Muertos Apristas

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MÁRTIRES

DE LA
PACIFICACIÓN

La otra verdad sobre la violencia política


en el Perú.

JESÚS ALIAGA BALDEÓN


“ Rodaron malheridos los apristas y el montón de carne
acribillada cantaba, cantaba mientras les daban el tiro de gracia.
Cantaba como quien anuncia la victoria ”
Luis Alberto Sánchez
AGRADECIMIENTO

Al Congresista de la República y Secretario General del PAP, Dr.


Jorge Del Castillo Gálvez por el invalorable apoyo en la publicación
de estos materiales. A Nilda Rojas Bolivar y los miembros del equipo
del despacho congresal, más compañeros que nunca, por el aliento
constante que en los momentos críticos serán siempre el punto de
apoyo que nos impida deponer los esfuerzos. Finalmente, a mi
constante fuente de inspiración; mis queridos padres.
A los más jóvenes, para con estos
testimonios reencontrar unidos el
compromiso ético de la solidaridad.
INTRODUCCIÓN

La verdad y la justicia son conceptos indesligables en todo proceso de


construcción de la conciencia moral de una Nación. Una verdad a
medias es apenas una versión tras la cual y en cuyo nombre pueden
esconderse los más innobles propósitos. En el tema de la violencia
política que enlutara al país desde mayo de 1980, la historia reclama
la exposición de los hechos de la verdad en la integridad de sus
episodios.
A lo largo de estas dos décadas el interés por investigar aquellos
sucesos en los cuales se violaron los derechos humanos en el
contexto de la guerra interna en nuestro país, pareciera en el criterio
de ciertos sectores estar limitados a aquellos que sea pasibles de
responsabilizárselos en su comisión a los agentes del Estado. El drama
de los mártires de la pacificación lo expresa así.
Conozco muchos testimonios de familiares de las víctimas del
terrorismo que expresan experiencias frustrantes. El drama de sentir
como determinadas instituciones se pusieron de perfil cuando se trató
de velar por sus intereses.
En el reciente proceso que va en procura del esclarecimiento de los
hechos de los años de violencia política, subyace una realidad
preocupante y poco atendida relacionada con el ofrecimiento público
de testimonios de quienes sufrieron en carne propia el fenómeno de la
violencia. No existieron condiciones equitativas para que aquel sector
que llevando sobre sí las huellas de la violencia terrorista pudiera
superando sus temores expresar abiertamente el testimonio de sus
tragedias. Si a esto le sumamos el tratamiento a veces
incomprensiblemente selectivo con que algunos medios hacen la
cobertura de determinados hechos en desmedro de otros, no podemos
más que expresar nuestra incertidumbre y preocupación por la
oportunidad del proceso y la objetividad de sus conclusiones.
Lamentablemente S. L. Conserva alguna vigencia aún al interior del
país. Es necesario recordar que en 1992 el Departamento de Estado
Norteamericano estimaba entre 3,000 y 5,000 los efectivos armados
de sendero a tiempo completo y casi el doble de efectivos a tiempo
parcial, además de unos 25,000 seguidores entre sus diferentes
cuadros políticos; es apenas una cuestión de sentido común el advertir
que no todos esos cuadros fueron encarcelados o eliminados.
Quienes conocieron de cerca y de frente la abrumadora crueldad de
Sendero Luminoso y que hoy en cada rincón del país saben del
reciclamiento de sus cuadros, no podrán por un tiempo indeterminado
alcanzar la tranquilidad y la confianza suficientes como para
motivarlos a salir de su silencio y expresar abiertamente su verdad.
Ellos como nadie conocen de las estrategias de sobrevivencia ante el
terror porque son precisamente eso; sobrevivientes.
En la presente publicación de una manera muy apretada y por demás
desigual queremos compensar aquel vacío dando a conocer aquellos
otros hechos de la verdad que tal parece no se desea difundir en su
integridad. Dos capítulos contiene esta modesta publicación, el
primero denominado “Un ensayo sobre la Violencia Política en el
Perú” el cual no es más que el esbozo de un trabajo mayor aún en
curso, y el segundo capítulo “Memoria para los Olvidados” al igual
que en el primer caso es la primera parte de un esfuerzo mayor que
apunta a sacar del anonimato a los miles de ciudadanos que desde
diversas creencias y responsabilidades lo ofrecieron todo en defensa
de la libertad, la tolerancia y el derecho a la vida de los demás. En
memoria de todos ellos estas primeras líneas buscan sumar otras
voluntades en la difícil tarea de reivindicar sus nombres.

Lima, agosto de 2003

El autor.
CAPITULO I

UN ENSAYO SOBRE LA VIOLENCIA POLÍTICA EN


EL PERÚ.

Mártires en los umbrales de la globalización. Como una preciada


especie en vías de extinción; autoridades, funcionarios, dirigentes o
militantes, tan solo ciudadanos de la democracia que sufrieran muerte
por amor a sus creencias por fidelidad a su causa. Como en las
expresiones últimas de una cultura solidaria, como los ecos distantes y
finales de legendarias historias. De los años de violencia política que
estremeciera la patria miles de historias se confunden entre el dolor, la
indiferencia y acaso la soledad del olvido; mártires de la pacificación.

Todos los que vivimos los años de violencia política por acción u
omisión asumimos un rol ante el proceso de la guerra interna y los
esfuerzos de pacificación. Sin duda alguna el mayor pesar que todos
compartimos de entonces es por el sufrimiento de los humildes e
indefensos hermanos de los andes quienes a sus centurias de olvido y
exclusión vieron sumadas desde el año ochenta la locura del
fundamentalismo mesiánico de sendero luminoso.

Con sus acciones de mayo de 1980 el PCP-SL dio inicio al proceso


de violencia política en el Perú, sin embargo y al margen de su largo
proceso de gestación ya en mayo de 1979 sendero había aprobado el
inicio de su lucha armada. En el país, tras doce años de gobierno
militar se alcanzaba el retorno a la institucionalidad democrática y el
gobierno del presidente Belaunde contaba esta vez con un poderoso
instrumento para la construcción de una sólida democracia; el pacto
social de 1979. La nueva Constitución Política del Estado pretendía
encausar el ejercicio de una cultura de tolerancia y dejar atrás medio
siglo marcado por la exclusión social y el prejuicio político.

La Asamblea Constituyente de 1978 presidida por el peruano más


ilustre del siglo XX el maestro Víctor Raúl Haya de la Torre había
encumbrado a la Carta del 79 hacia el liderazgo regional de la
constitucionalización de la jurisdicción supranacional en materia de
derechos humanos incorporando en su texto la recién ratificada
Convención Americana sobre Derechos Humanos e incluyendo la
competencia contenciosa de la Corte Interamericana. Por primera vez
también en esta parte del continente se constitucionalizó la institución
jurídica del Ombudsman o Defensor del Pueblo como lo hizo la Carta
Magna de 1979 en la función desempeñada por el Fiscal de la Nación.
Pero a esta auspiciosa reinauguración democrática le acompañaría por
desventura el fenómeno más pernicioso y violento de nuestra vida
republicana; el proyecto polpotiano de sendero luminoso.

Considerado como “uno de los casos de fanatismo criminal más


extremos que se ha conocido en la historia de América Latina”,
sendero nos abrió las puertas del infierno descargando sobre la patria
todo el poder de su maldad sembrándola de odio, destrucción, muerte
y desolación. Familias y poblaciones enteras fueron azotadas con la
tragedia y el terror, luto, luto, luto..., el Perú entero otra vez se
convirtió en un inmenso osario. Y como en el relato de Sánchez
murieron los mártires cantando su aprismo, como en la masacre de
Andajes murieron los campesinos cantando su aprismo, sus nombres
y su fe en la democracia, como buscando con su canto trascender más
allá de sus muertes.

Más de un millar de mártires entre dirigentes, militantes de base,


autoridades y funcionarios ofrendó el aprismo en la lucha por la
pacificación del país. Existe un común denominador en la gran
mayoría de estos casos; las víctimas ostentaban un alto nivel de
legitimidad social, gozaban del aprecio popular y esto los hacía
peligrosos para el proyecto subversivo pues con su vigencia
contribuían a la defensa del espacio político social que los sediciosos
pretendían copar. Evidentemente dentro de la lógica senderista, una
autoridad de buena gestión y reconocido prestigio legitimaba el
sistema democrático y popular que ellos consideraban a punto de
colapsar.

Los episodios de los años de violencia política dejaron hondas


heridas en la conciencia moral de la Nación, en ello creo que todos
estamos de acuerdo, sin embargo, la politización del tema puede estar
conduciéndonos a la deformación de un concepto colectivo de la
verdad que la sociedad reclama íntegra. Los sucesos de violencia y
los esfuerzos de pacificación constituyen un proceso integral y como
tal debe ser evaluado, serena y objetivamente si es que realmente
creemos que sobre la base de la verdad se ha de alcanzar la justicia y
echar las bases indispensables para lograr una efectiva reconciliación
nacional. Los hechos y los actores de la guerra interna deben ser
ubicados en su contexto histórico, fuera del cual el apasionamiento y
la mezquindad solo han de perturbar y conspirar contra instituciones y
colectividades que son fundamentales para la convivencia nacional.
La estrategia antisubversiva del estado en la gestión aprista

En el proceso de pacificación la administración aprista aportó desde el


28 de julio de 1985 contenidos que contribuyeron a darle un enfoque
integral a la estrategia antisubversiva del Estado, estrategia que dentro
de un proceso fue alcanzándose a través de una lenta y difícil
maduración en el país. Resulta mezquino cuando no malintencionado
el afirmar ahora que el gobierno aprista carecía de una estrategia
antisubversiva o peor aún el intentar levantarnos otra leyenda negra y
esta vez como perpetradores de violaciones a los derechos humanos.
Fuera de contexto y apelando a la fragilidad de nuestra memoria
colectiva existe demasiado atrevimiento para cuestionar una gestión
que se batió ante realidades sumamente adversas, violentas y de difícil
comprensión. El solo hecho de sostener el sistema y garantizar la
transferencia democrática en una gravísima espiral de violencia que
no se originó el año 1985 sería de por sí un logro que exhibir, logro
que con otros protagonistas de mayor actualidad resultaría
francamente dudoso de alcanzar.

Permítame el lector destacar a continuación de un modo asistemático


–por la brevedad del espacio- algunos momentos de la administración
aprista que considero acertados en la política pacificadora del Estado
bajo su gestión, advierto que con ello no pretendo ni puedo negar los
desaciertos o excesos que se hubieran cometido en dicho tiempo, pero
es que esa tarea es ya desde hace buen tiempo asumida con
espontaneidad, entusiasmo y con no pocas expectativas por parte de
nuestros tradicionales adversarios.

El 28 de julio de 1985 la estrategia pacificadora del Estado fue


redefinida con claridad por el presidente Alan García; era necesario
combatir a la barbarie sin caer en ella. Las primeras medidas
implementadas bajo su gestión expresan nítidamente la coherencia
con dichos propósitos. La estrategia del Estado perfilaba dos grandes
líneas de acción: una contundente y sostenida ofensiva militar; y
simultáneamente procurarse el apoyo de la población haciendo a un
lado cualquier exceso que incline el accionar militar hacia una política
de tierra arrasada. El aspecto sociopolítico de la estrategia
pacificadora del Estado apuntaba a quitarle la base social a S. L., no
olvidemos que sendero se desenvolvía entre masas cautivas sometidas
por la fuerza o el engaño a las cuales exponía como carne de cañón
ante los operativos militares.

Por propia definición el gobierno aprista tenía un carácter


nacionalista, democrático y popular y era manifiesta su preocupación
por el tema agrario. Ponía además énfasis en la necesidad de erradicar
la pobreza histórica de los andes. Las políticas de desarrollo social
encontraron entonces una natural coincidencia con la estrategia
pacificadora pues se orientaron hacia las zonas más deprimidas
identificadas como el Trapecio Andino en las cuales Sendero
Luminoso acentuaba su prédica violenta. Las políticas a favor del
Trapecio Andino merecieron en su momento el apoyo mayoritario de
la población, sin embargo, con el tiempo y sacadas de contexto han
venido a estigmatizarse como populistas e irresponsables. Pero la
historia habla a favor nuestro y Puno es un claro ejemplo de ello; en la
célebremente autodenominada “Entrevista del siglo” Abimael
Guzmán había sentenciado que “Puno será otro Ayacucho” y para
ventura del país los resultados no lo acompañaron, S. L. fue derrotado
en Puno y aquella fue una victoria del Estado, las organizaciones
sociales, los partidos políticos y el pueblo en general.

A pocos meses de iniciada la gestión del presidente Alan García y en


el tema que nos convoca de la estrategia antisubversiva y el respeto
por los derechos humanos, el análisis que del mismo hacía la exigente
prensa extranjera podría resumirse en el siguiente editorial del diario
español El País: “La carrera del joven presidente del Perú, Alan
García, es veloz y arriesgada: en dos meses ha abordado el problema
de la corrupción por la droga, el de los derechos humanos –los
asesinatos de campesinos por bandas militares o paramilitares- y ha
comenzado una seria operación de pacificación de las guerrillas.
Para eso ha tenido que destituir a casi 200 altos mandos militares y
de la policía, que pueden acabar ante los tribunales de justicia
acusados de terrorismo de Estado” ( Diario El País Madrid, 24 de
septiembre de 1985. Citado por Víctor Peralta en “Sendero Luminoso
y la prensa 1984-1994”).

Las destituciones a que alude el diario español están relacionadas a los


dolorosos sucesos de Accomarca del 14 de agosto de 1985. Un pueblo
olvidado del Perú profundo que se dio a conocer por los excesos de
una patrulla militar y que dieron lugar a una rápida y enérgica
reacción del presidente Alan García. Accomarca es además un caso
que grafica el interés del gobierno aprista por darle un contenido
integral a la estrategia pacificadora del Estado. Tras los condenables
sucesos en Accomarca se destacó al Batallón de Ingeniería de
Combate N° 2 con su maquinaria, soldados e ingenieros y apoyados
diariamente por 150 braseros de la comunidad en acción
mancomunada le llevaron al dolido y maltratado pueblo, electricidad,
agua potable, servicio telefónico y también una carretera que fue
inaugurada por el Ministro de Guerra. Se instaló ahí una base
antisubversiva que orientó su acción también a aspectos de carácter
sanitario y alimentario. Estos sucesos merecieron en la prensa
editoriales de medios sin ninguna afinidad con el gobierno como el
siguiente:
“ ... la acción conjunta del pueblo, el ejercito y el gobierno hizo
posible un esfuerzo mancomunado que se ha traducido en una
resurrección que puede ser calificada de milagrosa. Su población se
ha recuperado, y ya alcanza más de seiscientas familias que viven
optimistas y confiadas en la seguridad que les confiere la presencia
de una base antiguerrillera instalada allí por la Fuerza Armada, y
que, además de la función de vigilancia que le es inherente, cumple
también tareas de orientación, de carácter sanitario y alimentario.
Se trata pues de un resultado ejemplar y que resulta sumamente
aleccionador de la forma como deben ser encaradas estas
situaciones...” ( de “La recuperación de un pueblo fantasma” Diario
El Comercio, página editorial 19 de junio de 1986). Un día antes el
propio diario El Comercio había editorializado de la siguiente manera:
“Verdaderamente y digna de ser puesta de relieve es la acción cívica
que la Fuerza Armada está cumpliendo en algunas regiones a donde
ha sido enviada con la misión principal de combatir al terrorismo
senderista. Son dos batallones de zapadores, ingeniería militar, los
que están realizando esta aleccionadora labor de apoyo a la
comunidad en las regiones en estado de emergencia de los
departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Apurimac y Ucayali; es
decir territorios que no por coincidencia, figuran entre los más
deprimidos del país” (de “La acción Cívica de las Fuerzas Armadas”
Editorial del diario El Comercio. Lima, 18 de junio de 1986).

Con lo sucedido en Accomarca quisimos graficar lo que fue una


saludable evolución en la estrategia antisubversiva del Estado en la
necesidad de superar los errores del quinquenio anterior sobre los
cuales testimonios de excepción como los de Edilberto Oré Cárdenas
refieren lo siguiente: “En esta época cuando todavía Sendero estaba
en etapa de concientización para ganar adeptos, las Fuerzas Armadas
y el Servicio de Inteligencia no actuaron viendo los intereses y la
salvaguarda de la masa campesina, solo actuaron con ejecuciones
selectivas que eran aprovechadas por Sendero para generar más odio
del campesino hacia las fuerzas armadas. Muchas autoridades y
comunidades pedían la intervención de las fuerzas armadas, pedidos
que eran desoídos, siendo el servicio de inteligencia entonces una
nulidad” (de “Ayahuanco: Bajo la Sombra de Sendero, un testimonio
de parte sobre la violencia” Edilberto Oré Cárdenas / IDL .
Noviembre de 1998).

No es coincidencia por tanto, que al primer año de gestión del


gobierno aprista la prestigiosa y exigente America’s Watch informara
como sigue: “Un primer año de gobierno de Alan García se ha
destacado por importantes logros en la promoción de la causa de los
derechos humanos, infundiéndoles la autoridad moral del
compromiso personal con estos ideales por el Presidente. Su gobierno
también ha logrado un considerable éxito en frenar los más terribles
atropellos de las Fuerzas Armadas en el campo sobre todo en la
reducción de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales” (Informe
Anual sobre Derechos Humanos – 1986 America’s Watch, Comisión
Andina de Juristas Lima - 1986).

La cita anterior refleja con claridad lo que proponía para el país el


gobierno aprista desde la estrategia antisubversiva del Estado y que
mereció de nuestras Fuerzas Armadas un saludable cambio de actitud
que lamentablemente no tuvo su correlato en los fueros del sistema de
justicia al momento de juzgar a los terroristas. Las causas de ello no
las vamos a analizar ahora pero no podemos dejar de señalar que la
constante liberación de terroristas que posteriormente volvían a
cometer atentados fue uno de los factores más desestabilizantes contra
la estrategia pacificadora del Estado.

El terrorismo por supuesto dentro de este nuevo escenario no se


quedó de brazos cruzado. En su razonamiento fundamentalisa y
mesiánico, sendero afirmaba que su revolución triunfaría luego de los
peruanos cruzaran un río purificador de sangre hacia el otro lado.
Los esfuerzos del Estado por aliviar el sufrimiento de los sectores más
deprimidos así como el superar los excesos militares contra la
población civil eran un enorme escollo para la estrategia senderista
que en su razonamiento las interpretaba como un obstáculo para el
desarrollo de la conciencia revolucionaria. Es por ello que refuerza e
intensifica sus atentados aterrorizando a las autoridades locales y
políticas, pretendiendo destruir la economía del país y las instituciones
democráticas.

El “equilibrio estratégico”

Sendero pregonaba en los ochenta la necesidad de alcanzar en la


guerra que libraba contra la sociedad el ansiado “equilibrio
estratégico”, el mismo que precisaba el “pensamiento Gonzalo” no
estaba entendido como una correlación de fuerzas en el plano militar
con el Estado; sino más bien, a una correlación de fuerzas en el plano
de la legitimidad social. Ellos pretendían alcanzar una legitimidad
social en determinadas zonas del país y esa correlación de fuerzas
induciría a la ilegitimidad en las acciones represivas del Estado. Como
todos sabemos en los tiempos en que sendero le declaraba la guerra al
Estado de Derecho, este le permitía tener un vocero que sin ningún
desenfado mitificaba sus acciones haciendo apología de los mismos,
en una autoproclamada “entrevista del siglo” el vocero senderista
reivindicaba el “pensamiento Gonzalo” en el sentido de que al
potenciarse la guerra popular necesariamente la guerra antisubversiva
desencadenaría el genocidio que los llevaría al equilibrio estratégico.

El “sello de oro”

Es en este concepto y ante una un acertado desempeño de la


estrategia antisubversiva del Estado bajo la administración aprista que
“la banda maoísta orientó su estrategia a erosionar la confianza de
la nación tanto en el APRA como en el Estado”. En el país durante los
primeros meses de la administración aprista, incluso importantes
sectores de la izquierda marxista evitaban confrontar directamente con
la política antisubversiva del Estado. La estrategia senderista enfiló
entonces sus golpes hacia los flancos más sensibles del adversario; las
Fuerzas Armadas y Policiales. Con una intensificación de atentados
selectivos que luego con el tiempo se puede entender con claridad que
lo que se pretendía era provocar una reacción excesiva de los mismos.
Simultáneamente se acentuaron los asesinatos de autoridades locales,
políticas, funcionarios públicos, dirigentes y militantes apristas, los
cuales iban en la misma estrategia anteriormente señalada. Dos fueron
los violentos sucesos con los que sendero anticipaba un plan mayor al
cual llamarían el “sello de oro”: el atentado contra el secretario de
organización del PAP en el cual asesinaron a tres militantes apristas y
un transeúnte y el salvaje atentado que perpetraran contra el
contralmirante Ponce Canessa ambos de mayo de 1986.

La estrategia de sendero tuvo su momento cumbre en los sucesos del


18 y 19 de Junio de 1986; el amotinamiento de los internos por
terrorismo en los penales de Lurigancho, El Frontón y Santa Bárbara.
Los subversivos con armas y rehenes en mano pretendían imponer la
exigencia del no traslado de sus cuadros al penal de máxima seguridad
de Canto Grande manteniendo así el autogobierno de las cárceles a las
cuales habían calificado de “Zonas Liberadas”. A tenor de la
reivindicación que hiciera sendero de los sucesos de los penales, el
amotinamiento apuntaba a desarrollar “un baño de sangre popular”
protagonizado por “los guerrilleros e hijos del pueblo prisioneros de
guerra” que deslegitimara al Estado y mitificara los sucesos y a su
propia organización. En una “Resolución” publicada por el vocero
senderista el Comité Central del PCP SL reivindica la jornada de esta
manera: “Los combatientes del Ejercito Guerrillero Popular,
prisioneros de guerra, enarbolando La Rebelión se Justifica se
batieron heroica y denodadamente sellando un hito de heroicidad,
valor y coraje que la historia guardará como demostración ejemplar
de los hombres heroicos que solo la guerra popular es capaz de
generar” (El Nuevo Diario. Lima, 13 de julio de 1986).

El antropólogo huamanguino Manuel Jesús Granados, uno de los


mayores conocedores del fenómeno senderista, en una entrevista que
publica el diario La República en diciembre de 1987 aporta
interesantes conceptos sobre lo sucedido en los penales algunos de los
cuales reproducimos:
“ Periodista: ¿ La masacre que hubo en los penales los debe haber
debilitado?
Granados: Ha sido un duro golpe, pero para mi ha sido un duro
golpe buscado, ellos querían eso... .
Periodista: ¿Pensaron que iba a ser tan brutal?
Granados: Pienso que si, ellos caminaban en otra óptica, otra
mentalidad. Los sucesos fueron el sello de oro buscado, ellos sabían
que los iban a matar. Conozco periodistas que recibieron cartas de
los penales anticipando los hechos; hablaban de un plan de
exterminio. En vez de parar la cosa, la engrandecieron al nivel de
mito subjetivo. El mito subjetivo de la invencibilidad de la guerra
popular”. (De El PCP SL y su ideología. Manuel Jesús Granados –
2da. Edición 1999).

Las “cartas de los penales” a que refiere Granados están en la misma


lógica que las “denuncias” con el que los órganos de fachada de
sendero anticipaban su plan para empujar al Estado hacia una
situación límite que lo deslegitimara ante la opinión pública nacional e
internacional. El momento elegido fue la cita de la socialdemocracia
en Lima a la cual S. L. había calificado de “la secreción necesaria del
imperialismo”. Es así que el 04 de mayo de 1986 el vocero senderista
“calentaba” el ambiente con una nota titulada “Vía crucis en el
frontón” en ella los familiares de los “presos políticos” anticipaban
que “estamos alertando ante la opinión pública ante un inminente
genocidio” (El Nuevo Diario, 04 de mayo de 1986). En la misma
intención la “Asociación de Abogados Democráticos” otro órgano de
fachada senderista publicó un comunicado titulado “Defendamos la
vida de los presos políticos” en el alertaban de estar en marcha la
“aplicación de un Plan Genocida contra los presos políticos
detenidos en las prisiones de Lima y Callao” (El Nuevo Diario, 19 de
mayo de 1986). La cuestión de fondo de ambas “denuncias” era su
oposición al traslado de los presos senderistas al penal de máxima
seguridad de Canto Grande.

Si finalmente sendero consiguió sus propósitos es algo demasiado


discutible y merece un análisis mucho mayor, sin embargo los sucesos
de los penales marcaron un punto sin retorno en las relaciones y
posiciones de los actores sociales, políticos y fácticos en el país. Es
probable que Manuel Granados tenga razón cuando afirma que “La
propaganda basada en la defensa de los derechos humanos magnifica
estos sucesos, contribuyendo a presentar a la población, y de paso al
PCP SL, como víctimas. Es obviamente, una victoria política de gran
alcance estratégico, que favorece los objetivos trazados por el PCP
SL” (“El PCP SL y su ideología. Segunda edición 1999). Este análisis
cobra hoy enorme actualidad aunque por otras motivaciones. Pero
para tener una visión más objetiva de los hechos es que deseamos
remontarnos al contexto en que sucedieron los mismos para encontrar
en las opiniones de los medios el análisis más correcto, y que mejor
que apoyarnos en lo expuesto por el decano de la prensa nacional,
siempre tan objetivo y preocupado por la defensa de los derechos
humanos.

Cuando hace mal olvidar

Sobre los sucesos de los penales el 20 de junio de 1986, el diario El


Comercio editorializaba sus opiniones con el titular de “Energía
Necesaria” expresando con claridad y contundencia los siguientes
conceptos: “(...) En consecuencia, el primer paso dado fue hacer una
invocación de la Comisión de Paz para que cesara la rebeldía. El
esfuerzo fue nulo. Los terroristas demostraron con toda claridad su
decisión de no aceptar razones ni acatar las disposiciones para que
todo volviera a la precaria normalidad precedente.
Por ello siguiendo los pasos constitucionales y legales pertinentes, se
convocó a las Fuerzas Armadas para que guiados por el Comando
Conjunto, intervinieran decididamente en el caso y pusieran coto a
tan grave situación.
Acatando tal mandato, las tropas y los elementos castrenses
intervinieron ocupando los CRAS mencionados y donde los terroristas
se habían atrincherado contando con abundantes armas de fuego,
dinamita y de otro tipo. También de acuerdo a versiones preliminares
se estaría trasladando a los capturados a centros de alta seguridad.
Eso desde todo punto de vista, ha constituido una medida necesaria
en la lucha contra la subversión. Por ello la ciudadanía ha
comprendido que dada la situación creada, no había otra solución
que la adoptada por el gobierno, respaldando a las fuerzas policiales
y militares que están cumpliendo a costa de algunas bajas, entre
oficiales, técnicos y subalternos, con su misión fundamental de
avanzar en el control de la seguridad y defensa interna del país, con
presencia de fiscales y miembros del Poder Judicial.
Aunque no se ha practicado un balance oficial de los
acontecimientos, se considera que ha habido cientos de muertos y
heridos, cosa que tenemos que lamentar. Más nada distinto podía
haberse hecho. (...)” (de “Energía Necesaria” página editorial del
diario El Comercio. Lima, 20 de junio de 1986).

Tres puntos importantes destaca la página de opinión mencionada; el


primero es sobre “la precaria normalidad precedente” y está referida
a la situación de “zonas liberadas” que en la concepción maoísta
habían devenido las prisiones por los reclusos senderistas, a ellas se
refiere también El País de España como que “El desgobierno y la
corrupción en las cárceles eran situaciones que el APRA había
heredado del gobierno anterior” (de “Sendero Luminoso y la Prensa
1980-1994” Víctor Peralta). El segundo y relacionado directamente
con lo anterior se refiere al aprovisionamiento de “dinamita y de otro
tipo” que el propio decano de la prensa denunció se habían
almacenado bajo la modalidad de “hormiga” es decir pólvora y
cemento llevados por los familiares de los presos senderistas en
cantidades pequeñas para hacer explosivos y construir sus
fortificaciones y túneles. El tercer punto es el que alude al respaldo de
la población a las medidas tomadas por el Estado para el develamiento
de los motines, y es que en una investigación realizada por la firma
Apoyo S.A. el 75% de los peruanos mostró su respaldo a la forma
como procedieron las Fuerzas Armadas ante los motines
protagonizados por los senderistas en los penales (El Comercio 24 de
junio de 1986) y en otro sondeo de opinión de Apoyo S.A. el 70% de
los peruanos manifestó que no era posible dialogar con los miembros
de SL, mientras que un 83% expresaba su respaldo al traslado de los
acusados por terrorismo al penal de alta seguridad de Canto Grande.
(El Comercio, 25 de junio de 1986).

Los sucesos del amotinamiento armado senderista en los penales han


sido denunciados e investigados durante 17 años, los medios han
expuesto sus posiciones en este tiempo con la claridad suficiente
como para no ameritar este “remake” mediático de testimonios que
provienen precisamente de las fuentes menos objetivas. Reitero, se
apela mucho a la fragilidad de la memoria de quienes vivimos esos
tiempos y a la buena fe de aquellos que no tuvieron la edad para
vivirlos. La campaña mediática tiene una nítida orientación política y
obviamente una población objetivo; los jóvenes sufragantes del año
2006.

Aunque con otros protagonistas a pegado la vuelta aquella enojosa e


incomprensible consigna de “antes que Piérola los chilenos”. Las
pasiones políticas deberían ceder paso a la objetividad. Nadie que
genuinamente crea en el sistema democrático puede alentar el retorno
de los tiempos de violencia política. El Perú del tercer milenio no es el
de los ochenta, la juventud de hoy no es la juventud ideologizada y
comprometida con los grandes proyectos sociales que se resistió ante
los cantos de sirena senderistas durante los años ochenta. La juventud
de hoy señores se debate entre la cultura del éxito y la violencia
juvenil, siendo esta última contraria a todo concepto de autoridad y
orden público. Por que jugar con fuego?. Si de algo sirviera para
ayudar a la reflexión de quienes impulsan esta miope campaña
recordamos a continuación algunas reflexiones expresadas en el
dramático contexto en que sucedieron los hechos en referencia:

“ (...) La ofensiva terrorista, debidamente sincronizada y muy bien


respaldada, que padece en Perú en estos momentos no solo se
manifiesta con la sucesión e incremento de los hechos criminales,
sino también por una concertada campaña de deformación
publicitaria de los hechos.
No se puede aceptar, sin grave riesgo de la institucionalidad
democrática del Perú, que los actos de provocación y de desafío a la
autoridad sirvan para convertir a los culpables del terrorismo, es
decir Sendero Luminoso y el Movimiento Tupac Amaru, de
victimarios a víctimas. Las pérdidas de vidas, la destrucción de bienes
y la amenaza constante a toda clase de actividades productivas, son
provocadas por los terroristas como parte de un plan para
apoderarse del país y destruirlo.
Hoy mismo se registran hechos monstruosos: el asesinato de
ingenieros que en importantes zonas del país trabajan para mejorar
el nivel de vida de la población peruana; y el asesinato de turistas
mediante el cruel método de colocar explosivos en un vehículo en
Machu Pichu. ¿ Como puede calificar la opinión pública peruana y
mundial estos crímenes insensatos?.
El presidente de la República ha aportado los hechos más
importantes registrados entorno a los penales. Corresponde al Poder
Legislativo realizar la investigación política y al fuero judicial la
correspondiente labor jurisdiccional a la brevedad posible para
deslindar responsabilidades.
Los peruanos estamos en el deber de impedir que la lentitud de las
investigaciones sirva a los enemigos de la democracia para enturbiar
los hechos y para convertir estos reprobables sucesos en caja de
resonancia para la propaganda extremista.
El Perú respalda a las autoridades y a la Fuerza Armada en su lucha
contra el crimen. Hay un sentimiento de unidad nacional ante el
peligro de esta agresión cruel y extraña. (...)” (de “El mensaje del
Presidente de la República”. Página editorial del diario El Comercio.
Lima, 26 de junio de 1986)
Es impresionante la actualidad que hoy cobran estas reflexiones y
aunque algunos roles han trocado de protagonistas vale la pena
continuar con otras y no menos importantes citas como las que siguen:
“(...) En estos momentos, y por un curioso efecto sentimental,
hipócritamente explotado por ciertos sectores y secundado por
algunos ingenuos, se está dando una especie de conmiseración hacia
los terroristas, a los cuales se pretende convertir en víctimas del
sistema.
Quizá acciones monstruosas como la del Cuzco abran definitivamente
los ojos a quienes insisten en no ver con claridad. El terrorismo no se
ha amilanado por los trágicos sucesos recientes, todo lo contrario.
Permanece agazapado y siempre pronto a consumar sus actos
criminales que no respetan vidas ni haciendas y hacen escarnio de los
más nobles valores humanos”. (de “Un atentado y el turismo”. Página
editorial del diario El Comercio. Lima 27 de junio de 1986).

“Por tanto, juzgamos que las investigaciones que se hagan, en


particular las encargadas a la Comisión Permanente del Congreso, se
desarrollen al margen de las pasiones políticas, partidarias e
ideológicas. Igualmente las organizaciones nacionales e
internacionales de derechos humanos deben actuar con imparcialidad
para que el fruto de sus trabajos sea digno.
La prensa en un clima de absoluta libertad de expresión, opinión,
independencia y circulación también debe tener un papel importante
en este proceso de revisión de los mecanismos democráticos que
fueron puestos en juego. Hay que hacer una invocación entonces,
para que en este nivel las mismas pasiones políticas y cualesquier
otro interés subalterno den paso a la objetividad.
Lo que nuestra patria necesita es mesura de todos quienes quieren
preservar la existencia de un sistema basado en la libertad. Y por eso
este es el momento más adecuado para determinar con justicia como
están funcionando nuestra estructura jurídico-política y sus
respectivos poderes. Por eso mismo también es vital que se impida
tanto la perpetración de eventuales desbordes como la formación de
mitos en torno a los enemigos del sistema que no vacilan en utilizar
todos los métodos a su alcance: desde las propias acciones violentas,
hasta la propaganda subliminal con la intención de forjarse supuestos
“héroes” e irrogarse facultades como la de juzgar al pueblo peruano
y a sus instituciones libremente electas. (...)” (de “Investigación
Imparcial de los sucesos”. Página editorial del diario El Comercio.
Lima, 24 de junio de 1986).

De los años de violencia política hay muchísimo aún por evaluar y es


preciso hacerlo con serenidad e imparcialidad. El cuanto a la
estrategia antisubversiva del Estado durante la administración aprista
reitero que desde un principio hubo conceptos claros en los grandes
lineamientos y que estos consideraban como prioridad el respeto por
los derechos humanos; sin embargo el proceso de asimilación de
dichos conceptos por los actores fácticos de la estrategia fue lento y de
difícil maduración. Para su viabilidad era condición indispensable que
la estrategia fuera asumida, que calara en la convicción de las fuerzas
del orden que se batían a diario ante un enemigo por demás artero y
sucio que jamás respetó los derechos humanos de militares y civiles,
ni los más elementales preceptos del derecho internacional
humanitario. No es materia de este espacio el destacar todos los
momentos de la estrategia antisubversiva del Estado en la
administración aprista. Quedan para su correspondiente análisis
momentos tan trascendentes como el de la experiencia en el Alto
Huallaga dirigida por el General Alberto Arciniega u otros como la
creación del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN). Momentos que
sin duda merecerán un espacio más apropiado.

En tiempos inciertos para la memoria histórica de la Nación queremos


con esta modesta iniciativa convocar voluntades para que estas
contribuyan a reivindicar la otra faz de la verdad que se soslaya con
desdén y que es la verdad de los mártires de la pacificación. Ellos que
lo dieron todo por una sociedad con libertad y justicia social, tenían
una vida, familia, sueños y derechos, y los ofrecieron a la patria. No
los estaríamos respetando si los mantenemos en la oscuridad del
anonimato. En estos tiempos de actitudes y conductas tan
predispuestos a la sensualidad y el burocratismo que sus gestas nos
ayuden a repensar nuestro compromiso social entendiendo que la
política es ante todo una misión de servicio hacia los demás. No son
más “nuestros mártires”, le pertenecen ahora al Perú entero y en su
merecido descanso eterno se confunden allá en lo alto con tantos otros
luchadores que desde otras creencias o responsabilidades dieron de sí
sus más elevados valores en servicio a la patria.

Lima, Junio de 2003


MEMORIA PARA LOS OLVIDADOS

El presente trabajo que por algún tiempo ha de permanecer


incompleto, pretende en principio, la aproximación al recuento
cronológico de los atentados selectivos que segaron la vida a más de
un millar de militantes, dirigentes, autoridades políticas y funcionarios
públicos apristas por obra de la vesania terrorista durante los años de
violencia política. Extraordinarias historias de valor y sacrificio
marcaron los años ochenta, de entre ellas y por ahora, procuramos
destacar a quienes por encima de las amenazas se mantuvieron con
firmeza en sus cargos ofrendando a la patria con sus vidas en defensa
de sus ideales de democracia con justicia social. En realidad
solamente la mezquindad y el prejuicio político pueden explicar el
nulo reconocimiento que la sociedad le ha tributado a estos peruanos
ejemplares; los Mártires de la Pacificación.

No tengo dudas que cada episodio merecería un capitulo aparte pero


aquello será materia de otro trabajo, la necesidad de la información y
el apremio del tiempo nos obligan a presentar este avance de una
información más profusa y minuciosa. Pido anticipadamente disculpas
a los familiares y deudos de aquellos mártires que no menciona esta
publicación, diversos han sido los escollos que nos impidieron una
mejor investigación, sin embargo queda hecho el compromiso de
superar estos u otros obstáculos para una posterior edición. No
obstante ello debo expresar ahora mi reconocimiento a todos los
mártires de la pacificación, de todas las instituciones, de todos los
partidos, de todas las creencias. Su valentía, su integridad, su martirio
nos legaron el sostenimiento del sistema democrático y a ellos les
debemos gratitud eterna.

Lima, 24 de junio de 2002.

Nota.- Los datos contenidos en esta publicación han sido extraídos de


los diarios y revistas de la época, especialmente del diario La
República, el Nuevo Diario, el diario El Comercio y la revista Caretas,
esto podría habernos inducido a reproducir datos inexactos dadas las
comprensibles dificultades de la corresponsalía de prensa en las zonas
de emergencia por aquellos años de extrema violencia. De gran
utilidad y como guía nos ha servido el dossier “Violencia Política en
el Perú 1980 – 1988” publicado por DESCO, y además las
publicaciones del IDL “Perú 1989” y “Perú 1990”, lo cual
agradecemos públicamente.

CRONOLOGIA DE LOS HECHOS

31 de agosto de 1983.- Las dos principales autoridades del distrito de


Curgos, de la provincia de Huamachuco, departamento de La
Libertad, fueron asesinadas por Sendero Luminoso.
Aproximadamente a las cinco de la tarde un numeroso grupo de
terroristas incursionó en la localidad de Curgos, distante a 30
kilómetros de la ciudad de Huamachuco conduciendo violentamente
hacia la plaza del pueblo al alcalde aprista Genaro Castillo Vásquez y
al teniente gobernador, José Chipín Chacón. Luego de un remedo de
“juicio popular” ambas autoridades fueron acribilladas en presencia de
aterrorizados vecinos.
Al día siguiente, presumiblemente la misma columna senderista
irrumpió en la SAIS “3 de Octubre” ubicada en el caserío de
Serpaquino en el distrito de Surín dando muerte a Romero Reyna y
Rosario Tumbajulca, presidente y tesorero de la SAIS
respectivamente.

17 de Abril de 1984.- Tito Jaime Fernández, alcalde aprista de la


provincia de Leoncio Prado, Tingo María, presidente del Comité de
Defensa de los Derechos Humanos de Leoncio Prado, es asesinado
por dos hombres en la puerta de su casa y en presencia de su esposa.
Dos balazos a quemarropa le destrozaron la arteria aorta matándolo en
pocos minutos, paralelamente eran volados con dinamita el local de
INIPA en Aucayacu, y la oficinas del Proyecto Especial del Alto
Huallaga en Pucayacu. En las paredes y escombros solo quedaron
inscritas las vivas a la lucha armada y al “presidente Gonzalo”. Había
sido amenazado de muerte por los terroristas.

22 de Abril de 1984.- En la localidad de Chira, en Huamanga, es


asesinado el alcalde aprista, Sabino Jaime Maldonado.
29 de Diciembre de 1984.- Teodoro Vega Camargo, alcalde aprista
de Chilcayoc, provincia de Lucanas, Ayacucho, fue ultimado a tiros a
boca de jarro en la cabeza, tras la incursión de 50 subversivos de
sendero luminoso. Se estima que su ejecución se debió a la obstinada
oposición que puso en práctica para evitar que su pueblo fuese
saqueado.

21de Febrero de 1985.- En Lima se registró un ataque sincronizado


por grupos senderistas en seis distritos teniendo como blanco locales
de partidos políticos, agencias bancarias y el Juzgado Letrado de El
Agustino. Esa misma noche también fue asesinado un militante aprista
en la parte lateral del local PAP. Le fueron disparados varios balazos,
impactándole uno de ellos en el lado izquierdo del cuerpo,
ocasionalmente la muerte.

08 de Mayo de 1985.- En Cerro de Pasco, sumándose a la reciente


violencia terrorista, tres asesinos irrumpieron en la casa de Pedro
Mandujano Verástegui, de 64 años de edad, en Chicrín, los terroristas
le dispararon a quemarropa con una escopeta, destrozándole el cráneo.

08 de Mayo de 1985.- En otra criminal acción del terrorismo, el


electo diputado aprista y alcalde del distrito de Yanacancha, Luis
Aguilar Cajahuamán, de 42 años, murió acribillado a balazos en un
ambiente de la Universidad Daniel Alcides Carrión donde trabajaba
como catedrático.
Tres encapuchados le dispararon cobardemente cinco tiros a
quemarropa de los cuales tres le impactaron perforándole el parietal
derecho y el pulmón de ese mismo lado. Un tercer tiro le atravesó la
mano izquierda cuando intentaba cubrirse.
Se supo que el victimado alcalde aprista había sido amenazado de
muerte. Aguilar Cajahuamán, había nacido en Cerro de Pasco y era
estimado y respetado en todas las esferas sociales e institucionales por
su condición de educador, hombre público y político. Dejó viuda y
cinco menores huérfanos.

15 de Mayo de 1985.- En una nueva orgía de sangre, sendero asesinó


al alcalde aprista del distrito de Sanagorán, Huamachuco, Alejandro
Polo Baca y el gobernador Eleodoro Salvatierra. Armados de
escopetas, fusiles de largo alcance y modernas metralletas un
comando extremista compuesto por 40 hombres sacó de su domicilio
a viva fuerza a dichas autoridades, conduciéndolas a la Plaza de
Armas. En ella los terroristas, cubiertos con pasamontañas dieron
rienda suelta a su sed de sangre cuando un “tribunal de justicia”
constituido por ellos mismos sentenció a muerte a las 2 autoridades.
La hermana del alcalde, Elia Polo Baca, se enfrentó con fiereza a los
sediciosos pero resultó gravemente herida al impactarle en el pecho
una bala extremista.
Polo Baca y Salvatierra, fueron ametrallados delante de su pueblo,
procediendo luego a dinamitar el local del Concejo distrital.

7 de Octubre de 1985.- Por la noche terroristas atacaron cinco locales


apristas en Lima, Villa El Salvador, Tablada de Lurín, Canto Grande,
Maranga y Surquillo.
En la segunda cuadra de la Av. Los Ángeles de Villa El Salvador,
siete terroristas armados con metralletas, revólveres y dinamita,
atacaron el local PAP de ese sector. Sorpresivamente abrieron fuego
contra cuarenta personas entre alumnos y dirigentes apristas. Al
mismo tiempo que arrojaban cartuchos de dinamita.
Jorge Samamé Rojas de 22 años, secretario del centro de capacitación
en artesanía, manualidades y otras especialidades, fue acribillado por
una ráfaga de metralleta. Dos balazos le alcanzaron de lleno en el
tórax, y otro de necesidad mortal le impactó en la cabeza. Su muerte
fue instantánea.
Una carga de dinamita estalló cerca del profesor Máximo Cordero
Carrizales. La explosión le destrozó ambas piernas. El mismo
dinamitazo hirió gravemente a Aurelio Anampa Mayorga, de 19 años,
militante de la Juventud Aprista. Ambos murieron quedando
gravemente heridos otros militantes.
La militante aprista Gladis Saavedra, quedó mutilada a consecuencia
del estallido de cargas de dinamita, muriendo al día siguiente.
Los cuerpos de Aurelio Anampa y Máximo Cordero descansan en el
cuartel Santo Domingo A-72 y A-73 del cementerio El Angel, así
como el de Gladis Saavedra. Jorge Samamé Rojas, descansa en su
ciudad natal, Chiclayo.

24 de Octubre de 1985.- En un atentado criminal calculado con


increíble frialdad, cinco terroristas armados con revólveres y
metralletas, entre ellos una mujer, asesinaron a balazos al director de
la isla penal “El Frontón”, Miguel Castro Castro. Le dispararon a
sangre fría y por la espalda en presencia de su menor hijo de apenas
ocho años de edad.
Miguel Castro Castro, había sido amenazado de muerte en las últimas
semanas. Fue nombrado director de la isla penal “El Frontón” en
agosto de 1985.
Edmundo Meza Vargas, chofer de la víctima salvó milagrosamente
tras haber recibido dos impactos de bala en la cabeza, logrando
conducir personalmente el vehículo hasta el Hospital Loayza.
20 de Noviembre de 1985.- Se produce el hallazgo de dos fosas con
cadáveres en la localidad de Huasca, a 3 Kms. del distrito de Huascar
en la provincia de Ambo, Huánuco. En la segunda fosa se encuentra el
cadáver momificado de Carlos Ferrer, dirigente aprista, apresado el 03
de enero de 1985 por elementos del ejercito, la identificación se logró
por su esposa Isabel Cervantes de Ferrer quién reconoció en el
cadáver el aro matrimonial.

27 de Diciembre de 1985.- Quince hombres armados con fusiles


ingresan violentamente al pueblo de San Pedro de Hualla, Víctor
Fajardo, se encaminan a la casa del alcalde electo, Marcelino Torres
Martínez del APRA y lo mantienen secuestrado por 2 días. El día 30
de diciembre fue encontrado colgado de un árbol en la localidad de
Chincheros, a 10 Km de San Pedro de Hualla. Los subversivos le
dejaron un cartel colgado en el pecho con el siguiente texto "Que
sirva como ejemplo para no ser juguete de la reacción. Así mueren
los traidores de la causa del pueblo"

9 de Enero de 1986.- Una pareja de esposos, militantes apristas,


Mateo Valenzuela y Eulogia Crisóstomo es sacada a viva fuerza de su
domicilio por varios senderistas, llevada con rumbo desconocido y
finalmente asesinada a cuchilladas por no colaborar con la lucha
armada. El crimen se produjo en un descampado ubicado en el distrito
de Cayara, Víctor Fajardo.

20 de Febrero de 1986.- El alcalde aprista del distrito de


Huancarallán, Gerardo Huamaní, es asesinado de balazos en la cabeza
luego de ser sometido a un "juicio popular" por 12 senderistas,
armados con metralletas y petardos de dinamita. Testigos del crimen
señalan que la victima fue acusada por los subversivos de no apoyar la
lucha armada y de ser militante aprista.

22 de Febrero de 1986.- Cuando el pueblo de Jauja se aprestaba a


celebrar el día de la Fraternidad, José Artemio Nesiosup Espinoza,
añejo militante del PAP, fue violentamente asesinado. Siete puñaladas
en el tórax segaron la vida del viejo dirigente aprista.

23 de Febrero de 1986.- En Cerro de Pasco, es asesinado el contador


de la Universidad de Pasco, Homero Altamirano Olano de 37 años.
También era dirigente aprista.

24 de Febrero de 1986.- El alcalde y dirigente aprista de Aucayacu,


Abraham Rodríguez es asesinado de cinco balazos por elementos de
sendero luminoso. Este fue el segundo alcalde victimado en Aucayacu
por subversivos el primero fue Avelino Hidalgo, asesinado en
noviembre de 1985.

24 de Marzo de 1986.- El prefecto de Ica, Manuel Santana Chiri


militante aprista, es asesinado por senderistas. Los asesinos le
descerrajaron dos balazos a la altura de la nuca. Esa misma noche, en
acción sincronizada, son atacados 5 locales partidarios del PAP. en
barrios populosos de Lima. Los atentados son realizados por el
"ejercito guerrillero popular" perteneciente a sendero luminoso.

01 de Abril de 1986.- En Huánuco una columna senderista, asesina al


alcalde aprista del distrito de Churubamba, Hugo Miraval Solórzano y
al hermano del teniente gobernador Guido Sifuentes Salazar Miraval
fue el sexto alcalde aprista asesinado en Huánuco.

07 de Mayo de 1986.- Un comando senderista Victima al alcalde


aprista Francisco Baca Sánchez del distrito de Sanagorán, provincia
de Sánchez Carrión, La Libertad. La zona se había convertido desde
hacía 4 años en bastión senderista. Esto ocurrió a un año del asesinato
del anterior titular, Alejandro Polo Baca, en el aniversario del APRA.

23 de Mayo de 1986.- Un grupo senderista intenta asesinar al


dirigente aprista Alberto Kitasono. Los militantes apristas Juan
Zapata, Jorge Collante y Jaime Zavana que lo acompañaban y el
taxista Félix Candela Arteaga mueren a consecuencia de los disparos
producidos por varios integrantes del comando de aniquilamiento
senderista.

20 de Junio de 1986.- Quince subversivos de Sendero Luminoso


armados con fusiles automáticos ligeros asesinaron en plena plaza de
armas de Gor Gor (Cajatambo) al gobernador Pedro Gonzáles Verano.
Luego de reunir a los habitantes en la plaza principal se dirigieron a la
casa del gobernador a quien le propinaron dura golpiza, dejándolo casi
moribundo. Luego lo llevaron a rastras a la plaza de armas donde lo
sometieron a “juicio popular”. Allí, sin darle oportunidad a la defensa
y haciendo oídos sordos a los ruegos de sus parientes, ejecutaron a
balazos a la autoridad política, en presencia de toda la población, entre
la que se encontraban muchos niños.
Posteriormente también dieron muerte a Janeo García Esboza,
después de someterlo a crueles maltratos. En la refriega resultaron
heridos Elías Gonzáles y Abilio Espinoza Baldeos.

04 de Julio de 1986.- En Huancayo, un viejo luchador social y


antiguo militante del PAP, miembro del Buró de Disciplina y jefe de
servicios generales de la UNCP, Abel Bonett García, a sus 63 años fue
abaleado por senderistas. Fueron cuatro balazos, en la cara a la altura
de la ceja derecha, en la espalda, en el estómago y lo remataron con
una tiro de gracia en la nuca. El 26 de Febrero del mismo año su
modesta vivienda había sido dinamitada. Para que nadie dude de
quienes fueron los autores de su muerte, el comando senderista dejó
sobre su pecho un cartel en el cual se podía leer estas terribles
palabras "Por cada combatiente muerto en Lurigancho y El Frontón
morirán 10 apristas". Esa misma mañana en Puno un hombre y una
mujer atentan contra la vida del secretario departamental del PAP.
Aquiles Hermoza; el dirigente aprista quedo gravemente herido. El día
06 en Puno, la casa de un dirigente aprista es volada y al día siguiente
es asesinado en la ciudad universitaria el decano de la Facultad de
Agronomía de la Universidad del Altiplano, el mismo que también era
dirigente puneño.

23 de Julio de 1986.- El alcalde aprista de Pachaconas en la provincia


apurimeña de Antabamba, Antonio Jibaja Salas y el juez de paz Raúl
Sánchez Luna, son asesinados por un grupo senderista. Cerca de
cincuenta sediciosos sacaron de sus casas a estas autoridades y las
sometieron a un "juicio popular" en la playa principal del poblado.

7 de Julio de 1986.- En Puno es asesinado un dirigente aprista


Decano de la Facultad de Agronomía.

25 de Julio de 1986.- Un dirigente aprista del asentamiento humano


Huaycán, es asesinado en Lima.

7 de Agosto de 1986.- En Huancayo es asesinado el dirigente Aprista


Braulio Zaga Pariona, alcalde del distrito de San Juan Bautista.

23 de Setiembre de 1986.- Dos trabajadores de CORDE - Ayacucho


y el candidato aprista por el Concejo de Huamanguilla, Metodio
Cuadros, son secuestrados por un grupo de subversivos. Al día
siguiente, los cadáveres de los dos primeros son hallados degollados
cerca de una represa en la localidad de Huamanguilla, Huanta.

10 de Octubre de 1986.- En el asentamiento Humano Horacio


Zevallos, ubicado a la altura del Km 15 de la carretera central en el
distrito de Ate Vitarte, Lima, se produce el ataque de un comando
senderista, dividido en tres grupos, contra varias personas vinculadas
al PAP y al PAIT. Resultan muertas María Antonieta Farfán e Israel
Penacho Novoa, siete personas mas quedaron heridas. El presidente
del Senado, Armando Villanueva del Campo visita la zona y declara
que reasume la Secretaría General del Partido Aprista, que había
dejado días antes en manos de la diputada Ilda Urízar, debido a los
sangrientos sucesos "y en defensa del partido y la democracia".

8 de Noviembre de 1986.- En Huancayo, tres terroristas con el rostro


cubierto con pasamontañas, asesinaron brutalmente esta mañana a la
profesora y candidata a concejal por el Partido Aprista en esta ciudad,
Angélica Quintana Salvador de 44 años de edad, en las instalaciones
de una radio emisora local.
El crimen se produjo a las 7:30 a.m. en los estudios de “Radio
Andina” que queda en la primera cuadra de la Calle Real de la ciudad
de Huancayo.
La víctima, que deja dos hijos menores, era una artista folclórica muy
popular en esta ciudad y a la vez se desempeñaba como profesora de
educación física en el Colegio Mariscal Castilla. Su muerte ha
provocado gran conmoción y repulsa en la ciudad incontrastable.

14 de Diciembre de 1986.- Dos elementos terroristas acribillaron a


balazos en presencia de doscientos médicos en las instalaciones del
Hospital Daniel Alcides Carrión en Huancayo, al médico David
Guerrero Duarte, alcalde electo del Partido Aprista Peruano en la
provincia de Concepción, y José Agurto Tello de la Unidad de Salud
de Junín.
El alcalde electo recibió un balazo en el abdomen y otro en el cráneo y
aún con señales de vida fue llevado a la sala de operaciones pero dejó
de existir. En cambio el doctor José Agurto, murió instantáneamente
tras recibir un balazo a la altura del corazón y otro en la sien.
Agurto Tello, médico villarrealino de 38 años, es recordado como “un
amigo ejemplar, gran médico y amigo de los humildes”.

30 de Enero de 1987.- En circunstancias en que se aprestaba a


dirigirse a su trabajo el Dr. Cesar López Silva, acompañado de sus
hijos Cesar de 21 y Liliana de 16 años, fueron interceptados por un
sujeto que extrajo una metralleta de un maletín. De inmediato su hija
descendió del vehículo para increpar al sujeto, igualmente el galeno
aprista descendió para confrontar al atacante, en momentos en que una
mujer que se hallaba escondida lo atacó por la espalda disparándole
tres tiros a boca de jarro, impactándole en la cabeza, el cuello y el
pecho, causándole la muerte instantánea.
La muerte de López Silva, Secretario Nacional de Asuntos
Profesionales del PAP, director del Hospital Loayza y ex presidente
de la Federación Médica Peruana; provocó una oleada de adhesión,
congoja y solidaridad hacia el partido, el gremio y la familia de la
víctima.
Julio Bernardo López, padre de la víctima, con lágrimas en los ojos
dijo en su último adiós. “Hijo mío, te vas pero me siento orgulloso de
ti. Siempre te recordaré, porque fuiste ejemplo de valor y sinceridad”.

31 de Enero de 1987.- El dirigente PAP de la localidad de Santa


Rosa, Pachitea, Vicente Valdivieso es asesinado.

03 de Febrero de 1987.- De dos balazos en la cabeza y en el tórax por


parte de tres subversivos, es asesinado cobardemente el alcalde aprista
de Naranjillo, Víctor Salinas Carbajal, de 35 años de edad.
El hecho de sangre ocurrió en pleno día en Naranjillo, que se
encuentra solo cinco kilómetros de distancia de Tingo María. Días
antes Salinas Carbajal, había sido amenazado de muerte.

08 de Febrero de 1987.- En Cangallo son asesinados el alcalde


aprista Luis Mallga y el ex-juez de paz Idelfonso Bautista.

19 de Febrero de 1987.- El gobernador de Independencia, Pedro


Moreno Reyes, de 37 años, fue asesinado a balazos por tres terroristas
en la puerta de su casa y en presencia de su esposa e hijos.
El gobernador y militante aprista vivía en la urbanización popular
Víctor Raúl Haya de la Torre, en un barrio pobre con casas
semiconstruidas con material noble, madera y esteras. Su casa
también servía como centro de reuniones de la organización vecinal
del asentamiento humano y del comité barrial del APRA.
Los terroristas, dos hombres y una mujer le dispararon en la boca, en
el cuello y en el pecho. Los pobladores del barrio anonadados por el
repudiable crimen, dijeron que en varias oportunidades habían
amenazado de muerte a su gobernador.

22 de Febrero de 1987.- Un grupo senderista asaltó violentamente el


distrito de San Rafael, provincia de Ambo, y victimó cruelmente al
alcalde aprista Luís Llanos Zambrano, cuando descansaba en su
domicilio.
El alcalde de setenta años de edad, continuó trabajando pese a las
reiteradas amenazas de muerte que recibía. A las 9:50 p.m. fuertes
descargas de dinamita estremecieron el distrito. Simultáneamente y
lanzando disparos de metralleta, los subversivos ingresaron
violentamente al domicilio del alcalde Llanos Zambrano y lo
víctimaron en su cama de dos disparos en la cabeza y otros en
distintas partes del cuerpo.
Con la muerte de Llanos asciende a once el número de alcaldes
huanuqueños asesinados por subversivos. Primero fueron en
Aucayacu, luego dos en Naranjillo, dos en Pumahuasi, uno en
Huascar, uno en Chambará, otro en Tingo María y uno en Tantamayo.
12 de Marzo de 1987.- Cerca de su domicilio, es asesinado el alcalde
aprista Virgilio Ciriaco en Leoncio Prado, en Huánuco.

19 de Marzo de 1987.- En Huamanga, el director del Colegio San


Ramón, Alfredo Mendoza Salazar de 51 años de edad, fue asesinado
esta mañana por tres elementos subversivos que le dispararon cinco
tiros a quemarropa en su propio despacho y luego se dieron a la fuga.
Sobre el cuerpo sangrante del profesor dejaron un cartel que decía
“Así, morirán los apristas. Por cada combatiente muerto en el Frontón
morirán 10 apristas. Viva el presidente Gonzalo. Viva el PCP”.
El profesor Mendoza ejerció la dirección de San Ramón por espacio
de siete años y se atribuye su muerte violenta al hecho de que era
militante aprista.

25 de Marzo de 1987. - El alcalde aprista del distrito de Dámaso


Beraún, Provincia de Leoncio Prado, Huánuco, Francisco Esteban
Peña, es asesinado por tres terroristas entre ellos una mujer, en la
puerta de su domicilio.
El burgomaestre aprista se disponía a dirigirse a sus oficinas cuando
fue sorprendido por los tres sujetos que lo encañonaron con sus
armas.
Francisco Esteban Peña, recibió cinco balazos; uno de ellos en el
cuello a la altura de la yugular y otro proyectil le perforó el pecho.

29 de Marzo de 1987. - El presidente de la Corporación


Departamental de Desarrollo de Junín, doctor Félix Ortega Arce, fue
cobardemente asesinado por tres terroristas. La ciudad de Huancayo
resultó estremecida por el alevoso crimen contra el conocido médico
cirujano, que por su generosidad a favor de la clase necesitada, había
sido declarado desde 1963 como “el médico de los pobres”. Ortega
era muy querido por el pueblo Huanca.
Seis balas impactaron en el cuerpo del líder regional del APRA, dos
proyectiles en el brazo izquierdo, uno en el muslo derecho, otro en la
fosa renal, uno en la muñeca derecha y otro en la cara que
virtualmente lo mató.
Desde que se difundió la noticia de la muerte sorpresiva del doctor
Ortega, se registró en esta ciudad una ola de protesta y rechazo a ese
tipo de actitudes subversivas. El repudio fue general en esta ciudad.
Trascendió que el occiso no aceptó ninguna protección policial, pese a
que hace tres meses fue objeto de un atentado.
Una impresionante multitud conformada por gente de toda condición
social y encabezada por el Presidente de la República Alan García
Pérez, le dio su último adiós; hombres, mujeres y niños gritaban
¡Hasta pronto, hasta pronto... compañero chaleco!.
07 de Abril de 1987.- El dirigente Raúl Cabrera Huaroto de la
Juventud Aprista Peruana de la Tinguiña, en Ica, es asesinado.

23 de Abril de 1987.- Veinte terroristas armados de metralletas


incursionaron en el distrito de Shirac, provincia de San Marcos,
Cajamarca, y mataron a balazos al alcalde aprista, Segundo Paredes
Tirado, de 48 años de edad.
La veintena de sediciosos vestidos de paisanos, con ponchos, incluso
luciendo llanques, incursionaron violentamente en el lugar. Al
retirarse se llevaron a viva fuerza al burgomaestre en medio de los
reclamos de la población. manifestó uno de los encapuchados “Este
hombre recibió nuestro aviso que renunciara y no lo ha hecho” a los
aterrorizados vecinos. Al cabo de tres horas, un grupo de vecinos se
arriesgó a salir en búsqueda de su alcalde. Y a solo dos kms. de
distancia, en el caserío de Tucat, hallaron el cuerpo inerte e impactado
por un sinnúmero de balas de metralleta.

24 de Abril de 1987.- Un comando de aniquilamiento de Sendero


Luminoso encabezado por una mujer, asesinó cruelmente al secretario
general provincial del Partido Aprista Peruano y regidor del consejo
de Santiago de Chuco, doctor Luis Geldres Saona, connotado líder del
PAP del departamento de La Libertad.
Una menuda mujer aparentando necesitar una consulta médica se le
acercó mientras que el grupo terrorista le disparó a quemarropa
descargando sobre su cuerpo alrededor de 25 balazos. El médico de 45
años cayó pesadamente sobre el piso y su cuerpo bajo los estertores de
la muerte aún se movía, cuando de pronto la mujer que encabezó el
grupo de asesinos retrocedió, se acercó al herido y le disparó un tiro
en la cabeza, arrojando luego sobre el una bandera con la hoz y el
martillo.

15 de Abril de 1987.- El Alcalde de Macrachacra, Andrés Porras, es


asesinado en la provincia de Huanta. Era miembro del Partido Aprista.

03 de Mayo de 1987.- Es asesinado el alcalde aprista del distrito de


Corpanqui, en Bolognesi (Ancash), Leonidas Córdova.

08 de Mayo de 1987.- En Huancayo, cinco terroristas asaltaron y


dieron muerte al jefe de Cooperación Popular y al mismo tiempo del
PAIT, ingeniero Roberto Berrospi Méndez de 45 años de edad. El
crimen se perpetró en las inmediaciones de las oficinas
departamentales de Cooperación Popular, ubicadas a cinco
Kilómetros del centro de Huancayo en la carretera a Pilcomayo.
El ingeniero Berrospi Méndez, era profesor principal de la
Universidad Nacional del Centro del Perú, especialista en Zootecnia.
Joven dirigente de su partido, el APRA, era respetado y admirado por
sus compañeros.

09 de Mayo de 1987.- En Huancayo es asesinado el jefe de practicas


de la U.N.C.P. y militante aprista, Teodoro Quispe.

14 de Mayo de 1987.- En Trujillo, es asesinado el alcalde aprista del


distrito de Florencia de Mora, Manuel Cipriani Rafael. El teniente
gobernador sufre heridas.

25 de Junio de 1987.- Unos 10 senderistas asesinan al teniente


gobernador de Acomayo, Huanuco, José Herrera Méndez. Lo acusan
de ser "perro de Alan".

02 de Julio de 1987.- Un senderista asesina de tres balazos al alcalde


aprista del distrito de Santa Cruz, Santiago de Chuco, Santos Ignacio
Quispe Burga, cuando el burgomaestre dialogaba con sus amigos en la
Plaza de Armas.

15 de Julio de 1987.- Unos 30 senderistas armados incursionan en la


unidad de producción de Atocsaico, perteneciente a la SAIS Túpac
Amaru y se llevan 1,200 cabezas de ganado con dirección a la
comunidad de Ondores, con la que la mencionada SAIS tiene una
disputa de tierras originada en la Reforma Agraria. Los campesinos de
Ondores afirman que Atocsaico les pertenece. Días después el 28 de
Julio, en Ondores, Junín, un comando de aniquilamiento de sendero
luminoso asesina al teniente alcalde aprista Honorio Poma Chahua.

21 de Julio de 1987.- En Cajabamba, provincia de Cajamarca, es


asesinado el Secretario Provincial del Partido Aprista Peruano, Milner
Monzón.

13 de Agosto de 1987.- En Chiclayo es asesinado salvajemente el


Secretario Provincial del Partido Aprista y sub – prefecto de la
provincia de Ferreñafe, César Solís Barragán.
Dos elementos subversivos ultimaron de dos balazos al dirigente
aprista en su propio despacho, luego de irrumpir armados de
revólveres. Ferreñafe se encuentra a 45 Kilómetros al noroeste de
Chiclayo.

29 de Agosto de 1987.- Un comando de aniquilamiento de Sendero


Luminoso asesina salvajemente al presidente de ENCI, Rodrigo
Franco Montes de Peralta, destacado dirigente del PAP y a un
guardaespaldas en su casa de Ñaña, en Lima, delante de sus tres
pequeños hijos y su esposa.
Tres impactos en el cráneo, nueve en el tórax y varios más en el resto
del cuerpo, segaron la vida del joven dirigente aprista.
Dentro del PAP, Rodrigo Franco, se distinguió como un valor de la
nueva generación de militantes de esa agrupación política. Por eso con
solo 30 años, su carrera personal y partidaria era mas que notable,
llegando a ocupar la presidencia del directorio de ENCI.
Nieto de Rodrigo Franco Guerra, senador pradista muy cercano al
APRA. Rodrigo era hijo de Alberto Franco, combativo dirigente que
estuvo preso en 1977.
En el mes de Febrero del mismo año, ya había sufrido un primer
atentado haciendo huir a sus atacantes utilizando un arma de fuego. El
presidente Alan García Pérez, se refirió a la víctima con las siguientes
palabras. “Era un alma grande, justa y noble, tenía una convicción
política bondadosa, sin odios y una devoción religiosa como nunca he
visto yo”.

29 de Agosto de 1987.- En el atentado contra Rodrigo Franco, perdió


la vida uno de sus guardaespaldas, Hugo Ortiz Palomino, cayó abatido
por las balas terroristas.
El valeroso guardaespaldas, hasta antes del demencial atentado
sedicioso perpetrado en Ñaña, ocupaba una de las secretarías del
comité distrital del PAP de Vitarte. Militaba en el APRA desde hace
10 años, cuando vino de su tierra natal Apurímac, para forjarse un
futuro en la capital.
Una compacta multitud de familiares y militantes del PAP
acompañaron los restos mortales de Ortiz hasta el cementerio
municipal de Ate – Vitarte, cuyo ataúd fue depositado en el nicho A-4
del cuartel San Carlos.

11 de Agosto de 1987.- De 3 balazos en el cuerpo y ferozmente


acuchillado fue asesinado en su domicilio el prefecto de Apurímac,
Gilber Urbiola Valer, junto con su hijo Leny y un G.R.. Tenía 30 años
de militancia aprista.

31 de Agosto de 1987.- En otro sangriento hecho tres terroristas con


los rostros cubiertos por pasamontañas ingresaron violentamente al
domicilio de Esteban Campos Torres, distribuidor oficial de ENCI en
la ciudad de Santa Ana de Tusi, capital de la provincia de Daniel
Alcides Carrión, ultimándolo de dos certeros balazos en la cabeza en
presencia de su esposa, hijos y una hermana menor. Esteban Campos
hizo frente a los terroristas en su intento de poner a buen recaudo a su
familia pues los terroristas habían comenzado a disparar a diestra y
siniestra hiriendo en el brazo a su hermana. Inmediatamente que fue
reducido lo tendieron de cubito ventral ultimándolo de dos tiros en la
cabeza. Antes de huir los cobardes colocaron una potente carga
explosiva en un pequeño camión de propiedad de la víctima
haciéndolo volar por los aires y se retiraron por las solitarias calles del
poblado gritando “Así mueren los apristas”.

02 de Setiembre de 1987.- En una violenta y criminal arremetida


subversiva elementos senderistas asesinaron en Huancayo al director
Regional del Instituto Nacional de Comunicación Social, periodista
Hernán Tenicela Fierro. El destacado hombre de prensa de filiación
aprista, se convirtió virtualmente en el primer periodista asesinado por
manos senderistas, fue victimado en presencia de su hijo un niño de
apenas seis años Hernán Tenicela Ninamango quien entre sus gritos
de desesperación intentó defender a su progenitor. El cobarde atentado
lo perpetraron dos terroristas quienes lo atacaron por la espalda
descerrajándole cuatro tiros, dos proyectiles le impactaron en el
omóplato izquierdo y pulmón derecho, otro en la pierna derecha y el
último en la mandíbula alojándose en la frente. Tenicela Fierro había
nacido en la localidad de Pata (Jauja) el 22 de mayo de 1951. Estuvo
casado con Nelly Ninamango con quien tuvo tres hijos: Hernán (6),
Carlos (3) y Gabriela de dos meses de nacida.

13 de Setiembre de 1987.- En Huancayo, un comando senderista


asesina al dirigente aprista, Nicolás Antahuamán.

29 de Setiembre de 1987.- En el poblado de Masapata a 30 Kms. al


sudeste de Huaraz, fue acribillado, Juan Véliz Incháustegui,
secretario de organización del comité distrital del APRA de Catac.
Previamente al crimen, los veinte terroristas entre ellos tres mujeres
dinamitaron un volquete cisterna con combustible y una planta de
minerales del Banco Minero

30 de Setiembre de 1987.- A las 7:45 de la noche, en la segunda


cuadra del jirón Puno, en Cajamarca, fue emboscado Jorge Chiclayo
Donayre, dirigente aprista y jefe de la Unidad Agraria 11 de
Cajamarca. Tres subversivos se le acercaron rápidamente y lo
ametrallaron. Falleció en el hospital.

01 de Octubre de 1987.- En Lima, asesinan a Nelson Pozo Cava,


subsecretario de organización del Partido Aprista. Fue interceptado
en su vehículo y ametrallado. Cinco balas le destrozaron el cráneo y
otras mataron a su sobrino, Edilberto Argote Timoteo de 19 años.
Inmediatamente después que cesaron las balas asesinas, una mujer se
acercó y lanzó dos cargas de dinamita dentro del vehículo de Pozo.
Un minuto después la dinamita estalló y voló por los aires, el cadáver
de Nelson pozo cayó sobre el capot del auto. A su lado estaba el
cuerpo seccionado de su sobrino.

20 de Octubre de 1987.- En Ucayali es asesinado brutalmente el


alcalde aprista, Santiago Sabaya.

01 de Noviembre de 1987.- Delincuentes senderistas asesinan al


teniente gobernador de Angasmarca, Santiago de Chuco, La Libertad,
Felipe Otiniano, y al dirigente aprista del caserío de Shusgón, Claudio
Ninaquispe.

04 de Noviembre de 1987.- En el departamento de Lima, en el


distrito de Oyón, en la provincia de Cajatambo, es asesinado el alcalde
PAP Magno Blanco por cinco subversivos.

08 de Noviembre de 1987.- En Lima, en el pueblo joven Micaela


Bastidas, es asesinado el dirigente aprista, Samuel Colca.

01 de Diciembre de 1987.-Tres senderistas con atuendo campesino,


abrieron fuego a muy corta distancia contra el alcalde aprista de
Huanta, Víctor Raúl Yangali Castro y su esposa, René Santa Cruz,
haciendo dos disparos que impactaron en el cuello del alcalde. El
ataque fue perpetrado en la ciudad Huamanga.
Yangali Castro no pudo responder al ataque, a pesar de ir armado.
Tampoco su señora que solía portar un revolver en la cartera. Pero
esta si trató de cubrir a su esposo con el cuerpo y recibió tres disparos
adicionales en la región ventral. Ambos cayeron al suelo. Esto fue
aprovechado por un asesino que descargó el resto de la cacerina en el
cuerpo de Yangali, fugando inmediatamente los tres coautores.
En las elecciones complementarias de Noviembre de 1985, nadie
quería ser candidato, Víctor Raúl Yangali, se desempeñaba como
secretario de juzgado y asumió con valor la representación del APRA.
“Los hombres honestos que trabajan por su pueblo no deben temer a
nada”, fue el lema con el cual amenazado se presentó a la reelección,
ganándola. Le costó la vida.

07 de Diciembre de 1987.- Asesinan al alcalde aprista de Pisco,


Carlos Manuel Medrano Vásquez, décimo alcalde asesinado por
sendero luminoso en lo que va del año. Una de las balas le impactó en
la región occipital inferior y otra mas arriba en la fosa cerebral que le
destrozó el hueso frontal de la cabeza.

10 de Diciembre de 1987.- En Huamanga, ocho senderistas


perpetraron un ataque contra un grupo de ingenieros del Proyecto de
Irrigación de Cachi, con la intención de frenar dicho proyecto que
representaba una fuente de ingresos para 16 comunidades campesinas
y que sería la fuente más segura de suministro de agua potable para
Ayacucho.
Los terroristas armados irrumpieron en la vivienda en la que residían
los funcionarios del proyecto, matando a los ingenieros José Ortiz,
Alfonso Carrera y Guillermo Valladares y al guardián Gabriel Oré.
Sobrevivieron al ataque los ingenieros Pascual Loayza León y Jesús
Adriazola Rázuri.

14 de Diciembre de 1987.- El presidente de CORDE-PIURA,


Ricardo Ramos Plata (PAP), es victimado por senderistas cuando salía
de la Universidad Nacional de Piura, luego de dictar clases en la
Facultad de Agronomía.
Dos balazos de calibre 38, disparados por uno de los terroristas
impactaron en su cabeza, cuando estaba por encender el motor de su
carro. Al instante otro sujeto arrojó un explosivo de los llamados
“quesos rusos” al interior del vehículo.

28 de Enero de 1988.- Un "comando de aniquilamiento" de sendero


asesina de dos balazos en la cabeza, en presencia de su esposa e hijos
a José Luis Delgado, dirigente aprista y presidente del comité de obras
del distrito de Mollebamba, Santiago de Chuco. Dejaron una nota "Así
mueren los promotores del gobierno. Abajo los planes del APRA".

12 de Abril de 1988.- El ingeniero aprista de la Municipalidad de


Lima, Jorge Barrientos Díaz, es asesinado en un atentado senderista
dirigido contra la regidora aprista encargada de comercio informal de
Lima, Gladis García Santibáñez quien resultó gravemente herida.

13 de Abril de 1988.- En otro baño de sangre e insania criminal


contra humildes pobladores e indefensas autoridades alrededor de 30
terroristas de sendero luminoso totalmente armados con metralletas y
fusiles FAL, atacaron el distrito de Andajes de la provincia de
Chancay y ultimaron a sus autoridades y destruyeron locales públicos.
Durante el ataque que se inició a las ocho de la noche y se prolongó
hasta las cuatro de la madrugada fueron salvajemente asesinados el
alcalde Heraclio Felipe Segundo Espada (50), el teniente alcalde
Cirilo Deza Cornejo Espinoza (40), el juez de paz de segunda
nominación Gilmer Falner Tito Giron (35), el gobernador Alejandro
Torres Zúñiga (80), el regidor Javier Chevarría Cornejo (38) y el
agricultor Juan Segundo Sulca (38).
Los dirigentes comunales se encontraban reunidos desde las siete de la
noche en el local del Municipio de Andajes para tratar asuntos de
interés de la comunidad. Uno de los temas era la forma de dar uso a
un préstamo de dos millones de intis que les había concedido el Banco
Agrario para los trabajos de la represa que permitiría mejorar la
irrigación de los campos agrícolas.
Los subversivos llegaron cuando estaban a punto de levantar la
asamblea. Una vez que fueron reducidos por las armas, el jefe de los
terroristas comenzó a leer una lista y fue llamando a las autoridades
presentes para que den sus nombres y filiación política. A las cinco
autoridades apristas y al agricultor los sacaron y llevaron por la fuerza
a la plaza del pueblo.
En el centro de la plazuela organizaron un remedo de “juicio popular”
condenándolos a muerte. Luego de golpearlos con crueldad y al
promediar las cuatro de la madrugada procedieron a matarlos con
disparos en la nuca y tiros de gracia a cada uno de ellos. De nada
sirvieron los pedidos de clemencia de los pobladores y familiares. Los
ruegos eran lastimeros, especialmente de las mujeres y niños.
Consumado el baño de sangre, los terroristas procedieron a dinamitar
e incendiar el municipio, la oficina de gobernación y el local de Entel
que permitía la comunicación telefónica. Antes de retirarse los
atacantes dejaron huellas de sangre en cada una de las casas de sus
víctimas. La parlamentaria aprista, Gladys Colán refirió que las
autoridades asesinadas “eran valerosos militantes de su partido que
supieron asumir con honradez y coraje las funciones que el pueblo y
el gobierno les delegó”.
Andajes es un distrito de tres mil habitantes dedicado a la agricultura
y ganadería. Está ubicado a pocos kilómetros de Churín y forma parte
del eje subversivo o “zona liberada”, formada además de Oyón,
Cajatambo y Gor Gor, donde han ocurrido varias incursiones.

20 de Abril de 1988.- En Ayacucho, un comando de sendero


secuestra al alcalde del Consejo Provincial de Macachacra Provincia
de Huanta, Sergio Canales Nalvarte, perteneciente al PAP,
previamente al secuestro el burgomaestre fue amenazado varias veces
de muerte por el grupo subversivo. Días mas tarde fue encontrado
muerto en inmediaciones del cerro llamado Blanco, a seis kms. de
Huanta su cadáver fue hallado maniatado, golpeado y con impactos de
bala en la cabeza y el tórax. Era dirigente de las rondas campesinas de
su comunidad, es señalado como la víctima número 30 entre las
autoridades edilicias asesinadas en este lugar desde hace 8 años.

22 de Abril de 1988.- Subversivos asesinan a tres alcaldes y al chofer


de uno de ellos en Arequipa. Se trata del alcalde Aprista del distrito
Arequipeño de Socabaya, Isidoro García Vargas, y el chofer Jorge
Peña Suco, quien había ido a recogerlo a su casa en una camioneta del
consejo para llevarlo al municipio. Poco después un funcionario de la
prefectura de ese departamento informo que los alcaldes de los
distritos Ayo y Choco, en la Provincia Arequipeña de Castilla fueron
asesinados por senderistas. Siendo identificados como Daniel Lopez
Vilca y Andres Mejia Carpio.
En otro episodio de violencia subversiva, unos treinta senderistas
irrumpieron en el fundo “Villa María” del anexo Capitushali, distrito
de Mazamari, en la provincia selvática de Satipo, y mataron a tiros al
propietario Macario Sulca Catay, de 45 años, así como a Dante
Bustamante Subauste de 26 años, Albino Salcedo Chávez de 60, y
Amador Casallo Lazo de 23 años de edad.

06 de Mayo de 1988.- Elementos de sendero luminoso victiman al


jefe de la microregión de Huancasancos, ingeniero Tito Alanya, y
después dinamitan su cuerpo. El atentado ocurrió en la zona de
Putaccasa, en los límites de las provincias de Victor Fajardo y
Huancasancos, cuando el ingeniero se dirigía a la ciudad de Ayacucho
para participar en el primer Congreso Departamental del APRA.
Tito Alanya de 34 años de edad, quien era ingeniero agrónomo, había
sido nombrado hacía tres meses por la Corporación de Desarrollo de
Ayacucho como jefe de la microregión de Huancasancos, donde venía
cumpliendo importante labor.

17 de mayo de 1988.- Aproximadamente 45 subversivos incursionan


en la localidad de Colcabamba, donde dieron muerte a Máximo Caja
Canto por haber desertado del grupo subversivo. Los sediciosos
continuaron su ruta y en la irrigación de Huarahua dieron muerte al
presidente de la comunidad de Chupamarca Santos Pablo Ramírez,
"por ser aprista".

7 de junio de 1988.- En incursiones realizadas en el departamento de


Apurimac, integrantes de sendero asesinan a siete representantes del
gobierno de distintas localidades. Cerca de medio centenar de
subversivos incursionaron en el anexo de Lambrama, los ejecutados
serían el actual presidente y el ex-titular de esa comunidad. En la
provincia de Antabamba, en la ciudad de Mollebamba, distrito de Juan
Espinosa Medrano, fueron ultimados el alcalde y el teniente alcalde.
Los jueces de paz de los poblados de Silco y Colcauso también fueron
acribillados y en la localidad de Sabaino, el burgomaestre aprista fue
ajusticiado.

8 de Junio de 1988.- El alcalde aprista del distrito de Rumisapa, en la


provincia de Lamas, San Martín, Aurelio Alegría, su esposa Dora
Sandoval y su hijo Lindor Alegría son asesinados tras recibir varios
impactos de bala. El burgomaestre fue atacado por 4 presuntos
miembros de sendero luminoso cuando se encontraba durmiendo.

29 de Junio de 1988.- Asesinan al alcalde aprista de Puno, Luis


Dueñas Peralta. Su muerte es considerada por Armando Villanueva
como una consecuencia de la guerra desatada por Sendero Luminoso
contra el pueblo peruano.

14 de Julio de 1988.- A mansalva y cobardemente, cinco subversivos


todos jóvenes, asesinaron de seis balazos al gobernador de Chincha y
muy querido subdirector del Colegio Nacional José Pardo de esta
ciudad el profesor Mario Ciro Casas Sánchez de 53 años de edad.
El profesor Casas asumió la gobernación hacía cinco meses y había
pertenecido al partido aprista desde muy joven.
Casas Sánchez siempre fue duro crítico de las actividades de sendero
y un infatigable organizador de campañas contra los malos
comerciantes de esta ciudad.
El atentado criminal se produjo en momentos en que se dirigía a
cumplir con su labor de maestro.

24 de Julio de 1980.- Después de golpearlo brutalmente elementos


terroristas asesinaron a balazos al ingeniero Pascual Marcca
Arocutipa, quién se desempeñaba como jefe de un proyecto de
desarrollo a favor de los campesinos de Arapa, dentro de la Micro
región de Azángaro, Puno.
La víctima viajaba en una camioneta del proyecto cuando fue
interceptada por elementos subversivos disfrazados de guardias
civiles. De acuerdo al testimonio ofrecido por el chofer que resultó
sobreviviente, los terroristas le obligaron a conducir el cadáver del
infortunado ingeniero hasta la localidad de Arapa y le ordenaron que
comunique a la población que “así mueren los que están en contra de
la revolución”.

2 de Agosto de 1988.- En Trujillo se produce el asesinato del


subprefecto de la provincia de Santiago de Chuco José Néstor
Esquivel Nuñez, dirigente aprista. Fue interceptado por cuatro mujeres
y un hombre encapuchados, quienes le dispararon viarias ráfagas
provocándole la muerte en forma instantánea.

17 de Agosto de 1988.- Conforme a la revelación hecha por el


sacerdote jesuita Mateo Garr a las 9:15 de la noche entró un comando
senderista a la localidad de San Juan de Jarpa, procediendo a
dinamitar e incendiar los locales del Consejo Municipal, las oficinas
administrativas de PROCAD y la casa-tienda del es alcalde distrital.
Alejandro Molina Alvarado de 35 años, quien se desempeñaba como
gobernador de ese distrito de la provincia de Huancayo, fue ultimado
a balazos por elementos terroristas. Mientras tanto en el distrito de
Yanacancha, Huancayo, fueron abatidos dos funcionarios del sector
Agricultura: el ingeniero Hugo López Pérez de 45 años de edad,
ingeniero del Plan Meris – Proyectos de Irrigación y el bachiller
Tomas Porras Montes de 32 años de edad del programa de forestación
del Ministerio de Agricultura - CENFOR. Entre ambas localidades
hay apenas una distancia de seis kilómetros.

21 de Agosto de 1988.- A solo 48 horas del asesinato de un


gobernador y dos funcionarios del sector Agricultura, los terroristas
acribillaron a balazos al hijo y al hermano de un líder aprista de la
ciudad de Huancayo, dinamitando luego el vehículo en el que
viajaban.
Las nuevas víctimas del terrorismo fueron identificadas como José
Salguerán Aguilar de 19 años y Juan Salguerán Villaverde de 32 años,
hijo y hermano respectivamente, de José Salguerán Villaverde de 37
años ex secretario de organización del APRA en esta ciudad.
En el asesinato de los Salguerán hubo, al parecer, una confusión o
equivocación de los terroristas, quienes por móviles políticos estarían
siguiendo los pasos al líder aprista José Salguerán Villaverde, quien
fue reemplazado a último momento por hijo y hermano en una
comisión que debía realizar personalmente.

07 de Setiembre de 1988.- El teniente gobernador del distrito de


Independencia, Lima, fue acribillado a balazos por tres subversivos y
ahora se debate entre la vida y la muerte.
El criminal atentado contra Teodosio Sánchez Caso de 49 años, fue
cometido delante de su esposa quien también resultó herida. Ambos se
encontraban junto a su puesto de venta de golosinas con el que se
ganan la vida en el asentamiento humano “El Milagro”.
Sánchez, militó en el APRA desde su juventud y las personas que lo
conocen manifiestan que siempre ha mantenido su condición humilde
y que era un activo colaborador del Comité 73 – B del partido aprista
de Independencia. Un año atrás Sánchez ya había sufrido otro
atentado.

12 de Setiembre de 1988.- Es victimado por subversivos el


gobernador del distrito de Comas, Adolfo Mercado, de filiación
aprista en la provincia de Concepción, a 75 kms. al noroeste de
Huancayo. El alcalde del mismo lugar, Hugo Buendía, logró fugar, al
ver que también lo buscaban.

21 de Setiembre de 1988.- Un comando terrorista, integrado según


los testigos por seis hombres encapuchados, asesinó esta mañana de
tres balazos al gobernador del distrito de Cerro Blanco, Laredo
Trujillo, y militante aprista Fortunato Soriano Ponce de 47 años de
edad en presencia de sus tres hijos menores de edad. Tras ultimarlo en
presencia de los menores, los terroristas hicieron volar en pedazos,
utilizando explosivos la camioneta del gobernador.
Este acto ha provocado la repulsa no solo del partido de gobierno sino
a nivel de toda la colectividad trujillana.

11 de Noviembre de 1988.- En Huanuco, el alcalde del distrito de


Chinchao, Cesar Valentín Palomino y una dirigente del Comando de
Juventudes del APRA son asesinados por presuntos senderistas que
viajaban en una motocicleta. La joven es identificada como Marilú
Claudia Pedraza.

17 de Noviembre de 1988.- En Cerro de Pasco es asesinado por un


terrorista el jefe de la microregión y dirigente aprista, Rafael Antonio
Muñoz Jáuregui, el cual era secretario departamental de organización
del PAP, en Pasco. Entre tanto, en la provincia de Daniel Alcides
Carrión, son victimadas otras autoridades; en el distrito de Pillao, fue
victimado el alcalde aprista, Pablo Meza Alvarado, lo propio ocurrió
con el agente municipal aprista, Artemio Artica Sosa.
Igualmente en la comunidad de Huarantambo fueron asesinados los
dirigentes comuneros, Jacinto Jesús Chacón y Sergio Leandro Jurado.

17 de Noviembre de 1988.- En Ayacucho, el alcalde aprista del


distrito de Totos (Cangallo) y su hija de 16 años, son asesinados por
tres encapuchados, presumiblemente subversivos, quienes los
ultimaron en presencia de sus familiares, en el distrito metropolitano
de San Juan Bautista, en esta ciudad.

17 de Noviembre de 1988.- En el poblado de Cata, cerca de Huaraz,


es asesinado por subversivos el dirigente aprista, Fernando Huerta,
después que dinamitaran su vivienda.

22 de Noviembre de 1988.- En el distrito de Chambará, de la


provincia de Concepción, senderistas victimaron al teniente alcalde,
Pablo Quispe y al secretario general del PAP de esa jurisdicción, Julio
Lazo. A esa misma hora, otro grupo ingresó al distrito de Iscos,
distante a 30 Kms. al sudoeste de la ciudad de Huancayo buscando al
gobernador, Víctor Calatayud, a quién encontraron en el edificio
municipal, luego de un “juicio popular” procedieron a quitarle la vida.

22 de Noviembre de 1988.- En Ayacucho, en la localidad de


Tambillo, es asesinado el alcalde aprista, Antonio Cabrera y su
secretario.
12 de Diciembre de 1988.- En Cerro de Pasco, cuatro sujetos que
cubrían su rostro con pasamontañas, asesinan al alcalde de la
localidad de Pallanchacra, situada a 34 Kms. de esta ciudad. El crimen
se produjo cuando los presuntos subversivos ingresaron al domicilio
del burgomaestre Alfredo Chamorro De la Cruz de filiación aprista.

16 de Diciembre de 1988.- Elementos terroristas balearon al alcalde


aprista del distrito de Julcán, provincia de Jauja, Celso Humberto
Vivanco.
Una de las balas le atravesó la cabeza, ingresando por el parietal
derecho con salida por el ojo del mismo lado.

22 de Diciembre de 1988.- Cuatro autoridades apristas del distrito de


Collahuasi, perteneciente a la provincia de Recuay, Ancash, son
asesinadas por un grupo senderista que llevaba vestimenta militar. Las
víctimas son identificadas como el teniente gobernador Jorge Arias
Molina, el presidente de la Asociación de Padres de Familia del
Colegio Nacional José Carlos Mariategui, Esteban Cerca Molina, y
los dirigentes del APRA, Julio Arias Palacios y Policarpio Cueva
Leyva.

23 de Enero de 1989.- Elementos terroristas de Sendero Luminoso


asesinan al alcalde de Satipo, Fidel Juárez Torres.

07 de Marzo de 1989.- Por la espalda y a traición, tres terroristas


asesinaron al secretario general del Partido Aprista Peruano, en
Huamachuco, Sánchez Carrión, Jorge Moreno Corzo.
Tres balazos le destrozaron los pulmones y el cráneo y le fueron
disparadas por tres sujetos que se dieron a la fuga.
Era la segunda vez que Moreno Corzo asumía esta responsabilidad
partidaria. Además, de 1965 a 1968 fue teniente alcalde de
Huamachuco.

12 de Abril de 1989.- El Secretario General de la JAP de Junín, Juan


Alfredo Torres Palomino, fue asesinado de un certero balazo en la
cabeza. El dirigente aprista de 21 años mostró siempre una gran
sensibilidad humana y la muerte lo encontró trabajando por el
bienestar de los asentamientos humanos. Los criminales colocaron un
cartel sobre el cadáver que decía: "Así mueren los sobones y soplones
del gobierno aprista. PCP-SL". Un año antes Torres Palomino ya
había sido víctima de un atentado de sendero.

19 de Abril de 1989.- En presencia de sus hijos y alumnos del colegio


donde se desempeñaba como director, el alcalde aprista del Consejo
Provincial de Pacasmayo, profesor Virgilio Purizaga Aznarán, fue
asesinado por un comando senderista encabezado por una mujer, la
que le disparó dos tiros en la cabeza.
El profesor Purizaga, funcionario honesto y honrado, quien también
era Vicepresidente de la Corporación Departamental de Desarrollo de
La Libertad, fue elegido alcalde en los periodos 63-66, 66-69, 80-83 y
86-89. Su mayor deseo era ver concretado el progreso de su pueblo y
en ese sentido se había convertido en uno de los abanderados de la
regionalización.

06 de Mayo de 1989.- El diputado aprista Pablo Norberto Li Ormeño,


fue asesinado de tres impactos de bala en un atentado perpetrado por
tres elementos terroristas en Villa El Salvador.
Li Ormeño, acababa de participar en las elecciones internas del
Partido Aprista, depositando su voto en el comité de Villa El Salvador
con vista a elegir el candidato aprista a la Presidencia de la República,
cuando a las 7:00 de la noche fue interceptado en la esquina de la Av.
Juan Velasco Alvarado y Micaela Bastidas, segundo sector de Villa El
Salvador.
Pablo Li, hizo de la labor parlamentaria un ejemplo de entereza, ajeno
a toda soberbia.

29 de Mayo de 1989. - En momentos en que se disponía a tomar un


examen a estudiantes de derecho de la Universidad San Cristóbal de
Huamanga, Marcial Capelletti Cisneros, catedrático y abogado, fue
asesinado de tres balazos por dos terroristas ante la atónita mirada de
sus alumnos.
Marcial Capelletti, era un profesional de mucha ascendencia en esta
ciudad. Anteriormente había ocupado la Secretaría Departamental del
Partido Aprista de Ayacucho, y a principios del gobierno aprista
estuvo al frente de la Corporación Departamental de Desarrollo.
Personas cercanas al extinto dirigente aprista, señalaron que en varias
oportunidades había sido amenazado por sendero, pero el hacía caso
omiso de las advertencias.
El catedrático que deja viuda y seis huérfanos, era reconocido por su
firme defensa del sistema democrático.

12 de Junio de 1989.-En plena Plaza de Armas, y ante la mirada de


estupor de oficinistas y escolares, fue asesinado el alcalde del distrito
de Supe Pueblo, Víctor Edgardo Reyes Pérez de 39 años.
Cinco terroristas entre ellos una mujer, abordaron al alcalde y luego le
descerrajaron siete disparos de bala para luego huir por diferentes
direcciones. Dos balas se le incrustaron en el tórax, una en cada
miembro superior, dos en la pierna derecha, la sétima bala fue
disparada por la mujer cuando el cuerpo del alcalde aprista yacía en el
piso, en la sien derecha.
Era un hombre de profunda sensibilidad social y gozaba de la
simpatía popular, su labor en beneficio de su pueblo, se patentizó en
obras de infraestructura dirigidas a los sectores menos favorecidos. El
alcalde aprista había sido amenazado de muerte en mas de una
oportunidad.

15 de Junio de 1989.- El alcalde aprista de Leoncio Prado, Tingo


María, Manuel Adolfo Espinoza Monroe, el último burgomaestre que
permanecía valerosamente en su cargo sin ceder al chantaje terrorista
en toda la provincia, murió alevosamente asesinado por tres
senderistas en su propio despacho municipal. Le dispararon cuatro
tiros, tres de ellos en la cabeza y uno en el estómago. Espinoza
Monroe se convirtió así en el noveno alcalde asesinado en la provincia
de Leoncio Prado. El domingo había asistido pese a las amenazas de
sendero, a la ceremonia de fidelidad a la bandera.
En los cinco distritos de la provincia de Leoncio Prado ya no existen
alcaldes. Nueve han sido asesinados, todos ellos militantes del Partido
Aprista Peruano. En Aucayacu, la subversión ha cosechado el mayor
número de victimas. Cuatro alcaldes han perecido siendo el último
Cesar Zapata Castillo.
En Las Palmas, Dámaso Beraún, los alcaldes y su reemplazante Nelly
Almonacy Cervantes renunciaron a sus puestos. Precisamente la hija
de esta última, Dolores Proaño Almonacy, fue asesinada con una
granada que le pusieron en la boca, hecho que precipitó la renuncia.
En Naranjillo, han sido asesinados dos alcaldes, uno de ellos fue
Eugenio Camasca Martínez.

19 de Junio de 1989.- Elementos terroristas asesinaron al alcalde


aprista de Yarinacocha, Pucallpa, Roberto Ruiz Vargas. Dos balazos
le segaron la vida. El joven dirigente aprista, fue atacado por la
espalda a sangre fría. La víctima a sus 35 años había realizado muchas
obras ganándose el aprecio de su pueblo, Yarinacocha, ellos lo
recuerdan como un hombre generoso amplio y que había gobernado la
ciudad sin sectarismo alguno. Estaba desarmado pese a que lo habían
amenazado de muerte, los senderistas se retiraron lanzando arengas al
“día de la heroicidad”. Ruiz Vargas era voceado como el candidato
favorito a burgomaestre de la provincia de Coronel Portillo.

27 de Julio de l989.- El alcalde del distrito de Huamalí, Ricardo


Núñez del APRA, fue victimado por terroristas de sendero luminoso.

16 de Agosto de 1989.- El alcalde de Huamachuco, La Libertad,


Ricardo Woolcot Morales, fue asesinado por tres senderistas que lo
interceptaron cuando se dirigía a su domicilio tras haber participado
de una reunión social. De esta forma los terroristas hicieron efectiva
las reiteradas amenazas que lanzaron contra el burgomaestre
victimado, hasta en cinco oportunidades, según lo había revelado el
mismo.
El valiente alcalde aprista, se había negado a renunciar manteniéndose
con firmeza en su cargo.
La provincia de Sánchez Carrión ha sido considerada por la policía
como “zona roja” y altamente conflictiva por la presencia de
columnas armadas de senderistas que recorren los poblados
amenazando y asesinando a las autoridades y dirigentes populares.

01 de Octubre de 1989.- Una treintena de subversivos incursionó en


el poblado del distrito de San Juan de Jarpa, al sur de Huancayo, y
sacó a viva fuerza al burgomaestre de este distrito de filiación aprista,
llevándolo a la plaza principal donde lo acribillaron a balazos.

01 de Octubre de 1989.- Guillermo Espinoza Luna, teniente alcalde


de Huamachuco, La Libertad, de filiación aprista, fue asesinado a
balazos por tres desconocidos que se dieron a la fuga. Esta autoridad,
al igual que otros funcionarios públicos de esa provincia, estaba
amenazada de muerte por grupos terroristas. Este fue el final para esta
autoridad aprista que tuvo la valentía de aceptar el máximo cargo
municipal, luego de la muerte del también alcalde aprista Ricardo
Woolcot, el 16 de agosto pasado.
Autoridades como Espinoza Luna, con su tenacidad para mantenerse
en el cargo, contribuyen a la defensa del espacio político social que
sendero luminoso pretende copar.

02 DE Octubre de 1989.- La violencia terrorista prosiguió en


Huancayo en agravio del subprefecto Flavio Llerena Gil Arroyo de 47
años y un anciano vendedor ambulante, Victorio Córdova de 67 años
que lo acompañaba, ambos fueron muertos a tiros por un comando
subversivo. Por la espalda y sin mediar palabra alguna dos terroristas
les descerrajaron varios tiros en el cuerpo y el tiro de gracia en la
cabeza.
El subprefecto Flavio Llerena Gil Arroyo fue el primero en caer
víctima de tres balazos en el cuerpo, dos en los pulmones y uno a la
altura del riñón, los sediciosos posteriormente se acercaron a la
víctima y le descerrajaron un tiro en la cabeza. A continuación
dispararon contra el humilde anciano tres tiros, dos en el cuerpo y uno
en la cabeza.

10 de Octubre de 1989.- Tres senderistas asesinaron a María Elías


Moya de Huapaya. Era presidenta de la Central Distrital de la Mujer
para el Desarrollo, Secretaria General del sector 30 del PAP y
regidora de la Municipalidad de El Agustino. La ultimaron de seis
balazos, uno en el cráneo, otro en el cuello, un tercero en la mandíbula
inferior izquierda, otro en el brazo, en el pecho y el sexto en la pierna.
Era muy estimada en su distrito por su gran acción cívica y por su
constante ayuda a las madres de familia desamparadas; formó 80
clubes de madres, con sus respectivos comedores populares. La
“madre coraje” había sido reiteradamente amenazada por sendero,
nunca se doblegó. A su entierro concurrieron mas de 3,000 personas,
sus restos descansan en el cuartel San Casildo 164-B.

10 de Octubre de 1989.- Un comando senderista incursiona en un


jardín de la infancia en Chimbote, luego de reunir a profesores y
alumnos, amenazan con sus armas de dar muerte a los niños de entre 3
y 5 años hijos de apristas y policías si es que estos no renunciaban y
se retiraban.

13 de Octubre de 1989.- Senderistas asesinaron al candidato del


APRA a la alcaldía de Aucara, Graciano Gavilano Huarcaya y a su
esposa. Ayacucho.

13 de Octubre de 1989.- Un comando de aniquilamiento senderista


asesinó al alcalde aprista de Cajatambo, Felipe Vergara Ávila.

13 de Octubre de 1989.- Una columna armada de Sendero Luminoso,


incursionó en la localidad campesina de Huancapón, Cajatambo,
dando muerte al alcalde aprista, Juan Lisseti Torres, a su hijo Eduardo
Lisseti Quispe, y a tres maestros de escuela.
Los terroristas sorprendieron a los campesinos cuando se encontraban
realizando las faenas del campo y de inmediato fueron agrupados en
la plaza de la Comunidad, en donde tras un breve “juicio popular”,
asesinaron al alcalde y a su hijo quien murió acribillado cuando
intentó defender a su padre.
Asimismo, fueron ejecutados con disparos a la cabeza los maestros
Enrique Solís Calvo, Angel Concepción Chávez y Juana Salazar Frita.

13 de Octubre de 1989.- En la provincia de Jauja, cuatro terroristas


asesinaron en el interior de su domicilio al alcalde del distrito de
Huertas, Raymundo Coronel López, la población está ubicada a cinco
Kms. De Jauja.
Cuando irrumpieron los asesinos en la vivienda de Coronel López de
35 años, su madre quien lo acompañaba, a pesar de sus ruegos, no
pudo impedir el fatal desenlace.
25 de Octubre de 1989.- Sendero incursionó en el distrito de Palca,
Huancavelica, donde asesinaron a cinco personas entre ellas al
candidato a la alcaldía por el APRA, Diómedes Flores Casavilca.

04 de Noviembre de 1989.- Un grupo senderista ultimó a balazos a la


secretaria general del PAP de Tinco, Huaraz, Sofía Minaya, luego de
sacarla violentamente de su domicilio.

10 de Noviembre de 1989.- Senderistas victimaron al candidato del


APRA a la alcaldía del distrito de José Domingo Choquehuanca,
Azángaro, Puno, Mariano Apaza Soncco.

09 de Enero de 1990.- El primer ministro de Defensa del régimen


aprista y ex comandante general del Ejercito, General (r) Enrique
López Albujar Trint, fue asesinado brutalmente por un comando
subversivo de aniquilamiento que le disparó no menos de 15 balazos.

28 de Enero de 1990.- Senderistas incursionan en el distrito de Huari


(Ancash), asesinando al Secretario General del PAP.

28 de Enero de 1990.- El gerente general de la Corporación de


Desarrollo de Ayacucho y alto dirigente aprista, Tomas Evangelista
Carranza, fue asesinado por un comando senderista de dos balazos en
la cabeza. Ocho terroristas asaltaron su vivienda, luego de golpearlo
brutalmente lo ultimaron, sobre su cadáver dejaron un cartel que decía
“así mueren los colaboradores de Rodrigo Franco y los seguidores de
Alan García”.

05 de Febrero de 1990.- En Cajamarca senderistas asesinan al alcalde


aprista del distrito de Cachachi, Cajabamba, Eleuterio Roncal Torres y
un acompañante.

22 de Marzo de 1990.- El secretario general de la JAP de Santiago de


Chuco, Julio Flores castro, fue interceptado en el camino a su
domicilio luego de una reunión partidaria, por dos hombres y una
mujer, quienes se encontraban armados de revólveres y, tras gritarle
“perro asesino, gobierno genocida” los delincuentes subversivos le
descerrajaron tres balazos de necesidad mortal, en el piso, la mujer le
disparó un tiro de gracia en la sien derecha.

22 de Marzo de 1990.- Cuatro terroristas asesinaron a balazos en su


propio domicilio, al candidato aprista a una diputación por Junín, José
Gerardo Dhaga del Castillo Tafur, causando estupor y repulsa en esta
ciudad asediada constantemente por cobardes atentados.
Dhaga del Castillo, de 39 años, quien deja esposa y tres menores
hijos, fue uno de los dirigentes apristas con mayor arraigo popular
tanto en el departamento de Junín y en otras importantes regiones del
país.
En las elecciones internas de su partido, Dhaga del Castillo obtuvo
una abrumadora mayoría de votos a su favor, lo que le permitió ser el
candidato número uno del APRA a las diputaciones correspondientes
a Junín.
Había sido reiteradamente amenazado por los grupos terroristas que
operan en esta ciudad, cuatro impactos de bala le segaron la vida.

28 de Marzo de 1990.- Un comando de aniquilamiento senderista


incursionó en el distrito de Colcabamba, provincia de Tayacaja,
asesinando al ex alcalde aprista, Luis Ledesma Quispe.

31 de Marzo de 1990.- Delincuentes terroristas desataron otra ola de


sangre y terror en diferentes ciudades del país y asesinaron
cobardemente a un niño de 10 años de edad, un policía y dos
ingenieros.
El niño que tuvo una horrenda muerte fue identificado como, Dany
Daniel Ayca Alvarado, estudiante del cuarto grado de primaria del
colegio Manuel Primero Franco, de la provincia de Tarata. El llegó a
pasar vacaciones en casa de su tía Celia Ayca Quispe. Allí
precisamente funciona el local partidario del APRA, en la barriada de
Alto de la Alianza de la ciudad de Comas.
Una carga de cinco cartuchos de dinamita estalló en el local,
destrozando al menor

02 de Abril de 1990.- En una nueva acción terrorista que busca


truncar las próximas elecciones, elementos senderistas asesinaron al
secretario general del PAP de Cajabamba, Cajamarca, Humberto
Vásquez Cose, y al conserje de oficina de Cooperación Popular,
Ricardo González. Ambos se encontraban trabajando cuando un grupo
de encapuchados los sorprendió atacandolos con ráfagas de metralleta.
El ex alcalde de Cajabamba Jorge Rossell, reveló que el desaparecido
secretario general del PAP de su provincia, se había salvado
milagrosamente de morir en dos oportunidades en emboscadas
senderistas producidas eb distintos sectores de Cajamarca.

17 de Abril de 1990.- El ex presidente del directorio del Instituto


Peruano de Seguridad Social, Felipe Santiago Salaverry fue asesinado
a balazos en su casa-huerta situada en Lurín, después de ser
salvajemente torturado por una banda de delincuentes terroristas que
tomó por asalto el inmueble aprovechando que el líder aprista se
encontraba solo sin protección policial.
Ocho criminales en una acción de extrema barbarie, sometieron a la
víctima a crueles castigos físicos, golpeándole repetidamente el rostro
y la cabeza con enormes piedras, luego lo remataron con cerca de 20
balazos. Siete de las balas le destrozaron el cráneo, en tanto que otras
le perforaron el tórax, abdomen y ambas piernas. El atentado contra el
antiguo militante aprista, ex diputado y ex presidente del IPSS, ha
merecido la condena de todos los sectores políticos.

14 de Mayo de 1990.- Dos senderistas dieron muerte de un balazo al


regidor aprista, José Manuel Garavito Barba, en Piura.

22 de Mayo de 1990.- En Chepen, el electo diputado regional por La


Libertad, Pedro Cáceres Becerra de 58 años, militante aprista, fue
cobardemente asesinado de cuatro balazos, tres en el pecho y uno en
el rostro, por cuatro terroristas que vestían uniformes escolares para
despistar, los cuales lo interceptaron cuando retornaba a su casa para
almorzar. Hacía pocos días una columna senderista intentó asesinarlo
dinamitando su vivienda con diez kilos de dinamita.
Pedro Cáceres Becerra se había desempeñado como presidente de la
Confederación Nacional de Trabajadores Agrarios y fue fundador de
la Federación de Campesinos del valle de Jequetepeque en 1960.
También ocupó el cargo de secretario adjunto de la CTP, participando
como sindicalista en diversos congresos y actividades políticas
invitado por la OIT entre los años 70 y 75.
Hasta el año pasado Cáceres Becerra se desempeñaba como alcalde
provincial de Chepén y gozaba de gran estimación en todo el
departamento de Lambayeque, el que le reiteró su apoyo eligiendo
como diputado a este importante dirigente del APRA en esta parte del
país.

25 de Mayo de 1990.- En una nueva escalada terrorista seis personas


fueron asesinadas en la provincia de Huancayo, dos de ellas
decapitadas; entre las víctimas figura el ex candidato municipal a
alcalde de Colcabamba, en la provincia de Pampas Tayacaja, por el
Partido Aprista, Oscar Soldevilla Campos, de 58 años.
Soldevilla Campos pertenecía a las filas del PAP, fue acribillado por
seis subversivos recibiendo impactos de bala en la cabeza y en la
espalda. Los hechos se suscitaron en el distrito de Chilca.

05 de Junio de 1990.- En Huancavelica, un grupo de sendero


luminoso, victimó a balazos al diputado electo del APRA, por el
departamento de Huancavelica, Juan Claudio Mendoza.

23 de Julio de 1990.- Una columna de cien terroristas de sendero


luminoso, atacó en la madrugada el poblado agrícola de Santa Cruz,
provincia de Huaura, al noroeste de Huacho, y asesinó en “juicio
popular” al alcalde aprista y a otras cuatro autoridades locales. El
burgomaestre Máximo Pacheco fue extraído de su vivienda por un
grupo de sediciosos encapuchados y a caballo que lo maniataron y
trasladaron a la plaza pública de Santa Cruz .
Ni los ruegos de la esposa y tres hijos adolescentes lograron
disuadirlos.
Antes del alba llevaron ante la población a los cinco cautivos. Varios
moradores de Santa Cruz, aún a riesgo de sus vidas, se opusieron a la
ejecución, pero los senderistas ya habían decidido el exterminio. Las
autoridades fueron baleadas allí mismo. Se les acusó de ser los
representantes de un gobierno “burgués y genocida”.

06 de Agosto de 1990.- Senderistas asesinaron al ex alcalde aprista


del distrito de Ichocán, de la provincia de San Marcos, Cajamarca,
Emilio Castañeda Quiroz.

22 de Septiembre de 1990.- Delincuentes terroristas asesinaron en


una calle de Surco, al ex ministro de Trabajo, Orestes Rodríguez
Campos, acribillándolo a balazos dentro de su automóvil en el que
viajaba con su hijo, un estudiante de medicina de 22 años, quien
también resultó muerto.
Los asesinos, demostrando un ensañamiento inaudito despedazaron el
cadáver del victimado líder aprista, haciendo estallar sobre el una
poderosa carga de dinamita.
Unos quince individuos tomaron parte en la demencial acción. Seis
de ellos tuvieron a su cargo la ejecución directa, estaban armados con
fusiles y metralletas. El ataque fue terrible, los sediciosos vaciaron las
cacerinas de sus armas contra las víctimas.
Orestes Rodríguez, fue alcanzado de lleno por las descargas. En total
recibió 16 impactos de bala. Su hijo Oscar Rodríguez Cadota, también
falleció en el acto, cinco balas le impactaron en diversas partes del
cuerpo.
Sobre el cuerpo del ex senador y ex ministro aprista, los terroristas
colocaron una bomba compuesta por unos 10 cartuchos de dinamita.
Orestes Rodríguez, quien también fue rector de la Universidad
Federico Villarreal, caracterizó su labor ministerial, por la búsqueda
de la concertación con los empresarios y los trabajadores en diálogos
francos y abiertos.

25 de Noviembre de 1990.- De tres balazos en la cabeza fue


asesinado el secretario departamental del PAP de Huancavelica, el
profesor Edilberto Del Pino Cenzano, cuando fue interceptado en la
puerta de su casa por tres encapuchados del grupo terrorista sendero
luminoso. El profesor murió instantáneamente con el cráneo
destrozado. El hecho ocurrió en la puerta de su propia casa donde
dentro descansaban sus cuatro hijos, dos menores de edad.
Edilberto Del Pino, había sido maestro y director de un Centro
Educativo Estatal, luego subdirector departamental de Educación y
después director departamental de la Oficina Nacional de Apoyo
Alimentario.

continuará...
A MANERA DE EPÍLOGO

Si bien es cierto que el haber desarrollado esta investigación


seleccionando en principio aquellos sucesos de violencia que
involucran a los militantes más notorios de mi partido podría dar lugar
a interpretaciones sesgadas del mismo, vale la pena mencionar que
esto es tan solo un anticipo de un trabajo más completo que
comprende e involucra a todos los Mártires de la Pacificación;
civiles y militares, apristas o no, es nuestro propósito reivindicar ante
la memoria colectiva esa otra faz de la verdad que no se recalca y que
a veces se menciona con desdén y desgano.

En estos momentos inciertos para la memoria histórica de la patria


donde no resulta rentable estar cerca de las víctimas de la violencia
terrorista sino más bien de aquella que funestamente ocasionaran los
agentes del estado – violencia que como apristas no podemos más que
condenar – es que consideramos un deber primero de ciudadanos y
luego de militantes el esforzarnos porque la gesta de estos peruanos
generosos que ofrendaron sus vidas y el porvenir de los suyos en
defensa del Estado de Derecho no quede en el olvido de los
mezquinos, ni en la pasividad de los propios.

Incomprendidos y olvidados los mártires de la pacificación estarán ahí


donde nosotros decidamos que estén y es a través de estas modestas
páginas que queremos recordarlos y recordarles a los “sumos
sacerdotes” de los derechos humanos que estas historias no nos
rodearán de presupuestos ni acomodos pero nos legaran virtudes y
principios más valiosos como son la mística, el sacrificio y el
compromiso de la solidaridad. Prometamos juntos jamás olvidar.

Lima, 24 de Junio de 2002.

El autor.

*
Jesús Alejandro Aliaga Baldeón, 37 años, es abogado por la Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, ha sido Secretario de Derechos Humanos de la
Agrupación Nacional de Abogados Apristas y es miembro del Equipo
Técnico PAP para el Acuerdo Nacional.

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