Identidad, Ciudadania e Interculturalidad
Identidad, Ciudadania e Interculturalidad
Identidad, Ciudadania e Interculturalidad
En ese sentido, el módulo permitirá que el docente participante al final la asignatura consiga la
competencia siguiente “Organiza, sistematiza y evalúa permanentemente los resultados de su propuesta
pedagógica alternativa, potenciando el desarrollo de las competencias ciudadanas de sus estudiantes con una
mirada diferente hacia la identidad, ciudadanía e interculturalidad”
Para el efecto el módulo se organiza en las siguientes tres unidades de aprendizaje, articuladas con el
enfoque de la interculturalidad.
La II Unidad da a conocer la ciudadanía para la convivencia en la cual se abordan temas como la empatía,
la comunicación empática, el desarrollo de la autoestima, el reconocimiento del otro en la construcción de la
identidad, prejuicios y discriminación; temas que contribuirán de forma significativa en el desarrollo de nuestras
competencias ciudadanas y así poder optimizar nuestra labor pedagógica.
La III Unidad, es el entendimiento de la interculturalidad crítica que permite implementar una serie de
estrategias como la asertividad en la comunicación, la negociación y los consensos, la toma de decisiones, el juicio
crítico, la capacidad de reflexión y análisis crítico, la construcción de ciudadanía y el proyecto participativo para la
adecuada toma de decisiones en función del bien común.
IDENTIDAD
“Los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los
alumbran: la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez, a
modelarse, a transformarse, a interrogarse (a veces sin respuesta) a
preguntarse para qué diablos han llegado a la tierra y qué deben hacer en
ella.” Gabriel García Márquez
1.1. Definición.
"Soy yo", responderá una persona a la que se pregunta lo que representa su identidad;
llevándola más lejos en su razonamiento dirá: "es lo que en mí permanece igual". La
permanencia aparece, efectivamente, como la característica más evidente de la
Los individuos que crecen y se desarrollan entre sistemas culturales diferentes, con valores
a veces contradictorios, deben conseguir evolucionar en medio de los dos, a pesar de todo.
Para hacerlo elaboran, desde ese momento, lo que se denomina "estrategias identificativas"
al nivel de su comportamiento, lo que les permiten superar la angustia o la tensión creada por
los códigos culturales diferentes. Busca, de este modo, encontrar su lugar en la sociedad.
Estas "estrategias" pueden ser de naturaleza diferente en uno u otro individuo, en función de
criterios particulares, tales como la edad, la profesión, etc. La estrategia "de coherencia
simple" privilegia la lógica "o/o". De este modo, para intentar resolver las tensiones que
provoca la contradicción entre los dos tipos de cultura, se puede decidir, deliberadamente,
desdeñar una de las dos culturas en las que se vive y adoptar el conjunto de valores y de
símbolos de la Otra. Así, las personas de origen extranjero intentarán asimilarse totalmente
a la cultura occidental con el pretexto de rechazar su cultura de origen. O, al contrario, un
individuo puede replegarse en su cultura de origen exaltando sus valores y negando los
valores de la sociedad de acogida; éste es el caso de todos los integrismos.
La personalidad no nace, se hace. Claro que hay en ella elementos que vienen dados,
factores genéticos, que cabe colocar bajo la noción −ahora recuperada por la psicología− de
PARTE II
CIUDADANÌA
2.1 Definición.
Los elementos constitutivos de la ciudadanía son: Estado, nacionalidad y esfera pública. Por
medio de una determinada relación entre ellos podemos llegar a definir la noción de
ciudadanía, independientemente de los valores particulares que las personas o determinadas
concepciones de la sociedad puedan tener. Sin estos tres elementos la noción moderna de
ciudadanía no podría existir.
Las tres concepciones aceptan el núcleo conceptual, pero utilizan uno como prioritario para
definir su concepción particular.
Hay que partir de la premisa de que la ciudadanía es una posición racional. Esto significa que
más allá de su connotación jurídica, como súbdito/a del Estado, la ciudadanía expresa una
determinada actitud racional orientada por principios. El reconocimiento estatal de que la
persona es racional, de que el ejercicio de esta propiedad puede practicarse en la esfera
pública, es el punto de partida de las tres concepciones de la ciudadanía.
El debate que nos plantea, según el presupuesto del que partamos, es el siguiente:
2.2. Ciudadanía
Estimado colega, en nuestra práctica pedagógica diaria solemos hacer uso del término
“ciudadano”, con diferentes acepciones, dependiendo de los contextos diversos en los
cuales desarrollamos nuestra praxis. De igual modo la bibliografía científica tiene diferentes
usos para esta categoría, así el Ministerio de Educación a través de las Rutas de
Aprendizaje lo considera como un estatus que implica el acceso a determinados derechos
y la obligación de cumplir ciertas responsabilidades. En el Perú lo adquirimos formalmente
a los 18 años. Sin embargo, hay otra acepción: la “ciudadanía como opción”. En ese caso,
un ciudadano no solo tiene obligaciones y derechos, sino que, y sobre todo, se siente parte
de una comunidad con la que comparte tales derechos y de la que participa libremente para
dialogar, deliberar e intervenir en los asuntos que les conciernen (MED, 2013 p. 13).
Así, ser ciudadano o ciudadana por opción hace de los seres humanos participantes, activos
y permite ser parte de la solución de problemas que lo aquejan a él y a la comunidad, es
por ello necesario también reconocer que no se puede asumir de forma inmediata, mas por
el contrario de forma progresiva ya que la condición de ser ciudadano es una permanente
construcción de aprendizaje y reaprendizaje, acerca de nuestras responsabilidades,
Lo afirmado en los párrafos anteriores da cuenta de que no apostamos por una ciudadanía
cualquiera: vinculamos la ciudadanía, desde su definición misma, a dos ideas claves:
democracia e interculturalidad.
2.2.1 Democracia
la corrupción institucionalizada; y,
la inseguridad ciudadana.
Para nosotros, un sistema político democrático debe garantizar que el vínculo entre
democracia y desarrollo, democracia y Derechos Humanos, democracia y diversidad,
no se limite a la esfera de lo formal, sino que se vaya constituyendo en una cultura
institucional expresada tanto en el sistema político como en la convivencia social
(Carrión y otros 2007).
¿Por qué si la democracia es tan compleja y supone tantos retos sigue siendo elegida
y asumida como sistema y forma de vida de tantos países?
Llegamos así, poco a poco, y recordando los diagnósticos y las demandas con los
que abrimos este documento, a la formulación de los propósitos de la educación
ciudadana democrática e intercultural (León 2001):
Antes de pasar a revisar cuáles deben ser los espacios y los actores que debemos
comprometernos con la educación ciudadana, es fundamental tratar un último
aspecto: el de su multidimensionalidad. Si se asume que los y las estudiantes son
sujetos integrales y que el proceso es complejo, el desarrollo de una educación
ciudadana democrática e intercultural supone el reconocimiento de su carácter
multidimensional: (MED, 2013, p. 19-20)
Los estándares de competencias básicas son criterios claros y públicos que permiten
establecer cuáles son los niveles básicos de calidad de la educación a los que tienen derecho
los niños y niñas de todas las regiones de nuestro país, en todas las áreas; por eso las
competencias ciudadanas en vez de nivelar por lo bajo, lo que se busca es una alta calidad
de la educación, al establecer lo fundamental y lo indispensable para lograrla. Por esta razón,
los estándares son retadores pero no inalcanzables, exigentes pero razonables.
Los estándares guardan relación con los tipos de competencias. Así que en primer término, a
partir de propuestas desarrolladas en Colombia, planteamos los siguientes tipos de
competencias ciudadanas:
Son las que se articulan, en la acción misma, con todas las demás. Por ejemplo la
capacidad para manejar conflictos pacífica y constructivamente, que es una competencia
integradora, requiere de ciertos conocimientos sobre las dinámicas de los conflictos, de
algunas capacidades cognitivas como la habilidad para generar ideas y opciones creativas
ante una situación de conflicto, de competencias emocionales como la autorregulación de
la rabia, y de ciertas competencias comunicativas como la capacidad para transmitir
asertivamente los propios intereses. Las niñas del salón protestan porque siempre usamos
el patio para jugar fútbol. ¿Qué necesitaremos saber, pensar, sentir y expresar, para llegar
a un acuerdo creativo sobre el uso del patio de recreo? En la vida real usamos varios tipos
de competencias y es difícil separarlas porque somos emoción, pensamiento, gesto,
palabra, obra y mucho más... ¡todo reunido a la vez!... Lo mismo sucede con los tres
grupos de estándares. Nos explican cada categoría por separado para que podamos
descubrir y desarrollar nuestra variedad de habilidades y nuestro enorme potencial. Pero,
paciencia, todos estos procesos se van dando poco a poco, a medida que vivimos,
crecemos y aprendemos juntos.
Reconozco las emociones básicas (alegría, tristeza, rabia, temor) en mí y en las otras
personas.
Reconozco que las acciones se relacionan con las emociones y que puedo aprender a
manejar mis emociones para no hacer daño a otras personas.
Comprendo que mis acciones pueden afectar a la gente cercana y que las acciones de
la gente cercana pueden afectarme a mí.
Comprendo que nada justifica el maltrato de niñas y niños y que todo maltrato se puede
evitar.
Identifico las situaciones de maltrato que se dan en mi entorno (conmigo y con otras
personas) y sé a quiénes acudir para pedir ayuda y protección.
Comprendo que las normas ayudan a promover el buen trato y evitar el maltrato en el
juego y en la vida escolar.
Identifico cómo me siento yo o las personas cercanas cuando no recibimos buen trato
y expreso empatía, es decir, sentimientos parecidos o compatibles con los de otros.
(Estoy triste porque a Juan le pegaron.)
Conozco y respeto las reglas básicas del diálogo, como el uso de la palabra y el respeto
por la palabra de la otra persona. (Clave: practico lo que he aprendido en otras áreas,
sobre la comunicación, los mensajes y la escucha activa.)
Conozco las señales y las normas básicas de tránsito para desplazarme con seguridad.
Me preocupo porque los animales, las plantas y los recursos del medio ambiente
reciban buen trato.
Desde que nacemos los seres humanos estamos en constante y permanentemente contacto
con los seres que nos rodean. Establecemos relaciones de diferentes tipos: de comunicación,
de defensa, de protección, de ayuda, de afecto. Etc. Conforme nos vamos desarrollando y
creciendo aumentan también nuestras relaciones y surgen necesidades nuevas de integrarnos
es por eso que es necesario adquirir y desarrollar habilidades de nuevas, entre ellas el dialogo.
Para que el diálogo sea constructivo es necesario practicar, entre otras, las siguientes
habilidades:
2.5.1. Atención y escucha
El atender y el escuchar son dos habilidades complementarias que constituyen el punto
de inicio del diálogo constructivo. Es tan importante escuchar como hablar y en la
comunicación asertiva es más importante saber escuchar al interlocutor con la debida
significancia.
Esta habilidad se muestra con:
- La postura física.
- Manteniendo la atención.
2.5.2 El respeto
2.5.4 Empatía.
PARTE III
La lúdica puede ser concebida como la forma natural de incorporar a las personas de
cualquier edad en el medio que los rodea, de aprender, de relacionarse con los otros,
de entender las normas y el funcionamiento de la sociedad a la cual pertenecen (todo
ello hace referencia a la socialización como el proceso de inducción amplio y coherente
de los seres humanos en el grupo social que les tocó en suerte en el momento de
nacer, que le permite aprehender y construir la realidad a partir de los parámetros de
su grupo de referencia, y posteriormente ampliar su marco de referencia y cosmovisión
a través de su vinculación en otros grupos, subculturas y culturas diferentes a la suya).
En este aspecto el desarrollo de la identidad y la autoestima resultan altamente
beneficiosas para el ciudadano, se saber interactuar de forma asertiva con los otros
fortaleciendo su autoestima. Por ende, la lúdica es parte fundamental del proceso de
socialización del desarrollo de la autoestima entre las personas de “forma natural”
porque todo esto es simbólico y por tanto humano. (Montoya 2012)
c. Collage
Objetivos:
- Facilitar la comunicación en pequeños grupos.
- Expresión de tensiones, intereses y motivaciones personales.
Tamaño de grupo: Ilimitado, de cinco a seis personas.
Tiempo requerido: Setenta y cinco minutos.
Materiales: Un cartoncillo para cada participante. Papel, tijeras, pegamento, revistas
y plumones para cada subgrupo.
Lugar: Un salón suficientemente iluminado, amplio y con mesas de trabajo.
Desarrollo:
1. El instructor les pide a los participantes que realicen un collage, donde exprese
¿Quién soy? Con recortes pegados al cartoncillo, cada participante debe
contestar a la pregunta: ¿Quién soy? (Tiempo ilimitado a criterio del instructor).
2. El instructor divide al grupo en equipos.
3. Cada uno de los integrantes del equipo interpreta el "COLLAGE" de cada
participante. Sólo cuando 4 o 5 compañeros han expresado su punto de vista,
el autor explica o aclara su obra.
4. Una vez que los equipos han terminado se hace una mesa redonda general
con el objeto de evaluar la experiencia y de aflorar los sentimientos de los
participantes.
d. Como expreso mis sentimientos
Objetivo: Que el participante aprenda a describir y a expresar emociones y a
establecer conductas deseadas
Tamaño de grupo: 10 a 20 personas.
El primer nivel de comprensión del otro consiste en conjugar su otredad, es decir, en traducir
en términos de objetivos y situaciones conocidas en nuestro propio mundo, susceptibles de
caer bajo categorías y valores familiares, dentro del marco de nuestra figura del mundo.
Comprender al otro mediante las categorías en que se expresa la propia interpretación del
mundo supone establecer analogías entre rasgos de la cultura ajena y otros semejantes de
la nuestra, eliminando así la diferencia. Esto es lo que hacen los europeos
El segundo nivel es comprender que todos los hombres están sujetos a los mismos derechos,
en la cual el diálogo es el medio más importante, ya que la comprensión del otro depende de
los valores propios, por ello debemos establecer un dialogo, pero esta debe realizarse
respetando la libertad del otro, nuestro igual, nuestro hermano. Ha de lograrse por
convencimiento y nunca por la opresión o la violencia.
El tercer nivel es la comprensión del otro. Sería el reconocimiento del otro a la vez en su
igualdad y en su diversidad. Reconocerlo en el sentido que el mismo le da a su mundo.
Permitirle que se expresen en su propia lengua, arte y música, ahí la diversidad, pero
también reconocer al otro como igual, como hermano que permita una mutua comprensión.
Allport (1979: 7), definió al prejuicio como: "una actitud suspicaz u hostil hacia una
persona que pertenece a un grupo, por el simple hecho de pertenecer a dicho grupo, y
a la que, a partir de esta pertenencia, se le presumen las mismas cualidades negativas
que se adscriben a todo el grupo”. En esta definición, se refiere principalmente a la
etiquetación que hacemos de manera negativa, en base a una forma de pensar que
adoptamos desde pequeños.
Por ejemplo, en nuestro medio coexisten, emparentados con las creencias los
siguientes prejuicios:
- “Los negros no piensan”.
- “Los serranos son apestosos”.
- “Las selváticas son ardientes”.
- “Todos los jueces y policías son corruptos”.
- “Las mujeres no deben entrar a las minas”
Esta forma de pensar surge como resultado de la necesidad que tiene el ser humano
de tomar decisiones firmes y concretas de manera rápida, tomando información
generalizada de la que se tiene hasta el momento para emitir juicios, y sin verificar su
veracidad.
¿Qué hacer, como docentes, frente a las actitudes de discriminación? ¿De qué
manera influye negativamente la discriminación en la construcción de la ciudadanía?
b. La discriminación
e. Identidad en la diversidad.
Sin embargo, en una sociedad tan diversa como la nuestra, donde conviven grupos y
personas de diferente y tan variada procedencia, sobre todo en el valle del Mantaro y en
la selva central, que durante las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado ha
recibido una fuerte ola migratoria proveniente del sur del Perú, ¿con qué o con quién
deben identificarse? Es difícil de responder. En ese sentido planteamos dos alternativas:
1) Identificar los elementos comunes de todos los grupos que conviven en una
determinada localidad y a partir de ello trabajar la identidad.
2) Practicar el respeto a las diferencias y aceptar que hay otras formas de pensar y
actuar que son tan vigentes, válidas y coherentes, como las nuestras.
Por ejemplo a los pueblos de valle del Mantaro nos une una misma lengua, un pasado
común, una misma religión – con sus naturales variantes –. ¿Qué nos relaciona o vincula
con los pueblos de la zona sur. Los mismos elementos mencionados, el sentimiento de
patriotismo durante las competencias deportivas, actividades económicas, alimentos y
músicas similares y, sobre todo, los mismos sueños y deseos de salir adelante.
Te preguntamos maestro ¿qué otros elementos comunes podemos utilizar para construir
la identidad en la diversidad?
Escribe tu respuesta en el siguiente recuadro.
Sin embargo tanto en las personas individuales como en las colectivas “identidad” puede
cobrar un sentido que rebasa la simple distinción de un objeto (persona o cultura) frente
a los demás. No por saberse un individuo singular, un adolescente deja de buscar
afanosamente su propia “identidad”. Una “crisis de identidad” puede ser detectada tanto
en una persona como en un grupo social, pese a reconocerse discernible de cualquier
otro. En ambos casos, la búsqueda de la propia identidad presupone la conciencia de su
singularidad, como persona o como pueblo, pero no se reduce a ella.
Aunque una persona o una comunidad se reconozcan distintas de las demás, pueden
tener la sensación de una “pérdida de identidad”. La identidad, es por lo tanto, en este
segundo sentido, algo que puede faltar, ponerse en duda, confundirse, aunque el sujeto
permanezca. Su ausencia atormenta, desasosiega; alcanzar la propia identidad es, en
cambio, prenda de paz y seguridad interiores. La identidad responde, en este segundo
sentido, a una necesidad profunda, está cargada de valor. Los enunciados descriptivos
no bastan para definirla. (Villoro 1998)
Hoy nuestro mundo está afectado en sus valores éticos. Principios fundamentales sobre
los cuales nuestros predecesores concibieron y construyeron la sociedad
contemporánea, se encuentran erosionados. Hemos perdido mucho de nuestro sentido
de unidad y eso nos hace como individuos moralmente débiles, y como conjunto social
vulnerables.
El sentido de pertenencia significa arraigo a algo que se considera importante, como las
personas, cosas, grupos, organizaciones o instituciones, que contribuye a alejar o
atenuar la soledad, que hoy afecta a los grandes conglomerados humanos, promoviendo
insensibilidad, egoísmo, desconfianza, y un sentimiento progresivo de inseguridad y
desamparo.
- El tercer tenemos a la escuela. En ella hay grandes maestros que aman nuestra
historia, nuestro patrimonio cultural y se sienten felices y orgullosos de pertenecer
a este gran país. - ¿Tú eres uno de ellos?- Ellos deben ser el foco en torno al cual
debemos de desarrollar en nuestros estudiantes el sentido de pertenencia.
Nos han dicho que no basta traer al mundo, alimentar y educar los hijos; se requiere
amarlos y enseñarles a amar; sembrarles en su alma el sentimiento de solidaridad
humana y la obligación de asistencia a los semejantes, en los momentos de desventura,
dolor o adversidad. Esa es una manera de desarrollarles el sentido de pertenencia a su
grupo familiar y su comunidad, que con el devenir del tiempo progresará y fructificará
en sus propios hogares.
El sentido de pertenencia fortalece el sentimiento de que todos somos uno, que es como
decir que al pertenecer a este mundo que Dios nos dio por heredad, todos nos
pertenecemos mutuamente y por tanto debemos amarnos y socorrernos
mutuamente.(http://unavidafeliz.com/2011/05/20)
REFLEXIÓN:
METACOGNICIÓN:
AUTOEVALUACIÓN:
INTERCULTURALIDAD
En primer lugar, el trabajo reside en las familias, donde los niños deben criarse libremente,
sin imponerles ideas o conocimientos estrictos, sino inspirándolos a pensar y perder el
miedo a aquello que es diferente.
Por último, la integración debe promoverse desde los más altos cargos, permitiendo que
cualquier ciudadano acceda a los mismos derechos sin anteponer a la esencia del ser,
sus capacidades, tendencias de cualquier tipo o su lugar de origen.
Una cultura no evoluciona si no es a través de otras culturas. Pero los contactos entre
culturas pueden tener características muy diversas: En la actualidad se apuesta por la
interculturalidad que supone una relación respetuosa entre culturas
“Una cultura es el modo de vida de un pueblo, en tanto que una sociedad es el agregado
organizado de individuos que siguen un mismo modo de vida”. Melvilla J. H
Delors, Jacques y otros. (1996). La educación encierra un tesoro. (Informe a la UNESCO). España:
Santillana.
Del Carmen Luís. (1996). El análisis y secuenciación de los contenidos educativos. Barcelona.
Editorial ICE-HORSORI.
Deval, Juan. (2001). Aprender en la vida y en la escuela. Madrid: Morata.
Dugua Ch. Colette (2007). La cultura en el proceso aprendizaje escolar. México: Trillas
Duviols, Pierre. (1986). Cultura andina y represión. Cusco, Perú; Centro de estudios rurales
andinos "Bartolomé de las Casas".
Fernández, Isabel. (2001). Escuelas sin violencia (resolución de conflictos). España: Narcea, S. A.
Hidalgo Liliam y otros. (2008). Docencia y contextos multiculturales. Lima : Tarea
Jordán, J.A. (coord.); E. Castella y Cristina Pinto (2001): La educación intercultural, una respuesta
a tiempo. Barcelona, UOC.
León, E. y Staeheli, M.A. (2000). Cultura escolar y ciudadanía. Lima: Tarea.
Ossio, Juan y otros. (1986). Patrimonio cultural del Perú. Lima, Perú: IEP.
Oxa Díaz Justo. (2008).” Formación docente y educación cultural bilingüe”. En: Docencia y
contextos multiculcuturales Lima, Perú: Tarea.
Sabariego, Marta (2002): La educación intercultural ante los retos del siglo XXI. Bilbao, Desclée
de Brouwer.
Stainbeck, Susan y W. Stainbeck (1999): Aulas inclusivas. Madrid, Narce
Urtega, Luís. (2006). Educación ambiental e intercultural. Lima: San Marcos.
BIBLIOGRAFIA ELECTRONICA:
www.nl.gob.mx/pics/pages/s_valores_respeto_base/def_respeto.pdf
http://motivacion.about.com/od/psicologia_positiva/a/Que-Es-La-Empatia.htm