L 29 - Isaias
L 29 - Isaias
L 29 - Isaias
1 – 39
1. MENSAJES ACERCA DE JERUSALÉN Y DE JUDÁ CAPS. 1 - 6
1. Visión profética que tuvo Isaías, hijo de Amós, en orden a las cosas de Judá y de
Jerusalén, en tiempo de Ozías, de Joatán, de Acaz y de Ezequías, reyes de Judá.
2. Oíd, ¡oh cielos!, y tú, ¡oh tierra!, presta toda tu atención; pues el Señor es quien
habla. He criado hijos, dice, y los he engrandecido, y ellos me han
menospreciado.
3. Hasta el buey reconoce a su dueño, y el asno el pesebre de su amo; pero Israel
no me reconoce, y mi pueblo no entiende mi voz. +
4. ¡Ay de la nación pecadora, del pueblo lleno de iniquidades, de la raza malvada,
de los hijos desgarrados! Han abandonado al Señor, han blasfemado del Santo
de Israel, le han vuelto las espaldas. +
5. ¿De qué servirá el descargar yo nuevos golpes sobre vosotros, si obstinados
añadís siempre pecados sobre pecados? Toda cabeza está enferma, y todo
corazón doliente.
6. Desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza no hay en él cosa sana,
sino heridas, y moretones, y llaga corrompida que no ha sido curada, ni vendada,
ni suavizada con bálsamo.
7. Vuestra tierra está desierta, incendiadas vuestras ciudades, a vuestra vista
devoran los extranjeros vuestras posesiones, y a manera de enemigos las
devastan.
8. Y la hija de Sión, o Jerusalén, quedará como cabaña de una viña, como choza de
un melonar, y como una ciudad tomada por asalto. +
9. De suerte que si el Señor Dios de los ejércitos no hubiese conservado alguno de
nuestro linaje, hubiéramos corrido la misma suerte de Sodoma, y en todo
semejantes a Gomorra.
10. Oíd la palabra del Señor, ¡oh príncipes de Judá que imitáis a los reyes de
Sodoma! Escucha atento la ley de nuestro Dios, tú, ¡oh pueblo semejante al de
Gomorra!
11. ¿De qué me sirve a mí, dice el Señor, la muchedumbre de vuestras víctimas? Ya
me tienen fastidiado. Yo no gusto de los holocaustos de carneros, ni de la gordura
de los bueyes, ni de la sangre de los becerros, de los corderos y de los machos
de cabrío.
12. Cuando os presentáis ante mi acatamiento, ¿quién os ha mandado llevar
semejantes dones en vuestras manos, para pasearos por mis atrios?
13. No me ofrezcáis ya más sacrificios inútilmente, pues abomino del incienso. + El
novilunio, el sábado y las demás fiestas vuestras no puedo ya sufrirlas más
tiempo, porque en vuestras asambleas reina la iniquidad.
14. Vuestras calendas + y vuestras solemnidades son por lo mismo odiosas a mi
alma; las tengo aborrecidas, cansado estoy de aguantarlas. ++
15. Y así cuando levantéis las manos hacia mí yo apartaré mi vista de vosotros; y
cuantas más oraciones me hiciereis, tanto menos os escucharé; porque vuestras
manos están llenas de sangre.
16. Lavaos, pues, purificaos, apartad de mis ojos la malignidad de vuestros
pensamientos, cesad de obrar mal,
17. aprended a hacer el bien, buscad lo que es justo, socorred al oprimido, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda.
18. Y entonces venid y alegadme, dice el Señor: Aunque vuestros pecados os hayan
teñido como la grana, quedarán vuestras almas blancas como la nieve; y aunque
fuesen teñidas de encarnado como el rojo, se volverán del color de la lana más
blanca.
19. Como queráis, y me escuchéis, seréis alimentados de los frutos de vuestra tierra.
20. Pero si no quisiereis, y provocareis mi indignación, la espada de los enemigos
traspasará vuestra garganta; pues así lo ha dicho el Señor por su propia boca.
Todas las naciones correrán al monte santo de la casa del Señor. De Sión
saldrá la ley
6. Pues tú, ¡oh Señor!, has desechado a tu pueblo, a los de la casa de Jacob,
porque están llenos, como antiguamente, de superstición e idolatría, y han tenido
adivinos como los filisteos, y se complacen en tener esclavos extranjeros.
7. Su país está rebosando de plata y oro, y son inagotables sus tesoros. +
8. Su tierra está cubierta de caballos, y son innumerables sus carrozas. Y está lleno
de ídolos su país, han adorado la obra de sus manos, la obra que habían formado
con sus propios dedos.
9. Y delante de esta obra el hombre dobló la cerviz, y se humilló ante el varón. ¡Oh
Señor!, no, no se lo perdones.
10. Métete entre las peñas, pueblo infiel, + escóndete en las cavidades de la tierra,
huye del semblante airado del Señor y de la gloria de su majestad.
11. Los ojos altaneros del hombre serán humillados, y la altivez de los grandes
quedará abatida, y sólo el Señor será ensalzado aquel día.
12. Porque el día del Señor de los ejércitos va a aparecer terrible para todos los
soberbios y altaneros, y para todos los arrogantes; y serán humillados;
13. y para todos los cedros más altos y erguidos del Líbano, y para todas las encinas
de Basán;
14. y para todos los montes encumbrados; y para todos los cerros elevados;
15. y para todas las torres eminentes, y para todas las murallas fortificadas;
16. y para todas las naves de Tarsis; y para todo lo que es hermoso y agradable a la
vista.
17. Y la arrogancia de los hombres será doblegada o abatida, y humillada la altivez
de los magnates, y sólo el Señor será el ensalzado aquel día.
18. Y los ídolos todos serán hechos añicos.
19. Y se meterán los hombres en las cavernas de las peñas y en las concavidades de
la tierra, por causa de la presencia formidable del Señor y de la gloria de su
majestad, cuando se levante para castigar la tierra. +
20. Aquel día el hombre, aterrorizado, arrojará lejos de sí sus ídolos de plata y sus
estatuas de oro, las imágenes de los topos y murciélagos, que se había hecho
para adorarlas.
21. Y se entrará por las aberturas de las rocas y por las cavernas de los peñascos;
aterrado por el miedo del Señor y por la gloria de su majestad, cuando se levante
para castigar la tierra.
22. Cesad, pues, de irritar al hombre, que tiene el espíritu en las narices; ++ porque él
es el que ha sido considerado excelso o todopoderoso.
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16. Y el Señor dijo también: Por cuanto se han empinado las hijas de Sión, + y andan
paseando con el cuello erguido, guiñando los ojos, y haciendo gestos con sus
manos y ruido con sus pies, y caminan con pasos afectados:
17. Raerá el Señor la cabeza de las hijas de Sión, ++ y las despojará de sus cabellos.
18. Aquel día les quitará el Señor el adorno del calzado, y las lunetas,
19. y los collares de perlas, y los joyeles, y los brazaletes, y las gorras,
20. y los partidores del pelo, y las ligas, y las cadenillas, y los pomitos de olor, y los
zarcillos,
21. y los anillos, y las piedras preciosas que cuelgan sobre la frente,
22. y la muda de vestidos, y los mantos, y las gasas, y los preciosos alfileres,
23. y los espejos, y los finos lienzos, y las cintas, y los vestidos de verano;
24. y en lugar de olores suaves tendrán la hediondez, y por cinturón una cuerda, y en
lugar de cabellos rizados, la calva, y reemplazará un cilicio la faja de los pechos.
25. Tus más gallardos varones caerán también al filo de la espada, y tus campeones
quedarán tendidos en el campo de batalla.
26. Y las puertas de Jerusalén, desiertas, estarán cubiertas de tristeza y de luto, y
ella desolada, estará abatida por el suelo.
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La gran disminución del pueblo será superada por el germen del Señor. Sión
será restaurada
1. Y aquel día echarán mano de un solo hombre siete o muchas mujeres diciendo:
Nosotras comeremos nuestro pan, y con nuestras ropas nos vestiremos, basta
que nos des tu nombre, o seas esposo nuestro; líbranos de nuestro oprobio. +
2. Aquel día brotará el retoño del Señor con magnificencia y con gloria, y el fruto de
la tierra será ensalzado, y será el regocijo de aquellos de Israel que se salvaren.
3. Y sucederá que todos aquellos que fueren dejados en Sión, y quedaren en
Jerusalén, serán llamados santos; + todo el que está escrito o destinado para la
vida en Jerusalén.
4. Y esto acaecerá cuando el Señor haya limpiado las inmundicias de las hijas de
Sión, y lavado la sangre con que está manchada Jerusalén, mediante el espíritu
de justicia y el espíritu de celo.
5. Y creará el Señor por todos los lugares del monte de Sión, y doquiera que es
invocado, una nube sombría durante el día, y un resplandor luminoso durante la
noche; porque sobre toda el Arca gloriosa brillará su protección.
6. Y el Tabernáculo servirá de sombra contra el calor del día, y para seguridad y
refugio contra el torbellino y la lluvia.
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+ 1. Denota los que han de perecer en la guerra y las viudas que quedarán sin
maridos y sin hijos.
+ 3. Rmo1,7; 15,25; Hb 12,22.
ISAIAS - CAPITULO 5
Canto de la viña estéril, imagen de Judá, expresando una dura verdad y seis
ayes contra la corrupción de Judá
8. ¡Ay de vosotros los que juntáis casa con casa, y agregáis heredades a heredades
hasta que no queda ya más terreno! ¿Por ventura habéis de habitar vosotros
solos en medio de la tierra?
9. Llegan a mis oídos estas cosas, dice el Señor de los ejércitos, os aseguro que
muchas casas grandes y hermosas quedarán desiertas y sin morador.
10. Porque diez sembrados de viña sólo producirán un pequeño frasco de vino, y
treinta modios + de siembra darán tres modios.
11. ¡Ay de vosotros los que os levantáis de mañana a emborracharos, y a beber con
exceso hasta la noche, hasta que os abrasa el vino!
12. Cítara, y lira, y pandero, y flauta, y vino en vuestros convites; y no dais siquiera
una mirada a la obra del Señor, ni consideráis las obras de sus manos.
13. Por eso mi pueblo fue llevado cautivo, porque le faltó el saber, y sus nobles
murieron de hambre, y la plebe pereció de sed.
14. Por esto ensanchó el infierno su seno, y abrió su inmensa boca, y en ella caerán
sus campeones, y el pueblo y cuanto hay en él de ilustre y glorioso.
15. Y tendrá que encorvarse el plebeyo, y humillarse el grande, y serán abatidos los
ojos de los altivos.
16. Y el Señor de los ejércitos será ensalzado por la rectitud de su juicio, y la santidad
de Dios será reconocida por su administración de la justicia.
17. Y aparecerán los corderos según su costumbre, y los extranjeros disfrutarán de
los campos desiertos convertidos en fértiles campiñas. +
18. ¡Ay de vosotros que arrastráis la iniquidad con las cuerdas de la vanidad, y al
pecado a manera de carro del cual tiráis como bestias!
19. Los que vais diciendo: Dese prisa, y venga presto lo que él quiere hacer, a fin de
que lo veamos; y acérquese, y ejecútese la determinación del Santo de Israel, y la
sabremos.
20. ¡Ay de vosotros los que llamáis mal al bien y bien al mal; y tomáis las tinieblas por
la luz, y la luz por las tinieblas; y tenéis lo amargo por dulce y lo dulce por
amargo!
21. ¡Ay de vosotros los que os tenéis por sabios en vuestros ojos, y por prudentes
allá en vuestro interior!
22. ¡Ay de vosotros que sois briosos para beber vino, y hombres fuertes para
embriagaros con diversos licores!
23. ¡Vosotros, que por regalos absolvéis al impío, y despojáis al justo de su derecho!
24. Por esto, así como la lengua del fuego devora la estopa, y la quema el ardor de la
llama; del mismo modo la raíz de ellos será como pavesa, y cual polvo se
desvanecerá su renuevo. Porque han desechado la ley del Señor de los ejércitos,
y blasfemado de la palabra del Santo de Israel.
25. Por esta causa el furor del Señor se encendió contra su pueblo, y extendió su
mano sobre él, y lo hirió, y los montes se estremecieron, y sus cadáveres yacen
tendidos como basura en medio de las plazas. Y no se ha aplacado su furor con
todas estas cosas; todavía está levantada su mano justiciera.
26. Y alzará bandera para servir de señal a un pueblo lejano, y lo llamará con un silbo
desde los extremos de la tierra, y he aquí que, diligente, acudirá con la mayor
rapidez.
27. En él no hay quien se canse o fatigue, ni hay soñoliento, ni dormilón; ninguno se
quitará el cinto de su pretina, ni desatará la correa de su calzado.
28. Sus saetas están aguzadas, y todos sus arcos tensos. Las pezuñas de sus
caballos son como pedernal, y las ruedas de sus carros como una tempestad
impetuosa.
29. Rugirá como león, rugirá como una manada de leoncillos, y dará bramidos, y se
arrojará sobre la presa, y asirá de ella, ni habrá quien se la quite.
30. Y su estruendo será para Israel aquel día como el bramido del mar. Miraremos la
tierra, y he aquí por todas partes tinieblas de tribulación, cuya falta de luz
oscurecerá la luz del día.
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+ 2. Mt 21,33.
+ 4. Agraces: uvas sin madurar.
+ 6. Erial: campo sin labrar.
+ 10. Modio: 8.75 litros c. u.
+ 17. Campiña: espacio grande de tierra labrantía.
ISAIAS - CAPITULO 6
1. El año que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado,
y las franjas de sus vestidos llenaban el templo.
2. Alrededor del trono estaban los serafines, cada uno de ellos tenía seis alas; con
dos cubrían su rostro, y con dos cubrían los pies, y con dos volaban.
3. Y con voz esforzada cantaban a coro, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo, el Señor
Dios de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria! +
4. Y se estremecieron los dinteles y quicios de las puertas a la voz del que cantaba,
y se llenó de humo el templo.
5. Y dije: ¡Desgraciado de mí que no he hablado, por ser yo hombre de labios
impuros, y habitar en medio de un pueblo cuyos labios están contaminados; y he
visto con mis propios ojos al Rey, Señor de los ejércitos! ++
6. Y voló hacia mí uno de los serafines, y en su mano tenía una brasa ardiente, que
con las tenazas había tomado de encima del altar.
7. Y tocó con ella mi boca, y dijo: He aquí que la brasa ha tocado tus labios, y será
quitada tu iniquidad, y tu pecado será expiado.
8. Y luego oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré?, y ¿quién irá por
nosotros?; y respondí yo: Aquí estoy; envíame a mí.
9. Y dijo entonces el Señor: Anda y dirás a ese pueblo: + Oiréis y más oiréis, y no
querréis entender; y veréis lo que presento a vuestros ojos, y no querréis haceros
cargo de ello.
10. Embota el corazón de ese pueblo, tapa sus orejas, y véndale los ojos; no sea que
quizá con sus ojos vea, y con sus orejas oiga, y comprenda con su mente, y se
convierta, y tenga yo que curarle. +
11. Y dije yo: ¿Hasta cuándo durará, Señor, tu indignación? Y respondió: Hasta que
desoladas las ciudades, queden sin habitantes, y las casas sin gente, y la tierra
desierta.
12. Y el Señor arrojará a los hombres lejos de su país, y se multiplicarán los que
quedaron sobre la tierra.
13. Y todavía serán éstos diezmados, y se convertirán otra vez al Señor, y denotarán
su pasada grandeza como un terebinto, y como una vieja encina que extendía
muy lejos sus ramas; y la simiente que de ellos quedará, será una semilla santa.
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1. Y sucedió que reinando en Judá Acaz, hijo de Joatán, hijo de Ozías, vino Rasín,
rey de Siria, con Facee, hijo de Romeía, rey de Israel, sobre Jerusalén para
combatir contra ella, y no pudieron tomarla.
2. Dieron, pues, aviso a la casa de David, diciendo: La Siria se ha coligado con
Efraín +, y se conmovió el corazón de Acaz, y el corazón de su pueblo, a la
manera que se agitan los árboles en los bosques con el ímpetu del viento.
3. Y dijo el Señor a Isaías: Ve, sal al encuentro de Acaz, tú y el hijo que te queda,
Jasub, al último del canal que conduce el agua a la piscina superior, por el camino
que conduce al campo del Batanero.
4. Y le dirás: Estáte quedo: No temas, ni se acobarde tu corazón a la vista de esos
dos cabos de tizones que humean en furiosa ira, Rasín, rey de Siria, y el hijo de
Romeía,
5. y por más que hayan maquinado pésimos designios contra ti la Siria, Efraín y el
hijo de Romeía, diciendo:
6. Marchemos contra Judá y provoquémosle, y arranquémoslo a viva fuerza, y en
medio de él pongamos por rey al hijo de Tabeel.
7. Pues esto dice el Señor Dios: No cuajará, ni tendrá efecto tal designio;
8. antes bien Damasco, capital de la Siria, y Rasín, jefe de Damasco, serán
destruidos, y de aquí a sesenta y cinco años Efraín dejará de ser pueblo;
9. Y no será Samaria capital de Efraín, ni el hijo de Romeía jefe de Samaria ++. Si
vosotros no creyereis, tampoco tendréis estabilidad.
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Manda el Señor a Isaías que confirme con otra señal, el nombre de su hijo, la
próxima destrucción de Siria e Israel
1. Me dijo más el Señor: Toma un pergamino grande, y escribe en él en caracteres
claros e inteligibles: Date prisa a tomar los despojos, apresúrate a coger la presa.
2. Y tomé por testigos fieles de lo que escribía, a Urías sacerdote, y a Zacarías, hijo
de Baraquías;
3. y cohabité con la profetisa mi esposa, y ella concibió y tuvo un hijo. Y me dijo el
Señor: Ponle un nombre que signifique coge aprisa los despojos, apresúrate a
coger la presa. +
4. Porque antes que sepa el niño pronunciar los nombres de padre y madre, ya el
rey de los asirios habrá destruido el poder de Damasco, y saqueado Samaria.
5. Y me habló el Señor de nuevo diciendo:
6. Por cuanto este pueblo ha desechado las aguas de Siloé, + que corren
sosegadamente en Sión, y ha preferido a Rasín y al hijo de Romeía,
7. por esto he aquí que el Señor traerá sobre ellos las aguas del río Eufrates
impetuosas y abundantes, (esto es, al rey de los asirios con todas sus fuerzas) y
subirán sobre todos sus arroyos, y se extenderán por todas sus riberas,
8. y romperán por el país de Judá, y al pasar lo inundarán todo, y llegarán hasta la
garganta. Y él con la anchura de sus alas o escuadrones llenará, ¡oh Emmanuel!,
todo el espacio de tu tierra.
9. Reuníos, ¡oh pueblos!, y venid; que habéis de ser vencidos; vosotras todas, ¡oh
regiones las más remotas!, escuchad: Armaos de coraje, y seréis vencidas;
formaos en buen orden, y seréis vencidas. +
10. Haced planes, y serán desbaratados; dad órdenes y no se ejecutarán; porque
Dios está con nosotros.
11. Pues esto me dijo el Señor cuando con mano poderosa me corrigió,
advirtiéndome que no siguiese los pasos de este pueblo: Mira,
12. no estéis diciendo: Conspiración; pues no habla de otra cosa este pueblo que de
conspiración; antes bien no temáis lo que tanto él teme, y no os amilanéis.
13. Al Señor de los ejércitos, a él solo glorificad; él solo sea el que os haga temer y
temblar. Y él será el que os santifique.
14. Al paso que será piedra de tropiezo y piedra de escándalo para las dos casas de
Israel; ++ y lazo y ruina para los habitantes de Jerusalén.
15. Y muchísimos de ellos tropezarán y caerán, y se harán pedazos, y se verán
cogidos en el lazo, y quedarán presos.
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ISAIAS - CAPITULO 9
Profecía del nacimiento del Mesías, el príncipe de la paz y de su reino. Judá
será libertada del poder de los reyes de Israel y Siria
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ISAIAS - CAPITULO 10
Oráculo contra los legisladores injustos. Predicción de la ruina de Asiria y de la
liberación de Judá
28. Llegará el rey de Asiria hasta Ayat, pasará a Magrón, en Macmas depositará su
carga.
29. Pasarán a marchas forzadas, diciendo: En Gabaat plantaremos nuestros
campamentos. Ramá está sobresaltada, Gabaat la de Saúl huye
precipitadamente.
30. Esfuerza tu grito, ¡oh ciudad de Gallim!; mira por ti, ¡oh Laisa!, y tú también,
pobrecita Anatot.
31. Los de Medemena escaparon; esforzaos moradores de Gabim.
32. Aún falta un día para llegar a hacer alto en Nobe; desde ahí levantará
Sennaquerib su mano en ademán de amenaza contra el monte de la hija de Sión,
contra el cerro de Jerusalén.
33. Pero he aquí que el soberano Señor de los ejércitos estrellará con ímpetu el vaso
de tierra; y los de agigantada estatura serán desjarretados, y los sublimes serán
abatidos.
34. Y la espesura del bosque será cortada con el hierro, y caerá el Líbano con sus
altos cedros.
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+ 12. 2 Re 19,35.
+ 18. Lugar dichoso.
+ 23. Is 11,1; Ro 9,27-28.
7. El becerro y el oso irán a los mismos pastos; y estarán echadas en un mismo sitio
sus crías; y el león comerá paja como el buey;
8. y el niño que aún mama estará jugando en el agujero de una culebra, y el recién
destetado meterá la mano en la madriguera de la víbora. ++
9. Ellos no dañarán ni matarán en todo mi monte santo; porque el conocimiento del
Señor llenará la tierra, como las aguas llenan el mar.
10. Aquel día el renuevo de la raíz de Jesé, que está puesto como señal o estandarte
de salud para los pueblos, será invocado de las naciones, y su sepulcro será
glorioso. +
11. Y aquel día extenderá el Señor nuevamente su mano para atraer los restos de su
pueblo que quedaren entre los asirios, y en Egipto, y en Fetros, y en Etiopía, y en
Elam, y en Sennaar, y en Emat, y en las islas del mar.
12. Y enarbolará un estandarte entre las naciones, y reunirá los fugitivos de Israel, y
recogerá los dispersos de Judá de los cuatro puntos de la tierra.
13. Y será quitado el cisma de Efraín, y serán distribuidos los enemigos de Judá.
Efraín no tendrá envidia de Judá, y Judá no hará la guerra a Efraín.
14. Y volarán juntos a echarse encima de los filisteos por la parte del mar, y harán
también su botín de los hijos del oriente. La Idumea y los moabitas muy presto
serán presa de sus manos, y les prestarán obediencia los hijos de Amón.
15. El Señor secará la lengua del mar de Egipto, y extenderá su mano sobre el río
con su impetuoso viento, y le herirá en sus siete bocas, de modo que se pueda
pasar sin descalzarse.
16. Y quedará libre paso a los restos de mi pueblo que hubieran dejado vivos los
asirios, así como lo tuvo Israel aquel día en que salió de la tierra de Egipto.
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1. Y dirás aquel día: Te daré alabanza, ¡oh Señor!, porque estabas enojado
conmigo, y se alejó tu furor, y me has consolado.
2. He aquí que Dios es el salvador mío; viviré lleno de confianza, y no + temeré;
porque mi fortaleza y mi gloria es el Señor, y él ha tomado por su cuenta mi
salvación.
3. Sacaréis agua con gozo de las fuentes del salvador;
4. y diréis aquel día: Dad gracias al Señor, e invocad su Nombre; anunciad a las
gentes sus designios; acordaos que es excelso su Nombre.
5. Tributad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas grandes y magníficas;
divulgad esto por toda la tierra.
6. Salta de gozo y entona himnos de alabanza, casa de Sión, pues se muestra
grande en medio de ti el Santo de Israel.
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ISAIAS - CAPITULO 13
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Regreso del destierro. Elegía burlesca sobre la muerte del rey de Babilonia y
anuncio de la ruina de Asiria
1. Próximo está a llegar este su tiempo, y sus días no están remotos. Porque al fin el
Señor tendrá compasión de Jacob, y todavía escogerá algunos de Israel, y hará
que reposen en su nativo suelo, y se incorporará con la casa de Jacob.
2. Y los pueblos los hospedarán, y los acompañarán a su país; y la casa de Israel
los poseerá en la tierra del Señor para siervos y siervas; + y quedarán cautivos
los que los habían cautivado, y súbditos sus opresores.
3. Y en aquel tiempo, cuando te sea dado por Dios respirar de tus trabajos, y de tu
opresión, y de la dura esclavitud a que estuviste sujeto,
4. te servirás de este cántico contra el rey de Babilonia, y dirás: ¿Cómo es que no
parece ya el tirano y que cesó el tributo?
5. El Señor ha hecho pedazos el cetro de los impíos, la vara de los que dominaban;
6. al que indignado azotaba a los pueblos haciéndoles llagas incurables, y tiranizaba
furiosamente las naciones, y las maltrataba con crueldad.
7. Toda la tierra + está en silencio, y en paz, y se huelga (goza) y regocija.
8. Hasta los abetos y cedros del Líbano se divierten a costa tuya. Desde que tú
moriste, dicen, nadie sube a cortarnos.
9. El infierno allá abajo se conmovió a tu llegada; al encuentro tuyo envió los
gigantes; se levantaron de sus tronos todos los príncipes de las naciones.
10. Todos, dirigiéndote la palabra, te dirán: ¡Conque tú también has sido herido como
nosotros, y a nosotros has sido hecho semejante!
11. Tu soberbia ha sido abatida hasta los infiernos; tendido yace por el suelo tu
cadáver; tendrás por colchón la podredumbre, y tu cubierta serán los gusanos.
12. ¿Cómo caíste del cielo, ¡oh lucero!, tú que tanto brillabas por la mañana? ¿Cómo
fuiste precipitado por tierra, tú que has sido la ruina de las naciones?
13. Tú que decías en tu corazón: Escalaré el cielo; sobre las estrellas de Dios
levantaré mi trono, me sentaré sobre el Monte del testamento situado al lado del
norte;
14. sobrepujaré la altura de las nubes, semejante seré al Altísimo.
15. Pero tú has sido precipitado al infierno, a la más honda mazmorra.
16. Los que te vieren se inclinarán a ti, y te contemplarán. ¿Y es éste, dirán, aquel
hombre que alborotó la tierra, que hizo estremecer los reinos,
17. el que dejó desierto el mundo, y asoló las ciudades, y no abrió jamás la cárcel a
sus prisioneros.
18. Todos los reyes de las naciones, todos murieron y fueron enterrados con gloria;
cada cual descansa en el sepulcro de su familia.
19. Mas tú has sido arrojado lejos de tu sepulcro como un tronco inútil e inmundo, y
confundido, como podrido cadáver, con los que fueron muertos a cuchillo, y
descendieron a lo más hondo de la fosa.
20. Tú no has de tener consorcio con ellos, ni aun en la sepultura, porque has
destruido tu país, has hecho perecer a tu pueblo. No se conservará la memoria de
la raza de los malhechores.
21. Preparaos a dar la muerte a sus hijos por la iniquidad de sus padres; pues no
crecerán, ni heredarán la tierra, ni llenarán las ciudades la superficie del mundo.
22. Porque yo me levantaré contra ellos, dice el Señor de los ejércitos; y destruiré el
nombre de Babilonia, y el retoño, y toda su raza, dice el Señor.
23. Y la reduciré a manada de erizos, y a lagunas de aguas estancadas, y la barreré
con escoba devastadora, dice el Señor de los ejércitos.
24. Juró el Señor de los ejércitos diciendo: Como lo pensé, así será, y como lo tracé
en mi mente,
25. así sucederá: Destruiré al asirio en mi tierra, y sobre mis montes le hollaré; con lo
cual será quitado a Israel el yugo, y de sus hombros el peso de aquel opresor.
26. Esto es lo que he pensado y resuelto tocante a toda la dicha tierra, y así es como
extenderé la mano sobre todas las naciones amigas suyas.
27. El Señor de los ejércitos lo ha decretado, y ¿quién podrá invalidarlo? Su brazo
está levantado, y ¿quién podrá detenerlo?
28. El año en que murió el rey Acaz se cumplió este duro anuncio.
29. No te entregues todo a la alegría, ¡oh país de los filisteos!, porque haya sido
hecha pedazos la vara del que te hería; pues de la estirpe de la culebra nacerá la
víbora, + y lo que de ésta saldrá engullirá las aves.
30. Y los primeros o más infelices entre los mendigos tendrán pan, y reposarán con
seguridad los pobres; y haré morir de hambre tu raza, ¡oh filisteo!, y acabaré con
todo lo que de ti quedare.
31. Aúllen las puertas, + esfuercen sus gritos las ciudades, todo el país de los filisteos
está por tierra, porque hacia el norte viene la humareda, y no habrá quien pueda
escapar de sus escuadrones.
32. Y ¿qué respuestas se dará a los embajadores de las naciones? Que el Señor es
el que fundó a Sión, y que en él esperan los humildes de su pueblo.
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Vaticina Isaías las calamidades que padecerán los moabitas, de los cuales se
compadece
1. Duro anuncio contra Moab. Porque en una noche fue Ar, su capital, asolada,
Moab ha enmudecido; porque en una noche fue aterrada la muralla, ha
enmudecido Moab.
2. Ha subido la casa real y toda Dibón a los lugares elevados para llorar sobre Nabo
y sobre Médaba: Moab ha dado grandes aullidos. Calvas o peladas se ven todas
las cabezas, y raídas todas las barbas, + en señal de luto.
3. Andan por sus calles vestidos de saco; sobre sus terrazas y por sus plazas sólo
se oyen aullidos acompañados de lágrimas.
4. Hesebón y Eléale darán grandes gritos; hasta en Jasa se ha oído la voz de ellos;
a la vista de este espectáculo aullarán los mismos guerreros de Moab; el alma de
cada uno de ellos lamentará su propia suerte.
5. Mi corazón dará suspiros por Moab; sus sostenedores huirán hasta Segor, ciudad
fuerte, cual novilla de tres años. + Por la cuesta de Luit subirá cada uno llorando,
y por el camino de Oronaím irán dando gritos de quebranto.
6. Las excelentes aguas de Nemrim + serán abandonadas o descuidadas; por lo
que se secó la hierba, se marchitaron todos los retoños, pereció todo verdor.
7. Serán visitados o castigados a proporción de la gravedad de sus maldades; al
torrente de los Álamos serán conducidos.
8. Los gritos se oyeron en contorno por todos los confines de Moab. Hasta Gallim
llegaron sus aullidos, y sus clamores hasta el pozo de Elim.
9. Porque las aguas de Dibón llenas están de sangre de moabitas; pues haré venir
sobre Dibón un acrecentamiento de desgracias; y contra los que hayan escapado
de Moab, o se hayan quedado en el país, enviaré leones.
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+ 2. Jr 48,37.
+ 5. Mi corazón se agitará como una novilla de tres años.
+ 6. Jr 48,34.
ISAIAS - CAPITULO 16
+ 6. Jr 48,29.
+ 12. Para pedir auxilio a los ídolos.
+ 13. Am 2,1-3.
ISAIAS - CAPITULO 17
1. Duro anuncio contra Damasco. + He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y
parará en un montón de piedras, en un edificio arruinado.
2. Las ciudades de Aroer serán abandonadas a los ganados, que tendrán allí sus
apriscos, y no habrá quien los espante.
3. Y Efraín perderá su sostén, y se acabará el reino de Damasco, y será de los
restos de la Siria lo que de los hijos gloriosos de Israel: Perecerán, dice el Señor
de los ejércitos.
Castigo de Israel
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+ 1. Damasco era la capital de la Siria. Esta profecía se dirige a todo el reino.
++ 9. Cuando huían aterrorizados los cananeos. Jos 2,9; 5,1.
ISAIAS - CAPITULO 18
Profetiza Isaías contra Etiopía, una nación más allá del Nilo. Su devastación
será total
1. ¡Ay de la tierra, címbalo + alado que está a la otra parte de los ríos de Etiopía,
2. la cual envía embajadores por mar en barcos de papiro, o de juncos, que corren
sobre las aguas! Id, mensajeros veloces a la nación conmovida y despedazada, a
aquel pueblo formidable más que otro alguno, a la nación que espera, y
entretanto es hollada, cuya tierra se van comiendo los ríos.
3. Habitantes todos del mundo, vosotros los que estáis de asiento en el país,
cuando fuere alzado el estandarte sobre los montes, vosotros lo veréis, y oiréis el
ronco sonido de la trompeta.
4. Porque he aquí lo que el Señor me dice: Yo me estaré tranquilo, y lo contemplaré
desde mi asiento; como se ve la clara luz del mediodía; y seré al modo que una
nube de rocío en el tiempo de la cosecha.
5. Ya que todo él, esto es, el poder de los enemigos, antes de la mies se ha ido en
flor, y todo brotará antes de sazón y sus tallos serán cortados con la podadera, y
lo que quedare será tronchado y arrojado.
6. Y serán abandonados a un mismo tiempo a las aves montaraces (del monte) y a
las bestias de la tierra; y todo el verano estarán las aves sobre ellos, y sobre él
invernarán todas las bestias de la tierra.
7. En aquel tiempo, el pueblo dividido y despedazado, el pueblo formidable más que
cualquier otro, la nación que espera y más espera y es entretanto hollada (cuya
tierra está desmoronada por los ríos) llevará ofrendas al Señor de los ejércitos
que reside en el lugar donde se invoca el Nombre del mismo Señor de los
ejércitos, en el monte de Sión.
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Profecía contra Egipto y otros pueblos gentiles. Anuncia que serán llamados a
la salud eterna
1. Duro anuncio contra Egipto. He aquí que el Señor montará sobre una nube ligera,
y entrará en Egipto, y a su presencia se inquietarán los ídolos de Egipto, y el
corazón de Egipto se repudrirá en su pecho.
2. Y haré que vengan a las manos egipcios contra egipcios, y combatirá el hermano
contra su propio hermano, y el amigo contra su amigo, ciudad contra ciudad, y
reino contra reino.
3. Y quedará Egipto sin espíritu en sus entrañas, y trastornaré sus consejos, y
andarán consultando sus ídolos, y sus adivinos, y sus pitones (hechiceros) y
magos.
4. Y entregaré a Egipto en poder de señores crueles; y un rey fiero los dominará,
dice el Señor Dios de los ejércitos.
5. Y el mal quedará sin que suba tanto su agua, y menguará por consiguiente el río
Nilo, y vendrá a secarse.
6. Y faltarán los ríos o bocas del Nilo; irán menguando hasta quedarse secos los
canales que van entre rompeolas; la caña y el junco se marchitarán.
7. El cauce del río quedará sin aguas desde allá donde tiene su origen, y toda la
sementera de regadío se secará, se agostará y perecerá.
8. Y andarán mustios los pescadores, y llorarán cuantos echan el anzuelo en el río,
y los que tienden redes en las aguas se consumirán de pena.
9. Quedarán confusos los que trabajaban el Nilo y lo rastrillaban, y hacían de él telas
delicadas,
10. (porque los lugares de regadío quedarán sin agua) y tristes todos los que hacían
balsas para coger peces.
11. ¡Oh qué necios son los príncipes de Tanis, los sabios consejeros del faraón le han
dado un consejo desatinado. ¿Cómo sugeriréis al faraón que diga ufano: Yo, hijo
de sabios, yo hijo de reyes antiguos?
12. Mas ¿en dónde están ahora tus sabios? Que te anuncien y expongan lo que el
Señor de los ejércitos tiene resuelto sobre Egipto.
13. Los príncipes de Tanis se han vuelto necios, y están alucinados los príncipes de
Menfis, han engañado a Egipto, baluarte de sus pueblos.
14. El Señor ha derramado en medio de ellos el espíritu de vértigo, + y ellos han sido
causa que desacierte Egipto en todo cuanto hace; a la manera que anda
desatinado un borracho cuando está en el vómito.
15. Y Egipto no ejecutará cosa que tenga pies ni cabeza, ni el que manda ni el que
obedece.
16. Como tímidas mujeres serán aquel día los egipcios, y se volverán estúpidos y
medrosos al movimiento de la mano del Señor de los ejércitos, la cual descargará
contra ellos.
17. Y la tierra de Judá será el espanto de Egipto; y cada uno al acordarse de ella
temblará, por causa de los designios que a favor de la misma formó el Señor de
los ejércitos.
18. Aquel día habrá cinco ciudades + en la tierra de Egipto que hablarán la lengua de
Canaán, y que jurarán por el Señor de los ejércitos. Ciudad del Sol será llamada
una.
19. Aquel día estará en medio de la tierra de Egipto el altar del Señor y el trofeo del
Señor hasta sus confines;
20. el cual servirá de señal y testimonio dado al Señor de los ejércitos en la tierra de
Egipto; porque invocarán al Señor contra el opresor, y aquél les enviará un
salvador y defensor que los libre.
21. Y el Señor será conocido de Egipto, y los egipcios confesarán al Señor aquel día,
y le honrarán con hostias y ofrendas, y harán al Señor votos y los cumplirán.
22. Y el Señor herirá a Egipto con plagas, y lo sanará y se volverán al Señor, y se
aplacará con ellos, y los sanará.
23. Aquel día estará libre el paso de Egipto a Asiria, y entrará el asirio en Egipto, y el
egipcio en la Asiria, e irán de acuerdo y servirán al Señor los de Egipto con el
asirio.
24. Aquel día Israel será el tercero, o medianero, con el egipcio y el asirio; la
bendición será en medio de la tierra, ++
25. a la cual bendijo el Señor de los ejércitos, diciendo: Bendito el pueblo mío de
Egipto, y el asirio que es obra de mis manos; pero mi herencia es Israel.
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Manda Dios al profeta que ande desnudo y descalzo, para que anuncie el
cautiverio de los egipcios y etíopes a manos de los asirios
1. El año en que Tartán, enviado por Sargón, rey de los asirios, llegó a Azoto, y la
combatió y la tomó,
2. en aquel mismo tiempo habló el Señor a Isaías, hijo de Amós, diciendo: Ve y
despójate de tu saco o sayal, y quita de tus pies el calzado. Y lo hizo así Isaías,
yendo desnudo, o con sola la ropa interior, y descalzo. +
3. Y dijo el Señor: Así como mi siervo Isaías anduvo desnudo y descalzo, en señal y
predicción de tres años de guerra contra Egipto y contra Etiopía,
4. así también el rey de los asirios se llevará delante de sí cautivos a los de Egipto, y
transportará a los de Etiopía, jóvenes y viejos, desnudos y descalzos y
descubiertas las nalgas, para ignominia de Egipto.
5. Y los de mi pueblo estarán amedrentados y se avergonzarán de haber puesto su
esperanza en Etiopía, y en Egipto su gloria.
6. Y los habitantes de esta isla + dirán en aquel día: Mirad ahí los que eran nuestra
esperanza, y a qué hombres acudimos implorando socorro para que nos librasen
del rey de los asirios. ¿Pues cómo podremos nosotros escapar de sus manos?
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+ 2. Isaías, aunque de estirpe real, no tuvo reparo en dejarse ver casi desnudo.
+ 6. Isaías llamaba isla a Judea.
ISAIAS - CAPITULO 21
1. Duro anuncio contra el desierto del mar. + De un desierto, de una tierra horrible
viene el enemigo, como vienen del ábrego + los torbellinos.
2. Una terrible visión me ha sido anunciada: El que es falto de fe obra como falto de
fe, el saqueador devasta. Ponte en marcha, ¡oh Elam!; + pon el sitio, ¡oh medo! Yo
daré descanso a todos los que ella hacía gemir.
3. Por esto están doloridas mis entrañas y padezco una congoja semejante a la de
una mujer que está de parto; me atemoricé al oírlo, y al verlo quedé sin aliento.
4. El corazón se me derrite, me quedó pasmado de horror. Babilonia, mi querida
Babilonia, es para mí un objeto de asombro.
5. Pon la mesa; está de observación desde un atalaya; vosotros, ¡oh príncipes, que
estáis comiendo y bebiendo!, levantaos, tomad el escudo.
6. Porque el Señor me ha hablado de este modo: Ve, y pon un centinela, y que dé
aviso de todo lo que observe.
7. Y él descubrió dos carros de guerra con dos caballeros, uno montado en un asno
y el otro en un camello y los estuvo contemplando atentamente por mucho
tiempo.
8. Y gritó como león: Yo estoy de centinela de parte del Señor; de día permanezco
aquí continuamente, y estoy pasando en mi puesto las noches enteras.
9. He aquí que viene la pareja de los de a caballo en sus cabalgaduras; y añadió y
dijo: Cayó, cayó Babilonia, y todos los simulacros de sus dioses se han estrellado
contra la tierra.
10. ¡Oh vosotros, trilladura mía, vosotros hijos de mi era!, ++ lo que oí del Señor de
los ejércitos del Dios de Israel, eso os he anunciado.
11. Duro anuncio contra Duma, o Idumea (Edom): Gritando ésta desde Seir:
Centinela, ¿qué ha habido esta noche? Centinela, ¿qué ha habido esta noche?
12. Responde el centinela: Ha venido la mañana, y la noche vendrá; si buscáis,
buscad de veras, convertíos, y venid.
Profecía en el desierto
13. Duro anuncio contra la Arabia: Vosotros dormiréis a la noche en el bosque sobre
el camino de Dedanim. +
14. Los que moráis por la parte del sur, salid al encuentro, llevad agua al sediento, e
id provistos de pan para socorro del que huye. +
15. Porque huyen de la espada desenvainada de la espada afilad, del arco tenso, del
furor del sangriento combate.
16. Porque esto me dice el Señor: Dentro de un año, año cabal como el de joven
jornalero, desaparecerá toda la gloria de Cedar. +
17. Y el número que quedará de los esforzados arqueros de Cedar será pequeño;
porque el Señor Dios de Israel así lo ha dicho.
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+ 1. Is 14,23; Jr 51,42.
+ 1. Ábrego: viento templado y húmedo del sudoeste que trae las lluvias
+ 2. Persia, de donde vendría Ciro.
++ 10. El pueblo de Dios como las mieses, será trillado a fuerza de golpes, para
separar el grano de la paja. Lc 3,17.
+ 13. Ciudad de la Idumea.
+ 14. La descripción traza un marco de guerra. En países de poca población y
donde escasea el agua, es más necesario ejercitar la caridad con los
caminantes.
+ 16. De la Arabia.
ISAIAS - CAPITULO 22
15. El Señor Dios de los ejércitos dice también: Ve a encontrar a aquel que habita en
el Tabernáculo, a Sobna, digo, prefecto del templo y le dirás:
16. ¿Qué haces aquí tú?, ¿o a quién representas tú aquí?; tú, que te has preparado
aquí un sepulcro, que has hecho celebrar con gran esmero un monumento en
lugar alto, un Tabernáculo en la peña.
17. Pues sábete que el Señor hará que te lleven de aquí, como es llevado atado el
gallo de un gallinero, y como se lleva a un hombre criminal con la cara cubierta.
18. Te coronará con corona de abrojos, te arrojará como pelota en plaza ancha y
espaciosa; allí morirás tú, que eres la deshonra de la casa del Señor, y allí parará
la carroza de tu gloria.
19. Yo te echaré de tu puesto, y te depondré de tu ministerio.
20. Y aquel día llamaré a mi siervo Eliacim, hijo de Helcías.
21. Y lo revestiré de tu túnica, y lo adornaré con tu cinturón, y en sus manos pondré
tu autoridad, y él será como padre para los moradores de Jerusalén y para la
casa de Judá.
22. Y pondré sobre sus hombros la llave ++ de la casa de David; y abrirá, y no habrá
quien pueda cerrar; y cerrará, y no habrá quien pueda abrir.
23. Y lo colocaré como clavo hincado en lugar firme; y él será como trono de gloria
para la casa de su padre.
24. De él colgará toda la gloria de la casa de su padre, alhajas de varias clases,
vasos pequeños de toda especie, desde las tasas finas hasta todo instrumento de
música. +
25. Aquel día, pues, dice el Señor de los ejércitos, será arrancado el clavo que fue
hincado en lugar firme, y será quebrado; y andará rodando por el suelo, y
perecerá todo lo que de él estaba colgado: Porque así lo ha dicho el Señor.
__________________
1. Duro anuncio contra Tiro. + Prorrumpid en aullidos naves del mar; porque
desolada ha sido la casa, o ciudad, de donde acostumbraban hacerse a la vela.
De la tierra de Cetim les ha venido el aviso.
2. Callad vosotros ¡oh habitantes de la isla!; tú estabas llena de comerciantes de
Sidón que pasaban el mar.
3. La sementera que crece por las aguas redundantes del Nilo, y las cosechas que
producía este río eran para ella; y había llegado a ser el emporio de las naciones.
4. Avergüénzate, ¡oh Sidón!, pues así habla esta ciudad del mar, la señora del mar:
Tú que dices: No concebí, ni parí, y no crié jóvenes, ni eduqué vírgenes hasta la
edad florida.
5. Cuando lleguen a Egipto noticias, se dolerán de lo que oigan sobre Tiro.
6. Pasad los mares, levantad vuestros gritos, habitantes de la isla.
7. ¿Por ventura no es esta vuestra ciudad aquella que hace mucho tiempo se
gloriaba de su antigüedad? Por tierras extrañas o remotas irán peregrinando sus
moradores.
8. ¿Quién es el que tales cosas decretó contra Tiro, la cual en otro tiempo era la
reina del mar, cuyos comerciantes eran príncipes, y sus mercaderes los más
ilustres de la tierra?
9. El Señor de los ejércitos ordenó esto, para hollar la soberbia de todos los
jactanciosos, y reducir a la ignominia a todos los ilustres del país.
10. Atraviesa corriendo tu tierra como un río, ¡oh tú, hija del mar!: Ya no tienes más
ceñidor o amparo.
11. El Señor ha extendido su mano contra el mar, ha conmovido los reinos; él ha
dado sus órdenes contra Canaán, para exterminar a sus campeones.
12. Y ha dicho: No te vanagloriarás ya más, cuando te veas afrentada, ¡oh virgen hija
de Sidón!; + levántate, navega a Cetim, y allí tampoco tendrás reposo.
13. Mirad la tierra de los caldeos, pues no existió jamás un pueblo tal como aquél:
Asiria lo fundó; con todo ahora fueron llevados cautivos sus campeones, sus
casas han sido demolidas, lo convirtieron en un montón de ruinas.
14. Aullad, ¡oh naves del mar!, porque destruida ha sido vuestra fortaleza.
15. Y entonces será cuando tú, ¡oh Tiro!, quedarás sepultada en el olvido por espacio
de setenta años, que suelen ser los días de un rey; y pasados los setenta, será
Tiro como una prostituta que canta para seducir.
16. Toma la cítara, da la vuelta por la ciudad, ¡oh vil ramera!, ya entregada al olvido
canta con envenenada dulzura, repite tu seductora copla, a fin de que piensen en
ti.
17. Y después de los setenta años el Señor visitará a Tiro; y la volverá a su tráfico y
tendrá comercio como antes con todos los reinos del mundo, en toda la extensión
de la tierra.
18. Al fin Tiro se convertirá, y sus contratos de compra y venta y sus ganancias serán
consagradas al Señor; no se almacenarán, ni se reservarán; porque su negocio
será para utilidad de aquellos que asisten en la presencia del Señor, a fin de que
tengan alimento en abundancia y vestido que mudarse hasta la vejez. ++
__________________
+ 1. Tiro, antigua ciudad de Fenicia, emporio del comercio y famosa por sus
naves y riquezas, fue sitiada y devastada por Nabucodonosor, como aquí
predijo Isaías.
+ 12. ¡Oh ciudad bellísima!
++ 18. El profeta se transporta al tiempo de la verdadera felicidad y grandeza de
Tiro, cuando consagra sus riquezas al Señor. Is 45,14; 60,4-16.
4. EL APOCALÍPSIS DE ISAÍAS. CÁPS. 24-27
ISAIAS - CAPITULO 24
_________________
+ 2. Os 4,9.
+ 6. Dt 28,28; Lc 21,26.
+ 10. Ciudad idólatra, por oposición a la Ciudad de Dios.
+ 13. Alude a los pocos fieles que permanecerán constantes a la alianza.
+ 17. Todos los males.
+ 21. 1 Co 6,3.
+ 23. Jl 2,31; Mt 24,29.
ISAIAS - CAPITULO 25 Dic 2 2015 mie, 25,6-10ª (ciclo C)
_________________
+ 1. Isaías introduce los elegidos y glorificados por Dios, que alaban primero la
justicia divina.
+ 3. Escogido.
++ 8. La sentencia de muerte quedará cancelada. Gn 3,19; Mt 5,5; Ap 7,17; 21,4.
ISAIAS - CAPITULO 26 Dic 3 2015 jue, 26,1-6 (Ciclo C)
1. Aquel día será cantado este cántico en tierra de Judá: ++ Sión es nuestra ciudad
fuerte, el salvador será para ella muro y baluarte.
2. Abrid las puertas, + y entre la gente justa, que observa la verdad o justicia de mis
preceptos.
3. Ya se ha disipado el antiguo error: ++ Tú, ¡oh Señor!, nos conservarás la paz; la
paz o reunión de todos los bienes, ya que en ti tenemos puesta nuestra
esperanza.
4. Vosotros + pusisteis para siempre vuestra esperanza en el Señor, en el Señor
Dios, que es nuestra fortaleza eterna.
5. Porque él abatirá a los habitantes de la altura, humillará la ciudad altiva. La
humillará hasta el suelo; la humillará hasta reducirla a polvo.
6. La pisarán los pies, los pies del pobre; las pisadas de los mendigos.
7. La senda del justo es recta, + derecha es la vereda por donde el justo camina a la
felicidad.
8. Y andando por la senda de tus juicios o leyes, hemos puesto en ti, ¡oh Señor!,
nuestra confianza: Todo el deseo de nuestra alma se cifra en traer a la memoria
tu Nombre. +
9. Mi alma te deseó en medio de la noche; y mientras haya aliento en mis entrañas,
me dirigiré a ti desde que amanezca. Cuando hayas ejecutado tus juicios en la
tierra, entonces aprenderán la justicia los moradores del mundo.
10. Téngase compasión del impío, y no aprenderá jamás la justicia; en la tierra de los
santos ha cometido él la maldad, y así no verá la gloria del Señor.
11. Levanta, ¡oh Señor!, tu mano, y no vean ellos tu gloria; pero al fin la verán los que
envidian a tu pueblo, y quedarán confundidos; y serán devorados por el fuego tus
enemigos.
12. A nosotros, Señor, nos darás la paz, porque todas nuestras obras tú nos las
hiciste por medio de nosotros.
13. Oh Señor Dios nuestro, hemos tenido otros amos fuera de ti, que nos han
dominado; haz que de ti sólo y de tu nombre nos acordemos.
14. No vuelvan a vivir los que murieron ya; ni resuciten los gigantes, que por eso tú
los castigaste, y los exterminaste, y borraste del todo su memoria.
15. Propicio fuiste, oh Señor, al pueblo de Israel, fuiste propicio a tu pueblo: ¿Por
ventura has sido tú glorificado de él por haber dilatado los confines de su tierra?
16. En la aflicción, oh Señor, entonces te buscaron; y la tribulación en que gimen, es
para ellos una instrucción tuya.
17. Como la que concibió da gritos acongojada con los dolores del parto que se
acerca; tales somos nosotros, Señor, delante de ti.
18. Concebimos y sufrimos como dolores de parto, y no hemos parido nada; mas no
hacemos en esta tierra obras saludables; y por esto no se han extinguido
nuestros enemigos, sus antiguos moradores.
19. Tus muertos, Señor, tendrán nueva vida; resucitarán los muertos míos por la
justicia; despertaos y cantad himnos de alabanza vosotros que habitáis en el
polvo del sepulcro; porque tu rocío, ¡oh Señor!, es rocío de luz y de vida, y a la
tierra de los gigantes, o impíos, tú la arruinarás.
20. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra las puertas tras de ti, escóndete
por un momento hasta que pase la indignación o castigo de los malos. +
21. Porque he aquí que saldrá el Señor de su celestial morada a castigar las
maldades que el habitante de la tierra ha cometido contra él; y la tierra pondrá de
manifiesto la sangre que ha bebido, y no ocultará más tiempo a los justos, que en
ella fueron muertos. +
_________________
1. Aquel día el Señor con su espada cortante, y grande, y fuerte, tomará cuentas a
Leviatán, serpiente gruesa; + a Leviatán, serpiente tortuosa; y matará la ballena,
que está en el mar de este mundo.
2. Aquel día la viña del vino rico le cantará alabanzas. +
3. Yo el Señor soy quien la guarda; y yo la regaré continuamente; para que no reciba
ningún daño, la guardo noche y día.
4. No hay en mí enojo contra ella; ¿quién podrá hacer que sea yo como una espina
o zarza que la punce? ¿Saldré yo quizá a pelear contra ella; la entregaré también
a las llamas?
5. ¿O más bien, no detendrá ella mi fortaleza? Sí, hará paz conmigo, conmigo hará
paz.
6. Los que con fervor vienen a encontrar a Jacob, harán florecer y echar renuevos a
Israel, y llenarán toda la tierra de fruto o descendencia suya.
7. ¿Por ventura lo maltrató Dios, como de él fue maltratado?; ¿o como él mató a los
muertos que eran siervos del Señor, así también ha sido muerto él?
8. Con medida igual a la medida de sus maldades ejercerás el juicio contra la viña,
cuando fuere ya desechada por su obstinación. El Señor ha tomado con su
espíritu de justo rigor la resolución para el día del ardor de su ira.
9. Y así con esto será perdonada su iniquidad a la casa de Jacob; y ése será todo
su fruto, que sea borrado su pecado, después que Dios haya hecho que todas las
piedras del altar, o templo de Jerusalén, queden como piedras de cal
desmenuzadas; + y que sean arrasados los bosques y templos profanos.
La ciudad desierta
10. Porque la ciudad fuerte será desolada; Jerusalén, la hermosa ciudad, será
desamparada, y quedará como un desierto; en ella pacerá el becerro, y allí tendrá
su majada, + y comerá las puntas de los tallos de esta viña abandonada.
11. Sus mieses se echarán a perder de sequedad. Vendrán mujeres, y harán con ella
de maestras. Porque no es pueblo sabio, sino necio y obstinado; por eso aquel
Señor que lo hizo no tendrá compasión de él; y no le perdonará el que lo formó.
12. Y aquel día el Señor hará sentir su azote desde el cauce del río Eufrates hasta el
torrente de Egipto, o Nilo; y vosotros, oh hijos de Israel, seréis congregados uno a
uno.
13. Y aquel día resonará una gran trompeta; y vendrán los que estaban desterrados y
cautivos en la tierra de los asirios, + y los que habían sido arrojados a la tierra de
Egipto y adorarán al Señor en el monte santo de Jerusalén.
_________________
+ 1. Por Leviatán se entiende la serpiente huidiza o serpiente primordial, que como
monstruo mítico pasa de oriente al antiguo testamento. En la Biblia se
convierte en símbolo de las fuerzas rebeldes a Dios.
+ 2. La viña del vino rico o el pueblo de Dios.
+ 9. Mt 24,2.
+ 10. Majada: hato de ganado lanar.
+ 13. El profeta describe con la idea de la vuelta de los judíos cautivos en Babilonia o
en Egipto, la otra redención que había de procurar Jesucristo.
5. DIVERSOS POEMAS SOBRE ISRAEL – CÁPS 28-35
ISAIAS - CAPITULO 28
Desolación del reino de Judá. Promesa del Mesías, el cual será la piedra
angular de la nueva Sión
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++ 1. La tribu de Efraín se ensoberbeció aún más cuando se vio cabeza del reino
de las diez tribus. Jue 8,1; 12,1.
++ 16. Cuantos crean en él no quedarán confundidos. Mt 21,42; 1 Pe 2,6; He 4,11;
Rm 9,33.
+ 20. Con esta frase proverbial, indica el Señor que su pueblo no puede estar unido
con él y con los falsos dioses.
+ 21. Jos 10,10.
ISAIAS - CAPITULO 29 Ciclo C dic 4 2015 vi, 29,17-24
1. ¡Ay de Ariel, de Ariel, + ciudad que conquistó David! Pasará uno y otro año, y
pasarán las solemnidades;
2. y yo circunvalaré a Ariel, y quedará en duelo y aflicción; y será para mí como un
Ariel. +
3. Yo te cercaré por todas partes, formando como una corona alrededor de ti, y
alzaré contra ti trincheras, y construiré baluartes para sitiarte.
4. Tú serás humillada. Desde el suelo, en que estarás abatida, abrirás tu boca; y
desde el polvo de la tierra subirá y se hará oír tu habla; y saldrá tu voz de debajo
de la tierra como la de una pitonisa, y saldrá de la tierra con sonido débil y oscuro.
5. Y aquellos que te aventarán serán disipados como menudo polvo, y como una
pavesa arrebatada del viento la multitud de los que te han sojuzgado.
6. Y será esto cosa repentina y no esperada. El Señor de los ejércitos visitará a esta
muchedumbre, en medio de los truenos y de terremotos, y estruendo grande de
torbellinos y tempestades, y de llamas de un fuego devorador.
7. Y todas las gentes que han combatido contra Ariel, y todos los soldados que le
han sitiado, y prevalecido contra ella vendrán a ser como un sueño y visión
nocturna.
8. Y así como el hambriento sueña que come, y cuando despierta se siente con
hambre; y como sueña el sediento que bebe, y cuando se despierta se siente
acosado de la sed y con ansia de beber; del mismo modo sucederá a todas
aquellas gentes o naciones que pelearon contra el monte de Sión.
9. Pasmaos y quedaos atónitos, ¡oh hijos de Israel!; id fluctuando y bamboleando
como embriagados, y no de vino; tambaleaos, y no por embriaguez.
10. Porque el Señor ha derramado sobre vosotros el espíritu de letargo, cerrará
vuestros ojos, pondrá un velo para que no entendáis a los profetas y príncipes o
ancianos vuestros, que tienen visiones. +
11. Y las visiones o profecías de todos estos serán para vosotros como palabras de
un libro sellado, que cuando lo dieren a uno que sabe leer, y le digan: Léelo;
responderá: No puedo, porque está sellado.
12. Y si se lo dieron a uno que no sabe leer y le dicen: Léelo; responderá: No sé leer.
13. Y dijo el Señor: Por cuanto este pueblo se me acerca de palabra no más, y me
honra sólo con sus labios, y su corazón está lejos de mí; y me rinden culto según
los ritos y doctrinas de los hombres: +
14. Por tanto, he aquí que nuevamente excitaré la admiración de este pueblo con un
prodigio grande y espantoso, ++ porque faltará la sabiduría a sus sabios, y
desaparecerá el don de consejo de sus prudentes.
15. ¡Ay de vosotros los que os encerráis en vuestro corazón para ocultar al Señor
vuestros designios! ¡Ay de los que hacen sus obras en las tinieblas, y dicen:
¡Quién nos ve, y quién nos descubre!
16. ¡Desgraciado pensamiento el vuestro! Como si el barro se levantase contra el
alfarero, y dijese la obra a su hacedor: No me has hecho tú; y la vasija dijese al
que la ha hecho: Tú no has sido.
Promesa de salvación a Israel
17. ¿No es verdad que en breve y dentro de poco tiempo el Líbano se convertirá en
un deliciosísimo Carmelo; y el Carmelo se convertirá en un bosque? +
18. Y aquel día los sordos oirán las palabras del libro de la ley. Y los ojos de los
ciegos recibirán la luz, saliendo de las tinieblas y oscuridad.
19. Y los humildes se alegrarán cada día más y más en el Señor, y los antes pobres
se regocijarán en el Santo de Israel.
20. Porque el soberbio fue abatido, fue consumido el escarnecedor, y destruidos
todos aquellos falsos doctores que madrugaban para hacer mal;
21. aquellos que con sus palabras inducían a los hombres a pecar, y armaban lazos
al que en la puerta, o juzgado de la ciudad, los reprendía, y sin causa se alejaron
del justo y de la justicia.
22. Por tanto, el Señor que rescató a Abrahán, habla de esta manera a la casa de
Jacob: No será ahora confundido Jacob, ni ahora se cubrirá de vergüenza su
cara;
23. sino cuando viere en medio de sí a sus hijos, obra de mis manos, que glorificarán
mi santo Nombre, y alabarán al Santo de Jacob, + y ensalzarán al Dios de Israel.
24. Entonces, aquellos cuyo espíritu vivía en el error, tendrán la ciencia de la salud y
aprenderán la ley del Señor los que se burlaban de ella.
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Contra los que buscan apoyo en Egipto. Cuán bueno es Dios para los que
acuden a él. Cuán terrible es su juicio contra los impíos
1. ¡Ay de vosotros hijos rebeldes y desertores!, dice el Señor, que formáis designios
sin contar conmigo; y urdís una tela, + y no según mi deseo, para añadir así
pecados a pecados;
2. que estáis en camino para bajar a Egipto y no habéis consultado mi voluntad,
esperando el socorro del valor del faraón, y poniendo vuestra confianza en la
sombra o protección de Egipto.
3. Pero la fortaleza del faraón será la confusión vuestra, y la confianza en la
protección de Egipto, vuestra ignominia.
4. Porque cuando tus príncipes hayan ido hasta Tanis, y hayan llegado hasta Hanes
tus enviados,
5. todos en Israel quedarán corridos, a causa de un pueblo que nada les ha podido
servir, y que no les ha auxiliado, ni les ha sido de utilidad alguna, sino de
confusión y de oprobio.
6. Anuncio pesado contra las bestias de carga del mediodía. Van por tierra de
tribulación y de angustia (de donde salen la leona y el león, la víbora y la
serpiente que vuela) llevando sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros
sobre el dorso de los camellos, a un pueblo que no podrá ayudarles.
7. Porque inútil y en vano será el auxilio que les preste Egipto; por lo mismo clamé
yo sobre eso, diciendo: No es más que soberbia, no te muevas.
8. Anda, pues, ahora y escríbeles esta predicción sobre una tablilla, y regístrala
exactamente en un libro, para que sea en los días venideros un testimonio
permanente.
9. Porque éste es un pueblo que me provoca a ira, y ellos son hijos infieles, hijos
que no quieren escuchar la ley de Dios;
10. que dicen a los que profetizan: No profeticéis; y a los videntes o profetas: No
estéis mirando para nosotros o vaticinando cosas rectas; habladnos de cosas
placenteras, y profetizadnos cosas alegres, aunque sean falsas.
11. Quitadnos de delante de los ojos este modo de obrar según la ley; alejad de
nosotros tal sistema de vida; no nos vengáis siempre con que el Santo de Israel
dice o manda.
12. Por esto el Santo de Israel dice así: Ya que vosotros habéis desechado lo que os
he mandado, y habéis puesto vuestra confianza en la calumnia y en la
perversidad, y apoyádoos sobre esas cosas,
13. por lo mismo esta maldad será para vosotros como un portillo en una alta muralla,
que está para caer, y preguntan por él, y del cual se origina la ruina repentina en
la hora menos pensada;
14. y queda todo hecho pedazos, como se rompe con un fuerte golpe una vasija de
alfarero, sin que ninguno de sus tiestos sirva ni para llevar un ascua de un hogar,
o para sacar un poco de agua de un pozo.
15. Porque el Señor Dios, el Santo de Israel dice: Si os volviereis y os estuviereis
quietos, seréis salvos; en la quietud y en la esperanza estará vuestra fortaleza.
Mas vosotros no lo quisisteis hacer;
16. sino que dijisteis: De ninguna manera, antes bien huiremos a caballo. Pues por
eso mismo digo yo, tendréis que huir de vuestros enemigos; montaremos,
dijisteis, velocísimos caballos. Por eso mismo serán más veloces los que os
perseguirán.
17. Un solo hombre llenará de terror y hará huir a mil de los vuestros; y si se
presentan cinco, aterrados echaréis a huir todos, hasta que los que queden de
vosotros sean a manera de un árbol altísimo como de navío, sobre la cima de un
monte, como bandera sobre un collado (cerro).
18. Por esto da largas el Señor, para poder usar de misericordia con vosotros, y
ensalzar su gloria con perdonaros, porque el Señor es Dios justo.
Bienaventurados todos los que esperan en él.
19. El pueblo de Sión morará en Jerusalén; enjugarás tus lágrimas, ¡oh pueblo fiel! El
Señor, apiadándose de ti, usará contigo de misericordia; al momento que oyere la
voz de tu clamor, te responderá benigno.
20. Y antes te dará el Señor pan medido y agua tasada; pero después hará que
jamás se aleje de ti tu maestro, y tus ojos estarán viendo siempre a tu doctor.
21. Escuchen tus oídos sus palabras, cuando yendo tras de ti te grite diciendo: Este
es el camino, andad por él; y no torzáis ni a la derecha ni a la izquierda.
22. Entonces desecharás como cosas profanas esas láminas de plata que cubren tus
ídolos; y los preciosos vestidos de tus estatuas de oro; y los arrojarás lejos de ti
como el lienzo más sucio de una mujer inmunda. ¡Fuera de aquí!, les dirás.
23. Y el Señor enviará lluvia a tus sementeras; en cualquier parte de la tierra en que
hayas sembrado, y el grano de la cosecha dará abundante y rico trigo; y al mismo
tiempo hallarán tus corderos abundantes y dilatados pastos en tus praderas.
24. Y tus bueyes y asnos que trabajan la tierra, comerán el forraje mezclado con
variedad de granos, del modo que vienen aventados de la era, o limpios de paja.
25. Y de todo monte alto y de todo cerro elevado correrán arroyos de fértiles aguas el
día aquel en que haya gran mortandad, cuando hayan caído las torres. +
26. La luz de la luna será la luz del sol, y la del sol será siete veces mayor que sería
la luz reunida de siete días; aquel día en que el Señor haya vendado la herida de
su pueblo, y sanado la abierta llaga. +
Castigo de Asiria
27. Mira que viene, se oye ya allá a lo lejos el Nombre o majestad del Señor; está su
saña encendida e insoportable; llenos de indignación sus labios, y como fuego
devorador su lengua.
28. Es su respiración como un torrente impetuoso (cuya agua llega hasta la garganta)
para aniquilar las naciones impías, y destrozar el freno del error, o el poder
infernal, que sujetaba las quijadas de los pueblos.
29. Vosotros entonaréis un cántico como en la noche de la santa solemnidad de la
Pascua; y la alegría de vuestro corazón será como la del que se sube, al son de
la flauta, a presentarse sobre el monte del Señor, al templo del Dios fuerte de
Israel.
30. Y hará el Señor que se oiga su majestuosa voz, y que se conozca su terrible
brazo en medio de su ira amenazadora y de su fuego devorador; lo arrasará todo
con tempestades y granizos.
31. Porque a la voz del Señor quedará temblando el asirio, herido con la vara de la
divina venganza,
32. y el herir de esta vara será constante y duradero; y hará el Señor que la vara
descargue sobre él, al son de panderos y de cítaras. Lo vencerá el Señor en un
señalado combate.
33. Porque hace ya tiempo que les está preparado el valle de Tofet, aparejado fue por
el gran rey, + profundo y espacioso, cuyo cebo es el fuego y mucha leña; un soplo
del Señor como torrente de azufre, es el que lo enciende.
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Predice que los judíos faltos de confianza en Dios pedirán auxilio a los
egipcios y perecerán con éstos
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Reino de justicia, bajo la figura del piadoso rey Ezequías se vaticina el reino del
Mesías. Destrucción de Jerusalén
1. Sabed que un rey de Judá reinará con justicia, y sus magistrados gobernarán con
rectitud.
2. Y este varón será como un lugar de refugio para guardarse del viento y
guarecerse de las tempestades; como arroyos de frescas aguas en tiempo de
sequía, y como la sombra de una alta peña en medio de un ardiente páramo.
3. No se ofuscarán ya los ojos de los videntes o profetas, y escucharán con atención
los oídos de los que oirán a los profetas.
4. Entonces el corazón de los necios entenderá la ciencia, y hablará clara y
expeditamente la lengua de los balbucientes.
5. El insensato no será más llamado príncipe ni tendrá el tramposo el título de
magnate.
6. Porque el necio hablará necedades y su corazón maquinará maldades usando de
hipocresía y hablando de Dios con malicia y consumiendo el alma del hambriento
y quitando el agua al que muere de sed.
7. Las armas de que se vale el impostor son muy malignas; pues está siempre
maquinando las tramas para perder con mentirosas palabras a los mansos o
pobres afligidos, mientras el pobre habla y pide lo que es justo.
8. Pero el príncipe que yo os vaticino, pensará cosas dignas de un príncipe, y velará
sobre los caudillos de su pueblo.
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1. ¡Ay de ti, Sennaquerib, que saqueas a los otros! Que, ¿no serás tú también
saqueado? Y tú que desprecias, ¿no serás también despreciado? Cuando acabes
el saqueo, serás tú saqueado; cuando ya cansado dejes de menospreciar, serás
tú menospreciado.
2. Apiádate, Señor, de nosotros, pues siempre hemos esperado en ti; sé nuestra
fortaleza desde la mañana y la salvación nuestra en el tiempo de tribulación.
3. A la voz del ángel huyeron los pueblos; y al alzar tu brazo quedaron disipadas las
naciones enemigas.
4. Pueblos orgullosos, vuestros despojos serán recogidos, como se recogen las
langostas, cuando hay tanta abundancia que se llenan de ellas los fosos.
5. Engrandecido ha sido el Señor, que habita en lo alto, ha colmado a Sión de
rectitud y de justicia.
6. Y reinará la fe en tus tiempos, ¡oh príncipe!; la sabiduría y la ciencia son tus
riquezas saludables, y el temor del Señor tu verdadero tesoro.
7. Pero he aquí que desde afuera gritarán los que vean venir a los enemigos.
Llorarán amargamente los ángeles o embajadores encargados de la paz.
8. Desiertos están los caminos, ni un caminante se ve por las sendas; ha roto el
enemigo la alianza, ha arruinado las ciudades, en nada estima a los hombres.
9. En llanto está todo el país, y en lo sumo del abatimiento; cubierto de oprobio y
envilecido el Líbano; el Sarón convertido en un páramo; el Basán y el Carmelo
talados.
10. Mas ahora me levantaré yo, dice el Señor, + ahora seré ensalzado, ahora seré
glorificado.
11. Naciones orgullosas vosotras concebiréis fogosos designios contra mi pueblo; y el
resultado será no más que paja; vuestro mismo espíritu cual fuego os devorará.
12. Y quedarán estos pueblos como la ceniza después de un incendio; como haces
de espinas serán leña para las llamas.
13. Vosotros, los que estáis lejos, escuchad las cosas que he hecho yo, y aprended a
conocer mi poder los que estáis cerca.
14. Aterrados han sido de Sión los pecadores; y el temblor se ha apoderado de los
hipócritas. ¿Quién de vosotros podrá habitar en un fuego devorador? ¿Quién de
vosotros podrá morar entre los ardores permanentes?
15. Aquel que anda por las sendas de la justicia + y habla verdad, que aborrece las
riquezas adquiridas con la calumnia o extorsión, y tiene limpias sus manos de
todo cohecho; que tapa sus orejas para no prestar oídos a los sanguinarios, y
cierra sus ojos por no ver lo malo.
16. Este es el que tendrá su morada en las alturas; vivirá seguro como en una alta
roca; tendrá pan en abundancia, y nunca le faltará el agua.
17. Sus ojos verán al rey de los cielos en su gloria; y la tierra la mirarán lejos de ellos.
18. Entonces tu corazón hará memoria de sus pasados temores. ¿Dónde está, dirá
él, el letrado? + ¿Dónde el orgulloso que pesaba las palabras de la ley? ¿Dónde
el maestro de niños?
19. No verás ya, ¡oh príncipe! un pueblo descarado, un pueblo de un hablar oscuro,
cuya algarabía de lenguaje no puedas entender, el cual carece de toda sabiduría.
20. Vuelve la vista a Sión, ciudad donde se celebran nuestras solemnidades; tus ojos
verán a Jerusalén, mansión opulenta; un tabernáculo o pabellón que no podrá ser
trasladado a otra parte, pues ni las estacas serán jamás arrancadas, ni se
romperá ninguna de sus cuerdas.
21. Porque allí solamente hace nuestro Señor alarde de su magnificiencia. Aquel es
lugar de ríos, de ríos anchísimos y caudalosos; no pasará por el barco de remos
de ningún enemigo ni menos lo surcará galera grande de tres órdenes de remos.
22. Pues el Señor es nuestro juez, el Señor nuestro legislador, el Señor nuestro rey;
él es el que nos ha de salvar.
23. Se aflojaron, ¡oh nave orgullosa! tus cables, y ya no servirán; quedará tan mal
parado tu mástil, que no podrás desplegar una bandera. Entonces se repartirán
los despojos, y el gran botín que habías hecho; hasta los cojos se llevarán parte
de él.
24. Y no dirá el vecino: Soy yo débil para llevarlo; y el pueblo que morará allí recibirá
el perdón de sus pecados.
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Dios castigará con rigor a las naciones, en particular a Edom. Profecía del fin
del mundo
1. Venid acá, oh naciones, y escuchad; pueblos, estad atentos; oiga la tierra y toda
su población; la tierra toda y cuanto en ella vive.
2. Porque la indignación del Señor va a descargar sobre todas las naciones, y su
furor sobre todos sus ejércitos; los matará y hará en ellos una carnicería.
3. Arrojados serán al campo sus muertos, y exhalarán sus cadáveres un hedor
insufrible; los montes quedarán profanados con su sangre.
4. Desfallecerá toda la milicia o astro del cielo; y los cielos se arrollarán como un
pergamino; + y como cae la hoja de la parra y de la higuera, así caerá toda su
milicia, o todos sus astros.
5. Porque mi espada se ha embriagado de sangre en las criaturas del cielo; he aquí
que va a descargar ahora sobre la Idumea, sobre el pueblo en cuya mortandad
señalaré yo mi justicia.
6. Bañada está toda en sangre la espada del Señor, chorreando grasa y sangre de
corderos y de macho cabrío, sangre de gordos carneros; porque las víctimas del
Señor están en Bosra; hará él una gran mortandad en el país de los idumeos.
7. Y caerán con éstos a tierra los rinocerontes y los toros + con los poderosos; la
tierra se embriagará de la sangre de ellos, y de la grasa de los cuerpos sus
campiñas.
8. Porque ha llegado el día de la venganza del Señor, el año o tiempo de hacer
justicia a Sión.
9. Y se convertirán en pez (brea) encendida las aguas de sus torrentes, y en azufre
el polvo de Idumea; y arderán sus campiñas como si fueran todas de pez (brea).
10. Ni de día ni de noche cesará el incendio; estará eternamente saliendo una gran
humareda; permanecerá asolada de generación en generación, y no transitará
alma alguna por ella por los siglos de los siglos,
11. sino que se harán dueños de ella el pelícano y el erizo; el ibis o cigüeña y el
cuervo establecerán allí su morada. Se tirará sobre ella la cuerda de medir para
reducirla a nada y el nivel para arrasarla enteramente. +
12. No se verán allí más los nobles de ella; implorarán con ahínco el socorro de un
rey, y todos sus príncipes serán aniquilados.
13. En el solar de sus casas nacerán espinas y ortigas, y cardos en sus fortalezas; y
vendrá a ser guarida de chacales y pastos de avestruces.
14. Y se encontrarán allí los demonios o seres malignos con los gatos monteses, y
gritarán unos contra otros las cabras; allí se acostará la lamia y encontrará su
reposo.
15. Allí tendrá su cueva el erizo o puerco espín y allí criará sus cachorrillos y cavando
alrededor con el hocico los abrigará a la sombra de ella; allí se juntarán los
gavilanes, y se unirán uno con otro.
16. Examinad atentamente el libro que ahora escribo + de parte del Señor, y leed en
él: Nada de lo que os anuncio dejará de suceder, ni una sola de estas cosas
faltará; pues lo que sale de mi boca, el Señor me lo ha dictado, y su espíritu
mismo ha reunido todo esto.
17. Y él es quien distruibuirá a las fieras su porción en Idumea, su mano les repartirá
la tierra con medida; para siempre la poseerán, de generación en generación
habitarán en ella.
__________________
+ 4. Mt 24,29; Ap 6,12-14.
+ 7. Sal 22 (21), 13.
+ 11. 2 Sam 8,2.
+ 16. Is 30,8.
ISAIAS - CAPITULO 35 Ciclo C Dic 7/15 Lu, 35,1-10
__________________
ISAIAS - CAPITULO 36
__________________
+ 1. 2 Re 18,13.
ISAIAS - CAPITULO 37
1. Y cuando lo oyó el rey Ezequías rasgó sus vestidos, se vistió de saco o cilicio, y
entró en la casa del Señor;
2. y envió a Eliacim, mayordomo mayor de su palacio, y a Sobna, doctor de la ley y
a los más ancianos de entre los sacerdotes, vestidos de cicilio a encontrar al
profeta Isaías, hijo de Amós,
3. a quien le dijeron: Esto dice Ezequías: Día de tribulación y de castigo, y día de
blasfemia es éste, las criaturas están ya a punto de nacer, y falta la fuerza en la
madre para parirlas. +
4. Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios
tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a
blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el
Señor tu Dios.
5. Fueron, pues, los ministros del rey Ezequías a encontrar a Isaías;
6. el cual les dijo: He aquí la respuesta que habéis de llevar a vuestro amo: El Señor
dice: No temas las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado de mí
los criados del rey de los asirios.
7. Mira, yo voy a darle un soplo que le perturbe, y recibirá cierta noticia, y se volverá
a su tierra, y en su tierra haré que perezca al filo de la espada. ++
8. En efecto, Rabsaces, habiendo oído que el rey de los asirios se había retirado de
Laquís, se marchó luego, y lo halló peleando contra Lobna.
9. Y Sennaquerib oyó decir de Taraca, rey de Etiopía, que venía a pelear contra él; y
así que hubo recibido esta noticia, envió embajadores a Ezequías, diciéndoles:
10. Esto diréis al presentaros a Ezequías, rey de Judá: No te lisonjee tu Dios, en
quien tú tienes puesta la confianza con decirte: No caerá Jerusalén en poder del
rey de los asirios.
11. Bien sabes tú todas las cosas que han hecho los reyes de los asirios a todas las
regiones que han destruido. ¿Y tú piensas que podrás librarte de sus manos?
12. Acaso los dioses de las naciones libraron a los que arruinaron mis padres, a los
de Gozam, y de Haram, y de Resef, y a los hijos de Edén que moraban en
Talasar?
13. ¿Dónde está el rey de Emat y el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaím,
y de Ana, y de Ava? +
14. En esto tomó Ezequías la carta de manos de los embajadores, la leyó y subió al
templo del Señor, ante cuya presencia la extendió; +
15. y le hizo Ezequías al Señor la siguiente oración:
16. Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que tienes tu asiento sobre los querubines;
sólo tú eres el Dios de todos los reinos del mundo, tú el que hizo el cielo y la
tierra.
17. Señor, inclina tus oídos y escucha, abre, Señor, tus ojos, y mira, y repara todas
las palabras dictadas por Sennaquerib para blasfemar al Dios vivo.
18. Es verdad, Señor, que los reyes de los asirios asolaron aquellas naciones y sus
tierras;
19. y que entregaron a las llamas a los dioses de ellas, porque no eran dioses, sino
hechura de mano de hombres, madera y piedra, por eso los hicieron pedazos.
20. Mas tú ahora, ¡oh Señor Dios nuestro!, sálvanos de las manos de éste y
conozcan los reinos todos de la tierra que sólo tú eres el Señor y Dios verdadero.
21. En esto Isaías, hijo de Amós, envió a decir a Ezequías: El Señor Dios de Israel
dice así: En orden a lo que me has pedido que haga respecto de Sennaquerib,
rey de los asirios,
22. este es el fallo que contra él ha pronunciado el Señor: Te ha despreciado el
Señor. Te ha despreciado a ti, y te ha insultado, ¡oh virgen, hija de Sión! a
espaldas tuyas ¡oh hija de Jerusalén! ha meneado su cabeza mofándose de ti.
23. ¿A quién has ultrajado tú, oh príncipe soberbio? ¿De quién has tú blasfemado y
contra quién has osado alzar la voz, y dirigido tus altivos ojos? Ha sido contra el
Santo de Israel.
24. Por medio de tus siervos has ultrajado al Señor y has dicho: Yo con todos mis
carros de guerra he subido a las alturas de los montes, sobre las cordilleras del
Líbano; y cortaré sus más empinados cedros y sus más robustos abetos; y llegaré
a su más alta cima, y entraré en el bosque de su famoso Carmelo.
25. Yo he abierto pozos y bebido sus aguas, y donde he puesto los pies con mi
ejército he sacado todas las aguas de sus acequias o canales.
26. Pero ¿no has oído tú, dice el Señor, que yo hace ya tiempo que dispuse todas
esas cosas? Desde los días antiguos, o desde siempre, yo lo resolví, y ahora lo
he efectuado: y se ha hecho de tal manera, que han sido destruidos enteramente
los peñascos o collados (cerros) bien defendidos y las ciudades fortificadas.
27. Los habitantes o defensores de éstas, embargadas sus manos, temblaron y
quedaron despavoridos; se secaron como hierba de prado y grama de dehesa, y
como la hierba de los tejados, que se seca antes de madurar.
28. Yo tengo bien conocida tu mansión, tus entradas y salidas, y tu locura o
insensatez contra mí.
29. Cuando tú te enfurecías contra mí, subió hasta mis oídos aquella insolencia tuya;
por eso te pondré yo un anillo en tus narices, y un freno en tus labios y te haré
volver por el mismo camino por donde has venido. +
30. Pero tú, ¡oh Ezequías!, tendrás por señal esto que ahora oirás: Por este año
come lo que de sí espontáneamente dará la tierra, en el segundo, mantente de
las frutas; pero al tercero, sembrad y segad, y plantad viñas, y comed sus frutos.
31. Y lo que se salvare de la casa de Judá, los restos que quedaren echarán
profundas raíces y extenderán en alto sus ramas cargadas de frutos.
32. Porque de Jerusalén es de donde saldrán los residuos de mi pueblo, y del monte
Sión los que se salvarán. Esto hará el celo del Señor de los ejércitos.
33. Por tanto, esto dice el Señor acerca del rey de los asirios: No pondrá él el pie en
esta ciudad, ni arrojará acá una saeta, ni la asaltará el soldado cubierto con su
escudo, ni levantará trincheras alrededor de ella.
34. Por el camino que vino, por el mismo se volverá, y no entrará en esta ciudad, dice
el Señor.
35. Y yo protegeré esta ciudad para salvarla, por respeto mío y de David, mi siervo.
36. En efecto, bajó un ángel del Señor e hirió en el campamento de los asirios a
ciento ochenta y cinco mil hombres; y al levantarse a la madrugada, he aquí que
no vieron sino montones de cadáveres.
37. Por lo que se fue de allí Sennaquerib, rey de los asirios, y marchó y se volvió a su
residencia de Nínive.
38. Donde aconteció que mientras adoraba en el templo a su dios Nesroc, sus hijos
Adramelec y Sarasar le mataron a puñaladas, y huyeron a tierra de Ararat, y le
sucedió en el reino su hijo Asar Haddón.
__________________
+ 3. Modo proverbial que denota que si Dios no los auxilia, no podrán defender la
ciudad santa.
++ 7. Como sucedió a los siros en tiempo de Eliseo. 2 Re 7.
+ 13. 2 Re 18,34; 19,13.
+ 14. Para hacérsela presente e implorar su socorro.
+ 29. Expresiones figuradas para denotar que Dios haría de Sennaquerib lo que
quisiese.
ISAIAS - CAPITULO 38
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+ 1. 2 Re 20,1.
+ 10. Sal 55 (54), 24; 90 (89),10.
+ 12. 2 Co 5,4.
+ 15. Todas mis culpas y vanidades.
+ 16. Con tu espíritu.
+ 17. Para no pensar más en ellos.
+ 18. Sal 6,6; 115 (113b),17.
+ 19. Sal 6,6; 115 (113b),17.
+ 21. Cataplasma: Medicamento blando de acción calmante
ISAIAS - CAPITULO 39
1. Por aquel tiempo Merodac Baladán, + hijo de Baladán, rey de Babilonia envió
embajadores con cartas y presentes a Ezequías, por haber sabido que había
estado enfermo y que había convalecido.
2. Y se alegró mucho de esto Ezequías, y les hizo ver el repuesto o recámara de los
aromas, y de la plata, y del oro, y de los bálsamos y de los ungüentos preciosos,
y todas las estancias de sus muebles, y todo cuanto se hallaba en sus tesoros.
No dejo Ezequías cosa alguna de su casa o en su poder, que no se las mostrara.
3. Mas entró después el profeta Isaías a ver al rey Ezequías, y le preguntó: ¿Qué
han dicho esos hombres, y de dónde vienen? Han venido a mí, respondió
Ezequías, de lejanas tierras, de Babilonia.
4. ¿Y qué han visto en tu palacio?, repuso Isaías. Han visto todo cuanto hay en él,
dijo Ezequías, nada ha quedado por mostrarles de todas mis preciosidades.
5. Entonces dijo Isaías a Ezequías: Escucha la palabra del Señor de los ejércitos:
6. He aquí que vendrá tiempo en que todas las cosas que hay en tu palacio, y
cuanto atesoraron tus padres hasta el día de hoy, será todo llevado a Babilonia;
no dejarán ahí nada, dice el Señor.
7. Y escogerán de entre tus hijos, que descenderán de ti por línea recta, para que
sirvan de eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
8. Y respondió Ezequías a Isaías: Justa es la sentencia que ha pronunciado el
Señor. Me contento, añadió, con que haya paz y se cumplan en mis días las
promesas del Señor.
_________________
+ 1. 2 Re 20,12.
II. SEGUNDA PARTE – LA CONSOLACIÓN DE ISRAEL CÁPS 40-55
12. ¿Quién es aquel que ha medido las aguas del océano en el hueco de la palma de
su mano, y extendiendo ésta ha pesado los cielos?; ¿quién es el que con sólo
tres dedos sostiene la gran mole de la tierra, y pesa los montes y los cerros como
en una balanza?
13. ¿Quién ayudó al espíritu del Señor?, ¿o quién fue su consejero, + y le comunicó
alguna idea?
14. ¿A quién llamó él a consulta, o quién hay que le haya instruido a él, o le haya
mostrado la senda de la justicia, o le haya comunicado la ciencia, o le haya hecho
conocer el camino de la prudencia?
15. He aquí que las naciones todas son delante de él como una gota de agua que se
sale de un cántaro, y como un pequeño grano en la balanza. + Asimismo las islas
son como un granito de polvo.
Vanidad de los ídolos
_________________
+ 1. Isaías había vaticinado la cautividad del pueblo hebreo en Babilonia y ahora
lo consuela con la profecía de su libertad.
+ 2. Abundante gracia o suficiente castigo.
+ 3. Mt 3,3; Lc 3,4.
+ 5. Jn 1,14.
+ 6. Eclo 14,18; St 1,10; 1 Pe 1,24.
++ 11. En la Escritura se pasa fácilmente de la figura del rey a la del pastor y en
ocasiones son sinónimas. 2 Sam 5,2; Jr 3,15; Jn 12.
+ 13. Sb 9,13; Ro 11,34; 1 Co 2,16.
+ 15. Sb 11,23.
+ 18. He 17,29.
+ 26. Sal 19 (18), 1-6.
ISAIAS - CAPITULO 41 Ciclo C: Dic 10/15 ju, 41,13-20
Poder infinito de Dios y su bondad para con los hombres. Redención de Israel
y ruina de Babilonia
1. Callen ante mí las islas, + y tomen nuevas fuerzas las gentes; acérquense, y
hablen después, y entremos juntos en juicio:
2. ¿Quién sacó del oriente al justo Abrahán, y lo llamó para que lo siguiese? El
Señor sujetó a su vista las naciones, ++ y lo hizo superior a los reyes, que
entregados al filo de su espada, y por blanco de su arco, quedaron reducidos a
polvo, y como paja que arrebata el viento.
3. Los persiguió, pasó adelante sin desastre, tan velozmente que no se vio la huella
de sus pies.
4. ¿Quién obró y llevó a cumplimiento estas cosas? ¿Quién ya desde el principio
eligió y ordenó con este fin todas las generaciones? Yo el Señor, yo que soy el
primero y el último. ++
5. Lo vieron las islas, y se llenaron de temor; se pasmaron las más remotas
naciones; y a pesar de eso se reunieron y se acercaron.
6. Se auxiliaron mutuamente en esta loca empresa, y cada cual decía a su hermano:
¡Buen ánimo!
7. El broncista + que trabaja a martillo, esforzaba al que batía en el yunque diciendo:
Bien hecha está la soldadura; ahora asegura con clavos la estatua del ídolo, para
que no se mueva.
8. Mas tú ¡oh Israel!, siervo mío, tú, ¡oh Jacob!, a quien escogí, tú que eres estirpe
de mi amigo Abrahán,
9. tú, a quien traje yo de los últimos confines de la tierra, y te llamé de sus lejanas
regiones, y te dije: Siervo mío eres tú, yo te he escogido, y no te desecharé.
10. No temas, digo, que yo estoy contigo; no te desvíes, pues yo soy tu Dios; yo te he
confortado, y te he auxiliado, y la diestra poderosa de mi Justo te ha amparado.
11. Sábete que quedarán confundidos y avergonzados todos aquellos que te hacen
guerra; serán como si no fuesen, y perecerán los que te contradicen.
12. Buscarás a esos hombres que se alzan contra ti, y no los hallarás; serán como si
no fuesen, y quedarán como un esqueleto cuantos te hacen guerra.
13. Porque yo soy el Señor tu Dios, que te tomo por la mano, y te estoy diciendo: No
temas, que soy yo el que te socorro.
14. No temas, gusanillo, o débil Jacob, no tienes que temer; ni vosotros los que
parecéis unos muertos de Israel. Yo soy tu auxilio, dice el Señor, y el Santo de
Israel es el redentor tuyo.
15. Yo haré que seas como un carro nuevo de trillar las mieses, armadas sus ruedas
de dientes de hierro: Tú trillarás y desmenuzarás los montes, y reducirás como a
polvo los cerros.
16. Los aventarás, y el viento se los llevará, y los esparcirá el torbellino; y tú
rebosarás de alegría en el Señor, y te regocijarás en el Santo de Israel.
17. Los pobres y menesterosos buscan agua, y no la hay; se secó de sed su lengua;
yo el Señor los oiré benigno. Yo el Dios de Israel no los abandonaré.
18. Yo haré brotar ríos en los más altos cerros, y fuentes en medio de los campos; al
desierto lo convertiré en estanques de aguas, y en la tierra árida e inhabitable
haré correr copiosos arroyos.
19. Haré nacer en la soledad el cedro, el setim, ++ y el arrayán, y el olivo; y en el
desierto mismo produciré a un tiempo el abeto, el olmo y el ciprés,
20. a fin de que todos a una vean, y sepan, y consideren, y comprendan que la mano
del Señor es la que ha hecho tal cosa; y que es el Santo de Israel quien la ha
creado.
21. Salid ahora a defender vuestra causa, dice el Señor, alegad si tenéis alguna
razón fuerte, dice el rey de Jacob.
22. Vengan vuestros dioses y anúnciennos cuantas cosas están por suceder;
declaren las antiguas que ya fueron, y estaremos atentos, y sepamos los sucesos
que vendrán después; anúnciennos lo que ha de suceder.
23. Vaticinad, ¡oh ídolos!, lo que ha de acontecer en lo venidero y entonces
conoceremos que vosotros sois dioses; haced el bien o el mal, si es que podéis
hacer algo; y hablemos y discurramos juntos sobre vuestro poder.
24. Pero es claro que vosotros sois hechos de la nada, y de una cosa que nada es
viene vuestro ser; abominable + es quien os escogió para adoraros como dioses.
25. Yo llamé al justo Abrahán del Norte, para que viniese del oriente; él invocó mi
nombre, y pisó como lodo a los príncipes, y como el alfarero que pisa el barro.
26. ¿Quién otro más que yo ha anunciado estas cosas desde su principio?, decidlo a
fin de que le conozcamos, y desde los tiempos antiguos, para que digamos:
tienes razón, a favor tuyo está la justicia. Mas no hay entre vuestros ídolos quien
profetice, ni quien prediga lo futuro, ni quien oiga siquiera las palabras de vuestra
boca.
27. El primero dirá a Sión: Helos ahí, + y daré a Jerusalén un portador de alegres
nuevas.
28. Y yo Isaías estuve observando, y no hubo allí entre estos partidarios de los ídolos
ni uno siquiera que fuese capaz de consejo, ni de contestar una sola palabra
quien le preguntaba.
29. Luego todos son unos inicuos, y vanas son las obras de sus manos, viento y
vanidad sus simulacros.
__________________
Primer canto del siervo de Yahvé. Anuncio del regreso de Babilonia como
victoria de la justicia
10. Cantad al Señor un nuevo cántico, publicad sus alabanzas hasta los últimos
confines de la tierra; vosotros que navegáis por la vasta extensión de los mares, y
vosotras, ¡oh islas! y todos sus moradores.
11. Levántese alegre el desierto con todas sus ciudades. Cedar + habitará en
hermosas casas. Moradores de Petra ++, cantad alabanzas al Señor, alzad la voz
desde la cumbre de los montes.
12. Ellos darán gloria al Señor, y publicarán en las islas, o naciones remotas, sus
alabanzas.
13. Porque el Señor saldrá afuera como un invencible campeón; como un fuerte
guerrero excitará su celo; dará voces y calmará; prevalecerá contra sus
enemigos.
14. Hasta ahora, dirá el, estuve siempre callado, guardé silencio, fui misericordioso;
mas ya como voces de mujer que está de parto, así serán las mías: Desolaré y
devoraré de un golpe a todos mis enemigos.
15. Yo arrasaré los montes y collados (cerros) frondosos, y agostaré (resecaré) todas
sus hierbas, y convertiré en islas los ríos, y secaré los estanques.
Convertiré en islas los ríos…
16. Y guiaré a los ciegos a un camino que no saben, y les haré andar por sendas que
no conocen; convertiré delante de sus ojos las tinieblas en luz, y los caminos
torcidos en vías rectas; tales cosas haré en su favor, y jamás los desampararé.
17. Pero ellos apostatarán y quedarán cubiertos de confusión los que ponen su
confianza en los simulacros de los ídolos; los que dicen a las estatuas que han
fundido: Vosotros sois nuestros dioses.
Ceguera de Israel
18. Oíd, ¡oh sordos!, y vosotros, ciegos, abrid los ojos para ver.
19. ¿Y quién es el ciego, sino Israel siervo mío? ¿Y quién el sordo, sino aquel a quien
envíe mis mensajeros? ¿Quién es el ciego, sino el que se ha vendido al
enemigo? + ¿Y quién es el ciego, sino el siervo del Señor?
20. Tú que ves tantas cosas vaticinadas por mis profetas, ¿cómo no reflexionas sobre
ellas? Tú que tienes abiertas las orejas, ¿cómo no escuchas?
21. Y eso que el Señor le tuvo a Israel buena voluntad, escogiéndolo para santificarlo
y para dar a conocer la grandeza y excelencia de su santa ley.
22. Mas ese mismo pueblo mío es saqueado y devastado; presos han sido todos sus
jóvenes, encerrados en las cárceles; arrebatados han sido, sin que haya quien los
libre; robados, y no hay quien diga: Restitúyelos.
23. ¿Quién hay entre vosotros que escuche, y atienda, y piense en lo que ha de
venir?
24. ¿Quién ha abandonado a Jacob e Israel, para que sea presa de los que le han
saqueado? ¿No es el mismo Señor contra quien hemos pecado no queriendo
seguir sus caminos, ni obedecer su ley?
25. Por eso ha descargado el Señor sobre este pueblo su terrible indignación, y le
hace una guerra atroz y le ha pegado fuego por todos sus costados, y ni por eso
cayó Israel en la cuenta; y le ha entregado a las llamas, y con todo no ha entrado
en conocimiento de sus culpas.
_________________
+ 1. Primer canto del siervo sufriente. 42,1-7, se suele leer el lunes santo. Ver los
otros cantos en 49,1-6, martes santo; 50,4-7, domingo de ramos; 50,4-9,
miércoles santo y 52,13 - 53,12 viernes santo.
+ 2. El Siervo cumple su misión transformando a los individuos.
+ 3. Al contrario fortalecerá a los débiles e iluminará a los ignorantes.
+ 5. Naciones.
+ 6. Dice Dios a su enviado.
+ 8. Is 48,11.
+ 11. El árabe que vivía en tiendas de campaña.
++ 11. Capital de la Arabia.
+ 19. Y era antes siervo mío muy favorecido.
ISAIAS - CAPITULO 43
1. Y ahora he aquí lo que dice el Señor, Creador tuyo, ¡oh Jacob!; el que te formó,
¡oh Israel! No temas; pues yo te redimí y te llamé por tu nombre: Tú eres todo
mío.
2. Cuando pasares por entre las aguas, estaré yo contigo, y no te anegarán sus
corrientes: cuando anduvieres por el fuego, no te quemarás, ni la llama tendrá
ardor para ti;
3. porque yo soy el Señor Dios tuyo, el Santo de Israel, tu Salvador; yo di por tu
rescate a Egipto, Etiopía y Sabá. ++
4. Después que te hiciste estimable y glorioso a mis ojos, yo te he amado, y
entregaré por ti hombres, y daré pueblos por tu salvación.
5. No temas, pues, porque yo estoy contigo; desde el oriente conduciré tus hijos ¡oh
Jerusalén!, desde el occidente los congregaré.
6. Dámelos, diré al norte; y al sur: No los retengas; traedme a mis hijos de sus
remotos climas, y a mis hijas del cabo del mundo;
7. porque a todos aquellos que invocan mi santo nombre los creé, los formé, e hice
para gloria mía.
8. Echa, fuera al pueblo aquel que es ciego, aunque tiene ojos, y sordo, aunque
tiene orejas.
9. Júntense las naciones todas, y reúnanse las tribus: ¿quién de vosotros anunciará
esto, y nos hará oír aquello que debe primeramente acontecer? Presenten sus
testigos, justifíquense de modo que los oyentes puedan decir: Verdad es.
10. Vosotros, dice el Señor, sois mis testigos, y el siervo mío a quien escogí; + a fin
de que conozcáis y creáis, y comprendáis bien que yo soy el mismo Dios. No fue
formado antes de mí Dios alguno, ni lo será después de mí.
11. Yo soy, yo soy el Señor, y no hay otro salvador que yo. +
12. Yo lo dije, y yo fui el que os salvé, os lo hice conocer, y no hubo entonces dios
extraño entre vosotros; vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y vosotros
sabéis que yo soy el Dios único y verdadero;
13. y yo soy el mismo desde el principio o desde la eternidad; y no hay nadie que
pueda sustraerse de mi mano. Yo haré una cosa ¿y quién me la impedirá?
14. Esto dice el Señor y Redentor vuestro, el Santo de Israel: Por amor de vosotros
he enviado gentes a Babilonia, y he echado por tierra todas sus defensas, y a los
caldeos que se jactaban de sus naves.
15. Yo el Señor, el Santo vuestro, el Creador de Israel, el rey vuestro.
16. Esto dice el Señor que abrió camino en el mar, + y senda en medio de corrientes
impetuosas. ++
17. El es quien hizo salir de Egipto carros armados y caballos: los escuadrones y
todos sus valientes durmieron a una el sueño de la muerte, y no despertarán;
fueron machacados como lino, y perecieron.
18. Mas no hagáis mención de las cosas pasadas ni miréis a las antiguas.
19. Heos aquí que las haré yo nuevas y más maravillosas, y ahora saldrán a la luz, y
vosotros las presenciaréis: Abriré un camino en el desierto, y manantiales de
agua en país incultivado.
20. Las bestias fieras, los chacales y avestruces me glorificarán; porque he hecho
brotar aguas en el desierto, y ríos en despoblado, para que beba mi pueblo, mi
pueblo escogido;
21. pueblo que yo formé para mí, el cual cantará mis alabanzas.
22. Pues tú, ¡oh Jacob!, no me invocaste; ni hiciste caso de mí, ¡oh Israel!
23. No me ofreciste a mí los carneros en holocausto, ni me has honrado con tus
sacrificios; no soy yo aquel a quien tú has servido con ofrendas; ni el que te ha
dado el trabajo de quemar el incienso.
24. No has comprado para mí, con dinero, la caña aromática, ni me has satisfecho
con la grasa de tus víctimas. Antes bien te has servido de mí en tus pecados, y
me has causado gran pena con tus iniquidades. +
25. Yo soy, no obstante, yo mismo soy el que borró tus iniquidades por amor de mí
mismo, y no me acordaré más de tus pecados.
26. Tráeme, si no tú a la memoria tus acciones; entremos ambos en juicio: Alega si
tienes alguna cosa que te justifique. +
27. Tu padre pecó primero, y prevaricaron contra mí tus intercesores o mediadores.
28. Por eso declaré inmundos los príncipes del santuario, + y a Jacob lo entregué al
exterminio, y a Israel a la deshonra.
_________________
1. Ahora bien, escucha, ¡oh Jacob, siervo mío!, y tú, ¡oh Israel!, a quien escogí. ++
2. Esto dice el Señor, que te ha hecho y te ha formado, tu favorecedor desde el seno
de tu madre: No temas, ¡oh Jacob, siervo mío!, y tú ¡oh rectísimo!, a quien elegí
para que fueses mío;
3. porque yo derramaré agua sobre la tierra sedienta; y haré correr caudalosos ríos
por los eriales; + derramaré mi espíritu sobre tu linaje, y la bendición mía sobre
tus descendientes.
4. Y crecerán como crecen los sauces entre la hierba, junto a las corrientes de las
aguas.
5. Este dirá: Yo soy el Señor; aquel otro se gloriará de llevar el nombre de Jacob; y
otro escribirá sobre su mano: Soy del Señor, y se apellidará con un nombre
semejante a Israel.
6. Esto es lo que dice el Señor, rey de Israel y su redentor, el Señor de los ejércitos:
Yo soy el primero y yo el último, + y fuera de mí no hay otro dios.
7. ¿Quién hay semejante a mí? Que se declare y se explique; y me exponga la serie
de las cosas desde que yo fundé la antigua gente del mundo: anuncia a los suyos
lo porvenir, y las cosas que han de suceder.
8. No temáis, pues, ni os conturbéis. Yo he sido, ¡oh Israel!, el que desde el principio
te las hice saber a ti, y te las predije: Vosotros me sois testigos. ¿Hay por ventura
otro dios fuera de mí, u otro hacedor de las cosas a quien yo no conozca?
Contra la idolatría
9. Todos los forjadores de ídolos son nada, y de nada les aprovecharán esas cosas
que más aman. Ellos mismos para confusión propia son testigos de que los ídolos
ni ven ni entienden.
10. ¿Quién es, pues, tan insensato que pensó formar un dios, y fundió una estatua
que para nada sirve?
11. Lo cierto es que cuantos tienen parte en esto, quedarán avergonzados, porque
estos artífices son unos hombres necios. Y si no júntense todos ellos, y
preséntense delante de mí, y temblarán todos, y quedarán confundidos.
12. El herrero trabaja el ídolo con la lima; en la fragua y a golpes de martillo lo forja,
labrándolo a fuerza de brazos; y sentirá a veces el hambre, y desfallecerá, y a
pesar de su cansancio no irá a beber agua. +
13. El escultor extiende la regla sobre el madero, forma el ídolo con el cepillo, lo
ajusta a la escuadra, le da su contorno con el compás, y saca la imagen de un
hombre, asemejándola a un hombre bien parecido, que habita en una casa o
templo.
14. Cortó cedros, trajo el roble y la encina crecida entre los árboles del bosque; plantó
un pino, que mediante la lluvia se hizo grande.
15. Y se sirve de estos árboles el hombre para el hogar; toma parte de ellos, y se
calienta, y con su fuego cuece el pan; pero de lo restante fabrica un dios y lo
adora; hace una estatua y se postra delante de ella.
16. Una parte del árbol quema en la lumbre, y con otra cuece la carne para comer, y
compone el asado, se sacia y se calienta y dice: ¡Bueno!, me he calentado, he
hecho un buen fuego.
17. Pero del resto del árbol forma para sí un dios y una estatua; se postra delante de
ella, y la adora y le suplica diciendo: Sálvame, porque tú eres mi dios.
18. Son unos ignorantes, sin entendimiento; tienen embarrados los ojos para no ver,
ni ser cuerdos.
19. No reflexionan, ni consideran, ni tienen seso para decir: Yo quemé una mitad al
fuego y cocí el pan sobre sus ascuas, aderecé las carnes y las comí; ¿y del resto
haré un ídolo? ¿Me postraré ante el tronco de un árbol?
20. Una parte de éste es ya ceniza y no obstante un corazón necio lo adora, y no se
desengaña a sí mismo diciendo: Quizá la obra hecha por mi mano es una
falsedad.
21. Acuérdate de estas cosas, ¡oh Jacob, tú, oh Israel!, ya que tú eres mi siervo. Yo te
formé: Siervo mío, eres, ¡oh Israel!, no te olvides de mí.
22. Desvanecí, como a una nube, tus maldades, y como a niebla tus pecados;
conviértete a mí, pues yo te he redimido.
23. Cantad, ¡oh cielos!, alabanzas, porque el Señor ha hecho tan gran misericordia;
alégrate, tierra, de un cabo a otro; montes, selvas y todas sus plantas, haced
resonar sus alabanzas, porque redimió el Señor a Jacob, y será glorificado en
Israel.
24. Esto dice el Señor, redentor tuyo, que te formó en el seno de la madre: Yo soy el
Señor, Hacedor de todas las cosas, que por mí solo extiendo los cielos, y fundo la
tierra, sin ayuda de nadie.
25. Que falsifico los presagios de los adivinos, y a los agoreros (supersticiosos) les
quito el juicio; que dejo corridos a los sabios, y convierto en necedad su ciencia.
26. Yo soy el que llevo a efecto la palabra de mi siervo, y cumplo los oráculos de mis
enviados o profetas; el que digo a Jerusalén destruida: Habitada serás algún día;
y a las ciudades de Judá: Seréis reedificadas, y yo poblaré vuestros desiertos.
27. Yo el que digo al abismo: Sécate; yo dejaré áridos tus ríos.
28. El que digo a Ciro: Tú serás mi pastor; + tú cumplirás todos mis designios. El que
digo a Jerusalén: Tú serás reedificada; y al templo: Tú serás fundado de nuevo.
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En la libertad que les dará Ciro, promete el Señor a los cautivos en Babilonia,
hace ver que sólo es Dios
1. Esto dice el Señor a mi ungido Ciro, + a quien he tomado de la mano, para sujetar
a él las naciones y hacer volver las espaldas a los reyes, y para abrir delante de
él las puertas, sin que ninguna pueda resistirle.
2. Yo iré delante de ti, y humillaré a los grandes de la tierra; despedazaré las puertas
de bronce y romperé las barras o cerrojos de hierro.
3. Y te daré a ti los tesoros escondidos y las riquezas recónditas; para que sepas
que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que ya desde ahora te llamo por tu mismo
nombre. ++
4. Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamaré por tu nombre, te
puse el sobrenombre de Ungido, + y tú no me conociste.
5. Yo el Señor, y no hay otro que yo; no hay dios fuera de mí. Yo te ceñí la espada, y
tú no me has conocido;
6. y te armé, a fin de que sepan todos desde oriente a poniente (occidente), que no
hay más Dios que yo. Yo el Señor y no hay otro.
7. Yo que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz, y envío los castigos a
los pueblos. Yo el Señor, yo que hago todas estas cosas.
8. ¡Oh cielos!, derramad desde arriba vuestro rocío; y lluevan las nubes al Justo,
ábrase la tierra, y brote al Salvador, y nazca con él la justicia. + Yo el Señor lo
creé.
9. ¡Desdichado aquel que disputa contra su hacedor no siendo más que una vasija
de tierra o arcilla de Samos! Acaso dirá el barro al alfarero: ¿Qué haces?, ¿no ves
que tu labor no tiene la perfección del arte?
10. Ay del que dice a su padre: ¿Por qué me engendraste?, y a su madre: ¿Por qué
me concebiste?
11. No obstante, esto dice el Señor, el Santo de Israel a los hombres que él formó:
Preguntadme sobre las cosas venideras, demandadme sobre mis hijos, y sobre
las obras de mis manos.
12. Pues yo hice la tierra y creé en ella al hombre; mis manos extendieron los cielos,
y di mis órdenes a toda su milicia o celestial muchedumbre.
13. Yo soy también el que levantaré un varón para ejercer mi justicia, y dirigiré todos
sus pasos; él reedificará mi ciudad, y dará libertad a mis hijos cautivos, sin
rescate ni dádivas, dice el Señor Dios de los ejércitos.
14. Esto dice asimismo el Señor: Las labores de Egipto, y el tráfico o comercio de
Etiopía, y los sabeos, hombres agigantados, se pasarán a ti y serán tuyos;
caminarán en pos de ti yendo con esposas en las manos, y te adorarán, y te
presentarán súplicas; en ti solamente está Dios, fuera del cual no hay otro dios.
15. Verdaderamente eres tú un Dios escondido o invisible, Dios de Israel, Salvador
nuestro. +
16. Confusos y avergonzados quedaron todos los forjadores de los errores o ídolos; a
una han sido cubiertos de oprobio.
17. Israel, ha sido salvado por el Señor con salvación eterna: No seréis confundidos,
ni tendréis de qué avergonzaros nunca jamás.
18. Porque esto dice el Señor, creador de los cielos, el mismo Dios que formó y
conserva la tierra; el que es su Hacedor, y que no en vano la creó, sino que la
hizo para que fuera habitada: Yo soy el Señor y no hay otro que yo.
19. No he hablado en oculto en algún lugar tenebroso de la tierra; + no dije al linaje
de Jacob: Buscadme inútilmente. Yo el Señor que enseño la justicia y predico la
rectitud.
20. Reuníos y venid, y acercaos todos vosotros que habéis salido salvos de entre las
naciones; confesad que son unos necios los que levantan un ídolo de madera que
han tallado ellos mismos y dirigen sus plegarias a un dios que no los puede
salvar.
Ídolo de madera
21. Hablad con todos ellos, y venid, y consultad unos con otros: ¿Quién anunció
desde el principio estas cosas? ¿Quién desde entonces las predijo ya? ¿Por
ventura no soy yo el Señor? ¿Acaso hay otro dios que yo? Dios justo y que salve,
no hay sino yo.
22. Convertíos pues, a mí, pueblos todos de la tierra, y seréis salvos; pues yo soy
Dios, y no hay otro que lo sea.
23. He jurado por mí mismo; ha salido de mi boca una palabra justísima y no será
revocada;
24. es a saber: Ante mí se doblará toda rodilla, ++ y por mi Nombre jurará toda
lengua.
25. Dirán, pues (atestiguándolo en el Señor, o con juramentos) que mía es la justicia
y el imperio. Ante el Señor comparecerán y quedarán confundidos todos los que
se le oponen.
26. Y entonces será justificada por el Señor, y glorificada o ensalzada toda la
posteridad de Israel.
_________________
+ 1. Decreto divino que anuncia la entronización de Ciro, rey extranjero, dándole el
título de Ungido. Este rey será instrumento de liberación para el pueblo de
Dios, esclavizado en Babilonia.
++ 3. Te elijo y destino para que ejecutes mis designios. Ex 31,2; 33,17.
+ 4. Y de Pastor y Salvador de mi pueblo.
+ 8. La siguiente plegaria pide a Dios que de todos los acontecimientos terrenos
saque la salvación. San Jerónimo traduce salvación y justicia, como nombres
de persona Salvador y Justo.
+ 15. Salvador es nombre propio del Dios de Israel. Sus acciones salvíficas van
incluidas en las actividades humanas, aun en las mismas campañas del
pagano Ciro. Sólo la fe permite reconocer la presencia de Dios y su acción.
+ 19. Jn 18, 20.
++ 24. Confesará a Dios. El juramento significa a veces en la Escritura el culto
religioso de Dios, alabarlo, glorificarlo. Rm 14,11; Flp 2,10.
ISAIAS - CAPITULO 46
Predice Dios la ruina de los ídolos y exhorta a los israelitas a que se conviertan
a él
1. Bel está hecho pedazos: Nabo + queda reducido a polvo; sus simulacros hechos
trozos sirven de carga para las bestias y animales; cargas que con su grave peso
os abruman a vosotros.
2. Esos dioses han caído en tierra, y todos se han hecho pedazos: no han podido
salvar al que los llevaba en las fiestas de su culto; antes bien ellos mismos han
tenido que ir cautivos.
3. Escuchadme, ¡oh casa de Jacob!, y vosotros todos, restos de la casa de Israel, a
quienes llevo en mi seno, y traigo en mis entrañas.
4. Yo mismo os llevaré en brazos hasta la vejez, hasta cuando encanezcáis; yo os
hice, y yo os llevaré, yo os sostendré siempre, y yo os salvaré de todo peligro.
5. Mas vosotros, ¿a quién me habéis asemejado, e igualado; y comparado, y me
habéis hecho parecido?
6. Vosotros que sacáis del talego el oro, y pesáis la plata con la balanza, y os
ajustáis con un platero para que haga un dios, ante quien se arrodille la gente y lo
adore;
7. al cual llevan en procesión sobre los hombros, + y lo colocan en su nicho, y él allí
se está; y no se moverá de su puesto: y aun cuando clamaren a él, nada oirá, ni
lo salvará de la tribulación.
8. Acordaos de esto, y avergonzaos; entrad en vosotros mismos, ¡oh
prevaricadores!
9. Renovad la memoria de mis prodigios en los siglos antiguos; porque así veréis
que yo soy Dios, y que no hay otro dios, ni nadie que a mí sea semejante.
10. Yo soy el que desde el principio del mundo anunció lo que sucederá al último, y
predigo mucho tiempo antes aquello que todavía está por hacer. Yo que hablo y
sostengo mi resolución, y hago que se cumplan todos mis deseos.
11. Yo que llamo al ave desde el oriente, o a un varón que ejecuta mi voluntad,
haciéndolo volar desde una región remota. Yo he dicho esto, y lo ejecutaré; yo lo
he ideado, y lo cumpliré.
12. Oídme vosotros, corazones endurecidos, que tan lejos estáis de la justicia.
13. Yo aceleraré la venida de mi justicia, ella no tardará; y no se dilatará la salud que
de mí viene. + Yo pondré la salud en Sión, y haré brillar mi gloria en Israel.
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Ruina de Babilonia por causa de su soberbia, y por la crueldad usada con los
hijos de Israel
+ 3. Na 3,5.
+ 8. Contraste de la exaltación y humillación de Babilonia.
+ 13. Agoreros: Que predicen males y desdichas
ISAIAS - CAPITULO 48 Ciclo C: Dic 11/15 vi, 48,17-19
El Señor echa en cara a los judíos su ingratitud. Sólo Dios predice el futuro y
cumple las promesas
1. Oíd estas cosas los de la casa de Jacob, vosotros que os apellidáis con el
nombre de Israel y venís de la estirpe de Judá; vosotros que juráis en el nombre
del Señor, y hacéis mención del Dios de Israel, mas no con verdad ni con justicia;
2. y que os llamáis ciudadanos de la ciudad santa y estáis apoyados en el Dios de
Israel, el cual tiene por nombre Señor de los ejércitos.
3. Yo anuncié mucho antes las cosas pasadas, y las predije e hice oír de mi propia
boca; de repente las puse en ejecución, y se efectuaron.
4. Porque sabía yo que tú eres un pueblo duro y tu frente de bronce.
5. Te las predije muy de antemano; antes que sucedieran te las hice saber, a fin de
que nunca dijeses: Mis ídolos han hecho estas cosas, y lo han ordenado así mis
estatuas de escultura y de fundición.
6. Mira ejecutado todo lo que oíste: ¿Y acaso no lo habéis vosotros mismos
pregonado? + Hasta ahora te he revelado cosas nuevas, y tengo reservadas otras
que tú no sabes.
7. Ahora es cuando estas predicciones te son hechas, y no antes, pues hasta aquí
tú no oíste hablar de ellas, a fin de que no puedas decir: Yo ya me las sabía.
8. Ni las habías oído ni las sabías; ni entonces tenías abiertas tus orejas; que bien
sé que tú has de proseguir siempre prevaricando; y prevaricador te llamé desde el
seno de tu madre.
9. Con todo, por amor de mi nombre contendré mi furor; y con la gloria mía te tiraré
del freno para que no te despeñes.
10. Mira, yo te he acrisolado con el fuego de las tribulaciones; mas no como la plata,
sino que he hecho prueba de ti en la fragua de la pobreza.
11. Por mi respeto, por respeto mío haré esto, a fin de que no sea yo blasfemado de
vuestros enemigos, porque no daré yo jamás a otro mi gloria.
12. Escúchame, ¡oh Jacob, y tú, oh Israel!, a quien yo doy nombre: Yo mismo, yo el
primero y yo el último. +
13. Mi mano fue la que fundó la tierra, y mi diestra la que midió los cielos; a una voz
que yo les dé, al momento se presentarán todos.
14. Reuníos todos vosotros, pueblos, y escuchadme, ¿cuál de esos ídolos anunció
tales cosas? El Señor amó a este hombre; y éste ejecutará la voluntad del Señor
en Babilonia, y será su brazo contra los caldeos.
15. Yo, yo soy el que le ha hablado, y yo el que lo he llamado: yo lo he guiado, y le he
allanado el camino.
16. Acercaos a mí y escuchad esto. Yo desde el principio jamás he hablado a
escondidas; ya tiempo antes que esto sucediese, estaba yo allí, y ahora me ha
enviado el Señor, y su espíritu. +
17. Esto dice el Señor tu redentor, el Santo de Israel: Yo el Señor Dios tuyo que te
enseño lo que te importa, y te dirijo por el camino que sigues.
18. ¡Ojalá hubieras atendido a mis mandamientos; hubieras sido tú paz o felicidad
como un río, y tu justicia o santidad tan copiosa como los abismos del mar,
19. y como sus arenas la descendencia tuya, y como sus granitos o piedrecitas los
hijos de tus entrañas; no hubiera perecido, ni quedado borrado su nombre delante
de mis ojos.
20. Salid, pues, ahora de Babilonia, huid de los caldeos, anunciad con voces de
júbilo, haced saber esta alegre nueva, y llevadla hasta las últimas extremidades
del mundo, decid en todas partes: Redimió el Señor a los hijos de su siervo
Jacob.
21. Cuando los guió por el desierto, no padecieron sed; de una roca les hizo salir
agua; rompió la peña y brotaron aguas en abundancia. +
22. Pero para los impíos no hay paz, dice el Señor. +
_________________
_________________
+ 1. Segundo canto del siervo sufriente 49,1-6, se lee el martes santo. Ver los otros
cantos en; 50,4-7, domingo de ramos; 50,4-9, miércoles santo y 52,13 - 53,12
viernes santo. El primer canto. 42,1-7, se suele leer el lunes santo.
+ 1. Jr 1,5; Ga 1,15.
+ 2. Hb 4,12; Ap 1,16.
+ 6. He 13,47.
+ 7. 1 Co 6,9-13.
+ 24. Mt 12,29.
+ 25. Ef 4,8.
ISAIAS - CAPITULO 50
1. Esto dice el Señor: ¿Qué libelo de repudio es ése, con el cual he desechado a
vuestra madre? ¿O quién es ese acreedor mío, a quien os he yo vendido? Tened
entendido que por vuestras maldades habéis sido vendidos, y que por vuestros
crímenes he repudiado yo a vuestra madre.
2. Porque yo vine al mundo, y no hubo nadie que me recibiese; + llamé y no hubo
quien me escuchase. ¿Es por ventura que se ha acortado o achicado mi mano,
de suerte que no pueda redimir? ¿O no tengo yo poder para libertaros? Sabed
que a una amenaza mía haré del mar un desierto, y secaré los ríos; se pudrirán
los peces por falta de agua, y morirán en seco.
3. Cubriré los cielos de tinieblas, y los vestiré de un saco + de luto.
4. El Señor + me dio una lengua sabia, + a fin de que sepa yo sostener con mis
palabras al que está desmayado; él me llama por la mañana, me llama de
madrugada a mis oídos, para que le escuche como a maestro.
5. El Señor Dios me abrió los oídos, y yo no me resistí, no me volví atrás.
6. Entregué mis espaldas a quienes me azotaban, y mis mejillas a los que mesaban
mi barba; no retiré mi rostro de los que me encarnecían y escupían.
_________________
+ 2. Jn 1,11.
+ 3. Ex 10,22; Mt 27,45.
+ 4. Tercer canto del siervo sufriente 50,4-7, se lee en domingo de ramos. Ver los
otros cantos en; 50,4-9, miércoles santo; cuarto canto 52,13-53,12 viernes
santo. El primer canto. 42,1-7, se suele leer el lunes santo. El segundo, 49,1-6,
se lee el martes santo.
+ 4. Jn 7,46.
ISAIAS - CAPITULO 51
_________________
13. Sabed + que mi siervo estará lleno de inteligencia y sabiduría; será ensalzado y
engrandecido, y llegará a la cumbre misma de la gloria.
14. Al modo que tú, ¡oh Jerusalén!, fuiste en tu ruina el asombro de muchos; así
también su aspecto parecerá sin gloria delante de los hombres, y en una forma
despreciable entre los hijos de los hombres.
15. El rociará o purificará + a muchas naciones; en su presencia estarán los reyes
escuchando con silencio, porque aquellos a quienes nada se había anunciado de
él por sus profetas, lo verán, y los que no habían oído hablar de él, lo
contemplarán. ++
_________________
+ 3. 1 Pe 1,18.
+ 5. Ez 36,20; Ro 2,24.
+ 6. Hb 1,1.
+ 10. Sal 98 (97),3; Lc 2,30; 3,6.
+ 13. Cuarto canto del siervo sufriente 52,13-53,12, se lee el viernes santo Ver los
otros cantos en: primer canto, 42,1-7, se suele leer el lunes santo; el
segundo, 49,1-6, se lee el martes santo; tercero 50, 4-7 en domingo de ramos
y, 50-4-9 en miércoles santo.
+ 15. Nm 19.
++ 15. Rm 15,21.
ISAIAS - CAPITULO 53
_________________
+ 3. Mc 9,11.
+ 5. 1 Co 15,3.
+ 7. Jn 10,18.
+ 8. Jn 3,14.
+ 10. 2 Co 5,21.
+ 12. Mc 15,28; Lc 22,37; 23,34.
ISAIAS - CAPITULO 54
La nueva Jerusalén
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+ 1. Lc 23,29; Ga 4,27.
+ 9. Gn 9,15; 1 Pe 3,19.
+ 13. Jn 6,45; Jr 31,34.
ISAIAS - CAPITULO 55
1. Sedientos, venid todos a las aguas; + y vosotros que no tenéis dinero apresuraos,
comprad y comed; venid, comprad sin dinero y sin ninguna otra permuta vino y
leche.
2. ¿Por qué gastáis vuestro dinero en cosas que no son buen alimento, y empleáis
vuestras fatigas en lo que no puede saciaros? Escuchadme con atención; y
alimentaos del buen manjar, y vuestra alma se recreará en lo más sustancioso de
las viandas.
3. Prestad oídos a mis palabras, y venid a mí: Escuchad, y vuestra alma hallará vida
y asentaré con vosotros alianza permanente, + en cumplimiento de las
misericordias prometidas a David.
4. He aquí que yo voy a presentarle por testigo de mi verdad a los pueblos, + y por
caudillo, y por maestro o legislador a las naciones.
5. He aquí que entonces, tú, ¡oh Jerusalén!, llamarás al pueblo gentil que tú no
reconocías; y las naciones que no te conocían correrán a ti por amor del Señor
Dios tuyo, y del Santo de Israel que te habrá llenado de gloria.
6. Buscad al Señor, mientras pueda ser hallado: invocadle mientras está cercano. +
7. Abandone el impío su camino y el inicuo sus designios, y conviértase al Señor, el
cual se apiadará de él, y a nuestro Dios, que es generosísimo en perdonar.
8. Que los pensamientos míos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos
son los caminos míos, dice el Señor;
9. sino que cuanto se eleva el cielo sobre la tierra, así se elevan mis caminos sobre
los caminos vuestros, y mis pensamientos sobre los pensamientos vuestros.
10. Y al modo que la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá, sino que
empapan la tierra, y la penetran, y la fecundan, a fin de que dé semilla que
sembrar y pan que comer, feb 16,16 55,10-11
11. así será de mi palabra una vez salida de mi boca; no volverá a mí vacía o sin
fruto, sino que obrará todo aquello que yo quiero, y ejecutará felizmente aquellas
cosas a que yo la envié.
_________________
+ 1. Jn 7,39; Ap 22,17.
+ 3. He 13,34.
+ 4. Jn 18,37.
+ 6. 2 Co 6,2; Mt 10,7.
+ 13. Nardo.
III. TERCERA PARTE CÁPS 56 – 66
ISAIAS - CAPITULO 56
9. Vosotras las bestias todas del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar
la presa.
10. Ciegos son todos sus atalayas, + ignorantes todos, perros mudos impotentes para
ladrar, visionarios, dormilones y aficionados a sueños vanos.
11. Y estos perros sin rastro de vergüenza, jamás se ven hartos de rapiñas. Los
pastores mismos están faltos de toda inteligencia; todos van descarriados por su
camino, cada cual a su propio interés + desde el más alto hasta el más bajo.
12. Venid, dicen, bebamos vino; y embriaguémonos bien, y lo mismo que hoy
haremos también mañana, y mucho más.
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+ 3. Agorera: que adivina por agüeros. Versículo con lenguaje amargo e imágenes
fuertes sobre la idolatría.
+ 8. 2 Re 16,11; 21,4.
+ 9. Ez 23,11-14.
ISAIAS - CAPITULO 58
Cuál es el ayuno que Dios estima. Bendiciones que enviará el Señor a los que
le sirven
1. Clama, pues, ¡oh Isaías!, no ceses: Has resonar tu voz como una trompeta, y
declara a mi pueblo sus maldades, y a la casa de Jacob sus pecados;
2. ya que cada día me requieren como en juicio, y quieren saber mis consejos.
Como gente que hubiese vivido justamente, y no hubiese abandonado la ley de
su Dios, así me demandan la causa de los juicios o decretos de mi justicia y
quieren acercarse a Dios.
3. ¿Cómo es que hemos ayunado, dicen al Señor y tú no has hecho caso; hemos
humillado nuestras almas y te haces el desentendido? Es, responde Dios, porque
en el día mismo de vuestro ayuno hacéis todo cuanto se os antoja y apremiáis a
todos vuestros deudores.
4. Es porque vosotros ayunáis para seguir los pleitos y contiendas, y herir con
puñetazos a otros sin piedad. + No ayunéis como hasta hoy día, si queréis que se
oigan en lo alto vuestros clamores.
5. El ayuno que yo aprecio, ¿consiste acaso en que un hombre mortifique por un día
su alma, o en que traiga su cabeza inclinada o baja de modo que casi forme un
círculo, o se tienda sobre saco y ceniza? + ¿Por ventura a esto lo llamarás tú
ayuno y día aceptable al Señor?
6. ¿Acaso el ayuno que yo estimo no es más bien el que tú deshagas los injustos
contratos, que canceles las obligaciones que oprimen, que dejes en libertad a los
que han quebrado, y quites todo gravamen?
7. ¿Que partas tu pan con el hambriento, + y que a los pobres y a los que no tienen
hogar los acojas en tu casa, y vistas al que veas desnudo, y no desprecies tu
propia carne o a tu prójimo? Feb 13/16 58,9b-14
8. Si esto haces amanecerá tu luz como la aurora, y llegará pronto tu curación, y
delante de ti irá siempre tu justicia, y la gloria del Señor te acogerá en su seno.
9. Invocarás entonces al Señor, y te oirá benigno; clamarás y él te dirá: Aquí estoy.
Si arrojares lejos de ti la opresión, y cesares de extender maliciosamente el dedo,
y de charlar neciamente,
10. cuando abrieres tus entrañas para socorrer al hambriento, y consolares el alma
angustiada, entonces nacerá para ti luz en las tinieblas, y tu oscuridad se
convertirá en claridad de mediodía.
11. Y el Señor te dará un perpetuo reposo, y llenará tu alma de resplandores de
gracia y reforzará tus huesos; y serás como huerto bien regado y como manantial
perenne cuyas aguas jamás faltarán.
12. Estos lugares desiertos desde muchísimo tiempo, serán por ti poblados, alzarán
los cimientos que han de durar de generación en generación; y te llamarán el
restaurador de los muros, y el que haces seguros los caminos.
Sobre el sábado
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Declara Isaías que los pecados del pueblo son la causa de que Dios desampare
a Israel
1. Porque mirad que no se ha encogido la mano del Señor, para que ella no pueda
salvar; ni se le han obstruido sus oídos, para no poder oír vuestros clamores;
2. sino que vuestras iniquidades han puesto un muro de separación entre vosotros y
vuestro Dios; y vuestros pecados le han hecho volver su rostro de vosotros para
no escucharos.
3. Porque manchadas están de sangre vuestras manos, y llenos de iniquidad
vuestros dedos; y no pronuncian más que la mentira vuestros labios, y sólo habla
palabras de iniquidad vuestra lengua.
4. No hay quien clame por la justicia; no hay quien juzgue con verdad; sino que
todos ponen su confianza en la nada, y tienen en su boca la vanidad. Concibieron
o idearon el trabajo o daño del prójimo, + y parieron la iniquidad.
5. Han hecho abrir los huevos de áspides, y con sus afanes tejieron telas de araña;
quien de dichos huevos comiere, morirá; y una víbora es lo que saldrá si hubiere
empollado alguno.
6. No serán buenas para vestidos las telas de ellos; ni podrán cubrirse con sus
labores; los trabajos que hagan son trabajos inútiles; pues obra de iniquidad es la
que tienen entre manos.
7. Sus pies corren a la maldad + y se apresuran a derramar la sangre inocente;
pensamientos nocivos son todos sus pensamientos. Por doquiera que pasan,
dejan la desolación y el quebranto.
8. No conocen la senda de la paz, y sus pasos no van enderezados hacia la justicia;
torcidos son sus senderos, y cualquiera que anda por ellos no sabe qué cosa es
paz.
9. Por eso se alejó de nosotros el juicio recto, y no nos abrazará en su seno la
justicia; esperamos la luz y he aquí que nos hallamos con las tinieblas; la claridad
del día, y caminamos a oscuras.
10. Vamos palpando en la pared como ciegos; y andamos a tientas como si no
tuviéramos ojos; en medio del día tropezamos como si estuviésemos en medio de
la noche; estamos en oscuros lugares como los muertos en los sepulcros.
11. Como osos rugimos todos nosotros; y meditando nuestros pecados gemimos
como palomas. Esperamos la justicia, y ella no parece; que llegue la salud y ésta
se alejó de nosotros.
12. Y es que nuestras maldades, oh Señor, se han multiplicado en tu presencia, y
están atestiguando contra nosotros nuestros pecados; puesto que permanecen
en nosotros nuestras iniquidades, y conocemos bien nuestros crímenes.
13. Hemos pecado y mentido contra el Señor, y hemos vuelto las espaldas por no
seguir a nuestro Dios, y sí para calumniar y cometer maldades; concebimos y
proferimos del corazón palabras de mentira.
14. Y así es que el recto juicio se volvió atrás, y la justicia se paró a lo lejos de
nosotros, hemos visto que la verdad ha ido por tierra en el foro, o tribunales, y
que no ha hallado entrada.
15. Y la verdad fue puesta en olvido; y quedó oprimido o hecho presa de los
malvados aquel que se apartó del mal. Vio esto el Señor y le hirió en los ojos el
que ya no hubiese justicia.
16. Y vio que no quedaba hombre de bien; y se pasmó de no encontrar quien se
pusiese por medio; y halló en su mismo brazo la salud y su justicia fue la que le
fortaleció.
17. Se armó de la justicia como de una coraza, y se puso en la cabeza el yelmo de la
salud; la venganza es el ropaje con que se viste, y el celo es el manto con que se
cubre.
18. Saldrá preparado para vengarse y para descargar el merecido enojo sobre sus
enemigos, y dar el justo pago a sus adversarios; él tratará a las islas o naciones
según su merecido.
19. Con esto temerán el Nombre santo del Señor los pueblos que están al occidente,
y los del oriente venerarán su gloria y majestad; cuando venga como un río
impetuoso impelido del espíritu del Señor,
20. y llegue el redentor que ha de redimir a Sión, y aquellos hijos de Jacob que se
convierten del pecado, dice el Señor.
21. Y éste es mi nuevo pacto con ellos, dice el Señor: El espíritu mío que está en ti, y
las palabras mías que puse yo en tu boca, no se apartarán de tus labios, dice el
Señor, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de tus nietos, desde ahora para
siempre.
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+ 1. Lc 4,18.
+ 4. Is 58,12.
+ 6. 1 Co 1,4.
ISAIAS - CAPITULO 62
1. Yo no me estaré, pues, callado; sin cesar rogaré a favor de Sión; por amor de
Jerusalén no me he de sosegar hasta tanto que su justicia nazca como la luz del
día, y resplandezca su salvación cual brillante antorcha.
2. Las naciones, ¡oh Jerusalén!, verán tu justicia; y los reyes todos tu gloria y se te
impondrá un nombre nuevo, que pronunciará el Señor de su propia boca.
3. Y serás, entonces, una corona de gloria en la mano del Señor, y una diadema real
en mano de tu Dios.
4. Ya no serás llamada en adelante la repudiada, ni tu tierra tendrá el nombre de
desierta; sino que serás llamada la querida mía, y tu tierra la poblada; porque el
Señor ha puesto en ti sus delicias, y tu tierra estará llena de habitantes;
5. pues al modo que vive en paz y alegría un joven con la novia que escogió para
esposa, así tus hijos morarán en ti, y como el gozo del esposo y de la esposa así
serás tú el gozo de tu Dios.
6. Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto centinelas; todo el día y toda la noche
estarán alerta, no callarán jamás. Vosotros, pues, que hacéis memoria del Señor,
no os estéis callados,
7. y no estéis en silencio delante de él. Rogadle, hasta tanto que restablezca a
Jerusalén, y la ponga por objeto de alabanza en la tierra.
8. El Señor ha jurado por su diestra y por su brazo fuerte, diciendo: No daré más tu
trigo para sustento de tus enemigos; ni beberán en adelante los extranjeros el
vino tuyo, fruto de tu trabajo;
9. sino que aquellos que recogen el trigo lo comerán, y bendecirán al Señor; y
aquellos que acarrean el vino, lo beberán en los atrios de mi santo templo.
10. Salid, pues, salid afuera de las puertas de Jerusalén, preparad el camino al
pueblo, + allanad la senda, apartad de ellas las piedras, y alzad el estandarte o
señal para los pueblos.
11. He aquí que el Señor ha mandado echar este pregón hasta las extremidades de
la tierra y decir a la hija de Sión: Mira que ya viene el Salvador tuyo; mira cómo
trae consigo su galardón, y tiene delante de sí la recompensa para sus siervos.
12. Entonces tus hijos serán llamados pueblo santo, redimidos del Señor. Y a ti te
llamarán ciudad apetecida de todos y no la desamparada.
_________________
+ 10. Is 57,14.
ISAIAS - CAPITULO 63
1. ¿Quién es ése que viene de Edom o Idumea, y de Bosra con las vestiduras
teñidas de sangre? ++ Ese tan gallardo en su vestir, y en cuyo majestuoso andar
se descubre su gran fortaleza? Yo soy, responderá, el que predicó la justicia, y
soy el protector que doy la salud a los hombres.
2. Pues, ¿por qué está rojo tu vestido, y está tu ropa como la de aquellos que pisan
la vendimia en el lagar?
3. El lagar lo he pisado yo solo, sin que nadie de entre las gentes haya estado
conmigo. Pisé a los enemigos con mi furor, y los golpeé con mi ira, y su sangre
salpicó mi vestido, y manché toda mi ropa.
4. Porque he aquí el día fijado en mi corazón para tomar venganza; ha llegado ya el
tiempo de redimir a los míos.
5. Eché la vista alrededor, y no hubo quien acudiese a mi socorro; anduve buscando
y no hallé persona que me ayudase; y sólo me salvó mi brazo; y la indignación
que concebí me sostuvo.
6. Y en mi furor pisoteé a los pueblos y los embriagué de su sangre en mi
indignación, y postré por tierra sus fuerzas.
7. Yo me acordaré de las misericordias del Señor; y al Señor alabaré por todas las
cosas que él ha hecho a favor nuestro, y por los beneficios concedidos a la casa
de Israel, según su benignidad y su piedad.
8. Porque él dijo: Al cabo, éste es el pueblo mío; son mis hijos; no me faltarán más a
la fidelidad; y con eso se hizo Salvador suyo.
9. En todas las tribulaciones que les acontecieron, jamás se cansó el Señor de
librarlos, antes bien el ángel que está en su presencia los sacaba a salvo; y él
mismo a impulso de su amor y su clemencia los redimió, y los sobrellevó, y los
ensalzó en todo tiempo.
10. Mas ellos lo provocaron a ira, y contristaron el espíritu de su Santo; y el Señor se
les convirtió en enemigo; y él mismo los derrotó.
11. Pero luego se acordó de los tiempos antiguos; de Moisés y de su pueblo: ¿Dónde
está, dijo, ahora aquel que los sacó del mar Rojo + a ellos y a los que eran
pastores de su rebaño? ¿Dónde está aquél que puso en medio de ellos el espíritu
de su Santo?
12. ¿Dónde el que puesto a la derecha de Moisés los sacó de Egipto con su
majestuoso brazo; + el que delante de ellos dividió las aguas del mar, con lo cual
ganó un renombre perpetuo;
13. el que los guió por medio de los abismos, como se hace un vigoroso caballo por
una llanura desierta, sin ningún tropiezo?
14. Como se lleva a un asno por una ladera al campo, con el mayor sosiego; así los
condujo el espíritu del Señor, así, ¡oh Dios!, fuiste tú el conductor de tu pueblo, a
fin de ganar un nombre glorioso.
Oración a Dios para implorar su ayuda
15. Atiende desde el cielo, ¡oh Señor! y echa una mirada hacia nosotros desde el
lugar santo donde moras tú y reside la gloria tuya. ¿Dónde está ahora tu celo y tu
fortaleza, la ternura de tus entrañas y la gran misericordia tuya? ¿Por qué no la
usas conmigo?
16. Tú, no obstante, eres nuestro verdadero padre; + porque Abrahán no nos conoció,
e Israel no supo nada de nosotros. Sí, tú, ¡oh Señor!, eres nuestro Padre, nuestro
Redentor, éste es tu nombre desde la eternidad.
17. ¿Y por qué, Señor, nos dejaste desviar de tu camino?; ¿por qué permitiste que se
endureciese nuestro corazón, de modo que perdiésemos tu santo temor?
Vuélvete a nosotros por amor de tus siervos, y de las tribus que forman la
herencia tuya.
18. Como si tu pueblo santo nada fuese a tu vista, se han enseñoreado de él
nuestros enemigos, han pisoteado tu santuario.
19. Hemos vuelto a ser como al principio, antes que tú te hubieses posesionado de
nosotros, y llevásemos el nombre de pueblo tuyo.
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Israel clama al Señor para que lo libre. Confiesa sus pecados y le pide que lo
saque de su ruina
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Isaías profetiza la conversión de los gentiles, el castigo de los judíos y que sus
ruinas serán salvadas
1. Han venido a buscarme aquellos que antes no preguntaban por mí, me han
hallado aquellos que no me buscaron. Yo he dicho a una nación que no invocaba
mi Nombre: Aquí estoy, heme aquí.
2. Extendí todo el día mis brazos hacia un pueblo incrédulo y rebelde que no anda
por el buen camino, sino en pos de sus antojos.
3. Pueblo que cara a cara me está provocando continuamente a enojo; hombres que
inmolan víctimas en los huertos, y ofrecen sacrificios sobre altares fabricados en
ladrillos;
4. que se meten en los sepulcros, que duermen en los templos de los ídolos o falsos
oráculos; que comen la carne del cerdo, ++ y echan en sus tazas un caldo
profano o prohibido;
5. que dicen a otros: Apártate de mí, no me toques, porque tú eres inmundo. Todos
estos se convertirán en humareda el día de mi furor, en fuego que arderá
siempre.
6. Sabed que lo dicho lo tengo escrito delante de mí. Por lo que no callaré, dice el
Señor, sino que les retornaré el cambio, y les pondré en su seno la paga;
7. la paga o castigo de sus iniquidades y de las iniquidades de sus padres; + los
cuales ofrecieron sacrificios sobre los montes, y me deshonraron sobre los cerros.
Yo derramaré en el seno de los hijos la paga debida a las antiguas obras de los
padres.
8. Sin embargo, esto dice el Señor: Como cuando se halla un grano bueno en un
racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición o don de
Dios, eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a Israel del
todo;
9. antes bien entresacaré de Jacob un linaje, y de Judá quien domine sobre mis
montes. Y esta tierra de Sión será la herencia de mis escogidos, y en ella
habitarán mis fieles siervos;
10. y las campiñas serán rediles de rebaños, y en el fértil valle de Acor se albergarán
los ganados mayores de mi pueblo, de aquellos que han ido en pos de mí.
11. Pero a vosotros que abandonasteis al Señor, que os olvidasteis de Sión, mi santo
monte, que aparejasteis una mesa o altar al ídolo de la Fortuna, y derramáis
sobre ella libaciones,
12. yo os iré entregando uno a uno al filo de mi espada, y todos pereceréis en esta
mortandad; puesto que yo os llamé y no os respondisteis, os hablé y no hicisteis
caso; + antes bien cometíais la maldad delante de mis ojos, y habéis escogido las
cosas que yo aborrecía.
13. Por tanto, esto dice el Señor Dios: Sabed que mis siervos comerán, y vosotros
padeceréis hambre; mis siervos beberán, y vosotros padeceréis sed;
14. mis siervos se regocijarán, y vosotros estaréis avergonzados: y sabed, en fin, que
mis siervos, a impulsos del júbilo de su corazón, entonarán himnos de alabanza, y
vosotros, por el dolor de vuestro corazón, alzaréis el grito, y os hará dar aullidos
la aflicción del ánimo.
15. Y dejaréis cubierto de execración vuestro nombre a mis escogidos. El Señor Dios
acabará contigo, ¡oh Israel!, y a sus siervos los llamará con otro nombre.
16. En el cual nombre quien fuere bendito sobre la tierra, bendito será del Dios
verdadero; y el que jurare sobre la tierra, por este nombre del Dios verdadero
jurará; porque las precedentes angustias o tribulaciones se han echado en olvido,
y desaparecieron de mis ojos. Mar 07/16 - 65,17-21
17. Porque he aquí que yo voy a crear nuevos cielos y una tierra nueva + y de las
cosas o tribulaciones primeras no se hará más memoria, ni recuerdo alguno;
18. sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a
crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén, ciudad de júbilo, y a su pueblo,
pueblo de alegría.
19. Y colocaré yo mis delicias en Jerusalén, y hallaré mi gozo en mi pueblo; nunca
jamás se oirá en él la voz de llanto, ni de lamento.
20. No se verá más allí un niño que viva pocos días, ni anciano que no cumpla el
tiempo de su vida; pues el que morirá más niño, tendrá cien años, y el pecador o
el que no viva cien años, será reputado como maldito.
21. Y edificarán casas, y las habitarán y plantarán viñas, y comerán de su fruto. +
22. No acontecerá que ellos edifiquen, y sea otro el que habite; ni plantarán para que
otro sea el que coma; pues los días de mi pueblo serán duraderos como los días
del árbol de la vida, + y permanecerán largo tiempo + las obras de sus manos.
23. No se fatigarán en vano mis escogidos, ni tendrán hijos que los inquieten; porque
estirpe de benditos del Señor son, así ellos como sus nietos.
24. Y antes que clamen, yo los oiré: Cuando estén aún con la palabra en la boca
otorgaré su petición.
25. El lobo y el cordero pacerán juntos; el león, como el buey, comerá heno; el
alimento de la serpiente será el polvo; + no habrá quien haga daño ni cause
muerte en todo mi santo monte, dice el Señor.
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1. Esto dice el Señor: El cielo es mi trono, y la tierra apoyo de mis pies: ¿Qué casa,
pues, es esa que vosotros edificaréis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de
fijar mi asiento? ++
2. Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y
en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye
con respetuoso temor mis palabras?
3. Aquel que me inmola un buey es como el que degollase un hombre; el que
sacrifica un cordero, es como quien descabezase un perro; el que hace una
ofrenda, es como quien me presentase la sangre de cerdo; el que se acuerda de
ofrecerme incienso, es como quien bendijese u honrase a un ídolo. En efecto,
todas estas cosas prohibidas en mi ley han elegido ellos, según sus antojos; y su
alma ha puesto sus delicias en estas abominaciones.
4. Por lo que yo me complaceré también en burlarme de ellos, y haré que les
acontezcan las cosas desastrosas que temían; ya que llamé y no hubo quien
respondiese; hablé y no me escucharon, + y obraron la maldad ante mis ojos, y
han querido lo que yo reprobaba.
Juicio y liberación
5. Oíd la palabra del Señor vosotros que la escucháis con respetuoso temor:
Vuestros hermanos que os aborrecen y os desechan por razón de mi Nombre,
dijeron: ¡Ea!, que muestre el Señor en vosotros su gloria, y la reconoceremos al
ver la alegría de vuestro rostro. Mas no temáis, ellos quedarán confundidos.
6. Ya oigo la voz lastimera del pueblo de la ciudad de Jerusalén, la voz del templo,
la voz del Señor que da el pago a sus enemigos.
7. Antes del tiempo del parto ha parido la nueva Sión; antes que le viniesen los
dolores, ha parido un hijo varón.
8. ¿Quién jamás oyó cosa tal, ni quién vio cosa semejante a esto? ¿Tiene acaso la
tierra en un solo día el fruto? ¿O ha sido engendrada nunca de una vez toda una
nación? Pues he aquí que Sión se sintió preñada y parió sus hijos. +
9. ¿Acaso yo, que hago parir o doy la fecundidad a los otros, dice el Señor, no pariré
yo mismo? ¿Yo que doy a los otros sucesión, seré acaso estéril?, dice el Señor
Dios tuyo.
10. Congratulados, pues con la nueva Jerusalén, y regocijaos con ella todos los que
amáis; rebosad con ella de gozo todos cuantos por ella estáis llorando,
11. a fin de que chupéis así de sus pechos la leche de sus consolaciones celestiales
hasta quedar saciados, y saquéis abundante cantidad de delicias de su
consumada gloria.
12. Porque esto dice el Señor: He aquí que yo derramaré sobre ella como un río la
paz, ++ y como un torrente que todo lo inunda la gloria de las naciones; vosotros
chuparéis su leche, a sus pechos seréis llevados, y acariciados sobre su regazo.
13. Como una madre acaricia a su hijito, así yo os consolaré a vosotros, y hallaréis
vuestra paz y consolación en Jerusalén.
14. Vosotros lo veréis, y se regocijará vuestro corazón, y vuestros huesos
reverdecerán como la hierba; y será visible la mano del Señor a favor de sus
siervos; al paso que hará experimentar su indignación a sus enemigos.
15. Porque he aquí que el Señor vendrá en medio del fuego, y su carroza será como
un impetuoso torbellino para derramar con la indignación suya su furor y su
venganza con llamas de fuego.
16. Pues el Señor rodeado de fuego y armado de su espada juzgará a todos los
mortales; y será grande el número de aquellos a quienes el Señor quitará la vida.
17. aquellos que creían santificarse y quedar puros + en los huertos, y lavándose
detrás de la puerta de sus casas, en el interior de ellas, que comían carne de
cerdo, y cosas abominables y ratones, serán consumidos a una todos, dice el
Señor.
18. Pero yo vendré a recoger sus obras, y sus pensamientos, y para reunirlos con
todas las naciones de cualquier país y lengua, y comparecerán delante de mí, y
verán mi gloria.
19. Y levantaré en medio de ellos una señal de salud; y de los que se salvaren, yo
enviaré a las naciones de la otra parte del mar, al Africa, a la Lidia (que son
pueblos flecheros) a Italia, a Grecia, a las islas más remotas, a gentes que jamás
han oído hablar de mí, ni han visto mi gloria. Y estos enviados anunciarán a las
naciones la gloria mía;
20. y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones y los ofrecerán como
un presente al Señor, conduciéndolos en caballos, y en carrozas, y en literas, y en
mulas, y en carruajes a mi monte santo de Jerusalén, dice el Señor, como cuando
los hijos de Israel llevan en un vaso puro la ofrenda a la casa del Señor.
21. Y de entre éstos escogeré yo para hacerlos sacerdotes y levitas, dice el Señor.
22. Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo haré permanecer siempre
delante de mí, así, ¡oh Jerusalén!, permanecerá tu descendencia y tu renombre,
dice el Señor.
23. Y de mes en mes y de sábado en sábado + vendrá todo hombre a postrarse
delante de mí, y me adorará, dice el Señor.
24. Y saldrán a ver los cadáveres los que prevaricaron contra mí; cuyo gusano no
muere nunca, + y cuyo fuego jamás se apagará; y el verlos causará náusea a
todo hombre.
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