HISTORIA DE LA METEMÁTICA (Resumen)
HISTORIA DE LA METEMÁTICA (Resumen)
HISTORIA DE LA METEMÁTICA (Resumen)
Al reconocer las ventajas del empleo de la cifras arábicas en los cálculos numéricos,
frente al cual los procedimientos entonces en uso le “parecían casi errores”, y con el
objeto de que “la raza latina no careciera más tiempo de ese conocimiento”, y al regresar
a su patria en 1202 publicó su obra principal Kiber Abaci, que apareció nuevamente,
ampliada y reelaborada en 1228.
El título del libro no alude al ábaco como instrumento auxiliar para los cálculos, sino, por
extensión, a los cálculos mismos que LEONARDO enseña a realizar a la manera
“algorítmica” con las cifra arábicas y no a la manera de los abacistas y con las cifras
romanas. En realidad, no fue LEONARDO quien introdujo en la EUROPA cristina esas
cifras, pero sin duda fue él quien divulgó su uso y mostró su ventaja aunque no por eso
quedaron desterrándolas antiguas cifras romanas que continuaron utilizándose, con
suerte variable, en los cálculos comerciales mucho después de LEONARDO, así como el
cálculo con ábaco, prosiguiendo la secular lucha entre abacistas y algorítmicos.
Además del Liber Abaci , en el que LEORNARDO en forma retórica trata variadas
cuestiones de aritmética y de álgebra, se le deben una práctica Geometriae¸ publicada en
1220, y varios escritos menores, quizá sus obras más originales, entre las cuales un Flos
super solutionibus quaesrionum … y un liber quadratorum, aparecidos en 1225, en los
que, entre otras cuestiones, trata de los tres problemas que le propusiera JUAN DE
PALERMO en la corte del emperador FEDERICO II y que LEONARDO resolvió.
Del mismo siglo que LEONARDO, aunque algo posterior, es Giovanni CAMPANO de
Novera, A QUIEN SE DEBE UNA TRADUCCIÓN de los elementos de ÉUCLIDES
(incluyendo los llamados libros XIV y XV). En esa traducción utilizó la versión de
ADELARDO DE Bath, pero recorrió también directamente a las fuentes árabes. Esa
traducción constituyó el primer texto impreso de EUCLIDES (Venecia, 1482) y en sus
comentarios demuestra CAMPANO ser más que un mero traductor. Citemos que se lleve
el intento, seguramente el primero, de fundar la aritmética de los números naturales sobre
un sistema de axiomas y de postulados. Sus postulados son cuatro: los tres primeros
afirman que la sucesión de los números naturales es limitada, mientras que el curato fija
la existencia de un mínimo en todo grupo de números al afirmar “que un número no puede
disminuir indefinidamente”. Utiliza estos postulados en la determinación del máximo
común divisor, así como en la demostración de la inconmensurabilidad de un segmento
con su sección áurea, pues al aplicarles el proceso para la determinación del máximo
común divisor la periodicidad del proceso excluye la existencia del mínimo.
Agreguemos que en sus comentarios CAMPANO señala el carácter especial del ángulo
formado por dos circunferencias tangentes, reabriendo la cuestión del ángulo de
contingencia que ocupó y preocupó a los matemáticos hasta el siglo XVIII.
El nombre de “ángulo de contingencia” para el ángulo formado por la recta tangente a una
circunferencia y esta curva, aparece en una obra de este siglo perteneciente a un autor (o
autores) de identidad discutida: JORDANUS NEMORARIUS, a quien
(o quines) se atribuyen varios escritos científicos sobre aritmética, álgebra y geometría de
capital importancia (3).
También al siglo XIII pertenece John de Holywood, más conocido por su nombre
latinizado SACROBOSCO, que en 1230 era maestro en París, donde murió a mediados
de siglo. Por la fama que gozaron y la influencia que ejercieron, más que por su valor
intrínseco, deben recordarse se Sphera mundi, compilación de las partes más
elementales del almagesto que sirvió de texto en toda Europa, hasta después de
COPÉRNICO y su Algorismus vulgaris o tractatus de arte numerandi, tratado elemental
de la aritmética que trata de la numeración, adición, sustracción, división por 2,
duplicación, multiplicación, división y progresiones (sólo las sumas de la sucesión de
números naturales o números impares) y extracción de raíces. Con todo, este texto
elemental contribuyó mucho a la difusión de las cifras arábicas y de la numeración
decimal.
En los siglos siguientes esta atmósfera cultural irá lentamente modificándose; el espíritu
medieval, bajo el signo del humanismo, se convertirá en el espíritu moderno, una de las
cuyas notas será precisamente acelerar el progreso científico.
Durante esos siglos, que para la matemática van desde el XIV hasta fines del XVI, fecha
en que se inicia para esta ciencia una nueva era, la labor matemática se concentrar a
completar y perfeccionar la aritmética, el álgebra y la trigonometría.
En el siglo XIV los progresos fueron escasos, amortiguándose la llama encendida por
Fibonaci. Citamos a Thomás BRADWARDINE, muerto a mediados de siglo, a quien se
deben varios escritos matemáticos, el más original de los cuales es una Geometría
expectativa done considera los polígonos estrellados, que no figuran en los Elementos
pero los polígonos estrellados, que no figuran en los Elementos pero que aparecían en los
comentarios de BOECIO, y en las traducciones de ADELARDODO de Bath y de
CAMPANO, BRADWARDINE los engendra sistemáticamente, mediante prolongación de
los lados de los polígonos regulares de orden inferior (primer ordenes es el de los
convexos) y da correctamente la fórmula para la suma de los ángulos internos de los
polígonos estrellados de primer orden. (CAMPANO la había dado para el pentágono
estrellado.) En su tractatus de continuo (inédito) hay algunas consideraciones acerca del
ángulo de contingencia, dele continuo y del infinito.
Durante ese siglo aparece en Inglaterra la primera obra sobre trigonometría escrita en
latín en el mundo cristiano de Occidente: es el Quadripartitum de sinibus demostratis de
RICHARD DE WALLING FORD (1292 – 1335), aunque unos años antes de su muerte
había aparecido en Francia una obra semejante, pero en hebrero. Era le LEVI BEN
GERSON (1288 – 1344) del sur de Francia, donde con la cultura provenzal florecía la
cultura árabe y judía. Se le debe una Aritmética y una memoria sobre los números de la
forma 2m y 3n demostrando que con dos excepciones m 2, n 1; m 3, n 2 su
diferencia es siempre mayor que; así como comentarios a los Elementos, en los que
intenta reducir el número de postulados y demostrar el más original, pues considera al
mismo tiempo la manera griega de medir los ángulos mediante la cuerda y la flecha, así
como la manera hindú de hacerlo mediante el seno y el coseno, dando las relaciones
mutuas entre los cuatro elementos. Contribuyó una tabla de senos a la manera de
PTOLOMEO (diámetro igual a 120 partes y fracciones sexagesimales). En los aportes de
su trigonometría figura el teorema del seno para triángulos rectilíneos.
Pero, sin duda, el matemático más importante del siglo es Nicole de ORESME, también
francés (1313 – 1382), uno de los “Maestros de parís”. En su Tractatus de latitudnibus,
extracto de una obra más amplia aún, inédita, asoma por primera vez la nación de
representación gráfica de funciones, o mejor, fenómenos de una variable. Asignándoles
los nombres astronómicos “longitud” y “latitud”, toma sobre un eje los valores de la
variable y sobre las normales a él los correspondientes de la función. La diferencia entre
dos ordenadas conductivas es el “gradus latitudinis”, que puede ser “certus grados” si es
distinto de cero, o “non gradus” si es cero. Según la naturaleza del incremento: “excessum
gradus”, distingue el caso de la variación lineal (“uniformite”) de la no lineal (“difformiter”).