Ambrosio Rabanales y El Español de Chile
Ambrosio Rabanales y El Español de Chile
Ambrosio Rabanales y El Español de Chile
1. INTRODUCCIÓN
Sus trabajos relativos al español de Chile de carácter general son Recursos lingüísticos,
en el español de Chile, de expresión de la afectividad (1958), "La norma lingüística
culta del español hablado en Santiago de Chile" (1970), "Perfil lingüístico de Chile"
(1981), "Competencia léxica del santiaguino culto" (1987), "El español de Chile:
situación actual" (1992), "El español de Chile: presente y futuro" (2000). Sin embargo,
también se deben mencionar otros trabajos 1relativos a esta variedad del español, tales
como "Queísmo y dequeísmo en el español de Chile" (1974), "Diptongación y
monoptongación en el español vulgar de Chile" (1960), "Hiato y antihiato en el español
vulgar de Chile" (1960), "Usos tropológico, en el lenguaje chileno, de nombres del
reino vegetal" (1947-1949), "Recursos léxicos expresivos en el español de Chile"
(1994), "El estudio del habla culta de Santiago de Chile (19671997)" (1997), "La
norma lingüística culta del español hablado en Santiago de Chile" (1971), El habla
culta de Santiago de Chile. Materiales para su estudio (1979), "Términos de base
indígena y extranjera en el léxico relativo al cuerpo humano, del habla culta de
Santiago de Chile" (1983), "Competencia léxica del santiaguino culto" (1987), Léxico
del habla culta de Santiago de Chile. Materiales para su estudio (1987), "Las muletillas
en el habla culta de Santiago de Chile" (1992).
2. CONCEPTO DE CHILENISMO
Por otra parte, Rabanales especifica fenómenos propios de esta variedad lingüística:
chilenismos de base extranjera, concepto quizá más práctico que el de extranjerismo
en casos tales como shores 'shorts', bictoco (por 'bistec' y este, a su vez, de beef
steak), sánguche 'sandwich', jai 'de clase alta' (por high society); chilenismos de base
indígena que, al igual que en el caso anterior, es tan válida como indigenismo en voces
como poto 'nalgas', guata 'barriga, vientre, panza', pololear 'tener una relación
sentimental' (por pololo, voz mapuche para designar un insecto fitófago) y chilenismos
semasiológicos, es decir, voces que modifican su significado en Chile, como roto
'vulgar, soez'; no más 'solamente';flor 'estupendo'.
Además de lo anterior, la propuesta de Rabanales resulta igualmente aplicable si se
cambia solamente el elemento "origen" por "uso", resultando así la siguiente
definición: se entenderá por "usos del español de Chile" toda expresión oral, escrita o
somatolálica usada en Chile desde cualquier punto de vista gramatical, por los chilenos
que hablan el español como lengua propia o por los extranjeros residentes que han
asimilado el español de Chile. Desde esta perspectiva, entonces, es posible afirmar que
el concepto, aun con aspectos discutibles, es válido y demuestra tener vigencia tanto
en el habla cotidiana como en la propia disciplina lingüística.
3. CONCEPTO DE NORMA
Uno de los estudios más relevantes respecto de la realización del español ha sido el
Proyecto de estudio coordinado de la norma culta en las principales ciudades de
Iberoamérica y de la península ibérica 6 -coordinado originalmente7 en Chile por
Rabanales y Contreras- y toma como base el concepto de norma lingüística. Si bien es
cierto que este proyecto abarcó gran parte del mundo hispánico, la propuesta de
Rabanales respecto de la distinción de cuatro normas diferenciadas según el nivel
sociocultural y la actitud del hablante le permitió al lingüista chileno describir el
español de Chile de forma detallada, atendiendo los tres niveles de análisis lingüístico -
fonológico, léxico y morfosintáctico- por lo que se estima pertinente incluirlo en una
revisión de las ideas de Rabanales sobre esta variedad del español.
Estas propuestas teóricas son importantes para el estudio del lenguaje, pero Rabanales
(1971), a partir del concepto de norma lingüística en general y sociolingüística en
particular, describe, de forma detallada, una variedad lingüística específica en cada
uno de sus niveles de análisis: el español de Chile. Al fundamentar el proyecto de
estudio de la norma culta, considera los niveles que menciona Coseriu -sistema, norma
y habla- pero, como se dijo, también la norma sociolingüística. Así, distingue dos
grandes niveles socioculturales extremos, el culto y el inculto y, en cada caso, dos
subniveles correspondientes a dos actitudes diversas -y también extremas-del
hablante, formal e informal, lo cual da como resultado cuatro grandes normas
diferenciables: la culta formal, la culta informal, la inculta formal y la inculta informal,
sin desconocer que la realidad es mucho más compleja, pero se trata de una distinción
cuyo valor es metodológico8 y que resulta operatoria. Rabanales entiende por norma
culta
El léxico de una lengua suele ser considerado como su aspecto más externo y, por
ende, el más cambiante, por lo que su estudio no siempre ha sido sistemático. Sin
embargo, este componente lingüístico representa uno de los campos más fecundos en
los estudios acerca del lenguaje, pues gracias al léxico es posible determinar diferentes
visiones de mundo y características culturales de las distintas comunidades. Según
Rabanales (1992), el léxico del español de Chile está formado a lo menos por voces
peninsulares, criollas, indígenas, mestizas y extranjeras. (1) Las peninsulares son, en
su mayoría, patrimoniales y comunes a todo el mundo hispánico; otras, son
consideradas arcaísmos en España (alcuza 'vinagreras', fierro 'hierro'). En el caso de
que existan varios sinónimos peninsulares, en Chile se usa solo uno de ellos (vela y no
'candela', durazno y no 'melocotón'). Además, se utilizan voces de distintas zonas
españolas, como galleguismos y portuguesismos (corpiño, chubasco), leonesismos
(rengo 'cojo', zuncho 'abrazadera metálica o plástica) o andalucismos (barrial
'barrizal',pollera 'falda de mujer'). (2) Las voces criollas son términos del español que
en Chile se emplean con un significado diferente; pueden considerarse como
chilenismos semasiológicos: volantín 'cometa', ampolleta 'bombilla', no más
'solamente', al tiro 'inmediatamente', ya 'sí'. (3) Los términos indígenas, sobre todo en
la flora, fauna y cultura amerindia. Además de los indigenismos que ahora pertenecen
al español patrimonial, especialmente voces arahuacas, taínas, caribes y nahuas, en
Chile aparecen como las más utilizadas las voces quechuas, aimaras y mapuches:
callampa 'hongo, seta', choclo 'maíz', guagua 'bebé', cóndor,poroto, etc.; del aimara,
cholo 'mestizo',palta 'aguacate', etc. y sobre todo del mapuche: charquicán 'un guiso',
guata 'barriga', laucha 'ratón pequeño', cagüín 'enredo, chisme', etc. (4) Voces
mestizas, generalmente derivados y compuestos chilenos con estructura hispánica, de
bases indígenas: achuncharse11 'avergonzarse', enguatarse 'ahitarse', talquino 'de la
ciudad de Talca', etc. (5) Los extranjerismos provienen de diversas lenguas, pero es
necesario recordar que una de las características de la lengua española es su facilidad
para adoptar voces de otras lenguas.
Son muchos los ejemplos actuales que pueden darse respecto de este fenómeno,
especialmente en aquellas voces que adquirieron connotación sexual y cuya acepción
original se ve minimizada, por lo que los hablantes intentan evitarlas, como pico
'pene', zorra 'pubis', sapo 'vagina', hueco 'homosexual', tortilla 'lesbiana', niño 'pene',
chico 'ano', paja 'masturbación', champañazo 'eyaculación'. Sin embargo, hay otros
chilenismos semasiológicos sin dicha connotación, como pastel 'forma peyorativa de
designar una persona', caballo 'bueno', 'excelente' ("pasarlo caballo"), mate 'cabeza',
pera 'mentón', lanchas 'pies grandes', piola 'tranquilo', pie 'pago inicial', aguja
'insistente', perno 'torpe', maraca 'mujer que accede fácilmente a requerimientos
sexuales', mula 'falso, de mala calidad, engaño', pulpo 'cintas que afirman la carga
sobre un auto', sapito 'dispositivo del automóvil que arroja agua sobre el parabrisas';
ganso 'bobo'; vaca 'mala persona'; pingüino 'escolar'; osito 'prenda que cubre
totalmente a un bebé', burrito 'armazón metálica que sirve de apoyo a personas que
tienen problemas para caminar', por mencionar algunos casos.
4.2. JUEGOS DE PALABRAS
4.2.2. Los seudoantropónimos son palabras que adoptan la forma de un nombre, pero
que tienen una significación totalmente diversa; lo habitual es que se formen por
analogía meramente fonética, por ejemplo, Poblete 'pobre', Federico 'feo',Maluenda
'malo',Malena"mala" ('poco agraciada'), Filomena '¡filo! 18', Locatelli19 'loco-a', Al
Capone20 'el que pone [la música]' Paganini 21 'quien les paga la cuenta a los demás',
Liz Taylor '¡listo!'; Chabela! (hipocorístico22 por aféresis, con tropofonía y prótesis de
Isabel) '¡chao!, adiós'!, llamar a Guajardo 'vomitar', el Keko (hipocorístico de Sergio)
'el que cojea'; la Cyndi 'la sin dientes', la CyndiNicole 'la sin dientes ni colmillos', la
Karen ("care'mpleá (da)") 'cara de empleada', Valeska "vales callampa" 'de poco
valor', de Michael -pronunciado [demáik!el]-"demás" ('de todas maneras', 'sin duda',
'obviamente'), Pat Henry23(por similitud fonética con "paja"24) y Manuela Palma
'masturbación'25. Para replicar un comentario, son usuales las expresiones ¿Yturra? '¿y
tú?' y, con el mismo significado, pero como consecuencia del voseo chileno, ¿Y
Bombay?, ¿Y Bob Marley?, ¿Y Boston?, ¿Y Bosnia? '¿Y vos?'.
4.2.3. Los seudogeónimos son palabras que adoptan la forma de un nombre de lugar,
que encubren significados que la picardía -según Rabanales- no ha querido hacer
evidentes, por ejemplo, Ir aPichilemu26 'orinar', Ir a Chicago 'defecar', Ir a Cachagua27
(por su similitud fonética con cacha28) 'coito, acto sexual', IraAculeo29, 'tener
relaciones sexuales' (por similitud fonética con culear 'realizar el coito'), Estar en
Canadá ("en cana", voz del lunfardo argentino) 'estar en la cárcel', Jamaica 'jamás',
por Detroit 'sexo anal', viene de Putaendo30 'que ejerce la prostitución' (por similitud
fonética con puta), viene de Coihuecd31 (hueco 'homosexual'), va pa 'Pelarco32, anda
por Pelequin33 'calvicie incipiente' (por similitud fonética con la voz pelado).
Desde otro punto de vista, Rabanales (1958) distingue una serie de recursos
lingüísticos de expresión de la afectividad en el español de Chile. En el plano léxico,
Rabanales distingue entre homosemia (dos palabras sinónimas pero con distinto
registro de uso), hipersemia (formas intensivas, hiperbólicas, que pueden
ejemplificarse en el apodo o las comparaciones con la construcción más + adjetivo,
sustantivo o adverbio + que, por ejemplo, "Más apretado ['avaro'] que traje de
torero", antisemia (antífrasis en que el hablante expone una idea por la idea contraria
con entonación irónica), cacosemia (formas peyorativas, por ejemplo, hocico por
'boca'), calosemia (fórmulas de tratamiento, por ejemplo, m ' hijito), perisemia (dentro
de la cual se encuentra el eufemismo y el disfemismo, es decir, la atenuación o la
exageración humorística o incluso cruel), hiposemia, polisemia, palinsemia (ligado al
sentimiento del humor y usado con ánimo evidente de hacer un chiste) y parasemia
(también humorístico, cuando se sustituye una expresión por otra que pertenece al
mismo "campo asociativo", por ejemplo, Calderón del Buque por Calderón de la Barca).
En el español de Chile, el humor parece estar presente tanto en los aspectos positivos
como negativos, a la par de una creatividad lingüística que no deja de sorprender. El
hablante chileno está constantemente inventando nuevas expresiones, otorgándoles
otros significados a palabras ya existentes o bien jugando con ellas. Se trata de
distintos recursos que permiten expresar un particular carácter que mezcla la ironía, la
burla e incluso la crueldad y que casi siempre apuntan al defecto del otro, pues resulta
más fácil ridiculizar al vecino que ser uno mismo objeto de mofa. Es una práctica social
propia de los habitantes de este país, frente a lo cual Rabanales sostiene:
De todos los fenómenos mencionados, en este trabajo se han elegido solo algunos de
ellos para ser ejemplificados34 con usos actuales del español de Chile.
4.3.2. A pesar del alto uso de los eufemismos, es decir, de manifestaciones suaves o
decorosas de ideas, cuya recta y franca expresión sería cruda o malsonante (DRAE
2001), en Chile se utiliza el disfemismo para dar a conocer opiniones peyorativas.
Según la Academia, el disfemismo es un "Modo de decir que consiste en nombrar una
realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría. Se
opone a eufemismo" (DRAE 2001). Es quizá en el caso de los disfemismos cuando se
hace patente el sentido del humor un tanto cruel del chileno. Según Rabanales, "las
desgracias, por otra parte, por grandes que sean, no tienen la fuerza suficiente para
hacer perder al hombre de clases populares el sentido del humor, el que a veces toca
los lindes de la indiferencia y del cinismo" (1958: 293). Así, lo mismo que se suavizaba
con el eufemismo, se acentúa con el disfemismo: si un enfermo está grave, se dirá que
está jugando con la pelá40, que estápa'lgato, que huele a muerto y, en la actualidad,
que está pedido. Si deja de existir, se hablará del fiambre, el muertito, que entregó las
herramientas, que se fue al patio de los callados, que se puso piyama de madera, que
paró las chalas41. Ejemplos relativos al adulador [en el español de Chile, arrastrado]
son chupamedias, guata42 de callo, guata de foca; relativos a los homosexuales existen
una serie de expresiones peyorativas al tiempo que humorísticas, tales como se le
quema el arroz, se le pegan los tallarines, atiende por la puerta de atrás, se le apaga
el cálefont43; relativos a una mujer fácil, la tabla del 1 (por lo fácil), el vaso de agua
(no se le niega a nadie), la gripe (porque todos la han tenido), la luz del sol (porque se
entrega a todos por igual); relativos a una persona de la cual se duda de sus
habilidades, el tarro con más duraznos, la sandía con más pepas, el perro con más
pulgas, el pan con más chicharrones, el mono con más pelo, el pájaro con más
plumas; se dice de una persona torpe que le falta el uno pa'l diez, le falta la chaucha
pa 'l peso, le faltan gramos p 'al kilo, le faltan tablas pa'l puente o que es caído del
catre; se dice de una persona que padece de locura o demencia que se le llueve la
azotea, se le corrieron las tejas, se le suelta un tornillo,pela cables o peina la muñeca.
Los ejemplos anteriores muestran tanto el sentido del humor como la creatividad de
los chilenos y, desde esta perspectiva, la descripción lingüística permite conocer la
idiosincrasia de los pueblos. Las formas coloquiales son quizá el mejor reflejo de la
identidad y frente a la usual aseveración de que los chilenos "hablan mal", Rabanales
solía bromear al respecto y afirmaba que en Chile "se habla el mejor español de Chile
del mundo" con el propósito de demostrar que no hay hablas ni mejores ni peores,
sino que cada comunidad elige su propia manera de realizar un idioma.
CONCLUSIONES
Los trabajos sobre el español de Chile elaborados por Ambrosio Rabanales en distintos
momentos de su vida académica constituyen uno de los aportes más prolíficos
respecto de esta variedad de la lengua castellana. Independientemente de que existan
aspectos discutibles respecto de algunos conceptos o posturas teóricas, tal como
ocurre en cualquier propuesta científica, es innegable que Rabanales describió y
analizó prácticamente todos los componentes del español hablado en Chile desde la
gramática, la fonología, la sociolingüística, la semántica hasta sus realizaciones
normativas. Rabanales fue uno de los lingüistas más importantes del mundo hispánico
en el siglo XX, por lo que su contribución al estudio del español merece no solo ser
recordada, sino también estudiada y analizada con objeto de motivar a jóvenes
investigadores a describir y reflexionar respecto de la forma en que se realiza el
español en Chile. Este sería, sin duda, el mejor homenaje que se le pudiera rendir al
gran lingüista y maestro Ambrosio Rabanales.