El Método MATEMATICO
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contando rayitas
No es magia, solo son matemáticas
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JOSEÁNGEL MURCIA 21 NOV 2017 - 09:34 CET
Ser lento no tiene porqué ser un problema, si sirve para entender mejor el proceso
y se puede exportar para resolver problemas de mundo real. Por esto último
podemos utilizarlo en enseñanza para pedir a alumnos con cierta madurez que
traten de explicar por qué funciona (como haré yo con toda seguridad en el final
de mi asignatura).
Y no sólo eso,
porque además están los inversos de cada uno de ellos y hay
relaciones entre ellos… Incluso aparecen nuevas herramientas para el
cálculo en triángulos, como el Teorema del seno y el Teorema del
coseno….
… pero no nos adentremos tanto en este mar, porque para navegar en
él habría que hacerlo más despacio y sabiendo lo que hacemos en
cada momento.
… … … …
Si hiciésemos una tabla con los valores que se supone que debemos
sabernos, sería algo así como la siguiente:
Ni que decir tiene que aprenderse los valores de la tangente es un
poco absurdo pues, sabiendo el seno y el coseno, la tangente se
obtiene dividiendo el primero entre el segundo. Con lo que nos valdría
con aprendernos únicamente los valores del seno y del coseno.
Cuando tenemos una cosa así, solemos buscar un camino más sencillo
que nos ayude a recordarlo. Es decir, intentamos crear una regla
mnemotécnica. Pues eso es lo que vamos a hacer.
Primero dibujamos un símbolo de raíz grande, tal como éste…
¡Pues ya lo tenemos!
Ya podemos saber el seno o el coseno de cualquiera de estos ángulos
notables.
El procedimiento es bastante sencillo. El resultado va a ser la raíz de un
número entre 2, y ese número es el que corresponde a la fila del sen o
del cos (según queramos calcular el seno o el coseno) y a la columna
del ángulo notable en cuestión. Después tan solo tenemos que
simplificar el resultado obtenido, si se puede. Vamos a hacer unos
ejemplos que así se ve mucho mejor.
Supongamos que queremos saber el sen 30º…
es decir:
O el sen 60º…
que es:
O el sen 90º…
es decir:
¿Sencillo, no?
Y nos quedamos con una de las dos mitades en que queda dividido
por una de sus diagonales, tenemos lo que buscábamos: un triángulo
rectángulo con ángulos de 45º…
En este caso, lo que nos falta por averiguar es la hipotenusa (d), para lo
que volvemos a utilizar el Teorema de Pitágoras.
Y ya podemos calcular el seno y
el coseno de 45º:
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Para fardar realizando un juego matemático de adivinar números ante amigos o en reuniones
familiares, aquí os presento un clásico. Para que quede más claro, lo voy a ir relatando junto
a un ejemplo.
Proponemos otra persona que piense un número de tres cifras que no acabe en cero, y le
pedimos que disponga las cifras en orden inverso. Entonces deberá restar el número menor
al otro mayor.
862 – 268 = 594
Con el número conseguido deberá operar de igual manera, sumándole la misma cifra con los
Hasta este punto, el proceso debe haberlo hecho la persona a la que queramos hacer el truco
sin que nosotros conozcamos ninguna cifra. El contrario debe haber calculado las
el número final y podremos decirle con seguridad al para su sorpresa, que el número final es
1089, simulando que hemos podido leerle el pensamiento. Este truco no podremos efectuarlo