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Rol Del Hombre en El Hogar Cristiano MMM

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ROL DEL HOMBRE EN EL HOGAR CRISTIANO

El hombre es líder de su familia, Es quien toma las decisiones en bien por los que
ama y los suyos le siguen, Dios ordena al hombre ser cabeza de su esposa y amarla
como cristo amó a la iglesia. Efe 5: 25

El apóstol Pedro agrega algo a nuestro conocimiento, en 1 Pedro 3:7. Los esposos
son instruidos: “vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso
más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida”

Los esposos tienen la responsabilidad de amar y honrar a sus esposas.

“Ama a tu esposa de la misma forma en que amas tu vida.” (Efesios 5:28-33).

Cuida las necesidades y el bienestar de tu esposa. Siente su dolor y enfermedad, y


regocíjate en su salud como si fuera tu propia vida. Sus necesidades espirituales,
físicas, emocionales o económicas deben merecer tu esfuerzo absoluto. Sólo de
esta manera puedes amarla y proveerla, así como lo haces con tu propia persona.

El hombre debe ser íntegro, transparente, honesto, un hombre fiel. Debe ser
vigilante, estar al tanto de todo lo que ocurre en su alrededor así como con su
familia. Ser digno, tranquilo, hospitalario y equilibrado en sus cosas.

1 Timoteo 3:3-4

3 no dado al vino, no rencilloso, no codicioso de ganancias deshonestas, sino


moderado, apacible, ajeno de avaricia; 4 que gobierne bien su propia casa, que
tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad

No tener vicios y evitar conflictos o enemistad, un hombre de buenas relaciones.


También debe ser un varón que gana su salario de manera honesta. Un hombre
agradecido de lo que tiene y no codicioso. Debe guiar y dirigir correctamente a su
familia mediante el camino correcto. Además debe proveer un sustento para sus
hijos de manera honesta y evangelizarles.

Como autoridad amorosa, el esposo es responsable delante de Dios por el


bienestar de su familia física, moral, espiritual y emocionalmente.

Un hombre honesto, apacible, responsable, etc... es apto para llevar las enseñanzas
de Dios las cuales debe practicar primeramente en su hogar.

Todo esposo debe ofrecer liderazgo espiritual en el hogar, demostrando no sólo


una íntegra vida cristiana, sino dirigiendo también el desarrollo espiritual del hogar.
Esto se demuestra a través de la oración familiar, las conversaciones acerca de
temas espirituales, el estímulo a la lectura de la Biblia y el fortalecimiento en la vida
cristiana familiar.
Un hombre que desee tener una familia debe estar preparado primeramente para
dirigir esa familia de manera correcta. Por último un hombre debe tener buena
reputación e imagen ante sus hijos, esto ayudará a que los hijos quienes imitan sus
pasos sean personas de bien. Además una buena reputación brindará paz a su
esposa con respecto a sus andares.

*Conclusión

El hombre debe dirigir a su familia en los caminos correctos, conjunto a la mujer


debe ser parte de la enseñanza de la palabra de Dios y el sustento. Debe dar
ejemplo a través de su testimonio para levantar hijos de Dios. Por otra parte debe
tratar a su esposa como así mismo porque uno son en Cristo.

Efesios 5:25

25 Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella;

EL PAPEL (ROL) DE LA MUJER EN EL HOGAR CRISTIANO

Ama a tu esposo, pero no lo ames más que a Dios

Nadie debe ocupar el lugar de Dios en tu vida. Tu primera devoción y tu primer


amor deben ser ofrecidos únicamente al Señor. Cuídate de no hacer de tu esposo
un ídolo, al que le dedicas lo mejor de ti. Recuerda que Dios es un Dios celoso
Éxodo 20:4-5

Una buena esposa es una persona muy inteligente, con muchas capacidades,
incluyendo el liderazgo y los negocios. Las diferencias en el liderazgo entre
hombres y mujeres están en las formas de liderar. El hombre por naturaleza es más
racional, y su forma de liderar es más con confrontación y/o con poder. Por su
parte, en la mujer el liderazgo se muestra más en su capacidad de influenciar
aquellos que están a su alrededor. Cuando nuestro propósito de vida es glorificar a
Dios, la influencia que ejercemos es poderosa y positiva.

Proverbios 31:10 dice que tu precio para tu esposo va más allá del de los rubíes.
Cuando un hombre te pide ser su esposa, has sido elegida por sobre todas las
mujeres de la tierra. Esto trae responsabilidad y oportunidad, Ella tiene en sus
manos el destino y el provecho terrenal de su esposo y sus hijos más plenamente
de lo que a menudo se da cuenta. Tú serás, más que cualquier persona o cualquier
cosa, el más grande impacto en el futuro de tu esposo, tus hijos y tu hogar. Mucho
del desarrollo y el destino de ellos están en tus manos. A menudo se dice, “los
hijos son producto del hogar”. Ambos padres estampan su marca en el hogar, pero
a causa del tiempo y la enseñanza, una madre invierte en moldear los hábitos del
hijo, carácter y pensamientos, y su influencia hace un mayor impacto (Proverbios
31:28).

La palabra “Esposa” significa “tejedora”. Ella es la que teje el hogar en el diseño y


la belleza que este intentó ser.

Su influencia en todo avanza en el hogar como la obra del Espíritu Santo en la


iglesia. Ella guía, enseña, conforta, anima, da y entiende en función de edificar a su
esposo y sus hijos en la Fe.

“Una buena esposa es el mejor y final regalo del Cielo al hombre”

Proverbios 18:22 Reina-Valera 1960 (RVR1960)


22
El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.

Una esposa es el corazón del hogar, compañera de su esposo, Ella es consciente


de sus necesidades y planes para el futuro. Ella puede pararse a su lado y realzar
sus sueños. Nadie puede satisfacer sus necesidades y expandir su visión, sus
metas, su futuro y sus compromisos como la hermosa esposa con quien se casó.

El llamado que Pablo le hizo a las casadas, era de sujetarse a sus maridos. Él decía
“las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido
es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo,
y él es su Salvador” (Efesios 5:22-23). La mujer está llamada a someterse a su
esposo como una muestra de reverencia a Dios. Él te pide que lo respetes, aun
cuando pienses que está equivocado, en los desacuerdos y aun si tu esposo no es
creyente. En este sentido es vital apoyar y respetar las decisiones del esposo.

El rol de la mujer dentro del matrimonio es ser ayuda idónea para su esposo
(Génesis 2318). Y esta función tiene su cumplimiento en gran medida, a través de la
ayuda espiritual. Mediante la intercesión, la mujer cubre a su esposo con protección
y bendición del cielo, incluso si el esposo no es creyente. Hay mucho poder cuando
una mujer ora por su marido y por su familia.

Ser prudente para hablar Tienes que ser sabia con las cosas que declaras, sobre
todo cuando te diriges a tu esposo. Aun en los momentos de crisis y diferencias
debes medir tus palabras para edificar y no para destruir. Debes siempre conservar
la calma recordando que la “blanda respuesta quita la ira”(Proverbios 15:1)

Vestir decorosamente Como dama de la casa, debes vestirte con pudor. Tu


apariencia siempre debe ser honrosa y no provocativa. No usarás escotes y ni ropa
pegada al cuerpo, porque tu virtud y belleza vienen de tu carácter interior y no de
tus vestidos ni ornamentos. Esto fue lo que enseñaba el apóstol Pablo cuando
decía: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino
con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad (1 Timoteo
2:9-10).

No engañar al esposo Serás fiel a tu esposo en tu corazón y en tus pensamientos.


Tendrás solo ojos para tu esposo honrando el pacto que hiciste delante de Dios.
Fidelidad a tu marido y a tu familia, también es fidelidad a Dios.

Ayudar económicamente Tu aporte en la economía será importante, porque la


esposa también es responsable de la administración de las finanzas. Trata de
ahorrar, no malgastar, usar bien el dinero y procura contribuir con la estabilidad
financiera de tu familia.

Reconocer su autoridad Es necesario que reconozcas la autoridad de tu marido


sobre todo delante de otras personas y delante de los hijos (en caso de que los
tengan). Es un error exponer los defectos, las faltas y las debilidades del esposo
delante de otras personas. Es importante para la estima del hombre que sus
virtudes y sus aciertos sean reconocidos, especialmente de parte de su esposa.

Atiende a su esposo La esposa debe esforzarse por atender a su marido dentro del
hogar. Dependiendo de tus habilidades y de los gustos de tu esposo, debes
demostrar el amor mediante los detalles. En este sentido, si trabajas fuera de la
casa, quizás no dispongas de mucho tiempo, sin embargo debes aprovechar las
pequeñas oportunidades para atenderlo (Ejemplo: cocinar su comida favorita).

Modela a Cristo Como creyente debes exhibir el carácter de Cristo aun delante de tu
esposo. En tu trato con él, cuando estas bajo presión y más aún cuando tu esposo
necesita de tu apoyo. Para el efecto, pídele a Dios su gracia, sabiduría y fortaleza.
Esto es de mayor importancia si tu esposo no es creyente, pues así lo enseñaba el
apóstol cuando decía: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra
por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y
respetuosa”(1 Pedro 3:1-2)

LA CRIANZA DE LOS HIJOS EN EL HOGAR CRISTIANO

Cinco herramientas para preparar a nuestros hijos , estas son:

1 – Amar

2 – Corregir

3 – Enseñar

4 – Inspirar
5 – Ser ejemplo

“Jehová… buscaba una descendencia para Dios” Malaquías 2:14-1

La familia es una idea de Dios. Él la valora y creó leyes para defenderla.

“instruye el niño en su camino y aun cuando fuere viejo, no se apartara de él”.

Proverbios 22-6

Es nuestra responsabilidad edificar la familia que Dios nos ha dado.

Dios nos prestó los hijos para que los criemos de manera tal que luego puedan ser
adoptados en su gran familia.

Criar hijos no es solamente darles techo, ropa, comida, educación, diversión, sino
que los padres debemos ocuparnos de inculcarles los valores, actitudes y actos
que hagan que sean formados de acuerdo al plan de Dios para sus vidas.

¿Cuáles son nuestros objetivos y metas en la crianza?

 Que tengan una relación personal con Dios:


Guiarlos desde pequeños a relacionarse íntima y directamente con Dios.
Deben crecer con la conciencia de que “El Señor es el Rey de nuestro hogar
y el oyente presente y activo de nuestras conversaciones”. Incentivémoslos
a agradar y honrar al Señor.
Enseñémosle a orar en sus palabras al Señor.

 Formación del carácter:


Desarrollar en ellos el sentido de la responsabilidad junto con una sólida
base moral.
Otro aspecto fundamental es el dominio propio. Tienen que poder controlar
sus sentimientos y sus gustos y aún subordinar sus intereses a otros
mayores.

 Formación social:
Debemos enseñarles a desenvolverse en forma correcta y agradable con los
demás.
Enseñarles desde muy pequeños a respetar y sujetarse a las autoridades.

¿Cuáles son nuestras responsabilidades?

 Amar:
Significa aceptarlos totalmente como son, con su propio sexo, defectos,
características físicas, personalidad, etc. Nuestros hijos perciben desde muy
pequeños si son o no aceptados por sus padres, siendo el contacto físico y
las expresiones de cariño una
manifestación muy importante de ese amor.

 Instruir:
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de
él” (Proverbios 22:6).

La instrucción incluye la enseñanza, el adoctrinamiento, la formación, la


capacitación y la comunicación.
La instrucción apuntará a formar el carácter moral de nuestros hijos: que sean
honestos, justos, generosos, perdonadores, que tengan respeto por los demás,
diligentes.
Es fundamental que incentivemos en ellos la sensibilidad espiritual y una buena
disposición delante de Dios.

LA MADRE SOLTERA CRISTIANA

La Biblia no se dirige directamente a las madres solteras, pero hay muchos


ejemplos de la interacción tierna de Dios con mujeres, madres, viudas y sus niños.
Estos ejemplos y la ternura de Dios se aplican si una madre es soltera o casada o
enviudada o divorciada. Dios conoce a cada persona íntimamente y conoce su
situación completamente.

A menudo las madres solteras son personas muy responsables, y a veces puede
ser difícil "dejar a un lado" sus inquietudes y preocupaciones. Una madre soltera
podría sentirse culpable sólo de pensarlo. Pero Dios nos manda a hacerlo de todas
formas, pasar un poco de tiempo cada día centrándonos en Él, y confiar (durante el
resto del día) en que Él proveerá nuestras necesidades, tanto físicas como
emocionales, al apoyarnos en Él.

Para una madre soltera esto implica apartar un tiempo para leer la Biblia y orar. Ella
podría pensar, "Simplemente no tengo tiempo para hacer esto entre el trabajo, la
crianza de un niño, el cuidado de la casa y todo lo demás." Pero si incluso por una
media hora, cuando su niño está durmiendo o siendo cuidado por un pariente o
amigo, ella puede dedicar un tiempo a hablar con Dios en la oración y escuchar Su
voz en la Escritura, incluso si esto implica el no terminar de limpiar la casa, ella
experimentará la extraordinaria fuerza y Presencia consoladora de Dios con ella
durante el resto del día.

Los hijos son un regalo de Dios (Salmo 127:3-5)


“He aquí herencia del Señor son los hijos
Cosa de estima el fruto del vientre
Como saetas en la mano del valiente
Así son los hijos habidos en la juventud.
La Biblia nos pide que seamos madres amorosas como una responsabilidad.

cuidándolos, nutriéndolos, dándoles cariño, llenando sus necesidades y


cariñosamente protegiéndoles como seres muy especiales venidos de Dios.

enseñarle el temor al Señor, marcando la línea con consistencia, amor y firmeza

(Deuteronomio 6:6-7)
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a
tus hijos y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino y al
acostarte y cuando te levantes”.

La Biblia no manda que toda mujer sea madre. Sin embargo dice, que aquellas
mujeres a quienes Dios bendijo para que sean madres deberían tomar esta
responsabilidad seriamente.
Nosotras haremos que Dios sea real para nuestros hijos con el ejemplo.
Que Dios te ayude a cumplir tu rol de madre.

LA FAMILIA COMPUESTA DE DOS O MAS FAMILIA DESINTEGRADAS

La familia es un grupo de personas formado por individuos unidos,


primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja

la familia tiene su origen en el establecimiento de una alianza entre dos o más


grupos de descendencia a través del enlace matrimonial entre dos de sus
miembros. La familia está constituida por los parientes, es decir, aquellas personas
que por cuestiones de consanguinidad, afinidad, adopción u otras razones
diversas, hayan sido acogidas como miembros de esa colectividad.

Las familias suelen estar constituidas por unos pocos miembros que suelen
compartir la misma residencia. Dependiendo de la naturaleza de las relaciones de
parentesco entre sus miembros, una familia puede ser catalogada como familia
nuclear o familia extensa.

La desintegración familiar se manifiesta con la ruptura de los lazos principales que


unen el núcleo familiar, situación que sin duda cobra influencia en el desarrollo de
sus miembros, provocando así el quiebre en los roles de sus integrantes, por su
incapacidad de desempeñarlos en forma consciente y obligatoria dando como
resultado la insatisfacción de las necesidades primarias de sus miembros.

Uno de los principios fundamentales de la unidad familiar es que involucra un


compromiso ordenado por Dios para la vida de los miembros
Al hombre se le dio la mujer con el propósito de ayudarle (Génesis 2:18-20) y para
tener hijos y formar una familia.

EDUCACION SEXUAL Y LA FAMILIA CRISTIANA

El término educación sexual hace referencia al conjunto de actividades


relacionadas con la enseñanza, la difusión y la divulgación acerca de la sexualidad
humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductor
femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales,
la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro,
la reproducción —y, más específicamente, la reproducción humana—, los derechos
sexuales y los derechos reproductivos, los estudios de género y otros aspectos de
la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar un estado específico de salud
sexual y reproductiva y también un estado satisfactorio de salud general, tanto
física como emocional. El tema de la sexualidad es uno de los más importantes en
cuanto a la relación matrimonial. Generalmente, hay dos extremos en la práctica.
Unos contemplan la sexualidad con una óptica humanista y hedonista como un
hecho puramente biológico. A los deseos e impulsos sexuales simplemente hay
que darles cauce y expresión. Esto es lo que sostienen algunas es-cuelas de
psicología, solamente tratando de evitar que esa libertad cause demasiado perjuicio
al prójimo. Todos los padres y madres están capacitados para hacer educación
sexual de calidad.

Acompáñales a sus hijos durante todo su desarrollo: los padres ya educan a sus
hijos antes incluso de que surjan las primeras preguntas, cuando se les coge en
brazos, besa y acaricia les están enseñando a querer y ser queridos, a tener
seguridad en los demás, a expresar emociones y reconocer las emociones de otros.
Es muy bueno que con los años no se eliminen esas muestras de afecto en el
hogar. Es importante hablar de todo lo que a los chicos les interesa, pero también
de todo aquello que necesitan saber en cada momento y no siempre preguntan,
atendiendo, claro está, a su momento evolutivo y sus capacidades.

Comparte tus valores: la mejor manera de enseñar valores es mostrarlos a través


de la propia conducta. Se aprende lo que se ve que se hace, no lo que se dice que
se hace. Es preciso que los padres sean tolerantes y respetuosos con las ideas y
opiniones de sus hijos, y no juzgarlos por ellas, a pesar de que puedan mantener
puntos de vista distintos. Es importante expresar un desacuerdo, pero no
adoctrinar. Aunque la imposición siempre es una tentación, lo mejor es hacer todo
lo posible para no caer en ella.

Por el hombre Dios hizo que cada hombre y cada mujer fuera un alma, un yo, una
unidad, un agente, una persona de intelecto (espiritual, mental, emocional, social,
moral). Al mismo tiempo, los creó con cuerpos carnales (físicos, reproductivos,
sexuales). Al principio el hombre era inocente de pecado y el Creador lo dotó de
libre albedrío... El carácter sagrado de la personalidad humana, se hace evidente al
crear Dios al hombre a Su propia imagen y al morir.

El matrimonio fue instituido por el mismo Dios con el fin de prevenir la relación
sexual promiscua y para promover la felicidad doméstica, así como el
sostenimiento y la seguridad de los hijos.

El matrimonio cristiano es una relación permanente. : «Lo que Dios juntó, no lo


separe el hombre» (Mr. 10.9). En el concepto cristiano del matrimonio existe una
relación permanente entre un hombre y una mujer. Esa relación permanente,
llamada monogamia, es lo que mejor satisface las necesidades del esposo, la
esposa y los hijos... La monogamia es la forma más simple de agrupamiento
familiar. Proporciona eficiencia en cuanto a organización y regulación social, y
brinda la intimidad necesaria para la práctica del amor, la afinidad y la comprensión
entre marido y mujer, y padres e hijos.

Una buena familia cristiana es aquella que se alinea con los principios bíblicos y en
la que cada miembro entiende y cumple con la función que Dios le ha dado. La
familia no es una institución establecida por el hombre. Fue creada por Dios para el
beneficio del hombre, y él es responsable de administrarla. La unidad familiar
bíblica fundamental, está compuesta por un hombre, una mujer (su cónyuge) y sus
hijos.

CRITERIOS BIBLICOS ACERCA DE LA SEPARACIÓN DIVORCIO, Y CASARSE DE


NUEVO

Jehová espera que los casados cumplan con los votos que hicieron el día de la
boda. Cuando unió a la primera pareja, dijo: “El hombre tiene que estar junto a su
esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne”. Siglos después, Jesucristo citó
esas mismas palabras y añadió: “Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo,
no lo separe ningún hombre” Como vemos, Jehová y Jesús consideran que el
matrimonio es una unión para toda la vida, una unión que solo termina cuando
muere uno de los cónyuges. Dado que se trata de un juramento sagrado,
no deberíamos tomar a la ligera la idea de disolverla.

Según la Biblia, ¿qué motivo válido hay para divorciarse? Pues bien, Jehová ha
indicado que detesta la inmoralidad sexual. Tanto la aborrece, que permite el
divorcio cuando hay fornicación. En realidad, a quien Dios ha concedido el
derecho de decidir si permanecerá casado o se divorciará es al cónyuge inocente

Por tanto, si este decide disolver el matrimonio, no estará haciendo nada que
Jehová odia. Ahora bien, ningún miembro de la congregación debe animarlo a dar
ese paso. De hecho, teniendo presentes determinadas circunstancias, el cónyuge
inocente tal vez opte por permanecer con su pareja, particularmente si observa
verdadero arrepentimiento. En todo caso, es él —que tiene el derecho bíblico a
divorciarse— quien debe decidir y asumir las consecuencias Gálatas 6:5 5 porque
cada uno llevará su propia carga.

Por otro lado, existen situaciones extremas en las que un cristiano o cristiana opta
por separarse, o incluso divorciarse, pese a que su pareja no ha cometido
fornicación. Cuando esto sucede, la Biblia establece que quien decida irse
“permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie”

1 Corintios 7:11. y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y


que el marido no abandone a su mujer.

De modo que, en tales casos, el cristiano no queda libre para comenzar a


relacionarse con otra persona con miras a volver a casarse.

Mateo 5:32. 32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de
fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete
adulterio. ¿Qué dice la Biblia sobre volverse a casar después del divorcio?

Existe mucho debate entre los cristianos sobre si los que están divorciados se
pueden volver a casar, pero ¿qué dice la Palabra de Dios?

Mateo 19:3-11

“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre


repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis
leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios
juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta
de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os
permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación,
y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron
sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene
casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a
quienes es dado…”

Romanos 7:1-3

“¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está
sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda
libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será
llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si
se uniere a otro marido, no será adúltera.”
La Palabra de Dios es clara en lo que Dios ha instituido sobre el matrimonio entre
un hombre y una mujer. El contrato de matrimonio los une mientras ambos
conyugues estén vivos. A pesar de que la Biblia permite el divorcio en algunos
casos, también deja muy en claro que no quita el compromiso de ser fiel a ambos
conyugues, y por ello no se les permite casarse de nuevo mientras alguno de ellos
esté vivo.

MANEJO BÍBLICO DE LOS BIENES MATERIALES EN LA FAMILA CRISTIANA

El primer gran principio respecto al dinero y a los bienes materiales es éste: Dios es
el dueño de todo. La Biblia deja muy en claro que este mundo y todo lo que hay en
él, pertenece a Dios. Dios es Quien creó todas las cosas; por lo tanto, todas las
cosas le pertenecen.

Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos (Hageo 2:8).

Nunca debemos olvidar que Dios es el verdadero dueño de todas las cosas.
Podemos poseer muchas cosas, pero su dueño es Dios. David reconoció a Dios
como propietario de todas las cosas. El Señor Jesús enseñó mucho respecto al
dinero y a la manera de usarlo correctamente. Nos enseñó que no debemos hacer
demasiado énfasis en el, ni tampoco debemos darle poca importancia. Debemos ser
buenos administradores.

Las finanzas sanas en el hogar empiezan con un presupuesto doméstico. Hacer una
lista de las necesidades diarias o mensuales le ayudará a ubicar en qué está
malgastando el dinero y en qué aspectos puede reducir sus gastos.

-Tener claridad en lo que se gana y en lo que se gasta.

- ser Organizados

-Mantener un presupuesto

- Alimentos (comprar sin desperdiciar)

- ser disciplinados

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde


ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo… Porque donde esté
vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón (Mateo 6:19–21).

DESARROLLO Y ETAPAS EN EL MATRIMONIO CRISTIANO

La relación matrimonial, pasa por unas etapas las cuales están determinadas por
las circunstancias que viven en su momento y también por el desarrollo personal
de cada uno de los cónyuges. Cada etapa tiene sus bondades como también sus
retos. Lo interesante es que este proceso es de alguna forma previsible y por lo
tanto puede ayudar a que las parejas se preparen para afrontar cada una de ellas.

Las cinco etapas por las que pasa el matrimonio son las siguientes.

Primera etapa Transición y adaptación.

Esta etapa es la primera en la relación de pareja y dura de recién casados hasta


aproximadamente los tres años de casados. Es una etapa muy importante y
fundamental para las siguientes y la tarea primordial es: adaptarse al nuevo sistema
de vida, en el cual habrá grandes diferencias en la manera de enfrentarse a la
cotidianidad y hábitos muy particulares en cada uno de los cónyuges.

Segunda etapa: Establecimiento y llegada de los hijos.

Ocurre entre los tres y los diez años de casados aproximadamente. Ya ha finalizado
la luna de miel y el proceso de adaptación, ahora hay un mayor conocimiento del
cónyuge y es probable que las desavenencias sean más frecuentes; o lo contrario
sean menos, producto de la madurez adquirida en la primera etapa de convivencia.

En esta fase los cónyuges aterrizan; el amor va acompañado más de la razón que
del sentimentalismo. La voluntad juega un papel importante en el binomio
compromiso-entendimiento.

Tercera etapa: Transformación.

Suele acontecer entre los diez y veinte años de casados, puede coincidir con la
pubertad de los hijos y la edad mediana de los cónyuges. Esta última marca un
período de reflexión y renovación en la vida del ser humano; por lo que es
importante que el matrimonio se encuentre en un estado saludable y que
individualmente se afronte de la mejor manera. Así no se convertirá en una
amenaza para la estabilidad matrimonial.

Del mismo modo, los esposos deben procurar que las dificultades que surjan por
la crianza de los hijos, no afecten la unión conyugal. La unidad en la autoridad y el
trabajo conjunto, deben ser la prioridad.

En esta etapa los cónyuges deben ser bastante creativos, no caer en la rutina (fácil
y silenciosa) redescubrirse otra vez como pareja y conectarse nuevamente. Deben
recuperar los detalles -si los han perdido-, también compartir hobbies y actividades
que ambos disfruten. El tiempo a solas, sin los hijos, es determinante en esta etapa

Cuarta etapa: Estabilización y “Nido vacío” .

Se presenta entre los veinte y los treinta y cinco años de unión. “Cuando las
parejas han sido capaces de resolver conflictos y crisis en las etapas anteriores,
este es un período de estabilización y una oportunidad para lograr un mayor
desarrollo y realización personal, y como pareja.” afirma el autor Francisco
Castañera en su artículo "Ciclo de vida del matrimonio".

En esta etapa por lo general se da lugar al síndrome del “nido vacío”, lo que sitúa a
la pareja en una nueva forma de vida; ahora están el uno para el otro. Para algunas
personas, esta puede ser una situación penosa, pues conlleva al desprendimiento
de los hijos, y consigo el sentimiento de soledad. No obstante, es algo que los
padres terminan asumiendo y lo superan al cabo del tiempo.

Lo valioso de esta etapa es la solidez y el conocimiento pleno de la pareja: la


capacidad de dialogar, de tolerar mejor las diferencias, de reírse de los mutuos
errores, de hacer las críticas de un modo amable, de iniciar juntos alguna actividad.
Es la ocasión para reafirmar más la creatividad y encontrar nuevos desafíos a la
vida matrimonial.

Quinta etapa: Envejecer juntos

Se da a partir de los treinta y cinco años de matrimonio. Algunas personas optan


por la jubilación, así surge algo muy positivo y es que se dispone de más tiempo
para disfrutar el uno del otro. Se realizan actividades antes imposibles por las
ocupaciones laborales, y surge una gran motivación: los nietos. Estos pequeños le
dan luz y felicidad al matrimonio en esta etapa.

Los cónyuges en este tiempo, tienen mucha necesidad de apoyo y cariño uno del
otro. Los conflictos en esta fase son bastante menos frecuentes; la mayoría de las
parejas se han estabilizado en líneas de poder e intimidad.

EL NOVIAZGO CRISTIANO

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