Derechos Reales
Derechos Reales
Derechos Reales
1. Ubicación de los derechos reales en las clasificaciones de los derechos subjetivos, en particular
por su oponibilidad y por la patrimonialidad de su contenido.
Dentro del derecho positivo, tenemos el derecho objetivo y el derecho subjetivo. El objetivo son las normas
jurídicas, mientras que el subjetivo son las facultades o prerrogativas del sujeto respecto de otras personas o
bien reconocido por la legislación, para cuyo ejercicio se le reconocen determinadas acciones para hacerlos
valer.
Los derechos subjetivos son:
- Derechos reales.
- Derechos personales o creditorios.
- Derechos personalísimos.
- Derechos intelectuales.
- Derechos de familia.
Se clasifican en base a diferentes criterios:
Por su oponibilidad:
- Absolutos: tienen eficacia frente a todos (efectos erga-omnes). Pueden oponérsele a cualquier interesado,
fuera toda injerencia extraña.
Son: los reales, los personalísimos y los intelectuales.
- Relativos: solo pueden hacerse valer contra persona o personas determinadas.
Son: los personales.
En cuanto a los derechos personales, Alterini los postula como “mixtos”; Savigny y Freitas como relativos.
Por su contenido.
- Patrimoniales: contenido del derecho se traduce en un valor económico.
Son: los personales y los reales.
- Extrapatrimoniales: su contenido no es de un valor económico.
Son: los personalísimos.
Tanto los derechos intelectuales como los de familia se presentan para Alterini como “mixtos”: los primeros
porque en su aspecto moral se evidencian como extrapatrimoniales y como patrimoniales en el derecho a la
explotación económica de la creación intelectual; y los segundos porque, en su faceta pura (es decir, en el
plano potestativo) están ausentes de todo contenido económico, a la par que las relaciones de familia pueden
derivar en prestaciones de valor pecuniario.
Por su objeto inmediato: según el derecho recaiga sobre las cosas o las personas.
- Derechos reales: tienen por objeto inmediato a las cosas, aunque pueden tener como objeto mediato a las
personas.
- Derechos personales: tienen por objeto inmediato a las personas, aunque pueden tener como objeto mediato
a las cosas.
En conclusión, los derechos reales son derechos subjetivos patrimoniales y absolutos.
2. Origen histórico del dualismo: derechos reales y personales. Concepción dualista clásica.
Historia del derecho real.
A diferencia de aquellos autores que sostienen que el concepto del derecho real es meramente científico
(entendiendo al derecho real como un concepto lógico y no histórico), Alterini sostiene la raíz histórica del
concepto de derecho real y su dualismo tradicional con los derechos personales. En el derecho romano
primitivo no podían captarse distintas categorías de derechos, puesto que solo existía el poder casi soberano del
pater familias sobre todas las personas y cosas que le estaban sometidas. No aparece con nitidez la separación
entre los derechos reales y los personales (ambos se estructuraban de igual manera); en efecto, así como el que
tenia un derecho sobre una cosa, para ejercitarlo y hacerlo valer se dirigía directamente hacia ella, el acreedor,
también lo hacía directamente sobre la persona del deudor que en virtud del nexum (una suerte de esclavitud), le
quedaba sometido. Recién con la sanción de la ley Poetelia Papiria, comenzó a dilucidarse una separación entre
derechos reales y personales, en la medida que la ejecución que antes se ejercitaba contra la persona del deudor,
se enderezó desde entonces contra su patrimonio. Hasta la sanción de esta ley el derecho real no se conformó
originariamente como un derecho absoluto, ejercitable contra cualquiera, sino como un simple derecho relativo
contra el antecesor, ya que la adquisición del derecho, antes bien, estaba condicionada por las obligaciones que
asumía el enajenante, el cual había de asegurar la posesión pacifica al adquirente y su defensa contra terceros.
La clasificación de los derechos en reales y personales no aparece en Roma en forma expresa, pero si implícita
en la clasificación de los medios para obtener su protección judicial, es decir, a través de las acciones, por lo que
podemos decir que los juristas romanos no profundizaron en cómo categorizar y clasificar el derecho, sino que se
colocaron en un punto de vista meramente práctico, a diferencia de la actualidad donde el derecho, y no la acción,
es el eje de nuestra ciencia.
Concepto tradicional del derecho real: concepción dualista clásica.
Tradicionalmente, el derecho real y el derecho personal han sido separados con nitidez (teoría dualista).
Freitas postula al dualismo derechos reales-derechos personales como “la clave de todas las relaciones civiles,
ya que todos los derechos civiles quedan comprendidos en estas dos categorías: sobre este dualismo reposa todo
el sistema del derecho civil. En nuestro CCyC ha tenido evidente gravitación el criterio clasificatorio de Freitas, que
divide todos los derechos subjetivos civiles en personales y reales.
“Derecho personal es aquel en que una persona es individualmente sujeto pasivo del derecho. Derecho real es
aquel en que ninguna persona es individualmente sujeto pasivo del derecho. O en términos mas sencillos, un
derecho personal es aquel que da la facultad de obligar individualmente a una persona a una prestación cualquiera,
a dar, a suministrar, a hacer o no hacer una cosa. Un derecho real es aquel que da la facultad de sacar de una
cosa un beneficio mayor o menor”.
Autores como Mackeldey, Demolombe, y Aubry y Rau el derecho real ha sido concebido tradicionalmente
como integrado por dos elementos: el sujeto o titular del derecho y la cosa u objeto de él. Entre el sujeto y
la cosa se establece una relación directa o inmediata, un poder que permite al titular obtener de ella una utilidad
mayor o menor sin necesidad y con exclusión de la intervención de otra persona. Es por ello que en las acciones
reales el accionado solo podía retenerla o abandonarla, no estaba obligado a defenderse. Por oposición, se
configuró al derecho personal con tres elementos: el sujeto activo (titular del derecho), el sujeto pasivo
(obligado) y el objeto (la prestación: dar, hacer o no hacer).
Doctrinas que niegan la existencia de diferencias subtanciales entre los derechos reales y los personales
Frente a la teoría clásica que contrapone conceptuamente los derechos reales y los personales (por eso se
denomina dualista), se levantaron otras doctrinas que tendieron a borrar la distinción enunciada, ya reduciendo
todos esos derechos a una sola categoría, ya formulando nuevas categorías divisorias sin tener en cuenta el
dualismo derechos reales y derechos personales. Las primeras son las llamadas teorías unitarias o monistas,
que o bien afirman que todos los derechos son personales (unitaria personalista) o que todos son reales (unitaria
realista).
Otras concepciones.
Existen teorías que clasificaron los derechos subjetivos de forma distinta al tradicional distingo entre
reales y personales, y son:
- Demogue cuestiona las clasificaciones de los derechos fundadas en su naturaleza
intrínseca (absolutos y relativos, personales y reales), y advierte que solo puede aludirse
a derechos que en su ejercicio son mas cómodos o menos cómodos. En ese sentido los
derechos reales al exigir únicamente la abstención de los terceros en general, serian de
ejercicio mas cómodo que los personales, que requerirán la colaboración activa de
personas determinadas.
Las pautas en torno de las cuales Demogue distingue los derechos no pueden admitirse
como meramente circunstanciales, sino que responden en el fondo a una diferencia de
esencia.
- La doctrina institucionalista plantea la ubicación de los derechos subjetivos teniendo en
cuenta su mayor o menor contenido institucional. Los derechos reales y de familia reciben
una definida influencia institucional, lo que no ocurre por el contrario con los derechos
personales. Mientras que en los primeros las relaciones son de subordinación al orden
legal, en los segundos, más bien de coordinación de voluntades individuales.
Sin embargo, se podría argüir a esta teoría que similares resultados en el ámbito
clasificatorio se obtienen con el principio del orden público. en el ámbito de los derechos
de familia y reales la influencia del orden público es mayor que en los derechos
personales.
- Teoría neoclásica.
Alguna doctrina sostiene la existencia del sujeto pasivo determinado en los derechos reales sobre la cosa ajena:
así serian sujetos pasivos individualizados, el titular del dominio agravado con usufructo, uso, habitación,
servidumbre, hipoteca, prenda, anticresis. Hasta se ha llegado a decir que aun para el dominio es captable ese
sujeto pasivo determinado, representado por el anterior titular y en el caso de la adquisición de las res nullius, por
el Estado.
En lo que hace al invocado sujeto pasivo determinado en los derechos reales sobre la cosa ajena, puede replicarse,
con éxito, que él no es sino uno más entre todos los integrantes de la comunidad que deben respetarlos. En el
aspecto pasivo, el titular del dominio gravado asume un deber se abstención similar al de los otros componentes
de la comunidad, que perdurará aunque cese esa titularidad. Si por su peculiar situación está mas expuesto a
soportar o violar el derecho real sobre cosa ajena, ello obedece a una valoración extrajurídica, mas propia del
orden moral o psicológico.
Freitas advierte: “La posición en que el poseedor de una cosa se halla para con el titular de un derecho real sobre
esa cosa, como por ejemplo, en el caso de la servidumbre o de hipoteca de bienes existentes en poder de un
tercero, es la misma posición de cualquier otra persona a quien se prohíbe impedir el ejercicio de los derechos
reales y no constituye por tanto la posición de un deudor. La posición de deudor en relación a los derechos reales
no puede manifestarse sino cuando estos son violados…”.
La afirmación de que en el derecho de dominio el sujeto pasivo determinado es su anterior titular, es inadmisible.
Vélez, en la nota del antiguo art. 497 del Código Civil, transcribió: cuando me vendiste tu casa, estás obligado a
no molestarme en el goce de ella, pero eso no es una obligación de no hacer, pues no te privas de ningún derecho.
Esta necesidad nada tiene que sea personal, sino que ella es común a todos, es para vos como para los otros. La
consecuencia y correlación de mi derecho real existente erga omnes.
Legón procura defender el aserto de ver el sujeto pasivo determinado en el anterior titular de la propiedad,
invocando la garantía de evicción, como ultimo apéndice perceptible. Pierde de vista, que esa garantía no atañe
en nada al derecho real y solo es una consecuencia de acto jurídico que origina la trasmisión; se trata de una
relación jurídica independiente del derecho real y de carácter creditorio. Mas aun, la garantía de evicción juega
cuando el derecho real no fue en realidad transmitido.
La opinión de Atard, respecto a que los sujetos pasivos del derecho de dominio son quienes tienen mayor
proximidad física con el objeto sobre el que recae, es rebatible con las argumentaciones expuestas para cuestionar
el sujeto pasivo determinado en los derechos reales sobre la cosa ajena. Es decir, que si el titular de la cosa
gravada con otro derecho real no puede catalogarse como un sujeto pasivo mas determinado que los restantes,
con mayor razón todavía, no podrán serlos los últimos, en virtud de la irrelevante circunstancia de su cercanía
física con el objeto del derecho.
ARTICULO 2663.- Calificación. La calidad de bien inmueble se determina por la ley del lugar de su situación.
ARTICULO 2664.- Jurisdicción. Acciones reales sobre inmuebles. Los jueces del Estado en que están situados
los inmuebles son competentes para entender en las acciones reales sobre dichos bienes.
ARTICULO 2665.- Jurisdicción. Acciones reales sobre bienes registrables. Los jueces del Estado en el que fueron
registrados los bienes son competentes para entender en las acciones reales entabladas sobre dichos bienes.
ARTICULO 2666.- Jurisdicción. Acciones reales sobre bienes no registrables. Los jueces del domicilio del
demandado o del lugar de situación de los bienes no registrables son competentes para entender en las acciones
reales sobre dichos bienes.
ARTICULO 2667.- Derecho aplicable. Derechos reales sobre inmuebles. Los derechos reales sobre inmuebles se
rigen por la ley del lugar de su situación.
Los contratos hechos en un país extranjero para transferir derechos reales sobre inmuebles situados en la
República, tienen la misma fuerza que los hechos en el territorio del Estado, siempre que consten en instrumentos
públicos y se presenten legalizados.
ARTICULO 2668.- Derecho aplicable. Derechos reales sobre bienes registrables. Los derechos reales sobre
bienes registrables se rigen por el derecho del Estado del registro.
ARTICULO 2669.- Derechos reales sobre muebles de situación permanente. Cambio de situación. Los derechos
reales sobre muebles que tienen situación permanente y que se conservan sin intención de transportarlos, se rigen
por el derecho del lugar de situación en el momento de los hechos sobre los que se plantea la adquisición,
modificación, transformación o extinción de tales derechos.
El desplazamiento de estos bienes no influye sobre los derechos que han sido válidamente constituidos bajo el
imperio de la ley anterior.
ARTICULO 2670.- Derechos reales sobre muebles que carecen de situación permanente. Los derechos reales
sobre los muebles que el propietario lleva siempre consigo o los que son de su uso personal, esté o no en su
domicilio, como también los que se tienen para ser vendidos o transportados a otro lugar se rigen por el derecho
del domicilio de su dueño. Si se controvierte o desconoce la calidad de dueño, se aplica el derecho del lugar de
situación.
Entre los derechos personales y reales, aparte de la semejanza y las diferencias enunciadas, se aprecian algunas
relaciones o vinculaciones.
- Muchas veces el derecho personal se convierte en el camino para llegar al derecho real, por ejemplo, el
contrato de compra y venta que genera derechos personales (obligaciones de entregar la cosa vendida y
de pagar su precio), es al mismo tiempo uno de los requisitos necesarios para el nacimiento del derecho
real (titulo suficiente). Cuando el deudor de la obligación de entrega, cumple su prestación (tradición de la
cosa), queda satisfecho el otro requisito impuesto por la ley para la constitución del derecho real (modo
suficiente).
- En ciertos derechos reales, como los de garantía, el derecho personal es camino obligado para alcanzar el
derecho real, pues el CCyC no los admite con otra fuente que la convencional.
- Determinada categoría de derechos reales, hablamos de los derechos reales de garantía (hipoteca, prenda
y anticresis) cumple una función accesoria de derechos personales.
5. Pretendidas situaciones intermedias entre los derechos reales y los derechos personales.
Las obligaciones “propter rem” u obligaciones ambulatorias son aquellas obligaciones que nace, se transmiten y
se extinguen por el nacimiento, la transmisión y la extinción de un derecho real. La existencia de un derecho real
conlleva para su titular la existencia de determinadas obligaciones que se derivan de esa titularidad: es decir, no
puede haber una obligación propter rem sin un derecho real.
Pueden ser obligaciones de dar, de hacer o de no hacer.
En ellas el deudor responde con todo su patrimonio.
Ante la transmisión de la cosa sobre la cual versa el derecho real, se transmite también la obligación propter rem.
Ante el abandono de la cosa, se extingue la obligación, salvo en los casos de las expensas: si yo abandono el
inmueble, no me libero del pago de las expensas debidas.
Un ejemplo es el caso de los condóminos, que poseen ambos sobre una misma cosa (un derecho real) y tienen a
su vez obligaciones recíprocas de contribuir a la conservación de la cosa común. Otro ejemplo sería el caso del
usufructuario, que tiene un derecho real sobre una cosa ajena, y debe contribuir a los gastos de ella
proporcionalmente a su goce.
Siguiendo el primer ejemplo, si el condómino transmite su derecho real sobre la cosa, también transmitirá al nuevo
adquirente la obligación correspondiente; por eso se llaman ambulatorias, pues se transladan siguiendo a la cosa
sobre la que se ejerce el derecho real.
No hay que confundir el derecho real vinculado a la obligación ambulatoria, con la obligación propiamente dicha.
En el caso del condominio, cada condómino tiene un derecho real sobre la parte idea de la cosa (relación directa
entre sujeto y cosa), pero además tienen una obligación con respecto al otro condómino que se convierte en
acreedor (ambos condóminos son acreedores y deudores recíprocos) por ejemplo por los gastos conservatorios o
pago de las expensas comunes.
6. Casos de institutos de naturaleza jurídica controvertida.
Son aquellos institutos cuya naturaleza aun está discutida en doctrina, en el sentido de que si son derechos reales
o derechos personales:
Derechos reales de garantía: por ejemplo la hipoteca, ya que en ella no se transmite la posesión del
inmueble. Hoy en el CCyC considerados derechos reales.
Privilegios: hoy en nuestro CCyC considerados derechos personales, según lo indica la mayor parte de la
doctrina.
Derecho de retención.
Derechos intelectuales.
Sepulcros.
Posesión.
7. Incidencia del orden público en los derechos reales. Normas estatutarias y reglamentarias.
Creación y modificación de los derechos reales. “Numerus Clausus”. Fuentes. Tipicidad.
La incidencia del orden público en los derechos reales. Normas estatutarias y reglamentarias.
La importancia política, económica y social de los derechos reales determina que su régimen esté presidido por la
noción del orden público. Vélez mismo en las notas del antiguo Código Civil decía: “Los actos y contratos
particulares no podrán derogar la disposición del artículo, porque naturaleza de los derechos reales en general, y
especialmente la del usufructo, está fijada en consideración al bien público y al de las instituciones políticas, no
depende de la voluntad de los particulares”. La incidencia del orden público en los derechos reales los ubica
institucionalmente entre los de familia y los personales:
- Los derechos de familia están organizados en integridad con miras a intereses colocados por encima de los
individuos que comprende, es decir, están organizados exclusivamente por el orden público, por lo cual no
queda lugar para la autonomía de la voluntad.
- En los derechos personales gobierna el principio de la autonomía de la voluntad, limitado por las pautas del
orden público, la moral y las buenas costumbres.
- En los derechos reales la incidencia del orden público adquiere relevancia principal y la autorregulación de los
intereses (la autonomía de la voluntad) es excepcional.
La presencia del orden público es dominante en los derechos reales, pero no exclusiva. El orden público es
dominante en los derechos reales en cuanto a las llamadas normas estatutarias, que son las normas que indican
cuales son los derechos reales (existencia) y los alcances de su contenido (esencia). Mientras que las normas
reglamentarias atinentes a los derechos reales no son de orden público, sino que son de aplicación supletoria, lo
cual quiere decir que si se trata de normas reglamentarias la voluntad de los particulares podrá prescindir de ellas.
Decía Vélez en el antiguo Código Civil: “Los derechos reales solo pueden ser creados por la ley. Todo contrato o
disposición de ultima voluntad que constituyese otros derechos reales, o modificase los que por este Código se
reconocen, valdrá solo como constitución de derechos personales, si como tal pudiese valer”. De este artículo se
deriva con evidencia que el orden publico gravita en forma excluyente en la determinación de cuales son los
derechos reales, y en la configuración de su esencia o contenido, desde que los particulares ni si quiera pueden
modificar los derechos reales admitidos por la ley.
El antiguo Código Civil establecía en su art. 2502 que los derechos reales creados por los particulares (“a través
de todo contrato o disposición de ultima voluntad que constituyese otros derechos reales, o modificase los que por
este Código se reconoce”) valdrá solo como constitución de derechos personales, si como tal pudiese valer. La
fuente de este art. del CC es el Esbozo, que expresa que “se juzgará como no escrita, a efecto de que tenga valor
tan solo como constitutiva de derechos personales, si por tal pudiere valer, toda estipulación o disposición de
ultima voluntad, que constituya otros derechos reales, o que modifique los permitidos en contrario de las
disposiciones que los reglan”.
Ejemplo el CC en su art. 2614 prohibía los derechos reales de enfiteusis, superficie y las vinculaciones, y
establecía que los censos y rentas no podían hacerse por más de 5 años. La enfiteusis es el derecho por el cual
una de las partes entrega la concesión de un fundo a otra, a perpetuidad o por un largo tiempo, a cambio de que
ésta lo mejore con plantaciones o construcciones (confiere las facultades de usar y gozar ampliamente del fundo
en una explotación agrícola) y pague un canon anual. En la medida que era un contrato prohibido, un contrato de
enfiteusis, en el sistema establecido por el Código anterior, podía hacerse valer como contrato de locación,
aplicándole así sus reglas. Vélez en la parte final de la nota al antiguo art. 2503 explica con respecto a la enfiteusis,
cuales son los alcances de la norma aludida del art. 2502: “si se hace, pues, un contrato de enfiteusis, valdrá solo
como contrato de arrendamiento, ya que no puede valer como de usufructo, y durará solo por el tiempo que puede
durar la locación”. Allende cuestionaba dicha interpretación de Vélez sobre los alcances del art. 2502, alegando
que si se pretende constituir ese derecho real, no es dable que la ley distorsione la voluntad de las partes al dar
por constituido un derecho personal que provoca el nacimiento de prestaciones a cargo del constituyente
(manutención en el uso y goce), a las cuales este no habría querido obligarse, y entiende que en realidad queda
“subsistente la enfiteusis, limitándola a los plazos de diez años”.
Hoy en día en materia de los derechos reales impera, como se dijo, el orden público, el cual impide la modificación
de sus elementos, contenido, modos de adquisición, constitución, transmisión, duración y extinción por parte de
los particulares. El precepto manda a que la incursión de los particulares en la modificación del contenido de los
derechos de propiedad no tenga efecto alguno, pues solo puede concretarse por medio de una ley que lo ordene.
En este sentido, el art. 1884 del CCyC dispone que la consecuencia de los derechos reales creados por las partes
sin estar regulados por la ley es la nulidad: “es nula la configuración de un derecho real no previsto en la ley, o la
modificación de su estructura”. En razón del orden público imperante, la nulidad a la que se refiere este artículo
es absoluta y puede ser declarada por el juez aún de oficio.
9. Caracterización de los derechos reales previstos en el Código.
ARTÍCULO 1887. Enumeración. Son derechos reales en este Código:
a) el dominio; se ejerce sobre cosa totalmente propia (el propietario de la cosa es el titular del derecho real).
b) el condominio;
c) la propiedad horizontal;
d) los conjuntos inmobiliarios; se ejercen sobre cosa parcialmente propia, es decir, el ejercicio del
e) el tiempo compartido; derecho real se comparte.
f) el cementerio privado;
g) la superficie; se ejerce sobre cosa parcialmente propia si existe propiedad superficiaria.
h) el usufructo;
i) el uso;
j) la habitación;
k) la servidumbre; se ejercen sobre cosa ajena (el propietario de la cosa NO es el titular del derecho
l) la hipoteca; real).
m) la anticresis;
n) la prenda.
En consonancia con lo prescripto por el art. 1884 CCyC, el art. 1887 contiene la enumeración de los derechos
reales. Se trata de una enumeración taxativa, lo cual significa que el Código solo reconoce a los derechos que
él enuncia, aunque hay otros derechos reales comprendidos en leyes especiales, como la hipoteca naval y la
aeronáutica (leyes 20.094 y 17.285).
En comparación con la enumeración tradicional que hacia el CC (antiguo art. 2503), la actual del art. 1887 del
CCyC se destaca por incorporar otros derechos reales como la propiedad horizontal (art. 2037 CCyC), otrora
dispuesta por ley especial; los conjuntos inmobiliarios (art. 2075 CCyC); el tiempo compartido (art. 2087 CCyC); el
cementerio privado (art. 2103 CCyC) y la superficie (art. 2114 CCyC). De esta manera se da respuesta concreta
a una antigua disputa sobre la necesidad o no de su regulación en el ámbito de los derechos reales, lo cual quedó
contestada por el legislador al incorporar estas nuevas formas de propiedad de manera autónoma, sin fundirlas
en moldes de antiguos derechos de propiedad conocidos.
El CCyC los consigna según el mayor número de potestades que concede: desde el dominio (art. 1941 CCyC) o
derecho real que mayores potestades concede a su titular, hasta la prenda (art. 2219 CCyC) un derecho de
garantía que puede o no otorgar la posesión de la cosa o bien. Cada derecho real tiene su propia regulación en
los artículos subsiguientes.
En primer lugar, el dominio se trata de un derecho real sobre cosa totalmente propia. “Propia” ya que el dueño de
la cosa y el titular del derecho real son la misma persona; y “totalmente” propia ya que el derecho real se ejerce
sobre toda la cosa, no se comparte. En líneas generales el dominio constituye el derecho real que más facultades
concede a su titular en la cosa: la posibilidad de usar, gozar, beneficiarse con los frutos y disponer a voluntad de
la cosa, siempre dentro del marco legal. Decimos “en la cosa” por cuanto las facultades (usar, gozar y disponer)
resultan viables en tanto la cosa permita ejercitarlas; lo contrario sería afirmar derechos contra las cosas, lo cual
en rigor implica la posibilidad (el derecho) de reclamar a otro por ellas. El dueño de la cosa lo es también de su
substancia, en el sentido de que su esencia (materialidad) y su destino económico están sometidos a su voluntad
ejercida dentro del encuadre legal. Pueden ser objeto de dominio las cosas muebles e inmuebles.
ARTICULO 1941.- Dominio perfecto. El dominio perfecto es el derecho real que otorga todas las facultades de
usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previstos por la ley. El dominio
se presume perfecto hasta que se pruebe lo contrario.
Las facultades que conceden los demás derechos reales son ejercidas por sus titulares de modo distinto. Así,
tenemos:
Condominio, o derecho de varios, cada uno por una parte alícuota respecto de la cosa común. El
condominio no es otra cosa que la comunión del derecho real de dominio.
ARTICULO 1983.- Condominio. Condominio es el derecho real de propiedad sobre una cosa que pertenece
en común a varias personas y que corresponde a cada una por una parte indivisa. Las partes de los
condóminos se presumen iguales, excepto que la ley o el título dispongan otra proporción.
Los conjuntos inmobiliarios, o propiedad horizontal especial, que tienen por objeto distintos modelos de
urbanizaciones en las que los propietarios de los terrenos donde estas se asientan participan de sectores,
partes o cosas comunes que sirven para el servicio, la seguridad y la recreación de aquellos, sus familiares
e invitados, pudiendo incluso atribuir la titularidad de una porción propia, la titularidad de una acción en el
emprendimiento, que le permitirá a cada uno intervenir en cuestiones relativas a la reglamentación del
derecho en comunidad. Es característico de este derecho la regulación especial que se le acuerda al muro
de encerramiento o perimetral, y la posibilidad de que cada propietario lo sea también del suelo en el que
se asienta la construcción concluida o no.
ARTICULO 2073.- Concepto. Son conjuntos inmobiliarios los clubes de campo, barrios cerrados o privados,
parques industriales, empresariales o náuticos, o cualquier otro emprendimiento urbanístico
independientemente del destino de vivienda permanente o temporaria, laboral, comercial o empresarial
que tenga, comprendidos asimismo aquellos que contemplan usos mixtos, con arreglo a lo dispuesto en
las normas administrativas locales.
El tiempo compartido se presenta con su característico uso alternado y sucesivo de una misma cosa.
ARTICULO 2087.- Concepto. Se considera que existe tiempo compartido si uno o más bienes están
afectados a su uso periódico y por turnos, para alojamiento, hospedaje, comercio, turismo, industria u otros
fines y para brindar las prestaciones compatibles con su destino.
El denominado “cementerio privado” conforma otra propiedad horizontal especial, con su correlativo
derecho sobre las parcelas con destino de sepultura, en las que aparecen involucrados sectores que hacen
a la funcionalidad del cementerio, con restricciones a las facultades de los propietarios.
ARTICULO 2103.- Concepto. Se consideran cementerios privados a los inmuebles de propiedad privada
afectados a la inhumación de restos humanos.
La superficie concede, con múltiples destinos, la posibilidad de afectar el derecho a construir, plantar o
sembrar, entre otros.
ARTICULO 2114.- Concepto. El derecho de superficie es un derecho real temporario, que se constituye
sobre un inmueble ajeno, que otorga a su titular la facultad de uso, goce y disposición material y jurídica
del derecho de plantar, forestar o construir, o sobre lo plantado, forestado o construido en el terreno, el
vuelo o el subsuelo, según las modalidades de su ejercicio y plazo de duración establecidos en el título
suficiente para su constitución y dentro de lo previsto en este Título y las leyes especiales.
En el condominio, la propiedad horizontal, los conjuntos inmobiliarios, el tiempo compartido y el cementerio
privado, el ejercicio del derecho real se comparte, ya que no se ejerce sobre el total de la cosa, sino que varios
sujetos comparten su dominio (condominio), o existen partes privativas donde se ejerce sobre el total (en la PH
sobre los departamentos) y comunes sobre las que se ejerce en forma parcial (en la PH pasillos ascensores). En
cuanto a la superficie, se ejerce sobre cosa ajena en cuanto al terreno, pero sobre cosa propia cuando se trata de
la propiedad superficiaria.
Luego continúan los derechos reales de disfrute ya reconocidos por la legislación anterior. Son:
El usufructo, que se trata de un derecho real que concede a su titular (el usufructuario) la potestad de usar
y gozar la cosa, haciendo propios los frutos que de ella se obtengan, con la limitación de no alterar la
sustancia del objeto en su ejercicio. El usufructo sigue al dominio en orden decreciente de contenido, desde
que no otorga la facultad de disponer, sino que solo encierra las facultades de usar y gozar, pero no a
voluntad como en el caso del dueño, sino respetando la esencia (materialidad) y destino económico de la
cosa. El usufructo es el derecho a la utilidad de la cosa (uso y hoce sin alteración de la substancia). El
principio de usufructo recae sobre cosas inmuebles o muebles no fungibles.
ARTICULO 2129.- Concepto. Usufructo es el derecho real de usar, gozar y disponer jurídicamente de un
bien ajeno, sin alterar su sustancia.
El uso es un usufructo limitado a las necesidades del usuario y de su familia. Lo sigue, por tanto, en orden
decreciente de contenido. El uso es el derecho a la utilidad de la cosa (uso y goce sin alteración de la
substancia) limitado a las necesidades del usuario y de su familia. El uso se ejercita sobre las mismas
cosas que son objeto normal de usufructo (inmuebles y muebles no fungibles).
ARTICULO 2154.- Concepto. El uso es el derecho real que consiste en usar y gozar de una cosa ajena, su
parte material o indivisa, en la extensión y con los límites establecidos en el título, sin alterar su sustancia.
Si el título no establece la extensión del uso y goce se entiende que se constituye un usufructo.
La habitación es el derecho a la utilidad de morar en una “casa” (uso sin alteración de la substancia)
limitado a las necesidades del habitador y de su familia. El objeto de la habitación lo constituye una “casa”,
u objetos análogos (piso, departamento, etc.).
ARTICULO 2158.- Concepto. La habitación es el derecho real que consiste en morar en un inmueble ajeno
construido, o en parte material de él, sin alterar su sustancia.
En el derecho aeronáutico:
Hipoteca aeronáutica: ley 17.285 Código Aeronáutico. Tanto para la hipoteca naval como para la hipoteca
aeronáutica se aplican subsidiariamente las reglas de la hipoteca común, ya que son hipotecas comunes que
recaen sobre objetos especiales: barcos, aviones, sus motores, etc.
En el derecho minero:
Dominio minero.
Derecho del explorador minero.
Servidumbres mineras.
Usufructo minero.
En el derecho rural:
Servidumbres rurales.
En el derecho procesal:
Embargos e inhibiciones.
En el derecho administrativo:
11. Clasificación.
1. Derechos reales sobre cosa propia o cosa ajena: el índice clasificatorio es la posibilidad de que la propiedad
sobre la cosa objeto del derecho real de que se trate, sea (total o parcialmente) de su titular, o no lo sea. Son:
o Sobre cosa propia: el dominio, el condominio y la propiedad horizontal.
o Sobre cosa ajena: el usufructo, el uso, la habitación, las servidumbres, la hipoteca, la prenda, la anticresis.
2. Derechos reales sobre cosa propia o no propia: es una variante de la clasificación anterior, que parte de la
base de considerar la existencia de derechos reales sobre una cosa muebles que no sea propia, pero tampoco
ajena, ya que la cosa no tendría dueño. “Res nullis” son las cosas que nunca tuvieron dueño, y “res derelictae”
son las cosas que fueron abandonadas.
3. Derechos reales de goce o de garantía: es una subdivisión entre los derechos reales de contenido menor que
el dominio.
o En los de goce su titular puede extraer directamente de la cosa un beneficio mayor o menor, sin alterar
su substancia (la propiedad horizontal, el usufructo, el uso, la habitación y las servidumbres).
o En los de garantía, el beneficio que los define está dado por la seguridad que brindan al crédito que
garantizan (hipoteca, prenda y anticresis).
6. Derechos reales sobre la substancia o sobre la utilidad de la cosa: “substancia” aquí tiene una connotación
distinta que en la clasificación anterior.
o Un derecho real es sobre la substancia cuando su titular tiene la facultad de disponer materialmente de
la cosa y decidir su destino económico. El dominio es el único derecho real sobre la substancia.
o Un derecho real es sobre la utilidad de la cosa cuando el beneficio que concede el derecho real a su
titular no alcanza las facultades de disposición material y decisión sobre su destino económico. Son:
condominio, propiedad horizontal, usufructo, uso, habitación y servidumbres.
16. Derechos reales sobre cosas con valor en si mismas y sobre cosas representativas de valor.
o Los derechos reales sobre cosas con valor en sí mismas: son aquellos cuyo objeto es una cosa mueble
o inmueble por su naturaleza. Son: todos los del derecho civil.
o Los derechos reales sobre cosas representativas de valor: son los que recaen sobre cosas muebles o
inmuebles por su carácter representativo. Son: el usufructo de créditos y la prenda de créditos.