Sistema Respiratorio de Aves

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Universidad Nacional Experimental del Táchira

Vice-Rectorado Académico
Decanato de Docencia
Anatomía Animal (0314502T y 0313503L)

ANATOMIA DE LAS AVES (APARATO RESPIRATORIO)

En las aves, el aparato respiratorio se caracteriza principalmente por la


presencia de un órgano productor de sonidos (la siringe) y la formación de unos
sacos especiales (sacos aéreos), los cuales se desarrollan a partir de los
pulmones. Adicionalmente, el sistema osteológico de las aves se relaciona
íntimamente con el aparato respiratorio, a través de los sacos aéreos, lo que le
confiere el carácter neumatizado a la mayor parte del esqueleto.

Funcionalmente el aparato respiratorio de las aves se diferencia del de los


mamíferos por el hecho de que la hematosis se realiza tanto en la inspiración
como en la espiración, facultad que hace más eficiente la respiración de las aves,
sobre todo en los extractos donde la presión atmosférica es muy baja, y por ende
la disponibilidad de oxígeno es menor.

Para el estudio del aparato respiratorio de las aves, se consideran los


mismos segmentos que se estudian en el aparto respiratorio de los mamíferos:

Cavidad Nasal

Al igual que en el caso de los mamíferos, se encuentra separada en dos


fosas nasales, gracias a la presencia del septum nasal (de naturaleza fibrosa); hay
que destacar, que en estas especies, la lamina perpendicular del hueso etmoides
NO forma parte en la formación de dicho septum.

Las fosas nasales de las aves, son cortas y estrechas, sus aberturas de
entrada (ollares) están representadas por dos finas hendiduras. Su orificio de
salida (coana), esta representada por una abertura común a ambas fosas nasales,
las cuales desembocan en el interior de la cavidad buco-faringea; esta coana se
caracteriza por ser estrecha en su parte anterior y ensanchada en su porción
posterior.

En cada fosa nasal, se puede apreciar la presencia de tres cornetes


(anterior, medio y posterior), los cuales se encuentran alineados uno detrás del
otro. El conducto naso-lagrimal, desemboca a nivel del cornete medio

Cerca del ángulo interno del ojo, a ambos lados de la cabeza, debajo de la
piel y en una pequeña excavación ósea del hueso frontal, existe la glándula nasal
(glándula nasal lateral, glándula orbito-nasal o glándula supra-orbitaria), cada
glándula desemboca a través de uno o dos conductos en la fosa nasal respectiva.
El papel de estas glándulas es el de proteger las fosas nasales contra la
desecación producida durante el vuelo. En las aves de vida marítima, estas
glándulas son las responsables de eliminar el exceso de sal que ingresa al cuerpo
por la ingesta, por lo que es frecuente observar un goteo a nivel de las fosas
nasales. Como dato curioso, en el caso de las tortugas marinas, se observa la
presencia de unas glándulas análogas a las glándulas nasales, con la
particularidad de que sus conductos desembocan a nivel del ángulo interno del
ojo.

Laringe, Tráquea y Siringe

Una de las particularidades de las aves es el hecho de que presenta dos


laringes: una laringe superior (Laringe Faríngea) y una laringe inferior (Laringe
torácica, siringe u órgano del canto).

El orificio de entrada de la laringe superior, puede apreciarse en la cavidad


buco-faringea como una larga hendidura localizada por detrás de la lengua. Esta
laringe esta desprovista de cuerdas vocales, por lo que su papel está relacionado
exclusivamente con los actos respiratorios. En su constitución están presentes
solamente el cartílago cricoides y los cartílagos aritenoides.

La tráquea, sigue inmediatamente a la porción anterior de la laringe. Está


situada al lado izquierdo del esófago por debajo de las vértebras cervicales y de
las primeras vértebras torácicas, una vez que se relaciona con la base del corazón
se bifurca (siringe) para formar los bronquios primarios.

El número de anillos de la tráquea está comprendido entre 100 a 120, y a


diferencia de los mamíferos, estos anillos se caracterizan por ser completo, ya que
los cambios de presión del aire durante los proceso de inspiración y espiración son
compensados a nivel de los sacos aéreos.

La extremidad terminal de la tráquea y el punto de origen de cada bronquio


primario, se caracteriza por presentar una serie de anillos osificados, lo que
permite la formación de una estructura denominada el Tímpano, la actúa como el
esqueleto de la Siringe u órgano del canto.

En el plano medial del tímpano, se puede apreciar la presencia de una


laminilla ósea de desarrollo notable, denominada el pésulo o puente, la cual le
brinda punto de apoyo a los anillos que conforman al armazón de la siringe.

A ambos lados del pésulo se pueden apreciar unas membranas elásticas


denominadas membranas timpánicas internas; así mismo, en las caras laterales
del tímpano se pueden apreciar otro grupo de membranas denominadas las
membranas timpánicas externas. Tanto las membranas timpánicas internas como
las externas, cumplen la función de vibrar cuando el ave expulsa el aire con
presión para producir los sonidos característicos de cada especie.

Pulmones
Son dos órganos dispuestos simétricamente hacia la parte anterior del
techo de la cavidad visceral, son de color rojo claro. Como falta una serosa
equiparable a las pleuras, los pulmones están fijos a las costillas por medio de
tejido conjuntivo y se amoldan tan íntimamente a los espacios intercostales que
las costillas originan impresiones profundas en la cara superior de cada pulmón.
La extremidad anterior aguda, se relaciona con la primera costilla, mientras que su
borde caudal se relaciona con el polo craneal de cada riñón.

El árbol bronquial de las aves es muy complicado, por lo que solo se hará
una descripción general del mismo. Los bronquios en el caso de las aves se
encuentran divididos en: Bronquios primarios, bronquios secundarios, bronquios
terciarios y bronquios cuaternarios.

El bronquio primario se caracteriza por penetrar por el extremo anterior de


cada pulmón, por su cara inferior y después de un corto trayecto se dilata para
formar el VESTIBULO, el cual tiene forma de ampolla y se caracteriza porque en
esta zona, los bronquios pierden sus anillos cartilaginosos. El vestíbulo se
continúa posteriormente a través de un conducto denominado MESOBRONQUIO,
el cual se prolonga hasta el extremo posterior del pulmón, el cual abandona por su
cara superior y establece relación de continuidad con el saco aéreo abdominal.

A partir del mesobronquio, parten los bronquios secundarios en números de


4 a 6 inferiores y 10 a 12 superiores. Estos bronquios secundarios establecen
relación de continuidad con los sacos aéreos (excepto los abdominales). Cada
bronquio secundario presentan ramificaciones que los comunican entre si,
denominadas Bronquios terciarios o Parabronquios.

Los Parabronquios se caracterizan por el hecho de que sus paredes tienen


un aspecto poroso, debido a la presencia de una serie de cavidades denominadas
Capilares Aéreos, las cuales se relacionan íntimamente con los capilares
sanguíneos para producir los procesos de Hematosis en las aves.
Los bronquios cuaternarios o bronquios recurrentes, son bronquios que
establecen comunicación entre los sacos aéreos y los bronquios secundarios,
permitiendo la salida del aire desde los primeros hacia los segundos en la medida
que un nuevo flujo de aire este ingresando a través de los bronquios secundarios
a los sacos aéreos. La presencia de los bronquios recurrentes garantiza que no
exista éxtasis aéreo dentro de los pulmones de las aves como ocurre en los
mamíferos, sino que por el contrario, el aire se encuentra en constante
movimiento.

El diafragma de las aves es rudimentario, de hecho, esta representado en


estas especies por un simple tabique fibroso de poco desarrollo, por lo que no
participa en los procesos respiratorios. Las funciones respiratorias están dadas por
la interacción del movimiento de las costillas y del esternón, y durante el vuelo se
halla sincronizada con la acción de las alas.

Sacos aéreos

Son estructuras membranosas, con forma de sacos cerrados que contienen


aire en su interior. Durante el desarrollo representan dilataciones intrapulmonares
de las ramas bronquiales, y una vez que el animal respira por primera vez, se
transforman en sacos extrapulmonares.

Algunos sacos aéreos forman divertículos sacciformes y tubulares que


comunican con algunos huesos del esqueleto, lo que permite la neumatización de
los mismos.

Los sacos aéreos son de color traslucido o transparente en condiciones


normales. Los cambios de coloración observados durante las necropsias, pueden
ser indicativos de afecciones en las vías respiratorias. Tienen además la
particularidad de romperse después de la muerte del animal.
Existen once sacos aéreos, uno impar: el Clavicular (Interclavicular); y
cuatro pares: Cervicales, Axilares (humerales), Torácicos craneales, Torácicos
caudales y Abdominales. Hay que destacar, que para algunos autores el número
de sacos aéreos es de nueve, ya que consideran a los sacos aéreos axilares
como expansiones laterales del saco aéreo clavicular.

Las funciones de los sacos aéreos son:


 Reducen el peso específico de las aves, lo que contribuye con las
actividades de vuelo.
 Diminuyen la temperatura corporal, sobre todo durante los periodos de gran
actividad.
 Aumentan la capacidad de flotación de las aves acuáticas.
 Servir como cojinetes neumáticos para absorber los choques en las aves
que se zambullen desde el aire.
 Contribuyen a intensificar los sonidos.
 Por su capacidad de disminuir la temperatura corporal, contribuyen con los
procesos de espermatogénesis.

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