Ensayo Modos de Produccion
Ensayo Modos de Produccion
Ensayo Modos de Produccion
El modo de producción esclavista es uno de los modos de producción que Marx definió
como estados de la evolución de la historia económica definidos por un determinado nivel
de desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción.
Si eso parece estar en contradicción con la existencia de esclavos hasta el siglo XIX en los
Estados del sur de los EE. UU., por poner un ejemplo muy conocido, se debe dejar claro,
por un lado, que no hay que confundir modo de producción esclavista con esclavitud, que
es tan antigua como la historia y continuó existiendo en todo el mundo después de que el
esclavismo1 fuera el modo de producción dominante, sobreviviendo hasta que el
movimiento abolicionista la consideró una situación socialmente inaceptable. Aún hoy en
día reaparece en algunos lugares de África[cita requerida]. Por otro lado, hay que dejar claro que
distintos modos de producción pueden (de hecho, suelen) coexistir al mismo tiempo
combinándose en una formación económico social concreta.
Grecia
Las polis griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto en su forma y
sobre todo dominante en su extensión, convirtiéndola en un sistemático modo de
producción. Eso no quiere decir que el mundo griego clásico se basara de forma exclusiva
en la utilización del trabajo de esclavos: los campesinos libres, arrendatarios y artesanos
urbanos siempre coexistieron con los esclavos; pero el modo de producción dominante, que
rigió la articulación de cada economía local y definió la civilización griega fue el esclavista.
Las guerras interiores y exteriores a partir de finales del siglo III a. C. (guerras púnicas,
guerra social y guerra civil) pusieron bajo el control de la oligarquía senatorial grandes
territorios, de forma especial en el sur de Italia. Al mismo tiempo acentuaron
dramáticamente la decadencia del campesinado romano, que en otros tiempos había
constituido la sólida base de pequeños propietarios de la pirámide social de la ciudad. La
movilización sin fin agotó a los assidui, llamados año tras año a la legión. Los que no
morían eran incapaces de conservar sus tierras, absorbidas por la nobleza ecuestre y
senatorial. Del año 200 al 167 a. C., el 10 % o más de todos los hombres libres y adultos de
Roma estuvieron alistados permanentemente en el ejército. Este gigantesco esfuerzo militar
sólo era posible porque la economía civil en la que se apoyaba podía funcionar hasta ese
punto gracias al trabajo de los esclavos, que liberaba las correspondientes reservas de mano
de obra para los ejércitos de la República. A su vez las guerras victoriosas proporcionaban
más cautivos-esclavos para enviar a las ciudades y las fincas de Italia.
El resultado final fue la aparición de unas propiedades agrarias, los latifundios cultivadas
por esclavos, de un tamaño hasta entonces desconocido. Los mayores podían alanzar más
de 80 000 hectáreas. Incluso siendo dispersos, sus fincas individualizadas solían superar los
500 iugera (120 hectáreas) y no eran raros tamaños diez veces superiores. Aumentó la
combinación del cultivo de vid y olivo con el de los cereales, y la superficie dedicada a la
ganadería. La comercialización estaba asegurada por las vías terrestres (calzada romana) y
las rutas marítimas de un Mediterráneo pacificado que llevaban la producción a las
ciudades, la mayor la propia Roma. A larga distancia las grandes metrópolis de Oriente
proporcionaban un comercio de lujo.
Existe un intenso debate entre historiadores respecto a la cronología, las causas y las formas
en que se produjo la transición entre el modo de producción esclavista y el modo de
producción feudal, o transición entre esclavismo y feudalismo. La posición más clásica del
materialismo histórico, empezando por la del propio Karl Marx, es situarlo en fechas
tempranas, en la época de las invasiones bárbaras del siglo V; la historiografía materialista
de mediados del siglo XX, como Perry Anderson, realiza una inclusión más sofisticada en
un proceso de transición secular identificable con toda la Antigüedad tardía en Europa
Occidental (desde la crisis del siglo III hasta el periodo postcarolingio –siglo IX–)2 y por
otro lado autores vinculados a la francesa Escuela de Annales como Georges Duby o Pierre
Bonnassie, apoyados en una ingente documentación, demuestran pervivencias
fundamentales del esclavismo en la Alta Edad Media, hasta el siglo XI, en medio de la
llamada revolución feudal. Según este último autor el auge del esclavismo se daría en el
siglo VII.3
Economía feudal
Los Feudos fueron pequeñas ciudades con cierta independencia bajo la autoridad de un
Señor Feudal. Al principio fueron pueblos y ciudades que se fueron extendiendo
territorialmente. Con ello, dando origen de lo que luego serían las grandes economías
burguesas.
Entre los avances cabe destacar el aumento en el uso de los molinos de agua como fuerza
motriz que, por una parte, se extiende desde la Europa nórdica hacia centro-Europa, y por
otra, las aportaciones de los musulmanes en España desde el sur de la Península Ibérica
hasta Francia, las acequias para riego, aumentando la productividad de los cultivos y
liberando mano de obra que podía especializarse. Además, mejoran los métodos de anclaje
de los animales, especialmente el caballo y el buey, introduciendo la collera rígida y el
yugo sobre los cuernos. La cría del ganado de tiro aumenta de manera notable y permitirá
desplazamientos y logística. También se cría el caballo de combate, que cambiará las
prácticas de la guerra en detrimento de la infantería tradicional. Los instrumentos de uso
agrícola, como el Arado o la azada, generalmente de madera, son sustituidos por otros de
hierro. Esto es especialmente útil en el centro y norte de Europa, entre el Loira y el Rin,
donde la tierra turba y muy húmeda era difícil de trabajar. Ahora el arado penetra más, airea
la tierra con mayor facilidad y permite la obtención de cosechas en espacios antes baldíos.
El señor pasa de obtener trabajo gratuito, a recibir retribuciones en especie, que él muchas
veces elige, y plata u oro; esto provoca una mayor acuñación de moneda y el fluir del
comercio. Aparecen las primeras grandes fortunas y los señores hacen ostentación de sus
bienes, muchos de ellos traídos de Oriente (entre otras, a través de la "ruta de la seda"). El
Alto Clero comienza a disponer —a partir del siglo XI— de recursos con los que edifica las
iglesias, catedrales y palacios episcopales.
A partir del siglo X los excedentes facilitan el comercio más allá de las fronteras del
señorío. Las actividades comerciales permiten que surja una incipiente burguesía, los
mercaderes, que en su origen eran campesinos que aprovechaban los tiempos en los que no
era necesario el trabajo de la tierra para comerciar, y que deban realizar su trabajo pagando
igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a los Señores. El lujo al que
aspiran los Señores con el incremento de las rentas favorece la aparición cada vez más
frecuente de artesanos. Las rutas de peregrinación son los nuevos caminos por donde se
abre el comercio. Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos, pero las
comunidades situadas en sus vías de acceso florecen ofreciendo hospedaje, comida y ropa.
El modo de producción capitalista es uno de los modos de producción que Marx definió
como estadios del devenir histórico, definidos por un determinado nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción. Según la teoría
marxista, es el siguiente al feudalismo y, en la predicción del futuro que implicaba el
compromiso político de algunos marxistas, su lógica interna le conducirá a su desaparición
y sustitución por el comunismo.1
Mientras que en la bibliografía no marxista el capitalismo suele definirse como un sistema
económico, para el materialismo histórico, el capitalismo es un modo de producción, es
decir, un régimen social o totalidad social.
Definición y caracterización
Características
tanto las entradas y salidas de la producción son principalmente de propiedad privada, los
bienes y servicios adquiridos en el mercado un precio.
la producción se lleva a cabo para el intercambio y la circulación en el mercado, con el
objetivo de obtener un ingreso neto se benefician de ella.
los dueños de los medios de producción (capitalistas) son la clase dominante (burguesía)
que obtienen sus ingresos a partir del producto excedente producido por los trabajadores y
se han apropiado libremente por los capitalistas.
Una característica definitoria del capitalismo es la dependencia en el trabajo asalariado para
un gran segmento de la población; específicamente, la clase obrera (proletariado) no son
propietarios de capital y tiene que vivir con la venta de su fuerza de trabajo a cambio de un
salario.
La apariencia libre del contrato entre capitalista y trabajador (que según la teoría liberal
habría de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o
legislación protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido éste
por la existencia de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los
desempleados que están dispuestos a sustituirle. No es original de Marx, sino de Ricardo y
otros pensadores liberales (Ferdinand Lassalle), la idea de que el funcionamiento libre del
mercado somete a los salarios a una ley de bronce que impide que asciendan más allá del
límite de la subsistencia. Los proletarios deben de cuidar ellos mismos de la reproducción
de la fuerza de trabajo o si no mueren con sus discípulos .[cita requerida]
La crítica marxista al capitalismo sostiene que este modo de producción contiene contradicciones
inherentes que provocan las crisis cíclicas.[cita requerida] Karl Marx, en su obra El Capital, fundamenta
esta opinión aduciendo que cada vez es más difícil para el capitalista valorizar su capital. Las
relaciones de competencia a las que está sujeto el capitalista, obligan a éste a implementar de
manera constante y creciente una nueva y mejor maquinaria para incrementar la productividad del
trabajo y, de esta forma, vender sus mercancías a precio más bajo que sus competidores directos. De
este modo, disminuye el componente "trabajo vivo" (la contratación de trabajadores) dando lugar a
lo que Marx denomina "ejercito industrial de reserva" es decir, una considerable parte de la clase
obrera que queda a la espera de un trabajo. Esta espera forzosa que impone el capitalismo a la clase
obrera, hace que este "ejercito industrial de reserva" se convierta, por un lado, en una importante
masa de pobres e indigentes, y, por otro lado, en causa de la imposibilidad de que el salario
ascienda rápidamente (debido al excedente de oferta de fuerza de trabajo).