Babilonia

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BABILONIA

El imperio babilonio se ubicaba en la parte centro-sur de Mesopotamia, con su capital


en la ciudad de Babilonia entre los años 1792 y 539 a.c. el cual se extendió también por
las regiones de Sumeria y Acad.

Las tradiciones de estos dos pueblos influenciaron notablemente a los babilonios y


asirios, por ello Babilonia se convirtió en un centro cultural poderoso de aquel tiempo.
Sin embargo, a pesar de esta influencia cultural, los babilonios no perdieron su lengua
nativa, el acadio, el cual se mantuvo como lengua oficial hasta la extinción del mismo.

MAPA DEL IMPERIO BABILÓNICO

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS BABILONIOS


Se considera que Babilonia tenía una organización política avanzada debido a sus
grandes construcciones y toda la belleza que emanaba. El sistema político de los
babilonios era monárquico y estaba dominado por un rey que, según se creía, era
nombrado por el dios Marduk como representante terrestre. Este estaba encargado de
administrar y dirigir al pueblo en aspectos políticos sin mayor autoridad, sólo como
especie de intermediario entre el dios Marduk y el pueblo.

Además, existía otro grupo dirigente constituido por sacerdotes, jefes militares,
comerciantes y propietarios de edificaciones en Babilonia. Por último, estaban los
esclavos quienes eran en su mayoría prisioneros de guerra y exiliados en Babilonia,
quienes servían a los miembros de estratos sociales superiores.

PRIMER IMPERIO BABILÓNICO


Al primer imperio babilónico se le conoce como Imperio Peleobabilónico, el cual
abarcó a la dinastía I de Babilonia conformada por los amorreos. El monarca más
destacado de esta era fue el rey Hammurabi, quien después de varias batallas con
pueblos vecinos logró obtener dominio sobre la zona baja de Mesopotamia.
Su gobernación abarcó el año 1792 hasta el 1750 antes de Cristo. A pesar del dominio
alcanzado por Hammurabi, los reyes que le precedieron no lograron mantener el
dominio. El primer imperio babilónico vio su fin definitivo cuando los hititas invadieron
la ciudad de babilonia y la saquearon en el año 1595 antes de Cristo.

SEGUNDO IMPERIO BABILÓNICO


El segundo imperio babilónico, mejor conocido como Imperio Neobabilónico, comenzó
en el año 626 a.C. y terminó en el año 539 a.C. Anteriormente el imperio babilónico
estuvo bajo el control de otros pueblos, sin embargo, luego de Nínive ser saqueada en el
año 612 a.C. la capital fue mudada a la ciudad de babilonia, la cual se convirtió en la
capital del imperio. Durante este período los babilonios lograron conquistar naciones
vecinas y establecer su dominio alcanzando progreso económico, producción agrícola y
desarrollo arquitectónico.

Este imperio vio su fin en el año 539 a.C. cuando cayeron ante el imperio Medopersa
dirigido por Darío II el Grande.

Organización política de los babilónios


Se considera que Babilonia tenía una organización política avanzada debido a sus
grandes construcciones y toda la belleza que emanaba. El sistema político de los
babilonios era monárquico y estaba dominado por un rey que, según se creía, era
nombrado por el dios Marduk como representante terrestre. Este estaba encargado de
administrar y dirigir al pueblo en aspectos políticos sin mayor autoridad, sólo como
especie de intermediario entre el dios Marduk y el pueblo.
Además, existía otro grupo dirigente constituido por sacerdotes, jefes militares,
comerciantes y propietarios de edificaciones en Babilonia. Por último, estaban los
esclavos quienes eran en su mayoría prisioneros de guerra y exiliados en Babilonia,
quienes servían a los miembros de estratos sociales superiores.

Los Babilonios eran una civilización avanzada capaz de crear grandes templos y una
ciudad que debió ser un verdadero paraíso. De Babilonia es la primera ley escrita, una
lugar especial desde donde se organizaba todo el Imperio.
El Rey
La ciudad de Babilonia se consideraba propiedad del dios Marduk y era este dios el que
designaba, según los babilonios, a su representante en la tierra es decir, al rey. Éste sería
el encargado de administrar y gestionar todo el imperio aunque no tenía la
consideración de ser divino como ocurría en Egipto.
El rey era un intermediario entre el dios Marduk y la población pero no gobernaba en
solitario ya que vivía rodeado de colaboradores o lo que podríamos llamar clases nobles,
quienes le ayudaban y aconsejaban en su administración.

Babilonia (akkado-babilonio Bābili o Babilim) fue un antiguo imperio localizado en la


región central-sur de Mesopotamia, teniendo su epicentro en la ciudad de Babilonia y
que llegó a extenderse por Acad y Sumeria, arrebatando la hegemonía a las dinastías
amorritas de Isín y Larsa del llamado Renacimiento sumerio. Su historia se divide en
dos etapas principales, separadas entre sí por el período de dominación asiria; el imperio
paleobabilónico o amorrita (1792 a. C.–1595 a. C.) y el imperio neobabilónico o caldeo
(626 a. C.–539 a. C.). El imperio babilónico fue sucedido por el persa tras las conquistas
de Ciro II el Grande.

En Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) y mantuvo el lenguaje escrito


acadio para uso oficial (el idioma de su población nativa), a pesar de sus fundadores, los
amorreos y sus sucesores los casitas, que no tenían el acadio como idioma nativo. Sin
embargo, conservó la lengua sumeria para un uso religioso, a pesar de que en el
momento en que fue fundada Babilonia, probablemente ya no era una lengua hablada.
Las antiguas tradiciones acadias y sumerias jugaron un papel importante en la cultura
babilonia (y asiria), y la región seguirá siendo un importante centro cultural, incluso en
períodos prolongados y largos de gobiernos externos.

Etimología y referencias históricas


La forma castellana del topónimo, Babilonia, proviene del griego Babylon, a través del
latín: Babylonia. Ambas reflejan el término acadio: Babilum; «La Puerta de Dios»,
traducido. En el libro bíblico del Génesis es llamada Babel.

Entre las fuentes clásicas sobre Babilonia destacan:

Heródoto (siglo V a. C.), la menciona en Los nueve libros de historia . Entre otras, narra
el matrimonio sagrado de una sacerdotisa con un dios, celebradas en un zigurat,
mediante un ritual para asegurar la prosperidad del lugar. Sobre sus murallas, decía que
eran tan anchas en su superficie, que un carro tirado por ocho caballos podía darse la
vuelta
Beroso el caldeo (siglo III a. C.), sacerdote babilónico, que en su crónica en griego
Babiloniaka, nos ha dejado una historia de Babilonia, aunque sólo se han conservado
citas.
Plinio el Viejo (siglo I), en su obra Naturalis Historia, hablaba de Babilonia, por su
sistema de regadío como el ager totius orientis fertilissimus («la tierra más fértil de todo
el Oriente»).
Historia
El Imperio amorreo o paleobabilónico
Artículo principal: Imperio paleobabilónico
Los amorreos se establecieron entre los ríos Tigris y Éufrates, haciéndose sedentarios y
mezclándose con la población sumeria, como consecuencia subirían al poder dinastías
de origen amorrita en distintas ciudades del centro y sur de Mesopotamia.

La más importante en Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo. A los


inicios del imperio paleobabilónico la población era pues una mezcla acadio-amorrita.

Los amorreos que se mantuvieron nómadas, fueron contenidos fácilmente al principio


pero conforme el imperio de Ur III fue perdiendo su poder, estos se fueron volviendo
más peligrosos.

Con la caída de Ur III y acabada la época de dominio sumerio, empieza una época en la
que los semitas obtendrían la mayor importancia a través de pueblos como los acadios o
los amorreos. Los elamitas apenas disfrutaron su conquista.
Los mayores ganadores de la caída de Ur fueron primero los acadios del reino de Isín y
después los amorreos, que en un siglo llenarían Mesopotamia de reinos, quedando lo
que fue el imperio de Ur fragmentado en numerosos reinos amorreos y acadios cuyas
capitales serían ciudades que hasta ese momento habían tenido poca importancia.

En la alta Mesopotamia, la ciudad de Assur con los reyes de origen amorreo comenzará
a ganar importancia tras vencer en una guerra por el control de las rutas comerciales a
Ešnunna y Mari.

El Código de Hammurabi es la primera ley escrita de la que se tiene constancia. La


figura superior muestra al propio Hammurabi en posición humilde ante Šamaš, dios del
Sol. Bajo ella están escritas casi 282 leyes con objeto de regir las decisiones de los
jueces. Erigida originalmente en el templo de la ciudad de Sippar, a orillas del Éufrates,
fue trasladada a Susa por Shutruk-Nakhunte en 1200 a. C. Actualmente se encuentra en
el Museo del Louvre de París.12
Situada a ambas orillas del Éufrates, la ciudad de Babilonia mantuvo en su origen una
posición moderada, bajo la sombra de la cercana y más poderosa Kiš.1 Comenzó a
cobrar importancia con la llegada de los amorreos entre el 2000 y el 1800 a. C., que se
erigieron reyes de la ciudad.1

Los amorreos, también semitas, se adaptaron fácilmente a la lengua acadia, propiciando


el declive del sumerio. También se amoldaron con facilidad al panteón mixto sumerio-
acadio, rindiendo culto a Marduk, deidad protectora de la ciudad.1

En torno al 1782 a. C. llegó al trono el sexto miembro de esta dinastía, Hammurabi. En


este tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los territorios de las ciudades de
Assur (que dará nombre a Asiria) y Larsa, más poderosas pero con monarcas
envejecidos.1 En 1763 AdC Hammurabi venció a Rim-Sin de Larsa, apoderándose de la
parte sur de Mesopotamia. En 1755 a. C. tomó igualmente Asus, haciéndose con el
poder de todo el valle de los ríos Tigris y Éufrates.1 Con el triunfo de Babilonia sobre el
resto de Mesopotamia, también su dios principal, Marduk, fue alzado a la cabeza del
panteón de dioses locales.

Hacia el 1800 a. C. comenzaron a producirse una serie de invasiones nómadas


provenientes del norte del Cáucaso y de Escitia. El ataque por parte de nómadas a la
región había sido una constante durante los siglos anteriores, pero con la domesticación
del caballo y su utilización para el tiro de carros de guerra, los nómadas consiguieron
una ventaja militar que les permitió penetrar en la zona.1

Uno de estos grupos fueron los hurritas, que ocuparon gran parte del territorio que
Asiria había conquistado durante el reinado de Šamši-Adad I, fundando el reino de
Mitani hacia el 1500 a. C. y haciendo a los asirios subsidiarios suyos. También se
extendieron por Canaán, donde fundaron algunos reinos, llegando hasta el Antiguo
Egipto, donde conquistaron la parte norte y fueron conocidos como hicsos.1

Otro de estos grupos fueron los hititas, que se establecieron en la parte oriental de
Anatolia a partir del 1700 a. C. fundando el conocido como Antiguo Reino. La lengua
hitita era de origen indoeuropeo, lo cual no les impidió adoptar la escritura cuneiforme
de los acadios.1
Durante los años siguientes, hititas y hurritas se enfrentaron en el norte de
Mesopotamia. En torno al 1600 a. C., durante el reinado del rey Mursili I los hititas
derrotaron a los hurritas, dominando Asiria y haciendo incursiones en Babilonia, a la
cual redujeron hasta las dimensiones anteriores a la conquistas de Hammurabi.1 Este
periodo coincidió con la entrada de los nómadas casitas provenientes de los montes
Zagros, quienes aprovecharon el debilitamiento de Babilonia para atacarla. Finalmente
tomaron la ciudad en 1595 a. C.1

La Babilonia de los casitas


Artículo principal: Casitas

Entre las primeras culturas de la humanidad encontramos a los babilonios. No sólo


fueron una cultura, sino también un inmenso imperio que permitió el desarrollo de
tecnología que trasciende hasta la actualidad.

Este pueblo antiguo junto con su historia nutre nuestro presente, pues muchas de las
cosas que descubrieron fueron pasadas de generación en generación para nuestro
provecho. Hablemos más detalladamente de los babilonios y sus características.

¿Quiénes fueron los Babilonios?


Fueron los habitantes de la región localizada en la parte inferior de Mesopotamia,
nombrando como capital de la región a la ciudad de Babilonia. Su crecimiento como
potencia fue progresivo para luego llegar a ser un fuerte líder a nivel cultural, religioso y
político de su época. Su vigencia como imperio data desde el año 1792 a.C. hasta el 539
a.C. Durante dicho período su territorio se expandió hasta llegar a ocupar las ciudades
que pertenecían a culturas más antiguas que ellos, como los sumerios. Por otra parte, el
lenguaje que manejaban los babilonios era el acadio, tanto en forma hablada como
escrita.

Historia de los Babilonios


El comienzo de este imperio comenzó cuando un grupo de amorreos llegaron al
territorio poblado por los sumerios, al mezclarse entre sí, se hicieron numerosos y
comenzaron a habitar las regiones del sur y centro de Mesopotamia. Aunque
continuaron con sus tendencias nómadas, su número fue creciendo, por lo que llegaron a
ser un peligro para las grandes ciudades sumerias.

Con el tiempo, los amorreos se habían organizado en ciudades que fueron conquistando
más ciudades, como en el caso de Assur. No obstante, aproximadamente en el año 2000
a.C. invadieron la ciudad de Kis, adoptaron el idioma de los acadios y para el año 1782
a.C., Hammurabi, quien era amorreo, llegó a ser rey. Así comenzó una serie de
invasiones que extendió el territorio babilonio. Ciudades como Asus y Rim-Sim fueron
añadidas al dominio de Hammurabi más tarde, ampliando los límites de Babilonia hacia
el sur. Dichas batallas ganadas fueron una alabanza para el dios amorreo Marduk, a
quien le rendían constante tributo.

A pesar de las victorias del rey babilonio, las incursiones de pueblos minoritarios a su
territorio no cesaron. Hordas de casitas, hititas y hurritas constantemente los atacaban
hasta el punto de realizar una toma completa de la ciudad. Debido a ello, por más de un
siglo Babilonia estuvo gobernada por los Casitas, quienes hicieron campañas para
exterminar a los nómadas invasores y se apoderaron de territorios de Egipto, Sinaí y
Canaán.

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