Historia Del Uruguay Tomo Ii PDF
Historia Del Uruguay Tomo Ii PDF
Historia Del Uruguay Tomo Ii PDF
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HISTORIA DEL URUGUAY
EDUARDO ACEVEDO
TOMO II
:\IONTEVIDEO
I.MrinoNTA Nacional
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11059B6
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í\^
Después de terminado el ¡primer tomo de esta obra, que
abarca desde las invasiones inglesas hasta la Cruzada de los
Treinta y Tres orientales, me persuadí de que era imposible
concentrar en un segundo volumen todo el amplio período
subsiguiente de la historia nacional hasta nuestros días. Ha-
bría tenido que limitarme a formular afirmaciones, suscepti-
bles de ser conlradichas por otras afirmaciones, sobre todo
durante el largo y doloroso proceso de que emanan los dos
partidos que todavía se disputan el predominio en nues-
tro escenario político. Faltan obras de fondo a que referirse
para las comprobaciones históricas, sin que esto importe des-
conocer el mérito de las publicaciones de don Isidoro De-
María y del doctor José Salgado, relativas a algunos de los
períodos de mi estudio. Esa circunstancia me impulsó a susti-
tuir el título de '^Manual" por el de ''Historia del Uruguay",
con el doble propósito de utilizar el abundante material que
había amontonado y de establecer hechos que estén arriba de
la controversia mientras no aparezcan otros documentos de
prueba distintos de los que yo he estudiado con la más abso-
luta imparcialidad. La importancia de los materiales utili-
zados permitirá, a la vez, demostrar, lo que ya resulta del
primer tomo, que la evolución del pueblo uruguayo, mal grado
las guerras fratricidas que llenan de sangre y de lodo al-
gunas de sus etapas, es la más notable de toda la América
del Sur, por sus grandes orientaciones y enseñanzas. Y como
Uunbién lo he dicho antes de ahora y conviene repetirlo,
hay que difundir el conocimiento de esa evolución en las»
escuelas de un país tan cosmopolita como el nuestro y tan-
trabajado por hondas divisiones, como medio de propender
a la formación del sentimiento nacional, a base de glorias'
absolulamenle indiscutibles, o, lo que es lo mismo, de una'
herencia común que nadie se atreva a repudiar, sean cuales
fueren las actuales y futuras divergencias de criterio entre
colorados y blancos, liberales y católicos, individualistas y so-
cialistas, ciudadanos y extranjeros definitivamente vinculados
al territorio por su Jiogar y por su iudustria.
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University of Toronto
http://www.archive.org/details/manualdehistoria02acev
I
Oobieriios de Lavalleja y
Roudeau
Evolución política .
organizaeióu nacional
legislatnras y s»bernautes del período de
de 1825.
El Gobierno Provisorio
después
A mediados de Jubu, dos meses <lf "7;°^.;';.
Tres orientales, ya quedaba instalada en la í
Ins Treinta Y
c.ndadanos,
Gobierno compuesta de s.ete
r da uña jinta de
Manuel Calleros.
bnio la presidencia de don ^ ^ ,
„^
' instalación dictaba esa J-ta de Go-
El mismo día de sn a La^Ueja
Confería, por uno de ellos,
bierno dos decretos. en Jete eA
Comandante
eTargo de Brigadier General y expe-
autorizándolo a la ve. para
Fiército de la P°-ovincia,
extraordinarios que pudie-
le n los asos y cireunstancias
toda la extensión y P -' ^l^.
ran presentarse, con f ^^
mancUse el mejor .suceso". Por el otro, nombraba a Rueía
Insüector General del Ejército.
la elección
Y horas después convocaba a los pueblos para
de asumir la rep resen-
de una Sala d^ Diputados, encargada
las siguientes instrucciones
ti6n de la Provincia,, y dictaba
comicios:
para la celebración de los ainutado
de Representantes se compondrá '^^^ ;"^ '^^
La Sala La f'
elección se
que existe en la Provincia.
ñor cada pueblo
podran votar
praet'caíá en forma indirecta.
En cada pueblo
excepción de los esclavos y meno e.
t'cSos sus vecinos, con
serán presididas poi la auto
de veinte años. Las elecciones vecino
el cura párroco. Cada
rid-KUudicial de la localidad y
^oll/dfviva voz por tres electores,
^^/^-^^^^^
patriotismo. Los ti es ean
danos propietarios y de reconocido --iran eu
SL'qiie obtengan mayor número de votos se
que
nombramiento de un diputado
seguida para efectuar el
americano o
remia las circunstancias.de ser <^'^;^^^^
en cualquiera ¿e lo
distntos
dadanía, propietario, residente
de la Provincia y conocido
amigo de su i^dependenua^^
Representantes, surgida de esa elección, de
La Sala de
:
prevaleció, que erau las leves patrias las únicas que debían
aplicarse.
En
cuanto al grado de libertad de los ciudadanos, regis-
tra la prensa de la época una crítica acerba contra el Co-
mandante Militar don Manuel Oribe, por su intervención
en JOS comicios, que dio oportunidad para recordarle su
actitud como subordinado de Lavalleja en el derrumbe de
la segunda Legislatura.
Ya instalada la Constituyente, liubo ciue practicar comi-
cios parciales, en los que triunfó la candidatura de don
Santiago Vázquez. La Asamblea rechazó al electo, invocan-
do su larga residencia en Buenos Aires. Convocado de
nuevo el Colegio Elector, su Presidente, el doctor Reduello,
previno que ''tenía orden expresa del Gobierno para no
reelegir al señor Vázquez", a pesar de lo cual el Colegio
insistió en su elección. El Gobierno ordenó entonces una
tercera y definitiva elección, que le fué más adversa toda-
vía, pues don Santiago Vázquez obtuvo los sufragios de los
electores de dos departamentos, Montevideo y Maldonado,
optandb por la representación del segundo en razón de ser
mayor el número de los que habían sufragado por él, aun-
que anticipando "que sus conceptos en el desempeño -de
las altas funciones a que estaba llamado, abrazarían igual-
mente al territorio todo de la Nación."
Gracias, pues, a la insistencia de los electores, quedó incor-
porado a la Asamblea el notable estadista que habría de figu-
rar entre los primeros autores de la Constitución de la
República.
Otro detalle interesante de la misma histórica Asamblea
surgida de la Convención de 1828 Larrañaga, electo dipu-
:
En
la Florida tuvo su asiento la Legislatura que declaró
la independencia.
Desde ese punto empezó un movimiento de avance hacia la
Capital, convirtiéndose sucesivamente en sede de las auto-
ridades San José, Guadalupe y la Aguada.
Finalmente, el 24 de abril de 1829 quedó desocupada la
plaza de Montevideo por las tropas brasileñas. Antes de fi-
nalizar el mismo mes ya la Asamblea Constituyente dictaba
leyes desde la histórica casa del Cabildo. Y horas después
de iniciadas sus tareas, el 1." de mayo, entraba también a
la plaza el Go];)ernador Rondeau, con sus Ministros den
Juan Francisco Giró y el general Eugenio Garzón.
La Constitución de 1830.
Legislativo, Ejecutivo
ranía en los tres altos poderes:
y Judicial.
en su discurso el constituyente
El primero, decía
segundo la acción, el ter-
Ellauri, tiene la voluntad, el
cero la aplicación.
Legislativo es ejercido por la Asamblea ^^e-
IV El Poder
la de Senadores y
neral, compuesta de dos Cámaras,
Le corresponde dictar leyes, crear m-
la de Diputados.
lian de desempeñar"
puestüs, elegir los ciudadanos que
el Poder Ejecutivo y la
Alta Corte de Justicia.
una sola persona,
V El Poder Ejecutivo es ejercido por
de la República.
baio la denominación de Presidente
jefe superior del Ejército, nombra
El Presidente es el
a rodearse
empleados y ejecuta las leyes. Está obligado
de las secretarias de
de Ministros para el despacho
Estado. ,
j
Alta Corte de -Jus-
VI El Poder Judicial se ejerce por una
Juzgados de primera
ticia, Tribunales de Apelaciones y
instancia. ,
queda a
VII El gobierno interno de los departamentos
por Poder E.je-
caro-o de Jefes Políticos, nombrados
el
- Administrativas, ele-
eutFvo, y de Juntas Económico
gidas por el pueblo.
en üagraiite
Vin. Ningiin ciudadano puede ser preso smo
delito o habiendo semiplena prueba
de él, y por orden
deberá tomar declaración
de Juez competente. El Juez
al arrestado dentro de las
veinticuatro horas y empe-
examinando a los testigos dentro de
zará el sumario
las cuarenta y ocho horas.
del Estado.
IX. Nadie nacerá ya esclavo en el territorio
24 HISTORIA DEL URUGUAY
Sobre denominaciones.
La idea federal.
Jura de la Constitución.
Sublevación de la soldadesca.
—
Era la señal de alarma llamando de nuevo a sus campos
respectivos a los parciales de ambos caudillos dada en —
momentos de intensa agitación parlamentaria con motivo
44 HISTORIA DEL TJBTJGUAY
Un balance de responsabilidades.
En
la víspera, pues, de la jura de la Constitución, eaando
ia República Oriental iba a recibir su organización perma-
nente, aparecía ya cada uno de los dos grandes caudillos
de la Independencia con un motín militar a cuestas, que
sombreaba su gloriosa foja de servicios.
El Gobernador Lavalleja no había querido en 1827 so-
portar freno de los representantes del pueblo, y sobre
el
la base de las fuerzas que estaban bajo sus órdenes había
asumido la dictadura, para dominar él solo sin el contralor
de la Asamblea.
Rivera se había amotinado contra Lavalleja y contra la
Legislatura en 1826 y cuatro años después había lanzado
de nuevo contra el Gobierno y contra la Asamblea Consti-
tuyente el ejército de línea, llamado a sostener esas mis-
mas autoridades, obteniendo con su nuevo motín un pacto
que aseguraba el absoluto predominio de su candidatura
presidencial.
De la tercera crisis promovida por Rivera, debía resultar
y resultaroa otros gérmenes morbosos, llamados a ulteriores
desarrollos la tentativa para dar proyecciones internacio-
:
El tráfico de esclavos.
más bien diclio, escapara a las garras del amo, para caer
en las de los jefes militares, transformado en carne de
cañón.
Brasil .... $
"
718,623
Estados Unidos 498,562
" 486,414
Inglaterra
"
España 363,825
"
Francia 271.529
Inglaterra 656,000
Brasil. 407,000
España 387,000
Norte América 305,000
Francia 259,000
Amberes . 251,000
Valor Valor
AÑOS de la importación de la exportación
Tonelaje
Buenos Aires .
156 .20,224
Brasil . . . .
112 15,711
Norte América. 47 10.499
Espaiia .... 29
25
5,983
5,7-27
Francia . . . .
Tierras públicas.
6.
:
CAPITCLO IV
Gobernador $ 3,808
"
Sala de Representantes 5,300
"
Ministerio de Gobierno 6,700
Tribunal de Justicia "
7,600
Juzgados de Primera Instancia ..."
..." 21,860
Policías 57,708
Cárceles "
4,700
Instrucción Pública (instalación de 12
"
escuelas) 10,800
Imprenta de Provincia "
la 2,880
"
Ministerio de Hacienda 3,7 00
Contaduría " 4,700
"
Pensiones. . 600
"
G-astos militares 1,080
"
Otros gastos 6,864
Medidas de contralor.
La instrucción pública.
El servicio de policía.
gos de azar.
Un bando especial, dictado para el pueblo del Durazno,
como asiento de la primera autoridad del Estado a fines de
1826, obligaba a las casas de comercio a estar iluminadas
todu la noche; prohibía galopar en las calles, bajo pena de
confiscación del caballo y del apero; mandaba aplicar "el
cepo" a todo aquel que ocasionara pendencia, pronunciara
palabras obscenas o insultara a los transeúntes obligaba a
;
conduce — decía
un decreto de mediados de 1829 "la —
mnltitiid dehombres errantes y habituados a un ocio siem-
pre funesto a la sociedad, de ((ue por desgracia abunda
nuestra campaña". Todo peón o capataz debía contratarse
mediante documento escrito, con intervención del Alcalde
Ordinario, Juez de Paz o Teniente Alcalde. Los individuos
que no exhibieran su contrato, serían sin más trámite repu-
tados vagos y condenados a trabajos públicos, con término
de 3 a 6 meses. Sólo escapaban a la calificación de vagos
los propietarios, los oficiales licenciados, los hijos de fami-
lia (íue estuvieran bajo la patria potestad, los (pie tuvieren
algún impedimento físico y los individuos de más de cin
cuenta años de edad.
A principios de 1830 tuvo la Policía que emprender dos
campañas extraordinarias una contra de las bandas de
:
de la
Una de septiembre de 1825, obra de la Sala
ley
de los regimientos
Florida, estableció que el reclinamiento
solteros, vagos y mal
de línea se realizaría '"en hombres
entretenidos, y en casados sin ocupación".
Los artesanos y
serían utilizados en la milicaa
trabajadores en general sólo
mismo en forma de que no sutrie-
o guardia nacional, y eso
detenidos "los interesantes ramos de
la
ran ni quedaran
industria y labranza". .
sin interrup-
Eran las ideas que Artigas había aplicado
invasión portu-
ción, bajo los terribles apremios de la
aún
guesa de 1816.
principios de 1830 quedó organizado
por la Constitu-
A unidades
siguientes
yente el ejército, de línea con las
ñO hombres
Una compañia de artillería • •
plazas cada
Tres escuadrones de caballería, de
2-25
67.') »
uno
400
Un batallón de infantería
1,125 hombres
los jetes,
Pero presentarse el Presupuesto, el total de
al
su plana mayor respecUvi,,
oficiales v soldados de línea, con
de la marinería de
había subido a 1,500 hombres, aparte
y un bergantín que completaban
el
tres goletas de guerra
República en la víspera de la jura de
la
poder militar de la
Constitución. ...
de principios
cuanto a la guardia nacional, una ley
En
Legislatura, organizo el
de 1826, dictada por la segunda
servicios señan
ramo de caballería, declarando: que sus
comprendería a
considerados activos; que el enrolamiento
preliriéndose, en primer tei-
los hombres de 17 a 25 años,
los casados que iuvic-
mino. a los solteros y, en segundo, a
que estarían exentos de alis a-
ran menor número de hijos;
el servicio du-
miento "los extranjeros transeúntes"'; (lue
92 HISTORIA DEL URUCrAY
raría ocho años; que habría cada año dos asambleas de ejer-
cicios,cuya duración fijaría el Gobierno.
Una segunda lev, dictada por la Constituyente en abril
de 1830, dio organización en todo el país a la milicia activa
y a la milicia pasiva, destinando a la primera los hombres
de 20 a 45 años, y a la segunda los de 45 a 60 años. Los
extranjeros quedaban exentos del servicio activo. El Poder
Ejecutivo determinaría la oportunidad de las asambleas y
su plazo con esta limitación: debería haber, por lo menos,
una asamblea cada año y los ejercicios no podrían exceder
de un mes. Los comandantes debían ser nombrados por el
Gobierno, con venia del Cuerpo Legislativo.
cuyo monto
capitales de los departamentos, en los asuntos
mil pesos por un Juez Letrado de lo Civil
no pasara de tres ;
para cono-
V otro del crimen, con asiento en Montevideo,
primero en las causas de mayor importancia y
el
cer el
todo país; por un Tribunal
sec^undo en las criminales de el
las causas mer-
de"comer.-io o Tribunal del Consulado, para
un Tribunal Superior de Apelaciones.
cantiles y i)or
:
Garantías individuales.
97
GOBIEKNOS DE LAVALLEJA T ROMDEAU
La libertad de imprenta.
Secuestros de guerra.
La Iglesia oriental.
8.
106 HISTORIA DEL UKUGUAY
Resurge la querella.
trascendencia política.
Pero poco tiempo después ya el gobierno de Rivera tenía
que habérselas con una oposición formidable.
Uno de los diarios, inspirado según los rumores de^ en-
tonces, por prohombres del lavallejismo como don Juan
Francisco Giró y el coronel don Eugenio Garzón,
afirmaba
estaba infringida; que la propiedad
que la Constitución
pública,
particular se hallaba atacada; que la tranquilidad
estaba amenazada por un ejército falto de moral,
mal diri-
gido e impago que el despilfarro se traducía en una
deuda
;
Capital.
Antes de terminar el año 1831 ya estaba de nuevo Rivera
en campaña y otra vez la primera magistratura quedaba
en manos del" Presidente de la Cámara de Senadores.
Complicaciones internacionales
LA ACCIÓN PKRTlHBADOliA DE ROSA.«.
La prensa desbocada.
Cerraba, pues, muy mal el año 1831: con una fuerte opo-
sición interna y graves amenazas de intromisión armada
de los dos países limítrofes que habían pactado la indepen-
dencia oriental.
: :
Un motín en el Durazno.
GOBIERNO DE RIVERA 1 17
Distribuyendo responsabilidades.
Gf^IílERNO UK RIVERA 12
mostraciones".
.
Y en el acto empezó a* organizar fuerzas para reanudar
la guerra civil, en una forma tan pública
que a fines del
mismo mes de noviembre ya registraba la prensa de Monte-
video informaciones precisas sobre reclutamiento de solda-
dos, compra de armamentos y hasta de tropas en marcha de
Buenos Aires a Entre Ríos, todo ello con la ayuda abierta
y decidida de Rosas.
No era menos abierta y pública la protección oficial que
recibían en las fronteras de Río Grande las tropas que
allí
La segunda invasión.
10.
:
De derrota en derrota.
revolucionario
por ambos coutendientes, continuando el jefe
fuérzaos en el
hasta la conclusión del juicio al frente de sus
Departamento de Paysandú.
No fué tomada en cuenta esta proposición disparatada,
dándole
que tendía a regularizar la situación de Lavalleja
para que organizara tranquilamente su
un departamento
desde impusiera su decisión al Presidente de
ejército y allí
Grande.
Es preciso, decía Rivera, que cesen los auxilios a los re-
volucionarios; en su defecto "que el íirasil consienta en las
represalias a que da derecho su conducta... Tal es la reso-
lución del Gobierno a que tengo la honra de servir... El
reposo interno, las leyes y la existencia propia del Estado
peligran; y el Brasil en vez de tenderle una mano amiga,
en vez de llenar sus compromisos para con Buenos Aires y
la Gran Bretaña, el Brasil lo consiente o no puede salvarlo
de aquel conflicto''.
:
Vicios electorales.
prensa de la época.
Como extremos pueden citarse las elecciones de
casos
Alcalde Ordinario realizadas en Montevideo a principios
de 1831 "asediada la Mesa por un considerable número de
militares, como si fuera una plaza de guerra", según la
frase de un diputado; las elecciones también de Alcalde
Ordinario celebradas en Paysandú a principios de 1832, en
que uno de los bandos en pugna, rodeó absolutamente la
Mesa para impedir el acceso a los adversarios; y las de
igual clase en Montevideo a principios de 1834 con la con-
currencia de 89 votantes, guarismo asombroso, tratándose
de una población que según los cálculos de los diarios tenía
ya tres mil hombres capacitados para votar.
11.
: :
CAPÍTULO VI
Cálculo de la población.
1832 1833
Matrimonios 81 111
Fomentando la inmigración.
Franceses 157
Arg-entinos 135
Españoles ^^^
malizado con
la situación del país la derrota definitiva de
La esclavitud.
AÑOS
GOBIERNO DE RIVERA 167
1830 213
1831
1832
1833
1834
170 HISTORIA DEL URUGUAY
La industria ganadera.
La agricultura.
el vecin-
A mediados de 1833 hizo una importante gestión
dario del Cordón.
Ya había obtenido del Gobierno el establecimiento de una
plaza en la localidad y ahora solicitaba que esa plaza
fuera destinada a ferias o mercados francos, como medio, de-
cía, de que "los hacendados, labradores, artesanos,
merca-
deres, joyeros, etc., conduzcan para la enajenación o cam-
bio, libre de todo derecho o tributo, mercancías, ganados,
esclavos, frutos de su industria y cuanto les convenga, y
que" estos bienes sean recibidos bajo el amparo de la
autori-
escritorio.
Era una medida ron la (pie ganaban todos los industriales
cación del pan, supuesto que aun se amasa con los pies y con
el mismo método que se seguía cincuenta años atrás, mien-
tras que esos extranjeros a quienes pretende imponerse una
patente mayor se hallan más instruidos que nosotros en
el
poblaciones rura-
proyecto llevaría la intranquilidad a las
neda extranjera. Y
la proponía sobre la base- de trece rea-
les cobre por cada peso fuerte o patacón de plata, que era
el cambio de plaza, como med^o de que nadie experimen-
tara mayor quebranto del que ya era admitido corriente-
mente.
lo ne-
Calculábase que con 150,000 pesos fuertes habría
cesario para efectuar el retiro del cobre circulante y esa
integrarla los miembros de la Junta,
cantidad ofrecían
parte al contado y parte en billetes pagaderos a
oro ft
Ese cobre que por su cuño valía 640,722 pesos, fué ven-
^
CAPITULO Vil
Rentas y gastos.
EJERCICIO Presuiuesta.lo
!
$ 178,725 170,751
Hacienda :\
» 93,600 80,118
Guerra ||
» 428,179 516,502
respectivamente.
1829 $ 151,000
"
1830 220,000
1833 . . . " 1.102,000
deuda pendiente.
Tan rápido crecimiento tenían los guarismos oficiak's,
Los impuestos.
y gradual de la renta.
(^)uedaban así dos grandes y funestos abusos:
corregidos
el de conceder la de los impuestos en forma
administración
de
arbitraria y el de recibir de un solo golpe el producto
rentas destinadas a cubrir los gastos de varios meses o de
varios años sucesivos, saliendo el Gobierno de un apuro a
cambio de poner en otros inmensamente mayores a las ad-
ministraciones futuras.
Xo se proscribía el remate porque en general se creía que
dada la escasez y falta de preparación del personal del Es-
tado, era más fácil combatir el contrabando y
en general
defraudaciones poniendo a pruel)a el interés personal y
las
directo de los Pero &c establecían procedi-
concesiouarios.
mientos y se fijaban normas encaminadas a garantizar los
intereses fiscales.
Estaba tan arraigado el procedimiento del remate que en
el Último año de la administración Rivera, a raíz de adju-
dicado el ramo de lotería do cartones y rifas al precio
anual
de cuatro mil pesos, dictó el Gobierno un decreto dispo-
'o de
niendo que los empresarios rifaran 10,000 pesos al 6
territoriales que el Estado hu-
interés sobre propiedades
censo, con la advertencia a los postores
biera enajenado a
los capi-
de (|ue serían recibidas como metálico las letras de
prestaban su di-
lülistas do la i)la/.a (lue en osos uiomontos
nero al Tesoro.
212 HISTORIA DEL rKUGXJAY
AXOS
GOBIEE^'0 DE BIVERA 213
vado el magisterio.
Dos años después volvía el Gobierno a dirigir la vista
al mezquino presupuesto de Instrucción Pública y esta vez
con el propósito de alterar fundamentalmente el régimen
de gratuidad de la enseñanza.
Un primer decreto de agosto de 1833 graduaba el sueldo
de los maestros sobre la base del número de alumnos.
El maestro que sólo tuviera 45 alumnos ganaría 500 pesos
anuales y el que tuviera un centenar ganaría 720. Se
pretendía, sin duda, estimular el interés de los maestros a
favor del aumento de la población escolar. Pero antes de
finalizar el año ya volvía el Gobierno a cambiar de rumbo
y dirigía una circular a las Juntas Económico-Administra-
tivas en que invocaba la situación tirante de la Hacienda
pública y pedía que se preguntara a los maestros si estarían
dispuestos a aceptar, por concepto de única retribución del
Estado, 25 pesos mensuales, casa para escuela, y útiles para
los alumnos pobres, con la facultad de cobrar a los pudientes
una retribución mensual que oscilaría de cuatro a doce reales.
Para ahorrar algo más de la mitad de los sueldos, se pre-
tendía, pues, dar un carácter mixto a las escuelas públicas,
creando diferencias perjudiciales entre alumnos pobres y
alumnos ricos y estimulando a los maestros a consagrarse
por entero a los que podían proporcionarles medios de vida.
Bajo la presión de las mismas exigencias financieras, su-
primió el Gobierno en 1831 el empleo de "Director General
de Escuelas" creado por ley de la Constituyente y transfirió
sus funciones a otro nuevo cargo no rentado, el de "Ins-
pector General de Insti'ucción Pública", que debería consi-
derarse "como anexo a alguno de los empleados de rango
entre quienes rolaría por bienios a elección del Gobierno".
Tocó inaugurar esa rotación al doctor Joaquín Campana,
miembro del Tribunal Superior de Justicia. No era posible,
sin embargo, que un alto funcionario del Estado, con nume-
rosas y apremiantes tareas propias, pudiera atender la
dirección de la enseñanza de todo el país y como resultado
;
superior.
La enseñanza preparatoria y
gobierno de Rivera lo recibió la
El primer impulso del
en«íña'nza femenina, mediante
la
^^-'^Y'Ttll^Zo
compañero de Angelis en el
Ateneo
lia del profesor Curel, d
establecimiento de tm colegio^
de Buenos Aires, par¡ el En cambio
edificio de la Policía
niñas en los salones del
recibida, concedieron los directores del
de ía protección en
becas que el Gobierno otrecio
eole'io derto número de departamento
a razón de una por cada
l' ;to a la campaña,
lan de estudios, muy
amplio I»™/''/"--^'
Su aritmet íf
«''^J' ca,
las si.>aie„tes asignaturas: escritura, lectura,
dibujo, gramática, lus-
costiñ;, moral, trabajos
de mano,
geografía, francés, música y baile.
toria ló.'ica,
esta escuela de gran prestigio. El
S' pro° aró rodear a
EUauri presidio la .naugura-
Ministm de Gobierno doctor teatro,
ción V los primeros
exámenes tuvieron lugar en el
República y de las prm-
con asistencl del Presidente de la
cinales familias de Montevideo. ,
época
un diano de a
''Qué satisfacción -eseribía dieron líber
con su espada
para ios que con sus desvelos o frutos de su.
í^ad a la patria y hoy
ven entre los primeros
instituciones consagradas a
sacrificios el establecimiento
de
del bello sexo que antes
la educación y a la
moral ilustrada
de la ignorancia.
yacía sepultado en las tinieblas
presentó en seg-uida a la Inspección de
El profesor Curel
Escuelas varios cuadernos
para la enseñanza de la geo-
astronomía, física, lógica, análisis
.raiía, historia natural,
encontraron muy buena
gramatical e idioma francés, que
acogida en el Gobierno.
solo contaba con el aula
Alenos favorecido el sexo fuerte, del
de latinidad y con la
Escuela Mercantil del Tribunal
gramática castellana, geo-
Consulado, donde se enseñaba
país, aritmética mercan
il.
orafía. producciones de cada
curso epistolar
Cambios, arbitraje, teneduría de libros y
esa escuela respondía al
mercantil. Toda la enseñanza de
presupuesto, que oscilaba alre-
eiercicio del comercio. Su
pagado por el Tribunal
dedor de o 000 pesos al año. era
16
218 HISTORIA DEL TRUGUAY
La Biblioteca Nacional.
Bibliotecas ambulantes.
pública y beneficencia.
Servicios de higiene
,-rtn;^:¿^r:rrit^or:trdru
-rcorrd^fCritnfrÍncisco .a.
„^^^^^
"^
vecindario, a su turno, asumió --^/--^^^^/^
El
anticipándose por decenas de
anosJ^^a
alto valor hig-iénico, contra
los demás pueblos de
America
la reicción de todos mantenían
Lo tambres de la época colonial que todavía
pozos negros, para el fomento de
en cada casa uno o más
todas las enfermedades.
de las ínm^di-i
inmedia
Empezaron por cotizarse los propietarios comercial y
Francisco, barrio
eion's de la Iglesia de San
de saneamiento hasta |
populoso, para construir un caño
movimiento a favor de la
mar Y lueo-o se generalizó el
ciudad, sobro la base
Tnstrucc ^n de cloacas en toda la interesados
de los propietarios
de una contribución a cargo
valorizadora. Desgraciadamente, la se-
en esa obra sana y
222 HISTORIA DEL URUGUAT
^23
COBIEKXO DE EIVEllA
El servicio de Policía.
En
cuanto a la Policía, una ley de 1831 dispuso que ese
servicio quedara a cargo de destacamentos del ejército de
línea bajo la dependencia inmediata de los Jefes Políticos
y Comisarios de los respectivos departamentos.
Véase la composición del personal que adjudicaba al
Departamento de la Capital un decreto reglamentario de la
ley de Presupuesto General de Gastos de ese mismo año
4 oficiales, 2 sargentos, 30 soldados de línea para el servi-
cio de policía y 3 empleados para las oficinas del Jefe Po-
lítico.
El resto del país debía quedar naturalmente más des-
amparado. Y así sucedió, en efecto. Un segundo decreto
gubernativo destinaba al servicio de toda la campaña un
!
Reformas carcelarias.
Servicios municipales.
El correo de campaña.
Intereses eclesiásticos.
Teatros y diversiones.
iti.
234 HISTORIA DEL URUGUAY
influencia de Rivera.
Rivera era el jefe de los miles de unitarios que habían emigrado
de Buenos Aires con propósitos revolucionarios y Rosas tenía un
Interés supremo en desalojarlo de sus posiciones culminante.'!.
Tendidas ya las líneas de la gran contienda, comenzaron los pre-
parativos para el desalojo: una ley de amnistía a los revoluciona-
rios de 1832 y 1834, con goce de sueldo, a condición de que permi-
necieran en Buenos Aires, bajo Ja férula de Rosas; la cruzada de l.i
Comisión de Cuentas de la Asamblea contra los despilfarres del
gobierno de Rivera; y la destrucción de los resortes políticos que
en los departamentos de campaña permitían al ex Presidente dirigir
la administración y presidir las elecciones.
Rivera, que estaba al frente del ejército como Comandante Gene-
ral de Campaña, resolvió contrarrestar ese plan de desalojo, y enton-
ces fué destituido, como lo habría sido aún cuando hubiera aplau-
dido la arrogancia del subalterno a quien había colocado en el
gobierno.
Desipojado de su influencia política, pudo y debió resignarse a
volver a la llanura y aguardar mejores oportunidades para entablar
una lucha pacífica en los comicios, que le habría permitido recon-
quistar y aumentar su prestigio y seguramente volver al gobierno.
Desgraciadamente su ambición personal era tan grande como su
pre.siigio, y resolvió recurrir a la guerra civil para voltear a Oribe.
Tal fué su failta, análoga a la de Lavalleja en 1832. Palta grave
e inexcusable, porque en el momento de iniciarse la lucha fratricida
no había en el ambiente nada que pudiera esgrimirse contra Oribe,
nada sino la ambición personal de Rivera. El primer año de la pre-
sidencia de Oribe podía señalarse como ejemplo de acatamiento a
las leyes, de respeto a todos los derechos y de asombrosa morali-
dad financiera. Había sombras, sin duda alguna, provenientes de las
vinculaciones con Rosas, entre ellas la atentatoria acción contra la
]3rensa de Montevideo, encaminada a obtener que nadie se ocupara
de lo que ocurría en Buenos Aires, qiue volteó a un periodista y a
otros no. Pero esas sombras eran todavía pasajeras y podía aguar-
darse que desaparecieran dentro de un ambiente de paz, ya que lo
que más preocupaba a Oribe era la revolución ayudada por Rosas.
Dos años largos duró la camipaña anilitar contra Oribe, dos años
largos de derramamiento de sangre, de destrucción de las fuentes
de la riqueza pública, de subversiones institucionales, y, sobre todo,
de nuevos y poderosos pretextos para otras guerras, que habrían de
hundir al país, hasta no dejar piedra sobre piedra, como consecuen-
cia de las alianzas de Rivera con los unitarios y con la escuadra
francesa que bloqueaba a Buenos Aires.
Cayó Oribe por efecto de sus derrotas militares y de la renuncia
espontánea de su mandato ante la Asamblea General. Pero las alian-
zas de Rivera eran los dos pretextos que necesitaba Rosas para lan-
zar sobre el territorio uruguayo ejércitos tras ejércitos en esa cam-
paña de exterminio sin ejemplo a que se ha llamado la Guem
Grande.
GOBIERNO DE ORIBE 235
CAPITULO VIII
migos."
que la
Alentado por estas medidas, resolvió Rosas exigir
Montevideo no se ocupara absolutamente de la
prensa de
monstruosidad, pero
política argentina. Era sin duda una
favor: la tendencia que empe-
Rosas tenía dos factores a su
invasión de
zaba a revelar Oribe y el amago de una nueva
Lavalleja desde Buenos Aires.
En su nota de mediados de diciembre de 1835 empezaba
había obsers-ado
diciendo Rosas que el Gobierno Argentino
noble amistosa para
y conservar su neutralidad,
una conducta
impedir la intervención armada de emigrados orientales
los
tucional".
Era elcomienzo de medidas más enérgicas.
En losprimeros días de enero de 1836 el Jefe de Policía
fué a casa del propietario de "El Moderador", para preve-
nirle que le estaba prohibido publicar cosa alguna relativa a
Buenos Aires, bajo apercibimiento de expulsársele del país.
El propietario de dicho diario don ]Manuel José Cavia,
argentino, se dirigió entonces por escrito al Jefe de Policía
pidiéndole que precisara el alcance de la intimación: si por
ejemplo, le estaba prohibido hablar del comercio y de la in-
dustria de la Argentina y referir los sucesos argentieos. Pero
el funcionario interpelado, que no deseaba documentar la in-
perjudicaría
-en su mensaje de marzo de 1837 que el recargo
a los consumidores y trabaría el comercio de cabotaje. En
agregaba, existe un decreto igual, pero ese
Buenos Aires,
otra cosa más que
decreto "no ha podido dar por resultado
forzar a ir a su ingrata rada a los buques de ultramar, que
aquel mercado preferían quedarse
conduciendo efectos para
ofrece puerto de ¡Montevideo, remitiéndo-
al abrigo que les el
17.
250 HISTORIA DEL URUGUAY
El rompimiento.
luego de formular
primer informe, de mayo de 1836,
En un
observaciones", en unos casos porque las or-
174 -reparos y
la firma del Presidente;
en otros,
d nes de pago no llevaban intervención;
tenido la debida
porque la Contaduría no había
porque el respectivo rubro
del Presupuesto estaba
en muchos,
necesario cargar el giro a ramos que
acotado y había sido
al estudio de
rnían margen disponible: entraba la Comisión
"
las euenta_s ce la
Todavía estaban pendientes de estudio
al mismo ano 1834.
Comisaría de Guerra correspondientes
no tenía necesidad de nuevos re-
Pero el ambiente político
como se
paros" caldearse en forma extraordniaria,
para
'
dados. Pero debía ser alto, porque según los datos suminis-
trados por el Presidente a la Asamblea, al dar cuenta de la
terminación de la guerra, el conjunto de sus fuerzas en armas
llegaba a 4,500 hombres. El ejército revolucionario, según los
partes oficiales, tenía 1,400 hombres.
Kivera y Lavalle fueron totalmente derrotados dejando en
el campo de batalla 200 muertos y 150 prisioneros.
El Gobierno declaró a los vencedores "beneméritos de la
patria".
Pocos días después de la batalla, volvía Rivera a presentarse
en el Durazno y sorprendía la guarnición del pueblo.
La lucha era, sin embargo, muy desigual y no podía pro-
longarse, por más que los revolucionarios siguieran dominando
el litoral del Uruguay y ocuparan puestos tan importantes
como Salto y Paysandú. Bajo la presión del desastre de Car-
pintería, tres de los más importantes jefes de Rivera, el coro-
nel Raña y los comandantes Marote y Alvarez, se acogían al
indulto ofrecido por el general Ignacio Oribe, al frente de
1,000 hombres, y Rivera y Lavalle seguidos de algunos cen-
GOBIERNO DE ORIBE 261
frontera y pedían
tenares de soldados fugitivos cruzaban la
un asilo en Río Grande.
Tal fué el desenlace de la revolución que
empezó a mediados
de octubre de 1836, tres meses
de julio y terminó a mediados
pero tres meses de conflagración destructora de
simplemente,
institucional, de medidas
la riqueza pública, de paréntesis
violentas, de gastos abrumadores.
De los mensajes pasados por el Gobierno a la Asamblea Ge-
movilización
neral y a la Comisión Permanente, resulta que la
ejército de 4,500 hombres que hubo que oponer a Rivera,
del
otros ru-
absorbió cerca de 400,000 pesos en armas, equipos y
varios adeptos
bros; que fué necesario arrestar y desterrar a
argentinos que preparaban
de Rivera y a diversos emigrados
un movimiento contra Rosas; que una imprenta quedó
clau-
aplicándose
surada; que fueron confiscadas varias estancias,
de sus ganados a gastos de guerra; que hubo que
el importe
llamar nuevamente al servicio militar a muchos jefes y ofi-
ciales reformados. .
de Alégrete que
En su resí)uesta, confesaba el Comandante
efectivamente cierto que los soldados de Rivera habían
era
ejército imperial, pero que tal
sido incorporados a sueldo al
neutralidad. Poco
hecho no significaba una violación de la
después penetraba en territorio uruguayo una partida brasi-
revolucionario y entonces el gobierno de
leña del ejército
la enormidad de tal
Oribe, con el propósito de hacer sentir
dirigió un oficio a la Comandancia de
Campaña,
respuesta,
fuerza, salvo que
ordenándole que desarmara y dispersara esa
entrar al servicio del ejército oriental!
sus elementos quisieran
asaltos y atentados de todo género a
Eran continuos los
contem-
petradores del mencionado crimen... la República,
vería forzada
plando agraviado su decoro y su dignidad, se
las relaciones que ha
a su pesar a interrumpir la armonía y
deseado ardientemente estrechar con sus vecinos sobre la base
tuciones de la República".
Pero la revolución no había madurado todavía y a fines
de julio anunciaba la prensa que no existía un solo revolu-
cionario en la campaña, con la advertencia, sin embargo, de
que Rivera seguía al frente de sus fuerzas en Río Grande,
solicitado por los partidos que allí se disputaban el predo-
minio.
Dos fusilamientos sombrean este período preliminar de la
invasión. El del oficial revolucionario Ramón Villagrán, acu-
sado de deserción por el Comandante de Campaña general
Britos, y el del indio Mariano Peña, acusado por Oribe de
secuestro de correspondencia militar.
"El estado de desmoralización en que se encuentra una
parte de la campaña —
decía Oribe al Ministro de la Guerra,
al comunicar el último de esos fusilamientos —
exige medidas
extraordinarias y de una inflexible y justa severidad."
18.
266 HISTORIA DEL URUGUAY
sus conferencias.
o
Y desgraciadamente quedaron las cosas como estaban,
ya ocupaba
más bien dicho, el Brasil se quedó con todo lo que
en aptitud de seguir avanzando en territorio uruguayo, a
y
Si la nueva invasión
la sombra de nuestras guerras civiles.
de Rivera no se hubiera producido, o si por lo menos se hu-
por algunos meses, es seguro que las negocia-
biera aplazado
ciones del tratado de límites habrían tenido ventajoso y rápido
vivísimo empeño
desenlace, porque el gobierno brasileño tenía
contener movimiento separa-
en arriba'r a la alianza para el
con nuestro
señalaba para el más desgraciado de los casos
268 HISTORIA DEL URUGUAY
qm^ toda
nunciaba contra sus personas", con el agregado de
aquel que contribuyera "al exterminio de esos malvados,
sería
totalmente dispersado.
Oribe reconstituyó parte de sus fuerzas y se incorporó al
segundo cuerpo de ejército y con esos nuevos elementos pudo
I
I
tomar la revancha en las márgenes del Yi, frente al Durazno
/ pero no una revancha decisiva, porque el ala izquierda del
/ ejército vencedor, a órdenes del general Lavalleja, quedó
dispei*sada, y además porque pocos días después reaparecía
Rivera en las proximidades del Durazno con un fuerte efec-
tivo de 1,400 hombres, según la jirensa adicta al Gobierno.
Después de estos primeros hechos de armas. Rivera frac-
cionó su ejército y (Mujirendió una guerra de recursos con
mai'cbas v^rtiginosiis. (juc llt'v;d)iui la alarma a todas partes
272 HISTORIA niOL URUGUAY
la
blica y al segundo al de villa, como un testimonio del denuedo^
patriotismo y constancia con que defendieron sus hogares y
la ley."
Mayores alarmas que el ataque a Paysandú produjo la
brusca aparición de Rivera frente a la ciudad de ^Montevideo
en enero de 1838. Sus avanzadas penetraron hasta la Aguada
y el Cordón, alzándose de paso todos los negros esclavos que
allí encontraron para incorporarlos al ejército, y entregando
La fórmula de paz.
'279
GOBIERNO DE ORIBE
que ya .o
Rosas con una alta investklura
"plía al s«v.>io'cle
ni podía ejercer.
ejercía
en
la protesta de Oribe en Montevideo y
Cómo se recibe
Buenos Aires.
según el decreto, u p
ex Presidente procuraba, se le declaraDa
-,_.,„„„ba
+í«Pr la o-uerra al país. En consecuencia,
í;;rr4;:— i¿^^^^^
ellas establecen
Srrietr; -radía traidores.
las 'penas que
P'^rientlídeR
oriental ae^iaa-
"„»rn favorecer las ras anárquicas de un
m
sus concmda-
voluntad general de
dado V píos r Pto por la onon-
en que se hallaban los
di- ap audía la disposición
inmensas calamidades en que
aTes "de alejar el abismo de
f'ía scpiütLla s„ patria, ^eW^-f'^^^'-';^^^^^
alevosamente habían sido
despojados y concluía ae ;
de aue
«^^ I-;™"--.
nmdLdo el peligro de que el ataque ^^^
;^;
dictador
Argentina, ante lo cual anticipaba el
tendiera a la que ha-
la gloriosa resolución
BU propósito "de robustecer"
Salta a los ojos, pues, que durante los treinta días corridos
desde el ultimátum del Cónsul Royer a Rosas, hasta la re-
nuncia de Oribe, la escuadra francesa tenía que inclinar la
balanza a favor de Rivera y ejercer presión considerable con-
tra el Presidente oriental.
Pero es indudable también que cuando esa presión se ejer-
cía, ya era absolutamente intolerable la situación militar de
Oribe. Después de la batalla del Palmar, sólo le quedaban la
plaza de Paysandú defendida por el general Lavalleja y el
coronel Garzón, y la plaza de Montevideo. Toda la campaña
era de Rivera, cuyas fuerzas mantenían un sitio riguroso en
torno de las dos únicas posiciones del Gobierno. Ya desde el
desastre del Palmar, cuando todavía estaba libre Mon-
tevideo de los rigores del sitio, se había declarado Oribe mi-
litarmente vencido y había ordenado la Asamblea que el Pre-
sidente abriera negociaciones de paz con Rivera. Una vez
formalizado el sitio, la situación resultaba mucho más angus-
tiosa, y entonces los factores oficiales determinantes de las
gestiones pacificadoras debían crecer en intensidad, puesto
que sólo se vishimbraba una situación de hambre o un asalto
a que tampoco podría resistir la anarquizada guarnición de
la plaza.
Aún cuando no hubiera ocurrido la alianza de Rivera con
el almirante francés, Oribe habría caído del mismo modo, por
obra espontánea de su voluntad o por obra de la plaza misma.
Pero la presión francesa ayudó poderosamente a Rivera y
precipitó la caída del gobierno de Oribe.
Tal es la. conclusión que resulta del examen desapasionado
de los sucesos y de la abundante documentación de la época.
CAPÍTULO IX
Cálculo de la población.
guientes guarismos
Estancias 4
Saladeros 19
Chacras y quintas 537
Tambos 38
Abastecedores 31
GOBIERNO DE ORIBE 291
Dragas ' 1
Atahonas 19
Máquinas a vapor para la extracción de grasas 1
DEPARTAMENTOS
292 HISTORIA DEL URUGUAY
La inmigración.
Canarios 640
Vascos . . • 597
Africanos 566
a asegurar el
cumplimiento de los contratos. ..^^
para hacer el computo de los ™"S>^J"
Faltan estadísticas
vez
Pero los datos sueltos que de
tes llegados a Montevideo.
en elido registraba la
prensa, P™*- ^^^i '"°™ J,';
desembar-
era de bastante importancia.
En
marzo de 1836,
español 350 inmigrantes procedentes
caron de un bergantín
dp las Islas Canarias. ^ ,
otros dos ber-
En septiembre y octubre de 1837 arribaron
inmigrantes.
gantines españoles con 675 mmi-
siguiente llegó una remesa de oOO
En mayo del año
grantes de las Islas Canarias.
^
de la guerra civil. Y enton-
El país estaba en lo más crudo Asamblea,
dirigir un mensaje a la
ces resolvió el Gobierno
1837 había celebrado un con-
para decirle que a mediados de
294 HISTOKIA DEL trEUGUAY
La esclavitud
desnudos y armados
'
o e,n« ña^ esclavos esta tortura :
uno
TZi:.^^:^
al otro hasta que quedaran
cpe castigarse brutalmente
agotadas sus fuerzas.
el
el desarrollo comercial.
Estimulando
siguieron su desarrollo
normal
Las corrientes comerciales Onbe, seg.m
del gobierno de
durante los dos primeros años
lo revelan las cifras
que subsiguen:
imporlaciones Exportaciones
A, <,
í» ^
o ^
a
$ 3.091,969 ^ 2.764,540
1835 -"i
» 3.597,437 \
> 3.444,9o8
.
1836 . . '
20.
298 HISTORIA DEL URUGUAY
Tratados de comercio.
Con Inglaterra
Con Francia
Con España
El puerto dé Montevideo.
por 40 de ancho
La dársena debería tener 94 varas de largo
según el informe presentado por
V las paredes 6 varas de alto, informaciones
de accionistas. Otras
:^1 directorio a la asamblea
prensa de la época establecen qne la
complementarias de la
entrada de 100 varas
dársena estaría dotada de un canal de
que el aumento de los
y ima profundidad de 18 a 20
pies;
una draga contratada en Ingla-
fondos se obtendría mediante
de Rivera; que la base financiera
terra durante el go'bierno
ccmsistiría en el establecimiento de
un derecho a los barcos
que quisieran hacer uso de la dársena.
modesta que la que
Se trataba de una obra mucho más
ingeniero Pellegrini, pero de
había planeado años atrás el
trigo y de la harina.
'Con el propósito de regularizar ese estado de cosas, pre-
sentó el gobierno de Oribe a la Asamblea a principios de
1836 i'n proyecto de ley ciue declaraba libre el peso del pan
que obligaba a los panaderos a poner en cada pan el peso
y la marea de la casa elaboradora y que autorizaba a la Po-
:
La tierra pública.
Leguas
5,610
21.
CAPITULO X
^17
GOBIERNO DE ORIBE
,.,otrpresi6n de
-^—rLU^rr prt^o en agosto de
de
l>o,-o después, se
Ca.tro, otros de los capita-
A^-nstín
,nin,.. Vázrnez y don
Rivera, en demanda
nas qn. prestaban dinero al gobierno de
saldo eontra el Erano publ.oo qne
de re¿iariza<.ión d. nn
ascendía a 3:?0.000 pesos. .
compromisos, pi <>
Con el propósiln .le enbrir esos y otro«
1
un quebranto del 25 %
y las del 12
; %
de interés un que-
branto todavía mayor.
Hay que advertir que las pólizas, de acuerdo con la ley de
su creación, haliían sido entregadas a los tenedores de docu-
mentos de deuda exigible que devengaban el 18, el 24 y
hasta el 30 9; La ley no había establecido un tipo fijo
.
$ 5.017,343
Aduana Total
exclusivamente de ingresos
diss nacionales. , . ,
sistema
•
4. ^„
Al de ese Presupuesto, bajo el
iniciarse el deDate
resolvió la Cámara que la votación
de partida por partida,
fueía hecha por reparticiones
u oficinas en virtud de que el
or-
de los oradores, hahia^transf
.tro sistema, según dijo uno
" en un cuerpo monstruoso
neado el Presupuesto
.
^
, . 4
^ 67 420
^''*-y
Poder Legislativo
Exteriores 376,823
Ministerio de Gobierno y Relaciones
^
Hacienda * 3SL866
Ministerio de
"-'""
Ministerio de Guerra "
$ 885,861
1835 $ 2.200,000
1836 » 1.680,000
1837 » 1.756,000
1838 » 1.915,000
grandes leyes
Durante la administración Oribe dictáronse
sociales amparadoras de los
empleados públicos y de sus fa-
Pensiones militares.
r
parte
r.n junio del mismo año quedó complementada la
importantes leyes: la y
ley de retiro
militar con otras dos
primera que los jefes y ofi-
la ley de reforma. Establecía la
servicio del
ciales por razón de retiro quedasen fuera del
que
recibirían equivalente al numero de
una pensión
ejórcito
íi'ños que hubieran estado en
actividad. Sólo se pagana la
hubieran prestado servi-
]>ensión tratándose de militares que
cios durante diez años por lo menos. El retiro asedaría desde
la antigüedad de los ser-
la tercera parte del sueldo, cuando
el sueldo íntegro tratán-
vicios no excediera de 16 años, hasta
dose de servicios prestados durante más de 40
anos.
los agradado.:
Lavalleja no figuraba entre
Eivera y Kondean. protección de Kosas que,
t -Ri^pnns Aires baio la
ejercer pre.6n
Z^CTZo'^:% se^rvla de él para
escribía nn
los Mroes de la Independencia,
"tfiriéndose a
inmediatamente segnlda
'^r le7;irSo™rn.nUa?:ffué
«íeetividad del pago e^rresiK,n-
la
de ot™ que asegurara
retirado, y como c.m»e
.ií»r,te eanital reconocido a cada
ni
cayeron en
los jefes y oficiales
cuencia de eÍo muchos de del benéfico
buena parte
míos de los agiotistas perdiendo
Gobierno a la Asam-
se dirigi6 el
^e^éfenta^^dfl'sse
ley ,ue el capital de l.s-
«-a
blea en demanda de una de su se.^^
para la rfectividad
formados y diera garantías
Feclia que se
^.\mn ñp intereses v amortización.
Z denTa nacion-al
cendía el capital de los
la cantidad de 946,000 pesos a que as-
jeíes y oficiales reformados y
la de
derecho a
militares que teman
¿7 000 pesos a favor de los
continuaban en servicio activo.
a! gZa la reforma pero que
autorizara a Je-reria pai. e -
Solfeitaba también que se de Amo.
rentas generales a la Caga
'«
freo-ar mensualmente de
pesos y además el P"'»*''''*» ^^- ';'
zación la suma de 7,000 trans^el.
lobos y herencias
derechos de mercado, pesca de
intereses y amortización.
sales con destino a la ley
la Asamblea sanciono
De acuerdo con esa i-cativa, deuda 1'™
reconociendo como P"' "^^
de julio del mismo año, de.t>
pesos 1.333,000 con 6 de ínteres anual
%
cap tal de
amortización una cuota de
nando a su servicio de intereses y producto del
se^s mil pesos mensuales
de rentas generales, el
cuartas partes
derecho de exportación
por la frontera, las tres
de la pesca de lobos y el 6 %
del mercado los proventos
transversales que hubieren de salir de país
tole ks herencias entregarían títulos de
reformados se les
A los iefsv oficiales
amortización se
ser.-icio de intereses y
tsa detíd;: de cuyo
Amortización.
encargaría la Caja de
que se había piusto i
Reformas jurídicas.
la reforma, el doc-
Uio más ardorosos defensores de
de los
en el Senado sobre la
tor Antonino Domingo Costa, sostuvo
de Juez y de su larga residencia
doble ba^e de su experiencia por
asesino empezaba generalmente
en la campaña, que el quena
bebida al individuo a quien
invitar con una copa de
beber, tomaba pretexto del
matar Si la víctima no quería de
bebía, aprovechaba su estado
desaire para ultimarlo; y si
Y
llegado el momen o de
ebriedad para ultimarlo también.
tertulianos
oponer 1 agregaba el doctor Costa, los
que
de la pulpería, por temor a actos de venganza, declaraban
el asesino estaba ebrio. , v •
La enseñanza primaria.
'^
GOBIERNO DE ORIBE
«.i^acmn de tales
'Xr e=nrerrpr^:opicío
en mas lo
a la
crudo de la guerra
nlanes porque el país estaba
no era conciliable con ninguna
cM y la situación del Erario
nueva erogación.
La enseñanza media.
la Escuela Mer-
En enseñanza media seguía destacándose
la
Tribunal del Consu'ado. La C.mision
cantil sostenida por el
l^o^^res /e la toAla de
examinadora de 1835, compuesta de
don Santiago Vázquez y don
constancia de los adelantos
Florencio
de esa ^f
escuela
alumnos,
«!;
y
entre
°
'^f grado ae
del
el os
de
Juan
^
provTchamíento de algunos de los
Gómez, que alcanzó nota de sobresaliente en el examen
C«los "
neduría Laucaría. Su director d-
«'««^1
d f;*f¿"s
clausura, de la esca
discurso de
mentaba, sin embargo, en el elemental
atribuía a falta de la cultura
íez de aiumnos, que él
establecimiento.
necesaria cara el ingreso al
media se aumento
"mero de las escuelas de enseñanza
Oribe con el colegio de
administración
en el transcurso de la Humanidades,
Colegio Oriental de
los Padres Escolapios y
el
por congregaciones religiosas.
diri-^idos uno y otro -
Padres Escolapios abarcaba le
El plan del colegio de los mcrcanti
castellana, aritmética
tura escritura, gniniática reto-
latina, elementos de griego,
ranees iliano, gramática
346 HISTORIA DEL XJKUGUAY
mismo don Jaime Estrá/ulas, don José María :Muñoz, don Joa-
quín Requena, don Amlirosio Velazco, don Cándido Joanicó
:
sancionar a
Trivo tiempo sin embargo, la Cámara para
de uno de sns
la dirección
arjuXia y P toeiouaría bajo
para todos los alumnos
liemb ría
asistencia era obligatoria
dTerecbo que duisieran optar al título
i^^^^^s
propicio a los estúcaos supe-
sui e
rjpntro de este ambiente tan
ri„rdebt surgir también y -^r^rS:^ raSñ
S
tt:
M^e^^r^r
a^
f^^in-tro^dlSlec^iento
ellas se
y Construcción,
'if-unTZ :rrMre»MiL'ie:.nica
para «ped.r d.plomas
uTncf^rde estudios. habUi.ada
La idea iue acó i
de ingeniero, arquitecto
y agrimensor.
del Museo.
Reorganización de la Biblioteca y
—
''Esas fiestas, —
decía el informe, sólo sirven para esti-
)iiul;n- la ferocidad de los pueblos, para alejarlos de las ideas
Artigas.
de Hacienda de la
Cámara de D.l u ad"S a
La Ccnnisiótt
que la lotería de
expresó
evo estudio pasó la propuesta, pesos anuales, lo
eue acababa de ser rematada en 4,000
de la concesión alrededor
de 30,000
r?,e daría en los 7 años en un
doble
yque aún cuando pudiera conseguirse
el
^.^e os capital
obtendría el empresario el
nut"™ remate, tampoco era «n
reonsTrui un teatro digno de la ciudaxl. La obra
a concepto de
embargo, necesaria, y entonces lo que convenía, en
í'
Comisión era que el Estado
mismo la emprendiese Pero
aquel ambiente
sÚ dk"' fal anzó a discutirse dentro de
,
por mnnncncia de la
caldeado ya la
de miiados de 1837,
cpomnrla revolución de Rivera.
por la Comisión Topo-
D todi las medidas proyectadastener ejecución
iba a
oráfica. sólo una pareció que ]^^^ff^.
construcción de una plaza «"""S"^^^
Lqne disponía la
mercado que ¿^
obligaba
ocupada por el y
art de la Cindadela
edihcar de
terrenos circunvecinos a
a os propietarios de los
Arq>i.tectura.
de la Sección de
cié -doTon e, plano oficial tam-
decreto se tiró a principios de lb3,,
Poro aún cuando el
largo tiempo.
l.iéii aplazar su ejecución por
liubo ,iue
El servicio de correos.
ración.
Un año después, a raíz de una desastrosa epidemia de vi-
ruela, declaraba el gobierno de Oribe que la Junta no había
dado resultado, a causa de desavenencias entre los médicos y
de estar confundidas las tareas científicas y las ejecutivas de
las medidas sanitarias.
Con el propósito de separar la parte científica de los resortes
GOBIERNO DE ORIBE 357
. 224
Expósitos
Huérfanos depositados
Enfermos
, , , X ¿j
Locos . • • •
Enfermedades epidémicas.
estragos la viruela, y
Durante el año 1835 hizo grandes es-
amortiguarse sus efectos,
cuando apenas comenzaban a
la escarlatina, que causó
numerosas vic-
talló otra epidemia,
del año ^igmente.
timas en casi todo el transcurso Higiene
eran las instrucciones que la Junta de
Véa^ cuáles
escarlatma:
la epidemia de
daba a la población al iniciarse
limpiar bien los dormitorios;
ventilar bien las habitaciones;
medio del agua clorurada reducir
hacer desinfecciones por ;
Establecimientos insalubres.
Baños públicos.
a despecho de una
Pero uno v otro quedaron paralizados,
de Montevideo al gobierno de
incitación de la Municipalidad
favor de la anhelada ley orgá-
Oribe a principios de 1838, a.
ello, prosiguió el régimen
pro-
nica Y como consecuencia de
mala hora por la ley de julio de 1832 que
visorio trazado en
las circunstancias no acon-
dispuso que mientras "el tiempo y
extensión a las facultades y
seiasen la necesidad de dar más
Económico- Administrativas, deta-
atribuciones de las Juntas
Constitución, se limitaran a las
llada, en el artículo 126 de la
continuase cos-
allí consignadas y que el Poder Ejecutivo
generales los establecimientos creados en los
teando de rentas
indispensables, ínte-
departamentos; proveyendo a los gastos
que habían de disponer
rin se acordaran los arbitrios de
.
El servicio de serenos.
primera vez el
A mediados de 1835 quedó organizado por
servicio de vigilancia nocturna
en las calles de Montevideo,
sobre la base del concurso espontáneo de los vecinos y de una
el Gobierno.
cuota complementaria otorgada por
Comisión Directiva del servicio, re-
De un balance de la
vecindario en esos momentos era de
sulta que el concurso del
gubernativo.
800 pesos mensuales y de 200 el
Los serenos recorrían las calles llevando el farol en una
hora gritaban
mano y la lanza en la otra. Para anunciar la
"Ave María purísima:
con toda la fuerza de sus pulmones:
sereno". Cuando llovía cambiaban la
las once han dado y
palabra sereno por la palabra lloviendo. Era un discurso bas-
El servicio de alumbrado.
Mercados.
Nomenclatura de c.vlles.
Cementerios.
El servicio policial.
La guardia nacional.
según elnú-rocle
:rroltlXne! de caballería,
años, ^^dandoJim^^^^^^^
;:hit™tes El servicio duraría varios
en los días testivos
en tiempo de paz, a ejercicios doctrinales
de los meses de febrero, marzo y
abril.
a los extranjeros. Pero a
La le" eximía del enrolamiento
exceptuados, les impoma el
ellos como a todos los demá,s
respectivos distritos
servicio cívico de sus _
de la guardia naco
ufd: líneVpero no^ue se le exonere
mantenimiento del orden que no puede
nal cuyo objeto es el
exclusivo de los ciudadanos
ni debe quedar a cargo Co-
términos de la ley, presento la
Xo satisfecha con los
^^^lante el cua
misión Militar al año siguiente
un proyecto
iodo extranjero que después de un ano de Pe™---- -
Kepública, no se hubiera enrolado en la guardia "«^^^o^al
la a.
iidi^ía que pagar una
patente anual de 36 P--- ^1 p
se extendería a dos
años tratándose de colonos y l^Pf^^;^;
pro-
10 pesos tratándose de jornaleros. Pero el
s. reduciría a cb,o
de un debate en q^e se
yecto quedó rechazado después
recargados por la patente de
nue va los extranjeros estaban
giro y que se corría el riesgo
de alejarlos del país
después de la promulgación de la ley, aiiun-
Algunos meses
de la apertura de l^as
daba Oribe a hi Asamblea, con ocasión
guardia nacional estaba ya oi,_v
sesiones ordinarias, que la
oon un efectivo de l,oOO
nizada y en ejercicios doctrinales,
cabaUeria.
hombres de infantería y 7,000 de
:
la forma necesaria".
Ya jMonterroso ni era elemento político que conviniera ex-
pulsar, ni fraile obligado a permanecer en su celda y, en
consecuencia, pudo vivir tranquilo en su país hasta 1838, en
que ocurrió su deceso.
Era un gran convencido del porvenir glorioso del Uruguay,
según lo atestigua este párrafo de carta escrita desde su des-
tierro en Francia, un año antes de reaparecer en ^Montevideo
"Siempre la Banda Oriental daría hijos herederos de su
engrandecimiento: su clima, su posición le dan esta ventaja.
GOBIERNO DE OBIBE 369
La prensa literaria.
partido.
Por eso debió causar extrañeza la aparición de "El Inicia-
dor", a mediados de 1838, y debió sorprender a sus propios
redactores la protección que el pueblo de ]\rontevideo les pres-
taba en el período más álgido de la guerra civil.
"Una publicación principiada en medio de la tormenta que
bate a nuestra sociedad, prescindiendo de todo lo que pasa
en el día; que se ha ocupado tal vez de cosas que hasta ahora
no habían sido tocadas entre nosotros, ofrecía desde luego una
vida corta y miserabl \ Contábamos también con que la socie-
dad, conmovida i)or causas (pie al parecer amenazan su exis-
tencia, se prestaría poco, rechazaría tal vez esa voz inoportuna,
que ni es el 'eco del pasado, ni del presentí»; pero nos hemos
engañado. Y este desengaño no es estéril; fecundo p'jede ser
370 HISTORIA DEL URUGUAY
Págs.
Págs.
Págs.
el Gobierno, 128 —
La segunda invasión, 129 —
Rivera protesta contra la complicidad brasileña,
129 — En el tercer aniversario de la jura de la
Constitución, 132 — Los orientales se acuerdan
de Artigas, 132 — El plan de Rosas contra la Re-
pública Oriental, 133 —
La comunidad de las
aguas, 13 6 — Un plan notable de la cancillería
uruguaya para obtener el tratado de límites con
el Brasil, 13 6 — La tercera revolución de Lava-
lleja, 138 — De derrota en derrota, 139 Corre —
nuevamente sangre de prisioneros, 141 —
Agresio-
nes internacionales. Ante la complicidad de la Ar-
gentina y del Brasil Rivera apela a la Gran Bre-
taña, 142 — A dos pasos de la guerra con el Bra-
sil, 145 — Baja Rivera de la presidencia en medio
de grandes aplausos, 149 —
Vicios electorales, 153
— Queda aplazado el proceso de Rivera, 153.
Cap. VI, El cobiekno dk Rivera del punto de vista econó-
mico 137
Cálculo de la población, pág. 157 —
Fomentando la
inmigración. 158 — Las herencias de extranjeros,
161 — La esclavitud, 161 —
Los últimos charrúas,
165 — Comercio de importación y de exportación,
166 — Importaciones que convenía suprimir, 167
— Movimiento de buques en el puerto de Monte-
video, 168 — Ss proyecta construir un gran puer-
to en la bahía de Montevideo, 169 —
Obras de dra-
gado, abalizamiento e iluminación marítima, 171
— La bandera española en el puerto de Montevi-
deo, 174 — La industria ganadera, 175 —
Precio»
del ganado, 178 — La agricultura, 179 —
En fa-
374 HISTORIA DEL rRUGVAY
PágS.
PágS
Págs.