Lanusse Pedro Pablo - El Nuevo Foro Contencioso Administrati PDF

Pedro Pablo Lanusse
Profesor titular de Derecho Procesal I (UMSA).

Profesor adjunto de Derecho Civil I (UCA). Ex juez civil y comercial,
San Isidro, Pcia. de Buenos Aires.
El Nuevo Fuero
Contencioso
Administrativo
de la Provincia
de Buenos Aires
Con el texto de las leyes 12.008 y 12.074
M10C S.R.L.
Buenos Aires
Primera edición: agosto 1998
Esta edición se terminó de imprimir en

Agosto de 1998 en Gráfica Laf s.r.L,
Loyola 1654 - (1414) Capital Federal
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Derechos reservados por la ley 11.723
ISBN: 950-894-137-5
ÍNDICE
1. Introducción 9
2. La materia contencioso administrativa 11
3. Creación delfuero contencioso administrativo 15
4. Caracterización de las causas contencioso adminis-
trativas 17
5. Los Tribunales Contencioso Administrativos 21
6. El Tribunal de Casación Contencioso Administrativo 27
7. El marco de actuación del nuevo fuero 29
8. Mejoras de procedimiento 33
8.1. Reclamo administrativo previo 33
8.2. Proceso sumario de ilegitimidad 33
8.3. Solve et repete 34
8.4. Acumulación de pretensiones 34
8.5. Competencia del tribunal 35
8.6. Intervención de terceros 36
8.7. Nuevo régimen en materia de costas 37
8.8. Aplicación supletoria del Código Procesal Civil
y Comercial 37
8.9. Medidas cautelares 38
9. Absorción por el fuero contencioso administrativo de
causas que actualmente se sustancian enfueros distintos 41
9.1. Juicios de apremio provinciales 41
9.2. Responsabilidad patrimonial de la Provincia, los
municipios y otros entes públicos estatales . . . 42
9.3. Impugnación de resoluciones de colegios, con-
sejos profesionales y cajas de previsión social de
profesionales 42
8 EL NUEVO FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA...
9.4. Controversias que se susciten entre prestadores

de servicios públicos o concesionarios y los
usuarios 43
10. El Tribunal de Cuentas en el nuevo fuero contencioso
administrativo 45
11. La realidad contencioso administrativa actual 47
12. La transición 51
13. Comentarios finales 57
APÉNDICE LEGISLATIVO
- Constitución de la Provincia de Buenos Aires, arts. 166

y 215 61
- Código Contencioso Administrativo. Ley 12.008 . . . 63
- Decreto 3.444 102
- Ley 12.074 103
1. INTRODUCCIÓN
Un aire renovado ha comenzado a soplar sobre
el régimen procesal contencioso administrativo de
la Provincia de Buenos Aires. Las modificaciones
que en poco tiempo más comenzarán a aplicarse
son de tal importancia que hasta podría decirse que
trascienden lo estrictamente procesal y se exhiben
como concreción de una de las notas característi-
cas del régimen republicano de gobierno: la divi-
sión de poderes.
Probablemente el tema no suscitará en forma
inmediata el interés que merece porque, como des-
taca Bartolomé Fiorini,1 la expresión contencioso
administrativo es en sí misma confusa y por lo ge-
neral se la considera una disciplina difícil, no exen-
ta de misterio.
Sin embargo la materia contencioso adminis-
trativa nada tiene de misteriosa, aunque muchas y
variadas razones puedan haber distorsionado su
imagen. En todo caso el nuevo régimen debería con-
tribuir para que todos, empezando por los aboga-
dos, la revaloricemos como herramienta insustitui-
ble de control simple y eficaz de los actos de
gobierno. Es, en efecto, "... una exigencia de lajus-
1
FIORINI, B a r t o l o m é : ¿Qué es el Contencioso?, p. 10.
10 PEDRO PABLO LANUSSE
ticia que la administración esté sometida a la ins-

tancia jurisdiccional en el control de su actividad".2
El proceso contencioso administrativo está al
servicio de la organización social democrática, que
es tanto como decir al servicio de la gente. Habrá
pues que conocerlo, familiarizarse con él y apren-
der a usarlo con naturalidad, para que pueda cum-
plir la función que tiene asignada.
Estas reflexiones proponen un primer contacto
con el tema, más coloquial que técnico.
2
BIDART CAMPOS, Germán: Doctrina del Estado Democrático, p. 329,
con cita de Luis Legaz y Lacambra, Derecho y Libertad, p. 78.
2. LA MATERIA CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVA
Todos sabemos que la Provincia tiene su Go-

bernador, que hay intendentes en cada uno de los
ciento treinta municipios y que existen ministerios
y secretarías con incumbencia en determinadas
áreas de gobierno. Es ésa u n a realidad cotidiana
que la gente simplemente percibe y que en alguna
medida experimenta (por ejemplo cuando participa
con su voto) sin necesidad de análisis "jurídico".
Existen hospitales y escuelas de carácter públi-
co y los ciudadanos, en mayor o menor medida, acu-
den periódicamente a otras entidades igualmente
públicas, para gestionar s u s documentos, denun-
ciar el nacimiento de u n hijo o su nuevo domicilio,
contraer matrimonio, pagar tasas y servicios, soli-
citar la aprobación u n plano de construcción, re-
querir protección policial o gestionar u n beneficio
previsional. Aun en el ámbito doméstico quienes
colocan a diario s u s residuos en la acera lo hacen
porque saben que alguien los retirará, aunque no
vean en ello u n a cuestión de derecho administrati-
vo, ni les interese si ese alguien es la municipali-
dad o u n concesionario.
Seguramente tampoco son siempre concientes
de la relación que existe —o debería existir— entre
ése y otros servicios públicos y los impuestos y con-
tribuciones que periódicamente pagan.
Esa realidad refleja u n a determinada forma de

organización social e involucra el ejercicio de u n a
actividad que, directa o indirectamente, está a car-
go de la Administración Pública.
En su faz dinámica, es decir funcionando—por
eso a las personas que la integran se las llama fun-
cionarios—, la Administración Pública va conforman-
do a su vez la materia contencioso administrativa.
Como señala Bielsa, la actividad de la Adminis-
tración Pública (Nación, Provincias, Municipios) crea
relaciones jurídicas de dos órdenes: por u n lado en-
tre ella y los administrados (ciudadanos, empresas,
asociaciones, entidades no gubernamentales); y por
otro entre s u s órganos (Ministerios, Secretarías, en-
tidades autárquicas) y agentes (empleados públi-
cos). El conjunto de las normas jurídicas que rigen
esas relaciones constituye el contenido del derecho
administrativo. 3
El artículo 166 de la nueva Constitución de la
Provincia de Buenos Aires dispone al respecto que
"los casos originados por la actuación u omisión de
la Provincia, los municipios, los entes descentraliza-
dos y otras personas, en ejercicio de funciones ad-
ministrativas, seránjuzgados por tribunales compe-
tentes en lo contencioso administrativo".
La Constitución admite entonces que el ejerci-
cio defunciones administrativas (elemento material)
puede dar lugar a conflictos (casos), cuyo juzgamien-
to atribuye a los futuros tribunales en lo contencioso
administrativo. Tales tribunales, como su nombre lo
indica, se ocuparán de contiendas (componente con-
tencioso), que se generen con motivo del ejercicio
3
BIELSA,Rafael: Principios de Derecho Administrativo, Depalma,
1963, p. 1.
EL NUEVO FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA... 13
de funciones administrativas (componente adminis-

trativo) .
Se conjuga así la esencia del Estado republica-
no democrático, con la Administración subordina-
da a u n orden jurídico de base normativa y el Poder
Judicial convocado a juzgar esa actividad: "sólo un
sistema amplio de verificación jurisdiccional de la
acción administrativa, corresponde a la concepción
democrática de gobierno y a la tutela de los indivi-
duos frente al orden jurídico que rige su vida".4
4
COUTURE, Eduardo: Fundamentos del Derecho Procesal Civil,
Depalma, 1997, p. 160.
3. CREACIÓN DEL FUERO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
La posibilidad de juzgar la actividad de la Ad-
ministración no constituye una novedad, porque
también la contemplaba la Constitución provincial
anterior, que la había confiado en instancia origi-
naria a la Suprema Corte de Justicia (artículo 149).
Lo novedoso es la creación de un fuero con compe-
tencia específica en la materia y, fundamentalmen-
te, la simplificación del procedimiento por un lado
y la ampliación de sus fronteras por otro.
El artículo 215 de la Constitución provincial de
1994 encomendó a la Legislatura el establecimien-
to del nuevo fuero y en cumplimiento de ese man-
dato se dictaron primero la ley 12.008, publicada
en el Boletín Oficial el 3 de noviembre de 1997,
mediante la cual se sancionó el nuevo Código Pro-
cesal Contencioso Administrativo; y luego la ley
12.074, publicada en el Boletín Oficial el 26 de enero
de 1998, que creó los Tribunales Contencioso Admi-
nistrativos y el Tribunal de Casación Contencioso
Administrativo, ambos de carácter colegiado.
La iniciativa para la efectiva puesta en marcha
del nuevo fuero corresponde ahora al Poder Ejecu-
tivo provincial, que deberá dictar para ello los de-
cretos respectivos. El artículo 27 de la ley 12.074
dispone en ese sentido que los Tribunales Conten-
cioso Administrativos serán puestos en funciona-
miento gradualmente por el Poder Ejecutivo, a par-

tir del I o de octubre de 1998, conforme lo exija el
índice de litigiosidad de los respectivos Departamen-
tos Judiciales o regiones, según las estadísticas que
anualmente elabora la Suprema Corte de Justicia.
El mismo artículo dispone que mientras tanto
las causas contencioso administrativas seguirán
siendo sustanciadas por la Suprema Corte de Jus-
ticia, hasta su finalización.
4. CARACTERIZACIÓN DE LAS CAUSAS
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVAS
El Código ahora modificado, sancionado en 1905
como ley N° 2.961 y conocido como "Código Várela"
—en alusión a quien lo proyectó, Dr. Luis V. Várela—
caracterizaba las causas contencioso administrati-
vas como aquellas que fueran iniciadas "reclaman-
do contra una resolución definitiva, dictada por el
Poder Ejecutivo, las municipalidades o la Dirección
General de Escuelas, y en las cuales se vulnere un
derecho de carácter administrativo, establecido en
favor del reclamante por una ley, un decreto, un re-
glamento u otra disposición administrativa preexis-
tente".
Los perjuicios causados por medidas generales,
las acciones vinculadas a contratos de derecho ad-
ministrativo y cuestiones provisionales e impositi-
vas completaban en el viejo Código Várela (artícu-
los 2 a 4) la materia contencioso administrativa.
Mucho se ha opinado sobre ese Código, respon-
sabilizado, a veces con exageración, de una buena
parte de los males que padeció la actividad conten-
cioso administrativa. Sin embargo alguna respon-
sabilidad habrá tenido también la interpretación de
la que fue objeto, no siempre uniforme, y varias otras
razones concurrieron a conformar el hálito
oscurantista que caracteriza el contencioso adminis-
trativo. Luego de casi un siglo de haber sido sancio-
nado, el Código Várela debería ser despedido respe-

tuosamente y en silencio.
Bienvenido mientras tanto el nuevo régimen y
admitamos como mérito de esta generación haber
diagnosticado la enfermedad del anterior y asumi-
do la iniciativa de modificarlo, pese a que nadie
marchó tras ese objetivo, ni se interesaron por él
los medios masivos de comunicación. Precisamen-
te porque el respeto por la juridicidad parece exhi-
birse como único fundamento de la reforma y por-
que la decisión política de llevarla adelante supone
un esfuerzo de autolimitación, el nuevo Código debe
ser globalmente aplaudido.
Dicho Código amplía notablemente el ámbito de
actuación del fuero contencioso administrativo y éste
es uno de sus mayores aciertos. El artículo I o atri-
buye a los tribunales contencioso administrativos el
conocimiento y decisión de las pretensiones que se
deduzcan en los casos originados por la actuación u
omisión, en el ejercicio de funciones administrati-
vas, de los órganos de la Provincia, los municipios,
los entes descentralizados y otras personas.
Para evitar dudas de interpretación, el mismo
artículo I o dispone que la actividad de los órganos
del Poder Ejecutivo, de los municipios y de los de-
más entes provinciales o municipales se presume
realizada en el ejercicio de funciones administrati-
vas y regida por el derecho administrativo.
El artículo 2° dispone a su vez, a título de ejem-
plo, que la competencia contencioso administrativa
incluye las siguientes controversias:
1) Las que tengan por objeto la impugnación de
actos administrativos, o se deduzcan en con-
tra de actos sancionatorios dispuestos en
ejercicio de la policía administrativa;
2) Las que se susciten entre los usuarios y los

prestadores de servicios públicos o concesio-
narios de obras públicas;
3) Aquellas en que sea parte u n a persona pú-
blica no estatal (por ejemplo el Colegio de
Abogados);
4) Las que versen sobre responsabilidad patri-
monial de la Provincia, los municipios y en-
tes públicos;
5) Las relacionadas con la aplicación de tribu-
tos provinciales o municipales;
6) Las relativas a contratos administrativos, y
7) Las que promuevan los entes públicos es-
tatales, regidas por el derecho administra-
tivo.
El artículo 12 desarrolla aún más el concepto,
disponiendo que podrán ser deducidas ante el n u e -
vo fuero las pretensiones que tengan por objeto:
I] La anulación total o parcial de actos admi-
nistrativos y de ordenanzas municipales;
2) El establecimiento o reconocimiento de de-
rechos e intereses tutelados;
3) El resarcimiento de daños y perjuicios;
4) La declaración de certeza de relaciones o si-
tuaciones jurídicas regidas por el derecho
administrativo;
5) La cesación de u n a vía de hecho administra-
tiva;
6) La realización de u n a determinada presta-
ción, y
7) Obtener u n "pronto despacho".
El artículo 13 completa la idea aclarando que
está legitimada p a r a deducir cualquiera de esas
pretensiones "toda persona que invoque una lesión,
afectación o desconocimiento de sus derechos o in-
tereses tutelados por el ordenamiento jurídico". Se

clausura así la discusión sobre si es necesario te-
ner un derecho concreto (subjetivo) a la pretensión
deducida, o si b a s t a en cambio con invocar u n inte-
rés legítimo, que puede ser colectivo.
También cabe esperar u n crecimiento de la
materia contencioso administrativa a raíz del nue-
vo régimen establecido en materia de medidas cau-
telares (artículos 22 a 26 del Código). El nuevo Có-
digo contempla expresamente la posibilidad de
adoptar medidas cautelares y sólo condiciona la
posibilidad de decretarlas a que se invoque u n de-
recho verosímil y exista la posibilidad de sufrir u n
perjuicio inminente. No exige en cambio que ese
perjuicio sea irreparable.
Se permite además la adopción de toda clase de
medidas que resulten idóneas para asegurar el ob-
jeto del proceso, incluyendo medidas de contenido
positivo que impongan la realización de u n a deter-
minada conducta.
5. LOS TRIBUNALES CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVOS
Los Tribunales Contencioso Administrativos

estarán integrados por magistrados con jerarquía
de jueces de primera instancia que conformarán
salas de tres miembros cada u n a (artículos 15 y 16
de la ley 12.074). Tienen competencia para resolver
en instancia única ordinaria las cuestiones conten-
cioso administrativas aludidas en el artículo 166
de la Constitución Provincial (artículo 11 de la mis-
ma ley).
La composición plural del Tribunal h a suscita-
do críticas, porque —se dice— conspirará contra
su funcionamiento eficaz. Sin embargo no necesa-
riamente debe ser así y en todo caso la modalidad
elegida tiene justificación objetiva. La integración
plural de determinados órganos judiciales, cuando
es adoptada (Cámaras de Apelaciones, Corte), se
propone aportar u n a cuota de mayor seguridad ju-
risdiccional atendiendo, entre otros factores, a que
el pronunciamiento a ser dictado no podrá ser lue-
go objeto de recursos ordinarios. Ese objetivo con-
curre en este caso, a lo cual cabe agregar que se
juzgará u n a actividad que trasciende el interés pri-
vado y está orientada a satisfacer necesidades co-
lectivas.
No debe perderse de vista, además, que el pro-
ceso de sanción del Código Procesal Contencioso
Administrativo debió superar, como es natural, ins-

tancias políticas complejas, porque irrumpió en un
tiempo histórico determinado, con protagonistas
concretos y mientras la Administración en ejercicio
desarrollaba sus funciones. Diversos sectores, in-
cluido el sector público, hicieron conocer sus res-
pectivos puntos de vista y la Legislatura, donde esos
mismos sectores están representados, produjo fi-
nalmente un buen Código.
De legeferenda podría quizás haber sido mejor,
porque toda obra humana es perfectible, pero mien-
tras tanto este Código tiene el mérito indiscutible
de estar vigente, ser "posible", responder a un mo-
delo consensuado y mejorar notablemente al ante-
rior. Del derecho administrativo se ha dicho que no
es un derecho jurídico, sino un derecho político:
"En última instancia, es la transposición a esque-
mas lógico-formales de determinadas intenciones
políticas ...No creemos que pueda establecerse que
la Administración Pública sea exclusivamente un fe-
nómeno jurídico, porque el fenómeno único de la ac-
tividad administrativa no es jurídico. La Administra-
ción se despreocupa totalmente del conocimiento
científico teórico, importándole únicamente el acon-
tecer real ...La realidad política permite al operador
político —en este caso el legislador— trabajar con
pautas concretas sobre la realidad social y política
de lo que pretende regular...".5
La composición plural de los tribunales no de-
bería resentir su celeridad, dependiendo ello de la
idoneidad y contracción al trabajo de quienes los
integren. En todo caso también es colegiado y en
5
HUTCHINSON, Tomás: Procedimiento Administrativo de la Provincia
de Buenos Aires, p. 7, citando al autor francés Prosper Weil.
mayor número el órgano actualmente competente

(la Suprema Corte).
Sí será necesario coordinar la actuación con-
creta de los miembros del tribunal en cada una de
las etapas por las que transite el procedimiento,
compatibilizando su composición plural con los
principios de inmediación y celeridad y las particu-
laridades de la materia contencioso administrativa.
El artículo 41 dispone, por ejemplo, que la de-
terminación de los hechos y de la prueba debe te-
ner lugar en una audiencia convocada por el tribu-
nal, "que se celebrará con la presencia de, al menos,
uno de sus miembros". Esa norma deberá ser ob-
servada estrictamente y no convertirse en una for-
malidad vacía de contenido real. Si en lugar de uno
de los miembros del tribunal asisten todos ellos a
la audiencia ¡tanto mejor!, porque el fuero es nue-
vo, flamantes serán los jueces y no podrá decirse
—en este caso— que no tengan tiempo para asistir
a las audiencias. Por el contrario, al menos duran-
te una primera etapa estarán aguardando en sus
estrados el ingreso paulatino de las futuras cau-
sas.
La oportunidad invita a la excelencia y debería
servir para comprobar que el tiempo invertido en
inmediación efectiva —y la participación personal
en audiencias lo es— lejos de significar una carga
adicional para los jueces, simplifica y acelera la
sustanciación de las causas. Aquí puede romperse
el círculo vicioso de no lo hago porque no tengo tiem-
po y no tengo tiempo porque no lo hago.
Desde otro punto de vista también debería te-
nerse en cuenta que en materia contencioso admi-
nistrativa la medida de prueba de mayor gravitación
será, por lo general, el expediente administrativo.
Es excepcional, en efecto, que en una causa con-

tencioso administrativa se produzcan medidas de
prueba con eficacia para modificar el marco de los
hechos definido previamente en el expediente ad-
ministrativo, cuando lo hay.
En lo que concierne a la estructura funcional
adoptada para el fuero, tampoco sería correcto ha-
blar de una doble instancia colegiada. El artículo
11 de la ley 12.074 dispone al respecto, con clari-
dad, que los Tribunales Contencioso Administrati-
vos resolverán "en única instancia ordinaria".
El recurso de casación que el Código regula no
implica estrictamente la apertura de una segunda
instancia y aunque tiene un espectro amplio de
aceptación (mayor que el de los recursos extraordi-
narios tradicionales) se inserta en un contexto que
aplicado con criterio debería compensar la demora
que pudiera ocasionar la sustanciación de dicho
recurso con, por ejemplo, la adopción oportuna de
las medidas cautelares que ahora están permitidas.
En lo que al ámbito geográfico concierne, el pro-
ceso contencioso administrativo se sustancia actual-
mente sólo en la ciudad de La Plata, donde tiene su
asiento la Suprema Corte. El nuevo régimen apun-
ta a una progresiva descentralización, que, una vez
alcanzada, facilitará notablemente el acceso de los
particulares a la Justicia.
Está previsto el funcionamiento de tribunales
en las ciudades de Bahía Blanca, San Martín, Junín,
Morón, La Plata, Lomas de Zamora, Quilmes, Mar
del Plata, Mercedes y San Nicolás (artículo 14 de la
ley 12.074). Esa descentralización favorecerá a los
particulares, acercando la organización judicial a
sus ámbitos geográficos de actuación, sin afectar
al Fisco Provincial, que ya tiene Delegaciones en la
totalidad de los Departamentos Judiciales de la Pro-

vincia.
Como no todos los Tribunales Contencioso Ad-
ministrativos serán habilitados simultáneamente,
es probable que el nuevo régimen ocasione alguna
dificultad coyuntural a las áreas legales de las
municipalidades, sobre todo en aquellos Partidos
que no son asiento de los respectivos Departamen-
tos Judiciales. Sin embargo esa dificultad no se
presentará con relación a los juicios de apremio
municipales porque el artículo 81 de la ley 12.008,
que modificó la redacción del artículo 3 o de la
ley 9122, mantiene la competencia de los jueces de
primera instancia en lo Civil y Comercial o los jueces
de paz letrados de la jurisdicción correspondiente.
6. EL TRIBUNAL DE CASACIÓN
El Tribunal de Casación Contencioso Administra-

tivo, con sede en La Plata y competencia territorial en
toda la Provincia, estará integrado por cuatro miem-
bros (artículo 3 o de la ley 12.074), que deberán reunir
los requisitos que exige el artículo 177 de la Constitu-
ción de la Provincia para ser juez de la Suprema Corte
de Justicia. Tiene competencia para: i) resolver los re-
cursos de casación en las causas contencioso admi-
nistrativas, y ii) entender, en instancia originaria y jui-
cio pleno, en las demandas promovidas contra las
resoluciones del Tribunal de Cuentas de la Provincia.
El recurso de casación se admite no sólo contra
sentencias definitivas sino también contra las deci-
siones que declaren la inadmisibilidad de la preten-
sión procesal administrativa, decidan sobre medi-
das cautelares y terminen el litigio o hagan imposible
su continuación (artículo 54 de la ley 12.008).
De acuerdo a lo que dispone el artículo 55 del Có-
digo, el recurso de casación deberá fundarse en algu-
no de los motivos siguientes: i) infracción o errónea
aplicación de normas o de la doctrina jurisprudencial;
ii) arbitrariedad de la sentencia, por incurrir en falta
de fundamentación, autocontradicción, omitir cuestio-
nes esenciales, resolver las que se hallaren firmes o
apartarse de las constancias comprobadas de la cau-
sa; y iii) inobservancia de las formas esenciales de la
sentencia o del proceso, que genere indefensión.
28 PEDRO PABLO LANUSSK
Como puede advertirse, el recurso de casación

deberá tener fundamento similar al que se exige para
la procedencia de los recursos extraordinarios de
inaplicabilidad (artículo 279 del Código Procesal
Civil y Comercial) y de nulidad extraordinario (ar-
tículo 296 del mismo Código).
El Código Procesal Contencioso Administrativo
no excluye la posibilidad de intentar luego recur-
sos extraordinarios, pero la h a reducido. El artícu-
lo 60 dispone al respecto, como regla que "Contra
las sentencias definitivas que resuelvan un recurso
de casación, procederán los recursos extraordinarios
previstos en la Constitución de la Provincia".
Sin embargo el mismo artículo 60 condiciona la
procedencia del recurso de inaplicabilidad de ley o
doctrina legal a que el valor de lo cuestionado ante
la instancia extraordinaria supere u n determinado
monto y la excluye por completo respecto de las si-
guientes sentencias: i) las que resuelvan controver-
sias en materia de empleo público, previsional y de
la seguridad social; ii) las que resuelvan controver-
sias que se susciten entre prestadores de servicios
públicos, concesionarios de obras públicas y u s u a -
rios; iii) las que resuelvan controversias de los cole-
gios o consejos profesionales sobre el gobierno de la
matrícula o registro de profesionales, en ejercicio de
la potestad disciplinaria, y iv) las que resuelvan con-
troversias originadas en los procedimientos de for-
mación de los contratos administrativos.
En esos casos —y también en los restantes—
podría intentarse, si concurren los requisitos res-
pectivos, el recurso de nulidad extraordinario, pero
parece razonable suponer que la naturaleza del Tri-
bunal de Casación y su incumbencia específica ha-
gan más excepcional aún tal remedio extraordinario.
7. EL MARCO DE ACTUACIÓN
DEL NUEVO FUERO
La determinación precisa de las nuevas fronte-
ras del proceso contencioso administrativo provin-
cial debe ser hecha con cautela, sobre todo si su
finalidad fuera obtener proyecciones estadísticas.
La salvedad es importante porque en la Secretaría
de demandas originarias de la Suprema Corte de
Justicia se inician anualmente aproximadamente
quinientas causas de esa materia 6 y constituiría u n
error suponer que u n número similar será distri-
buido a partir de ahora entre los Tribunales Con-
tencioso Administrativos que sean puestos en fun-
cionamiento.
Si nos atuviéramos al dato histórico el índice de
litigiosidad parece realmente bajo y h a s t a permiti-
ría cuestionar la razonabilidad de haber creado el
nuevo fuero. Sin embargo la realidad es otra y tan-
to los constituyentes de 1994 como la Legislatura
provincial parecen haber obrado con u n a visión glo-
6
Fuente: Instituto de Derecho Administrativo del Colegio de Abo-
gados de San Isidro, J o r n a d a sobre "El Nuevo Contencioso" rea-
lizada el 1 8 / 6 / 9 8 , bajo auspicio del Instituto de Derecho Admi-
nistrativo de la Universidad Nacional de La Plata, exposiciones a
cargo de los doctores Dr. Ricardo Ortiz, Secretario de Demandas
Originarias de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires y Carlos Triviño, responsable del área contencioso
administrativa de la Fiscalia de Estado.
bal y u n a perspectiva de futuro poco frecuentes en

materia de políticas de gobierno.
Las nuevas fronteras del proceso contencioso
administrativo se irán conformando por la inciden-
cia simultánea de dos factores distintos: i) la am-
pliación de las "materias" que lo conforman (artícu-
los I o , 2 o , 12 y 13 del Código), y ii) su simplificación
y la remoción progresiva de los obstáculos que ac-
tualmente impiden o dificultan su funcionamiento.
El contencioso administrativo h a sido concebi-
do tradicionalmente como u n suerte de herramien-
t a de contención diseñada para impedir que la Ad-
ministración Pública desborde su ámbito natural
de actuación o para que, si ya lo hubiese hecho, se
repliegue dentro de s u s propias líneas.
Ése es el espíritu de los artículos I o , 2 o y 3 o del
viejo Código, que contemplan reclamos contra re-
soluciones que vulneren derechos, se refieren al
perjuicio que pudieran ocasionar las medidas ge-
nerales de la administración, permiten solicitar que
se dejen sin efecto determinadas medidas, y tam-
bién impugnar resoluciones que rescindan, modifi-
quen o interpreten contratos administrativos.
Es ésa u n a concepción en cierto modo negati-
va, que presenta a la actividad administrativa sólo
como u n a actividad potencialmente peligrosa para
los administrados, de la cual habría que proteger-
los, cuando en realidad los administrados son los
beneficiarios directos de esa actividad.
Esa concepción está siendo reemplazada por
otra a la cual m á s que las prohibiciones o fronteras
comienza a interesarle el aspecto positivo, aquello
que la administración debe hacer en beneficio del
bien común. Precisamente por eso el nuevo Código
procesal contencioso administrativo admite preten-
siones cuyo objeto sea el reconocimiento de dere-

chos e intereses tutelados (12.2.), o la realización
de una determinada prestación (12.6.).
En esa nueva concepción el marco legal de la
actividad de la administración no aparece como un
catálogo de prohibiciones, sino como una serie de
principios orientadores. Un buen ejemplo de ello lo
brinda el artículo 36 de la Constitución de la Pro-
vincia, que impone a la Provincia obligaciones de
signo positivo tales como: i) establecer políticas que
procuren el fortalecimiento y protección moral y
material de la familia; ti) promover políticas de asis-
tencia a la madre sola; iii) proteger a los discapaci-
tados y ancianos; tu) promover el acceso a la vivien-
da, y u) garantizar el acceso a la salud en los
aspectos preventivos, asistenciales y terapéuticos.
Con ese fundamento los particulares o las enti-
dades no gubernamentales podrían, por ejemplo,
deducir acciones que tengan por objeto la adopción
de medidas concretas (artículo 12.6. del Código pro-
cesal contencioso administrativo).
El mismo sentido positivo se desprende del ar-
tículo 28 de la Constitución provincial, que por un
lado reconoce el derecho de todos los habitantes de
la Provincia a gozar de un ambiente sano y les im-
pone la obligación de conservarlo y protegerlo, y por
otro atribuye a la Provincia un deber positivo de
actuación: "La Provincia deberá ... preservar, recu-
perar y conservar los recursos naturales de su terri-
torio...; planificar el aprovechamiento racional de los
mismos;... promover acciones que eviten la contami-
nación del aire, agua y suelo...".
8. MEJORAS DE PROCEDIMIENTO
Sin aspirar a hacer un análisis exhaustivo del
nuevo régimen procesal contencioso administrativo,
para lo cual ya habrá tiempo y oportunidades, es
posible identificar en el nuevo Código Procesal Con-
tencioso Administrativo algunas mejoras puntuales.
8.1. Reclamo administrativo previo

Los artículos 14 y 21 del nuevo Código reducen
sustancialmente la exigencia de agotamiento de la
vía administrativa, eliminándola cuando: i) media
una clara conducta de la demandada que haga pre-
sumir la ineficacia de acudir a la misma; ii) en aten-
ción a las particularidades del caso la exigencia re-
sulta excesiva o inútil; iii) se impugna un acto
administrativo de alcance general emanado de la
autoridad jerárquica superior, o una ordenanza
municipal; iv) en caso de "silencio" de la adminis-
tración, que se configura ahora con mayor claridad
(artículos 16 y 17), y v) se demande la cesación de
"vías de hecho administrativas".
8.2. Proceso sumario de ilegitimidad

Se contempla un proceso sumario abreviado
para obtener la declaración de nulidad de un acto
administrativo de alcance particular o general, o de
una ordenanza municipal (artículos 67 a 70). En

este tipo de proceso son menores los plazos para
promover la demanda, contestarla, presentar los
alegatos y dictar sentencia. Se suprime además la
audiencia preliminar de prueba y no se admiten
pruebas distintas de la documental y los expedien-
tes administrativos relacionados con la pretensión.
8.3. Solve et repete

En materia tributaria el nuevo Código mantie-
ne el principio del solve et repete (artículo 19), que
ya había sido incluido en el Código anterior (artícu-
lo 30), pero se receptó y fue incorporada al texto
legal la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación conforme a la cual ese requisito no será
exigible cuando "su imposición configurase un su-
puesto de denegación de justicia", es decir cuando
el actor no pudiese afrontar el pago, o no lo pudiera
hacer sin daño sustancial para su patrimonio.
No podía ser de otro modo, entre otras razones
porque de lo contrario se estaría violando lo dis-
puesto por el artículo 8 o de la Convención America-
na Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica), que tiene ahora jerarquía constitucio-
nal, conforme al cual: "Toda persona tiene derecho
a ser oída, con las debidas garantías ... por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial...
para la determinación de sus derechos de orden ci-
vil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter...".
8.4. Acumulación de pretensiones

De conformidad a lo dispuesto por el artículo
12 del nuevo Código, es posible acumular ahora,
en u n a sola acción, varias pretensiones diferentes

y a u n de distinta naturaleza. En la misma línea se
ubica el artículo 20.
El Código anterior sólo contemplaba hipótesis
de acumulación de distintas causas contencioso
administrativas (artículo 19), que podía ser dispues-
ta de oficio o a solicitud de parte, pero no la de dis-
tintas pretensiones en u n a misma demanda. El nue-
vo régimen resulta en ese sentido m á s preciso,
porque elimina d u d a s de interpretación, y es al mis-
mo tiempo más flexible.
8.5. Competencia del tribunal

El Código anterior permitía que la Suprema
Corte declarara su incompetencia como tribunal
contencioso administrativo "en cualquier estado de
la causa", cuando hechos nuevos o causas no co-
nocidas al radicarse el juicio así lo demostrasen (ar-
tículo 24). De acuerdo a ello la declaración de in-
competencia podía ser dispuesta h a s t a el dictado
de la sentencia inclusive, con lo cual se convivía
con u n a situación de incertidumbre que conspiró
contra el principio de seguridad jurídica.
El nuevo Código exige que el análisis sobre su
competencia sea hecha por el tribunal antes de dar
traslado de la demanda (artículo 8o) y prohibe vol-
ver a hacerlo más adelante, salvo que la parte de-
mandada oponga la excepción de incompetencia (ar-
tículos 31.2. y 35.1.a).
Se incorporó a d e m á s al Código la hipótesis de
conflictos de competencia entre distintos tribu-
nales (artículo 7 o ), lo cual es n a t u r a l al no tener
ya la S u p r e m a Corte competencia originaria ex-
cluyente.
En resumen, existen ahora tres vías y oportu-

nidades para analizar y decidir sobre la competen-
cia del tribunal: la que debe hacer el propio tribu-
nal de oficio, a n t e s de dar traslado de la d e m a n d a
(artículo 8 o ); el caso de conflictos de competencia
entre u n tribunal contencioso administrativo y otro
de otro fuero (artículo 7 o ); y el planteo de la cues-
tión bajo forma de excepción (artículos 31.2. y
35.1.a.).
8.6. Intervención de terceros

El Código anterior no incluyó ninguna previsión
expresa sobre intervención de terceros en el proce-
so. El nuevo Código regula la eventual participa-
ción en el juicio de terceros coadyuvantes, a los que
identifica como "terceros directamente favorecidos
por la actuación u omisión que diera lugar a la pre-
tensión" (artículo 10).
De acuerdo con ello los terceros legitimados para
intervenir en ese carácter en u n proceso contencio-
so administrativo sólo podrán coadyuvar a la posi-
ción de la parte demandada. Se trata, como lo indi-
ca la norma, de terceros a quienes pueda haber
favorecido "la actuación u omisión de la Provincia,
los entes descentralizados y otras personas, en el
ejercicio defunciones administrativas" (artículo 166
de la Constitución de la Provincia).
Si, por ejemplo, se impugnara la decisión de
adjudicar en concesión de u n servicio público, po-
drían intervenir en el proceso, como terceros co-
adyuvantes, no sólo el adjudicatario beneficiado
sino también los futuros usuarios del servicio en
cuestión.
8.7. Nuevo régimen en materia de costas

El artículo 17 del Código anterior disponía que la
Suprema Corte sólo debía condenar en costas a quien
sostuviese su acción "con notoria temeridad". De
acuerdo con ello no tuvo aplicación hasta ahora, en
materia contencioso administrativa, el principio ob-
jetivo de la derrota y como regla la Corte atribuyó las
costas en el orden causado. Sólo excepcionalmente,
mediando temeridad y en tanto fuese notoria, podían
imponerse las costas a la parte que incurriese en ella.
Ese régimen de costas por u n lado coadyuvó a
desalentar la vía judicial y por el otro facilitó u n a
actitud en cierto modo desaprensiva de algunos fun-
cionarios, que pudieron resistir sin demasiado aná-
lisis las pretensiones introducidas en procesos con-
tencioso administrativos, sabiendo que con ello no
generarían u n compromiso económico adicional
para la Administración.
El nuevo Código (artículo 51) incorpora al proceso
contencioso administrativo el principio clásico en ma-
teria de costas: "Elpago de ¡as costas estará a cargo de
la parte vencida. Sin embargo, el tribunal podrá eximir
total o parcialmente del pago de las costas al vencido,
siempre que encontrare mérito para ello, expresándolo
en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad".
Se mantiene sin embargo la exigencia de notoria
temeridad, como condición para la condena en cos-
tas, cuando la parte vencida fuere u n agente público
o quien hubiere reclamado u n derecho previsional.
8.8. Aplicación supletoria del Código

Procesal Civil y Comercial
El Código anterior establecía que serían aplica-
bles a los procesos contencioso administrativos las
normas del Código Procesal Civil y Comercial "refe-

rentes a la representación enjuicio, a la intervención
de letrados, al domicilio legal de las partes, a las no-
tificaciones, a las rebeldías y recusaciones". Se tra-
taba de u n a remisión taxativa, limitada a los insti-
tutos expresamente aludidos, que sólo dejaba campo
para u n a aplicación más amplia de las normas del
Código Procesal Civil y Comercial por vía analógica.
El nuevo régimen dispone en cambio la aplica-
ción supletoria de la totalidad de las normas de di-
cho Código, en cuanto no sean incompatibles con
las prescripciones del Código Procesal Contencioso
Administrativo (artículo 77.1.).
8.9. Medidas cautelares

El Código Procesal Contencioso Administrativo
anterior no contempló en forma específica la adop-
ción de medidas cautelares, permitiendo únicamen-
te que la Suprema Corte dispusiera la suspensión
de las resoluciones administrativas reclamadas,
cuando su cumplimiento pudiese producir perjui-
cios irreparables (artículo 22). Sin embargo ese re-
quisito —la irreparabilidad— difícilmente podría
concurrir en procesos contencioso administrativos,
porque la Administración Pública se exhibe natu-
ralmente como solvente y siempre podría reparar el
perjuicio que pudiera ocasionar su actividad.
El nuevo Código mantiene la posibilidad de sus-
pensión de la ejecución de u n acto administrativo
(artículo 25) pero mejora la operatividad de esa nor-
ma porque permite que sea solicitada sin necesi-
dad de haberlo hecho antes en sede administrativa
y dispone que para decretarla el tribunal sólo debe-
rá evaluar si el acto administrativo puede ocasio-
nar perjuicios irreversibles. No exige en cambio,

como lo hacía la norma anterior, que los perjuicios
fuesen irreparables y para que no haya d u d a s so-
bre ello el actual artículo 25 permite que el Tribu-
nal Contenciosos Administrativo decrete la suspen-
sión de la ejecución a u n cuando tales perjuicios
"pudieren ser objeto de una indemnización posterior"'.
Además el nuevo Código contiene u n capítulo
íntegro sobre medidas cautelares (artículos 22 y 26)
condicionando su procedencia a que: a) el derecho
invocado sea verosímil; b) exista la posibilidad de
sufrir u n perjuicio inminente (no necesariamente
irreparable), y c) la medida requerida no afecte gra-
vemente el interés público.
Se permite también la adopción de toda clase
de medidas que resulten idóneas para asegurar el
objeto del proceso, incluyendo medidas de conteni-
do positivo que impongan —con carácter cautelar—
la realización de u n a determinada conducta (artículo
22.1.).
Habrá que ver cómo se comporta en la práctica
este nuevo instituto, pero la idea es buena, propia
de u n a sociedad contemporánea no-conformista,
que "lucha por la realización integral de lajusticia" ,7
sin confundirla con u n a lucha de los gobernados
contra los gobernantes: "Se parte ahora de los dere-
chos humanos que ... claman en forma general a fa-
vor de la vida, la integridad personal, la libertad...".8
7
GOLDSCHMIDT, W e r n e r : Justicia y Verdad, p. 5 0 3 .
s
GOLDSCHMIDT, W e r n e r : op. cit., p. 507
9. ABSORCIÓN POR EL FUERO
DE CAUSAS QUE ACTUALMENTE
SE SUSTANCIAN EN FUEROS DISTINTOS
Cuando entre en vigencia el nuevo Código, los

Tribunales Contencioso Administrativos no sólo
asumirán la competencia que actualmente tiene
asignada con relación a esa materia la Secretaría
de demandas originarias de la Suprema Corte de
Justicia, sino también otras que ahora correspon-
den a otros fueros y jurisdicciones. Algunas situa-
ciones pueden ser citadas a título de ejemplo.
9.1. Juicios de apremio provinciales

Saldrán de la órbita de la Justicia en lo Civil y
Comercial y de los juzgados de paz locales los jui-
cios que tengan por objeto el cobro de los créditos
fiscales de naturaleza tributaria de la Provincia (jui-
cios de apremio), cuya competencia se atribuye aho-
ra a los tribunales contencioso administrativos. Así
lo dispone el artículo 81 de la ley 12.008, que mo-
dificó en ese sentido el artículo 3 o del decreto ley
9122/78.
Como fue señalado antes, los juicios de apre-
mio municipales se mantienen en cambio en la ór-
bita de los jueces en lo Civil y Comercial y jueces de
paz de las respectivas jurisdicciones. Si bien tal
criterio puede ser aceptable en el corto plazo, por-

que simplifica la transición, una futura modifica-
ción debería atribuir esa competencia al nuevo fue-
ro porque la materia involucrada es típicamente
contencioso administrativa.
9.2. Responsabilidad patrimonial

de la Provincia, los municipios
y otros entes públicos estatales
También se substanciarán en el futuro ante los
Tribunales Contencioso Administrativos las contro-
versias que versen sobre responsabilidad patrimo-
nial de la Provincia, los municipios y otros entes
públicos estatales, incluyendo las acciones de re-
sarcimiento de daños y perjuicios.
9.3. Impugnación de resoluciones de colegios,

consejos profesionales y cajas
de previsión social de profesionales
Actualmente los recursos contra las resolucio-
nes dictadas por los colegios, consejos y cajas pre-
visionales en materia de inscripción y suspensión
en la matrícula y aplicación de sanciones son de
competencia de las Cámaras de Apelaciones en lo
Civil y Comercial. Esos recursos se sustancian ac-
tualmente en la ciudad de La Plata, salvo algu-
nas excepciones en las que se ha dado competencia
a la Cámara Civil y Comercial de la jurisdicción co-
rrespondiente (v. gr.: obstetras, ley 11.745).
A partir de la entrada en vigencia del nuevo ré-
gimen esa competencia será asumida en su totali-
dad por los Tribunales Contencioso Administrati-
vos (artículo 74 de la ley 12.008).
KL NUEVO FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA... 43
Para apreciar la incidencia que está llamada a

tener la modificación cabe señalar que el tema con-
cierne a abogados, psicólogos, sociólogos, agrimenso-
res, profesionales en ciencias naturales, kinesiólogos,
arquitectos, técnicos, ingenieros, profesionales en
ciencias económicas, ópticos, veterinarios, asisten-
tes y trabajadores sociales, fonoaudiólogos, marti-
lieros y corredores públicos, y obstetras.
9.4. Controversias que se susciten

entre prestadores de servicios públicos
o concesionarios y los usuarios
El artículo 2° inciso 2 del nuevo Código atribu-
ye carácter contencioso administrativo a las con-
troversias que se susciten entre prestadores de
servicios públicos (distribuidores de energía, dis-
tribuidores de agua, peaje de rutas provinciales,
etcétera), en cuanto se encuentren regidas por el
derecho administrativo.
Es u n a solución original, que ensancha las fron-
teras del nuevo fuero y permitirá que los derechos
que la ley reconoce a los usuarios puedan a partir
de ahora ser reclamados ante los Tribunales Con-
tencioso Administrativos.
10. EL TRIBUNAL DE CUENTAS EN EL NUEVO
FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
El régimen de impugnación de las resoluciones

del Tribunal de Cuentas de la Provincia no sigue el
criterio adoptado con carácter general para el nue-
vo fuero contencioso administrativo porque el ar-
tículo 2 o de la ley 12.074 atribuye el conocimiento
de esa materia, "en instancia originaria y juicio ple-
no", directamente al Tribunal de Casación Conten-
cioso Administrativo, sin intervención previo de los
Tribunales Contencioso Administrativos.
La importancia de la materia es evidente por-
que el Tribunal de Cuentas de la Provincia tiene
atribuida la función de examinar las cuentas de
percepción e inversión de las rentas públicas, pro-
vinciales y municipales, que puede aprobar o des-
aprobar, y, en caso de desaprobarlas, debe identifi-
car al funcionario o funcionarios r e s p o n s a b l e s
(artículo 159 de la Constitución Provincial). Para
cumplir ese cometido actúa como órgano de control
administrativo con funciones jurisdiccionales.
11. LA REALIDAD CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVA ACTUAL
Para advertir la trascendencia que está llamado
a tener el nuevo régimen procesal contencioso ad-
ministrativo puede destacarse, por ejemplo, que la
tramitación de las causas contencioso administra-
tivas en la Secretaría de demandas originarias de
la Suprema Corte insume actualmente, en prome-
dio, aproximadamente ocho años. 9 Ciertamente no
se cumple así la cláusula constitucional que exige
decidir las causas "en tiempo razonable".
En ese contexto y más allá del esfuerzo que esté
haciendo una Corte desbordada por el número de cau-
sas que llegan a su conocimiento, no parece exagerado
decir que el proceso contencioso administrativo había
virtualmente desaparecido del ámbito de la Provincia
de Buenos Aires, constituyendo las quinientas causas
que anualmente se inician ante la misma sólo una ex-
cepción que confirmaría la regla. El proceso conten-
cioso administrativo puede ahora ser "reimplantado" y
el nuevo régimen aporta las bases para hacerlo.
El Instituto de Derecho Administrativo del Cole-
gio de Abogados de San Isidro realizó hace poco tiem-
po, bajo auspicio del Instituto de Derecho Adminis-
9
Fuente: Instituto de Derecho Administrativo del Colegio de Abo-
gados de San Isidro, J o r n a d a sobre "El Nuevo Contencioso" rea-
lizada el 1 8 / 6 / 9 8 con el auspicio del Instituto de Derecho Admi-
nistrativo de la Universidad Nacional de La Plata, exposición del
Dr. Homero Máximo Bibiloni.
trativo de la Universidad Nacional de La Plata, u n a

Jornada sobre "El Nuevo Contencioso, un enfoque in-
tegral y multisectorial", en la cual expusieron sus pun-
tos de vista los doctores Agustín Gordillo, especialis-
ta en Derecho Administrativo; Ricardo Ortiz, Secretario
de Demandas Originarias de la Suprema Corte de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires; Carlos
Triviño, responsable del área Contencioso Adminis-
trativa de la Fiscalía de Estado; Homero Máximo
Bibiloni, Abogado del Foro, y Luis Pérez Colman, Di-
rector del Instituto de Derecho Administrativo del
Colegio de Abogados de San Isidro. Por respeto a la
propiedad intelectual respectiva debo aclarar que va-
rias de las ideas y reflexiones volcadas en este trabajo
fueron recogidas en esa Jornada.
El doctor Carlos Triviño destacó con acierto que
para imaginar lo que pueda ocurrir a partir de la
creación del nuevo fuero es importante saber qué
es lo que está ocurriendo ahora —de hecho— con la
materia contencioso administrativa.
Se trata de u n a materia respecto de la cual hay,
por de pronto, muy poca bibliografía, a punto tal
que las obras que se ocuparon integralmente del
régimen proceso contencioso administrativo provin-
cial tienen más de cuarenta años de antigüedad.
En materia jurisprudencial la mayor parte de
las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia
no trascendieron, simplemente porque no se las
publicó. Esporádicamente las publicaciones espe-
cializadas se ocuparon de las sentencias definiti-
vas de la Corte, pero u n a b u e n a parte de la doctri-
n a del Tribunal, particularmente en lo que concierne
al régimen procesal, se elaboró a través de provi-
dencias que no tuvieron ese carácter y permanecie-
ron por ello en la oscuridad de los expedientes.
Los abogados, por lo general, no pudieron per-
forar el velo de misterio que rodea desde hace años
el contencioso administrativo provincial, o en todo
caso prefirieron no hacerlo y optaron por tomar dis-

tancia de esa materia. A ello contribuyó también la
concentración de c a u s a s en la ciudad de La Plata,
marcando distancias m u c h a s veces insalvables.
Por ésa y otras circunstancias las causas de re-
lativo bajo monto no tuvieron chance de llegar a la
Suprema Corte y de hecho no lo hicieron, resintien-
do así la juridicidad del sistema. Si nos fijáramos,
por ejemplo, con lo que h a ocurrido históricamente
en materia tributaria no podría negarse que la única
herramienta que tuvieron disponible —de hecho—
los contribuyentes h a sido acogerse cada tanto a
moratorias o planes de facilidades de pago.
La realidad por la que transita el proceso con-
tencioso administrativo conspiró también para des-
alentar la formación de especialistas, que no surgie-
ron porque se asume sin demasiado análisis que no
hay campo para ello. En su disertación durante la
J o r n a d a comentada el Secretario de Demandas Ori-
ginarias de la Suprema Corte, doctor Ricardo Ortiz,
manifestó que el nuevo régimen debería ser recibido
con naturalidad por el foro de la Provincia de Bue-
nos Aires, hasta hacer innecesaria la especialización.
Ya fue mencionada la demora con que están
siendo resueltas actualmente las causas contencio-
so administrativas por la Suprema Corte de J u s t i -
cia (aproximadamente ocho años), como resultado
no t a n t o de s u n ú m e r o específico, como de la
saturación que globalmente afecta al tribunal.
. Las dificultades operativas que deben enfrentar
las personas que protagonizan procedimientos ad-
ministrativos, aveces hasta sin saberlo (como suce-
de con quien recibe u n a intimación o u n requeri-
miento cuya naturaleza no comprende) h a hecho que
muchas resoluciones administrativas fueran "técni-
camente" consentidas, no porque se estuviera de
acuerdo con ellas sino simplemente porque no fue
encontrado el camino de su impugnación, o no se lo
conoció a tiempo. Muchos plazos y exigencias for-

males del régimen anterior operaron como verdade-
ras trampas que no lograron ser sorteadas.
La exigencia de agotamiento de la vía adminis-
trativa también constituyó un obstáculo para la
consideración oportuna de la materia contencioso
administrativa en sede judicial. El doctor Homero
Bibiloni destacó que, salvo la corrección de algún
error material, en veinte años de actividad profe-
sional no conoció ningún caso en el que un acto
administrativo hubiera sido revocado directamente
por la propia administración con motivo de la soli-
citud de un particular. Ello demuestra que la exi-
gencia del reclamo previo y el agotamiento previo
de la instancia administrativa han operado, de he-
cho y en la mayoría de los casos, como formalida-
des dilatorias, sin ninguna utilidad concreta.
Todas esas circunstancias obstaculizaron, des-
alentaron y en algunos casos hasta impidieron lisa y
llanamente recurrir a la Justicia para resolver con-
flictos de derecho administrativo. Sería magnífico que
el aparente bajo índice de litigiosidad que registra la
materia contencioso administrativa se debiera a la
excelencia de los actos de gobierno, pero lo cierto es
que no es ésa la causa y para confirmarlo probable-
mente baste con observar la transformación que a
partir de ahora debería producirse.
No se trata, por cierto, de exacerbar el espíritu
de confrontación, ni de invitar al litigio, sino de
sincerar una realidad oculta tras casi un siglo de
vigencia de un régimen procesal confuso, insuficien-
te y mal interpretado, que desalentó la vía judicial
hasta virtualmente suprimirla. El objetivo es ase-
gurar ahora en este campo, "la tutela judicial conti-
nua y efectiva y el acceso irrestricto a la justicia",
como lo manda el artículo 15 de la Constitución de
la Provincia, que también exige "decidir las causas
en tiempo razonable".
12. LA TRANSICIÓN
El artículo 215 de la Constitución de la Provin-

cia de Buenos Aires había dispuesto que la Legisla-
tura establecería el fuero contencioso administrati-
vo y sancionaría el Código Procesal respectivo "antes
del 1 ° de octubre de 1977".
Ese mandato constitucional fue cumplido so-
bre el filo de su vencimiento y a medias porque en
la fecha aludida se sancionó el Código Procesal Con-
tencioso Administrativo (ley 12.008, publicada en
el Boletín Oficial el 3 / 1 1 / 9 7 ) , pero la creación del
fuero contencioso administrativo recién fue dispues-
ta el 18 de diciembre de 1997, mediante la ley
12.074, publicada en el Boletín Oficial el 2 6 / 1 / 9 8 .
La secuencia seguida ofrece algunos matices
curiosos, como la referencia "futurista" que hizo el
Código Procesal Civil y Comercial al Tribunal de
Casación Contencioso Administrativo (artículo 58.3.),
que para entonces todavía no había sido creado.
Lo razonable hubiera sido que ambas leyes se
hubiesen sancionado simultáneamente y probable-
mente ésa haya sido la idea, pero todo indica que
los tiempos políticos no corrieron parejos y por eso
el Código hizo su aparición el 1 de octubre de 1977,
para por lo menos cumplir u n a parte del mandato
constitucional, antes que la estructura del fuero
fuera consensuada.
Quienes siguieron de cerca el proceso de san-

ción de a m b a s leyes refieren la existencia de no
pocos frentes de conflicto y mencionan iniciativas,
que finalmente no prosperaron, para atribuir com-
petencia en lo contencioso administrativo al fuero
civil y comercial. Se menciona también, como fac-
tor que habría demorado la ley de creación del fue-
ro, a la existencia de diferentes puntos de vista en
la Legislatura sobre el régimen que se adoptaría para
la impugnación de las resoluciones del Tribunal de
Cuentas de la Provincia. 10
En esta última materia se adoptó u n a suerte de
solución transaccional que consistió en excluir las
demandas promovidas contra las resoluciones del
Tribunal de Cuentas de la Provincia de la compe-
tencia de los Tribunales Contencioso Administrati-
vos y atribuirla "en instancia originaria y juicio pleno"
al Tribunal de Casación Contencioso Administrativo
(artículo 2 o de la ley 12.074).
El segundo párrafo del artículo 215 de la Cons-
titución Provincial estableció, como disposición
transitoria que "Hasta tanto comiencen las Juncio-
nes de los tribunales en lo Contencioso Administra-
tivo, la Suprema Corte de Justicia decidirá, en ins-
tancia única y juicio pleno, todas las causas
correspondientes al referido fuero que se hubieren
iniciado, hasta su finalización".
10
Fuente: Disertación del Dr. Ricardo Ortiz, Secretario de Deman-
das Originarias de la Suprema Corte de Justicia de la Provin-
cia de Buenos Aires en la J o r n a d a organizada por el Instituto
de Derecho Administrativo del Colegio de Abogados de San Isi-
dro sobre "El Nuevo Contencioso. Un Enfoque Integral y
Muítisectoriaí" realizada en dicho Colegio el 1 8 / 6 / 9 8 , bajo aus-
picio del Instituto de Derecho Administrativo de la Universidad
Nacional de La Plata.
La aplicación y alcance que debía tener esa nor-

ma a partir del I o de octubre de 1997 despertó cierta
expectativa que fue finalmente despejada en la cau-
sa Francisca Ortiz, donde la Corte, invocando el ar-
tículo 215 de la Constitución, admitió su compe-
tencia basándose en que no se había establecido
t o d a v í a el fuero c o n t e n c i o s o a d m i n i s t r a t i v o .
Adviértase que en esa fecha a ú n ni siquiera se ha-
bía publicado la ley 12.008.
En definitiva luego del I o de octubre de 1997 la
Suprema Corte siguió aplicando el artículo 149 de
la Constitución anterior y el "Código Várela".
Ahora se abre u n a nueva instancia de d u d a so-
bre lo que h a b r á de ocurrir a partir del 1 ° de octu-
bre de 1998 porque el artículo 27 de la ley 12.074
dispuso que tanto el Fuero Contencioso Adminis-
trativo como el nuevo Código deben entrar en vi-
gencia conjuntamente, en esa fecha. Como los nue-
vos tribunales no h a n sido a ú n integrados, parece
difícil que puedan comenzar a funcionar efectiva-
mente en la fecha prevista.
Si no fuera así lo m á s probable es que la Supre-
ma Corte mantenga el régimen de ultractividad de
la n o r m a constitucional anterior y del "Código
Várela". Es razonable que sea así, como exégesis
pragmática, integrativa y de transición, pero se co-
rre el riesgo de suprimir las urgencias y postergar
sine die la entrada en vigencia de u n régimen que
ya no admite demoras.
Seguramente la Suprema Corte deberá seguir
admitiendo su competencia durante la transición,
pero no debe perderse de vista que ello implicará,
de hecho, condenar a las causas que se inicien a
partir de ahora a ocho o nueve años de sustancia-
ción y tal resultado es inconstitucional no sólo por-
que el artículo 15 de la Constitución provincial exi-

ge decidir las causas "en tiempo razonable", sino
además porque la sustancial diferencia de tiempo
de sustanciación que con seguridad existirá entre
las causas que se inicien ante la Suprema Corte y
las que reciba el nuevo fuero afectará también el
principio de igualdad ante la ley (artículos 16 de la
Constitución Nacional y 11 de la Constitución pro-
vincial).
Quienes estén alertados y puedan hacerlo se-
guramente esperarán el establecimiento del nuevo
fuero, pero muchos no podrán hacerlo porque hay
plazos concretos para deducir las acciones conten-
cioso administrativas (artículos 13 y 14 del Código
Várela).
Sobre este último aspecto deberá tenerse en
cuenta que conforme a lo dispuesto en el artículo
78.1., los plazos establecidos en el nuevo Código
para la realización de actos procesales deberán ser
aplicados incluso a los procesos iniciados antes de
su entrada en vigencia, si son mayores que los con-
templados en el Código anterior.
El mismo artículo 78, en su inciso 2, dispone
además que en las causas contencioso administra-
tivas que se inicien ante la Suprema Corte h a s t a
que sea puesto en funciones el nuevo fuero, se apli-
carán las normas del nuevo Código, en cuanto fue-
sen compatibles con la jurisdicción atribuida a di-
cho tribunal. Sin embargo ese principio reconoce
excepciones porque el Código Várela (ley 2961 con
s u s modificaciones) se seguirá aplicando en mate-
ria de caducidad de instancia, régimen de senten-
cia, su ejecución y los recursos contra la misma.
Ése es el régimen legal, tal como se desprende del
artículo 78 del nuevo Código, pero no puede dejar de
destacarse que la aplicación anticipada de algunas de

sus disposiciones puede merecer objeción constitucio-
nal porque el artículo 215 de la Constitución provin-
cial dispone que el nuevo fuero y el Código respectivo
deberán entrar en vigencia en forma conjunta.
En materia de transición hacia el nuevo régi-
men cabe también destacar que el artículo 27 de la
ley 12.074 dispone que los diez Tribunales Conten-
cioso Administrativos que han sido creados sean
puestos en funcionamiento gradualmente por el
Poder Ejecutivo, conforme lo exija el índice de liti-
giosidad de los respectivos Departamentos Judicia-
les o regiones. Para que el nuevo régimen entre efec-
tivamente en vigencia falta pues que se lleve
adelante, con intervención del Consejo de la Magis-
tratura, el procedimiento para designar los jueces
y que se dicten el o los decretos que vayan ponien-
do en funcionamiento los diferentes tribunales.
Como ése sucederá "gradualmente", el mismo
artículo 27 de la ley 12.074 dispone que la Supre-
ma Corte determinará qué tribunal intervendrá en
las causas correspondientes a jurisdicciones que no
sean puestas en funcionamiento de inmediato y
hasta que ello ocurra. Es también una buena solu-
ción si está llamada a cumplir un cometido de corto
o mediano plazo, pero esa herramienta no debería
servir para demorar indefinidamente el estableci-
miento efectivo de la totalidad de los nuevos tribu-
nales porque, como fue explicado, los índices esta-
dísticos de litigiosidad no son confiables y es
probable que en los rincones más alejados de la
Provincia (respecto de la ciudad de La Plata) no haya
causas contencioso administrativas simplemente
porque la realidad operativa y los vicios del sistema
vigente lo hayan impedido.
13. COMENTARIOS FINALES
El flamante régimen procesal contencioso ad-
ministrativo permite que seamos optimistas. A di-
ferencia del anterior, el nuevo Código es didáctico y
un ejemplo de ello lo brinda su artículo 31 que con-
templa un examen de admisibilidad de la preten-
sión por parte del Tribunal y le ordena disponer, en
lo posible, la subsanación de los defectos que con-
tenga la demanda.
La modalidad de transición elegida, con las sal-
vedades que hemos hecho en el capítulo anterior,
constituye una invitación a la excelencia porque la
Suprema Corte continuará sustanciando las cau-
sas en trámite y las que se inicien hasta que sea
puesto en marcha el nuevo régimen y que se ocu-
pará de ellas "hasta su finalización" (artículo 215,
párrafo segundo de la Constitución provincial y ar-
tículo 27 de la ley 12.074).
No se producirán pues transferencias masivas
de causas en trámite desde la Secretaría de deman-
das originarias de la Corte hacia los nuevos Tribu-
nales Contencioso Administrativos, que precisamente
por eso irán recibiendo las nuevas como tribunales
"vírgenes".
La desconcentración proyectada, ampliación de
las fronteras del contencioso administrativo y sim-
plificación del proceso deberían favorecer incluso
al propio Estado, porque le exigirán un mayor es-
fuerzo de juridicidad y ello se traducirá en un cum-

plimiento más eficaz de su labor de gobierno, cir-
cunstancia que gradualmente será advertida y re-
conocida por la comunidad.
No es exagerado pensar que el nuevo régimen
contribuirá a "afianzar lajusticia" y con ello a "con-
solidar la paz interna", como lo reclama el Preám-
bulo de la Constitución de nuestra provincia.
El nuevo Código debería servir también para ir
modificando paulatinamente la actitud de muchos
funcionarios públicos, que perciben el fracaso ge-
neralizado y sistemático de las pretensiones con-
tencioso administrativas (causado más por las difi-
cultades de aplicación del propio sistema que por
consideraciones de derecho sustancial) y conscien-
te o inconscientemente adaptaron su perfil operati-
vo a esa realidad.
Debería superarse la resistencia que natural-
mente siente la Administración a ser controlada,
asumiendo como una ventaja el funcionamiento de
un fuero idóneo y especializado y recordando al
mismo tiempo que "Todo poder público emana del
pueblo..." (artículo 2° de la Constitución provincial),
lo cual implica, para el funcionario público, una
grave responsabilidad y un compromiso ético.
Apéndice
Legislativo
Constitución de la Provincia de Buenos Aires, arts. 166 y 215.
Código Contencioso Administrativo. Ley 12.008.
Decreto 3.444.
Ley 12.074.
CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES
Artículo 166: La Legislatura establecerá tribunales de
justicia determinando los límites de su competencia territo-
rial, los fueros, las materias, y en su caso, la cuantía ... Los
casos originados por la actuación u omisión de la Provincia,
los municipios, los entes descentralizados y otras personas,
en el ejercicio de funciones administrativas, serán juzgados
por tribunales competentes en lo contencioso administrati-
vo, de acuerdo a los procedimientos que determine la ley, la
que establecerá los supuestos en que resulte obligatorio ago-
tar la vía administrativa.
Articulo 215 (Disposición transitoria): La Legislatura
establecerá el fuero contencioso administrativo antes del 1°
de octubre de 1977 y sancionará el Código Procesal respecti-
vo, para su entrada en vigencia conjunta. Hasta tanto co-
miencen las funciones de los tribunales en lo contencioso
administrativo, la Suprema Corte de Justicia decidirá, en
única instancia y juicio pleno, todas las causas correspon-
dientes al referido fuero que se hubieren iniciado, hasta su
finalización.
CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
LEY 12.008
El Senado y Cámara de Diputados de la Provincia de
Buenos Aires sancionan con fuerza de ley.
TÍTULO I
DEL PROCESO ADMINISTRATIVO
CAPITULO I
DE LA COMPETENCIA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA
Articulo I o — Cláusula general de la materia contencio-

so administrativa.
1. Corresponde a los tribunales contencioso adminis-
trativos el conocimiento y decisión de las pretensiones que
se deduzcan en los casos originados por la actuación u omi-
sión, en el ejercicio de funciones administrativas, de los ór-
ganos de la Provincia, los Municipios, los entes descentrali-
zados y otras personas, con arreglo a las prescripciones del
presente Código.
2. La actividad de los órganos del Poder Ejecutivo, de
los Municipios y de los demás entes provinciales o municipa-
les, se presume realizada en el ejercicio de funciones admi-
nistrativas y regida por el derecho administrativo. Procederá
esta presunción aun cuando se aplicaren por analogía nor-
mas de derecho privado o principios generales del derecho.
Art. 2 o — Casos Incluidos en la materia contencioso-ad-
ministrativa. La competencia contencioso-administrativa com-
prende las siguientes controversias:
J. Las que tengan por objeto la impugnación de actos
administrativos, de alcance particular o general, y de orde-
n a n z a s municipales. Quedan incluidas en este inciso las im-

pugnaciones que se deduzcan en contra de las resoluciones
emanadas del Tribunal de Cuentas, del Tribunal Fiscal y de
cualquier otro Tribunal de la Administración Pública, así como
las que se deduzcan en contra de actos sancionatorios dis-
puestos en el ejercicio de la policía administrativa - a excep-
ción de aquellas sujetas al control del órgano judicial previs-
to en los artículos 166, segundo párrafo, 172 y 216 de la
Constitución de la Provincia y 24 inciso 3) de la Ley 11.922.
2. Las que se susciten entre prestadores de servicios
públicos o concesionarios de obras públicas y usuarios, en
cuanto se encuentren regidas por el derecho administrativo.
3. Aquéllas en las que sea parte u n a persona pública no
estatal, cuando actúe en el ejercicio de prerrogativas regidas
por el derecho administrativo.
4. Las que versen sobre la responsabilidad patrimonial,
generada por la actividad lícita o ilícita de la Provincia, los
Municipios y los entes públicos estatales previstos en el ar-
tículo 1°, regidas por el derecho público, aun cuando se invo-
caren o aplicaren por analogía normas del derecho privado.
5. Las relacionadas con la aplicación de tributos provin-
ciales o municipales.
6. Las relativas a los contratos administrativos.
7. Las que promuevan los entes públicos estatales previs-
tos en el artículo I o , regidas por el derecho administrativo.
La enunciación anterior es meramente ejemplificativa.
No implica la exclusión del conocimiento por los tribunales
contencioso-administrativos de otros casos regidos por el
derecho administrativo.
Art. 3 o — Planteo y resolución de cuestiones constitucio-
nales. La competencia contencioso-administrativa no queda-
rá desplazada a u n cuando para la resolución del caso fuere
necesario declarar la inconstitucionalidad de leyes, de orde-
nanzas municipales o de actos administrativos de alcance
general o particular.
Art. 4 o — Casos excluidos de la materia contencioso-ad-
ministrativa. No corresponden a la competencia de los tribu-
nales contencioso-administrativos las siguientes controversias:
1. Las que se encuentran regidas por el derecho priva-
do, o por las normas o convenios laborales.
APÉNDICE LEGISLATIVO 65
2. Las que tramitan mediante los juicios de desalojo,

interdictos y las pretensiones posesorias.
3. Las relativas a expropiaciones y a servidumbres.
4. Los conflictos interadministrativos provinciales.
Art. 5 o — Criterios para la determinación de la compe-
tencia en razón del territorio:
1. Será competente el tribunal contencioso-administrativo
correspondiente al domicilio de las personas cuya actuación u
omisión da lugar a la pretensión procesal. En el supuesto de
pretensiones relacionadas con contratos administrativos, será
competente el tribunal correspondiente al lugar de la cele-
bración del contrato o, de no ser ello posible, al domicilio de
la demandada.
2. Se exceptúan de dicha regla las siguientes controver-
sias:
a) Las relativas a la relación de empleo público, en las que
será competente el tribunal correspondiente al lugar de
la prestación de servicios del agente, o al del domicilio
de la demandada, a elección del demandante.
b) Las que versen sobre pretensiones deducidas por re-
clamantes o beneficiarios de prestaciones previsiona-
les, en las que será competente el tribunal correspon-
diente al domicilio del interesado o al de la demandada,
a elección del demandante.
c) Las que se susciten entre prestadores de servicios pú-
blicos o concesionarios de obras públicas y usuarios,
en las cuales será competente el tribunal correspon-
diente al lugar de ejecución de la prestación.
Art. 6 o — Improrrogabilidad de la competencia. La com-
petencia contencioso administrativa en razón de la materia
es improrrogable. Podrá comisionarse a otros tribunales la
realización de diligencias o medidas ordenadas en los res-
pectivos procesos.
Art. 7 o — Conflictos de competencia.
1. Los conflictos de competencia entre tribunales con-
tencioso administrativos o entre u n tribunal contencioso ad-
ministrativo y un órgano judicial de otro fuero, serán trami-
tados por vía incidental y resueltos por la Suprema Corte de
Justicia, causando ejecutoria su decisión.
2. Durante el trámite del conflicto de competencia, se

suspenderá el procedimiento sobre lo principal, salvo las
medidas cautelares o cualquier diligencia de cuya omisión
pudiere resultar u n perjuicio grave.
3. Cuando se declarase que el caso es contencioso ad-
ministrativo, se dispondrá la prosecución de las actuaciones
en esta vía. En tal supuesto y para las pretensiones alcanza-
das por el plazo previsto en el artículo 18, aquél se contara a
partir de la fecha de la presentación de la demanda ante el
juez incompetente.
Art. 8 o — Declaración de incompetencia. El tribunal, an-
tes de dar traslado a la demanda, procederá a declarar, si
correspondiere, y por resolución motivada su incompeten-
cia. En tal supuesto remitirá los autos al tribunal considera-
do competente, si perteneciere a la jurisdicción provincial.
En caso contrario, dispondrá a su archivo.
CAPITULO 11
DE LA REPRESENTACIÓN ESTATAL Y LOS TERCEROS
Art. 9 o — De la representación de los órganos y entes

estatales.
1. El Fiscal de Estado intervendrá en los procesos con-
tencioso-administrativos, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 155 de la Constitución Provincial y las disposicio-
nes legales correspondientes.
2. Cuando en el ejercicio de s u s funciones, el Fiscal de
Estado promueva u n a pretensión anulatoria de u n acto ad-
ministrativo emanado de u n a autoridad provincial, la defen-
sa procesal de ésta y la correspondiente intervención en el
proceso, en representación de la parte demandada, corres-
ponderán al Asesor General de Gobierno.
3. Los Municipios y demás entes provinciales o munici-
pales que comparezcan ante el tribunal como actores o de-
mandados, y no estén alcanzados por los términos del inciso
1), última parte del presente artículo, serán representados
por los abogados de s u s respectivos servicios jurídicos, o por
los letrados que se designen.
4. Los representantes o letrados de los entes previstos
en el artículo 1 tendrán los mismos derechos y obligaciones
de los demás que intervengan en el proceso. Se exceptúan de

esa regla, al Fiscal de Estado y al Asesor General de Gobierno,
quienes deberán ser notificados en sus despachos oficiales.
Art. 10. — Coadyuvantes.
1. Los terceros directamente favorecidos por la actua-
ción u omisión que diera lugar a la pretensión, intervendrán
como coadyuvantes en cualquier estado del proceso. Su in-
tervención no podrá hacer retrotraer, interrumpir o suspen-
der el proceso cualquiera sea el estado en que intervengan.
2. En su primera presentación el coadyuvante deberá cum-
plir, en lo pertinente, con los recaudos exigidos para la deman-
da. Cuando hubiere más de un coadyuvante de una misma parte,
el tribunal podrá ordenar la unificación de su representación.
3. El coadyuvante tiene los mismos derechos procesales
que la parte con la que coadyuva. La sentencia tendrá efec-
tos y hará cosa juzgada en relación al coadyuvante.
Art. 1 1 . — Intervención de terceros. Remisión. En los
demás casos la intervención de terceros en el proceso, se re-
girá por las normas del Código Procesal Civil y Comercial.
CAPÍTULO III
DE LAS PRETENSIONES
Art. 12. — Pretensiones. En el proceso contencioso-ad-

ministrativo podrán articularse pretensiones con el objeto de
obtener:
1. La anulación total o parcial de actos administrativos
de alcance particular o general y de ordenanzas municipales.
2. El restablecimiento o reconocimiento del derecho o
interés tutelados.
3. El resarcimiento de los daños y perjuicios causados.
4. La declaración de certeza sobre u n a determinada re-
lación o situación jurídica regidas por el derecho administra-
tivo. La pretensión respectiva tramitará con arreglo a lo pre-
visto en el artículo 322 del Código Procesal Civil y Comercial.
5. La cesación de u n a vía de hecho administrativa.
6. La realización de u n a determinada prestación, por
parte de alguno de los entes previstos en el artículo I o del
presente Código.
7. Se libre orden Judicial de pronto despacho, en los tér-

minos previstos en el artículo 76 del presente Código.
Art. 13. — Legitimación activa. Está legitimada para de-
ducir las pretensiones previstas en el presente Código, toda
persona que invoque u n a lesión, afectación o desconocimiento
de s u s derechos o intereses tutelados por el ordenamiento
jurídico.
Art. 14. — Requisitos de admisibilidad de la pretensión.
Supuestos de agotamiento de la vía administrativa.
1. Sin perjuicio de los demás requisitos previstos en el
presente Código, será necesario agotar la vía administrativa
como requisito de admisibilidad de la pretensión procesal,
en los siguientes supuestos:
a) Cuando el objeto de la pretensión consista en la anu-
lación de un acto administrativo de alcance particular,
que revista la condición de definitivo y que no emanare
de la autoridad jerárquica superior con competencia
resolutoria final o del órgano con competencia delega-
da por aquélla. Si el acto administrativo definitivo hu-
biera sido dictado por la autoridad jerárquica superior
con competencia resolutoria final o por el órgano con
competencia delegada, sea de oficio o con la previa
audiencia o intervención del interesado, se considera-
rá que ha agotado la vía administrativa, sin que resul-
te necesario a tal fin la interposición y decisión, expre-
sa o por silencio, de un recurso administrativo en su
contra. En tal supuesto el recurso administrativo, aun-
que estuviere reglado, se considerará de ejercido me-
ramente facultativo para el interesado. A todos los efec-
tos previstos en este Código, se asimilan a definitivos
aquellos actos administrativos que, sin resolver direc-
tamente sobre el fondo del asunto debatido, ponen fin
al procedimiento, impiden tramitar la petición plan-
teada en sede administrativa o generan indefensión.
b) Cuando el objeto de la pretensión consista en la anu-
lación de u n acto administrativo de ejecución de otro
de alcance general o de u n a ordenanza municipal de
tal carácter, cuya impugnación también fuere preten-
dida. En este supuesto se aplicarán las reglas previs-
tas en el apartado anterior.
c) Cuando el objeto de la pretensión consista en la anu-
lación de un acto administrativo de alcance general
que no emanare de la autoridad jerárquica superior
con competencia resolutoria final o del órgano con
competencia delegada por aquélla. Deberán seguirse
las reglas del apartado a).
d) Cuando el objeto de la pretensión consista en la repa-
ración de daños y perjuicios, fundada en la nulidad
de actos administrativos de alcance particular o ge-
neral. En este supuesto serán de aplicación las reglas
previstas en el apartado a), sin perjuicio de lo dis-
puesto en el artículo 20 inciso 2) del presente Código.
e) La falta de impugnación directa o su desestimación,
de u n acto de alcance general o de u n a ordenanza
municipal de tal carácter, no impedirá la impugna-
ción de los actos individuales de aplicación. La falta
de impugnación de los actos individuales que aplican
un acto de alcance general, tampoco impedirá la im-
pugnación de éste, sin perjuicio de los efectos propios
de los actos individuales que se encuentren firmes o
consentidos.
2. Aun tratándose de pretensiones de anulación, no será
necesario agotar la vía administrativa en los siguientes su-
puestos:
á) Cuando mediare u n a clara conducta de la demanda-
da que haga presumir la ineficacia cierta de acudir a
u n a vía administrativa de impugnación o cuando, en
atención a particulares circunstancias del caso, exi-
girla resultare para el interesado u n a carga excesiva
o inútil. La interposición de la demanda importará la
interrupción de los plazos de caducidad para la pre-
sentación de los recursos en sede administrativa.
b) Cuando se impugnare directamente un acto adminis-
trativo de alcance general emanado de la autoridad
jerárquica superior o del órgano con competencia de-
legada por aquélla, o u n a ordenanza municipal.
c) En los casos previstos en los artículos 16 y 17 del
presente Código.
Art. 15. — Agotamiento de la vía administrativa ante tri-
bunales administrativos y entes reguladores. En el supuesto
de pretensiones de anulación de actos administrativos ema-
nados de Tribunales de la Administración Pública o de entes

reguladores de servicios públicos el agotamiento de la vía
administrativa se regirá por las disposiciones que determi-
nen los procedimientos ante los mismos. Las normas previs-
tas en el presente Código serán de aplicación supletoria.
Art. 16. — Silencio administrativo.
1. Cuando hubiere vencido el plazo que alguno de los
entes mencionados en el artículo I o del presente Código, tu-
viese para resolver un reclamo o petición planteados en sede
administrativa, el interesado podrá solicitar pronto despa-
cho. Esta solicitud deberá presentarse a opción de aquél, ante
la dependencia donde se hallaren radicadas las actuaciones
ante el órgano responsable del procedimiento o bien ante la
autoridad jerárquica superior con competencia resolutoria
final. Transcurridos treinta (30) días hábiles administrativos
desde la presentación del pronto despacho, sin que se dicta-
re el acto correspondiente, se presumirá la existencia de u n a
resolución denegatoria o adversa para el interesado y queda-
rá expedita la instancia judicial.
2. También podrá promoverse la pretensión sobre la base
del silencio administrativo, cuando alguno de los entes enun-
ciados en el artículo I o del presente Código omitiere o retar-
dare el dictado de actos de trámite o preparatorios. En tal
supuesto, el interesado podrá solicitar el pronto despacho en
los términos establecidos en el inciso anterior y transcurri-
dos treinta (30) días hábiles administrativos desde esta soli-
citud, sin que se dictare el acto correspondiente, se presumi-
rá la existencia de u n a resolución denegatoria o adversa para
el interesado y quedará expedita la instancia judicial.
3. Cuando hubiese vencido el plazo que alguno de los entes
enunciados en el artículo I o del presente Código, tuviese para
resolver u n recurso administrativo cuya decisión agota la vía
administrativa, el interesado podrá considerarlo denegado por
el mero transcurso del plazo, sin necesidad de requerir el pronto
despacho para configurar el silencio administrativo. En tal caso,
quedará expedita la instancia judicial.
Art. 17. — Otros supuestos de inactividad administrati-
va. Cuando la pretensión procesal versara sobre la realiza-
ción de una prestación específica y determinada en los tér-
minos del artículo 12 inciso 6) del presente Código, con
carácter previo deberá reclamarse su cumplimiento a la au-
toridad jerárquica superior con competencia resolutoria fi-
nal. Si ésta no cumpliere en el plazo establecido o, en su
defecto, en el de noventa (90) días hábiles administrativos
contados a partir del día siguiente al del reclamo, se presu-
mirá la existencia de u n a resolución denegatoria o adversa
para el interesado. En tal supuesto, quedará expedita la ins-
tancia judicial. La vía del presente artículo será opcional para
el interesado.
Art. 18, — Plazo para deducir la pretensión. La preten-
sión de anulación, la resarcitoria vinculada con aquella pre-
vista en el artículo 14, inciso 1, apartado d) y la de cese de
u n a vía de hecho administrativa, deberán promoverse dentro
del plazo perentorio de noventa (90) días, contados de la si-
guiente manera:
a) Si se pretendiere la anulación de actos administrati-
vos de alcance particular, desde el día siguiente al de
la fecha de la notificación al interesado del acto defi-
nitivo y que agota la vía administrativa. En caso de
haberse deducido contra el citado acto u n recurso
administrativo procedente, el plazo se contará desde
el día siguiente al de la fecha de la notificación al in-
teresado de la decisión que rechace aquel recurso.
b) Si se pretendiere la anulación directa de u n acto ad-
ministrativo de alcance general, desde el día siguien-
te al de la fecha de publicación. En caso de haberse
deducido contra el citado acto u n recurso adminis-
trativo procedente, el plazo se contará desde el día
siguiente al de la fecha de la notificación al interesa-
do de la decisión que rechace aquel recurso.
c) Si se pretendiere la anulación directa de u n a orde-
nanza municipal, desde el día siguiente al de la fecha
de su publicación.
d) Si se pretendiere la anulación de u n acto de alcance
general o de u n a ordenanza municipal, juntamente
con la impugnación de los actos administrativos que
les hayan dado aplicación, desde el día siguiente al de
la notificación al interesado del acto definitivo y que
agote la vía administrativa de conformidad con lo dis-
puesto en el artículo 14 inciso 1) del presente Código.
e) Si se tratare de u n a vía de hecho administrativa, des-

de que fuere conocida por el afectado.
J] Si se pretendiere la anulación de u n acto administra-
tivo que fuera objeto de impugnación mediante u n a
acción de amparo tramitada ante un tribunal conten-
cioso-administrativo, desde que hubiere finalizado la
instancia ordinaria en dicho proceso. Esta acción no
interrumpirá el plazo para la interposición de las res-
tantes pretensiones previstas en este artículo.
Art. 19. — Pago previo en materia tributaria.
1. Será obligatorio el pago previo a la interposición de la
demanda, cuando se promueva u n a pretensión contra un acto
administrativo que imponga u n a obligación tributaria de dar
s u m a s de dinero.
2. Antes de correr traslado de la demanda, el tribunal
verificará el cumplimiento de este requisito procesal, a cuyo
fin procederá a intimar al demandante el pago de la s u m a
determinada, con exclusión de las multas y recargos, dentro
del plazo de diez (10) días, bajo apercibimiento de desestimar
por inadmisible la pretensión.
3. El pago previo no será exigible cuando:
a) Su imposición configurase un supuesto de denega-
ción de justicia.
b) Se deduzca u n a pretensión meramente declarativa. En
este supuesto, la autoridad provincial o municipal
tendrá derecho a promover contra el demandante el
correspondiente juicio de apremio.
Art. 20. — Pretensión resarcitoría e ilegitimidad de actos
administrativos.
1. J u n t a m e n t e con la pretensión de anulación puede
reclamarse el resarcimiento de los daños y perjuicios, apli-
cándose lo dispuesto en los artículos 14 inciso 1) apartado d)
y 18 del presente Código.
2. El interesado podrá deducir la pretensión de resarci-
miento de daños y perjuicios, como reclamo autónomo luego de
finalizado el proceso de anulación que le sirve de fundamento.
Art. 2 1 . — Pretensión de cesación de vías de hecho ad-
ministrativas. Trámite.
1. Contra las vías de hecho producidas por alguno de
los entes previstos en el artículo I o , podrá deducirse la pre-
tensión directamente en sede judicial, sin que sea menester

formular un reclamo previo en sede administrativa.
2. A excepción de lo relativo al plazo para la interposi-
ción de la demanda, el trámite de esta pretensión se regirá
por las disposiciones relativas al proceso sumarísimo previs-
tas en el Código Procesal Civil y Comercial.
CAPÍTULO IV
MEDIDAS CAUTELARES
Art. 22. — Principio general.

1. Podrán disponerse medidas cautelares siempre que:
a) Se invocare u n derecho verosímil en relación al obj eto
del proceso.
b) Existiere la posibilidad de sufrir u n perjuicio inmi-
nente o la alteración o el agravamiento de u n a deter-
minada situación de hecho o de derecho.
c) La medida requerida no afectare gravemente el inte-
rés público.
2. El tribunal podrá adoptar toda clase de medidas que
resulten idóneas para asegurar el objeto del proceso, tanto
las regladas en el presente Código como las previstas en el
Código Procesal Civil y Comercial.
3. Podrán disponerse medidas de contenido positivo, con
el objeto de imponer la realización de u n a determinada con-
ducta a la parte demandada. A tal fin, el tribunal deberá pon-
derar, además de los recaudos previstos en el inciso 1), la
urgencia comprometida en el caso y el perjuicio que la medi-
da pudiera originar tanto a la demandada como a los terce-
ros y al interés público.
Art. 2 3 . — Oportunidad. Caducidad de las medidas anti-
cipadas.
1. Las medidas cautelares podrán solicitarse en modo
anticipado, simultáneo o posterior a la promoción de la de-
manda. Se decretarán sin audiencia de la otra parte; sin per-
juicio de lo cual el tribunal, en atención a las circunstancias
del caso, podrá requerir u n informe previo a la parte deman-
dada o a la alcanzada por la medida solicitada, que deberá
ser contestado en u n plazo no mayor de cinco (5) días.
2. Se producirá la caducidad de pleno derecho de las

medidas cautelares decretadas con anterioridad a la deman-
da, en los siguientes supuestos:
a) Tratándose de u n a pretensión de anulación, si estan-
do agotada la vía administrativa, la demanda no fuere
interpuesta dentro de los treinta (30) días siguientes
al de la notificación de la medida cautelar. El plazo de
caducidad correrá a partir del día siguiente al de la
notificación del acto que agote la vía administrativa.
b) En los demás supuestos, de acuerdo a lo dispuesto
en el Código Procesal Civil y Comercial.
3. En caso de decretarse la caducidad por vencimiento
de los plazos previstos en este artículo, las costas y los daños
y perjuicios causados, serán a cargo de quien hubiese obte-
nido la medida cautelar anticipada. Ésta no podrá solicitarse
nuevamente por la misma causa.
Art. 2 4 . — Contracautela.
1. Si se hiciere lugar a la medida cautelar, el tribunal
fijará el tipo y monto de la caución que deberá prestar el
peticionante por las costas, daños y perjuicios que se deriva-
ren en caso de haberla peticionado sin derecho. El tribunal
graduará el tipo y monto de la caución, de acuerdo con la
mayor o menor verosimilitud del derecho y las circunstan-
cias del caso.
2. No se exigirá contracautela cuando la parte que solici-
tare la medida cautelar fuere la Provincia, un municipio o un
ente provincial o municipal. Tampoco se la impondrá a quien
interviniere en el proceso con beneficio para litigar sin gastos.
3. En el supuesto de pretensiones deducidas en materia
de empleo público o en materia previsional por los agentes o
reclamantes de beneficios previsionales, se exigirá únicamente
la caución juratoria.
Art. 2 5 . — Suspensión de la ejecución de un acto admi-
nistrativo.
1. Las partes podrán solicitar la suspensión de la ejecu-
ción de u n acto administrativo siempre que se alegare funda-
damente el cumplimiento de los recaudos previstos en el ar-
tículo 22 inciso 1). El Tribunal deberá evaluar si la medida
suspensiva tiende a evitar prejuicios irreversibles, aun cuando
pudieren ser objeto de u n a indemnización posterior.
2. Para decretar la suspensión de la ejecución de un acto

administrativo no será necesario el planteo previo de esa
medida en sede administrativa.
3. Lo dispuesto en el presente artículo es de aplicación a
la suspensión de la ejecución de ordenanzas municipales.
Art. 26. — Levantamiento de la medida cautelar por ra-
zones de interés público. Cambio de circunstancias.
1. Si la Provincia, u n municipio, o u n ente provincial o
municipal invocasen fundadamente, en cualquier estado del
proceso, que la medida cautelar dispuesta provoca u n grave
daño al interés público, el tribunal, previo traslado a la con-
traparte por cinco (5) días, resolverá sobre el levantamiento o
mantenimiento de la medida.
2. En caso de que se resuelva dejar sin efecto la medida,
se declarará a cargo del peticionante la responsabilidad por
los daños y perjuicios que ello pueda causar en el supuesto
de que se hiciese lugar a la demanda.
3. Fuera del supuesto previsto en los incisos anteriores,
el tribunal, a pedido de parte o de oficio, podrá levantar o
modificar la medida cautelar cuando cambiaren las circuns-
tancias que la determinaron.
CAPÍTULO V
DE LA DEMANDA
Art. 2 7 . — Estructura y formalidades. La demanda será

presentada por escrito y contendrá:
J. El nombre y apellido, domicilio real o legal según co-
rresponda, domicilio especial constituido y demás condicio-
nes personales del demandante.
2. El nombre y apellido, domicilio y demás condiciones
personales del demandado.
3. La individualización y contenido de la actuación u
omisión administrativa que configura el caso, precisando los
motivos por los que se considera lesionado, afectado o desco-
nocido el derecho o interés jurídicamente tutelado del de-
mandante.
4. La relación metódica y explicada de las circunstan-
cias del caso, con especial referencia a los hechos en que se
funde la pretensión, expuestos en modo conciso y claro.
5. El derecho en que se funda la pretensión, expuesto

sucintamente.
6. La justificación de la competencia del tribunal.
7. El ofrecimiento pormenorizado de toda la prueba cuya
producción se propone en el proceso.
8. El objeto y alcance de la pretensión, expuestos con
claridad y precisión. Deberá fijarse el monto reclamado, sal-
vo cuando a la actora no le fuere posible determinarlo al pro-
mover la demanda, por las circunstancias del caso o porque
la estimación dependiera de elementos no establecidos defi-
nitivamente al momento de la pretensión. En tales supues-
tos no procederá la excepción de defecto legal. La sentencia
determinará, en su caso, el monto que resulte de las pruebas
producidas.
Art. 2 8 . — Documentos que deben acompañarse con la
demanda.
1. J u n t o con el escrito de demanda, deberá acompañar-
se toda la prueba documental que estuviese en poder del de-
mandante. En particular, deberán acompañarse los siguien-
tes documentos:
a) El instrumento que acredite la representación invo-
cada, con arreglo a lo dispuesto en el Código Procesal
Civil y Comercial.
b) La documentación, o la referencia de donde se hallare,
del título en que se funda el derecho o interés jurídica-
mente tutelado que se invoque por el demandante.
c) Copias para traslado.
2. En lo pertinente, se aplicarán las mismas reglas para
la contestación de demanda y la reconvención.
Art. 29. — Nuevos documentos.
1. Después de presentada la demanda o de contestada
la misma, se podrán presentar por las partes, los documen-
tos que se hallasen en las condiciones siguientes:
a) Ser de fecha posterior a la demanda y su contestación
y tener relación directa con la cuestión sometida al
proceso.
b) Ser de fecha anterior, pero conjuramento de la parte
que los presente, de no haber tenido antes noticia de
su existencia.
c) Habiendo sido individualizados en la demanda o con-

testación, la parte sólo los haya podido obtener des-
pués de presentado el escrito respectivo.
2. En tales casos se dará vista a la otra parte, quien de-
berá cumplir la carga prevista en el artículo 37 inciso 2) del
presente Código.
Art. 30. — Remisión de expedientes administrativos por
el ente demandado.
1. Cuando correspondiere por las características del caso,
el tribunal requerirá por oficio al órgano o entes correspon-
dientes, los expedientes administrativos relacionados con la
pretensión deducida, los que deberán serle remitidos en su
totalidad dentro de los quince (15) días. El órgano competen-
te de la autoridad requerida deberá dar constancia firmada,
con indicación de fecha y hora de la recepción del oficio per-
tinente.
2. Si la autoridad requerida no remitiere los expedientes
en el plazo correspondiente, el tribunal proseguirá la causa en
la forma prevista en el artículo 32, última parte, tomando como
base la exposición de los hechos contenida en la demanda, sin
perjuicio de la facultad de la demandada de ofrecer y producir
toda la prueba que estime corresponder a su caso.
Art. 3 1 . — Examen de admisibilidad. Subsanación de
defectos.
1. Antes de dar traslado de la demanda, el tribunal exa-
minará si la pretensión reúne los requisitos de admisibili-
dad.
2. No habiéndose declarado incompetente el tribunal y
declarada la admisibilidad de la pretensión, aquél no podrá
volver sobre ello, salvo que se oponga alguna de las excepcio-
nes previstas en el artículo 35 del presente Código.
3. Si la pretensión no cumpliere alguno de los requisitos
de admisibilidad, y de ser ello posible, el tribunal determinará
la subsanación de los defectos incurridos dentro del plazo que
al efecto fije, el que no podrá ser inferior a cinco (5) días, bajo
apercibimiento de desestimar la pretensión. Si ello fuere im-
procedente, declarará inadmisible la pretensión deducida.
4. En el supuesto del artículo 19 del presente Código,
se aplicará el plazo establecido en el inciso 2) de la citada
norma.
Art. 32. — Ampliación o transformación de la demanda.

Recibidos los expedientes administrativos en Secretaría, la
parte actora, dentro de los quince (15) días de notificada por
cédula tal recepción, podrá ampliar o transformar la deman-
da. Cumplido el referido trámite o vencido el plazo, el tribu-
nal dispondrá correr traslado de la demanda, previo examen
de admisibilidad conforme a lo dispuesto en el artículo 31
del presente Código.
Art. 3 3 . — Notificación de la demanda. La demanda se
notificará:
1. Al Fiscal de Estado, cuando la pretensión fuere dirigi-
da contra la Provincia o u n ente provincial cuya representa-
ción legal le correspondiere.
2. Al Intendente Municipal, cuando la pretensión fuere
dirigida contra u n a Municipalidad. Si se tratare de u n a im-
pugnación contra u n a ordenanza municipal, también deberá
notificarse al Presidente del Concejo Deliberante.
3. A la autoridad superior del ente descentralizado pro-
vincial cuando la pretensión fuere dirigida contra aquél, cuya
representación procesal no estuviere a cargo del Fiscal de
Estado.
4. A la autoridad superior del ente descentralizado mu-
nicipal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.
5. A la autoridad superior de la persona pública no esta-
tal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.
6. Al particular demandado, con arreglo a las reglas del
7. Al Asesor General de Gobierno, cuando se diere el
supuesto del artículo 9 o inciso 2) del presente Código.
CAPÍTULO VI
DE LAS EXCEPCIONES
Art. 34. — Plazo y forma de oponerlas.

1. Dentro de los primeros quince (15) días del plazo para
contestar la demanda, la demandada podrá oponer, en un
solo escrito, las excepciones de previo y especial pronuncia-
miento previstas en el artículo siguiente. La oposición de ex-
cepciones suspende el plazo para contestar la demanda en
relación a todos los emplazados en la causa, aún respecto de

aquellos que no las hubieren opuesto.
2. Con el escrito respectivo se acompañará toda la prue-
ba documental y se ofrecerá la restante.
3. Del escrito de oposición de excepciones se correrá tras-
lado a la parte contraria, quien deberá contestarlo dentro de
los cinco (5) días de notificado, personalmente o por cédula,
plazo en el cual deberá agregar la prueba documental y ofre-
cer la restante.
4. Contestado el traslado o vencido el término para ha-
cerlo, y no habiéndose ofrecido prueba, o siendo ésta deses-
timada por el tribunal, éste llamará autos para resolver, de-
biendo pronunciarse en u n plazo de quince (15) días.
5. Si se ofrece prueba, y el tribunal la considerase pro-
cedente, se abrirá u n período para su producción no mayor
de diez (10) días, vencido el cual se procederá conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior.
6. Las reglas previstas en el presente Capítulo se aplica-
rán, en lo pertinente, al trámite de las excepciones opuestas
contra la reconvención.
Art. 3 5 . — Excepciones admisibles.
1. Sólo se admitirán como previas las siguientes excep-
ciones:
a) Incompetencia del tribunal.
b) Falta de personería en el demandante, en el deman-
dado o en s u s representantes.
c) Litispendencia.
d) Defecto legal en el modo de proponer la demanda, por
no cumplir con los requisitos enumerados en el ar-
tículo 27 del presente Código.
e) Cosa Juzgada.
J) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.
g) Falta de legitimación para obrar en el demandante o
en el demandado cuando fuere manifiesta, sin per-
juicio, en caso de no ocurrir esta última circunstan-
cia, de que el tribunal la considere en la sentencia
definitiva.
h) Prescripción.
i) Inadmisibilidad de la pretensión, por no cumplir con
los requisitos previstos en los artículos 14, 15, 16,
17, 18 y 19 del presente Código, por demandarse la

nulidad de u n acto administrativo consentido o im-
pugnarse u n acto que no revista la condición de defi-
nitivo o asimilable, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 14 inciso 1, apartado a).
2. Las excepciones enumeradas en los apartados g) y h)
podrán también oponerse como defensa de fondo al contes-
tar la demanda.
Art. 36. — Resolución de las excepciones:
1. La decisión del tribunal que desestimare las excep-
ciones planteadas, ordenará la reanudación del plazo para
contestar la demanda, lo que deberá hacerse dentro de los
quince (15) días de notificada.
2. En el supuesto de admitirse las excepciones, el tribu-
nal procederá de la siguiente manera:
a) En el caso de la excepción prevista en el inciso 1),
apartado a) del artículo anterior, aplicará lo dispues-
to en el artículo 8 o .
b) En el caso de las excepciones previstas en los aparta-
dos b) y d) del artículo anterior, fijará el plazo dentro
del cual deben subsanarse los defectos, bajo aperci-
bimiento de tener al demandante por desistido del
proceso. Subsanados ellos, se aplicará lo dispuesto
en el apartado anterior.
c) En el supuesto de las excepciones previstas en el
apartado i), cuando se refieran a la falta de agota-
miento de la vía administrativa o a la no configura-
ción del silencio administrativo, conforme a lo dis-
puesto en los artículos 14 y 16, determinará si fuere
procedente, el modo de s u b s a n a r tales defectos, apli-
cándose lo dispuesto en el apartado anterior. Caso
contrario, se declarará la inadmisibilidad de la pre-
tensión.
d) En el caso de las excepciones previstas en los aparta-
dos c), e), O, g) y h) del artículo anterior, así como en
el supuesto previsto en el apartado i) del mismo pre-
cepto, en lo referente a los casos no previstos en los
apartados precedentes de este artículos se declarará
la inadmisibilidad de la pretensión.
CAPITULO VII
DE LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
Art. 37. — Formalidades.

1. La contestación de la demanda se efectuará por escri-
to. Contendrá, en lo pertinente, los requisitos establecidos
en el artículo 27 del presente Código.
2. En ese escrito, el demandado deberá reconocer o ne-
gar en forma categórica cada uno de los hechos expuestos en
la demanda, así como pronunciarse en la misma forma sobre
la autenticidad de los documentos que se le atribuyen. El
silencio o la ambigüedad en la contestación de tales extre-
mos, podrá considerarse como reconocimiento de los hechos,
de la autenticidad de los documentos y de su recepción.
3. Podrán invocarse hechos que se opongan a los alega-
dos por el actor o argumentos de derecho que no se hubieran
planteado en el procedimiento administrativo, siempre que
se relacionen con el objeto de la pretensión.
Art. 38. — Plazo para contestar la demanda.
1. El plazo para contestar la demanda será de cuarenta
y cinco (45) días.
2. Si fueran dos o más los demandados, el plazo será
común. Cuando procediere la suspensión o ampliación res-
pecto de uno, el plazo se suspenderá o ampliará respecto de
todos.
Art. 39. — Reconvención.
1. Al contestar la demanda, la demandada podrá dedu-
cir reconvención, siempre que las pretensiones planteadas
deriven de la misma relación jurídica o guarden conexidad
con las invocadas con la demanda. Deberán observarse las
formalidades establecidas en el Capítulo V del Título I del
presente Código.
2. De la reconvención se dará traslado a la demandante
por u n plazo de treinta (30) días y la contestación se ajustará
a lo dispuesto en el artículo 37. Es de aplicación en lo perti-
nente, lo dispuesto en el Capítulo VI del Título I del presente
Código.
Art. 40. — Diligencias ulteriores. Si al contestar la re-
convención la parte reconvenida agregase nuevos documen-
tos, se correrá traslado de los mismos a la reconviniente por

el término de cinco (5) días, para que reconozca o desconozca
su autenticidad, lo que se notificará por cédula.
Contestado el traslado de la demanda o reconvención en
su caso o vencidos los plazos para hacerlo, resueltas las ex-
cepciones previas y siempre que se hayan alegado hechos
conducentes acerca de los cuales no hubiese conformidad
entre las partes, el tribunal recibirá la causa a prueba, pro-
cediendo a tal fin de acuerdo a lo previsto en el artículo 41.
Art. 4 1 . — Audiencia. Determinación de los hechos y de
la prueba.
1. A los fines de lo establecido en el artículo 40 inciso 2)
del presente Código, el tribunal citará a las partes dentro de
los quince (15) días a una audiencia, que se celebrará con la
presencia de, al menos, uno de sus miembros, en la que:
a) Fijará por sí los hechos articulados que sean condu-
centes a la decisión del proceso, sobre los cuales ver-
sará la prueba y desestimará los que considere incon-
ducentes, de acuerdo con las constancias de la causa.
b) Recibirá y resolverá en el mismo acto el pedido de
oposición a la apertura a prueba de la causa, para lo
cual será necesario escuchar a la contraparte.
c) Recibirá y resolverá en el mismo acto las manifesta-
ciones de las partes, si las tuvieren, con referencia a
lo prescripto en el artículo 42 del presente Código.
d) Declarará cuáles pruebas son procedentes para la
continuación del Juicio.
e) Declarará si la cuestión fuere de puro derecho, con lo
que la causa quedará concluida para definitiva.
2. Si en la audiencia prevista en el inciso anterior, las
partes manifestaren que no tienen ninguna prueba a produ-
cir o que ésta consiste únicamente en las constancias del
expediente o en la documental ya agregada y no cuestionada,
se dejará constancia de ello. El tribunal correrá traslado por
cinco (5) días comunes, para que las partes expongan sus
alegaciones sobre los hechos y el derecho controvertidos en
la causa.
Art. 42. — Hechos nuevos.
1. Cuando con posterioridad a la contestación de la deman-
da o reconvención, ocurriese o llegase a conocimiento de las par-
tes algún hecho que tuviese relación con la cuestión que se ven-
tila, podrán alegarlo hasta cinco (5) días después de celebrada la
audiencia prevista en el artículo 41 del presente Código.
2. Del escrito en que se alegue tal circunstancia, se dará
traslado a la otra parte, quien dentro del plazo para contestarlo
podrá también invocar otros hechos en contraposición a los ale-
gados. En este caso quedará suspendido el plazo de prueba has-
ta la notificación de la resolución que los admita o deniegue.
CAPÍTULO VIII
DE LA PRUEBA Y LOS ALEGATOS
Art. 4 3 . — Plazo de producción de las pruebas. El plazo

de prueba será fijado por el tribunal y no excederá de cua-
renta (40) días. Dicho plazo es común y comenzará a correr a
partir del día siguiente al de la fecha de celebración de la
audiencia prevista en el artículo 41 del presente Código.
Art. 44. — Prueba de peritos. No será causal de recusa-
ción para los peritos la circunstancia de que sean funciona-
rios o agentes públicos, salvo cuando se encontraren bajo la
dependencia jerárquica directa del órgano cuya actuación u
omisión diera lugar a la pretensión.
Art. 4 5 . — Declaración de funcionarios públicos. Cuando
fuere parte la Provincia, u n municipio, o un ente provincial o
municipal, las preguntas a los funcionarios públicos trami-
tarán por oficio dirigido a la autoridad superior del ente que
en cada caso correspondiere. Las contestaciones, por escri-
to, deberán efectuarse dentro de los veinte (20) días posterio-
res a la recepción del oficio.
Art. 46. — Medidas para mejor proveer. El tribunal po-
drá ordenar de oficio la producción o ampliación de toda
medida de prueba que considere conducente a la averigua-
ción de la verdad de los hechos. Esta potestad podrá ejercer-
se en cualquier estado del proceso, aun después del llama-
miento de autos para sentencia. La decisión será irrecurrible.
Art. 4 7 . — Vencimiento del plazo de prueba. Vencido el
plazo para la producción de las pruebas, el Secretario del
Tribunal lo hará constar por nota puesta en los autos al pie
de la última diligencia practicada. Después de ello, de la prue-

ba pedida por las partes y no realizada, sólo podrá producir-
se aquella que el tribunal considerase conducente o necesa-
ria para mejor proveer.
Art. 4 8 . — Alegatos.
1. Una vez que las pruebas recibidas a petición de las
partes, o las m a n d a d a s producir de oficio por el Tribunal es-
tén reunidas, se pondrán los autos en la Secretaría por el
término de diez (10) días comunes, dentro de los cuales las
partes podrán presentar el alegato sobre el mérito de la prue-
ba producida.
2. Presentados los alegatos o vencido el plazo indicado
en el artículo anterior o el establecido en el artículo 41 inciso 2),
el tribunal llamará autos para sentencia.
CAPITULO IX
DE LA SENTENCIA
Art. 4 9 . — Plazo para dictar sentencia. La sentencia en

el proceso ordinario se dictará dentro del plazo de sesenta
(60) días desde que la providencia de autos quede firme y
observará en lo pertinente los requisitos establecidos en el
Art. 50. — Sentencia que hace lugar a la pretensión. La
sentencia que haga a la pretensión podrá decidir.
1. El restablecimiento o reconocimiento del derecho o
interés jurídicamente tutelado y la adopción de las medidas
o actos necesarios a tales fines.
2. La anulación total o parcial del acto administrativo
de alcance general o particular o de la ordenanza municipal
impugnados.
3. La cesación de la vía de hecho administrativa contro-
vertida.
4. El cumplimiento de u n a prestación determinada.
5. La declaración de inconstitucionalidad de las normas
o actos impugnados en el proceso.
6. El resarcimiento de los daños y perjuicios reclama-
dos. A tal efecto, fijará la cuantía de la indemnización o, cuan-
do por las características del caso ello no fuere posible, esta-
blecerá las bases para la liquidación del monto indemniza-

ble, cuya definitiva determinación quedará diferida a la eta-
pa de ejecución de la sentencia.
Art. 5 1 . — Costas.
1. El pago de las costas estará a cargo de la parte venci-
da en el proceso. Sin embargo, el tribunal podrá eximir total
o parcialmente del pago de las costas al vencido, siempre que
encontrare mérito para ello, expresándolo en su pronuncia-
miento, bajo pena de nulidad.
2. Cuando la parte vencida en el proceso fuere u n agen-
te público o quien hubiera reclamado un derecho previsio-
nal, en causas promovidas en materia de empleo público o
previsional, las costas le serán impuestas sólo si hubiere liti-
gado con notoria temeridad.
CAPÍTULO X
DE LOS RECURSOS
Art. 52. — Aclaratoria.

1. Dentro de los cinco (5) días de notificada la sentencia
definitiva las partes podrán deducir recurso de aclaratoria,
con el fin de corregir errores materiales, aclarar algún con-
cepto ambiguo o contradictorio del fallo o suplir cualquier
omisión incurrida en el tratamiento y decisión de algunas de
las pretensiones planteadas y debatidas en el proceso.
2. La aclaratoria será resuelta por el tribunal contencio-
so administrativo, dentro de los cinco (5) días siguientes a su
interposición, sin substanciación alguna.
Art. 5 3 . — Reposición. Fuera de los supuestos especial-
mente previstos en este Código, contra las providencias sim-
ples o interlocutorias del tribunal contencioso administrati-
vo procederá el recurso de reposición, el que se regirá por lo
dispuesto en el Código Procesal Civil y Comercial.
Art. 54. — Recurso de casación. Procedencia.
1. Las sentencias definitivas dictadas en los procesos
contencioso administrativos, serán susceptibles de recurso
de casación en las condiciones establecidas en el presente
Código.
2. También serán susceptibles de recurso de casación,

las siguientes decisiones:
a) las que declaren la inadmisibilidad de la pretensión
procesal administrativa;
b) las recaídas en la ejecución de la sentencia siempre que
resuelvan cuestiones no decididas, directa o indirecta-
mente en aquélla o que contradigan lo ejecutoriado;
c) las que decidan sobre medidas cautelares;
d) todas las otras que a u n recayendo sobre u n a cues-
tión incidental, terminen el litigio o hagan imposible
su continuación.
Art. 5 5 . — Fundamentos del recurso de casación El re-
curso de casación habrá de fundarse en alguno o algunos de
los motivos siguientes:
1. Infracción o errónea aplicación de las normas del or-
denamiento jurídico o de la doctrinajurisprudencial, que fue-
ren aplicables para resolver las pretensiones objeto de deba-
te en la causa.
2. Arbitrariedad de la sentencia, por incurrir en falta de
fundamentación suficiente, incongruencia, autocontradicción,
omitir cuestiones esenciales planteadas en modo expreso y
oportuno ante el tribunal, resolver las que se hallaren firmes
o apartarse de las constancias comprobadas de la causa.
3. Inobservancia de las formas esenciales de la senten-
cia o del proceso, que genere indefensión.
Art. 56. — Supuestos excluidos del recurso de casación.
No procederá el recurso de casación contra las sentencias
definitivas siguientes:
J. Las que decidan pretensiones, de cualquier materia,
en litigios cuyo valor no exceda la s u m a de cinco mil pesos
($ 5.000), salvo en los casos de empleo público y previsional.
Tampoco procederá esta limitación en relación con las sen-
tencias que se pronuncien sobre pretensiones que persigan
la anulación de actos administrativos de alcance general
emanados del Gobernador de la Provincia o de un intendente
municipal, o de ordenanzas municipales.
2. Las correspondientes a u n a controversia relativa al
ejercicio de la potestad disciplinaria en materia de empleo
público, a excepción de aquéllas que comprometan extinción
de la relación.
3. Las dictadas en el proceso previsto en el artículo 76

Art. 5 7 . — Plazo y forma de interposición del recurso de
casación.
1. El recurso se interpondrá en forma escrita y fundada
ante el tribunal que dictó el fallo cuya casación se pretende
con copias para la contraparte dentro del plazo de diez (10)
días contados a partir del día siguiente al de la notificación
de la sentencia recurrida.
2. En el escrito el recurrente deberá constituir domicilio
a los fines del recurso en la ciudad de La Plata o ratificar el
que allí ya hubiera constituido.
3. El recurso deberá bastarse a sí mismo y deberá con-
tener u n a crítica concreta y razonada de la sentencia impug-
n a d a con indicación precisa de los fundamentos de la im-
pugnación de conformidad con lo dispuesto en el artículo 55.
4. La interposición en término del recurso tendrá efectos
suspensivos a excepción de los casos de medidas cautelares
concedidas que mantendrán su ejecutoriedad mientras se sus-
tancia el recurso y según resuelva el Tribunal de Casación.
Art. 5 8 . — Trámite de admisibilidad del recurso de casa-
ción.
1. El tribunal conferirá a la contraparte traslado del re-
curso de casación por diez (10) días el que se notificará per-
sonalmente o por cédula.
2. Las partes no podrán ofrecer pruebas ni alegar he-
chos nuevos.
3. Vencido el plazo previsto para su contestación dentro de
los cinco (5) días siguientes los autos principales y los incidentes
vinculados al recurso planteado serán enviados al Tribunal de
Casación Contencioso Administrativo para su resolución.
4. Recibidas las actuaciones el Tribunal de Casación
examinará si el recurso reúne los requisitos de admisibilidad
y mediante resolución impersonal y fundada se expedirá al
respecto. En caso de declararlo admisible el Presidente dic-
tará la providencia de "autos". En caso de declararlo inadmi-
sible el Tribunal de Casación dispondrá la remisión del expe-
diente. En ambos casos la decisión del Tribunal de Casación
se notificará por cédula.
5. La caducidad de la instancia en casación se regirá
por las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.
Art. 5 9 . — Sentencia dictada en recurso de casación.

1. La sentencia del Tribunal de Casación deberá dictar-
se dentro del plazo de sesenta (60) días. En el caso de recur-
sos contra resoluciones sobre medidas cautelares la resolu-
ción del Tribunal de Casación sobre la admisibilidad y
procedencia de la medida cautelar deberá dictarse dentro del
plazo de cinco (5) días.
2. En caso de hacerse lugar al recurso la sala del Tribu-
nal de Casación en u n a sola sentencia resolverá las impug-
naciones teniendo en cuenta lo siguiente:
a) si estimare el recurso por considerar que la sentencia
impugnada h a infringido o aplicado erróneamente las
normas del ordenamiento jurídico o la doctrina juris-
prudencial aplicables la anulará y dictará la que en
su lugar correspondiere o de no ser ello posible remi-
tirá las actuaciones para el dictado de u n a nueva, de
acuerdo a las circunstancias concretas de la causa y
al derecho que rija el caso;
b) si estimare el recurso por considerar que no se han
observado las formas esenciales del proceso o de la
sentencia o que se ha incurrido en arbitrariedad, anu-
lará el fallo impugnado y mandará reponer las actua-
ciones al estado y momento en que se hubiera incu-
rrido en la falta salvo que la infracción consistiera en
la inobservancia de las normas esenciales de la sen-
tencia o arbitrariedad del fallo en cuyo caso se estará
a lo dispuesto en el apartado anterior;
c) si estimare el recurso por u n a concurrencia de vicios
de fondo y procesales sólo se pronunciará sobre los
primeros de conformidad con lo establecido en el apar-
tado a) del presente artículo si no se hubiera cometi-
do u n a infracción que invalide el procedimiento.
3. Si considerase improcedente el recurso el Tribunal de
Casación declarará no haber lugar al mismo con imposición
de las costas al recurrente de acuerdo al régimen previsto en
el artículo 51 del presente Código. Firme la sentencia se re-
mitirán las actuaciones al tribunal de origen.
Art. 60. — Recursos contra las sentencias definitivas del
Tribunal de Casación. Contra las sentencias definitivas que
resuelvan u n recurso de casación procederán los recursos
extraordinarios previstos en la Constitución de la Provincia.
El de inaplicabilidad de ley sólo será admisible cuando el valor
de lo cuestionado ante la instancia extraordinaria exceda res-
pecto de cada recurrente la suma fijada por el Código Proce-
sal Civil y Comercial. Tampoco será admisible el recurso de
inaplicabilidad de ley o doctrina legal contra las siguientes
sentencias:
1. Las que resuelvan controversias en materia de em-
pleo público, previsional y de la seguridad social. Esta limi-
tación no procederá en relación con las sentencias que se
pronuncien sobre pretensiones que persigan la anulación de
actos administrativos de alcance general emanados del Go-
bernador de la Provincia o de u n Intendente municipal, o de
ordenanzas municipales, o cuando se pretenda u n a declara-
ción de certeza sobre el alcance de estos actos o de u n a ley.
2. Las que resuelvan controversias que se susciten en-
tre prestadores de servicios públicos o concesionarios de obras
públicas y usuarios.
3. Las que resuelvan controversias de los Colegios o Con-
sejos Profesionales sobre el gobierno de la matrícula o regis-
tro de profesionales, en ejercicio de la potestad disciplinaria.
4. Las que resuelvan controversias originadas en los pro-
cedimientos de formación de los contratos administrativos.
En los procesos en que se impugnen resoluciones del
Tribunal de Cuentas, contra las decisiones del Tribunal de
Casación procederán los recursos reglados por los artículos
52, 53 y 60, y u n recurso de nulidad por los fundamentos
previstos en el inciso 3 del artículo 55, al que serán aplica-
bles, en cuanto resulten compatibles, los artículos 57 a 59.
CAPÍTULO XI
OTROS MODOS DE TERMINACIÓN DEL PROCESO
Art. 6 1 . — Remisión.
1. Regirán en el proceso contencioso-administrativo, las
disposiciones sobre el allanamiento, el desistimiento, la con-
ciliación y la transacción, contenidas en el Código Procesal
Civil y Comercial, en cuanto sean compatibles con el régimen
2. Los representantes de los entes mencionados en el

artículo I o deberán estar expresamente autorizados por la
autoridad competente para proceder con arreglo a lo dispuesto
en el inciso anterior, agregándose a la c a u s a testimonio de la
decisión respectiva.
Art. 6 2 . — Caducidad de la instancia. Se producirá la
caducidad de la instancia cuando no se impulsare el curso
del proceso dentro de las seis (6) meses, salvo en los proce-
sos especiales reglados por el Título II de este Código y el
caso previsto en el artículo 21, en los cuales el plazo será de
tres (3) meses.
CAPÍTULO XII
DE LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA CONTRA
LOS ÓRGANOS Y ENTES ESTATALES
Art. 6 3 . — Comunicación y trámite.

1. Cuando la sentencia haga lugar a la pretensión dedu-
cida contra la Provincia, u n municipio o u n ente provincial o
municipal, u n a vez consentida o ejecutoriada, el tribunal la
notificará a la parte vencida e intimará su cumplimiento den-
tro del término fijado en aquélla. Esta notificación deberá
hacerse dentro de los cinco (5) días siguientes al fallo. El
procedimiento de ejecución se regirá por las disposiciones
del Código Procesal Civil y Comercial, en tanto no contradi-
gan las del presente Código.
2. Si transcurriese el plazo previsto en el artículo 163 de
la Constitución de la Provincia, sin que la autoridad requeri-
da objetase su ejecución ni diese cumplimiento a lo resuelto
por el tribunal, la parte vencedora en el juicio podrá pedir
que aquél mande cumplir directamente lo dispuesto en la
sentencia.
3. En el caso, el tribunal ordenará a la autoridad corres-
pondiente el cumplimiento de la sentencia, determinando
concretamente lo que aquélla debe hacer y el plazo en que
debe realizarlo.
4. En caso de incumplimiento, los funcionarios involu-
crados incurrirán en la responsabilidad establecida por el
artículo 163 de la Constitución. Esta responsabilidad será
solidaria con la del ente u órgano respectivo y abarcará todos
los daños que ocasione su irregular actuación.
5. El tribunal podrá adoptar de oficio todas las provi-
dencias y resoluciones que estime convenientes, para poner
en ejercicio la atribución que le confiere el artículo 163 de la
Constitución.
Art. 64. — Actuaciones administrativas durante la ejecu-
ción de la sentencia. Los actos administrativos dictados como
consecuencia de lo resuelto en la causa, provenientes de al-
guno de los entes previstos en el artículo I o , podrán ser im-
pugnados en el propio procedimiento de ejecución de senten-
cia. No darán lugar a u n nuevo proceso, aunque se apartaren
abiertamente de lo decidido en el fallo o, so pretexto de cum-
plirlo, lo interpretaren en forma perjudicial a los derechos o
intereses reconocidos o restablecidos a la parte vencedora.
Art. 6 5 . — Solicitud de suspensión.
1. A los fines de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 63,
cuando la Provincia, el municipio o el ente provincial o mu-
nicipal, vencidos en el proceso, considerasen imprescindible
la suspensión de la ejecución de la sentencia, por graves ra-
zones de interés público, podrán solicitarla al tribunal den-
tro de los veinte (20) días después de notificada. En tal peti-
ción deberán asumir el compromiso de reparar los daños y
perjuicios que pudiere causar la suspensión, acompañando
el acto administrativo que así lo autorice.
2. De la solicitud de suspensión se correrá traslado por
cinco (5) días a la contraparte. Si ésta se opusiere y ofreciere
prueba, el tribunal abrirá el incidente a prueba por el plazo
de diez (10) días.
3. El tribunal dictará resolución dentro de los diez (10)
días de encontrarse los autos en estado. Si resolviese la sus-
pensión de la ejecución del fallo, fijará el plazo correspon-
diente a su cumplimiento así como el monto de la indemniza-
ción de los daños ocasionados, previo requerimiento de los
informes que estimare necesarios.
Art. 66. — Ejecución de sentencias contra particulares y
entes no estatales. La ejecución de sentencias contra par-
ticulares y entes públicos no estatales, se regirá por las nor-
mas del Código Procesal Civil y Comercial.
TITULO II
DE LOS PROCESOS ADMINISTRATIVOS ESPECIALES
CAPITULO I
PROCESO SUMARIO DE ILEGITIMIDAD
Art. 6 7 . — Caracterización general. Opción.

1. Contra los actos administrativos de alcance particular
o general y las ordenanzas municipales, la parte actora tendrá
la opción de formular la pretensión bajo el régimen del proce-
so ordinario previsto en el Título I, o mediante el Proceso Su-
mario de ilegitimidad, establecido en el presente Capitulo.
2. El Proceso Sumario de ilegitimidad tendrá por único
objeto la declaración de nulidad de u n acto administrativo de
alcance particular o general, o de u n a ordenanza municipal.
Los daños y perjuicios que se pudieren derivar de la declara-
ción de nulidad del acto u ordenanza impugnados, deberán
ser reclamados en u n proceso autónomo.
Art. 6 8 . — Determinación del proceso a seguir.
1. La parte actora, en su primera presentación, solicita-
rá que la pretensión tramite por el proceso reglado en el pre-
sente Capítulo. La demandada podrá oponerse a ello, dentro
de los primeros cinco (5) días de notificado el traslado de la
demanda. Esta oposición suspenderá el plazo para contestar
la demanda y formular excepciones.
2. El tribunal resolverá sobre la procedencia de la vía,
como única cuestión de previo y especial pronunciamiento.
3. En el caso que se hiciera lugar a la oposición, el tri-
bunal resolverá la tramitación del proceso por las reglas del
procedimiento ordinario, confiriéndose a la actora un plazo
de treinta (30) días para adecuar la demanda, la que prose-
guirá su curso procesal de conformidad a las normas previs-
tas en el Título I del presente Código.
Art. 69. — Reglas procesales. El proceso sumario de ile-
gitimidad se regirá por las reglas del proceso ordinario previs-
tas en el presente Código, con las modificaciones siguientes:
J. El plazo para promover la demanda será de sesenta
{60) días, contados en la forma prevista en el artículo 18 del
presente Código.
2. Se correrá traslado de la demanda por un plazo de
veinte (20) días.
3. No se correrá traslado a la actora de la contestación
de la demanda, ni se celebrará la audiencia prevista en el
artículo 41 del presente Código.
4. No se admitirá la producción de prueba distinta de la
documental acompañada por las partes y la contenida en los
expedientes administrativos agregados a la causa y directa-
mente relacionadas con la pretensión.
5. Las excepciones previas deberán ser planteadas en el
escrito de contestación de la demanda y resueltas por el tri-
bunal en la sentencia.
6. Contestada la demanda, o vencido el plazo para ha-
cerlo, se conferirá vistas a las partes para que, en el plazo
común de cinco (5) días presenten el alegato, vencido el cual
se llamará autos para sentencia.
7. La sentencia deberá dictarse en el plazo de treinta (30)
días.
Art. 7 0 . — Sentencia.
1. La sentencia deberá limitarse a desestimar la preten-
sión o a declarar la nulidad total o parcial del acto adminis-
trativo u ordenanza municipal impugnados.
2. J u n t o con la declaración de nulidad, el tribunal, de
acuerdo con las circunstancias del caso, ordenará a la de-
m a n d a d a la conducta a seguir, con ajuste a la pretensión
procesal articulada o procederá a devolver las actuaciones
para que se dicte un nuevo acto u ordenanza.
CAPITULO II
IMPUGNACIÓN DE SANCIONES
EN MATERIA DE EMPLEO PÚBLICO
Art. 7 1 . — Opción por el proceso sumario. Contra los ac-

tos administrativos que dispongan sanciones disciplinarias
a los agentes públicos provinciales o municipales, la parte
actora, en el escrito inicial, podrá optar por formular las pre-
tensiones previstas en el artículo 12 del presente Código, por
la vía del proceso ordinario, o por la del sumario prevista en
este Capítulo.
Art. 7 2 . — Plazo para la demanda. Reglas procesales. La

pretensión deberá deducirse dentro de los sesenta (60) días
contados en la forma prevista en el artículo 18 del presente
Código. El trámite se regirá por las normas previstas en el
Capítulo I del Título II del presente Código, con las siguien-
tes excepciones:
J. Contestada la demanda, o vencido el plazo para ha-
cerlo, no habiendo hechos controvertidos, el tribunal decla-
rará la cuestión de puro derecho y, firme dicha providencia,
llamará autos para sentencia.
2. Si hubiere hechos controvertidos, en u n a misma pro-
videncia el tribunal dispondrá la producción de las pruebas
pertinentes.
Art. 7 3 . — Sentencia favorable.
1. Si la sentencia fuera favorable al impugnante, dispon-
drá, conforme a las particularidades del caso, todas o algu-
n a s de las siguientes medidas:
a) La anulación de la sanción.
b) La reincorporación del agente, si la sanción hubiera
sido expulsiva.
c) El reconocimiento de los haberes devengados.
2. De acuerdo a las características de la causa, cuando
se anulare u n a sanción expulsiva, j u n t o con la declaración
de nulidad, el tribunal podrá ordenar la adopción de las me-
didas que estimare conducentes con arreglo a lo dispuesto
en el artículo 50 del presente Código.
CAPÍTULO III
IMPUGNACIONES ESPECIALES CONTRA RESOLUCIONES

DE COLEGIOS O CONSEJOS PROFESIONALES
Y DE CAJAS DE PREVISIÓN SOCIAL DE PROFESIONALES
Art. 74. — Impugnación de resoluciones de Colegios o

Consejos Profesionales.
1. Las pretensiones que tengan por objeto la impugna-
ción de los actos administrativos definitivos de los Colegios o
Consejos Profesionales, a cuyo cargo estuviere el gobierno de
la matrícula o registro de profesionales, tramitará por el pro-
ceso instituido en el presente Capítulo, sin perjuicio de la
aplicación supletoria de las restantes normas del presente

Código.
2. Serán de aplicación las siguientes reglas procesales:
a) La demanda deberá interponerse por escrito, directa-
mente ante el tribunal contencioso-administrativo,
dentro de los quince (15) días, contados a partir del
día siguiente al de la fecha de notificación del acto
cuestionado. En lo pertinente, el escrito deberá re-
unir los requisitos establecidos en el artículo 27 del
presente Código. La pretensión deberá interponerse
ante los tribunales competentes según lo dispuesto
en el artículo 5 o , inciso 1), primer párrafo.
b) Dentro de los cinco (5) días de presentada la deman-
da se requerirá, por oficio dirigido a la autoridad su-
perior del ente correspondiente, la remisión de los
antecedentes administrativos, lo que deberá efectuarse
dentro de los diez (10) días de notificados. En caso de
incumplimiento del deber de remisión, se aplicará lo
dispuesto en el artículo 30 inciso 2) del presente Có-
digo.
c) Cumplido el trámite previsto en el apartado anterior,
el tribunal conferirá traslado por diez (10) días al ente
demandado. Contestado el traslado o expirado el pla-
zo respectivo, se llamará autos para sentencia.
d) Si hubiere hechos controvertidos, la causa será abierta
a prueba por u n plazo no mayor de quince (15) días.
e) Vencido dicho plazo el tribunal, previo llamado de
autos, dictará sentencia dentro del plazo de treinta
(30) días.
3. Las reglas del presente Capítulo serán de aplicación a
todos los procedimientos previstos por las leyes de creación
de los Colegios o Consejos Profesionales u otras normas si-
milares, en materia de impugnación judicial contra:
a) Los actos que decidan la suspensión, cancelación o
denegación de la inscripción en la matrícula corres-
pondiente.
b) Los actos mediante los que se impongan sanciones en
los supuestos contemplados por las normas de apli-
cación.
c) En general, los actos de gravamen emanados de aque-
llos entes.
Art. 7 5 . — Impugnación de resoluciones de las Cajas de

Previsión Social de Profesionales.
1. Las pretensiones que tengan por objeto impugnación
de los actos administrativos definitivos emanados de los ór-
ganos superiores de las Cajas de Previsión Social de Profe-
sionales, tramitará por las normas del proceso ordinario, sin
perjuicio de la opción prevista en el Título II, Capítulo I del
presente Código.
2. La pretensión deberá interponerse dentro del plazo
establecido en el artículo 18 del presente Código, y ante los
tribunales competentes según lo dispuesto en el artículo 5 o ,
inciso 1), primer párrafo.
CAPITULO IV
AMPARO POR MORA
Art. 7 6 . — Supuestos y procedimientos.

1. El que fuere parte en u n procedimiento administrati-
vo, podrá solicitar judicialmente se libre orden judicial de
pronto despacho. Dicha orden será procedente cuando algu-
no de los entes referidos en el artículo I o del presente Código
hubiere dejado vencer los plazos fijados y, en caso de no existir
éstos, si hubiere transcurrido u n plazo que excediere de lo
razonable, sin emitir la resolución o el acto de trámite o pre-
paratorio que requiera el interesado o corresponda adoptar
para continuar o resolver el procedimiento.
2. Presentada la pretensión, el tribunal se expedirá so-
bre su admisibilidad, teniendo en cuenta las circunstancias
del caso y requerirá a la autoridad administrativa intervi-
niente que, en el plazo que le fije, no mayor a los cinco (5)
días, informe sobre la causa de la demora aducida.
3. La configuración del silencio administrativo de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 16 del presente Código, no
impedirá la utilización de esta vía.
4. Contestado el requerimiento o vencido el plazo sin que
se lo hubiera hecho, el tribunal resolverá lo pertinente acer-
ca de la mora, librando la orden si correspondiere para que
la autoridad administrativa responsable despache las actua-
ciones en el plazo prudencial que se establezca según la na-
turaleza y complejidad del asunto.
5. Las resoluciones que adopte el tribunal en el trámite

del amparo por mora serán irrecurribles. La sentencia será
susceptible de reposición, dentro de los tres (3) días de noti-
ficada, mediante escrito fundado.
TÍTULO III
CAPITULO I
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y TRANSITORIAS
Art. 7 7 . — Aplicación de las normas del Código Procesal

Civil y Comercial.
1. Serán de aplicación al trámite de los procesos admi-
nistrativos, en cuanto no sean incompatibles con las pres-
cripciones del presente Código, las normas previstas en el
2. A falta de norma expresa que determine u n plazo pro-
cesal, se aplicarán los previstos en el Código Procesal Civil y
Comercial, salvo el relativo al traslado de dictámenes parcia-
les y de liquidaciones, que será de diez (10} días.
Art. 7 8 . — Entrada en vigencia del presente Código. Apli-
cación a los procesos en curso de ejecución.
1. El presente Código Procesal comenzará su vigencia
juntamente con el fuero contencioso administrativo, a partir
del I o de octubre de 1998. Hasta tanto comiencen las funcio-
nes de los tribunales en lo contencioso administrativo, la
Suprema Corte de Justicia decidirá, h a s t a su finalización, en
única instancia y juicio pleno, todas las causas correspon-
dientes al referido fuero que se hubieren iniciado.
2. En todos los casos en que el presente Código otorgue
plazos m á s amplios para la realización de actos procesales,
se aplicarán éstos a los procesos anteriores a su entrada en
vigencia.
3. En las causas regidas por el artículo 215, segundo
párrafo, de la Constitución de la Provincia, serán de aplica-
ción las normas del presente Código, en cuanto resultaren
compatibles con la jurisdicción atribuida por aquel precepto
a la Suprema Corte de Justicia. En materia de caducidad de
instancia, costas, régimen de sentencia, su ejecución y los
recursos contra la misma, se aplicarán las normas de la Ley
2.961, con las modificaciones introducidas por los Decretos-

Leyes 8.626/76 y 8.798/77.
CAPITULO II
DLSPOSICIONES MODIFICATORIAS Y DEROGATORIAS
Art. 7 9 . — Sustitúyense los artículos 77, 20 y 33 de la

Ley 10.973; 12 y 19 de la Ley 10.405; 12 y 19 de la Ley 10.416;
12y 1 9 d e l a L e y 10.411; 10 y 23 de la Ley 7.193 (T.O. 1.987);
10 y 41 de la Ley 6.682 (T.O. 1.987); 12 y 19 de la Ley 10.353;
42, 48 y 63 de la Ley 11.745; 11, 18 y 27 de la Ley 10.751; 16
y 39 de la Ley 10.392; 27 y 51 de la Ley 10.620; 14 y 36 de la
Ley 10.646; 9 inciso 2), y 29 de la Ley 5.177 (T.O. 1.987); 28
y 65 del Decreto-Ley 9.020/78 (T.O. 1.986); 27 y 57 del De-
creto-Ley 9.944/83; 15, 41 y 53 de la Ley 8.271 (texto según
Ley 11.925); 39, 45 y 58 de la Ley 10.306; 40 y 67 de la Ley
10.321; 76 del Decreto-Ley 9.686/81; 37 y 46 de la Ley 10.757;
42 y 50 del Decreto-Ley 5.413/58; 13 y 34 de la Ley 10.307; y
toda otra norma que atribuya a la justicia en lo Civil y Co-
mercial de La Plata la competencia para juzgar las impugna-
ciones contra los actos de gravamen emanados de los Cole-
gios o Consejos Profesionales. Tales casos serán resueltos por
los tribunales contencioso-administrativos y tramitarán con
arreglo a lo previsto en el artículo 74 del presente Código.
Las contiendas previstas en los artículos 79 de la Ley
10.973; 28 de la Ley 10.405; 27 de la Ley 10.416; 27 de la
Ley 10.411; 6 de la Ley 6.682 (T.O. Decreto 5.514/87); 27 de
la Ley 10.353; 5 de la Ley 10.392; 5 de la Ley 10.646; 20 de
la Ley 5.177 (T.O. 1.987); 39 del Decreto-Ley 9.944/83; 7 de
la Ley 8.271; 12 de la Ley 10.321; 27 de la Ley 10.751, y en
toda otra norma análoga, relativa a la intervención y reorga-
nización de Colegios o Consejos Profesionales, serán resuel-
tas por los tribunales contencioso-administrativos, aplicán-
dose las reglas previstas en el artículo 74 del presente Código.
Art. 80. — Sustitúyense los artículos 31 y 36 de la Ley
10.869, por los siguientes:
"Artículo 31: Las resoluciones del Tribunal de Cuen-
tas podrán ser impugnadas en forma originaria por ante
el Tribunal de Casación Contencioso-Administrativo.
Artículo 36: El cobro judicial previsto en el artícu-
lo 33 de la presente Ley, se suspenderá cuando se inter-
ponga el recurso de revisión, se inicie u n a causa conten-
cioso-administrativa, se efectúe el pago o se consigne el
importe del cargo en el Banco de la Provincia a la orden
del Presidente del Tribunal".
Art. 8 1 . — Sustitúyense los artículos 32, 89 y 10 del
Decreto-Ley 9 1 2 2 / 7 8 , reformado por la Ley 11.796, los que
quedaran redactados de la siguiente forma:
"Artículo 3o: Serán competentes para entender en los
juicios contemplados en la presente Ley, tendientes al
cobro de créditos fiscales de naturaleza tributaria de la
Provincia, los tribunales contencioso-administrativos que
correspondan al domicilio fiscal del obligado en la Pro-
vincia, o los que correspondan al lugar del cumplimien-
to de la obligación o los del lugar en que se encuentren
los bienes afectados por la obligación que se ejecute, a
elección del actor. El procedimiento tramitará ante la
Secretaría de Ejecuciones Fiscales de cada tribunal.
En los juicios promovidos por las municipalidades
u otras personas públicas no estatales expresamente
facultadas para acudir a este procedimiento de ejecu-
ción, serán competentes los jueces de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial o los jueces de Paz letrados que
correspondan al domicilio fiscal del obligado en la Pro-
vincia, o los que correspondan al lugar del cumplimien-
to de la obligación o los del lugar en que se encuentren
los bienes afectados por la obligación que se ejecute, a
elección del actor.
En ningún caso, la facultad que la autoridad provin-
cial o municipal confiera a los contribuyentes para el pago
de s u s obligaciones fuera de la jurisdicción provincial,
podrá entenderse como declinación de esta última. En el
caso de existir varios créditos contra u n a misma persona,
podrán acumularse en u n a ejecución, también a elección
del actor. No es admisible la recusación sin causa".
"Artículo 8o: Opuestas las excepciones en la forma
prevista en el artículo 7 o , el juez conferirá traslado al
actor, quien deberá contestarlas dentro del tercer día. Si
se declarase que las mismas no son admisibles, podrá
apelar el demandado en relación y dentro de las cuarenta
y ocho (48) horas de notificado, salvo en el caso de ejecu-

ciones que tramiten ante los tribunales contencioso ad-
ministrativos, en los que tal resolución será irrecurrible".
"Artículo 10: Contra la sentencia de trance y remate
podrá interponerse recurso de apelación en relación, en
el único supuesto en que se hubieren opuesto excepcio-
nes declaradas admisibles. En los casos que tramiten ante
los tribunales contencioso administrativos, la sentencia
no será impugnable por vía del recurso de casación".
Art. 82. — Sustitúyense los artículos 40, 41 y 42 del
Decreto-Ley 7543/69,( T.O. mediante Decreto 9 6 9 / 8 7 ), por
los siguientes:
"Articulo 40: La resolución definitiva dictada en los
casos previstos en el artículo 38, no surtirá efecto alguno
sin la previa notificación al Fiscal de Estado, la que deberá
efectuarse en su despacho oficial dentro de los cinco (5)
días hábiles siguientes a la fecha en que se dictaren. Cuando
se tratare de resoluciones administrativas dictadas de con-
formidad con la antecedente vista del Fiscal, la notifica-
ción será igualmente válida si se efectúa en la persona de
alguno de los funcionarios mencionados en el artículo 43
infim, autorizados al efecto por el Fiscal de Estado.
Esta notificación se tendrá por cumplida transcu-
rridos cinco (5) días hábiles desde que el expediente res-
pectivo haya tenido entrada en la Fiscalía de Estado, si
antes de dicho término no se efectuare la notificación
personal prevista en el apartado anterior.
Si la resolución hubiese sido dictada con transgre-
sión de la Constitución, de la Ley o de u n reglamento
administrativo, el Fiscal de Estado deducirá demanda
contencioso-administrativa o de inconstitucionalidad,
según corresponda".
"Artículo 41: Ninguna resolución administrativa dic-
tada en oposición con la vista del Fiscal de Estado podrá
cumplirse mientras no haya transcurrido desde su noti-
ficación u n plazo de treinta (30) días hábiles".
"Artículo 42: El vencimiento del término para iniciar
la demanda originaria de inconstitucionalidad o del pla-
zo previsto en el artículo anterior, no obstará la deduc-
ción de las acciones que correspondan, por la vía y en la
forma que determinen las leyes generales, aun contra
los particulares beneficiados por la resolución adminis-
trativa comprendida en el artículo 38".
Art. 8 3 . — Sustituyese el artículo 3 o de la Ley 8.132 por
el siguiente:
"Artículo 3o: Serán competentes para entender en las
actuaciones originadas por esta Ley, los tribunales del
fuero contencioso-administrativo".
Art. 8 4 . — Deróganse la Ley 2.961, con las modificacio-
nes introducidas por los Decretos-Leyes 8.626/76, 8.798/77
y la Ley 10.211 —en los términos establecidos en los artícu-
los 215 de la Constitución de la Provincia y 78 inciso 3) del
presente Código—, el Decreto-Ley 9.398/79 (T.O. según De-
creto-Ley 9.671/81), y toda otra norma que se oponga a las
previstas en el presente Código.
Art. 8 5 . — Sustituyese el artículo 44 del Decreto-Ley
11.643/63, el que quedará redactado de la siguiente manera:
"Artículo 44: De las observaciones que formule el
Registro, el interesado podrá recurrir:
a) Por reconsideración ante su Director, cuya reso-
lución tendrá carácter definitivo.
b) Por apelación ante las Cámaras de Apelación en lo
Civil y Comercial del Departamento Judicial de La
Plata, dentro de los diez (10) días de notificado. Si
el apelante tuviese su domicilio fuera del Partido
de La Plata, el plazo mencionado quedará amplia-
do a razón de u n (1) día por cada doscientos (200)
kilómetros o fracción que no baje de cien (100)."
Art. 86. — Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones de la Honorable Legislatura de
la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, a u n día
del mes de octubre del año mil novecientos noventa y siete.
Rafael Edgardo Roma Osvaldo José Mércuri
Presidente H. Senado Presidente H. Cámara
de Diputados
José Luis Ennis Manuel Eduardo Isasi
Secretario Legislativo Secretario Legislativo
H. Senado H. Cámara de Diputados
DECRETO 3.444
La Plata, 17 de octubre de 1997

Cúmplase, comuniqúese, publíquese, dése al Registro y
"Boletín Oficial" y archívese.
Duhalde
J. M. Díaz Bancalari
Registrada bajo el número doce mil ocho (12.008).

E. M. Reimondi de Arrigó
LEY 12.074
El Senado y Cámara de Diputados de la Provincia de
Buenos Aires sancionan con fuerza de Ley
Articulo I o — Por la presente Ley se establecen los Tri-
bunales competentes para decidir los casos correspondien-
tes al Fuero Contencioso Administrativo , de conformidad a
lo dispuesto en los artículos 166, último párrafo y 215 de la
Constitución de la Provincia, con el alcance y en las condi-
ciones establecidas en las disposiciones siguientes y en el
Código Procesal Contencioso Administrativo.
Art. 2 o — Créase en el Poder Judicial de la provincia de
Buenos Aires, el Tribunal de Casación Contencioso Adminis-
trativo, de carácter colegiado y con competencia para resol-
ver los recursos de casación en las causas previstas en el
artículo 166, último párrafo de la Constitución de la Provin-
cia, con las características que surgen de la presente Ley y
los alcances establecidos en el Código Procesal Contencioso
Administrativo. Asimismo entenderá, en instancia originaria
y juicio pleno, en las demandas promovidas contra las reso-
luciones del Tribunal de Cuentas de la Provincia, con aplica-
ción de las reglas del juicio ordinario, establecido en el Capí-
tulo I —artículos I o al 66— del Código Procesal Contencioso
Administrativo.
Art. 3 o — El Tribunal de Casación Contencioso Admi-
nistrativo, tendrá su sede en la ciudad de La Plata. Estará
integrado por cuatro (4) miembros y funcionará con una Pre-
sidencia y una Sala de tres (3) miembros. Su competencia
territorial se extenderá a toda la Provincia de Buenos Aires.
Art. 4 o — Para ser Juez del Tribunal de Casación Con-
tencioso Administrativo se requieren las mismas exigencias
que establece el artículo 177 de la Constitución de la Provin-

cia para ser juez de la Suprema Corte de Justicia.
Art. 5 o — El Tribunal de Casación Contencioso Admi-
nistrativo dictará su reglamento interno, mediante el cual
regulará s u s funciones y atribuciones, correspondiéndole las
facultades que el artículo 167 de la Constitución de la Pro-
vincia confiere a las Cámaras de Apelación respecto del nom-
bramiento y remoción de los Secretarios de su dependencia,
sin perjuicio de las demás de superintendencia que sean de-
legadas por la Suprema Corte de Justicia.
Art. 6 o — En caso de vacancia, licencia, excusación, re-
cusación u otro impedimento de alguno de los miembros del
Tribunal, éste se integrará con el Presidente del mismo. En
su defecto, la Sala se integrará con los miembros hábiles de
los Tribunales Contencioso Administrativos de La Plata, sor-
teados al efecto. En todos los casos, deberá observarse lo
dispuesto en el artículo 4 o de la presente Ley.
Art. 7 o — El Tribunal deberá celebrar acuerdos los días
que el mismo o, en su defecto, la Sala determine. Aquéllos no
podrán ser menos de dos (2) por semana, pudiendo el Presi-
dente fijar otros en caso de urgencia.
Art. 8 o — El Tribunal funcionará con u n a Secretaría
propia.
Art. 9 o — Las decisiones del Tribunal de Casación Conten-
cioso Administrativo se adoptarán por el voto de la mayoría ab-
soluta de los jueces que lo integran, siempre que éstos concor-
daren en la solución del caso. Si hubiere desacuerdo, se requerirán
los votos necesarios para obtener mayoría de opiniones. Las sen-
tencias definitivas se dictarán por deliberación y voto de los jue-
ces que las suscriben. En los restantes supuestos, las resolucio-
nes podrán ser redactadas en forma impersonal.
Art. 10. — Una vez radicados los asuntos sometidos a la
competencia del Tribunal de Casación Contencioso Adminis-
trativo, éste procederá a su integración notificándose a las
partes su resolución.
Art. 1 1 . — Créanse en el ámbito del Poder Judicial de la
Provincia y en el Fuero Contencioso Administrativo, los Tri-
bunales Contencioso Administrativos mencionados en el ar-
tículo 14 de la presente Ley, de carácter colegiado y con com-
petencia para resolver en única instancia ordinaria las cues-
tiones que se susciten en la materia determinada por el
artículo 166, último párrafo de la Constitución de la Provin-
cia y por el Código Procesal Contencioso Administrativo.
Art. 12. — Para la tramitación de juicios de apremio ten-
dientes al cobro de créditos fiscales de naturaleza tributaria
de la Provincia contra s u s deudores y responsables, cada
Tribunal Contencioso Administrativo tendrá u n a Secretaría
de Ejecuciones Fiscales y designarán, en la forma estableci-
da en el reglamento interno, u n Juez de Trámite a cuyo cargo
estará todo el desarrollo del proceso, a excepción de la sen-
tencia, que deberá ser dictada de acuerdo con lo establecido
en el artículo 9 o de la presente Ley.
Art. 13. — Sustitúyense los artículos I o , 30 y 31 de la
Ley 5.827 —Orgánica del Poder Judicial—, por los siguientes:
"Art. Io — La administración de justicia en la Pro-
vincia será ejercida por:
1) La Suprema Corte de Justicia.
2) El Tribunal de Casación Penal.
3) El Tribunal de Casación en lo Contencioso Ad-
ministrativo.
4) Las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comer-
cial y de Garantías en lo Penal.
5) Los J u e c e s de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial, de Garantías, en lo Correccional y de
Ejecución en lo Penal.
6) Los Tribunales en lo Criminal.
7) Los Tribunales Contencioso Administrativos.
8) Los Tribunales de Trabajo.
9) Los Tribunales de Familia.
J 0) Los Tribunales de Menores.
11) Los Juzgados de Paz.
12) El Juzgado Notarial."
"Art. 30. — Las sentencias y demás resoluciones del
Tribunal se pronunciarán siempre por u n número de
votos concordantes que representen la mayoría de los
nueve (9) jueces del mismo.
En caso de vacancia, licencia, excusación, recusa-

ción u otro impedimento de alguno de los miembros del
Tribunal, éste se integrará de ser necesario, por sorteo,
en primer término, entre los Presidentes de los Tribuna-
les de Casación Penal y de Casación Contencioso Admi-
nistrativo de la Provincia de Buenos Aires".
"Art. 31 — En los demás casos que deba integrarse
el Tribunal por vacancia, recusación, impedimento o li-
cencia, se seguirá el siguiente orden:
Vocales del Tribunal de Casación Penal, del Tribu-
nal de Casación Contencioso Administrativo; Presiden-
tes de las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial
del Departamento Judicial de La Plata; Vocales de las
Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial y de Ga-
rantías en lo Penal en orden de turno; por los J u e c e s de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial, en lo Correc-
cional y de los Tribunales en lo Criminal que reúnan las
condiciones necesarias para ser Vocal de la Suprema
Corte; por abogados de la matrícula sorteados de las lis-
tas de Conjueces".
Art. 14. — Los Tribunales Contencioso Administrativos
tendrán su asiento en las ciudades que en cada caso se indi-
ca y ejercerán su jurisdicción territorial por: Departamento
Judicial o con carácter regional, comprendiendo en este últi-
mo caso dos o más Departamentos Judiciales en la forma
que se detalla a continuación:
1) Un Tribunal Contencioso Administrativo con asiento
en la ciudad de Bahía Blanca, que ejercerá su juris-
dicción con competencia territorial en el Departamento
Judicial de Bahía Blanca.
en la ciudad de San Martín, que ejercerá su jurisdic-
ción con competencia territorial en la región confor-
mada por los Departamentos Judiciales de San Mar-
tín y de San Isidro.
en la ciudad de J u n í n , que ejercerá su jurisdicción
con competencia territorial en la región conformada
por los D e p a r t a m e n t o s J u d i c i a l e s de J u n í n y de
Trenque Lauquen.
en la ciudad de Morón, que ejercerá su jurisdicción
con competencia territorial en la región conformada
por los Departamentos Judiciales de Morón y de La
Matanza.
5) Tres Tribunales Contenciosos Administrativos con
asiento en la ciudad de La Plata, que ejercerán su j u -
risdicción con competencia territorial en la región con-
formada por los Departamentos Judiciales de La Pla-
ta y de Dolores.
en la ciudad de Lomas de Zamora, que ejercerá su
jurisdicción con competencia territorial en el Depar-
tamento Judicial de Lomas de Zamora.
en la ciudad de Quilmes, que ejercerá su jurisdicción
con competencia territorial en el Departamento Judi-
cial de Quilmes
en la ciudad de Mar del Plata, que ejercerá su juris-
dicción con competencia territorial en la región con-
formada por los Departamentos Judiciales de Mar del
Plata, de Necochea y Azul.
en la ciudad de Mercedes, que ejercerá su jurisdic-
ción con competencia territorial en el Departamento
Judicial de Mercedes.
J 0) Un Tribunal Contencioso Administrativo con asiento
en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos que ejerce-
rá su jurisdicción con competencia territorial en la
región conformada por los Departamentos Judiciales
de San Nicolás de los Arroyos, de Zarate-Campana y
de Pergamino.
estarán integrados por magistrados con jerarquía funcional
y presupuestaria de Juez de Primera Instancia. Para su de-
signación se requerirán las mismas condiciones exigidas para
estos magistrados.
se compondrán de la siguiente manera:
a) En el Departamento Judicial de La Plata, con sede

regional en la ciudad Capital de La Plata, se asenta-
rán tres (3) Tribunales Contencioso Administrativos y
cada uno se compondrá de u n a sala única integrada
por tres (3) miembros que ejercerán también alterna-
tivamente la Presidencia.
b) En los restantes Departamentos Judiciales o regio-
nes, el Tribunal se compondrá de u n a sala única in-
tegrada por tres (3) miembros que ejercerán también
alternativamente la Presidencia.
c) En caso de vacancia, recusación, excusación, ausen-
cia o impedimento del Presidente, lo reemplazará el
Vicepresidente, o el integrante del Tribunal que le siga
en orden de antigüedad, si aquél se hallare impedido
de hacerlo.
Art. 17. — Las decisiones de los Tribunales Contencioso
Administrativos se adoptarán por el voto de la mayoría abso-
luta de los jueces que los integran, siempre que éstos con-
cordarán en la solución del caso. Si hubiere desacuerdo, se
requerirán los votos necesarios para obtener la mayoría de
opiniones. Las sentencias definitivas se dictarán por delibe-
ración y voto de los jueces que las suscriban. En los restan-
tes supuestos, las resoluciones podrán ser redactadas en for-
ma impersonal.
Art. 18. — En caso de vacancia, licencia, excusación,
recusación u otro impedimento de alguno de los miembros
del Tribunal, éste se integrará, de ser necesario, por sorteo
entre quienes ejerzan la Presidencia de las Cámaras de Ape-
lación en lo Civil y Comercial, correspondientes a los Depar-
tamentos Judiciales que integran la región en la que tiene
asiento el Tribunal Contencioso Administrativo, continuan-
do de ser necesario en el orden establecido en el artículo 31
de la Ley 5.827 - Orgánica del Poder Judicial.
En el caso de los Tribunales Contencioso Administrati-
vos de La Plata, el sorteo se efectuará en primer término en-
tre todos s u s integrantes.
Art. 19. — En los supuestos en que el litigio se relacione
con la actuación u omisión de la Suprema Corte de Justicia
en ejercicio de funciones administrativas, si correspondiere
su intervención por vía de recursos extraordinarios, aquélla
se integra con conjueces. Del mismo modo se procederá cuan-
do la actividad administrativa controvertida provenga del
Tribunal de Casación Contencioso Administrativo o de los
Tribunales Contencioso Administrativos creados por la pre-
sente Ley.
Art. 20. — El Tribunal funcionará con u n Secretario y
un Secretario de Ejecuciones Fiscales y éstos se reemplaza-
rán entre sí de acuerdo con lo que resuelva el Presidente en
el supuesto de licencia o impedimento de alguno de ellos.
Art. 2 1 . — El Tribunal deberá celebrar acuerdos los días
que se designen a ese efecto por vía reglamentaria, los que
no podrán ser menos de tres (3) por semana, pudiendo el
Presidente fijar otros en caso de urgencia o razones que lo
justifiquen.
Art. 22. — Corresponde al Presidente del Tribunal Con-
tencioso Administrativo, o a quien lo reemplace legalmente:
a) Representar al Tribunal en los actos protocolares ante
los poderes públicos y en general, en todas s u s rela-
ciones con Magistrados, entidades o personas.
b) Conceder licencias con arreglo a las disposiciones re-
glamentarias que dicte el Tribunal, a los Secretarios y
al personal del mismo, por u n término no mayor de
quince (15) días. Si excedieran dicho término, la li-
cencia será resuelta en Acuerdo del Tribunal.
c) Convocar a Acuerdos Extraordinarios en los casos
urgentes citando al Tribunal con carácter extraordi-
nario cuando las circunstancias así lo requieran.
d) Elevar al Procurador General de la S u p r e m a Corte
u n a nómina de los expedientes que se encuentren
para sentencia, con expresión del nombre de las par-
tes, de s u s apoderados y de la fecha del llamamien-
to de autos. Dichas nóminas se elevarán mensual-
mente.
e) Velar por el orden y economía interior de la Sala y la
vigilancia sobre el cumplimiento de los deberes de los
funcionarios y empleados y sancionar a estos últimos.
J) Llevar la palabra en las audiencias y dar la venia para
hacer uso de ella.
g) Dictar las providencias de mero trámite, siendo re-

frendada su firma por la del Secretario. Estas provi-
dencias serán recurribles por vía de revocatoria ante
el mismo Tribunal.
h) Cuidar el oportuno despacho de las causas.
i) Tener bajo su inmediata inspección a la Secretaría.
j) Realizar todas las diligencias tendientes al mejor de-
sarrollo del proceso y que no correspondan al Tribu-
nal, interviniendo en el carácter de Juez de Trámite.
Al respecto, podrá disponer todas las medidas que sean
conducentes al impulso procesal en lo que fuere per-
tinente; disponer la conducción inmediata por la fuerza
pública de testigos, peritos, funcionarios y auxiliares
y de toda persona cuya presencia fuere necesaria y
que no haya concurrido sin causa justificada.
k) Realizar todas las diligencias necesarias para el pro-
ceso que no corresponden al Tribunal.
Art. 2 3 . — Cada Tribunal Contencioso Administrativo
dictará las disposiciones reglamentarias que h a n de regir su
funcionamiento interno y propondrá para su designación a
los funcionarios y agentes que integren su respectivo plantel
de personal.
Art. 24. — Sustitúyense los niveles 22, 20, 19, 18 (Texto
según Ley 11.982) y 17 (Texto según Ley 11.901) de la Plan-
tilla anexa de la Ley 10.374, por los siguientes:
"22. Presidente de Tribunal de Casación Penal, Juez
de Tribunal de Casación Penal, Fiscal de Tribu-
nal de Casación Penal, Presidente y J u e c e s del
Tribunal de Casación Contencioso Administra-
tivo y Defensor de Tribunal de Casación Penal.
20. Juez de Tribunal Contencioso Administrativo, Fis-
cal Adjunto de Tribunal de Casación Penal y De-
fensor Adjunto de Tribunal de Casación Penal.
19. Secretario de Tribunal de Casación Penal, Se-
cretario de Tribunal de Casación Contencioso
Administrativo, Secretario de Fiscalía de Tribu-
nal de Casación Penal y Secretario de Defenso-
ría de Tribunal de Casación Penal.
18. Secretario de Tribunal Contencioso Administra-
tivo, Secretario de Ejecuciones Fiscales de Tri-
bunal Contencioso Administrativo y Auxiliar Le-
trado Relator de Tribunal de Casación Penal.
17. Auxiliar Letrado Relator de Tribunal Contencio-
so Administrativo y Auxiliar Letrado de Juzga-
do de Primera o Única Instancia y de Ministerio
Público de Primera Instancia.
Art. 25. — Autorízase al Poder Ejecutivo a efectuar, en
el Presupuesto General de Gastos y Cálculo de Recursos del
Ejercicio correspondiente, las adecuaciones necesarias para
el cumplimiento de la presente Ley.
Art. 26. — La presente Ley se incorporará como Anexo,
formando parte de la Ley 5.827 —Orgánica del Poder J u d i -
cial— (texto ordenado por decreto 3.702/92 y s u s reformas).
Autorízase al Poder Ejecutivo a ordenar y renumerar en u n
nuevo texto las reformas de la Ley 5.827, incorporando las
introducidas por la presente ley.
Art. 2 7 . — El Fuero Contencioso Administrativo comen-
zará su vigencia en forma conjunta con el Código Procesal de
la materia, a partir del I o de octubre de 1998. Hasta tanto
comience s u s funciones, la Suprema Corte de Justicia deci-
dirá, en única instancia y juicio pleno, todas las causas co-
rrespondientes al referido Fuero que se hubieren iniciado,
hasta su finalización.
Los Tribunales Contencioso Administrativos creados
por esta Ley serán puestos en funcionamiento gradualmente
por el Poder Ejecutivo, conforme lo exija el índice de liti-
glosidad de los respectivos Departamentos Judiciales o re-
giones; lo cual será determinado según las estadísticas que
anualmente elabora la Suprema Corte de J u s t i c i a de la
Provincia.
Para el supuesto de que los Tribunales comprendidos en
el artículo 14 de la presente no se pusiesen en funcionamiento
simultáneo, la Suprema Corte de Justicia determinará el tri-
bunal actuante en las causas cuya competencia territorial le
hubiese correspondido a aquéllos.
Art. 28. — Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones de la Honorable Legislatura
de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, a
los dieciocho días del mes de diciembre del año mil novecien-
tos noventa y siete.
Rafael Edgardo Roma Francisco J. Ferro
Presidente del H. Senado Presidente
H. Cámara Diputados
José Luis Ennis Manuel Eduardo Isasi
Secretario Legislativo Secretario Legislativo
H. Senado H. Cámara Diputados
Cúmplase, comuniqúese, publiquese, dése al Registro y

Boletín Oficial y archívese.
Duhalde
J. M. Díaz Bancalari
Registrada bajo el número Doce mil setenta y cuatro (12.074).

R. M. Citara

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Pedro Pablo Lanusse

Profesor titular de Derecho Procesal I (UMSA).

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9.4. Controversias que se susciten entre prestadores

- Constitución de la Provincia de Buenos Aires, arts. 166

ticia que la administración esté sometida a la ins-

Todos sabemos que la Provincia tiene su Go-

Esa realidad refleja u n a determinada forma de

de funciones administrativas (componente adminis-

miento gradualmente por el Poder Ejecutivo, a par-

nado, el Código Várela debería ser despedido respe-

2) Las que se susciten entre los usuarios y los

tereses tutelados por el ordenamiento jurídico". Se

Los Tribunales Contencioso Administrativos

Administrativo debió superar, como es natural, ins-

mayor número el órgano actualmente competente

Es excepcional, en efecto, que en una causa con-

totalidad de los Departamentos Judiciales de la Pro-

El Tribunal de Casación Contencioso Administra-

Como puede advertirse, el recurso de casación

bal y u n a perspectiva de futuro poco frecuentes en

siones cuyo objeto sea el reconocimiento de dere-

8.1. Reclamo administrativo previo

8.2. Proceso sumario de ilegitimidad

una ordenanza municipal (artículos 67 a 70). En

8.3. Solve et repete

8.4. Acumulación de pretensiones

en u n a sola acción, varias pretensiones diferentes

8.5. Competencia del tribunal

En resumen, existen ahora tres vías y oportu-

8.6. Intervención de terceros

8.7. Nuevo régimen en materia de costas

8.8. Aplicación supletoria del Código

normas del Código Procesal Civil y Comercial "refe-

8.9. Medidas cautelares

nar perjuicios irreversibles. No exige en cambio,

Cuando entre en vigencia el nuevo Código, los

9.1. Juicios de apremio provinciales

criterio puede ser aceptable en el corto plazo, por-

9.2. Responsabilidad patrimonial

9.3. Impugnación de resoluciones de colegios,

Para apreciar la incidencia que está llamada a

9.4. Controversias que se susciten

El régimen de impugnación de las resoluciones

trativo de la Universidad Nacional de La Plata, u n a

caso prefirieron no hacerlo y optaron por tomar dis-

conoció a tiempo. Muchos plazos y exigencias for-

El artículo 215 de la Constitución de la Provin-

Quienes siguieron de cerca el proceso de san-

La aplicación y alcance que debía tener esa nor-

que el artículo 15 de la Constitución provincial exi-

destacarse que la aplicación anticipada de algunas de

fuerzo de juridicidad y ello se traducirá en un cum-

Articulo I o — Cláusula general de la materia contencio-

n a n z a s municipales. Quedan incluidas en este inciso las im-

2. Las que tramitan mediante los juicios de desalojo,

2. Durante el trámite del conflicto de competencia, se

Art. 9 o — De la representación de los órganos y entes

de los demás que intervengan en el proceso. Se exceptúan de