Migracion
Migracion
Migracion
SOBRE LA
POBLACIÓN INDÍGENA
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Miguel Ángel Mancera
Jefe de Gobierno
Textos
© Iván Pérez Téllez
© Natalia Gabayet
Asistencia en investigación
Araceli Uitz y Alain Giraud
Diseño
Lídice Jiménez Uribe
I. ANTECEDENTES 6
VI. CONCLUSIONES 76
VII. ANEXO 79
VIII. BIBLIOGRAFÍA 94
ANTECEDENTES
1 El filósofo León Olivé señala al respecto: “En las sociedades multiculturales donde
hay desigualdades entre pueblos o entre culturas, el establecimiento por parte del Es-
tado –o de entidades supraestatales, o de organismos internacionales– de políticas de
compensación o de trato diferencial en la asignación de recursos a favor de los pueblos
que tienen desventajas, se justifica sobre la base de un principio de justicia social.” (2006: 12).
que ha sido objeto la población indígena y, por otro, eliminar “las in-
equidades y acercarse así a una igualdad real” (Villoro, 1998: 59). Pues
finalmente:
Pese a todo, desde hace algunos años dis- civiles y religiosas, la comida apropiada y las técnicas corporales (véase
Pitarch, 1996; 2010; Neurath, 2013).
tintas organizaciones de residentes y mi- 5 De hecho, muchos seres patógenos son concebidos como personajes
mestizos, cuando no gente blanca. La alteridad, en este sentido, es aquello
grantes indígenas han impulsado un debate que a la vez se teme y fascina (Martínez Casas, 2007; Galinier, 1990).
de vida citadino y campesino, sino más
IDENTIFICACIÓN
bien como un campo de relaciones de dis- Y DESCRIPCIÓN
tinta índole donde ellos han aprendido a DEL PROBLEMA
transitar. En este sentido, la cosmopolítica
indígena ha buscado siempre negociar con Inicialmente nos propusimos dividir el
distintas alteridades en distintos momen- diagnóstico en tres grandes rubros. En
tos y espacios; en sus territorios origina- primer lugar realizaríamos una revisión bi-
rios negocian con los mestizos, lo mismo bliográfica sobre el tema de la migración,
que con las “potencias” y divinidades; en la recopilando el material en las bibliotecas, y
urbe no sucede algo distinto.6 de manera digital, hasta obtener un acervo
suficientemente vasto que nos permitiera
Por último, es claro que los indígenas ur- comprender el fenómeno; en segundo lu-
banos viven en las ciudades no porque sea gar, revisaríamos los datos estadísticos y
una suerte de condena, orillados por de- finalmente indagaríamos qué programas
terminantes económicas, sino que vivir en de atención a población indígena existen en
la ciudad es considerado una decisión de las distintas dependencias gubernamenta-
10 vida, una forma más de vivir el ser indíge- les –Sederec, Delegaciones–, así como las
na (véase Guerrero Galván, 2009; Martínez acciones realizadas por las asociaciones
Casas, 2007). civiles y organizaciones no gubernamen-
tales. Para esto último, fue necesario en-
trevistarse con los distintos funcionarios
de las dependencias y delegaciones para
conocer qué programas de atención7 te-
nían destinados a la población indígena; lo
mismo que con algunos líderes de las aso-
ciaciones civiles. De este modo tratamos
de reunir el mayor número de información
sobre población indígena urbana, tanto en
el ámbito académico, de la administración
pública y de las organizaciones sociales.
En los últimos años han hecho su aparición en las calles de la ciudad de México en
número cada vez mayor mujeres indígenas que venden frutas, semillas o dulces,
sentadas en las aceras, con varios niños revoloteándoles alrededor. O que se dedi-
can a pedir limosna en avenidas céntricas y en las colonias de clase media o alta de
la ciudad. Se les llama popularmente “Marías” o “Juanas”. Varios elementos las se-
ñalan como un fenómeno fuera de lo común. Es la primera vez que, con la honrosa
excepción de las tehuanas, se ven por las calles de México a indígenas vestidas de
indígenas (Arizpe, 1975: 23).
13
Por lo general, la migración indígena en principio combinaba el tra-
bajo asalariado en la ciudad con el trabajo agrícola en la comunidad
de origen, lo cual daba como resultado una migración pendular, que
alternaba periodos de residencia en la ciudad, con otros en el pueblo.8
Sin embargo, posteriormente la migración permanente se presentó
como una opción económica cuando las condiciones de subsistencia
se recrudecieron, algunas veces debido a las pocas tierras con las que
fueron dotadas en el reparto agrario (Arizpe, 1985: 36-66), pero más a
menudo debido a la creciente demanda de mano de obra en las ciuda-
des, todo ello alentado a su vez por la cercanía de las comunidades –en
el caso de otomíes y mazahuas– con la Ciudad de México. Así, la pobla-
ción indígena, que en su mayoría se ha encontrado históricamente en
situación de marginación, se vio obligada a generar condiciones que le
permitieran subsistir por otros medios distintos a la agricultura, sobre
todo en la búsqueda de un mejoramiento de las condiciones de vida.
8 Normalmente, el salario que se gana en la ciudad es mayor que en los pueblos, llegando a alcanzar más del doble, lo
que es un factor económico muy importante. Así, combinando el trabajo agrícola con el trabajo asalariado en la ciudad, los
migrantes indígenas podían capitalizarse, lo mismo que aprender otros oficios que representaban ventajas económicas.
al agudo proceso de industrialización y ur- modalidad es que el migrante tenga aún
banización. Si bien algunos trabajos habían acceso a la tierra en su comunidad de ori-
tratado ya el tema de la migración, incluso gen; mientras que la migración permanen-
desde la década de los sesenta, no es sino te se presenta debido a que “dichas fami-
hasta diez años después que se formaliza lias no tienen esperanza alguna de recibir
su estudio (Kemper, 1976). tierra, o, en otro caso, al convenirles más
las entradas económicas urbanas, prefie-
Durante la década de los ochenta se da ren dejar o vender sus tierra” (Ramírez To-
un boom en los estudios sobre migrantes rres, 1985: 47). Las mujeres mazahuas que
indígenas en la ciudad. De hecho, muchas habían migrado a la ciudad se empleaban
de las tesis de la Escuela Nacional de An- principalmente en el servicio doméstico, la
tropología e Historia abordan el proceso manufactura de artesanías y comercio in-
migratorio rural-urbano entre los distin- formal callejero, mientras que los hombres
tos grupos étnicos del país que arribaron lo hacían esencialmente en la albañilería.
a la Ciudad de México (véase Lanzagorta, Finalmente, el estudio concluye que las
1983; Ramírez Torres, 1985; García Co- familias más desfavorecidas debían “ex-
14 llino, 1986).9 Por ejemplo, se comienza a pulsar” algunos de sus miembros –por lo
estudiar la migración de los mixtecos de general los más jóvenes– los cuales encon-
Oaxaca hacia la delegación Iztapalapa, de- traban un nicho laboral en La Merced em-
marcación donde crean enclaves étnicos pleándose como estibadores o “diableros”.
cerca del cerro Tetlamachen (Lanzagor-
ta, 1983).10 En este estudio se muestra ya Debido a lo numeroso, pero sobre todo a lo
la importancia que tienen las relaciones visible de su comunidad, los mazahuas es-
parentales, así como el compadrazgo y el tán, de algún modo, sobrerrepresentados
paisanaje, en la configuración de las redes en los estudios sobre migrantes indígenas
migratorias. Asimismo, aparecen elemen- en la ciudad. De hecho, los mazahuas han
tos culturales que suelen “aglutinar” a los sido estudiados desde diversas discipli-
migrantes mixtecos, así el básquet y las nas y enfoques; desde la lingüística, por
“canchas” figuran como la actividad y el ejemplo, se ha tratado de demostrar que
espacio privilegiado que reúne a la comu- viven “un proceso de cambio sociocultural
nidad migrante en la ciudad. influido en gran parte por el proceso mi-
gratorio” (García Collino, 1986: II). Aunque
Por su parte, Ramírez Torres realiza una también se han estudiado aspectos de su
investigación con niños migrantes ma-
zahuas que laboran en el mercado de La 9 Para tener un panorama bibliográfico general de los estudios so-
Merced, la mayoría de ellos provenientes bre migrantes indígenas en la ciudad véase: Mora Vázquez, Teresa, “Los
inmigrantes indígenas de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México”,
de los municipios de San Felipe de Progre- en Saúl Millán y Julieta Valle (coords.), Las regiones indígenas en el espejo
so y Villa Victoria en el Estado de México, y bibliográfico 2”, INAH, México, 2003, pp. 139-189.
10 Los mixtecos provenían sobre todo de Huajuapan de León, Juxt-
del municipio de Zitácuaro, Michoacán. El lahuaca, Nochistlán, Silacayoapan, Teposcolula y Tlaxiaco, comunidades
cesidad de aprender prontamente el espa- nier muestra la importancia de la noción de sacrificio entre los mazahuas
migrantes, como un componente fundamental de su cosmología y de la
ñol, lo utilizan como lengua franca lo mis- reproducción cultural indígena.
12 Los mazahuas en la ciudad optaban por dos tipos de migración: la
mo que para relacionarse con los mestizos temporal y la estacional. La primera tenía una motivación básicamente
al tratar de conseguir empleo. El bilingüis- económica, así que los migrantes al obtener recursos suficientes –al ca-
pitalizarse– regresaban a sus pueblos a tratar de continuar con su vida de
mo se presenta como algo obligado en la agricultores. Los segundo, por lo general menos favorecidos en su propia
ciudad por lo que se generan fenómenos comunidad, decidían quedarse en la ciudad de manera permanente.
Más recientemente, distintos investigado- traen consigo una visión del mundo diferente
res observan los factores étnicos de la mi- que se contrasta con la que impera en la socie-
dad en la cual buscan insertarse y que a pesar del
gración. Por ejemplo, entre los otomíes que conflicto cultural que esto conlleva no la abando-
arriban a la Ciudad de México la migración nan, pues se convierte tanto en su medio de de-
fensa como de identificación e integración social saberes arraigados en la cultura indígena
(Martínez Casas, 2007: 56). –consulta a parteras, partos en casa, pro-
hibición de alimentos fríos o calientes que
Los estudios de migración “han privile- dañan al embrión, etc.– mientras que la se-
giado explicaciones de tipo económico y gunda generación privilegia esencialmen-
social para justificar los desplazamientos te los saberes de la biomedicina (Mendoza
de población indígena” negando a los indí- González, 2005). En términos generales, la
genas la iniciativa de la decisión (Martínez autora estudia “las constantes y modifica-
Casas, 2007: 23). De igual modo la asimila- ciones que se dan en los saberes acerca del
ción, la aculturación, o la proletarización, proceso reproductivo en un grupo de mi-
han sido consideradas como las únicas grantes” triquis que viven en el centro de
opciones posibles para los migrantes in- la Ciudad de México (Mendoza González,
dígenas en la ciudad; sin embargo los in- 2005: 226).
dígenas urbanos “aprenden estrategias de
negociación significativa que les permite En sentido semejante, Anne Géraldine
mantener su cosmovisión e identidad indí- Maendly estudia las enfermedades que
gena en la ciudad” (Martínez Casas, 2007: son “desconocidas” por la biomedicina, así 23
191). En estos “dominios” se da el juego de como representaciones sobre las “brujas”
la negociación, y los migrantes indíge- que asesinan bebés lactantes en el contex-
nas aprenden a utilizar distintos registros to urbano y las interpretaciones otomíes
lingüísticos, incluso deciden si utilizan sobre este fenómeno. El trabajo de inves-
el español o su lengua materna, según el tigación lo realiza con otomíes de Santia-
contexto. Los indígenas continúan siendo go Mexquititlán que radican en la calle de
indígenas pese vivir en la ciudad; es decir, Guanajuato 125, colonia Roma (Maendly,
reproducen formas de organización social, 2009). Así, por medio de talleres con los ni-
representaciones sobre la muerte o el va- ños otomíes, y con algunas madres, la au-
lor del dinero, así como nociones de salud tora logra desentrañar algunos conceptos
y enfermedad, etc. (Martínez Casas, 2007). clave de las enfermedades, los cuales son
consecuentes con una cosmología indíge-
Asimismo, nuevas temáticas centradas en na. Posteriormente en la tesis de docto-
los procesos de salud-enfermedad son in- rado Maendly analiza la muerte súbita del
vestigadas entre la población indígena ur- lactante, y cómo se transmite y modifica
bana. Por ejemplo, el trabajo de investiga- el conocimiento respecto a la bruja pero
ción sobre triquis realizado por Zuanilda ahora en el contexto del pueblo otomí de
Mendoza González analiza los procesos de Santiago Mexquititlán, Querétaro (Maendly,
salud-enfermedad en el embarazo, parto 2013).
y puerperio, así como los saberes asocia-
dos y su transmisión e innovación en dos Por último, lo que se puede apreciar des-
generaciones distintas de residentes en pués del recorrido bibliográfico es que los
la Ciudad de México. La primera genera- temas de interés antropológico, que atra-
ción de indígenas urbanos posee todavía viesan las distintas investigaciones socia-
les, como son el trabajo en el comercio
informal, los nichos laborales en la indus-
tria de la construcción, la necesidad de
vivienda, el cambio en los roles de géne-
ro, la construcción de enclaves étnicos y
redes de reciprocidad, así como los pro-
cesos salud-enfermedad, y más reciente-
mente la constitución de organizaciones y
la lucha por el reconocimiento de los de-
rechos de los pueblos indígenas, son todos
ellos tópicos que pasaron de ser temas de
investigación a demandar la atención de
políticas públicas. Así, los primeros traba-
jos sobre cambio lingüístico permitieron
no sólo identificar una problemática, sino
que posteriormente sirvieron para que al-
24 gunas dependencias, como cgeib o el inali,
implementaran programas sobre revalori-
zación de las lenguas indígenas. De igual
manera, las necesidades de vivienda indí-
gena en los espacios urbanos, que se re-
flejan en algunos estudios, permitieron, a
su vez, que el invi apoyara estos proyectos
de vivienda. Asimismo, los procesos de sa-
lud-enfermedad registrados en distintas
investigaciones colocaron sobre la mesa la
necesidad de crear sistemas médicos con
características multiculturales así como
programas de sensibilización del perso-
nal que labora en las instancias de salud.
Por su parte, la necesidad de espacios de
reproducción cultural, promovidos desde
la autogestión por parte de las organiza-
ciones indígenas, permitió darle un rostro
visible a un movimiento de indígenas ur-
banos que reclama participar en la elabo-
ración y consulta de las políticas públicas
en asuntos que les atañe.
25
LA PRESENCIA DE LOS INDÍGENAS URBANOS
EN LA CIUDAD DE MÉXICO:
UNA MIRADA A TRAVÉS DE SUS CARACTERÍSTICAS
SOCIODEMOGRÁFICAS Y EL ACCESO A DERECHOS
65,165
30
8,851,080
VC
TLAH TLAL 31
GAM
CUAJ
LMC AZCA
IZTAP Iztapalapa
GAM Gustavo A. Madero
TLAL Tlalpan
XOCH Xochimilco
AO Álvaro Obregón
CUAU Cuauhtémoc
COYO Coyoacán
TLAH Tláhuac
VC Venustiano Carranza
MA Milpa Alta
MH Miguel Hidalgo
BJ Benito Juárez
IZTAC Iztacalco
AZCA Azcapotzalco
LMC La Magdalena Contreras
CUAJ Cuajimalpa de Morelos
Mixteco 13,259
Otomí 12,623
Mazateco 11,878
Zapoteco 9,768
Mazahua 7,723
Totonaca 5,110 33
Mixe 3,252
Chinanteco 2,501
Tlapaneco 1,527
Maya 1,288
Purépecha 1,276
Tseltal 1,272
Triqui 836
Huasteco 574
Corresponde a 1000
50
34
40
30
20
10
IZTAP TLAL COYO GAM AO CUAU BJ XOCH VC MH TLAH IZTAC AZCA LMC MA CUAJ
100%
8,426,949
35
439,044
SE CONSIDERA
INDÍGENA
Población total
100000
60000
20000
IZTAP IZTAC TLAL XOCH COYO AL OB GAM VC CUAUH MC BJ M ALT AZC CUAJ MH TLAH
Actualmente la población indígena con- nectado a la red pública. Sin embargo, la
tinúa siendo objeto de discriminación y disponibilidad de servicios es menor en las
marginalidad social. Las escasas posibi- viviendas donde el jefe o cónyuge hablan
lidades de contar con un empleo formal, una lengua indígena, sólo el 87.4% de estas
las dificultades de acceso a la educación, viviendas disponen de drenaje conectado a
a la salud, a la justicia equitativa, y el he- la red pública; esto es, 5.6 puntos porcen-
cho de no tener una vivienda digna dónde tuales menos que las viviendas con jefes o
vivir, son muestra de que entre la mayoría cónyuges que no hablan una lengua indí-
de los indígenas migrantes establecidos en gena (inegi, 2010).
la ciudad, en algunos casos desde hace va-
rias generaciones, prevalecen condiciones En lo que se refiere a la actividad económi-
de vida de extrema pobreza. Además, la ca- ca, debido a la falta de preparación escolar,
rencia de información sobre sus derechos papeles oficiales y dificultad del manejo de
indígenas los expone a un sin fin de abusos la lengua castellana, mucha de la pobla-
por parte de las autoridades oficiales y de ción indígena que reside en la Ciudad de
la población no indígena. México se dedica al trabajo informal. Ge-
36 neralmente realizan actividades manuales
Uno de los principales problemas a los como el ambulantaje, limpieza de calzado,
que se enfrentan los indígenas al llegar a limpiaparabrisas o se ocupan en empleos
la Ciudad de México es la vivienda. La gran donde no se requiere una alta escolaridad:
mayoría de ellos vive en vecindades en mal albañilería, intendencia, jardinería, servi-
estado; el 40% de esta población carece de cio doméstico; se emplean como velado-
servicios básicos como agua, luz o drena- res, cargadores, macheteros y estibadores
je. En el centro histórico de la Ciudad de (Juárez, 2001). En el caso de los vendedores
México, los indígenas suelen vivir en edi- ambulantes, Valencia Rojas menciona que
ficios destinados a ser demolidos, es decir, las cifras han ido en aumento, y que son las
edificios que se encuentran en muy malas mujeres y los niños los que se incorporan
condiciones estructurales, lo que signifi- con mayor frecuencia a esta actividad (Va-
ca un alto riesgo para quienes lo habitan. lencia, 1999). También hay casos en que se
Otros, viven en las barrancas del poniente desempeñan en actividades en las que se
del Distrito Federal, en los cerros del norte capacitaron como policías y maestros, en-
y del sur, en predios irregulares o abando- tre otros.
nados, en bodegas de mercados o en la vía
pública; lo que los expone, con frecuencia, La tasa de participación económica de los
a desalojos por parte de las autoridades hablantes de lengua indígena que residen
(Juárez, 2001). en la capital del país comparada con los
que no hablan alguna lengua indígena es
Conforme a datos del Censo de Población más alta: 68 de cada 100 hablantes de len-
y Vivienda de 2010, el 93% de las vivien- gua indígena son económicamente activos
das donde el jefe o cónyuge no habla una contra 57 de cada 100 para los no hablan-
lengua indígena cuenta con drenaje co- tes. La tasa de participación de las mujeres
37
49.3% CON
DERECHOHABIENCIA
100%
POBLACIÓN
50.4% SIN
DERECHOHABIENCIA
15
HABLANTES DE LENGUA INDÍGENA
10
39
30
20
10
Porcentaje de la población de 15 años y más hli por nivel de instrucción por sexo, en la
Ciudad de México
Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010, inegi.
DEPENDENCIAS, ORGANISMOS,
DELEGACIONES Y ORGANIZACIONES
INDÍGENAS
40 Para el diseño de cualquier política pública –en este caso de una polí-
tica cultural– es necesario considerar lo que las dependencias, federa-
les y locales, realizan en términos de atención a los indígenas urbanos,
pues resulta fundamental conocer la labor de cada una de ellas para,
de manera transversal, crear las alianzas necesarias para potenciar la
política pública.
Una de las tareas que se decidió realizar para la elaboración del diag-
nóstico fue acercarse a las diferentes dependencias y entidades del
Gobierno de la Ciudad de México, así como a organismos y dependen-
cias federales, lo mismo que a organizaciones indígenas. Básicamente,
el propósito de este acercamiento fue obtener un panorama general
de las actividades, programas, y acciones que se realizan en estas ins-
tituciones gubernamentales y organizaciones civiles con relación a los
indígenas urbanos.
Visto de esta manera podemos darnos una idea general de cómo las
instituciones gubernamentales, sobre todo del Gobierno de la Ciudad
de México, están dirigiendo sus políticas y atendiendo a los indígenas
urbanos, y por lo tanto advertir cuáles son sus alcances y limitaciones.
Para la organización de esta parte del diagnóstico, además de tomar
los derechos antes mencionados como eje, se consideran las caracte-
rísticas de las instituciones políticas y organizaciones, por lo cual se
divide en las siguientes tres secciones:
La Sederec es la entidad encargada de ejer- Una de las primeras tareas de esta Co-
cer las atribuciones contempladas en la Ley misión fue revisar y analizar la propues-
de Interculturalidad, Atención a Migrantes ta preliminar del Programa Sectorial de
y Movilidad Humana en el Distrito Federal. Hospitalidad, Interculturalidad, Atención
Con el propósito de coordinar la participa- a Migrantes y Movilidad Humana para el
ción de las diferentes dependencias y enti- Distrito Federal.
dades de la administración pública del gdf,
incluida la Secretaría de Cultura, se creó la Este programa tiene por objetivo fortalecer
Comisión de Interculturalidad. el respeto, goce y ejercicio de los dere-
chos humanos de las personas huéspedes,
La Comisión de Interculturalidad y Movili- migrantes y sus familiares, independien-
dad Humana (cimh) es un órgano de coordi- temente de su situación y condición mi-
nación interinstitucional previsto en la Ley gratoria, a través de la implementación 49
de Interculturalidad, y entre sus atribucio- transversal de interculturalidad y hospi-
nes están las de participar en la planea- talidad en la Ciudad de México, contribu-
ción, ejecución y evaluación de políticas, yendo a su inclusión y desarrollo pleno.
programas y acciones en materia de hos-
pitalidad, interculturalidad y salvaguardia Como se puede advertir, dentro de los obje-
de derechos relacionados con la movilidad tivos está atender a la población migrante,
humana, así como aprobar el reglamento y si bien es cierto que parte de la población
de funcionamiento de la misma, lo mismo indígena presente en la ciudad se encuentra
que vigilar el cumplimiento de sus resolu- inmersa en dinámicas migratorias y de mo-
ciones y acuerdos; además de constituir vilidad, hace falta que se le caracterice de
las subcomisiones que resulten pertinen- manera más puntual, es decir, que se tome
tes para el desarrollo y cumplimiento de en cuenta la gran diversidad existente den-
sus atribuciones. tro de esta población, así como las diversas
modalidades en sus patrones de movilidad
Asimismo, debe de promover entre las tanto al interior de la ciudad como hacia
dependencias, entidades y delegaciones afuera. En este sentido, la participación de
de la administración pública, la inclusión la secult en la Comisión es medular ya que
en sus políticas y programas los criterios, a través de ella se pueden optimizar los ob-
estrategias y líneas de acción en materia jetivos, líneas de acción e indicadores del
de hospitalidad, interculturalidad y salva- Programa en aras de mejorar la atención a
guardia de derechos relacionados con la las comunidades indígenas.
movilidad humana. También le correspon-
de proponer al Jefe de Gobierno los pro-
yectos de iniciativas legislativas o modifi-
Organismos encargados Comisión de Derechos Humanos
de promover y proteger del Distrito Federal
los derechos humanos
La Comisión de Derechos Humanos del
Los indígenas urbanos que habitan la Ciu- Distrito Federal se creó el 30 de septiem-
dad de México han carecido de una ade- bre de 1993. Atiende las quejas y denuncias
cuada atención, sus derechos humanos por presuntas violaciones a los derechos
e indígenas en particular son frecuente- humanos cometidas por cualquier autori-
mente violados. Ante esta situación, dife- dad o persona que desempeñe un empleo,
rentes instituciones gubernamentales de cargo o comisión en la administración pú-
la ciudad han realizado acciones diversas blica del Distrito Federal o en los órganos
a favor de la promoción y protección de los de procuración y de impartición de justicia
derechos indígenas; entre éstas, cabe des- que ejerzan jurisdicción local en el Distrito
tacar la labor de la Comisión de Derechos Federal.
Humanos del Distrito Federal (cdhdf), el
50
Programa de Derechos Humanos del Dis- En relación a la atención que ha brindado
trito Federal en materia de Derechos de esta Comisión a la población indígena que
los Pueblos y Comunidades Indígenas y el habita la Ciudad de México es importante
Consejo para Prevenir y Eliminar la Discri- señalar lo siguiente:
minación en la Ciudad de México (copred).
La cdhdf a lo largo de su trayectoria ha realizado
varias acciones para conocer y atender, de mane-
ra más profunda e integral, los derechos humanos
de los indígenas en la ciudad de México, en sus
dos aspectos: colectivo e individual (Informe espe-
cial, Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, 2007: 5).
Si bien las acciones antes mencionadas han Asimismo, hay una estigmatización y crimi-
sido un avance en la lucha por los derechos nalización de sus prácticas colectivas que
de las comunidades indígenas, no han sido son vistas como formas ilegítimas o ilíci-
suficientes para garantizar los derechos tas de proceder, lo cual contribuye a des-
de este sector. En un intento por entender legitimar e invisibilizar sus prácticas socia-
las necesidades y características de los in- les, políticas, económicas y culturales. Un
dígenas urbanos para mejorar la atención ejemplo de estos es un caso referido en el
de este sector, la Comisión, apoyada por informe antes mencionado en el que se des-
otros actores sociales, gubernamentales y cribe lo que sucede cuando se intenta curar
académicos realizó una investigación so- las enfermedades del alma en el contexto
bre derechos indígenas, la cual se publicó urbano.
en 2007 bajo el título de: Informe Especial 51
sobre los Derechos de las Comunidades In- El hecho se presentó cuando un curandero y la fa-
dígenas Residentes en la Ciudad de México milia de un enfermo de espanto acudieron a la calle,
donde se suponía que el paciente había perdido
2006-2007.
su alma, para proceder a recuperarla mediante los
encantamientos necesarios. Sin embargo, a unos
Derivado de la revisión del informe referi- cuantos minutos de comenzar el ritual llegaron
do arriba, es importante apuntar algunas cinco patrullas a interrumpir la ceremonia para
detenerlos por comportamiento sospechoso (In-
ideas a tomar en cuenta para la propuesta
forme especial, Comisión de Derechos Humanos
de política cultural dirigida a las comuni- del Distrito Federal, 2007: 63).
dades indígenas. Estas ideas son relativas a
algunas concepciones que se tienen sobre
esta población que impiden el ejercicio de Otro aspecto muy importante de destacar
sus derechos: es la integralidad de los derechos de los in-
dígenas urbanos; es necesario reconocer y
Un reclamo recurrente de los indígenas garantizar sus derechos tanto individuales
urbanos es que no se les reconoce como como colectivos. Una de las consecuencias
ciudadanos residentes de la Ciudad de Mé- de no velar por este “derecho integral” es
xico, incluso cuando existen núcleos indí- oponerse a que los indígenas hagan una vida
genas asentados en la capital desde hace urbana reivindicando su identidad grupal.
más de tres generaciones que por lo tanto También es relevante apuntar que es nece-
ya no son migrantes. El hecho de no ser sario tener una clara definición de sujeto de
aceptados como ciudadanos tiene un sin derecho que tienen las comunidades indíge-
número de repercusiones en la calidad de nas y diferenciarla de la de los pueblos origi-
vida de los indígenas urbanos, probable- narios ya que cada una de estas poblaciones
mente lo más grave es que al no conside- tiene necesidades y características distintas.
Finalmente, es importante señalar que una En este sentido, el Programa en su capítulo
política cultural dirigida a las comunida- 24 contempla los derechos de los pueblos
des indígenas es fundamental para revertir y comunidades indígenas que residen en la
toda la serie de concepciones e ideas in- capital del país. En dicho capítulo se señala
correctas que se tienen sobre la población que el reconocimiento de los derechos de
indígena, y en particular sobre las comu- esta población es insuficiente. Asimismo,
nidades indígenas. En este sentido, la Se- apunta que dadas las características y ne-
cretaría de Cultura como garante de los cesidades e intereses de los diferentes gru-
derechos culturales de la población de la pos, comunidades y pueblos indígenas hace
Ciudad de México, en alianza con la cdhdf necesario implementar políticas y derechos
y la Sederec, sería la encargada de imple- diferenciados. Sin embargo, también es ne-
mentar una serie de campañas de infor- cesario un reconocimiento de sus derechos
mación y sensibilización sobre las comuni- colectivos para lograr su reproducción so-
dades indígenas para impulsar un cambio cial comunitaria (Programa de derechos
en las concepciones que se tienen sobre Humanos del Distrito Federal, 2009: 739).
esta población en el resto de la población y
52 en especial entre los funcionarios. Asimis- Son varios los problemas que el Programa
mo, estas campañas tendrían como uno de detectó, a través del Diagnóstico de dere-
sus fines construir la noción de una ciudad chos humanos del Distrito Federal, en rela-
pluricultural en la que todos sus habitan- ción a los derechos de los pueblos y comu-
tes gozan de todos sus derechos. nidades indígenas. Con el fin de enfrentar
estas problemáticas el programa contem-
Programa de Derechos Humanos del pla 11 atributos o derechos relacionados
Distrito Federal en materia de Derechos con la realización de los derechos de los
de los Pueblos y Comunidades Indígenas pueblos y comunidades indígenas:
Uno de los principales problemas que Una de las Comisiones que forman parte
enfrenta las comunidades indígenas en de la Asamblea Legislativa del Distrito Fe-
la Ciudad de México es que no existe un deral es la Comisión de Asuntos Indígenas,
marco jurídico que reconozca sus dere- Pueblos y Barrios Originarios y Atención a
chos. Si bien existe una iniciativa de Ley Migrantes, que tiene por competencia re-
de los derechos indígenas de la Ciudad de cibir, analizar y dictaminar las iniciativas y
México, aún no se puede concretar por lo proposiciones sobre la población indígena
que, a pesar de que en 2001 se dieron va- residente en la Ciudad de México. Cabe se-
rias reformas constitucionales, en el Dis- ñalar que esta Comisión se creó apenas en
trito Federal no se logra todavía recono- la V Legislatura, la cual inició sus trabajos
cer y garantizar los derechos individuales en septiembre de 2009. De las actividades
y colectivos de esta población. Con todo, que efectúa, en particular a lo referente a
se han logrado varios avances en esta ma- las comunidades indígenas, es importante
54 teria. Avances que fueron impulsados por destacar los Acuerdos y dictámenes de la
la participación de las organizaciones in- V Legislatura:
dígenas presentes en la ciudad y las de-
pendencias del gdf dedicadas a la promul- • Acuerdo de la Comisión de Asuntos In-
gación de leyes e impartición de justicia, dígenas, Pueblos y Barrios Originarios
como el Tribunal Superior de Justicia del y Atención a Migrantes, por el cual se
Distrito Federal, la Procuraduría de Jus- expide la convocatoria al proceso de
ticia del Distrito Federal, la Consejería y consulta sobre la Iniciativa de Ley de
Servicios legales del Distrito Federal, la Derechos y Cultura de los Pueblos Indíge-
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, nas y Originarios en el Distrito Federal.
entre otras.
• Iniciativa con proyecto de decreto para
reformar y adicionar la Ley de Vivienda
del Distrito Federal, en materia Indígena.
Uno de los problemas a los que se enfren- Cabe destacar que el interés por el mejora-
tan las comunidades indígenas en la Ciudad miento a la vivienda indígena de las autori-
de México es la falta de vivienda adecuada. dades de la Ciudad de México es reciente.
El acceso a este derecho ha sido una lucha Apenas en 1998, se reconoció el fenómeno
constante desde las primeras migraciones de expansión de la ciudad y de las formas
de esta población la capital. La vivienda es de desarrollo de la vivienda en donde entre
uno de los bienes y derechos que más re- el 60 y 70% de la producción habitacio-
zagos presenta tanto a nivel nacional como nal se realiza al margen de la producción
en el Distrito Federal, no sólo en virtud de privada y estatal (Audefroy, 2005: 155).
su cantidad sino de su calidad. El Instituto de Vivienda del Distrito Federal
(invi)20 tomó cartas en el asunto a partir del
De acuerdo con la Comisión de Vivienda año 2000, cuando empezó a registrar los
de la Asamblea Legislativa del Distrito Fe- predios ocupados por las familias indíge-
deral, en el año 2009 más de 2 millones nas e intentó incorporarlos en un proceso 57
100 mil habitantes carecían de vivienda de crédito para adquirir vivienda de interés
propia y al menos 17,600 viviendas esta- social (Audefroy, 2005: 178).
ban hechas con material inadecuado. En
el caso de la población indígena se suma Para una política adecuada de vivienda
la agravante de un nivel de vida peor que un factor importante es el de pertinencia
el promedio de la población en indicado- cultural, que en el caso que nos ocupa, se
res tales como ingresos, educación y vi- refiere a que los grupos indígenas, no obs-
vienda (Oehmichen, s/f: 92). tante las especificidades, se apropian del
espacio de manera diferente al resto de la
Si bien se han realizado acciones acerta- población, es decir, reproducen las diná-
das para dotar de vivienda a los indígenas micas espaciales, de residencia y ocupa-
urbanos, persiste un vacío sobre todo en lo ción que se desarrollan en sus pueblos de
referente a espacios públicos tanto en los origen. La característica principal de esta
espacios habitacionales como en los abier- forma de ocupación es la forma comunita-
tos. En este sentido es importante apuntar ria, generalmente los grupos pertenecen a
que: una sola etnia. Aunque cabe destacar que
también “re-construyen” estos espacios
Las necesidades de vivienda de la población indí- adaptándolos a sus necesidades actuales
gena, no sólo refieren a la dotación de la misma, como residentes de la Ciudad de México.
sino a contar con los espacios propicios para la
reproducción de sus instituciones y prácticas cul-
turales: no sólo se trata del derecho de tener una 20 El invi tiene como objetivo general “diseñar, establecer, promover,
coordinar, ejecutar y evaluar las políticas y programas de vivienda, en
vivienda propia, sino del derecho colectivo de los
especial los enfocados a la atención prioritaria a grupos de escasos re-
pueblos a contar con espacios comunitarios para cursos económicos, vulnerables o que habiten en situación de riesgo, así
la reproducción cultural, en el amplio sentido del como al apoyo a la producción social de vivienda” (Gaceta Oficial del Dis-
trito Federal, 9 de febrero de 2012, citado en Oehmichen, s/f: 92).
Finalmente, es deseable que se erijan cen- Indígenas urbanos y el acceso a la
tros comunitarios o de convivencia en la educación
Ciudad de México, por lo menos en cada
demarcación territorial, en los que se fa- El problema del rezago educativo de la po-
vorezca la integración de las comunidades blación indígena de la Ciudad de México
indígenas, la realización de actividades aunque es mucho menor que en el resto del
culturales, pero sobre todo el intercambio país, es fiel reflejo de lo que sucede a nivel
intercultural entre los diferentes sectores nacional; en la Ciudad de México, una gran
de la población que residen en la urbe y cantidad de niños y jóvenes indígenas siguen
con ello se colabore en construir una ciu- sin tener acceso a la educación (Oehmichen,
dad multicultural y pluriétnica. s/f: 79). Existen factores culturales y socia-
les que impiden el acceso de las comunida-
des indígenas, en particular de los niños, a
la escuela: limitantes lingüísticas, actitudes
discriminatorias de los otros alumnos y los
profesores, y la temprana incorporación a
58 actividades para el sustento familiar.
73
Reflexiones Finales
Es importante señalar que aunque en los pañas de difusión, revitalización y enseñanza de lenguas indígenas en
la Ciudad de México, así como promover su uso y visibilización por
últimos años se ha incluido a este sector medio de campañas de información sobre su presencia en la ciudad, y
mostrar a la capital como un mosaico cultural y lingüístico. Sobre todo
poblacional en los planes de desarrollo en un contexto en el cual, incluso en las escuelas los niños indígenas son
social del Gobierno de la Ciudad de Mé- discriminados cuando presentan algún indicio de pertenencia étnica: la
vestimenta, hablar una lengua indígena (Villasana y Reyna et al. 1996;
xico, aún falta que se les reconozca ple- Oehmichen, 2003).
en la metrópoli. Algunos apostaron por la
vía educativa, por el acceso a la educación
media superior y universitaria, por la pro-
fesionalización de los nietos y los hijos, al
tiempo que otros continuaron centrando
sus estrategias en el comercio informal
o en las tradicionales labores de la cons-
trucción o el trabajo doméstico; algunos
decidieron mantener la lengua, en otros
casos fue desplazada por el uso del idioma
español. Las comunidades indígenas tam-
bién decidieron organizarse y luchar por
el acceso a la vivienda, a los servicios de
salud, a la justicia, a la educación en sus
lenguas originarias, así como por partici-
par de los distintos programas de apoyos
gubernamentales.
78
El término Capital Indígena, con el que se
ha decidido nombrar al programa de dise-
ño de política pública en materia cultural
orientado a indígenas urbanos, no preten-
de definirse en términos económico, sino
principalmente en términos de significa-
ción. La Ciudad de México es, en efecto,
la capital del país, metrópoli constituida
por ciudadanos mexicanos que arribaron
de distintas regiones de éste, muchos de
ellos indígenas, lo cual dio como resulta-
do una enorme Babel, en la que además
del español se hablan cotidianamente, en
el espacio doméstico o público, práctica-
mente todas las lenguas indígenas del país,
por tanto: capital indígena de México.
ANEXOS
VENUSTIANO CARRANZA
80
MIGUEL HIDALGO
81
COYOACÁN
Nahuas,
mixtecos, Ezequiel Ordoñez Núm.
mazahuas, 143 A y B, Col. Copilco el PREDIO
tsotsil, mames Alto, C.P. 04360
y purépechas
Cuadrante de San
Otomíes Francisco Núm. 301, Col. PREDIO
San Francisco, C.P. 04320
82 Multicultural Papalotl, Santo Domingo PREDIO
Cuadrante de San
Otomíes Francisco Núm. 276 Bis, PREDIO
Col. San Francisco, C.P.
04320
CUAUHTÉMOC
Adscripción Domicilio Estatus
étnica
Belisario Domínguez
Mazahuas Núm. 10, A 302, Col PREDIO
Centro
Otomíes Chapultepec 342, Colonia PREDIO Multicultural Violeta Núm. 62, Col. PREDIO
Roma Norte Guerrero.
Otomíes Lucerna 39, Colonia Roma PREDIO Mazahuas Zaragoza Núm. 24, Col. PREDIO
Norte Guerrero.
Otomíes Guanajuato 125, Colonia PREDIO Mazahuas Zaragoza Núm. 24, Col. PREDIO
Roma Norte Guerrero.
Mazahuas Manzanares Núm. 48 PREDIO Mazahuas Zaragoza Núm. 32, Col. PREDIO
Guerrero.
Mazahuas Marsella Núm. 58 PREDIO
Mazahuas Bucareli Núm. 73, Col. PREDIO
Emilio Dondé Núm. 5, Juárez.
Triquis Col. Centro, Plaza de la PREDIO
Ciudadela Multicultural Panamá Núm. 17, Buenos PREDIO
Aires.
Mazahuas Belisario Domínguez PREDIO
Núm. 10, Col. Centro Multicultural Bolaños Cacho Núm. 80, PREDIO
Col. Buenos Aires.
Triquis Emilio Donde Núm. 5, Col. PREDIO
Centro
Mazatecos,
zapotecos, Jesús Carranza Núm. 25, PREDIO
mixtecos, Col. Morelos.
mazahuas
87
BENITO JUÁREZ
88
GUSTAVO A. MADERO
90
IZTAPALAPA
92
XOCHIMILCO
Callejón de Emiliano
Varios Zapata Núm. 66, Barrio PREDIO
La Concepción Tlacoapa,
C.P. 16000
93
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ra-evitar-desercion-de-alumnos-indigenas-970696.html
Entrevistas
Titulares del área de Cultura de las siguientes delegaciones políticas del Distrito Federal:
99
• Álvaro Obregón
• Azcapotzalco
• Benito Juárez
• Coyoacán
• Cuauhtémoc
• Gustavo A. Madero
• Iztacalco
• Iztapalapa
• Magdalena Contreras
• Miguel Hidalgo
• Milpa Alta
• Tláhuac
• Tlalpan
• Venustiano Carranza
• Xochimilco