10 Cuentos
10 Cuentos
10 Cuentos
“Érase una vez una joven lechera que llevaba un cubo de leche en la cabeza,
camino al mercado para venderla. Durante el camino, la soñadora joven iba
imaginando lo que podría lograr conseguir con la leche. Pensó que en primer
lugar y con el dinero de la venta compraría un canasto de huevos, los cuales
una vez eclosionaran le permitiría montar una pequeña granja de pollos. Una
vez estos crecieran podría venderlos, lo que le daría dinero para comprarse
un lechón.
Una vez este creciera la venta del animal bastaría para comprarse una
ternera, con la leche de la cual seguiría obteniendo beneficios y a su vez
podría tener terneros. Sin embargo, mientras iba pensando todas estas cosas
la joven tropezó, lo que provocó que el cántaro cayera el suelo y se
rompiera. Y con él, sus expectativas hacia lo que podría haber hecho con
ella.”
Este cuento, que cuenta con versiones de Esopo y La Fontaine (siendo este
último el que hemos reflejado), nos enseña la necesidad de vivir en el
presente y que a pesar de que soñar es necesario también debemos tener en
cuenta que ello no basta para lograr nuestros propósitos. Inicialmente, es
una pequeña historia que nos avisa de tener cuidado con que la ambición no
nos haga perder el sentido.
284 palabras
El viejo, el niño y el burro
Sin embargo, al pasar por una segunda aldea, los lugareños pusieron el grito
en el cielo de que el pobre niño fuera caminando mientras el hombre mayor
lo hacía cómodamente montado. Ambos decidieron entonces montar en el
animal. Pero al llegar a un tercer poblado los aldeanos criticaron durante a
ambos, acusándoles de cargar en exceso al pobre burro.
Este cuento tradicional nos enseña a tener en cuenta que debemos ser fieles
a nosotros mismos, y que hagamos lo que hagamos habrá alguien a quien no
le guste y nos critique: no podemos gustarle a todo el mundo, y no debemos
obsesionarnos con agradar al prójimo.
287 palabras
Poco después el caballo regresó con sus dueños, acompañado de una hermosa
yegua. Los vecinos corrieron a felicitarle por su buena suerte. Sin embargo,
el anciano les respondió que en realidad lo único que sí era cierto era que el
caballo había regresado con la yegua, y si esto era malo o bueno el tiempo lo
diría.
Tiempo después el hijo del campesino intentó montar a la yegua, aún salvaje,
de tal manera que se cayó de la montura y se rompió la pierna. Según el
médico, la rutpura le provocaría una cojera permanente. Los vecinos volvieron
a consolar a ambos, pero también en esta ocasión el anciano campesino
dictaminaría que lo único que se sabía en verdad era que su hijo se había
roto una pierna, y que si ello era bueno o malo aún estaba por verse.
“Cuenta una leyenda de los Sioux que hubo una vez una joven pareja
formada por Toro Bravo y Nube Azul, que se amaban profundamente.
Queriendo permanecer unidos por siempre, ambos acudieron al anciano de la
tribu con el fin de que les proporcionara un talismán por tal de estar
siempre juntos.
El anciano indicó a la joven Nube Azul que acudiera sola a la montaña del
norte y capturase con una red al mejor halcón que allí viviese, mientras que
a Toro Bravo le dirigió a la montaña del sur para atrapar al águila más
poderosa. Ambos jóvenes se esforzaron duramente y lograron capturar cada
uno a la mejor ave de cada una de las montañas.
Hecho esto, el anciano les indicó que ataran las patas del halcón y el águila
entre sí y luego las dejaran volar en libertad. Así lo hicieron, pero al estar
atadas ambas aves cayeron al suelo sin poder volar con normalidad. Tras
varios intentos, ambas empezaron a agredirse entre sí. El anciano hizo a la
pareja ver esto, y les indicó que el talismán era el aprendizaje de que debían
volar juntos, pero nunca atados si no querían terminar dañándose el uno al
otro.”
Este leyenda de los Sioux pretende hacernos ver que el amor no implica
estar siempre y en todo momento juntos hasta el punto de depender el uno
del otro, sino que debemos aprender a compartir nuestra vida pero
conservando nuestra individualidad y no fomentar actitudes de dependencia o
codependencia.
257 palabras
La Arena y la Piedra
“Había una vez dos amigos que caminaban por el desierto, tras haber perdido
a sus camellos y habiendo pasado días sin probar bocado. Un día, surgió una
discusión entre ellos en el que uno de los dos increpó al otro por haber
elegido la ruta equivocada (si bien la decisión había sido conjunta) y en un
arrebato de ira le dió una bofetada. El agredido no dijo nada, pero escribió
en la arena que en ese día su mejor amigo le había pegado una bofetada
(una reacción que sorprendió al primero).
Esta hermosa leyenda de origen árabe nos indica que lo que debemos valorar
y mantener frescas en nuestra memoria son las cosas buenas que los demás
hacen, mientras que las marcas que nos dejan las malas debemos intentar
desdibujarlas y perdonarlas con el tiempo.
265 palabras
Una breve historia que nos sirve para entender que a veces nos creemos
incapaces de hacer las cosas por miedo, a pesar de que la experiencia
demuestra más que a menudo que en el fondo sí tenemos la capacidad para
conseguir realizarlas: el ave no confiaba en sus posibilidades para volar pero
una vez se puso a prueba no le quedó más remedio que intentarlo, algo que
le condujo al éxito.
277 palabras
En ese momento apareció otro auto, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda.
El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer
hombre dijo:
-Está bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto.
-Verás, mi nombre es Felix Wankel... Yo inventé el motor rotativo que usa tu auto.
Sólo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes
tirado en la carretera de la vida.
Respaldo: Eterno.
Teléfono: No tiene. Pero basta con que pienses en Él con fe, además de que esta
línea no está nunca ocupada...
362 palabras
El mago de Oz
En una granja de Kansas es donde sucede esta historia. Se trata de Dorita, una niña que
junto a su perro Totó fue atrapada por un tornado y trasladada hasta tierras muy lejanas.
Para sorpresa de Dorita había llegado a un mundo poblado por seres extraños. ¡Tenía que
encontrar el camino a su casa! Así fue preguntando cómo hacerlo hasta que un hada le
recomendó consultar al mago de Oz.
En el recorrido para llegar hasta el mago de Oz, Dorita y su perro Totó se encontraron a un
espantapájaros que clamaba por tener un cerebro. Al no poder ayudar a su nuevo amigo,
la niña lo invitó a caminar juntos para encontrar al mago y pedirle un consejo.
También se les unió un hombre de hojalata. Este se encontraba triste porque quería un
corazón y no encontraba la forma de solucionar su problema. Más tarde, hallaron a un león
que a diferencia de los de su especie era miedoso. Entonces, le invitaron a ver al mago de
Oz para que este le ayudara.
El mago de Oz escuchó atentos los deseos de sus visitantes y les dijo que los ayudaría si
vencían a una bruja que causaba muchas molestias a su reino. Los nuevos amigos
aceptaron.
A salir para cumplir su encomienda, los cinco amigos pasaron por un campo de amapolas
y el aroma de estas flores los durmió. Tal situación permitió que unos monos, mensajeros
de la bruja, los atraparan y llevaran con la malvada.
Por casualidad, y debido a su miedo, cuando Dorita vio a la bruja le lanzó un cubo de agua
a la cara. Tal acción hizo que la bruja se volviera un charco de agua. Y es que esa era la
solución para terminar con los hechizos que habían azotado al país del mago de Oz.
La curiosidad de Totó hizo que Dorita descubriera que el mago de Oz era un anciano que
deseaba retirarse a un lugar donde pudiera retirarse. Dorita lo siguió en esta travesía y
juntos emprendieron un vuelo en globo.
La travesía cambió su rumbo cuando Totó se cayó del globo y ella saltó tras él. Mientras
caía, Dorita somó con sus amigos y escuchó como el hada le decía que pensara en lo bien
que se estaba en el hogar.
La niña pensó con todas sus fuerzas:-No hay lugar más feliz que la casa propia.
Al abrir sus ojos se encontró otra vez en Kansas. Escuchó la voz de sus tíos y corrió a
abrazarlos. Dorita solo había estando soñando pero vivió en ese mundo de fantasía una
experiencia inolvidable.
515 palabras
361 palabras
Al igual que todos los años, en los meses de verano, la Señora Pata se dedicaba a empollar.
El resto de las patas del corral siempre esperaban con muchos deseos que los patitos
rompiesen el cascarón para poder verlos, pues los patitos de esta distinguida pata siempre
eran los más bellos de todos los alrededores.
El momento tan esperado llegó, lo que causó un gran alboroto ya que todas las amigas de
mamá pata corrieron hacia el nido para ver tal acontecimiento. A medida que iban saliendo
del cascarón, tanto la Señora Pata como sus amigas gritaban de la emoción de ver a unos
patitos tan bellos como esos. Era tanta la algarabía que había alrededor del nido que nadie
se había percatado que aún faltaba un huevo por romperse.
El séptimo era el más grande de todos y aún permanecía intacto lo que puso a la expectativa
a todos los presentes. Un rato más tarde se empezó a ver como el cascarón se abría poco
a poco, y de repente salió un pato muy alegre. Cuando todos lo vieron se quedaron
perplejos porque este era mucho más grande y larguirucho que el resto de los otros patitos,
y lo que más impresionó era lo feo que era.
Esto nunca le había ocurrido a la Señora Pata, quien para evitar las burlas de sus amigas
lo apartaba con su ala y solo se dedicaba a velar por el resto de sus hermanitos. Tanto fue
el rechazo que sufrió el patito feo que él comenzó a notar que nadie lo quería en ese lugar.
Toda esta situación hizo que el patito se sintiera muy triste y rechazado por todos los
integrantes del coral e incluso su propia madre y hermanos eran indiferentes con él. Él
pensaba que quizás su problema solo requería tiempo, pero no era así pues a medida que
pasaban los días era más largo, grande y mucho más feo. Además se iba convirtiendo en
un patito muy torpe por lo que era el centro de burlas de todos.
Un día se cansó de toda esta situación y huyó de la granja por un agujero que se encontraba
en la cerca que rodeaba a la propiedad. Comenzó un largo camino solo con el propósito de
encontrar amigos a los que su aspecto físico no les interesara y que lo quisieran por sus
valores y características.
Después de un largo caminar llegó a otra granja, donde una anciana lo recogió en la
entrada. En ese instante el patito pensó que ya sus problemas se habían solucionado, lo
que él no se imaginaba que en ese lugar sería peor. La anciana era una mujer muy mala y
el único motivo que tuvo para recogerlo de la entrada era usarlo como plato principal en
una cena que preparaba. Cuando el patito feo vio eso salió corriendo sin mirar atrás.
Siguió pasando el tiempo, hasta que por fin llegó la primavera y fue en esta bella etapa
donde el patito feo encontró por fin la felicidad. Un día mientras pasaba junto a estanque
diviso que dentro de él había unas aves muy hermosas, eran cisnes. Estas tenían clase,
eran esbeltas, elegantes y se desplazaban por el estanque con tanta frescura y distinción
que el pobre animalito se sintió muy abochornado por lo torpe y descuidado que era él.
A pesar de las diferencias que él había notado, se llenó de valor y se dirigió hacia ellos
preguntándole muy educadamente que si él podía bañarse junto a ellos. Los cisnes con
mucha amabilidad le respondieron todos juntos:
– ¡Claro que puedes, como uno de los nuestros no va a poder disfrutar de este maravilloso
estanque!
– ¡No se rían de mí! Como me van a comparar con ustedes que están llenos de belleza y
elegancia cuando yo soy feo y torpe. No sean crueles burlándose de ese modo.
– No nos estamos riendo de ti, mírate en el estanque y veras como tu reflejo demostrara
cuan real es lo que decimos.- le dijeron los cisnes al pobre patito.
Después de escuchar a las hermosas aves el patito se acercó al estanque y se quedó tan
asombrado que ni el mismo lo pudo creer, ya no era feo. ¡Se había transformado en un
hermoso cisne durante todo ese tiempo que pasó en busca de amigos! Ya había dejado de
ser aquel patito feo que un día huyó de su granja para convertirse en el más bello y elegante
de todos los cisnes que nadaban en aquel estanque
819 palabras