Etnografías Contemporáneas
Etnografías Contemporáneas
Etnografías Contemporáneas
E1NOGRAFÍAS
CONfE11PORÁNEAS
OfROSSU]E10S, OfRASAPROXIMAQONF.S
ENLAIABORANIROPOLÓGICA
CLARA PAULINA ACTYSJA Da.Río
ANDRÉS l.roNAROO GóNGORA SIERRA
DIEGO MAuruao HIGUERA RUBIO
ANAMARiAMAHEcl-IA GROOT
MMdo JuuANMARTfNEzMORENO
CIAUDlA PA1RIOA RMRA AMARnLo
MANun.Ail;JANDRO RODRÍGUEZ RONDÓN
JOHANNA CAROUNA SAIAZAR BAllÍN
ANDRÉS WooD SruCI<Y RODRÍGUEZ
DANIEl.. VE1.ANDIADíAz
'
...
245 p.
ISBN : 958-701-329-8
.
1 \ ,
E1NOGRAÁASCONI"EMPORÁNEAS
Otros sujetos, otras aproximaciones en la labor ;mtropológica
Primer.t Edición
Impreso en Colombia
Los estudiosde etnología-tanfrecuentemente mal entendidosporsuspropios
devotos como una inútilpersecución de curiosidades, como una incursión
porl.asformassal.�yfantástU:asde < <costumbresbárbarasysupersticiones
científica, másprofundamentefilosóficasy esclarecadOrasde/,�ritu.M�
groseras> > -pod_rían convertirse en unadel.asdiscjplinasdela investigación
laEtiwlogíatienel.ashorascoritttdas;¿saldráalaluzdesu verdddero sign·
eimportanciaantesdequeseademaiiado tarde?
Bronislaw Malinowski, Losargonautas delpacífico occidental.
TABLA DE CONTENIDO
Agradecimientos 9
Presentación 11
Introducción 13
Este l ibr o no hub iera sido pos ible sin la v al iosa col ab or ació n de dive rsas
pe rsonas e instituciones. En primer lugar deseamos agradecer a la U niversi
dad Nacional de Colombia y a la Vicedecanatura de Bienestar U niversitario de
la Facultad de Ciencias Humanas; especialmente a la profesora Neyla Pardo
Abril , quien desde un principio se mostró interesada en nuestra empresa y
nos ofreció su ayuda haciendo efectiva esta publicación.
14 ETNOGRAFÍAS CONTEMPORÁNEAS
antropol6gico su autoridad científica y ratifica al trabajo de campo como
herramienta indispensable para la construcci6n del mismo.
Los autores y autoras del presente libro, evidencian en sus análisis las experiencias de
mundo de los otros, permitiendo la inclusi6n de categorías y conceptos nativos en la
descripci6n y entendimiento de los grupos sociales estudiados, acudiendo así a lo que
la antropología ha denominado sentido común (Geertz, [1983] 1994; Kempny y
Burszta, 1994). El sentido común se refiere a un campo de significaciones compar
tido por los sujetos, a través del cual se edifica la realidad. &to hace de las experiencias
individuales objetos de saber.
En esta compilaci6n el conocimiento antropol6gico comprende formas propias de
conciencia, no generali7.ables a todos los humanos, pero sí evidenciables para grupos
o personas que tienen maneras particulares de ver el mundo y actuar en él. Los
artÍculos aquí reunidos evidencian estas nuevas aproximaciones de la labor y la cons
trucci6n de conocimiento.
&tos escritos son producto del trabajo colectivo realizado en el Laboratorio de Inves
tigaci6n en Antropología Social de la carrera de Antropología de la Universidad
Nacional de Colombia, y continuado en el marro del Seminario de Trabajo de Grado,
dirigidos por la antrop6logaMyriam Jimeno y llevados a cabo durante el año 2002.
Es pertinente resaltar que la elaboraci6n de las investigaciones, en la mayoría de los
casos, se desarroll6 conjuntamente, desde el planteamiento de las problemáticas, la
construcci6n de la metodología y el proceso de escritura.
La publicaci6n de este libro también ha sido un trabajo conjunto, una labor dial6gica
entre quienes escriben y editan. Encontrar una unidad no fue una tarea fácil. De
hecho, el proceso de edici6n del texto revel6 la divergencia temática, metodol6gica y
te6rica de sus contenidos, heterogeneidad de mirada5 antropol6gicas expresada en los
artículos, que sin embargo, hallan su punto de encuentro en el cuestionamiento de lo
obvio, lo natural, lo normal y lo verdadero. El contrato social, las relaciones de género,
la sexualidad, la homogeniz.aci6n, el exotismo, la construcci6n del otro, las institucio
nes y sus acciones, el liderazgo, la tradici6n, la enfermedad, el saber, la forma de
16 ElNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
menores en situación vulnerable. El interés del trabajo radica en la descripción de
los procesos internos de dichos hogares, en cuanto a las prácticas que se dan como
respuesta a los sistemas de asistencia y protección. A través de esta exploración, la
autora muestra la acción de unadelas múltiples instituciones que surgieron alo largo
del siglo pasado en la ciudad de Bogotá, como respuesta a la problemática del maltra
to infantil. El análisis antropológico revela la preocupaciónde la autora por la manera
en la cual se proporciona atención a lo pequeños sometidos a situaciones de maltrato,
en relación con modelos de familia provenientes de las concepciones occidentales.
ParaMuooJuliánMartínezMoreno(UniversidadNacionaldeColombia), elanálisis
sobre el significado de la categoríapaz, durante elGobierno de Andrés Pastrana, surge
de un interés sobreel pensamiento y la acción del Estado Occidental contemporáneo
y su relación con la cotidianidad de los ciudadanos que asocia. El autor en su artículo
Paz, modernidady desarrollo en la construcción de la identidad nacional colombiana: el
GobiernodeAnd:résPastrana,muestracómoelGobiemoPastranaintentó instaurar, a
través del uso de l a categoría paz, una comunidad nacional de l a paz; lo que se
proyectó comoel ideal ideili'.l;'ldo de la sociedad colombiana,el Estado colombiano y
su forma de gobierno. El autor aborda alocuciones públicas y documentos que el
Estado agenció en su discurso. En ellos evidencia la interlocución de un sujeto
objeto sobre el cual se hace la etnografía y expone la manera en que la paz indica
múltiples esquemas de acuerdo a circunstancias particulares .Martínezseñalaqueesta
categoría fue un bien simbólico que circuló por la sociedad colombiana yse instituyó
en su sistema político, afectando de esta manera la actividad pública, determinando
comportamientos, decisiones y acciones del Estado colombiano y sus asociados, que
tuvieron como fin consolidar una propuesta de nación.
En el campo de los estudios sobre el saber, El mundo autista: una arqueología del
siifeto en historias clínicas de Claudia Patricia Rivera Amarillo (Universidad Nacio
nal de Colombia), da cuenta de formas de describir a los autistas en casos clínicos,
psiquiátricos y psicoanalíticos, publicados en textos especializados. En estos escri
tos, los clínicos, como agentes de saberes que constituyen prácticas sociales, dan
vida a sus pacientes a través de la narración de sus casos otorgándoles atributos
descritos dentro de sistemas de clasificación y regulación que demarcan las condi
ciones de la constitución de sus sujetos. Los autistas se hallan retratados en los casos
clínicos como personajes que se encuentran por fuera de las normas y convenciones
culturales. La autonomía, negada a los autistas con la figura de su padecimiento, les
es restituida en la descripción de sus casos, ev idenciando de este modo una contin
gencia histórica, unas reglas de formación que configuran la práctica clínica y un
fundamento en el principio de la transformación de uno por uno mismo.
�resentando el género literario de la novela como un objeto legítimo de observa
ción etnográfica, Manuel Alejandro Rodríguez Rondón (Universidad Nacional de
C olombia) describe la forma en que la nominación gay es significada en el libro A l
_ la maldita primavera (2002) del escritor colombiano Alonso Sánchez Baute.
diah!o
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 17
Parael autor en su anículo El �t.ado no �ttulo o e/sujeto gayen/a novela
«Al diablo la maldita primavera» la representación de lo gay en la oora otorga un
sentido particular a la presencia de los sujetos así denominados, genCJ".llldo tanto la
identificación por parte de algunas personas con el sujeto gay allí descrito, como el
rechazo de o� �r tratan>e c:le un estereotipo que no los representa. Problematiz.ando
lo anterior, Rodríguez ubica el lugar que puede ocupar el análisis de la representa
ción en antropología, como una herramienta que cumple una doble función. Por
un lado, ?.:rmite conocer los significados que eOifican los elementos constitutivos
de la cotidianidad de los miembros de un grupo social, y, por otro, posibilita un
ejercicio reflexivo por parte de quien investiga, al ¡:>ensar el trabajo etnográfico
como un ejercicio de representación, a través del cual suele constituir un otro.
Johanna Carolina Salazar Ballén y Andrés Wood Stucky Rodríguez (Univezsidad
Nacional de Colombia) exploran en su texto Issey_ Miyáke:japón y modernidad, la
inserción deJapón enel mundo moderno a través delos trajes y los textos del diseñador
japonés Issey Miyake. De acuerdo con los autores,el vestiClo en Japón siempre ha
permanecido ligado a las artes 1• en su devenir histórico, ha constituido una de las
grandes preocupaciones de la plastica j�c>nesa. A partir de los diseños deMiyake, ellos
exploran las tensiones, mixturas y conflictos de la inserción deJapón enlam6derni.dad.
Para finalizar, Daniel Velandia Díaz (Universidad Nacional de Colombia) en su
anículo Institución indígen? contemporánea. Elliderazgoenel.Pue'blo Zenúde Córr:fo.
ha y Sucre, Colomina, aoordalas relaCi.ones palíticas del Pueblo indí,gena Zenú conel
Estado colombiano,_que lo reconoce constitucionalmente. &te artíCulo vincula, des
de la mirada etnográfica, los intríngulis de la vida política zenú -y sus correlaciones
con lo administrativo, económico, social, cultural y territorial- con la semántica local
del liderazgo. Desde allí el autor propone entender el liderazeo como la institución
mediadora de las relaciones &tado - Pueblos indígen?s y devefa cuáles son los escena
rios que se luchan actualmente y cómo se presenta la apropiación de instituciones
políticas nacionales. A la p ar, Velandia contempla la lffiDricación entre diversos
sistemas políticos, en los mveles global, nacional y local, para lo cual la etnicidad se
refiere más a una cuestión política que a una de diferencia cultural.
REFERENCIAS CITADAS
18 ETNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO? LA
EXPERIENCIA DE LOS BOGOTANOS
FRENTE A LA VIOLENCIA URBANA
PRODUCTO DEL CONFLICTO ARMADO
COLOMBIAN01
ClARAPAUUNAAa::filA. DELRíd
nados por los participantes son abordados desde una posición interdisciplinaria,
nutrida por conocimientos producidos por otras disciplinas, tales como la psicolo
gía, pero sin dejar de lado la mirada cultural de los fenómenos sociales. Así, por
ejemplo, emociones como el miedo, anteriormente estudiadas desde y en el indivi
duo, son interpretadas a partir de una perspectiva sociocultural en la cual las emo
ciones son construidas socialmente.
De igual manera, la actualidad de la postura antropológica se refiere al contexto
mismo en el que la problemática en cuestión es investigada, es decir, constituye un
entorno urbano en el que se presentan eventos sociales que permean la cotidianidad
de sus habitantes, y que por lo tanto, hacen parte del entramado social. En este
sentido, la postura teórica asumida durante la investigación también posee una
visión contemporánea, al tomar en consideración al sujeto de observación como un
agente activo en la construcción de significados y al investigador como pertene
ciente a la realidad que se observa.
Ahora bien, el concepto de representación social me sirve para abordar las interpre
taciones que se realizan sobre los diferentes eventos que son presenciados en la
ciudad, por cuanto ésta permite darle sentido al mundo y a las experiencias del
mismo aodelet, 1986). Las representaciones son construidas socialmente, ya que
dependen de las perspectivas de los actores, del lugar desde donde se conformen, y
de las interacciones con los diferentes grupos de referencia. De suerte que, éstas
constituyen el medio a través del cual se le otorga significado a los diferentes
eventos y situaciones. Además, esta noción involucra el conocimiento práctico o de
sentido común que es elaborado por personas corrientes en su vida cotidiana (Berger
y Luckman, 1979). Este conocimiento incluye los contextos físicos y socioculturales
en los que surgen significados e interpretaciones {Schutz, 1962), así como estrate
gias de afrontamiento con las cuales enfrentar eventos generadores de miedo.
A partir del enfoque sobre las representaciones, que acentúa los aspectos y funcio
nes significantes de la actividad representativa, la sociedad proporciona sistemas de
codificación e interpretación de los hechos sociales, los cuales son empleados por los
individuos en tanto que miembros de una sociedad particular.
Las representaciones poseen tres dimensiones que, al trascender el ámbito indivi
dual, «Se inscriben en procesos de larga duración, relacionados con saberes social
mente construidos» {Bonilla y García, 1998: 20). Dichas dimensiones se refie
ren a las «cognitivas {traen a la mente conceptos e interpretaciones), normativas
(dan un orden a la realidad) y simbólico-semióticas {significan lo que acontece)»
{Bonilla y García, 1998: 20) . Por estas tres dimensiones las representaciones
sirven como marcos de referencia que proporcionan a las personas elementos de
interpretación de su entorno social, ya que estos universos de significación3 permi-
3 Este concepto se corresponde con el de representaciones para Bonilla & García, 1 998.
20 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
ten a las sociedades representar sus realidades y establecer unos marcos de inter
pretación (Bonilla y García, 1998) .
En fin, la noción de 'representación social' se refiere a la forma como «los sujetos
sociales aprehenden los acontecimientos de la vida diaria, las características de su
medio ambiente, las informaciones que en él circulan, a las personas de su entorno
más próximo o lejano» Qodelet, 1986: 473). Los objetos, las personas y las ideas,
los hechos sociales o los acontecimientos son representados de acuerdo con los
significados que se elaboran en tomo a estos. De esta forma, las representaciones
restituyen de modo simbólico algo que está ausente.
Estas cumplen la función de darle sentido al mundo y a las experiencias que de él
se tienen, ya que «constituyen modalidades de pensamiento práctico orientadas
hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e
ideal» aodelet, 1986: 474). Las representaciones proporcionan herramientas para
dominar el medio y pueden cumplir con la función de «movilizar política e ideoló
gicamente a la sociedad a través de valores y símbolos con los que se responde a la
amenaza, a lo desconocido, al miedo, al extraño, en fin, a la realidad que se presenta
inaprensible» (Bonilla y García, 1998: 21).
En suma, los contenidos de las representaciones sociales se refieren, básicamente, a
informaciones, imágenes, opiniones, actitudes, etcétera (Bonilla y García, 1998),
los cuales permiten que en un determinado momento y contexto, surjan ciertas
representaciones. Estas últimas son conformadas y nutridas por el conocimiento
de sentido común que contribuye a la construcción de los significados en torno a la
realidad. Por consiguiente, existe una estrecha relación entre las representaciones y
el pensamiento práctico por cuanto las primeras son constituidas por la informa
ción que circula a través del conocimiento de sentido común.
particular to people's unstructured everyday talk: their gossip, chat, pub arguments and
family discussions».
5 «[ ] the interpretation evoked in a person by an object or event at a given time.»
...
22 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
asu vez, son el producto de interacciones previas con el mundo. &tos significados
dependen, tanto del momento vigente de experiencia, como del marco interpretativo
que se trae al momento en que se interpreta un evento (Strauss y Quinn, 1997).
Ahora bien, los significados culturales se refieren a «la interpretación típica de un
objeto u evento evocado en la gente como resultado de experiencias de vida simi
lares»6 <Strauss y Quinn, 1997: 6). Estos significados surgen sobre la base de los
esquemas cultura.les, es decir, sobre el hecho de que las personas comparten expe
riencias y vivencias parecidas, las cuales resultan ser mediadas socialmente.
Por último, los esquemas pueden ser más o menos compartidos en el grupo social;
y éstos se construyen a partir de varias rormas de experiencia común. Para que un
esquema sea compartido por un grupo de personas se requiere que «experimenten
los mismos patrones generales», y no exactamente las mismas experiencias (Strauss
y Quinn, 1997: 122). «Al experimentar muchos de los mismos patrones genera
les, la gente en una sociedad va, en alguna medida, a compartir los mismos enten
dimientos, a tener respuestas emocionales y motivacionales comunes, y a exhibir
conductas parecidas»7 (Strauss y Quinn, 1997: 123).
LA VIOLENCIA REPRFSENTADA
La representación social sobre los eventos de violencia hace parte de los esquemas y
significados culturales, y tienen la variedad interna de éstos. &ta variedad interna
hace alusión al hecho de que dicha violencia sea concebida de diferente manera por
parte de las personas, ya que otorgan diversos significados a la misma (Serrano,
2000). De ahí el carácter heterogéneo de las imágenes e interpretaciones de la
violencia, ya que estas dependen tanto del lugar que se ocupa en la sociedad como
de la cultura local a la que se pertenezca Gimeno, 1998, 2002b). Pero, de igual
forma, un mismo grupo social comparte ciertos entendimientos o repertorios
interpretativos sobre el uso de la violencia.
Para efectos de este escrito, abordo la noción de violencia desde un enfi:>que relacional
en el que ésta es entendida como un tipo de interacción, por lo que los eventos
violentos resultan ser interacciones que tienen lugar en contextos socioculturales
específicos aimeno, 1998; 2002a). Dichas t ransacciones se realizan entre los indi
vi duos y su entorno, y se caracterizan por una intencionalidad, es decir, por la
fi nalidad de provocar daño a otros Gimeno, 1998; 2002a). De otro lado, las
interacciones que tienen lugar en los actos violentos poseen una gran capacidad
6 «[Cultural meaning] is the typical interpretation of sorne object or event evoked in people
as a result of their similar life experiences.»
7 «Experiencing many of the same'g'eneral patterns, people in a society will, to sorne extent,
come to share the same understandings, have common emotional and motivacional responses,
and exhibit like behaviors.»
ETNOGR.AF!As CoNTEMPORÁNEAS 23
CLARA PAULINA AGOSTA DEL Rlo
De acuerdo con el estudio realizado por José Fernando Serrano (2000) , Concepcio
nes de vida y muerte enjóvenes urbanos, cuyo objetivo principal es determinar el
efecto del conflicto armado del país en los j6venes, aquello que es entendido por
violencia en este grupo poblacional implica«el uso de la fuerza y la eliminaci6n del
otro como forma de resolver los conflictos» (Serrano, 2001: 3) . En los relatos sobre
la experimentaci6n de este fen6meno social entre los j6venes urbanos se hallan
entremezcladas las diversas fOrmas de violencia, es decir, «[.. .] se conecta la violencia
intrafamiliar con la de la guerrilla, los atracos en las calles con las guerras [ ...]»
(Serrano, 2001: 3) . Por tanto, al preguntar por la violencia se encuentra que no es
posible referirse a ella de manera singular debido a que involucra gran cantidad de
fen6menos, los cuales afectan a los j6venes tanto en su corporalidad como en su
relaci6n con el entorno (Serrano, 2001) .
De esta fOrma, es posible afirmar que, según este mismo autor,«los j6venes mani
fiesten la necesidad de aprender a vivir con ella [la violencia], pues al fin y al cabo
la«Vida sigue» y <<Uno no se puede quedar encerrado en la casa» (Serrano, 2001 : 5).
Sin embargo, la domesticaci6n de las acciones violentas s6lo es parcial, pues «[ ... ]
también comunican miedo y desconfianza frente a las interacciones sociales, lo que es
24 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENOA O MIEDO?
muy notorio en Colombia» Qimeno, 1998: 38). Estas emociones tienen la capaci
dad de menoscabar la calidad de vida de la gente, de «deteriorar la calidad de la
convivencia y la confianza básica de las personas en su entorno» (fimeno, 1998: 38).
Los eventos de violencia tienden a percibirse, asimismo, como hechos que desorde
nan la realidad, por cuanto «la acci6n violenta estremece y pone en cuesti6n el
orden sobre el cual las personas basan su vida cotidiana, pues hace dudar de la
confiabilidad del entorno y de la protecci6n que ofrecen los vínculos solidarios»
Gimeno, 2002b: 10) .
Esta proclividad a ver los actos de violencia como desorden social se debe, en parte,
a la socializaci6n de las representaciones a través de los discursos que ponen en
circulaci6n los medios de comunicaci6n Qimeno, 2002b). De esta forma, tanto los
medios como los universos de significaci6n influyen las «concepciones diarias» que
se tienen «SObre la vida, la muerte,[... ], la violencia, la paz, los conflictos, etcétera.»
(Bonilla y García, 1998: 19). Contribuyen a la conformaci6n de ciertas represen
taciones o imágenes sobre los eventos violentos que suceden en la ciudad.
Es así como, «desde del discurso del orden, que criminaliza la violencia, los medios
refuerzan la idea de la violencia como aquel monstruo indescifrable que destruye lo
social» (Franco, 2002: 24) . lo anterior, en consecuencia, genera una visualizaci6n
de la violencia como algo desordenado e indiscriminado y este mensaje «[... ] repro
duce una sensaci6n de inseguridad y miedo generalizado[ ... ]» (Franco, 2002: 24).
Los medios de comunicaci6n han contribuido a la propagaci6n del miedo causado
por los actos violentos, pues reiteradamente los registran y comentan de manera
detallada, aunque dicha propagaci� también se debe a que son continuamente
traídos a colaci6n durante las convers�ones cotidianas Qimeno, 2001). Esto es el
resultado de la capacidad expresiva ''impactante de las acciones de violencia. La
reiteraci6n de los actos violentos tiene el efecto, segúnJimeno (2001), de naturali
zar la violencia y de atribuir lo que, posiblemente, es miedo a la supuesta indiferen
cia de las personas. De igual manera, de acuerdo con Franco (2002) , con la
presentaci6n reiterada de los hechos de violencia por parte de los medios, se ha
producido una sobre-exposici6n de imágenes de violencia, las cuales, en última
instancia, ocultan y trivializan sus significados.
Las representaciones de las personas se ven influidas por las representaciones
mediáticas que difunden los medios de comunicaci6n, y estas, a su vez, son elabo
radas «desde los supuestos del orden, donde lo violento es anormal[ ... ]» (Franco,
2002: 27). La capacidad de los medios para hacer esto, radica en que, como señala
Gerard Imbert, estos cumplen la funci6n de informar, por lo que «Sacan a la luz,
crean una conciencia, vuelven a definir los limites de lo que es aceptable y lo que no
es, y estructuran las percepciones de la índole y la magnitud de la violencia» (Imbert
citado por Franco, 2002: 24).
ElNOGRAFIAS CONTEMl'ORÁNEAS 25
CLARA PAULINA ACOSTA DEL R10
Así pues, las imágenes que elaboran las personas sobre los actos violentos que tienen
lugar en la ciudad se ven, en gran parte, influidas por las representaciones mediáticas
y por el discurso del orden que transmiten los medios con respecto a la violencia.
Pero, de igual forma, la ocurrencia de eventos violentos irrumpe el entorno social y
ffoico de tal forma que el orden y sentido social se ven quebrantados. A su vez,
aquellos repertorios interpretativos que ofrecen los medios de comunicación pro
vienen de los repertorios más amplios del grupo social.
Las personas se ven afectadas directa o indirectamente por las diferentes formas de
violencia que operan en la ciudad, pues «la acción violenta raramente deja insensi
bles a quienes notifica. Precisamente allí radica su poder, en su capacidad de
trasmitir el quiebre del orden de la civilidad y alterar la seguridad de la personas»
Gimeno, 2002b: 1 0). Lo anterior conlleva a la necesidad de la generación e
implementación de diferentes estrategias de afrontamiento que permitan a las per
sonas continuar con su vida cotidiana en un entorno que les resulta sumamente
inseguro y amenazante. Es así como los actos de violencia son actos sociales disruptivos
y la diversidad en el incremento de formas de violencia en Colombia «[ . . ] afecta la.
ExPFRIENCIAS DE VIOLENCIA
Las experiencias de las personas con respecto a los eventos violentos difieren en
varios aspectos como mencioné anteriormente, por lo que al indagar sobre la violen-
8 •[ . . . ] affect social consóousness, mainly by producin g a sense of social fragmentation».
9 •[ . . . ] understood as bemg the sensation that society has fragmented into pieces either
dominated o fought over by a great variety of armed actors in the face of which the
individual is found to have no protection.»
10 •[T he experie� ce ? f fragmentation] is thus a kind of atmosphere or environment
. people s da1ly hfe, even the hves of those who live far from the theatres of war,
enfoldmg
in an invisible but omnipresent fog enveloping ali actors, whilst also differentiating and
radically contrasting them .»
26 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEA�
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
cia es posible encontrar variados relatos que encierran imágenes y significados, así
co mo determinan en gran medida la fonna en que la ciudad es experimentada y los
comportamientos de sus ciudadanos en su vida cotidiana.
Las personas que participaron en la investigación {Acosta, 2003) corresponden a
25 estudiantes y a 25 empleados de la Universidad de los Andes, pertenecientes a
diferentes facultades y dependencias, respectivamente; quienes expresaron sus vi
vencias y experiencias con respecto a los diversos eventos de violencia que ocurren
en Bogotá.
miento tiene repercusiones claras en los habitantes de Bogotá por cuanto represen
ta la indefensión y desprotección en la que se encuentran, ya que ni las fuerzas
militares pudieron evitar esta clase de acciones.
ElNOGRAFfAs CONTEMPORÁNEAS 27
CLARA PAULINA AcosrA DEL R10
Este esquema encierra, porun lado, el significado alrededor de las acciones de violen
cia correspondiente al efecto indiscriminado de las mismas, lo cual, por consiguiente,
afecta a las personas en su vida cotidiana al romper con el sentido y el orden social. Y
por otro lado, las representaciones que transmiten los medios de comunicación en
tanto emplean el término terrorismo para referirse a dichos eventos.
P: ¿Usted quépiensa sobre lo que la guerrilla hace en Bogotá, o lo que sucedió en Chocó,
porejemplo?
N: Yo pienso que ellos no tienen coraz6n, no tienen familia, no son hijos de madres,
hasta de pronto se olvidaron que tuvieron una mamá. Yo pienso que ellos segura
mente piensan que no tienen mamá o se les olvidó que tienen mamá, que tienen
hermanos. Yo creo que eso es lo que les pasa a ellos porque no piensan en toda esa
gente que matan que hasta de pronto tienen familia, que tienen hijos, pequeñitos,
que van a aguantar hambre, que van a aguantar necesidades, que no se van a poder
educar nunca porque... ellos no piensan en eso, solo piensan en matar y matar y en
secuestrar y en robar y en hacer cosas malas.
En este sentido, «los actos de violencia contra «inocentes» remiten a una condición
perturbadora de la violencia, su relativa impredecibilidad, su carácter de desgracia»
Gimeno, 1998: 42). Estos son entendidos como formas de comunicación extrema
en las que el mensaje trasmitido corresponde al poder que detentan para desestabi
P: ¿ Qué opinas sobre estos hechos de violencia en Bogotá? [bombas , petardos, secues
tros]
N: Pues como que de hecho nos hemos acosnunbrado a vivir mucho esa violencia,
aco stumbrado que pues también a cuenta de que uno tiene que seguir viviendo y
no se puede dejar deprimir y todo el cuento pues porque si todos nos deprimimos
pues va a ser sencillamente peor, es como lo lógico tal ve-z ..•
Finalmente, el impacto que tienen los actos de violencia radica en la forma en que
las personas consideran se ven afectadas por los mismos. Es decir, los eventos
violentos son impactantes en tanto resaltan la vulnerabilidad de los individuos y
sus allegados.
Lo anterior afecta también la calidad de vida de las personas. De igual forma, los
actos violentos son equiparados con otros problemas, convirtiéndose estos en un
30 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
elemento adicional que perturba nuestro entorno, por lo que resultan ser un moti
,u más de preocupación al constituir una amenaza.
ETNOGRAFfAS Crnm!Ml'ORÁNEAS 31
CLARA p AULINA AcoSTA DEL Rlo
32 ETNOGRAÁAS CoNTEMPORANEAS
¿ INDIFERENCIA o MIEDO?
Así p ues, teniendo en cuenta que las emociones se construyen sobre l a base de
,1sociaciones mediadas social y culturalmente, el miedo es entendido como una
L'moción, que, si bien se experimenta de manera individual, es una construcción
social en cuanto el entorno sociocultural determina y enseña al individuo las situa
ciones o eventos generadores de temor.
De acuerdo con Reguillo, «[ ... ] el miedo es siempre una experiencia individual
mente experimentada, socialmente construida y culturalmente compartida»
(Reguillo, 2000: 65) . De esta forma, «el miedo desde su dimensión colectiva [ .. . ],
se construye socialmente y se interpreta desde contextos culturales específicos»
(Villa, Sánchez y Jaramillo, 2001: 1). Los hechos que son interpretados como
generadores de emociones, tales como el miedo, son designados culturalmente. Lo
,mterior quiere decir que existen una serie de sujetos y situaciones que han sido
tlefinidos, en términos sociales, como miedosos (Villa, Sánchez y Jaramillo , 2001).
Por ot ra parte, el miedo, desde una perspectiva relacional, se experimenta en rela
ción a algo que es objeto de temor. Este «Supone la presencia y conocimiento del
peligro. El sujeto que experimenta angustia está por entero sometido a ella y
padece toda su opresión, pero cuando identifica al agente responsable de su desaso
siego , puede organizarse para evitar las situaciones en que debe enfrentarlo [ ... ]. El
miedo es, entonces, miedo a algo por cuanto tiene un objeto preciso» (Favez
Boutonier citado en Mannoni, 1984: 56) .
Siguiendo a Elizabeth Lira (1990) , el «riesgo de amenaza vital» consiste en la
objetivación de un peligro, el cual parte de la percepción del mismo. De esta forma,
cuando dicha percepción (inseguridad) es vista como una certeza, o con una alta
probabilidadde ocurrencia, se generael miedo. Lo anteriorse relacionacon el carácter
externo de la amenaza vital, esto es, el hecho de no ser controlable para el individuo.
U no de los efectos que produce el conflicto armado en nuestro país, y por ende las
·�ccio nes de violencia derivadas del mismo, se refiere al «temor y la angustia genera
li zada que genera en la población. Una población que ya es indeterminada, no
de fi ni da en el contexto tradicional de la guerra, o sea, como población civil»
(R est repo, 1999: 1 1 1).
l�n este sentido, es posible afirmar que el miedo, además de cumplir funciones de
V it al importancia en la vida y relaciones sociales, también sirve a los mecanismos de
J. fro ntamiento y a la adaptación a diversas situaciones que resultan am!!nazantes.
De acuerdo con los reportes verbales de los participantes es posible señalar que los
eve ntos violentos, anotados por ellos como los más impactantes, generan, princi-
ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS 33
CLARA PAULINA AGOSTA DEL Rlo
Esta sensació n de amenaza tiene una serie de repercusiones, entre ellas el cambio de
rutinas, la evitación de lugares, y un sentimiento de desconfiama frente al entorno,
lo cual pudo verse reflejado en el relato de una estudiante:
El miedo a ser alcanzado por la violencia constituye otro factor, debido a que se
teme ser una víctima más de los eventos violentos. En la medida en que se teme ser!
afectado por la violencia en la cotidianidad, la gente está prevenida y en estado de'
alerta permanente. Es decir, además de tener que cuidarse de un atraco, la gente'
empieza a preocuparse por otros eventos que le pueden causar daño. Entonces,
según una estudiante:
34 ETNOGRAIW CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
amenazado como por. . . ¿c6mo se dirá eso? Como en su vida cotidiana, pero no
solamente amenazado por hechos concretos como un petardo por ejemplo, sino
amenazado por las consecuencias que eso tiene, entonces que usted tiene que estar
pendiente, es como que se empieza a generar un miedo colectivo, yo no sé si esa
categoría se pueda... si es que usted anda todo el tiempo pendiente de que algo más
va a pasar, aparte de que me puedan atracar, digamos que es la delincuencia común,
sino algo más me puede pasar...
En el extracto de entrevista anterior, hay dos aspectos a resaltar. Por un lado, debido
a la sensaci6n de amenaza constante, la gente reporta cambiar de rutinas y moverse
de determinada manera en la ciudad. El miedo también puede ser un recurso o
meCanismo de afrontamiento y de defensa, en la medida en que genera conductas
y pensamientos de eviiaci6n de ciertas situaciones que el individuo considera peli
grosas, amenazantes o perturbadoras. Es así, como aquello que parece indiferencia
por parte de la gente, puede ser, por el contrario, miedo.
Por otro lado, esta inseguridad genera desconfianza por el mismo miedo que pro
duce, y esta desconfianza tiene repercusiones importantes en las relaciones con los
demás. En relaci6n con la domesticaci6n de las acciones violentas y la violencia
como una interacci6n en la que se expresan y comunican sentidos, las personas
reportan desconfianza de su entorno, de las relaciones con los demás, así como
miedo e incertidumbre con respecto al ambiente en general. Uno de los estudian
tes lo afirm6 de la siguiente manera:
P: ¿Quépiensas de que sucedan eventos de violencia en Bogotá?
N: Que pienso, pues obviamente la convivencia se hace mucho más difícil cada
vez, llegar a hablar con una persona que no conoces es cada vez más difícil, el
contacto espontáneo con la gente es mucho más limitado, como que simplemente
se generan como un terror inconsciente digamos a nivel masivo, entonces yo ya no
me puedo acercar a cualquier persona a tratar de hablar porque muchas veces
estamos muy prevenidos, como que irrumpe mucho, como que calla mucho, como
que apacigua mucho a las personas dentro de esa apatía...
Como lo había mencionado anteriormente, uno de los efectos de las acciones violen
tas es la desoonfianza que siembran, tanto en el entorno como en las demás personas,
lo cual conlleva una carga afectiva muy fuerte afectando la cotidianidad de los indi
viduos al permearla de miedo y terror. La desconfianza que producen los actos
violentos en las peISODaS «Se resuelve haciendo del miedo y laevitaci6n un recurso que
a su vez tiene efectos sobre la participaci6n ciudadana» Oimeno, 1998: 42).
Por último, se presenta miedo a peligros no identificables, entre los que se hallan los
actos de violencia producto del conflicto armado por su carácter sorpresivo e impre
decible. Los miedos anteriormente mencionados generan un sentimiento de incer-
ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS 35
CLARA PAULINA ACOSTA DEL R.!o
Los empleados, por su parte, también reportan que en cualquier momento puede
suceder cualquier cosa, y por lo tanto, pueden ser víctima de un evento de violen
cia. Este sentimiento es mayor para los empleados, posiblemente, por su relación
con la familia. Refieren vivir a la expectativa y estar alerta a cualquier situación que
se pueda presentar, por la misma sorpresividad de los actos terroristas. Por esta
razón, el hecho de «Sal.ir de la casa y no saber si se vuelve», lo perciben como algo que
afecta y perjudica sus vidas.
P: ¿Por qué la impactó tanto lo que sucedió en la 19?
E: Porque por ejemplo yo madrugo mucho, ¿si?; yo entro a trabajar muy temprano
acá, yo entro a ver a las cinco y media, faltando un cuarto para las seis y uno pues
sube a trabajar, ¿si?; y uno pues le afecta eso porque uno sale de la casa y uno no sabe
si regresa, entonces pues a uno le afecta eso porque imagínese uno cualquier mo
mento por ahí cae uno de inocente de tanta violencia que hay.
36 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
¿ INDIFERENCIA o Mimo?
Los eventos de violencia resultan ser bastante tristes para las personas de los dos
grupos, debido a varias razones: por ser tan dramáticos, por afectar a personas
inocentes, por comprometer el futuro del país y la calidad de vida de las personas.
De igual forma, el hecho de no poder hacer nada les genera frustración y tristeza.
Por ejemplo, un alumno lo reportó en los siguientes términos:
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 37
CLARA PAULINA AcoSTA DEL Rlo
puede que sí sea malo y se vuelva uno inmune a la violencia pero ... pero a veces es
bueno ... hay veces que es bueno, pues es la cagada que pase la violencia, ¿no?
P: ¿De qué masformas te has visto afectada por esas cosas quepasan aquí en Bogotá?
A: Pues nada, como la intranquilidad con la que uno anda por la calle y de pronto
me parece también una porquería la eh la insensibilidad de uno, como que se le
puede caer alguien al lado pero igual uno es súper impotente, entonces no hace
nada, entonces se vuelve sordo y se vuelve insensible, qué clase de ser humano se
está volviendo uno, ¿no? Es eso, me parece poco humano.
También reportaron ser indiferentes frente a los actos de violencia, pero al mismo
tiempo mostraron preocupación por tales eventos, por lo que es posible decir que
tales hechos sí tienen mucha incidencia en las personas. Esto se hace evidente en el
siguiente extracto de entrevista perteneciente a una estudiante:
P: ¿Hay estrategias que utilicespara convivir con esta violencia o para enfrentarla de
algu,na manera?
M: Pues la verdad yo si tengo que decir que tengo como actitud de indiferencia
ante eso, tal vez porque no me ha tocado, entonces pues si uno se sorprende pero
por el momento y se preocupa y que tenaz la situación y no sé que, pero . . que haga
.
algo no.
En este sentido, los entrevistados aflllllan presentar una actitud indiferente, pero al
mismo tiempo son concientes de que la situación es preocupante. Esta actitud la
atribuyen, al igual que la insensibilidad, al hecho de que, según ellos, no han sido
afectados directamente.
CoNCLUSIONFS
38 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
¿INDIFERENCIA O MIEDO?
A pesar de lo que nos dice el conocimiento de sentido común sobre la actitud de las
per.;onas hacia las acciones de violencia, es decir, su supuesta indiferencia, lo cierto
es que estos hechos tienen la capacidad de generar repercusiones psicológicas y
sociales, no sólo en sus víctimas, sino también en sus espectadores. Las distinciones
realizadas con respecto a las diferentes formas de violencia, demuestran, en parte, la
importancia que poseen estos acontecimientos para los ciudadanos, ya que a partir
de los relatos verbales es posible ver cómo la violencia, producto de la criminalidad
de la ciudad, se entremezcla con aquella que proviene del conflicto armado, pero en
los que se demarcan ciertos límites.
De otra parte, fue posible encontrar otros significados culturales en las narrativas de
los participantes, los cuales corresponden, en primer lugar, al hecho de percibir a las
personas que realizan los atentados de violencia como inhumanos por cuanto no
poseen sentinúentos, ya que no escatiman en violentar a los demás. Segundo, la
inocencia de las víctimas de las acciones de violencia es un aspecto recurrente, �anto
para estudiantes como para trabajadores, en tanto comunica el poder que poseen
los actos violentos al incrementar su capacidad de hacer daño por medio de la
violencia. En tercer lugar, se encuentra la representación de la cotidianidad de la
violencia, según la cual tiene una condición de presencia constante en la vida de los
colombianos. Esta cotidianidad tiene como consecuencia la despersonalización de
la violencia, lo cual responde a los esfuerzos cognitivos-emocionales por enfrentar
las situaciones que resultan perturbadoras.
ETNOGRAFÍAS CONTEMPORÁNEAS 39
CLARA PAULINA AcoSTA DEL Rlo
«Intentar ser una buena persona» y «hacer las cosas bien» constituyen, para los
participantes, estrategias para enfrentar el impacto de los hechos violentos, en tanto
sienten que de esta forma no contribuyen a la propagaci6n de la violencia, y por el
contrario, colaboran en el mejoramiento de la calidad de vida que se tiene en este
país. De igual manera, rezar y tener fe en Dios ayuda a los empleados a seguir
adelante.
Finalmente, otros de los mecanismos psicol6gicos de defensa encontrados a partir
de los reportes verbales se refieren a la negaci6n, la evasi6n y la resignaci6n. La
primera, se expresa en la intenci6n deliberada de no pensar en los actos violentos en
aras de la protecci6n emocional, ya que resultan sumamente dolorosos, así como se
hace evidente a través del mantenimiento de las rutinas diarias. Asimismo, se evitan
los noticieros, y en general, las noticias para.no experimentar el estrés emocional que
generan dichos acontecimientos. No obstante, la violencia no es siempre negada
por las personas, debido a que para otros la estrategia consiste en la resignaci6n, es
decir, las acciones violentas han perdido su capacidad de impactar a la gente por
causa de su alta frecuencia.
REFERENCIAS BIBUOGRÁHCAS
ETNOGRAFIAs CoNTEMPOR.ÁNEAS 41
CLARA PAULINA ACOSTA DEL Rlo
42 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS
DIVAS : TRANSFORMISTAS Y DRA G QUEENS
EN BOGOTÁ1
Mensaje a mis fans.... Hola a todos mis amigos, que durante tantos años
me han dado su apoyo y cariño. Quiero decirles a todos, que hacía mucho
que qo me emoc1onaóa tanto como hoy que estoy descubriendo esta
página y que me da la oportunidad de acercarme a todos uds., pero sobre
todo decirles que no se preocupen por lo que digan los demás. Yo me
siento segura de lo que tengo y de lo qoe siento, por mi familia, amigos y
fans, y es un inmenso amor. Así que por favor no se preocupen de nadá.
También quiero decirles que las personas gays, tengo mucho que
agradecerles también por su cariño. Y si Dios les dio la oportunidad de
estar en este mundo tenemos que aceptarlas y respetarlas yo los amo. [ ... ]
Ana Gabriel
«Pues verá, qué le puedo yo decir. Yo creo que las locas se sienten muy realizadas
cuando hacen eso, se sienten como mujeres de verdad. Eso de subirse en unos
tacones es muy duro. Mire, una cosa es ser gay o homosesual [sic] y otra muy
distinta es pararse en unos tacones. Yo recuerdo una vez en un paseo: Resulta que
a mí me gustan las canciones de Ana Gabriel, ¿sí las ha escuchado?, ah bueno, yo me
sé varias de esas porque me parecen muy bonitas, y unos amigos me dijeron que si
hacía un show. A mí eso me parecía aterrador, pero les dije que bueno. Eso sí, yo les
dije que con una condici6n. ¿Cuál? -le pregunté-. Pues que me dieran dos aguar
dientes antes porque yo así solito no era capaz. Cuando me puse esos tacones y ese
vestido -suspira-, no Andrés, usted no se imagina como me puse ¡eso las piernas
me temblaban pero sin embargo lo hice! ... Por eso digo que el que se sube en unos
tacones tiene que ser muy verraco» (Entrevista con Gerardo)3.
1 Este anículo se deriva de mi trabajo de grado Estética de closet: puesta en escena del
género y visibilidad gay �003) , presentado ante el depanamento de antropología de la
Universidad Nacional de Colombia y dirigido por la profesora Myriam Jimeno S.
Menci6n Meritoria. Antes de comenzar, quisiera darle gracias a las siguientes personas
por su invaluable colaboraci6n, sin la cual no hubiese podido redactar éstas páginas:
Catalina Villamil , Sara Zamora, Marco Manínez, Manuel Rodrlguez, Mara Viveros y
Víctor Manuel Rodrlguez.
2 Antrop6logo. Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Grupo de Estudios
Sociales Contemporáneos GESC y del G rupo de Estudio sobre Género y Sexualidad
en América Latina GESSAM. Correo electr6nico: [email protected]
3 Los nombres de los protagonistas de esta historia fueron intencionalmente cambiados
para proteger su identidad.
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
¿Por qué Ana Gabriel? Aunque la cuestión incluiría también a «La Ronca de Oro»
y en una escala distinta a Chavela Vargas. También podríamos preguntarnos ¿por
qué María Callas o Madonna? ¿porquéElizabeth TayloroMarilynMonroe? Y en un
sentido más amplio: ¿Por qué la adoración gay hacia las divas?
En las páginas siguientes quisiera plantear de manera general esta problemática.
Las posibles interpretaciones son fruto de mi trabajo de campo desarrollado con
artistas de Bogotá (Góngora, 2003), artistas claro, muy peculiares, pues sus obras
son básicamente actuaciones, rutinas, números y por qué no decirloperformance en
el sentido dramático del término. Todas estas personas tienen algo en común, su
pertenencia al ámbito gay, bien porque se autoidentifican como tales o bien porque
han trabajado en bares y discotecas de «ambiente». Decir ambiente, por su puesto,
no es una cuestión arbitraria pues como bien lo ilustra el gaycionario de la revista
gay Acénto de Bogotá, «ambiente» es una palabra propicia para describir la rumba
gay, y ser de ambiente es (o fue) un marcador de identidad: «(sust.m.) Entorno,
atmósfera. En este caso se refiere particularmente al mundo gay [ .. ] es una palabra
pasada de moda y un poquito ordinaria» (Acénto, 1(1): 33). Al parecer la palabra
se usó con mayor regularidad antes que el anglicismo (ahora neologismo) gay se
tomara bares, calles y saunas de la ciudad y empezara a significar identidad dentro
de los maricones4 bogotanos.
En la rumba de ambiente encuentro varias cosas claves: se establecen relaciones
interpersonales. Son sitios de ligue pero también son lugares propicios para hablar
de aquello que muchos no se atreven a nombrar abiertamente. En el bar se dicen
y se hacen cosas «clandestinas», cosas que manejan cierto lenguaje underground,
indecible en ocasiones de forma corriente. En los bares gay se maneja una semiótica
particular, un sistema de signos que está más allá de la comprensión general; una
defensa lingüística de este tipo, pensé, merece ser analizada. Dentro de estos
lenguajes secretos pueden encontrarse indicios que de vez en cuando pasan des
apercibidos: usos estratégicos de un lenguaje mayor (Deleuze y Guattari, 1979)
para construir un discurso de resistencia, en este caso de resistencia a las formas
convencionales en que en nuestra sociedad se conciben el género y la sexualidad.
«El Polo» es un pequeño café del centro de la ciudad que después de cierta hora de
la tarde se convierte en una especie de «taberna gay» a la que asisten desde oficinis
tas, pasando por loteros, vendedores ambulantes, manzanillos y toda una gran
variedad de personajes del centro. Su clientela habitual pertenece a sectores popu
lares de Bogotá y sus edades superan en su mayoría los cuarenta años, es por esto
4 Más adelante aclararé el uso de esta palabra en el texto, por ahora debe entenderse como
una manera de utilizar un insulto para identificarse. Ver pie de página 15.
44 ElNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEAS
E L CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 45
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
Al igual que cantantes pop como Madonna, Helenita con su voz ronca y recia,
masculina si se quiere, excede los roles que tradicionalmente hemos de atribuirle a
la mujer como fragilidad y dulzura de carácter. AG por su parte -con tono grave
canta con una voz muy parecida a la de Helenita, y lo hace con sumo apasiona
miento. Sus letras hablan de traición y despecho, y son el tipo de cosas que hemos
estado acostumbrados a escuchar en voces predominantemente masculinas, pero
que ahora aparecen reivindicando a una mujer traicionada y con el corazÓn herido.
El sociólogo alemán Norbet Elias (1986) nos ha mostrado, c6mo en Occidente -a
causa de lo que denomina el proceso civilizatorio- se han atribuido a la mujer y al
hombre una serie de rasgos y emociones que entendemos como innatos y naturales.
La racionalidad y la emocionalidad, la castidad y la fogosidad, la insensatez y la
sensatez, han sido vistas respectivamente, como características inherentes al hombre y
a la mujer, es decir, como semblantes esenciales de cada género. Por el contrario, en las
canciones e interpretaciones de marras afloran el exceso y la no naturalidad del géne
ro: vemos historias de mujeres poco convencionales. La amante, la promiscua, el amor
ilícito y prohibido del adulterio narrado por una voz femenina Aquí, la norma según
la cual la mujer queda obligada a aceptar la infidelidad, pero nunca a cometerla, el
modelo de sumisión que da derecho al hombre incluso acometer un crimen pasional
invocando las viejas reglas del honor perdido, aparece desbarajustada. Estas son
precisamente las mujeres de poder, las retomadas en los espectáculos de transformistas
ydrag.
Tenemos otro tipo de Divas que suenan mucho, sobre todo en discotecas. A
Helenita, Rocío Jurado y Ana Gabriel, es más frecuente escucharlas en cafés, taber
nas y sitios con rockola, en los que la actividad principal es conversar al son de unas
copas. Pero, en el univer.;o de las discotecas gay, emergen otra clase de divas que
8 María de los guardias: Interpretada por Helenita Vargas. «La ronca entre amigos».
Sonolux. 2002
46 ETNOGRAF!As CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA f ASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
simuian, pues simuiar, como lo dijo J ean Baudrillard (1987), es fingir lo que no
se tiene. Me parece importante citar aquí la manera en que este filósofo francés
define la simulación, pues es fundamental para entender qué o a quién encarnan
transformistas y drag en el escenario:
No se trata ya de imitación ni de reiteración, incluso ni de parodia, sino de
una suplantación de lo real por los signos de lo real, es decir, de una operación
de disuasión de todo proceso real por su doble operativo «[ ... ] Disimular es
fingir no tener lo que se tiene. Simular es fingir tener lo que no se tiene. Lo uno
remite a la presencia, lo otro a la ausencia [ ... ] (Baudrillard, 1987: 12-13)
ETNOGRAFÍAS CONTEMPORÁNEAS 47
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
segunda por las denominadas drag queens o «reinas de la noche» como ellas mis
mas se hacen llamar.
CECI
Busqué a Ceci en el lugar donde trabajaba y me hizo esperar un rato. Después me
preguntó para qué lo necesitaba y, como me sucede muy a menudo, me hice un
«bollo». ¿Cómo plantearle que me interesaba como objeto de estudio, o algo así?
¿Cómo pedirle un montón de favores a cambio de nada? Los manuales de técnicas,
los acercamientos previos, las pruebas y todo el entrenamiento etnográfico se tra.5tocan
por completo y no se puede hacer otra cosa más que improvisar; decir lo primero
que se venga a la cabeza y tratar de no cometer muchos errores. Al final lo convencí
para que me diera una entrevista a la cual accedió gustoso. Pienso que Ceci es muy
vanidoso, le encanta lo que hace y le encanta que lo busquen para preguntárselo.
Ceci tiene 28 años y se puede decir que había hecho contacto con él de una manera
un tanto insólita: por medio de un libro9• Hace algunos años leí un texto periodís
tico, un recetario un tanto homófobo, que se preocupa de indicarles a las mujeres -
viendo lógicamente, los detalles «anormales»- tácticas para develar la identidad
sexual de su compañero. Uno de los protagonistas de este libro es Ceci, quien sale
mostrando paso a paso su transrormación. Tengo que admitir que esa fue la primera
vez que vi a una «draga» y que hasta hace cuatro años no conocía un bar gay,
también creo que este libro me inquietó bastante y quise saber más.
El día que conocí a Ceci me dejó ver una serie de fotografías donde aparece en
reinados y presentaciones, haciendo drag, con muy variados trajes �ue van desde lo
más excéntrico hasta lo más folclórico. Me prestó mucha atencion, me atendió
muy bien y nos pusimos una cita en su casa. Ceci es un hombre que se autoidentifica
como gay, es alguien muy reconocido en el mundo dragy ha ganado varios concur
sos de belleza. Lo han contratado en los bares más caros de la ciudad y en diferentes
eventos en donde era «la reina de la noche».
Habían pasado un par de meses desde que nos conocimos y ciertamente estaba
pensando en conseguir a otra persona para entrevistar, pero un día decidí pmr la calle
e iral pequeño centro comercial � queda en frente de mi casa y entrar a la peluquería
donde Ceci trabajaba. Me entere de que ya no trabajaba allí y pedí su nueva localiza
ción. Recorrí unos cuantos locales más al sur y por fin di con él. Le pedí que nos
viéramos y a la semana siguiente fui a visitarlo a la peluquería.
9 RI CO MARÍA. 1 999. Un libro abieno: ¿ Cómo descubrir que su pareja es gay?. Bogotá:
,
Oveja Negra.
48 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
deb ajo del vidrio una gran cantidad de Í>tografías, la mayoría en blanco y negro,
de Marilyn Monroe (creo que no hay peluquería gay donde no halla por lo menos
u na imagen de esta diva) y en la pared otro tanto de Amparo Grisales. El sitio es
m ás bien alargado y al final tiene una silla de peluquería y un par de asientos de
esp era. Nos sentamos y comenzamos a hablar:
Llamó mucha gente PaJ'!l hacer casting, entre ellos yo [ ...] A él le encanto mi
actuación y me contrató [ ...] po�que claro nosotras lo hacíamos con toda la
elegancia y el profesionafismo del caso (Entrevista a Cect).
Ceci cuenta que en esa época ellas usaban lo mejor. El mej or maquillaje y por
supuesto, los mejores zapatos, pestañas y pelucas que se podían comprar. Además
«había que tener un seudónimo, [ . . . ] nos pusimos nombres: Assesinata, Tania, [ . . . ]
¿y yo? Ceci Marcell. Me puse así porque me parecía elegante y de eso se trata, de
tener glamour, de ser una drag con clase» (Entrevista a Ceci) .
Para Ceci una draga debe ante todo «Ser clasuda.. y «glamorosa», de lo contrario se
convierte en lo que muchas son ahora:
maquillar, no tienen �rte [ ...] por eso P.recisamente es que me retiré, P.Orque
empezaron asalir estas drag,; perratas y a hacer cosas que nosotras no haOam"os,
empezaron a salir a la call e y a P.Utear [prostituirse], degradando lo que es
una verdadera drag, una rema Cle la noChe (Entrevista a Ceci) .
Entonces le pregunté:
,sabes de donde vienen las drag? [ . . . ] pues vienen de Europa. Resulta que
hace años en Europa no dejaban entrar a los travestis a las discOtecas, entonces
ellos decidieron que en v� de no vestirse de mujer lo iban a hacer pero de
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNF.AS 49
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
[ ... ] hay que hacer gimnasio y conseguir las cosas precisas: se necesita una
buena peluca, zapatos finos, un vestido de noche, con lentejuelas u otro
bordado, con diseño, me entiendes ¿no? ... También se necesitan el vestido
de fantasía o folclórico y, por supuesto, el traje de baño (Entrevista a Ceci).
[ ...] ser lo más estrambótico pero sin rayaren lo vulgar o grotesco, se trata de
tener las teta.s más grandes y la cadera más extravagante, de estar llena de
escarcha y lentejuelas; de tener unas buenas botas y un buen vestido que
brille, que rechine y que haga juego con el maquillaje. En los reinados de
belleza, en cambio, el transformista tratade seruna mujer {Entrevista a Cea).
Aquí el personaje dirige todos sus esfuerzos a repetir de la mejor forma posible los
gestos, la voz, los movimientos, todo lo que para él representa ser mujer.
Esto en cuanto a los reinados, pero en los bares el transformismo tiene otras caracterÍs
ticas que lo acercan más a lo dragy que estarían ligadas a una función muy concreta,
a lo que Ceci llama «ameniz.aP>. Cuando le pregunté por los shows me dijo:
Algunas drag, al igual que las transformistas, hacen doblajes de las divas del mo
mento para entretener a su público:
50 ETNOGRAFiAs CoNfEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASONACIÓN GAY POR l.AS DIVAS
Por supuesto, el amenizar se traslada a otros espacios donde antes no era posible que
apareciera un hombre vestido de mujer. Cuando Ceci empezó a trabajar en «Zona
Franca», y se hizo bastante conocido y fue contratado por una marca muy impor
tante (vodka Absolut) para que promocionara el producto -en eventos no necesa
riamente gays-. Le encargaron -entre muchas otras cosas- la inauguración del pri
mer Colombia Moda en Medellín que fue al aire libre: «Fue lindísimo, yo bajaba de
un helicóptero, haciendo drag queen y después caía en la mitad del lugar [ . . . ]».
Me retiré hace tres años, ya te lo había dicho, por9ue la gente muchas veces
habla de las drag oomo si fueran travestis, y no es as1, son personas comunes y
corrientes que se suben por 5 minutos a un escenario, a hacer un show, que es
algo que te gusta a ti y al público y es un arte que se quiere expresar [ . . . ]
Después decidí dedicarme menos a hacer drag queen y más al trabajo como
maquillador y estilista[ ...] Yo puedo hacershow, lo que pasaes que no quiero.
&o sí que cuando hay cosas especiales, ahí sí lo hago encantada. &as cosas sí
las haii> porque hay gente que me pide hacerlo [ .. .] Todo esto me ha llevado
a mudios ooriflictos, sobretOclo en .relaciones oon hombres. Así soy solamente
hombre y nada más. &to fue más que nada por miedo, porque en el mundo
gay es oomo tonto, porque tienderi a criticar mucho, a Ciecir que el que hace
show anda de puto en la Calle o cosas por el estilo. Siendo tan pocos, un grupo
tan reducido, en vez de apoyarnos, tendemos a criticarnos. Aunque ya, la
verdad, no somos tan pocos, por todo lacio hay gente gay {Entrevista a Ceo).
ELIZABEnI
ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS 51
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
J ... salió y yo me quedé un instante en este cuarto en dónde había un placare!, una
silla -utilizada para peluquería-, un gran espejo, y una mesa sobre la cual se encon
traba una maleta de maquillaje ha� camerino, recién traída de New York, por un
costo de 700 dólares. Me dirigí ·a la sala. La pared del fondo estaba tapiz.ada de
fotografías ampliadas de actores y actrices de películas de Hollywood de los años
1940 y 1950. Marylin Monroe, Greta Garbo, Vivien Leigh y dark Gable, Rita
Hayworth, Fred Astaire y Ginger Rogers, entre otros. En el muro opuesto, un
fotoestudio de Elizabeth con apariencia de modelo digna de cualquier portada. Al
acercarse, sin embargo, puede v� la peculiaridad de estas fotografías: su aparien
cia -de súper modelo masculino- es un tanto rara. Descubrí unas cejas fuertemente
marcadas y delineadas, al igual que unos labios pintados de rojo profundo que me
recordaron la portada del libro La simulación de Severo Sarduy.
En el muro contiguo al del fotoestudio hay un gran ventanal que deja ver las
avenidas que circundan el sector, las z.onas azules o de parqueo público y justo al
frente, una tienda con parasoles. El apartamento es bastante espacioso y parece ser
que el personaje que se asomó a la ventana cuando timbramos por segunda vez, se
encontraba en uno de los cuartos del fondo . Vi un equipo de sonido y unos
muebles lujosos en madera. Me senté en ellos a esperar a Eliz.abeth, pero antes de
hacerlo observé una estola de peluche sobre una silla. Me da igual, me voy a sentar
encima de la estola, pensé, pero ... la estola se mueve y tiene bigotes, mejor no.
Eliz.abeth y yo nos sentamos en el sofá y le pregunté por sus gatos. Dos bonitos
felinos muy peludos, una gris y uno negro, que Eliz.abeth conciente como a sus
52 ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 53
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
A: ¿Qué diferencias cree usted que hay entre una draga y un transformista y
cUtdes son Íos accesorios que usan?
E: El transformista quiere parecerse a una diva. En eso consiste, en vestirse
y moverse tal como ellas lo hacen ... eso las locas se mandan a hacer los
vestidos con que las ven en la revistas y tienen mucho cuidado con el
maquillaje... Los tacones son muy importantes porque estilizan la figura y
también las pelucas. Por ejemplo, yo tengo un amigo que queda idéntico a
Helenita Vargas y él hace ese show y se ve muy bien. Ladragno es igual, ella
es como dice la traducci6n «una reina de la noche» o de la «fiesta». Ellas
andan por el sitio, casi como un animador, aunque a veces también hacen
doblajes. Las drag.sson c6mo le dijera, eicageradas en su vestir, en su maquillaje,
usan unas botas muy grandes y unos vestidos muy coloridos, son
desproporcionadas. [ ... ] Como toda reina, el transformista que participa en
un reinado gay, requiere de la asesoría de un buen maquillaaor porque eso
no lo puede hacer una sola, no es solo el maquillaje es toda una preparaci6n
del cuerpo: algunas se ponen almohadas o cojines en las caderas y en el
1 1 Los reinados transformistas tienen una característica importante: suelen utilizar nombres
de reinados de belleza femenina, Miss internacional, Reinado del Bambuco, Miss Drag
Queen internacional.
54 ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
para tornear el cuerpo [ ... ] se usa esparadrapo quirúrgico [ ... ] también se usa
la doble media, una velada hasta arriba de la rodilla ... bueno eso depende,
y encima... medias de cachemir [ ...] yo las uso para que no se me vea el vello
porque a veces no me depilo, es que soy muy velludo [se levanta la bota del
pantalón y me muestra fa pierna para que lo confirme]
A: Eli7.abeth, ¿en qué ocasiones, por decir algo, aparecen las drag?Pues tengo
entendido que no salen con demasiada regularidad.
E: Pues en fiestas, ahora salen en muchas fiestas privadas de gente de la
farándula y por supuesto en fiestas de ambiente.
A: ¿Ylasmarchas?
E: Las marchas también son muy imp<>rtantes, yo por lo menos .. espere un
.
de salir así, por eso anú me dicen que camino muy bien, es que yo si voy a estar
1 2 Con camarillista», se refiere a cuestiones relacionadas con su sexualidad y con la
sexualidad de los hombres gay, como la existencia de la prostituci6n y la innegable
promiscuidad.
ETNOGRAFIAs CoNrEMPORÁNEAS 55
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
como una mujer lo hago con todo el glamour y la delicadeza que esto
significa, no de una forma burda [ . . . ] ¿Qué le parezco Andrés, así sí me
saca a bailar?
Yo me siento muy bien en las marchas porque todo el mundo me ve y
queda admirado, me saludan, me dicen cosas, se toman fotos conmigo.
Esto me gusta mucho porque no es ver a las locas vestidas de mujer, un
travestÍ por ej emplo, es muy diferente porque él sí se viste así todo el
tiempo, el transformista y la drag realizan un acto para una ocasión especial,
son artistas y lo transmiten. Por eso la gente ha comenzado a tolerar y
hasta disfruta del desfile (Entrevista a Elizabeth) .
Pese a esta diferenciación, parece que la palabra «loca» tiene una connotación
distinta: loca es el homosexual muy amanerado, pero tiene un uso vernáculo
diferente «cuando se dice en confianza». Entre amigos gay se usa el «loca» o se
refieren a ellos mismos en forma femenina -como en la literatura camp de Copi
con el adjetivo de loca, así como el «marica» es usado cotidianamente sin su carga
peyorativa, por hombres y mujeres bogotanos.
Después de ver las fotos Elizabeth me hiw las preguntas de rigor: «¿Por qué terminó
haciendo este trabajo?; ¿Qué es lo que hace un antropólogo? Y, ¿usted es gay?». le di
una respuesta para intentar aclarar sus dudas, pero ahora, pensando retrospectivamente
en lo que dije, lo veo suficientemente enredado como para que no me preguntase más
y también le dije que no me consideraba gay. Seguimos con una charla un poco más
informal, me dijo que me podía prestar videos donde aparece transformándose y que
me podía seguir colaborando en lo que quisiera, cosa que le agradezeo infinitamente.
Como vimos, no s6lo las cantantes populares que se muestran «raras» y que
rebasan algunos parámetros de feminidad son retomadas en las puestas en esce
na de transformistas y drag queens. Bajo parámetros estéticos y funciones distin
tas, estos dos tipos de personajes trabajan con la figura de la diva. Retomando los
testimonios, tanto Ceci como Elizabeth han interpretado alguna ve:z. a un tipo de
mujeres de las que no hemos hablado todavía: las divas del cine. Rita Hayworth,
Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y a éstas yo agregaría las figuras de Bette Davis
(de gran reconocimiento sobre todo en la escena gay Brasilera y claro, la Norte
americana), Joan Crawfod, Greta Garbo y Mae West entre muchas otras. Ellas
son algunas �e las divas de la época dorada de Hollywood, periodo que abarc6
más o menos treinta años entre las décadas de los veinte y los cincuenta del siglo
pasado, y que se caracteriz6 por laconsolidaci6n de los grandes estudios cinematográ
ficos norteamericanos y con ellos de sus superestrellas. Si retomamos lo dicho por
Judith Butler (1990b) con respecto aque/a mujero mejor, elsermujeresunasituaci.6n
determinada hist6rica y culturalmente, podríamos rastrear qué tipo de mujer y qué
tipo de atributos femeninos son los que ellos dicen parodiar. Siguiendo a Andrew
Ross me atrevo a decir que estamos hablando de un estereotipo femenino que tiene
sus raíces en los filmes clásicos de Hollywooc! (Ross: 1989).
Es importante mostrar c6mo estas divas poseían ciertos atributos como el gla
mour, el buen gusto y el llamado sex-appeal, que las constituyeron en todo un
modelo, en el ser mujer de su tiempo. Sus vestidos y parafernalia nos recuen:ian la
época en que, por ejemplo, fumar era uno de los actos más seductores. Existía al
respecto toda una educaci6n impartida y propagada por los medios masivos de
comunicaci6n: el manejo de las boquillas, los labios pintados absorbiendo el
delgado pitillo y los dedos erguidos como ramas sosteniendo el hoy causante del
cáncer pulmonar. Todo aprendido: la pose y la forma de ser. Todo repetido
infinitas veces hasta lograr la llamada naturalidad, como si se naciese con tan
sofisticadas virtudes. Es la constituci6n de un modelo, de un ser específico que
da la idea de la verdadera mujer cargada de atributos femeninos innatos.
Ceci y Elizabeth dicen representar precisamente a la mujer con clase, encarnan esta
imagen y constituyen por medio de sus actos un simulacro. Pero ¿c6mo es que un
hombre puede incorporar esos atributos si su naturaleza se lo impide? El hombre,
según nuestra 16gica patriarcal, no puede de ninguna manera exhibir debilidad y
mucho menos mostrar amaneramiento, pues estaría representando un papel que
no le pertenece. Bastante extraño nos suena este argumento, cuando entra en
co ntradicci6n con la idea de pensar los rasgos femeninos o masculinos como inna
tos y, como diría Judith Butler (1990a), esenciales. Para esta autora, el género puede
ser entendido mejor si lo pensamos como un acto performativo. Antes de aclarar este
embrollo, permítanme ilustrarlo por medio de un par de ejemplos, evidenciando
de paso un modelo del ser mujer, uno propagado por el cine de la época dorada de
Hollywood
ElNOGRAFlAs CoNTEMPORÁNEAS 57
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
58 ETNOGR.AFIAs CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
Los actores están siempre sobre el escenario sujetos a los términos del
performance. Justo como un libreto puede ser actuado de varias maneras y
JUSto como la actuación requiere tanto texto como interpretación, así el
cuerpo que actúa el género hace parte de un espacio culturalrñente restringido
e incorpora interpretaciones que están confinadas por directrices ya existentes
(Butler, 1990b: 277. Traducción libre) .
Butler señala que hay varios actos de género que al ser repetidos crean la idea de
género, es decir, que el género llega a entenderse como natural por medio de la
repetición de una serie de actos que ciertamente pueden entenderse como
performativos. Butler trata de aclarar que, si bien el género es un performance
performativo, quien actúa el género no posee libre albedrío sobre su actuación. El
género no es algo que se quita y se pone como un disfraz. Su actuación está
constreñida por una serie de regulaciones sociales y está limitada por su propio
contexto histórico:
El género es la estilización repetida del cuerpo, una serie de actos repetidos -dentro
de un marco regulador muy rígido- [ . . . ] (Butler, 1990a: 67) .
[ . . . ] el �énero es una actuación con consecuencias claramente punitivas.
Los generos diferenciados son una parte de lo que «humaniza» a los
individuos dentro de la cultura contemporánea: de hecho constantemente
castigamos a quien no representa bien su género (Butler, 1990a: 171) .
ciarl as: muchas de las divas operáticas como Maria Call as , Roberta Peters y Clara
Butt no fueron precisamente modelos hiperfemeninos. Su imagen, la imagen
venerada, es la que reflejaron en sus interpretaciones, la que asumieron y encarna
ro n en el escenario, la que irradiaron dando la impresión de ser siempre así; pero
también, la que traspasó las barreras histriónicas y transformó sus vidas, la que se
constituyó como la esencia de lo femenino:
Para Koestenbaum los atributos básicos de las divas hacen que ejerzan una gran
atracción hacia la gente gay, hombres que han aprendido a reconocer la artificialidad
del modelo, venerándolo y parodiándolo en sus sitios de diversión. Adoramos a la
Callas -nos dice este autor- porque hace drag, por su artificio y su exageración, por
la forma en que representa el modelo de ser (Koestenbaum, 1993). Esto me hace
pensar en los postulados del cubano Severo Sarduy refiriéndose a la simulación. De
acuerdo con este autor, la simulación está presente en los más variados escenarios,
por ejemplo, en el travestismo humano, pues para él, el travestí no imita a la mujer,
su estrategia es una estrategia de mímica y simulación:
«El travestí no copia: simula, pues no hay norma que invite y magnetice la
transformación, que decida la metáfora: es más bien la inexistencia del ser
mimado lo que constituye el espacio, la región o el soporte de esa simulación,
de esa impostura concertada . . . «(Sarduy, 1982: 13 ) .
Cuando Sarduy dice que: «el travestí no imita a la mujer para él , a la limite no hay
mujer [ . . . ] sabe que ella es una apariencia que su reino y la fuerza de su fetiche
encubren un defecto» (Sarduy, 1982: 13), está diciendo, desde una posición
p osestructuralista, que aquello que conocemos como «mujer» se encuentra en el
rei no de la representación. No esta diciendo que la mujer no exista, se esta refirien
do a l a imagen idealizadá de la mujer, ;J'l a hipermujer, al ser mujer histórica y
c_ulturalmente situado. El travestí simula una feminidad que no es irreal y que no es
ficción, pero que se encuentra más allá de lo real. '
'fransfo rmistas y drag queens han optado por retomar a las divas. Algunas con
temporáneas y pasajeras y otras, pasadas de moda, como las actrices del viejo star
SJstem. La exaltación de estas figuras y su incorporación en las teatralizaciones que
1 3 Énfasis mío
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 61
ANDRÉS LEONARDO G óNGORA SIERRA
realizan en bares y carnavales en muchas ciudades del mundo, han sido relaciona
das con un tipo de estrategia que retoma productos culturales en desuso
resignificándolos, repitiéndolos de un modo diferente, aprovechando iconografías
y símbolos y provocando una repetición subversiva del estilo. Esta estrategia ha
sido bautizada por la crítica norteamericana como camp.
14 S igo a M ichael Warner y a Lauren Berlant quienes por heteronorm at ividad entienden:
«aquell as instituciones, estructura de com p rensi6n y o rientaci6n p rácticas que hacen n o
s6lo q u e l a heterosexualidad parezca coherente -es decir, o rganizada como sexualidad- s ino
j
también que sea privilegiada [ . . . ] [la heterononn atividad] pasa desapercibida como lengua e
básico sobre aspectos sociales y personales; se la percibe como un estado natural; tambien
se p royecta como u n logro ideal o moral» (Berlant y Warner, 2002: 230) .
62 ETNOGRAFiAs CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
1. as divas -por lo menos desde el siglo XX- son producidas y prop <tP,adas por los
mass media, son piezas prefabricadas industrialmente para generar hábitos de con
'umo, son imágenes de la «verdadera mujer» y por tanto, de la «verdadera femi
nidad». Son simulacros que remplazan y, al mismo tiempo, generan una idea del
gé n e ro y la sexualidad. Las divas están en el universo de la representaci6n, el
universo donde se gestan los principios de realidad que entendemos como ina
movibles, estáticos y naturales. Las divas están en el terreno en donde la copia ha
llegado a remplazar a su original, un terreno que es también el terreno del kitsch,
de la simulaci6n.
A principios de la década de 1960, el gusto por las divas operáticas y las de los
.1ños dorados de Hollywood (1940-1960), por los filmes, por la exageraci6n y la
extravagancia y por la incorporaci6n del kitsch, fue catalogado por la fil6sofa y
escritora norteamericana Susan Sontag en su célebre artículo Notes on Camp [1961]
1996), como un gusto característico de una cultura homosexual masculina, el cual
tiene por nombre camp.
Me parece apropiado hablar de la primera conceptualizaci6n hecha sobre el camp,
porque a partir de ese m.omento se generarondiversas interpretaciones, usos y rontro
vcn;ias alrededor, por ejemplo, ele la calificaci6n de «Sensibilidad» por medio de la cual
Sontag define el camp y de lo que esta misma autora llam6 su carácter apolítico.
El camp como sensibilidad ha sido duramente criticado por la teoría queer15 o
maricona como la traduce Rodríguez (2001), que lo reivindica como parte impor
t.mte del conjunto de prácticas que construyen las identidades queer (Santos, 2001;
i\mícola, 2000) . Sin embargo, Sontag fue la primera en relacionar camp y homose
xualidad en una de sus notas que reza:
ETNOGRAFiAs CoNTEMPORÁNEAS 63
ANDRÉS LEONARDO GóNGORA SIERRA
El camp fue en sus comienzos visto como un tipo de gusto propio de la «alta
cultura», de los poseedores de lo que Bourdieu llama bilingüismo culto (1988), es
decir, la capacidad que tienen determinados actores de distinguir los c6digos esté
ticos que caracterizan el «buen gusto» y el «mal gusto», al encontrarse en un habitus
privilegiado para tal fin. De esta manera, el camp comenz6 definiéndose como
perteneciente a la alta cultura, una sensibilidad solo posible para personas de gustos
refinados. Podría pensarse que por esta raz6n las divas operáticas hacen parte del
pante6n camp, pero no es del todo acertado, porque esta explicaci6n ocultaría una
raz6n más poderosa y es que -como ya lo he mencionado- estas divas hacen drag.
El camp también ha sido visto como una operaci6n de gusto que posee diferentes
usos y significados asignados por grupos, subculturas, élites, etcétera. El ejercicio
del gusto camp ha sido usado en diferentes temas, por ejemplo, para la gente gay,
antes y después de 1969; para los hombres gay y para las lesbianas; para las mujeres,
lesbianas y straight16• antes y después del nacimiento de los movimientos por la
liberación sexual; para los hombres straight, antes y después de la legitirnaci6n de la
androginia; para los intelectuales tradicionales, obligados ahora a visitar los «bajos
fondos» y para los intelectuales orgánicos, con su lealtad a la ética pop de la gratifi
caci6n instantánea (Ross: 1989). El camp fue usado -afirma Ross- «por las desaven
tajadas subculturas de las clases trabajadoras para quienes la culturapop se convir
ti6 en una semi6tica glamorosa de aspiraciones y sueños de movilidad social»
(Ross, 1989: 136. Traducci6n libre) .
En la más reciente versi6n del viejo
Hollywood, cuando entr6 en decline el
sistema de estrellas que lo fund6, y toda
una industria econ6mica caracterizada por
el studio system fue cambiada y opacada
paulatinamente por la industria de la te
levisi6n, el camp hace su aparici6n formal.
Al final de los cincuenta y principios de
los sesenta del siglo XX, se present6 una
recirculaci6n de los filmes clásicos de
Hollywood en televisi6n, dando opor-
1 6 Forma en 9ue se denomina al heterosexual por la gente gay norteamericana. En este
momento el termino se encuentra en expansión y ha comenzado a usarse en otros países
como los latinoamericanos.
64 EruocRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
LA ESTRATEGIA
ETNOGRAF!As CoNTEMPORÁNEAS 65
ANorn LEONARDO GóNGORA SIERRA
En los b ares gay hombres disfrazados de divas o reinas, invierten su estatus social
de gé ne ro con dos consecuenc ias cl aras: por un lado, reite ran el estereotipo de
género, repiten modelos hegemónicos de feminidad y masculinidad, de la verdade
ra mujer y el verdadero hombre. Al mismo tiempo, nos dejan ver una ide ntidad
gay, que hemos sido acostumbrados a pensar como la expresión de la androginia y
el amaneramiento. Además de esta especie de -usando el tér mino de Foucault
(199 1)- «her mafroditismo del alma», con el que se ha entendido la homosexuali
dad, vemos en l as puestas en esce na de transfor mistas y drag, una manera de
entender los estereotipos de gé nero como modelos camb iantes , modelos cuyo
significado -como señala Derrida (1989)-siempre esta diferido en el tiempo y en el
espacio, y por ende, no podemos prever.
El hecho de rec iclar y darle un nuevo uso a estos patrones propone un tipo de
resistencia gay, porque aunque el gesto de transformistas y drag queens repite y, de
cierta manera, reafirma un tipo de modelo de mujer, se trata de una confirmación
invertida, en donde atributos que se piensan como esenciales de un sexo y expresa
dos en un género, son teatralizados por hombres vestidos de divas. La no natura
lidad de las categorías de género puestas en evidencia por estos personajes y la
reutilización de un código hegemónico, son pues, las grandes enseñanzas de esta
estrategia.
66 ETNOGRAFÍAS CONTEMPORÁNEAS
EL CAMP Y LA FASCINACIÓN GAY POR LAS DIVAS
FUENTES
ENTREVISTAS
Geranio. Mayo de 2002. Bogotá D.C.
Elizabeth. Abril de 2002. Bogot á D.C.
Ceci. Noviembre de 2002. Bogot á D.C.
FoTOGRAFiAs
Foto No. 1 . Drag Queen 1 . «Marcha por el Orgullo Gay-Lésbico», Andrés G6 ngora. Junio
200 1 . Bogot á D.C.
Foto No. 2. Drag Queen 2. «Marcha por el Orgullo Gay-Lésbico», Andrés G6ngora. Junio
200 1 . Bogotá D.C.
Foto No. 3 . Mae West. Tomada de DARLING, GLORIA. 1 936- 1 937?. Para ser A mada,
para ser hermosa: consejos, recetas, sistemas, métodos y secretos. Buenos Aires: Editorial
Atlántida, S.A.
Foto No. 4. María Callas interpretando a Turanáot. «Turandot» de Giacomo Puccini,
dirigida :'or Tullio Serafin, EMIRecords, 1 954. Tomada de http://www.emiclassics.com/
call:ls/spucca.html.
Foto No. 5. Drag Queen 3. «Marcha por el Orgullo Gay-Lésbico», Andrés G6ngora. Junio
200 1 . Bogotá D.C.
Foto No. 6. Bette Davis y Joan Crawford en Whatever Happened to Baby Ja ne?. Tomada de
httpl/my.execpc.com/" reva/babvfutos.htm
Foto No. 7. DTag Queen 4. «Marcha por el Orgullo Gay-Lésbico», Andrés G6 ngora. Junio
200 1 . Bogotá D.C.
Discos CITADOS
BIBUOGRAHA
ETNOGRAF!As CONTEMPORÁNEAS 67
ANDR� LEONARDO GóNGORA SIERRA
DIAZ, HERNÁN. ¿ Qué paso con Baby Jane?. Revista Diners. Año XXIII No.206. Mayo
de 1 987. Colombia.
ELIAS, NO RBERT. [ 1974] 1986. Elproceso de la civilización: investigaciones sociogenétiC'4S
y psicogenéticas. México: Fondo de cultura Económica.
FOUCAULT, MICHEL. [ 1976] 199 1 . Historia de la sexualid4J 1: La voluntad del saber.
M�xico: Siglo XXI edit9res.
GONGORA, ANDRES. 2003 . Estética de Closet: Puesta en escena delgénero y visibil;J,,J
gay. Trabajo de Grado. Departamento de antropología, Universidad Nacional de Colom
bia. Bogotá D. C. Inédito.
KOSTEMBAUM, WAYNE. 1994. cThe Callas Cultio, en The Queens Throat: Opera,
Homosexuality,and the Mistery of Desire. New York: Vintage Books.
REVISTA A<;:ENTO 1 (1) . 1997. Gaycionario. Pp. 32-33.
RICO, MARIA. 1999. Un libro abierto: ¿cómo descubrir que su pareja es gay?. Bogotá:
Oveja �egra
RODRIGUEZ, VICTOR MANUEL. Cine menor y performatividad queer [en linea].
[Bogotá, Colombia] [citado 3 julio 200 1 ] Disponible en Wo rld Wide Web :
< www.goethe.crosa
ldhn/bo >
ROSS, ANDREW. 1 989. «Uses of camp-., en No respect: intellectuals andpopular culture.
New York: Routledge.
SANTOS, LIDIA. 200 1 . Kitsch tropical: los medios en la literatura y el arte en A mérica
Latina. Madrid: Editorial Iberoamericana.
SEDGWICK, EVE K. 1999. Performatividad Queer the Art of the Novel de Henry James.
Revista Nórrwdas 10, Abril-Octubre. Traducción de Víctor Manuel Rodríguez. Fundación
Universidad Central.
SONTAG, SUSAN, [ 1961] 1 996. «Notes on Camp», en Contra la interpretación. Ma
drid: Editorial Alfaguara.
TAUSSIG, MICHAEL. 1993. Mimesis andAlterity: a particular history ofthe senses. New
York: Routledge.
68 ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO:
LUCHA POR LA DETERMINACIÓN DE LOS
SIGNIFICADOS EN LOS DISCURSOS DE LAS
AUC Y LAS FARC-EP1
Inicio con la exposición de un marco teórico que sirve como punto de partida para
entender los lugares de enunciación de los discursos y su relevancia en el contexto
colombiano. A continuación muestro, en apartados separados, las construcciones
discursivas de los dos grupos y la manera como están configuradas. Finalmente,
presento una comparación entre los discursos y una reflexión sobre la dimensión
simbólica en el conflicto colombiano.
El tema de este trabajo se inscribe dentro de un amplio horizonte de reflexión
compuesto por diversos estudios sobre el conflicto colombiano (o estudios sobre
violencia), en el cual se destacan los análisis sociológicos e históricos de amplia escala
que buscan explicar los orígenes, transformaciones y condiciones de los diferentes
conflictos ocurridos en el país (ver: González, 1993; Pécaut, 1997; Sánchez, 1991;
Uprimny y Vargas, 1990) . La complejidad del problema tratado, así como la
1 E l siguiente texto hace parte d e m i trabajo de grado titulado Los discursos sobre la paz y la
paz en los discursos de las A UC y las FARC-EP. Un análisis desde la antropolog{a a una lucha
simbólica en Colombia (2003) .
2 Antrop6logo. Universidad Nacional de Colombia. Correo electr6nico: [email protected]
DIEGO M AURICIO HIGUERA RUBIO
En los últimos años, las guerrillas y los paramilitares han adquirido acumulaciones de
recursos y fuenaarmadaquesólo sonruperados, en parte, porel Estado (quien tampo
70 ETNOGRAFÍAS CoNTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
poder entendido como el esp:icio de juego dentro del cual los poseedores del
capital (de diferentes tipos) luchan particularmente por el poder sobre el
Estado, es decir sobre el capital estatal que da poder sobre las diferentes
especies de capital y sobre su reproducci6n (Bourdieu, 1997: 100).
Esta definici6n señala las motivaciones que generan luchas por el control del Esta
do; para el caso que nos ocupa, las AUC y las FARC-EP acumulan capital {que se
sup one es del Estado) con base en su estructura militar {acumulaci6n de fuerza
4 Quiero subrayar, para evitar confusiones, que la definición de lo político y quienes
intervienen en él, está restringido a las cate � orías analíticas descritas en este texto y de
ninguna manera se pueden extender a otros ambitos.
ETNOG� CoNTEMPORÁNEAS 71
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
física). Dicha concentración genera un campo del poder muy complejo en donde
identificamos tres grupos5 en una pugna por la concentración de capital económi
co, simbólico y de fuena.
Es un fenómeno con tres dimensiones que se pueden definir analíticamente y que
están en estrecha relación; las dos primeras obedecen a la conformación histórica del
Estado colombiano quien, por una parte, no se ha podido constituir en la instancia
monopolizadora de la fuena física y, por otra, siendo el regulador del men:ado su
intervención se trastoca por la economía ilícita (narcotráfico, recolección de tributos,
entre otras actividades) reproducidapor las FARGEP y las AUC (González, 1993;
Pécaut, 1997). El centro de mi reflexión para este escrito es la dimensión simbólica.
Una vez expuesto el marco general que propongo para ubicar al discurso y los
grupos bajo estudio, pueden surgir dos objeciones válidas. En primer lugar, cues
tionar el nivel de autonomía que se le conceda a las AUC sabiendo que tienen
apoyo o por lo menos tolerancia de varios agentes del Estado. Esta relación es
identificada por algunos autores comoparainstitucionalidad porque la condescen
dencia con estos grupos irregulares permite la estabilidad del orden político vigente
y, al mismo tiempo, se constituye en un poderoso mecanismo de lucha antiguerrillera
{Uprimny y Vargas, 1990). El fenómeno paramilitar se ha constituido en un gran
proyecto nacional con base en el poder local de los grupos que participan en él; este
poder es el resultado de múltiples alianzas que erigen al paramilitarismo como un
F.stadoparalelo y lo instituyen como la máxima autoridad. En las zonas paramilitares
el 'Estado permanece', pero sus habitantes saben quién ejerce sus funciones. Tam
bién podría anotarse, con toda razón, que los paramilitares no intentan reemplazar
el Estado, como sí lo pretenden las guerrillas, sin embargo, acumulan poder a costa
de éste. Es una relación paradójica en la que ayudan al Estado mientras lo fragmen
tan; en una reflexión de largo aliento, como diría un historiador, este es un elemen
to fundamental que no exploro en el marco propuesto porque mi interés está en el
momento de producción de los discursos, en el que se presenta una división del
Estado en diferentes poderes territoriales, tal y como lo describía Ramírez (1997)
para la región de Urabá6•
U na segun ga objeción tiene que ver con las críticas al modelo teórico de
Bourdieu. Estas señalan su incapacidad para abordar algunos aspectos del
mundo social, tales como la expresión social de las emociones y su configura-
�
s implifico los grupos en disputa para acotar el tema, lo cual no implica que no existan
mas.
6 Para el problema de la territorialidad privada en Urabá, ver Ramírez, 1 997: 1 1 5- 1 1 6.
72 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
LA LUCHA SIMBÓUCA
Ccn el fin de articular el marco general con los discursos y el lugar de la paz en
ellos, propongo el concepto de lucha simbólica para referirme a la dimensión en la
que se inscribe la investigación. En la lucha simbólica «Se puede actuar por accio
nes de representaciones, individuales o colectivas, destinadas a hacer ver y hacer
valer ciertas realidades» (Bourdieu, 1988: 137). Así, los grupos y agentes utilizan
categorías establecidas para construir sus armas dentro de la lucha por el poder, es
decir, emplean capital simbólico que es reconocido por los individuos a los que se
les pretende dominar. Es el empleo práctico de los elementos fundamentales para
u na sociedad, es el uso de lo obuio y lo dado.
De los hechos dados de la existencia social provienen los apegos primordiales, los
cuales son aprehendidos e interiorizados por los individuos durante el proceso de
socialización y se encuentran en los cimientos de cada cultura. El parentesco, la
rel igió n, el mito y la lengua son ejemplos de los hechos dados que generan
p rincipios comunes entre las personas que están involucrados con ellos (Geertz,
1? 95) . Por ejemplo, en los discursos de las AUC es claro cómo a través de la
his t oria de vida de un agente, Carlos Castaño, que se muestra como el centro y
miem bro típico de este grupo, se apunta de forma permanente a la familia, la
re ligió n y los valores (sobre todo la honestidad) , elementos fundamentales del
mo delo cultural hegemónico7 colombiano. Hervik (1994) define modelo cul-
ETNcx;RAl'fM CoNTEMPORÁNEAS 73
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
7 Adicionc;i el término hegemónico para señalar que dicho modelo no es el aprehendido por
todos los audadanos colombianos aunque sea mayoritario; este modelo se ejemplifica como
un deber ser por diferentes ámbitos institucionales en el país tales como la Ipiesia, la
escuela, algunos programas y elementos de los medios masivos de comunicacion, entre
otros.
74 ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
11
L A PAZ EN FI.. DISCURSO DE LAS FARCEP
Para rastrear la eficacia simbólica de los dis�os realiro un análisis a nivel nuclear
que co nsiste en la identificación de los elementos mínimos que simulan su verdad,
q ue l o hacen aparecer como verdadero aociles, 1999)8• Esto no implica que el
investigador tenga que verificar o probar los contenidos de los discursos; la tarea
tie ne el propósito de identificar los elementos que lo colocan en un 'estado de
verdad' frente al receptor. Entre las formas de verosimilitud que señala Jociles
( 1999) la referencial y la tópica son de gran relevancia.
La p ri mera se inscribe en las relaciones del discurso con el mundo, es decir, la
forma como el discurso clasifica, ordena, da coherencia y estructura las cosas del
mundo; en términos de lo expuesto, es la manera como el discurso genera, repro
duce o reconstruye significados compartidos, es la edificación del significado. El
investigador puede hacer explícita la construcción discursiva en forma de oposi
ciones binarias de carácter paradigmático, al estilo del estructuralismo, o en forma
de metáforas. Si bien en los discursos de las FARC-EP y las AUC las metáforas
ocupan un lugar importante9; encuentro desde una perspectiva general, y espero
mostrarlo a continuación, que los discursos de los grupos intentan fijar el signifi
cado a través de estructuras binarias rígidas que clasifican y caracterizan un 'noso
tros' frente a un 'otro' agresor y, desde allí, ordenan, encasillan e interpretan el
conflicto y la historia del país.
8 El nivel nuclear es un momento de una metodología de análisis del discurso que busca
relacionar los discursos con los contextos y lugares de enunciación. En este escrito he
intentado dar cuenta de ello durante la primera y última parte. En otro lugar (Higuera
2003) aplico toda la metodología y presento una discusión sobre el análisis del discurso.
9 Est rada (200 1) real iza un interesante análisis de las-metáforas empleadas por Castaño.
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 75
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
pales apegos primordiales evocados por el grupo guerrillero son los héroes de los
catecismos patrios10, particularmente la figura de Bolívar.
Debido a la complejidad de la construcci6n discursiva de las FARCEP, expongo
por separado cinco elementos que, en mi criterio, la fundamentan y se presentan
articulados y yuxtapuestos.
l. EL NOSOl'R.OS
10 De Roux {1989) emplea cate<:ismus patrios para referirse a la historia que se les enseña
a los niños en los colegios de Colombia, en donde héroes magníficos que sólo pueden ser
representados en su completa dimensión por medio del bronce imperecedero y monolítico
muestran la grandeza de la nación. En este tipo de enseñanza, sólo cuenta repetir detalles
sobre las fechas, los lugares, los acontecimientos y las personalidades míticas que le dieron
significado a Colombia. Desde luego las FARCEP no evocan el pasado de la misma forma
como lo hacen los cateásmos, pero el uso de los 'héroes de bronce' es un factor común.
1 1 Dentro del universo de 264 documentos analizados, 223 están firmados por las
FARC-EP.
76 ETNOGilAÁAS CoNTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFI JCTO
[ . . . ] estos 32 años de lucha nos han servido para entender que en Colombia
existe un régimen político antidemocrático, profundamente reaccionario,
excluyente, construido por la gran burguesía y los terratenientes en el poder
Qa oligarquía) para garantizar el incremento de sus ganancias y propiedades
a costa del trabajo ajeno y las riquezas del país (FARC-EP, 1996).
Para las FARGEP, la oligarquía no actúa sola y para recibir apoyo del extranjero
regala las riquezas del país al imperio Estadounidense, son los indignos vendepatria
que se arrodillan y humillan para conseguir sus metas «Fiero ante el pueblo y
arrodillado ante los gringos, ese es el establecimiento colombiano» {FARC-EP,
2001b). Frente a los apátridas se levanta el pueblo patriota y digno que no se hinca
en la búsqueda de mezquinos intereses, sino que lucha por terminar el proyecto
Buena parte de los grÍng<?S y de los europeos, son los que venden los precursores
c¡uímiro; para dproceso,la';quesellevarilasmayores�delnan:o-men::aOO,
los que 'se trabañ', los gueverK:lenlos química;P3!'1 fUmigar, los aviones, las � y
b.N:ilossombrerosdeb;antinan:ótim;. [...]EnO:>lombiael nan:otráfiro seentro0G1
con d paramilitarismo del F.stado, ron los latifundistas y ron la clase politiquera
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS 77
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
3. EL ORIGEN
El momento en el que se genera el antagonismo entre las dos fracciones de la
sociedadcolombiana es el eje articulador de la construcci6n discursiva de las FARG
EP, allí se encuentra la explicaci6n del presente y la fuente de las características, la
esencia, del nosotros y el otro:
Proyecto de libertad frustrado por los enemigos del pueblo, santanderistas, quienes
al rechazar a Bolívar despreciaban y desprecian todo lo que él encarna: la tradici6n
milenaria de los antepasados libertarios. Así, el proceso de libertad frustrado s6lo
12 «E6.o lívar] De nuevo tuvo problemas al tocar las costas de Barcelona y fue entonces
cu�der decidi6 dirigirse a la Guyana desde donde intentaría unir los diversos grup os
guerrilleros que operaban en los Llanos Orientales de Apure y Casanare [ ] Por esos dí as
...
dirige encendidos mensajes a todos los jefes guerrilleros, Piar, Mariño, Arismendi, Bermúdez,
invitándolos a la unidad, mientras tanto se reúne con Páez. Tiene la vista puesta en el
objetivo fundamental de unir todas las fuerzas guerrilleras revolucionarias bajo un mandato
político y militar único e indiscutible» (FARC-EP, 1 997a) .
78 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
puede ser completado por los herederos de Bolívar y su guerrilla 12; por ello «Una
reflexi6n serena de la historia nacional nos evidencia que [ ... ] entre todos los oprimi
dos del país seremos capaces de continuar construyendo los caminos de libertad
que nos dejara desbrozados Sim6n Bolívar» (FARGEP, 1996).
E l discurso sitúa un punto de origen, la fundaci6n de Colombia, cuando se crea el
,mtagonismo, es el momento en el que la oligarquía le declara la guerra al pueblo. Se
presenta entonces una violencia originaria que extirpa la paz de la naci6n, ésta, de
acuerdo con las FARC-EP, es ejecutada por los mismos militares y paramilitares, es
alimentada de forma permanente y reiterada en diferentes momentos de la historia
del país, siempre con la respuesta del pueblo en armas: campesinos, guerrilleros.. El .
El nosotros implica un otro que ataca al pueblo, que le declara la guerra, lo reprime
y excluye, es la oligarquía que controla el Estado para su beneficio a través de la
violencia militar y paramilitar. El nosotros y el otro han estado desde el surgimiento
de la naci6n, son entidades esenciales que mantienen su enfrentamiento. La cons
trucci6n discursiva de las F ARC-EP se fundamenta en un pasado en el que se
originan los elementos que configuran la identidad de los grupos enfrentados y que
han sido permanentes en la historia de Colombia, el pasado muestra la 'realidad'. El
pasado es «una construcci6n cultural en la que una comunidad (académica o étnica
[o política, en este casoD apuesta a la imposici6n de una particularvisi6n sobre unos
hechos remotos, desafiando las percepciones que sobre lo mismo pueden tener
otras colectividades que se le enfrentan. La significaci6n asignada a tales hechos
presume que, aunque distantes en el tiempo, cooperarán en la apropiaci6n del
presente y allanarán la participaci6n en el futuro» (Zambrano, 2000: 195). Así, el
pasado explica el presente y señala los rumbos del futuro, por ello, no es casual que
dentro de las relaciones de poder entre sociedades, grupos o individuos, el pasado
sea algo que esté en permanente disputa y, por lo mismo, inconcluso.
Desde luego, la visi6n de las FARGEP sobre los dos sectores sociales antag6nicos
presentes a lo largo de la historia de Colombia está relacionada con la adopci6n de
l as p remisas del materialismo hist6rico. El antagonismo comienza desde los oríge
nes de la naci6n entre los privilegiados, antiguos protectores del régimen colonial,
Y los revolucionarios emancipadores de los oprimidos; los primeros reunidos bajo el
pensamiento santanderista y los segundos representados por el libertador Sim6n
ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS 79
DIF.r.O M A I JRlr.IO H1r.UF.RA RUBIO
momentos y circunstancias.
4. LA RE.�PONSABTUDAD DELCONFUCTO Y LAINMANENCIA
El establecimiento, para mantenerse en el poder, ha acudido a una �ierra
sin r�as Desde los tiem_pos de los atentadOs al Libertador Simón Bolívar y
.
el a�esinato del MariscarA ntonio José de Sucre pasando por los miles de
anónimos comoatriota� ac;ec;inados indiscnminadaffient.e, va en 'La Violencia'
ya en las múltÍples m asac res de estos días ha�ta los mágnicidios de Jorge
,
que por nhligación el pueblo deb e seguir. La� declaratorias, y la guerra misma, se
hacen a través del terrori sm o de E�ado, principal arma de la oligarquía, quien en su
inmensa hioocresía señala a la guerrilla de terrorista, sobre todo desde el 1 1 de
septiembre de 2001; ante ello, las FARGEP recuerdan que:
En el proceso de conformación del E.�ado colombiano, los ol igarcas -por
dictado de los Estados Unidos de Nortea mérica- incorporaron como
co ncepció n de E�do la Doctrina de Seguridad Nacio nal que envenenó al
mundO y <:SPecialmente a América Latina [ . ] Se generalmuon la� di�
. .
80 ETNOGRAFÍA� CoNTEMPOAANEAs
PAZ Y CONFLICTO
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 81
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
La ruptura del proceso de paz no tomó porsorpresa alas FARC-EP [ ...] Las
causas fundamentales de la oli�9uía gobernante, alentada por el respaldo
creciente de Washington, no está dispuesta por ahora, a pactar con el pueblo
en armas los cambios estructurales en lo político, económico y social que
hagan viable la paz de todos. Sólo quieren la ¡>az que les garantice sus
ganancias y privilegios [ .. ] Hicimos toClo lo posiole para evitar la guerra [ ... ]
.
En los discursos de las FARC-EP existen dos estados de paz: por el que lucha el
pueblo en armas, en el que hay democracia, tolerancia, patriotas dignos y sinceri
dad, al contrario, se encuentra la paz de la oligarquía y el imperio, en donde se
elimina al opositor político y la democracia a través del Terrorismo de Estado.
Existen dos «paces» porque el término agrupa las características del nosotros y el otro,
la desaparición del contrario permitirá el advenimiento de la anhelada paz del
pueblo; mientras que la paz del imperio y la oligarquía será cuando se elimine al
ejército del pueblo, por eso «[ ... ] las FARC-EP seguimos incólumes en nuestro
planteamiento de buscar la paz, pero una paz con Justicia Social y Soberanía!!! Y en
este propósito no cedemos ni un milímetro!» (FARC-EP, 2002a) .
82 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
A lo largo de este apartado propuse que el discurso de las FARC-EP edifica identi
dades discursivas esenciales a partir de cinco elementos fundamentales, que se
reiteran y entrelazan permanentemente; así mismo, mostré cómo la paz se encuen
tra diluida en estos elementos como uno de sus puntos de confluencia más fuertes.
desatada por ella. Por otra parte, la inmanencia en el discurso de las FARC-EP es un
tiempo de la invariabilidad y la reiteraci6n de la violencia del otro, de sus militares,
paramilitares, de su corrupci6n, mentiras ... y de la continua respuesta del pueblo
patriota, digno, democrático ... en cada momento de la historia y siempre de la
mis m a forma. El pasado continúa en el presente, la historia es la repetici6n y
extensi6n del antagonismo invariable.
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 83
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
111
Mientras que en el ámbito discursivo las FARC-EP se colocan por encima de los
agentes que la componen, en el caso de las AUC una buena parte de los discursos,
o casi todos, son firmados o pronunciados por Castaño13, quien se muestra como la
representación prototípica {rayando en lo mítico) de las AUC. Además, este grupo
y Castaño son altamente mediáticos, es decir, su discurso ha sido tomado de las
alocuciones reproducidas en los medios o generadas por éstos. Las FARC-EP, con
13 Para ser exacto las cantidades son: 45 documentos firmados por Castaño y 16 en co
autoría, a lo que se le suman los documentos firmados con los miembros del Estado Mayor
y la Direcci6n PoHtica y Militar. Cabe anotar que todos los reportajes y entrevistas han sido
realizados a Castaño o sobre él; además los discursos de las A UC toman gran fuerza cuando
Castaño da su primera entrevista televisada en marzo de 2000. Los documentos anteriores
a este año representan un número reducido: 3 .
84 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
t . EL NOSOfROS
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 85
DIEGO M AURICIO HIGUERA RUBIO
- Es cierto que por parte de combatientes vinculados a las AUC han habido
excesos y tamfüén es verdad que algunos bandidos y delincuentes comunes
se han hecho pasar por miembros de las AUC para cometer sus fechorías,
pero esas situaciones las está controlando cada vez en forma más drástica la
Oirigencia de las Autodefensas y especialmente su Comandante, que quieren
la Paz en Colombia, pero no a cu3lquier precio, ni entregando a Colombia
en las manos de los guerrilleros, que además de peligrosos y fanáticos, no
aman a su país, ni les importa la muerte de la población civil ajena al
conflicto.
Finalmente es bueno que Usted y todos los colombianos entiendan muy
bien que la guerrilla quiere la guerra, la violencia, la destrucción y el dinero
y gue las AUC quieren la Paz, la reconstrucción de una nueva Colombiay
la implantación ae un Estado Social de Derecho donde con el respeto en la
autoridad haya igualdad de oportunidades para todos (AUC, 2002d).
86 ETNOGRAÁA� CoNTEMPORÁNEAS
PAZ Y CoNFLICTO
Si las Pare acuden hoy [ ... ] a la actividad delincuencial para imponerle sus
malsanos criterios a la entera comunidad que las rechaza no es porque
Colombia viva al margen de las corrientes democráticas y civilistas de la
humanidad sino porque nuestro pueblo se niega a apoyar su prédica
subversiva, totalitaria y atea (AUC, 2001e).
«Salvajes, sin raz6n ni Dios», los únicos móviles del enemigo violento sólo pueden
ser económicos: «Narcoterroristas de las Pare: Colombia entera ha oído el sonido de
sus tambores llamando a la guerra. La Nación colombiana ha dicho ¡Basta! de
guerrillas, de terrorismo, de corrupción y de narcotráfico» (AUC, 2001g).
Sistemáticamente las AUC emplean diferentes términos para subrayar esta idea:
«Narcoguerrilla, Narcosubversión, Narcoterroristas, Narcos y criminales». En con
traposición alas PARC.EP, lasAUC ysu comandante luchanparaqueel narcotráfico
no penetre la organización y la convierta en un grupo de bandidos, como su
<>nenugo:
[ . . ] yo por naturaleza he sido un 'antinarcos' . He desconfiado de los
.
Los hechos del 1 1 de septiembre y la influencia del discurso del gobierno de los
Estados Unidos es fundamental porque las AUC aprovechan un poderoso estigma,
terrorista, para hacerlo inherente asu enemigo. Claro, las AUC no se conciben como
terroristas, sus fines y esencia son distintos a la de su antagonista dado que «La lucha
antisubversiva en Colombia es ante todo una lucha antiterrorista» (AUC, 2001h).
El nuevo elemento se introduce con gran coherencia porque el terrorista es un
agresor que se debe destruir, es una cruzada para evitar el daño, es una defensa,
autodefensa legítima que busca una justicia infinita que tiene que «llegar hasta las
últimas consecuencias» tal y como lo dice Castaño o el presidente George W. Bush.
La ofensiva estadounidense surge como respuesta a un feroz ataque, a una violen
cia; las AUC afirman que su nacimiento, fundación y fines responden a la agresión
irracional de la guerrilla, en últimas, es el mismo fenómeno pero en otras latitudes
y contextos:
ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS 87
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
No asombran las analogías que las AUC estaol�n entre su organiz.ación y las accio
nes de &tados Unidos. La importancia dada a la autodenominaciónAutodefensa y su
constante evocación muestran cómo el no ser agresor es un pilar determinante en la
construcción de la identidad cliscumva de las AUC y, de igual manera, es empieado
como pieza articuladora del discurso, por eso «les molesta que los llamen paramilitares»
{AUC, 1996) .
Señores de las Pare: ustedes han elegido el camino de la guerra y han eiegido
combinar todos los medios de lucha como asesinos que son; ustedes han
elegido inmolarse como suicidas, que también lo son, dueños deun fanatismo
que el mismo OsamaBen Ladenles envidia Señores de las Pan:: el compromiso
de las Autodefensas Unidas de Colombia es con la Vida y con la Libertad, con
la Tolerancia y con el Respeto, con la Política de los consensos y los disensos
democráticos y con laJusticia de las Leyes y de los Jueces. Quédense entonces
ustedes en sus madrigueras salvajes rumiando resentimientos y apostándole a
la muerte. Las Autodefensas respiramos vida y superamos enconos con
autocrítica y amor por la verdad. Señores de las Pare sigan ustedes con sus
interminables gestos de barbarie que nosotros, como el Pueblo colombiano y
la misma Humanidad nos lo exige, seguiremos apostándole a la civilización
del amor y la libertad, mejorándonos cada día que pasa como individuos y
cerno organización, como hombres y mujeres de la Patria colombiana, oomo
políticos y como combatientes en el sendero de la virtud, fruto de los vaiores
universales de la ética y la fraternidad (AUC, 2001i) .
De acuerdo con el discurso de las AUC, «el terroruta» debe ser el iminado porque es
incontrolable e impredecible, atenta contra todo orden, por ello, :ante «Amenazas
Extremas, Soluciones Extremas» {AUC, 2002a). Es, finalmente, la justificación de
la concepción del enemigo como absoluto o total, un otro con el que no se puede
negociar sino derrotar, porque se es radicalmente distinto y no existen posibilidades
horizontales de relación con él, en otras palabras, dadas las características «el enemi
go hace al enemigo» o, mejor, «el discurso hace al enemigo» (Pizarro, 1991).
Ese otro, con sus acciones quiere destruir la nación, la patria, sus ataques deben ser
enfrentados por colombianos patriotas que tienen que «pronunciamos en defensa de
nuestra Nación colombiana, de nuestra Constitución y de los Valores que e.tán en la
raíz misma de nuestra existencia como Pueblo digno y soberano» (AUC, 2001e) .
88 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
hros que se encarna en la vida del comandante Castaño ... o de cualquier miembro
0 comandante de las AUC:
[ . . . ] el gran interrogante: ¿D6nde comenz6 todo? Cuándo se convirti6 la
venga�a contra la �errilla de las FARC �n una causa política, en una
ideologia en formaa. on aceptada por trece mil hombres arinados y algunos
colombianos [ ... ] -¿Comandante, le parece si nos devolvemos al secuestro
de su padre? -Sí, ese fue el triste comienzo de todo. Es que si a P.ªPá no lo
hubieran secuestrado y asesinado, s�ro yo no estaría aquí liClerando la
lucha antiguerrillera. Yo puedo perdonar todo lo que ha pasado en estos
veinte años de guerra, pero la muerte de mi �. no. Los tiem� cambian
y uno no sabe qué puéda pasar, pero mirar a los �os al asesino del viejo, no
sé . . . A veces lo veo como el culpable de todos los que yo he tenido gue
matar [ ... ] los días difíciles en Anialfi habían pasado ya [ ... ] Se completaoan
dos años de prosperidad en la tierra de Segovia y comenzamos a pensar
que íbamos a ser ricos, pero nos lleg6 la tragedia y detuve mis estudios [ ... ]
Nosotros no asociábamos a la_gueñill a con gente mala, nuestra visi6n de
ellos dio un giro radical [ ... ] A fínales del mes Cle agosto, dos meses después
del secuestro, mi hermano complet6 el primer pago y, confiado, le entreg6
f
a las FARC el dinero ... ] Hasta que 11 �6 la segun Cia. boleta. Las FARC
pedían cincuenta mil ones de pesos mas por el rescate de mi padre [ ... ]
Fidel no tenía ese dinero. Sin embargo, entre amigos y la Caja Agraria,
obtuvo en un mes treinta millones prestados [ ... ] El siete de febrero de
1980 lleg6 Paturro con la última carta de las FARC, ocho meses después
del secuestro. Cuando Fidel la recibi6 en la mesa del comedor, la abn6 y,
ansioso, la ley6, pero rápidamente su rostro se enfureci6 y mantuvo la
mirada fija en la hoja mientras la empuñaba en su mano para destruirla,
arru F dola con los dedos. Tir6 al piso la boleta y con la misma rabia
tomo un lápiz y en una hoja de cuaderno escribi6 mientras decía en voz
alta: «Nunca he tenido esa plata y si la tuviera al_gún día, sería p ara
combatirlos a ustedes. Fidel Castaño» [ ... ] Durante el primer año fuímos
una org1nizaci6n de espíritu exclusivamente vengativo, y cuando ya
habíamos ejecutado a la mayor parte de los asesinos de mi padre,
comenzamos a ser justicieros. La venganza como tal no conduce a nada.
Pretendíamos también hacer justicia, lo que siemp re ha faltado. No
queríamos ver a otras familias sufrir la tragedia q_ue padecimos con nuestro
padre [ ... ] Descubrimos que existía un grupo de personas que defender;
encontramos una causa [ ... ] Iniciamos la respuesta a una guerra que nos
desataron, y puestro sentimiento antisubversivo creci6 antes que
apaciguarse. Eramos unos pistoleros vengadores con una causa por la
justicia. ¡Así de sencillo! (Aranguren, 2001: 56-69)
La historia de Castaño es el ejemplo de lo que sucedía en Colombia gracias a la
gu errilla y al abandono del Estado, las AUC son un resultado espontáneo que
obedece a la naturaleza del agresor y la respuesta de sus víctimas: «[ ... ] ya que eran
los fusiles de la guerrilla los que apuntaban sobre nuestras cabezas, era a nuestros
hij os a los que secuestraban y asesinaban, era al pueblo colombiano al que estaban
matando» (AUC, 2001�.
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS 89
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
La naturaleza violenta del enemigo genera una guerra sin reglas en la que los civiles
honestos son arrojados en contra de su voluntad, ellos se ven obligados a defender
se y a emplear los mismos métodos que sus agresores para conservar su vida, su
familia, su patria... el principal responsable de los horrores de la guerra es el que la
declaró, «Nos hemos visto obligados, como única manera de salvar nuestras vidas,
a utilizar, para nuestra defensa, los mismos métodos empleados por la guerrilla para
agredirnos» (AUC, 1999).
La guerrilla se lleva la paz, causa la guerra y la devastación de la patria; de forma
espontánea y natural surge su contrario, las AUC, como la consecuencia y la res
puesta inevitable de la sociedad desprotegida que no soporta su destrucción y
clama justicia15• Los colombianos honestos, los patriotas, tienen que tomar las armas
para defenderse, sólo buscan restablecer la paz que ha sido anulada de sus vidas por
un ataque irracional.
4. LA SINCERIDAD
La construcción de las identidades discursivas se respalda con la sinceridad que
caracteriz.a al nosotros y es irreconocible en el enemi¡p. Para Castaño, la verdad es algo
indispensable y que debe decirse «aunque duela»:
Cinismo es la impudicia en la mentira [ ... ] Mientras en otras latitudes se
gestan tribunales de la verdad, en Colombia la verdad es despreciada[...] As�
cuando cuento las verdades que cuento, lo que espero es que otros hagan lo
.Propio [ ... ] «¿Tuverdad? No, laverdad, yven conmigo a buscarla», sentenció
el poeta Antonio Machado; «Nunca es triste la verdad... », dijo el cantante
Joan Manuel Serrat, y agregó: ¡Lo que no tiene es remedio! (AUC, 2001j).
90 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
pAZ Y CONFLICTO
ETNCX;RAF!As CONTEMPORÁNEAS 91
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
92 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
pAZ Y CONFLICTO
r ,J
construcción discursiva de las AUC edifica una comunidad simbólica de indi
viduos que se unen contra un enemigo común que ha intentado destruir su familia
y su patria, sus lugares comunes:
no era tan sencilla: venían de una zona ocupada por la guerril la y, según
ellos, una semana atrás habían logrado sacar de aIJ.í a la mujer y a las aos
hijas. Como para poder salir de allí alguien tiene que quedarle a cambio, nos
quedamos nosotros tres, explicó el hombre. Que ella tenía que salir con las
muchachas a donde el boticario, al pueblo y que entonces nosotros nos
quedábamos. Bueno. Las dejaron salir. A la madiugada nos fuimos nosotros
con lo que teníamos puesto. Allá se quedó todo en manos de ellos. ¿Y qué
quieren? , les pregunto Castaño. Que nos den armas y nos enseñen a guerrear
para ir a recuperar lo nuestro, diJO el hombre (AUC, 1996).
¿Sabe una cosa? Allá no había salario para nadie. Cada quien era un afectado
por la guerrilla. A su padre lo hab1an asesinado o a su p adre lo estaban
extorsionando o a su hermano le habían quitado detennínada cantidad de
dinero o tenía que dar un marrano hoy, una vaca dentro de un mes. De una
u otra forma, algo le estaban haciendo para que ese campesino entendiera
que no era justo. Y quien tiene una razón para hacer algo, es mil veces mejor
empleado que el que está haciéndolo por un salario. Lo hace con moral, lo
hace con cariño (AUC, 1996).
ETNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEA� 93
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
CoNCllJSIONES
En este escrito he mostrado cómo durante ' el período de paz' de final del siglo XX
y principios del XXI, las AUC y las FARC-EP edificaron estructuras discursivas
inflexibles y repetitivas para intentar atrapar el significado de tres espacios funda
mentales: las identidades discursivas y la ubicación de un origen del conflicto en el
que el grupo que genera el discurso no es el agresor y se ve obligado a tomar las
ar� ante las acciones violentas de un otro que aleja la paz; la cual oficia, en cada
caso, como un punto que concentra y articula la construcción discursiva. Esta
pugna por el cierre de las posibilidades simbólicas conduce a una convergencia, a
una gran semejanza en la composición de los elementos fundamentales de los
discursos; algo que, dicho de improviso, parecería un exabrupto. Veamos.
Hay tres salvedades por mencionar. La concepción del otro a partir de características
diametralmente opuestas con el nosotros es semejante en los dos grupos. Sin embar
go, las A UC (en la mayoría de sus discursos) apuntan a la obligatoriedad de elimi
nar al enemigo dada su naturaleza violenta, «terrorista>>; mientras que en los discur
sos de las FARC-EP no se encuentra la naturaleza, la esencia corrupta y violenta del
enemigo, por el contrario, debe ser derrotado para el advenimiento de la paz del
pueblo. Para las FARC-EP, en el momento de «la paz del pueblo», no se hace
evidente la esencia del enemigo, existe una forma más sutil, una forma de elimina
ción del otro que tiene otros caminos, pero que, al igual que en la AUC, es una
circunstancia extrema a la que se ve abocada el pueblo, quien debe usar las armas en
contra de su voluntad.
Otra salvedad tiene que ver con el inicio del conflicto. Las FARC-EP lo ubican en
el nacimiento de la nación mientras que las AUC lo establecen en la agresión
guerrillera, en especial, en el secuestro del padre de los hermanos Castaño. Por ello
afumo que en el grupo guerrillero se presenta la inmanencia, es decir, la presencia de
un pasado en el presente, la continuación del enfrentamiento entre bolivarianos y
santanderistas. No obstante, ambos principios son míticos. Son momentos origina
rios en los que se genera un enfrentamiento que se prolonga hasta el presente y
envuelve los mismos agentes y motivos del principio.
FARCEP AUC
1 . Nosotros: El pueblo colombiano en ar l . Nosotros: Colombianos civiles hones
mas tos (o el pueblo colombiano)
2. Caracterización del nosotros a partir de 2. Caracterización del nosotros a partir de
la diferencia con el otro: la diferencia con el otro:
94 ElNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
J;
4. La responsabilidad del conflicto la in- 4. La responsabilidad del conflicto y el ori-
manencia: El enemigo es el agresor esde el gen: La guerrilla ataca a los civiles pacíficos
rosinci io de Colombia, siempre ha usado
mifiitares y aramilitares para declarar
quienes deben, en contra de su voluntad,
tomar las armas para defenderse de la arre-
E
repetidamente a guerra. Ante ello, está la metida de un enemigo salvaje, irracional,
obligada, pero firme y continua, respuesta ateo, antidemocrático, fanático y terrorista
del pueblo en armas
La anterior salvedad está muy relacionada con la tercera, los patriotismos. Para las
FARC-EP, en el origen, la nación bolivariana es truncada por el antagonista; el
pueblo en armas se levanta para defender la patria que está siendo saqueada por una
oligarquía de salteadores respaldada por el imperio. Por su parte, las AUC defien
den a los colombianos, a su patria, de las irracionales guerrillas. Desde luego, la
P.atria es distinta porque el nosotros, los colombianos, es distinto en cada construc
ción discursiva. Igual, cada grupo por su parte hace un sacrificio por la patria.
E1NOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS 95
DIEGO MAURICIO HIGUERA RUBIO
El cuadro resume las conclusiones de los apartados anteriores, a partir de las cuales
podemos afirmar que las identidades discursivas que construyen los grupos, el
nosotros y el otro, no son muy distintas. En este texto he tratado de mostrar que la
lucha simbólica durante el período estudiado se centra en quién determina el signi
ficado de sí mismo, del otro y de la paz. No pretendo decir que los discursos sean
iguales o que finalmente los paramilitares sean lo mismo que la guerrilla, en este
texto jamás he insinuado tal cosa. Simplemente, la indagación acerca de la paz,
puso en evidencia elementos sobre los que la fijación del significado tiene gran
relevancia para acumular capital simbólico dentro un campo de lucha.
DOCUMENTOS
FARCEP
1995 FARCEP. Sección Nuestra Historia. 31 años por la convivencia y la democracia.
1 996 SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL. Mayo. Sección Nuestra
Historia. 32 A niversario de las Fuerzas A miadas Revolucionarias de Colombia Ejército del
Pueblo, E-4RC-EP.
1 997a Mayo. FARC-EP. Sección Movimiento Bolivariano. La estrategia política del liber·
tador en las guerras de la independencia.
1 997b 27 de mayo. Sección Nuestra Historia 30 años de las FARC-EP. Texto completo del
discurso pronunciado por el comandante en jefe de las FARC-EP Manuel Marulanda Vélez.
2000a 29 de enero. MARULANDA, MANUEL (a nombre del Secretariado del Estado
Mayor Central) .Sección Comunicados-Secretariado. Carta A bierta al Señor Presidente dela
República.
2000b 29 de marzo. FARC-EP. Sección Movimiento Bolivariano. Discurso de lanzamiento
del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia.
2000c ]un-agosto. FARC-EP. Resistencia Internacional No. 24. A mplio. .. Clandestino. .•
bolivariano.
2000d Jun-agosto. FARC-EP. Resistencia Internacional No. 23. El destino de Colombia no
puede ser la. guerra. , ,
96 E1NOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
PAZ Y CONFLICTO
Al.C
1 996
Marzo. Sección entrevistas y reportajes. CapÍtulo «Los Paramilitares» del libro En secret o
escrito por Germán Castro Caicedo.
1 999 Julio 12. AUC. Sección Organización Institucional. Origen, evolución y proyección
de las Autodefensas Unidas de Colombia.
2000a 20 de agosto. Sección entrevistas y reportajes. Entrevista concedida por C. Castaño a
COLPRENSA, realizada porf.lbcr Gutiérrez Roa.
ZOOOb Septiembre. CASTANO, C. (Estado Mayor AUq . Sección entrevistas y reporta
jes. Colombia: democracia y paz, intervención de las AUC en el tercer seminario internacio
nal Colombia: democracia y paz.
2000c Septiembre. Sección entrevistas y reportajes. Entrevista a C. Castaño por la Agencia
Reutcrs, realizada por LuisJaime A costa.
200 1 a 12 de marzo. Sección entrevistas y reportajes. Entrevista a C. Castaño, Servicios
Internacionales del Washington Post, realizada por Scott Wilson.
200 1 b 8 de junio. Castaño� C. Editorial. ,Una corta reflexión después de la crisis.
200 1 c 23 de julio. CASTANO, C. y E. BAEZ (Dirección Política) . Editorial. La resisten
cia civil, una obligación ciudadana. �
200 1d 1 8 de septiembre. CASTANO, C. Editorial. Narcotráfico-Guerrilla-Autodefensa
¿ Un triángulo terrorista?.
ZOO le 2 1 de octubre. Sección Cartas y Comunicados. Hemos dicho ¡Basta y tendrán que
oírnos/por Dirección militar AUC, ,
200 1 f 1 de noviembre. DIRECCION POLITICA Y MILITAR. Editorial. Hablemos de
paz con dignidad.
200 1 g 19 de noviembre. MAN CUSO, SALVATORE (Estado Mayor). Editorial. Las Farc
y sus tambores de guerra. , , ,
200 1 h 30 de noviembre. BOUVAR, JULIAN y ERNESTO BAEZ (Bloque Central
Bolívar) . Editorial. Estamos cambiando.
200 1 i 9 de diciembre. ESTADO MAYOR. Sección Cartas y Comunicados. ¿Por donde
pretende avanzar el peligroso jueg]lito de las FARC?.
200 1j 10 de diciembre. CASTANO, C. Editorial. ¿ Tu verdad? no, la verdad, y ven conmigo
a buscarla.
2002a 15 de febrero. CASTA Ñ O, C. Editorial. Amenazas Extremas, Soluciones Extremas.
2002b 20 de febrero. CASTAÑ O, C. y SALVATORE MANCUSO (DIPOM) . Editorial .
La Dirección Política y Militar tje las Autodefensas Unidas informa a los colombianos.
2002c 24 de febrero. CASTANO, C. Editorial. Más cerca del fin de la guerra.
2002d Marzo. AUC. Revista Colombia Libre No. 24. Cartas y comunicados.
REfERFNCIAS BIBllOGRÁFICAS
ARANGUREN, MAURICIO. 200 1 . Mi Confesión. Bogotá: Editorial Oveja Negra.
BOURDIEU, PIERRE. [1994] 1997. Razones prácticas. Barcelona: Editorial Anagrama.
BOURDIEU, PIERRE. [ 1987] 1988. Cosas dichas. Argentina: Editorial Geclisa.
DE ROUX, RODOLFO. 1989. Catecismos patrios. Magazín Dominical (El espectador,
junio 4) (32 1) : 4- 1 0 .
ESTRADA, FERNANDO. 200 1 . L a retórica del paramilitarismo. A nálisis político 44:
3 9 - 5 7.
FOUCAULT, MICHEL. [1970] 1 983. El orden del discurso. México: Tusqueu, S.A.
GEERTZ, CUFFORD. [ 1973] 1 995. La interpretación de las culturas. Barcelona: Editorial
Gedisa.
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS 97
DIF.GO MAURICIO HIGUERA RUBIO
98 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
PROTECCIÓN INSTITUCIONAL AL
NIÑO MALTRATAD01
[ .. ] Ella cogía lo que encontrara, r. un día me quem6 las manos con una
.
INfRODUCCIÓN
En la actualidad, esta es una de las tantas situaciones a las que se ven enfrenta
dos diferentes niños4 de la ciudad de Bogotá. El maltrato infantil y la
desprotecci6n de la infancia es una realidad social que atañe tanto a Colombia
como al mundo entero. Es claro que hay niños que se encuentran en condicio
nes de alta vulnerabilidad cuando están expuestos a situaciones de maltrato,
abuso, explotaci6n, abandono, que ponen en riesgo su integridad física, psico-
16gica, social, cultural y moral, impidiendo, en co nsecuencia, el ejercicio pleno
de sus derechos. De esta manera muchos de estos niños quedan abandonados
a su suerte y acogidos por instituciones de protecci6n.
¿En qué medida aportan estas instituciones a la calidad de vida de los niños
desamparados y contribuyen a la problemática infantil de Bogotá? A partir de
esta pregunta surgi6 el interés de conocer la acci6n institucional que gira en tomo
a la atenci6n del niño maltratado. ¿C6mo asisten las instituciones al niño maltra-
tado? ¿Qué hacen las instituciones frente a los efectos del maltrato en el niño?
1 Las siguientes páginas hacen p arte de m i trabajo de grado {Mahecha, 2003}
2 Antropóloga. Universidad Nacional de Col o m b i a . Co rreo electrónico:
[email protected]
3 Entrevista con W. O. Bogotá, Septiembre 19 de 2002. Cassette 6.
4 Quiero hacer la aclaración que al referirme a los niños y a las niñas en general usaré
los términos niñez, infancia, niño y niños sin ningún uso discriminatorio, lo hago
en el sentido de comodidad para la escritura y para la lectura.
ANA MARIA MAHEC!-IA GROOT
1 00 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
PROTECCIÓN INSTITUCIONAL AL NIÑO MALTRATADO
LA INSTIIUCIÓN
Desde la declaraci6n de los Derechos de los Niños y las Niñas se acepta la respon
sabilidad colectiva en su protecci6n y cuidado. Así, instituciones como Hogares
Club Michín, erigen sus objetivos de atenci6n en tomo al cumplimiento y defensa
de estos derechos. Su objetivo general institucional reside en «promover la garantía
de los derechos de la infancia desde sus programas de prevenci6n y protea:i.6n» (PAI,
2000) . El objetivo de su programa de protecci6n consiste en «brindar a niños y niñas
protecci6n a través del cuidado familiar sustituto, fundamentado en los derechos de la
infanciacomprometiendo activamentealasfamiliasyalacomunidadcomo agentes de
convivencia arm6nica» {PAI, 2000).
Hogares Club Michín se cre6 en 1958 con el interés de trabajar en beneficio de la
niñez abandonada y maltratada. A través del tiempo, la fundaci6n ha desarrollado
programas de protecci6n, prevenci6n y apoyo en favor de la infancia, y así mismo
ha creado unos dirigidos a la atenci6n de la mujer maltratada y de la comunidad de
los sectores econ6micamente más deprimidos de Bogotá, como los barrios Diana
Turbay y San Agustín ubicados al sur de la ciudad.
1 02 ETNOGRAF!As CONTEMPORÁNEAS
PROTECCIÓN INSTITUCIONAL AL NIÑO MALTRATADO
Hogares Club Michín es una fundación privada sin ánimo de lucro y, desde 1968,
fecha en que se creó el ICBF, se adscribió a esta entidad, por el servicio de protección
que presta en su programa de las casas-hogar. El ICBF definió su misión institucional
apartir de la declaración de los Derechos de los Niños y las Niñas señalando que:
La familia, la sociedad y el Estado, cada uno desde su hacer y desde su
propio espacio, son quienes deben garantizar los Derechos de la Niñez. La
perspectiva de dereclios invita a la familia, sociedad y al Estado para lograr
una construcción colectiva de la cultura en favor de la infancia . [ ... ] El
ICBF, como integrante y representante del Estado y en cumplimiento de la
misión instituciorial, considera fundamental, como aporte en la construcción
de un proyecto cultural en favor de la infancia, promover, fomentar y
proteger el cumplimiento de los derechos de la niñez, así como propiciar y
gestionar acciones de apoyo al bienestar familiar, a nivel nacional,
departamental y municipaJ. y en los ámbitos familiares y comunitarios6•
Aunque Hogares Club Michín nació antes que el ICBF y ha sido autónoma en su
acción institucional, es necesario entender su modelo de intervención teniendo en
mentalaspolíticas del ICBF, yaqueMichín trabajaen asociación con el SistemaNacio
nal de BienestarFamiliar {SNBF) cuyo integradory aglutinador es el ICBE
El modelo de intervención, tanto del ICBF como de Hogares Club Michín, está
orientado por la defensa de los derechos de la niñez. En consecuencia, la institución
ha adoptado como marco filosófico, ético y conceptual, la perspectiva de los dere
chos de la niñez, y estructura su proceso de atención procurando la integralidad
que requiere el reconocimiento de los niños como sujetos de derechos.
El PAI se sustenta en cuatro valores: la participación, la solidaridad, el respeto y la
equidad. Con ello se pretende la formación de los niños, la familia y la comunidad
co mo sujetos autónomos que lideren y ejerciten sus propios procesos, derechos y
deb eres. A partir de esto se explicita que el desarrollo del PAI se haga desde la
vivencia de valores, lo que hace que los sujetos de atención adopten los mismos en
su modo de vida. La vinculación de las familias de los niños atendidos a la institu
ció n es de suma importancia para el pleno ejercicio del PAI, ya que:
EL PROCESO DE INS1TIUCIONAIJZACIÓN
Los niños que ingresan a Hogares Club Michín son remitidos por el ICBF, las
comisarías de familia o la policía. Los motivos de ingreso de los niños que viven en
el Michín7 son diversos. Unos por abandono, otros por situaci6n de pobreza, otros
por abuso sexual, otros por maltrato físico.
Juana8 (9 años)9 explica que los niños llegan a Michín «porque los maltratan, por
violación, porque también se escapan de la casa, porque lospadres tienen problemas,
porque la madrina lespega, y otrosporque la mamá esprostituta».
William (9 años) 10 sali6 de su casa escapando del maltrato de su padrastro. « }V me
escapéde la casa porque mi padrastro me maltrataba». William vivía con su mamá, su
padrastro y cuatro hermanos más, dos hombres y dos mujeres. Los hermanos y las
hermanas tambien sufrían el maltrato del padrastro. Él no entendía porque él les
7Nombre cotidiano que utilizan para nombrar Hogares Club Michín
8 Los nombres de los niños y las niñas han sido modificados para preservar su identidad
9 Entrevista con Juana. Bogotá, Septiembre 9 de 2002. Cassette 6. En adelante entrevista l .
1 0 Entrevista con William. Bogotá, Mayo 1 8 d e 2002. Cassette l .
1 04 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEA�
PR<JfECCIÓN INSTITUCIONAL AL NIÑO MALTRATADO
s.iber a donde llegar. Ya ruando era de noche un policía los encontró, «eran como las
8:00y estábamos solos, [.J nos llevóa un CA!, después nos llevó a Villa]avier11».
El caso de estos dos niños, entre otros, se repiten día a día en la ciudad de Bogotá.
Los niños sin encontrar otra alternativa para sobreponerse a su maltrato, abando
nan sus casas e ingresan, las mas de las veces, a instituciones de protección.
J nana relata que los papás se peleaban mucho y que la mamá le pegaba ruando ella no
le hacía cm. Igualmente, cuando llegaba del colegio y no tenía todos los útiles o tenía un
cuaderno doblado le �a. A raíz de estas situaciones, un día decidió salir de la casa .
Marcia, de 9 años, ingresó a la institución por maltrato, ella fue recogida por la
policía en su ?ropia casa. Vivía con su mamá y su hermano mellizo, la mamá les
pegaba, «porque a veces yo no le hacía caso, a veces me portaba mal. . . pero al que más
le pegaba era a mi hermano». Marcia narra que cuando le pegaban era bastante
doloroso, se sentía mal y quedaba con raspones. Los vecinos al darse cuenta de esta
situación decidieron llamar a la policía:
Es que un día, mi mamá me estaba pegando y entonces los vecinos se
dieron cuenta y llamaron a la policía. Entonces mi mamá abrió y entonces
entró la policía}' le dijeron que 'tenemos que llevar los niños a una institución'.
Entonces me llevaron, entonces nos entraron a unas oficinas, después
hablamos, habló mi mamá con el señor, después sí llegué a Villa Niña y a mi
hermano lo llevaron a Villa Javier12•
Oswaldo {9 años) aclara que él no entró a la institución por maltrato, él relata que
quedó bajo la protección provisional del ICBF en el momento que encarcelaron
a su mamá:
1 1 Villa Javier, al igual que Villa Niña, Centro Integral y Paz del Cerro son instituciones
de emergencia que brindan atenci6n inmediata a niños, niñas y j6venes en situaci6n de
abandono o peligro sin límite de dfa u hora de llegada, mientras el equipo interdisciplinario
adelanta las diligencias para adoptar las medidas de protecci6n pertinentes y remite a los
servicios especializados según sea el caso. Tomado de la página de Internet del ICBF: http:/
/www.icbf.gov.co.
1 2Entrevista con Marcia. Bogotá, Septiembre 4 de 2002. Cassette 6.
[ . . ]Pues yo estoy acá por9ue mi mamá . . . mi papá murió hace tres años,
.
[ ... ] Entonces mi hermanito me dijo que por qué no nos escapábamos para
que él no me siguiera tocando y eso, entonces yo le dije que sÍ.14
Igualmente, llegan niños, como el caso de Juan Diego (1 1 afios), por situación
económica: «[ . ] Mi mamá ya no me podía tener porque éramos tres, entonces ella
..
Cuando ingresa el niño a la institución es recibido por la jefe de programa o por una
profesional del área psico-social, quien le da la bienvenida y le enseña en terminos
generales el funcionamiento de la institución.
Los niños en sus relatos tienen presente la primera impresión que sintieron cuando
llegaron a la casa-hogar, se hacen presentes en su vida nuevos sentimientos y emocio
nes. Entran a un mundo desconocido y diferente a lo que han vivido, con personas
extrañas y ajenas a ellos. En su expectativa buscan alivio a lo c;iue han sufrido con sus
padres, en otros casos rechazan el haber llegado a la institucion.
Juan Diego relata como se sintió cuando llegó a Michín: «Un poco asustado, o
presionado porque uno allá [Paz del Ceno] ya estaba amañado, y viniéndose acá. .. yo
estaba asustado, no sabía nada» (Entrevista 3). Al decir que no sabía nada se refería a
las reglas y las normas. Según me dijo, principalmente le angustiaban los hábitos de la
mesa. Pero lo que realmente le asustaba era no saber nada de su mamá.
Como Juan Diego, la sensación que tienen los niños al llegar a Michín es de miedo a
lo desconocido, miedo a no poder encontrar de nuevo a su familia, miedo a la
adaptación institucional.
1 3Entrevista con Oswaldo. Bogotá, Junio 28 de 2002. Cassette 3 .
14Entrevista con Jimena. Bogotá, Septiembre 1 1 de 2002. Cassette 6. E n adelante entrevista 2.
1 SEntrevista con Juan Diego. Bogota, Agosto 30 de 2002. Cassette 4. En adelante entrevista 3 .
¡ei mmy, de 8 años, sintió también mied�, pero ei:i su �o le asustaba o�ra c?sa:
·,.es
_
queyopensahzqueme ibanapegar, queamihermanztase la ibana/Jevaryami me iban
a dejar sola acá». 16 \
J i inena, como otros niños, sintió alegría al llegar a Michín. Ella venía del Centro
Integral, y se alegró porque p ensó que en Michín iba a ser mejor que en la otra
i nstitución, además le ayudarían para que la mamá la visitara. Inés, de 10 años, dice
que cuando llegó a Michín tuvo miedo de «no conocernt.UÍa», pero que las compa
ñeras la recibieron bien y le explicaron qué era lo que tenía que hacer:
Me mostraron la casa, me dijeron que aquí tenía que cumplir las normas.
[ . . . ] No pegarle a las niñas, tender la cama cuando nos levantan, ayudar en
la casa, a hicer nuestros aseos y mantener la casa limpia. 17
Cada niño afronta su vida institucional de formas distintas, unos la entienden más
fácil que otros, todo depende de su experiencia personal y del proceso sentimental
y emocional que esté viviendo.
Al comienzo para Jimena (8 años) fue dificil acomodarse a las reglas de la casa. Se
po nía brava cuando la coordinadora le decía lo que tenía que hacer. Una mañana,
Jimena no quiso tender su cama ni arreglar su cajón, entonces la coordinadora le dijo
que esas eran sus obligaciones y las tenía que cumplir. En ese momento la coordinado
ra salió a hacer una vuelta, y le dijo a Jimena que quería ver arreglada su cama y su
cajón cuando ella volviera. Se puso muy brava y decidió no moverse de las escaleras,
g:itaba que ella no quería hacer nada. Los primeros días no quería estar en la institu
CJ.Ón, peleabamucho conla coordinadora y las niñas; no le gustaba hacer caso. La niña
empeñada en querer ver a su mamá decidió fugarse, pero a los pocos días volvió de
nu evo a la institución. Después de acuerdos que estableció con la psicóloga y la
eoordinadora, aceptó quedarse y cumplir con las normas de la casa-hogar.
Jeimmy, de 8 años, como se mencionó anteriormente, sintió miedo al comienzo,
pero después se sintió bien:
1 26 Extractos de los informes mensuales que hacen las coordinadoras sobre los niños,
tomados de las carpetas de historia de caso. 1999 2002
-
ETNOGRARAs CoNTEMPORÁNEAS 1 09
ANA MARIA MAHECHA GROOT
Los niños van aceptando su situaci6n, hay unos más receptivos que otros, pero en
general aprenden a adaptarse a sus nuevas condiciones de vida. Los que definitiva
mente no logran amoldarse, prefieren evadirse. Algunos niños ven en Michín una
oportunidad para «salir adelante», otros no se sienten bien y quieren volver a sus
casas.
VIDA INS1TIUCIONAL
1 10 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
PROI'ECCIÓN INSTITUCIONAL AL Nn'lo MALTRATADO
A t ravés de estas rutinas se puede observar que en el plan de acción se hace énfasis
en la disciplina, que va dirigida al refuerzo, a la repetición y a la motivación de un
co mp ortamiento adecuado. Las rutinas son, de por sí, modelos repetitivos por
medio de los cuales los niños aprenden y vivencian un deber ser.
Entre las rutinas se identifican unas de aseo personal, otras de quehaceres domésticos,
otras de estudio y formación, otras de «comida», y por último, unas �ue tienen que
ver con el manejo del tiempo libre. Es a partir de la observación de estas, como se
evidencian ciertos mecanismos transmisores de comportamientos, actitudes y valores.
Asro PERSONAL
A los niños se les inculca la importancia del baño diario por motivos de higiene y
salud. El baño está supervisado por la comdinadora, principalmente en las casas en
donde son más pequeños. Cuando los niños terminan de tender su cama, se quitan
la pijama, se ponen la toalla, y hacen fila para duchme. Para el baño cada uno respeta
su turno y son concientes del orden que se debe tener para que no haya peleas.
Dentro del aseo personal se encuentra: lavarse los dientes después de cada comi
da, tener embetunados los zapatos y no tener la ropa sucia. Dentro de su rutina
de aseo los niños no pueden olvidar lavarse las manos antes de comer.
QUE.HACERES DOMÉSTICOS
El aseo general de la casa se hace dos veces al día, antes del desayuno y después de
la comida. Consiste principalmente en secar los baños, arreglar el patio, preparar el
comedor para el desayuno y demás comidas, barrer y brillar la sala.
Hay algunos fines de semana en que la coordinadora y los niños dedican más tiempo a
las tareas domésticas, entonces, el aseo es más profundo, como el que hace la aseadora.
Los niños toman de diferentes formas estas obligaciones, que varían según las
costumbres que cada uno traiga de su hogar. Muchos creen que está bien ayudar y
colaborar en la casa, a otros simplemente les da «pereza» y les parece muy «aburri
do» hacer oficios todos los días.
La coordinadora les explica que tienen que cuidar y arreglar los espacios donde
habitan, les dice que es una obligación de todos y que hay que aprender a trabajar
en equipo. Es una manera de fomentar el sentido de pertenencia y de compromiso
a cuidar lo que tienen.
Ca.MIDAS
El desayuno, al igual que las otras dos comidas, está acompañado por una serie de
normas y reglas, supervisadas por la coordinadora. Se realiz.a una oración antes de la
comida, se vigila que los niños tengan las manos limpias para pasar a la mesa, utili7.ar
adecuadamente los cubiertos, no molestar y no hablar con la boca llena.
En la oración, los niños mencionan que ellos son muy afortunados de te ner
alimentos, ya que hay personas en el mundo, inclusive familiares de ellos que no
tienen esa oportunidad. Es por eso que deben agradecer el poder alimentarse. «La
oración e ir a misa, entran a hacer parte de la formación de valores, -afirma la jefe
de programa- va dirigido a la enseñanza de ser agradecidos; es una acción de
gracias» .
1 12 ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS
PROTECCIÓN INSTITUCIONAL AL Nnilo MALTRATADO
c ua ndo pregunté a algunos niños sobre la oración, contestaron que era una
n o rma más, pero que en cierta medida estaban de acuerdo porque hay que agra
decerle a Dios por todas las cosas que les estaba dando.
EsTUDIO
Dentro de la rutina diaria de los menores, d estudio ocupa una parte considerable
de s u tiempo. Al interior de la institución ellos tienen un espacio de estudio y
refuerzo escolar en ho� de la mañana y de la noche. La coordinadora, y en algunos
casos la familia de la coordinadora, ayudan a los niños en su estudio.
l ,os talleres permiten a los niños aprender cosas distintas a las que les enseñan en la
escuela, además los estimula en otros aspectos de sus vidas, como la creatividad, la
motricidad, la destrez.a física. Además, hacen que su experiencia en la institución no
se tome aburrida y monótona Durante las vacaciones, enmarcadas igualmente en
una rutina diaria, el equipo técnico introduce diferentes actividades y salidas para
que los niños estén entretenidos la mayor parte dd tiempo. Las actividades y los
talleres que se programan van enfocados, siempre, a enseñar algo.
La coordinadora es la encupda de organiz.ar, los sábados y los domingos, diferentes
activ idades para la distracción de los muchachos. La mayoría de las veces ellos
man ifiestan su deseo de no quedarse encerrados en la casa. Por eso, la coordina
dora acuerda con ellos salir al parque donde se encuentran con los compañeros de
l as otras casas y con sus hermanos que también están en la institución.
ETNOGRAFIAs CoNJ'EMPORÁNEAS 1 13
ANA MARIA MAHECHA GROOT
A t ravés de las rutinas pude observar que la acción institucional para la protección
de los niños se implementa a través del encadenamiento de una interacción
guiada por normas y reglas, que pretende dar sentido a una forma diferente de
co nvivencia entre los niños, y, entre éstos y las personas que hacen operativo el
programa. Las normas y reglas que guían el programa, llevan consigo unos códi
gos de orden, disciplina y compromiso que permean las interacciones cotidianas
de los niños. El salirse de esas normas, lleva consigo una acción punitiva que lleva
a la reflexión del niño con respecto a su proceder.
ALGUNAS REFLEXIONES
ETNOGRAFIAsCoNTEMPORÁNEAS 1 15
ANA MARIA MAHECHA GROOT
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 1 17
ANA MARIA MAHECHA GROOT
Más allá del trabajo comunitario es importante destacar que los centros educati
vos, tienen una responsabilidad en la construcción de valores y procesos que
generen espacios de reflexión y diálogo acerca de la problemática infantil, no sólo
con el grupo en cuestión, sino también con sus familias. En esta medida existe
una urgencia por plantear alternativas que permitan la organización y participa·
ción comunitaria; ya que la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la
infancia es concebida para toda la sociedad. Se requeriría entonces, de una amplia
participación de todos los sectores en la planeación y desarrollo de los programas,
para proporcionar mayores oportunidades y mejores condiciones de vida a los
niños y las niñas.
fUENTES DOCUMENTALES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
COMELLES,JOSEPH. 1997. Dela tryUIÍ4 mutuaydela asistencia como categorías
antropológicas. Una revisión conceptual. Tarragona: Universitat Ro vira i Viwi.
CEPAL - UNICEF - SECIB. 200 1 . Construir Equidad desde la Infancia y la Adolescencia en
Ilx-roamérit:A.
GOFFMAN, ERVING. 1970. Jntem4dos: Ensayossobrelasituación soci4Jdelos enfemwsmentales.
Buenos Aires: Amorrortu.
HAMMERSLEY, MARTÍN; ATKINSON, PAUL. 1994. Etnografía. Métodos de
investigación. Barcelona: Paidós.
ECHEVERRI, LIGIA. 2002. «Perspectivas de la familia en Colombia: una mirada
antropológica», en Maguaré No. 15 -16.
MESSINA, GRACIELA. 1997. «Socialización política de los niños en América Latina: un
ensayo de articulación desde la teorla», en Niñez y democracia. Pizarro, Crisóstomo y
Ernesto Palma (Eds.) . Bogotá: Editorial Ariel - UNICEF.
ORTIZ, NELSON. 1997. Los derechos dela niñez. Una visión integral en losprocesos de atención.
Bogot4: Ful)dación Antonio Restrepo Barco y UNICEF - Colombia.
ROMAN, ALVARO. 200 1 . «Familia y niñez entre la guerra y el desplazamiento forzado».
Paris: Les cahiers ALHIM: Amérique Latine Histoire et Mémoire No. 3.
INl'RODucaóN
1 Las siguientes palabras hacen parte de mi trabajo de grado para optar por el titulo de
antropológo: La Utopía de la Paz: representación y uso poUtico de la paz en Colombia
(Martínez, 2003) . Deseo agradecer a las siguientes personas por la colaboración con
valiosos comentarios 9ue hicieron posible la escritura de este artículo: Myriam Jimeno,
Claudia Rivera, Andres Góngora, Paulina Acosta, Manuel Rodríguez, Johanna Salazar
y Sara Zamora.
2 Antropólogo. Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Grupo de Estudios
Sociales Contemporáneos GESC y del Grupo de Estudio sobre Género, Sexualidad y
Salud en América Latina GESSAM. Correo electrónico: [email protected]
3 Si bien es cierto que Belisario Betancur hizo las primeras negociaciones formales con
las guerrillas colombianas, los primeros antecedentes sobre procesos de paz, o al
menos, intentos para terminar con el conflicto armado desde una perspectiva de la
negociación política, fueron los acercamientos de Alfonso López {presidente de Colombia
de 1 974 a 1978) y la Comisión de paz del ex presidente Julio César Turbay (1 978-
1 982) .
MARCO }ULIÁN MARTINEZ MORENO
Las estrategias de paz, como conjunto de acciones encaminadas hacia un fin políti
co, proyectaron y dirigieron las decisiones de los actores involucrados en el conflicto
para tal sentido. Cuando el Gobierno nacional intenta pactar la paz, negocia lo que
entiende por paz en términos políticos, con una estrategia para alcanzarla. La
comprensión de aquello que se negocia es fundamental para el entendimiento
entre las partes. Si se entra a negociar políticamente un conflicto armado con la
intención de alcanz.ar la paz, los interesados estipulan lo que se buscaría alcanz.ar y
el beneficio que obtendrían. En este sentido, la paz se constituye como una
categoría del sentido común (Geertz, [1983] 1994; Kempny y Burszta, 1994)
que designa múltiples cosas según las circunstancias, y se instaura como un bien
simbólico, ligado a referentes reales y concretos obedeciendo a necesidades materia
les específicas.
Así, para mí es de gran interés evidenciar qué significa esta categoría para las agen
cias involucradas en un proceso de paz en Colombia, y sobre todo, entender y
analizar la perspectiva del Gobierno nacional, quien representa y se hace responsa
ble por las necesidades de los ciudadanos colombianos. Este interés también abar
ca, en este caso, cómo es empleada esta categoría, además de comprender qué es lo
que se negocia y las diníÍroicas que ello implica. Con todo, he anotado que cada
proceso es singular para cada presidente y por lo tanto, el significado de la paz
probablemente no es el mismo para cada gobierno. Ante estos hechos, enfoqué mi
atención en la política para alcanz.ar la paz del Gobierno de Andrés Pastrana (1998-
2002), por ser este el conjunto de estrategias más reciente para al canzar la paz;
además de enfatizar, más que otros gobiernos, que la paz era una necesidad urgente
,
mi ento entre el Estado y sus asociados, a la par que entre los ciudadanos mismos,
nuevas formas de comportamiento y de relacionarse. Lo que significa la paz en la
po lít ica de paz y en el proceso político de negociación es lo que se desea como
nación en aquél momento.
Cuando se tiene idea de que la paz es necesaria para un país como Colombia, tal
como lo afirmó Andrés Pastrana, lo que se considera de ella son las imágenes sobre
su significado y el uso práctico que se le concedería, es decir, sus representaciones
aodelet, 1986). En el momento mismo de la presentación de políticas de paz o de
establecer un proceso de negociación, la forma de la enunciación de esas represen
taciones sobre la categoría paz, estaban señaladas por una manera particular en el
lenguaje -formaciones discursivas- (Hall , 1997). Lo que se decía sobre la paz era lo
que en sí misma era. A la paz se le asignaron significados dependiendo de su
contexto e intención.
De esta manera, estas imágenes sobre la paz conforman un esquema cultural (Strauss
y Quinn, 1997) que funciona por representaciones, y éstas' a su vez por formacio
nes discursivas. El análisis de las formaciones discursiVQS so�r,e la paz me remite a
representaciones sobre la misma, compuestas de esquemas sobre bienes deseados
que circulan en la sociedad y que tienen un sustrato cultural que explica y otorga
sentido a las imágenes de la paz que se utilizaron durante el Gobierno de Pastrana.
Analizar el significado cultural de la categoríapaz durante este período presiden
cial, y a través de documentos oficiales y discursos de gobierno, remite al estudio de
relaciones que permiten hallar la razón de ser de esta categoría cultural para el
Gobierno colombiano, y por extensión, para el Estado. Si se tiene como meta
política la obtención de la paz, es porque, como sustento del esquema, se encuen
tran unos referentes culturales que remiten a los campos político, económico y
social; cómo se piensa una sociedad y una nación, la cual se proyecta por medio de
políticas y se negocia en ámbitos de concertación con la sociedad, como es el caso
del proceso de paz.
Para contestar lo anterior elaboré una etnografía sobre los documentos y discursos
de gobierno, los cuales fueron abordados como objetos culturales•. Accedí a las
representaciones de la categoría e identifiqué los esquemas que se formaron alrede
do r de la misma de acuerdo a contextos determinados en donde se hacía circular la
po lítica y se encontraba con la «realidad social» de Colombia. Así, esta investiga-
4 Los documentos principales utilizados para el análisis fueron: la compilación de discursos
presidenciales de Andrés Pastrana, El Mes en la Casa de Nariño (42 núm.) , la publicación
de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Hechos de Paz (1 1 núm.), y el Plan
Nacional de Desarrollo Cambio Para Construir la Paz 1 998-2002. Además, numerosos
documentos de las siguientes páginas de internet de la Presidencia de la República de
Colombia: http://www.presidencia.gov.co y http://www.hechosdepaz.gov.co; del grupo de
investigación norteamericano Colombia Project: http://www.cpionline.org; y de las FARG
EP: http://www.farc-ep.org.
ción es una etnografía sobre la política de paz del gobierno de Andrés Pastrana; una
etnografía sobre el uso de los esquemas de paz que el Gobierno hizo circular en la
sociedad colombiana y de los propósitos que tuvo al asignarle significados peculiares,
incorporo l a doctrina internacional de los derechos humanos, con sus t res genera
ci ones, las cuales distinguen los derechos civiles y políticos que la Revoluci6n Fran
cesa proclam6 como universales, de los econ6micos, sociales y culturales que se
adscribieron al ideario socialista de los revolucionarios franceses de 1848. Estas
ideas liberales y socialistas al interior de la Constituci6n colombiana de 199 1 ,
evidencian un sustrato filos6fico que contempla ala democracia como la garante de
Jos derechos y las libertades. Ante esto, René-Jean Dupuy {1984) argumenta que
existe una trilogía de atributos que describen una sociedad democrática: la paz, el
desarrollo y los derechos humanos. La paz sería una condici6n necesaria para el
desarrollo, y éste, a su vez; para los derechos humanos. Por otro lado, sin las
garantías de estos y la inexistencia del desarrollo, no existiría paz sino violencia.
Para 1995 las manifestaciones por la paz, que se basaron en este artículo constitu
cional, empezaron a tener alcances nacionales, aunque no fueran manifestaciones
de un movimiento social único. La Iglesia Cat6lica organiz6 la Comisi6n de Con
ciliaci6n Nacional con el objetivo de acercar las partes involucradas en el conflicto
armado y estructurar una política permanente de paz; las confederaciones obreras
y los sindicatos nacionales, las ONG de derechos humanos y los activistas de
izquierda, organizaron el Comité de Búsqueda por la Paz desde una perspectiva
«por fuera del oficialismo». De otro lado, la Fundaci6n Social impuls6 el debate al
interior de sectores privados, sobre la conveniencia de la resoluci6n negociada al
conflicto armado, lo que deriv6 en la organiz.aci6n del grupo de Empresarios por la
Paz5, dando un giro a la posici6n tradicionalmente adoptada por los empresarios
colombianos que apoyaban la salida militar al conflicto armado (Romero, 2001).
Estas manifestaciones de apoyo de diversos sectores de la sociedad nacional a favor
de un proceso de negociaci6n política del conflicto armado, hicieron que la posi
ci6n de enfrentamiento bélico hacia los grupos alzados en armas de la administra
ci6n de Ernesto Samper {1994-1998), fuera rechazada y criticada, argumentando
su ineficiencia militar frente al enorme gasto y carencia de resultados (Fundaci6n
Social y CINEP, 1996: 17; Romero, 2001) . A pesar de esta respuesta, finalizando
este mandato, se cre6 el Consejo Nacional de Paz por decreto presidencial, hecho
que también se constituy6 como un logro de estas manifestaciones sociales por la
paz en Colombia (García-Peña, 1998; Romero, 2001).
El período Samper termin6 con relativa calma después del Proceso 8000, que
sindic6 a altas personalidades del Gobierno y el mundo político colombiano de
us ar dineros del narcotráfico. De este modo, el foco de interés se centr6 en las
campañas presidenciales que tuvieron como uno de sus ejes, si no, el más importan
te, la política de paz (Zuluaga, 1999).
La campaña de la Gran .Afuma por el Ounbio, cuyo candidato era Andrés Pastnina,
tuvo especial interés cuando el 13 de junio de 1998, Víctor G. Ricardo, miembro
de la campaña, y Andrés Pastrana, se reunieron con Manuel Marulanda, coman.
dante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del
Pueblo (FARCEP). El propósito era posibilitar los acercamientos para una even
tual negociación de paz. Con posterioridad a las votaciones presidenciales, el 9 de
julio, el entonces presidente electo, Pastrana, se reunió de nuevo con Marulanda en
«algún lugar de las montañas de Colombia» -como aseguraron medios de comuni
cación en aquel entonces-. El motivo, acordar el despeje de 42. 139 Km2, área
correspondiente a los municipios de La Uribe, Vistahermosa, Macarena y Mesetas
del departamento del Meta y San Vicente del Caguán del departamento del
Caquetá, en el plazo de los primeros 90 días de su gobierno, para la creación de la
zona de distensión en donde se adelantaron los diálogos de paz.
Esta política aglutinó los propósitos de la Gran Alianza por el Ounbio y definió un
panorama político, economico y social de lo que se vivía en Colombia para la época.
Además, intentó cambiar las formas de hacer política en el país, manifestando que
la Gran Alianza y su programa eran «la claridad y la esperanza de los amaneceres»
ante las «Sombras del crepúsculo», alusión simbólica a lo que ocurrió durante el
período Samper (Pastrana, 1998a).
p•lfª todos los ciudadanos. El nuevo lenguaje político que circuló e n la sociedad
col o mbiana durante los meses previos a la elección presidencial, atravesó casi todos
Jos s ect ores sociales y fue aprovechado por la Gran Alianza para hablar en los
términos de paz de Pastrana. Así, Pastrana y la Gran Alianza instrumentaliz.aron la
p.iz como una herramienta que les posibilitó ganar las elecciones presidenciales de
t 99 8 y diseñar un modelo ideal de nación fundameqtado en la paz.
El edificio del cambio para construir la paz habrá de sostene� sobre cuatro
p ilares, sin los cuales no dejará de ser un sueño: lograr un Estado viable y
P.aiticipativo; reconstruir el tejido social; avamar en el desarrollo de la mano
Cíe la paz y devolverle la vida al motor del crecimiento oconómico: el empleo.
No tengo ninguna duda, no podemos perder un minuto más sin fortalecer
la democracia participativa. Heredamos un Estado descompuesto, y sólo si
entendemos que es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros
recuperarlo y mejorarlo, podremos en el 2002 hacer entrega de un país
fortalecido, vigoroso y físicamente saneado.
Nosotros hemos comenzado esta tarea en el Gobierno central. Sabemos
que reparar las � públicas tiene poco atractivo político para cualquier
gobierno. Pero hacerlo es la base para reactivar la econom1a y rescatar el
empleo. Debemos dar grandes pasos en moderniz.ar el Estadoy en aumentar
su honestidad y su eficiencia y en asegurar del Estado una relación sólida y
responsable con las necesidades sociales y el bienestar de la sociedad.
El Plan de Desarrollo no puede ser visto como la simple ejecución de un
presupuesto público. Un plan de desarrollo es el norte que se traza una
sociedad, y ese norte debe estar sustentado en la liberación de las fuerzas
sociales más aptas para liderar el desarrollo económico y social {Pastrana,
1998c: 48} .
f'.5tos objetivos abstractos apuntaban, sin embargo, a la solución de problemas con
cretos; problemas que el PND señaló como «profundos y complejos problemas socia
les»: el conflicto social y el desempeño económico. Con el PND se aseguró que el
conflicto social se manifestaba a través de los «altísimos niveles de violencia que
golpean a Colombia» y de la pobreza. Se argumentó que Colombia tenía una de las
más altas tasas de homicidios y secuestros por cada cien mil habitantes en 1997,
además de otras formas de violencia como la callejera, la rural y la familiar; y que los
ac"tores quealimentaban estostipos deviolencia eranlos llamado «grupos organiz.ados
de desestabiliución social»: guerrilleros y paramilitares, calificativo que incluía a las
mafias de narcotraficantes y las bandas de crimen organizado . De acuerdo con el
PND, estas manifestaciones del conflicto social no habían sido solucionadas por los
Gobiernos, por el contrario, la misma sociedad colombiana los solucionaba a través
del «conflicto violento y destructivo», que era la antítesis del desarrollo de la nación
(DNP, 1998: 3-4) .
De otro lado, con base en los datos sobre la pobreza en Colombia que presenta el
PND, se declaró que el país tenía un ingreso medio-bajo y que esto explicaba las
múltiples necesidades insatisfechas de los colombianos. De acuerdo con el PND
para la década de 1990 Colombia tuvo una tendencia al incremento del gasto
público y del déficit fiscal, que fue acompañada por la revaluación de la moneda
nacional (DNP, 1998).
!ransformar este contexto político, económico y social nacional en el que Past rana
[...] se impone la tarea de proponer un nuevo tipo ele sociedad para Colombia,
y de convocar esfuerzos de todos para lograrla. La que se quiere es una
sociedad en paz, participativa, con oportunidades de empleo; una sociedad
sin corrupc16n y sin miedo, en la q_ue se vuelva a percibir que el trabajo
honesto paga, en la que se pueda volver a tener fe en el futuro.
Una sociedad así no es el fruto de la ejecuci6n de un plan de gobierno. Es, más
bien, el resultado del compromiso social ele trabajar en la construcci6n ele una socie
dad propicia para la paz. Se trata ele un acuerdo y un compromiso con el gobierno
y la sociedad civil para identificar y ejecutar las acciones básicas que llevarán al país
por el camino ele una sociedad con más y mejores oportunidades para el desarrollo
y para la realizaci6n del potencial ele cada persona, grupo social y regi6n, dentro ele
un marco de participaci6n y justicia social (DNP, 1998: 10).
La búsqueda ele un nuevo modelo de desarrollo para alcanzar la,P az, aseguraría,
además ele la cohesi6n social, el crecimiento sostenible ele la econmrua. Para Pastrana,
el desarrollo parte ele dos tipos ele capital: el natural y el físico. El capital natural estaba
representado por <<toda la riqueza ele sus recursos naturales y ambientales [los de
Colombia]». El PND tom6 la idea ele capital natural del economistaRobert Solow,
quien argument6 que de la provisi6n ele este tipo de capital depende su uso en el
tiempo, lo cual implica su explotaci6n racional para garantizar la sostenibilidad am
biental del mismo, y que a la par del capital natural, se acumule el capital físico:
«entendido como todos los instrumentos producidos por la mano del hombre que
multiplican su capacidad productiva» {Solow, 19566, citado en el DNP 1998: 1 1).
A estos dos tipos de capital, se le suma la necesidad de acumular un tercero, el
humano, para la apropiaci6n del conocimiento ele los individuos. La acumulaci6n
de este tercer tipo favorecería la adquisici6n de «ventajas comparativas» (DNP,
1998: 1 1-12), para equilibrar la divergencia de requerimientos de educaci6n y
capacitaci6n para el trabajo respecto a países desarrollados, y así asegurar el empleo,
el gasto de los ciudadanos y la salud.
La adquisici6n de estos tres capitales s6lo sería posible a través de ese pacto social
alrededor de la construcci6n del nuevo modelo de sociedad para la paz, que se
mencion6 con anterioridad. Esos compromisos fundamentales tendrían lugar
cuando se acumulara un cuarto tipo ele capital, paralelo a los otros tres, el social. El
PND, define a este último con base en el concepto del economista Partha Dasgupta,
quien argumenta:
[ ] una amalg?JTia de ciertas características ele la organizaci6 n social, tales
...
Beneficio mutuo, aquí el contrato social encuentra su sustento. Por un lado, las
acciones cooperativas de beneficio mutuo señalan que «el desempeño económico y
social es mejor en las sociedades en las cuales prima la cooperación sobre el conflic
to» (DNP 1998: 13) . Lo anterior se percibía como lo opuesto al panorama de
violencia en Colombia de 1998. Por otro lado, la posibilidad de accion coordinada
de la sociedad, en donde los esfuerzos individuales deriven en prop6sitos comunes,
superarían al horizonte de fragmentación social de la nación. De esta manera,
cooperación y coordinación, eran atributos requeridos a los ciudadanos, los cuales
ayudarían al Gobierno nacional en la construcción de esa sociedad en paz.
De esta manera se integraron las ideas del desarrollo, del crecimiento económico,
del individuo y de lo social en un solo discurso acerca de los problemas de la
sociedad colombiana y su solución con la instauración de un nuevo modelo de
organización social. De otro lado, la búsqueda de la cohesión social y el fortaleci
miento de los lazos solidarios entre los ciudadanos para construir una nueva iden
tidad, giró en tomo a la construcción de una sociedad de colombianos que viven en
paz, en oposición a la sociedad que vive en el conflicto armado.
La integración del concepto de cultura, en el discurso de la construcción de la
sociedad en paz creó un marco de referencia que vinculó formas de vida, creencias
y valores diferentes, que se articularon y trabajaron conjuntamente alrededor de la
idea de convivencia y participación colectiva para la «Creación» de la sociedad
nacional. &ta nueva aproximación hacia lo público permite entender la inclusión
de diversos sectores sociales en la sociedad civil en el discurso gubernamental de la
paz, sociedad que para este momento, exigió el cumplimiento y garantías del dere
cho a la paz. Los anteriores elementos otorgaron argumentos para entender que
Pastrana y su equipo de gobierno asociaron la multicultur.Uidad y la plurietnicidad
de la Constitución de 1991, con la democraciaparticipativa como tal y la creación
de un Estado social de derecho.
La visión de desarrollo que manejó el Gobierno Past rana, resaltó que la acumula
ción de los cuatro tipos de capital enmarcaría el tipo de políticas necesarias para la
promoción del desarrollo nacional; de tal manera, se optimizaría el uso de recursos
naturales y de tecnología, la atención a comunidades particulares al interior de la
nación, la garantía de educación, salud y empleo, e impedir la polarización y frag
mentación social y política. Todo esto otorgaría la confianza necesaria hacia el
Estado por parte de sus asociados y daría las bases para un tipo de comportamiento
en comunidad, que privilegiara la individualidad y las acciones colectivas.
7 DASGUPTA, PARTHA. 1997. Social Capital and Economic Performance. Cambridge:
University of Cambridge.
No obstante, el PND mencion6 que el conflicto interno y la inequidad eran los dos
factores que impedían la consolidaci6n del llamado capital social, y que por lo tanto
obstaculiz.aban el establecimiento de esta nueva naci6n colombiana:
La planeaci6n de este nuevo modelo de sociedad para un país que describe el PND,
expres6 las expectativas sobre C.Olombia y los colombianos de Pastrana y su equipo
de gobierno. Esta visi6n destac6 a una naci6n en paz que necesitaba de un diseño
que debía fundamentarse en el «crecimiento sostenible con cohesi6n social» como
el principal objetivo del PND (DNP, 1998: 25). C.On este objetivo se busc6:
Así, se busc6 reducir los índices de desocupaci6n por el desempleo, superar las
condiciones de pobreza y establecer la «justiciasocial». De igual manera, las ideas
de sostenibilidad y cohesi6n social, necesarias para el desarrollo de la naci6n en paz,
acompañaron a la de crecimiento. &ta última debía fundamentarse econ6mica
mente en el incremento de la productividad; ambientalmente en la preseivaci6n y
manejo adecuado de los recursos naturales; socialmente como generadora de em
pleo, capacidades laborales, y oportunidades para los máspobres; y políticamente,
sobre un proceso equitativo y participativo.
El PND se enfoc6 hacia «la conseivaci6n de la paz, con el fin de ubicar al país en
una senda de crecimiento sostenible con cohesi6n social» (República de Colom
bia 1999: 1) . Con esto se tuvo presente el establecimiento de esa sociedad
pacífica para lo cual el PND se propuso establecer normas de convivencia al
interior de todos los componentes de la sociedad colombiana como un mecanis
mo para la reconciliación nacional. De esta manera, toda la política social y
econ6mica apunt6 a la construcci6n de una sociedad a través de la acumulaci6n
individual de capital humano y su posterior capitalizaci6n social para lo que se
denomin6 desarrollo nacional. Con esto se pretendía lograr el crecimiento econ6-
mico, sostenible en lo doméstico, y competir en los mercados internacionales. La
intenci6n del Gobierno fue lograr cohesión social para impulsar el desarrollo eco
n6mico de la naci6n colombiana.
A la par del fortalecimiento en los campos econ6mico, social y ambiental del &ta
do, se busc6 fortalecer la cultura alrededor de los diálogos entre los diversos sectores
de la sociedad nacional, para el desarrollo social y econ6mico de la naci6n, en donde
esos diálogos multiculturales y la organizaci6n de los colombianos alrededor de su
memoria y su identidad, dieran atributos para la cohesi6n social en tomo a la paz.
De esta manera, la paz no s6lo se proponía como la resoluci6n del conflicto armado
del país, sino además, como la construcci6n de una sociedad con un nuevo contrato
social, el establecimiento y consolidaci6n efectiva de un nuevo ordenamiento demo
crático, incluyente de los ciudadanos en los campos de participaci6n política, econ6-
mica, social y cultural, bajo el precepto claro de la república como paradigma social .
numerosos hechos que hicieron disponer todas las herramientas del Estado para
alcanzar este ideal. Uno de estos hechos fue el proceso de paz, adelantado con las
FARC-EP a partir del 7 de enero de 1999, en donde entraron en debate las
concepciones sobre lo que debía ser una sociedad en paz, y por supuesto, lo que
debía ser Colombia. Al tiempo que tenía lugar el proceso de paz, otros hechos y
acontecimientos se dieron en el país real, lo cual hizo que la política de paz fuera
puesta a prueba al igual que el modelo de sociedad y nación que propusiero n
Pastrana y su equipo de gobierno.
Como lo argumenta Zuluaga (1999), negociar en medio del conflicto implica
tener dos agendas por separado, una para la paz y otra para la guerra. Los combates
entre las FARC-EP y las Fuerzas Armadas se intensificaron, a la vez que los
acercamientos entre el Gobierno colombiano y el grupo guerrilel ro hacían parecer
viables los diálogos. Así, se produjo una disyuntiva entre la certidumbre o el deseo
de poner fin al �nflicto armado y la continuación del mismo. Disyuntiva entre el
rumbo del proceso de paz y el militarismo creciente; sobre cómo afectarÍa el proceso
el control local del poder por distintos actores armados. A la presencia del narcotráfico
y la presión de Estados Unidos por erradicarlo, se sumaba el paramilitarismo.
Gobernar con la perspectiva de la paz y al tiempo con una agenda para la guerra,
llevó a que Pastrana y su equipo de gobierno se sentaran a negociar «a toda costa».
Se demostró así que la negociación política era posible pese a que los actos violentos
del opositor para demostrar la inconformidad política se incrementaran y se divul
garan discursos aparentemente contradictorios sobre el manejo de un proceso de
paz y las perspectivas sobre el mismo. Tal contradicción: manejar un discurso
pacifJSta y emplear por otro lado acciones bélicas para contrarrestar al agente con el
que se dialoga, muestra más bien que, al interior del discurso sobre la paz, también
se contemplaron prácticas pacificadoras. Es decir, acciones que conllevaron a nor
maliz4ry reinstitucionalizar a quienes se salieron de las normas consagradas en el
Estado de Derecho colombiano.
El día 7 de enero de 1999 se instaló, en la cabecera municipal de San Vicente del
Caguán, la mesa de conversaciones para la paz entre el Estado colombiano, repre
sentado por su Gobierno Nacional, y las FARC-EP. Allí se puso de manifiesto al
país la voluntad de paz de estas dos agencias protagonistas del conflicto armado
colombiano.
En aquel momento Pastrana �mentó que en C.Olombia el narcotráfico era el prin
cipal generador de violencia, y por tanto, era aquello que impedía la consolidación de
la paz en el país. En ese entonces se anunció al Plan Colombia como la estrategia que
buscaba erradicar este «flagelo» y así llegar a ese estado pacífico que los ciudadanos
«anhelaban». Allí la igualdad ante el Derecho sería posible para todos y garantizaría
la presencia efectiva del Estado colombiano en todo su territorio.
Con la idea de que el Plan Colombia era una estrategia viable para la consolidación
de la paz, Pastrana ligó la problemática de la paz a las det.erminaciones internaciona
les sobre el narcotráfico. Éste, por su naturaleza transfronteriza, dificultaba las
relaciones internacionales de Colombia con otras naciones. La aplicación del Plan
Colombia para combatir el narcotráfico llevó las acciones estatales hacia una pers
pectiva militar y policiva sobre las fuentes de producción y distribución. De esta
manera se produjo una contradicción del discurso de la paz del gobierno y el
empleo de la fuerza por el mismo, como parte de la solución para alcanzar la paz.
El Plan Colombia, financiado por Estados Unidos, destinó cerca del 70% de la
cuota correspondiente a ayudas a las Fuer7.as Armadas y la Policía colombianas para
la erradicación de los cultivos ilícitos, especialmente en el sur del país. Asimismo,
esta estrategia antinarcótica, devino en antiinsurgente por señalar a los integrantes
de las guerrillas como agentes que promovían el cultivo y la comercialización de los
alcaloides prohibidos. En ese entonces se mencionó que este negocio proporciona
ba grandes recursos para los llamados «narcoguerrilleroS», por lo cual se aceptó que
las Fuerzas Armadas los atacaran cuando cuidaran zonas de cultivo y gravaran la
comercialización de la coca. Las fumigaciones, la sustitución de los cultivos ilícitos
y la erradicación de la presencia de la guerrilla de las áreas de cultivo, generaron una
gran ambigüedad en el discurso pacifista del Gobierno, pues al tiempo que opera
ba con acciones de fuerza, se situaba como el defensor más fuerte de la paz.
lenguaje a la paz del Gobierno Nacional. La Agenda comúnpor el cambio hacia una
nueva Colombia (Gobierno colombiano y FARC-EP, 1999), presentada por el
Gobierno nacional y las FARC-EP durante las negociaciones el 6 de mayo de
1999, fue formulada pensando en reformas estructurales del Estado y planeando
el funcionamiento de un Estado ideal. La agendapara la guerra fue aplicada para
la reproducci6n del statu quo, con el acoplamiento necesario del PND y su Plan
Colombia, impuesto para superar la crisis econ6mica, lograr la inserci6n a la
globalizaci6n y hacer figurar el país en el concierto internacional. A pesar de los
encuentros personales entre los encargados de las negociaciones del Gobierno Na
cional con los representantes de las FARC-EP, la invalidaci6n del otro en las pala
bras y las acciones bélicas fue la agenda durante el proceso de paz. La transforma
ci6n de la estructura y funcionamiento del Estado, que dice el Gobierno esperaban
las FARC-EP, se present6 en su discurso de la paz como un fetiche ideol6gico que
impedía que el Gobierno colombiano se preocupara por entender a su interlocutor
y llegar a los ansiados acuerdos � paz.
Para el Gobierno Nacional era una necesidad legitimarse ante una sociedad que ya
no confiaba en las acciones del Estado respecto al proceso de paz, puesto que no se
veían resultados. Parecía que, por el contrario, se incrementaban los actos violentos
en el país. El primer mecanismo para la legitimaci6n fue intentar elevar la política
de paz del Gobierno al título de estatal (por lo menos en el discurso). Se puso al
Estado de Derecho vigente como lo justo y necesario para que una sociedad como
la colombiana viviera en paz con los referentes de la legalidad, la normalidad y la
naturalidad que tal Estado representa. Lo importante era normali7.ar a todos aque
llos que no estuvieran en él, quienes provocaban la desestabilidad de Colombia,
desde la perspectiva del Gobierno. De otro lado, ante la comunidad internacional,
Colombia debía «convivir» de acuerdo a las normas del derecho internacional
público. Colombia debía ser precisamente legal, normal y natural ante la comuni
dad internacional.
[ ... ] Para nosotros [los colombianos], en nuestro pensamiento político, el
derecho a la vida y el derecho a la paz, conducen a una cultura de los
derechos humanos que se constituye en la expresi6n más auténtica de la
cultura de la vida y de la cultura de lapaz. Los derechos humanos lo son en
su integridad y es esa relaci6n de la unicidad la que exige respetarlos
absolutamente a todos.
Una agrupaci6n política, cualquiera que ella sea; un gobierno, cualquiera
que sea él; una sociedad, llámese como se llamare, no tendrá garantaido su
futuro si no ha construido previamente la certeza del respeto a los derechos
humanos de sus asociados partiendo del más pequeño de ellos. Una cultura
de los derechos humanos, vinculada a la cultura de la vida y a la cultura de
la paz, delinea con precisi6n el sitio donde el Estado coincide con todos los
demás actores individuales o comunitarios que se preocupan por la paz.
búsquédi del ar
�
No hay, pues, n · n na contradicción en perseguir simultáneamente la
o político del conflicto y el incremento de la capacidad
combativa de las uerzas Armadas. La experiencia ha demostradci que los
dos procesos no son excluy:entes frente al objetivo buscado, y ca.di día es
m� evidente que la subversión puede llepr a acuerdos positiv � onales
con el Estadoy la Nación, pero que jamas podrá imponerse m · te el uso
del crimen y de las armas (Pastrana, 2000b: 189) .
El Gobierno comenzó a negociar la paz con las FARGEP en medio del conflicto.
Para tal efecto se creó una zona desmilitarizada, por fuera de la cual era permitida la
:onfrontación armada. Nunca hubo una tregua definitiva de cese al fuego, y los
intentos que se hicieron para hacerla efectiva, dilataron las conversaciones imposi
bilitando un acuerdo. La oposición planteada entre narcotráfico y paz era tan
fuene, que derivó en múltiples esfuerzos que buscaban la erradicación del primero
para garantiz.ar la segunda. Aquí, el Plan Colombia entró como una estrategia con
LJn doble fin implícito para la paz. El primero era establecer un país en paz
fomentando el desarrollo comunitario, la autogestión y la descentralización:
este caso, d uso del terrorismo en los discursos gubernamentales se muestra como
uno de los descriptores por oposición de la paz.
De este modo, el Gobierno colombiano pretendió la construcción de una comuni
dad nacional que se identificara con la obtención de la paz, lo cual renovaría d vínculo
ruJtural entre la sociedad nacional y d Estado colombiano a través de un contrato
social, contrato que los comprometió en la consolidación de un proyecto colectivo
para propiciar factores para la paz, y con lo cual se obtendrían beneficios mutuos. Así,
el Gobierno nacional tuvo que hacer coincidir «a toda costa» d país del proyecto de
paz con d país real al cual se le aplicó la política de paz. La tarea fue la reincorporaci.ón
de todos aqudlos que estaban por fuera del Estado de Derecho, a través de la negocia
ción política o por la confrontación armada. Ese «mundo desmembrado de la na
ción» haría de nuevo parte de la ciudadanía colombiana. Pero, ¿para qué era impor
tante reincorporara la insurgencia?, ¿era imprescindible normali?Ara aquellos sectores
sociales como un demento para la consecución de la paz?
Dado lo manifestado múltiples veces por las declaraciones del Gobierno, Pastrana
tuvo que hacer de la insurgencia parte de esta nueva comunidad política. Para tal
efecto, d Gobierno nacional les garantizó el derecho a la expresión política y a la
diferencia, y la oportunidad de ser elegidos a través del voto en el marco de la
democracia participativa del Estado de Derecho preexistente. Lo anterior imposi
bilitaba a las FARC-EP que fueran tomadas en cuenta, pues sus consideraciones
sobre d cambio de la estructura y funcionamiento del Estado fueron invalidadas
en las negociaciones ya que atentaban contra el Estado de cosas. El Gobierno
colombiano esperaba hacer de las FARC-EP un actor más en d juego de la política
que permitía la Constitución de 1991, Constitución que Pastrana «juró defender»
y que contempló incluir la diferencia como parte de la oposición política.
Para que el Estado no fuera algo ambiguo para sus asociados, el Gobierno pmpici6
estrategias de descentralizaci6n política y administrativa, enfocadas a una respuesta
de eficiencia y eficacia en la gesti6n y en la forma de gobierno, transfiriendo la
iniciativa y la responsabilidaddel mismo al nivel local. Conjuntamente, acompa
ñando a la democracia participativa y a la proliferaci6n de derechos basados en la
diferencia, vino la presencia de un movimiento social a favor de la paz con el
desarrollo paralelo de la tercería denominada «Sociedad civil» (Romero, 2001).
Este movimiento se propuso la exigencia del cumplimiento del derecho a la paz
consagrado en la Constituci6n. Desde otra perspectiva, la defensa de un derecho
colectivo identific6 a personas, desconocidas entre sí, con la idea de la resoluci6n
política del conflicto y la búsqueda de la paz. Así, diversos grupos de defensa del
derecho a la paz se agruparon en tomo a una identidad genérica que iba más allá de
la ackcripci6n de intereses partimlares, conformando un espacio a nivel nacional, e
incluso internacional, para su encuentro alrededor de la reivindicaci6n de un dere
cho constitucional . Estas personas hicieron parte de la idea nacional de la paz, lo
que correspondi6 a una comunidad imaginada (Anderson, 1983) de la paz,, comu
nidad pretendida por el gobierno con su proyecto de naci6n.
] 42 ETNOGRAJ1AS CONTEMPORÁNEAS
p AZ, MODERNIDAD Y DESARROLLO ..•
cu enta que éste se afirmaba como una unidad? El asunto de la unidad nacional
entró a jugar políticamente, ¿qué pudo hacer el Gobierno ante la fragmentación de
b sociedad colombiana y sus múltiples intereses?
Con estas medidas, el Estado no necesitaría imponer su fuerz.a para asegurar la uni
dad. Sin embargo, esta gestión, que también fue promovida por la comunidad
internacional, no excluyó el recurso de la fuerz.a y la violencia paraadscribiralgunos
sectores al interior del país, como ya se ha mencionado, pues la necesidad era asegurar
la paz.
tJillente lo que iba a suceder con la Nación. Dicha política se sustentó en el peso que
ruvo el significado de la categoría paz en la sociedad colombiana durante los meses (e
incluso años) previos a las elecciones presidenciales y durante el período de gobierno
de Andrés Pastrana. De este modo, las representaciones de la democracia participativa
y el proc.eso de negociación política, constituyeron imágenes ideales e idealizadas,
descritas a través de esquemas ambiguos que referían al bien común. Las formaciones
discursivas de la paz, en el mandato de Andrés �rana, se convirtieron en objetivo y
principio fundamental del Estado y la sociedad colombiana.
DOCUMENTOS
PASIRANA, ANDRÉS
1998a 8 de junio. Una política de paz para el cambio. Santa Fe de Bogotá, D. C.
1998b 7 de agosto. Una Colombia en Paz. Santa Fe de Bogotá. Discurso de posesión como
presidente de la República de Colombia.
1998c 17 de noviembre. Plan de Desarrollo para afianzar la paz. Bogotá. Discurso en la
entrega de las bases del Plan de Desarrollo «Cam b io para Construir la Paz» al Consejo
Nacional de Planeación.
1999a 7 de enero. Camino hacia la paz. San Vicente del Caguán. Discurso en la
instalación de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno nacional y las FARCEP.
1999b 3 1 de mayo. Nuestro objetivo: una Nueva Colombia. Ottawa (Canadá) . Discurso
del presidente en la Universidad de Ottawa.
2000a 9 de octubre. Cultura de Vida, Paz, Derechos Humanos y Solidaridad, constructores de
una nueva sociedad. Santiago de Chile. Discurso de Andrés p astrana durante la 1
Conferencia Internacional de Líderes Demócrata-Cristianos, Populares y de Centro.
2000b 20 de octubre. La conciliación, por la vía del diálogo, garantiza una paz cierta y
duradera. Bogotá, D. C. Palabras del Presidente en el 11 Encuentro de Egresados
Rosaristas: contribución de la Universidad al Proceso de Paz.
REl>ÚBIJCA DE Col.OMBIA
1991 4 de julio. Constitución Política de Colombia 1 991. Bogotá: Imprenta Nacional.
1 999 8 de febrero. Proyecto de Ley número 1 73 de 1 999 por el cual se expide el Plan
Nacional de Desarrollo para los años 1999 a 2002. Gaceta del Congreso lunes 8 de febrero
de 1 999. Bogotá.
Rrmu:NCIAS BIBUOGRÁFICAS
ANDERSON, BENEDICT. 1983. lmagined Communities. London: Verso.
ASAD, TALAL. 1993. GL'nealogies ofreligion: discipline and reasons ofpuwer in christianity
and islam. Baltimore: Johns Hopkins University Press.
ETNOGRAF!AS CoNTEMPORÁNEAS 1 47
M ARCO JuuAN MAR TINEZ MORENO
INTRODUCCIÓN
1 Agradecimientos: Myriam Jimeno, Mara Viveros, Luis Santos, María Elvia Domlnguez,
Manuel Rodríguez, Marco Martínez, Ana María Mahecha, Clara Paulina Acosta, Mauro
Brigeiro.
2 Antrop6loga. Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Grupo de Estudios
Sociales Contemporáneos GESC, del Grupo de Estudio sobre Género, Sexualidad y Salud
en América Latina GESSAM y del Grupo de Estudio en Antropología Médica. Correo
electr6nico: [email protected]. Trabajo de grado: Aprender a mirar. El
discurso sobre el autismo (2003) . Candidata a Tesis Laureada.
CLAUDIA PA TRIOA RIVERA AMARIU.O
EL AUTISMO
Hacia 1943, el psiquiatra Leo K.anner desarroll6 una investigaci6n que involucraba
9 niños y 2 niñas de diferentes edades, en el pabell6n infantil del Hospital John
Hopkins en F.stados Unidos. Kanner encontr6 en estos niños tres grupos de sínto
mas que, en líneas generales, fueron: (1) incapacidad para relacionarse con otros;
(2) alteraciones en el lenguaje, que variaban desde el mutismo total hasta la produc
ci6n de relatos sin significado; y (3) movimientos repetitivos y limitados sin una
finalidad específica. El doctor Kanner se hallaba entonces convencido de que había
descubieno una nueva enfermedad mental, y la nombr6 empleando el término
'autismo' (Kanner, [1943] 1972; Sacks, 1997; Zappella, 1998) . Para Kanner, el
autismo era causado por la falta de respuesta de los padres y las madres a las
demandas de sus hijos, con lo cual acuñ6 la expresi6n «padres nevera» en la elabo
raci6n de la etiología del autismo. Los padres y madres del doctor Kanner solían ser
intelectuales, personas exitosas en el ámbito laboral, pero frías y distantes en las
relaciones con sus hijos (Kanner, [1943] 1972).
1 50 ETNOGRAFIAs 0.>NTEMPORÁNEAS
EL MUN DO AUTISTA
de inicio del autismo se amplió hasta los tres años de edad (finbergen y Tinbergen,
1 9 85; Zappella, 1998) .
H acia esta misma época y en una discusión que está todavía sin resolverse, el
autismo oomenzó a servisto oomo un síndrome, un conjunto de ellos y aún oomo un
síntoma. Para el doctor Delacato, psicólogo, el autismo es el resultado de la
exacerbada percepción de quienes lo padecen, puesto que según su concepción,
que denomina sensorismo, los autistas reciben grandes cantidades de información
que no pueden ser procesadas por su personalidad incipiente {Delacato, 1979;
citado por Sellin, 1994) . Especialistas como Loma Wing [1979] 1998) , Uta
Firth [1989] 199 1), Mary Coleman y Christopher Gillberg (1989) y Michele
Zappella (1998), entre otros, han elaborado diversas propuestas en relación con la
manera en que debe definirse el autismo. En la actualidad puede encontrarse
términos para referirse al autismo que incluyen estado, trastorno, organización,
oondición, tipo de oomportamiento, rasgo, espectro y, oomo mencioné oon anterio
ridad, síntoma. Todas estas fuentes anotan que, sin importar el calificativo que
reciba, el autismo es una muestra de un problema de fondo que se halla en un lugar
J.Ún más profundo que la simple exposición de su presencia:
Cuando un individuo no tiene la posibilidad de ser y de existir en relación
con el mundo que le rodea y no puede comunicarse con sus semejantes, se
hunde progresivamente en una organización autista. Así pues, este síntoma
� romo d telón, que ocultad cs::enario en d cual se desarrolla realmente
la alteración propiamente dicha (De Villard, 1996: 49; las cursivas son
mías).
Según el DSM-IV (1999)3, el autismo constituye un «trastorno generalizado del
desarrollo» (DSM-IY, 1999), lo cual significa que su origen puede ser ubicado en
una etapa específica de la vida, razón por la cual se encuentra en el apartado
titulado «Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia» {DSM-IY,
1999:1). Los criterios diagnósticos contenidos en el manual giran en torno a tres
postulados básicos: (1) perturbaciones en la interacción social que son de orden
cualitativo; (2) trastornos en la comunicación que llevan a narraciones vacías de
significado y pueden estar ausentes del todo; y (3) comportamientos, posturas,
disposiciones e intereses que no parecen tener objetivos claros y que se manifiestan
una y otra vez {DSM-IY, 1999: 4). Estos criterios no difieren en mayor medida de
los propuestos por el doctor Leo Kanner en 1943.
De exageración a trastorno, de estilo de pensamiento a expresión, de segmento
válido del propio interior a alteración y límite, el autismo ha sufrido un cambio
profundo ubicado, más allá del plano de sus síntomas o de la determinación de sus
3 Este es el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su cuana
versión, gula genérica, producto de un acuerdo entre especialistas de la salud mental en
todo el mundo.
causas, en las reglas que rigen su configuración. Las maneras de esta transfo rma
ción desbordan el interés de este artículo, pues los nuevos modos de los s1Stemas
que enuncian el autismo traspasan sus fronteras y se extienden sobre otras enfer
medades dentro del extenso campo de las taxonomías de la anormalidad. Este
cambio se expresa sin embargo en los textos clínicos que describo a continuació n,
evidenciando por momentos los sistemas de reglas que los conforman y las
tensiones que impulsan sus modificaciones.
EL TIRANO
h.1bían sido ya descritos; en su caso, el autismo no es más que uno de esos modos
de acción, anticipado por las características con que se clasifica esta enfermendad y
reversible en alto grado con una dieta, si se hubiese hecho un diagnóstico temprano
que para el doctor no tuvo lugar, pues «en una primera etapa no se tuvo el resultado
del examen de laboratorio que haría posible el diagnóstico, el cual después hicimos
a la segunda oportunidad: en este punto se inició una dieta específica, que por lo
Durante esta primera consulta el doctor Zappella pide a los padres de Nicola que
describan su familia. El padre de Nicola es descrito por el psiquiatra como «joven y
sonriente», pues se presentó con «confianza y simpatía». La madre «era una mujer
muy temerosa que desde hacía años tenía miedo a salir sola a la calle y siempre
necesitaba a alguien que la acomp añara, pues de otra manera era presa de gran
ansiedad En casa, el padre resolv1a las dificultades de la esposa» (Zappell a , 1 998:
1 42) . Ella indica que tiene tres hijos, el mayor de siete años con capacidades
normales, Nicola y un pequeño de dos meses. Comenta también que amamantó al
primero durante 8 meses y a Nicola por 19 por recomendación del pediatra.
En estas líneas, Zappella hace explícita una categoría con la cual califica a sus pacientes:
son unos pequeños tiranos. El autista descrito en esta historia es un manipulador y
petverso dueño del mundo cuyo úniro deseo es someterlo a la propia voluntad. Al decir
que Nicolaelige negarse alosjuegos desus padres ytieneposesión deellos hasta el punto
de manejarlos asu antojo, este caso le restituye al pequeño su estatuto de sujeto autóno
mo, pues en el escrito es Nicola quien decide no caminar sobre sus dos piernas, no mar
los patines, no comer galletas, no callarse, no hablar, no cumplir las disposiciones ajenas;
en pocas palabras, Nicola decide autónomamente no dejar deser autista Esta autono
mía que Nicola tiene y no tiene al mismo tiempo y que le es otorgada por el doctor
Zappella, es una de las cualidades del sujeto de Occidente. Nicola, sujeto incompleto,
no solamente es un sujeto en el texto, sino que posee las características de las cuales se
supone carecía y por las cuales se encuentra en una consulta bajo el rótulo de autista
Cuando no es obedecido, Nicolase exaspera,
Luego, Zappella narra la manera en la cual los padres de Nicola tratan de reconci·
liarse con su pequeño cediendo a sus pretensiones. El texto en este punto enfatiza
de nueva cuenta el carácter malvado y egoísta de su protagonista, apuntando una
vez más a un personaje que tiene licencia para preferir la desviación a la norma .
«¿Para qué narrar los últimos minutos de esta tiranía?» se pregunta el psiquiatra,
1 54 ETNOGRAFÍ"'-� CONTEMPORÁNEAS
EL MUNDO AUTISTA
doctor por hacerle esta demostración al niño, no lo logra. Según el relato del
doctor, Nicola, por una elección propia, sigue negándose a caminar.
Un par de semanas después, Nicola entra al consultorio caminando con sus dos
pies, sin la ayuda de sus padres. Ante los interrogantes del doctor, la madre comenta
que en un momento le pidió al padre de Nicola que sostuviera en brazos a su hijo
menor ignorando las protestas del pequeño autista y fingiera irse con él. Cuando
Nicolavio esto, corrió hacia su padre. Desde entonces camina sobre sus dos piernas.
Como los síntomas por los cuales esta familia recurrió al psiquiatra han desapareci
do, se dice que Nicola se ha curado. La enfermedad ha dejado de manifestarse, ya
no hay nada en Nicola que permita fijar el autismo en él, por lo tanto, ahora es un
niño no autista. Para Zappella, «por esta vía definitivamente se liberó [ ... ] todo esto
fue posible en cuanto la madre se liberó de una angustia y de una aprehensión
continua» (Zappella, 1998: 151).
L a curación tiene en este caso un carácter emancipador, pues deshace todo vínculo
con el sufrimiento asociado a la enfermedad, en dos planos distintos. En el primero
de ellos, al recobrar la salud, al no estar enfermo de nuevo, se pierden las ataduras,
se regresa al momento en que se era libre, con lo que la salud y la normalidad
El sujeto mostrado por esta historia es un dictador egoísta que elige comportarse
como tal; un pequeño rey que, porque así lo quiso, era capaz de dominar a quienes
le rodean con el único fin de imponer sus deseos sobre los otros. Pero este rey
tiene algo de absurdo, pues padece de una enfermedad mental. Es un monan:a
fuera de toda l6gica cuyos mandatos y disposiciones no pueden más que ser
extravagantes: si no hay juego con el juguete que él dictamine, puede deshacerse
lanzando azotes y espumarajos por la boca. Su voluntad extraña no puede más
que mover a la piedad por su familia y necesitar de una correcci6n, pues es inne
gable el dolor con el que viven.
EL NIÑO MÁQUINA
J oey ingres6 a los nueve años de edad a la Escuela Ortogénica del doctor Bruno
Bettelheim, instituci6n en la que vivi6 durante varios años. El doctor Bettelheirn
hizo un extenso seguimiento del caso de Joey y registr6 su historia en uno de sus
libros más famosos (Bettelheim, [ 1967] 2001). A lo largo de 130 páginas, el
doctor describe con gran riqueza la vida de Joey en su Escuela, mostrándonos sus
progresos y retrocesos, su manera de actuar, el contacto que tuvo con los otros niños
de la instituci6n, con los especialistas y con sus maestros. Este caso constituye un
clásico de la teoría psicoanalítica en torno al autismo.
En este texto, J oey cobra una vida intensa y maquinal a un mismo tiempo fácil y
difícil de imaginar con las descripciones del doctor Bettelheim. De acuerdo con él,
Joey poseía un vocabulario, hablaba, pero no decía cosa alguna. No comunicaba
sus ideas y sentimientos más que trayendo a cuento objetos distintos a aquellos
a los que se refería, alejándose de las convenciones del lenguaje: no decía. Este
autista, más que resultar una persona desviada, con acciones anormales, parecía
no tener una vida personal propia; en palabras de Bettelheim, no podía haberla,
p ues Joey, más que a un ser humano, se asemejaba a un electrodoméstico.
Como el mundo que él encontró no le concedió ni un mínimo de
autonomía, creó un mundo separado y propio [ . .. ] Tenía que ser, en una
¡>alabra, un mundo de máquinas ( . .. ] Si no lo manteníamos en el centro
oe nuestra atención, se escapaba a la pura nada. Eso es lo que nos suele
pasar con los dispositivos mecánicos de nuestra casa� . . . ] en un momento
parecía que no estaba allí, y al instante parecía una mas.uina con todos sus
engranaJes y transmisiones funcionando sin cesar (.!Settelheim, [ 1967]
2001 : 330-331).
Si bien el medio privó a Joey de su libre albedrío, según las palabras del escrito que
acabo de exponer, él decidió hacer de sí un fárrago de dispositivos mecánicos con
los cuales existía. De nuevo, el texto constituye a un no sujeto con las posibilidades
del sujeto autónomo elevadas a la enésima potencia, mostrando a un niño que optó
por crearse a través de máquinas, aunque no pudiese elegir cosa alguna, pasando
por encima de toda norma y convención cultural, al ubicarse completamente fuera
de todos los mundos posibles. As í , en una evidente contradicción, el niño sin
autonomía del doctor Bettelheim tomó autónomamente la decisión de apartarse de
la normalidad para vivir a su modo anormal, cual artificiosa maraña de cables y
bombillos, circuitos y tomas eléctricas. «Su cuerpo, delgado como una hoja de
papel, sus costillas salidas y el aspecto triste y hambriento de su rostro, no coinci
dían en momento alguno con la grandeza megalomaníaca que sacaba de la potencia
de las máquinas» (Bettelheim, (1967] 200 1 : 331-332) .
Esta existencia electromecánica ligada a hélices, bombillos, lámparas, cables y co
rrientes eléctricas, surge en este caso a la manera de una decisión, pues, según
Bettelheim, no se nace autista sino que se constituye como tal, a través de una
elección hecha por el pequeño durante sus primeras semanas de vida, una respuesta
a un ambiente que no le resulta favorecedor, con lo cual le devuelve su carácter de
sujeto autónomo capaz de actuar según su parecer. Por ello se trata de una retirada
por parte de Joey, y no el producto de un daño neurológico o de una enfermedad
que lo provoque; es una imposibilidad para decidir elegida libremente. La resolu
ción tomada por Joey se debía entonces a unas condiciones presentes en su medio
familiar; más específicamente, siguiendo a Bettelheim, a la ausencia de afectos en
casa. El bebéJoey parece no importarle a nadie, ya que «fue recibido en este mundo
sin amor, sin rechazo y sin ambivalencia [ . ] nadie le tocaba nunca, salvo en caso
. .
necesario, nadie le acunó nunca ni jugó con él» (Bettelheim, [1967] 2001: 337).
Varias veces al día, Joey cobraba vida con sus máquinas. En un momento estaba
tranquilo, suspendido en un lugar distante, completamente inaccesible para quie-
nes intentaban comunicarse con él. Al instante siguiente, movido por un impul
so hasta aquí desconocido para sus doctores, Joey volaba en pedazos sus artefac.
tos y luego, de nuevo, se tranquilizaba.
En cuanto ll�aba la hora de hacer explotar el mundo, este niño, que vivía
en la calma mas completa, mudo e inm6vil, se volvía completamente loco,
corría }' gritaba, tirando una bombilla o un motor [ ... ] tan pronto como el
objeto lanzado se destrozaba y se apagaba el ruido, Joey moría con él [ ... ]
una Vf2 que la máquina había explotado, no quedaba ningún movimiento,
nada en absoluto (Bettelheim, [1967] 200 1 : 332) .
Según la narraci6n del doctor, estos estallidos también habían tenido lugar en casa
con papá y mamá. A pesar de lo extraño de sus costumbres, los padres de Joey no
acudieron a especialista alguno, hasta que notaron que sus palabras no estaban dirigi
das más que a sí mismo. Inicialmente, el pequeño utilizaba su restringido léxico de la
manera adecuada. Nombraba los alimentos y juguetes que deseaba y expresaba
verbalmente sus necesidades. Pero en algún momento, Joey dej6 de dirigirse a los
demás. Para el doctor Bettelheim, esto ocurri6 porque «Viviendo en semejantevaclo
emocional y afectivo, el lenguaje de Joey, poco a poco, se fue volviendo abstracto,
despersonalizado, distante [ ... ] su caso demuestra que lo que conduce a estos niños a
desarrollar su lenguaje autista no es ninguna incapacidad específica, sino unaeleccú5n
deliberada de ellos» (Bettelheim, [1967] 2001: 338. Resaltado mío). Otra vez, se
trata de tornar aut6nomamente, aunque no se tenga autonomía, la decisi6n de no ser
aut6nomo.
En la interpretaci6n del doctor Bettelheim, el trastorno autista de Joey proviene de
algún sitio secreto en su mente, no apareci6 allí de la nada, sino que fue una
determinaci6n tomada porJoey libremente. Entonces una máquina o un número
indefinible de ellas tom6 su lugar, haciendo de él un aut6mata cuyas reacciones
estaban dirigidas por entero por los flujos de energía que le alimentaban. Sin una
fuente que le proporcionase energía, Joey no era nada. «Cuando no se entregaba a
la imitaci6n de motores -o, mejor dicho, cuando él, no era un motor en marcha, que
es como se experimentaba a sí mismo-, se sentía frustrado hasta el punto de que se
hundía completamente» (Bettelheim, [1967] 2001: 341. Énfasis en el original) .
A la edad correspondiente,}oey ingres6 en una escuela en la cual debía permanecer
interno. Esta instituci6n, de acuerdo con Bettelheim, tuvo un efecto negativo en
él. Se repleg6 aún más hacia sí mismo, y poco a poco el mundo exterior desapareció
para él. Como si se tratase de un efecto en cadena, la ausencia de afecto fue seguida
por un repliegue aún mayor, con lo que, siguiendo las características de la enferme
dad de Joey, no podía más que acentuar su estado autista.
Aquí, la explicaci6n del mal del autista toma la forma de una ecuaci6n, cuyos
términos revelan que el vacío enJoey es directamente proporcional al vacío en SU
158 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
EL MUNDO AUTISTA
Teníamos que ir con él, tenía que quitarse toda la ropa que llevase; no podía sentar
se, sino ponerse en cuclillas encima de la taza y además te,9Ía 9ue tocar la pared con
una mano mientras apretaba las lámparas que le daban energia para la eliminación.
Con la O!ra mano se sostenía el pene, mientras defecaba, o se tapaba el ano si
orinaba. Este fue el primer indicio de sus temores de que por un orificio cualquiera
se le pudiera ir todo el contenido de su cuerpo (Bettelheim, [1967] 200 1 : 367} .
La indiferenciación entre Joey y el resto del mundo que aparece en la historia hace
parte de toda la elaboración del saber psicoanalítico en torno al trastorno autista,
seglÍ.n la cual el universo de los niños de corta edad está bajo su dominio, como lo
indica el texto mismo: «Incluso la rotación de la tierra de-Fndía de lo que él hiciese
con su cuerpo. De una forma realmente extraña, contenia todas las ideas de omni
potencia que la teoría psicoanalítica atribuye al lactante satisfecho, pero sin ningu
no de los sentimientos de seguridad y de importancia de sí que acompañan a estas
ideas» (Bettelheim, [1967] 200 1 : 374) .
Joey, según esta historia, no distinguía entre adentro y afuera, ni a los otros, pues no
había un sí mismo que lo habitase. Desde esta perspectiva, toda cosa que Joey
hiciese no provenía de sí mismo, pues cada una de sus acciones, como comer, leer o
defecar hacía necesario el empleo de máquinas distintas, con principios de funcio
namiento diferentes. Hacía falta un algo que unificase todos esos engranajes. Este es
el sí mismo, que debía tomar el lugar del conjunto de máquinas en Joey. En el texto,
este elemento provocarla en el autista un ónico artefacto encargado del pequeño en
su totalidad, un sí mismo, que vinculase todas las máquinas de Joey, que se movían
en él como un desordenado apiñamiento de engranajes diferentes. Se trata enton
ces de una máquina de máquinas, con lo que los bombillos, amplificadores, cables
eléctricos, lámparas y circuitos que componían a Joey estarían bajo el dominio de
un control único.
Este acoplamiento de las máquinas de Joey tenía lugar a través de otro artefacto : el
cirruito afectivo. Nuevamente, el proceso de humanización se desarrolla a la manera
de un aparato electrónico, pues las emociones deben cirrular por los caminos que
traza para ellas el cirruito, atravesando sus elementos y conjurando la distancia entre
sus componentes con el fin de alcanzar un resultado esperado, pues ya ha sido
descrito. Había que desconectar a Joey de la corriente eléctrica y conectarlo al afecto
para que se unificasen sus máquinas bajo el dominio de un único elemento que lo
llevaba, a su vez, a reconocer al otro también como máquina de máquinas.
En Joey, el surgimiento de sí mismo se produjo, de acuerdo con la historia, en el
momento en el cual el niño hizo uso de su libre albedrío, aquel que antagánicamente
tenía y no tenía al mismo tiempo. Se trataba de una autonomía que estaba en él
aunque él no estaba. Como si tuviese libertad de elección por el sólo hecho de haber
nacido, Joey debía decidir con apenas un poco de ayuda por parte de los doctores,
que quería dejar de no ser para darse paso a sí mismo. Era necesario para su curación,
que este Joey no autónomo optara por su autonomía, deseable pero aterradora, que
indicaba que J oey podía transformarse a sí mismo, podía practicarse de manera
distinta a como lo había hecho h3$ta el momento, acercándose a la normalidad.
«Para reconstruir sus vidas sin peligro, tienen que escoger la vía que deben seguir
por sí mismos [ .. ] todo lo que podemos hacer es crear las mejores condiciones
.
posibles para una aventura tan arriesgada» (Bettelheim, [1967] 2001: 41 O).
Este proceso tuvo lugar gracias a la intervención de otros dos niños de la Escuela.
Uno de ellos era K.enrad, apodado por el autor del texto como 'el terrible'. K.enrad
era tres años mayor que Joey y tenía un talento para las matemáticas que solo podría
calificarse como sobrenatural. A través de los números, Kenrad dominaba el mun
do. Joey comenzó por bautiz.ar una de sus lámparas para defecar con el nombre de
este otro niño. Luego, para el doctor Bettelheim, en la cabeza de Joey el auténtico
Kenrad entró en un sangriento combate con Kenrad la lámpara hasta derrotarla,
con lo cualJoeytuvo que defecar porsí mismo, pues sulámparahabíasido vencida.
En el texto, la reacción de Joey al notar que podía eliminar sin máquinas fue de una
alegría absoluta. A partir de entonces, cada vez que J oey quería decir algo de sí
mismo, lo hacía como si estuviese hablando de Kenrad.
Lo anterior es descrito como un enorme progreso de parte de Joey, pues comieIWl
a exhalar humanidad de una manera más comprensible para sus doctores. Nueva
mente, es Joey quien elige mostrarse, acudiendo otra vez a su autonomía como
sujeto, aunque es un no sujeto. «En vez de negar su vulnerabilidad ocultándola
detrás de una existencia maquinal, se enfrentaba cara a cara a su deseo de vivir en
una dependencia gratificadora» (Bettelheim, [1967] 2001: 420) .
El segundo niño que, según el texto, le devolvió la existencia aJoey, fue Mitchell ,
esta vez llamado 'el bueno', como el Edipo Rey de Sófocles. También un par de
1 62 ETNOGRA!:fAS CONTEMPORÁNEAS
EL MUNDO AUTISTA
añ os mayor que Joey, Mitchell era otro pequeño de la Escuela, y según el doctor
Bettelheim, menos enfermo que los dos anteriores. Joey lo llamaba por su nom
bre, y lo veía lleno de cualidades positivas, ya que todo lo malo había quedado en
Ken rad. Pasado un tiempo, Mitchell se fue de la Escuela, y Joey se inventó un
com pañero llamado Valvus, que de acuerdo con el propio autista, era «como él».
S egún el texto, Kenrad era el ello de Joey, Mitchell era su superyó y Valvus era su )O.
Pero Valvus no podía cumplir a cabalidad con este papel, pues era un amiguito
imaginario. «No se trataba todavía de una verdadera personalidad, porque ésta no
se puede desarrollar mediante contactos imaginarios con otrOS» (Bettelheim, [1967]
200 1 : 435) .
/(x)=rnt:rdre+hijo +¡xdre+falo
La historia de Edipo rey nos dice lo siguiente: sucederá una tragedia a los padres y
a los hijos si los padres abandonan a los hijos y no les dan ningún lugar en su vida
Íntima. Los niños autistas [ ... ] creen escapar al destino de Ecllpo cortando absoluta
mente todo contacto con personas. Como no saben quiénes son sus padres [ . . . ]
creen que puede serlo cualquier persona que encuentran. Por eso más vale no
acercarse a nadie (Bettelheim, [ 1967] 200 1 : 438) .
Como en el caso de Nicola, Joey está equivocado, no porque haya sido engañado,
sino porque hace una interpretación equívoca del mundo, y puede toparse con sus
padres en todos los que le rodean, en raz6n de una opción que le ha alejado del
camino correcto y de la verdad.
Como la gran parte de tales componentes está constituida por otros, por máquinas
de máquinas con las cuales el niño debía conectarse, las vías del circuito deberían a
su vez contener elementos que le permitiesen enlazarse, dentro de circuitos más
amplios, a esas otras máquinas. La expresión matemática que define el circuito está
así averiada por errores en sus algoritmos; ya que no hay caminos para comunicarse
con otros, no queda más que dirigirse tan sólo a sí mismo.
Sin embargo, hace falta más que trazar dichas vías para conectarse con los demás.
Tales caminos, según el texto, tienen la característica de permitir la doble vía, pues
no solamente se recibe a través de ellos, sino que también hay que dar. El Joey del
texto de Bettelheim no se convertirá en sí mismo sólo porque demande afecto, sino
que, de la misma manera, tiene que devolver el que recibe. La reciprocidad es
entonces la característica que concede a cada cual una existencia plenamente huma
na, pues la autonomía, como hemos visto, restituye a Joey su estatuto de sujeto, si
bien le mantiene como no sujeto, pero no autoriza a entregarle el título de humano
si la reciprocidad sigue ausente.
Renacer, ser capaz de sentir emociones e incluso desear ser amado, todavía
no constituyen una existencia plenamente humana. Hace falta, además, ser
activo, tender deliberadamente la mano a otro para obtener calor y afecto,
atreverse a llenar uno mismo el foso entre sí y otro, tender la mano y cambiar
por intimidad la separación física de los cuerpos, amar y no solamente
Clisfrutar siendo amado (Bettelheim, [1967] 200 1 : 455).
Al igual que en el caso de Nicola, la curación de Joey es, ante todo, una restitución
de su autonomía. De nueva cuenta el autista se deshace de sus ataduras. En este
como puede verse, estaba en manos de Joey mismo, pues fue él quien modificó la
ruta que le conducía a un mundo diferente para dirigirse al adentro, a la normali
dad. De nuevo, se diría que fue Joey quien lo eligió, pero esta vez para hacerse a su
posición de sujeto como sujeto y no como otra cosa. En esta situación, dicho
estatuto se carga de la significación que le corresponde al individuo, pues se ubica
dentro de todas las convenciones, se mueve dentro de los limites. En el texto, Joey
ha dejado de huir para habitar en uno de los mundos posibles de su sociedad,
alejándose por fin de su universo propio. TambiénJoey se ha desatado.
En esta historia, el autista mostrado por el doctor Bettelheim es todo lo contrario a
una persona: una compleja combinación de máquinas completamente aisladas
entre SÍ. C.On una narración que se acerca por momentos a proposiciones cartesianas,
el texto constituye una especie de enfermo mental completamente antinatural,
pues las máquinas son aquello concebido como más artificioso, más opuesto a una
esencia humana. Sin capacidad para sentir, con la necesidad permanente de estar
conectado a la corriente eléctrica,Joey es lo menos niño que se pueda llegar a ser. Las
emociones habrían de hacer de él un sujeto, y la reciprocidad se encargaría de
humanizarlo.
Este niño máquina, tan inhumano bajo el criterio del doctor Bettelheim, tan no
sujeto, tiene, sin embargo, uno de los rasgos distintivos del sujeto autónomo, pues a
pesar de las limitaciones de las que padece a causa de su enfermedad, a pesar de que
estaba privado de la posibilidad de decic!ir, del afecto, de un ser, de un sí mismo, fue
él quien eligió ponerse en esta situación. El se retiró del mundo y se creó uno propio,
una realidad completamente ajena a aquella en la cual debería vivir. Nacio con la
capacidad de pasar por sobre toda norma cultural para crear un universo diferente al
nuestro, aunque sea este último el que lo constituye como individuo, y a un mismo
tiempo como enfermo. Este mundo autista, repleto de máquinas, se convierte a lo
largo de la narración en la prueba de una autonomía inherente aJoey, pero vacía de él
mismo. Esel sujetoJoey capazdedecidirporsí mismo, pero tan no sujeto ytan sujeto
incompleto como lo demanda su padecimiento.
CoNCLUSIÓN
Como hemos visto a lo largo de los casos clínicos que expuse en este escrito, los
expertos asignan pensamientos y deseos a los autistas. Aplican sobre los pequeños
rejillas en las que se especifican los síntomas de su trastorno y su tratamiento.
Miden, marcando las distancias entre doctores y sus pacientes, la dimensión de los
síntomas y de los trastornos. Diferencian enfermedades entre sí. Se introducen en
la cabeza de los enfermos, haciendo surgir con diversas metáforas la rica e inquietan-
ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS 1 65
CLAUDIA PA TRIOA RIVERA AMARIU.0
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 1 67
CLAUDIA PA TRIOA RIVERA AMARILLO
parámetros que expresan un modelo de sujeto que debe hacer uso apropiado del
lenguaje, con lo cual se haga posible determinar el momento en que este uso esté
modificado; que interactúe con los otros siguiendo las convenciones sociales, para
que pueda decirse cuándo esta interacci6n está perturbada; que conceda una gran
importancia a las motivaciones y a los objetivos de los comportamientos, los
intereses y actividades, pues así puede distinguirse de tal modelo la rutina inútil
de las tareas sin un particular.
En el escenario creado para médicos y pacientes por los casos que he narrado en
las líneas anteriores, la enfermedad es el lugar en el cual se desplazan los persona
jes: se es su víctima en primer grado por ser quien está enfermo, o en segundo
grado por convivir con los enfermos. Se es quien la describe por estar en el lugar
del especialista, quien está en capacidad de vencerla a través de las terapias, de
tender puentes entre el afuera y el adentro de la enfermedad y la salud, de liberar
a las víctimas al restituirles su autonomía.
1 68 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
EL MUNDO AUTISTA
transformarse en algo que no se era antes (Mauss, [1938) 1985; Dumont, 1983;
Foucault, 1990). Esta posibilidad de cambio y de superación encuentra su funda
mento en el error.
El ejercicio de este principio propone una educación de uno mismo, que en el
caso de los autistas hace posible la integración, pues los lleva a corregirse para
acercarse a los otros. Se trata por ello de la puesta en escena de un poder discipli
nario cuya función es pedagógica: el poder en estos casos no reprime sino que
educa, modifica los comportamientos partiendo de la existencia de un error que
puede ser enmendado al cambiar los patrones perturbados.
Es en este punto en el cual se establece la corrección de sí a la manera de un
diálogo, de una relación social que tiene lugar con uno mismo, un ejercicio perma
nente que pone en relación a uno con uno mismo en el ejercicio de uno en algo
que es uno mismo. La finalidad de esta práctica es hacerse de capacidades, postu
ras y disposiciones específicas y nonnales; como veíamos anteriormente, para ha
FUENTES
BETfEUiEIM, BRUN0. [1967] 2001. La/ortaieza vacía:autismo infantily el nacimiento delyo.
Barcelona: Ediciones Paid6s Ibérica S . A.
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 1 69
CLAUDIA PATRIOA RJVERA AMARILLO
REFERENCIAS BIBUOGRÁFICAS
PRESENTACIÓN
Para esto dividí el contenido en cinco partes: en la primera señalo el por qué de mi
interés en la novela, cómo llegué a ella y el valor que tiene como objeto de observa
ción etnográfica; en la segunda introduzco al lector en la forma como uso y entien
do el concepto de representación; en la tercera abordo las representaciones del hom
bre gay encontradas en el texto de Sánche'L Baute; en la cuarta describo las estrate
gias textuales a partir de las cuales la obra logra la autoridad que le permite presen
tarse como una descripción que da cuenta fielmente de la naturaleza del hombre
gay, siendo verosímil en sus representaciones; y, finalmente, en la quinta sección,
realizo una breve reflexión acerca de la representación etnográfica.
1 72 ETNOGRAÁAS CONJ"EMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
luj o que poco pueden darse los maricaS», «porque las locas somos como», «que es, en
últimas, lo que buscamos todas las locas», «eso es, precisamente, lo que nos divierte
a las locas», frases que definen constantemente un todo gay y los sujetos que lo
componen.
Se tiene entonces que los límites entre realidad y ficci6n en ocasiones son obscuros,
no porque no hayan sido construidos y delimitados culturalmente, sino porque
son menos estables de lo que creemos. Así, con relaci6n a las representaciones de lo
gay, lo importante es lo que la gente entiende por gay, lo que toma por lo propio de
ese otro sexual, los significados por medio de los cuales lo define, los estereotipos. Y,
en esa medida, si bien las fuentes de donde provienen {medios masivos de comu
nicaci6n, literatura, texto académicos, etcétera) tienen un valor específico y deben
ser abordadas teniendo en cuenta sus particularidades, sus características no nece
sariamente legitiman o invalidan perse la verosimilitud de dichas representaciones.
Pienso que un género literario como el de la novela puede ser abordado no s6lo por la
crítica literaria sino por otras disciplinas como la antropología, ya que el valor que
poseen dichos textos no se aloja únicamente en la forma en que estánescritos, de lo
cual podrían derivarse juicios estéticos, sino también en las relaciones que establece
con sus lectores y lectoras y las consecuencias observables que su publicaci6n genera.
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS 1 73
MANUEL ALEJANDRO RODRIGUEZ RONDÓN
,.
Patty E. Patetik: No. E.se que_ soy yo en este momento no se siente ahí; el otro, el
r¡ue no say >'? ahora, síesta ahí. Es interesante ver el conflicto que hubo de
identificaaón de las personas. Jl>ro,¿porqué crees que la gente se iilentifzcó con
algo que es totalmenteficción?
Alonso Sánchez Baute: Porque se tocan temas muy cercanos a mucha gente
y porque además existe mucha clandestinidad en ese ambiente. Se trata de
un tema marginal, pues la sociedad lo ha marginaliz.ado de todas las maneras
porque no quiere que la gente sepa cómo viven. Me parece que eso es parte
Clel error que hay en tomo al tema.
P.P.:¿ Tú crees que la nave/a síes unaforma de describircómo vive la gente, no
hay muchasficciones ahíadentro?
A.S.: Claro, porque es una novela de ficción. El mundo que se narra es real,
pero ciento por ciento se trata de una obra de ficción. Los personajes que
hay son completamente ficticios, la historia que se narra es tocilmente ficticia,
inclusive los personajes que aparecen, que son reales, son ficción, porque
son precisamente los_persona¡es de las d!ag queens, entonces todos no son
sino personajes de la ficción (La Revista del Espectador, 2003: 7. Las cursivas
son mías).
En este punto, la novela ya es comparada con (o tomada por) una «etnografía gay
urbana de Bogotá», lo cual nos obliga a reconsiderar los límites de la misma como
documento de ficción. El problema, como lo señala James Clifford, es que solemos
tomar ficción por mentira, o por lo que muestra una realidad que no es (Clifford,
1991).
E n el momento mismo e n que l a novela es pensada como una etnografía, se la
considera como una descripción (o transcripción) de la realidadgay allí representa-
17 4 ETNOGRAFIAS CONTEMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
da. & decir, se la está tomando por lo verdadero: ¡así son los gay y no de otra furma!,
¡Sánchez Baute logró capturar la esencia del gay!
Respondo entonces a la pregunta planteada en el título de esta sección «¿Por qué
observar una novela?»: Porque es un documento. Es un documento que nos
permite adentrarnos en el terreno de las representaciones que, para este caso, defi
nen en buena medida la verdad de lo que es gay; y porque nos deja ver el sentido
culturalmente compartido, aunque no por todos, de la nominación gay. -
ETNOGRAÁAS CoNTEMPORÁNEAS 1 75
MANUEL ALEJANDRO RODRIGUEZ RONDÓN
Para el caso de lo gay, esto nos llevaría a pensar que existe una realidad gay
extracultural e inmutable, la cual puede ser develada a través de la lectura de su
representaci6n. Los sujetos autoidentificados como gays estarían determinados
por dicha realidad, y se encontrarían naturalmente agrupados bajo tal categoría.
Lo gay sería entonces un hecho, una particularidad consubstancial a ciertos
sujetos y una marca que los define.
En pocas palabras, podríamos decir que, siguiendo este enfoque, los sujetos gays
tienen una serie finita de características esenciales, susceptibles de ser enumeradas y
clasificadas de una V'2 y para siempre, merced a la inmutabilidad de su naturalez.a,
lo que nos garantiza una nula posibilidad de cambio y la capacidad de conocer
finalmente a estos sujetos, homogenizándolos y unificándolos bajo una nomina
ci6n: gay. Tal nominaci6n establecería entonces una relaci6n biunívoca con lo que
dichos sujetos son o significan. Esto, en mi opini6n, es lo que hace Alonso Sánche:z
Baute en su novela: presentar un modelo de sujeto gay, el cual suele ser tomado tal
y como él lo describe.
Cabe aclarar que, si bien en ningún momento afirmo que ésta haya sido la inten
ci6n del autor, sí es el efecto que genera, logrando introducir un conjunto finito de
representaciones que agotan las posibilidades de pensar lo gay y a los hombres gay
en formas distintas.
También podríamos objetar que, si cada sujeto tiene la posibilidad de imponer los
significados que desee a cualquier tipo de expresi6n suya, no podríamos comuni-
1 76 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
yen; por lo tanto, no se puede afirmar que existan buenas o malas representaciones
(Rodríguez, 2002). En cambio, podemos decir que existen unas que circulan más
que otras, unas que son normativas y otras que no y unas que ocupan un lugar
privilegiado en la jerarquía de representaciones sobre un objeto o sujeto, en la
medida en que son compartidas por más personas y responden a lugares construi
dos por el discurso para definir a un objeto o sujeto anticipadamente.
Por otro lado, debemos señalar que los significados «[ . . ] no se encuentran sólo
.
«en nuestras cabezas». Ellos organizan y regulan las prácticas sociales, influyen en
nuestra conducta y, por lo tanto, tienen efectos prácticos y reales» (Hall, 1997a:
3. Traducción libre), «movilizan sentimientos y emociones poderosas, tanto po
sitivas como negativas [ . . ] definen lo que es «normal», quién pertenece -y por lo
.
de reemplazar o sustituir un elemento por otro; así, en lugar del grupo de perso
nas o sector en cuestión, se elige un individuo, quien trabaja en nombre de los
intereses de otros (Spivak, 1993).
La representación en sus sentidos Vertretungy Darstellung, será abordada a lo largo
del texto, debido a que la posición ocupada por algunos hombres gay con relación
a la novela de Sánchez Baute, puede definirse como la de los representados
(Darstellung) no representados (Vertretung), es decir, la de ser hombres gay cuya
presencia fue significada en la novela a partir de los estereotipos, pero que a su vez
rechazan al sujeto gay allí descrito como alguien cuyos intereses, gustos, forma de
ser, actuar y pensar ocupen el lugar de único referente a partir del cual se define la
EL REPRFSENTADO NO RFJ.>RFSENTADO
ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS 1 79
MANUEL ALEJANDRO RoDRIGUEZ RoNOóN
El autor, a través del personaje, describe con precisión cómo son los gays, qué les
gusta, qué actitud tienen frente a la vida, cómo se comportan, cómo se visten, qué
diseñadores prefieren, cuáles son sus sentimientos, qué productos consumen y
cuáles son sus intereses. Los especifica de tal forma que el lector puede imaginarse
perlectamente cómo es un gay, a fa Ve'L que corrobora ciertas representaciones que
de él cin:ulan, agregándole otros elementos que quizás 'desconocía' antes de leer el
libro.
Dentro de las principales características identificadas del hombre gay en la novela
de Sánchez Baute, se pueden contar las siguientes: la figura del gay como una «loca
boba», a la que le interesa la belleza y desprecia la inteligencia; la vida del gay como
solitaria, dolorosa y amargada; el gay como un sujeto que debe ser rico y arribista
por definición; el gay pasivo como alguien que desea ser mujer; y el gay como un
individuo promiscuo e idealmente joven.
Antes de abordar tales representaciones, señalo que mi interés no apunta a desvir
tuarlas, calificándolas de falsas, o apuntar que no todos los gays son así; al contrario,
pienso que, en la medida en que éstas sigan siendo tomadas por verdaderas, efecti
vamente lo serán, generando consecuencias de gran importancia en lo social.
Mi objetivo se dirige entonces a describir estos estereotipos como un conjunto de
imágenes construidas culturalmente, a través de las cuales se significa de una cierta
manera la presencia de los sujetos gays. A continuación presentaré brevemente
estas características, acompañando cada una con una selección de citas del libro en
donde lo anterior quedará expuesto. Adicionalmente, recurriré en ocasiones a en
trevistas realizadas durante mi trabajo de campo, las cuales me permitirán comple
mentar la información proporcionada.
EL GAY ES UNA LocA BoBA, A LA QUE LE INTERESA LA BEllEZA Y DESPRECIA LA
INrEuGENCIA
En el primer capítulo de la novela, Edwin narra la forma en que intentó �gresar al
mundo gay en Bogotá, luego de abandonar la universidad y el trabajo. El decide
retirarse debido a que ha sido discriminado y descubre que, en el ámbito laboral, no
importa su inteligencia ni su capacidad para ocupar un determinado cargo, ya que
lo que pesa es su orientación sexual. Por eso, decide vincularse con gente que no lo
discrimine, razón por la cual se introduce en el mundo gtty:
[ ...] buscar su amistad [la de los gays] me pareció un ju�o de tontos ya que
aprendí, así de entradita, que como a todos el lujo y la bUena vida nos atrae
como a las abejas elpanal[ .. ] también descubrí algo que habría de utilizar a
.
mi favor: para la gente homosexual lo único que cuenta en esta vida es la belleza
masculina. La in�igenciayelconocimiento no importan, salvoparapronundar
De acuerdo con lo anterior podemos decir que el gay es una persona ignorante, a
quien no le importa seguirlo siendo. Sus intereses se centran en todo bien material
que le garantice vivir cómoda y tranquilamente. Es una figura entregada al hedo
nismo y al goce ele los sentidos, a quien sólo le interesa la dolcevita. De acuerdo con
esto, las únicas manifestaciones de inteligencia que puede tener un gay deben
encaminarse exclusivamente a desprestigiar y no dejar sobresalir a los demás .
Según lo expuesto por el personaje a lo largo del libro, el gay qesea ser siempre el
centro ele atención y no puede permitir que alguien lo supere. El debe ser el mejor
en cualquier aspecto y esto le da vía libre para que emplee cualquier estrategia que
lo haga sobresalir ante los demás. Así, no importa si debe recurrir a las mentiras, a la
traición, al chisme o a cualquier otro medio, desde que pueda lograr su objetivo:
brillar sobre cualquier otra persona.
La reiteración ele este punto a lo largo ele la novela, genera la imagen del gay como
alguien en quien no se puede confiar. En múltiples ocasiones se muestra a Edwin
traicionando a sus amigos o inventándoles chismes, debido a que ellos tienen novio
mientras él se encuentra sólo, razón por la cual debe lograr que los novios los
abandonen, reestableciendo así el orden ele las cosas: ninguno puede tener algo que
los demás no posean.
Así como el lecror genera cierta desconfianz.a hacia elgay, los personajes mismos no
se confían absolutamente nada entre sí. La relación que establecen es ele compañía
más que de amistad:
Esto es así, debido a que, según la novela, a todo gay lo invade la soledad. Por esto,
podría decirse que la relación que establecen dichos sujetos es ele mutua dependen
cia, necesitándose unos a otros para no sentirse solos.
Aparte ele la anterior, el personaje admite sólo una forma ele amistad:
De acuerdo con lo anterior, la amistad entre los gays puede darse únicamente en
dos vías distintas: una, en la que dicha relación existe sólo en apariencia, pero es
invocada como necesaria ciado que el hombre gay no quiere sentirse solo; y otra, en
la que sólo es verdaderamente posible, si uno de los dos desea al otro.
A lo largo del texto el autor nos muestra cómo Edwin encarna perfectamente ese
modelo, a tal punto, que cada vez que el personaje señala cómo son los gays, éste
hace una descripción minuciosa de sí mismo.
Si bien este es un punto que ha sido descrito como cierto por parte de algunos
hombres gay a quienes he entrevistado, otros señalan con cierta incomodidad el
hecho de que las cosas tengan queserasí. La molestia que esto genera permite ver un
modelo o deber sergay, que se erige detrás de estas representaciones y que suele ser
rechazado por algunos gays, al ser considerado falso o indeseable.
&to mismo fue mencionado por uno de los hombres a quien entrevisté durante mi
trabajo de campo. Para él lo gay estaba asociado «a las superficialidades, a la vani
gad, a la moda [ . . . ] y a un modo de vida muy superficial» (Entrevista a Claudio3) .
El se autoidentificabacomo gay, aunque no se consideraba representado (Vertretung)
por dicha imagen. Curiosamente, siendo un hombre que se autoidentificaba como
gay, Claudia rechaz.aba dicha nominación �mo algo que legítimamente le otorgara
sentido a su propia existencia (DarsteUung). El no quería ser asimilado al modelo del
gay superficial, vanidoso y poco inteligente, optando, en ocasiones, por categorías
de autoidentificación como la de «marica», la cual, si bien es empleada de forma
despectiva, no se encuentra asociada a esa cultura o mundo gay que tanto lo violen
ta con su modelo de ser gay.
LA VIDA DEL GAY ES SOUfARIA, OOLOROSA Y AMARGADA
Otra imagen del hombre gay que se va delineando a lo largo de la novela, es la del
gay solitario:
[ ...] Soy de los que � que la soledad es una constante homosexual. Existen
algunos casos casi exoticos de parejas dizq_ue estables, pero son matrimonios
que tarde o temprano acaban porque siempre hay alguien encargado de
meterse en la relación (Sánchez, 2002: 27. Las cursivas son mías) .
La soledad es mucho más que una característica compartida por los homosexuales: es
una «constante homosexual». Al enunciarla de esta manera, se afirma dicha particu
laridad como algo determinante y condicional en los hombres gay. Esta constante no
es algo fortuito, ni siquiera es una generalidad de lo gay; prácticamente define el
destino de un gay, es algo inexorable, y los casos en que un gay tiene pareja son
denominados «exóticos», por lo que la excepción confirma la regla, aunque lo haga
durante poco tiempo ya que, como señala Edwin, «tarde o temprano [las parejas]
acaban porque siempre hay alguien encargado de meterse en la relación».
Este punto se encuentra explicado por el anterior, en el que señalaba que un gay no
puede tener algo que no posean los demás, y si esto es compañía se debe hacer todo
lo posible para que todos compartan lo mismo, es decir, la soledad. Pareciese que
existieran mecanismos de regulación de la propiedad entre los gays, cuyo objetivo
siempre es buscar la igualdad, ya que ninguno puede sobresalir ante los demás
aunque todos intenten hacerlo, siendo los mismos gays los encargados de ejecutar
lo dictado por dichos dispositivos reguladores.
En una entrevista, Sánchez Baute negó que su intención fuera la de marcar estaS
fronteras o darle importancia a la orientación sexual: «Creo sinceramente que hay
que mamarle gallo a la vida, ver las cosas importantes cuando son importantes, pero
no darles trascendencia a temas como el de la homosexualidad, que no lo es»
(Revista de El Espectador, 2003: 8) . Independientemente de lo que se desee
expresar en la novela, el texto siempre mostrará más de lo que su autor quiso decir,
razón por la cual no basta con analizar la intención de éste, sino que se debe mirar
lo que efectivamente transmite el libro.
En este C1&> la intención del autor se ve contrariada por la voz del texto, quien habla
porsí mismo, yaque en él la orientación sexual se erige como un eje funclamental para
la división del mundo entre gays y straights, buenos y malos, valientes y cobardes,
solitarios y acompañados. El personaje no sólo reproduce estereotipos sobre los gays,
sino que establece su diferencia con los straights marcándolos exageradamente, a tal
punto que se dibujan homosexualidad y heteroséxualidadcomo naturalezas antagó
nicas, que marcan a cada sujeto con su propio signo, determinándolo y constituyén
dolo en un yo/otro claramente identificable. Recordemos lo que afirma Derrida con
relación al signo: «el signo representa lo presente en su ausencia. Tiene lugar en ello.
Cuando no podemos tomar o mostrar la cosa, digamos lo presente, el ser-presente,
cuando lo presente no se presenta, significamos, pasamos por el rodeo del signo [ .. . ] El
signo sería, pues, la presencia diferida» (Derrida, 1998: 45).
Sup e, además, que la mayoría [de gays] había vivido infancias iguales a la
m1a y que en sus corazones había dolor y am argura (Sánchez, 2002: 21).
Los signos deben ser tan claros y unívocos, que una ligera variación puede hacer
que el «hermeneuta de la sospecha4» se confunda, y llegue a tomar a un gay por un
straight. Con esto se naturaliza cada vez más al homosexual.
Et GAY DEBE SF.R RICO, nNER BUEN GUSIO Y SF.R ARRIBISTA POR DEFINIOÓN
El autor continúa particularizando al homosexual y describiéndolo, a tal punto
que logra convertirlo en una «especie» con una naturaleza particular (tal y como
Foucault (1991) señala lo hicieron las ciencias médicas durante el siglo XIX) :
[ . . . ] Es más, creo que era lo únicO en lo que el tipo noparecía loca: tenía un mal
gusto irremediable, siempre con sus saquitos amadOs de un sastre cualquiera,
y los zapaticos corronChones de marca anónima, y las corbaticas de mil
Estas descripciones constituyen al mundo gay, incluyendo a los sujetos, como una
gran fachada cuya función es ocultar un fondo no deseable de soledad, pobreza y
amargura. A lo largo de la novela lo gay va adquiriendo cada vez más un matiz de
falsedad, recordemos que los gays no tienen verdaderos amigos y que «lo malo es
que con las locas nunca se sabe cuándo se dice la verdad y cuándo no». Esto justifica
que el gay incurra en mentiras y en apariencias, ya que lo importante no es mostrar
se como realmente se es, sino como al� mejor.
Esta característica, la de aparentar ser mejor, suele ser abreviada con la palabra
arribismo:
[ . . . ] En Colombia la cosa es así: uno reconoce a las locas no porque sean
amaneradas sino por_que todas toditas son arribistas, y viven en un mundo de
fantasía que ellas solitas se inventaron, en donde son reinas millonarias a
quienes todo el mundo le debe hacer la zalá (Sánchez, 2002: 1 87. Las
cursivas son mías).
[ ... ] se vista de esta manera [ ...] ten� esta música y compre estas lociones [ ... ]
Uno tiene que tener música de Cher e ir a ciertos lugares para ser gay [ ... ]
[por lo que nene que] acomodar sus actitudes y su forma de vida al estereotipo
gay (Entrevista a Claudia).
ETNOGRAÁASCONTEMPORÁNEAS 187
MANUEL ALEJANDRO RooRIGUEZ RoNOóN
Adicionalmente, le asigna a cada uno de los términos una serie de caracterÍsticac; que
lo definen:
gays del mundo s6lo piensan en sexo y sexo y sexo [ . . ] (Sánchez, 2002: 85. Las
.
[ ...] que es, en últimas, lo que buscamos todas las locas: acostarnos con todo el que se
nos antoje y punto, así de sencillo (Sánchez, 2002: 183. Las cursivas son mías).
Tenemos pues que aunque el gay se ilusione con una persona y se vuelva
«superromántico», no se puede enamorar. Como señalé páginas atrás, él está entre
gado a ladolcevita y al hedonismo, s6lo le importan los placeres y uno de ellos es el
sexo.
ETNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEAS 1 89
MANUEL ALEJANDRO RooRIGUEZ RoNDóN
En el libro de Sánchez Baute se puede encontrar una serie de 'pistas', que le penni
ten al lector 'explicar' el por qué de cienos comportamientos como la promiscuidad.
Podría decirse que, si el gay es promiscuo es poi:que no se enamora, y no se enamora
porque pareja estable no va a tener (ya que todos los gays tienen que estar solos); y
debe ser promiscuo, por que la soledad en la vejez va a ser total (razón por la cual
debe aprovechar su juventud para goz.ar desenfrenadamente); y se va a estar sólo en
la vejez, porque los viejos ya no disfrutan de la fiesta (porque ellos se quedan
dormidos «en la primera silla de la disco»), lo que, finalmente, rompe con el para
digma del gay entregado al goce de los placeres:
[ . . . ] Entiendo q_ue el problema no es sólo de arrechera sino además de
tiempo, poi:que final.triente las locas somos como los r'gures:venimos confecha
de vencimiento, aunque yo prefiero darle mas glamour al asunto y
compararnos mejor con las top models [ . . . ] antes de los cuarenta las
oportunidades llueven, pero después, después es un cantar que se paga a
otro precio y, más exactamente, se paga es con buena platica, porque a nadie
le gusta acostarse con viejittJs que ni siquierapueden salira rumbear una noche
completa sin quedarsedónnidos en laprimerasJ/ade la disco [ .. .] a mí lo único
que me preocupa en esta vida es la vejez, cuando pase los cuarenta y ya no
tenga amigos nipueda ira los saunas a leVantanne gatitos sin que ellos me wan
como un vejete�ido [. . .]Y �reso también tengc? muy claro que mientras
no llegue a esa ffiad maligna debo acostanne con tiidos los hombi-es que se me
atraviesen, porquedespués, idénticos a las modelos, ya nadie requerirá de mis
servicios (Sánchez, 2002: 1 83-1 84. Las cursivas son mías).
Metáforas como las del yogur y las top models le dan fuerza a la aseveración de que
los gays después de los cuarenta años van a estar irremediablemente solos. En ella
logra comparar tres elementos distintos Oos hombres gays, las top models y los
yogures) los cuales se encuentran vinculados a través de una misma propiedad: su
caducidad. El destino del gay se determina al compararlo con cosas que todo el
mundo sabe que ocurren y que forman parte del sentido común: todo yogur tiene,
inevitablemente, una fecha de vencimiento.
Las reiteradas metáforas y comparaciones, junto a las cadenas de tipo causa-efecto
que le son presentadas al lector: se es mentiroso porque no se quiere mostrar la
pobreza; se es traicionero porque nadie puede ser mejor que uno; se es gay poi:que
se tiene buen gusto; no se es gay porque se es realmente feliz; los gays son solitarios
porque ninguno puede tener algo que los demás no posean; se es boba porque de
lo contrario no se va a ser aceptada entre los gays; se es arribista porque se es loca Y
colombiana; se debe ser promiscuo en la juventud porque en la vejez se va a estar
irremediablemente solo, etcétera. Tales cadenas logran darle al texto una cierta
credibilidad y un efecto de coherencia del mundo representado (Darstellu nrJ
Todo es efecto-de una causa, que a la vez es el efecto de otra.
Con relación a la necesidad del gay de ser joven, Claudio señalaba que tales ideales
de ser gay promovían también el desprecio por los viejos, quienes, al no ser recono-
1 90 ETNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
ciclos por los otros como gays, sino como «locas feas y viejas», necesariamente eran
llevados a ocupar una posici6n marginal dentro de los ámbitos gays: Según Oaudio,
el «estilo de vida gay», como él lo llama, implica que cuando usted llega a los
cuarenta años, no le queda otro remedio distinto a suicidarse, ya que nunca va a
estar acompañado (Entrevista a Claudia).
A lo largo de esta descripci6n de los estereotipos del gay, he contrastado lo dicho por
personas como Claudia y Fabián, con el objetivo de mostrar c6mo, a lo largo de la
novela, se consolidan representaciones (Darstellun?J que no representan {Vertrettm?J
a todas las peISonas gay, aunque se muestran como si realmente lo hicieran.
También me interesaba mostrar c6mo las representaciones no son un grupo de
significados ajenos al mundo, sino que, por el contrario, determinan nuestras vidas
más de lo que nosotros pensamos. Efectos como la discriminaci6n y el odio hacia
ciertos sectores sociales, tienen lugar merced a las representaciones.
Tales representaciones constituyen verdades y circulan como tales. Recordemos la
reseña de la novela aparecida en la revista Número 36, en donde el autor señala que
Sánchez Baute logra «mostrar el mundo marginal de los homosexuales» (Zuleta,
2003). Para él la novela fue un reflejo fiel de la realidad, en donde se evidenciaba
c6mo eran realmente los gays: seres promiscuos y hedonistas, marcados por una
naturaleza femenina que se expresa en sus maneras, acciones y comportamientos
(como el hecho de que sean vanidosos); quienes se interesan profundamente por la
belleza en detrimento de la inteligencia, y cuyas vidas están marcadas por la tristeza
y el desconsuelo de la soledad.
vez, en medium y en lugar de encuentro con el Otro» (Villoria 2002: 1 14), lo que
hace que un libro como Al diablo la maldita primavera, tenga la posibilidad de
poner en circulación verdades sobre el sujeto gay, mostrándole al lector cómo es él.
Antes de continuar, quiero señalar que en ningún momento pretendo afirmar que
la fuerza que tiene la literatura para hacer circular estereotipos provenga del hecho
mismo de ser literatura. Pienso que no basta con publicar una novela para poder
producir verdades acerca de un objeto o sujeto. Es necesario tener en cuenta las
condiciones y posiciones particulares que ubican a cada obra dentro de un contex
to cultural específico, las cuales le permiten o no alcanzar el «nivel dialógico de
expresiÓn7 » suficiente para ser 'escuchadas' por sus lectores y ser tomadas por reali
dades en lugar de ficciones.
La novela de Sánchez Baute posee unas características bien definidas que le posibi
litan alcanzar dicho nivel y ser tenida como un fiel calco de la realidad. Entre ellas
7 Este término es de Gayatri Ch. Spivak (Spivak citada por Kilburn, 1 997) .
ETNOGRAFIAS CoNTEMPORÁNEAS 1 93
MANUEL ALEJANDRO RooRlGUEZ RoNOóN
Al principio de este artículo planteé, como uno de mis principales objetivos, obser
var las representaciones del hombre gay en la novela Al diablo la malditaprimavera,
señalando además la importancia del análisis de la representación en la antropolo
gía. Esto debido a que, además de permitir aproximarnos a las formas en que los
objetos y sujetos de una cultura son significados, dicho análisis también nos puede
guiar en nuestra reflexión acerca de la propia labor antropológica, en la medida en
que pone de presente la importancia política que ha tenido la etnografía en la
representación de un otro.
Dicha representación debe ser entendida en los dos sentidos descritos páginas atrás:
el Darstellung, en la medida en que la antropología ha contribuido enormemente a
la construcción de una serie de significados que definen la existencia del otro; y el
�rtretung, debido a que muchos antropólogos, quienes han asumido el papel
libertador del otro oprimido, han decidido tomar la voz de éste y hablar po r él ,
considerándolo como un infante, es decir, como un sin voz {Eagleton, 1994) ,
convencidos de que realmente representan los intereses de éste, lo que los lleva a
rep roducir el paternalismo de occidente, bajo una posición ética que tantas inter
venciones ha justificado en otras sociedades, ya sea en nombre de la religión o en el
de la democracia.
1 94 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
Geertz señala que esto se debe, en buena medida, a que así como los autores clásicos
tuvieron que enfrentar sus propios problemas específicos (el de la incredulidad en
su descripci6n, por ejemplo, que los llevaba continuamente a exhibir en el texto un
«estuve allí» para darle un aire de verosimilitud a sus etnografías), los contemporá
neos nos enfrentamos a otros muy distintos, como la justificaci6n (ética) de nuestra
propia empresa etnográfica,.las consecuencias (políticas) que ésta genera y toda una
problemática en tomo a c6mo se hace etnografía (Geertz, 1997) . La dificultad de
firmar un texto proviene entonces de los usos y consecuencias que puede llegar a
tener el mismo.
como de su propia sombra» (Spivak, 1993: 75. Traducción libre) . Tal «Violencia
epistémica», señala Spivak, «tiene su más claro ejemplo en el extendido y heterogé
neo proyecto de constituir al sujeto colonial como Otro» (Spivak, 1993: 76. Tra
ducción libre).
En la actualidad no podemos acudir a alguna especie de tribunal superior de la
verdad, de orden ético y científico, que nos indique lo que está bien y lo que está
mal, lo que debe ser aceptado como verdadero porque va en pro de la igualdad
mundial en un contexto intercultural, o lo que debe ser censurado debido a que
atenta contra dicho ideal. Nos encontramos en un momento de tensiones, en el que
la antropología debe reconocer necesariamente el papel ético-político que tiene en
el mundo contemporáneo, en el que no vamos a encontrar un padre que 'haga
justicia'.
La antropología necesariamente se encuentra instrumentaliz.ada, el saber sirve y se
soporta del poder, por lo que no podemos pretender instituir una disciplina libre
de cargas políticas. Pienso que nuestra labor no es la de deshacemos de esta caracte
rística fundadora de la antropología, sino, la de posicionamos como antropólogos
frente a nuestro trabajo, ser conscientes de las consecuencias que puede desencade
nar, y vigilar constantemente la representación (Darstellung) que hacemos del otro .
FUENTES ORALFS
1 96 ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS
EL REPRESENTADO No REPRESENTADO
FUENTFS DOCUMENTALFS
EL ESPECTADOR. 2003 . Ser drag no es una moda, en La Revista del Espectador 149.
B9gotá.
SANCHEZ BAUTE, ALONSO. 2002 . A l diablo la maldita primavera. Bogotá: Instituto
Distrital de Cultur¡i y Turismo.
ZULETA GONZALEZ, PABLO. Las transgresiones válidas [en Hnea]. [Bogotá, Colom
bia] [citado 8 julio 2003 ]. Disponible en World Wide Web: < www.revistanumero.com/
.36rese.htm >
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Miyake hace parte de esta corriente, ya que inici6 su trabajo en la postguerra y nos
muestra, a través de su creaci6n, la manera en que Jap6n se inscribe en la dinámica
mundial de la moda, convirtiéndose en uno de los grandes expositores del arte japonés
y de su contacto con el mundo de occidente. Nuestro prop6sito es acercamos a las
representaciones culturales del mundo queMiyake plasma en sus trajes, e identificar su
propuesta estética, señalando la manera enque ésta se inserta en el mercado de la moda.
Con este prop6sito entenderemos su propuesta de diseño como un discurso cultural..
Empezaremos por explorar la parte más visible en el diseño textil, constituida por
el cuerpo y el traje. Nos acercaremos a la concepci6n y al pensamiento que en el
Jap6n se construy6 del cuerpo humano, y a la manera en que las artes manifiestan
estas teorías corporales. Entender la importancia de los sentidos y de las experien
cias sensibles y sensoriales, como punto de partida para alcanzar el conocimiento y
el desarrollo del intelecto, nos ayudará a comprender la manera en que J ap6n
concibe el mundo que lo rodea.
}APÓN Y LA MODERNIDAD
Japón fue el primer país asiático que se insertó en
el capitalismo mundial y adoptó de Occidente lo
necesario para mantener el equilibrio entre la mís
tica de sus tradiciones y la practicidad de la tecnolo
gía. En las primeras dos décadas del periodo Meiji,
entre los años de 1 868 y1887, existió un afán por
«alcanzar y superar a la cultura occidental», para
esto se implantó una nueva constitución, se cen
tralizó la reforma tributaria, se propuso industria
lizar el campo y se adoptó el capitalismo como
sistema económico. Estos cambios repercutieron
a nivel ideológico, ya que se hizo necesario un so
porte, una ideología nacional que estuviera acorde
con los nuevos parámetros gubernamentales. Los
mitos modernos del Japón se crearon precisamente para el período Meiji, defen
diendo tres propósitos principales: Fukoku Kybha, una nación rica con un ejército
poderoso; Shokusan Kogyo, el deber de impulsar la industria; y por último, Bonne
i Kayak, civilización e ilustración.
El mito, presente en cualquier acción humana, es una vía de acceso para compren
der las diferentes manifestaciones y dinámicas que caracterizan a una sociedad. El
vestido, en la mitología japonesa, construye un lenguaje visual que articula múlti
ples implicaciones psicológicas y culturales, y se convierte en el testimonio primor
dial para ilustrar diversos momentos y pensamientos. En los mitos modernos japo
neses el tejer se relaciona con el desarrollo de la vida humana, y por consiguiente
todo lo que suceda en la sala nútica del tejido es causa y efecto del comportamiento
de los seres. La tejedora divina, la reina solar, es a la vez constructora y dueña del
vestido, que resulta ser su vestimenta luminosa. Se habla de cuerpos que brillan por
sí mismos, que no necesitan una gran 1uminosidad exterior porque su belleza radica
precisamente en la luz que ellos mismos pueden proporcionar. Así, la vitalidad
otorgada al vestido promueve la importancia de ser una e>..'tensión de una entidad
creadora.
Miraremos también al Japón de la posguerra, su incidencia en el arte y en el artista
japonés. Se enfatizarán las ideas desarrolladas por el movimiento simbiótico como la
tradición invisible, el respeto por � material y la expansión de fronteras en pro de
la propagación de la cultura japonesa. Junto con Miyake, varios personajes impor
tantes en el Japón evidenciaron la posición de la sociedad japonesa desarrollada en
la postguerra, en un mundo que vivió los procesos de globalización y apertura de
fronteras. Algunos de estos personajes son maestros como Tadao Ando, Kisho
Kurokawa, Isamo Nogushi y el coreógrafo William Forsythe, quienes contribuye-
Los traj es de Miyake no son solamente objetos que reflejan la condición del
artista, sino que se convierten en una ventana, en una excusa para descubrir las
dinámicas del mundo cultural al que pertenecen, y que en su ser acarrean una
multiplicidad de retóricas y personas, que precisamente son las autoras y protago
nistas de ese mundo cultural .
ISSEY MIYAKE
El arte j ap onés de la posguerra tuvo mucha relación con los obj etivos de la
Bauhaus y el constructivismo, en la medida en que constituyeron una revolución
artística unida a una revolución social. La Bauhaus, al igual que Miyake y sus
coetáneos, «quiso volcar la experimentación formal en un nuevo diseño indus-
Durante la década de 1970, Miyake enfatiz6 en sus propuestas sobre las raíces
rurales y campesinas del J ap6n. Su propuesta de ropa práctica y durable iba en
contra del generalizado refinamiento que se presentaba en el mundo de la moda.
Exploraba con telas y tejidos tradicionales del Jap6n al mismo tiempo que experi
mentaba con nuevas texturas , y tomaba prestadas formas de todo el mundo, mien
tras reafirmaba las cualidades de su propia cultura. Aquí, se hace alusi6n precisa
mente al interés por crear diseños c6modos y funcionales, haciendo especial énfasis
en la durabilidad y en la practicidad del traje. El prop6sito era que se percibiera
como una segunda piel (Holborn, 1997).
En su primer año con el MDS (Miyake Desing Studio), Miyake present6 una
colecci6n para la casa Vogue. Esta primera colecci6n trabaj6, en diseños impresos en
sus textiles, un claro acercamiento al estilo de los tatuajes utilizados por las bandas
Yakuza de Jap6n, pero las imágenes utilizadas en estos trajes eran personajes norte
americanos. En 1971 Miyake fund6 la Jssey Miyake ln ternational, !ne. y se convir
ti6 en el primer diseñador japonés en tener oficinas en Nueva York y Paris. Este año
present6 su primera colecci6n en Nueva York con ocasi6n de la inauguraci6n de la
fapanese House Gallery, y posteriormente la present6 de nuevo en el parqueadero
multinivel de un centro comercial en Tokio, en una impactante e innovadora
exposici6n producida por Show Tsurumoto. Para esta ocasi6n Miyake, en su bús
queda de ropa democrática, útil y c6moda, present6 abrigos hechos con shashiko,
tela acolchada de colores primarios que se ha utilizado en Jap6n desde el periodo
Nara y que generalmente se usa para hacer trajes de judo y kendo, pero que había
sido adaptada para su fabricaci6n industrial. En 1972 present6 la colecci6n ¿ W1.iat
is Bodywear? en el Tokyo Imperial, Hotel, patrocinada por Wacoal Ol, Ltd., en donde
mostr6 al traje como segunda piel (SeeondSkin).
En la primavera-verano del mismo año, con ocasi6n de la presentaci6n de París
Colleetion !ne., que se realiz6 en un pequeño hall sobre Madison Avenue en Nueva
York, Miyake present6 su versi6n del Kappogi (delantal japonés para cocinar) con
virtiendo una prenda, tradicionalmente de trabajo, en una moderna prenda para el
uso diario. Al respecto, Kazuko Koike, director creativo opina «Pienso que la mane
Esto es claro en East Meets West, donde Miyake plantea, no solamente una explora
ci6n a la cultura japonesa. También hace una invitaci6n a rescatar las tradiciones de
diversas culturas que, de una u otra forma, ayudaron a Miyake a ser reconocido
como uno de los primeros diseñadores asiáticos en presentar una estética de inspi
raci6n global, y convertirlas en un motivo para la confecci6n de un traje, que hizo
parte de las más novedosas y modernas creaciones que marcarían lo último en
tendencias en cuanto al diseño de vestidos.
4 : «I think that the way that Miyake exaggerates the ample fonns of the kappogi was
suggestive of the way his work would develop in the future»
Bajo este principio de síntesis, heredado del Meiji, se introdujo un Jap6n en ruinas
luego de la Segunda Guerra Mundial a las dinámicas del mercado mundial capita
lista, y ocurri6 el cruce y la convivencia entre lo tradicional y lo moderno, entre el
adentro y el afuera y por ende entre todos los opuestos. Trabajos como 7atoo
reflejan esta convivencia; los trajes se refieren al tradicional arte japonés del tatuaje
y van desde la copia directa de tatuajes tradicionales sobre licras, hasta una metáfora
del tatuaje como tributo a los cantantes Jimmy Hendrix y Janis Joplin, que repre
sentaban la libertad y el entusiasmo que suscitaba el sueño americano. El tatuaje es
usado tanto de una forma directa al construir las licras con diseños de tatuajes
originales, como de una forma esencial, captando precisamente la naturaleza del
arte de la elaboraci6n del tatuaje, y la importancia que tienen los diseños impresos
en el cuerpo, los cuales, revelan momentos o personajes cruciales en la vida de quien
los lleva. El tatuaje es algo indeleble, que significa e identifica cuerpo y lo inscribe al
interior de un grupo social. Un profundo respeto a la memoria se hace explícita en
el cuerpo y Miyake muestra toda esta carga del tatuaje a través de su colecci6n.
Esto es un reflejo total del sueño japonés: ser reconocidos como japoneses hijos del
mundo. Aunque la Segunda Guerra fue perturbadora y aferr6 el nacionalismo y la
necesidad de mantener la tradici6n a lo largo de la historia, también entraron el
sueño americano y los ideales capitalistas como parte de las necesidades del ser
japonés. Miyake lo ha hecho tangible con los homenajes que lo han catalogado
como «el hijo de ParÍs>> o cosas por el estilo. A esto es lo que se refiere con la apertura
de fronteras. Esto es lo que manifiesta en sus trajes, es el conflicto interno que cada
vez se vuelve más grande debido a la presi6n capitalista que enajena cada vez más las
tradiciones. Es la convivencia de opuestos que une la intenci6n de mantener vivas
sus raíces y alcanz.ar el sueño americano. J ap6n se va construyendo en la síntesis de
opuestos, permitiendo así la indeterminaci6n en la que no hay una posible exclu
si6n; los polos se unen y están presentes en todas las cosas, ellos mismos son esencias
entre sí, que posibilitan el ser. Esta es una característica de vital importancia en el
pensamiento japonés, que precisamente permite que el conflicto se desvanezca en
esta polarizaci6n, donde se maneja la idea del pecado y por lo tanto no hay un juicio
de valor que descarte un opuesto . La belleza y la fealdad tienen cabida en un
mismo ser, y los dos están en la misma escala de importancia hasta tal punto, que lo
feo puede ser inmensamente bello. Todos los polos están de igual a igual y
existen, se desdibujan las fronteras que hay entre polo y polo logrando el equili
brio. Todo el ser y el quehacer japonés se dispone con miras a lograr dicho
equilibrio entre mente y cuerpo, exigiendo por consiguiente el equilibrio entre
todos los opuestos, que más que opuestos, como polaridades (Hume, 1995).
Sin embargo, la fuerza del capitalismo y la occidentalización han trastocado este
modo de vida. Por un lado, a medida que pasan las generaciones, el japonés quiere
desvincularse de su ideal de alcanzar el equilibrio, embelesado por la idea de acu
mulación capitalista que día a día se convierte más en una necesidad. Pero, por otro
lado, y gracias a los movimientos que difundieron la filosofía oriental generados
después de la Segunda Guerra, sus tradiciones manifestadas en las artes y las prác
ticas religiosas han alcanzado tal grado de difusión, que hoy en día un muy alto
índice de personas en el mundo realizan o están vinculadas a algún tipo de práctica
oriental (Munroe, 1994).
Oriente y Occidente es una gran dicotomía que pone a prueba la convivencia de
muchos opuestos y polaridades. Miyake con su trabajo ha puesto al descubierto
todas estas dicotomías y sus manera de congeniarlas para mantener el equilibrio.
«La realidad es contradictoria, y en cuanto más intensa es la contradicción, tanto
más podemos pensar en ella como la realidad verdadera. Pues en cuanto más
profunda y espontánea se vuelve la unidad interna, incluye la contradicción den
tro de si misma» (Hegel citado en Heisig, 2002).
F.ste mismo año Miyake participó en la exposición de Ma: �tempsdu]apon en
el Musée des A rts Décoratifs de Paris, como parte delfestival d'automne y el Cooper·
Hewitt Museum, New lórk. Esta exposición giraba entorno al concepto Ma desde
muchos puntos de vista diferentes. Ma es un concepto japonés sobre el espacio,
que describe los lugares intermedios. En 1979 Issey Miyake presentó el show East
Meets West en el último día de una conferencia internacfonal de diseño en Aspen,
Estados Unidos. En esta presentación Miyake desarrolló la idea de un estilo que
represente el encuentro de Oriente y Occidente.
La exposición A-UN, realizada en Paris muestra ese equilibrio que Miyake intenta
alcanzar. El nombre significa «punto silencioso de equilibrio» o «comunicación
tácita.» Se apoya de la connotación que el Zen tiene con respecto del concepto de
equilibrio y unidad entre Oriente y Occidente, y cuerpo y traje, los cuales han sido
sus polos de creatividad. Miyake utiliza materiales como el aburagami, papel
tradicional japonés hecho a mano usado en la fabricación de las sombrillas, y
también imágenes asociadas con la naturaleza tales como rocas, insectos y árboles,
todo esto, unido a maniquíes elaborados en metal, silicona y demás materiales
sintéticos. Miyake sugiere así la desaparición de las fronteras.
BODYWORKS
Miyake comenz6 por entonces una colaboraci6n con Makiko Minagawa, una
diseñadora de textiles motivada por la preocupaci6n de mostrar la esencia de un
material, por medio de sus diferentes posibilidades de movimiento y las texturas de
su superficie, mezc16 fibras naturales y sintéticas que desencadenaron una visiona
ria exploraci6n por toda una variedad de mundos posibles. De la sinergia de sus
raíces tradicionales, reinterpretaci6n de signos presentes de corte futurista que con
tiene una propuesta de telas de poliéster cubiertas de poliuretano y bustos de
silicona, naci6 Bodyworks. La búsqueda de Miyake por identificar el espacio inter
medio entre el cuerpo y el traje lo llev6 a incurrir en terrenos novedosos y modernos
pero sin olvidarse de sus tradiciones.
El cuerpo es uno de los primeros dilemas al que se enfrenta un diseñador. Desde sus
comienzos, los desfiles de moda han marcado la pauta del cuerpo ideal. Mujeres de
contextura delgada y rostros j6venes son prototipos de belleza para un sin número
de sujetos que no pierden de vista los últimos desfiles de la moda en París, Milán y
Nueva York. Miyake, aunque no puede escapar de los parámetros dominantes del
mercado en sus modelos, propone una serie de diferentes tipos de cuerpos y fisio
nomías modelo. En sus presentaciones podemos apreciar fisonomías de diferentes
regiones, edades y hasta materiales. Casos insignes son 1WelveBlack Girls, presenta
do en Tokio en 1976, y Beautiful Ladies de 1995. El primero presentaba una
docena de mujeres negras con las cuales rompi6 la idea de su inspiraci6n exclusiva
mente en la tradici6n oriental; y el segundo trabajo fue realizado con seis mujeres
entre los 62 y 92 años. Sin embargo, y a raíz de su trabajo con el core6grafo William
Forsythe, Miyake prefiri6 trabajar con bailarines, ya que sus cuerpos compagina
ban con el movimiento, elasticidad y fluidez de la ropa que construía.
Bodyworks es su propuesta más reveladora en cuanto al tema del cuerpo. Esta gran
instalaci6n es un compendio de sus consideraciones acerca del cuerpo y su relaci6n
con la ropa. La idea principal que Miyake quiere dar a conocer es la concepci6n del
traje como una segunda piel, como un cuerpo reinventado, una extensi6n del
cuerpo que tiene intenci6n de proyectar ciertas tradiciones perennes, dentro de un
contexto que se desarrolla a la vanguardia del día. Bodyworks explora diferentes
materiales para lacreaci6n de esta segunda piel. Para su presentaci6n utiliz.6 maniquíes
de diversidad de elementos como látex, alambre, y metal.
PLEASE PLEATS
Issey Miyak.e afirma que el gran error de los ochentas radica en que los diseñadores
comenzaron a volverse estrellas. «El diseño no es una expresión de mi ego. El
diseño es un equipo de trabajo» {Miyake, citado por Holborn, 1997: 78. Trad.
propia) . El cuerpo de trabajo está conformado por un grupo personas entre las
cuales se cuentan principalmente otros diseñadores. Cada persona tiene una res
ponsabilidad particular que cumplir alrededor de un tema propuesto por Miyake
y redondeado por las ideas de cada miembro del equipo, por consiguiente cada
miembro del MDS no solamente hace su trabajo, sino que, reflexiona acerca de él
y aporta ideas para el buen desarrollo de los proyectos. Trabajar en equipo es el
principio fundamental y cada persona debe demostrar lo que es y lo que hace . Cada
colección envuelve todos los aportes de cada uno; cada vestido es una combinación
de ideas canalizadas hacia cierto punto de investigación y reflexión. La alianza con
el rotógrafo Irving Penn ha sido una de las más preciadas que ha podido establecer
Miyake. Su trabajo en conjunto empieza desde la década de 1980 y los resultados
han contribuido a enriquecer tanto a la fotografía como al diseño. Penn logró
captar el movimiento y la fluidez de los diseños de Miyake internándose y descu·
briendo la belleza de cada vestido en su forma más simple y natural.
El trabajo realizado en 1996 GuestA rtist Series es un tributo a las valiosas AlianzaS
que han fortalecido los proyectos de Miyake. Personas como Shiro Kuramata,
Tadao Ando, Isamu Noguchi, Lucie Rie, William Forsythe y el propio Irving
Penn, han aportado su conocimiento para que cada traje de Miyake, adquiera un
carácter más artístico y se llene de esa tradición invisible que todos estos artistas de
la modernidad han cultivado . La idea subyacente a los Guest A rtist Series nos
remonta no solo a la idea de interacción e intercambio en la base de la filosofía
budista sino que nos hace remontar al periodo Edo y a sus tradiciones artísticas mas
flexibles e inclusivas. Donde artistas de prestigio como OgataKorin y Sakai Hoitsu
de las escuela R impa y Goin Nanakai importante expositor de la escuela Nanga,
pintaban por encargo de los mercaderes y nobles, diseños de paisajes y de motivos
literarios sobre la superficie de los kosode. No se contentaban con dominar una solo
técnica, como la pintura, sino que exploraban toda una variedad de medios y
posibilidades que se presentaban en la creación artística. Se trata de integrar el arte
en sí mismo y de abrirle un espacio a la funcionalidad.
A-POC
6The semantics arent important, But in japanese we have three words: yofuku which
means west e rn clot h i n g ; wafuku, which means j a p a n ese clothing; and fuku which
means cloat h i n g . lt can also mean good fo 1tune, a kind of happiness. People ask me
what I do. I dont say yofuku or wafuku . 1 say I make Happiness
ETNOGRAF[AS CONTEMPORÁNEAS 2 13
jOHANNA SALAZAR Y ANDRÉS STUCKY
El budismo llego a Jap6n más o menos por la misma época en 9-ue Europa estaba
siendo cristianizada, pero en lugar de desplazar y prohibir la practica de la antigua
ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS 215
jOHANNA SALAZAR Y ANDRl\s STUCKY
creencia, los templos budistas florecieron junto a los templos shintoist� , y los
kami (dioses) del Shinto eran considerados guardianes de los iluminados {Kall and
y Asquith, 1997). Así el budismo desde su llegada se introdujo profundamente
en el pensamiento japonés, el cual lo ..1Simil6 muy bien, creando procesos y
conceptos como el de simbiosis, que se utilizan actualmente para explicar y poner
en practica el pensamiento balístico inclusivo del budista. Dicho movimiento,
creado por el arquitecto Kisho Kurokawa, intent6 generar una tendencia que
plasmara en sus creaciones una simbiosis donde convivieran elementos e ideas
opuestas y diferentes entre sí. El arte de postguerra en Jap6n se impulsa por un
creciente interés por conseguir un punto intermedio, un equilibrio entre su iden
tidad tradicional y los nuevos influjos occidentales. Personajes como � Miyak.e,
se perfilan como artistas que utilizan su cultura japonesa como base para la
creaci6n de un arte inclusivo de proyecci6n internacional.
El budismo no ve la vida como absoluta: la vida y la muerte están relacionados,
hacen parte del mismo ciclo. La arquitectura y las ciudades siempre están en constan
te cambio, no debemos preocuparnos por lo material, sino por lo sustancial, son un
ejemplo evidente del concepto budista de impermanencia y de esta simbiosis entre la
tradici6n y la innovaci6n. Cada diseño trae dentro de sí el poder de la hiStoria y la
revoluci6n de la tecnología, rigiéndose bajo la idea de yug, lo no evidente.
El arte en J ap6n lleva la marca distintiva del 'Zen en este país, y esto puede ser
percibido especialmente en las «VÍas» y artes inspiradas por el pensamiento Budista
EnJap6n una gran cantidad de artes y oficios son llamadoscaminos (po). Lavíadel
té (sado), lavía de las flores (k:tdo), la de la espada (kendo), de la defensa personal (judo),
una vía de la poesía �k:tdo) y una de caligrafía (shodo). Esto no quiere decir �ue todas
las grandes artes esten directamente conectados con estados de iluminacion o que
provean acceso seguro a la experiencia religiosa, aunque se sabe de casos de artistas,
entre los que están Seshu y Basho (1644-94), que estuvieron bien avanzados por el
camino del Zen. Tampoco quiere decir que cualquier persona con avanzadas expe
riencias religiosas esté en capacidad o posea las habilidades necesarias para la creaci6n
artística, o que la experiencia desatoriseala única medida para la perfecci6 n artística.
Pero el 'Zen sí provey6 una atm6sfera adecuada para que las vías y las artes desarrolla
ran manifestaciones inspiradas en él (Dumoulin, 2002).
El efecto del espíritu del Zen sobre las artes exhibe una característica muy típica del
Zen japonés, es el retorno constante a la relaci6n que mantienen el hombre y la
naturaleza y la observaci6n de la práctica religiosa en la vida cotidiana. Los dibujos
de Seshu permiten una delicada pero poderosa imagen de la naturaleza. En su obra
maestra de las cuatro estaciones, la naturaleza es continuamente cambiante, como
una representaci6n artística del «devenir» (becoming) de la filosofía Zen, donde
realismo y simbolismo se presentan inevitablemente unidos (Dumoulin, 2002).
Otro arte donde es fácilmente observable el espíritu del Zen es la poesía. Cada una
hace énfasis en un aspecto específico de la interacci6n humana, en ocasiones sutil
pero compleja, y en los sentimientos que suscita. La poesía japonesa es más bien
la expresión de respuestas emocionales antes que una narración descriptiva de
una situación. El poeta busca encontrar el sentir de un momento, pero no se
desborda de descripciones o intenta armar un cuadro lógicamente estructurado
de la situación. Se vale de ciertos detalles muy tenues, pero poderosos simbóli
camente. Tal vez el mejor ejemplo es Basho, el más famoso de los poetas que
compusieron Haiku:
April's air stirs
in willow leaves ...
a buterfly
floats and balances
Nowthat eyes of hawks
in dusky night
are darkeneO. ..
chirping of the quails
The snowy: morning
that blaé:k crow
I hate so much ...
but he's beautiful
de mal gusto para evitar que la ca.5a muestre su verdadera edad, o añadiendo
todo tipo de objetos inseivibles para crear la impresión de novedad, aunque
solo produzca un efecto de disonancia. las posesiones deben verse viejas, no
demasiado elaboradas; no deben ser muy costosas pero su calidad debe ser
buena7 (K.enko: sección 8 1 , citado por Keene, 1997. Trad. propia).
Al respecto Kenko dijo: «Si todos los hombres nunca se desvanecieran como el rocío
de Adashino, que nunca desapareciera como el humo sobre 10ribeyana, sino per
maneciera para siempre en el mundo, cuánto perderían las cosas el poder de mover
nos. La cosa mas preciosa en la vida es la incertidumbre8» (Kenko: sección 46,
citado por Keene, 1997. Trad. propia) .
Paradójicamente, aún en el Japón, sobreviven construcciones de madera y estatuas
de piedra que tienen miles de años. Sin embargo, aquellos elementos que han de
alguna manera sobrevivido al paso de los años no fueron intencionalmente cons
truidos con ese objeto y aunque hayan sobrevivido por mucho tiempo no son
inmunes al paso del tiempo, se han envejecido y su calidad se ha desvanecido
insinuando así perecebilidad, o evocando un pasado.
En la sección 137 encontramos: «¿Debemos ver el cerezo solo cuando está en flor,
o la luna sólo cuando no hay nubes? desear luna al mirar la lluvia, bajar las persianas
y ser conciente del paso de la primavera esto es mucho más conmovedor. Ramas a
punto de florecer o jardines llenos de flores marchitas son más dignas de nuestra
admiración. En todas las cosas son el principio y el fin los que son interesantes.9»
(Kenko, sección 137, citado por Keene, 1997. Trad. propia) .
8 Ali man where neverto fade away like the dews of adashino never to vanish like the smoke
over toribeyama, but lingered on fo rever in this world, how thing would loase there power
to move us. The most precious thing in life is its uncertainty
9 Are we to look at cherry blossoms only in full bloom, the mean only when it is
cloudless? to long far the mean while looking at the rain, to lower the blinds and be aware
of the passing of the spring-these are even more deeply moving. Branches about to
blossom ar gardens stewn with faded flowers are worthier of our admiration. In al!
things, it is the beginnings and ends that are interesting
Los japoneses son concientes de los momentos climáticos y los aprecian, celebran
la luna llena y las flores cuando se encuentran completamente ·abiertas, pero por
más que aprecien los momentos climáticos, éstos se encuentran congelados en el
tiempo y no permiten la sugerencia. La estética japonesa valora el proceso me
diante el cual se llega al momento climático, de hecho más que el momento
mismo, la expansión y la contracción, las oscilaciones. La contemplación de los
principios y los finales permite la sugestión y el uso de la imaginación. El princi
pio promete un futuro y el final evoca el pasado. Este concepto de sugerencia se
encuentra Íntimamente ligado al de lo incompleto e irregular. Dejar un objeto
incompleto lo hace interesante, es dar cabida a la expectativa y crea la impresión de
que todavía queda campo para el crecimiento. La irregularidad es también una
característica de la cerámica japonesa, a la cual se dejan protuberancias e imperfec
ciones para evitar la simetría. «En todo, no importa que, la uniformidad es
indeseable. dejar algo incompleto lo hace interesante y crea la sensación de que hay
espacio para crecer1º» (K.enko) . Lo incompleto y la irregularidad van bien con la
simplicidad, la cual también sugiere más de lo que denota. La simplicidad permi
te el ejercicio de la imaginación y de la creación. Un ejemplo de simplicidad es la
arquitectura japonesa, donde reina la monocromía y la sombra. Los materiales
utilizados para construir una residencia japonesa son los materiales en bruto:
piedra, madera, papel y se conserva su color y textura natural. Ahora, unidas estas
ideas al desarrollo tecnológico, lo que se busca es mantener la naturaleza en las
innovaciones. Naturaleza es belleza y es esencia. La tecnología también hace parte
del ciclo vital, todo y todos nos encontramos en una relación simbiótica, no se
puede pensar el uno sin el otro. «La revolución tecnológica es responsable de la
colección, pero mi diseño no puede existir sin la persona oculta tras la prenda»
(Miyake citado por Newman, 2003: 70).
Solemos pensarnos a nosotros mismos como si estuviéramos separados del
mundo y de los instrumentos que utilizamos. Este modo de pensar se transfiere
al pensar sobre nuestro cuerpo, separándolo de nuestra mente. Nishida, para
muchos considerado el heredero intelectual del maestro Dogen más sobresalien
te, se interesa por el mundo occidental, y su preocupación por conciliar la filosofía
budista y la lógica aristotélica lo llevó a conformar una teoría que abriría las
puertas a la conformación del primer pensamiento filosófico japonés, en el sen
tido occidental de la palabra. La escuela de Kyoto más tarde desarrollaría el pensa
miento de Nishida. Para Nishida, el cuerpo es al mismo tiempo cosa y yo. Es el
instrumento paradigmático por el cual todos los demás instrumentos se con
vierten en extensiones del cuerpo. De esta manera, el cuerpo no puede relacionar
la mente y el mundo, a no ser de que él mismo pertenezca esencialmente a ambos.
makes it interesting and gives one the feeling that there is room for growth.
Existe una identidad entre yo y mundo en el cual el yo, que intuye a través de la
acción, nunca puede ser separado del mundo que actúa en toda intuición. «En
todo acto de conocimiento no está presente sólo una captación activa y reflexio
nada del mundo sino también una intuición pasiva en la cual uno es captado por
el mundo» (Heisig, 2002: 85) . Nishida busca una condición de auto despertar
en el que se trascienda las dicotomías. La intuición pasiva no debe abrumar la
acción mental con la promesa de un conocimiento objetivo y puro del mundo;
y la intelección activa no debe eclipsar la realidad del mundo objetivo resignán
dose a sus propias predisposiciones trascendentales. Más bien, debe formarse
una nueva relación en la que el yo y el mundo interactúen y se intuyan el uno al
otro. «Todo el mundo cree que existe en el universo un principio fijo e
invariable y que todas las cosas están en conformidad con eso. Este principio es
creativo y nosotros podemos volvemos ese principio y obrar de acuerdo con él,
pero no es algo que podamos ver como un objeto de la conciencia» {Nishida
citado por Heisig, 2002) . Esto es lo que Nishida llamó «pensar algo a través de
volverse ello, hacer algo a través de volverse ello» (Heisig, 2002) .
La idea de actuar en el mundo nos lleva inmediatamente a pensar en la expresión
artística y, la creación artística, como tal, puede verse como una extensión directa de
la noción de cuerpo que propone Nishida para la dialéctica de la intuición activa.
En la voluntad actual, sujeto y objeto están unidos y el yo se encuentra en
el contexto de la acción. Esto lo llamo el punto de vista de la voluntad
absoluta. De la misma manera, la actividad artística es un entrar en la
realidad verdadera que es el objeto de esta voluntad actual. Para entrar en
esa realidad, el cuerpo entero ha de concentrarse en una sola fuerza y
convertirse en una sola actividad. Lo verdaderamente actual no se
encuentra en algún punto determinado por condiciones de espacio y
tiempo. Más bien, es algo que proyecta la conciencia en general hacia
dentro, algo que introduce en el interior de la experiencia misma el progreso
infinito de un ideal. Unidades particulares o individuales son visibles
sólo sobre un avance sin fin de la unidad. El artista no debería pensar en
estas cosas mientras no tenga un pincel. Sólo frente a su lienzo, pincel en
mano, puede ese avance infinito abrirse hasta hacer claro cómo debe
pintar [ . . ] Cuando tanto el pasado como el futuro están apagados en el
.
EL PRINCIPIO Y EL FIN
tradicional sino también la occidental. Sus trajes reflejan una constante pregunta
por la naturaleza. La naturaleza como creación y como punto de partida para ser
creada. El arte de Miyake deviene en naturaleza y transfiguración del cuerpo.
Busca la armonía entre los opuestos para generar novedosas maneras de interpre
tar la relación entre el cuerpo, el traje y el mundo. Pensarse como mundo está en
la base de la filosofía budista. Miyake retoma esta idea por medio de la construc
ción de trajes interactivos, hechos con el fin de actuar en el mundo, de ser uno con
el mundo y participar de su movimiento.
La comodidad y practicidad son conceptos básicos para la elaboración de un traje
que permita movimiento, dice Miyake; sus trajes están hechos para y por el movi
miento. Así su trabajo, al comunicarse con todo lo que le rodea, se transforma
constantemente en la idea Zen de crear y ser naturaleza. Finalmente, observamos
una sociedad japonesa y una generación de artistas que, basados en la tradición
Zen, abrieron sus puertas a la tecnología y la modernización, estableciendo un
modelo simbiótico de convivencia con el resto del mundo, obteniendo como resul
tado un influyente movimiento que, actualmente, es la marca de una nación que
entró al sistema mundial de una forma muy particular y distintiva.
FUENTES
REf'ERENaAs BIBUOGRÁFICAS
BARTHES, ROLAND. 199 1 . El sistema de la moda, Gustavo-Gilí Barcelona.
DELEUZE, GILLES. 1988. El pliegue. Barcelona: Paidós.
DUMOULIN, HEINRICH. 2002. Zen: el camino de la iluminación en el Budismo.
Orígene! y significado. Bilbao: Desclée de Brouwer.
GARCIA CANCLINI, N ÉSTOR. 1989. Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir
de la modernidad. México: Grijalbo.
HEISIG, JAMES. 2002. Filósofos de la nada: un tmayo sobre la Escuela de Kioto. Barcelona:
Herder.
HOLBORN, MARK. 1997. Issey Miyake, Taschen, Germany
HUME, NANCY. 1995 . ]apanese Aesthetics and Culture. SUNY, Albany
KALLAND, ARNE Y PAMELA ASQUITH. 1 997. ]apanese images oj nature : cultural
perspectives. Richmond: Curzon.
KEENE, DONALD. 1 998. Essays in idleness: the tsurezuregusa ofKenko.
LEIBNIZ, GOTTFRIED WILHELM, BARON VON. 1983. Monadología. Barcelona:
Orbis.
MIYAKE ISSEY. 1 978 Issey Miyake East Meets Wést, Kazuko Koike, Heibonsha
MIYAKE ISSEY. 1983 Issey Miyake Bodyworks, Shogakukan, Tokyo
MIYAKE ISSEY. 1985 Issey Miyake and Miyake Design Studio, Obunsha, Tokio
MUNROE, ALEXANDRA. 1 994 . ]apanese art after 1945: scream against the sky. New
York: Harry N. Abrans.
PEDRAZA GOMEZ, Z. 1 999, La Hiperestesia, Principio del Cuerpo Moderno y Funda·
mento de la Diferenciación Social en GARAY, G y VIVEROS, M,, Cuerpo, diferencias y
desigualdades, Fac. de ciencias humanas U.N., Bogotá
RICO BOVIO, A., 1984, Cuerpo y Cultura; una teoría de la corporeidad en Revista
A nálisis, vol XX, No. 41-42, enero-die, 1 984, p. 41-5 1 .
TANIZAKI,JUNICHlRO. 1997. El elogio de la sombra. Madrid: Siruda.
ÍNDICE DE IMÁGENES
Foto No. 1 . lssey Miyake Permanente. Issey Miyake, otoño I invierno 1996 Oouve 1992,53) .
Foto No.2. liquid Onix. Issey Miyake, primavera / verano 1982 Oouve 1 997,35)
Foto No.3 . lacquer Plcats. Issey Miyake, primavera I verano 1 990 Oouve 1 997, 59)
Foto No.4. Wire Body. lssey Miyake, otoño/inviemo1983 (Miyake 1998,42)
Foto No.5 Flying Saucer. Issey miyake, primavera/ verano 1994 (Holborn 1 995, 13)
Foto No.6. A -poc. Issey Miyake, otoño/invierno 1 999 (Miyake 2001 ,59)
Foto No.7 Flying saun'Y dress. Issey Miyake, primavera / verano, 1 994 Oouve 1 997,49)
INm.ODUCCIÓN
&te artículo explora la semántica, el ejercicio y la estructura del liderazgo que coliga a
las comunidades indígenas del Pueblo Zenú bajo la figura de Resguardo. En princi
pio, el liderazgo indígena será entendido como un fenómeno intrínseco a las luchas
por la etnicidad dentro del movimiento social, pero no por ello, como únicamente
comprensible a panir de la relación de los líderes y el conjunto de seguidores. En ese
sentido, se indaga el amplio contexto de la vida social desde el trabajo etnográfico; con
esta idea, mi formulación metodológica toma elementos de la teoría de Max Weber
sobre el lideraz.go político, descriptibles y útiles para la comprensión de este fenóme
no en la realidad contemporánea de un Pueblo indígena.
1 En primer lugar, agradezco a la profesora M yriam J imeno el apoyo brindado para lograr
la publicación de las ideas contenidas en este artículo, y por contribuir oportunamente en
el proceso de investigación y de trabajo etnogr..ífico. Este texto forma parte de una investigación
más amplia que concluyó con la presentación de mi trabajo de Grado intitulado Liderazgo
Indfgena. Institución política y tradición de lucha en el Pueblo Zenú, Departamento de
Antropología, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia (2003};
trabajo dirigido por el profesor Carlos Vladimir Zambrano, a quien debo importantes
aclaraciones '/ también ideas sugerentes. Por último, debo agradecer la colaboración que el
Pueblo Zenu me prestó, y el afecto y la confianza de l íderes, comunidades y familias, que
aún no sé como retribuir.
2 Antropólogo. Departamento de Antropología. Universidad Nacional de Colombia.
Miembro del Grupo de Investigación Relaciones interétnicas y minorías culturales (étnicas
y religiosas) desde la perspectiva de la Ciencia Política y el Derecho, COL 00 1 5624.
Correo electrónico: [email protected]
DANIEL VELANDIA DfAZ
LA TRADICIÓN
En primer lugar, la relación que los zenúes tienen con el pasado está fuertemente
vinculada a la figura del líder tradicional y junto con ésta, a la lucha por la tierra que
tuvo comienzo en la década de 1970 con el apoyo de la Asociación Nacional de
Usuarios Campesinos -ANUC-. La referl!ncia a los líderes es una constante en la
expresión delamemoriacolectivaque fomentalaidentidadcomunitariaparalalucha
y la organización, y por ello, la noción de liderazgo tiene acepciones particulares en el
contexto zenú: si bien, la persona que tiene cualidades excepcionales en el espacio
sociopolítico, quien va a la cabeza, es denominado líder, y el liderazgo es la calidad y
226 ETNOGRAFIAs CONTEMPORÁNEAS
INSTITUQÓN INOfGENA CoNTEMPORÁNEA
Lo que representa el líder, es además, muy diferente de lo que representa una autori
dad tradicional, ésta en términos generales puede entenderse como la que reproduce
y guarda el cumplimiento a las normas sociales, que siempre han sido así, en sociedades
denominadas tradicionales; en donde la legitimidad reside en la devoción religiosa, en
la sabiduría, en la eficacia de las artes curativas, o bien, en el adecuado mandato o la
justa distribución de dones. Las sociedades de la tradición, garantizan el espacio a las
autoridades, por la necesidad de escapar al desorden, para mantener una armonía
relativa que proteja la reproducción de la sociedad (dastres, 1981).
El líder tradicional es aquel personaje que participó y dirigió la beligerante lucha
concreta por la tierra. Quien está (y ha estado) al frente de esa indisoluble comuni
dad que lo apoya; en el seno de la relación que tiene con cada familia, con cada
persona, y en la cual se reproducen modelos para lograr el objetivo. Los primeros
momentos de las recuperaciones se basaron en la movilización irrefrenable de las
comunidades hacia las haciendas de «los ricos» de la región. El apoyo que los líderes
recibían de la comunidad propició ingresar a las fincas de los terratenientes ricos y
penetrar en el interior de los predios para tomar posesión; el enfrentamiento con
capataces fue siempre el principio de una lucha frontal con los dueños. Quienes
solicitando el apoyo de la fuerza pública arremetían luego contra los invasores. No
obstante, la competencia siempre fue desigual, veamos los dos episodios que guia
ron las recuperaciones de tierras.
En un primer momento, la comunidad arremete3 con los hombres en contra de
quienes custodian las haciendas, el ganado y demás pertenencias; los líderes abren
campo para levantar un asentamiento y edifican rápidamente un poblado, se desa
rrollan labores en las cocinas, los niños están repartidos en los potreros jugando y, de
cuando en cuando, van a donde sus madres a comer; éste ha sido el tiempo necesa-
3 En la descripción de las recuferaciones de tierra, el uso del tiempo presente obedece a dos
razones. Primero, las caractensticas de la recuperación se presentaron recurrentemente en
varias cx:asiones y no sólo una vez, en e �é sentido me refiero no a hechos que sucedieron,
sino a dispositivos sociales más allá del pasado. Y segundo, la memoria de quienes estuvieron
al frente de las comunidades, va al pasado p ara volver al presente, y en ese sentido las luchas
por la tierra sostienen mecanismos actuales de lucha que operan en diversos ámbitos y no
sólo en la lucha por la tierra.
rio para que se dé aviso del revés a los p oseedores afectados. Se consolida una
comunidad en una porci6n de la hacienda, al tiempo que los dueños buscan c6mo
desbaratarla solicitando la presencia policial o militar para ccsacar a la gente».
En un segundo momento, cesa la importancia de los dirigentes de la recuperaci6n;
se avistan casas, cocinas y fogones custodiados por mujeres y niños indefensos,
frente a los cuales las autoridades acuarteladas no tienen armas que descargar. los
uniformados están preparados para escarmentar cabecillas y expulsar riadas, no
para agredir a quienes representan lo más íntimo de familias parecidas a la propia.
Surgen de allí auténticas líderes, que se enfrentan con sus hijos a la fuerza del
bolillo, interpelan a las autoridades con la imagen de su existencia. La escena con
mueve a policías y militares quienes interpretan familias acéfalas y pobres en ran
chos desprovistos: derribar semejante esfuerzo sería insoportable. Cede la tropa que
no pudo enfrentarse a un cuerpo de familias sin hombres.
Estos dos momentos son la clave para el triunfo de la movilizaci6n y el asentamien
to. El poder del líder radica en el grado de claridad e iniciativa sobre la causa que se
defiende y en la capacidad de hacerse, de conseguir el respeto de la comunidad, de
divulgar en la misma los conocimientos adquiridos en las diferentes capacitaciones
que ha recibido en materia organizativa. La distinción dentro de la estructura social
se da en términos de direcci6n y no de jerarquía. Los líderes surgen de la capacidad
y de la aceptaci6n, las líderes de la invulnerabilidad, de la indefensi6n. Se teje una
disposici6n orgánica entre fuerza y debilidad, entre violencia y contenci6n. Esta
fue la tendencia que hizo triunfantes las recuperaciones de tierra.
Es esta estrategia de lucha, la beligerancia y la coordinaci6n de las comunidades
para hacerla efectiva, la que se reconoce como ¡tradicional! Más que la referencia a la
tradición, como lo consuetudinario y permanente, se invierte el sentido para enfa
tizar lo opuesto: el levantamiento y el cambio. Son tradicionales, por ser forjadores,
por e.tar allí , en el inicio de lo que hoy significa el Resguardo; y son líderes, por ser
combativos(as) y trans:tOrmar. De allí, las cruentas contradicciones para la compren
sión misma de lo indígena: cuán sencillo es comprender líderes por el respeto
desinteresado que las comunidades les deben y trJdicionales por la sabiduría que en
su seno detentan, y cuán complicado volver a los hechos y las evidencias de las
luchas, donde justamente se gesta y se ejerce la etnicidad zenú.
Más aún. la noci6n de lo tradicional, que precisamente se confunde con lo quesiempre
ha sido así, agrupa las formas de dominio políticas, económicas y culturales que
eiercen los políticos, los ricos y los terratenientes de la regi6n. Lo tradicional fue lo que
debió permutarse, y fue precisamente éste, el signo de una voluntad emancipatoria.
La tradición ha sido la permanente sujeción alas formas culturales y de producci6n de
los pode.rosos. Tradicionalmente se ha cultivado la inferiorizaci6n del indio, la explo
tación de los trabajadores, etcétera. Y con ello se ha hecho tradición. Tan es así, <Jue los
caciques tradicionales son precisamente los opresores tradicionales, y las practicas
caciquiles se refieren ala negociaci6n de las vidas de los pobres, ya por la más silenciosa
ETNOGRAÁAS CONTEMPORÁNEAS 23 1
DANIEL VELANDIA DfAZ
HECHAS
Flechas es uno de los lugares donde se dio inicio a la lucha por la recuperación de la
tierra, el territorio y la identidad. Allí se vivió intensamente la emergencia del
movimiento por la recuperación del territorio consignado en el título colonial, y
desde entonces ha sido importante el proceso de reafirmación cultural y política,
simultáneo a las recuperaciones de tierra; resultante de ello, el liderazgo y lo tradi
cional son reflejo de la lucha por la tierra y la etnicidad. El largo proceso de luchas
ha dado resultados importantes para las comunidades, tal es el caso del colegio
tecnológico y del poro y el acueducto que interrumpe el servicio [sólo] un día a la
semana (en otras comunidades el servicio se interrumpe continuamente). Poblados
fundamentalmente rurales, se caracterizan por las amplias casas de cocinas grandes
y animales en los solares, dispuestas en los alrededores de una plaza central abierta,
que no obstante, soportan las limitaciones de cultivar lo justo para el consumo
familiar y para llevar al mercado de Tuchín.
Flechas tiene comunicación por carretera con Sincelejo y hacia allí se dirige una
parte de la producción local, la gran mayoría de las familias trabaja en recuperacio
nes (fincas recuperadas) colectivamente, donde los hombres de las familias se distri
buyen el trabajo en jornadas intercaladas para completar el cuidado semanal de la
finca comunitaria. La vida cotidiana se da en el seno de una colectividad unida por
la familiaridad y la correspondencia; por la Íntima relación con los lugares cercanos
y propios. Asimismo, las colinas alternan con planicies y los recorridos son diversos
pero del todo conocidos. Los caminos son conectores de familias y se reconocen las
casas de personajes importantes y líderes tradicionales. Los forjadores de la lucha
son vecinos y sabiendo todo lo que se ha conseguido desde entonces, parece que se
alejan cada vez más de los centros actuales de la torna de decisión. Por una parte,
porque efectivamente han mejorado en alguna medida las condiciones adversas
que antes vivían y, por otra, porque con suspicacia observan las maquinarias
politiqueras que cooptan las posibilidades de autonomía.
Así, Flechas representa el sentir de muchas comunidades rurales y trabajadoras que
fomentaron la lucha beligerante y han tenido que asumir nuevos retos, luego de
lograr en buena medida algunas de las demandas; por ejemplo, cuando se busca
capitalizar la inme.iorable educación del colegio con una intensa concientización de
estudiantes y familias, para que los jóvenes que logren profesionalizarse regresen al
resguardo a trabajar por la gente propia; o cuando la organización y la administra
ción de las familias en torno a responsabilidades y beneficios para el trabajo en la
recuperación, implica toda una labor política que fomenta trabajar en pro de la
unidad de la colectividad por encima de los beneficios específicos de la producción.
Las relaciones sociales se reproducen por la correspondencia entre las familias zenúes
que se unen localmente sin un fin específico; o mejor, por cualquier fin necesario,
que desde la solidaridad económica, pasando por la afinidad política y llegando a la
producción cultural colectiva, verbigracia el fandango, arman una unidad socioló-
232 ETNOGRAFJAS CONTI'.MPORÁNEAS
INSTITUCIÓN lNDfGENA CoNTEMPORÁNEA
gica que permite sobrevivir en medio de las desiguales relaciones que presentan
lugares centrales como Tuchín y San Andrés.
ASF.SORÍA
La emergencia del movimiento social indígena estuvo ligada a la capacitaci6n que
recibieron los potenciales líderes de la lucha zenú; hoy día, y quizá por una perma
nente gratitud y necesidad, es importante para los líderes capitalizar a favor del
propio Pueblo Zenú las capacidades de profesionales que estén prestos a apoyar,
mediante la aplicaci6n y divulgaci6n de conocimientos, la causa zenú, la defensa de
los derechos, etcétera.
La lucha no es sola, la luchase hace en la unidad, todo lo que ganamos fue por
los estudiantes, los obreros y los científicos que estudiaron la ley de los indios
{Entrevista 3).
La asesoría tiene efecto cuando se capacita personas para llevar a cabo una labor
política en las comunidades; cuando se enseñan los mecanismos por los cuales
acceder a los derechos constitucionales, o se develan los significados de las leyes; y,
cuando para laelaboraci6n, desarrollo, ejecuci6n, etcétera, de proyectos es relevante
tener dentro del grupo de trabajo profesionales vinculados en una relación de
apoyo. En todos estos casos la condición central es la presencia y la intencionalidad
política de los líderes, quienes van armando y adicionando insumos de los que se
carece, para fortalecer las posibilidades de llevar a efecto un prop6sito.
Asesorar implica tener un conocimiento profundo de lo que se desea hacer y un
desconocimiento relativo de las relaciones internas e ideol6gicas que envuelven el
quehacer político. La colaboraci6n externa permite que la vinculación con los derro
teros de líderes concretos aparezca (tendencialmente) como la vinculaci6n con el
Pueblo Zenú o con el Resguardo. Las complicaciones que esta función ha presen
tado en casos concretos, han favorecido la generalizada propuesta de profesionalizar
a j6venes zenúes para que suplan las labores de personas externas al Resguardo, y
con ello tener una colaboraci6n identificada de lleno con la causa indígena. De
cualquier modo, la función de aconsejar también se vincula al conocimiento pleno
de un campo específico, es el producto de la experiencia y la familiaridad con el
proceso de emergencia étnica y política, y por ello implica una trayectoria que
satisfaga las pretensiones de los líderes. Se pone en juego la capacidad plena del
poder, del poder del saber, de la racionalidad aplicada a una meta concreta y
acopiada por un líder avezado que transmite a los asesores las cualidades para
transformar la externalidad en liderazgo.
COOPERACIÓN
La cooperación implica la vinculación íntegra de los favorecedores del Resguardo,
esto es, el conocimiento de los intríngulis de las relaciones internas del Pueblo
Zenú. La consolidación de las alianzas inter SGG son ejemplo de ello, los dirigentes
ETNOGRAFIAs CoNTEMPORÁNEAS 235
DANIEL VELANDIA D!Az
SOLIDARIDAD
El reconocimiento de falencias de todo orden dentro del Pueblo Zenú, junto con
los conocimientos adquiridos fuera del Resguardo por universitarios, instituciones
privadas o religiosas, en diferentes áreas del saber, desencadenan un escenario de
solidaridad que se apoya en la búsqueda de soluciones a necesidades puntuales y
tiende a separarse de las disposiciones reguladas por la institucionalidad zenú. Se
ejerce, desde este escenario, una política en negativo que pretende aislarse de la
estructura de facciones. Esta es considerada por muchas personas, la vía privilegia
da para mejorar las condiciones de vicia. Cuando forma parte de la lucha étnica,
consolida líderes indígenas universitarios que favorecen a la comunidad desde la
intencionaliclad individual, programas y proyectos en un campo específico, verbi
gracia salud oral, que pueden desarrollarse desde una iniciativa no corporacla e
incluso ignorada por el Cabildo Mayor o los SGG. La solidaridad abre otras dimen
siones al ejercicio político, argumenta los olvidos y carencias del gobierno central y
los dirigentes, y apuesta a solucionar problemas evidentes.
INTERNO
Liderazgos de autoridad, corporativo y sistémico, arman las designaciones para el
ejercicio del poder de los líderes en el campo especifico de las relaciones sociales
internas de los zenúes; el común denominador de estos tres lugares es la coopera
ción. El «liderazgo de autoridad» establece la dimensión predominantemente po
decir
lítica en las relaciones sociales, se puede que hace referencia al líder cooperan
do en la comunidad: el sujeto con autoridad y con poder. Aquí el líder esta comple
tamente respaldado y se debe a la comunidad que lo vio formarse como luchador.
El compromiso con la comunidad, con las familias, en el propósito de superar
adversidades y desigualdades es permanente; líderes tradicionales forman parte de
esta categoríapero igualmente, líderes jóvenes en el seno de la formación tradicional
representan la cooperación comunitaria Este liderazgo es interno porque se fomen
ta en las relaciones comunitarias y encara las circunstancias inmediatas desencade
nando una relación unívoca con el «bien común»; ejemplo de ello, es el papel de
líderes tradicionales que convocaban los trabajos colectivos. Pero además, se presen
ta en el incipiente Resguardo, no hago referencia exclusiva al desarrollo histórico,
sino mejor bien, a la distancia de las relaciones con la lucha emblemática por él; en
este sentido el liderazgo de autoridad se precia por rayar con la indiferencia sobre lo
étnico, por darse en el terreno de la identificación comunitaria sin más; es decir , por
INTERMEDIO
Los liderazgos formativo, constitucional y burocrático, establecen las relaciones
directas con el Estado, desde la exigencia social hasta la reproducción institucional
nacional en los zenúes: aquí se arraiga el centro del liderazgo como cúspide de la
mediación. El «liderazgo formativo» es más o menos externo al Pueblo Zenú, aquí
anacrónicamente se representan los imprescindibles apones de académicos, estu
diantes y obreros que encabezaron la cafacitación de las comunidades emergentes
y hoy constitutivas del Resguardo. El «hder asesorando la l�cha», es la voz contes
tataria desde y hacia el Estado , es el que promueve el movimiento social y el
movimiento. No es inocuo que la lucha por la tierra gire a la lucha por el territorio
y que la incidencia de las concienti?.aciones fuese definitiva. La asesoría cumple una
función de relativa duración pero el ejercicio de los líderes es, cuando menos,
representado y memori7.ado, es referente para nuevos líderes al apoyo de la causa
zenú. Es el primer paso para la consolidación del devenir de la colectividad junto
con el Estado, porque lo que brota como muestra de resistencia y confrontación, es
en definitiva, la búsqueda de un lugar concreto de las relaciones políticas frente a él.
El «liderazgo constitucional» representa la resistencia suma a la institucionalidad
extra-constitucional, es la puesta en escena de lo específicamente formalizado en las
relaciones Estado - Resguardo, es el lugar de las autoridades tradicionales, que han
sido vinculadas a las figuras de Capitán y Cacique. El gobierno es la consumación
del líder asesorando la comunidad, es allí desde donde se puede llevar a efecto
cabalmente la toma de decisiones y esta autorizado el ejercicio del poder bajo el peso
de la institucionalidad; aquí no es necesario ejercer influencia sobre la sociedad, se
dispone del poder de decisión para establecer. En la estructura de cabildos, se
ponen en juego las mediaciones internas, entre la comunidad y la autoridad cons
titucional, el líder asume la contención de la oferta y la demanda de elementos de
varias clases. El liderazgo constitucional encuentra expresión modelo en San An
drés, donde las cabezas de la estructura de cabildos, Cabildo Mayor y Cabildo
Mayor Municipal, ejercen el control político. Como argumentó un líder sistémico:
Si ponen a esa persona como cacique es por algo, porque tiene carácter
fuerte y sabe esperar y dar veredicto {Entrevista 2).
ETNOGRAFÍAS CoNTEMPORÁNEAS 24 1
DANIEL VELAND!A D!Az
EXTERIOR
El liderazgo exterior representa un escenario desequilibrante a la intemalidad de los
zen úes, pero es completamente pertinente en la construcción completa de la Insti
tución, es el panorama desde el cual se recogen los insumos claves para el ejercicio
del liderazgo interno e intermedio y es un referente que acompaña y diagnostica el
estado de las cosas en Pueblo Zenú. El «liderazgo no institucional» es incipiente, es
el ámbito de relaciones sociales que se dan paralelamente a las instituciones de los
zenúes reconocidas por el Estado. Es exterior porque desarrolla formas espontáneas
que suplen las funciones sociales no correspondientes stricto sensu a las institucio
nes del Estado y a las facciones. El «líder en solidaridad con la lucha por el Resguar
do», se presenta como el sujeto que fomenta desde escenarios concretos , la solución
de falencias de la comunidad, omitiendo el conducto regular de las autoridades de
gobierno y de las autoridades de SGG.
El esfuerw de los zenúes para formar parte de instancias externas al Cabildo Mayor,
para consolidar e integrar lo nacional-indígena y para ejercer con autonomía el
gobierno propio, refleja la búsqueda para construir desde lo formal, el espacio
operativo de las cosas limitadas por la institucionalidad y extra-constitucionalidad
del Resguardo. Es símil a la intenci6n por el control del espacio burocrático, pero
desde aquí se tiene la fortaleza para gobernar bajo las implicaciones de la democracia
y la estructura de partidos nacionales. Es la estrategia más avez.ada que encabezan
los líderes cuando la solidaridad para con el resguardo, fruto de la cooperaci6n y las
más de las vec.es, de atravesar / conocer todas las dimensiones anteriores, conduce a
la necesidad de legislarpa,ra el Resguardo. Es un liderazgo externo y formal, está al
servicio del Resguardo pero no lo constituye, y es constitucional sin ser diseñado
exclusivamente para los pueblos indígenas (Consejo y Senado) .
produce relaciones regladas por líderes que ejercen sendos m6viles de lucha. En
la comunidad el liderazgo es extra-político porque actúa en todos los dominios de
la vida social y no específicamente en uno, o en alguno pero no en el político. Es
exterior al Pueblo Zenú porque no se funda en la cohesi6n que genera el prop6-
sito de tal colectividad y es operativo porque ha devenido luchas, verbigracia por
la cultura. El ejemplo más claro, es la comercializaci6n de productos artesanales,
reivindicaci6n de la producci6n y riqueza cultural y a la vez funcional a las
condiciones econ6micas deprimidas. El liderazgo extra-político se afinca en soli
daridades comunitarias y familiares que obvian la dimensi6n política que ap�
jan, pero la efectividad que tiene en la escena nacional es notable. En concreto, la
cultura es el bien que mejor revierte al Estado las concesiones a los indígenas: la
artesanía 7..enú, homologada a cultura, se convierte en la representaci6n de todo
un Pueblo, se utiliza para poner en escena lo étnico, los accesorios del mundo. Pero
para no ir más lejos, el grandioso símbolo del Pueblo Zenú y del Resguardo: el
sombrero vueltiao, compendia además de la identidad indígena, la identidad
costeña, la identidad folcl6rica de las apreciadas tradiciones dancísticas del caribe
como la cumbia o el vallenato, la identidad de la gente alegre, abierta y salaz, la
identidad de la Colombia digna de mostrar internacionalmente aut6ctona. El
poder nacional de este sombrero, nacido de manos 2;enÚes, es algo que queda por
escudriñar, pero fue lo que se llevaron puesto como trofeo y souvenir, el Papa en
su visita, y Bill Clinton cuando pis6 Cartagena.
C0Ncws16N
Las instituciones del Pueblo Zenú son, más allá de figuras formales como el
Resguardo y el Cabildo, la sedimentación del espacio de choque donde confluyen
intenciones emancipadoras de comunidades indígenas y ajustes en la conforma
ción de la nacionalidad y el Estado colombianos. El liderazgo indígena se define
por la intencionalidad política de cobijar escenarios constitucionales y extra-consti
tucionales -partidos locales y SGG- sin distinción, y por buscar resolver las relacio
nes entre los Pueblos indígenas y el Estado. El Pueblo Zenú ha sido el marco para
establecer cómo, desde la peculiaridad de su lucha, las relaciones que sostiene con el
Estado colombiano adquieren un matiz nacional; y por esa vía quedan abiertas las
reflexiones en tomo al papel de esta novedosa institución que se produce por la
trayectoria de las luchas indígenas y la institucionalización de la política espontá
nea: el liderazgo indígena.
ENfREvisTAs A LíDERFS
l . Entrevista con Euclides Terán, La Esmeralda, 1 80402. En cassette 004. Elaborada por
el autor.
2. Entrevista con Álvaro Ortiz, Tuchín, 250402b. En cassette 009. Elaborada por el autor.
3 . Entrevista con Zoila Riondo, Casa Indígena, 260402b. En cassette 0 1 1 . Elaborada por
el autor.
4. Entrevista con Eliécer Moreno, San Andrés de Sotavento, 260402c. En cassette 012.
Elaborada por el autor.
REFEluNCIAS BIBilOGRÁFICAS