Ensayo (Recuperado Automáticamente)

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Manifiesto de la trasgresión.

El hombre mísero y despojado de su propia seguridad y vida se sienta en las ruinas de una
civilización de sufrimiento espiritual y moral, este junto a muchos otros comparte el peso
de los monstruos que codician el producto su existencia misma y lo degradan a tal punto
de ser un animal controlado por los intereses de las instituciones ,para el hombre se ha
convertido un misterio la humanidad misma pues desconocen los lazos vitales que lo
constituyen fuera de las aglomeraciones masivas lo que envasan y lo clasifican.
Por lo que tarde o temprano llega el desasosiego a este punto de nuestras vidas cuando
vemos vehemente a una sociedad decaer progresivamente, pues hemos fomentado el
progreso por encima de nuestras comunidades y nuestras estructuras caen lentamente
suscitando en miles una fuerte querella de odio y desencanto, ¿cómo podemos
nuevamente construir una sociedad opuesta a la cesión de poder en poder o al menos
suprimir el consentimiento a factores que privilegian a ciertos individuos sobre otros?
En pocas palabras necesitamos una transformación radical y responsable sobre el
desarrollo personal y espiritual con el fin de desenfocarse casi exclusivamente del
progreso material, pues unilateralmente el superhombre no es quien provisto de todo
saber y habilidad carece de una cultura profunda y sensata, por un lado no podemos negar
el fantástico progreso ha liberado al hombre para dar cabida al espacio espiritual, mas sin
embargo lo que anula esa posibilidad es que las estructuras sociales se mantuvieron
dedicadas casi exclusivamente a una mera satisfacción de las necesidades materiales y
creación de nuevas repletas para que todo economista, tecnócrata e intelectual elogiaran
aun sabiendo las consecuencias en aumento.
Lo mas devastador es que no solo hay una contaminación en el exterior , sino que ya en el
fondo existe una contaminación interior, la contaminación psíquica en donde todo
pensamiento se quiebra y se vuelve puramente técnico y racional que no comprende el
sentido de las instituciones, con base en esto las revolución debe ser totalmente nueva ,
pues en materia no se puede construir futuro si tambaleamos por andar con el fan de
dinero, poder y prestigio, un ciclo que no para para ser un automatismo tiránico.
Dicho esto podemos denotar y pensar muchas actitudes dominantes que día a día hemos
percibido, una situación donde se revela una ineficacia en el orden social de la economía
y la política, brechas que cada vez se acrecientan con las actividades que implican el
ingreso monetario. Aquí muchos podrán infundir la idea que esto se debe meramente a la
corrupción del sistema, pero lo que nos llevara a descartar esta premisa o al menos a
prolongarla es que hay otros factores que también acrecientan el retroceso entre las
comunidades.
En este caso no partiremos de lo evidente como el neoliberalismo o el capitalismo, sino
que partiremos analizando la ciénaga social, política y económica, acudiendo a uno de los
mecanismos más esenciales que tiene el ser humano que son la razón y la empatía. Con
esto no busco nutrir esos pasajes de animo vacío ni tampoco exhortar una idea o un
pensamiento, con esto no busco alcanzar un carácter académico complejo y riguroso,
tampoco deseo resolver las mil y un tragedias que el mundo afronta en todo tipo de
aspectos , por lo que mi verdadera intención con este manifiesto es empoderar la palabra
del decaído con ánimo de alcanzar un grado de legitimidad para que primero el
pensamiento y el alma sea tocada con tal de esclarecer los apartados que esconden las
frías garras de los poderes invisibles.
Un reconocido sociólogo y filósofo francés llamado Pierre Félix Bourdieu ha trabajado en
esta área por lo menos hace más de 20 años en donde ha distinguido la estratificación de
las jerarquías sociales que nos rigen, en sus trabajos analiza los diferentes agentes y
factores sociales de la sociedad moderna que aportan a la sistematicidad de un estado
adoctrinado y disfuncional.
En ciencia cierta hay una amplia gama de cosas que podemos considerar sistemáticas o
estrictamente inhumanas sin embargo no hay esquema seguro, por lo que hay que separar
aspectos uno a uno; primero el desmembramiento de la cultura y la distinción, segundo,
una percepción de las estructuras sociales, políticas y económicas segundo una cavilación
de la inflexibilidad de los medios, por último y más importante una visión panorámica de
la incompetencia.
La noción de cultura tiene muchas aserciones, pero para este caso analizaremos solo una,
hablando en un sentido práctico, a esta la definiremos como la formación de una
identidad dentro de un conjunto de individuos, con base a sus conductas sociales y
hábitos.
Podríamos dar entender, que producimos lo que somos pues hacemos parte del masivo
que aprende y proyecta. Una extensión del hombre al hombre, el quid que reside en los
pilares de las estructuras sociales, por lo que finalmente no supone dificultad entender
que cada uno de nosotros supone un peso en donde la mitad de los hombres están puestos
a manos de la otra mitad con el fin de ser cuidada y así recíprocamente, como lo hacen las
audaces y serviles manos de psiquiatras, psicólogos asistentes sociales, sociólogos,
abogados, docentes, etcétera. Todos estos magníficos <<trabajos >> contienen la esencia
de reparar, sin embargo, esto solo son parches, que en los tiempos de ahora solo
vislumbran una reparación sin fuerza y sin conmiseración. La sanación espiritual de un
hombre no puede ser solo <<depurada>> pues esta aún más enferma que este no la limpia
un servicio pues si en el hombre se hospeda una posesión vacía y fútil no hay voluntad ni
fuerza que lo aliente.
El hombre mismo dispone de capacidad de desterrar todo elemento podrido dentro de él,
técnicamente posible si este mismo lo reconoce, ¿pero ¿qué seria eso exactamente?, para
algunos puede ser el espacio donde se degrada a sí mismo en factor de otros o
simplemente para los demás su consternación viene de una negligencia moral y espiritual,
la pregunta será ,¿ hay forma de revindicar todas estas situaciones de alguna manera?, la
respuesta es sí, como dijimos la debilidad de un hombre decaído no le quita los medios
para no superar una situación a futuro, la cuestión es si no huye del esfuerzo que este
implicara para cambiar su estilo de vida y no cae en alimentar soluciones superfluas en
donde apretuja en la inmensidad de un vitalismo camuflado.
Bueno pero ahora llevemos esto a grados de una sociedad, en la civilización se realza una
realidad paliativa en donde se inventa con rapidez y eficiencia soluciones brillantes y
esplendidas pero que sinceramente carecen de sabiduría, pues no falta notar (he aquí voy
a parafrasear una expresión que utiliza Phil Bosmans), como ejemplo se va a la luna y a
320 millones de kilómetros lejos de la tierra para ver si hay vida en marte , mientras que
millones de hombres de nuestro planeta aun no tienen vida y aparte dirigen su ojo en
alcanzar la lejanía de las estrellas mientras que en la tierra no existe mas lejanía que la
capacidad de hacer felices a los hombres en el mundo.
La Indiferencia flemática es lo que nos mantiene lejos los unos a los otros de entendernos,
carecemos de una inmersión verdadera en la realidad, solo parecemos entes de
información, que se despliegan con la fuerza de las ondas replicadas en murmullos de
dosificación. Por lo que no es para nada equivoco que estamos ante un reto enorme de
responder a un enorme cambio en nuestra forma de pensar, nuestro sentir y nuestro
querer. No hay nada mas difuso que querer blandir relaciones sobre ideas de poder y
posesión.
Como segundo punto hay que entender el verdadero hostigamiento que tienen las
sofisticadas estructuras sociales, en donde la verdad y la información se manipula acosta
de haber un vencedor. Un poder que finalmente ha sido la causa de tantas revoluciones
violentas, una punible forma de socavar la tolerancia y la fe de aquellos que aun creen en
la honradez y la justicia. La violencia no cambia nada más que el nombre de los que
ostentan poder.
En cuestión esto parece nada menos que trivial, quizás porque mediáticamente nos han
cauterizado hasta el punto de ser desposeídos de nuestro pensamiento y algo mucho mas
curioso que no parece explicar, es la capacidad de poder idolatrar con gran culto a estas
jerarquías sociales, aun sabiendo que el orden económico es una fachada donde permite
crecer brotes de mala hierba. En mi análisis junto a Bourdieu he encontrado una real
lucha ante el caos político, el desorden social y las abruptas estructuras económicas, como
por ejemplo para nuestro punto encontramos que hay una clase de condiciones
económicas modeladas a fin de permir a los dotados de disposiciones a permanecer la
cabeza en un universo precapitalista, en otros casos estos son los principales partidistas
de un modelo económico de importado e impuesto por la colonización. Una forma que
Bourdieu describe como una configuración particular de etnocentrismo, con disfraz de
universalismo.
Nuestro punto aquí con esta lucha de poderes es que las jerarquías son el endurecimiento
social de las relaciones, pues se establecen conductas mutuas en leyes y prescripciones,
un hormigón hecho de agua-arena y tinta-papel, un lugar donde culmina la aceptación
por el poder y la avaricia.
Finalmente es aquí donde la retorica responde a la dignidad, pues al derredor vemos
políticos indecisos que se las dan de resueltos estadistas, que a su falta de inoperancia
atribuyen a su imponderable situación a un sector con las credenciales necesarias para
culpar. Que frugal manera de gobernar.
Bourdieu en su obra las estructuras sociales de la economía, evoca que se debe para la
económia y la cultura, reinventar según los recursos que se disponga, una actividad de
trabajo opuesta a la mera ocupación confine a la división tradicional de las actividades o
al intercambio de servicios; la posibilidad misma de transacción impersonal entre
desconocidos. Pues esto a veces llega a la economía de la “Buena fe”. Bourdieu volcan toda
materia conceptual que se haya ido desarrollando a lo largo de los años de modo.
Como tercer punto encontramos la función de los medios informativos, una
responsabilidad que incurre en la prensa, la radio, la televisión y la publicidad, toda esta
enorme influencia concede casi un ilimitado poder en donde repentinamente desborda
un espacio conducido solo a la sugestión de males cometidos, pues vemos aquí como los
medios informativos no pueden eliminar toda la violencia, el crimen y el sexo. La
parcialidad de su divulgación atiende una adquisición intelectual incapaz de desarrollar
una verdadera dirección hacia la propia vida, en protestad hay una pretensión demasiado
fuerte incurriendo en la formación de la información, porque no formar una vía hacia una
profunda afinidad que haga conexión con receptores y emisores predispuestos hacer un
ejercicio activo de saneamiento y reconstrucción social.
Por último, punto hablemos de la incompetencia ocupacional, en donde vemos a un sin
numero de funcionarios que son indolentes e insolentes; jefes militares cuya enardecida
retorica queda desmentida por su apocado comportamiento, y de gobernadores cuyo
innato servilismo les impide gobernar realmente. Incólumes nos encojemos de hombros
ante un clérigo inmoral, un juez corrompido, un abogado incoherente, un escritor que no
sabe escribir y un profesor de ingles que no sabe pronunciar.
Nos resulta lamentable observar la incompetencia en todos los niveles de todas las
jerarquías- politicas, legales, educacionales e industriales. Esta deficiencia latente señala
que estamos en un estado de conformismo mediático que a perspectiva nos parece
competente y funcional.
Cuantos autómatas profesionales deben estar ejerciendo apresurada e inadvertidamente.

Ante la impericia de las relaciones, las conductas impersonales y el profundo decaimiento


para el hombre moderno, debemos que revindicar nuestros horizontes, restaurar
hombres aptos para la política, los negocios y la vida, nuevamente buscar sucumbir el
sentido primero que enriquezca a hombres con potencial de cooperar y redireccionar las
civilizaciones para a fin vivir con sabiduría y hospitalidad.
MANIFIESTO DE LA TRANSGRESIÓN

GABRIELLA TRONCOSO BARONA

Introducción a la filosofía

Jesús Carrasquilla Ospina

Santiago de Cali
Febrero/21/2019
BIBLIOGRAFIA

1. P. Bourdieu. “Las estructuras sociales de la economía”, Anagrama (2003)


2. Phil Bosmans. “El derecho al amor”, Ediciones 29 (1981)
3. P. Bourdieu. “Los Herederos”, siglo veintiuno

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