Filosofía Presocrática

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Filosofía presocrática

En la Grecia antigua surgieron las primeras manifestaciones de pensamiento


filosófico organizado y sistemático. Los representantes principales de esta
sostenida corriente fueron los denominados “presocráticos”.

Se llaman así por haber desarrollado su filosofía con anterioridad a Sócrates,


filósofo que marca un estudio diferente en la filosofía griega (otra razón más para
calificarlos con este nombre).

La principal preocupación de los presocráticos es la naturaleza (“fisis”) y el


principio de las cosas (“arjé”); por ello, se considera esta etapa, dentro de la
filosofía griega, como la etapa cosmológica.

Los presocráticos pretenden explicar la realidad que existe a partir de algo


(principio, “arjé”) que se encuentra dentro de las cosas. En esta búsqueda no se
han liberado del todo de los elementos míticos. Se va abandonando la explicación
mítica, sustituyéndola por una racional, aunque no se hace de golpe. Atendiendo a
esta búsqueda los filósofos presocráticos pueden clasificarse en: Monistas: Hay
un único principio que explica todas las cosas
Pluralistas. Diversidad de principios.

Y sin dudar, el filósofo presocrático más reconocido es Tales de Mileto, quién, no


conforme con la primera explicación sobre las cosas, de carácter mítico o
sobrenatural, abre paso a una posición que intenta dilucidar los orígenes, tanto del
mundo en sí como del resto de lo existente, y que también propicia una activa
participación en el proceso de desentrañamiento. A este personaje se lo considera
"el padre de la filosofía".

Después vendrían muchos presocráticos, como Anaxímenes, Anaximandro,


Heráclito, Demócrito, etc., pero no sería hasta Sócrates que se funda se funda el
Humanismo (siglo V a.C.), pues es el iniciador de la escuela que sitúa en el primer
plano de la actividad filosófica al hombre.
Para Sócrates, el hombre constituía el primer objeto de estudio, en tanto que cada
individuo debía conocer bien quién era, lo que se sintetiza en la famosa máxima
socrática del "Conócete a ti mismo". Su doctrina se completaba con la práctica de
la virtud, la “arete” consistente en hacer bien aquello para lo cual el hombre ha
nacido. Por último, la constante interrogación acerca del qué de todas las cosas -la
ciencia, la virtud, la justicia, etcétera-redondea el concepto de ciencia en la
acepción que Sócrates le daba; es decir, saber bien qué son los distintos objetos
de análisis. Su método implicaba el hacer ver a las gentes, por medio de la duda,
lo que en realidad ignoraban.

Un discípulo suyo, Platón, y, a su vez, un seguidor de éste, Aristóteles, configuran


la síntesis más alta en cuanto a pensamiento filosófico de la Grecia clásica. Con
ellos la profundización del planteo adquiere características incluso hoy difíciles de
superar. Sus principios forman parte integrante de la esencia misma de la cultura
occidental, y el intento de solución de los problemas prioritarios del ser humano,
de la ciencia, el desplazamiento de la concepción mítica y, en consecuencia, la
actitud racional para interpretar el mundo del hombre son siquiera los objetivos
fundamentales concretados por estos pensadores, en cuyas sabias e inagotables
fuentes aún bebe el saber contemporáneo. Además, también en Grecia se produjo
el primer sistema de gobierno de carácter democrático, junto con el auténtico
cosmopolitismo, o sea la primera visión de alcances universales de la humanidad
después de la cultura alejandrina.

Fue así como se fundó la escuela “Sofista”, donde los filósofos practicaron una
primitiva forma de democracia que animaba a los ciudadanos a hablar de forma
clara y persuasiva para conseguir lo que querían. Los atenienses usaban la lógica
(un razonamiento correcto) para entender por qué las cosas ocurren de un modo
determinado. De esta forma la filosofía creció observando el mundo que tenía
alrededor.

También podría gustarte