Emprendimiento
Emprendimiento
Emprendimiento
Ser tu propio jefe, hacer lo que te gusta y ganar dinero con ello.
Trabajar para uno mismo es el sueño de muchos. Pero iniciar un
negocio no es sólo cuestión de ideales. Perseverancia, imaginación y
mucha valentía son necesarias para iniciar con éxito una carrera
empresarial.
Para ser emprendedor no siempre hace falta una idea genial, muchas
veces basta con observar y saber encontrar los huecos donde colocar
nuestro negocio. Todavía hay, en nuestra sociedad, necesidades y
deseos que cubrir.
Hace algunos días al final de una corta charla que ofrecí a algunos
estudiantes universitarios sobre empresarialidad y emprendimiento se me
acerco una joven; en su rostro se veía una franca preocupación, que luego
pude deducir, era fruto de los temas que habíamos tratado, luego de
saludarnos me preguntó, ¿cómo podía ella estar segura de que su trabajo
como ejecutiva de una empresa, era correcto y que estaba en una senda de
crecimiento profesional?. La joven se mostraba muy interesada por
conseguir una formula mágica o una respuesta técnica a su inquietud.
10. Dese Tiempo Para Su Vida Personal: Para muchos de los empresarios de
la actualidad es inevitable mezclar su vida laboral con las actividades de su
vida cotidiana, esto hace que descienda su rendimiento y en algunas
ocasiones puede llegarles a costar mucho más. No todo es la empresa y sus
negocios, usted también tiene derecho a vivir su vida y departir con los
suyos, ofrecerles lo que ha logrado y disfrutar de todo eso con ellos. Esas
personas también necesitan de su presencia.
CARACTERÍSTICAS DE UN EMPRESARIO
Muchas veces nos preguntamos por qué algunas personas tienen más éxito
que otras cuando de dirigir un proyecto o una actividad se trata.
Seguramente, todos nosotros tenemos las capacidades suficientes para ser
buenos empresarios. La diferencia es que estas habilidades son
desarrolladas mejor por unos individuos que por otros.
Uno de los puntos más importantes es el que tiene que ver con la
organización. Una persona que sepa organizar tanto tareas como recursos
ya sea humanos o físicos, para el buen desarrollo de un proyecto, estará en
la capacidad de liderar una empresa, al enfocar bien las actividades a
realizar y conocer bien todo lo que está manejando.
Perseverar y nunca darse por vencido es otra cualidad que debe tener un
empresario. Luchar por sus ideales hasta verlos convertidos en una
realidad, es una característica sumamente importante que permite ver los
problemas como oportunidades y no como obstáculos para alcanzar las
metas propuestas.
Como pudimos apreciar, son muchos los factores que harán de una
persona un ganador. Sin embargo, sumado a esto, debe existir un entorno
favorable donde todo lo anterior pueda cumplirse a cabalidad. Sólo así
surgirán nuevos y mejores seres humanos que crearán más fuentes de
desarrollo y mejores oportunidades para el bienestar de toda la sociedad.
Había una vez, hace muy poco tiempo, un grupo de tres jóvenes
universitarios que un día pensaron en crear una empresa que produjera
equipos de alta definición para exploraciones geosísmicas.
En su empeño, estudiaron el mercado, hicieron el análisis financiero de su
proyecto y todo resulto muy viable, había un mercado sin explotar que
necesitaba este tipo de herramientas, las proyecciones financieras eran
halagadoras y serían pioneros en este tipo de producción. Estos resultados
surgidos de su estudio, los animaron a empezar a trabajar en su proyecto.
Este "cuento", que no tiene final, aunque suene infantil y fantasioso suele
ocurrir con bastante frecuencia debido al poco apoyo que se brinda, tanto
en las instituciones educativas (en las cuales prefieren formar empleados
que empresarios) como en los organismos estatales y en la empresa
privada a las iniciativas de la gente joven, que aunque no tiene experiencia
ni influencias, sí tiene muchas ganas y merece por lo menos ser atendida y
escuchada.
Hay que ser muy selectivo en la selección de estos objetivos. Deben ser
difíciles, muy exigentes, pero deben ser realistas y alcanzables. Si no
fueran así, la organización se podría desentender de ellos al considerarlos
absurdos.
Deben ser objetivos muy precisos. La empresa tiene que concentrar sus
recursos en conseguir unos objetivos muy determinados. No se debe luchar
por objetivos muy dispersos ya que se correría el riesgo de no conseguir
nada.
Los objetivos deben estar cuantificados (ser nº 1 por capitalización bursátil,
doblar las ventas en tres años, ganar 4 puntos de cuota de mercado, etc.).
No valen meras ideas, imprecisas, faltas de concreción (ser los mejores,
crecer, diversificarse).
Una vez que se han fijado las metas, el líder dará autonomía a los distintos
departamentos para que procedan como consideren más oportuno (la
persona que hace el trabajo es quien mejor conoce la forma de hacerlo).
Fomenta la creatividad.
Por último, hay que dar a los departamentos los medios necesarios para
poder cumplir sus objetivos.
EL PODER DE LA ACCIÓN
La acción aparece, en el tema del logro, como el elemento más
fundamental; como pieza clave para la concreción o cristalización de los
deseos. No es posible lograr algo sin acción, pues som os habitantes del
cuerpo, y eso que llamamos experiencia tiene que ver con lo que el cuerpo
siente, con el movimiento ... con la acción.
La creatividad es una llave maestra, pues nos conduce a las acciones más
adecuadas e inteligentes. Desde la creatividad evitamos acciones rutinarias
e ineficientes. Cuando la acción es creativa, se hace adaptable, flexible,
adecuada, inteligente. Ser creativo es pintar un mismo dibujo con
diferentes colores.
EXPERIMENTAR LA NECESIDAD,
PERMITIRSE LA INCERTIDUMBRE y
DARLE VACACIONES A LOS VIEJOS MODELOS MENTALES SOBRE COMO
DEBEN HACERSE LAS COSAS.
Finalmente, podemos decir que ahora se toman con más seriedad las
microempresas, ya que en una sociedad donde el desempleo es latente y
los ingresos no alcanzan para cubrir todas las necesidades, éstas surgen
como una atractiva ayuda para que los individuos desempeñen labores que
reporten beneficios personales, profesionales y globales para toda la
sociedad.
Para hacer las cosas peor – e incluso más “inentendibles”, por lo menos a
los ojos de los profanos – el dinero disponible para el desarrollo y
sostenimiento de empresarios y emprendedores Pymes ha ido creciendo
sistemáticamente en el tiempo, los Bancos y entidades financieras ofrecen
más programas con mayores masas de dinero que ofrecen a estos
empresarios,
Sin embargo año tras año las estadísticas oficiales y los hechos muestran
que este tipo de empresarios y emprendedores se encuentra en decadencia
tanto en cuanto a su número, como en cuanto a su aporte a la economía,
como así también respecto de la generación de “trabajo genuino”.
Si estos son los hechos – que parecen estar para quedarse dentro de los
distintos países en latinoamérica – que es lo que podemos hacer para
averiguar respecto de la “causa” de este diagnóstico.
En esta media jornada hemos de tratar algunos puntos que quizás nos
puedan ayudar a dilucidar como es posible que se presente una situación
en los hechos y en la realidad, que es contraria a “lo que se dice y se
manifiesta”.
But quite apart from the question of what he wants to do with his profits
alter he has earned them, he is led to Benedit more people by aiming at the
largest gain than he could if he concentrated on the satisfaction of the
needs of known persons. He is led by the invisible hand of the market to
bring the succour of modern conveniences to the poorest homes he does
not even know.”
A principios del siglo XX, hace ya unos 100 años atrás, el propio gobierno
de los Estados Unidos consciente de la importancia de contar con estos
prototipos particulares, dedicó un intenso programa orientado a identificar
aquellos atributos y características que están presentes en los
emprendedores y empresarios.
Pero ellos fueron incluso mucho más lejos. El paso siguiente, y teniendo en
cuenta la importancia del contexto en el desarrollo de las personas
(“nurture + nature”; lo genético y lo social; el hombre y las circunstancias”),
aunque si era condición necesaria; debía estar acompañada por crear las
condiciones propias que permitan que – esta especie particular
representada en el rol de empresario y emprendedor – que cuenta con un
motor interno que moviliza enormes energías, para ser exitoso y
consolidarse en el tiempo, debía contar con las condiciones externas en el
contexto, que los apoyen aún más.
Lo que nos sucede tiene que ver con otros; son otros los que nos hacen
daño. Y nos observamos muy poco a nosotros mismos.
“la gimnasia” ejercida desde adentro. Y el empresario, como casi todas las
personalidades que requieren alcanzar niveles de éxito por ponerse sobre
sus espaldas el sostenimiento de otros muchas veces en necesidades
sumamente vitales, basa su éxito en una gimnasia muy fuerte y dura.
Esto se ve mucho más agravado por el hecho de que no existe siempre una
relación de reciprocidad en el contrato psicológico – y también formal –
entre la organización y uno de sus miembros.
Fue entonces que les he preguntado cuáles son las condiciones necesarias
para que exista gerenciamiento en la relación que mantiene un “superior
con un subordinado”. Muchas respuestas se vincularon con las tareas que
el superior le alcanzaba al subordinada y de esta manera percibían que
“gerenciaban”.
Por supuesto, y por otro lado, existen otras energías adicionales que son
fuerzas opuestas al desarrollo de empresarial, puesto que el delegado
tampoco encuentra dentro de sus intereses que exista un alto nivel de
productividad puesto que si así fuera sus compañeros lo verían desde una
perspectiva de “ventajita”.
En pocas palabras, las energías que han de fluir dentro del equipo de
trabajo, se han de orientar a “reducir los estándares de productividad”.
Uno de ellos son los juicios laborales que se han constituido en una
verdadera industria para muchos abogados y sus acólitos.
los fallos han sido contrarios al empresario. La mayor parte de los juicios
laborales son desfavorables en sus consecuencias para los empresarios y
emprendedores Pymes;
Pareciera que les gustara escuchar, aprender, y hasta ver todo lo que se
relaciona con el empresario… pero luego no se dan acciones concretas en
esa dirección que, supuestamente, es la deseada.
1. Las personas que trabajan en las organizaciones se han dado cuenta que
muy probablemente no se han de jubilar en la misma empresa.
Será común encontrar ejecutivos y profesionales que encuentran empleo
en mas de 5 empresas durante solamente sus primeros cinco o 7 años de
trabajo.
Para ello cita a diversos “drop-outs”: Bill Gates como el hombre más rico
del mundo,
y también al segundo y tercer hombre más rico del planeta, junto con
Michael Dell que también está dentro de los 10 hombres más ricos en la
Tierra y que continúa avanzando en la lista.
Una larga lista de las diferencias tanto conceptuales como prácticas entre
los “profesionales” y los empresarios – emprendedores, fue descripta por
Eric Gaynor Butterfield en un Taller realizado en el año 1999:
las habilidades (que se vinculan con saber hacer), y las actitudes (que
requieren un fuerte deseo interno a veces llamado motivación).
esta práctica estaba acompañada por acciones del maestro hacia “mostrar”
que se debe hacer y como hacerlo más que para hablarle y transmitirle que
es lo que debe hacerse y como debe hacerse.
Por ello es que no nos tiene que llamar demasiado la atención cuando hoy
en día y dentro del mundo organizacional los gerentes se sorprenden
diciendo que su personal no cumple con sus órdenes e instrucciones. R.
Word & A. Bandura (“Social cognitive theory of organizational
management”;
“1. The learner must have a reason to pay attention to the model or
stimulus. Anything that attracts attention, such as expertise or status, will
contribute to attention.
3. The person must have enough ability to engage in the model´s behavior.
Most of us cannot model ourselves after a great athlete or Nobel Prize
winner in physics.
– Ver comentarios anteriores a los ojos de james March & Herbert Simon).
10-2005
Una idea puede ser muy buena, pero hacerla factible requiere de una
planificación. Realizado el plan es menester crear una organización en la
cual estén claramente definidos los roles, siendo a partir de ella que los
integrantes interpretarán sus respectivas partituras para hacer realidad los
objetivos. Dirigir a los empleados y obreros para el logro de la mejor
performance no es cosa fácil, sólo individuos realmente talentosos pueden
sacar lo mejor de sí a cada uno de su plantilla. Es por ello que en estos
tiempos más que simples directores se necesitan inspiradores y
entrenadores, lo cual son las condiciones para el nuevo liderazgo.
En la era del nanosegundo no basta con ser rápido, es necesario ser muy
veloz. Si no se es suficientemente veloz, los que vienen atrás lo pasan por
encima. Velocidad para producir, velocidad para entregar, velocidad para
responder a la consulta, velocidad para diseñar los productos y procesos,
velocidad para entrar al mercado, velocidad para cobrar, todo es velocidad
y por lo tanto el concepto de velocidad debe ser comprendido y meditado
por el emprendedor del Siglo XXI.
Hoy un buen empresario debe pensar continuamente como hacer más veloz
cada tarea, cada proceso. Cobrar con mayor velocidad en un supermercado
puede significar a igualdad de precios incrementar las ventas. Ser más
veloz en atender a los pacientes en un sanatorio implica no sólo
incrementar los servicios, sino aumentar notablemente la satisfacción de
los pacientes. Hoy nadie quiere esperar, todo se desea al instante.
Antes se enviaba una tarjeta postal vía correo, hoy se efectúa vía internet, a
un costo prácticamente cero y de forma inmediata, con el agregado de
efectos especiales.
En una era donde los ciclos de vida de los productos y servicios son cada
día más cortos, la tardanza en llegar al mercado puede significar la derrota
en manos del oponente más veloz. Tenga siempre presente que el primero
en llegar generalmente fija las reglas de juego y se posiciona en primer
lugar en la mente de los clientes. Para tratar de ser primero es menester ser
cada día más veloz.
“.....Si se meten seis abejas y seis moscas en una botella y se coloca ésta
horizontalmente, con el fondo contra la ventana, se verá que las abejas no
dejarán de luchar por encontrar salida a través del vidrio, hasta que mueren
de agotamiento o de hambre; mientras que las moscas, en menos de dos
minutos, habrán salido por el cuello en el otro lado....Es el amor de las
abejas por la luz, su misma inteligencia, lo que las pierde en este
experimento. Probablemente se imaginan que la salida de una prisión debe
encontrarse donde la luz brilla más y obran en consecuencia y persisten en
esta actitud bastante lógica. Para ellas el vidrio es un misterio sobrenatural
que nunca han visto, nunca han tenido una experiencia de esta atmósfera
repentinamente impenetrable y, cuanto más desarrollada sea su
inteligencia, más inadmisible y más incomprensible aparecerá este extraño
obstáculo. Mientras que las tontas moscas, indiferentes a la lógica como al
enigma de vidrio, hacen caso omiso del llamado de la luz, vuelan al azar de
aquí para allá y encuentran la buena suerte que a menudo sonríe a los
ingenuos que encuentran la salvación donde los sabios perecen...y acaban,
necesariamente, por descubrir la abertura que les devuelve la libertad.”[1]
El pez no sabe que vive en el agua hasta que se lo saca de ella. El pez que
nunca ha salido del agua no puede saber qué es el agua porque no sabe
qué no es el agua. Al no tener términos de comparación, no puede definir
el agua. Nosotros, los seres humanos, sólo somos conscientes de que
actuamos según determinados paradigmas cuando cambiamos de
paradigma. Somos como el pez en el agua.
Conclusiones
En un mercado hipercompetitivo los emprendedores deben poseer cada día
más capacidades y aptitudes, no bastando sólo poseer capacidades
racionales, hoy día más que nunca antes es menester contar con capacidad
creativa, innovación, intuición e inteligencia emocional.
Los que queden atrapados por paradigmas inoperantes para las nuevas
épocas y necesidades, verán retroceder sus posiciones y participaciones en
el mercado.
Esto puede ser llevado a cabo desde una sola persona que posea los tres
puntos o por varios socios.
Llámesele emprendedor al que tiene la idea y concepto de un producto o
servicio a realizar, un inversionista al que pone a disposición el capital
necesario para el arranque y sostenimiento inicial del negocio y, finalmente
y no menos importante, la persona que se va a encargar de rendir cuentas y
de administrar el nuevo negocio a emprender.
Pero siendo realistas, no todos podemos llegar a tener todas las buenas
cualidades personales, podríamos llegar a considerar que, todas estas
cualidades antes mencionadas, se pueden desarrollar si uno quisiera, pero
nunca tendríamos los niveles altos, equilibrados y prefectos como nos
dicen los psicólogos.
Estos patrones, son a los que pienso referirme en este artículo, para
poderlos clasificar en etapas de consolidación de las empresas.
Esta última opción, es tomada por los trabajadores, que buscan asegurar su
vejez.
Su cualidad será ver esa oportunidad latente de poder iniciar algo concreto
y con posibilidades de éxito económico.
Es decir, que los flujos financieros de la empresa sean tan redituables, que
alcance para saldar las deudas o compromisos contraídos, permitiendo
recapitalización para la empresa y beneficios económicos para el dueño.
Utilizaran desde la más simple de las tecnologías de redes hasta la más alta
en producción.
___________
Bibliografía Consultada:
Resumen:
Este artículo es una reseña de las etapas que suele atravesar todo
empresario hasta alcanzar el nivel de presidente general de su propio
corporativo internacional, partiendo desde la idea inicial de un micro
negocio.
Los primeros cuatro cimientos tienen que ver con el proceso de desarrollo
de la firma.
Los últimos dos cimientos tienen que ver con proveedores de recursos
externos.
Relación con clientes: Tener buena relación con nuestros clientes significa
crear una red efectiva de cooperación y mercadotecnia. Escucharlos con
atención significa desarrollar mejoras en nuestros productos y/o servicios.
Y no olvidemos que ellos son nuestra fuente de ingresos.
Ahora que tanto se habla, mal y bien, de los CEOs, o, si se prefiere, de los
grandes líderes del mundo empresarial, me ha parecido oportuno recordar
a John D. Rockefeller, el creador del imperio del petróleo en la América de
los monopolios, a finales del XIX. Era también aquélla, como la de finales
del XX, una bulliciosa época de grandes cambios y oportunidades para los
negocios. Aunque Rockefeller no pudo formarse en ninguna business
school, ni quizá leer mucho sobre liderazgo, gestión del cambio,
planificación estratégica o management científico..., parece que su gestión
fue altamente eficaz. Tratemos de encontrar algunas claves.
Saltemos entonces a las últimas décadas del XIX. O un poco más: vayamos,
por ejemplo, al 26 de septiembre de 1855, cuando, si no tomé mal el dato,
el joven John encontró empleo en Hewitt & Tuttle. O un poco menos: a
cuando, poco después, había formado su propia sociedad, Clark &
Rockefeller, desde la que saltó al negocio del petróleo. El legendario
emprendedor, tras hacerse con unas cuantas refinerías y nuevos socios,
fundó Standard Oil en 1870, cuando tenía 31 años. Supo aprovechar las
ventajas de la emergente economía de escala, y emprendió luego una
integración vertical en el sector. El crecimiento fue espectacular, y en su
gestación debió sortear obstáculos al estilo decidido de la plutocracia de la
época, tal como funcionaba en el nordeste de los Estados Unidos. Son los
años de los grandes monopolios (trusts), en que, si el petróleo contaba con
nuestro singular rey, el acero contaba con Carnegie y la banca con Morgan,
por no hablar de otros sectores.
Según la interesante biografía (Titan) escrita por Ron Chernow, nuestro CEO
del siglo XIX nunca se sentaba a la cabecera de la mesa en la sala de
reuniones de 26 Broadway, en Manhattan, ni lo hacía en primera persona
cuando hablaba de la actividad de su organización; no consta que el culto
al ego le consumiera mucha atención, como sí parece que era el caso de
algunos grandes empresarios de los trusts de la época, y lo es de muchos
ejecutivos y directivos actuales. Su atención de manager era atraída, en el
día a día, por las decisiones a tomar y por las ya tomadas; así nos lo
recordaba Jerry Useem en un artículo suyo cuando, antes de hacerlo en
Fortune, escribía para la revista Inc. Este antiguo trabajo de Useem, que
reencontré recientemente entre mis viejos papeles, me ha proporcionado
algunos de los detalles que recojo aquí; pero también puede encontrarse
interesante material en Internet, si al respecto lo desean, por lo que no me
extiendo en datos biográficos. Sin ir más lejos, Alejandro Jáuregui, en este
mismo portal, nos ofrece una valiosa síntesis de su trayectoria.
A lo que voy
Visto hoy con cierta ironía, habrá quien piense que nuestro businessman
creía en la necesaria existencia de ricos —incluso muy ricos— y pobres,
aunque todos le parecían seres humanos...; pero el hecho es que por
entonces, en los comienzos del siglo XX y aunque no resolviera la ecuación,
el planteamiento que hacía resultaba avanzado. Recordemos que no se
prestó gran atención a, por ejemplo, Mary Parker Follett, y que pasarían
varias décadas hasta la aparición de la Teoría Y de Douglas McGregor, sin
olvidar la controversia que suscitó. Pero recordemos, sobre todo, que hace
cien años no pocos grandes empresarios veían a los trabajadores como
meras herramientas necesarias; en realidad, aún hoy, aunque empresarios y
ejecutivos hablan mucho de “las personas” —observen lo que voy a decir—,
mienten casi siempre: así de claro lo expresaba Tom Peters hace unos
meses en Madrid, donde tuve la oportunidad de escucharlo. Ciertamente,
hay en nuestros días frecuente cinismo cuando los CEOs hablan de —o
hablan a— los trabajadores.
Su tiempo
A veces parece que los cambios son patrimonio de nuestro tiempo, pero se
diría que el paso al siglo XX también fue bastante bullicioso. Recordemos lo
que pasaba, entre otras cosas, en las últimas décadas del XIX:
Conclusión
¿Pero dónde están las raíces del problema? Casualmente, diseminadas por
varios lados. Me explico. La mejor universidad del mundo donde aprender
"atención al cliente" es la casa de uno, su familia y las sanas relaciones que
se generan en ella. La persona que de pequeña no aprendió el poder que
genera saber decir "gracias", "por favor", "le escucho", "usted primero", el
día de mañana es un patán en su trabajo. Póngale la firma. Y como dice el
refrán: "Árbol viejo no endereza". Pero también es cierto que un adulto
puede entender que le conviene saber tratar bien a la gente por una
cuestión de supervivencia laboral, aunque después regrese a su hogar y se
aplace en relaciones humanas.