillo también condujo
durante un año de su gestión un programa de radio, “Las 40”, en la cabecera
de Radio Nacional. En su reemplazo se desempeñó Eduardo García Caffi hasta
agosto de 2009, cuando asumió el puesto María Seoane, convocada por Tristán
Bauer. La convocatoria a Seoane realizada por el presidente del SNMP y no por
la Jefatura de Gabinete puede ser leída como un avance en la institucionaliza-
ción del mismo.
Durante la mayor parte del periodo analizado el organismo se mantuvo
intervenido bajo la influencia de la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de
Medios. Esto significó prolongar por más de seis años una medida de carác-
ter excepcional. Hasta el inicio de su normalización, la mecánica de funcio-
namiento de estos medios incluía reuniones periódicas con la Secretaría de
Medios donde cada director ejecutivo presentaba propuestas y llevaba las
contrataciones y programaciones para su aprobación. Allí cada responsable
de su área expresaba necesidades y se seguía el desarrollo de proyectos. Esta
descripción se desprende de los documentos legales que regían al SNMP (el
decreto de creación, sus modificaciones y los decretos de intervención) y las
entrevistas realizadas23.
En los testimonios queda manifiesta la influencia del secretario de Medios
y, sobre todo para Canal 7, del jefe de Gabinete. El interventor dirigía la nor-
malización administrativa, mantenía el nexo político con la Presidencia de la
Nación y gestionaba la obtención de recursos económicos. Por tanto, es posi-
ble indicar que ostentaba espacios de decisión política (entrevistas a Oscar
Nunzio, Enrique Masllorens y Félix Arnaldo)24.
Todos los directores consultados aseguran haber tenido libertad para tra-
bajar la programación mientras que los principales condicionantes los ubica-
ron en aspectos económicos, infraestructurales, institucionales y políticos.
Entre estos se cuentan: la imposibilidad de alcanzar cachets pagados por los
medios comerciales; no contar con tecnología imprescindible para determi-
nadas producciones; las lógicas inerciales de funcionamiento −que incluían
condicionamientos políticos−; las negociaciones con sindicatos en torno a las
incumbencias profesionales o la incorporación de productoras independien-
tes; y los tiempos de la renovación tecnológica, la que a su vez desplegaba nue-
vas demandas y necesidades de mayor inversión y capacitación del personal.
Sin embargo, los entrevistados no desconocieron la incidencia de sus supe-
riores en la toma de decisiones. Tampoco negaron la existencia de una línea
editorial ni el rol cumplido por los medios para comunicar actos de gobierno

23 Entrevistas personales. Además de las ya citadas, Adelina Moncalvillo, mayo de 2016; Eduardo García Caffi,
mayo de 2016; Martín Bonavetti, abril de 2016.
24 Entrevistas personales. Oscar Nunzio, octubre de 2015; Enrique Masllorens, noviembre de 2015; Félix
Arnaldo, octubre de 2015.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 409


LINARES

o políticas de Estado25. La división de roles dejaba en manos de los directores


las tareas de organización de la programación, sus definiciones e implementa-
ción. De tal forma, los testimonios dan cuenta de factores económicos, tecno-
lógicos, laborales, industriales, artísticos y conceptuales que atravesaban las
decisiones en torno a la programación en un proceso de influencia mutua. A
esto debe sumarse la lógica de instrumentalidad política partidaria que sub-
sistía en los medios estatales durante la etapa.
Un ejemplo evidente fue la conversión de Canal 7 desde agosto de 2009 −
hasta el fin del periodo analizado− en el principal canal de exhibición de los
partidos del fútbol argentino de primera división. La novedad resultó de una
decisión del gobierno nacional a partir de la creación del programa de política
pública “Fútbol para Todos”26, surgido del acuerdo firmado con la Asociación
del Fútbol Argentino27.
Si bien la decisión significó un beneficio para el medio en términos de
audiencia, la política de programación se vio interferida con una decisión lle-
gada desde el exterior de la institución y ajena a su planificación. En cualquier
caso, durante la intervención del organismo las propuestas de los directores
debían recibir la aprobación del interventor y la Secretaría de Medios, y luego
debían atravesar el aval de las instancias gerenciales pertinentes que revisaba
su viabilidad. Luego de la normalización del organismo, la aprobación de las
propuestas de contrataciones y programaciones quedó en manos del presi-
dente del directorio.
El funcionamiento del SNMP bajo formas excepcionales hasta 2007 y el
recambio permanente de nombres tuvo su correlato particularmente evidente
en Canal 7 con la inestabilidad de sus directores, situación que repercutía en
la programación:

La relación del canal con una Secretaría de Medios con mucha presencia lo sometía a
una lógica absolutamente subjetiva. Una discusión institucional donde hay que discutir
y construir consensos en un directorio −ahí construís sobre una base de principios− es
muy diferente a lo que le gusta a una persona […] De Skalon y Bechini competían y
se dividían la grilla de programación al punto que llegó a haber 78 programas, lo que
es inviable y es una disputa de espacios. Era una lógica en la que estuvo sumergido el
canal por muchos años. (Martín Bonavetti. Entrevista personal. Abril de 2016)

El rol del interventor fue asumido por el directorio con la normalización


del ente, pero la intervención fue seguida por una presidencia inicial de nueve
meses. Esto dificultó generar las mejores condiciones para lograr una unidad
de acción en la construcción de una identidad institucional. Además, impidió

25 Entrevistas personales. Citadas más arriba.


26 Decisión Administrativa 221/09.
27 Por el acuerdo, la Jefatura de Gabinete de Ministros adquirió los derechos de televisación y afrontó la
inversión en la producción de las emisiones televisivas de los partidos de fútbol.

410 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

al organismo lograr mayores niveles de distancia respecto al Ejecutivo nacio-


nal. Consultado sobre la articulación con los directores de Radio Nacional y
Canal 7 de ese momento, el entonces presidente del SNMP decía esto:

No llegamos a profundizar el trabajo en conjunto. Cuando llego yo ellos ya estaban y


los dos respondían a dos jefes políticos diferentes. Si hubiésemos trabajado cuatros
años tal vez conformábamos un equipo más dinámico. Distinto es arrancar con el
equipo completo. Acá había como tres estructuras a ensamblar, que tampoco tenían
la cultura de trabajar en conjunto. Allí las terminales políticas eran Alberto Fernández,
de Lufrano, y Albistur, de García Caffi. Entonces muchas cosas del canal se discutían por
afuera de Albistur porque se discutían directamente con Fernández28. (Gustavo López.
Entrevista personal. Enero de 2016)

El mantenimiento del mismo organismo y estatuto social sin modifica-


ciones sustantivas alejó al SNMP durante todo el periodo de las definiciones
planteadas en este trabajo sobre la institucionalidad adecuada para un medio
público. Independientemente de que estos estándares no habían sido forma-
lizados hasta 2010 por la CIDH, existía para esa etapa un corpus teórico lati-
noamericano referido a la cuestión iniciado con los planteos del venezolano
Pasquali (1991). A esto pueden agregarse las líneas rectoras para una institu-
cionalidad pública que contenía la vetada Ley RTA29 (Linares, 2016b). Con esto
se señala que el desempeño de SNMP no se producía en la inexistencia de pro-
puestas alternativas.
Las concepciones que guiaban a los directores tanto de las emisoras como
del organismo administrador analizado eran coincidentes, en términos gene-
rales pero no totalmente, con los criterios reseñados en este trabajo30. Sin
embargo, los objetivos para los medios estatales seguían marcados por la ley
22.285, lo que significaba la ausencia de indicaciones mínimas para cumplir
misiones de servicio público. Pero también daba lugar a la aparición en estas
instituciones de lineamientos naturalizados en la práctica pero no explicita-
dos normativamente.
Así, en las entrevistas realizadas a los directores de estos medios y del
SNMP aparecen como objetivos la reivindicación del pluralismo, de un relato
público y federal, de los contenidos de calidad y de un servicio accesible en
todo el país. De esos testimonios emerge el planteo progresivo de un proyecto
de programación distante de la búsqueda de rentabilidad económica pero
que proyecte una audiencia nacional. Además, en todos los casos se reconoce

28 Entrevista realizada para este trabajo a Gustavo López, citada más arriba.
29 En noviembre de 1999 el Congreso sancionó la llamada Ley RTA. La norma establecía por primera vez en
la historia argentina una institucionalidad con un perfil público para la administración de los medios estatales
y significaba un sustento legal de un conjunto de objetivos explícitos que suponía un mandato de servicio
público.
30 Entrevistas personales. A las ya citadas, se agrega: María Seoane, mayo de 2016. Entrevista realizada a
Tristán Bauer (González, 2010, p. 188). También en Bauer (2013).

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 411


LINARES

la prioridad de actualizar tecnológicamente a los medios para extender su


alcance y de mejorar sus condiciones de producción.
Estos mandatos no formaban parte de ningún instrumento legal vincu-
lante en ese momento. La falta de una normativa democrática que funcione
como guía de la actividad no se trataba sólo de una falencia de tipo formal
que impedía reconocer lineamientos fundamentales. Esta vacancia también
generaba en la gestión cotidiana recurrentes dificultades en la generación de
consensos necesarios entre diferentes sectores gerenciales de los medios esta-
tales, y de estos con los trabajadores, para tomar decisiones relevantes. Esta
situación también posibilitó la aparición de diferentes criterios de acción en
el funcionamiento institucional y la falta de claridad en el gobierno respecto a
un plan integral para estos medios. Así lo señalan los testimonios de los direc-
tores de Radio Nacional y Canal 7 (entrevistas a Martín Bonavetti, Eduardo
García Caffi, Rosario Lufrano, Adelina Moncalvillo y Luis Lázaro)31.
A esto es posible sumar los conflictos de criterios, posibles de evidenciar
con ejemplos concretos:

El canal transmitía los sorteos de la lotería diariamente. La lotería pagaba una cantidad
que era un gran ingreso, pero estaba en el prime-time y no permitía construir nada. El
concepto era que eso permitía financiarse. Pero si necesitás vender el mejor espacio
para financiarte, entonces tenés que cerrar. Esa discusión demoró dos años, para que se
entendiera que si el canal debía pasar la lotería para subsistir entonces no tenía razón
de ser, por lo cual era preferible no tener ese ingreso. (Martín Bonavetti. Entrevista
personal. Abril de 2016)

Se trabajó lo periodístico con muchas dificultades gremiales entre el SAT [Sindicato


Argentino de Televisión] y el gremio de prensa. Producir un programa de formato pe-
riodístico planteaba muchas dificultades para establecer dónde terminaba lo periodís-
tico y donde comenzaba lo televisivo, […] donde terminaba el convenio de televisión
y donde comenzaba el convenio del sindicato de periodistas. (Luis Lázaro. Entrevista
personal. Abril de 2016)

Con la normalización del organismo, su director Gustavo López reconoció


objetivos en una publicación surgida del propio SNMP, que buscaban dejar
atrás la normativa vigente:

Asegurar a toda la población el derecho a la información plural, veraz e imparcial.


Fomentar el respeto por los derechos humanos consagrados en la Constitución Na-
cional y en las Declaraciones y Convenciones incorporadas a la misma. Difundir las
producciones artísticas, culturales y educativas que se generen en todo el ámbito
nacional entendiendo a la cultura y a la educación como herramientas de transfor-

31 Entrevistas personales ya citadas.

412 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

mación. Contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento


de las formas de convivencia humana. Establecer procedimientos transparentes
a los efectos de garantizar la equidad, la eficiencia y la eficacia (López, 2008, p. 8).

Si bien esta enumeración no surge de un documento legal vinculante sino


del propio directorio, no puede desconocerse su valor como documento público
emanado de la institución. Tampoco deben pasarse por alto los esfuerzos del
texto por trazar distancia con la ley 22.285 de la última dictadura cívico-mili-
tar. No resulta casual en este sentido la cita a los instrumentos internacionales
en derechos humanos.
Ni la llegada de Kirchner a la presidencia, ni el traspaso de mando a Cristina
Fernández, ni la normalización del SNMP modificaron durante el periodo ana-
lizado la dependencia exclusiva del Poder Ejecutivo. En éste se concentraba el
nombramiento de los directores, quienes podían renovar en forma indefinida
sus mandatos en la inexistencia de mecanismos explícitos para su remoción.
A esto debe sumarse la inconveniente dependencia institucional y práctica
del ente administrador con la Secretaría de Medios, encargada también de la
comunicación gubernamental y la publicidad oficial 32.
En toda esta etapa tampoco se abrieron instancias de recepción de deman-
das o reclamos como audiencias públicas. Sin embargo, debe mencionarse una
serie de encuentros organizados por el ente para debatir públicamente el rol
social de los medios estatales y del sistema comunicacional en su conjunto.
Estos espacios colocaban al SNMP como una institución que comenzaba a esta-
blecer contacto con miradas externas sobre su funcionamiento.
Para coordinar esas instancias se creó en abril de 2008 el Instituto de
Estudios sobre Comunicación −IEC− como parte del organismo estatal. Este
instituto recogió en una publicación de 2008 el “Primer Encuentro de la
Televisión Pública de la Argentina: comunicación para la integración social y
cultural”, realizado en septiembre de 200733. Este espacio tuvo un hito impor-
tante con la creación del Consejo Federal de la Televisión Pública luego del ter-
cer encuentro realizado en noviembre del mismo año.
La recuperación de diferentes experiencias relatadas por protagonistas de
los medios estatales pone de relevancia las dificultades de trabajar sin el marco
de una institucionalidad consolidada. Esto es, los ejemplos subrayan los per-
juicios y postergaciones que suponía arrastrar un marco institucional débil y
desactualizado. Esto reprodujo, fundamentalmente al inicio del periodo, diná-
micas de funcionamiento interno poco claras y confusión respecto a objetivos
y criterios para organizar el trabajo.

32 Decreto 624/03.
33 Del encuentro participaron Canal 7 de Argentina, Telesur, Canal 12 de Posadas, Canal 9 de La Rioja, Canal
Ciudad Abierta, Canal 12 Trenque Lauquen, Canal Encuentro, Canal 10 Río Negro, Canal 10 Córdoba. Se sumaron
también representantes del Instituto Universitario Nacional de Arte, de la Universidad de Buenos Aires, de la
Univ. Nac. de Córdoba, de la Univ. Nac. de San Juan, de la Univ. Nac. de Tres de Febrero y de Río Cuarto.

CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 413


LINARES

La dificultad para resolver institucionalmente los conflictos que derivaban


de estos criterios de funcionamiento en disputa tenía manifestaciones concre-
tas en los contenidos presentados al público. Esto fue evidente en septiembre
de 2004 en Canal 7 cuando un programa periodístico no pudo ser emitido por
desacuerdos sobre incumbencias profesionales entre los gremios del canal y la
dirección 34. Esto constata desde la práctica la necesidad del mantenimiento de
instituciones mediáticas estatales con una legalidad clara y normas de trabajo
explícitas materializadas en el tiempo. La ausencia de una estructura institu-
cional con continuidad generaba repercusiones en la actividad de los medios.
El relato de Bonavetti ayuda a comprender esta idea:

Cuando está todo arrasado entonces no hay autoridad constituida como legítima.
Entonces cada uno tiene la decisión de hacer lo que le parezca. Y el canal sufría de eso,
de un voluntarismo sobre el cual no existía principio de autoridad y todos creían tener
la fórmula de cómo el canal tenía que salir. Yo estuve nueve años en el canal, no estuve
tres meses. Eso pasaba antes. (Martín Bonavetti. Entrevista personal. Abril de 2016)

En todo caso, la situación evidenciada en Canal 7 tenía sus correlatos en


Radio Nacional, con prácticas herederas de lógicas excepcionales y alejadas de
una idea pública de la utilización de los medios estatales. Esto se expresa en las
experiencias relatadas por Seoane:

En mi gestión se prohibió la privatización de los espacios. Antes de mi llegada, un


periodista podía traer una pauta para el programa y la mitad quedaba para la emisora
y la otra para el periodista. Eso ya había comenzado a prohibirse […] pero venía de una
dinámica del menemismo. (María Seoane. Entrevista personal. Mayo de 2016)

Esta existencia de criterios heredados no formalizados para la contrata-


ción de periodistas que plantea la ex directora de Radio Nacional se condice
con lo señalado por O’Donnell (2007, p. 166) respecto a las variadas formas de
contratación existentes en 2006 en Radio Nacional, según surgía de un pedido
de acceso a la información pública.

5. Conclusiones

La LSCA sancionada en octubre de 2009 dispuso reemplazar al SNMP por


Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado. Ese hito marca el cierre de la
etapa analizada en este artículo. El análisis realizado sobre el funcionamiento
institucional del SNMP durante el periodo recortado permite alcanzar algu-
nas conclusiones:

34 Ver “El conflicto de Canal 7...” (2004).

414 CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME


MODELO INSTITUCIONAL EN MEDIOS ESTATALES ARGENTINOS...

• Se constata la incidencia del Poder Ejecutivo en la toma de decisiones sobre


el SNMP y el involucramiento de la Secretaria de Medios en su funcionamiento
corriente.
• Se constata la incompatibilidad de las atribuciones de la Secretaría de
Medios, encargada de la comunicación oficial y de la administración de los me-
dios estatales.
• El SNMP funcionó durante la mayor parte del periodo bajo una instituciona-
lidad inestable que dificultó la unificación de criterios de decisiones y de lógicas
de funcionamiento en los medios.
• La institucionalidad inestable y el régimen jurídico vigente dificultaron el
reconocimiento de objetivos claros para la entidad y sus medios a cargo durante
la primera parte del periodo analizado. A partir de allí se conforma progresi-
vamente una base de lineamientos conceptuales, explicitada por sus protago-
nistas, con énfasis en el pluralismo, la calidad, un relato público y federal, y la
expansión del servicio.
• Los objetivos reconocidos públicamente por los directores del SNMP y de los
medios estatales no se correspondían en puntos sustanciales con los objetivos
trazados por la legalidad vigente.
• La intervención y la institucionalidad del SNMP impidió la generación de
espacios de participación ciudadana en estos medios. La política de vinculación
con otros medios estatales o universitarios y con sectores académicos intentó
abrir canales para recibir miradas externas.
• El mantenimiento del mismo organismo y estatuto social sin modificaciones
sustantivas alejó al SNMP durante todo el periodo de las definiciones planteadas
en este trabajo sobre la institucionalidad adecuada para un medio público.

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CHASQUI 138 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / INFORME 417


Reseñas

419
RESEÑAS

Periodismo narrativo
en América Latina
Antonio López Hidalgo (coordinador)

Editorial: Ediciones Ciespal. Quito, Ecuador.


Año: 2017
Páginas: 266
ISBN: 978-9978-55-171-4

Otro nuevo periodismo es posible. Esta máxima, que da título al prólogo de este
libro, cobra sentido en su interior, en las reflexiones aglutinadas entre sus pá-
ginas y pertenecientes a un grupo de nueve investigadores de Estados Unidos,
México, Venezuela, Chile, Brasil, Colombia y España. Antonio López Hidalgo,
coordinador de esta obra, da cuenta en los compases iniciales de la calidad de
la crónica latinoamericana y de otros géneros que se dan cita en el periodismo
narrativo, un fenómeno en efervescencia cuyo estudio nunca hasta ahora había
sido abordado de manera compleja y poliédrica en un libro: su trascendencia
en la actualidad, su vida más allá de las páginas de los diarios y cómo un buen
puñado de autores han enarbolado la bandera del periodismo narrativo, esto es,
una manera de contar la realidad en primera persona, alejada de la manida retó-
rica del distanciamiento que ha capitalizado el trabajo del periodista desde hace
más de un siglo y que ha maniatado su labor en los últimos años, enmascarando
su presencia con el uso de la tercera persona en aras de conseguir una supuesta
mayor credibilidad en el relato de los hechos.
El periodismo narrativo arrincona esa objetividad para dar alas a sus autores.
Invita al lector a conocer la realidad a través de sus protagonistas, pero también
−y sobre todo− a partir de las sensaciones vividas por el propio periodista, que se
convierte también en protagonista del acontecimiento. Tal vez el periodismo de
inmersión sea una de las modalidades que mejor encarna los valores del perio-
dismo narrativo que emerge con fuerza en Latinoamérica. De ello queda cons-
tancia en el primer capítulo de este libro, que lleva por título “La inmersión en
el periodismo narrativo latinoamericano. De la retórica del distanciamiento a
la crónica autobiográfica”. Un recorrido por más de dos décadas de periodismo
de inmersión en el que autores como Leila Guerriero, Lydia Cacho, Juan Pablo
Meneses, Martín Caparrós o Sergio González Rodríguez han dotado de signifi-
cado a esta manera de hacer periodismo, que encuentra en el “yo” la herramienta

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 421


RESEÑAS

más útil para expresarse y donde estas nuevas narrativas son plurigéneros en
los que tiene cabida la crónica pero también el ensayo, el perfil, la entrevista o la
autobiografía. Antonio López Hidalgo legitima la trascendencia de esta modali-
dad periodística, desgranando las claves de su “éxito” y las herramientas de las
que hace uso: una actitud activa del autor y una mirada diferente para narrar los
hechos sin alterarlos, eligiendo temas con los que siente cómodo pero compro-
metido, donde el relato tiene algo de autobiográfico y donde información, opi-
nión y creatividad confluyen favoreciendo un estilo nuevo, trepidante, lírico o
soez, pero sobre todo auténtico y renovador, tal y como apostilla López Hidalgo.
En “La ética del cronista”, el reputado catedrático Javier Darío Restrepo se
detiene en las exigencias éticas del periodista a la hora de reconstruir el perfil
de las víctimas en las zonas más violentas de Colombia. Estos perfiles respon-
den a las peticiones de jueces de Justicia y Paz como forma de reparación para
sus familias, como una manera de rescatar la dignidad que sus ejecutores les
arrebataron. “La verdad no es un fin en sí mismo”, señala Restrepo. “La verdad
del cronista es un medio para algo: o para demostrar la justicia de una situa-
ción, o de un personaje, o para urgir una reparación, o para conjurar dudas”.
Es interesante la manera en que reflexiona sobre la mirada del periodista, tan
necesaria y determinante en este tipo de periodismo, una mirada que ha de ser
honesta, desprovista de la voluntad de engañar, capaz de ampliar el concepto
de verdad por ver lo que otros no logran ver. “La ética, esa pulsión interior con
que nace todo ser humano, dice que ese es el camino porque por ahí se llega a la
excelencia”, concluye dicho autor.
En el tercer capítulo, “Periodistas / Literatos: autoría, mercado y campo cul-
tural”, Patricia Poblete Alday reabre el debate sobre las relaciones y los límites
entre el periodismo y la literatura. En su análisis, defiende el momento dulce
que vive la crónica en su vertiente estética pero también comercial, argumen-
tando que el periodista informativo sigue siendo un “obrero de la palabra” mien-
tras que el estatus del cronista narrativo se acerca más hoy en día al del literato
de ficción. En este sentido, cuestiona la formación que los futuros periodistas
reciben en las facultades de comunicación ya que, en su opinión, los estudios de
periodismo no dotan al cronista del alma que ha de impregnar sus textos. Unos
textos permeables sujetos siempre a determinadas condiciones de producción,
distribución y aceptación crítica y social.
Especialmente revelador es el texto de José Eduardo Serrato Córdova, “La
crónica mexicana en la era de la necropolítica”, donde desmenuza los esfuerzos
de diversos cronistas por sacar a la luz los abusos del llamado necropoder, es
decir, “el mecanismo por medio del cual se administra la violencia, y su obje-
tivo es controlar a la sociedad por medio del medio”. Serrato Córdova denuncia
la impunidad gubernamental de determinadas situaciones de violencia que se
producen en México, con el narcotráfico siempre en la sombra, y pone en valor
el carácter explicativo y el trabajo de investigación que acompaña a ciertas cró-
nicas, sin olvidar su altísimo nivel literario.

422 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


RESEÑAS

No hemos de olvidar el aspecto emocional con el que los autores tratan de


impregnar sus textos, una cuestión sobre la que Steven Bermúdez Antúnez
reflexiona en “La argumentación emocional en el periodismo narrativo: persua-
dir afectivamente como relato del mundo”. En efecto, estas propuestas narra-
tivas tienen como objetivo final desencadenar en el lector una adhesión emo-
cional sobre el asunto tratado en él. No es de extrañar, como señala Bermúdez
Antúnez, que el periodista redacte con el mismo detallismo y el mismo esfuerzo
que emplearía cualquier productor de un texto ficcional narrativo. Edificar un
mundo narrativo en torno a un evento noticioso supone todo un reto para el
periodista, donde adquiera una dimensión profunda capaz de entusiasmar al
lector y consiga poco a poco hacerse un hueco en el espacio preponderante que
las formas periodísticas tradicionales ocupan en la prensa comercial.
Precisamente, en este último aspecto centra su análisis Eduardo Pererira
Lima en “El periodismo de la complejidad latinoamericana global” −un capí-
tulo publicado íntegramente en portugués. El profesor de la Universidad de Sao
Paulo recuerda el difícil momento que vive el periodismo como modelo de nego-
cio y reivindica el papel transformador que el periodismo narrativo −o literario,
como él prefiere denominarlo− puede desempeñar. Pereira Lima considera que
el periodismo tiene ante sí el reto de representar la mutación que la realidad
sociocultural está experimentando, pero asegura que el modelo actual, centrado
fundamentalmente en la noticia y en los aspectos planos de la realidad, no es
el más adecuado para acometer esta tarea. En su opinión, si pensamos que “el
papel social de la prensa no se resume en informar de manera rasa, vemos que la
prensa ha dejado de ocupar ese espacio noble, tan importante para la sociedad,
por falta de un lenguaje adecuado”. El periodismo literario puede ocupar este
lugar, contando buenas historias y haciendo reflexionar al lector sobre temas
importantes.
En “’Expats in the city’: más allá de la mirada turística en la crónica urbana
trasnacional de cronistas latino-estadounidenses”, Amber Workman centra su
atención en cronistas expatriados como Francisco Goldman, Daniel Hernández
y David Lida, de quienes destaca “sus innovadoras perspectivas y desafíos” a
la hora de escribir y describir lugares como Ciudad de México, más allá de la
mirada turística que tradicionalmente han proyectado sobre ella las crónicas de
viajes. La perspectiva trasnacional de estos autores ofrece una imagen diferente,
más auténtica y profunda.
Marcela Aguilar Guzmán realiza −si se me permite la expresión− “una cró-
nica de la crónica en Latinoamérica” en el capítulo “Geografías de la crónica
latinoamericana”, un recorrido por la historia de este género en el que analiza
los temas más recurrentes, los autores más representativos y los procedimien-
tos narrativos empleados. A su modo de ver, el objetivo más importante de la
crónica es hacer visibles y dar voz a aquellos a que no existen para la prensa
tradicional.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 423


RESEÑAS

Cierra este volumen el capítulo “Armar y afinar el relato. Diez autores desve-
lan las claves del proceso de investigación y escritura del periodismo narrativo”,
donde Dolors Palau-Sampio muestra los procedimientos de trabajo de firmas
relevantes del periodismo narrativo latinoamericano. El trabajo previo de inves-
tigación y documentación, la entrevista como método de obtención de datos
pero también de sensaciones −el periodista siente, observa, escucha al entrevis-
tado y lo que le rodea− y la lectura como alimento para obtener recursos narra-
tivos son algunas de las recetas ofrecidas en este texto y que muchos de los futu-
ros periodistas −también los experimentados− pueden poner en práctica en la
cocina de la escritura. Sobre todo ahora, como recuerda Antonio López Hidalgo,
que la retórica del distanciamiento se diluye en un nuevo siglo que requiere de
nuevos artefactos narrativos. El periodismo narrativo se antoja como un soplo
de aire fresco para la profesión. Y este libro caleidoscópico se encarga de mos-
trarlo y demostrarlo con solvencia.

Isaac LÓPEZ REDONDO


Universidad de Sevilla, España / [email protected]

424 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


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El negocio
de la edición digital
Frania HALL

Editorial:Fondo de Cultura Económica. México.


Año: 2014
Páginas: 344
ISBN: 978-607-16-2229-7

Desde hace algunos años la editorial Fondo de Cultura Económica está pre-
sentando una colección llamada “Libros sobre Libros”, la cual desarrolla una
interesante re-flexión sobre el procedimiento y el producto de la propia labor
editorial. Hay allí un aporte para historiadores de las obras escritas, para biblio-
tecarios, libreros y editores. El texto que analizamos aquí es parte de esa colec-
ción, pero también nos permite volver a observar hacia el afuera del campo, ya
que el objeto de su trabajo es tanto un proceso social de mediación sobre el con-
tenido, como las modificaciones sociotécnicas que recrean originales procesos,
inesperadas audiencias, medios y mediaciones, y por lo tanto nuevos desafíos.
Para comenzar, es necesario decir algunas palabras sobre cómo está estruc-
turada la obra: hay tres partes, que quizás puedan leerse por separado −y luego
presentaremos− porque cada una funciona como un texto relativamente autó-
nomo, con su propia introducción y conclusión; incluso, así también están orga-
nizados los capítulos que componen cada una de esas partes. Algo realmente
interesante para el lector es que también es interpelado como estudiante: en
general, el libro presenta un lenguaje claro y un desarrollo estructurado; al final
de cada capítulo hay una lista de recursos adicionales sobre cada temática tra-
tada: libros y artículos para leer, sitios de internet, y una guía de preguntas a
considerar si es que uno intenta repensar lo estudiado.
Los cambios radicales en las tecnologías de la comunicación de las últimas
cuatro décadas tuvieron hitos generales en el desarrollo de base de datos digi-
tales, la masificación de las computadoras personales, la difusión mundial de
internet, y luego, de las redes sociales. El carácter pronunciado, diversificado
y acelerado de esos cambios solo parece aportar ansiedad al editor promedio.
Este libro trabaja en la huella de esa transformación proponiendo comprender
algunos aspectos empresariales y modelos de negocios de la edición digital. Hay
dos ideas iniciales: a) es difícil mantenerse al día con la nueva tecnología, pero,

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 425


RESEÑAS

en ese marco, b) los editores no pueden sino redefinirse. Para ello Frania Hall
presentará en su libro el siguiente camino: en primer lugar hay una introduc-
ción al contexto tecnológico; luego, se presentan cuatro sectores clave de la edi-
ción digital; y, finalmente, algunos problemas importantes del debate actual.
De acuerdo con la autora, comprender el contexto es el mejor punto de par-
tida. A eso aportan los cinco primeros capítulos, que conforman la primera
parte. Los avances en la tecnología han impactado en los flujos de trabajo, pero
también en los productos y la manera en que se entiende la edición. Es claro
comprender que el advenimiento de la internet, con todas sus generaciones, es
fundamento de cambios no solo en los recursos técnicos sino en la organización
de la sociedad y la cultura; en realidad, en la relación misma entre la técnica y la
práctica humana. Eso también es notorio con otras micro-revoluciones tecnoló-
gicas abordadas en el libro.
Como en cualquier otro momento, se trabaja en una organización, elabora-
ción y presentación del contenido, como un proceso de intermediación social
que permite confluir el trabajo disperso de múltiples actores: autores, diseña-
dores, inversores, comerciantes, autores, etc. Sin embargo, hay aquí algo más: el
primer impacto es que resulta cada vez menos importante pensar el contenido
solo desde un punto de vista textual; también debe pensarse, al menos, como
hipertextual, ya que lo que se presenta es más bien el ingreso a una red estructu-
rada de información; así mismo, debe comprenderse como metatextual, porque
hay más contenido del que se presenta a simple vista del lector, para ser leído
por él y capturado por los algoritmos que le permitirán −al menos hipotética-
mente− sacar el mayor provecho de su lectura: metadatos estructurados, redes
semánticas y registros de archivo. El segundo impacto es una especie de extra-
ñamiento entre el proceso de trabajo y sus posibles productos: en ese sentido
de un solo manuscrito podrán devenir múltiples formatos de presentación, así
como de archivo. En esto adquiere especial importancia el ahorro en los tiempos
y costos de trabajo, así como la reorganización de la organización productiva:
labores polivalentes, intelectuales, flexibles y no menos explotadas.
La segunda parte salta a otro nivel de análisis. Presenta cuatro capítulos que
estudian diferentes sectores editores donde lo digital ha significado un avance
clave. Primero trabaja sobre las obras de referencia: la historia de su reconver-
sión a lo digital, los beneficios de estos cambios, la importancia de las bases
de datos, la relación con los clientes, así como los precios y modelos de venta.
Luego, se presenta un estudio sobre el campo académico: revistas y libros cien-
tíficos, así como nuevas formas de publicación e indexación de resultado de las
pesquisas. Más adelante, se trabaja sobre el campo educativo: la relación con la
escuela, los diferentes productos diseñados para este ámbito. Finalmente, el
mercado de consumo, y especialmente todo el desarrollo del libro electrónico y
los nuevos modelos de mercado para ese objetivo.
La última parte del libro modifica de nuevo el horizonte de análisis, se desa-
rrolla en cinco apartados que discuten los nuevos campos de debate abiertos por

426 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


RESEÑAS

la escena de lo digital. Hay una atención especial por las nuevas posibilidades de
legislación sobre las obras: el copyright, la piratería y otros conflictos legales.
También se trabaja sobre la comercialización de derechos y el impulso hacía los
derechos digitales globales. Más adelante se discuten las actuales formas para
poder evaluar el costo de producción y, desde allí el precio de los productos;
nuevas formas de comercialización y de valorización del trabajo intelectual.
Finalmente, se discuten la incorporación de nuevas audiencias del trabajo edi-
torial y la manera de prepararse para los desafíos del futuro.
Como último punto, me gustaría retomar algunas ideas vertidas antes y que
conforman el corazón de este aporte de Frania Hall: en el campo editorial es
necesario estar advertidos sobre la modalidad de los cambios en el ámbito digi-
tal que se relacionan con nuestro trabajo. Esto vale de la misma manera para
todo aquel que practique el oficio de comunicador. Sin embargo, se reitera, el
libro parece dar cuenta más de esta modalidad de la transformación que de las
últimas noticias sobre inventos tecnológicos en el área. Esta obra nos permite
incorporar de forma reflexiva, y con una amplitud de fuentes de consulta adi-
cionales, una manera de relacionarse con el cambio en el mundo digital. Es, en
ese sentido, un abrigo contra la ansiedad del editor actual, y no una solución a
corto plazo.

Lucas Alberto AIMAR


Universidad Nacional de Villa María, Argentina / [email protected]

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 427


RESEÑAS

El Estado en disputa. Frente


a la contraofensiva neoliberal
en América Latina
Editores: Julio PEÑA Y LILLO E. & Jorge POLO BLANCO

Editorial: Ediciones Ciespal. Quito. Ecuador.


Año 2018
Páginas: 198
ISBN: 978-9978-55-174-5

El reto

La obra El Estado en disputa, editada por Julio Peña y Lillo E. y Jorge Polo Blanco,
reúne un conjunto de textos que desde la transdisciplinariedad invitan al lector
a adentrarse en un debate tan imprescindible como impostergable: la revisión,
desde la óptica de las izquierdas transformadoras, de la reconfiguración que los
estados posneoliberales han hecho de la idea y la praxis del Estado como herra-
mienta de transformación social.
Se trata sin duda de una reflexión que nos lanza a un terreno complejo, espe-
cialmente en un escenario de contraofensiva neoliberal salvaje, donde muchas
voces apuestan por un cierre de filas en torno a la defensa de los proyectos desa-
rrollados, esperando un mejor momento para abordar el debate respecto de los
errores y aciertos cometidos. Lejos de asumir esta posición de cautela, la obra
cobra una particular relevancia por constituir una apuesta valiente y funda-
mentada, por la apertura de un diálogo que no debe retrasarse, mucho menos
en el ámbito de la ciencia crítica militante.
El reto que se plantean y nos trasladan las autoras y autores, es (re)pensar
el Estado como espacio de construcción y campo de batalla, y en este contexto
evaluar su potencial como herramienta a partir de la cual se puede ejercer un
contrapoder frente a la vorágine del capitalismo neoautoritario y como instru-
mento al servicio de la transformación social. Desde esta reflexión comparten
la necesidad de revisar lo avanzado, de reflexionar los caminos y analizar los
errores.
El desafío así planteado impugna a las izquierdas, lato sensu, retomando la
idea de la posibilidad y necesidad de modificar la tradicional infraestructura

428 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


RESEÑAS

burguesa del Estado y de recuperar la construcción popular histórica de la


nación, retomando algunas improntas del pensamiento de Bolívar Echeverría,
cuya huella se percibe en buena parte de la obra.

El relato

El Estado en disputa plantea por tanto, la apertura de un debate, ni fácil ni có-


modo, en un momento de crisis epocal del capitalismo, una crisis que sus auto-
ras y autores relatan y caracterizan de manera tan descarnada como incisiva en
diversos capítulos.
El cuestionamiento de la adecuación de “teoría del fin de ciclo” como expli-
cación de la ofensiva neoliberal en Latinoamérica, planteada por Arizmendi,
sirve de pórtico de entrada al relato de la contraofensiva a la que se enfrentan los
Estados, y las izquierdas, posneoliberales en América Latina. Este relato parte
de una idea fundamental: no se trata como señalan los autores, de una embes-
tida que pretenda una mera vuelta al pasado neoliberal. La contraofensiva se
orienta hacia el asentamiento de un capitalismo neoautoritario, conservador y
violento, maximizando las vías de acumulación por desposesión en un intento
de subordinación global.
Para conseguir este objetivo, se han retomado herramientas ya ensayadas en
la región (programas de ajuste, endeudamiento, tratados de inversión, despo-
sesión nacional a través de la entrega de los bienes públicos y comunes al capi-
tal privado transnacional) a las que se añaden dinámicas brutales orientadas a
intervenir la cultura política de los estados posneoliberales y a impugnar direc-
tamente el Estado de derecho.
La alianza estratégica entre los Mass Media, Poder Judicial y corporaciones,
orientada a cortocircuitar posibles vías de resistencia, la exacerbación de la vio-
lencia (el llamado capitalismo necropolítico); el autoritarismo de mercado en
sus nuevas expresiones de integración económica regional; la “despolitización”
mediante la usurpación de capacidades de decisión a las mayorías sociales; el
desgarramiento xenofóbico que se está produciendo en el interior de los domi-
nados modernos, son estrategias para conseguir engrasar el avance del capita-
lismo neoautoritario en América Latina. Todas estas dinámicas son claros ejem-
plos de las dinámicas de asalto al Estado, perfectamente narradas a lo largo de
la obra.
En palabras tomadas de la obra, todo lo que el Estado debe controlar para
ejercer sus funciones se traslada a las manos del capital transnacionalizado
incontrolable, que se afirma públicamente como incontestable y que delimita
las fronteras mismas de lo posible y de lo que podemos (o debemos) imaginar. Se
trata, así, de una deriva que pretende conducir a la región hacia sistemas emi-
nentemente posdemocráticos, erigidos frente y contra los logros de los Estados
posneoliberales.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 429


RESEÑAS

De manera acertada, para analizar esta situación, el capítulo de Jorge Polo


pone en el punto de mira del análisis a esos “poderes salvajes”, a los poderes
financieros apátridas, al fascismo financiero, como la forma más virulenta de
los nuevos autoritarismos que están asaltando la región (y el planeta) y avisa
del profundo ajuste disciplinario en la vida social que pretenden. La influen-
cia devastadora de la administración Trump, como punta de lanza del asalto al
Estado, es narrada con detalle por Arizmendi en el capítulo de cierre.
Certero y descarnado, el análisis se apuntala con una revisión de la obra de
múltiples autores y teorías que se entretejen para forjar una construcción cien-
tífica crítica sólida, entre las que destacan el recorrido realizado por Cristina
Morales respecto de la influencia del ordoliberalismo en los procesos señalados
y la crítica hecha, vivida y pensada desde la teoría feminista, de la mano de los
capítulos de Morales y Alejandra Bueno.

Disputar el Estado

Frente a la idea de un Estado que integra, desarrolla e impulsa los principios


generales del capitalismo en la constitución y organización social, las y los auto-
res oponen la idea de los Estados posneoliberales, en sus diferentes tipologías y
alcances, sin dejar de debatir acerca de sus logros, carencias y retos. Esta proble-
matización del rol del Estado es imprescindible, como recuerdan ambos edito-
res de la obra, si se pretende construir un discurso y una praxis desde el Estado
que devengan verdaderamente contrahegemónicas.
Esa idea, la revisión y construcción colectiva es, como se señaló en un ini-
cio, una de las principales virtudes del libro. La aparición en el relato de autores
como Poulantzas recupera debates especialmente atractivos y necesarios en
el momento actual. Analizar los desafíos que plantea la voluntad de acceder a
las instituciones para desde y en ellas crear una institucionalidad alternativa
y modificar la correlación de fuerzas dentro del Estado, es un paso previo para
poder debatir acerca de qué grado de consecución de este objetivo de trans-
formación se ha conseguido hasta la actualidad y cómo se pueden plantear los
desafíos futuros.
La tensión existente entre los distintos capítulos del libro entre la denuncia
del Estado como estructura de reproducción de la dominación patriarcal capi-
talista y la confianza en el mismo como herramienta de transformación social,
no sólo no impide el desarrollo de una serie de propuestas compatibles entre sí
sino que enriquece el necesario debate acerca de la relación entre movimientos
sociales y Estado.
Entre estas propuestas, resalta Arizmendi, que la lucha contra la tendencia
neoautoritaria nos exige superar la polarización (o polarizaciones) existente y
tejer acuerdos entre los movimientos estadocéntricos y los movimientos auto-
gestivos. En un sentido similar, Bouhaben remarca la necesidad de establecer

430 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


RESEÑAS

mecanismos para conjugar las fuerzas de los movimientos sociales con las
fuerzas orgánicas de aquellos partidos políticos que, desde las instituciones de
Estado, hagan frente común ante la depredación del modelo hegemónico neo-
liberal. Con otras palabras, y en sentido más amplio, Piñero nos recuerda que
la propuesta de un Estado más centrado en lo común pasa necesariamente por
una mayor aceptación de la diversidad y un diálogo para y con la sociedad civil.
Mantener esto no se afirma en la obra como algo sencillo, pasado el momento
de euforia constituyente, la experiencia demuestra que el paso complicado es la
institucionalización-normalización de los procesos de apropiación del Estado
manteniendo las líneas de creación de lo común, de infiltración y transforma-
ción de las instituciones, que deben plasmarse en profundas reformas jurídicas
pero también vivirse en el día a día de la praxis política. Se trata, como recuerda
Polo, de la generación de un nuevo sentido común o imaginario, con capacidad
para construir una nueva hegemonía cultural en un escenario que debe estar
marcado por la infiltración permanente desde los movimientos sociales, por el
cuestionamiento continuo desde la lógica de las y los oprimidos, manteniendo a
la vez la capacidad de gobierno, de transformación y de resistencia. En palabras
de este autor, se trata de apropiarse del Estado, no como un fin en sí mismo, sino
como una herramienta de combate decisiva, para contrarrestar la enajenación
de lo político por parte de las imposiciones de la ley de mercado y realizar una
política de transformación comprometida con las necesidades reales del país.
No es una tarea fácil, como señalan los autores hay que oponerse al doxa neo-
liberal de “no hay otra alternativa”, para apostar por una forma de Estado trans-
formador, vinculado a la política desde abajo, generando procesos continuos
de expansión democrática que integre a los grupos subalternos y haga política
desde las necesidades de las y los oprimidos.
Abriendo la puerta a semejante tarea, la lectura cumple con el objetivo de lan-
zar un debate imprescindible, de plasmar el escenario de la disputa en toda su
crudeza y con rigurosidad y de plantear los retos con contundencia. La frescura
del texto se debe también -sin duda-, a su origen, como una experiencia de cons-
trucción colectiva del pensamiento, llevado a cabo en el marco del Seminario
Permanente de Pensamiento Crítico Bolívar Echeverría, acogido por CIESPAL
entre 2015 y 2017. Es precisamente esta mirada poliangular del Estado, nutrida
de referencias teóricas imprescindibles, lo que dotan a este libro de un especial
interés como reflexión atrevida desde la ciencia crítica y transformadora.

Adoración GUAMÁN
Universidad de Valencia, España / [email protected]

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 431


RESEÑAS

Protección social y migración.


Una mirada desde
las vulnerabilidades a lo largo
del ciclo de la migración
y de la vida de las personas
Carlos MALDONADO VARELA,
Jorge MARTÍNEZ PIZARRO, & Rodrigo MARTÍNEZ

Editorial: CEPAL. Santiago, Chile


Año: 2018
Páginas. 120

El documento de autoría de los oficiales de la CEPAL Carlos Maldonado Varela


y Rodrigo Martínez y del experto en Migración de la CELADE-CEPAL Jorge
Martínez Pizarro, se enmarca en un proyecto de “Apoyo a la implementación de
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe”, es
responsabilidad de esa institución y cuenta con el apoyo de la Agencia Alemana
de Cooperación de Alemania. En términos generales busca analizar y vincular
los desafíos que representa la cuestión de la migración, en la que vive el 4% de
la población de América Latina y el Caribe, y el desarrollo de sistemas de pro-
tección social para los países de la región y la construcción de políticas públicas
bajo los principios de inclusión, universalidad y de garantía de derechos, para lo
cual es fundamental que “los países de la región reconozcan formal y concreta-
mente a las personas migrantes como individuos con derechos humanos, eco-
nómicos, sociales y culturales” (p. 62)
El documento, de una actualidad estratégica en las lógicas actuales del
gobierno de los pueblos, es construido sobre la sistematización de cuatro discu-
siones con especialistas y tomadores de decisiones propiciado desde la División
de Desarrollo Social y la División de Población-CELADE de la CEPAL que abor-
daron el tema de la relación entre Migración y Seguridad social, en perspectiva
de construir una institucionalidad que tenga en cuenta las relaciones entre
transnacionalidad y protección social. Una discusión matizada por la búsqueda
de respuestas de largo plazo por parte de las políticas públicas y su institucio-

432 CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS


RESEÑAS

nalidad (p. 85), en temas como la ampliación de coberturas, financiamiento e


instrumentos que permitan el desarrollo de políticas públicas más sensibles a
las necesidades de les migrante. Es una postura que puede complementarse con
una mirada sobre la regularización de las relaciones del mundo del trabajo y de
la acumulación del capital, en los que resaltan discursos divergentes entre las
perspectivas de derechos humanos de las personas migrantes y las realidades
de sus experiencias. Es por supuesto un debate en torno a la superación de los
enfoques de migración surgidos de las lógicas de soberanía y seguridad que pre-
dominan en amplios sectores de los sistemas políticos de la región, que de nuevo
tensionan la configuración misma de la política, la democracia y del humanita-
rismo en el marco del gobierno de los pueblos y de los cuerpos (Fassin, 2003).
Huelga decir que, esta población es analizada con los lentes de la vulnerabi-
lidad, la necesidad y el riesgo al que se enfrentan quienes así transitan a lo largo
del ciclo migratorio: en los países de origen, durante el tránsito, en los estados
receptores, así como en los escenarios de retorno. Es un ciclo, por demás, hete-
rogéneo en la región y las subregiones que la conforman, configurando relacio-
nes complejas que requieren de mayor análisis, especialmente por el problema
del potenciamiento de las condiciones de desigualdad social que derivan de la
migración irregular en razón a distintos clivajes como el género, la raza o la edad
en los países de origen y de destino.
Del documento, organizado en cuatro partes1, quisiera resaltar que el fenó-
meno migratorio actual se analiza en el marco del proceso de globalización y
posmodernidad, lo cual conlleva a un replanteamiento de la formulación de
las políticas públicas en la materia, dada la porosidad de la figura del Estado
Nación, especialmente en lo relativo a sus fronteras, y la transnacionalidad en la
gobernanza migratoria. Así, el análisis que se propone se centra en el rol de las
migraciones internacionales en la configuración de las sociedades latinoameri-
canas, especialmente en tres ámbitos: el de las reproducciones de la población,
las reproducciones del capital, y el de las reproducciones de las estructuras de
clases y las diferencias desigualdades sociales.
En cada una de estas aristas el texto es prolífico al señalar la complejidad de
las relaciones que derivan las complementariedades dadas entre esos tres proce-
sos macro del análisis migratorio. Verbigracia, se observa como la relación entre
las poblaciones de origen y las poblaciones receptoras, especialmente en el caso
de las migraciones de ultramar, tensionan el análisis al divergir las condicio-
nes que derivan del bono demográfico de los países de nuestra América Latina
y del Caribe y los países receptores; la importancia cada vez más creciente de
abordar o los efectos económicos que tienen los procesos de transferencia de
fuerza de trabajo y capital humano, en especial el papel de las remesas en las

1 Consideraciones básicas en torno a los vectores, desafíos y evolución reciente de la migración en Amé-
rica Latina y el Caribe; Ciclo migratorio y protección social: un enfoque sensible a las vulnerabilidades de las
personas migrantes; Institucionalidad migratoria: panorama jurídico y organizacional; e Institucionalidad
migratoria: panorama jurídico y organizacional.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 433


RESEÑAS

economías de origen vía reproducción social a distancia; o la profundización de


las desigualdades sociales y la reproducción de la estratificación de clases, que
han permitido visibilizar de actores como las mujeres, les indígenas y de niñas
y niños en los procesos migratorios, así como la concentración de actividades y
dinámicas laborales y económicas ligadas al cuidado y el trabajo doméstico en
los sitios de llegada.

Existiría así un vínculo, o más bien una articulación, entre la reproducción de la


fuerza de trabajo migrante, apoyada por un sistema de redes sociales y por una
dinámica social transnacional, y la reproducción social de las clases medias y altas
en los lugares de destino, mediante la ocupación de mano de obra migrante para
su cuidado y reproducción. (p. 12)

En el texto también se discuten temas relacionados con las motivaciones


individuales en los procesos de migración que responden a búsqueda de oportu-
nidades laborales y económicas, la reunificación familias con las cadenas trans-
nacionales de cuidado que allí se conforman, la persecución política, las guerras
civiles, la violencia o los desastres naturales poniendo en cuestión la necesidad
de complejizar los análisis en cada uno de estos aspectos. Respecto a las tipo-
logías de migrantes se señala que es un proceso cuya complejidad requiere ser
profundizada de manera que se trascienda a la de trabajo, refugio, estudios y
familia sostenida por la OCDE y la OEA (p. 14). Asimismo, se abordan los prin-
cipales patrones migratorios de la región y los desafíos que implican para la
elaboración de las políticas públicas, destacándose la disminución de los flujos
de emigración extra-regional aunque se mantiene como rasgo dominante, con
un correlato en la intensificación en los flujos migratorios regionales, en este
último el mantenimiento de las migraciones hacia países fronterizos, el man-
tenimiento de Estados Unidos como principal país al que emigran las personas
de la región (el 70% de los emigrantes se desplazan allí, seguido de la migración
intraregional 15%, de España (8%), Canadá (2%) y Japón 1%), así como un incre-
mento de “la participación de migrantes menores de edad, acompañados y no
acompañados, así como de mujeres, personas deportadas y víctimas de trata,
entre otros aspectos.” En el documento también se resalta el aumento de emi-
grantes mujeres y niñes que viajan solos lo que tensiona el sistema de seguridad
social de los territorios por los que atraviesan estas personas.
El análisis de las políticas migratorias y de los procesos de migración, que
hacen parte de la construcción social e histórica de la América Latina y del
Caribe, se constituyen hoy en una realidad que requiere la elaboración de inves-
tigaciones que apoyen de manera interdisciplinaria e intersectorial la formula-
ción de las políticas públicas y discutan con la formulación de indicadores de
derechos humanos para los migrantes y la continuidad de la discusión de pro-
puestas como las de Calderón (2016) que ponen en el centro de la discusión la
dignidad como articuladora de las acciones de los actores sociales, para lo cual

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es dable reconocer que el desarrollo de algunas de ellas se ven interpeladas por


los cambios que el giro en la coyuntura política latinoamericana ha dado y los
efectos que en materia de políticas estatales tuvo la construcción de las mismas
en escenarios participativos o no de las mismas, de cara a lo que será el “Pacto
Mundial para una migración segura, ordenada y regular” con lo que marcan los
adjetivos puestos a este proceso.
Una disputa por el gobierno de los pueblos y las tendencias que en el marco
de los discursos que soportan el humanitarismo dejen ver cambios en los pro-
cesos de acumulación capitalista y los discursos sobre mayor seguridad en las
fronteras, que se sostienen en las formas de control derivadas de la irregularidad
como forma de organización de las políticas públicas para “facilitar la migración
y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas,
mediante políticas planificadas y bien gestionadas.” (p. 120). Es un escenario que
requiere de miradas críticas que trasciendan la enunciación de derechos y la
creación de instrumentos para la protección social en el ciclo migratorio en los
ámbitos señalados en el documento reseñado.2
Finalmente, al resaltar el problema de la migración regional el texto nos per-
mite poner la lupa de la crítica en aspectos que se entrecruzan detrás de la argu-
mentación tales como el reconocimiento de los procesos migratorios interna-
cionales como una de las principales consecuencias de la desigual integración
capitalista contemporánea (Harvey, 2000)” el hecho que el planeta presenta pro-
blemas de sobrepoblación y las personas refugiadas, desplazadas, solicitantes de
asilo, emigrantes, sin papeles, se constituyen en los residuos de la globalización,
producto de la modernización, de las ideas de progreso y la búsqueda del orden
característico de la modernidad3 (Bauman, 2013). Que la migración además es
uno de los procesos constitutivos de la actual globalización (Louidor, 2017) y, que
es vital una agenda investigativa que se acerque a las realidades de la migración
como manifestaciones del desarraigo, evidencian las relaciones sociales que las
producen y nos hablan sobre la “licuefacción de nuestras sociedades a nivel glo-
bal” (Jaramillo Marín, 2017, p. 217), así como el conocimiento de las prácticas
sociales, culturales y terapéuticas que signan la vida de las personas migrantes,
teniendo presente el componente moral los valores, normas y afectos moviliza-
dos en torno a esta población y a sus problemas, los juicios y acciones morales
como los señalados por Didier Fassin (Aedo, Murray, Bacchiddu, & Fassin, 2017)

Paulo MOLINA BOLÍVAR


Flacso, Argentina / [email protected]

2 Entre los que están acceso a la identidad jurídica, acceso al trabajo decente, acceso a la salud general y
salud sexual y reproductiva, acceso a la educación, acceso a la vivienda, a servicios de cuidado y la inclusión
financiera
3 Para Bauman (2013) en esa construcción del orden “cada orden asigna a ciertas partes de la población
existente el papel de “fuera de lugar”, “no aptas” o “indeseables” y la globalización ha puesto en evidencia
“una aguda crisis de la industria de la eliminación de residuos humanos”.

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 435


RESEÑAS

Referencias bibliográficas

Aedo, Á., Murray, M., Bacchiddu, G., & Fassin, D. (2017). Hacia una ciencia social
crítica. Entrevista a Didier Fassin. Andamios, 14(34), 351-364. https://bit.ly/
2QWMlZA.
Bauman, Z. (2013). Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias. Barcelona:
Paidós.
Calderón, F (2016). Reconsideración del desarrollo humano. En Castells, M.,
Himanen, P. (coord.) Reconceptualización del desarrollo en la era global de
la información. Santiago de Chile: Fondo de Cultura Económica, p. 265-304
Fassin, D. (2003). Gobernar por los cuerpos, políticas de reconocimiento hacia
los pobres y los inmigrantes en Francia. Cuadernos de antropología social, (17),
49-78. https://bit.ly/2OxMS7x.
Harvey, D. (2000). Spaces of Hope. Berkeley: UC Press.
Jaramillo Marín, J. (2017). Articulaciones del desarraigo en América Latina. El
drama de los sin hogar y sin mundo, de W. E. Louidor (reseña de libro). Revista
Colombiana de Sociología, 40(Suplemento 1), 215-219.
Louidor, W. E. (2017). Introducción a los estudios migratorios: Migraciones y dere-
chos humanos en la era de la globalización. Bogotá: Editorial Pontificia Uni-
versidad Javeriana.

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Publicidad, propaganda
y diversidades socioculturales
Organizadores: Jiani Adriana BONIN, Nicolás LORITE GARCÍA & Alberto
Efendy MALDONADO

Editorial: Ediciones CIESPAL. Quito, Ecuador.


Año: 2016
Páginas: 398
ISBN: 978-9978-55-148-6


A finales de 2016 era publicado por Ciespal el libro Publicidad, propaganda y di-
versidades socioculturales, un trabajo organizado por Jiani Bonin, Nicolás Lorite
y Efendy Maldonado. Cada uno representando equipos de investigación que, re-
unidos, dieron lugar a esa empresa. Los organizadores destacan una experien-
cia de más de quince años de colaboración, entre los grupos Processocom (de
Unisinos, Porto Alegre) y Migracom (de la Universidad Autónoma de Barcelona),
a quienes luego se sumaría Pragma desde el nordeste brasileño (Universidad de
Rio Grande do Norte). Estamos, por lo tanto, ante el resultado de una experien-
cia colectiva de trabajo que vincula, en particular, dos países claves en la pro-
ducción publicitaria −las trayectorias españolas y brasileñas−, pero provechosa
para todo el mundo iberoamericano preocupado por la publicidad y su análisis.
Lo primero a destacar será la labor editorial (16 artículos, 21 autores, 398
páginas). Ésta labor, de por sí, está definida por el carácter colectivo mencio-
nado, pero implica una apuesta por madurar una discusión en una compilación
que es, además, un debate y un proceso de construcción académica. Estas cuali-
dades del libro reseñado se relacionan con un punto de partida epistemológico
que sirve de lógica de ordenamiento a los artículos y al resultado final: la apuesta
por la transmetodología. Los autores señalan que a partir de ella existe una con-
fluencia lógico-metodológica de varias estrategias de investigación, en diálogo y
confrontación con los problemas/objeto, para construir y trabajar problemáti-
cas comunicacionales (p. 23). Los diferentes abordajes de investigación, desde
la investigación audiovisual, el análisis del discurso, el estudio económico-polí-
tico, la investigación-acción, entre otros, conforman un entramado confluyente
hacia un resultado de investigación que restituye el carácter de complejidad y
multifocalidad al objeto estudiado.
La contribución al fortalecimiento de una perspectiva transmetodológica en
Ciencias de la Comunicación es uno de los objetivos declarados en el texto. Por

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 437


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otra parte, se comprende que el proceso colectivo, complejo y transmetodoló-


gico, puede dar cuenta de un fenómeno publicitario que es, cada vez más, una
expresión clave en la lógica de significación del capitalismo.
Ahora, su objeto. Los autores lo han definido, desde hace tiempo, alrede-
dor de los sentidos construidos por la publicidad y propaganda de la televisión
abierta brasileña y española en relación con la diversidad y la alteridad socio-
cultural relativas a género, etnicidad, nacionalidad y fenotipos, y las significa-
ciones y apropiaciones realizadas por sujetos socioculturalmente diversos, en
la perspectiva de la ciudadanía comunicativa intercultural (p. 11). Es importante
destacar la observación al mundo de la televisión abierta, y en especial, a través
del foco de las alteridades y la diversidad en esos espacios.
Esta temática será desarrollada en tres partes; casualmente, es la última de
ellas la que se relaciona más sólidamente con las discusiones epistemológicas,
aunque en todos los capítulos se colabora a generar un instrumento de investi-
gación multimodal. El libro comienza y finaliza con el valor de esta experiencia
para las ciencias de la comunicación social. La discusión, así, termina abierta
pero vivenciada.
En la primera parte se trabaja sobre las Narrativas y construcción de las
diversidades socioculturales. Hay aquí seis capítulos, donde la imagen publi-
citaria cobra un especial interés, así como la preocupación por las formas de
estudiarla. En el primer artículo, Nicolás Lorite García propone el tratamiento
de la diversidad y alteridad desde la mirada de la cámara de video. Esta posi-
bilidad de trabajo surge del rastreo de su importancia en un estudio multimo-
dal de carácter científico. Luego se presenta un capítulo escrito por Jorge Grau
Rebollo, allí de analizan estrategias representacionales y discursivas presentes
en la publicidad televisiva, en una muestra de anuncios de cinco cadenas de TV
españolas. Más tarde, un importante artículo de Ana I. Entenza, que trabaja
sobre los usos del color en la indumentaria de los sujetos participantes de anun-
cios, y la posibilidad de vincular esta situación con la diversidad sociocultural.
En el siguiente, un registro de largo tiempo (1990-2014) sobre los contratos de
lectura que establecen en Brasil las campañas de prevención del SIDA durante
el período de carnaval, nos permite pensar cómo se establecen las formas de
interlocución con los jóvenes en relación a estos temas. En el siguiente texto, se
presenta otra vez una discusión sobre el uso de la cámara de video como herra-
mienta trans-multi-metodológica; la autora, Lisiane Machado Aguiar, apunta
a definir tres orientaciones de las prácticas científicas en el uso de la cámara.
Finalmente, la autora del último capítulo, vuelve sobre el enfoque transmetodo-
lógico para realizar un estudios sobre la diversidad en los productos audiovisua-
les publicitarios específicos.
La segunda parte del libro cuenta con cinco capítulos y está referida a la
Recepción publicitaria. Esta es pensada como una actividad compleja cuya inte-
ligibilidad requiere destacar la articulación de diferentes esferas mediáticas
y socio-comunicacionales. El primer capítulo, de Jiani Bonin, se preocupa en

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RESEÑAS

especial por lo mencionado, intenta dar cuenta de este carácter multidimen-


sional de la recepción en publicidad, explorando los conceptos de mediación,
mediatización, apropiaciones, identidades y diversidad sociocultural. A este
objetivo también colabora el artículo de Laura Wottrich “Una mirada hacia
las prácticas emergentes de recepción de la publicidad”. Otro capítulo, de M.
A. Pavan, se titula “Marcas y productos de la industria cultural tatuados en el
cuerpo mediático”; allí se intenta definir el proceso de selección del tatuaje y el
sentido que tiene para quien apuesta por él. El siguiente texto estudia la expe-
riencia estética de escuchar a partir del análisis de una campaña publicitaria; el
autor puede dar cuenta de la diversidad a partir de rasgos presentes en la escu-
cha de los anuncios. Finalmente, Lívia Saggin se interesa por la apropiación de la
publicidad desde la cultura popular de los jóvenes; la autora hace énfasis allí en
la transformación contemporánea de los sujetos comunicantes.
Finalmente, la última parte del libro refiere a Perspectivas epistémicas,
teóricas y metodológicas. Se intenta aquí desarrollar una fundamentación teó-
rica y crítica para el estudio de la diversidad y la alteridad sociocultural en la
publicidad televisiva. El primer capítulo estudia al cuerpo, su producción y su
significación como fundamentales en la imagen publicitaria. Luego, Alberto
Pereira Valarezzo, en “Lo no verbal en la enunciación televisiva: perspectivas
publicitarias”, desde los fundamentos de la teoría de la enunciación hace énfa-
sis en los elementos no-verbales fundamentales para producir e interpretar los
mensajes publicitarios. Luego, E. R. Piedras presenta un ensayo teórico sobre
las representaciones en la publicidad y la propaganda. El siguiente artículo, de
T. P. Tomazetti, parte de una discusión teórica sobre el género como categoría
sociocultural, allí discute los sentidos consolidados sobre la diversidad a partir
de las representaciones de sexo/género en la publicidad. Para finalizar, se pre-
senta “América Latina, procesos mediáticos renovadores”, que vuelve sobre el
contexto latinoamericano para discutir las posibilidades de la teoría crítica en
un aporte a la construcción de una ciencia social renovada, de nuevas prácticas
mediáticas y de ciudadanía.
El esfuerzo compartido y el debate constructivo presentes en este libro, edi-
fican una perspectiva novedosa sobre la diversidad y la alteridad socicultural en
el mensaje publicitario.

Ileana Desirée IBAÑEZ


Universidad Nacional de Córdoba, Argentina / [email protected]

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 439


RESEÑAS

Economía
del patrimonio cultural
Françoise Benhamou

Editorial: Ariel. Buenos Aires, Argentina.


Año: 2014
Páginas: 200
ISBN: 978-987-1496-78-5

Es nuestro interés aquí presentar un pequeño libro, de carácter ensayístico, que


avanza sobre diferentes aristas de un problema que ha ido ganando espacio en
las ciencias sociales durante las últimas tres décadas. En un momento donde la
actuación del capitalismo a escala global impone una casi ubicua transforma-
ción de espacios, identidades y representaciones socioculturales, las políticas
de rescate patrimonial tienen una entidad paradojal.
Françoise Benhamou, por intermedio de la traducción de la editorial Ariel,
presenta una discusión sobre la lógica económica imbuida en la edificación de
un Patrimonio Cultural. Esta es particularmente relevante para discutir las
políticas culturales en el momento actual, ya que desde estas experiencias se
puede establecer un punto de mira complejo que atañe a las transformaciones
de la identidad, de la economía, de la desigualdad y de la geografía en diferen-
tes pueblos. Lo paradojal, mencionado arriba, refiere entonces a la complejidad
del fenómeno, que admite al menos dos visiones solidarias en el presente, pero
que podrían resultar teóricamente contrapuestas: por una parte, el entender lo
patrimonial como una reivindicación histórica (la cual se presentaría en contra
del cambio), versus comprenderlo como una política pública de interpretación
particular de esa historia, la cual generalmente tiene un carácter productivo,
imaginativo, de transformación (quizás, restitución) de espacios, prácticas,
tiempos, etc. En esta complejidad comienza a tomar forma el libro. La última
posibilidad, por supuesto, no puede dejar de comprenderse a partir de las con-
diciones históricas y sociales desde las que se interpreta esa historia: desigual-
dades, criterios estéticos e históricos sobre lo patrimoniable, apropiaciones
económicas y reivindicaciones culturales. De aquí surge una idea central en el
texto: el patrimonio está vivo.
Este libro se relaciona con las construcciones urbanas y rurales, pero tam-
bién con las significaciones que se realizan sobre ellas, así como también se rela-

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RESEÑAS

ciona con los productos artísticos, científicos y técnicos. Es decir, su interés gira
en torno al patrimonio que es inmaterial, y también lo que hay de cultura en
lo material. De ahí, se interesa por el perfil económico de las posibilidades de
trabajo sobre esos acervos: la articulación entre los modos de financiamiento,
el peso de las regulaciones y restricciones relacionadas con la valorización,
las posibilidades de gestión de los consumos en esos espacios. El campo, por
supuesto, es enorme, y el libro contribuye a definir los límites del mismo.
Hoy es más que claro que las políticas de patrimonio tienen también un
alcance mundial. Frente a la preservación para los pueblos se presenta una
lógica de rescate para la mercantilización de lo auténtico, donde la masifica-
ción y la globalización del turismo y el enterteinment otorgan un valor especial
al gesto.
Toda la obra cuenta con seis capítulos, en ellos se transita desde una historia
y descripción del campo particular, pasando por las injerencias del consumo
mercantil y los costos de conservación, hasta el impacto económico del patrimo-
nio, la discusión de las políticas específicas, así como el debate sobre la propie-
dad −privada, pública o colectiva− de estos supuestos espacios de recuperación
de la memoria e historia de los pueblos.
Según declara su autor, este trabajo se desarrolla alertado sobre la compleji-
dad de esas posibilidades, intentando destacar la importancia del stock de rique-
zas de cada pueblo, destacando las posibilidades de valorarlo y enriquecerlo.

María José AGUIRRE MORENO


Ecuador / [email protected]

CHASQUI 137 · AGOSTO-NOVIEMBRE 2018 / RESEÑAS 441


CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018 445
446 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018
Un NUEVO punto
de comunicación
y lectura

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ría

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PRÓXIMO NÚMERO

Revista Chasqui
N° 139 / diciembre 2018
Análisis del discurso
en Latinoamérica
Coordinadores:
Francesco MANIGLIO,
Viviane DE MELO RESENDE y
Rosimeire BARBOZA DA SILVA

Este número tiene el propósito de analizar los aspectos y


los cambios del discurso y de la ideología en relación con
las transformaciones hegemónicas que están definiendo el
dominio político y socio-económico en Latinoamérica en los
últimos años. En esta línea se proponen tres ejes articuladores:
1) Análisis Crítico del Discurso: una perspectiva teórica y
metodológica, 2) Ideología y Discurso en Latinoamérica, y 3)
Discurso y Sociedad. Hacia una ideología tecnopolítica.

Más información en: http://revistachasqui.org

448 CHASQUI 137 · ABRIL-JULIO 2018


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