Los 11 Puntos Que Debe Incluir El Plan Estratégico
Los 11 Puntos Que Debe Incluir El Plan Estratégico
Los 11 Puntos Que Debe Incluir El Plan Estratégico
Ser breve para documentar la estrategia implica un mayor esfuerzo, claro está.
Seguramente tendrás que escribir, antes del plan estratégico, algunos otros
documentos complementarios que te servirán de insumos. Pero luego, al escribir
el plan mismo, necesitarás alto poder de síntesis.
¿Cómo hacerlo si debes incluir todos los 11 puntos que señalé antes?
Pues redactando cada punto como si fuera un tweet. Obligándote a ese nivel
extremo de síntesis. Y recién después agregando, en los puntos que sea necesario,
lo que aún falte explicar.
Siempre debes tener en mente que el plan estratégico debe ser fácil de leer,
visualizar y consultar. Para eso se escribe, justamente. Porque sabes que la
estrategia tiene que estar escrita para que funcione, ¿verdad?
Por qué la estrategia debe ser escrita
Si la estrategia política no se pone por escrito no existe. Así de fácil. No existe.
Aunque teóricamente incluya los 11 puntos anteriores.
Una estrategia, como se deriva de todo lo anterior, no es una idea aislada ni una
ocurrencia genial ni un destello súbito ni una frase ingeniosa. Tampoco es un ir y
venir de conceptos ni un zigzagueo de acá para allá ni una decisión sobre lo que
haremos mañana.
Una estrategia tiene que ser comunicable ya que son varias las personas y
estructuras organizativas que deben conocerla y ponerla en práctica. Y al mismo
tiempo tiene que ser fácil de consultar en cualquier momento y circunstancia de
la campaña electoral. Se aleja entonces de la oralidad, siempre más fugaz y más
cercana a la improvisación.
Esas son otras buenas razones por las cuales debe ponerse por escrito.
Mucha gente opina. ¿Demasiados? Todos, en realidad todos opinan. Todos tienen
ideas, todos quieren influir, todos saben cómo ganar. O por lo menos eso creen.
Y lo hacen sin mala intención y con la buena voluntad de ayudar. Pero, ¿sabes
qué? Te enloquecen. Literalmente, te enloquecen. Porque si escuchas a todos te
sumerges en un torbellino de ideas que van y vienen y cambian y se contradicen
y giran y empujan hacia adelante y hacia atrás y en todas las direcciones posibles
(y en las imposibles también).
Los tiempos electorales son infinitamente extensos pero al mismo tiempo son
infinitamente breves. Son extensos porque ocurren tantas cosas cada día que solo
quien ha estado allí lo sabe. Novedades, hechos, noticias, problemas, reacciones,
cambios, más problemas. Todo ocurre a toda velocidad y cada día te parece una
semana (a veces mucho más). Ese tiempo electoral parece interminable. Pero a la
vez es demasiado breve. Porque cuando ves el horizonte y te das cuenta que el
próximo domingo serán ya las elecciones casi siempre te parece que es
demasiado pronto, que faltaron cosas por hacer, que todo pasó muy rápido.
Y hay tanto para hacer, para coordinar, para ejecutar, para supervisar, para
decidir…
En ese momento de caos, más vale que tengas tu estrategia por escrito.
Solo así tu odisea terminará y habrás logrado tus objetivos políticos.