Organon de La Medicina

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Fanny Gómez Calvo

ORGANON DE LA MEDICINA

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Unica misión: curar restituir salud rápida, suave y permanente

Enfermedad debe ser extirpada y aniquilada de forma breve, segura y inofensiva

Médico es el guardián de la salud, debe saber ¿qué deteriora?, ¿qué ocasiona la enfermedad? y
¿cómo eliminarla de la persona aún sana?
¿Qué debe ser curado? y conocer lo curativo en las medicinas, para adaptar lo primero con lo
segundo, o sea lo curativo de las medicinas con lo mórbido del paciente.

 Conocimiento de la enfermedad, signos


 Conocimiento de los poderes medicinales
 Selección del remedio
 Dosis apropiada

Causa fundamental generalmente se debe a un miasma crónico y los detalles particulares


que predispuso a la enfermedad.
Se debe tomar en consideración:
 Constitución probable
 Moralidad e intelectualidad
 Ocupación
 Hábitos y modo de vivir
 Relaciones sociales y domésticas
 Edad
 Función sexual

Verdadero cuadro de la enfermedad incluye: fenómenos mórbidos, accidentes, síntomas percibidos


por el médico, sentidos por el mismo paciente y confirmados por quienes viven con él.

Si no hay una causa predisponente sólo los síntomas serán el medio de señalar el remedio
totalidad de los síntomas
Una vez erradicada la enfermedad no queda subsistiendo internamente ninguna alteración mórbida.

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Función vital espiritual, Energía (“dynamis”): gobierna y subordina todo el organismo buscando
un funcionamiento admirable, armónico, vital la mente puede usarla en beneficio propio.
Una enfermedad no es otra cosa que la perturbación de esta energía, por la influencia dinámica (o
virtual, es el resultado de una energía y acción puras, absolutas, específicas, de una de las
sustancias sobre la otra, sea esta visible o no) ejercida sobre ella por un agente morbífico hostil a la
vida.
En el organismo provocan sensaciones desagradables que predisponen a procesos irregulares o
enfermedad, y ésta se da a conocer a través de síntomas mórbidos, que tanto la persona siente,
como el observador y el médico ven.
Estos síntomas revelan íntegramente a la enfermedad, y lógicamente su desaparición implica la
restauración de la fuerza vital y de la salud.

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Los alópatas ven a la enfermedad como algo separado de un todo viviente, de un ser íntegro, y esto
es algo errado, ya que la energía perturbada mórbidamente y la totalidad de los síntomas
observables exteriormente que son producidos por tal afección, constituyen un todo, son
algo único e idéntico.
“El organismo es el instrumento material de la vida, pero no es concebible sin la animación que le
imparte la energía”.
Las fuerzas externas hostiles perturban el equilibrio de un modo espiritual, y deben ser eliminadas
de esa misma forma, o sea con los poderes recíprocos de las medicinas, siendo esa acción
dinámica sobre la fuerza vital lo que restablecerá la salud y la armonía vital.
Se debe enfatizar que al lograr desaparecer la totalidad de los síntomas, se está logrando
desaparecer la enfermedad y aquella perturbación mórbida que la causaba.
Selección del remedio: la suma de todos los síntomas y condiciones, propios de cada caso
individual de enfermedad, será la única indicación y la guía para escoger el remedio específico.
“Las medicinas tienen el poder de alterar el estado de salud del hombre, el que depende de sus
sensaciones y funciones, viniendo de ahí su poder curativo.”

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El único poder curativo de las medicinas consiste en alterar el estado de salud del hombre, o sea en
excitar peculiarmente a sus síntomas mórbidos.
Deben producir en el hombre enfermo un estado mórbido igual o similar al de la enfermedad, y que
si producen en el hombre un estado mórbido diferente al de la enfermedad nunca serán capaces de
llevar al hombre a un estado de equilibrio.
El único método es que las irritaciones dinámicas que desordenan a la fuerza vital, sean superadas
en su poder, siendo más fuertes, instaurando una nueva y similar “enfermedad” (artificial) a la
primera, siendo ésta aniquilada y curada rápidamente.

Ejercicio de curar
I. ¿Cómo puede el médico determinar cuanto le es preciso conocer respecto de las
enfermedades a fin de llegar a ser capaz de curarlas?
II. ¿Cómo puede el médico llegar a conocer los poderes patógenos de las medicinas, dado que
ellos son los medios idóneos para curar a las enfermedades?
III. ¿Cuál es el método más apropiado para emplear a estos agentes morbíficos artificiales
(medicinas) a fin de obtener mediante ellos la curación de las enfermedades naturales?
Las enfermedades pueden ser:
 Agudas: que cursen con brevedad mayor o menor, pero siempre en un lapso moderado.
 En estas deben considerarse las causas excitatrices, como son los excesos de comida, o su
insuficiencia, las lesiones físicas severas, enfriamientos, acaloramientos, disipación,
tensiones, etc., o bien las irritaciones físicas , emocionales y otras similares, afecciones
febriles. También las epidemias, las enfermedades infecto-contagiosas.
 Crónicas: de comienzo leve e imperceptible, perturbando de forma tal que la energía vital
se les oponga sólo desde el principio, y luego de una forma imperfecta, inadecuada e inútil,
no extinguiéndola y tolerando que la enfermedad se difunda, buscando destruir al
organismo. Tales enfermedades son provocadas por una infección dinámica con un miasma
crónico. Dentro de estas se incluyen las provocadas por la medicina alopática, y todas
aquellas agresiones hostiles y renovadas sin cesar que lleven a la destrucción.

Las dadas por la medicina alopática solo podrán ser remediadas por la fuerza vital misma.
No se incluye dentro de las crónicas a las influencias nocivas evitables, como el exceso de bebidas o
alimentos dañinos que arruinan su vida, al abstenerse del ejercicio o tomarlo de una forma
desmedida, ya que estos deberían de desaparecer mientras que no haya un miasma crónico latente
al mejorar su modo de vivir.

Las reales surgen de un miasma crónico, y si no se combaten van en aumento y empeoran a pesar
del mejor régimen mental y corporal.
En este caso es la sífilis la únicamente no curada, en cambio la sicosis (enfermedad
condilomatosa), aunque sin tratamiento médico apropiado no es curable por la fuerza vital, no se
contempla dentro de las crónicas.
La psora en cambio, deja sus síntomas al descubierto hasta haber completado la infección interna
de todo el organismo, evidenciándose por una erupción cutánea peculiar (unas pocas vesículas, con
cosquilleo, comezón y un olor especial), siendo ésta la causa fundamental, única y real productora
de todas las otras numerosas enfermedades (locura, epilepsia, neoplasias, amenorrea, etc).
Considerándose que la producción de esta gran variedad de enfermedades crónicas son síntomas
secundarios de la psora, de forma que no son enfermedades de carácter independiente.

De ahí que el médico homeópata tiene la obligación de captar cuidadosamente los síntomas y sus
características peculiares, ya que ninguna curación auténtica sin un verdadero tratamiento
estrictamente particularizado (individualización), haciendo siempre la diferencia cuando sea un
caso agudo y uno crónico. Siendo la primera más fácil de evidente y que requiere menor tiempo el
completar el cuadro de la enfermedad, mientras que con una crónica que ha estado evolucionando
gradualmente por años, los síntomas son más difíciles de captar.

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