Ronquera - Causas, Prevención y Curas
Ronquera - Causas, Prevención y Curas
Ronquera - Causas, Prevención y Curas
Causas:
El uso inadecuado de nuestra voz y la falta de cuidados pueden llevarnos a sufrir
ronquera.
Forzar la voz: Hablar mucho y sin descanso, o a un tono muy elevado puede hacer que
te quedes sin voz de vez en cuando, el problema es cuando esta ronquera no cesa, en
este caso tendremos que visitar a un médico especialista pues puede que hayamos
generado nódulos o pólipos en nuestra garganta. Pero, como ejemplos de ronquera
momentánea, seguro que muchos de nosotros nos habremos levantado sin voz al día
siguiente de disfrutar cantando sin mesura en un concierto.
Fumar: Las cuerdas vocales, como todo nuestro cuerpo, necesitan hidratación. El
fumar las deshidrata, las reseca y, cuanto más fumemos, más tendremos que forzar las
cuerdas vocales para que emitan sonido.
Falta de hidratación: Puede que no fumes pero tampoco tomes suficientes líquidos.
Como comentamos anteriormente, la falta de hidratación le sienta muy mal a tus
cuerdas vocales.
Cansancio: Si algo delata nuestro estado de ánimo y energético es la voz. La falta de
descanso hará que tus cuerdas digan “vasta!” y se vayan a dormir sin ti.
Stress: ¿A qué no afecta el stress? Y es que es peligrosísimo. Un disgusto reciente, un
estado nervioso alterado, demasiada presión en el trabajo o en casa… ronquera
Frío: ¿Has visto alguna vez a algún cantante con pañuelo al cuello? No es por presumir,
es que cualquier cambio de temperatura puede afectar a nuestro aparato fonador. En su
caso, al ser su herramienta de trabajo, tienen que andarse con mucho cuidado.
Catarro o gripe: Lo más común. Puede que el catarro nos haya generado una infección
de garganta, o puede que a base de toser la hayamos irritado.
Infección: Si además va con dolor es probable que sea una infección. No dejes que
avance y vete al médico!
Prevenir
Hablar menos y sin tratar de que se te escuche por encima de los demás. Espera tu
turno para hablar, además de que cuidarás tu voz, te dará tiempo a organizar tus
argumentos mientras los demás hablan y te harás oir mejor.
Baja el volumen. Pregunta a tu familia o amigos si hablas muy alto. Quizá no te des
cuenta. Puedes apoyarte en ellos también para encontrar el volumen adecuado ya que si
no te dabas cuenta de lo alto que hablabas, seguro que un tono normal te parecerá
demasiado bajo, aunque no sea así.
Curar
En caso de que no hayamos podido evitarlo te presento unos sencillos pero útiles
tratamientos.